Argañaraz, Proyectos en El Aula
Argañaraz, Proyectos en El Aula
Argañaraz, Proyectos en El Aula
Omar Argañaraz,
Sobre trabajo con proyectos –tomando el término en acepción amplia-, existe bibliografía ya conocida
por los docentes, e incluso hay producción reciente que, engañosamente, alude en su título a proyectos en
el aula, aunque en realidad desarrolla otros temas conexos (citada en el final de este trabajo). Por ello, no
se reiterará aquí el aspecto general de la cuestión.
En relación con este tema, se ha abordado más frecuentemente la dimensión institucional. Cabe
señalar, entonces, algunas diferencias sustanciales entre proyectos institucionales y proyectos de aula:
Buena parte de la bibliografía habla de proyectos con referencia a una gama muy extensa de
propuestas: desde los proyectos curriculares institucionales hasta los de servicio o de producción, de
carácter más general que los primeros. Debería considerarse que hay, entre ellos, notables y esenciales
diferencias. No corresponde mayor explicitación al presente trabajo; sin embargo, la observación implica
que no pueden realizarse idénticas consideraciones para proyectos sustancialmente distintos. Menos aún
puede transferirse cualquier reflexión sobre proyectos institucionales a los proyectos de aula.
La primera instancia en el desarrollo de este abordaje será la definición del producto que se pretende,
definición que podría surgir por diversas vías.
En segundo término, deberán seleccionarse las ACTIVIDADES necesarias para la concreción de dicho
producto. En el tiempo destinado al proyecto, se desarrollarán solamente actividades que aporten para la
realización del producto definido. (Por ejemplo: si el producto final es una muestra de modelos de
planeadores, no aportaría demasiado leer un texto sobre la vida del aguará-guazú; pero sí, en cambio, ver
un documental sobre tipos de maderas. Luego, esta última actividad será parte del proyecto mientras que
se dejará de lado la primera).
Cualquier actividad implica CONTENIDOS. Por ejemplo, son actividades necesarias para la publicación de
un folleto en el marco de una campaña preventiva, reunir y organizar información sobre enfermedades y
sobre cuidado de la salud, con lo cual resulta forzoso el abordaje de los contenidos destacados.
El proceso mediante el cual se elabora el producto final, y muchas veces el producto mismo, demanda
recursos que deben ser previstos (p.e.: grabadores, fotocopias, pilas, motores, libros, papel afiche, diarios…)
P L A N I F I C A C I Ó N
Acción 1 Acción 2 Acción 3 Acción 4
PRODUCTO
2
3. Importante: No Confundir Proyecto con Unidad Temática
Por el contrario, en el desarrollo de un proyecto se pone el tema al servicio del producto y las
actividades no son intercambiables ni pueden omitirse: son necesarias para el logro final. Por ejemplo: el
producto buscado es la difusión de un folleto informando sobre las consecuencias de la construcción de la
Autopista del Sol en la ruta Panamericana. Para poder realizarlo, los alumnos necesitan información sobre
planes de construcción, destino de la forestación, cálculo de vehículos y niveles de ruido, beneficios y
perjuicios para la población, etc. Buscando esa información escriben cartas a la empresa concesionaria, a
las autoridades municipales de Tigre y a la Fundación Ecológica Buenos Aires. Se evidencia en este caso que
las actividades se encuentran articuladas por algo distinto de un tema, son parte de un proceso mayor;
cada texto parece necesario y no es posible proponer una carta a mi mascota más querida en lugar de
aquella dirigida a la empresa constructora
Actividad B Actividad N
TEMA
Actividad X Actividad G
Actividad Z Actividad H
UNIDAD TEMÁTICA
≠
PROYECTO DE AULA
TEMA
PRODUCTO ÚNICO
3
Reconocemos dos condiciones para que los aprendizajes puedan clasificarse como significativos:
En general, los docentes han accedido con frecuencia al tratamiento de la problemática de los
conocimientos previos.
