La Pubertad
La Pubertad
La Pubertad
Llamamos “pubertad” a la etapa entre los 10 y 14 años, en la que ocurren los cambios
biológicos esenciales que separan la edad escolar y la adolescencia. Tienen que ver con la
maduración de las glándulas encargadas del funcionamiento sexual genital y la procreación.
Esta etapa se caracteriza por cambios muy rápidos que alteran las formas y
funcionamiento biológico infantil, y dan paso al funcionamiento biológico adulto. El momento de
entrada a esta etapa, depende del ritmo particular de crecimiento de cada uno y la maduración, dada
por factores hereditarios, siendo también importante considerar los factores socioculturales. No
obstante los niños y niñas iniciarán su etapa puberal más o menos a la misma edad en la que lo
hicieron sus padres y madres.
Los cambios físicos traen consigo variaciones en el estado de ánimo, en los intereses, y
en las relaciones con los demás.
Existen muchas diferencias en cuanto al momento en que comienza la pubertad. En las
niñas ocurre aproximadamente 2 años antes que en los niños; también entre personas del mismo
sexo, unos comienzan antes y otros/as después.
Estas diferencias pueden conflictuarlos bastante, tanto si se desarrollan antes, como si lo
hacen después que sus amistades.
Características de la etapa:
Es un momento crítico dentro del desarrollo, sorprende tanto a los niños como a los
adultos. Van cambiando notablemente las formas infantiles de su cuerpo. Estos cambios biológicos
permitirán el desarrollo de una nueva manera de ser y de estar en el mundo.
Desarrollo físico
Se produce un notable estirón y nueva distribución y engrosamiento de tejidos de
acuerdo al sexo. Se debe a la incorporación de las hormonas sexuales, que en esta etapa cumplen un
rol muy importante en el proceso de crecimiento. Esta modificación altera la imagen corporal, de
modo que los púberes tienen que aprender a manejar y controlar su cuerpo, en sus movimientos y
desplazamientos en el espacio.
El impulso sexual genital emerge con intensidad.
Más o menos a los 10 años (niñas) y a los 12 años (niños), experimentan un crecimiento
y desarrollo físico notorios. Su apetito es enorme y aumentan peso y estatura de forma acelerada. La
etapa culmina cuando la niña tiene su primera menstruación y el niño su primera eyaculación
espontánea. Cuando aparecen sabremos que los órganos sexuales de ambos están madurando y que
en un futuro próximo podrán ser fértiles.
En la pubertad la estatura puede alcanzar un crecimiento entre 8 – 10 cm en un año. Por
ello las personas se refieran a este momento como el de “pegarse el estirón”.
La armonía de la forma alargada que predominó durante la etapa escolar se rompe,
porque el crecimiento no abarca de inmediato a todo el cuerpo. En primer lugar, crecen las piernas y
brazos; el tronco sólo al final; en un principio permanece corto y estrecho, mientras se alargan las
otras partes. Por esto se habla de desarmonía pubescente. La nariz y las orejas a veces se agrandan
en desproporción con el resto de la cara. Además, puede aparecer acné en la piel, las que se
producen por el agrandamiento de los poros y la mayor secreción grasa, por acción de las hormonas
sexuales en esa región. En general, transpiran mucho y con olor fuerte.
Cuando el crecimiento ha llegado a su punto más alto, las glándulas encargadas de
influir sobre el crecimiento general (hipófisis, tiroides y gónadas) pasan a estimular más
específicamente el desarrollo de los órganos sexuales. Niños y niñas empiezan a afirmarse como
hombre o mujer.