Hércules

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Hércules

Hércules representado en el Escudo de Andalucía.

Hércules era el nombre en la mitología romana del héroe de la


mitología griega Heracles, siendo una metátesis del nombre griego. Era hijo de Júpiter, el
equivalente romano del dios griego Zeus, y la mortal Alcmena. Llevó a cabo doce grandes
trabajos, llamados Los doce trabajos de Heracles y fue divinizado.

Los romanos adoptaron la versión griega de su vida y trabajos sin cambios esenciales, pero
añadieron detalles anecdóticos propios, algunos de ellos relacionando al héroe con la
geografía del Mediterráneo occidental. Los detalles de su culto también fueron adaptados a
España.

Interpretaciones modernas
Interpretaciones modernas de la leyenda de Hércules lo mostraban como un líder sabio y
buen amigo. Así, en muchas de las adaptaciones televisivas y cinematográficas se le
representa de esta manera, especialmente la serie de los años 1990 Hercules: The
Legendary Journeys y la película Hércules. Aunque Heracles fue un campeón y un gran
guerrero, no fue ajeno a las trampas y al uso de trucos sucios a su favor. Sin embargo, fue
célebre por haber hecho al mundo seguro para el hombre destruyendo muchos monstruos
peligrosos, y también se le ponía como ejemplo por no haber atacado nunca en primer
lugar, sino por haber conquistado todo simplemente defendiéndose cuando era atacado, y
protegiendo a los indefensos y afligidos. Su autosacrificio le consiguió el ascenso al
Olimpo, donde fue bienvenido por los dioses. Su leyenda perdura, aunque a menudo
adaptada a las tendencias políticas de la época.

El personaje de Hércules ha sido adaptado en varias ocasiones al cómic por la casa Marvel.

1
León de Nemea

Hércules y el león de Nemea. Detalle del mosaico de los trabajos de Hércules de Liria
(Valencia), en el M.A.N..

En la mitología griega el león de Nemea (en griego λεον Νεμειος leon Nemeios; en latín
Leonem Nemeum) era un despiadado monstruo que vivía en Nemea. Finalmente fue
vencido por Heracles. Suele considerársele hijo de Tifón y Equidna o de Ortos y Quimera,
aunque también se ha dicho que habría caído desde la luna, como hijo de Zeus y Selene.

La muerte del león


El primero de los doce trabajos de Heracles fue matar al león de Nemea y despojarle de su
piel.

El león había estado aterrorizando los alrededores de Nemea, y tenía una piel tan gruesa
que resultaba impenetrable a las armas. Cuando Heracles se dirigía a cazar al león se
hospedó en casa de Molorco, partiendo después hacia la guarida de la fiera.

Cuando Heracles se enfrentó a él por primera vez, usando su arco y sus flechas, un garrote
hecho de un olivo (que él mismo había arrancado de la tierra) y una espada de bronce, todas
las armas resultaron inútiles. La morada del animal tenía dos entradas: Heracles lo azuzó
hasta que el animal penetró en ella, taponó una de las entradas y acorralándolo por la otra lo
atrapó y estranguló metiéndole un brazo por la garganta hasta asfixiarle. (En algunas
variantes, Heracles estrangulaba realmente a la bestia.)

Heracles llevó el cuerpo del león a Micenas para que lo viera el rey Euristeo, quien elegía
qué tareas debía cumplir el héroe en el camino de los doce trabajos. Pero éste se asustó
tanto que prohibió a Heracles volver a entrar a la ciudad, y le ordenó que de ahí en adelante
le mostrase el fruto de sus trabajos desde fuera. Euristeo mandó a sus herreros que le
forjase una tinaja de bronce que escondió bajo tierra, y en la que se refugiaba cada vez que
se anunciaba a Heracles, comunicándole sus instrucciones a través de un heraldo.

Heracles empleó horas intentando desollar al león sin éxito. Por fin Atenea, disfrazada de
vieja bruja, ayudó a Heracles a advertir que las mejores herramientas para cortar la piel eran
las propias garras del león. De esta forma, con una pequeña intervención divina, consiguió
la piel del león, que desde entonces vistió a modo de armadura.

2
Hidra de Lerna

Gustave Moreau, Heracles y la Hidra de (1876).

En la mitología griega, la Hidra de Lerna (en griego antiguo Λερναία Ὕδρα) era un
antiguo y despiadado monstruo acuático ctónico con forma de serpiente policéfala (cuyo
número va desde 5 hasta 100 e incluso 10.000 según la fuente) y aliento venenoso (Higino,
30) a la que Heracles mató en el segundo de sus doce trabajos. Su guarida era el lago de
Lerna en el golfo de la Argólida (cerca de Nauplia), si bien los arqueólogos han confirmado
que este lugar sagrado es anterior incluso a la ciudad micénica de Argos, pues Lerna fue el
lugar del mito de las Danaides. Bajo sus aguas había una entrada al Inframundo que la
Hidra guardaba.1

La Hidra era hija de Tifón y la Equidna. Fue criada por Hera bajo un plátano cerca de la
fuente Amimone en Lerna. Se decía que era hermana del León de Nemea y que por ello
buscaba venganza por la muerte de éste a manos de Heracles. Por esto se decía que había
sido elegida como trabajo para Heracles, de forma que éste muriese.

Muerte a manos de Heracles

Ilustración de una hidra.

Tras llegar a la ciénaga cercana al lago Lerna, Heracles cubrió su boca y nariz con una tela
para protegerse de su aliento venenoso y disparó flechas en llamas a su refugio (la fuente de
Amimone) para obligarle a salir. Entonces se enfrentó a ella con una hoz (según aparece en
algunas vasijas pintadas antiguas); Ruck y Staples2 han señalado que la reacción de esta

3
criatura ctónica fue botánica: tras cortar cada una de sus cabezas Heracles descubrió que le
crecían dos nuevas cabezas, una expresión de la desesperación de esta lucha para cualquiera
salvo para este héroe.

