Código Niñez y Adolescencia

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CODIGO DE LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA, publicado por Ley No. 100.

en
Registro Oficial 737 de 3 de Enero del 2003.

CONGRESO NACIONAL

En uso de sus facultades constitucionales y legales, expide el siguiente:

CODIGO DE LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA

LIBRO PRIMERO

LOS NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES COMO SUJETOS DE DERECHOS

TITULO I

DEFINICIONES

Art. 1.- Finalidad.- Este Código dispone sobre la protección integral que el
Estado, la sociedad y la familia deben garantizar a todos los niños, niñas
y adolescentes que viven en el Ecuador, con el fin de lograr su desarrollo
integral y el disfrute pleno de sus derechos, en un marco de libertad,
dignidad y equidad.

Para este efecto, regula el goce y ejercicio de los derechos, deberes y


responsabilidades de los niños, niñas y adolescentes y los medios para
hacerlos efectivos, garantizarlos y protegerlos, conforme al principio del
interés superior de la niñez y adolescencia y a la doctrina de protección
integral.

Art. 2.- Sujetos protegidos.- Las normas del presente Código son
aplicables a todo ser humano, desde su concepción hasta que cumpla
dieciocho años de edad. Por excepción, protege a personas que han
cumplido dicha edad, en los casos expresamente contemplados en este
Código.

Art. 3.- Supletoriedad.- En lo no previsto expresamente por este Código


se aplicarán las demás normas del ordenamiento jurídico interno, que no
contradigan los principios que se reconocen en este Código y sean más
favorables para la vigencia de los derechos de la niñez y adolescencia.

Art. 4.- Definición de niño, niña y adolescente.- Niño o niña es la persona


que no ha cumplido doce años de edad. Adolescente es la persona de
ambos sexos entre doce y dieciocho años de edad.
Art. 5.- Presunción de edad.- Cuando exista duda sobre la edad de una
persona, se presumirá que es niño o niña antes que adolescente; y que
es adolescente, antes que mayor de dieciocho años.

Art. 6.- Igualdad y no discriminación.- Todos los niños, niñas y


adolescentes son iguales ante la ley y no serán discriminados por causa
de su nacimiento, nacionalidad, edad, sexo, etnia; color, origen social,
idioma, religión, filiación, opinión política, situación económica,
orientación sexual, estado de salud, discapacidad o diversidad cultural o
cualquier otra condición propia o de sus progenitores, representantes o
familiares.

El Estado adoptará las medidas necesarias para eliminar toda forma de


discriminación.

Art. 7.- Niños, niñas y adolescentes, indígenas y afroecuatorianos.- La ley


reconoce y garantiza el derecho de los niños, niñas y adolescentes de
nacionalidades indígenas y afroecuatorianos, a desarrollarse de acuerdo
a su cultura y en un marco de interculturalidad, conforme a lo dispuesto
en la Constitución Política de la República, siempre que las prácticas
culturales no conculquen sus derechos.

Art. 8.- Corresponsabilidad del Estado, la sociedad y la familia.- Es deber


del Estado, la sociedad y la familia, dentro de sus respectivos ámbitos,
adoptar las medidas políticas, administrativas, económicas, legislativas,
sociales y jurídicas que sean necesarias para la plena vigencia, ejercicio
efectivo, garantía, protección y exigibilidad de la totalidad de los
derechos de niños; niñas y adolescentes.

El Estado y la sociedad formularán y aplicarán políticas públicas sociales


y económicas; y destinarán recursos económicos suficientes, en forma
estable, permanente y oportuna.

Art. 9.- Función básica de la familia.- La ley reconoce y protege a la


familia como el espacio natural y fundamental para el desarrollo integral
del niño, niña y adolescente.

Corresponde prioritariamente al padre y a la madre, la responsabilidad


compartida del respeto, protección y cuidado de los hijos y la promoción,
respeto y exigibilidad de sus derechos.

Art. 10.- Deber del Estado frente a la familia.- El Estado tiene el deber
prioritario de definir y ejecutar políticas, planes y programas que apoyen
a la familia para cumplir con las responsabilidades especificadas en el
artículo anterior.
Art. 11.- El interés superior del niño.- El interés superior del niño es un
principio que está orientado a satisfacer el ejercicio efectivo del conjunto
de los derechos de los niños, niñas y adolescentes; e impone a todas las
autoridades administrativas y judiciales y a las instituciones públicas y
privadas, el deber de ajustar sus decisiones y acciones para su
cumplimiento.

Para apreciar el interés superior se considerará la necesidad de mantener


un justo equilibrio entre los derechos y deberes de niños, niñas y
adolescentes, en la forma que mejor convenga a la realización de sus
derechos y garantías.

Este principio prevalece sobre el principio de diversidad étnica y cultural.

El interés superior del niño es un principio de interpretación de la


presente Ley. Nadie podrá invocarlo contra norma expresa y sin escuchar
previamente la opinión del niño, niña o adolescente involucrado, que esté
en condiciones de expresarla.

Art. 12.- Prioridad absoluta.- En la formulación y ejecución de las políticas


públicas y en la provisión de recursos, debe asignarse prioridad absoluta
a la niñez y adolescencia, a las que se asegurará, además, el acceso
preferente a los servicios públicos y a cualquier clase de atención que
requieran.

Se dará prioridad especial a la atención de niños y niñas menores de seis


años.

En caso de conflicto, los derechos de los niños, niñas y adolescentes


prevalecen sobre los derechos de los demás.

Art. 13.- Ejercicio progresivo.- El ejercicio de los derechos y garantías y el


cumplimiento de los deberes y responsabilidades de niños, niñas y
adolescentes se harán de manera progresiva, de acuerdo a su grado de
desarrollo y madurez. Se prohíbe cualquier restricción al ejercicio de
estos derechos y garantías que no esté expresamente contemplado en
este Código.

Art. 14.- Aplicación e interpretación más favorable al niño, niña y


adolescente.- Ninguna autoridad judicial o administrativa podrá invocar
falta o insuficiencia de norma o procedimiento expreso para justificar la
violación o desconocimiento de los derechos de los niños, niñas y
adolescentes.
Las normas del ordenamiento jurídico, las cláusulas y estipulaciones de
los actos y contratos en que intervengan niños, niñas o adolescentes, o
que se refieran a ellos, deben interpretarse de acuerdo al principio del
interés superior del niño.

TITULO III

DERECHOS, GARANTIAS Y DEBERES

Capítulo I

Disposiciones generales

Art. 15.- Titularidad de derechos.- Los niños, niñas y adolescentes son


sujetos de derechos y garantías y, como tales, gozan de todos aquellos
que las leyes contemplan en favor de las personas, además de aquellos
específicos de su edad.

Los niños, niñas y adolescentes extranjeros que se encuentren bajo


jurisdicción del Ecuador, gozarán de los mismos derechos y garantías
reconocidas por la ley a los ciudadanos ecuatorianos, con las limitaciones
establecidas en la Constitución y en las leyes.

Art. 16.- Naturaleza de estos derechos y garantías.- Por su naturaleza, los


derechos y garantías de la niñez y adolescencia son de orden público,
interdependientes, indivisibles, irrenunciables e intransigibles, salvo las
excepciones expresamente señaladas en la ley.

Art. 17.- Deber jurídico de denunciar.- Toda persona, incluidas las


autoridades judiciales y administrativas, que por cualquier medio tenga
conocimiento de la violación de un derecho del niño, niña o adolescente,
está obligada a denunciarla ante la autoridad competente, en un plazo
máximo de cuarenta y ocho horas.

Art. 18.- Exigibilidad de los derechos.- Los derechos y garantías que las
leyes reconocen en favor del niño, niña y adolescente, son potestades
cuya observancia y protección son exigibles a las personas y organismos
responsables de asegurar su eficacia, en la forma que este Código y más
leyes establecen para el efecto.

Art. 19.- Sanciones por violación de derechos.- Las violaciones a los


derechos de los niños, niñas y adolescentes serán sancionadas en la
forma prescrita en este Código y más leyes, sin perjuicio de la reparación
que corresponda como consecuencia de la responsabilidad civil.
Capítulo II

Derechos de supervivencia

Art. 20.- Derecho a la vida.- Los niños, niñas y adolescentes tienen


derecho a la vida desde su concepción. Es obligación del Estado, la
sociedad y la familia asegurar por todos los medios a su alcance, su
supervivencia y desarrollo.

