Tonometría Gástrica

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 10

Tonometría gástrica:

Descrito por Fiddian-Green en el año 1983, este método ha adquirido rápida


popularidad ya que permite, en forma no invasiva y sencilla, estimar la perfusión
del territorio esplácnico, el cual es fácilmente afectado en estados de shock. La
tonometría gástrica es la estimación del pH intramucoso (pHi) gástrico mediante
la ecuación de Henderson y Hasselbach en donde se incluye el CO2 intraluminal
y el bicarbonato arterial, los cuales están en equilibrio con la célula intraluminal.

De la tonometría ha nacido el concepto de 'shock compensado' o 'shock oculto',


en que existe acidosis intramucosa (pHi <7,24) con macrohemodinamia y lactato
arterial normal. Como se mencionó previamente, en este estado se produciría la
activación del sistema macrofágico y los mecanismos que llevan al sindrome de
disfunción orgánica múltiple, similar al shock hipotensivo. Diferentes autores
han asociado un pHi menor a 7,24 a hipoperfusión esplácnica y menor sobrevida,
y han sugerido optimizar el pHi con el uso de vasodilatadores esplácnicos como
una de las metas en la terapia del shock. También se ha utilizado en clínica la
tonometría para optimizar el uso de vasopresores (adrenalina y noradrenalina) y
optimizar con ésto la perfusión esplácnica. Este aspecto se discute en otro
capítulo.

Déficit de base

Dentro de los signos de perfusión tisular inadecuada está la acidosis metabólica. Esta ha sido
usada como una medida indirecta de acidosis láctica. Es de fácil identificación por lo cual puede
ser tomada en cuenta como un objetivo final de la reanimación. Aunque no hay estudios
prospectivos en humanos, sí hay estudios retrospectivos en humanos y prospectivos en animales
que demuestran que el déficit de base se correlaciona con la mortalidad, DOM y respuesta a la
reanimación.

Ruetherford y Morris (17) publicaron la serie retrospectiva más voluminosa con 3.791 pacientes en


quienes se determinó al ingreso el déficit de base y se concluyó que por ser una medida de rápida
obtención y sensible puede definir el grado y la duración de la perfusión inadecuada, y convertirse
en un objetivo final de la reanimación. La estratificación sugerida es que si el déficit es de 2 a –5
es leve, de –6 a –14 es moderada y < -15 es severa. Si se encuentra –15 o < –15 en un paciente
menor de 55 años sin trauma encefálico, es un marcador significativo de riesgo de mortalidad. Si
el déficit es < –8 en pacientes mayores de 55 años o con traumatismo encefálico es igualmente un
marcador significativo de mortalidad. Sin embargo, hay que tener en cuenta que en pacientes con
alteraciones especiales del estado ácido base (pacientes con insuficiencia renal crónica, acidosis
tubular) esta medida no es fidedigna. Por otro lado, no hay estudios que muestren la correlación
de corrección de déficit de base con el tiempo, pero a pesar de esto, el déficit de base se
implementa como un objetivo final de la reanimación en muchos centros.

Los estudios previamente analizados han evidenciado que sí puede ser este un objetivo final de la
reanimación. Para un sistema de salud como el colombiano, la probabilidad de que ésta sea una
medida implementada en los pacientes sometidos a reanimación debe ser evaluada
adecuadamente, y se justifica realizar estudios para determinar su aplicabilidad en nuestro país.

pH de mucosa gástrica

Tanto el lactato como el déficit de base son marcadores globales de la perfusión. Si se tiene en
cuenta que el flujo sanguíneo no es distribuido en forma uniforme en todo el organismo, es
probable que los niveles de lactato y el déficit de base se encuentren dentro de rangos normales y,
sin embargo, se observen regiones con perfusión tisular inadecuada, por lo cual sería ventajoso
tener un marcador regional de perfusión tisular. De todos los tejidos que pueden ser
monitorizados, el lecho esplácnico es el ideal, más específicamente la mucosa gástrica.