Los detalles del enfrentamiento son explicados por Apolodoro:3 advirtiendo que no podría
derrotar a la Hidra de esta forma, Heracles pidió ayuda a su sobrino Yolao. Éste tuvo la
idea (posiblemente inspirada por Atenea) de usar una tela ardiendo para quemar el muñón
del cuello tras cada decapitación. Heracles cortó todas las cabezas y Yolao quemó los
cuellos abiertos, matando así a la Hidra. Heracles tomó entonces su única cabeza inmortal y
la enterró bajo una gran roca en el camino sagrado entre Lerna y Eleia,4 mojando sus
flechas en la sangre venenosa de la Hidra y completando así su segundo trabajo.

En una versión alternativa, Hera enviaba un cangrejo para que mordiese los pies de
Heracles y le estorbase, esperando provocar así su muerte. Hera le puso en el Zodiaco para
seguir al León.5

Cuando Euristeo, el rey que asignaba los trabajos a Heracles, supo que había sido su
sobrino quien le había dado la antorcha, declaró que no había completado el trabajo solo y
por tanto no contaba para el total de diez labores que se le habían asignado. Este elemento
mítico es un ambiguo intento de resolver el conflicto entre los antiguos diez trabajos y los
doce más recientes.

Constelación
Antonio Pollaiuolo: Hércules y la Hidra, sobre 1475. Galleria degli Uffizi, Florencia.

Los mitógrafos cuentan que la Hidra de Lerna y el cangrejo fueron puestos en el cielo
después de que Heracles los matase. En una versión alternativa, el cangrejo de Hera estaba
allí para morder sus pies y molestarlo, con la esperanza de provocar su muerte. Hera lo
puso en el Zodiaco para seguir al León.5 Cuando el sol está en el signo de Cáncer, la
constelación Hidra tiene su cabeza cerca.

4
Cierva de Cerinia

Heracles y la cierva de Cerinia. Fuente en bronce del siglo I a. C.

La Cierva de Cerinia es un animal mitológico, perteneciente a la mitología griega.

Heracles debía capturar a la cierva para llevarla viva a Micenas y entregarla a Euristeo. La
cierva de Cerinia, tenía pezuñas de bronce y cornamenta de oro, estaba consagrada a
Artemisa ya que era una de las cinco ciervas que la diosa había intentado capturar para
engancharlas a su carro y había sido la única que había logrado escapar. Pero la cierva era
muy veloz y no le fue fácil atraparla, por lo que la persiguió día y noche sin descanso hasta
el país de los Hiperbóreos. Allí la capturó mientras ésta tomaba agua y la llevó a Euristeo.
Heracles tardó 12 meses en capturarla.

Heracles, era consciente de que si derramaba una sola gota de sangre de la cierva de Cerinia
tendría que dar explicaciones, con su consiguiente castigo. Aprovechando que la cierva
estaba bebiendo, Heracles le atravesó las dos patas por la piel utilizando una flecha que
hizo pasar entre el tendón y el hueso, sin llegar a derramar su sangre. Una vez
inmovilizada, la apresó y la llevó a Micenas. Su gran hazaña sirvió de ejemplo a otros
muchos héroes de la antigüedad como Yhuidr y Casto.

5
Jabalí de Erimanto

Heracles y el Jabalí de Erimanto, por Louis Tuaillon, 1904 (Berlín).

En la mitología griega, el jabalí de Erimanto era una criatura que causaba estragos en todo
el contorno y que vivía en Erimanto, un monte de la Arcadia y la Élide (hoy se llama
Olonos) y nombre, también, de un afluente del Alfeo (hoy Diminiza o Azicolos).

El cuarto trabajo de Heracles [editar]


En el camino hacia Erimanto, Heracles hizo una parada para visitar a su amigo el centauro
Folo, quien en memoria de tiempos lejanos compartió con él su comida y su vino. Pero los
otros centauros, al oler el vino que estaba especialmente reservado para ellos se
enfurecieron de tal manera que atacaron a Heracles, quien primero los rechazó y luego con
sus flechas envenenadas mató a varios de ellos mientras los demás se retiraban.

Mientras Heracles enterraba a sus víctimas, su amigo Folo sacó una de las flechas de
Heracles y la examinó asombrado de que algo tan pequeño pudiese dar muerte a criaturas
tan formidables, pero con tan mala suerte que la flecha se le cayó hiriéndolo en un pie y
matándolo. Heracles lo enterró al pie de la montaña que tomó su nombre.

Retomando el trabajo que tenía que finalizar, Heracles encontró al jabalí y, persiguiéndole
durante varias horas, lo fue acorralando a una zona cubierta de nieve donde, saltando sobre
su lomo, lo ató con cadenas y se lo llevó a Micenas vivo, cargándolo sobre sus hombros.
Cazar a esta enorme criatura fue el cuarto trabajo de los doce que Euristeo mandó realizar a
Heracles.

6
Augías

En la mitología griega Áugeas o Augías (griego antiguo Αυγείας, Augeías ‘brillante’) era
un rey de Élide hijo del dios-Sol Helios y de Naupidame. Otras versiones atribuyen su
paternidad a Poseidón, a su hijo Eleo y Eurícide o a Forbante e Hermine. Se casó con
Epicaste, con la que tuvo a Epicaste, Fileo, Agameda, Agastenes y Éurito.

Augías formó parte de la expedición de los argonautas, siendo el encargado de intentar


convencer a su hermanastro Eetes de que entregara el vellocino de oro voluntariamente. A
esta iniciativa se unieron sus sobrinos, agradecidos de que los argonautas les hubieran
rescatado tras un naufragio. Pero Eetes no lo quiso reconocer como hermano, y los expulsó
de su palacio amenazándoles con torturarlos y matarlos.

