A. Somoza: El Verdadero Sandino o El Calvario de Las Segovias

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A.

SOMOZA

EL VERDADERO
SANDINO
O
EL CALVARIO DE
LAS SEGOVIAS
8e propiodad del a¹t or
C o p ~ ht l i t
htt ~. SOWOZa

I ra . EDICION : TIPOGRAFIA RQBELQ - M A NAGUA , NIC. , C . A . , SEPT. 19 36 ,

2da. EDICION: Edit. y Lito. "SAN JOSE", S. A.-MANAGUA, NIC., C. A., ABRIL 1976.
M A Y O R G E N E RA L A . S O M O Z A
PRO LO GO
Se escriben las presentes líneas como una especie de pró­
logo a la nueva edi ción del li bro " E L V E R DA DE RO S AN ­
DINO O EL CALVARIO DE LAS SEGOVIAS", publicado
originalmente por el General A. Somoza, en el año 1936. L a
obra en sí, con los atinados comentarios de su autor, es una
presentación ordenada, metódica y fie l, de la documentación
auténtica que se conserva en los archivos de La Ofic ina d e
Operaciones de la Guardia Nacional de Nicaragua. Ella
demuestra, al r oj o vivo, la verdadera personalidad de Sandi­
no. Poco puede agregarse a La v ívida realidad, t étrica y
sombría, que esa documentación arroj a en torno del pseudo­
héroe. Ella clarifica La errada imagen que una propaganda
dolosa y mal intencionada, mantenida por elementos subver­
sivos y enemigos de nuestra Patria, ha tratado de presentar
al mundo en el caso de Sandino . E ste no fué mds que u n
vulgar bandolero, que por Largos años asoló con sus huestes
a la fértil región septentrional de Nicaragua.
Estudiando imparcialmente la trayectori a del que se auto­
llamó defensor de la Soberanía Naci onal de Ni caragua; y
analizando su conducta desde el punto de vi st a psicológico,
encontramos en él a un psicópata. M egalomanía claramente
pronunciada. Sadismo declarado. Esquizofrenia definida:
a lucinación napoleónica, vivencia delirante en l a cual él
creíase predestinado a vencer al ej ér ci t o mds potent e del
mundo, sojuzgar a Ni caragua, y revisar la idea de la vida, de
los valores, y del cosmos. S olamente Freud, o Adler, o los
modernos psiqui atras, podrían haberlo salvado.

Para demostrar la incongruencia de su acti tud, sigdmoslo


desde que comenzó su fatídica parti cipación en nuestras lu­
chas políticas. Después de deambular por di sti ntos Lugares,
sin Lograr mucha cultura ni preparación, retorna a Nicara­
gua y s e declara l iberal. E n t ra a formar p arte del e jé rc it o
que, a las órdenes del General José María Moncada, defendía
la b.'gitimidad del Gobierno del Dr. Juan Bautista Sacasa,
contra el usurpador Adolf o Díaz, del partido conservador.
Hasta aquí, m uy bie n. S andino c omenzó a certadamente.
Prestaba sus servicios a la causa de la constitucionalidad,
y del L iberalismo que la sustentaba.
La guerra constitucionalista, 1926-1927, llegó a s u f in al
histórico, culminando su t ri unfo en mayo de 1927, con e l
Pacto del Espino Negro. E ste fué suscrito por ambos par­
tidos, para poner término a la lucha civil, Y abrió una nueva
era que permit ir ía al p aís volver, en forma organizada l ib re­
mente, al surco de la ley.
El 9 de mayo de 1927 se llegó al acuerdo para el desarme.
Todos los j efes y of ic ia les d el E jé rcito c onstit ucionalista,
excepto Sandino, lo firmaron. Y dieron amplias e irrestrictas
facultades al General M oncada, para arreglar los t érminos
defini tivos del desarme general.
Aunque Sandino no fi rmó el referido acuerdo, por encon­
trarse ausente en el momento de su suscripción, envió comu­
nicación al General Moncada, al respecto (') . Uno de sus
párrafos, dice, textualmente:
"ASI MI SMO YO DELEGO MIS DERECHOS PA­
RA QUE UD. (Moncada) ARREGLE EL ASUNTO
COMO MEJOR LE CONVENGA, Y M E P ARTI­
CIPA LOS RESULTADOS A JINOTEGA, LUGAR
DONDE YO O CUPARE CON MI COLUMNA".
H asta ese momento procedía como buen mi litar discipli ­
nado. Pero, finalmente, faltó a su honor castrense negdn­
dosé a cumplir con las disposiciones de sus superiores y de
los altos di rigentes del Par tido LiberaL Esas resoluciones,
a través del arreglo convenido ~con el Par ti do Conservador,
con la garantía del Gobierno de los Estados Unidos de
América, aseguraban el f uturo del país al concertar la rea­
lización de unas elecciones completamente li bres, y super­
vigiladas por elementos estadounidenses, las cuales luego
efectivamente se celebraron, llevando al Liberalismo al t ri un­
fo comicial.
Sandino puso como pretexto para su insubordinación y
rebeldía, la presencia de tropas estadounidenses en Ni cara­
gua aduciendo que mientras e llas estuvieran e n e l p aís, é l
las combatiría. Se auto-erigió en anti -i ntervencionista.
Pero, al mismo tiempo, — y esto e s una p rueba de su
desequilibrio mental y de su real f alta d e patriotismo y
dualidad —, por otr o lado quería que loe Estados Unidos
intervi niesen directamente. D e su propi o puño y le tra, y
fechada en Yalí, el 24 de mayo de 1927 ('), envió una carta
al Jefe del Destacamento de Marinos de Jinotega, en la cual,
entre otras cosas, textualmente dice:
"POR TANTO SI ESTADOS UNIDOS, CON BUE­
NA FE HA I NTERVENIDO EN EL PAIS, PRO­
PONEMOS COMO CONDI CION SINE QUE NON
PARA DEPONER NUESTRAS ARMAS QUE ASU­
MA E L PODER U N GOBERNADOR M I LITAR
DE LO S ESTADOS UN IDOS, M I ENTRAS SE
REALICEN LAS ELECCIONES PRESIDENCIA­
LES POR ELLOS MISMOS".
Helo aquí, retratado de cuerpo entero, en un dualismo de
personalidad. En qué quedaba, pues, su tan cacareado anti­
intervencionismoF. . . Y s e atrevi ó a cali ficar d e vende­
patrias al General Moncada, y a todos loe que estaban pro­
curando asegurar e l porveni r d e Nicaragua dentro de un
clima de paz y tranquilidad. E stos elementos simplemente
buscaban el afianzamiento de lae normas constitucionales, a
través de la supervigiiancia electoral de parte del Gobierno
de los Estados Unidos. E ste, con toda honradez e i mpar­
cialidad, como l o demostró después, llevó a cabo eu com­
p romiso, lo que ayudó a restablecer el i mperio de la legi ti mi ­
dad, y de la democracia, en nuestra Patria con el t riunfo
del Liberalismo.
Claramente se evidencia, pues, que lo único que buscaba
Sandino era prepararse vía li bre para entablar una er a de
vandalismo que, por casi siete años, desoló las ubérrimas
tierras septentrionales nicaragfiüenses. Loe machetes fatídi­
cos y sanguinarios del b andolerismo sandinista h ic ie ron a N
destrozos en vidas y haciendas de inocentes ciudadanos. P e ­
drón y eus cuadrillas, con o tros tantoe crim inalee sim ilares,
al servi ci o d e Sandino, indistintamente asesinaban atroz­
mente a nicaragfiüenses y a e xtranjeroe, despojdndolos asi­
mismo de sus bienes.
El salvajiemo de Sandino y sus huestee fué en crescendo.
Veamos cudlee eran sue órdenes. Loe procedi mientos que
instituía en eue secuaces eran de exterminio para t odos
aquellos que no querían colaborar con eus tropelías.
He aquí algunas muestras de ellae, extractadas de sus
mensajes, consignas y marufieetos:
"Octubre 16 de 1930. A todos los Jefes Expediciona­
rios de nuestro Ej ército. . . (Procedimiento en el
decomiso de mercaderías en transporte que encontra­
ban en su camino).
Si entre los individuos que llevan las cargas, hay
quien se oponga a en tregarlas a nuestras fuerzas,
QUE ESE I NDI VIDUO SEA PASADO POR LAS
ARMAS.
"Si entre los vecinos hay quien no quiera recibir para
su propi o consumo lo que nuestro Ej érci to le ordena
r ecibir, que TA M B I E N ESE I N D I V I D UO SEA PA ­
SADO POR LAS ARMAS." (P)
En su Manifiesto "A LOS CAPITALISTAS NOTI FI CA­
DOS POR NUESTRO EJERCITO EN JINOTEGA, MA­
TAGALPA, ESTELI Y OCOTAL", de 15 de noviembre de
1931, Sandino reconoce la drasticidad de su proceder, que
recalca en uno de sus pdrrafos, así:
"L a libertad no se iconquista con flores, sino que a
balazos. Y es por eso QUE HEMOS TENIDO QUE
RECURRIR A LOS CORTES DE CHALECO, DE
CUMBO Y BLUMERS," ( ')
Cabe, acaso, mayor aclaración de su refinamiento terro­
rist a ant e est a declaración, ta n cínica e i nhumana! ~ .
CORTES DE CHALECO, DE CUMBO Y B LUMERS!!.. .
Mej or di cho: asesinatos atroces a punta de machete, con
refinamiento de crueldad insana; carnicería humana, fría y
despiadad. E l destrozo de personas, con horrendas mutila­
ciones. E l sadismo mó s p uro y re finado, d igno d e t ipos
lombrosianos, sobrepasando a la mds calenturienta imagina­
ción del Marqués de Sade.
Pero, basta ya en este camino. L os que lean atentamente
el li bro, cuya nueva edición estamos prologando, sentirdn
erizórseles los cabellos, de horror y repulsión, al contemplar
las fotografías de las víctimas, y conocer los relatos de los
crímenes perpetrados por las hordas sandinistas; as í como
por el contenido de sus proclamas, manifi estas y mensajes.
Despojos, asesinatos, incendios, destrucción, estaban a la or­
den del día.

Y, como lo dijimos antes, no respetaban nacionalidad ni


ocupación, ni nada, para cometer sus crímenes. Prueba de
— IV—
ello, entr e tantas otras, son las muertes alevosas que, con
luj o de ~crueldad, dieron al Dr. Juan Carlos Mendieta y a sus
acompañantes, quienes andaban únicamente en misión de
propagandc ideológica del Partido Liberal, sin armas, pací­
ficamente entregados a una labor de paz y adoctrin amiento
democrático. Llegaron hasta el extremo de cortar las manos
de sus caddveres, y enviarlas, en u nas alforja s sobre el l omo
de sus bestias, a Jinotega, ufandndose así, en lúgubre y ma­
cabra burla sangrienta, de su atroz delito. (')
La mente de Sandino parece que funcionaba dentro de
una vorágine descontrolada de megalomanía, de salvajismo,
ya completamente psicopdtica, esquizofrénica. Y su actitud
se veía alimentada, e impulsada, por un grupo de aventureros,
de disti ntas nacionalidades, que procuraban medrar baj o su
sombra fatídica.
L os anticmericanistas del Continente, autollamados anti ­
imperialistas; y los comunistoides de distin tos lugares, apro­
vechaban la oportunidad de la locura de Sandino para llevar
agua a sus respectivos molinos. Y t r a taron d e d arle l a
la dimensión egregia de un héroe legendario, la bíblica figura
de un diminuto David enfrentdndose a un gigantesco y de­
formado Goliath: el Coloso del Norte. Propaganda pura y
dolosa! ~ .
E/ brillante intelectual hondureño Froyldn Turcios lo lan­
zó por el camino de la publicidad. Pero, después, al con­
vencerse del engendro de la verdadera personalidad desequi­
li brada de Sandino, se apartó de él.
Mós una serie de aprovechados prosiguió inciensdndolo, y
haciéndole creer que era el héroe mdximo de las Américas, el
campeón de las libertades indohispanas, el defensor de la
Soberanía de Nicaragua, el escogido de los espíri tus de la
Cdbala alquímica, el único que podía enfrentarse vi ctoriosa­
m ente a las fuerzas incontrastables de los Estados Unidos. . .
Y sobre esa senda, su megalomanía y locura se acentuaron
desmesuradamente.
Se olvidó que había basado su rebeldía en la presencia de
tropas estadounidenses en t er ri tori o de Ni caragua, y que
terminaría su lucha cuando "el úl timo soldado gringo" desa­
lojase el país.
El 2 de enero de 1933, ya no quedó ningún soldado es­
tadounidense en el suelo nicaragüense. Si n embargo, San­
dino prosiguió con sus desmanes. Porque en el fondo de su
ser no alentaba el cacareado patriotismo libertador que pre­
gonaba a todos los vientos. Solamente: la ambición personal
de constituirse en dueño y señor, de horca y cuchNo, de todo
Nicaragua.
Estaba erigido ya en pose de conquistador. Y quiso for­
mar un estado de su exclusiva propiedad, dentro de la na­
ción, dividiéndola. Calificó de inconstitucional, por sí y ante
sí, a la Guardia Nacional que era, y es, la única fuerza ar­
mada y de policía autorizada legalmente en la repúbNc
Quería desmembrar al país apoderóndose, en domi ni o y
posesión soberana, de toda la región septentri onal, fundando
una nueva nación baj o su mando absoluto.

Dentro de la tendenciosa campaña de publicidad, a la que


se había entregado afanosamente fuera de las 'fronteras pa­
trias, hasta sus llamados admiradores comenzaron a reac­
cionar en su contra. N otaban que su fementido, autopro­
clamado y bombdstico p atrio tismo, n o existía. A s í v emos,
por ej emplo, que el gran di ari o I A N A CI ON , de Buenos
Aires, Argentina, que por meses defendiera la causa de San­
dino, en un artículo del 25 de enero de 1929, cambió de tono
para cri ticar duramente las pretensiones divisionistas de San­
dino, y la acción destructora de sus huestes en Nicaragua.
La mente de Sandino estaba realmente desequilibrada, tan­
to por sus desmedidas ambiciones megalomaníacas como por
las perturbaciones que le causaban sus irscursiones desatina­
das en el espiritismo, la cdbala, las creencias orientales del
karma, etc. Se creía un iluminado psíquico, un predestinado
apóstol de las alturas. D e ambuló t ambién e rradamente en
los campos de la teosofía, sin nin guna guía que pudiese se­
ñalarle el sendero de la Verdad.
Se iconsideraba clari vidente. Seguía un credo espiri tualista
transnochado. Y en su mundo de los espíritus, disparataba.
C reía que magnéticamente, por medi o de su voz, di ri gía a
sus huestes. A s í l o vemos deci r a Ramón de Belaustegui­
goitia, en una de sus entrevistas publicitarias, que aquel hizo
aparecer en su libro "CON SANDINO EN NI CARAGUA"
(') , lo siguiente:
"Sí, estamos compenetrados de nuestra misión ( P) ; y
por eso mis ideas y hasta mi voz puede ir a ellos (sus
soldados) mds directamente (~) . El magnetismo de
— VI—
un pensamiento se transmite. L as ondas fluyen y son
copadas por aquellos que están dispuestos a enten­
derlas. E n los combates, con el si stema nervioso en
tensión, una voz con sentido magnético tiene una
enorme resonancia. . . T ambién los espíritus comba­
ten encarnados y sin encarnar (? ) . . . "
Belausteguigoitía quedó confuso. Sandino se alejaba de
la realidad en su confusión mental. E l e ntrevistador co­
menta que:
"en el curso ya de sus impresiones suprasensibles, por
decirlo así, (Sandino) c ontinúa destrenzando su pen­
samiento en conceptos más lejanos y más difíciles."

En este punto Belausteguigoi tia, en su referido libro, señala:

"Pero no nos sería posible seguir todo su pensamiento


(el de Sandino) e indicaremos únicamente el esque­
leto de sus ideas, que versan sobre términos irreales."
Sandino, ya en su caracterización de clarividente, agrega:
"L e diré a usted; también los espíritus luchan encar­
nados y sin encarnar... D esde el origen del mundo,
la ti erra viene en evolución continua. Pero aquí, en
Centroamérica, es donde veo yo una formidable trans­
formación.. . Yo veo algo que no lo he dicho nunca...
No creo que se hay a escri t o sobre eso. . . E n toda
esta América Central, en la parte inferior (? ), como si
el agua penetrara de un océano en otro. . . Veo Ni­
caragua envuelta en agua. Una in mensa depresión
que viene del Pacífico. . . Los volcanes arriba única­
mente. . . E s como si un mar se vaciara en otro( ?) ."
Claramente se puede notar que su mente no estaba equi ­
li brada. E n muchos aspectos Sandino era un caso digno de
estudio freudiano. Solamente la psiquiatría podría haberlo
orientado debidamente.

Sus perturbaciones ocultistas se demuestran, aún más cla­


ramente, en l a carta que escri bi ó, el 8 de febrero d e 1931,
a s u satéli te, e l t ristement e célebre Pedrón A l tamirano.
Veamos algunos de sus párrafos:
"Sinceramente hermano sin que ninguno de los de­
más jefes de nuestro Ejército, ni el propio su Secre­
t ari o nuestr o queridísimo hermano Pedr o A ntoni o
Irías, sea esto u n resentimiento, le manifiesto en
privado, de que ni yo mismo sabía de que Ud. y el
hermano General Carlos Salgado son Espíritus Misio­
neros (?) de que están conmigo, y de que en muchas
ocasiones hemos estado j untos (? ). Sin e mbargo y o
esto lo supe hasta mi llegada a Méxüco en Insti tucio­
nes Espiritistas, que, aún todavía t rabajan oculto.
Todavía no puedo decir quienes fueron Uds. porque
no me lo permite la Cábala (? ), pero quizás después
del triunfo habrá lugar de esas explicaciones,"

En otro párraf o de úi mis ma c arta, S andino r esalta su


crueldad dando mayor i mpulso al salvajismo de Pedrón, al
que dice:

"N os han llegado noti cias de que en la Costa A tlán­


tica se han efectuado algunos di sturbios, y de q ue
por allá esperan al Gral. Pedro Altamireno. Es pues
un campo fecundo para sus actividades, PERO SIN
NEGARLE EL MACHETE NI LA SOGA A QUIEN
LO NECESITE, pues de antemano le hemos enviado
los últimos pronósticos, los que tienen su asiento en
nuestra cábala (? ). " ( ' )
Entre las muchas otras pruebas del desequilibrio mental
de Sandino, está su enrevesado mani fiesto " L uz y Ve rdad"
(' ) , en e l q ue claramente demuestra q ue ya su cerebro es­
taba completamente fuera de controL Y que sus alucina­
ciones lo llevaban a una franca esquizofrenia.
Una atenta lectura del li bro del General Somoza conven­
cerá a cualquiera persona consciente y honesta, que Sandi­
no carecía en absolut o de las brillantes características que
sus pseudo-admiradores, y aduladores, han querido atribuirle
hasta convertirlo en bandera de subversión. Carecía de
preparación, y la poca que tuvo la perdió en el laberinto de
sus perturbaciones psíquicas y sus s ueños d e g randeza.
Llegó a creerse un N apoleón y un R edentor, un I l uminado
de los Espíri tus, la reencarnación de un héroe legendario. Y ,
simplemente, lo que fué es un loco que tuvo la oportunidad
de bañar en sangre y desolación a su propia patria, mien­
tras anduvo suelto.

En sus últimos tiempos sus deli rios de grandeza, y su cre­


ciente megalomanía, lo llevaron a autoconstituirse en supremo
jefe de un llamado Ejército Autonomista de Centroamérica.
Praelamaba la Unión de Centroamérica, dentro de un plan de
organización en el cual él tendría La dirección suprema.

Entró a tratar al Presidente Juan Bautista Sacasa como


a igual, de poder a poder, declarando a la Guardia Nacional
de Nicaragua inconstitucional.. . Queríc hacer desaparecer
a esta institución castrense, que era el único obstdculo que se
oponía a sus bastardas ambi ci ones, para quedar é l como
factotum y dirigente único del país. E n fin, llegó a situarse
motu propri o, en la posición cldsica a que llegan todos Los
obcecados que figuran en las púginas de la historia de La
humanidad: en l a de aquellos " a quien Di os ciega porque
quiere perder".
Su loca osadía lo l levó hasta el extremo de hacer .deela­
ciones a La prensa nacional contra la Guardia Nacional que,
como ya diji mos, c onstit uía el ún ico o bstúculo i nvencible
que encontraba en su camino hacia eL poder. Uti lizaba los
coqueteos que tenía con el Presidente Sacasa, a quien em­
baucaba deliberadamente, aprovechúndose de su candidez
política.
El telón se preparaba a caer para poner punto final a l a
tragedia que por tantos años venía ensombreciendo a Nica­
ragua. La paciencia del Ej ército de Nicaragua, La Guardia
Nacional, verdadera y única defensa de la paz y .de la so­
beranía de la nación, se estaba agotando.

En la revista G UARD IA N A C IO NA L, Boletín del Ejé r­


cito, que dirigía el General Somoza, edición correspondiente
al mes de enero de 1934, encontramos las palabras admoni­
torias que, en sus "Pdrrafos del Director", dedicaba a San­
dino (' ) . El las expresaban eL verdadero sentir del país. Pero
Sandino las desatendió, y prosiguió en su engreímiento me­
galomaníaco, considerándose invulnerable y drbitro d e Los
destinos de Nicaragua.

Y ocurrió lo inevit able. T u vo que desaparecer, porque de


otra manera, Nicaragua hubiera caído en eL mds tremendo
caos provocado por las hordas sandi nistas.

Vamos a terminar este prólogo reproduciendo Los comen­


tarios que el distinguido intelectual y escrit or, don Aleja ndro
Reyes Huete, publicó oportunamente en relación al caso de
Sandino. Sus palabras sintetizan, acertada e históricamente,
su lúgubre trayectoria hasta su merecido final. A continua­
ción las transcribimos textualmente:
— IX—
"Sandino fué un producto lógico del viejo sistema militar
desorganizado en ección censurable. '
"La guerra civil de 1926, originada por el golpe de Estado
del General Emiliano Chamorro, fué propicia para que el
fermento revolucionario estallara en el país con amenazas de
disolverlo o aniquilarlo.
"R einaron el pavor y la locura en muchos meses de estéril
carnicería hasta que La nación norteamericana no medió para
que el General José M aría M oncada, entonces t ri unfante,
pactara con el Presidente Adolfo Díaz, en términos de igual­
dad para los dos partidos que se dis putarían e n c ontienda
eleccionario, el Gobierno de la República. Tal fué La medida
d el Secretari o de Estado de los Estados Unidos, Henry L .
Stimson. Pero la disciplina no la reconoció el 'ánimo turbu­
lento de Sandino, subalterno a la sazón del General Moncada;
y la presencia de las fuerzas extranje ras en nuestro territ orio
fué el pretexto que tuvo para no acatar los convenios y re ­
tirarse a Las Segovias con una columna de aventureros ave­
zados a la vida del piLLaje adquirida en dos años de matanza.
Tuzo la habilidad de di sfrazar sus propósitos con un gesto
de patriota enarbolando la bandera de la soberanía nacional.
Esa habilidad y la l iteratura antiimperialista, en boga en­
tonces en algunos talentos hispanoamericanos, dieron a San­
dino relieves de símbolo para Los países de América, celosos
de La preponderancia de los Estados Unidos; y por un feno­
meno frecuente en la apreciación de nuestros hombres, Los
ditirambos de afuera, las leyendas fabrücadas lejos del teatro
de los crímenes en que actuaba Sandino, comenzaron a for­
mar cuerpo en la imaginación tropical de algunos de nuestros
directores políticos desorientados, ya que conocieron nuestra
realidad histórica inevitable y, al n o querer admitirla, pu-­
dieron tornarla más difícil y grave.
"A nuestro país, por su situación geográfica y por su des­
tino hi stórico, le ha tocado Ligarse con el Coloso del N orte,
sin haber estado a su elección desviar esa irscontrastable he­
gemonía continental; y en lugar de combatirla, estreLLándose
contra tan poderosa corri ente, sus hombres de estado han
preferido tornar esa influencia en amistad y en instrumento
de bien . E s nuestro destino manifiesto y no debemos olvi­
dar Lo que dice Ferrero de aqueLLa Gran RepúbNca 'que, ocu­
pando una posición por nadie igualada en la historia, puede
ser el árbi tro de la paz y aun im ponerla en todas partes'.
"L a úl tima i ntervención armada rati ficó viej as declaracio­
nes desatendidas por Los partidos políticos nicaragüenses. La
no tntervencién se haría sentir e n <cuanto la p az f uera r eali­
dad en la República. A esta declaración respondió Sandino
manteniendo durante sei s años una lucha de encrucij adas,
cuyos resultados inmediatos fueron el robo y el asesinato.
"E l gri t o de guerra tomó modulaciones heroicas debi do
a la propaganda antiamericanista de Pedro José Zepeda en
México y al t a lento a mplif icador y engañado d e F roylán
Turcios, gran hondureño, arrepentido más tarde, cuando
comprendió que el ídolo formado por él era barro movido a
impulsos del odio y de la soberbia afanosa de notoriedad.
"El día en que se firmó la paz en Tipitapa, el 4 de mayo
de 1927, comenz6 e l m artirologio d e l as Segovias e n u na
era de bandidaj e estéril . D urant e varios años aquella i n­
mensa y ric a regi6n d e nuestro terr itorio s e estremeció con
el embruj ado galope de las legiones sembradoras del exter­
minio y de l a m uerte. L a p ropiedad f ué destruída y lo s
h ogares mancillados; l a tranqui lidad cedi ó su puesto a la
inquietud; la abundancia, a la miseria; l a serenidad, al es­
panto; y a la dignidad ciudadana, la vergüenza y el deshonor.
Grupos de gentes empobrecidas y hambrientas emprendieron
el éxodo más al norte, huyendo del tacón demoledor de quien
a sí mismo se calificaba de Restaurador de la Soberania y
del decoro nacionales.
"Como consecuencia de semejante situaci6n el bandoleris­
mo tomó en el Septentrión y en la Costa At lántica alarman­
tes proporciones, estableciendo un <caso insólito en aquellas
regiones donde se vive del cul tivo de la ti erra. Cuando el
desorden reguló los acontecimientos y la suprema ley f ué
no acatar ni nguna, se perturb6 aquella vi da y el g érmen
de la maldad, que siempre duerme en el alma de los indi ­
viduos y de las sociedades, surgió a flor d e t ie rra y pareció
aclimatarse en el nuevo ambiente.
"El relajamiento de las costumbres, la inobservancia de
las leyes elementales de humanidad, el retroceso a la época
cavernaria, donde el i nsti nt o brutal i mperaba como máxima
razón, constituyen la conquista espiritual del bandolerismo
en seis años de lucha nefanda. D esde el i nstante en que
Sandino plantó su tienda de rebelde en las selvas segovianas
se c olocó f uera d e l a s ociedad n icaragüense, a nsiosa d e
reposo y de t ranquil idad, de encauzarse en l as v ías norma­
les del orden y del t rabajo . S u actit ud, si pudo un momento
hallar atenuante ante la pasión racial, fué después la de un
verdadero traidor al anhelo nacional, la paz pública.

— XI—
"Cuando las fuerzas de ocupación norteamericana abando­
naron nuestro terri tori o dej ando al bandolerismo en pi e y
en la Presidencia de la República al Dr. Juan Bautista Sa­
casa, en vi rtud de elecciones populares, cuya honestidad
aceptaron los nicaragüenses, de hecho dejó de existir eL pre­
texto de la insurrección de Sandino. Si n embargo, en esta
nueva faz de su vi d a aven t urer a n o t uv o l a p r udenci a nece­
saria para buscar otro disfraz y se Lanzó con mayor furor a
La matanza, para conseguir, en u n posible a rreglo con e l
G obierno, Las mayores ventaj as, según notas que di ri gi ó a
sus Lugartenientes Altamirano y Estrada.
"Enfocado así, con l os f ocos d e l a r ealidad, t odos cono­
c ieron que su programa de rei vindicación nacionalist a no
fué mós que farsa sangrienta, vulgar leyenda convertida en
historia por las agencias cablegróficas y por los enemigos de
Norte América, que hicieron del guerrillero un tema de com­
bate.
"Por fin pudo comprender Sandino que la desocupación de
las fuerzas interventoras había concluído con los pocos pres­
tigios que aún pudiera tener en el extranj ero y con s u i n ­
grata tarea de pillaje, puesto que el Gobierno, con el respaldo
de la Guardia Nacional y de los Part idos Políticos, podría
destruirl o completamente oponiendo a s u astuci a de ban­
dolero, la pericia y l a d isciplina del s oldado n acional. S i n
embargo, el Presidente de La República Doctor Sacasa, optó
or buscarlo amistosamente reconociéndole beligerancia, de
a que resultó el pacto de paz firmado el dos tíe febrero de
mil novecientos treinta y tres, por el término mínimo de un
año, en c ondic iones v entajosas p ara é l, o torgadas p or l a
generosidad manifiesta del mandatario, cuyo único afdn l o
c onstituía, según sus repetidas declaraciones, cimentar l a
paz, para emprender enseguida la reconstrucción de la eco­
nomía nacional , quebrantada po r muchos años de v id a
caótica.
"Pero en su orgullo creyó Sandino debilidad lo que no era
mós que humaniterismo cals:ulado; y alentado; por pérfidas
insinuaciones, enmedio de la paz preparó la perturbación del
orden; y al vencerse el término para el desarme total de sus
fuerzas, se perfiló en el horizonte político la negrura de una
nueva revuelta.
"Sandino vi ó siempre en La Guardia Nacional al pr incipal
obstdculo para el éxito de su plan subversivo. E ntonces
conspiró contra la Guardia Nacional, a la sombra de la franca
protección que le otorgaba el Comandante General (Sacasa),
quien no quiso admi ti r la doble trai ción de que era obj eto:
trai ción a su ap oy o mds robusto y ef ic ie nte, c omo e s e l
Ejército; y traición a s u d eclarado anhelo d e paz y d e
tranquilidad social.
"La arrogancia insolente de Sandino le llevó a renunciar
las garantías adquiridas como ci udadano cumplidor de las
Leyes, cuando pretendió fraccionar el poder efecti vo del Pre­
sidente, mediante el ej ercicio de un control político admi­
nistrativo en los cuatro departamentos del N orte, precisa­
mente en el vasto escenario de la primera tragedia; y lo llevó
a colocarse en abierta rebelión contra la ley fundamental del
Estado, cuando declaró que en Ni caragua solo había tres
poderes: el Presidente de la República, la Guardia y éL Ese
reto lanzado en pleno corazón del país a la i ntegridad de Los
poderes públicos equivalía a una declaración de guerra y
echó a Sandino fuera del marco de la ley; quedando, desde
ese instante, su vida suj eta a los riesgos y contingencias de
la de todo traidor convi cto y confeso.
"L a i nquietud er a indescripti ble en el país entero. L as
amenazas constantes del guerri llero a La Guardia N acional
como entidad militar reconocida, su osadía inaudita al de­
clararse único e indispensable respaldo del Presidente de la
Repúblsca, sus actividades revolucionarias efectuadas en la
Capital con el conocimiento de las autoridades gubernativas
y La d ecid ida c olaboración d e e lementos r econocidamente
subversivos, precipi taron el desenlace de este episodio.
"Inescrutable acuerdo providencial evitó a Sandino el cas­
tigo que las leyes de la guerra le habrían impuesto por traidor
al Gobierno y a l a P atria. Y en l a noche del veintiuno d e
febrero de mi l novecientos trei nta y cuatro, una descarga de
fusiles puso término a su vida y a las angustias de los ni­
caragííenses.
"E l desorden, como Saturno, devora a sus hijo s, y Sandi­
no fué un hij o del desorden.
"La muerte del conspirador fué inevitable, puesto que la
Providencia señaló ese medio vi olento para devolver al Es­
tado su vi talidad comprometida.
"E l malestar acentuado desde entonces entre el J ef e del
Estado y el i nmediato Jefe del E jé rcito, p rovino precisa­
mente de la incomprensión mantenida por el primero res­
pecto a l a supresión de l guerrillero, cuando e l mismo
Presidente de la República fué eslabón poderoso en l a ca­

— XIII—
dena de esos acontecimientos pues de no haber sido quien
era, Sandino no habría llegado a Managua y otra hubiera
sido la solución del conflicto. L a Providencia quiso que eL
Presidente Sacasa fuera el centro de todas las icohspiraciones,
el motivo fundamentaL de la rivalidad funesta de dos fuerzas
armadas, la fuerza legal y la fuerza aspirante a ser Legalizada
para desplazar a la otra. E n el choque inevi table tri unfó la
razón para eL imperio posterior de La paz, La que se mantu?)u?
inalterable desde aquella fecha, por la lealtad de la Guardia
probada aun a costa de grandes sacrifi cios, ya que fué víc­
tima de vi olentos anatemas, sólo concebibles en e l áni mo
irritado de quien es descubierto en su juego de, política flo­
rentina . P ero en verdad la paz dej ó de ser esperanza para
pLasmarse en realidad tangible. L a paz impuesta "manu
mili tari " produj o ópimos frutos en la vida civil, desvirtuando
el concepto que tenían algunos de que, fuera del ci vi lismo,
solo puede haber nefasta dictadura o anarquía caótica.
"A r a íz d e esos sucesos nosotros obtuvimos del J e fe D i­
rector de la Guardia Nacional i mportantes declaraciones para
la prensa del país, entre Las que hemos de recordar a quellas
en que manifestó: "Sandino no murió en lucha armada, cuan­
do la Guardia lo tenía casi cogido en su propia, guarida, con
el noventa por ci ento de probabilidades de exterminarlo, por­
que el Presidente Sacasa le tendió la mano para protegerlo
y le propuso la paz. Y cuando abusó de Las prerrogativas
concedidas e hizo escarni o de nuestras insti tuciones y de l a
Guardia, algunos de sus miembros, conocedores del suplicio
que significaría para la República otra revolución armada,
cortaron la causa del malestar en un procedimiento sumario
y radicaL, de innegables resultados beneficiosos para el país.
Por ese hecho ni un instante el engranaj e admi ni strativo ha
interrumpido su funcionamiento normal: la vjh continúa
corriendo por Los cauces regulares en las poblaciones que no
fueron directamente danzadas por el bandolerismo; los mi ­
nisterios trabajan en las horas acostumbrad~ L o s t ri buna­
Les de justicia siguen ejerciendo su delicada Labor; Los vapores
y ferrocarriles no han suspendido su it inerario; Los espectácu­
los públicos están siempre abi ertos. S i n embargo, cuando
en Nueva Segovia y en J inotega supieron La muerte de San­
dino, el pueblo entusiasta echó a vuelo las campanas de
todas las i glesias; y en E stelí y Ma tagalpa e nfloraron l as
calles y adornaron l as casas en s e@al d e regocijo . Y y a
sabemos que esos departamentos fueron el teatro del vanda­
lismo de Sandino."
Hasta aquí los párrafos del estudio de Reyes Huete sobre
el caso Sandino.
— XIV—
Más, como broche de oro, para cerrar este prólogo, nos
parece interesante reproduci r aquí también las palabras que
Reyes Huete vi erte en su ensayo histórico sobre las etapas
de nuestro ej érci to, y que se refieren a la fundación y reor­
ganización de la Guardia NacionaL Son ellas las siguientes:
"Con frecuencia acontece que pequeñas causas aparentes
determinan cambios trascendentales en la vida de las nacio­
nes, y aun l os m otivos d e c arácter i ndiv id ual, c uando l os
protagonistas aparecen revestidos de alt a autoridad ofi ci al,
cambian la faz hi stórica de los pueblos. L a i mpotencia y
timidez de Luis XVI relaj ó la autoridad real y precipitó La
caída de la monarquía francesa; la superstición de Nicolás
I l quebrantó el poder de l zarismo hasta su disolución; el
asesinato de Sarajevo llevó al mundo, con la lógica inflexible
de los hechos, hasta La hecatombe europea de 1914. Zrueig
asegura que es casi si empre una fatalidad secreta l a que
atrae a La manifiesta y vis ible y que generalmente todo
cambio hi stórico reflej a un confli cto personal . " L a hi stori a
entretej e con telas de araña la red i ntangi ble de la suerte,
y en s u mecanismo a dmirable l a más pequeña r ueda pone
en movi miento fuerzas grandiosas."
"El motivo político que dió vida a los convenios de La
Guardi a Nacional de Nicaragua fué el movi mi ento i niciaL e
inesperado que ha i mpulsado al país por. caminos de inno­
vación, en concordancia natural con el ambiente y con l as
necesidades de la vi da . L os factores humanos que entrete­
jieron con hilos invisibles el porvenir de la República, en su
gestación política, aparte de su i nterés personaL o de círculo,
tuvieron que cumplir el proceso inexorable que La historia
señala a los acontecimientos.
" L a muert e del Presidente Di ego M anuel Chamorro; la
escisión del par tido conservador en el gobierno; l a política
entonces intervencionista de los Estados Unidos de N ortea­
mérica; La falta de confianza en nuestro desmoralizado ejé r­
icito, fueron una serie de pequeñas circunstancias que forma­
ron La fuente o raíz de la Constabularia, primera manifesta­
ción, de la Guardia Nacional (1925). Después, el golpe de
estado del General E mi liano Chamorro; la guerra c iv il d e
1926 y 1927; la paz del Espino Negro; La habiNdad diplo­
mática del j ef e de las fuerzas liberales General José María
Moncada, constit uyen eslabones en l a cadena de sucesos
q ue culminaron e n e l establecimient o permanent e d e La
Guardi a Nacional. Má s ta rde la c arnicería d e Sandino e n
Las Segovias; la i mportación de doctrinas perturbadoras de
La tradición y del orden; la nacionalización del Ejé rcito, con
el General Anastasio Somoza como Jefe Director; las vaci­
laciones funestas del Presidente de la Repúblicc Dr. Juan
B. Sacasa; la rebelión confirmada de Augusto C.,Sandi no; l a
muerte inevitable del bandolero y de sus huestes, fueron
nuevos eslabones que llevaron al país hasta la última etapa
notable rubricada en 1936 con las elecciones presidenciales.
"Estos acontecimientos, aparentemente esporúdicos, tienen,
en realidad, íntimo enlace entre sí, ya que obedecen a una
ley hi stórica ineludi ble, con una precisión que solo se explica
en las leyes naturales.
"Del conocimi ento de las causas que tuvieron raíz en un
pasado no lejano y considerando la hora p resente en las
sumas del poder i nterior y en l as relaciones in ternacionales,
no seró difícil deducir lecciones de provecho para lo porvenir
a aquellos nicaragüenses preocupados por el bien público,
cultores de la historia y de su filosofía."
Alejandro Reyes Huete, cuyo espíritu ya descansa en la
Paz del Señor, escri bi ó todo lo anterior hace treintiséis años,
en 1940. Ho y la Guardia Nacional de Nicaragua es uno de
los mejores ejército de la Améri ca Latina. Y constit u ye un
baluarte inconmovible de la paz, seguridad y soberanía d e
la Nación por su lealtad, disciplina, eficiencia y prestigio.
Es motivo de orgullo para nuestro conglomerado social, po­
lítico y económico, que se siente completamente respaldado
por ella.
La necesidad de tener un Ej ér ci t o de la magnífica cate­
goría del nuestro es evidente, Cabe aquí recordar las s i­
graentes palabras del gran Anatole France:
"Las vi r tudes mi li tares han engendrado toda ci vi lización.
Industrias, artes, ciencias, todo sale de ellas. Un día, guerre­
ros armados de hachas de súex se at rincheraron con sus
mujeres ~ sus rebaños detrós de un albergue de piedras en
bruto. Tal fué la primera ciudad. Esos guerreros fundaron
así la Patria y el E stado, garantizaron la seguridad pú Mc a,
suscitaron las artes y las industrias de la paz, que era im­
posible ejercer antes que ellos. Hi ci eron nacer poco a poco
todos los grandes sentimi entos sobre los cuales reposa el Es­
tado, porque con la ciudad fundaron el espíritu de orden, de
abnegación y de sacrificio, la obediencia a las leyes y la fra­
ternidad de los ciudadanos,
"Supri mi d las vi rtudes mi li tares y t o da l a sociedad c iv il
se desmoronaró."
Managua, Nicaragua, Centroamérica, Abril de 1976.

FRANCISCO A. MENDIETA
— XVI—
NOTAS BI B LIOGRAFICAS :

(i ) " E l Verdadero Sandino o E l Calvario de las Segovias", por


A. Somoza. T ipografi a Robelo, Managua, Nicaragua, C. A.,
Sept., 1936. Pág. 33.
("-) Idem. Pág. 36

(.") Idem. Pág. 178.

(<) " E l Pensamiento V ivo d e Sandino" , l a . Edicidn, EDUCA,


1974. Pág. 238.
(>) " E l Verdadero Sandino o El Calvario de las Segovias", págs.
98 a 104.
(~) "Con Sandino en Nicaragua — La Hor a de la Paz", por Ra­
m ón d e Belausteguigoitia . E ditoria l Espasa-Calpe, S. A .
Madrid, 1934. Págs. 176 a 178.
(>) " E l V erdader o Sandino" , pág. 200.

(>) Idem. págs. 206 a 208.

(>) Idem. págs. 548 a 550.


(io) " E tapas del Ej ér cito" , por A . Reyes Huete. T all eres Nacio­
nales, Sección M i litar . M anagua, Nicaragua, 1940. Págs.
59 a 64.

— XVII—
A MA NERA D E PROLOGO
Aurrque este libr o n o no< es!r,;«J!- introducci(Ín al guna,
l>ues cs una si !nple compila( iórr (Je <!<>< umentos coll br eves
<.omentarios, qu e po r sí solos h;r>6 n lu z on l a ment e del
!ector', lre quer ido sin enrbarg o (.scr il>ir unas cuantas pala­
!n'ns, qu e l e sir va» a maner a d e pr <.serrtnción.
E» el nr!o d e J<J27, Xi<!arngu,< .<>Ivía a ln paz, después
, !<r urr lar go p er ío<lo <l e g uorr;! !'ratr icida, me(liant e el
r r'atnd o v er bal <l e E l E s p i!.c J<íeg>r.;, <!<1(hrado (' n tr e el
1 ><J>cesen! ;«rt o l ' o vsor>!r l <l <, ! l '" <'.-i!! <!! t( d e l o s E s t ad o s
l 'nido s <l e Xor'toa!n(';vi<"rr, Crr("1. ll<.>!!!'y L . Sr'illlsol'1 y el
J )( iogad o do l G o bier» o Constr!,r>< io»al d e N icar agua y
< >o»(;ral e» Jefe <lol Ej <'r'cit o l .ibe! ;!!; tr atado que una vcz
, 's<ll'lto , pava s u J(',g nl iza(!l<Íll f u e .';! Il<'iOnad o p or' p l e rl to rl ­
< es Vr osid< n te de Xi<;ar;<gua d o>. A <l elfo D íaz.
Todos los .Jefes su baltevnos >!<'l Ej ército L ib eral lra­
J >!n>. on t r e g ad o s u s n r »ra s co n ! a . <>!a e zc(>pciórr d e u n o
< !(> ellos, o l (3 o! ! ( r a l A u g u st o (.' . + ;! !!<li»o , q u i e n ' co n l a s
fu<;rzns r su manclo se lr;rbía r<.t'! :!<!<> lracia ,l i notega, no
<'n so n d e guerr a como so h a creí>!<>, sino baj o el ofr eci­
uric>!to do errtv<'gavias al lí , como . < vor u e » las p áginas
;lo <'st< li bro, o!r urra < nata oscri»n« <.on fecha <) de %>layo,
<» K l (i nc;ro, o» <Juo nrarrifiesta quc I>a tenido d if icultades
pava j u nta> s<> (;o» s « g o nte, pue.- s<>lo h a l ralla(l o unos
l >o<os Jefes, por que los demás s( l>:r!> id o a J i »otega, de
(lorlde soll or igi»arios; per o que d !< gu en ol í l eneral Mon­
< a>ln sus doreclros pava q u e él a! r < l e los asuntos como
rnoj<>r <.onve»ga, p;!r ti<.ip&rdol e I « s u ltnd o n .Jirrotegn,
!ugar qu e ocupa co n su columrra.
l.ln»ro l : r ato>r<.ió>rr del lecto ! 1 >:<cia est e impor tante
l><rrrto, par a <luo <o» cr it»rio impa! ci:<! juzgue lo que esti­
»ro <!onverrio»t(> . A sí »ris»ro, sob r <r><a cartrr del () enoral
+;rrr(li!>o, f« :l>a<la e l >4 d o A[ ay > <l c ose mismo añ o en
Jirrot< gn, orr quo I<, »rarrifiosta a l<>J<»!<.ada rro lraber acep­
tado ;r l >íaz <;orno Pr<,si<l(»te, con><> rr>ra tregua (l ur ante el
r'esto <le! período, par;r asegurar !:<.' otocciorros libres en

( > E I, (" A L '<' A l' l ( ) l) K !, A H S E ( NO V I A S


N icar a g u a , BAJo L A GARANTÍ A DEL P RESIDENTE DE Los É s­
TADo s U NI Do s Y No DE Los coNBERv ADQREs NI cARAGUENsEs.
Subrayamos estas líneas IIltimas, par a que el lector vea
c ual er a e l senti r del J ef e r eb elde co n r especto a l a i n­
tervención american a en nuestros asuntos.
Y l o qu e m ay or mente dej ar á asombrado al lector en
e l curso d e este l i bro, es l a carta dir igida de Yalí, el 24 de
Mayo de $927, al Jefe del Destacamento d e Marinos en
7 inotega, en que le manifiesta que si Estados Unidos de
buena f é h a i nt ervenido en N icar agua, l e pr opon e como
c ondició n sI NE gIIA NoN, par a deponer l a s ar mas, q u e
asuma el p oder u n Gober nado r M i l ita r n or teamericano„
mientras s e realizan la s elecciones presidenciales, su­
pervigiladas por ellos mismos.
Est e er a el Sandin o qu e inició el movimiento de las
Segovias y que más tarde el mundo vió, sorprendido,. en
las pantallas luminosas y en las columnas de los grandes
rotativos elevado a la categoría de Defensor de la Sobe­
ranía de Nicaragua, H éroe Máximo de la r aza indohispana
y al r ededor d e él se j untaron todos los enemigos d e l os
Estados Unidos.
Y p r incipió una campaña de publicidad, bien d i r i g i da
y ex ager ada, la cual en Nicaragu a n o tenía ninguna reso­
nancia, pues todos estábamos convencidos de que el héroe
de novela era simplemente un individuo sin cr iterio pr opio,
jefe de varias cuadr i llas de hombres procedentes de' disti n­
tos países del mundo, que se ocupaban, no de combatir al
e xtranjero invasor como se quería hacer creer fuer a de
nuestras f r onteras, sino únicamente del saqueo, del incen­
d io y del asesinato, en l a f orm a despiadada y b r utal qu e
se verá en el presente li bro, contra los propios nicaragiien­
s es, en su gr an m ay or í a i nf elices campesinos aj eno s p oI
completo a l a pol ítica, v í ct ima s solamente d e la s m ás
atroces venganzas personalistas y de parroquia, como lo
demuestran los documentos f otogr afiados que aparecen etí
este li br o y qu e n o dejan d ud a al gun a respecto a su au ­
tenticidad.
El f or j ador d e la figur a d e Sandino, como DFFENsoI<
DE LA RAzA fu e el b r i ll ant e escr itor h ondureíío F r oylíí»
Tur cios, valioso ex ponent e d e l as letras h i spanoamerica­
nas, que ho y viv e e n P ar í s r e presentando a s u pat r ia.
T ur cios, poeta, per o hombr e d e buena fé, dióse cueíít a un
dí a del v alor r eal d e su héroe, av er iguó lo que éste líacía
en las Segovias y se apartó de él, "sin odio y sin renco­
res, como dos hermanos que se separan en la encrucijada
de u n camino" , segú n su s pr opias palabras; y entonces
Sandino quedó en manos de escr itores de menor cuantía,

E I. V E I t D A D E l', O S A X D f X (í
de políticos ambiciosos y d e aventur ero s sin ' conciencia,
que procuraron explotar l a fama adquirida par a el gue­
rr illero por e l escritor antes dicho, hasta en otros conti­
nentes.
Todos los esfuerzo s po r mantenerle aquellos presti­
gios fueron vanos, ya que la pérdida de tan insustituible
padr ino, y la v erd ad q ue s iempre s e a bre p aso, pusieron
en evidencia la real fig ur a del llamado DEFENsoR DE LA RAzA
v iéndolo los qu e ll egaban a conocerl o tan sólo como u n
espír it u r ebelde, un instr umento de mezquinas ambiciones,
un j ef e d e pandill eros, si n l e y y si » v er daderos i deales;
f inalmente, u n l i br ado qu e hablaba d e su misión y l a de
sus comparíeros como sól o u n loco podrí a hacerlo.
Cuando el D r . Juan B autista Sacasa llegó a l a Pr esi­
dencia de la República, en el deseo de que no se siguiera
derramando sangr e fr aterna, invitó a Sandino a que no
continuar a en sus corr er ías. Y Sandin o qu e había sido su
subalterno en Pu ert o Cabezas, y qu e era, segú n decía, su
admirador, reconoció, no sin seguir peleando un mes más
y r ecibiendo sólo d er r otas, l a aut or idad de l D r . Sacasa,
p resentándose i n opinadament e an t e él , celebr and o u n
convenio con la participación de los dos partidos históri­
cos; conveni o qu e los hombres q u e l o d i r i gía n l e acon­
sejaron desde el pr incipi o considerar como papel m oj ado,
lanzándolo a la desobediencia, a la rebelión, y finalmente
a l a tr aición, como l o demuestr a su confesión , qu e o b r a
en este l i bro, d e h aber d ej ad o q u i nientos r i fles si n en­
tr eg ar , em p uj ándol o e l destino, com o d i j o u r i n otable
periodista conservador , hast a l a tu mba.
E n su v ot o r azonado ante el Congreso 'Nacional , l a
representación l iberal, al 'conceder l a amnistí a a los qu e
par ticiparo n e n l a mu er t e d e Sandin o consign ó estas
p reciosas p alabras, que resumen bien l a vid a de l gu er r i ­
llero : «Sandi» o f u é uí í b r av o l u clíador , per o cometió
errores, y esos errores lo arrastraron al a muerte. F ué la
pr otesta contr a l a i n tervención per o .n o sup o mantenerse
a l a al tur a d e las circunstancias, y cometió cr ímenes que
la conciencia nacional r echazaba». E l si gnificado d e estas
palabras es clar o y j u stifican el t r ágico f i n qu e t uv o el
g uer r i ll ero, e n s u loco intento d e destr ui r a l a G u ar di a
Xacioííal, ííííico cu er po ar mad o d e l a Repúíblica, par a sus­
titu i r la él y sus seguidor es, declarándose, cosa ins(ílita, como
uno d e lo s P oderes del F stado.
E st ( l i bro , coín o d i j e a l pr incipio, e s u n l i br o d (
verdades. X o hay aqu í f rases d e r el um br ón, qu e de ría­
da servir ían ; < n cambi o hay documentos i rr ef utables quc
po r di ch a n o se per dier on , y qu e n o ha y d ud a l l ev ar án

O E I C A I . V .'í R I O I ) E I , A S SE G OVI A S
al ánimo del lector más apasionado el concepto exacto dc
quién er a Sandino.
Los escritores que han elevado a Sandino a la altura
de una de las figuras más radiantes del Gontinente Ame­
ricano, lo han hecho en alas de la fantasía y con el deli­
b erado p rop6sit o de f o rj ar u n h éroe qu e fu er a como un
símbolo de l a lucha contr a el entonces poder i nterventor
del Norte; per o aunque quisieron, no pudieron forjarlo
con la leyenda, porque a poco, a l a lu z d e l a verdad,
cay6 de su pedestal, como cay6 un día el General Bou­
langer a quién se quiso hacer el símbolo de la revancha
francesa.
Repito, pues, que en este l ibr o no hay razonamientos,
exagerados, no se hacen comentarios apasionados, sola­
mente se exponen documentos y relatos fidedignos para
que el lector j uzgue y sentencie; y estoy seguro de que
su f allo será desfavorable a Sandino, ya qu c su gl oria fué
apar ente, siendo su mu erte consecuencia lógica, inevitable
y f atal de su vid a i nquiet a y amenazante par a las sagra­
d as i n stituciones sobr e qu e descancan l a L ib er tad , l a
Prosper idad y l a Paz de l a l a Repííblica.
Se ha f or mado esta obr a con los documentos qu e se
conservan y se conservarán en l a Oficina de Operaciones
de l a Gu ar di a Nacional. a fin de que sus or i ginales estén a
la orden d e quien quiera verlos, par a que el lector d ej an­
do de l ad o las fantasiosas n arraciones echadas a r odar
por el m undo sobr e Sandino, con cr iteri o ser en o y h on­
rado, apartando las pasiones, dicte su f all o sobr e l o que
e n verdad f ue el gu er r i ll er o d e las Segovia s y sobr e l a
necesidad i mperiosa qu e había en Nicar agua d e restable­
c er el i mper io del or den, máxim e después de l r et ir o d e
las fuerzas interventoras, cuand o q uedamos entr egados a
nuestros propios esfuerzos, ob ligadas la s f u erzas v i vas
d e l a Naci6n a ap ar ta r de l camin o lo s ob stáculo s q u e
pudieran oponerse a l a bu en a march a d e l a R epííblica.

EL AT'.TOR.

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
B I OG RAF I AS
He creído conveniente para la mejor comprensión de
estas p áginas, t oda s el las documentadas, p r inci piarlas
con u n a l ig er a n ot a b i ogr áfica de l G eneral Sandirio, y
de l a mayo r p ar t e d e l o s J efes qu e actuaron b aj o su
mando, acompañando las fotografías que se han podido
obtener.
Estos datos han sido suministrados por los Registros,
por las Oficinas de Investigación, y po r personas insos­
pechables, familiares o allegados de los biografiados.
En Nicara­ r a M arg ar i t a
g ua h a si d o C alderón y de
co s t u m b r e, don Gregorio
qu e l o s h i j os Sandino, sien­
natur ales usen do b autizado
i n med i at a c on el nombr e
nr e n t e des­ de A u gusto.
p ués d e s u Desde chiqui­
nombre el ape' llo supo que su
llido .de la ma­ n ombr e e r a
dre, a menos Augusto Cal­
que sean reco­ derQ>, porque
ll oc l d os. tal es' el apelli­
Genera l San­ do d e ) a ma­
dino nació e» dre, y porque
la vill a de Ni ­ así se estila en
quinohomo el esto s casos,
dí a 19 d e Ma­ sin que lacos­
y o de l l ' ; y t umbr e h ay a
iué h ij o ilegí­ desaparecido
timo, o n atu­ AU ( lU ST O C. SA ND TN O h ast a ho y en
ral, de la seño­ día. Las prime'
ras letras le fueron enseñradas por su madre, quien lo guió
en la lectura, como se lo permitían sus escasos conocimientos.

O EL CA L VARI O DE LAS SE GOVI AS


Sus primeros añlos transcurrieron en la vida puramente cam­
pesina, habiendo tr abaj ado com o lecher o y z x o z nnAnon
de terneros en la finc a «E l 11 de J ulios , p r opiedad del
Sr . Pollcar ­
po T apia
Baltod ano,
en l a j u ris­
dicción de la
referida vi­
lla. Cuando
tenía cator ­
ce años, su
padr e d i s­
puso ll evar­
lo consigo
p ar a q u e
tr a b a j ar a,
d espués d e
h aber l o
l>1art,'arir a Í.'.al<ier<ín, tnadr e <l e Sa ndia<>, l>or <Iui< n p uest o e n
nunca se. ))reocui)<í, a l><'. ar <1<! <I<<e connota su s <n>s('­ u na escuela
r ias v d i f i culta<les, E I a v cartas dond e est a i nteli x v
aba><donada rnadr<! s e < iu<',jaba a s « 1>i,jo A u ~ust<> donde reci­
l >or a Ír <n >t ars<! d c ! s u al >(! l l l d o a la t<'>no . bi ó f u ertes
cast i g os
por s u ca­
racter levantisco y agresivo con los condiscípulos y pr ofe­
sores. Luego, al trabajar e n la estancia de su padre, se
d edicó a l a
v enta d e
g r anos y
fr uto s d e l
país , con
b a s t,a n t e
éx i t o ; p et c>
siempr e t u­
vo vocación
por l a m e­
c ttnl ca . Un
d ía, 1 8 de
Juni o r l e
1 <J20, A u ­
gust o Cal­
d er ó n l e
d ispar ó u n Í.;as>< do»d; v i< i a %la>' a >i<;< (.'.;<I<l<><ín
<'n)<n>lo n a cl<> s u l l lJ o A n r r n st<>.
tir o d e r e­
vólver a l seño r D s gob er t o R i vas, ha j>i<'lldole tt<:erta<io
la bala en una pierna, sin que le cletuviera la circunstancia

E Ii V E R D A D E Il O S A .>< D I tt i O
de que se encontr aba en la plaza dur ante la concur r ida fiesta
p atr ona l de l pu eblo, f r ent e a l a Pu ert a M ayo r d e l a
Iglesi a donde había mucha gente. Po r est e motivo
fut' buscado por la justicia, lo que le obligó a huir a San Juan
de Catar ina, recibiendo en dicho lugar una bestia que le en­
vió su futura suegra, María Benavides, par a que se fuera de
Nicar.' „ t; a . E sta Benavides era la madre de su novia Mar ía
Soledad Sandino, de quien se despidió, partiendo a conti­
nuación par a H ottduras. Sandino estuvo en E l Salvador,
Guatemala, México y E stados Unidos de América. E n este,,
ííltimo lugar parece que apr endió algo de inglés, y se ganó la
vid a t r abaj ando en el oficio de mecánico. E n México vivió y
tr ab aj ó d ur ante algítn tiempo. En sus conversaciones usaba
el l enguaj e d e gent e m aleant e y t ab ernaria, siendo sus

l 'rent e a l a P u ert,;t Mayor ol e est a I g lesi a f u e q u é


Au< ust o Calderón Saudin o l e <ti ú u n b a lazo a L) a­
gob< rtn Ri vas el dí a l it de Ju ni o d e 1920, en ocasión
~te la fiest a t>at.renal de l pu eblo.
ex presiones f avoritas las palabras «(' HI N G A D O» y «CA­
BE~ON». Don Gregorio le escrjbía frecuentemente pidién­
dol e qu e v olviese, p o r qu e l o esper ab a l a novi a de los
añ os »tozos; y f u é en l o s p r i meros m eses d el a ño d e
1!)2(i, ti ti e r egresó a N icar agu a po r l a ví a d e B luefields,
dur atttt, el ( l obiern o d e do n Car los Solór zano, h abiendo
llegado hasta Catarina. Su l l egada f u é obj eto de al ar ma,
pues tnucltos de los amigos y cor r eligionarios d e D ago­
llert o lesivas, se ar maron con el o bj et o d e llegar a captu­
rarlo. Así fué cómo lo sorprendi ó l a ííltima guerr a civil
<le N ittar a g u a.
Mas tal tlt , d u rattte las actividades ar madas qu e son
e l tt tn;t dt . t at a o b t n , p ar a d ar l e má s sonor idad a su
t totttl>t t , a p t o vt t li ó l a ~ C » i n i ci a l d e s u a p el l i d o m a t e r n o , y

O E l. ( : A l . V A l'. l ( ) D l: 1, A R S E (N O V I A S
la t r ansf orm ó en e l n o mbr e d e u n g r a n p er sonaj e his­
t órico d e Ro ma ; así f u é cóm o d u r atit e su campaña de
autobombo y f arsa vol ó po r t odas partes el nom bl>'. con­
vencional y sonor o d e Au gusto Céear S andino. T o do l o
h ací a d e u n a m a n er a b i e n c a l c u l a d a , si » q u e l e i ní p o r ­
tar a poco n i mucho e l pr escindi r de l apelliti o d e l a mu­
jer qu e l o había llevado en su s en tr añas
Au gusto Calderón Sandin o con tr aj o matr imonio con
la Señor it a B l anca A r áuz, en c l puebl o d e Hatt R afael
d el N o rte, lugar del nacimiento d e l a novia, en el depar ­
tamento de , l itlotega. Est e acto se llevó a cabo el d í a 19
d e )>Iay o d e 1927, apadr inand o su bod a lo s señores l ll i­
guel Angel A r áu z y Evangelista Rodr íguez, ante los oficios
r eligiosos del l ' r csbítero Alej andr o ~l ej ía, Cur a del l ugar .

3,

Voto t oma>laen plena catnt>aüa. cnn»<lo <loün Ii )anca


A r á u x d o ' > a n d i » o « ct >tal>a «o>n o a> c>> tar i a d e l .l e n
insurrect<. ( n el ( ' ampo>»>u>to (le ~ I UZ Y S OM15I<A».

L a Señor it a A r áu z desempeñaba e n es e t i emp o el


puesto d e telegrafist a et i es a pequeñta población, y su ­
mi nistrab a al entonces r evolucionari o «sacasista» (l eneral
Sandino, importantes i nformaciones que ella t rasmitía co­
mo empleada del Gobierno Conservador, durante la gue­
rr a d e 1926 a 1927, lo qu e le vali ó l a decisión d e Handino
par a hacerla su esposa.

E L V E R D A D E R 0 S A N D I N 0
Dur ante la ceremonia del mat r i monio, en vez de r e­
piques de campanas hubo incesantes disparos de ametra­
lladoras. Después del enlace, Sandin o en vi ó un a circular
a l a suciedad d e J i notega, amenazándol a q u e s i n o l e
enviaban diner o par a urgentes necesidades, llegaria
a p r ende r f u eg o a l a ci uda d y q u e en tonces se
arrepentirian. Aquellos pacíficos habitantes, que habían
sufrido tanto durante l a guerr a y qu e se encontraban
con los bolsillos ex haustos, procediero n a r euni r d iner o
habiendo logrado j untar la cantidad de trescientos cor­
dobas, los que fueron enviados con el señor Pedro Lopez,
dc I inotega, quien también fue portador de una nota de
l os cont r i buy entes en qu e l e ponlan en conocimient o d e
q ue solamente se l e enviaba esa cantidad po r la razón d e
estar completamente gv EnRxoo s a consecuencia de la en­
car nizada guerr a qu e acabab a d e pasar.
Después de seis años negros y dolorosos, de críme­
»es sin nombre, Sandino llegh a un arreglo de paz con
el Gobiern o d e N icaragu a en l o s p r im eros días d e F e­
brero d e 1933, y después de conseguir a mnistía, garan­
tias, p or taciones d e ar mas y o t ra s g angas p ar a su s se­
cuaces, s~ r adicó en Gñigñilí , d onde pretendía hacer creer
quc tenía grandes trabajos y que ese lugar sería unem­
porio d c r i quezas y actividades ag rícolas, mi neras, etc....
A este sitio n o fub doñ a B lanca por que en esos di a s se
hallaba en vísperas de ser madre, y se quedb en San Ra­
f ael de l N or t e a l l ad o d e su f ami lia. Cuando se apr ox i ­
maba cl nacimiento del niño llegó Sandino para asihtirla;
y a d oñ a El lanca no le. fué per mi tido que en trara comadro­
na, ni médico,ni cur andero,n i su misma f amilia, por qu e su
mar id o l o i m pidi ó d e un a maner a t or p e y altaner a.
L a pobr e m uj er , at ormentad a po r los dolores de l a
mater nidad, no encontr ab a cerca d e sí l as atenciones ne­
o<.sarias del caso, n i el consuel a mater nal ; y Sandino, en
aquella habitación, era alg o así como u n t i gr e enf urecido,
dond» l a esposa er a l a víctima.
El pr etendí a qu e l a n at ur aleza er a sabia, y qu e el la
mism a ay ud a a los animales y a las muj eres en estos ca­
sos, sentand o po r esta r azón l o i nnecesario que resultaba
c ualquier ay uda. Po r f i n naci ó u n a n i ñ it a después d e
pr olongados e i n tensos dol ores físicos, quedand o l a ma­
dr e comph tamente extenuada. Como consecuenci a d e es­
to h ub o r ct~ nción d e l a placenta y l uego un a f uert e h e­
morragia en la que se escapaba rápidamente la vida de do.
ña Blanca, la qu» muri ó pocos minutos después. Doña
E sthet v . de A r áuz, madr e d e d oñ a B lanca, se encar ó a
Sandino, verdaderamente indignada, cn los momentos que

O E I, C A I, V A R I O D E LAS SE GOVI A S
—10—

agonizaba su hija, y lo increp6. É ste por toda contesta­


ción le dijo: <No importa que muera, pero muer e acari­
ciad ai , y se recost ó sobr e el cu erpo d e doñ a B l anca, be­
sándola en la cara. Esto hacia Sandino en el momento en
q u e l a po br e m ujer m or ía. L ueg o t en di 6 su cadáver en
un cuar t o y n o per mi ti ó qu e nadie lo llegar a a v er .
De este lugar salió hacia la iglesia par a lo s oficios
fúnebres religiosos. E n momentos en que el sacerdote
oficiaba los rituales de estilo, Sandino le ordenó a uno de
s us ay udantes, qu e por taba un a ametr alladora, que l e di ­
jera al Cura que se callar a inmediatamente. E l su balter no
cumpli6 la orden y el Cura
tuvo qu e callarse, porque
sabía a lo que se exponía
no atendiendo l a insolen­
cia de Sandino. Act o se­
g uido, Sandin o tom ó l a
p alabr a p r onunciando u n
d iscurso en honor d e su
esposa, tod o llen o d e di s­
par ates y e n poses y acti­
tudes dr amáticas, después
de l o cua l t er min ó o r de­
nando qu e continuar a su
oficio el asustado Cura del
lugar . Luego se encarnin6
el cortej o hacia el peque­
ño cementeri o de l p u eblo,
d ond e Sandin o tom ó ot r a
vez la palabra, y, al termi­
nar , dej 6 el f ér etr o d e su
esposa sin esperar si quier a
a que hubiese baj ado hasta
e l f ond o de la sepult ur a y
se r et ir ó i n mediatamente,
A i ( ( rl'.I.TT A ( I OX / ( I . l ; / :' (l EA I ; I lamentándose, haciendo
( ) (l l ( l l 4 I l ' f ( ( ( 1 1 (' r l i R ( (!' . ! l l ) l l rL g estos, y d ándose e n l a
B lA11c ll , !' 11 .l ll 11 I I A f l (P1 (1(' 1 Xx 0 1 ( P . car a y sobre las botas con
! 1U P i ( c l l l ! l ( ~ ) ! ! i i 1( !" ! ' ! > 1) A l ' A i l l
( '81I1 ()<l l l l ( l l (! I ! l o ( 1 ( l l!~'(ll I ( .
u » p equeñ o l átig o q u e
l levaba en l a mano . A l os
t(es días de este acontecimiento se march ó p ar a Gü igü i lí,
l levándose un a p r im a h er man a d e s u d i f u nt a esposa, l a
agraciada j ovcncit a A ngelit a G onzález A r áuz, a q uien
hizo su concubina.

K I. V K R D A D E Pi O S A X D ! 'X O
— 11—

MI GUEL Ai v G EL O R TEz Y G U IL LÉN.— N aci6 e n l a


ciudad de El Ocotal, cabecera de Nueva Segovia. H izo
s us estudiosen el I nstituto Nacional d e Occidente. M u r i 6
el 14 de Mayo de 1981, en el asalto que efectu6 sobre la
plaza d e Pslacagii ina, D epartament o d e Nuev a Segovia.
Combati ó a las fuerzas de ocupaci6n y a l a G ua rd ia N a­
cional. Su muerte la ocasion6 la ex plosi6n de una gra­
»ada de r i fle que l e f ué dispar ad a al ser id entificado por
su larga melena rubia.
Baj o el fueg o d e su s ernboscadas mu riero n muchos
inar inos americanos, a lo s q u e odi ab a d e t od o corazón.
Al pr incipio de sus actividades sandinistas se hacía llamar
Alejandro Ferrera. M i guel Angel Ortez y Guillén fué
uno de los j efes más jóvenes y valerosos que militaron
bajo las órdenes de Sandino.

JUAN SANTo s M ORALEs


R .— Nació en l a ci uda d d e
Somot o Gr ande, D eparta­
mento de Nueva Segovia.
Fué militar en tiempos del
Gobierno de l General Z e­
laya. Mu chas veces actu6
como S e c r e t a r i o de San­
dino . E n u n a ocasi6n i ba
a ser d e s ti tuid o del mando
de sus fuerzas y ar restado
por or den de Sai ,dino, por
haber d ad o u» a contesta­
c ió n enér gica r espect o al
fracaso e» el combate con­
tr a e l l i etén d e K isalaya,
p ero se salv6 d e ell o i»cr ­
eed a la mediaci6n de Fr a»­
siseo Estr ada, a quien San­
dino distinguía con su ca­
i iño . E sto se verá más tar ­
de en el curso d e l a pr e­
sente obr a.
.JUAN SANTOS MORALES R.

RUBÉN ARDILA CpóMEz.— Aventure ro d e n acionali dad


colombiana. D esembarc6 f ur tivamente en Cor int o y cuan­

O EL CA LVARI O DE LAS SE GOVI AS


(lo se d ir igía ;r lns S< govi;)s busca)ldo a Sn»(iir)o, fu < cap­
t ur ado po r un n cuadr i ll a snndirrist a q » e comandab a u n
Coro»el M ar adinga. 1 "uó con:lucido a presen(.ia d c Ha»­
di))o el cual lo irrter l og<} sol)l'(~ su llegada y n o quedando
sat isfech o l o p u s o e » v i g i l a n cia . L a co n ci< r)cin d c ] g u e­
r r il ler o er a algo qu c le atenaceabn a ca<la morne»to, p o r
lo cual Sandi»o tenía u n r»ic<io cerval de. mor i r nsesir)a­
do . E n u n o d e su s ner viosismos se l e metió qu e A r d i la
C ó m e z h a b í a l l eg ad o p ar a q u it nr l c l a v i d a y estuv o a
punto de mandarl o a ej ecutar inmediatamente.

A(: I ST I x 1 ' AR AI )I)DAD O iWA'lr­


TI.— De nacionalidad salvndo­
r elra . 1 " u ó e s t u d i a n t e d ( . D e­
) cello e n l a I a< ultnd d c E l
Sal v a d o r . A g i t a d o r p r o f esio ­
r) a l y e n )) <l(.r) t(. co r» un ist ;).
Desarr olló activida<les de esta
ll n t u r a l c z a e n l a s ( i r)c o r e p i r­
bli(.as cer) troar»eri(.nnas y e)r
4 1<',xico . E r r est a l l l t i n) a ac t u ó
c on) o Secr e t a r i o d ( S a n d i n o .
Cual) d o e l m o v) rr) rer) to (.'<)ln u­
r) ista d e E l Snlvado r q uiso
derrocar a l President e ( Ier)e­
ra l M a r t í n( z, bl ar t í er n e l d ir cc­
t o r i r )t el ec t ua l y u n o d c l o s
hombres dc m;ís ac(i<»r a quien
lns masas obedecía» co » entu­
s i;)snro . E s t a s n< .t i vi<l;)de s l e
va l i e r o n s u d e t< r)< iór), q u(' se
e f<'ctuó e n c l b;rr ri o d e ) an
A 1iguel i to , d í a s < i es pu<. s ri el
r »ovimierrt o comunista, e n l a
p rir»er n semn» :« l e l mes de
l ' ebr cr o d e ] Ã 2.
Nuestr o compatr iota, <lo» A <l olfo Or leg a D íaz, sobr i­
»o d c l e x - p r esi d e n t e D í az , h i z o t o d a < .l;)s c (i c g e st i o n es
par a qu e no f uer a fusila<lo, 1)(.ro «l Oobi ( l l ) o d e E l Sal­
v a d o r t ( » í n q u c o br a r co » < » e ) g í n p a r a l l orrc r n r a y a l n
t( r»pestad, y (lo)r A d olf o n o p ud o s;)lva r a s u l e)'mn»o
e » ideas. A g ustí n l ' ar abur)<io l i ar tí usaba bar'ba y n u ­
tr i d a n ) el(.r) n n< gr a y < . r espn , q u < s e , < l ej ó c r (.cc r
< ,r) s u p r'i si ón . I . » n m a rra» a fu<'. sacad o <i <. l a c;rr cc l y
llevado j u nto corr l l ar i o / apat a y ot r o estudiante; l a es­
colta hizo nlt o fr ente a los mur o s exteriores del P anteó»

E L V E 11 D A D E It O S A N D I X O
— 13—

de H ombres I lustres, d e l a capital d e E l Salvador y fue­


I'o» puestos en f ila . M ar t í q uiso hablar en este nlomento,
per o un a t r i pl e descarga hizo r odar a los tres hombres.

A llRAHAII R IvERA.— Nicaragilense, domi ci l i ado en l a


Costa A t lántica, como d e ó6añosde edad.— Se dedicaba al
comercio y una vez,por una denuncia,fuépuesto preso en
las cárceles d e B l uefields. E n v enganza se fué a incor­
p orar a las filas d e Pedrón, que y a operaba en el Distr i t o
de Cabo Gr acias a D ios . P er o tod o s u odi o contr a l os
americanos lo concretó Rivera, en despojar a los pobres y
semi-salvajes i ndios mosquitos d e su s pequeñas cosechas
y g anad o e n l a s m árgenes de l R í o JVank y , en cuyas
aguas efectuó sus correrías. Sabía leer y escribir.

FR Ax c I sc o E STRADA J.
. (Jefe dc l E stad o l ll ay or ).
Or iginario de Managua, co­
mo d e 3 3 añ1os d e ed ad ;
S«cretario y A y u dante pr i­
mer o d e San dino. Sa bía
l( er,pero escribía mu y mal
(pésim a letra), y a pesar
de todo se atrevía a escribir
v ersos, siend o l a m ayor í a
d e el lo s a l norosos. F u e
gr an enamorado y d«sobli­
gado c n su s d eberes con­
yugales. Había abandonado
a s u esp os a y l11ños, y s u s
parientes lis cían gestiones
par a q u « él fu era cumpl ido
s obr e est e p ar ticular . D e
oficio m(.'cá»ico. I~:stuvo en
l il éx ico co n Sandin o p ar a
pedir l a ayuda del Comu­
nism o d o aquell a I l epíí­
blica.
J)o izqtuovila a <h r@el>a: I" r a»cisco
l ' stv;ala, Ca (los Sal< ailo y
C AIILOS SALGADo.— N a ­ ,José L(<'m L)íaz
cido en el Valle del T aque­
zal, jurisdicción de Somoto. Como deó4años de edad, de of i­
c io jornalero, sabe leer y escribir per o con dificultad,

O E Ii CA I VA RI O DE LAS SE GOVI A S
pésima ortografía y lamentable redacci6». Sus cartas son
un r o mpe-cabezas. E s tahu r pr ofesional y b o r r acho con­
suetudinario.

J osE L Eo N DI Az.— Hondur eño, congo d e 40 año s de


edad; fugitivo d e l a justicia de su tierra; d e espíritu
aventur ero . D ur ante l a r evolució n d e 1926, e l G eneral
Ciriaco Aguilera l o incorporó a las fuerzas del General
Francisco Paraj6n. Vino luego la paz y como él no estaba
acostumbrado a esa vida t r anquila, busc6 l as madr igueras
de Sandin o en las Segovias y form ó parte de su cuadr illa,
obteniendo el g r ad o d e general , ex tendid o po r Sand ino.
A penas conoce el alf abeto, ti ene del ir i o po r e l j ueg o d e
dados, es campist a y b o rr acho.

MA R CI A L R I V E It A Z E I E D ON .
Or ig inari o de l D epat ta­
ment o d e J inotega, j or na­
l ero , b o r r ach o y t ah ur ;
pendencier o y d e i n sti n­
tos sanguin at ios. F ué uno
de lo s i nstr umento s con
qu e Sandin o convir ti ó en
cenizas incontables propie­
d ades dc los que cr eí a no
ser su s si mpatizadores o
de los que no pudieron pa­
gar las contr ibuciones im­
puestas. L as cartas con qu(
River a Z eledón i nf or maba
de sus devastaciones, erat>
escritas por distintos i n di­
viduos de su cuadr i lla que
m edi o p odían manejar l a
pluma.

J U A N G R E GORI O C OL I N­
DREs.— Originario del pue­
blo de Mu rra, Nueva Sego­
MAROIAL R I v ERA Z ELEDo x v ia, com o d e 42 años d e
La pi st ola 4o <lue poeta fué avanzada
al Cap. l'opere>, U. S. M, C. en edad. E n las antiguas mi­
El F >nl>ocade>o » as de Murra tr abaj ó co ln o
barr etero . Sabe leer y es­
cri bir, tiene bonit a letr a y r eg ular r edacción.

JIIAN AI.TAMIRANo.— Nacido e n San Juan d e T elpa­

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 15—

neca, de unos 30 años de edad. Puede leer con alguna


dificultad, y lo q uI e scri be c asi n o s e l e e ntiende.

SIMo N GONzAI.Ez.— Jornaler o h o ndureñ o y f u g i tivo


de la j usticia de aquella r epñ blica. Es completamente anal­
fabeta.

HERIBERTO REYEs.— N acido e n l as márgenes del R í o


Coco o Segovia, e n la s i nmediaciones d e Q uilalí . T iene
más o menos de 28 a 30 años d e edad ; es campesino i g­
n or ante y b o r racho. Desd e j ovencito h a sid o l adrón d e
ganado y granos en las montañas de San Juan y Quilalí.
Ks completamente analfabeta.

JUAN PABLO UMANZOR.—


Hondureño, c omo d e 3 2
años, alto, negro, de tipo
l om brosiano; d e al ma em­
p onzoñada y corazó n d e
pantera. Inclemente co n el
qu e llegaba a caer en su s
manos. Uno de los hombres
más queridos de Sandino
y t er r i bl e y f eró z OII ALE­
< )UFADoR, ex pert o e n el
« Corte de Cu mbo». hI ur i ó
j u nt o co n Sandin o el 21
d e F ebrer o d c 1934. E r a
pr of ugo de la j u stici a hon­
dureña por crimen nes come­
tidos en aquella r epñblica.

RAMQN R AUDALEs: — Ori­


ginario d el p ueblo dc i blu .
rr a , 1) ( p ar t á m e n t o d e N u e­
v a Segovia . Sabe leer y
escr ib ir . T i en e i ntel igen­ J UAN P ABI.o U N A N/ o R
c ia n a t u r a l d e s p ej ad a
y carácter f u erte . Casi
siempr e op er ó co n J uan Gr egori o Colindres. Cu ando
Sandin o s e n egaba a entr egar las ar mas, a l ex p iraI' el
plazo qu e l r habí a sido dad o (1 7 d e Febrero 1934)
y al venir el Jefe insurrecto a esta capital, para tratar de
maner'a insolento d e r etener la s ar mas a tod a costa, en­
tonce s R audales f u é designad o J ef e de l Campamento

() E I , C A L V A R I O I) ' : I. A S S E G OVI A )
G eneral e n G i li g il ilí , n u l ificando los nonl bramiento s d e
Estrada y Juan Salltos Morales, quien<s l l abían sid o de­
signados como tales cuando lo s pactos de paz el 2 de Fi~­
br <r o d e 1988.

PEDRo AL T ASIIR.Iludo
(8 ) l 'EDROA<'
Or ig inario d el D epar ta­
mento d e J i notega, como
dc 60 af los d e e da d, d e
colo r n< gr o y p r esellcia
repugnante. Desde j oven­
cito s e d edicó a l co ntra­
b and o y v i ví a a salto d e
Insta, p erseguid o po I l os
resguar do s d e H acienda.
Solament e sab e p oner su
fi r ma con mucha dificultad
N o sabe leer . E s ladró» y
borracho. E l más cruel y
sanguinario de los soldados
de Sandino. Adqu ir ió fama
con e l ab ominabl e asesi­
nat o de l D r . Jua n Car los
Mendicta, Don J ulio Pr ado,
Don Cayetano Castellón. y
otro s e n Sa n M arcos, Ji­
notega. Autor del tremt ndo
«COPT E D E C H A L E CO':, P E DR o A 1 . TA >I I R A x o
invención satlánica que sem­ (8 ) l ' I: DROX
br ó de cad áveres hor r i ble­
mente mutilados y pr ofanad os„ los caminos por donde pa­
saba con sus bandidos.

L ' I. V E R D A D E R O S A X D I X O
P RIMERA PA RT E
Como pr incipi o de l l argo drama, vamos a histo­
riar, retrocediendo al año de 1927, a los días azarosos en
que el E j ér cit o Constitucionalista, f or mado por el Par tido
Lib er al, lleg ó ol oroso a p ólvora, cor onad o d e l aur eles y
resplandeciente d e v ictorias, hasta las pr ox i midades 6e la
C apital, dond e el Presidente do n A d olf o D íaz y los hom .
bres de su Gobierno tuvieron que impetrar una vez más
el apoy o d e los E stados Un idos par a contener a l as tr o­
p as liber ales comandadas po r lo s Gener ales José M ar í a
Moncada, Ministro de la Guerra y Delegado del Ejecutivo,
y L u i s B el tr án Sandoval, General en J ef e d e las Fuerzas,
quienes se d i r i gían l leno s d e en tusiasmo y o p ti mismo,
con sus huestes aguerridas, a presentar acción dio ecta
contra las fuerzas del Gobier iio, atr incher adas en Managua.
Aquell a f alang e i n vict a v i n o v enciend o t odo s l os
obstáculos qu e a su paso pusieron l a natur aleza, lo s cl e.
mentos y los hom bres; y a pesar d e l a gra n j o r n ada, en
vez d e cansarse co n las privaciones y l a i ntemperie,
a quellas almas espar tanas cobr aba n má s b r í o y su s
pendones m archaban desplegado s a todos lo s vi entos,
cuando en su camino surgió una mano poderosa que trazó
un a l ínea en su m ar cha, señaland o hasta dónd e d ebían
llegar aquellos soldados heróicos; y aun que esa línea bien
pudo haber sido f orzad a y destr uída, t ambién es cier to
q ue habr í a sido u n sacr i fici o g l or ioso p er o i n íítil . L a
>nente pr evisor a de l General José M ar í a Moncada, ana­
lizó el caso, y s u cer ebr o d e p ol ítico sagaz f u é el esla­
b ó n fu er t e qu e at ó el h ono r d e l o s E stados U n ido s d e
'Xorte América a la justicia de u n pueblo, qu e durante
v arios lustros h abí a sid o defr audad o en su s d er echos y
aspiraciones polí ticas.
Par a qu e se conozca de una maner a ex acta y ofi cial
la form a e n qu e venía desplegado e) E j ér cit o Constitu­
cionalista en su m ar cha hacia Managua, oigamos el r elato
qu e nos hace el General H eb er to Cor rea:
< Transcur r ía n lo s íí lt imos día s de l me s d e A b r i l
d e 1927. E l Ej ér cito Constitucionalista extendía sus colum ­

O E L CA L V A RI O D E L A S SE GOVI A )
— 18—

nas desde el fr ent e d e las poblaciones d e B oaco, hasta


cerca de I.as Banderas (en el Depar tamento de Chontales)
manteniendo sin comunicaciones al Ej ército Conservador
en ce r r ad o e n T e u st ep e.
« La vanguar di a que había conquistado las al t uras d e
La Cruz, era dirigida por el General Juan Escamilla, Je­
f e d e nuestr a vigorosa caballería. L a I nf anterí a estaba a
las órdenes del General Carlos A. Castro Wassmer, auxi­
liado po r su segundo el General Santiago Callejas h.
«Cortando el camino que conduce de Teustepe a Boa­
co, se encontrabqn las tropas comandadas por los Genera­
les Francisco Paraj6n y Baltodano; el ala izquierda de estas
fuerzas las cubría e l General Sandino, quien ocupaba
ventajosamente l a l om a d e cE1 Beso>, f r ente a T eustepe,
y de donde dominaba hasta los patios de este pueblo. Cu­
briendo la retaguardia del Genéral Parajón y a cpntinua­
ción, estaba. desplegada la br igada del General Alejandro
Pl ata, qu e llegaba hasta ponerse en contacto con el sector
defendido por el Doctor Alejandr o Cerda, el cual cubría
la en tr ad a a Boaquito, qu e er a donde tenían establecido
su Cuartel General el M i nistr o d e l a Gu er r a y D elegado
del E j ecutivo, y el Gen eral en Jef e de las Fuerzas, asl co.
mo algunos de los mi embros del E stad o M ay or , Gener a­
les Carlos Pasos y Salvador Sobalvarro, Dr, Hildebrando
A. Castellón y ot ros.
«Defendían a Boaquito po r e l lado de l a entrada
e l Doctor y General Al ejandr o Cerda, como s e ha
dicho anteri ormente, ocupando las posiciones de lo s alr e­
dedores, l o s soldados d e l o s G ener ales Camil o L ópez
Irías y J. Carlos Vargas.
« Siguiend o po r e l camin o q u e conduce a Boaco y
después del Dr . Cerda, se destacaban la s t r opas del se­
reno vencedor de Hallower, en Laguna de Perlas, General
Daniel Mena; y po r mi tin>o se encontraban f ormando
nuestr a r etaguar di a los Gener ales A u gust o J . Calder a y
Eliseo Duarte, qu e ocupaban l as posiciones de l Ch i flón
y su s cercanías, cortando y d ej and o ai slad o a l g ener al
c onservador B ar tolomé Víquez, quien se encontr aba at r i n­
cherado en l a ci udad d e Boaco.
« E l verdader o director de todos estos movi mientos y
operaciones militares fué el General Jose Mar í a Moncada,
reconocido estr atega y valeroso mil itar .
+Con respecto a la situaci6n del Ej ército de Teustepe,
se daba por segur a l a caída de est a plaza de un inomento
a otro; a Boaco no se le tomaba en consideración, pues
s e le iba a dejar a otros j efes que y a avanzaban con fu er ­
te columna por el mismo camino seguido por nosotros.

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 19—

<Todos estaban pendientes de l a movilización. Por


instantes se esper ab a oí r la palabr a del General Moncada
ordenando el avance, Por fin, l a t arde de l 1 ' de Mayo,
después de ponerse de acuerdo con e l General Beltrán
S andoval y d em í s compañeros, se tom ó l a r esolución d e
que al dí a siguiente por l a tarde se llevarían las mulas
del tren de guerra a donde estaba el parque, para verificar
el traslado de éste durante la noche del 2 al 8 de Mayo,
l levándol o d e l a r etaguar di a de l G eneral Caldera, q u e
er a donde estaba, a las posiciones d e vanguar di a d e los
Generales Castro KVassmer y Callejas h. E l traslado del
tre n d e gu er r a t ení a qu e v er ificarse en l a noche y con
m ucho cuidado, por qu e un a p ar t e de l camin o qu e ten í a
que recorrerse pasaba por l a or illa del pueblo de Teus­
tepe.
~Amaneció el 2 de May o E n los pr imeros momentos
de la mañana se propaló entre la oficialidad el rumor de
la movilización, haciéndose lo s comentar ios sobre el nue­
vo paso victor ioso qu e se ib a a r ealizar ; má s n adi e se
imaginó qu e aquell a alegrí a i b a a ser m omentánea. Se­
rían las nueve de l a mañan a cuand o el en tonces Coronel
Diego López Roig, se presentó en el Cuartel General pre­
g untand o po r e l General Moncada. L ópez R oi g h abí a
l legado como i nt ér pr ete, acompañando hasta l a l ínea d e
fuego de l General Plat a a dos oficiales americanos de
alta gr aduación, quienes er an p o r tadores d e pl iegos ce­
rr ados par a el Delegado del E j ecutivo de Puer to Cabezas
y M i nistr o d e l a Gu er ra, General Moncada.
+ Después d e u n l iger o cambio d e i m presiones en tr e
L ópez R oi g y e l G en eral M oncada, ést e se d i r i gi ó al
c ampamento del Gen eral Pl ata,'haciéndose acompañar d e
los Generales B el trán Sandoval, Pasos y d e l qu e r el ata
ésto, agregándose en el camino el Dr . y General Alejan­
dro Cerda. A las dos de la tarde los oficiales norteamerica­
nos hacían l a en tr ega 'al General Moncad a d e las cartas
qu e llevaban : un a del D elegado P er sonal del Pr esidente
Coolidge, Mr. l l enr y L . Stimson, y l a otr a f ir mada por los
delegados del Dr . Sacasa, Doctores Manuel Corder o Re­
yes, L eonard o A r g ii ello y R odolf o E spinosa R. T anto en
la un a com o en l a ot ra, se i nv itaba al Genera l Moncada
a i r a Managua p ar a discuti r las condiciones d e paz qu e
llegaban d i rectament e de l P r esident e d e lo s E stados
Unidos de Norte América, por medio de su representan­
te Mr . Stimson.
«Una vez leída la correspondencia, y como en ella se
hablaba de un armisticio para suspender temporalmente
las hostilidades, fué designado para regresar inmediatamen­

O EL CALVARI O DE LAS SE GOVI A S


— 20—

te al Cuartel General a fin de ordenar la suspensión de todo


movimiento el que está rehrtando, General Heberto .Correa,
p uesto que ya no se verificaría esa noclie la movilización or ­
denada por la mañana. L legó en el instante opor tuno, pues,
en esos momentos,-las cuatr o d e l a t arde,- salían las rnu­
las con rumbo al tren de guerra. Poco después de su lle­
gada, se presentaron el General Moncada y compañeros.
A los oficiales americanos se les habí a al oj ado en una ca­
baña deshabitada, que se encontraba fr ente a l a l i nea de
f uego del citad o General Pl ata. I nmediatamente se pr o .
cedió a comunicar al Ej ército lo que ocurría, por medio de
nota circular alos gefes, recomendándose a los ayudantes
con q uienes se l e en viaban la s n otas, invita r a cada uno
de ellos a un consejo ex traor d inari o que se verificarí a por
l a noche, a f i n d e discuti r sobr e l a conveiiienci a o i n ­
conveniencia del viaje del Delegado del Ej ecutivo, para
atender l a i n vitación qu e se le hacía de Managua.
Más o menos eran l as once d e l a noche. cuando se
reunió el consej o y d espués d e acalor ados debat~s, por
mayoría se resolvió no aprobar el viaj e del General ,l iun­
cada. E n tr e lo s m otivos, se aleg ó l a f alt a d e g ar ai itías
par a su persona, acordándose, all í mismo, que po r i a 1l)a­
ñana del siguiente dia, el General Pasos, y Doctor Hil­
debrando A. Castellón pasar ian a i ri for rnar a lo s o fir isles
americanos d e l a r esolucinn dc l Consej o convocado.
El General Pasos y el Dr. Castellón, llevarían copias de
un telegi ama del Genei al José Sokirzano Díaz, dir ig ido a
un t al Sandoval, de las fuerzas conservadoras, v r n el cual
le ofrecían DI E Z MI L COBDOBA S POR L A VI DA D E L
GE N E R A L M O N CA DA . g ste Sandoval fu é mu er to a muy
pocos metros del si tio en qu e se encontr ab a e l Gener al
Moncada, en l a gl or iosa batalla d e Pal o A lto.
« Los comisioriados Pasos y Castelló n pusiero n en
conocimiento d e lo s oficiales americanos l a r er olución
del Consej o de Gener ales, a l o cual contestaron ellos que
estaban autor izados par a ofrecer en nombr e del Gobier ­
no Am er icano, pl enas g ar antías p ar a e l G enera l Mon­
cada y los qu e l o acompañ ar an, compr ometiéndose a ga­
rantizar su s v idas hasta su r egreso a l Cu artel General.
M ien tras nuestros en viados r egresaban a da r cuent a de
su cometi do, el automóvi l t r ipulado por los americanos
sigui ó r u mbo a 8 oaco, a ponerse al li abla co n el Gener al
Ví quez sobr e l a suspensión d e hosti lidades, calculando
e star d e r egreso a medio dí a p ar a sali r co n d ir ección a
Managua.
< A las dos d e l a t ar d e li abía gran mov imiento c n el

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 21—

campament o de l General Pl ata : A l l í se encontraban l os


G enerales Moncada y Beltrán Sandoval, rodeados por la
mayoría de sus compañeros de armas; momentos antes
habían r egresado d e Boaco lo s r ef er idos oficiales amer i­
canos, de maner a que después de hacer las últimas r e­
comendaciones, el General Moncad a se despidi ó del Ge­
neral B el trán Sandoval.
« Anteri ormente, y en el Cu artel Gen er al, habían si ­
do designados par a acompañar en.su vi aj e al General
Moncada, los Generales Farlos Pasos, Salvador Sobalvarro,
Dr . H . A . Castellón y el r elatante.
« Se inició la marcha. T r es automóviles componían l a
comi tiva . E l p r imer o l o ocupaban el General Moncada,
Doctor. Castellón y l o s of iciales ex tr anj eros ; e n e l se­
g und o i ba n l o s Gener ales Pasos, Sobalvarro, Correa y
dos marinos, manejando uno de ellos una ametralladora
Thompson; el t ercer auto l levab a los equipajes, la comida
y má s m ar inos, con otr a T h ompson, d e maner a qu e las
gar antías se cumplieran al pi é d e l a letra. Desd e ese mo­
mento el E n viado E special del Presidente Coolidge haci a
honor a su palabra empeñada.
«Al llegar a los p r imeros atr incheramientos de T eus­
tepe, fueron detenidos un momento. E1 General Gustavo
Ar g ii ello, Jef e d e las F uerzas Conservadoras si ti adas, so­
licit ó qu e se nos vendara, puesto qu e i bamos a pasar por
el pu eblo . A s í se hizo, qu itándosenos las vendas cuando
traspasamos l a s ú l t imas t r i ncheras. E n esos momentos
se oy ero n dentr o d e la s f ilas enemigas v ar io s ad ioses
para e l «Canelo» (así se l e llama al General Moncada,
por l a costumbr e d e haber usado tr aj es de ese col or ).
«Seguimos l a m ar ch a co n destin o a I .as B anderas.
Antes dc llegar a esta posición, defenderla por las fuerzas
d<l General Vélez, tuvimos que hacer un a l ar g a y penosa
jor nad a a pi é y sobr e f ango, pues tuvimos qu e abando­
n ar lo s au tomóviles qu e n o p u di eron pasar más all á de
un si ti o p antanoso. Cerca y a d c L a s B anderas encon­
tramos 'Alarinos, qu e llevaban caballos par a todos los
viaj eros. Pasamos esta l ínea de fuego enemiga y a d e no­
che y como a las once encontramos nuevos automóviles
q u e habian sido pedidos u r gentemente a l a capital . A l a
u n a d e l a mañana llegamos al H otel T i pitapa, de l a vi l l a
del ci nismo n o m bre, y c uyas dueñas eran entonces un as
señoritas A lvar ado.
« Con l a d etenció n e n T i p itap a s e cr eyó , com o en
e fecto así fué, qu e las Conferencias se v~ rificarían all í y
» o en il l anagua, com o se habí a pensado a l p r in ci pio . A
l a llegada f ui mos atendidos po r do n E n r i qu e c el aya, A l­

O E I C A I, V A R I O D E I A S SE GO VI A S
ealde de l a vi lla, y el Coronel J u li o L eal, un o d e lo s j e­
fes conservadores. T anto el hotel como sus alr ededores
estaban perfectamente custodiados por fuerzas americanas.
Desde el ar r ib o su pi mos qu e las conferencias ser ían en
Ti pitap a y qu e los D elegados de l D r . Sacasa, así como
M r . Stimson, llegaría n tempr an o d e l a marran a de l d í a
cuatro.
«Eran las ocho de la marrana del día 4 de Mayo de
1827. I nu sitad o mo vimient o m i litar ; cl ar ines q u e tocan
honores; mar inos qu e presentan ar mas.
« E n esos momentos desciende de su au tomóvi l M r .
Henr y L . St imson, R epresentant e del Pr esidente de los
Estados Unidos de N or t e A m ér ica
' <Rodean a Mr . Stimson s u S ecretario e I n té rp re te,
Mr . KVilli am , Daivson, y do s p er sonas más, y a corrocidas
por nosotros: el Diplomático Mr. Eberhardt y el viejo lo­
bo marino Almirante Latimer.
«Juntamente con el g r u po de I l r . Stimson .se vió des­
cender a lo s Delegados de l D o cto r Sacasa, lo s qu e i n­
mediatamente se d i r i giero n a l hotel a sal udar a los Re­
representantes del E j ér cito . M i en tras tanto, el comisiona­
do amer ican o f u é a r ef ugiarse a l a sombr a de l E sp ino
Negro.
<Llenos de fé salen el General Moneada y Delega­
dos hacia el . E spin o N egro . A l v er ificarse las pr esertta­
ciones de estilo, inícianse las pláticas qu e habían d e con­
d uci r poco a poco a l o q u e n adie esper aba, a l a «I m­
posició n St imson». S e ex per iment ó l ig er a desmor aliza­
ción, cir culando la s v er siones más con tradictorias, hasta
el ex tr em o d e qu e e l a preciable ci udadan o do n A l ber to
Gámez h., me d i j o : " Creo q u e Uds. y a so n p r isioneros
de guerr a y qu e r epitiéndose l o d e Mena, ex pulsarán del
país a Moncada y ' sus Oficiales".
cSe suspendieron las pláticas momentáneamente par a
dar lugar a un cambio de impresiones. L a lucha de las
armas h abí a t er minado, ma s como el General Moncada
lrabí a sid o i nvitado par a pasar a Man'gu a, , se abr igab a
la esper anza en el hombr e que había conducrdo victor io­
sas las fuerzas del L iberalisnro hasta las puertas dc la ca­
pital, que también sabrí a en fr entarse a l a nuev a e i nes­
perada, como escabrosa situación.
«Reanudada l a conf erenci a y r eaccionand o u n poco
después del golp e recibido, se convino en qu e el Gener al
Moncada iría a Managua, y que ocho días después habría
un a nuev a confer encia, p ar a ll ega r a u n acuerd o f i n al,
pues el General Moncada tenía que informar al Consejo
de Gener ales como al r esto del Ej ér cito, d e l o qu e hacía

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
y estaba dispuesto a hacer el Gobierno Americano' por me­
dio de su Delegado Mr. Stimson.
«Aproximadamente eran las docedel día, cuando el Ho­
norable Ministro Eberhardt invit6 a los qonferencistas a un
luneh, sentándose a l a mesa cerca de cuarenta personas.
E n el momento opor t uno, Mr . Stimson, por medio del Sr .
Mini st ro, ofreci6 el lunch como u na m uestra d e cord iali­
dad. "Esperaba, - dijo - que desde es e mismo momento
se i niciar í a un a nueva er a d e paz y d e v er dader a amis­
tad en tr e los pueblos nicaragüense y am ericano". A con­
ti nuación se hicieron los pr epar ativos del r egreso, alistán­
dose si mu ltáneament e l os qu e sal dr ían p ar a Managua,
que eran las dos Delegaciones, más el General Moncada
con el Genera l Pasos y Doctor Castel16n; y los qu e r e­
gresariamos alaslíneasde fuego, General Sobalvarro y el
que relata, que fué recomendado par a depositar en ma­
nos del General Beltrán Sandoval una comunicación en
la cual se le daba cuenta de l o acontecido, así como de
las nuevas di sposiciones per tinentes, en pr esenci a d e los
nuevos y tr ascendentales s ucesos.
«Momentos antes de que regresáramos con el Gene­
ral Sobalvarro al Cuartel General, fuimos llamados por
el General Moncada, quien nos hab16 en l a f or ma siguien­
te: «Y o n o teng o deseos d e inmortalidad, es decir, no
qui er o ser u n segundo Z eled6n. Y a esto y viej o, y si pue­
do vi vi r al gunos años más, cuanto mej or. L es d ig o ésto a
propósito de la imposición americana, es decir, que yo no
ir í a a l a lucha contr a el ej ér cit o am ericano por l a ni ngu­
na f inal idad como por l o desastroso que serí a par a nues­
tr o ej ér cito y p ar a el paí s en g ener al . Si n embargo, ma­
ñan a estar é d e r egreso, r euniremos a lo s compañer os;
expondré la gravedad de la situaci6n, así como mi punto
de vista, y si a pesar d e tod o se r esuelve i r a l a l ucha,
DI RI GI R É L A CAMPAÑA CONTRA I.OS AME RI CA­
NOS».
«Nos despedimos, saliendo p ar a e l Cu artel General
Al siguiente día llegamos a l a línea 'd e fuego del General
Handino . E sa mism a m añana se i b a a l anzar contr a el
e nemigo, por l o q u e tu vimos qu e ponerl e al co r r iente de
lo d e T i pi tapa, contestándonos que l a or den l a h abía co­
»municado e l General B el trán Sandoval mu y d e mañana;
per o qu e si y o asumía l a responsabilida d n o se movería
h asta que recibiera nuevas instrucciones. L e manifest é
que el armisticio se prorrogaba por 48 horas más; y que
lo segur o er a q ue n o se der r amarí a más sangre.
«El 5 d e mayo. a las doce de l día, l legamos d onde
cl General Beltrán Sandoval. Ya aquello no tenía ni se­

O E L CA L V A RI O D E L A S SE GOVI A S
üales de que h ubiei a sido Cuartel General . E l tren ti<
g uerr a y e l E stad o Mayo r s e h abía n t r asladad o a l a
vanguar dia, su poniéndose q u e a l r egresar e l G ener al
Moncada se llevaría a efecto al anhelado. avance sobre la
c apital . E l p lieg o del cual er a y o p o r tador despej ó l a
confusión; en él y a se hablaba de la reconcentración de
las fuerzas del General Viquez y de que no se pusiera nin­
glí n obstáculo a las fuerzas conservadoras d e T eustepe

( ' E NE14A L JORGE MA RI A MON CA DA


l)el< „n rl u» ilel E jeent iv u y M i »i at r u <I r I n ( I nerra
< Iel ( l ul>lomo (l e I nert o d e Cabeiaa, (i nr ant u l a
rer oliu:iun con at it u ciunaliat a rl » l llZS a ll >" 7.
«E I H estaba d e r egreso en el Ej ~' rcit o e l G ener al
>ío»cada, en< amin;índose d irectamente a I i oaeo, en dr>ri­
de se habí a establecid o e l Cu ar tel General . E se miento
día se verificaron varias reuniones d«l Consejo de Gene­
rales, estand o p resentes alg unos p ar ticulares d e si g n if i­

K I. VE I t DA D E B O H A N D I F ()
—25—

cación, pudiendo recordar entre otros al Doctor Antonio


Barquero, que colaboró en la redacción de los documen­
tos suscr itos en dich a ciudad . L a r esoluci6n final y un á­
nime de militares, como de particulares, fué la de apro­
bar e l desarme, autorizándose ampliamente a l General
Moncada para firmar la paz con el enviado del Presidente
Conlid ge.
<El día 10, a las cinco de la tarde, llegaron de nue;
vo a Tipitapa. E n e l puente había u n sacerdote que
deseaba hablarl e a l General Moncada. E r a e l Padr e
Kiene. Y a esta vez no se les aloj 6 en el hotel sino que
fueron huéspedes del Coniando Americano, cuyo Jefe er a
el Coronel Gulick, quien los atendi6 muy gentilmente.
<Al día siguiente por l a mañana se les invit6 a dar
un, paseo por .l a villa. I.os nuevos compañeros del Ge­
neral Moncada eran el General C. A. Castro W. y don An­
dres Montenegro. Se dirigían al puente, cuando uno de los
oficiales americanos retiró, de la calle que seguían, a una
anciana. Llam6 l a atenci6n el suceso, y entonces el ofi­
cial explic6 que la anciana iera la madre, del infortunado
General Humberto Pasos Díaz, l a cual decía que tenía
que vengar l a muerte de s u h ijo, matando al General
Moncada, y, yo,-exclam6 el custodia americano,-respondo
con mi vida por Ja vida de estos señores.»
«Después de las ocho de la mañana se oy6 el r uido
de las bocinas' de los automóviles que conducían a los
ilustres viajeros. A l bajar de los carros se encontraron
con un personaje hasta entonces desconocido: un nuevo
representativo del poderío americano: el General Logan
Feland.
«Nueva reuni6n baj o el Espino Negro, y en ella nue­
vas discusiones. Se leen .memorándums tras memorán­
dums, y no queriéndose dar por vencidos„ al tomar la pa­
labr a el General Castro W., propuso a Mr . Stimson el
que se les concedieran unos tres días de plazo para re­
s olver el desarme, pues así se podría i r a Managua a
consultar co n los amigos. L a contestaci6n fué terminante:
"E ST O DEBE T ERMI NARSE HOY — dijo Mr. Stimson.—
Cori los políticos ya no se puede tratar . H emos estado
perdiendo el tiempo lastimosamente. Además, ya no que­
remos nada con los políticos de Puerto Cabezas, los cua­
les se dedicaron únicamente a atacar al Departamento de
Estado. Po r consiguiente, es el Ej ércit o e l llamado a
pronunciar la última palabra".
«Ante expresiones tan contundentes, se irgui6 el Ge­
neral Moncada, exclamando: +Entregaremos, señor Stim­
son las armas victoriosas ... Pero, qué se nos ofrece en­

E L V E R D A D E R O 3 A N D I N O
— 26—

cambiof > <Deseamos restablecer e l o r den constitucional,


tal como existí a cuando el g olpe d e E stado chamor r ista>
— contest6 el señor Sl imson.
< Volvi6 a habla r el General Moncada, diciendo : " E l
Ej ér cito, seño r Sl imson, n o h a venido peleand o por pues­
tos pííblicos, sino po r alg o más noble; po r i deales de de­
mocracia . E l p uet>lo nicar agüense desconoce l o qu e es
un a elecci6n l i b re; por consiguiente el E j ér cito se confor ­
marí a co n u n a d eclarnci6 n de l G obiern o A m ericano en
que éste se comprometa a super vig ilar los comicios de la
fut ur a lucha presidencial d e 1928>.
« E ntonces e l seño r St imson , co n f rase l ent a p er a
e nér gica, ofreci6 e » » o mbr e de l P r esident e Coolidg e l a
s uper v i g ilancia d e las elecciones presidenciales de l a ñ o
de 1928.
«Como consecuencia del acuerdo a que se habí a ll ega­
do, el señor Stimson dict6 a su Secretari o la famosa car ta
di r i gid a al General Moncada, la cual y a es bien conocida.
Después se f ir m6 b aj o el E spin o Negr o el documento r e­
cordativo de la fecha de la paz tan anhelada por l a inmen­
sa mayor í a d e los nicaragüenses.»

Par a qu e nuestro s lectores conozcan l a cart a qu e el


Representante del Pr esidente d e los E stados U n idos di­
r i gi 6 al General José M ar í a M oncada, co n fech a 1 1 d e
May o d e 1927, referente a las bases de paz, y a l a cual se
h ace alusi6n en el anter ior r elato, l a trascr i bimos í ntegr a
a conti nuaci6n :
~ Tipitapa, Managua, 1 1 de Mayo d e 1927.
señor General José Mar i a Moncada.— Tipitapa.— Estimado
Gen er al M oncada: Co n ssti sfacció>n m e h e e»t er ad o d e las
facultades depositadas en Ud. por su Ej ército p ara arr e­
glar e l desarme general. También me complazco en ex­
presar claramente a Ud. y a su Ej ército la actitud del Pre­
s ident e d e lo s E st ados U n i do s acerca d e este asun to . A l
esforzarse por poner fi n a esta guerra, lc aninia al Presi­
dente Cooli dg e ta n sól o el d eseo d e p rocura r b eneficio al
pueblo de Nicaragua y de consegui r par a dicho pueblo
u na E L ECCION L I BRE, EQUI TA TI VA E I MPaRCI AL .
Cr eo q u e s( )ament e po r m ed i o d e tales e)eci i o ne s l i b reo,—
e imparciales se puede asegurar una paz permane>;„"c e„
Nicar agua . P ar a co nseg ui r esto en 19'>H, he acr ~i,tidp
solicitu d d e q ue Re P re senta ntes Am e ri canos es<cogidos por
él SUPERVI GI L E N L A E L ECCI ON . T>',V>u>en ha conve
n ido en designar Oficiales An>ericano s par a instr ui r y
mandar una Constabularia Nacional.-sin distinció>n de par .
tidos —en ñ'icaragua, la cual teni5rá el deber de asegurar
una elección li br e y de imn>~i.". "fraude o intimidach>n de
vptantes" . También conviene en dejar en Nicaragua has.
ta después de la elección una fuerza suficiente de marinos
p ara apoyar l a labor d e la Constabularia y asegurar la
paz y la libertad de la elección.

E L V E R J3 A D E R O S A N D I N O
"Para mayor evidencia de la buena fé del G obierno
Americano y del actual Gobierno de Nicaragua en este
asunto, tengo el gusto d e coinuniear a Ud., io que se ha
hecho ya. Servir á de contestación a las pregunms conte­
nidas en la csrta de sus soldados, que Ud. me ha enseña­
do. Una amnistía general ha sido acordada por el Presi­
dente de Nicaragua. H e recomendado al Presidente Dlaz
ue la Corte Suprema sea constituida po r l a eliminación
e los Jueces ilegales nombrados por el Sr. Chamorro.
El Presidente Díaz pidió ya las renuncias d e dichos Jue­
ces y creo serán obtenidas. H e recomendado también
que el Congreso sea constituido mediante elecciones espe­
ciales, en aquellos distritos liberales donde se verificaron
elecciones en 1926, bajo las condiciones que garanticen que
lcs votantes liberales sean ampliamente protegidos en sus
derechos. También h~ recomendado la reintegracion de
los Miembros del Congreso ex pulsados ilegalmente por
Chamorro, cuyo niandato no haya vencido ya.
"K e recomendado Que sean nombrados Jefes Políti­
cos liberales en los seis distritos liberales d e Bluefields,
J inotega, Nueva Segovis, Estelí, Chinandega y León. Se
me ha asegurado que esto se hará.
"E n pocas palabras: he recomendado que se tomen
medidas en cuanto sea posible para restablecer l a situa.
ción política,tal como existía en Nicaragua antes del gol­
pe de Estado ehamor rista y creo, que esto se hará dentro
de lo posible.
4Espero que la s referidas medidas convencerán a
Ud. y a su Ejército .d e la buena fé del Gobierno de los
E stados Unidos v de su deseo de que se restablezca la
paz, la justicia y la libertad de Nicaragua, sin deslealtád,
ni favoritismo hacia ningún partido, sino respetando los
derechos de liberales y conservadores.
"Respetuosamente,
(f) H ENRY L. STIMSON".

Para que se conozcan las razones cn que se basaba


sl General Moncada, Ministro de la Guerra y Delegado del
E jecutivo del Gobierno de Puerto Cabezas, para pedir a
las fuerzas interventoras elecciones libres y honestas para
la futura campaña presidencial, a cambio del desarme de
sus tropas, trascribiré a continuaci6n un artículo del Ge­
neral José María Moncada, titulado «BAJO EL ESPI NO
NEGRO>, en el cual se exponen claramente las referidas
razones.
T éngase en cuenta qu e e l General Moncada no
lleg6 de rodillas a hacer esta petici6n a las fuerzas ame­
ricanas. Las arinas de los Estados Unidos se cruzaron en
su camino como una potente muralla de acero, y antes
de llevar a sus soldados a una mubrte segura e infructuo­
sa, y de sumir a Nicaragua en una ocupaci6n más fuerte
y ultrajante para su dignidad, resolvi6, con serenidad y
alto espíritu de patriota, sacar partido de la situación.

O E L CALVARI O DE LAS SE GOVI AS


—28—

El referido artículo dice:


+ BAJ O E L E SP I N O N E G R O
«Baj o l a sombr a d e u n ár bo l d e esta clase se hicie
ro n los ar r eglos de l desarm e de l ej ér cit o constituciona.
lista.
~Existe en la mente del pueblo nicaragQense la idea
de que nosotros firmamos un compromiso, y que el Re­
presentant e de Ceolidge, General St imson, accedió a ges­
tiones nuestras en el asunto de los departamentos desti­
nados al Liberalismo.
«Baj o el E spin o Negro, llevando l a p l um a el Cónsul
Dawson, como intérprete, r edacté unas declaraciones so­
bre la manera de hacer elecciones en Nicaragua, en esta
for m a más o menos: todos los Representantes d e los E s­
tados Unidos en Managua, desde Benjamín L. Jefferson
hasta el Sr. Eberhardt conocen la manera de hacer elec­
ciones en nuestra tierra.
«Son los Jefes Políticos los dictadores de los depar­
tamentos,
« Ellos po r l a f uerza y el cohecho compelen a l o s
ciudadanos a v ot ar . L o s d i r ectores d e P olicía y los Jue­
ces procesan a los contrarios; estos procesos los llevan a
las Cortes d e Justicia y entretienen el j uicio el tiempo
necesario para impedir e l voto de los ciudadanos. L os
A d ministr adores d e R entas po r m edi o d e venta s de
aguar dient e y d e t abaco, tr abajan en f avor d e l a cand!­
datur a oficial.
'Ya que se ofrecen empleos a los liberales, para ga.
r antía d e l a elección p o d r íamo s aceptar (agregamos d o
palabra) seis depar tamentos par a nosotros, no po r el de­
seo de ganar sueldo, sino p ar a que sirva de balanza en la
elección ese control Íiberal, para cooperar con los marinos
en l a realización de un a verdadera elección l i br e.
c E l Sr . Stimson l lam ó a var io s concur r entes y co n
gravedad dijo: "Que deseaba ser escuchado en aquel mo­
mento po r l o qu e ib a a decir . Qu e tenía mucho gusto en
declarar q u e po r p r imer a vez escuchaba d ur ante su per ­
m anenci a e n est e p aís, ideas d e pol ítica constructiva y
patr iótica.
«Habló más en esta forma, tributándonos elogios que
n o deseamos repetir, terminando con el ofrecimiento de
que él haría que ese proyecto se llevara a la práctica.
< Cuando se escr ibi ó e l M emorándu m qu e envol vi a
esos ofrecimientos, el Representante de Coolidge quiso
que y o f i r mar a el documento. E s i nnecesari o contesté, a
menos que para conservar la memoria de la conversación

O EL CAL VARI O DE LAS SE GOVI A S


No nos comprometemos al desarme sino por l a declara­
ción d e elecciones li bres y la palabr a de honor d e los E s­
tados Unidos de América. E I detalle de los empleos es
algo que nuestra dignidad rechaza y que aceptamos'por
necesidad, pues nosotros no convendremos jamás en de­
clarar que es legítimo el Gobierno de Díaz. L o que nos
guía en el sendero, lo que hemos querido y aceptado es
q u e los americanos del N ort e empleen con los liberales l a
misma vara de medir que han usado con los conservado­
res. Queremos justicia, imperio de l a ley y de la Cons­
titución, liber tades p ü blicas, un a sol a balanza p ar a todos
los nicaragiienses.— J. M. MONCADA».
Antes de llevarse a cabo las Conferencias de Tipita­
pa, que culminaron con l a paz y las g ar antías elector ales
ofrecidas po r el R epresentante del Pr esidente de los E s­
tados U nidos, el Gen eral Moncada d ir igi 6 a su s tr opas la
siguiente proclama, en donde ex poni a l a necesidad de r e­
vestirse de cordura y patriotismo par a que los ciudada­
n os lib er ales secundaran e n l as ur nas un a nuev a y b r i ­
llante victoria en la campaña civica que debía tener efec­
t o el añ o d e 1928. E l Gobiern o d e D ía z estaba moral y
materi alment e d er r otado; las tr opas l ib er ales habían con­
q uistado con la s ar mas u n r esonatn e t r i u nfo, y po r ci r ­
cunstancias especialísimas se hacía necesario cimentar de­
fi ni tivament e co n el v ot o popular , el d erecho qu e se ha­
bí a r ecuper ad o mediant e g l or iosas acciones en l o s cam­
pos de batalla.
He aqu í la Proclama del Gen eral M oncada:
«A mis conciudadanos, al Ej ército Constitucionalista:
<Después de nueve meses de patri6tica pero sangrien­
ta lucha, las armas vi ctor iosas del P r esident e Sacasa se
hallan en las cercanías de la capital, en Teustepe y Boaco.
«Ya no ignoran los nicaragüenses todos, que desde
Laguna de Perlas hasta la Cruz de Teustepe, en cerca de
v einte combates,el L iber alismo ha demostrado su ener g í a
y su poder, der r otando en todas las f or mas a su antago­
nist a el P ar tid o Conservador .
«Mas todas estas victorias y este grandioso esfuerzo,
de l a l iber tad y el honor , han si d o a íí ltim a h or a anula­
dos por mandato del Gobierno de E stados Unidos y de
su E j ér cito, un o d e los más g r andes d e l a ti er r a.
« En mi campament o d e Boaquit o r ecib í e l do s d e
los cor rientes un a i n vitaci6n del señ or H enr y I. . Stimson,
R epresentant e P ersonal de l Pr esident e Cool idge, p ar a
concurrir a Tipitapa, en donde tendr á verificativo una
cónferencia de ambos y llegar a convenios de paz. Con­

O E L CA L VARI O DE LAS SE GOVI AS


—30—

curri a la poblaci6n indicada y después de larga conver­


saci6n, en la cual el Sr . Stimson hizo declaraciones tras­
cendentalisimas para nuestra desgraciada Patr ia, se s irv ió
dirigirme l a siguiente carta: " Tipitapa, 4 de Mayo de
1927.— Señor General José Marfa Moncada.— Tipitapa.—
Estimado General Moncada: — Confirmando nuestra con­
versación de esta mañana, tengo el honor de comunicarle
que estoy autorizado para declarar que el Presidente de
l os Estados Unidos, tiene la determinación de acceder a
la solicitud del Gobierno de Nicaragua para supervigilar
la elecci6n del año de 1928; que la permanencia en el.po­
der del Presidente Díaz durante el resto de su mandato
se considera indispensable para dicho plan y se insistirá
en ello; que el desarme general del pais es también mira­
d o como necesario para el buen éxito de esta elecci6n y
que las fuerzas de los Estados Unidos serán autorizadas
para hacer la custodia de las armas de aquellos que quie­
ran entregarlas incluyendo las del Gobierno y para des­
armar por la fuerza a aquellos que se niegen a hacerlo.
— Con todo respeto, (f) H ENRY L. STIMSON".
« Los Delegados del P r esidente Sacasa, doctores A r ­
güello, E spinosa R. y Corder o Reyes, recibieron copia de
esta comunicaci6n, y t ant o ello s como el suscrito, decla­
raron de maner a enfática y terminante que las fuerzas
de los Estados Unidos, que son l a expresión inequfvoca
de cient o veint e m i l lones d e h abitantes, qu e esa naci6n
alberga, son bastantes para hacer de nuestra pequeña pa­
tria, que tiene a lo sumo 800.000 habitantes, lo que a bien
t engan, y que no es humano el oponerse ni obligar al
pueblo nicaragüense a derramar s u sangre generosa en
e stéril y triste sacrificio. Que el honor de l Ej ército y el
nuestro, en l o p ersonal y en l o colectivo, por las declara­
ciones hechas al mundo y l a sangr e derramada, en los
campos de batalla, en defensa de la Constituci6n de las
leyes, vulneradas por E miliano Chamorr o y su sucesor
Adolfo Díaz, nos obligaban a rechazar lo propuesto; que
podiamos inclinarnos ante la fuerza y rendir quizá l as
armas, pero no la dignidad y el decoro.
«El señor Stimson contest6 que también el honor na­
c ional de los Estados Unidos estaba comprometido en la
permanencia del señor Dfaz, porque al reconocerlo, el Go­
bierno Americano h abfa o brado con b uena f é y la con­
ciencia cl ar a d e qu e l a pr esidenci a de l señror D i az e ra
constitucional. Agreg6, que con profunda tristeza cumplia
con el deber que su Presidente el señor Coolidge le habfa
impuesto, al hacer semejante declaraci6n.
«Jamás he tenido en l a vida momentos y horas de

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—31—

más angustiosa meditaci6n. Una pesadilla horrible, pesa


sobre mi alma de patriota,.y no tengo valor ni me consi­
dero con derecho para resolver por mi solo lo que el ejér­
c ito y el país entero deben hacer en este día de luto y
de zozobr a.
«Me dirijo a mis conciudadanos po r medio de estas
líneas y preguntaré su opinión al Ej ército Liberal victo­
rioso en los campos de Teustepe; victorioso en todos los
campos, pues ni un solo combate ganó el Ejército de Cha­
morro y Díaz, no obstante la protecci6n manifiesta de los
mar inos amer icanos, que l e p r oporcionaron l a posibi lidad
de arrojar todas las tropas de que podían disponer con­
tr a nosotros, en Pal o A l to, Mu y Mu y y L as Mercedes, en,
donde el poder conservador result6 como siempre irriso­
rio, p ar a descender hoy, más hondo aú n.
«Recomiendo a mi s conciudadanos l a mayor calma,
a unque esto sea más fáci l decirl o qu e h acerlo, pues y o
mismo t engo en el pecho el m ayo r t or mento de m i vi da.
"Hemos cumplido, el Ejército Liberal y yo, con nues­
tr o deber. D e gl or i a se han cubiert o lo s l iber ales en l os
campos de batalla. S u honor resplandece mejor ahora
ant e el m undo . Pu ede ser qu e l a j usticia llegu e a t r iun­
far al g un a vez.
«Yo no soy inhumano. Por una causa noble y gene­
rosa me puse al f r ente d e las fu erzas constitucionalistas,
per o n o podr é aconsejar a l a Naci6 n q u e d er r ame toda
su sangre patriota por nuestra libertad, porque a pesar
de es e nuevo sacr ificio, est a l i ber tad su cumb i r í a an te
fuerzas in finitamente mayores y l a Patr ia caería más hon­
do entre las garras del águila norteamericana.
( ' Antes d e t er min ar , deseo q u e el paí s sep a q u e
tanto los D elegados de l doctor Sacasa como el suscrito,
manifestamos al seño r St imson qu e desde est e m omento
e n ad el ante, l a r esponsabilidad t od a d e l o qu e ocur r a
en el presente y en l o f u t ur o en Nicar agua, corresponde
en absoluto al Gobierno de los Estados Unidos, y en nin­
guna manera al Par tido L ib er al, vencedor en l a contienda.
« J. M. MON CA D A .
«Ila»agua, o de malayo de 1927>.

Catorce d e lo s p r incipales j efes d e l as fuerzas del


General ~l oncada suscr ibieron l a si guiente resoluci6n en
la ciudad d e Hoaco, el día 9 de Mayo de 1927.
«En la ciudad de Hoaco, a las diez de la mañana del
día »ueve de 'Alsyo de mi l iiovecientos veintisiete; reuni­
dos los suscritos Jefes y O f iciales de l E j ér cit o Constitu­

O EL C A I. V A R I O D E LAS SE GOVI A S
cionalista par a deliberar sobre la aceptación o no de las
bases que en oficio de cuatr o de los corrientes entreg6
personalmente el señor General Mr. Henr y L . Stimson,
Representant e P er sonal de l Pr esident e d e lo s E stados
U nidos, Mr . Cal vin. Coolidge, al señor General José Mar ía
M oncada, Delegado de l Ejecutivo Constitucionaliata, a
cargo del Dr. Juan Bautista Sacasa; con tal fin, por una­
nimidad resolvimos:
<Primero : dar am plias e i r restrictas facultades al se­
ñor General José Mar í a Moncada par a que dentr o d e l os
términos de los dos proyectos presentados al Consejo de
Jefes y Oficiales, arregle con el Representante Personal
'del Pr esidente Coolidg e o el Sr . A l mir ante L at imer o el
,Sr. Ministro Americano, los términos definitivos del desar­
me general.
«Segundo: los arr eglos qu e celebr e el señor Gener al
M oncada serán < A D - R E F E R E N D UM > co n r elaci6n a l a
aprobaci6n d e au tor idades de nuestr o p ar tid o y del pue­
bl o l ib eral en f orma de plebiscito o de r euniones políticas.
«Leída esta acta firmamos.— Luis B. Sandoval.— J.F.
Baltodano.— F. Parajón.— C. L6pez I rías.— Al ejandro
Plata.— Carlos Pasos.— J. Ramón Téllez.— Aug. J. Cal­
dera.— H. A. Castellón.— Heberto Correa.— Salvador So­
balvarro.— Daniel Mena.— Juan Escamilla.— C. A. Castro
)Vassmer».

Por el acta anterior se conoce perfectamente que to­


dos los j efes de la Revolución Constitucionalista acuerpa­
ron espiritual y materialmente la oportuna como patrióti­
c a idea del General Moncada de negociar l a paz en l a
forma que se llevb a cabo y luego de haberle dado am­
plias e irrestrictas facultades sobre el particular al Minis­
tro de la Guerra y Delegado del Ejecutivo General José
M aría Moncada, se dirigieron a Mr . Stimson e n e l si ­
guient e telegrama:
"Boaco. L as 4 p. m. del 12 d e May o d e 1927 — Hono­
rabl e H enr y L . Simson, Delegado del President e Coolid­
ge.— Los Jefes Militares de l Ej ércit o Constitucionalista
reunidos en sesión d e ho y acordaron: acogerse a los
t érminos de l a declaraci6n del señor General Henr y L .
Stimson, Representante Personal del Presidente Coolidge
de los Éstados Unidos; y en consecuencia han resuelto
deponer las armas, esperando qu e intnediatamente ven­
gan a recibirlas, con fuerzas suficientes para garantizar el

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
orden, la pr opiedad y l a liber tad. (f )- J. M. MoNCADA.-CAR-'
I.o s P A s os.— A L EJANDRo P L ATA.— F. P ARAJON.— J. R AMON
TE L L Ez.— C. A . C A sTRo W A s sMER.— JUAN E s c AMI LLA.—
A L EJAisDRo CERDA C.— L UI s B ELTRAN S ANDo v AL.— C. L o ­
P EZ I RIAS.— E . D UARTE.— J. CARLOS VARGAS' .
Sandino, que había dicho estar de acuerdo en todo lo
que se llev6 a efecto, no firmó el anterior telegrama por
haber salido al sitio l lamado «E l Cacao», de los Chavar rí a,
lugar donde él manifest6 se encontr aban muchos hombr es
de su s tr opas y q u e necesitab a reconcentr ar los p ar a lle­
var a cabo el desarme.
Veamos la carta que de «El Cacao» escribió Sandino
al General José María Moncada, y que dice:
"E l Cacao d e los Chav ar ri a".— May o 9 d e 1927.— Se­
ñor General Josá Mari a Moncada . B oaco.— Estimad o G e­
neral : T eng o el gu st o de par t i ci pa r a U d q u e h abiendo
llegado a este lugar me he encontrado con la dificultad de
no juntarme con toda mi gente pues solo he hallado unos
pocos jefes porque los demás se han ido para Jinoteqa lu­
gar dc donde son. A s i es que yo he pensado que mt per­
m anenci a en est e lu ga r d e nad a m e ser v i ri a pu est o qu e
toda mi gente se mc ha desbandado.
" EIe resuelto irme para Jinotega par a llamar de
nuevo a mi gente, par a recoger todas las armas, en ese
caso allá, permanecerá donde quedará esperando sus orde­
nes.
'A SI MISMO Y O DELEGO MIS DERECHOS PARA
Q UE UD. ARREGL E E L ASUNT O COMO MEJOR L E
C ONVENGA, Y ME PARTI CIPA L O S RESUL TADOS A
J INOTEGA , L UGAR DONDE ' Y O OCUPARE CO N MI
COLUMNA.
"El desbande de mi gente obedece a que no encon­
tramos quá comer y por eso se me ha ido, pero yo asegu.
ro que una vez llegando yo todos tienen que llegar donde
mi' v entonces T ODAS L A S ARMAS L A S RECOGERÉ.
"De Ud. afectisimo correliyionario y amigo,
(f ) A.. C. Sandmo".
Efectivamente, de confor midad con lo manifestado en
el penúltimo párrafo de su carta anterior. Sandino reuni6
sus tropas en l a ciudad de Ji notega donde se acuarte16..
La presencia d e Sandino, hombre de negativos alcan­
ces políticos, de carácter irreflexivo y violento, y acompa­
ñado de hombres armados si n otr o j ef e más que él en
aquellas regiones, constituía un grave peligro.
Y l a paz qu e s e habí a lo gr ad o a cost a de l p at r io­
tismo y de un gran sacrificio por parte de las fuerzas
liberales, estaba a punto de quedar anulada si no se r e.
curría a todas las gestiones diplomáticas y amistosas para
convencer a Sandino de que era necesario ser solidario

O EL CA L VA RI O D E L A S SE GOVI A S
—34—

con la resolución t urnada por todos los Jefes de la Revo­


luci6n L iberal . P ar a este efecto, el General Moncada dis­
puso d i r ig i rse hacia aquél l ugar acompañado de su secr e­
tario,-el autor de esta obra,-don Gregorio Sandino, padre
d el r ebelde, y d e al gunos of iciales norteamerican<is. E l
viaj e se hizo f elizmente y se lleg6 al anochecer d e aq uel
dí a a J i notega. E l espí i it u popular ap arecía agitado, i m­
pulsivo y febril , L o s ánimos de los soldados liberales
que guardaban l a poblaci6n, tenían el gesto que da la
desconfianza o la pr ox i midad de la emboscada. L e s pare­
cía que iban a sci sacrifica­
dos, engañiados, o algo pa­
recido . E l tenipi i amento
violent o d e Sandino había
sembrado l a i n q iiietud eti
los ánimos sencillos y pr e­
dispuestos a l a v i olencia
por su mi sma i gnor ancta.
El General Moncad a com­
prendió inmediatamente lo
q ue ocur rí a en el alma dc
a quellos hombres . Y l es
dir igi 6 la palabra, d ándo­
l es explicaciones de l o q u e
acontecía y era conveniente
hacer. L a tormenta que se
agitaba en aquellos pechos
tuvo un moniento de calma
que daba esperanzas de lle­
gar a un a completa y per ­
m anente t r anqui lidad . E l
General Moncada n o p u do
h ablar co n Sandin o p o i ­
qu e éste, tan lueg o se dió
AIT(ri;BTO C AL DERÓN S AN DI NO
cuent a d e s u l l egada, sa­
lió de Jinotega con la ma­
al separarse del Ej ér cito y oría de sus hombres, dir i .
Constitucionalista. giéndose a San Rafael del
Norte. A sí , pues, solo fue­
r o n desar mados l o s , pocos qu e f u eron encontr ado s en
Jinotega. a quienes logr ó convencer e l General Mon­
c ada; y q u e po r u n o u o tr o motivo n o p u diero n m ar ­
charse acompañando al j ef e r ebelde. E l General Moncada
se dió cuent a de l n uev o l u gar dond e Sandin o acampó
con sus hombres. Para evitar una nueva burla, desdelue­
go que Sandino ya no procedía de buena fe, dispuso es­
cribirle una carta, la que debía ser puesta en sus manos

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
por don Gregorio Sandino, quien llegari a personalmen
te a San Rafael del Norte a desempeñar ese cometido.
Y a entonres 'Sandino se hacía llamar E L J EF E D E
LOS MONTANESES, y a pesar de que en su carta con
fecha 9 de Mayo, escrita en E l Cacao, le dij o al General
Moncada: < D E L EGO MI S D E RE CHO S PAR A QU E
U STED ARRE GL E E L A SUNT O COMO MEJOR L E
CONVENGA» (Se refería al negocio de la paz), es lo cier­
to que luego l e di 6 las espaldas, y, sordo a l a voz del
deber y del patriotismo, n o s e dign6 prestar oídos a
ninguna de las sugestiones que de diferentes maneras se
le hicieron para que depusiera su actitud peligrosa par a
Nicaragua.
La carta que el General Moncada envi6 al Je fe s loe
Noataaeee», es l a s ig uiente:
"Jinotega 24 de Mayo de 1927.—Señor General Au­
gusto C. Sandino.— San Rafael del Norte.— Estimado Ge­
neral: H a venido a ésta su padre, con el deseo de arreglar
los graves asuntos que con respecto al departamento de
Jinotega se desarrollan. E l v a a buscar a usted perso­
nalmente, pues hemos tenido i n f ormes contradi ct or ios res­
pect o a l v erdader o l u ga r e n d onde u sted se en cuentr a.
De Tipitapa par a Corinto, l o qu e s e llama el interier
del pais, se halla en paz, y el partido liberal se halla em­
p eñado e n ex t ender los beneficios de l a t r an qu i lidad y el
orden haci a lo s otros departamentos. E n los arreglos
par a e l <lesarme, U d . recordar á l os informes qu e en Boaco
le di, en cuanto a q ue nosotros no hemos aceptado a D iaz
como Presidente, sino una tregua durante el resto del pe­
riodo actual, para asegurar las elecciones libres en Nica­
ragua, bajo la garantia del Presidente de los Estados Uni­
dos y no de los conservadores nicaraguenses.
"Usted recordara también, que todo lo hecho fué re­
suelto por todos los Generales del Ejército, en consulta li­
bre y espontánea, y que Ud. en la última carta qu e me
dirigi ó ESTUVO DE ACUERDO EN T ODO.— En conse­
cuencia: el honor del Ejército y del L iberalismo están ya
comprometidos en la senda seguida. Siempre dije a todos
qu e el concept o del pat ri oti sm o y d e l a l iber tad , depende
de la manera de comprenderlo. T odos tenemos derecho a
pensar lo que más convenga a la patria. Si es convenien­
te pelear contra los Estados Unidos para libertar a la Na­
ci ón . n uestr o deber es pelear , si l a lu ch a e s u n sacri fi ci o
para el pueblo Liberal, nuestro deber es vivir, porque los
muertos desaparecen para siempre, y los vivos quedan con
alma enter a par a luchar siempre po r l a independencia
y soberani a d e l a P at r i a.
"L e ruego, pues, que medite profundamente la de­
terminación última de Ud. y de sus tropas en bien de Ni­
caragua y del L iberalismo, y que después de oi r a su pa­
dre r~esuelva tener una conferencia conmigo.
"Soy su afectisimo,— (f) J. M. Moncada".

O EL CAL VARI O DE LAS SE GOVI A S


S e llama l a atenci6n a l l ecto r acerca d e I a c ar ta
qu e s e t i'ascr ib e a co nti nuaci6n , l a cual es u r i g r an
documento hist6rico, donde empieza a esbozarse l a f ar sa
d e Sandino,quien decía luchar contra l a intervención de
los E stados Unidos; y tiue, sin embargo, pidió en documen­
to fi rmado d e su pui1o y letra, qu e U N GOBERNADOR
AMERICANO SE HICIERA CARGO DEL PODER EN NICA­
RAGUA, PARA PODERI.E ENTREGAR SUS ARMAS. S i n­
dino siempre busc6 un pretexto para su vandalismo: Primero
dijo, que no se desarmaba porqueél no aceptaba a don
Adolf o Diaz com o Presidente; lu eg o q u e p or qu e estaba
luchando contr a l a I nt ervenci6n, después por que el Gene­
r al Moncad a er a u n vende-patria ; inás t arde, p or qu e l a
Guardia Nacional estaba dirigida en su entrenamiento por
oficiales americanos; y , en 1988 habiéndose r etir ad o Diaz,
Moncada, los Mar inos y los oficiales americanos de la Guar ­
dia, continu6 en su s corr er ías, e n su s asaltos y asesina­
tos de indefensos nicaragüenses, a pesar de estar al fr en te
del Go bierno el hombr e baj o cuyas banderas em pu ii ó l as
armas en 1926 y 1927. E s éste el patr iota v L a contes­
taci6n la tendremos cuando el lector haya terminado de
leer esta obra . O i gamo s h ablar a Sandino, «Jefe cfe foe
Nontaheeee», en su m ensaje q ue c on f echa 24 d e Ma yo, en­
vió de Yalí, a l Jef e de l Destacamento d e Marinos en
Jinotega.
"Yal í N de Mayo de 192<.— Señor Jefe del Desta­
cament o d e Ma rinos.—,l inotega.— Considerando <íu< la s ba­
ses propuestas y aceptadas po r el General Jos<i Mart a Mon­
cada, n o g ar an tizan l a pa z y l a t r an<íuífidad del l <ais baio
la presidencia de don Adolfo Diaz, contando, como en rea­
lidad cuenta, con una mayoría elegida pov él mismo, en el
Congreso, Senado y Corte Suprema, y clue con el tiempo
daría ocasión a nu evos v ej ámenes ~>ara el p ar t id o L i beral
y n u ev a g uerr a ci v i l ; t eniendo en cuenta el anhelo d e paz
cine a toclos anima, para <íue ésta sea eficaz y duvadera,
proponemos como condición indispensable la abstención de
l os do s p a r t ido s d e t od a i ng er en ci a en los asc<ntos <l< la
R epublica, mi ent ras n o hay an elecciones li bres. Pov t an t o
si Estados U n i dos, con buen a fe. h a i nt ervenido en el pais,
pr oponemos com o condi ci ón SI N E Q l ' A NO N pava, d epo­
ner nuestras armas QU E ASUMA F L PODER UN GO­
BERNADOR M I L I T A R D E L O S ESTADOS UNIDOS,
MIENTRAS SE REALICEN L A S ELECCIONES PRESI­
DENCIALES SI PERVIGI L ADAS POR ELLOS MISMOS.
"A l ser aceptada esta proposi ción nos permít i mos ma­
n ifesta r < íu e n i y o n i m i s soldados acept amos diner o a l
guno por la entrega de nuestras ann«s.
"Dc Ud. Afino S. S.— Augusto C. Sandino —.Ic.fe <ie los
Montañeses"

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
Esta. e s copi a f ie l d e l o r i g in al . Su s conceptos
no dejan lugar a dudas. E l primer gesto de Sandino era
enarbolar la bandera de los Estados Unidos en el propio
Palacio Pr esidencial d e Nicaragua. L a p r omesa d e elec­
cioneslibres yq estaba hecha de una manera formal y so­
lemne. Con qué objeto, entonces, la solicitud de tal Go­
bernadora
La pr esenci a y actuaci6n d ir ecta d e u n g ob er nador
americano en Nicaragua, como lo pedí a Sandino, no da­
ba más fuerza moral a l a palabr a de honor empeñada
por los EstadOs Unidos; además, el Presidente Díaz se
encontraba cohibido ante los interventores, que, aunque
habían sido siempre sus amigos,— amistad de la cual ha­
bía recibido elocuentfsimas pruebas,— también er a muy
c ier t o q u e l o s E stados U n i do s necesitaban ex plicar al
mundo entero la forma en que habían arreglado los asun­
tos políticos internos de Nicaragua, después que don Car­
los Sol6rzano dimitió el poder para ausentarse de su Pa­
tr ia.
Desde que la paz fué firmada baj o el Espino Negro
de Tipitapa, ambos ejércitos combatientes quedaban des­
armados, exceptuando los hombres que Sandino se ha­
bía llevado para las montañas del Norte. Todo el mun­
do pens6 en aquellos dfas del primer gesto rebelde de
Sandino, qu e éste habí a concebido l a i dea f i r me d e per ­
manecer armado , a salto de mata, para obligar de esta
maner a a qu e 8e cumplier a el compr omiso d e elecciones
libres. Per o h~e aquí l o insospechado: el guerrillero no
sólo no se desarma, sino que trata de impedir por medio
de un sistema de terror, que se lleven a cabo lps'eleccio­
nes presidenciales en las que se disputaban el triunfo cí­
v ico el General Moncada por parte del Liberalismo y el
Sr. Adolfo Benard por el partido Conservador, asesinan­
do y persiguiendo a los pr opagandistas polfticos, como se
demostr ar á máS adelante.
S andin o S e h abí a conver tid o e n u n t r i p l e
tr aidor . T r aido r a l P ar t id o L i b er al , p o r qu e p o n ía
obstáculos a las elecciones libres en que habfa de resur­
gir, después de una l arga postraci6n, por l a fuerza de
una potente mayoría. Tr aidor al jefe y compañero de ar­
m as Gr al . Moncada a q uien l e d ij o e n su car t a del 9 d e
Mayo de 1927, QU E L E DABA PODERES PARA QUE
ARREGLASE EI . ASUNTO D E L A PAZ EN L A FOR­
MA QU E MEJ() R CREYESE CONVENIENTE . T r aidor
a Nicaragua porque él fué motivo de quese prolongara la
ocupaci6n que el mismo Sandino mantenía en Nicaragua,
po r su acti tu d Cr iminal y an tipatr iótica.

O EL CAL VA RI O DE LA S SE GOVI A S
Mientras Sandino hacía la petición del gobernador ame­
ricano, otro hombre, que empuñaba la misma bandera y
que militaba a sus órdenes, empezaba a presentarse en el
escenario r oj o d e )a tr agedia, pr oyectando su si luet a ne­
fast a co n h o r r i bles cr ímenes y c obardes a tro pellos, q ue
cometía, usando de su fuerza, sobre personas completa­
mente ajenas a l a intervención americana, e ignorantes
de los asuntos políticos de Nicaragua. T a l hombre es el
tristemente célebre Pedro Altamirano, de quien ya se pre­
sent6 el f otogr abado, apodad o y g en er almente conocido
con el sobrenombr e d e «Pedr ón», a causa de su t i po l om­
brosian o y l a f erocidad d e su alma.
A fines del mes de Mayo de 1927, una cuadrilla de
bandoleros, comandad a po r «Pedr ón», se convir ti 6 en el
espanto d e los valles y caser íos si tuados al n or t e del de-.
partamento de Jinotega.— Una pobre campesina fué cap­
tur ad a po r el los, a l a qu e aplicaro n tr emend a azotaina;
y a dos hombres que acompañaban a esta infeliz mujer,
a un o d e ellos l e cort aron las or ejas y al o tr o lo d eja ro n
completamente desnudo, apropihndose de todo lo que lle­
vab a encima. E stas ví ctimas er an campesinos pacíficos
q u e no tenían fi liaci6n política, n i más i nt erés que ganar ­
s e' la vid a honr adamente.— El motivo por q ue «Pedr ón i h i ­
zo apalear a la pobre india, fué porque suponía que el
esposo de ella, Juan H ernández, había dado informes de
ellos a los marinos. -Luego de azotada le hizo saber que
tan pr onto su m ar id o fuese captur ad o serí a descuar tizado
en su propia presencia.
Estos desgraciados fueron obligados a marchar ven­
dados d ur ante un a larga distancia y en caminos pedr ego­
sos y accidentados, en cuy o tr ayecto muchas veces tr ope­
z aban y caían . «Pedr ón » los hacía levantar a g o lpes de
cAll~llo decuero de d anta. L o s v alles d e Tomayu nca, Man­
cotal, Chagi<iton, etc., temblaban de horror ante Ías in­
cursiones d e est a band a f eroz . «P edr ón i er a activamen­
te perseguido por las fuerzas del Gobierno y marinos,
per o el ad m ir abl e conocimient o de l t er r en o d o nd e ope­
raba, le hacía burlar la persecucion. Como desde los pri­
meros años de su j uventu d habí a sid o hombr e persegui­
do po r l a j usticia, a f u er za d e vi vi r a salt o de mata, ha­
b í a l o gr ad o tener d o mi ni o d e l a montaña, y a f e de qu e
é sta l e ser ví a bien co n su s at ajos, senderos, cer ro s y
precipicios.
Se recordará que con fecha 24 de Mayo de 1927, el
General Moncada envi ó un a cart a a Sandin o por

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
medio de don Gregorio Sandino, padre del jefe insurrec­
to. Esta no tuvo el resultado que se deseaba, Sandino
no se dign6 contestarla. A símismo, la conferencia pro­
puesta fué rehusada. Cuando don Gregorio lleg6 a Yalí,
su hij o s e neg 6 a recibirlo, per o accedi6 porque do­
ñ a B l anca, esposa d e éste, l e t elegr afi ó d i ciéndole q u e
no s e portar a así , y f u é recibido. Cuando don
Gregori o volvi ó donde e l General Moncada a darle
cuenta del resultad o d e su comisi6n; l e d ij o qu e h abía
tratado el asunto con Augusto, pero que mientras habla­
ba, los soldados le silbaban. Dijo, que Augusto, para con­
testarle, siempre se subía a un cajón, como si fuese tr i­
buna, y que durante éste hablaba era aplaudido con en­
tusiasrno por sus hombres. P ar a ter minar agr eg6 : + Q ui­
zas m i h i j o t eng a r azón>. E s decir , y a qu edaba l evan­
tada la pira del sacrificio, y entre las sombras del negro
destino de aquellos pueblos antes felices, se veia flamear
la tea que empuñaba la mano del hombre que iba a des­
atar l a vorágine del larguísimo fratricidio, ante el altar
de locas ambiciones disfr azadas d e patr iotismo. A l mi s­
mo tiempo, sus bandas inspiradas por el odio, y entonan­
d o u n canto d e mu er te, hacían f l amear l a bander a R oj i­
negra, decorada bon una calavera y dos tibias cruzadas,
y como avalancha tremenda caían feroces sobre los ran­
chos humildes e indefensos, hasta entonces santificados
por l a paz, el trabajo y el amor.
Había llegado la hora de l a tr agedia; y Sandino ne­
cesitaba sumar prosélitos a su causa.
Veámoslo en su cuartel general de Yalí, donde sus­
cr ibi ó l a siguiente circular qu e envió a las autor idades lo­
cales d e todos los depar tamentos:
"Yalí, 7 p.m. 12 de Mayo de 1927.
"Autoridades Locales de todos los departamentos
"Muy señores míos:
"Tengo el gusto y la satisfacción de saludarlos afectuo­
samente después de haber llevado a cabo una afortunada
cruzada frente a las columnas enemigas, de la que daré
a Uds. un detalle a grandes rasgos, para que no ignoren
la actual si tuación del movi miento pol ítico-mil itar qu e a­
tr aviesa nuestr o paí~. E l 11 d e M ar zo sal í con m i ej ér ­
cito r umbo al campamento del General Moncada; l a suer ­
te estaba de parte mía y en el l ugar l lamado <E l B ej ucoi
logró mi ej ército romper las cadenas que ahogaban la re­
volución. L a sorpresade ellos fué grande al ver flamear
la bandera de la Libertad en el coraz6n de sus canipa­
mc»tos;desde ese momento las fuerzas constitucionalistas

O E I. CALVARI O DE LAS SE GOVI A S


se llenaron de entusiasmo,yeada día se celebraba un com­
bate a f avo r n uestro . E l m oment o decisiv o estaba pr 6­
ximo; la última campanada había llegado para el Conser­
vatismo, puesto que el Ej ército Liberal contaba con siete
mil hombres bien equipados y r ebosando de entusiasmo„
mientras que ellos s61o contaban con mil y tantos hom­
bres propensos más que .a luchar, a la deserci6n, de mo­
do que el triunfo er a nuestro en toda l a linea. H abfa­
mos vencido, per o h e aquí , qu e cuand o nos disponfamos
a hacer el úÍtimo empuj e y entrar tr iunfantes al capito­
lio de Managua, el Coloso Bárbaro del Norte, o sean los
americanos, viendo que las fuerzas del Gobierno perdian
sus posiciones, y teniendo ellos compromisos con Adolfo
D faz, pr opusieron a l General Moncad a u n ar mistici o d e
48 horas, para tratar de la paz d e Nicaragua. E sto se
prorrog6 por 48 horas más. Como resultado de esas con­
f erencias se han sentado las bases siguientes: P R I M E R O :
— Desarmar a l ej ér cit o conservador , d ej ándono s a nos­
otros ocho d i as par a efectuar el desarme de l a r evoluei6n
mediante estas bases: E l Gobiern o d ar f a al L i beralismo
s eis departamentos: Jinotega, Matagalpa, Esteli, Ocotal y
Le6n y la Costa Atlántica; a demás: dos ministerios: el d e
Gobernaci6n y el de Guerra, este itltimo ofrecido al Ge­
neral Moncada, el cual no acept6, quedando siempre Díaz
en la Presidencia.
"Como comprenderán, la aceptación de tales propo­
siciones necesitaba la aprobaci6n de todos los jefes de la
revoluci6n. Para esto se llevaron a cabo en Boaco unas
conferencias, par a t r atar d e l a aceptación o n o de las ba­
ses, Y COMO Ml CAMPAMENT O E STABA UN POCO
RE TI RADO D E BOACO, NO CONCURRI A L AS CON­
FE RENCIAS, PERO ME FNCONTRR CON L A RESO­
L UCION D E L A MAYORI A D E I OS J EFES, que es
ésta: No aceptar a Dfaz como Presidente de Nicaragua.
La resolución del General Btimson, enviado especial del Go­
biern o A mericano, reconoce perfectamente nuestr o t r i u n­
fo, pero habiendo el Departamento de Estado reconocido
al Gobierno de Diaz, está en el i mprescindible deber de
sostenerlo e n l a Presidencia pur la m oralidad de s us
compañeros, per o p r ometen el g obiern o d e l o s departa­
mentos referidos, además, la libertad absoluta de impren­
t a y controlar las futuras elecciones; que d e segur o el
triunfo en esa lucha cfvica será nuestro porque contamos
con l a may or fa.
"El A. B, C. de la América del Sut, o sean las Repú­
blicas de Argentina, Brasil y Chile, han gestionado ante el
Departamento d e E stado Americano par a actuar como

E L V E R D A D E R O S L N D I N O
—41—

Jueces en los asuntos de Nicaragua, lo cual fué aceptadc


por ell os.
"E stos prescindirán d e Sacasa y D íaz y pr opondrán
si, un Gobierno Liberal. Mi resolución es ésta: YO NO
ESTOY DI SPUEST O A ENTREGA R MI S A RMAS
EN CALO DE QU E TODOS LO HAGAN. Y O M E H A­
RE MORI R CON LOS POCOS QUE ME ACOMPAÑiAN
PORQUE ES PREFE RI BL E HACERME MORIR COMO
REBEL DE S A L FUEGO Y NO VI VI R COMO E SCLA.
V OS. M i entras t anto, p er manecer é aqu í esperand o l a
determinaci6n del General Stimson r especto a n uestro
asunto.
"A última fiora se habla de un a protesta de Costa
Rica, que dice literalmente:
aCablegrama.— Señor General Mister Stimson, Mana­
gua.— Mi Sangre hierve y l a uno a l a de nuestros her­
manos de Nicaragua.— En estos momentos salen cuatro
mil hombres para que sean asesinados por americanos.—
JI MEK EZ, Presidente de Costa Rica.»
"Affmo. compañero y amigo,
"(f) Augusto C. Sandino". (o)
Como comprenderán fácilmente, el cablegrama a que
se refier e Sandino como enviado por el Presidente de
Costa Rica, es .una solemne patraña con que quiso sor­
prender a los incautos para alentarlos y que lo acuerparan
en la s a ctividades q ue y a t e nía p ensadas l levar a c abo.
Siete días después dirigi 6 esta otra circular a l as
Autoridades de las Segovias:
"San Rafael, 7 a. m. del 19 de Mayo de 19Q7.
"AUTORI DA DE S D E L A S SEGOVIAS:
"Por la presente daré a saber mi última determina­
c i6n respect o a l a actua l si tuaci6 n p ol ítica d e nuestr o
país; parece que el movimiento constitucionalista encabe­
zado por Moncada ha quedado despachado, habiendo que;
dado el pueblo víctima de l a imposici6n yankee y de la
irresoluci6n de sus principales cabezas; si se ha hecho
bien y me rece a pl ausos l a m a nera p acifista c on q u e
principi6 a terminar es e movimiento, se le debe directa­
mente a Moncada, y si es digno de crítica y si a alguien
se debe d e acusar d e r esponsable es al mi smo Moncada,
por la manera con que desmoraliz6 al ej ército al regreso
de Managua que lo hizo de l a manera siguiente: 1)—
R econcentrar las fuerzas q u e s e en contr aban e n L aá
(o) N OT A: — La tropa de Sandinn se componf a de cien hombres, y no dió con ella e n
los dlas de que hablaba, batall a al guna.

O EL CAL VARI O DE LA S SE GOVI A S


Banderas y Boaco, lo mismo que el Tren de Guerra que
estaba en T eustepe, así como a las otras fuer zas qu e h a­
bían quedado e n n uestr o poder ; y t od o eso l o hizo si n
el consentimiento general de l ej ército, e invitando a los
jefes para una conferencia que se celebraría en Boaco, en
donde se trataría de la conveniencia o no de aceptar las
bases propuestas por los yankees, y a l mismo tiempo
hizo l o qu e de su p ar t e estuvo, l a convenienci a de acep­
tar las bases que los «machos» habían propuesto. Y o es­
tuve presente a escucharle con un grupo de mis com.
pafieros v le of sin contestar, y porque psicol6gicamente
comprendí lo resuelto que estaba en su interior para en­
t regar l a s ar mas, e i r 6nicamente pr egunt é fr ent e a él a
mis muchachos, si estaban dispuestos a entregar sus ar­
mas; y ellos contestaron co n u n «puj ido» y voltearon las
espaldas; al comprender Moncada que yo no estaba con
su opini6n, me mir 6 de fr ente, casi amenazante, dicién­
d ome que m i deber era "ajustarme a l a opini6n de l a
mayoría, porque de lo contrptio era locura que yo inten­
tara luchar con los «machos».
"Comprendiendo que yo no hacfa bien en contrade­
cirle, porque aún podría privar m i l ibertad, le contesté
u e eran mis deseos ACCE DE R A L A U PI NI O N D E
'A MAYORI A, pero yo sabía que la mayoría ya estaba
vencida por éi mismo, puesto que con la reconcentraci6n
de las fuerzas habfa cundid o l a desmoralización del ej ér ­
cito. Fu f a l a conferencia, cuando llegué a l a.sesi6n ha-.
bía terminado. TODO ESTO YO LO KACIA PORFORMU­
LA Y N ú PO R F E N I OBEDIENCIA. PEDI PERMISO
PARA QU E E N E L CASO D E ENTREGAR LAS AR­
M AS H ACERL O E N J INOTEGA , per o s e m e di j o q u e
habfa que comunicátselo a los yankees, y que para eso
habfa necesidad de esperar tres dfas. Y o acepté a espe­
rar en el l ugar que se ll am a «E l Cacao~ per o cuando ll e­
gué a ésa le envié una carta al General Moncada, parti­
c ipándole qu e mi col umn a se habí a tar dad o po r f alt a de
comida; qu e y o mi smo me ponf a en m ar ch a p ar a J inote­
ga en donde QUEDARIA ESPERANDO SUS ORDENES Y
C04 0 SIEMPRE SUJETO A L A OPINION DE LA MAYO­
RIA D E LOS JEFES, pero todo esto l o hacia para poder
evitar que me pusieran obstáculos en mi marcha y asf
poder t r aerme el ar mamento, tal como l o hice. A m i lle.­
gada a Jinotega convoqué a las principales personas de
dicha ciudad par a manifestarles mi resoluci6n de luchar
con los yankees, pero que antes de presentamos en ac­
ci6n lanzariamos una protesta contra los Estados Unidos
en nombre del, partido Liberal de las Segovias, ya que

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—43—

n o l o podr íamos hacer en nombr e del Par tid o L ib eral de


Nicaragua, porque ya en esos dias estábamos desmembra­
dos.
"MI PROPOSICIO K FRACASÓ Y TENGO TEMO­
RES DE HABER SIDO CRITICADO PUES SE ME PROME­
TI Ó RESOLVE R A I . DI A SI GUIENT E Y HA ST A H OY
NADI E iQ E H A RESUELTO NADA. En vista, de no ha­
b er hombres resueltos a dejar el <cuero s por un gesto de
heroísmo, resolví deshacerme de las personas que com­
prendí ser dueños de intereses y que no les gustaría aban­
donar a sus hogares. En Jinotega tengo alrededor de cien
hombres y en E stel í otr o tanto.
"Ya he dado órdenes a las fuerzas de J inotega como a
las de otras partes para no presentar acci6n a las fuerzas
americanas en caso de invadir a dichas plazas y que se
reconcentren al lugar donde yo estoy, que es San Rafael;
para que las autoridades civilesescuchen laspretensiones
de los y ankis, y mi en tras tanto y o saber lo tod o po r t elé.
grafo e ir a esperarlos donde a mí me convenga, y cerrat'
así el movimiento constitucionalista con un broche de san­
gre yanki.
"N o me import a qu e se me veng a el mu nd o en cima,
p ero cumpl ir emos con u n deber sagr ado. Po r tod o l o d i .
cho protestaré por mi propia cuenta, si es que no hay
quien me secunde.
"De Uds. affmo. compañero y amigo.
(f) A. C. Sandino".
Se comprende clar amente: n i ngun a persona sensata
podría haber aprobado la quijotesca proposici6n de San­
dino. No er a patriotismo el gastar un caudal de sangre
y energías inút ilmente, y así Sandino qued6 sin que se
le r esolvier a nad a po r p ar t e d e lo s p r incipal~s ciudada­
nos d e l a ciudad d e J inotega. E l los t uviero n l a clar a vi­
sió n qu e i l uminó l a ment e saga z de l General Moncada
en momentos difíciles para conquistar la definitiva victoria.
Por qué Sandino se'cuidó mu y bien de decirle fren­
t c a fr ent e al General Moncada todo aquell o qu e l e d i j o
cuando se encontr aban de por medio las montañas y cam­
piñas llenas de escombros y cadáveresv... Cómo no demos­
tr ó entonces su v alo r y su t emple d e acer o d e que hacía
tanto al ardear NADA ! L e fué necesario recurri r al enga­
ño p ar a poder llevarse las ar mas, con las que, con el pr e­
texto de luchar contra los marinos, ejecutaba a su s pr o­
pios hermanos.
El lector no habrá olvidado qu e Sandino le dij o al
General Moncada en la carta que le escribi6de ' E1Cacao",

O EL CA L VARI O DE LAS SE GOVI AS


que en Jinotega quedaría ESPERANDO SUS ORDENES Y
C OMO SI KMPRK SUJET O A L A OPINION D K L A M A ­
YORIA DE LOS JEFES, y luego lo ratifica en la circular
que dirigi6 a las autoridades de Nueva Segovia. S i esto
no es far sa, no sabemos que otro nombre pueda aplicársele.
'Cuando el General Moncada lleg6 a Jinotega, en mi­
si6n pacifista, acompañado d e su secretario,— el autor de
esta obra,— y de don Gregorio Sandino, se encontraron en
esta ci udad co n el General Carlos Vargas, quieü confiado
a la amistad que tenía con el j ef e insurgente, y viendo
en peligro de fracasar el patriótico esfuerzo de la misión,
puso su contingente para evitar un .inúti l derramamiento
de sangre, dirigiéndose a Sandino por medio de un men­
saje en el que le insinuaba l a conveniencia y necesidad
de proceder a su desarme, para no tener qu e lamentar
consecuencias dolorosas por su obstinaci6n.
Sandino le contest6 con e l siguient e t elegrama, fe­
c hado en su Cu artel General de Y aií , e l d í a 24 de May o '
de 1927:
"General Vargas: Creo que ya expliqué en una cir­
cular lo que hay respecto a lo que se me oblig6 a acep­
tar, lo que ni en broma pensé. Respecto a su amenaza
de que tendrlan que lamentar las conéecuencias, me gus­
t aría que usted fuera el valiente que me siguier a par a
tener el honor d e l i mpiar a nuéstr o suelo de esa clase de
parásitos nocivos.— Augusto C. Sandino."
Al ver l a i n minencia del peli gr o de un a nu ev a g u e­
rr a, el pueblo h onr ad o d e Nicar agu a q u e se encontr ab a
casi en la miseria y horrorizado de la lucha armada que
acababa de pasar, se aprest6 a combati r a Sandino sin
distinci6n de colores políticos.
El Capitán Fagan, quien se encontraba actuando co­
mo Comandante del destacamento americano de vigilan­
cia. en Chontales, o r ganiz 6 po r l l amamient o voluntar io,
una.columna de liberales y conservadores chontaleños, de
acuerdo con la costumbre que exist e en Estados Unidos
par a llevar a cabo expediciones armadas. E ste llama­
miento tenfa por obj eto formar un cuerpo armado apolí­
tico para batir a Sandino, quien en las montañas de L as
Segovias se encontraba co n ci ert o número de rebeldes
contra los Pactos que se habían celebrado e n Tipitapa,
v mediante los cuales se había acordado la paz entre los
ejércitos beligerantes.
Sandino, sordo a l a voz de l patriotismoi permane­
cía obcecado por l a idea de convertirse en árbitro de los

EL V E R D h D E R O S h N D I N O
—45—

destinos de la Nación, y tr atando de hacer prevalecer su


capricho plantaba la sig uient e disy untiva: O se aceptaban
estrictamente sus bases trazadas en fornla inadaptable a los
momentos políticos internacionales, o desataba la guerra.
De nada valía la 16gica, ni la persuasi6n, ni las promesas;
Sandino amenazaba con la muerte a todo el que trataba
de convencerlo a entrar en cordur a y hacer qu e en su
a lma resonar a el eco del g r it o d e angusti a d e l a P atr i a
que reclamab a paz.
A principios del mes de Junio de 1927, Sandino es­
tableci6 su cuartel general hacia el N oroeste de Nueva Se­
govia, d e donde d i r ig i 6 l a si guiente cornunicaci6n al J ef e
Político del Departamento, don Arnoldo Ramírez Abaúnza,
residente en El Ocotal:
"El Verruguillo, 14 de Junio de 1927.— Sr. Jefe Poli­
tico, O«otal.— Muy Sr . Mi o : T eng o el gu st o de p i r t i ciparle
por medi o d e l a presente, qu e acept amos a Ud. com o Jef e
P oli t ico de Ocotal, per o n o aceptamos i ng erencia de ni ng u­
na autoridad en los lugares siguientes: Sa n Fernando,
Ciudad Antigua, Telpaneca, Quilali, El Jicaro, Murra y Jala­
pa,(") ya que somos suficientes capacitados para dar garan
tías en estos lugares, puest o qu e t odos sus habitantes son
netamente liberales y no se creen garantizados mientras
Adolf o D iaz est e en el poder.
" Nosotros NO ENTREGAMOS NI' UN SOLO RIFL E
si n o es qu e s u Gobiern o sea su sti t uid o po r u n Gobiern o
Liberal y de honor.
" Pong a Ud. en conocimient o de su Go biern o l a act i ­
tu d nuestra, y qu e s i los y ankees no s q ui eren desarmar
nosotros sabremos m at ar los, a ellos qu e quieren ar rebatar ­
nos los r i f les qu e co n t ant o honor les qu i t amos a los "ca­
churecos"; y que si esto no les cuadra, pues que entonces
CUADRA Y MEDIA.
"Afmo.
(f) A. C. Sandino".
Por los anteriores conceptos se v e l a f alt a d e cor du-.
ra del famoso guer r i ller o, en que por un a p ar te l e dice sl
señor Ramírez Abaunza que lo reconoce como Jefe Polí­
tico, y po r ot ra, aún aceptándolo como pr imer a au tor idad
d epartamental , n o l e p er mit e n i n gun a i ng er enci a en
a suntos de su car go, en los pueblo s anteriorment e en u­
merados y de la j u r isdicci6n de l D epar tamento de Nueva
Segovia. Sandin o se r ebelaba contr a el General Monca­
da, se rebelaba contra don Adolfo Díaz, y, sin e mbargo,
aceptaba la s A u tor idades su r g idas de l conveni o de Paz
entr e estos dos.
( ' ) NOTh : - E s conveniente observar ei int erés de Sandin o en permanecer ceros d e
Murra y sus yacimientos de or o . Siempre se mantuvo alrededor de estos
lugares para explotar a los pobres lavadores de oro, llamados gdlrises.

O EL CAL VA RI O DE LAS SE GOVI A S


—46—

De conformidad con la falta de reconocimiento de la


autor idad de l J ef e P o l í tico e n lo s pueblo s q u e cit a el
guerrillero en la nota que hemos trascrito, Sandin o des­
trufa de una sola plumada la organizaci6n del Departa­
mento de Nueva Segovia, decretando cabecera departa­
mental al puebl o d e E l Jícaro, del qu e nom br ó J ef e Po­
lftico al cabecilla Francisco Estrada.

SANDINO T UV O SI E M PRE L A T E N DENCIA D E CREA R


LA RE PÚ B L ICA D E LAS SEGOV IAS, Y L A NZA BA
PROCLAMAS E N EST E SE NT IDO.
El si guiente document o se r efier e a l n om br amiento
de Fr ancisco E st r ada, uno de sus l ug artenientes, par a de­
sempeñar las funciones de Jefe Político de Nueva Sego­
via, y en él Sandin o acuerda, por sí y ante sí d enominar
al pueblo de E l Jfcaro con el nombre de Ciudad Sandino,
lugar donde en lo sucesivo pensaba establecer la capital
de Nueva Segovia.
He aqu í u n acuerdo d e Sandin o qu e l o atestigua:
" Cuarte l G eneral de los Defensores deí i )crech o Naci onal .
"A l T ente. Cnel . don F rancisco l :st rarla . P t e.
(A qu í e l sell o de Sandino).
"Po r acu erdo de hoy ha sido Uií. iuoníivado .Jef e l 'I>­
li t ico de l a Cabecer a D c par tamenta l d c iX u ev a Scg or íu,
reconocida ho y en E l J i caro, ilu e en l o sucesiv o sc l lania-.
r a Ciuda d Sandino . Y p ar a lo s fi nes d e li y , sí r vase l ' d .
presentarse á tomar posesión deí puesto pava, que ha silla
nombrado.
'P at r ia y L í bertaií.
"K í C hi pote, Ju ni o l 8 rl e í9 >7.
"A . C. San<lino.
(A qu í ot r o sello)
Gral. y Jefe de los L)efensores dcl 1)en cho irracional".
Sandin o qu erí a a t od a cost a da r p u blicida d a su
nombre . A s í l o vemos bautizand o co n su apellido l a pe­
queña poblacion de EI Jícaro, siendo muchos los que re­
cibieron fu er te s castigos, multas, y hast a q uiénes paga­
ron con su vida, la grandísima falta para él de olvidarse
d e llamar al pueblo aludid o co n el n om br e co n que él l o
habí a bautizado.

P REL I M I NARES AL AT AQU E D E E L OCOT A L


POR SA N D I NO
Estamos en el mes de Julio de 1927 y se h a h echo.
uso de todos Ios medios par a que Sandin o ced a al i rnpe­

E L V E R D A D E R O S A V D I N O
—47—
rativo del patriotismo sereno y consciente. E l Jefe insu­
rr ecto queri a si n embar g o hacer pr evalecer s u vol untad,
y de alli que naciera en el coraz6n de los segovianos esa
zozobra intensa, que era algo así como el presentimiento
de los grandes dolores que luego experimentarían.
El día 7 de Julio ha sido de movimiento y-agitaci6n.
El campo d e ater r izaj e ha estado lleno d e g ente cur iosa,
en espera d e los aviones que estaban anunciados para
las 11 a. m . M ientras llegan, l a gente se ocupa en cu r i o­
sear viendo los despojos del 403, que yacía en el propio
campo de aterrizaje. A las 11. y media aparecen del lado de
Tel paneca. Descr iben los cír culo s acostumbr ados y ate­
rr izan si n ni ng un a dificultad ; E l Capitá n Pi erce p i lotea
el 405. Es un hombre avejentado, sobre cuya cara se tras­
luce la indiferencia del que a diario está acostumbrado a
desafiar l a mu er te . E l 401 está pi loteado por el Capitán
Archibald, hombre sereno y de pocas palabras. C uando
salieron de sus cabinas estrecharon l a mano del Capitán
Hatfield, Comandante Militar de la plaza, y del Jefe Polí­
tico del Departamento, don Arnoldo Ramírez Abaúnza,
quienes estaban esperándolos en el Campo, y después
de breves palabras extendieron lo s mapas que traían,
consultando sobre cibi'tos lugares para operaciones mili­
tares. Momentos después pasaban sobre . El Ocotal dos
aviones más, uno de ellos el Green Nose (Nariz Verde),
que tripulaba el Mayor Rowe, Jefe del Cuerpo de Avia­
dores. Venían de E l Chipote, de da r un vistazo a l as
montañas, que dentro de poco serían teatr o de aconteci­
rnientos bélicos.
En el Ocotal flotaba en la atmósferael presentimien­
to de algo extraordinario que se avecinaba. L os habitan­
tes laboriosos y quietos tenían miedo de las irrupciones
de Sandino, y pocos eran los que se aventuraban a sali r
fuera de la ciudad.
Se habían agotado los medios amistosos y pacíficos,
llegándose a la conclusi6n de que había que proceder, en
forma enérgica para someter a Sandino.
El capitan Hatfield hizo circular en todas las ciudades
y pu eblos de l D epar tament o l a si guient e hoj a suelta, a
fin de que los habitantes estuvieran sabidos de los riesgos
que corrían al permanecer en los l ugares ocupados por
Sandino y sus fuerzas:
«A todos aquellos que pueda interesarles:
«Augusto C. Sandino, e n u n tiempo Gral . d e los
Ej ércitos Liberales, es ahora un individuo fuera de la ley,
en rebeli6n contra el Gobierno de Nicaragua. Por consi­

O EL CA L VA RI O D E L A S P E GOVI A S
—48—
guiente, aquellos que anden con' él o permanezcan en te­
rr it ori o ocupado por su s fuerzas, lo hacen ba jo su p r o ­
pi a r esponsabilidad, y n i el Gobiern o d e Nicar agua, ni el
de los Estados Unidos d e América serán responsables
por los muertos o heridos que resulten de las operacio­
nes militares de las fuerzas nicaragüenses o americanas
en el territorio ocupado por Sandino.
G. D. Hatfield,
Cap. Mar ine Cot ps, Commandin g N u ev a Sego via»
Aafmism o e l Cap. H atfiel d co n f ech a 12 del mi smo
mes se dirigi6 a Sandino, por medio de l a siguiente co­
municaci6n que hizo llegar a manos del Jefe insurrecto:
"Gral. A. C. Sandino.
"San Fernando, Nicaragua.
"Estimado Señor;
"Parece imposible que Ud. aún permanesca sordo a
propuestas razonables, y aun a pesar de sus respuestas in­
solentes a mis pasadas insinuaciones, vengo de nuevo a
darle una oportunidad más para rendirse con honor.
"'Como Ud. debe de saber sin duda alguna, nosotros
estamos preparádos para atacarlo en sus posiciones, y ter­
minar de una vez por todas, con sus fuerzas y su persona,
si Ud. insiáte en sostenerse. Más aún; si Ud.lograra esca­
parse para Honduras o cualquier. otra parte, a s u cabeza
se le pondria precio y nunca podri a Ud. volver en paz a
su patria, que pretende Ud . amar tánto, sino como un
bandido, qu e ahuyentari a a su s mismos connacionales.
Si Ud.'viene a El Ocotal, con toda o parte de sus fuerzas,
y entreg a su s armas pacificamente, Ud. tendrá con sus
s oldados g ar ant ias, qu e y o l e ofrezco com o r epresentant e
de una gran nación poderosa, qu e no gana batallas con
t r ai ción . A s i estará, U d . e n l a posibi lidad d e v i vi r u n a
vida útil y honorable en su misma patria, y estaria en la
posibi li da d d e ay uda r a su s connacionales, sentando desde
a hol a para el m añana u n ej em pl o de recti tu d y d e caudi ­
l lo . D e otr o modo U d . ser á u n desterrado y f uer a de l a
ley', perseguido donde quiera y repudiado de todas partes,
en espera de una muert e vergonzosa, n o l a del soldado
q u e ca e e n e l camp o d e batalla, sino l a .del cr i m ina l q u e
m erece se r t i rado po r las espaldas, po r su s mi smos seg ui ­
d ores. N i ng un o f uer a d e l a le y h a prosperad o o mu er t o
contento; y com o ej em plo, que estaba en su mismo caso hace
2ó años, y qüe volvi ó sobre sus pasos a tiempo, me permi­
to invitar su atención al recuerdo de Agúinaldo, de L as
Filipinas, quien llegó después a ser el más grande de los
caudillos y u n espléndido am ig o d e l o s E stados U n i dos.
Para terminar deseo informarle que Nicaragua ha tenido
su última revolución, y qu e lo s soldados de fortuna no
tendrán ya más oportunidad de emplear sus talentos en el
futuro. Ud. tiene dos dias para darme una contestación
que salvará la vida de muchos de sus seguidores; y si Ud.

E L V E R D A D E R O S A N B I N O
— 49—

es el patriota que pretende ser, lo esperare en El Ocotal


a las 8 d e l a mañana del di a 1 4 d e J u li o d e 1997. H ag a
favor d e decirme de su resolución, si o no; y y o deseo
sinceramente, por bien de sus soldados y de Ud. mismo,
que sea si.
G. D. Hatfield".
Para justificar los términos de la anterior intimación,
d ebe tomarse en cuenta que y a se habfa hecho us o de
recursos amistosos, en f orma di plomática, y dentro de
promesas de toda clase de garantfas para Ssndino y sus
hombres; y q u e él siempr e contest 6 co n marcad a in so­
lencia, en actitud de reto contra el Gobierno de Nicaragua
y contra el Jefe Supremo del que fué Ej ército Constitu­
cionalista, General José Marfa Moncada, a quien bur l6
haciéndole creer que seguía a sus hombres para obligar­
los a en tregar las ar mas.
Saadino, invariable y tenaz en su modo de ser, con­
testó a la tnisiva del Capitán Hatfield con el siguiente te.
le@rama, dirigido desde su Cuartel General de El Chipote.
"Campamento de E l Chipote, Vfa San Fernando.
"A Cap. G. D. Hatfield,
Ocotal.
"Recibí su comunicaci6n ayer, y estoy entendido de
ella. No me rendiré y aquí lo espero. Y o quiero patria
libre 6 mor ir ; no le s tengo miedo; cuento con e l ardor
del patriotismo de los que me acompañan.
A. C. Sandino".
El lugar donde fué fechado e l telegrama er a una
treta del guerrillero, por l a distancia a que se encontra­
ba y l a rapidez con que fué contestado. E s de suponer
que se p aliaba en la poblaci6n de San Fernando, donde
habí a servicio telegr áfico.
Como a las 9 de l a noche de l df a 18 de Juli o del
mismo año, el Cap. Hatfield recibió un telegrama, proce­
dente de Telpaneca y firmado por Porfirio Sánchez, Jefe
de la Caballerfa de Sandino, en el cual éstelo retaba para
que, en vez de valerse de los aviones llegar a é l p erso<
nalmente a batirlo por tierra.
Este telegrama se explica, como consecuencia de las
operaciones aéreas del dfa anterior. llevadas a cabo por
los aviones de la Marina, como contestaci6n al fuego que
le hicieran las tropas de Sandino en E l Jfcaro y T elpa­
neca.
Sandino cumpli6 si n embargo e l llamamiento que
le hacía al Capitán Hatfield a fin de tratar con él asun­
tos referentes al desarme. Veámos c6mo, cuándo y a qué
hora ocurri 6 esto.

O EL CAL VARI O DE LAS SE GOVI AS


— 50—

E L AT A Q U E A E L OCOT A L
En las pr imeras horas d e l a madr ug ada d~l d í a 16
de Julio de 1927, los habitantes de la ciudad de E l Oco­
tal se despertaron sobresaltados al estruendo d e las des­
cargas d e fusiler ía, el r epiqueteo i ncesante d e l as ame­
tr al ladoras y las detonaciones d e la s bombas d e m ano,
l os toques de clar ines y lo s v i vas d e lo s i nsurgentes a
Sandino.

C uartel d e l a (guardi a N acional d e E l Ocot al , qu e


fu é atacad o po r u n f u ert e cont i ng ent e sandinista, el cua l f u e r e ha­
zad o con g r andes pérdidas

E n el Cu ar te l General de l A r ca N orte. siempr e se


habí a su puest o q u e Sandin o esper ar í a a qu e l o f uesen
a buscar a l a montana . Si n embargo, a pesar d e l a sor ­
p resa y de l a hor a i ntempestiva par a l l evar a cab o u n a
empresa d e tal n at ur aleza, lo s defensores d e l a plaza se
colocaron en su s puestos, co n tod a pr ontitud , d ispuestos
a r echazar con valo r y ser enidad el f uert e emp uj e q u e
hacía Sandino con su s t r opas.
H a y qu e hacer consta r q u e el j ef e denodad o q u e
l uch6 en el pr opio teatr o d e los acontecimientos f u é R u­
fus i4far ín , segund o j ef e de las fuerzas atacantes, y a q ue
Sandino se concret6 a mantenerse a un a pr udencia l d i s­
tancia, en el lugar llamado E l Divisadero, desde donde

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 51—

conocía la s fases del combate, po r n oticias qu e l e lleva­


ban los que se r etir aba n co n su b otí n d e l a poblaci6n.
Ni un solo momento bajó de su puesto. para infundir con
s u presenci a valo r a su s soldados, ret ir ándose de E l D i ­
visader o cuando se di6 cuenta d e qu e l a acci6n se habí a
perdido y d e que había muert o R ufus Marín, qu e l o hizo
br avamente, como sabe hacerl o el soldad o n icar agüense,
habiendo sostenid o u n duelo a pistola, casi f r ente a fr eii­
t e, con un o d e los oficiales americanos q u e defendían l a
plaza d e E l Ocotal . Sandino huy 6 d ej and o abandonado
el cadáver d e su v aliente seguidor , q uien f u é sepultado
po r los vecinos en el cementerio d e E l Ocotal.

l '.1. l i I V I SA I ) ERO , l uga r si t uad o com o a I .WO mctrna de l a


ciudad de k:I Ocoi al , donde per maneci o Sandin o du rant e
todo el tiempo del combate.

A conti nuacii>n se repi oduce el i iif oi me oficial sobr e


e ste co mbate, su mi nistrad o po r e l Cu ar tel General en
Managua.
"A l a un a d e l a mañan a del dí a 16 d e J u li o (1927)
n uestras t ropas de E l Ocota l f uero n atacadas po r u n a
fuerte columna, baj o el mand o de l bandolero Sandino. es­
timada en trescientos hombres. La fuerza de El Ocotal es­
taba baj o el mando del Capitán H atfiekl, del Quint o Regi­
miento, consistente en 88 mar inos de la 16 Compañí a del

O EL CA L VARI O DE LAS S E GOVI A S


Tercer Batallón y 48 Guardias Nacionales, bajo el mando
del Tente. Darnall, U. 8. M. C. Saadino pri»cipió su ataque
en los cuarteles ocupados por los Marinos y l a Guardia,
a la una de la madrugada, poco más o nienos, del 18 de
J ulio . E l cuerp o p r incipal d e sus tr opas, con u n total de
300 hombres corivergía a la ciudad, procedente del, Sur y
del Este, en tres columnas, agregáridoseles como un cen­
tenar de la gente del pueblo. Sandino apost6 gente en
la torr e de la I glesia, y barrí a las calles con fuego de
máquinas. E l marino Michael Oblesky fué muerto justa­
mente al amanecer. A las 8 y 10 a. m. Sandino envió una
bandera con parlamentarios al cuartel de los Marinos, in­
timando su rendici6n, y declarando que si las armas eran
tiradas a la calle, a los marinos se les concederían los ho­
nores de l a guerra. E l portador de tal intimaci6n i ba
acompañado por el Jefe Político de E l Ocotal, quien ex­
piicb que j unt o con el D ir ecto r d e p olicí a Sr . J . R amón
Téllez, h abía sid o capt ur ado, y qu e é l d eseaba c ongra ­
tular al capitán H atfield por su magnífica defensa. San.
dino pedía un armisticio de sesenta minutos. E l capitán
Hatfield, rehus6 de plano considerar tal pi opuesta, y de­
clar6 que el armisticio duraría solamente el tiempo que
e stuvieran a l a vista, en su r egreso, los por tadores d e l a
bandera blanca. L a pelea se reanudó inmediatamente, y
continuó hasta después que,los aeroplanos principiaron su
ataque, después de lo cual ces6 completamente, con excep.
ci6n de 7 rifleros apostados en el patio de l a I glesia, los
que fu eron r odeados y captur ados po r el teniente B ruce,
de la Guardia Nacional; El fuego ces6 a las 5 y25 minutos
p. m. Cinco hombres de l a Guardia Nacional fueron cap.
turados en un retén, cerca del río, pero lograron escapar
y reorganizarse durante el ataque aéreo. L as completas
pérdidas sufridas por Sandino no han sido comprobadas
aún po r el Cap. H atfield, per o de l l ig er o r econocimiento
que se h a hecho se estima que murieron por l o menos
unos cien hombres a manos de los defensores de la plaza,
fuera de las bajas que hayan podido tener por parte de
los aeroplanos. E1Cnel. Rufus Marín, segundo jefe de las
tr opas de Sandin o y J ef e del E stado M ayor m u r i ó en el
a taquei .
Hasta aquí la parte sustancial de este informe, que
firma el Cnel. Gulick, del Cuerpo de Marinos del Quinto
Regimiento.
E l Gr al. Feland que se encontraba acampado en l a
Escuela de Artes, Ferrocarril de l Pacifico de Nicaragua,
en una entrevista que tuvo con los periodistas capitalinos,
les expres6 lo siguiente:

K L V E R D A D E R O S A N D I N O
<Ya todos 'conocen la actitud de Sandino.. Este f ué
el compañero del Gral. Moncada en l a pasada guerra~y
no quiso. desarmarse a pesar de que el Gr al, Moncada
trat6 de conseguirlo de varias maneras. Los Estados Uni­
dos exigían, conforme el pl an ., de desarme general, que
todas las fu erzas debían se r desar madas p ar a ev itar así
la continuaci6n de la guerra. Sandino no atendió a este
d eseo de l Gb no . A m ericano. E l p adr e d e Sandino f u e
allá con el Gr al. Moncada para persuadirlo, pero nada se
logr6'. E l Jef e Político de l Ocotal, y amigos en aquel
Depto., hicieron todo esfuerzo p ar a consegui r el desarme
de sus fuerzas, sin conseguirlo. E n algunos periódicos
he leído que Sandino ,debía rendirse, y también la opi­
ni6n l ib er al se pronunci a en este mismo sen tid o. . E l con­
tinu6 en su capricho, sin atender a nadie. Los periodis-,
tas sabén los abusos cometidos por Sandino, tanto corpo
los asesinatos, atr opellos y r obos y a conocidos del pú bli;
co. L os -periodistas saben que no es gr ande el. número
de los que acompañan a Sandino, sino un .pequeño grupo
de descontentos, de ladr ones y asesinos. L a Guar di a Na­
cional,- continu6 el Gral Feland, -está siendo instruida ba
jo el control de jefes americanos, para que sea un cuer­
po eficiente par a el restablecimiento del orden en todas
partes y para prestar toda. clase de garántías a los ciu­
d adanos. E n l a M i n a .d e San A l b ino , Sandin o captur ó a
dos americanos y a dos in gleses, obligándoles a dar fuer ­
tes sumas d e dinero . E st a es un a de las causas p or que.
'las fuerzas americanas han tenido qu e procurar poner
en or den a Sandino y a su s p ar ciales.i

Refiriéndose al.ataque de E l Ocotal el misma Gral;


F elan d d i j o:
<En E l Ocotal había como cincuenta constabularios
y menos de 40 mar inos estacionados. E l cuer po d e avia.
c i6n les hacía un a vi sita di aria, con el o bj et o d e estar al
tanto d e l a si tuaci6n d e ese l ugar . A l medi o dí a del sá-'
bado, los americanos r egresaron del Ocotal co n l a i nf or ­
m aci6 n d e q u e es a ci udad h abi a sid o atacada po r u n
ejército como de 800 bandoleros, con el .f in .de capturar
aquel]a plaza y an i quilar a las fuerzas de mar inos y cons­
tabul ar ios qu e all í h abía . Se di 6 o r den d e qu e av iones
del ser vici o l l evaran b o mbas y am etr alladoras par a r e­
c hazar e l at aque, l o qu e se hizo . A causa del vi ento y
del ma l tiempo en aquell a zona, los aeroplanos regre.­
saron a las 6 de l a t ar de, del mismo día, i nf or mando que
Sandin o habi a sid o r echazado d e l a ci udad, habiéndose

O EL CA L VARI O DE LAS SE GOVI A S


retirado en desorden hacia )a montaña Ayer domingo se
enviaron cuatro aeroplanos a E l Ocotal par a obtener
noticias y continuar fa lucha, si es necesario. L os aero­
planos r egresaron t r ay endo i nformes de las fuerzas ame­
ricanas, acantonadas allá, al mando del capitan Hatfield,
E) vi ernes a las 4 d e l a t ar de la línea telegr áfica fue cor ­
tada, y' hubo la consiguiente. alarma. E l ataque princi­
pi 6 h l a 1 de l a mad r ugad a del sábado.
~ Sandino, que de antemano había conquistado á gen­
te del pueblo, cont6 con ella para poder penetrar a una
parte de )a ciudad . E l combate fue fuerte y r eñido . San­
d ino pi di 6 l a r endición de l a plaza, por medio d e u n p ar ­
)amentario con bandera blanca, pero su petici6n fue re­
chazada. E l combate se reanud6, habiendo cooperadode
una manera muy importante los aeroplanos, los que des­
alojaron de sus posiciones a )os sandinistas. E n la I gle­
sia fueron capturados siete insurgentes. Sandino había
dicho a sus soldados que )as bombas de los aeroplanos
no ocasionaban ningun estrago, porque los aviadores no
sabían manejarlas con éxito. E sta fue una de las causas
por l a que sus tropas sufrieron tanto con el mortífero
efecto de las bombas. Mucha gente huy6 de l a ciudad,
dejándola casi completamente sola. Sandino captur6 a al­
gunos civiles y los pas6 por las armas. De la constabula­
ria hubo solamente un herido. A consecuencia de un ba­
lazo, recibido durante el combate, muri6 el Senador don
José María Paguaga».
La casa del senador Paguaga, muerto, queda a orillas
del parque, junto al Cuartel y en el momento en que se
disponía a saltar sobre una pared recibi6 el balazo que
le quitó la vida.
Este modo de proceder de Sandino, que no tomaba
en cuenta l a necesidad d e paz que r eclamaba a g r itos el
pueblo nicsraguense, después de una guerra tsn dolorosa
y devastadora, como la que acaba d e pasar, oblig6 al
Gral . Moncada a da r el siguiente i nf orm e a l Corres­
ponsal de la Prensa Asociada Sr. Irving A. Lindberg, pa­
r a q u e fuese trasmitid o y se l e d iese pu blicidad, en l o s
Estados Unidos.
«En los arreglos con Stimson, el ejército de mi man­
do se comprometi6 al desarme bajo su palabra de honor.
Al comprometerme en su nombre dije al Sr. Stimson que
no respondía y o de l Gr al. Augusto Calder6n Sandino,
porque no tenía confianza err sus procederes. Si n em­
bargo Sandino me autorizó en Boaco, por medio de una

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 55—

carta, para hacer los arreglos. No se había secado la tin.


ta con que firmara esta carta, cuando tom6 el camino de
la montaña con su gente, compuesta de hondureños y
o tros, acostumbrados a la vida de guerra y pi llaje. F u í
a Jinotega llevando al propio .padr e d e Sandino par a
convencer al rebelde. Se neg6 a escuchar, amenazando
a los comisionados y PROPO I ENDO E L NOMBRA MI EN­
TO DE UN GOBERNADOR AMERICANO PARA NICARA­
G UA . L uego, como antes l o h abí a hecho, ex igi 6 diner o a
los comerciantes de Jinotega, nacionales y ex tranj eros,
bajo la amenaza de saqueo y represalia sangrienta. Se re­
concentr6 a la montaña; tom6 extranjeros en rehenes, de­
dicándose al asesinato de sus enemigos', fueran liberales
o conservadores. E s sumamente cruel con sus prisioneros
a quienes n unca p er don a l a vida . Y o n o apr Obar é esa
clase de guerra; nunca la he aceptado. E n L aguna de
Perlas mandé entregar al almirante Latimer un america­
no que 'peleaba a f avor d e D íaz y Chamorr o. L o e ntre­
gué sano y salvo. Nunca de mi orden hubo en mis fuer­
zas sangrienta r epresalia contr a el adversar io; y conven­
cí a m i ej ér cit o p ar a l a r endici6n d e las armas, po r evi­
t ar m ayo r d er r amamient o d e sangr e y po r escuchar l a
voz de l a paz y l a promesa de elecciones libres. Para
defender las ciudades de Jinotega, Estelí y Ocotal, el Co­
mando Americano envi6 all á Marinos y soldados de la
Guardia Nacional nicaragüense. 86 hombres de esta fuer­
za mixta había en E l Ocotal cuando el combate. Sandi­
no se arroj 6 sobre ellos con todas sus fuerzas. L os de­
fensores r esistiero n h er oicament e d ur ant e doce h oras.
De Managua salieron aviones americanos en auxilio de
l a pequeñ a fu er z a qu e defendí a el o rden y l a paz, l a
pr opiedad y l a vi d a d e los n o combatientes. Su f r i 6 des­
trozos Sandino, perdiendo más de doscientos hombres.
Esto, pues, no ha sido u n asesinato; se h a peleado en lé­
gitima defensa. Sentimos los liberales l a muert e de
hermanos, pero estamos en el deber de rechazar todo con­
tacto con mer odeadores, condenando la guer r a que carece
de ideales. E n Nicaragua el liberalismo desea ar diente­
mente l a paz, y confía en la palabra del Pdte. d e l os
Estados Unidos d e A mérica, dad a a nosotros por su R e­
presentante Personal, Stimson . T odos los otros j efes libe­
rales han cu mplid o con su deber ».

