Ipn Algebra Maestro-Guia Del Profesor
Ipn Algebra Maestro-Guia Del Profesor
Ipn Algebra Maestro-Guia Del Profesor
2 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
ACADEMIA INSTITUCIONAL DE MATEMÁTICAS DEL
INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL
Leonor Delgado Hernández y Juan Manuel Cisneros Márquez CECyT 1 “Gonzalo Vázquez Vela”
Marcelo Briones Palacios CECyT 2 “Miguel Bernard Perales”
Fernando Arroyo García CECyT 3 “Estanislao Ramírez Ruiz”
Javier Montes de Oca Olvera y
Ramón Jordán Rocha CECyT 4 “Lázaro Cárdenas”
Francisco Bañuelos Tepallo CECyT 5 “Benito Juárez”
Pascual Pérez Caldelas y
José Calvillo Velázquez CECyT 6 “Miguel Othón de Mendizabal”
Jose Luis Torres Guerrero CECyT 7 “Cuauhtémoc”
Enrique Téllez López CECyT 8 “Narciso Bassols”
Arnulfo Ulloa Hernández CECyT 9 “Juan de Dios Bátiz”
Javier Patiño Monroy y
Florencio Beltrán Navarrete CECyT 10 “Carlos Vallejo Marquez”
Salvador Romano Reyes y Pedro Ortega Cuenca CECyT 11 “Wilfrido Massieu”
Joaquín Rafael Buendía Santos CECyT 12 “José María Morelos y Pavón”
Norberto Matus Ruiz y
Claudio Héctor Galván Aguirre CECyT 13 “Ricardo Flores Magón”
Carlos J. Quintero Martínez y María Aurora Maldonado Cruz CECyT 14 “Luis Enrique Erro Soler”
Wilfrido Apolonio Flores Medina CECyT 15 “Diódoro Antunez Echegaray”
Ludwing Javier Salazar Guerrero Y
Susana Ivonne Nieto Almaraz CET 1 “Walter Cross Buchanan”
Álgebra 3
Coordinación General
Dirección de Tecnología Educativa
Coordinación Editorial
Instituto Mexicano de Investigaciones Educativas S.C.
Coordinación Técnica
María Trigueros
Sonia Ursini
Editora
Ana María Sánchez
Revisión Pedagógica
Javier Alfaro
Claudia Martínez
Diseño y Formación
José Fco. Gómez de León
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4 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
PRESENTACIÓN
Álgebra 5
6 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
Índice
Introducción 9
Justificación de la Secuencia
de Aprendizaje 23
Problemas 41
Lecturas 73
Ejercicios 133
Autoevaluaciones 151
Bibliografía 153
Álgebra 7
8 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
Introducción
de la Guía Didáctica
de Álgebra para el profesor
EL MARCO INSTITUCIONAL
Álgebra 9
frenta el individuo actualmente en los ámbitos personal, ciuda-
dano y profesional.
La educación matemática, disciplina que trata del aprendizaje
de las matemáticas, ha florecido durante las últimas décadas apor-
tando una gran diversidad de nuevos conocimientos acerca de las
múltiples dimensiones del desarrollo de la cultura matemática. Así,
se sabe que no basta que nosotros profesores “sepamos” de la
materia, es necesario convertirnos en profesionales de la docencia,
en ingenieros en didáctica que estemos al tanto de los resultados
de la investigación en educación matemática y que tengamos cla-
ro, de manera explícita, cuáles son los principios en que fundamen-
tamos nuestra práctica.
Podemos decir que el propósito general de la educación ma-
temática es lograr que el estudiante desarrolle una cultura ma-
temática dinámica, que le permita enfrentar situaciones, tanto
familiares como inéditas, en las que se requiera la producción
o utilización de ideas matemáticas, que dé lugar a una valora-
ción global fundamentada de estas situaciones, y logre definir
varias opciones con sus respectivos costos y beneficios.
El papel que se le reconoce al profesor actualmente en los
documentos de la SEP como el organizador de las secuencias
de aprendizaje para lograr los propósitos de sus cursos presu-
pone una amplia solvencia, tanto matemática como didáctica,
en los temas que debe enseñar, pues «…los programas no están
concebidos como una progresión de temas que deban estudiar-
se uno a continuación del otro. Por el contrario, se recomienda
al maestro modificar el orden de los contenidos y entrelazar temas
de distintos ejes en la forma que considere más adecuada para el
aprendizaje de sus alumnos, sin más limitación que cumplir con los
propósitos del programa.» (Alarcón et al., 1994, p. 7).
La profesión docente se ha vuelto terriblemente difícil a cau-
sa de los ambiciosos objetivos de la educación y, en consecuen-
cia, de la gran complejidad de los fenómenos que enfrenta. El
profesor ya no es el que tiene un conocimiento acabado y lo
transmite fielmente, sino el administrador de las interacciones
entre un medio enseñante y el alumno. Ahora tenemos un pa-
pel mucho más complejo e interesante.
El salón de clases es el sitio de concurrencia de los principa-
les actores de la experiencia de la matemática educativa. Es ahí
donde, de manera explícita o implícita, interactúan las costum-
bres, los sistemas de ideas y creencias de profesores y alumnos.
La institución escolar y la escuela se hacen presentes con sus
planes y programas de estudio y sus propias normas, que pre-
10 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
suponen visiones de lo que es enseñar y aprender matemáticas,
que, a su vez, se apoyan en ideas de lo que son el saber mate-
mático y las matemáticas mismas.
El modelo de cátedra expositiva en el que fuimos educados
ha mostrado sus limitaciones cuando se trata de lograr apren-
dizajes complejos, además de que fomenta actitudes en los es-
tudiantes que son incompatibles con las competencias básicas
del nivel medio superior actual. Pero no se cambian las creen-
cias ni se modifican los hábitos de un día a otro. No hay aquí
un dictamen definitivo acerca de una costumbre entrañable,
“dar clase”, sino una serie de evidencias que nos invitan a re-
flexionar sobre nuestra responsabilidad como profesores.
Cada cual se tiene que convencer de que vale la pena em-
prender esta revisión a fondo de su trabajo, porque implica un
grado muy alto de cuestionamiento. Pero también nos puede
conducir a adoptar una perspectiva nueva llena de retos sor-
prendentes.
Para organizar aprendizajes complejos a partir de supuestos
cualitativamente distintos de aquellos en los que se basa nues-
tra formación, necesitamos identificar los conocimientos, habi-
lidades, actitudes, así como los valores subyacentes, que debe-
mos revisar.
No nos queda más remedio que reconocer la complejidad de
la problemática que enfrentamos, así como la necesidad de
instrumentar propuestas que apunten a soluciones factibles,
flexibles y duraderas, que tomen en cuenta los tiempos reales
que se requieren para que den frutos. No hay recetas de aplica-
ción mecánica para la enseñanza de las matemáticas. Afortuna-
damente en nuestra profesión se requiere del análisis de situa-
ciones complejas según criterios múltiples, que nos conducen a
la formulación de juicios matizados y a una toma de decisiones
siempre consciente de los riesgos.
El curso de Álgebra
Álgebra 11
mación a las funciones lineales y cuadráticas, lo que les permiti-
rá analizar situaciones y problemas surgidos en su entorno, así
como tener el fundamento para el desarrollo posterior de con-
ceptos y métodos matemáticos.
En el diseño de las Guías se consideró, como lo establece el
Programa de Álgebra, que la resolución de problemas es la ac-
tividad que permite generar e integrar conocimiento, favorece
su asimilación y ayuda a distinguir lo esencial de lo menos im-
portante. En este proceso el docente es un facilitador del
aprendizaje que problematiza, proporciona información y crea
códigos de instrucción, al mismo tiempo que organiza el traba-
jo en clase de manera que sus alumnos puedan resolver los pro-
blemas planteados y avanzar hacia nuevos conocimientos. Es
importante que, en el transcurso de las actividades, los alum-
nos desarrollen su capacidad para comunicar su pensamiento
y se acostumbren gradualmente a los diversos medios de expre-
sión matemática: lenguajes natural, simbólico y gráfico, así
como al uso de tablas y diagramas.
Uno de los supuestos metodológicos para la elaboración de
las Guías es que las ideas o procedimientos matemáticos se
comprenden si se articulan adecuadamente en una red de co-
nocimientos y experiencias. En este sentido, el conjunto de ac-
tividades de aprendizaje que se presenta en las Guías (proble-
mas, problemas con guía, proyectos, ejercicios, lecturas y
autoevaluaciones) constituye una secuencia de actividades que
se organiza, por un lado, alrededor de las cuatro líneas de de-
sarrollo del curso de Álgebra: lenguaje algebraico, modelación,
ecuaciones y funciones, y, por otro lado, de acuerdo a las carac-
terísticas del ambiente de aprendizaje integral que se necesita
fomentar en nuestros salones de clase. Es importante señalar
en este momento que en algunas de las soluciones popuestas en
esta Guía para algnos problemas o ejercicios se hace uso de
herraientas del Cálculo. Esta parte de las matemáticas es aje-
na al programa de este curso y no podemos pedir al alumno que
las utilice; se incluyeron, sin embargo, con la idea de que el
maestro tenga más herramientas a su alcance y pueda tener una
visión de la integración de los métodos matemáticos. Es posi-
ble asimismo que algún profesor desee utilizar este tipo de
métodos con algún alumno que considere más avanzado.
12 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
La caracterización de las actividades
1. Experiencia de aprendizaje
2. Modalidad de trabajo
3. Lugar de realización
4. Herramientas tecnológicas
5. Tiempo
6. Producto
7. Referencias curriculares
8. Representaciones
9. Estrategias
10.Evaluación
Álgebra 13
El ambiente
Nuestra perspectiva es la del profesor que quiere enseñar para
que todos sus alumnos logren los aprendizajes que los faculten
para un uso activo de sus matemáticas. Desde esta perspectiva
los ambientes de resolución de problemas son potencialmente
fecundos y pueden constituir uno más de los muchos recursos
que el profesor necesita para organizar los aprendizajes
multidimensionales de sus alumnos. Los ambientes de resolu-
ción de problemas son complejos e incluyen planes en varios
niveles y decisiones frecuentes que conducen a escenarios dis-
tintos. La posibilidad de organizar los aprendizajes curriculares
en estos ambientes depende de la habilidad que tengamos los
profesores para administrarlos en función de ciertos objetivos.
Para lograrlo necesitamos incorporar una perspectiva de traba-
jo que nos permita convertirnos en productores de nuestros
propios saberes y prácticas.