Se prohíben los experimentos y manipulaciones médicas y genéticas


desde la fecundación del óvulo hasta el nacimiento de niños, niñas y
adolescentes; y la utilización de cualquier técnica o práctica que ponga
en peligro su vida o afecte su integridad o desarrollo integral.

Art. 21.- Derecho a conocer a los progenitores y mantener relaciones con


ellos.- Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a conocer a su
padre y madre, a ser cuidados por ellos y a mantener relaciones afectivas
permanentes, personales y regulares con ambos progenitores y demás
parientes, especialmente cuando se encuentran separados por cualquier
circunstancia, salvo que la convivencia o relación afecten sus derechos y
garantías.

No se les privará de este derecho por falta o escasez de recursos


económicos de sus progenitores.

En los casos de desconocimiento del paradero del padre, de la madre, o


de ambos, el Estado, los parientes y demás personas que tengan
información sobre aquél, deberán proporcionarla y ofrecer las facilidades
para localizarlos.

Art. 22.- Derecho a tener una familia y a la convivencia familiar.- Los


niños, niñas y adolescentes tienen derecho a vivir y desarrollarse en su
familia biológica. El Estado, la sociedad y la familia deben adoptar
prioritariamente medidas apropiadas que permitan su permanencia en
dicha familia.

Excepcionalmente, cuando aquello sea imposible o contrario a su interés


superior, los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a otra familia, de
conformidad con la ley.

En todos los casos, la familia debe proporcionarles un clima de afecto y


comprensión que permita el respeto de sus derechos y su desarrollo
integral.
El acogimiento institucional, el internamiento preventivo, la privación de
libertad o cualquier otra solución que los distraiga del medio familiar,
debe aplicarse como última y excepcional medida.

Art. 23.- Protección prenatal.- Se sustituirá la aplicación de penas y


medidas privativas de libertad a la mujer embarazada hasta noventa días
después del parto, debiendo el Juez disponer las medidas cautelares que
sean del caso.

El Juez podrá ampliar este plazo en el caso de madres de hijos con


discapacidad grave y calificada por el organismo pertinente, por todo el
tiempo que sea menester, según las necesidades del niño o niña.

El responsable de la aplicación de esta norma que viole esta prohibición o


permita que otro la contravenga, será sancionado en la forma prevista en
este Código.

Art. 24.- Derecho a la lactancia materna.- Los niños y niñas tienen


derecho a la lactancia materna para asegurarle el vínculo afectivo con su
madre, adecuada nutrición, crecimiento y desarrollo.

Es obligación de los establecimientos de salud públicos y privados


desarrollar programas de estimulación de la lactancia materna.

Art. 25.- Atención al embarazo y al parto.- El poder público y las


instituciones de salud y asistencia a niños, niñas y adolescentes crearán
las condiciones adecuadas para la atención durante el embarazo y el
parto, a favor de la madre y del niño o niña, especialmente tratándose de
madres adolescentes y de niños o niñas con peso inferior a dos mil
quinientos gramos.

Art. 26.- Derecho a una vida digna.- Los niños, niñas y adolescentes
tienen derecho a una vida digna, que les permita disfrutar de las
condiciones socioeconómicas necesarias para su desarrollo integral.

Este derecho incluye aquellas prestaciones que aseguren una


alimentación nutritiva, equilibrada y suficiente, recreación y juego,
acceso a los servicios de salud, a educación de calidad, vestuario
adecuado, vivienda segura, higiénica y dotada de los servicios básicos.

Para el caso de los niños, niñas y adolescentes con discapacidades, el


Estado y las instituciones que las atienden deberán garantizar las
condiciones, ayudas técnicas y eliminación de barreras arquitectónicas
para la comunicación y transporte.
Art. 27.- Derecho a la salud.- Los niños, niñas y adolescentes tienen
derecho a disfrutar del más alto nivel de salud física, mental, psicológica
y sexual.

El derecho a la salud de los niños, niñas y adolescentes comprende:

1. Acceso gratuito a los programas y acciones de salud públicos, a una


nutrición adecuada y a un medio ambiente saludable;
2. Acceso permanente e ininterrumpido a los servicios de salud públicos,
para la prevención, tratamiento de las enfermedades y la rehabilitación
de la salud. Los servicios de salud públicos son gratuitos para los niños,
niñas y adolescentes que los necesiten;
3. Acceso a medicina gratuita para los niños, niñas y adolescentes que
las necesiten;
4. Acceso inmediato y eficaz a los servicios médicos de emergencia,
públicos y privados;
5. Información sobre su estado de salud, de acuerdo al nivel evolutivo
del niño, niña o adolescente;
6. Información y educación sobre los principios básicos de prevención en
materia de salud, saneamiento ambiental, primeros auxilios;
7. Atención con procedimientos y recursos de las medicinas alternativas
y tradicionales;
8. El vivir y desarrollarse en un ambiente estable y afectivo que les
permitan un adecuado desarrollo emocional;
9. El acceso a servicios que fortalezcan el vínculo afectivo entre el niño o
niña y su madre y padre; y,
10. El derecho de las madres a recibir atención sanitaria prenatal y
postnatal apropiadas.

Se prohíbe la venta de estupefacientes, substancias psicotrópicas y otras


que puedan producir adicción, bebidas alcohólicas, pegamentos
industriales, tabaco, armas de fuego y explosivos de cualquier clase, a
niños, niñas y adolescentes.

Art. 28.- Responsabilidad del Estado en relación a este derecho a la


salud.- Son obligaciones del Estado, que se cumplirán a través del
Ministerio de Salud:

1. Elaborar y poner en ejecución las políticas, planes y programas que


favorezcan el goce del derecho contemplado en el artículo anterior;
2. Fomentar las iniciativas necesarias para ampliar la cobertura y calidad
de los servicios de salud, particularmente la atención primaria de salud;
y adoptará las medidas apropiadas para combatir la mortalidad materno
infantil, la desnutrición infantil y las enfermedades que afectan a la
población infantil;
3. Promover la acción interdisciplinaria en el estudio y diagnóstico
temprano de los retardos del desarrollo, para que reciban el tratamiento
y estimulación oportunos;
4. Garantizar la provisión de medicina gratuita para niños, niñas y
adolescentes;
5. Controlar la aplicación del esquema completo de vacunación;
6. Desarrollar programas de educación dirigidos a los progenitores y
demás personas a cargo del cuidado de los niños, niñas y adolescentes,
para brindarles instrucción en los principios básicos de su salud y
nutrición, y en las ventajas de la higiene y saneamiento ambiental; y,
7. Organizar servicios de atención específica para niños, niñas y
adolescentes con discapacidades físicas, mentales o sensoriales.

Art. 29.- Obligaciones de los progenitores.- Corresponde a los


progenitores y demás personas encargadas del cuidado de los niños,
niñas y adolescentes, brindar la atención de salud que esté a su alcance y
asegurar el cumplimiento de las prescripciones, controles y disposiciones
médicas y de salubridad.

