Arlequín, Servidor de Dos Patrones
Arlequín, Servidor de Dos Patrones
Arlequín, Servidor de Dos Patrones
TRUFALDINO.- Ya que solo quiere saber quin soy, en dos palabras se lo digo:
soy el servidor de mi patrn. (Volvindose a ESMERALDINA.) Volviendo a lo
nuestro..."
PANTALEN.- Pero quin es tu patrn?
TRUFALDINO.-Un forastero que desea hacerle una visita... (Nuevamente a
ESMERALDINA.) Hablemos de matrimonio.
PANTALEN.- y quin es ese forastero? Cmo se llama?
TRUFALDINO. (Aparte.) Qu pesado! (A PANTALEN.) Mi patrn es el seor
Federico Rasponi, turins... quien enva sus saludos, quien est abajo, quien me
manda como embajador, quien desea pasar, quien me espera con la respuesta.
(Todos hacen gestos de sorpresa.) Satisfecho? Quiere saber algo ms?
(Nuevamente a ESMERALDINA.) En qu estbamos?
PANTALEN.- Ven aqu y habla conmigo! Qu demonios ests diciendo?
TRUFALDINO.- y si tambin quiere saber quin soy yo, me llamo TRUFALDINO
Batochio.
PANTALEN.- No me interesa saber quin eres! Quiero que me repitas quin es
tu patrn. Temo haber comprendido mal.
TRUFALDINO. (Aparte.) Pobre viejo! Debe ser duro de odo... (A PANTALEN.)
Mi patrn es el seor Federico Rasponi, de Turn.PANTALEN.- Sal
inmediatamente de aqu! Ests loco de atar!... El seor Federico Rasponi, de
Turn, muri!
TRUFALDINO.- muri?
PANTALEN.- Claro que muri! Desdichadamente para l...
TRUFALDINO. (Aparte.) Demonios! Mi patrn, muerto? Si lo dej vivo all
abajo! (A PANTALEN.) Debi ser un accidente... (Para retirarse) Con su
permiso...
PANTALEN. (Por TRUFALDINO.) Qu piensan de todo esto? Es un pillo o un
loco?
BEATRIZ.-Ya s: dicen que fui muerto en una ria. A Dios gracias, solamente fui
herido y, apenas cur, emprend el viaje hacia Venecia, que hace tiempo
concertamos.
PANTALEON.- No s qu decirle! Parece un caballero, pero tengo en mi poder
pruebas de que el seor Federico muri.
BEATRIZ.- Su duda me parece justa. Tengo cartas de cuatro amigos en comn.
Lalas y se convencer. (Le da cuatro cartas a PANTALEN, quien las lee con la
vista.)
CLARISA. (A SILVIO, bajo.) Ay, SILVIO! Estamos perdidos!
BEATRIZ. (Advirtiendo a BRIGHELLA, aparte.) Ay de m! Est Brighella! Qu
demonios hace aqu? Me va a reconocer. (A BRIGHELLA, alto.) Me parece
conocido, amigo...
BRIGHELLA.-En efecto, seor. No recuerda...? Un tal Brighella Cavichio, en
Turn.
BEATRIZ.- Ah, s... ya me acuerdo! (Se va acercando a BRIGHELLA.) Qu hace
en Venecia estimado seor?... (A BRIGHELLA, bajo.) Por el amor del cielo, no me
descubra!
BRIGHELLA. (A BEATRIZ, bajo.) No tema. (A la misma, alto.) Soy posadero, para
servirle.
BEATRIZ.- Ah!... A propsito, y ya que tuve la suerte de encontrarlo: me voy a
alojar en su posada.
BRIGHELLA.- Es un gran honor. (Aparte.) Qu se traer entre manos?
PANTALEN.-Comprendo: puesto que estas cartas hablan del seor Rasponi y
que es l quien me las presenta fuerza es creer.
BEATRIZ.-Y si queda alguna duda, aqu est el seorBrighella: me conoce y
puede asegurar quin soy.
BRIGHELLA.- Y as lo hago, seor.
PANTALEN.- Mi querido seor Federico, le presento mis excusas por haber
dudado.
CLARISA. (A SILVIO, bajo.) Infeliz de m! Qu ser de nosotros?
SILVIO. (A CLARISA, bajo.) Eres ma y te defender!
BEATRIZ. (Sealando a CLARISA.) Quin es esta dama, seor PANTALEN?
PANTALEN.-Clarisa, mi hija.
BEATRIZ.- La que est destinada a ser mi esposa?