En cuanto al ambiente, es importante poner en acción un
conjunto de creencias que Pirie y Kieren (1992) resumen en
cuatro principios:
Los ejemplos
En esta guía se incluyen, en cada capítulo, algunos ejemplos de
los documentos que se consideran útiles para el trabajo del pro-
fesor. Se presenta el desarrollo de la solución que podemos es-
perar que produzcan los estudiantes del nivel y que llamamos
‘de referencia’, sin dejar de lado las variantes posibles. También
se incluye un comentario de la actividad que se detiene en las
distintas vías que puede seguir un estudiante, con la aplicación
14 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
de las estrategias correspondientes, para avanzar en la solución
de la actividad y describe la articulación de las representacio-
nes. Apunta algunas sugerencias para la interacción con los es-
tudiantes, en forma individual o en equipo, durante la realiza-
ción de la actividad y para la discusión de las soluciones que se
hace con todo el grupo. El comentario concluye con una ficha
que resume los aspectos más importantes. Así se irán confor-
mando historias de problemas que se robustecerán cada vez
que las trabajemos en clase. Estas historias se harán más deta-
lladas y útiles en la medida en que podamos elaborar los docu-
mentos que se describen en la sección siguiente. Esta labor la
podremos emprender aprovechando la red de interacción aca-
démica en internet.
Álgebra 15
pectiva sistémica, los factores que influyen en su práctica para
establecer estrategias de acción, aun cuando la posibilidad de
actuar sobre algunos factores sea muy escasa. En este sentido,
es importante que nos veamos como parte de diferentes
subsistemas y nos propongamos ampliar gradualmente nuestro
campo de competencia y responsabilidad. El «zoom del profe-
sor» se constituye así en una herramienta para, desde perspec-
tivas distintas pero pertinentes, superar algunos callejones sin
salida que parecen tales cuando sólo se atiende a la perspecti-
va del salón de clases.
La planeación
Marco
para el análisis
del problema
de los problemas
Documentos que
concretan la
planeación de
Situación
un problema
problemática
embrionaria Enunciado del problema
16 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
Aquí describimos una manera de organizar una sesión a par-
tir de una actividad que permite generar información sobre es-
tos aspectos en cada instrumentación conformando una ‘histo-
ria del problema’ o, en general, de la actividad de aprendizaje.
La fase de planeación requiere un análisis de la actividad
desde un marco de referencia y el registro por escrito de ese
análisis. Esto le permitirá al profesor definir previamente no
sólo la actividad que trabajará, cuál es el objetivo de la sesión y
los tiempos disponibles, sino también cuáles son los obstáculos
con los que se puede topar el alumno, cuáles van a ser sus acti-
tudes ante los obstáculos, hasta dónde debe llegar la sesión y en
caso de no lograrlo, qué hará para cumplir sus objetivos. Uno
de los objetivos de la planeación es hacer explícitas nuestras
expectativas.
Por supuesto que lo que ocurrirá en la sesión de trabajo no
puede estar completamente definido. Dentro del salón de cla-
ses el profesor toma decisiones constantemente con base en el
marco de referencia que le brindan los documentos de la
planeación y la información que va registrando durante la se-
sión. La planeación, entonces, debe ser flexible. Los documen-
tos que concretarán nuestra planeación son:
Álgebra 17
Lineamientos
P A2
E
Equipo
A3
Profesor
A4 M A1
Reporte
G
Expectativas R
A1
E U
P A2
A3 Equipo
Profesor A4
M
P
O
18 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
ticular. El precepto debe reflejar los principales aspectos del
problema y aportar información útil para orientar el curso
de las acciones del profesor y del estudiante, ya sea para
avanzar o profundizar en los contenidos que se pusieron en
juego en el problema o para corregir las ideas erróneas que
se hayan identificado.
2. La instrumentación
3. La evaluación de la actividad
Álgebra 19
plementar muy provechosamente con la investigación de los
problemas y las condiciones en que se originaron los conceptos
que se ponen en juego. Pero, puesto que nuestra perspectiva es
la del profesor, y lo que necesariamente hace el profesor es tra-
bajar con los alumnos, hemos optado por basarnos en nuestra
experiencia y en la disposición de hacer explícitas nuestras ex-
pectativas para que, aun cuando nuestro primer análisis sea
muy rudimentario, se vaya robusteciendo en las sucesivas pues-
tas en escena, de tal manera que esta historia del problema se
constituya en un saber propio del profesor generado en su prác-
tica. Los registros audiovisuales brindan la oportunidad de
aprovechar las ventajas de un análisis más detenido para incor-
porar sus resultados en las historias de los problemas.
registros documentos
del que concretan
profesor
la planeación
organizadores del problema
producciones
de los
estudiantes
registros
audiovisuales
20 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
las actividades de aprendizaje con los estudiantes y de
planeación con los profesores. En la medida en que nos fami-
liaricemos con ellos, pueden llegar a constituir un lenguaje co-
mún, en el que se pueden expresar algunas de las dimensiones
de aprendizaje más importantes. En el proceso de profesiona-
lización de nuestro quehacer abundan, afortunadamente, las
oportunidades de aprender. La mejor manera de familiarizar-
nos con los MAPOA es usarlos para organizar nuestro apren-
dizaje. Así tendremos una experiencia de primera mano que
compartir con los estudiantes.
La Guía del Estudiante va acompañada de un disco compac-
to que incluye tanto actividades interactivas como paquetes con
herramientas de graficación y con sistemas de cálculo
algebraico. También hay algunas animaciones y ejercicios de
práctica y autoevaluación. Estos recursos, que estarán a dispo-
sición de los estudiantes, se deben integrar como parte de sus
experiencias de aprendizaje con una planeación adecuada, ya
sea en el ámbito escolar o en forma de tareas. El uso cotidiano
y responsable de las herramientas tecnológicas para la com-
prensión de las matemáticas puede contribuir a crear un am-
biente propicio para el desarrollo de los aprendizajes comple-
jos e integradores que promete nuestra institución a todos sus
estudiantes.
Desafíos docentes
Es importante que hagamos un esfuerzo sistemático por hacer
explícitos los sistemas de creencias que sustentan nuestra prác-
tica docente. Puesto que somos profesores, tenemos una idea
clara de las condiciones reales en que se realiza nuestro traba-
jo, pero hay que evitar la autocomplacencia y el victimismo; un
tránsito hacia un ejercicio profesional de la docencia implica
tanto una revisión de la forma en que concebimos nuestro tra-
bajo como una redefinición de las relaciones que tenemos con
las instituciones educativas. Para que estos cambios tengan lu-
gar se requiere de un compromiso muy fuerte y del tiempo ne-
cesario para fortalecer nuestras organizaciones y para darnos
las condiciones indispensables que nos permitan convertir nues-
tro trabajo docente en el trabajo de un profesional reflexivo.
Hay una necesidad de plantear una reconceptualización del
quehacer del profesor desde los ejes constitutivos de su traba-
jo. Entre estos ejes se destacan:
Álgebra 21
• Las relaciones que enmarcan y posibilitan su labor académica
• Los modelos educativos que orientan su práctica
• La axiología social y educativa que lo identifica con los fines
y valores de una institución
22 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
Justificación de la
Secuencia de Aprendizaje
(comentarios acerca de las secuencias de aprendizaje)
Álgebra 23
C2. Manejar la información formulada en distintos lenguajes y dis-
cursos (gráficos, matemáticos, simbólicos, de cómputo, etc.).
C3. Utilizar los instrumentos culturales, científicos,
metodológicos y técnicos, básicos para la resolución de pro-
blemas en su dimensión individual y social, con actitud
creativa y trabajando individualmente o en grupos.
C4. Comprender, criticar y participar racional y científicamen-
te, a partir de los conocimientos asimilados, en los proble-
mas ecológicos, socioeconómicos y políticos de su comuni-
dad, región y país.
C5. Aprender por sí mismo, poniendo en práctica métodos y
técnicas eficientes para propiciar su progreso intelectual.
C6. Evaluar y resolver las situaciones inherentes a su edad y
desarrollo, incluso en lo que se refiere al conocimiento de sí
mismo, su autoestima y autocrítica, salud física y formación
cultural y estética, a efecto de tomar decisiones que lo bene-
ficien en lo individual y en lo social.
C7. Desempeñarse individual o grupalmente de manera inde-
pendiente en su vida escolar y cotidiana.
C8. Integrar los conocimientos de los diferentes campos, en una
visión global del medio natural y social, como paso normati-
vo hacia la inter y multidisciplinariedad.
24 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
dizaje, encontrar una respuesta a la situación planteada no con-
cluye el problema; éste continúa y se amplía al buscar otras for-
mas de resolverlo o el establecimiento de un método de solu-
ción, que facilite el tratamiento de otras situaciones similares y
el planteamiento de otras preguntas.
Todo esto no es sencillo ni para el alumno ni para el profe-
sor. El alumno, ante todo esto, fácilmente se puede paralizar y
decir “no entiendo”. Al trabajar en equipo con otros de sus
compañeros reduce esta parálisis. Es más fácil que un alumno
se anime a comentar con sus iguales lo que entiende y qué pue-
de hacer. Desde luego que no es suficiente, y no faltarán alum-
nos que digan que prefieren trabajar solos. Ante esto el profe-
sor no debe simplemente imponerles la decisión de trabajar en
equipo, sino tratar de convencerlos de la conveniencia de ello.
Trabajar en equipo no se reduce a separar temas y repartir-
los entre los integrantes. Incluye discusiones para llegar a acuer-
dos o para una comprensión mutua de los desacuerdos y la for-
taleza o debilidad de la posición de cada uno de los integrantes.
Estas discusiones requieren tiempo, más de lo que alumnos y
profesores estamos acostumbramos dedicarle a un tema, y pro-
voca la sensación de que se está perdiendo el tiempo, a pesar
de juzgar interesante e importante el tema tratado.
Mientras los alumnos están trabajando, el profesor debe es-
tar al pendiente de lo que está ocurriendo en cada equipo. A
partir de preguntas y comentarios breves orienta el trabajo de
los equipos. Debe cuidarse de no calificar el trabajo de los equi-
pos, es decir, que ante la pregunta: “¿estamos bien profesor?”,
no responda con un “sí” o un “no”. Los alumnos están acos-
tumbrados a que sea el profesor quien establezca quiénes están
bien y quiénes no. No están acostumbrados a que sean ellos
mismos quienes lo determinen. Pero si se va a fomentar su in-
dependencia, deben acostumbrarse a hacerlo. Así, cuando un
alumno pregunte si está bien, se les replica con otra pregunta:
“¿Por qué no estás seguro?” y se invita a otros alumnos del
equipo a que externen sus ideas. Si manifiestan que están de
acuerdo, se les pide que preparen una presentación ante el res-
to de sus compañeros. Cuando se trabaja un problema, es el
grupo en pleno quien decide qué soluciones están bien. Es cier-
to, se corre el riesgo de que se acepte una solución con errores
y el profesor debe evitar la tentación de decirles que se equivo-
caron. El profesor debe decidir si desde el primer momento les
presenta objeciones a su solución, o deja que pasen algunos días
antes de volver a tratar el mismo problema.
Álgebra 25
Para un alumno, la actividad del profesor en una sesión de
resolución de problemas puede parecer bastante menor: pa-
searse por los equipos, observar lo que están haciendo, hacer-
les algunos comentarios y no decir quiénes están bien y quié-
nes no. Pero no es sencillo lo que tiene que hacer el profesor.