Art. 30.- Obligaciones de los establecimientos de salud.- Los


establecimientos de salud, públicos y privados, cualquiera sea su nivel,
están obligados a:

1. Prestar los servicios médicos de emergencia a todo niño, niña y


adolescente que los requieran, sin exigir pagos anticipados ni garantías
de ninguna naturaleza. No se podrá negar esta atención a pretexto de la
ausencia del representante legal, la carencia de recursos económicos, la
falta de cupo, la causa u origen de la emergencia u otra circunstancia
similar;
2. Informar sobre el estado de salud del niño, niña o adolescente, a sus
progenitores o representantes;
3. Mantener registros individuales en los que conste la atención y
seguimiento del embarazo, el parto y el puerperio; y registros
actualizados de los datos personales, domicilio permanente y
referencias familiares de la madre;
4. Identificar a los recién nacidos inmediatamente después del parto,
mediante el registro de sus impresiones dactilar y plantar y los nombres,
apellidos, edad e impresión dactilar de la madre; y expedir el certificado
legal correspondiente para su inscripción inmediata en el Registro Civil;
5. Informar oportunamente a los progenitores sobre los requisitos y
procedimientos legales para la inscripción del niño o niña en el Registro
Civil;
6. Garantizar la permanencia segura del recién nacido junto a su madre,
hasta que ambos se encuentren en condiciones de salud que les
permitan subsistir sin peligro fuera del establecimiento;
7. Diagnosticar y hacer un seguimiento médico a los niños y niñas que
nazcan con problemas patológicos o discapacidades de cualquier tipo;
8. Informar oportunamente a los progenitores sobre los cuidados
ordinarios y especiales que deben brindar al recién nacida,
especialmente a los niños y niñas a quienes se haya detectado alguna
discapacidad;
9. Incentivar que el niño o niña sea alimentado a través de la lactancia
materna, por lo menos hasta el primer año de vida;
10. Proporcionar un trato de calidez y calidad compatibles con la
dignidad del niño, niña y adolescente;
11. Informar inmediatamente a las autoridades y organismos
competentes los casos de niños o niñas y adolescentes con indicios de
maltrato o abuso sexual; y aquellos en los que se desconozca la
identidad o el domicilio de los progenitores;
12. Recoger y conservar los elementos de prueba de maltrato o abuso
sexual; y,
13. Informar a las autoridades competentes cuando nazcan niños con
discapacidad evidente.

Art. 31.- Derecho a la seguridad social.- Los niños, niñas y adolescentes


tienen derecho a la seguridad social. Este derecho consiste en el acceso
efectivo a las prestaciones y beneficios generales del sistema, de
conformidad con la ley.

Art. 32.- Derecho a un medio ambiente sano.- Todo los niños, niñas y
adolescentes tienen derecho a vivir en un ambiente sano,
ecológicamente equilibrado y libre de contaminación, que garantice su
salud, seguridad alimentaria y desarrollo integral.

El Gobierno Central y los gobiernos seccionales establecerán políticas


claras y precisas para la conservación del medio ambiente y el
ecosistema.

Capítulo III

Derechos relacionados con el desarrollo

Art. 33.- Derecho a la identidad.- Los niños, niñas y adolescentes tienen


derecho a la identidad y a los elementos que la constituyen,
especialmente el nombre, la nacionalidad y sus relaciones de familia, de
conformidad con la ley.

Es obligación del Estado preservar la identidad de los niños; niñas y


adolescentes y sancionar a los responsables de la alteración, sustitución
o privación de este derecho.
Art. 34.- Derecho a la identidad cultural.- Los niños, niñas y adolescentes
tienen derecho a conservar, desarrollar, fortalecer y recuperar su
identidad y valores espirituales, culturales, religiosos, lingüísticos,
políticos y sociales y a ser protegidos contra cualquier tipo de
interferencia que tenga por objeto sustituir, alterar o disminuir estos
valores.

Art. 35.- Derecho a la identificación.- Los niños y niñas tienen derecho a


ser inscritos inmediatamente después del nacimiento, con los apellidos
paterno y materno que les correspondan. El Estado garantizará el
derecho a la identidad y a la identificación mediante un servicio de
Registro Civil con procedimientos ágiles, gratuitos y sencillos para la
obtención de los documentos de identidad.

Art. 36.- Normas para la identificación.- En la certificación de nacido vivo,


que deberá ser emitida bajo la responsabilidad del centro o institución de
salud pública o privada que atendió el nacimiento, constará la
identificación dactilar de la madre y la identificación plantar del niño o
niña recién nacido o nacida. En casos de inscripción tardía se deberá
registrar en la ficha respectiva la identificación dactilar del niño, niña o
adolescente.

Cuando se desconozca la identidad de uno de los progenitores, el niño,


niña o adolescente llevará los apellidos del progenitor que lo inscribe, sin
perjuicio del derecho a obtener el reconocimiento legal del otro
progenitor.

Si se desconoce la identidad o domicilio de ambos progenitores, el niño,


niña o adolescente se inscribirá por orden judicial o administrativa, con
dos nombres y dos apellidos de uso común en el país. Se respetará el
nombre con el cual ha sido conocido y se tomará en cuenta su opinión
cuando sea posible. La inscripción podrá ser solicitada por la persona
encargada del programa de protección a cargo del niño o niña o por la
Junta de Protección de Derechos. Practicada la inscripción, el Jefe
Cantonal del Registro Civil pondrá el caso en conocimiento de la
Defensoría del Pueblo de la jurisdicción correspondiente, para que inicie
las gestiones extrajudiciales tendientes al esclarecimiento de la filiación
del niño o niña y posterior reconocimiento voluntario o entable la acción
para que sea declarada judicialmente.

Comprobada y resuelta por la autoridad judicial o administrativa


competente la sustitución, confusión o privación de identidad o de alguno
de sus elementos, el Registro Civil iniciará de inmediato los
procedimientos idóneos para restablecerla sin costo alguno para el
afectado.
Los niños y niñas de las comunidades, pueblos y nacionalidades
indígenas del país, tienen el derecho a ser inscritos con nombres propios
del respectivo idioma. Las autoridades del Registro Civil tienen la
obligación de inscribir estos nombres sin ningún tipo de limitación u
objeción.

Art. 37.- Derecho a la educación.- Los niños, niñas y adolescentes tienen


derecho a una educación de calidad. Este derecho demanda de un
sistema educativo que:

1. Garantice el acceso y permanencia de todo niño y niña a la educación


básica, así como del adolescente hasta el bachillerato o su equivalente;
2. Respete las culturas y especificidades de cada región y lugar;
3. Contemple propuestas educacionales flexibles y alternativas para
atender las necesidades de todos los niños, niñas y adolescentes, con
prioridad de quienes tienen discapacidad, trabajan o viven una situación
que requiera mayores oportunidades para aprender;
4. Garantice que los niños, niñas y adolescentes cuenten con docentes,
materiales didácticos, laboratorios, locales, instalaciones y recursos
adecuados y gocen de un ambiente favorable para el aprendizaje. Este
derecho incluye el acceso efectivo a la educación inicial de cero a cinco
años, y por lo tanto se desarrollarán programas y proyectos flexibles y
abiertos, adecuados a las necesidades culturales de los educandos; y,
5. Que respete las convicciones éticas, morales y religiosas de los
padres y de los mismos niños, niñas y adolescentes.

La educación pública es laica en todos sus niveles, obligatoria hasta el


décimo año de educación básica y gratuita hasta el bachillerato o su
equivalencia.

El Estado y los organismos pertinentes asegurarán que los planteles


educativos ofrezcan servicios con equidad, calidad y oportunidad y que
se garantice también el derecho de los progenitores a elegir la educación
que más convenga a sus hijos y a sus hijas.

Art. 38.- Objetivos de los programas de educación.- La educación básica y


media asegurarán los conocimientos, valores y actitudes indispensables
para:

a) Desarrollar la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y


física del niño, niña y adolescente hasta su máximo potencial, en un
entorno lúdico y afectivo;
b) Promover y practicar la paz, el respeto a los derechos humanos y
libertades fundamentales, la no discriminación, la tolerancia, la
valoración de las diversidades, la participación, el diálogo, la autonomía
y la cooperación;
c) Ejercitar, defender, promover y difundir los derechos de la niñez y
adolescencia;
d) Prepararlo para ejercer una ciudadanía responsable, en una sociedad
libre, democrática y solidaria;
e) Orientarlo sobre la función y responsabilidad de la familia, la equidad
de sus relaciones internas, la paternidad y maternidad responsables y la
conservación de la salud;
f) Fortalecer el respeto a sus progenitores y maestros, a su propia
identidad cultural, su idioma, sus valores, a los valores nacionales y a los
de otros pueblos y culturas;
g) Desarrollar un pensamiento autónomo, crítico y creativo;
h) La capacitación para un trabajo productivo y para el manejo de
conocimientos científicos y técnicos; e,
i) El respeto al medio ambiente.