El pH de la mucosa gástrica ha sido usado para medir la perfusión del lecho esplácnico. Esta
mucosa es la región del cuerpo que sufre una depleción del flujo debido a los mecanismos
compensadores en el shock, y asimismo es la última región del cuerpo en restablecer su flujo
normal después de la reanimación, por lo cual refleja mucho más rápido que el LS un estado de
hipoperfusión.

La técnica consiste en la implantación de un tubo nasogástrico especializado que permite tomar


muestras periódicas del CO2 liberado por la mucosa gástrica. Se mide simultáneamente el
bicarbonato de la mucosa trauma craneoencefálico severo (Glasgow <9) el riesgo dgástrica, el
cual es equivalente al sérico y se calcula el pH según la ecuación de Henderson - Hasselbach. Se
asume entonces que al disminuir la perfusión esplácnica las concentraciones de CO2 aumentan,
el metabolismo anaeróbico se activa y se observa una acidosis láctica regional.

Los estudios prospectivos en humanos han mostrado que el pH de la mucosa gástrica es


predictivo de mortalidad, de DOM y de shock séptico en pacientes con trauma (2). En el estudio de
Ivatury y cols. (1) dirigido al objetivo, se observó la tendencia a mejores resultados y una
disminución en los días de estancia hospitalaria. Gutiérrez y colegas (18) en un grupo de 260
pacientes de UCI encontraron que la sobrevida era mayor en aquellos que al ingreso presentaban
un pH mayor de 7,35, y si los niveles eran menores de esta cifra se aplicaban medidas de
reanimación para llevarlos a este valor con una supervivencia del 58% de los pacientes a los que
fueron llevados a estos valores contra 42% de quienes no alcanzaron los valores (p < 0,01).

En Colombia se realizó un estudio (21) que demostró que las cifras de tonometría gástrica no se


correlacionan con medidas sistémicas de perfusión. Es un método mínimamente invasivo que
complementa las medidas sistémicas de perfusión, por lo que, según algunos autores, ha
demostrado ser mejor predictor de mortalidad, lo cual lo califica como un objetivo final de la
reanimación, ya que permite reconocer pacientes con marcadores de perfusión globales que
necesitan estrategias terapéuticas más enérgicas. Por esta razón la importancia de esta medida
es grande, lo cual justifica su uso en todos los pacientes con shock.

http://www.encolombia.com/medicina/cirugia/Ciru19304-Nuevo1.htm
REVISTA DE CIRUGIA

Revista Colombiana de Cirugía


Print version ISSN 2011-7582

rev. colomb. cir. vol.19 no.3 Bogotá July/Sept. 2004

 
Nuevos objetivos de la reanimación: probables
aplicaciones
New goals for reanimation: possible applications
Edgar Quintero J., MD(1)

 Médico cirujano, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia.


(1)

Correspondencia: Edgar Quintero J., MD. Bogotá, [email protected]

Fecha de recibo: Octubre 6 de 2003. Fecha de aprobación: Julio 20 de 2004.

Tonometría gástrica de fase aérea. Factor pronóstico en


pacientes quirúrgicos con sepsis
Dr. José Manuel Ramírez Hernández,* Dra. Gabriela Belén Cerda Zaragoza,†
Dra. Margarita Becerril Pérez,* Dr. José Luis Ruíz Pier,‡
Dr. Francisco Javier Mijangos Huesca,§ Dr. Guillermo Castillo BecerrilII
* Médico Especialista de la Unidad de Terapia Intensiva.
† Médico residente de Anestesiología.

‡ Médico Especialista de Cirugía General.

§ Médico Especialista de Hematología.

II Médico Especialista de Anestesiología.