LO QU E DIJO SANDINO DESPUÉS DE SU DERROT A


El Genoral Sandino sali 6 huyendo, completamente
d eshecho, después de l a dur a lecci6n recibida, y s e

O EL C AL V AR IO D E L A S S EG OVIA S
fué a refugiar al pueblo de San Fernando, lugar en donde
había dado cit a a sus hombres par a reorganizarse en
caso de una derrota. De este lugar y para paliar su de­
sastr e d i r i gi 6 a l a s au to r idades n o mbr adas po r él , e)
siguiente mensaje telegráfico:
"San Fernando, a las 11 y 50 a. m. del 17 de Julio
de 1927.
"A todas las autoridades cívicas y militares
"Damos a saber los motivos quz originaron el com­
bate de ayer.16 de Julio de 1927.
i' — Demostrar que es fuerza organizada la que perma­
nece protestando y defendiendo los derechos constitucio­
nales del Dr. Sacasa,
2' — Desvanecer la idea de los que creen que somos ban­
doleros y no hombres de ideales.
3' — Probar qu e pr eferi mos l a muer t e antes qu e ser es­
clavos, p or qu e l a pa z q u e consigui 6 Moncad a n o es la
paz que puede dar libertad a los hombres, sino que es la
paz de que disfruta el esclavo que nadie lo molesta por­
que todos lo dominan.
4' —Cualquiera creer á que haciéndonos muchas bajas
caería el ánimo de nuestro ej ército, per o hoy más que
n unca, nos encontramos impacientes porque salgan en
busca de nosotros los traidores invasores de nuestra pa­
tria, y confirmar así la firme resoluci6n que tenemos de
terminhr con nuestras vidas, si es que no podemos dis­
frutar de l a verdadera libertad a que tenemos derecho
todos los hombres.
"Para terminar quiero hacer presente que el unico
r esponsable de todo lo que ocurre, en el presente y en
el futuro, aquí en Nicaragua, es el Pdte. de los Estados
Unidos, Calvi n Coolidge, porque él se h a obstinado en
sostener en el Poder a su lacayo Adolf o Díaz, persona que
goza de todo el desprecio de todos lo s buenos nicara.
güenses.— A. C. Sandino".
En el anter io r t elegr ama, Sandino, d e maner a i n di­
recta, confiesa que en el ataque a E l Ocotal tuvo efecti­
vamente muchas bajas, entr e las qu e n o q uiso contar su
persona, per maneciendo pr udentemente en E l Di visadero.
E n el párrafo segundo proclama muy alto que él y
sus soldados defendían los derechos constitucionales del
Dr. Sacasa.
Hay cosas, como ésta, fáciles de escribir ó decirlas,
pero que cuando el caso 1Íega de probarlas, se desvane.
cen al instante.

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
Sandino supo del triunfo comicial del Dr . Saeasa en
4a jornada cívica de Noviembre de 1932; supo que había
recibido la Presidencia de la republica el 1" de Enero
del año de 1933, y entonces nada significaron para él los
derechos constitucionales que invocaba, reforzados con los
millares de votos depositados por los nicaragüenses en las
u r nas electorales, en un a eleccion j u st a y h o nr ada. E r a
necesario seguir tras el logro de s@s ambiciones de man­
do, abusando, después de un mes de consecutivas derro­
tas, de la bondad del Gobernante, para imponerlé con­
diciones, a fin de cesar en su labor de exterminio en las
Segovias. D e cada uno de su s propios documentos, se
va decubriendo la f arsa del guer r i llero, y per f il ándose su
propia personalidad.

A N EDOCTAS DE L CO M B AT E D E E L OCOT AL
Consideramos que no será molesto para nuestros lec­
tores, dar a conocer algunos de los.muchos rasgos de va­
lor d e qu e di eron prueba mi em bros de l a Guar di a Nacio­
nal, durante la lucha desigual con las huestes sandinistas,
en El Ocotal.
Cuando los sandinistas se presentaron a l a ciudad
con el objeto de asaltar el cuartel en las primeras horas
de l a mañana del 16 de Ju)io, el cabo Boanerges Fernán­
dez, ho y Sub-teniente, se encontraba de guardia, pro­
piamente sobre la calle por donde intent6 en trar el j efe
de la caballería sandinista, Cnel. Porfirio Sánchez, brazo
derecho del cabecilla insurgente. El cabo Fernández fué
requerido por un grupo que avanzaba, machete en mano,
pr otegiéndose en las pu ertas y p ar tes salientes de las ca­
sas. Como contestaci6n dispar6 su rifle, resonando una
voz. fuerte e imperiosa de entre los asaltantes que g<itó:
« Adentr o muchachos». E l cabo F er nández, sin echar p i e
atrás, con serenidad y valor , se enfrent6 a la situación,
cargand o y descargando s u f u sil , co n el qu e disparab a
contra el g r u po sandi nista. A poco lleg6 el teniente B r u ce
q uien encontró a Fernández en un a actitud hermosa, a
distancia como a treinta varas del enemigo. L a coopera­
ci6n del Tente. Bruce fue eficaz, porque portaba una ame­
tralladora Sub-Thompson, con la que ban ió la calle, des­
pejándola de peligros.
Refiriéndose a este valiente Cabo, el Teniente Bruce
dijo: «Fernández, durante todo el día se comport6 como
un héroe. S u actuaci6n no podría haber sido superada
p or n i ngú n ot r o soldad o del m u ndo . L o ad mir o po r su
valor en el cu mplimient o d e su deber.»

O EL CA L VARI O DE LA S SE GOVI A S
—58—

Pocos días después el Cabo Fernández er a ascendi­


do a Sargento en premio de su valor.
Hay algo más que es altamente hermoso y emocio­
nante, y es el acto admirable llevado a cabo por dos solda­
dos de la guarnici6n de El Ocotal, en el momento en que,
en medio del .fuego enemigo, concentrado sobre el cuartel
iba a ser izada la bandera nacional del destacamento. Hay
que. hacer saber que el asta se encontraba fuera de los
límites del cuartel, a la erilla de la acera que pasa frente
al port6n del referido lugar . A las seis de la mañana de
ese día, 16 de Julio, tenía, de conformidad con las orde­
nanzas, que ser. izado el pabel16n nacional, y asi s e hizo,
e n una forma que merece ser conocida, para estímulo de
los. que la ejecutaron. E l fuego de los fusileros de San­
dino er a intenso sobr e la s trincheras de l cuartel , que
pensaban tomar . E l pi e del asta carecía de protecci6n,
l o mismo que el tr ayecto sobr e l a acer a par a llegar a
este lugar . Un bravo muchacho de l destacamento, sin
respetar las balas del énemigo, sali6 presuroso, llevando
en sus manos el emblema de la Patria, con el objeto de
coloéarlo en la cuerda que habia de ascenderlo hasta el
lugar donde diariamente flameaba. Un a bal a enemiga
arrancó la vida de este valeroso muchacho, que cay6 mo­
jando con su sangre el pabe116n nacional. Inmediatamente
fué sustituido por otro, qu e recogi6 d e la s manos del
m oribundo la sagrada enseña, y quien despreciando l a
muerte, iz6 la bandera de ¹ caragua, mientras e l silbar
de las balas y el toque del clarín, l e tributaban su s ho­
nores.
EL RETIRO D E L AT I M E R Y L A L L EGADA
DE S E L L E RS
Las fuerzas de infantería de la. Marina de los Esta.
d os Unidos cada dí a recibían nuevos contingentes de
hombres, víveres y municiones, cooperando con ellas un
escuadr6n aéreo. E l Comandante en Jefe de esas fuerzas
era el Almirante Julián L . Ii atimer, U. S. M. C., quien
tenía distribuidos a sus hombres en las cabeceras depar­
tamentales,pueblos importantes y lugares estratégicos de
la República. Los Estados Unidos observaba el desarro­
llo de los acontecimientos políticos y militares d e Nica.
ragua, por medio de sus agentes de investigaci6n, y cada
'día se hacía más firme y patente su resoluci6n de cum­
p lir su promesa de elecciones libres para 1928 . Co n el
obj eto de s ustituir a l A l m ira nte La timer l le g6 a p l a ya s
nicaragüenses a bordo def barco de guerra .«Rochester»,

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
el Rear Admiral, David H. Sellers, quien arribó a Mana.
gua el 21 de Julio, regresando al dl a siguiente al puerto
de Corinto, donde se embarcaría con rumbo a l a Costa
Atlántica, lugar donde se hallaba el Al mirante Latimer.
E n un a cort a en trevista qu e concedi 6 e l r epresentante a
la prensa capitalina, dij o que además de venir a ponerse
al ftente de las fuerzas americanas, traf a po r objeto in­
for marse de la si tuaci6n de Nicar agu a en esos momentos,
a familiarizarse con ells y a ver que se cumplieran l os
convenios firmados en Tipitapa.
LA RE PERCUSION E N E L PAIS DE L AT AQ UE
A E L OCOT A L
E n vista. de qu e Sandino declaró, después d e su
derrota, que si regresaba a E l Ocotal serfa par a pren­
derle fuego a l a ciudad, po r sus cuatr o lados, aquella
gente se mantenía en constante zozobra v co n l a or a­
ci6n a f lo r d e labios, pidiéndole a Dios que tuviese piedad
de ellos, libr ándolos d e un a nueva incursi6 n d e Sandino,
a quien tenfan horror, por las depredaciones qu e habfa
cometido. durante el asalto de sus tropas a la poblaci6n.
A f i n d e pr oteger a est a ciudad contr a u n nuev o at enta­
do, fueron reforzadas sus guarniciones con un contingen;
te de 85 marinos, comandados por e l Mayor Floyd, los
que llegaron a E l Ocotal el dfa 21 de Julio, a las 4 de la
tarde, hospedándose en un a hermosa casa de l General
Carlos Chamorr o Ch., l a qu e previamente habf a sido
alistada con ese obj eto . E st o i n f un di 6 confianza y tr an-.
qui lidad a t od o el pacffico vecindar io, y muchas f amilias
que llenas de pánico habían abandonado l a poblaci6n,
e mpezaron a regresar a sus hogares. Po r s u part e el
Gobierno de Dfaz principi6 a organizar fuerzas de civiles,
las 'que al mando del Cap. Guillermo Arana operarfan en,
las Segovias contr a Sandino.
Ante la actitud asumida por el Gobierno de Nicara­
gua y las fuerzas americanas, las tropas de Sandino que
atacaron a E l Ocotal abandonaron e n part e su s f ilas,
c omprendiendo lo peligroso e inúti l de continuar' en la
a ven tura, y r egresaban a sus campos d e l abrattz a p ar a
d edicarse a las honr adas labores de l t r abajo . P er o I a
generalidad no obraba de buena fe, guardando s u r i fle,
para esperar en su oportunidad 6rdenes de su jefe, des­
pistando co n esto a lo s m ar inos, ante q uienes ap arecl sn
como honrados labradores.
C onvertido E l Ocotal en un a plaza fuert e co n la
llegada de los nuevos contingentes de marinos, se pudo

O E L CA L VA RI O D E L A S SE GOVI A S
disponer de fuerzas de persecuci6n, )o que se hizo baj o
el mando del Mayor Floyd, quien después de haber su­
frido una serie de emboscadas, de las que siempre pudii
libr arse, el dí a '29 de Juli o 'd e 1927, a l a s 12.20 p . m.,
tomó posesi6n de E l Jícaro, o sea d e Ciudad Sandino.
Esto produjo gran desaliento entre los hombres del gue­
rr illero, y hubo un momento en que se pens6 en Nicara.
ragua en que aquello estaba llegando a su completa diso­
luci6n, tal er a el númer o e n q u e lo s in sur gentes cont i­
nuaban regresando a sus hogares. Viendo esto el Gene­
ral Logan Feland, jefe de las Fuerzas Navales de los Es­
tados Unidos acantonadas en Nicar agua, d e acuerd o con
el Presidente Díaz elabor6 la siguiente proclama, que fué
distribuida desde los aires en los pueblos d e la s Sego­
Vlas.

+A los pueblos del Setentrión:


+E l suscrit o se siente gr atificado qu e tantos de Uds,
estén volviendo a su s tr ab ajos pacíficos, y estén edifican­
do de nuevo sus hogares. Hablo especialmente a esos a
quienes Sandino engañ6, haciéndoles pensar qu e su re­
voluci6n era para el bienestar de vuestro pais, y a e sos
a quienes lo sostuvieron . A todos esos compañeros de
Sandino, quienes l e han ab andonad o y están deseosos
de volver al camin o d e l a paz, g ar antiz o completamente
q ue de ningun modo serán castigados po r ninguno de
los actos hechos bajo su mando. E st a inmunidad será
extendida a tales seguidores, quienes entregarán sus
armas a las autoridades, inmediatamente después de que
r eciban esta noticia . Q u e tod a l a gent e buena, con un a
idea, debe pensar y tr abajar por el bienestar d e Nicara­
gua.
«LOGAN Fz r.azn, B r i gadier G ene ra l, U. S. M. C .
Comandante de la Segunda Brigada de la I nfantería de
Marin a d e los E E . UU.>

Al hacer esta distribuci6n de proclamas, los aviadores


que se ocupaban de. ello, localizaron, u n poco a l Norte
de Somoto, e l campamento de l j ef e sandinist a Carlos
Salgado, a quien dejaron caer un buen número de éstas.
Temeroso dicho cabecill a d e l a i n vitaci6n a l a paz y al tra­
bajo, que desde lo alto se le hacia, crey6 necesario man­
tener l a u nidad d e sus fuerzas, ordenando actos de cruel­
d ad, par a que sus soldados si ntieran s u m an o f érre a y
no se dispersaran; y al efecto, el Alcalde de Somoto, don
Ignacio Campos, di6 parte a Ía Dirección General de Co­
municaciones, que un pelot6n de los soldados del cabecilla

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 61—

Salgado. había fusilado en el punto llamado Aguas Callen.


tes, cercano a Somoto, al anciano Mateo Ochoa, quien no
había podido pagar una contribuci6n de 50 c6rdobas que
se le exigía. A Ochoa, después de quitársele la vida, le fué
robado cuanto tenía. S> n embargo, como e l cabecilla
Salgado er a u n hombr e menos dur o d e tr atar q u e San­
dino, se pens6 que podían establecerse pláticas de arre­
gl o co n él, a fi n d e o btener q u e d epusier a l a s ar mas
Hubo algunas gestiones en este sentido, d e part e del
Alcalde de Somoto y de l J ef e Político d e E l Ocotal,
q uien o freci6' a Salgad o com pletas g ar antía s d e p ar t e
del Capitán Hatfield. A mediados de l me s d e Agosto
estuvo el pr opio General José Marí a Moncada, en Nueva
Segovia, para tratar de entrevistarse con Salgado, en su
afán de evitar que siguiera corriendo sangr e fr aterna, y
de convencer a este j efe par a que acuer para la resoluci6n
tomada en T i pitapa po r los j efes li ber ales d e l a r evolu­
c i6n constitucionalista . P er o Sandin o er a u n d ios p ar a
e stos h ombres, y n ada se atr evían a resolver si n pr ev i a
consulta y autorizaci6n de él, por lo que e l Gr al . Mon­
cada regresó a Managua, con el sentimient o d e haber
encontr ad o conciencias sordas a l a vo z d e l p a t r i otismo.
El General Sandino, si t ení a dudas de qu e se cu m.
pliese l a palabr a d e los Li stados Unido s co n r especto a
gar antizar elecciones li br es en Nicar agua, b ien p ud o ha­
b er suspendid o su s hostilidades, qu edándose co n su s
ar mas ocultas y esperar l a r ealizaci6n d e las pr ometidas
elecciones presidenciales de 1928; y solamente en caso de
un a bu r l a comprobada, volver las a empuñar como pr otes­
ta contra los defraudadores de esta aspiraci6n nacional.
El General Sandino se hubiera hecho acreedor al aplau­
so del m undo si se hu bier a l i mitad o a concentr ar todos
sus fuegos sobre las fuerzas del Gobierno que l o adver­
saban, y so br e tod o sobr e las t r opas d e ocupació n ame.
ricanas. Si n emb argo n o l o hi zo así, y es u n hecho real
y bien conocido en Nicaragua qu e a l sol o mencionar su
n ombr e o l a pr o x i midad d e su s bandas, de los pueblos v
caseríos del N or t e se apoderaba u n t er ro r i ndescr ip tible,
porque era en ellos, en los habitantes indefensos, donde
se cebaba l a ferocidad de él y de s us h omb res, c omo s e
v er á en el curso d e este li bro, en documentos fotogr af i a
dos, cuya autenticidad nadie puede dudar.
FE M E N T ID O M A N IF IEST O D E SA ND INO
Estand o Sandin o e n l a s a b r u ptas m ontaña s d el
cerro de E l Ghipote, Dpto. de Nueva Segovia, lanzó el

O EL CA L VARI O DE LAS SE GOVI AS


siguiente Manifiesto al pueblo nicaraguense, cuyos con­
ceptos trascribimos fielmente:
"E l Chipote 26 de agosto de 1927.
Los liberales puritanos y de honor, o sean los que
no vendieron sus armas, ni reconocieron a Adolfo Díaz a
cambio de puestos públicos, ni se unieron con los ~© +< >
p ara afrentar a Nicaragua, jamás permitirán tampoco la
divisi6n del partido en las pr6ximas elecciones, porque
sería permitir el tr iunfo de los conservadores, cosa que
debeq e vit ar l a t odo s lo s p at r i otas . N osotro s p er ma­
neceremos en ar mas, mientras el Gbno. sea conservador
y entregaremos las armas solamente a un Gbno. liberal
au n cuando n o seamos p ar tidar ios d e él, y después n os
buscaremos en el campo de l a Iucha civil a l verdadero
patriota que puede dar nuevas orientaciones a los asuntos
de nuestra afligida madre, Nicaragua.
A. C. Sandino".
En este documento, respaldado por la firma del j efe
insurgente, expresa éste que entregaría la s armas sola­
mente a un Gobierno liberal, aunque no fuese él partidario
del qu e la s recibiera. Si n embargo Sandino contlnu6
sin deponer las armas después que el General Moncada
h ub o r ecibid o l a presidenci a d e l a R epúblic a e l 1 4 d e
Enero de 1929, a pesar de que este funcionario ape16 a
t odos los recursos diplomáticos y amistosos, escritos y
de palabras, para conseguirlo.
Ni tampoco con el que le sucedi6 on el Poder, Dr.
Sacasa. aun después de idos los americanos, como se ve­
rá en el curso de esta obra.
Las proclamas de Sandino eran, pues, fementidas pro­
mesas.
EL C U M P L I M I ENT O D E UN A P R OM ES A H E CHA PO R LOS E E. UU.

El cumplimiento de l a promesa de elecciones libres


hecha po r lo s E stados U nidos, pur medi o de l R epresen­
tante Personal del Pdte. Coolidge al General Moncada en
Tipitapa, tomaba cada día mayor evidencia, haciendo na­
cer en eÍ alma del pueblo trábajador la dulce esperanza
de días mejores para, Nicaragua. Las siguientes comuni­
c aciones son lo suficientemente elocuentes par a da r a
conocer la formalidad con que se procedía d e parte del
Poder I nterventor, a fin de que la justicia brillara sobre
el Capitoli o d e Managua.
Veamos lo que dicen las referidas comunicaciones:

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
"L egación de los Estados Unidos de América, Managua
Agosto 25 de 1927.
"Excelencia: T engo la honra de avisar a V, E. que
accionando a solicitud del Gobierno de V. E., au excelencia
Calvin Coolidge, pdte. de los Estados Unidos de América,
nombró Pdte. de la Comisión que debe formarse para super­
vi g i la r las elecciones de 1928, al B r ig adier G eneral F r ank
Rüss McCoy, 'del Ejército de los Estados Unidos. Es enten­
dido que en fecha oportuna, accionando con este nombra­
miento por el Pdte. de los EE. UU., el nombramiento del
Gral. McCoy para este cargo será hecho por Su Excelencia
el Pdte. de Nicaragua. E l Gral. McCoy ha venido a Ni­
caragua como Representante Personal del Pdte. de los EE.
UU. de América, en Nicaragua, y con el rango de Envia­
do E x t raordinari o y M i ni str o Pl enipotenciari o a u t orizado
y con poder, para ejecutar y cumplir con los deberes de
su cargo, y con todas las facultades y privilegios qu e de
hecho le corresponden. El Gral. McCoy tendrá una cate­
goría i nmediat a a l a d e S u E x celenci a Ch arle s C . E ber ­
hardt, Mtro. regularmente acreditado de los EE. UU. de
América en Nicaragua. Que sea grato aceptar a V. E. las
seguridades de mi má,s alta consideración.
Cm.at.zs C. Eazanxaxn
Ministro Americano
"A Su Excelencia el D r Carlos Cuadra Pasos,
Mi ni st r o de Relaci ones E x t eriores.— Pte."

CON T ESTA C I O N:
"Palacio Nacional.— Managua, 26 de Agosto de 1927.
"Excelencia: H e tenido el honor de recibi r l a muy
a tenta nota de Vuestra Excelencia, en la cual m e da l a
n oticia de que, procediendo por solicitud anterior qu e l e
babia hecho mi Gobierno, el Excelentisimo Sr. Calvin Coo­
li dge, Pdte. de los E st ados U nidos de A mérica , h a i n dica­
do para Jefe de la Comisión que debe formarse par a su­
pervigilar las elecciones de 1928, a l Brigadier General
Frank Ross McCoy, del ejército americano, para que en su
oportunidad sea nombrado para tal puesto por el Pdte. de
Ni car agua.
"Además me dice V. E . que el honorable General
McCoy vi ene a Nicaragua trayendo l a Representación'
Personal del Presidente f e los Estados Unidos, investido
de la categoría de Enviado Extraordinario y Ministro Ple­
nipotenciari o.
"H e i n f ormado a l Señor Presidente, don A dolfo Diaz,
de los t ér m inos d e l a r eferid a n ot a de Vuest r a. Excelencia,
y m e h a dado in st ru cci ones de deci r en contestaci ón , q u e
con el mayor gusto acoge la acertada indicación del Pdte.
de los Estados Unidos, y que procederá, a llenar todas las
,formalídades para que el Gral. McCoy seq, nombrado Jefe
'de la Comisión que ha de supervigilar las elecciones de
Autoridades Supremas de 1928, procurando establecer to.­
dos los requisitos para facilitar al' Gral. McCoy los mecfiüos
de hacer eficaces los servicios de que tanto espera el pais.

O EL CA L VARI O DE LA S SE GOVI A S
"Esta Cancilieria toma not a d e lo s deseos del Go­
bierno de Vuestra Excelencia para que el General McCoy
e sté i nvestid o d e l a cat eg ori a d e E n vi ad o E x t raor dinar i o
y Ministro Plenipotenciario, y «l efect o m i Gobierno ex ­
tender á a l Gr al . McCoy t odas la s i n m unidades y conside­
raciones qu e p ar a t a l cat ég ori a est at uye n l a s p r ácticas
internacionales y las leyes de Nicaragua.
"Desde este momento mi Gobierno tendrá al Hono­
rable señor Brigadier Frank Ross McCoy como la segunda
persona, después de Vuestra Excelencia, que es Ministro de
los Estados U nidos de A m érica en Ni caragua, en la s cate­
orlas establecidas para la representación diplomática del
obierno de Vuestra Excelencia.
"Por mi parte deseo todo éxito y satisfacción al Ge­
neral McCoy en nuestra Patria, y me es grat a l a oportu­
nidad p ar a man ifestarme una vez más d e Vuestr a Ex celen­
cia, con mi más distinguida consideración,
(f) CART.os CUADRA PAsos
Excmo. Sr. Charles C. Eberhardt, Ministro Plenipotenciario
de los Estados Unidos de América.— Managua".

SANDINO CONTESTA CON ASESINATOS A


LAS PROMESAS DEL ESPINO NEGRO
Las notas que anteceden eran publicadas po r l os
diarios de l país, qu e recibí a Sandino, enviadas por
sus amigos, dándose cuenta por consiguiente del curso
que iban tomando las promesas del Espino Negro de Ti­
pttapa.
Sandino, para contrarrestar estas esperanzas de paz
ponía en práctica un sistema de terror, sin precedente en
n uestra historia. As í en los primeros días del mes de
Setiembr e d e 1927, fueron decapitados po r soldados san­
dinistas los honrados ciudadanos agricultores, Sres. Mo­
desto Pérez, Celestinc Rivera y A lfonso L6pez, en j ur is
dicci6n d e E l Ocotal . E n lo s días en qu e est o sucedía,
fuerzas del j efe sandinista Carlos Salgado invadían el va­
lle de A pú M iguel, donde cometieron toda clase de depreda­
ciones, salvándose en parte, gracias a un destacamento de
Guardias y Marinos, que andaban po r all í en patrulla,
pues evitaron que fuéran incendiados los vallesde El.Ca­
racol y el Cuyal, huyendo la cuadrilla a los primeros dis­
paros que les hicieron.
E n v i sta d e semej antes h or r ores, lo s habitantes de
los caseríos segovianos resolvi eron d arse g ar an tías por
sí mismos, organizándose en cívicas comandaday por jefes
escogidos entre ellos. D e esta manera, el 4 de Setiem­
b re de 1927 los cívicos de los valles d e Ap ú Miguel y
Amucayán cayeron sobre un a banda sandinista, que en

R L V E R D A D E R O S A N D I N O
este úl tim o vall e .encabezab a M ateo H er nández, q ui en
hacía pocos días había descuartizado al honrado ciuda
dano do n I ldefonso Cárdenas de l valle de las T « las.
Después d e u n r eñido combate, cuerpo a cuerpo, ios
sandinistas fueron derrotados, dejando muerto en el che.
po al cabecilla H ernández, sus hijos y cuatro c ompañe.
ros más.
Mientras estos campesinos segovianos, como decimos>
se organizaban en grupos armados, para defenderse con­
tra las incursiones de Sandino y sus bandas, otros esgri­
mían la pluma en una forma vigorosa y valiente, par a
gritar la verdad desde las columnas de nuestros periódi ~
c os, ar r ancand o l o s o r opeles d el ' f also p atr iotism o d e
Sandino, a quien dejaban desnudo, mostrando las llagas
e spirituales y el encallecimiento de su coraz6n . E l si ­
guiente artículo fué firmado por el honorable hijo de las
Segovias, don Nicanor Espinosa, quien sabía que al mis­
m o tiempo que l o f irmaba r ubricaba s u sentencia de
muerte . D ice así:
<A mis amigos segovianos y compañeros de Sandino:
«El pueblo nicaragüense sinti6 durante 10 meses los
efectos de la sangrienta guerra que di6 como consecuen.
cia el l uto, el d olor y l a miseri a en l a f ami li a n acional.
Termin6 aquella epopeya de la sangre con el Pacto de
Tipitapa, celebrado entr e e l Gobierno d e lo s E E. UU.
y el Geiieral Moncada, como Jef e d e l a r evoluci6n. , Su­
pimos que la paz volvía, para que recogidos todos en ,un
solo anhelo, dedicáramos todas nuestras energías a la
reconstrucción d e los valores nacionales, destr uidos . pOr
aquella lucha desastrosa. Los jefes todos del movimiento
c onstitucionalista declinaroi! en el Gr al. Moncada s u f e
e n lo pactado, y aceptaron si n discusión ls s bases de
aquel arreglo; pero er a preciso, sin duda, que un factor
fallara, y he ahí q ue el G ra l. Sandino, cuyo papel impor­
tantísimo en l a campaña habí a dado su s efectos, levanta.
ra el estandarte de la rebeldía, s olamente para acarrear­
n os dificultades sin nombre, en el momento e n qu e l a
naci6n necesitaba de l a paz p ar a sanar d e sus dolencias.
S u lema h a sid o an o acepto i nt er venci6n american si . Y
su criterio errado se hace más no>ab)e, cuando pide como
única condici6n para deponer suN' armas l a separaci6n
de Don Adolfo Díaz de la Presidencia de la República, s
cambio de un Goberaador Americano, y ése es el colmo d e su
locura . N o consig ui6 su o bj eto, y sigue en la br echa del
escándalo, luchanao con el poder colosal de una naci6n pre­
parada, no par a emprender empresas con nosotros, tan
I

O EL CAL VARI O DE LAS SE GOVI A S


chicos, sino con una potencia organizada. Yo quiero pre­
guntar al propio Gral. Sandino y a sus amigos y c ompa­
ñeros, cuál es el fondo moral de su 'obrav Cuál es el
logro de sus aspiraciones nobles, si cabenv. . . . Nadie ve
n ada. E l combate d e E l Ocota), los ti r oteo s d e San F er ­
nando y SantaClara, son solamente regueros de sangre
nicaragüense derramada inútilmente. Los neo-segovianos,
que atras veces han sido sufridos y abnegados, que han
esperado pacientes los resultados de sus luchas, han sido
esta vez lanzados a la locura solamente. Cuál es el pro­
ducto de la campaña del Gral. Sítndinov El exterminio de
los haberes segovianos, el. asesin)to, el robo y el incendio;
díganlo si no Mateo Hernández y su hijo, asesinados en
A muyacán, el venerable anciano do n Mateo Ochoa, en
Somoto y cien víctimas más.
~ Neo Segovianos. V osotros los que andáis con San­
dino: E n este momento no estoy con vosotros; no , éso
no es posible. E n l a hora de los grandes sacrificios he
ido con vosotros, en l a derrota he estado con vosotros
también, honrándola, y en los triunfos he sabido con vos­
otros también compartir mis alegrías; en las aflicciones del
momento, con vosotros también estoy; y de allí que vaya
donde vosotros, en esta forma a buscaros, para que reca­
pacitando un poco, abandonéis esa conducta nada honesta
y' busquéis ia senda de la honradez, por donde en otr o
tlempo habéis sabido marchar . L os principios proclama­
dos por el Sr. Gral. Sandino en nombre del Liberalismo, no
son. )os. principios del conglomerado doctrinario; no conti­
nuéis.allí . Neo segovianos: meditad en el futuro liberal;
pensad en la suerte de Nicaragua, y tened confianza en el
triunfo de la cause. Sumad vuestros valores, agloinerad el
elemento que.mañana dará el triunfo; recapacitad un mo­
mento, y después estaréis conmigo en Ía cordura. Seamos
ante todo honrados, y no busquemos el producto del t ra­
ba)o. ajeno para el sostenimiento de nuestras vidas. Con­
ciliemos a la familia liberal, y de estemodo y s6lode esta
manera llegaremos a la cima de nuestros anhelos y aspi­
raciones.
NI OANO R E SP I NOSA~.

Más adelante qe verá c6mo hicieron morir los solda­


ctos de Sandino a este honrado ciudadano, po r e l gr an
delito de haber escrito las anteriores líneas.

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—67—

LA SITUACION. DESESPERANT'E DE LAS


SEG6 VIAS
Cada dí a l a si tuación d e las Segovias er a más difícil.
Nadie teni a u n momento d e tr anqui lidad. L as noticias de
l os horrendos crímenes cometidos con la aprobación db
Sandino, eran algo que mantenia el espanto en las almas,
y no había ni siquiera el consuelo del sueño reparador.
Todos temían que al entregarse al reposo cayer a sobre
s us cabezas el pesado machete, q u e d i ar iament e haci a
rodar cabezas de infelices e inerinea nicaragüenses.
Al amanecer del di a 19 de Setiembre de 1927 fueron
asesinados los honrados ciudadanos Marcos I'6pez, Clau­
d i o G6mez y U r ban o Pérez, y g r avemente her id o I si dr o
Gutiérrez . E stos crimenes tuvieron efecto en e l lugar
llamado Cuyantú, en j urisdicci6n de Totogalpa. I gual­
mente, en el lugar llamado el Cuje, fu é asesinado con
l ujo de crueldad e l ciudadano E stanislab Muñoz. L a
cuadrill a que cometi6 este crimen captur ó al Sr . Indale­
cio González a quien le fueron exigidos doscientos c6r­
dobas para poder salvar su vida. L a gente huí a llena
de terror de todos los pequeños caserios, valles y cam­
pos, donde laa autoridades no podían .protegerlos.
E stos hombres no respetaban sexo, ni edad. E l di a
16 de Setiem br e llegó un a band a d e gent e ar mada, con
p añuelos roji-negros, atados al cuello, a l a hacienda de
una familia Avilés, situada entre San I sidr o y L a Trini­
d ad, Depto. de Estelí . L a famili a n o tuv o tiempo de
h uir, y como único recurso cerraron la s puertas d e l a
casa. Loa sandinistas golpearon insolentemente, y como
se negasen a franquearles la entrada, dispararon varios
tiros de rifle sobre las puertas, uno de los cuales dió en
el pecho de la Srta. Juana Avilés, dejándola mortalmente
her ida.
De conformidad con la táctica de la guerr a de mon­
taña adoptada, loa soldados del Guer r ill er o atacaban hoy
un pueblo y se dispersaban, salvando distaiícias durante
la noche, para caer sobre otro lugar distante cuando me.
nos ae les esperaba. Po r su puesto, esto l o hacían en l os
pueblos donde no había Guardia Nacional, ni Marinos, o
contra los cuarteles que contaban con escaso número de
s oldados. Co n frecuencia se registraban combates de
esta naturaleza, o de sorpresa, en emboacadas qu e er an
el fuerte de ellos en esta lucha.
El 18 de Setiembre' recibieron una sangrienta lecci6n
los soldado s de l cabecill a san di nist a Car lo s Salgado,

O EL CAL VARI O DE LA S SE GOVI A S


c uando al medio dfa atacaron la plaza de Sa n Juan de
Telpaneca, la cual se hallaba bajo el comando del Tente.
Keimling. L a s fuerzas de Salgado dejaron en su retira­
da 20 cadáveres, que humanitariamente fueron sepultados
e n el lugar. .
Los oficiales de la .marina enganchados en la Guar­
d ia Nacional sabfan apreciar y admirar lo s actos de
arrojo y herofsmo d e lo s muchachos baj o s u mando.
Sobre este particular hay una gran cantidad de anécdo­
tas heroicas, de soldados de la Guardia, co n la s que se
podría escribir un libro. Citaremos el caso del entonces
soldado, y hoy sargento, Justo Salamanca, G. N., quien
d ur ante el ataque d e los sandinistas so br e el cu artel d e
Telpaneca hizo prodigios de valor, al igual que su com.
pañero Luis Huerta. E n lo müs reñido de la pelea cay6
sn las trincheras una bomba sandinista, Ia que al explo­
tar hubiera causado grandes estragos y numerosas vícti­
mas. Ver caer la bomba, con la mecha encendida, coger­
la Salamanca y d evolverla al e nemigo, todo fué uno. L a
bomba esta116 en las f ilas sandi nistae, m atando a var ios
de éstos, mien tras Sslamanca er a abrazad o po r s u j ef e,
sn-la propia línea de fuego, felicitándolo por aquel acto
de valor con que había salvado a sus camaradas. Justo
S alamanca y L ui s Huert a fuer ® r ecomendados par a
ascenso, y lo obtuvieron.
Nueva Segovia continuaba llenando de cruces fune­
rarias sus campos, en los lugares donde antes nacieran
las hermosas espigas doradas por el sol . Nuevas vfcti­
mas empapaban con su sangr e aquellas tierras f eraces,
aates humedecidas por el sudor del trabajo.
U n a band a sandinist a cay 6 so br e Puebl o Nuevo, el
l7 de Setiembre, habiendo asesinado a lo s ciudadanos
Julián Castro y don Carlos Alberto I rfas, hiriendo gr a­
vemente al Sr. Julián Osorio, personas qu e si n inmis­
cuirse en la .política, vivían consagrados a su trabajo.

LA F E DERACION A M ERICANA DE L T RABAJO


Y E L DE PA RT AM ENT O DE ESTADO

Con motivo de que el Pdte. de la Federaci6n Ame­


r icana del T r ab ajo, Mr . Green, se d i r igi6 a l en tonces Se
cretario de Estado de los EE. UU. Mr. Prank B. Kellogg,
tratando sobre el peligr o e inconveniencias de que las
tropas de la I nfantería de Marina tuviesen que romper
sus fuegos contra Sandino, Mr. Green r ecibi6 d el S rio.
de Estado l a siguiente contestaci6n:

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
" 1Vashington, Julio 19 de 1927. « H e recibido su
carta de 15 de Julio, en l a qu e copi a Ud. q l t elegrama
que recibió de los d<.legados nicaragüenses al Quinto Con­
greso l' anamericano d«l T rabajo, en el que se dice que la
In fant erí a d e M a rin a N o rteamericana¡ qu e está, en Ni ca­
rag ua, amenaza co n at acar a l a s f u erza s n i caragüenses.
Ag reg a U d . qu e los dig natarios y los mi em bros d e l a Fe­
deracion Americana del Trabaj o s e hallan g raven>ente
p reocupados a causa d e l a per t u rbación exi st ent e e n N i ­
caragua.
"L a s fu erzas nicaragüenses a qu c alud e e l t elegra­
ma, son si n duda la s qu e encabeza un ciert o Gral Sandino,
que perteneció anteriormente al ejército revolucionario del
General Moncada. A l tiempo del convenio arreglado, me­
diant e los bu enos ofi cios del Cnel. St imson, en qu e se pr o­
veyó, que tanto las fuerzas del (i obno. como íss revolu­
cionarias depusiesen las armas, sólo Sandino, en t r e t odos
los j efes r ev olucionarios de Moncada, n egósc a aceptar <.')
pacto, y con un pequeño contingente de secuaces, que se
dij o ascendían a 20í>, retíróse a l i n t erior , donde se dedicó
al v audalaje, haciendo presa <l e l a r egión y at er rorizando
a los habitantes de ella . N o se consider a qu e lo s a ctos
de Sandin o t engan si g ni fi cación p o li tic a d e n i n g un a es.
pecie.
"El 14 de Julio este Depto. de Estado recibió informes d<
que Sandino se habia apoderado de los Gerentes de em­
p resas alemanas y francesas, establecídaá cerca de. E )
Ocotal, po r los qu e ex igí a u n rescat» de ci nco mi l dóllars,
amenazando con regresar a prender fuego a los' edificios
si n o se l e en tr egab a en u n plazo de pocos dias el rescate,
qu e debía l levarse a s u campamento , s i t u ad o a a l g unas
m i llas de di stancia . E st e Depto. de E st ad o r eci bi ó i n f or ­
mes de,que el Comandant e Norteamericano en Nicaragua
consideraba necesario tratar a Sandino como u n í>andole­
ro, que es como generalmente se le considera e n Nicara­
gu a.
"El 80 de Julio se avisó a est e Depto. d e Estado
que Sandino babia sido. en ocasión anterior, empleado de
un ci udadan o nortea>nerícano, Charles Bu tt ers, c n l a m i na,
que este posee en San Albino, lugar del Norte de Nueva
S egovia, ag rest e y poc o p oblado ; Sa ndin o l l eg ó a l a
mina, al f rente de :>0 bandidos armados, amenazó a B ut ters,
con <l arle mu erte, y s e ' l lev ó cincuent a li bras d e dinami t a.
C on ant eri or ida d Sandin o habi a t om ad o posesión d e l a
mina por la fuerza. Este Depto. de Estado recibió desp>lós
aviso de que el Comandante de la Escuadra d<'. Servicio
Especial habi a ordenado a l Comandant e de las f u erzas de
Infanteria de Marina, que hay en Nicaragua, que iniciase
<>peracione s l > ar a deserma r a Sandin o a l a l>reveda<I
posible.
"Un telegrama de la L egación< recibido. esta mañana',
da cuenta de que Sandino, con fuerzas mu y superiores.
atacó a la Infantería <ie Marina Americana y a la (guardia
Nacional de. Nicaragua en El Ocotal, durante las primeras
horas del di a de aye r y qu e su f r i ó u n a de>>rota decisiva<

O EL CA L VARI O D E LA S SE GOVI A S
—70—

"Por lo anterior podrA Ud. observar que las fuerzas


nicaragüenses a que se refiere el telegrama q ue c opia, y
ue segun declara, cuentan con el entero y cordial apoyo
e la FFederación Nicaragüense del Trabajo, no so n m i s
que bandidos comunes. Hasta donde alcansa este Depar­
tamento d@ Estado, Sandino y los que le siguen no cuen­
tan con el apoyo, ni la aprobación de los jefes de ninguno
de los partidos politicos nicaragüenses.
"Con excepción de la pequeña partida a la orden de
Sandino, la paa se ha restablecido, de manera efectiva en
Nicaragua, y el gobierno de los Estados Unidos, de con­
formidad con l a promesa hecha i lo s j e fes d e a mbos
partidos politicos de Nicaragua, s e propone vi gilar l as
elecciones de 1828, en ese pais, a fi n d e qu e e l pueblo
n icaragüense tenga ocasión d e expresar libremente su
voluntad, con respecto al que haya de ser Presidente de
Nicaragua en el próximo periodo.
F RhNK H . K E LLOGG" .

FALSAS VICTORIAS PREGONADAS


POR SANO I NO
Sandino se aprovechaba d e lo s accidentes aéreos
sufridos por los aparatos de exploraci6n y persecuci6n,
de las escuadrillas de aviaci6n americanas, para hacer creer
al mundo que éstos eran derribados po r su s soldados,
en duelos a muerté que se entablaban entre las nubes y
l iar maleza d e l a selva t r opical . U n accidente, com o se
cNnprende, es lo más natural del mundo. Si n embargo,
eu aquellos días de pavor, de asaltos y d e emboscadas,
de negrura y dolor, cada pájar o de acero qu e hacía un
a terrizaj e f orzado o caíd a po r cualquier motivo, er a
aprovechado por el guerrillero de las Segovias. para su­
marl o a l a li sta d e sus zarandee trfursfcwobtenfdoe en los comba­
tes coafns tn fntervencfda, y p or c ausas q ue s e c omp re nden,
semejantes noticias eran creídas entonces, lo que contri­
buí a a f or mar u n a aureol a esplendente, q u e n i mbaba su
fi g ur a, cual l a d e u n patr iot a auténtico.

EL I N H U M AN O P ROC EDE R D E SA N DINO


Presentamos en esta obra muchos fotograbados de vícti­
f nas de Sandino, para que se vea la forma inhumana en
que fueron ultimados, habiendo muchos casos en que no
nos ha sido posible ilustrar los relatos d e los ' crímenes
atroces realizados, con las fotos de las infelices víctimas,
ya que era materialmente imposible que hubiere en cada
ocasi6n un fot6grafo, captando con su lente lo s horren­

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—71—

dos cuadros de la barbarie sandinista. Los fotograbados


que presentamos son de hechos ocurridos en los Depar.
tamentos del N orte, y en l ug ares despoblados, d e d onde
fueron llevadas las víctimas a las ciudades, par a darles
cristiana sepult ur a.

A qu i se v é a ,Jacobo González, honrad o y paci fico ag r i ­


cultor ni carami ensc, asesinado el 4 d e No viembre de 1927
por f uerzas de Sandino e n e l J) c oto . d e N u eva
Segovia . Nf>tese l a f erocidad co n q u e f u é descargado
sobre el cuell o el machetazo qu e l e q u it » l a v ida.

N os pr egu ntamos y pr eg un tamos a l lect or : H ab í a


necesidad d e cometer ta n h o r r endos cr ímenes, en pací­
ficos y l aboriosos ci udadanos, par a a r r oj a r a las t r opas
americanafi de nuestr o t er r itor io>

O EL CAL VARI O DE LAS SE GOVI AS


Sabin o Párez, asesinad o el mi sm o di a qu e e l i n f or t unado J a­
cobo González, hu mi ld e ag r i cu lto r y paci fi c o ci udadan o del
Depto. de Nueva Segovia, que nunca tuvo nexos
con las fu erzas de ocupación.

FROY LA N T U RCIOS Y SA N DINO

El eminente literato y poeta Froylán Turcios actua­


ba en Tegucigalpa como r epresentante continental de
Sandino, haciendo d e las colu mnas d e su r evista «A r iels
tr ompetas de oro, po r d onde br otab a e l v er b o de l aeda,
p oniendo sobr e lo s h ombros del Guer r i ll er o el m ant o de
los inmor tales, y dando a conocer a su s lectores los deta­
lles de las grandes victorias contr a l a intervenci6n , i n­
ventadas y r el atadas por el p r opi o Sandino.
El patriotismo puso una venda sobre los ojos de Tur­
cios, y de esta manera su buena fe fué sorprendida por
algún tiempo.
Con fecha 6 de Octubre de 1927, Sandino dirigi6 un
largo mensaj e a su r epresentante T ur cios, par a su p u bli­
c idad en «A ri el», el qu e vi 6 l a l u z p u blic a e n M ay o d e
1928. E st e mensaj e er a u n Manifiest o á l p u ebl o nicar a­
güense, y d e él tomamos el siguiente párr afo:

«El ej ército defensor de l a soberanía de Nicaragua,

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—73—

verá con agrado, si del seno d e l a Convenci6n Liberal


surgen los nombres de los civiles Sofonias.Salvatierra y
del Dr. Escolástico Lara, personas de elevado intelecto, y
capacitadas para regir los destinos de la Naci6n, quienes
no han manchado su s manos en sangr e f r aterna>.
Es u n hecho, fu er a d e t od a discusi6n , q u e San­
dino , además de su n atura l i m pulsividad , er a al entado
en su tarea devastador a po r elementos qu e llenos de
a mbiciones y car entes d e a r r aig o popul ar , v eía n e n el
c abecilla insvrrecto un a esperanza par a poder llegar a
colmar sus aspiraciones, aunque fuese sobre los guiña­
pos de una patria completamente desangrada.
,Sandino prescindia en ese momento de su persona, y
presentaba a la consideraci6n pública los nombres de dos
civiles, de su absoluta confianza, para obtener luego el
Poder, en el momento oportuno. A s í l o iremos viendo
en el curso de este libro.
Salvatierra sobre todo, qu e se haci a llamar deudo
de Sandino, es el que desde el principio desplaz6 a los
demás en el coraz6n del guer r i ll ero . P ar a f or talecer su
posici6n se había convertido :en mentor de l Obrerismo
Organizado de Nicaragua.
En s u oportunidad se conocerán los motivos que
ocasionaron la muerte de Sandino, y que el Sr . Salvatie­
rra, su apologista, se ha guardado muy bien de narrar en
el libr o qu e ultimamente public6, siendo indudable que
es uno de los principales, sino el p r incipal, de los factor es
que lo condujeron a la muerte.

C ONT i NÚ a L A FE RO Z M AT A NZ a D E SA NDINO E N
GE N T ES H U M I L DES Y PAC (FICAS
El día 14 de Octubre, el Jef e .Político de E l Ocotal
di6 parte al Ministerio de Gobernaci6n de un crimen ho­
rr i ble, cometid o por soldados d e Sandino , pr ecisamente
en el l ugar donde el 1b d e J u li o estuvo el j ef e insurgen­
te contemplando el combate qu e se li br ab a en di ch a ca­
becera. E l telegrama dice así:
"Ocotal, 14 de Octubre, de 1927. Sr . Mtro. d e l a Go­
bernación . M an agua.
Al amanecer de ho y acabamos de tener a la vista,
en compañía de est e vecindario, el cuadro más sombrío
y espeluznante, de que no tienen memoria los habitantes
de esta cabecera, formado po r cuatr o cadáveres de ciu­
dadanos,.cuyos nombres no se conocen todavía. E stos
fueron asesinados en e l l ugar llamado E l Divisadero,

O EL CALVARI O DE LAS SE GOVI AS


—74—

distante como l.500 varas de esta ciudad, por una banda


s andinista. Como Ud. comprende, se apr ox im a t ant o y a
l a o l a d e s a n g r e y e x t e r m i n i o , q u e s i n o s e p u ed o co n ­
jurar antes la tempestad, cualquier noche el pu11al asesino
supr imir á nuestras vidas, en n uestras pr opias casas.
José Francisco Moncada,—Jefe Político".

'C
a'

Marcelo (gonzález, ase inado po r f ue r/ as sandi nistas e u < l l >opto.


de Nuev a Seg ovia, el 14 de Oct ubre d e 1M 7 . X o er a n i ma rino,
n i g u ar dia, n i p ol i tico, sin o u n hu rnnd e campesino . N ot e. e q u e
I» cabeza est a cornpletaincnt e cor tada, y f u é p uest a en su l ug ar
par a tornar l a p resent e fot og rafia.

A f i nes d e ese mismo mes d e Octubre, u n a f u er za


sandinista, como d e 5 0 h o mbres, comandada po r los ca­
becillas Quesada y T ej ad a ll eg aro n a l a casa d e N icolás
Or tez, y después de amar ra r a l a esposa de éste, pi el ldie­
ron f uego a l a casa y a las tr oj es de maiz . D ichosarnen­
te O r tez se encontraba fuer a d e su casa tr abaj ando, pues
de no ser así , ha br í a perecid o i r r emediablemente al ser
capturado . Seguidamente, se dir igieron al caserío de San­
ta Clara, donde di eron muer t e a B r aulio 'c alavera, ama­
rr aron a las muj eres que encontraro n y r ed uj ero n a ce­
nizas las viviendas. E s segur o q u e h a br ían continuado
cometiend o actos vandálicos com o éstos, si n o h u biese
sido l a opor tun a ll egad a d e do s aviones d e ex pl oraci6n,
que se g ui aro n po r l as columnas d e h umo, procedentes

K L VE R DA D E R O S A N DI NO
del incendio. Los aviadores localizaron al grupo sanA'­
nieta y haciendo funcionar sue ametralladoras, los pusie­
toh en fuga, causándoles varias bajas. En su hufda que'
maron todavfa las casas d e Teodoro H errera, Ricardo
Pérez, Hernán Pérez y Eusebia Amador, situada ésta eh
el valle 4e L a Puerta. E n Santa Clara estaban amarrando
a loe hijos de Dn. Justo Herrera, cuando en eee momentp
se preeent6 una columna de marinoe que se dirigfa a Rl
Jfcaro, la que puso en fuga a los malhechores, con unw
cuantos disparos, cooperando como los 'avionés z l salva­
mento de aquellos habitantes.

I M P U ESTOS EX IGI.DOS PO R SANDINO A


EXTRANJEROS NO ESTADOUNIDENSES
Por eu parte Sandino se dirigla a los empresarios
de cortes y exportadores de maderas. Sres. Enrique@
Gülcke, alemán; Alfredo Webbster, inglés, y Pfo Palma y
José Llvset cubanos, en la primera semana dé Noviem­
bre, exigiéndoles bajo amenaza, e l pago de impuestos
por cortar maderas sobre la s márgenes 'del Rfo CecO
Estos señores tuvieron que suspender sue trabajos,' estí­
blecidos en lae márgenes de l r eferido rfo , antes que
aceptar las exigencias de Sandino, ya que de hacerlo ha­
brfan tenido que pagar dobles derechos, pues lo s dek
Gobierno eran imprescindibles . La suspensi6n de estos
trabajos trajo como consecuencia la paralizaci6n de mu
chos brazos, y el hambre en muchos hogares, que con
e llo solucionaban el problema de vida ordinaria: co n el
salario que ganaban padres, hijos, hermanos y maridos.
Era ésta una de las formas en que Sandino demoetra5®
ser el legftimo defensor de la >soberanfa de Nicaragua! '

COMO REGIB(A SANDINO DE SUS AMIGOS


LAS INSINUACIONES DE PA7.
Algunos amigos de Sandino, aun conociendo io pé­
ligroso que era aventurarse a insinuarle algo que se a'é­
lacionara con la paz, se atrevieron a gestionar pere6ull-'
mente ante él, a fin de convencerlo de que pusierais eér.­
mino a una situación que se hacfa insoportable, y que
sumfa en la desesperaci6n cada vez má s a lo s pobres
segovianos. Mas lo único que consiguieron fué Que Ssn:­
dino le s ofreciera da r d e chilillazos y man@at'loe a
trenar en seguida. A l m ismo Cnel. Pompilio Reyes; per­

O EL CALVARI O DE LAS SE OOVI A &


s ona que gozaba ante él de especial aprecio, le dij o en
u na carta, f echad a e n E I Ch ipote e l 2 d e Octu br e d e
1927, que si insistía e n s u t area, l o mandaría a Pueaar
Rectetonnbneate, mieptraS le Seguían e l prOCeSO.

SANDINO DESCONFIABA HASTA DE SU


SOMBRR
A ugusto C. Sandino, er a desconfiado hasta d e su
propia sombra. Se acostaba hasta en horas muy avanza­
das de l a noche, d u r miend o m u y 'poco, y mu chas veces
s u sueño er a lleno de pesadillas y sobresaltos, por lo
que sus ayudantes lo despertaban, a l oi r que .se. que­
jaba dor mido . Er a n mu y pocos los que merecian su
confianza. E n tr e éstos s e encontraba s u ay udante
Francisco Estrada. A pesar de ello, desconfiado como
era,.no respetaba ni las cartas que de s u esposa, doña
Rosa de Estrada, le llegaban a su ayudante, y las viola.
ba para enterarse de su contenido. S i n o l e parecían
las rompfa, y s i no, él mismo las contestaba, diciendo
a. la Sra. de Estrada que su marido andaba en comisión
d el Cu ar te l G en era L D u r ant e l a n oche, a l a h or a
deldescanso, mandaba preparar sn lecho, pero nodormfa
en él sino en otro sitio para todos desconocido, excepto
para dos de sus ayudantes de confianza. Po r supuesto
que el sitio variaba todas las noches.

CONT INÚA DERRAMANDOSE SANGRE DE INOCENT ES


N ueva sangr e seguf a corriendo par a cimentar la
glori a d e Sandino . E l dí a 11 de N oviem bre, una d e su s
bandas, capitaneada po r F idenci o Carazo, cay ó sobr e el
valle de San L ucas, cometiend o u n cu ad r u pl e asesinato
en las personas de las señoras Natalia Hernández y Tran­
quilina Martínez r en los honrados ciudadanos F ulgen­
cio Hernández y Nieves Mercado. Asimismo,en el lugar
llamado Los Planes del Robledalitn, del Depto. de Estelí,
cayó como una centella otra banda sandinista,asesinando
a los apreciables agricultores don Celestino y don Anto­
nio Centeno, lo mismo que a la esposa del Sr . Abraham
Gómez. Z stos crímenes fueron cometidos en los prime.
ros dfas de Diciembre de 1927, y de ellos dieron aviso
al Mi nisterio de Gobernación, las autor idades respectivas.
El pánico cundía por todas partes, porque no se respeta­
ba la vida de las mujeres, ni la de los niños y ancianos.
Sandino decía luchar por la libertad de Nicaragua,

RL V E R D A D E R O SA N D I N O
y sin embargo cada día la esclavizaba más, segando l as
fuentes de sus rentas y la vida de sus hijos, paralización
de la agricultura, de las industrias, de l comercio, de la
exportaci6n d e maderas, la destrucci6n de minas, etc.
todo ésto pesaba sobre el puebl o de Nicaragua, cuyo
exhausto tesoro tendría después que pagar los justos re­
clalnos hechos contra el país. El día 24 de Diciembre de
ese año se present6 e l Dr . Miguel Ernesto Vijil, hacien­
do u n r eclam o po r l a cant idad d e C 8 914,006.47 por
los daños ocasionados po r Sandino en l a min a San
Albino, de Mr. Chas Butters. E ste es solamente uno de
los muchos reclamos presentado s po r cu antiosas. sumas,
que aún aminorándolas en grado sumo, tuvo que pagar.
las el Gobiern o d e Nicaragua.
Ya hemos dicho en el pr61ogo, que el objeto de este
l ibr o e s da r a conocer l a verdader a personalidad de
Sandino, para que todos los engañados abran los ojos y
vean descender poco a poco, a l ídol o d e s u pedestal,
donde lo coloc6 la ignorancia de los que l e batían pal­
mas y el odi o a l a i ntervenci6n americana.
Véahe c6mo fué la entrada de las tropas de Sandino
a la pequeña ciudad de E l Jícaro, por el relato que nos
h a hecho la honorable señora doña E r linda Herrer a de
G6mez, nativa de aquel lugar :
«Cuando Sandino lleg6 a El Jícaro, precedi6 su eri­
trada con el incendio de la casa del señor Cirilo Ramírez,
en Suscayán, en donde hubo un liger o t iroteo con uy
pequeño grupo de ciudadanos armados para su protecci6n.
De este t i r oteo r esultaro n mu er to s e l dueñ o d e l a casa
Cirilo Ramlrez y los señores Entimo Altamirano, Gilber­
to L6pez y un viejecito, de nombre Ramón Mar tínez, a
quien capturaron herido, lo amarrraron contr a u n árbol
y luego lo degollaron, dejándole el c uchillo e n e l c uello.
También m u r ieron dos si r vientes, uno d e ellos de nombr b
Isabel Castell6n. L os soldados de Sandino llegaron, dist­
parando desde que se presentaron a l l ugar , y los que
allí estaban n o tuvieron otr o camino qu e defenderse
hasta la muerte, a pesar de la superioridad numérica y
de armas de los asaltantes. L a esposa del señor Cirilo
Ramírez, doña I gnacia Suárez de Ramírez sali 6 herida
en la refriega, y cuando los asaltantes iban a incendiar
su casa, la sacaron de arrastrada, presenciando, después
del asesinato de su marido y de las pr opias heridas re'­
cibidas, el macabr o espectáculo de ver s u hogar y s uh
haberes devorado por las llamas. La señora implor 6 con
lágrimas en los ojos que le permitieran sacar, aunque fue.

O KL CA L VA RI O D E LA S SRGOVI A &
ra su ropa y la de sus tiernos hijos, pero tal petición fue
rechazada po r aquellos hom bres si n coraz6n y 'si n con­
cienciá, en medio de burlas. ,L ai nfeliz,desmayada a cau­
s a de las heridas y del sufrimiento, fue trasladada y la
casa de la familia de Dña. Salomé v. de Obando, donde fue
atendida finamente. También salió herido en la refriega un
h ijo, de nueve meses, de la Sra. Ignacia de Ramírez. No
contentos con los horribles hechos que narramos; pocos
dfas después los sandinistas exigfan a l a vi ud a de R amf.
rez que les pagara una contribuci6n, la que ella comó se
comprende no pudo satisfacer, a causa de la miseria en
que la dejaron.
4A consecuencia( de las heridas recibidas qued6 impe­
dida para el resto de su vida la Sra. v. de Bamfrez. L os
autores de los hechos que narramos, fueron los cabecillas
sandinistas Camilo Guillén, y otro jefe de nombre desco­
nocido~.
MUE RT E DE L T EN IE NT E B RUCE
El primer dfa del año de1928, las tropas ainericanas
tuvieron l a sensible noticia d e l a muerte del Teniente
Bruce, valeroso oficial que supo combatir con brfo y en­
tusiasmo a las bandas de Sandino. E r a un militar que­
ridd y respetado por su s subalternos, asf como temido
p or las huestes sandinistas. E l Jefe insurrecto ar df a en
deseos de j ugarl e una partida, hasta que al fin lo con­
s iguió. Una emboscada, tendida en las montañas de El
Zapotillal, cay6 de sorpresa sobre la patrulla que coman­
daba el bravo Teniente Bruce, quien rod6 empapando con
su sangr e l a tierr a segoviana, para no levantarse mi s.
Esta' muerte alegr6 tanto a Sandino, que inmediatamente
iuform6 a sus amigos de fuer a de Nicaragua, haber ga.
nado una gran batalla, en la que habfan muerto 80 mari­
nos. A l ser esto publicado en México, por el Dr . Pedro
José Zepeda, fue desmentido i nmediatamente por Was­
hington y por la prensa de Nicaragua.
EL OF RECI M IE NT O D E EL ECCIONES L IB RES
HECH O PO R EE. UU.
El ofrecimiento d e los EE . U U „ d e controlar las
elecciones presidenciales de 1928, era algo que llenaba de
regocijo la conciencia de los nicaragüenses. E l df a 4 de
Enero de l928, el Pdte. Ooolidge anunci6 en Washington
que estaba resuelto a tratar frente a frente l a situaci6n
de Nicaragua.

R L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 79—

He aquí los puntos del programa que su Gobierno


se proponía desarrollar, para conseguir este objetivo:
«1<— El Pr ogr am a Stimson p ar a tener elecciones honr a­
das en, Nicaragua, baj o l a supervisi6n d e los Estados
Unidos en el otoño venidero, será cumplido al pié de la
letra.
'2' —Con.dicho fin, Sandino y sus rebeldes serán elimi­
nados de la situaci6n. E l que sean exterminados, se es­
capen delpaís o serindsn incondicionalmente,es cuesti6n
de ellos determinar.
3"—Se mandarán a Nicaragua tantos marinoscomo sean
necesarios p ar a r ef orzar los efecti vos de l a Gu ar di a Na­
ciona], y se tendrán all á hasta que se hayan efectuado
las elecciones.
4 ' —Ni la actitud del Gobno. de Calles en México, ni la
labor de propaganda que los enemigos de Estados Uni­
dos hacen en l a Am érica L atina, h arán a este país aban­
donar su s intenciones de H ACER CUMPLI R E L PRO­
GRAMA STIMSON E N NI CARAGUA.
5' —Si el Congreso pide al Ejecutivo las razones que ha­
ya tenido para llevar a efecto el Programa Stimson, to.
dos los puntos salientes del caso serán puestos a dispo.
sici6n del Poder L egislativ o de los E E . U U.
6' — Los Gobiernos extranjeros que l o deseen, tendrán
la misma informaci6n especial, sobr e las intenciones de
este Gobno. en Nicaragua,que se le ha dado y se le dará
a los pueblos latinos del continente. No se cree aue nin.
g u n Poder europeo o asiático CON SI D E R E P R U D E N T E
T RATA R D E I MPEDI R L A D E TERMI NACION D E 4
PRESID k: NT E COOLI DGE sobre hacer cumplir el Pro­
@rama Stimson.
7' — El Gr al . Fr an k Rosa Mc Coy, del Ej ército de los
E E. UU., saldr á l a semana entrante par a Nicaragua, a
completar los arreglos preliminares para las eleccionesde
1928, de acuerdo con lo convenido por los líderes r ebel.
des y el Gobno. de Nicaragua, a los que puso en contac­
to el Cnel. Stimson.
8' E l Gr al . L ogan d F el an, que tiene l ar g a ex periencia
en Nicaragua, volverá inmediatamente a aquel país a ha­
cerse cargo de las fuerzas de marinos, que tienen la con­
signa de eliminar a Sandino de Nicaragua ya los rebeldes
que lo siguen.
9 ' — El Contralmirante David F. Sellers seguirá con el
mando de la flota en Nicaragua. S i necesita mayor can­
tidad de barcos serán puestos a su disposici6n.
10—El Cnel. Henr y L . Stimson, sobr e cuyas recomen­

O EL CAL VA RI O DE LAS SE GOVI A S


daciones está obrando el Pdte. Coolidge en Nicaragua, no
saldr á par a las F i li pinas, de donde h a sido nombr ado Go­
bernador, hasta el mes entrante, con el objeto de que si
el Congreso lo quierellamar para una investigaci6nsobre
el asunto de ñicaragua, pueda estar listo a comparecer.
También estarán listos par a l o mismo el Srio. Kellogg,
el Srio. Wilbur g y el Gr al. Lejeune, Comandante de los
c uerpos de I nfantería de Marina de los EE. UUi .
Esta declaración la hizo, el Sr . Pdte. Coolidge por
raz6n de que el congreso de Nicaragua„ en su mayoría,
tuvo el pr oyecto de hacer pr evalecer una ley electoral,
hecha ex presament e po r l a r epresentaci6n conservadora,
con el fin de hacer fracasar el triunfo de las mayorías en
las eleciones de 1928. Como este plan fracasara, se hicie­
ron gestiones en diversas partes del mundo para que se
levantara una grita contra la intervención de los EE. UU.
en los asuntos electorales de Nicaragua.
En la sesi6n del 13 de Enero de 1928, la Cámara de
Diputados aprob6 un dictamen, suscrito por los comisio­
nados chamorristas Manzanares, Morales y Pérez, en que
se rechazaban las disposiciones tr ansitorias qu e r eg ir ían
en las elecciones de 1928, presentando en cambio un pr o­
yecto d e le y el ector al , d e factur a g obier nista, qu e ser ía
discutido pr6ximamente en el Congreso. Dictamen y pro­
yecto fueron introducidos de sorpresa,no permitiendo que
las discusiones se llevaran a cabo cuando los diputados
hubiesen estudiado el asunto. L a situaci6n del momento
p arecí a g r a vísima, y n adi e sabía l o qu e p odí a ocu r r i r ,
por qu e el r echazo d e las di sposiciones tr ansitorias ven­
dría a anular uno de los puntos más importantes en que
estaba comprometida la palabra del Pdte. de los Estados
Unidos, est o es, qu e e n N icaragu a la s elecciones presi­
denciales serían l i bres, h onr adas y j u stas; y si d i c has
elecciones se r egían po r la ley, hech ur a dcl conservatismo,
nada d e es o se conseguiría, y las elecciones serían un
nuevo escarnio y una nueva burla para los ciudadanos li­
berales.
La acción sandinista parecía secundar las pretencio.
nes conservadoras. Mi en tras esto pasaba, el pequeño po­
blado d e San Sebastián d e Y alí , en e l D epto. de J i note­
ga, fue i nvadid o el dí a 4 d e F ebr er o d e 1928 por t r opas
sandinistas, comandadas por el cabecill a Por f i ri o Sánchez.
En est e l ugar se di vidieron la s fuerzas d e este j ef e r e­
belde, saliendo un~s para San Rafael y otras para la Con­
cordia, quedando 30 hombres en Yalí . Estos capturaron
a Juan Esteban Herr era, a su hermano Teófilo y a un hij o

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— Si—

de éste, lo mismo que a José y Anireto Bland6n, a quie­


nes fusilaron en el lugar llamado E l Coyolar , a poca
distancia de el pueblo. Antes de realizar estos crímenes
habían ejecutado a Jesús Chavarrís, en el sitio denominado
El T igre. Se recibieron informes del servicio de inteli­
g encia, de que Sandino se movilizaba de su cuartel de
El Chipote sobre el Depto. de Jinotega,dejando un fuer­
te retén en la Loma de Santa Rosa. Numerosas familias
de Jinotega salían huyendo para Matagaipa y Managua,
temerosas de u n 'asalto a l a ciudad cabecera por las f uer
zas d el . j ef e i nsur gente. T o dos eran nicaragüenses, nin­
guno de ellos norteamericano, ni al servicio de l a i nter.
venci6n. Si l a campaña de Sandino era contra los mári­
nos porque huían su s compatriotas, ante el qu e decía
luchar po r l a l iber tad y soberanía de Nicaragua'
Como no faltara algún admirador de Sandino en el
interior de la República, con motivo de un articu)o que
apareciera en l a r evista ~Cul turas, qu e se editab a en Ma­
nagua, en la que se hacían algunas apreciaciones favora­
bles a Sandino, el Sr . Juan Ortez L6pez, residente en El
Ocotal, dirigi6desde las columnas del diario sl.a Noticias,
la siguiente carta abierta, que vió la luz pública el 8 de
Febrero de 1928.
Dice asi:
"No es ls bandera azul y blanca ls que flamea en
su inexpugnable Chipote. Es ls bandera roja y negra y
ls calavera en medio, insignis ,del exterminio. Creo que
U d. est a completamente ofuscado o msl informado, y lo
excitamos s que venga s presenciar los hechos, porque no
creemos que un joven como Ud. dá csbids en lss columnss
de aGulturs» s argumentos en defenss de tanta criminsli­
dsd. Recuerde lo benéfico de nuestros pinsres; el susurro
de ellos mismos, que inspiraron s Ud. y lo hicieron pulsar
su lira. Contémplelos ahora, quejumbrosos, trsduciendo ls
oración funebre por los hsbitsátes desaparecidos, por los
haberes terminados; en fin, por l s consumación de todos
los delitos, y' ls desolación entera llevada s cabo por el
Ssndinismo. Despierte de su pessdills; venga a presenciar
s sus hermanos Neo-Segovisnos, huyendo todsvi s po r las
selvss, sufriendo todas ls s penalidades, ls s amarguras y
angustias de ls persecusió n Fr oylán Turcios se exhibirá
ante e l mundo civilizado, incensarisndo s un '.mschetón
obscuro. Quién es SsndinoP Quiénes le scompsñsnP Con
raras excepciones . . . . . . escapados de l s justicis . Ms ­
ñsns spsrecerá T urcios, con su s aliados, e n l s peáculs
hi st órica.' E s o es, lo qu e busca s cost s de nuestr a ss ngre.
Los lamentos de los connscionales, csidos bajo el machete
y el plomo ssndinists, les servirán para entonsr su himno;
pero Ud. amigo Agustin (González Moncsds), que está, jo­
ven, que tiene sspirsciones, que empieza s u camino, su

O EL CA L VA RI O DE L A S SE OOVI A S
brujui a no debe marcar desaciertos. L e vi ntese y ser1alo
el m ejo r camin o a l o s connacionales. Enseñ e e l ci vi smo
patrio, limpio, puro; per o no ovacione,. ni proclame como
héroe al bandolerismo, con pretexto de soberanía nacional.
JUAN ORTEZ L OPEZ".

EL LADO FLACO DE SANDINO:


L A P U B L IC IDA D
Como ya lo hemos repetido, a Sandino l e encan­
taba la publicidad de su nombre y hazañas, en gr andes
titulos, para l a difusi6n de su farsa ante Latinoamérica,
haciendo fantásticos r elatos d e encarnizadas batallas,
en las qu e siempre salía triunfante. E l publicista nor ­
teamericano Mr. Carleton Beals, venciendo dificultades y
peligros, pues sabfa que Sandino er a inclemente, sobre
tod o s i se tr atab a d e n o rteamericanos, a q uienes decía
odiar, lleg6 a Ios campamentos del guerrillero, y sostuvo
varias entrevistas con él, obteniendo var iadas inf or macio­
n es para l a r evista estadunidense «The Nation», y par a
diarios americanos afiliados a esta revista. Mr. Beals com­
prendi6 mu y bien, que llegando con s u pluma y libre­
ta periodística, aunque tuviese los ojos azules, el cabello
rubio, y fuese yankee de pura cepa, Sandino s6lo ver ía
en él un clarfn, que habfa de pregonar su nombre en las
columnas de los grandes rotativos americanos, y por con­
siguiente, que no l e haría nada. L a pr imera entrevista
q ue celebr 6 Mr . Beals con Sandino tuvo efecto el dí a 8
d e F ebr er o d e 1928, h abiend o d u r ad o desde las 4 d e l a
madrugada hasta las 9 del mismo día. E n esa época se
encontraba Sandino acompañado de su esposa Dña. Blan­
ca Aráuz.
Carleton Beals public6 u n pequeño libro, donde na.
rr6. las i mpresiones d e su vi aj e, describiendo la f eracidad
y belleza de nuestras montañas, y por ú l ti mo, t r ascr ibi6
las i nformaciones que obtuvo de labios del propio San­
dino. Ha y que considerar que ni Beals estaba en posi­
bil idad d e apr eciar l a v er dad, d ur ant e su cor t a p er ma­
nencia en e l campamento de Sandino empapándose en
un a sol a d e las f uentes de l p r oblem a n icar agüense, ni
Sandino iba a ser tan necio de contarle algo que perj u­
dicar a a s u fama. Si n embargo el viaj e de Carleton
Beals a los campamentos de Sandino despert6 el entu­
s iasmo en el diarismo americano, donde se empezaron a
narrar historias de pur a inventiva, en el afán d e sacar
buenas utilidades para sus respectivas empresas.
En el diario «L a Opinión>, de los Angeles, de fecha

R L V E R D A D E R O S A N D I N O
—83—

5 de Febrero de 1928, fue publicada una historia de San­


dino , n ar r ad a po r u n Gabr iel N avar ro, en l a cual deefa
que el Gral. Moncada era quien }e habla confirmado el
grado de Gral. a Sandino, y que cuestiones personales
fueron l a que provocaron una escisión en tre. los dos j ei es
los que desde antes de las Conferencias de Tipitapa no
se dirigfan la palabra.
El recorte de esa publieaci6n fue mostrado al Gral.
Moncada, quien contest6 de la manera siguiente:
«Por primera vez vf a Augusto Sandino en Prinzapolka.
Se presentb diciéndome: qurero que me dé armas para ir
a pelear al interior . E n Puerto Cabezas no me las han
querido dar, y me dijeron que viniese 'donde Ud . E n el
inter ior , el ú nico n om br e q u e suen a es e l d e Moncada.
De Sacasa nadie se acuerda. Comprendf que aquello er a
lisonja. Sandino me entreg6 al propio tiempo un memo­
rial escrito por bl con r especto a s us i deas, el cual ter­
minaba asf «L A PROPI E DA D ES UN ROBO.i Natural­
mente éso me di6 la norma del hombre que era Sandino
y me negué a darle armas, contestándole que mi inten­
e i6n er a l a d e t r aer u n a sol a col umn a a l i nter io r y n o
dispersar las armas. Volvió Sandino a puerto Cabezas,
y lo favoreci6 la circunstancia del desembarque de mari­
nos, y la declaraci6n de zona neutral. E ra n i nstantesen
que el armamento del Dr . Sacasa estaba en pelig ro de
ser tomado por los marinos, y el Sub-Srio. de la Guerra
Dr. Ar tur'o Baca, autoriz6 a Sandino a tomar rifles. Ef ec
tivamente, s e l lev6 algunos sesenta y después consi­
guió otros, con los cuales se vino al interior . Cuando yo
llegué con el ej ército a Matiguás, entablé corresponden­
c ia con Sandino, llamándolo. a r eu nirse eo n e l g r ueso de
las tropas constitucionalistas. Me contesr6 que habfa to­
mado Jinotega, y que no podía r etir arse de allf, y que
t enía mucho que hacer para defender a sus amigos. No
fue sino cuando los Grales. Parajón y Castro Wassmer
pasaron por el Setentri6n, que lograron persuadir a San­
din o d e sumar su s columnas al ej ér cit o occidental, y ll e­
garon j u n to s a las M ercedes. Observé que los soldados
de Sandino iban co n divisas r oj i negras, y con cruz y
calaveras en las divisas y banderas, y entonces, les orde­
né que se quitaran tal divisa. Nuestros enemigos les di­
je, están tr atando de desacreditarnos, llamándonos bol­
cheviques, y no d ebemos dar o p ort u nidad d e q u e e so s e
crea que es cierto, ni de que nos pongamos en r idículo,
ni mucho menos de que vayamos a l a capital eon esas
dlvrsas.

O EL CA L VA RI O DE L A S S EGOVI A S
—84—

<Ni y o n i m i g ent e qu er emos quitar nos estas di visas


contest6 Sandino,— Pero y o si q ui ero, l e r espondí.— Sandi.
no llor6 al ordenar que sus soldados se quitaran las di­
visas roji-negras con calaveras. Dijo, que esa divisa er a
el emblema 6 lema de su vida. Cuando se revel6 contra
los convenios de Tipitapa volvi 6 a adoptar l a misma di­
visa. L as ideas de Sandino son algo más que socialistas.
Para él el emblema de su .vidaes la divisaroji-negra, con
con la cruz y la calavera. E n M éxico, según parece, s e
uso en contacto con elementos ácratas, y ahora esas re­
aciones le han servido: Salom6n de la Selva etc. . . Ten­
g o la convicción de que esos elementos son los qu e le
están ayudando a Sandino.»
Sin embargo, había un más alto pregonero de la fal­
sa gloria de Sandino y er a Froylán Turcios, quien con
su pluma vibrante se convirti6 en un paladín del guerri­
llero. Oigámoslo en el N< 63 de su revista Ariel, corres­
pondiente al 1g de Abril de 1928, contestando a Juan Ra­
m 6n Avilés un ar tículo qu e éste escribier a acerca de
Sandino:
<Intentar. a esta hor a obscurecer l a preclar a figura
de;Sandino es empresa ridícula y absurda. E l héroe de
la r aza es ho y dí a un a celebr i da d m u n dial , qu e s6l o se
discute e n Nicaragua. E mpequeñecer su gloria es más
dificil que derribar una montaña con puñados de arena.
La acci6n viri l y eficiente de Sandino repercutiendo en
millones de espíritus americanos y en la conciencia del
mundo, y formando un potente bloque'moral de incalcu­
lable trascendencia, constituye la única esperanza de sal­
vaci6n para Nicaragua. Por .lo demás emplazo a l exce­
lettte compañero Avilés para dentro de cinco años, si en
ese término la muerte no nos ,h a convertido en cenizas.
El me dirá entonces con ecuán1me criterio, y sobre todo
c on alto espír it u patr i6tico, cuál d e lo s do s estaba en l a
verdad, en este momento gravísimo porque atraviesa Cen­
tro Américas.
Esto lo escribía Turcios el 19 de Abril, y nueveme­
ses después, con fecha 28 de Diciembre de 1928, el poeta
arrojaba de su alma aquel entusiasmo que sentía para su
héroe, y renunciando del cargo de Representante Conti­
nental de Sandino, le volvía Ias espaldas par a siempre,
después de haberlo fustigado en cartas que sereproduci­
rán mas adelante.
En la misma revista Ariel daba cabida Turcios a las

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 85—

mentidas victorias d e Sandino, que escribía con el obj eto


de deslumbrar a los incautos. E n el numero a que nos
referimos aparece el parte oficial del combate de El Brh­
m adero, donde Sandin o r efiere, respaldándolo con su f i r ­
ma, haber matado 700 marinos y capturado 40 0 r ifles
Lewis, 16 ametralladoras, 180 mulas cargadas de provísio­
nes y parque, 11 kodacks, 4 prismáticos, 19 estuches de
cirugía, 60 pistolas calibre 45 y gran cantidad d e uten­
silios de cocina.
El tiempo que todo lo depura, ha dado a conocer
las ment iras tendenciosas d e Sandino, y a qu e du r an te to­
da la ocupacion americana, según datos oficiales, no mu­
rieron en Nicaragua ni 500 marinos, aú n incluyendo los
que fallecieron por causa de enfermedades.

OPORT U N IDADES D E PA Z QU E SI E M PRE S E D IERON


A SANDINO
Siempre que hubo una oportunidad, ésta fue apro­
vechada para tratar con Sandino de la paz de Nicaragua,,
ofreciéndole amnistí a y o tr as muchas concesiones q u e el
se obstinaba en rechazar . E l Gral. L ejeune, un o de
los jefes militares de mayor rango que estuvieron en'Ni­
c aragua durante las Correrías de Sandino, al regresar a
Washington en e l mes de Abri l de 1928, inform6 a su
Gobno. del resultado de sus observaciones, diciendo que
en esos días el jefe insurgente contaba con un efectivo de
800 a 900 hombres; que le había hecho a éste una oferta de
amnistia y un llamamiento, en nombre de la humanidad,
para que depusiera las armas, y las mismas condiciones
aceptadas po r e l Gr al . Moncada el 4 de Mayo del año
anterior, todas las cuales habían sido rechazadas. Refiri6
asimismo que los aviones de l a marina habían d ej ado
caer paquetes de hojas volantes con estas proposiciones,
para que fueran conocidas de los grupos insurgentes.
Sandino; fuer a d e negarse a deponer la s armas,
contestaba a estas proposiciones con cabezas sangrantes
de infelices nicaragüenses, a quienes nada les valían las
súplicas, n i el l l ant o d e su s fami li ares, ante l a cr ueldad
insaciable del sandinismo.

AV E N T U R EROS D E T O DO S L O S PA ISES
LLEGABAN DONDE SANDINO
Las filas de Sandino se engrosaban con aventureros
de todas las nacionalidades, muchos de ellos perseguidos

0 EL CA L VA RI O DE LAS SE GOVI AS
por l a j usticia, que encontraban ma gt tífico campo a sus
h azañas b aj o l a b ander a r oj i-neg r a q u e em puñab a ei
héroe d e l as S egovias. A l g un os d e ellos llegaron a ob­
tener su confianza
y a tener m ando en
sus f u erzas, seña­
l ándoles zonas d e
o peraciones. E n tr e
e llos s e cuent a el
G ral. Manuel Marí a
Jir ó n R uan o, g ua­
ternalteco, quien f ue
enviado al sector de
Pis Pis, en la Costa
At lántica, d u r ante
' 4 ;
e l mes d e A b r i l de
1928, habiendo asal­
tad o lo s m iner ales
de L a Luz y L os
A ngeles, y d e L a
Bonanza, en el Dis­
tr it o d e P r i nzapol­
ka, donde arrasaron
con mercaderías di­
nero, ganado y bes­
tias, d ej and o casi
d estr uído s lo s m i ­
n erales d e L a L u z
y L o s A ngeles, en
donde captur aron a
los más impor tan tes
empleados, hechos
de qu e di ó cuenta
e l J ef e Pol ític o d e
Bluefields, G eneral
Juan J . E str ada.
Con motivo de la
incursión vandálica
l l ev ad a a c a b o
Manuel Mari a Ji rón Ruano, mi li ta r g u at e­ po r J i ró n R u ano
malteco y j ef e sandi nista, au to r d e ia s de­
predaciones qu e se relata n a conti nuación sobre los miner ales
Aqu i aparece co n la s cadenas d e p residar i o m e n c i o n a d o s , s e
cuando po r del itos comunes est u v o r ecluido procedió en el Cuar ­
eu l a Penitenciari a d e G u at emala tel Gr al. de la Guar­
di a e n Puer t o Ca­
b ezas a dar f or m a d e pr eparar u n aer ód rom o co n l os
hangares necesarios, dond e poder da r cabid a a las u ni­

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—87—

dades aéreas que fueran indispensables para l a explora.


ción de aquella zona, a fin de localizár los grupos san­
dinistas y poderlos batir más eficazmente.
La destrucción innecesaria de l a propiedad llevada
a cabo po r Sandino y sus hombres todavía no ha podi­
do repararse, y a pesar de que cost6 al país cuantiosa
suma de dinero i ndemnizarla en parte, los minerales ci­
tados, I a Luz y Los Angeles, no han reanudado aún sus
labores.
Veamos la obr a de Jir6n Ruano:
"Bluefields, 14 de Junio de 1928.— Sr. Ministro de la
Gobernaci6n.— Managua.
"E n esta fecha recibí del Sr. Comandante de Policía
de Siuna, el siguiente oficio:

«Alamicamba, 30 de Mayo de 1928.— Sr. Jefe Político


del Departamento de Bluefields.— Señor: Tengo a bien
e levar al conocimiento de Ud. mi informe oficial, e n mi
carácter d e Comandante de Policía de Siuna, durante
los días del 12 al 30 de A b r i l p pdo . E l 12 del citado mes
como a lss 5 de l a tarde, fué sorprendida l a poblaci6n
de Siuna por las fuerzas del rebelde Sandino al mando
del general M anuel Marí a J ir6n R , habiend o dej ad o una
parte de sus fuerzas en las minas Í.a Luz y Los Angeles.
Inmediatamente f u í despoj ad o d e m i pi stola, y ob l igado
con m i f amili a a pr oveer comid a a un a parte d e la. sol­
dadesca. Como a las 11 de.la noche, no obstante de ha­
ber ya quitado provisiones, a la fuerza, de los estableci­
mientos de comercio de los chinos EVin Kong y A llana
Chow, r ompieron las puertas de dichas casas procediendo
ai saqueo y a l a b ebida d e l ic ores. E l 1 3 comenz6 e l
a llanamiento d e las casas p ar ticulares, co n p r etexto de
buscar armas, robando todo lo que'encontraban de al~
valor. E n la misma fecha, después del saqueo, salieron
con dirección a la mina Neptuno, diciendo que ven+ n de
camino 180 hombres si n j efe. E l 16 del mes citado, tuve
noticias de la llegada de un ta l Coronel Carlos Agüero,
quien dió fuego al plantel de la mina La Luz y Los An­
geles, habiendo estallado 25 cajas de dinamit a qu e ha­
bían en dicho plantel. E l día 27 del mismo me s llegó
personalmente el Gr al . A u gust o C. Sandino, quien acabó
con las cosas de mi uso personal, y a continuaci6n pro­
cedió al saqueo de las casas de comercio de los chinos,.
destruyéndolas, manifestando que los referidos chinos ha­
bían ido a traer a los marinos americanos, junto con el
señor A mphlett, de l a min a L a L uz. Segú n aviso qu e r e­

O EL CAL VARI O DE L ASSEG OVIA 8


cibi fué destruida la casa o ue s irv e d e c omisariato, la
residencia del Gerente de la. mina, asi como l a bodega.
Asimismo informo a Ud. que el 80 de Abril el señor Mar­
shall, ciudadano americano y superintendente interino de
la mina, fue Hevado preso por las fuerzas del Gr al. Jirón.
«Señor Jefe politico: la excusa que tengo de no ha­
ber presentado este informe antes. es porque tuve que
cruzar la montaña con mi familia, saliendo por los llanos
de Aiamicamba.
~ Con toda consideracién, soy d e Ud. muy Atta y S . S.
Nar ciso Choza.»
"Lo que comunico a Ud. para los gines consiguientes,
suscribiéndome su Atto, y S. S.
Juan J, Estrada".

LA PROPAGANDA HACE DE SANDINO


UNA F I Q UR A D E L EY EN DA
Yá hemos dicho que una de las pr incipales causas
del engrandecimiento de la figura de Sandino, fue la pro­
paganda que se le hacia fuera de Nicaragua. Unos eran
sinceros, por ser victimas del engaño; otros lo hacian por
negocio. H e aqui lo que sobre este punto decia una car­
ta de Guatemala del mes de Abril de 1928:
"Los comerciantes se han dado a la tarea de explotar
comercialmente' al pueblo, con el pretexto d e Sandino.
EstOs comerciantes son listos y hacen dinero con el pa­
triotismo, aunque efectivamente Nicaragua y Sandiqo les
importan un bledo. E n Guatemala están haciendo un ci­
garrillo, pésimo por cierto, hecho a máquina, que se lla­
ma Cigarrillo Sandino, con el r etrato del guerrillero se­
goviano. También se ha hecho un ramo de comercio an­
dar vendiendo por las calles pequeños bustos en yeso
que dicen se r d e Augusto C. Sandino. L os tontós los
compran a un dollar. 'Naturalmente que más se parecen a
Goyo Herrera que a Sandino. L os hacedores de bustos
e nt e l ista, están haciend o mu y buen n egocio . E n E l
alvado r h a y ah or a d e r en t a u n licor q u e es l lsmado
éctar Sandino, con el que se emborrachy. de anti-impe­
ílalismo todo el, que quiere porque es alcohol patriótico
par6 el consumo popular . H a n aparecido Sócrates San­
dino falsificados, y muchos andan ej erciendo el chantage
aciéndose pasar por amigos de &andino, por recaudado­
es de Sandino, etc., pero ninguno de ellos va a empuñar

g L V E RDADERO S A NDI NO
el r ifle a las Segovias. Mientras tanto, el negocio de al­
coholes,cigarrillos y bustos prospera, explotando bien el
nombr e del gu er r iller o".

EL ÉXOD O D E L AS SEGOV IAS A H O N DU RAS


En las Segovias era ya imposible vivir . Aquella era
una existencia llena de zozobras. Por esta razón muchas
familias abandonaro n su s haberes, t r aspasand o l a f r on­
t er a par a r adicarse e n H o nd uras . E n l a p r imer a q u i n­
cena de Junio de 1928 llegaron a la región de Danlí,fron­
tera hondureña, procedentes de Nueva Segovia, mas de250
niños en completa miseria. E sta era la obra de Sandino,
a quien el mundo entero cantaba hosannas.
La Srta. E mm a B o n illa, r eina d e los estudiantes en
Tegucigalpa e hija del egregio liberal, ya extinto Gral.
P olicarpo Bonilla, form6 en aquella capital un comité, y
p idi ó a Danl í qu e l e en vi aran 25 d e aquellos niños par a
atender los en su espantosa desgracia. F ué este u n gesto
n oble y h er moso, pr oducto d e un a alm a gr and e y d e un
c oraz6n f i lantr 6 pico, qu e hizo br otar e l car iñ o d e los n i ­
caragüenses para tan distinguida señorita.
Mas Sandino sacaba partido aún de estos horrores, pre­
gonando que la salida de aquellas infelices criaturas er a
el resultado de los atropellos de los marinos americanos
y d e l a Guar di a Nacional.

VIOLACIÓN DE SEPULTURAS POR PART E


DE SA ND INO
En todos los lugares del mundo civilizado, un ca­
dáver es siempre respetado, y con mucha más raz6n la
tumba que lo guarda. Más para Sandino l a moral y el
sentimentalismo eran letr a muerta, no vacilando en co­
meter actos delictuosos, propios de las hienas, cuando así
convenían a sus i nt ereses.
En una carta par a Froylán Turcios, Sandino se jac­
ta de haber p r of anado l a t u mb a del m ar in o W i l l iamson,
el 18 de Mayo de 1928, y se vanagloriaba, no s61o de haber
sacado los restos, sino de haberlos colocado en un lugar
i gnorado, en do nd e su f ami li a n o los ver í a j amás. E n l a
sepultura fué encontrada una botella, bien cerrada,conte­
niendo un pequeño papel que decía en inglés, y que tra­
ducimos al español:
cEI cabo William L.Williamson, U. S. M. C. fué muer­
to en acci6n de guerra, en el camino de Bocay a Bocay­

0 E L CA L VA RI O DE LAS SE GOVI A S
—90—

cito, a las 4 p . m. del 18 d e May o d e 1928. E l más cer­


cano parentesco, su madre, no s~ conoce. La dirección de su
primo se sabrá en la. U. S. M.C. Pacific Clide, en Coco Solo,
Zona del Canal". Tambien conteníasu filiaci6n y grado, así
como una fotografía de u n niño llamado Phill , sobrino
suyo, cuy a d irecci6n n o supier on su s compañeros enton­
ces, pero que fue encontrada mas tarde en una carta su­
ya. L a direcci6n de la madre era: Mrs. Florence Mac Gee,
1 218, Maso n St reet , Sa n L o uis, Mass. Sand in o envi b a
Tur cios el r etr at o de l n iñ o P h i ll , p ar a qu e p ublicar a el
fotograbado en su revista, como un trofeo glorioso que
en realidad nada tenía de tal.

SANDINO ENGAÑABA A LAS GENTES SOBRE


LA S P R O M ESAS DE L IB ERT AD DADAS
P OR E E. U U
C omo Sandino s e empeñase e n hacer cree r a
las gentes sencillas que la intervenci6n estaba j ugando
u n a vez más con el puebl o d e Nicar agua, y q u e l o ú n i­
co que l e interesaba er a mantener a Díaz en el Poder,
porque éste i ba a entregar a todos los nicaragüenses
maniatados, vendidos como esclavos, siendo la s f uturas
elecciones presidenciales una comedia sangrienta, el Cuar­
tel General d e l a Guardi a Nacional en Managua crey6
oportuno dirigi r l a siguiente Orden General a toda la
oficialidad de servicio activo en l a República.
Decía así:
«Managua, 28 de Junio'de 1928. Orden Gral. N9 62.
Parte 5a.
1' Se ordena a todos los oficiales de la Guardia Na­
cional, que manifiesten a todos lo s votantes en perspectiva
que las pr 6ximas inscripciones y elecciones en Nicara­
gua serán libres y justas.
2' — Los comandantes d e di visi6n y subdivisi6n deben
continuar extendiendo la noticia, en sus divisionesy sub.
divisiones respectivas, de que los votantes tienen asegu­
rado el libre derecho del sufragio, y que n o serán mo­
lestados cuando vayan a los comicios, ni en los comicios,
ni después de r et ir arse d e lo s comicios. E n otras pala­
bras: hacer que lcs votantes sepan que los métodos de
i ntimidaci6n no serán tolerados, y que ellos pueden vo
tar como deseen y no como desee algún político. Además,
deben extender la informaci6n de qu e lo s votos serán

E L VE R D A D E R O S A N D I N O
contados de una manera legal y honrada, y que la e lec­
ci6n va a ser libre, justa e imparcial. Por orden del Jefe
Director, Brigadier General E, R. Beadle, G. N.
S. M. HARRI NGTON
Cnel. G. N., Jefe de Estado Mayor>.
Las órdenes que anteceden y reproducirnos en el
documento trascrito, son l o suficientemente cl aras para
no suponer qu e se estaba llevando a cabo una comedia
con el fi n de burlar las aspiraciones de la mayorí a del
puebl o nicaragüense. Insistimos e n qu e s i Sandino
hubiese tenido verdadero amor patrio, pudo haber orde­
n ado un a tr egua, suspendiendo la s hostil idades y g u ar ­
dando pr ovisionalmente sus ar mas, par a esperar el resul­
t ado de las elecciones de Noviembr e de 1928, a fi n de
que si no hubiere completa libertad, empuñar d e nuevo
los fusiles, limitando su ofensiva contra lasfuerzas inter­
v entoras y las del Gobierno a quien combatía. Ma s no
fu é así , pues Sandino s e mantuvo siempre rebelde
con sus hombres, que se hacían llamar defensores del
derecho nacional, tremolando sin tregua la bandera roji­
negra, que es la que representaba los ideales del guerri­
ll ero. Su proceder, dice a las claras qu e l o qu e b uscaba
era el poder, y asi lo ir á viendo el lector en el curso de
e sta obra, tomando el p at r iotísmo como u n ant ifa z p ar a
el logro de los fines que se proponía.

LAS DO B L ES CONT RI BUCIONES QUE PESABAN


SOBRE LAS E M PRESAS E XT RANJERAS
Se recordará la amenaza de Sandino, y su exigencia
p ar a qu e l e f uesen p agado s i m puesto s y d erechos d e
corte de mader a por los Sres. E nrique Gülke, A l fredo
Webbster , Pí o P alma y José L ysset, todos ellos ex tr anj e­
r os. Se recordar á también l a incursión de exter mi ni o de
las tropas de Sandino al distrito minero de Pr inzapolka.
Pues bien, el Sr. Gülke, al tener noticias de que los
sandinistas se habían marchado a la Costa Atlántica, en
el mes de A b r il , reanud ó los cortes 'de mader a, cr eyéndo­
s e seguro; más el 31 de May o las fu er zas del r ebeld e d e
las Segovias asaltaro n s u campamento, r oband o cu anto
t enía él y su s tr ab aj adores y amenazando co n m atar al
cuidador, notificándole que no tenía derecho d e cortar
maderas sino era con permiso especial de Sandino. Ante
tal atropello el Sr. Gülke se vi ó precisado a pr otestar
ante el J ef e P ol ítico del Departamento, quien trascribió l a
queja al Sr . Ministro de la Gobernación, la que dice así:

O EL CALVARI O DE LAS SE GOVI AS


—92—
'Sr. Jefe Politico del Depto. de Jinotega.
Ciudad:
"Yo Enrique Gülke, de 48 años de edad, casado, co­
merciante y empresario, subdito alemán y vecino de esta
ciudad, ante su autoridad y con el debido respeto pongo
l a siguient e denuncia: El 81 de Mayo ppdo, lleg ó a mi
campamento de cortes de madera, el que tengo legalmen­
te establecido sobre las márgenes del rio Puteca, afluente
del r i o Coco¡ y com o a 8 m i llas d e su desembocadura, u n
peloton como de treinta hombres sandinlstas, bien arma­
dos, al mando de Pedro Altamirano, tambiBn llamado Pe­
drón, llevándose y acabando con cuanto babia en merca­
d erias, viveres y utiles, y amenazando con dar muert e a
mi encargado don Enrique Pineda, quien vino ayer a dar­
me este informe, y a quien dijo que nadie, ni e x tranjero
o fuese del pais, podia cortar un árbol sin el permiso ex ­
preso del Gral. Augusto C. Sandino, por lo que con estas
amenazas, y por otra parte viendose despojado de todos
los viveres, abandonó con todos los operarios este mi tra­
bajo, el que habl a suspendido desde Noviembre ppdo.,
tambiBn por amenazas del mismo Sandino, que me hizo en
una nota que me mandó junto con un decreto de B l mis­
m o, fechado el mismo mes de Noviembre y e n qu e me
exigia el pago de derecho forestal por m i madera, a lo
que naturalmente no accedi, y suspendi los trabajos, po­
niendo al mismo tiempo la referida nota y decreto en co­
nocimiento del Ministerio de l a Gobernación, como tam­
bián del Alto Comando y Mtro. de los Estados Unidos de
N orteamBrica en Managua y cuyos escritos conservo en
mi pode r A h ora, a p r in ci pio s d e A b r i l p pdo., t eniendo
informes que el referido Sandino se habia marchado con
'sus tropas para la Costa A tlántica, y suponiendo no vol­
veria, dispuse activar este mi trabajo cuanto pudiera, y el
qu e por l a suspension y a habi a sido perju dicadoseri amen­
te, pues la sacada de la madera de los bosques solamente
se puede hacer en el verano, a un preci o que correspon­
de a l n egocio, y en partes, e n e l t i emp o l l u vios o en t era­
mente imposible por ser 'terreno demasiadamente suampo.
so. A h ora, con l o qu e nu ev ament e m e ha ocu r rid o e n es­
t a mi empresa, me he visto obligado a abandonarla y s i n
saber por cuánto tiempo, o sea hasta tener completas ga.
rantias; y por cuyos perjuicios presentarB a l a autoridad
correspondient e m i r eclamo.
Jinotega, 12 de Junio de 1928.
ENRIQUE GUL K E".

EL SANDINO SUPERTICIOSO
Sandino er a u n gr a n supersticioso, y a sus alle­
gados les contaba que de repente oi a voces inisteriosas
d ándole consejos, que él aprovechaba al pi é de la
letra con magnfficos resultados. E sto salv 6 una vez a
Sinforoso Maradiaga de ser pasado por las armas. Mara­

C L V E R D h D E R O S h N D I N O
d iag a er a u n hombreoito,,d e l a ci udad d e E l Ocotal, y
una vez en sus trabajos de campo cayó eri poder de un
piquete de caballerfa sandinista, procedente del campa
mento general del guerrillero. Maradiaga estaba denun;
ciado de suministrar informes a la Guardia Nacional de
los movimientos de Sandino, y aunque ésto no estuviese
probado su muerte habfa
sido decretada. Llel ado al
campamento general , Ma­
rsdiaga vi 6 llegado el úl­
timo dfa 4e su vida, pues
se le provey6 de una pala
para que cavar a s u pr o­
pia sepultura. Pregunt6,
con lágrimas en lo s ojos,
los motivos qu e habf a pai
ra proceder asi contr a él,
y se l e d ij o q u e po r t r ai ­
dor. Pr otest6 de su ino­
cencia, manifestándo que
eso er a f also, y qu e esa
informaci6n procedfa se­
guramente de algú n ene­
migo personal. Quiso se­
guir defendiéndose, pero
u n chilill o d e cuer o de
danta cay 6 azotándole las
e spaldas, para obligarlo a
callar y a seguir cavando
Don Enrique Gülke, autor del an­
el pedazo de tierra donde
terior reclamo, ciudadano, alemán, reposarl a p ar a siempre.
domiciliado desde hace muchos a­ .Maradisga encomend6 su
ñ os e n J i notega , d ond e contr aj o alma a Dios, y se despidi6
matrimonio con una distinguida se­ de los suyos mentalmente,
ñorit a A dam , de aquell a sociedad, contando cada paletada de
c on quien h a pr ocreado v s rio s h i tierra que sacaba, como si
jos. Ni su ciudadania, ni las cua­
lidades anotadas le valieron l i br ar ­ fuesen lo s p eldaños que
se de las i ras de las fu erzas sandi ­ descendfa hacia e l sepul ­
ni stas contr a el ca pi t al. c ro, Cuando se cansaba y
uerfa 'reponerse de la' fa­
tiga, el f u ete l e r ecordab a qu e tenf a qu e t er mina r p r on­
to su trabajo. Cohcluida la fosa, Sandino designó a uno
de sus hombres par a que tr onar a 'al cabr6n, ma ndándolo
a la chingada (tal era el v ocabulario q ue usaba el guerri­
llero). Maradiaga fué colocado al borde de la sepulturá,
por él mismo cavada, y el soldado ejecutor puso la boca'
de su rifle sobre el pecho del infeliz. Hizo funcionar 'el

O KL CA L VARI O DE L A S SE OOVIA &


g ati llo, per o el car tuch o n o dispar6, oy éndose sól o u n
ruido seco. Registró la cámara de su arma, y e l f ulmi­
nante estaba perforado. Cuando se disponía a disparar
por segunda vez, fué contenido po r Sandino, quien in­
terpretó por haber fallado el tiro, que aquel hombre po­
día ser inocente, y lo dej6 en libertad. Es indudable que
no fué la magnanimidad sino la superstici6n la que obró
en el ánimo de Sandino par a salvar la vida de Mara­
diaga.
AM NIST IA DECRETADA A FA VO R D E SA NDINO
Y SU GENT E
A pesar de cuanto sucedía en las Segovias, con fecha
$ de Agosto de 1928, tres aviones corsarios, de la Marina
A mericana, dejaron caer en la zona d e operaciones de
Sandino, hojas impresas, conteniendo e l siguiente de­
creto:
«N' 75 — El Pdte. de la República, considerando: que
p ara facilitar las gestiones que se están haciendo par a
obtener el complet o r establecimient o del orden y tr a n­
quilidad en todas partes de la República y en e l deseo
de manifestar al pueblo nicaragüense el .espíritu de con­
cordia de que está animado el Gobierno, haciendo Uso
de las facultades que le confiere la fracci6n 7' de l A r t.
11 Cn. Decreta:
1 ' — Concédese amnistia, amplia e incondicional, a
t odas aquellas personas que hayan cometido delitos de
bandolerismo en bandas organizadas desde el 25 de Ma­
yo de 1927, y las cuales se hayan entregado voluntaria­
m ente a las autor idades an tes del 15 d e Septiembr e d e
1928, deponiendo su s ar mas, si .las tuvieren.
L ' — El presente decr et o comenzar á a r egi r d esd e su
publicación por bando en las cabeceras departamentsles.
Comuníquese, Casa Presidencial, Managua 9 de Agos­
to de 1928.
DI AZ. El Mtro. de la Gobernaci6n,— GURDIAN».
Varias de estas hojas llegaron a manos del cabecilla
insurrecto, quien r efiriéndose a éllas decía a sus solda­
dos: « L os bandoleros son esos cabrones, que acompañan
a D í az en el Palacio Presidencial, y so y y o e l q u e l es
voy a dar amnistía, colocando sus cabezas baj o e l ma­
chete de mis muchachos>.
A pesar de ésto los impresos distribuidos no dejaron
de dar algunos resultados, pues pocos días después el

R L V K R D A D E R O S A N D I N O
—95—

Cnel. Guadalupe Rivera, abastecedor del propi o Cuartel


General de Sandino, amparado en la amnistia, se entrega.
ba a las autor idades m i lit ares d e J i notega, si end o bi en
recibido y dándosele libertad y toda clase de garantías,
Rivera era dueño de la única casa existente e n Sallta
Cruz, situada estratégicamente en una curva del ri o Coco,
a18 mi )las al Su r d e Qui­
lali, y aunque alli fue un
centr o d e abastos d e l as
f uerza s d e Sa ndino , a
quien servi a d e espía el
pr opi o R i vera, i nf or mán .
dole de lo s movimientos
de las tr opas combinadas
d el G bno., y que tom6 p ar ­
te en l a emboscada que
f ue ten did a al Capitán L i­
v i ngston, en Diciembr e de
1 927, el Gbno. y la s f u er ­
zas americanas hi cieron
efectivo en est e lugarte­
niente de Sandino e l d e­
creto de amnistia; actitud
pacifica que fué secunda.
da p o r Santamar i a Sevi­
lla, quien también se aco­
gi6 al mismo decreto pa­
ra dedicarse a la vida del
trabajo. Ma s n o corr ió
m ucho éste, p o r qu e e l 4
de Octubre las fuerzas de exEl Mtro.
Ingeniero don Camilo Castellón,
de l a Guerra de l a Ad­
P edr6n l o ca pturaron, y ministración del Grai. J. Santos Ze­
d espué s de t o r t ur ar lo Iaya, quien f u e secuestrado por
cruelmente, lo hicieron de. fuerzas sd,ndinistas en su hacienda
c apitar , p agand o as i su de caf é San F r an cisco, de l D e pt o.
deseo de querer llevar en de E st eli , y quie n p ar a s a l va r su
lo de'adelante una vida de vida, después de penalidades sin
cuento, tuvo qu e pagar una con­
paz y de trabajo. tribucion de mil dólares. Junto con
él fu e secuestrado s u deudo don
LA OBRA O M INOSA Francisco, quien también tuvo que
DE PEDRÓN paga r cont ri bu ción p ar a ev i tar da­
ños cont r a s u v i d a y p r opiedad.
El jef e qu e captur ó a lo s Sres.
La banda del inhumano Castellón er a Miguel Angel Ortez.
Pedr6n Altamirano anda­
ba como potro desbocado,
por los valles y caserios del Nort e de Jinotega, a f ines
del mes de Septiembre de 1928. Los atemorizados cam­

O EL CALVARI O DE LAS SE GOVI AS


— 96—

pesinos pasaban el día escondidos en los montes, sin po­


der t r a baja r, m ientras l os sandinistas o cupaban s us h u ­
mildes chozas. A pesar de tales precausiones, muchos
de esos desgraciados cayeron al filo del machet e d e las
hordas de Pedr6n.
El 2 8 d e Septiembre
fueron ul timados por las
fuerzas de Pedr 6n : U r b a­
no Aráuz y Reyes Borne.
ro, cuando se hallaban en
sus casas d e habitaci6n
en los valles de E l Gua­
pinol y Lo a Cedros, res­
pectivamente.
El 1' d e Octubr e f ué
saqued a l a casa d e c o­
mercio del t urco Moisés
Di pp, y l a del ci u dadano
nicaragüense do n Doro­
teo Lanzas.
E l 2 de Octubre, por l a
mañana, en jurisdicción
de Jinotega, fué asesinado
por los mismos foragidos
el Sr. Lucas Osegueda.
E17 de Octubre, la mis­
ma cuadrill a d e Pedr6n
A ltamiran o pr iv6 d e l a
Don Benito Trejos, quien fue ase­ vid a al ho nr ad o ci ud ada­
sinado, con luj o d e barbarie, por no do n Juan E v angelista
fuerzas sandinistas. Nótese la masa Hernández, de Jinotega.
e ncefé,lica al descubiert o po r l os El 10 del mismo mes,
Pedr6n, que fué siempre
tr emendo s m a chetazos qu e l e fue­
ron propinados en el parietal dere­
el brazo derecho de San­
cho.
dino, en el lugar llamado
L a Virgen, en j urisdicci6n de Jinotega, llev6 a cabo un
doble asesinato en las personas de Jer6nimo Gutiérrez y
Pablo Rizo.
A conti nuaci6n, y en esos mismos días, asesinaron al
Señor Benito Trejos, del Depto. de Nueva Seqovia.
Hond a conmoci6n csus6 en t odos lo s án tmos e l es­
pantoso asesinato, cometido en l a persona de l j oven
Gonzalo B l and6n, en un o de su s mozos y en d on Carmen
Valdivia el 28 de Septiembre de 1928, en la finca llamada
e l Tamalaque, en j urisdicci6n de Jinotega. Bland6n er a
miembro de la mesa electoral del Cant6n de Santa Cruz,
en donde se encontraba en el ej ercicio de sus funciones.

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—97—

En esos días había andado en actividades electorales de


su compr ensi6n, a f i n de que lo s ci udadano s estuvii'aen
l i sto s p ar a l a i n s cr i p ci 6 n , señ al ad a p ar a e l d o m i n g o 23 d e
Septiembre de ese añu. Al cerrarse la inscripci6n, el j o­
ven de la referencia optó por irse a dormir a su finca El
T amaiaque, distante d e Sant a Cr uz como tr es leguas, en
c ompañía de sus mozos, de don Carmen Valdivi a y de
o tr o más. Un o d e sus compañeros, do n E m i lio Siles, no
pudo l legar hasta la finca,
p or habérsele cansad o l a
bestia, viéndose ob ligado
a pernoctar a al g un a dis­
tancia d e lo s sucesos, cir ­
c unstancia a que debi 6 m i ­
lagrosamente la vida. Cuan­
do B l and6 n y su s t r es
compañeros se d i sponían
a acostarse, aparecieron in­
tempestivamente, t r ágicos
y hoscos, com o ab or tados ,1

por las ti nieblas de la mon. t

taña, en nú rirer'o conside­


rable, lo s san di nistas co­
niandados po r Pedr 6n, ar­
m ados d e machetes y d e
ri fles. y si n qu e su s v ícti­
m as t u viesen t i emp o d e
enter arse, los acometieron
a balazos. Gabin o O l ivas,
s ir viente d e Bl andón , u n
m uchach o d e 20 anos, se
encontr ab a en el cor redor
de l a casa, e n co mpañía ( i onxal o B l andón , di st ingu id o j o
de u n moz o d e l a f i nca, v en de .Jinoter~a, asesinad o po r el
d e nom br e T i moteo H e­ c abeci l l a sandrnist a Pednon A l t ami ­
r r era, acostado s e n u n a 1 "l n o .
hamaca, cu and o son 6 e l p r imer t i ro , q u e hiz o b l anco
en H e r r era. A m bos, g u iado s po r e l in stint o d e con­
servación cor rieron a ganar las puertas con ánimo de sal­
varse; per o el mozo, que ib a mo rt almente her id o no tuvo
tiempo de penetrar en l a h abitaci6n y cay 6 m u er to. Ol i­
vas fué a ocultarse en u n tabanco y all í permaneció has­
ta que los asaltantes penetr aron en l a casa, l o qu e él a­
provech6 par a ponerse a salvo en e l m onte, am parado
por la oscur idad d e la noche. Cuando el mu chacho, ya re­
puesto de la impresi6n, se di6 cuenta de que los crimi­
nales se habían al ej ado, r egres6 a l a casa, encontr ando

O EL CA L VA RI O DE LAS SE GOVI AS
cuatr o cu er pos desnudos y m ut ilados, que yacían en di s­
tintos lugares. Entre ellos se hallaba el cuerpo de Gon­
z alo Bland6n, su patr6n, a quien tanto querfa, con l a
sien destrozada por un balazo.
Simultáneamente otro grupo de sandinistas asaltaba
la casa de don Manuel Herrera Castro, quien también fué
bárbaramente asesinado.
Todos estos detalles nos
fueron suministrados por
el propio Gabino Olivas,
e128 de Septiembre, en la
ciudad d e Managua, toda­
v ía horrorizado po r l o s
hechos de que había sido
testigo ocular .

ASESINATOS QUE CON


MOV IE RON A L PA IS
En esos días se encon­
traba en pacffica j ir a de
pr opaganda libera l e n el
D epto. de Jinotega, el D r .
Juan C a rlo s Men dieta,
quien habfa salido de Ma­
nagua acompañado del jo­
ven don Julio Prado, jun­
t ándose en J i noteg a co n
don Cayetano Caste116n,
don Juan I.ópez y don
Dr . Juan Carlo s Mendi eta , a t r oz­ Carlos Gutiérrez, los que
mente asesinado por fuerzas sandi­ j untos cooperarían e n l a
ni stas baj o el mando d e Pedrón A l­ mism a mi si6n d e p r opa­
t ami rano. E l D r . Mendiet a er a u n g anda. A s u l l eg ada, el
d estacado miembr o de l P a r t id o L i ­
beral, al que decia pertenecer San­ D r . Mendiet a d i r i gi ó u n a
dino; ab ogad o d e n ota , ex -Ju ez .de i nf ormaci6n telegr áfic a a
Di st ri to, periodi sta y valioso elemen­ l os di ar ios capitalinos «L a
to d e l a sociedad nicaragüense. Dej o Noticias y el «Di ar i o Mo­
un a v i uda, D ña. A delit a Zelaya de d erno>, dand o cu ent a d e
Mendieta, sobrina carnal del ex-Pre­ lo s asesinato s cometidos
s ident e Zelaya, y v ar ios hij os en l a
m eno r edad a q ui enes qu i t aron el en la finca e l T a malaque
apo o d e s u v i da. d e q u e y a h ablamos, y
y de otr o s si mil ares, asf
como el del Cantón d e D u i li , cometido en l a p er sona del
ciudadano Manuel H errera Castro, y del secuestro, en el
Cant6n de El Mancotal, de l os ciudadanos Canuto Rizo,

K L V E R D A D E R O S A N D I N 0
Tib ur cio Mendoza y T acho H er nández. l . a Gu ar di a N a­
c i o n a l s i g u i 6 u n a i n vest i g aci6 n r e sp ect o a lo s h echo s d e­
nunciados por el Dr. Mendieta, comprobando qu e t ales
asesinatos y secuestros habían sido llevados a cabo por
la t emibl e cu adr i ll a d el
j efe sandinista Pedr6n A l­
tamit ano.
El Dr . Mendiet a p arece
que tuvo u n presentimien­
t o en Managua de l o q u e
ib a a ocur r i rle, cuando fu é
a casa d e J u l i o Pr ad o a
i nvitarl o p ar a q u e l o a­
acompañar a e n s u vi aj e.
Este se encontrab a u n po-.
co enferm o d e i n f luenza,

l ) o u C a ) (' r a u o C a si(.' ll()n , h e r n u l u o


dc don l' au liuo y <lel I>r . T r i nidad
C a st c ll<>n, t<>do s e l l o s l )r()ru i n< n t e s
mien)bros (iel l i beralisn> o . cg<>via­
u (), l)l'o l li e t a r i o d e u n a h i c o . u r t i d a
t ienda dc. c<>mcrci o en s in()tog a y
d uea o d c a l g una s h acienda s en
esa j u ris<liccinn, las <tue m<)s tarde
fueron i»con<liada s J )o r tr<>l>as de
Sandiuo . C u an<l<> fu c a .-( sinado
c o n t a l) a 4f> af)o s d<'. e < l a d . y (I('.j ó
un a v i ud a «on v a r ios hi,ios. l )o n d u ti o l ' r u d o ) o r i gu >a r i o (l e
Le<>n, joveu d e p orx.eni) , l><)r
y como s e ex cusara, e l D r . su laboriosid<)d c i nt el igeu«i;),
Me»diet a le dij o : ~N o temas, <J ui<'n co )u o d e c im <)s c ay <> J>cr()i­
v iejo. Si mo r imos en nuestr a c a »)< u t( . l u c h a n d o a l > o f c t :)(l a
jira, eso no impor ta: otros se­ l)n>ll)(l , ('ont l a s us a s es)uo s. l '.1'a
rári los que verá n e l t r i u nfo, u n l>ueu t;ontadov M(,vcantii ) y .
dej ó un a l><)bve v iu(la ¡ Da . i>i­
p er o nu estr o deber e s i r a larcit a '.>lor )l< s de l' va<lo.
luchar po r el par tido», y Pr a­

O EL CAL VARI O DE L A S SE GOVI A F


do, convencido y me dio e nfe ri no como e staba, se e nvol­
vi 6 u n pañuelo de seda en e l cuello y sig ui6 a l D r . Men­
dieta en la j ira, d e l a cual n o r egresariall.
Es indudable que las bandas sandinistas qu e reco­
rr ían lo s pueblos y caseríos de l D<pto. d e J i notega, es­
t aban al corr iente d e las comunicaciones t elegráficas y
telef6nicas. Así se ex plica que esos hombre s h aya n sa­
b ido el df a en q ue salió el Dr . Mendiet a y comi tiva d e l a
cabecera departarneiital, al l ugar qu e tenfa n p r oyectado.
Al al ba del df a 2 de O<:tubr e d e 1928, comenz6 a ci r­
c ular en J in< ti ga, co n l a r apidez d e todo l o t r ágico, l a
sensacional noticia d e qu e lo s d i sting uidos y h o nr ados
ciudadanos lih< ral< s, Di . J ua n Car los Mendieta, do n Ca­

He a qu i l a car reta t r af ica <¡ue con<luj o Ios cadf<,veres mu t i lados


del D r . J uan Ca r los Mendieta, don Calletano Castellon y d« n J u l io
Prado, del caserio de San Ma rcos a la c iudad dc J inotega. L a socie­
d a d v p u eblo j inoteg anos, si n di st inción d e colores politicos asisti ó
a su s f unerales en nn a i m ponente. manifestación de. dolor .
v etano Castell6n, do n J u li o l ' r ado. do n J ua n L ó pez y
do n Car los Gutiérrez , h abfan sid o asesinado s e n Sa n
Marcos, caseri o si tuado como a t res legua s d e aq uella
po blaci6n.
El hecho ocur r i ó en casa d e D or oteo L anzas, co mo
a las 11 de l a noch e del 1 d e Octubre, hor a en que fue­
ro n asaltados, 'como po r cincuent a sandinistas, ar mados
de r i f les y machetes. L as victimas fuero n sacadas a em­
p ellones y ci nt arazos, descalzos y e n r op a i n t er io r a l a
plazoleta del caserío, y un a vez ahf, bien suj etos, los col­
m aron de insultos. L a s sú plicas de l D r . Mendiet a y d e
d o n Cayetan o Castellón, qu e encarecían pieda d p ar a e­
llos y p ar a sus compañeros, n o ablandaron el corazón de

E L V K R DA . D E R O S A N D I N O
— 101—

Los cad áv e r es de l D r . J u a n C a r los M e n d iet a s l a d e r ech a y d e do n J u l i >


P r ado a l a i zq u i e r da , f otog r a f i ados deepuá e d e h a be r sid o b sj a doe d e l a f u ­
n e b r e ca r r e ta , y colocsdoe e n t i j e r as , a d o n d e s e l e s v e . E l ca d á ve r d e l D r .
M e n d i e t a p r e se n t a , co m o ee obse r v a , i ncout ab l e s ms ch e t azoe e n l s ca beza y
en l s cara, uno de los cuales l e l>ixo saltar lo s ojoe; un a pierna l e fub
rota de u n bslsxo. Los aeesinoe le' cortaron las manos, y si re ven en sn lu­
gar es p n r q u e f u e r on c olocadas a lli p or l as m a nos p i a dosas q u e f u e ron a r e ­
coger los. E l c ad á v e r d e d o n J u l io P r a d o, c omo s e v e , t s m b i í n p r e senta h o ­
rr i b le s ms ch etaxoe, qu e cor t aro n e i h il o d e e u e x i st encia.

O EL CALVARI O DE LAS SE GOVI h S


aus f eroces ver dugos, que les r espondieron der r ibándolos
a machetazos. Don Juan L6pez conserv6 entereza y va­
lor, hasta el último momento, y se encar6 a los soldados
de Pe4rón, diciéndoles: «No sean bandidos, n o asesinen
a bofn4res como esos». El i nfortunado don J ulio P rado,
e ompa5ero de labores del Dr. Mendieta, muri6 como un
héroe, t 'uch6 con sus victimarios a brazo limpio, hasta
caer sin .fuerzas destrozado a machetazos, perforado por
Las balas¡ rindiendo así su noble vida. Don Carlos Gu­
tiérrez, luchaba por librarse de l a muerte, y a l lograr

Don J uan L úpex qu e m ilag rosament e salv ú su v ida en e l ho­


rri ble masacr e de San Marcos. E r a f i l armúmico, y a csus a d e l os
rnachetaaos que recibid ha quedado imposibilitado para ganarse
la vida con su profesion. N(cítese la tremenda cicatriz quepresen­
ta.en el cuello y en la mano derecha.
p onerse en f ug a f u e alcanzado por do s balazos, un o en
el t r onco de l a nuca y otr o e n el mentón ; per o a pesar
ge ést o l og r6 .cor rer u n trecho, poniéndose a cubierto de
sus perseguidores, en u n monte cercano, de donde f ué
atacado el día siguiente por una persona caritativa, casi
en estado ag6nico.
Mientras los sandinistas despojaban a López del di­
nero, y de cuanto llevaba en los bolsillos, éste aprovechó

R L V E R D A D E R O S A N D I N O
l a oportunidad para entablar con :ellos .una lucha, en la
que logr6 desasirse y p onerse en f ug!s, no o bstante d e
haber recibido dos machetazos, uno sobre .la nuca y otro
en la mano derecha, así como un a l luvia de balas, que
por verdadera suerte no lo tocaron. ' L 6pez fu e a ocul­
tarse en una milpa, donde pas6 la noche, y d e donde
pudo observar el macabro cuadro de sus compañeros, in­
moladoa a la luz mortecina de la luna. L 6pez, encontra­
d o po r u n amigo que le a­
y ud6 a salir del lugar , se
puso e n camino hacia la
finca de su padre, don Pas­
tor L6pez, pero desgracia­
damente los sandinistas es­
taban ocultos en el caN ino
y lo aprehendieron de nue­
vo, llevándolo a un riachue­
lo cercano, a donde se pa­
rapetaron e n e mboscada
para caerles encima a l os
q ue llegaban en busca de
Mendieta y compañeros.
Como a eso de las i9 del
día aparecieron dos avio­
nes americanos que explo­
raban el lugar de los su­
cesos, y Pedr6 n y lo s su­
yos corrieron a ocultarse
en el monte, dejando a L6­
pez ahí, con l a i ntimaci6n
de esperarlos mientras re-.
gresaban, lo que L6pez a­
Don Carlos Gutiórrez, apreciable provech6 par a ponerse a
ciudadano de Ia sociedad d e J in ote­ salvo, continuando hacia la
ga y o t r o de los sobrev i vi entes del finca de su padre, de don­
sangriento drama en que sucumbie­ de luego fue conducido a
ron el Dr. Mendieta y compañeros. Jinotega por s u h ermano
Tambien quedó impedido a causa Antonio, conociéndose por
de lo s balazos qu e recibi er a.
el r elato que él hizo, los
(detalles del hor rible suceso de qu e fu e testigo.
Los cadáveres del Dr. Mendieta, Caste116n y P rado,.
y el herido Gutiérrez, llegaron a Jinotega el mi é r c)es 3
de Octubre, como a la una de la tarde, custodiados por
u na columna de marinos y guardias nacionales, y por un
número considerable de gente de a pié y de a caballo, que
armados, habían ocurrido a prestarle apoyo a la autori­
dad.

0 EL CA L VA RI O DE LAS SE GOVI AS
La impresi6n de terror que caus6 la vista de los ca­
dáveres n o puede describirse. H o r r i bles, espantosamente
mutilados„ semi desnudos, descalzos, los cr áneos despeda­
zados, los ojos fuera de la s 6rbitas, tal er a el cuadro
que presentaban las inmoladas victimas.
Al tenerse noticias en Managua del horroroso asesi­
nato, cometido en el caserio de San Marcos, se hizo salir
inmediatamente un avi6n en la mañana del 3 de Octubre,
con destino a Jinotega, el que no pudo aterrizar, debido
a qu e el campo de aviac}6n cercano a l a ciudad cabecer a
se encontraba inundado a causa de las fuertes lluvias
que habian caldo en esos dias. Por ese motivo se hizo
imposible llevar a Managua los cadáveres del Dr . Men­
dieta y de don Julio Prado, los que hubieron de ser se­
pultados en el Cementerio de Jinotega.
DECRET O QUE SE DIO PO R E L ASESINATO
DE SA N MARCOS

A consecuencia de los hechos antes narrados, la su ­


ervisi6n electoral americana, hizo una iniciativa ante el
r. Pdte. Diaz, en 'atenci6n a l a cual se emitió con fecha
6 de Octubre el siguiente decreto:
«Arto. 1' — Exhórtase a todos lo s ciudadanos a que
cooperen con las autor idades, en su s esfuerzos par a cap­
turar a las personas sindicadas en los delitos referidos, y
a que comunique a dichas autoridades todos los i nfor­
mes qu e les sean posi bles con r eferencia a dichos delitos
y a sus autores, c6mplices o encubridores.
Arto. 2' — Autorizase a l J efe Director de l a Guardia
N acional par a organizar en el Depto. de Jinoteg~, si n
consideraci6n a filiaci6n poli tica, las fuerzas de vigilan­
t es volunt ar ios qu e estime conv eniente, par a operar b aj o
las 6rdenes de oficiales de l a Guardia Nacional, con el
fi n d e ay udar a las fuerzas r eg ul ares de esa In st ituci6n,
en la aprehensi6n de los criminales y en la conservaci6n
del orden público.
A rto. 3' — Autorizase también al Jef e Director d e l a
Guardia Nacional para que organice fuerzas de vigilan­
t es volunt ar ios, semejantes, en cualquier ot r o Dist r i t o d e
la Républica que estime conveniente, con igual objeto y
para conservar l a paz~.
Ante esta actitud del Gobno., el padr e d e Sandino
se ofreci6 como mediador para tratar d e que su hijo ce­

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
sara en su loco empeño de seguir enlmn@bbthndo e1 pafs;
r ealizando a l ef ect o u n vi aj e a s u campament o e n el
mes de Noviembre de 1928. E l martes 20 de ese mismo
mes regres6 don Qregorio Sandino, padre del jefe insu­
rrecto, a l a capital , a b ord o d e u n , avió n amer i
cano, enteramente decepcionado de s u mi sión, y com­
prendiendo la s consecuencias qu e s e derivarfan del
empecinamiento de su hijo. E n esos dfas, Sandino habfa
estado a punto de caer en manos de los marinos ameri­
canos, quienes habfan sorprendido su campamento, situa­
do en el lugar llamado <E l Rempujón», en las montañas
de Murra. V l Capitán Holmes era el j efe de la patrulla,
y al ser rotos los fuegos sobre el lugar donde s e halla­
ba Sandino, éste huy6, sin tener tiempo de plegar y lle­
varse la casa de campaña que tant o estimaba. Fueron
capturados 11 rifles, una ametralladora Lewis y 2.500 ti ~
ros, lo mismo que una máquina de escribi r Underwood
N' 5, en buen estado; una caj a de medicinas y mucha
correspondencia, entre ella, cartas reveladoras de la con­
nivencia que tenia Sandino con algunos personajes polf­
ticos del interior.

LISTA DE LOS ASESINATOS CONOCIDOS


LL EVADOS A CABO POR SANDINO
A continuación damos a ista de las personas sacri­
ficadas por Sandino y sus hombres, h abiendo t omado
estos datos de los informes suministrados por lo s Alcal­
des Mpales. y Agentes de Polici a de Nueva Segovia, asf
como po r lo s f amiliares d e las vfctimas:

El 27 de Octubre de 1928, un grupo d e sandiniytas


en Santa Rosa, jurisdicción de Somoto, asesinó a Nicolás
Gutiérrez Báez.
El 13 de Noviembre, otro grupo de sandinistas, en la
misma jurisdicci6n, y en el G uayabal asesinó a C atarino
Gu ti ér rez y a Vicente L 6pez.
El 22 de Octubre otr o grup o de sandinistas, e n el
Sangarro, jurisdicci6n de San Fernando, asesinó a Brau­
io Talavera.
E l 30 del mismo mes, otro grupo de bandoleros, en
el Arrayán, j urisdicci6n del pueblo d e San Fernando, y
cerca de éste, asesin6 a Antonio Ortéz López.
El 25 de Diciembre otro grupo de sandinistas, en el
Jobo, de la misma jurisdicci6n, asesin6 al Juez d e Can­
t6n Agapito Herrera.

O EL CA L VARI O DE L A S SEGDVI A S
—106—

E n el mes d e Septiembre, en Chusli, j u risdiccio n d e


. lalspa, los cabecillas J. Gregori o Colindres y otr o de
apellir>o Quesada asesinaron a Francisco Valle Silva.
El 8 d e Octubr e un a band a de «libertadores», en
Santa Teresa, jurisdicci6n d e Somoto, asesin6 a Juan
Gutiérrez Sánchez.
El 25 de Octubr e una cuadrilla de insurgentes ase­
sinó, en j urisdicci6n de Somoto, en Mal Paso, a Juan Vi­
cente Rivera, é incendi6 en Las Playas una casa de la
propiedad de Raymundo Calder6n.
E l 28 del tnismo mes de Octubre, otra cuadrill a d e
bandoleros asesin6 en E l Roble a Pedro Pablo Pérez, é
incendi6 5 casas de infelices, vecinos del lugar.
El 2 de Noviembre un grupo de esas mismas fuer­
zas, en Sant a B ár bara,. a medio camino entre este caserío
y Santa Clara, j urisdicci6n de San Fernandp y de l p ue
blo de Jalapa, asesin6 a Ciriaco, Estéban e I ndalecio Me­
dina saqueando luego sus casas.
El 4 del mismo mes de.Noviembre. este mismo gr u­
po, en la Vuelta del Sueño, asesinó a Santiago Jiménez
,y a Eugenio Vásquez; y el 5 hicieron otro tanto en San­
ta Teresa, con S6tero Dfaz y Gregorio Polanco.
El 6 del mismo mes y año, la mencionada cuadrilla
incendi6 varias casas en el valle de Santa Isabel ; asesi­
nando el 7 del mismo mes en el lugar antes dicho al an­
ciano I ldefonso Pérez, cuyo cadáver fué reducido a ceni­
zas en el incendio de su casa; decapitando en el mismo
lugar a Dámaso, Sabino é Ismael Pérez, L orenzo Vás­
quez y Jacobo y Santiago González.
Este mismo dfa, una banda de las fuerzas de Sandi­
no saque6 la hacienda El Jilguerito, de don Ram6n Gui­
llén; y en la misma fecha otra banda saqueó la hacienda
Santa Emilia, a 5 leguas de Macuelizo, de don Juan Ra­
m6n Moncada, asesinando a José Angel Martfnez.
El 12 de Noviembre, fuerzas de los insurgentes sa­
quearon la casa de Juan Francisco Montoya, en Sonia, e
i ncendiaron la d e L uis González, e n Tapacales, e n el
Depto. de Nueva Segovia.
El mismo dfa, otra cuadrilla, en E l Moj6n, asesinaba
a Pedro Morales, Reynaldo y Cecilio Dfaz y Tit o Gutié­
rrez, incendiando, como corolario de estos hechos, 15 ca­
sas de aquellos pobres habitantes.
El 18 de Noviembre un grupo d e ~r oji-negrosi sa­
q ueaba, los valles de E l H igo y Cacanli, asesinando a
Rodolfo Dfaz Zelaya, e hiriendo a Cupertino L6pez.
El 18. de Octubre, una banda de sandinistas, capita­
n eada por José Martfnez, en .E l A ngel j urisdicci6n de

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—107—

Mosonte, asesin6 a Silvestre Ramírez y a Santiago Díaz.


A este último l o castr aro n antes d e m at arlo.
E l 2 4 d e l m i sm o m e s d e O c t u b r e, l a m i sm a c u a d r i l l a
incendi6 las casas de Pedro Pablo Pérez y L iberto Mon­
cada, en el E spino, de la misma j u risdicci6n.
El p r imer o de Noviembr e l a misma cuadr i ll a e n L as
Playas, hiri6 a Pedro García y captur6 a Santos Basilio.
El 5 del mism o mes, otr o g r up o d e so ldado s sand i­
nistas en E l Volcán asesinó al J uez d e Polanco.
El 8, el mismo g r upo, en L a Sabana, saque6 l a tien­
d a de Juan G u i llén é incendi 6 las casas d e E stébs n L 6 ­

Est a masa i n f orme, es l a qu e dej aron lo s sandi nistas del honra­


do ci udadan o i l defonso Pérea , d ecapi t ado, m u t i l ad o y q u emado
dentr o d e su h u m i ld e v i v ienda, el di a 7 d e N ov iembre, por u n a
banda de ll bertadoree>, en e l v a l le d e S anta I s a bel, en N u eva
Segovia.

p ez, R egin o Calder6 n A ngel Vásquez y F él i x Pedr o P i ­


nell.
El 18, un a cu adr i ll a sandi nist a e n E l A n ge l i ncen­
di6 15 casas de l a comprensi6n, y asesinó a Catarino
Gu tiérrez y a Vicente L 6pez.
En el mi smo l u gar , el 9 de Diciembr e, lo s sandinis­
t as F austin o Sandoval y R amón Vásquez asesinaron al
Juez d e l a Mesta J uan B au ti st a M ej ía.

Hemos enumerado todos estos hechos delictuosos y


atroces, cometidos por el sandinismo, para que se vea en
q uienes saciab a su s ir as Sandin o y su s seguidores. N i n­

O EL CALVARI O DE LAS SE GOVI AS


—108—

@ uno de los citados er a m ar in o am er icano, n i G u ar di a


Nacional, ni político, sino humildes campesinos a quienes
por meras sospechas o rencillas lugareñas se les arreba­
taba la existencia y los escasos bienes que poseían.

LAS ELECCIONES DEL 4 DE NOVIEMBRE


DE 19 28
Los Estados Unidos habían cumplido s u palabra,
prometida el 4 de Mayo de 1927; baj o e l Espino Negro
de Tipitapa, por medi o de l Representante Personal del
Pdte. Coolidge, Cnel. Henr y L . Stimson. L a s elecciones
presidenciales tuvieron efecto el 4 de Noviembre de 1928,
dando como resultado una brillante victori a al candidato
Liberal, Gral. José María Moncada, que super 6 e n más
de 20.000 votos al candidato del Partido Conservador. Ha­
bía triunfado, pues, el Partido Liberal, y l a bandera que
empuñ6 el mismo Sandino cuando Moncada cruzaba he­
róicamente los suampos, en su avance triunfal sobre Ma­
nagua. Todos creyeron entonces que l a pr ptesta ar ma
da de Sandino cesaría, siquier a en parte, y 'que comen­
zarían a cicatrizarse la s gr andes y dolorosas heridas
causadas a la Patria; más este rayo de esperanza se ex­
tingui6 luego, pues Sandino no habia pensado, ni un so­
!o 'momento, en entrar en pláticas de paz, sino que más
bien buscaba alianza con todos los enemigos de l candi­
,dato liberal electo, para hacer más intensa su campaña.
Era ya ua asunto personal entr e él y el Gr al . Moncada.
a crecentado con el t r iunfo de éste en los comicios. E l
amor n Nicaragua y a la lucha por l a libertad de la Pa­
tria, no era más que un a careta, tras l a cual escondía
S andino sus grandes ambiciones de mando. Hasta el 4
de 'Noviembre su actitud pudo haber tenido un a justifi­
caci6n; pero después de esa fecha, el lector j uzgar á el
calificativo que podía dársele.

EL DISTANCIAMIENTO ENTRE TURCIOS


Y SANDINO
Ya hemos dicho anteriormente que el escritor k' roy­
lán Turcios, comprendiendo s u error , volvió u n dí a de
tantos las espaldas a Sandino, renunciando del cargo de
r epresentante suyo en el Continente, lo qu e l e vali 6 l a
animosidad del Guerrillero, y el ser objeto de calumnio­
sos ataques contra su honra. E stos documentos los pu.

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—109—
blic6 el literato hondureño, cuando Sandino, no contento
c on haber insultado a su viej o amigo y forjador d e su
gl or ia, lo calumni 6 d e maner a i nf ame, diciend o q ue se ha­
vfa vendido por cien mil dólares a sus enemigos, para ha­
cer presi6n en el ánimo de los alzados de las Segoviasy
lograr que depusieran las armas.
sCrfa cuervos para que te saquen los ojos», reza el
conocido refrán popular, y esta vez le toc6 a Turcios ser
la vfctim a d e su p r o pi a creación, d e aquel a q uien levan­
tara para encumbrarlo a la altura de los pr6ceres.
Después de estas consideraciones que hemos crefdo
pertinentes dar 'a conocer, veamos las cartas cr uzadas
entre Sandino y su mentor y glorificador Fr oylán Turcios.

"El Chipotón¡ Nicaragua, C. A , Noviembre 20 de 1928.


Sr. Froylán Turcios. — Tegucigalpa, Honduras, C. A.
Mi querido maestro:
Tengo el honor de poner e n conocimiento de Ud.
que ante el resultado de l a i ntervención yankee e n las
elecciones presidenciales del 4 de este mes, imponiendo al
traidor José Maria Moncada, como Pdte. de la República,
en el periodo de 1929 a 1932, he tomado la determinación
de invitar a los partidos Liberal Republicano y Laborista,
y al Grupo Solidario, a que unifiquen su acción con la de
nuestro ejército. En comunicación anterior le informé de
cual fué la actitud de los partidos mencionados en dichas
elecciones, y por lo que respecta al Grupo Solidario, es de
Ias agrupaciones qu e hacen oposición a l a politica inter.
vencionista y a cuanto venga en detrimento de la soberania
nacionaL Con el objet o de conseguir tal unificación, irá
un delegado de nuestro ejército, ante las agrupaciones en
referencia, p ar a p resentar a el la s la s clásu ula s d e conve­
nio, de las que hoy le envio copia a Ud . De igual mane­
ra le envio copia del Manifiesto del Ejército, de que se hace
mención en' el convenio. De conformidad con lo estipulado
en este documento, he nombrado al doctor in fieri Domin­
go Mairena Hernández, Delegado Especial nuestro, ante el
Dr. Pedro José:, Zepeda, residente en México., D. F., para
los fines indicados, y para gestionar sobre los.asuntos en
q ue le doy a él instrucciones precisas y terminantes. En
acatamiento de las instrucciones que he dado al Dr. Mai­
rena, su viaje no deberá' demorarse en ninguna parte del
tránsito, y confi o en que é l pondrá de su parte toda la
energia, aún para hacer u n vi aj e de esfuerzo, con tal de
llegar oportunamente a México. S i como tengo fundadas
esperanzas, la unificación se lleva a cabo, y como conse­
cuencia de ella se instala la Junta de Gobierno, preéidida
por el Dr . Zepeda, espero saber si aceptaria la represenus­
cion en el exterior .de la Junta de Gobierno, puesto que en
ese caso ya no tendrá nuestro ejército el honor de ser re­
presentado por Ud . De lss mismas cláusulas del convenio
se désprende, que la unificación sólo se llevará a la práé­

O KL CAL VA RI O DE LAS SE GO>I A S


—110—

tica en e l su puest o d e qu e lo s bu caneros n o desocupen el


territorio nicaragüense. En caso de que lo desocupen, le
ruegu a Ud. servirse gestionar con el Comité Mancs Fuera
de Nicaragua, de México, D. F. y con otras organizaciones
simpatizadoras de nuestra causa, en su carácter de Repre­
sentante Personal mio en el Continente, a fin de que me sea
proporcionada la oportunidad de trasladarme con mi Esta­
do Mayor, a una republica hermana - México por ejemplo­
con el propósito de hacerme de ELEMENTOS, ponerme al
habl a co n e l p u eblo ni car agüense y p resentar u n a acción
conjunta al tránsfuga José Maria Moncada. Esas mismas
gestiones hara nuestro Delegado especial, Dr . Mairena,
ant e la s mismas en ti dades; y desde Méx ic o l e i n f ormar á él
a Ud. del resultado de los trabajos de unificación; y, en su
oportunidad y en el caso de que los piratas desocupen el
pais, l e dará i nf ormes d e las gestiones t endientes a conse­
guir los medios para mi salida, con mi Estado Mayor, en la
form a qu e dej o di cha . P ar a el mejor efecto de los t r abajos
de Ud. eu este último asunto, le ruego a Ud. informar al
Dr. Mairena y al Dr . Zepeda de lo que Ud. realice para
la armonía de la gestión . Por mi parte tendrá Ud. la me­
jo r i n f ormación d e t odos los t rabajos qu e estan>os empren­
diendo, dentro y fuera de la República. No creo demás mani­
festarle que si no se retiran los bucaneros y los trabajos de
un i f icación no se llevan a cabo, porque las ag r u pa ci ones en
cuestión no respondieren al llamado que les hago, conti ~
nuaré con mi ejército combatiendo a los invasores y a los
Vende Patria; y es más, si el mismo ejército no quisiera
continuar en l a acción )ibertadora, por cualquier motivo
que él juzgare poderoso, yo me quedaria eingrimo., hacién­
doles a los bucaneros u n t i r o po r a qu i y ot r o po r al lá , si n
darles cuartel jamás. I )ios está, con nosotros en estas horas
supremas ha dicho Ud. y esa frase repetida por mi dia­
riamente, nos llevará al t riunf o definitivo. Con el saludo
efectuosn del ej ército, tengo el honor de enviar a Ud. la
expresión de mi cariño admirativo.
Su discipulo.
Patria y L ibertad,
A. C, SANDINO".

He aquf el convenio celebrado por Sandino con los


partidos Liberal Republicano, Laborista y el Grup o So­
lidario, asf llamado por él.
Ei documento reza literalmente asf:
< Convenio celebrado por el Jefe Supremo del Ej ér .
cito Defensor d e l a Soberanfa Nacional d e Nicaragua,
Gral. Augusto Gésar Sandino, con los partidos L iberal
Republicano y L aborista, y el Grupo Solidario.
Agusto César Sandino, Jefe Supremo de l Ej ército
Defensor de la Soberanfa Nacional de Nicaragua, en uso
de las facultades conferidas por el mismo ej ército, y los

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
partidos Liberal Republicano y Laborista, con el Grupo
Solidario, residentes e n su s sedes, e n Managu a l a d el
primero y en Le6n la ge los dos últimos, convienen eii
lo siguiente:
1 ' —Desconocer al Pdte. impuesto por las armas de
los E E. UU. de Norteamérica, para regi r los destinos de
la República en el períod o de 1929 a 1932, y organizar
una Junta de Gobierno, presidida por e l Dr . Pedro J.
Zepeda, [de parte del Éj ército], con el Vice y miembros
de) Gabinete, por parte de las agrupaciones signatarias,
excepto cualquiera que de una ú otra manera haya teni­
do contácto con los conculcadores yankees y los detenta­
dores del poder nacional, tanto en ésta como en las otras
ocasiones de nuestra política contemporánea.
2' —El Gral. Sandino queda como Generalísimo del
Ej ército Defensor d e l a Soberaní a Nacional, y como a
tal le incumben los nombramientos de todos los jefes
militares y la supervigilancia de los puestos que j uzgue
conveniente a su alto cometido de guardián de honor del
pais; lo mismo que queda autorizado par a dictar las me­
d idas oportunas a la defensa, en cualquier atentado, ya
de los de adentro, ya de los de afuera, contra l a condi­
ci6n L i bre e I ndependiente que tiene la República desde
la r up t ur a del Pact o F ederal y las proclamaciones subsi­
guientes.
3' —Un delegado especial, con poderes del Jefe del Ej ér­
cito, se pondrá en contácto con el Dr . Zepeda, en México,
D. F. para informarle de las gestiones que s e están lle­
v ando a cabo junto con las agrupaciones citadas e n l a
cláusula primera, y para que de a cuerdo con e l C omité
Manos Fuera de Nicaragua, que funciona en aquel Distri­
to Federal, y de otras entidades simpatizadoras de la cau­
sa ant i i m perialista, t r aten d e consegui r e l ar mamento
necesario par a organizar l a expedici6n, qu e llegada la
hora, desembarcará en cualquier a de los puertos de am­
bas costas nicaragüenses, a fin de garantizar e l Gobno.
que se instalará en u n lugar de las Segovias u otro que
fuer e oportuno. E l Delegado Especial del Ej ército fun­
girá al lado de l Dr.. Zepeda, en. carácter d e Secretario
Privado, con el objeto de hacer más seguras las medidas
que se tomen, como mejor conocedor qu e es de las as.
piraciones y maneras de obrar de dicho cuerpo, primer
garante del cumplimiento de este convenio. Mientras lle­
ga la expedici6n que se dice, el Gr al. Sandino con sus
fuerzas, mantendrá )a actitu d de protesta contra l a ile­
galidad establecida por el invasor y lo s vende patria; y
al ar ribo de tal expedici6n, él dictará, en s u carácter de

O KL CAL VARI O DE L A S SE GOVI A S


—112—

Generaljsimo del Ej ército Defensor de l a Soberani a Na.


cional, las 6rdenes pertinentes a l a maner a d e hacer e­
fectivos los fueros del pueblo nicaragüense.
4~— Al tomar posesi6n el Pdte. impuesto, el 1' de Enero del
año pr6ximo entrante, las agrupaciones signatariss obser­
varán la fecha de su retiro, fijada por los piratas, venci­
da la cual, sin verificar l a desocupación material y com­
pleta del territorio nacional, ser á ést e e l t érmino. para
empezar a desarrollar estos compromisos. Entonces, una
de ellas, por todas, segün habrán' convenido entr e sf, di­
rigirá un radiograma a México al Dr . Zepeda: <Compra­
mos Medicinas>, lo que dará lugar a lanzar el Manifiesto
del Ej ército, que obra en poder D elegado E special, y
del cual la copia puede mostrar a las agrupaciones sig­
natarias' el portador de este convenio.
5' —No apareciendo en tal Manifiesto el nombre de nin­
guno de los miembros de las agrupaciones signatarias,
quedan sobre seguros de no ser molestados por la s au­
toridades de facto, dedicándose entonces a informarse de
la hora y l ugar d e arribo de la expedici6n, tratada eil l a
cláusul a t ercera, par a que lo s ap tos a las ar ma s l as to­
men, y a su amparo los otros se encaminen al sitio don­
de se instalar á l a Junta de Gobierno, a fin de constituir­
l a de acuerdo con el Pdte. lanzado en el Manifiesto del E­
jército, y darlo a saber a l mundo p ara las f ormalidades
cónsiguientes~.

LA CO NT EST AC IO N D E T U RCIOS A SA N DINO


"Tegucigalpa, 17 de Dicienbre de 1928.
Sr. Qraig Augusto C. Sandino. Donde esté.
Mi querido amigo:
M e dij o Ud. en una d e su s recientes cartas, en un
p árrafo de su puño y letra, que venia de Posdat a q u e
me considera su mejor amigo. Y o lo quiero aún mds, co­
mo a mi único hermano por el corazón y por los grandes
ideales de Justicia y L ibertad . Y por ésto, precisamente,
estoy en la forzosa e ineludible obligación de hablarle con
la más absoluta franqueza, con la alta franqueza digna de
los dos
Yo tengo el deber de cuidar de su gloria; de la glo­
ris del L I B ERTADOR SANDI NO, el hombr e más brillan­
te de los tiempos modernos. Pero el Sandino de mi s ad­
miraciones, el si mbolo de nuestra Raza, y ls Gran Bande
ra de la L ibertad, es el egregio paladi n ar riesgado herói­
camente en una empresa gigantesca para arrojar al pode­
roso conquistador del suelo de su Patria.
Conseguido ese magno objetivo, su victoria es "ab­
soluta" ; y de ningún modo puede mezclarse en otr a em­
presa menuda, como seria el encabezar una gue r r a civi1
para poner a éste o aquél en la silla presidencia de ¹ ca­

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—113—

r agua. E l patricio, el prócer Sandino, mi amigo mi


mano, por quien daría mi sangre, es el Héroe " e lo
roes en la guerr a de independencia que hoy asombra al
mundo. Al Sandino, caudillo en una guerra civil, en una
miserable contienda fratricida, "no lo conozco", y nadateu
dría que ver con él. No estaré, pues, jamás, de acuerdo
con la misión a México. Yo no debo cooperar a empeque­
ñecer la homérica figura del "Libertador Sandino", cuan­
do he puesto mis mejores energías en hacerlo brillar co­
mo un nuevo Bolívar bajo el cielo de América.
En el nhmero de antier de «El Demócrata» de esta
ciudad, apareció el texto que le acompaño, de un proyec­
to de pacto entre Moncsda, Díaz y Ud., redactado por los
Sres. Escolástico Lara, Sofonías Salvatierra, y Salomón de
la Selva.
Antes que todo, ruégole decirme si estos señores
t ienen representación de Ud. par a proponer pactos de
arreglo. Entendía.por lo que Ud. me ha dicho en varias
ocasiones, que sólo yo tendria este derecho.
De todos modos, el proyecto en referencia tiene sus
cosas buenas. Deseo saber si nodria yo suscribir un pac­
to, que fuera respetado por Ud. con las siguientes bases,
tomadas o ampliadas de éste a que me refiero:
1' —.El Gobierno de Nicaragua, presidido po r e l Gral.
Moncada, pedirá a los EE. UU. y obtendr á el inmediato
retiro de todas las fuerzas norteamericanas que se hallan
en aquella República,
2' — Inmediatamente después que haya salido de Nicara­
ua el último soldado norteamericano, el Gral. Augusto C.
andino y todos los jefes y soldados que están a sus ór­
denes, depondrán las armas, guardándolas en Costa Ri­
ca, para e caso de quc tuvieran necesidad de hacer uso
de ellas, si nuevamente soldados norteamericanos invadie .
ran el territorio de Nicaragua; y reconocerán la constitu­
ción del Gohno., presidido por el Gral. Moncada.
3' — El Gobno. del GraL Moncada pondrá en todo su vi­
or la Constitución de la República¡ y tomará sin pérdida
e tiempo, una vez constituido, las medidas necesarias a
fin de no tener efecto de ley todas aquellas disposiciones
y todos aquellos contratos y demás medidas que violan
o contrarían la Constitución.
4"—El Gobno. del Gral. Moncada reconocerá al Gral. San.
dino y a sus oficiales y soldados.sus derechos ciudada.
nos, amparándolos, mediante la más amplia amnistía
Espero que se servirá contestar esta carta a la ma­
yor brevedad posible, dándole instrucciones especiales
al correo a fiu de que llegue sin la menor demora.
Mi s mejores saludos par a l a L egión Sagrada. Un
abrazo para Ud.
Patria v Libertad
FROYLAR TURCIOS"

Oigamos de nuevo a Turciosen su carta de 28 de Di­


ciembre de 1928 para Sal i no, en la cual envi6 buena se­
m illa para que germinara en el ánimo de su discípulo y
hechura, sin acordarse de que éste no aceptaba consejos
de nadie, cuando se trataba de la paz de Nicaragua.

O E L CALVARI O DE LAS SE GO>I AS


—114—

He aquí l a mi siv a d e l a r eferencia:

"Tegucigalpa, 28 de Diciembre de 1928.


Sr. Gral. A. C. Sandino. Donde Esté.
Mi querido amigo:
Ya tarde recibí ayer su carta del 18 del presente, y
después de leer r epetidas veces la part e qu e se refier e
al punto gr ave, que sintetiza la lucha libertaria, he queda­
do completamente convencido de que la Fatalidad se cier­
ne sobre nuestra causa, y que sobr e l a nueva ideología
c onque Ud. me la presenta, camina a rápidas j ornadas a
su Seguro Fracaso.
Yo dí a esta campaña magnífica, mi s m ej ores fuer ­
zas, y estaba resuelto a ofrendarle mi sangre. Po r la gue­
rr a de independencia, que Ud. encabeza, no hay sacrificio
que no hiciera. Per o veo que ya no estamos de acuer do
en la finalidad de la lucha; que y a no atiende a mi s ob­
servaciones, de conservarse en el plano único de la sobera­
nía, en su acción contr a el pirata, y qu e pr etende ahora
b uscar medios para cambiar un régimen político i nterior ,
empleando par a ello ls guerr a ci vi l "tt p o r e s te camin o
no p uedo seguir le ".
Si Ud. per sist e en el plan que hoy me r atifica, nos
separaremos como dos h ermanos "que no p u d ie ro n e n­
tendersee"
En mi carta del 18 del actual, que debe estar en sus
manos a estas horas, le expresé cl aramente mi opinión,
con vista de la última suya.
Y o estoy y estar é con Ud., en cuerpo y alma, e n e l
épico esfuerzo para arrojar ai yankee, invasor y conquis­
tador de Nicaragua. "pero nunca para efectuar luchas fra­
tricidas, aunque éstas tu vi eran por base las más justas
razones".
Teiiga Ud. la certeza- y no olvide mi s palabras —de
que el yankee no saldrá jamás'de ese país, por resolución
del Gobno. del imperialismo del Norte y de los gobiernos
tr aidores de Nicaragua. Sólo pued e sali r a balazos, por
la perseverancia sobrehumana de Sandino, y est a em pr e­
sa de titanes fué la qu e Dios l e encomendó. Y no otra.
Planear proyectos de orden regional, con la base fantás­
tica de la salida de los piratas, es construi r castillos en el
aire y empequeñecer su epopeya legendaria. Su nombr e
es bendecido y admirado en todos los ámbitos del mun­
do, porque sostiene una guer r a semejante a la de Bolí­
v ar y Washington; porque siendo el brillante paladí n d e
l a libertad, es símbolo de la Raza. . . .
P ero veo qu e m e equivoqué lamentablemente al
pensar que Ud . me atendería; que nada conseguiré con
escribirle sobre esto, páginas y p áginas. Ud. tiene tomada
su resolución y mi voz será inútil . Su MAESTRO, como
Ud. me llama, no tiene ya influencia alguna sobre su alma.
L e ruego, únicamente, qu e me envíe l a f or m a en
que daré a conocer a l a América m i separación de Ud.,
pues yo no me perdonaría nunca, que en mi explicación
hubiese una sola palabra que no le fuera grata,
Estaba resuelto a no salir del país, mientras le fue­
ra a Ud. útil; per o comprendo que de nada l e ser v ir á mi

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 115—
p resencia aqui, y qu e mas bien so y u n obstáculo p ar a
s)16 p la)les.
Un i n t enso sal ud o p ar a l a L egi<>n Sag r ad a.
P~atria y L i ber tad
FROYLAN TURCIOS"

D ía s después, her id o e n s u o r g ullo, e l caud i ll o d e


l as Segovias, desataba su cóler a sobr e s u vi ej o am ig o y
mentor. Oigámosle en l a contestación qu e di ó a l a an te­
rior car t a d e T ur cios.
"Cu ar te l G r al . d el
E j ér cit o Defensor de
la Soberani a N acio­
na l d e N i caragua,
l'.r>ero 7 d c 1929.
Sr. Froy lá n T u r cios.
Teg ucig alpa, Hondu­
l'as.
Fu e <' n m i poder
l a not a d e l' <i . f c ­
r ln~ @
@ chada <'u < 6» ciudad
c l 28 de l pasado Di ­
ciernbre, en l a c u al
se si r v e p rcser>ta r
ant e e s t a d< f a ) ))r a
S«prm»a, s u r< nun­
cia , < omo r epresen­
t ant e de nuestr o E ­
j ér cit o c n e l cont i ­
nente.
T <' ng <) e l l > on<>r d <
comuni< arl( , q u e en
e sta f< cha l<. h a s i ­
do ac.< pt>a<la <l icha
renuncia , q»edá)>do­
l e a l a v < x p r ohi bi ­
< lo, n ( g o c i a r c o n l « s
< lo(.un>en to s d ( l E
j<'rcit<> , q » e ) i c» <
l )<l . en s u po d( r , y
de lo s c >.al< s <l ar;i
l a dcl>ida cuent a a l
cornisiona<io qu e es­
t e C on)and o G r a l .
del Ej ér cit o <ics)g ne
H e a<lu i < l l lama< l o , l c f « d (' l Ej ér ci t o par;> ello
Defensor d e l a Soberani a Nacional <i e Ni c a­ Vlie n t r a s r a)>t o.
caragua, ta l c o>»o l o t < »r <i la l e nte d<. u na "no se <Pescan con<n ­
c l)n>ar a f o t o « r(>f i< a , <'>) (.s)u d ia <i a p<>se. C u a l ­ ni ca ci on es de f ."<f.
< lui< r f i so n o )» i st a l >o <l >i> c a l i f i c a r , m < ' j o r q u e c n nu estr o c(t mp a ­
n os<>tros. I o < l u c r e v e l a n l o s r a sg o s f )so>l()B» ­ rnen t o " . Cu;>nd<> n)iro
cos del ( l ner r i ller o <l e las Sc< ovias. casos co)no ( l d e Ii<L
I me v i ene ( l r c cu< r­

O EL CA L VARI O DE LA S 8E GOVI A S
—116—
do de Diógenes el filósofo.
Se olvido Ud. de que los muñecos esthn en los bazares,
y que 'los que combaten en las Segovias tienen ideas pr o­
pias,
Sirvase comunicar por radio esta disposición a la pren­
sa mundial.
Patria y L ibertad.
AUGUSTO C. SANDINO"
(Aqui un sello).
Qué desgracia para Sandino el n o tener a Turcios
al alcance de su mano para estrujarlo po r i rrespetuoso,
al haberse atrevido a darle consejos. A f alt a de esto le
dirigió esa carta, que conceptuó serí a u n golpe mortal
ara el Director de.la Revista «Ariels. T urcios debe ha­
er pensado inmediatamente el peligr o que había corri­
do de meterse con un hombre enfatuado como Sandino
y el ídolo que había ido cayendo, se derrumbó por com­
pleto en su conciencia.
Ante el peligr o de las consecuencias que l a r uptur a
podía traer, Turcios se embarc6 para París, en el desem­
p eño de un cargo consular del Gobno. d e H onduras, y
y así termin6 la amistad del porta-lira con el héroe for­
jado por él mismo.
EL G RAL MON CADA CON V E RT I DO DE CANDI DATO
EN P DT E. E L ECT O D E N i CARAGUA
De nada sirvió el empeño de Sandino en obstaculi­
z ar las elecciones del 4 d e Noviembre de 1928, qu e se
traduj eron en un tr iunfo br illante par a e l candidato li­
b eral. No pudiendo hacer nad a personalmente contr a
Moncada, orden6 Sandino la persecuci6n de los que ha­
bían votado po r él , los qu e al ser captur ados er an in me
diatamente inmolados por las bandas de sus seguidores.,
D ebido a est a persecuci6n las cohechas de café, e n el
Norte, se perdían, causando un daño irreparable al país.
Por haber votado por Moncada fué asesinado en el
Valle de los Rincones, Depto. de Estelí, el Sr . Antonio
Vásquez. E l Sr. Jorge Colindres, domiciliado en el case­
río de Las Vueltas, Depto. de Nueva Segovia, cuando en
busca de unas medicinas se fué a E l Jícaro, dejando en
su casa a sus tres hijos: u n var6n y dos mujercitas, al
regresar a su hogar se encontr6 con que, no hallándolo
a él, los sandinistas habían despedazado a machetazos a
su hijo, llevándose secuestradas s sus hijas.
Er a intolerable aquella situaci6n, y las fuerzas ame'
ricanas aún tr ataban de ponerse en contacto con el cau­

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—117

dillo insurrecto para devolver l a paz a Nicaragua. Mas


todo fracas6, y el pafs sigui6 ensangrentándoée.
Veamos la correspondencia cruzada entre al Almiran­
te Sellers, el Gral. Logan Feland y Sandino. D e ella se
d esprende que Sandino tuvo la oportunidad de llevar a
cabo una paz decorosa par a su Patria, y qu e la des­
preci6, exigiendo cosas inaceptables, prolongando asf el
martirio de. las Segovias.
He aguf la correspondencia citada:
"Headquarters, Seoond Brinde Marina Corps,
Managua, Nic. 4 de Diciembre de 1928.
A Augusto C. Sandino.
Senor:
Inclusa se ser v ir á encontrar una carta del Coman­
dante en Jefe de todas las fuerzas navales, en aguas de
Centro América, que él me pidió pusiera en manos de Ud.
Como Representante del Almirante Sellers y Coman­
dante en Jhfe de las Fuerzas Navales acantonadas en Ni­
c aragua, tengo el gusto de enviarl e esa carta par a su
consideración.
Si deseara ter minar con su lucha presente y aoti vi­
dades, haciendo que el país vuelva a su completa paz, lo
ú nico que Ud. necesita hacer es comunicar sus deseos a
cualquier guarnición d e M ar inos.
Tengo plenos poderes para decidi r r espect o las
condiciones, en caso de qu e las que Ud. proponga sean
aceptables. Una conferencia con Vd. facilitaría la discusión
de esas condiciones, con el consiguiente entendimiento f a­
vorable para Ud. y todos los interesados en este asunto.
Los sig uientes detalles, con r eferenci a a l a p r o­
puesta reunion, deben de reoibir su cuidadosa considera­
ción, y deben ser comunioados por mensajeros al desta­
camento más cercano de los Marinos.
ío.— El nombre del lugar donde Ud. sugiera que se v e­
rifique la conferencia.
2o.— Fecha aproximada que Ud. sugiere par a c onfe­
rencie.
3o.— El número de individuos que Ud. se p r oponga lle­
var como eseilta.
4o.—Si Ud. desea, díganos porqué caminos o v eredas
pasará su escolta, pues aunqu e esto no e s necesario,
nos facilitaría el que le proporcionemos mayor pr otecoidn.
Cuando Ud. nos dej e saber l o anterior , dar é l as
órdenes necesarias a mis tropas para que cesen las acti­
vidades, en una área suficientemente grhnde, a fín de ase­
gurar la protección de su escolta.
Asu mensajero y a su escoltase lee garantizará pro­
tección durante el tiempo que ooupen en entrar y salir en
visitas al lugar indicado, si n importar r os que sus condi­
ciones sean aceptables o no.
Yo haré que una comisión ee encuentre con su es­
colta cerca de la guarnición escogida, para que loe acom.
psñe a Uds. sl l ugar seleocionado y ar a l a conferencia.
E st a comisión y s u escolt a d eberan encontr arse baj o
bandera blanca, que llevarán ambas.

O EL CA L VA RI O D E L A S SE GOVI A S
.—118—
E l mensajero que se llevar á el or iginal de esta car ­
ta, de San Rafael del Norte, lleva u n salvoconducto,. y
Ud. podr á usarl o (al mensajero) par a comunicarse con
cualquier guarnición de Marinos.
La suspensión de hostilidades militares ser á sola­
mente local, y ser á en el área que ae designe má s t arde.
'(f) LOGAN FELAN5
Brigadier Gral. U. S. Marine Corps, Commanding
U.S,Naval Foroes Aáhore in Nioaragua.

Junto con la anterior fué enviada la siguiente comu­


nicaci6n del Almirante Sellers.
"Corinto, 4 de Diciembre de 1928.
A Augusto C. Sandino.
Señor:
A pesar de que todos los esfuerzos anteriores para
comunicarnos con Ud. por medios pacificos, han fracasado,
una vez más apelo a su patriotismo para saber s i e s posi­
ble t er mi na r con l a resistenci a ar mad a cont r a la s f u erzas
de mi mando, que, a pedimemto del Gobno. de Nicaragua,
estan tratando dc restaurar el orden en toda la Republica.
L as elecciones presidenciales, recién terminadas, en
las que cada ciudadano nicaragüense, constitucionalmente
apto para votar, pudo depositar su voto si n ningun estor­
bo, ni intimidación, y la manera libre e imparcial conque
se llevaron a efecto, tanto las inscripciones como las elec.
ciones mismas, debe de haber demostrado a Ud. y a s us
fuerzas, la sinceridad de parte de los EE. UU. de América
e n ll eva r a cab o el cu m pli mi ent o del ll amad o pacto " St i m ­
son" probando además, que en e l cumplimiento d e esa
parte del pacto, r eferent e a l a paci fi cación dé l p ais, n o t e­
nemos otro deseo que el de ayudar a sus paisanos.
E n vi st a d e l a si t uacion p o li tic a y g eneral , q u e
ahora existe, cabe pensar que hay prueba, más qu e sufi­
ciente, de que no servirla ningun propósito, de continuar
l a resistenci a a r mada ; y s i U d . desea t er mina r co n su s
actividades o luchas, con lo cual sólo beneficios se obten­
d r í a , cu al quie r co mu ni cación qu e U d . desee en v ia r al
respecto, será cuidadosamente estudiada.
(f) D. F. SE L LERS"

Estas comunicaciones tardaron casi un mes en llegar


al campamento genera/ i nsur gente. Sandin o t ení a enton­
ces establecida la direcci6n de sus bandas en las abrup­
tas montañas de E l Chipote, hacia el Noreste de Quilalí,
Depto. de Nueva Segovia, donde fech6 l a siguiente con­
testaci6n a las notas de Sellers y Feland.
"El Chipotón, Nic., C. A. Enero l o. de 1929.
Cuartel General del Ejército Defensor
de la Soberania Nacional de Nicaragua.
Sr, L ogan Feland, Brigadier Gral. 8 . S. Narine Corps,

E t V E R D A D E R O S A N D I N O
—119—

Commanding U. S. Naval Forces, Ashore in Nicaragua>


Managua.
Señor:
A cuso a Ud. recibo de su comunicación, y de
q ue por conducto de Ud. nie envía el Rear Admirai U S.
Navy Commander Special Service Squadron, D. F. Sellers,
f echadas el 4 de Diciembre del año ppdo., eri Managua y
Corinto, respectivamente.
A djunta a ésta encontrará Ud. l a contestación q«
doy al Sr . Sellers, y esa respuesta le servirá de ccn« sta
ción a la comunicación de Ud.
Patria y L ibertad
tfi A C. SANDINO"
"El Chipotón, Nicaragua, Enero 1o. de 1929.
Cuartel Gral. del Ej ér cito Defensor de l s Soberanía
Nacional de Nicaragua.
S r. D. F. Seljers, Rear A dmiral, U. S. Navy~ « m.
mander Special Ser vice Squadron. Corinto, Nicaragua C.A.
Señor:,
Fué en m i poder s u comunicación fechada e n esa
c iudad, el 4 de Diciembre del año próximo pasado, en l a
ue Ud. ex presa que a pesar de haber. fracasado sus es­
uerzos anteriores para comunicarse conmigo p or medios
pacíficos, apela una vez más a mi patriotismo, par a que
yo termine con la resistencia armada contra las fuerzas a
sus órdenes, que a pedimento del Gobno. nicaragüense
(el del usurpador Díaz) estaban tr atando d e r establecer
el orden en todo Nicaragua.
El patriotismo a qu e Ud. apela, es el qu e me ha
mantenido repeliendo la fuerza con la fuerza, desconocien­
do en absoluto toda intromisión del Gobierno de Ud. en
los asuntos interiores de nuestr a nación, y demostrando
que la soberanía de un pueblo no se discute sino qu e se
aef!ende con las armas en la mano; y es ese mismo senti­
miento el que me mueve hoy a manifestar a Ud. que sola­
m ente con el Gr al. José María Moncada podrí a entrar yo
en un arreglo para llegar a un a paz efectiv a e n nuestro
país, ya que él, siendo miembro del Partido Liberal al cual
traicionó, puede rectificar su s err ores, mediante el com­
promiso que contraiga con nosotros, para con el pueblo
n icaragüense, y par a con el mismo Partid o L iberal , d e
respetar las bases que le serán propuestas en su oportu­
nidad po r nuestro ej ér cito libertádor .
t undado en lo anterior expongo a Ud. que par a lle­
gar a ese arreglo de paz efectiva con el Gral. José María
Moceada, ponemos como primera base, absolutamente i n­
tiispensable, e l retir o d e las fuerzas norteameric anas, a l
mando de Ud, de nuestr o ter ri tori o.
Sobre la aceptación de esa base procederá Ud. a que
sus fuerzas e eaeúen los cuatro Depa rt amentos del N o rt e
de nu estr a R e p ú b l i ca : N u e va S egovia, J i n otega, E s te lí y
Matagalpa, pudiendo quedar en el lo s autoridades civiles
y militares, nicaragüenses, y de ninguna maner a j ef e o
subalterno alguno norteamericano.
En caso de aceptacion, las conferencias de paz, para
llegar a un entendimiento con el Gr al. José Marta Monca­

O EL CA L VA RI O DE LAS SE GO>I AS
—120—

da, se verificarán en el pueblo de San Rafael del Norte, en­


tr e cinco representantes de nuestro ej ército y cincorepr e­
sentantes del mencionado Gral. Moncada.
Los cinco r epresentantes de nuestr o ej ército ir an
bajo la garantía de las autoridades nicaragüenses, siendo
de íidvertir que los comisionados llevarán sus respectivas
armas.
En la contestación, se nos dir á la fecha en que esta­
rán evacuados los departamentos e n r eferencia, y el día
ue se designe yara iniciar las mencionadas conferencias.
in esas condiciones expuestas no habr á paz, y aunque
Ud . dice en su comunicación, que n o servirí a ningún
propósit o l a continuación d e m i resistencia armada, le
hago la declaración de que solamente l a continuación de
mi resistencia armada traerá los beneficios a que Ud. alude.
N o creo de más manifestar a Ud . que .as vidas y
propiedades extranjeras quedarán mejor garantizadas por
nosotros los nicaragüenses, que por fuerzas de un gobier­
no extraño, porque toda i ii tromision ex tranjer a en nues­
tros asuntos, sól o trae la pérdida de la paz y l a i r a del
pueblo,
Patria y L ibertad
A. C. SANDINO"
El lector podrá comprobar, en el curso de este libro,
el designio de Sandino de adueñarse de los cuatr o de­
p artamentos segovianos, pr6digos en todo género d e r i ­
quezas.
Desde luego, ni el Contralmirante Sellers, ni e l Ge­
neral Feland podian aceptar las exigencias d e Sandino
respecto al absolut o r etir o de las tr opas de ocupaci6n
que habían venido a controlar el funcionamiento electo­
ral, de acuerdo con el Gonveni o de Tipitapa, par a que
este acto fuera li bre y justo.
S andino lo comprendi6 así y puso esa base, en l a
seguridad de que sería rechazada, con )o que justificaría
la con ti nuaci6n d e su s acti vidades ar madas.
En la misma fecha en que contest6 a los jefes ame­
ricanos, en l a f o r ma que y a hemos visto, se d i r i gi 6 t am­
bién al General Moncada, y a presidente d e Nicaragua,
por medio de la siguiente comunicaci6n:
"E l Chipotón, Nic. C. A. í ' d s Enero de 1929.
Cuartel Gral. del Ej ércit o Defensor de la Soberania
Nacional do Nicaragua.
Sr. Gral. José María Moncada. Casa Presidencial.—
Managua.
Señor:
Como Ud. ver á del duplicado de la s contestaciones
que he recibido de los señores D. F. Sellers, Rear A d mi.
ral U. S. Navy Commander Special Ser vice Squadron, y
Logan F eland , B r igadier General U. S. Marme Corps.
Commanding U. S. Naval Force ashore in Nicaragua, cu­
yas copias le adj unto también, es con Ud. con quien ñni­
camente deseo entenderme para la obtención de una paz

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 121—

efectiva en Nicaragua; no po r i ntermediarios, qu e nada


tienen qu e v er en n uestros asuntos i nt ernos.
Si Ud. desatiende este llamamiento patriótico que le
hago PESEN SOBRE SUS HOMBROS LAS RESPONSABI­
LID ADE S DE L DESPEDAZAMIENT O DE L PA RTIDO
L I BERA L .
La contestación que Ud. me de a est e respecto, to­
mando en cuenta li f ó rmula de la respuesta que doy a los
señores aludidos, puede dirigirmela a San Rafael del Norte,
a donde mi esposa Blanca de Sandino, quien y a tiene las
instrucciones del caso.
Al buscarle a Ud. en arreglos, no s e equivoque to­
mándolo, por debilidad nuestra, porque en este caso lo que
nos anima es el deseo de que el yankee no encuentre pre­
text o para continuar hollando nuestr o patrio suelo, y, al
mismo tiempo, probar al mundo ci vilhsado que los nicara­
gilenses somos capaces de arreglar por nosotros mismos
nuestros asunto s d e nación l i br e y soberana.
Patria y L ibertad
A. C. SANDINO"

SANDINO PRETENDfA LA DESMEMBRACIÓN


D E Ni CA RAG UA
A pesar de lo anterior , e n l a mente d e Sandino
bullía un proyecto, que fué denunciado por Froylán Tur.
cios, en Tegucigalpa, a fines d e Enero de 1929. E l j efe
insurgente se propone>ía dirigirse a México para esperar
allá la evacuaci6n de los marinos de Nicaragua, mientras
sus hombres quedarían en Las Segovias, organizados y
aparentemente dedicados a los trabajos agrfcolas; entre­
gando una parte de las armas al Gral. Moncada, y ocul
tando la mayor parte de ellas en la montaña, escogiendo
las que estuvieran en mejor estado. Su intento era, que
cuando terminara la evacuación y el Gobierno d e Nica­
ragua estuviese confiado en la paz brindada por él , en­
cabezarfa una expedici6n mari tima, desde México,desem­
barcando en Corinto donde se le agregarfan sus adeptos,
avanzand o después haci a Ch in andega, L e6 n y M anagua.
Turcios aseguraba, que para la realización de este pl an,
Sandino habfa enviado varios agentes a México, y que el
candidato par a suceder a Moncada era el Dr. Pedro José
Zepeda, en carácter provisional, pues se proponfa convo­
car a eÍecciones las que, controladas por su gente, lo lle­
varfan a la primer a magistratura de la Nación.
Sandino nunca trat6, en forma sincera y patriótica,
el vital asunto de la pacificación de Nicaragua, pues siem­
pre vivfa obsesionado por l a idea de sustituir al General
Moncada, quien con la misma bandera que él enarbolaba

O EL CA L VA RI O D E L A S SE GOVI A S
lo había vencido en las elecciones que acababan de tener
efecto.
Seis días después de la toma de posesi6n del Gr al.
M oncada de la presidencia de la república, Sandin o se
dirigía al entonces mandatario de México, con el obj eto
de ver s i podía conseguir ar mas, y el apoyo de aquel
Gobierno. Veamos la carta, de Sandino:
"El Chipotón, Nicaragua C. A., Enero 6 de 1929.
Sr. Licenciado Emilio Portes Gil, Presidente Provisió­
nal de los Estados Unidos Mexicanos. México D. F.
Muy señor mio:
En la confianza de que es Ud. representante del he.
r óico y vi ri l pueblo mexicano, no vacil o e n solicitarle a
su Gobierno la protección necesaria para llegar y tener el
a lto honor de ser aceptado, con mi Estado Mayor , e n el
seno de ese ejemplar pueblo. No es posible manifestar,
por escrito, los trascendentales proyector'.que en mi ima­
ginación l levo , p ar a g ar anthsar e l f u t u r o d e nuestra Gr an
A m érica L at i na . E i Capi tá n José de Paredes, portador de
la presente, expondrá, en parte verbalmente a Ud.' la ac­
tual situación politica de Nicaragua y nuestros cálculos.
El mismo joven capitán sabrá explicar a Ud. en qué for­
ma deseamos el apoyo de su gobierno. En la esperansa de
saludarle personalmente, mediante su valiosa cooperación,
y anticipándole mi gratitud, tengo el honor de suscribirme
de Ud. muy atento y seguro servidor.
Patria y Libertad.
A. C. SANDINO"

Refiriéndose a est a misi6n y objetivo, no s dice


l o si g uient e San din o e n s u f o llet o t i t u lado : MA NI ­
F I EST O A L OS PUEBLO S D E L A T I E RRA , Y E N
ESPECI AL A L D E NI CA RAGUA: «Nuestrasolicitud fué
aceptada en los momentos en que México se envolvía en
la revoluci6n de Escobar, en Marzo de aquel añ o pero
el correo lleg 6 a nuestro campamento de las Segovias,
trayéndonos ofrecimientos verbales del gobierno deMéxi­
co y pasaporte del gobierno de Honduras, y la anuencia
de E l Salvador y Guatemala para cruzar s u» t erritorios
hasta México, en Mayo, por l o que traspasé l a fr onter a
para internarme en territorio hondureño en los primeros
días de Junio. Fui recibido en el rí o Guayape, H ondu­
ras, por fuerzas del gobierno, al ,mando del Gr al . Maxi­
miliano Vásquez, quien me acompañ6 hast a L a Unión,
puerto salvadoreño.s
Mientras esto pasaba, el nuevo Presidente de Nicara­
gua trataba de conseguir l a paz, por cualquier medio
llonroso a su alcance. Par a ello el President e Moncada
lanz6 la siguiente proclama:

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—123—
«EL PUEBLO NIACRAGÚENSE QUIERE LA PAZ CON
TODA V OL UN T A D . H UB O ELECCIONES L I
BRES, Y EL ESCOGIDO POR LA. MA.
YORIA OCUPA YA L A PRE.
SIDENCIA DE LA REPÚBLICA
La paz reina entre nosotros desde Matagalpa hasta
las costas del Océano Pacffico. Solamente quedan en el
Norte de Jinotega, y e n la frontera d e Honduras, por
Telpaneca y otros l ugares, partidas de bandoleros que
asolan los campos, y toman el café y otros productos e n
beneficio personal.
El Presidente está obligado a hacer un esfuerzo por
concluir en las Segovias con semejante estado de cosas.
Se declarará la ley marcial en loslugares amenazados.Se
levantará el ej ército necesario para devolver l a tranquili­
dad a la naci6n entera.
Se ha dicho por algunos, dentro del pafs, que Au­
gusto Sandino es un patriota. En el exterior han referido
sus hazañas, que nosotros no conocemos. Pero acaba de
proponer, por medio de dos j 6venes cuñados d e él, un
convenio de psz, en el cual dice, además de otras cosas
muy graves para la república, QUE S E DI VI D A E STA
EN DOS S ECCIO NES. Una, la república de N icaragua,
bajo el mando del presidente actual de Nicaragua y otra,
la de Nueva Segovia, bajo el mando d e Sandino.
El presidente considera esto una locura que se debe
r epudiar a tod o t r ance. Cr ee qu e constit uy e tr aici6n a la
p atria de nuestros mayores, y ha resuelt o poner fi n a
esta vergonzosa farsa de patriotismo. Por eso h a orde­
nado el alistamiento de voluntarios, de aquellosque amen.
d e ver dad a N icar agu ai .
En cumplimiento del último párraf o de la anterior
proclama se hizo la solicitud de voluntarios por medio de
avisos, en la forma siguiente:
»SE NECESITA N V OL UNTA RIOS
Se necesitan voluntarios amigos del actual orden de
c osas, para alistarse en la expedici6n qu e va al Norte a
combatir al bandolerismo. I. a Oficina de Enganche está
en el Ministerio de Guerr a y Marina.— A. SOMOZA, Se­
cretario de l a Comandancia General y Encargado del
Ministerio de la Guerra>.

O EL CALVARI O DE LAS SE GO>I AS


— 124—

SORPRESA DE L A AMÉRICA DEL SUR AL


CONOCER LAS PRETENSIONES DE SANDINO
La prensa de la América del Sur empezaba a reac­
cionar, al conocer los deseos de Sandino de quesu patria
se dividiese en dos repúblicas. E l gran rotativo «La Na­
ci6n+ de Buenos Aires, que por meses defendiera la cau­
sa d e Sandino, en u n ar tfcul o del 25 de E ner o d e 1929
cambib de tono, para criticar duramente las pr etensiones
de Sandino de dividir el territorio de Nicaragua, por cu­
Va sober anfa decía comba­
t ir . E l mismo ar tf cul o cr i ­
tic6 la acci6n destructora
de l a huestes sandi nistas
en nuestro país, al hacer
perder las cosechas de ca­
fé por falta de recolecci6n,
debido al t erro r qu e in­
f undfan su s bandas. A l
terminar, decía el mencio­
nado artfculo, que el pre­
sidente Moncada tenf a so­
br ad a j ust if icaci6n de tr a­
tar de eliminar a Sandino,
haciendo u n llamamiento
a los pueblos de las otras
cuatr o r epúblicas, para
que cooperaran en l a pa­
cificaci6n d e Nicaragua,
desterrando tod a pr opa­
g anda sandinista, que ya
no t enf a raz6n d e ser ,
desde luego que había pa­
sado a se r b andolerismo
puro.
He aqui l a foto de los cabecillas
sandinistas CARLos SALeAn o [cen­ SE ORGAN IZA N F UER­
tro) PEnRo BARRER A [ a l a d ere­
ch a ] y M AREIA L R I VER A z E LEDON Z AS PARA COM BAT I R
i a la izquierda]. L a ferocidad de A SA NDI NO
este ult im o sól o puede compararse
c on l a de l t emi bl e P edron y l a
del inhumano Pedro Antonio Irias. D e conformidad con la
S obrepasab a a éstos e n l a f r u i ­ proclama de l Presidente
ción que sentia cuando incendia­ Moncada, llamando a los
ba la s vi viendas de los pobres patriotas a las armas pa­
c ampesinos qu e hallaba a s u ra combatir a Sandino, se
paso. organizaron dos columnas

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—125—
expedicionarias; la una, comandada por el general A u­
gusto J . Caldera, qu e hizo d e E 10 cotal su base d e ope­
raciones, y la otra comandada po r e l general Juan
Escamilla, que operaría en los departamentos de E stelí
y Jinotega.
En esos días había sido asesinado atrozmente el
apreciable ciudadano don Raymundo Sosa a manos de
l as fuer zas del cabecill a sandinista Car los Salgado, en l a
z ona de Potrerillos, j urisdicci6n de Telpaneca, Depai ta
mento de Nueva Segovia.

LA ACCIÓN PA RTIDARISTA OBSTACULIZA


BA L A OBRA D E PACIFICACIÓN
El Gr al. Escamilla batía en forma enérgica las ma­
dr i gueras sandinistas, ocasionándoles bajas y desconcier .
to en sus filas. Desgraciadamente el par tido que había
sido derrotado en las elecciones de noviembre, en el afán
de desacreditar a l g obi er no lib er al, ent orpeciendo el des­
envolvimiento de su administraci6n, empezó por táctica
política a levantar una grita por la prensa, pidiendo que
fueran suprimidas las fuerzas expedicionarias, las que
decían se dedicaban solamente a hostilizar a los conser­
v adores. Po r su parte, Sandino, deseando vengarse de
h )s r eveses sufr idos po r causa d e E scamilla, hací a m ás
intensa su campaña de exterminio, tomando Ía r evancha
sobr e cualquier pacífico ci udadano qu e caía en su p oder
y q u e po r cu al q uier mo t i v o habí a teni do contacto con l as
fuerzas del gobierno. F ué entonces que cay 6 avanzado
e l jefe sandinista Manuel María Jir6n Ruano, qu e en l a
Costa Atlántica cometi6 todo género d e depredaciones y
a sesinatos en los minerales de L a Luz y los Angeles y
La Bonanza, del Di str ito d e Pr inzapolka.
Se pens6 por al gunos que los servicios d e J i r6n
Ruano podrían ser utilizados para mitigar s u culpabili­
d ad, localizand o el campament o d e Sandino, e n al g u no
de los si ti os don de el cabecilla acostumbr aba establecer su
cuar tel gener al.
Jir6n Ruano que vi6 en esto una esperanza de li­
beraci6n, se ofreci6 con gusto para servi r de guía en las
operaciones que se estaban llevando a cabo. A este efec­
to, logrb ponerse en contacto con algunos amigos de San­
dino, pero no para hacer daño a éste sino para condu­
cir a las fuerzas voluntarias a un a emboscada, donde
probablemente hubieran muerto todos, inclusive él mismo.
Dichosamente a uno de los emboscados se l e escap6 un

O EL CA L VARI O DE LAS SE GOVI AS


— 126—

t ir o d e r i fle y esto lo s d enunció, pr evini endo del pel i gr o


a las tropas del gobierno. Jirón Ruano fué juzgado su­
mariamente por un Consejo de Guerra, que l o condenó
a suf ri r l a pena capital.

CONT I NÚ A E L ÉXODO D E L AS SEGOV IAS


Ante la guerra de exterminio qu e asolaba a l a Se­
g ovia, I a g ent e pacífica h uí a p o r t oda s p ar te s e n l a
mayor d e las miserias. E l 20 y 21 d e F ebr er o d e 1929
ll eg aban a J i notega 240 f u g itivos, montañeses d e am b os
sexos y d e d if er entes edades, h uy end o d e la s d ecapita­

E ste es u n pequefio g r u p o d e l a m u l t i tu d d e f u g i t i vo s q u e
t u v i eron qu c sa li r d e sus~ranchos en l a m nnt aaa, h u y end o d e la
b arbari e sandini st a . A l a derecha aparece e l Can<>nigo V i ctnr M .
Pérez. quien en mi sion ev angélica n ev<> el consuel o a qu ellos hu ­
m i ldes campesinos. E s ést e u u cu adr o rl r mi seria, dolo r y h a m ­
b re, sobr e el cua l l lamamos l a at <ncii>n d e nuest ro s lect ores. N i ­
fios i nocentes, m uj eres y a n cianos su f r i r nd o po r i u al , h uy endo
llenos de t er ro r l >ar a ponerse a salv o d e las i ra s sandinistas en las
poblaciones cont r oladas po r la s f uerzas del g obierno.

ciones qu e estaba llevand o a cab o Pedr ón , haci a e l n o­


rest e d e San Sebastián d e Y alí.
Co n i n st ruccione s de l Sr . Pdte. d e l a R e pú blica,
las au t or id ades d e J inoteg a r ecibi ero n a l o s f u g i tivos,
socor r iéndolos con al imentos y p r estándoles t od a cl ase
de gar antías. Asimismo se les ofreció t r abaj o en l ashacien­
das d e café de aquell a j u r i sdicción , haci a dond e f u er on
lueg o despachados par a qu e a y ud ar an a l a r ecolección
del g r ano, que como decimos antes, se estab a p er diendo;

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 127—

y pa ra p restarles l as d ebidas g a ra nt ías, f ueron d esple­


gadas patrullas de l a Guar di a Nacional, a f i n d e qu e
recorrieran constantemente la zona cafetalera. L os fugi­
tivos, agradecidos, antes de marcharse a los tr abajos,
hicieron una manifestaci6n en favor del Gobierno, que
tan benévolamente los trataba.
E4 SA N DIN ISMO NO RESPET AB A N I LAS IG L ESIAS
A pesar de que el sentimiento cat61ico en Nicaragua
es el pr edominante, el sandi nism o n o respetab a n i l os
templos, bajo cuyos techos cometieron más de una vez
horrendos sacrilegios. Muchas veces los convirtieron en
cuarteles y en bodegas, en donde acumulaban e l pr o.
ducto de lo robado, para ser distribuido en seguida.
El día 26 de Febrero de 1929, el Juez Local d e E s­
q uipulas di6 parte a Managua de que en )a i glesia de
aquel pueblo se habí a descubierto u n almacenamiento
considerable de ropa, calzado, sombreros,'etc., que habían
sido all í g u ar dados po r l o s san di nistas, a p r ovechando
qu e el templ o p er manecier a ce r r ad o a causa d e estar
suspenso el culto, por el peligro qu e cor rían los Minis­
tros del Señor . Descubierto el botín sandinista, fué de ­
tenido el sacristán de l a i glesia, Calixt o García, j unto
con Justiniano Treminio, qu e er a el agent e sandinista
que all í l o habí a depositado. Dos días antes de este
descubrimiento, Pedr6n hacía de las suyas en el valle de
Suni, de la j urisdicción de San Rafael del Norte, donde
secuestr6 al comerciante árab e Moisés Dipp, por causa
de no haber podido enterar una contribuci6n qu e se le
impuso. E ste señor, como se recordará, había sido sa­
queado antes, dej ándol o con los br azos cr uzados.

