La Corrupción en La Argentina de Miguel Juarez Celman, Por Israel Lotersztein

Descargar como pdf
Descargar como pdf
Está en la página 1de 210
La corrupci6n en la Argentina de Miguel Juarez Celman Ing. Israel Lotersztain Tesis de Maestria Posgrado en Historia Tutor: Dr. Ezequiel Gallo Julio de 2004 (77) UNIVERSIDAD TORCUATO DI TELLA Capitulo a 18 Capitulo I: Capitulo £ 24 2A 242 213 2.14 3a 3.2 33 34 35 36 37 38 39 INDICE Introduce’ El progreso argentino La crisis El objeto de esta investigacién: la corrupcién politica durante el Juarismo, La corrupcié La problematica de la corrupcisn politica. Definiciones y conceptos fundamentales. Evolucién histérica det concepto. La historia de un gran negocio. La franqueza del General Mansilla. Un terreno muy valioso. El derecho a la defensa. La actuacién del Banco Nacional. Primeras conclusiones. De politica, politicos y sociedad. La situacién politica bajo el Unicato El régimen presidencialista. El mas provinciano de los presidentes. Juarez Celman y las provincias. Juarez Celman y Buenos Aires. La sociedad argentina durante el juar La dirigencia politica durante el unicato. La audacia econ6mica del unicato. Los mensajes det Presidente van cambi Los presuntos liberales La ley de Bancos Garantidos. La deuda externa bajo el juarismo, Una crisis de crecimiento? La burbuja financiera del juarismo. Estalla la crisis. La corrupeién juarista y la historiografia, La historiografia estadounidense. Estado de la cuestién, Capitulo TV: “Los bancos se ". La historia del Banco Nacional, 4.1 Ganadores y perdedores. 42 Los Libros de Actas del Banco Nacional 43 Los préstamos politicos. 4.4 — Los préstamos a directores del Banco Nacional. 4.5 Los préstamos a provincias. 4.6 Raman J. Céreano y sus amigo: 4.7 Rufino Varela, sus amigos y parientes. 4.8 — El manejo contable y accionai 49 El papel dela Justicia. Capitulo V jorias bonaerenses: las catistrofes bancarias El Banco de ta Provincia de Buenos Aires. Los depositantes del Banco Provincia, Otra vez la politica... Los empleados de los bancos. Los deudores del Banco Provin i. El Banco Hipotecario de la Provinei Llegan las Cédulas Hipotecarias. La historia de los Centros Agricolas. La increible etapa final. Adelantando reflexiones. Capitulo VI: De Bancos gauchos, historias provincianas v extranjeros audaces. 6.1 Los bancos gauchos. 6.2 El banco dei “pago chico” del Presidente. 6.3 Historias santafesinas. 64 Otros bancos gauchos. 65 Aventureros y audaces. El Banco Constructor de la Plata. 6.6 Otva ver el accionar de la justicia. Capitulo VII: De privatizaciones. gasto piblico v ferrocarriles. 7.1 La ideologia de las privatizaciones. 7.2. La privatizacién de las Obras Sanitarias. 73 Elgasto piblico. 7.4 Las obras piblicas. 7.5 Los ferrocarriles y Raul Scalabrini Ortiz 7. ria y corrupc 7.6 Politica ferrov’ 7.7 Los intermediarios, 7.8 Un enfoque pragmitico del tema. Capitulo VIII: 8.1 8.2 83 84 8.5 86 a7 8.8 8.9 8.10 8.1r 94 92 93 94 95 96 97 Capitulo X: 10.4 10.2 103 104 La rebeldia contra el El diario “La Prensa”. Contemplando a la Argentina desde afuera. El oficialismo se defiende. Y ahora los m: istas. Los folletines romantico: Los nietos de Juan Moreira. La Bolsa, de Julién Martel Quilito: una versin galdos Algunas reflexiones. Los judios culpables? na de la realidad. Imagenes del aver. Personajes del pasado. iguel Juarez Celman Ramén J. Carcano General Francisco Bosch Toribio Mendoza Juan Balestra y la polémica Pellegrini Sixto J. Quesada eandro Alem, Conclusiones Bribes. J. Noonan. Jr. University of California Press. Berkeley, 1987, Introduction, pag xi. algunos especialistas legan a afirmar que para ciertas sociedades en extremo burocriticas estas formas de comupcién pueden ilegar a resultar iitiles para superar determinadas dificultades. En cambio y en situaciones medias de corrupcién (pero acotadas) y en las sociedades modemas los problemas que suelen presentarse muy a menudo son dos: el clientelismo, con su gran carga burocratica derivada, y por sobre todo el financiamiento espureo de la politica. Este es el aspecto que hoy preocupa sobremanera en Europa, EEUU y otros paises desarrollados, y por ello es campo continuo de investigacién por parte de los especialistas, no solo por las consecuencias que pueden resultar de una turbia relacién entre empresarios y politicas sino por su impacto sobre las reglas de juego en una sociedad democratica y la consiguiente pérdida de legitimidad de sus gobemantes. Las sociedades muy coruptas, por su parte, presentan una problemitica claramente diferente y mucho mas grave aim. A Jos aspectos anteriores se le aflade que la corrupeién suele impedir en ellas un minimo funcionamiento normal de las instituciones, dificultar ademas enormemente el comportamiento racional de los agentes econémicos, y se presenta como un obstaculo insalvable para la correcta toma de decisiones por parte de los gobemantes. Toda nuestra investigacién precisamente pretende, como ya hemos enunciado en la Introduccion y ampliaremos en capitulos posteriores, describir y evidenciar las consecuencias de un proceso de este tipo. En cuanto al grado de corrupcién y la tolerancia de la sociedad frente a la misma, puede sin duda afirmarse que si bien existe una cierta relacion, para nada se trata de una relacion directa, y las reacciones no necesariamente se producen ante una situacién en la cual la sociedad considera que se ha excedido el nivel de corupcién tolerable. Tal como se eviclenciard especificamente en el caso de nuestra investigacién las explosiones sociales de protesta frente a la corrupcidn se producen por lo general a raiz de una crisis; en caso de bonanza o normalidad econémica la tolerancia es habitualmente grande y los reclamos de mayor honestidad no sueien ser prioritarios para fa gran masa de la poblacién. Un ejemplo histérico que suele darse como arquetipico al respecto es el de Lord Cornbury, nombrado Gobemador de Nueva York por su prima la Reina Anna en 1702 Tan pronto arribo a le ciudad comenzé a cobrar sobomos de los piratas que, aunque por ley real tenian estrictamente prohibida su actividad, utilizaban sin embargo ese puerto para descansar de sus corverias y vender el botin (no exclusivamente obtenido de espafioles 0 fianceses sino de compatriotas en mas de una ocasién). Esta actitud no molesté demasiado 4 los habitantes de N-York, para los cuales los piratas eran una importante fuente de ingresos y por lo tanto bienvenidos. El paso siguiente de Combury fue mucho peor a los ojos de los newyorkinos: comenz6 a disponer en gran escala de las mejores tierras de la colonia cediéndolas a pocas personas a cambio de “gratificaciones”, a punto tal que pronto las buenas parcelas cortieron el riesgo de agotatse completamente. Hazafias similares del Gobernador provocaron murmuraciones en las tabemnas pero ninguna reaccién mas seria, hasta que Hegé la noticia de que unos corsarios franceses se acercaban a la ciudad para tomarla y saquearla. Alli los habitantes de la misma descubrieron horrorizados que N. York se hallaba indefensa, que los fondos para la fortificacién de la misma enviados desde Gran Un relato de estos avontecin House. Capitulo Il edicién 1992, Bretafia Lord Corbury los habia utilizado para construirse una residencia de verano en Governor's Island. El panico atacé a la ciudad y maldiciendo al Gobernador todos los ciudadanos, sudando bajo un atroz sol de verano (particularmente intenso ese afi) y a la luz de fuegos en la noche, trabajaron sin parar con sus picos y palas para construir las defensas de sus hogares, Trabajaron todos sin excepcidn, y de todas las clases sociales. ¥ tan pronto el peligro pasé (pues los corsarios al ver la ciudad fortificada no la atacaron) no olvidaron Ia codicia y estupidez del Gobernador y terminaron por rebelarse contra él y finalmente consiguieron que fuera depuesto, Y quiz lo mas importante como resultado de lo ocurtido aprobaron una tasa especial para proveer los fondos para la defensa de Nueva York (que Combury habia dilapidado tan absurdamente) pero exigieron que se nombrara un tesorero especial elegido por ellos para verificar el correcto destino de los mismos. Y esta demanda tan novedosa y significativa de control fiscal se considera un precedente fundamental en el camino de las colonias hacia la Independencia 1.2 Evolucién histérica det concepto Uno de los puntos fundamentales a los que hacen referencia los especialistas es la advertencia de no calificar como corrupcién a lo que es definible como tal en un tipo de cultura pero que puede ser en cambio totalmente legitimo y correcto en otra. Es el caso tipico de funcionarios de organismos internacionales que pretenden aplicar ciertas nommas europeas 0 estadounidenses por ejemplo al Africa subsahariana. Y esto ilustra la magnitud de ios problemas que debe affontar el historiador cuando analiza esta problematica y se decide a encuadrar un acontecimiento como un caso de corrupcion: no solo debe estar atento a las diferencias culturales entre distintas pablaciones en un momento determinado sino prestar atencién ademas a como las mismas pudieron haber ido evolucionando con el correr del tiempo. En caso contrario el peligro de los anacronismos, estard siempre presente Es que a diferencia del cientista politico el problema fundamental con ei que se enfrenta el historiador radica en que el significado de todos los aspectos involucrados en la definicion de corrupcién que vimos anteriormente fueron variando a lo largo de la historia. El funcionario pablico que recibe una remuneracion fija y estipulada por ejercer su cargo es, como se sabe, una creacién relativamente reciente. Lo que era un comportamiento correcto de tales funcionarios en un momento de la evolucion de una sociedad puede ser totalmente inaceptable en otro momento. Lo que es llamado “recompensa” en alguna época puede provocar hasta sonrisas expresiones de burla en otra, Como veremos, el hecho de que un funcionario no debe percibir obsequios de ningin tipo hubiera parecido increible durante miles de aftos de la evolucién humana (y lo sigue siendo quiza hasta hoy en buena parte de nuestro pianeta). Dos conceptos son particularmente relevantes al respecto y los analizaremos a continuacién. Uno de ellos, quizi el mas importante, casi central para nuestra investigacién, es el referente a la actual separacion entre los fondos y bienes publicos y los privados. En el Un conocido periodista argentino que rovientemente ha deseubjerlo su vocacién como historiador v vende uchisimos ejemplares de sus libros ha denominado la venta de cargos pitblicos que realizara Juan de Garay ‘como “El primer acto de comupeién en Buenos Aires”, Ver sobre el tema ademés Ref. (1). Pag 87, 4 caso de la monarquia absoluta dicha separacién en la practica no existia: los recursos que entraban al Tesoro Real servian a titulo de ejemplo tanto para los gastos particulares del Rey y para mantener la Corte como para pagar al ejército y demas funcionatios cuyas remuneraciones estaban a su cargo. Solo la evolucién a formas de gobierno en los que la soberania pas6 gradualmente a residir en la voluntad popular trajo consigo la diferenciacion entre ambos conceptos. Y esto seri fundamental para el andlisis de la historia de la corrupcién en Argentina dado que los gobiernos surgidos luego de la caida de la corona castellana, especialmente en las provincias mas alejadas de Buenos Aires, generaron un interregno de reemplazo por autoridades locales que de alguna manera ocupaban el lugar de ese Rey, y en los que estos conceptos de separacién entre fondos publicos y privados era por demas borrosa y endeble. El Facundo de Sarmiento, como veremos mas adelante, es una admirable ilustracién de tales circunstancias. Y recuerdese que la época bajo estudio en esta tesis esta muy cerca de los afios descriptos por el sanjuanino en su fascinante creacion. Otro ejemplo tipico de tales confusiones entre lo publico y lo privado lo constituye precisamente la venta de los cargos publicos *. Dado que el monarca contaba entre sus atribuciones la de nombrar a cualquier persona para ejercer un cargo, y dado que dichos nombramientos solian recaer en amigos, parientes, favoritos, etc. (fueran estos idoneos 0 no), sin que la sociedad tuviera derecho o intencién de formular queja alguna, la venta de cargos para nada puede ser calificado como un hecho de corrupcion. Esta venta era una clara atribuci6n real, un ingreso como el de cualquier impuesto 0 venta de propiedades de la Corona y lo que es mas, curiosamente pas6 a verse por la sociedad como una importante ventaja Es que de esa manera ingresaban fondos al Tesoro Real y podian ser utilizados para los diversos propésitos de gobiemo, reduciendo con ello en parte la presion impositiva que siempre intentaba ejercer la monarquia. Pero de especial interés y muy ilustrativo para nosotros es el fundamental encuadre que John Noonan realiza de los sobomos (forma quiza arquetipica de la corrupeién) y de su evolucién hist6rica, y tan como lo detalla en su monumental obra arriba citada. Al Tespecto el historiador visualiza tres etapas bastante claramente definidas La primera etapa se extiende desde el afo 3000 antes de Cristo hasta el 1000 de nuestra era y esta fundamentalmente revida por e! asi llamado “Principio de reciprocidad”. Este principio implicaba que la relacion entre los gobernantes (0 sus funcionarios) por un lado, y los gobernados por el otro estaba basada en un continuo intercambio: el gobemante se comportaba “correctamente” a cambio de una reciprocidad, 0 sea un pago, retribucion 0 Fecompensa que recibia por parte de aquellos que recurrian a é), Asi Gimil-Nunurta, habitante de Nippur en la Mesopotamia, aparece quejandose ante su rey acadio en el 1650 AC dado que, pese a que le ha entregado al juez local una cabra, este no “ordeno justicia” en el pleito entre él y un vecino, Pero el mencionado Principio de Reciprocidad aparece en permanente tension y conflicto a lo largo de Ia historia con otra idea: la de que el comportamiento de un gobernante y sus funcionarios debe ser siempre correeto, con total independencia de que exista un pago por ef mismo. Y en este nuevo concepto, por momentos claramente antagonico al de reciprocidad, intervenia casi siempre la religion A titulo de ejemplo Urukagina, rey de Lagash, en uno de Jos primeros eseritos cuneiformes “Idem Ref. (1) pag 219 encontrados (de alrededor del 2400 AC), hace un tratado con el dios Ningirsu, y a cambio de los favores a serle concedidos por este iiltimo se compromete a “no comeier injust contra fa viuda y el huérfano” quienes, obviamente, no estaban en condiciones de affontar el pago de “reciprocidades” para obtener un proceder correcto hacia los mismos por parte del gobernante 0 sus funcionarios. Y si bien puede llegar a afirmarse que la reciprocidad seguia existiendo, solo que ahora reemplazada la parte que dabs los pagos y recompensas por un Dios, puede especularse que historicamente esto quizé haya constituido el origen de Ja moral judeocristiana, En la segunda etapa, que se extiende desde el afio 1000 hasta el 1600 DC, la idea de un comportamiento correcto del gobernante al margen de la existencia de un pago, como asimismo la explicita condena al soborno, se va con lentitud imponiendo ideologicamente sobre el opuesto concepto de reciprocidad. Pero esto durante el periodo solo se evidencia en los escritos religiosos, legales, y en la literatura culta (por ejemplo en la Divina Comedia), Le aplicacién prictica, en la vida real, de estos conceptos sigue siendo excepcional y ‘quedaria postergada para la tercera etapa. El comienzo de esta tltima, alrededor de! 1600, suele establecerse en Gran Bretafia y en otros paises que adhieren a la Reforma. En un primer escalén la idea Hega a la literatura popular y al teatro, y a partir de ello pasa a constituirse en una exigencia social cada vez mas intensa y difundida y finalmente, cuando va imponiéndose la modernidad, pasa a constituirse en norma formal y explicita a través de la sancion, a fines del Siglo XVIII, de la ley que prohibe el sobomo en todo el Imperio Britanico, Posteriormente, cuando tal ideal anticorrupcisn llega a los Estados Unidos, el concepto se desarrolla, se expande, avanza por todo el planeta y finalmente parece englobar a la humanidad toda. Esto no solo por la influencia y presién de los EEUU sino como resultado de la expansion reciente de las tradiciones morales de Occidente por Io que, tal ‘como cautelosamente afirma Noonan, “al menos de la boca para afuera” la condena al sobomo es aceptada por gran parte, 0 la casi totalidad, de las sociedades modemas Es como consecuencia de este largo proceso histérico que, tanto en lo referente la separacién entre los fondos publicos y tos privados como en la conducta frente a los sobornos, deberemos encuadrar con gran cuidado al periodo objeto de nuestra investigacién en esta investigacin. Es que en nuestro pais el mismo abarcaba al respecto a una época todavia de transicion, en la cual los elementos “arcaicos” (tal como muy bien los denomina Halperin), o sea de confusion entre fondos pitblicos y privados, y de existencia de necesarias “reciprocidades”, pese al claro avance de la modemidad seguian sin duda susbsistiendo en el pensamiento y en el comportamiento social en buena parte, si no todo, el territorio nacional. Y para finalizar con el estudio de la evolucién de la problematica de la corrupcidn desde el punto de vista histérico y con el objeto de evidenciar lo muy relative de las valoraciones éticas en esta materia cuando son dirigidas hacia el pasado estudiaremos una muy interesante variante de la venta de cargos por sus importantisimas consecuencias historicas, Esta lo constituyé la sistematica enajenacién de posiciones como MP (Miembro del Parlamento) que durante el siglo XVIU y primera parte del XIX se efectuaban rutinariamente en Gran Bretafi. Recordemos que en ese momento la gran mayoria de las circunscripeiones representadas en el Parlamento se hallaban bajo la indisputada influencia de un Landlord local que podia imponer a voluntad a quien se elegia en los extremadamente censitarios comicios bajo su férula, Estos influyentes locales ponian habitualmente dichos cargos en venta y los mismos eran adquiridos por quienes tenian interés en ocupar una banca. Y ocupada la banca era usual querer resarcirse rapidamente por la inversién realizada. Alo largo de aquel periodo se encontraba en plena vigencia la decisiva batalla entre los monarcas y los lideres parlamentarios whig, tales como Robert Walpole, para definir quien ejerceria el poder en Gran Bretafia. Y estos ultimos lideres no vacilaron en usar sistematicamente el soborno para comprar las voluntades de los Miembros del Parlamento que, a su vez y como vimos, mayoritariamente habian adquirido sus cargos. Lo notable es que los historiadores ingleses no pueden dejar de seflalar que tales sobornos, que con meticulosidad britanica eran registrados y que por ello nos Ilegan hasta nuestros dias, fueron el mecanismo con que el Parlamento inglés finalmente se impuso sobre la monarquia. Y sin duda esta victoria contribuyé notablemente al avance de la democracia en Gran Bretafia y con ello en el mundo, con lo que nos entfrentariamos a la sutilironia de que democracia y corrupcién fueron en este caso (y no solo en este, como veremos) historicamente de la mano ©. Y es por ello que una buena parte de los historiadores ingleses (ales como Frank O'Gorman o Roger Lockier) suelen ser bastante condescendientes con la corrupeién imperante en este periodo histérico. Pero bastante diferente es ia actitud al respecto de los historiadores americanos ”, influenciados sin duda por la figura de Benjamin Franklin. Este, de visita a Gran Bretana en los afios previos a la Independencia, era extremadamente critico con esa corrupeién, que a todas luces lo repugnaba profundamente. En una serie de articulos que fueron publicados (y avidamente leidos) por muchisimos periddicos de las trece colonias Franklin afirmaba refiriéndose a Gran Bretaha que “e/ gobierno de este pais puede ser adquirido por un millon de libras", evaluando la citra necesaria para adquirir fa cantidad de bancas que darian una amplia mayoria en el Parlamento, La imagen de un Parlamento tan corrupto tuvo, al decir de Nathan Miller *, importancia decisiva en el conflicto que derivé en Iz Independencia de los EEUU, Es que cuando el gobierno inglés solicité con bastante ldgica que los colonos americanos, hasta entonces libres de toda carga impositiva, pagaran impuestos para contribuir a las fuertes erogaciones que esas colonias implicaban (por ejemplo en la defensa contra franceses e indios), estos sintieron repugnancia “de pagar impuesios decididos por una instinucion ian corrupta que probablemente se robe esos fondos” Y tal como se recuerda esta negativa a p impuestos deriv6 finalmente en la Revolucién, y el destino de EEUU fue por ello muy diferente a la separacién gradual y pacifica de Canada o Australia, a titulo de ejemplo. Y otros historiadores americanos °, al analizar la corrupcién imperante en EEUU durante el A titulo de ejemplo ver Ref. (3) Cap 111 Idem Ref (6), * Idem Ref (3) Cap. 1V The Penguin History of the United States. Hugh Brogmu, pag 276. edicion 1990, Siglo XIX no vacilan en hacer responsable a ta herencia inglesa de dicha situacién. En resumen: juicios de valor totalmente diferentes sobre un mismo hecho histérico. 1.3 La historia de un gran negocio. Hasta ahora hemos desarrollado basicamente el marco tedrivo de la corrupcién politica, pero cabe preguntarse concretamente a que nos referimos cuando afirmamos que nos proponemios estudiarla durante el gobierno de Miguel Juarez Celman. ;Acaso implica tratar de detectar que un inspector aduanero dejaba pasar un gran cargamento de bebidas alcohélicas y ropas de seda sin que se pagara el correspondiente arancel? ¢O que el encargado de las compras de un Ministerio adquiria tinta que no soio era de pésima calidad sino que ademas abonaba el doble del precio del mercado por la misma? 20 que el empedrado recién finalizado y recibido por la Municipalidad en una calle portefia se levanté con la primer tormenta? 2 que los soldados destacados en el Chaco pasaban sistematicamente hambre pues la comida que les Hegaba era siempre la mitad 0 menos de To que se habia adquirido y pagado? ,O que el gobemador de una provincia cuyana habia colocado a todos los integrantes de su vasta familia en muy bien remunerados puestos publicos pagados con el dinero enviado en concepto de ayuda por el Gobierno Federal? Como veremos todo esto ocurria, pero estabamos en la Argentina de fines del siglo XIX y no en Finlandia 0 Suiza a principios del XXI, por lo que nada de ello podria resultar realmente una sorpresa y en consecuencia no se justificarian mayores esfuerzos para sacarlo ala luz. Pero no pasaba tan solo eso, ocurrian otfos sucesos que nos atrevemos a calificar de muy ‘graves, en los que como veremos estaban involucrados encumbrados personajes, se manejaban cifras por demas importantes, y cuyas consecuencias, sobre todo al irse acumulando, pudieron probablemente encontrarse en el origen de las. situaciones ccatastroficas que se vivieron con posterioridad Y pata clarificar este concepto comenzaremos en este capitulo con el ejemplo de uno de estos graves sucesos, quiz bastante representative, que detectamos casi por castialidad (no existe a nuestro entender, 0 no encontramos, narracion del mismo en texto histérico alguno) y que hemos optado por relatar en la misma secuencia en que los hechos se nos fueran develando. De esta forma presentaremos no solo la metodologia que hemos utilizado en nuestra tarea sino que ademas nos permitira introducir en el relato a numerosos personajes que nos acompafiarin reiteradamente a lo largo de nuestra investigacion. 