Art. 39.- Derechos y deberes de los progenitores con relación al derecho a


la educación.- Son derechos y deberes de los progenitores y demás
responsables de los niños, niñas y adolescentes:

1. Matricularlos en los planteles educativos;


2. Seleccionar para sus hijos una educación acorde a sus principios y
creencias;
3. Participar activamente en el desarrollo de los procesos educativos;
4. Controlar la asistencia de sus hijos, hijas o representados a los
planteles educativos;
5. Participar activamente para mejorar la calidad de la educación;
6. Asegurar el máximo aprovechamiento de los medios educativos que
les proporciona el Estado y la sociedad;
7. Vigilar el respeto de los derechos de sus hijos, hijas o representados
en los planteles educacionales; y,
8. Denunciar las violaciones a esos derechos, de que tengan
conocimiento.

Art. 40.- Medidas disciplinarias.- La práctica docente y la disciplina en los


planteles educativos respetarán los derechos y garantías de los niños,
niñas y adolescentes; excluirán toda forma de abuso, maltrato y
desvalorización, por tanto, cualquier forma de castigo cruel, inhumano y
degradante.

Art. 41.- Sanciones prohibidas.- Se prohíbe a los establecimientos


educativos la aplicación de:

1. Sanciones corporales;
2. Sanciones psicológicas atentatorias a la dignidad de los niños, niñas y
adolescentes;
3. Se prohíben las sanciones colectivas; y,
4. Medidas que impliquen exclusión o discriminación por causa de una
condición personal del estudiante, de sus progenitores, representantes
legales o de quienes lo tengan bajo su cuidado. Se incluyen en esta
prohibición las medidas discriminatorias por causa de embarazo o
maternidad de una adolescente. A ningún niño, niña o adolescente se le
podrá negar la matrícula o expulsar debido a la condición de sus padres.

En todo procedimiento orientado a establecer la responsabilidad de un


niño, niña o adolescente por un acto de indisciplina en un plantel
educativo, se garantizará el derecho a la defensa del estudiante y de sus
progenitores o representantes.

Cualquier forma de atentado sexual en los planteles educativos será


puesto en conocimiento del Agente Fiscal competente, para los efectos
de la ley, sin perjuicio de las investigaciones y sanciones de orden
administrativo que correspondan en el ámbito educativo.

Art. 42.- Derecho a la educación de los niños, niñas y adolescentes con


discapacidad.- Los niños, niñas y adolescentes con discapacidades tienen
derecho a la inclusión en el sistema educativo, en la medida de su nivel
de discapacidad. Todas las unidades educativas están obligadas a
recibirlos y a crear los apoyos y adaptaciones físicas, pedagógicas, de
evaluación y promoción adecuados a sus necesidades.

Art. 43.- Derecho a la vida cultural.- Los niños, niñas y adolescentes


tienen derecho a participar libremente en todas las expresiones de la
vida cultural.

En el ejercicio de este derecho pueden acceder a cualquier espectáculo


público que haya sido calificado como adecuado para su edad, por la
autoridad competente.

Es obligación del Estado y los gobiernos seccionales impulsar actividades


culturales, artísticas y deportivas a las cuales tengan acceso los niños,
niñas y adolescentes.

Art. 44.- Derechos culturales de los pueblos indígenas y negros o


afroecuatorianos.- Todo programa de atención y cuidado a los niños,
niñas y adolescentes de las nacionalidades y pueblos indígenas, negros o
afroecuatorianos, deberá respetar la cosmovisión, realidad cultural y
conocimientos de su respectiva nacionalidad o pueblo y tener en cuenta
sus necesidades especificas, de conformidad con la Constitución y la ley.
Las entidades de atención, públicas y privadas, que brinden servicios a
dichos niños, niñas y adolescentes, deberán coordinar sus actividades
con las correspondientes entidades de esas nacionalidades o pueblos.

Art. 45.- Derecho a la información.- Los niños, niñas y adolescentes


tienen derecho a buscar y escoger información; y a utilizar los diferentes
medios y fuentes de comunicación, con las limitaciones establecidas en la
ley y aquellas que se derivan del ejercicio de la patria potestad.

Es deber del Estado, la sociedad y la familia, asegurar que la niñez y


adolescencia reciban una información adecuada, veraz y pluralista; y
proporcionarles orientación y una educación crítica que les permita
ejercitar apropiadamente los derechos señalados en el inciso anterior.

Art. 46.- Prohibiciones relativas al derecho a la información.- Se prohíbe:

1. La circulación de publicaciones, videos y grabaciones dirigidos y


destinados a la niñez y adolescencia, que contengan imágenes, textos o
mensajes inadecuados para su desarrollo; y cualquier forma de acceso
de niños, niñas y adolescentes a estos medios;
2. La difusión de información inadecuada para niños, niñas y
adolescentes en horarios de franja familiar, ni en publicaciones dirigidas
a la familia y a los niños, niñas y adolescentes; y,
3. La circulación de cualquier producto destinado a niños, niñas y
adolescentes, con envoltorios que contengan imágenes, textos o
mensajes inadecuados para su desarrollo.

Estas prohibiciones se aplican a los medios, sistemas de comunicación,


empresas de publicidad y programas.

Art. 47.- Garantías de acceso a una información adecuada.- Para


garantizar el derecho a la información adecuada, de que trata el artículo
anterior, el Estado deberá:

a) Requerir a los medios de comunicación social, la difusión de


información y materiales de interés social y cultural para niños, niñas y
adolescentes;
b) Exigirles que proporcionen, en forma gratuita, espacios destinados a
programas del Consejo Nacional de Niñez y Adolescencia;
c) Promover la producción y difusión de literatura infantil y juvenil;
d) Requerir a los medios de comunicación la producción y difusión de
programas acordes con las necesidades lingüísticas de niños, niñas y
adolescentes pertenecientes a los diversos grupos étnicos;
e) Impedir la difusión de información inadecuada para niños, niñas y
adolescentes en horarios de franja familiar, ni en publicaciones dirigidas
a la familia y a los niños, niñas y adolescentes;
f) Sancionar de acuerdo a lo previsto en esta Ley, a las personas que
faciliten a los menores: libros, escritos, afiches, propaganda, videos o
cualquier otro medio auditivo y/o visual que hagan apología de la
violencia o el delito, que tengan imágenes o contenidos pornográficos o
que perjudiquen la formación del menor; y,
g) Exigir a los medios de comunicación audiovisual que anuncien con la
debida anticipación y suficiente notoriedad, la naturaleza de la
información y programas que presentan y la clasificación de la edad
para su audiencia.

Se consideran inadecuados para el desarrollo de los niños, niñas y


adolescentes los textos, imágenes, mensajes y programas que inciten a
la violencia, exploten el miedo o aprovechen la falta de madurez de los
niños, niñas y adolescentes para inducirlos a comportamientos
perjudiciales o peligrosos para su salud y seguridad personal y todo
cuanto atente a la moral o el pudor.

En cualquier caso, la aplicación de medidas o decisiones relacionadas con


esta garantía, deberán observar fielmente las disposiciones del
Reglamento para el Control de la Discrecionalidad de los Actos de la
Administración Pública, expedido por el Presidente de la República.

Art. 48.- Derecho a la recreación y al descanso.- Los niños, niñas y


adolescentes tienen derecho a la recreación, al descanso, al juego, al
deporte y más actividades propias de cada etapa evolutiva.

Es obligación del Estado y de los gobiernos seccionales promocionar e


inculcar en la niñez y adolescencia, la práctica de juegos tradicionales;
crear y mantener espacios e instalaciones seguras y accesibles,
programas y espectáculos públicos adecuados, seguros y gratuitos para
el ejercicio de este derecho.

Los establecimientos educativos deberán contar con áreas deportivas,


recreativas, artísticas y culturales, y destinar los recursos presupuestarios
suficientes para desarrollar estas actividades.

El Consejo Nacional de la Niñez y Adolescencia dictará regulaciones sobre


programas y espectáculos públicos, comercialización y uso de juegos y
programas computarizados, electrónicos o de otro tipo, con el objeto de
asegurar que no afecten al desarrollo integral de los niños, niñas y
adolescentes.