PEDRÓN Y SUS ANDANZ AS


C omo se dij er a qu e Pedr6n tení a establecida su
base de operaciones en L a Pavona, jurisdicci6n de Yalí.
Depto. de Jinotega, se dispuso enviar fuerzas del Gobno,
para batirlo.
En los últimos días del mes de Febrero, una peque­
ñ a patrulla de la Guardia Nacional , de observación en
dicha zona, fué sorprendida por el grueso de las fuerzas
d e Pedr ón, tr abándose u n n u t r id o t i r oteo, en e l que la
Guardia, ante fuerzas mayores, tuvo que batirse en reti­
rada, resultando heridos el Comdte. de l a patrulla y dos
guardias nacionales, uno de ellos Carlos Talavera,casado
y originario de Granada, quien recibi6 un balazo en las

O EL CA L V A R I O D E L A S S E G O V I A S
p artes pudendas que lo dej6 para siempre en estado de
impotencia.
Talavera, continúa bajo la égida de la Guardia, que
no h a querido abandonar a este buen servidor , que
en el cumplimiento de su deber sufrier a ta n i rreparable
daño.
Como los sandinistas , en numer o como d e l 5 0,
pretendieran en esa acci6n acabar con el reducido con­
ti ngente d e Gu ar dias, éstos hábilment e l o gr ar o n escabu­
llirse, llegando Pedr6n e n persecución de ellos hasta el
lugar llamado <Fantasma,~ situado a cuatroleguas del ce­
r r o ~Cimar r ón,i e n d ond e ca pt ur ar o n y d ecapitaro n al
honrado agricultor Eugenio L6pez, aprehendiendo a Sal­
vador Gú ti ér rez, a quien le ex igi eron como rescate cuatro­
cientos c6rdobas para no ultimarlo.
Del Cimarr6n, siguiendo el camino para Jinotega, en
el lugar llamado «Mancotal», a tres leguas de l a ciudad,
l e hicieron e l corte d e chaleco a Juan Novoa. Luego .
continuaron su camino hasta Cerro Grande, donde cum­
pliendo su consigna d e exterminio, cortaron l a cabeza
al ciudadano Francisco Castillo. E n este lugar, además
de los feroces asesinatos que cometieron, saquearon com­
pletamente el puesto de venta del señor Salvador Rizo,
pérdida estimada como en mil c6rdobas en mercaderías.
Más adelante saquearon l a ti end a d e J uan P i ned a R i zo,
llevándose como dos mil c6rdobas en mercaderías, despo­
jando de su s r opas a todos lo s habitantes de la casa,
inclusive las mujeres, las que tuvieron que pedir vestidos
a Jinotega par a poder salir.
Pedro Altamirano, con su horda de foragidos, siguió
para el lugar llamado Tomatoya, situado sobre el cami­
no que conduce de Jinotega a San Rafael del Norte. Allí
encontr aron al anciano Justo L u mbí, que se hallab a r asu­
rando. L e arrebataron la navaj a de barba de las manos,
l e di ero n l ueg o d e bofetadas, y f in almente l o sacaro n al
camino a puntapiés, diciéndole, que fuer a a quej arse a
las autoridades de Jinotega.
A continuaci6n presentamos una foto d e Fr ancisco
Castro, decapitado por Pedr6n y como ésta iremos pr e­
sentando algunas fotografías de las víctimas inmoladas
por las fu er zas d e Sandino, par a n o d ej ar l u gar a dudas
sobre la veracidad de los hechos que relatamos, cometi­
d os por aquellos que se hacían llamar <Defensores de
la Soberanía Nacional de Nicaragua».
Hay que hacer presente, que ni Castro, ni los demás
inmoiados por la s h ordas de Pedr6n er a n americanos,
ni Guardias Nacionales n i af iliados a ningún partido,

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 129—

sino pobres labriegos, tan alejados del coraz6n de la Re­


pú blica qu e apenas si se daban cuenta d e las necesidades
de su familia.

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C

i3i~k+
MwY'Mk~~
H e aqu i e l cadáver d e Fr ancisco Cast ro, asesinado cerc a d e J i ­
n oteg a po r la s f uerzas de Pedrón A l t s mi r ano. L a señal nell r s qu e
s e ve en la parte derecha del cerebelo, es u n machetazo qu e l e
par ti ó l a cabeza a l a al t u r a de l oc ci pital ; el ot r o l e despoj ó del
rnaxila r i n ferior . L a f ot o hace ve r á su padr e Juan Pablo Castr o,
a su m adre, s u n s t i a y a u n a h i j it a del occiso, c ontemplando el
cadáver d e su i n for t unado deudo.
La decapi tacion de Castr o se efectu ó a f ines de Febrer o de 1929.

HAZANAS DE OT ROS CABECI L L AS SA N DINIST AS


Mi en tra s est o sucedfa, el J ef e Pol f tic o d e «Ciudad
Sandino>, o se a E l J fcaro , e n e l D epto . d e N ueva
Segovia, Gr al . F r ancisco E str ada, p er manecf a ej er ciendo
su cargo civil hasta el 8 rle Marzo de 1929, fecha en que
Sandino l o nombr 6 Jef e E x pedicionar io, par a qu e actua­
ra en d if er entes zonas d e I a R epública.
E n esos días, el cabecill a Car los Salgado cay 6 sobr e
l a aldea d e Sa n P edro , j u r isdicci6n d e Somoto, d on d e
pasó por las armas al señor Juan Bautista Rivera, y al
retirarse se llev6 secuestrados a varios campesinos.
El vi ernes 12 de A br i l de este mismo año, siete hom­
bres armados d e r i fles, de las fuer zas de José Le6n Dfaz,
lug artenient e d e Sandino , l l eg aro n a casa d e H i p 6li to
Vallejos, en las cercanías de Ciudad Darío, como a las 11
de l a noche, y después de hacerse a b r i r las pu er tas, en
nom br e d e las ar mas del Go bier no, echáronse sobr e Va­

O EL CAL VA RI O DE LAS SE GOVI A S


— 180—

llejos, lo llevaron bajo u n árbol, como a tr eint a v ar as


de la casa, contra el cual l o ataron, degollándolo a conti­
nuación . A l di a si gui ent e q u e l a f am il i a at er r or izada
regres6, fué encontrado el jefe de ella.
El 14 d e este mismo mes v ano, estuv o Pedr6n A l t a­
mirano con su gente en e l valle de Pantasma, j urisdic­
ci6n de Jinotega, y enel lugar llamado <Las Cruces»,ase­
sinó al octogenario E milio Siles, llevándose a dos hij os
de él . Si les f ué sacr ificado po r h aber si d o el ú nico testi­
g o del asesinato d e B l and6n, H err er a y V al divi a a q u e
antes nos hemos referido, hecho que se efectu6 antes del
horrible asesinato del Dr. Juan Carlos Mendieta, v com­
pañeros.
He aquí el r elat o qu e
hace un hij o de la víctima,
llamado José María Siles,
quien lleno de horror nos
ha contad o l a man er a c6­
mo se desarrollaron l os
acontecimientos.
Oigamos sus propias pa­
labras:
«Mi padr e Emili o Siles
se encontraba en su finca,
llamada <E l Di amante>,
situad a e n L a s Cr uces,
jurisdicción d e Jinotega,
e l día domingo 14 d e A­
bril de 1929 cuando como
a las 7 d e l a mañana, en
momentos en que él esta­
,' s ba escogiendo café, par a
disponerse a salir de l l u.
gar co n toda su familia,
debido a las amenazas de
muerte que los bandoleros
El anciano Emilio Siles, honra­ le habían hecho anterior­
do ciudadano, agricultor y aman­ mente, po r h aber des­
te p adr e d e f a mi lia , cu y a s canas e mpeñado en Septiembr e
y antecedentes no fueron suficien­
t es para ponerlo a cubierto de la de 1928 el cargo de Pdte.
ferocidad d' las fuerzas de Sandino. d e l a Mesa Electora l de
I Santa Cruz, fué sor pren­
dido po r un a patr ulla de bandoleros, comandada por
Sebastián Centeno y Pedr6n Altamir ano, quienes orde­
naron la captura y el asesinato de mi padre, lo cual lle­
varon a efecto a con tinuaci6n, dando al autor d e mi s
días varios machetazos en l a cabeza que le ocasionaron

E I VE R D A D E R O S A N D I N O
— 131—

la mu er te instantáneamente. M i padr e h abi a sido saquea­


do dos veces por fuerzas de Sandino, lo que le ocasionó
numerosas deudas, que aún no hemos terminado d e pa­
a r sus sucesores, debido al abandono en que quedó la
inca después de su muerte, y al saqueo de que fué ob­
jeto después, consistente en la pérdida de herramientas,
ganado, y hasta de un trapiche nuevo que los bandole­
ros se ll ev ar ons.

N i las precauciones, ni las oraciones servían par a


nada a los infelices habitantes de los campos segovianos
para ponerse a cubierto contra el desenfreno de las tro­
pas de Augusto C. Sandino. Nuevas cruces seguían abrien­
do sus brazos sobre las tumbas de las nuevas víctimas.
En «Junquillos, departamento de Matagalpa, mataron
a balazos al Sr. Féli x Ríos, natural de aquell a ci udad.
Fué asesinado por los mismos sandinistas qu e mataron
a Hipólito Vallejos. Su cs.
dáver fué encontrado va­
rios dí as después en esta­
do de descomposición.
. Asimismo el infor t unado
Juan Rodríguez Cantare­
r o, en un valle cercano a
Jinotega, f u é asesinado
por hombres de Pedrón
Altamirano, en los prime­
ros días d e l a Semana
Santa de 1929.
Esta misma c u a d r i l l a
capturó en el lugar llama­
do La Virgen, de l Depto.
de Jinotega. al honrado
ciudadano Rosendo Ze ­
laya.
Es verdaderamente mi ­
lagrosa l a f orma en que
este señor salvó su vi da
de manos de lo s f oragi­
dos de Pedrón A l t am ir ano,
pues l e a p licaro n v ar ios
Esta es una foto del Sr . Rosen­ machetazos qu e l o d er r i­
do Zelaya, en la qne se nota, so­ baron, haciéndoles supo.
bre la mandibula inferior derecha, n er que estaba muerto; y
la cicatriz que dejo en su rostro esta circunstancia precisa­
el machete asesino de los hombres mente fué la que lo libró
de Pedrón. de la muerte.

O E L' CAL VARI O DE L A S SE GOVI A S


La banda de este hombre era peor que las huestee
desvastadoras de Atila.
En los últimos dfas del mes de Marzo llegó Pedrdn
a.la hacienda <La Providencia~, propiedad de un ciuda.
dano chino, de apellido Quant, en el Depto. de Jinotega,
donde se dedicaron, conforme su costumbre, a llevarse
todo cuanto habfa en la propiedad. Pero n o contentos
con ésto, y en eu afán de destrucción prendieron fuego
a las casas de la hacienda.
Es de advertir que los ciudadanos chinos son por
naturaleza pacfficos y dedicados por completo al comer­
cio y a l a agricultura; No se registra un s61o caso en
Nicaragua en que ellos se hallan inmiscuido en asuntos
polfticos y menos en contiendasarmadas. Por consiguien­
te' ,los daños irrogados a ciudadanos chinos, deben consi­
dérarse doblemente punibles é hijos de esplritus tocados
por el mal.
En esos mismos dfas, otra banda de sandinistae co­
mandada por Marcial Rivera Zeledón, asaltó la hacienda
del señor Celso Paguaga, situada en la región de Dipil­
to, Nueva Segovia, y pásmese el lector: ee apropiaron de
todo el .café que habfa allf recogido, y se lo llevaron
para irlo a vender a Honduras.
Lo mismo hicieron con el apreciable comerciante
.don Manuel Mantilla, a quien capturaron, en momentos
en que conducfa un cargamento de café a lomo de mulas,
con .direcci6n a E l OcotaL El señor Mantilla.fué despoja­
do, no sólo de sus haberes, sino que hasta de los obje­
to8 dp eu Uso personal que llevaba en los bolsillos.
Este despojo completo es posible que haya sido el
que le salv6 la vida,
.Otra banda sandinista, en n6mero como de cien, lle­
gó el dfa 22 de Marzo a la haciendas +El Cebollali, pro
piedad del señor Juan Alberto Briones, situada a seis
leguas de Estelf, la que fué completamente saqueada.
k continuaci6n partieron, procediendo en igual for­
ma en la hacienda del señor Sime6n Rodrfguez, situada
en el valle de San Tule, de la misma jurisdicci6n.

'MISIONES EV ANG ELICAS A LAS SEGOV IAS

. Las vidas humanas cafan al igual que la s espigas


maduras en tiempo de cosecha. Se hizo un.ensayo para
ver pi por medio de misiones evangélicas„. predicando la
l'
az y el amor entre hermanos se lograba ablandar aque­
los corazones empedernidos. Varios sacerdotes fueron a

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—133—

las Segovias, y regresaron luego horrorizados de cuanto


habían visto. Mons. Antqlín Carvajal y Rocha, que f ué
como comisionad o del Gobno . p ar a ll evar socorr o a l os
damnificados de Jalapa, en el Depto. de Nueva Segovia,
escap6 de perecer en una emboscada, en l a qu e las ba­
las pasaron encima de su cabeza. E sto ocurri ó el día 31
de Abril de 1929, entre Telpaneca y El Jicaro. Por la
c orrespondenci a tomada después a Sandin o se supo q u e
este atentado fué adrede, preparado por é l par a ame­
drentar a las misiones pacifistas.
Asimismo el Padre Mamerto Martínez fué capturado
por Pedr6n Altamirano, quien le dij o de viva voz al sa­
cerdote, que tan luego capturaran a Mons. Víctor Manuel
Pérez l o despacharí a al otr o mu ndo, por qu e l o h abía ex­
c omulgado e n el templ o de Yalí . Sabedor de esto el
Padre Pérez, crey6 prudente regresar a Managua, donde
e ntr evistad o po r sus amigos y po r lo s periodistas, man i - ,
fest6 a estos lo siguiente:
«Regresé, porque el Padr e Mamerto Martínez f ué
capturado por Pedr6n, manifestándole el j ef e bandolero,
que tan lueg o me capturara me matarían po r haberlo
excomulgado en el templo de Yalí . Y o no h e ex comul­
gado a nadie. H e predicado solamente contra el bando­
lerismo, excitando en nombr e de Crist o a lo s vecinos
para qu e no apoyen el crimen, y que al contr ario, se
dediquen al trabaj o y se amen y sirvan lo s unos a los
o tros, hasta donde se a posible. H e tr aído de Y alí a
e ste ni ñito. Su nombre es Encarnaci6n Bland6n y e s
hijo de Germán Blandón, quien tiene residencia rústica
en La Rica, Depto. de Jinotega. E ste Germán andy en­
tr e las fu erzas de Pedr6n A ltamirano. E l motiv o por
que he tr aído a este niño es, porque si lo he dejado allá
lo hubiesen matado irremisiblemente. S u propi o padr e
no hubiese vacilado en hacerlo. Sucede, que las fuerzas
del Gobno, se valieron de l a inocencia de est e niño,
como un medio infalibl e para localizar un a guarida de
bandoleros, situada en una gran cueva, en lo más intrin­
cado de las montañas del Norte. L as fuerzas leales lle­
garon y encontraron un gran número de mujeres que se
ocupaban de preparar comida, y que a l mismo tiempo
guardaban provisiones para los bandoleros. E st a cueva
es tan grande que pueden caber e n el l a cien f amilias.
Los bandoleros saben perfectamente que este niño los
denunció, y por eso lo he traído. L e he salvado 'l a vida
y fá p ondré en e l C olegio de los S alecianos.»

O EL CA L VA RI O D E L A S SE GOVI A S
— 134—

LA SALIDA D E SAN DINO PARA M É X ICO


En los primeros djas del mes de Junio de 1929,
Sandin o abandon ó N icar agua, como l o t e n l a p l aneado,
saliendo rumbo a México y pasando por H onduras, E l
Salvador y Guatemala, con el objeto de ver d e conse­
guir elementos de guerra. I ba él acompañado por miem­
b ros de su Estado Mayor, entre los que se contaban el
colombiano Rubén Ar dila Gómez, el Cap. José de Pare­
d es, mexicano; Agustfn Farabundo Marti, salvadoreño; y
el dominicano Gregorio Gilbert.
El capitán José de Paredes era un joven mexicano,
que entusiasmado por l a pr opaganda hecha a Sandino,
se vino a las montañas segovianas a incorporarse a l as
filas insurgentes. Dos veces escapó de ser fusilado por
S andino, y en l a vida azaroza de las emboscadas y d e
l a intemperie, contraj o la tuberculosis, que más tarde l o
llevó a la tumba.
Agustfn Farabundo Marti, fué pasado por las armas
en el mo vimiento comu nista d e E l Salvador , por h aber se
comprobado, confesándolo él con entereza, ser una de las
cabezas directoras de aquel movimiento, qu e se i nició
contra el Gobno. del Gr al. Maximiliano Hernández Mar­
tfnez y que tantos millares de vfctimas causara.
G r eg or i o Gi lb ert, er a u n f u g i tivo d e l a J ustici a d e
su patria, por haber dado muerte a un extranjero en uno
de los muelles del puerto. donde resi di a.

He .aqui Ia foto de las mencionadas personas, en cuyo centro


se ve a Sandino en pose teatral y con su sweter a cuadros.

E I V E R D A D E R O S A N D I N O
SANDINO EN MÉXICO
Durante su permanencia en l a república mexicana¡
Sandino no hay duda fué objeto de l a curiosidad gene­
ral. Entrevistado por un representante de ~El Dictámen,>
d e Veracruz, le hizo la siguiente fantástica narraci6n de
su campañ a d e l as ,Segovias, que dej amos a l cr it eri o d el
lector juzgar cual corresponde.
He aquí la entrevista de que hablamos~
«Sandino habla de la lucha en las montañas. E l in­
vasor ha llegado a contar con u n efectivo d e 40.000
hombres, y 10.000 que ha formado con renegados nica­
ragüenses, que han luchado contra nosotros y a quienes
siempre hemos vencido. Hemos derribado hast a ah or a
19 aviones americanos, el ú ltimo d e e llos en el m es p a­
sado, abril . I ban unas columnas en avance, cuando apa­
r eci6 el ,pájaro d e acer o y comenz6 a bombardear . Se
.le abri6 fuego de fusíl y a metralladora, y d e p ronto l o
vimos envuelto en una larg a columna de humo negro,
que volaba alejándose rumbo a Managua. Otra avanzada
nos dijo que lo habían visto cayendo en el L ago.+
«El éxito de nuestr o ej ército consiste e n nuestro
servicio de espionaje, espléndido, que tenemos. E l ene­
m igo no realiza un a maniobra si n que nosotros n o l a
conozcamos i nmediatamente».
«De ahí esas emboscadas, en la que los yankees han
perdido tantos hombres, aparte de los que hayan muer­
to po r ls s enfermedades d e ese cl ima, y p o r qu e n ues­
tras balas y machetes les han costado diez mi l hom­
bres.i
«Froylán Turcios no ha dispuesto de un s6lo centa­
vo correspondiente al Ej ército de Nicaragua. E s cierto
que nos habiamos distanciado, y que ya no tiene nues­
t ra representaci6n en América, pero de su honradez no
podemos hablar nada y l e s eguimos estimando. Y b re
vemente habla el guerrillero de Turcios y d e s u distan­
ciamiento. A Fr oylán le admiraba ya, por sus ar tículos
periodísticos. Cuando, en el período más intenso de nuca.
tr a lucha necesitábamos una comunicaci6n con lo s pue­
blos d e A m érica, entonces vi mos u n ar ti cul o d e F r o y lán,
por el que nos dimos cuenta d e qu e simpatizaba con
n uestra causa;.de allí resultb nuestro Representante. E l
distanciamiento más bien fué buscado por él . E l pretex­
to fué que nosotros buscábamos UNA PERSONA PARA
LA LUCHA PRESIDENCIAL POR EL PARTIDO LIBE­
R A L >.

O EL CAL VARI O DE LAS SE GOVI h 8


—136—

«El Dr . Pedro José Zepeda, que se encuentra en esta


capital (México) debi 6 haber recibido un a documenta­
ci6n que le enviamos por medio d e Domingo Mairena
Hernández, pero éste se embriag6 en H onduras y ven.
di6 esos documentos. Ah or a es Oficial Mayor de Gober­
naci6n en Managua (Nic). Froylán Turcios tenía copia de
esos documentos, y aprovech6 la oportunidad par a dir i­
girse a nosotros pr oponiéndonos qu e . depusiéramos
nuestr a actitud.»
<Luego vino un pliego de proposiciones que debía
presentamos Adolfo Díaz. Froylán se adhiri6 a él, y
proponía que depusiéramos las armas en Costa Rica, y
que reconociendo la Jefatura, éste nos amnistiara, Proposi­
c iones indecorosas, porque Moncada es un bandido y n o
p odemos reconocerlo, y menos amnistisrnos con él . De
all í vino u n resf r ío, y F r o y lán qu e sabí a l a i m portancia
que tenía para servirnos como mediador entre la Améri­
ca y el Ej ército, nos pidi6 que l e d ij éramos c6mo acep.
taríamos su r en uncia, y se l a aceptamos.»
<Nos hacían falta, no armas, ni dinero, ni cartuchos,
sin o el apoy o m or al, l a si mpati a qu e hemos tenid o si em­
p re de todos los pueblos de América. Nos agoviaba el
silencio, el aislamiento, LA DESESPERACIO1U DE PERMANE­
CER I GNORADOS. Nos h acía f a lta q ue e l m u n do c onocie­
ra que aún estábamos en la lucha; por eso salí de Nica­
ragua.»
«La renuncia de Froylán Turcios provoc6 ese aisla­
miento. Tenemos agentes, pero desgraciadamente muchos
de ellos han sido egoístas, y otros, francamente, traidores;
a lgunos s6lo inactivos. Cuando Turcios er a nuestr o r e­
presentant e e n H o n d uras, estábamo s e n co mu nicación
con el m u ndo . E s decir , e l m u nd o sabía d e n osotros.
Estábamos en contácto con nuestros hermanos de Amé­
rica. Per o faltó Turcios y quedamos aislados. L a lucha
ha seguido en Nicaragua, tan intensa como antes, pero
el dinero norteamericano nos ha hecho el silencio».
« Algunos d e nuestros agentes reciben n otas e i nf or ­
més de nosotros, para darlos a conocer, y egoístamente
los guardan, los conservan inéditos, par a aprovecharlos
p oster iormente, haciendo l i bros, u t i l izand o l a n o blez a y
simpatía de nuestra causa en provecho personal.»
+Cuando falt6 Turcios, pensamos en Machado como
nuestro Representante en México, en donde tenemos ei ~
fradas nuestras mayores esperanzas, y l e propusiinos
nuestr a r epresentaci6n. N i siquiera nos h a contestado
aceptándonos, T ení a e l encargo d e hacer u n f olleto
para dar a conocer alg o de lo que hacemos en Nicara­

E L V E R D A D E R O S A N D I N 0
gua, y m e p i di ó u n r ecibo po r m i l d ólares p ar a p agar lo;
luego de nueve meses nos inform6 que no tenía el dine­
ro y que el recibo había sido pedido par a solicitar el
d inero. Total: el folleto no se hizo. Nuestr a causa h a
ído debilitándose en el exterior po r l a falta d e esa co­
municación, por l a falt a de ese intercambi o espiritual
que nos anima en l a lucha. E l diner o norteamericano,
por otr a parte, compr a gentes e i nterpone i nf)uencias
para restringir nuestras noticias en el exterior ; y ese ais­
lamiento nos aniquila.»
<Ahor a y a h e encontr ad o el. Representant e Gen era).
Es el Dr . Pedro José Zepedr. E n él tengo la más abso­
luta confianza y é} hará la obra que necesitamos. Enton­
ces, tranquilo por l o que a esto respecta, volverem. s
l a lucha. Por supuesto que la lucha n o h a cesado. Y o
estoy en l a brecha aun fuera de Nicaragua>.
<En todo momento estoy expuesto, y al salir de Ni­
caragua lo hice en una corona de ametralladoras, en nú­
mero de 24; y aquí como en cualquier lugar puedealcan­
zarme la mano de nuestrosenemigos.»
«Este viaje mío y de mis ayudantes lo pago yo con
mi propio dinero. Y o he invertido dinero en Nicaragua,
en l a l u ch a qu e seg ui mos y ESTE V I A JE E S P AGADO
CON EL FRUTO DE MIS ECONOMIAS. E sta lucha está
completamente desligada con todo interés econ6mico, y
por el dinero se siente el más profundo desprecio en los
campamentos.de nuestr o Ej ércitos.
Al lector causará sorpresa, con seguridad; leer l as
palabras de Sándino, que se refieren al FRUTÓ DE SUS
ECONOMIAS, y se preguntará, no hay duda, a que clase
de economías se referi a el guer riller o de las Segovias,
ya que él era un simple pe6n cuando s e dedic6 a espe­
cular en la guerra.

UNA CARTA DEL DELEGADO D E SANDINO


DOMINGO MAIRENA HERNANDEZ
Ante las imputaciones lanzadas po r e l guerrillero
de las Segovias contra el doctor i n fier i Domingo Maire­
na Hernández, éste dirigi6 al D irector de el diari o <El
Centroamericano+, de Le6n, la interesante carta qu e co­
piamos y que sali6 publicada en dicho diario, en l a edi­
ci6n del 24 de Julio de 1929.
Dice así:

O EL CA L VA RI O D E L A S SE GOVI AS
—138—

"León, Julio 28 de 1929.


Sr. Director de "El Centroamericano". Pte.
Muy Sr. Mio:
E l 26 de N oviembr e del sñ o pasado ssli de ls s P am ­
pas de Oconguas con diez dólares en el bolsillo, de los
cuales di cinco, conforme 'instrucciones, a otro Coronel del
Ej ér cit o L i ber tador , quien debi a sepsr ár seme, en e l l u g ar
que estimara conveniente a la misión que llevaba. Enfer­
m o, descalzo, a pié, con t odo el en tu siasmo qu e em barg s
m i corazón cu and o adopt o u n s " Causa" , y b u r lándom e de
las consiguientes penalidades, llegué a Dsnli , Honduras,
e l 11 de D i ci embre, donde t u v e qu e espera r t re s d i s s sl
pr i me r encargad o po r el J ef e A u t onomi st a p sr s en tr eg ar ­
me el necesario dinero, a f i n de llegar a México, D. F„
antes del l o. de Enero del año actual , época en que, de
acuerdo con e l D r . Pedr o José Zepeda y ot ro s s i m ps ti za­
dores de la causa nicaragüense, habia de lanzarse el Ma­
ni fiest o de desconocimient u de l actua l P residente d e N i ca­
ragua, de l a p r oclamación del qu e hu bi éremos convenido,
y de la continuación, por consiguiente de l a lucha liber­
taria en mi pais. Y , habiéndoserne dado el encargo a que
h ice r eferencia, con ci nco pesos plat a h on dureña , (dos y
medio dollars), sali de Dsnl i e n la mañana del Í 6 , para
llegar s T eg ucig alpa el 17 a ls s 8 d e l a t arde.~
"Ahi, inmediatamente hice llegar noticias de mi pre­
sencia al poeta Froylán T urcios, "Representante del Ejér­
cito en el Continente" , y , cuya voz, com o cabeza de la
"Causa" (el brazo era el Gral. Sandino, palabras de éste)
se oi a y acataba siempre. Y bien q u e y o t r ai a inst ruccio­
nes de pasar sobr e cualquier objeción, al hecho de que
Tu r cios n o m e di er s e l d i n er o necesari o para m i v i aj e,
por n o t ener dinero del Gral., segñn su propio decir, y
porque informado por las copias, de ls„documentación que
me l levaban a l s ca pi tal azteca, n o est u v o conform e con
e lla, m e d ij o qu e esperar a l a v u elt a d c u n correo s m a t a
caballo haci a Sandino, a cuyo regreso, si el 'Gral . no le
atendi s su s i n di caciones, n o sol o n o m e dab s o l d i n ero,
que e l J ef e Su pr emo del Ej ér cit o L i b ertador l e i n di caba,
sino que inmediatamente dimitiria de l a " Representación"
(sic.) En t ales coñdiciones, señror Absunza, [Director de
" E l Cent roamericano" , e st ab a o n o cohibid o p ar a sali r en
ms r chsP"
"Segur ament e d e qu e a pi é y en ferm o com o l l eg ué
s T eg ucig alpa n o ll egs ri s op or t unament e s MéXico . N o
hice' la sandez de marchar , y si dediqué l a est a/ l a para
trabajar por la "Causa", como lo probarán cartas 4irigidss
s J ua n F elip e T o r uño, D i r ector del " D i ari o d e A h u s cha­
p án" y s, Salomón de ls Selva, si es que las recibieron, y
ls s declaraciones, m ejor di cho, rect i fi caciones pr o San dlno,
q u e hice pu blicar en " E l Sol" , de T eg u cig alpa " .
"De ésto, a la venta que se dice hice, hay una gran
diferencia; y si n haber atendido las ' indicaciones de Tur­
cios, de Humbert o Sosa, de los doctores Julián y Ulises
Irias, más otros nicaragüenses, para mejor procurar i nter­
poner mi s insinuaciones s fi n de que el Gr al . Ssndino

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—139—

c esar a en u na luch a que, a l a P at ri a sól o l e apor taba ani ­


q ui iamient o y r u i na . si n haber v i st o m ej or , ent once s q u e
podia ju stipreciar las cosas sin el embotamient o de la
montaña, n i el odio de l br egar obstinado; si est o es crim en ,
traición o lo que se quiera, acepto gustoso el tildado del
ex jefe y compañero".
"Pero no; yo no soy bandido, ni traidor. L o que su­
cede es que el Gral. Sandino entre su ejército'logró impo.
ner su voluntad, de manera que no sólo el qu e no estaba
con él era su enemigo, sino también el que no pensaba, u
optaba por su razonamiento. Esto es lo justo."
" Por lo demás, si no quise atender la indicación de
algunos amigos, de audienciarme con el Pdte. Moncada,
conformándome con su t elegrama de garantias dirigido a
Choluteca, y las reiteradas del Jefe Politico de León> Dn.
Luis A. Balladares Torres y el 'Secretario de la Comandan.
dancia Gral., Gral. Anastasio Somoza, ni con esto me sien.
t o satisfecho lo suficiente para el que quier a trabajar , si
hay l u g ar , d e ot r o m odo¡ e n l a l iberación d e l a P a t ria",
bien se ve que el asiento de Oticial Mayor de la Goberna­
ción, es un deci r necio, ya qu e n o se puede deci r ot ri
cosa
"Con muestras de mi mejor estima y aprecip, quedo
de Ud. Sr. Director, su muy Atto. y s. s."
DOMINGO MAIRENA HERNANDEZ
Ex Cir ujano-Médico del Ejército Defensor
de la Soberania Pe Nicaragua".

LO QUE DIJO HERNAN ROBL ETO SOBRE LA


PERMANENCIA DE SANDINO EN MÉXICO
Veamos lo que nuestr o t alentoso compatriots, don
Hernán Robleto, escribi6 sobre la permanencia en México
de San di no, d u r ante el mes d e A gosto de 1929.
s Los periodistas, los políticos que tienen noción de
los sucesos de más allá de la frontera, y en general toda
aquella gente, con obligaciones de generalizaci6n conti­
nental, se sor prendieron al tr atar de cerca a Augusto C.
Sandino».
«Esperaban encontrárselas con una torr e d e ener­
gías, con un sujeto a l t ant o d e la s disquisiciones del
Derecho Internacional; con un hombre versado en acha­
ques d e estr ategia escr ita; d e vo z tonante y alcances ex­
t raordinarios. Pero la decepci6n fu é grande, y n o se
cuidaron de confesarla; claro que paladiándola con los
ejemplos de Napole6n, que era bajo de estatura; de Ale­
jandro, que apenas tenía 33 años, cuando y a había con.
quistado la mayor parte del mundo conocido; de Gengis
K han, que era f la«o, enclenque. . . .

O EL CAL VARI O DE L A S SE GOVI A S


<Pero estos pretextos comparativos no eran tan sin­
ceros; obedecían más bien a una cortesía, a .una hospita­
lidad galante. Se confesaban todos que no esperaban asi
a Sandino, porque aquel joven anémico, de frases cansa­
das, pálido, algo cohibido, desfraudaba toda la propagan­
da que se le había hecho en Amér ica y en todo el m undo.
Bandino hablaba de lo s pr oblemas i nternacionales del
c ontinente, con desconocirniento completo de el/os. Se
dirigía en rimbombásticas cartas al Pdte. de la República
Argentina, gastando una fraseologi a l iteraturescs, q ue
no merecía, como en verdad no mereci6 l a contestaci6n
del Pdte.'4rigoyen. También resultaba imprudente la de­
c laraci6n del cabecill a n icar agüense, q u e declar ab a en
países neutrales, que 'había llegado aqu í par a recibir
auxilio para su cruzada. Y en su entusiasmo, se exten­
día a todos los países de la América Latina, dando a en­
tender que.su ejército era la avanzada que detendria los
avances del I mperialismo Yankee».
<Jamás podré aceptar como justos estos avances im­
perialistas; jamás podr é aplaudir o siquier a callar l os
desmanes de l a fuerza, que hiere la soberani a d e los
países débiles. Per o de esto a tolerar, co n conocimiento
de causa, que se siga explotando l a farsa, ha y mucha
distancia. Efectivamente, la farsa ha sido el alma de esta
lucha de papel, en l a que se ha hecho aparecer a Sandi­
no como astro fulgurante, siendo que en verdad ha sido
la victima de los vivitos. Y voy a concretar el caso, con
el establecimiento en México de muchos <Comités Anti­
Imp er ialistas,> que ex pl otaron e l n a t ural sentimient o r a­
cial é hicieron de Nicaragua, sin exponerse a í r a soste­
ner su s ideas, un desventurado instrumento, uns ubre
que los mantuvo a costa del «Camouflage>. Efectivamen­
t e, una colecci6n de latinoamericanos, aventados por d i ­
versas circunstancias de sus tierras de origen, se agarra­
ron a la bandera de Nicaragua, haciéndose aparecer ante
el mundo como sostenedores de su justicia».
«Y lo qu e e n verdad hicieron aquellos hombres,
aquellos héroes, fué llenar su s est6magos, colmar l as
.hambres a costillas de un ideal . Aparecían como quij o­
tes cuando en verdad no tenían más anhelo que satisfa­
cer las tripas de Sancho. Sandino fué un caso de suges­
ti6n colectiva, p ar a constituir - luego el d e l a necesaria
auto sugesti6n. Le hicieron creer en l a grandeza de sus
hazañas, cuando s61o en el campo de l a literatura se
s ucedian. .H ombre impresionable, con es e poquill o d e
aventura fanfarrona que heredamos d e lo s andaluces,
creyó él mismo en su predestinaci6n, sin calcularlo. Con

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
-- 141—

una honrada intenci6n de hombre indiscutiblemente lim­


pio, Froylhn Turcios lo elev6, desbrozando de su f igur a
l o que de práctico tenía. L a figura d e Sandino, a lo
Fr oylán, es epopéyica, alta. E l fen6meno de l a auto su­
gesti6n obraba también en el creador, a estilo pigmaleo­
nesco, Pero el poeta y patríota abrió los ojos, y luego
tuvo qu e convencerse QUE AQUELLO NO ERA SINO
B ARRO MORTA L »
«Ya otros habían recogido la herenci a d e F r oylán,
defraudada en l a piedr a de toque de la realidad. L a re'
cogieron para usufructuaria en todo sentido. N o denun­
ció Sandino, a su llegada a Veracruz, la desaparici6n de
fuertes cantidades de d61ares, que él había autorizado
para folletos y demás propaganda, que nunca se llevó a
cabo>+
«Ya ha pasado l o natural : ahor a Sandino se cree
p redestinado. Mejor hubiera sido quedarse oculto en l a
selva nicaragüense, como lo estuvo muchos meses, a venir
en viaje de difusión patri6tica, que le ha sido contrapro­
ducente. Porque Sandino ha defraudado l a esperanza,
ha mostrado la verdad de la literatura, h a decepcionado
completamente. Los periodistas, los políticos, la gente que
tiene que saber de estas cosas, como digo al pr incipio,
n oblemente han dado la vuelta, como después de l a r e­
presentaci6n teatral que no ha correspondido a las espe­
ranzas, etc., etc.>
Así hab16 nuestro brillante compatriota Hernán Ro­
bleto, espíritu selecto, hombr e evolucionado, si n fanatis­
mos, que contemplaba nuestra intensa tragedia sin ambi­
ciones vulgares, ni con el criminal deseo de sacar benefi­
cios personales de nuestra. propia sangre.
SANDINO EN MÉRIDA
Veamos a continuaci6n el relato qu e hace el publi­
cista norteamericano Thomas L. Stockes, Corresponsal de
la United Press, en Mérida, Yucatán, el día 5 de Septiem­
bre de 1929.
+En esta capital del Estado de Yucatán, e n otros
tiempos una de las civilizaciones más antiguas del mundo,
se encuentra el Gr al. 'Augusto César Sandino, perfecta­
mente resguardado en el lugar qu e l e sirve d e r efugio,
espués de haber sido lider popular d e lo s r evolucio­
narios de Nicaragua.»
«Ese refugi o es un apartamento en el 3' y úl timo
p iso, de uno de los presuntuosos edificios de Mérida, y
en él pasa casi todo el tiempo llevando una vida de ana­

O EL CA L VA RI O DE L A S SE GOVI A S
— 142—

c oreta. Pero cuando se aventura a salir l o hace e n l a


misma forma que los magnates cerveceros d e Chicago:
rodeado de escolta, media docena de hombrachones bien
armados, ágiles y avezados a la lucha, que lo han acom­
pañado desde que logr6 evadi r a los marinos americanos
repetidas veces en las montañas de su pafs, habiendo to­
dos-ellos escapado j untamente con Sandiiio, siguiendo
una r uta a través de la frontera de Honduras.>
<Cuand o s e encuentr a en s u r et ir o de l h otel, su s
g uardias se relevan, sentados en una puerta, con u n oj o
siempre alerta en eÍ patio de entrada, para ver q uienes
entran y salen, pues según se asegura, Sandino temeque
vayan a asesinarlo. A su llegada hace algunas semanas,
por aeroplano, procedente de Veracruz, donde solamente
se detuvo algunas horas, al tener aviso deque alli no se le
permitiría quedarse, este caben ll a r evolucionario de 33
años, pronunció un discurso en la plaza pública de esta
ciudad, clamando contra el I mperialismo Yankee, el cual
sigue siendo su tema favor ito.i
<Pero por a hora, es un guerrillero s in t ropas, y s e­
un parece, no ha hecho muchos adeptos por estos rum­
os, a pesar de que cuenta con numerosos simpatizado­
res en e l E stado de Y ucatán. Su ex istenci a est á r odeada
de misterio, y se negaba en un principio a conceder una
entrevista, basándose en que el pueblo americano lo odia,
y no podía naturalmente permitir q ue lo entrevistara un
Corresponsal americano. Per o a l v olver l a vista, noté
que en un rinc6n frontero a la entrada del apartaniento
estaban dos soldados de su guardia j ugando en una me­
sa, y me acerque a ellos. H ablaban en español, y tr as
de inútiles intentos de hacerme comprender , desistieron
por fin e hicieron l lamar a u n i ntérprete. E r a éste un
mexicano, de buen tipo y piel aceitunada,.ojos negros
mu y vi vos y p el o lacio, también mu y n egro, quie n co mo
los demás del gr upo de acompañantes de Sandino vestia
de uniforme y portaba su pistola al cinto. Le dije que de
seaba ver a Sandino, e inmediatamente pas6 a una habita­
ción contigua (aparentemente el cuartel General del lfder
rebelde). Esperé unos 15 minutos, no sin dej arme de sen­
tir a disgusto, por l a incesante vigilanci a d e lo s otros
doe.guardianes. . Por fin regres6 e l i ntérprete, y en t re­
g6me una nota en la que se me negaba la entrevista. «El
Gr al . está descansando» me advir tió . P r ob ablemente vol ­
verá después a Nicaragua. No lo sabe todavfa>.
~Le pedi que me informara sobr e los rumores que
han circulado acerca d e qu e obligarfa n a Sandino
a salir de México, y replic6 qu e nad a tenfan d e ver ­

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—148—

dad. En otras fuentes tuve noticias de'que el Gobernador


d e Y ucatán l e h abí a i n dicado q ue podf a p er manecer en
el Estado, mientras se portara bien. Y a h a vivido son
anterioridad Sandino en Yucatán, y trabajaba como me­
cánico en esta ciudad de Mérida. E n México l e conocen
muy bien, pues pele6 con Villa, y aú n se asegur a q ue
acompañaba a los partidarios de éste en su excursi6n- ai
lado americano, contra la poblaci6n d e Columbus, que
motivó el envfo de l a expedici6n punitiva d e Pershing,
duránte la administraci6n Wilson. Vi vib también en New
Orleans, en los años de 1916—1917. Son motivo de conje­
tura los medios de que se vale par a sostenerse. Recibe
ayuda en corta escala de sus partidarios y simpatizado­
res, según parece, y se rumora que solicitó un préstamo
de cinco mi l pesos al Gobernador de Yucatán y que le
fué negado. Tenfa el prop6sito de radicarse en la ciudad
d e Mér ida, per o en V eracru z se le notific6 d e qu e n o se
tolerarf a all f s u presencia, y entonces decidi 6 venirse
a la península+.

LO QUE HACIAN L O S L UGA RT E NIE NT ES DE SANDINO,


MI E NT RA S ÉST E P E RM AN ECf A E N M É X ICO
Dejemos por el momento a Sandino en México, r o­
deado de sus ayudantes en todo momento y t urnándose
hasta de noche, como en plena campaña, porque Sandino
vef a en todas par tes en emigos, y t enf a l a monomanfa de
la persecución, y veamos l o que pasaba en Nicaragua a
fines de 1929.
En esos dfas el cabecilla de la melena rubia, Miguel
Angel Ortezg a la cabeza de su banda, cayó como una
avalancha sobre la hacienda ~E1Cipián>, de la propiedad
de don José Benito Padilla, en j urisdicci6n d e Somoto,
chalequeando al mandador y saqueando completamente
la Casa Hacienda. El propietario Sr . Padilla, que por
suerte se encontraba fuera del lugar en esos momentos,
se percibi6 al llegar de la invasi6n de los sandinistas y
huyó entr e e l monte, salvando as f s u v ida. Mientras
tanto, ese mismo dla, a una legua de la fronter a hondu.
reña, en el lugar llamado cL a g uemazón>, en jurisdicción
de Sta. Marfa, del Dpto. de Nueva Segovia, los aprecia.
bles y honrados agricultores Herm6genes é Hilario c e­
laya sucumbfan a manos de otra cuadrilla sandinista.
Otro crimen horrible fué el cometido en l a persona
del honrado ciudadano don Braulio Morrás, a dos leguas
de Terranova, a quien en la noche del 12 de Octubre de

O EL CA L VA RI O DE LAS SE GOVI A8
—144—

1929 capturaron las fuerzas de Sandino, cuando Morr ás


regresaba de Managua. Gentes que pasaron el dfa si­
g uiente por ese lugar dieron parte a la s autoridades de
h aber encontrado a un hombre casi hecho picadillo. E r a
el infortunado Morrás a quien le aplicaron 25 machetazos,
y por si quedaba vivo, dos balazos de rifle.
Juan Pablo Umanzor, otro de los implacables cabe­
cillas que goz6 del cariño y confianza de Sandino h asta
el último momento, cometfa también actos salvajes, cuyo
s olo relat o causa espanto. E l df a 10 de Noviembre de
.1929, la temible banda de Umanzor, portando divisas roji­
negras, lleg6 a la casa de l a f amiÍia Hernández, en «E l
Horno>, situada entre Macuelizo y Somoto, asesinando a
machetazos al anciano jefe de l a famili a do n Cornelio
Hernández, a vista y presencia de sus aterrorizadas es­
posa e hijas. Luego cerr 6 l a s puertas de l a casa y le
prendió fuego a ésta, por los cuatro costados, quedando
adentro sus moradores y a continuaci6n l argose con su
gente. La familia, sitiada entre las llamas, pudo salvarse­
milagrosamente, no sin sufri r algunas quemaduras.
Xl lector ver á que estos hombres inhumanos tr ata­
ban de superarse, los unos a los otros, en l a r efinada
crueldad con que llevaban a cabo sus crfmenes.
El 11 de Noviembre de 1929, a cuatro leguas de Yalf,
un grepo de sandinistas comandados por Carlos Salgado
cometi6 un crimen espeluznante. Capturaron al Sr . Ma­
nuel E scobar , l e q u it aron el calzad o y le inf i r ieron varias
h eridas en ambos piés. E n est e estado l e obligaron a
caminar por espacio de una legua, y viendo, al llegar al
sitio llamado Los Achiotes, que Escobar estaba imposibi­
litado para seguir caminando, lo ultimaron, propinándole
1 5 machetazos y dos balazos. No contentos con ésto, le
cortaron los brazos, los que arroj aron lejos del lugar.
D on Héctor Bermúdez, er a u n buen pedagogo y
m ejor ciudadano, originario de Masaya, quien haci a mu ­
chos años se habfa trasladado a vivir a la s Segovias, en
donde contraj o matrimonio y logr6 formar una hacienda
a cost a d e t r ab aj o y s acri ficios. E s ta h acienda e ra d e
café, y la guerra de 1927 y las hazañas de los bandoleros
le impidieron recoger las 4 últimas cosechas. Si n embar­
go, teniendo multitu d de compromisos pendientes, que
s6lo podfa satisfacer recolectando y vendiendo s u c afé,
d dhidió hacer l o primero, en e l mes de Noviembr e de
1929,. para lo cual se aprovision6 y se dirigi6 a su hacien­
da con su hermano David y doce operarios. E stando en
su propiedad fue asaltado por fuerzas sandinistas, cu yo
jefe le exigi6 presentar el permiso de Sandino par a po­

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
--145—

der cortar y sacar e l café, que según e l decir d e ellos


pertenecía a las "Fuerzas libertadoras". Y c omo el p obre
Sr. Bermúdez no había llenado este requisito, fue inme­
diatamente ejecutado, y herido de gravedad su hermano
David, quien se hizo el muerto, siendo esto lo que le sat­
v6 de correr la suerte de su infortunado he rmano. Lo s
operarios„ como se comprende, húyeron a la desbandadq,
dejando l a hacienda sola, perdiéndose cuanto e n ellh.
h abía, en muebles y utensilios, así como l a cosecha' de
café. E ste hecho ocurri6 el 11 de Noviembre.
El día 18 del mismo mes fue asaltado el pequeño
pueblo de San Lucas, en j urisdicci6n de Somoto, Nueva
S egovia, y después de dar muerte a varios vecinos y dé
saquear diferentes puestos de ve"..'. . Ie prendieron fuego
a l a Casa Municipal, quedando no s6lo ést a r educida a
cenizas sino también los archivos y muebles.
Es de advertir, que este hecho no tenía justificación
alguna, pues no había en el lugar ni Guardias, n i Mari-'
nos Americanos. E l j efe de esta banda era Modesto Es­
calante, quien como u n agregado al acto d e barbarie
cometido, se llev6 secuestrada a la Maestra d e Escuela,
Sr ita. Juana A . González.
El Alcalde de Telpaneca informó el 28 de Noviem­
bre de 1929, que un grupo de bandoleros había invadido
el valle de El Carbonal, situado en 'aquella j urisdicción
saqueando la casa del Sr . Casiano Gómez y asesinando
luego a un hij o de éste y a un sirviente de la familia
Otra ir rupción hicieron en el Valle de El .Lim6n, en
donde robaron todo lo que había en los ranchos de lok
pobres campesinos.
D os días después, una cuadrilla sandinista asaltó .a
hacienda ~L a Colonia», en j u risdicción d e M atagalpa, sa­
queando cuanto habi a en ella, y l o s muebles que no
pudieron llevarse, los destruyeren en insania salvaje.

REFINAMIENTO DE CRUEL DA D DIGNO


DE PASADAS ÉPOCAS
El 4 de Diciembre lleg6 a la capital el comerciante
segoviano do n Adá,n M aradi aga, quien tení a s u estable'
cimiento en el pueblo de Telpaneca. Por él 'se supieron
m ás detalles de l a mu er t e d e do n Nicano r E spinosa, d e
que ya nos ocupamos anteriormente.
El Sr. Maradiaga refiere que don Nicanor, antes de
s er decapitado, habí a sid o salvajemente mutilado. Si n
embargo, nuestr o i nformante dice, que lo que l e había

O EL CA L VA RI O D E L A S SE GOVI A S
—,146—

impresionado más, fué el suplicio y muerte infame que le


dieron a una pobre mujer, en vísperas de ser madre, en
el Valle de cE l Limbni , de la j urisdiccion de Telpaneca.
Una desenfrenada cuadrilla sandinista cay6 de improviso
una tarde en el r eferido lugar, donde capturaron a una
agraciada j oven india, que se encontraba e n ci nta, y
como no encontraran a s u marido, a quien tenían ins­
tr ucciones d e matar , se llevaro n a Ia i nfeliz muchacha, a
l a que interrogaron sobr e el paradero de su esposo, y
como ésta no supiera decirles nada, porque realmente lo
i gnor aba, en tonces l e amarr aro n e l p i é d erecho e n el
tronco de un árbol, y el pié y l a mano izquierda en un
á rbol cercano, dej and o a l a desgraciada m uj e r e n u n a
osici6n e n e x t r emo violenta, q u e l a hací a da r g r i tos.
espués de tenerla durante largo tiempo en es a f orma,
siri r espetar a l a i n ocente v íctim a l e h undiero n v ar ias
v eces las cutachas en el vientre, a consecuencia d e l o
c ual murió la infeliz, j unt o coi> el hij o que llevaba en
sus entrañas.
Estas v íctimas p udieron recibi r c r istian a sepultur a,
hasta que una comisi6n de marinos americanos lleg6 aÍ
lugar , pues nadie se atrevía a tocar los despojos d e ni n­
g un a víctim a d e l sand i nismo , p o r que ell o eq uivalí a a
cavar su p r opi a sepul t ura.

INT ERESA NT E A NÉCOOT A


E n la defensa que hacían los segovianos de sus vi .
das y haciendas, ha y an écdotas i m pr esionantes, q u e si
no fuera por el temor de cansar a nuestros lectores, las
relataríamos en este libro. Si n embargo, allí va una:
E n el lugar llamado Guayasuca, en j urisdicción de
8omoto, tr es hu mildes h ij os del campo, d e esos qu e sa.
ben en fr ent arse a las d i ficultades y j u g ars e l a v i da,
regresaban u n dí a d e l a ci udad d e Soni oto, con dirección
a sus viviendas en el c a mpo, después de haber hecho
a lgunas compras. L os tres llevaban su s cutachas baj o
el brazo, y aunque conversaban, iban observando precau­
t oriamente los recodos y m alezas qu e bor deaban el cami .
no. E sto ocurría a fines de Noviembre de 1929. Cuando
menos l o esperaban su rgi6 de l mm te, como vomitado
por ,un genio invisible, un grupo de cincho hombres, con
l a d ivisa d e Sandin o en el sombr er o y en el cu ello , l o s
que. tendieron sus rifles sobre los campesinos, que se en­
contraPan como a 30 varas de di stancia, ordenándoles
paeerse manos arriba. El campesino nicaragiiense es muy

E L V E R D A. D E R O S A N D I N 0
—147—

vivaz y tiene rara serenidad en los momentos de peligro.


Los requeridos hicieron l o que se les ordenaba, levan­
t ando los br azos; per o l l evand o amar r adas e n e l p u ño
las cutachas. Los sandinistas confiados bajaron sus rifles
y esperaron que aquellos se aproximaran par a quitarles
lo que llevaban. L os tres campesinos abanzaron hacia el
gi'upo, y tan lueg o estuvieron cerca de su s enemigos,
como si h u biesen d elineado u n p lan, co n r ap idez y san­
gre frí a admirables, descargaron certeramente sus cuta­
chas, d e r r ib ando a t r es d e lo s asaltantes y cargando
inmediatamente sobr e los otros dos; lograron h er irles,
huyendo éstos al ver a sus compañeros en el suelo. Tres
r ifles fu er o n captur ados por estos valientes, lo s qu e r e­
gresaron a Somoto a dar parte de lo ocurrido y a entre­
gar las armas capturadas. E l Jefe de l a Guardi a felici­
tó en tusiastamente a lo s b r avos campesinos, r eputando
aquell a acci6n com o alg o sensacional, y en pr emi o de su
arroj o el j efe americano le s entreg6 los rifles tomados
por ellos a los sandinistas.

EL AÑO D E 1930
1929 se h abí a h u n did o e n l a et er nidad de l í,iemnn,
sumándose a la cadena de sufrimientos experimentados
por los h abitantes del N orte d e Nicaragua. E l a dveni.
miente de un nuevo año ninguna esperanza traí a para
aquellos afligidos habitantes de la Segovias, ya que has­
ta la misi6n evangélica había caído como semill a vana
sobre la arena calcinante de las pasiones desencadenadas.
Mientras Sandino se paseaba por México, con su . Estado
iMayor, tratando de obtener recursos para hacer más fuer­
te l a devastación de Nicaragua, en el teatro de operacio­
nes de las Segovias, se erguía la figur a nefasta d e Pe­
dr6 n A l tamir ano, quien habí a quedado a l f r ent e d e las
bandas sandinistas, en ausencia de su jefe.
He aquí el aprecio qu e Sandino hacía de Pedr6n
Altamirano. E n una carta fechada el 2 de Enero de 1930,
le dice lo siguiente:
"Mi muy apreciado hermano:
Le remito a Ud. cuatro cajillas, parque 88 especial,
y dos 88 Smith k Wesson, para los qu e l e acompañan
completamente allí . I gualmente le remit o unas hojas vo­
lantes, en que pronostican el triunfo completo de nuestra
causa. El Gral. Pedro Antonio Irías tiene conocimiento de
los pronósticos del Padre Reyes, y que se los cuente.
Muy querido hermano: —Tenga Ud. presente y l os
demás hermanos que se encuentran cn esta lucha, de que

O EL CA L VA RI O DE LAS SE OOVI A S
yo soy simplemente, nada más, que un INSTRUMENT O DE
LA JUSTI CIA DI VI NA PARA REDI MIR A ESTE PUEBL O
y que si yo necesito de alguna de las miserias que exis
ten en la tierra, es porque t uve que venir ante Uds., na.
cido también de mujer y presentármeles lleno de las mis­
mas miserias humanas, a como todos l o estamos en este
mundo terrestre, pues en otro caso no podrian Uds.'haber­
me creido, si yo no hablara y' estuviera lo mismo que Uds.
Tenga Ud. presente, Gral. Pedro Altamirano de que
yo lo estiuio sinceramente a Ud. y deque Ud.y los que nos
acompañan si em pr e han est ad o e n ot ras exi st encia s con­
migo.
Usted, 'el Gral. Pedro Antonio I rias y su muy apre­
ciable familia, reciban el cariño de su hermano que le(
estima, asi como de que tengan un feliz 1980.
Patria y L ibertad
A. C. SANDINO
[Aqui un sello.]
Las ideas de Sandino
se asimilaban en la cabe­
za de sus lugartenientes,
haciendo qu e al gunos
de ellos se volvieran su­
persticiosos como el. Pe­
drón, po r ej emplo, te­
mia que, por arte de ma­
gia le adivinaran sus co­
r rederos y l ugares de
dormir, y una vez a una
m uchacha que lo vi b l a
f ustig ó h o r r i bl ement e y
luego como corolari o ase­
sinó a su padre.
V eamos como ocurr i ó
este hecho:
E l di a 25 de Ener o de
1 980, l a Banda d e l a
Muerte, qu e comandaba
el feroz Pedrón, i ntensi­
ficó su obr a d evastadora.
L a pr imer a v i ctim a f u é
Pedro Altamirano, alias Pedrón, e l Sr . Nicolás Palacios, a
y su hij o del mismo nombre y ape­ c uy a hacienda Sta . Bár ­
llido, el primero de los cuales quedó
con poder generalisimo, en la cam­ bara llegó Pedrón, solo
paña de extermini o qu e tenia por e n busca de una hij a de
teatro los ricos y fecundos campos Palacios, que según aqubl,
segovianos. por arte d e adivinación

E L V E R D A D E R O S A N ;D I N O
—149—

informaba a sus enemigos de los sitios donde é l operaba


Al encontrarla, la amonestó diciéndole, que si volvía
nunciarlo l a mataría., y act o continu o l a fustig6 hasta de­
jarla exámine. Su padr e llegó en ese momento, e indignado
dijo a Pedrbn: «Máteme a mi, y no a mi .hija», «Perfecta­
m ente», l e contestó Pedrón, y acto seguido di 6 muert e al
seüor Palacios.
Esta misma banda de Pedrón llegó a l a propiedad de
don Cipriano Rízo, ordenando dieran fuego a l a casa, que­
mándose también todo el cafe trillado que habia en l a ha­
cienda.
CARACTERfSTICAS DESPÓTICAS DE SANDINO
Sandino era un tirano con sus subalternos, y aunquele
o bedecian y respetaban sin objetar, había veces en que la
insolencia del Jefe Supremo se hacia i ntolerable. Ci ert o di a
Sandino tuvo un disgusto con Carlos Quesada, miembro de
sus tropas. Quesada era un hombre valiente y t enía mu­
chos amigos en las filas. Durante l a discusión , qu e se i ba
agriando poco a poco y subiendo de t ono, Sandin o i nsultó
de manera despiadada a Quesads, y éste, por contestación
lo desafió, y acto seguido. tomó un rifle de manos de l 801­
dado que más próximo estaba y se l e enfrentó. Sandino,
prudentemente, se limitó a darle de baja, sin tomar ni por
pienso l a actitud i rsscible, que cualquiera hubiese esperado
de él , dados sus antecedentes.
Estando en México, escribi 6 Sandino a Coronado Ma
ra,diaga, que operaba en las Segovias, dándole cuenta de lo
q ue l e habia ocur rido con Q,uesada, y ordenándole qu e si
este ex j efe se presentaba en su campamento, l o pasara por
las armas inmediatamente.
Como se ve, era más fácil dar una orden como esta,
que n o exponer su preciosa vida s l golpe de una bala, bien
dirigida por la mano fuerte de un hombre como Q,uesada.
En el curso de esta obr a se v erá, que Sandino, siem.
pre eludió el peligro, siendo en v erdad un héroe de r elum­
br6n.
ME N T I RAS DIF U N DIDAS POR SANDINO PA RA
DESPERTA R EL E N T USIASMO
K l 22 de Marzo de 1980, durante su permanencia en
México, Sandino' recibió una carta de su lugarteniente Pe­
drón Altamirano, informándole que después de dos meses de

O EL CA L VA RI O D E L A S SE GOVI A S
—150—

sitio a Jinotega y Matagalpa, ambas plazas habian caido en


su poder, habiendo derrotado a 600 marinos y Guardias
Nacionales, que dejaron todo el tren de guerra y transpor­
tes, los que iban a servirle a él para continuar su avance
hacia las principales poblaciones del interior . Mentir a t an
extravagante como ésta, es de suponer que era aconsejada
por el mismo Sandino, para despertar el entusiasmo entre
sus amigos de México y que le dieran la ayuda que anda­
ba buscando. Pedr6n, es cierto que pis6 tierras del Dpto.
de Matagalpa, pero jamás l a cabecera, imprimiendo a su
paso huellas de desolaci6n y de muerte. L a hacienda «L os
Milagros», en j urisdicción de Matagalpa, y de l a pr opiedad
del súbdito inglés don Csrlos G, Potter fu éi i ncendiada por
l as fuerzas sandinistas, el 22 de Abri l de 1980, las qu e de
previ o procedieron al saqueo de l a propiedad, Su dueño
habia pagado una serie de contribuciones, para no exponer­
se a las iras de los facinerosos, Si n embargo, el ansia de
dinero hacia que las contribuciones se sucedieran unas tras
otras, si n que bastar a l a pr ontitu d y l a buena disposición
con que habian sido satisfechas. El Sr , Potter decidi6 un
dia no dar un centavo masa quienes veian en él una mina
de oro, y est o fue suficiente par a qu e s e decretar a en el
C uartel Gr al . Sandinist a l a destrucción d e s u pr opiedad y
la captur a de su persona, si fuer e posible.
En esos mismos dias f u e asesinado el Sr . L ui s Cruz,
en ocasión en que andaba buscando a su esposa, que se
encontraba huyendo de l a persecución sandinista. Cr uz mu­
rió chalequeado a manos del cabecilla, Félix Pedro Ii errera.

SANDINO SE MUEVE PARA REGRESAR


A NICARAGUA
Volvamos a M é x ico, donde Sandino y lo s s uyos se
ingeniaban l a forma de sali r si u obstáculos par a Nicaragua,
para segui r sus andanzas guerreras. D urante l a pe manen­
cia del j ef e insurrecto en aquella república, se hi ci ,ron las
g estiones del caso por part e del Gobno. dc Nicarag a a f i n
de que el d e Méxic o controlase la estada de l rebelde en
aquel pais, par a ev itar que regresara a continuar su tarea
de devastaci6n en las Segovias, contribuyendo asi a l a pa­
cificacion de Nicaragua. El Gbno. azteca, aunque no habla
reconocido al del Gr al . José Mari a Moncada, hast a t anto
que los americanos no salieran del t er r itori o de Nicaragua,
dict6 sin embargo las ordenes del caso, y Ssndino empezó

E L V E R D A D E R O B A N D I N O
—151—

a ser vigilado en t odos sus movimientos. S e cree, con


fu ndamento, qu e l a s autor idad ; s sub al terna s e n aquel
p aís, encargadas de vigilar a Sandino, no prestaron l a
atención que el caso requería, o se hicieron d e l a vista
gorda, por simpatías con el guerrillero. I.o cierto es, que
el cabecilla regres6 a Nicaragua, con t antas o. mayores
facilidades que las que tuvo para irse.
V eamos l as d if er entes per ipecias d e s u r et or no a
N icaragua, después d e casi u n añ o d e per manenci a en
aquella república, y d e haberse puesto en contacto con
el Partido Comutiista.
Sandino, después de radicarse en Nérida, ocupando
un ap ar tamento en u n hotel , se tr asladó a u ii a casa en
l a Calle 50, Sur , dedicándose a realizar v i ajes a la s c i u .
dades y pueblos cercanos a l a costa, tales como V al lado.
lid, E spita, Ti zi mi n y o t ros, donde co n d i ferentes pr etex­
tos permanecía días y hasta semanas. Posteriormente y
cuando su s ausencias d e N ér id a n o er an ta n n o tadas,
llegó a Ciudad México, D. F., de donde salió misteriosa­
mente, a raíz de que los comunistas comenzaron a inten­
sificar su propaganda a favor de él , asegurando varios
de su s a migos qu e eso f u é sol amente un a maniobr a del
m ism o Sandino , p o r conduct o d e su s a y u d antes, par a
l lamar l a atenció n pú blica haci a otr o l ad o y qu eda r en
libertad d e mov i l izarse de acuerdo con las circunstancias,
j ustificando su salid a r epentina, po r l a captur a d e u n o
de sus ayudantes: Pav]ovitch, que en esos días había
sido detenido por comunista. Más tarde se hizo correr
el rumor de que había estado en Veracruz, de donde des­
apareció ta n mister iosaniente como kiabía llegado; p er o al
i nvestigars~, se descubri 6 qu e Sandino se encontr ab a d e
nuevo en M ér ida, po r l o que t er nl in ó e l sensacionalismo
de su s vi ajes. Cu an W t a atenció n pííbWea habí a d ecre­
« ido, Sandino , h acíendo creer . qu e ib a a ef ectua r su s
acostumbrados vi ajes, dentro del tety itorio mexicano, se
encaminó a Veracruz, en dond e se embar c ó p ar a G u ate­
mala, el 26 i e A b r i l d e 1980, llegando a l a capital chap>­
na el I " d e Mayo del mismo año. Permaneci6 e n esta
ciudad po r t i es días, hospedado en el apar tamento No 12
del l l otel Colón, bajo el nombre de Crescencio Rend6n.
A l A d ni i nistr ado r de l H otel l e hizo cr eer qu e él er a un
conierciant e salvadoreño qu e ll egab a en ' i aj e d e nego­
c ios. L u ego, a las 9 d e l a noche, sali ó a l a calle, y se
diri«iói a la casa de habitaci ón de su amigo y propagan­
d ist;i i l escr ito r Gu stav o A l emán B olaños, a q uie n no
c nconlr ó po r h allarse éste en E l Salvador . E n tonces se
dolió a coiiocer a s u esposa, manifestándol e e l p r opósito

() EL CALVARI O DE L A S S E Q O V EA S
que tenfa de regresar a Nicaragua, y el deseo que abri­
gaba de cambiar impresiones eon sus amigos.
El dfa 3 de Mayo sali6 Sandino de Guatemala con
rumbo a Nicaragua, haciendo escala en San Salvador, don­
de pas6 de inc6gnito, par a e l público, per o n o par a el
Gobierno, que le prest6 toda facilidad para viajar por el
territorio salvadoreño y entrar a Honduras por su fron­
tera, encaminándose po r tierras de la vecina del Nor te
con plenas garantfas hac>a su cam­
pamento de las Segovias, par a rea­
nudar con más fuerza su campaña.
SIGUEN LOS CORTES DE
Cl-iAL ECO
E n los últimos dfas del me s de
Mayo de l930, una banda sandinis­
ta, cnmo d e doce h om br es q u e me.
rodeaban en l os lugares llamados
Co16n, Alamanji y Sacacli, jurisdic­
ci6n de Jinotega, en el último lugar
dieron muerte al honrado ciudadano
don Santiago Gutiérrez, haciéndole
el famoso <corte de chaleco», crea­
c ión del feroz Pedr6n. A dicho Sr .
lo sacaron d e su casa, en dond e es­
t aba en compaüf a de su esposa é
hijos, con el pretexto de que les sir­
v iera de gufa. E l sali 6 montado a
caballo, pero en el camino lo obliga­
ron a bajar de la bestia y a quitarse
las espuelas. Cuando se agach6 para
hacer est o ú l timo, l e descargaron
un fenomenal machetazo en el t r on­
c o: del cuello, y l u ego otr o q u e l e
parti6 el cráneo en dos tantos. Des­
p ués le separaron a machetazos la l>on Santiago Gu­
cabeza del cuerpo, l e dej aron li m­ ti érrez, cuya hor r i ble
ios los bolsillos y s e l levaron l a muerte , efectuada
estia en que montaba. Los que tal por cobardes asesi­
h icieron pertenecfan a la banda de nos se relata 6n las
ant eriores lineas.
Miguel A ngel O r tez, un o d e l o s l u­
gartenientes más queridos de Sandin
EL COR TE DE C H A L E CO Y E L C OR TE DE C U M B O
El f atal «Cor te de Chalecos, in ve ntado p or P e d r6 n„
y de l q u e muchas veces se hablar á e n est a o bra, h abfa
e ncontrado un hermano espeluznant e en el +Corte de
Cumbo», invenci6n de los Centeno, familia sandinista .del
Valle d e Namanj i, del D pto. de Matagalpa, quienes l o en­
sayaron en la persona del Sr. Estanislao Altamirano, Ca­
pitán de Cañada, del Valle de L a Corneta, en venganza
de la captura del j efe de dicha familia, llamado el Ren.
co Centeno. Consistfa el cCorte de Cumboi en la ablación
del cráneo, o sea la separación de esa parte de la cabe.
z a, que vulgarmente se llaman «guacal' . Este cor « lo
hacia un macheter o e xperto, con una arma ' bien filosa
La victima mcrfa, pero n o instantáneamente, sino des.
p ués de largas horas de convulsiones terribles, co n l a
p érdida total del equilibrio, y con una agonfa igual al a
de un pollo al que hubiesen tronchado el pescuezo.
Desde que el r eferido Renco Centeno fué capturado,
los sandinistas anunciaro n que el Valle de l a Corneta
serfa saqueado e incendiado, y efectivamente asf l o hi­
cieron, capturando al Sr . Estanislao Altamirano y ensa.
yando en él el inhumano «Corte de Cumbo». E l herma­
no d e éste A br aham A l tamir ano, f u é captur ad o y t o r t u­
rado con puntazos de cutacha, lográndose milagrosamente
escapar, porqu e h e rido r epetidas veces se desplom6,
creyendo sus victimarios que estaba muerto. E n estado
lamentable fu é llevado a Matagalpa, donde no sabemos
si logró salvarse. L os foragidos qu e cometieron estos
h echos y que incendiaron y saquearon el Vall e d e L a
Corneta, llegaron en ndmero de 20, y se retiraron vivan­
do a Sandino y a Marcial Rivera Zeledón, lo que hace
creer que éste era el j efe de esa banda.

ESPOSO ULTRAJADO QUE BUSCABA A SU


COMPAÑERA Y EJERCE UNA
ATROZ VENGANZA
En la segunda semana de l mes de Juni o d e 1930,
se presentb ante las autoridades de Matagalpa un agri­
cultor, de apellido Ubeda a denunciar los terribles ultrajes
y atropellos que él y su esposa habfan recibido del ca­
becilla sandinist a Silbino Herrera, quien con su cuadri­
lla operaba entre Jinotega y Matagalpa, cometiendo he­
chos delictuosos de todo género. Refirió el Sr.Ubeda. que
pocos dfas antes Silbino se habf a presentado en su pe­
queña propiedad, habiendo sido él amarrado y azotado
sin misericordia, y su esposa llevada hacia l a montaña,
en donde durante 15 dfas la retuvo por l a fuerza, abu­
sando criminalmente de ella. E ste caso f ué puesto en

O EL CA L VA RI O DE L A S SE GOVI A S
—154—

conocimiento de las autoridades mi litares, y el Jefe De­


p artantental de l a Guardi a en Matagalpa prometi ó al
afligido marido que cuando .Silbino fuer a capturado, de
cuyos crímenes ya se tenía noticias, se le avisaría, a fin
de qu e fuer a a acusarl o ante los j ueces. Má s el ag r avia­
do esposo no se satisfizo con tal promesa, v dijo : «Por
qué no van a capturarlo yaks—«Porqué no sabemos don­
d e está>», se l e contest6.— «Yo m e o f r ezco a g uiar a l a
autoridad, hasta dar con ese bandidos, repuso. A nte tal
ofrecimiento, el Tente. Pennington, G. N., de servicio en
Matagalpa, sali6 con una patrulla a buscar al malherhor,
guiado por el denunciante. E l 11 de Junio llegaron a un
paraje muy frecuentado por labanda de Silbino, y le ten.
d ieron una emboscada, hábilmente dispuesta. Silbino y
sus hombres cayeron en ella, y la .Guardia di 6 buena
cuenta de los foragidos e n pocos minutos. Unos pocos
disparos y cuatro s andinistas yacían m uertos sobre l as
arenas del camino. Uno de ellos er a Si lbino H err era;
per o como se necesitaba ident ificarlo, y na die lo conocía,
Ubeda lo sac6 de apuros, diciéndole: «No se aflij an». Va­
monos, y l l evémonos
«ésto» par a qu e l o r eco­
nozcan en Matagalpa. «Es.
to», era la cabeza de Sil­
bino, que habia sido cer­
cenada po r e l ma r ido
escarnecido día s antes,
en lo más delicado que
tiene u n hombre, como
es el honor de su esposa.
NEXOS DE SA ND INO
CO N E L PA RT IDO
C OM UNIST A D E
MÉ X ICO
Poco a poco iremos
presentando a uestros
lectores, prueb a ine­
quívocas de qu e an dino
pretendía llevar a cabo
iSilhino EIerrera, sanguinario ca­ en Nicaragua el implan­
becill a sandi ni sta , ra pto r d e m uj e­ tamiento de las ideas co­
res casadas. Causa h or ro r contem munistas, si n acordarse
piar esto, pero i a ofensa era tan q ue, en un país como el
grande, que toda venganza parece nuestro, no existen tales
ju st i fi cada.
problemas, porque abun­

E L. V E R D A D E R O 8 AN D I N O
— 155—

dan ,las tierras, el trabajo no falta al que desea 'hallarlo


y los me dios de v ida c asi l os dá l a n a tu ra leza. R l Y ín ico
problema que hemos tenido ha sido bl d e l a poca circu­
laci6n de la moneda, y por consiguiente l a difíci l obten­
ción de .lo que nos viene del extranjero. Este es un pr o
blema del Gbno. Liberal de Nicaragua, uue h a t r atado
de resolverlo de la mejor maner a posible, pudiendo en­
f áticamente decirse que en tr e nosotro s n o exist e l a m i ­
seria, que ha dado orígen a las ideas comunistas, que han
germinado en otros paises por el desequilibrio entr é las
clases sociales. Tampoco existe en Nicaragua el Capita­
lismo, por lo li mi tado de los negocios y por l a escasez
de habitantes con qu e .cuent a l a Rep úb lica; qu é n o p er'
mite que haya un negocio grande en u n pai s peqaeho,
cuyas ex portaciones han sido limitadas po r b a rreras
aduanales que han sido levantadas por sus mismas her ­
manas del i stmo.
Entre los libros hallados en poder de Sandino; hay
varias obras de exaltados comunistas v sindicalistas, en
has que se.empap6 de seguro el espíritu ávido d e noto­
riedad del guerrillero. E n una de estas obras, llamada
«El Sindicalismo+ editada en Barcelona, po r Fr ancisco
Cañadas,.Sandino tuvo el cuidado de subrayar los si­
guientes párr afos:
(Pág. 20) «La trascendencia del sindicalismo, es tal,
que se ha comparado este movimiento al de l a i nvasi6n
de los bárbaros y sl de l cristianismo primitivo; y por
ciert o que' e l parang6n no es excesivo. Tien e ci erta
semejanza con aquélla por el impetu transformador que
l e anima ; p or que es una fuerza ar r ollador a que i nundar á
y desbordará los cauces del antiguo Derecho, de las afie­
jas costumbres, rompiendo todos los diques, cambiando
por co mplet o t o dos lo s r elieves del panor ama. De l se­
gundo, presenta todos los caracteres d e concentraci6n
espiri tual d e mí stic a ex altaci6n, d e i n t uici6 n cr eadora.
E L L E V I ATA N SI N DI CA LI STA 7 MI N A Y SOCAV A L OS
CIMIENTOS DE L A SOCIEDAD BVRGUESA, COMO LAS
C ATACUMBAS TALADRABAN L AS ENTRAÑAS DE L A
ROMA CESAREA».
(Pág. 80) cLA ACGION D IR EC TA. Si se aprecia así
en esta. forma , t a n enconad a y t er minante, la ' r eal idad
social de la LUCH A D E CLASES, parece 16gico que las
ar mas qu e deban emplearse contr a el capitalismo no sean
exactamente iguales a las que se esgrimieron el siglo pa­
s ado y so n cor r ientes aú n en tr e los socialistas. E l si ndi ­
calista desprecia desde luego toda legislaci6n social, r e­
.pudia cualquiera ingerencia politica o de otra especie, no

O EL CALVARI O DE L A S SE OOVI A S
acepta' «rbitrajee; ni otraa intervenciones que las propia.
mente obreraa y patronales. S olo e a v aledera p ara e l
aindicalista L A LUOH A DI RECTA, E f CUERPO A
CU E RP O CO N E L BU R G U E S, n i i nt er medi ar ios; ni tes­
t igos: el duelo a muerte y si n condicionea . . . . a
Lo repetimoe: estos y otros párrafos fueron subra­
gadoa con lápiz roj o por Sandino.
Ahora veamos los nexos que. él tuvo co n el Comu­
nismo de México.
Algunos ge sua amigos, oficiosamente y por m6vilea
políticos, quisieron negar esta especie; aún el mismo Pe­
dro José Zepeda. Pero lo escl ito, escrito queda, y acon­
tinuaci6n traacribimoa varios importantes párrafos de una
carta qee el Sr . Ernesto Carrer a eacribi6 a Handino, con
fecha 18 de Juicio de 1980, desde San Savador, y que
comprueban n u~ tr o aserto.
Helos aquf:
"Ahora quiero quc ' pasemos a tratar otros asuntoa
de no menor importancia.
" Cuando supe que Ud, ae hallaba nuevamente en
L as Segovias iniciB aqui una campaña de propaganda a
efecto de hacerle ambiente a su actitud, pues a l mismo
tiempo se verificaban publicaciones tendenciosas en contra.
Al efecto publiquB algunos articuloa y dirigi algunas car­
tas de rectiñcación. L c adjunto algunos recortes.
" Josó Constantino Gonzh,lcz, Estéban Pav letich y
Marti se encuentran en esta, y me han dado informes ver­
daderamente desconsoladores, dccepcionantcs. Parece que
desde MBxico sc enfocan los cañones dcl ataque periodis­
ticn contra Ud. S c l c acusa de tr aici6n, porque e l D r.
Zepeda, en nombre de Ud. y con amplias y especiales ins­
t rucciones, segun. afirma, hs negado sus nexos co n el
Comunismo y con la L iga Ant i Imperialista y su adhcsi6n
al Gobierno Mexicano.
" Es efectivo, que Zepeda tiene ess smplisima r e ­
prssentaci6n, y esas instruccioneaP
"Esto uos desconcierta. Y nos deja entrever la solu­
ción de muchas incógnitas. Nosotros, cuando estuv o Ud.
en MBxico, le hablamos con absoluta claridad acerca de
la actitud dual, hipocrita de Zepeda. No es s6lo eso: hsy
hasta explotación de su parte. Y como nosotros, muchos
mi s ll evaron a s u conocimiento las sospechas de qu e
aquel hombre falso jugaba a dos cartas. Me parece adamada
que Ud. tuvo demostraciones muy palmarias. Y lo viene
a demostrar una vez mós eI hecho de que una ver. salido
Ud., l o enemist a co n entidades poderosas, qu e pueden
asr un s ayuda, y co n la s cuales, co m o , sectores anti
imperialistas qu e aon, ' s e deben mantener relaciones
cordiales y estrechas. A menos que pensemos, dc uns
ves por todas, dealigarnos de lbs entidades revolucionarias,

E L V' E R D A D E R O S A N D I N O
—157—

para caer en manos de las reaccionarias, o maniobrar


solos, por cuenta propia, lo cual no esth, de acuerdo con
la lógica.
"No hemos querido creer que esas torpes declara­
ciones de Zepeda sean autorizadas por Ud. Y estamos en
la esperanza de que Ud., al desmentirlas, quit e r otunda­
mente la representación al Dr., que no es digno de ella,
He aqi1i una opinión puramente desinteresada, pues Ud.
bien sabe que estoy desligado de todo sentimiento que no
encarne una pura idealidad ant i imperialista, de acuerdo
con la s andPes necesidades y problemas de ia raza.
rge, pues, en tal caso, una declaración categórica
de Ud. a prueba Ud. decididamente la actitud del Dr . Ze­
peda y sus declaraciones, o mantiene Ud. su s compromi
eos contraidos con la L iga y el ComunismoP De eso esta.
mos pendientes, y Ud. con su clara vision, comprenderh
la importancia que tiene el asunto.
"Esperamos, pues, ansiosos sus declaraciones. Es Ud.
quien tiene que decir la ultima palabra. L os asuntos que
le trato en esta carta, como ver@, son medulares y deben
resolverse pronto y si n vacilaciones.
"Manifiesto a Ud. una vez mhs mi entusiasmo por
la causa, que es nuestra, y me suscribo, con toda conside­
ración, muy Atto. 8. S. y amigo.
[f[ ERNESTO CARRERA"

Carrera, que firma'esta carta, fué persona de signí­


ficación en la polftica guatemalteca. Desempeñó los car­
o s de Oficial Mayor del Mterio. de Educación, Pública y
[rector del Instituto Nacional Central de aquel pafs, én
lugar del Gral . F elipe Ner i F ernández. E stuvo en los
campamentos de Sandino y acompañb a éste hasta México.
Fué muerto trágicamente en la ciudad de Guatemala, en
un lance de honor con el Tente Pulin, militar guatemal­
teco.
CARTA QUE CONFIRMA EL COMUNISMO
DE SANDINO
Después de la salida de Sandino de México, rumbo
a Nicaragua, y ante ciertos decires pupulares que llega
ron a las columnas de al gunos di arios, respecto a las
relaciones del Guerrillero con el Comunismo de México,
e l Dr. Zepeda, viendo que ésto podf a pe judiciar a su
representado, se apresuró a desmentir por l a prensa t a­
les rumorea, lo que produjo una tempestad entre los ele­
mentos comunistas de aquella república, e n cuy o seno
hasta se.acusó de traición a Sandino. Veamos los siguien.
tes importantes conceptos de una carta del Sr . J . Cons­

O EL CA L VA RI O D E L A S SE GOVI A B
íantino González, entdhiasta sandinista, que actu6 varias
veces como Srio. del rebelde de lss Segovias.
"Sn. Salvador, 18 de Junio de 1980.
Sr. Gral. Augusto César Sandino, E n donde esté.
5fi querido General:
Pongo en esta carta toda mi lealtad de amigo y de­
voto de un ideal común, para enviar a Ud. un afectuoso
saludo y mis felicitaciones por su brillante retorno a Ni­
caragua, par a r easumi r e l mando de nuestro glorioso
Ejército. Todas las pr evisiones hechas en torno de su
regreso por ti erra, salieron exactas, y d e ello debemos
felicitarnos los que estamos en espiritu y en verdad con
usted.
Cumplido el grato deber del amigo leal y sincero,
Acame ahora tener la pena, de informar a Ud . mi defini­
tivo y r adical rompimiento con el Dr . Pedro José Zepeda;
rompimiento que Ud. había previsto,y que no consideraba,
porque creía que su representante cumplir ia las promesas
hechas a Ud. y a mi, en relación con una actitud digna y
arm6nica par a tr atar los delicados asuntes encomendados
s é L Desgraciadamente no fué asi, y sobrevino l o fataL
Ahora creo cumplir con un deber aí informar a Ud. Iss
causas de ese rompimiento, que son las siguientes:
iq —No haberse puesto el Dr . Zepeda en una posici6n
l6gica y consecuente con Ud. y su s amigos, puesto que
sus frecuentes ataques al Partido Comunista originaron
las declaraciones que encontrar á Ud. en los recortes que
le envío. L as impr udentes y torpes declaraciones del Dr .
Zepeda causaron l a r uptur a entr e su s amigos, con las
consecuencias fatales de un escándalo innecesario. Zepeda
afirma que obedeció instrucciones suyas al proceder así.
2y —Zepeda olvid6 sus deberes al dejar en completa
ausencia las obligaciones s su cargo, no contestando las
c artas d e su s amigos, en tr e ellos Raudales e I rías, y
tambien de Rivera Bertránd . No interesándóse en lo más
mínimo porque se cumplier a lo ofrecido a Ud. en for ma
amplía, como es obtener los recursos necesarios par a mi
via]e a ésta, hecho de mi propia cuenta, ni girando dine­
ro a Raudales e I rias, cuando éstos l o necesitaban pe­
rentoriamente. E n cuanto a Sócrstes¡ pasó en olvido sus
promesas solemnes, y perm itió que le tuviesen ocho dias
en la cárcel acusado de comunista. Sócrates fué así oh­
'eto de un ultr aje, sin que se hicieran oi r su s protestas.
' 6crates po r ot r a p art e se mostr ó neg ligente y se ha
dejado arrastrar por las bebidas alcohóhcas, cosa que yo
lamento d e v eras. E stas causas or iginaron qu e no se
v iniese conmigo. El viaje aqui, con fines a contribuir a
la lucha, me costó cuatrocientos pesos de mi propio peculio.
8p- I ndebidamente Zepeda hizo la conj uración del si­
lencio en torno de su regreso alas Segovias. Para romper
este silencio, nn obstante que me amenazaba con desau.
torizarme, yo hice publicar en " L a Prensa" y en "El Gr á­
fico" lo s r eportajes dados a la prensa d e E l Salvador
por los jóvenes Amaya, asi como las declaraciones que
usieron en boca suya, relativas a su salida de México.
e peda, indignado, me dij o que el Gbno. de México Por ­
tes Gil, etc, le llamaban a Ud. ingrato por haber dicho en

E E V' E R D A D E R O S A N D I N O
—159—
Salvador qu e habí a sido vigilado po r l a policía
mexicana y los espías del yanki . Sín embargo, el asunto
n o pasó a más y Zepeda se fcé en cambió a combati r a
los comunistas, como era su tema. Yo declaré además lo
que la Prensa Unida dijo, de lo cual le incluyo un recor­
te Si yo no constriño a Zepeda a hacer la s declaracio­
nes que le adj unto, obra mia, no la s habría hecho, por­
q« > e dá poca importancia a l o que l a Representación
significa, siempre que no se trate de honores, fotograba­
dos) etc.
4Q— .Una v<z provocada l a disputa con lo s comunistas
llaiiié a Sócrates, y le dij e que yo terciar i a en la polémi­
ca para dejar clar o qu e las opiniones de Zepeda no eran
las suyas, y que se había excedido en sus declaraciones,
puesto que él, Zepeda, ignoraba sus relaciones con dicho
artido y la L iga. E r a natural suponer qu e no ' l e hace
onor a Ud. que se nieguen dichas r elaciones, cuando los
comunistas y l a L ig a T I E NE N UN A N UT RID A CO­
RRESPONDFiNCI A D E UD . F I RMADA Y S E L L ADA
CON E L SE L L O D E L EJES,CITO. L e incluy o lo que
yo dij e sobre el particular en el recort e ad j u nto. Sócra­
t es se fué donde Zepeda a decirl e ' los tér minos d e nd
carta, y éste, si n saber lo que y o decís, me dirigió Ia
c arta, d e l a cual le envi o copia, en la cual m e tr at a d e
desleal eic. Y o le r epliqué a Zepeda en ls cart a pr ivada
de la cual también va copia. E n seguida, Zepeda me di­
rigió la carta insolente, cuya copia adj unto también. Sb.
crstes jugó en esto un papel poco ai roso. L os cargos a
Zepeda están contenidos en los documentos separados.
GQ—Zepeda jugó a engaños conmigo y co n l os demás.
Me hizo dar cita a los Mtros. de Honduras y F l Salvador ,
no concurrió a ellas. Me daba citas en sus oficinas y me
acia esperar largas horas. Puso toda clase de obstácu­
los a q ue yo sacara las copias de los documentos que
debían publicarse aquí conforme sus instrucciones. Llevé
a una señorita par a tal fin, y me objetó diciendo que él
n o tenía con qué pagarla; le dije que lg pagaría yo, p er o
él par a r etardar este asunt o me aij o ilu e l e hablaría a
otra mecanógrafa, cosa que no hizo. t ot al : un a cadena
de cosas absurdas. N i u n sólo documento de l ar chivo
pude copiar ; n i siquier a su Pr oyecto Bolivsriano. Que
perseguía con todo ésto el Dr . Z epeday Lo ignoro, pero
son hechos.
6o —Se organizó, por t r abajos míos, el Comité Centr al
de la Defensa Nacional cuy a acta de fundacion adj unto.
Zepeda se empeñó en ponerle trabas. Qu e n o podían
hacerse r ecau taciones, porque la s deshutorizarís ; q ue
debían estar bajo su dirección, etc. Decliné en el Comité
la custodia del Ar chivo, del cual nunca di ó lo s pasos
para hacer el i nventario, n i nada. D ij o qu e Ud. había
d ejado el Archivo a l a Representación Gr al . H ub e d e
a pelar a Sócrates par a r establecer l a v erdad. Po r f i n
aceptó a r egañadientes. Per o los miembros del Comité,
e n su mayor parte, descorazonados e incrédulos d e la
s inceridad de Zepeda, n o volvieron a llegar a casa de
éste. Tr abas, obstáculos etc.
7o—Lo relativo a la hacienda Temixco lo encontrar á en
la carta a Alemán Bolaños. B aj o tales condiciones, es in­

O KL CALVARI O DE LAS SE GOVI AS


—160—
digno tndn tr ato con Zepeda. Se me pre~entab i como
quebrado, pero la realidad es muy otra, Sócrates me dij o
1O de la haCienda también.
E n cuanto a las c~ncesionss que el solicitó si n la
anuencia suya, y de las cuales I Jd. tuv o conocimiento
hasta que llegó a México narla. Nunca me dij o si»o q ue
»o teutiin ni ngún valor. Yo le escribí diciéndole que i n­
terpret ib> su iuanera de senti r de Ud. al pedirl .. que las
cancelara. Que ya no tenían razón de ser. Juzgo indig­
no ms»tener esas concesiones, que se prestarán a malos
maoi j os y que son, después de todo, BOCHORNOSAS.
Eu defini tiva, Gral, y o creo qu e Zepeda ha sido
funesto, y si me opuse a u n r om pi nitento de Ud. con é',
e r a porque tenía la seguridad d e qu e s e vengaría vn
cualquier f er ina, y, esto er a peligroso estando Ud. en 'Mé.
xi ' . Y o le dije en uua carta: "Tengo un mapa espiritual
de Zepeda" .
El no estaba con Ud. sino con las instrucciones que
recibía de ar riba. L o consultar é con el L icdo, etc, etc.
Ya es larga la historia par» contársela.
E l ambiente se ha vuelto pesado. L a estupidez d e
Zape<te y l a a m p lia di fi iii ón de esos a suntos han s en ib ra ­
do la desconfianza y el desconcierto. A tnigos que se hsn
resfriado; enemigos que multiplican sus ataques. Total:
' inales p ar a nuestr a t)ausa. S i in sisten en manti'ner a
Zepedii todo está perdido. L o creo f unesto y perju dicial.
E n cuanto a mi, le diré con toda friinquez~, que si
Ud. aprueba en parte o en su totalidad lo hecho por Z e­
peda en ausenciade Ud., debe consii er arme desvlnculado
ue Ud. y d e su lucha, y en completa libertad d e acción
p ara actuar en la fonua que y o l a estime patrióti a y
mn v eniente . Y o n o pued o esta r i d en tificado ciui h o m br es
como Zepeda. porque yo tio entré a su lucha por H OM­
B RES O POR I NT E RESES; SI N O PO R I D E A L E S Y
P RIN CI PIOS. Ud. es una cosa para mi, Zepeda es ov ni .
Ent i e Ud. y él hay una honda linea divisoria. No se que
actitud asuma yo; per o necesariamente si rá de combate,
fi Zepeda coniinu a con l a Representación; de combate,
conio to tos sus antiguos nmigosi tanto de Ía liga y del
pariido Comunista, como de otros sectores qu e serían
dei fraudiidos. No piense que yo aspiro a ninguna repre­
sentiición y q ue mi acti tu d es h ila d e bast ar d as iim bi cii nes:
NO. N i hoy n i n unca aceptar é r epresentación oficial,
como se l o d ij e a Ud.; per o ello no quier e deci r que,
como l o estoy haciendo e n este moment o , después de
haber sido infamado con el ti tulo d e desleal, p r q uien
es desleal a Ud. y a nuestra causa, lo haga <les ués con
t odo desinterés y lealtad . Cumpliré con mi debe y h ar é
l o que Ud. ordene par a bien d e nuestr o Ej ér ito, si n
aspirar a representaciones. Pero con una sola condición:
que cambie Ud. su Representante y hag a declaraciones
claras, rotundas, precisas, r especto a sus p1anes y pr o­
yectos con r elación a l a lucha contr a e l I mperialismo.
Es doloroso que las palabras torpes de Zepeda se tomen
como ex presiones y sentimiento s suyos y pasen como
tales. Acabari a s u glori a y s u pr estigio. Y o solo
p ienso en l a Patria. L e j uro, General, que tio aspiro a
nmguna r epresentación, n i la quiero. Su mejor amigo,

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—161—
su mejor ser vidor para la luch a pero si n r epresentación
y' obeaeciendo nada más que órdenes.
La determinación es clara: con Zepeda y contra sus
ideales y sus viejos amigos„ocontra Zepeday con todos.
l os que l e hemos acompanado y l e acompanaremos de
corazón, por el ideal.
Tal es la cuestión que le planteo yo, y l a que Ud
debe resolver. Estoy seguro que las orgamzacionesantí­
imperislistas volverían a agruparse en torno suyo si hace
una declaración clara. Au n e l Par tido Comunista, tan
exageraao y tan dogmático, reconocería la sinceridad de
Ud. y la rectitud de sus intenciones.
Está a prueba, Gral. su carácter; Está a prueba en
prestigio. Est i a pr ueba su dignidad, no para mí, sino
P ara los que creen que Zepeda habla por Ud . Una pa­
abra suya y basta para esclarecer esta mcógnita queme
quita el sueno. Que quedará de Sandinof H e ahl l o que
me pregunto con zozobra, General. El hombre que niega
lo que suscribe con su firma y con el sello de un Ejér­
cito, esta perdido para la historia; no vale un pepino. . Ya
me hor r orizo de pensar qu e Sandino,no fuera lo que yo
me h e imaginaáo. Reconozco, general , qu e Ud . ti ene
defectos, que no es perfecto pero no quiero c reer que sea
débil, descaracterizado: ES6 NO!
Sócrates dij o a Psvletich que Ud. lo dej ó para es­
piarme. Yo no lo creo. Eso sena indigno de Ud. Ademits
qué me iba a espiar v Y o todo l o he dado por l a Causa
de Nicaragua: S I D I N ERO, M I T RABAJ O M I T RAN.
QUILIDAD, y si no le acompañé al campo de batalla es
rque Ud. me dejó con o tra m isidn. Qué me iba a espiar
pócratesF Todo es amargura para mi, pero no desaliento.'
Por la sangre de los nicaragüenses,que se ha derramado
y se derramará, y por la Santidad de nuestra Causa, yo
perdono eso; per o j amás que un indigno esté represen­
tando esa Causa. Z epeda ya es indigno.
Zepeda afir ma que por indicación de él me nombr ó
Ud, su Representante. E so no es verdad. Quiero saber
s u palabr a sobr e e l particular . Ex amine General l as
ú ltimas afirmaciones d e Zepeda, incluso la de tener en
s us manos u n recibo de la casa: eso es el colmo d e la
audacia, de su parte; me r efiero a Zepeda.
De Paredes interviene en el asunto. Qu é d erecho
tiene De Paredes, a quien Ud. descalificó para intervenir
en estas ccsas7 O es que De Paredes tiene r azón en l o
dicho, en sus cartas que publicó el "Caduceo" F D e u na
v ez por todas hsy que acabar co n esa dignidad. Ser d
n o ser . E ST O S R H A CONVERTI D O T N UNA M E.
RI ENDA D E NEGROS.
Zepeda apela a todos los recursos para defenderse,
h undiéndolo a Ud . Dir é que es uua farsa vulgar l o d e
la her ida de De Paredes. A base de farsa no s e llega a
ninguna parte, sino al r i diculo.
Me per mito mencionar a Zamora. D eis el destino
ue quiera : Zepeda no le rindió un informe. Ex íjaselo.
uedemos claros. Nos defraudó definitivamente Tejeda.
Yo hice una gestión; qu e n o di ó r esultados. Cancelé el
asunto.
Los companeros Raudales e I rías le rendirán un

O EL CALVA RI O DE LAS SE GOVI A S


—162—

informe verbal. Urge que una persona autorizada venga


con la palabra de Ud., con la última y definitiva palabra.
No debe ser u n Mairena, ni u n De Paredes. Debe ser
un miembro caracterizado del Ejército, Raudales o Irías,
para el caso.
Le mando el acta del Comité Central de la Defensa
Nacional. Esperan una aprobación suya. Mándesela.
Martí est á anuente y pr eparado par a A CTUAR,
siempre que Ud. defina. h o está rencoroso. E l Partido
Comunista lo tiene castigado por lo del DOS EQUIS, se­
gún me dij o Pavletich . A éste y a Martí los desterr aron
de México, después de tenerlos más de quince días en la
Penitenciaría.
Por medio de Zamora, si no estoy sún squi, espero
sus letras. La suerte está echada, General. Usted decide
Patria y L ibertad
(f) J. C. 6 ONZAL EZ."

EL PA RTIDO LABORISTA LIST O PARA


LA REVOL UCIÓN
Estas precisas palabras le dice al Representante de
S andino, Dr. Pedro José Zepeda el pseudo campesino y
o br ero, don N orb er t o Salinas d e A g u il ar , en cart a qu e l e
dirige de San José de Costa Rica, con fecha 27 de Junio
de 1980.
He aquí el párrafo a que nos referimos de la citada
carta:
". . . . L as últimas noticias que he recibido de Nica­
ragua, son muy buenas, pues según me dicen, en L eón sc
p repara u n movimient o fuert e par a colaborar co n cl
Gral. Sandino, E l Partido Laborista, el cual yo re presen­
to, está u nánime con nosotros y l isto para lanzarse dc u n
moment o a otr o a l a r ev olu ción ; seri a bu en o qu e le di je ri
al GraL Sandino que se comunique, a este respecto, con
n uestr o am i g o el D r . Escolástico L a ra, d e L eón . . "

Lara, Laborismo, Salvatierrs, todo una misma cosa.


Pero en honor a la verdad debemos declarar que no to­
d os los Miembros del Partido Laborist a sustentaban l a
idea de cooperar con Sandino en l a obra destructora de
Nicaragua.
" SANDINO NO PUEDE BORRAR UNA Dh CL A
RACIÓN, FIRMADA DE SU PUÑO Y SELLADA
CON EL SELLO DE L EJÉRCITO'
Tal sostenía el señor J. Constantino González. F ué
una batalla a distancia en la que las plumas, intér pretes
de la idea, lanzaban sus líneas candentes, que como s61i­

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
dos proyectiles calan, or a e n l a clfnica del Dr. Pedro
José Zepeda, ora en la oficina d e Dn. J. Constantino
González o ya en los campamentos de Sandino, árbitro
de la cuestión en disputa. Tal er a la situación entre Ze ­
peda y . González en el asunto del C omunismo. O igamos
a González en una carta que dirigió a Pedró José Zepe­
da, con fecha 28 de Junio de 1980:
". . . Com o l o m an i fiest o a p a r a e l p u blico , p or
respeto a la verdad, las RELAC ONES del Gral . Sandino
con el Partido Comunista,— relac ones de las cuales no es­
taba y o plenamente informado, sino cuando el Gral. ' llegó
aqui en' Febrero, puesto que yo nunca antes habia tenido
contacto con las Directivas de ese Partido¡ como lo tengo
hoy —se mantuvieron sin tomarlo a Ud. en consideracion:
mejor dicho, haciendo caso omiso de Ud., porque el Gral.
Sandino sabia de sobra que Ud. no tiene ideas revoluciona­
rias y se asusta de la sombra de las ideas modernas que
agi ta n a l m u nd o entero. R ei teradas veces el Gra L Sandl no
expresó su manera de pensar sobre Ud., y' por esa razon
y por otras, hunca le informó de sus relaciones y enten­
dimientos con el Partido Comunista¡ y fuó hasta la noche
en que el Gral. aclaró lo de Manos Fuer a d e Nicaragua
y del mismo Partido Comunista, cuando yo me di cuenta
de esas relaciones Entonces, oi al Gral. expresarse espon­
táneamente, en una forma que yo no conocia. Hizo de­
claraciones solemnes ante Hernán Laborde, Ramos Pedrue­
za, Carlos León , Rivera Bertrand, Pavletich, L afarga,
Contreras, etc., etc. D e esas declaraciones espontáneas
d el Gr a L ha y actas y c on st an cias en el A r ch i v o, y su pon ­
go yo que tienen los originales los COMUNISTAS."
"En quó quedamoül, Dr. Zepeda¡ los amigosdcl Gral.
l os que creemos en su sinceridad, en su buena fó, en su
rectitud, en su enci ma, en su carácter¡ par a decirlo t odo
de una veza"
"No creo que el Gral . Sandino pueda borrar con
una declaración l o que ha FIRMADO CON SU PROPIA
MANO, NI L O QUE H A SEL L ADO CON E L SEL L O DE
NUESTRO EJERCITO; no creo tampoco Dr . Zepeda que
una declaración de Ud., por muy "autorizado" que se sien­
ta, ni muy "instruccionado" qu e est0, pueda servi r para
nada en este caso. Recordará a Pilatos¡ para decir con bL
"L O ESCRIT O ESCRIT O EST A".
" N o v o y a hacerl e l s of ensa a l G r al . Sandino , a
quien estimo en alto grado, de qu e niegue lo que firma,
porque si eso sucediera, y o seria el primero en ' atacarlo,
como soy ahora, según mi modo de pensar y de sentir, el
primero de sus amigos".
El Gral. está, llamado a decir la u ltima palabr a so­
bre esto. H o y abro un a i nterrogación qu e sólo el GraL
Sandino puede cerrar . Y o confio en óL Confio en su rec­
titud, confio en su cará,cter".
"A firmo qu e ni ngun a resolución d e importancia
t omo el Gral. Sandino, consultándole a Ud. Hechos. Me

O EL CALVARI O DE LAS SEOOVI A S


ordeno la moviliaacion de su gente, haciendo caso omiso
de Ud. Mantuvo relaciones con el Comunismo, sin tomar'
le en consideración a U d . T odas su s resoluciones f u er on
decisivas, y sin consultar a su Representante. El, consultó
a los miembros de su Estado Mayor, del cual formo parte,
y, sobr e t odo, consu lt ó su p r opi a conciencia, etc., etc."
"Cuando Ud. afirma que yo me he aliado con los
enemigos de Sandino que le están calumniando, comete
una llgeresa igual a la que ha dado lugar al escáudolo en
que se ve envuelt o el nombre del Gral. No tengo por qué
dar a Ud. explicaciones sobre mi actuación, pero niego con
toda la energí a de que soy capar., ésa calumnia que se me
hace y esa ofensa qu e se me lanza; y deploro qu e sea
Ud. quien se haga eco de semejante majaderia, para tra­
tar de ofender a quien exige respeto de lo s qu e dicen
estar al servicio de l a Causa de l a L ibertad de Nicara­
gua
"Cuando Ud. escriba la palabra desleal, tenga u>u­
ch o cu idado . C u ando Ud. af i rm e qu e y o m e Iiall o co n los
q u c l laman t r ai do r . a l Gr al . Sandino, t en< a c u idauo t am ­
bién . L os que hacen aparecer a l G r al. Saiidino t r ai ci onan­
do sus ideas, sus resoluciones, sus finalidades, son aquellos
aue nieoan lo oue el Gral. ha F I RMAD O Y S E L L ADO
CON K L SE L L O DE NUESTRO EJ ERCI TO".
El Sr . González se resistfa a creer que el guerri lle.
ro de las Segovias fuese capaz de negar su f irma, como
un deudor qu e carece d e honradez. Si n embargo es
muy cierto que Sandino autoriz6 a Zepeda, por razones
de conveniencia, para que negara esa especie, a pesar de
haber tenido relaciones con el Comunismo, y d e haber
suscrito documentos que obran en los archivos de aque­
ll a entidad en México.
C ONT INÚA L A CA M PA A A D E M E N T IRAS EN
EL E X T ERIO R
La campaña de mentiras alrededor de Sandino con­
tinuaba con fuerza en el exterior. Cumpliendo instruccio­
n es del Guerrillero, después de llaber r egresado éste a
las montañas segovianas, el Dr. Pedro José Zepeda tras­
m i ti 6 d e l a ci udad d e M éxico, en e l m es d e J u ni o d e
1930, p or ,m edio d e l a Pr ensa A sociada, fantásticas decla­
raciones, en que afirmaba Zepeda que en el corto tiempo
de seis dfas, las fuerzas sandinistas hablan obtenido tres
enormes triunfos en la región segoviana sobr e los mar i­
n os estadunidenses, .consistentes en l a captur a d e un
cuerpo entero de aviadores americanos, con sus corres­
pondientes aparatos, varios miles de rifles, gran cantidad
de municiones y otras tantas cosas, par a engañar a las
gentes a distancia, tratando de atraerse las simpatfas de
Hispano América.

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—165—

El C6nsul de Nicaragua en Ne w Orleans, don Luis


Bravo, se apresur 6 a desmentir la s fantásticas declara­
ciones de Zepeda, calificándolas de propaganda barata
para enaltecer la figura d e Sandino, quien ante l a con­
c iencia del pueblo nicaragüense era simplemente el j e f e
de una cuadrilla terrible de bandoleros que sembraba el
terror e n l as Segovias. «Sólo en la imaginaci6n de Pe­
dr o José Zepeda», dijo Bravo, «cabe toda esa fantasma­
gorí a d e t r i u nfo s i m aginar los». «Z eped a sabe qu e los
b andoleros, que él representa en México, no atacan de
fr ente, n i presentan acci6n . R eh uyen el combate; buscan
la sombra 6e la noche para evadir el castigo de la Guar­
dia Nacional, Se amparan en la espesura de la montaf>a,
para caer al asalto sobre los bienes y economías del po­
bre trabajador segoviano~.
Agencias de noticias serias de los Estados Unidos
desmentían asimismo los informes de Zepeda. L a Pren­
sa Asociada fué la agenci a norteamericana que public6
siempre las noticias de la verdadera situación de Nicara­
g ua, co n r especto al sandinismo, l a s qu e estaban m u y
lejos d e p arecerse a los llamados «Boletines Sandinistasx,
lanzados por Zepeda.
Mientras esta propaganda se llevaba a efecto, Zepe­
da mejoraba su clínica en México, al parecer con el pr o­
ducto de la buena voluntad de los pueblos Latinoameri­
canos que ponían de seguro su contingente par a arrojar
a l os marirtos estadunidenses d e nuestr o suelo.
Se asegur6 que el Dr. Zepeda, en su carácter de Re
presentante Personal de Sandino, hacía al exterior fuer­
tes pedidos de medi ci nase instrumentos quirúrgicos, con
el pretexto de que se necesitaban para la Cruz Roj a del
Ej ército Defensor de l a Soberaní a Nacional de n icara­
gua; siendo de advertir que esta Cruz Roj a nunca exis­
tió y qu e los únicos médicos que tuvieron lss fuerzas
sandinistas fueron el Dr . i nfier i A r tur o Vega, de León,
fusilado más tarde, de orden de Sandino en eÍ pueblo de
Sto. Tomás, y el t ambién D r. infieri D omingo M airena
Hernández, quien enviado por Sandino a México en una
comisi6n, no regres6 a las filas, por mi l y una peripecias
que le sucedieron, en cuenta la de haber hecho mal uso,
según le atribuyeron sus enemigos, de los documentos
que le habían sido encomendados.
S ANDINO ASUM E L A RESPONSA B I L I DA D DE
TODO LO QUE HACEN SUS L UGARTENIENTES
Sandino continuab a enmontañado en el Norte de

O EL CAL VARI O D E L A S SE GOVI AS


—166—

Nicaragua, asumiendo por escrito lo que habían hecho y


seguían haciendo sus sanguinarios lugartenientes. Si al­
guna duda quedaba respecto a los hechos perpetrados
or Pedr6n en J i notega, cu ando p ereciero n e l D r . Ju an
arlos Mendieta, don Cayetano Castellbn, don Julio Pra­
d o y demás compañeros, ésta se desvanece al leer l a
siguiente carta, que par a mejor conocimiento del lector,
reproducirnos fotograbada, y que en su parte sustancial
dice asi :
" E l G r al . l' edr o A l t ami ran o h a r en did o u n am p li o
hi f orme a est a Jef at ur a Su prema, d e las colecta s hechas
p or él , po r l o qu e el suscr it o es el ú nic o responsable de
todos los actos de nuestr o Ej érci to.
Cuartel Gral. del Ejército Defensor de l a Soberania
Nacional de Nicaragua, a primero de Julio de 1980.

Patria y l .ibertad.
[f] A. C. SANDINO.
[Un sello abajo.J

En l a página siguiente insertamos el fotograbado del


documento original, que está a la orden de quien quiera
v erlo, en l a O ficin a d e Operaciones e I n teligenci a d e l a
Guar di a Nacional, en el cua l document o Sandin o asumí a
la responsabilidad de los actos de sus lugartenientes, los
que no hacían, pues, otra cosa que cumplir la s 6rdenes
le[ Jefe Supremo.
Hemos dicho que Pedrón fué el inventor y ejecutor
del horrible Corte de Chaleco; per o es bueno decir , que
lo hizo con la aprobaci6n de Sandino.
Para conocimiento de nuestros lectores publicamos
los si guientes p á r r afos d e un a car t a co n i n st rucciones
especiales, qu e co n f ech a 8 d e J u lio, envi 6 Sandin o a su
Representante Personal, sobre el Ri o Coco, Cnel. Abra­
'ham Rivera, Jefe Expedicionario de aquella zona. Di ce
así:
'l o.— En consideración de Ios muchos problemas que se
le piesentarán al seaor Cnel. Abraham Rivera, en l o rela­
tivo a los permisos para cortes de madera, en las marge­
nes del Rio Coco y sus afluentes, se le conceden amplios
poderes al Sr. Rivera para extender permisos o suspender
los cortes mencionados, cuando ól asi l o resuelva".
". . . .T od o .Jefe E x pedi cionari o p ert enecient e a n ues­
tr o Ej ór cit o qu eda au t orizad o solemnement e p ar a j u zg ar
e n consej o d e g u erra a cu al quie r i n di v i du o o i ndi vi duos a
t luienes se les pruebe que. son traidores a l a Patri a o a
nuestro Ejército. E L CORT E DE CH ALEC O continuara
en vigor mientras existan invasores' y traidores a l a Pa­
tria".

E I V E R D A D E R O 8 A N D I N O
—167­

1 4

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sl

O EL CALVARI O DE LAS SE GOVI AS


"Cada Jefe de campamentos madereros a quien le
haya sido concedido el permiso de corte por e l Sr . Cnel.
Rivera, le deberá ser extendido por escrito, en su carác­
ter de Jefe Éxpedicionario, para evitar cu alquier vi olen­
cia de nuestras t ropas, qu e pront o recorrerán t oda, la
rep ón oriental de las Segovias hasta e l Cabo Gracias a
Dros."
"So.— El Sr. Cnel. Abraham Rivera se servirá, controlar
. todos los campamentos madereros, establecidos desde Sta.
Cruz [Jinotega], hasta el Cabo Gracias a Dios, exigiendo
los correspondientes derechos forestales."
"9o.— Cuando algún propietario de campamentos de pes­
q ues comprendido e n la zona mencionada, s e niegue a
pagar los correspondientes derechos de cortes de madera
a la autoridad nombrada por est a Jefatur a Suprema, de­
berá infnrmarlo el Sr . Cneh Rivera a nuestro Cuartel Ge­
n eral, para enviar la fuerza necesaria y CL AUSURAR E L
S UPUESTO CAMPAMENTO" .
Dado en el Cuartel Gral . de l Ej ércit o Defensor de
l a Soberani a Nacional d e N i car ag ua , a Ios 8 dias de l m e s
de Julio de 1980.
Patria y L ibertad.
(f) A. C. SANDINO.
[Abajo un sello].

Como consecuencia de tales 6rdenes, los cortadores


de maderas paralizaron sus trabajos, cerrando co n esto
u na fuente de ingresos en las rentas nacionales, fuer a
del daño qu e se ocasionaba a los pr opietarios, quienes
abandonaron las maderas cortadas en esos lugares, don­
de n o h a bl a g ar antfas p ar a nadie.
Y sobrevino un daño mayor: aquellos operarios al
verse sin trabaj o a causa del paro en los cortes madere­
ros, para no morirse de hambre ingresaron a las fuerzas
de Sandino, en las que después de algún tiempo se ha­
bituaron a vivi r de la rapiña y en la molicie, no i mpor­
tándoles el dolor y l a sangre de sus hermanos, siendo
ésta la herencia que les dej ar a el ma l llamado Liberta­
dor de Nicaragua.

NU EVO S H EC HO S ES P E L U Z N A N T ES OO M E­
TIDOS POR LAS FUERZAS SANDINISITAS
D espachos recibidos en Managua el 28 de Juni o de
1 980, procedentes de Jinotega, trajeron l a noticia de h a
ber sido ahorcado por una de la s bandas sandinistas,
que merodeaban en aquella regi6n, el honrado ciudada­
no don Florencio Herrera, hecho que ocurri6 en l a ha­
cienda «El Aventino», pr opiedad de don José de Jesús

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—169—

Lanzas, y distante solo unas mil varas de la cabecera de


.aquel D epar tamento.
Asimismo en el Norte del Qpto. de León se cometía
un doble crimen, llevado a cabo~por soldados de Sandi­
no, o por los que en nombre de él obraban, en el apre­
ciable y d isti nguid o caballer o de l a sociedad d e E stelf ,
do n R am6n L 6pez y L 6pez cuando se di r i gf a en compa­
ñi a de un sirviente a l a ci udad de León, con e l objeto
de encontrar a su her man o P r udencio, del mi smo apelh­
d o, qu e r egresaba d e lo s E stados U n idos. después de
algún tiempo de permanecer en aquel pafs. A l pasar
por el si ti o l lamad o cE l paso de l Pescador», mu y cerca
del Vall e d e las Z ap atas, f ueron L 6pez y s u si r viente
capturados po r u n a banda d e hombr es bien ar mados con
ri fles y p istolas, qu e llevaban pañuelos r oj i.negro s an u­
dados al cuello. L os asaltantes despoj ar o n a su s vi ctimas
de tod o cuanto t r ai an, escapando d e ocuri r u n a t r agedia
entre ellos, pues cada. cual
I querfa para si l a magni­
fic a m u l a q u e m o ntaba
López y L 6pez . Z anj 6 3a
dif>cultad u n h om br e alto,
negro , d elgado , co n tr es
pistolas a l ci nto, y q u ien
parecfa ser el j efe, que to­
m ando l a mul a por l a br i­
d a y m o ntándose en el la
d ij o : cest a bestia es p a r a
mi usoi . Y l a b anda con­
tinu 6 su camino , l levando
p r isioneros al Sr . L 6pez y
a s u si r vient e M odesto
R od r í guez , a q u ienes h i ­
cieron cargar sobr e sus
h ombros pr ovisiones, q u e
iban en z u r r ones, r obados
seguramente en las peque­
ñas f incas d e l a j u r isdic­
ci6n. Cuando lo s p r i sione­
s . Ká.k.m A r o s y a n o p od ían cami nar ,
K l señor L ópez y L ópe z e r a los f or agido s p r ocedieron
casado y a su inconsolable v iuda a asesinar los, ensañándose
l e q u edaro n v a r ios niños, q u e en el primero, a quien le
trasm it i rá n a l a s g eneraciones c ortaron l a cabeza y l e
venideras el ezcecrable nombre machetearon las manos; y
de quien les causó tan ir repara­ n o satisfechos con esto, le
ble daño.
mutilaron el órgano sexual,

O EL CA LVARI O DE LAS SE GOVI AS


colocándolo sobre el pecho del occiso. Asi fué encontrado
el señor López y L6pez, cuando l a Guardia Nacional, en
su búsqueda, llegó al lugar de la espantosa tragedia.
La sangre corría en todas partes y el 8 d e AgostO,
en Estelf, en el lugar l lamado +E l Retbn», j urisdicción
de San Juan de Limay , fueron ul timados e l ciudadano
don Dolores Castellbn y su sirviente, por una banda san­
dinista. E stos eran agricultores pacíficos, amo y peón,
par a quienes l a p ol í tica consistí a apenas en i r a d eposi­
tar su voto a la hora de las elecciones por e l candidato
de sus simpatías.
Asimismo, a mediados del mismo mes, en las afueras
d e San J uan d e L i may , cay 6 b aj o el f i l o del machete d e
los Pedrones, el distinguido y honrado c iudadano d on
Rainón Vindel, destacado miembro del liberalismo norte­
ño, mu y apreciado en aquella sociedad como hombre
honrado y de temperamento pacífico.
L A OL A D E E X T E RM INIO S E E X T I E NDE A L
DEPA RT A M E NT O D E M AT AG AL PA
Las b andas sandinistas de Pedr 6n y Mi g uel A n g e l
Ortez se extendían como mancha de aceite e invadieron
el D pto. de Matagalpa . E n los pr imeros díaS de A gosto
de 1930, asaltaron a don I gnacio Caste116n, en su hacien­
da, cerca del río Turna, y le robaron víveres, dinero, bes­
tias, y hasta las botas que calzaba, llevándoselo secues­
t rado; y el 7 del mismo mes por l a tarde, lleg6 Ortez a
la hacienda de don Albert o Vogel, donde también roba
ron lo que a mano hubieron, yendo los asaltantes bien
armados con r ifles de diferentes marcas, cinco ametralla­
doras Thompson y portando en los sombreros l a conoci­
da di visa r oj i negra. Orte z personalmente despojó al
S r. Vogel del d iner o q u e tení a en s u caj a d e hi er r o , al
qu e l e obl ig 6 a a b r ir , llevándose ad emás tod o aquello
q ue le pareci6 de su agrado, inclusive una máquina de
escribir . Ortez dij o al Sr . Vogel que sólo su condici6n
de ciudadano alemán le había salvado de l a muerte, la
cual se la habría dado si n contemplaciones s i hubiera
sido yankee. De all í si guió Ortez, r umbo a Matiguás,
pasando por la hacienda de don Alej o Sullivan, de la
que se llev6 más de 40 mulas y cuantos objetos encontr6
en ella.
Mulas, quesos, café y otros productos del país, que
robaban las bandas sandinistas, eran llevados a Hondu­
ras, donde los cambiaban por eÍementos de guerra, para
continuar en sus infames depredaciones.

RL V E R D A D E R OS A N D I N O
— 171—

CORRESPONDENCIA CA PTURADA
A PEDRÓN
A pesar d e l a admirabl e facilidad co n qu e sabía
escurrirse Pedrón de la Guardia, burlando la activa per­
secuci6h qu e ésta l e hacia, u n d i a d e tantos se )e dur mió
la pierna y fué batido por las fuerzas de l Gbno., el 18
de Agosto, en un lugar del Dpto. de Jinotega. E ntre las
cosas que l e fueron capturadas había un a i nteresante
correspondencia, y en ella una carta de Sandino, en que
le participaba a Pedr6n, que durante el bombardeo efec­
tuado por los aviones americanos sobre el cerro de Sa­
raguasca, donde ellos estaban acampados, habí a recibido
un a h er id a en un a pi er na; hech o q u e ocur r i ó en l a se ­
gunda quincena de Junio. E n esta carta, Sandino hacía
saber a Pedrón que por disposici6n tomada en la ultima
reuniórr de l a «Junta Suprema del Ej ército L ibertador»,
el Estado Mayor había quedado integrado así: Jefe, Ge­
neral Pedr o A ltamirano; Miembros: Gr ales., Fr ancisco
Estrada, Dionisio Centeno, Juan Al tamirano y Cneles:
Sinforoso González y Cándido A ltamirano. E l guerri­
ller o pr evení a a Pedró n en l a citad a carta, d e qu e t o do
asunto diplomático y político no podía ser tr atado más
que por él Isandino].
EST ROPIEZOS A LAS EL ECCIONES D E D I PUT ADOS
Y S E NADORES
Al final del arro de 1930 iban a tener efecto elec­
ciones par a reponer a lo s diputados y senadores que
cumplían su periodo. Como Sandino mantenía 'una sis­
temática oposici6n contra el funcionamiento de las leyes,
e l jefe insurgente giró instrucciones a sus bandas par a
q ue po r cualquier medi o i m pi diesen dichas elecciones, y
e l, medio d e qu e se v ali6 n o f u é otro, qu e lanzar a s u s
huestes sobre los pueblos indefensos par a atemorizar 'o
exter minar a los ciudadanos que quisieran hacer uso de
sus d er echos.
Aprovechando las sombras de l a noche, pr opicias
para todo crimen, u»a banda sandinista, en j urisdicción
de Matagalpa, asalt6 el 10 de Agosto l a casa de habita-.
ción del ciudadano Servando Hernández. L a primera en
e nfrentarse a los malhechores fué la anciana esposa de
. éste, la que, de inmediato, sufri6 la mutilaci6n de sus dos
manos, cayend o enseguid a co n l a cabeza destrozada.
S ervando y tres d e sus hijos, armados de machetes y

O EL CA L VARI O D E L A S SE QOVI L S
—172—

estacas, valientemente se batieron con los sandinistas, en


una lucha desesperada, y aunque el primer o s e desan­
graba a causa de varias heridas que habfa recibido, lo­
g r aron m atar a G u stavo Moller , j ef e de l a banda , y a
otro de los asaltanteS, con lo que el resto, viéndoiIe sin
jefe, optó prudentemente por retirarse.
ATAQUE A LOS MADEREROS EN EL R(O COCO
Traslagbmonos ahora al Ri o Coco. No habrán olvi­
dado nuestros lectores que don José Lycett, cubano, fué
uno de los contratistas de madera a quien previno San­
d ino pygar lo s derechos e impuestos f orestales e n su
Cuartel Gral., o en caso contrario suspender toda activi­
dad en esa región del rfo Coco. L e tenían puesta la pun­
terfa al i nfortunado antillano y e l dfa 10 de Setiembre
d e 1980 l l eg ó despavor id o a Cab o G r acias a D i os. el
Agente de Policía de Sacklyn, villa indígena, situada en
)a margen derecha del rfo, para informar a las autorida­
des del Gobierno, que el df a 8 d e Setiembr e habían
llegado las tropas de Pedrón al poblado d e Awasbilla,
cerca de Sang Sang, donde habfan dado muerte hor rible
a don José Lycett, y qu e no contentos con esto, des­
pués de haber asqueado su establecimiento, l e pr endie­
ron fuego a la casa, regresando Pedrón y los suyos a la
montaña, embarcados en piraguas y pipantes, llevándose
el-producto de sus rapiñas.
O RT EZ Y SA L GADO ACCIONANDO E N ES T E L (
Otra fuerza sandinista, comandada por lo s cabec>­
llas Migel Angel Ortez y Carlos Salgado, di ó muerte el
dila 17 d e Setiembre al agricultor don . Cru z Osorio,
mientras éste descansaba de sus labores del campo en
eu f inca, si tuada. a poca distanci a d e L i may , D epar ta­
m ento d e E stelf-, 'e n e l l u ga r conocido co n e l n o m b r e
de Quebrada de Agua, y después de haber saqueado
varia s h acienda s y f i ncas d e es a zona, s e d i r i gier on
hacia la frontera hondureña, por la vfa de San Fr ancis­
co de Cuajiniquilapa, Dpto. de Chinandega.
ÓRDENES EMANADAS DE SANDINO PARA IMPEDIR
LAS EL ECCIONES
Véase el siguiente documento manuscrito, y en el que
siWió de Secretario el cabecilla sandinista Juan Santos
Morales. Dice asf:

EL VERDADERO SAND7 NO
—178—

"Cuartel General del Ej ército Defensor de l a Soberanía


Nacional de Nicaragua.
Octubre 9, 1930
Sr. Gral. Francisco Estrada
Muy apreciable hermano, Gr al. Estrada:
Tuvimos el placer de recibi r su apreciable nota, sin
fecha, en la que se sirve participarnos el envío de cuatro
columnas de las fuerzas a su mando a hostilizar al ene­
migo en cuatro pueblos diferentes.
LE F E L I CI T AMOS PO R SU S DI SPOSI CI ONES
REL A TI VAS A I MPE DI R L AS EL ECCI ONES, QUE EL
E NE MI GO H A TRATADO D E E FECTUA R H I POCRI ­
TA MENT E.
T enemos informes ííe que ha llegado un hombr e a
los campamentos de l Mayor Daniel H er nández, y que
viene e n solicitud d e una entr evista con est a Jefatura
Súprema d e nuestro Ej ér cito, y que viene de parte dei
enemigo.
Se han dado órdenes par a qu e e l i ndividuo en
cuestión sea trasladado por cordillera a este Cuartel Ge.
neral.
No sabemos que es lo que quiere tratar el individuo
en cuestión, pero si ss algo aue consideremos indecoroso,
S E L E J UZGARA E N CONSEJ O D E GU ERRA . E n
o tr o caso, se les comunicarit a Uds. el r esultado' d e l a
misión del individuo.
Siempre que le sea posible a Ud., Centeno o Alta.
mirano, ruégoles encarece un litro de aguardiente, por
conducto del Alcalde o de don Claudio.
De Raudales no se ha podido encontrar n i el tufo.
Tengo noticias d e qu e Constantino (González) está dis­
puesto a venirse a colaborar aquí con nosotros. Oj al á
que venga.
River a Ber tr and escribi ó p er o s u carta es desde
Junio dice que todas las hembras preguntan por aque­
ll o e l adoe p o r Ueted. El e nvia a cada uno de Uds. un
sincero y fraternal saludo.
Todos los muchachos que me r odean los saludan
e n unión de Centeno, Altamirano y demás h ermanos, y
de mí reciba el cariño de siempre.
Quedo atentamente Su Hermano en la Patria que lo estiina.
Patria y Li bertad.
A. C. SAN DI NO"
(Un sello)
L l amar@ la atención del lector el q u e Sand ino, qu e
se jactaba de ser abstemio, pidiera a su s l ugartenientes
un litr o de aguardiente, indicativo d e que aun en esto
era un farsante. Asimismo que a u n p arlamentario, res­
petado en todo el mundo, se le amenazara con Consejo
de Guerra, en caso de que su misión no fuese satisfacto­
ria par a ante quienes iba, sirviéndole la bander a blanca
de sudario.

O EL CALVARI O DE L A S BE GOVI A B
—174—

ZEPEDA DESDE MÉXICO SE DIRIGE


A L O S P D T ES. DE C E N T R O A M ÉR IC A
En afanes de notoriedad, el Dr. Pedro Jose Zepeda,
desde las columnas del diari o <L a Pr ensa» de Ciudad
México, en su edici6n del 15 de Setiembre de 1980, di­
rigi6 la siguiente comunicación a los Presidentes de Gen.
tr o América, excepto al de Nicaragua:
"Excelentisimos Sres, . . . etc.
E l 109 ani v ersari o d e n uest r a i ndependenci a d a l u ­
ar a p r of undas medi taciones, respect o a l a a ct i t u d de su
o biern o f r ent e a l a ocupación m i l i ta r de N i caragua . E
Gr al . Sandin o con su s h om bres, si gu e r etando a l i n vasor
s in escat ima r sa cri fi cios, y cabe p~regunt ar : H A P E V SA .
DO VUESTRA EX CEL EN CI A E N L A FORM A D ECO­
ROSA D E H A CE R T F RMI NA R E S A CONTI ENDA
Q UE POR I GUAL AT AS E A L A S C I NC O RE PÚ BL I ­
CAS DE CENTR O A M E RI CA s H a r eflexionado el Sr .
Pdte. sobre la responsabilidad histórica, que la actitud va­
cilante de su Gbno. hace inmerecidamente recaer sobre el
pueblo que le ungió con sus votos, para guiar patriótica­
lnente sus destinos'
E l Ej ér cit o D ef ensor d e l a Soberani a N a cional de
Ni carag ua , qu e v a hast a l a mu erte, con l a pr of und a c on ­
vicción del deber cumplido, demanda la atención de vues­
tr a Excelencia para poner los medios de hacer cesar un
estado de cosas que es lesivo al decoro continental.
Espero su inmediata contestación, qu e confi o esté
d e acuerdo con lo s principios de ética nacionalist a qu e
s ustent a es e G o bi erno . I . e r ei t er o m i at ent a considera .
ción.
Patria y L ibertad.
D r . P E I ) R O JORE Z E PE D A .
Representante Gral. del Ejército".

Magnffico s conceptos, h er mosas p al abras, ver t idas


por el Dr . Pedro José Zepeda, que levantaba su voz to­
nante a centenares de leguas de su Patria, qu e gemía
a ngustiada y que agonizaba baj o e l azote morta l de
hombres desenfrenados, a quienes él pr etendí a hacer
aparecer com o soldados r egulares en un a lucha gl or iosa.
Lo que pretendi6 siempr e Zepeda, y de ahí el dis­
tanciamiento que él provocó entre Turcios y Sandino, fué
derrocar al Gbno. del Gr al. Moncada, colocarse él como
Pdte. Provisional y luego dar el mando a Sandino como
candidato unico.
Zepeda lleg6 a Nicaragua; pero ya cuando la metra­
l la habi a callado su voz . crepitante e n los campos de
las Segovias; cuando había posibilidades de colarse par a

E L V E R D A D E R O S h N D I N O
— 175—

atrapar una alta posici6n. Y a lo veremos actuando más


adelante, corroborando con ello nuestro aserto.

SANDINO CONVERTIDO EN FALSO APÓSTOL


Obsequiamos a nuestros lectores con l a siguiente
carta, cuya ortografí a respetamos, y que no hay duda
llevar á un a sonr isa a l o s l abios de q uienes al gun a v ez
hayan visto en el guerriller o de las Begovias a un hom­
bre superior.
Dice así este notable documento:
"Cuartel Gr al. del Ej ército Defensor de l a Sobera
nía Nacional de Nicaragua.
Octubre, 14 de 1980.
Sr. Cnel. Abraham Rivera.
Río Coco.
muy apreciable hermano en la Patria:
hemos ténido el placer de recibir todas las comu­
nicaciones que Ud. se ha ser vid o en viarnos, siendo la
ultima de ella, la que se sirvio par ticipar me del pr oyecto
de hacer un vi aj e por montafsa a sierto l ugar d e conve­
niencia para el Ej ército.
En estos dias nuestro Ej ér cito, est á pr eparándose
de su mej ores planes, y e s posible que en br eve, tras­
lademos nuestr o Cuartel Gr al. en alguna de las regiones
del interior .
Ese posible traslado nuestr o po r aquellos lados,
debe de llenar d e alegrí a a los miembros d e nuestro
Ej ér cito, quienes con algun cargo o po r algi m motivo
queden por estos lados.
No hay pues, lugar a t ristezas ni desesperacienes
porque esas cosas' son hijas solamente, de la irresolución
y la cobardía y de esa clase d e seres, la humanidad no
podr á esperar ningun beneficio.
Tenga Ud. fé y confianza razonada y es a mi sma,
tr ate Ud. de inyectarles a quienes le rodean, p ar a que
de ese ambiente alagador, se recarg e l a atmófer a que
r espir en .
T enga Ud. presente que la ley di vina que nos r i­
ge sólo es una:
LA D E AMOR.
De esa le y de amor se deriban las demás, L a ley
de amor solamente reconose a la JUSTICIA, su botija pre­
dilecta que nació de sus entrañas.
Para sentarle sobr e de base l o que l e q u/ d a ex ­
puesto ar riba, invítole a usted a obsequiarme qumce mi­
nutos de atención en los momentos que Ud. se encuentr e
sólo y en estado reposado.
Me hago l a dulce ilusión de que está usted ya solo
y listo par a obssquiarme los quince minutos de atención
que le he solicitado.
Imagínese udsted mirar a todos los mares de la tie­
r r a j untos, y que se le ordena a un gor rioncito llegar y
tomar un trago de agua de aquél mar , cada cien millo.

O EL CA L VARI O DE LA S SE GOVI A S
—176—
nes de siglos.
C usndo ese gor rioncito haya logrado beber e n la
forma indicada toda el agua de aquel inmenso mar , en­
t onces mer a u n seg u nd o d e i a et er n i d ad .
' Finembargo, el T I E MPO D E L A E T ERNI DAD. no
alcanza para poder recorrer con la velocidad más gran.
de imaginada, todo lo que es el espacio.
La p rimer a sustancia que existió en es a n mensi­
dsd, es el ET ER, pero antes del éter existio u n g r an
voluntad, es derir, un gran deseo de ser lo que no era,
m ás claro, A M O R E T E R N O.
El E T I R y a es materia. y es la vida demostrada
por la eleciricidsri aue es ls vida de los hombres¡ es de­
cir , todo I,UZ (E L ESPI RI TU).
E[ , ES PI RI T U E S CONSUSTANCI A L DE L PA­
DRE CREADOR DE L UNI VERSO.
Queda pues Ud . e n posesión querid o h o rmano
River a para que siempr e esté presto a defender las cau­
sas j ustas, aunque recurra a todos los r ar r ificins imagi­
nados, pnraue e i sacrificio, es AMOR ( EL C READOR O
SEA hIOSi .
La i nj usticia viene de l desconocimiento d e l as
l eyes divinas, cuando humanidad estaba en embrión, y
p o r l o m i smo, l a i n j u st ir i s n n tien e r azó n d e ser , p o r q u e
es contra la ley de AMOR, única qu e r einar á r obre la
Tierra, cuando la fraternidad humana venga y los hom­
bres sean de LUZ, como es el mandato del padr e crea­
dor.
P ar a llegar de u n punto a otro, se necesita p r i n
cipiar a caminar p or que si nunca se principia nunca se
llega.
Para destrui r a l a injusticia ha sido necesario ata­
carla, y p or e so hemos visto venir a m uchos c on e sa
misión so br e ia tierra, entr e el los esta Jesus, y t odo
hombre que lucha por la Libertad de los Puebios, es un
continuador de aquella doctrinas.
Hay hombres en l a tierra quienes creen que vivien-,
do ellos bien, es locura sacrificarse por el bien colectivo.
Cuando eso se dice por ignorancia es menos malo
que cuando se dice con conocimiento de causa, porque
entonces a ese individuo lo animan mezquinos egoísmos
y eso Bs tener odio por la humanidad, y sinembsrgo con
'todos sus odios a la humadidad, vivey e n su s or gias a
costas de las lágrimas y vidas humanas.
Ese es i nj usticia, y la injusticia tarde quetempra­
no tiene que ser vencida por la JUSTI CI A DI VI NA ,
La ti er r a fué un mund o de expiación, a donde la
Justicia Divina mantuvo por miliones de siglos a espiri ~
tus r efractarios a la ley di vina, per o hoy la tierr a ha al­
canzado su regeneración y esos espíritu s r efractarios se­
rán arrojados a otros planetas menos p r ogresados que
la tier r s.
D e manera pues, que la injusticia. desaparecerá de
la tierra y solamente triunfar a la justicia.
Ls ti er r a pr oduce todo lo necesario para la alegrís
y comodidades del genero humano p er o como hemos
dicho, que por largos millones de sjglos, l a i njusticia se
enseñoreó sobr e la tierra y las grandes existencias de lo

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—177—
necesario para la vida del género humano hau estado ea
manos de unos pocos ssñorones, y la gran mayoria dé los
pueblos, careciendo hasta de l o indispensable, y quizá
hasta se hau muerto de hambre, despuBs de haber produ
cido con su sudor )o que otros derrochan con frsncachéla.
Pero ya habrá justicia y l s guerra de los opresores
de pueblos li bres ser a m atada po r l a g uerr a d e L i berta­
dores, y despuBs¡como habrá justicia, y como consecuen­
cia habrá, psz sobre la tierra.
Querido h erman o Coronel R i v er a:
Que no le desesperen mis explicaciones de esta carta
porque en Ud. siempre he advertido bastante inteligencia,
y tengo interás en que los hombres que me rodean, se
embeban en el más grande amor a ls justicia porque ena,
es nuestro estandarte de libertad. Pronto le escribiré más
y le noticisrB del desarrollo de nuestras operaciones mili­
tares en los distintos frentes po r donde oper a nuestro
Ejército. Reciba un fraternal abrazo de este su hermano
que le estima.
Fs t ri a y L i bertad.
ff) A. C. SANDINO"
(Un sello)
En medio de toda esta literatura sandinista, se notan
los contornos de las ideas comunistas con que se habl a
c ongestionado el pobre cerebro de Sandino, durante su
permanencia en México y sus nexos con aquella entidad.
Ya hemos visto cómo se expresa Sandino en el do­
cumento anterior. Ahor a lo veremos e n s u verdadero
elemento: l a violencia.Para hacer más efectivo ese <amor
por la justicia», dirigió l a siguiente circular a todos los
jefes, bajo su mando, la que copiamos íntegra. Dice así:
Cuartel Gral. del Ejército Defensor de la Soberania
Nacional de Nicaragua.

Octubre, 16 de 1980.
A t odos los J efes Ex pedici ons r ios d e nuestr o Ej ér ci to:
Muy a preciables hermanos:

En c onsideración s q u e lo s vecinos de t odos l os


campos por donde operamos, viven en desesperación por
la SA L Y MEDICINAS, que solamente consiguen con pe­
ligro de sus vidas en los pueblos donde están at rinchera­
das lss fuerzas mercenarias, y comprendiendo que ess
SAL Y MEDICINAS, antes de entrar a los pueblos, pasan
los comerciantes dessfiándonos con ellss por nuestros pro­
pios campos de operaciones, en ess virtud se servirán t o­
dos Uds. autorizar s todos los vecinos del campo para que
denuncien ante nuestras fuerzas cualquier cargamento de
mercsnciss que se cruce de un pueblo s otro, y nuestras
iu~rzas estarán e n l s obligación de DECOMISAR cual­

O EL CAL VARI O DE L A S SE OOVI A S


qviier cargamento, sea de quien sea, y distribuir todo lo
DECOMl SA D O en tr e los vecinos má s cercanos.
L a t r op a t om ar á solament e l o n ecesari o p a r a su
consumo del momento, y seguirá su marcha.
Si entre los individuos que llevan las cargas, hay
quien se ononaa a entregarlas a nuestras fuerzas, QUE
RSE INDIVIDUO SEA PASADO POR LAS ARMAS.
Si entre los vecinos ha y quien n o quier a recibir
para su pr opi o consum o l o qu e nuestr o Ej ér cit o l e ordena
„r ecibir , que TAM BI E N ESE I N DI VI DUO SEA PASADO
POR LAS ARMAS.
El motivo para que se ordena el FU SI LAMIENT O
a quien no quier a entregar o no quier a recibi r l o que
nuestro Ejército le ordene, es por lo siguiente:
Que los comerciantes que transitan por estos lados,
s in preocuparse por el dolor de lo s DEFENSORES DE
LA SOBERANI A NA CI ONAL D E NI CARAGUA , son
c ómplices del invasor' yanki e n e l saqueo y asesinato de
nuestros pueblos: y por lo mismo que son cómplices, de­
bemos hacerles sentir co n niás fuerza aun el rigor de la
Justicia en defensa de la nación.
Los que n o quieran recibir las cosas que nuestro
Ejército decomise de los traidores a la Patria, es porque
s e consideran f u t u ro s t r aidores y po r conaig uient e H A Y
QUE PASARLOS POR L AS .ARMAS.
Patria y Libertad.
A. C. SANDINO."
[Un sello]

Para que.no se dude de la autenticidad de l ante­


rior documento, reproducirnos en la página siguiente el
fotograbado de la hoj a en que fué escrito.
Por el anterior documento, el mismo Sandino da a
conocer que carecían de CRUZ ROJA, y a que se refiere
a la necesidad d e capturar medicinas par a s u gente
Quedamos, pues, absolutamente claros, de que su Repre­
sentante Personal, Dr. Pedro José Zepeda, se guardaba
todoS los medicamentos e instrumentos de cirugía, par a
r eforzar su cl í nica en I a capita l d e México, lo s q u e d e
diferentes partes de L atinoamérica le erán enviados para
satisfacer sus solicitudes en nombre del Ej ércit o Defen­
sdr de la Soberanía Nacional de Nicaragua.
Por l o que se r efier e a l act o d e D ECOMI SA R
C UALQUER CARGAMENTO, SEA DE QUIEN SEA,. . .
etc., el Gr al. Sandino autorizaba con esto todos los asal­
tos vandálicos que se cometían y seguirían cometiéndo­
se por los caminos y caseríos, en los que su s hombres
no hacían sino cumplir 6rdenes expresas. Dice Sandino
en, su documen to : « L a t r opa tomar á solament e l o n ece­
sario para su consumo y seguirá su marcha, debiendo

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—179—

A l e o J of o s d a nu es t r o ffSSrofw . a j i . ~ .

m uy apr ec i a b l e s h a n h n c s x

Sn oogsfderocf os de quo l ci ,+éofmpu,de to4og ló s o@ p ',


oyoramce¡. viven on '44 poyorgof ofx por l a Sg ' y lpQ IC
to consi guen ccn pel i gr o 4o 'suo'.@royas ,velas"'on "Xóg :pueb 6a j4q . ,',ega-:.i
tan onchfquoradao l as ruer sas: enemigas'.iuujf ij p r $as; t . 4 4+ A~ Q
que eea Oal y mediCinao, a nte g,.de Ogtra ri d QCS'..yuhbkci: yac&'. lS S',ds®brv
af antee desat iendoncé OOh Ollao. ycr.Muestr eo'd ümyci' 40,0perdcf SASSJ, 'Oe; 1
,'eee vi x tu 4 so eorv fr k a to4os Ustedes. a utorf i a r.":á; te@os';los~roéis )s.',dol"'
campo,yqra que donunoien anca nuestr as yuorsas:cualq@ár'oargámonQ Sp~
mqroancfao quo oo cruoen dé un''puebl o g otr o ¡, jr n uoqtras' puirq as'S st~
x4n en l a ob l i gaoi ón 4e dooomfgar . ~ l q uf er oargsmentc~4o„:quién kod,p>;­
di ht r f bugr t ci o l c dooomfsadc,,pat r i o s v o ofáoo mts carcencsi~- Ím.
ya tomar4 solament e l o necesari o' par a.'sh wohmumo. doi 'mcjáeát@;y:.s
~ u ~c hao p'
Si .ent r o l cs i ndi vi duos quo f l ot an l as oargas hay quita n>s4' cpógg 'i;
a sntre garl a o a nuestr a s. yuorsao¡ que 'oso f y dfv fh uo sga pasady„'p of", p. '

.Sf en t r e l c o vocin oy hay quf4 n n o qufe ra re efb fr para qu p ró p


sumo l o que nuest r o Q or c i t c l o oxdena r eci b i r , que tambf4n, es%.;
, vi l o oea yaoadc por l as arca s . '
Sl mot i vo par a que so oxdone el f u sf lamie nto a quf4 n n c qufoj ~ "énh.
tr agar o no qui er e r ec i bi r l o quo nuest r o S$4rofto 4 o rdena . 'eo g% ;.P
lo of guf ont oa que l co comerciant es que tr abafan por e stoq li 4oi s fn".~>­
prsooupaxso pcr o l dol or 4e l os Defensores . de l a s obéran1a wacfonal­
Sfoaragua, ócn cómpli ce dol i nvasor yank) en ol s aqueo y a seofn at jg
'nuestr o puebl o, p' pcr l o mismo quo son complf oo, debomss héodrle p:.Sq p.',
ti r ocn mi s f ucnéa aún¡ el xi gor 4o l a Justi c ia sen defe nsa 4o,;la":%$$4n
Quienes nc qui eran r eci bi r lm s Sosas quo nuestro 74argqfto'dspqmL~
do l c s t r a i d cr o o a l a. Pa t r i a ¡ oq po rq ue se c onsid ere n. tiatu r44 t r a i 4 o,
" ~ ' ;

ra s y y o x c on si g ui en t e hay' qu o pasa r l o s po x l a e a r m o . . i . : '~.:j k"

.Cuartel general del fffk rof to defensor 4 e l a Soberana fXaofoüll ' 4 j' j :
R f oaxagua , O o t ubr e 1 5 4 e l p 50 .
Phf f fl d Y L1 lfgSTkü

O EL CALVARI O DE LAS SE GOVI AS


distribuirse el resto de l o decomisado entre los vecinos
más cercanos».
Si Sandino obraba por pura necesidad, lo natural y
lógico'hubiera sido que después de haber tomado lo que
sus hom.brea necesitaban, el resto se lo entregasen a sus
légftimos dueños. Pero no; aquello era una presa, pr o­
ducto desus rapiñas y lp mej or er a que otros gozaran del
trabajo y de los sacrificios de lo s desgraciados comer­
ciantes.
R especto a las órdenes de FUSI L AMI ENTO qu e se
registran en el mismo documento, el calificativoque mere­
cen lo dejainos al cr iterio honrado del lector.
La trascripción que hacemos de.los documentos co­
gidos en poder de Sandino,es fntegra, respetando a nuestro
pesar,.hasta errores de dicción y ortográficos.

LOS DISCÍPULOS AVENTAJAN AL MAESTRO


A veces los discfpulos aventajaban al maestro,y como
ejemplo veamos lo que el cabecilla Miguel Angel Ortez
sugiere a ru compañero Francisco Estrada, en carta fecha­
da el 26 de Octubre de 1930:
"Estimado hermano en la Patria:
Fu é en m i poder su i m portant e comuni caci ón , fecha
16 de los corrientes; impuesto de todos sus conceptos con­
téstole con el mayor gusto, deseando que al recibo de las
presentes letras, se encuentre bueno, en unión de los her­
manos que lo acompañan.
Por el momento no puedo llegar s donde Ud. está,,
porque estoy esperando unas comisiones que he mandado.
Pero podemos ponernos de acuerdo para. operar según las
instrucciones que Ud, traiga.
Yo creo que en la actualidad lo más importante que
p odemos hacer es interrumpir las nróximas elecciones; a
mi ver la mejor manera para interrumpirlaá es atacando
Somot o u n di a antes de ls s elecciones; además de se r est o
un acto importante para nuestra causa. podemos proveer­
nos de ropa y todo lo necesario para nuestra gente, pues
al hacer ésto llevarismos unos trescientos civiles para que
saqueen todo lo de las tiendas, y nosotros con la gente ar­
mada le llamariamos la atención al cuartel para mientras
ellos hacen l a operación ,
Esto no es difi cil; bien nos ponemos en el propio
Somoto sin que se de cuenta el enemigo; cuando d e l as
demás plazas quieran movilizarse nosotros ya vamos por la
chingada.
La organización la podemos hacer en Cuje, el 28 de
los corrientes; dig a Ud. su opinión al respecto, para que
asi arreglemos bien todo.

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 181—

Q uedo esperand o s u contestación : po r e l m oment o


reciba de mi y compañeros, en union de los suyos, un sa­
lud o afect uoso.
De Ud. am ig o y h ermano e n l a P at ri a.

Pat ri a y L i b er tad.
G R A L . M I GU E L A NG E L O R T E Z Y G U I L L E N
J ef e Ex pedi cionar i o
lUn sello.)"

El plan no podía ser mejor para los pobres comer­


ciantes d e Somoto, a q u ienes Or tez t r atab a d e l l evarles
trescientos ci viles, par a qu e se ocuparan d e l a no bl e m i­
sión de saquearles sus tiendaS de comercio, mientras él
con su gent e a r m ad a se encargar í a d e esta r h aciendo
disparos sobre el cuartel de la Guardia, para que los sa­
queadores n o tu vieran ob stáculos en su o br a v andálica.
Con el pr etexto
d e i n t er r u m pi r
las elecciones ha­
c ían v í ctim a a
los pobres co­
merciantes de a­
q uell a ciudad , y
e n previsión de
represalias, di ce
Ortéz : «Cuando
las demás plazas
quiera n m o v i li­
zarse, nosotros
y a vamos po r l a
chingada>.
Lo s sandinis­
ta s ~ h a bían
f amil i ar izad o d e
tal manera con el
crir»en , rl ue- les
c ausaba r isa oi r
las sííplicas des­
esperadas y l as
Una anciana y si et e hu ér fano s condenados
palabras angus­
t iosas d e lo s i n ­
a m o ri r d e hanibre, f u é el saldo qu e d ej aron
l os sandi nista s e n e l hogar de do n José A n ­ felices a quienes
tonio Blandón, al arrebatarl e l a vida a este iba n a i nmolar .
honrado ci udadano. A l a si tn pl e vi sta se des­ E l dí a 27 d e
c ubre en el Sr . Blandón, que aparece en la Octubre se reci­
foto, al hu mi ld e h ij o de l cam po , i n conf un di ­ bi ó en l a A l cal­
bl e con u n soldad o d e l a I nt erv encion.
dí a d e E 10 cotal

O EL CA L VA RI O DE LAS SE GOVI AS
—182—

la dolorosa noticia de haber sido asesinado atrozmente,


y mutilado c on l ujo de barbarie, el c iudadano d on P e­
dro H ernández, cuy o cadáver, casi imposible de identi­
ficar, fu é encontrado a orillas del rí o Coco, cerca del
lugar llamado Amuyacán. . Se pud o saber quien er a,
por un a medalla qu e ll evaba al .cuello. E l crimen f ué
ejecutado po r un a cuadrill a de foragidos sandinistas,
comandados por Marcial. Rivera Zeled6n. E n esos días
fueron asesinados por l a misma banda, e n j urisdicción
de Jinotega, don José Antonio Blandón y un hijo de éste,
de doce años. A l primero, al bolsearlo, l e encontraron
una placa de identificación, la que le plantaron en la frente,
sujetándola con u n clavo, que le introdujeron a golpes.
Después de este horrendo crímen, continuaron s u cami­
no hacia las propiedades de los cafetaleros don A ntonio
Rivera y un señor Cortés, las que incendiaron, después
de haber r obado en ellas los que les di6 la gana.
C ADA J EF E SA ND INIST A Q U ER(A SU PERA R EN
BAR BA RI E A SU COM PA NERO
Rara vez las cartas de los jefes sandinistas a su Je­
fe contenían otra cosa que informes de los actos de bar­
barie cometidos por ellos. L es parecía quizá una ofensa
a l Jef e Su pr emo, n o inclui r en sus car tas el i n f or m e de
una depredaci6n o de un crimen más. Sandin o asirnis­
mó, enviaba mensajes a todos los j efes d e sus bandas,
dándoles a conocer los crímenes cometidos por los demás
que le estaban subordinados, siendo esto como una ma­
n era de estimular el manejo de lbs puñales homicidas y
la tea incendiaria en manos de sus hombres.
Veamos los siguientes conceptos d e una carta que
Pedr6n k ltamirano dirigi 6 a Sandino con fech a 25 de
Octubre de 1980.
"El 24 del corriente despache en j i r a militar para
el lado de Matagalpa, llevando 80 hombres y todas las
máquinas al Gral. Peralta, como primer Jefe, como segun­
do el Cnel. Fulgencio Hernández Báez que y a est a con­
migo, y como tercer Jefe al Mayor Daniel Hernandez.
Esta gira es con el fi n de que la gent e se prepare
p ues está, bastante desarreglada, sin ropa y calzado, y es
la única manera que pueden mejorarse. Y o n o sali de
esta jira con la gente, porque estoy bastant e ma l con el
reumatismo y unas cy,lenturitas que me molestan bastante.
pero si Dios quiere en el regreso que vengan l as
f uerzas saldrá y o personalmente, si Ud. no ordena ot ra
cosa, pues mis deseos son de poder salir pare acabar con
todas las haciendas que hay por aquella zona.

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—188—

En esta comisión que van los muchachos L L EVAN


INSTRUCCIONES DE QUEMAR TODA HACIENDA A
QUE ELLOS LLEGUEN Y EL RESTO QUE QUEDEN
LA S T ER MI NARE DESPUES, PUE S SOL O AS I PO­
DEMOS SALVAR LA SITUACION DE NUESTRA PA.
TRI A.
Le Particip o que el bandido de L uis Cruz y a es
menos en el numero de los demás bandidos, pues lo cha­
lequearon lo s H e rr eras, segun m e l o d ije ron.
Di orden al Tenient e Medina qu e " chalequelle" a
Balvino Vilchez, pues no conviene que ese individuo per
manezca con el l u ga r qu e está.
En espera de sus órdenes¡soy su Atto. y S,S.
Patria y Libertad.
PEDRO ALTAMIRANO."

Es bueno que se sepa, que Pedr6n no sabí a leer,


n i escribir en aquel tiempo, aprendiendo con dificultad a
poner. su f irma. Su Srio. en ese entonces er a e l fier o
Pedro Antonio I rías, que es quien escribi6 y r edact6 la
siguiente carta al Sr . Andi és Aráuz, l a qu e publicamos,
como siempre respetando en parte Ía ortografía.
"Campamento Los Bolcanes, Noviembre 1 de 1990.
Sr. don András Arauz. Su casa.
En esta fecha he decretado a Ud. la suma d e dos­
c ientos 'cordovas (5 200.00) como contribución forzoza, la
q ue entregará, a don Just o H ernández, quien tien e mi s
instrucciones para recibi r todo lo que Ud. le entregue.
1 a cont ri bu ción qu e este mand o l e i m pon e es con
el fin de ayudar a la s fuerzas Defensoras de l D erecho
Nacional de Nicaragua que están bajo mi mando; asi co­
mo las que permesen en el Cuartel Gral. con el Jef e Su­
premo.
Si Ud. no ayuda a la Causa que defendemos, y que
es una obligación d e t odo ni car agüense hon r rado y pat ri o­
ta ay u da r po r e l bi en de su P at r ia, s e v er á ob lig ad o en
dejar abandonadas sus propiedades, pues quedaiá, decla­
rado como enemigo de nuestro Kjórcito Defensor de la So­
b erania Nacional de Nicaragua, como si Ud. presta su
c onti ng ent e serán respetada s su s p r opiedades v i da s d e
todos sus familiares y de sus operarios.
Como antes le digo si n o no s ayuda! cuidado con
arrepentirse, pues estoy dispuesto a cumplir y' a hacer
cumplir a sangre y fuego mis órdenes cuando sean i rres­
petadas.
P isnselo bien Ud. y escoja el camino qu c mejor le
parezca , p er o si se apart e d e su s deberesl D i os l o salve si
cae en mis manos!

Patria y L ibertad.
PEDRO A L TAMIRANO.
Jefe Expedicionario".

O EL CA L VA RI O D E L A S SE GOVI A S
—184—

Puede darse una situación, mas angustiosa par a los


h abitantes d e las Segoviasv S í po r cu al quier mo tiv o n o
podían pagar l a contr i buci6n f or zosa, qu e se les detalla­
ba, no solamenie exponían su vida, sino que el machete
sandinista estaba listo para caer sobre la cabeza de sus
familiares y hasta sobr e l a de sus operarios, qu e nada
tenían que ver con l a actitud tomada po r sus patrones.
Pero tio había oxplicaciones, ni excusas. El .dinero había
qu e conseguir l o d e cu alquier m aner a y l o d emá s poco
importaba.
Con respecto a los propietarios, son bien conocidas
las dificultades con qu e t r opezaban p ar a consegui r d i n e­
ro. Quién iba a dárselo cuando sabían que sus propie­
dades estaban a merced de los sandinistss, y qu e éstas
podían quedar de un día para otro reducidas a pavezasY
Ya conocemos las cartas d i r i g idas a Sandino y r ela­
cionadas con el conflicto por la hegemonía en el ex tran­
jero, surgido entre el Dr. Pedro José Zepeda, Represen­
tante de Sandino, y e l p eriodista don J . Constantino
González, aspirante a dicha representaci6n.
C omo el cabecill a d e las Segovias se abstuvier a d e
contestarlas, parece que Zepeda y González enfriaron un
paco su entusiasmo libertario, segun lo dá a e n/ender e l
propio Sandino, en carta. dirigida por éste a Pedro Alta­
mirano, de fecha 14 de Noviembre de 1930, de l a cual to­
mamos lo s siguientes párrafos:
"Es muy poca la esperanza que nos queda de ayuda
que pudiéramos recibi r d e parte d e México o d e otro
Gobno, lo más seguro es, que como nosotros somos los
que t enemos l a yuca hast a e l cerco, somos nosotros
mismo quienes tenemos que sscárnosls.
Los pleitistas Dr . Pedro José Zepeda y Constantino
Gonzalez, ni siquiera nos han vuelto a escribir.
Seguramente que ello s miran poca esperanza en
nosotros, de que ellos puedan llenar su s mezquinas am­
biciones personales.
Es pr eferible que el día de nuestro triunfo, estemos
d esligados de todos esos ambiciosos, para que as i no
tr aten de imponérsenos más tarde, etc, etc."

DONDE SE PERTRECHABA DE ELEMENTOS


BÉLICOS SANDINO
El apertrechamiento bélico de Sandino tuy o diver­
sas fuentes, entr e las que citaremos l a d e p ol í ticos v j e­
fes subalternos h on dur eños, q ue i nteresados en l a caí da
del Gobierno del Gr al. r oncada , proporcionaban ar mas
y municiones al rebelde de las Segovias.

E L V K R D A D E R O S A N D I N O
A demás de constar ést o e n documento s cogidos a
los sandinistas, en encuentros habidos con l a Guardia
Nacional, el Gbno. de Nicaragua lo comprob6 plenamen­
te, por medio de un comisionado especial, el joven T e­
niente do n G u illerm o E . Cuadra, quien el 23 d e F ebr er o
de 1932, baj o el no mbr e d e Si nf oroso Gar cía, y e n el ca­
r ácter d e u n pacífic o comerciant e tr aspas6 l a f r ont er a
p ar a cu mpli r co n l o qu e se l e habí a o r denado . Cu ad r a
d espleg6 sus actividades, y éndose d irectamente a un a d e
la s f u ente s d e aprovisionamiento . L l eg 6 a C h ol uteca,
d ond e se puso al h abl a co n el entonces Gober nador d o n
Isaac Rami rez Cabieles, co n q u ien ar r egló u n l ot e de 50
rifles y 1.500 t ir os, po r l a suma d e mi l c6r dobas.

v
4

Kl < z ,l ef < l ' ol i t ico de " (; i ndad ' >an<nno " r J ef e i:.xt>«' iiciona­
rio, (~val. l' vanciscn l'.. trada, i>osa con sq s t vopas ant< nr>a « in<ara
. an<li»i>da «n < l i»<>i>io voraz<>n de l a n>ontan a <ie J i»o<<»a. l'.I (1e­
n eval l' ~t va<ia < va afect o a r eco»< r i m presiones < v<<ficas, co n el
le n t e d e s« h < ><la c k .

P o r medi o d e nuestros agentes d i p lomático s se h i ­


cieron gestiones ante aque l G b no. par a q u e cu mp li er a
c on su s deberes d e neutr alidad , cer r and o l a f r onter a a
Sandin o y su gente; más en l a pr áctica, las pr oinesas q ue
en ta l sentid o se hicier on, n o f uero n otr a cosa qu e m e­
ras pal abras.
En car t a q u e Sandin o escr ibi ó a l Cn el . A b r aham
Rivera, con f echa 21 d e N oviembr e de 1930, le i nf or maba
q u e e l Gr al . Si mó n Gonzále z h abía id o a I I o n d uras a
cur arse d e un a h er id a qu e r ecibi 6 en l a montaseis , y qu<'

O EL CAL VARI O DE L A S SE GOVI A F


—186—

al regresar habfa trafdo treinta r ifles i nfumes, con más


de 80.000 tiros, facilitados por sl os . amigos hondureños.i
Mas adelante publicaremos documentos que comprue­
ban la participación de autoridades de aquel'Gbno. en el
a provisionamiento de armas a Sandino, sobre todo, al
verificarse la trasmisión del Poder 'en aquell a Rephblica,
al partido contrario.

UN GRAL A LAS ÓRDENES DE UN CQRONEL


Cosas muy curiosas se vefan en las disposisiones de
S andino. E l Gr al. Sim6n González fué destacado b aj o
l as órdenes de l Gnel. Abraham Rivera. Veamos la
forma en que se referfa a ésto en su carta de 21 de No­
viembre.
"El GraL González irá con loa mismoa treinta. hom­
brea que están a sus órdenes, y con el equipo integro de
comoqio trajeron de Honduras, .pues he considerado que
al hacer mi viaje al interior,ea buenoque en elRio quede
una fuerza competente por muchos motivos.
No importa que el GraL González tenga un grado
más alto que la j erar uui a de Ud., pues el ir á bien e nten­
dido, por Ias explicaciones que le haré; y el no yerá Jefe
Expedicionarlo en el Rlo, sino que irá corzo nspsctor
MHitar en el Rio, bajo laa órdenes del Jefe Rxpediciona­
rio del Rlo Coco, CneL Abrahsn Rivera.
El hermano' Gral. Gonzfilea es un hombre sencin~
pero valiente y sincero, por lq que sabrá ser mu y r espe­
tuoso n Ud., asi como es él conmigo.
rocurado que entre los muchachoa que van con
el Gra l nzález no vaya entre ellos ninguno que sea
adre de familia, par a que puedan all i mismo en el Rio,
uscarse sus «hembritas» y aumenten sai los Defensores
de la Justicia, etc."

SANDINO CONVERTIDO EN MAESTRO DE TEOSOF(A


Al mismo tiempo, Sandino no desperdiciaba la opor­
tunidad de influenciar con ideas teosóficas a Rivera, a
quien pensaba converti r en u n apóstol de sus doctrinas.
Veamos, al final de la referida carta, lo que le dice:
"En mi anterior le hablé algo d e la s leyes divinas
de las naturales. Seguramente que a ese respecto na­
s tengo yo que poder enseñar a Ud., pero m i i ntención
ha sido convertirlo en un apdstol d e nuestra causa, pro­
bándole que no estamos en esta lucha por el acaso, sino
que en cumplimiento a la ley de Justicia (LEY DE AMOR)
Siendo el amor el primero que existió, sobre todo
lo creado y que crear se pueda, es natural v lógico que
hasta en el átomo más imperceptible del Universo exista

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 187—

D e pies, de derecha a i z q uierda, Juan F er r eti , A braha m R i v e


ra y el periodista Aguilera. Sentados, Francisco Estrada y Sóera­
tes Sandin o.

O EL CAL VARI O DE L AS SE GOVI A S


—188—

allí su electrón de amor, por l o qu e Dios está en todas


partes.
Con las pocas explicaciones que me permito enviarle
creo que U d sabr á encontrar la confianza de nuestro,
triunfo en toho lo que Ud. mir e pues en las hojas, en
los pájaros, en las flores, en la s arenas y aún en las
aguas del mismo Río.
Yo n o conocí al 'Padr e Reyes, a quien Ud. conoció
materialmente, pero par a que Vd . l o conozca espiritual.
mente, le manifiesto que él fue espiritista y que por eso
se anticipó a decirle al pueblo mucho de lo que actual­
mente está ocurriendo, y que todavla hay quienes de los
que escucharon a ál están presenciando tambien los acon*
tecimien tos.
Patria y Libertad.
A. C. SANDI NO"
(Un sello)

Foto de la hacienda La Esperanza, en el Dpto. de Jinotega,


incendiada por Pedrón y sns forajidos.

El plantel de <La Esperanza> fué incendiado por


Pedrón A ltamirsno y sus fuerzas el dí a 23 de Noviembre
de 1930, sin respetar que su dueño Don Vicente Gonzá­
lez Guerra, er a Cónsul de Guatemala. Esta .propiedad
constaba de las siguientes casas que fueron destruidas
completamente: una de madera de dos pisos; un plantel
para beneficiar café; casa para cocina y comedores de
operarios; casa para habitación del mandador; rancheria
p ar a los colonos. Contení a además gr a n cantida d de
animales de asta y casco, que los sandinistas al mando
de Pedrón se llevaron. E sto, sin contar con la pérdida
de las cosechas de 1930 y 1931, que no pudieron levan­
tarse, y por consiguiente se perdieron, por haber queda­

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 189—

do en abandon o l a p r o piedad.
El señor Gottzález Guerra llegó a Managua a poner
la qut ja al Comando de la Guardia Nacional de las de­
predsctcncs de que había sido o bj eto. A simismo, pro­
por«iottó a l a pr ensa l o s sig uientes dato s r ef er entes al
asalto d e su p r o piedad:
Helos aquí:
Pedr6n 'A ltamirano l e notific6 er i e l año d e 1929,
qu e l e etttr egar a cotno cotttr ibució n f or zosa l a cant idad
t te q uinientos c6r dobas. P o r r azones bien 16gicas el n o.
ti ficado n o accedi ó a las pr etensiones d e Pedr 6n , el cual
desde entonces no ocultaba sus deseos de castigarl o por
desobedien tt .
Al iniciarse l a segunda quincena de l me s d e No­
viembre, Pedr6n notific6 de nuevo al dueño de ~L a Es­
peranza, por medio del mandador de ella, Juan Gutié­
r rez qu e pagara dicha suma, perentoriándolo qu e de
cualquier niobi o consig uier a el d inero, sin o qu er í a v erse
castigado. Y , como en l a ocasión ant er i or , el señor Gon­
zátez Guerra no prestó oídos a tales amenazas.
M uy tranquilo hallh.base él en Jinotega, cuando a
eso de las 12 meridianas de un dí a domingo, recibió no-.
ticias de que <L a Esperanza> había sido barrida, y que
a r di a e n l lamas desde el d i a ant er ior .
El Cónsul Sr . González Guerra, junto con un a pa­
t rulla de Guardias Nacionales se constituy6 en e l l ugar ,
del siniestro, encontrando s6lo cenizas en lo s l ugares'
dond e se levantab a el edificio d e dos pisos y lo s d emhs,,
de su hacienda, y destruidas las maquinarias completa-í
mente. González Guerra manifest6 que los Sandinistas,
antes de incendiar la hacienda, secuestraron a la famiha
del mandador, con. el fi n de impedir que ell a di er a avi­
so de los hechos que preparaban, as1 como bloquearon
todos los caminos adyacentes, par a evitar e l paso de
cualquier individuo que pudiera í r a dar parte de lo que
ocurría. Después de cumplir su misi6n devastadora, que
principió 'a las tres de la tarde del sábado 22de Noviem­
bre de 1980, los llamados libertadores se r e tiraron a s us
gu ar idas d e l a m o ntaña.
Ya hemos visto c6mo algunos di stinguidos sacerdo­
t es cooperaron, con enaltecedor y p atri6ttco gesto, a la
pacificación de Nicaragua, yendo a ei poner sus vidas al
propio teatro de operaciones de las Segovias, donde los
sandinistas cortaban cabezas, derramando inmisericorde
sangre nicaragüense. E stos abnegados discípulos de Je­
sucristo fueron a predicar la fraternidad, queriendo, en

O EL CA L VA RI O DE LAS SE GOVI A S
—190—

un su pr emo esfuerzo, ablandar aquellos cor azones insen­


s ibles p o r s u co nnat ur al izaci6 n co n el cr imen . E n t r e
ellos estaba el Pbro. E mi lio 8. Chavarria, cu) a palabra,
ceñida a la verdad, dice más que cualquier comentario
nuestro.
Veamos una carta del Padre Chavarria:
Somoto, Noviembre 29 de 1930.
Srita. Pastora Cano. León
A mi consideración su muy atenta del S de Noviem­
b r e . E s d e ag r adecer e l su m o i n t er es co nq u e m e p i d e
inf o r mes" r e specto a l a si tuación act ua l d e e s t a r eg ion.
Tod o cuanto s e m e o b i ig ar a a declara r e n e st e s e n t i do
lo juzgo pálido par a l a realidad de lo s acontecimientos
tan lamentables q u e no s cercan . Y a e l u n áníin e c l amor
de los p ueblo s d ebi er a r ep er cu ti r e n t r e v oso t r os ; b asta
e l v ací o q ue se f o r m a en el co m er cio, p ar a conv encer su ­
fi cien t em ent e a cuanto s es p í r i tu s in cr ed ulos haya n v i sto
con marcada i ndiferenc'a nuestra justa queja. Po r e.-ta
r azó n h e to m ad o po r n o r ma
guardar pr ofundo silencio, has­
ta est e m o m ent o q ue ce m e so
li cita, r esi g nándome, e i u n í so­
no d e esto s d esgraciado s p ue­
b los, a espera r t a n sólo d e l a
M iserico r di a D i v i n a e l ali v io d e
n uestro s m ales, si es d e su v o­
luntad, ya que la mano del hom­
b r e s e h ac e v o l u nt ar iamen te
i m potent e p ar a co n t r ar r estar l a
imp et uosa co r r i ent e q ue ha bro­
tado ennegrecida con el cúmulo
de males.
Da lástima ver cómo empie­
zan a llegar, como lo he palpa­
d o e n m t h o g ar , p o b r es, ol v i .
dand o q uizá hast a l a d i g n i d ad
de s u naturaleza, a menditt­
g ar u n mendr ugo de pan , No
l tay cosechas, ocasionada s p o r
la sequía. Los campos asolados
predicen muy a las claras que
e l h am br e no s h a d e azotar en
no l ej an o d í a.
F i n al mente, l a g u e r r a i n t er ­
mi nable d e m ás d e cu at r o años,
cuyo resultado es la intranqui­
lidad y zozobra en que vivimos,
sin poder ver u n p equeño ho­
P hro. E m i li o S . C hav a r r l a r izont e f a v o r a ble, h a se nt ad o
sus reales, sembrando el ter ror
p or todas partes. Guerra, hambre, peste, escasez de v i ­
veres, de dinero, en fi n tod o el cortej o d e males; q ué
más nos espera? Sólo Dios, nuestr o Señor l o sabe.
N uestr o calvari o ha sido largo y q uizá nes esper a l o
peor; no lo sabemos.

K L V E R D A D E R O 8A N D I N O
Qub comercio puede haberf Qaii t rabajos n ueden
llevarse a caboF S alir por los campos, visitando las pe­
ueñas chozas de sus humildes moradores: unas q uema­
s e, otras abandonadas, otras.. . . . . . . . . ..qué.se yo. Da
horror. Las haciendas desprovistas de toáo para su cul­
tivo, pues sus propietarios sólo atienden a salvar sus vi-,
das. Todo el mundo se queja, y con justa razón; pero
sufrimos en silencio la mayor parte, ahogando nuestras
uejas en el mar inmenso e infinito de la Misericordia
Eivina.
~i .
Es muy justo que la caridad de esos dichosos pue­
blos tienda una mirada hada nosotros, hacia estos'des­
graciados pueblos, de la manera que haya lugar, par a
suavizar u n tanto l a azotada región d e lo s ol vidados.
Sólo estando aquí podrls appreearse con entera verdad
cuanto queda di~cho, que es poco.
Asi contesto por el momento su caritativa carta,
esperando se lleve a efecto cualquier obra de caridad de
esa buena gente. El comercio de allá, que en mejores
ocasiones se ha visto favorecido por e l de aqui, debe
tomar muy en cuenta todas. estas cosas, en cualquier for­
ma.
Si cree conveniente su publicación (de esta carta)
no me opongo a ello.
De Ud. Atto. v S. S.
ESIILIO S. CHAVARRIA, Pbro.

LA OLA DEVASTADORA CO NT iNÚA CO N MAYOR


EM P UJ E
E l mes. de Diciembre fub un mes de horrores en el
s ector Norte de Jinotega, y la sangr e y las espirales de
humo denunciaban que esos lugares eran recorridos por
las hordas de Sandino.
La hacienda ~Los Gualicesi , de don Bla s Miguel
Molina fué quemada en j urisdicción de Yalí, en Diciem­
bre de 1930. E sta propiedad constaba de 2.000 hectáreas
de potr eros, d e 75.000 ár boles de . café, qu e p r oducían
alrededor de 800 quintales anuales y de 30 manzanas de
guineo. Contenía también una casa de habitaci6n de doé
pisos, bien construída; otra para la elaboraci6n de dulce,
con todos los accesorios para su fabricaci6n; una casa
para beneficiar el café, con maquinaria movida con fuer­
za hidráulica, y alrededor de mil reses y doscientos cer ­
dos de raza. Todo fué destruído: las casas por el incen­
dio y lo demás por el robo y el abandono durante seis
años. Total : una pérdida de no menos de cuarenta mil
cor dobas.
La hacienda San Carlos, también d e don Blas Mi­
guel Molina, fué quemada en el mismo mes, y en l a mis­
ma j urisdicci6n de Yalí . Constaba de 50Ó00 hrboles de

O EL CALVARI O DE LAS SE GOVI AS


café y pr o ducia a lre dedor d e 400 quin tates a l a ño, h a sta
en 1928, época en que por las depredaciones sandinistas
quedó en completo abandono. Contenía también una bue­
na casa de dos pisos, y otra para e l b eneficio del c afé
que fueron reducidas a cenizas.
'L as pérdidas, sin contar el lucro cesante, puede cal­
cularlas el lector.
La finca de don Emilio López fué quemada, en j u­
risdicci6n de Yali , así como la casa y los utiles del ser­
vicio, incluso el beneficio del café. E l v alor de la s pér­
didas, incluyendo la no levantada de las cosechas desde
1928 hasta 1982, asciende a muchos miles de cbrdobas.
La finca «L a Estrella,» de donFelipeMachado B. fué
incendiada en Diciembre de 1930.
La finca San Antonio de don L ui s Fr enzell, en j u­
risdicci6n de Yalí, fu é quemada el 16 d e Diciembre de
1980. Contení a tr e s casas d e buena construcci6 n y 250
reses. L as cosechas no fueron levantadas durant e l os
años de 1930, 1931 y 1932, calculándose que producí a 200
quintales al año. E l Sr . Frenzell es alemán, persona ho­
norable, y completamente alejad o de los asuntos poli ­
ticos.
La finca «El Placer», de l a sucesión d e do n Abel
González, también f u é incendiad a en 1930.
Todo este daño, para qué' Para sembrar e l t e r r or,
sin ponerse a meditar en que ese daño, no se hací a so­
lamente a las personas, sino que a Nicaragua entera.
EL CO RT E DE C U M BO L L EV ADO A L A PRACT ICA
El Corte de Cumbo, que estrenaran en e l v alle de
<La Corneta» los famosos Centeno, seguía poniéndose en
práctica en l as f ilas d e Sandi»o.
Veamos el siguiente informe que rinde el cabecilla
Fu lgenci o H er nánde z B áe z a s u co mpinch e F r ancisco
Estrada, respetando l a horrible ortografía que tiene:
Canpo de Hnor . Diciembr e 2 d e 19SO.
Sr. Gral. Fr ancisco Estrada.
A donde esté.
Muy Sr . Nuestro:
Estimado hermano Mayor en la Patria con el mayor
respeto saludo a Ud. en union de Su honorable corpora­
ción de hermanos buestros deceando que al recibo de la
p r esent e s e i n cu en tr e bu eno . G en eral y o po r l a v o l u n ­
tad de Dios ise mi crusada sin Peligro pero cuando Salía
y o al potreo acia pocos minutos que acababa de pasar la
guardia para Quibuto PFRO PAR A PROBARLR;S QUE
N O L E S T ENGO MI ED O PAS E BUSCANDO A U N
J OSE LJON T A L ABFRA QU E A CABA B A D E SAL I R

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
DE BAJA DE LA GUARDIA y sara otro de los mislnos
denun y cayó el CORTE DE.CUMBO y les queme dos
casas pues creo llegar luego a su campamento.
Soy de Ud. Atto, S. S. que lo esttma y hermano en
la Patria.
Patria y L ibertad
'(f) Coronel F ULGRNClO H ERNANDEZ BAEZ"

Los correos públicos con frecuencia eran asaltados


en los, caminos perdiéndose cheques de los empleados de
la Administración, giros, escrituras y documentos en ge.
neral. Algunos fueron duplicados y cubiertos; no asfi
giros sobre Estados Unidos, de marinos que perecieron,
y los cuales, aunque no pudieron ser cobrados, se halla.
ron en la correspondencia tomada a Sandino, y que for­
ma parte integrante del acervo que se guarda en la Ofi.
cina de Operaciones de l a Q. ¹ , a l a orden d e quien
quiera verla.
El dfa 30 de Noviembre el correo peat6n qu e i ba
del Ocotal a E stelf, se present6 a l a Guardia en este
ultimo lugar, denunciando que habfa sido asaltado por
un grupo de sandinistas, cerca de la finca «L a Floridas,
al Norte del lugar llamado Blandón, y que después del
robo, los asaltantes se dirigieron hacia San Joaqufn. Es­
t o constituia, como se comprende, u n golpe a88stado al
comercio, contribuyendo g empeorar l a situación de las
Segovias, y la del interior.

EL H A M BRE A LA S PUE RT AS

A los espectros terribles de la sequfa, del sandinis­


m o y de la falta de trabajo, se venfa a sumar otro : el
h ambre. L os artfculos de primera necesidad llegaron a
t ener precios tan elevados que no ,estaban al alcance de
l a gente pobre, y estos infelices pedian que se fij ar a el
precio de los artfculos de diario consumo, para evitar .la'
acci6n de los agiotistas. A pesar de semejante estado de
c osas, el 18 de Diciembre, Pedr6n Altamiran o di rigi6 a
Sandino un a carta, uno de cuyos párrafos e s e l si­
guiente:
"" . . . . . . ..Tengo el proyecto de quemar todaslas hacien­
das que no quieran ayudarnos, y "chalequiar" a los due­
ños en el caso de que sean agarrados por nuestras fuer­
zas.
Soy su atento Servidor
Patria y Libertad.
PEDRO AL T A R I RANO
Jefe Expedicionario

O EL OA L VA RI O D E L A S SE GOVI A S
—194—

. Y est e pr oyecto, q uién l o cr ey era, f ué apr obad o por


el Jefe Supremo, intensifichndose las contribuciones y lle­
vando a cabo lrrs amenazas de incendiar y destrui r l as
propiedades de los que no podían satisfacer las exigen­
cias del ssndinismo. Todo lo inhumano era ensayado por
los soldados que se titulaban l ibertadores, y así se vi6
a una banda capitaneada po r H eribert o R eyes, quien
llegó a la hacienda «La Reforma», cerca de Quilalí, don­
de colg6 de lss partes nobles al señor A braham L6pez,
hasta que prometiera no recoger su cosecha de café ese
año.

He aqu i l a bell a ci udad de Jinot ega, llamada tarobibn ia Ci u­


dad de las Brumas, vista desde el Cerro de la Cru z Es ella la ca­
becera del Dpto. de su mismo nombre, que fu0 el que mhs sufrió
durante la campaña de Sandino. Fue alli donde estableció su cuar­
tel Gral. el Comando de las fuerzas americanas, siendo apetecida
su posicion por todos los cabecillas sandinistas, quienes nunca
pudieron tomarla.

SE QUISO APROV EC HA R L A DESOCUPACIÓN


Al g unos malos h ij o s d e N icaragua, cuyo s n o m br es
daremos. a conocer más adelante, quisieron aprovechar la
c ircunstancia del paro de los tr abajos par a l evantar el
ánimo popular contra el Gobierno, no dejando en par te
de conseguir su objeto; 'mas como no tenían armas y e l
Gbno. estaba a la espectativa, sus movimientos prodito­
rios no tomaron cuerpo.
Sin embargo, se dirigieron algunos a Sandino, ha­
siéndole ver que los pueblos de Occidente estaban orga­

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—195—
nizados y dispuestos a cooperar con él, lo que le llen6
de alegría, pensando en el triunfo de su causa. A esto
,se refiere el guerrillero de las Segoviss, en carta que
dirigi6 a sus lugartenientes Ismael Peralta y Pedro Rlan
dón, con fecha 20 d e D i ciembr e d e 1930, de l a qu e t ras­
cribimos los siguientes párrafos:
"Ahora bien: en carta r eriente de esta Jefatur a Su ­
prema para Uds., se les hizo sentir de que en los casos
que no se efectuara la gira de las tres columnas al man­
do de los hermanos Pedro Altamirano, I smael Peralta y
Pedro Blandón, a la Costa Atlántica de nuestra Repubh­
ca, que cada una de la~ coluninas operara con su s r es­
pectivos j efes po r lns lugares más convenientes, pero
que siempre en contacto las tres par a mientras r eci bia­
mos comunicaciones de los que están prnyectsndn levan­
tarse en ar mas en el interio r d e nuestr a Republica, y
después nosotros disponer hacer lo que convinier a mas
a nuestra causa.
Como en nuestra causa, no ha sucedidn ni sucederá
p uede que se haga lo que nn convenga, porque nuestr a
i nspiración es la j usticia divina, fué por eso que la j i r a
a nuestr a Costa Atlántira se efectuó, y apoyándonna en
ella. he procurado el ataque simultáneo a varias piaaas
de las Segovias.
Apreciables hei manos: Tened p resente, q ue mien­
t r as cumplais las órdenes de este tu hermano mayor ,l a
Pr ovidencia o s r u hr ira, per o si un d i a q ue no lo quie­
ro llegases a ensob rbererte, eeráis bar ridos por la jus­
ticie, porque nuestra causa es l a causa d e l a j usticia
mi sina.
Soy con toda consideración, vuestro hermano que
los estima.
Patria y L ibertsd.
A. C. SANDI NO"
(Un sello)

E L R IS U EÑ O P O RV ENIR QU E L E
ESPERABA A NICARAGUA
No podía ser más risueño y halagador el porvenir
que le esperaba a Nicaragua, en caso d e t r iunfar San­
dino. E ntr e los proyectos qu e acariciaba estaba el de
colocar a Pedr6n y a sus hijos entr e lo s hombres que
habrían de regi r los destinos de la naci6n, según lo ma­
nifiesta el j efe insurgente en carta dirigida, con fecha 14
de Enero de 1931 a los dos hijos de Pedrón, Melecio y
Pedr o R amón.
E n l a documentación que obra en l a Oficina de
Operaciones de l a Guardia Nacional puede ve r quien
quiera esta valiosa joya.

O EL CALVARI O DE L A S SE QOVI A S
—iSS—

EL MENTIDO DESPRECIO DE SANDINO


POR EL DINERO
A pesar de que Sandino dij era, en un o d e tsin tos
reporta]es que diera en México, de que por ei diner o se
sentía el más profundo desprecio en su Campamento, es
lo cierto que las contribuciones f orzosas detalladas por
todas partes, pasaban a su peculio personal, si n control
de ninguna clase, siendo sabido que los que no cumplían
8U8 6rdenes de extorsionamiento tenian suspensa sobre
sus cabezas la cuchilla de la muerte.
Hubo algunos hacendados, que para poder levantar
sus cosechas de café solicitaban destacamentos de guar­
d ias o marinos, ofreciéndoles al ojamiento y comida en
sus posesiones. Hubo ca808 en que se hicieron estas con­
cesiones, pero no er a posible acceder a todas las solici­
tudes, porque el número de guardias y marinos n o er a
ilimitado.
Los sandinistas se ensañaron contra estos propieta­
rios, diciendo que retribuían los servicios con dinero; y
la puntería y oj eriza de Sandino y los suyos se enfocó
contra las propiedades, que al menor descuido estaban
condenadas a sucumbir, abrasadas por la tea libertadora.
A prop6sito de esto, creemos conveniente r eprodu­
cir el informe que el cabecilla Fulgencio Hernández Baez
rindi6 al j efe expedicionario Francisco Estrada. Dice tex­
tualmente así:
"El Achiote, Enero 12 de I981.
Sr. Gral. don Francisco Estrada'
Su Campamento o donde se encuentre.
Estimado hermano mayor en la Patria:
Con el mayor gusto y placer m e di rij o a Ud. con
un afectuoso saludo, en union de todos los que l o acom­
añan, y despúés de mis recuerdos, mi General, tengo a
ien comunicarle que hice la cruzada sin ninguna dificul­
tad. Estuv e cerquita de San Juan, y alli tuv e i nformes
que Abraham Artiaga,.era el que encabezaba con los ca­
fetaleros, en el pago de los guardias y los Machos, pagan­
do a los machos 15 cordobas al mes y a la Guardia cinco
pesos mensuales a cada uno; y dice A braham A r tiaga
que mejor gasta quinientos pesos en los Marinos y no un
centavo en los bandoleros.
Pasé por la hacienda de Artiaga y l e mandé dar
fuego a todas las casas que habia alli; la casa de l a má­
quina qu e despulpa café se quemó, y un poco de café
lavado, segu n m e Qj é.
Pierde en la casa como dos mil pesos, talvez más.
A donde Adán Portillo no habla gente, sólo caf é cortado,
y también l e di fuego a l a casa. A. donde la Elena Mun­

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—197—

gula no lleguó porqu e me agarro cl dfa, per o ag arre a


una sirvienta que le lleva el apunte a las cortadoras y' la
tuve todo el dia aguantando hambre, asi como a unosmo­
zos Valladares tambión los agarré. Con esa mujer leman­
dó notificar a l a Sra, Mungui a quinientos pesos de
c ontribución, y que si no paga, quc n o siga el corte, y a
que tendremos que cumpli r co n l as ordenes superiores,
etc.
Por el momento reciba de mis compañeros un salu-.
d o y con cl mio 'propio, so y de Ud. Atto. y' S. S. y' her ­
mano en la Patria que lo estima.
Patria y L ibertad.
Cnel. FUL GENCIO HERNANDEZ BÁKZ"

ATAQUE A L A GUARNICIÓN DE SOMOTO


Cinco días después, el 17 de Enero d e 1931, entre 9
y 10 pm., era atamda l a guarnici6n d e Somoto, Nueva
Segovia, por una columna de trescientos sandinistas ca­
pitaneados por Miguel Ar ge l Ortez y José L eb n Díaz.
La plaza fué atacada cinco veces, no habiendo logrado
a poderarse de ella a pesar del furor conque entraron a
la lucha, usando cuatro ametralladoras, once rifles lanza­
bombas, bombas de mano etc. Los atacantes emplazaron
dos ametralladoras hacia el edificio que ocupaba l a of i­
cialidad, y contra él hicieron la mayor parte de sus dis­
paros. E l grueso de la columna, sostuvo e n las calles
un choque de riflería con un piquete de guardias, coman­
dado por el Sub Teniente Chavarría habiendo sido aque­
llos obligados a retirarse, después de 45 minutos de rudo
tiroteo. E n su retirada trabaron combate con l a patru­
lla del Capt. Williains, que regresaba de Palacagüina,ha­
biend o tenid o lo s sand inistas v ar io s mu er tos. M i en tr as
el grueso de las fuerzas atacantes se dedicaba a comba­
tir contra la Guardia y los Marinos, otr a parte de ella se
entregaba al saqueo e incendio de las tiendas del Sena­
d or y Gr al. don Camilo L6pez I rias, entonces Pdte. d e
la Cámar a del Senado, y l a d e lo s señores F ranciaco
Siercke y Hno. Debido al heroismo de la Guardia se lo­
gr6 impedir que la casa del señor López I rías fuera pas­
to de las llamas.
Un guardia, de apellido Pastrán, fu é avanzado por
los atacantes, pero minutos después lo rezcat6 un pique­
te de sus compañeros, que denodadamente se lanzaron
contr a el enemigo.
La esposa del Gral. L6pez I rías, en compañía de sus
hijos, María Luisa, de 17 años de edad, Roberto, Ampa­
ro, José Marla. María, Manuela, Aminta y Rosalinda L ó ­

O EL CA L VARI O DE L A S SE GOVI A S
—198—

pez Nííñez, salvár onse por u n v er dader o m il agro , pu es


cuando los foragidos empezaron a romper las puertas de
la tienda, esta señora, en la mayor desesperación, tomó
d el brazo a sus h ijos más pequeños y , con el resto de
ellos agarrados d e sus faldas, arr ojóse a l a calle, en­
tr e el fueg o de la r iflería y el estallido d e las bombas,
l ogr ando l legar a l a r esidenci a del Cur a P ár r oco de l l u ­
g ar, Pbro. Emilio Chavarria, en donde pudo salvar su
vid a y l a d e los su yos. L a s b ombas qu e usaron los san­
dinsitas en este asalto se componían de cinco o seis can­
delas de dinamita, envueltas' junto con balas, grapas, cla­
vos etc,, m eti das en b olsa s d e cu er o cr udo , l a s cuales
c onstit ui an e l a r m a más estr epitosa y destructor a q u e
usaban O r tez y l os su yos. N o satisfechos co n el l a troci ­
nio, quisieron dejar l a ciudad 'convertida en cenizas, cosa
que no pudieron conseguir.
De las depredaciones cometidas dieron parte a San­
d ino, q uien ll en o d e entusiastno las tr asmi ti ó a s u vez a
s us subalternos. Véase la carta qu e Sandino di rigi ó a
Ab r aha m R i ver a, co n f ech a 1 2 d e F e br er o d e 1931,
desde su Cuartel General:
'Somoto Grande fué seriamente atacado por nuestro
ejército, y en la casa del Gral. Camilo L ópez I rias, quien
es actu alment e Senador d e l a ad mi ni st ración <l e l l onca<la,
se ex t r aj eron t od a l a documentación r elacionada con nues­
tra lucha constitucionalista de 1927 y documentos impor­
tantes de nuestr a actua l ~ e r r a contr a Io s i n vasores y an.
k ees, i ncen<liando despu<s l a casa par a " jo<lerlo" .
A hor a bi en , m i qu er id o h er mano : necesit o m a n o
du r a suy a y si n c om pasión con t odos lo s qu e U d . opine
qu e son nuest ros eneini~<>os.
Sutilmente, horno~s venido convenciéndonos de la
sinceridad de Ud., para con nosotro.', por lo que casi cree­
mos qu e los cor l eos su y os se en contl'arBn con los qu c l l <­
van estas n otas en el cam in o.
Sincerament e v uestr o hermano.
Pat ri a y L i b er tad.
A. C. SANDINO'
[Un Sello]

HECHOS SA L IE NT ES DE L SAN DINISMO EN ESOS D(AS

Kn el mismo mes de Enero de 1931, un a cuadrill a


sandinista tomó por sorpresa el valle de Chagüitillo, sa­
queando la s pr opiedades de los señlores Pacifico Pa­
dilla y Encarnación y Juan Alaniz, llevándose d e ellas
cuanto a mano hallaron.
El Sr . Juan R. Palacios, rico terrateniente del lugar,

EL V E R D A D E R O S A N D I N O
—199—

g45lese '..<'Le5< r '.gi, e e,' t& s<e~ r ~


rcica ,'. 1. ~<:":eral oi <iitgo Z<<<<+ a ' + t e y 'ea" a<r@
,
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"g ~c~~ant«ct é« <. eM ctena4a c+r<'Vr~e&va 1 «é<<e<@de
, qe'.t r , y de c~ S ~ '~ r q<i<atee <te,aeeetta Me
~q g eer<~lr<eendf a nde der<~c>e * e o <<<, . rr<2

J + ~ s te l t( ece:; ' i c ;M /l<< '<la+Q ~ , g.':<ri a e


cae e ' n o o ' ''». Oe e1k<g!<.<r<<g><'""„, :
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- V R~Wpg

~ ~ . , r '4.
i ' j

I.ste es <1 foi n rahado de la parte <l< carta ant eri orment e tras­
crit a y e n donde aparece l a f i rn<a y e l sell o d e bandino.

al ve r v eni r la s h or da s san di nistas, d ej ó e n p oder de


ellos a su esposa, a q u ien despoj aro n d e 4 0 có r d obas
que llevaba en efectiv o y d e tod a su r op a d e u so.
Esa misma banda presentóse en casa del Sr . E l i g io
Rayo, quien poco antes acababa de contraer mat r i monio.
La n ovi a todavi a se encontr ab a a r r eg lad a co n su s at a­
vios nu pciales y los f or ag idos, si n consideraci6 n a l guna
la despojaron del velo, corona, alhajas y ropa, expceto
d e l a combinaci6n, qu e po r u n a g r aci a especial l e p er ­
m i ti ero n conservar, consider ándose mu y dichosa d e q u e
s6lo esto l e h ay a pasado.

