26 - Gazmuri, Cristian - Una Interpretacion Politica de La Experiencia Autoritaria
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CRISTIN GAZMURI R.
En primer lugar, la dinmica del proceso marc un estilo. El golpe fue un acto de guerra que
provoc alrededor de dos mil muertes, condujo al suicidio del Presidente de la Repblica y oblig a
exiliarse a decenas de miles de chilenos. No hubiera sido fcil volver rpidamente a un orden
democrtico en esas condiciones. A que se debi sta actitud extremadamente violenta en
circunstancias que la resistencia fue muy poca? El duro entrenamiento de las Fuerzas Armadas fue en
parte responsable, combinado con la intencin de inhibir cualquier intento de resistencia armada seria,
algo que la propia izquierda haba proclamado y pareca en condiciones de ofrecer.
Tambin fue importante la ideologa de la "seguridad nacional", auspiciada por el gobierno de
Estados Unidos y considerada entonces por los crculos castrenses del continente como "nico bastin
5
terico confiable en la lucha contra el marxismo . Era preciso salvar el "alma nacional", el conjunto de
valores que constituan el se r de Chile. Las declaraciones del General Gustavo Leigh y del Almirante
Jos Toribio Merino (miembros ambos de la Junta de Gobierno) desde los primeros das, fueron muy
claras al respecto. Esta misin requera tiempo, todo el que fuese necesario.
Hay que tener en cuenta la cultura y status social de los militares chilenos. Su cultura, de
tradicin prusiana en el Ejrcito y britnica en la Armada, era la de jerarqua y orden, todo lo contrario de
lo que haba mostrado el Chile de la ltima dcada. Adems, reclutadas entre la clase media, las
Fuerzas Armadas chilenas tenan un fuerte resentimiento contra el mundo de la elite civil y poltica en
especial, la que por dcadas haba mantenido hacia ellas y sus valores una actitud irnicamente
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desinteresada , la que se expres en la progresiva disminucin de los presupuestos militares,
7
particularmente durante el gobierno de Eduardo Frei Montalva . La revancha contra los polticos, a los
que se reprochaba, no sin razn, el haber contribuido a precipitar la crisis, se transform en un ataque
contra el sistema democrtico mismo.
Las actitudes de la derecha chilena y el centro demcratacristiano tambin incidieron en la
consolidacin autoritaria.
La derecha tradicional haba visto sus ideas e intereses cuestionados y perjudicados durante los
gobiernos de los Presidentes Frei y Allende, hasta el punto de temer sobre su existencia como clase y
eso no lo perdonaba. Ahora quera terminar definitivamente con las utopas igualizantes que, en sus
versiones comunitaria y socialista, la haban amenazado: y consecuentemente apoyaban la idea de una
dictadura militar larga. La Democracia Cristiana en tanto, con la que algunos militares haban
simpatizado hasta el gobierno de Frei, apareca a sus ojos como utilizndolos. Inducindolos primero al
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golpe de Estado y luego retirndoles su apoyo para quedarse finalmente con el poder . la simpleza del
raciocinio, ampliamente difundido por lo asesores civiles de derecha, no le quitaba fuerza.
Pero la nueva orientacin que caracteriz al segundo momento del gobierno militar obedeci,
fundamentalmente, a que tomaron importancia dentro de ste, grupos de derecha renovada. Esta estaba
representada, en lo poltico, por elementos nacionalistas, como el hbil abogado Pablo Rodrguez Grez,
pero principalmente por el "Gremialismo" y los llamados "Chicago Boys".
El "Gremialismo", originalmente fue un grupo de jvenes de derecha formados en la Universidad
Catlica de Chile (UC) y dirigidos por el entonces estudiante Jaime Guzmn, un conservador devoto y
crtico de la democracia liberal. Bajo el discurso del apoliticismo, sostuvieron en un comienzo ideas
prximas al franquismo de la primera poca, para ir derivando, despus de 1973, hacia la idea de una
"democracia protegida". Seran el ncleo poltico pensante del rgimen militar y estaran tras la
9
Constitucin de 1980 .
5
Cfr. Joseph Comblin "La doctrina de la seguridad nacional" en Dos ensayos sobre seguridad nacional, Santiago, Arzobispado de
Santiago-Vicara de la Solidaridad, 1979, pp. 13-205.
6
Sobre la actitud de la Democracia Cristiana frente a las Fuerzas Armadas ver: Andrea Ruiz-Esquide: Las Fuerzas Armadas
durante los gobiernos de Eduardo Frel y Salvador Allende, documento de trabajo, CED, Stgo. 1993.
7
Arturo Valenzuela: El quiebre de la democracia en Chile, Santiago, Ed. FLACSO, 1989 , p. 78
8
Augusto Pinochet Ugarte: Camino recorrido, Santiago, Ed. Zig-Zag, 1991, T. 2 , p. 23.
9
Sobre el gremialismo ver: Andrea Guzmn, El movimiento estudiantil de reforma y el Gremialismo en la poca de la Reforma
Universitaria (1959-1967), Tesis de Grado, Instituto de Historia UC, Stgo., 1990.
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Sobre los Chicago Boys ver: Sofa Correa: "Algunos antecedentes histricos del proyecto neoliberal en Chile (1955-1958)" en
Opciones N" 6, mayo-agosto de 1985. Tambin: Juan Gabriel Valds: La Escuela de Chicago, operacin Chile, Buenos Aires, Eds.
Grupo Z, 1989.
