Los incas originalmente eran una sociedad guerrera del suroeste de los Andes que creció para convertirse en un gran imperio que abarcaba partes de Sudamérica. Se cree que los incas descendían de Manco Cápac y Mama Ocllo, enviados por los dioses Inti y Quilla para enseñar a los humanos la agricultura. Los incas establecieron su capital en Cuzco y construyeron un imperio sofisticado con caminos, sistemas de riego y registros como el quipu. Sin embargo, el imperio
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Los incas originalmente eran una sociedad guerrera del suroeste de los Andes que creció para convertirse en un gran imperio que abarcaba partes de Sudamérica. Se cree que los incas descendían de Manco Cápac y Mama Ocllo, enviados por los dioses Inti y Quilla para enseñar a los humanos la agricultura. Los incas establecieron su capital en Cuzco y construyeron un imperio sofisticado con caminos, sistemas de riego y registros como el quipu. Sin embargo, el imperio
Los incas originalmente eran una sociedad guerrera del suroeste de los Andes que creció para convertirse en un gran imperio que abarcaba partes de Sudamérica. Se cree que los incas descendían de Manco Cápac y Mama Ocllo, enviados por los dioses Inti y Quilla para enseñar a los humanos la agricultura. Los incas establecieron su capital en Cuzco y construyeron un imperio sofisticado con caminos, sistemas de riego y registros como el quipu. Sin embargo, el imperio
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Los Incas: Breve introducción a la cultura
prehispánica Introducción
Los incas, llamados también ‘hijos del sol’, eran
originalmente una sociedad guerrera que vivía al suroeste de la región de La Sierra. Provenían de la conjunción de otras tribus, clanes y confederaciones provenientes de varios territorios, especialmente del Perú y de Bolivia gobernantes cuzqueños, con equivalencia a soberano, quienes establecieron un gran imperio en los Andes en el siglo XV, muy poco antes de la conquista del Nuevo Mundo por los españoles. El nombre también se aplica por extensión, a todos los súbditos del Imperio incaico o Incanato. Inca es, arqueológicamente, el nombre de una cultura y un periodo prehispánico. Del 1100 al 1300 d.C. se trasladaron hacia el fértil valle del Cuzco, al norte, desde donde fueron invadiendo las tierras vecinas. Hacia el año 1500 habían creado un Imperio que incorporaba a la mayoría de las culturas de la zona y cuyos límites abarcaban desde el sur de la actual Colombia hasta el centro de lo que hoy es Chile, además de Bolivia y el norte de Argentina; el límite oriental llegaba hasta el océano Pacífico. Origen
Los incas nacieron de la asociación de muchas otras etnias
(como son la de los aimaras, los wankas, entre otros), aunque sin embargo existen dos teorías sobre su nacimiento como pueblo. La primera es del cronista español Garcilaso de la Vega, el cual dedujo que al unirse el dios sol Inti con la diosa luna Quilla engendraron dos hijos en el lago Titicaca conocidos como Manco Cápac y Mama Ocllo. Su padre, Inti, les ordenó que adiestren a los ignorantes las artes de cultivar y criar animales, a hilar y tejer telas, a trabajar en el hogar y conocer las labores domésticas. Pero el dios sol no solo les entregó consejos a sus hijos, sino también una vara de oro, cuya función era señalar un lugar fértil donde trabajar la tierra; esta vara se enterraría en el lugar donde Inti les indicara a sus hijos el fin del peregrinaje para fundar su capital. La segunda trata sobre los hermanos Ayar (cuatro hombres y cuatro mujeres jóvenes, hermanas y esposas de ellos a la vez), surgidos de la montaña Pacaritambo, después del gran diluvio que había devastado todo. Viendo el estado de las tierras y la pobreza de la gente, los cuatro hombres decidieron buscar un lugar más fértil y próspero para instalarse. Llevaron con ellos a los miembros de diez Ayllus (organización inca que agrupaba diez familias) y se dirigieron hacia el sudeste. En el curso del viaje Ayar Auca fue también convertido en estatua de piedra, en la Pampa del Sol. Ayar Manco, acompañado por sus cuatro hermanas, llegó a Cuzco donde encontró buenas tierras; su bastón se hundió con facilidad pero no pudo retirarlo sin esfuerzos, lo cual era una buena señal. Entusiasmados con el lugar decidieron quedarse allí. Éste fundó una ciudad llamada Cuzco (ombligo, en quechua), la capital de su posterior imperio, el Tahuantinsuyo, en nombre del creador Viracocha y en nombre del Sol.
