Apuntes Sobre La Historia Del Teatro Occidental 1
Apuntes Sobre La Historia Del Teatro Occidental 1
Apuntes Sobre La Historia Del Teatro Occidental 1
apuntes sobre
la historia del
teatro occidental
tomo 1
Roberto Perinelli
Perinelli, Roberto
Apuntes sobre la historia del teatro occidental / Roberto Perinelli ; con prlogo de
Jorge Dubatti. - 1a ed. - : Inteatro, 2011.
v. 1, 286 p. ; 22x15 cm. - (Historia Teatral)
ISBN 978-987-27365-2-1
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EDITORIAL
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EDITORIAL
> prlogo
ROBERTO PERINELLI
> introduccin
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ROBERTO PERINELLI
introduccin
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desde que Christopher Cellarius los estableci en el siglo XVII: edad antigua o
clsica (Grecia y Roma), ciclo medieval, poca barroca y renacentista, y perodo
contemporneo. Los lmites de comienzo y fin de cada uno estn puntualizados
en el libro, con el agregado, incluso, de las opiniones que dan fecha diferente a
los mismos hechos. Insistimos en que la aceptacin de la frmula de Cellarius
responde a razones de comodidad, esta fragmentacin es una gran ayuda para
la exposicin didctica, pero tambin porque se trata de conceptos muy
arraigados en el imaginario del alumno; romper con ellos significara la
aplicacin de un nuevo patrn histrico, poco conocido y con seguridad
novedoso para l, lo que operara con efectos ms desestabilizadores. Que
didcticos.
Admitimos, cmo no hacerlo, que la razn asiste a aquellos que opinan
que la historia no admite segmentaciones, que es un continuo, un proceso sin
quiebres sino con puntos de inflexin que producen modificaciones que ya
haban sido anunciados por sucesos anteriores: Carlomagno y su idea de
reconstruccin del Imperio romano, un importante cambio de rumbo de la
historia, es consecuencia de las victorias de su padre, Pipino el Breve, sobre los
lombardos. De no haber ocurrido esto, no habra ocurrido aquellos, o lo habra
sido de una forma diferente.
Hicimos hincapi, explcito e implcito, que en el gran teatro de occidente
se encuentran las bases que dieron origen a nuestra escena. Con este inters, el
de vincular nuestro teatro con esas fuentes, hemos recalcado, en algunos puntos
del relato, los signos evidentes de lo que hemos recogido como herencia,
indicando qu aspectos del fenmeno teatral de tal o cual pas se han repetido,
a veces con matices y en otras como rplicas, en el nuestro. Asimismo, cuando
la oportunidad se nos present propicia, hemos desviado el curso del relato para
referirnos a cuestiones del pasado que nos remiten al presente, una manera de
certificar que es imposible borrar de la actualidad escnica contempornea los
rastros de todo el teatro que se ha hecho en el mundo occidental.
Con el mismo acecho de la oportunidad, volcamos opiniones propias
entre un cmulo de criterios ajenos que, a veces, en funcin de su gran cantidad
y disparidad, sufrieron nuestra seleccin. Para los temas ms controvertidos
hemos escogido no todas las opiniones, propsito inalcanzable y adems intil,
sino algunas pocas que circulan alrededor de un criterio comn y otras, tambin
pocas, que se ubican en el otro extremo de esas opiniones. No desatendimos, en
la medida de lo posible, las posiciones intermedias, equidistantes de los
extremos y que, con frecuencia, son las que aplican mayor tino. El lector podr
discernir entre tanta posicin y sumar la propia, apoyada en la lectura de textos
y documentos que le suministramos en la amplia bibliografa.
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introduccin
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El lector advertir que las notas al pie se destacan por su parquedad, suelen
citar slo la fuente bibliogrfica de donde se ha extrado el concepto, por lo
general afirmado con un prrafo literal del autor. Tambin hemos usado las
notas al pie para aclarar trminos del lenguaje que por poco frecuentados, o por
provenir de cdigos cientficos, pueden resultar incomprensibles. Para estos
casos acudimos al diccionario de la Real Academia Espaola, que identificamos
con sus siglas, RAE. En muy raras ocasiones agregamos otra informacin, ya
que fue intencin que todos los testimonios, incluso los ms nimios, formaran
parte del cuerpo central del relato. Es nuestra opinin que las extensas notas al
pie, que desarrollan nociones que podran haberse aclarado ms arriba,
confunden o al menos fastidian la lectura.
Con el mismo sentido de claridad hemos prescindido de trminos
excesivamente acadmicos, que connotan slo para los expertos universitarios.
Es cierto que el mundo de la escena exige del uso imprescindible de algunos
vocablos tcnicos conflicto, acto, escena, personaje, etc., pero estos son
suficientemente asimilables, conocidos, incluso para el lego. Muchos de estos
trminos fueron usados cuando hicimos mencin de los textos dramticos que,
conviene prevenir, nunca fueron sujetos de un anlisis literario profundo,
porque esto hubiera ampliado la magnitud del trabajo hasta una extensin
desproporcionada. En algunos casos no nos qued otro recurso que ofrecer slo
un dato, la cita del ttulo y del autor, por la carencia de una traduccin al
castellano que nos ofreciera acceso al contenido de la obra (cientos de piezas
quedaron fuera de nuestro alcance por estas razones). En otros consideramos
merecida una mayor indagacin y aplicamos este criterio, siempre entre lmites
cautos, poco extensos, a la obra de Shakespeare, Molire, Lope, Ibsen, entre
otros creadores del fantstico teatro que gener occidente.
Con esta Introduccin, nos propusimos enterar al lector de los objetivos
del proyecto, de las causas que dieron origen a estos apuntes y de cules son sus
premeditados alcances y limitaciones. Pusimos en primer trmino la necesidad
de cubrir, con este aporte, una llamativa falta de materiales de estudio de la
historia del teatro universal. Nos conformamos con haber cumplido, siquiera en
parte, dejando para otros lo que resta, lo que a nosotros nos ha quedado en el
tintero en esta poca en que ya no hay tintero.
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el teatro en Grecia
captulo I
En el octavo libro de la Odisea se lee que los dioses tejen desdichas para que
a las futuras generaciones no les falte algo que cantar
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similares no opac a las olimpiadas, todo lo contrario, les dio a estas un lugar
preferencial, pues el atleta que triunfaba en ellas se consagraba para siempre,
recibiendo la corona de laurel de Zeus y premios y pensiones de sus ciudades natales,
orgullosas de tener entre los suyos semejante representante. Cada cuatro aos, la
celebracin de las olimpadas guardaba la capacidad de interrumpir guerras y
cualquier otra actividad para que todos los habitantes pudieran prestarle atencin.
