Etapa Lítica
Etapa Lítica
Etapa Lítica
Los sitios de los que proviene la mayor parte de la información que tenemos sobre el
Arqueolítico son varios de los 18 que se excavaron en las faldas y la base del Cerro de
Tlapacoya, estado de México, que entonces era, a veces, una península y otras una isla
del Lago de Chalco, hoy desaparecido.
En Tlapacoya I Alfa se encontraron los restos de tres hogares para los que se cuenta con
las fechas de radiocarbono de 22000 ± 4000 a.C. y 19700 ± 500 a.C.; junto a ellos se
encontró gran cantidad de huesos de animales, parte de ellos extintos. El sitio se
encontraba en lo que entonces era una playa del lago, en la cual se encontraron gran
número de artefactos hechos con andesita local, toscos y poco estandarizados, sobre
todo lascas y navajas de sección triangular, y tres desechos de talla de obsidiana,
material ajeno al lugar.
Es una etapa de grandes cambios, ya que coincide con la transición del Pleistoceno
Superior al Holoceno, durante la cual muchos de los grandes animales, como los
mamutes, caballos y camellos se extinguen. Se presenta una mejoría climática, resultado
del final de la última glaciación, y una redistribución de la vegetación, como
consecuencia de esta mejoría, que al final de la etapa se asemeja ya a la actual.
Hay también un cambio tecnológico importante en la manufactura de artefactos de
piedra, pues a la percusión, que se utilizaba antes de manera exclusiva, se añade la
presión, lo que permite un mayor control en la hechura de las herramientas, y la
diversificación de éstas, para cumplir con funciones más especializadas, entre las que
destacan las puntas de proyectil. En México se conocen por esa época dos tradiciones:
una de distribución occidental, con puntas de proyectil acanaladas, y otra oriental, con
puntas en forma de hoja, con lo que a las fuentes de subsistencia empleadas antes se
agrega la caza mayor. La organización social, aparentemente, seguía estando basada en
grupos de carácter familiar, pero varios de ellos se unían para la caza mayor.
PERÍODO PROTONEOLÍTICO
Simultáneamente, para poder consumir las semillas de maíz tuvieron que fabricar
instrumentos de molienda con una superficie de trabajo de mayores dimensiones, en
comparación con las del periodo anterior, que eran una mezcla de instrumentos de
molienda y machacadres que permitían abrir las duras cáscaras y triturar las semillas y
los vegetales. Debido a estas características tecnológicas, este periodo es conocido
como Protoneolítico (7 000 a 4 500 años antes del presente), cuyo principal aporte
técnico fue la aplicación del pulido en la fabricación de morteros y metates y, en
algunos casos, de ornamentos.
Hemos visto cómo ante los fenómenos naturales, como la extinción de la fauna, sobre
los que no se tiene control alguno, los primeros pobladores del norte de México
responden con una constante creatividad tecnológica. Al aumentar el tamaño de las
poblaciones y escasear las presas de gran tamaño se opta por comenzar a cultivar, para
hacer frente a la presión de la población sobre los recursos. Esto lleva a los grupos a
invertir una mayor cantidad de trabajo y de tiempo en la producción de alimentos.
Siglos después se asentarían en aldeas y núcleos urbanos. Por desgracia, la convivencia
en grandes conglomerados humanos lleva al aumento de las enfermedades y de la
violencia; a la intensificación de la producción; a las crisis cíclicas de la producción
agrícola como resultado de este proceso, y a la división en clases sociales. Hoy vemos
con nostalgia un edén perdido en donde la vida en sociedad era más fácil y armónica,
dado que cada miembro del grupo cazador-recolector era importante para la
supervivencia.
Hasta hace relativamente poco tiempo, el noroeste mexicano había sido tierra ignota
para antropólogos y arqueólogos, al grado que tal vez no haya en América del Norte
otro lugar tan desconocido. Esta inmensa extensión de desiertos, valles y montañas la
compartía Paquimé con otros importantes centros de población del sur de los Estados
Unidos, como Chaco y Aztec en Nuevo México, Mesa Verde en el sur de Colorado, y
Snaketown en el sureste de Arizona, territorio cultural que Paul Kirchhoff bautizó como
Oasisamérica.
ARIDOAMÉRICA
Alfred Kroeber, antes que Kirchoff, había definido a esta región como el Suroeste. El
término, que es más empleado en inglés, implica desde luego, la imposición de una
perspectiva geográfica centrada en Estados Unidos. Sin embargo, los arqueólogos
mexicanos han discutido el concepto culturas del Suroeste, por obvias razones políticas,
argumentando que "el Suroeste históricamente siempre ha sido Norte".
En ese sentido, en algunos círculos de arqueólogos (especialmente los mexicanos), se
habla de una Gran Chichimeca, que comprendería aproximadamente los territorios que
se entienden como Aridoamérica. Este nuevo concepto tiene su origen en la
denominación dada por los nahuas a los habitantes de las tierras norteñas, a los cuales,
por un paralelismo singular, como en Grecia antigua, consideraban como bárbaros (de
hecho, chichimeca y bárbaro tienen aproximadamente el mismo significado en sus
respectivas lenguas originales: los que no saben hablar).
Mesoamérica es un área definida por la cultura. Esta región vio el desarrollo de una
civilización indígena en el marco de un mosaico de gran diversidad étnica y lingüística.
La unidad cultural de los pueblos mesoamericanos se refleja en varios rasgos que Paul
Kirchhoff definió como elcomplejo mesoamericano.2 La definición de lo que se acepta
como mesoamericano es objeto de discusión entre los estudiosos de esta civilización;
sin embargo, con frecuencia se menciona en el inventario la base agrícola de la
economía, el cultivo del maíz, el uso de dos calendarios (ritual de 260 días y civil de
365), los sacrificios humanos como parte de las expresiones religiosas, la tecnología
lítica y la ausencia de metalurgia, entre otros. En su momento, la definición del
complejo mesoamericano sirvió para distinguir a los pueblos mesoamericanos de sus
vecinos del norte y el sur.
OASISAMÉRICA
No obstante que se trata de un territorio seco, Oasisamérica está surcada por algunas
corrientes de agua como los ríos Yaqui, Bravo, Colorado, Gila, yCasas Grandes. La
presencia de estas corrientes (y algunas lagunas que se tragó el desierto a lo largo de los
años), así como su clima indudablemente más benigno que el de la región
aridoamericana oriental, fue la que permitió el desarrollo de las técnicas agrícolas
importadas de Mesoamérica.