Enfocaremos, por menos habitual, la condición del interés. Reflexionando sobre éste, entendemos
que resulta de la relación del aprendizaje con cuestiones vitales: la carencia y el placer. Así, será
interesante el aprendizaje en la medida en que resuelva una carencia (estado inicial del sujeto ante un
problema) o en la medida en que proporcione placer (sensación de bienestar más o menos fugaz, sin
finalidades conscientes ulteriores, como la causada por el juego, por ejemplo). Ambos resortes pueden
estar en la base de los proyectos; sin embargo, parece el de la resolución de problemas el más
fructífero para el aprendizaje de contenidos curriculares, por cuanto desencadena procesos que
también son contenidos de aprendizaje.
Una ilustración de lo dicho: aprender vida, costumbres y anatomía del choromoro salteño con el
solo objetivo de aprenderlos, puede ser muy poco significativo; es decir, puede no corresponder a un
interés vital: con el logro de ese objetivo no se soluciona el problema ni se experimenta la emoción del
juego.
Muy distinto del anterior resultaría el mismo aprendizaje, si apareciera una bandada de chomoros
exhaustos en el colegio y hubiera que informarse acerca de sus hábitos para poder alimentarlos,
albergarlos y salvarlos de la muerte. En ese caso, habría un proyecto de servicio y la investigación y el
aprendizaje responderían a una necesidad. Todos los datos adquirirían sentido más allá de sí mismos,
puesto que su posesión resolvería un problema.
El proyecto es, entonces, una posibilidad privilegiada para cargar de sentido los aprendizajes; en un
proyecto siempre hay un “para qué” legítimo. En otras palabras: no se aprende para aprender, sino
para resolver o para jugar, para lucirse o para servir… El “para” abre la puerta hacia la significatividad
de un aprendizaje. Si no acertamos con el término de esta preposición, estaremos cerrando esa puerta.
estimula
CREENCIA PLACER
INTERÉS
Maestro
APRENDIZAJE
diagnostica
SIGNIFICATIVO
Conocimientos previos
La asimilación de distintos contenidos resulta muy significativa para el alumno si los mismos son
indispensables para concretar el producto. Su atención, su interés preferencial, sin embargo, miran hacia el
momento culminante de la producción: la exposición, la fiesta, la revista publicada, la máquina
funcionando. Los contenidos habrán sido sólo herramientas para el logro final.
El maestro, a su vez, aunque cuide el éxito del producto final, tendrá su atención concentrada en el
proceso de desarrollo. Es en esa etapa del proyecto cuando se produce el aprendizaje de los contenidos
que promueve el docente. En cada actividad (en todas se trabaja algún contenido) está produciéndose un
aprendizaje específico.
Proyecto de APRENDIZAJE
Proyecto
del maestro
del 5
interés
del alumno
Aula
Proyecto de PRODUCCIÓN
“Viabilidad” designa la cualidad que caracteriza algo como pasible de realización, concreción. Cualquier
proyecto de aula debe ser viable, con una viabilidad acorde con las posibilidades de los alumnos
ocupados en el mismo y con las condiciones del contexto. Si así no ocurriere, carecerían de sentido las
acciones, puesto que nunca alcanzarían la calidad de medios aptos.
“Lapso razonable” menciona el tiempo que media entre el inicio del proyecto y su finalización. EL
producto final ha de lograrse en un término razonable (= aceptable) para la percepción del alumno. Si
un proyecto requiere tres meses de desarrollo, para ciertas edades ese horizonte aparece muy lejano.
Este sistema de trabajo podría, en ese caso, tornarse desgastante o reiterativo y perderían
significatividad las acciones ya que sus consecuencias habrán de verse un día difícilmente imaginable
por los niños.