Por designio de los dioses el ganado de Augías no sufría de enfermedades, por lo que logró
poseer el mayor rebaño de todo el país. Doce toros que le había regalado su padre Helios
defendían al resto de la manada, haciendo que el ganado de Augías tampoco sufriera bajas
por las fieras de los alrededores. Eran conocidos sus establos, que nunca habían sido
limpiados hasta que lo hizo Heracles en un solo día en cumplimiento de su quinto trabajo.
Euristeo le encargó esta extraña misión con el fin de humillarle y ridiculizarle, pues tal era
la cantidad de excrementos acumulados en los establos que era prácticamente imposible
limpiarlos en un sólo día. Así el gran Heracles, vencedor de terribles monstruos y hazañas
heroicas, caería humillado ante una tarea tan denigrante. Pero el astuto héroe cumplió su
trabajo abriendo un canal que atravesaba los establos y desviando por él el cauce de los ríos
Alfeo y Peneo, que arrastraron toda la suciedad.

Augías montó entonces en cólera, pues había prometido a Heracles regalarle una parte de
su ganado si realizaba la misión en un sólo día. Se negó a cumplir su promesa alegando que
el trabajo lo habían realizado los ríos, y cuando el testimonio de su hijo Fileo convenció a
los jueces para que le dieran la razón a Heracles, Augías le desterró del reino. Euristeo por
su parte tampoco consideró el trabajo como uno de los diez, ya que Heracles había sido
contratado por Augias.

Heracles abandonó Élide y buscó alianzas entre los príncipes de toda Grecia para atacar a
Augías, pero fue derrotado por los moliones, que mataron a su hermano Ificles. Los
corintios, aliados de Heracles, proclamaron entonces la tregua ítsmica, ante las numerosas
bajas que el ejército de Augías estaba provocando.

Tres años más tarde, Heracles aprovechó que los eleos estaban celebrando un festival en
honor a Poseidón para tender una emboscada en la que mató a los moliones y a Éurito, hijo
de Augías, dejándole así sin sus mejores generales. Posteriormente volvió a reclutar otro
ejército entre las ciudades del Peloponeso y con él saqueó la Élide y mató a Augías,
poniendo al desterrado Fileo en el trono de su padre. Para celebrar la victoria, Heracles
instauró los famosos juegos olímpicos.

7
Pájaros del Estínfalo

Mosaico de los trabajos de Heracles: Matando a los pájaros de Estínfalo (Detalle


procedente de Liria, (Valencia).

En la mitología griega, los pájaros del Estinfalo eran unas aves que tenían picos, alas y
garras de bronce y cuyos excrementos venenosos arruinaban los cultivos y también eran
carnívoras. Poblaban la región y el bosque alrededor del lago Estínfalo. Euristeo comandó
entonces a Heracles que acabase con la amenaza de dichas aves, como parte de Los doce
trabajos de Heracles, ya que en ocasiones atacaban al ganado o a la población. Heracles se
dirigió al Estínfalo, y ahí se encontró desolado pues la misión era especialmente difícil de
completar: las aves eran demasiadas para sus flechas y su legendaria fuerza no le servía de
nada.

Entonces apareció Atenea y le socorrió dándole un cascabel (o una campana) de bronce y le


mandó a que lo tocara desde una colina elevada, al hacerlo las aves asustadas emprendieron
vuelo y nunca más se las volvió a ver en el bosque y el lago. Muchas de ellas fueron
derribadas por las flechas de Heracles y las que consiguieron escapar huyeron hacia la isla
de Ares, en el Mar Negro, donde fueron encontradas años después por los Argonautas.
Cuando Heracles volvió con Euristeo, éste se hallaba en su refugio debido a que varios de
los pájaros de bronce volaban alrededor de su palacio. Al ver esto, Heracles sonó su
cascabel y los pájaros se alejaron de ahí.

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Toro de Creta

Heracles y el toro de Creta.

El toro de Creta es un animal de la mitología griega. El séptimo trabajo de Heracles


consistió en capturar un toro salvaje que expulsaba fuego por sus narices y que causaba
estragos en Creta.

Este toro es el que Poseidón hizo salir del mar cuando el rey Minos prometió ofrecer un
sacrificio al dios; pero Minos lo encontró tan hermoso que lo incorporó a sus rebaños y el
dios, enfurecido, hizo que la reina Pasífae se enamorara del animal y concibiera de él un
hijo, el Minotauro, tras lo cual hizo enloquecer al toro.

Así pues, Heracles se presentó a Minos, que le autorizó para capturar al toro, si podía.
Heracles consiguió subir a lomo del animal y lo condujo, a través del mar Egeo, hasta
Micenas. Euristeo, al ver al hermoso animal lo quiso ofrecer a Hera, pero la diosa lo
rechazó al ver la ferocidad del toro, por lo que Euristeo lo dejó libre.

El toro causó estragos allá por donde pasó. Atravesó la Argólide, cruzó el istmo de Corinto
hasta que finalmente el héroe ateniense Teseo consiguió matarlo en la llanura de Maratón
(cerca de Atenas).

Yeguas de Diomedes
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Heracles y las Yeguas de Diomedes. Detalle del mosaico romano de Los doce trabajos de Liria (Valencia),
en el M.A.N. (Madrid).

El octavo de los doce trabajos de Heracles consistía en capturar a las veinte Yeguas de
Diomedes, que comían carne humana. Éste las tenía atadas con cadenas y las alimentaba
con la carne de sus inocentes huéspedes. Heracles partió con un grupo de voluntarios,
consiguiendo arrebatárselas a Diomedes, quien fue con su ejército a atacar a Heracles, pero
él lo mató arrojando el cuerpo de este aún con vida a sus yeguas y su ejército huyó. Tras
devorarlo, las yeguas se volvieron tan mansas que el héroe las pudo atar al carro de
Diomedes y se las llevó a Mecenas, donde fueron regaladas a Hera. Durante la lucha, las
yeguas devoraron a Abderus, amigo de Heracles, quien había quedado encargado en
custodiarles, entonces Heracles fundó en su honor la ciudad de Abdera.