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El segundo documento apuntaba hacia el modelo liberal auspiciado por los economistas del
grupo de los "Chicago Boys". Estos, apoyados por la Armada de Chile, tuvieron poder dentro del rgimen
desde el momento del golpe de Estado, pero no ingresaran al gabinete ministerial hasta julio de 1974
con Jorge Cauas. El control del grupo sobre el aparato econmico se hizo absoluto el ao siguiente,
cuando su figura ms representativa, Sergio De Castro, fue nombrado Ministro de Economa. En
diciembre de 1976, De Castro reemplazara a Cauas en Hacienda, el ministerio clave del sector
11
econmico. Tras los "Chicago Boys" estaban sectores de empresarios jvenes que haban consolidado
"grupos econmicos" durante el gobierno de Eduardo Frei Montalva, actuando con una audacia y usando
tcnicas de administracin de empresas desconocidas previamente en Chile.
Los "Gremialistas", entre los cuales se reclut la segunda generacin de "Chicago Boys" liderada
por Miguel Kast terminando con sus vagas aspiraciones econmicas corporativistas, pasaron a apoyar
firmemente el ordenamiento liberal, ayudando a imponerlo como proyecto econmico oficial despus de
1975. Ese ao los Chicago Boys, monetaristas y partidarios de la libertad absoluta de mercado,
impusieron una poltica de "shock" destinada a la reconversin privatizadora de la economa chilena.
Convencidos de que su carcter progresivamente estatizante, que se arrastraba desde la crisis mundial
de 1929 pero que haba tomado gran impulso durante los gobiernos de Frei y Allende, era la causa
estructural de sus crisis recurrentes y su incapacidad para enfrentar el desarrollo que demandaba el pas,
decidieron alterarla drsticamente.
El tiempo transcurrido ha mostrado que el diagnstico de los "Chicago Boys" era el elemento
terico ms serio del proyecto histrico que se estaba configurando y sera en definitiva -en la forma de la
economa liberal que se ha consolidado despus de la transicin a la democracia- la gran herencia del
rgimen militar. Como dice el historiador britnico Alan Angell, significaba que: "la reduccin del sector
pblico, reducira la base de las presiones sectoriales o populares por concesiones gubernamentales; la
reorientacin de los excedentes hacia el mercado de capitales robustecera el respaldo a las polticas
militares y castigara a las fuerzas que se le opusieran. la apertura de la economa al libre mercado
proporcionara los medios para crecer, sin que hiciera falta apoyo estatal a sectores no competitivos, (y)
permitir que el nivel de sueldos fuera regulado por las fuerzas del mercado debilitara el poder de
negociacin poltica del movimiento sindical. Todos estos elementos se combinaran para eliminar uno
de los mayores propagadores de la intranquilidad social: la inflacin. (... ) Al mismo tiempo se
erosionaran las antiguas formas de lealtad poltica y se desarrollaran otras nuevas, nacionales y sin
12
distincin de clases .
Se impona as el modelo de liberalismo econmico y autoritarismo poltico. Esta era una
combinacin que fue presentada como necesaria, insistiendose que sin el autoritarismo militar el
experimento neoliberal -que significaba una verdadera revolucin- no hubiera podido llevarse a cabo. En
la nueva configuracin que tomaba el rgimen, aunque los militares seguan teniendo un rol muy
13
importante ("entre 1973 y 1986, fueron militares 56 de los 118 individuos que ocuparon carteras
14
ministeriales" ) seran los mencionados asesores y tecncratas civiles quienes realmente gobernaran,
entregando las directrices de largo plazo. Conseguir la legitimidad y continuidad mnima para imponer su
15
proyecto obligaba al rgimen a "perder la relacin primaria con el poder que lo origin" , intentar una
desvinculacin entre gobierno y Fuerzas Armadas, pero no en trminos absolutos. El elemento militar
servira a Pinochet para mantener el "control de la situacin contingente" y su presencia en cargos
pblicos consegua, al mismo tiempo, que los militares siguieran fieles al que consideraban "su" gobierno.
La implementacin de la relacin gobierno-Fuerzas Armadas fue uno de los mayores rasgos de habilidad
16
de Pinochet. Su rgimen fue un autoritarismo basado en una .alianza militar-tecnocrtica" .
11
No as otros grandes empresarios tradicionales que se opusieron a un neoliberalismo que significaba levantar las protecciones
aduaneras que favorecan a la industria chilena.
12
Alan Angell, Chile de Alessandri a Pinochet. En busca de la utopa, Santiago, Ed. Andrs Bello-CERC, 1993, pp. 98-99.
13
Carlos Huneeus y Jorge Olave: "La participacin de los militares en los nuevos autoritarismos. Chile en una perspectiva
comparada", en Opciones N 11 mayo-agosto de 1987 pp. 119-162 y Carlos Huneeus: "El ejrcito y la poltica en el Chile de
Pinochet. su magnitud y alcances", en Opciones N 14, mayo-agosto de 1988, pp. 89-136.
14
Arturo Valenzuela: "Los militares en el poder, la consolidacin del poder unipersonal" en: El difcil camino hacia la democracia en
Chile, Santiago, Ed. FLACSO, 1993, p. 85.
15
Augusto Varas, Los militares en el poder, Santiago, Pehun-Flacso, 1987, p. 51.
16
Oscar Godoy, "Algunas claves de la transicin poltica en Chile" en Estudios Pblicos, N 38, otoo de 1990, p. 144.
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17
Mara Dolores Souza y Germn Silva, Auge y Ocaso de Augusto Pinochet, Santiago, Ediciones del Ornitorrinco, 1988, p. 8.
Sobre las relaciones internacionales del Gobierno militar chileno, ver: Joaqun Fermandois: Chile y el mundo 1970-1973,
Santiago, Eds, Universidad Catlica de Chile, 1985.
19
Angell, Alan, Chile de Alessandri a Pinochet, p. 136. la cifra es la que entreg el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para
los Refugiados.
