Mediación y Arbitraje
Mediación y Arbitraje
Mediación y Arbitraje
MEDIACIÓN Y ARBITRAJE
BOLILLA 1
Los medios alternativos de solución de conflictos (MASC), pueden definirse todo en sentido amplio como en
sentido restringido.
En sentido amplio, los MASC, son aquellas atribuciones, alternativas al sistema judicial oficial, que permite la
solución privada de los conflictos.
En sentido restringido, los MASC, son aquellos procedimientos que buscan la solución a los conflictos entre las
partes, ya sea de manera directa entre ellas (o con el nombramiento de agentes negociadores, como es el caso
de la negociación) o mediante la intervención de un tercero imparcial (como son los casos de la mediación, la
conciliación y el arbitraje).
Los procesos de Resolución Alternativa de Disputas (R.A.D.) también se denominan métodos de Resolución
Alternativa de Disputas, entre los que se incluyen a las diversas vías que funcionan fuera del ámbito
jurisdiccional para resolver los conflictos. Algunos autores consideran que la terminología correcta sería
métodos “adecuados”, en razón de que para cada conflicto puede existir un camino para su administración o
resolución. Este movimiento, pensado originariamente como una alternativa al juicio para resolver los conflictos,
actualmente se ha extendido a otros ámbitos de aplicación como el empresarial, laboral, escolar, y otros,
ampliando su perspectiva en el sentido de obtener una adecuada gestión de los mismos, entendiendo por ello
no sólo su resolución sino también su prevención y administración.
Los mecanismos R.A.D. pueden ser herramientas útiles en el marco de los conflictos suscitados en diversos
ámbitos.
Es necesario encontrar caminos para que la comunidad recupere la credibilidad en el sistema jurídico y
asimismo, tenga sensación de suficiente seguridad y confianza en la aptitud de convivencia; pero los caminos
deben ser nuevos y no constituir siempre más de lo mismo, especialmente si los resultados existentes
demuestran importantes fracasos. De ahí que la mera recurrencia a la solución penal como única manera de
enfrentar los conflictos sociales no aparece como respuesta válida a esta altura de los tiempos y hay que
pensar en algo polifacético y distinto.
El movimiento R.A.D. surge en la búsqueda de un sistema menos costoso, más conveniente y participativo
comparándolo con el proceso judicial, en el afán de resolver los conflictos, en forma más rápida, permitiendo
mantener el control sobre el resultado no arriesgándose a una decisión todo-nada que implica una resolución
judicial. Hoy día, a nadie escapa la crisis que padece el proceso como vía pacífica de resolución de
controversias entre los hombres. Concurren para ello experiencias notables, como la lentitud intrínseca en el
sistema y la onerosidad que a diario aumenta la dificultad en el acceso. Además, se hace evidente cierta
desconfianza a los hombres de la justicia que perjudica la imagen y desacredita la instancia trascendente que la
jurisdicción propone. Hasta se podría afirmar que el regreso a la mesa de deliberación de fórmulas otrora
aplicadas son efecto de la desconfianza mencionada.
Objetivos de la R.A.D.
Son varios los objetivos trazados por los movimientos de R.A.D., entre ellos se encuentran los siguientes:
- Mitigar la congestión de los tribunales, así como también reducir el costo y la demora en la resolución de los
conflictos;
En la medida en que estos objetivos se vayan logrando dentro del sistema social, estará produciéndose el
pasaje de un sistema ineficaz de resolución de conflictos a uno eficaz. Sobre la base del principio de
subsidiariedad por el cual “los conflictos deberán ser tratados, primero, al más bajo nivel, en la mayor medida
posible en forma descentralizada, y luego, cuando sea absolutamente necesario, al más alto nivel.
Si el sistema es la sociedad en su conjunto, el más alto nivel está en la administración de justicia. Allí se
recibirá el conflictos después de haberse intentado otros métodos, salvo que intereses superiores así no lo
señalen”.
La historia socio jurídica y económica de los países así como la de las personas y la de las comunidades, se
concibe como el conjunto de hechos e hitos que marcan los procesos de desarrollo con sus luces y sombras.
La práctica de lo que hoy conocemos por mediación institucional tiene orígenes primarios en la mediación
natural ejercida en Latinoamérica y en particular en el país, desde la América India en la que los guaraníes
practicaron la democracia con mecanismos pacíficos de solución de conflictos. El ruvichá (jefe superior), que
hacía de jefe ejecutivo, estaba lejos de ser despótico. Se basaba en la persuasión, pues una de las
características de la democracia guaraní era precisamente la falta de coacción. El guaraní aceptaba consejos
del ruvichá, al que consideraba como su padre, pero nunca una imposición. Además, los actos del ruvichá,
hasta en los asuntos de menor cuantía, debían contar con el asentimiento de los hombres provectos que le
servían de consejeros. En los asuntos de trascendencia estaba obligado a convocar el Consejo de Ancianos,
que hacía de cámara deliberante, y en último caso, a la Asamblea, sin olvidar el avaré, cuyo augurio favorable
era de rigor. El Consejo de Ancianos era una institución basada en el profundo respeto que los guaraníes
profesaban a los hombres de edad, considerados en el orden moral como la figura cumbre de la colectividad.
Las funciones de este cuerpo consultivo consistían en asesorar al ruvichá en el cumplimiento de sus deberes y
en conseguir la unanimidad en las decisiones plebiscitarias.
Entre los guaraníes no existía el sufragio ni conocían el juego de la mayoría y minoría de nuestro sistema de
gobierno. En las asambleas nunca se votaba. Cada uno podía emitir su opinión, que desde luego se hacía con
toda la libertad y largueza, pues los guaraníes eran grandes oradores y tenían el orgullo de serlo. Se formaban
bandos que se disputaban la verdad con vehemencia en una controversia que duraba días, hasta que, agotada
la discusión, el mburuvichá recababa la opinión de los ancianos. Esta opinión importaba una decisión que era
acatada por todos. Así se llegaba a la unanimidad, punto que unido a la igualdad, pues todos pueden aspirar a
los más altos cargos sin otros requisitos de idoneidad que el valor y la elocuencia, dan a la democracia guaraní
rango y originalidad. De la misma forma que en Paraguay, los guaraníes en Bolivia, Brasil, Uruguay y Argentina
resolvían sus diferencias a nivel interno a través de medios pacíficos.
En las comunidades coloniales y aún hoy, en ámbitos rurales del país el paí, el comisario, la partera, entre
otros líderes de la comunidad ejercen la intermediación como forma de solución de conflictos en materia
comunitaria y familiar fundamentalmente.
Antecedentes de arbitraje en nuestra historia, encontramos en el célebre laudo dictado por el Presidente de los
EE.UU. Rutherford B. Hayes (1.878), el cual permitió zanjar un conflicto territorial, suscitado entre la República
del Paraguay y la República Argentina, en la zona de la Región Occidental o Chaco entre los ríos Pilcomayo y
Verde, a favor de la República del Paraguay.
A fines de los ochenta y comienzo de los noventa se hallan los primeros vestigios de estudio de las figuras del
arbitraje y de la mediación en forma más o menos sistemática. Grupos de magistrados y abogados interesados
en la temática comienzan a participar de foros internacionales y a instalar los primeros debates en el país.
A nivel legislativo, luego de la apertura democrática del país y a partir de la Constitución de 1992, se
promulgaron un sinnúmero de leyes en materia socio-económica, civil y de política internacional que actualizan
y armonizan la legislación local con la legislación internacional. En materia de resolución de conflictos, a nivel
del derecho interno e internacional privado, el país cuenta con instrumentos que recogen las figuras de la
conciliación y el arbitraje. Sin duda, un punto de referencia importante es la armonización legislativa en materia
de arbitraje internacional, a partir de la sanción de la Ley 1879/02 De Arbitraje y Mediación. El mencionado
cuerpo legal adopta los principios y soluciones de la Ley Modelo de la Comisión de Naciones Unidas para el
Derecho Mercantil Internacional (UNCITRAL) que ubica al Paraguay como el primer país de la región en ajustar
la legislación en esa materia.
De igual modo, la figura de la mediación reconoce autonomía jurídica a partir de la mencionada ley
separándose de la figura de la conciliación.
En materia de derecho internacional público, los Tratados Internacionales suscriptos por el país que hacen
parte de sus derecho interno (art. 137 CN) constituyen el cimiento de un sistema de solución de controversias
regional con gran potencialidad.
Importancia.
Mecanismos alternativos más utilizados.
- Negociación: Es un procedimiento por el cual las partes intentan resolver sus conflictos sin la intervención de
un tercero.
- Mediación: Es un procedimiento en el cual un tercero neutral ayuda a las partes a resolver sus conflictos- Es
una Negociación asistida por un tercero.
- Conciliación: La conciliación está prevista en los Códigos Procesales y se realiza ante el Juez. Existe otra
acepción de esta palabra en el sentido de un procedimiento similar al de la mediación en el que el conciliador
puede proponer fórmulas de arreglo conservando las partes el poder de aceptarlas o no.
- Arbitraje: Es un procedimiento en el cual la decisión de la disputa se delega en un tercero (árbitro). Las partes
plantean sus posiciones, se puede producir pruebas o no y se dicta un laudo. De alguna manera comparte
similitudes con el juicio aunque permite una resolución más rápida y se da en el campo privado.