PERTURBACIONES EN L A MENT E DE
SA N D INO
El mes d e F ebr er o d e 1931 fu á d e v er dader a cr i sis
cerebral par a el guerrillero, ya que la cábala, el k armas
y mi l cosas más danzaban en su cabeza, con f u ri a l oca,
haciend o qu e en l a r edacci6n d e su s car ta s ca mpearan
los más g r ande disparates y necedades.
L eamos los si guientes p á r r afos d e u n a c ar t a q u e
con fecha 3 de Febrero, dirigi6 Sandino a Pedr o Altami­
rano, cuya lectura causarh risa al más serio lector . Dice
así:

O EL CAL VA RI O DE LAS SE GOVI A S


—200—

Sr. Gral Pedro Altsmirano. Campo de Operaciones.


Mi muy distinguido hermano:
Sinceramente hermano: si n que ninguno de loi
demas jefes de nuestro Ejército, ni el propio su Secreta.
rio nuestr o queridisimo h ermano Pedr o A ntoni o I r iss,
sea esto un resentimiento, le manifiesto en privado, de
ue ni yo mismo sabi a d e que Ud. y el herman o Gr al.
arloá Salgado son Espiritu s Mi sioneros d e qúe estan
conmigo, y de que en muchas ocasiones hemos estado
juntos. Sinembargo yo esto lo supe hasta mi llegada a Me-'
xico en I nstituciones Espir itistas, que, aun todavía traba­
jan oculto. Todavia no puedo decir quienes fueron Uds,
orque no me lo lpermite
' la cábala, pero quizas despues
el tr iunfo habra lugar de esas exphcaciones.
Querido hermano:- No tema Ud. y siga adelante que
todo l o t enemos pr eparado y nuestr o t ri unfo está
d escontado, pero se hace necesario la prolongación de
nuestra lucha, para el mejor zarandeo d e nuestras dife­
rentes capas sociales.
Pues bien: tenemos entendido de que Ud. realizará
l a proyectada j ir a a la Costa, par a lo que l e quedan a
Ud. amplios poderes para llevarla a cabo, siempr e que
sienta Ud. ia inspiración del viai e.
Nos han llegado noticias de que en la Costa Atlán­
tica se han efectuado algunos di sturbios, y d e qu e por
a llá esperan al Gr al . Pedr o Altamirano. E s pues u n
campo fecundo par a sus actividades, pero sin ne garl e el
machete ni l a soga a quie n l o necesite, pues de a ntema­
no le hemos enviado los ultimos pronósticos, los que tie
nen su asiente en nuestra cábala.
No hace falta que los otros j efes expedicionarios
v ayan con Ud. si ellos no quieren, pues cada quien d e
Uds. los jefes expedicionarios de nuestr o ejército sienten
entr e si mismos una especie de atracción y confianza, en
ciertos lugares, jo que indica, científicamente que aquel
lugar que les atrae, allí tendrán éxito en susoperaciones,
asi como yo mismo en la zona de El Chipote, en donde
mis abuelos conocieron y por ende, viv o au n d ebajo de
108 palos como cualquier otr o animaL
Esto no quiere decir que sólo en aquel lugar debe­
mos de estar, no. Más tarde le soltaré el nudo.
Ahora bien, m i querid o h ermano: Recibí la nota
del hermano Capitán Villegas y los ciento veint e córdo­
bas que el mismo se sirvió enviarnos, per o n o estamos
satisfechos con lss explicaciones del hermano Clip. Vi lle­
gas.
El caso que nos manifiesta el hermano mencionado,
d e que el responsable de l a nota enviada al úl timo de
los miserables. de José María Moncada, según Villegas es
un tal Zelaya.
La responsabilidad es simplement e de l h ermano
Capitán Villegas, y si él le ha pedido permiso a Ud. para
ir en busca de su familia, no es cierto de que él q uiere
mucho a su familia, pues se ha ido, porqu e tien e temo­
res de que le pasemos por las armas en recompensa de
su intencion de traicionamos.

E L V E R D A D E R O B A N D I N O
Sirvase Ud., hermano Altamirano: tr atar d e r eunir
al hermano Villegas y al otr o Zelaya para carearlos. Des­
pués de ocur rido el careo indicado, comprender á Ud.,
porque efectivament e tiene Ud., fácultsdes pr opias para
c om p r ender q u ie n d e lo s do s d e el lo s es el t r ai do r e i n ­
mediatamente Ud. se servirá pasarlo por las armas ydar
c uenta a esta Jefatura Suprema del El er cito Defensor de
la Soberania Nacional de Nicaragua.
Nada le contesto al hermano Villegas, porque nada
merece de nosotros. Si n embargo, h ermano Gral. Alta­
mirano, antes de ter minar esta nota, quier o manifestarle
de qu e le queda a Ud . al ta y solemnemente pr ohibido
contestar ninguna nota que el enemigo pudier a d i rigir le
a Ud.
Tenga Ud. entendido y muy seriamente, de que los
p oderes de nuestr a r evolución, están constituidos en
nuestro valuart e d e este Cuartel General, y qu e ba­
jo d e ningún punto, n i po r ningu n motivo, puede
de haber ninguna contestación, fuera de este Cuartel Ge­
n eral de nuestro Ej ército, porque no es solamente u n
jefe, ni es solamente una columna la qu e est á luchando
por toda y r etoda nuestr a Soberanía Nacional.
Nuestra Jefatur a Suprema de l Ej ércit o Defensor
de la Soberania Nacional de Nicaragua, es deci r su sspi­
ritu, está dentro d e una materia, que se l e conoce con
el nombr e de Augusto C. Sandino, por que es necesario
así, d e q u e esté t am bien l l eno de las m i smas m iser ias h u­
manas de que están llenos los demás a quienes hay que
defender del opr ovio de los Espiritus Cor ruptores.
Supongo mi querido hermano: De que con lss an­
teriores explicaciones no habr á nada n i nadi e quien a
Ud. le impresione para que conteste a los miserables la­
drones, asesinos de nuestr a soberania nacional.
Con el cariño más sincero y la atención más esme­
rada, me permito enviarle por conducto de Ud. mismo a
su muy estimable familia, los sinceros, atentos y cariño­
sos recuerdos a su apreciable familia.
Sinceramente su hermano que lo estima.
Patria y Libertad
A. C. SANDI NO"
(Un sello)

A nuestro pesar hemos tenido que publicar esta car­


t a, tal como f u é escr ita, en l a qu e se en tr evé l a idea f i j a
en, Sandin o d e l a luch a d e clases, qu e f r ecuentemente
quiere afrontar si n una orientaci6n clara por su falta de
conocimientos en l a materia.

SANDINO DECLARA QUE SE REUNIÓ CON SU


ESPOSA POR CONVENIENCIA DE SU CAUSA
Contra lo que muchos han creído, de que Sandino
fué un marido ej emplar , en el siguient e documento el

O EL CA L VA RI O DE L A S SE GOVI A S
guerrillero dice que si se j unt 6 con su esposa fu é por
conveniencia de su Causa en el exterior.
He aquf la extraña misiva a que nos referimos siem­
pre respetando la ortografia:

"Cuartel General del Ej ército Defensor de h Sobe­


ranía Nacional de Nicaragua.
Febr ero, 21 de 1932.
Sr. Cnel. Abraham River a Rí o Coco.
Muy distinguido hermano:

El hermano Estrada llevó su par ticular obsequio a


su tocsyito Bar r igoncito, quien con T eresa todavía están
en Danlí . T eresa t ambién recibir á y usar a los:dos pa.
res de zapatos que Ud. tan cariñosamente se si r vi ó en­
viarnos.
A este respecto tengo a bien manifestarl e d e que
ara bien de nuestr a causa en el exterior, es mu y posi­
le de pronto me junte con mi esposa Blanca, quien ac­
tualmente está en San Rafael dei Norte.
Tengo todo el cabal concepto d e la moral i nmoral
d e la actual sociedad de la ti er ra; per o sinembargo sl
hemos de corregi r a esos inmorales necesitamos d e lle­
nar los requisitos necesarios para poderno s i ndroducir
en ellos.
No existe más' matrimonio ante ls s l eyes divinas
que el de el amor pur o y li bre, sin ritos de ninguna cla­
s e, pero no podremos salimos en estos momentos de
las leyes de los hombres y tenemos que. aceptarlas.
E sto que le hablo aquí, es solamente par a qu e no
se me considere injusto en algun acto de mi vida. Pues
uien electivament e goza d e m i afect o si n l i mites es
l anca. T eresa es muy apreciada po r m i y la ayudar é
toda m i vid a pero nuestros caracteres so n tsn distin­
tos como de l ci el o a la tierra; con lo que prueb a que
no podr á ser mi propia muj er .
Cuanto en esta nota le he referid o es d e carácter
intimo, y se lo manifiesto porque he considerado e n Ud.
uno de los miembros más morales de nuestr o Ej ér cito,
y par a que no se asuste de mis virtudes pr ivadas.
Tengo completa f é d e que 'nuestro tr iunfo es ase­
gurado.
La s prácticas qu e u tiliza nuestro ej ército y que
tambien utiliza el enemigo de l a Casa Bl anca son más
o menos las mismas. per o con la superior diferencia de
que los espír i tus de Lu z pr otegen a nuestr p Ej ér cito
d e que los espíritus negros son lo s que favorecen a
1a tal Casa Blanca, p er o qu e en s i e s u n Sepulcro
blanqueado.
La contestación qu e los espl r itus negros han dado
a la tal Casa Blanca es la siguiente:
Si vosotros podeis cerrar las fronteras en donde

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 203—

opera Sandino, lo podéis vencer, pero si os queda un lu­


gar, no. Porque su movimiento es superior a l vuestro.
Pues bien h ermano: se acabarán par a Ud . todas
lss dudas al r ededor del t r iunfo de esta causa. Y , des­
pués de l o dicho, no importa que Ud . mismo pudier a
morir , y ahn otros muchos, pero nuestra causa triunfar á
porque es la causa de la jushcia, pqr que es la causa del
atnor.
Nuestra gente misma se ha vuelto ta n peligrosa
como un Golfo, per o sinembargo caerá en l a com pren­
sión y sara muy sincera
Nuestros recuerdos cariñosos para toda su aprecia­
ble familia y los demás hermanos qu e le rodean
Sinceramente vuestro hermano.
Patria y L ibertad
A. C. SANDIN O"
(Un sello)

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Msfs»';sea.sssí, atestases ;»fssft.4»l-»k&í.®';

:00

Insertamos aqui y e n l a si g u iente págin a la reproducción f ot o­


gr áf ica del document o an teri or . t rascr it o en dos de su s partes para
mejor comprensión del lector.

O EL CAL VA RI O DE LAS SE GOVI AS


—204—

.'ltle%4@~ oaeytte Cgórbtte g;~ ~ L í e «t tíute",


aaee ~ lly.;cae%De Qeeeoa Lae e clpete %%l Le.
Dt' 4 to pe ta 4 0 ' llglÍQ 'jÓa.tleLILrt e ae 40 L«a' Jl ® , a w lcett e ' @
te. i' 4Ó,'lacee%4, lleL4rt~' yeatee,aéa Lee 4«0 f ~g . e 14 llkX-,
;Ée ll4 cck'., 40LDLLete 4 la ecl«044ee . c Íg
Lk ~ L e e ea tL tt l e e %04ree lMwi ~ + 4 0 te L e aell,'.
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ata Ltcee hereaeec llabtat 4 0 co to te t at a r a y e att a eea e e a t t e

Ce400 41 ~ X004« l t t ea , t ca4t t a 400 teL«er' ló ti t a c e le © cart a


acr e 40 Clt tac to ak 1 0 000014ete aeeeeaFLDp' t eejcla40 4 0
Ia ceÉLDLeatec e ew 000 Let. 00 e tr t t k ta eecta t 0 «4140!Dt eaa t t 4 04
c t et oa , yew'01 e ~ e t c 4ó eee ct t e Llcteaee 4Lcletat e 4 a1 4 ~ I ~
LaH a 'Q a eel l t 4 ~ .e et etlLL L a1 hetweae r e ata Leyet, lla te a a lat
04t t at a ~ . , t 4e t t et ee „eee' 01 eeeaaete 4 0 eacett e ee ie ~ O a t4 tect' ~
010*'É~

atte. ~ ® L ~ c ' ee ~ ve@e ~ i tateea. ++w «e 4eLfe', '


'~ 'É LL + , ~ at ea'f e ór4i ectr~É Íeta. " '­

~'jt

La Te re sa q ue m enciona S andino, en l a c art a a nte­


r i or , es T eresa Vi llatoro, co n q uien h izo v id a m ar i ta l el
g uer r i llero, d u r ante alguno s años, desatendiend o a su
e sposa po r su s r elaciones con esta m uj er .
Doña Blanca Ar áuz de Sandino, sufría demasiado
con el i n j usto p r oceder d e su m ar ido, quien n o s e acor ­
daba d e d ir i g i r l e un a palabr a de consuelo, n i mucho me­
nos enviarl e f on do s par a hacer f r ent e a las necesidades
d e l a v i da; per o l leg6 u n dí a en qu e Sand ino, quiz á p o r
consejo de sus amigos, comprendi 6 l a conveniencia de
juntarse con su esposa, par a bien d e su causa en el exte­
rior, como él mismo l o dice, y as í l o v er ific6, llegando
a l l ado de su esposa po r m er o cálculo . Com pr endi 6 el
daño que le hacía su amasia y que el abandono en que

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—205—

se encontraba Da. Blanca


le formari a mal ambiente
entre sus engañados ad­
mi r ad ore s d e H i spanoa­
mérica, y procedi6 a cor­
tar e l ma l con decisi6n
d ign a d e loa. Como es
sabido, Sandino habfa uni­
d o su s destinos a lo s d e
D oñ a B l anca A r áuz, d e
oficio telegrafista, y mu­
jer simpática y atrayente,
en la pequeña iglesia de
San Rafael de l N orte,
donde la conoci6 el 19 de
Mayo de 1927.
A c o n tinuació n d amos
a conocer f r agmento s d e
u na carta, disparatada y
s in fecha, escrit a e n el
mes de Febr ero de 1981,
Da. Blanca Aráus de Sandino, y dir igida al mismo Co­
esposa legitima del guerrillero de ronel Rivera a quien San­
las Segovias, quien indudable­ din o pensab a convertir
mente fuá para Sandino una a­
morosa compañera y un a inteli­ en un ap6stol de sus doc.
gente conse]era. trinas.
Dice asf t ex tu almente:

Me sient o satisfech o c on qu e h ay a l og r ad o e n v i ar
nuevamente al hermano Donaires en busca de , parque a
Tr ujillo.
Mi Blanquita tiene un a s u pistola 82 Special y un
su rifle 44 Winchester que no la, puedo hacer de dejar de
disparar muchos cartuchos diarios de ese mismo calibre,
pues mi esposa es varonil, a como fue Maria, l a esposa
de Jose, y n o pu ed o m enos qu e per m i t i r l e t od o a qu ello
que le agrade.
Por ese motivo, si Ud. recibe esa clase de parque,
puede en vi arnos cual quier can t i da d qu e pu eda.
De maner a pr ivada quier o manifestarle a Ud . de
que el mundo es, completamente sujetado po r una sola
Ley, y un sólo principio. Y , que, Eva, Sara, Jacabel, Re­
beca, Marta, y otros de los 29 Espiritu s Mi sioneros qu e
vinieron a regenerar la Humanidad T errestre, están entre
nosotros dirigidos por sus propios Jefes, aunque ellos mis­

O EL CA L VA RI O DE LA S SE GOVI A S
mos por la vanidad de sus carnes no lo crean, pero sin
embargo están entre nosotros.
El hermano Justo Isaguirres me ha manifestado de
que Ud. se mantuvo sereno el dia del bombardeo aBreo en
el Cabo de Gracias a Dios.
También tengo entendido de que a Ud. poco le gusta
la música y que mucho se inclina a rezar.
A. este respecto, le manifiesto a Ud., de que since­
ramente Ud. busca lo abstracto, el consuelo, por que pre.
siente muy cerca la superioridad que nos rige.
Esas cosas consisten en su'grado de evolución Es­
piritual y por eso lo estimo 'a Ud. como a pocos en nues­
tro Ejército.
Espero tener una nueva oportunidad, para hablarle
a Ud. de esas cosas tan hermosas, pero hoy, me permito
el gusto de manifestarle a Ud. que nada entre nosotros
existe por el acaso.
Ahora bien:
Supongo de que mi Blanquita les escribirá a Ud. y
á su señora, Sinceramente su hermano'que lo estima.
Patria y Libertad.
A. C. SANDINO."
lUn sellol

EL FAMOSO M AN IF IEST O D E SANQINO


LU Z Y V E RDAD"
Nada vale lo que anteriormente hemos trascrito an­
te esta joya, brotada del intelecto de Sandino, que da­
mos a conocer fntegramente, respetando como siempre
su ortografia. D ice asf:

cLUZ Y VE R DAD
MANIFIESTO A. LOS MIEMBROS DE NUESTRO EJER­
CITO DEFENSOR DE L A SOBERANIA NACIONAL
DE NICARAGUA
Impulsi6n divina es la que anima y protege a nues­
t ro Ejército, desde su principio y asf lo será hasta su
fin.
Ese mismo impulso pide en Justicia de que todos
nuestros hermanos miembros de este Ejército, principien
a conocer en su propia Luz y Verdad, de las leyes que
rigen el Universo.
Pues bien hermanos:
Todos vosotros presenties una fuerza superior a ti
m ismos y a todas las otras fuerzas de l Universo. E sa
f uerza invisible tiene muchos nontbres, per o nosotros lo

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—907—

hemos conocido con el nombre de Dios.


Seguramente de que entr e vosotros hay muchos
quienes han querido encontrar la oportunidad d e quien
les ex pl ique esas cosas tan h er mosas.
Pues bien hermanos:
Lo que existió en el Universo, antes de las cosas que
se pueden ver o tocar„ fué el eter como sustanci a unica
y primera de la Naturaleza [materia] Pero antes del e ter,
que todo lo llena en el Universo, existi6 una gran bolun­
t ad; es decir, un gr an deseo de Ser l o que n o er a, y
que nosotros lo hemos conocido con el nombre de Amor .
Por lo explicado.se deja ver que el principio de to.
d as las cosas es el Amor : o se a Dios. También se le
puede llamar Padre Creador del Universo. La ünica hija
del Amor, es la Justicia Divina.
L a i n j ustici a n o ti ene ni n gun a r az6n d e existi r en
el Universo, y su nacimiento fué d e l a envidia y anta­
gonismo de los hombres, antes de haber comprendido su
espíri tu.
Pero la incomprensi6n de los hombres, solamentees
un tránsito de la vida universal: y cuando la mayoría de
l a humanidad conozcan de que viven por el Espíritu, se
acabará para siempr e l a i njusticia y solamente podrá
r einar l a Justici a D i vina: ü nica h ij a del A m or .
Pues bien h er manos:
M uchas veces habreis oido hablar de un Juici o F i ­
nal del m u ndo.
P or Juicio Final del mundo se debe comprender la
destrucción de l a injustici a sobre la tierr a y r einar el
Espíritu de L uz y Verdad, o sea el Amor,
También habréi s oido decir d e que en este siglo
veinte, o sea el Siglo de las Luces, es la época de que
estaba profetizado el Juicio Final de Mundo.
Pues bien hermanos:
E l si gl o en cuesti6n se compon e d e cien años y y a
vamos cor r iend o sobr e los p r i meros tr ei nt a v uno; lo que
quiere decir de que esa ecatombe anunciada deber á de
quedar definida en estos últimos 69 años que faltan.
No es cierto que San Vicente tenga que venir a to­
car tropeta, ni es cierto de que la tierr a vaya a extallar
y que después se hundiría; No.
Lo que ocurrirá es lo siguiente:
Que los pueblos oprimidos romperán las cadenas de
la humillaci6n, con que nos han querido tener posterga­
dos los imperialistas de la tierr a.
Las trompetas que se oirán va n a ser lo s clarines
de guerra, entonando los hi mnos de l a l ibertad de los

O EL CAL VARI O DE L A S SE GOVI A S


pueblos or p r i midos contr a d e ell a i n j ustici a d e los opr e­
sores.
La única que quedará hundida par a siempre es la
injusticia; y quedará el reino de la Perfección, el Amor;
con su hija predilecta la Justicia Divina.
Cábenos l a ho nr a h ermanos : d e que hemos sido en
Nicaragua los escogidos por l a Justicia Divina, a aprinci­
piar el j uicio de la injusticia sobre la tierra. N o temáis
mis queridos hermanos; y estar seguros, mu y seguros
y bien seguros d e que muy l uego t endremos n uestro
t r i unf o d ef i ni tiv o e n Nicar agua, co n l o q u e q u edar á
prendida la mecha de la <Explosión Proletaria» contra los
imperialistas de la tierra. Sinceramente vuestro hermano.
Cuartel General del E j ér cit o D ef ensor d e l a Sober a­
nía Nacional de Nicaragua.
El Chipot6n, Las Segovias, Nic. C. A.
Febrero de 1981. 15 Feb.
Patria y L ib er tad
A. C. SANDINO»
(Un sello)
Pero faltaba algo todavía que demostrará la perturba­
ci6n mental de este hombre, que por varios años absor­
bi 6 l a atenci6n d e muchas gentes d e l a ti er r a.
El 22 de Febrer o acusó a su propio padre don Gre­
gorio Sandino, como explotador del pueblo, e hizo estu­
pendas revelaciones acerca del origen del llombre.
En esos días el Cnel. Rivera se sublevaba contr a el
desenfreno de sus propios soldados, quienes no encontran­
do y a vi ctimas a q uienes r obar , se r obaba n en tr e el los
mismos, designando este acto con-el vocablo sandinista
de hueveo.
Veamos la carta de Sandino para Rivera a que nos
ref er imos:
Cuartel General del Ejercito Defensor de la Sobera­
nia Nacional de Nicaragua.
Febrero 22 de 1931.
Sr. Cnel. Abraham Rivera Rio Coco.
Mi mu y di sting u id o hermano:
De m aner a mu y at ent a hemos hecho la s considera­
c iones relat i va s a dos pu nto s i m por tante s q u e U d . n o s
tr at ó en su s comu nicaciones anteri ores. E l las son.
L a cuestión de los sacerdotes en el Rio Coco, y la
inclinación al Aueveo de nuestros muchachos.
P osiblemente que nosotros llegaremos a tener l a
oportunidad de controlar militar, civi l y r eligiosamente a
nuestra República.

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
En aquellos felices dias para nuestro pueblo tendrá
lugar entre nosotros un análisis de todo lo que uos estor­
ve para el progreso humano, y eso será barrido po r nos­
otros con escobas de bayonetas. En esta vez me refiero a
los sacerdotes que están en el Rio Coco.
Kn lo relativo a los "h ueutedorea", que n o l e a pe­
nen porque es la natural consecuencia de un pueblo que
ha vivido oprimido y de que antes nunca tuvo oportuni­
dad de vivir con holgura, porque nuestros infelices ante­
riores Gobiernos, consintieron qu e vi vieramos alquilados
como mulas a los imperialistas yanquis y a algotros ex­
plotadores de mala fé.
Que no le asusten mis explicaciones, por que le pa­
rezca de que son demasiadamente radicales; pues nada de
eso hay mi querido hermano.
Pues bien hermano:
Le referire aqui una anécdota que me ocurrió con
mi propio padre en una hacienda de nosotros y cuyo
nombre es Los Angeles.
La anécdota en cuestión, ocurrió cuando apenas yo
tenia 12 años, Mi padre es propietario y lo he considera­
do aprovechado de circunstancias que acontecen al pue­
blo, para a tener él también su s propiedades. N o es difi­
c il que mi padre se haya sorprendido, al preguntarle yc
que si bl no consideraba injusto aquella manera d e soste­
ner su pequeño capital.
Mi padre me ha contestado, d e qu e é l n o querría
e xplotar aquella situación del pueblo, pero de que s i él
no explotaba, seria explotado por los explotadores,
Pues bien m i querido hermano:
Puede decirse que desde aquella época yo principié
a tomar conciencia de las cosas.
P oco tiempo después yo sali de mi pueblo natal en
aventuras de m i v i da, y recorr i t od o nuestr o ' Hi stmo
Centro Americano," México y los Estados Unidos de Amé­
rica, en cuyos lugares tuv e toda clase de vida, l a que en
verdad de verdad f e m i propia escuela.
Hay cosas muy curiosas en la biografia de mi vida,
y ni yo mismo sabia que andaba aprendiendo los secretos
de la perversidad humana¡ para má,s tarde decirles la ver.
dad a nuestros hermanos, no sólo de Nicaragua, sino aún
los de todo el globo terrestre.
N o se preocupe pues mi querido hermano po r la
"hueviaditas" de nuestros queridos muchachos. Por que
eso es una consecuencia de la miserable situación econo­
mies en que han vivido sus espiritus postergados por. mi ­
llones de siglos de siglos.
Ahora bien m i querido hermano;
La tierra hace que existe, alrededor de ciento vein­
titres millones de siglos, y en sus principios solamente hu ­
vo la gestación de la naturaleza sin que el género huma-.
no viniera á esta tierra, sino hasta cuando nuestro padre
"Criador del Universo" havia logrado hacer varios cata­
clismos en este mismo glovo, y después frutaron los árbo­
les esperando a l hombre qu e venia de otros planetas

O EL CALVARI O DE LAS SE GOVI k S


—210—

(Neptuno) quien habla recibido su juicio de mayoria y


aquellos espiritus que no estaban al grado de progreso en
el amor de los otros, fueron arrojados a este mundo de
expiación.
Solamente cincuentiocho siglos hace de que Adán y
E va con veintisiete má,s espiritus misioneros vinieron a
este Globo para orientar sobre el camino del amor, a la
otra multitud de espiritus que habian nacido en bolsitas
de cinco centimetros del arbol del quino, quienes habian
sido arrojados del planeta Neptuno.
Los primeros ladrones de la tierra fueron los sacer
dotes y los militares.
Antes de Adh,n y Eva, el hombre principió a sentir
temor cuando principió a comprender que se morian.
Peris fue el primero quien en los rios de Asia des­
cubrió la manera de recoger pepitas de oro, las que mar­
tillando logró formar en planchitas relucientes y sonoras.
Peris entregó la planchita de su invent o a quienes
hacian el culto. L os sacerdotes hacian el culto cuando en
una congregacion se encontraban, tenian derecho a violar
antel público a l a doncella virtuosa. Cuando estaba en el
delirio del espasmo, corria uno y clababa su puaal en el
corazón de la doncella.
Con la sangre caliente tivia, comulgaban los alli
presentes.
Kl hombre quien hacia el culto le llamamos hoy sa­
cerdote, y quienes le cuidaba se llaman hoy militares;
quienes mó,s se han dividido los "poderes", dejandose unos
el poder civil y otros el poder moral.
Entre los militares y sacerdotes huvieron disturbios
en la disputa de las planchas de oro inventadas por Peris.
P eris tuvo necesidad de hui r de lo s disturbios qu e
habia ocasionado su invento, y se refugió en la s selvas
incultas, las que mi s tarde sus hijos poblaron, y ho y esa
nación se llama Persia.
Fulo se llamó quien descubrió el fuego en "Agipto",
y entre los de Peris y Fulo sometieron el oro a l fuego,
con lo que la cuestión resultó mejor.
Hasta otro día mi querido hermano, tendró el espe
cial gusto de darle otra clase.
Sinceramente vuestro hermano
Patria y Libertad
A. C. SANDINO
(Un sello)

LOS HACENDADOS SE DEFIENDEN


DEL SANDINISMO
Don Moisés González es un honorable anciano que
frisaba en aquella época en los 80 años, originario y do­
miciliado en Estelf y quien en el Norte de ese Opto. po­
seia una magnffica hacienda llamada Darailf, en l a que

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—211—

estacionaba u n pequeñ o d estacamento d e Gu ar dias N a­


cionales en numero de cinco, los que en caso necesario
estaban respaldados por los mozos de l a hacienda, a los
q ue se habí a p r ovisto d e ar mas. Po r est a r azón , d o n
Moisés y su hi}o del mismo nombre y apellid o estaban
en l a li st a de los condenados a mu er te por el sandi nismo,
l o mi sm o qu e su p r opieda d sentenciada a ser past o d e
las l lamas. Si n embargo, sus dueños y m or adores esta­
ban dispuestos a d efenderl a h ast a e l ñ l t im o i n stante,
par a l o qu e habían constr uid o buenas t r i ncheras en con­
torn o d e l a casa, haciendo cajas altas de mader a r ellenas
con ar en a y pi edr a.
U n día, a f ines de Pebr ero, tuviero n n o ticias d e l a

-C
c( i

g ¡e
J

'l'>< s victin>as»>as <lel san<linismo: los l>ertnanos Enecón, P e dro


>tf José Sdnchez. <¡ui< n < ' f u e ron a s< sina<los e l m ismo < i i a y e n
el >n i »> ll iu a r i > o v f u < reas < I<, M i ' u e l A n g e l O r t < x, e n c l l ) i><o.
<l<' Yuev;< Se 'ovia . So n ellos u n cont rast e s<an«vient o <i e <i<<i<'.ne»
u sai>;<n l;<s t>a iat>va s i >a<.ria , an >o v y j u st i c i a e n su s m< n ti <la s t>r e c i a ­
>»as.

pr ox i midad d e l a b anda d e José L eó n D ía z y cad a cual


tomó e l a r m a y r edobl ó l a v i g ilancia d e l a p r opiedad.
Díaz habí a p r ometid o a Sandin o q u e en esta j ir a esos
dcs<~rnci«</o» iba n a se r castigados po r l a j usticia . M as
fau noble propósito n o p asó d e ser u n p r o yecto, p ues a l
caer co n su band a sobr e l a hacienda, cr eyendo no encon­
t r ar n i nguna r esistencia, el j efe sandi nist a se hall ó co n
que aquel hueso er a d ur o d e roer y después de batallar
tenazment e , tr atando d e vencer l a br av ur a de lo s d efen­
sores, tuvo qu e r et ir arse dej ando tr es muer tos en cl cam­

O EL CA L VA RI O DE LAS SE GOVI A S
— 212—

po, llevándose a los heridos.


La hacienda, que estaba defendida por lo s cinco
guardias y por diez mozos se salv6 pues por l a br avu­
ra de sus defensores, que tuvieron en la refriega tres ba­
jas: la del joven Moisés González, que sac6 u n balazo
de gravedad en el est6mago, per o que al fi n s e salvb
después de ser atendido de manera esmerada en l a ca­
pital, a donde fué conducido en avi6n el 1' de Marzo; un
c ivi l d e apellid o A cuña, qu e reci bi 6 u n balazo leve en l a
cabeza, y otro de apellido Zavala, que recibi6 un balazo
en u n pié . E l anciano du eñ o d e l a hacienda, do n M oi ­
s és González, empuñ 6 desde el p r imer moment o e l r i f l e
y pele6 b ravamente d efendiendo sus haberes, c omo s i
hubiese estado en los mejores años de su j uventud.

CONTRIBUCIONES Y MÁS CONTRIBUCIONES


Hemos hablado antes de las contribuciones forzosas
d ecretadas por l os sandinistas en las Segovias, por l o
que algunos, no pudiéndolas pagar, vivían en constante
zozobra. Los qu e podí an satisfacerlas recibían n otificacio­
nes de otras bandas, comandadas por di stintos j efes, an ­
te quienes no valía alegar el haber pagado ya su contri­
buci6n al sandinismo.
Las 6rdenes del Ej ército Defensor de l a Soberanía
Nacional de Nicaragua, como ellos misnaos se llamaban,
no se discutían, y d e a llí q ue n o l es s ir v ie ra d e n a da e Í
alegar la injusticia que con ellos se cometía.
A pr opósito d e esto, creemos conveniente dar a co­
nocer l a si guiente carta di r i gid a por u n a humilde vícti ma
de estas interminables contribuciones, al cabecilla Pedrbn
Al tamir ano, respetando en l o absolut o l a or togr afía:

"Sr . Gra!. Pedro Altamirano. Donde esté.


General.
Hoy he recibido una esquela en que Ud. me notifi­
ca la contribución d e cien córdabas ( C$ 100.00). Está
bien General, aunque mi situación es dificil, yo haré todo
lo posible por cubri r su orden, pero por ei momento no
podri., por ahora no hay q uien d é dinero al i nterés y
tendre que buscarlo. Y o creo que en Octubre o e n los
primeros días de Noviembre los conseguiré esos fondos,
por cuyo motivo le pido me espere para ese tiempo. Re­
cuerde Ud. General que siempr e que se me h a pedido
he dado sin mucha tardanza; pero ahora que la cosa está
dificil espero me haga tiempo; hágame ese favor . Otr as
de las cosas que me han atrazado en mi s cosas es que

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—213—

hoy por ej emplo al mismo tiempo que recibo su orden,


recibo otr a de don I nocente Or tiz en que me pide un
p edido de medicinas, por lo cual le ruego a Ud. que' or ­
dene al Sr. Ortez, por que yo en estos dos últimos me­
ses todos mis recursos los emplearé e n t ra tar d e reco­
ger la contribución que Ud. me pide, pues de l o contr a­
rio no la podría cubrir en el plazo dicho. Otr a cosa que
le hago saber es de que ayer por l a noche llegaron va­
r ios individuos a mi finca y ar razaron con t odo y mé
ahuyentaron a los mozos, orden que Ud . d e seguro no
ha dado y que desde ahora esper o que Ud. ordenará
que se me den garantías. Hace poco recibí también una
o rden del Sr . H umberto 'Rodríguez, del lago de Z ar a
guasca, notificándome doscientos córdobas d e contribu­
ción; por el lado de las Mesitas y los Chsgüites tambien
h e recibido órdenes fuertes. Además, hace poco cubr í
un pedido de medicinas que me ordenó sin o r ecuerdo
m al un señor Melecio Altamirano, y así por el estiloi BB
me olvidaba decirle que seis mulas que tenía se las lle­
varon y me han d ejado sin con qu e j alar e l café. Por
los motivos dichos espero que Ud. me dará ei plazo que
le pido y que dará órdenes p ara que los demás j efes
s ubalter no s su y o s m e den g s r antl as e n m i s i nt er eses y
suspendan los pedidos, para asl yo tener fuerzas sufi­
cientes para cubrir la contribución en metálico que Ud.
me ha notificado. Yo General no es que tome a mal las
notificaciones de otros jefes, pues talvez tienen necesidad
yo soy hombre resignado y todo lo tengo, todo l o que
sucede como cosa que Dios manda. Esperando qu e ac­
ceda a mi solicitud.
De Ud. Atto. y S. S.
(fl RUMUALDO MARTI NEZ"

PERSECUCIÓN CONT RA LOS AL CAL DES


En esos días parecía haberse iniciado l a persecu­
ci6n contr a los qu e h abían sid o o fuesen Alcaldes de los
dif er entes pueblos de l a zon a i nfectada po r e l sa ndinis­
mo. Ya dijimos del asesinato del ex-Alcalde don Dioni­
s io Gu tiérr ez, y e l 18 d e Marzo caía e n m anos d e o t r a
de las bandas sandinistas el Alcalde de Somoto don To­
míls Armijo, a quien ul timaron sobre el camino de su
haciend a T apastule, a poca distanci a d e aquell a p obla­
cion, en el l ugar l l amado E l Melonal.
Día s segui dos, sobr e e l v all e d e E l E scarbadero,
muy cerca de Yalagüina, Dpto. de Nueva Segovia, cay6
a l peso de l a noche sobre ese lugar un a cuadrill a de
s andinistas, l a qu e después de haber saquead o a s u an ­
t ojo, al irse incendió cuatro casas, entre ellas l a de l A l ­
calde del pueblo de Yalagüina, don Encarnaci6n Cruz.

O EL CA L VA RI O DE LAS SE GOVI AS
—214—

B A N DAS SA NDINISTA S IN V A DE N EL
DPTO DE CHONTALES
En esos días llegaban a la capital noticias alarman­
tes de la ciudad de Boaco, Dpto. de Chontales, donde ss
supo que una fuer t e column a sandinist a habí a aparecido
entre Matiguás y Río Negro, la que a su paso venía r e­
duciendo a cenizas las haciendas que encontraba, men­
c ionándose las de los Sres. ,Dámaso y Silverio L6pez y
la de don Polidecto Correa. I nmediatamente se organiz6
en Boaco un cuerpo de cívicos para reforzar l a guarni­
c i6n de la plaza y repeler cualquier agresi6n a ella. L a
columna sandinista que tales hechos cometía er a conoci­
da con el nombr e d e columna d e las tres P., llamad a así
por Sandino po t estar comandada por Pedr6n, Peralta
y Pedr o A n toni o I r ías.
El objeto de l a f orma­
ci6n de esta columna er a
para que, además de ope­
rar en la zona del Atlán­
t ico, se encargar a d e l e­
v anta r e n ar ma s a l o s
trabajadores de los cam­
p amento s d e b ananos y
maderas de l a B r agmann
B luf f L u mbe r Co. , en
5
Puert o Cabezas, habiendo
sugerido este plan como
de éxito infalible el cabe­
c ill a sandi nista A dá n G 6 ­
<tf
mez, perfecto conocedor
de t od o e l L i t oral A tlán­
tico.
Así pues, l a bandera
roj i-negr a marchab a des­
plegad a a todos lo s v ien­
tos hacia l a p acífica r e­
gión oriental de Nicaragua,
llevando una calaver a es­
Fl . ciudadano don D t onleio tampad a en el centr o.
Gutiérrez, < l i uen e n e l V a l le d e Las poblaciones pr inci­
Sacacli encontró la muert e a mn­ pales d e aquell a zona, co­
n os de los sandinistas por el g r av e
delit o <l e haber desempeaa<io en mo B l uefields, Puert o ca­
tiempos pasados el car< o <$e Al­ bezas, Rama, etc., se apres­
calde de San Rafael del Norte. t aron a la defensa. E n l a
cabecer a d epartamental

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—915—

fué nombrado Comandante de los voluntarios el hoy ofi­


c ial de la Guardia do n Domingo A., I barra, quien de
acuerdo con ei Comando Militar distribuy6 sus fuerzas
en los posibles lugares donde podía presentarse el ene­
migo.

NOT ICIA QUE DI STRAJO LA AT ENCIÓN DE SANDINO


En esos días circul6 en los campamentos de Sandi­
no la noticia de que iba a ser atacado por fuerzas hon­
dureñas por el lado de l a frontera. Sandino se puso
frenético y después de soltar unas tantas expresiones
tabernarias, dijo que sí esto sucedía proclamaría la uni6n
de Centro América.
Obsequiamos ál lector con los párrafos de una carta
que sobre este particular dirigi6 Sandino a Pedr6n el 30
de Marzo de 1931:
«Sr. GraL Pedro Altamirsno.
Campo de Operaciones Militares.
Muy apreciable hermano:
Con inucitado placer recibimos su muy atenta nota
fechada en esos campos militares el 12 del corriente mes.
e tc. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
El hermano Gral. Pedro Blandón y Cnel. Abraham
Rivera bajaron también en jira militar sobre el Río Coco,
s tratar de levantar en armas a los trabajadores de la
Bananera de Puerto Cabezas. Lo s menmonados jefes
llevan las instrucciones de tratar de ponerse al serles
posible, en contacto con las fuerzas expedicionarias man­
dadas por Ud.
De cualquier manera, el Gral. Blandón y Cnel. Ri­
vera darán muy buenos resultados para llamarle la aten
ción al enemigo y para que no le s histilizen en la gira
que Uds. van desarrollando.
Ahora bien:
Los gastados esfuerzos del enemigo par a vencer­
nos, ya sea en lo material, en lo político o en lo moral,
es@n dando sus últimos pataleos.
Entre Nicaragua y Honduras ha existido un litigio
territorial, que lo sacan a bailar cada vez que les convie­
ne a los intereses yankees. A este respecto yo escribí a
Merida un largo artículo bajo el título "Observando". En
este articulo dimos nuestra opinión después de un largo
estudio hlstórlcoo
Sinceramente no tenemos interhs en discusiones
territoriales con ninguna república.
Pero nos opondremos a tratar de esos asutnos,
c ada vez que como ahor a comprendamos de que es la
política yankee quien trata de encender la hoguera de las
pasiones y confusiones centroamericanas porque estamos
entendidos de que el yanki solamente nos busca el lado
de ensartarnos.

O EL CAL VARI O D E LAS SE GOVI L S


La hltima determinación a ese respecto, de esta Je­
fatura Suprema de nuestro Ej ército son de que:
i' — Si el Gobierno hondureño envi a sus ej ercitos a
combatirnos para aprovecho del yanki e n l as S egovias,
proclamaremos la Unión Centroamericana, bajoel nombre
de Comuneros Centroamericanos, r egida la acción por
obreros y campesinos, po r que solamente nosotros l os
obreros y campesinos de Ceritro America podremos de­
fender los (aqui u n pedazo r oto d e la carta) . . . . . .ame.
ricanos.
2' — Tomaremos como campo de operaciones todo el
territorio Centroamericano, par a combatir a los ej ércitos
anki y a los aliados d e ellos en Centro América Tam­
ién nosotros contaremos con todos los obreros y cam­
pesinos para combatir la política yanki en CentroAmérica.
% —Nuestro movimiento de Uni6n Centroamericano
quedaria deseado de los elementos burgueses, quienes
en todos los tiempos nos han querido obligar a queacep­
temos la humillaciones del yanki, por resultar)e más f á­
vorable a sus intereses de burguesez.
Ahora bien, Gral. Altamiranc:
Si rvase U d . mandar a leer est a cart a a t oda l a fu er
za que es a sus órdenes, etc., etc.
Patria y L ibertad
A. C. SANDINO"
[Un sello)

Al re verso de esta carta se halla lo siguiente, escri­


to de puño y letra de Da. Blanca Aráuz de Sandino:
P. D.— De manera muy sincera y especial me reco­
mienda mi B lanquita retornar a U d. con c reces s us f ra­
ses de gratitud, que para ella tuvo Ud. en la nota que se
sirvió enviarme.
Mi Blanquita es quien ha asumido el cargo de Sria.
en nuestro Cuartel General, en reposición de l hermano
Tenient e Cnel . J uan Santos Morales, q uie n a ct ualmente
anda de Srio. del Gral. Blandón.
Es casi posible qu e en l a vi si t a qu e pr oyect o hacer­
le a Ud. vaya mi Blanquita conmigo, por que es ella quien
m anej a l a of icina general d e n uestr o Ej ér ci to . Co n el l a
están sus dos hermanos, Pedr o Antonio y L ui s Rubén,
quienes también nos ayudan en l a cuestión d e oficina.
Vale"

EL T E RREMOT O D E M ANAG UA
Estaba escrito en el libr o de los destinos, que este
añ o d e 1981 iba a se r t r ágico y f atal p ar a N i caragua.
Fuera de la plaga horrible del sandinismo que desgarra­
ba las arterias de la Patria, iba a ser más grande nues­
tra pena y más dificil la situaci6n de la República, cuan­
do un horrible terremoto, j amás visto en n uestro p aís,

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—217—

s acudi ó co n v i ol enci a la
'l c apital de Nicaragua, r e
duciéndol a casi a escom­
bros en pocas horas, sien­
do sacados má s d e tí os
mil cadáveres y contándose
cerca de cinco mi l her'idos,
muchos de los cuales mu­
ri eron después, m i en tr as
e normes l lamaradas, en
urra d anz a l oca, veni an
reduciendo a cenizas todo
lo q u e el si smo había de­
jad o en pi<;. L os ser vicios
d e agu a y l u z fu ero n i n ­
ter r um pidos, así como l as
comunicaciones, y muchos
de los habitantes n o qu e­
d aron más que con el tr aj e
q ue andaban puesto. F a­
mi lias opulentas el día an­
tes, pasaron a l a catego­
f
ri a d e mendigos. E l Go­
l'.l cabecilla Adán Gómer, quie n bi ern o establecio cocinas
<lesuu<'s <le babc v f vacasa<io ante püblicas, asistidas por el
el ( l obll<'<, del (l <'Il ('va l ibfotlcada Ej ército, y organizaciones
Pava sev notnbvado Jef e P oli t i co piadosas se ocuparon de
d< B lucf iclds o Cotnan<lantc de 1:l
lf lufi'. su g i ri ó a Sandin o l a co n­ socorrer a los necesitados.
veniencia de invadi r e l l it oral Nicaragua fu é ay udada
A t t<<nti qo , rico O n l l l l n eva l e s noblemente por su s her­
manas d e Centr o A m ér i­
al)un<lant e < n con<isa vistos bi en
. uvti<los de l n Bv;«i<nann Hl u i f .
c a, distinguiéndose en t r e
ellas E l S alvador , q uien
e m i smo di a en vi ó su Cr u z R oja, que llegó a M anagua
a las tres de l a t arde . G u atemala asimism o s e por't ó a
la altura de su centroamericanismo y de las c ircunstan­
cias al i gual qu e l a Cr u z R oj a Am er icana. E l m u ndo
enter o se condoli ó d e nosotros y d e todas p arte s l l ega­
b a n au xi lios en d in ero , m edicinas, víveres y r o pas p ar a
cubr i r l a s desnudeces de tantos i nf elices. L as ciudades
de León, Masaya, Granada, etc., abrieron amorosamente
sus brazos para acoger a los hermanos que llegaban hu­
yendo con el horror r etratado en sus semblantes. Todo
e l qu e pudo puso su g r an o d e ar en a en esa gr ande hor a
d e l a f r ater n idad, en l a q u e l a conciencia nacional ar r i ó
las viejas banderas políticas para que todos se dieran un
abrazo bajo la égida del pendón de l a Patria, izado a

O EL CALVARI O DE LAS SE GOVI AS


— 218—

media asta en todas partes como señal d e duelo. Reos


rematados que se salvaron en el hu nd imiento del edificio
d e la Penitenciaría Nacional lloraban como chiquillos l a
muerte de sus compañeros de cadena. S6lo en las f ilas
sandtnistas no produjo eco la horrible catástrofe que ha­
bía herido el coraz6n de la Patria.
U n señor l l amado José D . B arahon a par ticip6 a l os
campamento s d e Sandino , co n f echa 5 d e A b r il , desde
D anií, H ond uras, la catástr of e ocur r id a en M an agua, d i ­
ciéndole al cabecill a E strada, qu e a consecuencia d e un a

T9ií<5$- c nt del i qittl o ae gttj r g „-.i


a <vq'- Vrc

Uno de los mi l aspectos del hor ri bl e terremot o dc l :i l de illar­


ao de 1 931, c uyo v e rdadero o rigen h asta hoy e s d esconocido.

g r an er upci6n del volcán Momotombo se habí a p er d i d o


totalmente Managua . Qu e hasta aquel moment o s e h a­
bían sacado cinco m i l mu er tos, en tr e ellos 800 m ar inos
con tod o y j efe. Q u e del G raÍ. Moncada n o se sabía na­
da, asegur and o al guno s q u e estaba e n L e6n ; per o que
más bien cr eí a qu e se l o habí a llevado el D iablo.
Las noticias de l a catástrof e d e M anagua, p r od uj e­
ron, quien l o cr eyera, una ex plosi6n de j úbil o en los cam­
pamento s sandinistas, p o r qu e cr eían qu e co n el l a se
d espej ab a el camin o p ar a poder ll egar si n obstáculo s al
coraz6n de l a Repú blica. D iez días después del terr emo­
to, A ugusto C. Sandino se d ir igi 6 a sus fu er zas po r m e­
d i o de l a siguiente circular :

R L V E R D A D E R O S A N D I N O
~1 9—

~Apreciables hermanos:
L a hora de las liquidaciones del enemigo ant e la
Justicia divina está tocando a su fin.
El 31 de Marzo del corriente año se h a undido la
mitad de la ciudad de Managua en donde entr e otras
cosas se undi6 el campo de aterrizaje con gran parte de
los aviones y explosivos de guerra que el enemigo tenla.
Por otr a par te: y a qu e l a j usticia di vin a po r si mis­
ma está flajelando al enemigo, nosotros necesitamos aca­
bar d e completar l a o br a de ater r or izar a lo s t er r or istas
de todas las veces.
Los hermanos Generales A ltamirano y Peralta, ya
t ienen las instrucciones para efectuar un asalto sobr e la
plaza de Quilalí. Parece que las cosas están tomando el
color de que las necesitamos.
T engo noticias d e qu el enemig o est á tr atand o de
e fectuar una funci6n religiosa en el pueblo de Quilal í y
que desde el 12 de el corriente mes llegará un sacerdote,
quien estará diciendo misas y predicando mansedumbres
ante los invasores de l a Patria, a los campesinos del
mencionado pueblo.
En esa virtud, considero más necesario que nunca,
hacer el asalto al mencionado pueblo.
Los hermanos Generales Salgado y Ortez, efectua­
rán en estos mismos días u n at aque a otr a plaz a vecina
a l a ue Uds. atacarán.
a si es seguro d e que cuanto esta circular se a en
manos de Uds. los otros dos hermanos mencionados es­
t arán efectuando o estarán para efectuar la toma d e l a
plaza antes referida.
Patria y Libertad
Cuartel Gral. del Ej ército Defensor de la
Soberanía Nacional de Nic., 10 de Abril de 1931.
[f ] A. C. SANDINO>
(Un sello)

El día 15 del mismo mes, después de recibir Sandi­


no nuevos informes del terremoto, se dirigía a sus hom­
bres en la siguiente forma:
«Esta hecatombe ocurri6 el 31 de Marzo ppdo. y nos
lo participan nuestros Representantes Privados, residen­
tes en Managua y T egucigalpa.
TODAS ESTAS COSAS DEMUESTRAN CL A RAMENTE
A LOS INCREDULOS DE QUE L A ACCION DIVINA ES­
TA DIRIGIENDO NUESTROS ACTOS EN NICARAGUA..
L os Miembros de nuestro Ej ército n o deberán de

O EL CA L VA RI O D E L A S SE GOVI A S

'220—

temblar ante estas cosas de origen divino, porque preci­


samente de que nuestro mismo Ejército ha surgido por
esa misma impulsión invisible de que en varias veces es.
ta Jefatura Suprema de nuestro Ej ército se h a ocupado
y se seguirá ocupando de explicar c on f rases claras alos
sufr idos miembros d e nuestr o E j ér cito.i

MISIONERO MORAVO QUE CAE EN PODER


DE PEDRO BLANDÓN
Ex i ste en l a Costa A t l ántica un a instituci6n r el ig io­
sa ll amada Misi6n M or ava, integr ada por v i r tuosos sacer­
dotes d e d i stinta s n acionalidades : suecos, al emanes,
ingleses, etc. La sede de la Referida Misi6n se encuentra
en Puerto Cabezas y la cabeza principal es el Reverendo
Grossman, quien dirige las actividades espirituales de los
Pastores y asociados. E stos Misioneros son enviados a
desempeñar su evangélica labor de catequizar a los zam­
bos e indígenas que pueblan las riberas del río Coco, lo
que han hecho con magni fic o r esultado . E n t ales l abo­
res se encontr aba el r ev er endo O tt o B r ezenger cu ando
cay 6 en poder de l cabecill a san d inista Pedr o B l and6n,
quien po r ese tiempo h abí a i nvadid o l a Cost a A tl án tica
con sus fuerzas.
Oigamos el r elato, todo él desposeído de verdad,
q ue hace Bland6n a Sandino, con fecha 7 de A bri l d e
1 931; acerca de l a captur a y mu er te del i nf or tunad o m i ­
s ionero, respetando su or togr afí a or i g in al :

«El 30 de marzo salimoá de San Pedro de Pi s Pis,


y ll egamos el 31 del mismo a Musaguaz dond e encontr a­
mos un hombre que los zumos le decían Padre, el cual
e r a u n r ep orter o del J ef e d e l a Guar di a d e las mina s y
de Puerto Cabezas quien les daba informe de todas l as
operaciones desarrolladas por nuestras fuerzas en estas
regiones.
' Preguntado por mi, revestido con toda la autoridad
que me caracteriza, que cual era su mi si6n e n nuestro
ter ritor io, contest6 qu e los indio s zumos habia n en vi ado
un a acta f i r mada po r t odos ellos p idiendo al gobi er no de
Estados Unidos de Nort e América, que les dier a quien
los intruyese porque aqui n o habi a quien los civilizara,
y entonces el macabro g obierno de E. E. U. U. de N . A.
lo había mandado a él.
Este era un miserable engañador a los indios y por
lo tanto los tenía oprimidos y l os explotaba de u na m a­

RL V E R D A D E R O S A N D I ,N O
—221—

ner a tan br utal, qu e al in stante qu e r ecibimos lo s i nf or ­


mes de la conducta de él no pude menos que MANDAR
SEPARAR L A. CABEZA DEL CUERPO.
Se llamaba Kabrigenser, de nacionalidad norteame­
ricana, pues le encontramos su s credenciales, pasapor­
tes y demás documentos pertenecientes a él, donde no nos
qued6 duda que era americano.
Todo lo util para nuestro Ej ército ordenamos que
se trajera, y quemamos l a casa que er a propiedad de
ese cabrán.s
E s d e creer qu e e l r el at o ant erio r n o es más q u e
p ara justificar e l cr imen cometido en l a persona de
un hombre esencialmente pacífico, perteneciente a la Mi­
sion Mor ava, que como es sabido de todos los nicaragüen­
ses, no se inmiscuye en asuntos políticos. Hemos de ob­
s ervar t ambién qu e é l R ever end o B r ezenge r no er a
americano sino de nacionalidad alemana siendo falsopor
consiguiente que se le haya encontrado papeles que jus­
tificara n e l aser t o d e B l andbn . E l R vdo . B r ezenger
murió con el crucifij o en una mano y el Evangelio en la
o tra, mientras en sus labios s6lo h ub o palabras d e p er ­
d6 n par a su s fi eros victimar ios.
M ás adelante, en el mism o document o t r ascr ito, d a
a conocer Bland6n a Sandino, su modo de proceder en
los Miner ales de «Neptuno», haciend o si n necesidad da­
fios incalculables al pai s entero. Dice así:
~Se me había olvidado informarle que el motor del
dinamo que movía todas las máquinas de la Mina de cE1
Neptuno» ordenamos r omperl o co n dinamit a y as i suce­
di6 qued6 en escombros y está paralisado e l trabajo en
dichas minas.»
P areciera que se tratara de dejar si n tr abaj o a l a
gente para hallar una forma de encontrar prosélitos, obli­
gados por la necesidad.
LA PROT EST A DE L M I NIST RO DE AL E M ANIA, POR L A
M UE RT E DE L M ISIO NERO B R EZ E NG ER
Para que se conozca la verdader a nacionalidad del
misioner o muert o po r B l and6n, desmintiéndose de mane­
r a enfática l o dicho po r el cabecill a sandinista., véase l a
not a enviada a nuestr a Canciller i a:
Legación de Alemania en Centroamórlca y Panamá,
Guatemala, 17 de Abril de 1981.
Sr. Ministro:

O E L, ' C A L V A R I O DE LA8 8E QOVI A S


Tengo la honra de poner en conocimiento de Vues.
tra Excelencia que el Consul alemán en Biuelfieds me par­
ticipó que en el departamento de Prinzapolca fué asesina­
do por bandidos el misionero alemán Brezenger.
Le seri a muy agradecido a Vuestra Excelencia si
tuviera )a bondad de tenerme al corriente de todo lo que
se sigue averiguando sobre su muerte.
Aprovecho esta oportunidad para reiterar a Vuestra
Excelencia la seguridad de mi más alta y distinguida con­
sideración.
(f) OTTO VON STRAHL
Al Excelentisimo Sr. D r. Julián I r ias, Srio. de E sta­
do en el Despacho de Relaciones.—Managua.

Le contestación que se dió a esta not a f ué l a si­


guiente:
Ministerio de Relaciones Exteriores.
Managua, D. N. 25 de Abril d e 1981.
Sr. Encargado:
De conformidad con el atento oficio de Su Señor ia
del 17 del corriente, relativo al asesinato en P r inzapolca
del Misionero alemán Brezenger, tengo el honor de tras­
cribirl e lo que al respecto se sirve manifestar a este Mi­
nisterio el Sr . Ministro de Gobernación: "Managua, D. N.
25 de Abril de 1931.— S r. Ministro: R efiriéndome a s u
muy atento oficio del 22 de los corrientes r elativo al pre .
sunto asesinato en Pr inzapolca, por bandidos, del Mtsio­
nero alemán Brezenger , tengo que informar a Ud. que
esta Oficina ha reclb>do información del Ar ca del Este,
que el día 13 de este mes¡ un misioner o morav o con el
n ombre de Brezenger, fué asesinado por bandoleros en
Mussi. H emos solicitados más detalles informativos ten
este caso v tan pronto como sean recibidos, suministra­
remos a Ud . los datos.—Con toda consideración quedo
del señor Ministro muy atento y seguro servidor.— Walter
G. Sheard, Coronel Guardia Nacional d e Nicaragua, Jefe
d e Estado Mayor .- Co n muestras d e consideración me
es grato suscribirme de Ud. tnuy atento y segur o ser vi­
dor.— ANTONI O FLORES V.— Ministro de Gobernación".
C on muestra de consideración y apreci o so y de Su
Señcrla muy atento y seguro servidor.
A. SOMOZA,
Subsecretario de Relaciones Encargado
del Despacho.
Al Encargado de Negocios de Alemania en Centroa­
mérica. —Guatemala.

PROYECT O DE SUPRIM I R A L G RAL . MONCADA


Aprovechamos la divergencia de opiniones sobre el
lugar donde debfa fundarse la capital de Nicaragua des­
pués del terremoto, oigamos l a comunicación que sobre

R L V E R D h D E R O S A N D I N O
el particular envió el cabecilla Francisco Estrada, con
fecha 9 de Abril a Pedrón Altamirano. Dice textualmen­
te asi:
"Sr. Jeneral ae Dibisión
Gral . Pedro Altamirano.
Mi querido hermano:
La libertad d e Nicaragua se aproxima. Y a se es­
cucha la hltima hora de los tr aidores. Tenemos una in­
formación preciosa de Managua ahora que se estan pe­
leando respecto al lugar en que ha d e t r asladarse la
c apital. Natde auier e al tr aidor de Moncada como U d
b ien lo sabe. CREO QUE Y A DEBE D E T E RER BI EN
A DI STRADOS A L O S MUCHA CHOS D E Q U I E N L E
HABL E Y PA RA L O QU E L E MAND E DO S CAJAS
DE T I ROS DE PI STOL A PARA QUE COJA N P UL SO
B AJO SU DI RECCI ON . H e pensado que se pongan en
marcha para Managua, pero Mándemelos pr imer o par a
este campamento par a darles i ntrucciones especiales.
Crea con firmesa aue nuestr o Tr absio no fracasara esta
vez. ESE D EB E SER E L F I N D E L OS BAN DI DOS.
Saludes para el querido hermano Colindres y par a
el capitán Ferr eti y todos los valientes defensores d e la
Soberania.
Patria y L ibertad
F. ESTRADA
General de División y Jefe
d e Estado Mayor " .

El propósito sandinista de suprimir al Gral. Monca.


da no pasó d e se r un proyecto y a que baj ó ést e del
P oder si n h aber si do obj et o d e n i n gú n atentad o cont r a
su vida.
En la mente de Sandino vuelve a incubarse la idea
de la unión de Centroamérica. Veamos la carta que diri­
ge el cabecilla de las Segovias a su representante perso­
n al en Honduras don José Idiáquez, con fecha N de
Abril de 1931. Dice asi :

Sr. don Jose Idiaquez. Danli, Honduras, C. A.


. Paz y amor mi querido hermano: Creo por demás
m anifesta r el g ran placer qu e m e h a p r oporcionad o s u s
mu y esti mables car tas.
Los i n f ormes qu e U d . se si r v e darnos en su s n otas,
son de alta importancia para nuestro Ejórcito, y' quizálos
únicos que llegan del exterior.
Hace muchos dias que me he mareado el propósito
<le concluir con informaciones de nuestro Cuartel General
a personas o prensa del exterior.
Resulta muy duro seguir proporcionando emociones
a pueblos dormidos principalmente cuando uno piensa en
s u potencialidad espiritual cubrir con una ojeada todo e
proceso humano anterior.

O EL GA L VA RI O DE LAS SE GOVI A S
—224—

No se oculta a su observación d e que el enemigo


comun de nuestros pueblos, trata po r todos los medios
que le son posibles de ocultar y desprestigiar l a acción
moral de nuestro Ej ército, procurando at ribuirse ellos
mismos todo derecho sobre los destinos de Nicaragua.
Sinembargo, será nuestro Ej ér cito quieh s e levan­
tar á como la Antorcha de las Libertades en loe mornen­
tos en que el enemigo más se ocupe aún d e ocultar el
nombre de Sandino.
Tenemos ya entendido de que la Justicia Di vina ee
fría en su rigor, pero que cuando encuentra l a maldad
que la detiene la Justicia Divina se aji ta, se convierte en
la electricidad misma y, funde a la maridad y se abre
paso.
Ultimamente he sabido y conocido de unos tratados
entre Honduras y Nicaragua firmados por Ulloa e I rías.
Sinceramente, ningun interés tenemos e n entablar
Rolémicas
- . l i Centroamericanas.
epublicas
m i t r ofes co n n i n g un a d e nuest ra S h e r m anas

Sinembargo nos opondremos a tratar de esos aeun


toe, siempre que comprendamos que como ahora el inte.
r esado por s u pr opi o pr ovecho es el escalpelo d e l a
política yankee.
Con los retazos de los recursos del pueblo nicara­
üense, en estos momentos estamos mandando cuatr o
K elegaciones a nuestras otras cuatr o secciones Centroa­
mericanas para conectarlss con los obreros y campesinos
de Centro América y lanzar le proclama de unión Cen­
tr o Americana, bajo el nombre de Comuneros C entroa­
meri canos.
Solamente los obreros y campesinos Centr o Ame­
ricanos, podremos en manera limpi a r estaurar nuestra
federación, que había quedado interrumpida desde cuando
Rafael Carreras desalojó de Guatemala a nuestr o i nvicto
GeneraÍ Francisco Morazán.
Creo del caso aclararle a Ud. de que en Nicaragua
estará el motivo pr imero de la proxima guerr a mundial
en qu e quedarhn destruidos lo s gr andes magnates
opresores para que surja sil pueblo oprimido.
N aturalmente que el poderio yankee necesita p ar a
su i anzamiento d e posesionarse d e Centr o Americe
ent~.a, per o que Nicaragua por su posición topográfica,
le ofrece la mayor seguridad.
Si m pl emente es ' u n p u lsamient o d e la s o p i ni on es
de las otras potencias de la Tierra, lo <i ue los F s tados
Unidos de Norte América han estado liaciendo co n las
m edidas y remedidas que ha hecho para el Canal por Ni ­
caragua, que pretende hacer.
No será difícil de que los banqueros yankees pr e­
tendan principiar la apertura del mencionado canal y del
establecimiento de la base naval en el Golfo de Foneeca,
pero de ninguna maner a podrán t er minar su construc­
ción por que la Justicia Divina quien impulsa a nuestro
Ej ér cito se lo impedirá.
N ada ee por el acaso y todas las cosas deberán d e
ser comprendidas por la ley natural . E e por eso mismo
de que la catástrofe de la ciudad de Managua deberá eer
considerada como parte de esta misma accion.

E L V E R D A D E R O B A N D I N O
—225—
Slrvase aceptar de este su h ermano m i m ás alta
eonsid eraoion.
Sinceramente vuestro hermano
Patria y L ibertad
A. C. SANDINO"

MUERTE DEL CABE­


CILL A PEDRO
BLANDÓN
4'® ' No cor ri 6 l argo el asesi­
no del Rvdo. Bqezenger,
p ues antes de unA mes d e
ol).j . ;
! h aber d ad o mu er te a l i n ­
fortunado misioner o ale­
mán, una bomba l anzada
de un avión d e combate,
que cooperaba en l a de­
f ensa de Lorl g T o w n ex ­
plot 6 cerc a d e B l and6 n,
matándol o i n stantánea­
m ente, lo mismo qu e a u n
sobrino suyo que lo acom.
' pañaba. L a m u er t e de
He aqui ltt efi g i e d ol c abecilla Blandón pr oduj o honda
P edr o B l anddu, m u ert o i l u r s n t e repercuci6n en tr e sus com­
u lltt e x c u r sl (íI l v s ll dállc s Sob r o
los com i i ar i atos de Puerto Cebe­ pañeros, y f u é mu y senti­
/ tt S. d a por Sandino, quien l a
par ticip 6 a su s b andas,
por medi o d e l a si guient e ci r cular:

'CIRCULA R A NUESTROS J EFES EX PEDICIONARIOS Y


DEMAS AUT O RIDADES PE RT EN ECIENT ES A
NUEST RO M ISM O EJÉRCIT O
< Con l a i n tenci6n d e qu e todo s l o s mi embros de
nuestr o E j ér cito conozcan el desarr oll o d e nuestras ope­
raciones militares en los diferentes sectores del país, me
p er mit o di r i g i r les l a presente circul ar :
F uerza s n uestras al m ando d e los Gener ales Pedr o
A l tamirano, I smael P er alta, Pedr o A ntoni o I r i as , Pedr o
Bl andó n y de l Cnel . A b r aha m R iv era, ha n r ecor r ido
nuestra Costa Atlántica desde el mes de Febrero del co­
rriente .año, con gran éxito.
Ultimamente el h ermano Gral. Pedro Blandón, con

O EL CAL VARI O DE LAS SE GOVI A S


un a poderosa columna, l i br6.en Puert o Cabezas cua­
t ro reñidos y sangrientos combates contra el enemigo, a
los que abanz6 muchos elementos de guerra y otras de
utilidad para nuestro Ej ército.
EN I OS COMBATES ANTERIORES EL GRAL. BLAN­
DON HABI A LOGRADO FU SI LAR ONCE YANQ,UIS Y
Q,UINCE GUARDIA.S NACIONALES, DESPUES DE DESAR.
MARLOS> PUES LOS FUSILADOS IBAN HUYENDO DES­
PUE S D E DESALOJADOS D E SU S POSICIOñ ES POR
NUESTRAS FUERZAS.
Nuestras fuerzas fueron metralladas y bombardea­
das por los aviones de guerra que tienen l os y anquis
en sus barcos que recorren los mares de Nicaragua.
Cuando l as ,fuerzas de infanterfa del enemigo habfa
sido deshechas por la s nuestras, estalló un a bomba de
los aviones y puso fin a la vida de nuestro querido her­
mano Gral. Pedro Bland6n. L a misma bomba mat ó al
joven Tomhs Bland6n, sobrino del General.
Un golpe moral, terrible se sinti6 en nuestra colum­
n a al sucumbir el Gral. Blandón, pero nadi e desmayó y
antes bien se condujeron al Cabo de Gracias, en donde
se tomaron el Puerto y destr uyeron el Radio. Tomaron
todo cuanto pudieron tomar.
Pocas horas después fué también bombardeado el
Cabo por los aviones de guerr a del enemigo, per o no
hubieron bajas de nuestra parte.
Qued6 el primer j efe de la columna expedicionaria
ue oper6 a las órdenes de Blandón, el hermano Cnel.
uan Santos Morales.
Cuartel Gral. del Ej ército Defensor de l a Soberania
Pacional de Nicaragua, Mayo 4 de 1981.
Patria y L ibertad
A. C. SANDINO'
(Un 'sello)

SANDINO ASCIENDE A PEDRÓN


A DIVISIONARIO
Dos dfas después, el 6 de Mayo, Sandino firmaba en
su cuartel ~L a Calma~, el ascenso de Pedr6n Altamirano
a Gral. de Divisi6n del ~Ejército Libertador>, en recom­
pensa a sus grandes servicios prestados a la Patria. Qué
irrisi6nl
Pedr6n, que tenfa repletos los bolsillos con todo l o
que habla robado en su j ir a por l a Costa Atlántica, cre­

R L V E R D A D E R O S A N D I N O
—.227—

y6 ex presar mejor su agradecimíento a Sandino 'envián


dole la cantidad de dos mil veintiún córdobas, que éste
recibi 6 ll en o de contento.
El paradero de este dinero, así como el de 'tantoa
otros, quitados a los .hacendados segovianos, jamh.s se su
po, siendo hasta hoy un misteri o e l lugar a donde fue­
ron a parar, aunque se sospecha quién fué e l benefi ~
clado.

CART A QUE REVELA UNA VEZ MA S EL


PERTURBADO CEREBRO DE SANDINO
L a mente exaltada de Sandino lleg6 a su clímax a
mediados de Mayo de 1981, y como muestra de ello, r e­
producimos íntegra, respetando como en todos estos do­
cumentos l a or tografía, l a siguiente carta, que al más
acendrado par tidario de Sandino hará ver l a perturba­
c i6n mental d e este hom br e qu e po r t antos años, portal l ­
do un a h ermosa bandera, absorbi 6 l a a tenci6n del
mundo.
Héla aquí:
Cuartel General del Ejórcito Defensor de la Sobera­
ni a Nacional de Ni car ag ua, M ay ó 12 d e 1981.
Sr. Josó Hilario Chavarria.
Los Llanos de Jinotega.
E stimado sen or :
F uó en nuestro poder s u muy atenta not a de l 2Z
de Abril próximo pasado, con Ia que se sirv e remitirme
un traje de montar . Gracias señor Chavarría.
Antes de dar contestación a su nota, tuve que pre­
guntar a los hombres que me rodean, de que si l e cono­
cían a Ud.
Me hablaron de que es Ud. una persona inofensiva,
per o qu e d e f i liación Conserv adora.
E se titulo de conservador en personas humildes y
d el pueblo, m e p r oduce t ri steza , p o r qu e estoy segur o de
q ue en realidad, no existen conservadores de derecho en
N i car sgu s„ y s est e respecto, t en dr á el' especial gu st o d e
darle a Ud. una lección en esta nota.
128 millones de siglos tiene de existi r est e glovo
terrestre en qu e av itamos. 55 millones d e si glos hace
que la tierra parió a la L una. Y dies millones de siglos
despuós vino el hombre sobre la tierra, por l o qu e t ene­
mos de existir en este planeta, 45 millones de siglos.
El hombre nació de la quinta esencia de la natura­
leza en la tierra.
Un árbol encerró la quinta esencia, y de ól formaron
cuerpos de hombres los Espi r i tu s qu e v enía n desterrados
de otros planetas que habian recibido su juicio de mayo­

O EL CA L VA RI O D E L A S SE GOVI A B
ria fNEPTUNOj.
Sin embargo, como en el hombres están enserra­
dos todos los lnstintos animales, y que uno al ot r o son
antagónicos mientras no reconocen su trinidad, de alli na­
ci6 el deseo'de los hombres de aceptar lu agradable a sus
cuerpos, antes que lo util para todos.
Ese desordenado apetito, fuB el quo en los humanos
de la tierra produjo la injusticia y desde entonces las co­
sas han perdido su importancia.
C uando el hombre principió a comprender de qu e
se moria y que por quBP principió a temer y' a conside­
r ar¡ de que seguramente exisüa alg o superior a B l y a
todo lo que "mirava".
Consideraron de que er a bueno encargar al indivi­
duo más inteligente, para que investigar a de esas cosas,
p el resto del Pueblo se propuso a sostener con sus traba­
1os a quienes hacian esas investigaciones.
Por supuesto de que la primera idea fuB noble, pero
ocurrió que, ,todo cuanto aquál individuo logro acumular
como premio de sus investigaciones, al morir l o heredó a
sus familias. Y más tarde, los que le sucedieron no "he­
ran" ta n i nteligentes como Bl mismo y desde entonces
vinieron las clases privilegiadas, lo que ha traido un com­
let o t rast orn o sobr e l a humanida d t er restre , cr eando asi ,
a propiedad
p privada.
Los primeros ladrones que existieron sobre la tierra,
fueron a los que hoy llaman Uds. Sacerdotes. L os segun­
dos ladrones fueron los que Uds. hoy llaman militares.
Era natural de que aquel p rimer sujeto, quien esta­
ba encargado de sus mvestigaciones, t uvier a necesidad
de otros quienes custodlaran los intereses que Bl acumu­
lara.
Naci6 un Espiritu Misionero quien descubri o sobre
l os Rios unas pepitas relucientes, que la s consider ó un
i nvento y' era natural de que las llegara a presentar a la
"persona" quien estaba encargada del culto, o sea de las
investigaciones.
Este hombre se llamo Feria. L o s sacerdotes consi­
deraron de qu e eée invento les perteneci a a ellos y los
militares o sean los guardias del Sacerdotes, consideraron
de que una parte de ese invento les perteneci a a ellos.
Y por este motivo se desarrolló una r evolución o sea la
primera que existi6 sobre la tierra.
Peris, se vi ó obligado a hui r par a otras regiones,
en vistas del desastre que babia producido su "inbento"
Sinembargo, el misioner o e s misionero, y a l lugar
en donde Bl, hizo parada, siempre encontr6 pepitas de oro,
e hizo parada alli en donde hoy lleva su nombre y se co
noce en la Europa con el nombre de Percia.
Má,s tarde, Perla se unio con Fulo en Egipt o quien
'era "inbentor " del fuego y entre los dos sometieron el or o
a l fuego, y de ellos nacio una doctrina que más tarde se
llamó: CRISNA.
DespuBs de esas cosas vinieron 99 Espiritus Misio­
neros a la tierra, quienes no eran desterrados, a cuy a ca­

R L V E R D A D E R O S A N D I N O
beza venian Adán y Eva . Adán nació del sacerdote y
Eva naci6 del guerr ero.
Estas cosas de Adán y Eva, solamente hacen 58
siglos. Después de estas cosas, se desarrollaron las
otras cosas de que mistlficadamente habla la Biblia Ca.
tólica.
En la hoy ciudad de Hayderabat en la India toma.
ron cuerpos Adán y Eva.
En hatioquia, f e en donde se fundó diez años
después de Jesus la I glesia Cr istiana.
Cristo es peligro, porque en esa forma l o obtuvo
Jacob en u u sueño. Saulo, o sea a quienes Ud s. cono­
cen por Pablo, "palió" contra Moisés en el mar rojo.
Mas tarde .cuando en J erusalen, mataron a pedr a.
das a Esteban, Discipulo de Jesús, el empleado de poli.
cia, Saulo encontró un cuadernill o escrito en lo s bolsi­
l los de e steban, a lo que se h a dado el nombr e de
E VAN GELI O.
Saulo, o sea Pablo, sintió también deseo d e pr edi­
car la fraternidad humana, porque la "havla" oid o por
primera vez de su Maestro CMÁL I EL , despues en Juan
el Solitario, a quien ha llamado el Bautista, y más tarde
oyó eso en boca del r evolucionario y comunista Jesús de
Nazaret, quien levanta polvaredas a los sacerdotes, ban­
queros y supremáticos, en sus arengas
Después de Jesús quien entr ó c 8).000 hombres
en guerr a abierta contr a lo s banque.3s d e J erusalen,
un 22 de Marzo llevando como j efe militar a l P r incipe
Ur , resultó Pablo, quien es el mismo Espir itu de AI T E­
KES y que fué yerno del Faraón, a quien hoy s e cono­
ce con el nombre de San Pablo.
Pablo en Antioquia fué en donde fundó l a I glesia
cristiana diez años después de muerto Jesús.
En Mesopotamia existia un Consejo de los Apósto.
toles de Jeshs, " precedido" po r Maria madre y Juan el
A p6stol, quien más tarde fue Santiago d e Galici a en
España.
Ese consejo llam6 la atencion a Pablo, y este se
vio obligado a reconocer a l C onsej o de lo s Apóstoles,
para lo que tuvieron que agregarle a Pedro, quien nun­
ca se pudo entender ar moniosamente con Pablo.
Por todo lo dicho, fué desde Jesús que s e tuvo el
"consepto" de la libertad.
La religión católica naeio de Manuel I , o sea Hilde­
brando, al que conocen también po r San Gregorio.
Los pj caros, picaros han sido y cuand o compren­
dieron de que esclavos y señores eran lo mismo ante los
o jos del amor, o sea Dios, trataron de ponerle trabas al
progreso humana
En otros tiempos la supremacia habla sido hereda­
da, per o después d e Jesús quién predicó l a L ibertad,
ocurrieron muchas cosas, hasta que vino el nombr e de
LIBERAL, significando Libertad de ideas.
A estos se les llamó her ejes, porque se pr oponian
a buscar en el libre pensamiento la realidad de las cesas.
Esas cosas nacieron del Pueblo humilde quien antes u
aún en esa época eran esclavos de los Señores.
Los supremáticos, quienes se llenaban eon "rum­

O EL OL L VA RI 6 QE E k 8 SE GOVI L S
bombástIcos" ti tulos, tuvIeron necesidad de crear en el
mismo pueblo humilde e ignorante un partido quien con­
servara la esclavitud y por lo inismo le dieron el nombre
de CONSERVADORES, para contrarrestar a la Libertad
de ideas o sea a los Liberales.
Nuestros pueblos, por la ignoranci a han sido t an
e nvilecidos, que ni L iberales ni Conservadores saben lo
q ue discuten, al ex tr emo que hay muchos Liberales de
nombre, que son más Conservadores de hecho, que los
que diceti que son Conservadores.
De cualquier manera, a Nicaragua, cuando la con­
quista, nunca vino ninghn noble, perreneciente a las fa­
mHias privilegiadas de la Europa, por lo qu e siempr e
hemos pertenecido a la clase c o i úú, y en ese caso, an­
tes que solamente Liberales, somos más bien "comunis­
tas" .
T odas estas explicaciones so n l o bastante par a
comprender que entr e nosotros nunca ha existid o Con­
servadores y que lo único que existe en nuestro pueblo
es mucha ignorancia. Nuestra ignorancia h a sido siem.
p re explotada por los picaros quienes han vivido d e la
sangre del pueblo.
Nuestra guerra, ss, guerra de Libertadores, para
matar la guerra de los opresores.
La guerra fué creada por lo s mismos sacerdotes,
quienes quisieron entonces coino ahora, proteger i ntere­
ses dados por el pueblo mismo.
Por eso mismo Ud, verá que e n estos momentos,
el Clero está aliado con los Banqueros yanquis y que por
eso han venido muchos canónigos y otras clases de por ­
querias a Las Segovias, predicando mansedumbre en los
h umildes segovianos para que acepten la humillación de
los banqueros yanquis.
Tenga Vd. presente que dentro los mismos soldados
yanqui s vi enen multitudes d e .ignorantes empuj ados
como a máquinas de los dirigentes de la tal Casa Blanca.
Pero que en realidad, no es Casa Blanca, sino que, uno
de aquellos Sepulcros Blanqueados de que habló Jesús.
Que por fuera están blancos y bonitos, pero que por den­
tr o están podridos y fétidos.
También tenga Ud. presente la sencilla frase aque.
lla de Dios hablarf por los Segovianos.
Esa misma palPabra, aun que se dij o con sarcarmo,
sin embargo, hubiernn muchos seres humanos sencillos
ue l o creyeron as í y po r esto en r ealidad, nuestro
jército ha sido inspirado por la misma Justicia Di vina.
N o importa de que yo sea nacido en el i nterior de
este Pais, per o eso fué para que yo mismo pudiera tener
el conocimiento de todas partes, y de que. no me hicieran
el desfavor de considerarme Localista,
Ahora bien señor Chavar ria: Creo que es bastante
las esplicaciones que en esta nota le he dado, par a que
nos ayude en ese sentido con algotros equivocados como
ha estado Ud.
E n lo que se refiere a Ud. a la cuestión d e contr i­
buciones impuestas por el GraL Altamirano, creo de que
es bueno de que si Ud. puede proporcionarla l a propor .
cione—pare que a más no poder, dlgale Ud. al General

E L V E R D A D E R O S h N D I N O
Altamirano, que ya la envió Ud. a este Cuartel General
y que solamente est á esperando el recibo f i rmado por
ésta Jefatura Suprema de nuestro. Ej ér cito.
A vuelta de correo Ud. me dir á de que si necesita
el recibo por la cantidad que se le ha impuesto, aún
cuando no remita Ud. a este Cuartel General, ni un solo
centavo.
No tengo otra manera de poderle salvar de la pun­
t erla que con razón le ha puesto nuestra gente, pues le
consideran a Ud. un Conservador de los que afligieron
en otras veces a nuestro pueblo nicaragüense.
Sinceramente
Patria y Ltbertad
A. C. SANDI NO
(Un sello)

Indudablemente este señor Chavarría, a quien San.


dino dirige la coniunicaci6n ahterior, debe de haber sido
persona que gozaba del aprecio de l guerr illero, pues
además de anotarse el caso excepcionalfsimo de eximirlo
de la contribuci6n, le da antes una magnffica lecci6n, de
la cual es mu y posible que el pobr e Chavarrfa no se
haya repuesto hasta la fecha.

NI SUS SEG UIDORES SE CAPEABA N D E SANDINO


En los primeros dfas de Mayo, a pedimento de va­
rios hacendados de Jinotega fué destacada una comisi6n
para verificar la captura del sandinist a Ricardo Mellar,
quien j unt o con varios foragidos más, constituí a un a
a menaza en e l D epar tamento . F u é localizado , y , en l a
refriega, sucumbi6 el famoso Mellar . Sandino fu é i nfor­
mado de que quien habla guiado esa comisi6n er a el Sr .
Joaqufn Lovo. Y no vali6 a éste el conocimiento que
se tenla' de su exaltado sandinismo para que el guerr ille­
ro gir ar a instrucciones a sus bandas a f i n d e que tan
l ueg o cogieran al Sr . L ov o l o colgaran d e u n á r bo l y
en seguida le cortaran el pescuezo. Pero mejor cedamos
la palabra al pr opio Sandino, en l a la fina cartita que,
con fecha 14 de Mayo de 1931, dirigi6 al Sr. Lovo. Dice
asf integramente:
"Cuartel General de l Ej ércit o Defensor de l a Soberania
Nacional de Nicaragua, Mayo 14 de 1981.
Señor Coronel Efectivo
Joaquin L ovo.
Jin ot ega.
Mi du doso h ermano:
Con esta fecha llegó a nuest": Cuartel General, el
hermano Tenient e Gilberto Gómez, quien e s pr oveedor

O EL CAL VARI O D E L A S SE GOVI h 8


—282—

local de nuestro Ejército, en zonas de Tomatoya, E l Mo­


jón, Yucapuca y el Saraguasca.
Este hermano, me ha manifestado de que Ud. nin­
guna responsabilidad tuvo en l a muerte de nuestro her­
mano Ricardo Mellar, y como ami se me habla dichode que
era Ud. el jefe de esa comisión de traidores, con ese mo­
tivo se dieron órdenes el sei s de ese mismo mes, a los
hermanos Generales, Pedr o A ltamirano, Pedr o A ntonio
Ir ias, Carlos Salgado¡ Miguel A ng el Or téz, José L eón D i az¡
Francisco Estrada y Coronel Abraham Rivera, par a qu e
cualquier a de ellos qu e capturar a a Ud . s e s irvieran
guindarle del pescuezo, con una cuerda muy bien enceba­
da y después, trozar a Ud. su p escuezo, como ejemplo de
dignidad nacional a las nuevas generaciones nicaragüen­
ses.
Patria y Libertad.
ifl A. C. SANDINO".
[Un sellol

Si el mismo Jefe Supremo decia que eran ejemplos


de «D I G N I D A D N A CI O N A L » echar u n a soga a l cu ello
de los nicaragüenses y después cortarles e l «pescuezo»,
[según sus propias palabras], qué podia esperarse de los
otros j efes que estaban b aj o su s 6r denes7
Sin embargo, como el Sr. Lovo era uno de los que
esperaban sacar ventajas del triunfo de Sandino, no to­
mo en cuenta la herida que se inferia a su dignidad y
a su condici6 n d e hombre, y continu6 b a jo l a b a ndera ,
cuyo funesto flamear derramaba la muerte en su propio
Departamento.
UN NUEVO PESAR ESTABA DESTINADO
PARA SANDINO DESPUÉS DE LA MUERTE
DE PEDRO BLANDÓN
El di a 14 de Mayo de 1931, a las doce de l a noche,
una fuerte columna sandinista, comandada po r e l temi­
ble cabecilla Miguel Angel Ortez atac6 el Cuartel de la
Guar di a Nacional , en P alacagüina, Nuev a Segovia . K a
ofensiva fué violenta y prolongada, pero la Guardi a Na­
cional supo r echazar en ér gicamente a los asaltantes.
Los sandinistas sufrieron varias bajas, contándose
entre ellas una de mucha importancia, nada menos que
la del propio jefe, Miguel Angel Ortez que cay6 esa no­
che para siempre. Como se recordará, Ortez, a l pr in­
c ipio de su carrera, se hacia llamar Gral. Alejandr o F e­
rrera, para ocultar su verdadero nombre.
Esta muerte fué muy sentida por Sandino y por sus

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
El cabecill a M i „ uel A ngel Or tez y G u i llén

O E L CA L VA RI O D E LA S S E G O V I A 8
—234—

hombres, pues el cJefe Supremo> tenfa en gran estima­


ción a Ortez, por su inteligencia, por su valor, y porque
la suerte siempre le fué propicia, en muchos combates,
en los que siempre estuvo a l a cabeza, sin haber si do
nunca herido, hasta que la muerte par 6 su carrera en el
asalto a la plaza de Palacagüina.
L as fu erzas de Or tez , en su at aqu e a ) a p l aza de
Palacagüina. iniciaron el combate con unabomba podero­
sa, que arrojaron sobre las tr incheras, la qu e ocasion6
destrozos en el lugar donde'explot6. E s posible que si
ellos hubieran obrado con pr udencia y s e hubiesen
aproximado sigilosamente, par a qu e l a sor presa fuese
mhs efectiva, el Cuartel de ese lugar habrfa cafdo en su
poder en esa vez, pues se comprobó qu e e l centinela,
encargado de la vigilancia en el lugar en que se inici6 el
ataque, estaba dormido. Como un a excusa par a dicho
s oldado, hay que hacer constar que l a guarnición de
P alacagüina se turnaba en constantes patrullas, por s e r
una zona excesivamente afectada por el bandolerismo, y,
naturalmente, estos hombres estaban mu y fatigados.
Al ex plotar l a primer a bomba el Capitán Brauer,
corri6 hacia el lugar donde estaba situado el puesto, en­
cargado de la vigilancia sobre l a plaza, para localizar el
lugar de donde procedfa el ataque. Después de la primera
explosión toda la columna asaltante r ompió su s fuegos
por diferentes flancos sobre el Cuartel de la Guardia, el
q ue fué contestado con la prontitud debida, con valor y
enerqfa, conteniendo con ell o el empuje de la s fuerzas
de Miguel Angel Ortez.
Ortez cometi6 la imprudencia de ponerse a la des­
cubierta a la luz de una de las lámparas d e acetileno,
que la Guardi a situaba s ciert a distanci a de l cuartel,
para descubrir por la n oche cualquier m ovimiento d el
enemigo. Por est a circunstancia fué vista desde largo
una persona, en la que, po r su larga melena r ubia, se
identificó al j efe de la columna, de quien se sabfa se ha­
bfa dejado crecer el pelo.
Un lanza-bombas, colocado sobre una de las trinche­
ras de l a Guardia, dispar ó certeramente sobr e Ortez,
habiendo hecho blanco en el abdomen del mencionado
jefe, quien rod6 mortalmente herido.
Miguel Angel Ortez, al verse herido en esa f orma,
c omprendi6 que er a el último instante de su vida, y or ­
den6 l a retirad a de sus fuerzas. Como comprendiera
que sus soldados no querfan d ej arl o herido y corrfan
peligro de que los cercara la Guardia, hizo reunir a unos
cuantos y les dijo : ~Queda como Jefe el General Juan

E I V E R D A D E R O S A N D I N O
Pablo Umanzor», muriendo a continuaci6n.
La muerte del Jefe desconcert6 completamente a sus
hombres, los que procedieron a retirarse, llevando consi­
go el cadáver del Jefe muerto, el que sepultaron como a
l egua y media de Palacagüina, en un a de las faldas de
sE l Cuje».
Inmediatamente que Sandirio supo l a notici a de la
muerte de Ortez, se dirigi6, por medio d e la s iguiente
comunicaci6n, a los que habían asumido el mando i nte­
rino de sus fuerzas.
(Traslaci6n íntegra)
"Cuartel Gral. del Ejército Defensor de I a Sobera­
nia Nacional de Nicaragua.
Mayo, 22 de 1931.
[Aqui un sello)
Señores.
Coronel Efectivo Juan Pablo Umanzor,
Teniente Coronel Perfecto Chavarria.
Sargento Mayor Bentura Rodriguez G.
Mis queridos hermanos:
Terriblemente impresionados nos hemos sentido, al
tener la fatal notici a de haber sucumbido en el combate
de Palacagüina, nuestro queridisimo hermano y glorioso
General Miguel Angel Ortéz y Guillén.
También fué terrible y sorprendente para nosotros,
la muerte de nuestro 'otro querido hermano General Pedro
Blandón.
Nuestros corazones se sienten embargados de pesar,
y en medio del pesar se nos vienen oleajes de cólera ma­
yor contra el enemigo.
No es posible estampar en éste papel todo lo mucho
que siento y quisiera decirles, pero espero poderlo hacer
oport unamente.
En esa virtud, sirvanse reorganizar e n l a f orma y
con los Jefes siguientes:
Primer Jefe de l a Columna, el Coronel Efectivo
Juan Pabl o U manzor.
Segundo Jefe de la Columna, Teniente Coronel Per­
fect o Ch av ar r i a.
Tercer Jefe de la Columna, el Sargento Mayor Ben­
tura Rodriguez.
E sta columna sera reconocida baj o el nombre de
COLUMNA N' 4 DE NUESTRO EJ ERCI TO.
En esa forma se servirá,n marchar a est e Cuartel
General , con t odas las precauci ones, po r cu al quier a de las
via s y a conocidas.
Cuando lleguen al Guanacaste, procurarhn entrevis­
tarse con el Teniente Claudio Blandón, para que les pro­
porcione los Chanes necesarios hasta llegar a este Cuartel

O EL CA L VA RI O D E L A S SE GOVI A S
General, en donde se está preparando t odo lo necesario
para el sostenimiento de esas fuerzas durante los dias que
p ermanezcan aqui, en donde recibirán las instrucciones y
credenciales del caso a los jefes que habrán de comandar
esa columna.
Pat ri a y L i bert ad.
[f] A. C. SANDINO"
[IJn sellol

LA DESMORAL IZ ACIÓN D E LAS T ROPAS DE. SANDI­


NO ARRANCABA DE LOS PROPIOS JEFES~
EM PEZANDO PO R ÉL M ISMO
Sandino corrompió a sus
Jefes subalternos, y éstos
a sus soldados. D e esta
manera hicieron una orga­
nizaci6 n e n l a cu al , co n
raras excepciones, puede
asegurarse que todos te­
nían l a misma estatura
moral. Para que vean nues­
t ro s l ectores h ast a q u é
g r ad o d e r el aj amient o se
había llegado entre los
fes más destacados de San­
d ino, trascribimos el
guiente documento: (tras­
laci6n i nt egr a).

«Campo de Operaciones
Mi l itares d e l a Co l umna
E xpedicionaria N' 8 baj o
mi mando y po r instruc­
ciones de l J ef e Su pr emo
Gral. Augusto César San­
A la izquierda Melecio A lta­ d l n o.
mirano, hijo mayor d e Pedrón Junio de 1981.
en compañia del Coronel sandi. Sr. Gral. de Brigada.
ni st a T omá,s Blandón . J uan Santos Mor ales R .
D onde se encuentre. .
Mi muy querido hermano General Morales:
Recibí la caja de poteri a qu e me envib por medio
del comisionado que trajo las cartas. L as peras y los
melocotones están muy ricos y cumpliendo sus deseos le
h e enviado la mitad al Jefe Supremo. E stos trofeos de

R L V E R D A D E R O S A N D l N O
—287—

conquista a nuestros enemigos vende patria resulta muy


bueno para comerse en estas montañas que son el tem­
plo de la libertad.
Todo lo demás que hayan cogido a los comercian­
tes renegados puede tenerlo en su poder hasta saber qué
es lo que resuelve nuestro Jefe Supremo. Respecto a lo
que me dice en su carta, consultando sobre los prisione­
ros, debo de manifestarle que Ud. conoce que es lo que
se hace con todo aquél de quien se tienen s ospechas. A
las mujeres las puede dejar i r per o es bueno qu e los
muchachos les <echen el Ti gr e antes~, para que sepan
que n o se j ueg a co n el E j ér cito D efensor d e l a <Sobera­
nilla>. A los hombrea pueden darles su pasaporte f inal
para que dejen de constituir peligro, pues se tienen no­
ticias de que estos p er r os han dad o cuent a a los machos
las dos veces que hemos pasado por esa zona. E l her­
mano Marcial Ribera Zeled6n puede encargarse de l os
ranchos de esos renegados, pues él conoce la manera de
que no dejen ni señas.
Para en otra le digo amistosamente que Ud. lo que
debe hacer es dar cuenta de que se hizo tal cosa, y no
preguntar sobre lo que Ud. ya conoce bien.
C on recuer dos car iñosos d e par t e de todos lo s q u e
a mi me acompañan, tanto para Ud. como para todos los
hermanos de esa columna con mis afectos sinceros, soy
d e Ud. como siempr e vuestr o h er mano qu e en ver dad l o
aprecia.
( f) F. ESTRADA .
Gral. y Jefe Expedicionario».
«Echar el tigre» equivale, en modismo nicaragüense,
a forzar a una mujer, usarla contra su voluntad, violarla.
Las peras y melocotones referidos, eran producto de
los asaltos a los Comisariatos de Puerto Cabezas.
En la página siguiente insertamos e l f otograbado
del documento anteriormente trascr ito, par a qu e nuestros
lectores no duden de su autenticidad.

UNO DE LOS HOIÚIBRES QUE MAS PERTUR


Bó EL CEREBRO DE SANDINO
Joaquin Trincado es un hombre ilustrado que, en la
República Argentina, ha sido el fundador de l a Escuela
Magnético — Espiritual de la Comuna Universal, y al mis­

O EL CALVARI O DE LAS SEGOVI AS


~oses oosseal áe' »rsssio .

C I
ss- ~ Issass aseases Iakleed Qsrstssl .
~I % + ' oslo'~
» s o sl e 111 eetslefossoe aol ora io jo s o alaaoi . r ¡ s » a ros
~ ssaa sor \%oso r aespsssaoo eso ooeoes 11 Le' 111»oos'%le~
ssá Al a s osesooo áe eeaáaoeoa a ®a l tos w« usps sisea"»I
:m asases ssss sossrso ás osoao ssssoaos
roie Sk koosoi ~. kogík.
~» 1 1 rososaios á«áoo ~ a s~ ~ ~ l l i áea s s pe rl y
rosaolsa áoeoowsNere áesr~ s os »ese a io la o s: 1$ó «k :es
I ss aoo costo ies prf oosaepoo 11»o se ~s r ~ e ase ss
11 11 osa ae»soo eos 'ceso ooss» 11 es%«s so
res las soeoooo~ Qt, paro eo oaose áse lls.sosas««sI»es
woes ~ rara qoe le sos ew aá a e ásos ~ 111 ok' zást< 1 1 » l rsawso
sosolle ~ a 111 oessroo soooo áári& e s «s«a eso ra.,
1«asases yeNsre. »111 eo Coas sooaol,es 4s QOI es
io a zes,sss»is la s oso reaey Iso seseo »asase.roo
sotessl ss»aso ~ áoal rl alo esoarsaree,so
'ss ~ 11 is a So Ooil+ áu
eire" xs i» M
''""Á®
áao lis» $1 .I»o'os»o do beses oe oor áeoass:oa 'sos sea»ss
S llaoot SO»re,& ~ 04 »a ~ »l ~
óoa eeooerooa osrtassoo aa, '">g
O~ SO aeeapar111 asase Sara S á 1 111 ~ » soso ~ .
11 esi sossssa eaa ~ a asoloa s awosa l ' ser áe 0+4ee , „,

m o tiemp o D ir ector d e l a Revist a «L A B A L A N ZA » , ó r ­


gano de difusi6n y propaganda de sus doctrinas. E ste
c onoci6 a Sandino en alas de l a f ama, y g ustándol e l os
perfiles her6icos con que lleg 6 hast a s u conocimiento,
s impatizó vivamente con 01 y t uvo el cuidado de enviar l e
var ios ej empl ar es d e cad a edici6n d e «L A B A L A N ZA »,
en cuyas páginas se congestion6 l a cabeza de Sandino,
leyendo cosas que no entendfa, pero que él, en seguida,
tr ataba de aplicar , aunqu e n o v i niesen al caso. D e esta
maner a se estableci6 asidu a co r respondencia en tr e estas
d os personas, y se f or m6 una cordia l amistad . O i g an os
la cart a que A ugusto Calder6n Sandido envi 6 a su Maes­
tro Trincado, con fecha 22 de Junio de 1931, de su Cuar­
tel General en l as montañas segovianas.
Dice asf:
"Señor.
Joaquin Trincado
Bmé. MI T R E 3458
Buenos A i res, Republica A rgenti na
Paz y amor m i querido h erm ano:
Oportunament e f u é en m i poder su mu y at enta not a

E L V E R D A D E R O S X N D I N O
—2;19—

El cadáver de l i n for tunado campesino L uis Zamorán, asesina­


do po r f u erzas de Sandino, rodeado d e fam i liares y am igos.

fechada en esa " Ci udad Capit al " el di a 11 del me s 4 del


aüo 9 ), N U E V A E l t A , en l a q u e se d i g n ó Ud . ex plicarme
el por qué del nombre de "UNI ON H1SPANO AMERI CA
OCE A N I C A " , l o qu e i n f i ni tament e l e ag radezco.
M ucho siento e l f i na l comportamient o e n casa d e
Ud. po r e l herma no ,l ol ibois, y oj alá que el h erman o men .
cionado, reconozca el er ro r en qu e cay ó.
Ni niiwna duda m e qu eda de l a g ra n i n f luenci a es­
pi r i t ua l d e nuestr a Escuela Magnético. Espirit ua l d e la Co­
m un a U n i v ersal, ant e los hermanos espi ri tu s m aestros de
la Cosmogonia, y si nceramente lament o no haber t enido.
las ex plicaciones necesarias antes de escribi r n uestr o bos­
q uejo de proyecto, " PLA N D E R E A L I ZA CI O N D E L
SUPREMO SUENO DE BOL I VA R" , del que ya Ud. tie
ne conocimiento.
Sin embargo; todo h a sid o u n bosquejo, y q u izá con
ell o solament e hay amos l og rado desperta r si mpatias a ese
r especto en la s colecti vi dades, par a qu e cuando nuest r o
proyect o sea aceptado, l e hag amos Ia reform a de " U NI ON
HI SPANO AMERI CA OCEANI CA", en vez de AMERI CA
LAT I NA"
Nuestro Cuartel General, está actualmente estableci­
d o en el mism o MO NT E en d onde escuché l a v o z q u e le
comuni qu é a Ud . po r e l condu ct o d e los hermano s espi­
ri tístas d e l a Cát edr a P r ovincia l d e P r ogreso, Y ucatán,
Mex. y que a ese respecto ya me escribio fiad.
A qu i mi sm o estoy esforzándom e po r r ecibi r " in st u i ­
t i vamente " las inspiraciones espi r i t uales, e n l o r el at iv o a
la formacion de nuestro primer gobierno Qe la COMUNA

O EL CA L VA RI O DE LAS SE GOVI A 8
UNIVERSAL , para lo que he tenido que repetir e n estos
momentos l a lectur a d e nuestr o li br o " L O S CINCO
AMORES".
Mucho le agradezco su generosidad por su obsequio
del libro "L OS EXTREMOS SE TOCAN " ¡ l o que ha veni­
do a fortificar una vez más mi espiritu,— Gracias querido
hermano.
Creo d e alt a i m port anci a d e qu e si U d . l o cree con­
veniente, ordene a cualquiera de nuestras Cátedras en
Centroamerica o Mexico para qu e venga a est e Cuartel
General de nuestro Ejercito, un hermano resignado al sa­
crificio y versado en nuestros trabajos de ESPIRITISMO
para que se nos faciliten más las comunicaciones espiri­
tas . L o s g astos d e t raslado de l m en ci onad o h er mano,
pueden se r costeados por la misma Cátedr a d e donde
v enga, que después nuestro Ejercito los reembolzará. El
conducto del viaje, seria por donde el hermano Josó Idiá­
quez, en Danli , Honduras¡ C. A, — Quedo esperando su
contestación a ese respecto.
Antes de cerrar esta nota, me permit o el especial
gusto de repetirme a sus ordenes en estas Selvas, en unión
de mi joven esposa BL ANCA Aráu z de SANDJNO, con
uien hace sobr e ci nco años qu e cont raj e m a t ri moni o en
an Rafael del Norte, ¹ c., C. A. y quien ultimamente es­
tuvo por varios meses recluida como presa de Estado en
un Convento de la ciudad de León, en esta misma Repú­
blica.— Creo que mi esposa será más tarde una f i e predi­
cadora de las Doctrinas d e nuestr a ESCUEL A. MAG­
NE TI CO ESPI RI TUA L D E L A COMUNA UNI VERSA L
R eciba el cariño sincero de este su hermano y mi
e sposa. SIEMPRE MAS AL L A.
(f) A. C. SANDINO".
(Un sello).

LAS OPERACIONES SADINISTAS EN EL


LITORAL AT LANTICO
Nuevos contingentes seguían siendo en viados por
S andin o a l a zon a del A t l ántico, a fi n d e hacer má s i n .
tensa la ofensiva de sus tropas, E l guerriller o se había
p uesto de acuerdo con un factor i mportantísimo en la
zona de l D istr it o del Cabo d e Gracias a D ios, el D i puta­
do Su plente po r d i cho D istr it o do n A d olf o Cock bu r n,
quien ej er cí a un a i n f luenci a si n l í mites en todos lo s ca­
s erío s y z ambales i n d ígenas d e las r ib er a s de l R í o
Coco.
El Diputado Cockbur n er a tan poderoso como un
monarca en aquellos lugares, y su voz er a un clarín que
podía llamar a las armas a toda l a comunidad o man­
darlos a l a vida del trabajo, si n qu e nadie osar a con­

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—241—

trariar su omnímoda voluntad. El Diputado Cockburn, su­


po disimular de tan hábil manera la ayuda efectiva que
prestaba a las tropas de Sandino, que esto n o 8e supo
sino hasta el momento de su muerte, en su hacienda
cerca de Sacklin, como se ver á e n su debid a oportuni­
dad.
A mediados del mes de Junio, (1931) salieron, pro­
cedentes del Cuartel General de Sandino, a ponerse a
las Ordenes del General Cockburn, los cabecillasPerfecto
C havarría y Fr ancisco E llice, quienes llevaban baj o 8u
mando un contingente de hombres.
Para pertrechar a esta gente, Sandino se puso en
contacto, con su Agente en Danlí, Honduras, señor Alfon­
so I r ías, par a qu e éste ar r eglar a con el seño r Cañazans
Valladares elementos de guerra, por la cantidad de vein.
te mil d61ares. A l r eferirse Sandino a est a cantidad de
d inero, en carta que dirigi6 a Pedr6n, con fecha 26 de
J unio de 1931, le dice: sESOS VEI NT E MI L D OL ARE S
LOS SACAREMOS DE L TRACERO DEL DIABLO CON
LOS MISMOS ELEMENTOS Q,UE NOS VENDRAN». (Pala­
bras textuales.)
Aquella cantidad pues tenía que resarcirse de cual­
quier manera, aunque fuese amasada con sangre y des­
pojos humanos, porque así lo disponía el Jefe Supremo
de las Segovias.

COMISIÓN DE PAZ ANTE SANDINO


Sandino seguía siempre archivando documentos para
el libr o que pensaba publicar acerca de su campaña. En
esta labor le lleg6 la noticia de que una comisión diplo­
mática proyectaba llegar a 8u8 campamentos a tratar algo
de importancia con él.
Sobre este particular s e dirigi6 a los Jefes Carlos
Salgado y Abraham Rivera, e n una misma carta fecha­
da el 10 de Julio de 1931, que dice así:
Señores Jefes Expedicionarios.
General Carlos Salgado P. y
Coronel Abraham Riv er a.
Campo de Operaciones Militares d e las Columnas N4 2
y N'6 .
Mis muy distinguidos y queridos hermanos:
Con la intenci6n deldeber que tengo para que to­
dos nuestros Jefes Expedicionarios estén ampliamente
informados de las condiciones generales de nuestro Ejér
cito me permito r emitirles en el sobr e de la not a del

O EL CA L VA RI O DE 'L A S SE GOVI A8
Coronel Rivera, dos cartas que nos llegaron de mi her­
mano Sócrates y de don Jos4 Idiáciuez, en las que nos
articipan de una comisión diplomatica qu e eetá tratan­
o de entrevi stamos. Le s remito los originales para
ue sean leidos por Uds. y comentados por todos los
lembros de nuestras columnas No. 2 y No. 6.
En lo que corresponde a este Jefatura Suprema de
n uestro Ei ér cito, tien e di spuesto de aue SRGUN L A S
PROPUESTAS, AS I SERA N L A S POSI BI L I DADES
DE QU E SI VUEL VE N A SA L I R O N O D E N UES­
T ROS CAMPAMENTOS L OS MENCI ONADOS D E L E.
GADOS.
Ultimamente hemos tenido noticias de que la men­
cionada delegación,viese también compuesta de altas per­
sonalidades de los Gobiernos de Guatemala, El Salvador
Hondurae, v aú n se habla de u n Parlamento entr e
4 éxico y los Estados Unidos d e N orteamérica relacio­
nado con los.asuntos de Nicaragua.
Ya veremoe en qué para la cosa.
En estos dias de tremendas lluvias hemos estado
"legajeando " i mportantíeimos documentos de la actua­
ción política y militar de nuestr o Ej ercito, pa ra t r a tar
de escri bi r u n li br o op or tunamente.
Y como he dicho, queriendo que nuestro Jefes Ex ­
pedicionerios se sientan l o debidamente orientadoe, hoy
me permito enviar dos legajos de esos documentos, para
que uno quede en poder del Coronel Abraharn Rivera y
lo estudie y e l otro par a que sea remitido a l General
Adolfo Cockburn , e n Saclin, por conducto de l Coronel
Abraham River a.
Para el G ral. Salgado no remito legajo de esos do­
cumentos porque él loe recibirá de mie propias manos, y
en esta vez mi s propósito es qu e los hermarres Gr al.
Cockbura y el Coronel Rivera, se orienten mejor pues
el General Salgado tiene perfecto conocimiento d e l o s
d ocumentos acumulados e n el mencionado legajo. Si n
e mbargo, pondr é siempre personalmente un legaj o en
sus manos para su archivo personal.
Sinceramente vuestro hermano.
Patria y L ibertad
(f) A. C. SANDINO."
(Un sello)
Como se ve, no habia garantias ni para las comisio­
nes pacifistas, siend o p eli groso en trar en lo s campamen ­
tos de Sandino, so pena de perder l a vida o d e quedar
p risionero . T a l p roceder , contr ar i o a todas las l eyes d e
la guerra, colocan al guerrillero de las Segovias fuerade
la civilización.
LL EGADA DE SOCRAT ES SANDINO Y D E JOSÉ
DE PA REDES A LA S S EGOVIAS
El di a 91 de Junio' de 1931, arribó al Cuartel Gene'
ral de su hermano Augusto, Sácrates Sandino, con pro ­

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—243—
cedencia d e E l Salv ador . J u nt o co n é l i b a e l Capitán
José de Paredes, quierl venfa desde México a r eincorpo­
rarse a las fuerzas del Jefe Insurgente. De Paredes tra­
jo consigo gran cantidad de peri6dicos, correspondencia
de Pedro J . Z epeda y sobres y bloques m embretados
par a Sandino. Refiriéndose éste a l a correspondencia
enviada por Zepeda, le decfa a Pedrón y a Pedro Anto­
nio Irfas, en carta del 22 de Julio, lo siguiente: (Trascrip­
ción fntegra).

"E n la correspondencia del Dr . Zepeda, no encon­


tramos nada aue sea de mérito.y de valor par a nuestro
Ejército. PARECE QUE EL DR. ZEPEDA TRATA DE
J UGARNOS UN A PO L I TI CA SORDA, invitándonos a
que aceptemos en nuestro Cuartel General una entrevista
con unos periodistas yankees. N o me siento satisfecho
con la invitación de l Dr . Zepeda, y en esa vir tud se ha
dispuesto contestarle con un poco de pulso, pero negan­
dole rotundamente su invitación.
El Capitán de Paredes, posiblemente ser á pasado
por las armas, como consecuencia del peligro en que pa­
so a nuestra causa en 1929, cuando a conciencia de él
m ismo, escapamos d e ser víctimas d e o rte s Gi l , e n
México.
Con el Dr . Zepeda no quebraremoa, porque no con­
viene a nuestra causa y es bueno que contmúe haciendo
propaganda en el exterior PERO SI N CONFIA R NOS­
OTROS MUCH O E N E h M EN CI ONAD O DOCTOR,
quien no podrá trai cionamos materialmente, supuesto que
las armas están en nuestras manos.
Una vez más, debemos de convencernos de que es­
t amos solos y que no tenemos más camino que vencer o
m or ir .
Por otra parte nos participan de que en el exterior
hay magnífico ambiente para nosotros, con motivo de los
últimos combates librados po r nuestr o Ej ército contra
e l enemigo. . . . ..etc, etc. . . . . . "

LA SUPUESTA T RAICIÓN DEL CAPITAN


DE PA REDES
C uando Sandino se encontraba en las montañas de
l as Segovias, antes de su viaje a México, el Capitán de
Paredes se encontraba a su lado. Un dfa Sandino pens6
que el Gobierno de México le podía ayudar con elemen­
tos para su campaña en el Norte de Nicaragua y el Capi­
tán De Paredes, de origen méxicano, y que decía tener
buena amistad con el Licenciado Emilio Portes Gil , en­
t onces Presidente de los E stados Un idos M ex icanos, f u é
el designado p ar a desempeñar un a comisi6n an te
aquel Gobernante, con el objeto de consegui r armas y

O EL CA L VA RI O D E L A S SE GOVI A S
una entrevista personal con el Mandatario. D e Paredes
cumpli6 su cometido y puso en conocimiento de Sandino
que todo estaba arreglado, pues el Presidente de México
le concedería armamento y parque. Sandino, entusias­
mado, dispuso en consecuencia su vi aj e a México, con
varios miembros de su Estado Mayor . N o se sabe posi­
t ivament e si el L icenciad o E m i li o P or tes Gi l r echaz6 l a
s olicitud del Capitán de Paredes o s i efectivamente l e
rometi6 ayudar a Sandino, siendo más bien d e creer
o p r imero . L o ci er to de l caso es que cuand o Sandin o
l leg6 a l a República Mexicana, encontr6, de part e d e
aquel Gobierno, las cosas muy distintas de como se l as
había imaginado. Fué entonces que l a diplomacia ame­
ricana desarroll6 gestiones ante e l Gobierno azteca, pa­
ra que éste tratara de que Sandino no regresara a Nica­
ragua.
Y como el Gobierno de'México diera los pasos con­
ducentes a fin d e tener controlado al j efe insurrecto y
conocer sus prop6sitos y movimientos, fué que Sandino
pens6 que habfa sido victima de una tr aici6n de parte
del L icenciado P or tes Gil, quien habíase valid o del Capi­
t án D e P ar edes, co n e l q u e i n dudablement e estab a d e
acuerdo, para hacerlo sal ir ,de Nicaragua baj o el engaño
de proporcionarl e armas, par a que de esta manera las
columnas que devastaban el Norte quedaran si n l a ca­
beza principal.
Por supuesto, que esto no lo comprob6 nunca San­
dino. E l Capitán De Paredes le fué leal siempre, y prue­
ba de su inocencia, fué' el hecho de haber r egresado é)
a las Segovias.

CONTINÚAN CAYENDO LAS CABEZAS


DE LOS NI CA RAG Ü ENS ES
El 12 de Julio, el Comandant e d e l a Guardi a en
J uigalpa, Capitán Howard, envi6 al Cuartel General de
Managua, un alarmante mensaje, participando qu e l os
sandinistas se dirigfan a aquella cabecera departamental,
habiendo asesinado la noche antes, cerca de La L ibertad,
al General Trinidad Sobalvarro, quien fué decapitado en
su pr opi a hacienda, l lamada Sant a A na . Sabalvarr o h a­
bfa ido ese df a a practicar una inspecci6n en los traba­
jos qu e tenía emprendidos e n s u pr opiedad r ur al, y
dispuso no regresar a la poblaci6n hasta el día siguiente.
Dormido se encontraba, cuando a eso de la mediano­
che un grupo de sandinistas vivando a su Jefe, r ompi6

E L V E R D A D E R O S h N D I N O
a culatazos la puerta de la casa, lo que hizo naturalmen­
t e desper tar a l General Sobalvarro, quien se encamin 6 a
inter r ogar a lo s asaltantes, r ecibiend o p o r contestaci6n
un machetazo que le asestaron en la nuca, cercenándole
completamente l a cabeza Después de l asesinato l os
malhechores se dedicaron a saquear cuanto había en la
hacienda, llevándose hasta una r op a de mujer que allí
había, emprendiendo la marcha hacia las poblaciones ve­
cinas a Juigalpa.
SANDINO REL AT A A DN. JOSE IDIAQUEZ E L CO M BA­
TE DE L E M BOCADERO, CON U N FARROGO
DE M E NT IRAS
Veamos la cart a fechada en su Cuartel General el
15 de Juli o d e 1981 qu e dice t ex tualment e así :
"Seaior José Idiaquez.
Danli, Honduras, C. A.
Paz y Amor mi querido hermano:
Tuvimos el placer de recibir su nru y atent a nota
d el 7 de l cor rient e mes. por l a qu e t u v i i s l a p en a de
saber de la ruuerte del General Gregori o 'errera.
En l o qu e respecta a nuestras operaciones m i l i t ares,
le manifiesto que son superiores a la s d e ot ras épocas.
S on t antos los combates habido s estos ú l ti mo s dias , q u e
no podria ni apreciar con certeza, que cual ha sido el más
ventajoso para nosotros, porque todos nos han sido favo­
r ables . E n nuestr o Cu arte l G enera l es tá n a l a vi st a de
quien quiera verlos, cantidades de documentos, banderas,
mapas, anillos con los escudos yankis, y una multitud de
o bjetos pertenecientes al ' Ej ércit o Norteamericano en
Nicaragua. T odo ha sido avanzado en diferentes comba­
tes a l enemigo.
El enem ig o su f ri ó u n v erdader o desastr e en et c om­
bat e del «E mbocadero»¡ e l l o d e J u li o pr óx im o pasado.
Sin ninguna exageracion, quedaron destrozados a machete,
despuésede mu ertos a bala, ma s d e cien i niserables a quie­
nes a p oda n < g u ardi a n a cional», i n clusiv e ci nco pi r at as
y an quis, t am bién destrozados a machete. T od o el t r en de
g uerra, perteneciente a esa Columna enemiga, quedó en
n uestro poder . Veinticuatro horas después, entr ó d e r e­
fu erzo ot r a column a nuest ra, y no s mani tiest a qu e e l cu a­
dro era precioso, digno d e presentarl o a l mundo como
ejemplo.
Cuando la presente sea en sus manos, tendr á noti­
cias de nu evos combates li brados entr e nuestras fueiv as y
el enemigo.
Todos r et ornan con creces su s ca ri fiosos recuerdos,
y tl e est e su herman o reciba el apreci o si ncero.
Patria y L iber ad.
(f) A. C. SANDINO'

O EL CA L VA RI O DE LA S SE GOVI AS
—246—

Como saben todos los nicaragüenses, la cartaquean­


tecede era pura fantasía de Sandino, pues nunca se vi6 el
caso de que l e hicieran diez bajas juntas a la Guardia
Nacional, en las muchas emboscadas que se le pusieron.
En l o qu e se r efiere a l a crueldad usada por sus
subordinados contra los heridos que caían en su poder,
eso si es cier to, l o mismo qu e l a pr of anaci6n d e lo s ca.
dáveres, actos que colocan el cabecilla de las Segovias en
un plano cuyo calificativo dejamos al lector.
D on José I diáquez, sincer o amigo d e Sandino, l e
reproch6 tales crueldades haciéndole ver que eso empa­
ñaba el br illo de su causa. Sin embargo el Jefe Supremo
no supo atender esta vez como en las otras ocasiones los
sanos consejos provenientes de quienes l o estimaban y
quer ían.

UN L IBRO DE SANDINO SOBRE SU


PERSONA
Sandino tenía el f irme prop6sito de escribi r u n li­
b ro acerca de su campaña, y a este efecto, termin6 la
compilaci6n de documentos que reuni6 en un legajo. So­
bre este particular se dirigi6 con fecha 18 de Julio a Don
Gustavo Alemán Bolaños, residente entonces en Guate­
mala, a quien en tr e o tr as cosas l e deci a:

"Ultimamente, tr abajando hast a d e noche, hemos


l ograd o sacar copias d e i mportantes documentos d e
nuestro Ej ér cito, y r eunirlos en un legajo par a su publi­
cacion de nuestro mencionado trabajo, y cábeme el placer
de manifestarle que ha sido Usted el designado por nues­
tro Ej ército a que publique nuestro legajo de documentos
acumulados.
En esa virtud, con este mismo correo le llegará el
trabajo en cuestión, rogándole proceda Usted. a publicar
el folleto o libro, haciendo en su caracter de autor, todos
los comentarios y cargos que nuestros documentos y es­
critos merezcan. No queremos defensa de ninguna clase
e n ese particular ; solamente queremos que la JUSTI CI A
RESPLANDEZCA.
Nada tenemos que ve r nosotros. con que Usted.
venda o r egale el libro o folleto en cuestión; pues también
Usted sabr a de donde tomar los fondos para imprimir el
trabaj o en cuestión, per o nos anticipamos a manifestarle
que le compraremos mil ejemplares por cualquier precio
que Usted los estime.
S olamente tengo qu e recomendarle, que el li br o o

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—247—

folleto en cuestión , ll ev ar a el t í t ul o s i g ui ente:


" E L B A N D O L E R I SM O D E S A N D I N O E N
NI C A R A G U A C . A" ­
Antes de principiar l a publicación del legajo men­
cionado, teng a p r esente qu e el d ocumento q u e en cabeza,
es de una persona en quien todavia tenemos esperanzas
de que haga algo bueno, y no se debe de estorbar su labor
mientras esté en posibilidad d e realizar alg o en pro
de nuestra causa, pero que cuando esas posibilidades
h ayan desaparecido por cualquier motivo, entonces, ser á
la op or tu n idad de pub licar el t an tas veces r ef er id o tr ab aj o.
También queda par a Usted el deber, d e procurar
publicar ese trabajo a un mismo tiempo en v arios perio­
dicos centroamericanos.
Mucho nos ser v i r í a e l qu e U sted s e an ticip e a p u­
blicar i ntegra esta carta, antes de que salga a luz su f o­
l leto o l i br o .
Agradeciéndole toda l a at ención que esta carta y
nuestr o l eg aj o l e m er ezcan a U st ed .
Sinceramente su hermano en la Patria
Pa t r i a y L i b er tad
(f) A. C. SANDINO".

Este folleto n o fu e pu b licado sin o hasta en D i ciem­


br e d e 1932, por o A l emán B olaño s n o l e pus o e l t í tulo
q u e deseaba su autor , sin o el d e «S A N D I NO , E ST U D I O
CO:llE'LE'l'0 D KI . HE RP E Dl ' L A S SEGOVIAS»

Don Pc lipe Cantarero, honrad o ciu>ladano de) D epart ament o


dc , l i n»tega, q uien fu é asesinado po r f u erzas sandini st as

O EL CA LVA RI O DE LAS SE GOVI AS


SANOINO COMIENZA A DARSE CUENT A DE
LOS MALOS PROCEDIMIENTOS DE SU
REPRESENTANTE ZEPEDA
A pesar del car iñ o que l e tenía, con fecha 28 d e J u­
lie de 1981, Sandino dirigi6 a su s subalternos Carlos
Salgado y Abraham Rivera, una carta, en qu e reconoce
la deslealtad conque procedía el representante en Méxi­
co del Ej ér cit o L ibertador , Dr . Pedr o José Zepeda, quien
desarr ollaba allá una campaña hipócr ita, para aprovechar ­
se de las fuerzas con qu e contaba Sandino, e n un mo­
mento propicio.
He aquí l a parte conducente del referido documento:
«Hasta hoy no hemos contestado nada al Dr . Zepe­
da, ni contestaremos, y vale la pena de que permanezca
desesperado en esperas de contestaci6n, pues solamente
conservaremos l a amistad de él, por e l t i emp o qu e con­
venga a nuestr o E j ér cito, pues mu y pocas esperanzas nos
q uedan de l a honr adez de él par a nosotros. N o i mpor t a
q ue el mencionado Dr . esté haciendo propaganda en
nuestro provecho, pero sin embargo hemos advertido que
esa propaganda, l a desarroll a e n dobl e sentido, para
aprovecharse de ella con otros fines. Mas tarde les hablaré
en l o p ersonal , t od o l o q u e h emo s conpr en dido a este
aspecto.»

EL SA N D INISM O A M E NAZ A C H O N T A L ES
Por los acontecimientos de L a L ib er tad, departamen­
t o de Chonta)es, q u e cul minar on, com o v i mos, co n l a
muerte del Gr al. Sobalvarro, el 12 de Julio de 1981, y por
l as noticias que circularon de haber sido realizado e l
hecho por fuerzas del feroz Pedr6n Altamirano, los po­
bladores de Santo Domingo y E l Jabalí, de aquel mismo
departamento, vivían en espectante i n tr an qu ilidad.
La Guar di a Nacional d e Santo D omingo, fu é puesta
en autos, por .una mujer que lleg6 el viernes 17 de Julio,
de que una cuadrilla sandinista en número como de cin­
cuenta, se encontr ab a más o menos a dos leguas d e dis­
tancia y que se dirigían al lugar . L a Guardi a constat6
la veracidad d e l a n o ticia, é inmediatament e e l Coman­
dante del pequeño destacamento, di6 informes de lo que
sucedía al Comando en Juigalpa, pidiendo ser r eforzado
para hacer frente a los acontecimientos, ya que no con­

E L V E R D A D E R O B A N D I N O
— 949—

tab a más qu e con seis números. E l Comandante de Jui­


galpa contest6, qu e i nmediatament e haci a sali r a l S u bt .
Bello Rueda a la cabeza de treinta hombres. Los habi­
tantes de aquella regi6n se encontraban presa de la ma­
yor af licci6n. Todos buscaban donde poder salvarse.
A quel estado de cosas er a desesperante, el nombre de
P edr6n corría de boca en boca, y todos se sentian y a
con la cabeza cortada. E l Dr . Salmer6n, con su familia
se refugi6 en uno de los túneles de la mina <El Jabalí».
L o mismo hicieron las familias del I ngeniero Pfaeffl e y
Caligaris, esperando de un momento a otro la llegada de
los sandinistas. Tanto las casas de E l Jabal i como l as
de Santo Domingo quedaron abandonadas por sus mora­
dores, dej ándolas a merced de lo s h o mbres d e Sandino.
I.a gente huía por los montes o por donde se crei a con
menos peligro. Por de pronto, los pocos numeros de la
Guardia Nacional fueron reforzados po r ci viles que se
ar maron de escopetas, machetes y g arr otes, pues se care­
cía d e ar mas de precisión.
Pas6 aquélla noche sin que hubier e ninguna nove­
dad ; mas nadie d ur mi ó p or qu e l a pr ox im idad d e Pedr 6n
era algo que quitaba el sueño a los más valientes. Du­
rante la noche la Guardia estuvo disparando cartuchos de
dinamita que proporcion6 la Mina Jabalí para dar a en­
tender a lo s sandinistas que estaban alert a y fuertes
para repeler cualquier agresi6n. Lleg6 el nuevo dia y con
é l .un poco de calma y de esperanzas en el ánimo de
aquella gente, la que regres6 a sus casas a reanudar sus
labores en l a cenfianz a d e qu e n o t a r d ar ian e n l l egar
los treinta guardias nacionales anunciados, con el Subt.
Bello Rueda.
E l dí a pas6 relativamente tr anquilo y s e lleg6 a
creer qu e los f or agidos habían var iado 'su r u mbo. A la s
6 y un c uarto de la tarde, los v ecinos de L a L i bertad,
s e sinti eron r egocijadospor que sobr e el camino se apr ox i­
maba una patrulla que se cr ei a er a de r efuerzo. Vana
ilusi6n! Cuando ya estuvieron cerca se vi6 qu e aquellos
h ombres lucían l a di visa r oj o y n egr o d e Sandin o y q u e
se desplegaban vivando a su jefe, con la s armas listas
para disparar . Luego se vi6 que de todas las lomas ve­
cinas, descendía gran cantidad de gente armada, con l as
fatidicas divisas antes dichas. Varios de los invasores
que iban a caballo, se di rigieron con su s armas desen­
fundadas a la casa del I ngeniero Mr. Pfaeffle, la que está
situada a la entrada de la mina «E l Jabalí> por el cami­
no de La Libertad. Llegaron, y realizaron la captura de
Mr. Pfaeffle, en medio de la consternación y llanto de su

O EL CAL VARI O DE LAS SE GOVI AS


— 250—

familia. Uno que parecía j efe, dijo, si n condolerse del


dolor de aquella gente ~NO DISPARE, VAMOS A VO­
LARL E L A CA BEZA~, y todos creían que había llegado
el último momento de aquel ciudadano alemán, que ha
hecho de Nicaragua su segunda patria. L os asaltantes,
sin embargo, n o cumplieron su s am enazas, co nf or mán­
dose con despojarlo de su reloj y leontina, cartera, anillo
y todo cuanto encontraron en su s bolsillos, enviándole
bajo custodia a un r etbn situado en una altur a como a
doscientas varas al Sur de la casa, mientras continuaban
el saqueo de las habitaciones de Ía familia Pfaeffle. Otro
grupo se dirigió a la oficina de l a Gerencia de l a mina
E l Jabalí, i ntroduciéndose por un a abertura hecha al
romper los vidrios de una ventana.
P r eviendo qu e podí a ocur ri r un a incursió n d e l o s
sandinistas, los empleados d e l a P agadu r i a m anej aban
en esos días las cajas de hierro abiertas y con las llaves
en las cerraduras, para no dar lugar a que fuesen rotas.
Ese día no habia más en la caja de hierro principal que
treinta y ocho córdobas y unos pocos centavos, porque
el pago general se había hecho en esa semana.
Las casas del vecindari o d e E l J abali , fu ero n i n v a­
didas y saqueadas por las fuerzas sandinistas qu e exi­
gían a los vecinos les dieran licores, baj o amenaza de
n:uerte, si n perj uici o de apoder arse d e todo lo qu e a ma­
no encontr aban.
EI caballer o Dn . A ngel Caligari s ci udadan o i t alia­
n o y p r i ncipal accionista d e l a mina , t uvo l a su er te d e
poder introducirse con su familia, como lo dijimos antes
en uno de los tüneles de la mina. Los asaltantes lo bus­
caban para exigirle un fuerte rescate, y caso de negarse,
matarlo.
Pedr o A n toni o I r ías, er a e l Comandant e del r etén
sandinista a d ond e l levaron pr isionero a Mr . Pfaef fle, en
donde p rocedieron a despoj ar l o d e sus zapatos, sobr ebo­
tas etc., hecho l o cus l dispusiero n t r asladar l o a l pu eblo
de Sant o D omingo. Par a Mr . Pfaeffle resultaba imposible
p oder caminar descalzo, po r l o cu al, p er mi tiero n a u n
hij o suyo, muchacho como de diecisiete afros, que fuera
a su casa a traer aunque fuera un par de chinelas vie­
j as. E st e h ij o d e Mr . Pfaeffle, fué acompafiado d e u n j o­
ven sandinista como de catorce afros, quien al regresar,
lo obligó a cambiar sus propios zapatos, por los burdos
que llevaba el sandinista.
Mientras esto sucedia en l a mina de EI Jabalí, en
el pueblo cercano de Santo Domingo, los asaltantes ha.
bían invadido los establecimientos de comercio, talleres,

EL V E R D A D E R O S A N D I N O
c antinas, et c„ d ej ando l i mpios los estantes. A var io s d e
los que llevaban capturados, los obligaban a que les sir.
viesen como empleados suyos, detrás de los mostradores,
y entre burletas les ex igían pasar cuanto les venía en
gana. Los aparatos telegráficos y telefónicos f ueron to­
talmente destr uidos, asi como el ar chivo muni cipal, y aun
la pobre máquina de escribir que allí encontraron.
El Alcalde de Santo Domingo, salv6 la vida por una
feliz mentira. E n esos días funcionaba como ta l e l Sr .
M amilio Valle, en substitución de l Sr. Ram6n Vigil . L a
tarde d e l a incur si6n sandinista, se encontr aba el A lcalde
en f unciones de visit a e n casa de u n am ig o cu and o se
di6 cuenta de l o que pasaba. I ntent6 regresar precipi­
tadamente, pero en el camino fuéi detenido por hombres
armados que le interrogaron, preguntándole quién era el
Alcalde. Valle tuv o l a serenidad de no desconcertarse,
diciéndoles qu e al A lcalde l o h abí a qu itado el Gobi er no,
y que quien lo repuso había renunciado del cargo. Que
por esta raz6n no había alcalde en el pueblo. Esto gus­
t ó a los foragidos que deseaban terminar co n todo l o
que se llamara autoridad. Mientras tant i Pfaeffle, logró
salvar su vida, de maner a providencial, pues entr e l os
hombres que llevaba Pedr6n, había uno que había sido
empleado de él cuando manejaba l a min a I a Grecia.
Este, intervino a su favor, y debe haber sido d e alguna
importancia, dentro de sus compañeros, cuando su peti­
ci6n fué atendida por, Pedr6n.
Al hacer el saqueo de.la casa del obrero Adán Me­
za, oper ar io del t all er ' d e car pinterí a d e l a mina, encon­
traron los asaltantes un cintur6n militar, con las iniciales
G. N., lo que les hizo creer que aquel i ndividuo había
pertenecido ala Guardia Nacional. Dicho cinturón eva un
recuerdo de su padre, que había militado en H onduras,
y esas letras correspondían a l Gobierno Nacional d e
aquel p ai s . D esgraciadamente l a f i liaci6n de Meza coin­
cidía con la de un individuo llamado Constantin o Diaz.
quien e n u n tiempo estuvo de servicio en l a Guardia,
Meza quizo defenderse, ex plicando el or igen de aquel
cintur6n, pero no fué creído, y ese dia, diecinueve de Ju­
nio, domingo, a las cuatro de l a mañana, rodb su cabe­
za en un o de los retenes que rodeaban a Sant o Do­
mingo.
El que llevaba a cabo estas horrendas ejecuciones,
e r a u n hombr e negro, de aspecto r epulsivo, pelo d e af r i ­
cano y labios gruesos. Su nombre no pudo saberse. An­
tes de las ejecuciones bailaba al son de un acordeón,con
el machete en la mano, en torno de la víctima. E n Sto.

O EL CA L VA RI O D E L A S SE GOVI A B
Domingo, se o fa perfectamente l a danza macabra q ue
ejecutaba este aborto del infierno,
Concluida su obra, Pedrón y sus hombres se retira­
ron a las cinco de la mañana, echándoles vivas a Sandi­
no y mueras a Moncada. L as tiendas, como es de supo­
ner, quedaron completamente limpias y los moradores de
aquel lugar horrorizados.

S A NDIN O T R A T A D E I M P E DI R L A S E L EC ­
CIONESS PR ES I D EN C I ALES
A pesar de que Sandino habla hecho declaraciones
de pelear en favor de la constitucionalidad contr a l a in­
tervenci6n americana que habia desposefdo al Vice-Pre­
sidente Dr. Sacasa del Poder, cuando se trat6 de endere­
zar l a obra, llevándose a cabo elecciones libres, Saudino
t rat6 de impedir a sangre y fuego dichas elecciones, a
pesar de ser el j efe del Constitucionalismo el que iba a
las urnas.

IDEA S C O M UNISTAS B U L L E N EN EL
CEREBRO DE SANDINO
Sandino t uvo la idea d e realizar u n movimiento
comunista en Nicaragua, pal s donde como hemos dicho
muchas veces, no existen problemas entre el proletariado
y el capitalismo, que han hecho brotar esa semilla en la
R usia Soviética, ya que entre nosotros las tierras se r e­
galan y el trabaj o no falta por ningún motivo. H e aquf
una carta que comprueba nuestro aserto, dirigid a por
Sandino a Gustavo Alemán Bolaños, con fecha 9 de Agos­
to de 1981, y que dice asf textualmente:
~ Sr. Gustavo Alemán Bolazos,
Guatemala.
Muy apreciable hermano en la Patria:
Con esta fecha fueron en mi poder su muy atenta
nota fechada el 28 de Juhio del comente.
Con pr ofunda pena le manifiesto a Ud. que en Ni­
caragua, no hemos estado cembatiendo a la intervención
yankee par a colocar a Fulano o Butano en la Presidencia
de nuestr a Republica. Tampoco estamos peleando por
desalojar a Moncada del Poder, ni para aceptar modifma­
damente ningún tr atado de los que se ha celebrado entre
los Gobiernos de Estados Unidos de Norteamérica y los
impuestos por ellos mismas desde 1809 al presente en
Nicaragua.
Mucho le agradecemos por las fórmulas de telegra­

E L VE R D A D E R O S A N D I N O
2<]3

m as q u e se anticipó a en v i ar no s p ar a qu e nosot r o s d i r i ­
ji ér an>os a los G<>1>ierno s Cen tro A m eri<anos, i nv itan<ioles
a qu e n o s a y u d aran a p r oclama r co m o P r esident e d e
n uestr a R ep íil?Jica, al Sr . E v ar i st o Ca r azo l I u r tado , p e r .
sona que ni tansi<luiera se ha oído mentar en nuestro
cj<'.r c it<>.
M e si r v e d e m u cho placer mani fest ar l e qu e n uest r o
Ej ér cito esper ar í la conflag raci<ín mund ial que se avecina,
„aArtati <Pr] inQcipiar
P A D i : SA R A ( ) I . I .A i t S U l ' I .A N l l l ; l l A X I ­
UI'. S l : T I F N E lt l A R C A D O E N l ' A V O R D E I .
P R O L F T A R I A D O M I;>VDI A I . .
.~lis r ecuer dos car iñosos par a l id . y s u m u y d i stin ­
gu id a fami lia.
l' at ri a y L i bertad.
( fJ A . C. SA N D I N O" .
(L: n sol loJ
Cuar te l Gen er a l d e l F j ér cit o D ef enso r d e la Sohe­
r aní a Naciona l d c iV icar ag ua, A g o st o 0 d e 1!nl l .

aenor Ql<etr vá +le e>e>! ]<eje."..oo


<]mamá<>i<ll>.
Plgt <<Pri et os > II he ..Sane '.:, l " " « t I i C >
C on e t t r Pe c ) " P í "r ó n e n w t P o<> r <n ín>y «t e n%e ll ot)á ' r e c h! 4„
cl ". n. ' 4 e dunt <« tel o o r r i : r t e p ]í c.
Cod ??ro i o n d n p p n" 1 = . ! !>Cnir <c pt ) « i < e t e d < i» e e n a i o n r c<<»,.„n o h o ­
né " é n t l d o eo ".br t i ó i)dn i ~ 3 " t n r v e n. i ó n v . n><ee ;>!)rn c é i c e <r e í (í!al , l ' > o
,. I t . p c I r P) ce? d- " < - I I ;> I ; » t > - ,p )ú ol ! o ., - ~n<t>)oo o : . <. >) o ) , I ] : pn i ­
:nr d n e i l c ] . r e ro ncé)d d) l l c d r, n i ) I e r n eo o r t p r w nd i r i c . Ile,»" I é C
tr p t p d - ' . " 1 ) é e o " ; n í) ' c p l ? > r ) d « n é r e > n p " o b i er n o e d p l o ) . .'C t: d o n
« „ i , ; „ : I P« " . é >)P ~ ri) P . : 1n o 1 ~ée c . tn . > ) nr c ] l e e v i e aa á d e s d e 1 9 < ' ; l
cm ® c n t n r n 'I i C : r > é !P "I .

Por le e r n ; a, !1< e >!n t. 1> ar ICCne S>>e e n ; ; ) t ! ­


'' v ) e r n ' ' . , '. P n ! > I . ' . d i ,, I . . ; ) I ] , e Q ot i r ) . < C c
)c n i c 'í ", . I' ~ I pr . . - C n e y !>d, r . !r: pr n c ! ~ c>cr o o )>o) P rc p i d r ) I : o d
.' P, ó)! l c é é . ,> ' n "é f ' 'i t n > r c ' ' I ' . í c ~ P r. c »o . e ; n i " ó
>c ] c ' . ' C r > C P. h o i > o I c i . ).

! i e l i r v . . d P e' I n " :C Pi n é r e < ' . " > C l . e n e ! I l : ; O t ) O n í


r ' 'I i c o t l r l é S > e c i ó » « I ! c ' , i ) i ' ¡ ) I P 8 ) n é l i : ) >> ~ 34 1 : . . t ~C C e 1 ' ! c
> lee - n n l e — >)!>r!! n i t ~ t n ~ " é , ' ~p > , "r c ! n!n o n ro v o r <c ] < ) r ci . t . . í
~t - ~
u' ' r p c!>- x C" . c- r i ) ) m r " " .. . » e t e d v e n m y d i < t i nt e i ' . . . ' :í > ' .

. ! , ' i» í n si> n>l- n .

' >c" . C é p ] " ."r ) n ' I . p I + " ' P '> " r d >« c>

i >!. ]<te," .r ' ~ ! e , n a o o t n 9 .! p i

l l e a q u i h i f< >i o <l e l Il<>«»i>i<»t<> a » t< r i o r , I l»« ' l a » i o n a c<>ii<>«>r l >a r a


qu c ii o . c <li Pa ) ii i< i i> v< nt ' ii »< »» a< la. d<',. vi r t » a i i< lo l a ) a r< la<l h i s tí )ri c a .

O E L CA L VA RI O D E L A S SE GOVI A S
M IE NT RAS SANDINO DEC(A MU Y APRECIABL E
HE RMANO E N L A PAT RIA A AL EMAN SOLANOS,
VEAMOS LO QUE POR OTRO LADO DEC(A DE ÉL
Como evidencia de la falacia con que procedia San­
dino, al di a siguiente de firmada la anterior comunicación
a Alemán Bolaños, se dirigfa a don José Idiáquez, por
medio de la siguiente carta, que dejamos al buen criterio
del lector, juzgar como a bien le parezca.
cCuartel General del Ej ér cito Defensor de la Sobe­
ranía Nacional de Nicaragua, Agosto 10 de 1931.
Señor José I diáquez.
Danli, Hohduras. C. A.
Paz y Amor mi querido hermano:
Con el mismo placer de siempre recibimos su muy
atenta nota fechada en ésa, el 24 .áe Julio próximo pasa.
do. También r ecibimos adj unto a s u carta, l a qu e se
sir vió enviarnos el señor Gustavo Alemán Bolaños.
R ecientemente escribl una nota al mencionad A
mán Bolaños, ofreciéndole un legajo de importantísimos
documentos de nuestr o Ej ército, par a la edición d e un
folleto. Sinembargo, cun la última carta del señor Alemán
Bolaños, hemos reconsiderado la idea del envío del men­
cionado legajo, y resolvimos ya no mandarlo, en vista de
la PRETENSI ON I DI OT A DE L SEÑOR BOLAÑOS, al
formulamos lo que debemos de decir y su orden de lo
que según él debemos de hacer .
Muchos son los que han adolecido del propósito de
imponérsenos, entre ellos estuvieron los señores Fr oilán
Tur cios y Gustavo Machado, per o aquello s individuos,
tansiquíer a tenlan nuestr a r epresentación, y Gustavo
Alsman Bolaños, solamente trae la pretensión de conver.
tir se'en Director d e nosotros si n nl haberselo solicitado;
pobres diablos.
Nuestro Ej ército no está dispuesto a pedi r CACAO
a l enemigo y siempr e hemos estado dispuestos a l a
muerte o a la victons, y ao sería posible que hov¡ que ya
hemos abierto cónciencia en nuestr o pueblo, fuésemos a
humillamos al enemigo¡ pidiendo o p roclamando Presi­
dente a u n in dividuo que ni tansiquiera lo hemos oído
mentar , y po r l o mismo nada podrl a esperar nuestro
Ej ército de un individuo que ignor a en su totalidad los
sacrificios de nuestro Ej ército.
Tampoco contestaré a Gustavo Alemán Bolaños, y
desde hoy queda ese individuo descartado en nuestro
Ej ército, por haber abusado del cariño con que nuestro
Ei ér cito siempre lo trató.
Otra cosa:
Sinceramente comprando que a Usted ie preocupan
las discuciones limítrofes entre Honduras y Nicaragua, y
que sus deseos son de que todo se arr egle ar moniosa­
m ente entre nosotros mismos, pero eso no lo permiti r á
el asesino yankee y las cosas tenemos que verlas a la
luz de la propia realidad.

E I V E R D A D E R O S A N D I Q O
—255—
N uestro Ej ercito reconoce como enemigo, tanto al
renegado Gobierno de Nicaragua, como al actual Gobier ­
no de Nicaragua, como al actual Gobierno de Honduras,
p orque los dos son Agentes de los banqueros yankls, y
nuestros dos pueblos. (Honduras y Nicaragua). no espe­
ran nada de semejantes piltrafas humanas.
No creo en la r uptura del Gobierno d e H onduras
y el de Nicaragua, y en los casos llegase a suceder , de
seguro que eso obedecerla a maniobras de la poiitica in ­
t ernacional qu e desarrollan los banqueros yanqui s en
nuestros pueblos indo hispano.
En esa vir tud, nuestr o Ej ercito, mirar á u n solo
blnk de enemigos compuestos por las fuerzas de los Go­
biernos d e H onduras, Nicaragua y Estados Unidos de
Norteamérica. L a situación se nos pondri a color de hor­
miga, y aprovechariamos atacar solamente a las fuerzas
derrotadas de cualquier a de los tres Gobiernos, para au­
mentar nuestros elementos belicos, y poder ofrecerles
e quipo a los obreros y campesinos de todo el Globo T e­
rrestre, quienes quisiesen ve ni mos ay udar a la forma­
ción de una Nueva Republica li br e par a todos los hom.
bres de la tierra.
Nicaragua ni Honduras, no necesitan entrar en nin­
guna discusión de límites y todo l o que actualmente se
está observando a ese respecto, es cuestión ex clusivlsi­
ma de la politica internacional de los Estados Unidos de
Nor teamérica.
Ahora bien: si alguna vez pr eguntan a Ud. la for ma
en que se podría llegar a u n entendimiento de paz con
nuestro Ej ér cito, manifiésteles que las propuestas debe.
r án ser completamente oficiales, dentro del mismo ter r i ­
t orio nicaragüen se, y qu e las personas designadas a
traernos las propuestas, deberán salir de Jinotega o San
Rafael del Norte, con bandera blanca sobr e los caminos
de los llanos hasta internarse a las montañas de l Na.
ciente, e n dond e seguramente serían observados por
nuestros vijias, quienes a su vez lo participarían a nues­
tras Columnas Expedicionarias y estas, se encargarían
de capturar a l a supuesta delegación. L os individuos
quienes llevasen las propuestas de paz, solamente deberán
ser tres, y todos a caballo en bestias mulares, pudiendo
llevar las armas que gusten, entendidos los tres supues­
tos individuos, que si al ser r equeridos por nuestra ima'
binaria, hacen disparos, el fuego ser a contestado por
nuestras armas.
Nos anticipamos a manifestarle lo anterior , por si
alguna vez los Gobiernos Centroamericanos, quieren ayu­
darnos en la pacificacion de Nicaragua. No es pues, tan
fácil la cosa como se la ha imaginado Alemán Bolaños de
ue con solo unas mal escritas lineas en unos pedazuchos
e papel, podria ter minar con una lucha que hemos es­
tado sosteniendo por seis largos terr ibles afiosh con solo
la esperanza de ser L i brea, Soberanos e I ndependientes.
El tal Evaristo Carazo .H urtado, es granadino y de ce­
pas conservadoras, de quienes el pueblo solamente espe­
ra presiones y calamidades.— Está loco Gustavo Alemán
B olaüos, y j amas v olverá a ver otr a l etr a escrit a de
nuestras manos.

O EL CA L VA RI O DE L A S SE GOVI A S
—.256—
Mi Blanquita y todos, le retornamos con creces sus
frases cariñosas.
Siempre mas allá.
(f) A. C. SANDINO"

Z E P EDA T R A T A D E A T E M P ERA R L A
FOBIA DE SANDINO
El Dr. Pedro J. Zepeda, r epresentante de Sandino
en México, que ignoraba las preciosidades que éste ha­
bl a escr it o acerca d e él a var ios d e su s subalter nos, es­
cribi6 al guerrillero de las Segovias, una carta con fecha
3 de Julio de 1931, en la cual, después de tratar algo en
relaci6n con el periodista mexicano Randolf h Melgarejo,
que deseaba llegar a sus campamentos, le dice en uno de
los párrafos,.

"Y o cre o q u e hs y qu e ca lla r ci ertas. cosas, c omo


l s s iíu e se ha n p u b li cad o di ciend o qu e en N i car ag u a n o
quedaria piedra sobre piedra, porque Ud. incendiaria t o­
dos los pueblos y caseríos, que cayesen en su s manos.
Como es nat ur al , est o f orm ó u n ma l am bi ent e i n t ernacio­
nal que me costo mucíro trabajo disipar."

A estas llneas contestó Sandino, con fecha 20 de


Agosto, en los siguientes textuales términos:

"Cuartel General, L as Segovias, Nic., C. A ., A gost o 20


de 1981.
Sr. D r . Pedr o José Zepeda.
Representante Gral. de nuestro mismo Ejército.
8/a d e B alderas, No. )4.
M éxico, D . F .
Mi querido compadre y hermano:
En lo que se refiere Ud. a qu e no son buenas las
declaraciones en l a s qu e hemos m ani festad o haber j i r ado
órdenes par a i ncendia r la s ciudades de nuestr a República,
s i el Gobiern o d e los E stados U nidos <íe N ortemnéríca n o
retir a de nuestr o t er ri t ori o nacional , su s récuas d e bandi ­
dos mercenarios, a ese respecto, m e es g r at o a p r ovechar
e sta f eli z op or t u nida d p ar a rnanífesta i n u evament e al
mundo y a Ud. mismo. que en nada han variado las dis­
p osiciones de nuestro Fjércit o e n ese sentido, y qu e os
únicos y v erdaderos responsables de ess dest rucción , es la
politica internacional del Gobierno de Washington, y que
n uestr a act i t u d, solament e es l a n at u ra l consecuenci a de
esa poli tica macabra.
En la destrucción de Nicaragua, también son respon­
sables los Gobiernos de nuestra América española, princi.

EL V E R D A D E R O SA N D I N O
palmente los d e Ce n t r o A m érica . X as razones q u e com­
p rueban m i di cho, está n a l a lu z de l a r azón, y y a n uest ro
pueblo, todo lo comprende. . Que caiga, pues, l a respon­
sabilidad de Ia destrucción de nuestra bella Nicaragua, en
los Gobiernos Imperialistas de Norteamérica y de América
li ispana, y en tal vir tud, PROTEST O EN ERGI CAMEN­
TE, en el nombre de nuestro Ejército y en el mi o propio,
por cualquier responsabilidad de la destrucción de Nicara­
g ua, qu e maliciosamente se le quier a at ribui r ant e el
puebl o a n uestr a i n v i ct o y g l orioso E j ér cito . E n est os
m i smos momentos este Comando General d e nuestr o Ej ér ­
cito, está, preparando un nuevo plán de ofensiva, contra
el enemigo en los meses de Noviembre, Diciembre y por
durante el tiempo que permanezca celebrándose la sépti­
ma conferencia Pan-Americana, y de esa manera denun­
ciar ante nuestro pueblo, a todos los Gobiernos Imperia­
listas de este Continente Americano.
Patria y L ibertad.
f) A. C. SANDINO
(Un sello)

P uede concebirse mayor aberración, que destrui r a


su propia Patria, por la que decía luchar Sandino, para
hechar l a culpa de ell o a l Gobierno d e lo s E stados
Unidos'
DANOS CAUSADOS A UN S ÚB DITO I NG L E S

A f ines d e A gosto d e 1931, e l encargado d e N ego­


cios de Inglaterra, Mr. Hig h S. Border, puso en manos
d el Gobierno d e Nicar agua, u n reclamo por suma d e l i ­
b ras, por daños causados a la propiedad de l a súbdi t a
inglesa, Mrs. G. M. Smith, por fu erzas d e Pedrón A l tami­
rano, el día 29 de Diciembre de 193Q en las montañas de
Matagalpa, en un asalto verificado sobre la propiedad de
la Sr a. Smith, po r este lug ar tenient e d e Sandino.
Como se ve, los actos de destrucci6n llevados acabo,
por l a gente de Sandino, no eran s61o contr a los america­
nos, ni contra los nicaragüenses, ni contra los hombres
de cualquiera nacionalidad, sino hasta ' contr a muj eres,
como e n e l pr esent e caso , si n r ecapacitar e n el d año
que con esto se irrogaba a la Patria, la que tarde o tem­
p r ano, tení a qu e p agar los per j uicio s causados po r su s
hijos.
Er a esto patriotismov Dejemos el calificativo al sere­
no j uicio del lector.

O EL CA L VA RI O D E L A S SE GOVI A S
—258—
EL ES P I O N A J E DE SA N D I N O E R A DE L O S M A S
EFICIENTE
Ya hemos dicho las precauciones que tomaba San.
dino en sus propios campamentos, y aun entre los j efes
de su confianza, para evitar que l o fuesen a asesinar.
El servicio de espionaje que mantuvo, tanto allí como en
el resto del país, es cosa que no se volverá a ver en Ni­
caragua. De ello se valía Sandino, par a mantener , por
medio del terror, la obediencia de sus hombrea y de los
moradores de la montaña, L os infelices campesinos por
congraciarse con él, y con sus jefes de columnas, tan lue­
o se daban cuenta de la actividad de la Guardia, salva­
an grandes distancias, caminando por veredas, durante
la noche, hasta llegar al primer campamento sandinista,
donde informaban de los movimientos del enemigo, para
ponerse con ello a cubierto de futuros daños en su per­
sona, o en sus propiedades, compuestas l a mayor parte
de las veces, de un mísero rancho, de una vaca, de una
mula, etc.
Sandlno, hacía que se vigilaran su s bandas entre
si, manteniendo entre ellas la desconfianza, par a evitar
qu e algun a vez se fusionaran con tr a él , o t omaran algu­
na determinación conjunta.

E L T RI ST E FI N QU E T UV O E L G RAL .
HU M BE RT O CARACAS

A fines de Agosto de 1981, se incorpor6 a la s fuer­


z as sandinistas, el Gr al. H umber t o Caracas, or igin ari o de
Rivas, de familia netamente liberal, y joven apreciable y
culto, qu e estudiab a derecho, y q u e er a gr an ad m ir ador
d e Sandino, por l a p r opaganda qu e T ur cios y demás l e
h acían . Su s simpatías hacia él l e hicieron ab andona r el
empleo qu e tenía, par a i r a cob ij ar se baj o lo s p l i egues
de l a bander a r oji-negra que enarbolaba e l cGuerri
ller o de las Segovias».
Mas las finas maneras de Caracas, su facilidad deex­
presi6n, su cultura hicieron que Sandino l o tomar a por
u n ar ist6crat a p eligroso y descon fiar a d e él . Si n em ­
bargo se le aceptb, y Caracas fué incorporado a Ias fuer­
zas de Carlos Salgado, en cuy o campamento se le vigi­
laba, obser vand o su s men ores gestos y movimientos, que
e ran r ecogidos por lo s espías sandinistas, en tr e lo s q u e
se contaba el feroz Sim6n González, que a duras penas
podía poner su firma. González i nformó a Fr ancisco

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
Estrada, con fecha g de Setiembre de 1931, mani« « <n'
dole que no habfa notado nada sospechoso en el referido
C aracas, conociéndose s61o que era «UN JOVEN CR E A
DO DENTRO D E L A I STROCRACI As Caracas,
v aliente cotno er a, n o sospechb, ni' por u n momento , d e
los procedimientos inquisitoriales que se llevaban a efec
to alredor de su persona.
Un mes y dias después, Sandino escribia la simulen
te carta a Pedr6n Altamirano:
"Cuartel General del Ej ércit o Defensor de l a Soberania
Nacional de Nicaragua, 11 de Octubre de 1981.
Señor General de División
Pedr o A lt am ir ano,
Campo de Operaciones Militares.
Mi qu er id o hermano:
Tengo el gusto de manifestarle que desde el 18 del
corriente mes hasta el 25 del mismo permanecerá en el
camp™ ento de Joaqui n T rincado en donde organizare.
mos una nueva expedición que bajará, sobre nuestro L ito­
ral Atlántico. No irán conmigo ni m i esposa Slanquita
ni mi hermano consanguineo S~ócrates "iandino y solamen­
te est ar á en ese l ugar co n los h e™ a i s Gener ales F r an ­
cisco Estrada y Pesero Antonio I rias quienes serán respec­
t ivamente lo s Jefes d e l a mencionada expedición al
At l án ti co.
En ese caso espero, que cualquiera de esos dias Ud.
negar á a l campament o J oaqui n T r n i cado , p ar a en tr evis­
tarnos all i mi sm o y d arle inst r ucci ones asi como las nu ev as
noticias que tenemos.
El hermano Gral. Humberto Caracas, deberá quedar
campamentado en ese lugar pero sin carg o d e ninguna
clase, pues todo lo resolveremos hasta después, de nuestra
entrevista personal. Ul timamente hemos tenido de fuen­
tes fi dedignas los datos refer entes a l r ededor de l G eneral
Caracas, y todo NOS HACE SUPONER que no tieiie nin.
guna importancia para nosotros.
En esta vez soy muy poco explicito con Ud. porque
m u y p r ont o t endr á el gu st o de abrazarm e con U d .
Posiblemente que antes de 5 dias vendrá, de Hondu­
ras el Gr al . Josá L eón D i az, quien t rae un a gran cantidad
de parque que ha comprado con el oro que últimamente
hemos recibido de nuestros Jefes Expedicionarios.
Patria y L ibertad
A. C. SANDINO
[Un sello)"

Esta determinaei6n de Sandino, obedeci6 a que Ca.


racas, tuvo una conversaci6n con los soldados en la que
m anifest6 que si el doctor Jua n B. Sacasa llegaba a

O EL CALVARI O DE LAS SE GOVI A S


l st Presidencia de Nicar agua, Sandia o y su s hombres d e
berfan suspender t od a h osti lidad , contr a quie n qu é el
jefe del movimiento constitucionalista. Dfjoles asimismo
que durante el perfodo' electoral no había que maltratar
a nadie, porque l a gente iba a entrar e n miedo y no
concurrirfan a dar su voto por Sacasa, si éste resultaba
candidato oficial del Partido Liberal.
Esto bast 6 par a que
Sandino perdiera l a poca
c onfianza qu e tenf a en
Caracas y decidiera elimi­
narlo, como elemento per­
turbador de los planes que
desarrollaba.
E n el «B OL E TI N D E
INFORMACION> del mes
de Noviembr e d e 1931,
Sandino dice l o si guiente
entre otras cosas:
cEl diez de este mismo
Noviembre nuestra colum­
na Expedicionaria al man­
do de l h ermano Pedr o
Altamirano, pas6 por l as
a rmas, por e l delit o de
traici6n, a los i ndividuos
siguientes: Juan y S alo­
m6n Palma, I sidor o Men­
doza, Rafael E strada, To­
ribio García, Sime6n Ma­
tamoros, Antoni o Valle, Humberto Caracas, quien en­
Juan F . Z elaya, Cosme gañado por e l f also patriotismo
de Sandino, se juntó a sus fuerzas
González, Florentfn Gon­ y quien después de una vigilan­
zález, A lber t o R o d r í guez, cia estricta, fué pasado por l as
Julio Guatemala, Benito armas.
Valdivi a y H UMBE RTO
CARACAS.
Cuartel General defensor ds la Soberanía Nacio­
nal d e N icaraguas.
Noviembre, N de 1931.
Patria y Libertad
(f) A. C. SANDIKO"
(Un sello)

E I V E RDADERO SA N D I NO
—261—

Asf,. de manera lac6nica, como si se tratar a d e pe­


rros, di6 a coriocer Saadino el fusilamiento de catorcede
sus compañeros, gor el delito, trece de ellos, de haber
conversado con Caracas, despertando con esto la descon.
fianza del Guerrillero de las Segovias.
Sandino como se ve, ya no era el hombre de idea
les pintado por Turcios, sino el caudill o d e p arroquia
que iba tras el Poder, sentimiento bastardo que como se
verá más adelante lo condujo a la muerte.

SIGUEN LAS DEPRE.


DACIONES Y ASE­
SINATOS
Con fecha 4 de Setiem.
bre de 1981, fueron noti­
ficados por Sandino para
pagar contribuci6n, los se­
ñores Enrique Gülke, dos
mil c6rdobas, Blas Miguel
Molina, dos mi l c6rdobas
y Julio Cardenal, quinien­
tos c6rdobas, bajo l a ame­
naz a d e mu er t e y des­
tr ucci6n d e su s p r opieda­
des en caso d e negarse.
Al señor Gülke, especial­
mente l e mand6 a decir
Sandino «NI UN MINUTO
HEMOS Q,UITADO LA'PUN
TERI L L A D E USTED.»
En esos mismos dfas, Simeón Matamoros, quien fuó
fuerzas d e Sandino, .co­ asesinado en la hacienda La Fun­
mandadas po r S im6n dadora, en l a qu e t r abaj aba hon­
González, dieron muerte radamente como msndador.
de manera cruel al honra­
do ciudadano Felipe Medina , en l a zona de Puert o Ca
bezas.

F N T USIASM O D E U N G R UP O D E
EST UD IA NT ES UN IVERSIT ARIOS L EO NESES
Engañados por l s falsa aureola de patriotismo con­
que Sandino er a pintado a la juventud Hispanoamerica­

O EL CAL VA RI 8 DE LAS SE GOVI A 8


— 262—

E n el centr o r odeado de su m amó, y h er manitas, se v e a


Simeón Matamoros, victima de la ferocidad de Sandino y com­
pañeros, sólo porque pensara un dia en que después de la sa­
lida de los Marinos y la exaltación a la presidencia del Dr. Sa­
casa, no habia razón en seguir derramando sangre , fraterna

na, varios estudiantes universitarios leoneses, cuyos nom­


bres callamos, se hicieron cargo de distribuir el siguiente
Manifiesto de Sandino, tendiente a buscar prosélitos en
este importante departamento de la república.

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—963—

Helo aquí:

«MANI FIESTO
A LOS HOMBRES DE NUESTRO DEPARTAMENTO
L E ON E S
«Sabeis pueblo, lo que simboliza tu nombre de Le6n
~ ~

E l símbolo de Esparra es el Le6n, espíritu j ef e de


todo est e globo terrestre, r az6n porqu e ninguna otra
n aci6n de este globo, antes ni después podr á i mitar l a
hazaña de España, aÍ descubrir el Continente en que vi­
vimos que es la tierra de promisi6n para todos los hom­
bres libres de la tierra.
Nuestro Rubén D arío, hablb d e nuestros veintiún
cachorros de América Hispana, hijos del vi ej o Le6n es­
pañol.
Si el hombr e h umano, e s l a ver dader a AR C A D E
NOE, en donde están encerrados los instirrtos de todos
los animales del Universo, sabed: que el Le6n es el j efe
de todos los instintos, siendo los instintos antag6nicos
d el uno al otro, y por lo mismo, el L e6n simboliza el
espíritu de todos ellos. Siempre sucedi6, que cuando el
Le6n r uje, todos tiemblan y se aplacan los que riñen.
N uestro Departamento de Le6n es el espírit u j e f e
de todos los Departamentos de nuestr a Republica nica­
ragüense.
Sinembargo, los asesinos banqueros de Norteamé­
rica, representativos del dio s becerr o de ero de l s in aí,
han formado en Nicaragua, la asquerosa escuela de ser­
viles traidores, capitaneados por Adolfo Díaz, E miliano
Chamorro y José María Moncada.
También el pueblo leonés, símbolo del espírit u del
p ueblo nicaragüense, se está contagiando d e ser viles y
tr aidores a l a P at ria . Co n ese motivo, más qu e j ustifica­
do, se ha r etir ado d e vuestr o D ep ar tamento, el espír itu
deÍ pueblo nicaragüense, a las selvas vírgenes segovia­
nas, en donde l e encon tr ar éi s todos vosotros.
LOS HOMBRES D E L D EPARTAMENT O D E LKON,
par a qu e j u ntos todo s l o s bueno s h i j os d e N i car agua,
siempre enhiestos continuemos manteniendo impoluto de
Cumbre en Cumbre, nuestro Pabellón Nacional, símbolo
del Le6n nicaragüense, del qu e vosotros leoneses, sois
los verdaderos guardianes, antes vuestro viej o Le6n es­
pañol, que es el símbol o espiritual de este globo terres­

O EL CALVARI O DE LA S SE GOVI AS
tre, ante el padr e Cr eador del U niverso.
Cuartel General del E j ér cit o D efensor de l a Sober a­
nía Nacional de Nicaragua, Las Segovias, Nicaragua C.
A., Septiembre 15 de 198i.
Patria y L ibertad.
(f) A SANDENO»
(Un sello)

A pesar de l M anifiesto ante s t r ascr ito, l a j uventu d


estudianti l Q e L eón, n o hizo l o qu e esper ab a Sandino,
no pasando de unos pocos los que se afiliaron a su cau­
sa.

L O S P O B RES H A B IT A N T E S DE L R[ O C O C O
CONVERTIDO EN ESCLAVOS
16ientras qu e esto pasaba en el i nt er ior, en las apar ­
tadas regiones del R ío Coco, el cabecill a A br aham R iver a„
se conver tí a en señor f eudal, dueñ o de honra, vid a y h a­
cienda. E120 de Setiembre emitió un decreto, ordenan­
do a todos los indios, intensificar los trabajos de agricul­
tura, so pena de caer baj o la acción de la ley sandinista,
si no obedecían.
C onsistia este decreto en sembrar maíz, cañ a de
a zúcar, f r ij oles, etc., y cu and o se encontr aba n ésto s en
e stado d e cosecha tenían qu e da r part e d e ell o a
R iv er a, q uie n l l egab a co n su s hombre s y r ecogí a el
pr oducto del tr ab aj o d e aq uellos i nfelices, qu e r emi tía,
po r medi o d e pipantes, a l Cu ar tel General d e Sandino.
A l os i n dios mosquitos n o se les dej ab a n ada, y a l q u e
se quejaba, como primer castigo se le daba de palos.
Trascribimos los siguientes p árrafos de un a car ta
que el cabecilla Carlos Salgado, dirigió a su colega Dio­
nisio Centeno, con fecha 28 de Setiembr e d e 1981:
Dicen así:
"F u & en nuestr o poder su mu y at ent a n ota de fecha
reciente, la que hemos leido detenidamente y quedamos
debidament e i m puest o de t odos su s conceptos.
Ha cumplido Ud. con el deber de llmplar todo lo
que eetorbe l a b ue na m a rc ha d e n u estra n oble c a us a, a
L a Qu e T odo Buen EEij o d e %nicaragua, est á Oblig ad o S i n
ecepcf6n.
La pistola y el machete que portaba el traidor Que
Fu e D ecapit ad o r l e orde n de l seüo r Comandant e C r u z,
sirvase Ud. entregárselo al mismo Comandante Cruz, para
que ál a su vez, rinda cuenta a esta Jefatur a d e Ope­
raci ones".

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—265—

D ECAPITACIÓN D E A N T ONIO VAI- I- <


E n esos di as un a band a sandinista, cay ó sobr e
hacienda La Monja, situada en el Departamento de
tagalpa, captur ando en ella al h u mil d e ciudadan o A ntonio
Valle, a q uien decapitar on, si n q u e l e valier a lo s r uegos
ni el llanto del infeliz campesino, que no sabi a porqué
lo ultimaban.
En el A. B. C. periódico qu e s e publica en
José d e Costa Rica, ed ición del 1 4 d e J u li o d e 19$0
lee un a i nf or mación suministrad a po r Salinas de A guilar
con el siguiente encabezamiento:
SANDINO T RI UN FARA O NI CARAGU A QUE DA RA
CONVERTID A E N UiV PANTEON D E H EROES~

Lu ego, en s u en tusias­
m o, inventaba hecho s d e
ar ma s l l evado s a cabo
p or Sandin o en e l cent r o
d e l a R epííblic a l a s q u e
con excepción d e l a t oma
de Chichigalpa por Colin­
dres, eran como todos sa­
ben un f ár r ago de falseda­
dess.
Un f r agment o de la car ­
ta d e Salinas d e A g ui lar
par a el D r . L ara. dir ig i da
a L eón, desd e Sa n J osé
d e Cost a R ica e l 2 1 d e
Septiembr e de 1981, d ice
asi respetando la ortogra.
f i a.
"Po r Renov scion" , nu ev o p e­
ri ódico dc Mana«'ua, n<e h e e n.
t erad o qu e l os estu diante s d e
M ana<~ua, habia n lanzad o com o
can didat o p a r a l a s p r ó x i mas
elecciones, n l D r . A r t u r o V elaz­
D on V o rbert o Salinas de A g ui ­ qu er , d e " Mazaya " v a l D r . Ra­
l ar , ad<nira<lor y f e r vient e p a r t i­ f ae l A y ó n d e L eón , com o P r e­
d ario d e Sandino, q u ie n d en t r o sident e y V i ce- Presidente , res­
de s u i d colo~<a a r e v olucionaria, pec t i v am ente. N o pueden haber
<iescaba l l eva~r a l a Presidencia, h ech o m a y o r d i spar ate . M r .
a l D octo r E scolástic o 1 ara , c o n Ev erha rd , m e pr eg u nt ó qu ienes
qu ien si em pr e est uv o v i nculado. eran, me dij o que eran igno­
rados p ar a & l y co n m ay or

O EL CA L VA RI O DE LA S SE GOVI A S
—268—

razón en Washington. Ojalá esto no hay a tomado mayor


incremento y los de León l o hayan ignorado, par a que
pase com o si m pl e br oma.
Pueden ser de gran utilidad estos movimientos es­
tudiantiles que han surgido e n León para n osotros. E s
necesario que Ud. los controle, que les heche cola de mi ­
co, vulgarment e hablando, a los estudiantes,— los dirija,
los encause hast a U d. g nos l ogremoe d e eue m ouimfen­
toe antee que otroe o solos, cometan d isparates.— Esta, e s
e n el mundo, la hora de los Estudiantes, todo movimient o
de esta indole tiene gran resonancia; si sabemos aprove­
charnos del brote que ha surgido en León, haciendo que
tomen como su bandera de reconciliación nacional su nom­
b re, que sea Ud. su simbolo, hemos logrado conquistar la
m i ta d de l camin o de l é x i t o y d ig o ésto, p or qu e po r su
medio podremos lógrar interesar a nuestro f avor las for­
m idable s asociaciónes d e p r ofesores y e s t udi ante s q u e
existen en los Estados Unidos de Norteamérica. Es indis­
pensable que Ud. se posicione de ellos. Que sea su idolo,
su lider, su caudillo, que los anime a qu e continuen con
s us demostraciones de patriotismo HAST A L L EGA R A L
SACRIFICIO. Esto es tá,cil para Ud., la juventud lo quie­
re y no puede estar más que con Ud. Hay que principiar
incontinente.
Por aqui se dice, que los conservadores van a abte­
nerse. No lo creo. No deje de i r a Managua, a hablarse
con Chamorro, con Diaz y los principales, hsy qu e son­
d earlos; ver que se puede sacar de ellos. I nforme en su
próxima.
Se de buena fuente que Toribio Tijerino a recibido
armas del EXTERIOR en Honduras, no se a qu e piense
dedicarlas pero como conosco a los Tijerinos que todo son
para ellos seguramente piensa algo al rededor de su per­
sona, sin embargo se que Tijerino T oribio, sabe Ud. es el
hombre pueda, que nos sirvan, tal vez sean para Sandino.
Escri bi r é averio uando.
General Gonzalo Navarro, amigo suyo, ahor a sue­
gro mío, a vuelta de Venezuela, está, listo para cualquier
movimient o Y o lo mandaré a Nicaragua para la campa­
aa electoral puest o qu e par a m i será, i mposibl e ll ega r p or
que n o m e dej ar a Moncada. Gonzalo, est a L arista
pu ro, U d . l o sabe. Y o creo de g ra n i m por tanci a m i ll ega­
d a a Nicaragua par a las elecciones, hay qu e buscar el
medio que Moncada no pueda negarme la entrada, yo creo
q ue si se me lanza para diputado. siendo candidat o no
podrá negarme la entrada; espero Ud. trabajarA para que
s e me lanze. . . . ..etc., etc.. . . . . . . . . . . .
Respecto a l a insinuaci6n hecha por Salinas de A gui­
lar referente a utilizar el movimiento de los Estudiantes,
el Dr. Escolástico Lara le contest6 con los siguientes párra­
fos en una carta con fecha de Octubre de 1981.
Creo qu e lo s e s tu di antes so n un b u e n el emento,
pero son como todos los paisanos, como todas estas colec­

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—267—
tividades, como todo l o autóctono nuestro; siempr e hay
desconfianzas, suspicacias, temores indigenas, ese carácter
del indio que desconfía y ve una acecñanza tras iae pa­
l abras del ladino. H a y que tr atarles con pinzas y voy a
ver poco a poco la maner a d e guiarlos. N o son capa­
ces de i r mu y adelante como l o notar á po r un a acta
como desagravio que después suscribieron; n o llegarian
hasta el sacrificio, NO.
Pienso como Ud. que los conservadores aunque di­
gan que no van a la lucha electoral no estan diciendo la
verdad, ellos tienen su gallo d e tapada que e s Adolfo
conforme los pactos del Espino Negro. Vo y a sondear
e ste asunto, pero está bien que se dir ij a al otr o gallo, a
Emiliano para ver qué dice. Sondear é pr onto a uno de
ellos.
No me parece que podamos salir con sacarlo de di­
p utado per o tienen que dar u n decreto de amnistía y a
cerca del período eleccionario y entonces Ud. y suegro
deberán de estar j untos por acá. De paso debo contar ­
le que de Guatemala m e escribió un amigo pr eguntán­
dome si iba a aceptar la denominación para abrir campa.
n a en uno de los di arios de all á o si n ó qu e l e di er a
una carta para el Dr . Espinoza, le contesté qu e iba a
a ceptar . Démele saludes a su suegro. ,
Estoy contento por que el Gran Sandino mantenga
su actitud hasta el fin; esa es una pesa muy grande so­
bre uno de los platillos de la balanza.
(f) E. LARA.

SE PIDE PROTECCIÓN PARA L OS


SÚBDITOS INGLESES
Como ya lo hemos dicho, los sandinistas no hacían
excepción en dañar á nacionales y ex tranjeros. Con este
motivo el G obiern o d e N icar agu a r eci bi 6 diversas quejas
de numerosas legaciones, que se interesaban por l a ga­
rantía, vida y propiedad de s us connacionales. A c onti­
nuaci6n veamos la presentada por l a Legaci6n Br itánica,
que dice así:
" L EGAGION B RI T AN I c A '
N~ 33.
Managua, D. N., 26 Septiembre de 1931.
Vuestr a Excelencia:
Tengo el honor d e tr asmiti r a Vuestr a Excelencia,
adjunta copia de un telegrama que he recibido del Vice­
Consul Br itánico e n Matagalpa, r eferente s u n ataque,
por bandidos armados 'a una hacienda perteneciente a Mr .
Charles Potter, súbdito br itánico
Cuarenta y cinco bandidos atacaron hacienda "Chim­
borazo" , cerca "L a Fundadora" ; perteneciente a Carlos
Potter, el 21 del corriente. Quemaron la casa y ínataron
a l m andad or .
Mucho agradecería si Vuestra Excelencia tuviese la

O EL CAL VA RI O DE L A S SE GOVI A S
bondad de pedir a las autoridades competentes ds n to­
dos los pasos posibles con el objeto de asegurarse que
se dá debida protección a los súM itos britanicos, y a sus
propiedades contra otros ataques como este.
Aprovecho la oportunidad para renovar a Vuestra
Excelencia las seguridades de mi más alta y distinguida
consideración.
(0 LEONARD H . L EACH ~
Excelentísimo señor doctor don Leonardo Argüello.
Ministro de Relaciones Exteriores.
Managua.

Esta comunicación fué contestada de l a manera


siguiente:
"M I NI STE RI O DE R R LA cI O NES EX T E R IO REs
No. 35.
Managua, D. N., 29 de Septiembre de 1931.
Señoria:
"Por la atenta comunicación de Su Señoría N 33 fe­
cha 26 de Septiembre de 1931, este Ministerio se ha im­
u esto del telegrama que el Vice Cónsul Británico en
atagalpa ha dirigido a Su Señoría informándole de que
cuarenta y cinco bandidos atacaron el 21 del corriente la
hacienda 'Chimborazo" cerca de "La Fundadora"', perte­
neciente a Mr. Charles Potter, subdito Británico, habien­
do quemado la casa y matado al mandador.
Manifestando, desde luego, a Su Señoría, la pena de
mi Gobierno por el daño ocurrido, me apresuro a infor ­
marle también que me he dirigido inmediatamente al Je­
f e Director de la Guardia Nacional en demanda d e la
debida proteccion a los súbditos británicos y a sus pro­
piedades, como en justicia lo reclama su Senoría.
Con toda consideración, soy de Su Señorí a muy
atento y seguro servidor,
W LEONARDO ARGUELLO".

Confirmando lo hecho a Mr. P otter, con fecha 8 d e


Octubre, escribió Pedrón una Carta a Sandino, en la que
entre otras cosas le dice lo siguiente, respetando como
siempre la rar a ortografía de ella:
". . . . . .También le participo que una comisión que
mandé al lado de Matagalpa, fué sorprendida por el ene­
migo.
Esta misma comisión "fusilaron" tres de los traido­
res; sus nombres no me acuerdo; incendiaron una de as
haciendas de los Potter y hermanos. . . . . .Patria y Liber­
tad — PEDRO ALTAMI RANO".

Mr. Charles Potter, hay que s aberlo, había p agado


ya varias contribuciones, y como se resistiera a seguir
siendo objeto de mayores exigencias le incendiaron sus
propiedades de «El Chimborazo» y los «Milagros». Estos
daños, como se comprende, tenía que pagarlos Nicaragua,

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
y d e segur o fueron comprendidos en la s exacciones
que por causas de la guerra el Gobierno, dentro de sus
posibil idades, hizo ef ectivo años después.

ZEPEDA DESDE MEXICO SE CONDUELE DE


L A PAT RIA AUSENT E
Se recordar á po r documentos qu e hemo s r epr oduci­
do, que Sandino ratificó a Pedro J. Zepeda su f irme de­
terminación de acabar con todas las ciudades de Nicara­
gua, si los Marinos no retiraban su ocupación militar, sin
tomar en cuenta que éstos no sufrian ningún dañ o con
que nuestra Patria quedara reducida a cenizas. Zepeda
en un gesto patriótico, se dirigió a Sandino con fecha 7
de Octubre, desde México, en una larga carta de l a que
h emos tomado los siguientes párrafos, para ilustrar al
lector sobr e l a per sonalidad d e q uien se l l amab a <L iber ­
tador de Nicaragua» Dicen así:
"I nsisto en lo innecesario de hacer alarde de incen­
diar y destrui r poblaciones nicaragi enses si n razón jus­
tificada, tant o porqu e resulta u n procedimiento cruel,
cuanto que es notorio y sensible l a reacción adversa en
todos los centros de opinión indentificados con nosotros.
Y me remito a los hechos. Cuando Ud. envió a Gonzélez
una comunicación en que le manifestaba ese propósito y
l e decia que lo hiciesen publicar en " E L DI A RI O L AT I ­
NO" de Sn. Salvador, fui publicado en "EL EXCEI.SI OR"
de aquí de México, y al di a siguiente recibí al r ededor
de trescientos llamados telefómcos en que amigos nues'­
tros, protestaban por l o qu e ellos llamaban una burda
f sleificación d e s u f i rma, y un a t er giversación de
los conceptos d e la lucha, Yo l o disculpé a Ud . como
pude y a continuación me di r ij í a " E L EX CEL SI OR"
para reclamarle amistosamente tal publicación. Ellos me
c ontestaron : " Convengo en qu e ta l noticia le hace un
g ran perj uici o al cr ed o ideoiógico del movi miento d e
Uds., pero siendo una cart a autógrafa del General San­
dino, nosotros la publicamos.
Yo trate de disculparlo diciendo: "Usted comprende
S r. Director, que no es posible que un hombre como el
S r. General Sandino, con la enorme r esponsabilidad d e
la lucha armada, pueda estar cuidando los detalles de las
reacciones de la opinii>n púb'ica en el exterior , y siendo
esa noticia de efectos contraproducentes al esfuerzo nues­
tro, ustedes como amigos del General Sandino de nues­
tr a causa y míos, debieron no haberlo publicado".
Y se me contestó: " Usted tiene razón. L e pedimos
disculpa, pero debe Ud. creer que nosotros la aceptamos
como una "NOTI CI A " y nada mas, si n analizar los al­
cances de tal publicación".
El resultado no dej o esperarse: al día siguiente en
toda la pr ensa del norte, centro y su r américa, se comen­

O EL GAL VARI O DEL A S S EG OVIA S


— 270—

taba desfavorablemente la tal publicación, y aún conservo


en mis archivos una carta de Alemhn Bolaños, de Gua.
temala, en que forma agresiva¡me censuraba lo que él
llamaba una "metida de patasl', para terminar dic>endo
que er a inconcebibl e qu e y o drese publicidad a tales
cosas.
P ara muestr a le envío un o ds los periódicos qu e
hicieron comentarios al márgen de este asunto.
No estoy de acuerdo en el concepto de su carta en
ue dice que del incendio deliberado de Nicaragua pue
an tener responsabilidad gobierno alguno. De eso, nos.
otros y sólo nosotros seremos responsables ante nuestro
pueblo y ante l a hi storia. Ahora, si tal destrucción vie­
ne como resultado d e nuestr a lucha armada, ei es nece­
sario incendiar , bombardear o arrasar poblaciones ente­
ras, por razones de estrategia militar o po r necesidades
mismas de la campana, ya la cosa cambta, y entonces st,
con toda la fuerza de nuestros pulmones podemos gritar ,
que la desolación y la r uina de nuestra pobre Nicaragua,
se debe a la complicidad cobard e de fos vende patria
nicaragüenses, en primer tér mino, y despues alGob>erno
de ls Casa Blanca y los despreciables y serviles Gobier­
nos de Centro America. Const e qu e al hablarl e a si , lo
hace el amigo, el hermano, el compañero resuelto a r es.
paldarlo si n reservas, per o d e nuevo le ruego qu e con
su espiritu sereno, medite sobre este punto, y estoV se­
ur o de que se convencerá d e que estoy en lo JUSTO.
1 mismo González con quien cambie impresione s r es­
pecto a este asunto, me dió la razón."

S A NGR E Y AÍIAS SA NG R E C O M O L E M A D E L
SA ND I NI S M O
El dí a 17 de Septiembre, fué bárbaran>ente asesina­
do po r f u er zas sandi nistas en el Vall e d e «T om ay unca»,
del Departamento de Jinotega, don Cosme González Pi ­
cado.
Asi mism o f u b as quead a l a haciend a «E l P alacio+
propiedad de doña Delflna v . de Chávez, en e l mismo
Dep ar tamento.
A fines de Septiembre fué decapitado el octogenario
don Macedonio Matey, cuyos hijos hablan corrido la mis
ma suerte pocos días antes a manos del fier o Pedro An­
t oni o I r ías. E st o ocu r r i ó en el l u gar l l amad o «L o s A n ­
geles», al Oeste d e J al apa, D ep ar tament o d e N u ev a Se.
govia.
E n esos días fué capturado u n temible .capit:rn de
cuadrilla, perteneciente a las fuerzas de Pedrón, llamado
Felix Pedro Herr era, en cuyos bolsillos fu é encontrada
la si guiente carta, qu e copiamos t ex tualmente:

E L V E R D A D R R O S A N D I N O
"Sr. Teniente Félix Pedro Herrera.
Donde esté,
Mu y esti mado h er man o T enient e H er r er a:
Con el hermano Tránsito Rodríguez envio esta nota
en l a cual U d . deberá, sali r t a n l u eg o sea en su p oder par a
"L os Sedros" y s e une con ermano Avelin o Rodriguez
para que vayan a recojer el dinero de las contribuciones
qu e en comi sión ant erio r qu edaron de t enérselas.
Al yegar Uds. a casa de cada individuo que ha sido
entregada la notificación de la contribusión, entregarán lo
qu e teng an , deben ex i j i rles el rest o poniéndoles u n p l azo
corto de la contribución, pues hay que desirles que mien­
tras n o hagan efect i v a t oda su cu ent a n o podrán t r abaj ar
li br ement e e n su s p r opiedades. I . as g aran t i llas se les es­
t ender á hast a qu e paguen t oda l a cu ent a las qu e le s en .
bi aremos con el cor respondient e reciv o.
Para que agan la corrrisión pueden llevar todos los
compañeros que Uds. crean que les pueden ayudar para
que con ellos treigan todo lo que consigan.
D e l o qu e consigan dejan p ar a su f ami lia un a p a r t e
y con el resto se vienen para este campamento a dar par­
te de la comisión que les encomiendo.
Ll eben m u ch o cu idado n o hallan a deg arse sorpr en ­
der por los BANDIDOS, les encargo qu e todo indibiduo
que lo conzideren enemigo nuestro l o CH ALEQUEL L EN
y les QUEME N L A S CASAS. Esta nota pueden mos­
t r ársel a a los cont r i bu ll en tes p ar a qu e se i m pong a d e l a s
órdenes que Uds. les doi.
Para toda su familia envill o u n fraternal saludo y
deceo que todos estén buenos al recibo de l a presente.
Aqui no tenemos novedad por boluntad de Diós
Le recomiendo que hagan pronto su regreso.
Patria y L ibertad
[f) PEDRO A L TAMIRANO,"

.Este documento era suficiente para que Herrera hu­


bi er a sid o pasado i nmediatamente po r l as ar mas, a l ser
c aptur ado en l a m ontaña. Si n embargo , l a Gu ar di a N a­
cional respet6 su vida y lo conduj o prisionero a Jinote­
ga, donde fué juzgado por u n Consejo de Guerra, que
lo conden6 a muerte; pero que no se efectu6 porque el
P r esidente, General iVloncada, conmut 6 l a pen a po r l a d e
20 años de prisión.
G U ERRA A LOS POB RE S CO M E RCIA NT E S Q U E
LL EV A BAN V( VE RES A L AS SEGOVI AS
En E l Ocotal los artículos de primera necesidad es­
caseaban y l o poco que se encontraba tení a precios ele­
v ados, por l o que perecía l a gente pobre. E r a difíci l y

O EL CALVARI O DE LAS SE GOVI A8


peligroso introducir mercaderías porque la zona estaba
infectada de bandas sandinistss. Si n embarg o Sandino
gozaba con éste estado de cosas. Veamos la cart a q ue
dirigi6, con fecha 3 de Octubre de 1931, al cabecilla Fran­
cisco Estrada:

". . . . . .El General Colindres, ha logrado decomisar


varias cargas de mercancias de los capitalistas ocotalianos.
Quedamos en esperas de que nos remitan lcs prime­
ros presos capitali stas. Si ncerament e v uestr o hermano.

Patria y L ibertad
(f) A. C. SANDINO."
(Un sello)

LABOR DE EXTERMINIO L L EVADO A CABO


CONTRA LOS POBRES HABITANTES
DE LAS SEGOVIAS
El asalto en despoblado er a la forma práctica de
hacer efectivas las contribuciones f orzosas a los comer­
ciantes, aunque no hubiesen sido notificados antes.
El día 23 de Octubre el cabecilla Juan Santos Mo­
r ales rindi6 u n i nforme d e su s últimas actividades a
Sandino.
No parecen palabras tr azadas por l a mano de un
hombre. Mas parecier a que esas líneas hubiesen sido
escritas a zarpazos, en un acceso de rabia.
Por los conceptos de esta carta verán nuestros lec­
tores que no habí a excepci6n para niños, ancianos ni
muj eres, a l a h or a d e aplicar el machet e sandinista.
He aquí los párrafos principales, trascritos fielmente:
"Del lugar que acabamos de mencionarle pasamos
a "Cuj a" . Aqui encontramos una gran decepción por los
v ecinos. Con decirle que las mujeres n o quisieron ni
moler par a darnos tortillas, y solo e l p obre Juez d e la
Mesta hermano José L eón L ópez nos llevó 12 t or tillas
para 60 hombres que éramos.
.. . . . .Este motivo nos movió a ordenar a l Coman­
dante de Totogalpa, hermano Coronel Cósme Gutiérr ez
y al Comandante de Yslagüina, Capitán Feli cito s Pr ado,
a que organizaran un a comisión y pasaran a "Cuje" a
CHAL EQUEAR a tod o se r humano qu e encontrar an,
perteneciente a las familias que le dig o están haciendo
que sea estorbo la actitud de ellos a la buena marcha de
nuestra causa.
Al llegar a Somoto, mi tierra natal no encontramos
al Comandant e hermano Alfaro. E n est e pueblo todos
son « presentadosi t ambién y los qu e no s perj udica­

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
ban mandamos una comisioncita y term ino con e llos.
.. . . . .Su subordinado hermano que lo estima.
Patria y Libertad
(f) JUAN SANTOS MORAL ES R."

Cada uno de los j efes de las bandas d e Sandino


pugnaba por aventajar a los otros camaradas, en su negra
labor de matar a infelices hermanos.
He aqu í l o qu e otr o d e los hombres de m ayo r con­
fianza y aprecio de Sandino l e i nforma a éste, en su
carta del 27 de Octubre de 1931. Veámosla:

". . . . . .Ayer a las 6 p. m. pudimos reunirnos con las


dos comisiones militares que habiamos confiado al mando
de los Mayores Marcial Rivera Zeledón y L ázar o Salinas,
quienes anduvieron por los alrededores de Jinote«a y Esteli
con mu y buen t .x ito, pues el m ayo r R i v er a a d qu i ri ó dos
pi stola s d e lo s t r ai dores Satu r n in o i i er r er a y do s h ij os
mas del mismo H errera, LO S QUE MURiERON pues ai
requerirlos que abrieran la puerta de l a casa rompieron
fuego sobre nuestros hermanos; milagrosamente no hubo
ninguna novedad de parte de nosotros. Adjunto a Ia pre­
sente le enviamos una fotografi a de l vi ej o Herrer a y de
r rno de los hijos. Este viej o er a ri co y l a i ntención de
capturarlo viv o er a para sacarle algunos " fierros", pero
como Ud. ve n o se dejo capturar. . . .
Patria y L ibertad
[f[ F. ESTRADA
Gral. y Jefe Expedicionario."