Antes de proponer a los alumnos un problema, el profesor debe
haberlo estudiado y establecer un plan para su puesta en esce-
na. De esta forma estará en condiciones de anticipar dificulta-
des y preparar comentarios que permitan avances en los alum-
nos. Pero no es seguro que lo anticipado ocurra exactamente.
Así, la improvisación en sus intervenciones con los alumnos es
inevitable, pero si el profesor tiene claro cuáles son los objeti-
vos a lograr en el problema, le resultará más fácil decidir el sen-
tido de sus intervenciones.
Cuando se tienen las primeras sesiones de resolución de pro-
blemas es usual que tanto alumnos como y profesores perciban
que aunque interesante, eso no es una clase de matemáticas;
que, si acaso, es una actividad para quitar la tensión de lo que
es la materia y las dificultades que se tienen para aprenderla.
No es así; en ella se ponen en juego varios aspectos importan-
tes: fomenta la lectura reflexiva, la discusión matemática, el
desarrollo de estrategias para enfrentar un problema, la impor-
tancia de lo que se aprende mientras se busca resolver un pro-
blema, la argumentación que sustenta las opiniones o conclu-
siones de una persona o de un equipo, la presentación ante
otros de las ideas propias, la importancia de saber escuchar y
ser escuchado.
Es tanto todo esto, que el profesor puede ser rebasado, y
sentir que no tiene control en la sesión, pues ucuando todo el
grupo esté discutiendo el problema propuesto, el ruido que se
provoca y la variedad de ideas que se manejen pueden aturdir
al profesor y al encontrar que no es posible tratar todo lo que
surge en el tiempo deque se dispone, hacerle sentir que mucho
de lo tratado en la sesión se pierde y, en consecuencia, es tiem-
po perdido en el curso.
Hay algo más que se encuentra el profesor en una sesión de
problemas: cuando se busca convencer a un alumno de que su
idea sobre cierta situación está equivocada, no a partir de una
posición de autoridad (“soy el profesor y si te digo que estás
mal, es que así es”), sino de hacerle ver que hay inconsistencias
o contradicciones en su argumentación, se requiere de más
tiempo y más cuidado en el argumento que el propio profesor
construya para convencer a su alumno.
26 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
Habitualmente los enunciados de los problemas son cortos
y esto permite que los alumnos puedan pensar y seguir distin-
tos caminos de solución. El profesor no debe prohibirles algu-
no sólo por no haberlo él previsto antes en la planeación del
problema. Si está bien fundamentado el camino que sigue un
equipo, el profesor debe respetar su trabajo. En todo caso,
cuando se tenga la discusión general, de todos los equipos, del
problema y se presenten varias vías de solución, el profesor ten-
drá la oportunidad de destacar la que más le interese y propo-
ner, si es necesario, una comparación entre los distintos méto-
dos de solución.
Álgebra 27
en el alumno una lectura crítica y reflexiva (cuidadosa) contri-
buye a la elaboración de argumentos mejor estructurados, y una
comunicación más eficaz de sus ideas. Particularmente es im-
portante esto porque ahora estamos inundados de información
de todo tipo, y se requieren habilidades para hacer a un lado la
información que no sea importante y, en cambio, analizar cui-
dadosamente la que sí lo es.
28 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
debe conocer en detalle el texto que esté utilizando para orien-
tar más fácilmente a sus alumnos sobre la mejor manera de uti-
lizarlo. Cuando lo juzgue necesario discutirá en clase algunos
ejercicios, pero siempre después de que ya los trabajaron sus
alumnos.
Álgebra 29
30
UNIDAD 1. De la Aritmética al Álgebra
Al término de la unidad el alumno resolverá diferentes problemas incorporando de manera paulatina la notación literal y las reglas de escritura
algebraica, lo que le permitirá reafirmar sus conocimientos sobre las fracciones y sus diferentes significados, así como el uso de exponentes y
su aplicación en la notación científica. Esto le permitirá desarrollar habilidades para abordar el estudio de los polinomios, las ecuaciones y las
expresiones racionales.
Horas Problemas Problemas con guía Actividades Internet Ejercicios Lecturas Proyectos
1-2 Las caritas La zorra y el perro Una introducción
de don Cubo a las representaciones
gráficas
3-4 Y el hermoso Nireo, Las ballenas Lee haciendo pp. 10-22 Ética y
el más hermoso ... de Alaska Resuelve los ejercicios matemáticas
pares del 48-60 de las
pp.23-25 de ‘Álgebra
con aplicaciones’
de Phillips et al.
5-7 La tribu y Sucesiones La función de Calendario
los tribunos proporcionalidad del siglo XXI
G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
UNIDAD 2. Polinomios
Álgebra
Al término de la unidad el alumno manejará la notación algebraica y realizará las operaciones de adición y multiplicación de polinomios, a partir del
planteamiento de problemas matemáticos aplicados a situaciones cotidianas, desarrollando además sus habilidades para traducir el lenguaje coloquial
al lenguaje simbólico-abstracto y para la elaboración de modelos con polinomios.
31
32
UNIDAD 3. Ecuaciones y funciones lineales
Al término de la unidad el alumno resolverá problemas de contextos matemáticos y extramatemáticos -de lo cotidiano y de otras áreas del
conocimiento-, que conduzcan a una ecuación lineal y para lo cual hará uso del método tabular como medio para explorar y establecer la expresión
analítica de la función, obtendrá la ecuación, la resolverá por el método algebraico y/o gráfico e interpretará el resultado.
G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
UNIDAD 4. Ecuaciones y funciones cuadráticas
Álgebra
Al término de la unidad el alumno planteará y resolverá problemas de contextos matemáticos y extramatemáticos -de lo cotidiano y de otras áreas del
conocimiento-, que conduzcan a la formulación de ecuaciones de segundo grado, las resolverá por el método algebraico y/o gráfico -asociado con
funciones cuadráticas- e interpretará los resultados.
33
de las pp. 388-395
34
UNIDAD 5. Sistemas de ecuaciones
Al término de la unidad el alumno construirá modelos matemáticos que incluyan sistemas de ecuaciones lineales y cuadráticas provenientes de
contextos matemáticos y extramatemáticos de lo cotidiano y de otros campos del conocimiento, además resolverá correctamente los sistemas de
ecuaciones lineales y cuadráticas utilizando los métodos tabular, algebraico y gráfico y comprobará su solución. Así mismo construirá, interpretará
y vinculará las representaciones tabular, algebraica y gráfica mediante el uso de calculadoras con poder de graficación y software matemático.
5-7 Las misceláneas: La zorra y el perro* Lee el resumen pp. 268-269 Un problema
Dédalo y Calipso Mejor muerto Resuelve los ejercicios de programación
que siervo de la forma 8n+7 lineal
de las pp. 269-273
G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
UNIDAD 6. Funciones polinomiales y racionales
Al término de la unidad el alumno resolverá problemas de variación proporcional inversa entre dos variables y aquellos que den lugar a
Álgebra
ecuaciones fraccionarias reducibles a lineales o cuadráticas para que se familiarice con las propiedades básicas de fracciones algebraicas
racionales y con algunas funciones racionales simples. Así mismo, analizará cualitativamente el comportamiento de la gráfica de funciones
polinomiales simples.
Horas Problemas Problemas con guía Actividades Internet Ejercicios Lecturas Proyectos
35
36 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
Sobre los MAPOA
Álgebra 37
y al mismo tiempo evitar que se vuelvan inservibles al romper-
se o al borrarse su contenido.
Los MAPOA contienen el modelo PER, la Heurística, el
portafolios, las fichas y formatos de evaluación, además de do-
cumentos de introducción. Desde luego puedes agregar otros
documentos que juzgues necesarios. Si encuentras que falta
algo en estos materiales, agrégalo y coméntalo con tus compa-
ñeros de la escuela donde laboras (mejor aún si te comunicas
con el resto a través de Internet).
A continuación te presentamos dos documentos de los
MAPOA acompañados de comentarios acerca de su uso o as-
pectos relevantes para su discusión con los alumnos.
Este párrafo tiene Hay algunas actividades que, a estas alturas de la vida, un
como propósito estudiante ya sabe hacer, y las hace muy bien. Son acciones y
mostrar la principal
realizaciones a veces más complejas que las que se aprenden en
la escuela. Esta capacidad ya probada debe generarte confian-
característica de los
za en tu capacidad de aprender también en la escuela. La escue-
aprendizajes que se
la es el ámbito de los saberes sistemáticos. Para la mayoría de
dan en la escuela. las personas, los aprendizajes más importantes de la vida se dan
¿Identificas esta fuera de los muros y las rejas escolares. Sin embargo, en estos
característica en tu tiempos, pasamos tanto tiempo en la escuela (haz la cuenta)
vida escolar?, ¿de que lo menos que podemos exigirnos, y exigirle a la escuela, es
qué manera? que nos brinde algunos aprendizajes verdaderamente significa-
tivos en el presente, que además nos resulten provechosos en
el futuro.
Para lograr los objetivos del bachillerato, el estudiante in-
vierte tiempo, dinero y esfuerzo, en la adquisición de conoci-
mientos, en el desarrollo de habilidades y en la formación de
actitudes.
Cuando el estudiante se acerca a la escuela y no hay convic-
ción, o interés genuino, fácilmente cae en la farsa típica de com-
plicidades compartidas: el profesor hace como que enseña y el
38 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
estudiante hace como que estudia y aprende.
El estudiante acude a la escuela con una idea muy definida
de lo que debe encontrar en la escuela:
Oigo y olvido,
veo y recuerdo,
hago y comprendo.
(Un viejo proverbio chino)
Recuerda estas
tres palabras
Así nuestro modelo se puede sintetizar en la tríada:
antes de
emprender
Hacer - Reflexionar - Comunicar
cualquier
actividad.
Álgebra 39
¿De qué manera El desarrollo de la clase ya no puede ser responsabilidad
puedes contribuir a exclusiva del profesor, sino que debe contar con una nueva ac-
adquirir tus
titud del estudiante, que también se responsabiliza y se compro-
mete con su aprendizaje. Juntos podrán definir las distintas
propios
maneras de desarrollar las actividades de aprendizaje, con sus
aprendizajes?
razones, sus ventajas, sus desventajas y sus riesgos.
Los nuevos objetivos son más complejos; lograrlos es una
¿Recuerdas haber tarea más difícil pero también, creemos, más atractiva e intere-
resuelto sante. La resolución de problemas es un proceso muy comple-
problemas?, ¿qué jo cuando los problemas que enfrentas son verdaderos proble-
características mas. Debido a esta complejidad, los factores que intervienen
tienen?, ¿ha sido para que logremos resolver exitosamente un problema y com-
fácil su resolución?
prender algo de la interacción con el problema son muchos y de
distintos niveles. La desatención de uno, o varios, de estos fac-
tores puede entorpecer y a veces hacer imposible la solución de
un problema o la comprensión que se deriva de la interacción
fecunda con el problema. Una componente que influye de ma-
nera determinante corresponde a la forma en que las personas
interactúan durante la resolución de un problema. Piensa en un
laboratorio en el que se estudian algunos procesos; los factores
que intervienen en los procesos se administran, se registran
continuamente y algunos de ellos se controlan. En cada una de
las modalidades de participación durante la resolución de los
problemas (individual, grupo chico y grupo completo) se han
identificado algunas formas de actuación que obstaculizan y
otras que contribuyen a la solución y a la comprensión. Te da-
mos algunos ejemplos y queremos que pienses en otros, los co-
mentes con tus compañeros y propongas formas de evitarlos o
favorecerlos.