Pero no debemos confundir el “Med / Arb” con la figura del “Arb / Med” que es una interesante aplicación
inversa del anterior, que se inicia con un juicio arbitral ordinario en el cual el Árbitro llegado el momento de
adoptar una decisión coloca el laudo en un sobre y sale un momento de la habitación, diciendo a las partes que
pueden leer juntas el fallo o retomar el control de su disputa y comenzar a negociar. Al reingresar el Árbitro,
puede ocurrir que los participantes hayan decidido leer el fallo o que, por el contrario, se abstengan de ello. Si
cuando vuelve a la sala las partes están hablando entre sí y no han abierto el sobre con el Laudo, el tercero se
transforma en Mediador. En caso que lleguen a un acuerdo, el facilitador se guarda el sobre y nadie sabe cual
era su decisión.
De forma similar, se puede pactar que el Árbitro haya decidido y tenga su Laudo guardado en el bolsillo antes
de comenzar una Mediación ordinaria. El facilitador toma su decisión la noche anterior y la reserva hasta el fin
de la Mediación. Si no hay acuerdo, abre el sobre con el Laudo y lo da a conocer. El Laudo tiene carácter
vinculante por pacto previo.
Las posibilidades le son informadas y es el presentante quien elige el procedimiento al que someterá su caso,
quedando el juicio como último recurso en caso de fracasar las alternativas elegidas. La principal función de
estos centros es educar a los usuarios, ayudándolos a elegir los métodos más favorables para el tipo de
conflicto que presentan.
La Evaluación Neutral Previa, ó Temprana consiste en la presentación del caso a cargo de ambas partes (ó sus
abogados) ante un tercero neutral, que pueda hacer una evaluación de cómo el caso prosperaría si llega a los
tribunales.
En el ámbito empresarial, suele efectuarse ante los funcionarios superiores de las organizaciones en conflicto,
en cuyo caso, el tercero puede actuar como un moderador, y en su caso, ofrecer su evaluación.
En los Tribunales Federales de Estados Unidos, este mecanismo suele estar a cargo de un funcionario del
tribunal llamado “Magistrate Judge” categoría intermedia entre nuestro secretario de juzgado y el Juez.
* Dictamen de expertos: La experiencia confirma, que los fallos terminan casi invariablemente atados a la
opinión pericial, lo cual nos hace cuestionarnos el porque no recurrir previamente a un dictamen de expertos
neutrales, que logran así evitar muchas veces litigios interminables y costosos por añadidura, tomando en
cuenta que finalmente es lo más probable que la resolución judicial seguirá esa línea.
* Grupo asesor circunscrito: Panel de ciudadanos seleccionados por las partes que ofrece una opinión
asesora, aunque generalmente limitado a ciertos temas.
* Juez de alquiler (rent a judge): las partes eligen y pagan por un arbitro privado, cuya decisión puede ser
totalmente revisada por los tribunales.
* Juicio abreviado (summary jury trial): facilita la búsqueda de una solución, dándole a los abogados y sus
clientes una idea de lo que un jurado real haría, ante un caso dado, llevado concreta y realmente a los
tribunales.
* Mini trial: en realidad no es un juicio, sino que se presentan elementos fundamentales de un conflicto ante un
consejero neutral. En el se combinan algunos elementos de la negociación y de la mediación, y de los sistemas
adversariales, en cuanto a la forma de presentación del caso.
Por su parte, la Acordada N° 198/2000 establece, en el Art. 6 del Reglamento del servicio de mediación, que
pueden ser derivados a la Oficina de Mediación los casos, atendiendo las siguientes pautas:
El sistema jurídico, especialmente en su faz judicial, tiene un objetivo abstracto como es el de “descubrir la
verdad”; con lo que no siempre se soluciona el problema, menos aún en forma rápida y económica, como le es
necesario al hombre común, al ciudadano, al hombre de negocios, quienes desean dejar el conflicto atrás,
terminar con el mismo para poder así continuar con su vida normal, con mayor razón si el litigio es con alguien
a quien deben continuar viendo o con quien debe o le convendría seguir manteniendo relación.
Los tribunales necesariamente utilizan un método adversarial de adjudicación, de modo tal que una vez que el
pleito se ha desarrollado entre las partes, las que han ofrecido o producido prueba, un tercero neutral –en
nuestro país el Juez—resuelve la controversia. El Juez arriba a su decisión después de que se han ventilado
los hechos en tal procedimiento contencioso, lo que demanda tiempo, dinero, angustias y nuevas fricciones
entre los contendientes. Además esto puede llevar aparejada la no deseada publicidad del juicio o de los
hechos que en el se ventilan.
Aparece, en consecuencia, la grave y real necesidad de encontrar otros métodos –especialmente si son
adversariales– de solución de controversias, con ventajas para el sistema judicial sobrecargado y para los
ciudadanos comunes que no tienen acceso al mismo, o que por distintos motivos, no pueden sobrellevar la
pesada carga que impone un juicio.
Lamentablemente, nuestro sistema de resolución de conflictos es ineficaz ya que entran al tribunal mas causas
de las que salen; la duración de los procesos excede el tiempo razonable, a los que debe sumarse otro tanto
para lograr la ejecución de las sentencias; y el costo de litigar es alto no solo en términos económicos sino de
energías, ansiedades, esperas e incertidumbre.
Un somero análisis del sistema de resolución de conflictos que en la actualidad nuestra sociedad tiene
disponible muestra que:
Una cantidad considerable de ellos (quizás la mayoría) deben ser decididos en derecho por los tribunales;
Algunos pocos son resultados por las partes entre sí o con ayuda de un tercero lográndose satisfacer sus
necesidades e intereses;
Finalmente, y no menos desdeñable, gran cantidad de conflictos queda sin resolver, porque el acceso a la
justicia es complicado y costoso y las partes no tienen otros procedimientos disponibles.
La optima directriz desde la cultura del litigio sería lograr el máximo posible de litigiosidad, de modo tal que la
correlación entre agravio a un sujeto de derecho en intervención jurisdiccional fuera uno a uno. Dicho de otra
manera, en este sencillo esquema, un sistema sería eficiente para cuando cada agravio proporcionara una
intervención jurisdiccional, o sea, cuando para cada conflicto hubiese un litigio ante la judicatura.
Es necesario, en consecuencia, pasar del sistema ineficaz o frustrante a un sistema efectivo. La ausencia de
mecanismos diversos y adecuados para resolver los conflictos hace que se recurra a los tribunales de justicia
en forma irracional. Hay una cultura de litigio enraizada en la sociedad actual, que debe ser revertida si
deseamos una justicia mejor; y lo que permite calificar a una cultura como litigiosa no es, propiamente, el
numero de conflictos que presenta, sino la tendencia a resolver esos conflictos bajo la forma adversarial del
litigio.
Además del litigio, siempre han existido otros modos de resolver conflictos, pues indudablemente, no es el
derecho la única solución a que acuden los contendientes.
1. Concepto amplio. Desde el punto de vista conceptual y del análisis social, todos los conflictos acaban por
resolverse, sea por medio de la violencia, el abandono de la pretensión o de la relación social o la sumisión
autoritaria, de manera que en los hechos, toda sociedad presenta una amplia gama de mecanismos informales
de resolución.
2. Concepto restringido: Lo que interesa no es introducir formas alternativas, sino las adecuadas para
encausar positivamente las disputas, a mas de las que se solucionan por vía de su ingreso al sistema judicial,
considerándose tales --- en sentido estrecho --- las que conocen los abogados: arbitraje, mediación,
conciliación.
Los métodos alternativos de resolución de disputas llegan a resultados más rápidos porque el tercero neutral,
sea arbitro, conciliador o mediador, puede ayudar a formular un resultado antes de que el proceso avance o
inclusive previo a –o en vez de— que se inicie, descontando ya que se haya intentado la negociación directa
entre las partes y que ella haya fracasado.
Desde el punto de vista de los abogados, las ventajas de estos métodos alternativos son innegables, pues
aunque sus honorarios de asistencia o consejo sean a veces menores, los cobrará antes; además, su actividad
se limita a unas pocas semanas, lo que permite multiplicar los casos en que interviene. La clientela se lo
agradecerá y aumentará.
En líneas generales, sin perjuicio de sus particularidades propias, estas formas de resolución de disputas tienen
ventajas de ser:
Rápidas: En vez de tardar años, puede terminarse con el problema en pocas semanas de iniciado el conflicto,
a veces en una sola audiencia o en pocas horas.
Confidenciales: Los procedimientos no son públicos, sino privados, con lo cual lo que ocurre en ellos es a
puertas cerradas y de carácter confidencial, no se transcribe en un expediente ni puede filtrarse a la prensa.
Informales: Si bien existen procedimientos, debe insistirse en el escaso formalismo que los rige.
Flexibles: Las soluciones a que se arribe no están predispuestas por el precedente legal, ya que es posible
que se haga justicia basada en hechos únicos de su caso.
Económicas: Los servicios se ofrecen con costos diversos, según el caso mas siempre son baratos si se
relaciona con el costo de litigar dentro del sistema de los tribunales formales.
Justas: La solución a las controversias se adapta más a las necesidades de las partes.
Exitosas: Una vez que los programas se encuentran en marcha, de acuerdo a la experiencia de acuerdo a los
países que han implementado los métodos de Resolución Alternativa de Disputas (RAD), el resultado es
estadísticamente muy satisfactorio.
La preparación del abogado para prácticas más suaves que el combate judicial, como lo son la reconciliación y
el acomodamiento de los intereses de las partes, ha traído duras críticas de quienes consideran que no puede
generalizarse este tipo de solución sin poner en riesgo el valor de la justicia.