1.4 La franqueza del General Mansilla. Tal como veremos en los proximos capitulos los primeros cuarenta meses del gobiemo de Miguel Juarez Celman se caracterizaron por una notable expansion de la economia motorizada basicamente por una muy alta emisién monetaria y de titulos publicos, fuerte ingreso de capitales extemos y una politica crediticia por parte de los bancos oficiales de inusitada laxitud. Como légica consecuencia se produjo un fenomenal aumento del consumo, especialmente el suntuario, que se tradujo a su vez en uns euforia generalizada De esta euforia participaron prineipalmente los grupos de poder vinculados al oficialismo. 18 pero también los de la oposicién y muy vastos sectores de la sociedad de aquel entonces. Fue esta tiltima circunstancia la que nos hizo pensar que podria resultar muy interesante para completar una visidn histérica de la época, especialmente frente a una problematica tan particular como la que estamos encarando, contar con la opinién 0 testimonio critico de algiin grupo 0 sector de la sociedad, asi fuera claramente minoritario 0 poco representativo, pero que se hubiera mantenido totalmente ajeno a la estructura o sistema de poder vigente por entonces, y que por no haber participado de esa euforia pudiera hablar de ella sin los consiguientes tapujos o limitaciones Afortunadamente encontramos este tipo de testimonio en un extrafio periddico que bajo el nombre de “El Obrero” publicaba un grupo de marxistas alemanes desde fines de 1890 y al que volveremos reiteradamente y en detalle a lo largo de esta tesis por el gran interés {que offecen sus opiniones y su tan particular visién sobre la realidad de aquellos afios. Y fue precisamente leyendo el N° 4 del 17 de Enero de 1891 en que pricticamente por casualidad nos topames con la primera pista de un muy enigmatico “negocio”. En dicho ejemplar comprobamos que su redactor, el socialista Gérman Ave Lallemand, estaba absolutamente furioso con el Presidente de la Camara de Diputados Lucio V. Mansilla. Es que segiin afirmaba el periddico el General habia conducido en la Camara" la oposicién a un impuesto destinado a gravar las grandes propiedades (“por antidemocritico ¢ inconsrimcional, ya que el rico solo debe pagar por lo que consume...” , Mansilla dixit) y que en teoria al menos hubiera posibilitado generar fondos destinados a la realizacion de obras piblicas que atenuasen un tanto la gravisima desocupacién imperante como consecuencia de la crisis Pero Mansilla tuvo éxito en su oposicion, el proyecto no se aprobé y Lallemand, sin duda dolido ante el especticulo de tantos obreros desocupados, descargaba su furia contra el general y literato en un peculiar castellano con claras reminiscencias de su idioma natal; “A fe de que nadie nos citaré un ejemplo igual a este, en que un diputado en plena sesion del Congreso el 5 de Julio de 1889 diga: somos todos una banda de pillos, ladrones sin honor J sin vergitenza. Y que sus colegas se rian y callen, que quien calla otorga." Ante tan extrafia afirmacion no pudimos menos que buscar con cierta curiosidad lo ocurrido en la jornada del 5/7/1889 en el Diario de Sesiones de la Camara de Diputados. Y leyendo las Actas comprobamos que el socialista quiz exageraba, aunque no demasiado. ‘Todo ocurrié cuando Mansilla apuraba a los legisladores para que aprobasen sobre tablas un proyecto del Poder Ejecutivo para adquirir un terreno en la Ciudad de Buenos Aires al que luego volveremos con algun detalle, De la versién recogida por los taquigrafos puede percibirse claramente que algunos diputados se resistian a votar, solicitaban mas tiempo para evaluar el tema, el precto que se pretendia pagar les parecia por demas excesivo, y sefialaban que los periédicos de esa mafiana en forma casi undnime criticaban enérgicamente la operacién, Fue entonces cuando Mansilla, para explicar que los diputados no necesitaban mas tiempo de estudio ya que conocian los precios de mercado perfectamente lanz6 estos fascinantes conceptos que tanto indignaron a Lallemand: “Este " Diario de Sesiones de la Cimara de Diputados. Sesion del 17 de Julio de 1889, Mansilla le exigin ese dit at recign nombrado Ministo de Hacienda que se presentaba ante la Cémara que detuviers le mares ascendente del oro, es un pais donde todo el mundo es comerciante y negociante porque no hay en esta Cémara un solo hombre que no ienga algiin negocio. Porque si algin diputado tuviera que vivir con los 700 pesos por mes que se nos paga se moriria de hambre...” Y agregs para justificar tal necesidad de dinero: “is que todos los dias Ja ciencia y el arte inventan ‘algo que nos hace entender que es necesario tener dinero para vivir agradablemente, que al fin y al cabo es lo que todos perseguimos...""" Pedro Goyena, catolico militante, se sintié obligado @ replicer: “Todos hacen negocios, si. Pero algunos los hacen licitos y otros ilicitos..." A esto contesté Mansilla entre las carcajadas de los demés legisladores: “Todas hacemos negocios, mas honestos algunos, menos honestos los otros... para sefialar a continuacién gue él con los negocios honestos siempre perdia plata aunque, como agreg6 pudorosamente, eran los tinicos que realizaba. Como conelusién, y tal como muy divertidamente puede leerse en las actas del Congreso, establecié entre las risas y aplausos de los diputados la siguiente base doctrinaria destinada a hacer historia: “De manera que la jilosofia es esta: todos los ricos deben haber hecho negocios no muy limpios...”” ¥ para completar estas ideas sefteras agreaé el la Camara unos dias mas tarde: “No hablo de patriotismo porque el patriotismo no tiene nada que hacer cuando se habla de dinero (risas). Porque el patriotismo es una cosa y el bolsillo otra...” Obviamente el adusto y moralista teuton que redactaba “El Obrero” dificilmente captara el exquisito humor y la sutil ironia que caracterizaban al inefable dandy portefio. 1.5 Un terreno muy valioso. Lo anterior obviamente nos desperts ademas la curiosidad por investigar de que se trataba el “negocio” , como lo calificaba Mansilla mientras tan ansiosamente procuraba que se aprobara sobre tablas. Y leyendo las actas comprobamos para nuestra gran sorpresa que se trataba de la adquisicion de una manzana portefla por demas conocida’ Ia ubicada entre las calles de Entre Rios, Rivadavia, Los Pozos y Victoria (hoy Hipélito Yrigoyen), y destinada a construir sobre ella {a futura sede del Congreso de ia Nacién. A tal efecto se habia designado una comision integrada por un senador, Toribio Mendoza, y un diputado, ef general Francisco Bosch (personajes que, como se vera, serdn asiduamente citados a lo largo de esta tesis) para negociar con los vendedores, los hermanos Spinetto, la venta del predio. Y sobre la base de esa negociacién el Poder Ejecutivo habia suscripto un boleto ad referendum de la aprobacién del Congreso, aprobacion que enérgicamente reclamaba Mansilla por parte de los diputados. El precio que segin el boleto se proponia pagar para nada era despreciable: trescientos cineuenta pesos la vara que, tomando en cuenta una superficie estimada de unas 18.000 varas cuadradas arrojaba la suma aproximada de 6.300.000 pesos de aquel entonces, implicando wn 26% del total del presupuesto destinado a Obras Publicas en ese aio Reiteramos: no era una suma menor. Un monto no mucho mas alto gastado unos afios antes por los ediles en Nueva York colmé la paciencia de sus ciudadanos, terminé con et "Idem Ret. (10) famosisimo “Ring” de Tammany Hall y culminé con su corrupto lider, Bill Tweed, (el personaje tan bien descripto en el film “Pandillas de Nueva York”), muriendo en la carcel 'Y en aquel caso los fondos cuestionados al fin y al cabo no se destinaron tan solo a la compra de un terreno sino ademas a la construccién, equipamiento, mobiliario, alfombras, hasta cortinados y mantenimiento de fos Tribunales de la ciudad, el hermoso Old New York Couthouse que figura en todas las guias de turismo del Lower Manhattan. Que 6.300.000 pesos no eran una suma menor nos lo indica claramente el hecho de que en aquel momento el jornal de un obrero en Buenos Aires era inferior a tres pesos diarios, el sueldo mensual promedio de los empleados piiblicos nacionales de sesenta pesos y el de un oficinista en el muy bien remunerado Banco Nacional habia sido recién elevado a 100 pesos '*. Con todo lo relative que puedan resultar estas comparaciones puede afirmarse que actualizando en base a los ingresos de los asalariados el importe de la compra este puede asimilarse a sesenta u ochenta millones de pesos (0 dolares) del 2001. Suma por demas impresionante para lo que al fin y al cabo era meramente la compra de una manzana rodeada por calles de tierra y en lo que constituian casi las afueras de la ciudad en un pais de escasos tres millones de habitantes '* Y dado que de las Actas surgia que varios diputados hacian alusién a la oposicién de los periédicos de esa mafiana decidimos consultar alguno de ellos, Optamos por “La Prensa”, no solo por ser el de mayor circulacidn y prestigio sino ademas porque habia sido oficialista hasta poco tiempo antes y mantenia por entonces una cuidadosa objetividad, y sus eventuales criticas estaban invariablemente acompafiadas de una extremada prudencia Sin embargo la mafiana del 5 de Julio de 1889 La Prensa bramaba: aseguraba que el precio era cuanto menos el doble de lo que realmente valia el terreno, Lo que es mas, sefialaba que muy poco antes ya se habia adquirido un terreno para el Congreso, ubicado entre las calles de Callao, Paraguay, Rodriguez Pefta y Charcas, y se habia pagado por el mismo menos de medio millén de pesos. Y si se consideraba que el Congreso debia ubicarse en la nueva ubicacién propuesta, rematando la recién abierta Avenida de Mayo y enfrentando la Casa de Gobiemo ,porgué no proponer un trueque, dado que el terreno antes adquirido era nde y estaba ubicado en un lugar mucho mas valioso? No era todo. La Prensa proseguia sefialando que la manzana en cuestién se encontraba en un barrio muy irregular y desparejo (“A/gunas calles mejores, otras peores...”), que era imtegramente de tierra, y no contaba con ninguna construccién salvo un corralon de materiales al aite libre. Que ademas y en las iiltimas expropiaciones para abrir la nueva avenida y por terrenos mas céntricos y mucho mejor ubicados (Avenida de Mayo y Piedras, ot Ref. (3) Capitulo XI {La forma de determinar una moneds constants entre el dia de hoy y 1889 es en nuestra opinién un problema sumaniente compigjo, dado que la canasta de consumo es totalmente diferente ¥ por los actuales problemas de inestabitidad de Ia economia argentina. Por elo hemos optado por referencia: con respecto al ato 2001 (previo al estallido de une crisis), y tomar bésicamente como parimetro de actualizaciou cl ingreso de los asalarindos, Para ello tomamos en cuenta ademis que al saiario de bokilio del 2001 deben adicionarse las cargas sociales, inesistontes en 1889. En forma orientaiva llegamos a la conclusion que debe miultiplicarse aquellos valores de 1889 por 12 a 15 para obtener ox pesos (0 délares) del 2001. "'La zona estaba ain sin pavimento de ningin tipo, y alejada de lo que era cl centro de la ciudad. por ejemplo) el Estado los habia tasado tan solo en 100 pesos la vara". Que, en fin, si se consideraba indispensable que ese y tan solo ese fuera el terreno para la sede del futuro Congreso y sus actuales propietarios no aceptaran ningin trueque porqué no se lo expropiaba y se dejaba que fueran los jueces los que determinaran su verdadero valor? ,Y por cual razon ademas se habia encargado la negociacién precisamente a ese senador y a ese diputado, ambos sin antecedente alguno de conocimientos en materia inmobiliaria, en lugar de recurrir a gente idénea y experta en propiedades urbanas? Volviendo a las Actas del Congreso pudimos constatar que ninguna de estas preguntas tan sensatas recibié la menor respuesta durante el debate, pero nada pudo detener el impetu de Mansilla y demas diputados que Hlevaban la voz cantante por parte del oficialismo. José M. Olmedo, otro personaje al que volveremos reiteradamente, llegé a enunciar la atrevida teoria de que “tratandose de la adguisicion de terrenos para edificios piiblicos ningiin precio es exagerado”. Peto sin duda lo mas interesante de su intervencidn fue su reflexion de que comparado con el precio de la tierra en Ia City de Londres el que se pagaba en este caso eta realmente barato. Comparar los precios de a tierra en lo que era por entonces el centro y corazén de las finanzas del mundo con una manzana casi en las afueras de Buenos ‘Aires nos parece ahora de una audacia muy especial; pero es significative que nadie parecié inmutarse al respecto. Persona alguna formulé el menor comentario o ironia, ni en el debate ni posteriormente en la prensa. Estaba claro que, tal como ocurriria mas de una vez en el futuro, los argentinos estaban absolutamente convencidos de que habian llegado a lo que en ‘otro momento se denominaria Primer Mundo para instalarse en él definitivamente Por ello y pese a que del texto del Boleto leido durante la sesion surgia claramente que no existia apuro alguno para aprobar sobre tablas la compra, la presion del oficialismo triunfo ampliamente, Cincuenta y cinco diputados votaron por la afirmativa y tan solo dos se opusieron. En el Senado también se aprobé la iniciativa por abrumadora mayoria, con el previsible tinico voto opositor de Aristébulo del Valle. El gran negocio que Mansilla les habia propuesto a los legisladores se consumé y, come se sabe, sobre tan premonitorios antecedentes se alza hoy orgulloso el edificio que alberga al Honorable Congreso de la Nacion Argentina, 1.6 El derecho a la defensa. Hemos presentado hasta aqui un conjunto de hechos que parecen realmente comprometedores para Ja posicién det oficialismo. Pero jy este cémo se defendia? Para otorgarle precisamente una especie de derecho a la defensa decidimos leer en detalle lo que al respecto opinaba su agresivo vocero periodistico: el diario Sudamérica, donde las mejores espadas del Gobierno (tal como veremos en el Capitulo VI) defendian con bastante gallardia su posicion frente a los reiterados embates de la oposicion * kn este valor los tasadores del Esado cotizaron, a tinulo de ejemplo. los terrenos a expropiar del Templo 'scoeés ubioado en In esquina de Avenida de Mayo y Piedras. Tasacion a cargo del Ing. Romero. La Preusa, 12 semayo de 1889, Y pudimos constatar, tal como eta esperable, que en la maitana del 5 de Julio en Sudamérica se burlaban abiertamente de los que se oponian a la compra. Pero de su lectura comprobamos con gran asombro que habian cometido un grave error con el precio. En efecto, sostenian que un precio de 200 pesos la vara era por demas razonable. Incluso agregaban que una operacién “no habia podido concretarse en 200 pesos porque el propietario pedia 250", Como se ve el diario estaba mal informado, lo que ilama poderosamente fa atencién dado que varios diputados (Rufino Varela Ortiz, Juan Balestra, Andronico Castro, Juan Lalanne, Tristan Malbran y el mismo Olmedo) formaban parte de su agresiva redaccién, Pero es que seguramente el precio de 350 pesos la vara que se pago debia resultar tan “ins6lito” alin para ellos que nos permitimos conjeturar que no pudieron imaginarlo previamente, y que probablemente se hayan enfrentado a la sorpresa cuando finalmente vieron en la Camara el proyecto que enviaba el Ejecutivo. Por eso nos apresuramos a buscar el numero siguiente, el del 6 de Julio, para ver como saldrian del paso de lo que sin duda constituia un verdadero papelan periodistico. Y lo hicieron de una manera que no podemos menos que calificar de original: usando la Prepotencia, Acusaron a la oposicién de gritar siempre “con voz de riple callejera sobre los millones que se derrochan”, Pero que “gritan contra el Gobierno pero no se atreven a decir que el ladrén es tal 0 cual persona..." ¥ después siguid el argumento realmente importante: “La garantia sobre el precio la dio el General Bosch, que dio su palabra de honor que donde el gobierno page 350 otros habian pagado 400. Y cuando Bosch dio su palabra de honor todos se quedaron callados...” En otras palabras esa era la prueba de que el precio era el correcto: la palabra del General Bosch. A ver ¢quién se atrevia a decir algo?... Es que dudar de esa palabra era por demas peligroso: el famoso “Pancho” Bosch era un consuetudinario duelista, experto tirador y habil esgrimista, y desconfiar abiertamente de sus afirmaciones implicaria la necesidad de tener que optar entre jugarse la vida 0 ser calificado de cobarde. Un ejemplo de esta disyuntiva se produjo casi de inmediato. Al otro dia, el 7 de Julio. Sudameérica reprodujo con tod intencion y catificindolo de “Un suelio injurioso” 10 aparecido el dia anterior en “E! Diario”, el periddico dirigido por Manuel Lainez. En el mismo, y bajo el expresivo titulo de “Consumatum est” este iltimo diario explicabs que con la compra del famoso terreno se habia concretado un gran negociado y que esto no era todo. ei General Bosch estaba preparando otro consistente en la venta al Ejercito de unos tertenos en Zarate nuevamente a un precio fabuloso. Y tal como sin duda lo esperaba, y claramente lo estaba provocando el periédico oficialista, el indignado general envio de inmediato sus padrinos al dueio y director de “EI Diario” y este debié disculparse con una lastimera carta (transcripta regordeandose por Sudamérica) encabezada con las palabras “Querido Pancho” en \a que aclataba, con una dramatica y conmovedora muestra de amor filial, que la muerte de su madre unas semanas antes en Paris lo habia afectado de tal manera que no concurria a la redaccién y en consecuencia no tenia la menor idea de lo que su diario publicaba 1.7 La actuacién del Banco Nacional. El iiltimo indicio referente a este curioso tema, y en nuestra opinion quiza el de mayor importancia, lo descubrimos meses mas tarde, mientras analizabamos con cierto detalle el contenido de las distintas Actas del Directorio del principal banco de la Argentina por aquellos afios, el Banco Nacional '®. Y comprobamos que el Libro 66 en su folio 103 consignaba que el 1” de Julio de 1889 se habia otorgado un préstamo de insélita magnitud. Era una época en que la restriccién crediticia ya se hacia notar fuertemente, el Banco tan solo renovaba algunos créditos anteriores y exigia en muchos casos la devolucién total 0 parcial de otros, a raiz de que los depositantes comenzaban a retirar sus fondos ya que la crisis asomaba en el horizonte. Sin embargo aun en estas circunstancias, tan especiales se ie otorgaba a Juan Spinetto y Spinetto Hos. un impresionante crédito ‘muy lamativo por su insdlito monto. Era por 300,000 pesos, dando los deudores como garantia el famoso Boleto suscripto con el Ejecutive (boleto que recuérdese no estaba vigente dado que no habia sido ratificado aun por el Congreso). Dicho préstamo se restituiria al efectuarse el primer pago por parte del Gobiemo por el terreno a adquirir Surgen inevitablemente al respecto dos preguntas: a) ,Qué necesidad podrian tener los hermanos Spinetto de un préstamo tan urgente faltindoles tan pocos dias para recibir una suma varias veces mayor’ Y b) {Qué es lo que llevd al Banco, en medio de una restriccién crediticia muy acentuada, a otorgar un préstamo de tal envergadura y sobre una garantia tan endeble como un Boleto todavia no vigente? Lamentablemente tan solo podemos especular sobre las respuestas, por lo que desde ya pedimos disculpas, Y especular significa waer a la luz un problema que a menudo ‘obstaculiza este tipo de “operaciones” en las que su concrecion depende del accionar de un “gestor” o gestores adecuados. El gestor suele solicitar que sus “servicios” sean abonados total o parcialmente a la firma del contrato (en este caso el Boleto) mientras que el beneficiario solo quiere pagar cuando él efectivamente ha cobrado. Las diferentes razones, de ambos son clarisimas: el primero suele temer que los “acuerdos” no sean posteriormente respetados por el beneficiario, dado que por razones obvias los mismos no pueden formalizarse por escrito. La otra parte 0 no dispone previamente del dinero para pagar la ‘comisi6n” (altamente probable en este caso por el monto involucrado) 0 aun en el caso de disponer del mismo no quiere arriesgarlo por temor de que por alguna razon la “operacion” no se concrete, en cuyo caso el “adelanto” otorgado sera sin duda de muy dificil recuperacion. Y dadas las sumas involucradas en este caso y Ia posible desconfianza entre las partes ello pudo haber obstaculizado seriamente fa operacidn planificada Y alli suponemos que intervino el Banco Nacional el cual, a través del crédito concedido, le facilito a los Hermanos Spinetto el monto necesario para el “adelanto” en cuestion. Es que en realidad estos arriesgaban muy poco: si la operacion por alguna razén se desbarataba Ja garantia en la practica era tan solo el Boleto y en consecuencia ls tinica victime real en ese caso seria el Banco. Repetimos lo dicho anteriormente, estamos formulando tan solo BI capitulo IV de esta tess ests basado fundameataimen Nacional a lo que surge de dishas actas del Banco una conjetura Peto se basa en Ia conocida experiencia referente a tales “adelantos” y constituye quizé la tinica respuesta razonable a las preguntas enunciadas mas arriba, 1.8 Primeras conclusiones. Recordando lo dicho en la Introduccién, dificilmente lo relatado anteriormente pueda ser considerado una prueba judicial indisputable de encontramos frente a un hecho de corrupcién. Pero sin duda hemos reunido un conjunto de indicios vehementes de que la casi unénime acusacién de la oposicién por aquellos dias (referente a que la compra del terreno del Congreso constituia un gigantesco negociado), tenia al menos claros fundamentos. Y lo que es mucho mas importante y significativo todavia, para que el mismo hubiera podido tener lugar, y de la forma que ocurtieron los sucesos, debieron concurrir como hemos evidenciado una serie de circunstancias muy especiales que, por lo tan ilustrativas que resultan, consideramos fundamental recapitular a continuacién: - Participacién masiva de los poderes Ejecutivo y Legislativo en sus niveles mas elevados, participacion sin la cual estos hechos dificilmente hubieran sido posibles. - Total ausencia de accionar del Poder Judicial. Pese 2 nuestra biisqueda no pudimos encontrar alguna informacién referente a que algun juez o fiscal haya iniciado una investigacién frente a las reiteradas denuncias existentes. - Fuerte y verdaderamente dramatico perjuicio al erario public. $i bien se vivia por entonces (y tal como lo describiremos oportunamente en detalle) una burbuja financiera que afectaba a los precios de la propiedad inmobiliaria, fue sin duda muy exagerada, y sin justificacion légica alguna la suma empleada para el pago del terreno, A titulo de ejemplo Francis Korn “’ relata que para adquirir el terreno destinado al Hospital Italiano, a unas veinticinco cuadras de alli, se pagé en 1895 a razon de cuatro (si, cuatro) pesos la vara, en lugar de los trescientos cincuenta abonados a los Spinetto por el terreno del Congreso, Obviamente fa ubicacion es distinta, y ya se habia desinflado la burbuja inmobiliaria, pero nada puede justificar un precio casi cien veces mayor... - Evidente sensacién de que todos los discursos y argumentos de politicos y funcionarios para justificar sus actos (“El edificio del Congreso rematando la recién abierta Avenida de Mayo” o “El Congreso enfrentando al Ejecutivo”) se constituian meramente en un pretexto pata disfiazar la realizacién de un negociado. = Accionar de los funcionarios ignorando por completo a la opinion piblica y a la sociedad civil. Las denuncias de la prensa fueron ignoradas o