El emperador romano Teodosio, fervoroso cristiano y por lo tanto contrario a
estas prcticas paganas, dictar su abolicin definitiva en el ao 339 de nuestra era.
A fines del siglo xix, tambin de nuestra era, el francs Pierre de Coubertin
(1863-1937) puso en marcha un proyecto de recuperacin de los juegos que, por
supuesto, imposibles de imitar, fueron diseados como sucedneos modernos,
poniendo nfasis en el rescate del espritu tico y deportivo que tuvieron en la
antigedad. La iniciativa floreci y en el ao 1896 se realizaron los primeros juegos
olmpicos contemporneos, que, por su valor simblico, se realizaron en Atenas.
Incluso algunas pruebas atlticas tuvieron lugar en el estadio de Olimpia,
obviamente remodelado, el mismo que alberg las competencias del primero y
legendario suceso.
En este perodo arcaico el Egeo es ya enteramente griego, reconocindose con
un nombre comn, la Hlade, nombre que algunos le dan solo a la parte continental
del territorio, el Peloponeso, y otros al conjunto que el Egeo forma con las islas
Ccladas y Creta. Incluso, como un signo de fortaleza nacional, en el siglo xi algunos
helenos se atrevieron a colonizar las ms prximas costas de Asia Menor, cercanas al
continente europeo, y reanudaron un activo comercio que a su vez fue reorganizando
la actividad de un mundo que haba vivido casi cuatro siglos de calamidad.
Los aristcratas (en griego aristoi, que significa los mejores), invocaron
antepasados micnicos gloriosos y se adjudicaron la posesin de las tierras ms
prsperas que antes pertenecan a los jefes de las aldeas. Nucleados en clanes, los
aristcratas mantenan con gran empeo su calidad de tal y cuidaban con esmero
el mantenimiento del linaje, admitiendo entre ellos solo un intercambio de
prestigio, tal como el matrimonio, acaso el nico vnculo que podra afectar la
pureza del clan. Los enlaces eran concertados de acuerdo con estas exigencias, de
tal modo que se aceptaba solo la permuta de mujeres, no de hombres, entre clanes
para concretar casamientos, sin preocuparse de modo alguno que existiera amor o
atraccin sentimental entre los cnyuges.
En lo poltico, los aristoi se fueron haciendo cargo de los gobiernos,
formando consejos, que le concedan a una figura, el Arconte Epnimo, el carcter
de magistrado principal. Su cargo responda a la voluntad eleccionaria de la
aristocracia, para lo cual tenan que presentarse como candidatos y superar un
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que la noticia tuviera circulacin, sino que a partir de un escrito el primero poda
informar al segundo sobre cualquier cuestin sin necesidad de esa coincidencia
temporal y situacional. La memoria (una virtud que, como veremos ms adelante,
fue patrimonio de los rapsodas, difusores de la cultura oral) adquiri, entonces, una
funcin distinta, parecida, por no decir similar, a la actual, donde nosotros
podemos prescindir de ella porque el olvido puede ser salvado por el dato que, en
vez de memorizar, hemos anotado en un papel.
El alfabeto que ingres al mundo griego en las fechas aproximadamente
descriptas, fue el precursor de la mayora de los alfabetos europeos modernos.
Necesit cuatro siglos para asimilar y amalgamar los alfabetos locales (hay que tener
en cuenta que la regin haba conocido y usado dos sistemas alfabticos anteriores,
el lineal A de los minoicos y el lineal B de los micnicos), de tal modo que, a
mediados del siglo IV se cuenta ya con un alfabeto nico de veinticuatro letras, que
se reconoce como el alfabeto griego clsico. A mitad del siglo III, Aristfanes de
Bizancio introdujo los tres acentos, alto, bajo y decreciente para marcar el tono o
el timbre de las palabras.
Alfa
Nu
Beta
Xi
Gamma
micron
Delta
Pi
psilon
Rho
Zeta
Sigma
Eta
Tau
Teta
psilon
Iota
Fi
Kappa
Ji
Lambda
Psi
Mu
Omega
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haba sometido a todas las colonias jonias del Asia Menor (con excepcin de
Mileto), pero bajo un rgimen benigno y de escaso rigor.
Ante el inquietante avance de los persas al mando de Ciro II (?-530), Creso
envi un mensajero al orculo de Delfos, que le respondi que si conduca un
ejrcito hacia el este y cruzaba el ro Halys, destruira un imperio. Alentado por el
vaticinio propicio, Creso organiz una alianza con Babilonia, Egipto y la ciudad
griega de Esparta, y cruz el ro. Sin embargo, las fuerzas persas derrotaron a la
coalicin en Capadocia, en la batalla de Ptera (546). De esta forma se cumpli el
pronstico, pero de modo contrario, con la destruccin del imperio lidio de Creso.
Apropiados del legado de Creso, los persas establecieron en Jonia una
satrapa, llamada Sardes, donde se acumulaban los tributos de las nuevas colonias
y se reciban las rdenes del poder central. Ya se dijo que las ciudades jonias
sojuzgadas por los persas se sublevaron en el 499, y solicitaron ayuda a las poleis
griegas del continente. Esparta se mostr reticente mientras Atenas y Eretria
respondieron con una incursin destructora sobre Sardes, a la cual saquearon e
incendiaron. Esta accin, que despert la clera del emperador persa Daro I (549485), dio comienzo a las ya citadas Guerras Mdicas. Al mando de un
monumental ejrcito, con la caballera como arma principal, Daro present batalla
en las llanuras de Maratn, desconocidas para l pero campo familiar para el
estratego ateniense Milcades (550-488), que le sali al encuentro y lo derrot.
Esta batalla de Maratn es donde pele Esquilo, donde muri su hermano y
a la cual celebr con su tragedia Los persas.