Se dice que las yeguas murieron en el monte Olimpo devoradas por las fieras y las
alimañas. Según la tradición, Bucéfalo, caballo de Alejandro Magno, descendía de una de
estas yeguas.

Hipólita

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Heracles lucha contra las amazonas, ánfora ática con figuras negras 530–520 a. C., Museo
del Louvre.

En la mitología griega, Hipólita (en griego antiguo Ιππολύτης) es la reina amazona, dueña
de un cinturón mágico que le había regalado su padre, Ares, el dios de la guerra.

El noveno trabajo de Heracles fue obtener el cinturón, a petición de Admete, la hija de


Euristeo. En una versión de la historia, Hipólita se enamoraba de Heracles y le daba el
cinturón voluntariamente. De acuerdo con otra Heracles obtenía el cinturón secuestrando a
la hermana de Hipólita, Melanipa, y exigiendo el cinturón como rescate, y liberándola tras
conseguirlo.

Después de que Heracles obtuviese el cinturón, Teseo, uno de los compañeros de Heracles,
secuestra a Antíope, otra hermana de Hipólita. Las amazonas atacan entonces (porque Hera,
la enemiga de Heracles, había difundido el malintencionado rumor de que Heracles estaba
allí para atacarlas o secuestrar a Hipólita), pero Teseo y Heracles escapan con el cinturón y
con Antíope. Según otra versión, Heracles mata a Hipólita en su huida. Para rescatar a
Antíope, las amazonas atacan Atenas pero fracasan, muriendo en algunas versiones Antíope
durante el ataque.

En muchas versiones Teseo se casa con Antíope o con Hipólita, teniendo un hijo llamado
Hipólito. Teseo terminaría casándose con Fedra, bien tras haber abandonado a su anterior
esposa, o tras la muerte de ésta en el parto. En la versión en la que Teseo está casado con
Hipólita y la abandona, ésta intenta vengarse llevando a las amazonas a la boda de Teseo y
Fedra con la intención de matar a todos, aunque fracasa al ser asesinada, según las
versiones, por los hombres de Teseo o por Pentesilea, otra amazona.

Origen
Cuando el sol está en la constelación de Aries, la constelación de Andrómeda se pone. Esta
última, que parece tener una larga falda, se considera femenina en la mitología griega.
Tiene también tres brillantes estrellas cercanas alineadas, que dan la impresión de ser un
cinturón (como las tres de estrellas de la constelación de Orión).

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La constelación completa parece tener algo sujeto a su parte superior, que en el mito griego
del sacrificio de Andrómeda se identifica con una cadena. Otras historias lo identifican con
una espada (descartando las partes de la cadena que forma parte de la constelación), dando
a entender que la constelación es una guerrera amazona, probablemente Hipólita.[cita requerida]

Hacia la dirección del tránsito del sol, tras Andrómeda, están las Pléyades, consideradas en
la mitología griega siete hermanas. Tras obtener el cinturón de Hipólita, Heracles tuvo que
enfrentarse a una banda de mujeres (más amazonas).

Otros personajes con el mismo nombre


• La madre, con Ifito (uno de los Argonautas), de Epístrofo y Esquedio, líderes
aqueos.
• La hija de Dexamenos, a quien el centauro Euritión intentó violar cuando estaba
casada con Azan.
• La esposa de Acasto (aunque normalmente sería Astidamía), que acusó a Peleo de
haber atentado contra su virtud.
• En los Comics de la Compañía DC ( DC Comics ) es la reina de la Isla Paraiso y
madre de La Mujer Maravilla ( Wonder Woman ).

Gerión

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Heracles luchando con Gerión, ánfora c. 540 a. C., museo del Louvre.

En la mitología griega, Gerión (en griego antiguo Γηρυών Gêruôn o Γηρυόνης Gêruônês)
era un monstruoso gigante alado hijo de Crisaor y Calírroe. Llamado también Gritón,
estaba formado por tres cuerpos humanos completos unidos por la cintura. Era invencible
en la batalla, pues con sus seis brazos blandía tres espadas y tres dagas al mismo tiempo y,
desde el aire, utilizaba un arco con uno de sus cuerpos mientras blandía una lanza con otro.
Sus tres cabezas le hacían además dueño de una gran sabiduría.

Gerión vivía en la isla Eritia (‘la roja’, como una de las Hespérides), más allá de las
columnas de Hércules al oeste Mediterráneo, ya en el curso del Océano. Era dueño de un
perro de dos cabezas llamado Ortro, que era el hermano de Cerbero, y de una espléndida
cabaña de ganado que era guardado por Ortro y por un pastor llamado Euritión.

Fue muerto por Heracles cuando después de una de sus misiones éste le robó su rebaño de
vacas rojas y bueyes. Gerión fue en busca de venganza, pero cuando sobrevolaba a
Heracles, éste, oculto, le disparó una flecha envenenada con la sangre de la Hidra que
atravesó sus tres cuerpos.

El décimo trabajo de Heracles


El décimo trabajo de Heracles consistió en robar el ganado de Gerión. Mientras viajaba
hacia allí, cruzó el desierto libio (Libia era el nombre genérico de África para los griegos) y
quedó tan frustrado por el calor que disparó una flecha a Helios, el sol. Helios le rogó que
parase y Heracles pidió a cambio la copa dorada que el dios usaba para cruzar el mar cada
noche, de oeste a este. Heracles usó esta copa dorada para llegar a Eritia, en lo que
constituye uno de los motivos de los pintores de vasijas.

Heracles intentó robar el ganado y mató primero a Ortro y luego a Euritión. Cuando llegó
Gerión, en algunas versiones tras haber sido informado por Menecio, el pastor del Hades,
Heracles le mató, desgarrando su cuerpo en tres partes.