Auge
Desde aproximadamente 1450 a 1530 d. C., la costa
occidental de América del Sur prosperó bajo el Imperio Inca. A su altura, se podía comparar a los incas con la antigua sociedad romana. Se desarrollaron ampliamente en distintas ramas del conocimiento humano y su aplicación, como son: la agricultura, la arquitectura, la organización socio-política, la comunicación, y la tecnología. Construyeron caminos entre el Reino de Quito (actual República del Ecuador) hasta la frontera sur de Argentina y Chile, creando un extenso sistema de comunicación. A lo largo de cada camino había mensajeros o "chasqui" para llevar mensajes de un lado al otro. Su gobierno era muy organizado y eficiente. Aunque los Inca no tenían un sistema de escritura, tenían un complejo método de cuentas y archivo llamado quipu. El quipu era un sistema para grabar datos usando cordones con nudos, los cuales indicaban las unidades de diez y, por ejemplo, un cordón amarillo significaba oro, uno blanco plata y uno rojo soldados. Trabajaban en forma colectiva, en terrazas a lo largo de las montañas, llamadas "andenes”, y sus tierras eran propiedad comunal. Desarrollaron un sistema de riego mediante el cual cambiaban la ruta de los ríos para proveer canales para las terrazas, esto a su vez le daba un control casi total a las poblaciones costeras ya que eran grandes ingenieros hidráulicos, llegando a cortar el suministro de agua si así lo querían. Entre los productos cosechados en sus zonas de cultivo, se encuentran: maíz, yuca, papa, frijoles, algodón, tabaco, coca, etc.
Declive
En realidad el Imperio Incaico empezaba a derrumbarse
solo. Era un organismo caduco y viciado, que tenía en su enormidad territorial el más activo germen de disolución. La grandeza del Imperio estaba ligada esencialmente a la existencia al frente de él de grandes espíritus guerreros y conquistadores como los de los últimos Incas, Pachacútec y Túpac Yupanqui, y, sobre todo, a la conservación de una casta militar, sobria y virtuosa como la de los orejones. Con Huayna Cápac se inició la decadencia. Huayna Cápac era aún un gran conquistador como su padre y abuelo, pero en él se presentan y se afirman ya los síntomas de una corrupción. Las victorias incaicas son más difíciles y lentas, no se siente ya el ímpetu irresistible de las legiones quechuas. La conquista de Quito es la pérdida del Tahuantinsuyo. Las tribus se rebelan apenas sometidas y escarmientan a los vencedores. Los orejones, la invencible y austera casta de los anteriores reinados, educada en la abstinencia, la privación y el trabajo, había perdido su vigor. Ya no comían maíz crudo ni viandas sin sal, no se abstenían de mujer durante los ejercicios preparatorios de su carrera militar, ni realizaban trabajos de mano, ni eran los primeros en el salto y la carrera. De las clásicas ceremonias instituidas por Túpac Yupanqui para discernir el título de orejón, sólo conservaban el amor a la chicha. Mientras más beber, más señor es, llegó a decirse. Los Pastos les sorprenden y les diezman, después de una victoria, porque según cuenta Sarmiento estaban «comiendo y bebiendo a discreción». Los cayambis, un pueblo rudo y desconocido, resisten al ejército incaico, y hacen huir por primera vez a los orejones, dejando en el campo indefenso y en peligro de muerte al Inca. Éste tiene que usar para someter a los cayambis, métodos que contradicen la proverbial humanidad de su raza y las tradiciones pacificadoras del Imperio: matanzas de prisioneros, guerra sin cuartel a mujeres y a niños, incendio y saqueo de poblaciones. El vínculo federativo que era el sostén del Imperio, no era ya así libre y voluntario o conseguido por la persuasión, sino impuesto por la fuerza. La cohesión incaica estaba desde ese momento amenazada por el odio de los pueblos vencidos y afrentados. Las sublevaciones se suceden y los enormes cambios de poblaciones ordenadas por Huayna Cápac, verdaderos destierros colectivos de grandes masas, no hacen sino aumentar el descontento de vasallos y sometidos.