BASILIA

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BASILIA

Buenos das, doa Prudencia!

Buenos, Basilia, qu se te ofrece?

Podra regalarme unas calabacitas?, me estoy muriendo de hambre.

No Basilia, slo me quedaron las que necesito para mi familia.

Noms regleme unas poquitas. Se lo agradecer mucho.

Est bien. Si me ayudas a barrer el patio te las dar


.
Gracias, doa Prudencia, mejor regreso otro da.

Pues, no que te ests muriendo de hambre?

S, pero tambin tengo sueo. Adis, seora!

Ella G. Alvarado Navarrete

Nmero de palabras en este texto: 78

LOS BURROS DE DON TOMAS

Don Toms compr cuatro burros. Mont en uno y volvi a su casa.


Por el camino los cont: uno, dos y tres. No contaba el que montaba.
Ya en su casa, dijo a su mujer:
Mira!, he comprado cuatro burros y traigo slo tres; me han robado uno.
Qu raro! dijo la mujer. T no ves ms que tres, pero yo veo cinco
Nmero de palabras en este texto: 68

DOA PIONES
Esfera y esferitas
para contar peritas,
esfera y esferones
para contar perones.

Esta era una vez una viejecita


llamada Mara del Carmen Piones.
Y esta viejecita viva asustada,
todo lo tema, todo la espantaba;
viva escapando de miedo en el da,
de noche dorma detrs de su cama.
Nmero de palabras en este texto: 50

LA GENEROSIDAD DE TOO

Mam, mam! Afuera grita desesperadamente un seor.


Me das una moneda de cinco pesos para drsela? pidi Too a su mam.
Con mucho gusto, hijo! Me agrada que seas tan generoso con tus
semejantes. Pero, dime, quin es esa persona a quien t quieres ayudar? le
contest la mam.
Too, muy complacido, le dijo: asmate a la ventana, mami, y t misma
podrs orlo.
La mam se asom, y vio a un seor que pasaba por la calle gritando:
Helados! Hay helados a cinco pesos! Ricos helados a cinco pesos!.
Nmero de palabras en este texto: 94

QUIN LE PONE EL CASCABEL AL GATO?


Habitaban unos ratoncitos en la cocina de una casa cuya duea tena un
hermoso gato, tan buen cazador, que siempre estaba al acecho. Los pobres
ratones no podan asomarse por sus agujeros ni siquiera de noche. No
pudiendo vivir de ese modo por ms tiempo, se reunieron un da con el fin de
encontrar un medio para salir de tan espantosa situacin.
Atemos un cascabel al cuello del gato dijo un joven ratoncito, y por su
tintineo sabremos siempre el lugar donde se halla. Tan ingeniosa proposicin
hizo revolcarse de gusto a todos los ratones, pero un ratn viejo dijo con
malicia:
Muy bien, pero quin de ustedes le pone el cascabel al gato?
Nadie le contest.
Nmero de palabras en este texto: 124
EL FUTURO
Paolino haba odo hablar del futuro.
Qu es el futuro?
Una cosa que todava tiene que venir.
Y cundo viene?
Viene, viene, basta con esperarlo.
Pero cmo hago para reconocerlo?
Esto es ms difcil porque cuando llega ya no es futuro sino presente.
Si estoy muy atento y lo oigo cuando est a punto de llegar, se es el
futuro?
Si lo oyes mientras est llegando, entonces s, se es el futuro.
Paolino cogi una silla y se puso a esperar pero lo distraan mucho los que
estaban a su alrededor: los padres, los parientes, los amigos de los padres y los
amigos de los parientes.
Entonces cogi la silla y la llev al cuarto de cosas viejas. All haba mucho
silencio. En cierto momento le pareci or unos pasos ligeros, deba ser el
futuro que se estaba acercando. Se volvi y vio un ratoncillo.
Por casualidad eres el futuro?
El ratoncillo se ech a rer.
Yo soy un ratoncillo, no ves que soy un ratoncillo?
Los padres tuvieron que llevarle la comida a ese cuarto porque Paolino no
quera ya bajar, sin antes haber visto llegar al futuro.
Despus de muchos aos, Paolino est todava all esperando. Ahora es mayor,
ya no es un nio, han pasado muchos aos y tiene una barba rubia muy espesa
y muy larga. No ha hecho nada bueno ni nada malo en su vida. La ha
consumido casi toda esperando al futuro.
Luigi Maleaba