El desequilibrio de poder entre las partes: entienden que la resolución alternativa se inspira en la noción de
un litigio judicial como controversia entre dos vecinos con similar poder y en situación de igualdad, quienes
llegaran aun acuerdo que no es más que el anticipo de los que las partes predicen que hubiera resuelto el juez
en la sentencia; pero, en realidad, la mayoría de los juicios no involucra una cuestión de propiedad entre dos
vecinos iguales, sino a personas con posición económica diferente, a miembros de minorías, etc. Y en la
situación, la escasez de recursos o la posibilidad de trasladar los costos invariablemente infectara el proceso de
negociación. El sujeto de menor poder no estará completamente al tanto de sus derechos o posibilidades, se
verá explotado, o forzado a acordar por falta de dinero.
La falta de representación suficiente para dar consentimiento: entienden que la resolución alternativa
presupone a individuos que hablan por si mismos y se atan por las reglas que ellos crean; pero a veces los
abogados o representantes de las personas jurídicas, grupos u organizaciones arriban a acuerdos que no son
los que mejor atienden a los intereses de sus clientes, participes o subordinados.
La falta de fundamento para la posterior actuación judicial: según los críticos, los que creen en la
resolución alternativa minimizan la dimensión del juicio como remedio y erróneamente suponen que la
sentencia pone fin al proceso, con lo cual piensan que el acuerdo será sustituto. Sin contar la ejecución, hay
muchos casos en que la decisión judicial no es más que el principio de una continua actuación del tribunal, la
que se torna necesaria justamente porque las condiciones que motivan el pedido de asistencia del juez no
cambian. Un ejemplo es el de las relaciones de familia, en que la sentencia definitiva de divorcio representa
solamente la primera de una serie de interminables batallas. Luego del acuerdo, cuando las partes soliciten
alguna modificación o decisión, el magistrado estará atado por lo convenido o no tendrá los elementos para
hacerlo.
La justicia debe prevalecer antes que la paz: advierten que los seguidores de la resolución alternativa
consideran que el acuerdo equivale a la sentencia, lo que –dicen– solo es concebible reduciendo la función
social de la decisión jurisdiccional a la manera resolución de conflictos privados; dentro de esta tesitura, la
transacción logra el mismo objetivo que la sentencia, es decir la paz entre los contendientes, con menor costo
para la sociedad. Los críticos indican que el fin de la adjudicación debe ser estimado en términos más amplios,
ya que incluye la interpretación de textos legales como el de la Constitución, y que esta misión no se cumple
cuando las partes acuerdan, con la cual se priva al tribunal de la oportunidad de emitir la interpretación y a la
sociedad de tener a su alcance el auténtico criterio de justicia
No obstante, cabe apuntar que los mismos críticos reconocen que las diferencias y desequilibrios de poder
también pueden distorsionar un juicio, pues la falta de dinero suele tener influencia en presentaciones de menor
calidad; que los representantes o abogados son los que ponen el caso ante un tribunal, por lo que pueden
padecerse los mismos efectos de falta de representación suficiente para dar consentimiento, ya que según se
trabe la litis, será el resultado que obligará a todos; que a veces los fallos son difíciles y los jueces sienten alivio
antes el advenimiento que pone fin al juicio sin obligarlos a decidir.
Por otra parte, y sin cubrir absolutamente la totalidad de los litigios de todo tipo, los métodos alternativos tienen
mecanismos que permite obviar estos inconvenientes.
Tan diferentes opiniones suscitan el temor de sacar del sistema judicial a una cantidad de casos, que hay
quienes consideran que el Poder Judicial sólo quedará para los pobres, ya que los ricos acudirán a estos
nuevos modos de justicia "privada"; pero, otros creen que el Poder Judicial andando mejor y con lo caro que
es, solo quedara para los ricos, debiendo los pobres resolver sus conflictos por medios alternativos que son
más baratos.
Cabe aclarar que la resolución alternativa no constituye una panacea, válida para todos los casos, sino un
complemento de la decisión judicial, que como servicio y como Poder del Estado no puede desaparecer. El juez
no debe claudicar en su alta misión, mas para que su tarea sea eficiente, otros modos de resolver los conflictos
deben coadyuvar con el clásico.
BOLILLA II
LA MEDIACIÓN
¿Que es la mediación?
Lo bueno o lo malo no es el conflicto sino la forma como se lo encara y el proceso que deviene a partir de él,
que lleva a agudizarlo y producir verdaderas “guerras” o a manejarlo o conducirlo para buscar solucionarlo.
La palabra conflicto es frecuentemente utilizada dentro del discurso de la psicología para referirse a una
realidad intrapsíquica. En este escrito que pertenece al campo de la mediación, cuando utilicemos este término
va a estar referido exclusivamente a conflictos interpersonales.
- Generalmente se dan entre familiares, grupos de amigos, grupos de trabajos equipos deportivos etc. O sea,
entre personas que tienen gran conocimiento entre sí.
-NO hay reglas establecidas para las formas de conducción de conflictos y generalmente estas son
idiosincrásicas de los contextos en los cuales se desarrollan.
- No es onerosa.
En el extremo formal de las modalidades para la conducción de conflictos encontramos otras características:
- Es una serie de organizaciones de complejidad creciente, que van desde los juicios sumarios, el ombudsman,
algunas instituciones tales como alquiler de jueces hasta el arbitraje y la judicación (proceso judicial). Todo tipo
de conflictos pueden necesitar ser dirimidos en estos ámbitos. Algunos de ellos incluyen relaciones
interpersonales con cargas emotivas. Pero también llegan a la justicia formal conflictos en los cuales no hay
relaciones afectivas intensas entre las partes.
- Se caracterizan por un proceso bien definido, que ha dado lugar a una de las ramas del derecho que es el
Derecho Procesal.
- Hay terceros que cumplen una función bien definida. Según los casos la inclusión de terceros es a pedido de
las partes (en el arbitraje), en tanto que en otros casos basta que una parte la solicite para que la otra parte se
vea obligada comparecer. Lo característico de los procesos más formales dentro de este extremo es que la
decisión tomada por este tercero son vinculantes, es decir, absolutamente obligatorias para las partes. En
muchas ocasiones las partes pueden decidir abandonar los procesos formales y para procesos más
informales, gran parte de los juicios se arreglan de forma extrajudicial.
- Es onerosa.
ENTRE los dos extremos, en la actualidad, se encuentra un campo intermedio, que es el campo de la
mediación. Se caracteriza por:
Los procesos de conducción de conflictos son más formales que los informales pero más informales que los
formales.
Existe un proceso definido, aunque este no es establecido por leyes ni códigos sino que se determina entre las
mismas personas que se enfrentan en el conflicto, mas una tercera persona que es llamada en ayuda. La
mayoría de las veces es el mediador quien va a decidir cual será el proceso a seguir y las partes lo aceptan.
Pero los diferentes centros de mediación y aun los diferentes mediadores de un mismo centro, establecen
procesos distintos. Si bien se fijan distintas reglas formales, el proceso es conducido de diferentes formas de
acuerdo al mediador que lo siga.
Es voluntaria la iniciación del proceso. Nadie puede obligar a otro a elegir esta vía de conducción: las dos
partes deben acordar este camino.
Aún en los países en los cuales se establece la mediación como proceso obligatorio previo al juicio, no es
ineludible llegar hasta el final del proceso, es decir, que no es obligatorio llegar a un acuerdo, ni siquiera en los
casos derivados por los tribunales. Las partes pues, pueden abandonarlo en cualquier momento para dirigirse a
uno de los otros dos extremos, o sea, que pueden pasar a realizar la negociación entre ellos sin necesidad de
terceros o pueden transformarlo en un juicio.
Es más barata que un juicio pero más cara que la negociación entre ellas porque hay que abonar a un tercero
que cobra honorarios por el trabajo que realiza.
Este tercero no tiene poder para obligar a cumplir sus apreciaciones sobre la situación, o sea, que las partes
no tienen por que acatar lo que el mediador piense. Esta es una de las diferencias fundamentales con el
arbitraje, en el cual las partes eligen a un tercero para que actúe de arbitro con el compromiso de acatar sus
decisiones.
El sistema de mediación se caracteriza por crear un contexto más flexible para la conducción de disputas.
Este sistema tiene generalmente formalizado en varias etapas que varia según las escuelas de mediación, las
cuales adscriben a diferentes fundamentaciones teóricas y crean sus propios modelos.
Lo característico del sistema de mediación es la inclusión de un tercera parte, “el mediador”, que actúa para
ayudar a las otras dos partes “disputantes” a alcanzar un acuerdo, pero cuyas intervenciones no tienen la
obligatoriedad de ser aceptadas por los disputantes.
La decisión de entrar en este tipo de procesos es voluntaria, así como también es voluntaria la decisión de
continuar en él.
La mediación ha crecido rápidamente en los países en los cuales se ha establecido como forma de conducción
de conflictos, y esto se debe a varias razones.
Si bien estos aspectos están íntimamente ligados, el hecho de tomar en cuenta el aspecto relacional del
conflicto y las consecuencias que puede tener para el mantenimiento de la relación la forma como se solucione,
han sido una eficaz ayuda para preservar las relaciones, al sacarlas del campo de la confrontación que puede
llegar a ser destructiva. Esto no solo tiene aplicación en el caso de las relaciones familiares, sino que rinde
también importantes frutos en el campo de las relaciones comerciales, porque permite que las partes, después
de terminada la mediación, puedan continuar teniendo interacciones productivas entre ellas. En el campo de las
empresas, o sea, en los conflictos que se generan en el campo laboral, el lograr una distensión en las
relaciones conflictivas va en beneficio de las partes, que podrán continuar su relación en forma distendida sin
necesidad de abandonar el campo de su trabajo, y también en beneficio de la empresa al no tener que perder a
alguno de sus integrantes.
