T-0964-10 Habeas Data
T-0964-10 Habeas Data
T-0964-10 Habeas Data
Magistrado Ponente:
Dr. JUAN CARLOS HENAO PÉREZ
SENTENCIA
dentro del trámite de revisión de los fallos dictados por el Juzgado Quinto Penal
Municipal con Función de Control de Garantías el once (11) de mayo de dos mil
diez (2010) y por el Juzgado Sexto Penal del Circuito con Funciones de
Conocimiento el treinta (30) de junio de dos mil diez (2010), en el asunto de
referencia.
I. ANTECEDENTES
1. Hechos.
1.2. Afirma el peticionario que las cuotas se venían cancelado en los términos y por
la cantidad pactada hasta que la entidad acreedora fue finalmente intervenida y
liquidada.
El segundo derecho de petición fue resuelto el dos (2) de febrero de dos mil diez
(2010). En el mismo, la accionada informó que la prescripción extintiva no operó
sobre las obligaciones, ya que ésta debió ser declarada por un juez de la
República. Igualmente, afirmó que, como lo exige el ordenamiento jurídico
colombiano, los datos reportados a la central de riesgo fueron veraces y
fidedignos.4
3. Solicitud de tutela.
2 Dentro de las pruebas aportadas por el accionante en la acción de tutela, no se anexaron copias del derecho
de petición, solo de las respuestas.
3 Cuaderno 2, folio 6
4 Cuaderno 2, folio 7-8
5 Cuaderno 2, folio 6
6 Cuaderno 2, folios 7-8
7 Cuaderno 2, folio 9
8 Cuaderno 2, folio 10
9 Cuaderno 2, folio 11
10 Cuaderno 2, folio 12
11 Cuaderno 2, folios 18-19
12 Cuaderno 2, folio 36
13 Cuaderno 2, folio 37
14 Cuaderno 2, folio 38. Se evidencia que la comunicación fue entregada en la dirección del accionante.
T-2752398 3
El veintisiete (27) de abril de dos mil diez (2010), el señor Bernardo Ortíz Otero,
identificado con cédula de ciudadanía número 6.264.153 de Darién, interpuso
acción de tutela contra MUNDIAL DE COBRANZAS Ltda., por considerar que se le
habían vulnerado sus derechos fundamentales a la igualdad, al buen nombre y, al
habeas data en conexidad con el derecho a la dignidad humana. En consecuencia,
solicita que se oficie a DATACREDITO a retirar su nombre de la central de riesgo.
1. Primera instancia.
En ese sentido, “encuentra una actuación injusta y arbitraria por parte de la entidad
accionada, pues el señor BERNARDO ORTÍZ OTERO fue sorprendido con el
reporte negativo realizado ante la entidad de riesgo DATACREDITO, y se omitieron
varios lineamientos para que el reporte cumpliese con los requisitos legales (…) Se
avizora que el accionante no fue notificado de la venta de cartera vencida, pues la
entidad que asumió el cobro de tal, debió informarle sobre la forma como debía
seguir pagando sus cuotas. Y es que la accionada no demostró que contaba con
autorización de ORTÍZ OTERO para hacer el reporte en la central de riesgo.”17
2. Apelación.
3. Segunda instancia.
Conoció del recurso de alzada el Juzgado Sexto Penal del Circuito de Pereira con
Funciones de Conocimiento, el cual mediante providencia del treinta (30) de junio
de dos mil diez (2010), resolvió revocar la decisión del a quo y en su lugar denegar
el amparo solicitado.
1. Por medio de auto del tres (3) de noviembre de dos mil diez (2010), el
Magistrado Sustanciador solicitó:
Por otra parte, respecto a los soportes de pago hechos a la Cooperativa por
las obligaciones adquiridas, afirma que “difícil es después de 14 años
conservarlos recuerdo si (sic) haber hecho consignaciones y de allí hacían el
débito (sic) de la cuotas cuyos pagos aparecían reflejados en los estratos
anexando los últimos que logré (sic) recuperar.”20
Competencia.
2. El expediente de la referencia fue escogido para revisión por medio del auto del
once (11) de agosto del año dos mil diez (2010), proferido por la Sala de
Selección Número Ocho.
9. Ahora, con el fin de delimitar el ejercicio de las centrales de riesgo, ya que estas
no pueden actuar en desconocimiento de los derechos fundamentales del
individuo, es menester traer a colación el artículo 15 de la Constitución Política
de 1991, cuyo tenor establece:
“El buen nombre alude al concepto que del individuo tienen los demás
miembros de la sociedad en relación con su comportamiento,
honestidad, decoro, calidades, condiciones humanas y profesionales,
antecedentes y ejecutorias. Representa uno de los más valiosos
elementos del patrimonio moral y social de la persona y constituye
factor indispensable de la dignidad que a cada uno debe ser
tanto, se entiende que es deber de la empresa MUNDIAL DE COBRANZAS LTDA. informar a las centrales
de riesgo que tienen la información del accionante, que dicha información se encuentra en discusión por parte
de la titular de la misma.