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mtodos represivos y la persecucin en su contra por parte del gobierno militar, se aline en la oposicin.
Su estrategia poltica fue "procurar el entendimiento de las fuerzas polticas y sociales democrticas con
las Fuerzas Armadas, para la restitucin de la democracia", debiendo mantener frente al rgimen una
20
"independencia crtica y activa" . Su actitud fue rechazada por el gobierno militar y atacada duramente
por la prensa de derecha como ambigua. Finalmente en marzo de 1977 (DL. 1697) el PDC fue disuelto,
sus bienes fueron confiscados, sus medios de comunicacin silenciados y algunos de sus dirigentes
relegados y despus exiliados. Desde entonces y hasta comienzos de la dcada de 1980, al igual que
los tcnicos, polticos e intelectuales de izquierda que permanecieron en Chile, los democratacristianos,
perseguidos laboralmente y denigrados por la prensa oficialista y de derecha, se refugiaran en las ONG
(Organizaciones No Gubernamentales), centros de investigacin y estudio financiados con dinero de
fundaciones internacionales.
El sector que pudo oponer ms resistencia al autoritarismo fue la Iglesia Catlica, que
encabezada por el Cardenal Ral Silva Henrquez, Arzobispo de Santiago, opuso a la violencia imperante
un mensaje y una prctica de reconciliacin. En octubre de 1973 auspici la creacin del Comit Pro
Paz, que reuna altos signatarios de varias iglesias y que se dedic a otorgar defensa a los perseguidos
polticos y trabajadores despedidos. En noviembre de 1975, el general Pinochet solicit perentoriamente
la disolucin del Comit. El cardenal Silva consinti en su trmino; pero decidi crear otra institucin: la
Vicara de la Solidaridad. La Vicara se transform en el refugio y defensa de los perseguidos polticos y
la nica institucin que se atrevi a enfrentar a la DINA y abogar abierta y claramente contra la violacin
de los derechos humanos.
Cuando se crey que la situacin estaba consolidada, el gobierno llev adelante el primero d e
varios intentos de fijar un calendario de institucionalizacin de su proyecto autoritario-neoliberal. El 9 de
julio de 1977, en una ceremonia realizada en el cerro Chacarillas, Pinochet fij metas y plazos para una
futura transicin a la democracia bajo conduccin militar. Los anuncios consolidaban institucionalmente
el modelo, el que -sin embargo- incorporaba caractersticas polticas al menos semi democrticas.
Representaba un triunfo, dentro del gobierno, del sector "Gremialista" y una derrota del sector opuesto a
todo intento de retorno a una administracin civil y una apertura poltica.
4. LA COYUNTURA DE 1978
El panorama pareca aclararse para el gobierno de Pinochet. Pero durante 1978 una serie de
nubarrones oscureceran este horizonte de triunfo y alteraran ese calendario. El asesinato planificado
por la DINA del ex canciller de Salvador Allende, Orlando Letelier, el 21 de septiembre de 1976 en
Washington, provoc profundos efectos.
El gobierno de Estados Unidos no toler un acto de esta naturaleza. Tras prolijas investigaciones
llevadas a cabo por el fiscal Eugene Propper, quien reuni pruebas fehacientes de que el crimen haba
sido llevado a cabo por la DINA, se pidi la extradicin de los responsables materiales e intelectuales,
21
incluyendo a Contreras y al sub director de la institucin, el entonces coronel Pedro Espinoza . Ante la
gravedad de la situacin, que despert rechazo dentro de las propias Fuerzas Armadas, Pinochet se
decidi a disolver la DINA y Contreras fue relevado de sus funciones en agosto de 1977, ascendindole
sin embargo, poco despus, a general. La DINA fue reemplazada por la Central Nacional de
Informaciones (CNI).
El gobierno decidi presentar el caso como un eslabn ms de una campaa internacional contra
el pas. En enero de 1978 se llam a una "consulta nacional" realizada sin registros electorales y estado
de sitio, para mostrar al mundo que pese a la agresin extranjera el pueblo chileno apoyaba a Pinochet,
quien la gan por un 75 por ciento del total de los votos emitidos segn el resultado oficial.
20
Carta de Patricio Aylwin (presidente del PDC) a Renn Fuentealba, El Mercurio, 14 de sept. de 1975, cit. por Eugenio Ortega:
Historia de una alianza poltica, tesis de licenciatura, UC. de Chile, mayo de 1992.
21
Sobre el asesinato de Letelier ver: Laberinto, escrito por el propio fiscal Popper y Eugene Branch, Ed. Pensamiento, Stgo. 1984.
La versin original, Labyrinth, fue publicada en EE.UU. por Viking Press en 1982.
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Con todo, el llamado Caso Letelier continu su curso. Fue as que despus de un feroz forcejeo
diplomtico, el 8 de abril de 1978 el gobierno opt por entregar a EE.UU. el asesino material de Letelier,
el norteamericano Michael Townley. A los pocos das, el general Contreras pasaba a retiro.
Pero el coletazo poltico mayor de la expulsin de Townley y todo el caso Letelier fue la
materializacin de una primera limitada apertura poltica real de la rgida dictadura chilena. El 11 de
Marzo de 1978 se levantaba el estado de sitio, que duraba desde el 11 de septiembre de 1973, aunque
continuaba un "estado de excepcin" que era slo levemente menos restrictivo. Pocos das despus fue
reemplazado a la cabeza del Ministerio del Interior el general Ral Benavides, cercano a Contreras, por el
civil Sergio Fernndez, cercano al Gremialismo. Se abra paso una hegemona civil ms acentuada.