40 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
Problemas
Álgebra 41
Además, un buen problema no es paralizante, no es inmedia-
to, es potencialmente soluble, es generador de conjeturas y pre-
guntas, es controlable por parte del alumno, es decir, el alum-
no puede generar criterios para decidir cuando está resuelto el
problema, genera un conflicto emocional y contribuye a que el
alumno produzca conocimientos nuevos o reorganice los que ha
adquirido.
En sesiones de resolución de problemas se busca la vincula-
ción de las herramientas matemáticas con una dimensión de
uso; se introducen conceptos matemáticos utilizando contextos;
se interactúa con una situación familiar, o no, en la que se re-
quiere de las matemáticas, y se formulan y responden pregun-
tas que contribuyen a la conceptualización de los objetos ma-
temáticos. Se pretende que el alumno haga uso de las
matemáticas con las que cuenta para dar respuesta a las pregun-
tas planteadas en el contexto de la situación; que busque co-
nexiones entre diferentes registros de representación, logre di-
ferentes vías de acceso trabajando varios enfoques, generalice
sus soluciones y reformule, ampliándolo, el problema en otros
campos; que genere criterios para validar interpretaciones y los
modelos matemáticos, surjan y evolucionen los conceptos ma-
temáticos como respuesta a sus propias preguntas, y desarrolle
actitudes que le permitan enfrentar y manejar situaciones com-
plejas con un alto grado de incertidumbre.
Así, un problema ofrece una oportunidad para que el alum-
no logre adquirir varios aprendizajes importantes, pero para
ello es necesario que cuando se le proponga un problema, él se
involucre, lo acepte como propio, lo haga suyo, es decir que se
olvide de que el problema se lo propuso el profesor y que se
concentre en la búsqueda de su solución.
Es posible que nuestros alumnos no estén acostumbrados a
resolver problemas, sino a ver que otros lo hagan, especialmen-
te el profesor. Cuando varios alumnos sólo leen el enunciado
del problema y de inmediato dicen “no entiendo”, podemos
desesperarnos y en nuestro afán de ayudarles, terminar por ser
nosotros quienes resolvamos el problema, que ya no fue tal,
mientras los alumnos sólo toman anotaciones de lo hecho en el
pizarrón. Cuando esto sucede, la actividad perdió toda su rique-
za como medio y fin de aprendizaje.
Desde luego tampoco hay que dejar a nuestros alumnos so-
los esperando simplemente a que terminen el problema. Nece-
sitan apoyo, pero mediante preguntas y comentarios que haga-
mos de su trabajo.
42 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
Los MAPOA son importantes para cuando los alumnos re-
suelven problemas. Hay que solicitarles que recorten copias de
las fichas, que las enmiquen y que siempre las tengan a la mano,
para poder consultarlas con facilidad. Un documento especial-
mente importante para resolver problemas es La Heurística de
Schoenfeld. En él se describe una estrategia sistemática que
facilita resolver un problema. También se describen estrategias
heurísticas que llegan a ser muy útiles al resolver problemas.
Conviene que tengamos este escrito a la mano para no perder
oportunidad de comentarlo cuando se resuelven problemas e
identificar y destacar estrategias heurísticas que se utilizan.
Álgebra 43
El trabajo en equipo no deja de tener riesgos, como que en
lugar de impulsar el aprendizaje, lo dificulte. Hay fichas sobre
esto en los MAPOA. Hay que pedirles a los equipos que las
utilicen cuando sea pertinente.
En la presentación y discusiones de las soluciones elegimos a
dos o tres equipos para que presenten y discutan ante los de-
más sus soluciones. En cada momento el equipo que se encuen-
tra al frente es quien dirige la discusión. Nuestra participación
es como la de los alumnos, es decir, debemos solicitar la pala-
bra al equipo que dirige la discusión. Unos minutos antes de
que pase un equipo les avisamos a sus integrantes para que se
organicen. Debemos estar al pendiente de que la discusión que
se tenga corresponda a los objetivos de aprendizaje identifica-
dos en la planeación.
Primer momento
La resolución de la actividad
Segundo momento
La presentación y discución de soluciones
44 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
Tercer momento
Los anexos y la retroalimentación
Álgebra 45
Problemas, problemas con guía y proyectos
46 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
Una buena herramienta para la comprensión es la hoja de
cálculo, y hay varias comerciales que pueden utilizar. Vale la
pena que busquemos incorporarla en nuestro trabajo con los
alumnos.
A continuación te presentamos dos ejemplos, un problema
y un problema con guía. La intención es mostrarte cómo po-
demos explotar la riqueza que tiene un problema como medio
de aprendizaje, a partir de un análisis cuidadoso del mismo.
ENUNCIADO:
Una compañía de discos estima que podrá vender siete mil
álbumes de una nueva versión de “Le nozze di Figaro” de
Mozart-Da Ponte a $290 cada álbum. Por cada reducción de
$5 en el precio por álbum, calcula que venderá 300 álbumes
más. A la compañía cada álbum le cuesta $95 y sus costos fi-
jos son de $100,000.
Encuentra el número de álbumes que dará a la compañía la
ganancia máxima.
Encuentra el número de álbumes que dará a la compañía la
ganancia máxima por cada peso invertido.
SOLUCIÓN
Sean n el número de reducciones de $5 que se hace al precio de
venta de cada álbum, C el costo total para producir 7,000 + 300n
discos, V lo que se obtiene por la venta de todos esos discos y
G la ganancia obtenida.
Álgebra 47
A partir de estas expresiones se puede construir la siguiente tabla.
48 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
G( n) 2423 n 322400
= - -
C( n) 1083 19 1083(19n + 510 )
G( n )
C( n)
G( n )
C( n)
Álgebra 49
CLASIFICACIÓN
En el siguiente cuadro se tiene la clasificación del problema.
Título ‘Voi che sapete’
1. Experiencia de aprendizaje 1.1 Resolución de problemas
5. Tiempo 60 minutos
(si se tiene limitación de tiempo,
el profesor puede seleccionar algunas
preguntas para que se trabajen como tarea
y ampliar la discusión en otra sesión)
50 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
COMENTARIO:
En este problema se empieza por darle sentido al texto del mis-
mo. De éste, el fragmento: “Por cada reducción de $5 en el pre-
cio por álbum, calcula que venderá 300 álbumes más”, es clave.
Es posible que entre los integrantes de un equipo se suscite la
discusión acerca de lo que significa. Para algunos se refiere a
que cada vez que se reduce el precio de venta de los álbumes
en $5 (pasando la primera vez de $290 a $285) por cada uno de
los álbumes que se venda más baratos, se venderán 300 más a
ese precio menor (de manera que con el primer descuento en
lugar de venderse 7,000 álbumes se venden 2,100,000). Otros lo
interpretan como que cada vez que se reduce el precio de ven-
ta de los álbumes en $5, se venden sólo 300 álbumes más en to-
tal (pasando la primera vez de 7,000 a 7300).
Es importante que el profesor no les explique a los alumnos
el significado del texto si se presenta la primera interpretación
en un equipo. Si hace esto, buena parte del sentido del proble-
ma se pierde. Uno de los propósitos de este problema es que el
alumno pase del registro textual al algebraico o aritmético. En
el caso de que en algún equipo se dé una interpretación equi-
vocada del texto, el profesor no debe decirles que lo interpre-
taron mal, sino pedirles que traten de aplicar esa interpretación
para dos o más casos, remitiéndolos al enunciado del problema,
es decir que cuiden ajustarse a lo señalado en el texto. Si es ne-
cesario, el profesor puede provocar una discusión en el equipo
acerca de la interpretación del texto.
Otra dificultad que pueden tener los alumnos en la interpre-
tación del enunciado es el tecnicismo “costos fijos”. Aquí la in-
tervención del profesor sí puede llegar hasta ser una explicación
del término, pues no es un objetivo de este problema que los
alumnos discutan ampliamente el significado del mismo. El pro-
fesor puede preguntarle al equipo: “Imagínense que van a ini-
ciar un negocio, ¿qué gastos tendrán que hacer al principio,
antes de empezar a vender?”
Una vez que se ha comprendido la situación, se tienen dis-
tintas formas de resolverlo. Tal vez la más accesible sea la arit-
mética, a partir de la construcción de una tabla que contenga
número de álbumes, costos, ventas, ganancia y ganancia por
peso invertido. En este caso el número de álbumes empieza en
7,000 y luego va cambiando de 300 en 300 (el segundo valor es
de 7,300). Para responder la primera pregunta se observan los
valores que se van obteniendo para la ganancia, los cuales van
creciendo, hasta que dejen de crecer y empiecen a disminuir. En
Álgebra 51
cuanto a la ganancia por peso invertido, se observa que siem-
pre va decreciendo, de manera que el máximo se tiene en el
primer renglón. En este problema se presentan dos formas de
comparar la ganancia: mediante una diferencia simple (ventas
menos costos) y mediante el cociente de la diferencia anterior
y los costos. De esta manera, un punto a discutir es cuál de los
dos criterios es mejor para estimar los beneficios de un nego-
cio.
Si en un equipo se presenta la anterior vía aritmética para
resolver el problema, hay que solicitarle al equipo que llegue a
expresiones algebraicas al utilizar la estrategia de ‘indicar sin
efectuar’. De esta forma se tiene que la ganancia se expresa
mediante el polinomio de segundo grado
47 2 4071125
G( n) = -1500( n - ) +
6 3
52 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
parábola que corresponde a la ganancia no se tiene para uno de
estos valores, sino para 9,350 álbumes. Es decir, se discute si
este es un problema de una situación discreta o continua.
Tabla con
Darle sentido a valores de
la situación ejemplares Ganancia máxima
planteada en el costos, ventas, Ganancia por peso
texto ganancia y invertido máxima
ganancia por
peso invertido
Relaciones entre
ejemplares,
costos, ventas y Propiedades de
ganancias las funciones
cuadrática y
racional
Álgebra 53
1360000
1350000
ganancia
ganancia
1340000
por peso
1330000 invertido
1320000
1310000
1300000
1290000
1280000
1270000
1260000
1250000
1240000
1230000
1220000
1210000
1200000 1 2 3 4 5 6 7 8 9
54 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
También a partir de las gráficas se puede discutir la diferen-
cia entre lo discreto y lo continuo. Si se admite que los descuen-
tos al precio de venta sólo pueden ir de cinco en cinco pesos,
los valores de n sólo pueden ser números enteros y en conse-
cuencia la gráfica que representa eso corresponde sólo a algu-
nos de los puntos que se observan en las gráficas. De esta for-
ma el máximo de la ganancia (para 9,400 álbumes) no coincide
con el máximo de la parábola que la representa.