La victoria ateniense en Maratn [490], desde el punto de vista persa, para
el que no tenemos informacin escrita directa, seguramente no fue ms que
un desembarco fracasado [] Pero para los griegos, sobre todo para los
atenienses, que alcanzaron el xito sin la ayuda de otros, ser siempre el
acontecimiento ms memorable. Maratn era una victoria nacional sobre
un enemigo temible. Como tal, era el orgullo de todo ateniense, ms, siendo
Milcades un rico aristcrata, la batalla se celebraba con la satisfaccin de
algo propio en los crculos que sostenan sus puntos de vista. En los aos
posteriores los atenienses que no compartan la idea de una democracia
integral aoraban la batalla como una edad de oro. Maratn era un mito
nacional sin ser un mito democrtico, era el triunfo de la vieja Atenas, de su
infantera, todava no el triunfo de su marina. El haber luchado en Maratn
era la cumbre de la bsqueda del honor por un hombre. As los muertos
fueron enterrados en un nico tmulo, que an se eleva en el campo de
batalla, y el aniversario de la lucha se celebraba con un sacrificio de
trescientas cabras a Artemis [Diana para los romanos]. En el 425 Aristfanes
en Las nubes caracteriza a uno de sus audaces aldeanos no como uno de los
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embestida que Jerjes ejerci mediante una lluvia de flechas para no seguir
perdiendo soldados en combates cuerpo a cuerpo; una de ellas alcanz a Leonidas,
que muri honorablemente en el campo de batalla.
Las Guerras Mdicas continuaron en Salamina en una batalla que, como
Temstocles haba imaginado, fue naval y tuvo lugar en el 480. All Atenas puso en
juego su flamante flota, y triunf. La gloria de este combate fue, entonces, para
Atenas. Otros dos encuentros, los ltimos, Platea y Micala, volvieron a dar el
triunfo a los griegos y alejaron la amenaza de invasin persa a la Grecia continental
europea. La Paz de Calias dio definitivo final a la contienda en el 449. Persia debi
ceder posiciones y prohibirse la navegacin de las costas del Egeo, aunque los
vencedores griegos les permitieron seguir ejerciendo el comercio con las apoikias
griegas del Asia Menor.
Se ha interpretado, tal vez con exageracin, que si el resultado de las Guerras
Mdicas, que necesit de cinco grandes batallas, hubiera sido el inverso, hoy
seramos ms persas que griegos.
Atenas fue el producto de la unin de las doce pequeas poleis del tica y su
grandeza fue alimentada por el orgullo y el entusiasmo obtenido en las luchas
contra los persas. Hasta ah Atenas no haba contado con una tradicin heroica;
carece de importancia en la Ilada, donde segn el catlogo de naves aport solo
cincuenta, de las casi dos mil quinientas que asaltaron Troya, al mando de un
irrelevante Menesteo (incluso se sospecha que los atenienses figuran en este
catlogo mediante una interpolacin tarda).
La inexistencia de elementos legales que pusieran lmites a los privilegios
de los aristoi, que en la tan distinta Esparta haban sido proporcionados por
Licurgo, fueron aportados en Atenas por Dracn (650-?), quien sali al paso de
usos y costumbres para exigir la aplicacin, en el 621, de un cdigo muy severo
para castigar los delitos penales (sobre todo la justicia por mano propia), pero
dej de lado otras causas que siguieron permitiendo algunos excesos de la
aristocracia. Hesodo, como buen campesino que era, denunci en Trabajos y
das este estatus de excepcin para unos pocos, que haba llevado a la esclavitud
a muchos labriegos por la nica razn de no haber podido pagar el arriendo de
las tierras que trabajaban.
Ser Soln (638-558), designado arconte en el 594 y uno de los Siete Sabios
de Grecia19 Nada con exceso, todo con medida, quien provisto de amplios
poderes y asesorado por un comit de cuatrocientos ciudadanos el Arepago20,
pondr en marcha una serie de disposiciones que afectaron a todos los campos de
la actividad ciudadana y que comenzaron a generar las condiciones para la
aplicacin posterior de la democracia (gobierno del pueblo) en Atenas.
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Puso trmino [Soln], de una vez por todas, a la esclavitud por deudas;
redujo estas, limit la extensin de las propiedades [toda una revolucin,
que modific el concepto de propiedad privada], restituy las tierras que
haban sido perdidas por los deudores e hizo retornar al tica a los que
haban sido vendidos al extranjero21.
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cuatrocientos integrantes, pero solo como rgano consultivo. Los restantes cargos
institucionales, vestigios de las reformas de Soln, tambin se mantuvieron pero,
como el arepago, solo en condicin honorfica, sin poder de decisin poltica.
Sin embargo Clstenes, el segundo tirano, no pudo superar del todo las abiertas
diferencias entre el campo y la ciudad. Por cuestiones obvias de residencia, la Bul
legislaba con parcialidad, ya que sus miembros ms activos eran los atenienses
urbanos, pues ningn campesino poda distraer el cuidado de su hacienda para actuar
de manera continuada en una tarea poltica que, por otra parte, no era remunerada.
Se ha discutido mucho si el rgimen que comenz a construir Clstenes, y luego
afirm Pericles, puede ser llamado democracia. Tucdides transcribi el concepto que
de la democracia tena Pericles, volcado en el Discurso fnebre del gobernante.
Nuestra poltica no copia las leyes de los pases vecinos, sino que somos la
imagen que otros imitan. Se llama democracia, porque no solo unos pocos
sino unos muchos pueden gobernar. Si observamos las leyes, aportan justicia
por igual a todos en sus disputas privadas; por el nivel social, el avance en la
vida pblica depende de la reputacin y la capacidad, no estando permitido
que las consideraciones de clase interfieran con el mrito. Tampoco la
pobreza interfiere, puesto que si un hombre puede servir al estado, no se le
rechaza por la oscuridad de su condicin24.
Los que discrepan y alegan que a pesar de todo el rgimen no merece todava
llamarse democracia, indican que el sistema exclua a las mujeres, los residentes
extranjeros y los esclavos exgenos, que no tenan ninguna voz en la conduccin de los
asuntos pblicos. Y sabemos, como dice la escritora negra norteamericana Toni Morrison
(Premio Nobel 1993), que cada civilizacin, grande o pequea fue construida por los
esclavos, llamados con nombres diferentes, campesinos, peones, siervos25.
La sociedad griega no puede tomarse como un modelo de la nuestra
porque la democracia griega era una democracia hasta donde llega la voz,
como deca Aristteles. Era, adems, una democracia en que las mujeres y
los esclavos no votaban26.
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el teatro en grecia
El perodo clsico
No obstante los triunfos sobre los persas, los griegos debieron hacer planes
para proteger al Egeo de futuras aventuras. Por tratarse de cuestiones de mar,
Esparta, una polis mediterrnea, se mostr incompetente para acompaar la
gestin, de modo que la defensa y proteccin le correspondi exclusivamente a
Atenas, ahora potencia martima.
Atenas acept el desafo y con Pericles en el gobierno cre la Confederacin
Dlica, con sus cuarteles generales levantados en la isla de Delos. El organismo
obligaba a casi todas las poleis del Egeo a contribuir, en una magnitud acorde con
su importancia, a sostener la institucin con el aporte de barcos, hombres o dinero.