Finalmente, para evitar futuras acciones judiciales contra responsables de violaciones a los derechos
humanos, el gobierno decidi dictar una ley de amnista para los delitos cometidos desde septiembre de
1973 hasta la fecha.
En otra perspectiva, la consulta del 4 de enero tambin haba perseguido subsanar graves
discrepancias que se haban producido al interior de las Fuerzas Armadas. El Comandante en Jefe de la
Fuerza Area, general Gustavo Leigh, estaba descontento desde haca varios aos. Sus razones eran
diversas e iban desde las de tipo personal hasta la objecin del hecho de que habiendo el rgimen
prometido originalmente un rpido trnsito hacia la democracia, se estaba en un lento camino hacia una
institucionalidad poltica (en el mejor de los casos) semi democrtica. Despus de la "consulta", a cuya
convocatoria se haba opuesto Leigh, creyndose fortalecido por la cada de Contreras, persisti sin
22
embargo en su actitud crtica del rumbo que llevaba la institucionalizacin . la pugna estuvo al borde de
ser resuelta por las armas. Slo en ltimo momento la FACH, que apoyaba institucionalmente a su
Comandante, sin haber conseguido solidaridad entre las dems ramas de las Fuerzas Armadas, decidi
no ofrecer resistencia. El 24 de julio de ese ao 1978, Leigh y la totalidad del cuerpo de generales, con
23
dos excepciones, pasaron a retiro . El general Fernando Matthei (una de las excepciones) fue nombrado
Comandante en Jefe de la FACH por el gobierno. Despus explicara su actitud en virtud de la situacin
internacional del momento.
Efectivamente, la situacin internacional de Chile en ese ao de 1978, iba a ser escenario de la
segunda y ms grave crisis cuasi blica acaecida en los aos del gobierno militar en Chile. la primera se
haba presentado con el Per en 1974 y obedeci a la voluntad de los militares gobernantes en ese pas
de aprovechar el aislamiento internacional de Chile y los problemas existentes entre ste y Bolivia, para
hacer realidad sus viejas reivindicaciones sobre la provincia fronteriza de Tarapac. Per adems estaba
muy bien armado merced a ventajosas compras en la Unin Sovitica. Pero el rgimen militar peruano
se desisti en ltimo momento. La nueva crisis, desencadenada en los ltimos meses del ao 1978 y
ahora con Argentina, consecuencia de la interpretacin de un fallo en materia de fronteras, sera ms
grave. Se estuvo al borde de un conflicto armado mayor. La guerra se evit por la presin
norteamericana y la accin mediadora del Vaticano. Se ha dicho, con justicia, que el gobierno chileno (el
propio Pinochet y su nuevo Canciller Hernn Cubillos, otro civil) manej bien esta crisis, aunque se debe
tener en cuenta que toda la situacin posiblemente no se habra producido de no haber existido
gobiernos militares a uno y otro lado de los Andes.
22
Que manifest explcitamente en una entrevista que le hiciera el peridico italiano Il Corriere della Sera y que apareci publicada
el 18 de julio de 1978.
23
Para conocer el caso Leigh, en versin de un cercano colaborador de Pinochet, ver: Sergio Fernndez, Mi lucha por la
democracia, Santiago, Ed. Los Andes, 1994, pp. 37-42.
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24
Cfr. Jos Piera, El cascabel al gato, Santiago, Zig-Zag, 1991, passim. Esta reforma represent uno de los logros modernizantes
hasta el momento verdaderamente exitosos del gobierno de Pinochet; logrado no sin oposicin, incluso de la propias Fuerzas
Armadas y que vino a solucionar el ms grave problema burocrtico propio del Chile anterior a 1973
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En esas circunstancias, otro grupo de juristas, bajo la direccin del Ministro del Interior Sergio
Fernndez, fue llamado para que intentara una nueva versin del texto constitucional. Pinochet
gobernara -sin parlamento y con facultades dictatoriales- hasta 1989. En 1988 un plebiscito decidira si
Pinochet (u otro candidato de] gobierno) continuara como Presidente, ahora con parlamento elegido
parcialmente, hasta el ao 1997. Slo entonces se realizara la primera eleccin presidencia
competitiva. En caso de perder el candidato gubernamental el plebiscito de 1988 habra elecciones
abiertas y competitivas en 19891 que fue en definitiva lo que ocurri.
Los economistas de gobierno anunciaban un prximo boom que presuman asegurara su triunfo
en el plebiscito que haba de llamarse en 1980 para la aprobacin del texto constitucional y los artculos
que regulaban la transicin. El crecimiento del PIB fue de un 8.3 por ciento en 1979. El dficit fiscal se
elimin, la inflacin cedi.
La Constitucin de 1980, en su versin original, consagraba una institucionalidad que en su
estructura definitiva (a regir despus de 1989 o 1997 dependiendo del resultado del plebiscito de 1988)
se acercaba a ser democrtica en muchas de sus instituciones, pero al mismo tiempo se desvinculaba a
esta forma de gobierno en lo que verdaderamente era su esencia: la libertad de optar y transar entre
grupos diversos. los mecanismos e instituciones claves que consagraba estaban destinados a que el
verdadero poder poltico siguiera en manos de las Fuerzas Armadas y los sectores ms conservadores
de la vida nacional, impidiendo el acceso al poder de grupos que amenazaran sus intereses; en particular
al crear un Senado "designado" en proporcin muy amplia, un consejo de Seguridad Nacional con
mayora militar y consagrar la imposibilidad del Presidente de la Repblica de remover a los
25
Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas. Tambin haca casi imposible todo cambio de su texto .