Unidad de Terapia Intensiva, Hospital Central Norte, Petróleos


Mexicanos
RESUMEN
Objetivo: Detectar tempranamente cambios en los niveles de la presión gástrica de CO 2, durante la
hipoperfusión en pacientes quirúrgicos con sepsis.
Diseño: Estudio prospectivo, longitudinal, descriptivo, observacional, de cohorte.
Sitio: Unidad de Terapia Intensiva de Hospital Central Norte de PEMEX, ciudad de México.
Pacientes: 42 pacientes sépticos con APACHE II mayor de 13 puntos, con edad entre 18 y 99 años, de
ambos sexos, que fueron sometidos a procedimiento quirúrgico abdominal, a quienes se les instaló sonda de
tonometría gástrica de fase aérea.
Intervenciones: Con el propósito de detectar y tratar de forma oportuna la hipoperfusión en pacientes
quirúrgicos con sepsis, se monitorizó la presión gástrica de CO2 mediante una sonda de tonometría.
Mediciones y resultados: Se midieron presión gástrica de CO2 (PgCO2), pH gástrico (pHi), diferencia de
presión de CO2 gástrica y al final de la espiración [P (g-et) CO 2], observamos que la mayoría de los pacientes
estudiados tuvieron un incremento en la acidez gástrica.
Conclusiones: La tonometría gástrica de fase aérea es una poderosa herramienta de mínima invasión que
detecta alteraciones en la perfusión regional y predicecomplicaciones y mortalidad en pacientes quirúrgicos
con sepsis.
Palabras clave: Tonometría gástrica, presión parcial de CO2, sepsis abdominal, monitoreo, pronóstico.
INTRODUCCIÓN
Desde hace más de 40 años el término traslocación bacteriana fue utilizado por Wolochow por vez
primera, para describir el paso de las bacterias a través de la pared intestinal. 1 En la década
comprendida entre 1950 y 1960, Fine demostró que las endotoxinas pueden escapar del intestino,
alcanzar el sistema reticuloendotelial y producir un cuadro de sepsis y/o choque séptico.
Proponiendo al tubo digestivo como un sitio primordial en el síndrome de respuesta inflamatoria
sistémica.2-4
La isquemia intestinal induce un espectro amplio de lesiones desde alteraciones en la
permeabilidad de los capilares, hasta infartos dependiendo de la duración y gravedad. 5 El estado
de perfusión en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) ha sido evaluado en el pasado utilizando
variables clínicas tales como la tensión arterial, la frecuencia cardiaca y el gasto urinario. Estos
índices, sin embargo, subestimaban el déficit de perfusión a los diferentes órganos.
La mayoría del monitoreo disponible en la UTI nos indica en forma precisa la condición
hemodinámica del paciente, sin embargo, estos índices globales obtenidos no reflejan
anormalidades específicas de flujo sanguíneo regional, por lo tanto es posible que nunca indiquen
hipoperfusión en el lecho específico, lo cual podría llevar al paciente a falla orgánica y muerte. 1,6,7
La tonometría gástrica es una técnica de monitoreo que ha evolucionado conforme avanza y se
desarrolla la tecnología, en sus inicios fue una técnica de monitorización compleja ya que se
utilizaba solución salina a través de uno de los lúmenes de la sonda, la cual debía ser recambiada
después de un determinado periodo de tiempo y posteriormente era analizada la muestra de
solución salina con un gasómetro, este proceso implicaba más tiempo y manipulación del personal
de salud y el subsecuente registro periódico cada 2 o más horas para obtener una tendencia, lo
cual evidentemente resultaba complejo y laborioso.8
En la actualidad nuestra UTI está equipada con tonómetro gástrico de fase aérea, la cual es una
novedosa modalidad de monitorización en México, ya que esta técnica está descrita desde hace
aproximadamente 20 años, predominantemente en Europa y Estados Unidos, mide el CO 2 (bióxido