A pesar de estos propsitos de integracin, la fuerza de la realidad hizo que la
confederacin fuera dependiente de Atenas, ya que su contribucin era enorme
comparada con la del resto. Esta situacin se hizo ms clara cuando Pericles hizo
trasladar a Atenas el cuartel general y el tesoro acumulado en l, en atencin que la
ciudad contaba con mejores normas de seguridad para protegerlo que la vulnerable
isla de Delos. Las medidas, atendibles y lgicas, provocaron sin embargo el recelo
de las poleis asociadas y algunas amenazaron con la secesin, intentos que Atenas
siempre supo conjurar.
De ah en ms Atenas se transform en el centro, en esa ciudad se resolvan los
pleitos judiciales y las cuestiones polticas que involucraban a la totalidad de la
Hlade. El ttulo de capital de la Confederacin Dlica le caba a la perfeccin,
aunque los atenienses siempre se negaron a admitirlo, considerando que semejante
condicin los situaba como cabeza de un imperio, concepto que como ya se apunt,
era absolutamente ajeno a una mentalidad ahora total o parcialmente democrtica.
En este marco, surgi el recelo de Esparta, lo que dio lugar a la creacin de la
Liga del Peloponeso, integrada por poleis mediterrneas, ms afines con los dorios
espartanos.
En este punto se inicia el perodo que se reconoce como Clsico, Siglo de Oro
de Pericles o Edad de Oro de la Hlade, que se extiende por medio siglo, desde las
ya bastante mencionadas victorias sobre los persas hasta la Guerra del Peloponeso,
entre Atenas y Esparta, primera guerra civil griega que ser de largusima duracin,
veintisiete aos, del 431 al 404. La historia recoge en realidad este encuentro blico
como la primera guerra civil de occidente, aunque ya haba sido anticipada por
otras de menguada envergadura, entre ciudades de menor importancia que fueron
creando las condiciones de hostilidad para que se enfrentaran las dos grandes
potencias de Grecia.
En estos apenas cincuenta aos del siglo de Pericles prosper el gran
momento de la filosofa; de las artes plsticas; y de los grandes polticos, con, claro,
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Pericles a la cabeza. Es el tiempo del apogeo del teatro tico y de la obra de sus
grandes dramaturgos: Esquilo, Sfocles, Eurpides y Aristfanes.
Pericles, un declarado alumno del presocrtico Anaxgoras (500-428) y de
Zenn de Elea (490-430), manejaba con gran pericia el discurso y el razonamiento
sutil (el pensamiento lgico comenzaba a desplazar, lentamente, al pensamiento
mtico), y se propuso hacer de Atenas una ciudad excepcional, decidiendo que
buena parte de los fondos de la Liga Dlica fueran destinados a la reconstruccin
de los edificios daados por la guerra contra los persas, aumentando aun ms el
ornato y su magnificencia. Pese a los reparos de los aliados (a muchos de los cuales,
olvidando los cnones democrticos, Atenas tuvo que dominar por las armas), y de
los propios atenienses encabezados por Tucdides (460-395)27, el lder de los
aristcratas, que vean con malos ojos no solo estas medidas de embellecimiento
urbano, sino la propensin de Pericles para generar las bases de una democracia
participativa de todos los ciudadanos, que les restaban a los aristoi un poder que
haban mantenido hasta haca muy poco. No obstante los obstculos, Pericles
sigui adelante; se senta autorizado a usar los fondos de Delos por la razn de que
Atenas cargaba con el mayor peso del mantenimiento de la paz en el Egeo, para lo
cual deba disponer de barcos, tropas y estrategas. De modo que no dud en
continuar con su plan, teniendo como superintendente de obras al excepcional
escultor Fidias (480-430). Reconstruy el Partenn28, muy daado por los persas;
el purificatorio de Eleusis (la tradicin le otorga la fundacin de este lugar a
Dionisos y a Orfeo); el magnfico prtico de la Acrpolis, flanqueado por galeras
de pinturas; el Oden, cuya cpula se hizo a semejanza del palacio del rey de Persia,
y donde tuvieron lugar festivales de msica. Fidias recibi tambin, en el 394, el
encargo de realizar una gran escultura de Zeus para ser instalada en Olimpia.
Construida en marfil y oro (Fidias era un experto en el manejo de estos materiales,
como tambin del bronce), esta obra monumental, una de las siete maravillas del
mundo29, ocup el lugar designado, hasta que fue demolida en algn momento
entre los aos 393 d.C., cuando el emperador Teodosio, al adherir al cristianismo,
prohibi el culto pagano, y el 426 d.C., cuando Teodosio II orden la destruccin
de los monumentos que an se erguan en Olimpia.
Lo que asombraba, anota Plutarco, era la prontitud con que se concretaban
los proyectos. En el dcimo libro de sus Vidas paralelas, da cuenta de cmo Pericles
enfrent a los crticos y de cmo sali triunfante.
Clamaban contra Pericles los oradores del partido de Tucdides, diciendo
que dilapidaba el tesoro y disipaba las rentas; y l pregunt en junta al
pueblo si le pareca que gastaba mucho. Respondironle que muchsimo; y
entonces: Pues no se gaste dijo de vuestra cuenta, sino de la ma; pero las
obras han de llevar solo mi nombre. Al decir esto Pericles, ora fuese porque
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Junto a estos trabajos realizados en una Atenas donde uno est tan seguro de
que no encontrar cosas vulgares, grotescas, caducas o superficiales31, hay que
aadir la realizacin de las grandes fiestas dramticas, que convocaban a toda la
Hlade y donde se despleg el gran teatro del cual nos ocuparemos y que lleg a
disfrutarse, ahora s, en una atmsfera democrtica.
Pericles tuvo que soportar, como dijimos, la carga de la oposicin ateniense,
encabezada por Tucdides (no contamos con su fecha de nacimiento y muerte),
hasta que Tucdides fue designado estratego de Atenas y, plena Guerra del
Peloponeso, cay derrotado en Tracia por los espartanos al mando de Brsidas (?422). Por su fracaso militar fue condenado al habitual ostracismo de diez aos.
