Propositos Psicologicos23

Serge Raynaud de la Ferriere
Los
Propósitos
Psicológicos
Tomo XXIII
Las Sociedades Secretas

Serge Raynaud de la Ferriere Propósito Psicológico XXIII
SIMBOLO DE PERDIDA GLORIA

...la famosa ciudadela la Ferrière...
www.sergeraynauddelaferriere.net 2
PREAMBULO
La fotografía que encabeza este libro, apareció en la revista “Rosacruz”

de California (U.S.A.) de Noviembre de 1957, con la siguiente leyenda:
SIMBOLO DE PERDIDA GLORIA
“Arriba se muestra la famosa ciudadela la Ferrière que siniestramente se
destaca en la cúspide de una montaña casi inaccesible en la isla República
de Haití. Construida por el Rey Henri Christophe (gobernante de 1811 a
1820), es una de las maravillas arquitectónicas del mundo. Sus enormes
piedras fueron arrastradas cuesta arriba hasta lo alto de las colinas
escarpadas, a través de una vegetación selvática. Al quedar terminada se
abarrotó con millares de balas de cañón y cañones que aún existen cubiertos
de moho. Se dice que miles de esclavos perdieron la vida en esta
construcción.
El reinado de Christophe duró poco y la ciudadela nunca fue expuesta a
un verdadero asalto.”
Agradeciendo a esa casa americana de edición que rinde así honores a
los descendientes de esa honorable familia ¿será preciso agregar algunos
comentarios?
Sí, uno solo quizás. Es que justamente si nuestros Ancestros tenían la
ambición de desplegar sus riquezas materiales, en nuestros días, nosotros
pensamos mucho más en construir “ciudadelas” espirituales, “castillos
fortificados” ...de la Cultura, la Ciencia, el Arte y en fin Templos de
dimensiones Universales...
Numerosos castillos de la aristocrática familia de la Ferrière están en

ruinas hoy en día, aun la Señorial Mansión del Antiguo Condado de la
Ferrière en Francia, y no presentan más que, ay!, algunos pedazos de muros
enteramente deteriorados, sobre tierras en las que no queda más que un
Nombre antes que dominios con valor mercantil.
¿Qué quiere decir eso?
Simplemente que los Tiempos han cambiado y que si la “aristocracia” de
la moneda es aún codiciada por algunos ambiciosos sin escrúpulos, de
especulaciones poco confesables, no es menos cierto que la Nobleza de
Corazón tiene mucho más valor. La verdadera Aristocracia es aquella del
Espíritu, aquella que cada uno puede obtener únicamente por un blasón
ganado no a fuerza de guerras, sino de luchas por el perfeccionamiento del
individuo.
Si ciertos vestigios de vieja Gloria hacen aún la admiración de algunos,
por nuestra parte nosotros intentamos unir a nuestra Causa a los partidarios
de la supremacía espiritual. Después de todo, esas maravillas
arquitectónicas… no son más que montones de piedras y preferimos, por
nuestra parte, construcciones arquitectónicas de Almas, que son los valores
arqueométricos Eternos, capaces de establecer el Reino de la Paz en el
Mundo.
El gran guerrero que era sin embargo Napoleón decía: “Las más bellas
batallas son aquellas ganadas sobre si mismo...”.
Así, pues, haciendo poco caso a esa pretendida “Gloria perdida”
nosotros estamos orgullosos hoy de nuestros actos (o nuestros escritos),
que han despertado el interés de millones de Seres que siguen ahora el Ideal
trazado por el Fundador de la Gran Fraternidad Universal...
Serge Raynaud de la Ferrière
LAS SOCIEDADES SECRETAS
Las construcciones de castillos han costado siempre la vida a muchos

seres humanos, quizás menos, por otra parte, que la construcción de esos
grandes Templos de antaño. No citemos por ejemplo más que a las
pirámides de Egipto donde perecieron millares de esclavos 1 . Es que ese
género de edificaciones da testimonio no solamente de la riqueza del
ordenador o propietario sino que hasta permitía al Señor atrincherarse en
un dominio privado en el cual podía organizar su vida como bien le
pareciera. Es inútil insistir sobre las orgías que han podido desenvolverse y
sobre las torturas atroces infligidas a los enemigos, o aun sobre todas las
muertes espantosas en el fondo de los calabozos, debidas a venganzas
personales.
El Castillo de Tiffauges (en Vendea) es en ese aspecto, de triste
memoria para los franceses; en efecto, era en ese lugar retirado que
operaba Gilles de Rays a quien se duda a veces de llamar “Barba Azul”…
Gilles de Bretaña, Barón de Rays, fue Mariscal de Francia y aun
preceptor de Juana de Arco, estaba entre los Señores más ricos de Europa
y no tenía nada que envidiar a nadie. No obstante -¿es por desequilibrio
mental, por deseo orgulloso del conocimiento mágico o para satisfacer a
1 Uno se imagina cuanto han podido costar en vidas humanas las 60 o 70 Pirámides que se
encuentran en Egipto. Por otro lado, esa es quizás una de las primeras persecuciones contra
los judíos, ya que fueron sobre todo ellos a quienes los Faraones emplearon como obreros en
el trabajo obligatorio. Además, casi todos los egipcios han participado sin duda en ese trabajo,
ya que estaba de uso que se reclutara así la mano de obra gratuita por un período de seis
meses o un año. Pero, existen otras Obras de ese género un poco por todas partes en el
mundo, en las cuales se rinde homenaje al Organizador, al Constructor, al Arquitecto o aun
simplemente a aquel que dio la orden, perdiendo de vista toda la multitud de esos humildes
trabajadores que en su mayoría no fueron ni siquiera pagados.
algunas organizaciones ocultas ?...- no por ello es menos cierto que él

se daba a la más baja e infame criminalidad 2 .
Habiendo estudiado Alquimia con Sille, cura de St. Malo, se dio
rápidamente cuenta de que sus conocimientos en brujería no eran
suficientes para llegar a cosa alguna, así pues, buscó un alquimista digno
de ese nombre y lo encontró hacia mediados del año 1438 en Florencia, en
la persona del Sacerdote Francesco Prelati; este último había hecho serios
estudios religiosos y recibido la tonsura del Obispo de Arezzo. Prelati se
daba a la geomancia y conocía la alquimia por haber sido alumno del
médico florentino Juan de Fontanel. En fin, el joven brujo de 24 años de
edad fue a Tiffauges, donde iba a hacer de Gilles de Rays un criminal
sádico.
Ante todo, es preciso impregnarse bien de la época: nos encontramos
en el siglo XV y los pueblos viven en el terror de Satán.
Rolando Villeneuve escribe (en 1953): “El poder ejercido por Satán
sobre el mundo es incuestionable y nadie querría ponerlo en duda, pero los
teólogos continúan la disputa sobre las razones de su caída y la época en
la cual se produjo, habiéndose contentado San Juan con decir en el
“Apocalipsis”: “El Gran Dragón, la serpiente antigua llamada Diablo y Satán,
que sedujo a todo el mundo, fue precipitado en tierra y sus ángeles fueron
precipitados con él”. Para San Justino, Santa Irenea, San Cipriano,
Tertuliano, Lactancio, San Gregorio de Nysse, la caída de Satán sería
debida a los celos; para Orígenes, San Jerónino, San Ambrosio, San Hilario,
San Agustín, Duns Scot, se debería al orgullo.
La existencia de Demonios fue afirmada en todos los tiempos por los
más ilustres doctores de la Iglesia, el mismo Santo Tomás de Aquino
escribía: “la fé católica quiere que los demonios sean algo, que ellos puedan
dañar por sus operaciones e impedir la obra de la carne” (Suma Teológica,
Quodlib. XI, art. 10).
Era pues normal que los hombres, ciertamente débiles, prefirieran
aliarse con semejante monstruo humanamente presente, más bien que
intentar combatirlo teniendo de antemano casi la certidumbre de ser
vencidos.
2 Se ignora aun hoy día las verdaderas razones de esos crímenes, se ha insistido
inclusive en que algunas faltas se habrían cometido quizás para esconder intrigas
políticas. (Las confesiones de toda clase de crímenes era cosa corriente, bajo los
efectos de la tortura al inculpado).
Así el “pacto” (con el Diablo) era muy frecuente en el siglo XV. En la

mayoría de los casos se trataba de firmar una cédula con la propia sangre y
enrolarse en la vía del satanismo. A veces era necesario también prometer
algunas ofrendas al Poder del Infierno (gallo, paloma, tórtola, etc.).
Después de algunas experiencias en el castillo de Tiffauges y en
Bourgneuf-en-Rays, Prelati hizo prometer al Mariscal de Rays, el sacrificio
de una mano, los ojos y el corazón de un niño. Desde ese instante, Gilles
era un abominable criminal, condenable por todas las leyes y excomulgado
en particular por la Fe católica, bajo aquello que el Papa Juan XXII había
denunciado ya, en 1326, en su Bula Super illius specula “…aquellos que
se alían con la muerte y hacen un pacto con el infierno, que hacen
sacrificios a los demonios... recurren a los demonios para satisfacer a sus
deseos depravados...”. Pero Prelati era aún más culpable, no solamente
por enseñar la goecia a ese ilustre y triste sire-alumno, sino porque le
procuraba también polvos protectores, “encantos”, etc. cayendo así bajo la
sanción del 36to canon del Concilio de Laodicea que afirma que “los
sacerdotes y los clérigos no deben ser ni encantadores, ni harán aquello
que se llama amuletos, que son verdaderas almas y todos aquellos que los
llevaren sobre sí serán echados de la Iglesia” 3 .
Las experiencias continuaron bajo la dirección de Prelati: aporte de
objetos, apariciones de demonios, conversaciones con el Diablo, etc. E1
sacerdote había sido inclusive herido durante una de dichas operaciones
mágicas.
Hubert Colleye, en “Historia del Diablo” (p. 97, Ch. Dessart, Bruselas,
1945) cita la opinión del Cardenal Lépicier quien, en “El Mundo Invisible”,
admitió muy bien las operaciones que pueden producir los demonios,
puesto que los ángeles, sin la cooperación de agentes intermediarios,
pueden transferir cuerpos de un sitio a otro..., hacer entrar en colisión
substancias pesadas..., suscitar temblores de tierra y levantamientos de
aguas..., destruir edificios.
El Reverendo Padre de Tonquedec consagra un notable capítulo a
Gilles y Prelati en su estudio sobre las “Enfermedades nerviosas o mentales
3 Sorprende que la Iglesia de Roma estipule así su decreto, ya que desde el año
788, el culto de las reliquias y de las imágenes había sido instituido en el Dogma
Católico, era fuertemente aconsejado pues el llevar “amuletos”, pero aquellos
confeccionados por el Vaticano y no por otros... Por otra parte en 1478, el Papa
Sixto IV condena el empleo de los “talismanes” pero autoriza los suyos y en su
Bula Pontificia dice: “el contacto con esos medallones puede servir para la
remisión de los pecados”.
y las manifestaciones diabólicas” (París 1938). El Abad Roussseau da una

opinión materialista: “Nosotros pensamos que las retortas, los alambiques,
los hornos no tenían la perfección de los empleados en nuestros laboratorios
actuales; escapes de gas habrían producido desórdenes orgánicos, comienzos
de asfixia, que el sabio, al recuperar sus sentidos, habría atribuido a Lucifer,
fastidiado de ser molestado” (Guía del Turista, Tiffauges, 1939).
Los incidentes mágicos no se detuvieron solamente en algunas heridas del
Sacerdote quien, si debe creérsele, habría sido abatido por el Diablo... La
sangre debía correr en Tiffauges y no se sabrá jamás exactamente el número
de niñitos que fueron sacrificados. En su “Historia de Francia”, Michelet da la
cifra de ciento cuarenta (en la época del proceso, se estimaba el número en
800). En el segundo tomo de la “Gran Enciclopedia Ilustrada de las Ciencias
Ocultas” el Dr. Jules Regnault escribe: “En el siglo XV, cuando se desarrolló el
proceso del famoso Gilles de Laval, Señor de Retz del cual la tradición ha hecho
Barba-Azul, se encontró en el castillo de Tiffauges los huesos de más de
doscientas víctimas”. Por el contrario el Dr. Hernández y Salomón Reinach,
afirman que no hubo jamás víctimas sino en la imaginación de los verdugos de
Gilles.
La Historia nos enseña que en todos los tiempos y en todas partes tuvieron
lugar así crímenes espantosos sea para la satisfacción de infames criminales
sádicos y la realización de todas las perversiones sexuales, sea como sacrificio
a pretendidos demonios. En ciertas épocas, esos odiosos atentados habían
pasado entre las costumbres corrientes de su tiempo.
Mucho antes de que fuesen celebradas las demasiado famosas misas
negras del Abad Guibourg -quien oficiaba sobre el cuerpo desnudo de su
amante- Bodin (el autor de “Demonomanía”) cuenta que el 28 mayo 1574 a
medianoche, durante el Oficio de las Tinieblas, Carlos IX asistía, en Vincennes
(cerca de París), a una misa dicha por un sacerdote apóstata, durante el curso
de la cual un joven judío fue degollado. Una vez cortada la cabeza, ésta fue
colocada sobre la patena y obligada a predecir la muerte próxima del Rey.
Numerosos testigos han testimoniado la veracidad del hecho y se sabe que el
Rey en su delirio no cesaba de repetir: “alejad esa cabeza”.
Esos hechos son casi “clásicos” de la historia de la brujería y están
relatados en todos los textos que tratan de la cuestión y aun por Rolando
Villeneuve, en su artículo (N° 22 de “Le Crapouillot” 1953) quien escribía
también: “La Montespan no era la única en frecuentar a la envenenadora La
Voisin y al siniestro Abad Guibourg, sodomita, brujo y degollador de niños”.
La Palatine escribe que la sodomía es “espantosa en París”, a la vez que
sacerdotes indignos hacen sacrificios al demonio y le degüellan víctimas, como
los Abades Olivier, Tournet, Rebours, Mariette, Meignant, Gilles Davot confesor
del marido de la Voisin, Bobie y Girard, sacerdotes de San Lorenzo y del Santo-
Salvados, Dubous-quier, Despan, Lemperrier, etc.. A1 siglo siguiente la
situación no se ha modificado y las notas del Teniente de Policía de Bicetre
hacen mención de religiosos comprometidos en asuntos de costumbres y en la
celebración de oficios satánicos. Francisco Laire de 40 años, sacerdote de la
diócesis de Bayeux, impío y escandaloso que hacia pactos con el diablo. Jean
Francois du Rollet de 50 años, sacerdote que se ocupaba de invocaciones
satánicas y a quien fue preciso poner en un cuarto aparte a causa de la
corrupción de sus hábitos. Juan Antonio Poujard, recoleto apóstata, sedicioso,
capaz de los más grandes crímenes, sodomita que es un verdadero monstruo
de abominación y que habría menos inconveniente en ahogar que en dejar
vivo... Jacques de Bret, eremita de Montmorency, libertino de malos hábitos que,
a menudo, ha hecho que las cosas sagradas sirvan a sus abominaciones y
desórdenes. Jacques Lemaire de 30 años, religioso que debería ser escondido
para honor de la religión. E1 Marqués de Sade, pervertido sexual y condenado
por sodomía en 1772, se interesaba más por el satanismo propiamente dicho y
tal como se lo concebía en la Edad Media, que en las doctrinas ya profesadas
en su tiempo por Cagliostro y Mesmer. Sus obras están llenas de Arzobispos y
Jesuitas pederastas, de Sacerdotes desvergonzados quienes, tal como el prior
Severino, pariente del Papa, son satanistas, necrófilos y a veces hasta
antropófagos.
En “Allá” (París, 1875), J. K. Huysmans afirma que los capellanes de la
misa negra del Canónigo Docre son sodomitas y que ellos debían serlo, pues su
“sacrilegio canalla” substituía a “esa pureza de la infancia que quiere la
Iglesia”…
Todo ello, nos hace pensar en otro religioso célebre sobrenombrado a
menudo “el Monje lúbrico”: Rasputín.
“Un desequilibrado trabajado turno a turno por sus deseos carnales y
aspiraciones místicas, un ser capaz, después de noches de orgías, de tener
semanas de éxtasis religioso” como dice P. Gilliard en “El Trágico Destino de
Nicolás II”.
Gregori Efimovitch Rasputín era hijo de un chalán-carretero del poblado
siberiano de Pokrovskoie. Un día, encargado de llevar un novicio al convento de
Verkhoturié, fueron atacados por una banda de lobos que Rasputín puso
rápidamente en fuga por su poder hipnótico. Muy impresionado el estudiante de
teología le inquirió y lo animó a permanecer algún tiempo en el convento en
lugar de regresar a su pueblito. Su espíritu abierto y su facilidad de estudio
hicieron la admiración de sus superiores que lo iniciaron rápidamente en los
misterios, ya que el claustro de Verkhoturié abrigaba a los monjes de una
sociedad secreta de la Iglesia Ortodoxa. La cofradía de los “Hombres de
Dios” se plegaba a las reglas exteriores de la creencia ortodoxa cristiana,