de carbono) en la mucosa gástrica del estómago. Este parámetro actualmente se conoce como
PgCO2 (presión gástrica de CO2) y proporciona información sobre los niveles de la perfusión
gástrica de manera exacta.1 El uso diferencial entre la presión gástrica de bióxido de carbono
(PgCO2) y la presión de bióxido de carbono del volumen corriente final (PetCO 2) se maneja e
interpreta como un marcador de alta sensibilidad y especificidad para la detección temprana de
hipoperfusión gastrointestinal6,9,10
(figura 1).
Al ser una técnica de monitoreo de reciente introducción, diversos grupos de investigadores en
consenso estiman que un valor de 1.5 – 2 kPa de PgCO 2-PetCO2 es normal. Tomando como
referencia 0.5 kPa en la diferencia arterio-alveolar en pulmones sanos (entendiéndose como
kiloPascal a la unidad de presión del sistema métrico decimal que equivale a 1,000 pascales), un
Pascal es la presión que ejerce una fuerza de 1 Newton sobre una superficie de 1 metro cuadrado
normal a la misma: 1 Pascal (Pa) = 1 N/ m2 = 1 J/m3 = 1 kg·m–1·s–2).
Existe poca información sobre el uso del gradiente de PgCO 2-PetCO2 lo cual obviamente dificulta la
comparación de estudios. Además esta técnica nos permite medir el estado ácido-base de la
mucosa gástrica mediante la estimación del pH de ésta. La acidosis de la mucosa indica
hipoperfusión esplácnica concomitante y ha sido utilizada en estudios para predecir muerte de
pacientes en estado crítico; en presencia de condiciones críticas, la sangre del estómago se
redistribuye a los órganos vitales, en una persona sana la sangre vuelve cuando termina Figura 1.
Posición adecuada de sonda de tonometría, la cual mide el CO 2 (bióxido de carbono) en la mucosa gástrica
del estómago.ómago
CO2
Ramírez Hernández JM et al. Tonometría gástrica factor pronóstico en sepsis
151
la situación amenazadora; pero cuando el paciente está gravemente enfermo la redistribución
sigue ocurriendo, lo que genera un aumento en el riesgo de daño a los tejidos con la consiguiente
disfunción de los órganos,10-12 ocasionando que el flujo sanguíneo se redistribuya hacia los órganos
vitales, reduciendo el flujo sanguíneo al estómago. Lo anterior conlleva a un incremento de CO 2
(aumento de la PgCO2), dicho incremento de la PgCO 2 altera la mucosa del estómago, la cual
facilita el fenómeno de traslocación bacteriana, con el consecuente desarrollo de sepsis y falla
orgánica múltiple(figura 2).
El planteamiento fundamental se basa en que la detección temprana de mal perfusión esplácnica
por el tonómetro gástrico nos complementa la información obtenida de los indicadores globales del
transporte de oxígeno, lo cual nos permite optimizar el tratamiento de los pacientes en estado
crítico.
APLICACIONES CLÍNICAS
Para fines clínicos pueden ser divididas en 2 grupos:
a) Localización de fenómenos locales: Diagnósticode colitis isquémica. El diagnóstico definitivo
suele realizarse mediante examen endoscópico, el cual no está exento de riesgos en esta situación
clínica, pues pueden producirse perforaciones. Björck & Hedberg, encuentran una sensibilidad de
100% y una especificidad de 93% para colitis isquémica con un único valor de pHi < 6.86. 13-16
Síndrome compartimental abdominal. La hipertensión intraabdominal (HIA) afecta el flujo
esplácnico, con las consecuentes complicaciones tanto a nivel local como sistémico. Se ha visto
que con presiones intraabdominales entre 10-15 mmHg ya puede haber cierto grado de isquemia
intestinal y hepática e incluso traslocación bacteriana. 17,18
Figura 2. Cascada de eventos consecutivos posteriores a la hipovolemia.
FOM
Hipovolemia Falla cardiaca Redistribución del flujosanguíneo Hipoperfusión PgCO2 Alteración de la mucosa