La gráfica de la ganancia por peso invertido puede analizar-
se más. Si se amplía la “ventana de la pantalla” se puede obser-
var que la curva sí tiene un máximo, pero este máximo se tiene
para un valor de n cercano a –10.
1.5
ganancia
por peso
1.0 invertido
0.5
-0.5
Álgebra 55
peso invertido. Así pues, lo que se observa en la calculadora
graficadora lleva a un análisis de la ecuación
G( n) 2423 n 322400
= - -
C( n) 1083 19 1083(19n + 510 )
510
-
19
(que es aproximadamente -26.84211), los valores del último
cociente llegan ser muy grandes en valor absoluto. De hecho,
la ecuación de la ganancia por peso invertido es la de una hi-
pérbola.
Al observar las gráficas de la ganancia y de la ganancia por peso
invertido, es posible que algún alumno señale que un indicio de
que se está acercando a un máximo es el comportamiento de la
diferencia de los valores de la ganancia (o la ganancia por peso
invertido) para distintos valores de n igualmente espaciados (de
unidad en unidad, por ejemplo). Si la diferencia va disminuyendo,
se está acercando a un punto máximo. Desde luego que no basta
con el señalamiento, se les tiene que pedir a los alumnos que ar-
gumenten sus señalamientos, al tratar otros casos, o al trazar cur-
vas que tengan algún máximo.
56 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
Como puede apreciarse de lo señalado, este problema sus-
cita varios aspectos a discutir y tratar en el grupo. El que sea así
dependerá del grupo, pues si estos asuntos no aparecen de ma-
nera natural en la discusión, poco recordarán y aprenderán los
alumnos. En todo caso el profesor podrá retomar el problema
en otro momento para destacar alguno de los temas aquí seña-
lados.
En resumen, algunos aspectos del problema que conviene
atender durante el trabajo de los equipos y retomar en la dis-
cusión con todo el grupo son:
Álgebra 57
Darle sentido a la situación Interpretar la situación presen-
tada en forma textual (recomendar la validación explícita de los
resultados obtenidos) Representaciones Textual a tabu-
lar
ENUNCIADO:
En la gráfica se muestran los costos de edición y los ingresos por
la venta de una edición facsimilar del poema dramático de Al-
fonso Reyes, “Ifigenia Cruel”.
100000 pesos
90000
80000
Costos
Ingresos
70000
60000
50000
40000
30000
20000
10000
ejemplares
-100 100 200 300 400 500 600 700
CUESTIONARIO
1. ¿Cuáles son los costos, los ingresos y la ganancia por produ-
cir y vender 0, 100, 200, 350, 550 y 600 ejemplares?
2. ¿Dentro de qué límites se debe mantener la oferta para ob-
tener ganancias?
3. ¿Cuál debe ser la oferta para obtener el mayor ingreso?
4. ¿A cuánto ascienden los costos fijos de producción?
5. ¿Cuánto cuesta producir cada libro si no se consideran los
costos fijos?
58 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
6. ¿Hay una ganancia máxima? Justifica tu respuesta. Si hay
una ganancia máxima calcúlala.
7. ¿Cuál es la ecuación de los costos?
8. ¿Cuál es la ecuación de los ingresos?
9. ¿Cuál es la ecuación de la ganancia?
10. Traza la gráfica de la ganancia en los mismos ejes.
11. Plantea tres preguntas sobre esta misma situación y respón-
delas.
12. Si se reducen los costos, tanto el de producción de cada li-
bro como los fijos, a $120 y $8,5000, respectivamente, ¿cuál
es la ganancia máxima?
SOLUCIÓN:
1. ¿Cuáles son los costos, los ingresos y la ganancia por produ-
cir y vender 0, 100, 200, 350, 550 y 600 ejemplares?
Se parte de la gráfica. Para dar respuesta a la pregunta se
pueden hacer estimaciones obtenidas de la gráfica “al tan-
teo”, o encontrar las ecuaciones de costos e ingresos.
a) Si se resuelve por tanteo se espera que las respuestas en cada
caso se encuentren en cierto intervalo.
Los costos y los ingresos se obtienen de la gráfica. En cuan-
to a las ganancias, es el resultado de la resta de los ingresos
menos los costos.
b) Obtención de las ecuaciones.
C = 150 n + 10000
Álgebra 59
En cuanto a la curva que representa los ingresos, lo primero
es pensar en una parábola; es decir, en una curva que es la grá-
fica de una expresión cuadrática. En la gráfica se distingue un
punto: (50, 20,000). Tal vez también (400, 90,000) y, desde lue-
go, el punto (0, 0)es un punto de la curva. De esta manera, la
expresión es de la forma
I = an2 + bn
1
Al resolverlo se obtiene I = - n 2 + 425n
2
1
2
G = - n + 275n - 10000
2
60 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
2. ¿Dentro de qué límites se debe mantener la oferta para ob-
tener ganancias?
De la gráfica, corresponde a aquella región donde la curva
de los ingresos está arriba de la recta de costos. Los límites
corresponden a los puntos de intersección de la curva y la
recta. La respuesta se puede dar por tanteo o al encontrar
algebraicamente los puntos de intersección.
a) Por tanteo en la gráfica.
Desde entre 35 y 45 ejemplares hasta entre 505 y 515 ejem-
plares.
b) Al utilizar las ecuaciones.
1
Al tomar C = I , se tiene 150 n + 10000 = - n 2 + 425n ,
2
1 2
de donde se sigue n - 275n + 10000 = 0
2
Álgebra 61
jos, producir cada libro cuesta $150.
b) De la ecuación de la recta de costos, C = 150 n + 10000 , se
sigue que el coeficiente de n, 150, corresponde al costo por
libro en pesos.
6. ¿Hay una ganancia máxima? Justifica tu respuesta. Si hay
una ganancia máxima calcúlala.
a) Por tanteo.
Al utilizar escuadras graduadas se encuentra que la máxima
ganancia se obtiene entre 250 y 300 ejemplares y está entre
$27,000 y $29,000.
62 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
10. Traza la gráfica de la ganancia en los mismos ejes.
A partir de la ecuación de la ganancia y mediante una tabla
de valores de n y G, se obtienen puntos que luego se
grafican.
(También se pude usar una calculadora con poder de
graficación).
100000 pesos
90000
80000
Ingresos
70000
Costos
60000
50000
40000
30000
20000 Ganancia
s
10000
ejemplares
-100 100 200 300 400 500 600 700
Álgebra 63
En este caso la expresión del costo es C = 120 n + 8500 y la
2 1
de la ganancia es G( x ) = - n + 305n - 8500 . La ganancia
2
máxima se obtiene cuando el número de ejemplares es 305, y
es de $38,012.5
CLASIFICACIÓN
64 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
COMENTARIO:
9 0 0 00
8 0 0 00
cos tos
7 0 0 00
ingresos
6 0 0 00
5 0 0 00
4 0 0 00
3 0 0 00
2 0 0 00
1 0 0 00
x
1 00 200 30 0 4 00 500 60
Álgebra 65
número de ejemplares, basta con la lectura sobre las gráficas de
las ordenadas de los ingresos y los costos, y del cálculo de la
diferencia entre ambas para la ganancia. El intervalo que co-
rresponde a una ganancia positiva se puede ubicar visualmente
donde la parábola está encima de la recta, y está limitado por
las intersecciones, que se pueden leer sobre la gráfica. Para ob-
tener el ingreso máximo se puede tratar de ubicar visualmente
el vértice, o usar la propiedad de simetría de la parábola, tra-
zando una recta horizontal y obteniendo la mediatriz del seg-
mento determinado por los puntos de intersección de la recta
y la parábola; esta mediatriz corta a la parábola en su vértice y
puede ayudar a hacer una mejor lectura de las coordenadas del
vértice. Para la obtención de la ganancia máxima se puede usar
un recurso similar, considerando que la diferencia de una fun-
ción cuadrática y una lineal es también una función cuadrática,
de donde resulta que la ganancia es una parábola cuyos puntos
de intersección con el eje horizontal coinciden con las intersec-
ciones de la curva de ingresos y la recta de costos, en donde la
ganancia es nula. La ganancia máxima es la ordenada del vér-
tice de esta parábola y se puede obtener trazando una vertical
por el punto medio del segmento determinado por las intersec-
ciones, aprovechando nuevamente la propiedad de simetría de
la parábola con respecto a su eje.
Relaciones entre
ingresos, costos Propiedades de
y ganancia. las funciones
(Cuestiones del lineal y
contexto de la cuadrática
situación)
66 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
Para responder las preguntas se pueden obtener las ecuacio-
nes de la recta de costos y la parábola de ingresos. Para obte-
ner la ecuación de la recta se puede utilizar algún algoritmo, por
ejemplo:
• Leer dos puntos para calcular la pendiente y con la intersec-
ción de la recta con el eje vertical (0,b) usar la forma
y=mx+b.
En este caso se pueden escoger los puntos (0, 10,000) y (600,
100,000), de donde m=150 y b=10,000. Así que la ecuación
de la recta de costos es y=150x+10,000.
y
90000
(500,850 00)
80000
70000
(x,y)
60000
50000
40000
30000
20000
10000
(0,10000)
Álgebra 67
lidad dos, si consideramos que uno de los puntos es el ori-
gen) se obtienen los coeficientes de la función cuadrática. De
ser posible, es conveniente que los puntos elegidos sean si-
métricos con respecto al eje de la parábola; de esta manera
implícitamente se estaría eligiendo el vértice, algo que con la
elección de dos puntos no simétricos no puede garantizarse.
y
9 00 00
( 40 0,90 00 0)
8 00 00
( 20 0,65 00 0)
7 00 00
6 00 00
5 00 00
4 00 00
( 50,20 000 )
3 00 00
2 00 00
1 00 00
10 0 2 00 30 0 4 00 50 0
68 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
se obtiene el otro punto de intersección (850,0). Y con otro
punto, por ejemplo (200, 65,000) se calcula la constante K.
Así, x1=0, x2=850, de donde resulta y=K(x-0)(x-850).
Asimismo, con (200, 65,000), se tiene 65,000=K(200)(200-
850), de donde K=-0.5
9 0 0 00
8 0 0 00
7 0 0 00
6 0 0 00
5 0 0 00
4 0 0 00
3 0 0 00
ganancia
2 0 0 00
1 0 0 00
1 00 200 30 0 4 00 500
b c x1 + x2
x1 + x2 = - , y x 1x 2 = y puesto que h =
a a 2
Álgebra 69
mente gráfico, conviene hacer algunas observaciones sobre las
características de esta representación. En un primer nivel se da
una lectura local de los puntos que sólo permitiría responder
algunas de las preguntas sobre los ingresos y los costos corre-
spondientes a un número dado de ejemplares. Aún en este caso
es necesario tomar en cuenta las escalas de los ejes para dar
respuestas adecuadas, considerando la imprecisión naturalmen-
te asociada con la representación gráfica. Una cuestión que se
puede discutir en los equipos y, posteriormente, con todo el gru-
po es: ¿qué es una lectura aceptable de las coordenadas de un
punto en una gráfica?