27 Sobre el requisito de procedibilidad véanse las sentencias T-168 de 2010 y T-129 de 2010,
28 Sentencia T-487 de 2004
29 Sentencia T.1319 de 2009, citando la sentencia T-527 de 2000
T-2752398 9
reconocida.
11. Por otro lado, encontramos el derecho a la intimidad. El cual ha sido delimitado
por la Corte Constitucional, así:
Así, el derecho de habeas data puede ser entendido como “aquel que permite a las
personas naturales y jurídicas, conocer, actualizar y rectificar la información que
sobre ellas se haya recogido en bancos de datos y en archivos de entidades
públicas y privadas. De la misma manera, este derecho señala la obligación de
respetar la libertad y demás garantías constitucionales en el ejercicio de las
actividades de recolección, tratamiento y circulación de datos”37.
13. De manera que el derecho de habeas data reconoce tres facultades específicas
a la persona de la cual se tienen datos de contenido crediticio almacenados, que
son las siguientes:
14. En definitiva, reitera esta Sala la posición asumida por la Corte Constitucional a
lo largo de numerosas jurisprudencias por la cual se señala que el derecho
fundamental de habeas data es vulnerado en el caso de que la información
contenida en la base de datos de contenido crediticio: i) sea recogida sin el
consentimiento del titular del dato o de manera ilegal; ii) sea errónea; iii) recaiga
sobre aspectos íntimos de la vida del titular de tal manera que se entienda como un
dato privado y no de conocimiento público.40
38 Véase en sentencia T-168 de 2010 MP: Gabriel Eduardo Mendoza Martelo. En sentencia T-1319 de 2005,
se establece que en dentro de las restricciones impuestas al manejo de la información por parte de las centrales
de riesgo, “(…) la protección del derecho al buen nombre se circunscribe a que dicha información sea cierta y
veraz, esto es, que los datos contenidos en ella no sean falsos ni erróneos. Por su parte, la garantía del
derecho a la intimidad hace referencia a que la información no toque aspectos que pertenecen al ámbito de
privacidad mínimo que tiene la persona y que sólo a ella interesa. Finalmente, el derecho al habeas data
salvaguarda lo relacionado con el conocimiento, actualización y rectificación de la información contenida en
los mencionados bancos de datos.”
39 Sentencia T-729 de 2002. MP Eduardo Montelagre Lynett. Cfr. Sentencia T-657 de 2005.
40 Sentencia T-421 de 2009 MP: María Victoria Calle Correa. Cfr. T-176 de 1995.
41 En la sentencia citada los datos personales a dicho:“Acogiendo posiciones doctrinales en la materia, desde
la sentencia T-414 de 1992, la Corte ha señalado como características del dato personal (las siguientes: i)
estar referido a aspectos exclusivos y propios de una persona natural, ii) permitir identificar a la persona, en
mayor o menor medida, gracias a la visión de conjunto que se logre con el mismo y con otros datos; iii) su
propiedad reside exclusivamente en el titular del mismo, situación que no se altera por su obtención por parte
de un tercero de manera lícita o ilícita, y iv) su tratamiento está sometido a reglas especiales (principios) en lo
relativo a su captación, administración y divulgación.”
Los datos personales se encuentran por lo general en los llamados "bancos de datos", que han sido definidos
como el "conjunto de informaciones que se refieren a un sector particular del conocimiento, las cuales pueden
articularse en varias bases de datos y ser distribuidas a los usuarios de una entidad (administradora) que se
ocupa de su constante actualización y ampliación".
42 Sentencia T-729 de 2002.
Corte. Verbigracia en la sentencia T-022 de 1993, el accionante solicitó que los
datos negativos reportados a la central de riesgo bajo su nombre fueran eliminados
en razón a que no autorizó su reporte en el banco de datos, tal como el reglamento
de la entidad lo solicitaba. La Sala en ese entonces consideró:
Es así como, la Corte desde el año de 1993 viene reconociendo como principio de
la administración de datos la necesidad de una autorización del titular. De tal forma,
para que las centrales de información crediticia puedan divulgar la información de
una persona deben, por una parte, contar con la autorización previa, libre y expresa
de la misma, y por la otra, informar al titular del dato respecto del reporte de datos
negativos a la central. Todo esto, con el fin de que el titular pueda ejercer su
derecho a la rectificación y a la actualización de los datos a reportar.44
17. Siguiendo este planteamiento, la Ley Estatutaria 1266 de 2006, por la cual se
dictan disposiciones generales relativas al habeas data y se regula el manejo de la
información contenida en bases de datos personales, en especial, la financiera,
crediticia, comercial y de servicios, se refiere al punto en el artículo 3°:
43 Dicha posición es reiterada en la sentencia T-176 de 1993.
44 Sentencia T-657 de 2005.
T-2752398 13
Límite temporal del dato negativo en los casos en los que la obligación no se
ha cumplido.