En l a semana del 4 al 11 de Octubre (1931) un a


cuadrilla de sandinistas, capitaneada por Juan Martínez,
asalt6 inesperadamente la hacienda del señor Carlos Bo­
hnermann, ciudadano alemán, situada al norte de la ciudad
de Matagalpa. En ese momento el señor Bohnermann se
encontraba en su pr opiedad donde fué capturado. L os
asaltantes l e exigieron un a contribuci6n de TRES MIL
CORDOBAS, que debía entregar inmediatamente. E l se­
ñor Bohnermann no estaba en posibilidades par a satis­
facer la orden de los slibertadoress, lo qu e l e vali 6 ha­
ber sid o t or t u r ado, después d e l o cual l e ord en aron qu i­
tarse los zapatos, haciéndole caminar descalzo durante
varias horas.
En el asalto verificado en esta hacienda se r obaron
hasta la ropa de cama, y como empacaban las cosas pre­
cipitadamente, no se fij aron en que de un motete de ro­
pa de cama, salía la piernecita de una chiquilla, l a que,
)unto con sus ropitas de cuna habían enmaletado entr e

O EL CAL VARI O DE LA S SE QOVI AS


— 2?4—

los trapos que echaban con preeipitaci6n. A l advertir lo


los «DEFENSORES D E L A SOBERANI A ~ re gresaron
y dejaron a la niña sobre una mesa.

C6 MO FUE LA MUERTE DEL DIPUTADO


CO C K B U RN
En uno de los combates librados por los sandinistas
contra la guarnici6n d e Kisalaya, en la riber a Su r del
Río Coco, Comarca del Cabo de Gracias a Dios, éstos
logr aron capt urar un a máquin a d e escr ib ir , d e la pr opie­
dad de la Guardia Nacional.
Transcurri6 el tiempo y nadie conocía e l paradero
de la referida máquina.
Un día de tantos, el Cuartel General de Puert o Ca­
bezas, por medio de su servicio de investigación, la loca­
l izó, averiguando que ésta se encontraba en servicio, en
p oder del Diputado Adolf o Cockburn, quien residí a en
su hacienda «Piskirai situada entre Sacklin y Wasla.
Esto no fué creído inmediatamente, porque el Co­
mando hasta esa fecha habi a tenido en buen concepto al
referido Diputado; sin embargo, era necesario averiguar
s obre la veracidad de tal noticia. Con este objeto se le
impartieron instrucciones al Comandante de Kisalaya,
Sub-teniente Edward J. Suprenant, para que procediera,
acompañado d e al gunos gu ar dias, a inspeccionar l a casa
hacienda del Diputado Cockburn, en donde con inteligen­
cia y cortesía tratarían de comprobar sobre la existencia
de dicha máquina de escribir, cuyo número se le remitía,
y que acontinuaci6n r indiera el informe respectivo sobre
la investigaci6n que se le encomendaba.
El Sub-Teniente Suprenant, quien no conocía esos
caminos, por estar recientemente llegado a esa zona, con
procedencia de Managua, escogi6 dos números del des­
tacamento qu e y a habían patrullad o sobr e es e l ugar,
l levando consigo a l Sargent o F r ancisco A venuañ o y al
Raso Carlos Alegría; y con ellos se dirigih a cumplir las
órdenes recibidas.
Llegada que fué la comisi6n a l a casa del señor
Cockburn, éste los recibi6 afablemente. E l Te nient e Su­
prenant, empez6 a conversar con él en inglés, habiéndole
d ich o qu e esa p r opiedad er a m u y b onita, A est o el D i ­
putado Cockbur n l e invitó par a que pasase a conocer la
casa en su interior a l o que aquél accedi6, acompañado
solamente del Sargento Avendaño. E n esta visita llega­
ron por úl timo a l a oficina qu e e l Sr . Cockbur n tenía

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—275—

establecida en la parte baj a de la casa. Ella estaba exor­


nada en su parte central con u n retrato del Gr al. Mon.
c ada. E n l a oficina habí a un a máquin a d e escr i b ir . El
Teniente Suprenant manifest6 su deseo de escribi r unas
c uantas líneas en ella, y cuando la hubo identificado, de
conformidad con e l detalle enviado de Puerto Cabezas,
m anifest6 al señor Cockburn su extrañeza de ver en su
poder aquel objeto, pues que, esa máquina se había per­
dido del cuartel de Kisalaya, robada por los sandinistas.
El Diputado Cockburn palideci6 y rechaz6 enérgica­
mente aquella aseveraci6n, manifestando que dicha má­
quina la tenía en uso desde hacía mucho tiempo, y que
éi la habí a comprado en Puerto Cabezas. E l Su b Te­
niente Suprenant l e contradijo, manifestándole que eso
no er a verdad, y que en su cartera tenía anotado el nú­
mero de ella, y con el papel en la mano se aproximaba
para probarle al señor Cockburn, que ambos números
eran iguales, cuando éste mont6 en cólera, al verse des­
cubierto y acto seguido, abri6 rápidamente un a gaveta
de su escritorio, donde había un a pistol a automática, la
que empuñ6 enfrentándose al Sub-Teniente Suprenant,
impidiéndol e tocar la máquina. F u é en est e momento
q u e el Sargento Avendañ o dispar 6 co n s u ametr allador a
Thompson sobre el señor Cockburn, al ver en peligro la
vida de su jefe, matándolo inmediatamente.
La actitud de Cockburn, hizo entrar en sospechas al
Oficial de la Guardia, y acto seguido procedi6 a practi­
car un registro en los papeles del escritorio de la oficina,
habiendo encontrad o comunicaciones d e Sandino
y d e otros j efes d e su s bandas, dirigidas al señor
C ockburn asi como el nombramiento de General de Br i ­
gada, acordado a favor de Cockburn, por el mismo San­
dino. También se encontr 6 un buen legaj o de documen­
tos qu e este señor t enía.
Una máquina de escribi r como se ve, sir vi 6 par a
descubrir las fuertes vinculaciones que tenía este Diputa­
do con Ja gente que se ocupaba en devastar Nicaragua.
Abusaba de su alto cargo de representante del pueblo,
siendo desleal con el Gobierno con quien estaba obliga­
d o a cooperar para el mantenimiento de l a pa z en l a
República.
Adolfo Cockburn, era hij o de padre inglés y de ma­
dre mosquita (india). Naci6 en l a I sla del Gran Caimán.
Er a un hombre de estatura casi gigantesca, pesaba dos.
cientas cuarenta libras. Tenía por lema el trabajo, y po­
seía alguna ilustración, siendo muy querido de todos los
indios, zambos y mosquitos, cuyo dialecto hablabacorrec­

O EL CAL VARI O DE LA S SE GOVI A B


tamente. Asimismo, hablaba inglés y español. Su espo-,
sa era una indi a mosquita, con la que tuvo una hij a lla­
mada Victoria,
Cockburn era un verdadero cacique de todos aque­
llos zambales en las apartadas regiones del Rf o Coco y
en la Comarc~ de l Cabo de Gracias a Dios. Todós al
saludarle le decfan en su di alecto: «NAXA N MA DAM>,
cuya traducción al español significa «BUENOS DIAS PA.
DRE NUESTRO»,
Muri6 el 3 de Octubre de 1931, dfa sábado, como a
las dos de l a tarde.
He aquí uno de los muchos documentos encontrados
en poder del Diputado Adolfo Cockburn, en que se ve
de cuerpo entero toda la vinculaci6n que tenía él en l as
actividades de Sandino. Era nada menos Cockburn quien
llevarfa a cabo las operaciones militares sobre el A tlán­
tico. H a y que saber, que con s61o que Cockbur n l o or­
denara se hubieran Íevantado todos los zambales de in­
dios mosquitos, de los cuales puede reunirse alrededor
de ocho mil, aptos par a empuñar las armas.
Muerto Cockburn, lo unico que hicieron fué rebelar­
se unos indios que estaban de alta en el r etén de Kisa­
laya y disparar sus armas sobr e lo s Oficiales, Coman­
dantes de ese destacamento, habiendo matado al Sub­
Teniente Levonsky, y medio muerto al Sub-Teniente Car
los Reyes y Ruiz, unos meses más tarde.
El documento referido anteriormente es el siguiente:
"Cuartel Gral. del Ej ército Defensor de l a Sobera­
nia Nacional de Nicaragua, Julio 16 de 1981.
Señor General de Brigada.
Adolfo Cockburn,
Sacklin.
Muy querido hermano:
Con fecha 20 del p róximo pasado mes, salio de este
Cuartel General de nuestro Ejército, una Comision Militar
al mando de los hermanos Coronel Perfect o Chavarria y
Capitán .Francisco Ellis, para ponerse a las órdenes de Ud.
en ese L itoral Atlántico.
Hoy me permito el gusto de remitir a Ud. un lega­
jo de importantes documentos y escritos pertenecientes a
nuestro Ejército, para que Ud., en s u carácter de Gene­
ral de nuestro Ejército, se imponga debidamente del ideal
que perseguimos y nuestros esfuerzos por alcanzar l a co­
ronación de nuestro triunfo.
También Uds. pueden hacer qu e se publique ese
trabajo, e n la prensa inglesa y de Bluefields, después de
algún tiempo que ya l» publicación de los mencionados
documentos¡ no sean una revelación de planes y pr oyec­

I l V E R D A D E R O S A N D I N O
—977—

tos alli ezpuestos.


Con mis mejores deseos de que .Ud. sepa apreciar
el cariño y sinceridad conque nuestro Ejórcito le está tra­
tando a Ud., sinceramente su hermano,
Patria y Libertad.
[f) A. C. SANDINO".
[Un selloj

T odos estos documentos, j unt o con l a máquina de


escribir, fueron capturados por e l Sub-Tenient e Su pre­
nant y remitidos al Cuartel General de Puert o Cabezas.
De este lugar fueron enviados en avi6n al Cuartel Gr al.
de Managua, el que puso en autos al Presidente Monca­
d a de la traici6n cometida por Cockburn, al ampar o de
su inmunidad como Diputado.
L a mu er t e d e est e h ombr e fu é u n g ol p e f atal p ar a
el plan que pensaba desarrollar Sandino e n l a Costa
Atlántica.

ÓRDENES DE ATAQUE POR TODAS PARTES


El Jefe Supremo n o cesaba en su t area d e gir ar
6rdenes de ataque en todas direcciones. Por su or igina­
lidad creemos conveniente dar a conocer una d e ellas,
respetando como siempre l a ortografía:
"Sr. General Francisco Estrada.
Campo de Operaciones Militares.
Mi querido hermano:
Según su not a del K de O,ctubre p. p. Ud. se en­
cuentra con toda su gente reuniaa. Tamvien me , dicen
que iva otra comunicación suya tras de mi, pero no la he
r eci bido . D es puós dar 0 contestación a s u s n otas, y p o r
ahora solamente quiero ordenarle lo siguiente;
"Urgentemente se pondrá en marcha al recibo de la
p resente sobre el pueblo de Quilali y l o atacará por l a
garita, tratando de obtener el t riunfo, aunque gast e todo
el parque, pues el. General Diaz, ha recibido todo el par­
q ue, y no tarda en llegar al soÍo retirarse el enemigo de
esa montaña.
S i su gente tiene miedo de atacar, SALDRA SO L O
USTE D CON SU PI STOLA Y T I ROTEA A L M EN CI O­
NADO PUEBLO. No hay lugar a dar más instrucciones
por estos momentos.
Un abrazo p ar a t odos.
Patria y Libertad
[f] A. C. SANDINO."
(Un sello.)

O EL CA L VA RI O D E L A S SE GOVI A S
—278—

RELATO DE UN NEGRO COCINERO QUE


ESTUVO EN EL PROPIO CAMPAMENTO
DE SANDINO
He aquí el relato, a grandes ras­
gos, que hace Rubén Brown de l os
sustos que lo hicieron pasar los «LI­
BE RTADORESs.
s Me encontraba en el caserío de
Kraza, situado en las márgenes del
Rio Coco, en la Comarca del Cabo
de Gracias a Dios. M i residencia
e ra en Sacklin, per o tr abajab a en
K raza en los lavaderos de oro. Un
día, en l a primera quincena del mes
de Noviembre de 1981, lleg6 A br a­
w ~ s,"ga
;t ham Rivera a la cabeza de cincuen­
t a sandinistas portando divisas de
color r oj o y negro y todos armados
d e pistolas, r ifles y machetes. E n
e sos dla s acababan d e matar en
Awasbila al señor José Lliset, de na­
cionalidad cubana, a quien asesina­
ron en su plantaci6n de frijoles que
tenía en las riberas del r ío . A bra­
ham River a me nombr6 profesor de
los niños de ese caserío, pero yo le
dij e que no entendía de dar clases.
' lt ',
Rivera entonces me amenaz6 dicién­
dome que si no obedecía serí a pa­
sado por las armas. Ante esta ame­
naza tuve que ceder y desempeñé
Este es e l súbdito como maestro por espacio d e siete
inglés, Rubén Brown,
originario de Jamai­ m eses, del mes de Noviembre de
c a, de 72 años de e­ 1981 hasta el mes de Mayo de 1992.
dad, quien estuvo du­ Después de este tiempo m e encon­
rant e larg o tiempo traba completamente desnudo, si n
secuestrado en el pro ner con qu é comer, pues Rivera
i o campament o de no me proporcionaba nada, y me fuí
a ndino, donde s e
salvó de l a muerte, u na noche escondido, a trabajar en
de manera casi mila­ los lavaderos de or o d e Nawawás.
grosa. Esta foto fué En este lugar me encontraba cuan­
tomada'en la ciudad do llegaron lo s j efes sandinistas
de Jinotega, Ja en el Francisco Estrada, Juan Santos Mo­
año de 1984, el 7 de rales, Sbcrates Sandino, y par a evi­
Julio.
tar molestias me escondí. E llos to.

E L V E R DA D E R O S A N D I N O
maron para el Sur, al lado de Puerto Cabezas. Cuando
hubo pasado el peÍigro salf de mi escondite y continué
mi tr abajo. Mientras tanto Abraham Rivera sehabfa ido
para donde Sandino y a los pocos dfss envi6 un a carta
a un juez de Mesta mosquito, quien me conduj o prisio­
nero al Campamento Luz y Sombra, donde se encontra­
ba Sandino. E n este lugar también estaba doña Blanca
Aráuz de Sandino, quien me interrog6 sobre el por qué
me habfan llevado preso. Y o le dije que n o tenf a ni n­
gún delito. E stando en este campamento me destinaron
a la cocina, después de haberme pr eguntado s i sabfa
cocinar.
Doña Blanca me cobr6 afecto por el esmero. conque
.le preparaba sus alimentos, y ya no permitia que nadie
más que yo se los hiciera. Un dfa Sandino estaba con
los diablos arriba, y pidi6 con voz alta, cuatr o hombres
armados para que me fueran a tir ar . Y o me puse mu y
a fligido y me despedf de la vida, habiéndole puesto en
c onocimiento a doña Blanca que me iban a matar , p ar a
que buscara otro cuque. E lla me dij o que no l o permi­
t irfa ni un momento, y asi fu é que cuando llegaron a
sacarme para darme la muerte, ella se interpuso y r eti­
r6 a los hombres hablando después sobr e est e asunto
con su marido. E n esta forma servi de cociner o e n di­
ferentes campamentos, hasta que llegó l a' pacificación,
d espués de la cual llegué a San Rafael de l N orte en la
ultima semana del mes de Abril de 1933.
A si es, pues, que debo l a vida a mi cuchar a y a
d oñ a B l ancai .

LO QUE SIGNIFICA EL CORT E DE CHALECO,


EL CORT E DE CUMBO Y EL CORT E DE
BLOOMERS
< CORTE D E CH A LE CO» —Muerte que se - daba a
una persona, separando la cabeza con dos tajos i nferna­
les de machete. Luego se l e cortaban ambos brazos,
desde la base del hombro, y par a terminar l e trazaban
una herida en el abodmen, para señalar e l lugar hasta
donde se usa el chaleco.
+CORT E D E CU M B O» — Al ser captur ad a l a vi ctima,
la amarraban en el pr imer árbol apropiado par a el sa­
cr ificio. L as m anos se las ataban haci a atrás, como abr a­
zando el árbol . I nmovilizábanle l a cabeza, sujetándolo
por el cuello, con un mecate que ataban al árbol, y lue­
go . . . . . .un indio feroz, el «Juez» como le llamaban ellos,

O EL CALVARI O DEL A S S EG OVIA S


llebaba a cabo l a ejecuci6n, que consistía en apliearle un
fuerte y hábil machetazo que cortaba de un taj o el ~hua­
cal de la cabeza+ dejando al descubierto toda l a masa
e ncefálica. L a víctima era soltada inmediatamente y al
c aer al suelo morí a dando saltos . . . . . .que provocaba la
r isa de los verdugos . . . . . . . . . . . .
CORTE D E BLOOMERS — Es bien sabido, que bloo­
mers, es llamada una pieza de ropa interior que usan
las mujeres hasta la rodilla, y que antes en Hispanoamé.
rica er a conocida solamente con el nombre de «calz6n».
E sta muerte consistís, en cortar ambas extremidades de
la vf ctim a desde la s r o di llas, y lu ego l e c ercenaban l a s
manos, dejando que la vfctima se desangrara en medio
de espantoso dolor . Por l o regular todos los que así su­
frían, pedían que los mataran, y hasta insultaban a sus
víctimarios para que les quitaran la vida pronto, a fin de
acabar con aquel horrible tormento.
Estos son los tres castigos, concebidos por Sandino
y Pedr6n d e cuyo invento satánico, pueden mu y bi en
vanagloriarse sus autores.
El siguiente documento recibido po r e l caballero
a lemán don E nrique ,Gülke, residente e n l a ciudad de
Ji notega, q uien a sohcitu d n uestr a nos l o h a f acilitado,
p ara fotografiarlo en este libro, confirma l a verdad de
nuestras pala'bras.
En él está la firma de Sandino, asf como su cono­
cido sello y de él trasladamos las partes má s importan­
tes.

«l l A NI FIESTO»
A LOS CAPITALISTAS NOTIFICADOS POR NUESTRO
EJERCITO, EN JINOTEGA, l l ATAGALPA,
ESTELÍ Y OCOTAL

«Tengo noticias de que en Jinotega, se trat a de la


organizaci6n de la necesaria C AM AR A D&: C OMERCIO,
con l a i ntenci6n d e m erecer segíí n los capitalistas, mayor
apoyo del gobierno intervenido y de los invasores a Ni­
caragua.
Mientras exista intervenci6n extranjera en Nicaragua,
no ex ist irán g ar an tfas d e v i das n i d e i nt ereses:
Ya es bastante el tiemp o qu e hemos estad o co mba­
tiendo contra las hordas invasoras y tr aidoras a la Pa­
tria, para que se convenzan de mi dicho.
No import a que se nos califique d e B A N DI DOS;

EL V E R D A D E R O S A N D I N O
slnembargo, muchos.de nuestros enemigos quienes ten­
gan Ia oportunidad de leer el presente escrito, quer rfan
sentir la satisfacción de l deber cumplido qu e sentimoa
loa miembros de nuestr o E j ér cito, quienes a pesar d e los
deapechadoa, hemos salvado el honor d e nuestr a Pami.
lia Nicaragüense ante los hombres libres de l a Ti erra.
No importa que A VECES DEMOS ORDENES DRASTICAS
EN PROVECHO DE NUESTRA SALUD NACIONAL.
LA L1BERTAD NO SE C()N@VISTA CO N FLORES>
SINO QUE A BALAZOS, Y ES POR ESO QU E HEMOS
TENIDO QUE RECURRIR H I OS CORTES D E CHHLE
CO, BE CUMBO Y BLUMERS.
Téngaae presente que en los momentos que hacemos
el presente escrito, es cuando nuestro Ejército tiene las
mayores seguridades d e controlar mihtarment e toda
nuestr a República, y que mis palabraa no deben de ter­
ji versarae haciéndolas degenerar en incapacida d n uestr a,
n6. H ago estas aclaraciones, por que tenemos entendido
que el arma que más abilidosamente nos ha blandido el
enemigo, ea la calumnia.
Las dichosas personas quienes han sido notificadas
por este Comando General , a depositar contribuciones,
deberán de cumplir, pues en otro caso SE HHRHN RES.
PONSHBLES H LHS CONSECUENCIHS.
Cuartel General del Ej ército Defensor de la Sobera­
nía Nacional de Nicaragua, Noviembre 15 de 1981.
Patria y Li bertad.
(f) A. C. SANDINO+.
(Un sello)
En la página siguiente insertamoa la foto del docu­
mento antes trascrito.

I NVASIÓN SAN DINIST A DE L D PTO. DE L EÓ N


Al fin, la bandera r oji-negra, principiaba a flamear
en el Departamento de Le6n. José Le6 n Dfaz, Carlos
Salgado y Juan Santos Morales habfan invadido la parte
Norte del Departamento con una fuerza de más de tr es
cientos hombres, los que recorrfan las zonas de El Sauce,
Achuapa, Sant a Rosa, San Nicolás, y l os valles d e E l
Campamento, El Ocotal y Villa Real.
Doscientos Guardias Nacionales, con sus respectivos
oficiales, fueron destacados para bati r a estas fuerzas,
con la cooperación de una flotilla de aviones.

O EL CA L VA RI O D E L A S SE GOVI A 8
C

4ig 4~ t oó ll»t >l l + o < + , + ' i ilrécl t c< «: «W»c»


'« + < t lélctcéél4A » é <0@t f l leóte l< .,
. lloúl <t ~ m < »4 ,J ~ ~ < eó. 4 R l « ó 'ú ~ú út<t ú «c e
't o SQ S S g 4 «ét ' ' " crr e t 4 ,t<c ~ l l»l<ó»e' úeí ~ tiró oo» .
> tt c . l a m í a R.,Roe 4s,< «o gá e t . ' á e,'Xeó ~ 4 . ='

%te»lee áe él<<Roe leéó f® e t c »~ mt eé ét »orlé»ee


< ó<lélf , 'g \ c«< <ct< ác ~ t ' í 4 ' 4 », 44(I4f
.a4" t... . - ' W kS N I » ~ » W e<c olé< lt o»
'„ e i m ó e '. l tt '.túéc ¡ é' l i é".Rol», <e<e«é ea t z c á ó e i< < e < e ótó< l e k 4
c.. Céél«éee~ á léte & ~ . . 4»CRC »<<c ~t 4 c e ú ooeéréoeQap4R<
'.4»»ér»ó c<t»o»loúltoe,~ á<rró<ottcoe <<%Roce 4 le e<cecee » »tecleé
tel< <Rlcc é ~ e c etóllól ' ' «C R ol <etlé 4 4 » eeéeéctc» ~é Réo „"
I

é<e»dr<e . ~ t é »c J 4e t » et lcceeí c éj ~ ~ ~ e o eolcecóeíe < tc< Rt o i

.Jl ée t ecet 4 4 4» l l e c út R - l E<t ú< úú ' ' I ~ ~ . , l eé t c E 1f»ér~o ~ A IOC


lceí' Alecté<t~j» c tR »oc ~~ l ' o<o»c' '"<<lccé 4» Xteté úl e»C &c e <có
<» i ólretcóc cc<ct <é ' i ó Rctt t a <ó o ol úú úc<é c o~ R c< «l t d ó t a c 4 s a té oc<cc 1«ú
<éo < ocoool « á ú é o l t ¡ e, . tú<.t ú
c ' < s „ ~ ú ú t e ó ú ó<olúc> ~ > c<él<e» acc­
<»leéré cl mollee < ú tú<<o<~a'í r < l l @ ' %o<ll«»Coco ~ c»lúe ló e áú ' c»e, lic »oe ee
Mk < eéocc< . .' R .«<l<et c« ct< k c ú út<ó úc'.«< < úk ~ l <c < c«R »$ ' o ' «éú<t<o<úo< r<ú
llookl»ll< l úú cc< M ~ c ú t' ú ó . ú « e tc<«c@el« ~ úoú t ~ e l< c h
e ' « ' oc wt . w ó <<clo „:.C«úú ' «<tú c,c<ce cóú t i l o á lc ó eeetee ee

.Col<, < c & 4 » e t oó <»ú'c letel1t@ko A < llúo<~ ' l l »<c e l<el, ~ c.

rgg llteélrúeó : «eeecoí é»téééee tcce g+ .motos-aiy&id lké..Reto t"l»e«

<él ' ' ' '~ ~ t tó ct ~ R ú :


é l»»w ,~ ' c oicóélt"o l e

Parece qu e habí a momentos en qu e el «patr iotismo>


e xaltaba may or mente lo s án imos de los »Defensores d e
Nicar agua i y este entusiasmo se tr ansfor mab a e n l a tea
incendiar i a y e n l a sangr e ver tid a a t o r r entes, si n di s­
tingos raciales, políticos, ni de clases.
Juan Santos M or ales fu é un o d e los j efes san di nis­
t as que menos cr ímenes cargaron e n su D E BE : si n
e mbar go, veamos l o qu e i n f or m a a San dino r espect o a
s us op eraciones so br e el mencionad o D ep ar tament o d e
Le6n, con fecha 15 de Noviembre de 1931.
Trascri bimos lo s p á r r afos más i m por t antes, r e spe­
tando com o si em pr e l a or t ogr af ía:

R L V E R D A D E R O S A N D I N O
—288—

A todo simpatizador de Moncada que cas sn nuss.


tras manos le vamos extendiendo su pasaporte para que
pase a ser espíritu; ssl pues ei 7 de Noviembre qus pa­
samos por el pueblo de Sn. Nicolás, el cual, sin hacer un
tiro nos desooup6 el enemigo, capturamos al Alcalde del
mencionado pueblo, de nombre AM I Lanuza, y lo manda­
mos a chalequia~r; este e ra un i nvencible p ropagandlsta,
s la cuenta ds éi . . . . . .
A otro Moneadista de nombre Leonte Hilario Alfaro
ue por cierto somos del mismo pueblo de Somoto Gran­
s ls mandamos a quemar su casa-haalsnda, con todo lo
q ue encerraba en ella. . . . . .

Es inexacto, que el puebl o de San Nicolás, haya


sido desocupado por fuerzas del Gobierno, como l o ase­
gura Juan Santos Morales, pues dicho pueblo no tenfa
entonces, ni ha tenido después, destacamentos de Marinos
o Guardias. Fué ésta una forma empleada por los j efes
sandinistas, para levantar el entusiasmo entre sus simpa­
tizadores.

C O L I N DRES IN V AD E E L OCCIDENT E
DE L A R E PÚ B L ICA

El dfa 18 de Noviembre de 1981, Juan Gregorio Co­


lindres, uno de los cabecillas sandinistas de mayor re­
nombre, invadi6 la hacienda <Portobanco> del departa­
mento de Le6n, situada como a doce leguas de la ciudad
cabecera. E n esta propiedad fué capturado su condueño,
don Jorge Herdocia, a quien Colindres impuso una con­
t ribución, que debía pagar inmediatamente, y como H er ­
docia n o t uvier a d in ero , t uv o q u e f i r ma r u n « q uedan »
por l a cantidad detallada, par a ser cubiert o e n br eve
tiempo, entregándole al mismo tiempo, ocho de las 'mejo­
res bestias de la hacienda, quesos y otras cosas que ne­
cesitaban los invasores.
El cabecill a Colindres, que en hor a menguada se
habfa afiliado al sandinismo, apenado d e l o que hacfa,
dij o al señor H erdocia al despedirse de él : «Nosotrosno
s omos bandoleros. Esos andan con Pedrón. Somos un
ejército de orden y de paz». Luego, le record6 l o del
<quedan>, par a qu e fuer a cubierto en el tiempo conve­
nido.
La impresi6n que causaran en el j oven H erdocia los
acontecimientos de esa noche, dejaron una huella indele­
ble de horror en su alma, a tal punto que enferm6 del
corazón y falleci6 poco tiempo después.
Don Antonio Pastora Gurdián, se encontraba al dfa

O EL CAL VARI O DE LA S SE GOVI AS


siguiente en su hacienda ~L a Flor», cuando recibi5 la vi­
sita inesperada de las huestes sandinistas, que lo ama­
rr aron, 'lo despojaron de su pistola y de una máquina de
escribir y l o amenazaron de muerte sino no entregaba
los tiros que corresp$ndfan al arma que portaba. Cuando
hubieron tomado todo lo qu e les pareci6 e n gana, le
exigieron f irmar un ~quedan>, por l a cantidad d e mil
córdobas que debfa hacer efectivo en tren plazo perento­
rio, bajo la amenaza de perder l a vida si no lo hacfa.
Colindres y sus hombres, en la cruzada que hacían,
llegaron a l a hacienda <San Pablo> de do n A ristides
Herdocia„ en donde arrasaron con todo lo que allf habfa,
dejando por donde pasaban huellas indelebles d e sus
pisadas.
E n la hacienda «Serrhdera»,,en j urisdicción de El
Sauce, un piquete de fuerzas sandinistas captur6 al joven
Marcelino Guerrero, hijo de don Miguel Guerrero, oriun­
do de la ciudad de León, de famili a l iberal y mu y va­
liente. E l joven Guerrer o permaneci6 secuestrado por
los sandinistas, y no le dieron libertad hasta que entre­
gó l a cantidad de quinientos c6rdobas, por s u rescate,
q ue con mi l esfuerzos consigui6 reunir s u f amilia en la
Metrópoli, cuando llegó un cerreo a dar cuenta de lo que
pasaba a su s deudos inmediatos. D e no ser asf, l e ha­
brfa sido aplicado el ~corte de chaleco», segihn notifica­
ción que le hicieron.

SANDINISTA ESPECIALIZADO EN INCENDIOS


Hemos dicho al principio de esta obra, qu e Marcial
Rivera Zeled6n er a un individuo especialista en el r amo
incendiario. E n efecto, su tea arras6 con innumerables
casas de las haciendas y fincas, y de h umildes r a nchos
de v alles y caseríos. Hemos de advertir qu e e n esta
obra vamos presentando solamente los actos más nota­
b les de cada j efe sandinista, pues si fuéramos a hacer la
historia completa de cada uno, serfa u n l i br o de nunca
acabar.
Veamos este spécimen de R ivera Zeled6n, dirigido
al honorable caballer o y ex-Senador de la República Dr.
Trinidad Castellbn, de fech a 1 8 de Noviembr e d e 1981,
r espetando la espantosa ortograffa en que fué escrit a l a
carta:

"Señor do n Trinida Castellón. As f como asido


destruida su asienda asi sera des truida au bida y toda
ejenarasion y aunque este entremedio de mil o mi s ma­

EL V E R D A D E R OS L S D I N O
ehoa de alli lo bamos a sacar del pelo, nosotros le bamos
a enseñar que cumpla o lo hacemos cumplir para serles
comprender que con las armas l ibertadoras nose juega
por que ustedes ansido la causa de la r r uina De Nicara
u a asi como an sido tr aidores asupatria tendrá n q ue
c ree en dificultades nosotros les bamos a enseñar q u e
tengan amor a su patria y. si quier e póngase a l a eabe­
sa delos machos para aserle comprender que con las ar­
mas libertadoras nose juega. Es cuanto le asimos sa­
ber.
Patria y L ibertad Sargento mallor .
(f) MARSIA L R I BERA SE L EDON."

Dos dfas después, Marcial Rivera Zeled6n enviaba el


siguiente informe a .8andino:
"Se tomaron E l Jicaral, el enemigo n o di spar ó ni
un tiro . Pensé yo que el enemigo se estaba ar recostan­
d o par a donde ellos; pensé quemar tr es haciendas en
las rondas de Esteli para llamarle la atencion al enemigo,
.como lo cual así fué. Pase coa toda la fuerza pa ra el 1u­
ar de los potreros; de alli l e notifiqué al senor T r i ni­
ad Castellon, dond e dij eron Castelldn y lo s Nogueras
ue no pagaban, porque si pagaban er a hu millársele a
andino. Para que sepan que conmigo no se juega les
q uemé la hacienda "Chirinagua" y la del " Limhn . En
el lugar de los potreros organiza al Capitán Valdivia con
diez nhmeros; y al alemán administrador de "Santa Fé"
dice que si l o dejan cortar e l café, y " L a E speranza".
H mos arreglado conmigo. E l h a declarado qu e no es
dueño sino hacedor de la Hacienda, per o hemos arregla­
do conmigo qus va a dar cien pesos de "cota' por cada
hacienda; cien pesos en mercaderias y cien en efectivo,
p ara el 20 de Diciembre, donde pr incipiar á a da r l os
primeros vestidos del 29 al 80 de este mes, y t ambién
calzado y aceite para la máquina. Los nogueras dijeron
qne no daban porque no estaban para mantener har sga­
nes; entonces yo he pensado despachar al Capitán Mon­
tenegro con eiyresto de la gente para la "R inconada", a
cobrar unas contribuciones. Y o me fu i con cuatr o ayu­
dantes que son cuatro leones y saldré a la Porr a a que­
mar la hacienda de los N ogueras para que sepan c omo
es que se burlan de mis órdenes y d imanadas po r Ud.
General yo he venido sin ninguna novedad y pronto ten­
dré el g usto d e encontrarlo s j untos p ar a comunicarle
o tras cosas en privado, que son de mucho mérito en
nuestra causa.
Jefe de operaciones Militares de la Compañia Nv 8
ajo su mando militar.
Patria y L ibertad . Jefe Libertador del H onor Na­
cional de Nicaragua.
Sargento Mayor
(f ) M AR CI A L RI VERA Z E L EDON"

La finca «L a Porras a que se refier e River a Zele­


d6n, fué incendiada el 20 de Noviembre de 1931. Posefa

O E L C A LV A. R I O D E L h S SE G O V I A S
una casa bien construida y cómoda. La lecherfa y el be­
nefici o d e caf é del Dr , T r i n idad Castellón f u ero n i ncen­
diados por la misma cuadrilla, secundada por Rosa Irias,
el 18 de Noviembre del mismo año. La finca sE1 Limón>,
del mismo Dr . Caste116n, fué incendiada el dl a siguiente,
con las carretas y demás'enseres que alli habfa, inclusive
la cosecha de café, que habfa sido recogida y que estaba
embodegada. L os asaltantes, en su obra vandálica se lle­
varon además, de los potreros del Dr . Caste116n, alrede­
dor de ciento cincuenta reses, en varias partidas.
La finca «San Antonioi d e don José Marfa Rivera
fué incendiada en ese mismo mes .de Noviembre, por las
huestes sandinistas.
Toda esta obra de destrucci6n innecesaria, llevada a
cabo por Rivera Zeledón, era ordenada po r Sandino, de
acuerdo con ' las amenazas que desde México l anzara
otrora contr a los que no se pusieran de su parte en Ni ­
caragua.

MUERTE DE FEL /CITOS PRADO


A mediados de Octubre de 1931, ocurrió l a muer te
del cabecilla sandinista Felicitos Prado, en un encuentro
que tuvo con la Guardia Nacional, y en el q ue su cuadri ~
H a fué derrotada y dispersa. Como consecuencia de di ­
cho combate quedaron en el campo de acci6n varios he­
r idos, lo mismo que el cadáver del mencionado jefe. E n
el registro que se hizo en sus vestiduras fué encontrado
en uno de los bolsillos e l siguient e documento firmado
por Juan Santos Morales R.
"Campo de Operaciones Mi litares de l a Columna
Exy edio4 naria N~ 2, 10 de Octubre de 1SZ1,
Senor Comando de Policia don . Fellcitos Prado.—Yala.
güins.
Mi apreciable hermano:
P or la observación qu e vamos haciendo en l a j i r a
que se nos ha ordenado efectuar, consideramos compro.
m etidos a varios traidores que tienen comprobados su s
delitos. E n tsl vi rtud y si n ninguna excusa sirvase Ud.
organizar uns comisión con los números que Ud. consi.
dera necesarios v nssar a l V alle de . Cu>e r mandar a
D ECAPI TA R CON TOD A L A FA MI L I A A B L A S Y
PASCASI O GONZAL E Z quienes son los tr aidores que
están haciendo la confusión en el mencionado Barrio.
Después d e C H A L EQUEADOS se ser vir á Ud. a
proceder tncendiar las casas de los ys dichos traidores,
dando parte inmediatamente al Jefe Supremo en el Cuar ­
tel General.
Esto se lo ordenamos a Ud. de conformidad con

E K V E R D A D E R O S A N D I N O
—287—
Ias facultades 'e instrucciones que hemos recibido de la
Jefatur a Suprema de nuestro mismo Ej ér cito, pues tene­
mos facultades para ordenar TODO L O QUE MAS CON­
VENGA A NUESTRO EJERCITO. Advirtiéndole que so
mos conscientes y no queremos operar con injusticia, por
consiguiente tenemos completo conocimiento de lo que es
ju~to e injusto también.
Los señores que le ordenamos que CHALEQUEE
son motivos poderosos para la buena marcha de nuestra
noble causa.
Esperamos que Ud. dar á cumplimiento a la presen­
te órden y acusar a recibo de ella por l a cor diller a que
va para el interior si n perj uicio de que lo par ticipar á al
Jefe Supremo.
Guarde esta nota para en cualquier caso de respon­
sabilidad aunque no la tenga, sino que ha sido en cum.
plimiento de órdenes superrores.
Atentamente su hermano.
Patria y L ibertad
(f) JUAN SANTOS MORALES R.
Coronel, Primer Jefe."

EL SECUEST RO DE G E NT E PU DIE NT E O RDENADO


PO R SA NDI NO
El <Jefe Supremo de las Segovias> había ordenado
el secuestro de gentes adineradas, para aprontar fondos,
que dij o necesitaba para la compra de elementos de gue.­
r ra . Sus hombres se imaginaban que todo el qu e tenl a
una caja de hierro o, ropero escondía en ellas tesoros; y
así es como f uero n captur ados en esos di a s l o s sefrores
Manuel I rias, Rosendo Chavarría y Víctor Gutiérrez.
Sandin o se di 6 cuent a d e l a eq uivocaci6n, per o apesar
d e ello no les di 6 libertad. E r a necesario pagar , par a
poder salir de su campamento, y así l o hizo.
Veamos la carta que a este respecto dirige a l a fa­
rnilia de don Víctor Gutiérrez, refiriéndose a i secuestro
de éste.

"Cuartel General 22 de Noviembre de 198L


A l a f ami li a del señor
Vi cto r Gu t i érr ez.
El M ancotal.
C on est a f ech a ll eg ó d e n uest r o campament o m i l i .
tar, " L uz y Sombra" una not a de don Victor Gutiérrez,
p ara su familia, l a que hoy nos permitimos el gust o de
enviarla a su destino, y manifestarles a la vez de que t o­
do cuanto deseen, y aún periódicos pueden enviar al men­
cionado señor.
También me permito manifestarles, qu e don Victor

O EL CALVARI O DE LAS SE GOVI A S


—288—
Gutiérrez, asi como los señores Manuel I rias y Rosendo
Chavarria, fueron conducidos po r nuestras fuerzas a es­
tos campamentos, por un a errata de nuestr o secretario,
p ues las personas a quienes se han ordenado capturar es
a Ias personas capitalistas quienes están identificadas
como enemigas de nuestro Ejército, pues necesitamos ob­
tener de ellos, contribuciones con qué comprar elementos
bélicos para la continuación de la defensa de nuestro ho­
nor nacional.
Sinembargo, las tres mencionadas personas ya están
en nuestros campamentos y no podremos dejarlos ir, a me­
nos que ellos contribuyan con algunos fondos para i nver­
ti rlos en los elementos indicados, porque estamos seguros
q ue al permitirles el regreso a sus hogares tendrian qu e
darl e el m ap a de nuest ros campamentos a l enemigo . E stas
c osas nos importarian muy poco p orque al permitirles el
regreso nosotros cambiariamos totalmente nuestros campa­
mentos militares, y no seria graci a meternos e n t antos
afanes para proporcionar un placer a mal agradecidos.
Por otra part e pueden Uds. estar seguros d e que
los t res señores en cuestión aqu i están r ecibiendo constan­
temente lecciones de dignidad nacional, y mañana darán
g racias a Dios por la suerte que han tenido de estar en .
tre los Defensores de la Soberania Nacional de Nicaragua.
Muy atentamente y seguro servidor,
Patria y L ibertad
A. C. SANDINO"
[Sir sollol

LA T OM A D E C H ICH IG AL PA PO R C O L I N DRES
El día 24 de Noviembre de 1931, domingo, tempra­
no de la noche, y mientras los habitantes de Chichigal­
p a se dedicaban a celebrar los primeros novenarios de
La Purísima, la gente se sobrecogi6 de terror a l di fun­
dirse l s n otici a d e que fuer zas d e Sandin o estaban t en ­
d idas en l íneas de fuego, r odeando completamente l a
ciudad. Poco después, la verdad se comprobé' , cuando
h ombres perfectamente equipados, portando divisas r oj o
y negro, uniformes kaki y sombreros iguales a los de la
G u ar dia, asaltaban l a ci udad , l l evando como j efes a l o s
cabecillas Juan Gregorio Colindres, L@pez y Umanzor.
Sin oposici6n de los vecinos, se oyeron los primeros
disp aros, a los g r i tos d e ¡Viv a el Gr al . Sandi no ! j Viva el
Gral. Colindres! jViva el Coronel Umanzor ! jViva el Co­
ronel L opez! jMueran los Machos! jMuera la Guardia!
j Adentro muchachos!
Los sandinistas e n número como de doscientos, hi ­
cieron i r r upción en todos los sectores de la ciudad, en

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—289—

medio del trepitar de las ametralladoras y de los fusiles


que vomitaban fuego. Asaltaron el Cuartel de la guardia
con poco trabajo, muriendo her6icamente en s u puesto
el policfa Francisco Castro, de un tiro d e Con.C6n, que
le desbarat6 la masa encefálica. E r a éste el único defen­
sor qu e all f habfa, y su m uerte f u é i nnecesaria, p ues
bien pudo ser capturado o conminado a rendirse ante
fuerzas mayores.
En aquella noche de horror, el grito de las mujeres,
el llanto de los niños y el correr de los hombres que re­
g resaban a sus casas, es algo que no se borrar á de la
mente de aquellos habitantes, habiendo algunos, como
don Aristides Castell6n, a quien saqueron su tienda, cu­
ya salud ha quedado perturbada hasta la fecha.
Demás nos parece decir que al asalto sigui6 el sa­
queo a los diversos establecimientos comerciales que alli
h abia, forzando las puertas o rompiéndolas a golpea de
hachas, machetes y golpes de culata. Ocuparon bombas
de d i n amita, qu e lo s san di nistas tenfan e n a bu ndancia,
causando destrozos, entre otras en la casa de don Julián
González.
En la tienda de don Aristides Castellán a quien an­
'tes nos hemos referido, no sólo se verific6 e l saqueo,
sino qu e los sandinistas r om pi eron l a caj a r egi str adora,
extrayendo de ella la vent a de l di a; destruyendo por
gusto a culatazos las urnas y vi trinas, dejando estantes
y mostradores desmantelados p or c ompleto.
La tienda de don Raúl Hernández Fornos fué tam­
bién saqueada, calculando las pérdidas en muchos cien­
tos de c6rdobas.
Don Leandro H. Chamorro fué amenazado de muer­
te en su establecimiento, cuando lo llegaron a abrir , po­
niéndole rev6lveres y r ifles en el pecho y en la e spalda
y golpeándolo de paso con las culatas, despojhndol o de
cincuenta c6r dobas en efectivo y d e las mercaderfas, pr o­
v isiones de boca, herramientas y medicinas que tenfa a
ia venta.
La fábrica de Aguas Gaseosas de dofia Encarnaci6n
González fué saqueada, cargando los asaltantes con dos­
cientos c6rdobas en efectivo, cajas de chibolas, cincuenta
litros de aguardiente y cuanto objeto de valor e ncontra­
ron en ella.
Donde don David Rodrfguez cargaron los invasores
con cuatrocientos veint e c6rdobas en efectivo, mercade­
rías de toda clase y cuanto a mano hubieron.
En el establecimiento de comercio d e do n Manuel
M adriz, rompieron la s puertas a balazos y a golpes de

O EL CAL VARI O D E LA S SE GOVI AS


hacha, y barrieron con todo lo que en él habfa.
Donde doña Carmen Rizo acabaron con la tienda de
abarrotes que posefa.
En el taller d e zapater1a de do n I smael Mendoza
rompieron las urnas y sacaron de ellas la existencia de
calzado y material de zapaterfa, con que contaba para
traba'ar.
n el establecimiento de la Señorita Angelit a Caj i­
na se robaron cincuenta c6rdobas en efectivo as i como
telas, licores, cerveza, calzado y ropa cosida.
Donde don Antonio Rivas Callejas cargaron con to­
da la poterfa que había, prendas y objetos de valor.
En l a Agencia Fiscal a cargo de don Alejandro A r ­
güello, rompieron l as puertas a balazos y s erobaron d os
cientos córdobas, un revólver, prendas de vestir, alhajas
y demás objetos de la familia Argüello.
Donde doña A nita González d e Acosta barrieron
con todos los artfculos que habfa en e l establecimiento.
En l a Estaci6n del Ferrocarri l se robaron el dinero
que allf habfa en la Caja y que era considerable.
En el taller de mecánica de don Fernando Somarri­
ba se robaron diferentes herramientas, barras, picos, pa­
las, etc., con las que destruyeron la línea férrea.
En el establecimiento <Fuente Luminosa+, de l a se­
ñorita Cándida Ulloa, se bebieron las chibolas y r e fres­
cos, y se llevaron lo s cigarrillos y cuanto l a di ligente
señor it a t enfa a l a venta.
En la cantina «Las Segovias+ se bebieron los lico­
r es y chibolas que allf había, y después se dedicaron a
bailar a los acordes de una ortofónica.
De previo, como se comprende, rompieron las líneas
telefónicas y telegráficas, cortándolas a m aehetazos a fin
de quedar aislados del resto del pafs.
En las oficinas de Comunicaciones arrancaron l o s
aparatos y los tiraron a l a calle, destrozando especial­
mente los del telégrafo; se llevaron un re loj de pared de
la oficina, quemaron los archivos y li b ros, y s e a lzaron
con el dinero que. encontraron.
El saqueo fu é general, y realizado en medio del
mayor desorden y de los gritos aguardentosos d e l os
soldados sandinistas.
Tres horas dur6 l a ocupaci6n de Chichigalpa, pues
a la once de la noche empezaron a dispersarse en dife­
rentes direcciones, par a reconcentrarse a las montañas,
según instrucciones recibidas, seguramente al tener noti­
cias de que fuerzas de Chinandega se aproximaban al
lugar . Y así era, pues poco después lleg6 a Chichigalpa

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—291—

una gasolina, con gente armada, conduciendo al General


Paulino E. Norori, y luego una f ue rte caballerfa y n u­
merosos civiles voluntarios chinandeganos, debidamente
ar mados, al m and o del Cor onel A l b er t o M . Baca qu e to­
davfa tuvieron tiempo de establecer contacto con el ene­
migo, con el que se tirotearon por un rato. A las doce
de la noche llegó de Chinandega u n tre n conduciendo
nuevos auxilios. A l a una de la mañana llegó d e L eón
otr o tr en, cargado de tropas, llevando máquinas de gue.
rra . A simismo llegó la Cruz R oja y C uerpo Médico d e
Chinandega.
Los asaltantes como decimos antes, iban en retirada,

He aqui la fotografia de Juan Gregorio GoHndres (a la


izquierda) y de Juan Ramón Raudales la la derechaJ, jefes
sandinistas, de los que asaltaron Chichigalpa el 24 de No­
viembre de 1931.

sin presentar acción formal a las tropas del Gobierno.


La toma de Chichigalpa s e debió' a insinuaciones
hechas a Colindres y a Umanzor por unos cuantos estu­
diantes universitarios de León, cuyos nombres callamos.
por considerar que han recapacitado después en e l mal
que causaron a la Patria, con los hechos antes apuntados.

O EL CALVARI O DE LAS SE GOVI AS


Estos j6venes hicieron también ver l a conveniencia
de asaltar el tren de pasajeros que iba para Corinto, en­
f ze Chichigalpa y Chinandega, lo que por dicha no se
efectu6.
En la Oficina de Operaciones de la Guardi a Nacio­
nal se encuentran documentos, de puño y letra d e l os
referidos j óvenes, qu e fu ero n lo s d irectores i ntelectuales
del asalto a Chichigalpa y de los robos y muertes ocu­
rridos en dicho lugar, qu e esthn a la orden d e quien
quiera verlos.

EL PDTE. MONCADA Y SU GABINET E


S E T RA SL A DA N A L E O N
Con motivo de la invasi6n sandinista a los departa­
mentos de Chinandega y Le6n, e l Presidente de la Re­
pííblica, General José Mari a Moncada s e traslad6 inme.
diatamente a Le6n, con algunos miembros de su gabinete,
para estar más al tanto de los sucesos que se desarrolla­
ban, y poder dirigir con más eficacia las actividades de la
Guardia Nacional en uni6n del Jefe Director de esa Ins­
titución, General Matthews, alojándose en los altos del
Hotel Metropolitano, ahor a E sfinge.
El Presidente Moncada, no s6lo se ocup6 de l a de­
fensa de las ciudades de Occidente, sino que quiso darse
c uenta personalmente de los trabajos. ferroviarios en l a
r uta al Sauce, presentándose inesperadamente en l a E s­
taci6n de Rota, entre el asombro de lo s tr abajadores
e mpleados que alli había y quienes t enían noticias de
un próximo ataque de las tropas sandinistas a ese lugar.
La presencia del General Moncada devolvi6 la confianza
perdida, y al medio dia regres6 a Le6n, con l a pequeña
escolta que lo acompañaba.
Antes de acostarse esanochedel 28 de Noviembre, el
Mandatario tuvo una entrevista con el General Matthews,
acerca de lo que debía hacerse para poner la s ciudades
de Occidente a cubierto de cualquier asalto.
H acia apenas tres horas que el Gr al. Moncada y el
Jefe d e l a Gu ar di a s e h abían acostado , cu and o f u er on
d espertados po r u r gentes l l amadas del teléfono. E r a l a
noticia de que Colindres y sus hombres habian asalta­
do l a Estaci6n de Rota, capturando a los Guardias N a­
cionales que resguardaban la Estaci6n, a quienes habían
despojado de su ropa y luego azotado. H a y qu e adver­
tir qu e Colindres no fué nunca sanguinario, y qu e él
mismo escap6 de perecer a manos de Sandino cuando

E I V E R D A D E R O . S A Ã D I N O
—293—

tr at 6 de oponerse a las t er r i bles órdenes del J ef e Su pr e­


mo de las Segovlas.
Por demás nos parece decir que después de l a pe ­
queñ a r ef ri eg a lo s sandinistas se dedicaro n a r obar en
Rota, poniendo luego pies en polvorosa, bajo el temor de
las fuerzas que suponían irían a combatirlos. Y así era,
pero, cuando llegaron éstas, habían desaparecido l as
h uestes de Sandino, pasando por la hacienda sSta. Anal ,
d e los señores A r güello Cervantes, donde colgaron al
mandador de Ia propiedad Francisco Jarquín llevándose
todo lo que encontt'aron.

LA M E N T IRA, ARM A USADA PO R SANDINO


Ya hemos dicho repetidas veces que el Cabecilla de
l as Segovias em pleaba l a men tir a p ar a engañar , tant o a
los de afuera como a los de adentro; pero la verdad te­
ní a q ue abr irse paso, y el l a h a hecho ve r co n tod a cl ar i ~
dad a l t r avés d e los años, que a l o qu e aspir ab a Sandino
realmente, er a a l control mi litar de Nicaragua, ponien­
do a alguno de sus inspiradores como Presidente provi­
sional de la Republica.
El siguiente es un fr agmento de una carta que, con
fecha 12 de Diciembre de 1931, dirigi6 Sandino, desde su
Cuartel General de La s Segovias, a su s lugartenientes
Juan Pablo Umanzor y Santos L6pez.
D ice así :
"Hoy mismo se les escribe a los hermanos Genera­
les Juan Gregorio Colindres y Juan Santos Morales, ma­
nifestftndoles que, en l a ciudad de San Salvador, hemos
organizado u n Comith denominado "PRO--L IBERACION
DE NICARAGUA" y qu e hemos nombrado a l General
Horacio Portocarrero, Delegado Especial de est a Jefatura
Suprema de nuestro Ejercito, ante el mencionado Comite
y las tropas que operan e n el interior de nuestra Repú­
bli ca .par a que: en l o s casos d e l og rar d e p a r t e d e nues­
tr o Ej ército el control mi litar del pais, que el General
P ortocarrerc, asuma la Presidenci a de l a República de
Nicaragua, pero que el General Portocarrero, n o podrh,
hacer ningun arreglo con el enemigo.
Patria y L ibertad.
(f) A. C. SANDINO"
(Un sello)

Dos días después, el 14 d e D i ciembr e d e 1931, San


dino se dirigía a los jefes de la columna N' 3, Francisco
Estrada y Zacarías Padilla, en un a comunicaci6n cuyo
final dice:

O EL CA L VA RI O DE LA S SE GOVI A 8
—294—
"El Comite "PRO--LIBERACION D E NICARAGUA"
que con prominentes ciudadanos nicaragüenses hemos or­
ganizado en San Salvador, está, dando formidables resul­
tados y actualmente están haciendo crecer nuestras co­
lumnas en hombres y armas. Posiblemente que e l Gr aL
Horacio Portocarrero, será designado por Nosotros a Pre­
sidente provicional de la República, pero no por medio de
elección, si no que al conseguir el control militar del pais.
El General Portocarrero H A F I RMAD O L A PAUTA
COMO MI EMBRO D E N UESTRO KJERCI TO, e igual­
mente los Ministros quienes formarán s u G abinete p ro vi­
cional; todas las cosas están listas a este respecto y muy
pronto les comunicaremos muy detenidamente todos los
resultados".

A continuaci6n el Jefe Supremo de las Segovias di­


rigi 6 el siguiente pliego de Instrucciones al Gral. Porto­
c arrero, residente en San Salvador, l o mismo qu e C r e
d enciales de Delegado E special de l Ej ército, ant e el
Comité Pro-Liberaci6n de Nicaragua en E l Salvador.
Helas aqui :
~INSTRUCCI ONES PARA E L GRAL. H ORACI O PORTOCARRERO
EN SU CARACTER DE D E L EGADO ESPECIA L D E L A J E FATU­
R A SUPREM A D E N UESTRO EJ ERCITO , A NT E E L COMI T E
< PRO- L I BE RACION D E NI CARAGUA ' Y L A S F UERZA S M I L I ­
TARES QUE OPERE N E N E L I N T E RI OR D E NUESTR O PAI S,
C ONTRA L A I NVACION YANKI Y LOS TRAI DORES A LA PAT RI A

l' — El General Portocarrero al recibo de. la presente,


se servirá pasar al Comité <Pro-Liberaci6n de Nicaragua»,
en esa ciudad capital, y presentará a los Miembros del
Patri6tico Comité, un saludo fraternal en nuestro nombre,
m anifestándoles a la vez que gustosos hemos aceptado a
sus designios par a i lustrarles en nuestros prop6sitos de
redenci6n Patria; y que todos nuestros esfuerzos debe­
r án i r encar r i lados hacia e l p r op6sit o d e consegui r el
c ontrol militar de Nicaragua, por las fuerzas de las ar ­
mas, é impedi r cualquier f arsa eleccionari a que quier a
efectuarse en nuestro pafs con supervigilancia ex traña.
También dar a lectura a todos los documentos qu e con
esta fecha se le envian al General Portocarrero.
2' . E l General Portocarrero, un a ve z reconocido,
DELEGADO ESPECIAL D E L A JEEFATURA SUPREMA
DE NUESTRO EJERCITO, por el Comit é «Pr o- Liberación
d e Nicaragua>, se servirá pedir e n nuestro nombre, al
m encionado Comité, que si él es persona gr ata, que le
a cepten en su carácter d e D el egad o E special d e l a J e­
.fatura Suprema de nuestro Ej ército, el honor de asumir

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
interinamente la Presidencia de la República de Nicara­
gua, en los casos que nuestras fuerzas militares logren
derribar de l poder a Moncada o que al tomar mayor
fuerza nuestro movimiento Revolucionario en el I nterior,
se nos hagan pr opuestas d e paz, en qu e e l enemigo,
acepte entregar la Presidencia de Nicaragua a un desig­
nado por nuestr o Ej ército. Desde luego: el Gr al. Porto­
carrero estarh actuando como miembro de nuestr o Ej ér-.
cito, y por lo mismo; sujet o a la disciplina que i mplica
nuestra pauta; n o pudiendo por l a misma razón hacer
ningun arreglo de paz con e l enemigo, sin l a previa y
directa autorizaci6n de este. Comando General: quien an­
tes de autorizarlo, tendría que estudiar d etenidamente
las bases de paz propuestas, que tendrían que ser com­
patibles con nuestr o H onor Nacional y con l as a spira­
c iones de nuestro Ej ércit o. .
3 ' — El General Portocarrero, queda con el deber de
a sistir a cualquier llamamiento que en su caracter de
Delegado Especial d e l a Jefatur a Suprema de nuestro
E j ército, pueda hacerl e e l Comit b «Pr o Liberaci6n de
Nicar agua», y a sea p ar a i nf or mar l e alg o qu e e l C o mi té
necesite que conozca este Comando General, o par a que
se conduzca al interior de Nicaragua a organizar un go­
bierno provicional compuesto de Ministros quienes acep­
ten formar parte del Gabinet e sostenido po r nuestras
armas libertadoras. E n atenci6n a esa hip6tesis; el Ge­
n eral Portocarrero, queda autorizado para organizar un
Gobierno provicional; bajo la condici6n de que los ciuda­
danos quienes f ormen parte del mencionado Gobierno
Provicional, deberán firmar como miembros d e nuestro
Ej ército, la Pauta qu e nos r ije; pues quien no esté con
nosotros, estará con el enemigo. Permítome aquí mismo
indicar el nombre de algunos ciudadanos quienes serían
del agrado de nuestr o Ej ército, par a cualquiera de l as
carteras gubernativas; a saber : D r . Escolástico L ará, Dr .
Rosendo Argüello, Dr, José Jesús Zamora, Dr . Ar turo
Vega, Dr. Modesto Armijo, Gral. Juan Francisco Berrios,
Gral. Francisco Paraj6n, Sr. don José Le6n L eiva, Sr. don
César Augusto Terán, Sr. don Gustavo Alemán B olaños
y Sr. don S alom6n d e la Selva.
4>—El General Portocarrero sacará copia impresa de
nuestra Pauta en un buen l i br o en blanco qu e r evista
completa seriedad y será en él, en donde firmarán como
miembros de nuestro Ejércit o sus Ministros y el Señor
Presidente General Horacio Portocarrero.
5' — El Gral. Portocarrero, se servirá ponerse en con­
tacto con el Dr . Pedro José Zepeda e n México, D. F,.

O EL CAL VA RI O D E LA S SE GOVI AS
quien a la vez tiene la Representación General d e nues­
t r o Ej ército, per o que desde hace más de u n año, no
hemos recibido satisfactorias noticias del Dr. Zepeda, por
lo que deberá' preguntársele sus últimas determinaciones.
También necesitamos saber que si el Doctor José Jesús
Zamora, reside. te en Sa n Salvador, recibi ó por escrito,
la Representación de nuestro Ej ército en esa República,
que debió haberla enviado el Dr . Zepeda, por instruccio­
nes de este Comando General.
6 ' — El General Portocarrero, queda autorizado par a
aceptar de personas é instituciones, apoyos desinteresa­
dos que n o en trañen compromisos políticos de nuestra
parte.
?' — Las Comunicaciones, deberán enviársenos por el
mismo conducto ya conocido.
Cuartel General del Ej ército Defensor de la Sobera­
nía Nacional de Nicaragua, Las Segovias, Nic. C. A., Di­
ciembre 15 de 1981.
Patria y L ibertad
(f) A. C. SANDI NO5
(Un sello)
En la instrucción N' 2, dice Sandino que sus tropas
tratan de derrocar al Presidente Moncada. Si n embargo
se recordará que en un párrafo de una carta que el mismo
S andino escribió a Alemán Bolaños, el 9 d e A gosto l e
dice lo siguiente: "TAMPOCO ESTAMOS PELEANDO POR
DESALOJAR A MONCADA DEL PODER."
Como se ve a unos les decía una cosa y a otros l o
c ontrario. E n las instrucciones dadas a Portocarrer o l e
dice que: "EN CASO DE SER ACEPTADO POR EL CO­
MITE PRO L IBERACIONES DE NICARAGUA ) EN SAN
SALVADOR( EL GRAL. PORTOCARRERO" ASUMIRIA IN­
TERINAMEN~TE LA PRESIDENCIA DE L A REPUBICA) si
s us fuerzas lograban derribar de la presidencia al Gr a
Moncada.
No estaban Sandino y sus gentes peleando contr a
el Gral. Moncada, según reza la carta a Alemán Bolaños
y sin embargo había que derrocar al Gobierno de Mon­
cada. E l lector j u zg ar á qu e es l o qu e deseab a San din o
en realidad.
«CREDENCIAL A FAVOR DEL SR, GRAL. DN, HO­
RA,CIO PORTOCARRERO, ANTE EL COMIT E «PRO-LI­
BERACION DE NICARAGUA' , Y LAS FUERZAS MILITA­
RES . Q,UE OPERAN EN E L INTERIOR D E NUESTRO
PAIS, CONTRA L A INVACION YANK l Y LO S TRAIDO­

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
R ES A L A PA T RI A N
«El suscrito General y Jefe Supremo de l Ej ército
Defensor d e l a Sob er anfa Nacionai d e Nicar agua, en uso
de las facultades conferidas por el mismo Ej ército,
ACUERDA:
Expedir la presente credencial de DE L E GADO E S­
PECIA L 'D E L A JE FA TUR A SU PREMA. D E N UESTRO
EJERCITO, ante el Comité «PRO LIBERACION DE NICA­
RAGUA+, en San Salvador ; y la s fuerzas militares que
operan en el interior de nuestro Pafs, contra l a invacién
yanki y los traidores a l a Patria, al señor General don
Horacio Portocarrero, quien tr atará con el mencionado
Comit4 y con los Jefes Militares de las fuerzas expedi­
cionarias de l I nterior de nuestr a República, cualquier
asunto relacionado con nuestra lucha d e emancipación
Nacional. Quedande el señor General Don Horacio Por­
tocarrero, autorizad@ a resolver cualquier circunstancia
que amerite la determinaci6n de un alto Jefe responsable
y autorizado por este Comando General de nuestro Ejér
cito. No pudiendo el General Portocarrero, resolver nin­
gún arregl o de paz con el enemigo, a menos que por
autorizaci6n directa de esta Jefatura Suprema,
Expedida en el Cuartel General del Ej ército Defen­
sor de la Soberanfa Nacional de Nicaragua, Las Segovias,
¹c., C. A., Diciembre 15 de 1931.
Patria y L ibertad
(f) A. C. SANDINOs
(Un Sello).
A Pedr6n Altamirano, como a los otros cabecillas San­
d inistas inform6 su jefe el 19 del mismo mes, acerca de
la designaci6n hecha en e l G r al . Pdrtocarr er o p ar a Pr e­
sidente inter in o d e Nicar agua. A l f i nal d e l a co m unica­
ci6n dirigida a Pedr6n por Sandino, le dice lo siguiente:
"T odas estas cosas son "ensallos" de Gobierno qu e
e stamos llevando poco a poco hasta lograr consegui r el
régimen de que ya le hable".

P ED RÓ N A L T A M IRAN O S E M B RA N D O E L
TERROR EN L A COSTA AT LANTIGA
Mientras est o sucedfa en el interior, en el L itoral
Atlántico el f amoso Pedr6n Altamirano, engrandecfa a

O EL CAL VA RI O DE LAS SE GOVI A S


— 298—

N icaragua con l as horribles decapitaciones llevadas a


cabo por él y sus gentes en pacíficos e indefensos ciu­
dadanos. Veamos lo que sobre este particular informaba
a Sandino el día 28 de Diciembre de 1931:
«. . . . . ,General, do Culoulnits tra igo u n i n dividuo
ue se requiere el nombre de Alberto Válle, es de Btue­
ields, y t>ene u n lavader o de or o en Cuicuinita y le he
notificado dos mil dólares de contribución por su rescate,
los cuales ya se di rigi ó a su abogado para halisten ese
dinero.
También le tomé cuarenta y ocho onzas de oro al
ya mencionado señor, seis mulas y otras cositas que te­
nía en su casa.
E n esta gira, que hice fusilaron por orden mí a y
c onforme instrucciones que Ud. me ha dado a los traido- .
r es siguientes: CH A RL E H A SL AM , CONSTANTI NO
'OLI VAS, PEDRO DUART E Y JOAQUI N ACOSTA . E s.
tos Duarte y Acosta ha n sido autoridades puestas por
los "machos" . También fué juzgado en Consejo de Gue­
rr a un hij o de Acosts, quien r equiere el nombre de José
A costa. Estos j uzgados estaban en Siuna y Wany . E n
lss cuchillas, j ur>adicción de Jinotegs, tamb>én fué pasa­
do por l as a rmas S ixto Gutiérre z. . . . . . "
(f.) PEDRO ALTAMIRANO" ~

En desagravi o de l a ver dad, debemos deci r q u e l os


M ar inos A mericanos n unca pusieron autor idades de l o r ­
den civil en ninguna parte d e Nicaragua, y qu e Carlos
Haslam fué capturado por Pedr o Antonio I rías y Sim6n
González y 'no por Pedr6n como él lo afirma.
Diss antes había sido ultimado u n i nfeliz maestro
de escuela del cacerío de Asang, James Paid, por el gra­
vísimo delito, para los sandinistas d e haber encontrado
estos una banderita de los Estados Unidos dentro de un
libr o de Paid.

P ORTQCA RRERO Y L A M F N T IDA AY UDA D E


EL SA L VA DO R

E l Gr al. Horacio Portocarrero había hecho creer a


Sandino que iba a consegui r elementos y fuerzas sufi­
cientes en la Repüblica de E l Salvador para venir a Ni­
caragua en su ayuda, y Sandino a su vez le hacía creer
a Portocarrero que él seri a el Presidente provisional de
Nicaragua, autorizándolo para organizar su Gobierno con
los ministros que creyese conveniente. Ambos j ugaban
con cartas m arcadas; y en ap oy o d e nuestr o aser to, véa­
se el siguiente párrafo de una carta que dirigi6 Sandino

R L V E R D A D E R O S A N D I N O
al cabecilla Francisco Estrada, desde'su Cuartel General
e n Las Segovias, documento que también fué dirigido a
Juan Gr egorio Colindres y Juan Pablo Umanzor. Dice
asf, en su part e conducente, y como siempre respetando
la horrible ortografia con que fué escrita:
"Como se los manifesté en nota anterior , también
tenemos organizado un Comité en San Salvador que está
tratando de introducirnos armas y hombres para corn­
batir al eriemigo en el interior de nuestro pais; esas gen
tes seguramente, tr ataran del control d e L e6n y se les
aglumerarh a Ustedes.
El General Portocarrero ha firmado nuestr a Pauta
c omo miembro de nuestro Ejército.. . . . . . . . . . .
Sinembargo, si Uds. logran preseiitarse primero en
el lugar qu e lleva i ndicado el General Salgado, en ese
caso, sera el General Estrada quien tomara el lugar d el
General Portocarrero, y organizará el asunt o co n Uds.
m ismos; asi combiene. . . . . . . . . . . .
Entre las instrucciones que lleva el General Salga.
do, va la de los lugares d e donde nos deberán enviar
correos es peciales. Tambien lleva instrucciones para
unos VI VA S. . . . . .que son urgentlsimos y mejor que cual­
uier ar enga po r que con esos vivas. . . . . .se influye mu­
c i simo en ef ánimo moral del Pueblo y s e combencen
que todo es un s6lo Ej ército y que no existen los gr u­
pos aislados de que habla el enemigo.
"INSTRUCCIONES PERSONALES MIAS PARA USTED.
DES EN MI CARACTER DE HE R MANO AMOROSO

C ada un dia he ido asentuando con hechos m i au .


toridad moral, tanto ante nuestro Pueblo, como entre
vosotros mismos.
Estrada, es uno de los mejores testigos por haber
andado más cerca de mi, de qu e siempre no s at iticipa­
mos a conocer las cosas antes que sucedan.
Por no ser aqui, un lugar oportuno para esplica­
ciones tan elevadas, solamente quiero qu e acepten gus­
t0808 llevar c onsigo los t res Ustedes, así c omo S ócrates
y el General Salgado, es decir, los cinco, un estimulo que
a qui mismo les adj unto par a que l o conserven y q u e
cuando se vuelvan a ve r conmigo m e l o enseñen, para
darles las debidas esplicaciones. El Padre Creador del
U niverso se encargará de los demás, '
Reciban Uds. en uni6n d e los hermanos quienes
les rodean, el abrazo fraternal de este vuestro hermano.
Patria y L ibertad
(f.) A. C. SANDINO"
(Un sello) ~

O EL CA L VA RI O D E L A S SE GOVI A S
TRET A L L EVAOA A CAB O POR SA N DIN O PA RA
B U RLA R EL SUFRAGIO PO PU L A R

Como las fuerzas sandinistas que operaban sobre


los Departamentos de Occidente, deseaban atraerse l as
simpatías de sus habitantes, siendo como es el Dr . Juan
B . Hacasa, de Le6n, Sandino pens6 que resultaría d e un
efecto magnífico el que sus hombres llevaran como con­
signa al atacar u n lugar , hechar vivas al Dr . Sacasa,
engrosando con ell o l as fuerzas que operaban baj o l as
6rdenes de Umanzor, Salgado, Colindres y Estrada. Po­
siblemente esta treta haya sido sugerid a po r los miem­
b ros d e l a CI ADE, que buscaba l a maner a de que el
pueblo de Le6n se Íevantara en armas contr a Moncada.
De la sinceridad usada por Sandino y Portocarrero,
juzgarán nuestros lectores, por las instrucciones antes
t rascritas, dadas a los cabecillas E strada, Colindres y
Umanzor.

DESERCIÓN DEL CL AR(N DE ÓRDENES


DE SANDINO
El 29 de Diciembre de 1931, Sandino di o 6rdenes a
todas sus fuerzas a su mando par a qu e inmediatamente
que fuera capturado Pedr o L6pez, de Jinotega, cuya
aprehensi6n recomendaba de un modo especial, lo colga­
sen del primer árbol que encontraran en el camino, con
un mecate encebado.
Pedr o L 6pez, fu é d ur ante l a Gu err a Constituciona­
lista élarín de órdenes de Sandino, pero al ver la s atro­
cidades que se cometían por orden de su j efe, l o aban­
d onó, no queriendo hacerse cómplice de las injusticias y
crímenes de éste. E sto le valió, la sentencia d e muerte
d ictada por e l Jefe Supremo, quien n o pudo darse si n
embargo el gusto que deseaba, porque nunca pudieron
sus gentes lograr poner manos sobre L6pez, quien sabe.
d or de lo que se l e esperaba, ofreci ó sus servicios a la
Guardia Nacional, junto con otros civiles, habiendo coo­
perado de manera importante a l restablecimiento de la
paz en N icar agua; cr ey éndose po r al g unos, qu e su s v i e­
jos amigos no quisieron cumplir. las 6rdenes de su j efe,
pues de otra manera López no habría podido sustraerse
a la muerte decretada contra él.

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—301—

UL T IMO AÑO DE GOBIERNO DEL GRAL


JOSÉ MARfA MONCADA
Entramos al año de 1932.
Año de actividades electorales fué 0ste par a llevar
a la presidencia al ungido con el voto de la s mayorias.
El Dr. Juan B. Sacasa, después de mil y una dificul­
t ades, sale al fin electo candidato oficial del Partid o l i­
beral Nacionalista, par a en fr ent arse al candidato del Par ­
tido Conservador, don Adolfo Dfaz,
Sandino, previendo el tr iunf o de Sacasa, en cuyo
nombre luchar a anteriormente, se aprestaba par a inte­
rrumpir las elecciones a sangre y fuego, dando a cono­
cer con el le la ambici6n d e mando de que estaba po­
aefdo.
Lo i mportante para él er a subi r a l a Presidencia,
después de serl o pr ovisionalmente Pedro José Zepeda,
Horacio Portocarrero, Manuel Valladares, Escolástico L a­
r a o cualquier otro que se prestase a ser candidat o de
zacate, obteniendo luego él el Poder por medio de eleccio­
nes, acuerpado po r el Autonomismo, el Comunismo, el
Laborismo, e l Estudiantado y cuantaa fuerzas pudiera
hallar par a el fi n que se proponfa.
La llegada del Dr . Juan B. Sacaaa a la Presidencia
d e la Republica por el voto d e la mayoría liberales, en
elecciones supervigiladaa por los Marinos equivalfa a po­
ner punto final a las aspiraciones de Sandino y d e mu=
chos,de sus consejeros que soñaban con la Primer Magis­
tratur a de.la Naci6n; estos últimos no po r l a fuerza de
l as armas, sino por l a habilidad polftica que trataban de
desar r ollar a lr ededor del q u e cr efan e l H o m br e Sfmbolo
de Las Segovias. Si n embargo habfa uno entre aus alle.
gados que trabajaba en silencio por l a Presidencia de la
República, y este hábil polftico y pariente de Sandino
era,Sofonías Salvatierra, quien como se verá más adelan­
t e, lleg6 a tener la completa confianza del Guerrillero, y
habrfa sido el que mayores ventajaa habri a sacado del
triunfo de éste el dfa de la victoria.
P ara evitar que el Dr . Sacaaa subiera al Poder , er a
necesario implantar el terror e n e l electorado, par a ale­
jar l o d e laa ur nas, tant o en lo s dfas d e las inscr ipciones
como en el momento d e i r a deposita r su v oto . Sandino
no se acord6 de que Washington ya había hecho formal
promesa de retirar sus tropas de ocupación el 2 de Enero
de 1933; quizá pensando en que, si por cualquier motivo
n o, se practicaban estas, loa Marinos prolongarfan au

O E L CALVARI O DE LAS SE QOVI AS


—302—
permanenci a en N icaragua, dej ándol e u n pr etext o pl ausi­
ble para seguir peleando.
Pero a pesar de lo que el Jefe Supremo de las Se­
govias se proponfa, las elecciones del primer domingo de
Noviembre de 1932 se llevaron a efecto habiendo servido
como auxiliar de l a Justicia las tremendas ll uvias que
en esos dfas se desataron y que obstaculizaron los pr o.
p6sitos malévolos de Sandino, dificuitsndo la movilizaci6n
de sus columnas.
La elección se realiz6 en todas partes de l a Repu­
b lica, y el candidato liberal tr iunf6 con una mayorf a de
veinte mil votos sobre el candidato contrario, don Adolfo
Dfaz, quien el propio dfa de la elecci6n lleg6 de los Es­
t ados Unidos en un avi6n, solamente a contemplar su
derrota.
PEDRO A L T AMIRANO SIGUE EN SU
OBRA D E E X T E RM IN IO
Las órdenes lanzadas por Sandino para intensificar
la guerra fueron un acicate más para algunos de sus su­
balternos, entr e los cuales estaban el famoso Pedr6n Al­
tamirano. E ste, en carta dirigida con fecha 14 de Ener o
a su Jefe le dice lo siguiente:
"En estos dias se han chalequeado a los traidores
siguientes: Genaro Vásquez, Narciso González y Santos
González.
Antes habfan sidos consider ados como tr ai dores todos
a quellos que no estaban dispuestos a dar diner o y pr o
visiones para el sostenimiento de las huestes de Sandino;
ahora también lo eran los que intentaban dar su voto en
las pr6ximas elecciones.
M arcial River a Zeled6n, l e escribfa a Sandino, l o
siguiente:
"L e par ticipo que en Jinotega hay mucho desarrollo
de propaganda a favor de las elecciones sacasistas, donde
les he deshecho las propagandas, les daré machete a to­
d os los propagandistas' .
Igual cosa decfa Sandino, al Capitán Jesus Valdivia
con la misma fecha.
C IUDADANOS QU E S E SA L VA RO N PO R H A B E R
P AGADO SU RESCAT E
En esos dfas tres hombres dieron gracias a Dios de
haber podido salir con vida de los campamentos de San­
d ino, donde los tuvieron secuestrados hasta pagar l a

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—303—

cantidad qu e se les había detallado. E llo s fueron l os


señores Víctor Gutierrez, Rosendo Chavarría y Manuel
Irías, quienes pagaron entr e los tres la cantidad de mil
doscientos cincuenta c6rdobae.
Ha y qu e saber , qu e n o se ex i mían d e estas con t r i­
buciones, ni a las mismas mujeres, pues a la Sra. María
Rizo de Rivera, vecina de Jinotega, le detallaron cincuen­
ta c6rdobas, qu e pag6 ] a pobr e, haciendo u n v er dader o
sacrificio. I gual cosa hicieron con otras sitt hacer caso
de su sexo.

E L ROBO Y E L F U EGO COM O M EDIO D E RED I M I R


A NICARAGUA
E l día 12 de Ener o de
1932, una cuadr i ll a sandi­
'««,9j' n ista, comandad a po r el
famoso Mar cial Ri ver a Ze­
led6n, lleg6 a una finca de
la propiedad de l Sr. Sal­
v ado r R i zo , si tuad a en
Cerr o Gr ande, j urisdicci6n
d e J inotega, y después de
h aber robado l o qu e se
les vin o en ganas, le pren­
di ero n f u eg o a l a casa,
que qued6 reducida com­
pletamente a cenizas. Co­
mo se r ecor dar á a este
mism o seño r R i zo l e ha­
b ía n saquead o an t er ior ­
m ente un a venta bien sur ­
tida, qu e tenía establecida
en Tomay unca, p er diendo
alrededor d e mi l t r escien­
tos c6r dobas.
La persecuci6n, como se
ve, contr a los pseudo-capi­
talistas segovianos se ha­
l laba siempre en vigor , y
El cabecilla sandini st a Corona­ en un o d e los campamen­
do Maradiaga, colocado a l a de­
recha de T r ánsi t o Sequeira, quien tos d e Sandino , l l amado
er a un o d e los j efes má s i n cle­ JOAQUIN T RI NCADO,en
honor d e u n publicista ar­
mentes de las bandas de Sandino.
gentin o a q u ien l l amaba
su Maestro, eran l levados los que n o qu er ian pagar con­
t ribuci6n, para obligarles a en tr egar el d inero, qu e con

O EL OA L VA RI O DE LAS SE GOVI AS
grandes dificultades lograban. ganar.
En r elación con los capitalistas secuestrados, veámos
l o que con fecha 15 de Enero de 1982, decfa Sandino a
su famoso lugarteniente Pedrón:

"Mi muy distinguido y querido hermano:


Tuve el placer de recibi r su muy atenta nota fecha­
da el 6 del corriente mes, en la que nos participa laremi.
sión al campamento JOAQUI N T RI NCADO deí capitalis.
ta Leoncio Navarrete, par a quien en estos mismos mo­
mentos se giran órdenes al Coronel Msrsdiaga para que
lo tenga en detención hasta nuevas órdenes d e este
Comando General . Mi entras tanto se ser vi r á Ud. notifi ~
car a la familia del mencionado Navarr ete, la contribución
que a su j uicio pueda detallhrsele; adjunto un a f ór mula
para que así mismo .sea la nota d e notificación qu e Ud.
envía a la mencionada familia" .

Maradiaga cuyo foto damos a conocer para soláz de


nuestros lectores, era uno de los más hábiles cabecillas
s andinistas en eso d e der r amar sangr e fr at er na y er a el
jefe del campamento donde se reconcentraba a lo s se­
cuestrados hasta que aflojaban el dinero. De este lugar
con fecha 27 de Ener o de 1982, informaba a Sandino lo
siguiente:
"Me permit o manifestar a Ud. qu e la s novedades
por estos lugares no las tenemos. Solamente se ha en­
contrado en e1 Río Cuá, por una comisiónque he mandado
a descubrir est e r i o y encontraron la famili a d e doña
Carmen Cruz con su hij o Mónico Moreno y cinco niñitos
inclusive uno del H ermano Ceferino Mercado. A la seño­
ra con lo s m enores he dispuesto mandarla par a Wam­
blan en donde según ella declara tiene uns hi]a y al r efe­
rido Moreno con esta fecha fué pasado por lss ar mas"

Moreno, a quien se mienta en la comunicación ante­


r i or .era el que hacia de jefe de la casa, y quien con su
trabajo, sostenía a su madre y a los cinco nifios a que
se refiere Maradiaga. Nada de esto fué tomado en cuen­
ta y su cabeza fué a rodar j unto con la de tantos miles
de segovianos, que, cayeron en la lucha redentora, como
la llamaba el +Jefe de las Segovias+.

UN RAYO DE LUZ EN L A CONCIENCIA


DE SANDINO
Hubo algunas personas sin embargo que en medio
d e aquella horrenda carniceri a recibieron garantias de
Sandino; y r elatamos ésto para que se vea que, como en

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
todo cuadro, hubo en la conciencia del Guerrillero de l«
Segovias, rayos de luz que se infiltraron en s u conc>en­
c ia, encallecida por tantos cr fmenes. Veámos un sa l « ­
conducto extendido por él:
«GARANTI A Y RECIBO»
<El señor K ur t Meyer quien goza de todas las ga­
rantías de parte de nuestro ejército y que por l o mismo
se prohibe a los miembros de nuestras fuerzas, cómeter
violencias en las propiedades del mencionado señor; pero
él, gustoso proporcionará lo que esté a su alcance. Con
esta misma fecha me permito en mi carácter de Jefe Su.
premo de nuestr o mismo Ej ército otorgar al señor Me ­
y er el recibo siguiente:
Depositb el señor K ur t Meyer, de nacionalidad ale­
mana, a la Tesorería General de nuestro Ej ército, por el
conducto del Gral. Brigadier Francisco Estrada, l a suma
de DOSCIENTOS PESOS DE CORDOBA (C g 200.00) en
calidad de contribuci6n que le fué detallada por nuestro
mismo Ej ército. E l señor K ur t Meyer presentar á este
r ecibo p ar a su cancelación a l a Tesorerf a General de
n uestr a República Nicaragüense, a l a t er minaci6n de l a
guerra que ti en e entablad a nuestr o Ej ército, contra
l as récuas de bandidos norteamericanos quienes con ci ­
n ismo d e gr andeza están desolando a nuestra bell a y
adorada Nicaragua.
Dado en e l Cuartel General , L a s Segovias, Nic.,
C. A. a los veintinueve dfas del mes de Enero de mil no­
vecientos tr eint a y dos.
Patria y I. ibertad
(f) A. C. SANDI NO'
(Un sello)

Igual cosa hizo e n la misma fecha con los señores


Marcial López, del departamento de Jinotega, y Leopoldo
Salazar, domiciliado en la ciudad de MatagaÍpa.'

LA FUSIL ACIÓN DE L L I DER SAN DINI ST A A G UST IN


F A R A B U N D O M A R T (i E N S A N S A L V A D O R

Tres dfas después, un dfa lunes el 1' de Febrero de


1982, era pasado por las armas, en l a capital salvadore­
ña, el lider r oj o A gustin Farabundo Mar ti , convencido
comunista, quien como se recordará fué uno de lo s que
acompañ6 a Sandino en su viaje a México, en donde ac­
tu6 como su secretario.

O EL OA L V A R I O D E L A S S E G O V I A S
Marti er a el jefe del movimient o comunista que en
aquella república se desarro116, costando más de diez mil
victimas, po r lo que se l e j uzg6 y conden6 a l a pena
capital, junto con Mario Zapata y un estudiant e univer­
sitario llamado Alfonso Luna. Fueron ejecutados contra
los muros del Cementerio General a las siete y cuarto de
la mañana de ese dia, constituyendo su muerte una ver­
dadera pérdida para Sandino a pesar del distanciamien­
to que parecia haber entre ambos, por l as ideas ex tre­
mistas de Mart i que dañaban al Guerrillero de las Se ­
govl as.

EL CO RT E D E CH A L ECO E N L O F I NO
Sandino como compensa»6n al desaparecimiento de
muchos de.sus amigos, se dedicaba al e xterminio de la
gente de la Segovia, sin acordarse de l a triste condici6n
de los pobladores de aquell a zona, que el di a de hoy
respiran aires de libertad a pulmones llenos, recordando
como una horrible pesadilla los tristes años en que estu­
vieron bajo l a férula de Sandino y de su gente; h abien­
do estado a punto, el 21 de Febrero de 1934, de quedar
como un feudo del hombre que babia conseguido quedar
controlando los cuatr o departamentos, teatr o p r incipal
de sus hazañas, si no hubiera sido que un hado benéfico
cort6 el hilo de su existencia.
P edr o A n toni o I r ias, continuab a manteniendo e l t e­
r r o r en l a r egi6n del A t l ántico, quien el di a 28 d e E n er o
de 1932, encontr6 en Tunky al joven Lulio Rivera a quien
más tard6 en ~captura r que mandarle hacer el horrible
corte de ch al , Veamos el informe que dá a Sandino,
el cabecilla I í í, con fecha 9 de Febrero:
"También pudiendo iríamos a Puerto Cabezas, pues
yendo en el v erano, hay oportunidad de quemar las fin­
cas y los puentes de la línea, con est o ganaríamos mu­
cho terreno . . . . . . . . . .."

U N A C U R I O S A F E L I C I T A C IÓ N D E A N O N U E V O
ENV IADA POR SA NDINO A SUS SUBORDINADOS
(Respetando como siempre la ortografia:)
"Señor Sargento Mayor.
Mayor Mar cial River a Seledón.
"F E LI CI TA CI ON DEL J EF E SUPREMO
GRAL. A. C. SANDINO"
E sta Jefatur a Su prema del Ej ér cito Defensor de

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—807—
l a Soberanía Nacional de Nicaragua se complace en f e ­
l icitar a Ud. fraternalmente, e n mi nombr e pr opio y el
de todos lo s Miembros de todos lo s hermanos de este
Cuartel General por la actividad que ha desplegado en
hacer efectivas las contribuciones cuya lista se puso en
sus manos por medio del hermano General Francisco
Estrada.
En la presente felicitacion se l e acusa recibo í)or
la cantidad de T RES MI L DOSCI ENTOS PESOS COR­
DOBAS, que Ud. ha puesto en manos de esta Jefatur a
Suprema como producto de las contribuciones forzosas
a los capitalistas renegados para necesidades de nuestros
hermanos que luchan en el Ej ercito Defensor de l a So­
beranía Nacional de Nicaragua.
E sta Jefatura Suprema queda entendida de su i n ­
f orme respecto a las propiedades áíue l a JUSTI CI A d e
nuestro Ej ército se encargó de castigar con su mano por
no haber cumplido las órdenes ter minantes de esta Jefa.
tur a Suprema. E sta Jefatura Suprema no es tan babosa
ara dar crédito a las cartas de. esos renegados pi dien­
o cacao y llorando pobrezas que no existen , porque a
los machos y a los perros d e l a Guardi a Nacional los
atienden como principes.
Esta Jefatura Suprema del Ejerci . Defensor de la
Soberanía Narional de Nicaragua, APR J EBA SUS PRO.
C EDI M I E NTOS EN L AS QUE MAS DE LA S R E F E RI ­
DA S CASA S DE F I NCAS Y HA CI ENDAS y le har á sa­
b er a lo s r enegados que si apesar de este castigo no
cumplen, pagaran con su pellej o esa rebeldia contra nuca
tras autoridades.
Ks necesario que comprendan que nuestro Ej ército
está protegido por la justicia divina y por v ar io s espi ­
ritus guerr eros, y qu e es un cr ímen que los que puedan
a yudar se crucen los brazos ante nuestra lucha del ej ér ­
cito Libertador .
L O S T R AI DORE S A QUI EN UD . CH AL EQUI O
en su íiltima gira, están bien ejecutados y esta Jefatur a
no tiene nada que decir : solamente que se le prohibe que
en la pr óxima no ande poniendo pay ehtos sobr e los ca­
dáberes, diciendo que Ud. los ejecuto. Este Cuartel Gene­
ral no le ha dado esas instrucciones a Ud. y en l o suce­
sivo Ud. no volver á a escribi r esos papeles dando cuen­
ta de nada.
Dado en el Cuartel General del Ej ército Defensor
de la Soberanía Nacional de Nicaragua en Bocay a l os
diesinuebe días del mes de Febrer o de mi l nobecientos
tr eintidos.
(f) A. C. SANDI NO"
(Un sello)

En la página siguiente insertamos la foto del docu­


mento antes trascrito.

O EL CA L VA RI O D E L A S SE GOVI A S
Cera r« lo do«a
y/s' I cr.óclcp ',:».' Jsps ' +4J4cltsó
d

C 'kkattr r ~ » r e a 441 O decet ~ d e 1«a «por«e e e« 4


aa aoep eoe oe 4« . 1r1 toc' d i f r e c eroastccrc f, o e
el 44 codos loe rxc4roo ' e o a l oa oorreedt d o ~"
r , t a eaote id ed o ee t u la ap l , o e a Coa«r efo c ~ t r a
ll a ó « «o 4«ea. ~ e ee po r 04444 doa be rre ar Q%ll ~
t

~ »e«ce r el i ctccat d o ó ó ~ aoeac r e ci ó e por ' le e elaód


) g + O » Cr adl34« . 1<C t i lME «e«te ee ea»OO 4«
eóao p~ % ' ho ,t ó ~ óea t ' r o e ro r» era» a l d g
p« 4« e aeoe ~ ld ó dó oaoótr o o 4 «~e
JJ«pr. ~ de «ta ~Cera«1 a «alea«t d e o laorege«.
»are 444peea le» ce coca 1de d o» » 1 » '.4»tó» r a opwu e a
444 1«Q P 8 i C Q , ó ~ rc a t r ó i ' ó r o lo o oe c»ev t4 » ró aaró n
r "rrrh Am. 'We™of.»o lae W ' ~ Cecea«caí« «d e e»te
f« l«Cera «e r r a ra ae 4 4 ta t o có»o p :ad 4 r or e dtc e a ,
pddteAF~ raeco r l i ó ta «ó e««r«»oa. e co
'gse a«o g 4 l . w . i r é%» dó '4 41 « ló .' «c deadar.,oeste
a r o =«p»O»C-cel « J . í egeuaer d a l » lk r e r« ttdJC
úó". »lLl t 04 J. >e i eoa«4' ea l e - ' r a ra
' d%" ~ Xp
Ci 'W w ' ' ; u «. » «c , o a p c l l o J« ' M r o a

e«a«or t o eea « oap c ~ a cae ' a ó' 'c 41 "ry$cc a rc a p ro ttór p e y '
rer » ar .óa mo tr e e i~ era«i~ . g „ «ó oe ca ier 4 a e
apegar OO o .4«a ló o aea» ela ~ a «ó»i r a » »144« $ 1

~a 'a, eakeo W ~ coatoeelúeó ae ale tea o tr a mc ' .04$ e


4« 4444»aro tac 41eao »oca dcó1r , avi ar.cot o . «o 444 e
- ta podtto»c odóapao e«alar ;wpol t t eo 444re 104 , 41
',44444 % 4 loe odeoaC4, ~ e l 4«»era l e ó l e Co dedo arcrao
"4440+ o 444¡ r o o 4 4 ~ ú r r «l aúrct ó e«et v. l eooe . eo
, ao4ac
l

íC' ' W eaeor 4< 1»t oó '


~ , da ~ a 14 " 41«ata«eco 45«o )acg

He aqui la toto del anterior documento que reproducirnos pa­


ra q u e se v ea qu e l a v erdad liist órica es la que resplandece en este
li bro, apar tándonos de t od o l o qu e n o sea absolutament e v er i dico.

U N I M FO RM E E SP E L UZ NA NT E D E
P EDRO A N T O NI O IR [A S
H emos di ch o qu e el cabecill a sandi nist a Pedr o A n ­
toni o I r ías er a u n émul o d e P edr 6 n y p ar a com pr obar
ésto, veamos l o qu e dice a su J ef e con fecha 28 d e F e­
brer o de 1932, acerca de la j ira qu e iba realizando por
la Costa.. Dice así:

E I V E R D A D E R O S A N D I N O
". . . .Yo y todos lo s h ermanos que andávamos en
la j i r a, d e l a Costa ven i mo s e l 18 a Boca y po r v o l u n tad
de Dios todos buenos.
En dicha j i r a t ubimo s t r es
combates. QUEMAMOS VARI OS
C AMPOS en la línia y CH AL E­
QUI AMOS VA RI OS T R AI DO­
R ES. E n Tunqui CH AL EQUI A
MOS A JULI O RI VER A quien
er a Comandante de los bandidos
y QUE MAMOS T RE S CASAS
yIAS pertenecientes a los dueños
de la compañía de l NE PTUNO
p ues todo l o hici mos CU M P L I E N
DO LAS ORDENES DE NUES­
TRO J EF E SUPREMO.

A l deci r l a s]fnia s Pedr o


A ntoni o I r ías s e r ef er í a a
los lugares situados sobre
la llnea férrea de la Brag­
man n B l uf f en Pu ert o Ca­
bezas. Con respecto q que
Juli o R iver a h ay a sido Co­
mandante en T u n k y, mani­
festamos no ser cierto pues
en ese l ugar n o h a habido
comandantes .nombrados
p or el Gobierno o po r l o s
marinos; ya que nadie acep­
tab a ese carg o si n ar mas
ni f u er zas a su s ór denes,
e quivalente a colocarse en
Hemos log r ado obtener una fo. la pr opi a boca del lobo.
to de l f eroz cabecill a sandinista
P edr o A n t oni o l r ias, auto r de La u nica f uerza y ' auto­
t antas mu er tes, realizadas con la ri d ades ex istentes e n esa
más r efinada cr ueldad y e x i t a­ zona, eran y son en la ac­
m os a l lecto r par a qu e hag a u n t ualidad las d e l a Gu ar di a
exámen d e su s rasgo s f isonómi­ Nacional, comandadas ex ­
cos. clusivament e po r o f iciales
de esta inst itución.
El N eptun o d e qu e hace mención , so n los miner ales
b ien conocidos en l a Cost a A t l ántica, un o d e lo s más r i ­
cos en aquella r egión.
UM A NZO R É M UL O D E SUS MA S F EROCES
COM PA NEROS
Juan Pablo Umanzor no iba a la zaga de su s com­
pañeros en l a humanitaria l abor de despoblar a Nica­

O EL CAL VARI O DE L A S SE GOVI A S


ragua. Veamos el siguiente fragmento de un a carta su­
ya, donde trasmite a Sandino, con fecha 24 de Febrero
de 1932, el asesinato de un pobre alemán que no . tuvo
más delito que ser extranjero,y haber caldo en sus manos.
Dice así en su parte conducente:

". . . . . .E n nuestr a m ar ch a del Obr a­


je a Cam puzano , n uest r a a v anzadill a
capturó a un yankee de nombre "Frank
Meyer" quien según iieclaración propia
se dirigia a Honduras, no hablaba nada
de español, e interrogado por el herma­
no Capitán De Paredes, manifesto ser
un ciudadano alemán; fué requerido pa­
ra qu e demostrase sus papeles, de los
cuales se saco en claro que este indivi­
duo nació en Metz, Francia, y e n 1980
se naturalizó ciudadano y ankee, como
const a en los documentos qu e conserv a.
mos en nuestro poder, autenticados con
la firma de Henry L . Stimson; en su po.
der llevaba C$ 800.00 dollars, los qu e
los muchachos„que lo capturaron se re.
p artieron; la parte que me tocó a mi l a
chi vi é . T a m bié n l l ev ab a i m port antes
valores contra diversos bancos de Esta­
d os Unidos, por valor de mas de . . . .
C$ 20.000.00 dollars, todo l o cual t ene­
m os en nuestro poder; al yankee s e le
d i ó su pasaport e par a l a ot r a v i d a . . .

Queremos hacer incapié en


hacer notar a nuestros lectores
q ue este infeli z ciudadano d e
apellido Meyer, sacrificado por
l as huestes d e Sandino, n o e r a E n r i qu e Somar r ib a T i ­
p olítico, n i miembr o d e l a Gu ar ­ j er ino, p r im er , Jef e d e l a
di a Nacional, n i nicaragüense invasión sandinista en el
por adopci6n, n i nada; er a un Sur de la República.
pobr e hombre que vino en bus­
ca de la vida, y l a muerte cort6 el hilo d e su existen
cia dejando a quien sabe cuantos de los suyos en espera
de un ansiado bienestar a su vuelta de América. Pudie­
ron los que lo ultimaron desposeerlo de sus pocos habe­
res, pero nada de eso hicieron, l a besti a humana recla­
m ab a san gre , r eclamab a vi das, y com o M oloc h n o se
saciaba con lo que a diario se le daba como alimento.
Los señores E nrique Somarriba Tijerino y A r nol­
d o Fabián T alavera, fueron los qu e encabezaron un a

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 311—

expedición sandi nist a qu e or ganiz6 el sempit et no enem


o del orden Norberto Salinas de Aguilar, en San José de
osta Rica, con un número de desocupados que no llegaba
a veinte. E st a expedici6n
era para invadir a Nicara­
gua por l a parte Sur , so­
b r e e l Departaraento de
Rivas, en la creencia de que
al sbl o presentarse por
aquellos lugares s e Ies
a gr eg ari a n l o s m i le s d e
'~84'i!i hombres, en qu e cr eía la
m ente calenturient a de
Salinas de Aguilar. El gru
o, al contacto de l a rea­
idad, se disolvi 6 a poco,
t raspasando de nuev o l a
frontera, donde las autori­
dades de Costa Rica, coo­
peraron con la s de l Go­
bierno de Nicaragua a fin
de ev ita r n u evas ex pedi­
ciones armadas. L o s dos
jefes mencionados, de con­
formidad con las leyes de
Gosta Rica, que las sabe
h a©er cumplir , fueron i n­
ternados en las cárceles de
Arnoldo Fabián T alavera, se­ San José, y luego puestos
gundo jefe de la invasián Sandi en libertad, b aj o estricta
n ista, e n e l Departament o de vigilancia,
Ri vas. Esta es una demostraci6n
d e que e
l sandinismo no
prosperaba . en Nicaragua, y de que los prestigios del
caudill o de Las Segovias er a un mito, forjad o po r l os
que quisieron hacer de él un símbolo contra la .interven­
ción americana, que terminb el 2 de Enero de 1933.

CURIOSA CA RT A D E SA N DIN O PA RA SI NCERARSE


DE LAS DEPREDACIONES
Héla aquí:
"Cu ar tel General del Ej er cit o D ef ensor d e l a Sobera­
nia Nacional de Nicaragua, Marzo 11 de 1982.
Señor don José Zelanda.
San Rafael del Norte.
Estimado señor:
Adjunto a la presente se servir i encontrar un recibo

O EL OA L VA RI O DE LAS SE GOVI A B
—312—

p or las mercancias pertenecientes a su propiedad qu e


nuestras fuerzas tomaron par a el consumo d e nuestro
Ejército y para aliviar las necesidades de nuestros herma­
nos campesinos, quienes han hecho causa común con
nuestro Ejército en l a Defensa de la Dignidad Nacional
nicar a ' ense.
ea para Usted una satisfacción contribui r (aunque
forzado) a l m antenimi ent o de nuestr a pr otest a ar mada.
Par a su conoci mient o y e l d e los demh,s comer cian­
tes de su lugar, le adjunto copia de la Circular que .obra
e n poder de t odos los jefes de fuerzas pertenecientes a
nuestro Ejército.
I gualmente queden entendidos, que mientras en Ni .
c aragua existan invasores, vigentes los tratados, pactos y
convenios celebrados entre los Gobiernos de Estados Uni.
d os de Norteamerica y los impuestos por ellos mismos en
Nicaragua, no habrh paz, ni habr i g arantias de vidas ni
de intereses. As i mismo tengan entendido qu e n o hay
ninguna responsabilidad de nuestra parte, desde luego que
hemos sido provocados y es de nuestr o deber la defensa.
S i hay responsabilidad en los sucesos de Nicaragua, l a
tiene la politica i nternacional de Norteamhrica, y los ni­
caragüenses quienes se han concretado a coquetear co n
los i nvasores, co ntribuyendo co n s u pusilanimidad,
al pretexto que ponen para su intervensión en Nicaragua,
diciendo que: que personas importantes y n o importantes
de Nicaragua, piden l a i ntervención de ellos e n nuestro
pais. Sufran pues U stedes las consecuencias de sus co.
bardias.
(f) A. C. SANDINO".

Véase el recibo a que se refiere Sandino en e l an­


terior documento, y qu e trasladamos f ntegro y fie lmente.
Dice asf:
4RECIBO'

+Con esta fecha deposit6 el Señor José Zelaya C.,


vecino de San Rafael del Norte, a la Proveduria de nues
tr o Ej ército, que está a cargo del hermano Capitán Gil­
berto 8 6mez, las mercancias siguientes:
Dos piezas d e manta, do s piezas d e g éner o
gro fino, un a pieza de casinete, dos piezas d e género
negr o p ar a vestidos de señora, un a p i eza d e b o gotana,
una pieza de género d e camisas para bar6n, una pieza
de dril par a pantalones de barón, dos piezas de zaraza
para vestidos de niños, dos piezas de guinga, setenta yar­
das de género de punto, diez varas d e pi qué l abrado
once varas de piqué mercerizado, once varas de piqué
color crema, dieciocho camisetas de manta, dos docenas de
medias, cinco pares tenis, tres pares zapatos mujer, cinco

E I V E R D A D H R O S A N D I N O
— 313—

basos emulsi6n, cinco basos bacalao, doce pantalones co­


rrientes, doce paquetitos de algod6n, ocho paquetes de
fosforos, dieciocho basitos de esencia coronada, diez pa­
q uetes de hilo fino N< 50, cinco frasquitos de agua de
buda, tres paquetes de candelas parafina, un biock de
papel para cartas, un quintal de arroz, un quintal de sal,
seis arrobas de harina, dos cajitas de galletas dulces;
t odo ésto ha sido recibido en calidad de contribución. E l
s eñor José Zelay a presentar á este recibo adjunto a l a
factura que él conserve, a la Tesorería General de nues­
tr a R epú blica Nicaragüense, a l a t er minaci6n d e l a g u e­
rr a que tiene entablada nuestr o Ej ér cito, contra las ré­
cuas de piratas yankees y contra los atajos d e perros
t r aidores a l a Patr ia , q u i enes están asolando a n uestr a
adorada y bella Nicaragua.
Dado en el Cuartel General del Ej ércit o D efensor
de la Soberanía Nacional de Nicaragua, a los once días
del mes de Marzo de Mi l novecientos treintidos.
Patri a y L i b er tad.
(f) A. C. SANDI NO&.
Nuestros lectores deberán haber leído con sor presa
el anterior documento, ya que si era concebible desposeer
a los comerciantes de r opa, par a u t i lizarl a en su s t r opas,
eso de piezas de gro fino, para vestidos de señora, pie­
zas de guinga y zarazas, piqué labrado y mercerizado,
d ocenas de medias etc., eran ar tículos ajenos a l a o br a
patri6tica que decía Sandino llevar a cabo, y que el dic­
cionario señala con el nombre de robo, sin atenuante al­
g uno. E n nuestro deseo de llevar al ánimo del lector la
mayor cantidad de convicción acerca de l o que decimos,
véase el documento fotografiado que reproducirnos en la
siguiente página.

INTENTO DE LANZAR SOBRE LEÓN LOS


POTROS DE L APOCAL(PSIS
No satisfechos los estudiantes universatarios, de que
antes hicimos menci6n, y qu e fueron lo s au tore s p r inci ~
pales de l a toma de Chichigalpa, insinuaron l a conve­
niencia de lanzar a las huestes sandinistas sobre l a pla­
za de Le6n, cuyas casas comerciales y bancarias eran un
aliciente tentador par a las hordas vandálicas que venían
del Norte. Véamos lo que al «Jefe Supremo> con fecha
20 de Marzo de 1932, decía Juan Pablo Umanzor en un a

O EL CALVARI O DE LAS SE GOVI AS


—314—

comunicación, de la cual trascribimos los siguientes pá­


rr afos:
". . . . El 3 de Marzo fué pasado por las armas el
ex-Guardia N a c ional I l defo nso E s pinoza, q ue h a bia s erv i ­
do en el A rca Norte de Matagalpa, en la 8' Compañia.
Se le di ó sepul t u r a.
" . . . . Mediante una marcha rápida llegamos el 5
a l V all e d e l a s Mar ias . N uestr o o bj et o er a acercarno s a
la l inea f érrea y asalta r el t ren de l a t a rde d e C o ri n to a
Managua, pero los chanes no nos pudieron sacar por un
lugar oculto, ya que la orilla de la linea sólo se compone
d e huertas y l a zon a e s mu y poblada . P o r est e m o t i v o
abandonamos por el presente momento este proyecto.
". . . . E l 6 lleg amo s a l a haciend a " L a P elona"
donde per manecimos t res dias descansando. A ll i r ecibimos
[C450.00l ci n cuent a córdoba s de l seño r Rau l M ontalv án ,
a quien se le extendió el correspondiente recibo provisio­
nal . E st a ca nt idad es a cuent a d e la cont ri bu ción f orzosa
q u e l e f u é detallad a po r n uestr o Ej ér cit o e n N o v i embr e
próximo pasado.
". . . . E n l os Queso s t u v i mos opor t u nida d d e hs­

e,
1~'aa asa vfoets a l a sus 4 ~ +s++ + + 4 s
r,'-" ~ ~ 4 4s cslbeete ss s c Lg ok~sss4
a ssssss ka ' o kwog sss,ss4ws 4s s @ t e rksso sus W~
> ,' ~ 4 4 4 Jgeoit o ~ sssrs sasa vsstt~ a s ssaása~ IQA +sss as
l""~ wL s' «ya a « s sseásao sssa ~ ~ t t sss ® ssss l+++
.',:WeAlN®ea 4u ~ a , áss sassss ~ sasa ~ stsss 4e a t a i ce zt

sasarssr.+ & %ealr, p es a cae®a m . ® a savia s a

p» ~ s a mío a ss ~ ~ y < s K ~s a n , a ' ss vaosse


44E ANA + 44 s westwi as Ck t m s la s s a es s
„ san sss ssaae ssAa®a ~ E e utiaaas
%caassssa

lÉh:.
Est e es el f ot o del recibo ori g inal qu e se encontr ó en el ar chi­
vo del "Jefe Supremo de las Segovias" y en l a esquina superior
d e l a derecha, se pu ede v er l a f i rm a del G u er r i llero , q u ie n tuvo
como un empeño pr ovidencial en que todos los documentos que
a él se r eferis n n o fu eran dest r u idos, par a qu e si r vi eran a l escla­
recimient o d e m u l t i t u d d e hechos, qu e d e o t r a m aner a habri an
quedado en el misterio.

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—315—

b lar con Eulogio Girón, correo que usaba el General Me


ralea para comunicarse con León y me dió cuenta de un
mensaje verbal de los lideres estudiantiles leoneses Fer­
nando Valle Quintero y Al i Vanegas, quienes sostuvieron
correspondencia con el mismo hermano General Morales.
"Ellos me informan que un ataque a l a plaza de
León puede t ener exito 'siempre que nuestra fuerza sea
cuando menos fuerte en 200 hombres¡ que ellos se com­
prometen a poner sobr e las armas de 400 a 500 hombres
d e m od o qu e nuestr o ef ect i v o n o baj e d e 700; pue s au n ­
que la guarnición de León se compone de 100 hombres,
seran muchos los degenerados que inmediatamente se pre.
senten a empuhar la s armas contr a nosotros. Contestó
por escrito que por el momento teniendo que darl e cum­
plimient o a un plan ordenado por l a Jefatura Suprema,
no podriamos distraer nuestra'atención a otra cosa, pero que
quedaba entendido de sus proyectos y que oportunamente
me comunicaria con ellos para ver de llevarlo a l a proa,c­
tica y que no dejaran m>entras tanto de apoyar dentro
de su s medios nuestras operaciones militares. T ambién
aseguran qu e de l Banco de León y del Banco Nacional
asi como de otras casas de comercio fuertes, seria cues­
tión de momento sacar C$75.000.00 SETKNTICINCO MI L
D OLARES . . . . . . . .
Patria y L ibertad
(f) JUAN PABLO UMANZOR."

EL ASA L T O A L V A L L E D E L A S ZA PATAS
El martes 12 de Abril de 1932, la columna mandada
por los cabecillas Juan Pablo Umanzor y Capitán José
De Paredes, asalt6 el V alle de las Zapatas, de l a j uris­
disci6n de Le6n, y cercana a la línea férrea que va para
El Sauce, como a las dos de l a mañana, dedicándose al
saqueo de las pulperías y pequeñas tiendas que había en
el poblado. Luego se encaminaron a la casa de habita­
ci6n del joven Pastor Salazar, que ejercía la medicina en
ese lugar a quien sacaron de su casa y pegaron tr es ba­
lazos, retirandose del lugar bajo la impresi6n de que lo
dejaban muerto. Si n embargo par a Salazar n o habl a
llegado su última hora, pues a pesar de haberse visto al
borde de la tumba se salvó con los auxilios de la ciencia
que le fueron sumistrados en el Hospital de Managua a
donde fué trasladado y cuidado con la mayor atenci6n.
E L ROBO Y E L PI L L AJ E A RM A P REDIL ECT A
DE SANDINO
No satisfechos los sandinistas con el decreto del Co­
ronel Rivera, quien baj o amenaza hací a a lo s i ndios
mosquitos tr abajar en l a agricultura, par a luego apro­

O EL CA L VA RI O DE L A S SE GOVI AS
iarse de sus cosechas, procedi6 a tomar l o último que
es quedaba para no morirse de hambre: sus ganados.
El 22 de Marzo de 1932, Pedro Antonio I ria s lleg6
a una propiedad del señor Benjamfn Padilla, indi o mos­
quito, bautizado con ese nombre, y domiciliado sobre las
riverss del Ri o Coco, en Waspook, y se llev6 de all f se
senta reses, por la s q u e Sandin o l e ex tendi 6 e l co r res­
pondiente recibo desde su Cuartel General; recibo que
como se comprende no tenfa ningú n valor, siendo una
mera fdrmula el hacerlo.
Por ese entonces el mismo Guerrillero de Las Sego­
vias, se entreteni a e n hacer l a lista de las personas que
consideraba pudientes, detallándoles contribuciones, que
de no ser cubiertas amenazaba sus vidas.
H e aquf el siguiente documento h allado en el a r ­
chivo de Sandino, que literalmente dice asf:

LISTA DE PERSONAS A QUIENES SE L ES


HA DETALLADO CONTRIBUCI ÓN
En Esteli 1.— Juan de Dios Pastora . . . . . . .CS 5,000.00
C C - 2.—Juan Bruno Molina . . . . 5,000.00
c e 3 .- Genaro Molina . . . . . . . . . . . . . . . 2,000.00
L'
4 .— Antonio Molina , . . . . . 2,000.00
C 5.—Marcelino Rodrfguez Castillo . + 2 000.00
C C 6 .— Abraham Castillo . . . . . . . . . . . . + 2,000 00
C C 7 .—José Marfa Castillo . . . . . . . . . . > 1,0u0.00
C C 8 .— Tomás Castil l o . . . . . . . . . . . . . . » 1,000.00
C 9 .— Adrián Valdivia . . . . . . . . . . . . . . > 1,000.00
c 1 0,— Julio Cardenal . . . . . . . . . .. . . . . . ' 5,000.00
e 1 1.—Federico Briones. . . .. . . . .. . . . . ~ 2,000.00
En Y alf 1 2.—Luis Frenzell (Alemán). . . . 500.00
Jinotega 13.— Gustavo Noguera Hermanos ~ 1,000.00
1 4.—Pablo Moller (Alemán) ..... . . . ' 2,000,00
4 1 5.— Enrique Gülcke (Alemán) . . . . » 2,000,00
16.— Biás Miguel Molina . . . .. 5,000.00
[f] A. C. SANDI NO+
(Un Sello.)
En la siguiente página insertamos el foto del docu­
mento antes mencionado.

N uestro comentario parece sobrancero, al tratar de


calificar ese derrame de contribuci6n entr e hacendados
y comerciantes de L a Segovia, después de seis años de

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—317—

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He aqui la foto del anterior documento que reproducirnos para


llevar al ánimo de los lectores l a convicción de que l a v erdad
g u i a nuestr a pl uma, si n perj ui cio , c om o l o hemos r epet id o o t ra s
v eces, d e qu e lo s documentos orig i nales están a l a orde n de l qu e
dude todavia de su autenticidad, en la Oficina de Operaciones de
la Guardia Nacional

cruenta lucha, cuando la agricultura estaba materialmen­


te p ar alizada y lo s n egocios muer tos po r f al t a d e g ar an­
tfas; viviendo sus pobladores una vida de intrariquilidad
en esper a d e senti r d e u n m omento a otr o sobr e el cue­
llo el filo del machete de Pedr6n.
Treintiocho mil c6rdobas, equivalentes en ese enton­
ces a or o americano que n o habfa d e dond e poder sacar ­
los, er a el t riste dilema d e v id a o mu er t e qu e se pr esen;
tab a a lo s comer ciantes y ag r icult ores de aquell a r egi6n.

LA NIÑEZ OBLIGADA A L A DELACION


PO R IVIEDIO D E A M EN AZ AS
Cada vez l a acci6n cr i m inal d e lo s <l iber tad oress se
presentaba cen nuevas fases. Ahor a se iba a abusar de
l a inocencia de un niño, par a obligarle po r medi o de
amenazas a que dijer a lo que ellos querfan, para conde­
aar a su progenitor con quien vivfa.
La banda sandinista, comandada po r Juan Santos

O EL CAL VARI O DE L A S SE GOVI L S


—818—

Morales, lleg6 en l a primera quincena del mes de Abril,


al caserfo de Rayti, situado sobre las márgenes del Rfo
Coco, en donde capturaron al señor Tomás L 6pez, a
uien se empeñaron en hacer deelárar que era amigo del
obiqrno de Nicaragua, negándose éste a cuanto l e pr e­
guntaron. ' Viendo los sandinistas que no podían ,arran­
c ar de la boca de aquel hombre l o que en realidad no
existfa, procedieron a capturar a u n nietecito d e éste, a
q uien después d e h aber azotad o y puéstol e l a boca de
un fusil sobre el pecho, l e d ij eron que lo iban a matar
@ no decfa l a v erdad acerca de que su abuelo era un

He aqui la fotografia de Tomás González, sencillo agricul­


tor , asesinado po r f u er m s sandi ni sta s e n L a s Mar ias , j u ri s­
dicción de Jinotega, el 18 de A br i de 1982 Aparece rodeado
d e s u f a mi lia . E ste, com o l o s d emás, n o er a y a n k ee, n i
G u ar di a N aci onal , n i am ig o de l Gobier no . E r a solament e u n
pobre hombre dedicado a extraer de la tierra el jugo con que
mantener a s u f am i li a.

gran Moncadista. E l chiquill o prometi6, bajo el i nfluj o


del miedo, hacer l o qu e l e decían y acto seguido l o con­
d uj eron fr ent e a su abuelo par a carearlo, r epi tiend o t u ­
rul at o tod o l o qu e se q uiso d e bl, descargand o act o se­
guido sobr e el i nfeli z L 6 pez el machete <liber tadora, que
no ces6 en su obra hasta que hub o exhalado su último
aliento.
J uan Santos Morales inform6 d e est e asesinato a

E L V E R D h D E R O S A N D I N O
—319—

Sandino, con fecha 18 de Abril de 1932, como una haza­


ña llevada a cabo por él y su gente.

REVANCHA T O MADA PO R LOS I NDIO S M OSQUIT OS


P O R L A M U E RT E D E COC K B U R N

Después de la muerte de Adolf o Cockburn, quien


r esult6 ser u n agent e sandi nista d e pr imer a f uerza , l o s
in dios mosq uitos, que l o consideraban casi como r ey , es­
per aro n u n momento opor t un o p ar a t omar l a r evancha

Salomon Picado, asesinado por fuerzas de Sandino en el


J obo, j u risdicción d e J i n ot eg a el di a 22 d e A br i l d e 1982. E l
o cciso n o er a espia , n i G u ar di a N a cional , n i m ar ino , si n o
un pobre joven de las Segovias, que buscaba el sustento por
medi o del t r abaj o.

de s u mu erte . E l r etén d e Q uisalay a er a comandado


por lo s Su btenientes L evonsk y y Car los R eyes, q uienes
t enían f u er a d e u nos pocos guar dias a u no s cuantos i n ­
d ios mosquito s como au x i l i ares. E sto s se pu sieron u n
dí a d e t antos de acuerdo, soliviantados po r al gú n espír i­
t u malévolo, par a matar a los oficiales mencionados e
irse a incor pora r a las fu er zas d e San dino ; y as í f u e.
El día 4 de Abril de 1982, cuando menos se pensaba, los
i ndio s mosquitos adscrito s a l a Gu ar di a cay eron sobr e
sus jefes, disparando sus armas con el intento de matar­
los. E l Subtenient e L evonzk y muri 6 inmediatamente,
pero el Subteniente Reyes, aunque herido en ambos bra­

O EL CALVARI O DE LAS SE GOVI A8


—320—

zos, pudo salvarse, creyendo los indios al hufr qu e am­


bos hablan perecido. Los guardias auxiliares, después
del nefando hecho cometido, se internaron e n t e r r itorio
h ondureño, llevando consigo los elementos de guerr a a
su honor confiados.

Quer emos patentizar un a vez más, que l a acción con


tra Cockburn, Diputado Suplente por el Cabo Gracias a
Dios, fué meramente casual, pues la inspecci6n que prac­
tic6 en s u casa el Su btenient e Su pr enant, con el Sargen­
to Avendaño e l raso Ale­
g ria, l o d emuestr a de
manera palmaria. La Guar­
dia ignoraba los nexos que
teni a Cockbur n co n San­
dino, y fué obra de l a ca­
s ualidad constatar qu e l a
máquina d e escribir , r o­
bada en uno de los asaltos
llevados a cabo por hatos,
la tenfa en uso Cockburn.
Quisalay a f u é ocupado
poco después po r Guar­
dias Nacionales, y debida­
mente r eforzado por ser
u n lugar qu e estaba en
contacto con los invasores
sandinistas, que a cada mo­
mento tomaban mayores
proporciones e n aquella
zona.
Poco tiemp o después,
loa defensores d e Quisa­
He aqui la fotografia del Sub. laya, como l o esperaban,
teniente Carlos Reyes Ruiz, co­ f ueron atacados po r l as
rrecto oficial de l a Guardia iVa­ fuerzas d e Juan Santos
cional, que por un milagro esca­ Morales, que pelearon con
pó de l a muerte en l a subleva­ ardor por reconquistar las
ció n de l r etó n d e Q ui salay a,
D istrit o de l Cabo Gracias a
posiciones qu e ocuparan
Dios. a ntes lo s r ebeldes, per o
fueron rechazados, dejan­
d o v ar io s m u er to s e n el
campo, lo mismo que armas y municiones. Pensaron que
el retén de Quisalaya era fáci l de vencer; per o en esta
ocasión, como en otras muchas, Sandin o s e equivocó.
Véase la comunicaci6n que Juan Santos Morales, por me­
d io de Estrada, dirigi6 a su Jefe, en cart a fechada en

K L V E R Q A D E R Q S A N D IN O
— 321—

Sájora el 9 de Mayo de 1932, de l a que trasladamos los


siguientes e i m por tantes párr afos.

Mi nruy qu er id o herman o y respetado Jefe:


"Con mucha pena nos permitimos hasta ahora infor­
mar a U d . d e nuestr a g i r a en lo s m omentos en qu c l e es­
cribi mos l a presente . P er o el caso es qu e se no s h a he­
cho difícil , muy di ficilísimo el cruce de correspon<lencia
hasta esos campamentos."
.. . Después de l combat e d e Quisalay a y <l e haber
hecho jornadas a marchas forzadas con ruu>bo a l a línea,
como es d e suponer , t odos nuest ros m u chachos qu e i n t e­
gran est a colu mn a necesitaban u n p r ont o descanso y asi
lo isimos por dos dias."
El control de nuestro L itoral Atlántico U<l. ya sabe
que yo y Ud., exclusivamente somos los que respon<lernos
por <'.'l. Por consiguiente nosotros somos los que <lebemos
de m i ra r las cosas en su p r opi o l uga r y p ar a est o t endre­
mos qu e ser serenos, y n o acelera r n uest ra s operaciones
militares atenidos a que son ordenes terminantes porque
estas v ar ia s v eces solo ll evan a l m enoscabo d e nuest ras
mu ni ciones, s i <iu e t enemo s q u e cu m pl i rla s est á c l ar o,
p er o estando ci ert o del buen éx i t o qu e deseamos obtener "
.. . H o y n uestros muchacho s está n bie n descansa.
d os, bien ali mentados, mu<lados y está n com o N U E V ECI .
T OS PUES ES RARO QUI EN NO H AYA T E NI D O SU
H EMBRI TA"
.. . Supongo que el hermano Representante del Co­
m ando General d e nuestr o Ej<.rcíto. Coronel E f ect i v o A b r a
ham Rivera. ha <licho al General q«e es tomable e l Nep­
tuno v Qui.alaya, PERO UNA COSA F S E STA R SEN­
'f NADÓ CON f A PI ERNA CRUZADA Y OTRA COSA ES
F STAR E N I .OS CAMPOS D E OPERACI ONE S M I L I ­
'ZARES VI ENDOL E I .A CARA A L E NE MI GO,"
Pat ria, y L i b er tad.
[fJ Gral. Brío.
J. S. MORALES R.
2" Jefe Expedicionario."

La anterior comunicación fu é remitida por Morales


al Cu ar tel Genera l y el l a causó u n seri o disgusto a San­
dino, quien p ar a di sf razar las cosas, di ó otr o g i r o di stin­
t o a l asunto, como se verá en e l documento que se
repr oduce a conti nuación.
Sandino entendía que sus órdenes debían cumplirse
al pi é d e l a letra, si n t omar e n cuent a l a t opogr afí a del
lugar en donde sus subordinados debían de operar.
Desde su Cuartel General, donde como hemos dicho
al pr incipio estaba a cubierto de todo peligro, sin expo­
nerse a las contingencias de una muerte airada, decía:

O EL CAL VARI O DE L A S SE GOVI AS


ataquen y tomen tal o cual plaza, sin da r instrucciones
s obre la forma en que su s tr opas iban a operar, n i de
la fuerza conque contaban los contrarios. De allí que
muchas veces, sus 6rdenes fracasaran, dejando en el cam­
p o muertos y heridos y malgastando e l parque y l as
energías de sus subordinados, sin lograr tomar la pobla­
ci6n qu e se deseaba, contentándose las más d e las veces
con ejercer control alrededor de los cuarteles, de los que
no podia jamás posesionarse; salvo en lugares como Chi­
chigalpa, en donde no estaba más que un infeli z policía
a quien si n necesidad quitaron la existencia
Juan Santos Morales dijo una verdad, y esto provo­
c6 la ir a del «Dictador de las Segovias.~
V eamos lo que dste manifest6 al respecto, en l a si ­
guiente comunicaci6n:

"Cuartel General del Ej ército Defensor de l a Sobe­


ranla Nacional de Nicaragua, Mayo 22 de 1932.
Señores Primero y Segundo Jefe de la Columna N'3
General Francisco Estrada y Juan Santos Morales,
respectivamente.
Costa Atlantica Nicaragüense.
Queridos hermanos:
Con fecha 9 del corriente acabo de recibi r c o r res­
p ondencia del General Morales en que me par ticipa no
tener hasta en aquél dís, contacto con el Estado pMayor
de que me ocupo.
.. . E l General Morales tien e como obligación que
interiorizar de todos sus movimientos al General E s tr a­
da, y, como no lo ha hecho no ha cumplido con l o orde.
nado por este Comando General de nuestr o Ej ército.
En esa virtud, se servirá el General Estrada orde­
nar inmediatamente l a reconcentración dsl General Mo­
rales con toda su fuerza al campamento en donde está
Estrada.
Igualment e Morales¡ se servir á poner a l a orden
del General E strada toda l a fuerza y ar mas que tiene
bajo su mando, y reconcentrarse a este Cuartel General
solamente con dos ayudantes.
Estrada se ser v ir á organizar toda l a fuerza en la
forma que convenga, campamentarse donde convenga y
atacar cuando le convenga tambien, pues ya tiene enten­
dido todo lo que ha de hacer.
Hay mas:
Tengo la absoluta pena de convencerme cada d i a,
que todos los Jefes en s u mayoría se están haciendo
antagonicos de uno a otro y capeadores hasta lo indeci­
ble. E n estos momentos, hay rasos de nuestr o Ej ér cito
que tienen mucho más actividad qu e J efes reconocidos,
lo que no deja de ser verdad mu y lamentable.
Aqu í nadie está en un lecho de flores y v i vimos
en los más tr emendos sacrificios, y j ur o a Uds., que si
Ustedes se hacen responsables a llevar l a d ireccion del

E L V E R D A D E R O S h N D I N O
— 323—

movimiento, lo deposito en Ustedes y saldré como Jefe


E xpedicinnarin a prnbarles que con buena cabeza y un
poco de valnr y honor, se hace todo lo que Ustedes creen
que no se puede hacer.
Sinceramente vuestro hermano.
Patria y L ibertad.
(f) A. C. SANDINO."
(Un Sello)
Al decir Sandino: <NA.DI E E ST A E N U N L E CHO
DE F L O R ES», hacía alusi6n a l o manifestado en su car ­
t a po r J ua n Santo s M or ales, quie n d i j o : <N O E S L O
M IShI O ESTA R SENTADO CO X L A PI ERN A CRUZADA ,
QUE ESTAR CON E L ENEMIGO A L FRENTE. ~
Sandino se disgustaba porque sus hombres no lo­

Jua n Sa nto s M orales y J ua n Pabl o U manzor , q ue


pusieron su s energ ia s a l ser vi ci o d e un a m ala causa y de'
un j efe, qu e en má s de un a ocasión los tr at ó d e m aner a
despiadada.

gr aban el obj etivo que él les i ndicaba; p er o j amás se to­


m6 t;I el t r ab aj o d e d esmostr arles personalment e c6 mo
er a qu e se hacían esas cosas, manteninédose en su s cam­
pamentos com o d en tr o d e m ur allas celestiales.
Estr ada, qu e er a h o m br e sereno y consciente, como
l o demostr ó hasta el ú l tim o momento, compr en di 6 l a i n ­
ju stici a d e Sandin o p ar a con M or ales y ar r eg16 los asun­
tos de manera amistosa.
A este efecto escribió Estrada a Morales la siguien­
te comunicaci6n, con fecha 23 d e M ay o d e 1932:

O EL GALVARI O DE LAS SE GOVI AS


—324—

"Con el hermano José Ana Rodriguez, le enviamos


5 00 cartuchos " L ewis" y 10 0 T hompson; refiriéndole a
U d. el hermano Rodriguez, en lo privado, el r umbo q u e
nosotros llevaremos, para de esta manera Ud, se oriente
y busque el contacto con nosotros; donde l e en tregare­
mos el rest o de u n parque, qu e es par a r eforzar esa
fuerza y que nosotros llevamos consigo. E n caso que por
cualquier motivo no estemos en el lugar que el r eferido
Rodríguez le indique sírvase continuar sobr e est e mi s­
mo punto hasta tomar contacto con nosotros.
Patria y Li bertad.
(Í) FRVANCISCO ESTRADA"
Gral. y Jefe Expedicionarlo.

LAS OPERACIONES SANDINISTAS EN


LA COST A A T LANTICA
Las opet'aciones de los l ugartenientes de Sandino
en el Departamento d e Bluefields y en l a Comarca del
Cabo de Gracia a Dios, se intensificaron del mes de abril
e n adelante. Sandino tenía seguridad e n el éxito, y y a
habi a pensado que el qu e fué Jefe Político de Ciudad
Sandino, ocupar a eI cargo d e p r imer a autor idad depar ta­
m ental, al triunfar en aquella zona, revistiéndolo co n el
viejo titulo de Gobernador I ntendente de la Gosta Atlán­
tica.
A este respecto dirigió a Estrada una carta, con f e­
cha 28 de Abril , de l a cual ex tractamos los siguientes
párrafos:
"Mi querido hermano General Estrada:
El General I r lss lleva instrucciones de ponerse bs­
jo las órdenes directas d e Ud. y de reconocerle a Ud.
mismo como Pr imer Jefe de toda la Expedición nuestra
en toda la Costa Atlántica. También se le explicó al Ge­
neral I r ías que: si logramos mediante la Expedlcion de
aue me ocupo, el Control de ese Litoral, ASUMIRA UD.
R L CARGO D E GOBFRNADOR I N T ENDENTE , E L I ­
G I ENDO UD. EL CI T I O DOND E H ABRA D E RADI ­
CARSE CON SU ESTAD O MAYOR, LUGAR DE SD E
DONDE DI RI GI RA TODO EL MOVI MI ETO POLI TI CO
Y MI L I TA R D E NUESTRO L I TORAL ATLANTI CO.
.. . Le envío esas periódicos, donde aparece la to­
ma de Vía Nueva; igualmente tenemos informes de ls
toma de Ciudad Darío, y se dice oue para conseguirla
TUVI ERON NUESTROS MUCHACHOS QU E I N CEN­
DI A R AL GUNAS CASAS DE L A POBLACI ON, y los
aviones pusieron fin a la tarea, pero cuando nuestras
f uerzas ys estaban ausentes.. . . . . . . . . . . . . . . . ."
Patria y Libertad.
(Í) A. C. SANDINO.
(Un Sello)

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 325—

PEDRÓN CONT INÚA E N SU T A REA D EV AST ADORA

Pedrón Altamirano n o cesaba de informar al Cuar­


t el G en er al d e l a í m pr oba l abor «l iber tadora», l l ev ad a a
cabo po r él y su g ente.
El Q de + ayo de IQ32, pon>a en conocimien« del ' ~e

II e aqui una fotografi a d e A ugusto C.


Sandino, con varios miembros de su Estado
Mayor. A l a derecha se le ve a él; detra,s a
S antiago Dietrich y a la izquierda, hacia el
fondo , a Pedr o A n t oni o I r ías y a Jua n G r e­
gor i o Coli n dres.

O EL CAL VARI O DE LAS SE GOVI AS


—326—

fe Supremo» haber decapitado a los ciudadanos José An­


gel Zelaya, Juan González (Ghirizo), Juan y Alejo Ville­
gas, Fulgencio Calder6n y Antonio Gutiérrez. A l final,
i nformaba que el Capitán Castro, en cumplimiento de
6rdenes recibidas del Cuartel General, habl a procedido a
reducir a cenizas la valiosá hacienda cPalo Blanco» pro­
piedad d e los h er manos Stadthagen, en el D epar tamento
de Jinotega.

UMANZOR EN LOS PUEBLOS DEL


DEPARTAMENTO D E L EÓN
Después que l a cuadrilla de Juan Pabl o Umanzor,
hubo invadido el Valle de las Zapatas, en el Departamen­
to de León, donde dej6 como muert o a l j oven Pastor
Salazar, se dirigió al lado de Posoltega, donde estuvo en
acecho, esper ando un a o p or tu nidad p ar a llevar a cabo
un asalto al tren de pasajeros, como se lo habían sugeri­
do loli j6venes estudiantes universitarios leoneses, de que
antes hemos hecho menci6n, y que fueron autores espi­
rituales del ataque de Chichigalpa.
Umanzor por uno y otro motivo no pudo hacer na­
da y r egres6 al campamento de <El Jocote» a donde ha­
bían dejado unos heridos. D e este lugar envi 6 una
comisi6n de quince números para qu e fuesen a buscar
b estias, debiendo llegar hasta E l Pilón, j urisdicci6n de
El Sauce, d ond e debían ca pt urar y « ch alequi ar » a l os
hermanos Antonio y Roberto Pozo. La orden fué cumplida,
según lo informa Umanzor a Sandino, con fecha 10' de
Mayo de 1932, regresando la comisi6n con quince bestias
c apturadas y cincuenta córdobas, que le quitaron a l a
fuerza a don Arístides Herdocia.
PEDRÓN L L EVAB A S I E M PR E L A S U PREMAC(A
EN L A OBRA D E E X T E RM INIO
Mientras esto pasaba en el interior de l a r epüblica,
Pedr6n i nf or mab a a l Cu artel Gener al, desde su campa­
mento de «L a Esperanza>, con fecha 3 de Julio de 1932,
que Tomás Hernandez y nueve más, habían sido ultima­
dos a machetazos, ofreciendo enviar la lista de los por él
enviados a la eternidad.
Estas matanzas sin precedentes en la historia de Ni.
caragua, producían un estremecimiento en el alma nacional,
y todos se preguntaban a di ario a donde irían a parar
las cosas.

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
LOS NiÑOS DE L EÓN DEMANDAN A
SANDINO INTERCEDER POR L A PAZ
L os n iños d e las escuelas de l a ci udad d e L eón, f ir ­
maron en l a p r imer a q uincena d e May o d e 1982, u n M e­
m orial, qu e d i r i gieron al R epresentant e d e Sandin o en
México, Pedro J. Zepeda, e n e l cual l e decían l o si­
guiente:
" E l año pasado las escuelas p ermanecieron cer r a
das.
Nuestros corazones se vistieron d e lut o po r esa
circunstanci a dolorosa. Nosotros deseamos co n vehe­
mencia la instrucción, porque sabemos que ella es fuente
de muchos beneficios, tanto para el que la adquiere, como
para la sociedad.
Con la instrucción se evitan muchos males y se
disminuy e el cr imen . S i lo s hombres qu e secuestra.
ron y asesinaron al niño L indbergh hubiesen cultivado
su corazon y su i n teligencia quiza no h ubiesen l legado
a ese extremo tenebroso. Y nosotros que comprendemos
ésto, sufrimos horriblemente por la carencia de escuelas
para tanto niño nicaragüense que abunda en deseos de
aprender par a ser buenos ciudadanos.
Fuer a d e ésto, la miseri a se acentúa e n nuestra
amada tierra, y la miseria precipita al crimen.
Tenemos referencia de que Ud . r epresenta al Ge­
neral Augusto C. Sandino, nuestro connacional, y por su
medio queremos hacer que hasta él llegue nuestr a voz
de angustia, en demanda de psz para Nicaragua, para
que cese una contienda ir atricida que no tiene razón de
ser, a fin de que en el futuro nuestra Patria sea gr ande
y se mantenga intacta nuestra soberanía."

Ni Zepeda, ni Sandino se dignaron contestar a esta


suplica de la niñez, capaz de enternecer al corazón más
d Uro.

LA C A M AR A D E C O M E RCI O D E JINOT EGA


CLAMA TAMBIÉN POR .LA PA2
Mientras los pequeños escolares leoneses se dirigian
a Sandino, po r medio de su representante e n México,
p ar a h acer l l egar hasta él su vo z d oliente e n f avor d e
la paz d e Nicar agua, l a Cámar a de Comerci o d e J i note­
ga, se dirigía en forma desesperada con fecha 12 de Ma­
y o a l a Cámar a Naciona l d e Comerci o e i n dustr i a d e
Managua, dándole cuenta de los ültimos actos de barba­
rie llevados a cabo por l as h uestes sandinistas. S e daba
cuenta del asesinato del honorable agricultor don Manuel

O EL CALVARI O DE LA S SE GOVI AS
Herrer a a quien decapitaron, refiriendo que su cadáver
habla sido llevado a l a ciudad de Jinotega, donde par a
tomarle una foto hubo necesidad de j untar l a cabeza al
tronco sangrante del cuello, que fué separado a mache­
tazos; que asi mismo habían sido asesinados e n f orma
igual, Salom6n Salgado, Santiago Blandón, Concepci6n
Herr er r a y do s más qu e n o habían podido ser identifica­
dos. T erminaba el informe con estas precisas palabras:
«SI ASI CONTINUAMOS, ESTAS HASTA HACE POCO RI­
C AS REGIONES, QUEDARAN PROBABLEMENTE PO R
MUCHO TIEMPO COMO LOS ESCOMBROS DE ESA CA­
P?TAL , PARA L O CU A L .Y A N O HACE FA LT A MUCHO» ~

Fotngrafia de Manuel Herrera, decapitado por fuerzas de Sandi­


n o, a q u ien par a r et r at ar l o hu bo d e j u n t arl e l a cabeza co n el
cuerpo,

C A PT URA D E LOS QU E L A V A BA N OR O E N
LA COST A AT LA N TI CA
Creemos que nuestro lectores no habrán olvidado el
secuestro hecho por Pedr6n a fines de Diciembre de 1931,
del señor Albert o Valle, a quien captur 6 e n Guicuinita,
cuando se dedicaba pacíficamente a ganarse l a v i da en
los lavaderos de oro. No s61o le robó cuarentiocho on.
zss de oro, sino que le detall6 también una contribuci6n
de CS 2,000.00 por su rescate.
S obre est e señor Valle, Sandino dij o a Pedrón en

E I V E R D A D E R O S A N D I N O
— 829—

carta, de fecha 18 de Mayo de 1932, entre otras cosas, lo


siguiente:
"Hast a en estos momentos no se sabe nad a del
resultado de lo que iban a depositar de cuenta de Alber ­
to Valle. Se servir a Ud. escribir una nota a los parientes
de Valle, por el conducto de l hij o d e Navarret e anun­
ciandole QUE A L N O DEPOSI TA R E L D I NERO AN­
TES DE C UARENTA DIAS TENDREMOS NECESID AD
DE AL SARLOS E N L A GUESERAI PORQUE NO H AY
LUGAR D E T EN E RLOS MAS.
Patria v Libertad.
(f A. C. SANDIN O."
(Un Sello)
Junto con Vall e había
sido secuestr ado L eonci o
Navarrete a quien ame­
nazaron con l a muerte si­
no pagaba la con tr i bución
q ue le fué detallada. E s­
to s d os. infelices n i car a­
güenses estaban en capilla,
e sperando l a muerte, si
sus f ami lias n o l o gr aban,
con sacrificios inenarra­
bles, obtener el dinero pa­
ra salvar sus vidas.
CAB EZ A CO M IDA PO R
AV E S D E RA PIÑA
P ocos días después en
las esplanadas de l Valle
de Sisle, fu é encontrada
una cabeza a la qu'e las
aves de rapifta habían sa­
cado los oj o s y destr oza­
do la cara con su s picos
acerados. A r egular dis­
Véase l a f ot og ra fi a de Salomón t anci a se hallab a e l cu er ­
Salgado , compafter o d e H er r era p o, convertido en u n n i ­
t ambién decatdtad o po r lo s q u e d o d e g usanos. Se l og r ó
se decían "libertadores" de Nica­ identificar al muerto, que
ragua.
resultó ser Justiniano Mo­
r án , catd o e n m ano s d e
los soldados de Sandino, quienes lo decapitaron el 25 de
May o d e 1932, solamente por el gr avísimo delit o d e ser
h ermano rl e Rufino Morán, que estuvo de alta en l a
Guardia Nacional.

O EL CALVARI O DE LAS SE GOVI AS


E NT RA E N ESCENA DN. M AN UE L B A L L A DARES M .
Don Manuel Balladares M., liberal de cepa y ciuda­
dano nicaragüense domiciliado en San Salvador, al darse
cuenta de que don H oracio Portocarrero habfa sido de­
signado por Sandino para Presidente Provisional de Ni­
caragua, pens6 qu e aquél n o er a hombr e par a poder
a fr ontar esa si tuaci6 n y cr ey 6 convenient e o fr ecer su s
servicios al Guerriller o para sustituir a Portocarrer o en
e l cargo que se l e habfa asignado. Para este efecto se
traslad6 a los campamentos de Sandino, vfa Danlf, lle­
vanéio en la mente una serie de proyectos, que pensaba
presentar a la consideraci6n de l j efe insurrecto; y ten­
tadores ofrecimientos mediante los cuales pens6 obtener
éxit o en su s pr op6sitos.
Sin embargo Sandino no hizo f é de sus ofrecimien­
tos, como se verh en los fragmentos de la siguiente car­
ta, que dirigi6 a Francisco Estrada, con fecha 8 de Junio
de 1982. Dicen asf:
"Señor General Fr ancisco Estrada.
Campamento de la Columna Expedicionaria N4. 3.
Querido hermano:
E n estos momentos, las cuatro de la tarde, he r e­
cibido su apreciable comunicación fechada el 25 d e Mayo
pasado, y me place que estén sin novedad.
.. .Recientement e ll egó a nuestros campamentos
de la columna N' 4, el señor Manuel. Balladares hombre
acaudalado y d e in f luencias p o l ít ic as, p i d ié ndonos
us dié ra mos a e i e l c ar go p a ra q ue h ab ía mos
c esignado al General Ho racio Port ocarre ro y q ue n os
p roinetia que su gobierno seria reconocido antes d e u n
m es. Tambien nos enviav a una lista de personas qu e
formarian su Gabinete; entre ellas aparecían los señores
C arlos Castro Wassmer par a Ministro de la Guerra, un
tal José María Zelaya y otr o grupo de hombres de los
mismos qu e ha n estaáo en toda la administracion con
Moncada. Nuestra contestación f ué negativa y nos li mi ­
tamos a decirles que si tenian a bien pr estarnos su coo­
peración que se adhirieran a l Genera l Portocarr ero,
persona a quien le hemos extendidos altos poderes con
el fi n que él no s hablaba. No sabemos cual será ense­
guida la actitud del señor Balladares.
"E s casi seguro qu e de l 10 al 12 del presente mes,
yo haga pna gira a nuestros campamentos viejos, por te­
ner qu e a r r eglar muchos asuntos de interés y es pero
entrevistar en aquellos lugares con Colindres y otros je­
fes quienes están para llegar a r e cibi r órdenes. No se­
ri a ex traño que con Colindres nos lleguen nuevas pr o­
puestas de entendimientos, pues comprendemos que hay
un mareado interés."
Para mayor autenticidad en la página siguiente inser­
matos la foto del documento antes mencionado.

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—'381—

« ' s 4 x%i .
l ... . , , , 'I
g uhor llener ul '
rr uaolooo gbt raaa
* , csnpuaontoo 40 l a ooll wI L a spe«t« inserta y o t . . . ' ' l ' . ' ~ . ' j '
queñ540 hernanel
Mn oetoa noneaáos I ns eqatr o do"l a ti r d sl h4 tu e lb ádo ou ~o tábin e enuht
~ noten 4OOha4a el ny Óa,guye lqóyuino Peeede, 1 rry Pla ta que en~ St g urredndc
ln t er i o r i sado que tt te j es t o dos l o s y untoo 4e s u rs r t a , n o pera i t o w saiA n
t nsl a , ' ue s i ol gra l Me ta le s y rusre q ue yor noti r o \ al e uos é Ia I o lu nts4 ae ss,
esnryatp nas aatoo»ea oaqo«¡ puedo reoouatdsrarus la ordoa ee reeoaeeébraoion
«o 41 4 s oto duart « I g engrn i¡ pero ea o t r e o asog á oatra r i o la . oádén queda ea ydd l
j yegua not ioi as qao gso' tr al o ua sebr tue 40 1 cey i tuu óguí las que sudaba oog
xer aled l oabenos qae l a « nort e t a o aesti o n p u l i ó oono e l 1 6 d e Maya e a Moa 4 y sy l
, l e asnos ser os del l ugl u noaotono«ol pan 10 q se s uposgo q ue é eqtu hora' yd'pueden
haberos oouanieado oua' gotedssl
yer et r a p olt d y5 4ao ~ u ts a.ouaado l a sreoehte ll e gas é suu ru uoe nr hda
tont go noti o ie s dol a ñal Qg a 1 rano¡ q ue seto y«ed» b eber p ele ado e st a s d s' l i s
gsr al Moytu no y q as oon'ui% ~t i r o ue urr eoostd p are Mscaotaos l u nar p or «ande
~ etala ol d ra i q «nos y u dryrroneuto d espues d e ksauido aou 4 1 qnoelTaxaa.el . atsqudj
al aeneto asde caspeaeato .
ISO netf Oi au que t e a ~ e de u usoyro e Otree r e fe e en e l i n te r i o r, aia 05ugac
dotas y y r iaoi palneat o ~ s e di os que sl. oumfgo bé d esoeuysdo ra ri s e 'uo
hl aoi onss y 'ciestaoeneatei ' + > el de ls h aoin udn co ri s t a 4 s l o sa s t a ie gsai dib uja
tnsbl s a que eu yia ote ga dbén «éíjuáid o nuuhis ia o 0 1 uldloro do t r o ya.
noet ent eaont e l l egó- : f~ o t r o s oeanusnoutes de 'la so l o s yo 4 , el g agor M u
nsel Ms l l q dyre o honbro seda«agudo y de ín r l u oueia s y o li t i a so, p ódseadeaes nue
dtorenos ~ Fl 01 sorgo para qao hubtt n ee designado sl g ra l g@resto portooerre roq
y quo noe pñusotia que s u Oobie ra e sor5 a ro douocid a autos do a u nos, « r e ubic a
aes ca rt er o uaa li s t o Óo yol sosos q uo to ra ar l u u eu áubin st e l est r o. ella s apure n
ci en l o s sonoros ca r l o s cast r o pusaer pur a Mi n i s t r o Óe l u «u sr r a , ui té l Secó
Muñía t el uya y ot r o gru pa al h u ab ros de lo e n io nos q ue h in Is l e t a uu t o c ~ lu s4
in i e l r a si ou cou acusada, - Nuest r a eonto st aoí ou fu ó nsgat i r a Ii aor i t a l i a nos d
é decir l e s quo sl t e u tu u é b le o p re sta rnos s u o oeporu eio a¡ q ue ss udhir l e ru s a l
rul ' Port o cu rr e rc , p ers ona d q uis o l e hóacs c al e s« id o a l t o s podero s c t u e i r í a .
uo ól nos habl aba . - nc subeaós ouui seré enseguida l e u oti lu4. d el Ó utc » t a l l o
duros
ge oasi s eguro que dtl 10 a l 1 2 4 el p r e sente nos y ó h aga a na g ir a ó
', tres anupsnents s r í o) 00 , po r t euer quo ar regl ar auuhos osustos 50 i u t cr ee , .Osyo,
',ro eatr e r t s tq ra o o u u quell o q l u garer o oa c o lí n «res y ot r o s redes ouíeuos e lt a a
jpsr s l l egar a re cib ir c rd enus - 10 s eri a entr ado áue eeu co lí n « ru o aos ll e ruea
nueras prá yuaetau Óe o uts ud e s t o s~' yuas eonpresdenos q uo huy q u su rc ado s t e '
irás
cou r a l oei os é n í o al u4 y 4 la 4 0 lát Mopose, 4 le hoouneute te t h l k4 á4a e o en
fr t dl a bl e l pues l st qwoo nus ra hueto s q ue o uaado w stedes se rd oro ni por l a b uena
1
laei s t enot u quo ro otb í ucs duré ht e l a p osean o aáetuedaá
Ceu I l pre sento oorr e o l e e oari á unos yo r i u d ic os que s óa l d u nue nu or«s qut
tesones r en u l l o s duqr a nchas d ot i e 5 Ó a s e ou n osotr o s y o tr a s que u oe­
int eresan ~
huegsi e sOept ar eq ua lo n d e s s q» Ie . ródeyu 01 oari g o s i n o
lu do este s u he ~ o ,
gdr ni k I I Í l wnpuh
r ~ ~ ~ ~ ~t ! ~ ~ i r ~ I~ ~~ ~~~~0~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~~~ ~ ~ l
I

L . .. Ik 4 3 ! ' . . . . . . . . . . 0 > úuu . .: . . ' . .. .í ..

I. a f ot o del document o en v iad o por don Wlanuel B a lladares


a Sandino, copi a dc l cual fu é t r anscrita a los l 'residentes del res­
to d c Centr o A niérica.

L a or ganizació n d e este Gabinet e er a segit n car t a


del mismo Halladares l a si g uiente:
Dr . Ju li o Por tocarr er o M i ni str o d e H acienda
Dr . A r t ur o Bac a l l i n istr o d e Relaciones
Dr . Escolástico L ar a M i ni str o de la Gobernación
Oral. José María / elay a M i nistro de Agricultura
Gral. Carlos Castro Wassmer Ministro de la Guerr a

O E L CA L V A RI O D E L A S SE GOVI A S
—332—

Dr. Rosendo Argüello Delegado del Ejecutivo


Dr. Vaca Se@del Ministro en Washington
Dn. Toribio Tijerino Ministro de I. P.
Don Salvador Calderon Ramírez iba a ser el candi­
dato de tapada como se supo después, para el pr 6ximo
per íodo constitucional.
Asimismo el Señor B alladares afirmaba a Sandino
que en pocos días él tendría quince mi l hombres arma­
dos en el Departamento de F.e6n.
El cabecill a E str ad a a q uien se di 6 cuenta de lo que
pasaba con respecto a Balladares, contest6 a una comu­
nicaci6n d e Sandino, así :

" CAMPO D E OPERACI ONE S M I L I TARE S D E


L A COLUMN A E X PE DI CI ONARI A N o 3, BAJ O EL
M ANDO DI RECTO D E i . GENERAL F RÁNCI SC O E S
TRADA Y POR I NSTRUCCI ONES DE L J EF E SUPRE­
M O GENERA L AUGUST O CESAR SANDINO, JUNI O
10 D E 1932.
Sr. General Augusto César. Sandino.
Cuartel General.
Q uerido Jefe y hermano Mayor :
Es e n nuestr o poedr su atenta nota del 3 del co­
rriente mes, a la que nos damos el gusto de contestarla.
C on suma pena le manifiesto que cuando recibimos l a
resente, de la cual no s ocupamos, ya nuestro hermano
raL Juan Santos Morales, habia salído para ese Cuartel
General y po r tal motivo no l e dimos l a contr a orden
para que no marchara a esa, pues tanto él como nosotros
e stabamos en l a disposición de que si v e nia orden d e
esa Jefatur a Suprema, par a que el General Morales, con.
t inuara cooperando con nosotros en viarlo nuevamente a
la línea, pues él es conocedor d e este lugar y y a tiene
alguna experiencia sobre las maniobras que pueden efec.
tuarse en esa región. Su actitud ya está lustificada, cum­
pliendo su cometido a satisfacción.
.. . Eso de la propuesta del seiior Manuel Vallada­
res, es una muestra palmaria del estado de anarquización
en que se encuentran los politicos nicaragiienses los cua­
les tiran por distintos rumbos sin llegar a ningun enten­
dimiento; y es por eso que en la proposicion de l señor
Vallad ar es en s i es de scabell a d a , pe ro e n e l f o n do h a bla
muy clara y fuertement e acerca del estado al cual han
llegado, tanto los invasores de nuestr a Patria com o l os
mercaderes políticos representados por Valladares.
Patria y L ibertad
(í) FRANCISCO ESTRADA
Gral. y Jefe expedicionario."

Cuand o el señor B al)adares, hombre indudablemente


i nteligente, per o d e espí r it u i n quieto, se di 6 cu ent a d e

E I, V E R D A D E R O S A N D I N O
—333—

Don Manuel B alladares M., quien a su paso


por D an li , se en tr evi st ó con e l D r . y G eneral
Al ej andr o ( ' erda, y con don A l fonso I r ias, a~<~en­
t e este úl ti mo de Sandino par a l a compra de
armas y pa r qu e en H onduras.

qu e sus pr oyectos había n si d o p u blicados en N icar agua


y r esto d e Centr o A m érica, y de que, cosa gr ave par a los
que é l m encionaba en su car ta , p o dí a acarrear a éstos
gr aves d años, aprovech ó l a opor tu nidad qu e l e di ó el
per iodist a J u a n l i amo n A v i lés, a l considel ar apócr ifas
sus cartas, par a d i r ig i r l e el si guiente mensaje:

O EL C A L V A R I O D E L A S S E G O V I A 8
—334—

«(Radio Vía Tropical) Tegucigalpa, Honduras,— Julio


5, 1982.—2.80 pm.— A Juan Ram6n Avilés, Managua.— Tu­
vo raz6n declarar carta ap6crifa. Patrañas ineptos ene­
migos. Envíole claras explicaciones prensa. Salúdole.—
Manuel Balladares».

De la actuaci6n de Balladares desconfió Sandino, y


algunos han pensado que si l o hubiera tenido a mano,
después habrí a p agado con su v ida l a audacia d e m eter ­
se en los planes del Jefe de las Segovias.
Para demostrar su lealtad' y entusiasmo por l a cau­
sa de Sandino y a fin de captarse su confianza, don Ma­
nuel decidi6 tomar p arte en algunas acciones militares
de esos días, nu tardando en presentarse la oportunidad
a fines de Mayo, cuando el sangriento combate de ~Las
Puertas», sostenido entre fuerzas de la Guardia Nacional
y l a de Íos cabecillas sandinistas Francisco Estrada, Pe­
dr6n y Pedro Antonio I rías. E l numero de éstos era co­
mo de doscientos hombres. E n este combate sali6 herido
ligeramente en un hombro don Manuel Balladares, y en­
tre los cuarenta muertos más o menos que tuvo Sandino
en esa acci6n, se hallaba el cadáver d e Juan Pablo Be­
llorín, .cuya muerte fué muy sentida por él . E sta acci6n
fué una de las más reñidas, pues murieron diez guardias
nacionales y cinco marinos; siendo de adverti r qu e los
jefes qu e l a comandaban no supieron di rigi r bien el
combate por estar tomados de licor.
Como el señor B alladares fracasara en sus prop6si­
tos, regresó a Honduras, en cuy a capital había el pr o­
yecto de reunir un a conferencia de amigos de Sandino,
para tratar de ayudarlo en la continuaci6n de sus corre­
rías.
O igamos l o que sobre el particular d ij o Sandino a
Estr ada, con fecha 7 d e J uli o d e 1932:

"El Sr . Manuel B alladares, por fi n h a convenido


en acuerpar al General Portocarrero y suponemos que
en estos días se ha efectuado una conferencia e n T egu­
cigalpa con ese fin, entre muchos nicaragüenses interesa­
dos en acuerpar a nuestro Ej ér cito. Estamos esperando
el resultado ds las pláticas mencionadas.
El Dr . A r tur o Vega está haciendo volantes en el
Departamento de Chinandega, y les mando a Ustedes un
poco de las hoj itas de las qus ál nos mandó, las qu e les
ruego distribuir .
R ecientemente estuvo en calidad de plagiado en
e ste Cuarte l General , s l j oven E nrique Sánchez de
León, a quien el General Umanzor detalló una contribu­
cion de mil pesos, dinero que segun participa el mencio

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
nado hermano, y s está en au poder, por l e mismo al j o­
ven Sánchez, con fecha 1o del cor riente se le l i ó libertad
y salió par a la ciudad de Jinotega.
Aprovechamos el viaje del joven Sánchez, quien no
se fué RESENTI DO para mandar algunas palabras a los
c andidatos Sacasa Argáello y ot ros del Liberalismo, en
e l sentido de que se unifiquen con nuestro Ejército y
que apoyen a nuestro Gobierno Provlcional el que com­
bocará al Pueblo Nicarsguense a eleei ones completamen­
te plebisitarias y que al no proceder elloa en la forma
ue se les intoxica, tncurrlrán en mayores reaponasbili.
ades.
H ace diez diaa que p er manece entr e nosotros el
Capitan José de Paredes, quien l e saluda por mi medio
csrpiñosamente; aqu i continuará po r tlem po indefinido,
pues sus hechos han desvanecido nuestras sospechas.
Patria y L iber tad
(f) A , C. SANDI NO»
(Un sello)

ACTIVIDADES DE UMANZOR EN EL
DEPARTAIVIENTO DE LEÓN
Continuaban las operaciones de Juan Pablo Uman­
xor en e l Departamento de Le6n, serpenteando por ea
minos, valles, caseríos y poblados, escabullendo l a perse­
cuci6n de l a Guardia Nacional, a l a que buscaba como
encontrar desprevenida para ponerle una emboscada.
En estasactividadesl]egeo el día 1' de Junio, a la ha­
cienda <San Pablo» propiedad, n o s6lo como cr eíamos
de don Aristides. Herdocia, sino que de su hermano don
Alfonso, situada como a tres leguas de Villanueva, pue­
blo del departamento de Chinandega. E n dicha hacienda
s e encontraba don Aristides cuando d e improviso vi 6
rodeada l a casa por un numeroso gr upo d e hoinbres
armados y con pañuelos r oj o y negro atados ai cuello.
Hacía de jefe un hombr e alto, d e hombros encajados,
d e color negro y que llevaba dos rev61veres al cinto. E Í
aspecto d e este j efe, r epresentati vo del zambo, er a por de­
más repugnante. Se llamaba Juan Pablo Umanzor, y an­
tes de llegar a la hacienda había capturado a unos cam.
pistas que andaban recogiendo unas bestias, para que no
dieran noticia de su llegada. E stos, al se r i nterrogados,
m anifestaron que en l a casa. hacienda se encontraba el
patr6n, e inmediatamente se tendieron en círculo los san­
dinistas alr ededor d e l a casa par a r ealizar l a captur a del
señor Herdocia, hombre conoeidamente pacífico, que como
se comprende, realizaron si n ninguna dificultad. Por los
mismos campistas supo Umanzor que a poca distancia en

6 EL CA L VA RI O D E L A S SE GOVI A S
—336—

la haciend a «Mayocunda » se encontr ab a do n E n r i q ue


Fernando Sánchez, joven capitalista de Le6n, que anda­
ba viendo su propiedad. Umanzor destac6 una comisión
armada con el objet o de capturar a l seño r Sánchez,
mientras él se quedaba resguardando al señor H erdocia.
Hora y media después de haber partido la comisión, r e­
gresaba Asta t r ay end o captur ad o a do n E n r i qu e a q uien
llevaron ante Umanzor, quien deta116 una contribuci6n
de cien c6rdobas para el señor Herdocia, y una de mi l,
d61ares para el señor Sánchez, yerno del primero. Gomo
estos señores no llevaban consigo el diner o necesario,
f ué enviado el mandador de la hacienda, a la ciudad d e
León, para traer l a cantidad detallada como precio del
rescate, que exigí a el l ug ar teniente de Sandino . E l d i ne.
ro fué enviado, no sin las dificultades de aquellos días,
p o r las fami lia s d e los cab alleros secuestr ados, la s q u e
desde el momento en que supieron la noticia de l o que
s ucedia a sus deudos, agarraban como suele decirse el
cielo con las manos.
Es d e creer qu e U m anzor t u v o el p r op6sito d e sa­
carle al señor Sánchez mayor suma de dinero, al saber
que era hombre de capital. S61o así se explica el haber­
l o llevado en medi o de grandes penalidades hast a el
Guartel General de Sandino, para que éste decidier a so­
bre la suerte del prisionero. L a conducta observada por
Umanzor, no tiene otra ex plicaci6n, ya que, don Agustín
Sánchez Salinas, hermano de don E nrique, se hallaba
militando en las filas de Sandino, a quien debian haber
g uardado las consideraciones a que er a acreedor . Si n
embargo, más tarde veremos que un prop6sito malévolo
h aci a llevar a don E nrique frente a s u h ermano, de
quien siempre se desconfi6 en lo s campamentos sandi­
nistas por su condici6n de hombre adinerado, que en un
momento de entusiasmo patri6tico se fué a enrolar en
las filas del que creia libertador de su patria, y de cuyas
manos sali6, sano y salvo, por u n verdadero milagro.
Veamos lo qu e sobr e los señores Sánchez deci a
Sandino a Pedr6n en una carta, fechada el 19 de Junio
de 1932:

«Señor Primer Jefe de nuestra Columna Expedicio­


naria No 1.
General Divicionsrio
Pedro Altamirano.
Campo de Operaciones Militares,
Mi querido hermano:
.. . . . .E l General Umsnzor está por entrar a este

EL VE R D A D E R O SA N D I N O
C uartel General y el miercoles saten embarcaciones qu e
los conducirán a este campamento. Adelante nos man.
dó a un señor Enrique Sánchez de León, que viene de­
tenido y le detallaron una contribución de MI L CORDO­
bas, los que quedó esperando recibir el General Uman­
zor para traerlos; este señor Enrique Sánchez, dicen ser
hermano de Agustln Sánchez, el j oven que está allí con
V d. y yo creo que es verdad. El r ei erido señor está en
el Topón y ya se mandaron órdenes para que lo traigan
a este campamento y hablar con él; podría ser que de la
c onversacion con él podramos sacar algo en clar o y de
la situación de Occidente.
Hace poco vino una propuesta de un señor Manuel
B alladares, de León, pidiéndonos que le diéramos a él la
Representación Personal de esta Jefatur a Suprema, par a
encabezar un movimiento revolucionario en Occidente y
que me aseguraba tener elementos y gente list a par a en
un sólo mes tomar e l control de todo el Pais. L a pro­
puesta me parecio muy audaz y no la aceptamos porque
con él venían do s hombrea que hsn sido lo s mimados
d e Moncada, ellos son un Carlos Castro Wassmer y u n
J osé Marí a Zelaya. Nosotros hemos desconfiado d e la
propuesta de ese señor y nos parece por unos recortes
de periódicos que hemos visto, que Agustí n Sánchez es
uno de los que pertenece al g r upo de Balladares y que
venía adelante para preparar el terr eno. Hasta en estos
momentos no hay nada que justifique que las propues­
tas de Balladares y s u grupo no sean sinceras, y que
puede 881' que vengail d e corazón, p810 10 que n osotIos
no podemos acceder es a entregarle las riendas de nuca.
tr o movimiento r evolucionario. S e les h a contestado
que acuerpen al General Portocarrero quien ya tiene au-.
torización de est a J efatur a Su pr em a par a organizar
nuestro Gobierno Provisional. Ninguna contestación he­
mos recibido todavía, per o esperamos r ecibirl a pr onto.
Colindres estava interesado en que le quitáramos nues­
tra representación al Gerieral Portocarr er o y q ue la dié­
ramos a Balladares. De m i par te le fué una reprensión
a Colindres por haberse d ejado sugestionar en u n solo
día de un hombr e que hasta entonces conoció, pues Ba­
lladares lleg o e n m i busca hasta los campamentos de
Colindres. También aller nos Vino noticia que por So­
motillo ha entrado una cantidad de hombres. bien arma­
dos al t er r itori o nicaragüense y que se cr ee se a una
nueva revolución aislada de l a de nosotros.
Con ese motivo he girado órdenes a todas nuestras
fuerzas que actualmente están en todas las segovias, que
n o bajen al interior y q ue no se retiren mu y lejos d e
esta region, pues queremos saber e l resultado de esa
fuerza que ha entrado y saber si son aliados de nosotros
conseguidos por el General Portocarrero o si son harina
de otro costaL
Estamos esperando correspondencia d e H ondur as
y así ser á la manera cómo nos orientaremos.
Por la misma razon, creo que no es bueno que Ud.
se aleje mucho.
En el próximo correo puede Ud. mandar par a este
c ampamento a l j oven Agustí n Sánchez, PE R O S I N

O EL CA L VA RI O D E L A S SE GOVI A S
—338—

EQUIPO, sirviéndose Ud. guardarlo y mandarlo después.


Tengo interes en ver j untos a los dos hermanos y leer
en sus semblantes la realidad de las cosas, Y PARA MI
E S MEJOR T ENERLOS DESARMADOS POR QU E SI
ELLOS SON ENEMIGOS DE NOSOTROS, Y SE VI E­
S EN DESCUBI ERTOS, PODRIAN COMETE R UN CRI ­
MEN , SUPUEST O QU E SABRI A N QU E D E T ODOS
M ODOS T ENDRI AN QUE MORI R . . . . . . . . . . .
P atr i a y L ib er t ad .
(f) A. C. SANDIN O»
(Un Sello)

La ant er io r comunicació n d emuestr a qu e e l «J ef e


Supremo de las Segoviasi , fuer a de sus lugartenientes,
no tenía confianza en los que lo rodeaban. De nada sir­
vió p ar a do n A gustí n Sánchez Sal inas, haber sido ascen­
dido al grado de Coronel por el propio Sandino, pues en
vez d e ponerl o a p r ueb a y d e despejar las d udas qu e él
provocara, po r s u posici6n de hombr e adinerado, de­
jaba al ar bitri o de Pedr6n su suerte y l a de su herma­
no, q uienes d e haberse vi st o y sospechad o en tr e ellos
algun a i nteligencia, habr ían sid o sacr ificados i nmediata­
mente por Pedr6n.
Mes y días después d e h a ber s ido s ecuestra do d o n
Enrique, logr6 por una verdadera dicha obtenor su liber­
tad, siendo recibid o en L e6 n po r su s fami li ares y am igos
como un hombre que viene re alment e de l otr o mundo,
motivando su presencia te-deums y acciones de gracias,
q ue en diferentes templos se llevaron a efecto po r s u
feliz retorno al seno del hogar.
Veamos a este mismo respecto, el final de una carta
de Sandino para Pedrón, con fecha de 6 Juli o d e 1932,
q u e dice así :

"E l j oven Enr ique Sánchez fuf. puesto en l ibertad


y se le mandó al Juez de la Mesta Capit í n E mili o Blan­
dón, quien lo pondrá al referido Sánchez en las sercanías
de Apanaz; pues Sánchez nos ha prometido que si el di­
nero no l o había recibid o el General Umanzor , qu e él
personal se interesaría en mandárnoslo; nosotros le crei­
mos y le aceptamos, po r que aqu í est á s u h ermano
Agust>n Sánchez."

C omo s e co m pr ende, do n A gusti n Sánchez S. q u e


h abi a ll egado d e s u espontánea v ol untad , q u edab a d e
h echo conver tid o en r ehenes, por l a l ib ertad concedid a a
su hertnano 1; nrique. A l f inal d e est a comunicación,
Sandino puso la siguiente curiosa postdata:

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—339—
"Con el proximo correo me mandará el equipo que debe
haber dej ado en ésa el j oven Agustin Sánchez, pues bs­
mos conociendo que son sinceros y continuaremos ob­
ser vándole."

LA M UJE R D E P EDRÓN INSPIRADORA


DE SU MA RIDO

María de Alta mirano se


llamaba la esposa del famo­
so Pedr6n, quien acompa­
ñb a éste en diversas co­
rr er ías por l a m ontaña, y
q uien e n m ater i a d e d u ­
reza de alma, no l e iba
en zag a a s u marido,
quien la ponía al corrien­
t e d e su s pr oyectos y
hasta le consultaba sobre
sus planes, en los que su
esposa emitía parecer, que
fué tomado et> cuenta pa­
r a l a r ealizaci6n d e m u ­
chos de los crímenes que
se cometieron por las ban­
das comandadas por Pe ­
d r ón Al tamiran o. S andino
la distinguía con su apre­
cio y cuando Pedrón an­
daba en alguna comisión,
P edro Urroz, quien cay o en aquél se entendí a con do­
manos de l as fuerzas de Uman ñ a María y co n s u h ij o
zor, cuando estas pasaban por Melecio para que éstos hi­
Acliu apa, Depart am ent o de L eón. cieran efectivas la s 6r de­
nes que se les daban.
E nt r e los v a r io s m a chetazos qu e
le d i ero n s e d ej a v e r u n o, Véase como comproba­
hor ri ble, qu e dej ó i m presa e n sución de lo que decimos, el
c ara ui>o muec a espantosa, l a
que le durará mientras viva, co­ siguiente párrafo de un a
m o r ecu erd o i m p ereceder o d e c arta que con fecha 4 de
quienes quisieron borrarl o del J unio, dirigi 6 Sandino a
mund o d e l o s v i vos , habi éndose la esposa e hij o d e Pe­
salvad o po r u n v er dader o m i la­ d r 6n :
g'ro.
"Según noticias que no s lle­
ga n d e S a r ag uazca , s abemo s
que el enemigo se propone desocupar la Hacienda Corin­
to y otros lagares que antes tuv o resguarnecidos y que
también en Jinotega estaban reduciendo el número de tro­

0 EL OA L VA RI O DE LAS SE GOVI A S
pa. Melecio ordenara a los Retenes que esten mi s proxi­
mos a la Hacienda Corinto, que si se convencen qu e el
enemigo desocupa completamente la mencionada Hacienda,
que busque una oportunidad para quemarla."

La hacienda sCorintos a que se refiere l a anterior


comunicaci6n, es una valiosa propiedad d e café, de don
Salvador Stadthagen, situada al Norte de Jinotega. Cons­
ta de un a casa d e dos pisos, comisariato, m aquin ar ias,
despulpadoras, planta de luz eléctrica y grandes planta­
ciones de café. Todo esto iba a ser reducido a cenizas,
de conformidad con la orden emanada del <Jefe Supre­
mo de las Segovias,s la que dichosamente no, pudo cum­
plirse.

S ANDINO SI EM PR E EL U D IENDO EL B U L T O
El guerrillero de 'las Segovias manifestaba ser de su
c onocimiento la reducci6n de tropas en la defensa de l a
ciudad de Jinotega, pero a pesar de ello, consecuente con
lo qu e hemos venid o pr obando, a pesar d e t ener él ' buen
número de soldados bien equipados y armados, no pensó
en tomar dicha plaza, a fi n de n o exponer seguramen­
te su .persona a las.contingencias de un ataque.

APARECEN COMO ALMA DEL OT RO


MUNDO LOS SECUESTRADOS
Después de mucho esperar, Sandino recibi6 el dine­
ro de las contribuciones impuestas a los señores Alberto
V alle y a L eoncio Navar rete, cafetaleros, originar ios de l a
ciudad de :Matagalpa a quienes tenía secuestrados el ca­
becilla Marcial Rivera Zeled6n. A mbos volvieron el 14
de Julio de 1932, con la salud quebrantada, después de
haber estado prisioneros durante ocho meses, tiempo du­
rante el cual vivieron a la intemperie, sufriendo toda cla­
se de fatigas y privaciones.
K l señor Navarrete se presentó en su casa, ante su
familia que lo teni a por muerto, casi e n harapos, con el
pelo y l a barba crecidos, flaco y oj eroso. Su s pr opias
hijas no lo reconocieron en el momento. t uego qu e f ué
identificado, la alegría de todos fu é indescriptible y llo­
raban de contento.
En esos mismos días fué que llegb a Jinotega, mon­
tado en un caballo flaco, r aído y doliente, e l e stimable
joven don E nrique Fernando Sánchez a quien antes nos

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
hemos r eferido, quien después de mi l penalidades, no
obstante de haber entregado los mil dólares que l e fue­
r on detallados como contribuci6n y de haberlo llevado a
los campamentos de Sandino, tuvo la suerte de salir con
vida de las garras de éste por razones que nos son des­
c onocidas. Dos campistas de las fuerzas de Sandino l o
llegaron acompañando hasta el llano de sApanazs a cor­
ta distancia de Jinotega, recibiendo a poco su familia por
telégr af o l a n oticia d e su aparici6n . Vení a co n l a salud
bastante quebrantada, y pasaron meses antes de que re­
c obrara en Le6n su normalidad. Por lo que hace a A l ­
berto Valle, se hizo conducir d e Matagalpa a nuestra
capital en u n autom6vil, donde permaneci6 pocos días,
relatando los episodios de su cautiverio, continuando lue­
go hasta la ciudad de Bluefields, donde residia su señora
madre y demás familia, que teniéndolo por muerto, como
a Navarrete, colm6 de alegria a los suyos, el volverl o a
ver baj o el hogareño techo.

LA ESPOSA D E PEDRÓN ERA DIGNA


CONPAÑERA DE ÉST E
La señora María de A ltamirano, digna esposa de
P edr6n, cumpli ó fielmente las 6rdenes que Sandino l e
diera en lo referente a incendiar lss casas de la s f incas
o haciendas donde hubieran hecho escala las patrullas
d e la Guardia Nacional, en sus operaciones militares en
la montaña.
Véase el si guient e p ár r af o d e un a cart a escr it a p or
Sandino a ella, el 19 de Junio de 1932, que dice asi :
"Señora
Doña Maria de Altamirano.
Campo de la Columna de Operaciones del Gral.
Al t am i r ano.
Muy distinguida doña Maria:
Fue en mi poder su muy interesante nota en la que
me participa la llegada y salida nuevamente del General
A ltamirano, asi como las órdenes que tienen los Jefes de
Retenes para QUEMAR L OS LUGARES QUE ABANDO­
NA E L E ñ i E MI GO" .

En la siguiente página insertamos la foto del docu­


mento antes mencionado.
Acerca de la orden de quemar los lugares que aban­
donara el enemigo, dada por Sandino, preguntamos al lec­

O EL CAL VA RI O DE LAS SE GOVI AS


—342—

tor : Qué culpa tenían los dueños de las diversas f incas


o haciendas de qu e l a Gu ar dia llegar a a esos l ugares o
dur mier a en ellos en l a p ersecuci6n qu e hacía a las ban­
das sandinistas~ Esos i nfelices propietarios n o hacían
C@ü%I Cenéral i k i l Rósroét o Psronoor ds f i ss nsra nia Racional d e o io aradsas
dah a l t 4e 14$0
I

se Rara
Ceaa Sa rda 4» 4 1 tsstir ano I
Caspoe de la co l w n a d e Opsraeie aes dol o ra l É l t a ai r e ko
a ny Éi o t i akui da sosa t<ari a <
ua u n < ss u u — I< w -<<<u~<
na«tos<s%%s dnl oia l ~t o s id as, ~1 t o no ~ls s rd ppqp ~u e ~s aqn l o s pers a
R~et e ~ Rar a <tensar l os kp<Otros q ws ote adosa ~ 1 eeeai so,
Ra l ó sart a que l e osari o s al ora l a l t e a i r a ao, e o ss o lr i d ó soata t l s q as y k
estas ea l< le rt a d lq s sonoras r a l l e y ss ra rr e te quienes yk 4oaon a ta r s e p resas<la ,'
de el oneni ko i e l l os ent erasen 1a oont r i t w i oo y yá l a: repia iaos poro s in o dese eses
lado por l os satenes por doaá ~ paseas, 4 o sanara qus l o t é s sstÉ on n1 poder sal
ár k sa sr ta<era oport unidad É snpl or ass en p arq w, puse n o hdnos doapaoaaáo É n ia
pe s a r r os k Rondarse por qa todos lo s aaonas<tos qw n asas ese a lano 4e rt o koe ¡
~ etna osn Rstrs da, pera e stoy esperando unos qw s endrkn d el l a do 4 o donde O oii n
~roa, 1

Rw s ol e asestar oa el nw t< rs 4e a t X opoen y o a e l n1 o propio « 1 o ari s o ala s


~ sro 4e est e sa Sarnoso,i d sk a i a e ra ssolo 4 ar n ws tr e o roewr dde k, te la e a t a
Oli da , I

' ~'+ u s o

Fot og r afi a del document o copiado en l a l <al; in a a n t er io r pa­


r a qu e n uest ros lectores no duden n i po r u n i noment o <i e l a a u ­
tenti cidad d e los documentos qu e ponemos ant e su vista, si e ndo
como es est a obra, u n l i br o d e v cr<iades< cuyos o ri <' inales, l o re.­
l<etirnos un a v c x ir<as, ponernos a, la <lisposiciun d e qu ie n q u i era­
verlos y t o ma r f otos'rafias de ellos, e n l a Of i cin a d e Ol<eracio­
nes d e l a ( ' u ar di a <Nacional.

más qu e ceder a l a f uerza, y e l castigar lo s si gn i ficaba


u na i n j u sticia manifiesta d e q u ien se hacía ll amar dliber ­
tador d e Nicar agua» y q u ien en v er dad er a el Geni o del
M al, qu e cercenaba cabezas y r educí a a u n m ont6 n d e
escombros las p r opiedades d e l o s h ab itante s d e Nueva
Segovia, a qui enes parecer á u n sueñ o estar h o y d i sf r u­
tando d e tr an qu il idad y g ar antías, dadas po r l a Gu ar d ia
Nacional después d e i n olvidables días d e angustia.
LAS T RI B UL ACIONES D E U N SECUEST RADO
« K l d í a 12 de J u ni o d e 1932, me d i r i gí a a t rae r un

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
ganado que tenía empotrerado en el lugar llamado «To.
mayunca» cerca d e «Cerr o Gr ande», en e l D epar tamento
de Jinotega. Cerca de este «Cerro Grande», me encontré
con un a cuadrill a sandinista comandada por Francisco
Siles y como segundo era Emilio Aguirre; todos armados
de pistolas. Estos me cap­
tur aron, habiéndome sa­
ludado po r m i pombre
Francisco Siles, diciéndo.
me: «Viejo jodido, que an­
dás haciendo en estos lu­
gares, donde n o pueden
andar Uds.v. . . .Yo le con­
testé que n o sabi a que
esos lugares fueran pr o­
piedad de ellos. Junto con
estos hombres andaba un
hombr e llamado B artolo
Herrer a quien era el en­
cargado de matar a ma­
chete a los reos qu e cap­
t ur aban . B a r tol o d i j o :
« Dénme a est e v i ej o qu e
y'a me pica la mano para
poderlo» y act o seguido
me despojó de mi capote
v una zog a que llevaba
para el potrero. , E milio
Ag u ir r e d ij o entonces que
A p olina r C r uz , <l e <f) a))os dc no er a conveniente ma­
e dRd , n R cid o V d onl)clllRd o en t arme todavía porque de
Jin otc„o'a, casado v p a dr e d e die­ mi tenían que sacar dine­
c isei s 1 )i,jos, l)abi<los e n su s do s r o. Y o repliqué qu e no
n )at )d m o » l os, <(u i e n f u ( < c a p t u r a . t ení a d in er o p or qu e m e
do p o r la s f u erxa s sandi ui stas,
'i)('l loa)1('c leudo p reso n ueve m e ­ encontraba quebrado. Bar­
s()s, sa lr f(n<iose l)o r u n m i la<) ro tol o H e rrera , l lamado
de l a )))norte, despu(i s d e h aber «PA L M A Z ON », in si tí a en
esta(i o c n v al'1as ocasiones R ol'l ­ matar m e i n mediatamente,
ilas <lel scpulcl'o. pero Aguirre dij o que me
iban a ll evar po r las «Cu­
chillas». Mar chamos hacia
e ste l u ga r q u e e s u n si ti o m o ntafioso bastant e a l t o y
fr ío, donde nos acampamos en un a casa d e b andoleros
en la que me tuvieron preso durante nueve días. Mien­
tras tanto ellos habían escrito a Pedrón, diciéndole que
me tenían preso y que esperaban su s brdenes. Cuando
el correo regresó dispusieron llevarme para el carnpamen­

O EL GAL VARI O DE LAS SE GOVI AS


to de Pedqón, no dejando de amenazarme con Ia muerte
a cada instante. Tardamos tres días en llegar a l campa­
mento de Pedr6n. Este jefe bandolero se encontraba con
s u gente e n el Cuartel d e <E l Garrobo>, situado a la
orilla de un ri o afluente de E l Coco, llamado ri o Bocay.
Yo sabia qu e inmediatamente que me recibier a Pedr6n
seria chalequeado, porque en una ocasión, antes de la
guerra.de 1926, este Pedr6n qu e siempr e habí a si do
ladr6n y contrabandista estuvo en m i hacienda <San
J erónimo» en donde se rob 6 do s mulas magnificas y
un caball o peruano qu e me habí a costado trescientos
pesos de la moneda de Zelaya. Yo armé a mi s hombres
de la hacienda y lo perseguí, por lo cual él guardó siem­
pre saña en contra mía. Dichosamente al llegar al campa­
mento, de «El Garrobo~, Pedr6n habia salido a un a co­
misi6n en la que iba a quemar unas haciendas, y el que
me recibi6 fué un hij o del feroz bandolero, llamado Me­
l ecio Altamirano, quien di 6 parte a Sandino de que y o
me encontraba preso en ese lugar. Sandino di6 orden de
u e me reconcentrasen a un campamento llamado « L a
amaleona» donde habian tenido a otros prisioneros. En
este lu gar habían muchas sepultur as frescas, segur amente
de personas que habían sido asesinadas. Este campamen­
to de <La Camaleonai , está en el centro de una montaña
e spesa. En este lugar estuve preso durante un mes, y el
jefe de este lugar era Máximo Granados. Después de este
tiempo Sandino ordenb que me condujeran a Bocay, habién­
dome ll evado embarcado en un pi pante sobr e el r i o hasta
este lugar, donde se encontraba de Jefe Erasmo Carvajal.
En estos días habian puesto li bre a un viejecito llamado
Víctor Gutiérrez después que di6 la contribución que le
impusieron; lo mismo habían hecho con Rosendo Chava­
rr i a y Manuel I rías. En Bocay fuí entregado al jefe de los
sandinistas de ese l ug ar . E n est e lugar n o m e t u vi er on
encerrado, porque éste es un sitio más seguro que una
p risión ; po r un a p art e est á l a montañ a cer r ada, qu e l o
r odea po r t odas p artes y p o r ot r o l ad o est5, el r í o q u e
lo tenían controlado. E l que se aventura en esa monta­
ñ a v a a l a mu er te segura , p o r qu e si n o l o devor a u n a
fiera, uno se muere de hambr e porque no ha y que co­
mer.
Más o menos al mes de estar pr eso en Bocay l l egó
a este lugar el j ef e sandi nista Pedr o A n toni o I r ías, con
otr a cuadr ill a y m e n o tific6 qu e quedab a en capi ll a d u­
rante cuarenta días para que entregara una contribución
de QUI NI E NTOS CORDOBAS, y que si no pagaba, me
aplicarían el machete.

EL V E R D A D E R O S A ND I N O
—845—
Me manifest6 que ya le habían escrito a mi familia
para que enviaran ese dinero y qu e de ellos dependía
q ue y o siguiera viviendo. E ste I rías er a Secretari o de
P edrón. Yo le manifesté a Irías que deseaba saber la
f echa en que habían llevado l a carta a mi famili a p ar a
saber cual era el d ía en q ue iba a m orir i n justamente,
porque yo sabí a que mis hijos er an pobres y que no
contaban con dinero de ninguna clase, porque mis propie­
dades estaban embargadas. I rías me contestó qu e esa
carta en que le manifestaban a mis hijos, de mi próxima
muerte si no pagaba, había sido despachada el día 9 de
Octubre de ese mismo año, diciéndome: ~Viejó, tendrías
v alor de saber e l dia en que vas a morir?» Yo l e di j e
que sí , que mi conciencia e staba limpia y q ue eso e ra
injusto. Estando en Bocay fu í despojado de mi denta­
dur a postiza porque los «libertadores» tenían interés en
unos dientes y calzaduras d e or o qu e habí a e n el la, los
que ar rancaron, habiendo destruíd o después el resto
contra unas piedras.
En este lugar me alimentaba de pur o wabul . E sta
es una mezcla cocida de guineos verdes si n sal y bati­
dos con leche de coco. N o podí a comer otr a cosa por
que carecía de dientes. A simismo los sandinistas para
reirse de mi, me daban a comer pedazos de carn e asa­
da, la que solamente chupaba para tomar el j ugo o subs­
tancia, a causa de que mi dentadura s e l a habían r oba­
do y destr uíd o el r esto.
Mientras tanto mi hij o E milio hacía esfuerzos sobre­
humanos par a conseguir dinero, habiendo escrito a Pe.
drbn suplicándol e que lo esperar a mientras conseguía.
Logr 6 al fin obtener CS 150.00. Este diriero se lo entre­
gó mi hij o a Inocente Or tiz, de las fuerzas de Pedr6n.
Este Or tiz se rob6 el dinero y no envi6 l a cart a su pli­
catoria de espera. E ste bandido, para que mi hij o no lo
fuera a denunciar con Pedr6n, mand6 a unos hombres
de su cuadrilla quienes capturaron a mi hij o Emilio en su
finca y l o condujeron al campamento «L a Unión ' donde
lo tuvieron amarrado dos días. Después de este tiempo
le manifestaron que l o iban a matar ; mi hijo suplic6 que
s i iban a llevar a cabo ese crimen, que l o mataran de
dos balazos, pero que no lo hicieran con machete. E n­
tonces habl6 uno que hacía de secretari o de Or tiz, lla­
mado Sime6n Mairena, diciendo que eso no se podi a
porque er a n 6rdenes superiores acabar a machete
c on los bandidos. Después d e esto le dieron orden a
L iberato Centeno para que llevara a cabo l a muerte de

O EL CAL VA RI O DE L A S SE GOVI A S
—846—

Emi lio . E st e b an did o se hizo car go d e m i h ij o y l o l l e­


varon a un lugar enmontañado, donde todavía suplic6
Emilio al que lo iba a matar que no lo hicier a con el
machete, y como éste l e contestara diciéndole que tenía
que cumpli r con l a l ey, mi hij o sac6 un a carter a que
llevaba ocult a con diner o y se la entreg6 diciendo que
le iba a agradecer que l e llevara eso a su esposa. E ste
dinero nunca lo entregaron. Acto continuo empezaron a
descargar machetazos sobre mi hij o que se encontraba
con las manos atadas por la espalda, hasta que l o hicie­
ron pedazos. E sta información la he obtenido de varios
de los que presenciaron la muerte de mi infortunado hi­
jo, y que n o podlan oponerse por el peligr o de correr
igual suerte. e sto obra, en declaraci6n rendida ante el
Juez Local de lo Criminal de Jinotega por los individuos
Br auli o Cr uz, L ib er at o Centeno, Davi d M a ir ena, etc., etc.
El delito mío consistía en que una de mis hijas es casa­
da con u n oficial de la Guardi a Nacional llamado Poli­
carpo Gutiérrez y otr o hij o estaba de alta en las fuerzas
del Gobierno. E stando en Bocay lleg6 Abraham Rivera
quien me conocía perfectamente. A l preguntarme sobre
mi prisi6n l e conté todo lo que me pasaba. Entonces me
dij o que buscara una persona qu e m e escribiera una
carta para el General Sandino, explicándole eso y supli­
cándole un poco de piedad. A braham Rivera escribi6 la
forma en que debía de ser enviada y se encarg6 de ha­
c érmela José Picado, uno d e lo s Capitanes, quien me
conocia. L a carta es la siguiente:
"Campamento L a Esperan' , 2ó Oct. de 1902.
Gral. A . C. Sandino.
Cuartel General.
Nuestro querido Padr e Patrio: Tengo el honor de
m anifestar a U d . qu e el her man o General l r i as, m e n ot i .
ficó verbalmente por orden de nuestro hermano General
Altamirano, que si en los cuarenta dias cl e término que
se me daban para entregar la contribución que se me ha
detallado, no es pagada, seré pasado por las armas.
Con la entereza de mi corazón le manifiest o a Ud.
que si t uviera ya la hubier a pagado mucho tiempo ha,
pero desgracia<lamente sdquiri u n compromiso con Rosen.
<lo Chavarri a po r la cantidad de CS 800.00 y él endoso
esta obligación a Miguel Blandon, y no pude pagarla a su
< lcbi<lo tiempo y t odas tni s propiedades ha n s i d o embar ­
«adas y quizá acst<. tiempo habrán sido adjudicadas a éh
pues n o po r < l er cchn si n o po r c om placenci a a é l qu e es
<'l Jefe l'olitico < le , l inotega, y la s l eyes mal ejecutadas
l<ara <.so se 1>r<.atan. %o d<..l>o manifestarle que cuando he
llodi<lo sieml>rc he cooperado con mi deber , cou dinero y

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—347—

«rmas los que he conseguido y creo que Ud. como nues.


tro Redentor no permitirá, a que se me trate con injusti­
cia. Se dice que un hijo mio, Apolinar está, con los pe­
rros traidores por su falta de comprensjón. Ya es hombre
que se gobierna por si mismo, y en esto no soy respon­
sable y el que mal se gobierna que lo padezca. Yo como
padre lo siento por ex traviado pero no soy responsable.
Deseara personalmente expresárselotodo. Con el de­
bido respeto y aprecio quedo de su apreciable contestación.
(í) APOL INAR CL UZ"
«Sandino contestó, que, en vista de eso se me dis­
pensaba de la contribución, pero que no se podía poner­
me en libertad, y qu e si queri a podian andarme divir­
tiéndome en cualquiera d e esos campamentos. River a
m e dijo entonces que podí a andar con él, porque él se
mantenía haciendo comisiones sobre el río y de esta mane­
ra me resultaba menos fastidiosa mi detención, l o que
acepté gustosamente. Yo fuí libertado hasta después que
se firm6 la paz entre el. Gobierno y Sandino.s
En carta del 3 d e Setiembre de 1932, Sandino r ef i­
r i éndose siempr e a Cr u z d ecí a a su f avor it o Pedró n l o
siguiente:
". . . . ..Queda Usted autorizado para mandar a de­
cir a la familia del Señor Apolinar Cruz, que tenemos no­
ticias respecto a que un hij o de l mencionado señor, es
chane fvaqueano) de los perros traidores y que si Ia noti­
cia se confirma, QUE SEHA PASADO POR L A S ARMAS
SU PADRE. principalmente que si para aquellos dias no
han cumplido con la notificación que se les ha hecho;
manifestándoles a la vez, que les queda u n plazo de 40
dias para que resuelvan Jo conveniente."
Dos días después decía Sandino l o que sigue:
"Respecto al señor Apolinar Cruz, no seri a ex traño
que los familiares quisieran que mejor l o pasáramos por
las armas, para quedarse con Ias propiedades del viejeci­
l lo: continuaremos esperando la Altima resolución d e l a
mencionada familia."
Y el 27 d e Setiembre, sobre el mismo particular, lo
que sigue, que no puede ser más horrible.
". . . . . .Tengo la misma opinión que Ud. en l o rela­
tivo a los hijos de Apolinar Cruz, g puede p rfncfplar a
proceder con elloa; en l o q ue t o ca a l v i e jo t r a ta re mos d e
conservarlo hasta isltima hora".