Traslocación de endotoxinas y bacterias Liberación de citocinas Daño de los tejidos Ciclo vicioso
Rev Asoc Mex Med Crit y Ter Int 2008;22(3):149-155

152hic.com
Trasplante hepático. La disfunción primaria del injerto es una seria complicación del trasplante
hepático con una mortalidad del 25%. 19 La reintervención precoz es la clave para el éxito del
retrasplante. 19,20 En pacientes sujetos a trasplante hepático, el cálculo del pHi de la mucosa
gástrica ha sido usado como indicador de isquemia gastrointestinal y la presencia de acidosis
intramucosa también se ha asociado con sepsis, fracaso renal y disfunción del injerto. 21-23
b) Localización de alteraciones sistémicas: Índice pronóstico y terapéutico en el paciente crítico.
En las situaciones de hipoperfusión sistémica, es en la mucosa del intestino donde primero
aparecen las anomalías de la extracción de oxígeno, a pesar de una perfusión intestinal global
adecuada, de una situación hemodinámica y de parámetros de oxigenación generales que pueden
aparecer como favorables. La hipoxia de la mucosa intestinal producirá una destrucción de las
vellosidades y una erosión de la mucosa que ocasiona una permeabilidad del endotelio y
fenómenos de traslocación bacteriana, siendo ésta causa de la falla orgánica múltiple. 24 En
diversos estudios se ha observado que con un pHi < de 7.32 y que no se logra elevar en las 24
horas posteriores hay una mayor mortalidad y elevada incidencia de falla orgánica múltiple. 1
Gutiérrez et al,25 en el estudio realizado con 260 pacientes ingresados en una UTI, encontraron que
el tratamiento guiado por valores del pHi mejora la supervivencia en aquellos pacientes cuyo pHi al
ingreso a la UTI era normal. Con estas predicciones la tonometría gástrica de fase aérea no
solamente se ha utilizado como índice pronóstico, sino como una guía para dirigir el tratamiento.
MATERIAL Y MÉTODOS
En la UTI del Hospital Central Norte de PEMEX durante un periodo de 12 meses y de forma
prospectiva, se incluyeron a 42 pacientes que ingresaron a UTI posterior a una intervención
quirúrgica a nivel abdominal, con escala de valoración de APACHE II mayor de 10 puntos, de
ambos sexos, de edad entre 18 y 99 años, a quienes se les instaló por vía nasogástrica una sonda
Tonometrics TM (Datex-Ohmeda TM Helsinki Finlandia) la cual consta de un catéter de 18 Fr, de 2
lúmenes, (una vía accesoria para utilizarse como línea de alimentación enteral o evacuación del
contenido gástrico y una línea de toma de muestra se utiliza para la determinación de PgCO 2 y pHi)
(figura 3), el catéter está provisto de un biofiltro, el cual se conecta al módulo de Tonometría
Tonocap S/5 TM (Datex-Ohmeda TM Helsinki Finlandia) (figura 4).
Posterior a la inserción, se tomaba una placa de rayos X de abdomen para verificar la adecuada
ubicación del catéter en la cámara gástrica. Al ser un sistema de monitoreo en tiempo real,
después de 10 minutos de lectura de datos brinda información a la cabecera del paciente; existe un
archivo histórico y un software para análisis de información que permite comparar tendencias.