Estos beneficios que se han observado en el campo de las relaciones pueden deberse en gran medida al
hecho de que en el sistema de mediación no hay ganadores ni perdedores, a diferencia de lo que ocurre en el
sistema formal judicial, en el cual una de las partes pierde el juicio y carga con todas las costas de este (en la
mayoría de los casos) en tanto que la otra parte gana.
Ventajas.
Las ventajas y/o beneficios más importantes del sistema de mediación son los siguientes:
Produce un sensible alivio a los tribunales, pues muchos casos se solucionan sin haber siquiera entrado
dentro del sistema federal judicial. Si bien es cierto que gran cantidad de casos, aun antes de la mediación, se
resolvían extrajudicialmente, el solo hecho de iniciar un expediente producía todo un papeleo y el sistema debía
ponerse en funcionamiento. Esto también ocasiona gastos al estado, y lleva a los tribunales a un estado
máximo de saturación, que perjudica a las otras causas que deben continuar con el proceso.
Ahorro de tiempo para lograr la conducción del conflicto, ya que resulta una ironía que, cuando en el mundo
todo se ha acelerado, en el caso de la justicia se ha producido un proceso inverso, ya que, prácticamente, en
todo el mundo, cada vez es más lenta. La cantidad de causas que todos los años ingresan a los tribunales es
cada vez mayor, y a menudo pasan varios años antes de que alguna se resuelva. Hay casos en que, por la
necesidad de tomar una decisión urgente, no se puede esperar los tiempos de la justicia. En estos casos la
mediación brinda una gran ayuda, al permitir que se comience a mediar en el momento en que las partes lo
acuerden, que puede ser en pocos días o en pocas horas.
Ahorro de dinero: por resultar mucho más económico que los procesos formales, porque generalmente los
honorarios se abonan por consulta y no en relación con los capitales en juego. Además, produce un ahorro del
casi 100% en lo que a tasas judiciales se refiere. Este tema ha sido muy importante en el área de los negocios
y del comercio, para adoptar la mediación.
En la mediación se trata de evitar que haya ganadores y perdedores, lo cual redunda en beneficios en
cuanto al mantenimiento de las relaciones futuras entre las partes. Si alguna de las partes se siente perdedora
y considera que no es equitativo, el acuerdo alcanzado puede retirarse y alcanzar un juicio.
Aumenta la creatividad en la medida que no hay ningún límite externo, salvo lo que se establezca en la
mediación para crear el acuerdo. Al ser más flexible, utiliza capacidades alternativas que no están previstas
dentro del sistema judicial formal. No debe basarse en leyes previas y en precedentes, al mismo tiempo
tampoco puede sentar precedentes para otros casos. Sólo tendrá este valor para las partes involucradas y para
el mediador, para sus futuras intervenciones, en la medida en que produce un aprendizaje.
La mayor ventaja individual que produce la mediación es un aumento sensible del protagonismo de las
partes, lo que aumenta la responsabilidad de estas.
Se produce un doble aprendizaje. Al solucionar un conflicto, como subproducto de esto uno puede adquirir la
capacidad de solucionar otros futuros conflictos en la misma área en la cual se presento el anterior o aun en
otras áreas diferentes. Esto ha recibido también el nombre de “transferencia de aprendizaje” o “conocimiento
tácito”. A veces las partes no son coincidentes de este aprendizaje en el momento en que lo adquieren, aunque
se ven las consecuencias a posteriori, cuando enfrentan otro conflicto, Este doble aprendizaje es el motivo por
el cual se han hecho experiencias de mediación en colegios secundarios de EEUU y se han investigado los
beneficios que han obtenido los estudiantes que han estado involucrados en estas experiencias.
Desventajas.
Se han realizado investigaciones que muestran que no todo es color de rosa en la mediación.
Una de las investigaciones importantes ha sido realizada por pensadoras feministas; quienes sostienen que las
mujeres logran peores acuerdos cuando concurren al sistema de mediación que cuando solucionan sus
conflictos en el sistema judicial formal. En materia de dinero, las cuotas que obtienen las mujeres son menores,
además dicen que no se ventilan casos de violencia. También piensan que esto se debe a que en los
encuentros de mediación se mantiene la misma pauta interaccional que existía en la pareja, y por lo tanto, si lo
que predomina era el temor de las mujeres hacia sus maridos, este temor se va a manifestar en la mediación, y
probablemente es lo que lleva a que eviten hablar del tema violencia, así como antes evitaban realizar las
denuncias policiales correspondientes. Los hombres no traen el tema de la violencia, porque saben que los
posicionará negativamente para el acuerdo.
Otro punto que consideran desventajoso en la mediación es el acceso reducido a la justicia que tienen las
partes, porque al ser obligatoria, y en muchos casos llegarse a un acuerdo, las personas se alejan el sistema
judicial, lo cual a su vez trae otro problema a la justicia y es que no se encuentra retroalimentada por la
cotidianidad, y esto lleva a que no se sienten precedentes, jurisprudencia y que no se dicten leyes mas acordes
con lo que pasa en este momento en la comunidad.
Otra crítica realizada es que en determinadas mediaciones se negocian derechos civiles que deberían ser
inalienables.
Uno de los temas conflictivos es el tema de la neutralidad de los de los mediadores; cual es el significado de
ser neutro; cuáles son los alcances de esto dentro del proceso de mediación, y si la neutralidad es algo dado
(como características inherentes a determinadas personalidades) o s puede ser aprendida. Son interesantes las
conceptualizaciones sobre las contradicciones que se establecen entre neutralidad – imparcialidad –
equidistancia.
Beneficios de la mediación.
Todas las personas, grupos y/o organizaciones que se encuentran “empantanados” en un proceso conflictivo
pueden ser los beneficiarios de esta nueva institución.
Suele confundirse a la mediación con una de sus subclases: la mediación judicial. Esta última es la que se
realiza a pedido o por derivación de los tribunales.
Pero dado que el sistema de mediación puede también funcionar separado de los tribunales, en el ámbito
privado, los mediadores pueden ser llamados por la comunidad o directamente por las partes. Cualquier
persona, grupo y/o organización puede beneficiarse con su aplicación.
BOLILLA III
EL MEDIADOR
Si bien se habla en singular del mediador, no existe un solo tipo de mediador. En el mito de la mediación, hay
un mediador genérico, aunque con diferentes características y estilos. En realidad, la comunidad de
mediadores esta formada por diversidades, pues los mediadores no constituyen un grupo homogéneo.
Quienes actúan como promotores públicos y constructores de área: Se trata de quienes son públicamente
conocidos por la promoción de la mediación como sistemas para resolver conflictos. Estos mediadores hablan y
escriben sobre la mediación, con llegada a grandes auditorios, por lo que son voceros del método. Promueven
a la mediación como alternativa legítima y creíble, por ser menos costosa, más eficiente, equilibradora de
poder, transformadora de las relaciones personales y solucionadora de problemas. Sus puntos de vista y su
ubicación en las primeras filas ante los terceros justifican el trabajo de los demás mediadores, por lo que
contribuyen en forma significativa a la expansión del área. Su función principal es vender la mediación a los
potenciales usuarios que originalmente puedan ser escépticos y hasta hostiles.
Quienes practican y ejercen la mediación como forma de vida de tiempo completo: Se trata de
profesionales que se ganan la vida como mediadores, sea en una práctica pública o privada. Su preocupación
se centra en cuestiones relativas al campo laboral, conseguir clientes o su imagen en el mercado. Los que
ejercen en privado deben legitimarse y ser creíbles, “venderse” a sí mismos, al mismo tiempo que a sus
servicios; al contrario, los que ejercen en contextos institucionales tienen mas casos de los que pueden manejar
y su preocupación muchas veces ronda por interrogarse sobre si a alguien le importa realmente lo que hacen.
Todos enfrentan el desafío propio de la práctica, especialmente el de llevar a las partes recalcitrantes a un
difícil acuerdo, y hay gran debate sobre como debe hacerse la tarea.
Quienes ofician de mediadores pero sin considerarse profesionales de la mediación: Existen quienes
median desde afuera de la profesión. Son abogados, funcionarios políticos o diplomáticos que utilizan y
practican nuevas formas de facilitación. Utilizan ciertas técnicas y dan cierto lustre a la profesión, al servir
propósitos nobles como la paz mundial y la armonía social.
Si estos facilitadores fracasan, puede producirse un impacto negativo sobre la profesión; si tienen éxitos
rotundos, esto se refleja con energía favorable y da a todos un sentido de trascendencia
El mediador perfecto debería poseer relevantes cualidades a fin de poder adoptar conductas adecuadas.
- Capacidad para abstenerse de proyectar su propio juicio: El rol del mediador es ayudar a que las partes
lleguen a un acuerdo cuyos términos sean aceptables para ellas, aun cuando el mediador este en desacuerdo
con la sabiduría o con la justicia de la solución.
Inteligencia: Las partes buscan un mediador que les facilite el camino de la resolución, con una mentalidad ágil
y eficaz. Debe ser capaz de ver las cuestiones en múltiples niveles, de tratar hechos complejos y de analizar los
problemas.