Estos se retomarán como tales y se formalizará su aprendizaje mediante reflexión sobre las actividades
realizadas. Por ejemplo: quinto año desarrolla el proyecto “Campeonato de barriletes caseros”. Tendrá
lugar en el campo polideportivo del barrio Santa Brígida, el 20 de junio. Seguramente, será necesario elevar
una carta a la Delegación Municipal de la zona, solicitando autorización para el uso de las instalaciones.
Dado que se prevé una fiesta importante, se invitará a la Inspectora del área. También se enviarán cartas
de invitación a los chicos de quinto año de dos escuelas vecinas. Se publicitará el campeonato pegando
afiches en los comercios más concurridos de la zona. A partir de dichas actividades, en algún momento,
deberá realizarse una conceptualización referida a las superestructuras de la carta y del afiche y otra,
relativa a los distintos registros del habla: protocolar y familiar, de acuerdo con los destinatarios. En tal
oportunidad se explicitarán conceptos tales como encabezamiento, tratamiento, cuerpo, saludo, posdata,
voseo, registro formal/registro familiar, solicitud, invitación, diagramación, síntesis y tipografía, por
ejemplo.
La Sistematización de conceptos insumirá momentos específicos que el maestro debe prever o detectar
en el curso de la tarea (por ejemplo: un “corte” en el desarrollo de una actividad- sólo si es útil para
realimentar el trabajo-; el final de una secuencia de actividades relacionadas con el mismo contenido, o el
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final del proyecto, según convenga). Esos momentos representarán una proporción mínima en el tiempo
abarcado por el proyecto y se explicitarán en carpeta con todo detalle, señalando la importancia de los
8. La evaluación.
El del proyecto en general (“proyecto del grupo: proceso para la obtención del producto final) y
El del proyecto prioritariamente didáctico (“proyecto del maestro”: aprendizaje de los
contenidos curriculares previstos).
Supone el análisis y valoración del grado de logro del producto final, de las interacciones grupales y/o
con el contexto durante el desarrollo del proyecto, del uso de recursos y del modo de resolver
dificultades. También puede incluirse valoración del impacto final o resultado del producto. Esta
evaluación se concretará en forma oral o escrita, en debates, tareas de pequeños grupos o informes
individuales.
En este caso se establecen cantidad y calidad de logros en relación con los contenidos curriculares
implicados en el proceso. Puede asumir la forma de prueba en cualquiera de sus tipos o la de síntesis a
partir de registros anecdóticos u otros, de acuerdo con el contenido que se evalúe.
Cualquier proyecto es campo propicio para el desarrollo de variados contenidos. Sin embargo, sea porque
la índole de los proyectos que van proponiéndose no permite el abordaje de ciertos contenidos, sea
porque los contenidos mismos requieren desarrollo sistemático con una rutina, algunos de éstos deberán
encontrar un espacio propio para su enseñanza y aprendizaje; quedarán, pues, al margen de todo
proyecto.
Tal vez en el caso descripto, se haga necesaria la planificación de una unidad temática, por ejemplo. O,
según otros criterios asumidos por la institución, acaso dichos contenidos deban consignarse en la misma 7
planificación bajo el rótulo “Fuera de proyecto”.
PROGRAMACIÓN ANUAL
El producto final debe valorizarse como el componente que concreta el anclaje del proyecto en el
interés del alumno. La determinación del producto reconoce diversas modalidades.
- Derivación de un proyecto institucional: por ejemplo, la institución ha proyectado una Feria de Artes y
Letras por realizarse en octubre. Sexto año se propone participar de este evento con el Puesto de
Poesías para ver, leer y escuchar. Este producto podrá lograrse únicamente mediante el desarrollo de
un proyecto que abarque audiovisuales, poemas ilustrados, recitaciones o musicalizaciones y
elaboración de antología poética.