Heracles tuvo entonces que arrear el ganado hasta Euristeo. En las versiones romanas de la
historia, Caco robó en el monte Aventino de Roma parte del ganado de Gerión a Heracles
mientras éste dormía, haciendo que las reses caminasen de espaldas para no dejar nuevas
huellas, una repetición del truco del joven Hermes. Según algunas versiones, Heracles pasó
con el resto del ganado frente a una cueva donde Caco escondía las reses robadas, y
empezaron a llamarse unas a las otras, pero en otras Caca, la hermana de Caco, le dijo a

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Heracles dónde se escondía su hermano. Heracles mató entonces a Caco y, de acuerdo con
la mitología romana, fundó un altar en el lugar donde el Foro Boario, el mercado de
ganado, se celebraría posteriormente.

Para molestar a Heracles, Hera envió un tábano para que picase al ganado, irritándolo y
esparciéndolo. Hera envió entonces una inundación que elevó el nivel de un río tanto que
Heracles no podía vadear el ganado. Heracles apiló piedras en el río para hacer que el agua
fuera menos profunda, y tuvo entonces que matar a un monstruo que era mitad mujer y
mitad serpiente. Cuando por fin llegó a la corte de Euristeo, el ganado fue sacrificado a
Hera.

El poeta Estesícoro escribió una ‘canción de Gerión’ (Gerioneis) en el siglo VI a. C., que es
la mejor fuente de esta épica, y que también contiene la primera referencia a Tartessos.

Asociaciones ctónicas

Dante, Virgilio y Gerión. Grabado de 1497.

A veces se identifica a Gerión como un demonio de la muerte ctónico, principalmente por


su asociación con la dirección de extremo oeste. En La divina comedia de Dante Gerión se
convierte en una bestia con cola de escorpión pero rostro de hombre honesto que mora en el
Flegetón al borde del Séptimo Círculo (el círculo de la violencia) descendiendo al infierno.
Allí señala el paso al Octavo Círculo mientras se baña al borde del abismo en el Cocito.

Origen
Cuando el sol alcanza la constelación de Géminis, se encuentra con la constelación Auriga.
Muchas creencias antiguas asociaban el camino diario del sol por el cielo con el dios sol
conduciendo un ardiente carro, y de esta forma, aquí, el camino anual del sol (su tránsito)
consigue su carro (Auriga). Posteriormente la mitología griega consideró que el sol usaba
una copa para cruzar el cielo.

En esta región del cielo hay también un vasto espacio sin estrellas fácilmente visibles
(ahora ocupadas por las modernas constelaciones de Lynx y Camelopardalis), que los
antiguos griegos describían como un desierto. Una historia basada en esta región del cielo
requiere por tanto un vasto desierto, siendo el mejor conocido por los griegos antiguos el de

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Libia. Sin embargo, al estar esta zona desértica lejos de muchas constelaciones en esta
región del cielo, situar una historia en él requería de alguien que lo cruzase hasta su
localización principal. Dado que el Auriga es la constelación más cercana desde el
comienzo del tránsito del sol hasta el borde del espacio vacío, un carro solar (más tarde
convertido en copa) se convierte en la forma de cruzar el desierto.

La Vía Láctea fue bautizada así por los griegos antiguos porque parece ser una mancha de
leche cruzando el cielo. Algunos, sin embargo, eran capaces de discernir algunas estrellas
individuales en ella, y de esta forma pasó a parecer un vasto rebaño de vacas, cuya leche
llenaba los huecos entre ellas. La estrella Capella, que es parte del Auriga, era conocida por
los griegos como la «estrella del pastor» (pues algunos consideraban que el Auriga era un
pastor conduciendo un carro, incluyendo a éste, mientras llevaba una cabra colgada de su
hombro izquierdo). Capella está muy cerca, aunque fuera, de la Vía Láctea y como tal,
considerada como un pastor, parece estar arreándola.

En Géminis, la constelación Canis Major (el ‘gran perro’) queda junto a la Vía Láctea. La
cabeza de la constelación mira en dirección contraria al sol. Sin embargo, al otro extremo
de la constelación (donde estaría la cola) queda la estrella Sirius, considerada maligna por
muchas mitologías antiguas debido a su titileo y rojez, que era considerada a su vez un
perro («estrella perro»), por asociación con la constelación. Así, la constelación tenía dos
cabezas, una la normal y otra, Sirius, al otro extremo.

Más cerca del sol que Canis Major, y también guardando la Vía Láctea en esta zona de su
tránsito de forma parecida a Canis Major y Capella, está Orión el gigante. Tradicionalmente
Orión es considerado un único gigante, pero es igualmente posible distinguir en ella tres
cuerpos completos separados unidos por la cintura, como se describía a Gerión,
particularmente al aparecer las piernas en direcciones bastante diferentes, y dibujos
alternativos de la constelación (que tienen en cuenta estrellas ligeramente más débiles que
los diagramas básicos) suelen mostrar tres en lugar de dos brazos, compartiendo el segundo
y tercero el mismo hombro derecho.

El sol logra superar estos obstáculos, cruzando la Vía Láctea. El Auriga parece haberse
dejado en la propia Vía Láctea, y por esto algunas de las vacas del rebaño están en él. Tras
la Vía Láctea, el sol se encuentra con Géminis. Las representaciones de Géminis varían
según se incline a este u oeste, siendo posible en esta último caso dibujar la constelación
como dos hombres, descansando sus pies en la Vía Láctea. En las representaciones que la
inclinan al este, uno de los gemelos está en la Vía Láctea y el otro fuera de ella, y así uno
ha «robado algunas vacas» y el otro, al que cruza el tránsito del sol, no. En el mito de
Cástor y Pólux (los nombres habitualmente dados a los gemelos), sus muertes se deben a
una disputa por el robo de un ganado.

Leyendas posteriores
Según algunos autores, el gigante arrancó de cuajo un olivo para utilizarlo como arma
contra Heracles. El árbol se hizo pedazos al estrellarse contra la coraza de bronce del héroe,
que contraatacó con la misma arma. Las poderosas manos del gigante se juntaron para

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detener el choque y de esta forma desarmó a Heracles, que huyó corriendo a refugiarse a un
bosque.

