Garcia Canclini de Que Estamos Hablando Cuando Hablamos de Lo Popular
Garcia Canclini de Que Estamos Hablando Cuando Hablamos de Lo Popular
Garcia Canclini de Que Estamos Hablando Cuando Hablamos de Lo Popular
Imagino a un brujo o algún otro intelectual andino considera como una de las
de una comunidad indígena llegando a este principales empresas culturales al Instituto
Congreso. Imagino su experiencia de Arte Popular, que se dedica a investigar
etnológica al descubrir los ritos de una e impulsar las artesanías de los cinco
comunidad científica, las ceremonias de países que lo forman.
intercambio y reconocimiento, las maneras
extrañas para él, de nombrar y clasificar lo ¿Será la profusión de congresos y
real. Le atraerá especialmente nuestro ponencias, de políticas e instituciones, lo
modo de referirnos a ellos: los grupos que engendró la errática polisemia del
étnicos y las culturas populares. Cuando término? Algunos piensan que para saber
escuche las mil definiciones que de qué estamos hablando cuando hablamos
manejamos de lo popular, la dispersión de de lo popular hay que sumergirse en la
las tendencias y estilos con que nos existencia cotidiana del pueblo. Es obvio
representamos el mundo, tendrá una que tienen razón. Pero para confirmar que
experiencia semejante a la del antropólogo eso no basta recordemos los desacuerdos
que recorre pueblos primitivos y encuentra entre los miles de antropólogos, entre tantos
que los elementos más cotidianos, el viento militantes políticos que ya lo hicieron. Ni la
y la luz, las estructuras del parentesco y la residencia durante años en una aldea, ni la
economía, al pasar de un lado de la solidaridad con causas populares eliminan
montaña al otro se designan de manera nuestra tenaz habilidad inconsciente para
distintas. encontrar en la cotidianeidad de los otros
Ias estructuras que rigen la nuestra. O la
Quizá preguntará qué pretendemos los falta de ellas.
indígenas de las diferentes ciencias al reunir
nuestras perspectivas comunicacionales, Además de la convivencia con lo popular,
sociológicas, antropológicas en este es necesario que seamos etnólogos de
Congreso, y por qué ahora las culturas nuestros propios prejuicios. Por eso,
populares se han vuelto un tema reconocido queremos analizar los paradigmas de lo
en las escalas del prestigio intelectual y popular más influyentes en las ciencias
político. Por primera vez en un coloquio sociales y en las políticas culturales de
CLACSO se ocupa de ellas, el próximo América Latina, junto con las condiciones
Congreso Latinoamericano de Sociología sociales que los produjeron, las
las tiene como eje, y en países como operaciones y los instrumentos que
México, Brasil y Perú pocos asuntos han configuran nuestro modo de conocer y de
motivado en los últimos años tantas actuar. Esta empresa es mucho más ardua
reuniones científicas y publicaciones. Al que las acusaciones y autoacusaciones al
mismo tiempo, los estados latinoamericanos carácter "burgués" o "abstracto" de los
crearon en la década de los setenta nuevas intelectuales, que creen abolir mágicamen-
instituciones consagradas a promoverlas: te la distancia entre el mundo académico y
en Brasil, Colombia, México, Perú, la condición popular con actos de
Nicaragua surgieron museos de culturas contrición o adhesiones acríticas a lo-que-
populares y organismos gubernamentales y piensan-las-mayorías. Tan necesario como
universitarios para estudiarlas. El pacto la experiencia vivida de lo popular es
trabajar críticamente sobre la historia y los procesos que se desarrollan, con una lógica
procedimientos que han constituido esa específica, en la vida cotidiana de las clases
experiencia y las maneras de estudiarla. subalternas. Aquí la pregunta pertinente no
es por qué ahora las ciencias sociales se
Partamos de la pregunta: ¿por qué surge ocupan de este tema, sino por qué recién
con tal vehemencia en los últimos años la ahora.
preocupación por las culturas populares?