El 429 fue el ms intenso ao de la Guerra del Peloponeso, cuando el
avance de los espartanos oblig a que la poblacin campesina ateniense
abandonara sus posesiones y arrendamientos y se refugiara dentro de la ciudad
amurallada, donde se desat una peste que, incentivada por el hacinamiento y
la promiscuidad, provoc en el primer ao la muerte del veinticinco por ciento
de sus habitantes. Esta es la circunstancia que oblig a Pericles a usar su gran
poder de elocuencia y en la famosa Oracin fnebre (o Discurso fnebre, ya
mencionado), en homenaje a los muertos por las armas o por la epidemia,
atenu la desazn y estimul el entusiasmo de los atenienses, que por ese
impulso decidieron continuar con un conflicto que a poco careci de la
conduccin del mismo Pericles, pues este muri a causa de la peste. Por esta
causa Pericles no pudo ser testigo de la derrota en una guerra que en la citada
Oracin fnebre haba sealado como necesaria.
Aspasia, viuda de Pericles, se cas con Licicles y obtuvo que su esposo fuera
aprobado como el sucesor de su marido muerto.
El rol que la historia le otorga a Aspasia es similar al de otras mujeres, como
la bizantina Teodora o Leonor de Aquitania, compaeras de grandes hombres que
gozaron, o sufrieron, sus consejos conyugales. Aspasia era reconocida como una
cortesana de lujo, con gran influencia en la vida social y poltica de su poca, por
lo que algunos autores la consideran instigadora de varias de las medidas tomadas
por Pericles, incluso aquellas que llevaron a Atenas a la guerra. Verdad o leyenda,
lo cierto es que la gestin de su nuevo esposo, Licicles, que vaya a saberse qu
rumbo hubieran tomado, dur muy corto tiempo, porque muri apenas unos
meses despus del compromiso matrimonial.
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el renacimiento
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durante toda la antigedad, hasta que una serie de vicisitudes histricas hicieron
perder el rastro de su verdadera ubicacin. El paradero de la tumba de Alejandro
se transform en un enigma para historiadores y aventureros, dando pie a teoras a
veces extravagantes. Se sabe con cierta exactitud que en medio de la tiara de los
emperadores romanos destellaba la magnfica esmeralda que, prendida a la corona,
haba lucido el hroe helnico.
Hauser afirma que durante los trescientos aos de extensin de la poca
helenstica se constituy una actividad supranacional que une, en una gran
comunidad de trabajo, a los sabios y a los literatos de todo el mundo civilizado34.
Se crearon instituciones de investigacin, museos y bibliotecas, que dieron
ocupacin a gente ilustrada sin arraigo en algn pas determinado, sino patriotas
del conocimiento all donde este pudiera desarrollarse. Fueron los responsables del
anlisis, mantenimiento y recuperacin de obras artsticas que de otro modo acaso
no habramos conocido jams. A eso se sum el trabajo de copia de las obras
maestras de la escultura, que, aunque sucedneas de las originales, permiti que
generaciones posteriores tomaran contacto con las fuentes perdidas o destruidas.
Debe aadirse el coleccionismo (antecedente de nuestros actuales museos), la
tendencia literaria que dio lugar a los gneros biogrficos y autobiogrficos, el
retrato pintado, absolutamente desconocido para los griegos, que amaron tanto la
perfeccin humana al punto de despreocuparse del variado rostro de los
hombres35, y los paisajes y los bodegones como gneros pictricos, tambin
ausentes en el arte griego. Los griegos desconocan el retrato, usaban la figura
humana para expresar ideas. El retrato es helenstico: Alejandro Magno pidi su
retrato. El retrato se centraba solo en la cabeza; el primero que toma a la figura
hasta la cintura es Leonardo, cuando pint su clebre Gioconda. El ser humano,
que hasta el momento era el objeto casi exclusivo de la representacin artstica cede
el paso por todas partes a los temas del mundo objetivo36.
Este nuevo mundo helenstico, hasta ah hegemnico y universal, se fue
resquebrajando por incompetencia de los generales sobrevivientes y sucesores
(diadocos, en griego) de Alejandro. Este no haba designado herederos y el imperio
comenz a sucumbir, conquistado por los romanos, territorio tras territorio, desde
el 146 hasta el 30, cuando cay el Egipto de la dinasta ptolomeica (creada por el
general de Alejandro, Ptolomeo I Soler) y se suicid su legendaria reina, Cleopatra
(69-30), previa amante de dos emperadores romanos, Julio Csar y Marco Antonio
(inmortalizada esta ltima relacin a la manera de Shakespeare, vale decir con datos
histricos muy poco confiables, en Antonio y Cleopatra).
Con parciales aportes de la mitologa, que hemos subrayado como tales, hasta
aqu hemos ofrecido los datos histricos que creemos permiten formarse una idea,
siquiera sumaria, del nacimiento del mundo griego, desde sus antecedentes
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cumplir con su propsito de dar con el sitio exacto donde se alz la antigua Troya,
que adems de esfuerzos incalculables y persistentes, le consumi buena parte de
su fortuna personal.
Es que a medida que se avanza en los estudios grecolatinos, se va advirtiendo
cada vez ms la historicidad de la Ilada y la Odisea. Los astrofsicos Constantino
Baikousis y Marcelo Magnasco sostienen la hiptesis de que el canto XX de la
Odisea transcurre durante un eclipse cuya fecha ha sido verificada: 16 de abril de
1178 a.C. La frase de Teoclmeno, hijo del adivino Polifido, que vaticin el regreso
de Odiseo de la guerra de Troya y la muerte de los pretendientes, y en el cielo se
ha extinguido ya el sol y se extiende una lbrega niebla43, ms parece referirse al
fenmeno natural (el nico eclipse total que se produjo en ese siglo) que a una
profeca. Siguiendo este razonamiento, los expertos han hecho clculos para
establecer la fecha en que ocurri la Guerra de Troya, estimndose que se produjo
entre los aos 1192 y 1184 a.C. Este dato, hasta ahora, es el ms aceptado.
Si todas las mitologas han dejado huella en las artes de su tiempo, la griega
se distingue porque esta influencia ha sido muy profunda. El teatro griego, el gran
tema de este captulo, ha recogido sus historias del pasado mtico, creando una
heredad pica insoslayable para el teatrista contemporneo. Las preferencias de la
actividad escnica griega se inclinaron por los acontecimientos de la poca heroica,
en especial la citada guerra de Troya, de modo que la preeminencia la tuvo
Homero, el magnfico relator de esa gesta, en desmedro del otro poeta mtico,
Hesodo, ms preocupado por perodos anteriores, aquellos referidos a los mitos de
la creacin. Anotamos la rara exclusin en estas creaciones artsticas de otros mitos
primordiales, tal como la Expedicin de los Argonautas, que pocos aos antes de
la Guerra de Troya, al mando de Jasn, se dirigi a la Clquide para hacerse del
vellocino de oro. El propsito se obtuvo por obra de la ayuda que al aventurero
Jasn le proporcion la hechicera Medea. Este acontecimiento slo guarda
presencia, desde el punto de vista dramtico, en la prehistoria de Medea, la tragedia
de Eurpides. Asimismo se prest escasa atencin al mito de Heracles (Hrcules
para los romanos), acaso la ms significativa de las omisiones, pues fue el hroe ms
famoso de toda la mitologa clsica y cuando se lo muestra en algunas tragedias, o
en la Ilada, se hace casi ninguna mencin a la obligatoriedad de Heracles de
cumplir con sus famosos doce trabajos, castigo infligido por su primo Euristeo,
quien se sola esconder en un jarro de bronce cuando Heracles volva de sus
trabajos, dado que era un hombre cobarde.