Consecuente con el empello que tenemos de sacar


avante la verdad histórica, presentamos en la página si­
guiente la fotografía del anterior documento.

0 E L CALVARI O DE LAS SE GOVI AS


'" .lüotyüoüü 4 ~o tüoy~i tüücl' Wolü»r áo »att a o ooyooe Qáe x%f ~ a
'¡toüiojüoüüotü »áa.oefn ' i e y»aareooa yer 100 aroae, ya ü' oée»átütolaoo; 100 yoo ''.""
; yjo4»400 4»1 ütj~ j l j o t » oatj oüüarooea cayera»40. 1» »t t jtaa r »Ít»jyo ~ 4 4;.p „
~joütüüa» tooj l o',
0 oayoyo»40 10 erafá ~ Cel Ye»feote yo400 ay4ütjaoo '.0Í»ty&' ttooot~"
Í.ooü ta l" e~ t üooo4 ütea 10 4jeo.
y»ti üüÓtfej»aü aatüeüaoo ore)tej oeüüiaráo 40 tteao»ooa tüa'oot ' ootüüoüko»ce ','.,
IOütey»oo oo ia o yy»tatoxoo' 40 Ãfoaroorat aateta100 40», treoüü4: ao f üüjo».at".r»o-,,
ye»t»t oo »Wtoütto oo oro » i e j ootlfar»e 40 tfeaaüüroo ae 0»oüüo t»o y»0»oyoaá ..
i yo»» OÍüoótyüürü 4»lw5 eotyotatüorfaá Ii aafiülaaaoi yoÓ ei oeoeáp. tüo eeüte»
! 44o :yoj joya» 40 y»rio '40 jtaüat»üoo,
joo ooüüe»»100 oolk áorea y yero lt o¡ 4 000» 04z' ltrfeée» yaeorotü yor oeoo . '
: e fil o'.argüí ja o a oefo foo 0 01 0 »aüaforü y»04 á e 0 04y ltoe oá tr t a 4 0 4000000
tü»üüaüüeooo» coco 0»too' 00 4f JI4
o a»roto» oüü áaio» 40 eü taür lt i a t f lüo044a.raoj1 j» y 4» io » aoüüüto '
rtteo oüüü».'-le l üoajtüoa ei »jo aoro a oyj ' 0 4 t letoaüüe ' , , " : : . , ! ;.,
:. -„a yaya;e-:~
S

; ' üg .'" : ", ::;: ;,,

Fot og ra fi a del document o qu e pu blicamo s e n l a pág in a an­


teri or , en el pr opósit o qu e t enemos d e l levar a l án im o del lector
la conv i cción d e qu e l a v erdad es l a qu e g u l a nuest ra pluma, en
deseos de hacer lu z sobre los acontecimientos qu e s e desarr olla­
ron al rededor d e Sandino.

LA M E NT IRAI FU E A RM A QU E ESG RIM IÓ


AD MI RA B L E M E NT E S A NDI NO

Táctic a m u y bien comb inad a f u é l a q u e ad optó


S andin o co n los j efes d e sus bandas, d e t er giversa r l a
verdad, com o m edi o d e l ev anta r e l entusiasm o d e su s
hombre s y m antener l a f é en s u t r i u nfo . E sto, hasta
c ierto pu nt o n o es censur able, pues en las guerr a s h a
s ido l a mentir a u n medio usado, habiéndose vi st o e n l a
guerr a mu n dial qu e a veces super ó ésta a l poder d e l as
armas.
P er o pasad a l a lucha, l a v er dad se abr e paso, y
entonces los her oísmos y l a s m ent ir as quedan a l descu­
bi er to.
Nuestros lectores verán, por los documentos que les
presentamos, qu e mientras en u nos r elat a Sandin o r eso­
n antes t r i u nfos, tendientes a qu e fu eran conocidos fu er a
de Nicar agua, a f i n d e o bt ener ad mi r adores y r ecur­
s os conque segui r l a lucha, e n o t ros, olvidándose d e l o
q u e sobr e el p ar ticular h abí a dicho, relata l a v er da d d e
lo acaecido, absteniéndose como se comprende de darlo
a l a pu blicidad p ar a qu e no l e hicier a daño.
Para comprobar nuestro aserto, repetimos el párrafo

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—349—
de un documento, que y a hemos presentado atrás, con
f echa 12 de Diciembre de 1931, suscrito por Sandino, y
que dice asf:

"Segun los últimos i nformes


recibidos de nuestros jefes expe­
d icionarios, quienes operan en
nuestro L itoral Atlántico, nues­
tr as fu erzas allá, actu alment e se
elevan a una cantidad mayor de
DOS MI L HOMBRES y han con.
trolado por las fuerzas d e l as
armas más de dieciocho pobla­
c iones.. . . . . "

Lefdas estas cosas fuera


de Nicaragua., la figura de
Sandino, no hay duda ae
agrandaba. Aparecí a l u­
chando contr a e l poder
militar de los Estados Uni­
d oa, y por l a l ibertad de
su Patria.
S in embargo el df a 13
de Junio de 1932, Sandino
escribía en carta, a au l u­
g ar teniente Pr ancisco E s­
trada, los siguientes fielea
Doña Inocente Prado de Pras. conceptoa:
lin, honorable y di sti ng uida seño­
ra de la sociedad de Matagalpa, " Estamos con la pena qu e Ia
de 70 años de edad, y madre de tal expedición a la Costa ha re­
famili a mu y apreciable, quien sultado PURI T l TA N A DA E N
recibió un balazo en l a cabeza, DOS PLATOS pero tambión t e­
en el asalto verificado e n u na nemos presente qu e n e todas
hacienda de su propiedad, llama­ s on de ganar . . .' . . "
d a " Sant a I nocent e" , si t u ad a en
la zona de "Mina Verde" en aquel
Y, laa dieciocho pobla­
departamento . E st e hech o ocu .
c iones controladas en l a
rrió el di a 1 5 de Junio de 1982
Costa y los dos mi l hom­
y como no habia sonado l a últi­
bres armados, para d6nde
ma hora de esta distinguida seño­
tomaron>
ra, sobrevivió a l a gr av e lesión
que l e fuó inferida. E l coman­
Todo fué un a epopeya
dante de los foragidos que llega­
de tipos de imprenta y le­
. ron a su propiedad fuá el cabe­
cilla Alfredo Rizo. tras de máquina para dar­
le base a la figur a gigan­
tesca que se querfa forj ar
del hombre que por varios años dañ6 una parte de Ni ­
caragua, conduciéndola a la mayor desventur a.

0 EL CA L VA RI O D E L A S SE GOVI A 8
— 350—

LA S V E R DA DE RAS H A Z A ÑA S D E E ST RA DA
EN LA COST A AT LÁNTICA
E l cabecill a Fr ancisco Estrada, que actuaba en el
sector de la Costa Atlántica, se dedicaba a falta d e ene­
m igos a despojar de sus cosechas y d e sus ganados a
los pobres indios mosquitos, cometiendo de paso un sin­
número de asesinatos, incendios y saqueos en los comi­
sariatos de la Bragmann Bl uf f Lumber, en aquell a r e­
gi6n.
Sobre este particular Estrada inform6 a Sandino, el
día 15 de Julio de 1932, lo siguiente:
"M e es altamente honroso comunicar a Ud. que el
dia 18 de los corrientes llegó a nuestro Campamento de
Wuiyunak , nuestro hermano General Simón Gonzi lez,
después de haber hecho un brillante recorrido por el pr o­
p i o corazon d e nuestr o L i t oral A t l i n t ieo , pu e s es t u v o a
tres leguas de el Cabo de Gracias a Dios, El S de este
mes el General Gonzi lez, entró al Comisariat o de l a Ba­
c aro, a kilómetro y medi o d e Moss, extrayendo de él la
m ayor cantidad de mercaderias e incendiando T ODO L O
AL MACENADO, junto con el EDI FICIO DF. L A COMPA.
'hIA . Siendo capturado e l mandador d e nacionalidad
yanqui y de apellido Cook a quien se le quitó una pi sto­
la automi tica No 45 Este individuo fu é pasado I N ME­
D I AT AMENT E POR L A S A RMAS, JUNT O CO N UN
HOMBRE D E COLOR, que era el Encargado del Comi­
sariato."

No es cierto que el joven Cook haya sido norteame­


ricano, sino de nacionalidad inglesa, siendo su verdadero
nombre Herbert Leslie, de Veraux Cook, quien fué asesi­
nado a los 19 años de edad, habiendo protestado al Go­
bierno de Nicaragua por s u muerte, como se ver á más
a delante, el H onorabl e Encargado de Negocios d e su
Majestad Br itánica.
En l a mañana del 18 de Julio lleg6 a Bluefields pro­
cedente de l a barra del Río Grande, un a embarcación,
llevando la nueva de los asaltos hechos por los sandinis­
tas, en varias fincas que quedan en las riberas del men­
cionado río.
El Dr. Molgar que iba a bordo de l a r eferida em­
barcaci6n, refiri6 l o siguiente:
<El domingo por l a mañana los f oragidos hicieron
su ingreso en la finca «Morazán», como a sei s millas
abajo de «La Cruz>, saqueando los comisariatos, y r o­

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 351—
b ándose todo cuanto pudieron tomar . E l mandador de
la finca, un ciudadano suizo llamado Santiago Shack, fué
capturado, pero luego de haber sido llevado ante el jefe
bandolero, qued6 en libertad. Luego s e constituyeron
en la finca sPan American+, donde capturaron y asesina­
ron cobardemente a los tres hermanos Hislop, de nacio­
nalidad inglesa; saqueron también los Comisariatos de
esta finca; asímismo procedieron a invadir las fincas cir­
cunvecinas, capturando a todos los que pudieron; obliga­
ron a los hombres civiles a acarrear todo l o robado, y
luego dieron muerte a varios, llevándose a varias muje­
r es, en tre ellas a una señorita Hislop, de 13 años de
edad.s

Tales datos los di6 al Dr. Molgar, un individuo que


pudo lanzarse a nado, huyendo de los sandinistas, quien
f u0 recogido por el bote que conducí a a l Doctor y a
otros fugitivos. D ij o el informante, que el grupo de ban­
doleros estaba compuesto como de cincuenta hombres,
pero que se sabía que más fuerzas estaban po r llegar
y que se encontraban por L a Cruz.
Con tales informes los civiles que residían en El Ga­
llo, abandonaron este lugar y s e r efugiaron e n otros
donde se creían más seguros.
En relaci6n con los anteriores informes, creemos de
i mportancia la traslaci6n de un párrafo de una carta de
Sandino, donde relata a grandes rasgos los hechos reali
zados por sus soldados en l a incursi6n que éstos hicie­
ron en los dominios de la Cukra.
Helo aquí:

"Cuartel General del Ej ército Defensor de l a Sobe­


rania Nacional de Nicaragua.
"L a Chispa"¡ Agosto 2 de 1982.
Seaor, Primer Jefe de nuestra Columna Expedicio­
n ari a N ' l .
General Divisionario
l'edro Altamirano.
Sus campamentos militares.
Mi mu y qu er ido h er mano:
Kl General Estrada, nos participa que: el 5 de Julio
l>r(>xh>>o pasado, n uest ras fuerza s a l m and o de l G eneral
Simón Gonziílez, "se posesinnó" del campo y Comisariato
mies fuerte de las compaaias yankees en Puert o Cabezas:
el cual campo le denominan Backaro. El General Gon­
zález, coloco estratégicamente las fuerzas a su maml».
penetrando >>l en persona con un grupo de sus muchachos,
al miis famoso de los comisariatos, cn d onde se al>r>>visi»­

O EL CALVARI O DE LA S SE GOVI AS
n ó de botas fuertes, sombreros Stentson y finos trajes de
montar; cuando estuvieron li stos en esa forma, procedie­
ron a levantar un cargamento de mercaderias de la, m>s­
ma clase y ar ticulos de boca; todos nuestros muchachos.
cuando estuvieron vestidos gorgüeramente, procedieron a
incendiar todas las mercaderias almacenadas¡ el edificio
del comisarlato y los Barracones, pues toda l a gent e ha.
bia abandonado el lugar' .

Los <Barracones> a que se refiere la anterior comu­


nicaci6n son llamados en Puerto Cabezas los alojamien­
tos de los tr abajadores y sus familias e n lo s distintos
lugares de la vía férrea, donde hay estaciones par a car­
ga r b an anos o maderas. A sí , p ues, eso s «b ar racones»
eran las viviendas de los humildes trabajadores que fue­
ron arrasadas por las llamas por la gente de Sandino,
perdiendo los miseros haberes que allí tenían esos des­
heredados de la fortuna; hechos de que, complacido, el
Jefe Supremo informaba a su favorito Pedr6n Altamirano.

ASESINATOS DE EXTRANJEROS EN
DIFERENTES EPOCAS
El día 11 de Abril de 1931, fueron asesinados Lucián
May, John Salomon, Walter Manning y Henr y Roger,
todos ellos trabajadores de la Bragmann Bluff.
El 17 de Diciembr e de l mismo año, f ué asesinado
por la s huestes sandiniataa Charles E liseo Haslam, en
Siuna, cerca de Wany, departamento de Bluefields.
E l dí a 16 de Enero de 1932, fué asesinado e n l a
plantaci6n de Sula, cerca de Puerto Cabezas, Mr. Herbert
Seymour.
El dí a 17 de Julio de 1932, fueron asesinados, cerca
d e «L a Cr u z de l G al lo » loa señores Cl ay ton , A l b er t y
Wil li e H i slop, después d e h aberles r obado todo cuanto te­
nían en el comisariato a su cargo.
Roberto Allen fué también asesinado cerca de la ha­
cienda Sula, cerca de Puerto Cabezas, el día 16 de Ene­
ro de 1932, por fuerzas sandinistas, vi niendo a sumarse
éstos a la lista macabra que antes publicamos, y que Pe­
d ro Antonio I rias trasmiti6 a su Jefe, en carta de 11 de
Agosto de 1932, de la cual tomamos los siguientes párra­
fos, respetando como siempre la ortografía:
"CAMPAMENTO DE OPERACI ONES MI L I TARES,
I.AS CUCH I L L AS, AGOSTO 11, 199Z.
Seüor Jefe Supremo.
Gral. Cesar Augusto Sandino.

L V E R D A D E R O S A N D I N O
Cuartel General.
. . . El 17 de Julio llegamos a los campos d e l a
Compañia rompimos varios comisariatos y nos cruzamos
el rio, continuando l a marcha en vusca del l ugar donde
permanecia el Gral . Adán Gómez, donde llegamos ese
mismo dia a las 5 de la tarde.
En esta gira no peliamos pues el enemigo n o nos
busca por los lugares que nosotros nos crusamos, siempre
nos buscaban por lugares distintos. NOSOTROS MANDA­
MOS CH AL EQUI AR 1 5 R A I DORES entr e ellos los j e­
fes de los Comisariatos y Representantes de l a Compañia
en Ri o Grande y so n los sig uientes: Ri o Grande Cleto
Wilock, Alberto Wilock, y W>ii Wilock, hermanos los tres;
Juan Angulo, Juan Blandón, Gregorio Abarca y Teodoro
Aberuz', éstos eran jueses de los machos . . . . ' E n Kepi,
Rio Turna , a Inés Gutiórres,' Feliciano, Rosalio y Panta­
león Gutiórrez familiares todos; Tomás Cru z y Maria
Sh,nchez. En Veracruz, Rio Quiguasca, Pedro Amador; en
Timuli, Chontales, Victor Manuel Hernhndez Juez de los
machos. As i doy a Ud. el informe de la Jira; u n solda­
d o de l C a pi t i n T obares l o m at o e l en emig o p ues t om ó
mucho licor y lo encontraron caido de l a borrachera en
la picada y lo mataron, pero otra novedad no huvo.— El
muerto se llamo Santos Arceda, del Rio Yaosca.
Patria y L ibertad
General y Jefe en Comision.
(f) PEDRO A. IRIAS."

Finalmente en la incursi6n que hicieron. las fuerzas


sandinistas sobre los comisariatos de la Bragmann Bluff,
bajo las 6rdenes del cabecilla Sim6n González, fué asesi­
nado también el honrado joven F élix Octavio Ramfrez,
quien trabajaba en el Comisariato de Moss Farm. E ste
joven siempre fué un trabajador de primera, de buenas
costumbres, y pereci6 a la edad de 80 años, dejando una
pobre viuda, doña H aydée Mongalo Vda. de Ramirez y
tres niños. Su cuñado, el Dr. Francrsco Mongalo, distin­
guid o facultativo, residente en Pu er t o Cabezas, hizo con­
ducir su cadáver a aquella poblaci6n, en donde se le di6
cristiana sepultura, en medi o de l sentimiento d e pesar
de los muchos amigos que apreciaron al extinto.

LA OBTENCIÓN DEL PODER, ERA YA EL


MÓVIL DE TODOS LOS ACTOS DE SANDINO
«Nuestro ejército se prepar a a tomar las riendas del
p oder nacionals. As i pr incipia uno de los párrafos d e
la circular di rigida por Sandino a las autoridades civiles,
puestas por él en la región comprendida desde Las Cr u­

0 EL OA L VA RI O DE L A S S EG OVIA 8
—854—

c es de Quil alí, hasta el R í o Gr ande d e Somoto, co n f e­


cha 27 de Agosto de 19S2.
Hemos dicho varias veces que la obsesión del gue­
rrillero era asumir el Poder de Nicaragua, y l o compro­
bamos con los siguientes conceptos de l documento que
fotografiamos en seguida, en su parte pertinente. Sandi­
no tenía en la mente establecer en Nicaragua una lucha
d e clases, con la supremacía del proletariado. Así se ex ­
plica la simpatía despertada por él en muchos elementos
malsanos, y el poderoso sistema de espionaje, entre las
clases bajas, que l o mantuvo siempre al tanto de todas
las operaciones llevadas a cabo por sus contrarios.
Otra de las cosas que contribuyeron a engrosar sus
filas fué la distribuci6n entre el pueblo de las mercade­
rías que robaban sus tropas, después de tomar l o que
necesitaban.
He aquí lo que Sandino decia en l a circular a que
nos referimos:
+.. . . . . Nuestro Ej ército se prepara a tomar las rien­
das de nuestro poder nacional, para entonces proceder a
l a organizaci6n d e gr andes cooperativas de obreros y
campesinos nicaragüenses, quienes explotarán nuestras
propias riquezas naturales, en provecho de la famili a ni­
caragüense en general.
Todas nuestras autoridades civiles deberán conver­
tirse en pr ofesores de nuestros hermanos menores, ins­
tándoles a que por todos los medios posibles tr aten de
evitar las farsas eleccionarias del enemigo.
Por otr a p arte, nuestr o E j ér cit o y a est á en comple­
tas actividades para proceder al control del país.
Otras cosas.
Todas las correspondencias que se han servido en­
viarnos nuestros hermanos de esa Regi6n, nos han llega­
do con oportunidad, y aunque no hayamos tenido lugar
para contestarles, sinembargo seguimos esperando sus
informes, y conocer así, las condiciones en que se encuen­
tr.an.
Cuartel General del Ej ército Defensor de la Sobera­
ní a Nacional d e Nicaragua, Las Segovias, Nic. C. A.,
Agost o 27 de 1982.
Patria y L ibertad
( f) A. C. SANDI NOi .
(Un Sello)
Para mayor veracidad en la siguiente página inser­
tamos la foto del documento antes mencionado.

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 855—

fkes~ts ~ at o 4 sa yreyara l tasar l os rkoskss ks


r aeskssalq ssrs oatossos ysoeokss k la erssslsaslis s e krsakso
rao Oa Otro rs o t eSSSOSQioe Ole arak aeaeeoa t a l e aoe eooio ta rk e e W O
eykso rkisssss ssloroles> ss Ororooso ke le fo skll o stestaasasso os
oasao sasstsas asto rld skoe o lr l lo o kolNrka oosrortlr
fo es Or»resosoo '4a ssostsos Osssosss sassros¡ lsotaaáalss k taa ssr tadeo
ss r sskM os tr a te s 4« e r i t a a le a t a re as ele eelo aart a e eel esoats o.
sor a t r asosr t o i aaoat r o 43ar s i t o yk oetk a a e ass la s
krksoksi Oosa yaea4w sk~kooiokk 4«l yaks,
Otros sokost
iski s l ss sorroesosksst las tas ss ats sarrkks osrkor
terssreee 4o sos assksse sae'sks ll «saks oss opoitsskksk y ass
soateotarkas) oksssaaraai Oosassos asyoraa
ksAsoOoo o oosssss sske tos 'aeskkskesas ko +as oe
oa ks k skarol ts oaresasr ko la ootsrs
ksssk Oa aksersss& a k sosta sr s s lSSL

yk .,

C onsecuentes con nuest r o pr oposit o d e lleva r a l lecto r a l a


persuación de qu e es l a v er dad l o qu e aqu i escr i bi mos, véase
l a f ot og rafi a del ant erio r d ocumento, a cu y o p ' v a l a f i r m a
de Sandino y s u si mbolico sell o ofi ci al .

E s éste, prkkguntamos, el patr iot a desinteresado, q u e


d ecla empuñar las armas, si n ot ra mira que obtener l a
libertad de Nicaragua>
Quh diferente cosa hubiera sido si en vez d e esas
l íneas, que r evelan l a am bici6." del qu e las escr ibi 6 hu ­
biera dicho: «nuestro ejército se prepara para tomar l os
i m plementos del t r ab ajo, tan p r ont o como se h ayan mar ­
chado la s f u erzas de l a i ntervenci6 n am er icana, puesto
que su presencia e n nuestr a Patria es l a que nos ha
obligado a em puñar las ar mas.>
El i dealista, desaparecía, p ar a dar paso al p ól ítico
ambicioso a quien los qu e l o r odeaban deseaban t omar
como instr umento p ar a su s ambiciones.

DISPOSICIONES PARA INTERRUMPIR


LA S E L EC C IO NES
Consecuentes con las ideas atrás enunciadas de que­
rer toma r l as r iendas de l P od er , lo s l ug artenientes de
Sandino se aprestaban a interrumpir las elecciones pr e­
sidenciales, obedeciendo a instrucciones de su J efe.
Véase el siguient e documento, suscr it o por el cabeci­
lla Francisco E strada, que en traslaci6n í ntegra y fi el
dice así:

O EL CA L VA RI O DE LA S SE GOVI A S
—356—

« CIRCULA R PA R A T ODOS L O S COMANDANTE S D E


POLICIA Y JUECES DE MESTA, PERTENECIENTES
AL EJERCITO DEFENSOR DE L A SOBERANIA
NACIONAL DE NICARAGUA.
TODA L A REPUBI.JCA

S A B K D
El día 7 del cor rient e me s promulg6 un Decreto
Nuestra Jefatura Suprema, ordenando se destruyan l as
lineas de Comunicaci6n, telef6nicas y telegráficas, con el
objeto de interrumpir las elecciones que pretende ver i­
ficar el poder invasor . L a hostilización al enemigo, en
todas sus formas, debe intensificarse, desde esta fecha
hasta el primero de Enero venidero.
POR L O TANTO:
En mi carácter d e Pr imer Jef e de l Estado Mayor
General ordeno a nuestras autoridades ar riba mencio­
nadas, dar estricto y fiel cumplimiento al susodicho De­
creto, acusando inmediato recibo de la presente.
OB E D E Z CA SE Y CU M P L A SE.— Campo d e Op er a­
ciones Militares de la Guardia del Estado Mayor Gene­
ral . Septiembre 11 de 19M.
Patria y Libertad
(f) F. ESTRADA.
General y Jefe del Estado Mayor Gr al.»

El Jefe Supremo al mismo tiempo gir 6 instruccio­


n es directas a los cabecillas d e todas sus bandas a f i n
de que, los qu e concur r iesen a l as inscr ipciones f uesen
ejecutados inmediatamente, dando parte de ello al Cuar ­
tel General.
Er a necesario evitar a todo trance que las eleccio­
nes presidenciales de l 6 d e Noviembre se ll evaran a
c abo, y para esto ningún medi o mejor se l e ocurri ó a
Sandino que sembrar el terror, obligando a los ciudada­
nos a permanecer en sus casas. Cr eía él qu e burladas
las elecciones, por la falta de concurrencia de los p arti­
dos hist6ricos, la lid cívica que se iba a librar quedaría
burlada y anulada l a designacióa oficial del presidente
e lecto par a poder recibir e l Poder el 1' d e Ener o de

E L V E R D A D E R O S A N S I N O
1933. y como estaba oficialmente declarado por el De­
partamento de Estado y el de Marina, de los E stados
Unidos, que el dfa 2 de Enero de 1933 serfan retiradas
de Nicaragua, invariablemente, todas las fuerzas de ocu­
paci6n, la ilusi6n de Sandino giraba en l a i nterrupción
completa de las elecciones y en el r etiro de lo s marinos,
quedándole el camino abierto para sentarse provisional.
mente en e l si116n presidencial, al no haber nadie que
legalmente lo pudier a hacer.
V eamos lo que Sandino deci a sobre el particular a
su favorito Pedrón A ltamirano, en carta que l e di rigi6
con fecha 21 de Septiembre de 1982, de la cual tomamos
el siguiente párrafo:
"Tratemos de hacer lo que podamos para evitar que
el enemigo controle a los campesinos de Jinotega, procu­
rando disolver a balazos cualquier pelotón de ci viles que
se dirijan a las mesas electorales. Po r otr a part e¡ hemos
ordenado a todas nuestras autoridades civiles y militares,
para que giren sus órdenes a los campesinos pertenecien­
tes a nuestro Ejá rcito de que rompan los hilos t elefónicos
y telegráficos de cualquier parte por donde pasen¡ desde
ahora hasta el l o de Enero del año entrante, etc., etc., etc.,
Patria y L ibertad.
(f). A. C SANDINO."
(Un Sello)

E L T E RRO R A RM A USADA PARA I M PE DI R


LAS ELECCIONES

E l terro r se usaba en mayores proporciones, en


cumplimiento del plan tramado por Sandino para impedir
las elecciones, a sabiendaé de que la mayorfa liberal pro­
clamaba candidato al Dr. Juan B. Sacasa, el mismo hom­
bre, jefe de la cruzada constitucionalista, por cuy a causa
d ijer a Sandino pelear cuando se separó de Moncada en
Tipitapa.
El df a 8 d e Setiembr e de 1932, en consecuencia
de tales 6rdenes un a cuadrilla de sandinistas al mando
de Juan Altamirano, asalt6 en e l lugar llamado «Cerro
Largo», situado entre el «Chagüitillos y Mataga)pa, el au­
tocami6n númer o 6 d e l a Matagalpa Tr ansportation
Co., que era conducido por el chofer Juan Gregori o Ro­
drfguez y su ayudante Francisco Garcfa. L os f oragidos
abrieron fuego sobre el referido cami6n, en e l momento
en que éste pasaba frente al lugar donde se encontra­

O EL CA L VA RI O D E L A S SE GOVI L S
— 358—

b an ellos emboscados. E n l a p r imer a descarg a qu e h i ­


c ieron m ataron al chofer R od r i guez, y el a y udant e G a r .
cla se pudo . salvar po r haberse fingido muerto, apro­
vechando escapar, en los momentos en que los asaltantes
s e dedicaban a saquear la mercadería que iba e n e)
camión. Cuando ya no quedaba nada, más que el tanque
de gasolina, que los sandinistas n o necesitaban, derr ama­
ron gran parte de ella sobre el carro, donde se hallaba
el cadáver de l ch 6fer y l e pr endiero n f uego, d ej an do
hombre y máquina reducidos a cenizas.
Al saber l o sucedid o en
M anagua, una comisión d e
quince choferes sa li ó con
r u mb o a +Cerr o L ar go + a
traer los despojos del i n­
for tunado co mpañer o a los
que se les di 6 cr i stiana se­
p ult ur a e n l a capital , en
medi o d e n umerosa co n­
c urr encia y con u n cortej o
de setentioch o a u tom6­
Viles.

COM BAT E Y ASESI NATO


C ERCA DE EST E L (
E l d i a 25 d e J u l i o d e
1 932, una patr ull a de vein ­
ticinco Gu ar dias N aciona­
les, comandadas p o r l os
T enientes H u gh ers, Si lv a
y Sar avia, sostuvo un fuer ­
te combate en Su tiaba, ca­
s eri o si tuad o a l egu a y
Juan Gregorio Rodriguez, mu­ media de la ciudad de Es­
c hacho honrad o y t r abaj ador , a
quien antes nos hemos referido,
t eli, con una cuadrill a de
muert o c om o buen soldad o del s andinistas a l m and o d e
P r og reso, cuando conduci a m er ­ J osé L e6 n D i az, lo s q u e
caderias d e Managu a a Mat agal­ después del encuentro, hu­
pa. Rodriguez era el único sos­ yeron dejando dos muertos
t én d e su m adre y d e su s h e r ­ en el campo y l l ev ándose
manitos, siendo po r su s cuali da varios heridos. Díaz, po­
des mu y apreciado por e l obre­
ri sm o capital ino. cas h ora s an tes d e esta­
b lecer contacto co n l a
Guardia, habí a ordenado
el asesinato del honrado señor Juan L eiva, el que lleva­
ron a cabo complacidos sus hombres.

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 3ó9—

Par a may.or ab undancia d e p ruebas presentamos una fot o del


camión dest ru id o en que i b a Rodrfguez, por él que se demuestra
qu e fu er a de toma r la mercaderia que en él i ba, el espi rit u de des­
tr ucción que i mperab a en las huestes sandi nistas, sacri fico si n n e­
cesidad un elemento del progres~, como era el camión referido.

$P

cj g

Bibiano Castro, sacrificado por las huestes sandinistas, en j u­


risdicción de Jinotega. Este hombre no era ni marino, ni Guar­
dia Nacional, ni tenia filiación partidarista. Er a un pobre traba­
jador, sacrificado por quienes se decian "libertadores de Nicaragua.

O EL CAL VA RI O DE LAS SE GOVI A S


ROBO S I NC E N DIOS Y C O N T R IB UC ION ES
L L E VA DOS A C A B O PO R L OS
HOMBRES DE SANDINQ
Diez dfas después de los hechos atrás nar r ados, que
se ver ificaron el 12 d e Setiembr e d e 1982, po r l a m aña­
na, una banda sandinista coino d e 70 hombres, invadi6

"c

.c

Fotografia de una carreta macabra, en que iban amontona­


dos cu atr o cadáveres f ormando u n sól o m onton sang riento. E r an
c uatr o ignorados ci udadanos qu e qu edaron t endidos si n v i d a du ­
r ante e i asalto que las fuerzas sandinistas baj o el mando de
Juan Pablo Umanzor hicieron al lugar llamado "Punta de Ri el "
sobre l a l lnea f ór rea qu e v a p ar a EI Sauce, c uando p acif icamen.
te se dedicaban estos humildes hijos del pueblo a ganarse el sus­
t ent o con el sudo r d e s u f r ente, si n pensar n unc a e l ser sacri fi ­
c ados, por q uien qu izá teni a sus. si m patias, debido a la s doct ri .
nas comunistas que Sandino difundia, para ganarse la v olunta<l
de los desheredados de la fortuna.

la casa-haciend a de l seño r San tiag o A . R ivas, p er sona


a preciad a en Matagalpa, y l u eg o de haber r obad o l o qu e
en ganas les vino, prendieron fuego a cinco casas de la
referida hacienda, llamada «L a Ver6niea», situada a diez

E L V E R D A D E R O S h N D I N O
—361—

kilómetros más o menos de l a ciudad, en la cañada de


scaleras+ dejando toda una labor de muchos años
reducida a u n mont6n d e escombros y cenizas. A l señor
Rivas le habi a sido detallada por Sandino, una contribu­
c'6n d e CS 2,000.00, que po r l a cr ftica si tuaci6n de l p aís
y Por el m al p recio del café, no p udo p agar. E s to f ui'
la causa de que la tea incéndiaria acabara con cuanto
habfa allf, de la propiedad del señor Rivas.

V éase l a f ot o d e l a señora Mairena, con su i n .


for tunado esposo e hi j o . L a m adr e loca d e d olor
ti ene l a cabeza de l h i j o e n l a s manos y a su i z
quierd a se v e el cadáver decapitado de su mari do.

ASESINAT O ESPEL UZ NA NT E D E U N PAD RE


Y D E SU H IJO
El sábado 16 de Setiembr e de 1932, un a cuadrilla
sandinista, siguiendo las 6rdenes del Jef e Supremo Au­

O E I. CA L VA RI O DE LAS SE GOVI A S
gusto C. Sandino, llegó a la cañada conocida con el nom­
br e d e <L as Escaleras», con el obj eto como antes h emos
dicho de sembrar el t er ror a fi n de impedi r la inscripci6n
de ciudadanos, que iba a tener efecto en ese tiempo, pre­
via a las elecciones de Autoridades Supremas. Allf cap.
tur aron al ci udadano Juan Mair ena H err er a y a s u h i j o,
u n j ovencit o com o d e unos 18 a 9 0 años d e ed ad . L a
primera vfctima fué el i nfortunado padre, sobr e quien
descargaron tr emendos machetazos en el cuello, qu edán­
dole la cabeza sujeta al cuerpo apenas po r un a t ir a de
carne.

" r .

O tr o aspect o del lo s cadaveres de Mair ena, padre e h i j o , cu ­


yas cabezas fu eron j u ntadas a l cu erpo para poder t omar est a f ot o­
grafia. L a niñita que alli se ve, es hij a del matrimonio y quedó
par a cu i dar a s u m adre , qu e p er di o l a r azón an t e e l h o r ri bl e
golpe que recibiera.

El h ij o i m pl or ab a por l a vid a de su padre, per o todo


fu é en vano, éste r od 6 baj o los golpes del acero homicida
y después de haber cometid o los f or agido s aquel hecho
abominable, obligaron al jovencito Juan Mairena, que tal
e r a el n om br e del hi jo, a qu e s e a b r azar a a u n ár bol a
lo cual n o opuso resistencia, r odando también l a cabeza
del joven, mientras el cuerpo se doblaba al pié del árbol
qs e sirvi 6 par a consumar el nefando hecho.
Cuando la esposa y madre corri6 al lugar de la tra­
gedia, se encontró con un cuadro espantoso capaz de he­

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
lar la sangre en las venas. Tendidos sobre la grama ya.
cfan los dos cadáveres con l as cabezas rodando por el
suelo y clamando venganza.
La pobre madre, loca de dolor, recogió la cabeza de
su hijo y la estrech6 contra su pecho, besándola más de
una vez y mojándola con sus lágrimas, Con los ojos. ex­
traviados )cofa: Mi hijito!, Mi hijito! y he retorcfa presa
del más grande dolor, pasando del cadáver de su.hijo al
de su i nfortunado esposo. L os restos del padr e y del
hijo fueron conducidos a la ciudad de Matagalpa, en don­
d e se les dió cristiana sepultura en medio del terror de
aquel vecindario.
Dfas antes de cometerse este horrible crimen, fueron
asesinados en el mismos departamento ' de Matagelpa
Leoncio Dfaz, de Susumás; y Lino Castro y Tomás Mo/i ~
nares, todos ellos vfctimas de las fuerzas sandinistas que
accionaban con la consigna expresa del «Jefe Supremo>
de impedir por medio de tales actos de terror la inscrip­
ción d e ciudadanos y la s elecciones del pr óximo 6 de
Noviembre.

EL CORO DE LOS ANGELES


Pareciera esto u n t ftulo sugestivo, poético y hasta
b onito; per o no, fué él un a organizaci6n espantosa y
cruel, como essapada del I nfierno del Dante. E n esta
, agrupaci6n estaban reunidos los hombres de coraz6n más
duro de las fuerzas de'PedrPn Altamirano. Visi6n sinies­
tra, que no tiene comparación com ninguno de los ban­
doleros que presenta la Historia de América, y que pre­
tendfa enarbolar la bandera sacrosanta de la libertad de
Nicaragua.
Al seno de este grupo d e hombres, despojados .de
todo sentimiento humanitario, hizo entrar Pedr6n a l os
j ovencitos de 12 a 16 años de edad que por un o u ot r o
motivo habfan causado alta en su banda. Aquellos joven.
citos a fuerza de ver sangre todos los dfas y de ofr el
golpe seco de los machetes sobre las cabezas de las vic­
timas inmoladas por Pedrón y su gente, fueron olvidan­
d o su condición de seres humanos, para convertirse en
jaguares de las montañas segovianas, aventajando muchas
veces a Pedr6n en los hechos delictuosos que cometian.
Era una escuela de criminalidad, que hacfa honor a su
Maestro, teniendo por Jefe Supremo al que se decfa «L i­
bertador de Nicaragua.>

O EL CA L VA RI O DE L A S SE OOVI AS
—364—

SANDINO REITERA SUS ÓRDENES DE INCENDIO


L a obsesión de conver ti r en pavesas a Nicaragua, se
habfa apoderado de Sandino desde México y par a impe­
d i r l as elecciones de Noviembre, que podfan tr aer a 8U 8
manos las riendas del Gobierno que tant o ambicionaba,
r eiter ó a su s l ug artenientes la s 6 r denes d e incendio, so
pretexto de evitar que en las casas señaladas par a las
inscripciones se colocaran mesas con tal obj eto.
Presentamos al lector una carta que dirigi6 Sandino
a su lugarteniente Pedr6n A ltamirano el 2 de Octubre
de 1932, en la que entr e otras cosas se leen la s si guientes
frases:
". . . . .. Creo conveniente que si todavla no hay ene­
migos' en las casas d e L ui s Pineda v Jose Palacios,
A PROVECHE N L A OPORTUNI DAD Y LAS TRAT E N
DE I N CENDIAR, para evitar que ei enemigo la s u se
con sus mesas electorales."
4i & F 4% da o&"Siar s ealM e í'"aikkeVaTihVV4%ap Sti ~
sssssss' savs 40 as oa ~L as 'aso ~ w % t ~ r % 1 ~ ~ s e r QNo
'eterna 'ma~ r'rssss4s '~ shr» sssrl 0 4salo~
~ abro; ~ »o Soy aswOga ee tas ~ as a a ,
ss ~ r hQ setae~ ' ' a aa l " te a
e rNar y w s l MS 0
acosase w'sx wwhse ie sl la r ok sl aro svey4o~ sa s
ete4 s e ~ " Ssss' os 1s y 4e ~ hssaaayo 4w ' 1e
' ee4o4a¡ A ~
%Usxa z
1

C onsecuentes con nuestros propositos de decir siempre l a


verdad, damos a conocer l a f ot o del document o qu e an tecede
cuy o or ig i na l l o r epet imos, est á a l a o r den d e quie n q u i er a
verlo en l a Oficin a d e Operaciones de l a Gu ar di a Nacional.

T res dfa s después d e l a car t a qu e p u blicamos, o


s ea el 5 d e Octubre, e l cabecill a sandinist a D aniel H er ­
nández d e las fu er zas d e Pedr 6n, daba part e a Sandino
po r medi o d e un a car ta, de haber si d o cu mpl idas 8U8
O rdenes, agregando, que habf a entrado también en la
cuenta H il ar i o Rosales, qu e tenf a en s u con tr a e l g r ave
cargo d e tener u n h ij o en l a Gu ar di a N acional.
C ÓMO REL AT Ó SANDINO A P EDRO N E L ATAQU E
D E ' PU NT A D E RI E L '
El 9 de Octubre de l932, Sandino informaba a Pe­
d r6n del combate habido en sPunta de Riel>, en l a f or ­
ma siguiente:

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
". . . . . .L a misma fuerza Ns i i , ataca con buen éxito
al Campamento y Comissriato que hay de l Ferrocarril
de León al Sauce. el enemigo se derrotó y dejó . a nues­
tros muchachos dueños de l a situación, quienes se vis­
tieron gorgüeramente y por último incendiaron is esta.
ción y los carros del ferrocarril, etc, etc."

Sandino, como se ve, se manifestaba satisfecho , de


estos atentados contr a l a ci vi lizaci6n, al destr uí r o b r as
de importancia nacional y d e beneficio p ositivo para l a
Patria.
LAS CO NT RI BUCIONES DE SANDINO E N L O FINO
Personas que en diferentes ocasiones habían pagado
las contribuciones forzosas impuestas por Sandino, por
temor a las consecuencias de negarse a ello, y a n o h alla­
ban qué hacer, porque tales contribuciones se repetían,
con peligro del sacrificio de sus vidas.
Veamos sobre este particular la carta, que con fecha
11 de Octubre de 1939 envi6 el cabecilla Serapio Hernán­
dez, desde su campamento «E l Sarayal> a Pedr6n A lta­
mir ano:
"Muy. respetado y Supremo jefe:
Me dirilo a Ud. con e l p leno de saludarlo e n unión
d e su a presis bl e f a m i li a y d emas hermanos en l a p at ri a
que le acompañan, y despues de saludarle con e l afecte
d8 cariño, paso s decirle l o siguiente. Mi general le par­
tisipo que el señor Nicoli s Pineds por la notificssion que
Ud. le mandó se fué directamente al comando de los pe­
rros a pedir consejo para no baler al ejercito y no acatar
su orden, poniendo a las disposiciones de los machos su
hacienda y bueyes cargueros par a este viaj e qu e traen
atacarnos di siendo qu e si U d . q ui er e m and e s i n cendiar
sus teneres, pero que de él ya no conseguiré mas contri­
bu ci ones y o l e doy el r ep or te para operar conf orfne su ,ley
y' darl e s u destino, pues t am bien l a señor a P a ul a I ópez
se fue huyendo para matagalpa y su hacienda la cedió s,
los perros para mesa electoral, de la cual ya se las mandé
incendiar.
Patria y L ibertad
(f). SERAPIO HERNANDEZ"

Pineda a quien se refiere Hernández habí a pagado


difer entes con tr ibuciones y ant e la s n uevas ex igencias
qu e le hacían opt ó po r buscar ampar o en las fu erzas del
Gobierno, dejando abandonadas sus propiedades, las que
como se comprende fueron reducidas a cenizas por los
sandinistas.

O EL CA L VA RI O DE L A S SE GOVI A S
INGENIOSA FORM A D E PAGAR LAS CONT RIBUCIONES
INV E NT ADAS POR SANDINO
Sandino invent6 una forma c6moda de hacer pagar las
contribuciones y para que se vea cual era, véase e l si ­
guiente documento, emanado del cabecilla Francisco Es­
trada, y enviado a la señora Clotilde Altamirano, en el
que no se toma eh consideración ni su sexo, ni su abso­
)uta intromisi6n en los asuqtos polftieos de Nicaragua.
Dice asi, en traslaei6n fntegra y fiel :

«EN USO DE LAS FACULTA.DES CONFERIDAS POR EL


COMANDO GENERAL DEL EJERCITO DEFENSOR DE
LA SOBERANIA NACIONAL DE NICARA.GUA, Y EN
' MI CARACTER DE PRIMER JEFE DEL
ESTADO MAYOR GENERAL
NOTIFICO Y DECLARO:
A l a capitalista señora Cleotilde Altamirano, en Ya­
lf, la suma de T RESCI ENTOS CORDOBA S (C$800.00)
como contribuci6n forzosa, par a e l sostenimiento del
Ej ército Defensor d e l a Soberanfa Nacional de Nicara­
gua; cantidad que entregará al recibo de la presente no­
tificaci6n, al portador, o a l a TESORERI A GE NE RAL
DE NUESTRO EJERCITO.
E n caso de desobediencia SE SOMETERA A / A S
LE Y ES D E NUESTRA INSTI TUCION M I L I TA R CO­
MO RENUENTE.
Dado en los Campos de Operaciones Militares de la
Guarnici6n del Estado Mayor General de l Ej ército De­
fensor de la Soberanfa Nacional de Nicaragua.
Octubre, 14 de 1989.
Patria y Libertad.
(f) F. ESTRADA.
Gral. y Jefe del Estado Mayor Gr al.i
«NOTA: (del mismo Estrada) —Puede recibirse la pre­
s ente contribución, para FhcILIDhD del contribuyente, l a
mitad en efectivo y e l r est o e n mercaderfas y medici­
nas, tales como: calzado, ropa hecha, frazadas, sombreros
d e fieltro, sal, f6sforo, sulfato de quinina, pi ldoras de
eholagogue, vin o de Winstersmith, Palatol , Wampoole,

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—867—

Aceite de Bacalao, Gaftaspjrina, etc.. etc., etc.


Patria y L ibertad.
(f) F. ESTRADA'
Gral, y Jefe del Estado Mayor Gral.»

Ya los lectores conocen bien la pena que' los solda­


dos de Sandino aplicaban a lo s que. consideraban r e­
nuentes a cumplir sus.6rdenes al pié de la letra. E l que
firma este documento er a nada menos qu e e l Jef e del
Estado Mayor y brazo derecho de Sandino e n sus opera­
ciones militares; siendo él uno de los que tenian la mayor
confianza de éste.

P EDRÓN QUIERE TENER U N SEL L O


COMO SANDINO
Sandino, como todos saben, tenfa s u sello, siue es
tampaba con singular cuidado en toda su corresponden­
cia; pero su lugarteniente Pedr6n Altamirilno, n o querfa
quedarse atrás, y aunque habla aprendidO apenas a po­
n er su firma ininteligible, en la s comunicaciones que l e
hacfan sus secretarios, pensó que él también tenfa dere­
cho a tener un sello, tan simb61ico como al d e s u j efe,
para ponerlo después de su nombre. Orden6 e n conse­
cuencia que se hiciera un sello ovalado con l a siguiente
lnscrlpclón PEDRo A LTA+IRANo, G ENERAL L IBERTADQR
DE LA PATRIA" y c uando e stuvo h echo s e d i r i g i6 a s u,
jefe para que le diera su opini6n sobre el particular, estan­
pando en la carta el sello referido.
Sandino recibib la comunicaci6n y pensó que su lll­
garteniente cometfa un a trevimiento al quererle u surpar
el nombre de Libertador, que s61o a él l e correspoadfa.
Mas como no le convenia disgustarse con él, buscó la for­
ma de hacer que lo cambiara si n que quedara resentido.
Se encontraba Sandino en el campamento de ' L a Chis- '
pa", de donde ss dirigi6 a Pedr6n, con fecha 21 de Octu­
bre de 1982 y en lo referente al sello le decfa lo siguen­
te:
"El sello de qu e me habla, ya lo mir é y n o está
malo, pero si lo puede componer seria mejor que en vez
que d>ga GENERAL LIBERTADOR DE L A PATRIA,
seria mejor que diga "GENERA L DI VI SI ONARI O DEL
EJERCITO LIBERTADOR"; naturalmente que para eso
habria que hacerlo de nuevo, para que alcance su nom.
b r e a r n b a tal como está la palabra "GENERAL DI VI ­
SIONARIO" . En medio y aba]o que diga: DEL EJER­
CITO LIBERTADOR DE NICARAGUA"; pues sn esa

O EL G A L V A R I O D E L A S S E G O V I A S
-S68—
forma quedarh un sello elegante y no queda lugar para
que nuestros amigos ssttrtsaran e l callo, pues hay que
tener en cuenta que estas o osas pasan a la ldstorla y e s
mejor que lleguen en la forma mejor posible; si n em­
bargo, si a Úd. le gusta ese sello, en la forma en que
está no tiene nada de particular y perfectamente puede
usarlo mi opinl6n se ladov, en la forma que aprecio
mas eleganea en la expresihn de palabras."
Por supuesto„un deseo o insinuaci6n de Sandino
era una orden, y Pe dr o se qued6 sin usar su elocuente
sello.
Cada cual ideaba, como se ve, lo que mejor le pare­
cia, para honra.y gloria del llamado Ejército L ibertador
de Nicaragua.
Unas veces eran puerilidades, como la del sello frus­
trado; otras, sugerencias tan negras como l a de herrar
en las mejiÍlas a los contrarios, como si el genio del mal
hubiese guiado la mano que escribfa tales l)neas.

MONSTRUOSO CASTIGO IMPUESTO POR EL


CABECILLA SANDINISTA GERMÁN Bt ANDÓN
Marcelino y Encarnación Talavera, residfan en el
valle de sLas Montañitass, en una propiedad de su per­
tenencia, situada a media Íegua de la ciudad de Estelf.
El viernes 14 de Octubre de 19S2, por la tarde, una
cuadrilla sandinista, comandada por el cabecilla Germán
Bland6n, llegó a casa de los señotes Talavera y captur6
a éstos, matando incontinenti al primero. Co n s u hi j o
Encarnaci6n extremaron e u crueldad, pues le staroa los
b razos fuertemente por l a espalda, y mientras un o l e
sujetaba con fuerza por los cabellos, otros s e encarga­
ban de sacarle los o}os, antes de darle muerte. Luego de
cometida esta iniquidad procedieron a pelarle parte dela
cara, para qu e imitara la mascarilla d e pr otección que
usan los aviadores en sus vuelos. Después le hicieron una
perforaci6n en l a garganta, y por all f le sacaron l a l en
gua.
En el informe que Bland6n, envi6 a Sandino le dice:
<LIQUI DAMOS A DOS PE RROS T ALAVERAS, POR
H AB ERNOS DENUNCI ADO COMO BANDOLERO S A
LA GUARDIAs. Asfmismo le describe la forma en que ma­
taron a los Talavera, manifestándole que Encarnaci6n pa­
reefa un aviador sin aparato. Desde entonces, esta horri­
ble forma de ultimar a sus enemigos fu é conocida en­
tre los sandinistas con el nombr e de <CORTE DE A VIA­
DORs.

E L V E R DA D E R O S A N D I N O
Personas vecinas a los infortunados Talaver a se re­
fieren a ellos en la forma siguiente:
sMarcelino y Encarnaci6n eran leales y activos san­
dinistas. Siempre tuvieron el cuidado de informar a l as
distintas cuadrillas diseminadas por l a montaña, de las
o eraciones de la Guardia
acional.t en muchas oca­
s iones ellos sirvieron de
correos en e l desempeño
de comisiones de alguna
importancia. Varias veces
fué su casa centr o donde
seacumularían provisiones
como resultado de las con­
t ribuciones f orzosas, l as
que luego yasaban toman­
do las diversas coluinnas
par a llevarlas a l a mon­
taña.
<Asimismo, los Talavera
hablan provisto de su pro­
pia huerta, con pr oductos
agrfcolas y aú n d e gana­
do a las columnas r ebel­
des, lo cual r eforzaba el
c oncepto de su lealtad a
Sandino.»
A NT ECEOENT ES REL AT l
Presentamos la fotografi a del
Dr. In-fler i A r tur o Vega, para VOS A LOS T A L AV E RA
que se conoscan sus rasgos liso.
Cuentan que un dfá de
nomicos. Revelan ellos, egi espiri­
tu de un convencido en las ideas
tantos llegó al valle de sLa
radicales en que estaba imbui­
Montañita>, donde quedaba
do, y por las que fue expulsado
de Nicaragua. la propiedad' de lo s Sr s.
Talavera, una cuadrilla, de
sandinistas, comandada por
Germán. Bland6n, la que se llev6 de ella, los dos únicos
bueyes que éstos empleaban para trabajar en su peque­
ña propiedad. E staban ellos fuera de casa cuando esto
ocurri6, y a su regreso fueron informados por su familia
de lo sucedido. Vista la injusticia del procedimiento, de­
cidieron p ar ti r los T alaver a en busca de Blandón, al cual
encontraron, ya acampamentado en uno de los tantos lu­
gares de l a montaña por ellos conocido. H ablaron con
Bland6n, a quien le hicieron ver todo cuanto hablan he­

O EL CA L VA RI O D E L A S SE GOVI A S
—370—

cho por l a causa de Sandino, significándole que el deco­


miso de sus bueyes los dejaba con los brazos cruzados.
Blandón les obj et ó qu e tod o bue n n icar agüense estaba
obligado a sacrificarse para ayudar a las fuerzas liberta­
doras, y que se regresaran inmediatamente porqu e l os
b ueyes iban a ser destazados para proveer d e carn e a
los soldados que comandaba. Y para que no insistieran,
l os llev6 donde estaban amarrados los dos animales, y
en presencia de éllos pegb u n t iro de rev6lver a cada
uno de los bueyes. L os Talavera regresaron desconso­
lados, y más que todo heridos'en su amor p ropio, por l a

Marceiino y Encarnación Taiavera, a quienes nos referimos


en el anterio r espeluznant e relato.

forma en que habían sido tr atados.


Quiso la casualidad qu e al dís siguiente de haber
estado ellos en el campamento de Bland6n, fué descu­
bierta la cuadrilla de éste por una patrulla de l a Guar­
dia Nacional, que cav6 sobre ellos, derrotándolos y h a­
ciéndoles algunas bajas y capturándoles armas, provisio­
nes y documentos.
Bland6n pens6 que el ataque de la Guardi a Nacio­
nal, obedecía a una denuncia de los Talavera, en vengan­
za d e haber destazad o su s b u eyes, e i n mediatamente

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—371—

después de la derrota, reorganiz6 una columna que se


dirigi6 al valle de. <La Montañita», donde fueron captu­
rados loe Talaveras, y ultimadoe y mutilados en la forma
antes descrita.
Al dka siguiente, sábado 15 de Octubre, otra colum­
na sandinista al mando de Filiberto Blandón, asesinaba
en el mismo valle de «L a Montañita+ a Urf L agos, apli­
cándol e el «cor te de chaleco>.

OPERAC}ONES SANDINISTAS EN EL
DEPARTAMENTO DE L EON
En el valle de <Las Mar(asi, en el D epartamento de
Le6n, por el lado de Olomegs, vive desde hace muchos
años l a familia de don Polo Grfo, fallecido hace algun
tiempo. Después de su mu erte l a f amili a qued ó v i vien­
do en aquel lugar, al cuidado de una pequeña propiedad
agrfcola, heredada de su progenitor, siendo su e hijos
gente honrada y trabajadora, dedicados por entero a l a
siembra de la tierra.
E l dfa 14 de Octubre de 1982, la pequeña finqa de
los señores Grfo fu é asaltada por la gente de S andino,
la que portaba divisas roji-negras. A l ver aproximarse a
la banda, el joven Lorenzo Grio, intento huir , temeroso
de lo que pudieran hacerle, lo que le valió una descarga,
a lcanzándol e u n a bal a en e l b r azo d erecho qu e s e l o
atraves6. Gr i o cayos al suelo, haciendo creer esto a l os
sandinietae que estaba muerto, con lo que se desatendie­
ron de él , entrando a la casa, donde capturaron a otro
d e los j6venes Grfo a quien sacaron violentamente par a
afuera a f i n de ultimarlo. Mas en : el momento en que
i ban a consumar el crimen, la madre y las hermanas de
la vfctima se interpusieron entre su deudo.y lo s verdu­
gos, habiendo logrado con sus ruegos y l ágrimas h acer
desistir a éstos de la ejecuci6n, por la forma .desesperada
y dolorosa conque imploraban de rodillas que le perdona­
sen l a vida.
Después de esto, la columna se retirb, haciendo pa­
sar sue cabalgaduras sobre el cuerpo de Lorenzo Gr fo,
q ue yacfa en el .suelo, empapado en sangre, con toda l a
apariencia de estar muerto.
La familia del joven herido se di 6 en seguida cuen­
ta, al examinar a ést e de que habf a salvado l a vi da
merced a una estratagema llena de valor, pues solamen­
te estaba herido en el brazo derecho, del que. manaba
abundante sangre, y acto seguido dispusieron llevarlo a
la ciudad de L e6n, donde fué internado en e l Hospital

O EL C A L V A RI O D E L A S BE GOVI A S
San Vicente, habiéndose visto muy gra ve a oausa de l a
her5orragia que ie pr edi o el balazo, pero salvando la
VidL

SANDINO NO LOGRA IMPEDIR LAS


ELECCIONES PRESIDENCIALES
La campaña llevadaa cabo por Sandino paraimpedir
las.elecciones presidenciales,. sueño suyo para tomar las
riendas del Poder,, como lo dice en u na de sus c artas,
fracasó ante el agolpé de la opinión pública, y el p rimer
domingo de Noviembre de 198Q se llevaran a cabo dichas
elsoeiones, habiendo triunfado el Dr. Juan B. Sacasa con
una mayorfa Como de veinte,mil votos, sobr e l a candi­
datura contraria, que encabezaba don A dolfo D íaz.
De aada sirvieron pues, la sangre, los centenares de
cabezas, las hogueras que convertfan,en humo l a r ique­
z a de Nicaragua, ordenadas por Sandino, para alejar a
l oa sufragantes de las urnas electoralei .
En estos dfas fué' proclamado Presidente de l a Re­
bíblica, el cabecilla Juan Gregorio Colindres oon la apro­
ación ,de la colümnü N4 i.9, que él comandaba, teniendo
efecto'este acto en la aldea de San Benito, al Nort e del
Depkrtamentó de Chinandega y sobre la frontera hondu­
re5y. Lo q ue suoedfa f ué d ado a conocer a S andino
por 'el segundo de Colindres, Ismael Peralta, .quien como
se, verá más adelante, asumi6 el mando de las fuerzas de
la columna N' 1L
S aridino se encontraba entonces dándol e vuelt a a
dos probleinas trascehdentales para éL Oigamos l o que
sobre el particular le decla a Pedro Altamirano, e on f e ­
chü 9 de Noviembte, es decir t res d ías después de v eri.
fieadas las elecciones presidenciales, desde su cainpamen­
to ',de < La C hispai.

"Mi muy querido hermano:


Nosotros somos quienes somos y nonos parssemos
a urdis' y no importa que hagan o no hagan nada nues­
tros rsprssentantss ds afuera, paro nuestra oausa o onti­
nuarj su curso siempre triunfante.
Las elecciones ya p asaron y a hora estamos pen­
dientes desabsr si sa son Saessa o son los oonssrvadores
son quisnss vamos a seguir combatiendo, porque lo qus
Son'los piratas salan sl dos ds Enero.
En estos momentos ms estoy osupando de elaborar
las.basas de arreglo que presentaremos a Saoasa, si ss
él sl qus queda en sl.tqbursts, y en realidad quiere llegar
:a''un entendimiento. son nosotros. Copia ds astas bases

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—373—

le mandaré a Ud. cuando lae haya elaborado, par a que


lae conserve y tenga presente nuestras disposiciones.
Por otra parte, ei el poder queda en loe conserva.
dores, oreo que ni ellos buecarian arreglo con nosotros,
ni nosotros con.ellos Y QUE EL ASUNTO LO RESOL­
VERIAMOS A BAL L mientras tanto aue a Sacasa SE
L E PROPONDRA k L CONTROL M I L I TAR D K L A
R EPUBLI CA PO R N UESTRO EJ ERCI T O PARA L O
C UAL NECESITARIAMOS QUE E L MI NI STRO DE
GUERRA SEA UNO DE LOS MIEMBROS DE NUES­
T RO EJÉRCI T O I GUAL MENT E E L M I NI STRO DX
HA CI ENDA Y E 4 D E R E LA CI ONE S E X TE RI ORES,
POR DESI GNADOS DE NUESTRO EJÉRCI TO, Y PA­
RA EL L O ESCOGERI AMOS A L DR . ESCOLASTICO
LARA. H A CI ENDA Y R E LA CI ONE A E X T E RI ORRS
C ALDERON RAMI REZ; ASI MI SM O E L J EF E DE
LA L OMA D E MANAGUA Y E L DE L L POLVORA. DE
G RANADA T F NDRI A N QU E SE R M I EMBROS D E
NUESTRO EJÉRCI TO CON B AT AL LO NES DE NU ES­
TRAS K I S3fA S F UERZAS. Y a veremos e n q ué p a
ran las cosas. Po r el momento, nuestro ejército está en
condiciones magnificas en todas partes y solamente tene­
moe de por medio la ocúrrencia del General Juan Gragea
rlo Colindree, quien de seguro por influenoias malévolas
aprovechando la distancia que lo separa de nosotros,' sn
el nombre de nuestro Ej ército, ein estar autorizado par a
e llo, ee proclamó en nuestr o nombre, Presidente d e f a
Rephblica de Nicaragua; y la parte c6mica del caso está
en que eali6 de este Cuartel General como primer J e fe
d e nuestr a column a expedioionaria N< 12, y ahor a me
m anda una nota haoiéndome saber que el puebl o de n i ­
caragua V el Ej ér cito lo han proclamado Gobierno Pr o­
visional eje la República, y con tan r imbombástico nom­
bre no tuvo pena de firmarse.
El, Coronel Hernández Roblero y el Capitán Pio
Arr6liga oon 7 numeros, vinieron de correos a d ej arnoá
la nota de Colindree, eu proclama y su primer decreto
o omo Gobierno Provisional de Nicaragua; a la vez que a
pedirme 6rdenes d e parte del General Peralta, quien
era el 2q Jefe de 1a Columna.
Incontlnentemente ee regres6 l a misma comisi6n,
llevando instrucciones al General Peralta de qu e ásuma
la primera Jefatura de la Columna Expedicionaria Ny 12,
v que captur e al General Colindree, al Coronel A r turo
'Vega y a quienes 'ee crean sospechosos, y qu e los trai­
en y que se reconcentren con todas lae tuerzas a este
uartel General asimismo se les mand6 un mensaj e pa­
tri6tico de este @mando a nuestra Columna No 12. Tam­
bien ee mandaron órdenes a nuestras otras oolumnae
expediolonariae par a que se acerquen al lugar d e los
a contecimientos y cooperen con el General Peralt a al
c umplimiento d e lae órdenes qu e se le han girado, y
que si hay oposición a mano armada sean pasados por
las armas los opositoree y traidores al Ej ér cito.
Le mando la copia que me manda Colindree de su
primer Deoreto enredieta, que se nota que hay mano
enemiga de por medio tratando de enredar la pita.
También le mando una carta que Arturo Vega le
esoribe a Colindres dándole opiniones o instrucciones; y

O EL CAL VA RI O DE L A S SE GOVI AS
—374—
por último le mando Ias.instrucciones que de este Cuar­
tel General llevaron Colindres y Pera lta, en s u c arácter
de Jefes Expedicionarios de nuestra Columna No 12.
Todos estos documentos los mando para que los
l ea, y en el primer correo me los manda íntegros, p or ­
que áso, la proclama y la nota que me tnanda Colináres,
serán documentos para justificarme y para juzgarles en
Consejo de Guerra; por esa razón le ruego mandármslos
con todo el cuidado, sin dejar un solo papel.
El General I rías deberá leer esos papeles y dar su
opinión porqu e organizaremos con todos los j efes del
Ej ército un Consej o de Guerra, que juzgue a Colindres
y a Vega y a los otros responsabIes.
Ese Consejo serh, pues, el que decidirá de la suerte
d e los descarrilados hermanós. . . . . . . . . . . . . . . . . .
Patria y Libertad.
(f) A. C. SANDI NO».
(Un Sello)

Como observará el lector, ias miras d e Sandino es­


taban puestas sobre gangas y pitanzas en olvido de las
ideas patrióticas que él enarbolaba, como un símbolo,
cuando inició la lucha. Sus proclamas, llenas de patrio­
tismo, y llamadas a circular por el mundo, se perdieron
en el vacío de las tristes realidades. Si Sandino, a pesar
de sus injustificados crímenes, hubier a depuesto las ar­
mas al recibir el Poder el Dr. Sacasa, cuando los ameri­
c anos desocuparo n el t er r it or i o patr io, el pedestal d e su
g lori a habría sido inmenso, y s u nombre repetido de
pueblo en pueblo como ejemplo de l más pur o patrio­
tismo.
M as Sandino ambiqionaba los oropeles del Poder, y
no vacil6 en lanzarse imprudentemente por la s sendas
peligrosas hasta perecer en la demanda,
En el anterior documento, habl a apenas Sandino
del retiro de los marinos, el dos de Enero de 1933. Para
él se había vuelto esto secundario, en medio de la obse­
si6n qu e se habí a apoder ad o d e su ment e a f i n d e con­
trolar el Poder de la República.
Creemos de i mportancia dar a conocer a nuestros
lectores los siguientes documentos que ilustran bastante
acerca de .los futuros pl anes de Sandino.
Véanse los fragmentos de una carta que el caudillo
de las Segovias, dirigi6 a los cabecillas Francisco Estra­
da y Tomás Blandón, con fecha 17 de Noviembre de 1932,
en traslaci6n íntegra y fiel y respetando como siempre
la ortografla:

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—375­
.. . . , . . . ..Nos vinieron informes que cl General,
Colindres, como cuestión de jugar al clavito, se proclamo,
s i n au t or izació n d e n i n g un a especi e e n e l n o m bi' e d e
nuestr o Ej ér cito, Gobierno Pr ovisional d e Nicaragua.
Esta destanteada idea del General Colindres, le ha cos­
tado la destitución de nuestro Ej ército, y recientemente
s e ha ordenado al General Peralta, par a que asuma la
primera Jefatura de nuestra Columna No 12, que capture
al General Colindres y al f arsante Ar turo Vega, y a un
yanqui o aleman que anda con ellos¡ y que los conduzca
a este Cuartel General; a lq vez se le ordena al General
Peralta, aue si hay ooosictón a mano armada SE S IR VA
PASAR POR LAS ARMAS A LOS OPOSITORES, y que
siempr e se reconcentr e a este Cuartel GeneraL E stas
cosas se las participo por si en la cruzada que Uds. ll e­
van, se requiere la cooperación de Uds.¡ para el cumpli ~
miento de lss órdenes que se le dan al General Peralta;
tengo la seguridad de que con la reconcentración de los
descarrilados hermanos y de la Columna No 12, todo em­
brollo del General Colindres y sus consejeros habrá que
dado terminado. Dicen que Colindres y Vega mandaron
mensajes y proclamas a publicar en la " prensa asociada",
pero ya nos hemos dirigido a la misma prensa, anulando
cualquier trabajo de esa indole, que quier a desarrollarse
contra nosotros.
Cuando Ustedes r egresen de sus giras pueden lle­
g ar siempr e a los campamentos de l hermano Juez C.
López con todo v sus fuerzas, POR QUE DE L P RI ME­
RO DE ENER 6 E N A D ELANT E T ENDREMOS QUE
DESARROL LAR NUEVOS PL ANES. Asi mismo, en caso
de verse muy hostilizados por el enemigo, deberán esco­
ger esos mismos campamentos para reconcentrarse, y si
el caso lo requiere, quedan autorizados a pasar d e vi aj e
eon toditas sus fuerzas a este Cuartel General.
.. . . . . . . . . . .E n primer oportunidad se servirá el Ge­
n eral F strada de despacharme a este Cuartel General a
los hermanos Agusti n Sánchez y a Sotomayor, porque
los mandaré con una delegación ante un grupo de L I BE­
RALES DESCOLORI DOS; qu e desean tratar algo con
nosotros. Nada sabemos lo que nos quieren d e n r ; los
hermanos a aue me r efiero, llevarán a ellos L O QUE
NOSOTROS QqUEREMOS DECI RLES, y oj ala que hu­
biera entr e ellos un franco deseo de entendimiento, para
llega r a un a conc lus io n b enéfic a p a r a n u estr a Pa t r i a . . "

El Sotomayor a que se refiere Sandino, es el j oven


Narciso Sotomayor, estudiante de León y cuñado de don
Sofonías Salvatierr a.
Sandino hablaba de llegar a una conclusión benéfi­
ca para la Patria, y sin embargo no hacía nada por con­
t ener la ola que por todas partes ensangrentaba a N i ­
caragua.
Veamos los siguientes párrafos de una carta del Jefe
Supremo con fecha 18 de Noviembre de 1932 dirigida a
los cabecillas Juan Pablo Umanzor y Juan Santos Mora

O EL CA L VA RI O DE LAS SE GOVI AS
les R., que de lo que menos abunda es de fraternidad y
que trasladamos hteralmente.' Di o asf:
" . . . . . . . . . . ..Mientras ustedes se han dedicado a
cumplir con su deber y con las drdenes giradas por este
Comando General , haciendo la toma d e Sa n Fr ancisco,
el susto al perr o E»camilla y la batalla d e Ar trelia, etc.,
etc., el General Colindres se ha metido a B RI BO N sa.
cando las uñas como ambicioso de mala fé.
Como ustedes saben el General Colindres iva como
rimer Jefe de nuestra columna numero 12 y el General
5eralta como segundo Jefe de la misma con instruccio­
nes igualmente a las de ustedes, con la hnica diferencia
de que si u stedes podian cruzarse al otro lado de los
rieles que o hicieran~ y que Colindres procurara contro.
lar Occidente. Sucedió que se fué a ar r inconar a un ce­
rr o cerca de Somotillo desde donde ha estado politiquean­
do, y por último desconociendo las órdenes de este Co­
mando General , como cuestión d e j ugar a l clavito, se
p roclamd sin autorizacion de ainguna especie y en el
nombre de nuestro ej ército, Gobierno Provisional d e Ni ~
caragua, estupidez que le costará muy car a H a n lanza­
do Manifiestos y Proclamas ala Prensa Asociada, dicien­
do que nuestro Ejército y el pueblo nicaragueuse lo yro­
claman Gobierno de Nicaragua Est o m e lo participo ' el
G eneral Peralta, a quien se le han girado órdenes de
a sumir la primera Jefatura de nuestra Columna N' 1 2 y
capturar ai General Colindres, al individuo Artur o Vega,
a de Paredes y a un yanki o alemán qu e dicen anáar
con ellos y que se reconcentr e toda la Columna a este
Cuartel g eneral, trayendo r eos a los mencionados suj e­
tos; con eso creo quedar á t er minada l a traición del Ge­
n eral Colindres y de sus malos consejeros. Ya escribi a
' l a Prensa del exterio r anulando todo trabaj o malébolo
de parte de los msmarracheros.
Con este motivo, se servirán ustedes, si el caso lo
requiere, prestar con sus fuerzas su cooperacion al Gene­
ral Peralt a para el cumplimiento de la orden que se le
ha girado. También se ordenó al General Peralta que si
h abia oposición a mano armada de parte de algunos i n ­
dividuos, que sean pasados por las armas y qu e l a co­
lumna Ny 12 se reconcentr e siempre a este Cuartel Ge­
neral.
Por todo lo dicho, el General Colindres queda des­
tituído de nuestro Ej ér cito y ningún .miembro d e nues­
tr a causa dará valor a cualquier dicho u orden del men­
c ionado hermano; lo que les comunico par a qu e as í lo
hagan sentir a todas las autoridades de esas Regiones....
. . . . . . . . . . ..Supongo que con la reconcentracidn de
l a Columna 12 todos nuestros hermanos de aquellas r e ­
giones de Somotillo¡ les acuerparán a u stedes y se ha­
rán tan r espetables por su número y equipo que el ene­
migo ao intentar a desalojarlos de esa región, dándome
a »l lu ar a ue y o ueda trabajar co n toI » calma E N
LOS f SUN) OS DZ DI PLOMACIA. QUE HEMOS EN­
COMENDADO A L DR. ZEPEDA Y A L GENERAL H O­
RACIO PORTOCARRERO. Antier salieron correos es­
peciales para donde esos dos hermanos, y PARA EL 1<'

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 877—

DE E N ERO E N A DEL ANT E T E NEMOS GRANDES


TRABAJOS EMPREN DI DOS, Y h SE A PARA UN EN­
TENDI MI ENT O H ONROSO QU EDh ND O NUESTRO
EJERCITO CON E L CONTROL M I L I TAR DE LA. RE­
PUBLICA, MI NI STERI O D E L A GUERRA Y LAS
CARTERAS DE HACIENDA Y RELACIONES E+TE
R I ORES. O PARA CONSEGUI R E L E MENTOS BK ZJ ­
COS EN SU FI CI ENT E CANTI DAD QU E NOS CAPA­
C I T E PRESENTARNOS EN GUERRA CAMPAL. CUAL ­
Q UI E R RESOLUCION Y O SE L A S A VI SARE Y L A
OBLI GACION DE UST EDES ES BOLXR C AN DELA. h.
DI ESTRA Y SI N I ESTRA y no dejar meter a picaros en
nuestras filas, quienes lleguen a politlquear y a m eter
l a cizaña en la misma gente . . . . . . . . . . . .
Patri a L ibertad
(f h. C. SANDINO."
(Un SELL O)
"P. D. —Ya se dieron órdenes de que se de a reco­
nocer como Instructor d e Comunicaciones a l Mayor
Francisco Herr era, entre esos campamentos y está.Cuar­
tel General. Confiamos en vuestra disciplina y sinceri­
dad para que siempre vengan co n frecuencia vuestras
corraspoodencias uue de un momento a otro tendremos
buenas nuevas — POR NI NGUN CONCEPT O PODRAN
U DS. ABST ERERS E D E L A HOSTI L I ZACION DE L
ENEMIGO, HAYA SIDO ELECTO QUI E N H AYA SI DO
L O CUAL TODAVI A N O L O SABEMOS E N E ST E
CAMPAMENTO, PERO SABEMOS QUE E I E NE MI GO
A CCEDERA A '" N U ESTRAS. BASES" S I N OS' V E
FUE RTES Y D i F IC IL Q UE N OS VENZAN Y E S POR
E SO M l RECOMENDACION D E CONTROL LA R L O
QUE MAS PUEDAN.— Vale".

+' ~ í 844444iá 4s AjQg


' Oeé é ~ *
'.ese mM» Jato ss saes4sé 4otwas sv'zs a.­
,:Ags u w styha, eco 'ts s~ ejeays a
,4ifstoaeSa 4e: ye s j Vo ~ i ~ o a
' ,4lk0%0 ht Oi OFOAv X gW . ~ 2 04 , ~ 4lA OA .

, e s 4 ~ ~ 0 $ 4 4$,.~: Q . oós4eri l gf

Foto del anterior documento. Continua ea Ia página siguiente.

O E L CA L V A RI O D E L A S SE OOVI A B
— 378—

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¡ ss q ' ', ~ '-",'~ ;.asase g-qs ~ rs yueóa,srsaalas"saa .'
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qss'Coseré s&di ir ss-qarss, wao~q > c ata~
s

® si@ s ~ ' » .

Fot o del document o anteri or , en l a p art e qu e se refier e San­


din o a obtener e l cont ro l m i l i tar d e l a Republica, Mi ni sterios, etc.
c or respondient e a l a t ercera h oj a de su ca rta, en donde s e v e el
sello oficial y la firma autógrafa del guerrillero; importante do­
cumento que como los demás, está a l a orden de quien quiera
verlo, en la Oficina de Operaciones de la Guardia Nacional,

L V E R D A D E R O S A N D E N O
—379—

El día siguiente de escrita la anterior comunicación,


recibía Sandino de Pedrón l a siguiente cftrta, que tras­
ladamos fi elmente:

"Sr . General
Au gust o César Sandino.
Cuartel General.
Querido Jefe:
Recibi mos s u m u y at ent a comuni cación ú l t i ma, l a
que contestamos inmediatamente y con el may or gusto.
E stamos completamente entendidos de t odo l o qu e en el l a
se nos dice.
Por correspondencia recibida de los distintos Jueces¡
nos informan que por aquellos lugares no ha habido ma­
yo r n ovedad.
Respecto a las elecciones, pasaron éstas según nos
inf orma n t r an qui las, y p arece qu e Sacasa la s g an ó con
u n a m a y oría de 20.000 v otos . E l capi tán T obares y el
Teniente Sabas Pineda, nos participan que en un recorri­
do que hicieron, por orden de, esta Jefatura de Operaciones
Milit ares, quemaron m u chas casas d e haciend a d e t r aido­
res, asi como chalequiaron a l Presiden)e de una mesa
electoral, d e apellid o V i ll af ranca.
Pat r i a y L i bert ad.
[f) PEDRO ALTAMIRANO."

L OS ASUNTOS D E HO N DURAS INT ERESABA N A


SANDINO Y SU S HO M BRES

Junto con los asuntos de Nicaragua, Sandino tenía


puesta su atención en el problema político que se estaba
resolviendo en Honduras, el que como se verá más ade­
lante le interesaba sobremanera porque fué en la herma­
na del norte en donde recibió siempre ayuda a pesar de
las declaraciones d e n eu tr al idad hechas po r aque l Go­
biern o al de l G en er al M oncada.
En carta, que con fecha 29 de Noviembr e d e 1982
dirigió el sandinista Florencio Silva al cabecilla Francis­
co Estrada, le decía entre otras cosas:
' "Estamos viviendo en "Ruano" . A lli hasta hace po­
co estabamos en relativa tranquilidad. Ho y dia nos man­
tenemos «Coavhiin o Cr,divos~ pues H onduras est á en r ev o­
l ución . L o s Conservadores g anaron l a elección y l os
liberales encabezados por Zúñiga Huete se han levantado
de manera formidable. Muchas poblaciones están e n po­
der de la revolucion, entre ellas las principales so n San
Pedro de Sula y Danli".

O EL CA L VA RI O D E L A S SE GOVI A S
El dicho de «CORTANDO CLAVOS» es un modis­
mo mu y p u p ular d e allá, p ar a e x pr esar qu e se mante­
nían con mucho miedo.
Hay que explicar a los lectores que la 'revolución
en Honduras, tuvo por consecuencia l a p aralizaci6n de
las actividades sandinistas sobre la frontera por raz6n de
que después de haber sido derrotado el j ef e hondureño
General José María Reina, las tropas del Gobierno de
Honduras se mantenían en continuo movimiento sobre la
frontera d e Nicaragua para impedi r e l r egreso d e l as
fuerzas revolucionarias que se hagían internado en nues­
t r o país. Con est e motivo, Sandino tení a cerrada l a
f rontera y y a no era posibl e a sus hombres pasar l a
guardarraya para i r a refugiarse en la hermana del nor­
te huyendo de la persecuci6n de la Guardia Nacional, ni
m enos obtener parque y otros artículos en l a ciudad de
Dan' , donde el sandinismo mantuvo agentes de informa­
cián y d e abastecimiento a vi sta y paciencia d e a quel
Gobierno. E sto causó un golpe fuert e e n el ánimo del
guerrillero, que inesperadamente vi6 cerrada su retaguar­
dia por causas que no estaba en su mano prever.
M ás adelante ver emos e l conveni o celebrad o en t r e
los Gobiernos de Honduras y Nicaragua mediante elcual
las fuerzas de ambos países se comprometían, dentro de
sus respectivos t erritorios, a perseguir a lo s individuos
que anduviesen en actividades revolucionarias, reconcen­
trándolos al interior de sus respectivos países.
Viéndose en tal situaci6n entre dos arcos de acero,
pens6 Sandino en entrar e n arreglos con el Presidente
electo Qr. Juan B. Sacasa, con el envfo de delegados por­
tadores de bases de paz.
Antes habí a p ensado Sandin o en qu e est a comisi6n
fuese integrada por el Coronel Agustín Sánchez Salinas
y el j oven Narciso Sotomayor, cuñado de don S ofonías
Salvatierra; per o úl timamente pens6 en cambiar á este
último, sustituyéndolo con el Capitán Alfonso Alexander,
colombiano que había militado en sus fuerzas.
CURIOSO PASAPORTE DADO A LOS
COMISIONADOS SANDINISTAS
Dice así:
< PASAPORTE MUY ESPECI AL +
<Con esta fecha salen d e este Cuartel General los

EL V E R D A D E R O S A N D I N O
—881—

hermanos Teniente Coronel Agustfn Shnchez y Capitán


Alfonso Alexander M., llevando un a expresa y delicada
eomisi6n de nuestro Éjército ante algunas personas leo­
nesas. En tal virtud, ordeno en mi carhcter de Jefe Su­
premo a nuestras columnas--expedicionarias, Jefes de Co­
misiones Militares y autoridades civiles de nuestro Ej ér ­
cito, prestarles a los dos hermanos mencionados todo el
apoyo necesario en chanes, comida, bestias etc., etc., para
q ue se hagan ll egar hasta la hacienda :indicada, y no
para regresar pór l a misma ruta.
Cuartel General de l Ej ército Defensor de l a Sobe­
r anfa Nacional d e Nicaragua, Las Segovias Nic., 80 de
Noviembre 1982.
Patria y L ibertad.
(f) A. C. SANDINO>.
Antes de parti r a desempeñar su cometido, el Coro­
nel Sánchez Salinas quiso despedirse de su buen amigo
Francisco Estrada, quien se encontraba distante, en otr o
campamento, para lo cuhl le escribi6 las siguienteslineas
que puso en manos de un correo especial, al servicio de
las fuerzas de Sandino: '
"CUARTEL GENERAL DE L EJÉRCIT O DEFEN­
SOR DE L A SOBERANI A NACJONA L D E NICA­
RA.GUA.
80 de Noviembre de 198L
Señor General don Francisco Estrada.
Donde se encuentre.
Estimado General Estrada:
Dos l ineas y u u, !'hasta l uego", - T e mprano d e l a
mañana salgo para Ledn y Managua, con el hermano Ca­
pitán Alexander M. - C reo estaremos d e r e greso a m as
t ardar a f i nes de En ero . E n cu ant o a n uestr a mi sion l a
sabe Ud. sin duda por nuestro Jete Supremo
Saludeme muy especialmente a mi hermano Moncho
Arhuz, a don Juan "el temible", maestro Delgadillo, Esta­
nislao, RubBn y demás hermanos que l e acompañan. Ud.
reciba la seguridad del afecto y estima de su hermano.
Patria y L ibertad.
(f). A. SANCHEZ S,
Teniente Coronel"

L AS CREDENCIAL ES OE L N U EV O PRESIOENT E
DE L A R E PU BL ICA
El jueves 1 ' de Diciembre de 1982 recibi6 el , Dr.
Juan Bautista Sacasa del Consejo Nacional de Elecciones

O EL CA L VA RI O D E L A S SE GOVI A S
l as cr edenci ales d e haber sid o elect o P resident e d e l a
República de Nicaragua, para que éstas fueran presenta­
das al Congreso Nacional que se iba a instalar solemne­
mente el 15 del mismo mes.

Dr. Juan Bautista Sacasa, que fué elec­


to Presidente Constitucional de Nicara­
a, en lss Elecciones de 6 de Noviem­
re de 1982; elecciones que fueron fuer­
temente combatidas por Sandino y sus
bandas, pero qu e obtuvo si n embargo
20.000 votos més, sobre l a candidatura
del Partido Conservador, encabezada por
Don Adolfo Diaz.

El acto de l a entrega tuvo lugar en l a residencia


particular del Dr . Sacasa y concurrieron a él, el Miembrb
Político Liberal del Consejo Nacional de Elecciones, l os
Secretarios del mismo Consejo, Mayor Black y Dr . Mar­

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
co A . Castillo, y e l Ofi cial M ayor do n B enj amí n H er r er a.
La credencial de la referencia, decía t extualmente
así:
«El Consej o Nacional d e Elecciones.— De acuerdo
con el Arto. 14 de la Ley Elect or ' , por la presente cer­
tifica : Q u e en la s el ecciones d e A utor idades Su pr emas,
qu e se efectuar on ' e l 6 d e N oviembr e d e 1982, el Señor
Dr. Juan Bautista Sacasa, ha sido electo para Presidente
de la República de Nicaragua, para el p eríodo del Pr i­
m ero de Enero de 1938 hasta e l 81 d e Di ciembr e de
1986—C. H. Woodward, Presidente — R. Sol6rzano, Miem­
bro Político Conservador — E. Aguado, Miembro Político
Lib er al.»
Terminado e l acto, pasaron i nmediatamente los
m iembros del Consejo antes mencionados, a casa del Dr .
Rodolfo Espinosa R., electo Vice-Presidente de l a Repú­
blica, en donde se hizo exactamente lo mismo, que con
el D r . Sacasa.

SANDINO NO A DM IT IA SO M B RAS A SU AL REDEDOR

Las 6rdenes de Sandino, tendientes a la captur a de


Colindres y de sus c6mplices lo mismo que l a reconcen­
traci6n de la Columna N ' 12 a su Cuartel General, fue­
r on cumplidas, encontrándose él en su campamento <L a
C hispa», de donde escribi 6 con fech a 12 d e Di ciembr e a
su favorito Pedrón Altamirano, informándol e sobre los
úl timos acontecimientos; y au nqu e el J ef e Su p r em o h a­
b l a d e qu e estab a por ll egar a s u campament o e l D r .
infieri Arturo Vega, r epetimos qu e éste y a habí a sido
ejecutado por fuerzas del. segundo Jefe de l a Columna
N' 12, Ismael Peralta, en el pueblo de Santo Tomhs, De­
partament o d e Ch inandega.
Veamos l o qu e decí a Sandin o a P edróri:

"Mi mu y querido hermano:


.. . . Durante estos dias hemos estado sumamente
ocupados, principalmente con la llegada de nuestra colum­
na N' 12 Expedicionaria con los Generales Peralta y Co­
lin dres. E l General Colin dres se h a sent id o mu y apenado
con lo ocurrido, pues po r sus explicaciones hemos com­
prendido que fu0 victima de estupidos ma l consejeros;
por todo lo dicho y a desapareció todo el peligr o en que
este hermano puso a l a Causa con s u error . A r turo
Vega y De Paredes, quienes fueron consejeros de Colindres,
también esthn para entrar a este Cuartel General con una

O E L CA L V A RI O D E L A S SE GOVI A S
—884—
Comisión que salio en busca de ellos.
. . . . H ondu ras está, en g u er ra, y el Capitá n C or ­
nejo regresó tr ayendo las correspondencias qu e llevaba ¡
orque no pudo entrar. Cuando Ud. venga hablaremos
a stante. Esta carta n o es extensa, porque supongo l o
encontrar á de camino, y además en estos momentos me
está entrando frio de calentura a consecuencia de la mi s
ma influenza . . . etc., etc."

MOVIMIENTO QUE SE ESBOZABA EN EL


INTERIOR DE L A REPÚBLICA
Mientras esto pasaba en los campamentos de Sandi­
no, el ser vici o d e i nf ormaci6n d e éste en l a capital ponía
al corriente al Jef e Insurgente de todo lo relativo a un
movimiento político- militar que se estaba pl aneando en
las ciudades del interior ; así como de itt movilizacián de
las fuerzas americanas de ocupaci6n, que estaban recon­
centrándose para irse del país.
Uno de los mejores informantes que tenía Sandino
e ra don Sofonías Salvatierra, que luego fué Ministr o en
el Gobierno de l Dr . Sacasa, quien ta n luego supo del
destino que .se les daba fuera de Nicaragua a los avio­
nes de guerra de la Marina, inform6 de ello a Sandino.
E l alcance de esta informacián n o se ocultar á al
l ector inteligente, tomando en cuenta que Salvatierra, al
mismo tiempo qu e mantenía íntimas relaciones con l os
rebeldes. de las Segovias, cultivaba la amistad del futuro
Presidente Dr. Sacasa, quien lo llev6 poco días después
a ocupar l a Secretaría de Agricultura y Tr abajo.
En carta que dirigi6 Sandino a Pedrán, co n fecha
18 de Diciembre de 1982 l e decía, entre otras cosas, lo
siguiente:
". . . . . .Ya no hay aviones de guerra en Nicaragua,
porque todos salieron en un barco el"?5 del corriente mes,
y solamente cruzan el espacio aviones comerciales, que no
tienen ametralladoras, ni bombas asi me lo abisa el mi s­
mo señor Sofonlas Salvatierr a QUI EN SI EMPR E NOS
H A DEMOSTRADO L EAL TAD . E n esta vir tud y a n o
tendremos la hostilización de aviones, y todas nuestras
precauciones serán con e l enemigo por tierra; pero ya
esos perros n o quieren morirse y di ficilmente querrán
atacarnos v lo más oue harán será defenderse en sus po­
sesiones MI ENTRAS N O H AYAMOS L L EGADO A UN
ENTENDI MI ENTO' PRACTICO. Y a no tendremos in­
conveniente en organizar caballerias, y en el Cuartel Ge.
neral Pr ovisional qu e instalaremos, podremos t ener

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
nuestras remontas y gobernaciones de campo, bien orga­
nizadas, para que nuestros Delegados se sientan entusias­
mados al vernos. Asi mismo no seria dificil que tuviára­
mos algunos combates antes de la presencia de las men­
cionadas personas en San Rafael del Norte, pero para eso
serán todas nuestras precauciones, porque hemos dicho
que nuestras hostilidades no se paran sin llegar a un en­
tendimiento efectivo, y que hasta despuás de efectuado
ese entendi mi ent o suspenderiamos la s ór denes d e ataque.
P or mi parte siento que si de antemano pudiára&os t o
mar poblaciones, seria mucho mejor, porque e l enemigo
precisaria má,s toda idea de entendimiento,
En Honduras la guerr a está en lo fino y' sabemos
que en la toma de Danli tomaron parte activa la emigra.
ción nicaragüense, y uno de los jefes era el Coronel JosB
Bodriguez y qu e v i vaba a Sandino y a nuestro ejárclto,
por l o qu e cr ey eron qu e part e de nuestr o ej Brcit o l o h e­
mos mandado a cooperar con l a revolucion; todo aquel
pais está, ensendido y n o podemos tener comunicaciones
con nadie y solamente pos vienen las noticias.
Patria y Iiibertad.
lfi A. C. SANDINO"
Un Sello]

L a conducta dual de l Señor Salvatierr a salt a a l a


vista, absteniéndonos de darle el calificativo que merece,
y que dejamos al justiciero criterio del lector.

ASESINATOS EN EL DEPART AM ENT O DE MAT AGALPA

La sangre continuaba corriendo, si n detenerse por


los acontecimientos políticos, y en el lugar llamado +Chi­
l igua>, D epartament o d e M atagalpa, fu ero n m u er tos a
machetazos po r u n a b and a sandinista, el h onr ad o ci uda­
dano Martín Calero y un hij o suyo que apenas llegaba
a l a adolescencia. I g ualment e el j oven Justin o Vi ll afr an­
ca fu é d ecapitad o e n «P ancazán», del mi sm o D ep arta­
mento, por otr a de las bandas sandinistas, comandada
por Juan Tovares.

CRIMENES VIOLACIONES Y ESTUPROS CO­


MET IDOS PO R L A S F U ERZA S SA N D INISTAS
Cuando parecía que una era de paz alboreaba para
Xicaragua por la próxima ascensión al Poder del Dr..Sa­
casa y pol la salida cle los Marinos la ambición desaten­
tada d e Sandin o y d e su gente tomab a m ayo r fi ereza,

O EL CALVARI O DE LA S SE GOVI A S
—886—

como un rete al Destino, que iba llevando a Nicaragua a


pesar d e su s malos h ij o s a l di sf r ut e de lo s bi enes que,
pr 6dig a l a N at ur aleza, h a dado a nuestr o p aís, como ll a­
mándolo a la concordia y a la paz.
Gomo a dos leguas d e l a ciudad de Estelí , e n un
pequeño valle, poblado por gentes laboriosas y pacíficas,
que no tenían más que la intranquilidad d e estar cons­
tantemente amenazados por las inscursiones de lasdiver­
sas cuadr illas sandi ni stas qu e i nfectaban l a r egi6n , ex is­
t e el Valle de «Estanzuelas» que iba a ser teatr o d e un
sangriento drama, en cuyo desarrollo tomaron parte hom­
bres de alma negra, verdaderas hienas con figura huma­
na. All í vivía la honorable familia Gutiérrez, entr e cu­
yos miembros se encontraban el anciano don Alej o Gu­
tiérrez, su hij o Leocadio y su sobrino Pablo. L a noche
del 21 d e Di ciembr e d e 1932, en al tas h oras, se encontr a­
ban ellos recogidos e n la casa, entregados al descanso,
sin sospechar nunca qu e una muerte horrenda estaba
suspendid a sobr e su s cabezas. U n a b and a sandi ni sta,
comandada por Germán Bland6n, rode6 de pronto lahu­
milde vivienda de los Gutiérrez, y acto seguido r ompie­
ron la s puertas y p enetraron co n vi olenci a e n e lla.
Los señores Gutiérrez se incorporaron asustados, pero
no tuvieron tiempo de hablar una sol a palabra, porque
los que llegaban sedientos de sangre, dispararon sus ar­
mas sobre ellos acribillándolos a balazos. Mas l a trage­
dia estaba principiando, pues a continuaci6n, sobre aque­
Uos infelices agonizantes descargaron co n f uria los ace­
r os su s victimarios hast a conver ti r los en u n m o nt6 n i n ­
forme, dondeloscontornos humanos habían desaparecido.
Luego, juntaron éstos en el centr o d e l a casa, mientras
la horrorizada familia de los Gutiérrez, compuesta por
débiles e indefensas mujeres, permanecía amarrada, con­
templando aquel espectáculo doloroso que les desgarra­
ba el alma y helaba la sangre en sus venas. En seguida
las pobres mujeres fueron sacadas a empellones, j unto
con una niñita, cometiéndose el bestial crimen d e vi ola­
ci6n y estrupro en ellas. No contentos todavía con esto,
Ios hombres qu e se decían l ib ertadores de Nicar agua,las
hicieron contemplar e l incendio del humilde hogar , en
d onde el día antes reinaba la paz, al calor del amor de
la familia. L as llamas se levantaron voraces, y e n me­
dio de aquella hoguera, yacían lo s despojos de los in­
fortunados Alejo, Leocadio y Pablo Gutiérrez. Realiza­

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 887—

da s u h azaña, l o s hombres d e San din o s e r et ir aron,


satisfechos de la labor de exterminio y de deshonra por
ellos llevada a cabo. A l día siguiente fueron removidos
los escombros d e l a vivienda d e los Gu ti ér rez y l o s mo­
radores del Valle d e «E stanzuela» se quedaro n h o r r or i­
zados al contemplar u n mont6n n egro, sangriento, i n f or ­
me, rest o d e l o qu e habían sido los tres honr ado s ci u­
dadanos var ones, qu e all í vi vían , ví ctimas d e las t r opas
de Sandino.

Los despojos de los Sres. Gntiérrez, que fueron conducidos


a l a ci u dad de E steli y cuy a llegada p r ov oco u n v erdader o es­
pant o e n a q ue l v ecindario . U n f ot óg raf o q ui s o c onser .
v a r u n r ecuerdo d e tan espantoso crimen y t om ó l a f oto, qu e
ahor a presentamos a nuestros lect ores.

L L E GAD A D E SA NC HEZ S A L INAS Y


CO M PA ÑERO A L P U E B L O OE AC H UA PA
Mientras los pueblos d e las Segovias seguía n si en­
do ensangrentados y contemplaban escenas ta n espanto­
sas como las qu e acabamos d e n arr ar, delegados de San­
d in o venía n haci a el i nt er ior , p ar a i ni cia r p l áticas d e
arr eglo.
El Coronel Sánchez Salinas, buen conocedor del

O EL CAL VARI O DE LAS SE GOVI A S


—388—

Departainent o d e L e6n , t r at ó d e en tra r a la s l íneas


c ontrarias, por el pueblo de A chuapa, el día 21 cle Di ­
ciembr e d e 1932, mas con tan m al a suerte, qu e u n a p a­
tr ull á d e l a Guar di a Nacional q u e andaba en expl oración
sobre esa zona, al mando del Subteniente Nicolás Buitra­
go 6 . N., los encontr6 y capturó en e'. lugar llamado los
«Cedros» d e aquell a j urisdicción; y com o era n bi en
c onocidas por l a Guardia las actividades sandinistas de
Sánchez Salinas y de su compañero Alcxander , s e pro­
cedi6 i nmediatamente a r egistrar a lo s detenidos, encon­
tr ando en lo s bolsillos del p r im er o el cu r ios o pasapor te
que antes dimos a conocer, extendido por Sandino a fa­
vor de ellos, así como también un sobre grande, rotula­
d o para el Presidente electo Dr . Sacasa, en el qu e se
leían las siguientes p alabras : « B ases qu e d e ser acepta­
das traerán l a paz de Nicaragua». Además, traían co­
rrespoiidencia para varias personas del interior , simpati­
zadoras d , la causa de Sandino.
En atención a tales circunstancias, que les quitaba
el carácter de parlamentarios, los prisioneros fueron con­
ducidos, con estricta vigilancia, al Sauce, de donde t ele­
gráficamente se di 6 cuenta al Comando e n Le6n de la
captura verificada.
Al día siguiente, por gestiones del Dr . Sacasa, des­
arr olladas ant e e l President e Moncada, l o s p ri sioner os
f ueron conducidos de Le6n a l Cuartel 'de la Policí a en
Maríagua, en donde permanecieron po r algú n tiempo,
siendo puestos en l ib ertad, poco después de haber toma­
do posesión .de la Presidencia el Dr . Sacasa.
' Por l a correspondencia que dirigía Sandino a p er ­
sonas amigas, y, que traían los señores Sánchez y. Alexan­
der se conoci6 l a connivehcia que con él tenían ci ertos
señores, que enseguida. serán. conocidos, los . que desde
ese momento. fueron objeto d e un a especial vigilancia
por el Servici o d e Segur idad.
Ya hemos visto atrás, c6mo el Jefe Supremo de las
Segovias, en carta que le dirigi6 a Pedrón, le decía que
Salvatierra le avisaba que ya no había aviones d e gue­
rra en Nicaragua, manifestándole asímismo que Salvatie­
rr a siempre le había demostrado lealtad; concepto pare­
cido.en que debe haberlo tenido igualmente el Dr. Saca­
s a, cuando lo llamó a ocupar una de las Secretarías d e
Estado de su Gobierno.
Preguntamos entonces, Salvatierr a co n quién er a

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—889—

leal : con Sandino o, con Sacasa~ Dejamos a l cr iterio


del lector responder est a pr egunt a.
Hay que saber que Salvatierra, hombre sagaz y am­

Don Sofonias Salvatierra, deudo y men­


to r d e Sandino , y u n o d e lo s p r in ci pales
hombrea que en ei deseo de llevar al Poder
al Guerrillero de las Segovias, para manejar­
l o a su antojo, lo conduj o Snalmente a la
tumba.

bicioso, se había convertido en j efe de un a part e del


obrerismo nicaragüense, con el que hábilmente actuaba
para el logro de sus anhelos, ofreciendo esa fuerza unas
veces a Sandino y otras a Sacasa, según su propia con­
veniencia.

O EL CA L VA RI O DE LAS SE GOVI A S
—890—

EL LABORISMO EN ACCION
Los tr abajadores, se constituyeron en un a fuerte
organización de carácter laborista, de la que, como di j i­
mos antes, se hizo j efe el Sr . Salvatierra, y algunos ami­
gos del Guerrillero de las Segovias, sin saber esto,'trata­
ron d e establecer contacto cen t a l o r g anizaci6n, e nt re
ellos el representante erl México de Sandino, Dr. Pedro
José Zepeda, quien deseaba controlar estas fuerzas, para
su encumbramiento, sin sáber qu e ya le tenían tomada
la delantera.
De una cart a que Zepeda dirigi6 con fech a 1 4 de
Julio de 1980 ál agente sandinista, en San José de Cos­
ta Rica, don Norberto Salinas de Aguilar, tomamos el
siguiente párrafo:
'Creo que es; OPORTVNO que se dirija al PARTI­
DO L ABORIbTA ,a efecto de que coopere con l a mayor
eiloacia posible a 'efecto de respaldar la gallarda actitud
del General 8andiho, porque como le he dicho, todas las
fuerzas vivas del pais deben se r impulsadas a que cum­
plan con el deber ineludible de formar un sólo nucleo pa­
ra enfrentarse a la P iraterla Yankee . . e t c ".
Enfrentarse a la piratería yankee dice Zepeda; lindo
pretexto, para seguir medrando a la sombra de una her­
mosa causa, pues no se registr6 nunca u n solo caso de
que los marinos americanos hayan, sido muertos por san­
dinistas, en las poblaciones que aquellos ocupaban.
Murieron, es cierto, en combates lejanos, en embos­
cadas, per o en. las plazas qu e éstos ocupaban militar­
mente, y donde se l es veía por doquiera, a toda hora
del día y d e l a noche nunca les sucedi6 nada, l o qu e
deja ver el poco caso que hacían las gentes sandinistas
d el i nt er io r d e los consejos; qu e po r p apeles, se les d i r i­
gían desde afuera.
P or el contrario, los que se decían libertadores de
nuestro país, a falta de poder hacer daño á los hombres
de la intervenci6n, se complacían, ensangrentando sus ma­
chetes en los desgraciados compatriotas, como en el cur­
so .de este libro hemos tenido ocasión de evidenciar.
CURIOSA CARTA DIRIGIDA A SANOINO POR
SALINAS DE AGUILAR
Trascribimos a continuaci6n el párrafo de una carta
que, desde Nueva Orleans y. con fecha 5 d e Di ciembre

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—891—

dirigió Salinas de Aguilar a Sandino quien en aquel en­


t onces se encontraba en M6rida, Yucatiin, México. El
párrafo dice así:
i

"L c pa r t i cip o qu e nuestros a migos d e ~ ó n, l o s


L ABORITSAS, los Liberales. de verdad que encabesa el
Dr. L ara, triunfaron sobre el candidato 08cial de Monca­
da, lansado por las autoridades liberales del Partido¡ para
la Alcaldia de León , que era el General Francisco Para­
jón, incondicional de Moncada. El t riunfante fuó Juan de
la Crus Quintero, exponente obrero¡ que f e lansado por
obreros liberales, pasando sobre las disposiciones de los
d irigentes esclavistas del Partido. Esto quiere deci r qu e
estamos en mayoria en León y se ha mejorado l a s i tua­
ción desde cuando yo sali.
Con toda consideración me repito su afmo. amigo.
Patria y L ibertad.
(f) N. SALINAS DE AGUILAR"

Salinas de Aguilar se había dado a la tarea de es­


cribir Manifiestos, que remitía a Sandino par a qu e éste
los firmara, asumiendo l a paternidad. R eferente a ello,
el jefe insurgente le dirigió una carta de Mérida, e)n fe­
c ha 26 de Noviembr e de 1929, donde l e decí a l o si ­
guiente:

"Con su carta, iechada el 12 de Noviembre en New


Orleans, me llega un proyecto de Mani fies t par a ser lan­
z ado al pueblo de Nicaragua. Tomo debida nota de su
contenido rcservi ndolo para cuando se presente la opor­
tunidad".

Para respaldar 'l o aqu í escrito, véase en l a página


sigui ente l a f ot o d el .anterior docum ento.

PROCLAMA DE SANDINO DURANT E SU


ESTANCIA EN MÉXICO
P ublicamos a continuació n u n a proclama, d i r i gi da
por Sandino, durante su estancia en México. A l pi é del
r ef er id o document o se ve n l a s ini ci ales de A . C. S. q u e
corresponden a su nombre. Las de A. F. M. qu e coinci­
den con las de Agustín Farabundo Martí, lider r ojo, que
f ué fusilado en San Salvador, y las de A. G. S. que no
hemos podido identificar . Di ce así la proclama:

O E L CAL VA RI O DE L A S SE GOVI A S
— 892—

%COMPAÑE R O S:
~ Nuestr a salid a d e l t er r it ori o nicaragüense n o h a
sido un a tr egu a en nuestr a luch a contr a nuestr o enemi­
go común el I M PE R I A L I SM O Y A N K E E, sino la prolonga­
c ión d e es a luch a en el sentid o d e l a consecució n d e
nuevos cont ingentes que llevan a e l la, com o esperamos
sea, el de l a CONFEDERACION SINDICA L L A T I NO
A MERI CANA .
Hasta el presente nuestr o E j ér cit o reconoce el apo­
y o qu e los sincero s r evolucionarios l e ha n p restad o en
su ar du a lucha, per o co n ag udización d e l a lucha, con la
creciente presión po r p ar t e d e lo s banquero s y ankees,
los vacilantes, los tímidos, OBREROS Y CAMPESINOS
i r án hast a el f i n ; solo s u f u erza or ganizad a logr ar á el
tr iu nfo>.
4COMPAÑEROS NI CARAGUENSE S Y T ODOS
AQUELLOS QUE TODAVI A SE ENCUENTRAN DE S­
ORGANIZADOS Y F UER A D E I. A CONFEDERA­

E J . V E R D A D E R O S A N D I N O
— 393—

CION SINDICAL LATINOAMERICANA, en nombre de


los h er óicos soldados del E j ér cit o D ef ensor d e l a Sobe­
ranía Nacional de Nicaragua os gritamos: ORGANI ZAOS,
vuestro puesto está .en las filas de la CONFEDERACI ON
SI N D I CA L L A T I N O A M E R I CA NA , ú n ica o r ganizaci6n
s indical D E FENSORA D E LO S I N TE RE SE S D E L A
CLASE TRABAJADORA.
H. Veracruz. H . Ver . Méx . F ebr er o 26 d e 1930.
Patri a y L ib er tad.
[f] A. C. SANDINO
[Un Sellol

Fotograbado del documento anterior, qu e t rascribimos en


deseos de robustecer lo publicado, llevando al lector a l cono­
ci mi ent o or ig ina l de l o qu e h a leido.

HOJA SUELTA DE L PSEUDO OBRERO Y


CAMPESINO SALINA S DE AGUIL AR
Insertamos a co nt inuaci6n un a h oj a su elta, publi­
cad a e n Sa n José d e Cost a R ica po r N o rbert o Sa­
l inas d e A g uilar . L a h oj a n o tiene fecha, y en l a p ar t e
que trascribimos dice así:
«Lo s O b r eros, Campesinos, A r tesanos o A r ti stas,
q u e so n e l p u eblo, l a m ay or i a soberana , E N CU Y A S
M ANOS ESTA N L OS DESTINOS DE L A REPUBLI ­

O E L CAL VA RI O DE L A S SE GOV I A S
—894—

CA, no tienen porqué andar co n divisiones de partidos,


ni someterse a la VOLUNTA D D E U N ' HOMBRE, o de
un grupo de hombres extraños a su gremio, que se ll a­
man p ol íticos».
LOS INTERESES DE L A COLECTIVIDAD SON
COMUNES A TODOS, y no tienen que tener más bandera
qu e l a nacional, n i más P ar tido qu e l a L I B E R T A D , ~...»
EL OBRE RI SMO E S UNO, basado en la evoluci6n
del proletariado, y sus principios abarcan a todos l os
t rabajadores de un puebl o . . . . .
LA UNI DAD ENTRE LOS E LEMENTO S OB RE ­
R O S E S L A U N I C A QU E P U E D E H A CE R T R I U N F A R
E STE I DEA L JUSTO Y RECONSTRUCTOR POR E L
QUE LUCHñ N EN E4 MUNDO 4HS CLHSES TRHBH.
gñ™DORHS OPRIMIDHS POR EL CHPITH4
LA UNI FI CACION que debe procurarse es la unifi­
caci6n O br era, alr ededor d e u n sol a b andera, de u n solo
partido; la bandera nacional y el Partido de la Libertad,
o sea l a bander a autonomista y e l Partido L aborista,
por el que lucha el Oeneral Hugusto C. Sandin o en el
campo d e batalla, al cual los políticos, conocedores de
q u e el Genera l Sandin o es un o d e vosotros, U N H OM ­
BRE QUE H A SURGIDO DE L SENO DE L OBRE RI S­
M O Y QU E SU TRIUNFO SER A E L T RIUNF O DE L
PROLETARIADO, tratan de desacreditar con l a calum­
nia, destruír con las armas y si les fuera posible, asesi­
n ar l o . . . etc., et c. . . .
Patria y L ibertad
[f] N. SALI NA S DE AGUI LAR».
Y a l o vemos, p ues, el sandinism o lu ch ab a po r el
triunfo del Proletariado, como si en Nicaragua existieran
realmente dif er encia s d e clases; aquí, dond e la s ti er r as
se regalan, y donde lo que faltan son brazos que empu­
ñen el arado para sacar de ellas todo lo que se necesita
p ar a el su stento. L o d emás, l o d e <p ir aterí a y ankee», l o
<del P od er », l o «del p at r iotismo», d e qu e al ar deaban
Sandin o y su s p anegiri stas, fu é solament e u n a máscar a
carnavalesca, para encubrir una pobre e inmoderada am­
b ici6n d e mando, como el lector l o v er á compr obad o en
el curso d e este li b r o.
EL MEMORABL E AÑO D E 1933.
El Gral. José María Moncada descendi6 de l a Pr e­

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—395—

sidencia, en cumplimiento del mandato constitucional, al


finalizar su período de Gobierno, y coloc6 la banda con
los colores nacionales sobre el pecho de su sucesor, el
Dr. Juan Bautista Sacasa, quien junto con el Vice-Presi­
dent e D r . Rodolf o. E spinosa R . se hi ciero n responsables
d e los destinos de l a Naci6n confiados a ellos por l a
gran mayoría del puebla nicaragüense, que sac6 triun­
fant e su s candidaturas sostenidas por e l P ar tid o L ib er al
Nacionalista.
El día siguiente, al amanecer, después de u n gr an
baile dado en la Casa Presidencia, las fuerzas deocupa­
c i6n d e l a Marina de los Estados Unidos salieron de
Managu a p ar a e l pu er t o d e Cor into , d o nd e ese mi smo
día por la tarde levaron anclas los barcos que la condu­
cían a sus diferentes acuartelamientos en los Estados Uni­
dos y P anamá. Co n ell o se cumplí a u n a solemn e p r o­
mesa hecha po r el Presidente de los E stados Unidos
Mr. Hoover, y Nicaragua volvía a asumir su soberanía,
respaldada la paz, por un Convenio celebrado entr e los
c andidatos. de los dos partidos hist6ricos; Convenio qu e
di 6 vida al mantenimiento de un a Guardi a Nacional,
apolítica, que a pesar de las dificultades conque ha tr o­
pezado hasta el día, ha sabido hacer honor a l objetivo
q ue se propuso el país interventor al. retirarse de ¹ c a ­
r agua a fin de que la Guardi a Nacional garantizar a el
orden y la estabilidad de los Poderes Públicos.
Todos esperaban que a r aíz de tan grande aconte­
cimiento, Sandino depondría la s armas honrosamente,
cumplidos los objetivos que decía perseguir par a justi­
ficar su cruzada de varios años en las Segovias. Mas no
fué así; pues, si como dijimos antes, envi6 a dos delega­
dos ant e el Presidente electo, después d e l a s elecciones
del 6 d e N oviembr e d e 1982, éstos n o t r aían p oderes su­
ficientes y en vez de solicitar un armisticio mientras irii­
ciaban pláticas de paz, los lugartenientes d e Sandino
continuaban en las Segovias en sus horrendas correrías,
seguramente en la creencia de que, en aquellos momen­
tos de transici6n y hasta de debilidad, por l a ida de las
f uerzas i nterventoras, obtendrían facilidades p ar a el
logro de sus planes, que como se ha visto, no er an otros
que adueñarse del Poder a toda costa, cumpliéndose con
ell o el deseo d e Sandino de contr olar mi litarment e l a R e­
pública y de tomar para lo s suyos las carteras d e H a­
cienda, Guerra y Relaciones Exteriores que iban a ser des­

O EL CAL VA RI O DE LAS SE GOVI ~ S


empeñadas por personas que él designaría.
M as Sandin o y su s compañeros se engañaro n u n a
v ez más, pues si bien f altaban los Mar inos, e n e l sen ti ­
m iento patri6tico de los nicaragüenses se exaltó, y l a
Guardia Nacional, poniéndose a la altura que las circuns­
tancias demandaban, present6 acción a los que antes se
jac'aban de haber tenido s61o victorias, triunfando sobre
e llos, en la s d if er entes ocasiones e n q u e mi di ero n su s
armas, causándole a San­
d ino en u n mes ciento y
pico de muertos, y doble
número de heridos, que inú­
tilmente fueron sacrifica­
dos, pues ya el caudillo de
las Segovias no tenía ban­
der a qu e enarbola r desde
e l 2 E n er o e n q u e l a s
fuerzas americanas deso­
cuparon el territorio patrio,
c onvir ti éndose é l e n u n
simpl e J ef e de b ando!eros.

BASES PROPUEST AS
POR SA NDINO

Llamamos muy especial­


mente l a at enci6n de nues­
tros lectores sobre las pri­
meras bases de l conveni o
Alfunso Alexander, compañero de q ue Sandino propuso al
Sánchez Salinas en la s primeras Gobierno del Dr . Sacasa,
bases de paz enviadas por Sandino, para que éste logálizara su
como para adormecer ai nuevo Go
tderno, mient ras por o t r o l ado t r a . Administraci6n ant e l as
t aba de controlar el Poder d e i a fuerzas del primero. Oiga­
Republics A l ex snder, d e na ciona­ m os a Sandino: .
lidad colombiana, se v e en la f ot o­
grafia de pies. y sentados, a So­ 4IN T E R R O GA T O R I O S.
c r stes Sandino y Juan F err et i .
I
— Cuál es el programa po­
l í tic o q u e desarr ollar á el
Dr. Sacasa durante loy cuatro años de su administración'
Prescindirá absolutamente de intromisi6n extraña en las
finanzas de ¹ caraguav Suprimirá la llamada Guardia Na­
cional, o qué piensa hacer de ellas Tiene e l Dr . Sacasa
Pactos de algun a clase suscritos con los interventores

E L V E R D A D E R O S A N D I iV O
—897—

norteamericanos'
Contestadas las preguntas anteriores, completamos
los puntos de la primera Base del convenio propuesto:.
A] —Que por iniciativa del Ejecutivo, el Congreso
Nacional d e Nicar agua, decr et a l a creaci6n d e u n nu ev o
Departamento en tierras baldías nacionales, comprendidas
entre l a zona del Chipote y l a Costa Atlántica nicara­
g üense, con e l nombr e d e cLUZ Y VERDAD' . Y
con lo s ' l í mite s D ep artamentales s i guientes: — PAR­
TI END O D E L A JURI SDICCI6 N D E CI FUENTE S,
HONDURA.S, PASA POR E L CE RRO E L CAPIRO SI ­
GUE SOBRÉ E L CARO D E SA N PABLO, PASA POR
L OS ENCINOS, PASA A MURRA, PA SA POR E L CH I ­
POTE, PASA POR SANTA CRUZ DE JIXOTEGA, PA­
SA PO R BOCAYCITO, PASA PO R CUSÚLI , PA SA
P OR I L LAS, PASA POR SA SLAY, PASA POR EL CE ­
RR O D E ASA , PASA POR E L C E RRO D E COL A
BLANCA, PASA POR SANDIBÉ, L LEGA A CARATAS­
CA, TREPA SOBRE E L RI O PATUCA Y CONCLUYE
EN E L PUNTO D E S A L I DA, CIFUENTES, H ONDU­
RAS.— Téngase presente que la creaci6n de este Depar­
tamento, en ninguna forma implica prebenda par a nues­
tro Ej ército y mucho menos para el suscrito, y que el
objeto que se persigue, es el engrandeeimiento general
de la Patria.
B] — Que por iniciativa del Ejecutivo, el Congreso
Nacional de Nicaragua, Decrete: el mantenimiento íntegro
en el nuevo Departamento « L UZ Y VERDAD>, d e los
elementos bélicos que el Ej ército Defensor de la Sobera­
nía Nacional de Nicaragua, ha usado durante l a guerr a
Dignificadora de nuestro Honor Nacional. Que todas las
autoridades civiles y mi l it ares del r ef er ido Departamento,
sean nombrados dentro de los~ miembros que han inte­
grado a nuestr o Ej ército. L os elementos b élicos, que
eon sangre de patriotas hemos percibido, queremos que
p ermanezcan en uso del Gobiern o D epartamental de
«LU Z Y V E R D A D » p ar a l a m ayor g ar antí a d e l or den
en nuestra Repúbli ca . . . y porqu e e n esa regi6n per­
manecerá. el suscrito y l a mayor parte de los miembros
que actualmente integran nuestro Ej ército, y estaremos
listos a repeler cualquier agresi6n que quisier a hacérse­
le al Gobierno Constituido de Nicaragua.
C] — Que por iniciativa del Ejecutivo, e l Congreso
Nacional de Nicaragua,.Decrete:.extraer de los ár chivos

O EL CAI TA RI O DE LAS SEGOVI AS


N acionales e incendiar , todos los documentos en qu e se
c alifique de BANDOLÉRI SM O l a actitud patri6tica de
nuestr o E j ér cito; y solemnemente declarar l egal l a acti ­
tud que asumi6 el suscrito y su Ej ército, el 4 d e Mayo
d e 19K , cuando el Gobierno de los E stados Unidos de
N orteamérica, eon or gu ll o i mpotent e amenazó a los Ej ér ­
citos nicaragüenses a desarmarles por l a FUERZA, si
'NO SE SOMETIAN a su despótico capricho f . . ~ . . ).
Este punto C, que trata de extraer de los Archivos Na­
cionales e incinerar Ios documentos que no s calumnian,
y lo de que el Congreso declare legal la actitud del sus­
crito y su Ej ército, es cuestión de Dignidad Nacional, ya
que por esa actitud, NI CARAGUA ERGUI DA , SI GUE
SIENDO REPUBLICA L I BRE, SOBERANA E I N DE­
PENDIENTE.
Cuartel General del E j ér cit o D ef ensor d e l a Sobe­
ranfa Nacional d e Nicaragua, Las Segovias, Nic., C. A.,
Enero, 14 de 1988.
Patria y Libertad
[ fl A C SANDINOi .
[Un Sello.]
Tr es dfas después el gu er r i ll er o el abor6 las siguien­
tes
< BASE S D E P A Z »

1') — Que el primer ciudadano nicaragüense que en­


contrándose en el Gobierno de nuestr a República, por
algún motivo, y que sinceramente esté representando los
intereses de nuestra naei6n, pida y obtenga, aunque sea
a balazos, el retiro inmediato de las fuerzas de ocupa­
e i6n . norteamericanas en Nicaragua, Y A CEPTE A L A
V E Z , E L A P OY O D E N U E ST R O E J E R CI T O D E F E N ­
SOR DE L A SOBERANIA. NACIONA L D E NI CARA­
G UA, PARA E I MANTENI MI ENTO COMPLET O D E L
ORDEN E N NUESTRA REPUBLI CA.
2') — Que el Gobierno de Nicaragua, que acepte la
base anterior, también acepte y apoye la I DE A de efec­
tuar e n la ciudad Capital de l a República Argentina,
una Conferencia entre representantes ' de los 91 Gobier­
nos de nuestra América-racial, y el de los Estados Uni­
dos de Norteamériea, para tratar en l a conferencia todo
lo r elacionado co n el trascendental p r oyect o n orteamer i­
cano, que pretende efectuar,. como propiedad exclusiva

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—899—

la apertura de un Canal I nteroceánico, y establecer una


base naval e n tierras y aguas Centroamericanas; —Asi­
mismo aclarar l o de que si tienen o no derecho de exter­
nar su opini6n, sobre el mencionado proyecto, los cien
millones de indo-hispanos; y l o de que eu41 ha de ser
la actitud de nuestra América-racial, frente al tan r eferi'­
do pr oyecto.
8') —Que el Qobierno de Nicaragua, que acepte las
bases, primera y segunda, de este Convenio, que también
acepte al pueblo nicaragüense, el derecho de desalojarlo
a baIazos del poder, en los casos de faltar en.el cumpli­
miento de todas o en parte las bases que aquí s e exti-.
pulan.
Cuartel General del Ej ércit o D efensor de l a So-.
beranía Nacional de Nicaragua,' Las Segovias, Nic., C. A.,
a los tres días del mes de Enero de 1988.
Patria y L ibertad.
(f) A. C. SANDINO
(Un Sello)
FACTORES ADVERSOS HACEN PENSAR
EN L A PAZ A SANDINO
En esos días se encontraba doña Blanca Ar áuz de
Sandino en San Rafael del Norte con poderes de su es­
poso Augusto C. Sandino, para recibir cualquier clase de
correspondencia que se r elacionara con l a paz, l a que
debía ser inmediatamente reexpedida a su camparhento.
Sandino no tenía ya preocupaci6n alguna por l a perma­
nenci a d e su esposa en el r ef er id o pueblo, po r l a h on o­
rabilidad del nuevo Gobierno. E sto le daba oportunidad
para poder movilizarse libremente, al frente de su s tr o­
pas, en caso d e qu e se viesen f r ustr ados su s p r op6sitos
de obtener la paz, en la forma que él deseaba.
En medio de sus arrestos militares, de su ambici6n
a contr olar el Pode r d e l a R epública, Sandin o v eí a u n
punt o negro en la retaguardia, y es que Honduras le
tení a cerradas las puertas, po r l a alianza qu e é l h abía
t enid o co n los r evolucionar io s d e aquel p aís, m áx im e
cuando Sandin o se di 6 cuent a del conveni o suscr it o en­
tr e las autoridades h o ndur eñas y l a Gu ar di a Nacional,
en que se comprometían a desplegar activa vigilancia y
control sobre sus respectivas fronteras, para anular cual­

O EL CA L VA RI O D E LA S SE GOVI A S
quiera reacción de Ios revolucionarios hondureños inter­
nados en territorio nicaragüense, poniendo a ray a a su
vez aquellas autoridades a. las bandas sandinistas que'se
internaban en Honduras, unas veces huyendo de las fuer­
zás del Gobierno de Nicaragua, que las habían batido, o
para hacerse de parque y r ifles a cambio de productos
robados en nuestro país, y que eran vendidos libremen­
te en las plazas de Danlí, San Marcos de Col6n, Trujillo, etc.
Después de l a acción aplastante de l a Guardia, el
cierre de las fronteras hondureñas fué una de lascausas
par a qu e Sandino se encarrilar a po r el sender o de la
paz prescindiendo en parte de sus insolentes exigencias,
en las bases de paz qu e antes damos a conocer, y que
e nvi6 al Presidente Sacasa en plieg o ce rrado. E r a el
únicO camino que le quedaba, y opt6 por él decisivamen­
te. Algunos han cr eído, que por insinuaciones de don
Salvador Calder6n Ramírez, que veía claro el fracaso a
q ue iba el Caudill o de las Begovias, de no suscribi r l a
paz i nmediatamente.
Fuera de los factores antes apuntados, se notaba cier­
ta indecisi6n e n sus hombres, quienes se habían dado
p erfecta cuenta. del retiro de las fuerzas americanas de
Nicaragua y de que por consiguiente había terminado el
pretexto qu e aducían par a justificar su s correrías van-.
d álicas, rodeándolas de un a aureola de patriotismo. A l
mismo tiempo que esto sucedía, la Guardia y fuerzas
auxili ares p erseguían a las bandas sandinistas, sin darles
tr egua, con v er dader o ar r oj o y co n resultado s desastro­
sos para ellos.

WASH INGT ON ANUNCIA EL R ET IRO OE LOS M I RINOS

Mientras todas estas cosas pasaban en nuestr o país,


el Coronel Henr y L . Stimson, que negoció la paz de Ni­
caragu a el dí a 4 d e M ay o d e 1927, con el G ra l. J osé Ma­
ría Moncada, bajo el histórico Espino Negro de Tipitapa,
con fech a 2 d e E n er o d e 1933 hacía a l a pr ensa estadu­
nidense l a siguient e declaración:

<El día de hoy los Marinos de los Estados Unidos


se irán de Nicaragua. Ninguna fuerza armada america­
na quedará en el país, ni como instructora en l a Guar­
d i a N acional, n i com o G u ar di a d e l a L egación , n i en

E L V E R D A D E R O S A N D I X O
—401—

ningún otr o servicio. Su retir o e n este tiempo realiza


de hecho la intenci6n anunciada por el Departamento de
Estado, en Febrero de 1931, de retirarlos marinos inme­
diatamente después de l a elecci6n Presidencial d e 1982.
Las fuerzas americanas fueron enviadas a Nicara­
gua en 1926, porque las autoridades nicaragüenses ex­
p resaron que no estaban en condiciones de proteger a
l os am ericanos, cuyas vida s estaban amenazadas por l a
g uerr a civi l en aquel entonces desarrollándose, y qu e
deseaban que el Gobiern o Americano tomara las apro­
piadas medidas para proteger a su s ciudadanos en Ni­
caragua.
Fueron mantenidas allí, después de t er minadas las
hostilidades, de acuerdo con la petici6n del Gobierno de
Nicaragua y de acuerdo con los términos del arreglo de
Tipitapa, que puso fi n a l a guerra civil : pr imero, que
las fuerzas americanas organizaran y ejecutaran una
'Guar di a n o p ar tidarista, y segundo, qu e ellas cooper aran
en l a super vigilanci a d e las elecciones p ar a l a p residen­
cia y el Congreso de la República. L os Estados Unidos
a ceptaron estas obligaciones, en el deseo de ayudar a
N icaragua a terminar l a desastrosa guerra civil y p ar a
establecer los fundamentos de una paz permanente, por
medio de elecciones libres, honradas, e imparciales.
En tres ocasiones sucesivas, 1928, 1980 y 1932, las
elecciones nacionales se han verificado baj o l a supervi­
g ilancia americana, y en condiciones que garantizaron a
los votantes n i caragüenses su op or tunidad d e ex presar
su li br e y n o p er tu rbad a escogencia. A l a conclusi6n de
l as elecciones del 6 de Noviembre, por las cuales el D r .
Sacasa fué electo Presidente, el cometido de los E stados
Vnidos en lo r eferente a supervigilancia electoral, ha si­
do llenado. H a quedado ampliament e demostrado que
el pu eblo nicaragüense tiene ju st a causa par a senti r l e­
gítimo orgullo de su conciencia de responsabilidad cívica,
demostrada por lo s servicios efectuados po r l o s nicara­
gü enses q u e presidieron 24 7 m esas elector ales d e l as
429 que formaron el total . E stos presidentes cumplieron
con su s deberes, en tal f or m a qu e n o ad mit e c r í tica, ni
reproch e alg uno . E st e hecho, aunado con l a ad mir able
actitud del Partido perdidoso,' augura un buen porvenir
para el Gobierno popular de Nicaragua. L os dos parti­
dos políticos nicaragüenses, concurrentes al arregl o qu e
puso fin a la guerra civil, apoyaron la deterininaci6n no de

O EL CA L VA RI O DE LAS SE GOVI A S
usar más el antiguo Ej ército Nacional, quefrecuentemen­
te había sido un instrumento de claras agresiones polí­
cas. E n su lugar, a solicitu d de Nicaragua, Oficiales. y
enlistados americanos han organizado y ej ercitado una
f u erza, ent er amente nueva y n o p ar tidarista, l a Gu ar di a
Nacional, basada en el precepto fundamental del servicio
al país, como una sola entidad. Durante los cinco años
pasados, esta fuerza se ha desarrollado como pn a orga­
n izaci6n bien disciplinad a y eficiente, y co n u n espí r i t u
d e cuerpo. L a dirección de la Guardi a h a pasado de
o ficiales americanos a oficiales nicaragüenses, y es de
notar queambos partidos políticos han convenido, bajo su
propia iniciativa, en u n plan para asegurar é l c arácter
n o político de.Ía organizaci6n. E l acto d e en tregar la
direcci6n de la Guardia a lo s oficiales nicaragüenses
marca la realizaci6n del otro principal cometido, que los
Estados Unidos asumió en Tipitapa.
Por consiguiente, el retiro de las fuerzas americanas
sigue al cumplimient o d e las obligaciones ante s m encio­
nadas, y inarca la determinaci6n de las especiales r ela­
ciones que han existido entre los Estados y Nicaragua.
Los Estados Unidos han considerado un privilegi o asis­
tir a Nicaragua, y siempre verá con amistosa simpatía y
satisfacci6n el p r ogreso qu e in dudablemente h ar h Nicara­
gua baj o sus propios esfuerzos en lo futuro. L o s E sta­
dos Unidos desean para Nicaragua, l o mismo que para
sus hermanas Repúblicas de l a América Central , PA Z,
t ranquilidad, bienestar, y e l justo orgullo que viene de
su complet a i ntegr idad».

ATAQUE A SAN ISIDRO Y MUERTE


DEL SUB-TENIENT E ROCHA
S andino como se ha visto atrás se' veía perdido, y
estaba dispuesto a firmar l a paz, per o e n condiciones
ventajosas. Para lograr esto crey 6 conveniente i ntensi­
ficar las actividades de su gente . E stas s e encontr aban
d esconcertadas po r las contínuas batidas d e l a G u ar di a
Nacional , q uien y a comandad a po r ofi ciales n etamente
nicaragüenses y con la cooperaci6n de auxiliares del país,
cada día recibían severos castigos.
Pero había que tomar el desquite de tan duras lec­
ciones recibidas y los sandinistas, buscaban un a víctima

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—403—

propiciatoria, que a poco encontraron . L a pequeña po­


'blaci6n de San I sidro, en el Departamento de Matagalpa
fué la escogida para teatro de su s operaciones, y hacia
ell a se di r i gi 6 Um anzor a l a cabeza d e su s hombres, ha­
c iend o su ap arición all f a las sei s d e l a t ard e de l df a 7
de Enero de 1932, cuando el Comandante de l a Guarni­
ci6n, Sub-Teniente Luis Rocha h. se encontraba fuera de
su cu artel, cenando en un a casa p ar ticular , si tuad a f r en­
te a la ig}esia del poblado, en donde se l e suministraba
a limentos. De improviso se presentó un niñito, quien l e
dij o asustado al Sub-Teniente Rocha h.: «Teniente, allí
vienen los bandoleros» por lo que éste se levant6 inme­
d iatamente, dirigiéndose a la puerta de la calle, par a i r
a r eunirse con lo s su yos. M a s en ese in stante los sandi­
zistas se habfán apoderado ya, como e n número de 20,
de la pieza contigua, en donde por sus espfas, sabfan
que se hallaba el j efe de la plaza para capturarlo.
Rocha h, al salir a la calle, se encontr6 con uno de
los asaltantes quien al verlo dispar6 sobre él, habiéndole
a certado en un a pierna, contestando e l Oficial d e l a
Guardia con un certero disparo de su rev61ver que hizo
rodar po r ti erra a su agresor . E stos fueron los prole­
gómenos de la tragedia de ese dfa.
I. a voz d e al ar m a cu n di 6 en l a pequeña gu ar nici6n
de la plaza, que inmediatamente se puso a l a defensiva,
m ientras las huestes sandinistas procedfan a r odear el
cuartel.
El Teniente Rocha h . aunque herid o r egres6 a la
pieza, d e donde habí a salid o y desd e l a cua l d i spar aba'
contra el grupo enemigo, habiendo logrado dejar fuera
de combate a otro de los foragidos, y aunque de l a he­
rid a qu e recibió m anaba sangr e en abundancia, con ti nu6
en la lucha, con los pocos cartuchos de su rev61ver, lo­
g r ando h eri r m or talmente a ot r o d e lo s atacantes, q u e
corri ó g r itando : «m e han m atado».
La dueña de la casa fué amarrada, y cuando los
sandinistas 'sc di sponían a cort arl e l a cabeza, fué salvada
milagrosamente por la asistencia que tuvieron qu e pr o­
digarl e al h er id o a qu e ú lt im am ente nos hemos r ef er ido,
quien di o a conocer, mientras l o cur aban, el l uga r exac­
to dond» estaba apostado el Teniente Rocha, hacia don­
de se di r igi d u n g r up o d e h om bres armados, p ar a v er
de acabar con él . A poco se oy<5 funcionar un a ametra­
lladora, que puso fin a la vida del j oven y heróicó Ofi­

O E L C A I, VA RI O DE LAS SE GOVI A S
eial de l a Guardia a quien ya se le habían terminado
I os cartuchos. A l l í l o d ej aro n com o mu erto, y se diri­
gieron en su ofensiva sobre el cuartel.
Sabedores de lo que en Sa n I sidr o pasaba, llegó
procedent e de l a T r i nidad, en tr e nueve y diez de l a n o­
che, el Sub-tenient e Silva,. con un a p at r ull a d e l a G u ar­
dia Nacional y atae5 a Ios sandinistas por l a r etaguar­
d ia haciéndoles varias bajas y poniéndolos en fuga. E n
l a h u ída, pasaron po r l a
casa donde habían d ej a­
do como mu ert o a l T e­
n iente Roch a h. , a l q u e
h abían despojado y a d e
s us arreos militares, y a
machetazos l e co r t ar on
la cabeza.
Cuando el Teniente Sil­
va ll eg ó al l ug ar , encon-,
t r ó a u n hom br e . del e­
nemigo montad o a caba­
l lo, quien como botí n d e
guerr a h ací a caminar
ju nt o a él a dos muj er es
d el pueblo. Cuando el
foragido vi ó a l T eniente
Silva, disparó sobr e él su
revolver, per o éste, mhs
certer o l o d er r ib ó mu er ­
to d e u n balazo, libertan­
do a las pobres muj eres.
La column a d e U man­
Sub.teniente L uis Rocha hijo, Co­ zor abandonó el pu eblo,
mandante de la pequeña plaza de dejando como Cínica víc­
san I sidro, quien f u e alevosamente tim a d e l a G. N . al Su b­
asesinado, m u r iendo com o u n v a­
lient e a manos de la s huestes san­ tenient e Rocha h . q uien
d inistas, qu e y a mu ert o l o decapi ­ fu é conducid o a l a ci u­
taron. d a d d e l l atagalpa, en
c uy o Campo Sant o f u é
sepultado co n lo s honores correspondientes a s u r a ngo,
y en medi o del dolor d e su s compañeros, de quienes era
mu y quer ido . Roch a h ijo, había sid o d e lo s g r aduados
(1 mes anterio r y h abí a salido par a los campos d e bala­
lla lleno del mayor entusiasmo, si n pensar en qu e una
muerte tan t r ágica l c nr eparaba c l Destino.

E L V E R D A D E R O S A 'X I) I Z O
—405—

En el asalto a San I sidro, fué baleado el señor Pe­


d ro J. Jir6n, que actuaba de Alcalde del pueblo, y su
esposa, la señora Sofía Gutiérrez de Jir6n, violad a por
las huestes de Umanzor.
Un h i j o d e l a señor a N atali a J i r 6n , qu ed 6 p ar a
siempre impedido a consecuencia de dos balazos que re­
cibi6 ese día.
Los establecimientos de comercio de doña María
Esmeralda v. de Samper y de don Guillermo H üpper
fu eron saqueados completamente.
Costumbre inveterada era ésta de los que se hacían
l lamar libertadores de Nicaragua, y que en el fondo n o
eran más que hordas comunistas.
F ijamos la atención de l lector, en que a pesar de
la escasa guarnición die Sn. I sidro, no pudieron vencerla
las huestes de Sandino a pesar de hallarse descabezada
por l a ausenci a d e su J ef e el Sub-tenient e Roch a h i j o,
qu e se hallab a en esos momentos tomando sus alimentos
f u er a d e su cu artel, demostrand o ant e su s en emigo s u n
v alor qu e l o am er it a como di gn o Ofi cia l d e l a Gu ar di a
Nacional.

I NCENDIO , DEST RUCCION Y M UE RT E

Mientras esto sucedía en el p equeñ o poblad o m ata­


galpino, el inclemente Marcial Rivera Zeledón se dedica­
ba a imponer contr i buciones a diestra y siniestra, ponien­
do al f inal d e cada un a d e la s n o tificaciones qu e hacía,
las siguientes curiosas palabras, cuya ortografía respeta­
mos. <E STA SANTA CAUSA QUE DEFENDEMOS «VA­
J O E L CUMPLI MI ENTO D E L A S PL E BI SI TA RI AS
LEYE S MI L I TA RE S QUE NUESTRO E JERSITO OPE­
R A CO N I N CE N D I O D E ST RUCZ I O N Y M U E R TE > . Y
e fectivamente, todo esto se cumplía al pié de la letra, si
por cualquier m otiv o eran desatendidas su s 6rdenes.
Se deseaba sembrar el pánico e n las filas del Go­
b i ern o a fi n d e sacar vent ajas, com o d ij imos antes, y el
ti gr e h er id o dab a zarpazos, compr en di en do .qu e s e acer­
: '..a su agonía.

EL DESARROL L O DE LAS IN F L U ENCIAS P OL I TI CAS

Mientras estos hechos se verificaban, la esposa del gue­


rrillero, doña Blanca Aráuz de Sandino, continuaba siem­

O EL CAL VA RI O D E LAS SE GOVI A S


— 406—

pre en San Rafael del Norte en casa de su -señora ma­


dre doña Ester v . de Aráuz, disfrutando d e toda clase
de garantías.
Sin embargo de esto, el ocho d e Ener o informaba
al Ministerio d e Gobernación el Alcalde d e Sa n Rafael
del Norte, por medio d e u n telegrama alarinante, qu e
Sandino se aproximaba al pueblo con un buen contin­
gente de sus tropas, encontrándose como a legua y me­
dia de distancia, por l o que se orden6 reforzar l a guar­
nici6n del lugar con elementos y guar dias qu e ll egaron
de Jinotega.
Los agentes de Sandino en l a Capital s e movían
activamente, desarrollando influencias políticas, par a que
las bases de paz del guerriller o fuesen aceptadas, si n
restricci6n alguna; y par a el logro de sus fines, seocu­
paban de distribuír l a correspondencia que recibían del
C uartel General del Jefe insun ect o que éste dirigí a a
sus amigos del interior, privadas unas, y otras para dar­
las a la publicidad.
Muchas veces amanecieron bajo las puertas d e las
Oficinas de la «NUEVA PRENSA» cartas cerradas, pr o­
cedentes de los campos segovianos, que era n i ntroduci­
das calladamente durant e las altas horas de la noche.
Así es cómo llegaron a conocimiento del público las ba­
ses de paz propuestas por Sandino y una declaraci6n de
éste para los periodistas nicaragüenses.
Don Sofonías Salvatierra se había dirigido a Sandi­
no el 28 de Noviembre de 1982, en un a ex presiva carta
en la que se refería entre otras cosas a l a participaci6n
del <Grupo Patri6tico+, así llamado por él, que se ocu­
paba en favor de su causa, pidiéndole su opini6n sobre
el envío de una comisi6n, compuesta de personas ami­
gas, que iría de Managua 'ante él para tratar de la paz.
Salvatierra que vivía cerca de los hombres que iban
a tomar el Poder, se daba perfecta cuenta de la peligro­
sa situaci6n en que Sandino se había colocado a l que­
dar frente a frente con e l e jé rcito nativo, c onocedor d e
su táctica. As í mismo de l a situaci6n política d e Hon­
duras, qu e cerr ab a l a r etaguar di a a las huestes Sandi­
nistas.
Salvatierr a al ver en p eli gr o d e sucumbi r a Sandi­
no al qu e ll amab a su amig o y d eudo, y d e qu e éste en­
viaba bases de paz para ver de salvarse en el naufragio,
entr6 de lleno a actuar, para aparecer iniciando l a paci­

E L V E Pi D A D L' B O S A N D I N O
—407—
f icaci6n d e Nicaragua, qu e l e acarrearí a prestigios y
agradecimientos e n ambos campos, los que él sabría
aprovechar para sus futuroS planes políticos.
No se trataba como se comprende, de nada patri6­
t ico, sin o t od a un a j ug arr et a p ol ítica, disfrazad a co n l a
mascarilla de los más hermosos ideales de paz.
E l 2 de Diciembr e d e 1982, contest6 Sandino l a
carta que un mes antes le dirigier a Salvatierra y copia
d e ell a fu é encontr ad a b aj o las puertas d e l a Oficin a d e
'L A NUEVA PRENSA+, indudablemente para su publi­
caci6n.
Hay que suponer que esta carta, como las at - ;io­
r es, dir i gidas a Salvatierra, se ocupab a ést e d e d arlas a
conocer al público en la forma que señalamos.
La carta de la referencia decía así:
"Cuartel General del Ejército Defensor de la Sobe­
rania Nacional de Nicaragua, La s Segovias¡ Nic.,
C. A. Diciembre, 24 de 1989.
Señor don Sofonias Salvatierra.
Managua Nicaragua.
Muy distjnguido señor Salvatierra.
Ayer recibi uns interesante misiva fechada en esa
ciudad capital el 25 del pasado mes, la que paso a con­
t est ar .
Aprovecho esta fe1iz oportunidad p ara que en union
del GRUPO PATRI OTI CO, de quien me habla enviarles
nuestras más altas felicitaciones por sus labores en pr o.
vecho de la Restauración de nuestra I ndependencia Na­
cional, CAUSA UNI CA, por lo que combate y combatirá
el Ej ército que me honro en comandar .
No tenemos inconveniente en acentttr la COMI SI ON
C ONJUNTA DE LOS I N T ERESADOS EN L A PA CI .
FI CA CI ON D E N I CARAGUA, siempr e qu e tr aigan la
Delegación Oficial del Gobierno qu e desee legalntarce
c omo Gobernante d e nuestra Rephblica. Otra clase de
Comisiones que no vengan investidas de Poderes Oficia­
les, no aceptaremos. E l doctor Sacase deber á apr ove­
char la oportunidad que se le presenta, de u n entendi
miento con nuestr o Ej ercito, para no seguir en s u con
dición de PE I.ELE, ya que en otr o caso quedar á par a
juguete d e lo ~ chiquillos. P O S AS IS TE A U TORID AD
SOBRE EL DR. SA CASA, porque nos obsndonó en mo­
mentos álgidos de nuestra Historia Nacional. E n lo par ­
ticular merece nuestro aprecio el mencionado doctor, pero
como a hombre publico es de nuestro deber señalarle el
pasado.
Ahora bien: Partiendo de la posibilidad d e u n en­
tendimiento patriótico, hemos designado nuestros delega­
dos, a los señores don Salvador <calderón Ramirez, Dr.
Escolástico Lara, Dr . Pedro José Zepeda, y General Ho­
racio Portocarrero, a quienes ho y mismo envismo0, un
llamamiento patriótico, y le rogamos a Ud. hacércelos

O EL CAL VA RI O DE LAS SE GOVI A S


llegar los que adjuntamos a la presente. De paso Ie
manifiesto qu e s i ei Dr . Sacase resuelve tr atar oficial.
mente ei entendimiento, deber á costear los gastos que
nuestros delegados ocasionen durante el entendimiento
el Tesoro Nacional,' porque ni yo, ni ellos contamos con
recursos.
Patria y Libertad
(f) A. C. SAND1NO"

Afirmaba Sandino, para la exportación que la CAU­


SA UNICA porque combatía su ej ército er a por l a inde­
pendencia Nacional cuando por l o que se ha vist o ante­
ri orment e er a po r t ener par ticipación en el nuévo Gobier ­
no, con el control de los Mi nisterios de Hacienda, Go­
bernaci6n y Relaciones Exteriores, así como por tener el
m ando mi l itar d e l a R epública qu e ex i gí a p ar a él y su s
hombres, como condici6n indispensable para la paz.
Sandino decía qu e el nuevo gobiern o d e Nicar agua
nunc a serí a l egal mi entras n o tuviese el «Vist o B u eno+
de su Ej ército; y al hablar del Presidente Sacasa lo tra­
ta d e «P E L E L E +, af i rmando qu e al Sandinismo l e asis­
tí a autor idad sobr e él po r l o qu e cada dí a iba n t r atan­
do de obtener mejores posiciones, como se ver h más
adelante.

SANDINO SUFRE UNA DE SUS M AYORES D E RROTAS

Volvamos l a vista a l t abl er o donde se ib a a j u gar


u na p ar tid a trascendental y decisiv a p ar a el puebl o d e
Nicaragua.
H emos dich o qu e el A lcalde d e Sn . R afaol del N or ­
te avis6 la proximidad de Sandino a aquel lugar al fren­
te d e sus tr opas. Efectivamente, el Jefe y su gente pasaron
cerca del referido pueblo, pero no presentaron acción. Si­
gui6 avanzando hacia eÍ Sur cuando y a e l Dr . Sacasa
h abía tomado posesión de la presidencia y cuando y a
los marinos americanos se habían ido 'de Nicaragua, y
el dí a 10 d e E n er o d e 1933, se posesionó d e la s al t ur as
del cer r o d e Yucapuca a l a cabeza d e 300 hom bre s con
el prop6sito de caer sobre la ciudad de Jinotega. E l ce­
r r o d e Yucapuca est á a dos leguas y m edi a d e l a ci u­
dad y sobre el camino que conduce a l pueblo de San
Rafael del Norte, que quedaba de esta maner a intercep­
tado.
Ese mismo dí a Sandino hizo avanzar a Jinotega
p or el lado de L a Peña de la Cruz una columna d e 80

E L V E R D A D E R O S A N D EN O
—409—

hombres, que hizo varias descargas de fusileri a sobre la


c iudad, haciendo también explotar varias bombas de di ­
n arpita, pensando que la alarma y el miedo, qu e ib a a
c ausar est o e n l a p oblaci6n ci vil , desconcertarí a a la
Guardia y d a ría la oportunidad d e posesionarse de l a
plaza. Mas los cálculos que el Guerrrillero se hiciera le
resultaron un a vez más f allidos, pues i nmediatamente
que la población civi l s e di6 cuenta de l o que ocurría,
se presentó en masa a la Guardia Nacional, pidiendo ar­
mas par a defender la plaza, habiendo armado a 50 de
ellos, que fueron puestos en lugares estratégicos para no
dejarse sorprender por el enemigo.
Asímismo el cerr o de Saraguasca, posición es traté­
gica de la misma jurisdicci6n y con magnificas defensas,
fué ocupada por Umanzor y su gente, hallándose si tua­
d a a poca di stanci a d e Sa n R afael del N orte . E n est e
l ugar f u é dond e Sandino, ti emp o atrás, fu é h er id o e n l a
pantorrilla izquierda por l a explosi6n de unabomba lan­
zada por los aviones americanos qu e ex ploraban cons­
tantemente la regi6n segoviana. No habiendo ya aviones
de guerra, Sandino decidió que l o ocuparan su s tr opas
como lugar invulnerable, formando all í u n campamento
provisional.

COMISION DE PAZ ANT E SANDINO


E l nuevo President e de la República deseoso de
llegar, a una paz provechosa a todas luces par a Nicara­
g ua, acept6 el que una comisi6n de personas amigas de
S andino fuése donde éste para ver que el guerril l e o se
sometiera en condiciones honrosas. L a comisi6n ib a i n­
tegrada por el padre de Sandino, Dn. Gregorio del mi s­
m o apellido, y por l a esposa de éste, doña América de
Sandino. Ademh.s de ellos iban Dn. Sofonias Salvatierra,
s u hermano do n Al ejandro y do n A lberto Reyes. L a
comitiv a se puso en m ar ch a r u mb o a lo s campamentos
d el Guerrillero y el di a 13 de Enero de 1933 llegaron a
Sn. Rafael del Norte donde encontraron a doñ a Bl anca
cle Sandino, con la qu e i nmediatamente se pusieron al
habla acerca del objetivo de su viaje, mostrándose doña
Bl anca mu y contenta.
Ese mismo di a el señor Salvatierra escribió a San­
dino la siguiente carta:

O EL CA L V A R I O DE LAS SE G O V I A S
— 410—

San Rafael del Norte, 13 de Enero de 1933.


Señor General Augusto C. Sandino.
Su Campamento General.
Mi estimado Augusto:
A la una de la tarde de hoy llegamos a este pueblo
tu napa, Ameriquita, el General Alberto Reyes, muy amigo
tuyo, mi hermano Alejandr o y yo . Nuestr o via] e ti ene
por objeto conferenciar contigo para explicarte de viva
voz el estado d e Nicaragua y lo que la nación honrada
y patriota desea y piensa que se debe hacer ahor a q ue
no queda u n solo yanqui en nuestr a patria. También
deseamos oír directamente de tí tu s puntos de vista pa­
trióticos par a negociar la paz en presencia del cambio
d e po)ltica internacional que prácticamente se nota en tr e
los Estados Unidos y nosotros.
Recibi tus cartas, la una contestando a la mi a d el
23 de Noviembre ppdo., y las otras par a los cuatro Dele.
gados qu e t ú designastes como r epreaentantes t uyos
para tratar la paz. A hor a yo te traig o una cart a i rma­
da por el Dr . Juan F r ancisco Gutierrez, Dr . Salvador
Buitrago Diaz, Dr . Rosendo A r güello, General A lberto
R eyes y do n Federico J. Lacayo honros a par a tí , en
cuanto que viene de personas prominentes, insospecha­
bles para el y atriotismo nicaraguense, con quienes siem­
pre he traba>ado y m e he r elacionado en cuestiones de
autonomía nacional. E n esa carta, que te entregar é íier­
sonalmente cuando nos veamos, recibirás :la me]or orien­
tacion frente al verdadero estado de las cosas en Nicara­
gua y a lo qu e es pat riótico hacer d e hoy en adelante
para asegurar la independencia del pais.
Puedo asegurarte que el Dr. Juan Bautista Sacasa
está en la mejor disposicion y animado d e l a mayor
buena voluntad en el sentido de conservar en el gobier ­
no el ej er cicio de la soberanía que todo Nicaragua anhe
la, en armonia ccn tus deseos, tan profundamente expr e­
sados.
Esperamos, pues, que t ú t e aproximarás a este
pueblo para i r nosotros a donde tí . T ú puedes natural­
m ente tomar todas las precaucionea qu e quieras, pe r o
debo decirte que al acercarte a nosotros, las más com
pletss garantías te rodearán. Respecto a nuestro viaj e a
conferenciar contigo, el señor Presidente, Dr . Sacasa, ha
expedido las más amplias órdenes para facilitar y pr o­
teger nuestra entrevista.
Doña Blanca en cuy a casa estoy escribiendo esta
carta. te escribe también, y todos quedamos ansiando
que llegue el momento en qu e le anunciemos al mundo
que nos observa y a la nación entera que tiene puestos
los ojo s en nuestra buena voluntad y patriotismo, que
la paz ha vuelto a reinar en nuestra tierrla, y que de hoy
más el trabajo y el estudio serán nuestr a mejo r activi­
dad en el seno de la Nación li bre.
Con un abrazo para ti y para Sócrates, soy tu siem­
pr e afectísimo pariente y amigo.
(f) SOFONI AS SALVA T I ERRA.
"P. D.— Ayer recibí un r adio de Calderón Ramirez,
diciéndome que pronto viene a tu llamado para celebrar
la paz.— Uale"

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
Doña Blanca Aráuz de Sandino se prestaba gustosa
a pervir de intermediaria en las pláticas de paz, p ara l o
cual h abí a sid o en viad a po r s u esposo , an ti cipadamente
a San Rafael de l Norte, como y a l o dijimos. E r a ella
de carácter d u lce y t ení a ci ert a cu l t ur a n atural a pesar
de haber vivido alejada del mundo, en u n pueblo tran­
quilo y casi si n ningún roce social. Recibió amablemen­
te al señor Salvatierra y compañeros y le s i nformó de
los poderes que tení a d e su marido par a recibi r cual­
quiera comisión o correspondencia, d e carácter pacífico,
que debería hacer llegar a él inmediatamente. Salvatie­
rr a en tr eg ó a 'd oñ a Bl anca l a cart a que all í mi smo había
escrito para Sandino y l a que partió a su destino, junto
con otra de ella que escribió el mismo día, r elacionada
con l a llegad a d e l a comisión .
I. a carta d e doña Blanca decí a así, en traslación
fiel:
"San Rafael del Norte, 13 de Enero de 1833.
Augusto C. Sandino,
Sus manos.
Mi siempre adorado viejecito:
D espués de sufrir tantos atropellos por parte de
algunos nicar güenses sin pensamiento, o si n compren.
sion, llegamos s lo definitivo. Encuentrase e n m i casa
D on Gregorio Sandino¡ su esposa, el señor Ministro de
Agricultura y Trabajo Sr. Sofonías Salvatierra, 'y herma­
no de él, Alejandro Salvatierra y el General A lberto Re­
yes, quienes han llegado con el objeto de hablar perso
nalmente contigo.
Yo les he dicho la distancia que hay, pero que tú
puedes acercarte más, para poder tr nosotros a hablar
contigo; él trae comunicacionesimportantísimas que creo
muy satisfactorias para tí, pues me han sido mostradas.
Después de esto se acercan tambien los señores Calde
rón Ramírez y General Portocarrero; cualquiera de es­
tos días estarán aquí.
Don Gregorio está dispuesto a llegar hasta donde
estés, y yo le acompañaré con Dona America porque no
podré estar sin verte: Así es que espero tú te acerques
más para no hacernos caminar mucho, y deberás salir
en cuanto recibas ésta al lugar que th designes.
Creo no pondrás excusas, porque ei Sr. Salvatierra
trsé comunicaaones verbales del Dr. Sacasa o mejor
cho muy bien entendido con el.
Yo he dicho a él que no va Guardia sino sólo n oso.
tro~; él me ha dicho que yendo él con nosotros no ocu.
rriría nada anormal.
Nada tengo más que decirte, que'tu chico te quie­
re ver y s e siente feliz al saber que su papito estara
pronto con su mamira haciendo más suaves las penas.
Creo, mi vida, según tns ideas y lss ds Sacase lle.
gtrán s un entendimiento Pues el Sr. Salvatierra dice

O E l' ( ' A I. V A R I O D E I. A S S E (i O V I A S
— 412—

o declara no tener el Dr. Sacasa ningun compromiso con


el yanque. A si , pues, Dios há de iluminarte.
Yo te ruego contestarme inmediatamente donde po­
demos encontrarte.
Tu papá te abraza, mi mamá, Niña América y de
mi sólo el corazón mi o y de tn chico.
D oña América me tr aj o u n bonito obsequio par a
mi muchachito.
Contéstame con la rapidez de un relampago, por­
que c~ que manana o pasado salimos para donde ti.
Te abrazo cariñosamente,
(f) BLANCA DE SANDINO"

En esos días, doña Blanca se encontraba co n l os


a chaques de la maternidad, y mantenía concentrado su
' pensamiento y su s ilusiones en e l hij o de l amor qu e
iba a venir al mundo y que sentí a palpitar en su s en­
trañas. E ste es el chico a quien se refier e en l a carta
que envi6 a su marido y en donde su grande amor ma­
ternal lo dab a y a por nacido, y ar rullándol o amorosa­
m ente e n l a cuna. E n, medio d e su s sueños y d e su s
alegrías no presinti6 nunca ella la desgracia que el Des­
tino le tenía reservada

EL HORROR GQMQ ARMA DE PAZ


Mientras Sandino iniciaba 'pláticas de paz, daba en
cambio instrucciones a los jefes de sus bandas par a in­
tensificar l a campañ a con el obj et o d e ll evar l a desespe­
r aci6n a todos los pueblos, valles y caseríos, a fi n de
que brotaran voces de horror que hicieran impresi6n en
e l alma del Gobernante par a que pudiera conceder l o
que de él se exigía, a fi n de poder izar la bandera blan­
ca en las Segovias.
A Managua llegaban a cada instante informaciones
de diversas partes de la República dando cuenta de nue­
vos crímenes y depredaciones que seguían cometiendo
las huestes sandinistas en nombre de la Libertad de Ni­
c aragua y pedían qu e el Gobi ern o t u viese pi edad d e l a
lent a y h or r orosa agonia, qu e desd e h ací a año s venían
sufriendo, buscando como remediar tan grande mal.
Se hacía necesario reprimi r co n mano d e hi erro
aquel desenfreno que mantenía en zozobra a lo s habi­
tantes del país, y a este efecto, a l as diez de l a noche
d el día viernes 18 de Enero de 1988, fu é despachado a
l as Segovias u n fuerte contingent e de tropas, baj o el

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—413—

mando de un j efe experto, quíen llevaba instruccionesde


organizar más gente de los pueblos del Norte, para que
cooperase junt o con él en e l e xterminio de las bandas
sandinistas. L os seis potentes camiones en que sali6 es­
ta fuerza de Managua,.llegaron a la ciudad d e Matagal­
pa, en la 'madrugada del 14 de Enero, prosiguiendo l as
tropas inmediatamente hacia las r egiones del Norte, en
donde iban a iniciar sus operaciones militares.
Aunque en esa fecha no se habían llenado las for­
malidades.,para un tratado de mutu a cooperaci6n entr e
los Gobiernos de Honduras y Nicaragua en su s respec­
tivas fronteras, en la práctica ya se había visto la buena
voluntad del Gobierno hondureño en el asunto de la pa­
cificaci6n de nuestro país, por l a estricta vigilanci a .que
había ordenado llevar a cabo en la frontera y las patru­
llas que recorían la guardarraya a fin de evitar l a entra­
da de fuerzas sandinistas a aquel territorio.
Como se comprende, Sandino se di 6 inmediatamen­
te cuenta del envío de tropas a la frontera Norte, y' que
tenía que vérselas con hombres habituados a ver la muerte
de frente y a servirse d e s u misma táctk a p ar a evitar
las emboscadas que eran su fuerte.
Las fuerzas enviadas de la capital s e pusieron so­
bre las huellas del cabecilla sandinista Jose L e6n Díaz,
q u e comandaba un a fu erza d e 8 0 hom bres, y e l 1 8 de
Enero le di6 alcance en el rí o Negro, i nfligiéndole u na
s evera lecci6n. Díaz y sus hombres se dispersaron y a
continuaci6n el j efe de las fuerzas auxiliares, busc6 como
ponerse en contacto con los grupos sandinistas de Co­
lindres y Pineda.
Este mismo día, una patrullade guardiasnacionales,
bajo el mando del Teniente G. N., Artola, abría sus fue­
g os sobr e una fuerza sandinista, e n númer o como de
1 00.hombres en el sector d e Somotillo, poniéndolos en
fuga, dejando.en el campo 4 muertos, después de 45 mi­
nutos d e combate, avanzándoseles 12 r i fles, cien tiros
Krag, un rifle Conc6n,'un infume, un rev6lver SEcW, una
bomba de dinamita de a libr a con s u mecha, varias cu­
t achas y .31 bestias aperadas. Mientras tanto el j ef e de
la columna de auxiliares de la guardia seguía impetuoso
a un grupo sandinista al que alcanz6 y bati 6 en e l lu­
gar llamado La s Mesas, donde les hizo muchas b ajas,
obligándolos a huír a uña d e caballo; y como se diera
cuenta el j efe auxiliar de que los derrotados buscaban

O E L CA L VA RI O D E L A S SE GOVI A S
el territorio hondureño, dió parte de esto al Comandante
d e Armas de Choluteca, quien lo trasmitió a su ve z al
Gobierno.
El General Carías, Presidente de Honduras, informó
por r adi o d e l a d er r ot a d e las fu er za s sandini stas, al
Presidente Sacasa, y de que en ese moment o ordenaba
la salida de una columna bajo el mando del General Ma­
nuel Samayoa, p ar a que se colocar a e n los sitios por
donde pudiesen entrar a aquell a República los desban­
dados, a efecto de capturarlos y desarmarlos incontinen­
ti ; significándole al mismo tiempo que tanto el Coman­
dante de Armas de Choluteca como el General Samayoa,
t enían in strucciones especiales d e aquel Gobiern o p ar a
p restar s u efectiv a cooperación e n l a pacificación de
Nicaragua.

SANDINO ACE PT A CON FE RENCIAR CO N SUS A M IGOS

El imperio rojinegro del j efe insurgente de las Se­


govias se tambaleaba sin bandera ya, y si n esperanzas
de encontrar punto de apoyo para seguir luchando. L os
recientes reveses de sus bandas, era una prueba eviden­
te d e esto, y antes d e qu e el descalabr o sobr evini era, so
apresuró a dar contestación a los delegados pacifistas,
por medio de un correo que a mata caballo envi ó acep­
tando las propuestas conferencias de paz.
El Delegado señor Salvatierra se dirigió acto segui­
do al Comando de l a Guardi a Nacional e n Managua
dando a conocer l a resolución de Sandino, po r medio
del siguiente mensaje telegráfico:
+Señor J ef e D ir ector d e l a Gu ar di a N acional . San­
dinn aceptó conferencias. Temprano mañana saldr é con
compañeros p ar a l a montaña. D oñ a B lanca d e Sandi no
ir á con nosotros. A visaré resultado. Me parece más dis­
creto no llevar guardias nacionales.— Sofonías Salvatierra.»
L os caminos,que iban para la montaña estaban en
pésimo estado, llenos de charcas y fango. Servía de va­
queano a l a comitiv a u n cu ñad o d e Sandino, y d u r an te
la caminata llevaban desplegada una bandera blanca. En
las últimas horas de la tarde, ya oscureciendo, después
de haber pasado por varios retenes y avanzadas sandi­
nistas, la comitiva llegó a la Quint a +Guadalupe> situa­
d a en E l E m bocadero, en dond e s e en con tr ab a el j ef e
i nsurrecto con su estado mayor . Durante el camin o se

E I, V E R D A D E R O S A N D I N O
—415—

le s h abían j u n tado , Sócr ates Sandino , P edr o A n tonio


Irías y varios miembros de la soldadesca, que fueron
c on el objeto de saludar a los padres del Guerrillero y
del r ef er id o Sócr ates. L a ll egad a d e l a comitiva al Cuar ­
tel General insurgente, fué saludada con e l tableteo de
varias ametralladoras, cuyo eco repercutió en las cuen­
cas de la montaña.
ENT E N DI M IE NT O HOND VRO-NICARAG UE NSE PA RA
RESGUARDAR LA S F RO NT E RAS

Dejemos por u n momento la s pl áticas de' paz, y


trasladémonos al Arca Norte, donde el Mayor Alberto M.

.Fotografia de l a Delegacion Pacifist a y dem as »dem.


hros de l a comitiva que el 1 9 de E nero d e i b as, en l as
primeras horas de la taañassa salio de S~n Rafael del N orte
hacia los esmpamentos de Sandino, yendo asompañada por do.
ña B)anoa Arkua de Sandiao.

Baca G. N., actuaba como j efe, quien co n instrucciones


del j efe Director y comprendiendo los beneficios que se
derivarían d e u n entendimi ent o en tr e l a Gu ar di a Nacio­
nal y las fuerzas leales del Gobierno de Honduras, para
u n tratado de cooperación recíproca, se avocó con el j e­
fe expedicionario qu e actuaba en Ía vecina de l Norte,
p ar a f ormalizar una entente cordial qu e pusier a fi n a
las anomalías que perturbaban la paz de Nicaragua, por
la ayuda que varios jefes hondureños, del pasado r égi­

O EL CALVARI O DE LAS SE GOVI AS


— 416—

men, prestaban a las huestes sandinistas.


Fué.en la aldea de E l Espino, sobre la frontera de
Honduras donde se juntaron el Jefe Expedicionario hon­
dureño Coronel José Antoni o Ortega y e l Comandante
del A r ca Norte de l a Guardia Nacional de Nicaragua,
Mayor Alberto M . Baca, a fi n d e f ormalizar l o que ya
se había estado haciendo por parte de ambos ejércitos
p ar a l a pacificación d e lo s dos p aíses. A est e efect o el
día 19 de Ener o d e 1988 suscribieron ambos jefes ad­
referéndum, el siguiente tratado:

«En la Aldea de E l E spino, fronter a de Honduras


con Nicaragua, a los diecinueve días de Ener o d e 1938,
los suscritos, Mayor de la Guardi a Nacional d e Nicara­
g ua, y Comandant e de l Arca Norte, Alberto M. Baca y
el Jefe Expedicionari o de las fuerzas del Gobierno de
Honduras, Coronel Antonio Ortega, a exci*tativa del p r i­
mero, se han reunido en esta aldea, con el abjeto de po­
nerse de acuerdo par a tranquilizar l a zona de la fronte­
ra que est á baj o su vigilancia, p ersiguiendo a los per­
turbadores de ambos países, que traspasen de una a otra
República, y al mismo tiempo d e ex citar a, las demás
autoridades fronterizas de ambos países a eflecto de que
cooperen eficazmente e n el sentid o anterior . A l efecto
en su carácter militar se comprometen, que al se r avisa­
do uno de ellos por el otro, de la permanencia d e gr u­
pos sediciosos en su jurisdicción, procederán, comunicán­
doqe el resultado de la acción.
Declaran mutuamente, de que han encontrado am­
bos Jefes verdadera sinceridad en s u propósito, y que
se comprometen con l a debida autorización de su s Go­
biernos a activar en l a persecución de los grupos que se
aproxímen a sus fronteras, logrando así la fraternidad y
tranquilidad de los dos países hermanos.
Asímismo, se comprometen a no permiti r e n su zo­
na de influencia, a personas qu e conspiren contr a los
G obiernos d e ambos p aíses, obligándose a r econcentr ar ­
los a l ug ares seguros, dond e n o pu eden' molestar y sean
vigilados por las respectivas autoridades.
Cualquier a otra gestión d e ambos j efes mi litares,
tendiente a la mejor armonía y pacificación d e ambos
países, será atendida pronta y decididamente por cada
un o d e los J efes.
Se comprometen a gestionar ant e su s respectivos

E I. V E R D A D E R O S A N D I N O
—417—

Gobiernos p ar a que sean aprobados los conceptos de


esta acta, seguros como están de que con ello se bene­
ficiarán ambos países, trayendo como consecuencia 16gi­
ca l a tr an quilad d e estos dos pueblos h erm anos.
En f é de lo cual firmamos la presente.
(f) A. M. BAC A ( f )JOSE ANTONIO ORTEGA
Mayor Guardia Nacional J e f e Expedicionario»
de Nicaragua.
Dos días después de celebrado este tratado, el Pr e­
s idente Caría s l e di ó su
a probaci6n, dirigiendo el
siguiente telegrama al Co­
m andant e d e A r ma s d e
Choluteca, don Rubén Sán­
chez : + T egucigalpa, 21 de
Enero de 1933. A Coman­
dante de Armas, Cholute­
ca. H e tomado nota de su
telegr am a d e est a fecha,
por el cual se sirv e tras­
cribirme el convenio cele­
b rado entre el Coronel J.
A ntoni o O r t ega, 2 ' J efe
Expedicionario de ese De­
p artamento, y el M ayor A .
M. Baca, Comandante del
Arca Norte de Nicaragua,
p ar a l a cooperaci6n en
sus respectivas jurisdiccio­
n es a f i n d e ev ita r que
los r evoltosos de ambos
países obtengan medios
Mayo r A lbert o M . Baca , C o­ de f ortalecer su s activida­
m andant e de l A r c a N o rt e e i m ­ des; y teniendo por obje­
port ant e facto r en la paci fi cación
de Nicaragua. to ese convenio , f om entar
la paz d e ambos países.
en una honrada y sincera
cooperación, merece mi aprobación, rogándole desde lue­
go comunicarlo así a l Coronel J. Antonio Ortega. Afec­
tí sim o am i go.— Tibur ci o Car ías A .'
Este mensaje fué trascrito al Coronel Ortega, quien
e n seguida l o comunic6 a su vez al Mayor Baca, en la
form a si g ui ente:

O E L CA L VA RI O DE LAS SE GOVI A S
— 418—

+San Marcos de Colón 8.45 pm. del 26 de Ener o de


1933. R ecibid o en el Ocotal a las 9 y 50 del mi sm o día.
A Mayor A . M. Baca. Pláceme poner en su conocimiento
que el Señor Presidente de la República dió su aproba­
c ión al Convenio qu e con U d . celebr amos e n E l E sp i n o
El Señor Comandante me lo dice, advirtiéndome que no
lo había hecho antes por i nterrupción d e l a línea tele­
g ráfica, manifestándome a la vez qu e se lo participe a
tSd. Ruégole perdonar l a tardanza, aceptando m i afec­
tuoso saludo. J. Antonio Ortega. J ef e E xpedicionario>.
P ocos días después el M ayo r Baca i n f orm ab a a su
vez al Jefe Expedicionario hondureño de laí aprobación
dad a po r el Gobi er n o d e N icar agu a al conveni o suscr i to
por ambos. H e aquí el mensaje del Mayor Baca.

«A. Coronel José Antoni o Ortega, Jef e E xpedicio­


nario, San Marcos de Colón, Honduras. Sient o mucho
gusto informarle que los convenios han sid o aprobados
por mi Gobierno. Ruégole aceptar el testimoni o d e mi
mayor aprecio y saludar a los distinguidos h i go s qu e
le acompañaron al E sp in o con m otiv o d e nuestr a conf e­
rencia. Afectísimo A. M.'Baca, Mayor G. N>.

C O M B AT E E N E L P A NA L
Las fuerzas auxiliares de l a Guardi a organizadas
por el Comando en Managua y a que antes nos hemos
referido, habían cruzado el Departamento de Estel í h a­
cia el Oeste, en persecución de las fuerzas de los cabe­
cillas sandinistas Pineda y H ernández Robleto a las que
l ocalizaron y d er r otaro n al N or t e de l Despartament o d e
C hin andega, en e l l uga r f r onter izo ll amad o e l V all e rl e
El P an al, liaciéndoles 15 mu er tos y captur ándoles armas,
divisas y parque. E l lugar del combate queda a seis le­
guas de Somotillo. Participaron en esta acción lo s Of i­
ciales d e l a G u ar di a N acional , Su btenientes Salvaclor
Montenegro y Francisco J arquín par a quienes e l J efe
D irector d e l a Gu ar di a t uv o f r ases d e encomio, po r l a
a ctividad y valor desplegarlos po r el los cada vez qu e s»
enfrentaron a l en emigo . D e las tr opas au x i li ares resultó
herid o el r aso Victor iano R i zo, or ig in ari o d e Ji notega.
Como se ve, fuerzas auxiliares d« la Guardia Nacio­
n al y t r opas hondur eñas f or m aban lo s tr'es lado s d e u n

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
triángulo equilátero en cuyo vértice empezaban a vsilum­
br arse los primeros destellos de. paz, que pugnaban por
abrirse paso en medio de las negruras inenarrables de
los años anter i ores.

LOS DELEGADOS DE PAZ EN EL


CUARTEL GENERAL DE SANDINO
Regresemos ahora al Cuartel General d e 8andino,
d onde en este momento se halla> an los delegados y su
comitiva, sentados a su mesa . ~mando el ol oroso café
s egoviano a invitaci6n del g v r r illero, siendo esto y a de
noche.
Luego que hubieron terminado, don Sofonías Salva­
tierra inici6 las pláticas acerca de su misi6n, con el Ge­
n eral Sandino, a quien le entregá las cartas que por su
medio le enviaban sus amigos de la capital.
Recordarán nuestros lectores que en la s p r imeras
bases de paz propuestas por Sandino exigía éstelos tres
más i mp or tantes mi ni ster ios así com o e l con tro l m i l itar
de la República puesto en su s manos. Mas a medida
que fué sintiendo disminuir el poder de sus armas, y de
que todo se confabulaba en su contra, hasta el punto de
temer n o poder escapar, por t ener cerrada l a fr ontera
, Norte, el Guerriller o present6 nuevas bases, que yatenía
l istas, a fin de ponerlas en manos de los Delegados al
llegar a su campamento. E stas sufrieron algunas modi­
ficaciones después de la conversaci6n privada que tuvie­
ron Sandino y Salvatierra. Y en una segunda conferen­
cia en qu e estuvi eron t odos los j efes d e Sandino, lo mis­
mo que los miembros d e l a Delegación, se di 6 léctura
al protocolo de paz, habiéndose concretado en un a ter­
cera reunián a oí r solamente al General Sandino, quien
refiri6 a los oyentes 'una serie de anécdotas de su vida,
mezclándolas con asuntos de l momento. H e aqu í l as
nuevas bases a que antes nos hemos referido; con l a or ­
tografía en que fueron escritas.

'PROTOCOL O D E PA Z'
<El suscrit o General y Jefe Supremo de l Ej ército
Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua, formu­
la el sig uient e Pr otocolo de Paz, al cual deberán ajus­
tarse nuestros Delegados al firmar l a Paz definitiva:
1' — Conocer a fondo el P rograma Político que d es-.

O EL CALVA RI O DE LAS SE GOVI A S


—420—

a rrollará el Doctor Sacasa durante los cuatro años de


su admi nistración ; convencerse qu e s i p r escindir á abso­
lutamente de intromisión extraña en las finanzas de Ni­
c aragua, y de la determinación que tenga respecto a l a
llamad a Gu ar di a Nacional ; así mi smo, saber s i el Doctor
Sacasa tiene pactos de alguna clase, suscritos con los in­
terventores de Norte América.
2' — Que por i ni ciativa d el E j ecutivo, el Con greso N a­
cional d e Nicar agu a decr et e l a cr eación d e u n nu evo D e­
partament o en ti er ras valdía s nacionales, compr en didas
entre las zona del Chipote y l a Cost a A tlántica Nicara­
g üense, con el n om br e d e «L U Z Y V E R D A D + y co n l o s
l ímites t erritoriales siguientes: PA RTI END O D E L A
JURI SDICCION D E CI FUENTES, HONDURAS, PA SA
POR E L CE RRO DE E L CA PIRO, SIGUE SOBRE EL
CANO D E SA N PA BLO; PA.SA POR L O S ENCINOS,
PASA POR MURRA, PASA POR E L CH IPOTE, PASA.
POR SANTA CRUZ D E JI NOTEGA , PASA POR BO­
CAYCITO, PASA PO R QUIZULI , PASA PO R I L LA S,
PASA POR SASLAY, PASA POR E L CE RRO DE ASA,
PASA PO R E L CE RR O D E COL A B L ANCA, PASA.
POR SANDI BE , L L EGA A L MA R Y SI GUE A K A RA­
TASKA, TREPA SOBRE E L R I O PA TUCA , Y CON­
CLUY E E N E L PUNT O D E S A L I D A CI FUENTE S,
HO N D U R AS.— Téngase presente qu e l a creación d e es­
te nuevo Departamento, en ninguna forma implica pr e­
b enda p ar a .nuestr o E j ér cit o y m u ch o m eno s p ar a el
suscrito; y que el objeto que se persigue, es e l engran­
decimient o g eneral d e l a Patria.
8' — Que por iniciativ a de l Ejecutivo el Congreso
Nacional de Nicaragua, decrete, el mantenimiento íntegro
en el nuev o D epartamento «LUZ Y VE RDAD», de los
elementos vélicos que el Ej ército Defensor de la Sobera­
n í a Nacional d e Nicar agua h a u sado d ur ant e l a g u er r a
d ignificador a d e nuestr o H ono r Nacional, y , toda s l as
autoridades civiles y militares del r eferid o D epartamen­
to, sean n om br adas dentro de los miembros que han i nte­
gr ad o nuestr o E j ér cito . L o s elementos vélicos, qu e con
s angr e d e patr i otas h emos p er ci vido, qu er emos qu e p er ­
m anescan en uso del Gobiern o D epartamenta l d e +L U Z
Y VERDAD+, para la mejor garantía del orden en nues­
tr a República, y porqu e e n esa región p ermanecerá el
suscrito y l a mayor parte de los miembros, quienes ac­
tu almente i ntegran nuestr o E j ér cito, en d ond e estaremos

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—421—

listos a repeler cualquier agresi6n que quisiera hacércdle


al Gobierno Constituido de Nicaragua.
4' — Que por i niciativa del Ejecutivo, e l Congreso
Nacional d e Nicar agua, decr et e ex tr aer d e lo s ar chivos
nacionales e incendiar, todos los documentos en qu e sé
califi qu e d e b andoleri sm o l o acti t ud ,p at r i 6tica d e n ues­
t ro Ej ército; Y SOLEMNEMENTE DE CLARA R legal la
actitud que asumió el suscrito y su Ej ército, el 4 de Ma-'
yo de 1927, cuando el Gobierno de los E stados Unidos
de Norte América, con orgullo impotente, amenaz6 a los
E j ércitos nicaragüenses desarmarlos por la fuerza, SI NO
se sometían a su desp6tico capricho. E ste punto C, que
tr at a d e ex traer d e lo s ar chivo s N acionales e in cinerar',
los documentos que nos calumnian, y lo de que el Con'­
greso declare legal l a actitud del suscrito y s u Ej ércitó,
es cuesti6n de dignidad Nacional, ya que por esa actitud
Nicaragua sigue siendo República Libre, Soberana e I n­
dependiente
5' — En e l C onvenio d e fin it ivo d e P az, debe d e ja rse
constancia que el Ej ército Defensor de l a Soberanía Na­
cional de Nicaragua, pid e l a revisi6n de lo s tr atados
Bryand-Chamorro, por ser notorio que fueron celebrados
por un Gobierno Nicaragüense impuesto por la interven­
c i6n de Norte-América.— Además, el Ej ército Defensor de
la Soberanía Nacional de Nicaragua exige que l a Ruta
Canalera por Nicaragua y l a parte posible d e construir
B ase Naval en el Golfo de Fonseca, sea declarado de l a
Nacionalidad Indo-Hispana; para ese efecto dever h r eu­
nirse un Congreso con Representantes de la s veinte y
una Repúblicas de nuestr a América Racial y e l d e los
Estados Unidos de Norte-América, en l a ciudad capital
de la República Argentina. L o mismo que par a decre­
t ar l a n o i ntervenci6n en lo s n egocios i nt er no s d e n i n ­
gun a d e las R ep ública s I n do-Hi sp anas, respetándose su
Soberanía e I ndependencia y promover un acercamien­
t o más f r aternal qu e n o s solidarise e n e l comú n v i vi r
li br e d e los Pu eblos d e este Continente».
Cuartel General Pr ovisional del Ej ércit o D efensor
de la Soberaní a Nacional de Nicaragua, L a s Segovias,
Nic., C. A., Enero de 1933.
Patria y L ibertad.
(f) A. C. SANDINO.
(Un Sello)

O E L CAL VA RI O DE I. A S SE GOVI A S
SAI4DINO DA A CONOCER A S U S , L UGA RT E N I E NT ES
I AS PL AT ICAS D E PA Z IN ICIADAS

ñfientras lo anterior ocurría eri el C ampamento G e­


neral de Sandino el cabecilla Abrah.am River a s e apro­
piaba de los productos agrícolas pertenecientes a los in­
dios mosquitos sobre el río Coco, ignorando el rumbo
que llevaban las cosas en el interior . E l Sef e Supremo
que no estaba en esos momentos er condiciones d e in­
formar a sus lugartenientes, disper< ie en varios lugares,
acerca de los asuntos de paz que se estaban tr atando,
encarg6 al cabecilla Pedro Antonio I rías, uno de sus je­
fes de más confianza, p ar a que se di rigier a a Rivera
dándole cuenta de lo que estaba pasando, por 'medio de
la siguiente carta;

"Cuariel General Provisional ' Enero, 29 de 1988


Señor R. P. del C. G. Coronel Abraham Rivera.
"L uz y Sombra"
Querido hermano:
El 17 del corrient e mes, I&gamos a est e Cuartel
General Provisional, donde nos encontramos co n nuestro
Jefe Supremo y d emás hermanos de lucha; t odos nos re­
c i bieron con g ra n en tusiasmo y al eg rla . k: l 19 a la s c i n­
co de la tarde, llegaron también a este mismo si tio, los
S eñores Sofonla s Sa l v at ierra, A lej an dr o Sa lv at ierra , el
General Alberto Reyes, Don G regorio S andino, padre d e
nuestro jefe, y con ellos vinu tambien Blanquita y familia,
a quien t uvimos el g usto de saludar respetuosamente.
Kl Señor Sofonias Saivatierra, como demás c ompa­
ñeros vinieron animados para conocer el punto de partida
de parte de nuestro Jefe Supremo, para llegar a tener un
entendimiento, para lo cual tubieron g randes conferencias,
se resolvió darles la fórmula de las bases que nuestro
'lí ci t o propone.
p las que ellos llevaron para presentár.
eelas al Dr. Sacasa; y mientras tanto se resuelbe el pro­
grama quedamos eu alerta, como soldados vanguardistas,
p ara defender ese mismo programa que es médula de
sangre del pueblo nicara~~ense, con las mismas armas
que siempre lo hemos defendido. Pur de pronto espera­
m os los resultados que den las gestiones d e parte de
nuestros representantes. en tan digno y delicado Negocio.
El General dará a conocer con más amplitud todo
lo que ál trató con los mencionados señores.
Quiero que en la primera oportunidad me informe
de todo; asi como del estado de salud, pues nosotros es­
tamos encantados de la .vida y en espera de méjores dlas.
Kn esperas de sus órdenes me firmo su sincero her­
mano.— Patria y Libertad.
(f) PEDRO A. 1RIAS".

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—428—

LAS PL ATICAS DE PAZ TOMAN CUERPO


Sandino di6 poderes a Salvatierr a par a tratar con
el Presidente Sacasa de la paz, sobr e las nuevas bases
presentadas por él y a que nos referimos anteriormente.
A este efecto Sandino entreg6 a la comisión pacifista, el
siguiente pasaporte que reza así:

'PA SAPORTE E SPECI AL.— Con esta fecha salen


de este Cuartel General Provisional, los señores don So­
fonías y don Alejandro Salvatierra, General Albert o Re­
y es y don Gregori o Sandino, quienes se di rigen a l a
ciudad de Managua. Dichos señores andan en el inter­
cambio de ideas con nosotros y el Dr . Sacasa par a lle­
gar a un entendimiento de paz. E n tal virtud en mi ca­
r ácter de Jefe Supremo d e nuestro Ej ército, ordeno a
t odas nuestras fu er zas civiles y m i l it ares, prestarles tod a
clase de garantías y protegerlos en su marcha. Expedido en
e l Cuartel General Provisional del Ej ército Defensor de
la Soberanía Nacional de Nicaragua. L as Segovias, Nic.,
C, A., a los veintiún días del mes de Ener o de mi l no­
vecientos treinta y tres.

Patria y L ibertad
A. C. SANDINO'
(Aquí un sello)
Temprano de la mañana del día 21 sali6 l a delega­
c ión y comitiv a de regreso a Sa n Rafael de l Nort e a
donde po r los malos caminos llegaron casi d e noche.
Alli informaron a doña Blanca del buen pié en queiban
las cosas, habiéndose quedado a dormi r e n e l l ugar.
T emprano del día siguiente, tomaron bestias rumbo a
Jinotega, de tránsito para Managua. Cada cual mont6 su
respectiva cabalgadura y lo s equipajes iban e n bestias
e speciales, habiendo ido varios amigos y familiares de
doñ a B l anca a despedi r a l a d el egaci6 n h ast a r egular
d istancia. Después de una marcha fatigosa ll egaron a
Jinotega el mismo día, donde hicieron uq pequeño alto,
continuando a las cuatro de la tarde para Matagalpa en
un automóvil que se les pr oporcion6. E n esta ciudad
'hicieron escala para descansar y dormir, el mismo tiem­
po que para ponerse en comunicaci6n telegrhfica con el
señor Presidente Sacasa y varios importantes personajes

O E Ii C A L V A R I O D E I. A S 8 E G O V I A S
—424—

amigos de l Gr al. Sandino, residentes en Managua, cosa


que hicieron por l a vía telegráfica en la mañana del día
siguiente. E l señor Salvati erra, en tr e ot ros, se di r i gi 6 al
Dr. Rosendo Argüello para que avisara a los delegados
de Sandino, qu e y a se encontr aban en l a capital don Sal­
v ador Calder6n Ramírez, Gral . H oracio Portocarrer o y
Dr. Escolástico L ara, informándoles que traían un proto­
colo de paz, firmado por Sandino. A simismo, que había
éonvenido en un armiticio con este jefe, rogándoles tr a­
tar de tan importante punto con el Gobierno;
Lo s señores antes mencionados se j unt aron ese mi s­
mo dí a 28 d e E n er o co n el D r . Modest o A r m i j o , r epr e­
sentante pacifista por el partido L iberal y el Dr . David
S tadthagen idem por el Partid o Conservador, los que a
p oco de discutir el asunto, consideraron conveniente l a
verificaci6n de un armisticio, y a 'este efecto pasaron an­
te el señor Presidente Sacasa a fi n de que fuese acepta­
do inmediatamente para que se suspendiesen las hostili­
dades durante el tiempo de las pláticas de las delegacio­
neS. E l señor President e d e l a República manifest6
estar de acuerdo con el parecer de los delegados, c onsi­
der ándose d e much a i m portan ci a conocer lo s p u nto s d el
protocolo que traía el señor Salvatierra, quien pr obable­
mente con su s compañeros i n gresarí a a Managua esa
m ism a noche, cr ey end o necesari o su ar r i bo, p ar a f orm ar ­
se cabal idea de la cuesti6n planteada por Sandino. Sin
embargo, el Mandatario aprob6, por razones de humani­
dad, un armisticio de quince días, que le fué comunicado
al señor. Salvatierra a Matagalpa, quien inmediatamente
s e dirigi6 a doña Blanca de Sandino po r medio del si ­
guiente mensaje telegráfir o:
<Depositado en Matagalpa a las 12 y 20 pm. del 26
d e Enero de 1988. Recibido en San Rafael del Nort e a
las 12 y 25 pm. del mismo día.
Blanca de Sandino. Ruégole pedir al General San­
dino que manifieste estar entendido de que el armiticio se­
rá puest o en pr áctica i nmediatamente. G obi erno est á en
l a mejor disposici6n de hacerlo efectivo. Contés'.eme a
Managua. Su servidor,— Sofonías Salvatierra+.
En lo general la idea de un armiticio n o inspiraba
mucha confianza, pero algunas personas creían qu e ha­
bía que llevarlo a efecto para ver s i se evitab a que se
siguiera derramando más sangre en Nicaragua. Decíase,

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
en contraposici6n a las ideas pacifistas del interior , que
Sandino estaba reconcentrando todas su s fuerzas dis­
persas y que querí a aprovecharse del ar misticio par a
f ormar u n g rueso cu erp o d e E j ér cito, con el cual e n u n
momento dado podría atacar cualquier a de las plazas
del Departamento de Jinotega y aún la ciudad cabecera.
Hay que saber que el cerr o d e Saraguasca continuaba
ocupado por fuerzas de Sandino y que las comunicacio­
nes telefónicas y telegrhficas con las Segovias estaban
constantemente interrumpidas, porque las bandas sandi­
nistas cortaban las líneas y echaban al suel o lo s postes
entorpeciendo la labor del Gobierno, que trabajab a asi­
duamente en r epararlas. A esto hay que agregar que
nuevas cabezas continuaban cayendo a manos de los sol­
dados sandinistas, habituados ya a vivir a salto de mata,
del merodeo, y enemigos por consiguiente de la paz.
Se sabía que el .centro de las operaciones sandinis­
tas estaba en el referido cerro de Saraguasca,controlado
p or el cabecill a Adán G6mez. S e puso lo anterior en
conocimiento de Sandino para, los efectos consiguientes
derivados del armisticio, pero éste no dict6 ninguna pro­
videncia a fi n de poner coto a tales amenazas.
Sandino, como decimos antes, había colocado parte
de su gente en ese lugar como un excelente punto estra­
t égico, no teniendo ya nada que temer por los aires, l o
que hacía casi invulnerable esa posici6n.
Sin embargo, sus cálculos salieron una vez más f a­
l lidos, pues la Guardia Nacional, con un a audacia y un
valor desmedido, el 25 d e Ener o a las cuatr o y media
de la madrugada,. en medio de una neblina que n o per­
mitía distingui r nada a cinco pasos de distancia, rompi6
los fuegos sobre las trincheras enemigas y un a patrulla
comandada por el Capitán Gabriel Castillo, asistid o por
los Sub-Ttes. Modesto Guillén, Domingo Alonso, Rourk,
Praslin, Salazar y L ug o G . N. , s e lanzaron audaz­
mente al asalto y a pesar de l a superioridad numérica
d e los defensores del cerro, y de lo inmejorabl e d e la
posici6n, fueron los sandinistas desalojados por l a Guar­
dia Nacional no si n lamentar l a muerte del Subteniente
Guillén y de dos rasos G. N., lo mismo que una herida
de bal a qu e recibi 6 en el p 6m ul o i zquierdo , c r uzándole
hondamente el rostro, cl Capitán Castillo.
Los sandinistas dej aron 22 cadáveres, armas, parqúe
y correspondencia. E ste combate es algo que pudo evi­

O EL CALVARI O DE I. A S SE GOVI A S
— 426—

tar Sandino y las muchas víctimas de ese día, principal­


mente d e los suyos, es un cargo contra él d e qu e no
podrá salvarlo nadie.
E l combate de la referencia fué provocado po r no
haber cumplido Sandino las bases de l armisticio, inter­
ceptando las comunicaciones entr e Jinotega y Sa n Ra­
fael, ocupando militarmente el c e rr o d e Saraguasca y
cortando las líneas telegráficas a pesar de habérsele ad­
vertido que no lo hiciera, pues no podía la Guardia Na­
cional estar interceptada por el enemigo; fué esto l o que
motivó la orden del Comando de la Guardia d e desalo­
jarlos de esa posición.