peor, ridiculizadas. = Prepotencia de! oficialismo sobre la oposicién, o la opinion independiente, a través, de presiones, insultos 0 amenazas. Una Cindad Modems, Buenos Aires 1895. Fra Kom, Editorial El Instituto, Buenos Aires, 1981. Pag - Utilizacién del principal Banco del pais, y como veremos en los capitulos posteriores, de todas las instituciones de crédito oficiales, para facilitarle a los hombres piiblicos la realizacion de sus “negocios” privados. Y esto continuaba pese a que en el horizonte se comenzaban a percibir las muy claras sefiales de la tormenta ‘econdmica que se avecinaba sobre la Argentina - Existencia de empresarios dispuestos a ser cémplices de “negocios menos honestos”, para calificarlos eufemisticamente al estilo Mansilla. Mientras que por lo general las leyes no establecen diferencias significativas entre corruptor y corrupto ‘muy habitualmente, y especialmente en Argentina, la sociedad suele ser mucho mas tolerante con el que entrega o paga un soborno que con quien lo recibe, ya que existe cierta percepcién de que el primero pudo haber sido victima de una especie de extorsion, Pero nada indica que el caso que tenemos bajo andlisis sea una de esas extorsiones, y que los Hermanos Spinetto se hayan visto “obligados” a vender ese terreno al Gobierno Nacional. = Por iltimo y pese a que en los hechos de corrupcién las justificaciones orales suelen estar, tal como sefialdramos mas arriba, muy alejadas del auténtico pensamiento de Jos actores involucrados, las palabras de Olmedo son por demas significativas Revelan una extremada megalomania, que como veremos mas adelante no estaba restringida a los politicos, sino que abarcaba a una fraccion muy importante de la sociedad argentina. Y cuando una sociedad se desconcierta ante una inesperada y ‘extraordinaria ola de riqueza que parece no tener fin muchos acontecimientos inusitados como este pueden volverse posibles y hasta usuales. En los capitulos IV a VIII veremos efectivamente y con amplio detalle que los hechos descriptos mas arriba para nada parecen haber sido excepcionales. Por el contrario, ni siquiere podrian contabilizarse entre los acontecimientos mas graves. Pero si tales hechos de corrupcion generalizada efectivamente existieron, la teoria de los especialistas en la materia indica que las circunstancias politicas, sociales y econdmicas vigentes por entonces contenian determinadas caracteristicas tales que los posibilitaban. El analisis de estas circunstancias tan particulares es lo que encararemos en los capitulos TI y HL CAPITULO IL DE POLITICA, POLITICOS Y SOCIEDAD 2.1 La situacién politica durante el unicato, Era mas que evidente la satisfaccién con la que se expresabe el Dr. Miguel Juarez Celman al referirse a la situacién politica argentina en el marco de su segundo mensaje al Congreso el 8 de Mayo de 1888. “No existen en todo el pais oposiciones organizadas 0 partidos politicos excluidos de la cosa piiblica” , afirmaba por demas orgulloso el Presidente. Y agregaba ilustrando lo anterior: “4penas si las oposiciones se hacen notar en Jos érganos de prensa, pero estos solo tienen detras algin individuo que los escribe.” O sea que estaba claro para el Presidente que su partido, el oficialista PAN, era el dnico que permanecia vigente por entonces en el pais, mientras que todos los demas ya habian desaparecido del horizonte politico. Por ello, y al decir de Juarez Celman, la oposicion tan solo permanecia vigente a través de unos pocos periddicas y estos, si bien reflejaban alguna agitacion, eran basicamente expresiones individuales y no contaban con una representatividad que pudiera considerarse como significativa, Y para explicar esta asombrosa realidad remataba explicando y alardeando de sus impresionantes logros: “El pueblo argentino comienza a convencerse que se hace mucho mas por la pairia en la paz que la engrandece, que en Ia muy consiante agitacién electoral que algja a los hombres de Ja faena fecunda.”! En el Mensaje de 1889 y luego de hacer notar que transcurrido un afio la situacion no se habia modificado en lo mas minimo, hasta sonaba razonablemente sincero (y realmente le creemos) cuando se daba el lujo de “Jameniar que en la Reptiblica no existan otros partidos fuertemente organizados, que luchen 0 se agiten por principios-o ideales politicos dentro de la Constitucion..."* {Exageraba en algo Jwirez Celman? En absoluto, hasta probablemente - y quiz por un cierto pudor - no se atrevia a explicitar de! todo la asombrosa unanimidad que reinaba pot entonces a lo largo y ancho de la Repiiblica, Es que luego de la intervencién a Tucuman (que habia tenido la osadia de unirse 2 Buenos Aires para votar en su contra en el Colegio Electoral) todos los gobiernos provinciales se habian encolumnado entusiasta y disciplinadamente en el marco del unico partido existente, el oficialista PAN. En él Congreso este partido gobemante contaba con una abrumadora mayoria que le permitia aprobar sin problemas cualquier tipo de proyectos, asi estos fueran tan escandalosos como la compra del terreno del Congreso y que hemos descripto en detalle en el Capitulo |. Pero no solo Juirez Celman actuaba sobre la oposicién: especialmente al partido gobemante se le habia extirpado con sumo cuidado cualquier vestigio de influencia de algun liderazgo ajeno a la figura presidencial. Asi dos poderosos gobemadores, los de Cordoba y Mendoza, " Diario de Sesiones de la Camara de Senadores, Sesion del § de Mayo de 1888, De Is Repiiblica Posible a la Repiblica Verdadera, Natalio Botana y Ezequiel Gallo. Ariel Historia, 1° Edicién, Pag 219 debieron pagar con la intervencién federal y ta deposicién del cargo su presunta amistad con el anterior presidente Julio A Roca. ¥ la mismisima muy orgullosa Buenos Aires, tan celosa habitualmente de su autonomia, debié aceptar sin protestas que un incondicional del Presidente, el tan discutido Maximo Paz, fuera elegido gobemador y generase para si una legislatura’ cuidadosamente adicta. Juarez Celman disponia del poder absoluto en Ia Argentina, sin oposicién alguna en el seno de su partido o fuera de él, y se encontraba libre de organizar tranquilamente su futura sucesiOn, Hasta figuras sefteras y tan influyentes del pasado argentino como Bartolomé Mitre y Julio A. Roca debian ocultar sus rencores mientras mantenian un muy elocuente y por demas cauteloso silencio. {Como pudo este abogado cordobés de 42 altos, tan poco conocido fuera de Cordoba antes de asumir la presidencia, acumular tanto poder en escasos treinta meses? Si bien Io ampliaremos con algin detalle en el Capitulo IX comencemos seftalando desde ya que no debemos caer en el error de cierta historiografia que, por lo que ocurtiera con él poco mas adelante (en particular el abrupto final de su presidencia), minimizé y hasta lego 2 ridiculizar su capacidad o sagacidad para la politica. Esta evaluacién constituye realmente un grave error de apreciacion, pues Juarez Celman fue efectivamente un politico muy habil, especialista en manejar cuidadosamente el entramado de las relaciones provinciales, a punto tal de que puede ser considerado con justicia el fundador de la asi llamada “Liga de Gobernadores”, que agrupaba 2 los mandatarios del interior y que fue el sostén decisivo de la candidatura de Julio A. Roca a la presidencia de la Nacidn y de la suya propia unos afios mas tarde. Y si bien algunos historiadores han pretendido que su propia candidatura respondid tan solo a los designios de su concuftado Julio A. Roca, es mucho mas probable que este, cualesquiera hubieran sido sus preferencias personales, se haya inclinado hacia lo que significaba por entonces claramente la voluntad mayoritaria 0 casi unanime de las, “situactones” provinciales Con todo, y pese a Ia habilidad politica antes mencionada no podemos dejar de asombramos ante Ia insélita acumulacion de poder lograda por Juarez Celman. Esta acumulacién, reiteremos, fue absolutamente notable: no solo era el poderoso Jefe absoluto del Gobierno Federal como cuaiquier presidente por entonces sino ademas y como sefalaramos Jefe indiscutido del P.AN, el partido gobernante. 0 sea Jefe Unico, tal como Jo proclamaban entusiastamente sus seguidores, y “Unicato”, como lo llamaban con soma Jos opositores. Unicato que abareaba, recordémoslo como de gran significacién, al pais en su totalidad, sin excepcién provincial alguna. Analizando la situacién creada debemos remontamos a Juan M. de Rosas en el pasado * y a Juan D. Peron en el futuro para encontrar ejemplos de uniformidad similares. Y lo asombroso ademas es que, al margen de su capacidad para el manejo politico y de la fuerte simpatia personal que irradiaba, lo cierto es que el cordobés, en apariencia al menos, carecia casi totalmente de carisma, no encarnaba un proyecto o idea fuerza especial, no estaba investido de un pasado de gloria militar como su antecesor Julio A. Roca, y ejercié ademas un gobiemo que respeté muy razonablemente los derechos civiles y libertades de los ciudadanos, Sin ningun mérito intelectual o impulso motivante (que al menos fuera evidente) y adicionalmente sin esa realidad puede afirmarse que Rosas dejabs bastante auionomia # fos caudillos provinciales en la medida de que no manifestesen activa 0 abiertamenio su oposiciOn. Se seutia mas vale Gobernador de Buenos Aires y no aisioridad de Ia Argentina. Todo lo contrario ocurria con M. Suarez Celmi compulsién o propaganda estatal que puede juistamente calificarse de totalitaria en los casos de Rosas o Perén, no solo consiguié implantar ese famoso “unicato” previamente descripto, sino que ademas logré que los mas valiosos jOvenes intelectuales del momento (Juan Balestra, Paul Groussac, Ramén J. Careano, Roque Saenz Pefa, Emesto Quesada, Miguel Cané, Nicolas Matienzo, Joaquin V. Gonzalez, Emilio Lamarca para citar tan solo a algunos) se autocalificaran orgullosamente de ser sus “incondicionales”. Es mas: puede afirmarse que en la oposicién activa solo permanecian a principios de 1889 algunos catdlicos ultramontanos molestos por el anticlericalismo y leyes laicas del gobiemo, el por entonces muy medido y cuidadoso senador por Buenos Aires Aristobulo del Valle y los orilleros de Leandro N. Alem, quien los arengaba en Jos arrabales de la ciudad muy probablemente entre los vahos del alcohol Curiosamente la historiografia ha reflexionado muy poco sobre este insdlito logro politico que a todas luces pareceria ser tan excepcional, probablemente porque si bien su poder fue muy grande, fue al mismo tiempo extremadamente efimero, Juarez Celman lo adquirié metedricamente pero lo perdié con mayor velocidad atin. Sin embargo las eventuales consecuencias de ese poderio fueron como veremos fundamentales para nuestra tematica, especialmente a la luz de la famosa frase de Lord Acton (“El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente”), Por ello se nos hace tan importante reflexionar sobre las razones que posibilitaron su fulgurante éxito inicial y su posterior fracaso ya que tales reflexiones nos pueden arrojar importantes pistas para explicar los eventuales hechos de corrupcion que detallaremos en los capitulos siguientes. Y creemos que las razones de su éxito politico inicial y future declinacion pueden probablemente resumirse en cuatro causales que procuraremos analizar con cierto detalle a continuacion: el caracter tan particular del régimen presidencialista luego de 1880, las caracteristicas de la “ audacia provinciana” atribuible a Judrez Celman, y las especiales relaciones que este desarrollara con las provineias y con Buenos Aires. 2.1.1 El régimen presidencialista. En nuestra opinion Juarez Celman lievd al extremo o constituye quiza ia exacerbacién absoluta del régimen presidencialista implantado luego de 1880, y este regimen es el que precisamente se encuentra en el corazn mismo del vasto poder que antes describimos Recordemos para el analisis, asi sea muy brevemente, como este régimen presidencialista se desarrollé a partir de 1880 y cuales fueron sus principales caracteristicas. Si bien el poder del Presidente de la Nacién fue desde Ia misma concepcion alberdiana de gran importancia * a punto tal que practicamente cada nueva designacion de presidente implicé una guerra * un cambio de indudable magnitud se produjo luego de 1880. Hasta Alberdi afimmaba que “los muevos estados de América espaitola necesitan reves con el nombre de Presidemes” en Bases para. ctado por N. Botana en “El Orden Conservador", Editorial Sudamericana, 5 icin. pag 48 * Unquiza seria ia consecuencia de fa batalla de Caseros, Mitre de Pavén, Sarmiento fue electo bajo la presion dol ejército en guerra con el Paraguay. Avellaneda llega al poder luego de Le Verde. ¥ Roca luego de los combates en Buenos Aires en 1880. Por ello existen hisioriadores que sostienen. demasiado simplistamente en imestra opinion, que la Revolucion del 90 es otra de esas batallas y que fue consecuencia de la asnncion de Jnarez Celman. solo que posterzada cuatro aiios en tiempo. 2» ese momento el Presidente compartia de alguna manera el poder con el “acuerdo de ministros”, donde estaban representados todos los matices del momento politico que se estaba viviendo. Tal como sefala acertadamente José M. Rosa “El acuerdo, presidiera Mitre, Marcos Paz, Sarmiento 0 Avellaneda, tenia la tiltima decisién y el presidente se inclinaba anie él. Los ministros no renunciaban por desacuerdos con el presidente sino por desacuerdos con el acuerdo, como Eduardo Costa y Rufino de Elizalde en 1867” © Luego de 1880 se producen dos cambios fundamentales. Por un lado la Nacién Argentina quedé definida desde el punto de vista weberiano: el del monopolio de la fuerza. Ya Sammiento, que habia dotado al ejército de linea de rifles de repeticién, habia logrado terminar con las eternas rebeliones provinciales y poner coto a la frustrante anarquia de los caudillos locales. Pero subsistia Buenos Aires, el nico otro poder con medios econémicos capaces de dotar a sus milicias con armamento modemo. Quiz por ello los enfrentamientos de 1880 fueron tan sangrientos, pero terminaron con la victoria definitiva del Gobiemo Federal. Y esta derrota de Buenos Aires posibilité eliminar del camino del Presidente al segundo obstaculo par su poderio: el de tener que ocupar una sede gubernamental meramente “prestada” por Ia tan poderosa provincia, que al albergarlo de alguna manera y ‘como ya vimos lo obligaba a compartir el poder. La federalizacion de Buenos Aires, tan resistida por Leandro N. Alem por los para él evidentes peligros que el nuevo pocerio presidencial entrafiaba, constituyé el paso fundamental para reforzar la figura del Primer Mandatario y abrié el camino para lo que N. Botana denominé tan correctamente como ET Orden Conservador. Y a los fines de este estudio recordemos sintéticamente las caracteristicas basicas de este orden y de ese poderio presidencial que traia consigo, ain a riesgo de resultar excesivamente esquemiticos en nuestra enumeracién ¢ ignorar los multiples ¢ inevitables matices temporales y locales. a) El presidente era elegido por electores votados en la Capital, Buenos Aires y las trece restantes provincias. Y es muy importante seftalar que estas iltimes estaban notablemente sobre representadas en el Colegio Electoral. A titulo de ejemplo en 1895 con solo et 38% de la poblacién contaban con el 75% de los electores *. b) En las provincias, especialmente en las mediterraneas y luego de la desaparicion de los caudillos, el gobierno recaia de alguna forma en las “Salas legislativas”, que en la practica elegian al gobernador y generalmente intentaban manejarlo. El verdadero poder radicaba entonces en las élites provinciales, que solian estar divididas por antiguas banderias politicas o simplemente al decir de J.M-Rosa * y Tim Duncan ” por rencillas familiares de antigua data, Lo importante constituye para nosotros el hecho de que la “eleccion” constitucional en las mismas era una mera formalidad: quien detentaba el mando en la Provincia también tenia practicamente asegurada la victoria electoral, Y esta habitualmente era en las provincias casi total: como generalmente habia muy poco pata compartir los vencidos solian quedar absolutamente desplazados, no podian usuftuctuar la menor Historia Argentina, José M, Rosa, tomo 8, Editorial Oriente 1° edicién, pag. 168. Los eficulos de poblacion surgen del cznso de 1895 (ver Nueva Histomna Argentina, Atlas Historico ‘pag.566) y la cantidad de eleciores de El Orden Conservador. pag. 88. ® Jdem ref. (6). pag.170 * Government by Audaci Tim Duncan, tesis no publicada. pay. 41 y siguientes. 30 fraccién del manejo del Estado, y por lo general solo les quedaba aguardar en silencio la posibilidad de una revancha futura ©) Estas élites u oligarquias locales asi victoriosas eran las que elegian al gobernador, senadores y diputados para el Congreso de la Nacién (los senadores generalmente ex gobernadores, los diputados jévenes doctores de la Universidad de Cordoba que iban a lucirse a Buenos Aires con brillantes discursos y a entrenarse en las lides de la politica), y a los electores para Presidente. Todos estos electores conjuntamente ungian al ciudadano que detentaria el poder federal por los préximos seis afios Y este poder ahora era inmenso pues el Presidente era ademas el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y tenia a su servicio, tal como ya vimos, al unico poder militar existente en la Repiiblica. Pero ademas tenia a su disposicion un recurso constitucional formidable: la intervencién federal. Intervenir una provincia significaba la posibilidad, sin mayores dificultades, de desplazar a la fraccién de la oligarquia gobernante en esta y entronizar a alguna de las que ansiosamente esperaban su tuo, Esta claro entonces que oponerse al Presidente era peligrosisimo, por lo que en forma natural las provincias tendian a unirse en torno a un candidato comin, para no quedar en el bando de los perdedores y correr el destino de Tucuman que mas arriba mencionaramos. Y luego de la eleccién se cuidaban muchisimo de obstaculizar el accionar presidencial, en el Congreso 0 de cualquier otra forma, Lo anterior constituye el basamento sobre el cual se construyé el poderio de Juarez Celman pero fue en realidad comin a todos los presidentes del Orden Conservador. Posibilitaba sin duda lo que fue el “unicato” juarista, pero este debia obedecer ademas a otros fundamentos, 2.1.2 El mis provineiano de los pre lentes, Juarez Celman no fue el primer presidente provinciano Inego de Pavon, sus tres antecesores también lo fueron. Pero Sarmiento y Avellaneda Ilegaron al poder luego de una importante carrera politica en Buenos Aires y en alianza con el autonomismo de esta provincia, Por ello y por las razones de localizacién de su gobierno ya mencionadas previamente gobernaron en estrecha alianza con Buenos Aires y el “acuerdo” de ministros. Roca fire en este sentido mucho mas “provinciano” e independiente y legé al poder enfrentando a un Buenos Aires casi unido. Siendo Roca sin embargo (en nuestra ‘opinion al menos) el politico mas inteligente y exitoso de toda la historia argentina, se cuidd sobremanera de comportarse como un general victorioso. Conocia muy bien a los portefios y estos lo conocian y apreciaban a él como muy prestigioso militar y ministro de guerra de Avellaneda, Dejé a Dardo Rocha gobemar tranquilo en La Plata, no se inmiscuyé para nada en sus negocios, no le sac su Banco, y hasta le suministré los fondos para construir una gran ciudad que atenuara, asi fuera en parte, a le provincia la sensacion de pérdida que le produjo la federalizacion de Buenos Aires. Nombré ademas a una neta mayoria de ministros portefios en su gabinete y si bien se reservaba las decisiones finales gobemo invariablemente en estrecha colaboracién con los mismos. Muy diferente fue tanto la personalidad como el accionar de Juarez Celman. Casi desconocido en Buenos Aires, Hegé para ejercer la Presidencia a la ciudad que siempre le habia sido por demas hostil y despreciativa, después de haber sido tan solo un oscuro senador por corto tiempo y sin destacarse mayormente, Se rode6 para el gobiemo de un circulo o entomo presidencial compuesto casi exclusivamente de muy jévenes amigos (casi siempre sus discipulos universitarios), principalmente cordobeses o provincianos, entre los que se contaron Pardo, Revol, Olmedo, Varela Ortiz, Juan Balestra y por sobre todo Ramon. J. Céreano, y con ellos intenté lo que Tim Duncan en su tan excelente tesis sobre el juarismo " define como una especie de toma por asalto sobre la que ellos sentian como Ia soberbia y prepotente Buenos Aires. Y lo fundamental, segin Duncan, es que la tradicion provinciana a la que antes hiciéramos referencia sumada al gran entusiasmo juvenil los incitaba a seguir avanzando hasta alcanzar todo el poder pues no veian razén alguna para compartirlo con otros, o fijar alain prudente limite al mismo Pero esto no es todo y es conveniente seguir analizando que otros aspectos implicaba esa ‘mentalidad provinciana, Hemos visto anteriormente una de las razones que motivaban que las provincias se mantuvieran unidas en la eleccién del presidente: el temor a quedar en el bando perdedor. Pero habia otra quiza igualmente importante: el deseo de enfrentar unidas a Buenos Aires, Esta enemistad era de larga data y probablemente nacié antes de 1810, y en 1886 contaba con una historia interminable de largas décadas de enfrentamientos mas 0 menos sangrientos. No solo se trataba de diferencias econdmicas, sociales y psicologicas entre el interior y esos portefios a quienes quiz con bastante 14z6n consideraban tan soberbias (el referirse despectivamente a las provincias como “los 13 ranchos” era comin en Buenos Aires), Eran ademas profundas las diferencias politicas y culturales. Ya hemos visto antes el tipo de gobierno oligarquico que se habia implementado en las provincia argentinas en Ia segunda mitad del XIX y que excluia cuidadosamente cualquier grado, asi fuera minim, de participacién popular. Pero Tim Duncan seftala en su afinada ‘mirada sobre la historia del juarismo que en Buenos Aires subsistian elementos de una iradicién politica altemativa continuamente presente en la historia argentina y que cada tanto se expresaba por medio del reclamo de “Sufragio Libre” ''. Este reclamo para nada debe confundirse con el pedido de una demooracia de masas, era mas vale la exigencia de un método para elegir al Presidente que fuera mas transparente que el descripto en 2.1.1 precedente y que con ello diera alguna posibilidad a que un candidato portefio Hegara al poder. Pero asi formulado un reclamo de este tipo sonaba alarmante a los oidos de las elites provinciales que atin tenian frescas en la memoria las para ellas anarquicas consecuencias de caudillos carismaticos con sus seguidores imponiendo su prepotente voluntad. Tenian claro que cualquier idea de mayor transparencia e intervencién popular en elecciones como la que se reclamaba a veces en Buettos Aires era peligrosa y debia ser extirpada de raiz, “Poco tenéis que preocuparos por leyes politicas que el pais no reclama ni por el momento exige la opinién publica”, decia en sus mensajes al Congreso Juarez Celman. José M. Olmedo lo explicitaba en la Camara de Diputados con mayor franqueza: “Nosotras "Idem Ref (9), pag. 149 y siguientes, "Idem Ref. (9). pag 45, " Diario de Sesiones del Senadio, Sesion del 8 de Mayo de 1888. estamos gobernados por una clase dirigente que tiene derecho al gobierno porque es la iinica ilustrada... Necesitamos que esta clase directiva, poco numerosa, sea la que gobierne y mantenga el gobierno” ”, Como hemos visto las provincias se encolumnaron detris de Juarez Celman por respeto al gran poder presidencial y el consiguiente temor a eventuales represalias, por las diferentes tradiciones culturales y politicas y en razén del histérico enfrentamiento con Buenos Aires. Pero Juarez Celman no podia contar sobre esas bases con una adhesion permanente 0 incondicional: esta era obviamente una relacién simbiotica y el presidente cordobés debia intentar ademas satisfacer las necesidades provinciales. Y cuando Juarez Mego al poder en 1886 estas necesidades existian y eran gravisimas, y podian sintetizarse en una sola palabra: dinero. 