Art. 49.- Normas sobre el acceso a espectáculos públicos.- Se prohíbe el


ingreso de niños, niñas y adolescentes a los espectáculos que hayan sido
calificados como inconvenientes para su edad.
Los espectáculos públicos adecuados para la niñez y adolescencia
gozarán de un régimen especial respecto de los impuestos y
contribuciones fiscales y municipales, que se reglamentará por las
autoridades respectivas. Si se han organizado exclusivamente en
beneficio de los establecimientos de protección, gozarán de exoneración
de impuestos.

En los espectáculos a que se refiere el artículo anterior, serán admitidos


en forma gratuita y obligatoria los niños, niñas y adolescentes
pertenecientes a establecimientos de protección.

Las empresas responsables de los espectáculos deberán ofrecer las


seguridades necesarias y garantizar las medidas en caso de accidente.

Capítulo IV

Derechos de protección

Art. 50.- Derecho a la integridad personal.- Los niños, niñas y


adolescentes tienen derecho a que se respete su integridad personal,
física, psicológica, cultural, afectiva y sexual. No podrán ser sometidos a
torturas, tratos crueles y degradantes.

Art. 51.- Derecho a la libertad personal, dignidad, reputación, honor e


imagen.- Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a que se
respete:

a) Su libertad, sin más limitaciones que las establecidas en la ley. Los


progenitores y responsables de sus cuidados los orientarán en el
ejercicio de este derecho; y,
b) Su dignidad, autoestima, honra, reputación e imagen propia. Deberá
proporcionárseles relaciones de calidez y buen trato fundamentadas en
el reconocimiento de su dignidad y el respeto a las diferencias.

Art. 52.- Prohibiciones relacionadas con el derecho a la dignidad e


imagen. Se prohíbe:

1. La participación de niños, niñas y adolescentes en programas,


mensajes publicitarios, en producciones de contenido pornográfico y en
espectáculos cuyos contenidos sean inadecuados para su edad;
2. La utilización de niños y niñas o adolescentes en programas o
espectáculos de proselitismo político o religioso;
3. La publicación o exhibición de noticias, reportajes, crónicas, historias
de vida o cualquiera otra expresión periodística con imagen o nombres
propios de niños, niñas o adolescentes que han sido víctimas de
maltrato o abuso;
4. La publicación o exhibición de imágenes y grabaciones o referencias
escritas que permitan la identificación o individualización de un niño,
niña o adolescente que ha sido víctima de maltrato, abuso sexual o
infracción penal, y cualquier otra referencia al entorno en el que se
desarrollan; y,
5. La publicación del nombre, así como de la imagen de los menores
acusados o sentenciados por delitos o faltas.

Aun en los casos permitidos por la ley, no se podrá utilizar públicamente


la imagen de un adolescente mayor de quince años, sin su autorización
expresa; ni la de un niño, niña o adolescente menor de dicha edad, sin la
autorización de su representante legal, quien sólo la dará si no lesiona los
derechos de su representado.

Art. 53.- Derecho a la privacidad y a la inviolabilidad del hogar y las


formas de comunicación.- Sin perjuicio de la natural vigilancia de los
padres y maestros, los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a que
se respete la intimidad de su vida privada y familiar; y la privacidad e
inviolabilidad de su domicilio, correspondencia y comunicaciones
telefónicas y electrónicas, de conformidad con la ley.

Se prohíbe las injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada.

Art. 54.- Derecho a la reserva de la información sobre antecedentes


penales.- Los adolescentes que hayan sido investigados, sometidos a
proceso, privados de su libertad o a quienes se haya aplicado una medida
socio-educativa, con motivo de una infracción penal, tienen derecho a
que no se hagan públicos sus antecedentes policiales o judiciales y a que
se respete la reserva de la información procesal en la forma dispuesta en
esta Ley, a menos que el Juez competente lo autorice en resolución
motivada, en la que se expongan con claridad y precisión las
circunstancias que justifican hacer pública la información.

Art. 55.- Derecho de los niños, niñas y adolescentes con discapacidades o


necesidades especiales.- Además de los derechos y garantías generales
que la ley contempla a favor de los niños, niñas y adolescentes, aquellos
que tengan alguna discapacidad o necesidad especial gozarán de los
derechos que sean necesarios para el desarrollo integral de su
personalidad hasta el máximo de sus potencialidades y para el disfrute
de una vida plena, digna y dotada de la mayor autonomía posible, de
modo que puedan participar activamente en la sociedad, de acuerdo a su
condición.
Tendrán también el derecho a ser informados sobre las causas,
consecuencias y pronóstico de su discapacidad y sobre los derechos que
les asisten.

El Estado asegurará el ejercicio de estos derechos mediante su acceso


efectivo a la educación y a la capacitación que requieren; y la prestación
de servicios de estimulación temprana, rehabilitación, preparación para la
actividad laboral, esparcimiento y otras necesarias, que serán gratuitos
para los niños, niñas y adolescentes cuyos progenitores o responsables
de su cuidado no estén en condiciones de pagarlos.

Art. 56.- Derecho de los hijos de las personas privadas de libertad.- Los
niños; niñas y adolescentes que no gocen de su medio familiar por
encontrarse uno o ambos progenitores privados de su libertad, deberán
recibir protección y asistencia especiales del Estado, fuera de los centros
de rehabilitación, mediante modalidades de atención que aseguren su
derecho a la convivencia familiar y comunitaria y a las relaciones
personales directas y regulares con sus progenitores.

Art. 57.- Derecho a protección especial en casos de desastres y conflictos


armados.- Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a protección
especial en casos de desastres naturales y de conflictos armados internos
o internacionales. Esta protección se expresará, entre otras medidas, en
la provisión prioritaria de medios de evacuación de las zonas afectadas,
alojamiento, alimentación, atención médica y medicinas.

El Estado garantiza el respeto irrestricto de las normas del derecho


internacional humanitario en favor de los niños, niñas y adolescentes a
los que se refiere este artículo; y asegurará los recursos, medios y
mecanismos para que se reintegren a la vida social con la plenitud de sus
derechos y deberes.

Se prohíbe reclutar o permitir la participación directa de niños, niñas y


adolescentes en hostilidades armadas internas e internacionales.

Art. 58.- Derecho de los niños, niñas y adolescentes refugiados.- Los


niños, niñas y adolescentes que soliciten o a quienes se les haya
concedido el estatuto de refugiado, tienen derecho a recibir protección
humanitaria y la asistencia necesaria para el pleno disfrute de sus
derechos. El mismo derecho asiste a sus progenitores y a las personas
encargadas de su cuidado.

Capítulo V
Derechos de participación

Art. 59.- Derecho a la libertad de expresión.- Los niños, niñas y


adolescentes tienen derecho a expresarse libremente, a buscar, recibir
y difundir informaciones e ideas de todo tipo, oralmente, por escrito o
cualquier otro medio que elijan, con las únicas restricciones que
impongan la ley, el orden público, la salud o la moral públicas para
proteger la seguridad, derechos y libertades fundamentales de los
demás.

Art. 60.- Derecho a ser consultados.- Los niños, niñas y adolescentes


tienen derecho a ser consultados en todos los asuntos que les afecten.
Esta opinión se tendrá en cuenta en la medida de su edad y madurez.

Ningún niño, niña o adolescente podrá ser obligado o presionado de


cualquier forma para expresar su opinión.

Art. 61.- Derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión.- El


Estado garantiza, en favor de los niños, niñas y adolescentes, las
libertades de pensamiento, de conciencia y de religión, sujetas a las
limitaciones prescritas por la ley y que sean necesarias para proteger la
seguridad, los derechos y libertades fundamentales de los demás.

Es derecho y deber de los progenitores y demás personas encargadas de


su cuidado, orientar al niño, niña o adolescente para el adecuado
ejercicio de este derecho, según su desarrollo evolutivo.

Art. 62.- Derecho a la libertad de reunión.- Los niños, niñas y


adolescentes tienen derecho a reunirse pública y pacíficamente para la
promoción, defensa y ejercicio de sus derechos y garantías.

Art. 63.- Derecho de libre asociación.- Los niños, niñas y adolescentes


tienen derecho a asociarse libremente con fines lícitos. Este derecho
incluye la posibilidad de los adolescentes de constituir asociaciones sin
fines de lucro, con arreglo a la ley.