pero debía su poder a su esoterismo. El monje Makari aconsejó a Rasputín
dejar el monasterio, el Sabio afirmaba que Gregorio había sido escogido
para enseñar, pero que para ello debía errar sobre la tierra y no reaparecer
más que después de haber comprendido las palabras del Señor y estar
dispuesto a repetirlas a los hombres.
R. Fulop-Miller (en “Rasputín y las mujeres”) parece haber comprendido
muy bien el sentido profundo e iniciático del Camino a recorrer (la Vía).
El escribe entre otras cosas: “Para ser capaz de recorrer el camino
interior él tenía necesidad del camino exterior, del ‘peregrinaje’, de la ‘vida
errante’, ya que la renovación del hombre por la ‘muerte mística’ no puede
cumplirse para el campesino ruso de otra manera que errando: deja sus
bienes, su patria, su casa y su familia, deja en fin todo aquello que lo ata al
suelo. ‘Errar’ es una de las cosas más importantes del misticismo ruso;
hombres de todas las edades abandonan un buen día sus campos y su
casa, desapegándose de todo y parten hacia lo desconocido, ellos ‘mueren’
para sus próximos. Pierden sus nombres, botan sus antiguos vestidos,
queman sus papeles y olvidan mujer e hijos: ellos van a “errar” (“ouitivé
stransvo”). No escriben jamás, no dan noticias suyas a nadie durante años,
ni sus familiares, ni sus amigos oyen hablar de ellos. Los errantes o
peregrinos, en ruso ‘strannikis’, van de monasterio en monasterio, de pueblo
en pueblo, echados por los gendarmes y aun por los Popes, pero recibidos
por los campesinos que les dan hospitalidad en sus sótanos y les nutren; se
les llama también ‘podpolniks’, es decir, hombres de los sótanos. Ellos no
sólo recorren su itinerario preconcebido, Rusia y Siberia, sino que realizan
también peregrinajes a los lugares santos como el Monte Athos, el Sinaí o
Jerusalén”.
Hemos analizado ya en esta serie de Propósitos Psicológicos la
cuestión de ese “peregrinaje” interior y exterior (lo menciona el Propósito
Psicológico Nº IV en particular). En la India, siete Santuarios se escalonan
desde el sur del país hasta el Norte, en el Himalaya, como “Ruta Sagrada”
tipo, ese recorrido es efectuado por los “Saddhus” (Hombres Santos) que al
mismo tiempo desarrollan, cada vez, uno de los “chakras” (centros nervo-
fluídicos de poder) que son, como ya lo sabemos, la equivalencia de 7
glándulas endocrinas principales, pero también los 7 grados iniciáticos de
evolución tradicional.
Si bien los peregrinos hacen así el recorrido geográfico de ciudad santa
en ciudad santa, los “Yoghis” se contentan con hacer el “trayecto”
interiormente iluminando a fuero y medida los centros de fuerza (subida de
“kundalini” a través de los “chakras”). Así como los 7 ríos sagrados que
parten del Transhimalaya (teniendo su fuente alrededor del Monte Kailas,

cima espiritual del globo) van a arrojarse al mar, las vibraciones de los 7
“Chakras” vienen a agruparse en “Brahma-Rundra” (apertura hacia la
Conciencia Universal) para reunirse a “Paramatma”.
Los laberintos no eran otra cosa que el símbolo de los peregrinajes y el
enlozado de las iglesias es aún la representación emblemática para
aquellos que no pueden trasladarse a Tierra-Santa. Esa figura iniciática es
también empleada en los “mandalas” 4 lo cual permite vivir mentalmente los
“peregrinajes”.
“Errar” es lo propio de los “Saddhus” de Oriente quienes raramente
permanecen más de tres días en el mismo lugar, mientras que los strannikis
de Rusia son análogos a los “sannyassis” de la India. Estos usan un
vestido especial: la santa “guerrúa”5 .
Una vez “Gurú”, el Sabio conserva a veces el uso de la guerrúa, pero
en realidad no tiene ya necesidad de signo distintivo. El Gurú (textualmente:
disipador de Tinieblas) es un Maestro, un Guía, un Iniciado que puede vivir
como asceta, con disciplinas, o llevar una existencia aparentemente
profana. Reside en un Monasterio, en un Santuario, en su Ashram 6 o bien
se mezcla con la muchedumbre vulgar; estará errando o instalado
cómodamente, en períodos de abstinencia o aprovechando de todos los
bienes de la naturaleza. Todas las libertades le están permitidas porque
conoce también todas las disciplinas y porque él puede a voluntad dominar,
controlar y dirigir sus pensamientos y sus actos hacia tales o cuales cosas
necesarias para la realización iniciática de una meta bien definida.
Dostoievski explica (en “Los Hermanos Karamazov”) que el staretz es
un hombre que ampara vuestra alma y vuestra voluntad, haciéndolas suyas:
escogiendo un staretz, usted renuncia a su voluntad y se da en completa
obediencia, en pleno renunciamiento. El staretz es un asceta que vive, sea
4 Pieza de metal, de tejido o de papel, sobre la cual figuran signos y símbolos que
bajo el efecto de la voluntad del operador produce fenómenos supranormales. Por
su concentración sobre el objeto inerte, éste se convierte en viviente, y se mueve
como todo un Universo en evolución.
5 El “sannyasa” es el estadio de abnegación completa, los únicos bienes son
entonces la “lotha” o recipiente de metal y la “guerrúa” constituida por dos piezas
de tejido, color ocre-rojo (azafrán), la una como esconde-sexo y la otra anudada
alrededor del talle.
6 Colonia espiritual, lugar magnético donde vive un sabio, sea solitario, sea rodeado de
sus discípulos. Aun si el Maestro está ausente la presencia de uno de sus
discípulos da al lugar un carácter sagrado.
en un monasterio, sea en una cabaña en medio del bosque, es una especie

de conductor de almas a quien se ha recurrido en los momentos de
trastorno y sufrimiento.
El SAT GURU: Mahatma Chandra Bala,

Caminando en su “Ashram”,
el autor en aspecto de “Sannyassi”
(con su “lotha” y vestido de la Santa “guerrúa”)
Rasputín será en primer lugar “stranniki”, después se convertirá en un

auténtico “staretz”. El staretz en Rusia es casi el equivalente del Gurú entre
los Hindúes.
Se sabrá en seguida toda la historia de ese monje demasiado célebre.
Profetizaba, curaba a los incurables y sobre todo encontró un gran éxito
entre las mujeres, comprendidas las más grandes damas de la Corte
Imperial de Rusia. Tantas cosas fueron escritas sobre ese “diablo sagrado”
como algunos lo han llamado pero, como con Gilles de Rays, no se sabrá
jamás exactamente si Rasputín fue verdaderamente un monje lúbrico
saciando sus deseos carnales o si era verdaderamente un Maestro
actuando por algunos métodos tántricos. Uno está tentado a creer asimismo
que jugó un gran papel en la política y es evidente que en cierto momento
fue el único consejero del Zar; también en eso se ignora qué meta
pretendía ya que si ese antiguo mercader de caballos podía ser un
ambicioso, podía ser igualmente miembro de alguna sociedad secreta con
una misión bien definida. Sorprende entonces que pudiera tratarse de un
charlatán. Por otra parte, en 1906, Gregorio se presentaba en la Academia
de Teología de San Petersburgo donde fue recibido por el Obispo
Hermógeno; discutió con el monje Iliodoro que era el más famoso
predicador de la época y fue, en fin, amigo del Arquimandrita Theofano,
confesor de la Zarina. Por otro lado, fueron ellos quienes presentaron a
Rasputín al Comité Central de los “Verdaderos Rusos”.
Introducido en el Palacio Imperial, Gregorio le es presentado a la
Zarina por su mismo confesor. Nieta de la Reina Victoria (pero alemana de
nacimiento) la princesa Alix de Hesse se había convertido en la mujer del Zar
Nicolás II de quien tuvo cuatro hijas (Olga, Tatiana, María y Anastasia) y he aquí
que después de la gran alegría de tener al fin un heredero varón, la Zarina debía
sufrir una espantosa y continúa angustia. Su hijo el Archiduque Alexis se
encontraba atacado por la hemofilia7, que en la familia Hesse se transmitía de
generación en generación por las mujeres a sus hijos varones.
7 La hemofilia es una enfermedad incurable de la sangre, que no se coagula;

cualquier choque determina en el enfermo una hemorragia que no se detiene y
acarrea la muerte. Esta enfermedad había causado ya la muerte del hermano de
la Zarina, el Duque de Hesse y de su tío, el Duque Leopoldo. Sus sobrinos, los
hijos del príncipe Enrique de Prusia y de la Princesa Irene (tercera hermana de
Alejandra) sufrieron también desde la infancia.
En sus “Memorias”(p.89) el príncipe Michaguine-Skrydloff escribía: “Actualmente, no es más
un hecho discutido el que el poder de Rasputín sobre el Zarevich fue efectivo, cualquiera que
fuese la llave que deba verse detrás de sus curaciones: la sugestión, el magnetismo, o alguna
otra fuerza desconocida.
Los especialistas más eminentes se habían declarado impotentes y ni

siquiera el célebre curandero tibetano Badmaiev había podido curar al principito.
Es entonces cuando Rasputín fue recibido y se convirtió en el más grande
amigo del niño. “Cree en la eficacia de mis oraciones”, había declarado a
Alexandra, “cree en el poder de mi intervención y tu hijo vivirá”… La soberana
dijo a la madre del Príncipe Michaguine-Skrydloff: “He reconocido al enviado
que Dios ha colocado cerca de mi”. Y en su Diario, el Zar escribía: “He llegado
a conocer a un Hombre de Dios llamado Gregorio, del gobierno de Tobosk”.
Al cabo de muy poco tiempo, el hecho ya no era discutido por nadie,
Rasputín detenía inmediatamente las efusiones de sangre por la imposición de
sus manos. Mucho más, su poder fue reconocido aun a distancia: aquellos que
se dirigían a él por una simple carta, veían desaparecer sus males, según
tuvieron que reconocerlo sus mismos enemigos. Un día que Rasputín declaró
querer hacer el peregrinaje a Jerusalén y la necesidad para él de regresar algún
tiempo a Siberia (¿no es eso una residencia en Santuario?) había señalado: “Si
me olvidáis u os desatáis de mi, la desgracia caerá sobre vosotros”. El Zarevich
Alexis tuvo una recaída durante una cacería con su padre el Zar y una crisis
muy grave lo puso en peligro. El doctor Mauchfuss, el Profesor Feodorov, el
Doctor Derevenko declararon desesperado el estado del Zarevich. Las
eminencias médicas se declararon en la imposibilidad de calmar al pequeño
Alexis y únicamente Rasputín podía hacer algo.
La Zarina, descontrolada, hizo advertir a Gregorio, quien telegrafió de
inmediato: “Dios ha querido ver tus lágrimas y escuchar tus plegarias. Ya no
estés triste. Tu hijo vivirá. Pero, que los médicos no lo atormenten más.”
Todos los testigos están de acuerdo en reconocer de inmediato que el niño,
desde que percibió el telegrama, declaró no sufrir más. De regreso, de nuevo
Rasputín detuvo en varias ocasiones las hemorragias o la fiebre del Zarevich.
En cuanto a Profeta, lo era ciertamente, habiendo anunciado todos los
acontecimientos y aun la revolución; además, la historia cuenta que él dijo:
“Cuando yo muera, el Zar perderá su corona”, lo cual se realizó el 12 de Marzo
1917, es decir dos meses y medio después de la desaparición de Rasputín y
dieciséis meses más tarde (el 16 Julio de 1918) toda la familia imperial fue
masacrada en Ekaterinburgo.
Naturalmente, sus enemigos eran numerosos y las intrigas políticas se
mezclaban con la lucha de clases. Pedro Gilliard, preceptor suizo del príncipe
heredero y furioso adversario de Rasputín, tuvo que reconocer que la masa del
pueblo ruso era favorable a Gregorio y se esperaban siempre actos de
venganza de parte de los cortesanos celosos.
Evidentemente el hecho sobre el cual se ha insistido más al relatar la vida

de Rasputín fue aquella doctrina secreta de los Klystis8 que pretende que para
purificarse es preciso pecar primeramente, ya que el camino que lleva hacia
Dios pasa obligadamente por Satán. Así pues todo comercio sexual con un
staretz es bendito ya que librándose al “sátiro sagrado” que purifica el cuerpo,
los adeptos daban un paso hacia Dios.
Rasputín declaraba: “Dios me ha concedido la ausencia del pecado.
Cuando toco a una mujer es para mí como si tocase madera. Yo no tengo
ningún deseo, infundo en ella el espíritu de la santa ausencia de pasión y a mi
contacto ella se convierte en tan pura y tan sagrada como yo”.
En su artículo “El Diablo Sagrado”, Jean Galtier Boissiere, cuenta: “En la
antecámara del padrecito Gregorio se codeaban monjas, campesinas,
domésticas y mujeres públicas al lado de Grandes Duquesas, Condesas,
bailarinas estrellas y comediantes renombradas. Es después de la iniciación en
los misterios de la santificación que las solicitantes podrían encontrarse
admitidas entre los familiares del gran hombre”.
A una muchacha, que un día se había negado a prestarse a Rasputín, una
de las fieles más apasionadas y mujer casada, le dijo sorprendida:
– ¿Porqué no quiere usted ser de él? ¿Cómo puede uno negarle algo a
un Santo?
– La muchacha, sorprendida, respondió: Cómo puede usted ver ahí la
santidad? Y, además, un santo ¿tiene necesidad de amor?
– Gregorio convierte en sagrado todo lo que toca, respondió la adoradora
con gran convicción.
– ¿Estaría Usted dispuesta a responder a sus deseos?, preguntó la
muchacha.
– ¿Yo? Pero, yo le he pertenecido ya y estoy orgullosa y feliz.
– Pero, usted es casada... ¿Qué dice de eso su marido?
8 Los Klystis (o Flagelantes) al principio eran probablemente una secta herética, pero
que se organizó en sociedad secreta. Por otro lado, fuera de los ritos exteriores, una
doctrina muy estudiada existe y es mucho más iniciática que el simple esoterismo de
la Iglesia Ortodoxa. Así, podría ser que las enseñanzas provinieran de algunos
santuarios de Mongolia o del Tíbet, pero sus centros conocidos estaban en Siberia.
– El está muy honrado... Cuando Rasputín desea a una mujer, eso es una
bendición para ella y para toda su familia.
En su estudio sobre Rasputín, ese autor escribe aún: “Todo Hombre de

