El Surgimiento de Las Clases Obreras
El Surgimiento de Las Clases Obreras
El Surgimiento de Las Clases Obreras
Los disturbios ingleses de finales del siglo XVIII y dos primeras décadas del
XIX utilizaban como instrumento de presión «los actos de violencia, que
tendieron a convertirse en la regla más que en la excepción», como explica
G. Rude. La revolución francesa, con la ley de Le Chatelier de 1971, que
prohibía toda asociación gremial, influyó de forma determinante en la
decisión
Inglesa. En esa situación, los trabajadores, para presionar a los patronos,
recurren a la coacción violenta en su persona o sus propiedades. Durante
todo el último cuarto del siglo XVIII Inglaterra ve sucederse actos y revueltas
violentas de tejedores, marineros, esquiladores, obreros teloneros,
descargadores del puerto londinense, etc., que utilizan los motines y la
coacción física sobre sus empresarios. Los ataques comienzan a extenderse
hacia las instalaciones y las máquinas. Una década después, vendría la
aparición de los disturbios más importantes en toda la historia de la
revolución industrial. La ola principal del movimiento de protesta surge en
1811-1812. La mala racha de cosechas de cereales, los efectos depresivos
de la guerra napoleónica y las malas condiciones de trabajo, empujan a los
tejedores manuales a una reclamación de mayores salarios. Las
negociaciones se rompen.