El Estado garantizará y fomentará el ejercicio de este derecho;


principalmente en materia de asociaciones estudiantiles, culturales,
deportivas, laborales y comunitarias.

Se prohíbe cualquier restricción al ejercicio de este derecho, que no esté


expresamente prevista en la ley.

Capítulo VI

Deberes, capacidad y responsabilidad de los niños, niñas y adolescentes


Art. 64.- Deberes.- Los niños, niñas y adolescentes tienen los deberes
generales que la Constitución Política impone a los ciudadanos, en cuanto
sean compatibles con su condición y etapa evolutiva. Están obligados de
manera especial a:

1. Respetar a la Patria y sus símbolos;


2. Conocer la realidad del país, cultivar la identidad nacional y respetar
su pluriculturalidad; ejercer y defender efectivamente sus derechos y
garantías;
3. Respetar los derechos y garantías individuales y colectivas de los
demás;
4. Cultivar los valores de respeto, solidaridad, tolerancia, paz, justicia,
equidad y democracia;
5. Cumplir sus responsabilidades relativas a la educación;
6. Actuar con honestidad y responsabilidad en el hogar y en todas las
etapas del proceso educativo;
7. Respetar a sus progenitores, maestros y más responsables de su
cuidado y educación; y,
8. Respetar y contribuir a la preservación del medio ambiente y de los
recursos naturales.

Art. 65.- Validez de los actos jurídicos.- La capacidad jurídica respecto a


los actos celebrados por niños, niñas y adolescentes se estará a lo
previsto en el Código Civil, a excepción de los siguientes casos:

1. Los actos y contratos de los adolescentes que no han cumplido quince


años, son relativamente nulos sin perjuicio de la validez que la ley
confiera para la celebración de determinados actos;
2. Las personas que han cumplido quince años, además, tienen
capacidad legal para celebrar contratos de trabajo según las normas del
presente Código; y,
3. Para celebrar los actos y contratos que estén comprendidos en el
objeto de una organización estudiantil, laboral, cultural, artística,
ambiental, deportiva o vecinal, de las que sean personeros o legítimos
representantes en el ejercicio de su derecho de asociación y cuya
cuantía no exceda a dos mil dólares.

Los adolescentes podrán ejercer directamente aquellas acciones judiciales


encaminadas al ejercicio y protección de sus derechos y garantías. Los
niños y niñas podrán pedir directamente auxilio para la protección de sus
derechos cuando deban dirigir la acción contra su representante legal.

Art. 66.- Responsabilidad de los niños, niñas y adolescentes.- Los niños y


niñas están exentos de responsabilidad jurídica. Por sus hechos y actos
dañosos, responderán civilmente sus progenitores o guardadores en los
casos y formas previstos en el Código Civil.

Los adolescentes son responsables por sus actos jurídicos y hechos


ilícitos, en los términos de este Código. Su responsabilidad civil por los
actos o contratos que celebren se hará efectiva sobre su peculio
profesional o industrial o sobre los bienes de la asociación que
representen de acuerdo con lo prevenido en el artículo anterior, según
sea el caso.

TITULO IV

DE LA PROTECCION CONTRA EL MALTRATO, ABUSO, EXPLOTACION


SEXUAL, TRAFICO Y PERDIDA DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES

Art. 67.- Concepto de maltrato.- Se entiende por maltrato toda conducta, de acción u
omisión, que provoque o pueda provocar daño a la integridad o salud física, psicológica o
sexual de un niño, niña o adolescente, por parte de cualquier persona, incluidos sus
progenitores, otros parientes, educadores y personas a cargo de su cuidado; cualesquiera
sean el medio utilizado para el efecto, sus consecuencias y el tiempo necesario para la
recuperación de la víctima. Se incluyen en esta calificación el trato negligente o descuido
grave o reiterado en el cumplimiento de las obligaciones para con los niños, niñas y
adolescentes, relativas a la prestación de alimentos, alimentación, atención médica
educación o cuidados diarios; y su utilización en la mendicidad.

Maltrato psicológico es el que ocasiona perturbación emocional,


alteración psicológica o disminución de la autoestima en el niño, niña o
adolescente agredido. Se incluyen en esta modalidad las amenazas de
causar un daño en su persona o bienes o en los de sus progenitores,
otros parientes o personas encargadas de su cuidado.

El maltrato es institucional cuando lo comete un servidor de una


institución pública o privada, como resultado de la aplicación de
reglamentos, prácticas administrativas o pedagógicas aceptadas expresa
o tácitamente por la institución; y cuando sus autoridades lo han
conocido y no han adoptado las medidas para prevenirlo, hacerlo cesar,
remediarlo y sancionarlo de manera inmediata.

La responsabilidad por maltrato institucional recae en el autor del


maltrato y en el representante legal, autoridad o responsable de la
institución o establecimiento al que pertenece.

En el caso de los representantes legales, autoridades o responsables de


la institución o establecimiento, la responsabilidad se hará efectiva de
conformidad con las disposiciones previstas en la Constitución Política de
la República, en el Código Civil y demás leyes aplicables.
Art. 68.- Concepto de abuso sexual.- Sin perjuicio de lo que dispone el
Código Penal sobre la materia, para los efectos del presente Código
constituye abuso sexual todo contacto físico, sugerencia de naturaleza
sexual, a los que se somete un niño, niña o adolescente, aun con su
aparente consentimiento, mediante seducción, chantaje, intimidación,
engaños, amenazas, o cualquier otro medio.

Cualquier forma de acoso o abuso sexual será puesta en conocimiento


del Agente Fiscal competente para los efectos de la ley, sin perjuicio de
las investigaciones y sanciones de orden administrativo que
correspondan.

Art. 69.- Concepto de explotación sexual.- Constituyen explotación sexual


la prostitución y la pornografía infantil. Prostitución infantil es la
utilización de un niño, niña o adolescente en actividades sexuales a
cambio de remuneración o de cualquier otra retribución. Pornografía
infantil es toda representación, por cualquier medio, de un niño, niña y
adolescente en actividades sexuales explícitas, reales o simuladas; o de
sus órganos genitales, con la finalidad de promover, sugerir o evocar la
actividad sexual.

Art. 70.- Concepto de tráfico de niños.- Se entiende por tráfico de niños,


niñas o adolescentes, su sustracción, traslado o retención, dentro o fuera
del país y por cualquier medio, con el propósito de utilizarlos en la
prostitución, explotación sexual o laboral, pornografía, narcotráfico,
tráfico de órganos, servidumbre, adopciones ilegales u otras actividades
ilícitas.

Se consideran medios de tráfico, entre otros, la sustitución de persona, el


consentimiento fraudulento o forzado y la entrega o recepción de pagos o
beneficios indebidos dirigidos a lograr el consentimiento de los
progenitores, de las personas o de la institución a cuyo cargo se halla el
niño, niña o adolescente.

Art. 71.- Concepto de pérdida de niños, niñas o adolescentes.- Para


efectos de este Código, se considera pérdida de niños, niñas o
adolescentes, su ausencia voluntaria o involuntaria del hogar,
establecimiento educativo u otro lugar en el que se supone deben
permanecer, sin el conocimiento de sus progenitores o responsables de
su cuidado.

Art. 72.- Personas obligadas a denunciar.- Las personas que por su


profesión u oficio tengan conocimiento de un hecho que presente
características propias de maltrato, abuso y explotación sexual, tráfico o
pérdida de que hubiere sido víctima un niño, niña o adolescente, deberán
denunciarlo dentro de las veinticuatro horas siguientes de dicho
conocimiento ante cualquiera de los fiscales, autoridades judiciales o
administrativas competentes, incluida la Defensoría del Pueblo, como
entidad garante de los derechos fundamentales.

Art. 73.- Deber de protección en los casos de maltrato.- Es deber de todas


las personas intervenir en el acto para proteger a un niño, niña o
adolescente en casos flagrantes de maltrato, abuso sexual, tráfico y
explotación sexual y otras violaciones a sus derechos; y requerir la
intervención inmediata de la autoridad administrativa, comunitaria o
judicial.