Para fines estadísticos se realizan registros cada hora durante las primeras 72 horas tomando en
cuenta, la media de cada registro. Todos los pacientes a quienes se les instaló la sonda de
tonometría gástrica de fase aérea tenían consentimiento informado y autorización firmada por sus
familiares.
RESULTADOS
De los 42 pacientes que se incluyeron, 25 fueron del sexo masculino (60%) y 17 fueron del sexo
femenino (40%), relación hombre: mujer 1.4:1, con un rango de edades de 20 a 90 años con una
media de 65 años. En la distribución por grupo el más numeroso fue el de 69 a 79 años con 13
pacientes (30%), todos con escala pronóstica de APACHE II a su in- Figura 3. Sonda Tonometrics TM
(Datex-Ohmeda TM Helsinki Finlandia) de 18 Fr, de 2 lúmenes, donde se observa con una flecha el biofiltro, y
el globo el cual es una membrana semipermeable. Biofiltro
Lumen 1
Lumen 2
Globo
Ramírez Hernández JM et al. Tonometría gástrica factor pronóstico en sepsis
153
ingreso a Unidad de Terapia Intensiva con mínimo de 14 y 36 máximo, con media de 28. Las
mediciones tonométricas fueron las siguientes:
PgCO2, pHi, P (a-g) CO 2, P (g-e) CO2, observamos que la mayoría de los pacientes presentaron un
pHi < 7.32, lo que implica un aumento de la acidez de la cámara gástrica (figura 5). En cuanto a la
medición de la presión de CO2 de la mucosa gástrica 48% de los pacientes (n = 20) presentaron a
su ingreso valores de kPa mayores de 8; 42% (n = 18), presentaron valores entre 6.5 y 8 kPa, por
último 10% (n = 4) tuvieron kPa menores de 6.5. El gradiente de presión de CO 2 gástrico y arterial
también mostró alteración en la mayoría de las mediciones al ingreso, notando que 26 pacientes
(62%) mostraron valores de 2.5 kPa o mayores, lo cual se traduce como mayor concentración de
CO2 a nivel de la mucosa gástrica en comparación con la presión de este gas en sangre, que su
vez denota un menor flujo sanguíneo a este nivel con la consecuente disminución de la perfusión.
En este estudio los valores de la diferencial de PgCO 2-PetCO2 que se obtuvieron fueron mayores
de 3.5 kPa en 62% de los pacientes (n = 26), valores de 2 a 3.5 kPa en 31 % (n = 13) y menos de
2kPa en 7% (n = 3) (figura 6). Se contabilizaron un total de 26 pacientes, de los cuales 13 fueron
hombres y 13 mujeres. Dieciséis personas fallecieron, de los cuales 12 eran hombres y 4 mujeres,
el grupo etario con más decesos fue el de 70 a 79 años.
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Las complicaciones postquirúrgicas representan un problema a diversos niveles, condicionando
estancias prolongadas en las Unidades de Terapia Inten- Figura 4. Sistema modular de análisis de
gases y tonometría.Módulo tonocap s/5 Biofiltro Figura 5. Diferencial de PgCO2-PetCO2, los valores se
obtienen en tiempo real a la cabecera del paciente.
Presión gástrica de CO2 Diferencia PgCO2-PetCO2 Figura 6. Resultados comparativos donde se aprecia en la
primera columna un diferencial mayor de 3.5 kPa en la mayoría de los pacientes, los cuales se relacionaron a
mayor mortalidad en este rango.