- Paciencia: Es importante que el mediador pueda esperar los tiempos necesarios según lo requieran las
partes.
- Empatía: El mediador debe ser capaz de valorar percepciones, medios e historia que cada parte revele en la
discusión. La confianza se instala a partir de esta corriente personal.
- Sensibilidad y respeto: El mediador debe ser respetuoso con las partes y sensible a sus fuertes sentimientos
valorativos, incluyendo sexo, raza y diferencias culturales.
- Oyente activo: Las partes deben sentir que el mediador ha oído las respectivas presentaciones y dichos.
- Imaginativo y hábil en recursos: Es importante que el mediador tenga capacidad de generar y aportar ideas
nuevas.
- Enérgico y persuasivo: A través de la conducción del proceso, el mediador debe intervenir eficazmente para
lograr la flexibilidad entre las partes aunque debe dirigir la dinámica y controlar la audiencia sin ser autoritario.
- Objetivo: El mediador será más efectivo si permanece desligado del aspecto emocional de la disputa.
- Digno de confianza para guardar confidencias: Debe guardar confidencialidad y las partes tienen que estar
convencidas de que ello será así.
-Tener sentido del humor: Es necesario para aflojar tensiones y crear un clima favorable.
- Perseverante: Cuando las partes llegan lentamente al acuerdo, el mediador debe soportar las espera y la
ansiedad que esto provoca.
Hay diferentes estilos de mediación. El mediador puede tender a definir los problemas en forma amplia o
restringida, adoptando un rol evaluativo o facilitador del conflicto.
Si el mediador adopta una aproximación amplia puede examinar intereses personales de las partes en
conflicto y hasta puede llegar a usar la mediación para modificar a las partes de un conflicto.
Para elegir un mediador el solicitante de la mediación deberá expresar cuales son sus objetivos. El mediador no
debe tener carácter muy fuerte pues, esta modalidad puede desnaturalizar la mediación y hacerla fracasar.
Durante el curso de la mediación, el mediador desempeña varios roles, en los que debe:
Facilitar la discusión; Abrir los canales de comunicación; Traducir y transmitir información; Distinguir posiciones
de intereses; Crear opciones; Ser agente de realidad.
BOLILLA IV
La función que cumplen los letrados en el proceso de la mediación es de vital importancia para la seguridad y
funcionamiento del instituto de la mediación, debido a que los mismos deberían informar y asesorar a sus
clientes acerca de las ventajas y desventajas de participar en un proceso de mediación.
Como primer paso, el abogado deberá informar de manera detallada a su cliente, en que consiste el proceso de
mediación, ya que en nuestro país es un método alternativo de conflictos relativamente nuevo y son muchas las
personas que hasta el día de hoy conocen poco y nada acerca de este novedoso sistema de resolución de
disputas.
Con relación a la mediación es esencial que las partes tomen conocimiento que el mediador en ninguna
oportunidad podrá suplir el rol del abogado de parte, asesorando a las mismas, ya que uno de los pilares
básicos del instituto de la mediación es que el mediador tenga durante todo el procedimiento una conducta de
imparcialidad como así mismo de neutralidad hacia las partes.
Luego de que las parte hayan tomado conocimiento acerca de qué es y cómo funciona el proceso de
mediación, sus letrados tendrán que analizar el caso en particular para saber realmente si es aconsejable o no
que sus clientes participen de la mediación o si bien resulta más apropiado recurrir a otros métodos para
resolver definitivamente el conflicto existente. Lo importante es que el cliente este siempre informado y por
sobre todo sea él, quien decida qué camino desea elegir para resolver la controversia existente. Asimismo,
cuando los abogados comprendan adecuadamente el instituto de la mediación podrán facilitar el proceso y en
consecuencia aumentar la probabilidad de lograr un acuerdo beneficioso para todas las partes intervinientes;
evitando que las partes acudan al servicio del sistema judicial que como ya bien sabemos hoy en día es
demasiado lento, costoso y por sobre todo, desgastante para las personas involucradas.
El Poder Judicial junto con los organismos oficiales y de carácter privado deberían arduamente, juntamente con
los Colegios de Abogados de todo el país para capacitar y entrenar a los abogados acerca de cuales son sus
funciones en este novedoso proceso de mediación, como así mismo las ventajas y desventajas de contar con la
presencia activa de profesionales en el área del derecho.
Es esencial que se imparta una nueva educación en la totalidad de los abogados ya que hasta el día de la
fecha, los mismos culminan sus estudios universitarios con una mentalidad totalmente litigiosa, basada
exclusivamente en un sistema adversarial de solución de conflictos; donde para la gran mayoría la única
alternativa posible a la solución de la disputa habida es la de litigar en los tribunales.
Lamentablemente, a los estudiantes universitarios de la carrera de derecho se les enseña únicamente técnicas
y estrategias consistentes en cómo vencer en un proceso judicial a la parte contraria, considerada siempre
como el gran enemigo, ejerciendo en la práctica un continuo pleito donde solamente existe un único vencedor y
por ende un perdedor.
Lo ideal sería comenzar a inculcar a los estudiantes desde sus primeros años universitarios, una mentalidad
diferente, es decir conciliadora, donde el objetivo primordial sea intentar arribar a una solución del conflicto
beneficiosa para todas las parte involucradas en el mismo, buscando satisfacer los intereses y necesidades de
todas las partes en conflicto, evitando de esta manera, una mentalidad de suma cero.
La presencia física del abogado en la audiencia de mediación resulto ser tema de gran debate en los Estados
Unidos de Norte América. Gran parte de la doctrina consideró que la asistencia del letrado durante el proceso
de mediación debería ser una decisión exclusiva de las partes. Asimismo la Suprema Corte del Estado de
Minnessota recomendó que los letrados deberían contar con el permiso de asistir a las audiencias de
mediación para facilitar la discusión con los clientes acerca d su conflicto.
En la mayoría de los casos, la presencia activa de los abogados en las mediaciones es de gran ayuda para las
partes, debido a que muchas veces estas no cuentan con técnicas de negociación, reduciendo las
consecuencias de riesgos futuros, pudiendo lograr resultados beneficiosos para ambas partes.
Por otro lado también debe tenerse en cuenta que el exceso de participación activa de los abogados en las
sesiones de mediación puede disminuir la participación esencial de las partes. Por ello en dichos casos el
abogado deberá cumplir con un rol limitado, es decir, asesorando solamente a las partes, dejando que ellas
mismas tomen las decisiones que a su juicio resulten ser más apropiadas. Asimismo son las partes las que
deben decidir el grado de participación de sus letrados en las audiencias de la mediación, ya que en algunos
casos las partes desean que el rol protagonizo lo mantenga su abogado y no ellas mismas.
Asimismo resulta importante que el abogado mantenga una comunicación real, directa y efectiva con su cliente,
contando con el tiempo suficiente para poder discutir y debatir la totalidad de los temas tratados o a tratar
durante las audiencias. Es decir, que la parte debe sentirse totalmente a gusto con su abogado, debiendo
siempre confiar en él, contando con la libertad plena de poder evacuar sus dudas y temores, haciendo las
consultas que sean necesarias para poder estar totalmente seguras que la decisión a tomarse resultará ser la
más apropiada según el asesoramiento legal recibido y por sobre todo según sus propias convicciones
personales.
BOLILLA V
POSIBILIDAD DE LA UTILIZACIÓN DE LA MEDIACIÓN, SEGÚN NUESTRO ORDENAMIENTO
CONSTITUCIONAL Y LEGAL
En los últimos tiempos hemos sido testigos, en muchas ocasiones, de soluciones a conflictos suscitados tanto
a nivel internacional como nacional, mediante negociaciones llevadas a cabo en forma directa o asistida,
utilizando los buenos oficios y la voluntad de las partes involucradas, poniendo de esa forma fin a diferencias
que desgastan y destruyen. Estas negociaciones se llevan a cabo con mucha creatividad, solidaridad,
cooperación, entendimiento y, sobretodo, con miras hacia un futuro mejor para todos.
En el Paraguay, como en otros países, los métodos de resolución de conflictos constituyen una necesidad,
tanto en lo relacionado a su divulgación como a su aplicación. Si bien, uno de los principales objetivos es la
descongestión de los Tribunales, pensamos que en el Paraguay sería conveniente aplicarlo en todos los
sectores, no sólo en la esfera del Poder Judicial, tales como: Municipalidades, Empresas, Centros
educacionales, al referirse a la educación comprende todos los niveles (educación escolar básica, media,
técnica y universitaria) con el apoyo de los medios de comunicación (radial, escrita, televisiva).
La utilización de los métodos de resolución de conflictos en el ámbito privado no requiere, necesariamente, un
marco normativo regulatorio para que los interesados puedan optar por uno de ellos, a fin de resolver sus
diferencias. Lo indispensable para su aplicación es la voluntad de las partes, siendo éste elemento el que debe
primar para su utilización; pues, una vez que las partes manifiestan su conformidad para someterse al proceso
de mediación se da inicio al mismo, en presencia del medidor.
Los procesos judiciales, como medios para resolver conflictos, proveen limitados elementos para arribar a una
solución satisfactoria para ambas partes, en razón de que su decisión debe imponerse en forma coercitiva,
constituyéndose en un proceso rígido, antes que consensual y flexible, como ocurre con los métodos no
adversariales. Con la sentencia impuesta por el Juez, ambas partes quedan como perdidosas del juicio, pues
aquélla parte que se considera “gananciosa” o “vencedora”, al final resulta también “vencida” o “perdidosa” ante
el conflicto, por el desgaste físico, emocional y de dinero provocado por un juicio de largo trámite.