Dios debe separarse de su mujer y, en su espíritu, es condenada la unión
legítima bendecida por el pope. El matrimonio, en efecto, no puede ser más que
una institución odiosa, puesto que implica un lazo con la propiedad, con la casa,
con la tierra. En revancha, la doctrina de los Klystis no solamente autoriza sino
que hasta recomienda todas las otras prácticas del amor. Durante el curso de su
vida errante, que duró varios años, Rasputín al margen del clero, participó en
varias ocasiones en los grandes misterios de las transformaciones maravillosas.
Es en los “vasos” de los Hombres de Dios que él se inicia en el milagro de la
muerte mística, alcanzando al fin esa perfección a la cual debían llevarlo sus
mortificaciones, sus peregrinajes y su renunciamiento a todos los bienes de la
tierra.” El acto místico se produce el sábado en una isba o en una cantera
donde arden centenas de cirios y donde son agrupados alrededor de una pareja
de honor, todos los fieles, los hombres a la derecha, las mujeres a la izquierda;
al principio cantan lentamente, después se ponen a bailar en círculo girando
sobre sí mismos con una cadencia cada vez más rápida.
Siendo necesario el estado de vértigo para el influjo divino, es girando
como los Derviches, que ellos alcanzan el éxtasis.
La humilde isba se transforma entonces en Arca de los justos y la
pareja privilegiada se convierte en el Cristo y la Virgen. Todos gritan: “El
Santo Espíritu está en nosotros”…en seguida empiezan a danzar más y
más violentamente hasta que ruedan por tierra en convulsiones o éxtasis.
Después de haberse hecho fuetear hasta sangrar, con el torso desnudo,
los Hombres de Dios aprietan a la mujer sin ninguna consideración de
edad ni de parentesco. Esa es la reyerta del pecado, que no deja de
recordar el final del Sabbat.
Por otra parte, vemos personalmente una semejanza con el “Vudú”.
El Vudú (escrito a veces Voudoo), que actualmente se practica todavía
en las Antillas, es seguramente de origen africano y se ha desarrollado
sobre todo en Cuba, Brasil y ciertas partes de los Estados Unidos, por los
esclavos negros que habían guardado la fe en sus dioses. Resulta de ello,
principalmente, una mezcla de ritos ancestrales africanos con las prácticas
cristianas.
En su artículo “La Magia, el Amor y lo Sagrado”, George Allary
escribe: “En Africa negra, las danzas tienen siempre una meta precisa. Se
trata esencialmente de obligar a los espíritus a manifestarse. Las danzas
de las ceremonias vudú tienen ante todo esa significación. Durante el

curso de esas ceremonias, se sacrifica un animal. E1 gran Sacerdote y la
gran Sacerdotisa (el Papaloï v la Mamaloï) proceden a una aspersión de la
sangre de la bestia; después, todo el mundo bebe ritualmente la sangre
mientras las danzas comienzan. Los espíritus divinos, los misterios
descienden a la cabeza de algunos adeptos generalmente escogidos
entre los bailarines-cantantes. El adepto poseído toma, como en el culto
zâr, el nombre de caballo. Con la cabeza extrañamente echada hacia
atrás, continúa bailando y su frenesí no cesa de aumentar. Toda la
asistencia se encuentra presa del delirio sexual”.
Antaño, algunas sectas practicaban a veces sacrificios humanos.
Según el escritor Seabrook, el Vudú es un verdadero culto a la
divinidad. La Magia y la brujería no son sino degradaciones más o menos
siniestras. El motivo central del altar Vudú es una pequeña serpiente
sostenida por un bastón, semejante a la serpiente que Moisés elevó en e1
desierto 9 . Es la culebra andrógina Damballa. En ciertas regiones de
Dahomey y Togo, se adora igualmente a la serpiente, símbolo, por otra
parte, universal y que no es siempre maléfico. Los numerosos símbolos
relativos a la serpiente convergen hacían una misma idea: es inmortal
porque se regenera. En “Historia de las Religiones”, Mircea Eliade dice que
para la mentalidad arcaica la serpiente distribuye fecundidad, ciencia y aun
inmortalidad.
Esta especie de culebra es el signo de unión de todos aquellos que
pertenecen a la doctrina Vudú (Nombre de Dios inventado por los brujos de
las Antillas).
Los “Quimbois” (que en lengua creol significa “sortilegio” o “filtro”) son
cosas corrientes en todas esas regiones y se atribuye demasiado a menudo
a los adeptos del Vudú fechorías que no son más que obras de los
“quimboiseurs” que trabajan independientemente, aislados. Sin embargo,
los sectarios del Vudú son atraídos a ese culto lo más a menudo con el fin
de satisfacer deseos ambiciosos o pasiones exacerbadas y aun para
acompañar venganzas.
Las ceremonias son secretas, se hacen en la noche al abrigo de toda
presencia profana y solo pueden asistir los iniciados que se reúnen
9 Ese símbolo, del cual se hace mención en la Biblia (Exodo, IV:3 y 4), ha sido ya objeto de
nuestros estudios en varias ocasiones, en particular en nuestro libro “Centros de Iniciación”, y
retomado para análisis varias veces en esta serie de “Propósitos”, principalmente en el Nº
XII.
generalmente en un bosque, en la campiña o aun en ciertas propiedades.

Cuando se ha verificado bien que ningún curioso haya penetrado en el
recinto, se comienza la ceremonia con la adoración de “Damballa” y se
renueva entre las manos del Gran Sacerdote y de la Gran Sacerdotisa, el
juramento del secreto que es la base de la asociación. Esas dos
Autoridades Supremas, llamadas lo más a menudo, el Rey y la Reina (o aun
Papá y Mamá como lo hemos ya dicho) quedan, para toda la vida, como
Jefes de la gran familia del Vudú.
En fin, después del rito de apertura de la sesión, la multitud se aparta y
según el orden de ancianidad en la secta, cada uno va a implorar al Vudú.
Unos piden una curación, otros la posibilidad de tener bastante dinero,
alguno quiere atraer a una amante infiel, otra profiere su odio contra una
rival, etc.
En seguida empieza la danza del Vudú. El Rey coloca su mano sobre
la caja donde se encuentra la serpiente, él manifiesta una emoción que
comunica a la Reina y poco a poco una especie de delirio se generaliza,
muy a menudo aumentado por el uso de licores espirituosos. Todo el
mundo es recorrido por un temblor nervioso imposible de dominar y todos
giran sobre sí mismos sin detenerse hasta que caen y son entonces
transportados, siempre bailando, aparte (si la ceremonia tiene lugar al aire
libre) o a una pieza vecina, donde se practican orgías sexuales en la más
grande libertad.
Algunos que habían traicionado los secretos no tardaron en sucumbir bajo
la terrible venganza de los Adeptos del Vudú. Fuera de casos de
envenenamiento o de crímenes disfrazados de accidentes, los iniciados de ese
culto tienen poderes mágicos terribles y se pretende que los “Zombis” son
justamente las pobres víctimas de esos brujos.
Parece ser que los brujos negros pueden resucitar a cadáveres que serán
en seguida sus esclavos al no tener otro pensamiento u otra voluntad que
aquellos del brujo que puede emplear así a ese “muerto-vivo” para cumplir todo
tipo de cosas.
Hemos recibido un día la visita de un francés que había estado instalado en
la Martinica para dirigir una refinería y quien, casado con una martiniquesa que
le había dado tres hijos, había visto después su vida atormentada por múltiples
pruebas.
Su mujer murió bastante misteriosamente, así como sus dos primeros hijos,
fue entonces cuando empezó a dudar de las razones de esos extraños hechos
que se sucedían unos a otros. Una noche, al entrar en su casa, encontró sobre
el umbral de su puerta un juguete de su pequeña hija. Quiso sermonear a la
sirvienta por dejar tiradas por todas partes cosas que debían encontrarse en el
cuarto de la niña, pero tuvo una sensación extraña cuando supo que,
justamente, desde hacía algún tiempo su hija había extraviado el juguete y
además, algo parecía estar colocado en su interior. Se trataba de una
muñequita tejida, que desgarró para encontrar efectivamente en su interior el
corazón de un animalito mezclado con diversos ingredientes... Tomó entonces
un cuchillo y atravesó la muñeca de parte a parte: al momento corrió sangre de
ella. Enseguida, fue a arrojar el cuchillo y la muñeca al mar; pero después, no
solamente su hijita cayó gravemente enferma, sino que él parecía vivir con algo
que le atravesaba el corazón.
Fue entonces que él vino a consultarnos y nos contó los detalles de su
historia.
Interesado en el ocultismo, había estado en relación con sectas secretas,
pero al casarse, había abandonado esas relaciones; perdió su primer hijo
envenenado, su segundo hijo murió en un extraño accidente y, finalmente, su
mujer dio el último suspiro confirmando que había sido víctima de los brujos. Se
trataba ahora de la continuación de las venganzas, que atacaban a su último
niño y a él mismo. Sería demasiado largo dar detalles de todos los incidentes
que se sucedieron, hasta llegar a la muñeca maléfica, el consultante que
echaba todo al mar, la extraña enfermedad de la criatura, las sensaciones
misteriosas que él sentía después, etc.
Hemos tenido que operar un verdadero “exorcismo”... La contra-magia
parece haber triunfado, puesto que supimos en seguida que nuestro hombre
estaba liberado al fin de la suerte y vivía en perfecta salud, así como su
niñita y que él pensaba casarse de nuevo muy pronto.
***
En China todas las concepciones son resumidas por la acción y la

reacción recíprocas de los dos principios cósmicos, el “Yang” y el “Yinn”, el
activo y el pasivo, masculino y femenino. Esas dos polaridades están en la
base de la medicina 10 tanto como de la Magia.
En Yoga, igualmente, son esas dos fuerzas (positiva y negativa) las que
se utilizan para el perfeccionamiento del individuo, pero mientras que el
Yoga clásico utiliza la castidad 11 , el Tantrismo utiliza el instinto y el
psiquismo erótico en una disciplina que se sigue con vista a obtener la
Liberación, se trata en realidad de una técnica mágica.
Hay varias escuelas Tántricas y la mayoría son como sectas secretas
ya que la doctrina esotérica es transmitida por el Maestro al discípulo. Por
otro lado los textos concernientes a los ritos son redactados en un lenguaje
llamado “crepuscular” que es de doble sentido: un estado de conciencia
será expresado por un término erótico, e inversamente, los detalles
fisiológicos tendrán una significación de orden cósmico.
El ceremonial descrito en “Los Comentarios sobre la disciplina espiritual
en compañía de la mujer” comprende ocho partes que producen gracias a
ciertas técnicas, a concentraciones y al “maithuna” (unión sexual ritual), el
“despertar” de Kundalini. A medida que se desarrolla la ceremonia, la mujer
toma un carácter sagrado y finalmente son dos Dioses quienes se unen y
contemplan la última realidad. Mircea Eliade en su “Introducción al
Tantrismo” escribe: “El dominio total que requiere el maithuna permite
traspasar el plano fisiológico y abolir el tiempo. Se obtiene un estado total
de autonomía, una suspensión paradójica entre lo real y lo irreal, más allá
de la muerte y de la vida”.
Naturalmente, el Yoga tántrico es muy peligroso, ya que desata
fuerzas capaces de golpear al hombre que las ha liberado, si éste no sabe
canalizarlas según sus deseos. El tantrismo presenta pues numerosos
peligros propios del erotismo místico.
10 Hemos analizado ya la Acupuntura en el Propósito Psicológico VIII.

11 Para la meditación, el dominio del soplo, etc… la energía sexual puede ser transformada
en energía espiritual.
Ya se trate de los Atxuabo de Angola, en Africa, de los Indios Cherokée

o de los Dayak de la costa de Borneo, se constata por todas partes en el
mundo la alianza del amor y de la magia. Ese fenómeno puede parecernos
extraño: la magia comanda a la naturaleza, ahora bien, si hay algo para
nosotros que “no se comanda” es justamente el amor, dice Georges Allary.
La explicación es simple entonces: por cuanto todas las civilizaciones
primitivas o arcaicas hacen, en grados diferentes, un gran lugar a la magia
y prácticas mágicas son ligadas a los diferentes aspectos de la vida, no hay
razón por la cual sea excluido el amor. La magia erótica es inclusive, la
mayoría del tiempo, particularmente importante; la sexualidad juega un
papel considerable tanto en la mitología como en la vida de los pueblos. La
vida, por otra parte, no es más que un reflejo, una copia de esa mitología.
Para el “primitivo” los hechos no acceden a una existencia verdadera más
que si, reactualizando el mito, ellos son puestos en armonía con las leyes
del Universo. Las fuerzas puestas en juego por tal o cual actividad se
c o n v i e r t e n entonces en fuerzas sagradas y los “primitivos” velan
particularmente para sacralizar las energías que emanan de la sexualidad,
porque ellas son las fuentes mismas de la vida. Muy poderosas, pueden
ser tanto peligrosas como benéficas. Es gracias a los ritos que ellas
permitirán ser orientadas en el sentido deseable.
Si los pueblos primitivos son aquellos que no tienen ninguna tradición
detrás de sí, entonces existen muy pocos. Se renuncia cada vez más a esa
expresión. Tales pueblos pertenecen la mayoría del tiempo a antiguas
civilizaciones y tienen una concepción del mundo extremadamente
coherente. Eso e s l o q u e s e ñ a l a Marcel Griaule (en “Dios de agua”)
q u i e n escribe por ejemplo que “los Dogon viven sobre una cosmogonía,
una metafísica, una religión que l o s pone a la altura de los pueblos
antiguos y que la cristología misma utilizaría con provecho”.
En efecto, un Ser Supremo existe entre la mayoría de los primitivos y lo
hemos visto ya en diferentes ocasiones en nuestros estudios, esas
civilizaciones han declinado tanto como las nuestras. Esa divinidad
soberana no juega casi ningún papel en el culto y su existencia no es
generalmente revelada más que durante las iniciaciones en el seno de las
sociedades secretas. M. Eliade explica que en el curso de los tiempos su
lugar ha sido ocupado por otras fuerzas religiosas. El sentido de esa
sustitución es en todas partes más o menos el mismo: el pasaje de la
trascendencia y de la aparente pasividad de los Seres Celestes a fuerzas
religiosas dinámicas, eficaces, de un acceso más fácil. Se asiste a una
caída progresiva de lo sagrado en lo concreto. En consecuencia, uno está
llamado a comprender que las religiones no son más que el lado material,
exotérico, de una Verdad, de una Sublimidad espiritual enseñada por los
Colegios Esotéricos y conservada gracias a las Sociedades secretas.