Encontramos tres tipos de causas. Ante
todo, socioeconómicas: la industrialización Las concepciones políticas de lo popular
y urbanización aceleradas desde la década
de los cuarenta, con las consiguientes De hecho, existen estudios sobre las
migraciones masivas y creación de villas
culturas populares desde hace muchas
miseria o favelas en los grandes centros
urbanos; la expansión de los mercados décadas. Algunos escritores románticos,
económico y cultural, la incorporación de antropólogos y especialistas en folklore
nuevos sectores populares al consumo; y produjeron desde principios de siglo libros
la complejización de los conflictos entre útiles para conocer los mitos, instituciones y
clases en el campo, la ciudad, y entre costumbres de nuestros pueblos. Casi
ambos. siempre limitaron lo popular a manifesta-
ciones de zonas rurales más o menos
En segundo término, factores políticos. ajenas a las transformaciones contempo-
Desde la perspectiva del Estado se busca ráneas del capitalismo: lo redujeron a lo
conocer las estructuras culturales de los "tradicional". Los antropólogos estudiaron
grupos emergentes o migrantes para
minuciosamente "comunidades" aisladas o
entender sus movimientos sociales y
desprendidas por ellos al conocerlas de los
renovar el consenso en medio de los
cambios. En las organizaciones políticas el cambios de la sociedad nacional; los
interés por este tema surge recientemente investigadores del folklore vieron la cultura
cuando movimientos populistas y marxistas popular como una colección de objetos,
reconocen entre las causas de sus derrotas prácticas y creencias, congelaron los
las falencias de concepciones clientelistas o procesos sociales en las formas que
economicistas sobre el desenvolvimiento asumieron en algún momento del pasado.
ideológico de las masas. También procede
de otros fracasos: algunos por la desilusión Ese reduccionismo anacronizante fomentó
del foquismo guerrillero, otros al agotarse su una idealización de lo popular que subsiste
idealización del proletariado como única hoy, más que en las investigaciones, en las
clase revolucionaria, se interrogan por el políticas de exhibición. Los museos de
comportamiento de todos los sectores cultura popular y los grupos artísticos que
populares, por las necesidades no políticas recrean para públicos urbanos la música y
que los movilizan políticamente. las danzas tradicionales operan en esa
misma descontextualización: muestran los
Por último, al desmoronarse los paradigmas productos y esconden el proceso social que
economicistas en las ciencias sociales, se los engendró, seleccionan los objetos, los
ha hecho visible que la crisis económica del movimientos que mejor se adaptan a los
capitalismo y la crisis del Estado se vinculan criterios estéticos de las élites, y eliminan
con una crisis ideológico-cultural. Hoy los signos de pobreza y la historia
entendemos esta triple conmoción, al modo contradictoria de luchas con la naturaleza y
de Gramsci, como una crisis de hegemonía, entre los hombres que está en el origen de
y sabemos que no basta analizar las las artesanías y las danzas. Son los
estructuras globales de la producción y Estados, que en general patrocinan los
reproducción social para explicar y modificar museos y grupos artísticos, quienes hoy
sentido foucaultianio) más que como ámbi- necesidad recíproca, entre clases opuestas.
tos institucionales o propiedades de clases La consistencia de sus alianzas políticas se
estrictamente recortados.4 asienta, parcialmente, en su habilidad para
aliar las transformaciones de la producción
En segundo lugar, al vincular la hegemonía con la redistribución en el consumo.
con el consumo se advierte por qué no
puede ser mera imposición. Sabemos que Hay otras razones por las cuales la
la burguesía, como propietaria de los hegemonía no es imposición absoluta. En la
medios de producción y circulación, tiene un circulación, y sobre todo en el consumo, los
papel decisivo en la organización material e bienes y mensajes hegemónicos interactúan
ideológica de la vida popular. Pero, sí con los códigos perceptivos y los hábitos
pretende ejercer eficazmente su cotidianos de las clases subalternas. El
hegemonía, desde el momento de la repertorio de bienes y mensajes ofrecidos
producción debe incluir en los productos (en por la cultura hegemónica condiciona las
el número y diseño, en la función y el opciones de las clases populares, pero
sentido) no sólo sus intereses sectoriales éstas seleccionan y combinan los
sino aquella parte de la cultura subalterna materiales recibidos -en la percepción, en la
que vuelva a esos productos útiles y memoria y en el uso- y construyen con
significativos para la mayoría. Para ellos, como el bricoleur, otros sistemas que
entender la eficacia persuasiva de las nunca son el eco automático de la oferta
acciones hegemónicas hay que reconocer, hegemónica.