Diferencial PgCO -PetCO 0 51015202530Mayor 3.5Número de pacientes2 a 3.5 Menor 2Diferencial (kPa)Rev Asoc Mex d
22

www.medigraphic.com
it y Ter Int 2008;22(3):149-155154
ESTE DOCUMENTO ES ELABORADO POR MEDIGRAPHIC
siva y cuidados intermedios, así como en hospitalización, sobreutilización de recursos, generación
de incapacidad y dificultades para la reintegración de los individuos afectados a sus labores
cotidianas con periodos de rehabilitación variables. Dentro de los procedimientos que más se
realizan en un Servicio de Cirugía General son los que involucran la cavidad abdominal, por lo
tanto se propone un método de monitoreo que alerte de manera temprana sobre complicaciones
derivadas de un aporte y disposición inadecuados de oxígeno a nivel de los tejidos. 27,28
Actualmente la monitorización del pH intramucoso gástrico constituye un método sensible en la
valoración de la perfusión esplácnica, en los pacientes críticos. La tonometría gástrica es una
técnica de mínima invasión que nos permite conocer valores del PCO 2 intraluminal.
Los pacientes con un pHi bajo en las primeras horas tienen una alta incidencia de mortalidad,
sobre todo en los pacientes en los cuales no mejora su pHi en las primeras 24 horas. El alto rango
de supervivencia al igual que en estudios anteriores, en pacientes con pHi normal o adecuado en
las primeras horas en UCI, marca un fuerte argumento de que el pHi es un monitor de la hipoxia a
nivel local. Fiddian – Green y sus asociados 29 desarrollaron aún más el concepto, aplicando los
valores tonométricos para estimar el pH de los tejidos basado en 2 premisas:
1. El PCO2 medido tonométricamente se relaciona al PCO 2 intramuscular. Esta aserción supone
que el CO2 se difunde libremente por los tejidos, de forma que el PCO 2 en el fluido luminar se
equilibra con el PCO2 de las mucosas.
2. La concentración de bicarbonato de la sangre arterial equivale a la de las mucosas intestinales.
Esta es una premisa pragmática y parece ser válida en la mayoría de las situaciones en las que se
aplica el monitoreo tonométrico colocando entonces al pHi como un indicador de perfusión tisular.
En Europa y Estados Unidos de América se han concentrado esfuerzos clínicos en esta técnica por
las siguientes razones.
1. La tonometría provee un método mínimamente invasivo en la monitorización de los pacientes. El
tracto gastrointestinal tolera pobremente reducciones en la oxigenación, por lo cual es un indicador
temprano de hipoperfusión importante para la guía en la terapéutica de reanimación y alertadores
tempranos sobre el deficiente aporte sanguíneo a este nivel.
2. El aumento en la permeabilidad gastrointestinal con la subsecuente traslocación bacteriana tiene
un papel definido en la génesis del choque séptico y de la falla multiorgánica.
3. Por la conformación de la sonda a utilizar puede ser en un momento dado utilizada como sonda
de alimentación enteral, o bien de succión del tubo digestivo.
En pacientes críticos la tonometría gástrica se ha utilizado como predictor de disfunción orgánica y
mortalidad y ha demostrado ser mejor predictor de mortalidad que el déficit de base, el lactato, el
aporte o la entrega de oxígeno.30
Los resultados en este estudio denotan en un principio que la mayoría de los pacientes admitidos
en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Central Norte de Petróleos Mexicanos son pacientes
de edad avanzada, por lo que debemos tener en cuenta con estados comórbidos por descontrol de
patologías cronicodegenerativas, que aunado a la intervención quirúrgica, den como resultado
valores levados en el sistema de valoración de la gravedad APACHE II, que se relaciona según
nuestros resultados con los valores de pHi, PgCO 2, P(ga) CO2 y P(g-et)CO2, y que además se
asocian al resultado final de la atención, definido como egreso por mejoría o defunción. Somos la
primera Unidad de Terapia Intensiva en México, que realiza estudios de gradiente de diferencial de
intercambio gaseoso a nivel regional, con la nueva tecnología de tonometría gástrica de fase
aérea. En una búsqueda en las principales fuentes de información médica de nuestro país no
encontramos referencia previa relacionada con esta tecnología, que suponemos amerita más
estudios para promover técnicas de mínima invasión que aporten información verídica y temprana
respecto del estado de perfusión regional de un paciente grave.
BIBLIOGRAFÍA