Pero, ¿qué es en verdad una Sociedad secreta?
Sería difícil responder ya que los diversos movimientos catalogados
bajo ese título han salido de las fuentes más variadas y por motivos
diferentes.
Generalmente los fundadores de tales organizaciones fueron en primer
lugar miembros de Colegios Esotéricos o de Escuelas Iniciáticas y sea por
ambición desmesurada o por intereses creados, ellos se lanzaron en
campañas políticas trabajando en sus programas con ardides ocultos. No
se debe ver a todas las sociedades secretas como bandas organizadas de
malhechores o asesinos pero, es preciso confesarlo, en nuestros días tal
mención significa sobre todo un clan que actúa sembrando el terror por
amenazas y aun por la ejecución de aquellos que quisieran contrariar los
planes de la llamada sociedad secreta.
Es preciso agregar que muy a menudo el iniciador de semejante
movimiento estaría sorprendido al ver los resultados, se trata efectivamente
la mayoría del tiempo de una idea tomada de un filósofo, un ocultista, un
iniciado de un grado cualquiera y que los ambiciosos sin conocimiento de
una Gnosis tal, organizan en asociación práctica.
Tomemos como ejemplo a un movimiento clandestino que se manifestó
durante los años de la ocupación alemana en Francia y que fue revelado en
un volumen titulado “Sinarquía” en 1945, por un autor de seudónimo
Geoffroy de Charnay. La tesis desarrollada en los textos se resumía en lo
esencial por los datos siguientes: “el movimiento Sinárquico del Imperio”
sería una sociedad compuesta por los individuos que han firmado su
adhesión a las doctrinas expresadas en un documento bajo el título de
“Convención sinárquica revolucionaria”, redactado en 1922, para preparar
una especie de revolución mundial destinada a derribar, dondequiera que
existiesen, los regímenes autoritarios conducidos o controlados por ciertos
dirigentes del medio de los negocios.
La primera idea de ese organismo habría sido sugerida por la iniciativa ya
bastante lejana de un antiguo politécnico francés de nombre Saint-Yves, hecho,
por el Papa, “Marqués de Alveydre” y que nació a comienzos del siglo XIX,
habiéndose especializado en ciencias ocultas y afiliado a la Franc-Masonería,
se convirtió más tarde en Gran Maestro de la Orden de los Martinistas. (Más o
menos directamente inspirado en los principios y métodos de una sociedad
secreta alemana, fundada en 1776 por Adan Weishaupt: “Los iluminados de
Baviera”).12
Entre 1880 y 1890 Saint Yves de Alveydre había publicado varias obras13
en las cuales se proponía exponer doctrinas propias para organizar y mantener,
gracias a un acuerdo internacional entre diversas élites, una reacción de
defensa contra las fórmulas disolventes de la revolución francesa. Entre otras
cosas, escribía: “Así, la forma de gobierno instituida por Moisés sobre el
consejo y el orden que le dio su iniciador Jethro en nombre de Javeh, es
justamente la SINARQUIA; es decir, tres poderes sociales, ninguno de los
cuales es político”. Dicho de otra manera, el principio de la organización oculta
que concebía el Marqués de Alveydre para dirigir en secreto las sociedades
debía ser de origen divino y directamente salido de la revelación mosaica. (En
diferentes ocasiones hemos analizado igualmente esa cuestión, puede verse en
particular nuestro pequeño estudio sobre la “Teocracia” en el Propósito
Psicológico IV).
Para el reclutamiento de los miembros de su orden secreta, Saint-Yves
había imaginado una combinación llamada de “afiliación por cadena” cuyo
principio era el siguiente: “aquel que los afiliados querían atraer a su
organización era sometido primeramente, sin que sospechara, a una lenta
observación; se le invitaba a reuniones bajo diversos pretextos; se
estudiaban sus hábitos y su comportamiento. Después, uno de los
iniciados, le exponía abiertamente los principios de la Orden y cuando lo
había convencido, le pedía su adhesión. Pero, al adherirse, el nuevo
iniciado no conocía la calidad martinista más que de un solo miembro, es
decir, de su iniciador. A continuación, él debía permanecer, respecto al
conjunto de la Orden, en la misma ignorancia y no conocer, fuera de su
primer iniciador, sino a las personalidades a quienes a su vez él sería
invitado a iniciar”. Es de esa manera que el carácter secreto de la
institución debía ser asegurado.
12 En 1754, Martínez Pasqualis, cabalista de origen portugués instituyó el Rito

Franc-Masónico de los “Elegidos de Cohen” uno de cuyos miembros más célebres
fue sin duda Luis Claude de Saint-Martin, apodado el Filósofo Desconocido. El sería,
según la mayoría de los investigadores, el verdadero Fundador del Martinismo, q u e
reunía verdaderos Gnósticos muy austeros. Autor de numerosas obras herméticas:
“ De los errores de la Verdad”, “De los hombres llamados al Principio Universal de la
Ciencia”. Es aun a él a quien debemos la famosa divisa francesa: “Libertad -
Igualdad - Fraternidad”.
13 “Misión de los Soberanos”, “Misión de los obreros”, “Misión de los Judíos”, “La
Arqueometría”.
A decir verdad, el Movimiento Sinárquico del Imperio, durante su

fundación en 1922, no habría tomado del martinismo de Saint-Yves de
Alveydre más que sus métodos de reclutamiento y algunas de las fórmulas
doctrinales conocidas de los primeros animadores de la nueva creación
porque varios de entre ellos, siendo también politécnicos, tenían relaciones
martinistas. En su artículo sobre la “Sinarquía”, Emmanuel Beau de
Loménie, que parece muy bien documentado, deduce que “en lo esencial,
se trataba de provocar una reacción contra los desórdenes que habían
seguido a la primera guerra mundial y que habían llevado a las fórmulas
democráticas”. El primer estado mayor se habría compuesto con
personalidades pertenecientes a diversas nacionalidades y su acción habría
sido dominante en las revoluciones de carácter antidemocrático que se
sucedieron en Europa: el fascismo en Italia, el movimiento del general de
Rivera, después aquel de Franco en España, el hitlerismo en Alemania. En
Francia misma, sería la acción de la Sinarquía la que habría preparado en
secreto la mayoría de las agitaciones anti-democráticas para la formación
de las ligas nacionalistas, los motines de enero y febrero 1934, la
fundación de la “Cagoule” (Cogulla) y, en fin, en 1940 al día siguiente de la
derrota, la revolución nacional de Vichy que habría sido deseada y
preparada por los miembros de la nueva Sinarquía con la intención de
favorecer en seguida sus designios particulares.
Para muchos, la opinión es que la sociedad secreta denominada
“Movimiento Sinárquico del Imperio” jamás ha existido verdaderamente o al
menos no fue más que una capillita cuyo origen no parece remontarse
mucho más allá del año 1940. Sin embargo el espíritu sinárquico, que se
confundió en lo principal con el espíritu tecnocrático, ha existido y se ha
desarrollado en toda clase de círculos influyentes, más o menos ligados
entre ellos pero rivales al mismo tiempo.
Pero en ese punto nos encontramos ya con explicaciones políticas de
las sociedades secretas y en ese sentido ellas son numerosas en todos los
países; así, en Francia, mucho más que el Movimiento Sinárquico, la
“Cagoule” tuvo una resonancia espectacular. Fue a continuación de los
acontecimientos de 1936, mientras que el “Frente Popular” retiraba una
ola de diputados comunistas de la Cámara, que la sociedad de los
“Cagoulards” (Cogullados) tomó nacimiento. Denominada Organización
secreta de acción revolucionaria nacional, después, Comité secreto de
acción revolucionaria, este movimiento fue rápidamente denunciado por
diferentes partidos políticos, tomó entonces la etiqueta de “La Cagoule”
con la cual permaneció. Era una red nacional constituida por una especie
de federación de grupos de autodefensa. Animados por la descomposición
progresiva del Frente Popular, ese grupo secreto intentaba, cada vez más,
pasar de la auto-defensa a la ofensiva o, dicho de otra manera, quería
derribar el régimen con un golpe de fuerza.

Según Roger Mennevée, se ha sugerido que el “Intelligence Service”
(Servicio de Inteligencia inglés) habría creado “La Cagoule” al día siguiente
de los motines de febrero 1936, por intermedio del Presidente Flandin. E1
proceso de los “cagoulards” tuvo lugar en Octubre 1948 y uno de los
testimonios más importantes fue la sorprendente revelación de
Loustaunau-Lacau, el ex-adjunto del Estado Mayor del Mariscal Petain,
cuando dijo:
“En cuanto a la Cagoule, yo estimo que sin esas gentes entrenadas en
la lucha clandestina mucho antes de la guerra, el General de Gaulle, el 18
Junio de 1940, no habría sido más que un clarín inútil y sin resonancia”.
André Mahé, quien escribe bajo el pseudónimo literario de Alain
Sergent, concluye: “Yo no pretendo tener la verdad absoluta pero, he
conocido muy de cerca a los Cagoulards 14 y estudiado muy bien la
historia del Comité secreto de acción revolucionaria, como para tener una
casi certeza: la Cagoule fue, en primer lugar, una reacción de hombres
políticos de derecha, patriotas, contra un Frente Popular del cual ellos
habían visto muy bien que era el Caballo de Troya del comunismo. Al
mismo tiempo que a sus personas e intereses, ellos creían defender a la
Nación de la cual eran, en su opinión, la última muralla. El asunto, al tomar
envergadura, precisó una política general: derribar la democracia parlamentaria
gracias a un golpe de fuerza y tomar el poder. Eliminar entonces a los jefes de
la política de izquierda y a los “podridos” del régimen. Crear, bajo la capa
provisional de un Directorio civil y militar, un Estado fuerte para preparar el
regreso de la Monarquía.
Pero, otra organización secreta hizo hablar también mucho de ella sobre
todo por estar en la base, sin duda, de la primera guerra mundial.
Existían entonces, en varios puntos de Europa, el “Tugenbund” y la
“Carbonería”, vastas sociedades secretas que extendían sus poderes desde los
siglos precedentes. Hacia 1900 se fundó en Belgrado la “Narodna Odbrana”,
uno de cuyos miembros, el mayor serbio Tankositch, era un eterno conspirador
que había estado en todos los golpes sangrientos. Pero su organización ya no
le gustaba, pues comenzaba a reprobar el terrorismo; así, trabó conocimiento
con el cónsul Radenkovich que soñaba con formar en Serbia una sociedad
secreta con un rito, un decorado, etc. Con otros cinco (siete hombres en total),
constituyeron una organización: “La Unión o la Muerte”, fundada en 1911,
14 El fue secretario general del movimiento después de la partida de Eugenio Deloncle, el

verdadero organizador.
siendo rápidamente conocida bajo el nombre de la “Mano Negra”. La dirección

fue asumida por 6 miembros (3 civiles y 3 militares), había células de cada uno
de los 3 miembros, se recibía indiferentemente a serbios, croatas y
musulmanes. Cuando un miembro lograba dos nuevos adherentes formaba con
ellos una nueva célula, pero ningún miembro, salvo aquellos que constituían el
Comité Central, conocía a otros afiliados que los dos que acababa de agregar y
los dos que él venía de dejar. Así, los escapes y las traiciones eran
rápidamente detenidos y el carácter secreto de la sociedad se mantenía. Por
otro lado, cada miembro era designado por un número. Naturalmente, los
miembros debían obedecer ciegamente las órdenes superiores y los traidores
eran castigados con la muerte. El Sello de la Sociedad mostraba un puño
cerrado que sostenía una bandera sembrada de una calavera y dos tibias en
cruz, con una bomba, un puñal y un frasco de veneno. El símbolo era
suficientemente expresivo.
Pero si Tankositch no era más que un sanguinario y violento secuaz y
Radenkovitch un idealista soñador, se necesitaba un jefe; ahora bien, ni uno ni
otro tenían ese cerebro. En 1903, durante el asesinato del rey Alejandro y la
reina Draga, en el cual Tankositch tomó parte, conoció a un cierto Dragutin
Dimitrievitch, apodado “Apis” que habría sido aparentemente el alma de ese
complot. Este hombre (jefe del Buró de Informaciones) era un ser de sombra y
misterios, de máscaras y pseudónimos a quien le gustaba manejar los hilos
entre bastidores. Apis se encontró rápidamente a la cabeza de una
organización de varios millares de miembros cuyos agentes controlaban no
solamente todo el reino, sino que vigilaban también más allá de las fronteras. En
Bosnia el promotor era Vladimir Gatchinovitch quien estudiaba en Lausana
(Suiza) y había establecido un lazo con Trotsky, agitador poco conocido
entonces.
Eugenio Leundorff (en “Historia de las Sociedades Secretas”) relata el
ceremonial de introducción a dicha sociedad. “Las recepciones tenían lugar en
un local oscuro, detrás de la imprenta del diario “Piemonte” (sede oficial de la
organización). Un responsable introducía al candidato que se encontraba ante
una mesa recubierta de un paño negro al que alumbraba una vela. En la
penumbra, él distinguía una cruz, un puñal y un revólver. El hombre que lo
recibía le recordaba los estatutos de la sociedad, señalando los peligros que iba
a correr: el encarcelamiento y la muerte lo acecharían. Era preciso sacrificarse
por adelantado. Aún podía retirarse. Se le leía, para que se compenetrara bien,
el artículo de los estatutos que decía: Cuando el Comité Central de Belgrado
ha pronunciado una condena a muerte, la única cosa que importa es que
esa sentencia sea ejecutada. El medio es indiferente. ¿Mantenía su
adhesión el candidato? -Sí, decía éste. Entonces se le anunciaba que iba a
prestar juramento. Ese era un instante romántico. Una puerta se abría y entraba
un hombre cubierto con un hábito negro, enmascarado, con la cabeza bajo un
capuchón. Era el enviado del Comité Central. Inmóvil y mudo, esperaba.

Parado ante él, el responsable pronunciaba con voz grave la fórmula del
juramento, el candidato la repetía palabra por palabra. Yo, adherente desde
este día a la organización “La Unión o la Muerte”, juro por el sol que me
calienta, por la tierra que me nutre, delante de Dios, por la sangre de mis
padres, sobre mi honor y sobre mi vida, que a partir de este instante y hasta
aquel de mi muerte, me someteré fielmente a los reglamentos de esta
organización y me mostraré dispuesto a los sacrificios que le convenga
imponerme. Yo juro delante de Dios, por mi honor y mi vida, llevar conmigo
a la tumba los secretos de la organización. Puedan Dios y mis compañeros,
miembros de esta organización, hacer pesar sus juicios sobre mí, si rompo o
traiciono este juramento.
El nuevo afiliado y el enmascarado se abrazaban, después, éste se retiraba
sin haber pronunciado una palabra. Para el hombre recibido en la “Mano Negra”
no faltaba sino firmar la fórmula del juramento y recibir su número.
Es Pierre Dominique en su artículo “La Mano Negra” quien nos relata el
resto: “…el papel de Apis se ampliaba, sin embargo, estaba molesto por la
existencia de la “Narodna Odbrana” a cuya cabeza se encontraba Milan
Pribichevitch, antiguo oficial austríaco convertido en oficial serbio y que había
fundado en territorio serbio más de 200 secciones. Organización terrorista en
sus comienzos, la “Narodna Odbrana” había cesado de serlo y era eso lo que
había llevado a los cabeza-calientes como Tankositch a dejarla. Pero Apis
quería, al contrario, introducirse para dirigirla como había dirigido el círculo de
los oficiales conspiradores de 1903 y también la “Mano Negra”. Después de
todo, las dos organizaciones tenían el mismo programa de política exterior,
aunque aparte del ritual, los métodos eran diferentes. Apis introdujo en los
rangos de la “Narodna Obdrana”, al mayor Milan Vasitch, un jefe de comitadjis
de sus amigos. Estando ahí, estalló la guerra de 1912 y Vasitch fue muerto en
Bregalnitza; Apis perdió con él un instrumento de primer orden”.
En mayo de 1914 la crisis se agudizó: un pequeño número de oficiales
amigos de la Corte se había organizado en una Sociedad de la “Mano Blanca”,
pero los miembros de la “Mano Negra” se movilizaron. La meta de Apis era la
organización de una Yugoeslavia bajo la dirección de un soberano serbio, pero
para eso era preciso que el Imperio de los Habsburgo se dislocara y esa
dislocación no podía conseguirse más que por la guerra. Una guerra general en
la cual Rusia interviniera, pero el Archiduque Francisco Fernando no quería más
que una guerra local que permitiría a su armada aplastar a Serbia.
M. Boghichevitch relata una conversación en la que Apis habría dicho: “¿Y
si le arrojáramos algunas bombas?”. Y, un amigo le habría preguntado: “¿A
quién?”. Apis habría respondido inmediatamente: “¿A quién queréis que sea, si
no a Fernando?”. Se conoce el resto de la historia, el Archiduque y la