según la expresión de Godelier, lo que en
ellas existe de servicio hacia las clases En tan compleja interacción ni las clases, ni
populares 5. los objetos, ni los medios, ni los espacios
sociales tienen lugares sustancialmente
Si no pensamos al pueblo como una masa fijados, de una vez para siempre. Por eso
sumisa que se deja ilusionar siempre sobre están mal formuladas preguntas tales como
lo que quiere, admitiremos que su si el tango o el rock son hegemónicos o
dependencia deriva, en parte, de que subalternos: su origen cultural y su
encuentra en la acción hegemónica cierta contenido no bastan para adscribirlos en un
utilidad para sus necesidades. Debido a que sentido u otro; lo decisivo será examinar su
este servicio no es enteramente ilusorio, las uso, la relación con los dispositivos de
clases populares prestan su consenso, poder actuantes en cada coyuntura.
conceden a la hegemonía una cierta Además de conocer las estrategias
legitimidad. Al tratarse de hegemonía y no generales de una tendencia o una
de dominación, el vínculo entre ambas se institución, hay que estudiar el sentido
apoya menos en la violencia que en el ocasional de sus tácticas, cada reubicación
contrato: una alianza en la que y resignificación de los objetos y los
hegemónicos y subalternos pactan mensajes.
prestaciones recíprocas. La importancia
objetiva y subjetiva de este intercambio Por otra parte, si interrelacionamos las
explica por qué la explotación no aparece políticas de las organizaciones populares
todo el tiempo como el aspecto de sus con la hegemonía y el consumo, descu-
relaciones. Explica también el éxito del brimos la unilateralidad de las interpreta-
populismo -político y comunicacional- no por ciones que sólo registran su resistencia al
ser una operación manipuladora sino por su poder, que las analizan siempre como
capacidad de comprender este enlace, esta agentes contrahegemónicos. Las organiza-
ciones populares -además de representar
4
Michel Foucault, Microfísica del poder, La Piqueta, Madrid, los intereses de trabajadores o consumido-
1978.
5
res- participan de las relaciones sociales y
Michel Godelier, “La part idéelle du réel”, L’ Homme, julio- las reglas de poder fijadas por el sistema.
diciembre, 1978, XVIII (3-4), pp. 155-188
6
Pierre Bourdieu, Le sens praqtique, Minuit, París, 1980,
p.88
coherencia con el desarrollo social más que centra más en los primeros que en las
cualquier condicionamiento ejercido por segundas. Al reducir su teoría social casi
campañas publicitarias o políticas. Los exclusivamente a los procesos de
habitus programan el consumo de los reproducción, no distingue entre las
individuos y las clases, o sea lo que van a prácticas (como ejecución o reinterpretación
“sentir” como necesario. “Lo que la de habitus) y la praxis (transformación de la
estadística registra bajo la forma de sistema conducta para la transformación de las
de necesidades -dice Bourdieu- no es otra estructuras objetivas). No examina, por eso,
cosa que la coherencia de elecciones de un cómo los habitus pueden variar según el
hábitus”.7 proyecto reproductor o transformador de
diferentes clases y grupos.
La sociedad organiza la distribución
-desigual- de los bienes materiales y De cualquier modo, su aporte nos permite
simbólicos, y al mismo tiempo organiza en precisar en qué condiciones socioculturales
los grupos y los individuos la relación opera el conflicto político entre lo
subjetiva con ellos, las aspiraciones, la hegemónico y lo subalterno. Permite situar
conciencia de lo que cada uno puede la potencialidad transformadora de las
apropiarse. En esta estructuración de la clases populares en los límites que le pone
vida cotidiana se arraiga la hegemonía; no la lógica de los hábitos y del consumo, ese
tanto en un conjunto de ideas alineadas consenso interior que la reproducción social
sobre la dependencia o la inferioridad de los establece en la cotidianeidad de los sujetos.