Nmero de palabras en este texto: 243

CACAO DE CARTAS
Hola Mariona.
He pensado mucho en ti. Por eso te escribo. Te explicar cmo nos van las
cosas por mi tierra.
Has adivinado quin soy verdad? Has visto los sellos del sobre? Son de Costa
de Marfil, mi pas. S, has acertado, soy Kevin Guehi Kor. Desde que estuve en
tu pas en intercambio escolar, os echo mucho de menos, pero me ha gustado
encontrar de nuevo a mi gente y mi vida de aqu.
Estos das hay fiesta en casa. Es la mejor poca del ao, empieza la recoleccin
del cacao, y todo el trabajo y tesn de la gente, pronto se ver recompensado.
No te parece maravilloso?

Nmero de palabras en este texto: 112

MATRIOSKA
En la vieja Rusia, un fabricante de muecas construy una realmente hermosa.
Tan hermosa que decidi no venderla y la llam Matrioska.
Todas las maanas hablaba con ella, hasta que un da la mueca le contest,
anuncindole que quera tener una hija. El hombre construy otra mueca,
Trioska, igual a su madre.
Matrioska insisti en tenerla en su barriga, as que la cort por la mitad, la
vaci y meti en su interior a la pequea. La mueca madre se sinti feliz, pero
no as la hija, que tambin quera tener un beb en su interior. El hombre tall
otra mueca ms pequea, Oska, e hizo con Trioska lo mismo que con
Matrioska: partirla, vaciarla e introducirle a su hija. Pero Oska tambin quera
un beb. El fabricante decidi entonces construir un mueco, Ka. As ste no
podra decir que deseaba un hijo en su barriga. Con esta solucin, toda la
familia de muecos estuvo contenta para siempre.
Nmero de palabras en este texto: 159

DOS AMIGAS AMIBAS


Dos amibas vivan muy contentas en el estmago de Fausto, relativamente
cerca del ploro. Pasaban la vida cmodamente, coman muy bien y nunca
trabajaban: eran lo que se llamaba unas parsitas. Se queran mucho, eran
buenas amigas, pero de vez en cuando entraban en fuertes discusiones porque
tenan temperamentos muy distintos y cada una aprovechaba su ocio de
manera diferente: una era muy pensativa y siempre se preguntaba qu
sucedera al da siguiente; la otra, en cambio, era muy glotona, se pasaba el
da comiendo y prefera vivir con gusto cada instante de su vida sin pensar en
el
maana.
Una vez, a la hora de la comida, la amiba pensativa le platic a su compaera
lo que haba estado pensando esa maana:
A lo mejor le dijo el mundo que nos rodea, los ros, las montaas, los
valles, los grandsimos canales, el cielo, no son tan grandes como los vemos; a
lo mejor este mundo es muy pequeito y todos los que vivimos aqu no somos
ms que unos bichitos diminutos que estamos adentro de otro bicho ms
grande, y ese otro bicho est en otro ms grande y ...
La amiba glotona, que estaba comindose una lenteja gigantesca, le dijo que
eso no era posible y que consideraba una manera de perder el tiempo pensar
en esas tonteras.
Cuando Fausto termin el plato de lentejas que estaba comiendo, se tom una
medicina y las dos amibas desaparecieron.
Fausto y Enrique, su gordsimo invitado, se quedaron platicando de sobremesa.
Fausto deca que a lo mejor el hombre no era ms que un bichito diminuto que
viva adentro de otro bicho ms grandePero Enrique, que no haba acabado
de comerse su inmenso plato de lentejas, lo interrumpi:
Eso no es posible le dijo, y creo que es una manera de perder el tiempo
pensar en esas tonteras