Archiduquesa fueron asesinados y de ese crimen nació la gran guerra de 1914 a
1918.
Autor de dos libros sobre el Coronel Apis y el proceso de Salónica, M.
Boghitchevitch tiene pues razón al escribir: “No queda duda alguna,
Dimitriévitch fue seguramente el instigador del atentado de Sarajevo y causó así
la guerra mundial”, fue él, en efecto, con la Mano Negra, que al 1 de Julio
1914, según un formulario firmado por uno de los miembros del Comité Central,
contaba con 2.020 afiliados. Apis y su organización, la “Mano Negra”, fueron
oficialmente condenados por un documento del Ministerio de Guerra con fecha
11 de Junio de 1917.
***
Ahora, cambiemos de continente y transportémonos a América, a inicios

del siglo XX, en el Estado de Georgia (U. S. A.) donde un cierto William Joseph
Simmons (de Atlanta), a los 20 años, tuvo un sueño: era una especie de visión
de guerreros-fantasma, a caballo, vestidos de blanco, que pasaban a lo largo
del muro delante de su casa.
Su nodriza negra, que lo acunaba desde la infancia, le había contado
muchas veces las hazañas de una sociedad secreta que perseguía a los negros,
por la cual ella misma y sus parientes habían sufrido en otra época.
El no olvidaba esos cuentos y es quizás eso lo que lo influenció durante
esa visión hasta caer de rodillas y jurar fundar una organización fraternal en
memoria del “Ku Klux Klan”. Pero, naturalmente, olvidó los cuadros siniestros y
no retuvo más que las cabalgatas épicas que él se proponía resucitar con fines
completamente diferentes. Y es así que en 1915, plantando con algunos
jóvenes enmascarados una cruz de fuego sobre las colinas próximas a Atlanta,
el pastor metodista Simmons las hizo entrar en la realidad.
¿De dónde viene ese nombre de “Ku Klux Klan”? Unos pretenden que se
trata de una alteración de la palabra latina “Lux” (luz), pero parece más
probable que se trate de una aliteración del vocablo griego “kuklos” (ciclo), al
cual se agregaba “Klan” (grupo).
La guerra de Secesión acababa de finalizar, la esclavitud estaba abolida, el
derecho al voto había sido acordado para los negros. Una grave crisis
económica se desataba a continuación de esa revolución social. La reacción,
esbozada otras veces contra los irlandeses católicos, se reproducía esta vez
contra la amenaza negra. Era preciso, a cualquier precio, impedir votar a los
nuevos electores. El “Ku Klux Klan” fundado por un grupo de jóvenes oficiales
ex-sudistas en un villorrio del estado de Tennessee, bajo la cubierta de fines
moralizadores, de protección del hogar, de respeto a la religión, tenía en
realidad ese fin escondido que le aseguraba inmediatamente un reclutamiento
substancial. Es en ese clima de miedo y credulidad que debía surgir en 1867,
el primer Ku Klux Klan.
Un ancestro del K.K.K había existido ya bajo el nombre de “Know Nothing
Party”, se trataba de una sociedad secreta de protestantes que, por otro lado,
se liquidó a sí misma.
En 1843, había sido creado el Partido Republicano (nacido de la “American
Protestan Union”) que declaraba en su carta que el dogma de la soberanía
papal estaba directamente opuesto a la forma republicana de gobierno. Hacia
1890, ante la entrada masiva de emigrantes católicos alemanes, austriacos y

sobre todo italianos, el movimiento anti-católico renace con la “American
Protective Association”. Durante la visita de la delegación papal conducida por
Mgr. Satolli, quien desembarcó en los Estados Unidos, se pudo leer en un diario
el siguiente ataque: “Despertad Americanos, las libertades y las instituciones de
este país están en peligro”.
Tomemos ahora algunas explicaciones de Harold W. Bryce, quien se
expresa así: ¿Qué es el Ku Klux Klan? Oh!, una tentativa de fraternización, un
movimiento muy bien pensante, en su origen. De manera general se le puede
relacionar con la corriente “nativista o nacionalista” que bajo formas diversas,
atravesó la historia de los Estados Unidos en el siglo XIX. Los negros no
tuvieron nada que ver con esos primeros síntomas. Ellos traducían un reflejo de
conservación de los pioneros protestantes que surcaron el Nuevo Continente,
ante de la inmigración masiva de católicos europeos”; en suma, una xenofobia
religiosa.
Cierto, hubo negrofobia en las intenciones de los camaradas quienes,
después de haber encendido en 1916 una cruz de fuego en la cima de Stones
Mountains, descendieron hacia los valles para predicar la Cruzada Moderna.
Para el jefe Simmons, atleta con más de 6 pies de altura, de figura dulce y ojos
claros, era sobre todo un pretexto para las delicias de revueltas ecuestres que
materializaban su visión de 1901; era también un pretexto para discursos en los
cuales se desplegaba una elocuencia capaz de expresarse durante cuatro
horas seguidas. Al principio nativista de la “América para los Americanos” se
yuxtaponían los temas de la fraternización, la castidad en el hogar y la
defensa de la viuda y el huerfanito. Pero el Ku Klux Klan, en segunda
instancia, luchaba sobre todo por la supremacía de la raza blanca. Ese
objetivo, eficaz en los Estados del Sur, perdía sin embargo su virtud en los
Estados del Norte donde los negros no eran tan numerosos. El K.K.K. recurría
entonces a los argumentos emocionales del anticatolicismo, el antisemitismo,
antisocialismo, anticomunismo, etc. Era sobre todo un movimiento “contra”.
El místico Simmons era más bien un mal administrador, pero en 1920 el
equipo se reforzó con Edward Young Clarke y una dama, Elizabeth Tyler. Con
ellos el Klan se convirtió en una empresa de página publicitada. La atención a la
asociación era atraída por todos los medios. Clarke hacía desfilar en
Washington a cerca de 30.000 Caballeros en uniforme y anunciaba su intención
de establecer en Inglaterra, Francia e Italia, el régimen del K.K.K. El resultado
fue que de 5 a 6.000 miembros, el movimiento alcanzó rápidamente más de un
millón (Frost en “The challenge of the K.K.K.” en 1927 anuncia 6 millones de
adherentes).
Harold W. Bryce, nos informa aun: “La constitución del K.K.K. redactada
por Simmons será altamente centralizadora. Ya que, cosa curiosa, esa
agrupación que marchaba a la guerra contra la infalibilidad del Papa, no cedía

nada a la Iglesia Católica desde el punto de vista disciplinario y autoritario”.
Debajo del Mago Imperial, que comandaba al Imperio, se encontraban los
Grandes Cíclopes, los Grandes Dragones que supervisaban los Reinos. En
cuanto a éstos, estaban organizados con los Hidras y todo un lote de
funcionarios con nombres fantasmagóricos que se podría creer en desuso. El
Reino estaba dividido en Klantons y a partir de ese estadio se veía aparecer a
los “K” que se encontraban en todos los escalones del personal y del territorio.
El Klanton era dividido en Klaverns (antros), el Gran Cíclope presidía un
Consejo compuesto por un Klaliff (vice-presidente), un Klokard (lector), un
Kludd (capellán), un Kligrapp (secretario) y un Klabel (tesorero), acompañados
de Kladds, Klarogos, Kletters, Klokanns. En la base estaban los Klavaliers o
Knights. Jamás la letra “K” ha estado tan bien representada en la organización
de las sociedades secretas. El poder legislativo era ejercido por una
Klonvakation controlada por el Mago Imperial y un Kloncilium ejercía el poder
judicial.
En su trabajo sobre las “Secrets Societies”, M. Noel P. Gist hace notar
que en los Estados Unidos numerosas sociedades de fraternización, secretas o
no, llevan nombres de animales: alce, águilas (águilas rojas, águilas doradas),
búhos, oropéndola, búfalos, castores, ocas; o incluso nombres que comienzan
con la letra K: Knights of Security, Knights of Khorassan, Knights of Liberty,
Knights of Templares, of Malta, of Colombus, of Pythias, etc.
En fin, se conoce suficientemente las actuaciones del Klan como para no
dar aquí los detalles de sus actividades que fueron reveladas por la prensa más
diversa. Simmons fue licenciado de su título de Mago Imperial en 1923 en
beneficio del Gran Cíclope Evans. Hiram Wesley -dentista- revocó, por otro,
lado a Y. Clark y la asociación declinó poco a poco a partir de 1925. Sin
embargo no se debería concluir que el Ku Klux Klan ya no existía.
Ciertamente, hubo dimisiones, partidas, enredos, subsectas, partidos en
concurso, pero no menos cierto es que de tiempo en tiempo, por voz de los
diarios, se sabe de algunos actos de sus miembros; no obstante,
actualmente, la organización está condenada, los adherentes son
acorralados y los efectivos han disminuido mucho.
***
No podríamos analizar evidentemente todas las sociedades secretas

que han desplegado sus actividades no solo en los Estados Unidos, sino
aun en América Central o en América del Sur. Unas, organizaciones
clandestinas con fines políticos; otras, asociaciones esotéricas que tenían
por objeto consideraciones iniciáticas; y en fin, la multitud de movimientos
llamados “ocultos” donde se practica una parodia de palabra-de-pase, de
signos y un ceremonial que atrae a ignorantes en busca de lo maravilloso...
Cambiemos aún, una vez más, de continente para transportarnos al
Asia.
Como lo define tan bien Lucien Faruoux-Reynaud (en su artículo “ Las
Sociedades Secretas en Oriente”): “Es admitido considerar al Asia como la
patria de las Sociedades Secretas”. En efecto, ella es muy bien la región
tipo del Misterio, de lo Oculto, pero sobre todo de la Iniciación, diremos
nosotros, ya que lo hemos visto ampliamente: es allí que se sitúa
verdaderamente la cuna de la Civilización Espiritual.
Algunas de esas “ Sociedades” tienen a veces una acción política. Se
trata evidentemente de las más inferiores y efímeras pero no del conjunto
de los movimientos que están bien establecidos sobre bases de
perfeccionamiento, razón misma de los Colegios Esotéricos.
El autor precitado da a entender que el Asia, o lo que se llama e n
términos generales el Oriente, n o es u n o s o l o . Tenemos en primer lugar
el Cercano Oriente que se puede estimar como perteneciente al Islam.
Luego el Oriente propiamente dicho, que s e resume sobre todo en la India
y que a pesar de los numerosos musulmanes agrupados sucesivamente en
Afganistán y Pakistán, permanece esencialmente hinduista. En fin, e l
E x t r e m o O r i e n t e , q u e e s C hina cuyas concepciones reposan en el
Budismo, siempre en el sentido de la Verdad Principal.
Como lo veremos a continuación, ya sea como Ética o como Étnica, la
colectividad oriental, con sus diversas concepciones, permanece atada a la
Doctrina Esotérica, fuente de todas las enseñanzas.
El cristianismo no ha sido citado ya que permanece en su manifestación
únicamente occidental. En cuanto a la religión hebraica, ella se ha convertido
en internacional.
Así pues, “agrupadas alrededor de los diferentes aspectos de una doctrina

única, las Sociedades Secretas Asiáticas son todas religiosas e iniciáticas”,
declara L. Farnoux-Reynaud. Religiosas no, excepción hecha para el Islam y
aun con ciertas reservas. Iniciáticas, ciertamente, pero con toda la significación
que ello comporta en el verdadero sentido de la palabra. La India, con sus
innumerables sectas, discordantes únicamente en su exterior, queda sometida
a la autoridad de los Vedas; el conjunto de sus sectas, en un plano superior,
se convierte en algo “ fundido pero no confundido” según la fórmula
consagrada. En efecto, no hay influencia de una religión (este término no
existe en sánscrito). Desde que la civilización dravídica fue renovada más
bien que borrada por el invasor nórdico (Aryas) esa mezcla extraordinaria de
razas, e s a superposición de costumbres, ese antagonismo inevitable de
apetitos, se mantiene sin mezclas pero también sin conflictos, en tanto que
cada uno permanece absorto por una constante metafísica, poética para los
humildes, lógica para los reflexivos, trascendente para quien se convierte en
digno, que mantienen los Sabios más por la presencia y el ejemplo que por los
discursos. En fin, en el Extremo Oriente que es China y el vasto dominio de los
Amarillos, el misterio se espesa todavía mucho más. Es preciso concebir
primero que en el sexto siglo antes de la Era Cristiana, Lao-Tseu y Confucio
no constituyeron una forma de religión, sino una rama exotérica de la Doctrina
(esotérica). Una fórmula extremo-oriental precisa: “El Confucianismo desarrolla
la aplicación del medio Invariable al orden social, mientras que la significación
metafísica es dada por el Taoísmo”. El “Tao” es estrictamente esotérico, la
doctrina es secreta, si se comprende que e1 verdadero secreto reside en lo
inexpresable, en lo incognoscible pues, que es la naturaleza misma de toda
doctrina tradicional puesto que “No comprenden la V e r d a d s i n o a q u e l l o s
que están calificados para comprenderla”.
El Cercano Oriente podría ser calificado de “religioso” puesto que el
Islamismo es una religión, constituida por un exoterismo bien conocido v un
esoterismo sutil; pero el Sufí mantiene como e1 sentido de Identidad Suprema
aquella especie de Unidad y repite con uno de sus maestros: “El Paraíso es la
prisión del Sabio, como el mundo es la prisión del creyente”. De ello resultan
sociedades muy diversas, a veces de inspiración contradictoria, pero en el plano
superior una organización toda espiritual. Si bien han existido sociedades de
fanáticos, tales sociedades secretas no legislaron y no influyeron ni en los
hábitos, ni en la jerarquía social que mantienen, en nombre de la Doctrina, las
sociedades verdaderamente Iniciáticas.
En la India las sociedades secretas son siempre apolíticas, naturalmente,
no se trata de los hindúes musulmanes quienes a menudo (conservando las
características del Islam) se han manifestado como conquistadores. Los hindúes
permanecen siempre ligados a su gran principio de no-violencia, así como los
hindúes budistas. Naturalmente, la acción metafísica influye en casi todas las

circunstancias de la vida de los hindúes ya sean estos Vishnuistas, Shivaistas,
etc.
En el Tíbet, no hay propiamente hablando, sociedades secretas sino más
bien Escuelas Iniciáticas. Aquello que se puede llamar Colegios Esotéricos son
en realidad Santuarios que pertenecen tradicionalmente a la Doctrina Sagrada
pero que permanecen independientes del movimiento lamaísta general. Hay
incluso agrupaciones de Lamas que se oponen, a pesar de su interdependencia,
en rivalidades monásticas. Pero en esa región apodada el “Techo del Mundo”
reina una organización esotérica que sería imprudente querer comprender a la
manera occidental.
En China, por el contrario, a pesar de la permanencia de la Tradición, uno
es llevado a ver diversas olas de sociedades secretas, hasta en las sectas
religiosas organizadas sobre las bases de asociaciones ocultas.
Se ha visto religiones muy modernas organizarse sobre bases de
sociedades secretas, con símbolos francmasónicos, agrupando en su ritual
porciones de budismo, confucianismo y taoísmo, tal como el Caodaismo, ese
“espiritismo vietnamita” fundado en 1926.
Un grupo de secretarios de la administración que se ocupaba de sesiones
de espiritismo en 1925, fue llamado a conocer por voz de su medium, el nombre
de “Cao-Dai” (el Más Alto Palacio) que sería el nombre que Dios habría
escogido para manifestarse al Vietnam.
Phu-Chieu, muy versado en esos fenómenos, rendía culto a Gautama el
Buda y a Confucio, así como a los espíritus; se asoció con Le-Van-Trung,
mandarín de Conchinchina, quien igualmente era dado a los fenómenos de
mediumnidad. Phu-Chieu, que rendía culto al Ser Supremo con el nombre de
nombre Cao-Dái, se retiró remitiendo sus poderes de Jefe de la nueva religión
en favor de Le-Van-Trung quien se convirtió así en el Papa del Caodaismo.
(Mientras que en 1925 éste vivía aún en Cholan donde era conocido sobre
todo por rendir culto…al dinero).
Es e1 7 de Octubre de 1926, que el Gobernador de Conchinchina recibió
la declaración oficial de la nueva religión, firmada por 28 personas, con una
lista de 247 miembros que reconocían la existencia del Caodaismo: una doctrina
hecha de una mezcla de cultos a Lao-Tsé, a Confucio, a Gautama y a los
Espíritus. Posee un pendón azul, rojo y amarillo; los sacerdotes conservan su
vestido del color que simboliza su religión de origen: azul (para los taoístas),
rojo (para los confucianistas) y amarillo (para los budistas).
En los templos, el emblema de la Triple Alianza de Dios con los Seres está
representado por Sun-Yat-Sen (escritor 1868-1925), ¡el escritor francés Víctor
Hugo!.. llamado para la circunstancia Durc-Choung-Dao-Nguyet-Tam-Chon-