Las respuestas relativas a otras características, como los
máximos o los ceros, hacen intervenir aspectos geométricos de
las curvas y consideraciones sobre el significado de las intersec-
ciones, si se mantienen relacionadas básicamente con las tablas.
En caso de que se avance hacia el establecimiento de las repre-
sentaciones algebraicas, hay algunos aspectos visuales de las
curvas que sirven de control para que se evalúe la correspon-
dencia entre la ecuación y la gráfica, que van desde la compro-
bación de que algunos valores obtenidos de la ecuación están
en la gráfica hasta algunas características como el valor y signo
de la pendiente de la recta y los coeficientes de la función
cuadrática. Cada uno de estos aspectos se pueden tratar prove-
chosamente en la discusión profundizando particularmente en
las estrategias que utilizaron para pasar de la representación
gráfica a la algebraica, tanto en el caso de la función lineal
como en el de la cuadrática.
70 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
En resumen, algunos aspectos del problema que conviene atender durante el traba-
jo de los equipos y retomar en la discusión con todo el grupo son:
Álgebra 71
72 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
Lecturas
Álgebra 73
También, que donde aparezca una relación matemática la iden-
tifiquen y hagan uso de las matemáticas para comprender la lec-
tura.
Estas habilidades no se desarrollan simplemente solicitándo-
le a nuestros alumnos que lean o vean ciertos artículos o pelí-
culas. Es necesario que en las discusiones durante o posterio-
res a ellas se les señale la importancia de una revisión cuidadosa
de su contenido y de los nuevos temas que surgen para una in-
vestigación posterior y que depende de cada uno de nosotros si
la hacemos o no.
Nuestros alumnos deben aprender a ser buenos lectores y
para ello resulta especialmente útil la ficha o guía que se tiene
en los MAPOA sobre la lectura.
Como en las demás actividades de aprendizaje, debes pla-
near cada lectura antes de solicitársela a los alumnos. Elabora
preguntas que puedes entregarles a los alumnos antes de la lec-
tura para que las respondan en su reporte o para que te sirvan
como guía de la discusión. Mediante estas preguntas destacas
los objetivos de aprendizaje que buscas lograr con la actividad.
También puedes anticipar las inquietudes y preguntas de los
alumnos. Ante las palabras cuyos significados desconozcan, hay
que acostumbrarlos a consultar diccionarios.
Los artículos y películas que se señalan en la guía delibera-
damente no están muy cercanos a los temas del programa de
Álgebra, pues se pretende que los alumnos identifiquen la di-
mensión matemática que contienen y que buena parte de aná-
lisis se centre en ella. Debes ser cuidadoso de exigirles a los
alumnos que cuando acepten una cierta conclusión, se deba a
la argumentación que la acompañe.
Como un ejemplo, te presentamos un control de lectura del
artículo “Ética y matemáticas”.
74 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
1. Estructura Ética y matemáticas, o cómo la matemática ayuda a compren-
der la ética.
Al contrastar la pequeña
aportación al bien colectivo y
una gran aportación al bien
individual
Álgebra 75
Por último, con el llamado dilema del preso ilustra que el
bien individual puede significar un mayor daño colectivo y que,
por lo general, es mejor, socialmente, tener una actitud de co-
operación y no una individualista.
3. Comentarios y opiniones
76 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
programas de asistencia a la niñez y control de la natalidad?
No, sino sensibilizar a la comunidad mundial para apoyar
programas de bienestar social, así como actitudes que pueden
causarnos pequeñas molestias, pero que colectivamente tienen
un gran impacto si todos las llevamos a cabo.
¿Los responsables de tomar una decisión riesgosa deben infor-
mar de ella a las personas involucradas o simplemente tomarla?
Deben informarles.
¿Quiénes deben opinar sobre una decisión riesgosa, sólo es-
pecialistas o las personas afectadas, aunque no entiendan la
situación?
Deben opinar especialistas y la toma de decisión debe ser a
partir de los argumentos de los especialistas; los afectados de-
ben ser informados de la decisión y del por qué. ¿Puedes dar un
ejemplo de una decisión riesgosa?
¿Puedes dar un ejemplo de una situación de tu vida cotidia-
na que tenga la estructura del dilema del preso?
La basura. Si levanto los papeles que están alrededor de mi
mesabanco, como todos mis demás compañeros lo hacen, ten-
dremos limpio el salón. Si sólo yo lo hago y nadie más, el salón
estará sucio y a mí se me cargará el trabajo, pues otros lanza-
rán papeles en mi mesabanco.
¿Es posible calificar cada una de nuestras decisiones como
buenas o malas?
No siempre. Hay decisiones que sí pueden calificarse de in-
mediato; otras hasta después de conocer sus consecuencias; y
para otras nunca sabremos las consecuencias.
5. Glosario Moral: parte de la filosofía que enseña las reglas que deben
gobernar la actividad libre del hombre.
Ética: relativo a los principios de la moral.
Rawls John: filósofo contemporáneo.
Kant (Emmanuel): filósofo alemán (1724-1804), autor de
Crítica de la razón pura. Crítica de la razón práctica y Crítica del
juicio. Formuló un idealismo trascendental.
Trascendental: que se extiende a otras cosas.
Idealismo: sistema filosófico que considera la idea como
principio del ser y del conocer.
Spinoza (Baruch de): filósofo holandés (1632-1677), cuyo
racionalismo le dio una visión panteísta del universo.
Panteísmo: sistema filosófico según el cual Dios se identifi-
ca con el mundo.
Álgebra 77
Euclides: matemático griego que enseñaba en Alejandría (s.
III a. de J. C.). Fundador de la geometría plana.
Estoicismo: doctrina filosófica de Zenón de Citio, llamada
también doctrina del Pórtico, según la cual el bien supremo re-
side en el esfuerzo que obedece a la razón y queda indiferente
ante las circunstancias exteriores.
Desde luego no sólo a los alumnos les son provechosas las lec-
turas de diversos artículos. También a nosotros los profesores.
Su lectura y discusión entre colegas enriquece la vida académi-
ca, tan necesitada de consolidarse en nuestras escuelas. Apro-
vechemos la guía para el control de la lectura que viene en los
MAPOA. A continuación te presentamos tres artículos de me-
diana extensión. Con tus compañeros elige otros que juzgues
pertinentes para su discusión.
78 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
mensiones en torno a las que se pueden organizar los nive-
les de reflexión curricular. La funcionalidad del concepto
de currículo se ha desarrollado mediante la búsqueda sis-
temática de niveles de reflexión, estableciendo componen-
tes por cada nivel y relaciones entre las componentes de
diferentes niveles. También se presentan los organizado-
res del currículo. El conocimiento didáctico sobre cada uno
de los contenidos del currículo de matemáticas ha de que-
dar estructurado mediante la aportación que hace cada uno
de los organizadores a dicho contenido.
1
Departamento de Didáctica de la Matemática, Universidad de Gra-
nada, España
Álgebra 79
* Existe un campo profesional denominado matemática edu-
cativa, o educación matemática, en el que trabajan los pro-
fesores de los sistemas educativos de nuestros países y los in-
vestigadores comprometidos en la solución de los problemas
de la enseñanza de las matemáticas. El campo profesional
del educador matemático tiene entidad propia, es ejercido
por decenas de miles de profesionales y afecta a millones de
escolares (Rico y Sierra, 1991).
* Los profesores de matemáticas de secundaria del sistema
educativo constituyen parte importante y diferenciada del
colectivo de los educadores matemáticos. Se presentan algu-
nas características de este colectivo.
* Al ejercicio como profesor de matemáticas de secundaria se
llega con una formación inicial descompensada. Hay una
fuerte valoración sobre algunos componentes científicos y
técnicos que coincide con una ignorancia cultivada sobre los
componentes didácticos y técnicos necesarios para el ejerci-
cio de la profesión. La mala organización en la formación de
los profesores de matemáticas tiene carácter estructural, re-
percute en la calidad de la enseñanza que reciben los esco-
lares y afecta el nivel cultural, científico y técnico de los ciu-
dadanos.
* Con carácter general, los planes de formación inicial y per-
manente del profesorado tienen una estructura administra-
tiva inadecuada, están mal diseñados, carecen de calidad en
su realización, y su ejecución conlleva una mala gestión de
recursos públicos. En España, en particular, las sucesivas
reformas institucionales no terminan de incorporar en la
universidad los planes de formación del profesorado, no en-
cuentran el apoyo académico, estructural y económico ade-
cuado y no contemplan la necesaria especialización profesio-
nal (Rico, 1994).
* Aunque el perfil del profesor de matemáticas en ejercicio no
es uniforme, se encuentran rasgos compartidos que indican
necesidades formativas comunes a todos ellos. Los profeso-
res de matemáticas tienen interés genérico por actividades
para el aula, ejercicios y problemas, unidades didácticas ela-
boradas, pruebas de evaluación y, en general, por los nuevos
materiales de orientación práctica. Manifiestan curiosidad
por la historia y la filosofía de la matemática cuando se pre-
sentan en términos divulgativos; este interés decrece cuan-
do los temas se presentan con cierto nivel de profundidad
(Rico y Coriat, 1992).
80 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
* Los profesores de matemáticas presentan acusadas carencias
formativas en psicología, pedagogía, sociología de la educa-
ción, epistemología, historia y didáctica de la matemática, lo
cual implica una desconexión entre su trabajo profesional y
las bases y desarrollos teóricos correspondientes. Esta des-
conexión produce una falta de criterios claros sobre cuáles
deben ser los conocimientos necesarios y el marco teórico
adecuado para ejercer satisfactoriamente como profesor de
matemáticas; tampoco se dispone de criterios para valorar la
excelencia profesional (Rico y Gutiérrez, 1994).
* Los profesores de matemáticas son razonablemente críticos
ante los planteamientos innovadores. Aceptan con muchas
reservas los cambios y modificaciones con profundidad so-
bre el diseño y desarrollo del currículo de matemáticas.
* Por encima de todo el profesor de matemáticas de secunda-
ria es un profesional honesto, que quiere realizar su trabajo
lo mejor posible; a veces se encuentra desorientado por la
falta de un marco conceptual preciso con propuestas claras,
y por la pérdida creciente de legitimidad del plan inicial de
formación con el que inició su trabajo.
Álgebra 81
formación teórica adecuada ven limitadas sus funciones a las de
meros ejecutores de un campo de decisiones cuya coherencia y
lógica no dominan y no entienden (Howson, Keitel y
Kilpatrick, 1981).