sectores populares como en una ¿Cómo se manifiestan estas contradiccio-
interiorización muda de la desigualdad nes en las formas actuales de los movi-
social, bajo la forma de disposiciones mientos populares?
inconscientes, inscriptas en el propio
cuerpo, en el ordenamiento del tiempo y del
espacio, en la conciencia de lo posible y de Organización popular y réplica sociopo-
lo inalcanzable. lítica
Sin embargo, las prácticas no son meras Vemos por qué el análisis sobre la
ejecuciones de los habitus producidos por resistencia de las clases subalternas debe
la educación familiar y escolar, por la complementarse con el estudio del
interiorización de las reglas sociales. En las consumo: el solo registro de
prácticas se actualizan, se vuelven acto..., manifestaciones de resistencia tiende a
las disposiciones del habitus que han sobrevalorar la autonomía, la capacidad de
encontrado condiciones propicias para iniciativa y oposición popular. Pero
ejercerse. Por tanto, existe una interacción también el estudio unilateral del consumo,
dialéctica entre la estructura de las el estilo de Bourdieu o Braudrillard, acentúa
disposiciones y las oportunidades u la pasividad del comportamiento popular, su
obstáculos de la situación presente. Si bien dependencia de la reproducción social.
los habitus tienden a reproducir las
condiciones objetivas que los engendraron, Un lugar para observar cómo la resistencia
un nuevo contexto, la apertura de o la capacidad de réplica política se articula
posibilidades históricas diferentes, permiten con el consumo es la ampliación ocurrida en
reorganizar las disposiciones adquiridas y los últimos años en ciertas luchas
producir prácticas transformadoras. populares. Además de realizarse en lo que
acostumbramos llamar conflicto de clases, o
Pese a que Bourdieu reconoce esta sea en la producción, se extienden a otras
diferencia entre habitus y prácticas, se contradicciones sociales. Antagonismos que
hasta hace pocas décadas eran marginales,
7
Pierre Bourdieu, Le distinction, Minuit, París, 1979, p.437.
y a veces invisibles dentro de la política
general, como los étnicos, sexuales, que ver con la llegada al gobierno y las
regionales, urbanos, han pasado a ocupar alianzas con fuerzas tradicionales
posiciones protagónicas. Estos nuevos (sindicatos, ejército, empresas, iglesia). Por
conflictos se localizan fuera de la eso, las demandas surgidas en el consumo
producción o no sólo en la producción, y y la vida cotidiana quedan representadas
son de dos tipos: a) luchas contra formas de por movimientos extrapartidarios, que
poder, represión y discriminación, generan así una relación no convencional
principalmente en la vida cotidiana; b) entre cultura y política, entre valores y
luchas por la apropiación de los bienes y poder.
servicios, o sea en el campo del consumo.
El crecimiento de estos movimientos
En la primer área, incluimos a movimientos atípicos se observa tanto en países donde
que quieren la democratización integral de se produce, dentro de la continuidad
la sociedad (no sólo suprimir la desigualdad institucional, una crisis de las formas
en el trabajo; también entre el hombre y la tradicionales de hegemonía (por ejemplo,
mujer entre etnias, etc.), o que luchan en México) como en aquellos donde después
campos parciales contra la arbitrariedad del de largas dictaduras militares -que implican
poder y la represión mediante nuevos un agotamiento de los partidos y formas
procedimientos y recursos organizativos parlamentarias de representación- el
(asociaciones para la defensa de derechos descontento generalizado se expresa en
humanos y de los desaparecidos, como Las irrupciones múltiples: junto a las huelgas y
madres de Plaza de Mayo). manifestaciones partidarias en la calle,
asociaciones por los derechos humanos,
En el segundo caso, nos referimos a comunidades cristianas de base,
movimientos sociales urbanos, agrupa- agrupaciones de amas de casa,
ciones de consumidores, organizaciones movimientos musicales y teatrales, etc. A la
barriales, que actúan más en las relaciones inversa del estatalismo, que busca
de distribución que en las de producción. A subordinar las expresiones populares al
veces el núcleo movilizador de estos grupos Estado-Nación, estos movimientos
se halla en el consumo: lucha por la promueven formas independientes y
vivienda, contra la inflación, por el acceso a horizontales de organización de base.