25
Sobre la gestacin de la Constitucin de 1980, ver: Fernndez: op. cit., pp. 122-167 (cap. IV)
Sobre la Unidad Popular y sus partidos durante las dcadas de 1970 y 1980 ver: Carlos Bascuan E. La Izquierda sin Allende,
Santiago, Ed. Planeta, 1990; adems: Mireya Dvila A.: Historia de las Ideas de la renovacin socialista, tesis de licenciatura,
Instituto de Historia Universidad Catlica de Chile, Stgo. 1994, indito.
27
"Documento de Marzo" en: Historia documental del PSCH 1933-1993, signos de Identidad, Concepcin, IELCO/Archivo Salvador
Allende, 1993, p. 200.
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Pero el "Secretariado Interior" no tena fuerza real. Ms importante era el accionar del PS en el
exterior ("Secretariado Exterior"). Este, bajo la direccin de Carlos Altamirano, se radic en Berln y
realiz los llamados plenos de la Habana en 1975 y el de Argel (el que en realidad se llev a efecto en
Berln), en 1978. En este ltimo Altamirano realiz un profundo viraje sobre los que haban sido sus
postulados durante la poca de la UP y posiblemente hasta cerca de 1977 a juzgar por las opiniones que
28
da en su libro Dialctica de una derrota, aparecido en Mxico en ese ao . la democracia liberal estaba
siendo revaluada, ms adelante pasara algo relativamente similar con la propiedad privada y un
liberalismo econmico moderado. Ahora Altamirano -que haba vivido la experiencia en Alemania del
Este de contemplar de cerca un "socialismo real"- sostena que: "los elementos de formalismo que
29
caracterizan a la limitada democracia burguesa, no invalidan el concepto mismo de democracia" .
Viniendo de quien venan, esas palabras constituan un cambio gigantesco; se trataba de un lenguaje "de
30
renovacin". Planteaba tambin la necesidad de una convergencia con el PDC .
El problema de fondo que quedaba planteado a raz del viraje de Altamirano y los socialistas
externos era el de la existencia misma de la Unidad Popular. Todo cambiaba con la nueva lectura
ideolgico-poltica del Pleno de Argel. Pero la Direccin Interior no estaba dispuesta a ir tan lejos. La
apoyaba adems, desde el exterior, quien se perfilaba ya desde 1974, como el gran rival de Altamirano,
Clodomiro Almeyda, una figura grata a los comunistas. Estos, por su parte, buscaban constituirse en la
31
fuerza hegemnico dentro de la Unidad Popular
El hecho es que en su congreso de 1979 la "Seccin Interna", descontenta con el nuevo rumbo
del Secretariado Exterior despus del pleno de Argel, reemplaz como secretario general del partido a
Carlos Altamirano. Este respondi con otro congreso, reunido ahora en Pars (conocido entre los
socialistas de hoy como el XXIV Congreso) el que desconoci los acuerdos del congreso interno de 1979,
acusando a su vez a Almeyda de intentar "imponer una ortodoxia presuntamente marxista-leninista
trasnochada y anti histrica, contraria a la actual tendencia del movimiento revolucionario mundial, por su
32
carcter antidemocrtico" . Entonces Altamirano fue expulsado por el "Secretariado Interno". las
posiciones se haban invertido, los radicalizados eran ahora los "internos" y los moderados los "externos".
Pero, desde nuestro punto de vista, lo que nos interesa es destacar que el proyecto histrico que
caracteriz a la Unidad Popular se desintegr. Y que este cambio, despus de 1988, tendra
consecuencias para la historia de Chile casi tan importantes como la consolidacin del proyecto
econmico social del rgimen militar y la derecha. Las nuevas circunstancias haran posible, la alianza
poltica del PS con la Democracia Cristiana, el triunfo presidencia de la Concertacin en 1989 y el
retorno de Chile a la democracia poltica.
El hecho es que en 1979 ya no haba UP. Exista un PS renovado dirigido todava por Altamirano
y otro, cercano al PC, con ms militancia dentro de Chile.
La historia de la evolucin del Partido Comunista durante estos aos es bastante ms sencilla.
Con un Mosc todava como Meca del Comunismo mundial, su proyecto histrico continu siendo el
marxismo leninismo de tipo sovitico.
Para el PC, la principal causa del fracaso de la UP fue la no obtencin del poder total debido a la
accin del imperialismo y lo que su Secretario General, Luis Corvaln llam "dos tipos de errores: unos
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de derecha y otros de izquierda, que en buena medida se entrelazaban . Vale decir, no haber sido ms
duros con la contra revolucin y, al mismo tiempo, con el infantilismo de izquierda (MIR y el PS dirigido
por el Altamirano de la poca).
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10
Pese a la represin iniciales PC conserv en el Chile post golpe una estructura poltica. la Comisin
Poltica se haba "autocongelado" en 1973. Pero una vez eliminado el MIR, como vimos, se transform en el
blanco privilegiado de la DINA y otros grupos represivos del rgimen militar. Con todo, an as, logr
mantener una estructura unitaria.
Sobre la base de la caracterizacin del rgimen de Pinochet como fascista, el PC mantuvo hasta 1979
una estrategia -remontable hasta el VIl Congreso de la Komintern de 1935- destinada a constituir una alianza
tctica con todas las fuerzas sociales antifascistas, incluyendo religiosos, comerciantes, industriales no
fascistas, las propias Fuerzas Armadas y desde luego los partidos de clase media. Su trabajo haba de ser
fundamentalmente de concientizacion, oponindose a cualquier accin armada, la que se pensaba que slo
servira para consolidar al bloque militar-derechista gobernante. Despus del quiebre de Partido Socialista y
su parcial "renovacin", durante los aos 1979-1980, el PC cambi de tctica. En las nuevas circunstancias,
la anterior pareca inviable. Por otra parte, sectores importantes de su militancia juvenil, como protesta por lo
que consideraban una postura blanda del PC hacia la dictadura, haban estado emigrando hacia lo que
quedaba del MIR que intentaba renacer por esos aos. Adems, la aprobacin de la Constitucin de 1980,
que significaba la voluntad de Pinochet de permanecer en el poder por mucho tiempo ms, obligaba a
repensar la tctica sostenida, hasta entonces.