CA RT A D E DOÑA B L ANCA D E SP NDINO


Ese mismo día, sospechando lo que había ocurrido
en el cerro de Saraguasca, doña Blanca escribió a su es­
poso l a siguiente carta, qu e publicamos en traslación
fiel :
" San Rafael del Norte 2ü de Enero de 19N .
Seüor
Augusto C. Sandino
Sus manos.
Mi cara mitad,
Anoche me llamaron al telógrafo par a entenderme
di rectament e con Sacasa y Ss l v atier rs ; los cu ales d i j eron,
que si ya havia mandado el pliego del armisticio á donde
tu está,s. Y o les contestó que inmediatamente l o habi a
hecho salir con expreso. A qui tenemos i nformes de que
tropas del General Sandino han abanzado hasta San Mar­
cos, Saraguazca y los Robles, lo que hace indicar movili­
zación, y q ue me agradecerian e ntenderme c ontigo l o
más pronto que pudiera contigo a fin de que todos tus actos
sean par a facilitar la paz; por q ue de a llá, se, han i m ­
partido órdenes de respetar los campamentos, del Gene­
ral Sandino mientras no haya demostración de,hostilidades
c on el propósito de facilitar la psz. Aye r llegaron á
Managua perfectamente la comición paciücadora y a l sa-'
ber el pueblo que el General Sandino se prestaba gustoso,
h acer la paz, se hechó a la calle co n manifestación de
alegria.
Due tambldn don Sofonlae que Aa reclbldo c omu­
nlcaclonee muy buénae de Guatemala y el S alvador d lrl­
ytdae para tl en que te dicen que el hacee la par en eetoe
momentoe eerla lo mde p recioso y q ue tus g lorias no s e
marchitarán.
Dice qu e ho y esperan a l Compadre Dr . Zepeda,
tambión de ál recibimos un cable d e México avisándonos
que viene hasta aqui pero segurament e cuando 41 se en­

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—427—

tienda con Salvatierra llegará hasta Managua, no sé toda­


via.
D ice el Dr. Sacasa que toda esperanza l a cifr a en
tu Patriotismo.
Asi, dicen también que te agradecerlan reconcentrar
hacia tus campamentos a las tropas puesto que estamos
en cuestión de arre los POR@Uk ANOCHE MISMO
ROMPIERON LINEAS bE JINOTEGA LLEVANDOSE
400 VARAS DE AL AMBBE, y que asi las comunicaciones
se retrazarán más.
Esto es todo lo que hablamos, me dijeron que este
correo me suplicaban mandarlo rápidamente.
Por mi parte vida mia; yo t e ruego en nombre de
Augustito que hagamos todo lo posible, para que él y' nos­
o tros seamos felices. Y o m e preocupo mucho, pues en
este mismo momento me llega el informe de que se han
oido en Saraguazca muchas detonaciones de bombas...Ya
sabes amor que yó seré la primera victima si no 'llegara­
mos a nada.
Te escribo en máquina por mhs rh,pido, no t e olvi­
des vida mia, que en ti está toda mi felicidad.
El correo con quien mandé el pliego del ar misticio
no lo he recibido y espero que me conteste lo mh,s pronto
p osible . . . Y o n o hay o que pensar, pero confi o e n t u
cariño y que no me dejará,s perecer,
Te besa t u muchachito, si vieras que brincon está
ahor a . - V en a v e r a t u cr i at ur i t a, n o pi ense s e n ab ando­
narle porque él será tu felicidad.— En este momento apa­
rece un hermocisimo arco iris por el occidente, muy bue­
na esperanza.
Vente papasito no me hagas llorar tanto.
M e viene la .noticia de que Rosalio mató anoche a
unos individuos en San Gabriel, imaginese cuanta cosa.
(f) BLANCA DE SANDINO".

EL R ET ORNO D E L A CO M ISIO N PACIFICADORA


E n la s p r im era s h o r as d e l a m añ an a d e l 2 4 d e
E n er o d e 1988, r egres6 a M anagua, co n p r ocedenci a d e
los campamentos de Sandino, el señor Salvatierra y com­
pañeros a fin de dar parte al señor Presidente de la Re­
pubtica de l resultado de s u misi6n . Poco después, el
Ministro señor Salvatierra pudo darse cuenta del estado
d e ánim o existent e en tr e lo s destacados el emento s p o lí ­
ticos de l a capital, con respecto a l a forma en qu e se
iba perfilando l a llamada paajficaci6n, sobre bases ina­
ceptables presentadas po r Sandino, las q u e y a se h abían
i d o conociend o desde los p r im eros días d e E n er o . N o
se dudaba d e que ahoran fuesen las mismas, dado el
temperamento testarudo del Guerrillero, en lo de insistir
a pié firm e sobre las ideas que concebía. A pesar de

O EL CAL VARI O DE LAS SE GOVI A S


— 428—

qu e su prestigi o h abí a m er mad o mucho , p r in cipalmente


por qu e y a n o tení a bander a q u e enarbolar, conociéndose
los detalles de los torrentes de sangr e qu e había he­
<:ho correr po r las Segovias a f i n d e at er r o rizar a aque­
llos habitantes, y d e paso a l paí s <,ntero par a d oblegarlo
a su voluntad, continuaba él endiosado pensando que
sus ex igencias har ía n mell a en el á nim o del nuev o O o­
bernan te.
Oigamos al mismo señor
Salvatierra, cuan<lo en l as
p á g i n a s 15 3 y 1~4, <l e «J , a
Tr agedi a d e u n P u eblo»
folleto quc él escri bi era, se
refier e al am bien te q u<; en­
c ontr<) en Mana~ la a l r e­
gresar d c su misi<in:
'Cu and o l l egué a i hl a­
nagua, d e r egreso d e este
primer viaje, l a opi ni ón
respecto de la paz era com­
plelam: nt e co ntr adi<;toria.
No l a quería una pat t<', del
Congreso Nacional, quc es­
taba r <.unido ; n o la quer ía
c asi tod o el (Iak>inete; n o
l a qu erí a un a part e d e l a
pr ensa; n o l a qu ería, pr in­
cipalment e l a Guar<iia Na­
Presentamos al lector la f ot og ra­
fi a de l j o ve n H e rna n Espinosa, c ional : n o l a q u er ía n en
honrado y apreciable ciudadano, Jinotcg a las clases pudien­
quien e n mómenros en que se ha­ tes, l o mi sm o qu e e n M a­
blab a d e pa z er a decapit ad o p<ir tagalp a etc., etc.>
un g r u p o d e Sa ndi ni stas, e n l as En ef<,cto , l o s qu e ha­
cercanias del pueblo de Esquipu­
las, D epar tament o d e Mat ag alpa, b ían sentid o e n t od a su
t er mi nando co n l a e x i stenci a d e intensidad c l g o lp e cr uel
un hombre , que apenas contaba y homicid a d e la s bandas
con 28 anos sandinistas, no estat>an «on­
formes e n u e l a u sticia
dc„'ara sin castig o a los autores d e tan h o r r endos hechos,
sin precedentes en la larg a y cruenta histori a d e n uestras
c ontiendas fratricidas, y los que el lector, por benévol o q u e
s a, tendr á qu e estigmatizar d sd e el f ond o d e s u con­
ciencia. I .as sociedades d e Nuev a Hegovia, E stel í , ,Jino­
teg a y M atagalpa, com o p r esintiendo l o q ue u n añ o dcs­

E I, V E RDA DF ROS A VDI NO


—429—

p ués les amenazaba, cuando se iba a dar e l control de


esos cuatro departamentos al j efe sandinista Gral. Hora­
cio Portocarr'ero, rechazaban la idea de un entendimien­
to, y sentían aversi6n al hecho de prestarl e oídos a las
bases de paz, propuestas por el hombre que tanto daño
les había hecho. L as propias víctimas pedían qu e con­
tinuara la guerra, para que con l a completa destrucci6n
de Sandino naciera la verdadera paz en Nicaragua, que
se retard6 como se verá después, año . y meses, por l as
componendas que con él se tuvieron, pero las que dicho­
samente n o tu vi eron el r esultad o qu e él se pr ometía.
Reafirmando l o que decimos, él dí a 26 de Enero
de 1988, una comisión de segovianos, integrada por ho­
n orables ci udadanos, diputados y r e presentantes de
aquellos sufridos pueblos, visit6 al señor Presidente Sa­
casa, para hacerl e presente el sentir d e aquellas regio­
nes frente al problema pacifista que se estaba resolvien­
d o. E sta comisión ib a encabezada por e l Senador Dr .
Sim6n Barreto y el Diputado don José Floripe. Al abor­
dar el tema con el Mandatario, le pidieron qu e desecha­
r a la idea de entrar en pláticas de paz con Sandino, y
que reanudara cuanto antes la Guardia Nacional sus ac­
tividades de persecución contra las bandas de éste, como
el único medio eficaz de pacificar realmente aquellas re­
g iones. Propusieron al señor Presidente que en vez de
continuar en conf er encias, qu e a l a postr e daría n r esul­
tados negativos, se organizara en cada uno delos depar­
tamentos invadidos por Sandino, un cuerpo expediciona­
rio de tropas auxiliares. de la Guardia, compuesto de 200
hombres cada uno, y al mando de j efes conocedores de
la zon a donde tenían qu e operar, para que las armas
hicieran que se firmara una verdadera paz, la única que
el «Jefe insurrecto» tenía forzadamente que aceptar.
T odas estas p ersonas conocían e l temper ament o y
la ambici6n de Sandino, y sabían qu e mientras el gue­
rrillero no fuera definitivamente batido y aniquilado,' la
paz que se estaba tratando de hacer, no pasaría d e ser
más que un patri6tico y plausible propósito de l Gober­
nante, y un medio excelente para que Sandino y su gen­
te tomaran un descanso a fin d e reaccionar co n mayor
f uerza en un momento dado, aprovechando l a labor de
zapa que se hacía en toda la República en favor de su
causa, y e n l a que estaban metidos, elementos de al to
relieve, que en su oportunidad daremos a conocer.

O Zl CA L VA RI O D E L A S SE GOVI A S
— 480—

La representación segoviana sali6 del Palacio Presi­


dencial con la convicci6n de qu e sus gestiones habían
f racasado; per o p ara dejar constancia del sentir d e su s
comitentes elaboraron y firmaron el siguiente pliego, que
fué puesto en manos del Primer Magistrado de la Nación,
el dia siguiente:
«PRIMERO: — Conceptuamos como deshonroso para
el País y deprimente para el Gobierno, el hecho de con­
siderarle beligerancia al bandolerismo, que por el término
de cinco años ha derramado la sangre de muchos inocen­
tes y destruido la propiedad de las Segovias. Tenemos
l a opini6n de que las llamadas conferencias de paz no
d arán ningún resultado positivo p ar a la pacificación y
tranquilidad de aquellos pueblos, en primer lugar por­
que no tenemos fé en que Sandino y sus secuaces cum­
plan cualquier compromiso que contraigan a ese respecto;
y en segundo lugar, porque una paz a base de propues­
tas o de imposiciones de l bandolerismo seri a solamente
aparente y quedaría suspendido el machete homicida so­
bre la cabeza de las personas honradas, porque los ban­
doleros se considerarían vencedores en l a contienda que
han tenido contra la sociedad.
SEGUNDO: — Conceptuamos que al aceptarse pláti­
c as de paz y discutirse imposiciones sugeridas po r e l
bandolerismo, se coloca al Gobierno en u n plano de in­
ferioridad, porqu e e n toda contienda impone condicio­
nes el vencedor o e l q u e se cree más fu erte , y e n este
caso lo único compatibl e con la dignidad de l Gobierno,
seria concederle graciosamente garantias personales al
que incondicionalmente deponga las armas.
T ERCERO: — Opinamos que la intervenci6n del Mi ­
nistro Salvatierra en esas negociaciones de paz es con­
traproducente.
CUARTO: — Opinamos que para la efectiva pacifica­
ci6n de las Segovias deben utilizarse los elementos aque­
l los, del l ugar, que son los más i nteresados en qu e se
haga ésta lo más pronto posible, de una maner a eficaz,
y ofrecemos nuestra decidida cooperaci6n para influir en
el ánimo de aquella gente a fin de que presten sus ser­
vicios y alcanzar este fin.
QUINTO: — Pedimos respetuosamente a l Supremo
Gobierno que dé libertad de obrar y autoridad suficiente
al señor Ministro de la Guerra y a la Guardi a Nacional,
para que se entiendan en l a pacificaci6n, sin esperar eÍ

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
-481—

resultado de las llamadas conferencias de paz. Recono


cemos qu e a ú l tim a h or a se ha n desplegad o actividades
por parte del Gobierno para garantizar aquellos lugares,
actos que son de nuestro beneplácito y del de todo el
país, y l e sugiremos que el nombrado Jefe de Operacio­
nes se constituya en el lugar de los acontecimientos para
su mejor direcci6n.
SEXTO: — Le hacemos conocer al señor Presidente
que desde a raíz de su toma de posesi6n, siendo los se­
govianos los más interesados e n l a pacificaci6n de l as
Segovias, hemos desplegado trabajos tendientes a suge­
ri rle ideas que pudieran orientarlo hacia la verdadera pa­
cificación, y que nuestros trabajos no llegaron a su cono­
cimiento; y en aquéllas, entre otras cosas indicamos como
medida conveniente dictar un decreto de amnistía, con
términos cortos y perentorios, para todo el que voluntaria­
mente entregar a su arma y pr ometiera volver a la vida
honrada; que se levantar a u n ej ércit o expedicionario de
nativos, con jefes de cada lugar, dedicados a l a persecu­
ci6n del bandolerismo, por ser aquellos mejores conoce­
dores de las personas y de las peculiaridades de cada lu­
gar ; que todo individuo nicaragüense o no, que se encon­
trara en las zonas infectadas, y que no tuviere sei s años
de residencia, fuera extrañado del país, y qu e s e i nicia­
ran trabajos de carreteras para darles ocupaci6n inmedia­
ta a los desocupados.
Podemos asegurarl e a l Supremo Gobierno que las
ideas aquí expresadas son el sentir unánime d e aquellos
pueblos mártires, que difieren de la propaganda tenden­
ciosa e interesada d e los usuf ructuar ios del b andol erismo
e n el ex tranjero, qu e ha n desvirtuado l a verdad de
los hechos».
Esta exposición fué publicada en los diarios capita­
linos, y como hasta en esa fecha n o se habían aprobado
las bases de paz, se abstuvieron sus autores de poner su
firma al pié de dicha exposici6n, porque así l o exigí a su
seguridad personal en aquellos días de angustia y dolor.
Es este un documento de gran valor, para que nues­
t ros lectores se formen un concepto exacto del senti r de
los pueblos segovianos, con r elaci6n a Sandino, a quien su s
panegiristas han rodeado de una aureola que n o l e co­
rrespondía.
Con respecto al Mi nistro señor Salvatierra, todos
comprendían en aquellos días, que él era, apesar de ser

O E L CA L V A RI O D E L A S SE GOVI A S
un miembr o del Gabinete del Presidente Sacasa, quien.
movfa las cuerdas, para ver de constituirse más tarde en
el verdadero amo de Nicaragua.

LL E G A D A DE L D O C T O R P E DRO J . Z E P EOA
El dfa 26 de Enero de 1988 arrib6 a Managua por la.
vía aérea y en forma espectacular, el Dr. Pedro, José Ze­
peda, quien vino en el avi6n mexicano «TOMOCHIC+ pi ­
l oteado por el aviador Julio Zincer . Z epeda llegaba al
llamamiento que l e hiciera Sandino p ar a qu e tomara.
parte en lo s arreglos de paz, e inmediatamente d e su.
ar r ibo se puso al habl a con los señores Calder6n R am fr ez
y General Portocarrero, quienes habfan llegado con igual
motivo de El Salvador; asfcomo con don Sofonías Salva­
tierra, Dr. Escolástico Lara y don Gregorio Sandino, pa­
d re del Guerrillero. A excepci6n de don Gregorio y de
Salvatierra, que aparecían obrando por su propia cuenta,
el resto se componía de delegados de Sandino, siendo
necesario que se pusieran de acuerdo personalmente con
él para trazar la pauta sobre el modo con que se iba a pro­
ceder en las conferencias de paz. Debido a esto se deci­
di6 un nuevo viaje al campamento del <Jefe Insurgente+,
para lo que di6 su venia el señor Presidente Sacasa, ofre­
ciendo a los delegados toda clase de garantías. Excepto
el señor Calder6n Ramírez, que por razones de salud no
p udo ir , los demás no perdieron tiempo y tomaron el
avi6n mexicano «TOMOCHIC» que los había de conducir
al Norte, el dfa 29 de Enero. A las dos horas descendió
el aparato en el campo de aviaci6n de Jinotega, situado
e n LLANO GRANDE, a dos leguas de l a ciudad; y de
conformidad con 6rdenes expresas del Jefe Director de la
Guardia Nacional, General Somoza, a las ocho de l a ma­
mañana de ese dfa estaba en el campo de aviación r eferi­
do, una patrulla de 25 Guardias Nacionales, con cinco bue­
nas besfias aperadas para los de1egados y compañeros, lo
m ismo que las necesarias par a conducir e l equipaj e de
dichos señores a quienes de esta manera se les facilitaba
, su trasportación, sin atrasos hasta San R afael del Norte,
y de allf para el campamento de Sandino. Un a bandera
blanca indicaba la dirección del viento y dos pequeñas se­
'ñalaban Ia.longitud del campo de aterrizaje, a fin de evi­
tarles accidentes. A continuación lo s vi aj eros salieron
rumbo a San Rafael del Norte, acompañados por e l pelo­

E I. V E R D A D E R O S A N D I N O
tón r ef er id o de la Gu ar dia . E l J ef e D irector , Gr al. Somo­
za, había girado instrucciones telegráficas al Comandante
del Arca del Centro, Coronel J. Rigoberto Reyes, para que
se guardaran toda clase de consideraciones y se di eran
las debidas garantías a los señores delegados, ordenán­
dole las hiciera conocer al Comandante de San Rafael del
Norte y reiterándole las especiales instrucciones que se
habían dad o p ar a g ar antizar a d oña Blanca d e Sandino,
esposa del Guerrillero. E stas 6rdenes fueron trasmitidas
al Comandante de la G. ñi. en San Rafael del Nort e por
el Coronel Reyes y copia de las mismas fueron entrega­
das al señor Ministro Salvatierra.

P ERO L A L ABOR SANOINIST A OE


DESTRUCCION CONTINUABA
Mientras el señor Presidente Sacasa procedía, con
l ealtad y p at riotismo en el p r oblem a de la pacificaei6n d e
la Patria, las fuerzas de Sandino, habituadas a vivi r del
pillaje, continuaban en su labor obstruccionista de las plá­
ticas de paz.
Cedemos la palabra a doña Blanca Aráuz d e Sandi­
no, en l a siguiente carta di r i g id a a su m ar i do:

San Rafael del Norte 27 Enero 193$.


Señor.
Augusto César Sandino.
Sus Manos.
Mi viej ito queridl simo:
F ui n la oficina a entenderme con don Sofonias y
el Dr. Sacase, y antes de darles tu mensaje par a Salva­
tierra, me dieron la siguiente información: — "Doña Blan­
ca, me dicen de la Guardia)que a' la aproximación del Ge­
neral Sandino a Saraguazoa destruyeron las líneas tele
ráfioas entre Jinvtegn y San Rafael .y entr e i inotega y
íéatngalpa, y la ocupación en Los Robles 'a do s leguas
d e Jinotega pnr fuerzas del General Sandfno..tienen a l»
Guardia en permanente inquietud y dicen que aunque
están oon el propósito f i rme de mantener e l ar mi sticio,
están en la obligación de mantener la s comunicaciones
<antr» to4a eventualidad. Como Ud. comorende, la falta
de comunicación interr umpi rla estas plátlcas tan u rgen­
tes le puerlo asegurar que es mu y sincero el propósito
del Sr . Presidente Dr . Sacasa, de hacer la paz con el Ge­
neral Sandino, y qu e este General deseamos que sean
bien entendido en ese mismo propósito por los Genera.
les que a él le ocompañan" —Sofonias.
D espués de esto le1 tu mensaje, y entonces me di ­
jo que te adj untar a ese telegrama que y a ve rás. Des­

O E L CA L VA RI O D E LAS SE GOVI A S
484—
pues le pregunté por el Dr. Zepeda y me dijo ésto:
"E l Dr . Zepeda v ino ayer e st á el aborando una
nueva BASE por los Delegados bel General Sandino, que
llenan plenamente los dos extremos de honor y patrio­
tismo qu e el ex ige par a hacer la paz en úl timo caso;
manifiéstole al General Sandino que el Señor Pr esidente
Dr. Sacasa está en la mejor intención respecto de él .
Pronto le comunicaré algo más en r eferencia con los De­
l egados y la parte ultima de su telegrama" .
Y o te suplicaria amorcito que reconcentres a l a
gente para esos lugares mejor para quitarles la zozobra
a esos miedosos de Jinotega, y no te debes descuidar,
ts digo esto porque aunque tengo firme esperanza en ti
de que todo se arr eglara; en fi n mi vida, tú sabes mejor
las cosas . . . Ya te digo que oonfio en ti yo sufro mucho,
hay momentos de preooupaoiones que no hayo para don- ~
de co er en un momento de difioultad.
ada mas espero que lo aceptes todo para que lle­
g uemos a lo definMvo... . . . . . . . . .
Tu esposa que suem verse feliz contigo.
N BLANCA DE SANDINO".

En efecto, la mayor parte de los caminos que condu­


cen a Jinotega se encontraban i nterceptados po r tr opas
s andinistas, raz6n por la cual nadi e se atrevfa a sali r de
la ci udad por t emor d e caer en las gar ras de aquell a g en ­
te. E sto oblig6 al Coronel J.R igoberto Reyes, Comandan­
te del Arca, a dirigir el siguiente mensaje que llev6 un co­
rreo especial al General Sandino:

eCUARTEL GENERA L AREA CENTRAL


GUARDIA NACIONAL DE NICARAGUA
Jinotega, 27 de Enero de 1992.
Deh Comandante del Arca Central de Jinotega Nic.
Al: Jefe de las fuerzas de Augusto C. Sandino.
Los Robles.
Asunto: Despojo de vias de oomunicacion.
I — Notifico a Ud. que par a que no hay a ohoques
cpn la Guardia Naoional de Nicaragua durante el armis­
ncio que se ha ooncertado, se hace absolutamente nece­
sario e indispensable que el camino entre esta ciudad y
Corinto Finca no esQ interceptado, como actualmente l o
está, oon las tropas que permaneoen en ese lugar.
(f) J. RI GOBERTO REYES.
Coronel G. N.
Comandante del Arca Central"

Por esta misma causa el Jefe Director de la Guardia


Nacional, General Somoza, dirigi6 al Coronel Reyes con
fecha 28 de Enero el siguiente mensaje:

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—485—
"A Coronel J. Rigoberto Reyes, G. N.
Del telegrama que dirig l a Ud. el 27 h e dad o co­
pia al Ministro Salvatierra, que ahora mismo le confir mo
y que dice asl: "Coronel Reyes, Jinotega. Sandino por
medio de su esposa doña Blanca ha aceptado el arm>sti­
c lo a contar de l as 12 meridianas del 28 del corriente, el
cual nosotros tambien hemos aceptado; per o en vista del
avance efectuado por sus tropas, se ls ha dicho a Ssndi­
no que su s fuersas no deben inter r umpi r las comunica­
ciones entre poblaciones, ni cortar las li nces telegráficas,
y que debe retir arlas de los lugares que constituyan pe­
ligro de choques, como Saraguasca. S i no las desocupa
avise".

Como se ve, había el mejor buen deseo por parte de


la Guardia Nacional en hacer efectivo el armisticio concer­
t ado y si tuvo qu e d e r r am arse sangr e f u é p or qu e d e l a
parte contraria había siempre el prop6sito avieso de bur­
lar todo lo que fuera buena fé secundando la Guardia los
deseos del señor P residente de l a R ep ública.

'NO ES CIERTO QUE SANDINO NADA PEDIA"


Con este título fué publicado en el diario «L a Noti­
cia» en aquellos días un m entí s al pr et endid o desint er és
de que hablaba el guerrillero de las Segovias. Veamos lo
que dice el diario aludido en su edici6n del 27 de Enero:
«Se está haciendo mucho bombo, interesado o desin­
teresado al +desint erés» de A u gust o San di no.
S e dice y se repite que NO PID E NADA PARA E L ,
sino para l a PA TRIA . Así debiera ser . Pero no es así.
Y l a idea falsa, diseminada, coloca al Gobiern o e n u n a
posición falsa. S i el Gobierno tuviera verdaderos eIemen­
tos que velasen por él, ya se habrían apresurado a expo­
ner l a verdad para que el público no se extraviara.
La verdad es que, SI SANDINO N O PI D E N A DA
PARA E L e n concepto de diner o idea que rechaza en
cambio sí, hay de su parte otras exigencias, po r medio
de las cuales, el Gobierno d e Nicaragua pagará l a p az
c on Sandino, al precio de compromisos, con carácter d e
imposici6n.
Siendo como es, una aspiraci6n general, l a d e con­
s olidar la posici6n Nacional d e Nicaragua, la paz es l o
primero, que los complicados problemas reales de la Na­
ción misma se solucionarán luego con s erenidad y cor­
dura, no por festinación o imposici6n . L o que ocurre es

O EL CA L VARI O DE LAS SEGOVI AS


que hay muchos qu e quieren sacar ahor a l a s castañas
por la mano de Sandino+.

DECLARACION HECHA POR E L GOBIERNO


E 1 dí a 28 d e E n er o d e 1988 el señor M i ni str o d e l a
Gobernación General don Gonzalo Ocón en treg6 a los
di ar ios capitalinos p ar a su p u bli cidad l a si gui ent e decla­
raci6n:
«El Gobierno h a vi sto con extrañeza que, a pesar
de la excitativa amistosa, que tanto este Ministerio como
el Señor Jefe Político de Managua, a raíz de l a promul­
gaci6n del decreto de Estado de Sitio, hicieran a los di­
r ectores de diarios de esta capital, para qu e pesaran la
gravedad del momento y cooperasen a l a causa de la
paz y la tranquilidad pública, algunos peri6dicos se han
dedicado a hacer publicaciones de tendencias subversivas,
c on el i n ju stificable pr op6sito de inf un di r desconci er t o en
la opinión pública y menoscabar el respeto que se mere­
cen las autoridades constituidas.
Por lo tanto, el Gobierno declara que está di spuesto
a ejercitar las facultades que el Estado de Sitio pone en
sus manos, para mantener el orden público y l a tranquili­
dad social que algunos espíritus revoltosos pretenden des­
quiciar.
El Gobierno, con toda buena voluntad, ha prestado
su cooperaci6n a los partidos, para que las distintas dele­
gaciones q u e están t r atand o d e l a pacificaci6n , p u edan
cumplir su encargo, pero debe tenerse entendido que todo
esto debe desarrollarse dentro del estrict o mantenimiento
del orden. I gualmente debe,de tenerse presente que aun­
que el Gobierno esté dispuesto a facilitar e l movimiento
sincero y efectivo de la pacificación, si n medidas de vio­
lencias, en aras del bienestar de l a patria, es u n hecho
evidente que Sandino, SU S SE GUIDORE S Y PROPA­
GANDI S~AS, SE MANTI E NE N AU N E N RE BE LI ON
CONTRA LAS INSTITUCIONES DE LA' REPUBLICA Y
CONTRA EL GOBIERNO CONSTITUIDO, CONTINUAN­
DO TODAVIA I A DE STRUCCION D E VI DAS Y PRO­
PI E DA DE S D E CI UDADANOS NI CARAGUENSES,
ESPECI AL MENTE L A DE POBRE S E I N DE FENSOS
CAMPESINOS.
En consecuencia, el Gobierno requiere el patriotismo
de los nicaragüenses par a que repelan esas perniciosas

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
p r opagandas que l a A U T O R I D A D N O P U E D E SE GU I R
T OL ERANDO' .
Llamamos la atención del lector sobre la última parte
de las declaraciones hechas por el Mi nistro de la Gober­
nación, para que se vea que no er a l a Guardia Nacional
la qu e obr aba por su pr opi a cuenta en d etener lo s av an­
ces de Sandino y del Sandinismo, sino el propio Gobierno
del Doctor Sacasa q uien por boca de su Mi nistr o d e Go­
bierno hacía conocer.,las irregularidades que se cometían
por los amigos de Sandino a la sombra de las garantías
qu e se les daba en todas partes.

Mateo Herrera, victima de las hordas de Sandino, quien fué


asesinado en jurisdicción de Santa Rosa, Departamento de León
cuando se estaba hablando de paz.

En esos momentos también, el pueblo de Matiguás,


Depart am ent o d e M atagalp a t em blaba de hor ro r pues en
aquella j u risdicción a pesar de las esperanzas de paz que se
columbraban, el filo de los machetes sandinistas hacía ro­
d ar las cabezas de seis honr ados padres d e f am i lia . He
aquí el telegrama que fué enviado el 27 de Enero de 1988
por el Alcalde de Matiguás.
"Bandoleros que amagan este pueblo e n " El Bija­
gual" a dos )aguas de aqui, decapitaron sei s moradores,
honrados padres de f a mi lia . E l los son: el an ci ano Valer ia­
no Sui rez, E pimenio y Onesciforo Bello, Pedro Campos,
J osé Gar ci a y o t ro que n o se h a podido identi fica r por q u e
l e desbar at aron l a c a ra . A s i mi sm o d ej aron balead o a
Pedro Acuña quien se salvó milagrosamente y s e asiste

O E L CAL VA RI O DE LA S SE GOVI A S
—438—
a qui, Est o fué anteayer . Posiblemente est e puebl o en
brev e serh, arrasado como en años anteriores, si n o se
atiende a su defensa. A qui todos los Ciudadanos piden ar­
mas para batirlo, pues aun con flechas han podido hacer­
l es f rent e y d e rr ot arlos en v a ria s ocaciones. A s i s e en ­
cuentran actualmeute en las montañas armados de flechas
y en rigurosa campaña, par a poder vi vi r y hacer l o hu­
manament e posibl e par a defenderse.— Tomás Rocha, A lcal­
de de Matiguh,s".

Mientras ocurrfan estas atrocidades al amparo del


armisticio, suscrito el 23 de Enero a las 12 meridianas, el
brazo derecho de Sandino, eI temible Pedr6n A ltamirano,
disponía que las cosas debían de resolverse como él pensa­
ba ex igi endo que fu eran aceptadas las bases qu e Sandino
proponfa en el prop6sito de seguir devastanpo Nicaragua.
Veamos lo que Pedr6n decfa a su mujer en oarta fechada
el 29 de Enero de 1933.

"Señora Maria de Altamirano


Sargento Mayor Melecio Altamirano.
u campamento
Muy queridos míos:
"En el proximo correo le d remos a Melecio si pue­
de venir o no a este lugar, pues la fecha nada ha habido
en concreto y segun not>cias que ha recibido nuestro Je­
fe Supremo, parese que de un momento a otr o bendrá
nuebsmente la delegacion Pasifista l a qu e suponemos
sea con objeto de aclarar algunos puntos de las BASES
ropuestas para que estas queden definitivamente acep­
adas por el Dr. Sacasa. R especto a e stas conferencias,
el inter>or se encuentra sumamente ajitado, pues a segñn
sabemos¡en Managua se han desarrollado grandes ma­
nifestaciones que piden a gritos la pa z a todo transe,
' acorralando a l os hombres del poder, par a qu e tomen
una resolusion digna que los justifique ante ls historia,
y esta resolusion no podrá ser otra que las Bases que
nuestro Jefe Supremo propone e n nombre d e nuestro
E jército, con lo cual queda resuelto el problema vital de
la nación.
Patria y Libertad
(f). P E DRO ALTAMI RANO
G eneral de Divición y
Primer Jefe del Estado Mayor»

EL N U EV O V IAJE D E LO S D E L EGADOS
DE SANDINO
Entre las cuatro y cinco de la tarde del' 29 de Enero
llegaro n a San R afael del N or t e los delegados del O r al.
Sandino acompañados del Ministro don Sofonfas Salvatie­

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 439—

rr a y del padre.del guerrillero, don Gregorio Sandino. Ac­


to seguido hicieron salir un correo expreso hacia los cam­
pamentos del Jefe Supremo dándole cuenta de su ar ribo
al pueblo de San Rafael y de su próxima salida hacia sus
acuartelamientos.
A l dí a siguiente por la mañana, tuvo efect o u n a cu ­
riosa ceremonia por i niciativa del señor Salvatierr a consis­
t ente en plantar en la plaza del pueblo u n arbolito de

Fotog rafi a d e los despojos cs rbonissdos d e los t res seüores


G u ti érrez asesinados e n Est an zuelas, Estel i y a q u e nos refer i ­
mos en p ág ina s ant er iores. Como se r ecordar á n o contentos los
sandini stas con e l a ct o de barbari e cometid o v i olaron y estu pr a­
ron a t res n i ñ itas hijas de don Al ej o G u ti ér r ez , u n a d e 8 años,
otr a d e 10 y l a u l t im a d e 13, qui enes f ueron condu cida s l u eg o
p or alma s pi adosas a l a ci udad d e E stel i e n pa ri huelas, t a l el
e stado lastimoso e n qu e quedaron . A s i mi sm o abusand o d e l a
d ebilidad d e l a esposa d e don L eocadi o G u ti érrez y d e u n a h i ­
ja d e ésta , casada, cometi eron en el las actos salv ajes dig nos del
hombre de las cavernas.

m ango, que fué bautizado con el n om br e de A R B O L D E


I . A P A Z , E l símbolo n o tuvo vid a como demostrando q u e
I os qu e l o pl antaban n o o b r aban con l a si ncer idad q u e
e l caso r equería, siend o p o r esto que a los pocos día s se
fué 'mar chitand o el ar bol de mango, secándose completa­
mente enseguida n o sir viéndole de nada ni el cl im a f avo­
rabl e n i la caricia de agua que le proporcionaban diaria­
m ente. E n l o s corazones n o r einaba l a p az, y l a madr e

O E L CAL VA RI O DE L A S SE GOVI A S
—440—
naturaleza comprendiéndolo así no dió vida a l símbolo
con que se intentaba engañar a los hombres por parte de
los delegados de Sandino;

PEDRON SIGU E HACIENDO D E LA S SUYAS

Por su parte, Pedr6n Altamirano seguía imponiendo


contribuciones a pesar del armisticio convenido y confesa­
ba qu e en deter minado l ugar estaban r euni end o cantidad
de efectivos bélicos par a continuar la lucha. A l amparo
pues, de la suspensi6n de las hostilidades, los lugartenien­
tes de Sandino se fortalecían pensando quizá con razón,
en lo difícil que era llegar a un avenimiento entre el Go­
bierno y ellos. E l servicio de I nteligencia de la Guardia
Nacional informaba diariamente de todo esto, pero el Jefe
Director, ponía su contingente de prudencia p ara no en­
torpecer el desarrollo del prop6sito del Ejecutivo que con
la mejor buena voluntad y patriotismo deseaba poner tér­
min o a l a angustiosa si tuació n po r l a qu e desd e h acía
años atravesaban las Segovias.
Y para que no se nos tr ate de parciales publicamos
la siguiente carta dirigida por"-Pedrón a diferentes perso­
nas notificándoles la entrega de una contribuci6n inmedia­
ta a un encargado designado por él .
I.os conceptos de tal notificaci6n son los siguientes,
respetando como siempre la ortografía en que fué escrita:

"Señores Andrés Rosalez, Ricardo Chavez, Pavi


Zamora, Nicolás Pineda y Gustavo Duarte.— Donde
se encuentren.
Muy señor mio: Esper o que al reci bi r l a p resente
orden hagan efectiva la contribución que se le' h a deta­
llado, la cual pueden entr egar i nmediatsinente al herma­
no Serapio H ernandez, quien a continuacion pondr á es­
tas en nuestro poder . E sperando así mismo qu e u ste­
des no serán renuentes a la cancelación de la ys notifica­
d a contribución, que en otr n caso NOS V E REMOS E N
L A NE CE SI DA D D E H ACERL E E F ECTI VA POR L A
FUERZA. pues en estos momentos estamos r euniendo
gran cantidad de nuestros efectivos bélicos en una deter­
minada región, donde esperamos con urgencia su copera­
ción,"
Patria y L ibertad
PEDR O A L TA MI RANO
G eneral de Divicion y
Jefe del Estado Mayor.»
Preguntamos al lector, es así como Sandino y sus lu­
gartenientes entendían el cumpli miento del ar misticio con­

E I. V E R D A D E R O S A N D I N O
— 441—

cer tado el 23 de En er o a las 12 mer i dianas.


Y conociend o com o conocemos el p oder di «tator iai.
que Handino tenía sobre sus lugartenientes, puede creer­
se que éstos le desobedecieran, en caso de proceder
buena fe el Jefe Supremov

L OS D E L EGADOS PAC IFISTAS E N E L C A M PA M E NT O


DE SAN DINO
El correo enviado por los delegados al campamen­
to d e Sandino, r egresó el mi sm o día, después d e h aber
hecho una fuerte jornada y de haber cambiado d e bes­
t ia en e l Cu artel General . Sandin o continuaba e n la
() u i nt a Guadalupe, en d ond e tuvieron efecto la s ant er io­
res conferencias. E n las primeras horas de la madruga­
d a del 31 d e E n er o d e 1933 sali ó l a D el egació n r u m bo
a las montañas donde acampaban las tropas sandinistas
habiend o ll egado 'all á cuand o empezaba y a a oscurecer .
Fueron recibidos cordialmente por Sandino, y a continua­
ción éste y sus amigos abordaron el asunt o de l a paci­
t icació n p o niéndose d e acuerd o en l o convenient e q u e
era que el Jef e Supremo fuera personalmente a Mana­
gua a pedi r al Mandatario lo que él creía justo para po­
~ler f i rmar l a paz, consider and o qu e l a presencia de San­
dino, la fama cle que iba precedido y l a sorpresa de pre­
s entarse inesper adament e en Managua, l o conducir ía n al
éxit o apetecido. Sandino no resolvi ó nad a i nmediata­
mente queriendo madurar aquel proyecto mientras tanto
sus amigos reparaban sus fuerzas entregados a l sueño.
Al día siguiente por la mañana, anunció que estaba dis­
puest o a i r a l a capital a en tr evistarse con el' President~
Sacasa por lo que Salvatierr a y los demás Delegados,
manifestaro n si n r ebozo s u al eg ría, n o así e l G en er al
Por tocarr er o qu e p er maneció callad o y qu e er a e l ti ni co
qu e h abí a estad o en desacuerd o en l a idea d e su s com­
pañeros.

EL V IAJ E D E SANDIN O A M A NAGUA

S « hacía necesario poner inmediatamente manos a


la obr a p ar a r ealizar el vi aj e d e Sandino, y p ar a esto el
Ministro Salvatierra escribió al Coronel J. Rigoberto Re­
yes, la siguiente comunicación que debería llevar u n co­
rr t ri ( speciaI a J i n otega q u i en a l n tis mo t ie mpo s erí a

O E I. CA L VARI O DE I. A S SE GOVI A S
—442—
p ortador de varios mensajes telegráficos que debían d e
ser trasmiticlos a la capital . Véase la comunicación di ri­
gida al Coronel Reyes:
"Señor Coronel J. Rigoberto Reyes, Jefe del Arca Central,
Jinotega.
El General Sandino ha pensado definitivamente que
antes de estar en pláticas distantes con el Doctor Sacasa,
irse con nosotros a Managua a conferenciar directamente
con el señor Presidente, dejando aqui al Doctor Escolástico
Lara en su lugar.
Yo he aceptado esta resolución, ofreciendo solemne­
mente garantizar la vida del General Sandino y su regre­
so a este Campamento General . E n consecuencia, ruégo
a Ud. hacer que se trasmitan inmediatamente a Managua
los telegramas adjuntos: uno mio para el Señor Presidente,
que le ruego trasmiti r en la clave del Señor Jefe Politico;
otros de los Doctores L ara y Zepeda, y' uno para el piloto
del avión que debe venir a llevarnos.
Es conveniente que en el campo de Aterrizaje no
haya fuerza armada de ninguna clase. Llegaremos ma­
ñana en la mañana.
Acuse recibo con este mismo enviado, Señor José
Gutiérrez.
De Usted muy atento servidor. Sofonias Salvatierra,
Ministro de Agricultura y T rabajo.
P. D.— No omito significarle la gravedad deñnitiva
d e l a hora, a fi n d e qu e t odas las au toridades g uarden l a
mayor discreción en sus actos. Rueg o a Usted mantener
y h acer qu e se manteng a l a más absolut a reserv a d e t odo
esto y que de ninguna manera trascienda al público. Vale"

L uego de haber sido entregada la comunicación de


q ue hablamos, al Coronel Reyes, el comisionado d e l a
Delegación, señor G u ti érrez p r ocedi ó a ll evar a l a o f i ci­
na telegr áf ica los mensajes antes dich o p ar a se r t rasmi­
t idos a M an agua . E l d i r i gid o al Seño r P r esidente d e la
República decía así:

"EI General Sandino h a pensado definitivamente


q ue antes d e estar e n pláticas distantes, i r c o n
nosotros a Managua a conferenciar directamente
con Ud. Quiere no hablar mucho, y arreglar la paz de Ni.
caragua en estos primeros cinco dias de febrero, sin más
p rórroga. E l avion vendrá mañana 2, en l a mañana, y
nos iremos inmediatamente. Ruego a usted dar órdenes
terminantes a la Guardia, de no estar presente en elcam­
po de aterrizaje y de que su actitud sea de plena garan­
tía, porque todos vamos garantizando la vida de l Gene­
ral Sandino y su regreso a este su campamento General.
Es conveniente mantener todo en absoluta reserva, y que
en silencio llegue un auto a llevarnos directamente del

EL V E R t )A l ) E R O S A N D I N O
—443—

campo de aterrizaje a la Casa Presidencial. Las horas


son graves v definitivas. El Doctor Lara gueda como je­
fe interino. Respetuosamente. SOPONIhs ShLvhTIERRh",

Las comunicaciones del Ministro Salvatierr a fu eron


contestadas de la manera siguiente:
"Jinotega 1> de Febrero de 1988.
Señor Rinistro de Agricultura y Trabajo
Hacienda Guadalupe
Señor:
He tenido el honor de recibir su atenta comunica­
cion de hoy. Bien penetrado la gravedad definitiva de la
hora, procedo a dar cumplimiento a sus instrucciones. En
el campo de aterrizaje no habrá fuerza armada.
Con toda consideraci6n, soy del Señor Ministro aten­
to servidor.
J. RIGO. REYES
Coronel G. N,i
Casa Presidencial 4 a m. del 2 de Febrero de 1988.
A Jefe Politico, Jinotega
Trasmita el siguiente mensaje sl Señor Don Scfcnias Sal­
vatierra:

"Como un nuevo esfuerzo de mi parte, y confiando


se llegará arreglo pacificacion bajo mis'puntos de vista,
que usted conoce, permitiri la venida del General Sandi.
no, y he dado instrucciones para que todo esté arreglado
conforme deseos de ustedes. Puedo asegurar qu e darh
todas las garantías debidas. Afectísimo. Jvhn B. Shchsh.

Las contestaciones del representante de l a Guardia


y del Señor Presidente Sacasa fortalecieron la resolución
de Sandin o d e i r a M anagua . P er o er a necesari p d ar
cuenta de su viaj e a sus lugartenientes del sustituto que
d ejaba y de la misión que lo conducía a la capital, y l o
hizo en la forma siguiente:
P R O C L A M A :
« Mis queridos hermanos: Nuestro Ej ército, po r l a
magni tu d d e s u lucha, constituy e u n a autor i da d m or al
continéntal , y en el am bi ent e d e si mpatías conqu e n ues­
tr o Ej ército cuent a e n el mundo, produjo l a expulsión
completa de los Piratas norteamericanos de Nicaragua.
Sin embargo, el impotente invasor, al r etirarse, dej ó l as
cosas arregladas de manera que la s fuerzas de Sacasa
continuaran combatiendo nuestro ej ército, para al mismo
tiempo fomentar otras revoluciones y tener así oportuni­

O EL CALVARI O DE LAS SE GOVI AS


ilad (le tr aer a Nicar'agua nuevamente los ejér'(.',itos fili­
h usteros, ponienelo n on o motivo l a continuación de
nuestr'a lucha. Vistos esos puntos y considerando que el
Doctor Sacasa en realidad poelrí a e,vitar ese nuevo con­
flicto, s i p r ocede co n co r dura , resolví, d e acuerd o co n
n ue'str o Jefes aqu í p re sentes, aprovechar' l a l l egad a d e
n uestros D elegados a este Cu artel General P r ovisional y
los cinco días de armisticio que faltan y que se cumpli­
rán el ~i <le F ebre ro a l a s1 2 d el d ía, p a ra i r e n p e rs ona.
a conf erenciar d e m aner a f r anca co n el m en cionad o D r .
Sa«asa, y resolver erste~ problem a d e un a vez por ' t odas,
con qu e s i ellos no aceptan la s patri6ticas bases que­
nuestro ej ército propone, y antes bien optan por querer.
i mpedir mi regreso, todo nuestro ej ércit o continuar á l a
l ucha cayendo las responsabilidacles sobre el propi o Dr .
Salsa.
Ahora bie n queridos hermanos:
Queda como Jefe Supremo I nterino, hasta el cinco
riel cor ri ent e mes, n uestr o h erman o Do(;to r y G en er al
Escolástico Lar a, a quien nuestro Ej ércit o e n general
t iene e l e l eber ~l e obedecer y r espetar e n t od o l o q u e
sea concernient e a l ser vici o y d emá s l ey e s m i li t ares.
mientras todos en conjunt o proclaman po r unanimidad
al nuevo, Jefe Supremo.
Cuartel Gener'al P r ovisional «fe I Ej ér cit o D ef ensor.
d< l a Soberaní a Naciona l d e Nicar agua . L a s Segovias
Xic. (,'. A., F< brcr o 1 d e '1988.

A. C. SANDINO+
(Un sello.)
Y al .Jef e I nt er in o Doctor l ar a l ( diCi las sig uientes
instrucciones:
«ORDENE S ("ONCI UYENTE S A I H E RMANO
GENERA L E S COLA STICO LARA, EX SU CARACTE R
DE J E F E SUPREMO I N T E RIN O D E N UE STRO
E JERCITO.
Pasado el día 5 de l corriente, si n o ha y ninguna.
n otici a mía, es seña l seg ur a d e qu e esto y M U E R T O , y
desde lu eg o pr ocedar á a qu e todas las fuerzas aqu í r eu­
n idas tomen el r u mb o qu e gusten v «o n el j ef e q u e l r
parezca a cad a soldado.
El General queda facultado a segui r e n l a r evolu­
«ién o r et ir arse a su ci udad n atal.

E L V E R D A D E R O S A X D I X O
Cuartel Gen eral del E j ér cit o D< f< nsor <i < l a Sol><­
1'ania Nacional de Nicaragua. I,as S< govias, Nir , C. A,,
Febrero, 1" de 1988.
Patria y l ,ibertad
A. C. SANDI NO'
(I ' n sello)
Inmedi atament e después que el 1)í . l.ara tom<> po­
sesión <l e su cargo, con fe­
c ha 1" d e F el>rer o a las H
d e l a maíían a d i r i gi é el
siguiente mensaje telegr;í­
fico para ser puesto en Ji­
n oteg a a l Seíío r J ef e D i ­
rector d e l a ( r uai'<tia ('ge­
neral Soínoxa. Dio< así:
"Mañana ilega a esa el Gral.
Sandino e n c<>mpsñía d e los
Delegados Pacifistas. Suplícole
tomar nota que quedo al frente
<iel Ejercito, y evitar cualquier
distur bio a su llegada. A ff mo
E SCOI XST ICO L A R A " .

Al dí a sigui<>nte el ,l ef e
Int er in o <i ir i gi<> a su s t r o­
pas l a si guiente proclama:

"CIRCI;I AH A TODOS
NT.;E STR O S JEFES Q UE
OPERAN E N I . AS DI S­
TI NTAS RE GI ONE S DF.
N T.'E STHO VAI S, D I RI ­
D octor Escol<í<stico L a r a, design ad o G I D A P O R K I l E F E SI ' ­
por Sandino para quedar interin >
ment e com o j ef e de la s fu erzas ro­ P HEP IO INTE RIN O GE ­
í >eldes en las Segovias durant e la NE H A I . Y DH. E SCOI >A S­
i>ennanencia de aquél en Managu.>. T I CO I ZA R A ..

Queri<los hermanoá:
S uena par a Nicaragu a un a h o r a solemne: l a d e l a
paz, basada en la libertad del Gobierno y d e sus insti­
tuciones, mediant e l a cooperaci6n de l E j ér cit o D ef ensor
<le la Soberanía Nacional de Nicaragua, <lirigid o po r el
.invicto Jefe General Augusto César 3andino.
Todos voSoti os conocéis las ííltimas l'esoluciones to­

O EL C A I. V A R I O D E I. A S SEGOVI AS
madas para terininar de una vez Ia guerra, con urgía hon­
r osa paz que permita al paí s se r enteramente l i bre y
soberano para dedicarse a su desarroll o y e n gr andeci­
miento.
Quier a e l Dios de las Naciones que nuestr o Je fe
Supr em o vu elv a p r ont o a nuestr o seno p ar a p oder abr a­
zarlo una vez más. Vosotros permaneced seguros de que ek
Ej ército obtendrá el verdadero triunfo, más, si p or u n a
d esgracia inesperada, nuestros anhelos se frustraran, ya
conocéis las decisiones de nuestro Jefe General Sandino.
Cuartel General Provisional de l Ej ércit o Defensor
de la Soberaní a Nacional de Nicaragua, la s 8egovias,.
Ni c„ C. A., Febrero. 2' de1988.
Patria y L ibertad
ESCOLASTIOO L ARA
Jefe Supremo interino®

SANDINO EN JINOTEGA
La Delegación Pacifista junto con Sandino salieron
hacia el campo de aviación de Jinotega acompañados del
jefe sandinista Raudales y de buen número de tropas, a las
tres de la tarde y e n buenas bestias, y como e l avión
debía de llegar hasta el día siguiente en la mañana, dis­
pusieron todos dormi r en una vivienda campestr e si tua­
da a poca' distancia del campo de aterrizaje, no si n qu e
Raudales distribuyer a s u gente para u n caso de emer­
gencia. Casi puede decirse que no durmieron p orque
hasta altas horas de la noche estuvieron conversando so­
b r e l a m an er a d e f or mar u n sol o f r ent e p ar a d ejar en
buen pié al Ej ército Defensor de la Soberanía. de Nica­
ragua. Fr ancamente no sabemos a m o se las compuso
en tales pláticas el Ministro de l Presidente Sacasa, don
Sofonías Salvatierra que llevaba la representación perso­
nal del Gobernante, fr ente 'a los i ntereses del Ej ército
rebelde.

LL EGADA DE SANDINO A MANAGUA


Temprano del día siguiente 2 de Febrero a poco de
h aber llegado al campo de aterrizaj e el Jefe Político de
Jinotega, descendía en e l campo de aterrizaj e e l avión

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 447—

que debía conducir a Managua a Sandino y compañeros,


pil oteado po r el aviado r Z i ncer . E l j efe Sandinist a R au­
dales regres6 a su campamento con l a gente que traía
después d e d ej ar in st alad o a s u j ef e y am igo en l a ca­
bin a del «T O MOCFI IC » qu e a poco se elev 6 co n r um bo
a l a capital d e l a R epúbliga.
M u y pocas per sonas sabían en M anagua l a p r 6x im a
ll egad a d e Sandino . Sol ament e estaban e n e l secreto
alguna s p ersonas del E j ecutivo y de l E j ér cito, si n em ­

U n a gv hfic s d e l a llegada d e Sandin o s Manag ua . Se l e v e


a e l e n e l cent ro . A s u derecha s e en cuent r a e l D octo r l ' e­
dro Josó zepeda y a l s izquierda < I Doctor Crissnto Sscass,
prim o hermano doól e de l Se<<or l ' resident e de l s Repui<lica.

bargo fu<' imposibl(; que l a noticia d ej ar a d e t ras('('n<i< I


al p úl bli<o, po r l o q uc, unas cuantas personas s< d i l i gi<­
r<n1 :I l < aln p o <l < a v iar i<In a esp er a r l a l l(tg a(l a d< l «T<>­
»l o< Iii«" , ll t l < l a s q u < s e c o n t a ba e l a v i a d o r n i (.ara g i i ( » ­
s(' l l <lfil('l K s I I Ino sa A lla nl l r a n o q u i en ( '.omo ( ' x p e l'f() f ll('
p I inl<,1'() q u « t i st i n g ui<i « n l a l( j a n í a y ( lltl'<' nu b< 's
( I a vi<>11 q u < s < a p l o x i l n aí1a . l ' n o s < u a n to s m i n u t o s
»1;ís, y < I pú ljl llo »1 »< t ;íli(;o a t e r r i z<í o b e de<,iendo a l a m a ­
ll o (l< l pi lot o 'Izt« a / in«; r . l , a puert a d c l a cabin a s(
a l lri<1 y salt<1 a ti<;rl a A u gusto (l . San<iino . Vestí a t l aj <
< l< ca l n pañ1a k a k y , b o ta s a l t a s <l<' m o n t ar , p a nt :ll<1n (l <
g;Ibal <lina, bufand a r oja, siv( ater <l c lana, son1bI<'lo g l an­

O F I, C A I, V A R I O I) E I. A S SE G OV I A S
—448—

dé de fieltro; pendía del cinto una pistola 45 automática


y al rededor de su cintura llevaba una faj a llena 'de tiros.
De un a cadenit a d e or o qu e suj etab a un r eloj den tr o del
bolsillo izquierdo, en la camisa de lana, pendía un a me­
d alla de oro también . E n l a man o izquierda tr aí a un
libro.
Al descender Sandino del avión el Jefe del desta­
camento d e l a aviación, Tenient e Al ejandr o Cousin se
a delant ó a saludarlo, y cu and o ex t en dí a s u m an o p ar a
estrecharla, Sandino l e di jo : «No, u n abrazo somos
hermanos y l es tr aig o l a p az».
A algunos de los concurrentes que lo vivaron San­
dino les contestó diciéndoles:« Y a somos libres; gracias
muchachos; somos hermanos y yo traigo la paz». Luego
se subió ai guardafango del automóvil presidencia1 que
e stab a Ii st o p ar a con duci r l o a l a ci uda d y desd e a l l í
pronunció u n pequeño discurso en e l que expresó los
motivos de su viaje. E n momentos en que el automóvil
ib a a p onerse en m ar ch a hacia el i nt er io r d e l a ci udad„
llegó en su carro el Jefe Director de l a Guardi a Nacio­
n al, General Anastasio Somoza y entonces Sandino y
compañeros pasaron al carro del Jefe del Ej ército aten­
diendo a una invitación que éste les hic;iera. Ei l saluclo
d e Sandin o p ar a e l J ef e D i rector d e l a Gu ar di a f u é un
a br au ) mi en tra s l e decía: «u n ab razo, todo s somos h er ­
manos. H ast a a Juan R amó n (Se r ef er í a a l D i recto r cí e
«L a N oticia + do n Jua n R amón A v ilés) qu e no s h a at a­
cado, ahor a va a ver cómo voy a abrazarlo». A conti­
nuación el carr o se puso en marcha rumbo al Palacio d<
la Loma a donde al poco tiempo lleg aron. A l bajar del
carr o y su bi r l a escalinat a de l P alaci o salud ó a var ias
impor tantes p er sonas a q uienes r epi ti ó las mi smas pala­
bras que emitiera en el campo de aviación. A continua­
ción f u é i n t r oduciclo a la parte oe«iclental del Palacio de la
Lom a e n d o nd e como diez m i n utos después se presentó
el Seño r Pr esident e Sacasa, saludand o a l m andatari o en
la mi sm a f or m a en qu e l o Í>icier a <o n las p er sonas antes
dichas. E l J efe Director fue a recibi r a Sandino, comi­
sionado por e l President e a fi n cl e cl arle mayores ga­
rantías en su recor r ido, del Campo d e A viación a Ia Casa
Presidencial.
Inmediatamente después pasaron Sandino y (;ompa­
ñeros a una lrabitación, situacla al Occidente, contigua al.
salón d e recib o d e l a l ' r im er a D am a d e l a B epíí blica

E I, V E R DA D E R O S A N D I N O
— 449—

El Presidente Sacasa hizo acto de presencia, como q(lin'­


c e mi nutos después, dándose u n ab razo co n el CrI ' E R R I ­
L I . E R O d e las Segovias. E n l a mi sm a habitaci6n, y en
otr a contigua, se apretujaban los altos empleados del
(gobierno, per iodistas y cu r iosos, que 'deseaban conocer
al hombr(. que por siete altos había ocupado la atenri6n
del p ais . E n t r e el los se h allaban ad emás d e los cor ifeos
de Sandi no , l ' edr o José Z epeda, H oraci o P o r tocarrero,

Fot og ra fia del mo)nento en <iu e ~Sandin o y e l D octo r Sacasa


sc saludaron e n l a Presidencial, di ciendo el primer o « l seg u ndo
la f rase m ent id a d e ~ T raig o l a paz, t odo s somos hermanos»

Y al va<to t C al<l«1<)n Ra )n i) e z y S o f o n i a s Sa lvatier ra, l o s


('onscjel'os d( l !)Iandat at io, D rcs. Cr isanto y F ederico Sa­
<',asa.
San<lino se puso ( l « p iés al hac«l a«to d e presencia
(I l ' resid«nt e Sa«asa, y d( spués <l e al )razarl o p l o n unci6
un Iat'g() <l is('ur)<0, e n 1011() a l t l so n a n t» , (t u ( r e í)er(',utí a ( n

O EL CA L VA RI O DE LAS SEGOVI AS
todos los ámbitos de la Presidencial. Poco a poco fué
bajando la voz, hasta llegar al lenguaje corriente.
El pueblo de Managua al saber el arribo de Sandi­
no, por espíritu novedoso, más que de afecte, se lanz6 a
las calles, inquiriendo los prop6sitos que traía el Guerri­
llero de las Segovias y tr atando de verlo par a satisfacer
l a curiosidad que tenl a y que más t a r de satisfizo en el
Campo de Aviaci6n, decepcionándosé al ver e l deficiente
aspecto del hombre que por tanto tiempo habi a ll ama­
do la atenci6n del país, con el cúmulo de desastres cau­
sados a la Patria.
E l diario capitalino +L a Nueva Prensa+ resumi 6 el
discurso de Sandino en la Presidencial, con la s siguien­
tes palabras: <L a paz está hecha. Sí, no podemos seguir
peleando. E s u n c r imen segui r peleando. N o s e debe
derramar una sola gota de sangre. hQué bases de paz>
N o hay bases de paz. g o creo en l a nobleza del D r .
S acasa y necesitamos reconstruir ¹ icaraguai .
Desgraciadamente estos hermosos conceptos no eran
pronunciados con sinceridad, como se verá dentro de po­
co. Recordemos si no la proclama, que con fecha prime­
ro de Febrero dirigi6 Sandino a sus hombres, la que en
suparte conducente dice asi : «Si ellos no aceptan las pa­
tri6ticas bases que nuestro ejército propone, y antes bien
optan por querer impedir mi regreso, todo nuestro ej ér­
cito continuará l a lucha, cayendo l as responsabilidades
sobre el propio Dr . Sacasa.
Bases y condiciones son la misma cosa, y y a cono­
cemos que las bases del Guerrillero eran; para los suyos
Ministerio de Hacienda, Ministerio de RelacionesExterio­
res, Ministerio de la Guerra, y control militar d e l a Re­
pública. L o de la paz sin condiciones, no eran más que
palabras p ar a sorprender a lo s incautos; camouflage
quizá sugerido po r s u hábil mentor señor Salvatierra.
Después de toda esta comedia y de este cúmulo de
palabrería efectista, para ver de adormecer al Gobierno,
Sandino pidi6 por medio de sus representantes Calder6n
Ramirez, Pedr o José Zepeda y General Portocarrero
que se le dejar a en la Zona Wiwilí cien hombres arma­
dos, como auxiliares de emergencia, dotándolos de ves­
tuario, provisiones y paga mensual , convirtiéndolos, de
bandoleros, en ciudadanos rehabilitados, mantenedores de
la ley.
L a transformación n o podía ser más brusca, y no

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—451—

fué poco el susto que caus6 al público y al Jefe de la


Guardia Nacional l a concesi6n d e t ales preeminencias,
dadas por el Presidente Sacasa a los hombres qu e ayer'
n o más estuvieran fuera de la ley, y cuyo Jefe, Sandi o,
fué llamado por el Presidente Hoover ccriminal i nterna­
cional».
Ha y q uien cr ea qu e Sandin o v i n o a M anagu a con
el i ntent o d e abandonar Nicaragua, per o qu e puesto.
aquí, los políticos que explotaban su nombre lo disuadie­
r on a quedarse par a sacar d e él futuras ventajas. E l
tiempo dirá si fu eron solamente sus amigos los que tal
decisi6n ob tuvieran d e él o si en los hombres del G obier ­
no surgi6 la idea de devolverlo a las Segovias, par a en­
frentarlo a la Guardia Nacional, contra la que hubo siem;
pr e u n decidido empeño d e hacerla desaparecer, par a
sustituirla con el viej o ej ército de camisa y caite, intento
que por dicha para la paz de Nicaragua no se realizó.
Los cien auxiliares, pedidos por Sandino l e fueron
concedidos, y a l frente de ellos puso éste a Fr ancisco
Estrada, un o d e su s lugartenientes de más confianza,
quien durante un año ej erci6 dominio en el Distrito de
Wi wilí, di sf r utand o d e los dineros y pr er r ogativas qu e se
le concedieron, e n esper a d e poder, como una mancha
de aceite, extender su dominio en el resto del país, cuan­
do l a oportunidad se presentara, Constituía esa fuerza
un pequeño Estado dentro de la República, desde donde
se llevaba a cabo. un a activa propaganda en e l resto
del país a fi n de llegar a controlar u n día el Gobierno;
y esto lo hubieran conseguido si acontecimientos provi­
denciales no hubieran salvado a Nicaragua de tan gran­
des peligros.
Par a d arl e vi so s d e l egalida d a l o q u e s e estaba
haciendo en el palacio de la Loma se hizo participar en
las pláticas de paz a los representantes de los partidos
hist6ricos, y d e all í surgi 6 e l siguient e convenio, que
como documento hist6rico trascribimos íntegro:
«Salvador Calder6n Ramírez, Pedro J. Zepeda, Ho­
racio Portocarrer o y Escolástico I,ara, Representantes
del General Augusto C. Sandin o y Davi d Stadthagen
y Crisant o Sacasa, Representantes, respectivamente, de
los Partidos Conservador y L iberal Nacionalista, conven­
cidos pl enament e d e l a su pr em a n ecesidad d e l a pa z en
la República, han convenido en el siguiente concierto ar;
monioso, qu e tiene como cimiento el sincero amor que

O E L CA L VA RI O DE L A S SE GOV I A S
—452—

les .inspir a e l porveni r de Nicaragua, y los altos senti­


mientos de hqnor a los cuales rinden homenaje los
firmantes.
1 ~— Los Representantes del General August o C.
Sandino, declaran ante todo que la cruzada en qu e han
e stado empeñados él y s u E j ér cit o h a p r op endid o a l a
libertad de la Patria, y de consiguiente, en e l momento
~ actual, desean consignar e n n ombre de su Representado,
su absolut o desinterés personal y su i rrevocable resolu-.
ción d e N O 'E X I GI R NAD A QU E PUDI ERA MENOS­
CABAR LOS MOVI LE S Y MOTIVOS DE SU CONDUC-.
T A PUBLI CA . Quiere él, pues, asentar como principio o
base inamovible, QU E N I NGUN LUCR O O VE NTA JA
MATE RIA L ASPIRA A CONSEGUI R.
En vista de las precedentes manifestaciones de ele­
vado desinterés, los Representantes de los partidos Con­
servador y L i beral N acionalista, r inden h omenaje a l a
noble y patriótica actitud del r eferido General Sandino.
2' — El G eneral A u gusto C. Sandino, por m edio d e
sus Delegados y los Representantes de ambos Partidos,
declaran que en virtud de la desocupaci6n del suelo pa­
tri o por la s fu erzas extrañas, se abr e indudablemente
una era de renovación fundamental en nuestra existencia
pública; qu e est e suceso es d e xi ta l trascendencia en
nuestros destinos nacionales; y que, disciplinados por
una dolorosa experiencia consideran como deber impera­
tivo, fortalecer el sentimiento colectivo. de autonomía, que
con unánime entusiasmo conmueve a los nicaragüenses.
A fi n d e acrecentar ta n nobilísima tendencia, los que
suscriben el presente pacto convienen en señalar como
punto capital d e sus respectivos programas políticos, el
respet o a l a Constituci6n y las leyes f u ndamentales de la
República, y en mantener por todos los medios naciona­
les, adecuados y j urídicos, el restablecimiento, en toda su
p lenitud, d e l a soberanía e independencia política y
econ6mica de Nicaragua.
8' — Los Delegados de l General Sandino y de los
partidos., reconocen la conveniencia de cimentar práctica­
mente l a paz en e l territorio de la República,. mediante
la dedicación f ructífer a a l tr abaj o de los hombres que
m ilitan a l mando de l General Augusto C . Sandino, y
asímigno mediante e l abandono gradual de sus armas.
Para conseguir de manera segura la normalizaci6n de la
vida de esos hombres en las actividades del trabajo, al

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—458—

amparo de las leyes y de las autoridades constituidas, se


adoptarán las siguientes medidas:
a)—El Ejecutivo presentará al Congreso la iniciativa
de indulto ampli o,por delit os políticos y comunes con exos,
cometidos en el período que se comprende del 4 de Mayo
de 1927 hast a l a fech a d e h oy , y d e l a cu al g ozarán todos
los individuos del Ej ército del General Sandino, que dentro
de qu ince días d e l a p r om ulgaci6n d e tal decr eto, d epu­
sieren las armas; e igualmente todos los que con autori­
zaci6n del propio General Sandino prometieren deponer­
las d en tr o d e tr es meses, incluy éndose en lo s b enefi ci os
de l a amnistía a cien personas del mencionado Ej ército,
que podrán conservar sus armas temporalmente para el res­
guardo d e l a zona d e t erreno baldío, en que tendrán
derecho d e fincarse y l aborar todos Íos que hubieren
pertenecido a di ch o E j ér cito.
b ) — Para representar la autoridad administrativa y
militar del Gobierno de la República en los Departamen­
tos del Setentri6n, comprendiendo especialmente la zona
destinada a l abores d e los individuos del Ej ércit o del.
General Sandino, y también par a recibi r paulatinamente
las armas de éstos, el Ejecutivo nombrará como Delegado
suyo a Don Sofonías Salvatierra, .a quien le entregará el
General Sandino, dentro de veinte días de esta fecha, no
menos del veinticinco po r ciento de las armas, de cual­
quier clase, qu e teng a su E j ér cito.
c) — La zona d e t erreno baldío destinada p ar a l as
labores y a que se refier e e l inciso a ) de este acuerdo,
habrá de localizarse con suficiente amplitud en l a cuen­
ca del Rí o Coco o Segovia o en la región don de ,convi­
nieren el Gobierno y el General Sandino; debiendo que­
d ar esa zon a d i stant e n o m enos d e d i ez l eguas d e l as
poblaciones en qu e actualment e hay r ég im enes M u ni ci ­
pales.'
d ) — Los Jefes del Resguardo de cien hombres a r ­
mados, qu e se p er mi t ir á conservar , serán nombr ados p or
el Gobiern o como AUX I L I A RE S D E E MERGENCI A,
escogiéndolos de acuerdo con el propio General Sandino,
entre los miembros del Ej ército de éste; pero si después
de un año de la promulgaci6n del Decreto d e Amnistía
fuese conveniente, a j ui ci o del Gobi er no, m ant ener al an­
tes dicho resguardo de cien hombres armados o d e me­
nos número, el nombramient o d e los respectivos j ef es
será al arbitrio del Presidente de la República.

O E L C A L V A R I O D E L A S SE GOV I A S
e)—El Gobierno mantendrá en toda la República, y
especialmente en l os Departamentos de l Norte, po r el
término mfnimo de u n año, trabajos de obras públicas,
en los cuales dará colocaci6n preferente a los individuos
del Ej ército del General Sandino, que lo solicitaren y se
sometieren al régimen ordinario establecido en esos tr a­
bajos.
4' — Por el mismo hecho de suscribirse e ste C onve­
nio, cesará toda forma de hostilidad entre las fuerzas de
una y otra parte, o sea del Gobierno Constitucional que
preside el Dr . Juan Bautist a Sacasa y las del General
Augusto C. Sandino, para la inmediata y mayor garan­
tfa de las vidas y propiedades nicaragüenses; y. una vez
q ue sea firmado en definitiva e l presente Pacto, por l a
aprobaci6n del General Sandino y por l a aceptaci6n del
Presidente de l a R epública, quedará toda l a gent e del
General Sandino baj o el amparode las autoridades cons­
t ituidas, y, en consecuencia, obligada a cooperar e n l a
conservaci6n del orden público.
5' — Para facilitar el desarme de parte de las fuerzas
del General Sandino, y dar abrig o pr ovisional a éstas,
se designa la poblaci6n de San Rafael del Norte, encar­
gándose al mismo General Sandino el mantenimiento del
orden, durante el tiempo que el Gobierno juzgue conve­
niente.
En fé de Io pactado se firman dos tantos d e i gual
tenor, en la ciudad de Managua, el df a dos d e F ebrer o
de mil novecientos treintitrés.— Entre lfneas: del General
Sandino, Vale.— S. Calderón Ramfrez.— Pedro J. Ze peda
— Horacio Portocarrero. D . Stadthagen, C risant o Sa­

Aprobado y ratificado en todas sus partes.


Managua, D . ¹ , 2 de Febrero de 1983.
(f) A. C. SANDINO.
Aceptado en todas sus partes.
Managua, D. N., 2 de Febrero de 1988.
(f) JUAN B. SACASA.+
La paz estaba acordada en el papel, pero no en e l
alma de los nicaragüenses, que contemplaban el rifl e ho­
micida en las manos de los viejos soldados de Sandino,
autorizados ahora, por u n conveni o qu e pudo lle var a
¹icaragua a las mayores desgracias.

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 455—

Sobr e N i car agu a se cer nía n d o s enormes fu er zas,


.dos electricidades contrarias que al chocar tendrían qu e
producir el r ayo. L a bondad del Presidente Sacasa, se­
guramente no vi6 esto, creyendo en que los l obos po­
drían de un día a otro convertirse en ovejas. Mas el
paí s se di 6 cu ent a del peli gr o, y d u r ant e el añ o del con­
v enio la zozobra rein6, los negocios se paralizaron y el
calvario de las Segovias continu6, ahora legalizado por
los dos partidos hist6ricos.

EL R ET ORNO DE S AND INO A S U C AMP AM E N T O

Después de f i rmada la pseudo Paz, en l a mañana


s iguiente del día 3 de Febrero, Sandino r egresaba a su
Cuartel General de las Segovias, la Quinta Guadalupe.
Los periodistas y re porteros en u ni6n d e l os f ot6­
grafos y del público novedoso s e constituyeron desde
t empr ano de l a mañana en l a Casa Presidencial y e n su s
cercanías para captar las últimas noticias de los arreglos
de paz y para tomar 4nas cuantas poses del Guerriller o
y de .sus amigos a lo que éste se prest6 siempre compla­
cido. Luego, se di rigi6 en u n autom6vil a l Campo de
A.viación donde lo esperaba el «Tomochic», con el piloto
Julio Zincer, par a conducirlo por los aires a Jinotega,
de donde a caballo continuaría para sus viejos reductos.
L o acompañaban lo s señores Horacio Portocarrero, Dr .
Pedro José Zepeda y su señor padre don Gregorio San­
d ino . E l p áj ar o mecánico se elev 6 a gr a n al t ur a sob r e
el Lago de Managua, y finalmente se perdi 6 entr e l as
nubes, rumbo a la Ciudad de las Brumas.
Él Dr . L ara iba a ser r elevado de su cargo de Jefe
I nter in o d e las tr opas d e Sandino, puesto qu e co n toda
seriedad desempeñ6, cual si s e tr atara de u n vi ej o mi ­
litar.

SANDINO Y SUS IDEAS POL ITICAS


Au nqu e Sandino, antes y d u r ant e su campaña, m a­
nifest6 ser l iberal, su s tendencias ideol6gicas siempre
f u eron d e sabo r comuni st a y l a d i visa r oj inegr a q u e
adoptaron su s hombres hace ve r a las claras qu e sus
i deas tendían más bien al bolcheviquismo. E n 1933 en
documento suscrito por él el 5 de Febrero, con el t i tulo
de «Exposición. al Periodismo>, Sandino hizo pr ofesión

O EL CAL VA RI O DE LAS SE GOVI A S


de f é d e su s ideas nacionalistas. % l a s t odo s estos b r o­
tes ideológicos no tuvieron nunca arraigo en su espi ritu
ínquieto , y su p ersona cambi ó fr ecuentemente d e p ar tido,
según las conveniencias se lo aconsejaban.
A pesar d e las ideas d e ex termi ni o qu e p r edomina­
ban e n Sandin o y en su s l ug artenientes, con los conve­
n io s suscr ito s s e su spendiero n l a s d ecapitaciones y l a
d estrucció n d e l a p t opiedad , en af anes d e engañar al
Gobi ern o y a l pu ebl o N icaragüense haciéndoles cr eer
q u e se d edicaba n p o r en ter o a l abra r l a ti er r a y a

De i zquierda a derecha se v e a Jo s delegados d e Sandino,


Señores G r al . Ji oraci o P o rtocarrero, J) r . Ped r o, José í epeda, Don
Salvador C alder<>n Rausirez y e l Mi ni str o S r . Salv atierr a.

b uscar el or o d e nuestros r íos viend o com o hacer caer a


los incautos qu e q uisieran entrar en negociaciones con él.
As í e s com o se f orm ó l a (cooperativ a d e Wisvilí, verda­
der o b l uf f q u e t endí a a estafa r a lo s mismos 1>ombres
qu e ej er cían e l pod er : b l uf f q u e se puso d e Jnanifiesto
cuand o l a Guar dia Nacional en ti ó a lo s r eductos d e Han­
d i no, después del 21 d e F ebr er o y se encontr ó co n q u e
nad a d e l o q u e se decía habí a allí.
EL M A N IF IEST O D E L P R ESIDE NT E SA CASA
E l 3 d e Y t b r et o d e 1933 el seño r P r esident e d e l a
R epública, par a «alinar l a ansiedad q u e ex i stí a e n el

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
pai s a l saber qu e Sandin o continu ab a esgr i miend o l as
armas, puestas ahora en sus manos por l a autoridad
constituida, publicó el siguiente manifiesto:
iA LOS NICARAGUENSES
<Es para mi satisfactorio poder anunciar que, me­
diante l a cooperaci6n de los dos Partidos polfticos del
pa1s y la buena voluntad del General A ugusto C. San­
dino y de sus Delegados, ha logrado mi Gobierno 'obte­
ner la pacificaci6n de la República.
« En este paso, de la más alta trascendencia para la
vida nacional, después de los hondos quebrantos e innu­
merables penalidades que ha sufrido el pafs, se h a con­
sultado el interés de todos los nicaragüenses, procuran­
do da r lleno, en l a f orma que se ha juzgado más ade­
cuada y práctica, al anhelo general d e l a tr anquilidad
pública y la imperiosa necesidad dedevolver a las regio­
nes del Setentri6n, los beneficios de una vida de orden
y trabajo.
cE1 Presidente espera qu e cada uno d e los miem­
bros de los Altos Poderes del E stado, de las Corporacio­
nes Municipales, de las Autoridades todas de la Repúbli­
ca, lo mismo que de los p ar ticulares, la más decidida y
patriótica cooperación par a que, con el esfuerzo de cada
cual, en l a esfer a d e sus actividades, llegue a todos los
ámbitos de Nicaragua la paz cimentada con las más hala­
gadoras esperanzas, para la felicidad de la Patria y pará
e l mantenimiento d e su prestigi o como naci6n cult a y
soberana.
Managua, D. N., 8 de Febrer o de 1983.
JUAN B. SAGASA
Presidente de la República.>

De conformidad con el inciso B. de l a cl áusula 8'


del convenio de Paz, el señor Presidente Sacasa procedi6
al nombramiento de don Sofonfas Salvatierr a como De ­
legado del Ejecutivo «para representar l a autoridad ad­
m inistrativa y militar de l Gobierno de la República en
los Departamentos del Setentri6n , comprendiendo espe­
cialmente las zonas destinadas a labores de los individuos
del Ej ército del General Sandino, y también para recibir
paulatinamente las armas de éstos, etc., etc.»
Asimismo, por acuerdo N' 28É de 4 de Febrero, fué

O E L CAL VA RI O DE L A S SE GOVI AS
—458—
organizada l a D elegaci6n Pacificadora, encabezada por
el señor Ministro de Agricultur a y Tr abajo Don Sofonías
Balvatierra, la que se componía de Ia siguiente manera:
C oronel, J. Rigoberto Reyes G. N . A gregado Militar y
señores Carlos J. Teller, Gustavo Argüello Cervantes, Ju­
lián R oi z e I ngeni er o F er nand o L ar ios . Se hací a n ece­
sario esperar l a reconcentración de las tropas de Sandi­
no en San Rafael del Norte, lo mismo que la llegada de
éste a dicho pueblo, para emprender el vi aj e a ese lugar.

EL SA L UDO DE SANDINO A SU GENT E


A SU REGRESO DE MANAGUA
'Circular par a todos los Jefes, tant o civiles como
militares de nuestro Ej ércit o D efensor de l a Soberanía
Nacional de ¹ caragua.+
Queridos hermanos:
A yer r egresé a este Cuartel General Provisional y
me encuentro nuevamente a l frente de l a Jefatura Su­
prema de nuestro Ej ército, después de haberdejadocom­
pleta y satisfactoriamente arreglada la paz de ¹ c aragua.
Sírvanse Uds. al recibir l a presente circular , recon­
eentrarse inmediatamente, con todos los efectivos bélicos
que están baj o su mando o custodia, a l pueblo d e San
Rafael de l Norte, donde y o estaré con e l resto de las
fuerzas, desde el seis del corriente mes en adelante, y en
donde ustedes recibirán mi s instrucciones p ersonales
p ara todo lo concerniente a los arreglos que acaban de
finalizarse.
San Rafael del Norte ha sido la poblaci6n escogida
por nosotros para la reconeentraci6n general d e n uestro
E j ército, donde impartiremos toda clase de garantías y
seguridades; además, ya n o existen diferencias de ej ér ­
citos en N i cara gua, p o rq ue e stamos u n idos s i n cera y
realmente con el Dr . Sacasa, y nuestra palabra ant e él ,
t ien e un a influenci a p ar a ei a rregl o satisfactori o de
CUALQUE R ASUNTO QUE SE QUI ERA TRATAR.
Con el aprecio de vuestro hermano.
Cuartel General Provisional de l Ej ércit o D efensor
de la Soberanía Nacional de Nicaragua, Quint a Guada­
lupe, Febrero 4 de 1933.
Patria y Libertad
[f] A. C. SANDINO .
[Un Sello.]

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—459—

ESP E L U NA NT E R E L AT O DE L D IP UT ADO SAL AZ AR

El dí a 6 de Febrer o de 1933 ingresó a Managua el


Diputado don E rnesto Salazar de filiación conservadora,
con procedencia d e Matagalpa, ciudad donde residía, y
di6 a +L a Noticia> el siguiente reportaje, que fu é publi­
cado por dicho diario el 8 del mismo mes. Dicho repor­
taje hace ver a las claras que los lugartenientes de San­
dino no creían en pláticas de paz y que continuaban ep
su carrera d e exterminio, sin importarles u n bledo .los
convenios suscr i tos por aquél qu e ll amaban su Jefe. Dice
así el reportaj e de la referencia:
'E l dí a 4 de Febrer o en la noche, una cuadrilla de
bandoleros lleg6 a l a finca <E l Molino», situada a una
l egua de Matagalpa, sobre el camino que conduce a ' L a
Fundadora». E n ella encontraron a uno .de los mozos a
quien aplicaron tormentos espantosos. Pr imero l e fue­
ron cortando dedo po r dedo de l a man o i zquierda.
Cuando le hubieron cortado tres procedieron a mutilarle
la mano derecha, de la que también le cortaron tres de­
dos. A continuaci6n l e suprimieron l a or ej a izquierda,
rebanándol e también l a mejill a Po r último l e di eron
cuatro machetazos en l a cabeza y l o dej aron exhausto
en el corral de la finca. A l día siguiente fué trasladado
este infeliz a la ciudad de Matagalpa, en donde se hacen
intensos .esfuerzos .para. rescatarlo- de la muerte.»
Como observará el .benévolo lector estos aconteci­
mientos se sucedían a r aíz de las 6rdenes impartidas
p or Sandino, como consecuencia de lo s Convenios de
Paz suscritos con el Presidente Sacasa y con los r epre­
sentantes d e lo s P ar tidos H i st 6ricos. H ace ver e l espe­
luznante relato del Diputado Salazar, que el Guerrillero
de las Segovias no tenía verdadero control sobre su gen­
te, salvo cuando la inducía al pillaj e y al exterminio.
Entonces sí encontraba en ellos hábiles secundado-.
res de sus prop6sitos malsanos de acabar cón Nicaragua.

SANDINO Y SUS LUGARTENIENTES EN


SAN RAFAEL DE L NORT E
El dí a 7 de Febrer o de 1933 hizo su ingreso San­
dino a San Rafael de l Norte, acompañado d e los Jefes

O EL CA L VA RI O DE I AS SEGOVI AS
de su Ejército, con quienes conferenci6 en'l a hist6rica
Quinta Guadalupe.
E n San Rafael del Norte, luego de haber estado a
visitar a su esposa doña Blanca, quien como es de supo­
ner se encontraba contentfsima, pasó a la Oficina t elegrá­
fica, donde puso un mensaj e para el Presidente Sacasa,
dándole cuenta de su arribo a ese lugar, y poniéndole a
sus 6rdenes mil'hombres, que como se comprende no exis­
tfan más que en su calenturient a imaginación. También
le hacfa ver la necesidad que tenía de que se le propor­

Aqui se ve a Augusto C. Sandino al frent e de su Estado


Mayor haciendo su entrada al pueblo de Sn. Rafael del Norte.
Una columna de los suyos le presenta armas a su paso¡ y en.
do 01 montado en una mula.

cionaran vfveres, por decir que el reducido comercio del


pueblo no daría abasto p ara la mucha gente que iba a
reconcentrarse, tanto de civiles como d e militares. I nme­
diatamente le contest6 el Presidente Sacasa manifestándo­
le que girarí a instrucciones al Coronel J. Rigoberto Re­
yes, en Jinotega, a fin de que éste le proveyera de l o n e­
cesario y que el Delegado señor Salvatierra qu e iba ya
en camino se encargarfa de reembolsar al Coronel R eyes
los gastos que hubier e hecho en l a compra de las provi­
siones.
El día siguiente, o sea el 8 de Febrero, llegó e l se­

E L V E R D A D E R O SA N D I N O
— 461—

ñor Salvatie rr a y c ompañeros a J ino tega, llevando e l T e ­


sorero don G ustavo A rgüello Cervantes bajo su c ustodia
C$ 12.000 DOCE MI L CORDOBAS,. que le fueron entre­
gados al Delegado del E jecutivo, para hacer frente a l os
primeros gastos de la pacificaci6n, gastos que fueron au­
torizados por el Congreso
por la suma de C$12D.ODO
C IENTO VEINT E ) I I L
CORDOBAS, t ant o para
emplearlos en l a pacifica­
ci6n,como en obras públicas,
que Sandino dijo iba a em­
prender, de conformidad
con el Convenio de Paz.
El dí a si guiente 9 de F e­
brero, la Delegación Paci­
fista continu 6 s u camino
hacia San Rafael )el Norte
a donde llegaron 4 las do­
ce del día. Antes de salir
de Managua el Ministerio
de Fomento, po r órdenes
del Presidente Sacasa ha­
bí a 'pr ovisto al Mi nistr o se­
ñor Salvati er r a d e p alas,
picos, piochas, barras etc.,
así como d e otros imple­
inentos, para llevar a cabo
trabajos de Vialidad en las
Corone l J . Rigoberto Reyes,
zonas controladas por San­
pundonoroso militar que por varios dino.
a ños se enfrentó a las huestes de El Coronel J. Rigoberto
Sandino como Comandante del Arca, Reyes, era un elemento ex­
de Jinotega y Matagalpa. Sus im­ tr añ o e n l a o r ganizaci6n
portantes servicios lo llevaron lue.
go a la Oficina de Operaciones e formada po r Salvatierra,
inteligencia y últimamente a Jefe pero se puso a las 6rdenes
del Estado Mayor de la 6 . N . S u del Delegado del Ejecutivo,
récord de servicio lo hace merece­ cumpliendo como buen mi­
dor al desempeño de los mh,s altos
puestos militares en la República. l itar co n las 6rdenes de
sus superiores, y para es­
timul arlo en el cumphm1en­
to de su deber el Jefe Director d e l a Guardi a Nacional
Gral. Somoza, al trascribirle el Acuerdo de la designación
en él recaída deAgregado Militar, le dij o lo siguiente: «E l

O EL CALVARI O D E LA S SE GOVI AS
suscrito se siente muy satisfecho y muyhonrado por l a es­
cogencia hecha por el señor Presidente, quien lo ha consi­
derado a Ud. uno de los Jefes más prestigiados y capaci­
tados de la Guardia Nacional. En consecuencia sírvase dar
cumplimiento al Acuerdo anterior».
El Coronel J. Rigoberto Reyes, pundonoroso militar
que por varios años se enfrentó a las huestes de Sandino
como Comandant e de l Arca, d e Jinotega y Matagalpa.
Sus importantes servicios lo llevaron luego a l a Oficina
de Operaciones e Inteligencia y úl timamente a Jef e del
Estado Mayor de la G. N . Su récord deservicio lo hace
merecedor al desempeño de 16s má.s altos puestos mi lita­
res en la República.

EL MENTIDO DESARME DE'SANDINO


Como consecuencias de las perspectivas del desarme
de Sandino el Jefe de la Guardia Nacional, cr ey 6 conve­
niente d i rigi r al Comandante del Arca del Centro el si­
guiente mensaje, con fecha 10 de k'ebrero.

"A Coronel J. Rigoberto Reyes G. N.


Rn el desempeño de sus funciones como Jefe del
Arca del Centro y como Agregado Militar de la Delega­
ción encargada de atender a l desarme de lss fuerzas
del General Sandino , sírvase poner todo empeño para
evitar rozamientos entre las fuerzas de su mando y las
del General Sandino, especialmente con las fuerzas de
este Jefe, oue están pasando a reconcentrarse a San
Rafael del Ãorte.
A. SOMOZA.
Jefe Director".

Poco a poco se sabía que iban llegando a la peque­


ña poblaci6n de San Rafael del Norte las bandas de Sari­
dino, en aquellos días en qu e las mañanas eran i ntensa­
mente f r ías, y opacas por la neblina que invadía los valles
y p oblados. San R a fael d el N o r t e s e i b a l lenando d e
gente armada, que ostentaba como insignia, pañuelos ro­
jinegros, anudados al cuello. E l f eroz cabecill a Pedr6n.
Altamirano se iba aproximando por la ruta de Tomatoya,
pero antes envi6 un emisario ante el Delegado Salvatierra.
para que fuése despejado el cansino por l a Guardia Na­
cional, la que tenía colocado un retén en la ruta que l le­
vaba. L a orden fué dada inmediatamente por el Genera)
Somoza, a petición de Salvatierra, girando instrucciones

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—468—

t elegr áficas al Comandant e del A r c a Central a fi n d e q u e


la Guardia fuése retirada del lugar i ndicado por Pedrón
m ientras éste pasaba con su temible banda de asesinos y
d e su f amoso cu erp o «E l Cor o d e A ng eles,» a q u e n os
hemos referido anteriormente.
Sin embargo, a pesar de la buena voluntad con que
obr aba l a Gu ar dia, obedeciendo las órdenes emanadas del
Delegado seño r Salvatier ra, éste qu e m ás qu e D el egado
del Gobi ern o del D r . Sacasa l o er a d e su amig o y d eu do
el Guerrillero de las Segovias pretendía que los miembros
del E j ér cito N acional, destacados en aquell a zona perma­
necieran con los brazos cruzados y en completo abando­
no de sus armas y vigilancia.
Véase el si guient e t el egr am a d i r i gid o a est e respec­
to po r e l Ministro Señor Salvatierra al Comandante del
Arca. Central, con fecha diez de Febrero:
"Estoy arreglando con el General Sandino los de­
talles para ia aplicación inmediata del Convenio de Psz.
Es inrlispensable que Ud. gire sus órdenes terminantes
a las fuerzas aue están b ajo su mando, manifestándoles
QUE ES I NDE BI DO E I NU T I L TODO APARAT O BE­
L I COSO E N R ELACI O N CON LAS FUERZAS D E L
GENERAL SANDINO, y que en esta virtud, la conduc­
ta que deben observar es la de vigilantes desde sus res­
pectivos cuarteles, sin hacer ninguna demostración al paso
de las fuerzas sandinistas¡que están reconcentrándose a
este pueblo, y que mas bien olviden toda dificultad, que
una imprudencia indebida podrla suscitar. E l Capitán
Dr. bfanuel Maradiaga G. N., quien p artió a hora p ara
esa, le hará las sugerenóias, que espere Ud. sabrá aten.
derme. Sirvase acusar recibo.
SOFONIAS SALVAT I ERRA.
Delegado del Ejecutivo..

Como decimos antes, el señor Salvatierra, no er a ni


podría ser imparciaL Se sentía molesto con l a actitud
de la Guardia, que aunque a l a defensiva y si n pr ovo­
car a nadie, tenía la obligaqjón de estar oj o avizor , so­
br e las ar inas en lo s puestos qu e se l e h abían señalado
d e antemano. E n milicia n o se confía en nada, n i en
nadie, preparado como debe estar e l soldado para cual­
qui er a em ergencia.
De acuerdo con el plan de pacificación, el 9 de Fe­
brero fueron puestos en libertad, entre otros los señores
A gustín Sánchez Salinas y Alfonso Alexander, Coronel y
Capitán, respectivamente de las fuerzas de Sandino, quie-.
n es como sc recordar á fu eron capt ur ados po r l a Guar di a

O E L CALVARI O DE LAS SE GOVI A S


Nacional, cuando venían imperfectamente con bases de
paz para el Gobierno del Dr. Sacasa, pero conduciendo
también correspondencia para los amigos de Sandino en
el interior de la República.
La Guardia Nacional, aunque herida en l o hondo,
con la personerí a dada a Sandino, cumplía con los de­
s eos del seño r P residente Sacasa, haciend o tod o l o q u e
solicitaba el Delegado señor Salvatierra demostrando con
ello la disciplina de que ha dado siempre ejemplo y que
la ha hecho ser el sustentáculo de las instituciones Pa­
t r ias. A s í l o r econoci ó el pr opi o señor Salvati er r a al d i ­
rigi r e l siguiente mensaj e con fecha 12 de Febrero al
Comandante del Arca Central, Coronel Reyes:
"Aplaudo su orden de reconcentraoión de la Guar­
dia acantonada en Tomatoya. La idea es no poner nin.
g un dbstkou)o a estas aguas que van a desembocar al
gran r io de la pacificación y del respeto futuro a la a u­
t oridad oonstitutda. Esto dyurark pocos dlas, y si n o es
sible reooncentrar temporalmente la Guardia Nacional
Fe La Concordia, por lo menos oomunioarse con ellos por
c aminos di stantes de este pueblo. Y o le avisar é e l d i a
de su venida para recibir las armas.
Afmo.
SOFONIAS SALVATIERRA
Delegado del Ejecutivo,i
El ,Jefe Director de la Guardi a Nacional, aunque
prácticamente fué eliminado de los convenios de paz sus­
c ritos con Sandino, a pesar de su alt a i nvestidur a y de
la obligación en que se estaba de tomarlo en cuenta por
los Reglamentos que rigen a la institución, laboraba des­
de su Despacho para secundar lo s propósitos del señor
P r esident e Sacasa, y en ese sen tid o d i r i gi ó u n m ensaj e
con fecha 12 de Febrero al Comandante del A rca del
Centro, el cual reza así:
"Slrvase dar sus órdenes terminantes a la Guardia
bajo su mando, para hoque de ninguna manera se moleste
a los hombree que han sid o licenciados por el General
Sandino, y que més bien lo s amparen en el r egreso a
sus domicilios y establecer as i confianza par a facilitar
desarme del resto de la fuerza. Av ise estar e ntendido.
A. SOMOZA.
Jefe Director.'

Este mensaje fué trascrito al Delegado señor. Salva­


tierra, para que lo diera a conocer a Sandino y a sus
lugartenientes.

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
Si n r m t)ar g o ( l u( ata)n i( nt o d ( l a G u av(l i a a la s (>v­
(1(.n(.s d ( su s su p ( l i or(.s eva i nter pr etarlo po r el adversa­
l '10 co nl o nl l('..(lo B hl s h u c ste s sa n d l l l l sta s y ln Ás (l«. u l l a
v«z in (l ir e«tas y ( l lacotas s e 1( d i r i g ía n a l m ovi lizarm
( 'st(l s h a ( i a Ha n I ) a f a ( 1 d « l 'X o vi ( , c u a» (l o p a sa ba n p o v
l o s l )ll ('sto s (l(' h l ( l u a r d l a . I ,a s co sa s ll (' g al'o n ; l s u (' l í ­
max r u and o ( l 18 d e F ebver o ( l « 19 N las fu erzas (l e los
c ab(.( illa s R a u (i al( s y Q u h) t(,1 o (l ispar ar o n su » a r m a »
c ontr a un a p at r u ll a d e l a
G uav(lia, compuesta d e 20
números, comandad a p or
(I Hul)t«nien t « R icard o Vé­
lez l ' aiz, quien r«sult() he­
r .i(l o d e u n b a l az o ( n u n a
pier'na. L a Guar dia aunqu e
se tr ataba de fuerzas supe­
rioves luch() denoda(lam«n­
E
~ (
t( , vepeliend o a los que se
o lvidaban d e l a b u en a f é
qu «, Pn B m i )o s ca nl p o s d (' ­
llí a existi r en vi vtu(l (le los
(onvenios suscritos «n I l a­
nagua.
El c o m b at e se v( l if ic() «n
El Arrayán, luga r situado
e ntr e Ci udad A n t igua , A ­
(huap a y A p alí, (lel Depar ­
tamento d e Y u ev a Sego­
via.
E l Comand o G«i)eral d e
la Gu ar(li a pus o u n v elo
pr udencial sobre el choque
Subtenient e Ri card o V( lex ocur r id o co n l a s f u er zas
Paia a <l uie n n o s r eferimo s an te­ sandinistas po r ella s p r o­
r i orm ente, y c u y a condu ct a en l a vocado y en vez de aniqui­
Guardi a Nacional no h a dejado l ar a lo s agresoves se l i ­
nada (rue desear .
mit() a observar un a acti­
tu d p ur ament e a l a (l ( fe»­
s iva, d ( a( uevdo co n la s i n st rucciones r«cibidas po r su s
s up«I'l o v«s.
1(li('ntvas esto suce(lía, el 18 d e F ebrer o er a » (l «: pa­
chados po r segund a vez p ar a San R afael del Nor'te, ( a­
miones (;onduciendo r opas, calzado y ot vos efecto s pava
las t r opas d e Sandin o q u e se encontraban e n l a m a y or

O EL CA L VARI O DE LA S SE GOVI A S
—466—

in digenci a e n e l r eferido pueblo . N o content o co n esto


e l Delegado señor Salvatierr a solicitó por telégraf o al
Sr. Presidente mil vestidos más para ser distribuidos en­
tre la gente que ib a a licenciarse cosa qu e s e hizo in­
mediatamente.

LA DI PLOIÚ1ACIA DE L D E L KGADO SA L V AT I ERRA

El 18 de Febrero el Delegado del Ejecutivo dirigió


el siguiente mensaje telegráfico al Coronel S. Rigoberto
Reyes, Comandante del Arca Central . Veamos l a forma
en que se expresaba el señor Salvatierra:
"Cuando se llcenció la gente de Sandino, tanto éste
Jefe, en sus Cuarteles, como el suscrito frente a la Dele­
a ción, les dirigimos una arenga sobre la Paz, sobre la
raternidad, diciéndoles que de hoy en adelante ya noha­
b ra más guerra de hermanos en Nicaragua: QU E L A
PROPI EDAD Y LA VI DA DEBE N SER RE8PETADAS)
como si fuéramos una sola familia. Ellos escuchan en el
más perfecto silencio y después aplauden y se retiran
en completo orden, no sin haberles prometido antes, to.
das las garantías convenidas que hará efectivas el señor
Presidente Doctor Sacasa. Ellos llevan sus cutachas. Ios
unos, y sus pistolas los que las tienen. L a portaciónde
estas armas, podemos decir que durariL tres meses, se.
gún el convenio, y ellos desean conservarlas, s lo queyo
entiendo como un medio de defensa personal. Usted
coihprende que esta gente no tiene base para ser agre­
siva, porque l e falta el punto de apoyo de su Ej ército
que se está licenciando, y porque en ei atnbiente de la
paz, su poder se vuelve negativo. L a Guardia y la au­
toridad en general deben ser estrictamente vigilantes,
con presencia de confianza para esa gente, de modo que
ellos sientan que en la práctica, lo s ofrecimientos son
realidades, aunque entré esa gente debe de haber individuos
atrevidos, podemos asegurar que la generalidad va te­
rnerosa. L a vigilancia atrayente no está reñida con la
reprensión energira, pero discreta, de las violencias que
intentaren cometer o que cometieren. E l momento es
de mucho tino, de modo que, sin que se menoscabe el
respeto a la autoridad, se ponga en evidencia que no hay
razón para que a esta autoridad se le tenga miedo hoy
y siempre, principalmente en esta hora de difícil transi­
ción. La clara inteligencia de Ud. y su reconocida buena
voluntad en el servicio del Gobierno, le dará la luces
necesarias en cada caso. iVIuy atentamente.
SOFONI AS SALVATI ERRA
Delegado del Ejecutivo.»

Salvatierra aparece en los párrafos trascritos usan­


do de su gran h abilidad para quedar bien con los ele­
mentos antag6nicos, ri e que quería ser é l u n eslab6n.

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 467—

Por un lado aconsejaba a la gente de Sandino, prácticas


humanas y ci vi lizadas, d e respet o a l a v id a y a l a p r o­
p iedad y por otr a deseaba atraerse l a simpatí a de la
Guardia aconsejándole la vigilancia, pero si n hacer uso
de la violencia, en una hora difícil de transición como la
que estaba pasando Nicaragua. De desearse habría sido
qu e el Sr . Salvatierr a h u bi er a ab undad o en esos sanos y
patrióticos consejos cuando accionab a como el agente
más activo de l sandinismo, antes d e se r llamado a for­
mar parte del Gabinete deÍ nuevo Presidente Dr. Sacasa.

LA FARSA DEL DESARME DE SANDINO


A pesar d e qu e al Cor one l R ey es, con>o A gr egado
Militar clel Delegado señor Salvatierra, 1 c correspondía,
como el oj o de la Guardia Nacional, presenciar el desar­
m e d e l a gente d e Sandino, en r ealida d f u é un a f i g u r a
decorativa, pues com o se v er á más adelante, el gu er r i lle­
ro d e las Segovias obr ando d e mal a f é se reserv ó l a en­
trega de sólo algunas de ellas, y ninguna de las que los
revolucionar io s h o n dur eño s pu si ero n b aj o s u contr ol,
cuando d er r otados, entr ar o n al t er r i t ori o nicaragii ense.
I.os rifles, escopetas y pertrechos de guerr a quc en­
t r eg ó Sandin o y los qu c poco después f u eron t r aídos a
M anagua, causaron risa en los que los vieron, por qu e
n o se concebía que con el escaso número de ellas y s u
mal estado hukúeran p odid o accionar la s huestes sandi ­
n istas en lo s dif er entes encuen tros qu e t uvieron co n l as
fu erzas dc l Gobier no.
Queremos llamar l a atención del lector muy , <spe­
c ialmente , so br e e l p u nt o de l desarme, por qu e d e al lí
ar r anca u n a ser i e d c acontecimientos, q u e cu lm in ar on
el 21 d e I'ekirer o d e 19M . S i Sandin o a pesar d e l a es­
pecial si tuación en qu c se. hallaba hu bier a pr ocedido esta
vez correctamente, quizás el país habr ía olvidado sus
>nalandanzas anter i ores y lo s cr ím enes qu e cometieran él
y su s tr opas. I ' er o no, Sandin o y l o s q u e l o ro~lcaban
i ban t r as e l P od er , y d e a ll í q u e t odo s l o s pasos qu e
daban fu eran co n el p r opósit o d e l l egar a l a m et a ape­
tecida, confiando en la fuerza de las armas que tenían,
y las que pensaban aumentar con otras pedidas por me­
dio de Pedro José Zepeda, que venían del exterior com­
pradas con los dineros sacados po r l a fuerza a los po­
bres hacendados de las Segovias.

O E L CAL VA RI O DE L A S SE GOV I A S
—468—

Mas como era necesario llenar fórmulas, el Delegado


Salvatierra,' coa fech a f 7 de Febrero, dirigió al Coronel
Reyes, Comandante del Arc a Central el siguiente tele­
grama:
" L as columnas de l General Sandino se estk n r e­
concentrando sucesivamente. Aqui están en este momen­
to las de Raudales y Salgado. Sandino las desarma y me
las present a desarmadas, ofreciéndome entregar al Go.
bierno todas las armas, cuando se t er mine ei llcencia­
miento. Esto se lo ha manifestado personalmente y .por
mi medio el propio General Sandino al señor Presient e.
Usted comó Agregado Militar de la Delegaci6n, las reci­
bir á a su hora, en este pueblo. E sta es la forma adop­
tada. General Ssndino manifiesta reitersdamente QUE
NO SE QU EDARA CON VN SOLO Rl F L E. Atentamente,
SOFONI AS SALVATI ERRA.
Delegado del Ejecutivo' .

Se recordará que el 7 de Febrero Sandino anuncia­


ba tener mi l hombres en San Rafael, listos par a e l des­
arme, siendo lógico suponer que el 17, o se a diez dí as
después, tendrí a por l o menos e l doble. Si n embargo
p ronto verán nuestros lectores cuál fué l a cantidad de
armas que Sandino entregó al Gobierno.
C on todo y el engaño de que ya se hablaba en el
interior del país, el Jef e D irector de la Guardi a Nacio­
nal, Gral Somoza, dirigió al Coronel Reyes, con fecha 17
de Febrero, el siguiente mensaje telegráfico:
"Como Ud. sabe, se está procediendo a l desarme
de las fuerzas del General Sandmo en l a i orma que co­
munic6 el Delegado del Ejecutivo, don Sofonias Sslvatie­
rra, cuyas prudentes indicaciones no dudo han sido aca­
tadas y cumplidas por usted, en fo que se relaciona con
sus funciones. E s el interás del Gobierno remover todos
los obstáculos que surjan para la complet a pacificacion,
y especialmente por que quiere qu e sean efectivas, si n
ningun granero de duda, las garantiss y concesiones
ofrecidas a la gente del General Sandino. Si rvase usted
ordenar a todas las fuerzas militares de su dependencia,
que en cumplimiento de lo pactado, deben cuidadosamen­
te evitar actos de hostilidad de la Guardia contr a i ndivi ­
duos licenciados, co n pistolas, machetes o desarmados,
quienes más bien deben sentirse amparados po r ella,
r eservando únicamente las medidas de reprension p ar a
los casos inevitables y bien justificados, pues ese es elmejor
camino que ha adoptado el Gobierno, para el pronto r es­
t ablecimiento de la paz y verdader a reconciliacion e la
familia nicaragüense. Acuse recibo.
A. SOMOZA.
J efe Director " .

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—469—

L A A M N I S T I A D E C R E T A D A P O R E L C O N G R E SO A
F AVOR DE SANDINO Y SU GENT E
D e conformidad co n e l inciso [a] de la cláusul a 8<
del Convenio d e Paz, suscrito por Sandino y su s Dele­
gados, así com o po r l o s R epresentantes d e lo s P ar tidoS
H ist6ricos, e l Congreso de l a R epública expidi 6 e l si ­
guiente Decreto, que fué trascrito a Sandino, por e l De­
legado Sr. Salvatierra, con fecha 18 de Febrero de 1983.
Helo aquí:
«DELEGACION DE L E JECUTIVO E N L OS
DEPARTAMENTOS DE L SE TENTRI ON
San Rafael del Norte, 18 Febrer o de 1988.
Sr. Gral. Augusto C. Sandino.
Presente.
Para su conocimiento y para que Ud., a s u vez, lo
h aga conocer de su Ej ército, que se está licenciando de
conformidad con el convenio de paz. firmado e n M ana­
gua el 2 del corriente, trascríbole el siguiente Decreto:
'E L P RE SI DENT E D E L A REPUBLI CA;
a sus habitantes:
SABED:
Que el Soberano Congreso ha ordenado lo siguiente:
«EI. SENADO Y CAMARA D E DI PUTADOS DE fiüA
REPUHI.ICA DE NICA.RAGUA,
DECRETAN:
A r to. 1' — Conceder am ni stí a am plia, por d elito s p o­
l íticos y comunes conexos con ellos, cometidos en ,e l p e­
ríodo qu e se comprende de l 4 de Mayo de 1928 hasta
la fecha, por los individuos del Ej ército del General Au­
gusto C. Sandino, que ya hubiesen depuesto l a s armas
y que las depusieren dentr o de quince días de l a pr o­
>nulgación d e est a l ey ; i guahnent e gozarán d e l b enefi­
~ ;io de l a am nistí a los qu e pr ometi eren a l G en era l San ­
«lino deponerlas dentro de tres meses, contados desde el
2 d e F ebr er o cor ri ente, incluy end o t a m bién a cien p er ­
s onas del m encionado ej ér cito, qu e podr án. conservar su s
armas temporalmente con arreglo a l c r iteri o de l Poder
Ejecutivo.

O E L CAL VARI O DE L A S SE GOVI A S


—470—

Arto. 2' — También se concede amnistí a p ar a aque­


llos qu e mi litando a l as 6rdenes del Gobiern o consti­
t uido, hubieren cometido d e litos militares, políticos o
comunes conexos con ellos, con ocasi6n de su s activida­
des militares, durante el período comprendido del 4 de
Mayo de 1927 al 81 de Diciembre de 1982.
Ar to. 8' — Asimism o quedan com pr endidos en eI pr e­
s ente decret o de am nistía, los nicaragü enses q u e g u ar ­
d en cárcel o hubiesen sido expatriados por cooperaci6n o
prejuicios de cooperaci6n, con las actividades del Ej érci­
to del Gr al. Augusto C. Sandino.
Arto. 4' — Las autoridades de la República procede­
rán a poner en libertad en sus respectivas jurisdicciones
a todos los que estén comprendidos'en la presente am­
nistía, poniendo las constancias en las diligencias que se
hubieren incoado, y sobreseerán definitivamente en las
causas pendientes o concluidas por sentencia.
'Arto. 5' — El presente decret o surtirá. su s efectos
desde su publicaci6n por bando en las cabeceras Depar­
tamentales.
Dado en el salón de Sesiones de la Cámara de Se­
n adores, Managua, Distrit o Nacional, 9 de Febrer o d e
2988.— Onofre Sandoval, S. P.— Cimón Barreto, S. S.— J.
R omán González, S. S.— Al Poder Ejecutivo, Cámar a de
Diputados, Managua, Distrito Nacional, 26 de Febrero de
'1988. C. Brenes J arquín, D. P.— Efraín Sequeira. D. S.
Edmundo L6pez, D. S.
Por tanto, EJECUTE SE, Casa Presidencial.— Mana­
gua, Distrit o Nacional, 16 de Febr er o d e 1988. Juan B.
Sacasa,— El Secretario de Estado en el Despacho de Go­
b ernaci6n y Anexos, Gonzalo Ocón' .
Me es grato suscribirme del señor General Sandino
'muy atto. y S. S.
(f) SOFONIA S SALVATI E RRA
Delegado del Ejecutivo en los Departamentos
del Setentr i ón ».

LA RECOLECCIÓN Y ENTREGA DE
LAS ARMAS DE SANDINO
La casa donde se alojaba AugustoC. Sandino sirvi6
a éste para i r guardando en ella las armas conque sus
s oldados llegaron a San Rafael de l Norte, y cuando se

EL V E RDA DER O S A N D I NOS


—471—

consideró que había ya suficientes elementos de guerra


con que poder hacer creer al Gobierno qu e s e entrega­
ban todas las que habían empuñado los alzados d e l as
Segovias, entonces el D elegado Sr. Salvatierr a llam6 al
Coronel Reyes, Jefe del Arca del Centro a cuy a llegada
se elabor6 la siguiente acta:
«En San Rafael del Norte, a las cuatro de l a tarde
d el veintid6s d e F e brer o de mil novecientos tr einta y
tres, el General Augusto César Sandino procedi6 a veri­
ficar la ENTREG A TOTA L de las armas qu e portaba
su ejército al Gobierno Constituído de l a República, en
virtud de la paz firmada en Managua el dos del corrien­
t e, entre los D elegados del propio General Sandino y
los Representantes de los Partidos Políticos.— En efecto,
estando presentes el señor D elegado del Ejecutivo, en
los D ep art amentos del Setentr ión, don Sof onías Salvatie­
rra, el señor A gregado Militar de l a D elegaci6n, Coro­
nel J. Rigobert o R eyes, el señor Tesorero y Colabora­
dor y Guardalmacén de la misma Delegaci6n, señores
Gustavo Argüell o Cervantes y Julián Roiz, respectiva­
mente, y el señor Doctor Pedro José Zepeda y Dr . José
Angel Rodríguez, el General Sandino hizo entrega al
Delegado, de las armas siguientes, las cuales a su vez
recibió en este mismo acto el señor Agregado Mi litar
C oronel J. Rigoberto Reyes en la forma en qu e se ex ­
presa est a acta:
ARMAMENT O E NTREGADO.— 14 rifles Spring­
fields; 55 rifles Concón; 199 r ifles Kr ag ; 23 rifles Win­
chester; 8 rifles Mausser; 28 rifles I nfumes; 8 Remington;
6 escopetas de taquear; 1 rifle Remington Cal 22, 2 R i ­
f les Mausser, (si n culata), 10 máquinas Brownings; 2
m áquinas L ewis, 3129 t i r os p ar a las ar ma s an t er i or es; 6
máquinas Thompson.
ARMAMENT O E MPUNAD O D E N UEV O POR
SAND TNO.— En v i r tu d de l Conveni o d e Paz se h a o r ga­
n izado un cuerpo de Emergencia de Cien H ombres, de
los qu e a«ompafiaron al G en eral Sandin o y p ar a an n ar ­
los sc ha n TOMADO D E I,A S A RMA S A N TE RI OR­
IIE NT E DE TAL I.ADAS, las siguientes:
6 m áquina s T h ompson, 9 r i fle s au tomáticos B r ow­
nings, 2 máquinas I.ewis, 11 rifles Springfields, 71 r ifles
Krag, 3129 tiros para las armas anteriores. [Tómese no­
t a de que la cantidad rl e tiros de que se hizo entrega a

O EL CA L VARI O DE LAS SEGOVI A S


Sandino, es exactamente la misma que él entregó].
Se entregan:
PARA LA GUARDIA PERSONAL DEL
GENERAL SANDINO
3 máquinas T h ompson, 10 r i fles E r ags; lo s t i r o s se
t omaron d e l a cantida d antes m encionada, es decir , d e
los 3129.
RI FL E S QUE L LEVA EL GRAL. ADAN GOMEZ PARA
RESGUARDARSE CO N DOCE H OMBRE S MAS, EN
S U TRAVE SI A D E E ST E PUE BL O A L A CRUZ DE
R I O GRANDE, A DONDE L A S E NTRE GARA A L A S
AUTORI DADE S DE L GOBI ERNO:
12 rifles Krag.
Además, el General Sandino DECLARA QUE EN L A
M OMTAÑA , T I EN E U N NUMERO D E R I F LES, DE
LOS L LAMADOS CONCON Y OTRA S CLASES, cuya
cantidad y estado n o puede precisar, PERO QU E D U­
RANTE LOS DOS ME SE S QU E SI GUE N D E E STA
PE CH A , l o comunicar á al Gobi erno, a efect o d e que éste
disponga l o que crea conveniente. También manifiesta
el expresado General que tiene una cantidad de dinami­
ta, en no mu y buen estado, y que la utilizará para rom­
per los raudales del Rí o Coco, para facilitar s u navega­
ción. As í mismo clice, que siendo tan poca l a cantidad
de tiros de rifle~, que posee, piensa qu e deben se r en­
tregados a los cien hombres de emergencia, que se han
armado a l a orden de l Gobierno, d e l a cual cantidad
t ambién t om ar á é l un a dotació n p r opor ciona l p ar a l a
G u ar di a P ar ticular qu e estar á b aj o su m ando , segú n se
expresa en esta acta.
El señor General manifiesta, que, en armonía de los
S INCEROS I D E A L E S PATRIOTICÓS QU E L E H AN
ANI MADO E N SU CAMPANA, las ARMA S DE CLARA­
DA S SON EI . TOTA L COXQT.'E CONTARA SU EJE R­
C ITO, armas casi toclas, que fueron conquistadas en l a
misma campaña.
En f é de lo expuesto, se firman cuatro de u n mis­
mo tenor.
(f) Augusto C. Sandino. (f) G. Argüello C

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 478—

(f) J. Róiz (f) José Angel Rodríguez


(f) I . Rigoberto Reyes.
(f) Pedro José Zeped a ( f ) Ronaldo Delgadillo.
Sr io».

Tr anscur ri eron los dos meses d e plazo, qu e o freció


Handino par a i nformar sobre las armas a que se hace
t eferencia en el acta ant erio r y a pesav d e ello, n i i nf or ­
mó nunca sobr e el par ticular , n i much o meno s h i zo en­
tr eg a d e las ment:ionadas ar mas.
El Convenio estaba herido , pues, en su p ar t e m ás
ínt im a y a qu e n o existía l a buen a f é, qu e deb e mediar

Presentamos a n uest ros lectores el Cuerpo de A u x i li ares de


Emergencia, que confor me los convenios.con Sandino quedarott
a su s ordenes. l .os pr i meros, d e pies y a l a derecha , so n F ran­
cisc o E st rada y J ua n Santo s M orales R., Jefes d e su m ay or
confianza , nombrados pr i mero y seg undo j efes de la r eferida co­
lumna . A l a i zqu ierd a se v e a v ar ios oficiales de l a Gu ardi a
Nacional, ent r e ellos al Coronel J. Rigoberto Reyes, y a su l ado
a Pedr o José Zepeda, vestido de n egr o.

e ntr e los pactantes en cualquier arr eglo qu e s e h aga, y


qu e debe tener po r base l a honradez y l a lealtad . San­
di n o q uis o escudarse hábilment e d e l a mal a f é conq ue
procedía, al declarar q uc en l a lnontatta tenía un ntímcr o
de rifles de los llamados Concón y de otras clases, cuya
«anti(lad y estarl o no podía precisar. l 'uede t;roerse, que

O E L C A I. V A R I O DE I. A S SE COVI AS
— 474—

eI Guerrillero de Ias Segovias, quien como férreo Dicta­


dor manejaba a su s tr opas, haya desconocido los deta­
lles que se le quedaron en el tintero y que fueron el
principio de la serie de sucesos que Io condujeron al se­
pulcros No l o hizo, adrede, pensando en un próximo
futuro, en usar de las armas. y pertrechos sustraídos al
Convenio, par a segui r e n su s andanzas vandálicas, que
indudablemente pensaba extender a toda la .República.

LA PROT EST A D E INGLAT ERRA POR LA AM NIST ÍA


O TORGADA A SANDINO Y S U G E NT E

Mientras a Sandino y a su gente se l e concedía


amnistía y se les daba el caraeter de autoridad, en olvi­
do de los hechos nefandos cometidos por ellos en súb­
ditos de naciones extranjeras amigas, la Cancillería Ni­
caragüense recibía una protesta del Gobierno de su Ma­
jestad Británica, por los asesinatos cometidos e n súbdi­
t os ingleses por fuerzas de Sandino. E sto se hacía no
hay duda, como una protesta de Inglaterra por el hecho
insólito de ungir con el 61eo de la inculpabilidad a un
sin número de hombres, que estaban fuera de la ley, y
que por ningún .punto debieron ser. amnistiados, ponién­
dolos alejados del alcance de los tribunales comunes.
He aquí la protesta de que hacemos mérito y que
el lector imparcial considerará en lo mucho que ella va­
le, pues demuestra que la fobia de Sandino no era s61o
contra los americanos sino contra todos los elementos
extranjeros que vivían en el país, confiados en la pro­
tección a que les dan derecho nuestras leyes.
<LEGACION BRITANICA » Managua. N 18.— Ma­
nagua, 24 de F ebrero de 1988.— Vuestra Excelencia: «Con
instruéciones del Secretario de E stado, e n Relaciones
Exteriores de su Majestad, tengo el honor de referirme
a mi s anteriores representaciones eon respecto a los
asesinatos de ciudadanos Británicos en los años recien­
tes, en la República de ¹ e aragua, y de llamar muy se­
riamente la atenci6n de Vuestra Excelencia, sobre el he­
cho de que las autoridades nicaragüenses no han logra­
do llevar ante la justicia, al asesino, en cualquiera de los
casosp los cuales han sido notificados recientemente al
Gobierno de Nicaragua. Tengo que llamar vuestra aten­
ci6n especialmente sobre los once casos mencionados
abajo:

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—475—

LUCIAN MAY.— Trabajador d e plantaci6n. Nacido


e n Jamaica. Asesinado cerca de Puerto Cabezas, el 11
de Abril de 1931.
JOH N SA L OM ON.— Trabaj ador d e 'plantaci6n . N a­
cido en Jamaica. Matado en Log Town, cerca de Puerto
Cabezas el 11 de Abri l de 1931.
WALTE R MANNING.— Trabajador d e plantaci6n.
N acido en Jamaica.— Asesinado en Log Town, cerca de
Puert o Cabezas el 11 d e A b ri l d e 1931.
HENR Y R OPER.— Trabajador d e plantaci6n. Na­
c ido en T r inidad.— Asesinado qn L o g Town, cerca de
Puerto Cabezas, el 11 de Abril de 1931.
CHARLE S E L I SE O HA SLAM — Copropietario de
Inmueble. I nglés. Asesinado en Siuna, cerca d e Guaní,
Departamento de Bluefields, el día 17 de Diciémbre' .de'
1931.
HE RBERT SEYMOUR.— Trabajador de plantaci6n.
Nacido en el Gran Caimán, Islas Caimanes, asesinado en
l a pl antaci6n d e Sula, cerca d e Pu ert o Cabezas, el 16 de
En er o d e 1932.
HERBERT LE SLI E D E VERAU X COOKE.— Ins.
pector de plantaci6n, Inglés. Asesinado en l a plantaci6n
Vaccaro, cerca de Puert o Cabezas, el dí a 5 de Juli o de
1932.
CLAYTON, AL BERT Y WI L L I E HI SLOP.— Dueños
de un Comisariato y tr abajadores de plantaci6n. Naci­
dos en las I slas Caimanes. Asesinados cerca de «E1Ga­
llo», Departamento de Bluefields, el 17 de Julio de 1932.
ROBER T A L L EN.— Capataz, nacido e n Jamaica.
Asesinado cerca de la hacienda Sula, Puerto Cabezas, el
día 16 de Enero de 1932.
Aún cuando el Gobierno de su Majestad esté ansio­
so de ser indulgente por l a situaci6n difícil de las auto­
ridades responsables, se siente obligado a observar que
1a"prevalencia de un estado sin leyes, debido a l a f alta
d el Gobiern o d e mantener e n los distr ito s ex puesto s a
pesar de la prevenci6n, una fuerza local y de policía que
podría ser considerada como adecuada, de acuerdo con
los modelos internacionales, para apresar a lo s asesinos
y su p r i mi r a los elementos criminales en l a poblaci6n, de­
be ser considerada como la causa principal que contribu­
ye al asesinato de estos ciudadanos británicos, y debe im­
plicar l a plena responsabilidad del Gobierno de Nicara­
gua.

O EL CA L VARI O DE LAS SE GOVI A S


—476—

En los casos arriba mencionados se puede obtener


amplia evidencia de los crímenes, y se ha hecho todo es­
fuerzo para inducir a las autoridades de Nicaragua a
llevar a los asesinos de estos ciudadanos británicos ante
la justicia. Si n embargo los crímenes aún no han si do
castigados. Ya que para ello no se ha alcanzado una re­
solución satisfactoria, el Gobi ern o de Su M ajestad n o tie­
ne otra alternativa que exigir en interés de los que de­
penden Qe estos hombres asesinados, el pago de una com­
pensación que él considera que el Gobierno de Nicaragua
esth. obligado a pagar conforme la ley internacional, debi­
do a la negligencia de las autoridades competentes para
proveer una protección adecuada.
Tendré el honor de dirigir a Vuestra Excelencia las
notas separ adas incl uy end o detalles en cuant o a l m on to
del reclamo en cada caso separado, con la evidencia del
hecho, que los reclamantes eventuales son «bonafide» de­
pendientes de los hombres.
En cuanto al asesinato de ROBERT . A L L EN , que
no dejó descendientes, tengo el honor de declarar que el
Gobierno de Su Majestad considera que estaría autoriza­
do para presentar también en este caso un reclamo, pero
que desistirá de hacerlo así, con el fin de evitar recargar
al Gobierno de Nicaragua con más reclamos que los ab­
solutamente necesarios.
El Gobierno de Su Majestad está enterado d e que
el Gobierno de Nicaragua ya rechazó l a responsabilidad
en el caso del asesinato de LUCIAN MAY: pero como mi
Gobierno no puede aceptar esta negativa, solicita al Go­
bierno de Nicaragua que reconsidere el asunto. Pr ro si
éste no está aún en actitud d e hacerlo así, el Gobierno
de Su Majestad será obligado a.pedir e l sometimiento a
un ar bitramento de éste y todos los otros reclamos si­
milares.
Logr o la o po rt u nidad pa ra re novar a V uestra E x ce­
lencia las seguridades de mi más alta consideración.
(f) LEONARDO H. LEACH.
A su Excelencia el Señor Dr. don Leonardo Argüello.
Ministro de Relaciones Exteriores.
Managua».
Esta nota fué contestada, haciendo notar el .Minis­
t ro de Relaciones de Nicaragua Da Ar güello, a l d e Su

E L V E R D A D E R O S A N D T N O
—477—

Majestad Británica, que los hechos apuntados no podían


imputarse a incuria del Gobierno, puesto qu e los deli­
tos cometidos se realizaron en lugares despoblados, sien­
do los quebrantos sufridos por los súbditos de Su Majes­
t ad Británica, fatalmente el resultado de la naturaleza y
las circunstancias o sea de una fuerza mayor, constituída
e n desgracia nacional, que había alcanzado po r igual a
t odos los habit antes d e Nicaragua . M an ifestab a qu e n o
se trataba de delitos cometidos dentr o de l área de las
poblaciones en que se mantenía el orden, sino de críme­
nes perpetrados en lejanos sitios, en situaciones an6ma­
las, donde solamente se impone la violenci a implacable
de los hechos. Que pára evitar esto, se insinu6 a l os
súbditos extranjeros residentes en despoblado, l a conve­
niencia de abandonar temporalmente su s domicilios, co­
mo medida de precauci6n, del mismo modo que lo hicie­
r o n m u l ti tudes. de connacionales, r econceñtr ándose a si ­
t ios d e m ayor segur idad , d ond e l a acci6 n m i l itar y d e
policí a podí a pr otegerlos d e m an er a i nmediat a y eficien­
t e. B i e n sabid o es, dij o nuestr a Cancillería, q u e n o es
factible, aún para las naciones mejor organizadas, man­
tener a sus ciudadanos, en todas las ocasiones, en el res­
peto del derecho y l a equidad; y que era por es o qu e
n o cabí a d en tr o d e las r egideces d e l a 1 6gica y de la
justicia, imputarle a un E stado todos los actos dañosos
de sus nacionales.
.Nuestra Cancillería neg6 por consiguiente a la Gran
Br etañ a el r ecurs o ev entual d e ar bi tr amento, co n r es­
p ecto a lo s casos apuntados, rechazando l a n i ngun a r es
ponsabilidád de la República en los crímenes cometidos
por las tropas sandinistas.

MENTIRAS Y MAS 4/IENTIRAS


E l dí a antes de f i rm arse e l act a d e l a en tr eg a d e
l as ar mas d e Sandino, el D el egado señor Salvati er r a d i ­
ri gi 6 d e l a man er a m ás campant e al Sr . President e Sa­
casa, con fecha 21 d e F ebr ero, el si guient e t el egr ama:
«Hoy mismo le envié dato de las armas. E L DE S­
A RM E E S TOTA L y n o quedará más fuerza que la
obediente al Gobierno. E l A gregado Mi litar , Coronel
Reyes, vendrá mañana de Jinotega con un destacamento
de l a Gu ar dia, p ar a conduci r ar mas. A t entamente, amigo

O E I. CALVARI O DE LAS SE GOVI A S


—478—

de usted.— Sofonias Salvatierra, Delegado del Ejecutivo».


Hemos hablado de lo campante 'del mensaje del se­
ñ or Salvatierra, porque n o podi a ocultársele a él n i a
nadie, la farsa del desarme llevada a cabo po r Sandino.
— Los hechos evidenciaron más tarde la verdad d e este
aserto, que el D elegado del Ejecutivo estaba obligado
a hacer ver a su mandante el Presidente Saeasa.
Como prueba de la mala fé con que se procedía y
de que el desarme no se había efectuado, un a banda
sandinist a ar mada, llegab a e n eso s d í as a l a hacienda
Santa Rosa del señor Cipriano Vilchez, en jurisdicci6n del
Ocotal, robando cuanto encontraron en l a casa, viéndose
o bligad o su p r opietari o a d i r i g irse al señor Salvatierr a, a
fin de que éste buscara los medios de qu e las fuerzas
sandinistas fueran reconcentradas por su Jef e Sandino.
La banda iba encabezada por el famoso cabecilla Roque
Vargas, apodado «E l Tunquero», por s u especialidad en
cortarle las manos a sus victimas, separándoselas com­
pletamente del cuerpo, como en venganza de haber su­
fr id o él u n a mu tilaci6n en el b r azo i zquier do.
Tr es días después d e l o r elatado, otr a b and a San­
dinista hizo irrupci6n en el establecimiento d e comercio
d e don Eduardo Quintana, comerciante domiciliado en
Somotillo, de donde se llevaron varias cosas qu e cr eye­
ron les serian útiles, en cuenta una Ortof6nica y varias
docenas de botellas de cerveza. E stas bandas sran de
las ya desarmadas, que volvían de San Rafael del Norte
de entregar sus rifles, pero que portando pistolas y ma­
chetes, que el Delegado señor Salvatierr a habí a gestio­
nado p or qu e se les d ej ar an, continuaban haciendo d e l as
suyas, poseídas del espíritu comunista, que se les habi a
a rr aigado . H a y qu e hacer constar q u e esas pistola s y
r ev61veres .p ertenecian a los pacífico s comerciantes y
propietarios de las Segovias, que en distintos lugares y
fechas habían sido despojados de sus armas po r l os
hombres de Sandino, de las que ahor a s e valían para
continuar en su obra vandálica.

SANDINO EN SAN RAFAEL DEL NORTE


Volvamos los ojos a San Rafael de l Norte, y nos
vamos a encontrar en la plaza de ese pueblocon el Gue­
rrillero de las Segovias, en traj e de campaña, sombrero

E l , V E R D A D E R O S A N D I N O
—479—

tejano cle alas anchas y alta copa, rodeado en s u base


con un a an gost a f a j it a d e cuero, botas altas, p antal6n
kaky de montar, saco de gabardina crema, camisa de la­
na gris, gr andes espuelas, y bufanda y pañuelo negro
anudado al cu ello . T a l l a pose del h om br e qu e por tan­
tos años intranquilizó a su país y a quien sus panegiris­
tas pintaron con brillantes colores que estuvo muy' lejos
cle tener, como en el presente libro se testimonia.
En l a plaza del r ef er id o pu ebl o se estab a verifican­
clo una parada militar en honor de Sandino, y l a Corte
de los Milagros, pintada por Eugeni o Sue, en Los Mis­
terios de P arís, er a pálid a ant e aquel conj unt o ab igar r a­
do de hombres carentes de moral y con aspecto de faci­
nerosos, qu e u n dí a d e t antos se p resentaro n com o sal­
vadores. de Nicaragua, cuando más bien contribuyeron
con sus hechos a que la intervenci6n continuar a en su
paro, para salvaguardar los intereses extranjeros. E sta­
ban allí los auxiliares de emergencia, que se habí a r e­
servado Sandino, y los que ya uniformados y pr ovistos
de sus armas, formaban la guardia de éste, que ufanolos
presentaba a sus compañeros, como una señal de l é x ito
obtenid o en los convenios d e paz.
El Delegado Salvatierra, que veía en todo aquello
su obra, se hallaba al lado de Sandino cuando éste pro­
nunci6 u n discurso a sus hombres, y luego di rigi6 al
señor Presidente Sacasa un mensaje ' telegrhfico con f e­
cha 22 de Febrero d e 1988, el c ual r eza así:
"Señor Presidente, Dr. Juan B. Sacasa:—En estos
momentos, en parada solemne, frente al edificio en que
reside esta Delegación, el General Sandlno ha dado a re.
conocer la autoridad del Gobierno y a los cien hómbres
de Emergencia de uue habla el Conveniode Paz. El Gral.
Sandino les dijo públicamente que desde ahora e n ade­
lante era el Gobierno del Dr. Sacasa quien los mandaba;
que l a bandera r oji negra desaparecia, porque ya se
babia acabado la guerra, y que sólo portarisn la bande­
ra nacional. Los clgen hombres estaban ya uniformados.
Respetuosamente—Soionias Salvatierra —Delegado
del Ejecutivo".

F íjes e e l ) ecto r en l o qu e Salvatierra , sob r e


e sos cien hombres decía al Dr . Sacasa, y no al Jef e Di ­
rector de la Guardia Nacional, en cuyo nombr e obraban
como A u x i li ares d e E m ergencia, notándose p erfectamen­
te el deseo manifiesto que había, de no tomar par anada
cn cuenta al a Instituci6n, que cnnfoime sus Reglamentos

E L V E RDADERO S A NDI NO
—480—

control a todas las armas de l a República, iniciándose


desde entonces un estado de cosas que lleg6 a su clfmax
c uando el 91 de Febrero d e 1984 el President e d e l a
República, inconsultamente, nombraba al j efe sandinista,
Gral. Horacio Portocarrero, Delegado del Ejecutivo en
los cuatro Departamentos del Norte. Confiesa palmaria­
mente Salvatierr a e n dicho telegrama, qu e las bandas
sandinistas llevaban po r insignia la bandera r oji-negra,
distiritivo como se sabe del comunismo ruso; bandera
que por varios años simboliz6 el dolor de las Segovias.
D e allf salió Sandino con sus hombres par a el l u ­
gar llamado Wiwili, punto situado en la margen derecha
del Rfo Coco, yendo hacia el Norte, en el Departamento
de Nu ev a Segovia. E n est e l u gar p ensab a d edicarse,
según dijo, a cultivar la tier ra .y a establecer l avaderos
de oro, pero la verdad es que escogi6 ese punto, como
lugar estratégico, no apartándose de su mente la idea de
predominio que lo obsesionaba y que haciéndolo caminar
a tientas y a ciegas, lo llev6 a una cafda definitiva.

CURIOSA CARTA DE SANDINO A LA ESPOSA


DEL DOCTOR BARAHONA:
Habiendo sido expulsado de Nicaragua por e l Go­
bierno del General Moncada el doctor Humberto B ara­
h ona, por su s doctrinas influenciadas de comunismo y
por sus escritos peligrosos para la paz de l a República,
se estableció el Dr . Barahona en la hermana República
de El Salvador, desde donde mantuvo correspondencia
con Sandino. F irmada l a paz, la esposa d e B arahona
escribi6 una carta, con fecha 10 de Febrero, a Sandino,
suplicándol e int er pusier a su valimient o ant e el Presiden­
te Sacasa a fin de que fuer a reconsiderado el ex traña­
miento de su esposo. A esta carta contest6 el Guerrille­
ro de las Segovias de la manera siguiente.

"Bocay, Rio Coco, Las Segovias de Nic.


C. A„ Mareo 1ñ de 1988.
Senora doña L idia de Barahona,
Managua, Nicaragua.
Mi distinguida señora:
H ast a ho y m e p er mi t o el place r d e contesta r su
carta lechada el 10 de Febrero del año en curso.
Grítame seiiora, que su marido para mí es un HER­

O E i . C A r. VARADO D z r, A S S Z G O V i A S
— 481—

MANO EN EL I DEAL , y que jamas podria ser indiferen­


te s s u su erte: par ~ CON PEN A L E MA NI FI E iT O
QUE NUESTRO GOBIERNO TODAVIA NO ES AUTO­
N OMO. PORQUE EXI ST E L A I N T ERVENCION POL I .
TI CA Y ECONOMI CA, que no podr á desaparecer mien­
tras los Gobiernos pertenezcan a Partidos determinados,
Sin embargo, pienso que por conveniencia del mismo Go­
bierno, se darán las órdenes para la repatriación de nues­
tro dinámico doctor Barahona.
Soy I NDEPEN DI ENT E DE L GOBI ERNO y la psz
se firmó para evitar el regreso de la intervencion armada
que apenas estaba detrás de li puerta, esperando r e gre­
sar antes de un año, .porque se imaginaron que continua­
riamos la guerra entr e nosotros mismos; eso es todo mi
a preciable señora. ES E E S E L SECRETO PO R E L
CUAL NO SALGO DE L NORTE . PAR A ESTAR PEN­
DI ENT E D E TODOS LOS MOMENTOS QUE SE PR E­
SENT E L A OPORTUNI DA D D E R.ESTAURAR TAM­
B I EN NUESTRA I N D EPENDENCI A P O L I T I C A Y
E CONOMI CA . PRONT O VERA L A L U Z U N MA NI .
FI ESTO' QUE H EMOS LANZADO A L MUNDO.
Supongo que hsbrá observado que. LOS COMPO.
N E N TE i9 D%i L A P A RT F i M I L I T A R D E L P A I Si QU E
OPERARON A L I ADOS CON LOS I NVASORES, CON­
TI NUAN SI ENDO NUESTROS ENEMIGOS.
Estas cosas me tienen triste, como lo está también
su marido; pero CONFI AMOS QUE L A JUSTI CI A NOS
DAR A I NSPI RACI ONE S PAR A LOGRAR LA' EFEC­
TI VA I N DEPENDENCI A D E NI CARAGUA.
Muy sinceramente le ruego mandarle la presente a
nuestro doctor Barahona, y, por medio de estas mismas
letras, va para ól 'mi abrazo fraternal, y para Ud., mi se­
ñora, mis respetos.
Patrie y Liberted.
(f) AUGUSTO C. SANDINO.
(Un sello)".

Sandino creía, inducido quizá por sus amigos, que


al aparecer como independiente del Gobierno, la idea de
PODER que, lo repetimos, obsesionaba su mente, le per­
mitiría la libertad de acci6n que ambicionaba para llevar
a cabo el plan qu e y a bul lí a en su cer ebr o d e tomar en
su mano los destinos de la Naci6n. Cr eí a eludir el cog­
noment o' d e tr aidor , con qu e podí a se r señ alado a l v ol­
ver a empuñar las armas, y l e importaba mucho conser­
var su buen nombre por el concepto en que sería tenido
dentro y fuera del país al saberse lo que proyectaba.
Por est a raz6n Sandino no acept6 personalmente
n ingún cargo, echando e n olvido su s pr etensiones de
obtener los tres principales Ministerios e n e l Gobierno

O E L CA L VA RI O DE L A S SE GOV I A S
— 482—

del doctor Sacasa, así como el control militar que aspira­


ba se l e concedier a a su s hombres. A f i r m ab a Sandino
que si había firmado la paz era para evitar el regreso de
la intervención armada que apenas estaba, decía, detrás
d e la puerta, esperando la ocasión de que continuar a l a
lucha entre Íos nicaragüenses.
Este pá rr a fo revela con p e rfecta c lari dad, que S andi ~
no estaba convencido de que la presenci a d e la s f u er zas
de ocupaci6n en N icaragua se debí a al estado anormal de
la República. Tenía, pues, conciencia, d e que si en un
principio él hubiera suspendido sus actividades bélicas
m ediant e u n h onr ad o y p at ri6tico entendi miento co n el
Presidente Moncada, las tropas intervencionistas habrían
desocupado Nicaragua.
La falacia del «Guerrillero de las Segovias> debe re­
c ordarse en el telegrama del 21 de Febrero, que el D e ­
legado Salvatierra dirigi6 al Presidente Sacasa r eferente
a las armas en tr egadas po r Sandino.
E l P residente de l a R epública cr ey 6 en e l m ensaj e
de su Delegádo, cuando éste le asegur6 el desarme total,
causándole sí, extrañeza, el regreso a la Costa A tlántica
del cabecilla Adán Gómez, quien se le dij o haría el via­
je con doce hombres armados hasta Río Grande, en «u­
yo l ugar serían en tr egado s l o s r i fles a la s au t ori rl ades
del gobierno. Salvatierra, con la objeción del Mandatario,
convin o en qu e Gómez 1>aría s u r e greso po r M anagua,
a l ampar o d e las g ar antías concedidas a lo s h om bres de
Sandino ; si n e m b arg o G6me z l l ev ó a cab o c l p r oyecto
origina l d e cr uza r l a m ontañ a co n su s doc e honr bres
armados, obteniendo la venia del Presidente, de quien se
b urlaron haciendo entrega de otras que lle~aban a pr r ­
vención, p ar a armar con ellas a más g ente.
G ómez, j amás en tr eg ó lo s r i f les qu e l l evaba, u n a
ametrallador a qu e se gu ard ó y se constituyó en una ame­
naza p ar a aquel vecindari o obr and o ap ar entenrent e «on
independenci a d e Sandino, per o e n e l f ond o si guiendo
la. consigna d e su j ef e y serror .
Un a vez más pr eguntamos al lecto r i m p ar cial, p r o­
cedía Sandin o d e buena f é cuand o h i zo en tr eg a d c l as
armas, u obraba subrepticiamente para dar cima al pr o­
yecto qu e acariciaba d e contr ol ar , en u n f u t ur o cercano
la República ! D ejamos al lector que conteste, con con­
ciencia recta y espíritu sereno.

E L AT E R D A D E R O S A N D I N O
—488—
CARTA REVELADORA DE SALINAS DE AGUILAR
AL DR, LARA
En nuestro d eseo d e hacer luz sobre los trascenden­
tales a contecimientos q ue s e d esarro llar/ n a r a íz d e l a
v enida d e Sandino a Managua, aparentemente co n e l
prop6sito de hacer la paz mediante la entrega de las ar­
mas que controlaban su s hombres, publicamos a conti­
nuaci6n los fragmentos de un a carta que desde Costa
Rica dirigi 6 don Norberto Salinas de Aguilar al doctor
Escolástico Lara, por la que se ve que lo quemenos ha­
bía en tales momentos era buena fé y que de lo que se
trataba era de dar largas al asunto, viendo de sacar l as
mejores ventajas de aquella especial situación. Véanse los
fragmentos de la referida carta, en traslaci6n fiel :
San José de Costa Rica, 9 de Abril de 1933.
Sr. Dr. Escolilstico Lara,
León.
Nicaragua.
Mi querido doctor:
". . . . . . . . . . ., También le informo que por la misma
fuente supe, que el Departamento de Estado s e había
dirigido, por medio de su Ministr o en Managua al Dr .
Sacasa, insinuándole la convenienda de un cambio de
Gabinete, para darle participación a nuevos elementos
que han surgido como factores importsntesen la política
y que son indispensables para la conliaaza de su Gobier­
no, dentro y fuera del Pata; que Guerrer o Montalván
saldrá para los Estados Unidos a negociar un entprés­
tito de 2.000,000 de dolares, que está y a e n principio
aceptado por los banqueros, con la condición de que el
Gobierno de Nicaragua mantenga las directivas del Ban­
co y F errocarril en New York; las Aduanas bajo l a su­
ervigilancia en que se encuentran, y que consten)an so­
icitar cuando ellos—los banqueros lo crean conveniente
-« l Gobierno de los Estados Unidos el nombramiento
de un consejero o experto financiero que lo asesore para
estudiar la adecuada inversion de los fondos públicos; y
la cuantla e importancia de las reclamaciones de lndole
económica
Si los datos que anteceden son veridicos los q ue
no dudo RL DR. SACASA LLAMARA A UD., fN DISCU­
T I B L Elli E N T E . A CO f A BORA R R N S U A O RI E R N O,
P UE S L AS I N DI CACI ONE S D E L DE PARTAMENT O
DE ESTADO SON OR DENE S PARA NUESTR O GO­
BI ERN O Y DESD E AH OR A DE BE N D E H ABER
CAMB744 0 CON UD. LOS SACASAS SU CONDUCTA
H URAÑA POR LA LABIOSI DAD Y E L ABRAZ O H I ­
POCRI T A QUE LE S CARACTERI ZA. H a y que tomar­
los como. son y aprovechar cuanto se pueda de ellos.
En v>sta del rumbo que parece va a tomar la po­
lítica en Nicaragua, donde es casi seguro qu e T OME

O E L CALVARI O DE LA S SE GOVI AS
— 484—

PARTI CI PA CI ON E L SANDI NISMO, dije hoy en l a r a .


diodifusora URA de H er edia, en trasmision que hoy do­
mingo a las 4 pm. se dedicó a Nicaragua y qu e co n to­
da segutidad se escuchó en Managua, la conferencia que
le adjunto y le suplico la haga publicar en " E l Centroa­
mericano", "El Cronista", y "El Eco Nacional". Vea que
se publique eso; tome todo su empeño, porque además de
ser orientación, ES 'DF. ACERCAMI ENTO AL GOBI ER­
NO DE SACASA, COSA QUE PARA NUESTRA VICTO­
RI A F UTURA NECESI TA MOS.
(N f.) SAL I NAS DE AGUI LAR.»

Curioso en demasía resulta el criterio del joven Sa­


linas de Aguilar, quien picándoselas de enemigo de la in­
tervenci6n americana,se refiere con regocijo a la colabora­
ción que el D r . L ar a t en dr í a en e l Go bi erno de l doctor
Sacasa, una vez que el Departamento de Estado hubiere
insinuado el cambio de gabinete. Los ditirambos patrio­
tas desaparecen a cada paso ante las realidades, y así es
como el acercamiento de Sandino al doctor Sacasa se con­
sideraba como un medio para colmar los deseos de mando
que abrigaba el primero.
Esta es la verdad escueta, y los lectores de este libro
fuer a de Nicaragua, tendrán qu e conveni r con nosotros en
que la figura de Sandino no es la pintada po r sus pane­
gi ri stas, sin o l a de . un individu o m ediocre, desor bitado,
conver tido en símbol o en aquellos días en que l a p ol ítica
de los Estados Unidos era otra, y no la del Buen Vecino
que iniciara después Roosevelt, con aplauso de la América
entera, de completo respeto a todas las naciones, por dé­
biles que fueran. E sta política reparadora del actual Go­
bernante de los Estados Unidos, ha hecho más po r doe­
t ruir la figura de Sandino que cuanto pudier a decirse en
c ontra de las ideas que éste sustentaba. Sandino n o di 6
lib er tad a Nicaragua, como sus admir adores lo dicen. San­
dino, al con tr ario , r et ard6 la l ib eraci6n d e l a P at ri a con
los horrendos hechos que realizó, y que hemos patentiza­
do de manera incontrovertible, no los fueron contra ciu­
dadanos estadunidenses sino contra súbditos de diferentes
países, pr incipalment e de la Oran Br etafla, como lo dimos
a conocer en la nota que publicamos, enviada po r e l r e­
presentante de aquella gran naci6n a nuestr a Cancillería.
Esas nuevas orientaciones de la política americana, acor­
des con el espíritu de libertad que hoy impera en el mun­
do, son por las que Nicaragua se vi6 libre de intervencio­
nes extrañas, contribuyendo en mucho los esfuerzos he­

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
chos en ese sentido po r o t ros países d e H i spanoamérica
que han ay udado a que plasmen las ideas que se in cuba­
ron en el genial cerebro del Presidente Roosevelt.

CARTA DEL DOCTOR BARAHONA A SANDINO


Con motivo d e l a pa z suscrit a e n Managua entre
Sandino y el Gobi erno del doctor Sacasa, el doctor H u m­
berto Barahona que se hallaba exiliado en E l Salvador,
dirigi ó una carta con fecha 15 de abril, al antes Guerri­
llero de las Segovias, de la cual estractamos los siguien­
tes párrafos:
"M i estimad o Generab
.. . . . . . . . . .. Se comprende perfectamente que mi cri­
t eri o r especto ds su actitud es eventual. SUJET O QU I ­
ZA S A M ODI FI CA CI ONE S POSTERI ORES, pues no
podria, sin incurri r en ligereza, pronunciar un juicio con­
cluyente, hasta no conocer y examinar 'a fondo las causas
qu e l o obligaron a suscri bi r el v erg onzoso document o d el
2 de Febrero úl timo. Como quier a que sea, lo esencial
e n este instante es mirar hacia el porvenir y no haci a el
pasado, y mantenerse firme, hasta morir EN L A NUEVA
LUCHA QUE USTED VI SLUMBRA.
Ya v e usted que me he hecho veterano en el des­
ti er ro , pues casi l a m i ta d d e m i v i d a l a h e pasado en 01;
pero abriao la certeza de que L OS SUCESOS QUE EN
BREV E ÖCURRI RA N E N NI CARAGUA, ME L L EVA­
RAN AL L A PARA SI EMPRE."

Que Sandino vislumbraba un a nueva lucha y que


en br eve ocur r i r ían sucesos trascendentales en Nicaragua,
nos lo esth diciendo el doctor Barahona en los párrafos
trascritos.
Sandino contestó a Barahona con la siguiente carta:
"San Rafael del Norte, Mayo 27 de 1988.
Sr. Dr. Humberto Barahona,
San Salvador o Costa Rica.
Apreciable hermano en la patria:
"El 17 'del corriente en momentos que sali a para
Managua recibi su carta abierta, fechada en San Salvador
el 15 de Abril próximo pasado; asi mismo copias de sus
cartas al Dr. Manuel Pórez Alonso, don Sofonias Salvatie­
rra y señor Calderón Rarnirez.
Ahora bien: el 18 en la madrugada salimos de esta
población rumbo a Managua sin leer sus mencionados es­
critos; llegamos a l a una de l a noche y en aquella ciu­
dad hablB con varios hermanos de lucha¡ quienes me refi­
rieron algo de su hoj a suelta; manifestó que estaba en mi

O EL CA L VA RI O D E L A S SE GOVI A S
—486—
poder sin leerla, pero que me ocuparia de ella en prime­
ra oportunidad y que al ser cierto que me haci a vi ctima
de un in justo ataque, mi v enganza seria no contestarle ni
una sola palabra.
En estos momentos concluyo de leer su s escritos y
no encuentro nada injurioso, sino que una critica festina­
da de su parte, para mi por ciert o i njusta, por l o mismo
de no estar Ud. al tanto de los innumerables motivos que
reclamaron la Paz d e N ic aragua, S IN E X I G IR N A D A D E
N ADI E Y QUEDANDO SI E MPRE I NDE PENDI ENTE S
D E L GOBI ERN O com o l o h emos ex presado e n n u est r o
r eciente Manifiesto, el que supongo habrá leido y po r él
estará informado de los preliminares de paz. L a prensa
de aquellos dias publicó nuestra contestación a don Sofo­
nias Salvatierra, indicándole que el doctor Sacasa no de­
beria perder la oportunidad de un entendimiento con. nos­
otros, porque asi lo exigia Ia salud de Nicaragua.
Como Teosofo que es usted,' tiene )a obligación de
s aber que todo ser humano tiene una misión que llenar . . .
Y , el Dr. Sacasa, en esta vez está cumpliendo la suy a . . .
desde el momento que pact ó con nosotros C ONTRA L A '
VOLUNTA D DE L DE PARTAMENT O D E E STADO,
qu e t uv o l a i lu sión d e v erno s dest r u i dos en tr e nosotr os
mi smos mediant e los of recimientos qu e i n di rectamente nos
hicieron de elementos bélicos, barcos y diner o para com.
batir del primero de Enero en adelante, al Gobierno que
surgiera en Nicaragua. Por otra parte, Ud. sabe que esos
dias el Congreso de Nicaragua trataba de aceptar un em.
préstito de dos millones de dólares, para que el Gobierno
c otnbatier a n uestr o ej ér cito . M edit e U d . sobr e est e p el i ­
gro que nos amenazaba y que como de mi parte no fuó
iceptado, aún todavia existe la amenaza, porque esa es la
p oli tica dest ru ct or a qu e los E stados Unidos de N ort e A m é
rica h a u sado con nosotros . P o r esa razó n n o m e ex t r a­
n ará el pronóstico de usted, cuando dice la caida del Dr .
Sa casa.
No he renunciado a los derechos de ciudadano y mi
PROGRAMA ESTA EN PI E Y N O L I Q UI DADO como
lo piensa Ud . Si n embargo, no es sólo mío el deber de
sacrificio por la Patria, y usted está en la oportunidad de
poner en práctica un consejo de dejarse matar, Y O MO­
R I R E PERO E N L U CH A A BI ERTA, BUSCANDO L A
CORONA CI ON D E NUESTROS I DEÁLES, pero no me
suicidaré por obstinación,
Quiero agradecerle a Ud., más reposo y mayores
o bservaciones en el desarrollo de los acontecimientos de
Nicaragua; como teósofo tiene l a obligación de conocer
los consejos de Soroastro, hij o de Sarabatista, fundador de
la Teosofia,
Por otra parte, mientras usted huy e llamarse CO­
M UNISTA, yo lo declaro al Universo entero, con toda l a
fuerza de mi ser, que SOY COMUNISTA RACIONALI STA.

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 487—

Rudgole aceptar en union de s u apreciable familia


el abrazo fraternal de este su hermano en la patria
Patria y Libertad.
(f) A. C. SANDINO.»
(Un sello.)

EL CO M ENT ARIO D E L A PRENSA NACIONAL

Ante semejante fárrago dé disparates, dichos par el


hombre que por tantos años atrajera l a atenci6n de los
nicaragüenses, quienes l o veían con los hermosos ropa­
jes conque cubrían sus desnudeces los simpatizadoresde
d entr o y f u er a del p aís, salt 6 u n editori alist a d e « L a
Pr ensa», publicand o e l 8 d e Ju nio, el si guient e n otable
trabaj o sobr e Sandino, qu e vino a poner en evidencia
los oropeles conque antes se le presentaba y en los que
muchos cr eían ve r or o p u rí simo . D i ce así do n C r i stin o
Paguaga Núñez, autor de l notable editorial de l a refe­
rencia:

'LOS IDOLOS NO DEBEN DE HA BLAR


Los que hasta ahora habían tenido a Sandino co­
mo un oráculo de tanto portento, que cuando él hablaba
se extremecía la montaña, han experimentado un a gr an
desilusión. Desde que Sandino baj 6 a la ciudad, nos lle­
v a di chos, n o pocos dispar ates. E n su m anifiesto al U n i ­
v erso-Mundo nos hab16 de Moisés y de los Farahones y
de no sé cuántas cosas más, con tanta ignoranci a de l
asunto que uno se pregunta: donde leería este hombre
semejantes cosas'
S e m e aritoj a qu e Sandino, en su afán d e d arse un
liger o b ar ni z d e cu l t ura, d e sacudirs e e l mu sg o d e l as
montañas, ha devorado l i bros, sin tener un a base para
c imentar su cultura; ha leído sin método, y en lugar de
ir, de lo conocido a lo desconocido, ha hecho su camino
a l a i nversa. S u cerebro , n o ej er citad o en l a g i mnasi a
clel espíritu, no ha podido asimilar ideas fundamentales,
y d e ah í l a congestión d e ab surdos qu e r evelan su s M a­
nifiestos, y úl ti mamente la carta al doctor Barahona.
Me gustaría que salier a por ahí, u n audaz,u n bárba­
r o, capaz de ex plicarnos eso d e COMUN I ST A R A CI ON A ­
I.Í STA . Y o le he dado vueltas a las dos palabras ésas y
me declaro incapaz de captar su significado. Eso me r e­

O EL CA L VA RI O DE LAS SE GOVI A S
— 488—

s ult a d emasiado f u tu ri sta. Qu e habr á qu er id o deci r el


héroe . . . v Sería interesante una glosa de ese logogrifo.
Ser COMUNISTA RA CI ONALI STA. Pero qué demo­
nios quiere decir esos Qué mal traducci6n rusa nos brin­
d6 ese maridaje absurdo que resulta de las dos palabras;
S abemos l o qu e qui ere ' deci r comuni sta, y sabemos lo
que significa racionalista. Pero esas dos palabras casa­
das son una cosa amorfa, insustancial, inexistente.
Otr a r evelación ha sido la declaración d e Teósofo
que hace Sandino. Sandino metido. a Te6sofo. Sandino
en astral . Sandino en los siete planos.
Voy a averiguar porqué latitudes anda ahora Gabriela
Mistral, que tan fervorosa fué de la causa de Sandino, y le
voy a enviar u n recort e de esa carta, suscrit a po r S andi­
n o . Gr and e admiración va a ser l a suy a y m ayúscul o su
apuro al querer i nterpretar esas bellezas. Confieso que
yo he admirado a Sandino como guerrillero, porque cr eo
que no cualquiera burla l a saña con que l o persiguieron
a pié, a caballo, e n aeroplanos, con rifles, con ametralla­
doras, con bombas, las fuerzas yankis. Sandino será un
t i gr e en su montaña. E r a el señor del risco y de l a b r u ­
ma montañosa. Fué el genio de la encrucijada. Allí si fué
altiva y henchida de rebeldía la palabra de sus ametralla­
doras; pero el Sandino metido a político, el Sandino que
pr etend e l evantar cátedra, no s est á resultando absur do.
La montaña no ha podido ser n unca escuela n i u niversi­
dad. L a naturaleza es un libro abierto; pero no se apren­
de en l a montaña la ciencia de la política. Desde la ciu­
dad, Maqúiavelo, se ríe de la montaña. Y Zoroastro . . ... P
No hablemos de Zoroastro.
E l lider del APRA en el Perú; Haya de la Torre, le
habló a su pueblo con palabras sabias. Pero, qué gracia.
Si venía de la Universidad de Oxfor d. . . . . . . .Este es un
pueblo de suspicaces, un puebl o de maliciosos. U n pu e­
bl o que ríe de todo . A qu í nadie admir a a nadie, y a v e­
ces los que pretenden venir a enseñar salen aprendiendo.
A prop6sito de esto, recuerdo ahor a un a anécdota
de un estudiante nicaragüense de L a Sorbona, compañe­
ro de Monsieur Herriot, actualmente Ministro d e Finan­
z a en F r an cia. H ace poco Mr . H er r io t p r eguntab a a u n
d iplomático nicaragüense por su antiguo compañer o de
La Sorbona, que fué un prodigi o d e estudiante. D e be
ser allá en Nicaragua, una gran personalidad, pr eguntó
Mr. Herriot . No . Mr . H erriot , contest6 e l diplomático,

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 489—

<;omo ese qu e Ud., cree qu e es u n genio, hay mu chos en


mi ti er ra, y superi ores todavía.
'Este es un pueblo de intelectuales. Aqui nadie co­
mulga cotl ruedas de molino.
Al guien m eldecía que en otras latitudes todos esos ab­
s urdos se l e p er donarían a Sandino . P er o aquí nb . A q u í
un a p al abr a ma l di cha: u n "l apsu s li ngue", u n di sp ar ate,
dan al . traste con el porvenir político de un hombre.
Si y o fu er a amig o d e Sandin o l e daría este consejo:
«No hable. H ágase entender po r serias . Vu élvase mono­
silábico . S i l e escriben y ti en e qu e contestar ; b ú squese
un Secretario . A cuér dese qu e Maquiavelo, n o pi erde una
sóla d e su s palabras. Y sobr e todo, olvídese d e Z oroas­
tr o y cl e los Siete Planos>.
El ar tícul o cl el p eriodi st a P aguag a Nú rl e z causó
en N icar agua h i l ar ida d g en er al, p or qu e sup o i n t er ­
pr etar su au to r el senti r d e los nicaragüenses co n r es­
pecto a l a f i g ur a d c Sandino, d e l a qu e otr or a se t u vie­
ra u n concept o cl if er ente.

TR ET A M A L U R DID A D E SA NDINO
Como se lra visto, <l c su s m ej ores y más vi ejos sol­
< la(los, San<lino sa«;> los cien hom bres d e las Fu er zas de
E nl(,r<~en<;ia, qu e fu(;ro n p uesto s b aj o l a s ó r denes d e
Fr ancia<;o E str ad a y J uan Santos Mor ales. Sandin o q u i­
s o ap ar (,«;;1 si n ni rlgúrn cargo, par a p onerse a cu bi er to
<te la responsal>iii<«ad que l e lrubi era cabido en cu alquier
1<:t<> («u<) <;j«;;((tar;In las r<>feri(las fuerzas, per o a nadie se
lc ( scapa qu e cualcsquier a que f ueran lo s j efes inmedia­
tos <l«, las nl (n<!iona(las tr opas, (.l v er dader o con tr olador
<lc <.llas < ;ra < 1 propio S an(lino, q u ien c re ía p oder r e ti ­
rara< 1 la v id a <;ivi l y conver tirse en u n pacífico ag ricul­
tor , <;o n s(>lo l)on( rs e (",1 tr aj o de l l abri ego, con el qu e,
»11('vo ( l»<'.i»ato, qu(',l'Ía a pal'(!cer' a nte pl'opios v e xt rallos;
p«r o (l('. »a<la l c servían t ales tr etas, por qu e olvidándose
< l( s(1 «>a«><.l, <;o»ti»nab a g i r an(l o ci rculares y ór <lenes a
s»s vi<!j<>s <!<>mpaü)e)os, entr e los qu e iba n in cluiclos — fí­
j<;s<; 1>i<'» (<1 lector — los mismos j efes d e l as F u erzas <l e
l' nl(',1'g(»l<liar, q (l(! a«)ar'(',(!ían (!n l )u l' o (!anl o u f l ag e, com o <l e­
«>en<ii<;nt(!s <.lirectos <l( l l 'r esi<lente Sa«asa.
Y u n a pr ueb a i r r ef utak)l< (l e ello, l a t enemos en el
<l<)! u»I, >)t<>, <«ue e n s( g»ida tr as<.1 ibimos, < n tr aslación
fi<.1 y qu(' <lice así :

O E I. C A I V A DI O I) E L A S SE GOVI A S
—490—

CIRCULA R A L OS HERMANOSN
GENERALE S PE DR O A L TAMI RANO, "FRANCISCO
ESTRADA," UMANZOR, "MORALES," GONZALEZ
IRIAS Y CORONELE S TOMAS BLANDON, ABRAHAM
RI VERA, SOCRATES SANDINO Y RAMON RAUDALE S:
Hermanos:
Como ustedes tienen presente, el General E strada
y Cor onel R iv er a an daban e n M anagu a co n comisión
especial q u e se les encomendó , co n el f i n d e conseguir
la man er a de qu e lo s 100 hombres armados qu e tenemos
en el Río fueran dignos de la mayor confianza de parte
del Gobierno, PORQUE NE CE SI TAMOS QUE SE NOS
TENGA ESA CONFIANZA PARA E STA R E N CONDI ­
C IONES DE PROCLAMAR E L CA NDI DAT O PRE SI ­
DENCIA L D E NUESTRAS SIMPATI A S . .. etc., etc.
No obstante los muchos enemigos que todavía t ene­
mos alrededor del Gobierno, sin embargo el doctor Saca­
sa di ó mu y bu en a acogid a a nuestr a Comisión, y convino
e n qu e los pagos que son M I L C I E N T O Y RI CO D E P E ­
SOS MENSUALES para los cien hombres, sean pagados
con toda oportunidad cada mes, y qu e proporcionarán
100 uniformes mensuales para que cada uno de los 100
hombres viva con los diez cincuenta mensuales que les
corresponden como rasos y los Jefes C8 20.09 pesos. Na­
tur almente qu e si se pagar a cocin a por cada uno de nues­
t ros muchachos, los tales diez pesos n o alcanzarían p ar a
sostener también familia.
El Cor onel R iver a que f ué Comisionado p ar a t r atar
la cuestió n d e establecer t r abajo s d e cortes d e m adera,
chicle, y h ule, mediant e u n em préstito cle cien mi l có r do­
b as, que el Gobiern o n os prestar á par a pagarlo s d en t r o
de tres años, fr acasó en s u comisión, por qu e nadi e com­
pra ni madera, ni chicle, ni hule en eÍ extranjero.
Sin embargo, el Gobierno nos ha proporcionado una
cantidad de provisiones, machetes y o t ro s i m plementos,
para que establezcamos un Comisariato, y qu e nuestros
cien hombres allí comprarán con los diez pesos mensua­
les su alimentación, lo mismo que los otros, quienes se de­
dicarán al cultivo de cereales y l avar or o.
As í mi sm o Ud s . saben q u e t e níamo s establecida
nuestra Fuerza de Emergencia en Santa Cruz, en E l Ga­
rrobo, en Hocay y e n Sang, po r l a esperanza de es­

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—491—

tablecer los antes dichos tr ab ajos.


Pues bien: no obstante los ofrecimientos de lealtad
y si ncer idad m u tu a en tr e nosotro s y e l G obi erno, h ay
g entes que le inyectan desconfianza de nosotros al Dr .
Hacasa, y po r eso el m encionado doctor m e decí a de qu e
establecerán un destacamento de Guardias con un Radio
en Santa Cruz, y que nuestra primera escuadr a estuvie­
ra en Wiwilí.
Por mi parte, y creo que merecerá s u aprobación,
he dispuesto dirigirme al Gobierno, rindiéndole las gracias
por la atenci6n que prest6 a nuestra comisi6n, diciéndo­
le qu e vamos a r euni r a nuestros cien h om bres de emer ­
gencia en sól o W ivi lí , y qu e nos den l a estaci6n d e R a­
dio, con t od o y s u T elegr afi sta, p ar a qu e n o t enga ól ne­
cesidad d e poner e l tal destacamento en Santa Cr uz, por­
qu e eso compr endemos qu e serí a d e m alo s r esultados
par a nuestr a g ent e civi1 de esa zona.
Estas son mis disposiciones por durante estos dí as
que no permaneceré en San Rafael del Norte, esperando
dar la feliz bienvenida a mi hijo. D urante ese tiempo no
es difícil que haga un viajecito a Managua, para poner más
s 61idas las cosas e n p r ovech o d e l a g en er alidad . En
cualquier caso yo les escribir é dándoles cualquier clase
de noticias, y SI L A S CIRCUNSTANCIAS L O E XI GEN
E STARE RAPI DAMENT E E NTR E VOSOTROS. L o
qu e en esta cart a se m e escape en decirles, e l G en er al
Estr ada, Coronel R iver a y m i h erman o S6crates les aca­
baran de aclarar.
También quedan entendidos que en toda l a regi6n
del Río Coco y sus afluentes habr á la s má s ex trictas
gar antías, y e l G en er al Pedr o A l tamir an o qued a nombr a­
do m i R epresentante P ersonal en B ocay y tod a aquella
región; por lo mismo toda orden de solicitud que llegue
del General al Comisariat o o a l a F u erza d e E m er gen­
cia, deberá ser rápidamente acogida y despachada como
si fu er a a m i mi smo.
Ya el General E strad a tien e instrucciones conclu­
yentes y un libro de organizaci6n, par a qu e cad a uno
q u e v ay a ll egand o a l campament o p r incipal d e Wiwii í ,
ir á reconociéndolos. Estas son cosas, como dejo dicho pa­
ra mi entras r egreso, e i gualmente qu edan con l a o b l iga­
ción de comunicarse con el Mayor Rafael N . Altamirano
y todas las gentes del Chipote, indicándoles lo que dej o

O EL CA L VA RI O DE LAS SE GOVI A S
— 492—

ordenado pava mi en tras r egreso. R ecibi d m i abrazo fra­


ternal.
Quinta Guadalupe, 2 d e May o de 1933.
Patria y Libertad
(f) A. C. SANDINO».
(Un sello)

La anterior cir cular er a g i r ada tres meses después de


haber izado aparentemente la bandera de la paz entre las
fuerzas contendoras; y la mala fé conque obraba Sandino
no se le escapar á a nuestros lectores, por apasionados que
ellos sean, después de leer los documentos que aquí pre­
s entamos, y que una vez más lo decimos, están a l a or ­
den de quien quiera verlos en la Oficina de Operaciones
de la. Guardia NacionaL E l Jefe Supremo d e las Sego­
vias se vestía con piel de oveja; per o a pesar d e la habili ­
dad con que quizo proceder, los documentos que l e fue­
ron captados revelan, de manera palmaria los propósitos
que bullían en el cerebro de Sandino de constituirse en
el futuro, en amo y señor de Nicaragua, cosa que quizá.
habría logrado si los vigilantes oj os de la Guardi a Na­
cional n o h u bi eran seguid o su s pasos y cor tándole el ca­
mino, en el moment o en qu e ib a a cor onar su s aspiracio­
nes con el control de los cuatr o Departamentos de las
Segovias, qu e en h or a menguada le s f uero n concedidos
por q uien nO tenía faculta d al gun a d e hacerlo , mu cho
menos tr atándose d e aquellos departamento s e n d onde
el f uro r de l Sandi nismo h abía causado l a r uin a d e ellos.
Preguntamos a los hombres desapasionados que es­
te libro lean, procedía Sandino de buena fé o iba siguien
d o u n camino , q u e se habí a t r azado , e n p r opósito s d e
controlar e l Poder d e l a RepCiblica> E stamos seguros
d e qu e su f all o ser h desfavor able p ar a aquél qu e u n d í a
a Pareció con l os r opajes d e l ibertador d e s u Pat ria, en
deseos de conquistarse las simpatías del mundo, no sien­
do m@s que un ambicioso vulgar, que marchitó los lau­
reles co n qu e p ud o t er mina r s u carr era, si ol vidándose
de que era poli tico de parroquia, hubiera continuado des­
empeñando el papel de salvador de su Patria, y éndose
a cualquier parte de la América, el día siguiente en que
l os mar inos americanos abandonaron a Nicar agua. P er o
no, j uguet e d e los p olíticos qu e l o r odeaban, éstos toma­
ron a Sandino de mampara, y quisieron aprovecharse del
nombre que habia conquistado fuera de Nicaragua. para

EL V E R D A D E R O S A N D I N O,
ver d e contr olar el P oder d e l a R epública, forcejeando
cada cual por ser el pr eferido del Guerrillero de las Se­
g ovias par a se r ungido con la pseudo Presidencia de
la República, p er o qu edand o é l y P edró n co n el p oder
efectivo de las armas, que habría convertido a Nicaragua
en un verdadero campo de A gr amante, con el tr iu nf o de las
i deas comunistas qu e germinaban e n Sandino y s u s
hombres, y las cuales hemos dado a conocer en el curso
de este li br o.

ESTACION D E RADIO MAL VISTA PO R SAN DINO

La Gu ar di a Nacional, deseando ej ercer l a vi gilancia


necesaria e n lo s lugares fronterizos a donde Handino
operaba, iba a poner una estación de radio en el punto
llamado Sant a Cr uz, p er o Sandin o qu e n o qu erí a t ener
cerca ojos qu e l o vi gilaran, se d i r i gi ó a l P r esident e Sa­
casa, manifestándole su descontento, y pidiéndole solucio­
n ar e l asunt o d e conf or midad co n su s deseos. A u n a
pr imer a contestación del Presidente si gui ó otr a d e San­
d in o qu e motiv ó l a si guiente cart a t elegráfic a d e l M an ­
datario, la cual reza así:
«N~. 1 — Depositado en C asa P residencial: 7 :45 am.
11 de Mayo de 1933.
Recibido en Ssn Rafael del Norte: 11:00 am.
12 de Mayo de 1938.
Al General Augusto C. Handino:
Refiriendome a su mensaj e d e ay er : I ndudable­
mente ha dado usted a mi telegrama anterio r u n alcan­
ce que está lejos de corresponder a los buenos propósi­
tos que tuve en mir a al dir i glrselo.
Estoy bien penetrado de la conveniencia de mante­
ner la fuerza de Emergencia en el Río Coco, y no dudo
de la lealtad de ella par a mi Gobierno; que al contrario, la
considero como una efectiva garantia. E l establecimiento
de un pequeño resguardo en Santa Cruz, con su oficina de
Radio, no debe por un momento de considerarlo como un
acto de recelo. Su objeto es de darle importancia a este
puerto fluvial y que a la vez la Fuerza d e Emergencia
tenga contacto inmediato con las autoridades de la Repú­
blica v fácil medio de comunicación. Además, de esa ma­
nera, las Fuerzas de Emergencia y l a Guardi a Nacional
se acost u m b r ar án po r el f r ecuent e t r at o d e con si d er ar se
como hermanos p soldados de una misma Patria, depen­
dientes d e u n m t sm o Gobi er no, ob l igados en tr e sí a pres­
t arse mutua cooperacion . Confío en que acogiendo mi
punto de vista desistir á Ud. de la idea de entregar l as
armas, para lo cual apelo a sus sentimientos patrióticos
y a la buena voluntad que le anima, par a cooperar con
mi Gobiern o y por e l bi enestar d e l s República, de lo

O E I. C A L V A R I O DE L A S S E G O V I AH
— 494—

que estoy ampliamente satisfecho.


Con mis votos por su bienestar y ei de su apre­
ciable esposa soy su slIlcero amigo
JUN B SACASA.
Presidente".

Por haber s ido interrumpidas a drede las comunica­


ciones, por l a gent e de Sandino, este telegrama no fué
recibid o sin o hast a el di a si gui ente por s u destinatario.
Tal silencio hizo que el Presidente Sacasa dirigiera un
nuevo mensaje telegráfico a Sandino ql que dice así:
~Depositado en Casa Presidencial: 7:30 pm. del 1a
de Mayo 1SSa,
Recibido en San Rafael del Norte: 7:40 pm. del 1$
de Mayo 19$L
A Gtal. Augusto C. Sandino:
La tranquihdad del país y la necesidad de que de­
mos una finalidad patriótica al plan que concebimos al
suscribir la pacificación de la Rephblica, son motivos po­
derosos para que Ud. se mantenga siempre en contacto
eon la Fuerza de Emergencia de> Rio Coco, ya que Ud.
es un intermedio valioso para solucionar amistosamente,
aún las mismas dificultades que usted contempla con la
Guardía NacionaL
No ha y ntnghn peligro de que el Resguardo de
Santa Cruz pueda echarse sobre la Fuerzade Emergen­
cia ya que la Guardia Nacional tiene instrucciones espe­
ciales mias de considerar esa fuerza como parte inte
grante del Ejército Nacional dependiente de un mismo
Gobierno, con la obligación de prestarse cooperación mu.
tua, para bien del pais. Ya he dado órdenes terminantes a
la Guardia Nacional que no obstaculice en nada el uso
de las bestias que tiene en su poder la Fuerza de Emer­
gencia y abrigo la esperanza de que no ocurrirá ningu­
na dificultad sobre el particular. Como de sus telegra.
mas deduzco que mis propósitos no han sido bien inter­
pretados, juzgo que es oportuna una entrevista personal
que Ud. me propuso para mejor comPrensión de nues­
tros puntos de vista. Esper o me induiue con oportuni ~
dad la fecha cuándo pueda tener el gusto de verlo, avi ~
sándome si pretiere avión o si desea le mande un carro,
Reiterándole las protestas de mi sincera amistad, y con
mis deseos por su bienestar y el de su señora esposa,
soy su afectísimo,
JUAN B. SACASA
Presidente".

Como se ve en el primer t elegrama, el Presidente


Sacasa se r efiere a un a idea emanada de Sandino, de
e ntr egar las ar mas, puestas e n m anos de las T r opas d e
Emergencia, a sabiendas éste de la benévola actitud del
Mandatario en todo lo referente a él ; actitud que ha he­

E f. V E R D A D E R O S A N D I N O
—495—

c ho creer a muchos en un a i nteligenci a exi stent e en t r e


ambos, desde antes de que el doctor Sacasa ll egara al
Poder. E sta idea ha persistido aún después del desapa­
recimiento de Sandino, por la ayuda pecuniaria y las pre­
bendas que el Presidente Sacasa continu6 dando hasta
el ú l tim o dí a d e su A d mi ni straci6n , tant o a l seño r Sal ­
vatierra, como a Zepeda y Calderón Ramírez, al pr ime­
ro en bien r emunerados tr abajos tipogr áficos conectados
con la Lotería Nacional, al segundo, con un Contrato de
F ósf oros, en conexi6n co n un a casa d e México, y al t er ­
cero en l a r cpresentaci6n diplomática, que s e quiso si­
guiera teniendo en el país azteca, después de los aconte­
cimientos del 21 d e Febr er o d e 1934, y qu e p o r decor o
t uvo qu e r enunciar é l d c m aner a i r r evocable. E st o si n
contar co n mu lt itu d d c hechos ai slado s q u e hacen p en­
sar en l a e x i stenci a d e u n a entent e cO r dia l en tr e el
Guerrillero de las Segovias y el ex-Mandatari o Nicara­
güense, siendo la actitud que mantuvo el Presidente Sa­
casa para con la Guardia Nacional, hasta su salida, una
p rueb a pued e mu v bie n aducirse e n c o r r oboraci6n d e
este aserto.

LA OBSESIO N D E SA NDINO CO N T RA
L A G U A RDIA NA C IONA L
Sandino no apartaba el índice de la Guardia Nacio­
nal, y obstaculizaba s u paso, y pr etendía eliminarla
de cualquier modo, para la feliz realizaci6n d e sus sue­
ñ os de mando. S u hostilidad haci a esta Institución se
t ocaba d e bu lto , y p rocurab a concentra r co n tr a el l a l a
animadversi6n de todo el país a f in .de destrui r el Ej ér ­
cito Nacional, qu e considerab a como el verdader o sostén
del Gobierno.— Véase, como prueba de l o qu e decimos,
e l sig uiente párr af o d e un a cart a qu e di r i gi ó Sandin o a
Francisco Estrada, Primer Jefe de las Fuerzas de Emer­
g encia, residente f.n Santa Cruz, el día 24 de May o de
1933.
"San Rafael del N orte, May o 24 d e 1988.
Señor 6 enera l F r an cisco E st rada
Sant a Cr oa.
Querido hermano:
La situación de Nicaragua es la siguiente: La Guar
dia Nacional es enemiga de) gobierne y D E NOSOTROS
MI SMOS, por qu e es una in sti t uc ión c ontr a ria a l as l e yye s

O E L CALVA RI O DE LA S S E G O V I A'i
Constitución de la República; ha sido creada de u n Con­
v eni o dentr o del Pa rtid o L i beral y Conservador p o r i n di ­
caciones de la intervención norteamericana; est a Guardia
tacitamente se considera superior al Gobierno, y e n es o
consiste que muchas veces no sean acatadas la s órdenes
del Presidente.
Patria y L ibertad
lf ] A . C. Sandino"
IUn sello)

Que Sandino recurría a l a calumnia par a despres­


tigiar a l a Guardi a Nacional, l o p rueba las muchas
veces que estuvo resguardado por Ia mism a Guardia, y
la que a pesar de los insultos que recibiera de su parte,
tascaba el f r eno, e n ob edienci a a l as órdenes recibidas
por sus superiores.

L A SEG UND A V IS IT A A L A C A P IT A L
HEC H A PO R SA NDINO
El <Guerriller o de las Segovias» consecuente con
l os deseos manifestados al m andatario, d e hacer un vi aj e
al i nter ior , par a tr atar p ersonalment e d e v ar io s asuntos,
p ar a un a m ejor compr ensión d e los p untos d e vist a q u e
a mbo s su stentaban, lleg ó a Managu a e l silbad o 20 d e
Mayo por la tarde, Í>ospeda~ndose en casa de su deudo
y amigo, don Sofonías Salvatierra.
E l doming o 21 circul ó po r l a ci udad l a n otici a d e
qu e ese dí a habrí a un a r eunió n en l a casa donde hospe­
daba Sandino, y por iniciativa de éste a la qu e concu­
rrirían obreros, estudiantes y profesionales a fi n de dis­
cutir asuntos que se decían serían decisivos. Di«ira reu­
n ión n o se ll ev ó a cabo po r r azones q u e enseguid a se
indican , resolviend o en tonces San<lino <iar a l a P r ensa
Nacional l a siguient e declaración:
< DE CI iAP>AGI O X E S A I~ A I H E NSA XA Ci I O N A I i
O bedr.',ciendo a l a sinceridad d<.. nu<'.stros a<.tos, me
permit o manifestar a l p u eblo ni<raragüens<., po r el con­
duct o d e l a P r ensa Nacional < / c Ni<;aragua, que: el ob­
jeto fundamental ol e mi segunrlo viaj e a esta <apital, fué
e t d e <.ori<!spon<lcr a la s aspiraciones d e m u chas agr u­
paciones, <l<'s<'.osas de or ganizars<. cn u n nu ev o p ar ti do
< ienominad o AI .' T ON O Ml ST A.
I. a r eunió n <l<.bi6 efe< tual sr <.o u <~s< f in , lr<i y <l<i­

E J. V E Pi D A D K R O S A N D I N O
— 497—

mingo a las nueve de l a mañana, p er o el señor Presi­


dente d e l a República, reconsider ó l a idea y l a crey6
inconveniente, ya que el propósito de ese nuevo partido
tiende a restarl e fu erza a los p ar tidos antag6nicos: L ibe­
ral y Conservador ; co n ese motivo hemos di spuesto
regresar m añan a a las Segovias, dej and o las cosas como
están, PERO SI N DE SI STI R D E L A I DE A.
Por otra parte, nuestra idea E S INVARIABLE, con
l o qu e se r elacion a a respalda r M ORAL MENT E al D r .
Sacasa en el mantenimiento de l a tr anquilidad pública
durarite su administraci6n.
Managua, 21 de Mayo de 1933.
Patria y L ibertad
(f) A. C. SANDINO».
(Un sello).

A i a conf er enci a d e Sandino, en casa de Salvatierr a„


concur r ió, procedent e d e L e6n, el D r . E scolástico L ar a,
un a d e las personas de m ayor confianza qu e aquél tenía
y con quien conferenció hasta cerca de l a medi a noche
del sábado, fraguando quién sabe cuántos proyectos po­
líticos que por dicha no tuvieron realización, posiblemen­
te porqu e e l oj o avizor de l a Guardia Nacional estaba
puesto en ellos y no podían eludir su acci6n controla­
dora de la paz.
CONDUCT A DUA L DE L J EF E D E LAS F UERZAS
DE E M E RG ENCIA
Francisco Estrada, Jefe de las Fuerzas d e Emer­
gencia, dependiente de la Guardi a Nacional, en ve z de
p ermanecer fiel al j uramento prestado, enviaba fuer a de
Nicaragua informaciones acerca de los planes políticos
q ue tenía en mir a el Sandinismo. A ese efecto, el 30 de
Mayo, Estrada dirigía a Enrique Rivera Beltrán, residen­
te en México, un a l arg a carta, en l a qu e en tr e otra s co­
sas le hablaba del nuevo partido político, qu e Sandino
iba a formar, con la cooperación de la gran masa obre­
ra y campesina.
Para mejor ilustraci6n de lo que aquí decimos, tras­
ladamos el siguiente párrafo de la carta de Estrada, que
dice así:
"Nuestro Jef e Supremo tuvo que i r a Managua úl.
timamente, pues asi l o requerian los hechos; bl esta hoy

O EL CAL VA RI O DE LAS SE GOVI A S


—498—

más que nunca abordando una gran cantidad de problemas,


entre ellos el d e la o~ n faaelón d e u n n ueoo partido
polftlco, el c ual s erá el q ue acabará, con los s ectarismos
pasados, pues en el se fundirán todas lae entidades que
hay e n e l pafs, tales como hombree ajenoe a todos los
c hanchullos pasados, asi como Obreros, Estudiantes y la
Gran Masa Gampesina; todo esto hace temblar a los poli­
ticos profesionales, quienes se defienden a capa y espada
para no perder su ración que les dá ei servilismo."

Qué tal ! E l J ef e de las Fuerzas de Emergencia


conver tid o en l íder d e u n nuevo p ar tido, en ve z d e d e­
dicarse a l a obr a pacifist a p ar a qu e f u é cr eado e l cu er ­
po baj o su direcci6n. Se ve claramente l a perfidia con
qu e obran Sandin o y su s lugartenientes, y l o mu y l ej os
qu e andaban el los d e t od o l o qu e fu er a paz y concor di a
entre la familia nicaragüense.
Q ueremos qu e e l l ect or ' v ay a tomand o n ot a m u y
especial, de todos estos antecedentes, para que al llegar
a la hora decisiva no sufra sustos, considerando qu e el
que siembra vientos cosecha tempestades.

LA M E NT IDA COOPERAT IV A DE L RIO COCO


Sandino para engañar al Gobierno emprendi 6 tr a­
bajos agricolas en l a zona de EViwili , comprando unos
cuant os. cerdos y aves de corral y sembr ando unos cuan­
tos centenares d e cepas d e pl átanos p ar a pr opor cionar —
d ecía él — medios alimenticios a sus hombres. A est o l e
llamó sonoramente «COOPERATIVA DE L RI O COCO»,
anunciando en cartas y conversaciones, que al poco tiem­
po, dada la intensidad de los trabajos, aquella región se
ib a a conver ti r po r ar t e d e encantamient o e n u n empo­
rio de riqueza. Y todo esto fué creído po r muchos in­
cautos, y hast a e l mismo Gobernante se hacía lenguas
hablando d e la s r i quezas inigualadas d e l a zon a d e EVi­
wil í y mostr and o a su amigos enormes h ojas d e t abaco,
qu e el cabecill a d e las Segovias l e h abí a m andad o como
prueba de la exuberancia de aquella privilegiada región
de Nicaragua. Por supuesto que esto le valía al Guerri­
ll er o ay udas y d in ero, p ar a l a consecuci6n d e su s m en­
tidos trabajos agrícolas; y el entusiasmo lleg6 a su col­
mo cuando mostr 6 a su s all egados en l a Capital vasitos
llenos d e polvo d e oro, qu e dij o r ecogían su s h o m br es
en las riberas de los ríos segovianos.
Sandino y su lugarteniente, con su famosa coopera­

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—499—

tiva, lo que trataban de sembrar realmente era la intran­


quilidad entré los nicaragüenses, colno lo prueba l a for­
mación de un Tercer Partido, en qu e entrarían OBRE­
ROS, ESTUDIANTES Y CAMPESINOS; palabras éstas
con las que trataba de atraerse las simpatía de esas tres
entidades, que constituyen la fuerzas vivas de un país.
LA ESCL AV IT U D PRACT ICADA PO R SA NDINO
Mientras el "Guerrillero" y sus hombres se dedica­
ban de lleno a la política, par a que se dijera que esta­
b an l abr and o l a ti err a, encontr aron un a m an er a fáci l d e
solucionar esto, obligando a los indios Mosquitos a tra­
bajar por la fuerza. Y par a que no se -diga que es in­
vención nuestra, v éase el si g ui ent e m ensaj e t el egr áfico
del señor Presidente de la República, dirigido a Sandino
sobre el particular.
~Depositado en CasaPresidencial a las 7 pm. del 81
de Mayo de 1988.
Recibido en San Rafael del Norte a las 10 pm. del
mismo dia.
A General Augusto C. Sandino:
Las autoridades de Puert o Cabezas xne dicen que
los Indios de Masawas se quejan de que la gente de Wan­
ky llega a reclutarlos para obligarlos a trabajar en el rio.
Desearia me informara si esto procede de las Fuerzas de
Emergencia. Afectisimo amigo,
( f) JUAN B. SAL SA .
Presidente. ~

D íganos e l lector, si corrobora o no la verdad de


n uestro aserto el benévolo telegrama del mandatario a
su am igo Sandino, qu e suave y t odo, dej a ver la denuncia
q u e t ení a d e los tr ab ajos f orzados a qu e se obligab a a
esa pobr e g ente.

AL SE R M ADRE M U ERE DONA B L A NCA D E SA NDINO


La esposa del «Guer r i ll er o d e las Segovias» estaba
al da r a luz . L o s su eños rosado s d e ambo s c6ny uges
se iban pronto a realizar . E l esperado hij o iba a ser en
breve un a dulce realidad, llenando d e contento a sus
progenitores. Si n embargo la desgracia se cerní a sobre
aquel hogar, y el viernes 2 de Junio, faltando 1 8 minu­
tos p ar a las 9 d e l a m añana, falleci ó doña Bl anca a con­
s ecuencia del alumbramiento, en su casa solariega de

O E L CAL VA RI O DE L A S SE GOVI A S
— 500—

San Rafael del Norte, en donde Sandino la conoci6 cuan­


do ej er cí a las funciones d e telegr afi sta.
Hay algo qu e r evela las raras ideas de Sandino
cuando se neg6 a que su esposa tuviese asistencia médica;
ni siquiera la de una empírica que acostumbran las gen­
tes del pueblo para ayudar a su mujer e n tr ances tan
amargos. H ay algo más que revela la mente enfermiza
de Sandino: neg6 la entrada a la pieza de la parturien­
ta a la propia madre de doña Blanca, quien indignada
incr ep 6 a su y ern o di cién­
dole que con ta l proceder
ib a a matar a su hij a. E st e
le contest6 qu e l a N atur a­
leza era sabia, y qu e ella
le ayudaría a salir del pa­
so si n l a ay ud a d e n adie.
E l «Cbicbo » ador ado, q u e
ambos cónyuges espera­
ban, result ó ser u n a m uj er ­
c it a a l a q u e se pus o el
n ombre de BLANCA SE ­
G OVI A , y q uie n v i v e y
crece si n peli gr o al guno al
l ado d e l a familia de su
madre.
E L D R L ARA Y
LO M BARDO T O L EOANO
Después d e l a conf er en­
cia con Sandino, tenida por
el doctor L ar a, en casadel
M inistr o Salvatierra, e l 2 1
Doña Blanoa Araua de Sandino
d e Mayo, a las nueve de
la noche, a r aí z d e l a ll e­
gada del primero a esta capital, e l doctor L ar a cr ey6
conveniente borrar cualquiera mala impresión que de su
entrevista con Sandino hubiere surgido en e l ánimo del
Presidente Sacasa, y con este objeto se constituy6 en el
Palacio d e l a L om a p ar a dar al M andatari o l a s ex plica­
ciones de l caso, tr atando d e desvanecer cu alqui er a sos­
pecha sobre el plan que en esa conferencia habí a con­
certado con el Guerrillero de las Segovias.
S obre este tópico, y sobre otros más escribi 6 L ar a
a Sandino, cuando éste regresó a San Rafael de l N orte.