- Respuesta a una necesidad observada: por el docente en su grupo. Por ejemplo: séptimo año presenta
frecuentes inquietudes en relación con la temática de la sexualidad y la reproducción. Ante eso, la
maestra propone un Ciclo de charlas sobre seo y paternidad. Los alumnos podrán entrevistar a madres,
padres, médicos y otros docentes. El proyecto correspondiente, implicará relevamiento de saberes
previos, preparación de cuestionarios, escritura de invitaciones, etc.
- Abordaje de un tema curricular: en que el maestro tiene interés. Por ejemplo: desea hacer lo más
significativo posible el tema “fórmulas para el cálculo de perímetro y área”. En lugar de un desarrollo
clásico, el docente propone al grupo realizar un Diseño del jardín de la escuela (o del lote baldío de
enfrente). La búsqueda del producto implicaría informaciones y procedimientos directamente
relacionados con el tema curricular originario. (Naturalmente, no sería lo mejor dejar el diseño sólo en
el papel: bien podría hablarse con el tercer ciclo o con padres o-mejor- con los mismos diseñadores
para tratar de concretarlo).
- Respuesta a una necesidad explicitada por el grupo, a solicitud del docente: en este caso, se realiza una
encuesta ente los alumnos para conocer las temáticas que quisieran abordar. Por ejemplo: un cuarto
año de una escuela de Don Torcuato propuso como el tema más interesante “dinosaurios”. La maestra
convirtió el tema en proyecto cuando invitó a los niños a organizar una Expodinosaurio para mostrar a
los otros cursos y a los padres. Durante el desarrollo, promovió aprendizajes relacionados con
comprensión del texto informativo, escritura de informes, afiches y expresión oral – además de los 8
contenidos de Ciencias Naturales-; las producciones concretas fueron maquetas, afiches, informes y
explicaciones orales a los concurrentes.
Recordamos que en el tiempo asignado al desarrollo del proyecto se concretan únicamente las
actividades necesarias para el logro del producto. Se subraya la necesidad para evitar actividades
conectadas artificiosamente con el proyecto. Se ha observado, por ejemplo, a un docente que,
habiendo proyectado un Campeonato de barriletes incluyó entre las actividades la escritura de un
diálogo entre el barrilete y el viento y la resolución de un problema en que se proponía el reparto de
veinticinco barriletes entre cuatro chicos. Se ve a las claras que en nada contribuyen tales actividades al
desarrollo del proyecto: para la concreción del Campeonato, lo mismo podrían haber dialogado el sol
con las nubes y repartirse naranjas en varias bolsas.
El producto mismo solicitará las actividades. El docente incentivará la realización de aquellas
que más aporten a la consecución del fin y que, al mismo tiempo, mejor sirvan al aprendizaje de los
contenidos curriculares previstos.
La previsión de actividades forma parte de la planificación. A nadie se le ocurriría comenzar el
arreglo de las canillas de su casa sin tener a mano las herramientas. Con el trabajo educativo
sistemático, ocurre lo mismo; es decir, no debe basarse en la improvisación. La base es siempre una
planificación: sin ella, el tiempo del proyecto se desaprovecharía. Las actividades, por tanto, deben
preverse en su totalidad: desde el comienzo hasta el logro del producto.
En dicha previsión habrá de considerarse que existen muchas acciones distintas para un posible
logro. Podemos pensar en una actividad A para adquirir información: que los alumnos lean en revistas
de hobbies acerca de la construcción de planeadores y, para el mismo fin, una actividad B: la
proyección de un video sobre el mismo tema. A y B se presentan como alternativas y, aunque
explicitamos ambas, no nos interesa que se concreten las dos: ya veremos cuál de ellas resulta más
adecuada para el grupo.
Nos hemos inclinado finalmente por la actividad B, el video- aunque bastante elevado- parece
más sencilla que la enciclopedia y revistas de que disponemos. Sin embargo, una chica nos informa que
su padre trabaja en una fábrica de artículos para aficionados al aeromodelismo y otros hobbies.