PANTALEN.-La misma. (Aparte.) Ahora s que estoy en un problema!
BEATRIZ. (A CLARISA.) Permtame seora el honor de saludarla.
CLARISA. (Contenida.) Soy su devota servidora.
BEATRIZ. (A PANTALEN.) Muy framente me recibe.
PANTALEN.-Qu quiere! Es de naturaleza tmida.
BEATRIZ. (A PANTALEN, sealando a SILVIO) Y ese seor, es algn pariente
suyo?
PANTALEN. (Inseguro.) S... mi sobrino.
SILVIO. (A BEATRIZ.) No, seor, no soy su sobrino sino el prometido de la seorita
Clarisa.
BEATRIZ. -Cmo...? El prometido de la seorita Clarisa?
PANTALEN.- bueno, bueno... voy a aclararlo todo! Cre que era verdadera la
noticia de su muerte, entonces promet mi hija al seor SILVIO, en lo cual no veo
nada malo. Pero todava estamos a tiempo: es suya, si la quiere, mantengo mi
palabra. (A SILVIO.) No s qu decirle, seor SILVIO... con sus propios ojos vio lo
que sucedi, no puede acusarme de nada.
SILVIO.-No creo que al seor Federico le agrade tomar por esposa a una dama
que ya estaba comprometida.
seor FLORINDO slo estoy a prueba, y aunque durara solo un da, algo es algo.
Al fin y al cabo, nada se pierde con intentar. nimo! Vayamos al correo para los
dos. (Se pone en camino.)
SILVIO. (Llegando aparte.) Este es el criado de Federico Rasponi. (A
TRUFALDINO, detenindolo) Buen hombre..!
TRUFALDINO.- Seor...?
SILVIO.- Dnde est tu patrn?
TRUFALDINO.- Mi patrn?.. En esa posada.
SILVIO.-Ve rpido y dile que quiero hablar con l. Si es un hombre de honor, que
venga... que yo lo espero.
TRUFALDINO.- Yo, mi querido seor. ..
SILVIO. (Imperativo.) Ve en seguida!
TRUFALDINO.- Pero debe saber que mi patrn...
SILVIO.- Basta de rplicas!
TRUFALDINO.- y cul debe venir?
SILVIO.- Rpido o te apaleo!
TRUFALDINO. (Aparte.) No s nada! Voy a mandar al primero que encuentre!
(Entra en la posada.)
SILVIO.-No se podr decir jams que yo he retrocedido ante un rival. Si Federico
sali con vida una vez, no tendr siempre la misma suerte. Renuncia a toda
pretensin sobre Clarisa o habr de vrselas conmigo!
TRUFALDINO. (A FLORINDO, que lo acompaa, sealando a SILVIO.) All est
ese seor que echa fuego por todos lados.
FLORINDO. (A TRUFALDINO.) No lo conozco. Qu quiere de m?
TRUFALDINO.-No s nada.Voy a buscar las cartas. (Aparte.) No quiero ms
problemas. (Sale.)
FLORINDO. Voy a aclarar esto... (A SILVIO, alto:) Seor, Fue usted quien
pregunt por m?
SILVIO.- Yo? No tengo ni siquiera el honor de conocerlo.
FLORINDO.-Sin embargo, el criado que acaba de retirarse me dijo que con voz
imperiosa y con amenazas usted ha pretendido provocarme.
SILVIO.- Debe haberme comprendido mal: le dije que quera hablar con su patrn.
FLORINDO.- y bien, soy su patrn.
SILVIO.-Perdone, entonces. O su criado es igual a otro que vi esta maana o est
al servicio de otra persona.
FLORINDO.-Est a mi servicio; no lo dude.
SILVIO.- Siendo as, vuelvo a pedirle excusas.
FLORINDO.-No es nada. Estos equvocos son inevitables.
SILVIO.- Es forastero, seor?
FLORINDO.- Turins... a sus rdenes.
SILVIO.- Justamente tambin era turins aquel con quien yo deseaba
desahogarme.
FLORINDO.-Si es compatriota mo, puede ser que lo conozca, y si le ha causado
un disgusto, procurar que le d satisfaccin.
SILVIO.- Conoce a cierto Federico Rasponi
FLORINDO.- Ah... desgraciadamente le conoc!
SILVIO.-Pues pretende, por una palabra obtenida del padre quitarme a la seorita
que esta maana me jur fidelidad.
FLORINDO.- Tranquilcese, entonces: Federico Rasponi no puede quitarle su