El marco jurídico para la aplicación de los métodos de resolución de conflictos, entre los cuales se encuentra la
Mediación, es el siguiente: los medios de resolución de conflictos pueden funcionar en el Paraguay, sin
inconveniente de orden constitucional, en razón de que la Constitución Nacional en su Art. 248, 2do. párrafo,
última parte, dispone: “...Todo ello sin perjuicio de las decisiones arbitrales en el ámbito del derecho privado,
con las modalidades que la ley determine para asegurar el derecho de defensa y las soluciones equitativas...”.
Asimismo el Art. 97 de la Constitución establece: “De los convenios colectivos. Los sindicatos tienen el derecho
a promover acciones colectivas y a concertar convenios sobre las condiciones de trabajo. El Estado favorecerá
las soluciones conciliatorias de los conflictos de trabajo y la concertación social. El arbitraje será optativo”.
Los Estados partes del MERCOSUR han considerado conveniente que para la solución de las controversias,
que puedan originarse entre los mismos, se establezcan procedimientos para su solución; es así que en esta
integración se han adoptado tres formas históricamente seguidas en el ámbito de la solución de conflictos entre
los Estados, las cuales son: las negociaciones directas, las consultas y, fracasadas éstas, como última
instancia el Arbitraje.
El Código de Organización Judicial contiene un capítulo denominado “De los jueces árbitros o arbitradores”
(Arts. 48 al 55, derogados por la Ley Nº 1879 de Arbitraje y Mediación), Art. 56 “Justicia de Paz”, Arts.
378 y 379 “Justicia Letrada”.
Específicamente el Art. 379 establece: “El Juez procurará, al abrir la audiencia de prueba, avenir a las
partes y sólo en el caso de no poderlo conseguir, se continuarán los procedimientos establecidos”.
El Código Civil en su Libro Tercero “De los Contratos y de otras fuentes de Obligaciones”, específicamente
en su Título I “De los Contratos en general” se refiere en su Art. 669 al contrato como una
convención, siendo su principal característica el acuerdo de voluntades. La Enciclopedia Jurídica Omeba,
en su Tomo IV, define a los contratos como acuerdos o convenios entre partes o personas que se
obligan a materia o cosa determinada, y a cuyo cumplimiento pueden ser compelidos. Hay
contrato cuando dos o más personas se ponen de acuerdo sobre una declaración de
voluntad común, destinada a reglar sus derechos. El “pacta sunt servanda” (los pactos
deben mantenerse), proveniente del Derecho Canónico dispone que lo estipulado por las partes,
cualquiera que sea la forma de la estipulación, debe ser fielmente cumplido; o sea se ha de estar a lo
pactado. Esta locución proveniente de los canonistas medievales se antepone al formalismo
riguroso que imperó en el Derecho Romano. El Art. 673 inc. a) y los Arts. 1495 al 1506 (Contrato de
Transacción) del Código Civil contienen disposiciones referentes al tema.
El Código Procesal Civil en el Art. 15, inc. g) dispone como deber de los jueces procurar,
en cuanto sea compatible con el ejercicio de sus atribuciones, especialmente en los juicios referentes a las
relaciones de familia, que los litigantes pongan término a sus diferencias mediante avenimiento
amigable. A este efecto podrán convocarlos a su presencia en cualquier estado del juicio. La
norma se refiere a la obligación que tienen los jueces, en cuestiones referentes al derecho de familia,
de convocar a las partes en juicio a una audiencia de conciliación, a los efectos de llegar a un avenimiento
amigable. El juez tiene la facultad de señalar esta audiencia en cualquier etapa del juicio,
especialmente antes del dictamiento de la providencia de “autos para sentencia”.
Los Arts. 170 y 171 del C.P.C. establecen que tanto la conciliación como la transacción
pueden ser utilizadas como formas de terminación de los procesos. El Libro V del Código Procesal Civil
regulaba el procedimiento arbitral, encontrándose derogadas las disposiciones del
mencionado libro, en virtud de lo establecido en el Art. 69, numeral 1) de la Ley Nº 1879 de Arbitraje y
Mediación.
El Código Procesal Penal se refiere a la figura de la conciliación en sus Arts. 311, 353
(Facultades y deberes de las partes) Numeral 10), 424, 503 y otros varios que se refieren a la posibilidad de
utilización de figuras no adversariales para dar por finalizado el conflicto. Se establece la obligatoriedad, antes
de dar por iniciado el hecho punible de acción penal privada, que el Juez convoque a las partes a
una audiencia de conciliación, en la cual les insta a llegar a un acuerdo que ponga fin al
juicio, de lo contrario dará curso al mismo.
En virtud de la Acordada N° 198 del 27 de diciembre del 2000 la Corte Suprema de Justicia creó la Oficina
de Mediación, dependiente del Poder Judicial, disponiendo el Art. 1° de la misma, la implementación
del sistema de mediación voluntaria en los Juzgados de Primera Instancia en lo Civil y Comercial, Tutelar del
Menor (hoy en día denominados de la Niñez y la Adolescencia, a partir de la vigencia del Código de la
Niñez y la Adolescencia-Ley Nº 1680/01) y Laboral, así como en los Juzgados de Paz, todos ellos
de la Circunscripción Judicial de la Capital. Posteriormente la Corte Suprema de Justicia, por
Acordada N° 239 del 27 de diciembre de 2001, dispuso la ampliación de la implementación
del servicio de Mediación a los Juzgados de Justicia Letrada y a los Juzgados de Primera
Instancia en lo Civil y Comercial, Menor y Laboral de las ciudades de San Lorenzo,
Luque y Lambaré. En virtud del citado artículo, queda abierto el camino para que los Juzgados deriven
casos a la Oficina de Mediación del Poder Judicial, siempre y cuando exista conformidad de partes,
en el sentido de someterse al procedimiento de mediación para poner fin a sus diferendos.
Según lo define, la Acordada citada anteriormente, en el Art. 2° del Reglamento del Servicio de
Mediación: “La mediación es un procedimiento no adversarial para la resolución de
conflictos, en el cual un tercero neutral, que no tiene poder sobre las partes, en adelante “Mediador”,
ayuda a las partes a comunicarse y a negociar para llegar a un acuerdo mutuamente aceptable”. En
la misma definición de la Mediación se pone énfasis en la figura del Mediador, el cual
debe actuar siempre con total imparcialidad, volcando toda su profesionalidad en conducir a las partes
a la solución más apropiada para ambas. Como método de resolución de conflictos, la
mediación se constituye en una alternativa válida para todos aquellos que deseen poner fin a sus
litigios, utilizando esta vía para lograr un óptimo nivel de justicia, en menor tiempo y a un menor costo.
El Art. 53 de la esta ley, define a la mediación como “un mecanismo voluntario orientado a la resolución de
conflictos, a través del cual dos o más personas gestionan por sí mismas la solución amistosa de sus
diferencias, con la asistencia de un tercero neutral y calificado, denominado Mediador”. El
Mediador debe estar preparado y dotado de técnicas para resolver conflictos, debe contar con las
herramientas necesarias para conducir a las partes, en forma colaborativa y cooperativa, hacia el Acuerdo.
Con relación a los asuntos mediables, la Ley N° 1879/02 de Arbitraje y Mediación, en su Art. 54 dispone:
“que podrán ser objeto de mediación todos los asuntos que deriven de una relación contractual u otro
tipo de relación jurídica, o se vinculen a ella, siempre que dichos asuntos sean susceptibles de
transacción, conciliación o arbitraje”. En otro sentido, no podrán ser objeto de mediación aquellos
asuntos en los cuales se requiera la intervención del Ministerio Público (Vg. hechos punibles de acción
penal pública) y siempre que sobre la cuestión no se haya dictado sentencia definitiva, con autoridad
de cosa juzgada, es decir que se encuentre firme y ejecutoriada (Art. 56 de la mencionada ley).
Por su parte, la Acordada N° 198/2000 establece, en el Art. 6 del Reglamento del servicio de
mediación, que pueden ser derivados a la Oficina de Mediación los casos, atendiendo las siguientes pautas:
a) interés de las partes en preservar sus relaciones;
b) tratamiento confidencial del asunto;
c) falta de comunicación entre las partes;
d) necesidad de atender pautas culturales específicas;
e) cuestiones técnicas muy complejas;
f) la necesidad de reducir los costos; y por último,
g) la necesidad de una rápida solución.
Entre ambas instituciones existe una tajante y clara diferencia conceptual, el proceso judicial
se constituye hasta el presente en la forma más tradicional de dirimir los conflictos, con el uso de
métodos adversariales para arribar a un resultado, la sentencia, dictada por un tercero: el Juez. De
esta forma se agudiza aún más el conflicto que les da origen, en razón de que se apoya
en la confrontación absoluta.
Parafraseando una cita del maestro Couture, en sus Estudios de Derecho Procesal, podemos decir:
“Tremendo poder el del juez: todo lo puede para la justicia; nada para sí”. La necesidad del proceso
se debe a la incapacidad de alguien para juzgar, por sí, acerca de lo que debe hacerse o no hacerse. El fin del
proceso es hacer que entren en juicio aquellos que no lo tienen o lo han perdido, siendo
restablecido con posterioridad por el juez.