Los orgenes de la mitologa griega se remontan, precisamente, a Homero,
autor de los dos primeros grandes poemas picos de occidente: la Ilada y la Odisea.
A continuacin, o a su lado, pues tambin se lo ubica tentativamente nacido en el
siglo VIII, hay que colocar a Hesodo, el autor de Teogona y Trabajos y das.
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Por otra parte, el desempeo de los rapsodas cubri otras funciones, que
Mnica Virasoro explica con claridad.
[Los rapsodas tuvieron] un papel de primersima necesidad en el campo
de la educacin; en primer lugar, en tanto forjadores y maestros de la lengua
griega, pero sobre todo, en tanto creadores de esa unidad de visin y
pensamiento que caracteriza a los griegos, pese a ser un pueblo diseminado,
un pueblo de colonos, de trashumantes. Errando de ciudad en ciudad,
cantando sus epopeyas, estos que fueron poetas y rapsodas van
conformando mundo y ligando gentes en un solo sentir50.
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esperma de Urano castrado arrojado al mar, sin que estas dos contingencias
obliguen a sustituir una por otra.
Las variaciones de los relatos mticos, y aun las contradicciones que en
ellos se encuentran, son acertadamente percibidas como benficas, por
estimular la comprensin en distintos niveles y por permitir la
reorganizacin subjetiva del material55.
En poca del tirano Pisstrato, siglo vi, ante el recelo de que esta literatura oral
que transmitan los rapsodas desapareciera o se pervirtiera demasiado, y ya valido
del alfabeto de origen fenicio que hemos comentado ms arriba, se orden fijar por
escrito esos cantos orales en el pergamino o en rollos de papiro. Paradjicamente
esta iniciativa, destinada a conservar y a preservar la heredad, produjo el efecto
contrario. A partir de ah los textos se comenzaron a corromper porque en manos
de una cultura letrada que se consideraba indemne al olvido porque lo que no se
recordaba poda recuperarse leyendo una anotacin, iba fijando como definitivos
errores de interpretacin, de copia o aportes personales que se volcaban en los
textos y que deformaban el sentido de la fuente original. Recurdese que Platn
reaccion contra la escritura, porque esta, precisamente, menoscababa la memoria.
El arte de la memoria fue, sin lugar a dudas, el andamiaje sobre la que se
asienta toda la cultura griega antigua, entendiendo por tal la anterior al uso
de la escritura alfabtica que, en el caso de Grecia, parece que empez a
afianzarse en el siglo VIII a.C.56
Por otra parte hay que sumar a esta cuestin el deterioro de estas fuentes
primeras, la destruccin de los papiros y pergaminos y de las grandes bibliotecas,
en especial la clebre de Alejandra, situada en el norte de Egipto y fundada con el
inicial patrimonio bibliogrfico de Aristteles que haba heredado su discpulo
Teofrastro, que lleg a contar con quinientos mil volmenes y padeci injurias
durante siglos hasta desaparecer por completo.
Lamentablemente los manuscritos del filsofo, una copiosa cantidad de
papeles, mucho mayor que la de sus textos impresos, donde expres su voluntad de
abarcar la totalidad del saber, corrieron todava peor suerte. Luego de aos de
abandono y deterioro, se procedi a la recuperacin de este material, se cubrieron
lagunas y acomodaron desrdenes hasta el punto de lo posible, sin poder evitar que,
desde el momento de la reconstruccin, este patrimonio inicie su circulacin
portando errores que fueron irreparables. En el libro de Mnica Virasoro, citado en
la bibliografa, se relata con mayor detalle el azaroso destino de estos manuscritos
aristotlicos.
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Resulta casi una obviedad indicar que los datos biogrficos de Homero son
vagos y dudosos. Sabemos que era ciego y su nombre significa precisamente ciego
en dialecto elico, aunque circulan otras opiniones que niegan su propia existencia,
demostrando, o pretendiendo demostrar, que la Ilada y la Odisea fueron obras no
de uno solo sino de muchos poetas amalgamados por los rapsodas. Si fue o no el
mismo poeta quien escribi ambos poemas, es un punto controvertido y quizs lo
seguir siendo siempre60.
Si aceptamos la existencia de un nico Homero, debemos discernir su
fecha de nacimiento. Hay quienes lo dan nacido en el siglo XII, en atencin de
que, quien describi con tanta intensidad la guerra de Troya, tuvo que haberla
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Entre la Ilada y la Odisea hay una notable diferencia. Como indica Bowra,
la Ilada celebra la fuerza y el valor heroico, mientras la Odisea celebra la astucia y
el ingenio heroico. De estos dos modos Homero enfatiza la condicin superior de
los griegos, de los luchadores de Troya y del navegante Odiseo, atributos que los
distinguan del resto, que le daban a los griegos una jerarqua que ninguna otra raza
del Peloponeso poda igualar. Este concepto de raza superior obr, siglos despus,
como antecedentes de peligrosas aventuras polticas, como la de la Alemania de
Hitler, que justificaba procedimientos incalificables basndose en un modelo de
hombre superior.
Frente a la oscuridad de la vida de Homero, de Hesodo se tienen noticias
biogrficas ms o menos confiables. No es exacto que haya nacido en Beocia, pero
s parece indiscutible que all vivi y se cri, entre la segunda mitad del siglo VIII y
la primera mitad del siglo siguiente, el VII, en una aldea de esa regin, Ascra, donde,
al igual que su padre, se dedic a la agricultura y a la ganadera en una tierra que no
era precisamente generosa para estas actividades. La leyenda cuenta que fue visitado
por las musas y por esa causa alcanz la condicin de aedo, ttulo que ejerci en unos
juegos fnebres de Calcis, en honor pstumo de Anfidamante, rey de Eubea,
adonde lleg en el nico viaje que hizo por mar, para competir y vencer al
mismsimo Homero. Este encuentro, donde el triunfo de Hesodo fue reprobado
por el pblico disconforme, es relatado en Certamen, texto que algunos le atribuyen
al mismo Hesodo pero, como parece ser la verdad, es del siglo II de nuestra era.