A los profesores no les basta con dominar los contenidos téc-
nicos de su materia. El campo de actuación en el que el profe-
sor de matemáticas tiene que desempeñar su tarea como edu-
cador necesita del conocimiento didáctico del contenido, que
tiene otras bases disciplinares.
El educador matemático que se concibe es un profesional
intelectualmente autónomo y crítico, responsable de sus actua-
ciones, con capacidad para racionalizar sus acuerdos y sus des-
acuerdos con sus colegas de profesión en el ejercicio de sus ta-
reas. Para ello el educador matemático debe contar con bases
teóricas e instrumentos conceptuales que le permitan planificar
su trabajo, tomar decisiones fundadas y encauzar sus actuacio-
nes en el logro de las finalidades establecidas por un plan de
formación socialmente determinado (Contreras, 1997).
82 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
El educador se ocupa de iniciar a los niños y adolescentes en la
cultura de la comunidad a la que pertenecen y de transmitirles
sus valores sociales; de esta cultura también forma parte el co-
nocimiento matemático, que debe comunicarse en toda pleni-
tud a cada generación.
El profesor es el agente principal de la puesta en práctica del
currículo de las matemáticas escolares. Por este motivo es necesario
que tenga una formación diversificada y profunda, que lo dote de
capacidad para controlar y gestionar la complejidad de las relaciones
entre teoría y práctica. Para contribuir eficazmente, desde las
matemáticas, a la puesta en práctica de un plan educativo, al profesor
de matemáticas no le basta con dominar los contenidos de su mate-
ria. El campo de actuación en que el profesor de matemáticas tiene
que desempeñar su tarea como educador necesita del conocimiento
de otros campos disciplinares, lo que algunos especialistas llaman
conocimiento de contenido pedagógico (Rico, 1995-b).
Este conocimiento tiene dos fuentes de reflexión encontradas:
* la complejidad conceptual e ideológica con la que se presen-
ta la educación en las sociedades modernas;
* la necesidad de disponer de medios técnicos adecuados para
actuar eficazmente en el sistema educativo.
Noción de currículo
Álgebra 83
El currículo de la educación obligatoria es un plan de forma-
ción, que se propone dar respuesta a las siguientes cuestiones:
* ¿Qué es, en qué consiste el conocimiento?
* ¿Qué es el aprendizaje?
* ¿Qué es la enseñanza?
* ¿Qué es, en qué consiste el conocimiento útil?
La intención del currículo es ofrecer propuestas concretas
sobre:
* modos de entender el conocimiento,
* interpretar el aprendizaje,
* poner en práctica la enseñanza,
* valorar la utilidad y dominio de los aprendizajes realizados.
Estas cuestiones marcan dimensiones prioritarias para orga-
nizar la reflexión curricular, pero no señalan su contenido ex-
plícito.
La primera cuestión, ¿qué es el conocimiento?, sirve de re-
ferencia para otras preguntas más precisas, tales como:
* ¿Qué es, en qué consiste el conocimiento matemático?
* ¿Qué características relevantes diferencian este conocimien-
to de otros?
* ¿Por qué es importante este conocimiento?
* ¿Qué relaciones sostiene el conocimiento matemático con las
determinaciones culturales de nuestra sociedad?
La discusión sobre ¿qué es el conocimiento matemático? no
es trivial y afecta profundamente al diseño y desarrollo del cu-
rrículo de matemáticas.
La segunda cuestión, ¿qué es el aprendizaje? interviene en el
diseño y desarrollo del currículo. También esta cuestión gené-
rica encierra un núcleo amplio de preguntas importantes:
* ¿En qué consiste el aprendizaje?
* ¿Cómo se produce? ¿Cómo aprenden niños y jóvenes?
* ¿Es resultado el aprendizaje de una evolución o efecto de la
instrucción?
* ¿Qué función tiene una teoría del aprendizaje?
Por lo que se refiere a nuestra disciplina, la pregunta básica
se enuncia así:
* ¿Cómo se caracteriza el aprendizaje de las matemáticas?
Todo currículo de matemáticas necesita estar basado en al-
guna teoría o esquema conceptual que permita dar respuesta
fundada a cuestiones generales como las siguientes:
* ¿Cómo son las personas en el trabajo con matemáticas?
* ¿Cómo se desarrolla la comprensión de los conceptos mate-
máticos?
84 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
* ¿En qué consiste la capacidad matemática?
La tercera cuestión, ¿qué es la enseñanza?, da también lugar
a una diversificación de interrogantes específicas y precisas.
Entre estas cuestiones se encuentran las siguientes:
* ¿En qué consiste educar?
* ¿En qué consiste la educación matemática?
* ¿Cómo puede llevarse a cabo la formación de niños y jóve-
nes en un campo específico del conocimiento?
* ¿En qué consiste la instrucción?
Finalmente, la cuarta cuestión, ¿para qué sirve el conoci-
miento?, admite una serie de cuestiones más precisas:
* ¿Cómo se establece la utilidad del conocimiento matemáti-
co?
* ¿Cuándo un individuo dispone de conocimiento útil?
* ¿Qué criterios determinan la capacidad matemática de una
persona?
* ¿Mediante qué instrumentos se valora esa capacidad mate-
mática?
* ¿Cuáles son los mecanismos sociales que sostienen esa valo-
ración?
* ¿Mediante qué criterios se valora la eficacia de un currículo?
* ¿Cómo y con cuáles criterios se valora la capacidad de un
profesor o de unos materiales curriculares?
* ¿Qué mecanismos modifican un currículo, cómo se ponen en
práctica?
* ¿Quiénes tienen la responsabilidad de la valoración y de los
cambios?
Álgebra 85
Cultural / conceptual
Social
Cognitiva
Etica / formativa
Culturales
Desarrollo personal
Sociales y aprendizaje
Políticas y
morales
86 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
El conocimiento matemático que transmite el sistema edu-
cativo se ha de considerar parte integrante de la cultura, social-
mente construido y determinado: en él han de intervenir las
necesidades formativas de las matemáticas y tenerse en cuenta
las connotaciones políticas y morales, generales y específicas,
conectadas con la formación matemática de los escolares (Rico,
1997-b).
Igualmente, se pueden considerar otros niveles de reflexión
sobre el currículo que se pueden analizar en términos de estas
cuatro dimensiones. Otro nivel de reflexión sobre el currículo
de matemáticas considera las disciplinas que fundamentan el
currículo (Coll, 1987):
Psicología
Epistemología e
Historia de las
Pedagogía Matemáticas
Sociología
Álgebra 87
Alumnos
Conocimiento
Escuela
Profesor
Objetivos
Contenidos
Evaluación
Metodología
88 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
Niveles que organizan el estudio del currículo
Álgebra 89
El análisis que se resume en la tabla pone de manifiesto que,
en las diferentes aproximaciones al estudio del currículo, hay
cuatro órdenes de ideas o dimensiones permanentes, con base
en las cuales se estructura la noción de currículo. Estas cuatro
dimensiones se encuentran a lo largo de los niveles de reflexión.
También se puede señalar que los niveles de reflexión sobre
el currículo no se agotan en las cuatro dimensiones considera-
das anteriormente. Estas consideraciones ofrecen sólo un ba-
lance parcial. Los puntos de vista posibles sobre el currículo
admiten una mayor riqueza de interpretaciones que dan razón
de otros estudios y reflexiones sobre el concepto (Rico, 1997a).
90 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
una de ellas. Los diferentes bloques de contenidos y unidades
no se distinguen por sus objetivos.
Igualmente, si se consideran las orientaciones sobre metodo-
logía, es difícil establecer diferencias para los distintos bloques
de contenidos. Cuando hay que mencionar la componente
metodológica de cada unidad didáctica se encuentran los crite-
rios generales como única referencia. Esta consideración es vá-
lida también cuando se trata de establecer criterios de evalua-
ción para cada tópico.
Se constata así un hecho: los bloques de contenidos y las
unidades didácticas se distinguen unos de otros por sus conte-
nidos específicos. Por ello, cuando se tiene el propósito de pla-
nificar cada una de las unidades a partir del currículo para el
área de matemáticas, se encuentran enunciados generales co-
munes sobre objetivos, metodología y evaluación y contenidos
distintos para cada una.
Cuando se diseñan unidades didácticas en matemáticas me-
diante los cuatro componentes del currículo (objetivos, conte-
nidos, metodología y evaluación) hay algo que no encaja, ya
que el análisis de los cuatro componentes se reduce al análisis
de los contenidos y a consideraciones genéricas sobre los otros
tres componentes.
Podría derivarse de esta argumentación que el concepto de
currículo no es útil para la planificación y diseño de unidades
didácticas, ya que de sus cuatro componentes sólo uno de ellos
tiene peso específico propio en cada unidad. No es esa la tesis
que se sostiene en este trabajo. La tesis es que el profesor de
matemáticas de secundaria de hoy no dispone de herramientas
conceptuales adecuadas y suficientemente desarrolladas, a par-
tir de las cuales pueda realizar una buena planificación. Estas
deficiencias provocan las dificultades señaladas en el uso del
concepto de currículo, considerado como un conjunto de obje-
tivos, contenidos, metodología y evaluación. Los documentos
para el currículo de matemáticas no proporcionan información
suficiente para utilizar de manera efectiva los cuatro compo-
nentes mencionados en la planificación de temas y unidades.
Esto es así puesto que no ofrecen criterios para la selección,
secuenciación y organización de los contenidos, criterios para
la organización, desarrollo y control del trabajo en el aula, cri-
terios sobre prioridades en el proceso de construcción del co-
nocimiento y en la asignación de significados por parte de los
alumnos, y criterios para valorar los logros en el aprendizaje y
para el tratamiento adecuado de los errores, para cada una de
Álgebra 91
las unidades del currículo de matemáticas.
Se necesitan nuevas herramientas conceptuales con las cua-
les abordar las tareas de diseño, desarrollo y evaluación de uni-
dades didácticas en el área de matemáticas. La caracterización
operacional del currículo mediante objetivos, contenidos, me-
todología y evaluación no es inadecuada, sólo lo es su empleo
en tareas de trabajo para el aula, sin criterios de referencia.
Se tratará de poner de manifiesto algunas limitaciones que
surgen al considerar el concepto general de currículo anterior-
mente descrito. Una de tales limitaciones se produce por olvi-
dar la funcionalidad de ese concepto y el contexto en el que se
presenta. Cuando se encuentra un discurso sobre objetivos,
contenidos, metodología y evaluación, no se debe olvidar que
se trata de un medio dialéctico que elabora la administración
educativa, o los expertos en educación, para dirigirse a los pro-
fesores en ejercicio. Este discurso se encuentra en los documen-
tos oficiales o en los libros elaborados para la orientación pro-
fesional. Mediante tal discurso se organiza el diálogo que la
administración establece con los profesionales de la educación.
La reflexión sobre objetivos, contenidos, metodología y evalua-
ción va dirigida, casi en exclusiva, a profesores y educadores;
nunca va dirigida a los alumnos.