El 4 de septiembre de 1980 Luis Corvaln, en un discurso pronunciado en Mosc, dise una nueva
estrategia. Ahora se optaba por la oposicin armada a la dictadura. la nueva lnea los acercaba al MIR y al
sector radicalizado del PS, llevando posteriormente a la formacin del "Frente Patritico Manuel Rodrguez".
De esta manera, 1980 se transform en un; ao clave en la evolucin de la izquierda marxista chilena.
Un sector socialista (dirigido "por quien era tradicionalmente el lder ms radical: Carlos Altamirano.) tuvo una
renovacin socialdemcrata. Otro sector se aline con un Partido Comunista que estaba dispuesto a entrar a
luchar contra el rgimen militar por la va armada.
Las nuevas circunstancias significaban, repitmoslo, la desaparicin de la Unidad Popular y con ella de
uno de los tres proyectos histricos que se haban disputado la conduccin de la historia de Chile desde 1958.
La Democracia Cristiana, en clara oposicin al rgimen militar desde fines de 1973, guardaba un perfil
bajo y hasta la "consulta" de 1978, pareci conservar la esperanza de una salida pactada y pacfica, en un
plazo breve. la "consulta" y los sucesos de 1978 la desengaaron. Pareca muy debilitada: un aparato
partidista semi tolerado por el rgimen, apoyado por algunos grupos de estudio, que - sobreviva
precariamente. la figura y prestigio del ex Presidente Eduardo Frei era su principal capital poltico, el que le
permita mantener el apoyo de un segmento significativo de la opinin pblica de oposicin.
la Democracia Cristiana conservaba su unidad. Haban sectores que divergan dentro de la DC, pero
nada parecido al panorama de desintegracin del PS y los dems partidos de la ex Unidad Popular,
excluyendo (relativamente) al Comunista. De hecho, uno de los grandes fracasos polticos del gobierno militar
y en particular del Gremialismo fue el no lograr arrebatarle, de modo definitivo, su base de clase media a la
Democracia Cristiana.
Movimiento sindical contrario al rgimen, o simplemente independiente, no existi prcticamente
durante estos primeros aos, excepto algunos sindicatos de la gran minera del cobre. Las organizaciones
sindicales que existan o se atrevan a manifestarse eran cpulas manejadas desde el gobierno. Las
estudiantiles eran nominadas por las rectoras de las diversas universidades intervenidas y eran
incondicionales al rgimen militar. Grupos aislados fueron creando sin embargo una cultura juvenil de rechazo
a la realidad existente.
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Una serie de errores macroeconmicos del equipo capitaneado por De Castro, al perpetuar la
mantencin artificial de un precio bajo del dlar, sumados a la recesin mundial que se produjo ese ao,
llev a una cadena de quiebras que comenzaron por algunas de las industrias ms grandes del pas y
culminaron con las de algunos de los mayores bancos particulares. El pasivo de todo el sistema bancario,
descontando capital y reservas, superaba los seis mil millones de dlares de la poca. La cesanta se
dispar hasta ms de un 20 por ciento nominal y un porcentaje real bastante ms alto (quizs hasta un 30
por ciento). El PIB que haba venido subiendo desde 1976 cay en un 14,1 por ciento en 1982 y otro 0 " 7
por ciento en 1983. El Estado tuvo que socorrer con miles de millones de dlares al aparato financiero en
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quiebra. Era el fin del boom y naturalmente esto tendra sus consecuencias poltica
Pero la magnitud de la crisis y sus efectos sociales provocaron que los trabajadores del cobre,
que ya haban manifestado algn malestar laboral los aos anteriores llamaran a un paro y "protesta"
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contra el gobierno . Se trataba de una accin originalmente muy limitada, pero sus efectos fueron
sorprendentes, no slo protestaron los mineros en una accin que dur slo un da (11 de mayo de
1983), sino que se acoplaron espontneamente sectores amplios de la sociedad civil.
En el mismo pas que en 1980 haba entregado un aparente amplsimo apoyo a Pinochet, la ola
de "protestas" cundi incontenible. Estas "protestas" peridicas abarcaron un perodo de ms de dos
aos. las primeras se dieron slo en Santiago, pero despus se extendieron por todo el pas.
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La sociedad civil y el mundo poltico se reactivaron a travs de las "protestas" iniciadas en 1983.
Aunque convocadas por sindicatos y despus organizaciones polticas y civiles, fueron, en lo esencial,
reacciones sociales espontneas, aunque ciertamente estaban relacionadas con la deblace econmica
de 1982 que prosegua. Tambin fue importante el hecho de que la crisis permiti el renacimiento de un
autntico movimiento estudiantil. Frente a las organizaciones designadas surgieron federaciones de
alumnos universitarios y secundarios en abierta rebelda ante el rgimen.
El colapso econmico de 1982 no slo fue fundamental en el nacimiento de las "protestas",
favoreci asimismo la nueva estrategia subversiva del PC ("Frente Patritico Manuel Rodrguez") el
renacido MIR y el "MAPU Lautaro". Estos, en lo que tenan propiamente de lucha guerrillera, nunca
llegaron a representar un peligro para la solidez del rgimen militar; pero realizaron una serie de acciones
espectaculares qu culminaran en el intento de asesinato de Pinochet en 1986 y una internacin masiva
de armas en la playa de Carrizal Bajo, a unos setecientos kilmetros al norte de Santiago.