2, 3 Juarez Celman y las prov jas. En los comienzos del afio 1880 la vida en los “trece ranchos”, salvo en algunos lugares muy puntuales, era por demas austera y casi miserable cuando se la compara con la de Buenos Aires. Précticamente aisladas del comercio exterior de la Nacidn y lejos de las vias fluviales o maritimas fa gran mayoria de las provincias carecia casi totalmente de recursos, desarrollando en la practica economias que pueden calificarse de mera subsistencia Hasta futuras economias prosperas como Santa Fe, Entre Rios y el sur de Cordoba seguian atravesando por entonces las penurias ocasionadas por la falta de insercion internacional y Por la casi total carencia de moneda. Las protegidas industrias del aziicar en Tucuman y vinicola en Cuyo eran minimas excepciones (y desde ya no demasiado significativas) frente 2 un panorama de pobreza francamente desolador. El régimen presidencialista de 1880 no mejoré demasiado la situacién y seein Duncan en cierto sentido la empeord seriamente. Es que en las provincias la escasez de dinero era endémica, y debian suplir la carencia de metalico con la emision de billetes de casi inexistente respaldo para dar posibilidad de un minimo movimiento a las atribuladas economias locales. A diferencia de Buenos Aires jamés consiguieron emitir billetes que fueran aceptados fuera de los limites provinciales, pero al menos esos papeles permitian a las elites gobemanies mantener su reducido esquema clientelistico y sufravar los elementales gastos de la paupérrima administraci6n publica. Esos limitados billetes, unidos a las eventuales (y desesperadamente solicitadas) ayudas del gobierno federal, posibilitaban tan elemental subsistencia como la antes descripta de Sesionss de lz Camara de Diputados. Sesion del 6 de Junio de 1890 ™ Arisi6bulo de! Valle relaté en ja Cimare de Seuadores ls curiosa historis de un falsficador de mouedas de plata atrapado unos aitos antes en Santa Fe. Interrogado el Gobemador sobre que hacer con el delineaente viendo la exeslente calidad de Ia falsficacion #] Gohernador habia dichor “Primero tomar esto (la moneda falsificada) y pagar los sieldos atrasados. A él dejarlo libre. pero, es0 si, vigilalo cuidadosamente. No dejarlo ise de la Provincia por ningim concepto que lo necesitaremos mas de una vez..." Diario de Sesiones de la Camara de Senadores. Sesion del 2 de Junio de 1890. Pero la unificacién monetaria de 1881 que en la practica prohibid la existencia de monedas locales, unido a las exigencias de garantias '* que en 1885 implementé el gobierno de Julio A Roca para restringir la emisién y aumentar Ia confiabilidad de los billetes frente al abandono de la convertibilidad con el oro precipité una profunda crisis en las provincias por la consiguiente casi total ausencia de dinero en ellas. Juarez Celman habia recibido en su campaia electoral por el interior, junto con las promesas de apoyo politico, el pedido desesperado de hacer algo al respecto. Lo notable es que probablemente haya hecho muchisimo mas de lo que las provincias alguna vez se hubieran atrevido siquiera a sofar. La ley de Bancos Garantidos de 1887, a la que analizaremos con detenimiento en el Capitulo Ill, fue la columna vertebral, le esencia misma del soporte politico del gobiemo de Juarez Celman Como veremos en detalle en ese mismo Capitulo no solo les permitio a las provincias volver a emitir, y ahora muy importantes cantidades de dinero, sino que ademas este dinero estaba garantizado por la Nacién, con lo que podia ser utilizado en todas partes. Pero eso no fue todo: las sucursales del Banco Nacional e incluso el Banco Hipotecario Nacional volcaron el cuemo de la abundancia sobre las hasta ese momento somnolientas economias provinciales, ante los sin duda asombrados ojos de los politicos y de las otrora ‘empobrecidas elites dirigentes det lugar Los cambios que esto implicé en las provincias fueron verdaderamente dramaticos. A titulo de ejemplo el fino observador de la epoca José A. Terry ' cita el asombroso caso de Catamarca, y como en una ciudad polvorienta , de casas de adobe y de escasos miles de habitantes se abrié de pronto una sucursal de la mas elegante tienda de Buenos Aires. No en vano las paginas del diario Sudamérica estaban invadidas de largas y elocuentes listas de adhesiones y entusiastas homenajes del interior de la Argentina al Jefe Unico y no puede caber duda alguna que tal entusiasmo de los provincianos debia ser por demas sincero ante tal prosperidad. Claro que, como sefialaria con gran perspicacia Terry, los provincianos no podian darse cuenta ficilmente que el emitir dinero utilizable en todas partes entrafiaba para ellos una trampa terrible. Donde quedaria ese dinero? {En las provincias para fomentar el desarrollo local como en teoria decia proponérselo la Ley de Bancos Garantidos, 0 seria absorbido indefectiblemente como gigantesea aspiradora por el litoral pujante y una Bolsa de Comercio rebosante de aparentes oportunidades para multiplicar las inversiones? Es obvio lo que ocurrid en la practica: al poco tiempo el dinero entregado 0 emitido por ellas habia desaparecido completamente de las provincias y las penurias anteriores se habian incluso multiplicado, pues ahora aparecieron nuevas necesidades, el gasto piiblico de las administraciones tal como veremos se habia disparado y existian enormes deudas por saldar, El esquema ideado por Juarez Celman exigia inevitablemente que se pudiese seguir volando ayuda a las provincias. {Era esto posible? Lo veremos mas adelante dem Ref. (9), pag. 117 y siguientes ° Lg orisis del sistem bancario, José A. Terry. 1983. pag. 1124 114 2: 4 Juarez Celman y Buenos Aires. Come analiziramos en el punto anterior Juarez Celman compré la adhesién entusiasta de sus naturales aliados, las provincias, con ingentes cantidades de dinero. Pero cy la culta y politizada Buenos Aires? ,Pese a su aparente desprecio por “el burrito cordobés” habia sido igualmente factible doblegar para siempre su tradicional rebeldia? Parecia por un momento que no. Que finalmente y tal como describiremos en detalle en el Capitulo VIII un brillante articulo de Francisco Borroetaveita, “Tu guoque, juventud”, habia conseguido gelvanizar en 1889 a la oposicién adormecida. Miles de concurrentes ovacionaron a los oradores en el acto del “Jardin Florida”, La recientemente creada Union Civica de Ia Juventud se preparé para desafiar al unicato en las elecciones. Pero para ello era necesario inseribirse en los padrones a los efectos de poder votar. Carlos D'Amico es particularmente critico en su descripcién de lo ocurrido en la inscripcién previa a las elecciones '”. “4/ fin el patriotismo ha iluminado todas las conciencias, ha levantado todos los espirits, ha estremecido todos los corazones. El leon dormido sacude su melena al despertar. Entre aplausos frenéticos se decide que cien mil ciudadanos se inscribiran en los respectivos padrones...Llega al fin el domingo de inscripcién preiado de esperanzas patrioteras ¢Pero, que sucede? Que las mesas inscripioras esian desiertas...Solo se inscriben los empleados, los amigos del gobierno...2Qué se han hecho de aquetlas multitudes? En las canchas de pelota hay cinco mil personas, otros mas en las carreras de caballas, ireinia mil en los ferrocarriles con destino a los pueblos de la cosia... Aquellas muchedumbres de las aclamaciones patriéticas habian ido a todas partes menos a inscribirse para vorar Deben tomarse con alguna cautela estas amargas protestas del opositor D’ Amico. No era frecuente participar en los actos electorales, ya que a menudo esto era bastante peligroso, y se lo consideraba por ello como formando parte del accionar reservado para las clases bajas. Pero con todo y en este caso tan especial, en que toda la prensa y la opinion publica de Buenos Aires habian llamado enfiticamente a inscribirse en los padrones, la falta de Fespuesta era por demas elocuente, Y algo quedé en claro: el pueblo de Buenos Aires quiza despreciaba a os juaristas y todos querian que los viesen en las manifestaciones opositoras pero en el fondo y aunque no lo confesaran estaban relativamente satisfechos con la situacién econémica, y por ello probablemente sin demasiada prisa 0 entusiasmo por desplazar al oficialismo del poder. Y la explicacién de esta actitud la dio mejor que nadie Juarez Celman en su mensaje de 1888 *: “Le fortuna privada aumenta en proporciones que asombran a sus mismos poseedores, por el mero transcurso del tiempo.” Sin duda el Presidente se referia al extraordinario aumento de los precios de las acciones en la Bolsa y sobre todo de las propiedades urbanas y rurales. Maravilloso milagro economico: el simple transcurso del tiempo y no el trabajo y el esfuerzo hacian incrementar las fortunas personales @ niveles asombrosos. ¢Cémo no estar feliz o ser al menos tolerante con un gobierno que ha logrado tan inédits hazaiia? Buenos Aires, sus hombres y <1 politica, Carlos D’Amieo. Editorial Americana, 194 Pag. 129 y 130, "Jdom Ref. (12), Veremos en capitulos posteriores que el oficialismo obtuvo la parte del le6n en la alegre distribucién de fondos publices entre particulares que implicé el unicato, Pero también veremos que ni sectores opuestos dentro del PAN como Roca, sus ex ministros y parientes, hi sectores independientes y ni siquiera la oposicién politica fueron excluidos del gran festival de riqueza que se dio entre 1887 y 1889. Cuando en 1890 arrecia la crisis y la opesicién brama, Sudamérica los acusa con absoluta justicia ": “Uds, rambién se enriquecieron...” y tecordaba con razon que el mismisimo organo opositor La Nacién sefialaba el 1° de Julio de 1888 ante las primeras subas del oro que “atin cuando nuestro papel inconvertible oscile y se cotice a mas de 150 continuaremos sin detenernos en nuestro camino ascendente. El camino ascendente al que se referie La Nacién implicé entre otros los impresionantes cambios en la sociedad argentina (mas especificamente de Buenos Aires) y que recordaremos, por su importancia para nuestro analisis, con cierto detalle en el punto siguiente. Fue como veremos una explosién de consumo sin precedentes y mientras duré Juirez Celman obtuvo, si no el afecto, la aprobacién tacita de una sociedad satisfecha. El presidente cordobés comprd, al igual que el apoyo entusiasta de las provincias que antes sefialaramos, el acuerdo y el silencio de Buenos Aires. Pero el problema que debio enfientar radicaba, tal como veremos en el Capitulo Ill, en que lo compré con dinero prestado. Cuando este se acabo y es mas, cuando hubo que devolverlo y se comprobé que no se podia, estallé Ja crisis. Y cuando el oro paso los trescientos pesos y las fortunas privadas que crecian espontineamente se evaporaron cayeron a menos de Ia cuarta parte de su valor, los mismos portefios que ni siquiera se molestaron unos meses antes en inseribirse para las elecciones estuvieron ahora incluso dispuestos a jugarse la vida, no con cacerolazos, sino en las trincheras y barricadas de la Revolucion del 90. Sefialemos por ultimo una gran diferencia entre Buenos Aires y las provincias: la pasividad de Buenos Aires fue tan solo temporaria y duré mientras fluia el dinero. El afecto de las provincias (o al menos de sus elites gobernantes) fue mucho mas duradero y hasta dos afios después de la caida de Juarez Celman su partido, bajo el nombre de “moder mista”. estuvo a punto de ganar las elecciones levando la sdlida candidatura de Roque Saenz Pefia con el casi total apoyo del interior. Solo la “muieca” politica de Roca y Pellegrini logro evitar su triunfo (y con ello el regreso de los juaristas) impulsando para ello la candidatura de su padre y obligindolo de esa forma a abandonar Is contienda electoral 2.2. La sociedad argentina durante el juarismo. Aquellos cientistas politicos especializados en corrupcién seftalan unanimemente que las especiales caracteristicas en las que en un cierto momento se desenvuelve una sociedad pueden constituir la clave para comprender las razones por las cuales puede extenderse este fenomeno en forma masiva sin provocar una enérgica reaccién social de rechazo, Por ello analizaremos asi sea muy brevemente (y como quien intenta fotografiar una realidad) los draméticos cambios que se estaban produciendo por aquellos afios en la sociedad argentina, Sudameérica, 8 de Diciembre de 1889 36 especialmente en Buenos Aires. Y para ello creemos que lo mejor para nuestro propésito es que hablen algunos de sus testigos, que son por demas elocuentes. Juan Balestra, antiguo oficialista e “incondicional”, y uno de los personajes mas liicidos de ese entonces ” y cuyo testimonio sera para nosotros fundamental a lo largo de esta investigacion, recuerda a la distancia un fresco de época verdaderamente impresionante por su claridad y elocuencia: ‘En nuestra raza, hasta enionces frugal y recatada, habia prendido como un virus la _fiebre del dinero. No con los caracteres sordidos de los pueblos viejos sino con el imperu de la juventud e irreflexion que se traducia en soberbia y prodigatidad. Mas que la riqueza misma se perseguia la ilusion de la riqueza, 0 sea una riqueza eximida del trabajo para adquirirla y de la prevision para conservarta...” ‘La fiebre econémica comnueve la moral social. Los hébitos solemnes, al par que sencillos y la conformidad con un modesto pasar heredados de la colonia son sacudidos por un vendaval. Se aprendié a vivir de prisa ya mirar la dignidad como un estorbo y los eseriipulos como majaderias; la riqueza se invo como honor, la modestia por disimulo y la austeridad como hipocresia.. ero ya no sirve para representar al trabajo, es un naipe o elemento de Ser rico es gastar en vez de guardar'! ;Ahorrar es desconfiar del porvenir! ..” “El interior doméstico hasta entonces decorado por el recuerdo de los antepasados y por Ja virtud de lo titi! se vuelve ostentoso; cuadros, marmoles, bronces, tapices, decoran los salones...Las victorias, landos, y cupés de la época, con troncos de caballos de la raza Orloff monopolio de los zares de Rusia, crazan calles y paseos. Todo lo que imita el rejinamiemo de los pueblos viejos es adquirido mas por novedad que por comodidad 0 buen gusto, bajo la incitacién de comerciantes voraces que exploran la candides lugareia. Se mulriplican los restaurantes, joyerias y mueblerias de Iujo, A los teatros vienen tres compaitias liricas con los artistas mas famosos de la tierra; la misica inaliana, generosa y heroica, los vinos franceses y los cigarros de La Habana dan emtusiasmo, alegria y aroma a fa opulencia A Carlos D'Amico ” por su parte le despiertan especialmente su admiracién los paseos por el nuevo Barrio Norte hacia Palermo. “Que sorpresa al entrar en la Avenida Alvear, que solo tiene cinco afos de existencia y que es una ancha calle ya toda colmada de palacios de recreo, de los mas suntuosos que hay en América, La avenida concluye en la Recoleta, plaza paseo con una soberbia gruta coronando una eminencia, un juego de agua coronando la gruta, un estanque reflejando todo tipo de drboles de las especies mas escogidas..." Y prosigue describiendo su sorpresa al llegar a Palermo, a la avenida Sarmiento:... “Se aparece una masa compacta de innumerables carruajes. Y que carruajes! iLos mejores de los mas reputados fabricames de Paris yde Londres! Que troncos los de Jos Baudrix, Cano, Bollini, Casares y cien otros de las mejores razas del mundo y que no EI Novena, Juan Balesta. Cap. 1. Numerosas ediciones, * dem Ref. (17). Capitulo | estarian mal en Hyde Park, en Boulogne o en Central Park! ... Todos estos dos mil carrujes, infaltables los jueves y domingos, van despacio, con gran solemnidad.. {Dos mil carruajes en Palermo un jueves! Por mas que pensemos que D’Amico quizé exageraba no podemos menos que preguntamos de donde salian los recursos para financiar tanta opulencia. No era atin de las exportaciones: tal como veremos en el capitulo III por el ‘momento estas no eran muchas y la Argentina importaba bastante mas de lo que exportaba Una pista nos la propone el estanciero (y oficialista incondicional) Héctor C. Quesada, que es enviado por el diario Sudamérica a Europa a fines de 1889 para tratar de indagar sobre las razones de la crisis, que se expresaba por entonces en el gran cimulo de titulos argentinos que se encontraban alli sin poder colocarse. El corresponsal publica una muy. interesante nota el 13 de Noviembre explicando que reunié en Londres para una cena a un grupo de banqueros ingleses, franceses y alemanes (una especie de FMI de la época) y los interrog6 sobre el problema financiero, Es muy ilustrativa la respuesta recibida: “Aconseje 4a sus compatrioias que si quieren detener la suba del oro y solucionar todos sus problemas que no sean tan gastadores, es menester que sean mas ahorrativos. Todos quieren tener caballos de raza, todos codearse en Paris, palcos en las mejores bperas de Europa, sedas, brillanies, perlas, imrquesas, champagne y vinos finos, tapices y bronces, mérmoles espejos, cuadros yalfombras, todo de lo mejor y mas rico que se produce en el mundo. Eso es malo, es menester no gastar tanto en tanras superficialidades, especialmente si lo estan haciendo con dinero prestado.” Como siempre, y tan caracteristico de la profesién, los banqueros eran sumamente claros en sus exigencias, Pero Héctor Quesada arguy6 que quienes asi gastaban lo hacian porque poseian grandes fortunas. Ante lo cual con absoluta ldgica le contestaron: " Entonces el gobierno debe gravar, recargar esos articulos con grandes impuestos, debe subir muchisimo los aranceles de Aduana a todo lo de Iujo que se importe, y debe subirlo mucho, como para evitar su introduceién. ¥ debe hacerse una buena y prolija politica aduanera evitando el contrabando. Es interesante ver como esta opinion de fos banqueros coincidia con la de los marxistas, de El Obrero, que reiteradamente criticaban la politica fiscal de la época sefialando que mientras la ginebra para el consumo popular pagaba un arancel aduanero de 190% el champagne francés tributaba tan solo un 5% y las piedras preciosas 2% *. También sobre la pasién por los viajes Francia eran especialmente cdusticos’ sostenian, al igual que al gran critico del juarismo Sixto Quesada, que la carisima exposicién en Paris financiada por el gobierno argentino en 1889 habia dejado un tinico pero importante tédito: Ia figura grotesca para el teatro y el esprit parisino del “Rastaquoudre” (rastacueros). “Es e/ ‘millonario sudamericano como personaje ridiculo, de facha aparatosa, vestir absurdo, andar de pavoneo, cubierio de diamanies de la cabeza a los pies ignorante vicioso que anda por los boulevares derramando el oro a torrentes. Es notable ademas como todos hablan ademas de la noche, los prostibuilos y sus placeres J.Balestra, D'Amico, El Obrero, La Prensa, y Leandro N. Alem en sus muy reiteradas ElObrero, N°S del 9 de Enero de 1891 denuncias...Especialmente es elocuente la literatura de la época. Carlos Bahamonde, en la. novela Abismos * publicada en 1891 transcribe el programa de la velada en el Palacio de la Mulata Hespéride, dedicado a recibir a la nueva cocotte francesa, una jovencita recién llegada de Paris en busca de fama, dinero y emociones. El realismo de la bacanal y el continuo intercambio de parejas es francamente asombroso para un libro de aquellos afios y tefleja una sociedad sumamente opulenta en busca de refinamientos imperiales Obviamente las clases mas altas de la sociedad Ia estaban pasando muy bien durante el juarismo y el consumo ostentoso Hegaba a extremos insdlitos. :Pero eran tan solo ellos los felices? Todo indica que no, que también vastos sectores de la clase media en plena expansiGn se mostraban igualmente satisfechos. Lo prueba con mucho detalle la prensa y literatura de la época tal como veremos en el Capitulo VIL, el éxito de los grandes remates como el del nuevo barrio de El Caballito, o Los Olivos en la zona norte, con miles de lotes vendidlos “para fin de semana o vivienda permanente”, O los incontables avisos clasificados pidiendo todo tipo de oficios y servidumbre, como gobernantas y cocineras francesas “que no hablen espafiol”. Es muy elocuente g titulo de ejemplo el testimonio de Segundo ‘Villafafie (por entonces tan solo un oficinista) que relata en su novela “Horas de fiebre” de 1890 lo siguiente: “No ya en la Bolsa solamente, en las calles, en los tramays, en las oficinas, en el interior det hogar no se oia hablar de otra cosa que de remates y transacciones, de casas, terrenos y edificaciones que se levaban a cabo, de la renta que esas casas producian, de! precio del oro y del valor de las Cédulas.” Esto significa que la clase media también fue claramente parte de la voragine. Precisamente E] Obrero, en su primer nimero de! 12 de Diciembre de 1890 y frente a la crisis, ironizaba en su muy complicado lenguaje germano-castellano sobre io que ellos calificaban como el anterior silencio cémplice de la misma: “EI caudillaje ha Hevado al pais a la bancarrora y la pequena burguesia, durante el tiempo de la prosperidad ficticia y tramposa, no se apercibio de la crisis que tenia que sobreventr inevitablemente después del delirio de la especulacién desenfrenada a la que la burguesia entera se habia entregado. Eva pequeiia burguesia decimos, antesde persuadirse gue ella necesariamemte tendria que serai fin el pato de la boda, formaba precisamente el corrilio que en voz mas alia camaba e/ himno entusiasmado de las grandezas y del progreso patrio, cayendo en la trampa que le tendieran el capital internacional y el cauditlaje. Pero por mas que le costara reconocerlo a los marxistas de El Obrero no solo las clases superiores y medias gozaron de prosperidad durante los tres primeros afios del juarismo. La importante manifestacion de obreros extranjeros en favor del gobiemo producida a fines de 1889 ™ por mas orquestada desde arriba que estuviera: sin duda algo nos debe indicar. Fueron miles de obreros industriales, encabezados por los propietarios de los talleres, que mostraban su aparente entusiasmo con el gobiemo de Juarez Celman, Y por sobre todo son clocuentes las cifras de la inmigracién, que superé largamente las 200,000 personas en 1889 (algo absolutamente inaudito en un pais de tan solo tres millones de habitantes, significaba una relacién con la poblacién existente que triplicaba la de Estados Unidos en aquel momento) y son claro testimonio de las esperanzas que por entonces generaba la Abismos. Catios Babamonde. Lajohan * Idem Ref. (9) pag 187 y sig Buenos Aires 1890. pag. 114 ete Argentina en el viejo continente. Es evidente que la copa de la prosperidad, si bien fundamentalmente en manos de las clases mas pudientes, no solo se habia llenado ‘completamente sino que rebalsaba y derramaba hacia abajo, y el resto de la sociedad argentina acompafiaba en el usufructo de una amplia e inesperada inmersién en la riqueza. Y esta riqueza se habia generado casi de pronto, en un muy corto lapso de tiempo. Lo que obviamente cabe preguntarse es, tal como ya seflakiramos mas arriba, si tanta prosperidad tenia bases ciertas y por ello si podia durar 2.3 La di ica durante el unicato. gencia po ‘Ya hemos analizado como vivia la sociedad argentina durante los aiios de tan fascinante prosperidad. ,Y sus dirigentes politicos como transcurrian sus jomadas? Tomemos como ejemplo la descripcién que hace Sudamérica ** de la despedida de su director, el diputado Rufino Varela Ortiz, que partia para Europa hacia fines de 1889. Era un viernes, y supuestamente una jomada laborable, en ls medida que tal concepto tuviera realmente sentido para la alegre elite politica de la época, El navio que lo llevaria, el ujoso trasatlintico Alfonso XIII, no podia atracar en el recientemente inaugurado Puerto Madero por falta de calado. (Se habia elegido para construir el puerto el proyecto de un idéneo sin experiencia pero primo del entonces Vicepresidente de J.A. Roca en lugar del propuesto por el Ing. Luis A Huergo. Si bien volveremos sobre el tema desde su origen Puerto Madero fue como puede verse absolutamente inadecuado y muy pronto hubo que encargarle a Huergo construir el actual y légico Puerto Nuevo). Para solucionar el problema de Varela Ortiz y sus acompafantes a las 11.30 horas zarpé de la Darsena Sur el vapor de la ‘Armada “Azopardo”, llevando a bordo al viajero y a casi cincuenta personas mas que fueron a despedislo. El diario encabeza la lista de acompafiantes con el joven cordobés Director de Correos Ramén J. Carcano, de 28 afios, propuesto como futuro sucesor del Presidente, Muchos otros diputados, algiin senadot, numerosos politicos se hicieron presentes en la despedida. El viaje hasta el trasatlantico duré una hora y media, El navio los esperaba de gala, y un espléndido slmuerzo fue servido. Fl diatio se hizo eco de los habituales y conmovedores discursos de estilo que fueron pronunciados, regados por el abundante y consabido champagne usual por esos dias, y el regreso luego de la dura jornada se emprendié a las 17.30 horas. Pero {quiénes eran estos politicos cuyo estilo de vida acabamos de describir quiz con alguna ironia y distorsion? Metodolégicamente esta pregunta es sin duda de la mayor importancia, no solo porque son: los actores principales de los hechos que ilustra esta investigacion sino que ademas son ellos los “funcionarios pitblicos”, 0 sea constituyen el centro mismo de la definicién de corrupeién que hiciéramos en el Capitulo 1. Lamentablemente digamos desde ya que un completo y cuidadoso anilisis de quienes eran, de donde provenian, como se formaban, comportaban y pensaban, como estructuraban sus relaciones con la economia, cultura y sociedad en general, como interactuaban entre allos, ete. serd algo précticamente omitido en este estudio y probablemente constituira Ia Sudamérica. Sibado 30 de Noviembre de 1889. 