Sesión 3 - Polster, E. y Polster, M. Terapia Guestáltica, Cap. 1
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Ninguna teoría tiene el monopolio de la verdad. Rank afirma que las teorías psicológicas
cambian a fin de expresar el tipo de hombre existente, en su lucha por la subsistencia y la
perpetuación.
La Psicoterapia Gestalt surge de la diferencias con respecto al Psicoanálisis. Freud prohibió las
desviaciones y derivaciones de su teoría como amenazas a la “verdad real”. Sin embargo,
algunos disidentes cobraron fuerza. Otto Rank, a pesar de ser seguidor de Freud, aceptó que las
teorías pueden cambiar y adaptarse al momento presente. Las teorías sólo nos guían el
camino, pero no son la verdad real, No están predeterminadas y se enriquecen con datos
reales y actuales.
Una verdad muy difícil de enseñar es que sólo existe el presente. Dos paradojas oscurecen la
dinámica del presente:
• La Terapia Gestalt considera los actos de recordar y planear como funciones presentes,
aunque hagan referencia al pasado y al porvenir.
• En terapia también tratamos sobre “problemas generales” que trascienden del alcance
de la confrontación individual directa y se refieren a asuntos de mucha importancia.
Pasado y Futuro
Las dimensiones del pasado y del futuro, acreditan lo que fue y lo que puede ser. El pasado y el
futuro establecen las fronteras psíquicas para la experiencia presente y dan el fondo necesario
para que el presente exista como figura.
Sólo en el presente funciona el sistema sensorio-motor y las emociones asociadas a él, como
llanto, gestos, risas, etc. La intensificación y la focalización de las emociones liberan a la
persona de vivir en un pasado muerto. Dado que en TG se suprimen todos los deberías, no
podemos imponer a la persona cómo hablar, pero es importante pedirle que hable en presente.
Sobreísmo
En terapia, debemos tratar de evitar el sobreísmo (hablar y verbalizar mucho sobre un asunto)
pero tampoco podemos prohibirlo pues a veces la persona tiene muchas cosas que contar. Sólo
debemos tratar de evitar que la persona use el sobreísmo para evitar tocar sentimientos o para
ocupar el tiempo de terapia. Debemos ayudar a la persona a mantenerse en el aquí y ahora
durante la terapia, pero no exigirlo, pues el impedir hablar de lo que la gente necesita, es
quitarle sustancia a su vida.
La presencia misma
Sin embargo, para la TG la experiencia misma tiene símbolos elocuentes y no tiene nada que
ver con la transferencia: Ej. Si en terapia un paciente abraza y besa al terapeuta y le dice “lo
quiero”, no es a sus padres, sino quiere al terapeuta mismo.
Significado y experiencia van de la mano. El significado de las cosas varía para cada persona,
según su contexto de vida y sus experiencias. El terapeuta no busca significados ni “resignifica”
la experiencia del cliente. Se acepta el significado, pero no preestablecido, ni estereotipado, ni
impuesto.
La Terapia humanista concibe como muy importante el papel del terapeuta en la terapia. El
terapeuta con sus experiencias e intervenciones, contribuye a que ocurran nuevas respuestas.
Y experiencias. Es reactivador y realimentador. El terapeuta no es un mero catalizador, porque
él también cambia y se afecta. El terapeuta debe estar muy atento a sus reacciones y
sentimientos; si no lo hace, pierde la oportunidad de crecimiento personal. Debe abdicar de su
severidad y volverse tierno, junto con aplicar la frustración diestra. Debe trabajar libremente,
haciendo uso de él mismo como instrumento. Debe expresar sus sentimientos y mantenerse
afilado. Debe ser espontáneo y no considerar su verdad como la verdad única y verdadera.
Tacto y talento para ajustar el ritmo entre él y el paciente.
Las corrientes actuales ven al ser humano como parte inseparable de la comunidad, como una
potencialidad en crecimiento. Se alejan de visiones que tienden a etiquetar al hombre como
“fuera de la norma” y lo invitan a experimentar su propia y singular realidad.