19. En vista del vacío legislativo para aquel momento, la Corte en la sentencia SU-
082 de 1995, instó al legislador a reglamentar el habeas data y a determinar el
límite temporal y demás condiciones sobre el uso de la información. Con respecto
al límite temporal del dato financiero, desarrolló cuatro subreglas para delimitar el
tiempo de la conservación del dato en las centrales de riesgo financiero48 en el caso
45 Sentencia T-168 de 2010, ver entre otras sentencias SU-082 de 1995, T-684 de 2006.
46 Sentencia T-798 de 2007.
47 Citado en la Sentencia T-164 de 2010.
48 En la Sentencia T-164 de 2010, se sintetizan los supuestos de la siguiente manera:
“ (1) Cuando el pago había sido voluntario y el tiempo de mora había sido inferior a 1 año, el término de
caducidad era el doble de aquel.
(2) Cuando el pago había sido voluntario y el tiempo de mora había sido superior a 1 año, el término de
caducidad era de 2 años.
(3) Cuando el pago había sido consecuencia de un proceso ejecutivo, el término de caducidad era de 5 años.
(4) Cuando el pago había sido efectuado con la notificación del mandamiento de pago, el término de caducidad
que el deudor pagaba o cumplía con la obligación.
Respecto de obligaciones frente a las cuales existiera un proceso judicial en
curso, el Tribunal, en la misma sentencia, estableció que:
“(…) cuando el pago se ha producido una vez presentada la demanda,
con la sola notificación del mandamiento de pago, el término de
caducidad será solamente de dos (2) años, es decir, se seguirá la regla
general del pago voluntario.
Igualmente debe advertirse que si el demandado en proceso ejecutivo
invoca excepciones, y éstas properan (sic), y la obligación se extingue
porque así lo decide la sentencia, el dato que posea el banco de datos al
respecto, debe desaparecer. Naturalmente se exceptúa el caso en que
la excepción que prospere sea la de prescripción, pues si la obligación
se ha extinguido por prescripción, no ha habido pago, y, además, el dato
es público.”
Para ese entonces no se aceptaba eliminar el dato negativo, por la sola declaración
judicial de prescripción, pues a su juicio, la obligación no se había cumplido.
Al respecto dice la Corte que: “En este caso, en aras de preservar la intimidad y el
buen nombre de un deudor añejo, debe aplicarse el denominado ´Derecho al
olvido´50, es decir; el principio según el cual determinados datos deben ser
eliminados de los archivos transcurrido un espacio de tiempo establecido desde el
instante en que se presentó el hecho referido, esto con el fin que el individuo no
quede ´prisionero de su pasado´”.
“Por cuanto el término no puede ser el mismo, para aquel deudor que
cancela en relación a aquel deudor que no ha cancelado, esta
corporación , (sic) ante la evidencia del vacío legal ya mencionado, el
juez debe llenarlo acudiendo al razonamiento analógico; que enseña que
donde existe la misma razón debe aplicarse la misma disposición, en
este caso, la regla general de la prescripción de la acción ordinaria civil y
debe señalar que el término de almacenamiento de datos de individuos
que no hayan cancelado sus obligaciones financieras será de diez ( 10 )
años; término similar al establecido por el Código Civil para la
prescripción de la Acción Ordinaria.
21. En el año 2008, después de varios exhortos por parte de la Corte, el órgano
legislativo aprobó la Ley 1266 de 2008, por la cual se dictan las disposiciones
generales de habeas data. El artículo 13 de la disposición reguló la permanencia de
la información. Dicha norma reza:
152-59
52 Esta regla ha sido aplicada en las sentencias T-1319 de 2005, T-173 de 2007, T-798 de 2007, T-421 de
2009, entre otras.
una situación de incumplimiento de obligaciones, se regirán por un
término máximo de permanencia, vencido el cual deberá ser retirada de
los bancos de datos por el operador, de forma que los usuarios no
puedan acceder o consultar dicha información. El término de
permanencia de esta información será de cuatro (4) años contados
a partir de la fecha en que sean pagadas las cuotas vencidas o sea
pagada la obligación vencida.”
Sobre el límite temporal del dato negativo reportado en caso de que la obligación
incumplida no haya sido pagada, en la sentencia citada anteriormente, la Corte
sostuvo:
había prescrito.