la educación y la atención médica, o puede
ser que el consumo sea el lugar donde se Estas manifestaciones suelen destacarse
manifiestan protestas sofocadas en otros como indicadores de la capacidad de
espacios y que buscan la transformación resistencia de los sectores populares a la
global: en julio pasado, la jornada nacional hegemonía, y aún a la dominación violenta,
de la oposición chilena, cuando los hay que decir que revelan también en qué
trabajadores, en vez de hacer huelga, instancias los mensajes y acciones
dejaron de comprar ese día en los impuestos son seleccionados y
comercios, no usaron los transportes reprocesados: en las relaciones familiares,
públicos ni pagaron cuentas . barriales, religiosas, culturales, sindicales.8
Por más que los medios tecnológicos de
Como ha observado Manuel Castells, estas comunicación quieren atomizar a los
nuevas áreas de conflicto social, y los receptores e influir a cada uno por
movimientos que operan en ellas, se separado, por más que los partidos (aún de
caracterizan por dos rasgos: a) su escasa, y izquierda) se dirigen a la “libre” conciencia
a veces nula, incidencia en el proceso individual de cada ciudadano, esos
productivo; b) el bajo interés que suscitan mensajes son recibidos por los grupos más
en los partidos políticos tradicionales, cuyos
programas y acciones rara vez se ocupan 8
Así lo analiza L. Gonzaga Motta en “Cultura de resistencia
de los problemas de poder que no tienen en Comunicacao alternativa no Brasil” Comunicacao e
política, Vol. 1, núm. 1 Paz e Terra, Sao Paulo.
que por las personas, o por las personas en 2) El carácter integral de la transformación
tanto miembros de esos grupos. ¿Hay que social
recordar que lo popular es, básicamente, un
proceso colectivo? Diversos agentes sociales indican hoy la
amplitud que debe tener un cambio popular:
Las acciones hegemónicas y las los movimientos indígenas que conciben
contrahegemónicas pueden suscitar unificadamente, como tratándose de lo
algunos comportamientos, en el consumo mismo, la lucha por la tierra, la lengua y la
cotidiano como en la acción política, en la cultura; los movimientos sociales urbanos
medida en que los sujetos logran que reclaman a la vez mejores salarios,
compatibilizarlas con sus hábitos y con los servicios materiales y culturales; los
de sus grupos de pertenencia (familiar, movimientos feministas que cuestionan
barrial, cultural). Estos grupos son los conjuntamente la desigualdad en el trabajo
organizadores colectivos primarios: lugares y en la vida cotidiana. Lo popular se
de obtención de informaciones básicas para construye en la totalidad de las relaciones
la subsistencia, de constitución y renovación sociales, en la producción material y en la
de las experiencias históricas y personales, producción de significados, en la
y por eso, en los procesos más avanzados, organización macroestructural, en los
el soporte vivencial de las luchas hábitos subjetivos y en las prácticas
macrosociales. interpersonales.
Esta reelaboración no elimina las viejas Parecen ser éstos algunos de los mayores
preguntas acerca de cómo manifestaciones problemas abiertos en la actual coyuntura
disgregadas de resistencia pueden conver- latinoamericana.
tirse en una alternativa para el sistema en
su conjunto. ¿Cómo vincular las luchas Las nuevas formas de lucha no pueden
sectoriales con las de los partidos y clases, sustituir las que seguirán desarrollándose
cómo combinar las batallas en el consumo, en las instancias centrales de la producción
o simplemente las prácticas cotidianas, con y el poder político. Pero estos espacios
los conflictos en la producción? ¿Puede clásicos deben reformularse si
mantenerse la independencia, la reconocemos el cambio (o el quiebre) de las
especificidad de las luchas parciales, y a la relaciones tradicionales entre Estado,
vez superar la fragmentación social en que partidos y hegemonía, entre lo social y lo
el capitalismo basa el control multifocalizado político. Digámoslo directamente: por el
de los conflictos? agotamiento de una historia de mediaciones
y desencuentros entre la cultura cotidiana
de los sectores populares y las estructuras
de poder.