40 mayor falencia del mismo, Pero sefialemos meramente a titulo de disculpa que dar una seria respuesta a la pregunta que aqui planteamos implicaria probablemente un trabajo de igual 0 mayor envergadura que la presente investigacién. Nos limitaremos por consiguiente a dar un conjunto de impresiones sobre dichos politicos, que deberin ser tomadas con la maxima cautela por fata de un fundamento historico y metodolégico adecuado, En principio sefialemos que casi la totalidad (sino toda) la dirigencia politica de la época era de origen oligérquico. Esta denominacién debe ser tomada muy cuidadosamente para no caer en las esquematicas confusiones que impuso en su momento la historiografia de izquierda, que hizo de este concepto una clara sinonimia con los sectores econémicamente mas poderosos de la Argentina. Y esto decididamente no era asi: oligarquia significaba especificamente para entonces que el gobiemo se encontraba en manos de un reducido numero de personas, pero estas no necesariamente eran las mas ricas. Por el contrario, veremos mas adelante que en muchisimos casos la carrera politica se transformé en un recurso para el enriquecimiento y no a Ia inversa. Tampoco esto significaba que gobernaran contra los intereses de los mas ricos; mas vale también claramente a Ia inversa: como probablemente en todo el mundo por aquel entonces procuraban favorecer a los ricos continuamente, entre otras razones porque la gran mayoria de esos politicos como veremos sofiaban con integrarse lo antes posible a ese selecto grupo de personas pudientes. Pero es conveniente aqui efectuar un paréntesis y referimos por un momento al anailisis de Ia experiencia sobre Ja comupcién en la historia de los Estados Unidos. Alli los historiadores sefalan que a partir de la segunda mitad del Siglo XIX y fundamentalmente a nivel estatal y municipal esta corrupcién experimento un muy notable incremento, Qué habia ocurrido? Es que hasta ese momento los gobiernos estatales y municipales se encontraban basicamente en manos de los asi Ilamados “talentosos amateurs” * de la politica: abogados, médicos y otros profesionales locales, los grandes comerciantes, banqueros, algtin militar 0 hacendado, generalmente personajes en muy buena posicién econémica y que consideraban que debian brindar una especie de “servicio a la comunidad” ‘ocupando un cargo piiblico. Aclaremos: no es que no existiera la lucha politica, 0 incluso algunos serios incidentes de comupci6n, o que no protegieran desde el gobierno sus propios intereses 0 los de su clase social. Pero siempre se acepta y reconoce que estaban envueltos en un aum de “aristocracia” y de “noblesse oblige”, unido sin duda a alguna traza de autoritarismo, asi fliera este benevolente y protector El cambio se produjo con la inmigracién masiva y el brusco proceso de urbanizacion, que, como se sabe, modificé totalmente las condiciones politicas de los Estados Unidos. Ya las clases medias que anteriormente votaban 2 los lideres mas arriba descriptos pasaron a ser minoria, y las clases bajas, tanto las de origen en le inmigracién como en los desplazados por la pobreza de las actividades rurales, pasaron a ser Jos factores determinantes en una eleccién. Y una nueva clase de politicos vio entonces su oportunidad, verdaderos profesionales que eniendieron que existia la posibilidad de mediar entre esas masas y el Estado. Y por sobre todo, que existia una excelente posibilidad de enriquecerse a través de tal intermediacién. Bill Tweed de Tammany Hall, pero también ® Esta denominacién la da Nathan Millet en el Capinulo XI (*Who stole the poople's money") de st libro ‘Stealing from America”. Paragon House. 1992 4 las dirigencias locales de Filadelfia, New Jersey, Chicago, San Francisco y muchos otros lugares de EEUU pasaron a estar dominados por esta nueva generacién de lideres. Y tal como sefialan los historiadores, esta nueva sociedad de masas y Ia consiguiente y muy especial democratizacion del liderazgo politico que trajo consigo, acarred quiz inevitablemente una fuerte dosis de clientelismo y corrupcién ‘Nos arriesgamos ¢ sefialar que, tal como vimos ocurriera en EEUU , profundos cambios politicos (si bien como vimos de naturaleza muy diferente) iniciados en Argentina a partir de la segunda mitad del Siglo XIX y especialmente luego de Pavén provocaron_ también aqui y partir de 1880, un proceso similar. Es que también como en el caso del régimen presidlencial ese afio probablemente marque una clara division de aguas entre dos categories de politicos. Antes la linea preponderante estaba determinada por la llamada “generacién de Caseros”, que incorpora entre otros a Mitre, Sarmiento, Alberdi, Tejedor. José M. Rosa, quien desde luego no les tiene simpatia alguna (y por el contrario los hace responsables de lo que llama“ la masacre mas negra de nuestra historia, esa matanza continua de criollos que va de 186] a 1878, de Pavon a la expedicion al desierto” ”” sin embargo debe reconocer que “vivieran convencidos que trabajaban por el bien de la pairia, el pueblo y la libertad...Se creyeron positivistas y materialistas pero eran roménticos y desprendidas Ninguno morird en la opulencia...” * Y aunque tampoco ninguno moriria pobre y podemos detectar mas de un hecho equivoco en sus trayectorias, esté claro que se veian a si mismos (y muy probablemente constituian) una especie de patriciado, una verdadera “gristocracia intelectual” para la cual sin duda alguna no era un objetivo de su accionar piblico el de enriquecerse a través de la poli Como sefialaramos el cambio se produjo luego de 1880 y especialmente al tlegar al gobiemo Miguel Juarez Celman, Era una nueva generacién de politicos. Politicos que nacieron generalmente en el seno de hogares de muy escasos medios economicos y en situaciones provinciales extremadamente pobres, (aunque no debemos perder de vista que rapidamente se les unieron varios portefios y bonaerenses muy parecidos a ellos) y que de pronto descubrieron que las reglas del juego de la Constitucion alberdiana y la insolita sobre representacion de electores que se les concedia a las provincias presentaban unas oportunidades extraordinarias. Podian hacerse bastante ficilmente con una gran parte del poder en la Argentina y con ello quiza también con la oportunidad de adquirir mucho dinero. Y ese dinero podis a su vez devolverles mas poder. Y si bien, tal como nos consta a partir de sus eseritos, discursos e incluso de su comespondencia privada, ese dinero en absoluto constituiria la tinica motivacin para su accionar politico, si en algunos casos se volveria un impulso primordial, Impulso que en presencia de una gran riqueza llegada muy repentinamente, pudo terminar, tal como veremos en capitulos posteriores, por desdibujar totalmente los necesarios limites éticos que hubieran debido acotar su accionar Llegé lo que por entonces se denominé el “mercantilismo” y el exaltado poeta Joaquin Castellanos lo proclamaba en no muy logrados versos: Patria de Juan Chassaing y Adolfo, Alsina’ tus ciudadanos se han vuelto mas cobardes que mujeres’ y una turba tan vil de mercaderes’ depositaria de tu suerte es hoy... Miguel Cané lo expresaba con menos Idem Ret. (6), pag. 161 * Idem anterior. pag.165 exaltacion pero con mucho mas acierto: “nuestros padres eran soldados, poetas y artistas. Nosotros somos tenderos, mercachifles y agiotistas..."* (Agiotista se denominaba al que en Ia Bolsa de Comercio especulaba con el valor del oro) Probablemente los dos presidentes que vinieran luego del ochenta constituyan ejemplos quiza arquetipicos de esta nueva y quiza peculiar generacién de politicos. Ambos provienen. de familias provincianas prestigiosas pero de escasos recursos, y cada uno de ellos progresa por dos de las vias tipicas de ascenso en fa politica de Ia época: el primero a través del ejercito, el segundo por medio de la carrera de leyes (a veces medicina) en las universidades de entonces, Cordoba y Buenos Aires La familia de Julio A. Roca tiene incluso dificuliades para costear su educacién secundaria en Entre Rios en 1856, pero la finaliza con éxito y luego encara una meteorica carrera militar. Cuando abandona su primera presidencia a fines de 1886 ya es un hombre muy rico, pero su gran fortuna la consolidara durante el juarismo, quiza con la formidable y muy comentada “” compra de armas en ocasin del posible conflicto con Chile (en los archivos de la Casa Ansaldo en Italia incluso figuran los montos de las interesantes comisiones por él cobradas, junto con las de ottos politicos y almirantes) y también a consecuencia del boom exportador del novecientos. Sarmiento, que en los ochenta lo tenia muy entre ojos, odiaba, como es muy conocido, particularmente al legendario Ataliva, hermano del general. En sus escritos a veces lo emplea como verbo “...he sido atalivado. (por robado) 0 @ veces como sustantivo: “Las moscas son arraidas por la miel como las atalivas por el presupuesto..."*', Digamos que diatribas de Sarmiento no pueden constituir prueba de nada: durante su vida se peleo con todo y con todos. Pero convengamos de que el hecho de que el hermano del Presidente sea uno de los principales proveedores del Ejercito cuanto menos llama poderosamente la atencion. Iuiirez Celman es el principal héroe o villano de esta historia por lo que nos referiremos a él con bastante detalle en capitulos posteriores de esta tesis. Adelantaremos aqui tan solo y para ilustrar este aspecto que provenia de una prestigiosa familia del sur cordobés, muy bien relacionada pero realmente de muy escasa fortuna Puede finalizar sus estudios universitarios pero no mucho mes que eso, y cuando contrae matrimonio con Elisa Funes debe comenzar a trabajar de inmediato para sostener a su familia. Cuando su coneufiado Roca le escribe en 1875 urgiéndolo para que trate de ocupar un puesto de ministro en la Provincia su respuesta negativa nos resulta muy elocuente: “Yo deseo que no se Ileve adelante arreglo alguno que me obligue a desatender mi profesin pues vivo de ella y apenas me alcanza para vivir; ganando el doble del sueldo de ministro yadquiriendo cada dia mas clientela. N Botana en El Orden Conservador, Ref (4), pag. 74. Citado p * Citado en: Tres Citado por Luis V. Sommi en “La revelucion del 90° pas My 1S, Citade por Agustin Rivero Asi sone. da Casa Savoia all” Ansaldo”, de Paride Rugation torial UTET. 1992, Capitulo 2° Edieidn, Editorial Pucblos Unidos de Americ 120, “Juarez Celman”, Editorial Guillermo Kraft. Ediei6a 1944, pag.S8. Pero la persuasion de Roca, su indudable vocacion politica y, sin duda, algunas otras motivaciones adicionales sobre las que trabajaremos en detalle en capitulos posteriores Io hicieron cambiar de opinién y terminé por dedicarse con gran entusiasmo a la actividad publica, Los hechos demuestran con elocuencia que desde el punto de vista econémico al ‘menos esta vocacién fue ampliamente recompensada: tan solo doce afios mas tarde ya habia adquirido una importante estancia en Arrecifes. No solo eso: Francisco Tamburini (el arquitecto italiano que remodelara la Casa Rosada y futuro proyectista del actual Teatro Cold), ya le habia construido en 1886 una muy importante y por demas costosa residencia en la calle 25 de Mayo en la Capital Federal. Y Tamburini comenz6 ademas a edificar en la estancia un “palazzo” renacentista que constituye, en nuestra opinion al menos, hasta el dia de hoy uno de los caseos sefioriales mas hermosos de la provincia de Buenos Aires. Su notable jardin de 80 hectareas, con plantas de las mas variadas especies, es probablemente mas bello e imponente que la propia residencia, especialmente cuando se lo contempla conociendo el hecho de que, como veremos en el Capitulo IX, buena parte de esas plantas Jamas le fueron abonadas al viverista Para resumir y salvo en los casos excepcionales en que algunos terratenientes de la provincia de Buenos Aires se dedicaron a la funcién publica como Antonino Cambaceres , Vicente Casares, Marcelino Ugarte o Bemardo de Yrigoyen los politicos muy raramente provenian de familias econémicamente poderosas y por el contrario buscaban esta carrera con propésitos de ascenso social y material. El trabajo de Roy Hora “* sobre los terratenientes de la pampa himeda muestra claramente y con numerosas evidencias que los grandes hacendados no solo no les tenfan estima aiguna sino que incluso liegaban a despreciar fuertemente a los que calificaban de: “politicos ladrones”. A tal extremo Ilegé este resentimiento luego de la dura crisis de 1890 (y los dafios que creyeron que esta les habia provocado), que en 1895 los terratenientes se decidieron a intentar la creacion de un partido que los representase directamente y sin intermediarios. Pero no tuvieron éxito; en parte por no tener vocacién politica, en parte por las dificultades para crear una estructura clientelistica que pudiera competir eficazmente con las existentes, y también porque finalmente no se decidieron a aportar los recursos adecuados. Es que al fin y al cabo no era tan necesario: es evidente que los dirigentes politicos del Orden Conservador jamas gobemarian oponiéndose a los intereses fundamentales de los terratenientes de la pampa hnameda. Todo lo que podia llegar a ocurrir es que en algiin momento (y tal como veremos), €08 dirigentes politicos les resultarian, no solo a tales terratenientes sino @ [a nacién toda, extremadamente caros. ‘The landowners ofthe Argentine Pampas, Roy Hora, Clarendon Press, Oxford, Fundamentalmente ceapitulos I y IL CAPITULO IL LA AUDACIA ECONOMICA DEL UNICATO 3.1 Los mensajes del Presidente yan cambiando. Resulta sumamente instructivo, para estudiar la evolucién del clima econémico durante el Unicato, analizar el tono que empleaba Juarez Celman en los cuatro mensajes que alcanz6 a dirigir al Congreso durante su mandato. En el primero, de 1887, a los casi siete meses de asumir, ya se lo percibia por demas entusiasta, Seftalaba que se abrian excelentes perspectivas internacionales, que los titulos de deuda argentinos se cotizaban a mas del 90% del valor y que habia podido renegociar obligaciones anteriores obteniendo una sensible reduccién de la tasa de interés. En el segundo, un afio mas tarde y tal como hemos visto en el capitulo precedente, sonaba absolutamente euférico, Recordaba el asombroso milagro vigente por aquellos dias los argentinos se enriquecian meramente dejando pasar el tiempo. La deuda extema no lo preocupaba en lo mas minimo, y explicaba que en tan solo ocho afios estaria totalmente extinguida. En realidad dejaba entrever que estaban a su disposicién recursos para cancelaria de inmediato con el producido de una eventual venta de las acciones del Banco ‘Nacional en poder del Estado, pero que no haria tal venta y cancelacién puesto que no solo era algo totalmente innecesario sino que ademas seria un pésimo negocio. En el tercer mensaje, en Mayo de 1889, era notorio que la euforia ya se habia extinguido y se lo escuchaba bastante preocupado. El oro habia iniciado una sostenida marcha ascendente que parecia muy dificil de detener. Es realmente notable como la desvalorizacion de la moneda se transforma invariablemente en un tema que pone muy nerviosos a los gobemantes. Es sabido que, al igual que ie fiebre indica que algo anda mal en el organismo, la perdida de fe en el valor de una moneda implica en realidad que algo falla en la economia, pero los politicos sistematicamente prefieren ignorarlo y echarle la culpa a los especuladores, Juérez Celman por cierto no era ninguna excepeion a esta regia e intentaba por entonces la no tan original alternativa de romper el termometro a través de cerrar la Bolsa de Comercio para evitar las alzas en las cotizaciones del oro. El resultado de un accionar tan absurdo fue el mas que previsible fracaso. En el cuarto y angustioso mensaje ya sonabe francamente desesperado. Volvia a culpara Jos especuladores, a los que “abusaron imesponsablemente del crédito publico y privado”, a Jos que “abuliaron Ios valores o los crearon puramente imaginarios”... La responsabilidad obviamente, y como es habitual en tanto gobernante frente una crisis, no era suya sino de Jos demas, si bien insinuaba que quiza también él habia cometido algunos, .“errores fatalmente multiplicados por todos los lanzados al camino de la especulacion. " Diario de Sesiones del Senado de la Nacidn, Sesién del 10 de Mayo de Tenia razén en estar desesperado. Es que la crisis era ya por entonces incontenible, le rebelién popular que se planeaba un secreto a voces y si bien cuando estallé tres meses mas tarde pudo ser sangrientamente reprimida, la renuncia del Presidente a favor del vice Carlos Pellegrini (que se habia mantenido cuidadosamente alejado de su gobierno) fue, pese al continuado apoyo provincial, una necesidad aparentemente insoslayable. Algunos historiadores han pretendido explicar la Revolucién de! 90 como el iltimo de Jos tradicionales enfrentamientos entre Buenos Aires y las provincias, Otros en cambio y a la luz de acontecimientos futuros (entre otros el nacimiento de la Unién Civica Radical) la consideran como el comienzo de Ia lucha por la democratizacién de la Argentina, Ambas visiones contienen sin duda una buena fraccién de Ia verdad histérica y las dos revelan acertadamente parte de las motivaciones para Ia rebeldia; pero ya hemos visto que unos pocos meses antes los porteiios estaban lo suficientemente felices o al menos indiferentes con el juarismo y el gobiemo de los tan odiados provincianos como para no tomarse siquiera Ia molestia de inscribirse en los padrones para poder votar. Por consiguiente no cabe duda que fue la crisis economica el factor absolutamente decisivo y determinante que provocara las grandes movilizaciones y luchas populares. Y para comprender las causas de Ja gravisima crisis y sobre todo para referenciar los eventuales hechos de corrupcién que analizaremos en esta tesis es necesario estudiar previamente la audaz politica economia que el juarismo impulsé en la Argentina durante los aiios del 86 al 90. Estos cuatro aitos le bastaron para revolucionar al pais y dejar en su memoria una impronta permanente. 3.2. Los presuntos liberales. Comencemos por deslindar un concepto tedrico que tiene alguna significacién: cual fue la ideologia que estuvo en la base de Ia politica econdmica de Juarez Celman? Esto quizé adquiera especial importancia para quienes consideren que del analisis de las ideas imperantes en una sociedad en un momento determinado puede obtenerse una explicacion quizi fundamental sobre las causas que actuaron como condicionantes de ios ‘acontecimientos histricos. Asi en este caso se ha pretendido buscar en el marco de la ideologia liberal juarista una justificacién importante de los diversos hechos economicos que tuvieron lugar entre Octubre de 1886 y Agosto de 1890. Al respecto digamos que, tal como lo sefala acertadamente Tim Duncan, un micleo por demas significativo de historiadores, y de muy variada ideologia, describe a Juarez Celman como “el mas liberal de los presidentes argentinos”. Entre ellos podemos mencionar Ricardo Caillet Bois °, Carlos Floria y Cesar G.Belsunce *, el nacionalista Emesto Palacio * y el comunista Luis V.Sommi 5 El trotskista Milciades Pefa °, que suele brindar por momentos andlisis sumamente hicidos de la historia argentina, califica al juarismo como * Citado por Tim Duncan en su tesis no publicada, pag. 115 * Carlos A. Floria y Cesar Gareia Belsunce: Historia de los Argentinos. Ediciones Larousse Argentina, Ao 1192, Tomo Il pag. 202 + Emesto Palacio: Historia de los argentinos. Abeledo-Perrot, 1986. pag.567 y siguientes. [nis V.Sommi: La revolucion del 90. Ediciones Pueblos de America. Segunda Edicion, pag. Mileindes Petia: Alberdi, Sarmiento, ef 90. Ediciones fichas. Segunda Edicion. 1973, pag. 7 8. 