En la sentencia T-421 de 2009, se estudió el caso de una persona que había sido
reportada de manera negativa a las centrales de riesgo en el año 1998, por el
incumplimiento del pago de las cuotas de una obligación adquirida con una entidad
financiera. En esa oportunidad la Corte, teniendo en cuenta el límite temporal
dispuesto en la Ley 1266 de 2008, estableció que; “el dato negativo que reposa a
nombre del señor (…) no puede permanecer por más tiempo del fijado en la
jurisprudencia de este tribunal, esto es, por más de cuatro años contados a partir
del momento en el que la obligación se extinga por cualquier modo. Lo contrario,
implicaría la vulneración del derecho al Habeas Data del accionante y por tanto, la
pertinencia de las acciones judiciales necesarias para amparar el derecho
vulnerado. No obstante, observa la Sala que, en el caso que nos ocupa, aciertan
los jueces de instancia en negar el amparo solicitado por el accionante, debido a
que éstos carecen de competencia para definir si la obligación se encuentra
prescrita, y por tanto si le asiste derecho al accionante.”.
Así, la Corte estableció que el límite temporal del dato negativo de una obligación
insoluta opera 4 años después de que la obligación cumpla con los requisitos por
los que opera la prescripción ordinaria; esto es, se extingue, para el mundo civil.
Determinó la Corte que cuando la extinción de la obligación se de por prescripción,
esta tiene que ser reconocida judicialmente. Por lo tanto, como en el caso bajo
estudio, no había declaración judicial de la prescripción, se determinó que la acción
de tutela no era procedente.
Caso Concreto.
23. Procede esta Sala a determinar si el reporte negativo hecho por la empresa
MUNDIAL DE COBRANZAS Ltda., desconoció el derecho fundamental al habeas
data del accionante, al mantener el reporte negativo ante la central de riesgo
DATACRÉDITO por la mora en el pago de un crédito, que según el accionante, ya
prescribió y frente al cual no otorgó autorización previa el acreedor cedente ni
cesionario.
obstante, se informa que la entidad cedente reportó los siguientes datos: el primer
crédito, número 218483, fue de consumo, con fecha de inicio el 19 de abril de 1996
y fecha de terminación el 19 de abril de 1998; el segundo, también de consumo,
con número 236194, se adquirió el 2 de diciembre de 1996 y venció el 2 de
diciembre de 1998.
Así, de acuerdo con los “Estados de Cuenta” aportados por el accionante, en sede
de revisión de la Corte Constitucional, se evidencia lo siguiente56:
26. No obstante lo anterior, esta Sala de revisión encuentra que dentro del
expediente no obra prueba alguna sobre la autorización que el deudor debe hacer
para que en caso de que exista un dato negativo este pueda ser reportado en una
central de riesgo, tal como lo evidenció el juez de primera instancia. 58 Sobre el
punto, es menester recordar que el principio de autorización ha sido reconocido por
la jurisprudencia desde el año de 1993 para casos similares al que por esta
providencia estudió la Corte y que debe ser tenido como precedente para esta
decisión.
Por otra parte, es menester aclarar que en el caso bajo estudio no comparte esta
Sala de Revisión la afirmación del a quo, que indica que al accionante no le fue
notificada la cesión del crédito. Esto en virtud del artículo 1962 del Código Civil, que
dice:
56 Los “estados de cuenta” son la única información certera sobre la obligación. Esto teniendo en cuenta que
los pagarés y cartas de instrucciones que anexó la entidad accionada, como soporte del crédito, no están
diligenciados.
57 Cuaderno 1, Folio 58.
58 Es importante resaltar que dentro del expediente la única prueba que obra como soporte crediticio son los
pagarés y cartas de instrucciones respectivas, no hay copia del contrato de mutuo que se celebró entre el
accionante y la Cooperativa “Cooperadores”, por lo tanto no se sabe si el deudor autorizó al acreedor cedente a
reportarlo en la central de riesgo. Ahora bien, la entidad accionada, MUNDIAL DE COBRANZAS LTDA. o el
acreedor cesionario, tiene como respaldo del crédito los pagarés, y en estos no existe cláusula alguna que haga
referencia a la autorización de reporte de datos a una central de riesgo.
“La aceptación tácita [del deudor] consistirá en un hecho que la suponga,
como la litis contestación con el cesionario, un principio de pago al
cesionario, etc.”
V. DECISIÓN
RESUELVE
Primero.- REVOCAR la sentencia proferida el día treinta (30) de junio de dos mil
diez (2010), por el Juzgado Sexto Penal del Circuito con Funciones de
Conocimiento de Pereira, Risaralda, que ordenó revocar el fallo de primera
instancia que ordenaba la eliminación del dato negativo de la central de riesgo
DATACRÉDITO del señor BERNARDO ORTÍZ OTERO.
Magistrado