Gonzalo Celorio

Nmero de palabras en este texto: 312

EL NARRADOR
Haba una vez un hombre a quien todos queran porque contaba historias muy
bonitas.
Diariamente sala por la maana de su aldea y cuando volva al atardecer, los
trabajadores, cansados de trajinar todo el da, se agrupaban junto a l y le
decan:
Anda, cuntanos lo que has visto hoy!
Y l contestaba:
He visto en el bosque a un fauno que tocaba la flauta y a su alrededor a
muchos enanitos con gorras de colores, bailando alegremente.
Qu otra cosa viste? le preguntaban los hombres que no se cansaban de
escucharlo.
Cuando llegu a la orilla del mar, a que no se imaginan lo que vi!
No, no podemos imaginar nada Dinos lo que pas a la orilla del mar!
Pues vi tres sirenas, s seores, tres sirenas que con un peine de oro
peinaban sus cabellos verdes.
Y los hombres lo amaban porque les contaba hermosas historias.
Una maana sali de su aldea como todas las maanas, pero cuando lleg a la
orilla del mar vio tres sirenas que, al borde de las olas, peinaban sus cabellos
verdes con su peine de oro. Y cuando lleg al bosque vio a un fauno que tocaba
la flauta, mientras los enanitos bailaban a su alrededor.
Esa tarde, al volver a su aldea, los trabajadores le dijeron como de costumbre:

Anda, cuntanos lo que has visto hoy

Nmero de palabras en este texto: 236

EL MONSTRUO DE LA OSCURIDAD
Antes de que el monstruo fuera mo
Vive en la oscuridad, bajo mi cama. De da se hace pequeo: pero por la noche,
en cuanto mam apaga la luz, se hincha. Slo sabe hincharse en la oscuridad.
Con la luz encoge.
Cuando an no ramos amigos, le tena mucho miedo. Incluso antes de que
mam viniera a besarme y a darme las buenas noches, cuando todava la luz
de la habitacin estaba encendida, ya tena miedo y jams me sentaba en la
cama con las piernas colgando. Deba tener cuidado especialmente despus
del bao, cuando iba descalzo. Entonces, saltaba de un solo brinco hasta la
cama, desde lejos, y me arrebujaba rpidamente.
En realidad tambin ahora me da un poco de miedo, pero no mucho. Tengo un
conjuro contra l, por si acaso. Cada noche sale de su caja, aunque yo la cierre
muy fuerte, la envuelva en un papel, la meta en una bolsa de plstico y la ate
con un cordel. Pero no le hace falta abrirla cuando quiere salir. Creo que sale
por los espacios que hay entre los tomos. Pap me lo explic. Toda la materia
est formada por pequesimos fragmentos adheridos entre s. Cantidad de
tomos. Solamente se ven a travs del microscopio. Los pequeos tomos no
estn pegados como las piedras en una muralla. Sino como si fueran personas,
separadas unas de otras pero con las manos fuertemente enlazadas. De forma
que se puede pasar entre ellas. Y esto es lo que hace el monstruo de la
oscuridad cuando quiere salir a travs del metal de la caja, del papel y del
plstico. Lstima que yo no pueda hacerlo. Si fuera como l, podra atravesar la
pared o el cristal.
El monstruo que habita bajo mi cama en la oscuridad no siempre ha sido mo ni
siempre se ha ocultado de da dentro de una caja. Al principio no lo conoca.
Recuerdo que mam.

Nmero de palabras en este texto: 326

RELATOS DE FANTASMAS
Era un seor que tena un castillo, y que le gustaban mucho los fantasmas. l
pensaba que para que vivir en un castillo sin tener fantasmas. Entonces su
mujer le dijo que podran pedir que les trajeran un fantasma desde Londres, y
que su primo les podra ayudar.
Al da siguiente el seor fue a la oficina del primo de su mujer, y l le ayudo. Le
dijo que un tal McCarthy le podra ayudar, y que le escribira en cuanto supiese
algo. A los pocos das recibi una carta que deca algo as. Un da llego el seor
Abrahams a su casa y le dijo que lo que quera era un poquito difcil y que por
lo tanto tendran que tomarse un frasquito, y empezaran a la una menos diez.
Entonces escogi la habitacin, y se encerr solo en la habitacin para
prepararlo todo. Cundo entraron ya estaba todo listo y le dijo que se tomara la
esencia. Entonces comenz a invocar a los fantasmas. De repente empezaron a
salir fantasmas. Cundo sali el ltimo fantasma el seor de la casa dijo que le
gustaba ese ltimo, y miro a su alrededor, y se dio cuenta de que les haban
robado. Resulta que el seor Abrahams era un ladrn muy famoso. Ah! Y en
cuanto al seor, perdi por completo la pasin por los fantasmas.

Nmero de palabras en este texto: 229

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