Con la muerte de su padre se suscitaron conflictos de herencia con su
hermano Perses, una amarga experiencia que lo alent a escribir Trabajos y das, en
realidad una serie de consejos a su hermano (Yo te hablar con grandes consejos,
gran tonto de Perses66) donde el poeta proclama el trabajo y la justicia como
elementos bsicos de la vida de los hombres67.
Las circunstancias de su muerte fueron terribles, muri masacrado por los
hermanos de una mujer que el poeta haba seducido. Arrojado al mar, unos delfines
devolvieron el cadver a tierra donde recibi ceremoniosas honras fnebres, a la par
que sus asesinos fueron descubiertos y castigados.
En Trabajos y das el poeta desarrolla, como se dijo, la necesidad de ser
ordenado en el mundo terreno a partir de dos conceptos: justicia y trabajo. El
texto, que por supuesto circul por Grecia en forma oral, contribuy adems con
consejos a los agricultores sobre las mejores condiciones para la siembra y la
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Robert Graves anota que, segn la mitologa, a esta raza la liquid la peste.
Y ya luego, desde que la tierra sepult tambin esta estirpe, en su lugar
todava cre Zeus Crnida70 sobre el suelo fecundo otra cuarta ms justa y
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virtuosa, la estirpe divina de los hroes que se llaman semidioses, raza que
nos precedi sobre la tierra sin lmites71.
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Las gotas de sangre del miembro mutilado de Urano engendrarn a las Erinias,
divinidades que en adelante castigarn los crmenes entre consanguneos, las que
perseguirn al matricida Orestes en la tercera parte de la Orestada de Esquilo.
La teogona griega segn Hesodo. En ella se narra el origen del cosmos y el linaje
de los dioses de la mitologa griega, hasta entonces propagada por medios orales.
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nodriza, la cabra Amaltea, crece y se hace fuerte. La astucia, una virtud divina y
tambin humana (que posee Odiseo, por ejemplo), que Zeus recibe de un titn
pasado de bando, Prometeo, ser un arma que de continuo se usar en la guerra
que se desata entre dioses y titanes. Zeus consigue que Cronos vomite todos los
hijos concebidos con Rea que, naturalmente, pasan a formar parte del ejrcito de
los dioses. Con esto se desat la Titanomaquia (Guerra de los titanes) donde
vencieron los Olmpicos de Zeus, as llamados porque establecieron cuartel en lo
alto del monte Olimpo. La condicin del triunfo fue el poder de un arma
invencible que posean los dioses, el rayo, un instrumento fabricado por Hefesto y
que, a partir de ah, el victorioso Zeus usar con frecuencia cada vez que lo
considere necesario. Slo Zeus, el Padre del Cielo, poda manejar el rayo, y con la
amenaza de su fulguracin fatal dominaba a su familia pendenciera y rebelde del
monte Olimpo76.
La Titanomaquia, esta primera guerra celestial, termin, entonces, con el
triunfo absoluto del representante de la segunda generacin divina, Zeus, que
reinar en el monte Olimpo, aunque su poder vuelve varias veces a ponerse en
discusin. La sangre del miembro mutilado de Urano haba generado no solo a
las Erinias, sino tambin a unos gigantes de talla extraordinaria, espesa cabellera,
barba hirsuta y un cuerpo de serpiente. El mito seala que ante semejante
presencia, palidecieron las estrellas y retrocedi el sol. Para asaltar la morada de
Zeus estos gigantes apilaron montaas unas sobre otras y desde la cspide
atacaron el Olimpo arrojando enormes piedras y enteros troncos de rboles. La
lucha fue intensa, los dioses se defendieron con ayuda de los mortales y de un
hroe de fuerza tan extraordinaria como la de los gigantes, Heracles, quien dio
muerte a Alcinoco, el jefe de los enemigos y, luego, uno a uno, a todos los rivales.
Concluida la Gigantomaquia, Zeus debi afrontar todava la amenaza de
Tifoeo, el monstruo ms grande que jams haya existido. Segn Hesodo, los
brazos de esta robusta bestia eran aptos para los mayores esfuerzos y alcanzaban
centenares de leguas en cada direccin, siempre dispuestos para entrar en
combate, y sus manos, en cambio de dedos, tenan cien cabezas de dragn. La
pelea, que como las anteriores, estuvo llena de avatares, incluye esta vez hasta una
breve prisin de Zeus en la Cueva Coricia, de donde pudo escapar, claro que con
ayuda de otros dioses, subiendo al monte Olimpo montado en un carro alado
para luego perseguir al huidizo Tifoeo que, alcanzado, fue sepultado debajo del
monte Etna, desde donde entonces vomita fuego.
Los Aloadas van a protagonizar el ltimo intento de conquistar el Olimpo y
destronar a Zeus. Tambin eran gigantes (aun muy nios medan diecisiete metros
de altura por cuatro de ancho y contaban todava con el privilegio de crecer un
metro por ao). Los Aloadas emplearon los mismos mtodos que los gigantes y los
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titanes, aunque en este caso fueron eliminados con una estratagema de Artemis (la
de la virginidad eterna), que logr que se mataran entre ellos mismos.
Despus de tantas alteraciones, por fin los dioses del Olimpo consiguieron
expulsar la discordia. Las dinastas de Urano y Cronos significaron una poca de
grandes cambios y trastornos de la naturaleza, el gobierno de Zeus tercer linaje
divino trajo consigo la estabilizacin. A futuro sern los hombres quienes
padecern los grandes males. Encerrados todos los males en la caja de Pandora, ser
la primera mujer, tan tonta, malvola, perezosa como bella77, construida de arcilla
por expreso deseo de Zeus, la que la bajar al mundo terrenal y, por curiosidad, la
abrir para que todos se desparramen, afligiendo desde entonces a la humanidad
con la Vejez, la Fatiga, la Enfermedad, la Locura, el Vicio, la Pasin, etc.
