Judas
Judas
Judas
A
utor y destinatarios de la carta. El remitente se presenta como
Judas, hermano de Santiago. No puede ser Judas Tadeo, ya que
el autor se distingue de los apóstoles (17). Entre los «hermanos
de Jesús» se encuentra un tal Judas (Mc 6,3; Mt 13,55), pero tampoco
ése puede ser el autor de la carta, pues ha pasado ya tiempo desde la
era apostólica (3s).
La calidad del lenguaje griego, con su riqueza de vocabulario y com-
posiciones típicamente griegas, junto a las citas de los libros apócrifos
Asunción de Moisés y Enoc, hacen pensar que el autor es un judío hele-
nístico convertido, que escribe a finales del s. I o principios del s. II a cris-
tianos procedentes del paganismo.
En los primeros tiempos se dudó de la canonicidad de la carta; apa-
rece citada como canónica por primera vez hacia el año 180.
1,1s Saludo. Encabezamiento propio del género dica su importancia en la carta y en la teología de Ju-
epistolar. El remitente se presenta como Judas, her- das. Es desde la clave del amor desde donde el autor
mano de Santiago. Los evangelios, fuera de Judas Is- invita a desarrollar los motivos de la carta: luchar por
cariote, mencionan a dos Judas: el hijo de Santiago, la fe y resistir contra quienes desde dentro amenazan
del grupo de los doce (Lc 6,16; Hch 1,13) y el herma- la armonía de las comunidades (3s). La lucha es tarea
no de Jesús (Mt 13,55; Mc 6,3). Ninguno de los an- no sólo de los dirigentes, sino de todos los cristianos,
teriores es el autor de la carta, entre otras cosas, por la considerados santos en virtud de una fe recibida (3).
ausencia del título «apóstol». Estamos ante otro caso Los adversarios se caracterizan por ser falsos, manipu-
de pseudonimia. El título de «siervo de Jesucristo» lo ladores, impíos y apóstatas. Su condenación estaba
presenta como alguien de gran autoridad en cuanto se preanunciada por su adhesión a la larga lista de hom-
inscribe entre los siervos y servidores de Dios en el bres y mujeres que en la historia de salvación optaron
Antiguo Testamento –Abrahán, Moisés, David, los por el proyecto faraónico o proyecto del mal, a pesar
profetas–, y de Jesús en el Nuevo Testamento –Pablo, de que Dios quiso liberarlos de dicha esclavitud (5a).
Pedro, Santiago–. Los destinatarios nos son, como sue- Es importante destacar que un hecho fundante de la
le ser común de las cartas del Nuevo Testamento, co- fe de Israel es la liberación de Egipto (Éx 12,51). En los
munidades o personas, sino los cristianos en general, versículos 5b-8, Judas señala tres episodios de conde-
elegidos y custodiados por el amor de Dios y la pro- nación en el Antiguo Testamento: en primer lugar, los
tección de Jesús. El saludo del versículo 2 cambia las incrédulos, que no lograron superar actitudes faraóni-
expresiones «gracia y paz», típicas en las cartas de Pa- cas durante el desierto: murmuraciones (Éx 16,2s), co-
blo y Pedro, por el de «misericordia, paz y amor». dicia (Éx 16,20), idolatría (Éx 32), etc. En segundo lu-
1,3-16 Falsos maestros. El versículo 3 comienza gar, los ángeles «caídos» por causar caos en el orden
con el adjetivo «queridos» o «amados», tercera vez divino y desobedecer la voluntad de Dios (Gn 6,1-6).