A diferencia del proceso judicial, donde el Juez es quien decide por las partes; en la mediación, en caso de
arribar a un acuerdo, deriva de los intereses, de las necesidades y de la voluntad exclusiva de
ellas. Se da lugar a la autocomposición y al restablecimiento de las relaciones. El Mediador se constituye en
un tercero neutral e imparcial, quien logra el ambiente propicio para el diálogo entre los
mediados (Art. 11 de la Acordada - Reglam. del Serv. de Med. y Art. 65 de la Ley N° 1879/02 de Arb. y
Med.)
BOLILLA VI
CRITERIOS PARA LA DERIVACIÓN JUDICIAL DE LOS CASOS
Cuando corresponde a los Juzgados y Tribunales seleccionar cuáles son los casos o categorías de casos para
las cuales se ofrece la mediación debido a la falta de recursos, tal selección debe realizarse sobre la base de
criterios claramente establecidos.
BOLILLA VII
PREPARACIÓN DE LA MEDIACIÓN
El hecho de que una de las partes sea “forzada” a participar de un proceso de mediación, sin duda redundará
en un trámite complejo, ya que se esperaría una respuesta poco genuina de la misma. En muchas ocasiones,
la presión de la opinión pública obliga a las partes a, por lo menos, simular que están en una instancia de
mediación. El resultado potencial de una mediación, se encuentra en gran parte condicionada por esta etapa.
Las circunstancias cambiantes hacen que siempre exista un momento inicial, mejor u óptimo que las partes
deben aprovechar. La situación presente y su perspectiva futura son factores fundamentales para la actitud de
las partes en relación al comienzo de una mediación
La convocatoria a los mediados, es aconsejable que se realice previa explicación de las características del
procedimiento, la que deberá ofrecerse aún cuando ya se hayan puesto en conocimiento de los interesados por
otra persona o por otros medios.
FORMAS DE CITACIÓN
Cuando se lleva a cabo la citación por medio escrito, conviene utilizar un sistema con el que se pueda conocer
si la misiva fue recibida por el destinatario, pues, de lo contrario – si no comparece – será difícil saber si no
concurrió porque no quería o simplemente porque no se enteró que lo estaban convocando. El responsable de
cursar la invitación dejará constancia escrita del nombre, firma e identificación del receptor, así como la fecha
en que realiza su cometido.
La invitación debe contener una breve explicación del cometido de la mediación, consignando datos de quien
pidió la resolución del conflicto e invitando a obtener mayor información en forma personal.
- Fecha de la invitación;
- Información relacionada a las características de la mediación, en especial las ventajas que presenta; y
CITACIÓN PERSONAL
Puede ocurrir que el interesado comparezca personalmente a la oficina del mediador, sea porque es el
peticionante del servicio o por cuanto alguna de las partes le ha informado de la futura intervención. En casos
excepcionales, podría el mediador ir al domicilio u oficina del convocado y presentarse a hablarle del cometido
que ha sido encargado.
En este caso, la impresión es más fuerte, por cuanto a la voz y el oído se agregan los demás sentidos. El
cliente tendrá a la vista la recepción y sala de espera con lo que tomará una apreciación más verdadera (o por
lo menos, más directa) de lo que está por pasar en la mediación y, muy especialmente, se formará opinión
sobre las personas que lo atiendan observando su lenguaje no sólo verbal, sino también gestual.
Recordemos que la comunicación humana se efectúa más mediante gestos, posturas, posiciones y distancias
relativas que por cualquier otro método. La mayoría de los investigadores coinciden en que el canal verbal se
usa principalmente para proporcionar información, mientras que el canal no verbal se usa para expresar las
actitudes personales, y en algunos casos, como sustituto de los mensajes verbales
La mediación es un estilo de negociación, es una negociación asistida por un tercero que actúa de facilitador
entre las partes para colaborar con estas a descubrir sus intereses y a pasar de adversarios a socios o
colaboradores. Los principios básicos que los mediados deben considerar, desde antes de la iniciación de la
negociación, para que sea eficaz y fructífera, entre otros, son los siguientes:
- Estilos de negociación;
- Ofertas iniciales;
- Fases de la negociación;
- Estrategias de la negociación
Cuando las partes han decidido acudir a la mediación, lo primero que deben tener muy en cuenta es su
preparación para negociar. Los negociadores con experiencia, antes de comenzar las reuniones, se plantean
generalmente preguntas tales como:
¿cuáles son las hipotéticas causas del conflicto?, o ¿qué tipo de intervenciones pueden ser útiles?
En la mediación, a la parte negociadora le puede resultar útil disponer de una amplia y diversa información.
Generalmente, el negociador que adopta un enfoque cooperador desea conocer las necesidades e intereses de
la otra parte, los cuales no siempre son revelados por los temas planteados y las posiciones adoptadas.
Preguntando de forma objetiva podrá obtener la información necesaria para mover a la otra parte de su
posición y considerar opciones creativas que satisfagan los intereses de ambas partes.
Mencionamos algunas preguntas cuya respuesta ayudará al negociador a preparar eficazmente una
negociación llevada a cabo en el marco de la mediación:
- ¿Cuáles son las necesidades de las partes, sus inquietudes, y sus metas?;
¿Cuándo?;
RESULTADOS
DINÁMICAS
- ¿Hasta qué punto hechos complejos alegados, pruebas, argumentos, intereses, y acuerdos pueden ser
visualmente resumidos?
En resumen, al acudir a la mediación el negociador debe previamente tomar en consideración las siguientes
premisas:
Determinar acciones a seguir, posiciones, concesiones, y explorar una serie de posibles soluciones: una
propuesta inicial, una propuesta alternativa aceptable, o una última propuesta u opción final.
Hacer propuestas razonables y legítimas, y estar dispuesto a satisfacer las necesidades de la otra parte.
Existen diferentes papeles que el negociador puede jugar durante las audiencias de mediación, que
generalmente se denominan estilos de negociación, el estilo que elija el negociador o parte en el desarrollo de
la mediación condicionara el resultado de la audiencia:
COMPETITIVO, cuyo objetivo es ganar a costa de que la otra parte pierda. Las estrategias empleadas por el
negociador competitivo son básicamente desalentar el acuerdo, persuadir, ser firme, marcar límites, insistir,
repetir, controlar, ser inaccesible. Ventajas: rapidez, decisión, preservación de valores esenciales, estabilidad.
COLABORADOR, cuyo objetivo es trabajar conjuntamente con la otra parte para encontrar una solución. Las
estrategias que utiliza el negociador cooperador son, entre otras, afirmar sus puntos de vista, invitando también
a los otros a exponer los suyos; aceptar las diferencias; listar conjuntamente los puntos fuertes y débiles de
cada aspecto del problema; cooperar en buscar información adicional. Ventajas: confianza y relación mutua;
extensa cooperación; creatividad y desarrollo; energía positiva.
CONCILIADOR, cuyo objetivo es llegar a un compromiso, que acepta soluciones parciales a los problemas
planteados, cuando las partes no ven posibilidad de llegar a una situación ganador - ganador. Estrategias :
incitar a la moderación, regatear, partir la diferencia, lograr algo para cada parte, encontrarse a mitad de
camino. Ventajas: relativamente rápido, proporciona un camino para hacer tablas, fácilmente comprendido.
DEFENSIVO O ESQUIVO, cuya meta es evitar perder. El negociador esquivo no persigue sus propios intereses
ni los de su adversario. Estrategias : abandonar, retrasar o evitar la respuesta. Ventajas: libertad para
enredarse en cuestiones triviales y relaciones insignificantes; preservación del status quo; capacidad para influir
a otros sin hacer nada.
COMPLACIENTE, el negociador sacrifica ciertos intereses para mantener una buena relación con la otra parte,
aún a costa de sus propias necesidades. Estrategias: consentir, reconocer el error, aceptar las exigencias del
contrario. Ventajas: conseguir el acuerdo.
PASOS A CONSIDERAR POR LAS PARTES Y LOS ABOGADOS ANTES Y DURANTE LA AUDIENCIA DE
MEDIACIÓN
Estudie las leyes o las reglas, o consulte con alguien que está bien informado para ver si sus problemas se
pueden sostener legalmente.
Recopile toda la evidencia que apoye su caso según lo ejemplifiquen los informes de evaluación, videocintas,
etc. Ejemplo: “Los padres tienen derecho a examinar todos los expedientes relacionados con su niño antes de
cualquier reunión, mediación o vista”.
Los mediados deben entender el objetivo de la mediación, que es un proceso eficaz para alcanzar un acuerdo,
si ello es posible y deseable para ellos;
Es fundamental la comunicación entre las partes, debiendo tener en cuenta el orden, así como la clase de
lenguaje que utilizan;
Debe imperar un ambiente de respeto, tanto entre los mediados y entre éstos y el mediador; el sentido de
igualdad de trato debe estar presente en cada momento.
El Mediador debe prepararse para las Audiencias que, de por si exigen mucho del profesional mediador, pero
por sobre todo el profesional debería darle su toque personal con naturalidad por que no hay un criterio único
para llevar a cabo la mediación. Hay distintas escuelas y distintas personalidades, pues se trata de un arte y
una ciencia que va variando según la personalidad del mediador.
Más allá de las destrezas requeridas para la mediación efectiva, el desarrollo de ciertas características
personales es importante. Cada mediador tiene estilo propio y distinto de mediación. Su tono de voz, su
apariencia física, la manera normal de dirigir sus asuntos personales, servirán para definir su estilo propio de
facilitación. Esta gama de estilos enriquece el proceso de mediación y constituye una de sus fuerzas
dominantes y de su éxito para ayudar a resolver los litigios entre las personas.