Por ello carece de sentido que, cuando los profesores re-
flexionan sobre su trabajo en relación con los alumnos, traten
de reiterar el esquema anterior y comportarse como si cada
profesor fuese el legislador o la administración para sus alum-
nos. No tiene sentido que el profesor organice inicialmente su
reflexión y planificación sobre unidades didácticas en términos
de objetivos, contenidos, metodología y evaluación, con carác-
ter general, puesto que la relación del profesor con sus alum-
nos es distinta de la que tiene la administración educativa con
los profesores. Empeñarse en ese esquema produce una simpli-
ficación y trivialización de las actividades de programación que,
como ya se ha visto, no resulta saludable para su puesta en prác-
tica.
Se verá más adelante que es posible expresar las unidades
didácticas mediante estos cuatro componentes: objetivos, con-
tenidos, metodología y evaluación, pero como resultado de un
proceso de reflexión más elaborado, cuyo hilo conductor tiene
elementos conceptuales y bases disciplinares diferentes a los
componentes mencionados. Tales referencias conceptuales pro-
porcionan criterios adecuados para organizar el currículo de
matemáticas.
92 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
El profesor, cada profesor, no es el ministro o consejero de
Educación de sus alumnos; por ello la línea de reflexión que
cada profesor elabora para desarrollar el trabajo con los alum-
nos tiene una base argumental diferente de la línea de reflexión
que la administración educativa elabora para organizar el tra-
bajo de los profesores. El único elemento coincidente que se ha
admitido, hasta el momento, para ambas líneas de reflexión es
el que se denomina contenidos, que se va a tomar como refe-
rencia para la búsqueda de nuevos elementos que permitan ca-
racterizar la elaboración de unidades didácticas.
Álgebra 93
compañeros. Si ya resulta complicado expresar las coinciden-
cias, es casi imposible caracterizar las discrepancias y encontrar
referencias comunes que permitan asumir provisionalmente el
punto de vista alternativo como opción propia. Cuando los pro-
fesores de matemáticas hablan de objetivos, metodología y eva-
luación, salvo excepciones, emplean un discurso muy personal,
genérico e impreciso, con pocas referencias externas y datos
objetivos con soporte físico concreto.
94 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
Dos condiciones exigidas para aceptar un tipo de conoci-
mientos como organizador del currículo de matemáticas son: su
carácter objetivo y que genere una diversidad de opciones. Un
organizador debe ofrecer un marco conceptual para la enseñan-
za de las matemáticas, un espacio de reflexión que muestre la
complejidad de los procesos de transmisión y construcción del
conocimiento matemático y criterios para abordar y controlar
esa complejidad.
Los organizadores deben mostrar su capacidad para estable-
cer distintos marcos de estructuración de las unidades
didácticas, con una base objetiva de interpretación y discusión.
Los organizadores han de ubicar las distintas opciones de los
profesores para la planificación, gestión y evaluación de unida-
des didácticas y han de situar estas opciones en referencias co-
munes, que permitan precisar las coincidencias y las discrepan-
cias. Los organizadores deben tener una base disciplinar
adecuada, que permita su tratamiento objetivo.
El conocimiento didáctico sobre cada uno de los contenidos
del currículo de matemáticas ha de quedar estructurado me-
diante la aportación que hace cada uno de los organizadores a
dicho contenido.
También ha de resultar posible encontrar documentos y
fuentes de información sobre cada uno de los organizadores, ya
que éstos no deben ser producto de la inspiración de un grupo
de personas o de una moda; cada profesor debe tener acceso a
diversos documentos, libros y publicaciones mediante los que
sea posible profundizar en la aportación que cada uno de ellos
hace a cada tópico y, además, proporcionar información con-
trastada sobre la validez y utilidad de estas aportaciones. De
esta manera, cada organizador proporciona una base sólida y
unos criterios para estructurar todas y cada una de las unidades
didácticas y para la delimitación del conocimiento didáctico de
sus contenidos.
Álgebra 95
y académica, y se dispone de fuentes documentales
diversificadas que proporcionan información suficiente para
cada tópico. Pero las disciplinas matemáticas no agotan las ne-
cesidades organizativas del currículo de matemáticas; de ahí
que, como se ha argumentado, sea necesario proceder a la bús-
queda de nuevos organizadores. Resulta imprescindible tener
en cuenta otros criterios, de los que en seguida se hace una se-
lección.
En primer lugar, se consideran los errores y dificultades
usualmente detectados en el aprendizaje de las matemáticas,
que se presentan sobre cada tópico, así como los problemas u
obstáculos de aprendizaje que se detectan o plantean para cada
concepto.
En segundo término, la diversidad de representaciones uti-
lizadas para cada sistema conceptual, junto con algunas de las
modelizaciones usuales de los correspondientes conceptos.
En tercer lugar, la fenomenología de los conocimientos im-
plicados, así como las aplicaciones prácticas de cada bloque de
contenidos.
En cuarto lugar, la diversidad de los materiales de tipo
manipulativo y de los recursos que pueden emplearse en la en-
señanza de cada tópico.
Y, en quinto término, la evolución histórica de cada campo,
e incluso, de cada concepto.
Estas cinco perspectivas, junto con los propios contenidos,
no agotan las posibilidades de reflexionar sobre cada una de las
unidades del currículo de matemáticas desde un planteamien-
to didáctico. Posiblemente hay otras alternativas u otros modos
de considerar los organizadores, pero son éstos los que consti-
tuyen nuestra opción. Todos ellos, conjuntamente, ofrecen la
posibilidad de realizar un análisis didáctico de cada uno de los
temas del currículo de matemáticas, es decir, un análisis de los
contenidos de las matemáticas al servicio de la organización de
su enseñanza en el sistema educativo. Este análisis forma parte
ineludible del trabajo que los profesores de matemáticas deben
realizar en sus tareas de planificación de unidades didácticas, y
es por ello que son necesarios los organizadores mencionados
u otros alternativos.
Usualmente, la información sobre los organizadores se pre-
senta incorporada en las tareas y actividades que se encuentran
en los libros de texto, sin que de ello se haga mención explícita.
Por ello no es usual que el profesor perciba su interés para la
estructuración de las unidades didácticas.
96 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
Ejemplos de organizadores
Álgebra 97
Tercero, una notación decimal con infinitas cifras no perió-
dicas.
Cuarto, un segmento de longitud n , inconmensurable
con el segmento unidad.
98 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
de agrupaciones ordenadas -palabras o números- tomadas del
alfabeto o de los 10 dígitos.
Álgebra 99
Es evidente que en la realización de un libro de texto inter-
vienen, con mayor o menor extensión, profundidad y
sistematicidad, los tipos de información que se acaban de revi-
sar. Un libro de texto moderno no queda nunca reducido a la
simple presentación secuenciada de definiciones, conceptos,
operaciones, propiedades, estructuras y teoremas matemáticos.
El trabajo de los profesores de matemáticas tampoco puede
reducirse a planificar los estrictos conocimientos formales de
matemáticas. Sin embargo, por la cultura en la que han sido
formados los profesores, los únicos datos que parecen compar-
tir son las informaciones exclusivamente matemáticas, y es so-
bre estos datos sobre los que únicamente se producen discusio-
nes en las tareas de planificación y diseño. Se trata de una
consideración obviamente deficiente que tiene su repercusión
en las tareas de elaboración, puesta en práctica y valoración de
unidades didácticas. También tiene implicaciones para el traba-
jo dentro del seminario o departamento de matemáticas en
cada centro, y en la consideración de la dimensión social de ese
trabajo.
100 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
cretas para establecer los objetivos, contenidos, metodología y
evaluación de cada tema. En el paso que se da de obtener la
información con respecto los organizadores a las decisiones so-
bre cada una de las cuatro dimensiones del currículo, se tendrá
en cuenta el siguiente marco:
1. Objetivos, referentes a:
1.1. Prioridades en el dominio conceptual y procedimental de
cada tema.
1.2. Conocimiento de los sistemas de representación y dominio
de las tareas de conversión en los diferentes sistemas. Nive-
les convenientes de dominio en cada caso.
1.3. Competencias en la ejecución de procedimientos, con espe-
cial énfasis en las tareas de modelización.
1.4. Familiaridad con los contextos y situaciones en los que los
conceptos y procedimientos tienen un uso y aplicación con-
venidos; comprensión de los principales significados de cada
campo conceptual.
1.5. Control de los errores usuales y superación de las dificul-
tades conceptuales de cada tópico.
1.6. Prioridades en los medios tecnológicos, en la selección de
recursos específicos y en el dominio de tales medios y recur-
sos.
1.7. Fomento de actitudes positivas respecto a las matemáticas
tales como: satisfacción por la tarea bien hecha, por la cons-
trucción coherente de argumentos, la resolución de proble-
mas, búsqueda de la verdad y apreciación de la belleza en las
realizaciones matemáticas
2. Contenidos, relativos a:
2.1. Criterios para organizar y estructurar cada campo concep-
tual.
2.2. Organización y secuenciación de dificultades que se prevén
en cada caso.
2.3. Selección de los sistemas de representación adecuados, de
sus relaciones y limitaciones, y de los procedimientos rela-
cionados.
2.4. Delimitación de los campos de aplicaciones y de los fenó-
menos en cuya modelización se va a trabajar.
2.5. Preconceptos y errores previsibles, así como su conexión
con la estructura del campo conceptual.
2.6. Prioridades en los materiales y recursos mediante los que
se va a tratar cada uno de los temas.
2.7. Conexión de cada campo conceptual con algunos de los
Álgebra 101
momentos relevantes de su evolución histórica.
3. Metodología prevista.
4. Evaluación, con respecto a:
4.1. Diseño y selección de tareas encauzados a valorar la com-
prensión y dominio alcanzados en conocimientos concretos.
4.2. Diagnóstico y corrección de errores conceptuales y
procedimentales.
4.3. Cuestiones relevantes que controlar; detección de carencias
en el uso de las representaciones y en las tareas de traduc-
ción.
4.4. Tareas abiertas enfocadas a valorar la comprensión global
y las estrategias de alto nivel.
4.5. Sistemas para obtener información sobre el conocimiento
adquirido por los alumnos, seleccionarla y registrarla.
4.6. Métodos adecuados para la valoración del aprendizaje al-
canzado y de las actitudes desarrolladas por los alumnos.
Se cierra así la propuesta que se presenta en este trabajo. Se
ha argumentado que, antes de comenzar la planificación de las
unidades didácticas sobre las cuatro dimensiones convenciona-
les del currículo, es necesario hacer una reflexión amplia sobre
el conocimiento didáctico de cada uno de los temas. Se preten-
de que esta reflexión no sea arbitraria y carente de criterios.
Para ello se ha tomado como base fuentes disciplinares a las
que se ha llamado organizadores del currículo, los cuales, con-
juntamente, enmarcan el conocimiento didáctico de los conte-
nidos del área de matemáticas.
Conclusiones
102 G U Í A PA R A E L P R O F E S O R
Referencias bibliográficas
Álgebra 103
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