46 una variante de ese liberalismo, una “suboligarquia financiera al servicio de los banqueros internacionales”. En resumen, de estas posturas podria llegar a deducirse que le actuacién econémica del unicato se debié en gran parte a su presunta adscripcién sin reservas a la ideologia liberal Y se citan en tal sentido numerosos discursos y escritos de las figuras mas importantes del régimen como asimismo articulos de los periddicos oficialistas. Y el elemento decisivo sin duda lo constituye la politica de enajenaciones de empresas estatales: los ferrocarriles y las ‘Obras de Salubridad de Buenos Aires, efectuadas por el juarismo sobre la base ideologica de que el Estado no debe realizar tareas que puede encarar con ventaja la actividad privada, lo que, como se conoce, forma parte precisamente de una tipica postura liberal Mario J. Lopez ’ y por sobre todo Tim Duncan § tienen en cambio una mirada francamente escéptica sobre esta calificaciin de “liberal” con referencia a Ia politica juarista. Duncan sefiala acertadamente que los tipicos liberales de la época, 0 sea los whigs ingleses , hubieran contemplado sin duda con verdadero horror los diversos aspectos de la economia del unicato, tales como cerrar la Bolsa de Comercio con la policia en respuesta a Ja suba de! oro 0 por ejemplo Ja creacion de una red de bancos estatales derramando dinero imprudentemente sobre la economia de un pais. Los liberales de entonces, recuerda, eran efectivamente partidarios de las privatizaciones y del libre comercio, pero también y en gran medida de los presupuestos prudentes y equilibrados, de la vigencia del patron oro y de la convertibilidad del papel moneda con el metal. Duncan sintetiza su apreciacion sobre Ja tan inusual politica economica del juarismo de esta forma: ‘Los juarisias no solamente eran un grupo sumamente impaciente y pragmdtico de adminisiradores sino que ademas se hallaba presente una postura muy particular en su enfogue de la economia. Si existian capitales disponibles en Europa, ellos ios tomaban en préstamo. Si los ingresos fiscales eran insuficientes para pagar las deudas contraidas, ellos vendian activos. Si los activos ya habian sido vendidos, ellos volvian a endeudarse. A diferencia de la gran mayoria de los gobiernos por aquel entonces ellos no tenian el menor respeto por los presupuestos equilibrados. Ellos gastaban cuanto fuera posible, y mucho mas de lo posible. ¥ luego imprimian billetes, y después tomaban préstamos ent oro, 0 vendian otro ferrocarril.. Y cuando los financistas extranjeros comenzaron a inguietarse ante tan extraia conducta y el escenario financiero se les complicé seriamente no vacilaron en intentar vender una parte substancial del rerritorio argentino...” En otras palabras para Duncan se trataba de una politica muy peculiar fundamentalmente definible como audaz y pragmatica, y por ello considera que buscarle motivaciones ideoldgicas puede llegar a calificarse de una ingenuidad, Es cierto que pronunciaban, muy al estilo de la época, floridos discursos para justificar ideologicamente sus acciones. Pero repetimos: las verdaderas motivaciones solian ser muy diferentes. Y en el capitulo VII, cuando precisamente ilustremos con algunos detalles referentes a la politica Mario J. Lopez: Ferrocarriles. deuda y crisis. Editorial de Belgrano, Mayo del 2000, En el eapinilo 1V ‘ealiza un eNhaustivo analisis del concepto del iberalismo por aque! entonces. "Idem Ref. (2). Pag. 115,y otras, 47 de ventas de los activos estatales implementada por los juaristas, veremos cuan especiales y contundentes estas motivaciones podian llegar a ser. Completemos un poco mas este concepto. Tal como muy bien sefiala en sus estudios Mario J, Lépez puede adscribirse con justicia a la ideologia liberal el transferir a la actividad privada un ferrocarril estatal, aun cuando este diera ganancias. Pero no lo es (0 mas bien todo lo contrario, como lo afirmaba Aristébulo del Valle) garantizarle ademas a dicha empresa una ganancia minima anual con total prescindencia de Ia eficacia de su gestion, que es lo que se solia hacer junto con la transferencia, Es evidente que asi se daba por tierra con el concepto mismo de las presuntas ventajas de la privatizacion. Otro ejemplo de incoherencia similar a la anterior: pocos meses después de haber concretado las privatizaciones de casi todos los bienes codiciados por Ia actividad privada, realizadas en medio de exaltadas justificaciones doctrinarias sobre la no intervencién del Estado en lo que puede hacer el sector privado, el Congreso ° aprobé un insdlito proyecto, Se trataba de la concesion de una linea naviera de cuatro vapores a Europa que debian partir uno cada dos semanas, con parada en Cadiz o Lisboa, y debian llegar a El Havre en no mas de 16 dias. Debian poder lievar con pleno lujo, seguridad, confort y rapidez 250 pasajeros de primera clase, unica clase permitida. Lo curioso es que el Estado no solo debia aportar et 33% de las inversiones (jquién controlaria los costos totales?) sino que ademas debia otorgar a la linea un subsidio mensual de 59.000 pesos oro. Alguna voz. solitaria en la Camara pregunto si era funcion del Estado este tipo de participacion y de subsidios de acuerdo a la doctrina gubemamental reiteradamente expuesta, pero se lo acallé explicando que de otra forma el negocio no cerraba. Una extraiia actitud para hipotéticos liberales: para satisfacer sus deseos de viajar a Europa en forma rapida, confortable y lujosa, y para tener a mano un vapor adecuado cada vez que se les antojara pasear por Paris y gozat los placeres de la Ciudad Luz, no vacilaban en emplear los fondos piblicos archivando cuidadosamente su proclamada ideologia, Y probablemente cobrando los diputados Damaso Centeno. Gregorio Torres y Lisandto Olmos las comisiones por promocisn del proyecto que, como vveremos, todo indica que era de rigor en estos casos. En resumen quizé sea exagerado afirmar que los aspectos ideoldgicos que tan enfaticamente proclamaban en sus escritos y discursos fueran siempre una mera pose 0 farsa para los juaristas. Quienes se definian a si mismos como encarnando “a forma mas cientifica de gobierno humano” '" probablemente actuaran o trataran de actuar en base a ciertos principios 0 ideologias, muy en boga en ese momento. Pero tan pronto dichos principios ideoldgicos se cruzaban en el camino u obstaculizaban asi sea ligeramente lo que los juaristas visualizaban como sus intereses directos, estos no tenian la menor vaciiacion: la ideologia . las ideas, eran cuidadosamente relegadas al limbo de las buenas intenciones. Y aparecian en su lugar las “efectividades conducentes” a las que con su criptico estilo se referia tan melancélicamente el caudillo radical Hipolito Yrigoyen Diario de Sesiones de la Cémara de Diputsdos. Sesion del 22 de Octubre de 1889. " Diario de Sesiones del Senado. Mensaje de Juarez Ceiman del 10 de mayo de 1887 4B 3.3 La ley de bancos garantidos. Aclarados ya estos aspectos ideolégicos pasaremos a analizar la politica econémica del juarismo a la luz de los hechos que en nuestra opinion condujeron a la crisis, Aclaremos Primeramente que este tema ha sido ampliamente estudiado y debatido por numerosos historiadores econémicos, tanto argentinos como extranjeros, | yun listado para nada exhaustivo de dichos estudios los brindamos en las referencias '” Por ello seria ciertamente jactancioso por parte de quien realiza esta investigacién intentar agregar alain elemento 0 enfoque original o al menos novedoso, Pero lo que pretendemos hacer aqui es enumerar, al igual que en lo referente a la politica y a la sociedad en el capitulo anterior, aquellos aspectos de la economia que a nuestro entender encuadraron 0 posibilitaron los hipotéticos hechos de corrupcién que mas adelante iremos presentando. ‘Como hemos visto los juaristas llegaron al poder impulsados por el deseo de brindar un fuerte impulso econémico sus apoyos naturales: las provincias. Esas trece provincias debian recordar con resentimiento que en 1810 constituian probablemente el 70% de la poblacién y detentaban una fraccién no mucho menor de la riqueza del naciente pais Ahora, y como hemos visto, los niimeros se habian invertido dramaticamente y peor aun la distribucién de la riqueza, y todo indicaba que la brecha seguiria profundizandose. Era necesario, pensaban los juaristas, inyectar dinero para remediarlo, Un Ministro de Hacienda de Judrez Celman ** explicaba claramente al respecto que “la moneda representa en su circulacion el rol de la sangre en el cuerpo humano, que va sin cesar al estémago ya los pulmones recibiendo los principios de la vida para transmutirlos a los demas rganos. Una gran disminucién en la sangre que alimenta el cuerpo humano conduce a la anemia ya la muerte, asi como Ia falta de dinero engendra el desaliento, la falta de actividad y la crisis en el sistema social Lo anterior, lamentablemente y como veremos, puede llegar a transformarse en una postica excusa para imprimir billetes sin logica y sin respaldo, algo por demas caracteristico en gobemantes itresponsables, Pero seria injusto achacarle exclusivamente a las provincias las razones de tal emision ya que fa misma constituia aparentemente un teclamo nacional masivo y contaba con entusiastas aliados en Buenos Aires. Sixto J Quesada, a quien presentamos aqui en nuestra investigacién, describia en 1901 en su ‘A mumerosos extranjcros les interesé la crisis de 1890, especialmente por sus repercusiones en G. Bretaia La crisis conmovio a la Banca Baring, « punto que tuvo que intervenir el Banco de Inglaterra para rescatarla, * Citaremos aqui las siguientes obras consultadas: John H. Williams: Argentine International Trade under Inconvertible Paper Money. 1880-1900, Cambridge, Harvard University Press. 1930. Roberto Cortés Conde: Dinero, deude y crisis. Evolucién fiscal y monetaria de Is Argentina, 1862-1890, Editorial Sudamericana. 1989, A.G. Ford: Argentina snd the Barme Crisis of 1890. University College of Leivester. G, Britain Roberto Cortés Conde: El Progreso Argettino, 1880-1914. Coleccion Historia y Sociedad. Editorial Sudamericana, Gerardo Della Paolers: Experimentos Monetarios y baucarios en Argentina, 1861-1930 y det missno ator: The economic history and finantial snarkets iu the nineteently and early twentiedh century in Argentina, Universidad Toreuato Di Tella y Staining the Anchor (en proceso de publicacién). Mario Rapaport: Historia Economica, Politica y Social dela Argentina. Ediciones Macchi, Buenos Aires sje al Congreso de Jusn A. Garcia of 16 de Junio de 1890 en el que dreméticamente solisita la autorizacion para emir 100 millones de pesos para que el Bauco Hipotecario Nacional no entrase en cesacién de pagos. Recibié In autorizacin pese a la imdignacion de la opinién pilblica (vease Capitulo VIID, Parte de la emision se coucret6 aunque al asumir Pellegrini se suspend el 49 “Flistoria de los Bancos Modernos” el grave problema de los “préstamos habilitadores”, como se los llamaba en la época. José A. Terry ' escribia unos afios antes: “ET delirio de las grandezas piblicas y privadas desequilibraba ya a los espiritus enfermizos y predispuestos, y todos, desoyendo la voz autorizada de la verdad y la prudencia, exigian nuevas emisiones y formulaban criticas acerbas en la prensa por la indiferencia del Gobierno anie las legitimas necesidades del comercio y la industria.” (El subrayado es de Terry). Como se ve, el juarismo respondia con las emisiones a un reclamo generalizado que tan bien concordaba con sus necesidades politicas y, como veremos mas adelante, quizé las personales. La Ley de Bancos Garantidos aprobada en 1887 fue la respuesta dada por el gobierno de Juarez Celman a tales reclamos. Recordemos sus aspectos fundamentales: In Oficina de Bancos Garantidos a ser creada emitiria por cuenta de los bancos que adhirieran al sistema billetes de circulacién nacional, Para obtener dichos billetes el banco debia adquirir con oro titulos piblicos que emitiria el Gobierno. E! oro podria ser obtenido por los bancos por medio de empréstitos en Europa actuando asi el gobierno federal como aval indirecto. Ese oro deberia depositarse por un minimo de dos afios en el Banco Nacional sirviendo de respaldo de los bilietes emitidos y garantia contra la quiebra de los bancos. Digamos que todas las provincias que alin no los tenian crearon bancos y el Banco Nacional y el Provincia de Buenos Aires rapidamente adhirieron al sistema Casi unanimemente la historiadores de la economia del Unicato hacen principal responsable a esta ley de la calastrofe que se produje con posterioridad. Probablemente tengan razén pero nos atrevemos a afirmar aqui algo que puede resultar sorprendente: no ‘creemos que en teoria se tratara de una mala ley, y no es sorprendente que se aprobara sin oposicion. Hasta Aristobulo del Valle se limit a observar aspectos formales de la misma pero la aplaudid en general. Vemos en ella dos facetas muy positivas, la primere referente a Ja necesidad de moneda y la segunda relativa a la posible aplicacién de un patron oro, Con referencia al primer aspeeto y a la emision Sixto Quesada y Terry afirman que la cantidad de papel moneda por habitante ya eta elevada para le época ". Pero debemos recordar que la poblacion argentina estaba creciendo a un ritmo insdlite del 7 al 8% anual y se trataba mayoritariamente de inmigrantes, una poblacién econémicamente mucho mas activa que la nativa existente en squel momento. Por ello una politica monetaria muy astringente podria llegar a convertirse en un fuerte freno para la actividad productiva. Y con respecto al segundo punto digamos que pricticamente desde 1818 Argentina venia imprimiendo por momentos papel moneda a un ritmo y cantidades a veces insolitas para los observadores extranjeros, generalmente acostumbrados a ia convertibilidad con el oro. El patron oro serviria, tal como Io sefials Della Paolera '”, como un ancla para disciplinar una politica monetaria en’ ocasiones altamente imesponsable, Pero todos los intentos de convertibilidad, bajo Avellaneda y Roca, tuvieron corta vida. La ley de Bancos Garantidos ' Sito J. Quesada: Historia de los Bancos Modemios, EditoresM. Biedma ¢ hijo. 1901, Buenos Aires. Tomo pag. XLIV de la Introduccion Jose A. Terry: La erisis del Sisiema Bancario 1885-1892. MBiedma 1893, pag 92 % Ver Ref. (15) pag. 82 y otras. Ver Ref. 15. pag. 302 y 511 © Della Paolera en “Straining the Anchor” antes eitado hace centrar las dificultades del desarrollo argentino cen buens medida en la falta de estabiidad monctaria, Vex por ejemplo pag. ° y 25 de la Introduccion, crearia, en teoria al menos, una importante reserva de oro, ¢ implicaria sin duda un paso fundamental en la direccién correcta, Pero para que la ley cumpliera eficazmente con su cometido debian darse tres condiciones fundamentales que son quizé clave para nuestro estudio y que por ello las analizaremos cuidadosamente a continuacién: 2) Que existiera el ito de cumplir estrictament I letra v espiritu. Esto parece une condicién absurda por lo obvio: ,qué sentido tiene aprobar una ley si no se tiene intencién de cumplirla? Sin embargo eso fue lo que ocurrié y pricticamente de inmediato, Por ejemplo el Banco Provincia de Buenos Aires reemplaz6 el oro por pagarés por los que se comprometia a entregar dicho metal tres afios mas tarde, el Banco Nacional adujo deudas anteriores del Gobierno Federal para no hacerlo y varios bancos provinciales, con diversos pretextos, violaron claramente el espiritu de la ley. Las reservas depositadas en el Banco Nacional fueron bastante menos de la mitad que lo previsto en la ley "* Otro ejemplo: las reservas debian quedar dos afios en las bovedas del Banco Nacional. Pero cuando el juarismo comenzo a inquietarse con la suba del oro el Ministro de Hacienda Rufino Varela no vacilé en utilizar dichos insuficientes fondos (de la absurda forma que yeremos en el capitulo IV) para intentar doblegar al mercado, con los resultados previsibles. En resumen y al igual que con la ideologia, la ley por ellos mismos promulgada no constituia obsidculo para los juarisias cuando creian que sus intereses 0 neyocios fundamentales estaban en juego. Pero la segunda condicién es igualmente importante: b) Que la emisién fuese cuidadosamente limitada, Cuando Juarez Celman asume la presidencia el papel moneda circulante ascendia @ unos 90 millones de pesos". La ley de Bancos Garantidos preveia una emisién de unos 40 millones”, quiza ya excesiva para el stock de moneda existente. La realidad fue abrumadoramente diferente: cuando el juarismo dejé apresuradamente el poder la cantidad de billetes en circulacién ascendia a 243 millones. En eseasos tres afios se habia casi triplicado la circuiacion monetaria. R. Cortés Conde ha sefalado que tan solo frente a una guerra se justificaba en aquel entonces una emisién tan descontrolada Esta enorme cantidad de billetes, multiplicada a su vez por los bancos, no provecé en principio y hasta 1890 importante inflacion pero generé, junto con los préstamos externas, la burbuja @ la que haremos referencia mas adelante. Burbuja que hizo subir desmesuradamente el precio de ciertos activos como las acciones y la propiedad inmobiliaria y rural, donde para peor las Cédulas Hipotecarias, como veremos en capitulos posteriores, actuaban ademas como una poderosa cuasi moneda. Pero lo mas importante, la clave para que la ley funcionara correctamente es lo que sigue Violeta Gutierez: Histor Aniversario del Banco. ano 1997. * Della Paolera: Experiments monetarios y bancaries... pag 565 Gerardo M, Marti: “El Sistema Baneario en visperas de la crisis de 1890, Une revisin criti incidencia en la politica econdmica de Juarez Celma ‘Matt realiza una interesante y ence de Banco de la Provincin de Buenos Aires. Capitulo VI. pag. 209. Edicién dem Separata de la Revists Ciclos de Julio, 1999, pag. 52 fda defensa de la Ley de Bancos Giarantidos, c) Que los bancos otorgaran los créditos responsablemente, Es interesante sefialar que este aspecto no es muy enfitizado por los economistas que estudian la crisis, pero en nuestra opinién es fundamental para explicar lo que ocurrié con la economia real. Recordemos entre otras cosas que los bancos tomaban por entonces (y como lo hacen siempre) el dinero de los depositantes y de préstamos externos y lo prestaban a su vez. Y esta tltima actividad, la de conceder el crédito, es la operacion mas importante y delicada en el funcionamiento bancario, no solo para su propia subsistencia sino ademas porque, como ya dijimos, las instituciones prestan casi integramente dinero: {que no suele ser propio sino ajeno, Por ello deberian ser extremadamente cuidadosas y responsables y controlar muy estrictamente si el deudor estar en condiciones, dada la actividad econémica que realiza, de devolver en los tiempos previstos el dinero que retira, mas los correspondientes intereses. Y asegurarse de que en caso de que no fo haga, el Banco tendra garantias suficientes para recuperarlo por otros medios. Sefialemos que seguir el destino de estos eréditos sera la base de nuestra investigacion en los tres capitulos siguientes, pero desde ya adelantemos una pregunta: que posibilidad existia, en una situacin politica y social como la descripta en el capitulo II y con el tipo de ditigentes analizados en el mismo, de que bancos ubicados la orbita estatal actuaran responsablemente? La respuesta no ofrece demasiadas dudas, las consecuencies son por demas previsibles, y fue probablemente por ello que la ley de Bancos Garantidos se transformé en una verdadera hecatombe financiera 3.4 La deuda publica bajo el juarismo. La deuda piblica (fundamentalmente extema) que dejé el gobierno de Julio A. Roca fue realmente elevada, unos 150 millones de pesos oF0, de ellos unos cien millones el sector piblico y cincuenta el privado. Sarmiento estaba horrorizado con este implacable crecimiento de las obligaciones con el extranjero, al punto tal de publicar en su diario El Censor el 6/4/1886 estos divertidos (y profeticos) versos parafraseando al Himno que tuvieron en su momento amplia difusion: ‘Sus hazafias calle Roma, Calle Esparta su virtud. Silencio! Que al mundo asoma La gran Deudora del Sud” El sanjuanino (que no habia sido precisamente un ejemplo de responsabilidad financiera durante su presidencia y habia endeudado al pais para comprar en EEUU los rezagos de la Guerra de Secesion que le permitieron eliminar las rebeldias provinciales) agregaba probablemente exagerando que cada nifio que nacia en Argentina por aquellos dias lo hacia debiendo un equivalente de su peso en plata. {Qué hubiera dicho Sarmiento si hubiera alcanzado a vivir en 1890 y hubiese contemplado como en cuatro afios esa deuda en moneda dura que él ya consideraba terrible se habia multiplicado casi seis veces? Efectivamente la deuda extera aumenté en 668 millones de pesos oro, 222 en el sector publico y 446 en el sector privado ” y alcanzé un valor que actualizado de la forma indicada en el capitulo Ly calculado per capita solo seria superada en Argentina después de 1995. Y debemos tomar en cuenta ademas que por en ese lapso se vendieron al capital extranjero por mas de 70 millones importantes activos estatales (ferrocarriles y las ya sefialadas Obras de Salubridad de Buenos Aires). Es importante puntualizar por otra parte que estamos utilizando la divisién entre deuda publica y privada de la forma en que los economistas siguiendo 2 Williams tradicionalmente han clasificado la misma para este periodo. Pero esta clasificacién es totalmente tedrica y pot demas engafiosa, Es que tal como veremos en capitulos posteriores mas de las tres cuartas partes de la deuda privada era en realidad publica o estaba directa o indirectamente garantizada por el Estado, y como siempre ocurrié en Argentina era por demas probable que las consecuencias de estas garantias fueran finalmente soportadas por los contribuyentes Pero dejemos por el momento el anilisis de quienes fueron los deudores ( ya que esto es precisamente lo que haremos con detalle en los tres capitulos siguientes) sino estudiemos a Quienes se atrevieron a ser los acreedores. Si esa deuda tan fenomenal existié es porque alguien estuvo dispuesto a prestarle muchisimo dinero a la Gran Deudora del Sud La tan liicida y penetrante mirada de Juan Balestra también sobre este peculiar aspecto es por demas elocuente: “Pero /o singular es que el capital extranjero se asociara tan resueliamente a las locuras. Se supo lo que perdieron el pais y los bancos oficiales pero nunca se pudo caleular lo que costaron al extranjero las concesiones, titulos, créditos empresas en que derramd sus capitales con ef mismo aturdimiento que tos inexperimentados argentinos...””. La explicacién mas plausible de esta conducta del capital extranjero nos la acerca H.S.Fems *, el gran especialista en las relaciones angloargentinas en el Siglo XIX, cuando seflala que por entonces el mercado europeo, especialmente el inglés, contaba con un exceso de capitales que buscaban ansiosamente oportunidades de inversién. Menciona a un periédico, el Herapath’s, escribir. “hay’ 200 millones de libras en los inagotables bolsillos del Sr. John Bull, que esperan con impaciencia que se las emplee en empresas de cualquier clase, buenas, malas o indiferemes”. La Argentina estaba ademés de gran moda entre los inversores londinenses. Della Paolera “ sefiala que por entonces, y si se las calcula per capita, las inversiones britanicas en Argentina superaban en una relacion diez a uno a las inversiones de ese pais en EEUU . Ferns por su parte escribe ** que “e/ afio 1889 fue de verdad un annus mirabilis en el cual la Argeniina absorbid entre e} 40 y et 50% de todas Jas inversiones briténicas hechas fuera del Reino Unido”. (Como si dijéramos hoy las nversiones de Wall Street fuera de EEUU), Un personaje de Oscar Wilde en el teatro afirmaba ganar fortunas con titulos financieros de nuestro pais Tim Duncan, Goverameni by Audacity. p * Juan Balestra. F190. Capitulo L H.SFems: “Gran Bretafiay Argentina en el Siglo XIX” Solar Hachette, 1966. pag, 400, Ver Ref. (19) pag. $53, * Ver Ref (23) pag. 397 Para la historiografia revisionista con origen en el nacionalismo argentino de la primera mitad del de Siglo XX el aceptar estos préstamos e inversiones constituye el gran pecado del juarismo. Este nacionalismo, como se recuerda, solia dividira los habitantes del mundo en dos grandes categorias: los argentinos por un lado y todos los demas por el otro. Y tomando como ejemplo de esta mentalidad las tesis y afirmaciones de Scalabrini Ortiz: los pertenecientes a un determinado pais extranjero (sobre todo si son ingleses) constituyen una entidad absolutamente monolitica (“En sesis general podemos afirmar que la riqueza de Gran Bretafia esta basada en la riqueza individual de sus siibditos. Esa riqueza individual esté integrada en su mayoria por propiedades ubicadas en el extranjero”)”*. Y ese algo para los nacionalistas tan monolitico (asi sean diplomaticos, banqueros, o industriales exportadores, o compradores de materias primas, o inversores en ferrocarriles o poseedores de titulos de deuda, no existen para ellos distinciones ni eventuales diferencias de intereses) intenta hacer negocios exclusivamente para su propio beneficio que, como seflalamos, es e! comin a todos ellos. Esta visién suele estar acompafiada inexorablemente por la absoluta certeza de que lo que es bueno para esos extranjeros necesariamente debe ser malo para los argentinos. (Para Scalabrini y 10s nacionalistas la economia intemacional es un juego de suma cero extremadamente elemental: lo que alguien gana inevitablemente algiin otro lo pierde). Y en consecuencia si los extranjeros prestaron (y tanto) fue para ganar mucho dinero, y quienes lo perdieron fueron inevitablemente los argentinos La historiografia de izquierda adhirié con gran entusiasmo a este enfoque demonizador de tales inversiones y préstamos por razones que son por dems ficiles de entender Pero {oémo explicar entonces las ventajas que implicé el default para los acreedores extranjeros? {Qué ganancia puede implicar para alguien que no le paguen? Milciades Pefia es quiza muy representativo de esta historiografia cuando afirma: “EI capital financiero internacional no se preocupaba ni poco ni mucho por la seguridad de sus inversiones. Lo importante era endeudar al pais, ya después se encontraria la manera de hacerle pagar la deuda y los intereses” “7, Como vemos es también una afirmacién muy taxativa y es dable exigir que se haya verificado, asi sea minimamente, en los hechos posieriores, Analicemos a titulo de ejemplo como se cumplié en el caso de las Cédulas emitidas por Banco Hipotecario de la Provincia (de Buenos Aires), responsables de por lo menos un 18% de la deuda externa argentina. Estas cédulas se comenzaron a cancelar recién a los veinte afios (en 1907), sin intereses hasta ese momento, sin actualizacién monetaria ademas, y perdiendo los tenedores de estos titulos un tercio del capital“. Si esta es la forma en que el ‘capital internacional” se las arreglo para hacer pagar “la deuda y sus intereses” a los indefensos argentinos, la verdad es que hizo un trabajo por demas deplorable para los inversores europeos. Clatamente lo que ocurre es que por pereza mental, actitud esquemética 0 mero dogmatismo también la izquierda cayo reiteradamente en las elementales simplificaciones del nacionalismo. Considerar a “los financistas ingleses” como algo monolitico es una afirmacién que no resiste el menor andlisis objetivo, y lo que es mas, hubiera indignado al itinica en el Rio de la Plata, Fernandez Blas R. Scalabriai Ortiz: Politic * idem Ref. (6) pag. 11 > Henry Shepherd: “Default and Adjustement of Argentine Foreign Debts". 