Nhon y que es elevado al título de Superintendente de los Monasterios...y, en
fin, Nguyen-Binh-Khien (primer poeta laureado, 1490-1580).
El señor Le-Van-Trung dimitió en 1934 y fue Su Santidad Pham-Cong-Tac
quien lo reemplazó como Papa del Caodaismo, reconocido por las autoridades
francesas como un Soberano Pontífice. Pero, la organización que al comienzo
parecía una secta religiosa (se volvió, por otro lado, muy importante aun más
allá de las fronteras de Indochina, con centros incluso en Europa), degeneró
poco a poco introduciéndose en cuestiones políticas; no es sorprendente por
otra parte el encontrar a los Caodaistas tomando parte en los conflictos de
estos últimos años. Pero muy a menudo los miembros de tales organizaciones
son intermediarios inconscientes del papel que ellos juegan, como es el caso
en casi toda el Asia.
El ya citado autor de “Sociedades Secretas en Oriente” escribe muy
justamente: “Es preciso reconocer que las innumerables sociedades secretas
chinas, que se reconstituyen por todas partes donde la emigración reúne
Amarillos, no cesan de participar en movimientos económicos, pero conforme
a consignas anónimas y sin punto de partida reconocido. To d o circula como
los mil riachuelos subterráneos que alimentan la fuente del Gran Río.
En la noche y en la ignorancia del camino y de la meta, los actores de la
aventura saben aquello que hacen pero no sospechan por qué, ya que el
resultado que ellos obtienen no es más que un medio para otros. Se
asegura que esa inmensa tela de araña tendría por doble centro a dos
sociedades Taoístas naturalmente: la de “El Cielo y la Tierra” y aquella de
“El Loto Blanco”, de las cuales todo no es más que ramaje y emanaciones.
Aunque muy misteriosas y elevadas en el orden iniciático, ellas aparecen
aun como exteriores y deben depender de una organización superior
metafísicamente que siempre, según la regla del motor inmóvil, rige todas
las cosas, mientras que el equilibrio se encuentra establecido por el mismo
antagonismo.
***
Ciertas sectas religiosas se fundan después de haber sido asociaciones

llamadas de carácter iniciático, otras degeneran para reducirse a pequeños
grupos ocultos.
El Barón M. A. Ramsay, escocés converso, inauguró en París en 1728,
la fundación de una sociedad secreta llamada “Rito del Templo”: era un lazo
entre la Franc-masonería y los Templarios. Ramsay había imaginado un
testamento del Venerable J. de Molay, último Gran Maestro de la célebre
Caballería del Templo y ese documento habría sido transmitido de mano en
mano por los discípulos.
Los partidarios de Ramsay organizaron en seguida la Iglesia Johannita,
desgraciadamente después de haber confundido los términos de San Juan,
ellos cometieron el mismo error que la Iglesia de Roma y sobre bases
dudosas constituyeron ese movimiento que se hizo conocer bajo el nombre
de Johannitas. Los jefes fueron: primeramente Arnal, Cura de Pontoise
(cerca de París), después Lecossey, Plouet, Guillermo Mauviel y Fabre-
Palaprat. En 1897, la organización se transformó, tenía entonces dos
Obispos: Clemente (en 1911) y Breton (en 1908); en fin, fue Monseñor
Juan Bricaud (bajo el nombre de Juan II) quien quedó hasta esos últimos
años como el Patriarca General.
El Barón Ramsay compuso su organización en 4 sistemas:
1. El Capítulo de Clermont en 1754, en París, dirigido por
Benneville y transportado a Berlín por Printzen, se esparció en
seguida por Rosa.
2. La Estricta Observancia, vulgarizada en Alemania del Norte por
el Barón Hund.
3. El Clericato de Starck que era una mezcla de filosofía hermética
y símbolos fantásticos.
4. El sistema sueco, dirigido por J. von Zinnerdorf, organizado como
los Templarios el Rito fue adoptado por la Gran Logia de Berlín.
El fundador de ese Rito del Templo hizo de esos Francmasones los

Caballeros de San Juan de Jerusalén. En seguida ellos confundieron Caballeros
de San Juan con “Discípulos” de San Juan y supusieron que los antiguos
Templarios provenían de San Juan el Evangelista admirando desde entonces a

los sucesores de San Juan, igual que la Iglesia Católica Romana admite a los
Papas como sucesores de San Pedro.
Juan el Evangelista, discípulo preferido de Jesús y 10 años menor que él,
había fundado en Asia numerosas comunidades cristianas y dirigía aún, en el
año 92, la floreciente Iglesia de Efeso15.
Se puede decir que después del Cristo Jesús, él es sin duda quien ha
suscitado más estudios y reunido el mayor número de adeptos. Gran cantidad
de organizaciones se reclaman continuadoras de su obra y es verdad que
numerosas asociaciones esotéricas lo tienen como emblema. Recordemos por
otra parte que está simbolizado por el signo zodiacal del Escorpión y esa octava
porción de la eclíptica (Constelación Escorpión-Águila) es precisamente la
característica del Misterio y de la Iniciación. Digamos aún, para recordar, que
San Mateo está ligado al signo del Ánfora ya que habla largamente del “Hijo del
Hombre” (el signo del Aguador, la constelación Aquarius), San Lucas es
simbolizado por el signo del Toro y San Marcos por el signo del León16.
En los años que siguieron a la crucifixión de Jesús, los Apóstoles, uno tras
otro, abandonaron Palestina, desparramándose por el mundo para llevar la
nueva doctrina. Andrés, hermano de Pedro, recorrió Tracia y después el país de
los Escitas (Rusia meridional); fue detenido, más tarde torturado y murió sobre
una cruz. Bartolomé se dirigió hacia la India, después a Armenia donde fue
despellejado vivo y luego decapitado. Tomás evangelizó a los Partos, los
Medos, los Persas y fue a su vez torturado con golpes de lanza. Mateo
predicó en Etiopía, murió en espantosas torturas hacia el año 70. Marcos que
había seguido a Pedro, enseguida alcanzó Egipto, fue arrastrado por las calles
de Alejandría con las muñecas atadas, se podía seguir sobre el empedrado el
camino ensangrentado de su calvario; con los huesos rotos, medio agonizante,
fue quemado durante la noche en una hoguera de malezas.
En fin, Juan sufrió el martirio en Roma, en la Plaza de la Puerta Latina,
donde se levantaba el templo de Diana. A la edad de 80 años, fue arrestado
15 Ver el interesante estudio esotérico, elaborado por la Misión Aquarius (sección

de Guatemala) y publicado en la revista “Acuarius” N° 1 de Enero 1958.
16 En todos los países una multitud de Iglesias representan así, con los cuatro signos fijos
del Zodíaco (Toro, León, Escorpión, Acuario), el simbolismo de los cuatro Evangelistas.
Hemos podido ver una pintura de esa clase en una capillita en el norte de Escandinavia,
también estatuas de los Evangelistas cada uno con sus atributos astrológicos y hasta la
célebre catedral de Milán que presenta una escultura en piedra sobre su fachada principal.
En todas partes la Religión Católica ha reconocido y dado pruebas de ese poderoso
simbolismo.
por orden del emperador Domiciano y marchó calmadamente hacia el suplicio.

Fue precipitado en una caldera de la que subía una nube de vapor y se
desbordaba silbando el aceite hirviendo; la historia pretende que el anciano
emergió sano y salvo de este suplicio… Por terror ciertamente, mucho más que
por piedad, la multitud pidió que el “Mago” fuese liberado y expulsado de Roma;
el Emperador aceptó y Juan fue condenado a trabajos forzados en una mina,
siendo deportado a la isla de Pathmos en el archipiélago griego. Fue ahí donde
pudo escribir el Apocalipsis, sobreviviendo por otro lado al emperador
Domiciano, asesinado hacia el año 96; Nerva, quien le sucedió, liberó al viejo
Apóstol cristiano que regresó a Éfeso para redactar el cuarto Evangelio antes de
morir, casi centenario, bajo el reino de Trajano.
El incendio de Roma en el año 64, imputado por Nerón a los cristianos, dio
la señal a dos siglos y medio de persecuciones 17 y se puede decir que la nueva
secta religiosa primeramente se organizó un poco como una sociedad secreta y
que, a continuación, varios grupos permanecieron todavía en actividad como
asociaciones ocultas.
El escritor italiano Luigi Cavicchioli, en un artículo muy bello (“250 años de
Persecuciones”) da numerosos detalles sobre la vida de los primeros cristianos.
En sus textos, basados en hechos históricos, escribe: “Marco Aurelio muere en
el año 180 y es su hijo Commodo quien le sucede. El nuevo emperador se
reveló megalómano y sanguinario pero - paradójicamente - bajo el imperio de su
favorita Marcia, criatura si no conversa al menos amiga de los cristianos, él no
los persiguió. Pagando con su vida sus innumerables maldades, Commodo
pereció envenenado en el 192.
El Imperio cayó entonces en la anarquía y emperadores fantoches se
disputaron el poder durante algunos años, hasta el advenimiento de
Septimio Severo. Nadie pensaba ya en los cristianos y un período de
relativo respiro se abriría para ellos. Del 192 al 284, 28 Emperadores -de
los cuales 22 debían perecer de muerte violenta- habían de sucederse a la
cabeza del Imperio: períodos de paz alternaron así con llamaradas de
persecución; los cristianos aprovecharon esos respiros para cerrar sus
filas, se organizaron y consolidaron los fundamentos de su Iglesia. Ellos
organizaron sus cementerios en necrópolis y el Papa Zeferino (199-217)
pudo incluso nombrar al diácono Calixto administrador de las Sepulturas. Él
fue el gran organizador de las Catacumbas convertidas bajo su impulso en
un inmenso laberinto, dispuesto y decorado no solamente para servir como
campo de reposo, sino aun como “sitio de sacramento” donde se
desarrollaba el rito; en fin, ellas se tornaron verdaderamente en el retiro
17 Aun el Pontífice Lino., Primer sucesor de Pedro, fue decapitado bajo Vespasiano, por
haber convertido a una joven sacerdotisa de Apolo.
inviolable donde podían ocultarse aquellos que eran buscados. El celo de

Calixto le valió el ser escogido Papa en el 217 pero fue linchado en el 222 y
su martirio fue la señal de nuevas persecuciones.
Por contragolpe, el cristianismo tuvo su período de herejía con el
“Montanismo”. Un fanático llamado Montanus, con dos sacerdotisas
histéricas, predicó a los cristianos la provocación y la violencia y terminó por
levantar un ejército de visionarios que derrumbaron los ídolos y las estatuas,
esto desencadenó entre los paganos una ola de odio y provocó nuevas
persecuciones.
El Emperador Decius, que murió después de 3 años de reinado,
emprendió una persecución metódica contra los cristianos y hubo entonces
numerosos mártires, entre ellos, el Papa Fabiano asesinado el 20 de enero
del 250. El sucesor de Decius fue Valeriano quien conservó el poder hasta
el 260, pero ya en el 257 los cristianos fueron atacados, se refugiaron en
las Catacumbas pues por un temor supersticioso los perseguidores no
osaban penetrar, sin embargo, los guardias imperiales se aventuraron un
día de verano del año 257 y numerosos catecúmenos fueron masacrados,
así como el Papa Esteban I. En esos mismos subsuelos, un año más tarde,
el Papa Sixto II fue sometido a suplicio con 6 de sus diáconos.
Todos esos cristianos permanecieron firmes en su Fe hasta el final.
Hay cronistas paganos que han escrito que el Papa Marcelino, sucesor de
Cayo, fue presa del pánico ante el suplicio y renegó de Cristo e hizo
sacrificios a los dioses paganos, pero, recientes investigaciones históricas
han establecido que el Papa Marcelino sufrió el martirio en el 304 y fue
decapitado junto a tres de sus colaboradores. Esos mismos trabajos, relatados
por Luigi Cavocchioli, han permitido establecer que en un solo mes 17.000
cristianos perecieron en los suplicios.
La Cruz fue verdaderamente el emblema de su refugio espiritual antes de
que el célebre símbolo “Por este signo, vencerás...” hiciera su aparición
milagrosa.
Fue en el 312 que Constantino, hijo de Constancio Chlore, a quien había
sucedido como César del trono de Oriente en el año 306, arribó encabezando
sus legiones, a las puertas de Roma: libró batalla en Magencia y logró la
victoria. Los historiadores relatan que durante el combate, una Cruz apareció en
el cielo, ante los ojos de Constantino y sus soldados, con estas palabras: “In hoc
signo, vincis” (Por este signo, vencerás). El César hizo pintar ese emblema
sobre sus estandartes y, apenas en el poder, rehabilitó a los cristianos y les dio
todo su apoyo, oficializando definivamente esa actitud con el edicto de Milán,
en el 313, en el cual una libertad total era reconocida y otorgada a los
Cristianos. Las persecuciones se terminaban después de dos siglos y medio de