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 501—

En la carta se revelan las andanzas del Dr . I.ar a con el


entonces Ministro de Educaci6n de México, do n Vicente
Lombardo Toledano, tendientes a introducir clandestina­
mente a Nicar agua u n ar mamento, mayor qu e el facilita­
do al doctor Sacasa cuando la Campaña Constitucionalista.
Véase l a cartade la referencia, as i como otr a di rigida
por el mismo Doctor L ar a a don Norberto Salinas de
Aguilar :
León, 3 de Junio 1933.
Sr. General don Augusto C. Sandino,
San Rafael del Norte.
Mi apreciable General:
Después que nos vimos la noche del 21 d e Mayo
p do. fui al día seguido a ver 'a nuestro amigo el D r .
uan B. Sacase, a quien hice participe de la conversscion
~ , . ~

tenida por nosotro~, en relacíón con el apoyo moral que


usted se ha propuesto hacia e~L
Al principio la conversación no fué mu y cordial
sino más bien de reproche de él para ml, con el motivo
aparente de l a carta que antes le había dirigido a él
cuando usted me puso aquel telegrama de San R afael
idiéndome una entrevista porque, según ine dijo el Dr.,
a carta envolvía una amenaza.
Se cruzaron palabras de convencimiento de mi par­
te y tambien de reconvencion misa para él y terminó
por bajar su tono y simular. se debis sl asunto del ter­
cer partido, pues me dijo qu e yo estshs patrocinando
c i~rios irrupns que nn eran sino E N E M I GO S V E ST I D O S
C ON MANT O D E BONDAD refiriéndose sobre todo a
los estudiantes y q u e y n babia formulado v arios r egla­
mentos, a lo cual l e resoondia que no había metido mi
mano en eso, pero que si me habían consultado y había
dado mi aprobación. sin pertenecer, como él decla, al
grupo de los descontentos, desocupados y ambiciosos,
que según el, informan el proyectado partido. N o cr eo
que elgDr. Sacasa haya quedado contento conmigo sobre
todo porque no le bajé la cabeza y le respondi con fuer­
za. Entiendo que seguiré boicoteado por el círculo que
lo rodea, más o menos, como estuve con Moncada. Sin
embargo, yo le aprecio, lo quiero y seguireinos asi, asi,
asi, con nuestro amigo.
Paso a manifestarle algo acerca del amigo aquél
a quien recomende con una tarjeta, tratándose de un
amigo que iba a sus trabajos de la carretera. e n susti­
tución del Ingeniero Larios. Pues bien, segun datos fi­
dedignos, aparece dando informes acerca de Ud., no se
si buenos o malos, pero lo cierto es que debe Ud. cui.
darse mucho de él. No me imaginé que fuera a desem­
peñar este papel, de suyo gratuito, y ahora me explico
el porqué quitaron al I ngeniero sustituyendolo por uno
que no lo es. Ya esta por acá en estos dias, 20 de Agosto.

O E L CAL VA RI O DE L A S SE GOVI A S
—502—

P or la Prensa verá como siguen ls s cosas, sobr e


todo en la cuestion económica que nos hier e directamen­
te, base de todo lo demás. Se nota siempr e indecisión,
titubeos para i r de frente a la resolución de los pr oble­
mas y seguiremos tropezando.
Hace tres días que pasó por Corinto )a Delegación
Mexicana, al Congreso Ibero-Americano, de San José de
Costa Rica, y estuve a visitarlos por especial i n vitación
de ellos, que deseaban cruzar algunas palabras conmigo,
a instancias de nuestro amigo don Nornerto Salinas. De.
artimos largo rato a bordo g el Jefe D r. Lombardo To.
edano, Ministro de Educacion d e México, me hizo ver
la necesidad continental d e formar una Íiga defensiva,
ri n llamarse partido, de los intereses americanos o más
bien dicho, latin o americanos, cuyos trabajos y a van
a delantados, habiendo un centro en Montevideo, otr o en
el Brasíl, en México, San José de Corta Rica y San Sal­
vador, faltando el de Nicaragua, que debe se r e l centro
de actividades del I stmo, por su posicion~ demás con­
diciones. E s urgente, me dijo. y lo veo clar o y lógico,
ue el General Ssndino DE F I NA MEJOR SU ACT I T UD
ESPUES DE L A PAZ, porque en el mundo americano
se duda, y esto no convi~ne a los intereses generales, ni al
G eneral Sandino en particg ar ,
La Prensa propala tres cargos que en sístesis son:
I —Que el General Sandino EST A I N T I MAMENTE
IDENT I FI CADO CON E L DR. SACASA, y que no hara
sino lo que éste disponga.
Il — Que los americanos lo han mantenido y siguen
sosteniéndolo.
II I - Que los conservadores son aliados de le.
IV —Que su papel esta terminado no teniendo nin­
guna fuerza. Por muchos motivos, me repitió, y serht lar­
go trasladarle toda la conversación, es indispensable una
exposición, una carta o documento del General Sandino,
y esto debe de hacerse pronto. Se l e mostr ó un a car ta
que le incluimos y estuvo de acuerdo con ella, copvinien­
do en mandársela a esa población, para si lo tiene a bien
la cor r ij a, le agrega c le suprima, le haga las modifica­
ciones que juzgue convenientes y me la mande par a r e­
mitírsela a él. Yo creo muy oportuno e l paso. por las
r azones dadas y par a TENE R E L A U X I L I O QU E SE
NECESI TA , l o cual nos ha ofrecido de maner a seria,
pues este caballero no habla mucho y es f ormal. P uede
darnos uns cooperación efectiva v bastante a la HORA
DE LAS ELECCI ONES FUTURAS, y en cualquier mo ­
mento lo que se necesite si las circunstancias lo exigen.
A este r especto, q uier o q u e m e ex pl i que el l u ga r m a s a
proposito para RE CI BI R L O QU E UD . L E F A L TABA
CUANDO E STABA. E N E L CAMPAMENTO, así como
nos dijo, TODO LO QUE FA LT A E N CA NT IDA.D, MU­
C HO MAYOR DE CUANDO DI ERON E L A U X I L I O A
S ACASA Per o le dije que iba a consultarl e E L S I T I O
MAS A PROPOSIT O PA RA E L LO. Ofreci ó también
mandarnos una prensa para el periódico que necesitamos
y una biblioteca, para quien querramos, qu e par a nos­
otros sería de BOCAY.
No es mi propósito exigirle lo que sea inconvenien­
te, pero me parece que debemos aprovechar esta coyun­

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 503—

tura que se presenta y no despreciarla¡ porque, los auxi­


lios no es muy fácil obtenerlos, y aunque usted me habló
de Bu viaje a la A rgentina, aquello está mu y lejos y l a
ida de usted, quizá no sería conveniente, por lo que hay
que agotar toda la paciencia. Con esa declaración, puedo
obtener una oferta por escrito, que venga a confirmar,
si fuera necesario, reforzar lo dicho.por el en l a conver­
sacion. Como Ud. sabe, Lombardo es muy buen amigo
de Plutarco y del doctor Zepeda. Del General Calles ten­
go muy buena idea y me parece que no es u n mito lo
q u e prometa. E s mu y posible un a ve z recibid a l a
carta, que yo haga un viaje a México para acabar de de­
finir todo. Dej o a su cr iterio l a resolución de este asun­
to d e vital i mportancia. Se fueron los Delegados muy
entusiasmados y especialmente e l Dr . T ol edano; con
quien reservada y secretamente hablamos todo esto apun­
tado.
Ahora voy a darle un informe que se me olvidaba.
Me repugna hacer el papel de denunciante, per o como
estamos entendidos y debe tomar las precauciones del
caso, máxime tomando en cuenta que podemos ser v i cti ~
mas de los politicos profesionales. Me r efiero al Dr. Es­
pinosa, con quien tengo desde allá en Junio del añ o pa­
sado un pacto pc r si él llegaba a la Presidencia, por la
ví a legal; Cuantio estuvo el y e l Dr . Zepeda de vuelta
d el campamento, nos esforzamos porque entre él y el Dr .
Sacasa hubiera un buen entendimiento, habiéndonos de­
tallado todos los resentimientos con su colega, y aunque
en apariencia están bien, en el fondo no es verdad- L os
Sacasas alegan que el Dr . Espinosa no tenía ningún de­
recho de exigi r nada, porque el papel de Vice es pura­
mente decorativo ; pero st bien es verdad, habrian de
recordar lo que les ayudó y lo que le ofrecieron cuando
estaban en la duda
Me cuenta el amigo Salinas lo que supo en la Le­
gación Americana de San José, respecto a un ofrecimiento
hecho por el Dr . Espinosa a este Ministro Americano de
Managua, de acabar con la ingerencia suya, aniquilhndolo
d e una vez en llegando al Poder . Hasta donde sea v er ­
dad ésto no lo puedo asegurar ; pero a mis dudas el ami­
go Salinas estuvo por la afirma@va. L o gue si le asegu­
ro, porque pasó conmigo fué que en Noviembr e de l año
asado estuve a visitar a lo s candidatos para proponer ­
e s la pacificacion por mi parte y ante todo visit é a l D r .
Espinosa, quien al ponerle al tanto del asunto me contes­
tó que la paz no debía de emanar como propuesta por
parte del Gobierno sino de Ud., porque de l o contr ario
se resiatiría la dignidad del Prestdentc y Vice, pues sal­
drian de l a i ntervención americana para caer en la del
machetón o caudillo y le respondí que n i cien doctores
Sacasas, ni cien Rodolfos Espinosas a quienes estimaba,
me podrían convencer de que la paz no debía d e bus­
carse de cualquier manera. Después fuí a verlo y llegó
el Dr . Sacase y había cambiado de parecer¡e stando p or
c onseguir la pacificación, que deseaba i r d irectamente a
negociarla con Ud. Y sólo concateno los hechos de atrás,
con lo de ahora, y me decepciona porque no haya uno a
quien creer, siendo todo bato una tr ama d e falsías y
engaños.

O EL CA L VARI O DE LAS SE GOVI A S


—504—

Termino est a car ta con u n doloroso sentimiento


porque me acaban de avisar d e Managua el fallecimiento
de su esposa, sin más detal)es; me molesta el no haber­
le prestad o m i ayuda. L e do y m i sentid a co ndo­
lencia que Dios la baya acogido.
kraternalmente. su hermano.
(f) E . LARAs.

Dos días después, el Dr. Lar a escribi 6 l a siguiente


carta a don Norberto Salinas de Aguilar :
«León, 5 de Junio de 198$.
Sr. Norberto Salinas de Aguilar,
Managua.
Mi querido amigo:
Ha sido imposible encontrar la persona que deba ir
a ver al general y a un e l j oven estudiante en quien tenia
confianza se me ausentó sin que valgan para éllo los mu­
chos recados enviados ni mi presencia en s u casa. Por
e so le decia anteayer que hiciese l o que pueda por i r
personalmente a donde aquél, ya que se presenta la opor­
t unidad. Como publicist a sale mu y bien su llegada y
creo que quedaria bien con el amigo.
Si decide su v i aj e o sc en cuentr a a l g uien qu e sea
seguro para el fin, me lo avisa; pero de antemano, logran­
d o al Dr . que porta la presente, le remito mi cart a y la
o tra que copié yendo j untas las dos en el sobre. E n l a
carta para Méjico cambié un párrat o en vista de l o que
piensa esta gente, pues aunque se publicará por allá aqui
la leerán y y a sabemos como es esta gente de suspicaz.
Es la misma idea con otras palabras.
E n mi carta van tratados los siguientes puntos: lo
del espia, l o que usted me cuenta del Dr. R, E. [Rodolfo
Espinosa) y' el asunto de la nota que he copiado para que
Bl le haga cualquier modificacion si le parece. Seri a por
lo tanto muy importante que usted hablara personalmente
c on Bl , n o v ay a a so r q u e dado su carácte r p erdamo s el
tiempo en idas y venidas por que no le cuadre l a redac­
ción que juzgo buena y clara y de utilidad para Bl mismo.
De seguro, sobre muchos puntos va a discuti r con él
este amigo puede en su pesar largarse para [San Rafael)
Bocay y' entonces se hace bastante difici l entenderse con
Bl. Yo le hablo de otros asuntos relacionados con e l mo-,
d us yivendi y' sobre todo hay que designar e l l ugar de
lo hablado con el otro amigo. (1)
Hábleme por teléfono una vez recibida Bata para
oir lo que piensa; el camino esta bastant e bueno porque
la parte más incómoda, L a L aguna, ha sido t erraplenada
y arreglada convenientemente; los autos llegan en el mi s­
mo di a saliendo de Managua a las tres o cuatr o de la

(1) El otro amigo se refiere a Lombardo Toledano r a l lugar d onde se pen­


a abaa desembarcar l as armas que éste o frectd para el triunfo de la causa sandinista.

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
mañana, se arriba a las tres o cuatro de la tarde, no sien­
do ei pasaje tamp,eco muy caro, dos pesos por persona.
N o se le vaya a ocurri r larg rse muy pronto a C.
R, [Cost a Rica] como h a hech o o t ras veces, si n a vi sarme
con un dia de anticipsdo por io menos por cualquiera
cosa qu e se necesite . I:sn s e l o d ig o par a en i o d s ad e­
lante . A h nr a t enemos entre m anos ese v i aj e a Sn. R afael
Su siempre afmo.
[f) E. L ARA.»

La importancia de las dos cartas que anteceden no


escapará a nuestros lectores. E llas traen u n aparte de
lu z sobr e los p r on5qitoq q u Sundin o y l o s suyo s a b r i­
g aban en u n p r 6x im o f ut uro. P i n o fu er a qu e l a p al abr a
del Doctor I.ara la consideramos suficientemente autori­
zada, llegaríamos hasta dudar de qu e e l Secretario de
Educaci6n de los Estados I]nidos Mexicanos hubier a he­
cho semejantes ofre ,imientos a quienes acababan — aunque
shlo fuera en apariencia — de deponer' las,armas, .excitán­
dolos a s g ui r en ' u n a lu ch a ar m ad a qu e ib a a causar
la completa destrucción de Nicaragua. Pensamos más;
pensamos en que si tal ofrecimiento lleg6 a hacerlo el señor
Lombardo Toledano, l o hizo sin la autorizaci6n del Go­
biern o d e México, quien a pesar d e la s si mpatías d e al ­
.gunos elementos comunistas en favor de la causa de San­
dino y del éxito que algunos escritores llegaron a obte­
ner en los pueblos de América para el que aparecía como
el mantenedor de la Independencia de su País, conserv6
u n a discret a conduct a par a con Sandino dand o or ­
den de vig ilarlo cuand o estuvo en M éxico par a que no vol­
viera a perturbar la paz de Nicaragua, teniendo éste que
burlar t a l vigilanci a par a volver a l a manigua sego­
viana.
Sin embarg o nos vemo s ob l igado s a d ar a conocer
los documentos trae",,ritos, ea espera de que los hombres
que aparecen mezclados en est e asunto puedan da r su
apor te tl e ver dad, después d e leer este libr o.

LA P ROPA G A NDA DE P RENSA C O NT IN U ABA


EN FA VO R D E SA NDINO
A medida que la lenidad del Gobierno de Nicaragua
se l>acía má s p atente, con lo s convenios y concesiones
hechos a Sandino, l a agresividad de éste y de su gente
subía de punto a cada momento, y la campaña de pren­

O E I. C A I. V A R I O DE LAS SE GOVI A S
— 506—

sa, dentro y fuera de Nicaragua, se intensificaba con i n­


sultos para la Guardia Nacional, como se sabe único cuer­
po armado de la República.
El día quince de Agosto de 1988 apareció en las pá­
«inas de la revista «La Balanza+, editada en la República
Argentina, bajo la direcci6n del serror Joaquín Trincado,
un artícuÍo suscrito por el propio Sandino, en el cual de­
rrama su odio contr a l a Instituci6n Mi litar de su país,
que vino a sustitui r al vi ej o ej ér cito d e reclutas, r esulta­
do de un convenio entre los dos partidos hist6ricos, la
q ue Sandino, por si y ante sí declar a inconstitucional e
irresponsable.
He aquí el artículo d(r la referencia, que por su lec­
t ura se deduce no era de su intelecto, sino de alguno de
los que lo acompariaban o del propio Trincado, en cuya
revista apareci6:
" N I CA R A GU A T I M I D A »
Por Augusto C. Sandino.
Los nicaragüenses son impertérritos, políticos y has­
<a poetas por naturaleza. Si n embargo, el conglomerado
ue forma nuestra vida nacional, presenta a 'NICARAGUA
IMI DA, siendo her6ica.
Actuahnente tenernos u n Presidente d e corazón si n
rencores, q uien h a l ogr ad o r eu ni r en su man o las vi br a­
ciones indómitas de la Repúbli(;a, porque todos se creen
'i;on el d e recho d e i mponé rsele.
Teng o p r esente qu e ha n d i ch o q u e nuestr a a('tual
'Constituci6n por línea recta es hija l«gítima de l a i nter­
'vención N orteamericana en Nicar agua, por qu e fu(r elabo­
r a(l a e n 1911, cuand o y a e l país estaba i nt(,rvenido , y
fi r mad a po r A dolf o D íaz, quien apare(;í a en tonces eximo
Presi(lente de Nicaragua . Si n ernbarg() ((,I pot,ro) o pu e­
b lo estaba bi sorro, y lo s (:om er (:iant(,s (l(, l a rnuei te, n o
podían menos qu e elaborar l a Consritu(;i(>n qu(, tenemos,
pues aún, es mejor que cuahíui(,ra otr r, q«( (;n estos mo­
< rrentos el Congreso (l e N i caragua, pu(ti( r a r efor mar o
renovar Solamente el Partido rraciente AIJTONOMISTA,
p o(ir á elaborar pl ebiscitariament e l a Constitu«ión d e N i ­
caragua para los nicaragüenses.
Por esa r az6n pi enso qu e Nicar agu a d eb e ab ando­
nar su falsa rimi(íez, para ser l a H EROlCA SUL TANA
I)E I.OA I.A('OS.

E L V E R D A D E P O S A N D I N O
—507—

La popularidad del Dr. Sacasa en las recientes pa­


s adas elecciones, m e di ó l a clave d e n o combati r co n el
mencionado Dr.. y antes l>i<!n unir s u popularidad con
l as ener gía s d e nuestr o E j ! <ito , a m aner a d e qu e el
p uebl o nicar agü.;;use inter pr clase nuestras i ntenciones, y
que las princip>les arterias ANTAGONICA S de l a Re­
pública, a saber : Nuestro Ej ér(;ito <siempre unido espi­
r i tu almente», Guar di a Nacional, P ar tidos H i st óricos, E N ­
TREGUEN A L OL VIDO los rencores, y que todos bajo
nuestra bandera azul y blanco apoyemos al doctor Sa­
casa, al salirse de la timidez crisálida.
E l D r . Sacasa es político, y y o n o l o soy , po r cu y a
razón no conozco ampliamente sus propósitos, pero de
mi p art e comprend o qu e n i ngúrn Go bi erno, desd e 1909
hasta el p resente, h a t enid o l a opor tu nida d q u e actual­
m ente ti ene el m encionad o doctor , en el sentid o d e q u e
s in t r aicionar a nadie, puede, con l a Constitución e n l a
mano, restaurar nuestr a I ndependenci a po lítica y econó­
m ica, siempr e qu e l a t i midez d e N icaragu a se t orn e en
her oismo.
P or m i p arte, con nuestr o E j ér cit o h emos dad o e l '
ejempl o a las otras arteria s an tagónicas, desde el m o­
mento qu e hemos dicho : «H EI<il í A N O S SOMOS». N unca
se me ocrrlt ó que, y a d esarmada nuestr a g ent e muchos
d e mi s h er manos d e lucl! a t en drían qu e SE R A SE SI ­
NADOS por l a Guardia Nacional . . . . qu e po r se r i n­
constitucional es i rr esponsable.
Así h a sucedi<lo, y ho y r eposan e n calm a m u chos
de mi s már tires Jef<,s, quienes p at ri óticament e v i ni er on
a deponer su s ar mas a esta mi sm a población, po r p ! den
<tel su s r i to, en m i <;a!á<:tcr d e J ef e Su pr em o de l E j ér«i­
to I.iberrador <le Ni<;ar agua.
E l pa<r'iolisrn o <3 c l a 6 1 A I . A M E N T E L L A M A D A
4 l ' A R D! A N A C I O N A ! „ p or quo es inconstitucional , d e
N i ;ar ag:ra. y po r lo mismo E ST A FI '.E R A D E I . A I . E Y
DE I . V A I S, mi(!n<r as » o se, legali<;e, está puesto a pr ueba
< !n <'s'.os rno!nentos <.<!lnrinantes y ál gido s d e nuestr a
hiato! ia. T aml!i í n es'.é! a prueb a e l p atr ioti sm o d e l os
tales par ri<los l !istór i<:os, po! que ;< m i entender , TA AI ­
FIIE N E L I .OS, < o!n o l<i ( stamos haciend o nosotros, dc­
k !.'!'án respal<la!' y l>edi!' a n!!estr o a<,tua l G ol>ier no, el
<.urnplirni< nro <I( l !!unto «2» <l< n!lestros Convonios dc P az
del do s d e F< b!ero, riel «',rr! i«!!t< ar!o, qu < t» xiualmente
<,I 1('e:

O E l . C A l. V A l' l A 1 >l:. I . A S SE GOV l A &


—508—

« 2—El General Augusto C. Sandino, por medi o de


Sus Delegados y los Representantes de Ambos Pártidos
declara: que en virtud de la desocupaci6n del suelo pa­
trio por las fuerzas extrañas, s e abr e i ndudablemente
rana era de renovaci6n FUNDAMENTAL en nuestra exis­
tencia públi ca . . . . Que este suceso es d e v ital trascen­
dencia en nuestros destinos nacionales, y q u e . . . disci­
plinados por una dolorosa experiencia, consideran como
un cleber imperativo F ORTALE CE R el sentimiento co­
lectivo d e AUTONOMI A qu e co n unánime entusiasmo
c onmueve a lo s nicaragüenses. A f i n d e acrecenta r t a n
nobl e t endencia, lo s q u e suscriben e l p r esent e Pacto,
c onvienen en señalar como PUNTO CAPI TA L D E S U S
RESPECTIVOS PROGRAMA S POL I TICOS, E L RE S­
PETO A. L A CONSTITUCION Y L E YE S FUNDAMEN­
TALE S DE L A REPUBLI CA, Y E N MANTENE R POR
TODOS I.OS.MEDIOS RACIONALES, ADECUADOS Y
JURI DICOS, E L RESPLANDECI MIENTO, EN SU PL E­
NI TUD , D E L A SOBERANI A E I NDEPENDENCI A
P OLI TICA Y E<CONOMICA DE NI CARAGU A . . . »
Ul t imamente com o a l a Guar di a Naciona l ( i nconsti­
t ucional ) N O I . A AME' AR A N I N GUN A I . E Y D E L A R E ­
PUBLTCA, desde el momento en que está fuera de ellas,
tiene necesidad de apoyar al Dr. Juan B. Sacasa, ante.",
d e presentarse a ser una ficha jugable en el ajedrez de
las conveniencias del Departamento de Estado de Norte
América , por el dedo del Mi nistr o Norteamericano en
Nicaragua.
E <n otr o caso, nuestr o actual Presidente T I E N E I , A
OBI,I (' ACTON DE ARMAR A I,A. POBI,A(lION CI VI L
D E L A REPUBLI CA, Y OR DENA R A (3 UAL() UI E R
R E N E G A D O L A E N T R E G A D E L A S A R MA S E<N E I
TERMINO D E L A DI STANCIA.
No es propi o de HOMBRE S ( ) l l K SE P RE CI AN
DE L I BRES, DOBLEGARSE A NTF. U N E JERCI TO
QUE ES INCONSTITUCIONAL Y FUERA DE L A L EY.
U rge, a m i m an er a d e entender , d arnos garantl as dentr o
de nuestr a mi sm a nacionaliclad y q u e l a @o~:ieda.l nicara­
güense no esté sujet a a un Ej ércit o d e i rresponsables,
por estar fuera de la ley.
Recibi d h er manos, vosotro s l o s nicaragüenses, m i'
fraternal abrazo, mientras c l suelo e n qu e nacísteis
d eja de ser la NI CARAGUA T I MIDA, para continuar l a
HEROICA SUI,TANA l ) E L OS I,AGOS.

K L V E R D A D E R O S A N D I N O
San Rafael del Norte, Junio 10 de 1988.
Patria y Libertad
(f) A. C. SANDINOi .

PRETEXTOS ADUCIDOS P R SANDINO


Creemos haber llevado a nuestros lectores al con­
vencimiento de que Sandino preparaba un golp e militar
y d e que para que n o se le aplicara el calificativo de
traidor t r a taba d e a pa recer s in m a ndo a lg uno e n l a s
Tropas de Emergencia, que por instancias d e é l se ha­
bfan creado, bajo las órdenes de su lugartenientes Estra.
da y Morales. Sus consejeros le habfan insinuado apar­
t arse de toda actividad bélica, concretando s u acción a
socavar los cimientos sobre que descansa la Guardia Na­
cional, fuerza ante la que se estrell ó Sandino y ante la
q ue se estrellarán todos aquellos que intenten alterar el
orden público en Nicaragua.
Lo qu e af i rm a Sandin o en s u ar tfcul o d e Bu enos
Aires, de que sus adeptos habfan sido asesinados des­
pués de los convenios de paz, todo el mundo sabe aquf
en Nicaragua que es una mentira, ya que a pesar de los
motivos que en todas partes daban sus hombres,. arma­
dos por el Delegado Salvatierra, se les respetaba, aten­
diendo las órdenes de l Presidente Sacasa, obediente la
Guardia, como más de una vez lo hemos probado a las
disposiones emanadas del Mandatario.
Mientras esto pasaba, la propaganda sandinista se
i ntensificaba dentro y fuera d e Nicaragua y l a casa de
don Sofonfas Salvatierra, Ministr o de l Trabaj o de l Go­
bierno Liberal del doctor Sacasa, se habfa convertido en
centro de actividades subversivas, de nuevas orientacio­
nes.polfticas tendientes a destrui r a lo s partidos histó­
ricos, con peligro de la paz, y traicionando de esta ma­
nera la confianza puesta e n él por e l señor Presidente
de la República; no comprendiéndose como habiendo tal
divergencia de opiniones, haya continuado desempeñan­
d o Salvatierra una Secretarf a de Estado, alejándose de
la polftica seguida por el Jefe del Ejecutivo.
Que se llevaban a efecto tales trabajos, d e manera
yública, lo indica la siguiente comunicaci6n, que ensegui­
da publicamos en traslación absolutamente fiel:

Q K L C A L V A R I O D K L A S S E O O V I AQ
— 510—

"Managua, D. N., Junio 15 de l988.


Sr. General Cósar Augusto Sandino,
San ltafael del Norte.
Mi estimado Gr al . Sandino:
Adjunto a la presente una act a celebrada por los
Consejos Departamental y L ocal del Partido Liberal Re.
p ublicano, en est a ci udad y e n sesión conj u nta, el di a l"
del corriente, e n la cual y o comisionado y do n Al bino
Morales, po r dlches au t oridades, par a elevar a s u honoci ­
m ient o el deseo y a spi ración en r elació n co n e l f u t u r o
m ov imient o poli ti co. en el cua l nosotros v emos en U d., la
iigura central y capacitada para orientar la fuerza popu.
lar en la trayectoria de l patriotismo, y sutonomi a que
tanto necesitan para su vida nuestro pueblo, nuestra Pa­
tri a.
Esta ex posición v i en e a cor robora r mús lo s concep
t os de M I CONVERSACI ON CON UST ED TE NI DA EN
CASA Di' L MI NI ST RO SEÑOR S4LVATI E RR A la úl­
tima ves que estuvo usted, en ósta, en la cual y o tuve el
honor de conocerlo
Conociendo Ud. la importancia de las decisiones po­
liticas llevadas a cabo en momentos oportunos, me permi­
to hoy dirigirle la presente exposición, primero para. qu e
sepa Ud. a qu e atenerse co n relación a nuestra fuerza
popular, y segundo para reeabar de Ud. el consejo y de­
cision que hayamos de seguir en el futuro.
Sin mi s por hoy, renuevo a Ud. Ios sentimientos
expresados en mi t elegrama ) formulo votos por la feli­
cidad de su tierna niúa y su tranquilidad personal.
De Ud. atto. s. s.
(f) J. M. CARDENAS
(f) A. MORALES".

Las personas que este libro lean, fuera de Nicara­


gua, se preguntarán, no hay duda, cémo era posible que
tal estado de cosas subsistier a e n u n país doncle había
un Ej ército que garantizaba la paz pública y regulaba la
march a d e l a nac;ión . N icaragu a h a sid o u n p aí s d e r a­
rezas, y en tr e esas r arezas se hall a esto : l a convivencia
de u n E stado dentr o d e otr o E stado, tal com o Sandino
l o pr etendía, par a l o cual i nt entab a desvalorizar a l a
Guardia Nacional haciéndola aparecer como inconstitucio­
nal, a pesar d e qu e fu é cr ead a po r u n cx)nveni o d e los
dos par tido s hi stóricos y sancionados su s r eglamentos
por el Congreso de la Nación.
El p aí s viví a en un a permanente conmoción, los ne­
gocios estaban paralizados, pues l a atmósfera c;aliginosa
que se respiraba hacía presentir l a pr oximidad d e una
c;atástrnfe. E l Prc sidente de l a República no medía la

E i, V F . H D A I) E I; O S A N T) I N O
resistencia a qu e p odí a llegar en su pasrvidad ol I<:jórr,ito
Nacional, y caras hoscas se veían por todas partos como
de enemigos qu e se pr eparan a medi r su s fuorzas en un
pr6ximo futuro.
L os amigos d e Handin o seguían pr oparando su obr a
v p ar a seg ur ida d o n su s andanzas h ahían ostahlocido
u na Ag enci a Postal Secret a ser vid a po r ol omontos d e
toda la confianza do ellos. L a «orrospondonoia qu e es­
tos hom bres lloval>an er a «om o u n r eguer o d o p ólvor'a,
qu e se tendí a desde l a ciuclad hast a l a mnntaAa, espe­
rand o el moment o d e pr ender le fuego.
La cart a qu e en seguid a t rascribimo s o n t raslación
fiel, y de la que hemos tomado varios de sus principales
p urr afos, hace vor , manifiestamente, la verdad d e las af i r ­
maciones qu e hemos hecho . D i ce así:

"Managua, lg de Junio de 1988.


Sr. Oral. don Augusto C. Sandino.
Bncay.
fuer>do General:
Informa la prensa que Ud. se fuá a Sta. Crux, y he
sentido no haberle. podido enviar antes ls correpondencis
adjunta, l> or l a falta de portador, p orque e l único d e
León estaba tsn enfermo que no quise exponerlo.
Una ves más le recomiendo ls ',flrrns de la declara­
c ión", cnnrenida en mi carta anterior; que verá la lu z en
todo el Continente, y que Ud. con juicio sereno y claro
analizará, agregando o suprimiendo lo conveniente, si ssi
le parece; l,er» este documento más. servirá de sólida base
para NUFS'l'HOS TRABA IOR SIGUI F NT ES . Su viaje,
a »nque no do nuestro completo agrado, a lo menos en el
tien>po que seria de más éxito andando un poco, seria de
mejor y má s positivo resultado a la H . de l N., a donde
tend>á muy buena acogida, co n todo apoyo, SEG UI MO>S
N VF ST R( ) A M I G O SAL INAS. D E ÁGUI LA R Y Y O
PREPARANDOI.E E L T ERRENO.
Kn r irt s de la uiflcultsd de León, resolvimos enviar
AL PORTAD(>R DEL PARTI DO REPURI,I CANO, para
>lue po»>rs ésta cn sus manos o se queda ag uardando l a
respu>sta en Sn. Rafael para conducirla acá. Toda co.
rrespondencia le ruego enviárn>ela para distribuirla y evi.
ta r contratiempos, excepto la del .correo.
.. . . .. Con estos jóvenes n>anal >as, debemos sér
p arcos y cautelosos; pues por los rivetes cȖservsdores y
su imi>etunsidad I>ueden da r a l traste co n los tral>ajo>>.
l'or su poca exl>criencia fácilment e se ofuscan y lsr>ssu
cargos y llega n a los extrcu>os . Con Salinas de Ag u il ar
tienen celos. pero e s porque este es raja-tshlss, c»n>n di.
cen; l>cro en realidad trabaja tesor>ern, sincr>o y leal. Fss
tando su di nero a favnr d e nuestra cau»s. hal>lsn>l».

Q E L C A L v A P>1 0 DE LAF H F íj O v f h~
cri'biendo, defendiBndolo a Ud. de calumnias, sin pedir a
n adie porque no necesita. Mucho cuidado, pu , y
acostumbrada reticencia y serenidad¡ llévelos con tino.
Que se va a hacer> Me alegro de que al h s e mantenga,
ues en el interior, la vorágine de l as pasiones, de los me­
4.,
ros¡ l a envidi a y los intereses personales lo hunden, por
reparado que este. Po r es o precisamente no debe ser
efe de Partido alguno, porque se desvlrtuaria su propó­
sito. y echa a rodar su pedestal de gloria. De seguro ds­
searhn servirse de Ud., agarrar l o úti l de su campaña
y deshacerse en seguida de su persona. Manténgase ssi,
con su aureola, para dectdtr en el momento final, CUAN.
D O it EA MA S OPORTUN O Y DAR E L GOL PE D E
GRACIA, sin mencionar pnr hoy nombre alguno a quien
Ud. se incline. En fin, General, lea entr e lineas todo lo
que quiero decirle, con la sinceridad y honradez de mis
palabras.
P or correo recibi r á un a encomienda cer ti fi cad a q u e
de mi casa le envian a su nena.
Patria y L ibertad
Fraternalment e
ff] E. LARA
P. D — Si a l llega r a L eón hoy domingo, me encuen­
t ro con carta de Ud. que me anuncian po r t elefono, le
escribire más, o por lo menos acuso recibo".

SA NDINO SE COMUNI CA BA CON LOS S U YOS


P O R M EDIO D E CO RREOS ESP EC I AL ES
Hemos dicho antes que Sandino después de las re­
p etidas protestas de subordinación a l Gobierno del Dr .
Sacasa continuaba en trabajos tendientes a alterar lapaz
de la República, y l o prueba, el que temeroso de usar
de las comunicaciones oficiales se valiera de gentes que
le eran fi eles para continuar e n sus trabajos d e zapa,
que tendían a controlar el Poder de la República.
El l ector i m p ar ci al. tien e qu e conveni r co n no sotr os
en que si Sandino obraría de buena fó no tenía necesi­
dad de usar de medios vedados, presentándose en forma
de atraer sobre sí las sospechas de que obraba subrcp­
ticiamente. Nadie podrá negar que tal forma d e comu­
nicarse la han usado los conspiradores de todos los tiem­
p os; y un a prueb a d e l o qu e decimos l a t enemos e n l a
s iguiente carta, escrita por el doctor Lara a su amigo y
Jefe, la que en sus párrafos principales textualn>ente di­
ce así, respetando en absoluto la form a e n que fué es­
crita:

E I. V E R D A D E R O S A N D I N O
"León, Junio '.0 de 1938
Sr. General don Augusto C. Sandino,
Bocay.
Querido General:
Por te rcera v es l e escribo e n e ste m ismo e orreo­
Conforme ia carta de Managua, cuantío vine a esta ciu­
da j, Duele leer la que usted me reniitió CON Su CORREO
ESPECl AL.
Paso a resumirle lo dicho, tratando de ser lo más
conciso posible para no cansarle.
A ) — La situación politica al sali r de Managua es de
las peores, por cuanto se corre el rutnor, nada
agradable, cual es el de una revolución inmediata„
sin saberse exactamente de donde viene, causada
sin duda, en gran parte. por la angustiosa situa­
cion económica. Concurren estos factor es según
s e trafiüluce: "El Partido que está en el poder en
Honduras, que nos quiere lansar a uu a guerra;
la Guar iia Nacional y e l Partido Conservador,
encontrando todos buena coyuntura en el número
de desocupados y descontentos de la actual Admi­
n istración. etc. . . .
8) — No olvide lo dicho acerca de los jóvenes . . etc.
D) — Nn se ha podido trabajar en firme acerca del ter­
cer Partido porque no hay libertad; porque corre'
mos el riesgo de que nos quiten le hegemonis y
porque no podemos engrandecer el otro P artido
ya constituido. Veremos c ual sea lo mejor y l o
más factible. Por el momento vamos a catalogar
ciudadanos en libros especiales, que sigan nuestra
l inea de conducta. Usted siempre JEl E, pero al
margell,
E) —Del amigo Norberto nn Congo dudas y es capas de
prestarnos un buen auxilio.
F ) — Es indispensable el enviar a vuelta de corren , la
declarseión firmada. Se recibió carta a la llegada
del "amigo a Mbxiiw". Le ruego saludos cariaosos
para el hermano Sóerates y desnás compaaeros.
Con toda estima.
Su hermano.
Patria y Libertad
(f) ESCOLAS7fCO LA%L".

P. D — Esta carta debio llevarla su hermana, pero


no se va pronto y entonces la l&un ef d e N eneyaa L a
respuesta que deseo lo m ás breve, p ues el ttempo va aviih­
asndo, la DEBERA TR AER UN SEGURO, porque el co­
rreo siempre me lo registran.
LARA".

Ei punto «B>, que se refiere a «los j6venes» va en­


dilgado rx)ntra los hfanaguas, de quienes olería en «a>ta

O E l . G A 1. V A B I o D E L AS S EGOVIh B
anterior había que ser parco y cauteloso, porque con sus
ribetes conservadores y su impetuosidad podían da r al
traste con los «trabajos». Preguntamos al lector, qué cla­
se de trabajo podría ser éste~ Y tendr án ,que estar con
nosotros en que se trataba de trabajos subversivos, que
a la postre llevaron a sus autores s.recibir eleastlgD /ll'
me r e c i a n , v q u e en otr o p a t a q u e n o hu b . o r a s i d o o l
nuestro, mucho tiempo antes habrían sido eliminados
como enemigos declarados de la paz de la República.
Lo d e la declaración f i r m ad a po r Sandino, qu e d e­
b í a ser enviad a a M éxico, p ar a poder recibi r allá l a ay u­
da ofrecida por Lombardo Toledane es una prueba más
que presentamos al lector , para que co n san o cr iterio
juzgue la conducta del hombre que un día quiso consti­
tuirse en símbolo de las libertades nicaragüenses, y que
l ueg o degener ó en u n caudill ej o d e parr oquia, co n t odo
el cortejo de responsabilidades que recaen sobre el qu e
hace tan peligroso papel.
En l a misiv a del doctor L ar a se habla de l a llegada
s México «del amigo» que no es otro que Lombardo To­
ledano, y de haberse recibido de éste carta. Cómo escri­
bi ó L ombard o T oledano al doctor L ar a y d e qu é medios
se valió, que estuvieran alejados de los correos naciona­
lesv E s cosa qu e al g d í a se sabrá.
E n r elación con lo qu e decimos, el d í a 21 d e J u l i o
de 1933, el doctor L ar a escribi ó una carta a Salinas de
Aguilar en uno de cuyos párrafos le dice lo siguiente:
"L a sesorita se vuelve el lunes a müs tardar y lleva
el encargo de trasladar inmediatamente el correo a su des­
tino,— que con seguridad es Bocay - y expedir la contesta­
ción a vuelta de quien traiga la respuesta".

La señorita a quien se refiere el doctor L ara, se su­


po mas tard e qu e er a l a señor ita Marcelina Dávila, q uien
el 12 d e Julio se encontraba en San Rafael de Í Norte,
hospedada en casa de Lucila y L uis Rubén Arhuz, cuña­
dos de Sandino. L a señorita Dávila vivía en el „ Hospicio
de H uérfanas, de la ciudad de L eón, y los sandini stas se va­
lían de su inocencia para convertirla en agente revoluciona­
r ia, q u e t r ansportab a si n saberlo , n o sól o co r respon­
deii(,ia, sino hasta dinamita al j efe alzado de las Sego­
vl a s.

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 515—

HERMOSO GESTO DE DOÑA CARMEN


JARQUfN DE CHAMORRG
Hemos dich o del h or ror qu e senti a la gente segovia­
na por Sandino y sus huestes y par a compr obar lo que de­
c imos qu er emos citar u n hecho que n o d ej ar lí duda sobr e
la afirmaci()n que hac"mos.
Hub o un a casa fabricante (l e cigar r i llos ( n Managua,
que hizo poner a la venta, con fines mercan tilistas su produc­
t o, llevando los paquetitos u n r «trato d e Sandino , «o n el
t ítulo de «EL l .l13EI<TADO 1l ".
Esto s ci g ar r illo s t u vi ero n (l(..manda en los lug ares
al ej a(lo s (l(', la s S( g o v ins, « n (l o n (l ( « I so p l o (l i ab óli(; o ( l el
sandinismo n o h al)ía ll«ga(lo, p«r o cuando un a di stingui­
d a (l am a (l ( l O eo t al , (lo (l a ( ,' ar n l ( n J a r q u í n (l (' (.',lraln o r r o ,
esposa (l»l G( n«ral Gal los t ',halnol r o Ghanrorro , r »(,ibió
la of ert a d ( ha«ers( ( a l g o (l « l a agen(i a I i i guer'o, ell a
c o n t(.' st ( ) (l n Un a c ( l l 'l ll q U( ' l ) U « d e c o n s t l tU11' ( l o ('U nl e n f o
hi stó)rico y qu e r (v(.l a (1 v«rda(l«r o senti r d » la gente ho­
n esta de aquellas r »gion«s ( on respe(;to a l honi bi '« q u e
tant o (iallo 1(.s habí a ll«(.ho. V(i;ílnosla y (l íganos ( l l««tor
l o q u e p i en sa (l ( s u (;()n t en i (lo . D ice así :

Ocotal, Junio de 1988.


"Señor don Manuel J. Riguero,
Managua.
E stimado señor :
Como Ud. dice, es mi casa donde se venden la ma­
yor parte de los cigarrillos que se consumen aq ui ; pero
desgraciadamente no puedo hacerme cargo de su agencia
por razones que le explicaré.
Nosotros, los que vivimos e n Segovia, y que ade­
más d e se r v í ct i mas h emo s p r esenciad o l a act)tu d d el
sandinismo y en realidad conocemos sus verdaderos idea­
les, que están muy distantes de lo que l a pr ensa pr e­
gona diariamente. Aquí todos cono(,emns que su v erda­
dero lema ha sido el ROBO, E L I NCENDI O E L ASE­
S INATO DE NI CARAGUENSES I NDEFENSAS Y PA ­
CI FI COS. L a bandera, qne tan ponposamente ostenta.
ben no tenia por insignia PAT RI A. Y L I BE RTAD, sino
CRUZ Y CALAVERA., y esta última si l a cumplieron en
todos sus puntos, pues en los campos de Segovis, antes
t an ricos y t rondosos, ahora sólo se ve la desolación y
el exterminio.
Nuestro almacen y nuestr a casa tuernn asqueados,
no sól o po r l a t r o p a d e Sand i no, sin o P O R I : I , P E R SO­
NAL MENTE, quien no tuvo escrúpulos en hacer un apar­
tado *para ns(> ¡)crsowul y e s p or e stas r a zones q u e n os­

O E L CAL VARI O DE L A S SE GOVI A S


<>t>v>< l's n>«»n><BANDOLERO a quienes Ustedes l laman
LI BE R'l'A Ir OR.
No<t<',» be<nns estado de acuerdo con la PAZ . en la
fnrma que Ia hico n<t~stro G<>bisrnn y menos que nns
prs»tsrn«s para w»<atribuir s I» p>np«gsnda uel fantoche,
que han dado en llamar "lI EROE"
M>tchn le sgta<iczcn que me haya ssc'gtdo para ser
una de h>s Ag<.ntes d e su <nuv t<o>«iral>le Csss, y estoy
con>pletsmen>e s sss órdenes 'psrs servirle en cualquier
otro d» lns >>rticulns que usted expenda.
R<n más p r ahora y s perandn su s apreciables
órdenes quedo de Uú., afectisima segura ss.
(fl CARML<N DE CI I AMORRO.

LA DESCONFIANZA SANDINISTA
Cuando la s au tor i<la<l<es militaros se' <lieron (",u(nta
< ie las activida<lcs subvr rsivas <l<;l sandi nismo, y do la for ­
nl a (' n ( a lto h acía n ('.il'<lulrtl' sll < 'ol'l'esporld( n('la h i e l(. Ion
funcionar con activida<l c l Servici o d ( I nvestiga<;i<)n, lo.
gr'Rrl(io l (lentlf leal' R (iotel'nllnarlas personas, (lu(; eI'Rn usa­
das com o correos especiales «le PBanrtino, viéndose éste
obliga(lo, al d arso cuenta d», (i»c so conocían y a lo s p r o­
cedimientos emplea~los, a calnbial. do forma, par a <lespis­
tar a l a Guar dia i%R<,ional.
Veamo s l o qu o sobrr> el p a r ti<;<liar dice u n a <arta,
fechad a el 4 d e J uli o do 1033, r;scti ta p o r r<l D r . T .ara r (
&andino:
"General Augusto C. Sandino,
B<>cay.
Qusridn hermano:
Es pnrtsd<>r de la presente su cuñado, porque no
tuve confianza al fin en el que ib>< a cn<>d<>cirls. debido a
q»e se supo que ln e.piaban. E » verdad que t engn al
antiguo >«tui, per o en la actu»<id<>d > stá u<l<sr>oco enfermo'
y l u mismu su muj er . Au<>que ésta ll<>+e tarde, n>uy
tarde quizás, pr«fier < de esta < n<snert<.
Patria y Libertad.
E. L AR A».

Eran estas c artas « orr p r op6sitos inofensivos de paz~


Era» ellas misivas cariüosas entre ami gos, 6 se trataba de
una bien u r di d a tr am a p ar a conspirar subter ráneamente,
mientras por encima se h ablaba del a mor e ntr e h orma­
nos~ E l lector n o po dr á menos d e p ensar como nosotros
que a l a sombr a d e las garantías y d erecho s ( n nce<iidos
por el Gobierno a los que no ha mu<.ho se hallaban fuo­
l'a <l(' la ley, sr ocupaban <l.' volver' a las Rn<larias, bus­

K I. V E 14 D A I ) E I l 0 H A X D I N G
cando la forma de derrocar a l, Gobierno Constituido c on
el pr op6sito bien cl ar o d e qu e el «Caudill o d e l as Sego­
vias» controlara el Poder de ]a República. D e eso había
quedado, de pobr e conspir ador, el qu e un dí a se presentó
c omo l ib ertador d e su P at ria, y q u e t ant a b u ll a h i ci er a
por arte de sus panegiristas, entre ellos el escritor Froy­
lán T ur cios, qu e aunque u n dí a vi ó cl aro, y se arr epin­
t i6 de lo que había hecho, el virus de sus alabanzas se
habí a esparcid o fu er a d e Nicar agua, n o si éndol e d ado a
íl mi sm o deshacer su o b r a.
Qu e Sandin o i b a tr as el Poder, l o p rueb a e l escri­
t or Gu stav o Al emán B olaños, quien ca n fecha 10 de Ju l i o
de 1938 dirigió al publicista ruso, Sergio Ignatoff, algunos
datos sóbre el Guerrillero, para un diccionario enciclo­
p édico que se iba a editar en la República Soviática. A l
final d e estos datos escribí a Alemán B olaños las sig uien­
tes tex tuales palabras:
«Sandino pr epar a p a r a el añ o d e 1984 e l co mple­
ment o d e su campañ a a fi n d e lograr l a completa libera­
ción d e su Pat ria».
Tales conceptos coinciden co n l o s ver tido s e n l as
carta s d e Salina s d e A g u il ar , D octor L ar a y p ár rafos
traseritos del doctor B ar ahona.
Fíjese el lector en que en el año de 1984 que esta­
ba destinad o a l r establecimiento del imperi o del h or r or,
baj o los pliegues d e l a b ander a r o j i-negra, l a I nterven­
ci6n Am ericana había cesado en N icaragu a desde el 2 de
E n er o del añ o anteri or , y d e qu e como consecuenci a d e
ello Sandino había dejado aparentemente las armas, para
venir a Managua a entregarse al Gobierno del Dr. Saca­
sa, d i ciendo : +Somo s h ermanos. N o d ebemos p elea!'
más».
C uál es , pues, la l ib eraci6n d e l a Patri a a qu e l o s
amigos de Sandino se refieren, sino otra que el mezqui­
no t r i u nf o d e ll evar sobr e el pech o l a band a bicolor , co­
mo insigni a del Pr imer M agistrado d e l a R epública.
Creemos haber d emostr ado d e maner a evident e con
los documentos trascritos qu e Sandino se había con­
vertido en el Enemigo Pública Número Uno de l a Paz
d e la República y qu e como tal se hallab a expuesto a
todas las conting encias a qu e están sometidos lo s cons­
pir adores en todos lo s países de] mu ndo, co n l a dif eren­
cia de que Sandino <onspiraha e n lo s b ajos fondos,

Q EL C A l. h' A R I O I, F. I. A S S F O O VI A~
— 518—

mientras se manifestaba en lo exterior': como amigo de


la paz y como sostén (lel Gobi erno del D r . Sac,asa, quien
le había (lad o tocla clase d e g ar antías, diner o y t r op as
para que controlara una par<e del territovio de l a Repú­
b lica. I . a feloní a cl e su pvocedimicnt o salt a a l a vist a y
lrabría llega(lo a la mc;ta muy pronto si el Ej ércit o di s­
c iplinad o y leal a l a R ( pú bli(;a, n o lrubier a detenid o su s
a rnbi«iones dcs( nca(l( na(las (i(; man(lo, el p r opi o (l í a en
q u e (,stab a to(,ín(lola, al d;ír sele c I (,orstrol d e lo s cu at r o
(l(lpar't am ('n t o s (l(', hlHi S(' g o v las.

LA VO L A D UR A DE L A L M A CÉ N D E G U ERRA
DE L A GUARDIA NACIONAL
iííientras San(lino tvataba cl e llevar a cab o su s p l a­
nes pr odrtor'los, otl'as a(!t(vida(les l'(!voluclollavias se cles­
a rr ollaban en e l i n ter io r (l c l a 1« pú blica , t en di entes a
controla r e l l ' orl(:v, e n l a f or ma c n qu e fu er e posible.
La Guardia Nacional supo d e nraneva incontrovertible,
qu e habí a u n plan pava alterar el orden el 1" d e A gosto
d e 1988, con o(:asi(ín (l e l a f iest a (l e Sto . D oming o cl e
Guzmán . E l ej ér cit o s e al ist ó p ar a r epeler cu al quier
b r ot e qu e apar e(ieve en l a Capita l o en cu alquie r p ar t e
d e l a R ep úb lica, p(.vo j amás pens(í (.n qu e se tr atab a cl e
a lgo qu e estaba (lentr o d e los re(lucto s d e l Camp o d e
Marte, don(lc, una m ina, colocacla clebaj o d e lo s A l mace­
n es d e Guer'l'a, (' x plotarí a a las 9 y 8 0 d e l a noch e (l e
ese día, causando pavor en l a Capital, destr uy éndose casi
todos lo s el ementos d e gu er r a q u e all í s e gu ar daban,
p er o dichosamente si n causar p ér (lidas d e vi das, po r l a
hor a en qu e est o sucedió, y p or qu e e n l a t ard e (i e ese
d i a h abí a si(l o (l ad o asuet o a lo s em pleados qu e e n l as
oficinas cercanas tvabaj aban . Mano s cr i minales hi ci er on
funcionar u n sivitch desde l a vi ej a casa en construcción
d onde habit(í ( l General Z el aya, y el secret o d e el l a mi na
fué, dado a conocer a ]o s conspir adores, po r clos tr aba­
jadores qu e se ocuparon en colocar l a bomba, conecthn­
dola con u n al am br e qu e ll egab a hasta u n lu gar di simu ­
lado, p ar a ser usada en u n caso cla(lo
En pocl(.v clel J ef e D irector (l ( l a Guavcli a Naci onal
s e lrall a el proceso, qu(. con motiv o (l (, l a voladuv a d e
los h inca( ( »cs cl e <guerr a se 1( van((), y en él qu ed ó bi en
« lavamentc (li lu (i(la(la l a v( sponsabili(tad cl u c (,upo a l os
(l u e p ar ti( ilun (>n ( n s( nr( j a n t(. h ( ( ho.

E l. V E R D A D E R O S A N D I N O
—519—

M otivos de orden especial no ha n permitido dar a


la publicidad este proceso, pero algún día se conocerá,
y gr and e ser á el su st o d e muchos cuando vean e l n om­
bre de personas, al parecer honorables, que participaron
en est e at entado t er r ori sta.
La Guardi a Nacional di6 en esa ocasi6n una prue­
ba más d e su disciplin a y d e su v alentía, permaneciendo
serena cuando parecía que el I nfierno se habí a abierto
a su lado, y cuando estallaban los millones de cartuchos,
las granadas de mano y las bombas que allí se hallaban
almacenadas.
H ay alg o pr ovidencial qu e salv6 a M anagua de u n a
segur a destrucci6n, y f u é qu e e l dí a antes- 31 d e J u li o,
a las 5 de la tarde- el Jefe Director de la Guardia Nacio­
nal visit6 ocasionalmente dichos almacenes y se encontró
conque encima de los millares de cajas de tiros y cuñe­
t es d e p61vor a negr a estaban colocados 6 0 q u i nt ales d e
dinamita, destinados para la mina E l Jabalí, de Chonta­
les, dinamita que 'inmediatamente hizo trasladar e l al to
jef e al udid o a lo s Cu arteles de l a P enitenciarí a qu e qu e­
dan en lo s subur bios d e l a ci udad, y los que, de haberse
hallado al li , a l a h or a d e l a ex plosión h u bi eran causado
innúmeras víctimas y daños incalculables en la propiedad.
Ni un soldado de la Guardia se movi6 de su pues­
to en los momentos de peligro, y los que estaban fuer a
concurrieron prestos a donde el deber los llamaba, dedi­
cándose al salvamento de los elementos de guerra, con
peligro de su s vidas, logrando controlar el fuego muy
cerca de las dos de la mañana, el qu e de otr a maner a
hab rí a r educid o a cenizas el nú cleo d e edificios d e m a­
der a qu e están d en tr o del Camp o d e M arte.
La m agnanimidad del señor P residente Sacasa, p or
no usar otr a f r ase, hizo que a nadi e se castig ar a y hasta
al mismo autor del hecho, d e nacionalidad ex tranjera,
que confesó de pleno su delito, un día le dió su s pasa­
p ortes y l o sacó del país, con verdadera sorpresa d e él
m ism o qu e cr eí a qu e su s días estaban contados sobr e l a
ti er r a.

RADIOS CRUZADOS E NT RE E L P RESIDE NT E SACASA


Y SAN DINO CON M OT IV O D E L A V O L A DURA

Temprano del 2 de Agosto el señor Presidente Sa­


casa dirigi6 el siguiente mensaje a Sandino, ví a Jinote­

O EL CALVARI O DE LAS SE GOVI A S


—620—
ga, corroborando tal mensaje la tesis que hemos sosteni­
do de que el verdadero jefe de las Fuerzas deEmergen­
cia er a Sandino, a pesar de qu e éste par a ulteriores
fines querfa mantenerse en la sombra, libre de respon­
sabüidades.
He aquf el mensaje de la referencia:
"Augusto C. Sandinn, Wiwill.
" Con pena le partiolpo qne anoohe a las nueve y
i'odia se produjo una e xplosión en los Almaoenes d e
Guerta del Cauipo de Marte, y e l inoendio que se o rigi ~
nó destruyó gran n':.rte de los elementos de guerra aht
s lmseensdos. El Gobierno, además de otros datos, ha
enoontrado huellas evidentes de que el orimsn perpetró
ese siniestr i y ha tomarlo prs~auotones mihtares y de­
elaradn en Estado de Si ' > la Rspl h'loa.
Ruego a usted ordenar al Gral. Estrada, Jefe de
los olen hombree ds E mergencia, per manerer listos y
prevenidos. Todos los ititornies son de que el pala está
en anima
Afeothimo amigo,
JUAN B. SACASA
P residente .
Cinco dfas después contestaba Sandino, por medio
d el siguiente documento que presentamos fotograbado a
nuestros'lectores y por el cual se demuestra de manera
pa)maria que las Fuerzas d e Emergencia, de las cuales
Sandino era el verdadero Jefe, violando eÍ convenio del
2 de Febrero de 1988, tenfan en su poder 500 rifles más
y parque, fuera de los convenidos, sin que las autorida­
des militares sandinistas que débieran haber obrado con
lealtad para con la Guardia Nacional no hubieran i nfor­
mado nunca de las armas que se habfan reservado.
Dice asi el importante documento a que nos r efe­
rtmos
Seoolón Central, Wiwilf, Nie. C. A., Agosto 7 de INS
Ezoelrntislmn señor Presidente'de ia Repholies,
Dr. Juan L Ssoasa.
CASA. PRESI DENCIAI — Managua.
Muy spreolsble señor Presiden' :
C on teoha S del o rriente nos lleg6 l a notloia de
ttue los Arsenales de Guerra de su Gobierno en Mana
gua v L~óu fueron i uwndlsuos por ntanos orlmhtales, y
tiue IJd. ya no estaba en Managua.
Al reoiblr la referida nnuois, hemos empuñado nue­
vamente las eructas y h m os girado órdenes s imultái eas
a toda nuestra gent , quienes ya están listas psra mar.
ehar a dunda ei deber nos Io tutoone.

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—521—

Hoy mismo nos hemos dirigido al General Anas­


tasio Somosa, en vía de informacion, pues no obstante de
no estar seguro de lo que ocu're, sale mañana par a Ji­
notega el General Juan Santos Morales, para conocer de
cerca la realidad de lss cosas, y que si no hay ninguna no.
vedad, que se digne Ud. avii árnoslo para continuar en
nuestras labores de agricultura, pórque en estos momen­
tos hemos suspéndido toda sct}vidad v T ENEMOS U N
POCO MAS DE 600 (SEISCIENTOS) HOMBRES ESCA­
LONADOS EN ESTA M ONTAÑA. D e p aso a provecho
esta oportunidad para indicarle que las armas percibidas,
que le avisamos en vez pasada, ascienden a 500 equipos
que pertenecieron a la revolución hondurena.
Sin embargo, si Ud. tiene a bien. gustosos acepta­
mos cualquier cantidad de parque de Springfield, Thomp­
son y Lewis que Ud. quiera tener en estos sus Campa­
mentos, en la seguridad que de quemarse serian en las
costillas de nuestros enemigos y de la Autonomía Na­
cional de Nicaragua.
N o estoy seguro de que el presente mensaje le
llegue, pero le repito que si no hay novedsd, el GraL
Morales lleva la esperanza de traer algo de Ud .- Fr ater­
nalmente.
Patria y Libertad
(f) A. C. SANDINO".
(Un sello}

Rn l a siguiente página insertamos el foto del docu­


mento antes mencionado.'
Sandino lanza en su mensaje al President e Sacasa
el gr ave carg o d e estar en autos d e l a r etención d e t a­
les armas, a espaldas d e l a Gu ar dia Nacional, único cuer­
po armado de la República, y si n que conveni o alguno
l as autorizara. De varias cosas como ésta ha surgido l a
idea de una inteligencia entre Sandino y el Dr . Sacasa,
qu e nosotro s h emo s r echazad o si em pre, consid er ando
más bien l a actitu d del ú ltim o com o l i ij a d el esp ír ii u be­
n évolo del ex-gobernante, que de nq haber sid o po r el
E j ér cito h ab rí a conducid o a lo s may ores desastres a su
Patria.
Díg anos el lector , con l a m an o puesta sobr e su con­
c iencia, si ha y r azón o n o en l o qu e decimos, y si el p ú ­
blico ha tenido base en sus apreciaciones. A l a historia
le toca dilucidar tan importante cuestión.

LO QUE SANDINO QUERIA SIGNIFICAR


EN S U C A RT A A L P RESIDE NT E SA CASA
En el p en últim o p árr af o d e l a cart a d e Sandino, al
yedii al Gobernante más elementos para reforzar sus do­

O E L CALVARIO DE LAS SE GOVI AS


— 522—

fW,. üüü'4L

of ~ ~ % w l 4 ~ l ü4-' + ~ 4l 4' -" : " "

4 l reoftítr l a ~ e a ~ t f ofa , flíííí s ~ jN *~ o líis - .


oírao r s l~ p aa4o eraeoes esíoíl ~ ' a :coas'rsísetia 4üí t» y 6o r,
see ro ee et ü r ara ~l e r . a 4444» at eofíer.,res S» ~
tfor ítt~ ae e reaas 4lr f444e ol 4kek. kssi4aüi lfífoosiAs r f a. ~ .
4O Sarereoef í yefgHS ae Otetíeite 4» «O Oetsil Oisere 4e' Xe ~ ~ ' '.
rr o„ o s lo 4 íhgee pero 4ssotesa o l o ra l« ~ p es tes ~ e sI o üa " i
eorooor 4e oiroo le ro eli 4O4 4o loo acose r 4 oo of,.eo tría tffr loíe
aoooeo4 ro 4S4ao w . Orf ü r sooio pera eoath e ér o o reíeotroe l o te ros :
4o o4rfeelt s ra~ ro rseo ea estos eoasator Sl~ eeoreaef4o toso esk f» -.
4O4 r to seooo ws ro oo íífe eo 600 leaoreo oooeloar4oe oe «iito a oate ' .
', ha .- re rece Orre reaíIO eete O@o:teaiee4 re re S refeerle , OreyQae ~ S ,
-' rorefrf4ee Ifoo le srsooeoo er ro í sííeo4s ooof ooaos e ll05 agarres 4o
I
~r t ü eosor o o lo 'ro solIIOS* T>estilo«se. ri s íí a íírso< ef tsí' l e ~ „'
íf oeo e N eo gílstoooo eoertesoo wr i s4efo r oeet f 4 o4 ao re roIIo 4o ~
fso14op tfloaoü r dorso Qwl v4 g ot er a t oser eo oscos olle datrlswl »
COS oo i o oerars444. 4eo 4O ~ e Sor@II oe l eo.eootsLil s 4O «aoe
tr ü oaess4oo j r 4e Se eotosea4 %e fe wl 4 o keero4oo.
" Xo oetog oogoro soo ol o o w t C sseeafo l o Q, ~ r ' le ref4
to oeo os ao flor aeeoeee¡ ~ era l. }S«ralee l lo ra &s e r ~ 4 e ~;

Qt eraefaa iteí
I

r l fftt 4 T
Il

f . 4írríeto 4o, ~ *.' ,

Foto del documento ins erto e n l a pllgi ns anterior.

taciones d e guer r a dice : « q u e d e quemarse sería en las.


costillas de nuestros enemigos>.— Estos enemigos, hay
motivos p ar a creer qu e se r eferían a lo s miembros de la
Guar di a Nacional, y q u e e l comú n adversari o d e ésta
e ran Sandin o y aquél a q u!en él d i r i gí a el m ensaje. E n ­
m edi o de l en mar añad o campo , q u e vamos tr atand o d e
atravesar, se divisa con claros re lieves una i nteligencia
entr e el «Guer r i ll er o d e las Segoviass y e l Comandante
General d e l a R epública. D u r o es, n o h a y d uda, t ener
q ue decir esto en asunto de tanta monta par a l a h i stor i a
d e Nicaragua, per o nos obliga a ell o n uestr o carácter d e
meros relatores de aquellos hechos que se relacionaron

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 523—

con Sandin o y qu e pu eden llevar al cr iteri o d e n uestros


lectores un a lu z sobr e los móviles que imp ulsaron úl tima­
m ente. a quien p u diend o h aber g anado u n g r a n n om b r e
para la posteridad, se convirti6 en instrumento de pasio­
nes bastardas que empequefiecieron hasta l o último, su
figura que pudo haber sido radiosa, de haberse r etirado
de Nicaragua el 2 d e E n er o d e 1933, cuand o po r causas
ajenas a él, los americanos abandonaron el suelo patrio.

F ot o r afía t omacla d e ) Viivili , campament o q u e


Sandino <:onsti t uy ó com o p u nt o est r ató~<~leo par a rl ar
ei <~olote de Estado en ansias de controlar el Poder
de l a R eptt blica . F u e al l i donde e i espi r i t u i n q uieto
(le Sandin o pr oy ect ó d e un a p lun<ada lleva r a ca bo
la l i ni<)n de Cen troatnkrica , t r axan<io u n P r og r ama
de Gobiern o par a r eg i r lo s destinos d e l a n u ev a en­
ti dad poli ti ca.

T r asladamos a continuaci6n í ntegro, el document o a


qu e no s r ef er imos, y q u e dice así :

<SUPREMA PROCLAMA DE UNI ON


CENTROAMERI CANA
Por el E j ér cit o A u t onomist a d e Centr oamérica que
encabezaba el ciudadano Indo-Hispano General don Au­
gusto C. Sandino.
(Aquí una firma aut6grafa que dice:)
(A. C. Sandino)
«Pueblo h ermano:

O E L CA L VA RI O DE L A S SE GOVI AS
--524­

I<.'» la tr ayectori a desde 1891 al presente, solamentc­


ur!o es el hombro que hemos tenido en Centr o América,
«omo símbolo sublime de Unión Centro Americana, cuyo
n ombre fué Francisco Morazán, nacido del coraz6n de
Centroamérica (Honduras), los demás resultaron cero.
En l o que queda dicho consisti ó que Costa Rica,
(guatemala, E l Salvador y Nicar agua, si n causa j u stifica­
da se lrayan retirado uno por uno de la federación Cen­
troamericana; sin embargo, sabed que: Honduras nunca
se retir 6 y qu e po r esa raz6n, siempr e y actualment e r e­
presenta el símbolo d e Unión Centroamericana. E n j u s­
tici a l o pertenece tener en su r egi6 n l a cap !ta l d e Cen­
troamérica, cuyo nombre ser á . . . . la que se establecerá
en ol Valle actualmente conocido con ol nombre de Vi lla
d e San Antonio, j urisdicción de Comayagua; es lugar de
ti erras fér tiles, planicies, clim a ag radable y ag ua ex t raor­
dinariamento f in a y saludable. l l on d uras estár en e l co­
r azón de Centroamérica, y, en el primer período d e F e­
deración Centroamericana, tendrár la cartera de Fomen<o,,
porque necesita do muo'ras obras prí blicas por hacer.
Guatemala tendr á l a cartera d e I n st rucción P ííblica,
por qu e e s l a seooión d e Centroamérica qu e t i en e m ás
gente por instruirse.
El Salvador llevarrr la Cartera de Guerra porque es
el soldado Centroamericano mejor preparado.
Costa Rica llevar á l a Carter a d e H acienrla, p o r que
es la mejor ar r eglada, h a m antenido sus Rentas Naciona­
les, y , podemos decir, que es la intelectual centroame­
ricana.
Nicaragu a tendr á l a Carter a d e R elaciones E x terio­
res po r se r l a p oética, amena y l a qu e más ti en e com­
promisos exteriores que arreglar.
En cada capital d e lo s E starlos Centroamericanos
habrá un Gobernador I ntendente, que dependerá del Go-­
bierno Cent.al d e la l'ederaci6n, en l a f orma que el
Ej ér cit o A u tonomista d e Centr o Am érica l o ti ene pr oyec­
tado. Cu alquier a d e lc s Gobierno s d e Centr o A m érica,
qui enes encontr ándose en l a Presidenci a d e su s mi smos
Estados, en lo s momentos d o l anzar ést a Su pr ema Pro ­
clama, se adhiera a l E j é rcito A u tonomista d e C entroamé­
rica, ser á el Gobernador I n tendent e del mi s mo Es ta do
qu e presida durant e e l primor p eríodo de Federación
(. elltroanrerlcana.
l l a br á solarn«nt r u n l ! osidr nt r d » l a Rr;pri blica d »
Centro América, sin Vice-Presidente. Habr á también cua­
tr o Designados a la misma, cuyos car gos d e Designados
a la Presidencia, lo tendrán los Gobernadores I ntenden­
tes de los Estados de Guatemala, El Salvador, Nicaragua
y Cost a Rica, r espectivamente; esto s G ob ernadores I n ­
tendentes, para llegar a tan elevados cargos, será por
elecciones plebiscitarias efectuadas en sus correspondien­
tes E stados.
La elección p ar a President e de l a República d e Cen­
tr o America, se efectuará en las cinco secciones de la Re­
pública Centroamericana, correspondiendo a Guatemala
el honor d e p r opor cionar en el p r imer p er íodo d e F ede­
raci6n Centroamericana, al ciudadan o qu e habr á d e ser
Elect o P r esident e de l a R epública d e Centr o A m érica.
Respectivamente les corresponder á el mi smo honor en los
siguientes períodos de A dmi nistración F eder al , a E l Sal­
vador , H onduras, Nicaragua, y Costa Rica.
El p er íodo d e Presidente d e l a R epúblic a d c Cen­
tro Amé rica será d e c uatro a ños, el q ue s erá e lecto t r e s
meses antes de asumir el Poder qu e pr .n :ipiarh el Pr i­
mero de Enero.
El E j ér cit o A u tonomi st a d e Centr o Am érica, r ef un­
dir á en u n a sol a con las r eformas que creyer e convenien­
t e, las cinco Constituciones qu e estuviesen r i gi end o en
los E stados Centroamericanos, al p u b licarse ést a Su pr e­
ma P roclam a en U ni6n Cent roamericana.
El E j ércit o A utonomista de Centr o Am érica, cuenta
con su p r opi o C6dig o de L eyes Doctr in arias, las qu e da­
r á a conocer al m u ndo, al solidificarse l a F ederación de
í' en tr o Am érica.
Pueblo H ermano:
En esta Su pr em a Proclam a d e U n ió n C en t roame­
r icana n o hemos hecho mención de l ci ni sm o con qu e al ­
g unos Gobernantes d e C en troamérica, han en tr egad o y
están en tr egando a mi serables ex pl otadoras. compañías
y ankis, gr andes extensiones de t er r itori o d e nuestr a b e­
lla Centroamérica; as& como los I'uertos Marítimos, adua­
nas, f err ocarriles, r egiones m i n era16gicas y p e t r oleras,
también o tras p r i n r ipales r entas d e Centroamérica, con­
virtiéndonos a los centroamericanos en esclavos, y, nues­
tras tierras en j ar dines d e ex plotación de dond e sacarán
may ores recursos, p ar a ex plotar a otros pu eblo s lrerma­
n os de l « l ob n ter resíre. P recisament e q u r l a cobar d r

O E I. ( A J VA B I O DE LAS S F G O V LA S
—526—

política en tr eg uist a d c nuestros gobernantes, i n di gn a ia


nuestre.heréi co , puebl o y le hace lanzarse a la guerra
reivindieadora, emprendida por el Ej ércit o A utonomista
de Centr o Am érica.
Como decimos; es trivialmente conocido del pueblo
centroamericano, todo cuanto ha ocurrido en nuestra be-.
lla Centro América de los pinares, después del fusilamien­
to de ,su pr imogénito h ijo, impertér r it o General don F r an.
cisco Morazán. Así como la degeneraci6n que han sufri­
do desde aquél entonces los Gobernantes d e Centr o
América, hasta el extremo de convertirse en verdugos de
su propio pueblo, y serviles del Departamento de Estado
de los E stados U ni dos d e N ort e A m ér ica, sal e so br ado
en ésta Suprema Proclama d e Uni6n Centroamericana,
referir lo que han hecho nuestros traidores Gobernantes,
concertando criminales e ilegales Tratados, Pactos y Con­
v enios, como los Bryan-Chamorro, y aquéllos de 1928 en
el acorazado Tacoma, efectuado por los cinco Gobernan­
tes Centroamericanos d6cilmente capitaneados por el ma­
cabro Gobierno de los E stados Unidos d e Norteamé­
r ica, etc. etc. . .
Pues bien, hondamente convencidos de qu e e l gro­
tesco imp erialismo y anki , df a a df a v a i n f i l tr ándose, ca­
da vez más en l a p olftica intern a y ex t er n a d e Centr o­
america, convirtiendo e n momias a nuestros cobardes
Gobernantes. L a vibraci6n espiritual de l a Raza I ndo­
H ispana, se torna en estos momentos en el Ej ércit o A u ­
tonomist a de Centr o América, para salvar s u dignidad
r acial arrojando militar, polftica y econ6micamente de su
suelo, a los agonizantes banqueros de KVall Street aunque
para ello tuviésemos que dejar nuestros cadáveres cara
al sol.
El E j ér cit o A u tonomist a d e Centr o Am érica, declar a
abolida l a farsante Doctrin a Monroe. Y, por lo mismo
anula el vigor que dicha doctrina pr etende ej ercer para
cobardemente inmiscuirse en l a vida polftica, interna y
externa de las Repúblicas Indo-Hispanas.
Pueblo Hermano:
S abed, que: lo escrito en esta Suprema Proclama de
U ni6n Centroamericana, solamente es un breviario de la
i dealidad del Ej ército Áutonomista de Centroamérica; y
n o s u C6dig o d e L eyes Doctr inarias q u e conocer á el
mundo tierra, a la hora de solidificarse la dulcemente an­

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 527—

siada F ed eración Centroamericana. E l qu e t eng a oí dos


par a oi r qu e oiga . Y el qu e tenga facultad p ar a razonar
que use de razón.
Sección Central — Wiwilí, Nic. C. A.. a lo s dieciseis
días del mes de Agosto de mil novecientos treinta y tres.
4 SIE MPR E M A S A I . I .A >
(í ) A . C. SANDINO.
[Un sello]

A continuación Sandin o el abor ó ést e o tr o c u r ioso


documento qu e i n tit u ló:
4PAUTA DE L E JERCITO AUTONOMIST A D E CE N­
TRO AME RICA, POR L A QUE SE RE GIRAN INQUE­
BRANTABI.EMENTE TODOS LOS MIEMBROS QUE
INTEGRAN A L MENCIONADO EJERCITO.
l' .— L a I nsti tución M i l itar de l E j ér cit o A u t onomist a
de Centr o Am érica, encabezada por el Ci ud adan o I n do­
Hispano, General don Augusto C. %andino, se compone
de I n do-hispanos voluntarios d e un o y ot r o sex o d e l as
c inco Secciones Centro — Americanas y de cualquier ot r a
raza que practique las doctrinas d e fr aternidad univer­
sal y quiera unirse a nuestro Ej ército, dispuesto a defen­
der con su propia vida la unión d e Centr o América, re­
conociendo como ú nico Jef e Su pr emo al ci udadan o i n do­
hispano General don Augusto C. Sandino, quien consti­
t uy e e n estos momentos ál gidos d e nuestr a h i stori a l a
Suprema Autoridad Moral de Centro América, por lo que
continuará defendiendo con todo honor de legítim o i n­
do-hispan o l a A u tonomí a Cen tro — Americana.
2'.— La Institución Militar del Ej ército Autonomista
de Centro — América, desconoce todo acto pasado, presen­
te y futuro, en que la Doctrina Monroe de los E stados
Unidos de Norteamérica, pretende ejercer en l a política
i nt ern a y ex terna d e la s R ep úb licas i n do-hispanas; p or
lo mismo declara abolidos los Tratados Bryan- Chamorro
en Nicaragua, y los Pactos entr e Gobernantes Centro­
Americanos, capitaneados por el Gobierno Yanki, abordo
del Acorazado Tacoma de 1928; así mismo desconoce to­
d a orden o disposición que emane de los Gobiernos de
Centro América, quienes se nieguen aceptar l a unión
Centro Americana que encabeza el Ej ército Autonomista
de Centro América.

O EL CALVARI O D E LA S S E G O V I A S
8'.— EJ,Ejército Autonotnista de Centro América, es
la vibración espiritual de la raza indo- hispana y el man­
tenimiento de los derechos de efectiva libertad, frecuente­
mente violados por los Gobernantes imperialistas de todo
el Continente, con muy r aras y honorables excepciones;
en tal concepto, consideramos inaplazable po r i nfinitas
razones la Uni6n de Centro América, jurando emprender
valientemente la jornada reivindicadora hasta vencer, pre­
fir iendo la muert e antes que per mi ti r que los países indo­
hispanos continúen desunidos
4'.— Todo Jefe que con posterioridad se levantase
en armas uniéndose al Ej ército Autonomista de Centro
América, est á obligado a participarlo al Jef e Supremo
d el mencionado Ejército, quien l e elegir á l a región en
q u e deber á oper ar .
5'.— La región Centro-Americana, lugar en donde el
imperialismo mhs grotesco de l a tierra, pretende cons­
tr ui r un Canal Interoceánico y una Base Naval, se divide
en cinco Secciones, comprendidas en la siguient e forma:
Costa Rica, Nicaragua, Honduras, E l Salvador y Guate­
mala, en las cuales Secciones operará un Jefe Intendente,
que oficialmente será nombrado por el Jefe Supremo del
Ej ército Autonomista de Centro América.
8'.— Los Jefes Intendentes nombrarán Jefes Kxpedi­
cionarios en las distintas zonas d e l a Sección que coman­
den, y vigilarán extrictamcnte porque las Fuerzas a su
mando no hostilicen a los pacíficos campesinos, y a que
el Jef e I nt endent e estar á autor izado a lanzar empréstitos
forzosos a lo s capitalistas nacionaies y ex tranj eros, con
los que har á el sostenimient o d e l a s f u erzas a su usan­
do, debiendo comprobar debidamente la s cantidades
q ue empleen en las tropas a sus 6rdenes; ei desacato a
e sta disposici6n dar á lugar a juzgarlos en Consej o de
Guerra.
7'.— A todo Jef e perteneciente al Ej ército Autono­
mista de Centro-América, le está prohibido extrictamente
celebrar Pactos Secretos con el enemigo, así como acep­
tar Convenios de ninguna clase. Quien quebrantase este
punt o Si ete d e esta mi sm a P auta, también ser á j u zgado
marcialmente en Consejo de Guerra.
8'.— Los poderes del Ej ército Autoaomista de Cen­
tr o América, siempr e estarán constituidos en el Cuartel
General del Ej ército en que permanezca el Jefe Supremo
del mismo, BAI.UART E D E NUESTR A AUTONOMIA.

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
en d ond e seguir emo s sosteniend o co n l ealtad nuestr o
doctr in ario «PL A N D E P E A L I Z A CI ON D E I . SU P R E MO
SUEÑO DE BOLIVAR>, el que desde esta misma fecha
queda declarado en vigor, por el Ej ército Autonomista de
Centr o Am érica.
9'.— Toda orden qu e emane del Jefe Supremo del
Ejército Autonomista de Centro América, será acatada en
e l t É ' r m in o d e l a di stanci a con el más alto espirit u d e
diciplina, po r l o que todo Jefe perteneciente al r eferido
Ej ér cito, está obligaclo a cumpl ir l a y hacerl a cumpli r con
el deber que impone el honor y respeto a la causa que se
defiende. E n caso contvario, el desobediente se har á res­
ponsable a las consecuencias que pu di oran sobreveni r d el
incumplimiento do lo orclenado.
10.— E I Ej í r cit o A u tononrist a d e Centr o América,
compuest o d e hombre s l i br es y conscientes, n o ad mi te
sueldo di ario, supuesto que tal acto avergonzarí a al mi s­
r no qu o acepte ol sueldo, y a q u e ostamos obl igado s a
d efender voluntariamente el Decoro I ndo-Hispano. E l
Jef e Su premo dol E j ér cit o A utonomist a d e Centr o A m é­
ri<.a, asumiendo todas las responsabilidades, autorizará ,a
l os J«fes de l n)en<.;ionado E j ército, pava consegui r t o d o
lo in<lispensablo en equip o y vestuario.
11.— El Ej ércit o A utonomista de Centro América,
USAil A BANI)ERA Y DI VISA ROJO Y NEGRO. L as
< 'omunicaciones ofi ci ales as í com o d e Jefes, Ofi ci ales y
Solciados, se encabezar í n co n la s p al abra s d e «M UY
QU E R I D O EI E R M A NO», y a l f inal i r án suscritas con l as
palabras «SIE!<I.PBE» MAA AL I.A», las cuales palabras
sor í n r o<;ono<.idas o ficialment e e n t od o e l E j ér ci to, y
asímism o ser á < l tvat') <l e hermanos, que individualmente
se <larán todos los 3liombvos do l . E j évcit o A u tonomist a
de C en t l'o A l n él'l<'a.
12.— El E j ér cit o A ut onomist a d e Centr o A m érica,
sien)pr o está en <,omuni<)a<;ión activ a con las demas 'na­
c iones indo-hisr)anas y. clel mu nd o en gener al, por l o qu e
tiene nombrados sus Representantes, quienes están tra­
l )ajanclo on b en<.ficio <l o nuestr a causa emancipador a y
de f r ater nidacl u niversal.
18.— l.a I nsti tució)n Mi litar del E j ér cit o A u tonomista
<le ( onrr o A lnévi<)a, es l a sucesl<)ll d e I a < )popey a sego­
viana en Nicaragua, gallavclamonte llevad a a feli z término
p <)r <.1 Ejévcit< ) D ofonsov d<. l a Sober anía Naciona l d e
Ni<'avagua, que en<'abex<) <I <,iudaclano in<lo-hispano, G o­

O E l. <' .i l . i ' A l ' l O I) E L A S ~K Éi ( ! VI A S


—580—
neral don Augusto C. Sandino, durante los años de 19M
a 1933, por lo que todos los grados expedidos con ante­
r ioridad po r nuestro Jefe Supremo, y los que sean ex ­
p edidos en l o f u t uro, serán reconocidos oficialment e p or
el Congreso de la Federación Centroamericana, al tr iun­
fo d e nuestr a causa, par a l o cual l e ser á expedido a ca­
da interesado su despacho correspondiente.
1 4.— El Jef e Su pr em o del E j ér cit o A utonomist a d e
Centro-América, ciudadan o in do-hispan o General don Au­
gusto C. Sandino, jur a ante el Creador Universal, y ante
el pu ebl o Centr o Am ericano, n o t ene r compr omisos p o­
líticos con nadie, y que sus actos se ajustan al fiel de la
b alanza d e j u sticia, asumiendo la s r esponsabilidades d e
ellos ante el mundo y la Historia.
1 5.— En vi r tu d d e l o ex puesto los J efes, Oficiales y
Soldados de l E j ér cit o A u t onomist a de Centr o A m érica,
todos conscientes y en plena libertad de derechos, lo ra­
tificamos y firmamos, en l a Sección Central d e EViwilí,
N ic., C. A., a los dieciocho días del me s de Agosto de
mil novecientos treintitrés.
<Siempr e mas allá+
(f) A. C. SANDINON
(Un sello).
Aunqu e l ar gos, hemos qu eri rl o p u blicar lo s anterio­
res documentos, porqu e t enemos l a seguridad de que
e llos llevarán a l án im o del lector el convencimient o d e
qu e Sandino, el Sandin o l egendario cantad o po r t antos
p oetas en e l m u ndo, er a solamente u n desor bitado, u n
hombre peligroso a quien las sencillas gentes del pueblo
seguían, pcrque no podían comprender hasta dónde al­
canzaban su s insensateces. S e not a en sus escritos ideas
que se habían asimilarko en su ment e i n q uieta, al ejarlas
de torta practicidad, semejantes a esas frases al tisonantes
conque los (l emagogos se apr opian rl(!1 alma d e las mul­
titud(',s po r e l t on o en(',rgi()o qu e usa n y po r l a misma
ignoran(,ia rl r las masas. N o ha y (l ud a qu e t()nía Sandi­
no rlo n (lr! )na»(lo y es ( r s r.l sr)(ret o po r «I qu c pu (lo
ha('(<r (l u (' s us l u g< (rt rn)i ( n t ( 's I e o l ) ('<I()(',leran ( ll('ga l ne nt e ;
I )r r o a Io s h <)m l ))r s <()n sr ir.n t cs, a Io s h o m b r e s (l e p ( n ­
sanl)(' li t( ) j n n n l s I )n<l() ( I Avasa l la r l'.On su s r' s t r al ll l)<)ll('.Qs
(<l<'as. v ln (l s < I<' ul)<) < I« ' 's lo s a l a « '( <'al s» Q <' I v ( Iaf s<!
< 'u< )lta < xa<'l n <I(' <IL)l<' n ( r a ( I I <I<)I<), s<' ai <'j ar<))l <I<' su

E I, E i i I ) .<( i ) l' . I l O R A N I) I N O
lad o y l e volvieron las espaldas, convencido s d e q u e el
símbolo que se habían forjado contr a l a I ntervención
.Americana en Nicaragua n o valía absolutamente nada.
:De allí viene que la obra de Sandino no perduró y que
con su mu ert e t er min ar a todo : aú n si n conocerse, como'
l o hacemos hoy , l a hi stori a ver ídica d e s u actuación en
las Segovias, que dej a atrás a la de muchos de los pan­
dilleros que Hispanoamérica ha tenido, y que a l a corta
o la larga han pagado con s u vida l a insania de sus
hechos.

L A CO NT EST ACIÓN QU E DIÓ E L PRESIDE NT E


SACASA AL M ENSAJE DE SANDINO

La cart a qu e con m otiv o d e l a ex plosión de l A l ma­


cén d e gu err a del Camp o d e M arte, que enviar a Sandino
al l ' resident e Sacasa, lo mi sm o a otr a en qu e l e su gi er e
el licenciamiento d e l a Gu ar di a Nacional, fu é contestada
p o r el Gobernant e d e l a maner a s i g uiente : E l l a s so n
un a muestr a del espír itu , digámoslo b enévolo, del Doctor
S acasa, qu e en su af án d e quedar bien co n Sandin o l e
habla f avorablemente hast a del f eroz Pedrón A l tamir ano,
quien dice celebra que goce de perfecta salud y esté lis­
t o a cooperar al l ad o d e l Gobiern o cu and o l l egu e l a
o casión . H e aqu í l a hi stórica cart a d e l M andatari o N i ­
caragüense, con cuya publicación regalamos a nuestros
.lector es:
"Agosto 21 de 1933.
Sr. General Augusto C. Sandino.
Sección Central, Wiwili.
Estimado General Sandino:
Me complace acusar a Ud.. recibo de sus apreciables
cartas y telegramas, de fechas 11 y 17 del corriente mes,
quedando entendido de sus conceptos, y una vez más el
rindo mis sinceras gracias por su leal y patriótica actitud
c on motivo de las noticias alarmantes que ie llegaron en
relación al incendio de los pertrechos almacenados en ei
Campo de Marte.
Ya que afnrtunsdamente en ninguna parte dei terri ~
torio de ia República ha surgido el más pequeño brote
revn)ucionario, y más bien ha tenido mi Gobterno la sa.
tisfacción de recibir de todas partes pruebas de adhesión,
q ue han servido para poner en evidencia I a fuerza de
opinión pííbiica que lozrespalda, considero en esta situa­
ctón un debt.r primordial de mi Gobierno procurar por to­
dos los medios que vuelva por completo ia tranquilidad a
Ios ánimos y puedan asi dedicarse ai trabajo todas las
energías del psis. Por consiguiente, y no si n lamentar

0 E I . C A Ii V A R I O D E I . A S S E G O V I A S
— 582—

la inter rupcion que han sufrido en esa'región los trsb<>jns


de ag r icult u ra, em pr endido s b sj » l a i nt~lig ent e í »ici»t>va
de Ud ¡ siento el mayor gusto ue manifesrsrle que y» es
tiempo <>portuno de 'reanudarh>s sin tardanza, porque no
ha habid o h a - t s ah or a n i n gú<> t rasto r n o d el o r de n I>ub i­
co con>o con-ecuenris del si niestro del 'p ri>n.r o d e los
co>rieut< s, y por l o m ismo n nhay nece>ndad de mantener
los preparst>vns bé<icos que en . realidad er an perfecta­
mente acon><cjsd<>s en ei primer mo<nento en previ ~ ión de
lo que pu >ivra suce<ier. Au » baj o la creencia de Ud., de
que, prot>sbl< mente, má~ adelan>e puede estallar u n mo.
v h »ient o r ev o iuci<>n»rio, l o qu e co r re.-p<>nde d e p a r t e d e
l ss f u< rzas d e m i G<>hier nn, en la s q u e i n cl uy o l s s d e
E<nerg~n 'ia del k «> Coco, es re<íobl<>r la v>g>l><i ci», pues
no d vbem<>s desperdicia r lo s r ecur sos d>sp<»i nles, c<>n el
mant~nin>len>o anticipado d e g ent e arm~<ís, po r q ue no sa­
b emos cuanto tiemp<> dursria esa situaclo<> que, po r sí
sola <i>nstitu i r í a u n m <I i r r epar a ble, y a q ue d esd e l uego
n o s h<>ria perder lo s be»ef>cios d e l>> <-xplotsció n d e l a s
riqueza~ de nuestr<> p<iv>legisdo suelo, y lo s qn e t r ae
consigo la vida ordenarla y r egular de f p »is , llevando
tr anq ui lidad d e espi >iru a tod<>~ nu<.stro~ connaci<>n><les.
Ei prob>em» de ia Guardia Nacional, <n la f<>rma en
que U.d, lo anuncia, nu está dentro de las atribucinr>es ad­
>.'.Ini> tr»tivas d<>l Pode r Ej<..cutivo , sin o q u e s u a precia­
cion y solución incumbe a la Nación e><tera, po>' medio
de su s R e pr ~sent ~ntes q u e fi>rn>an el Po de r L eg i slati vo.
P<>r otr a p » rt<; le r ei t er o I>< nece.-idad d e f o m entar
ampliamente e> hábito del trah> jo <lentro de l s g ar antía
d e ia paz, <ebiend<> aprovechar a e. e fi n la existencia de
organ>zscióu de la Guar lis Nacional i nstitu<.ió» m anteni ~
d a y s p:>r l ar go s a>ios. si n per j uicio d e c<>r<egir co n t i n o
y pr udente energi s los defectos que se notsren e n ella
como va se ha venido hac«n io.
C< mo Ud. mi»mn I<> reconoce, sería de suma gra
v edad y altament . perj udicial que si n haber est»<ío de
guerra en esas >eaiones, »i en ni nguna <>tra part e del
p ais, se despojar» a 1<>s particulares d e lo s b>enes, en
»om br e de l o rden y d e Is au>ortdad leg í ti»>~me»t e con«­
t it ui i a p ar a cu b r i r I~s nec<>siís<í"s, P U gE ST A S F N A R ­
MAS POR UD. ESPECI AL MENTE . A sí. pu<s, de a<,uer­
do c<>n los deseos d e Ud., l lev a el Co ronel A br aharn Ri ve ­
r» los fondo~ de la F uerza d e E> nergencia, c orrespon­
diente a los meses de Junio y J ulio, confiando en q ue
tanto Ud., com<> los J~fea y la trop» sabrá<> apreciar los
esfuerzos que en estas d>ficiles c>r cuntencias h e t~nido
que hacer para llenar esa justa necesidad, con pr eferen­
cia a ntras, que también me han hecho presentes.
Como Ud., me a egurs n<> hablar por esos lados nin­
g u na »ovedad y debido por otr a parte a que e n l a ex
plosión del Camp« de Marte fué destruida un a conside­
uable cant idad d e m u niciones, quedand o só',o lo su ficiente
p ar a el a p r o vi sio namiento d e la s f u erza s r < g ulare s d e l
p ais, n o c<>n<ider<> que ses necesan n po r e l >i>o<ne<>to l a
m edida d<> previsión de enviarle In s pertrechos a qu e
Ud., se refiere. Ius que no dudo estan a n siempr e bien
custodiados bajo su honorabilidad y csparidades.
A unque en los uerió licos circuló la noticia hace ya
dias. de la muerte del General Altamirano y d e sus dos

K l. V E R D A D R R O S A A D I N O
—588—

hijos, tué rectificada poco después, y celebro que goce de


erfecta salud y esté listo a cooperar sl lado de m i G o­
ierno cuando llegare la ocasión propicia.
kn su indicado telegrama del 17 me dice que quie­
ra o no quiera Ud., está hgado en la vida política de Ni­
caragua, y que, aün cuando su deber es el d e r espaldar
moralmente mi Gobierno, sin embargo, en caso d e gue­
r r a tendrá que empuñar nuevamente las arma s po r el
m ismo vínculo que lo iiga al pueblo Nicaragüense. Ye
acojo con el mayor gusto la manifestación qu e m e hace
d e que su deber es el de r espaldar a m i Gobierno, y
abrigo también la convición de que en e l rect o camino
del patriotismo, el cual es ajeno a los quiebres de la po.
lítica tendenciosa, nos encontraremos, tanto en paz como
e n guerra, unidos fr aternalmente po r lo s v ínculos de
a mor al pueblo nicaragüense y por el comhn anhelo d e
enaltecimiento, progreso y bienestar de la Patria.
A cabo de recibi r su último telegrama, e n qu e me
comunica haberle llegado por conducto del Juez de Mes.
ta del " Cinchsdo" mt contestación a su carta t elegráfica
d el 7 d e lo s cor r i en tes. en l a cual le p ar ti ci p o q u e r ei n a
la paz en toda la Republica, noticia que me dice Ud., que
fue acogida con msn>festaciones de regocijo por su tropa,
y no dudo que a la fecha estarán retornando a sus hnga.
res los ciudadanos que acudieron al llamamiento que Ud„
l es hizo con motivo de la explosión del 1" . de l me s en
curso, a quienes se servir á Ud., rendi r )a s gracias por
s u buena voluntsd, en nombr e de l a Patri a y de l ml o
propio.
De la manera más profunda m~ contraría el hecho de
que todavía persistiera ePespiritu de incomprensión en' re al.
gunos funcionarins de mi Gobierno, con individuos que
pertenecieron al Ej ér cito de Ud , los cuales tienen d er e­
cho a todas las garantías y pr errogativas de l ciudadano
nicaragüense, así como tambien estan obligados a r es.
petar a las autoridades y a ordenar sus actos de acuerdo
con las leyes vigentes. Quier o suponer que ha habido al­
gún mal entendimiento o mala interpretscion de parte del
señor Director de Policia de Jinotega s causa de la movi­
l ización de la gente que acudió a incorporarse a Ud., y
que dicho Direc>or en aras de la conservación del orden,
juzgo del caso dictar medidas que en esa se han tomaao
como actos de hostilidad y de persecucion. De cualquier
modo que sea, en este mismo momento giro instrucciones
al Ministerio de Gobernación para que llame l a au nciñn
d el m en cionad o D i recto r d e Policí s d e J l n ot ega, sob r e
las quejas formuladas contra él y sobre la necesidad in­
dispensable de dar amplias garantíse a todos lo s hsbi­
tantes del Departamento, sin ninguna cía~e de prejuicios,
ni de exc~ur iones, antes bien procurando infund>r confian.
za por medio de ru actitud benévola y j u sticier a hacia
l os campesinos. Quiero hacerle presente qu e antes de
ahora no se me había c omunicarlo e n a bsoluto n ingún
cargo contr a el Director de Policia Sr. Pedro Lñnez. mu­
cho menos en forma concreta, por malos p rocedimientos
c ontra los amigos de Ud., y en este concepto, abrigo la
seguridad de que Ud., reconocerá que el Gobierno debe de
t ener en mano los justificativos d e su s disposiciones, y
oue por lo menos debe mediar siquier a un a pr evenciün

0 E L CAL VA RI O DE I AS R E (r O V I AH
—584—
o llamamiento de atención al funcionario, antes de su des­
titución.
O jalá Ud., se penetre de Io que llanamente l e ex ­
ongo, sin dudar d e mi deseo de complacerlo en l a d e­
ida oportunidad, pues asi como me agrada respaldar a l
e m plead o q u e p r ocur a d esempeña r co r r ectam ent e s u s
funciones, no toler sr e que el senor Lopez¡ ni ningun otro
funcionario de mi Gobierno, proceda capr(chosamente de­
satendiendo mis instrucciones.
Deseando se conserve bien y con mi s atentos salu­
dos, soy su atento servidor y amigo,
(f ) J UA N B. SA CASA"
«P. D.— Escrita ya mi anterior carta, que no la ha­
b ía despachado a causa de que ha estado lloviendo en
estos lugares torrencialmente, y los correos están para­
lizados, tuve la pena, la noche del 22 e n qu e celebraba
mis bodas de plata matrimoniales, de saber e l sensible
encuentro entre la Guardi a Nacional y un a caballería
q ue comandaba el amigo L agos. E ( Coronel River a me
ha enviado e l siguiente telegrama en relación con es­
te asunto, del que deduzco que Ud., estar á y a enterado
de este lamentable incidente.
"Matagalpa, 2 pm. 24 de Agost o 1933.— Presidente
Dr. Juan B. Sacasa.—Al regresar de Santa Cruz, de ha­
cer la primera remisión d e provisiones para la Fuerza
de Emergencia, recibimos su atento telegrama, en el que
nos da instrucciones para pasar a esta a cumpli r l a co­
misión que se nos ha encomendado, l o qu e cumplire­
m os de conformidad con las instrucciones que V. E . se
h a dignado gi ramos. Posiblemente hoy saldremos de
regreso a Jinotega, y all i estaremos en espera de l a co­
municación para el General Sandino a como Ud., me lo
indica. Ayer muy t emprano d e l a m añana d e común
acuerdo con el Coronel Reyes, m andamos m ensaje, c on
expresa, al General Sandino, participándole l o q ue o cu.
r r i o con el General Lagos y la Guardia, en el lugar L as
Vegas~, jurisdicción de Yalí, l a qu e recibir á ho y a las
diez de l a mañana. Rogámosle aceptar nuestro respeto y
lealtad, y esperando siempr e sus órdenes. AB R AHA M
RI VERA, Coronel"
No dudo que Ud., ha de deplorar conmigo este he­
cho, producto de la fatalidad, que segun informe se debio
a que la Guardia Nacional no tuvo noticias d e qu e por
e sos lugares pudiera andar una parte de las Fuerzas de
E mergencia, y qu e N O PORTABA N E L DI ST I N T I VO
DE L A BA NDER A A Z U L Y B L ANCA ANUNCI ADA
POR UD . De todos modn~ he pedido u n informe deta­
l lado sobre el hecho, y abrigo la esperanza d e qu e no
volveremos a lamentar incidentes de esa naturaleza entre
hermanos, todos al servicio de mi Gobierna
Su afmo.
(f) JUAN B. SACASA."
LA A L T A NERA ACT I TU D DE L SA N DINISMO
ERA CADA V E Z M A Y OR
Es indudable, según se desprende del proceso que

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—585—

se siguió, que el Sandinismo nada tuvo que ver en la vo


ladur a d e los almacenes de guerr a del 1' . de Agosto, sien­
do otros, como hemos dicho antes, los factores que con­
'tribuyeron a la consecución de ese hecho delictuoso, que
p or su ert e n o causó más que p ér didas materiales; y el n o
haber podido aprovechar esta coyuntura, sacó de quicio
a l Sandinism o qu e h ab r í a qu er id o o btener p r ovech o d e
tal acontecimiento.
E st o se deduce cl ar amente d e l a p art e f i nal d e u n a
posdata, puesta en carta que dir igi6 de León, con fecha 21
d e A gosto a San José d e Cost a Rica, el doctor L ar a a
su amigo Salinas de Aguilar . H e aquí su s exactas pala­
bras.
«Si algo nuev o v i olento vuelve a ocurri r t omar é me­
didas decisivas, y usted actúe por e l Sur, aunque s61o
sea haciendo sombra. hEstamos9»
Hay que suponer qu e cuando así se expresaba el
doctor I.ara es porque contaba con medios para dar tan­
gibilidad a sus anhelos, poniendo en práctica sus «medi­
das decisivas».
Poco después d e l a cart a d e L ara, Sandin o s e p o­
ní a h echo u n en ergíímeno, con motiv o d e l em préstito
q u e ll ev 6 a cab o en E st ados Unidos el Gobi erno 'del D r .
Sacasa, di sgust o qu e l o decidi 6 a hacer u n v i aj e a M a­
nagua con el objeto — pasmese el lector — de pedir ex pli­
caciones al Presidente de la República sobre tal nego­
ciación, significándole que en el momento oportuno el san­
dinismo serí a factor decisivo e n l o s destinos de la
Naci6n.
Y par a que no se crea que hablamos, sin el respal­
do necesario, publicamos en seguid a l a cart a escr it a p or
Sandino al Dr . L ara y a Salinas de Aguilar,en traslaci6n
í nt egr a y f i el :
"Octubre S de 1988.
Cooperativa Rio Coco
Sección Cent ral
Aviwili, Ni c C. A.
Seaores Dr. don Escolástico L ara y
D on N orbert o Sali nas de A g u il ar ,
León, Nic. C. A.
Mis mu y di st ing uido» hermanos:
Con inusitado placer recibimos ayer al Cnel. .l . l>o­
l ores Villaiol>os l>ortador <le las cartas de Uds., para mi ,
iecha>las del 8 de Junio l>asta el nueve de Septiembre

O E I . C A I. l ' A R I O D E LA S SE GOVI AS
ppdo., ssi como el machote de una cart a qu e s e podria
dirigir en nuestro non>bre al Dr. Vicente Lombardo T ole.
dan<>, en Méjico, D. l'., y algntros impresos. De las cartat
mencionadas y den>ás escri tos quedo in>puesto . E l Cn el .
Villalob<>s sale hoy mismo de regreso llevando la presente
Ahora bien: L a carta del hermano Salinas de Agui.
l ar , qu e m e di r lj e de Mansa u a con fecha 11 de Junio, L A
HAGO MI A E N TODOS SIJS PUNT()S Y M E S A TI S­
FACE QU E E NT R E NOSOTROS EXISTAN I NSTIT U­
CIONES ANALOGAS. Po r otra parte sgradezc<> al her.
n)ano Salinas de Aguilar, en todo su valor. Ia defensa que
nos ha hecho, tanto por la prensa como e n e l Congreso
Ibero —Americano de estudiantes, efectuaao recientemente
en San José de Costa Rica,
En los momentos que llegó a ésta el correo de que
me ocupo, está, po r sa li r otr o que estoy mandando para San
R afael del Norte, con t eleg ramas, en q u e l e p a r t i cip o a l
l)r. Sacasa mi pr<íxima llegr><la a Managua con el fin de
c n f l e >risr rx>n el; (TRATA REMOS D E T ENE K F X
PLI <'ACI )NE S SOBRE I.AS CONDI( 'IO NES EN Q UE
HA EF ECTUA DO E I . E le PRESTIT O E L D R , GUE­
RRERO MONTAI VAN, Y E N I . O QU E QU EDAMOS
SURRE 1.0 ~ FNCAR(' EL AMJENTOS I NJUSTOS QUE
ESTAN SUFRI ENDO L OS SANDJNI STA i l'. N EST<)'l
DEPARTAMENTOS, al mismo tiempo voy listo para deso­
cupar el pais SI NO ll %Y EX P i l CACIONES SATISFAC.
TORIAS. Por esa razón no creo necesaria por el momen­
t o d i ri gi r l a cart a a l Dr . L ombardo T oledsno, y a q u e e s
c asi segura mi salida del pais, en donde m e ocuparé de
l os Manifiestr>s a que se r efieren, per o más qu e t odo , m e
ocuparé de destruir con hechos cualquier calumnia que se
nns hag a con i ntenciones m a q uiavélieas, p or qu e a l deci r
verdad no es cierto que duden rle n>i sinceridad lo s mis­
mos qu e m e atacan y l o qu e pretenden es i n c iinr>rnos a
tenden cias co n las cuales tiosotro> n o estamos d e acuerdo,
pues tenernos ideas pro pias y ss i l o hemos prr>hado.
No desconozco los peligrr>s que >ni vida puede co­
rrer en m i t r s yesi a po r e l i nt erior d e l a Repábllca . pero
cr>ntinuarB r>nrteando lo s peliaros. mi ent r» s I .A S COSA S
NO L L F GUEN A RU l' UNT O F N N I CARAGUA. Por
t elégraf o les par t i ci par é m i llegada a N i q ui nohom n p a r a
EN T R EV I ST A RM E CO N U DS . s<>a,en L eón o e n e l men
cionado pueblo, donde pienso I>ermanecer los dias necesa­
rios en a li st srn>e para sali r de l psis, ó en caso d e r e g r e­
s a>' a estas reg iones, pasaré en m i p u ebl o n a ta l po r l o
menos un mes.
Estoy d e acuerd o en l a n n conv enienci a d e se@>rir
t r at ando d e l a n rg anizscirín riel t erce r Pa r t ido . y l . l MI ­
TARNOS A L MA NT FNI MI ENT O D E L S A NDTNI~líf <)
("OV TOD<)H SUS l' REST I Gl OS D E AUTORJDAD MO
R A L V A R A SJ.' R F A C T O R F i D E CI SI V ( ) S EN I .()S
DESTINOS DF, I,A NA(,JON. EN J.A PR I MERA OI' () R.
TU N I l >A D QU F. S E P R F S E N T E . D e ps..o m e sa >l r fsce
m «~isf ~i t »r>r qr>r> r> ls <»>bezo rlr~l )t ( ) V J N I E N T O RT".NO
VAD()R, L LEVARFMOS AL GE NF RAI. E>(' OI.AqT I(.'< >
LARA, porque asi lo r< clama la saluri de ls l<r l>rrbli«a.
Pr ont o lleg aré, por l o qu e n o so y m és extenso e n
esta carta, pero mientras tanto les ruego acusar recibo en
mi nombre al Srio. de la Junta Local del Partido L iberal
Republicano, del oficio que me mandó, fechado en Mana­
gua, el primero de Junio del corriente año; asi mismo rué­
goles decirles que etamos en KL MISMO PROPOSITO en
c uant o a l h erman o Gr al . Escoléstico L ar a y qu e e n mi
llegada L O TRATAREMOS TODO DE VI VA VOZ.
Mientras teng o e l g u st o de abrasarle s personalmen­
te, rukgoles aceptar el smcero apreci o d e est e vuestro
hermano.
S IEMPRE MAS AL L A
(f) AUGUSTO C. SANDINO.
(Un sello]

CURIOSA CONFERENCIA DADA POR


FRA NCISC O EST RA DA
Como se sabe, el cabecilla Francisco Estrada fué el
designado por Sandino para primer Jefe de las Fuerzas
de Emergencia, que conforme los convenios de paz, ac­
tu arían como au x ili ares d e l a Gu ar di a Nacional.
Con tales antecedentes, el referid o cabecill a es de
suponer que obraría en consqnancia con la posición que
ocupaba. Si n embargo, muy Íejos estaba de la obedien­
cia y discreción que del jefe de las Fuerzas de Emergen­
cia ii ebí a esper arse. O i gamos si n o los si guientes f r ag ­
m entos d e l a conferenci a qu e personalmente l ey ó e n el
can>pamento de %Vi~vi]í, ante los cien hombres que le es­
taban subordinados y ante muchos particulares más que
allí se congregaron por invitación especial que les hizo.
V éase el r ef erid o documento, con l a or togr afí a co n
que fué escrito. Dice así:
« . . . el 2 de F ebre ro d e este a ño s e f i r m ó l a p az e n
il anagua, entr e los Representantes del E j ér cit o L i b er ta­
d o r d e %nicaragua y e l Gen eral Sandino , as í com o l o s
Representantes d e los dos Par tido s H i stóricos, Conser­
vadores y I . .iber ales y e l p r opi o Pr esident e doctor
J uan B. Sacasa. De parte de nuestro Jefe, así como de
nosotros cinismos la paz h a sido respetada pero no ha
i id o así <! e p art e d e los l l A L L L A M A D O S G U A R D I A
'XA(',TOXAI. a los que no L E SA SISTE MAS DERECHO
() l ' E EI . I i F SI ' AI,D O () UE I .E S H A DADO EI . PO­
1)l';R LE (HSI ATI NO o SE A PA l i A E L CONGRESO
i.h ('1ON A L.

O E L CA L VARI O DE L A S SEGOVI A S
— 588—

Para manejar el país hay tres poderes: Poder Legis­


l atibo, Poder Judicial y Poder Ejecutibo. E l Poder L e­
gislativo es el Congreso, el que legisla las l eyes; Poder
Judicial es la ley que jusga a los ciudadanos. E st a l ey
j udicial jusga si es culpable el ciudadano y l o castiga y
c omo si n o l o pr emia, o m ejo r di ch o l e d a g ar antías. E l
Poder Ejecutibo es el President e de l a República, o
sea el qu e hace qu e se cump1an la s l eyes qu e e l Con­
greso dicta.
Pero en nuestro país, queridos hermanos, no sucede
así: es todo l o con tr ari o d e como les d ej o dicho: son tr es
p oderes di stintos lo s q u e hoy, si n o está n u n i do s a l o
menos están de acuerdo ya que los hombres qu e están
alfrent e de esos podcres son conocidos y considerados
«AMORALE S POR HACERSE I N DI FE RENTES ANTE
EL DOLO R D E L PUEBLO . Ahora bien: el pueblo es
S OBERAN O E independiente, de consiguientes e n no
l ej an o dí a qu er idos hermanos ten dr emos qu e volver a l a
LI D , y a qu e nosotros, al l ad o d e nuestr o J ef e G ener al
Sandino somos los verdaderos Representativos del pue­
blo que jime y que se retuerce sin encontrar justicia, ni
much o menos, paz, a m enos qu e acepte l a paz del escla­
vo: entendéis, el esclavo solo jime ant e e l látig o d el
amo.
He dicho.
Secci6n Central —EViwilí, Nic. C. A. Sbre. 26 de 1988.
«Siempre más allá — (f) F. Estrada.+

El lector debe estar claro, después de leer l o ante­


rior, en que el cabecill a Fr ancisco Estrada, Jef e de las
F u erzas d e E m ergencia, er a i n di gn o de l a confi anza qu e
e l Gobi ern o h abí a d epositado e n él , al p oner b aj o su
mando los cien hombres que constituían dich o cuerpo.
C hlificaba Estrada, el J efe Auxiliar de la Guardia, de
amoral al Gobierno, y preparaba el ánimo de l a gente,
que junto con él debi6 ser leal al Mandatario, par a que
m antuviesen vi vos los odios haciéndolos víctim a d e u n a
tí'emenda injusticia. E s de advertir que los que le escu­
chaban eran gentes crédulas, campesinos si n ninguna
ilustración, en donde la simiente envenenada de l sandi­
nism o caí a e n t err en o v i rgen.
Una vez más preguntamos al lector , be n qu é país
que no fuera Nicaragua podían pasar tales anormalida­

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
—539—

des, en asuntos de tanta trascendencia, como era l a paz


de la República~ No es concebible tolerancia tal en Go­
biern o al gun o d e l a ti er ra, y s61o l a lectur a rl e lo s d o­
cumentos que ofrecemos a lo s qu e estas l íneas leen
podrán ll evarlo s a n o du da r d e s u v eracidad, estando
como están los originales, a l a orden d e quien quiera
verlos, en la Oficina de Operaciones de l a Guardi a Na.
cional.

S ANDINO SE M U EV E A SA N RA FAE L DE L NO RT E

El ti emp o ib a tr anscur ri endo y los planes de Sandi­


no y d e los su yos iban m adur ando cada vez m<rs.
El dí a 16 de Noviembre de 1933 llegó a San Rafael
d el Norte, Sandino, procedente de s u campamento de
AVisvilí vía E l Embocadero, acomparzado de su s ayudan­
tes Francisco Estrada,,Juan Pablo TJmanzor y dos más,
portando t odos, armas automáticas y escoltados por vein­
ticinco hombres, perfectamente armados, pertenecientes a
las Fu er zas d e E m ergencia. TJ n dí a antes Sandin o h a­
bí a ll egad o a E l E mbocadero, d e dond e solicit ó al Cuar ­
t el General d e l a Gu arclia Nacional en J i notega, qu e se
le pr ovey er a d e un a custodia de alistados de este Cuerpo,
l a que le fué proporcionada, en número de quince, baj o
el m ando del Subtenient e Gui ll erm o P érez D ávila. E st as
fuerzas se sumaron a los veinticinco hombres de Sandino
y j untos se dirigieron con él a San Rafael de l Nort e a
dond e ar r ibaron esa misma noche.
A l ll egar al pueblo, Sandino, si n m otiv o al guno , se
desat6 en in sultos contr a l a Gu ar di a Nacional, como que­
riendo f orzar l a disciplin a d e los miembro s de l ej ér cito
que lo veían acompañando, y quienes se venían restrin­
gidos dc tomar la actitud qu e e l caso r equería por las
especiales 6rdenes qu e habían recibid o de l Comando Su­
p r em o d e l a Gu ar dia, d e darl e a Sandin o tod a clase d e
gar an tías. l , lcg 6 a tal ex tr em o l a insolencia de l «Caudi­
<tillo d e las Segovias,» como él se llamab a qu e h i z o ll a­
mar a su casa al su btenient e César A v ilés, G. N., q uien
<onfiadam«nt ( ll egó, y a l pn .sentarsc se vió r odeado por'
los holll bres d e Salulrno, a q ulell éste ordE'nó 1(' Áp u nl a­
r an co» su s armas, y c n ta l si tuación se di ó el gusto de
1nsultarlo, de rn;lner<1 soez y c obard(', nlBnif( st<lll(lolc (Ju»
<ll m e no r n l o v l n ll (' n t o q u e l n c l c r a q u cd <l rí<a lic('h o < u n co s.
~ <() <On I en l o c () n é s t () n j a n< I(í r í !t <u ' a ( I u c l ( ) < 1 1 ( Í11)!1á n

O E I. C A I. V A ll 1 0 I) E I. A S Sl GO VI A S
— 540—

,José Saravia G. N., Comandante d e San Rafael, y para


amedrentar a la Guardia Nacional, que all i había, hizo
funcionar su s am etr alladoras, causand o l a consig uiente
alarma en el vecindario . Saravi a com o A vilés, m antuvie­
r on un a actitu d pasiva, po r r azones d e disciplin a y d e
obediencia que s61o las vías de hecho podían forzar.
Entonces, como en diferentes ocasiones, la Guardia
N acional a la que nunca pudo avasallar Sandino y a l a
que encontr6 siempre como un valladar p ar a su s locas
ambiciones, recibi6 con paciencia los insultos, que debie­
ro n ser r ep r imidos po r el Mandatario, sacándolo del er r or
d e creer d e qu e el E j ér cit o l e tení a mi edo, y d e q u e él
era el hombre de Nicaragua.
Nada valieron el trato caballeresco que siempre usó
con el Presidente Sacasa, los decretos de amnistía dados
e n favor de su gente, los dineros de la Nación qu e se
r estaban a los maestros de escuela, para ir a acrecer la
famosa Cooperativa de Wiwilí.
Sandino lo que buscaba era nada más que una opor­
tunidad par a tomar el Poder y cuando se encontraba
con la Guardia Nacional, que le imposibilitaba el paso,se
desataba en in sultos contr a ell a y com o u n ni fi o d aba
g olpes contra el muro que le interceptaba l a llegada al
Capitolio.
El país fué sabiendo con sorpresa d e est a actitud
del Guerrillero de las Segovias, y se preguntaba di aria­
mente cuál ser i a el resultad o d e est e d u el o so stenido
entr e él y l as fu erzas llamadas contr oladoras de l o r den
en la Nación.
Once días después del incidente narrad o e n San
Rafael, el Comando de l a Gu ar di a reci bí a la siguiente co­
municaci6n, dirigida por el Capitán Gabriel Castillo, Co­
mandante Departamental de Estelí.
C astillo ya no pertenece a l a Guardia Nacional, y
s us palabras ten drán po r consigui ente má s f u erza, p ar a
que el lector j u zgu e sobr e l a v eracidad d e l o s sucesos
que r el atamos y , d e l a ex tratsa acti tu d d e Sandino, qu e
c omo u n ciego ib a camin o d e la mu erte , co nducid o p o r
el cíímul o d e su s desaciertos.
He aquí la carta del Capitán Castillo:
CUARTEL GENERAL D E L A GUARDI A NA CI ONAL
D EPARTAMENTO DE E ST EL I .
Noviembre 27 de 1938.
"Mayor General Anastasio Somoza,

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 541—

Jefe Director de la Guardia Nacional,


Managua.
Mi estimado General Somoza:
Haré un relato de la manera de explicarse de San­
din o a su pasada po r ésta.
Al teniente Guillermo Pérez, de servicio en Jinotega
y qu e f u é e l qu e l o cu stodi ó a ésta, l e d i j o qu e D E S­
C ONF I A B A D E L A G U A R DI A y qu e por eso t r ai a cuat r o
hombres de los de su confianza, y que venian bien arma­
dos para cualquier caso, agregando que para desarmar a és.
tos hombres necesitariamos no menos de trescientos guar­
dias.
Se le preparó hospedaje en el hotel, por orden de él
mismo; pero como supiera en ei camino que yo vivia en
el mismo hotel, solicito hospedarse en otro lugar, diciendo
que podria pasar alguna cosa conmigo, porque me habia
reprendido anteriormente. [Combate de Saraguasca]
Manifestó también de que VOLVERIA A L A GUE­
RRA, E N CASO N O SE L E DI ERA T RA BAJO A L OS
A RTESANOS Y NO SE L E S TRATARA A COMO SE
LE S DEBI A TRATAR . Esto supongo que lo hace como
una propaganda para el . Se dice también que ha hablado
con alg unos cabecillas sandi ni stas ordenAndoles qu e se re­
concentren en l a m ontaña.
He comprendido que Sandino se encuentra siempre
agresivo con la Guardia y que pretende chocar con ésta.
C omo h a d e r ecordar , l e i n fórm é d e l a ac t i tu d qu e t om ó
el cent inel a de él , para con e l m i o, no teniendo él ni ng un a
incumbencia cón ésto, ya qu e l a Guardia estaba garanti­
z andolo. Ciert o tiempo que el General Estrada lleg ó a
Matagalpa y siendo yo Comandante de aquel Departamento
l o hospedé en m i p r opi a casa , p r opor ci onándole t odas l a s
comodidades; lo mismo lo hice con hospedar en mi cuartel
al Coronel Santos Morales; quiero explicarle que asi como
yo , t odos los mi em bros de la Gu ar di a Naci onal, hechas las
paces, no conservan ningún rencor; PERO POR L OS A
CONTECI MI ENTOS OCURRI DO S E N SA N RA FAEI,
DEL NORTE, ENTRE E L SUB-TENI ENT E CESAR A­
VI L ES Y SANDI NO, Y LA MANERA D E EXPRESARSE
EN CONTRA DE L A GUARDI A, y la intervenci6n par a
c on m i s centinelas, m e hacen desconfiar d e Sandino, y n o
estoy dispuesto a seguir consintiendo esos atropellos e im­
posici ones en m i D epar tamento.
Creo que siempre que Sandino trafique por puestos
de la Guardia Nacional, no lo haga con un grupo de hom­
bres armados y menos que ponga centinelas, desde luego
que la Guardia le hace custodia y es garantia de su vida.
HUMI L LACIONES hechas por Sandino para con l a Guar­
dia de San Rafael del Norte, el l á de Noviembre de 1988,
son imborrables y dejan mucho qué pensar. Probablemen­
te l o v a a querer borrar con u n abrazo, de los que él
acostumbr a.
De Ud. atto. y s. s.
( f) GABRIEL CA ST I L L O
Capitán G. N.»

O EL CA L VA RI O DE L A S SE GOVI A S
SE IBA L LEGANDO AL FIN
E l espíritu de conciliación jamás tuvo asiento en l a
mente de Sandino y de sus hombres, y e l esfuerzo de
consegui r l a supresión d e l a Gu ar di a Nacional f u é cosa
que no desaprovecharon nunca, valiéndose de los adjeti­
vos más denigrantes para zaherir al Ej ército. Nacional.
R evelador a de lo que decimos es la siguiente carta, fi r ­
mada por el cabecilla sandinista I smael Peralta, donde
además de las expresiones hirientes contr a l a Guardia,
de que antes venimós hablando, se hace patente el esta­
do de ánimo en <lue se encontraban todos ellos, y l os
propósitos subversivos qu e abrigaban. A continuación
damos cabida a los párrafos más importantes de l a r e­
ferida misiva.
"Sección Central- Wiwili, Nic. C. A. Diciembre 3, 1933.
Señores Capitanes Santiago Dietri k y Zacarias
López.
Chupadores.
Estimados hermanos:
Tenemos el gusto de manisfestarles que ayer a las
cinco de la tarde recibimos del Mayor N. Altamirano, en
que nos par ticipa uue los «PERROS' que se metieron en
la zona d e E L C H I POTE i hablan salido po r Santa
Ana con r umbo a Quilalh
Como el objeto de que ustedes estuvieran en e se
lugar que era par a conoser l a i ntención d e eso s «P E.
RROS», pero como ya salieron creemos qus no tiene ob­
'eto su permanencia alll ; en esa virtud se servirán t an
uego como reciban la presente reconcentrarse para ésta
con toda la gente, y para que la gente de ese vecindario
sepa que Uds., ya no estan en esa, se lo participan, de que
abandonan ese lugar para que todos queden entendidos,
advir tiéndoles de que mantengan la v>gilancia sobr e los
caminos que vienen par a ésta y que toda novedad q ue
tengan que la participen inmedíatamente.
S IEMPRE MA S A L L A
( f ) I SMAE L P E RAL TA
Jefe Interino de las Fuerzas de Emergencia"

SANDINO SE O L V IDABA A V ECES DE S U PA PEL


('ont o sc h a vist o el Pr in><!r ,l<.f«. I<. Ias l 'u<.rzas
E»«.rgcncia, F r anc:is<:o Est<a<la so li abía i<l o a<.oiniia11an­
<l<~ a Sa»tlino a San R afael <lcl N orte, <1<.l>len<!o qu eda<
I<n<i<'.n<lo su s v « ' < s «n E<<'iu.ilí <. I s< guncl<> ,Juan Sant<i.­
il<)<'« I<'s . l'<"ro <'on10 San <l<no <n'a <i ui<'.n r<<al<n<'nf< ' nlun­
< lnlia, n p< iar <I«' lu«'. Iu<n'ía ulnu'<'« r aparta<lo l u r a f i ­

E l. V E R D A D E R O S A N D I X O
— 548—

nes que bien se comprenden, se olvidó d e Juan Santos


fl orales y nombró, sin el consentimiento de nadie al ca­
becilla Ismael Peralta, quien es quien suscribe el anterior
curioso documento, como Jefe interino de las Fuerzasde
Emergencia, siendo ésta una prueba más de que el <Re­
belde d e las Segovias» mantenía un a actitu d du al , d en­
tr o d e las r egulaciones del E stado.

E L P RESIDENT E S A CASA C O NT IN UAB A EN


COQUETEOS CON SANDINO
A pesar d e l o qu e p ensaban y hacían Sandin o y
s us hom bres, el Presidente d e l a R e p úb lica, e l J ef e d e
los PERROS, como llamaba Peralta a l a Guardia Nacio­
nal, se desvivía pensando en la vida y salud de la gente
acampamentada en las r egiones d e AViwilí, y l u g ares ad ­
yacentes. E l 51andat ari o ol vidab a lo s i n sulto s en di lga­
dos contra su Ej ército y se hacía mieles con el hombre
que a pesar del ab razo d e paz del 2 d e F ebr er o de 1988,
buscaba como sustituirlo en e l Poder, par a l o qu e iba
adelantad o dí a a dí a su s t r abajos d e zapa.
V eamos l a cart a qu e el President e Sacasa envi 6 a
Sandino, con fecha ocho de Diciembr e de 1988, que r e­
vela a las claras e l deseo de quedar bien con quien
estaba representando un doble papel en la manigua Se­
goviana, inter f i ri end o a l a Gu ar di a Nacional.
Dice así:
(Aqui un Sell o I mpreso de l a República d e Nica­
ragua).
" P RESI DEN CI A Y COüIANDANCI A GE NERA L ,
MANAGUA . Di ciembre 8 de 1933.
Señor General Augusto C. Sandino.
Presente.
Mi estimado General:
Deseo confirmale por medio de esta cart a m i pr o­
pósito que repetidamente Je he expuesto en nuestras con­
v ersaciones. de A Y U DA R E F I CA ZM EN T E, dentr o d e l a s
p osibilidades del Gobierno, al incremento de la región de
A Viivili , par a el m ej or ax it o en los di sti ntos t r abajo s a g r i .
colas, mineros e industriales, que, con la iniciativa y plau­
sible esfuerzo de usted, han emprendido los habitantes de
esa región.
Juzgo muy acertada, en ese efecto, la idea de Ud.
de dar cuanto antes una ORGANIZACION CI VIL, de acuer­
do con nuestras leyes al vecindario que se ha establecido

O E L CALVARI O DE L A S SEGOVI A S
—544—
en l a r egión de Wiwili . Basado en las facultades que
c onfiere ai Poder Ejecutivo el inciso 87 del Arto. l l l de
N uestra Constitución, he dado instrucciones sl señor Mi ­
nistro de la Gobernación para qu e prepare u n pr oyecto
del r&gimen especial con que deba gobernarse temporal­
m ente la mencionada región de Wiwili, a fi n de que, en
e l mes de En er o se di ct e el correspondient e A cuerdo , o r ­
ganizando l a J u nt a L ocal necesari a par a l s bu en a m ar cha
Adm ini st rat i v a d e dicha r egi ón . Qu ed o entendid o del de­
seo de Ud. de que formen parte de esa junta, el Coronel
Abraham Rivera como Presidente p los señores Mónico
Peralt a y T i m oteo A l v arez.
En mi deseo de dsr a los habitantes de esas r egio­
nes todas las facilidades posibles para el establecimiento de
l as nuevas industrias de qu e hemos hablado y como un
impulso a la Cooperativa Rio Coco, acojo también gustoso
la idea que me expuso Ud. en su carta de 11 de Septiem­
bre, recibida por m i a mediados de Octubre icltimo, de
que el Gobierno preste la cooperación necesaria par a lle­
var a cabo la construccion de una presa en l a compren­
sión de Wiwili . A est e respecto manifiéstol e qu e muy
pronto enviaré un I ngeniero para que haga todos los es­
tudios necesarios para su construcción en e l lugar má,s
adecuado y detalle los gastos y materiales indispensables
par a di ch a obra.
Fuera de lo anterior, ya doy también mi s órdenes
para que se envien a 'Wiwili los implementos para el lava­
do de oro, que me dice Ud. se quedaron demorados en Jí­
notega.
Asi mismo, daré mis instrucciones para que l o más
pronto qu e se pueda, se instale l s estación de radio en
Wiwili, facilitando asi el servicio de comunicaciones con
aquella región.
Conforme los deseos de Ud., el Ministerio de Higie­
n e mandar á e n l a p r i mer a op or tu nida d u n em pleado de
Sanidad con los medicamentos necesarios para atacar el
p aludism o y l s s en f ermedades ps rssit s r ia s i n testinales y
par a qu e di ct e y aconseje las medidas sanit arias qu e sean
oportunas en aquella localidad.
I)eseando a Ud. u n f eliz regreso y reiterándole mi
satisfacción po r la s f r ancas declaraciones que una vez más
me hs hecho Ud. en favor de mi Gobierno y en pro de la
Paz de Nicaragua, soy su afectisimo amigo.
[fl JUAN B, SACASA o

LAS GRACIAS DE SANDINO DADAS AL


J EF E DIREC T O R DE L A G UA RDIA NAC IONA L
Después de su permanencia e n la capital, Sandino
salió para sus campamentos <le 9'iivilí, por la vía d e Ji ­
notega, desde donde envió al (general Homoza, el siguien­
te mensaje telegrafico:

E L V E R I) A D E R O S A X D I N O
"Depositado en Jinntega a las 17:25 horas del 10
de Dleiemhre de 1933.
RECI BIDO en Is Gnsr<tis Nacional a las 17:50 ho.
ras del 10 de Diciembre 103L
Señor Jefe Director de ir< Guardia Nacional,
General A na«ta< io Somoza,
Campo de Marte.
Managua.
Por el presente mensaje me permito rendir a Usted
las gracias pnr sus órdenes gira<has a la fuerza de su
mando, en el senti In de usrnns efectivas garantiss, a la
vez que nos sentimos satl.fechos cnn ls designación que
hizo del Teniente G.N., Guillermo Pérez D. para que eou
su patrulla nos acomprñ <se a este lugar, en dnn<te que­
damns sin ninguna novedad, li.-tns para salir mañana pa­
ra Wiwili . Con toda consideración.
Siempre más el'it.
(f) A . C. SANDI NO.«

El mensaje de Sandino para el General Somoza da


a conocer la forma leal conque procedió siempre el Jefe
Director de la Guardia para quien contaba con la pro­
tecci6n del Presidente de la República, y a nadie puede
escaparse que si él hubiera tenido la idea de suprimirlo,
nada mhs fácil le hubiera' sido que valerse de la soledad
de la montaña o aprovechar el sinnúmero de faltas e in­
sultos a sus subordinados en distintas ocasiones para eli­
minarlo en un momento oportuno. Hay que advertir que
en este regreso de Sandino iba solamente con cuatro
ayudantes y que el número de que se componfa la pa­
trulla de la Guardia que lo custodiaba, era mucho mayor
ahora. Sandino llegó sin ninguna novedad a Wiwilf y de
alli continu6 hasta Bocay, en donde fué recibido con
manifestaciones de regocijo por sus compañeros.
EL DOCTOR Z E P EDA, EN N OM B RE D E SANDINO P RO.
PONE AL G E NERAL SO MOZA UNA T RAICION
En este penúltimo viaje a la capital lleg6 un dfa, a
las cloce <ie la noche al Campo de Marte, el doctor Pe ­
dro José Zepeda, manifestando al centinela sus vivos de­
s«os rie ver al Jefe Director de la Guardia, en forma pe­
rentoria. E l (xral. Somoza lo hizo pasar inmediatamente,
y l u ego d e i niciar l a c onversaci6n q u e f ué o f d a p or e l
Rllegro riel (xelleral Somoza, Dr. Luis H . Debayle, quien
calaba r n un cuarto adyacente, dividido por un pequeño
b ioinl>o, li nranifnstó qur llegaba e n r epresentación de

O E l, C A I. V A R I O I) E I. A S SE GOV I AS
S an<lino a o /r<.c<,rl<' to<la su cooperación y l a fu erz a a r ­
ma<la <le que <lisponia para deponer al Presielente Saca­
sa, asumien<lo <l Oral. Somoza el Poder. Ante semejante
propuesta, el ,l cfe l )ire<,tor <le la Guardia, con l a indig­
nación qu e pro<luj eran en <)l las palabras del Dr . Zepeda,
lo hizo sali r i nmediatament e <le su casa, y n o tomó otr as
medi<las, quc bien sc las merecía Zepeda, por se r bien
conoci da ,c n Nicaragua l a oposició)n del General Somoza.
a los arreglos llevados a cabo entre Sacasa y Sandino,
p or du da r si empr e d e l a sinceridad d e éste, así como de
su patriotismo, y porque de haber castigado a ambos,
c omo se lo merecían, habría qu<,dado l a <luda sobr e l a
veracidad d e semej ant e pr opuesta, qu e h ab rí a sido toma­
da com o u n pr etext o d e l J ef e de l E j ér cit o p ar a des­
h acerse d<', ellos, resolviendo mej or , como l o h i zo, i r i n ­
mediatamente donde el l 'residente Sacasa a i nformarle
d e l a i nfam e pr opuest a qu e se l e habí a hecho, y l a q u e
le t rasmiti<); estand o p resente el D r . F ederi<;o Sacasa,
hermano del. Mandatario. E ste adoptó una actitud enér­
g ica y le dij o a Somoza en forma airada. «Déjeme a mí
eso, que yo sabré castigar la deslealtad de Sandino y de
su Ejército, para lo que tomaré las medidas necesarias».
Ant e semej ante declaració)n, al p arecer sincera , de l G o­
b ernante, e l Genera l Somoza r egresó satisfech o a su s
c uarteles <lel Campo d e M ar te; per o cu ál" n o serí a su
sorpresa cuan<lo el < lía siguiente, al llegar a l a Casa
Presidencial se encontró en el comedor del Palacio, sen­
tados en conversación, d e l o más cor dial, al doctor l'e<lro
J. Zepeda con el seC>or Presidente de la Repííl)lica.
Pueden los lectores imaginarse el desconsuelo que
lo que veía produjo en el ánimo del Jefe del Ej ército,
surgiendo en su m ent e l a d uda d e qu e las i n di gnas pr o­
puestas qu e l e había hech o Zepeda er an d e acuerdo con
el Gobernant e y d e no, qu e usaba éste <le..un a t ol er an­
cia, r ay an a en l o cr i minal, im pr opi a del qu e tení a en l as
manos las riendas del E stado.
Algo m:ís podemos decir a l respecto, y es que el
P residente Sacasa pocos dias después, ordenaba al i l i­
nistr o d e F oment o celebrar u n contr ato co n e l doctor
Zepeda, para que suplier a ést e todos los fósforos que
se consumían en el p aís, contr ato qu e l e vali ó a Z epeda
fuertes ganancias, hasta no ha mucho en que fu é cance­
lado; pero n o contento con esto, e l Presidente Sacasa
h izo qu e el mism o i l i ni steri o d e F omento celebr ar a u n

E I. V I'. R D A D K R O S A N D I N O
— 547—

contrato tle pieles, «on el doctor Z epeda, contrato que


dichosamente fué rechazado por el Congreso, por consi­
derarlo oneroso para la Naci6n.
VISITAN MANAGUA LOS CABECILLAS
AB R A H A M R IV ERA Y F RA NCISC O EST RA OA
En el tercer decenio de 1933 hicieron un viaje a Ma­
nagua los cabecillas sandinista Abraham Rivera y Fr an­
c isco E str ada, con el obj eto ap ar ente, de llevar f on dos y
consegui r vestuari o p ar a l a gent e qu e t enían e n W i wi lí,
pues que de todo les iba a proveer e l Gobierno. E llos
tr aían o t r a mi si6n, y fu eron p or tadores d e l a si guiente
c art a qu e Sandin o d i r i gi 6 a Salinas de A g u il ar , l a q u e
l e en tr egaron p ersonalment e en su al oj amient o de l H o­
tel Anglo Americano. Dich a carta revel a un a vez más
qu e Sanrlin o conspirab a contr a l a p az púb lica, l anzado
por la ciega ambici6n de mando que sus amigos habían
despertarl o en él .
Véase la carta de la referencia en traslación fiel e íntegra:
"COOPERATI VA RI O COCO
SECC16 N CE NTRAL
1Viwili, Nio. C. A.
Di ci embre¡ 16 d e 1988­
Seüor don Norberto Salinas de AguiIar,
Manag ua. Hotel Anglo Americano.
Mu y a preciable am ig o y h ermano:
Aprovechamos el viaj e d e lo s hermanos General
Erancisco Est rada y Cnel A braham Ri v era, par a d i ri gi rnos
a todos los hermanos de lucha que esthn e n e l i nterior.
Por este mirmo conducto le queda a Ud., l a oportunidad
de escri bi rnos directament e y personalmente.
Por aqui todo camina correctamente y en el ' mejor
pie, esperando qu e Uds., po r all i l aboren de l a mi sm a m a­
n era, pr actica y ef icasment e V A R A E L E X I T O R OT U N ­
DO Ek T ODO NUESTRO PROGRAMA D E L UCHA.
Siempr e s e hace necesari o esta r e n comu nicacion
franca con todos los elementos valiosos que NOS ACUER­
P A N ; a est e pa r ticula r l e recomiendo se pong a e n com u ­
nicación ron el Sr. Napoleón Parrales, en Di riamba, para
qu e de cornun acu erdo t r abajen si em pre.
Con mi voto por su salud personal, me firmo de Ud.
t'raternalmente.
S I EMPRE MA S AL L A
(f ) A UGUSTO C. SANDI NO»
ll l n sello]
Presentamos el fotograbaclo <le este documento en la
siguient e página p ara que n o se duele de su autentici<lad.

O E L CALVARI O DE LAS SE GOVI A S


' "é»: W:ii::: ;":-::.Qaaf:-'.»'ÍQ ~ M f !Nié-"~~a':fÍ<i4":~

~..::. aQ 'kaébíi ~™ < . sa; + 'ta4aelfaf .í ór is m a teai.QÍÍaaasw'4aiiafaa


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' 0%$4QQwía 4Ó1 ntf a aák Q~. 4aaQQQaaQ, xa.sakQQMs ilra at g% l0 4''ar ~' »~»
,, QttQQf»ffaSQVaso.!t . i ftaQ ;m~ Qa SQ4» afÍQQtrf ~a ee u4 Q >faaa ',,~a,
.' "' a' : . . '- St fa Sr Q QQ.%QOQ'QQQQQartQ Q tt 42 Q Q oowNjtQ 4k tkN f ~ s <
.',f QQO SD40Q. 1QQa.4tfaQQCQQ, fattQQQQ aSQ a$0 'QONQ~ 4 Q s tQ + ~ Q a t a f a a
Q rQQQatSI4ó ÓQ ÍÍQaaa Qa QNWP!LCOQQS4® QQQ Qk a/a afa R l~ f a ~
't ;aaiaa»aaaaaa,:aaaaa aaa aa aaaa aaaaaa :amaaSaa aaaaa g .
'a
.' "naba alQ fQSQQ piar.'Qa Sak& safrQQaatg 80 A . ,4 4 %la, f?aa
"„;. ~,: ti raat»Íaag~...

Fot o del document o t rascrit o en l a pág in a a nt erior .

LA AT M OSFERA S E IB A C A L DEANDO CADA DI A IÚIAS

Hemos id o dando a conocer d í a a dí a l a si tuaci6n


de al arm a qu e se i lia creand o en tr e Sandin o y l a Gu ar­
d i a Nacional, y t od o hací a p resenti r e n q u e u n d í a d e
tantos, agotada l a paciencia del E j ér cito, sobrevendrí a el
choqu e f i nal, qu e despej arí a l a si tuaci6n p or que atrave­
saba el país.
La r evista <G UA R D I A N A CI ON A L » correspondiente
a l mes de E ner o d e 1934, 6r gan o del E j ér cito y d e q u e
es D irector el General Somoza, di 6 a conocer a l p aí s el
senti r d e l a I nstituci6n A r mada con respecto a lo s Con­
venios d e Paz f i rmados el 2 d e febr er o d e 1933. L o que
en ella se decía er a el senti r del país, y d e h aber si do
atendidas las insinuaciones que allí se hacían, otro habría
sido el rumbo que los acontecimientos habrían tomado­

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
— 549—

y que culminaron el 21 de Febrero. H e aquí lo que de­


cía la revista antes dicha:
«Kl 17 de Febrero próximo se cumple el plazo esti­
pulado en los Convenios de Paz firmados el 2 de Febre­
ro de 1988, por los cuales el General Sandino está com­
pr ometid o a en tr egar al Gobierno legítimamente constitui­
do todo el armamento que tiene en su poder.
Estimo que, como yo, el pueblo de Nicaragua, que
ama la paz y el progreso, espera el cumplimiento exacto
de esta cl áusul a qu e contiene ese conveni o qu e hi zo ce­
sar esa lucha fratricida que agotaba las energías de nues­
tra Patria.
El General Sandino, a quien se considera un apóstol,
convencido del más puro nacionalismo, cumplirá fielmente
su compromiso, en que va empef>ada la palabra de su pa­
triotism o sincer o y efectivo.
Por el bienestar de Nicaragua creo realmente impo­
sible la continuaci6n de un Estado dentro de otro Estado,
como realment e es l a ex istenci a del ej ér cit o ar mado del
General Sandin o en nuestr o p aís, por qu e est a si tuaci6n
siembra la desconfianza y la zozobra en el corazón de las
actividades comerciales y personales de toda la República,
especialmente en aquellas regiones que tanto sufrieron en
el pasado.
No hay duda, el capital extranjero y e l nacional se
retraen ante el temor de una nueva contienda, como 16gi­
camente cualquiera puede suponer al observar tal estado
de cosas. También la hacienda pública se resiente grande­
mente con el sostenimiento de mayor número de fuerzas
en l a Gu ar di a Nacional, qu e necesariament e deben m an ­
tenerse en pr evisi6n d e cu alquier acontecimient o i nespe­
rado, especialmente en estos momentos de aguda crisis.
La Gu ar di a Nacional, tiene l a suficient e f u erza p ar a ga­
rantizar los i n tereses d e la Nación y p r oteger al Gen er al
Sandino y sus trabajadores en sus pacíficas labores agrí­
colas y comerciales.
El General Sandino puede estar seguro de que tanto
el señor Presidente de la República, como yo, en mi carác­
ter de Jefe de la Guardia Nacional, estamos dispuestos a
proporcionarle todas las gar antías necesarias que merece,
como ci udadano dedicado por enter o al en gr andecimiento
del país, su labor progresista y constructiva.
Así como l a Guardia Nacional le ha dad o protec­
ción segura en sus dos últimos viajes a esta capital, siem­

O E L CALVARI O DE LAS SEGOVI AS


— 550—

pre estará lista a continuar con mayor eficacia, si caber


pudiera, en esta línea de conducta. Nuestro honor de mi­
litares Ío garantiza.
Esperamos, pues, que así como el Excmo. señor Pre­
sidente doctor ,aguan B. Sacasa, viene cumpliendo satisfac­
toriamente las bases establecidas en el r ef er id o conveni o
firmado e n el Palacio de Tiscapa, el General Sandino
t ambién sabr á llenar las cláusulas d e su compromiso, p ar a
bieri d e Nicaragua, en tr egand o todas las armas que están
en su poder.
El seño r P r esidente, estoy seguro, qu e co n t o do
gust o d ej ar á u n pequeño contingente de h om bres escogi­
dos, entre los que hoy rodean al General Sandino como
parte i ntegr ante d e l a Gu ar di a Nacional, par a m ant ener
más d e cerca el or den y l a vi gilancia en l a zon a d o nde
el General Sandin o desarrolla sus labores ag rícolas»

I A "NICARAGUA T IMIDA DE SANDINO"


El di ari o «L a N oticia», que se edit a en M anagua, en
uno de sus números correspondiente a Ener o d e 1934,
p ublicó el siguiente suelto que revela l a animosidad de
Sandino para con la Guardia Nacional, invencible obstácu­
l o qu e si empr e encontr ó p ar a su s locas ambiciones. E n
cualquier país, un a declaración semej ant e hab rí a co nd u­
cido a s u au tor al b anco d e lo s acusados y e n vez de
ell o en Nicaragua, el President e d e l a R epública, di stan­
ciándose de su Ej ército, permitía qu e u n hombre, que
decía ser su amigo, declarara inconstitucional a la Guardia
Nacional y hablara de la obligación de armar l a pobla­
ción civil de la República para hacer nugatoiia su acción
contr olador a de l orde n q u e a ell a estaba encomendada.
Véase el su elto r ef er ido:

"SA NDINO DICE QUE L A GUA RDIA NAC ION AL


E S I NCONSTI TUCI ONAL "
Ayer recibimos una nueva proclama, suscrita por el
General Augusto C. Sandino, con el mismo sello de cam­
paña , y a más perfeccionado , es deci r m e j o r d i b uj o : el
sandinismo enarbolando el machete .sobre un marino
caído . D i ch a p roclama se i n ti t ula. «N icaragu a T í m i da».
En ella dice que «la Guardia Nacional e s inconsti­

E f. V E R D A D E R O S A N D I N O
t ucional», y q u e el seño r I ' r esidente Har;asa «t'.<.nc l a
ol)liga<'i<)» <l e ar mar a l a p oblar:ih)) ci vi l d ( l a Ikci)íí­
b lica. .
Fo d ej a d e ser g r ave esa tesis rl<) Ha»<li»o.'

D OCUM ENTOS COM PROBAT IVOS OE L A


CONSPIRACION QU E SE T RA M ABA:

®I.(',ón , 18 (l (, E )) er o «1<.' 1J<'34.


" D II..E("OI.AHT ICO I.AIl,A.
MEDICAL Y CIRUJANO
),<,"<iX, 'XI <l . , <l . A ,
C~b'e;
"LARVA%"
H)'. 1). Xovl)r rto Halinas A <f uilav,
;<<la»agua.
Qu<,vido 'y ork)er tito:
T<;n«o l a su y a de l 16 . X o < l c j « l c i n fo n nav»)e
, i<)»pvc (tue hay a lugav par a esta) a l t a»to . E l (1e»eral
Kstrarl a q» < rtel)i ó sal h ha<;e rl ías n o se h a marchado;
supongo quc r',I oh « l«<;e <)rd(<nr.s dr. su ,l ( f<., per o desea­
va qu(. el ( I e»eral Handino lr.,yeva n)is cavtas. E n pvevi­
sir)» d ( l o q» c p u « l a s»<;»<l< v l(. aconsej o a l (Aval. E st)a­
da , c n <. s r t a d < h o y , q u r « ~ m r jo r q u ( l r;a )» i s <;avtas p a­
ra s» .l ef ( , se ent(,r r b ien <le su contenirl n y rl e viva voz
le d iga, l)ovqur' pu<.(l<» rr ). is<va) lo a su sal:(l a y n)(.' me­
t (. l"í a a C h l l '0 1) rl .
X o olvid(' a l am ig o <l on , i ua» (l<»»cz, qu r t i en e lo
qu e k <l. sab() y <',oopr i ar á <l « i<li<lamr nte . '.<<1< parece
burvno pvopon(.' l ' s u l ) r o y r ct o a l ( l (rnc) al , l )o vqu (' e s n l ás
humanitari o qu < estar l )rr. gan(ko y m et erse a )n ayor es
di licultadcs: <lí< ale q u(. (lej(, dc pu ntos <l e honor ( n este
<a«o, en bie n (l e l a pat ri a y p ar a e<;ono»)ía <le vi(l a (l < ~
n u<;str o pu eblo.— I'o r s u puest o q ur . i. rl . t om ar á l as
(!ebidas pverau<;iones par a qu e n o l o v ayan a ( n gañ)a>.
Xo es qu e desconfíe <l e su p erici a y )» a!ic. : n, <o l e ) e­
(;aleo su atención mayor a fi n <t e n o < a( t ( n <m bos(a<las
y p erderlo todo.
Mu ch a s v ec(,s l e h e d i c h o a l (x , a l. e s '() ( l( )l d ( ' s at n )c ,
y creo qu e va a pecav po) rlesprevcni<lc. l ' d . r ;<.) íl)al» y
ckígale qu e el p t oyecto del di nero, eso lo ha» <o». «ltarl<)
(<onmigo y l e h e dad o m i com plet a al » oba< ó» . l ) ígal<
tamk)ién que si contamos <o n armas. pues r o n las n)anos
v a ( í a s na rr a h a r ( m o s . I , o n ) al o ( s (t u < ().-(,s < cr « <' . 1 a l ­

O E I C A L V A R I O D E I. AH H E (' () V I A H
dan y ia cosa aprieta. Sé , como usted lo dice, por per­
sona allegada, que Juan "est á dispuesto a desarmarlo.
como haya lugar."—
Claro, ahorita no se puede i r a México porqu e de­
bemos estar presentes. Aquf me han dicho o mandado a
decir que ellos se ocuparán del F. que no me preocupe.
Inf6rmese si va venir de Jefe el Gr al. Messer.
Con saludos de los... (parte ilegible). Su afmo.
(f) I.ARA".
Zn el margen de la carta se lee: "Rompa toda co­
rrespondencia; n o se compr ometa Ud . n i yo . P o r amor
de su madrecita no se descuide; se expone mucho, lo tie­
nen entre ojos".

[Respetando la ortografía con qu e fué escrito)


cUnificaci6n Nacional Nicaragüense.
Managua , N I CA RAGUA C. A.
*Sr. Gral. Augusto C. Sandino,
Wiwilf, Nic. C. A.
Jefe, amigo, h er mano:
l.os acontecimientos se suceden con gr an r apidex
aquf, al ex tremo que me veo precisado a ek«ribirle de
nuevo como complemento de mi anterior que va adjunta
a l a presente; las cosas siguen ma l para nosotros, los
p reparativos de tropa se activan y e l propósito del D r .
Sacasa d e ex ij i r el desarme se a(<entíía y es y a un a r'e­
soluci6n inquebrantable por parte del Presidente, el l ef(
de l a Guar di a y el h erman o d ( l Presidente doctor F ede­
rico Sacasa, que nn se per mi t ir á u n dí a mh s qu( ) <."onti­
nuemos con las ar mas.
S é que usted es u n hom br e (;nt r ro, qu e piensa ( x ­
c lusivamente co n su pr opia (;al)esa, que nadi e pued e i n ­
fluenciar en sus r(.solu(iones, rnu(:ho iííenos manejarlo
como pi ensan ci ertos (.a»di(los, pero río c r(;o d (,más c o­
m u n i ( a r l() qu<~ ('I D v. Ha«asa (! n l a (.r(!r » «i a q u e « st()(í os
manej al)l(; «omo (il, h a h(!(;lío veni r (í r M(:,xi(;o y F l Sal­
va d o r a l sor)o r H í l v ad o í C a l(t er () n R a m ír (,z y a l G f'Tle1'al
H oracio l '()rto( ar r ( ro, p(íva qu e el lo s lo (.orív(..nsan q u e
(!st,l ('o n l p f'onl('.tl(lo Hll ho » ov < 'B (',í í )a('to V (/U f' l ) or' c o t l­
s i « u i (' n t ( u s t ( ( l < stáí ol )l i g a(l o d ( < í r sa r m a r s r « í 17 (t » F ( ' ­
l)1(!1'() l)1'()x i ní o so l)1( h )(la s Ia s <osr)s; (!sto n o ()s f a n t así a,
l)()1<íu« ' l l o i - - ( ' 'í l( l (r<) n l l a m ír<.x y l' <!r to<aí v<í o - (í l l l e­

E V F R D A D I R O H A N D I X O
— 558—

gar y requerir y o su opinión sobre el desarme, ellos nu ;


declararon, de viva voz, que ellos entendían qu e usted
t enía que entregar las armas sin tardanza el 17 d e F e­
brero pr6ximo porque asi lo estipulaban los pactos y así
ellos l o i nt er pr etaban.
Yo, como ya l e manifiesto, creo que en sus resolu­
c iones no puede ni podr h i nfluenciar nadie, porque es
espír it u i ndependiente, y n adi e más qu e u sted pu ed e sa­
ber lo mejor que convenga a la salud d e l a R epública;
su criterio, pues, respecto a lo que se hará el 17 de Fe­
brer o pr6ximo lo tiene ya formado, pero me parece de­
mhs decirle que a mi juicio la opini6n de estos señores,
Calder6n Ramírez y Portocarrero, de que su honor esth
c omprometido en desarmarse el 17 citado, lo creo de lo
más absurdo que puede producirse, porque n o es posi­
bl e exigi r en u n compr omiso vilat eral el cumpli miento de
él por sólo una de las partes, eximiendo de responsabili­
dad d e l a otra, cuand o ambo s con tr ay entes están i gual­
mente obligados en el documento, no pudiendo. prevale­
«er obligación alguna cuando en su cumplimiento ha fal­
tado una de ellas, cuyo simple hecho exime de toda res­
p onsabi lidad a l a otr a p ar t e contratante, tr ay end o p oi
consecuenci a l a nu lidad del pact o y d ándol e a l a p a rt e
bu rl ad a e l d erech o d e p r otesta y r az6n de l a deseo»­
fianza.
Est e cs el caso qu e co ntempl o respecto. al convenio
rle paz firmado el 2 de Febrero próximo pasado. Sacasa
no h a cumplid o con el compr omiso d e hono r d e l u char
por conseguir la completa autonomía política y económi­
ca del país; antes bien ha faltado a ello contrayendo nue.­
vos compromisos con los banqueros d e Wal l Street , efec­
t uados recientement e p o r su Al i nistr o d e E I acienda, en
form a d e emisión, qu e en r ealidad n o es más qu e un em­
pr.éatito leonino, en' que por un mil16n y medio de d61a­
res han vuelto a manos de los judíos yanques las accio­
nes del Ikanco y F er rocar ri l Nacional constit uy end o co n
esto un a nueva amenaza del r egreso d e los i nvasores
agr egando en . tod o caso u n nu evo eslabón a l a cadena
odiosa de l a i ntervención, po r cuy a descomposición m a­
terial y total luchó el ej ército defensor de l a Soberania
Nacional d e Nicar agua.
I.a falta absoluta de parte del Gobierno del doctor
Sacasa en el cumplimiento en l a acción,' y el espíritu dc

O EI. C A I. V A R I O DE LA S SE GOVI A S
— 554—

los pactos, exinxe a u ste(I y a l sandinism o file tod o com­


promiso y desde luego de la obligación )noral y material
en su cumplimiento, dándonos el derecho de la descon­
fianza y poniéndonos e n l a obligación d e mantener
Jas armas p ar a salva) a N i caragu a d e que l a vendan,
y g ara»tizax al país Ja autonomía, evitand o co n n uestra.
actitu<I alert a e l r egreso <l c l a i nvación m i N a r Re l os
pir atas; otr a cosa sexía si l a actitu d de l g obi ern o se hu­
bier a aj ustad o en to(l o a los pacto~, y a «st a b ot a como
ello s l o p) ev«n , l a i nt ervención p o lí tica y econó)mica
s e huk)ier a aminora<lo, <kesapa)'e(iend o po r <!omplet o l a
odiosa her<!ncia (l«. Ia (I uar<lia, que es el te»t)ículo activo y
latente q u « h a (I ej ad o l a i »te)z.ención v c u y a in stitu­
«ión lesiona en todas sus partes la Constitución)n y ame­
naza nuestra Sob<ranía, a la cual estanxos compro)netidos
Jos sandinistas a d ef ender y )» ante»«) ; si«ixdo po x con­
siguient e el E j ér cit o D ef ensor d e l a Hob< ranía '.Vacional„
al)o) Q <n f orm a d e E j ér cit o <Ie Enx«r< e»<ia., la g ar an tí a
m ora l <te l p uebl o nicaragixense « n l a de f<!nsa d e l a
p az y d e l a sober aní a f l e J a H<J)ííl)Ii<a, l a cual n o
puede e)'isti r sino con l a ezist(,nci a d e u» a fu erza que Ja.
defienda con h er oísm o y p atr i otismo.
Co m o , p u ( s , p uo<le n é!sto s se))o ) ( s ( S a l v a do ) C a l (l e­
)ón I(a)ní)'ez y H oracio I' oxtocarx<)o), qu«, ayer n o m as
fi)n)aron (',omo su s r ( p)<!sf.»tant< s, < I 1)a<to d e pa z del 2'
(I(! l' (!l )xel o p p i l o . p ( !» RQI ' s )( f »1<'l'ix, v» ) u( 'l l o » l e )xos R f l ) '-"
)n ar lo , q u e u s t« d e st á «» J Q o l )l i<>R<;ié>n (I() (Iesar m a r s « p a "
xR c ) l n l p J)r (!O)1 un p a c t o q x l ('. l l Q v ) o l a ( l o ( >I I r <a sí ( l( 'T lt (.'
Ha<)asa'~ . Cónno pue<I(!n p<!nsa) estos I)(»»l>1(s q u « u sto<l,
po r se r más papist a q u e el p al)Q, d ej(! R »1<!1<!<!<I <I<. IQ
t urb a enemig a <I(. Ia ( Juar(lia 'X)).(;io» )I, ó)»x)la d ( I a i n ­
tervención, al d(!sa)nx« a to(los los I)<!r)»;x»os <Iu(! Io acom­
p a))ar o » ( . n s u J)ex'oi<;a y g l o) iosa, <.r uz(1<I ) l ll )f.)'tar ia ' Y
qu « i n d o l (' nt em e n t < (;o n «s a i» <l o l ( »< i ;1 »)x)s»l »)')»i<;R
esto s l )o l í t l co s R»i b)(!)oso s (l<'](! (J xl(! l os y )x)1(1»(!s s(' l'(!pa)'­
ta n Q Xii ( a l a » u a , B ( !st l x » u ( '.Ntx",l (;Ql';x X) (x ) l'll < 11:x, q» ( ' í ) o) "
<l( s« ra(!i a I) x (Ia(IO t a n to s l )i jo s r » f i;)»<!s, <I » ( < sl)o<'ula n
('o » Ia s f l a q u( za s (I e su s < Rr n(!s'. l ' Q) « !(! i» )l)os i bl<!, l)ar'(!­
(;( i »( 1(!íl)I(! (Iu(! u » ( ' ,QI(l(,)()» l l a ) ní )< z y l l o )R (i o l ' o r 'to­
('Qt'l'('l'o J>1('ll'1(' » «l sí , I)<!l'() <I('Yg l'Q(')Q(IB» l( ' »I <> )xsí I <) ( !s, R sí
I l)>' I o I) f) » » 1))ll ) I t 'i) 8 (Io . > Wl g> o »l á) s> < 's )o s s ( !1) ol <>s J )x('
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—555—

fuerza arn1ada que la Guardia. E sto no es informaci6n


loca, ni díceres; la he obtenido en fuente autorizada.
Sé también que en Sacasa y en el Ministro Yanqui
e xiste l a i ntencion d e enviar a Salvador C alderó n y a
H oraci o Por tocarr er o en mi si6n dond e u sted , p ar a q u e
estos lo convenzan al desarme; hay otr o pr dpósito que
es el llamarlo a Ud. para aquí convencerlo. No debe Ud,
bajo ningún motivo venir, es mi opini6n . H ay mala pre­
paraci6n, no existe sinceridad en nadie, los yanquis, Sa­
casa, Tacho, Moncada, todos juntos, confabulan embosca=
das contra usted; se han juntado para conbatirnos; debe
u sted esta r co n l o s oj o s abi er tos. Salvati er r a n o es
sincero, es cobarde y ambicioso, ama su puesto, y aunque
sabe todo, no será capaz de decirlo; esth con el Gobier
no y no puede estar con nosotros; es tr aidor no. puede
servir a dos amos; se r sandinist á y Ministr o Sacásista,
como pr etende, si n tr ai cionar al un o u al 'otro ; h a pr efe-.
rid o tr aicionar al ú l timo que no pued e darl e un a carter a;
lo verá; ha permitido que gtracen al hermano Gr al. Es.
trada si no ha contribuido, es la fecha y el hermano no
ha salido y desesperado está. por salir ; él l e dir á mejor
sobr e todo.
Nosotros no creemos más que hay que i r a la gue-.
rra; el hermano Gral L ar a está listo en Le6n y me reco­
mienda en carta que recibí ho y qu e l e diga qu e s i se
resuelve por pelear que l e enví e elementos y algunos
fondos; qu e co n t rescientos r i fles y d i ez am etr allador as
p uede tomarse el F or tí n d ond e están las ar mas; qu e l e
habla de fondos por que están sin medio; hasta el teléfono
le han desconectado por f alta de pago; y o estoy ' listo
aquí; creo factible si s e dispone de unos 480,000.ÓO de
comprar u n alt o Oficial de l a Gu ar dia, qu e no s en tregue
el campo cuando esté de Oficial del Día, posesionándonos
de todo el armamento si n disparar un tiro: de esta com-.
binación dí parte al hermano L ar a y est á d e acuerdo,
como me lo manifiesta en cart a que adjunto; hay usted
d irá; es u n asunt o delicado per o y a h e tomado y t om ar é
l as precauciones del caso; po r o t r o l ad o t eng o li st a gr an :
cantidad de gente, por allí de tres mi l hombres al man-.
do del Gral. Juan Téllez G6mez y otros, con la consigna
de salir para el campamento a donde usted ordenare; yo
pienso en el M ombacho, p er o necesitamos ar mas.
En fin mi querido jefe, amigo y hermano, le infor
m o cuanto puedo y l e expongo co n tod a sinceridad y

O F r. r ~ L V WR I O n E LA S SF GOVl a S
—556—

lealtad mi opinión; usted espíritu selecto sabrá mejor que


hacer y esperamos sus órdenes . Dígale a l hermano
Abraham Itivera, que envié las cartas con el dinero, como
le dije a la señora y señores Dubois, como le expliqué,
pero que a posar de haberles recomendado contestación,
no n>e han contestado; que por esto n o puedo darle la
buena noticia quc los recibieron, pero que a pesar de lo
expuesto por tratarse de dinero efectivo creo que l es ha
llegado, a posar que ya estoy inquieto por el silencio.
Recuerdos al herinano Sócrates; le contesto su carta
por correo; ya est;í en mis manos la mAquina y al servi­
cio de 1a oficina; dígale que no se preocupe por su can­
didatura de Diputado, que yo estoy atendiéndola.
Le abrazo frater>zahnente.
SIEMI'RE MAS Ar.r,A.
(f) —N. Salinas de Aguilar."
En corroboración con lo dicho en su carta, por Sa­
linas de Aguilar, véase la siguiente declaración que éste
señor rindió el 27 de febrero d e 1984, después de desa­
parecido Sandino. Dicha declaración comprueba que
exfstía latente una i nspira«ión contra el orden público,
tramada por Sandino y sus principales consejeros. Este
documento como todos los que en este libro se publican,
estl a la orden de quien quiera verlos, como mhs de una
vez lo hemos dicho, originalmente, en la Oficina de Ope­
raciones e inteligencia de la Guardia Nacional
He aquí la declaración de Salinar de Aguilar :
"En la ciudad de Managua, a las cinco y veinte mi­
nutos de la tarde del día N d e febrero de 1984, ante
.nosotros los abajo firmantes, el señor que dijo llamarse
Norberto Salinas de Aguilar, casado, mayor de edad, pe­
riodista y del domicilio de Managua, con el objeto de
declarar acerca de las actividades desarrolladas por el
General Augusto C. Sandino, después de habérsele toma­
do el juramento de ley, de su libre y esponténea volun­
tad, declara :
. Que es cierto que él, propuso al General Sandino el
proyecto de comprar a un Oficial de l a Guardia, de los
estacionados en el Campo de Marte, con el objeto de que
les fuera entregada dicha fortaleza, y que para eso ne­
cesitaba se le diera unos TREI NT A MI L CORDOBAS.
Que esto se lo propuso él (SAI.INAS) por medio de una

E L V E R D A D E R O S A N D I N O
carta que le envió, de aquf de Managua al (general San­
dino, y a la cual este General no contestó sino de pala­
b ras, diciendo que aceptarfa el proyecto, e n e l caso de
que el Dr. Sacasa no aceptara sus propuestas, las cuales
41 (SA L I N A S) i gn ora, pue s esta s p r opuestas la s hi zo
previa consulta al. Dr . Escolástico Lara, Sr . Ministro de
Agricultura y Trabajo, Sofonfas Halvatierra, (ioncral Ho­
raci o P or tocarr er o y do n Halvadnr ()al<cerón l t am ír cz.
Declara también, que en una o«asi<5n le de<;lar<5 a él
(SALINAS), el General Handino, que contaba r,on quinien­
tos rifles que le habían enrregarlo unos emigrados hon­
durefios; qu e el Candidat o a l a l ' rcsi<len<;ia del (l eneral
S andino er a e l D r . E scolásti<;o I . ara : q u e t ambién er a
candidato para el mismo puesto el ya cita<lo Hr.!1finistro
Salvatierr a y q u e el p r oyect o rl «l (general Han<lino, una
vez l ' residente, cualquier a dr., sus r;an<lirlatos, er a as!»nir
61 (SAN D I NO ) l a .I efatur a riel Ej<5rcito.
Q u e esto e s t od o l o q u c re<;ucr<l a po r e l m o ­
mento.
Se suspende l a declaración par a < nntinuarla más
tarde si fuere ner,esario.
(f) N. Salinas rl e Aguilar.— (f) Abelardn Cuadra.—
Teniente G. N.— (f) J. A. I.<5pez h.— Teniente (1. N> .
EL U L T IM G VIAJE OE SANOING A M ANAGUA
E l guerrillero de las Segovias que consideraba y a
preparado el terreno para podr.r imponerse al Presidente
Saeesa, logrando dc éste r;uanto quisiera par a r <;stri ngir
el poder de la Guardia, planeó un último viaj r a l a capi­
tal, en vfsperas d e cump lirse e l ah o d ad o a las Fu erzas
de Emergencia para poder accionar en la zona de A$'iwilf.
. Antes de emprenrler el viaj e hiz o u n l lamamient o a su s
amigos del exter io r par a que estuviesen aqu f y l o acuer­
paran en la batalla proa!ftire que pensaba empeflar y que
cref a l e d ar i a el t r i unfo d efinit ivo.
Asf es como hicieron acto rle pres«nria en 'hlanagua
sus mentores el doctor Ped ro ,losa Zepeda, dnn Salvador
C alderón lkamfrez, el General H oracio l ' ortocarrero y
otros más de menor importanr;is del intr,rior del país.
Ya e n l a <;apital d i r igi ó a l Prr,s!d<nt c <l < l a l l <pCi­
l )lic a un a insolent e r;art a si< mpr e «n<lilgad a < nnl ra l a
(<uardi a Nacirrnal y «onminatnr i a sol<r< Is constitu< i<>ns­
lizari<5n dr, esr <u< rpo, <lne 1>o< sí y a nl<~ s i < l « l ar al<a
il<;gsl.

O E r . C A I. VA r" rn n V . I . A H H F . (",O V I > S


—558—

S in derecho alguno a entrar. en consideraciones de


t al orden, que correspondían a los Poderes del E stado y
no a quien tanto daño había hecho a l paí s amnistiado,
con los suyos, por un decret o i rr eflexivo, que pudo lle­
varnos a muy serias dificultades con los Gobiernos cu­
yos ci udadanos habían sid o h o rr endament e sacrificados
por él, Sandino corría todos los riesgos de los que festi­
nadamente van po r caminos ex traviados.
H e aqu í l a cart a enviad a po r Sandin o al President e
d.e la República:

"Managua, D.N., 19 de febrero de 1934


Excmo. Señor Pr esidente de la Republica, Dr. don
Juan B. Sacase.
CASA PRESI DENCIAL — MANAGUA.
Excelentísimo señor Presidente:
Como Ud. tiene .presente, en los Convenios de Paz
firmados el dos de Fébrero de 1933 entr e Ud. y yo, con
la asistencia de las Delegaciones de los partidos Conser­
vado r y L i b er al Nacionalista y d e cuatr o D el egados d el
suscrito, en mi carácter de Jef e Supremo de l Ej ér cito
Defensor de la Soberanía Nacional de Nidaragus, se es.
tipula en el artículo dos del r eferido Convenio qu e los
Partidos Liberal y Conservador señalarían como puntos
capitales de sus referidos programas poll>ices el respeto
a nuestr a Constitución y leyes fundamentales de Ía Re­
pública, y en mantener por todos los medios r acionales
j ur ídicos el resplaudectthiento en toda'éu plenitud de
s soberanía e independencia politica y económica de Ni­
caragua.
Comprendo pues. señor Presidente, que el,Partido
Liberal ha llegado al Poder encontrando muy estrecha la
independencia politica y emnomica del país y qu e por
esta mi~ma rszon'de no independencia es que existe una
institución mi litar apolítica en Nicaragua, con reglamen­
t os extraños a nuestra Carta Fundamental. .
Comprendo su s f er vientes deseos de encauzar al
país dentro de nuestras leyes; pero irgue hay e l incon­
veniente de la. existencia de dos ejércitos o sea el de la
Guardia Nacional. con formas y procedimientos inconsti­
tucionales, y el resguardo de Emergencia Que usted tiene
en Río Coco, al mando de los generales Francisco Estra­
da y Juan Santos Morales; fuerza ésta que es constitu­
cional desde el momento que es puesta po r Ud . en su
carácter de Presidente de la Rephblica y Comandante Ge.
neral. y que está al ' ar bitrio d e usted par a s u conti ~
nuacion o ,no.
Sin embargo, señor Presidente, como en los mismos
Convenios hay la ob'igación de zu' parte de da r g ar an
tías eficaces s la vida 'e intereses de todos lo s hombres
que militaron a mis órdenes en la recién pasada campa­
n a que sostuvimos contr a las fuerzas interventoras de
los Estados Unidos ds Norte America en Nicaragua, y ya
q ue esa indispensable .garanti a no podría realizarse si n

K I. V E R D A D E R O S A N D I N O
corregir la forma y procedimientos ilegales de la Guardia
Nacional, deseo reiterar a usted las pruebas de ml coope.
ración franca y leal, en los casos que en alguna forma
pueda yo contribuir al mantenimiento de la paz.
Con et propósito de que Ud., por parte d e l a gente
ue milito conmigo, no tenga ninguna dificultad par a et
esarrollo de su programa de Gobierno, y de ofrecerle
asimismo las facilidades para que r~eglamente la forma y
rocedlmlentos de la Guardia Nacional, de acuerdo con
a Constitución de ls República, influirá en el ánimo de
los hombres que integraron mi ejército, a fi n de que,
u nánimes, demos a usted un voto de contlanza e n el
sentido de fortalecer su autoridad y pueda hacer más
eficaces lss garantlas a que nns dan derecho los Conve­
ntos del dos de Febrero de 1983, y pueda también duren.
te un tiempo determinado verificar la reglamentación de
la Guardia constitucinnalmente. Lo básico de esta carta
será saber de usted la manera de garantlzárnoslo, tanto
la constltucionallzaclón de la Guardia como los otros mo­
dos de garantizar la vida e intereses de todos los hnm­
hres, quienes mllltsrnn a mis órdenes durante la recién
pasada campaña que sostuvimos contra las fuerzas lnter.
ventoras.
De Ud. muy atento servidor.
SIEMPRE MAS ALLA
(f) AUGUSTO C. SANDINO"

A esta cart a contr,stó el sefiov l ' residentP de l a R p­


pública, suave como todo lo que salía desus manos, dhn­
d ol e ex plicaciones sobr p pl f uncionamiento d e l a Gu ar di a
Nacional, creada-de(.ía-para el sustentáculo d e l as institu­
ciones d p l a R epúblir a y par a dav eficaz garantía a todos
los nicaragüenses, si n rlistinciones d p n i ngun a clase, al
a mpavo de la Constit»ci(í n y las leyes, of tc«iéndole dentr o
de br pvp tiempo ponpv su r ontingpntp, e n e l p r opósito
de qu e l a L ey Or g;ínica y R e glamentos dp la G uardia
Nacional se corr i gi eran, pava am oldarlo s a l a Constitu­
«ión y al sistem a arimi nistrativ o l pgalment p pstablecido
Pn el país.
El ppnííltimo pávraf o dp la cavta del Dv . Sacasa, f p­
cltada el 20 (i p I"pbrevo d c 1984, tien e alg o ta n t rascpn­
dpntal, qu e pued o decirse fu é l a causa de los lamentablps
su(,esos (ipl 21 dr , F e bt ero, por qu e si n d erech o al guno,
si n qu e ningun a lp y l o autor izar a p at a el lo , o f reció el
l' r esidentP de l a R epííblica, mantener e n lo s d eparta­
mentos (i (;1 Norte u n dplr ga(lo dpl E jp«utivo y d p la Co­
íll RIl (i a tl cl a G P íl e l'Rl, R ('i (v a OI'riPIl Ps ta t'í al l IRH f u e r z a s p í ( ­
li li«as (ie aquella r egión.
H( aq u í ( o pi a d r l t t as(Pndental docu mf nto, qu r vi(5
la l u z l i íí l i l i ( a P n to ri n s lo s pPvió rl i r os rle la ( a l i i t a l l a n r>­

O El . CA I V A R I O D E I A S R EGOVIA H
c/ e del 21. de Febrero, causando ,ep los que l o leyeron
una enorme conmoción, a tal grado, que cuando a las
diez de la noche se oyeron disparos de rifles y ametra­
lladoras hacia el oriente de la ciudad, muchos de los que
l eían e n ese mom ent o l a pr ensa local, consider aron qu e
aquell o n o er a m ás que un a consecuencia de la tr emenda
como irreflexiva resolución tomada por el Gobernante, en
momentos de ofuscación o bajo las inspiraciones d e l os
elementos sandinistas que lo rodeaban.
Uno de ellos fué el señor Sub-Secretario de Hacien­
da, don Luis F. Quesada, quien hallándose e n l a alcoba
conyugal la noche del 21, al oir la alarma qu e causaran
e n su esposa l o s di sp aros qu e s e escuchaban haci a el
Ori ent e de l a ci udad, le dij o tomand o el di ari o «L a N oti­
cia,» que en esos momentos estaba l ey endo : <E SOS D I S­
PAROS DEBE N SE R POR ESTO» y le keyó el p arrafo
en donde el Presidente Sacasa concedía al jefe sandinista
Gral. Portocarrero el control de los cuatro departamentos
de las Segovias, civil y mi litarmente. A l amanecer pu­
d i eron compr obar los .esposos (guesada-Bermúdez qu e l o
que el jefe del hogar suponía la noche anterior, se hakiía
realizado con los lineamientos sangrientos que eran de su­
poner .
Par a m ej o r com pr ensi6n d e l o qu e di ch a cart a si g­
nifica, l a p u blicamos í ntegra, seguros d e qu e s u l ectur'a
hará surgir en el Animo del lector, la idea de la justicia
con que el Ej ército procedi6 esa noche, cuando sabedor
de la amenaza que se cernía sobr e l a República, cortó
el miembro gangrenado par a salvar a la Nación de los
horrores de una próxima guerra civil que habría causa­
do tal país millares d e víctimas, tomando en cuenta los
elemerttos d e gu er r a of recidos po r L om bard o T oledano
y de que habla L ara en una de sus cartas.
He aquí el documento referido:
Casa Presidencial, 20 de Febrero de 1984
Sr. General A ugusto C. Sandino.- Ciudad.
Estimado General:
I mpuesto d e los conceptos de su atenta carta de
ayer, me complace manifeatarle desde luego que estey
de acuerdo con Ud. en el obj etivo altamente patriotico
del Convenio de Paz que suscribimos el dos de Febrero
d e1933, con la i ntervención directa de los Delegados de
l os Partido s Conservador y I .iberal Nacionalista de l a
República.
Aunque la apreciación personal de Ud. difier e sus.

E L V E R D A D E R O S A N D l N O
— 561—

tanclslmente de la mia sobr e varios puntos de qu e tr ata


en ~iii csrfg, no considero dei caso entrar en detalles es­
pecítícoe, puesto¡ qu e por otr a par t e¡ abund o e n buena
volunta d p ar a eatísfacer a m pha y r azonablemente Io s
deseos de Ud. en todo ío que propenda a mejorar el iun­
cionamlento de la Gusrdía Nacional, creada para e l eus­
tentáculo de las Instituciones de la República, y paradar
eficaz garantía a todos loe nicaragüenses, sin distinciones
de ninguna clase, al amparo de la Constitución y las
leyes.
Precisamente un régimen de Justicia por parte- de
la autoridad, y una vida ordenada, de paz y d e trabajo
p or parte de loe habitantes, son indispensables para la
conservación y resplandecimiento pleno de nuestra auto.
nomía nacionaL
Por eso me he encontrado siempre dispuesto, o
más bien dicho, decidido, a poner mi contingente en el
propósito de que la ley or gánic a y reglamentoz de l n
Guardi a Nacsonal ze corrigen en breve, lo cual ee reali­
z ar á dentro del pri mer semestre de este ano, par a a mol d a r ­
loza l a Constitucion y,al si stema admi nistrativo legal­
mente establecido en el país.
Me doy el gusto de m,~cifesterle que, mientras se
llevan a la pract>ca esas necesarias reformas y para ins­
irer insyor confianza en el ánimo le Ud. mantendre en
oz Departamentos del Norte un Delegado del Ej cautivo
y de la C omandancia G eneral a c uya a rden' d irecta
estará la fuerza publica de aquella r egtón y a q uien
dare el encargo especial de recoger todas lee armas que
e e hallan fuera del control del Gobierno así como el de
atender con solicitud a la protección de los hombres que
militaron bsjo el mando de usted.
Con el mayor agrado le dirijo esta carta en fnrma
de satisfacer los deseos excresa4os por Ud., por la actitud
patriótica que ha demostrado inquebractsblemente .desde
que firmamos el convenio de Paz, y tainhien por las ma.
nifesíacion~s espontáneas que me ha hecho e n c uanto e i
fortalecimiento de mi autoridad, las qu e l e agradezco
muy sinceramente.
De usted atentamente
(f) JUAN B. SACASA"

L A SOR> RESA QUE CAUSO EN EL G EN ERAL SOMOZ A


EL N O M BRAM IE NT O D E L D E L E G AD O D E L EJ EC U­
TIV O E N LAS SEGOVIAS
C uando el General Somoza sup o l a escogenci a q u e
para Delegado, en l os cuatro departamentos de I as He­
govias, había Iíecho e l l ' í ,esidente H acasa e n e l G e ne ral
Horacio Portocarrero, se dirigi6 i nmediatamente al l 'a ­
l aci o d e Tiscapa a fi n d e hacer ver l a t r as( enden«i a d e
lo qu e si gnificab a semej ant e n om br amiento, qu e p on ía
tod a l a fu erza ar mada, compr endiend o l a Guar di a Nacio­
nal d e los cuatr o d epartamentos, haj o las ííí'd! nos inme­
diatas y d irectas (lel D e legarlo <lel E je cutivo y d e l a

O EL C A L V A R I O D F . I .A S R E G O V I A
C omandanci a Gener al , seño r P or tocarr ero, o l o qu e er a
lo mismo, a las 6rhenes del propio Qnnchne, que de esa
manera ae hacía Jefe de la Guardia Nacional en aque11a
sección del pafs; es decir de aquellas tropas que con to­
do heroísmo habían luchado contra él, por varios años,
para mantener la paz de la República.
Esta hist6rica conversaci6n fué sostenida por el Ge­
neral Somoza, en presencia del doctor Federico Sacasa,
del doctor Salvador Guerrero Montalvhn y de otras per­
sonas más, cuyos nombres no recuerdo, valiéndose de to­
d os l o s ' ar gumentos y en f orm a hast a su plicatoria, p ar a
ver de conseguir la reconsideraci6n de tal decreto, ya que
tenfa la plena seguridad de que él acarrearía la unánime
protesta del Ej ército allá y en el resto delpafs y que de
perseverar en tan loca idea podrfa sublevarse el Ej ército,
antes d e p ermiti r estar baj o las 6rdenes de l hombre
funesto contra quien habían luchado fieramente por años,
en defensd del orden y de la paz de la República. Lleg6
el General Somoza hasta sugerirle al Presidente Sacasa
qu e aminor ar a los efectos de tal nombr amiento, poniendo
junto al General Portocarrero a su propio hermano don
Antioco Sacasa, pero con sorpresa de su parte, el Gober­
nante persisti6 en hacer el nombramiento s6lo en Porto­
carrero, diciéndole en defensa de su inconsulto como des­
eibellado propósito, qu e s i er a verdad que éste habl a
sido e l h om br e d e Sandino, e n esos m omento s estaba
c on él y no con su viej o amigo. E l General Somoza l e
objet6 que qué confianza le podría inspirar u n hombre
que hasta en el dfa antes estaba actuando como Delega­
do de Sandino, y que ahora le manifestaba estar con él.
Habiendo p er did o t od a esperanza el General Somo­
za, de convencer al Presidente Sacasa y d e sacarlo del
gravfsimo error en que estaba incurriendo, y cuyas con­
secuencias pront o se tendr fan qu e palpar , tom ó s u som­
brero y l e dij o al Mandatario : «H E HE CHO TODO L O
QUE HUMANAMENTE SE PUEDE HACE R E N CUM­
PLI MI ENTO DE MI DE BE R A FI N D E E VI TA R I.OS
TRASTORNOS QUE ACARREARI A A L PAI S SE ME­
JANTE NOMBRAMIENTO, Y SOLAMEVT F QUI E RO
D ECI RL E QU E COMO J EF E DE L E JERCIT O MI
O BLI GACION ES VELA R PO R L A DISCI PL IN A DE
I A S F UERZA S BAJ O M I MANDO, PO R E L OR­
D EN PUBLICO Y POR I, A PA Z D E NI CARAGUA, Y
AL L LEVA R USTE D A E FECTO E L NOMBRAMIEN­

E L V E R D W D E R O S A N D I N O
TO DEI, GENERAI. PORTOCARRERO COMO D E L E­
GADO DEI. EJECUTIVO E N L OS CUATR O DE PAR­
TAMENTOS DE L A S SEGOVIAS, NO ME HAGO RES­
PONSABL E D E L O QUE PUEDA SOBREVENI R .»

RESUM E N D E LOS U L T I MOS ACO NT EC IM IE NT OS

Los testimonios anter i ores evidencian qu e e l P resi­


dent e Sacasa habí a accedid o p rhcticamente a la ambición
d el guerrillero de crear un a pseudo-República, baj o su
control , den tr o del t er r i t ori o nicaragüense, cercenándole
a éste los r icos D epar tamentos del N orte: M atagalpa, J i ­
notega, Estelí y Nueva Segovia. E n su s proclamaciones
de l a n1anigua, en ti empos d e l a A d m inistració n M onca­
da, el llamado héroe había publicado circulares impresas,
e n las cuales campeaba, en p r imer t ér mino, esa idea su i ­
c ida y an t ipatrit5tica : l a cr eación d e l a R epúb lica d e
« LA S SE GO VI A S ' ( 1) . E r a un o d e su s sueños, cima d e
s us aspiraciones: m antener b aj o l a d o minación d e su s
huestes, una vasta zona disgregada del territorio nacio­
n al, p ar a ex plotar , e n p r ovecho pr ivad o- com o l o h ab í a
estado haciendo antes con lo s yacimientos au r íf ero s d el
Río Coco- los abundantes mine".ales existentes en la ri ca
región norteña.
El Presidente Sacasa, en cumplimiento de l o pacta­
do co n Sandino, hizo el n ombr amient o d e u n D elegado
Ejecutivo aj en o a l a Gu ar di a Nacional- con m and o civi l,
polí tico y m i l itar en l a zon a d e las Segovias: y designó,
p ar a tan elevad o y d elicado cargo, al Gr al. H oraci o Por ­
tocarr ero, precisament e u n o d e lo s candidatos a l a Pr e­
sidencia, del guerrillero, y cuyos antecedentes lo acredi­
taban com o adversari o si stemático del E j ér cito,
Los cor ifeos de Sandino en el camp o d e l a p olítica
crioll a m i litante, habían venid o al entand o- en tr e t ant o- el
o rgu)lo y las an1biciones del guerrillero par a tomar el
manrl o supr em o d e l a nación ; y a nadi e se l e ocultaba
q u e lo s pr opósitos de paz y la s contcmpor izaciones q u e
se t enían p ar a co n él , sól o h abía n l o gr ad o acrec< n­
tar su sobet bia, al p u nt o qu e en conversaciones p ar ticu­
lares, en la propia capital, se mofaba ostensiblemente de
la autoridad del Ejecutivo, y l anzaba insultos procaces

(1) — A.'i se l lam a t a ml>ii.n. a l o a cuat r o l ) el>artamento ~ unen.


oionados.

O EL CAL V> RIO DE t. A S SE Gn v í Ai


contra el Ej ércit o constitufdo, pr etendiéndose el único.
amo y señor de los destinos de Nicaragua.
Todas esas citcunstancias hicieron llevar una justa
inquietud, a l a Guardia Nacional, que culminó en u na
sorda protesta, con la designaci6n del General Portoca­
rrero. L a vida de la instituci6n, y la de muchos de sus
miembros, se hallaban asf , seriamente comprometidas.
La única Organizaci6n armada de la República, con los
deberes y at ribuciones que l a Constituci6n y nuestras
leyes establecen, desaparecería (2); y e l caos, la desola­
ci6n y la anarqufa se cernfan de nuevo, sobre la desven­
turada Patria.
A todas luces, el nombramiento de un lugarteniente
de Sandino, como l o er a Portocarrero, par a gobernar,
con independencia del Ej ército, una gran parte del terri­
tori o nicaragüense, amenazaba los derechos de l a niación,
la institución de la fuerza armada, y la paz y unidad de
la República. E l orden público se vería, por consiguien­
te, desquiciado por su base, a corto plazo. L o s ánimos,
como era natural, se sobrexcitaron.
Temprano de la noche del 21 de Febrero, la Oficia­
lidad de la Guardia Nacional se r euni 6 par a deliberar
prontamente sobre la acci6n que le correspondfa asumir,
en su afán de preservar e l orden, en vista de los acon­
tecimientos qu e se estaban realizando, y po r acuerdo
unánime, decidi 6 da r u n vot o d p confianza a l J ef e D i ­
rector, considerando el G ran C onsejo d e O ficiales q ue
Sandino y su s ayudantes eran reos del delito d e lesa
patria penado por los Reglamentos de la Instituci6n.
Habfanse pues, colocado-Sandino y sus ayudantes­
bajo la acci6n reguladora de la Guardia Nacional, esta­
blecid a par a m antener l a paz d e l a R epública; y co mo
consecuencia de la decisi6n tomada, fueron mandados a
aprehender, en la residencia donde se alojaban. Ma s se
supo con sorpresa, que no se encontraban allf , siqo en
l a Casa Presidencial en dond e se l e ofreci a esa noche, a
Sandino, una comida de despedida. Se esper6, entonces,
que saliera par a detenerlo con sus compañeros, si n de-'
terminarse l o qu e de ellos se harfa. Un a vez captur ados,
sobrevino l o imprevisto, el desenlace f atal, lo que- des­

i2l — El Arto. 140 de nuestra Carta Magna dice: " T. a f arrea pú


blica esth instituida para asegurar los derechos de la Nacií n. el cum'
plimiento de ls ley y el mantenimiento del orden público".

K I. V E R D A D E R O S A N D I N O
pués de todo lo gue hemos narrado en este libr o apare­
ce como un inevitable sino- ; y l a sangre corri 6 desgra­
c iadamente, p ar a salvar el p aí s d e l h or r i bl e cu adr o d e
miseria, d e dolor y d e mu ert e qu e tení a e n p er spectiva.
La forma en que desaparecieron Sandino y su s lu­
gartenientes, indican perfectamente bien que n o hubo
premeditaci6n alguna en el hecho, sino que los aconteci­
mientos fueron h i j os, únicamente, d e las circunstancias.

EL CONCEPT O DE L N U EVO GO B IERNO SOBRE L OS


SUCESOS QUE T RAJERON L A PA Z A NICARAGUA
N' 9
EL PRE SI DENT E D E I.A. REPUBLI CA
CONSIDERANDO:
PRI MERO: — Que el J ef e Director d e l a Guardia
Naciohal, Mayor General Anastasio Somoza, desde que
asumi6 sus altas y delicadas funciones ha dedicado todas
s us energías co n lealtad y co n ed ificante patr i otísmo, a
mantener l a bu en a or ganizaci6n del ej ér cito, que, a pesar
d e su r eciente f undaci6n es v a g ar antí a d e or den y d e
p az para la República y responde a lo s altos fines de
d efensa y d e ar moní a nacional qu e se tuviero n e n m i r a
al crearlo;
SEGUNDO: — Que el Mayor General Somoza como
Jefe D i rector d e l a Gu ar dia N a(ional, h a prestado de ma­
n er a constant e ser vicios excepcionalment e m er itor io s al
G obi erno, tr ab aj and o co n h er oismo m i s al l á de l d eb er ,
en l a conservaci6n d e l a paz, supr em o bien d e lo s pu e­
blos, y af r ontando con ent ereza, con h id alguí a y coh h o­
n or las responsabilidades de. Ia acción e n m omento s d e
gran t r ascenclencia, cuando l a vacilaci6n p r oducida por.l a
luch a de intereses p ersonalistas y d e cír culo , am enazaba
c onmover lo s cimientos d e l a República, s u u n idad , su s
instituciones y la vida misma del E stado;
TERCERO: — ()ue además, en tres ocasiones espe­
c ialmente: cuand o m an o cr iminal destr uy ó co n f ueg o el
arsenal de guerra del Campo de Marte el 1" d e Agosto
de 1988; cuando un a conspiración , ah ogad a en su s co­
m ienzos, incendi6 el almacén d e abasto s d e l a Gu ar di a
Nacional el 12 de Septiembre de 1984; y cuando, amoti­
nado cl pueblo, sin otra organización que un común an­
helo de defender los fundamentos de la Democracia y de

V E L C A L V A R I O DE I AS SE ( OV I A S
—566—
restablecer la tr anquilidad y el crí';(lito (l c la nación, de­
puso a las autoridacles civiles en varios Departamentos
del País: E l Mayor General Somoza, exponiendo su vi­
da con extraordinario líeroísmo, con su prestigio de Jefe,
con l a lealtad d e l a Guardi a y co n su i ndudabl e a r r aigo
popular, salvó a la República del caos de l a anarquía c
hizo posible, en el último caso, la transmisión pacífica de
la Presidencia y l a or g anizació n constituciona l d e l os
Poderes del Estado, actuando siempre con lealtad a la
Nación,
A CUERDA ;
SIMUI TANEAMENTE,
UNICO: —Conceder en nombre de l a República cle
Nicaragua y como un acto de justicier o reconocimiento,
al Mayor General Anastasio Somoza, Jefe Director cle la
Guardia Nacional.
LA CRUZ D E ATALOR
I .A ME DA LL A DE DI STINCIOiV y
LA ME DALL A PRE SI DENCIA L D E L ,ME RITO.
PUBI.IQUESE — Casa Presidencial, Managua, D., N.,
14 d e Sep tiembr e d e 1936 — C Br e nec J a r q u f n — El M i i ­
nistro de la Guerra — G. Ra»íírez Bro uu .

FIN

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