que nos encontramos con la palabra amor, lo cual in- Finalmente, la inmoralidad sexual que causó la des-
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píos, por todas las impiedades que han co- edifiquen su existencia sobre la santísima
metido, por todas las insolencias que han fe, oren movidos por el Espíritu Santo,
pronunciado contra él los impíos pecado- 21 consérvense en el amor de Dios y espe-
res. 16 Éstos son los que protestan queján- ren de la misericordia de nuestro Señor Je-
dose de su suerte y dejándose llevar de sus sucristo la vida eterna. 22 Tengan compa-
pasiones. Su boca profiere insolencias y, si sión de los que dudan; 23 a unos sálvenlos
alaban a las personas, es por interés. arrancándolos del fuego, y tengan compa-
sión de los otros, pero con cuidado, aborre-
Recomendaciones ciendo hasta la ropa contaminada por su
17 En cuanto a ustedes, queridos míos, contacto.
recuerden lo que anunciaron los apóstoles 24 Al que puede preservarlos de toda
de nuestro Señor Jesucristo: 18 En los últi- caída y presentarlos ante su gloria sin man-
mos tiempos habrá hombres que se bur- cha y gozosos, 25 al Dios único, que nos
larán de todo, que seguirán sus pasiones salvó por Jesucristo Señor nuestro, sea la
impías. 19 Ésos son los que provocan dis- gloria, la majestad, el poder y la autoridad
cordias, hombres sensuales, que no poseen desde la eternidad, ahora y por los siglos.
el espíritu. 20 Ustedes, en cambio, queridos, Amén.
trucción de Sodoma y Gomorra (Gn 19,1-25). La ex- justo y fiel a Dios, para introducir el tema del juicio a
presión «perdidos en sus sueños» (8) es una manera los culpables.
sutil de identificar a los adversarios como falsos profe- 1,17-25 Recomendaciones. Judas vuelve al tono
tas (Dt 13,2.4; Jr 23,27.32; 27,9). exhortativo y fraterno de los versículos 1-3 para des-
En los versículos 8-16, el autor se dedica a caracte- tacar la importancia de recordar (cfr. 5) lo anunciado
rizar a los adversarios con epítetos caricaturescos, du- por los apóstoles (cfr. 1 Tim 4,1) y para combatir a los
ros y amenazadores. Respalda sus argumentos con ci- «infiltrados» que se burlan de todo, crean discordias,
tas del Antiguo Testamento y de la literatura apócrifa. viven inmoralmente y no tienen el Espíritu, el soplo de
La lista de delitos es larga: la inmoralidad, el despre- Dios –«ruah»- que da vida (Gn 2,7), esto es, viven
cio de la autoridad divina y la blasfemia (8); la falta de como si estuvieran muertos (17-19). Para Judas, la me-
humildad (9; cfr. el apócrifo de la «Asunción de Moi- moria es fundamental para mantenerse en la tradición
sés» y Zac 3,2); su presunción de una sabiduría supe- del proyecto de Dios.
rior –típico del gnosticismo– y su inmoralidad (10; cfr. En los versículos 20s, deja a un lado a los adversa-
8); la envidia violenta de Caín, la codicia económica rios y se dirige a los cristianos, sus queridos, para que
de Balaán y la rebeldía sin causa de Córaj (11); la con- saquen del baúl de los recuerdos sus mejores herra-
taminación de las celebraciones y el rompimiento de mientas para mantenerse firmes en el camino del Se-
la comunión (12); murmuran de su suerte; son inmo- ñor. La lista incluye la fe, la oración, el amor, la mise-
rales, blasfemos y egoístas (16). La actitud pecamino- ricordia y la compasión con los que dudan, pero con
sa que más se repite es la «inmoralidad» (3 veces). cuidado de no contaminarse (cfr. Ap 18,4). Es impor-
El autor refuerza sus acusaciones con cuatro metá- tante notar que, a pesar de la dureza del autor con los
foras sapienciales tomadas de la naturaleza (12s) que «infiltrados», llama a la comunidad a tener compasión
indican el contraste entre la posibilidad de ser buenos de ellos (22s), aunque con mucho cuidado.
y la opción de los adversarios por no serlo, por una La carta no se cierra, sino que queda abierta con
vida estéril, desvergonzada y sin claridad: nubes que una doxología muy positiva que contrasta con el tono
no dan agua, árboles sin fruto y muertos, olas desver- negativo anterior. La doxología da reconocimiento al
gonzadas y estrellas que dan tinieblas. En los versícu- Dios único y salvador y a Jesús, salvador y digno de
los 14s, Judas se vale de Enoc (Gn 5,18-24), patriarca alabanza.