1890-1906. U.S Department of Commerce, pag.56. vo Editores, pag. 215 mismisimo Karl Marx. Tal como veremos 1o explicaba en detalle Emilio Hansen (ver 8.4 mas adelante) basicamente y muy similar al dia de hoy los financistas de entonces eran “brokers” que sacaban al mercado poniendo a la venta, con irresponsabilidad paralela a la de los juaristas, los diversos titulos de deuda del Estado, de los bancos o de empresas radicadas en Argentina, Y estos titulos eran comprados en su mayoria por miles de pequefios o medianos inversores ingleses (o europeos en general) buscando una mejor renta para sus ahorros, y que intentaban inerementar asi la muy baja tasa de interés que por entonces percibian, dadas los extremadamente reducidas oportunidades de negocios existentes en el mercado en ese momento, Y la clave de lo ocurrido reside en lo siguiente: los brokers hacian su gran negocio cuando colocaban los titulos y cobraban sus jugosas comisiones. Las eventuales pérdidas por el no pago las debieron afromtar mayoritariamente os pequefos inversores, por ejemplo un John Connors tendero de Manchester, o tna Emily Jenkins, viuda de un marino de Brighton. Generalmente y tan solo en el caso de un exceso de codicia y ambiciones y de retener titulos a la espera de una suba posterior que no se producia (como veremos hiciera en su momento la casa Baring) suffirian los grandes banqueros. Y asi como estos brokers banqueros eran los socios naturales de los destinatarios finales en Argentina de tales préstamos financieros, asi también la gran mayoria de los argentinos, que no fueron quienes recibieron tales préstamos (pero como veremos en el Capitulo IV debieron necesariamente affontar sus consecuencias), pueden considerarse socios involuntarios de los pequefios inversores ingleses y europeos que tan justamente se sentian defraudados 3.5. :Una crisis de crecimiento? El resto de los aspectos de la economia juarista fueron quiza coherentes con la audacia con la que se emitieron grandes cantidades de billetes y se endeudé de tal manera al pais. Las exportaciones aleanzaron en esos cuatro afios Ia cifra de 377 millones de pesos oro, pero las importaciones sumaron 505 millones ”’, 0 sea que las exportaciones no solo no estaban en condiciones de solventar jos servicios de la deuda sino que ni siquiera llegaron a generar divisas para evitar un fuerte déficit comercial Y dado el clima general en que toda la administracion se movia por entonces era muy dificil que la politica fiscal det Unicato fuera demasiado austera, Ya Julio A. Roce habia aumentado dramaticamente el gasto piblico (en su caso quiza justificadamente, en su Estado Federal estaba todo por construirse), y obviamente Juérez Celman no se queds atras, De 40 millones de pesos oro en 1885 el gasto Ilego a 60 millones en 1889, con un déficit del presupuesto del ;39,8%! Y en el Capitulo VI analizaremos algunos datos inquietantes sobre este aumento, Lo que ademés practicamente se dispard, tal como era esperable, fue el gasto piiblico provincial (aspecto este habitualmente muy poco contemplado por los historiadores econémicos). Cérdoba lo multiplicé por 4,5, Santa Fe por 6,2 ; Entre Rios por 2,9; Catamarce por 4,1 ; Santiago del Estero por 4,4 y asi sucesivamente las demas Esté muy claro por todo lo que vimos en el capitulo II que Juirez Celman seguia preocupado en recompensar a sus mas fieles aliados ”” Ver Ref (7) pag. 10 Agustin Rivero Astengo™ 1re2 Celman. Editorial Guillermo Kraft, pag. 472 En resumen puede quiza afirmarse que ef juarismo viols sistematicamente todas las reglas de la ortodoxia econémica y hasta del mero sentido comin. En cuatro afios multiplicé casi por tres la cantidad de circulante, implementé (como veremos en los proximos capitulos) una politica erediticia de extremada “generosidad” y emitié sin control alguno y por sumas fabulosas titulos que constituian una verdadera cuasi moneda, las Cédulas Hipotecarias. Por otra parte quintuplicé una deuda externa ya elevada, gener6 un muy serio déficit en la balanza comercial y aumenté en gran medida el gasto public nacional, provincial y municipal y el déficit presupuestario existente. Obviamente no es extraifo que, tal como veremos en un punto siguiente, estallara la tan dolorosa crisis. Lo realmente extraiio (o mas vale un milagro) hubiera sido en esas condiciones poder evitarla Pero gqué adujeron los juaristes cuando se produjo la crisis? {Realmente reconocieron algim error? En primera instancia no. La calificaron de “una crisis de progreso” o de “una crisis de crecimiento”. Luego alguno de ellos, ios mas licidos como Emesto Quesada. atribuyeron las serias desprolijidades en el manejo de la economia al para ellos natural y muy disculpable “atolondramiento de los pueblos jovenes” *” Curiosamente y luego de un largo periodo en que los historiadores politicos consideraron ala economia juarista como un ejemplo tipico de irresponsabilidad (aunque sin profundizar demasiado en ella), en la década de 1960 se produjo una reaccidn. A.G. Ford en Gran Bretaiia y Ezequiel Gallo en Argentina * de alguna manera retornaron a la idea de una crisis de crecimiento. Y especialmente Tim Duncan planted el concepto de una fuerte apuesta desarrollista realizada por el juarismo, que habria pretendido dar un salto brusco y fundamental en la estructura productiva del pais. Salto para cuyos resultados se requeria tiempo, que los acreedores externos no estuvieron dispuestos a conceder. Esta enfoque, que podemos denominar de alguna manera como tolerante 0 de cierta simpatia hacia la experiencia juarista, se basa en el hecho indiscutible de que la economia argentine algunos afios mas tarde, a comienzos de! Siglo XX, pudo finalmente generar importantes saldos de moneda dura a través de su balanza comercial, que incluso le pemnitieron llegar a levantar la cesacion de pagos y obtener un acuerdo con los acreedores, (si bien con quitas de capital e interés, como ya hemos visto). Y no cabe duda que estos saldos comerciales fueron logrados entre otras cosas merced & las inversiones realizadas durante el juarismo: ferrocarriles, puertos, maquinaria agricola, alambrados. Pero si bien este enfoque tiene, como ya lo indicaramos, fundamentos por demas solidos dado lo-que ooume posteriormente, adolece empero en nuestra opinion de algunas importantes limitaciones. En primer lugar no disculpa demasiado al gobiemo juarista: una administracién no solo debe preocuparse por un futuro mas o menos Iejano (Jo cual sin duda es por demas meritorio) sino también y especialmente por lo inmediato, Pues como muy acertadamente afirmaba Keynes lo tinico seguro sobre el largo plazo es que todos estaremos muertos, pero también es igualmente seguro que todo gobierno debe pagar los © Emesto Quesnda: “Dos Novelas Sociolégicas”. Imprenta Jacobo Peuser, 1892, Capitulo VI y otros. Ezequiel Gallo: “La gonsracién del 80, Consideraciones sobre ta gestion evonémica.” Pn “Crecimientos y Desequilibrios” del Ceairo Editor de América Latina, Pag 72, sueldos y sus demas gastos y deudas a fin de cada mes, y esto no Jo tomaba demasiado en cuenta el juarismo. En segundo lugar efectivamente se logré unos aftos mas tarde, y tal como vimos, un substancial superavit acumulado de la balanza comercial. Pero este no fue tan solo resultado del aumento de las exportaciones sino también producto de la dramatica caida de Jas importaciones como consecuencia de fa crisis. Es que si el consumo y el gasto hubieran proseguido aumentando al ritmo enloquecedor de los cuatro afios del juarismo, muy dificilmente algun superavit significativo hubiera sido factible, En tercer lugar las obras piblicas sobre las que tanto énfasis hace Tim Duncan sin duda existieron y fueron importantes, pero sus presupuestos, tal veremos en el Capitulo VIL constituyen tan solo una muy pequeita fraccion de fa deuda externa contraida. Y aun si adicionamos las inversiones en la red ferroviaria el porcentaje de “deuda productiva” nunca llega a acercarse al 30% de Ia deuda total contraida, Y en cuarto lugar y ampliando con esto el punto anterior es especialmente elocuente Ja composicién de las importaciones en este period. Tan solo el 27% fueron bienes de capital (material ferroviario, maquinaria agricola, alambrados), el resto fue consumo puro y en gran parte el despilfarro que vimos en 2.2 precedente *’. Y alin sobre estos porcentajes es por demas razonable albergar serias dudas, ya que se refieren a ciffas oficiales informadas por la Aduana. Pero recordemos que los bienes de capital no pagaban recargos por lo que no existiria razén alguna para no declarar su verdadero valor. Y es mas, era hasta de interés sobrevaluar en la declaracién el costo del material ferroviario a importar ya que este se utilizaba indirectamente para determinar el valor de las varantias a cargo del Estado Pero todo lo contrario ocurria con los articulos de consumo, que veces incorporaban muy fuertes aranceles. Alli sin duda la subfacturacién (tan tipica costumbre argentina), © directamente el también tradicional contrabando debian estar vigentes y en efervescente actividad. Lo comprueban las reiteradas denuncias que invaden casi a diario los periédicos de la época “y las protestas de Jos banqueros a las que hiciéramos referencia en el capitulo anterior. Por todo ello nos arriesgamos asegurar que las verdaderas importaciones productivas debian estar muy por debajo de ese hipotético 27%, y en consecuencia pueden servir de escasa justificacion para la tremenda crisis de balanza de pagos que se produjo. El argumento juarista de una crisis de crecimiento no carece, tal como vimos, de cierta razonabilidad, pero en nuestra opinion para nada constituye una explicacién completa 0 satisfactoria sobre las razones de la debacle econdmica posterior. ® Ver Ref. (29). * Por ejemplo “La Preuss del 11 de Mayo de 1890 detalls come todo pe de producios ingresiban declarados como mercaderia para el Correo, eximido de derechos. Se habia falsiicado enixe otras la firma de Raméw J, Circano, EI diario informaba que & lt fecha mas de mil sumatios por contrahande no babian ‘enio resolucion. El South American Jouraal se bacia evo de denuncias similares que. porque no decir, constinuyen parce del avervo cultural argentino 3.6 La burbuja financiera del juarismo La inusitada emisién monetaria y de titulos pablicos, las insolitas facilidades crediticias que derramaba por entonces Ia extendida red de bancos oficiales, y la masa de fondos extemos que Hlegaba por momentos sin solucién de continuidad a la Argentina cred y alimento, por primera vez en la historia de nuestro pais, un fendmeno que hoy se describiria como una gran burbuja financiera. Una burbuja se caracteriza fundamentalmente por la stibita y por momentos irrestricta valoracién de determinados activos. En aquel momento estos activos fueron la propiedad inmobiliaria y rural y, como analizaremos en capitulos posteriores, las acciones y titulos que se cotizaban en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Ese clima febril, por instantes, frenético que se vivia, tuvo como vimos en el capitulo anterior su repercusion en casi toda la sociedad argentina. Y al decir de los especialistas, una burbuja esta regida por dos leyes inexorables. La primera dice que su duracién es siempre muy superior a lo que el sentido comiin indicaria como posibie. Y eso también ocurrié durante el juarismo. Un joven briténico, Thomas A. Tumer, paso por entonces cinco afios en nuestro pais, entre 1885 y 1890. A su regreso escribid un exquisito libro, Argentina and the argentines , publicado en 1892 por la Editorial Swan, para transmitir sus impresiones de viaje y con el objeto explicito ademas de advertir a los europeos sobre las tan extrafias conductas de los habitantes de este pais y con ello evitar “que el desconocimiento vuelva a hacer perder fortunas a los ahorristas” (Cap. XXTM). En a pagina 330 Tumer transcribe lado a lado, en castellano y su traduccion en inglés, un didlogo que jure haber escuchado textualmente por aquellos felices afios en una calle portefia, y que caracterizan mejor que nada a la burbuja = Che! He hecho un buen negocio hoy:. - 481? ¢Qné negocio? - Consegui un préstamo de dos mil pesos en el Banco Provincia que Don Fulano de Tal me habia prometido desde algin tiempo. “iW? ~"Pués compré un terreno con parie del dinero, y ya tengo concedido 15,0008 en Cédulas Hipotecarias, las cuales vendi hoy mismo al precio del dia; pues como sabes con motivo de Ja demanda de Europa estos papeles se venden muy rapido y muy caro, el tipo es muy alto (Nota: la paridad superaba el 90%) = Pero tu terreno, cuanto te Coste? ~Cosa de mil pesos. ~{0 sea que ya tienes casi 15.0008? ~ Claro! Por supuesto! -;Hombre! jEso si que es un buen negocio! Yoy a hacerlo ya mismo. Estamos frente al elocuente relato sobre la forma tan extremadamente simple con la que cualquier persona de estos lares podia hacerse de una suma equivalente o probablemente superior a unos 200.000 pesos (0 uSs) de! 2001 tan solo realizando un par de trimites bancarios de relativa facilidad. En cierto modo esta facilidad complementaba lo que describia con orgullo Juarez Celman: el enriquecerse meramente dejando pasar el tiempo. Como es por demas conocido las burbujas de este tipo, especialmente las relativas al mercado accionario, han tenido lugar, y reiteradamente, en casi todos los paises del mundo desde hace ya varios siglos, y probablemente seguirin produciéndose en el futuro. Mas de tun economista ha obtenido muchos premios y distineiones (con el Nobel inclusive) analizando la psicologia inherente al comportamiento de los actores econdmicos durante una burbuja. Y este es por demas notable, ya que desaparece todo precaucién racional, primando un optimismo irrestricto sin duda motorizado por el convencimiento de que se ha detectado una especie de piedra filosofal que permite repartir la riqueza sin limitaciones Pero a nosotros nos interesa en particular la burbuja que se produjo durante el juarismo y al analizarla nos sentimos impulsados a contemplar con cierta indulgencia a los actores responsables de la misma. Es que fue la primera en Argentina, y esos actores no tenian antecedente histérico alguno al que acudir, y que pudiera servirles de advertencia, Por otra parte el conocimiento de ciencia econémica que poseia la atin primitiva sociedad y la gran mayoria de politicos y funcionarios de entonces eran por demas escaso y elemental, y para peor estaban todos ellos imbuidos de un enorme y quiza legitimo pero muy enceguecedor orgullo y confianza demasiado ilimitada en el futuro de la Nacion, Es que luego de setenta afios de desgastantes luchas habian finaimente organizado al pais, revelado al mundo las posibilidades que éste brindaba en el marco de la “Paz y Administracion”, derrotado y aislado al aborigen que tanto lo perturbaba, y abierto las fronteras propiciando con ello la explotacién de las que se creia eran sus casi inextinguibles riquezes. La falta de conocimientos econémicos suele alimentar la imprudencia, y esto unido a un orgullo desmesurado puede generar como vimos un optimismo por momentos enceguecedor, y mas cuando esta euforia se mostraba elocuentemente avalada por las masas de inmigrantes que se abarrotaban en los navios para llegar a estas playas, y por sobre todo por inversiones y por capitales financieros que hasta pugnaban por ser aceptados. Si por momentos las estadisticas muestran que en un par de meses Hegaban a los bancos garantidos préstamos equivalentes a todo un aio de exportaciones argentinas tan solo una década atras.. Todo Io anterior es especialmente importante para nuestra temiitica porque, y come veremos continuamente en los capitulos siguientes, esa falta de conocimientos econémicos unida al optimismo euforico se nos mostrarin continuamente entrelazados con muy reiterados indicios de una corrupcidn generalizada, siendo 2 veces muy dificil por ello diferenciar causales de estos comportamientos cuestionables, A titulo de ejemplo en el dialogo transcripto por Tumer esti presente la gestidn de “D. Fulano de Tal” (seguramente un Director, Gerente o influyente en el Banco Provincia) y el accionar de un Banco Hipotecario que emite titulos por 15.000 pesos frente a un terreno por el que solo se pagé mil. Es muy probable que en este caso todo se superponga: ignorancia, euforia, amiguismo, corrupeién. Y volviendo al ejemplo de la compra del terreno del Congreso analizada en el Capitulo I: luego de la crisis y en tomo al Centenario el precio en la zona se estabiliz6 en un valor por demas légico de 30, y como maximo 40 pesos In vara. Se pagaron, recordemos, 350 pesos, pero La Prensa afirmaba “que el precio era menos de la mitad”. Y alli se nos evidencia con claridad la mezcla de fendmenos: de 30 o 40$ la vara hasta unos 1508, efecto de la burbuja; de este Ultimo a 350S, es claramente el efecto de la corrupeién. 59 Como veremos en los capitulos posteriores, esta combinacién se reiterara sistematicamente. Pero recordemos previamente como se desinfl6 esta burbuja (La segunda de las leyes inexorables que gobieman las burbujas es que siempre Ilegan a su fin). 3.7 Llega la crisis. En el numero correspondiente a la primera quincena de Enero de 1890 del “South American Journal”, organo de los negocios sudamericanos de la City de Londres, aparecié un articulo extremadamente laudatorio sobre la Argentina, con el significativo titulo de “El pais de las botas de las siete leguas”. En el mismo daba detalles del progreso argentino en Jos tiltimos afios y Jo consideraba tan sorprendente que solo era explicable a través de creer que Juarez Celman habia calzado a la nacidn con las magicas botas que permitian avances tan fabulosos. Sin embargo y Iuego de tantos elogios el final era un poco inquietante “Recomendamos con todo a los argentinos dejar descansar a los mercados de deuda por un tiempo” porque consideraba el articulo que los inversores ya estaban un poco preocupados frente a tantos pedidos de compra de titulos y convenia no perturbarlos. Pero como hemos visto por todo lo analizado previamente, lamentablemente lo que pedia el periédico no era posible. La Argentina de Juarez Celman no podia prescindir de los préstamos externos... {Como pagaria si no el juarismo los intereses y amortizaciones de los préstamos anteriores, fa nueva ayuda que draméticamente pedian las provincias, el desbalance creciente entre importaciones y exportaciones? Los nuevos préstamos eran ademas casi impreseindibles para atender el déficit presupuestario, las garantias a los ferrocarriles (y lineas navieras) aprobados en concesion y a los privatizados y otros gastos menores aparentemente tan necesarios para la dirigencia juarista. Conservadoramente pueden estimarse estas necesidades de créditos en un minimo de 80 a 100 millones de pesos oro anuales,.. Claro que para seguir prestando los mercados debian tener plena confianza en que alguna vez se les pagaria, y Ia confianza, aunque le pesara al South American Journal, dichos mercados la estaban perdiendo en forma por demas acelerada Y cuando la perdieron del todo lego Ja crisis. Simplificadamente se trato de varios procesos en paralelo que se retroalimentaban y alimentaban mutvamente. El riesgo pais fue subiendo continuamente por la caida en el valor de los titulos de deuda y estos fueron por ello cada vez mas dificiles de colocar. Se inicié ademas un aumento sistematico del precio del oro por desconfianza hacia el papel moneda y comenzaron a caer los precios de los actives como propiedades y acciones. Ante esto los bancos procedieron a restringir fuertemente el crédito y a solicitar la devolucién de los préstamos y ante la desconfianza en la solvencia de dichos bancos comenz6 la corrida cambiaria y bancaria, Todo finalizé con el oro triplicando su valor, las acciones que se desplomaton por completo y los bancos que debieron cerrar sus puertas por no poder afrontar las exigencias de retiro de fondos por parte de sus desesperados depositantes {Qué intents hacer Judrez Celman? Varias cosas que a Ia distancia se pueden visualizar como absurdas o desesperades. Cambiar a varios ministros de Hacienda, cerrar con la policia la Bolsa de Comercio, lanzar al mercado las escasas reservas de oro que por supuesto se evaporaron, intentar sin éxito vender en Europa una parte importante de! 60 tertitorio nacional... Todo esto le permitia cada vez ganar un poco de tiempo pero después la crisis se agudizaba, Y cuando los bancos colapsaban no tuvo mejor idea que emitic billetes, gran cantidad de ellos, a veces sin seguir siquiera los procedimientos meramente formales establecidos en la Ley de Bancos Garantidos, lo que dio lugar a que Aristébulo Del Valle denunciara con gran escindalo las que llamé emisiones clandestinas. No hace falta tener demasiados conocimientos de economia para advertir que esas emisiones desesperadas equivalian a tratar de apagar un fuego con nafta pero es un método que alo largo de la historia fue reiteradamente adoptado o solicitado por politicos irresponsables {Qué hubiera debido hacer frente a la crisis Juirez Celman? En nuestra opinién cuando se llega a una situacién de desconfianza como la descripta y a una corrida bancaria y cambiaria es poco lo que ya se puede hacer. Pero se hubieran podido intentar estrictas economias presupuestarias, imponer altisimos impuestos aduaneros a las importaciones para consumo suntuario, evitar el contrabando, expulsar a los directores de los bancos que formaron parte del corrupto jolgorio crediticio (como veremos que se lo exigié un ministro de Hacienda recién nombrado y eso lamentablemente le cost6 el puesto), quizé intentar un impuesto inmobiliario a las grandes propiedades o reemplazarlo por uno en oro a las exportaciones, exigir le devolucién de los préstamos bancarios sin contemplacion alguna y ejecutar a los deudores morosos, frenar todo tipo de emisidn salvo la imprescindible, y en este marco de austeridad a rajatabla intentar renegociar con los acreedores, Algo similar fe sugirié hasta por escrito Carlos Pellegrini “* pero como muy bien lo sefiala Tim Duncan para Juarez Celman este tipo de medidas eran intrinsecamente imposibles. Significaba renegar de la esencia misma del juarismo, y cortar con ta totalidad de sus bases provinciales de apoyo. Prefirié seguir adelante y el vendaval de la crisis lo expuls6 violentamente del poder. 