Gerión, tras convencer a su madre (que había presenciado todo el suceso) de que debía dar
captura a Heracles, sobrevoló la zona buscándolo. Heracles aprovechó entonces para
disparar una de sus flechas envenenadas, que alcanzó al gigante atravesándole los tres
corazones. Cayó al suelo y de la sangre que emanó de su herida nació un drago. Otra
leyenda identifica al drago que se conserva en el jardín de la Facultad de Medicina de Cádiz
con el surgido de la sangre de Gerión.[1]

Según se recoge en la Crónica General de Alfonso X el Sabio, escrita en el siglo XIII,


Gerión obligaba a sus súbditos a entregarle la mitad de sus bienes, e incluso a sus hijos,
hasta que llegó a estas tierras Hércules. Los aterrorizados habitantes le pidieron ayuda, y
éste retó a Gerión a una lucha a muerte. Después de tres días de batalla, la cabeza del
gigante fue enterrada en el mismo lugar donde se levantó la Torre de Hércules en La
Coruña.

En el primer intento de dar validez histórica a Gerión, Pompeyo Trogo, conocido a partir
del epítome que de su obra hizo Justino, afirma que Gerión no era un gigante con tres
cuerpos, sino que se trataba de tres hermanos, que atacaron a Hércules al verle robar su
ganado:

El mismo Gerión, no era un hombre con tres cuerpos, como nos dicen las fábulas, sino que
se trataba de tres hermanos, que vivían en tal armonía, que parecían actuar movidos por una
misma alma; y ellos no atacaron a Hércules motu proprio, sino que, viendo robar sus reses,
pretendieron recuperar lo que les había sido arrebatado por medio de la fuerza.[2]

Hespérides
En la mitología griega las Hespérides (en griego antiguo Έσπεριδες, ‘hijas del atardecer’)
eran las ninfas que cuidaban un maravilloso jardín en un lejano rincón del occidente,
situado según diversas fuentes en las montañas de Arcadia en Grecia, cerca de la cordillera
del Atlas en Marruecos, o en una distante isla del borde del océano.

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Adicionalmente, Hespérides (o también Islas Afortunadas) es un nombre dado por los
antiguos a una serie de islas situadas en el extremo oeste del mundo entonces conocido.
Éstas podían haber incluido Canarias, Madeira y Cabo Verde.

El jardín de las hespérides de Frederic Leighton (1892).

El atardecer
Según diferentes fuentes, había tres, cuatro o incluso nueve hespérides, pero normalmente
se consideraba que eran tres, como las demás tríadas griegas (las Cárites, las Greas, las
Gorgonas y las Moiras). Algunos de sus nombres eran Egles, Aretusa, Eritia, Hesperia,
Héspere, Hestia y Hesperetusa. A veces se las llamaba Doncellas de Occidente, Hijas del
Atardecer o Diosas del Ocaso, aparentemente aludiendo a su imaginada situación en el
lejano oeste, y de hecho Hésperis es apropiadamente la personificación del atardecer (como
Eos es la del amanecer) y Héspero la de la estrella vespertina. También se les llamaba las
Hermanas Africanas, quizá por cuando se pensaba que estaban en Libia.

A veces eran retratadas como las hijas vespertinas de Nix, la Noche, y (según las versiones)
de Érebo (la Oscuridad), de la misma forma que Eos en el más lejano este, la Cólquida, era
la hija del titán solar Hiperión. Según otras fuentes eran hijas de Océano, de Atlas y
Hésperis, de Hésperos, de Zeus y Temis o de Forcis y Ceto.

Una de las hespérides era Hesperia, hija, según las versiones, de Nix por sí misma, de Atlas
y Hesperis, de Héspero, o de Zeus y Temis. Sus hermanas son Egle y Aretusa.

Las Hespérides tenían voces que encantaban y poseían el poder de cambiar de forma para
enloquecer a los que las veían.

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Origen
Al casarse Hera, Zeus le dio unos manzanos con frutos de oro que fueron plantados en el
jardín de las Hespérides bajo la protección del dragón Ladón. La Discordia se valió de una
de esas manzanas para separar a los dioses. Euristeo envió a Heracles para buscar las
manzanas. Prometeo le indicó el camino donde moraban las Hespérides y lo que debía
hacer. Al final fueron recuperadas.

El significado de esta fábula hace referencia al cielo. Las Hespérides son las horas de la
tarde, el jardín es el firmamento y las manzanas de oro las estrellas. El dragón es el
horizonte que corta el ecuador en ángulos oblicuos y Heracles el sol, es decir, que cuando
aparece Heracles roba las estrellas y llega el día.

El jardín de las hespérides


El Jardín de las Hespérides es el huerto de Hera en el oeste, donde un único árbol o bien
toda una arboleda daban manzanas doradas que proporcionaban la inmortalidad. Los
manzanos fueron plantados de las ramas con fruta que Gea había dado a Hera como regalo
de su boda con Zeus. A las hespérides se les encomendó la tarea de cuidar de la arboleda,
pero ocasionalmente recolectaban la fruta para sí mismas. Como no confiaba en ellas, Hera
también dejó en el jardín un dragón de cien cabezas llamado Ladón que nunca dormía,
como custodio añadido.

Aunque se suponía que Heracles sólo había de realizar diez trabajos, Euristeo no quiso
contar aquellos en los que fue ayudado o pagado, por los que le fueron encomendados dos
más. El primero de éstos (el undécimo en total) fue robar las manzanas del jardín de las
hespérides. Para ello Heracles capturó primero a Nereo, el dios del mar que cambiaba de
forma, para averiguar dónde estaba situado el jardín.