La nueva situacin signific tambin la prdida de protagonismo de la Iglesia Catlica como
defensora de los derechos humanos. Ahora desempeara otro rol, el de mediadora entre el gobierno y
una oposicin que pareca consolidarse. Esto se explica por el cambio en las condiciones objetivas y, en
menor medida, porque buscando la reconciliacin nacional, al llegar la edad de jubilacin del Cardenal
Ral Silva Henrquez, el Vaticano decidi nombrar como Arzobispo de Santiago, el puesto de ms
representatividad del clero chileno, a un hombre de acuerdos. El futuro Cardenal Juan Francisco Fresno.
La tarda respuesta poltica del gobierno militar ante las protestas, que en 1983 parecan
incontenibles, fue nombrar en el Ministerio del Interior a Sergio Onofre Jarpa. Su tarea era negociar con
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la oposicin "democrtica". Con Jarpa la antigua clase poltica volva al Palacio de la Moneda .
Naturalmente el nombramiento de Jarpa como Ministro del Interior, aunque abra una esperanza,
no significaba la solucin inmediata para el problema de las "protestas" y una posible apertura
democrtica. Adems, estaba por verse cuanto poda influir Jarpa en la voluntad de Pinochet.
En tanto, la oposicin formal, los partidos polticos, lanzaron la estrategia de la "movilizacin
social". No caba otra actitud que encauzar la situacin; las "protestas" deberan culminar en un
desplome del rgimen. Se form asimismo un "Comando Nacional de Trabajadores", destinado a
coordinar la accin sindical y laboral a nivel nacional en el mismo sentido.
Tambin comenzaron los esfuerzos de los partidos de oposicin por unirse. La clave era
conseguir un acuerdo formal entre el Partido Socialista "renovado" y la Democracia Cristiana. A este
acuerdo se esperaba que se integraran los dems partidos de la ex UP, excepto el Comunista. Entonces
se podra entrar a negociar con el gobierno militar y saber a que atenerse. Ya en febrero de 1983 se
haban reunido una serie de personalidades de los partidos Radical, Demcrata Cristiano, Socialista, e
incluso algunos antiguos conservadores y liberales, redactando un "Manifiesto Democrtico". Un llamado
"que servira de germen" a los posteriores acuerdos que se lograran los aos siguientes entre los
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sectores polticos democrticos chilenos .
Finalmente los partidos de la oposicin constituyeron la Alianza Democrtica (AD) y "pidieron la
renuncia de Pinochet, la eleccin de una asamblea constituyente y un pacto social amplio que
40
supervigilara el retorno a la democracia" . S e trataba de una ingenuidad; el rgimen saba de sobra que
tena todava suficientes recursos para mantenerse en el poder, aunque se fuese pagando
progresivamente una precio poltico ms alto.
38
Para la versin de Pinochet sobre el dilogo de 1983 cfr. Camino recorrido, t.3, v.1, Caps. IV, V
Ascanio Cavallo et al., La historia oculta del rgimen militar, Santiago, Ed. la Epoca, 1989, p. 305 Para conocer el texto completo
del "Manifiesto Democrtico" cfr.: Gabriel Valds, Por la libertad, Santiago, 1986, pp. 315-322
40
Alan Angell, Chile de Alessandri a... op. cit., p 122
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41
Ibid. p. 123
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Tras difciles negociaciones, de las cuales slo se excluy al MDP que no estaba dispuesto a
renunciar a la va armada, el "Acuerdo Nacional" se firm en agosto de 1985. La clave de su concrecin insistimos- fueron las seguridades que los demcrata cristianos y algunos socialistas dieron a los
empresarios y polticos de derecha, de que el trnsito hacia la democracia que se propona no pretenda
una revolucin socialista, ni siquiera se eliminara el sistema neoliberal como base econmica de la
sociedad chilena, a pesar de que en el texto se mencionaba una "economa mixta". Esa opcin se
respetara luego de la eleccin del Presidente Patricio Aylwin en 1989.
Pero el gobierno militar ignor el Acuerdo Nacional y parte de la derecha tambin, en particular la
Unin Demcrata Independiente (UDI), partido poltico que naci de la estructuracin poltica formal, el
ao 1984, del "Gremialismo".
Por otra parte, la economa comenzaba a recuperarse bajo la conduccin de Hernn Bchi, un
economista neoliberal menos dogmtico que De Castro o Cauas. Bchi, sacando lecciones del fracaso
de stos, logr que, a partir de 1985, los ndices macroeconmicos, en especial el de crecimiento del
producto nacional, subieran apreciablemente (en promedio 5 por ciento entre 1985 y 1988 inclusives).
Baj adems la cesanta y la inflacin y nuevamente pudo hablarse del xito del "modelo". Esta
42
evolucin ha sido calificada como "desde el neo liberalismo radical al neoliberalismo pragmtico" .
Fue as que hacia comienzos de 1986 el rgimen militar haba superado la crisis y las nuevas
circunstancias fortalecieron en ste la confianza en ganar el plebiscito de 1988.
42
Eduardo Silva: "La poltica econmica del rgimen chileno durante la transicin" en: Drake, Paul y lvn Jacksic, El difcil camino a
la democracia, Santiago, FLACSO, 1992, pp. 193-241.
43
Ortega: op. cit.: pp 284-302.
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La Concertacin llam a toda la oposicin a inscribirse en los registros electorales. El nacimiento, en torno
a la figura del socialista Ricardo Lagos, de un partido poltico "instrumental" (que luego se convertira en
permanente) el Partido Por la Democracia (PPD), al cual se integraron incluso figuras de derecha, consolid la
opcin de participar en el plebiscito de 1988 ya tomada por el PDC y el PS renovado. Finalmente, tambin en
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febrero del ao 1988, el propio MDP (excepcin hecha del Partido Comunista ) tambin se avino a participar en el
plebiscito.