LOS DATOS MÍNIMOS QUE EL MEDIADOR DEBERÍA TENER SOBRE LA SITUACIÓN A MEDIAR SON:
- la naturaleza de la demanda;
Por lo general los profesionales, especialmente si son especialistas en derecho, tienden a concentrarse en las
precisas palabras intercambiadas, sea entre ellos, sea con los clientes.
Gran parte de los abogados creen que lo que se dice en una entrevista es mucho más importante que cómo se
dice, por cuanto han sido entrenados para ostentar precisión en la selección y uso de las palabras. Los juristas
muchas veces, son producto de un modo de aprendizaje que ignora las circunstancias no verbales que rodean
al discurso y pone énfasis en el lenguaje utilizado por las partes. Creen que las palabras constituyen el núcleo
de una disputa jurídica y del ejercicio de la abogacía. Sin embargo, se han descubierto diversas formas de
comunicación no verbal, a las que atribuyen un papel importante en crear una relación.
- Paralingüística: Se refiere al ritmo, tono o volumen de la voz, independientemente del contenido de lo que se
dice.
Con todo ello se crea una impresión global sobre el “escucha” de la comunicación no verbal. Ninguno de los
niveles prevalece sobre otro, pero pueden variar en importancia según el caso. La combinación de los tres
canales constituye una fuente muy rica de información y las variaciones se funden simultáneamente para llegar
a los sentidos como mensaje compuesto.
Para enviar y recibir adecuadamente la comunicación no verbal, deben conocerse sus componentes a fin de
apreciar su significación. En la mayor parte de los individuos estos canales operan espontáneamente, de
manera involuntaria y subconsciente, mas el mediador debe estar al tanto de lo que pasa y controlar estos
mecanismos, especialmente para no ser incongruente entre su mensaje verbal y no verbal. Aunque todo tipo de
información puede fluir por medios no verbales, se expresan especialmente actitudes y sentimientos, en
particular los negativos que por cortesía tienden a suprimirse en el trato social.
Las distancias de interacción también son importantes inclusive obligan a hablar de modo distinto. Si las
personas están muy cerca, deberán utilizar un susurro, si están medianamente cercanas, una voz suave; si
están más lejos, una voz más alta. Hay distancias privadas y públicas, íntimas y neutrales, pero también serán
diversas las que cada uno considere apropiada según la cultura. Así, en Latinoamérica, la distancia de
interacción es mucho menor a la de los EEUU y las personas no hablan a gusto a menos que se encuentren
más cerca la otra persona. Por el contrario en los EEUU, dicha proximidad motiva el alejamiento o
incomodidad del interlocutor.
En definitiva, la sensación que el hombre tiene del espacio está condicionada por su sensación de si mismo
que es producto de la transacción con su medio. El hombre tiene aspectos táctiles, visuales, térmicos y de
movimiento muscular –respecto de su propia persona – que pueden ser inhibidos o favorecidos en su desarrollo
con el medio. Mas, debe tenerse en cuenta que no hay dos personas que registren exactamente la misma cosa
cuando emplean sus sentidos, ya que no todas las personas se relacionan del mismo modo con el mundo que
los rodea.
El ambiente en el cual se desarrollará el proceso de mediación, que involucra a partes que se encuentran en
una situación de conflicto, requiere un lugar adecuado para el tratamiento del mismo.
Un mediador privado puede tener que elegir el lugar del encuentro específico para cada caso, pues no siempre
contará con su propio estudio, especialmente si debe trasladarse a otra ciudad, lo que ocurre habitualmente
con los mediadores de renombre y prestigio.
Es conveniente que el lugar de reunión no sea la oficina propia de ninguna de las partes, sino un lugar neutral,
pues siempre favorecerá el clima de equilibrio que uno de los contendientes no actúe de “local” y el otro de
“visitante”. Si ambos son extraños, tienen ya algo en común. Un mediador perteneciente a un Centro de
Mediación generalmente tendrá una sala de audiencias para mediar dentro de la institución. No obstante,
podría ocurrir que para una mediación multiparte muy numerosa tuviera que buscar otro local más espacioso, el
que podría estar dado por una institución deportiva, un hotel, un teatro o el atrio de una iglesia.
El mediador debe preocuparse de que se trate de un lugar neutral para no afectar la sensibilidad de las partes y
no ver dañada su propia imparcialidad.
El espacio físico adecuado constituye elemento fundamental para el éxito de las mediaciones. Se requiere, al
menos:
- Una sala de recepción y espera donde deberán estar las partes antes de la mediación, con la posibilidad de
que no estén juntas si existe un alto nivel de carga emocional en el conflicto.
- Uno o más ambientes secundarios para separar a las partes durante las sesiones privadas.
Los ambientes deben ser cálidos e invitar a la distensión, con música, café, televisión, revistas, etc. en la sala
de espera y sin elementos que interfieran en las salas de mediación.
- Rectangular: Esta mesa tiene un lugar de preeminencia en la cabecera. Además, es casi inevitable que
quienes se sientan a los lados de la mesa queden frente a frente, cada uno más alejado que el otro del lugar
de preeminencia.
En una reunión de persona de igual status, la que se ubica en la cabecera tendrá la influencia más fuerte,
siempre que no de la espalda a la puerta, Si así fuera, sería la del lado contrario la más fuerte.
- Cuadrada: Esta mesa no tiene un lugar prevaleciente, aunque generalmente en ella no se logra ubicar a más
de cuatro personas, salvo que su tamaño sea muy grande y se puedan acomodar ocho. En tal caso, salvo la
inexistencia de cabecera, tiene limitaciones similares a las de la mesa rectangular. Cuando se trata de dos
personas solamente, la mesa cuadrada crea una relación de competencia o una actitud de defensa, por lo que
se tiende a conversar poco sobre algún tema determinado o a crear la relación superior-subalterno.
- Redonda: En esta mesa no existe un lugar de autoridad y preeminencia y puede acomodarse a la gente a
distancias regulares, según cuántos sean, con mayor o menor espacio intermedio. Su forma permite
acercamientos más fáciles a medida que se trabaja y proporciona a las personas una atmósfera de dialogo.
Una mesa redonda crea un clima de informalidad y tranquilidad que es ideal para las conversaciones entre
personas de un mismo status y cada persona tiene derecho a una misma cantidad de territorio. Sin embargo, si
el status de una persona es más alto, transformándola en las relaciones en algo similar a la mesa rectangular.
2. Sillas para las audiencias: Que sean cómodas, pero que no inviten a relajarse demasiado, las que no
deben diferir en tamaño o importancia. No puede sentarse a uno en un sillón blando y bajo mientras que a otro
le toca una alta e incómoda silla de madera o un banquito sin respaldo. La influencia de las sillas en el aumento
o disminución del status y el poder depende de varios factores como el tamaño de los asientos y sus
accesorios, la altura de la silla tomada desde el suelo y la ubicación relativa respecto de las otras personas.
- Debe disponerse de papel y lápiz para que cada parte pueda escribir sus anotaciones respecto de lo dicho por
la contraria o ideas propias que quieran compartir con el mediador sin olvidarlas mientras el otro tiene la
palabra.
- Conviene que exista un pizarrón para poder consignar en forma visible para todos y a medida que se van
descubriendo en común, los intereses, opciones, alternativas y propuestas de las partes, y por último, las
pautas del acuerdo.
FUNCIONAMIENTO DE LA MEDIACIÓN. CONDUCCIÓN
PRODUCTIVA DE LA MEDIACIÓN
reunión conjunta.
preocupación común;
superiores.
las partes;
8. descripción de la logística;
partes;
iniciará el trabajo.
Mediación, y he realizado tareas de ayuda a las personas, conel fin de que elaboren sus propias soluciones a
las situaciones
formalidad de la mediación.
perspectiva justa.”
A continuación, el mediador debe describir su relación de
Me apartaré de la discusión acerca de la sustancia o el contenido. Mi rol consiste en informarles acerca del
determinar una actitud tendenciosa en su comportamiento, o suscitar un interrogante en la mente de las partes
con respecto
negociaciones.
destinado a plantearlas.
figura de autoridad en relación con los mediados. Es el proceso de las partes, no del mediador. La descripción
del proceso es
otra.
privada.
privados.
los límites de la confidencialidad, según las normas locales, de modo que las partes conozcan los límites
impuestos a la
intimidad.
alcanzar un acuerdo.”
documento de acuerdo.
los acuerdos acerca del rol de los testigos y las relaciones con la
ser evitadas. Son mejor recibidas por las partes las palabras no
que estamos en condiciones de pasar a discutir las cuestiones inmediatas. Aspiro a que ambas partes, que
están aquí,
suficientemente fluida.
así se lo comunicarán.
4. DETECCIÓN DE INTERESES
5. LA SESIÓN PRIVADA42
encuentro confidencial. La posibilidad de este tipo de audiencias debe haberse adelantado en el discurso de
apertura
aconsejan su utilización:
problema.
el contenido de lo conversado.
acuerdo.
la terminará.
dentro del lenguaje que usa una parte cuando se está a solas
confidencial;
juicio;
interesados este consenso oculto. Para ello tiene dos opciones: 1) puede reunir a las partes, anunciar que se
ha
del mismo;
final.
9. CONCLUSIÓN DE LA MEDIACIÓN
intervinientes se ponen de acuerdo en suspender la sesión para poder reunirse mas adelante, con los
elementos de pruebas
partes.