3.8 La corrupcién juarista y la historiografia. Estado de la cuestion. Metodolégicamente nos resta tan solo, antes de ingresar de lieno en el reiato sistemitico de los eventuaies hechos de corrupcisn, definir el “estado de la euestion”, o sea analizar la posicién de los diversos historiadores sobre el tema central de nuestra investigacion, Y sin embargo sera en realidad muy poco lo que podremos aportar al respecto. Para explicar esia circunstancia recordemos previamente lo sefialado en la Introduecién, referente al hecho de que es efectivamente muy reciente que esta temitica haya aleanzado, en el marco de las Ciencias Politicas, una envergadura propia que justifique su analisis en forma especifica. Y es por ello que los historiadores, especialmente los argentinos, habitualmente se han referido a la corrupcién politice como un dato accidental, accesori, dirigido mas a constituirse en un calificativo ético de los protagonistas, una informacién quiza tan solo significativa en el marco de una biografia, y no a tratarlo como un factor que pudiera haber ejercido alguna influencia directa y central sobre los acontecimientos * “La Prensa” del 4 de Agosto de 1890 publica uma carta de Pelle ids a Juarez Celman donde entre otras cosas Jo insta a Ia masinna austeridad y “a vivir con lo nuestro”, como lo denominaria en un futuro Aldo Ferrer 6 Para los revisionistas, Ia asi llamada “generacion del 80” en general y el juarismo en particular representan un conjunto humano que les genera una intensa inquina y una muy profunda animadversién. El anticlericalismo militante, ta apertura al extranjero en capital y poblacién, Ia venta de activos estatales, el positivismo filoséfico, ete. les provocaron particular fastidio, Y por supuesto las acusaciones de corrupcién sobre el régimen son para ellos un lugar comin, Pero estas acusaciones raramente fueron acompafiadas de algo similar a una prueba histdrica y hasta quien puede considerarse su figura mas seria, José M Rosa, s¢ limita a hacer bromas e insinuaciones sobre los personajes que mas le desagradan, como cuando seftala que Pellegrini “habia perdido una gran fortuna pero se hizo de otra”, luego de que renegociara la deuda externa en la primera presidencia de Roca.” La historiografia de izquierda (Puiggros, Sommi) comparte entusiastamente tales acusaciones pero las eventuales pruebas se reducen por lo general a manifestactones ideolé gicas, transcripciones de las acusaciones de Ia prensa de época (Fuertemente facciosa) ya hacerse eco de las diatribas tan comunes en Sarmiento. Mileiades Peita "” realiza al respecto un trabajo histérico mas valioso, vislumbra la importancia intrinseca de los procesos de comrupcidn, pero al estar su enfogue tan fuertemente tefido de prejuicios ideologicos los frutos de su andlisis se ven por demas limitados. A titulo de ejemplo los culpables fundamentales de los procesos de corrupeién en Argentina serian en su vision casi exclusivamente los banqueros londinenses. Otro ejemplo de su posicion tan esquematica esta dado por Ia indignacién con que analiza documentacién que “prueba” que Victorino de ia Plaza se escribia con banqueros europeos offeciendo sus servicios para que Jos mismos pudieran colocar préstamos en Argentina, Recordemos que por entonces Victorino de la Plaza era meramente un agente de bolsa sin cargo oficial alguno y sin militancia demasiado ostensible. Por ello es dificil entender de que cargo especifico lo esta acusando Milciades Peiia cuando analiza su caso durante varias paginas, salvo que se defina al préstamo extemno en si como un acto de comupeion. En 1971 y probablemente como reaccién hacia formas de hacer historia tan politizadas ‘como las mencionadas precedentemente Ezequiel Gallo ™ sefiala la carencia de pruebas en estas acusaciones tan frecuentes. La corrupcién del juarismo es por su parte sefialada y reconocida en la excelente tests de Tim Dunean, pero por lo general permanece en un muy’ segundo plano como explicacion de los sucesos y los ejemplos que aporta sobre la misma son realmente poco significativos. Félix Luna por su parte Hega incluso a califiear muy tajantemente de “calumnias” *” fas acusaciones que se formulaban contra Juérez Celman dado que, tal como me lo manifestara personalmente, las mismas jamas fueron comprobadas por fa via judicial. Muy distinta es en cambio {a posicién de Mario J. Lopez “ que puntualiza el irresponsable y sospechoso comportamiento de los bancos del periodo y las dudosas actitudes del Ejecutivo y del Congreso en el tema ferroviario, Pero mucho mas enfitico es * José M. Rosa atribuye a Fems esta “opinion” sobre Pellsgrni (ver tomo 8 de su Historia, leido con atencién a Fems y no hemos encontrado esa afimiacion ta tasativa © Ver Ref. (6) pag. 8 012 * Ver Ref (32). ° Félix Luna: “Historia Intogral de le Argentina”, tomo 8, pes.96. Planeta, 1997 “ Ver Ref (7), pag. 108 y siguientes ig. 205) Hemos HS. Ferns, quien quizé disponiendo de informacién proveniente de los acreedores en Gran Bretafia afirma que “el despilfarro y la corrupcion no tenian coto en la época” *. En cuanto a los historiadores econdmicos no hemos encontrado mencién alguna en Della Paolera sobre la corrupcién cuando analiza la crisis del 90. Roberto Cortés Conde se limita a sefialar que “la oposicion acusaba frecuentemente al Gobierno de actos de corrupcién” n pero no saca aparentemente ninguna consecuencia a partir de ello. Ni John H. Williams ni Ford ni Mario Rapaport ni Diaz Alejandro hacen alguna referencia al tema como causal de la hecatombe econémica que tuvo lugar por aquellos afios. 3.9 La historiografia estadounidense. Pero si bien como hemos visto en el marco de la historiografia argentina sobre la comupcién politica como tema en si mismo practicamente no pueden hallarse trabajos, no ‘ocurre lo mismo con la historiografia americana, en la que sin duda abundan, y nos han pemnitido encontrar ayuda para visualizar la metodologia y enfoque académico riguroso de esta compleja tematica, especialmente desde el punto de vista histérico, En tal sentido los ‘monumentales trabajos de Noonan, Miller, Friedman, Frounde y varios otros han servido como guia invaluable, quiza dnica, a lo largo de esta tesis de maestria Pero no podemos olvidar que la corrupcién politica es un tema muy especial, y se hace en cierta forma necesario intentar una explicacién sobre las motivaciones por las que historiadores han decidido dedicarle tantos esfuerzos académicos. Y al respecto no podemos dejar de sefialar el asombro que nos provocaron esos historiadores de los EEUU a los que hemos utilizado reiteradamente como modelo. Probables herederos de Ia escuela inglesa, que como se conoce deja de lado drsticamente la presencia de cualquier posible “hero” 0 “procer” en el marco del relato historiografico, nos resultan pese a ello especialmente llamativos por la forma en que pareciera se deleitan con particular saa en escudrifiar y criticar cada aspecto de la vida de las grandes personalidades del pasado de su pais, cuando caen bajo la luz o pasan a través del enfoque de esta temiitica tan particular de la corrupeion politica. Y es que casi ninguna figura de su historia sale indemne de tal escrutinio. Hasta la hermosa personalidad de Abraham Lincoln, que salvé a la Union y a la democracia et Estados Unidos, es presentado como el gran especialista en la politica “de los despojos” Esta politica consistia en expulsar de Ia administracién, y tan pronto se asumia, a todos los funcionarios anteriores para repartir los cargos (ain los muy menores) entre los miembros del propio partido sin tomar para nada en cuenta la capacidad personal (Sefialemos que tal actitud era un hecho usual por entonces, si bien Lincoln parece haberlo exagerado) Ademas recuerdan que fue Lincoln el que implanté la posibilidad oficial de salvarse, a través del pago de dinero, del reclutamiento para la Guerra Civil, que de esta forma se volvié una guerra de “pobres contra pobres” (hecho por demas desagradable pero también usual por entonces). O sefialan que por presiones partidarias nombro como Secretario de Guerra a Simon Cameron, de quien se decia “gue lo tinico que no se robaria seria una * VerRef, pag. 442 homalla al rojo vive ” (También esto se discutia, existian aquellos que afirmaban que se las ingeniaria para robarla, aunque estuviera al rojo e incluso con brasas). Y Cameron actué en ese cargo en total coherencia con su merecida fama, por lo que miles de soldados nortefios ‘mutieron por el accionar defectuoso de armamento y municién por él adquiridos haciendo sus tipicos “negocios”. Y yendo mas atris en su Historia y a titulo de ejemplo, como suelen pertenecer a la izquierda americana tienen el evidente placer de encamizarse ferozmente con el aristocratico virginiano James Monroe, el quinto presidente de los EEUU. Y se preguntan sobre las razones por las que, siendo previamente Secretario de Estado del Presidente Madison, contrajo un préstamo de 5000 délares con el famoso magnate en pieles John Jacob Astor.gNo sabia acaso Monroe que podian existir conflictos de intereses, ya que Astor teiteradamente utilizabe el apoyo del gobierno para eliminar competidores a su monopolio? Y os historiadores producen evidencia, a través de varias cartas del magnate a Monroe una vez Presidente, que detallan estas presiones sobre el Jefe de Estado. Y si, sefialan que Monroe después devolvié el préstamo, pero recuerdan que Jo hizo mucho mas tarde, y lo hizo aparentemente sin intereses...¥ tuvo que hacerlo incluso apurado bajo las presiones de Astor, para lo cual vendio parte de sus esclavos cometiendo la crueldad de separar familias (o sea padres de hijos). Pero es que ni la legendaria figura del Padre de la Patria, George Washington, (cuya casa y tumba en Mount Vernon, como nos consta personalmente, es visitada anualmente casi en caracter de peregrinacién por muchos millones de americanos que desean rendirle justiciero homenaje) se pone a salvo de este infernal escrutinio, Luego de burlarse cuidadosamente de Ig leyenda del “hombre que jamas mentia”, incluido el famoso cuento del nifio y el cerezo, los historiadores detallan y presentan evidencias de como Washington, accionista de una ‘compaitia de tierras en el Valle del Mississipi (en época del gobiemo colonial) buscaba ccultar a los demas socios cuales eran las mejores parcelas con el objeto de quedirselas él, ¢ intentaba para ello y claramente distorsionar la informacion que se le offeciera al resto de Jos involucrados. O relatan como traté de quedarse con unas diez mil hectéreas luego de la campafa que, por orden de la Corona, dirigié contra franceses e indios, tierras que (segiin ellos) probablemente hubieran debido ser agregadas a las que se repartieron entre los soldados voluntarios y no para los oficiales como él, Y Hlegan incluso a insinuar que fue la para ellos absolutamente justificada resolucion de la Corona de negarse finalmente a entregarle esas tierras (y no tanto el pairiotismo), lo que motive la indignacion de Washington contra los ingleses, y su consiguiente decision de encabezar militarmente a le rebelién de los americanos {Qué es lo que pudo motivar a estos historiadores de los EEUU, algunos de un excelente nivel, la eleccion de tan extrafio campo de investigacién como ef que aqui nos ocupa? (Se trata tan solo de un interés calificable de morboso, dei placer de deleitarse con las “debilidades” de los grandes hombres y aprovecharlas para atacarlos y denigrarlos? ;Son quiza meramente algo asi como periodistas amarillos, sensacionalistas de bajo nivel, y no historiadores? {Para que piensan que sirve este tipo de tematica? La lectura de prélogos 0 epilogos de sus obras nos suele brindar algunas explicaciones. Todos mencionan experiencias de algin momento de sus vidas en las cuales un hecho de corrupcién politica los impacté sobremanera. La renuncia del Vicepresidente Spiro Agnew acusado 64 de haber aceptado sobornos en su Estado natal, las claras implicancias econémicas del caso Iran-Contras en el que el Presidente Ronald Reagan estuvo tan fuertemente involucrado, 0 sucesos quiz menores pero para ellos muy impactantes, sea en los Estados donde residen, © en sus respectivos municipios. Y sobre todo fueron algunos casos de corrupeién a nivel judicial y policial que los afectaron inusitadamente, Y el enfoque es invariablemente ético: consideran que los focos, hasta los nichos menores de corrupcién, son totalmente inadmisibles para una sociedad que respete elementales normas morales. Que se pueden volver tumores malignos, que pueden llegar a infectar al resto del cuerpo social. Y dado que los consideran tan graves han decidido utilizar sus armas como historiadores para combatirlos. Esto lo hacen contandole a la sociedad que ocurrié en el pasado, las razones por las que se produjeron algunos hechos, que consecuencias trajeron y si se pudieron remediar y como. En resumen, es0 es lo que hoy ocurre con historiadores de un pais como los Estados Unidos, donde sin duda hechos de corrupcién de este tipo existen, ¥ a veces son extremadamente graves. Pero es el pais que pese a tales hechos ha conseguido, luego de unos 230 afios de existencia, llegar al tercer milenio no solo siendo la ‘nica superpotencia militar del planeta, sino que ademas estar liderindolo (nos guste o nos pese) en economia, tecnologia, y exportando como paradigma su ciencia, cultura y sistema politico a casi la totalidad de fas naciones del mundo. EY alguien que pretende ser un historiador argentino en esta materia, que puede explicar respecto a sus motivaciones? Sin duda cosas un tanto diferentes, Por ejemplo que el tema de la corupcidn politica, como ciudadano y como empresatio, le interesa desde hace muchos ailos, pero tiene evidencias de que no se trata de “nichas” o “focas”, un problema ético mas, o de algunos hechos graves aunque acotados, sino que aqui implica un fendmeno masivo y que por momentos ha sido y es verdaderamente clave y definitorio en la vida politica y econémica de su pais. Pero ademas puede agreyar, quizi a manera de anécdota, que el tema especifico de esta investigacién lo decidid a fines del afio 2000, y fue Tecopilando la informacion necesaria durante los afios 2001 y 2002, Y durante su tarea, recuérdese, estallé una crisis terrible, a la que nuevamente los argentinos pasaron a calificar como “la peor de toda su historia”. Y que su investigacién le producia por ello serias confiusiones, por ejemplo no recordar si determinados conceptos fos habia teido en el editorial del diario La Nacidn de esa mafana o en el ejemplar de Agosto de 1890 que habia estado consultando por fa tarde. Si ef enojo con los especuladores era el de Juarez Celman por el aumento del oro o el del presidente de tuo por el aumento del dolar. Si era Emilio Hansen quien en 1892 criticaba los banqueros por haber colocado tan irresponsablemente titulos argentinos o era el nuevo Ministro de Economia, asumido por esos dias, quien habia dicho tales palabras. Por todo esto, y como veremos en los capitulos posteriores y especialmente en las conclusiones, el enfoque de un historiador argentino en la materia quiza obligadamente debe ser no tanto el ético sino mas vale otro, al que reiteradamente (y con mucha melancolia) iremos calificando de eminentemente prictico, o mas vale pragmatico. Pero seria un error adelantarse. Abandonemos por ahora fa crisis, la ética, la corrupcién politica y a sus historiadores de cualquier lugar det planeta y retornemos a los felices y esperanzados dias de la Argentina de principios de 1887. Hemos visto como un grupo de jovenes ambiciosos y audaces, provincianos en su gran mayoria, encabezados por un 65 abogado cordobés de 42 afios quizé mas-entusiasta que todos ellos, han tomado el poder en el pais y estan decididos a ampliarlo hasta el limite que les sea posible, Y observa a esta nacién un mundo ansioso que no solo esti enviando a la Argentina a cientos de miles de inmigrantes sino que, como vimos, se dispone a volcar sobre estas playas centenares de millones de libras esterlinas. Ese dinero llegar a los bancos y una sociedad anhelante de incorporarse a los novedosos placeres que offece el mundo ya lo esti esperando ansiosamente. Una sociedad argentina cuyas clases altas (y no tan solo ellas) aparentemente se han convencido de que la riqueza les llegara esponténeamente, sin necesidad de realizar demasiados esfuerzos, quizé exclusivamente por el mero hecho de vivir en este maravilloso pais. En los capitulos siguientes trataremos de conocer cual fue el destino de ese dinero y quien se Jo Hevd. Y para ello deberemos ir a los archivos de los bancos, y comprobar que cosas tuvieron lugar en ellos durante los alegres aiios del juarismo 6 CAPITULO IV “LOS BANCOS SE ROBAN CON FIRMAS” (LA HISTORIA DEL BANCO NACIONAL) 4.1 Ganadores y perdedores. Producida la caida de Miguel Judrez Celman y ante el dramatismo de la crisis financiera el gobiemo de Carlos Pellegrini tomé la decisién de renovar integramente al Directorio del que era por entonces el principal banco del pais: e! Banco Nacional. La primera Memoria que presento este nuevo Directorio a los accionistas' y correspondiente a la 17 Asamblea Anual (pricticamente la dltima pues el Banco entré en proceso de liquidacién y sobre sus tuinas el nuevo Presidente fund6 al Banco de la Nacién Argentina) es absolutamente insolita por la franqueza con que esta redactada. Seialaba en uno de sus parrafos iniciales: “El Dr. Vélez Sarsfield, cuya penetracion es conocida, decia a los Directores de este ‘mismo Banco y a proposito de la distribucién que debia hacerse de las laves del Tesoro: no discutan tanto sobre esto Jos Bancos no se roban con laves, se rohan con firmas ¥ en verdad que cuando se ve en este Banco como el dinero ha sido distribuido de una ‘manera tan imprudente por las personas a quienes se da, y por las cantidades que se dan, cuando se ven tan gruesas sumas que se consideran perdidas y sus deudores toman estas pérdidas como un simple accidente que no afecta su crédito y su posicion en el futuro, es imposible no asombrarse de la naturaieza de los hechos ocurridos.. Como podemos ver el Dr. Vélez Sirsfield calificaba con extremada dureza a los responsables de la politica bancaria implementada durante los cuatro aftos del juarismo. Pero al margen de que juzguemos sean correctos 0 no estos calificativos (0 quizé mas vale tipificaciones penales) del muy justamente considerado padre del Derecho Argentino, esta claro que durante esos afios y al margen de cual haya sido la intencién original de las politicas implementadas, como resultado de las mismas se produjo una formidable transferencia de recursos a favor de un niimero bastante limitado de personas. Determinar quienes fueron algunas de esas personas es parcialmente lo que se propone dilucidar la presente investigacion. Pero ademas y previo a tal analisis consideramos de gran interés, precisamente haciendo uso de la ventaja que implica contemplar al pasado en perspectiva, reflexionar no solo sobre los que se beneficiaron con las politicas del Unicato sino también sobre quienes fueron sus victimas. Y e! Banco Nacional, cuya historia resumiremos al respecto en el presente capitulo, se constituye quiza en un proceso arquetipico de la época y puede ayudarnos en gran medida a responder algunas preguntas fundamentales al respecto. Sisto J. Quesada: Historia de los Bancos Modemos. Editores: M. Biedia ¢ Hijo. 1901. Tomo 1. pag.213. Para la Memoria ver tambien A. Rivero Astengo: Judrez Colman, Capitulo VILL Y diarios de la époce. 67 Es que el Banco Nacional a fines de 1889 tenia contabilizados en sus balances préstamos por la notable suma de unos 200 millones de pesos”. (Indexada esta cifra de acuerdo a lo indicado en capitulos precedentes y calculando la relacién de poblacién entre la Argentina del 2001 y la de 1889 estamos frente a un Banco que era un 30% mayor que su sucesory el mas grande banco de nuestro pais cuando comenzaba el siglo XXI, el Banco de la Nacién Argentina), Y la primera pregunta clave que nos formularemos para evaluar algunos resultados econémicos que produjo el accionar del juarismo en la Argentina es la siguiente: diez afios mas tarde cuanto de esos préstamos se habian recuperado? El balance del 25 de Agosto de 1899 * es extremadamente elocuente. Revela que de los 200 millones se recuperaron tan solo 27 millones de pesos (0 sea un trece por ciento), y por supuesto que devaluados y sin intereses. Y si ademas de estos 27 millones se descuentan los fuertes gastos que ocasionabs el proceso de liquidacién se comprendera Io ruinoso que result6 para el pais en su conjunto este tan famoso Banco Nacional que fue por momentos orgullo del juarismo y presunto ejemplo de progreso. Esti claro quien objetivamente se beneficié con todo este proceso: aquellos que retiraron esos créditos y no los devolvieron, y a quienes nos referiremos mas adelante. Sin embargo creemos por demas importante recomendar el no adoptar automaticamente una actitud condenatoria hacia dichos deudores. No solo porque, tal como ya seilaramos, no debe ser para nada nuestro objetivo juzgarlos, sino porque ademas muchisimos invirtieron pésimamente los fondos retirados y, tal como analizaremos posteriommente, carecemos de elementos de juicio contundentes para afirmar que (al menos masivamente) hubiera sido su intencion no pagar cuando contrajeron tales obligaciones. Le que aqui si debemos reiterar empero ¢s el hecho econdmico objetivo (la gran transferencia de recursos a favor de ciertas personas) y tal como surge de los balances luego de diez aiios, cuando la situacion del pais ‘ya habia mejorado notablemente y es muy probable que fuese factibie cumplir con buena parte de las obligaciones sin realizar mayores sacrificios. Pero al margen de los “ganadores” es, tal como sefialéramos antes, por demas interesante indagar {y constituye la segunda pregunta clave e inevitable complement de la anterior) sobre quien perdi6 a lo largo de este proceso, y al respecte podemos visualizar tres grandes grupos de perdedores. El primero lo integran los depositantes, sobre los que hablaremos con bastante detalle en el capitulo V. Muy pocos alcanzaron a retirar sus fondes cuando comenzé la corrida, los demas recibieron titulos del gobiemo 0 certificados de depésito que debieron malvender en. muchos casos, En general tuvieron que esperar afios para recuperar una fraccion de su capital, a veces fuertemente devaluado. EI segundo grupo fo constituyen aquellos que en el pais pero fundamentalmente en el extranjero (de acuerdo a lo analizado en el Capitulo Il) compraron Jos titulos de los empréstitos que reiteradamente colocé el Banco Nacional. La suerte de este segundo grupo fue variable: cuando se traté de bancos las renegociaciones les permitieron acotar fuertemente las pérdidas (aunque para nada anularlas). Cuando se traté de inversores * Idem diarios de la

También podría gustarte