Art. 74.- Prevención y políticas respecto de las materias que trata el


presente título.- El Estado adoptará las medidas legislativas,
administrativas, sociales, educativas y de otra índole, que sean
necesarias para proteger a los niños, niñas y adolescentes contra las
conductas y hechos previstos en este título, e impulsará políticas y
programas dirigidos a:

1. La asistencia a la niñez y adolescencia y a las personas responsables


de su cuidado y protección, con el objeto de prevenir estas formas de
violación de derechos;
2. La prevención e investigación de los casos de maltrato, abuso y
explotación sexual, tráfico y pérdida;
3. La búsqueda, recuperación y reinserción familiar, en los casos de
pérdida, plagio, traslado ilegal y tráfico; y,
4. El fomento de una cultura de buen trato en las relaciones cotidianas
entre adultos, niños, niñas y adolescentes.

En el desarrollo de las políticas y programas a los que se refiere este


artículo, se asegurará la participación de la sociedad, la familia, los niños,
niñas y adolescentes.

Art. 75.- Prevención del maltrato institucional.- El Estado planificará y


pondrá en ejecución medidas administrativas, legislativas, pedagógicas,
de protección, atención, cuidado y demás que sean necesarias, en
instituciones públicas y privadas, con el fin de erradicar toda forma de
maltrato y abuso, y de mejorar las relaciones entre adultos y niños, niñas
y adolescentes, y de éstos entre sí, especialmente en el entorno de su
vida cotidiana.

Las prácticas administrativas, pedagógicas, formativas, culturales


tradicionales, de protección, atención, cuidado y de cualquier otra clase
que realice toda institución pública o privada, deben respetar los
derechos y garantías de los niños, niñas y adolescentes, y excluir toda
forma de maltrato y abuso.
Art. 76.- Prácticas culturales de maltrato.- No se admitirá como
justificación de las prácticas a las que se refiere este capítulo, ni de
atenuación para efecto de establecer las responsabilidades
consiguientes, la alegación de que constituyen métodos formativos o que
son prácticas culturales tradicionales.

Art. 77.- Protección contra el traslado y retención ilícitos de niños, niñas y


adolescentes.- Se prohíbe el traslado y la retención de niños, niñas y
adolescentes cuando violan el ejercicio de la patria potestad, el régimen
de visitas o las normas sobre autorización para salir del país.

Los niños, niñas y adolescentes que han sido trasladados o retenidos


ilegalmente, tienen derecho a ser reintegrados a su medio familiar y a
gozar de las visitas de sus progenitores y otros parientes de conformidad
con lo previsto en este Código.

El Estado tomará todas las medidas que sean necesarias para lograr el
regreso y reinserción familiar del niño, niña o adolescente que se
encuentre en la situación prevista en este artículo.

Art. 78.- Derecho a protección contra otras formas de abuso.- Los niños,
niñas y adolescentes tienen derecho a que se les brinde protección
contra:

1. El consumo y uso indebido de bebidas alcohólicas, tabaco,


estupefacientes y substancias psicotrópicas;
2. La participación en la producción, comercialización y publicidad de las
substancias y objetos a que se refieren los numerales 1 y 3;
3. El uso de armas, explosivos y substancias que pongan en riesgo su
vida o su integridad personal;
4. La exposición pública de sus enfermedades o discapacidades
orgánicas o funcionales, para la obtención de beneficios económicos; y,
5. La inducción a los juegos de azar.

Art. 79.- Medidas de protección para los casos previstos en este título.-
Para los casos previstos en este título y sin perjuicio de las medidas
generales de protección previstas en este Código y más leyes, las
autoridades administrativas y judiciales competentes ordenarán una o
más de las siguientes medidas:

1. Allanamiento del lugar donde se encuentre el niño, niña o


adolescente, víctima de la práctica ilícita, para su inmediata
recuperación. Esta medida sólo podrá ser decretada por el Juez de la
Niñez y Adolescencia, quien la dispondrá de inmediato y sin formalidad
alguna;
2. Custodia familiar o acogimiento institucional;
3. Inserción del niño, niña o adolescente y su familia en un programa de
protección y atención;
4. Concesión de boletas de auxilio a favor del niño, niña o adolescente,
en contra de la persona agresora;
5. Amonestación al agresor;
6. Inserción del agresor en un programa de atención especializada;
7. Orden de salida del agresor de la vivienda, si su convivencia con la
víctima implica un riesgo para la seguridad física, psicológica o sexual
de esta última; y de reingreso de la víctima, si fuere el caso;
8. Prohibición al agresor de acercarse a la víctima o mantener cualquier
tipo de contacto con ella;
9. Prohibición al agresor de proferir amenazas, en forma directa o
indirecta, contra la víctima o sus parientes;
10. Suspensión del agresor en las tareas o funciones que desempeña;
11. Suspensión del funcionamiento de la entidad o establecimiento
donde se produjo el maltrato institucional, mientras duren las
condiciones que justifican la medida;
12. Participación del agresor o del personal de la institución en la que se
haya producido el maltrato institucional, en talleres, cursos o cualquier
modalidad de eventos formativos; y,
13. Seguimiento por parte de los equipos de trabajo social, para verificar
la rectificación de las conductas de maltrato.

En casos de emergencia que aporten indicios serios de agresión o


amenaza contra la integridad física, sicológica o sexual del niño, niña o
adolescente o de delito flagrante, las entidades de atención autorizadas
podrán ejecutar provisionalmente las medidas de los numerales 2 a 9, 12
y 13, y ponerlo en conocimiento de la autoridad competente en el plazo
máximo de setenta y dos horas, para que disponga las medidas
definitivas.

Art. 80.- Exámenes médico legales.- Los exámenes médico legales a un


niño, niña o adolescente, se practicarán en estrictas condiciones de
confidencialidad y respeto a la intimidad e integridad física y emocional
del paciente.

Salvo que ello sea imprescindible para su tratamiento y recuperación, se


prohíbe volver a someter a un niño; niña o adolescente víctima de alguna
de las formas de maltrato o abuso señalados en este título, a un mismo
examen o reconocimiento médico legal.
Los profesionales de la salud que realicen estos exámenes, están
obligados a conservar en condiciones de seguridad los elementos de
prueba encontrados; y a rendir testimonio propio sobre el contenido de
sus informes.

Los informes de dichos exámenes, realizados por profesionales de


establecimientos de salud públicos o privados y entidades de atención
autorizadas, tendrán valor legal de informe pericial.

TITULO V

DEL TRABAJO DE NIÑOS, NINAS Y ADOLESCENTES

Capítulo I

Disposiciones Generales

Art. 81.- Derecho a la protección contra la explotación laboral.- Los niños,


niñas y adolescentes tienen derecho a que el Estado, la sociedad y la
familia les protejan contra la explotación laboral y económica y cualquier
forma de esclavitud, servidumbre, trabajo forzoso o nocivo para su salud,
su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social, o que pueda
entorpecer el ejercicio de su derecho a la educación.

Art. 82.- Edad mínima para el trabajo.- Se fija en quince años la edad
mínima para todo tipo de trabajo, incluido el servicio doméstico, con las
salvedades previstas en este Código, más leyes e instrumentos
internacionales con fuerza legal en el país.

La infracción a lo dispuesto en el inciso anterior, no libera al patrono de


cumplir con las obligaciones laborales y sociales que le impone la relación
de trabajo.

El Consejo Nacional de la Niñez y Adolescencia, de oficio o a petición de


cualquier entidad pública o privada, podrá autorizar edades mínimas por
sobre la señalada en el inciso anterior, de conformidad con lo establecido
en este Código, la ley y en los instrumentos internacionales legalmente
ratificados por el Ecuador.

Art. 83.- Erradicación del trabajo infantil.- El Estado y la sociedad deben


elaborar y ejecutar políticas, planes, programas y medidas de protección
tendientes a erradicar el trabajo de los niños, niñas y de los adolescentes
que no han cumplido quince años. La familia debe contribuir al logro de
este objetivo.
Art. 84.- Jornada de trabajo y educación.- Por ningún motivo la jornada de
trabajo de los adolescentes podrá exceder de seis horas diarias durante
un período máximo de cinco días a la semana; y se organizará de manera
que no limite el efectivo ejercicio de su derecho a la educación.