En algunas versiones de la historia, Heracles no sabía adónde viajar y por tanto pidió
ayuda, siendo dirigido a Prometeo, a quien liberó de su tortura como pago. Esta variante
suele encontrarse más frecuentemente en el lugar del jabalí de Erimanto, puesto que está
asociada con la elección de Quirón de renunciar a su inmortalidad poniéndose en el lugar
de Prometeo.

Heracles robando las manzanas del Jardín de las Hespérides. Detalle del mosaico de los
trabajos de Hércules de Liria (Valencia), en el M.A.N.

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En algunas variaciones Heracles conoce al principio o al final de su tarea a Anteo, quien era
invencible siempre que estuviese en contacto con su madre, Gea, la Tierra. Heracles mató a
Anteo separándole de la tierra, suspendido de un árbol.

Ocasionalmente alguna versión cuenta que Heracles se detuvo en Egipto, donde el rey
Busiris decidió hacer de él su sacrificio anual, pero Heracles rompió sus cadenas.

Llegando finalmente al jardín de las hespérides, Heracles engañó a Atlas para que
recuperase algunas manzanas de oro ofreciéndose a sujetar el cielo mientras iba a buscarlas
(en esta historia Atlas podría tomarlas pues sería el padre de las hespérides). Al volver con
las manzanas, Atlas decidió no aceptar la devolución de los cielos, y dijo que él mismo
llevaría las manzanas a Euristeo, pero Heracles le engañó de nuevo pidiéndole que sujetase
el cielo un momento para que pudiera ponerse su capa como almohadilla sobre los
hombros, a lo que éste accedió. Entonces Heracles tomó las manzanas y se marchó. Según
una versión alternativa, Heracles habría matado a Ladón.

Heracles fue la única persona que logró robar las manzanas, aunque Atenea las devolvió
más tarde a su lugar apropiado en el jardín.

Las estrellas [editar]

Hesperis la madre de las Hespérides.

Justo sobre la Libra está la Osa Menor, que sólo fue considerada una
constelación pasado el siglo VI a. C., momento en el que se pensó que era
como un osezno. Hasta entonces se había considerado que eran siete
hermanas, en concreto las hespérides, quienes también formaron el ala de
la constelación del Draco (aunque desde tiempos romanos no se había
pensado que el ala fuera parte de éste).

La constelación de la Osa Mayor queda entre la Osa Menor y la eclíptica de la Libra. En


tiempos antiguos se pensaba en ella como en un manzano, siendo sus tres frutos las estrellas
más brillantes, en lo que hoy se considera la cola del oso. Entre la Osa Menor y la Osa
Mayor está la constelación del Draco, el dragón, que parece estar protegiendo las
«manzanas» de la Osa Mayor y queda como la línea frontal bajo la que están las estrellas de
la Osa Menor. El Draco mira amenazador hacia el sol cuando éste está en Libra.

Íntimamente asociada con este grupo de constelaciones está la de Boötes, situada entre ellas
y la Libra. Las leyendas antiguas sobre la constelación de Boötes recogen el hecho de que
partes de ella quedan cerca de Polaris, la estrella polar, y como tal, se consideraba que era
el hombre que sujetaba los cielos, Atlas. Sus tres grupos de siete hijas serían las pequeñas
constelaciones de siete estrellas: las Hespérides, las Híades y las Pléyades. Boötes parece
estar dirigiéndose hacia la Osa Mayor y la Menor (que es el motivo por el que se le conoce
como «Guardián de las Osas»).

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Los griegos no consideran a Libra una constelación separada (la incluían como parte de
Escorpio). Aunque no se sabe con certeza qué tomaban en su lugar, podría haber sido
Boötes, puesto que es una constelación grande en la zona aproximada. Dado que Boötes no
está realmente en la eclíptica, el lugar que debería ocupar en el zodíaco está vacante, y por
tanto el sol, al estar en Libra, puede decirse que habría tomado su lugar.

La presencia del gigante Anteo en algunas versiones de la historia puede ser indicativa de
una segunda aplicación de las constelaciones, concretamente un mito sobre Boötes y por
qué no está en la eclíptica, aunque le correspondiera estar.

Generalmente se cree que Busiris, un rey egipcio, es una corrupción del nombre Osiris, y su
mito una deformación del sacrificio de Osiris (un dios del sol) por Set, representativo del
aparente corte en el camino del sol por su eclíptica durante las dos semanas siguientes al
solsticio y su cercana muerte (el propio solsticio). La historia, sin relación con Libra, puede
haberse originado cuando la conexión con el zodíaco se perdió, haciéndose entonces una
asociación con el viaje a la cordillera del Atlas por África, y por tanto por Egipto.

Cerbero

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Cerbero, acuarela de William Blake.

En la mitología griega, Cerbero (en griego Κέρβερος Kérberos, ‘demonio del pozo’),
también conocido como Can Cerberos, era el perro de Hades, un monstruo de tres
cabezas,con una serpiente en lugar de cola.

Cerbero guardaba la puerta del Hades (el inframundo griego) y aseguraba que los muertos
no salieran y que los vivos no pudieran entrar. Era hijo de Equidna y Tifón, y hermano de
Ortro. La existencia de un perro infernal en la entrada de los infiernos parece que ya estaba
presente en la mitología indoeuropea original, pues aparece en los mitos de otros pueblos
indoeuropeos, como es el caso del perro ensangrentado Garm en la mitología escandinava.

Heracles captura a Cerbero

Hércules y Cerbero. Detalle del mosaico romano de Los doce trabajos de Liria (Valencia),
en el M.A.N. (Madrid).

El último de los doce trabajos de Heracles fue capturar a Cerbero. Viajó primero a Eleusis
para ser iniciado en los misterios eleusinos y aprender así cómo entrar y salir vivo del
Hades, y de paso para absolverse a sí mismo de la culpa por haber matado a sus hijos.
Encontró la entrada al inframundo en Tanaerum. Atenea y Hermes le ayudaron a traspasar
la entrada a la ida y a la vuelta. Gracias a la insistencia de Hermes y a su propio aspecto
fiero, Caronte le llevó en su barca a través del Aqueronte.