1. Karmat V. Gastric tonometry. Indian Journal of Critical figura 1


Care Medicine 2003;7:26-33.

2. Fine J, Frank ED, Ravin HA. The bacterial factor in traumatic


figura 3
shock. N Engl J Med 1959;260:212-222.
3. Scweinburg F, Fine J. New evidence for lethal endotoxemia

figura 4
as the fundamental feature of irreversibility in three
types of traumatic shock. J Exp Med 1960;112:793-800.

4. Pastores SM, Katz DP, Kvetan V. Splanchnic ischemia fig 5


and gut mucosal injury in sepsis and the multiple organ
dysfunction syndrome. AM J Gastroenterol 1996;91:
1697-1710.
Ramírez Hernández JM et al. Tonometría gástrica factor pronóstico en sepsis
5. Gomersall CH, Charles D. Resuscitation of critically ill
patients based on the results of gastric tonometry: A
prospective, randomized, controlled trial. Critical Care
Medicine 2000;28:607-614.
6. Stephen O. Gastric tonometry: The hemodynamic monitor
of choice (Pro). Chest 2003;123:469-474.
7. Yuh-Chin T. Monitoring oxygen delivery in than critically
III. Chest 2005;128:554-560.
8. Groeneveld AB. Tonometry of partial carbon dioxide tension
in gastric mucosa: use of saline, buffer solutions,
gastric juice or air. Crit Care 2000;4:201-203.
9. Upadhyay K, Singh VP, Murthy. Gastric tonometry as
prognostic index of mortality in sepsis. MJAFI 2007;63:
337-340.
10. Knichwitz G, Rotker J, Brussel T. A new method for continuous
intramucosal PCO2 measurement in the gastrointestinal
tract. Anesth Analg 1996;83:6-11.
11. Lopes R, Brunow W, Maluf A, Carvalho A. Assessment
of splanchnic perfusion with gastric tonometry in the immediate
postoperative period of cardiac surgery. Arq
Bras Cardiol 2001;77:515-519.
12. Createur J, De Becker D, Vincent J. Does gastric tonometry
monitor splanchnic perfusion? Crit Care Med
1999;27:2480-2484.
13. Portas M, Garuti I, Fernandez L. Tonometría gástrica:
Una nueva herramienta para el anestesiólogo. Rev Esp
Anestesiol Reanim 2003;50:401-408.
14. Toursarkissian B, Thompson RW. Colitis isquémica. Clin
Quirur Norteam 1997:471-479.
15. Fiddian-Green RG, Amelin P, Herrmann JB, Arous E,
Cutler BS, Schiedler M et al. Prediction of the development
of sigmoid ischemia on the day of operation from
indirect measurements of intramural pH in the colon.
Arch Surg 1986;85:654-660.
16. Schiedler MG, Cutler BS, Richard G, Fiddian-Green RG.
Sigmoid intramural pH for prediction of ischemic colitis
during aortic surgery. A comparison with risk factors
and inferior mesenteric artery stump pressures. Arch
Surg 1987;122:881-886.
17. Ivatury RR, Diebel L, Porter JM, Simon RJ. Intra-abdominal
hypertension and the abdominal compartment syndrome.
Surg Clin North Am 1997;77:783-800.
18. Saggi H, Sugerman HJ, Ivatury RR, Islam S, John R,
Stahl WM. Abdominal compartment syndrome. J Trauma
1998;45:597-609.
19. Otto JB. Recent developments in liver transplantation:
lessons from 5 year experience. J Hepatol 1991;12:386.
20. Busuttil RW, Shaked A, Millis JM, Jurim O, Colquhoun
SD, Shackleton CR et al. One thousand liver transplants.
The lessons learned. Ann Surg 1994;219:490-499.
21. Frenette L, Doblar DD, Singer D, Cox J, Ronderos J,
Poplawski S et al. Gastric intramural pH as indicator of
early allograft viability in orthotopic liver transplantation.
Transplantation 1994;58:292-297.
22. Downing A, Cottam S, Beard C, Potter D. Gastric mucosal
pH predicts major morbidity following orthotopic liver
transplantation. Transplant Proc 1993;25:1804.
23. Tallgren M, Makisalo H, Hockerstedt K, Lindgren L. Hepatic
and splanchnic oxygenation during liver transplantation.
Crit Care Med 1999;27:2383-2388.
24. Dhainaut JF, Marin N. Choc septique. Encycl Méd Chi
(Elsevier, Paris-France), Anesthésie-Réanimatión, 36-
840-D-10, 1998: 14.
25. Gutierrez G, Palizas F, Doglio G, Wainsztein N, Gallesio
A, Pacin J et al. Gastric intramucosal pH as a therapeutic
index of tissue oxygenation in certically ill patients.
Lancet 1992;339:195-199.
26. Takala J, Merilainen P. Handbook of indirect calorimetry
and gas exchange. P 30, Datex-Ohmeda 876710-01.
27. Mythen MG, Webb AR. Intra-operative gut mucosal
hypoperfusion is associated with increased postoperative
complications and cost. Intensive Care Medicine
1994;20:99-104.
28. Bennet-Guerrero E, Panah MH, Bodian CA, Methikalan BJ,
Alfarone JR et al. Automated detection of gastric luminal
partial pressure of carbon dioxide during cardiovascular
surgery using the Tonocap. Anesthesiology 2000;92:38-45.
29. Fiddian-Green RG, Pittenger G, Whitehouse WM. Back
diffusion of CO2 and its influence on the intramural pH in
Gastric mucosa. J Surg Res 1982;33:39-48.
30. Gomersall CD, Joynt GM, Freebairn RC, Hung V, Buckley
TA, Oh TE. Resuscitation of critically ill patients based on
the results of gastric tonometry: a prospective, randomized,
controlled trial. Crit Care Med 2000;28:607-614.
Correspondencia: Dr. José Manuel Ramírez Hernández Campo Matillas Núm. 52 San Antonio Azcapotzalco 02720. México,
D.F (UTI segundo piso) Teléfono: 55611433 extensión 52098 Fax 55615229 E-mail: [email protected]
http://www.medigraphic.com/pdfs/medcri/ti-2008/ti083e.pdf

También podría gustarte