Los progenitores del adolescente que trabaja, los responsables de su


cuidado, sus patronos y las personas para quienes realizan una actividad
productiva, tienen la obligación de velar porque terminen su educación
básica y cumplan sus deberes académicos.

Art. 85.- Registro de adolescentes trabajadores.- El Ministerio de Trabajo


llevará un registro de los adolescentes que trabajan por cantones,
debiendo remitir la información periódicamente a los concejos cantonales
de la Niñez y Adolescencia.

El reglamento establecerá la forma de llevar dicho registro y los datos


que deben registrarse.

Art. 86.- Excepción relativa a los trabajos formativos realizados como


prácticas culturales.- La limitación de edad señalada en el artículo 82 no
se aplicará a los trabajos considerados como prácticas ancestrales
formativas, siempre que reúnan las siguientes condiciones.

1. Que respeten el desarrollo físico y psicológico del adolescente, en el


sentido de asignárseles solamente tareas acordes con sus capacidades y
etapa evolutiva;
2. Que contribuyan a la formación y desarrollo de las destrezas y
habilidades del adolescente;
3. Que transmitan valores y normas culturales en armonía con el
desarrollo del adolescente; y,
4. Que se desarrollen en el ámbito y beneficio de la comunidad a la que
pertenece el adolescente o su familia.

Art. 87.- Trabajos prohibidos.- Se prohíbe el trabajo de adolescentes:

1. En minas, basurales, camales, canteras e industrias extractivas de


cualquier clase;
2. En actividades que implican la manipulación de substancias
explosivas, psicotrópicas, tóxicas, peligrosas o nocivas para su vida, su
desarrollo físico o mental y su salud;
3. En prostíbulos o zonas de tolerancia, lugares de juegos de azar,
expendio de bebidas alcohólicas y otros que puedan ser inconvenientes
para el desarrollo moral o social del adolescente;
4. En actividades que requieran el empleo de maquinaria peligrosa o que
lo exponen a ruidos que exceden los límites legales de tolerancia;
5. En una actividad que pueda agravar la discapacidad, tratándose de
adolescentes que la tengan;
6. En las demás actividades prohibidas en otros cuerpos legales,
incluidos los instrumentos internacionales ratificados por el Ecuador; y,
7. En hogares cuyos, miembros tengan antecedentes como autores de
abuso o maltrato.

El Consejo Nacional de la Niñez y Adolescencia determinará las formas


específicas de trabajo peligroso, nocivo o riesgoso que están prohibidos
para los adolescentes, tomando en cuenta su naturaleza, condiciones y
riesgo para su vida e integridad personal, salud, educación, seguridad y
desarrollo integral.

Capítulo II

Trabajo en relación de dependencia

Art. 88.- Formas del contrato de trabajo.- El contrato individual de trabajo


de los adolescentes se celebrará por escrito y se registrará en el
Municipio y en la Inspección del Trabajo de la respectiva jurisdicción.

El patrono tiene la obligación de registrar el contrato de trabajo en el


plazo de treinta días, sin perjuicio del derecho del adolescente para
solicitar por sí mismo dicho registro.

A falta de contrato escrito, el adolescente podrá probar la relación laboral


por cualquier medio, incluso el juramento deferido.

Siempre que una persona se beneficie del trabajo de un adolescente; se


presume, para todos los efectos legales, la existencia de una relación
laboral.

Art. 89.- Derechos laborales y sociales.- Los adolescentes que trabajan


bajo relación de dependencia, disfrutan de todos los derechos y
beneficios, individuales y colectivos, que contemplan las leyes laborales,
de seguridad social y educación; más los derechos específicos
contemplados en el presente Código.

Art. 90.- De los aprendices.- En los contratos de aprendizaje constará una


cláusula sobre los mecanismos de transferencia al adolescente, de los
conocimientos del oficio, arte o forma de trabajo. Estos contratos no
durarán más de dos años, en el caso del trabajo artesanal, y seis meses,
en el trabajo industrial u otro tipo de trabajo.
Los patronos garantizarán especialmente el ejercicio de los derechos de
educación, salud y descanso de sus aprendices.

En ningún caso la remuneración del adolescente aprendiz será inferior al


80% de la remuneración que corresponde al adulto para este tipo de
trabajo, arte u oficio.

Art. 91.- Trabajo doméstico.- Los adolescentes que trabajen en el servicio


doméstico tendrán los mismos derechos y garantías que los adolescentes
trabajadores en general.

El patrono velará por la integridad física, psicológica y moral del


adolescente y garantizará sus derechos a la alimentación, educación,
salud, descanso y recreación.

Art. 92.- Trabajo formativo.- Los niños, niñas y adolescentes podrán


realizar actividades de formación que incorporen al trabajo como un
elemento importante en su formación integral. Estas actividades deberán
realizarse en condiciones adecuadas para su edad, capacidad, estado
físico y desarrollo intelectual, respetando sus valores morales y
culturales, sus derechos al descanso, recreación y juego.

Los programas que incorporen al trabajo con la finalidad señalada en este


artículo, darán prioridad a las exigencias pedagógicas relacionadas con el
desarrollo integral del niño, niña o adolescente, por sobre los objetivos
productivos.

Capítulo III

Trabajo sin relación de dependencia

Art. 93.- Trabajo por cuenta propia.- Los municipios otorgarán, en sus
respectivas jurisdicciones, los permisos para que los adolescentes que
hayan cumplido quince años ejerzan actividades económicas por cuenta
propia, siempre que no sean de aquellas consideradas como perjudiciales
o nocivas o que se encuentren prohibidas en este u otros cuerpos legales.

Cada Municipio llevará un registro de estas autorizaciones y controlará el


desarrollo de las actividades autorizadas a los adolescentes.

Los adolescentes autorizados de conformidad con el inciso anterior,


recibirán del Municipio un carné laboral que les proporcionará los
siguientes beneficios: acceso gratuito a los espectáculos públicos que
determine el reglamento, acceso preferente a programas de protección
tales como comedores populares, servicios médicos, albergues
nocturnos, matrícula gratuita y exención de otros pagos en los centros
educativos fiscales y municipales.

El Consejo Nacional de la Niñez y Adolescencia dictará el Reglamento


para la emisión del carné laboral y la regulación de los beneficios que
otorga.

Capítulo IV

De las medidas de protección y de las sanciones relacionadas con el


trabajo

Art. 94.- Medidas de protección.- En los casos de infracción a las


disposiciones del presente título, los jueces y autoridades administrativas
competentes podrán ordenar una o más de las siguientes medidas de
protección a favor de los niños, niñas y adolescentes afectados, sin
perjuicio de las demás contempladas en este Código:

1. La orden de separar al niño, niña o adolescente de la actividad


laboral;
2. La inserción del niño, niña o adolescente y/o su familia, en un
programa de protección; y,
3. La separación temporal del medio familiar del niño, niña, adolescente
o agresor, según sea el caso.

Se adoptarán las providencias necesarias para que la aplicación de estas


medidas no afecte los derechos y garantías de los niños, niñas y
adolescentes, más allá de las restricciones inherentes a cada una de
ellas; y para asegurar el sustento diario del niño, niña o adolescente, de
una manera compatible con su derecho a una vida digna.

Art. 95.- Sanciones aplicables por violación a las disposiciones referentes


al trabajo.- La violación de las prohibiciones contenidas en este título,
será reprimida con una o más de las siguientes sanciones, sin perjuicio de
las contempladas en otros cuerpos legales:

1. Amonestación a los progenitores o a las personas encargadas del


cuidado del niño, niña o adolescente; y a quienes los empleen o se
beneficien directamente con su trabajo;
2. Multa de cincuenta a trescientos dólares, si los infractores son los
progenitores o responsables del cuidado del niño, niña o adolescente;
3. Multa de doscientos a mil dólares, si se trata del empleador o
cualquier persona que se beneficie directa o indirectamente del trabajo
del niño, niña o adolescente; y,
4. Clausura del establecimiento donde se realiza el trabajo, en caso de
reincidencia.

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