horror y de fe en el triunfo definitivo de la religión predicada antaño por e1
humilde pescador del lago Tiberíades.
Las reuniones secretas no tenían más razón de ser y las tumbas de los
cristianos iban a poder ser abiertas al aire libre, a vista y conocimiento de todo
el mundo. Las Catacumbas ya no fueron más que el testimonio único de la
primera organización cristiana.
Las catacumbas de Roma fueron, primeramente, pequeños cementerios y
se encuentran en esas necrópolis inscripciones que cuentan las historias de los
primeros cristianos.
Se necesitaban sitios para sepultura al abrigo de profanaciones paganas;
pero además, las Catacumbas eran refugios seguros. En las pequeñas criptas
subterráneas, los grupos de fieles se reunían a la luz de las antorchas, cantaban
himnos religiosos y los diáconos oficiaban. El conjunto de las Catacumbas
romanas extiende su encabestrada red sobre ciento cincuenta kilómetros (la de
Domitila tiene doce km. de largo; las de Calixto, diez km. etc.). Ese inextricable
laberinto ofrecía abrigos casi inviolables para los cristianos perseguidos.
Es preciso reconocer que los primeros cristianos se han mostrado muy
nobles y que es raro ver ejemplos de algunos que habrían negado sus
concepciones de la nueva religión. Ante todas las persecuciones, su Fe era más
fuerte. Mas ¡ay! mucho más tarde durante el curso de los siglos, las
persecuciones se renovaron y lo que es peor, los papeles se invirtieron: no
solamente los cristianos infligieron suplicios a quienes no querían unirse a su
causa, sino que hasta en el mismo seno de la cristiandad se ha podido ver
luchas sangrientas. E1 proceso de los Templarios es ciertamente el ejemplo
más señalable. Verdaderos cristianos, los Caballeros del Templo, fueron sin
embargo condenados por e1 Papa Clemente V, que quería complacer a su
protector Felipe el Hermoso. La Orden del Templo, valiente Milicia monástica,
enseñaba la Fraternidad Universal e intentaba, sin ningún prejuicio, el
acercamiento de todas las concepciones; esas ideas demasiado grandes y el
secreto de los “capítulos” fueron las primeras razones de los ataques contra la
célebre Caballería.
Uno se pregunta hasta qué punto los Templarios han podido reiterar las
cláusulas de su organización. Es cierto que bajo el efecto de la tortura algunos
han podido hacer ciertas revelaciones, pero sabiendo la suerte que les estaba
reservada, ellos habrían “confesado” sin duda, no importa qué…
El Caballero Aimeri de Villiers-le-Duc, Templario de la Diócesis de Langres,
perteneció a la Orden durante 28 años; torturado por el Inquisidor Guillermo de
Marcelly y Hugues de la Celle, perdió el control en el Tribunal y declaró que
después de todas las torturas que había sufrido, no quería recibir más la
“cuestión”. Dijo estar dispuesto a confesar todo lo que se quisiera… y agregó

aún: “confesaré que he matado al mismo Dios, si lo queréis”…
Ya Guy Foulques, Papa de 1265 a 1268 bajo el nombre de Clemente IV,
era enemigo del movimiento fraternal entre religión y raza y se ingeniaba para
obstaculizar todas las tentativas de universalizar los principios humanos; fue él
quien desde los comienzos de su Papado quiso la ruina de los Templarios.
Bertrand du Got, convertido en Papa bajo el nombre de Clemente V gracias al
apoyo del rey de Francia, Felipe IV (apodado Felipe el Hermoso), ejecutó de
1305 a 1314 las mismas ideas de su predecesor y abolió la Orden del Templo.
Arzobispo de Burdeos primeramente, él transportó la Santa Sede a Aviñón, en
Francia.
Estando aún en eso, con esa doble Soberanía Papal, ocurrió otra división
importante en el seno de la cristiandad.
Después de la muerte de Gregorio XI en 1378, un cardenal italiano fue
elegido Papa bajo el nombre de Urbano VI. En esa época los cardenales
franceses, desde Clemente V, permanecían en Aviñón, en el sur de
Francia y no quisieron reconocer la elección del sucesor de Gregorio XI
quien en 1377 había regresado al Vaticano, en Roma. Otro Papa fue
elegido entonces en Francia, bajo el nombre de Clemente VII y ese fue el
“Gran Cisma”.
***
Las Caballerías, como el Compadraje, son de origen francés. El

“Compadraje”, sin duda, no ha nacido de las corporaciones, sus enemigas,
sino de la disolución de viejas Cofradías, según un edicto de Francisco I,
tan equívocamente inspirado por el Renacimiento, esa intrusión bancaria
italiana que suscitó la decadencia francesa.
Pero volveremos al final del capítulo sobre esa cuestión del
Compadraje, tan importante en las sociedades secretas.
El análisis de las sociedades secretas es muy difícil, dado que -como
ya lo hemos visto- éste es en cierta forma un término genérico que engloba
tanto a organizaciones clandestinas dedicadas más bien a las intrigas
políticas, como a las asociaciones iniciáticas.
En efecto, por eso mismo es imposible situar su origen, dado que se
trata de movimientos que varían mucho según se los conciba como
asociaciones terroristas o como instituciones esotéricas que trabajan hacia
una meta de perfeccionamiento del ser humano.
Si tomamos el término “Liceo” por ejemplo, lo vemos hoy día calificar a
los Colegios de instrucción corriente y normal mientras que antaño podía
tratarse de un Colegio esotérico. Parece ser que la palabra viene de “Lyceum”
que era el nombre de la Escuela fundada en Atenas por Aristóteles después
de la muerte de Platón, su maestro. Las Escuelas de Misterios de Grecia son
demasiado conocidas como para que volvamos sobre esta cuestión que ha
sido ya largamente analizada. Recordemos que el primer grado de la orden
Pitagórica era el de Akoustikoi (Auditor) y requería el silencio
durante dos años; era el estudio (y sobre todo “escuchar”) lo que llevaba al
segundo grado. El mathematikoi estudiaba no solamente las Matemáticas
con la idea que nosotros nos hacemos, sino aun todo aquello que tocaba a
las bases de la enseñanza con el principio de que el número está en la base
de toda Ciencia. En fin, el tercer grado de la Orden era el Physikoi y
enseñaba a conocer la Vía Divina bajo todos sus velos.
El “Kabeiroi” era el culto de Egipto, similar a los Misterios Griegos.
En todas las Escuelas Iniciáticas el punto de partida era el famoso
“Magnum Mysterium” que es la Gran Obra, denominada así por los
Hermetistas; se trata de disolver el Fijo y coagular el volátil lo que se
resume también por el axioma oculto : “entrecruzar en ángulos rectos los
productos obtenidos”.
Entre las sociedades rosacrucianas, la Piedra Filosofal es el anzuelo.

Por otra parte, muy a menudo esas sociedades no poseen más que una
documentación libresca, por cierto apreciable, pero raramente una
verdadera iniciación.
La Filosofía (philo = amigo, Sophia = sabiduría) que es la ciencia de los
“amigos de la Sabiduría” es la búsqueda con vista a conocer las cosas
conocibles y pensables. Ella lleva desgraciadamente a un buen número de
investigadores a una especie de panteísmo. Adorarse a sí mismo como a
Dios... he aquí la aberración del panteísmo materialista. Entre 1os panteístas
muchos suponen, sin embargo, una especie de relación íntima entre la
criatura y el Creador, tan estrecha que Dios se confunde con el mundo y el
mundo con Dios; cualquiera que sea por otro lado la manera como ellos
explican esa confusión o más bien esa no separación entre los seres finitos y
el Ser Infinito.
Es cierto que la verdadera meta es la búsqueda de la Verdad. Pero,
¿qué es la VERDAD? Hay seguramente una “verdad relativa” que son las
cosas tal como la más alta razón del hombre las comprende, y una “Verdad
Absoluta” que son las cosas tal como el Espíritu de Dios las conoce.
La base de la enseñanza está casi siempre en e1 estudio de un
equilibrio entre el Macrocosmo y el Microcosmo, entre la Naturaleza y el
Hombre. Las Escuelas Esotéricas ensayan explicar sobre todo ese
“Macroprosopeo” que es la manifestación de la naturaleza divina del Hombre-
Dios como conservador del Mundo y ese “Microposopeo” que es todo
Benignidad y Rigor a la vez y al que parece figurar, por ejemplo, el Cristo
convertido en Juez del Mundo. El Macrocosmo que es el Gran Universo
tendría pues un Macroprosopo o Creador de ese gran Mundo y el
Microcosmo que es el pequeño universo, tendría un Microprosopo o creador
del pequeño mundo (este podría ser el Mago o aun el Magista, por ejemplo).
De la manera de ver estas cosas ha nacido una multitud de sociedades
secretas, asociaciones ocultas y organizaciones llamadas iniciáticas.
Los movimientos llamados “Rosa-Cruz” son numerosos y existe una gran
cantidad de sociedades de “Librepensadores”.
Michel Maier es poco conocido en nuestros días y sus obras son muy raras
(la más preciosa es sin duda “Atalanta Fugiens”, publicada en 1618); ardiente
defensor de los “Rosa-Cruces” ese alquimista estaba ligado, como médico, a
varias altas personalidades y Rodolfo II le había conferido el título de Conde
Palatino mientras el Landgrave de Hesse lo había honrado con la dignidad de
Caballero.
El origen exacto de los “Rosa-Cruces” verdaderos es difícil de fijar (ver

nuestro Propósito Psicológico VII, de esta colección).
Podría tratarse de un grupo esotérico de discípulos de Jesús18 o aun de
San Juan, aunque la primera idea podría provenir también de alguna Escuela
Iniciática anterior al cristianismo.
No es menos cierto que la “Rosa-Cruz” permanece como un género de
budismo confundido con doctrinas cristianas. Un movimiento denominado
“Rosa-Cruz de las Galias” existía ya antes del siglo VII en Francia y se
encuentran “capítulos” suyos en Suiza y a continuación hasta en Bulgaria. Fue
restablecido en 1620 en Tréveris (Alemania) y eclipsándose después en 1760,
será reformado de nuevo.
Una rosa situada en la intersección de los brazos de una cruz latina habría
sido el símbolo de la Orden de los Rosa-Cruces que data del siglo XVI. Existía
también entre 1756 y 1768 una Orden Franc-Masónica con ese nombre, que
pretendía ligarse a una compañía fundada 150 antes por Christian Rose. Se
trata en realidad del nombre francés de aquel filósofo alemán Rosenkreuz de
quien se piensa, sobre todo, que sería un viajero imaginario (puesto que las
obras son anónimas) inventado probablemente por Juan Valentín Andreas
(1586-1654). Después, ese nombre alemán Rosenkreuz, que significa Rosa-
Cruz, fue traducido en todos los países y empleado como emblema de
numerosas sociedades llamadas rosacrucianas.
El viejo Dr. Krumm-Heller (quien vive aún en Heiligense, Alemania) era no
solamente un Gran Maestro de la Franc-Masonería, en los diferentes Ritos, sino
también Obispo de la Iglesia Gnóstica (consagrado con ordenación primitiva y
anglicana) y después de haber pertenecido a la sección esotérica de la
Sociedad Teosófica fue el Gran Comendador de la Fraternidad Rosa-Cruz.
También el Dr. Rudolf Steiner formó parte de la Sociedad Teosófica, dimitó
en 1912 para fundar su grupo de “Antroposofistas” que atrajo a gentes muy
serias; hasta hoy, un poco en todas partes, ese movimiento cuenta con
adherentes que dan muestras de una grandísima razón. A pesar de un lado
muy intelectual, la mística no pierde nada y todo se encuentra encarado muy
científicamente.
El Marqués Stanislas de Guaita (autor de numerosas obras muy iniciáticas)
fue Venerable Gran Maestro del Seminario Rosa-Cruz en Tolosa (Francia).
18 Juan Guillermo Ellenberger von Zinnendorf es el creador de un rito Franc-Masónico que

lleva su nombre (pero el Rito Zinnendorf designa también un sistema sueco). Su movimiento
estaba organizado como los Templarios pero con las ideas exegéticas de los racionalistas
alemanes. También pretendía tener la verdadera doctrina de Jesús.
El Doctor Encausse (Papus), Eliphas Levi y tantos otros ocultistas célebres

fueron igualmente Rosa-Cruces, pero mientras que normalmente los verdaderos
ROSA-CRUCES son hombres que han alcanzado un grado de iniciación
auténtico y que se cuentan en un número muy limitado pues no pasan en
nuestros días más allá de la docena, las sociedades que reclaman tal título
cuentan sus adherentes por millares y además la mayoría de dichas
sociedades, que con ese nombre son hoy una quincena, están muy en boga en
América.
Gnósticos, Teosofistas, Rosacrucianos, etc. rivalizan no solamente para
concederse los privilegios de la “clientela”, sino aun para demostrar su
antigüedad. Es un poco como un concurso de tiendas que hace pensar en
esos establecimientos que hacen propaganda ruidosa para atraer a los curiosos.
Una media docena de sociedades de Teosofía, una docena de asociaciones
gnósticas, una quincena de órdenes Rosa-Cruz, una veintena de ritos
Masónicos, una cincuentena de sectas religiosas, etc. todas se esfuerzan para
dar carácter a su movimiento y atraer a todo el mundo, como si se tratase de
una marca de aperitivo o cigarrillos...
El Señor Gurdjieff lo decía bien: “Es preciso abandonar el espiritismo, el
teosofismo y todo trabajo de bodega…”. Más ¡ay!, su mejor alumno,
Ouspensky19 no pudo seguirlo hasta el final. Es que el Maestro G. I. Gurdieff si
bien tuvo millares de alumnos en el mundo, dispuso de muy pocos verdaderos
discípulos y, por otro lado, aquellos que se reclaman hoy discípulos suyos no
son más que adeptos de su filosofía exotérica e ignoran ciertamente la
enseñanza esotérica que el Maestro daba a sus grupos privados.
Como se ve, es verdaderamente difícil pasar revista a todas las
agrupaciones llamadas esotéricas o iniciáticas (de valor real o relativo).
Quedan por mencionar, de todas maneras, algunas ideas interesantes y
no hablaremos de Zar Peladan con sus Rosa-Cruces Católicas o de Loyson,
con sus Iglesias gaélicas o hasta el “Labarum”, esa piadosa sociedad que
combatió al Palladismo dirigido por Taxil, sobre quien regresaremos más tarde
quizá. Es inútil hablar también de Keshab-Chuden-Sen, gran reformador ético
del siglo XIX, fundador de la “Brahmo-Samaj” o aun de los Ribats, esos
miembros de la Orden Militar de Caballería Árabe, que fueron tomados como
19 P. D. Ouspenskky es el autor de “Tertium Organum” y expone su filosofía como un