Hablamos con el padre, dejamos de lado el video e invitamos al informante para que nos explique en 10
una conversación cómo es aquel proceso. Ejecutamos, así, una actividad C que no se preveía en la
planificación.
Cs. PROYECTO
Lengua
Sociales
PRO
DUC INTERDISCIPLINARIO
TO
Matemática
Lengua
P
R PROYECTO
O
Cs.
D MULTIDISCIPLINARIO
Sociales
U
C
Mate- T
mática O
Mate-
PROYECTO
PRODUCTO DISCIPLINAR
mática
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Un proyecto asumirá carácter sencillo o complejo de acuerdo con el producto final o con el
abordaje que se haya dispuesto. Generalmente, de ese carácter provendrán consecuencias relativas a
los contenidos y a la posibilidad de que no todos los alumnos desarrollen las mismas actividades.
Hay productos que sostienen un proyecto sencillo: todos los alumnos tendrán el mismo tipo de
tareas; habrá un lapso preferentemente limitado para el desarrollo y finalización; la diversidad
temática será restringida: probablemente un solo objeto o un solo evento basten para colmar los
propósitos.
Por el contrario, pueden observarse otros proyectos de marcada complejidad: dividido el curso
en varios grupos, las tareas serán distintas para cada uno; la temática puede alcanzar gran
diversificación; el producto no se concretará de una vez sino que habrá de reiterarse; probablemente
las reiteraciones no sean idénticas sino que irán variando la producción dentro de ciertos límites, el
lapso de desarrollo se extenderá recursivamente con nuevos desarrollos y nuevas concreciones del
producto.
Los proyectos complejos, por su parte, se encuentran representados por Vozarrón: periódico de
séptimo (periodismo gráfico), Revista Oral FM Escuela (emisiones radiofónicas) y Campaña Preventiva
de enfermedades infecto-contagiosas. (Nótese que la concreción de estos productos se produce con
varias apariciones y temática variada –periódico o “radio”: son artículo sobre una amplia gama de
contenidos- o con una multitud de medios y presentaciones –campaña preventiva: afiches, charlas,
folletos, encuestas, etc.- Esa reiteración en el tiempo o esa diversidad de medios y temáticas, por sí
mismos, hacen del proyecto un emprendimiento complejo).
Cabe explicitar que el control de avance en un proyecto complejo pone al docente frente a un
desafío mayor, cuya resolución será tanto más exitosa cuanto mejor planificación hubiera tenido.
PROYECTO COMPLEJO
Actividad 1 Contenido A
PRODUCTO
GRUPO CLASE Actividad 2 Contenido B
Actividad 3 Contenido D
PROYECTO SENCILLO
RIGOR Y FLEXIBILIDAD
Docente Estimula
Coordina
Propone
Diseño definitivo del Plan Docente - Selecciona
- Decide
Una vez diseñado el proyecto, debe establecerse cuántas horas semanales se dedicarán al
desarrollo del mismo. Esto implica que no indispensablemente todo el tiempo del área (o de las áreas,
en caso de ser interdisciplinario) estará dedicado al proyecto. Bien podría ocurrir que se necesitaran
horas para desarrollar algunos contenidos en el marco de una unidad temática o de otro tipo de
planificación. Así, se han observado trabajos disímiles en este aspecto, en un mismo colegio, por
ejemplo:
- Un tercer año desarrollaba el proyecto Libro de Cuentos utilizando en ello todas las
horas del área de Lengua.
- Un quinto año se ocupaba en Emisión de Programas Radiofónicos dejando un módulo
de Lengua libre para desarrollar contenidos de ortografía, fuera del proyecto.
- Séptimo año, por su parte, trabajaba en un folleto sobre Animales Argentino en
Extinción tratando separadamente, en un módulo, temas gramaticales pero unificando 16
para el desarrollo del proyecto las restantes horas de Lengua más las de Ciencias.
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