Mientras estaba en el inframundo, Heracles liberó a Teseo, pero la tierra tembló cuando
intentó liberar a Pirítoo, por lo que tuvo que dejarlo atrás. Ambos habían sido encarcelados
por Hades, quien los había sujetado mágicamente a un banco cuando intentaron secuestrar a
Perséfone. Dicha magia era tan fuerte que cuando Heracles tiró de Teseo para liberarlo,
parte de los muslos de éste quedaron pegados al banco, lo que explicaría por qué sus
descendientes tenían muslos notablemente delgados.

En algunas versiones, Heracles simplemente pidió permiso a Hades para llevarse a Cerbero,
a lo que éste accedió siempre que Heracles no hiciera daño al perro, pero en otras versiones
Heracles disparó una flecha a Hades. Tras esto, en algunas versiones Heracles luchó con el

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perro y lo arrastró fuera del Hades, pasando por la cueva Aquerusia, pero en otras Heracles
trató con amabilidad al fiero perro por primera vez, y éste le acompañó afuera dócilmente.

Teorías sobre su origen


La constelación de Piscis no estuvo siempre asociada con dos peces, pues el pez estelar
original era Piscis Austrinus. También se creyó que eran dos personas, unidas (que en
algunas historias eran transformadas en peces, lo que terminó evolucionando a simples
peces). Ambas estarían unidas bajo la eclíptica, el área que se creía que representaba el
inframundo. La eclíptica, el tránsito del sol, corta dicho vínculo. Uno de ellos queda
prácticamente fuera (el más occidental) y el otro parece seguir unido a la eclíptica y
dirigirse hacia abajo (el más oriental). Sin embargo, parte del primero sigue unida.

El que la persona que Heracles logró liberar de su trampa en el inframundo sea Teseo
indica el conocimiento de que los mitos sobre él le relacionan con la reina de las amazonas,
y de que por tanto deben aparecer en la siguiente historia como compañero de Heracles.
Este énfasis en la continuidad está posiblemente relacionado con el hecho de que la
constelación que representa la siguiente historia también aparece parcialmente sobre Piscis.

Cerbero, por Gustave Doré.

Bajo Piscis está la constelación Cetus, normalmente considerado un monstruo marino o una
ballena. Sin embargo, es igualmente posible verlo como dos puertas cerradas con sus postes
y un grupo de tres estrellas tras el centro de ambas. Dado que miran hacia la eclíptica y
están muy cerca de ella, dichas puertas serían las del inframundo, que estaría bajo la
eclíptica. El guardián de las puertas del Hades era tradicionalmente Cerbero, que tenía tres
cabezas, una asociación que requiere el uso de las tres principales (aunque
comparativamente débiles) estrellas de la constelación moderna de Fornax a modo de cola.

Dado que Cerbero era considerado un elemento permanente del Hades, poco podía ocurrirle
que le hiciese daño. Al no haber ninguna otra constelación en esta región, poca historia más
podía dársele aparte de la de hacer algo no permanente, como moverle al otro lado de las
puertas.

Alternativamente, una versión anterior podría no haber incluido la historia de Teseo


encarcelado, lo que podría haber sido una reelaboración posterior del papel de las
constelaciones en la historia. En tal caso, la rama de Piscis que no escapa de la eclíptica
podría haberse destinado a representar el consiguiente ascenso de Cerbero (pero aún atado,
y teniendo por tanto que volver al final).

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Derrotas
Cerbero fue derrotado varias veces:

• La última prueba de Heracles fue capturar a Cerbero. Existen varias versiones sobre
esta captura que se detallan arriba.
• Orfeo usó su música para calmarlo y dormirlo.
• Hermes logró dormirlo usando agua del río Lete.
• En la mitología romana, Eneas lo adormeció usando tortas de miel con droga.
• En una historia romana posterior, Psique también lo durmió del mismo modo que
Eneas.

Referencias posteriores
• Cerbero aparece en La divina comedia de Dante, en el Canto VI del Infierno (tercer
círculo).
• Se especula que Marshall D. Teach de la serie One Piece pueda poseer la habilidad
de transformarse en uno, ya que ha mostrado indicios de ello.
• A veces también se le representa como el perro de Satanás.[cita requerida]
• Aparece también en el libro y pelicula Harry Potter y la piedra filosofal donde con
el nombre de Fluffy custodia la piedra filosofal.
• Carcharoth, el perro de Morgoth y guardián de las puertas de Angband en El
Silmarillion, posiblemente esté basado en Cerbero.
• En algunas mitologias, Cerbero no es el unico perro gigante, Existe Orthrus,
hermano pequeño de cerbero que a diferencia de el, tiene 2 cabezas y una melena de
serpientes.
• Cerbero suele aparecer en la saga de juegos Shin Megami Tensei como un
compañero de muy alto nivel que se une al principio de la aventura pero desaparece
al poco tiempo.Curiosamente, solo se le representa con una cabeza, aunque existe
una versión en la que aparece con tres.
• En un capitulo de la serie "Las sombrias aventuras de Billy y Mandy", Puro Hueso
tiene un perro llamado Ceberus que posee tres cabezas: 2 de perros pastor aleman, y
una de poodle.
• En la serie Los caballeros del Zodiaco uno de los caballeros de plata es el caballero
de Cerbero, en honor a la constelacion y al perro de tres cabezas.
• aparece en Final Fantasy VIII, como un guardian force opcional, al que hay que
derrotar en la invacion al jardin volador de galbandia.
• En Hercules de Disney, aparece al principio de la pelicula alimentado por Hades y
luego domado por Hercules para llegar al inframundo.
• En Super Paper Mario, aparece un Chain Chomp de tres cabezas llamado The
UnderChomp (Llamado Chomp Cerbero en español), además hay una persona
con un bote llamado Charold, refencia a Charon (Caronte en inglés).

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