cirujano opera. Es preciso leer ese “Canon del Pensamiento” y sobre todo “Un nuevo modelo
del Universo” que es un volumen de 250.000 palabras que expone la nueva concepción del
Mundo donde la más pura espiritualidad está puesta al lado de la ciencia materialista.
Desde 1924 él no frecuenta más a su Maestro Gurdjieff, entonces en Francia.
ejemplo por los Templarios, los Caballeros de Malta, los Caballeros de San
Juan de Jerusalem, etc.
Sobre esas bases o según las ideas de la Orden de los Caballeros del
Templo, han sido formadas varias asociaciones, como la Orden de Montesa
que habría sido fundada por Templarios en Aragón. Se sabe que son
numerosos los miembros de la “Fratres Militae Templi” que habrían huido antes
de los arrestos masivos del 14 Septiembre 1307 y que se habrían reagrupado
en diversas organizaciones en el extranjero y más tarde hasta en Francia,
después de los últimos procesos contra la célebre Caballería Cristiana.
La “Massenia del San Graal” dice ser la organización heredera del
Espíritu de los Templarios. En este instante es voluntariamente que pasamos
bajo silencio ciertas sociedades como la Institución del Santo-Graal o el
movimiento de la Santa Vehm de la que antes hemos hablado alguna vez y de
la cual bastará, para tener más detalles, con estudiar las obras del
compositor Wagner.
En nuestro capítulo sobre los Templarios en “Los Centros Iniciáticos”,
segundo libro de la serie de “Los Grandes Mensajes”, damos suficientes
detalles sobre los acercamientos de la Orden del Templo con las
Instituciones del Islam. No dejaremos de aconsejar el estudiar bastante y
mucho más a fondo el Sufismo, esa religión que es un poco como una
variante de la ética budista. Se la considera a menudo como una secta
islámica, sin embargo, el término mismo “Sufí” (escrito a veces “Cufis”) es
el equivalente en árabe de “Yoghi” en sánscrito. Se cree que esa secta
musulmana sería de origen persa; no obstante parece ser que se trata sobre
todo de grandes místicos, agrupados quizás como los partidarios del “Hui-
Ko” (Yoga) en China, o aun como los verdaderos “Rosa-Cruces”. Entre los
grandes Sufíes se puede citar a Avicena, matemático, médico y filósofo,
seudónimo del persa Al-Hossein y al alquimista francés Geber, para no
mencionar más que a esos dos de quienes hemos hablado ya largamente
en nuestros textos precedentes. Es preciso notar que hay también muchos
sufíes españoles como Al-Ghazali, debido a la influencia mora en ese país.
La montaña Abenmasarra en España fue la sede de un santuario
secreto de los siglos IX y X, fundado por las Órdenes Místicas Árabes.
No insistiremos más sobre esos místicos del Islam, por haber estudiado
ya esa cuestión precedentemente citando a Aben Arabi, Aben Barrachan,
Aben Casi, Aben Shlo el-Darir y tantos otros que difundieron la verdadera
enseñanza iniciática.
Se debería regresar a un estudio sobre los Tesmotetas, esos guardianes
de los ritos e Iniciados Superiores en Egipto (por su edad, eran los decanos
del grupo de Iniciados locales que conducían al neófito delante de la
Esfinge); también al análisis del “Kalevala” esa hermosa obra que traza la
gran epopeya finlandesa (en el Canto IX, por ejemplo, se ve como el “acero
azul” toma nacimiento de la leche de las tres hijas del Dios del Aire), o aun
hacer una revisión sobre los Uighurs y su gran tolerancia religiosa 20. Se
comprende de inmediato que serían necesarios varios volúmenes para
cubrir semejante observación, todavía general. Ya citando a estos tres,
pasamos de Egipto a Finlandia e inmediatamente a Mongolia: tres
continentes diferentes con una Historia e historias de las cuales sería
necesario hacer aunque fuese un resumen para establecer las razones de los
movimientos iniciáticos según sus lugares y sus épocas.
Contentémonos pues con terminar este fascículo hablando de dos
organizaciones que han hecho mucho ruido en Europa: la “Carbonería” y el
“Compadraje”, puesto que las hemos citado sin dar una explicación.
En Italia, los Napolitanos habían fundado una asociación denominada la
“Carbonaria” que se ocupaba de desembarazar a Italia de los extranjeros y que
estaba dirigida particularmente contra Austria. E1 nombre de “Carbonaria”
provenía de la idea de que es por el carbón que se purifica y que su llama hace
huir a las bestias feroces que eran, para ellos, semejantes a sus enemigos.
En Francia existía entonces la “Compañía franca de las Escuelas” (filial de
la “Sociedad de Amigos de la Verdad”) y ese grupo de jóvenes tenía por
programa abatir al gobierno reaccionario de Luis XVIII. Esos intelectuales se
hacían ayudar, para realizar sus golpes de mano, por antiguos soldados de
entre las gentes del ejército a medio sueldo y es así que la conspiración de
agosto de 1820 obedecía a las directivas del capitán Nantil. Naturalmente en
las altas esferas, se tenía al general Lafayette, ídolo de la oposición, al
corriente de todo. E1 complot fracasó y uno de los conjurados escapó de París
hacia Nápoles, de donde trajo los estatutos y ornamentos “carbónicos” y así, el
1 de mayo del 1821, nació en Paris la “Carbonería” francesa.
Esa organización secreta tenía un carácter combativo y misterioso; cada
“venta” estaba compuesta de 20 “carbonari” y dependía de una “venta central”,
en la cima había una “Alta-Venta”. Todo recién elegido se comprometía a
obedecerla y guardar el secreto hasta el mismo cadalso. Había evidentemente
20 Los Uighuros son de raza tártara y aparecen en el siglo VI, conocidos entonces
como Kao-Ku. Era una de las dos grandes divisiones de los turcos en el Norte de
Mongolia. Ellos unieron a Gengis-Khan con los Kirghises. Su gran independencia
cubre del 750 al 850 y corresponde a la famosa dinastía T'Ang. Su gran tolerancia
religiosa proviene de que la religión de estado era el Maniqueísmo con huellas de
Budismo. Su reino fue destruido en el 850 por tribus turcas.
símbolos, palabras de pase, números místicos de los signos de reconocimiento

y en efecto, parecía anexa de la Franc-Masonería con algo mucho más belicoso.
Poco a poco la Carbonería se extendió ampliamente y el “carbonero” se
encontraba en todas partes: en los regimientos, las escuelas, la industria, la
Cámara de diputados, etc. Se da una serie de complots políticos, pero la
Carbonería registra muchos fracasos sucesivos, aunque se hayan aliado ya
a la misma causa “Los Caballeros de la Libertad” o los “Amigos de la
Verdad”, que no quieren declararse vencidos. Mas, ay, traicionados
(involuntariamente quizás) por algunos miembros, el movimiento clandestino
se vio desintegrado poco a poco y de todas las conspiraciones que marcan
el año 1822, aquella del General Berton es la única que ha tenido un
comienzo de ejecución, escribirá J. Lucas-Dubreton en su artículo sobre “La
Carbonería”. El 5 Octubre, Berton murió bravamente gritando “Viva la
Libertad”.
Cuatro Sargentos de la Rochelle serán el lado espectacular de la
historia. Ellos murieron sin denunciar a nadie, lo cual convirtió en populares
sus nombres. Pero, el Carbonismo cayó en la impotencia.
***
Una organización que es quizás el tipo mismo de sociedad secreta y

que perdura como la más conocida y sobre todo como aquella cuya
existencia fue la más larga, es ciertamente el “Compadraje” que se mezcla
mucho con la Franc-Masonería.
René Lefebvre escribe al respecto: “Perdido en la noche de los siglos,
el compadraje -ancestro del sindicalismo y del mutualismo modernos-
pertenece a la leyenda más que a la historia. Tachado de fábula, la tradición
oral no aclarará la formación primitiva de esas asociaciones secretas de
obreros que transmitían de boca a oreja, de siglo en siglo, sus doctrinas o
deberes y las disciplinas a sus adherentes, bajo la forma iniciática”.
Raoul Dautry, confiesa que los documentos exclusivamente del
compadraje son muy raros. Hasta el siglo XIX, en las “cayenas” (sedes
regionales del compadraje) se prohibía la conservación de artículos; las
importantes notas de M. Lecotté, enseñan que los papeles del año eran
quemados el día de la fiesta patronal corporativa y sus cenizas se
mezclaban al vino bebido por los compañeros (compadres).
Algunos pretenden que el Compadraje nació al menos diez siglos antes
de la era cristiana, bajo el reinado de Salomón, tercer rey de los judíos y
constructor del Templo de Jerusalem, quien convocó en sus inmensas
canteras a múltiples falanges de trabajadores calificados reclutados en todo
el país, obreros y maestros que recibían, cada uno, para penetrar en la cantera
(verdadera ciudad cerrada) una palabra de pase y un bono de pago. Primer
secreto y primera jerarquía: ni la palabra de los maestros ni sus salarios eran los
mismos que los del compañero. Uno de los maestros, Hiram, color de bronce,
rehusándose a entregar a unos aprendices desleales su palabra de pase, fue
asesinado por ellos y su cadáver lo enterraron bajo una rama de acacia... Los
Franc-Masones reivindicaron como Padre y Fundadores a los obreros del
Templo de Jerusalem y al asesinado Maestro Hiram. Antiguo miembro del
Consejo de la Orden, Gaston Martin (en su “Manual de historia de la Masonería
francesa”), precisa: “A pesar de la similitud de los símbolos, ningún lazo cierto
los une a las antiguas cofradías libres o a los talladores de piedra, que
construyeron las catedrales góticas”.
Más numerosos son quienes piensan que el origen del compadraje se
remonta hasta los constructores de catedrales medievales, entre los siglos XI y
XIII, que convenían entre ellos solidariamente no trabajar más que bajo ciertas
condiciones dadas y no comunicar, a quienquiera que fuese, los secretos de su
sabio oficio.
René Lefebvre nota aun que “El compañero era el comensal del maestro,
la palabra lo indica: cum pane; nada de clases sociales confrontadas, el
asalariado y la maestría se comunicaban bajo los auspicios del Compadraje y
cortaban el mismo pan en la misma mesa”.
Perdiguier, unía más cándidamente el nombre de “compadraje” y
“compañero” al término de “compás”.
Agricol Perdiguier nació en 1805 en Morlieres, cerca de Aviñón; aprendiz
con su padre, a los 16 años encontró a los Compañeros del Deber de Libertad
a quienes se “afilió”. De esa primera fila de afiliado (o aspirante), el joven obrero
subió a “Compañero recibido”, para ser en seguida aceptado como “Compañero
terminado” y después “Compañero iniciado”. En las rutas del Giro de Francia,
impuestas como prueba a los jóvenes aprendices y compañeros, ellos se
gritaban: “Tope” y era conveniente responder con los signos de reconocimiento.
Esa organización secreta del trabajo y esos enigmáticos hábitos de una parte de
la población fueron explicados por Agricol Perdiguier en 1839 en la obra “Libro
del Compadraje” que fue una aturdidora revelación; las buenas gentes,
estupefactas, supieron de la coexistencia de un Estado dentro del Estado.
Perdiguier rehusó la Legión de Honor que le ofrecía el gobierno real. La
escritora George Sand le procuró los medios para rehacer su gira por Francia
para arengar a su guisa al pueblo y él partió de nuevo, como un apóstol
satisfecho. Fue apodado por Proudhon: El San-Vicente-de-Padua del
Compadraje.
La Comunidad social de los Compañeros, ni religiosa, ni política, englobaba
a las corporaciones. Al intervenir en los conflictos de trabajo, ella cayó bajo la
sanción de prohibiciones e investigaciones de la policía desde el siglo XIV hasta
su prohibición pura por edicto real en 1539. Lejos de dispersarse, los
Compañeros al contrario estrecharon los lazos inmateriales que los ligaban
secretamente. Pero, muy pronto, empezaron a formarse también “clanes”:
existían ya dos corrientes al inicio del 1400, la del primitivo deber llamado “Santo
Deber en Dios de los Honestos Compañeros del Deber” y la del “Deber de
Libertad”. En 1655 la Facultad de Teología condenó a los Compañeros, el
mismo año el Arzobispo de Tolosa excomulgó al Compadraje que,
naturalmente, hacía sombra a las autoridades. La Revolución Francesa
neutralizó al Compadraje que estuvo paralizado hasta el Imperio.
La influencia de Perdiguer fue indiscutible y sus esfuerzos fueron llevados
sobre todo hacia la federación de los Dos Deberes, él predicó siempre la unión
y, en fin, poco antes de su muerte se creó una Federación de Compañeros
agrupando a los Deberes reunidos y los Amigos de la Industria. En definitiva,
la fundación de la “Unión compañérica” en 1889 en el Congreso de París,
ratificó los esfuerzos de Perdiguier, Apóstol de la Paz interior y precursor de la
unión de los trabajadores.
Pero la guerra de 1914 hizo estallar nuevas oposiciones y la gran tormenta

que empezó en 1939 trajo nuevas trabas a la acción de los compañeros. De
300.000 hombres al inicio del siglo XIX, se puede contar hoy apenas con 5.000.
Pero no es solamente en Francia, donde sus trabajos son ya célebres (La
Torre Eiffel, el puente Alejandro III y el célebre puentecillo de madera del puente
de las Almas que se admiró durante la Exposición de 1937), que subsiste el
Compadraje. También son los Compañeros quienes han construido La Paz,
Montevideo, Buenos Aires y Santiago de Chile.
Y, para concluir, tracemos estas líneas de Raul Dautry: “Es que el
Compadraje no se limita a la enseñanza de un oficio, sino que forma los
caracteres y las almas y, como lo dice excelentemente la Fidelidad de
Argenteuil, el Compañero tallador de piedra de la Cayena de Lyon, ha tenido
y tiene siempre por objeto salvaguardar 1a vocación del hombre obrero”.
En ese sentido de constructor de hombres, se presenta la Franc-
Masonería y es eso lo que analizaremos en nuestro Propósito Psicológico
siguiente.
Enero, 1958

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Serge Raynaud de la Ferriere

Las Sociedades Secretas

SIMBOLO DE PERDIDA GLORIA

La fotografía que encabeza este libro, apareció en la revista “Rosacruz”

Numerosos castillos de la aristocrática familia de la Ferrière están en

Serge Raynaud de la Ferrière

LAS SOCIEDADES SECRETAS

Las construcciones de castillos han costado siempre la vida a muchos

algunas organizaciones ocultas ?...- no por ello es menos cierto que él

Así el “pacto” (con el Diablo) era muy frecuente en el siglo XV. En la

y las manifestaciones diabólicas” (París 1938). El Abad Roussseau da una

Dios” se plegaba a las reglas exteriores de la creencia ortodoxa cristiana,

parten del Transhimalaya (teniendo su fuente alrededor del Monte Kailas,

en un monasterio, sea en una cabaña en medio del bosque, es una especie

El SAT GURU: Mahatma Chandra Bala,

Rasputín será en primer lugar “stranniki”, después se convertirá en un

7 La hemofilia es una enfermedad incurable de la sangre, que no se coagula;

Los especialistas más eminentes se habían declarado impotentes y ni

Evidentemente el hecho sobre el cual se ha insistido más al relatar la vida

En su estudio sobre Rasputín, ese autor escribe aún: “Todo Hombre de

de las ceremonias vudú tienen ante todo esa significación. Durante el

generalmente en un bosque, en la campiña o aun en ciertas propiedades.

En China todas las concepciones son resumidas por la acción y la

10 Hemos analizado ya la Acupuntura en el Propósito Psicológico VIII.

Ya se trate de los Atxuabo de Angola, en Africa, de los Indios Cherokée

Colegios Esotéricos y conservada gracias a las Sociedades secretas.

12 En 1754, Martínez Pasqualis, cabalista de origen portugués instituyó el Rito

A decir verdad, el Movimiento Sinárquico del Imperio, durante su

derribar el régimen con un golpe de fuerza.

14 El fue secretario general del movimiento después de la partida de Eugenio Deloncle, el

siendo rápidamente conocida bajo el nombre de la “Mano Negra”. La dirección

capuchón. Era el enviado del Comité Central. Inmóvil y mudo, esperaba.

no a Fernando?”. Se conoce el resto de la historia, el Archiduque y la

Ahora, cambiemos de continente y transportémonos a América, a inicios

1890, ante la entrada masiva de emigrantes católicos alemanes, austriacos y

agrupación que marchaba a la guerra contra la infalibilidad del Papa, no cedía

No podríamos analizar evidentemente todas las sociedades secretas

Así pues, “agrupadas alrededor de los diferentes aspectos de una doctrina

hindúes budistas. Naturalmente, la acción metafísica influye en casi todas las

Hugo!.. llamado para la circunstancia Durc-Choung-Dao-Nguyet-Tam-Chon-

Ciertas sectas religiosas se fundan después de haber sido asociaciones

El fundador de ese Rito del Templo hizo de esos Francmasones los

Templarios provenían de San Juan el Evangelista admirando desde entonces a

15 Ver el interesante estudio esotérico, elaborado por la Misión Aquarius (sección

por orden del emperador Domiciano y marchó calmadamente hacia el suplicio.

inviolable donde podían ocultarse aquellos que eran buscados. El celo de

Cristianos. Las persecuciones se terminaban después de dos siglos y medio de

“cuestión”. Dijo estar dispuesto a confesar todo lo que se quisiera… y agregó

Las Caballerías, como el Compadraje, son de origen francés. El

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