Ante el desafo, Pinochet hizo retornar a Sergio Fernndez al Ministerio del Interior. El hombre del
plebiscito de 1980 era colocado nuevamente en calidad de estratega para ganar ste de octubre de 1988, a cuyo
objeto deba coordinar todo el aparato del estado. Pero las circunstancias eran muy diferentes; el Chile de 1980
estaba en pleno boom econmico y el recuerdo de la anarqua de 1972-73 estaba an fresco. No haban ocurrido
el desplome de la economa de 1982, ni las protestas, y la opinin pblica tena mucho menos conocimiento de las
violaciones masivas a los derechos humanos ocurridas durante los primeros aos de la dictadura. Ahora exista
adems una pequea derecha democrtica y una limitada prensa de oposicin.
En agosto de 1988, los comandantes de las cuatro ramas de las Fuerzas Armadas, vale decir el poder
legislativo, eligieron al general Pinochet como candidato a la Presidencia de la Repblica para el plebiscito a
realizarse. Frente a su nombre la ciudadana deba pronunciarse por el "S" o por el "No". Se levantaron los
estados de excepcin.
El plebiscito del 5 de octubre de 1988 se llev a cabo correctamente. Incluso la oposicin tuvo un limitado
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pero decisivo acceso a la televisin durante las semanas previas . El recuento de los votos, hecho sobre la base
de registros electorales correctos, fue limpio.
Finalmente, despus de varias horas se dio a conocer el resultado. El "No" haba triunfado por un 54,71%
de los votos sobre un 43,01, por el "S", con una participacin ciudadana altsima, un 92 por ciento de los inscritos.
Habra elecciones competitivas y libres en 1989. El rgimen militar se extingua y se abra un proceso de
democratizacin.
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A los sectores de gobierno les cost elegir un candidato a Presidente de la Repblica. Dentro del
oficialismo muchos porfiaban porque fuera Pinochet, pero eso significaba intentar una carta ya jugada y
perdida; peor todava, significaba su renuncia a la Comandancia en Jefe del Ejrcito, y conocedor el
general donde estaba la base de su poder, as como que venan tiempos complejos, se neg. Por lo
dems, era difcil pretender que quien gobernara Chile como autcrata pudiera hacerlo ahora dentro del
respeto a las reglas de la democracia. Paradojalmente, su permanencia en la Comandancia en Jefe de
Ejrcito dara estabilidad a la transicin, pues impidi acciones espontneas de mandos medios (a lo
Tejero en Espaa o los "Carapintadas" en Argentina) durante el gobierno de Patricio Aylwin. As, aunque
a veces hostil y desafiante, Pinochet respet e hizo respetar, entre 1990 y 1994, la institucionalidad que
l mismo haba creado. Quien poda ser candidato del rgimen militar entonces? Finalmente, se opt
por el tcnico que salv el neoliberalismo, el ministro Hernn Bchi. Este no era un poltico, no le
gustaba la poltica y si acept fue bajo fuerte presin de la UDI -con la cual se identificaba relativamentey del propio gobierno.
El candidato de la oposicin a la elecciones presidenciales fue Patricio Aylwin, el Presidente del
Partido Demcrata Cristiano. La eleccin del Aylwin -que al principio despertaba reticencias, pues se
pensaba en una figura ms joven- fue un acierto. Lejos de ser una personalidad espectacular y brillante
(como el dirigente socialista Ricardo Lagos) era (y es) un poltico moderado de larga carrera y
experiencia. Haba sido tenaz opositor a Allende, pero despus tambin un activo enemigo de la
dictadura, siendo, de hecho, el generalsmo de la campaa por el "No" desde su cargo de presidente del
PDC en el plebiscito de 1988. Ponderado, estudioso, cauto y astuto, catlico observante; entregando una
imagen de seguridad y orden, Aylwin mostr como candidato lo mejor que haba caracterizado a la clase
poltica chilena antes de su debacle de 1970-73.
Sorpresivamente surgi un tercer candidato -que le quitara muchos votos a Bchi y pocos a
Aylwin- Francisco Javier Errzuriz. Su discurso, deshilvanado y populista, fue, en lo fundamental, anti
gubernamental.
La eleccin presidencial de diciembre de 1989 dio los siguientes resultados: Aylwin 55 por ciento;
Bchi 29 por ciento y Errzuriz 15 por ciento.
Sintetizando el significado del desenlace del rgimen de Pinochet, el economista Juan Andrs
Fontaine sealaba: "El plan poltico del gobierno militar funcion al fin, pero, irnicamente, lo hizo para
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beneficio de los partidos opositores . Pero tambin es efectivo que los opositores haban aceptado el
modelo neoliberal y gobernar con una democracia que todava no era plena. En esta combinacin, si
tcnicamente los economistas de gobierno se haban mostrado exitosos, los polticos opositores
mostraron haber aprendido de sus errores del pasado y actuaron con gran habilidad. Derrotaron en las
urnas al rgimen de Pinochet por sus graves violaciones a los derechos humanos, as como por el "costo
social" de la imposicin de la economa neoliberal, pero conservaron lo esencial de su modelo econmico
cuando ste demostr (en el perodo Bchi) transformarse en un instrumento de desarrollo eficaz,
logrando una revolucin en lo econmico social.
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Juan Andrs Fontaine, "Transicin econmica y poltica en Chile", Estudios Pblicos, N 50, Otoo 1993, p. 274.
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