A esta altura de la historia mtica, la separacin entre dioses y humanos ya es
un hecho, aunque las deidades continen estableciendo relaciones con los
mortales, participen activamente de sus batallas (la guerra de Troya) y sean sujetos
de un insaciable apetito sexual, en especial Zeus (una noche de amor con el dios
equivala ms o menos a trescientos aos), ms atrado por las hembras de la tierra
que por las diosas cercanas que ostentaban la misma belleza pero no la misma
invulnerabilidad, condicin de fragilidad que es lo que pareca apasionar al gran
dios. Se le reconoce un solo amor homosexual, con el bello Ganmedes, a quien
nombra escanciador del vino en el Olimpo, y se evala que el nmero de hijos que
concibi, legtimos con su esposa Hera o ilegtimos con incontables mujeres, diosas
o mortales, asciende a unos ciento cincuenta, algunos de ellos de ilustre prosapia.
Los troyanos provenan de la unin con Electra (no confundir con la hija de
Agamenn y Clitemnestra); los cretenses se decan sucesores de los hijos tenidos
con Europa; los espartanos se remontaban a los amores del dios con la ninfa Taigete
y, entre tantos ms, los argivos se decan descendientes de Zeus y Nobe.
Los dioses son ms que doce (inmortales, sin sangre sino irrigados por el
icor, un lquido que se regeneraba constantemente por la ingestin del nctar
como bebida y la ambrosa como manjar, los alimentos con que la cabra Amaltea
nutri a Zeus cuando nio), pero en el monte Olimpo slo habitaba esa cantidad.
Hay versiones que indican que el nmero fue establecido en tiempos modernos,
que era ignorado por los griegos. Aceptando que Zeus rigi a una corte formada
por doce dioses, hay que indicar que cada uno persegua intereses diferentes y
tenan una personalidad nica. Poseidn (junto con Hades, los hermanos varones
y mayores de Zeus; las mujeres son Demeter, Hera y Hestia), es, entonces, quien
controla los ocanos y provoca los terremotos; Hades es el dios del mundo
subterrneo donde habitan los muertos; Atenea es la diosa de la sabidura, de las
artes, de la belleza interior; Ares es el dios de la guerra y de los hroes; Artemisa es
la diosa de la caza, los animales, la fertilidad y la castidad; Hefesto, deforme, feo y
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bondadoso, es el dios del fuego, del trabajo manual, de los artesanos y fabricantes
de armas; Apolo es el dios de la danza y la msica, beneficiado por un culto que se
difundi por toda Grecia y venerado especialmente en el orculo levantado en
Delfos, donde actuaba la pitonisa ms consultada; Hermes es el dios mensajero,
tambin quien orienta a los viajeros y protege a los pastores; Afrodita es la diosa del
amor, la sexualidad comprometida, la belleza externa y la atraccin ertica; Hera
(seora, en griego) hermana y tambin celosa consorte de Zeus78, es la diosa del
matrimonio y la fidelidad; Hestia es la diosa del hogar y la familia; Demeter es la
diosa de la agricultura; por fin, Dioniso, el ms joven del panten, es el dios del
vino y la sexualidad abierta, es la divinidad celebrada por el teatro. Esta relacin
con la escena, afn con nuestro tema, nos obliga a dar siquiera un somero
acercamiento a su mito, uno de los ms misteriosos.
En realidad Dioniso (conocido tambin como Baco, nombre con el que pas
a los romanos) nace como un semidis, pues es hijo de Zeus y una mortal, Semele,
con la cual el rey del Olimpo tuvo uno de sus tantos amores adlteros. Pero al cabo
de un largo periplo, obtuvo el carcter de dios, siendo uno de los Doce Grandes,
con sitio a la derecha de Zeus, cedido por la modesta diosa Hestia, a quien le
disgustaba entrar en disputas o pendencias y le concedi el puesto. Esta operacin
no fue, segn Graves, un cambio tan apacible, pues afirma que Dioniso desaloj a
Hestia con prepotencia masculina.
Pero antes de este exitoso final, Dioniso debi enfrentar la ira de Hera, la
esposa de Zeus, que avisada de que Semele estaba gestando un hijo de su marido,
estall con su habitual clera y busc deshacer el embarazo con ayuda de sus
hermanas gave, Autnoe e Ino. La confiada Semele haba contado a ellas la buena
noticia de su preez divina, pero las mujeres se consideraron engaadas, porque una
mortal, decan, no puede tener amores con un dios. Para aceptarlo requeran que
Semele les diera alguna muestra de familiaridad con Zeus, a lo que la mujer acept
pues el dios, para seducirla, le haba prometido proporcionarle todo lo que le
pidiera. Semele le solicit entonces que hiciera acto de presencia y Zeus lo hizo de
la manera en que sola hacerse ver en la tierra, en forma de rayo, por lo que su
amante muri fulminada y calcinada. Para paliar el desastre involuntario, Zeus
recogi el feto y protegi su gestacin escondindolo en uno de sus muslos, que se
convirti en tero. Al noveno mes naci Dioniso, en Tebas. Una posible etimologa
de su nombre acepta que quiere decir aquel nacido dos veces o el hijo de la doble
puerta, gestado un tiempo en el vientre de Semele, otro en el muslo de Zeus. Hera,
que no haba calmado su clera, se obstin en perseguir al prvulo, por lo que el
padre lo quit de su furiosa mirada metamorfosendolo de mil maneras, hasta
convertirlo en un cabrito, tragos en griego, trmino que para muchos es el origen de
la palabra tragedia. Por fin fallan todas las estratagemas del gran seor del Olimpo,
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El teatro en Grecia
El teatro griego nace perfecto, milagro del milagro. Esa estructura, hecha
para el mejor encuentro de los hombres, es una maravilla. Ningn siglo
posterior igual la solucin impecable91.
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ejemplares, tenidos como definitivos, deban ser de obligatorio uso para todas las
nuevas representaciones, impidiendo cualquier tipo de modificaciones arbitrarias.
Estos libros, en las ptimas condiciones de proteccin que orden Licurgo, fueron
posteriormente depositados en la biblioteca de Alejandra, que corri la suerte que
ya relatamos.
Una nueva intervencin en los textos de la trada clsica se produjo siglos
despus de los alejandrinos, en Bizancio, donde hubo actitudes contrapuestas.
Algunos comentaristas los trabajaron con la ms respetuosa intencin de fidelidad
hacia el original tico, mientras que otros se atribuyeron derechos para alterarlos y
modificarlos. Y precisamente, como veremos cuando tratemos el Renacimiento,
Bizancio fue la puerta abierta en el siglo XV por donde entr la obra de los griegos
a Europa, devolviendo a occidente una herencia que guarda el riesgo de hacernos
confundir lo autntico con lo falsario.
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joven como para ser esplndido hasta el final [] Diana, Marilyn, el Che,
Kennedy, todos se fueron en su momento de esplendor. Jess, a los noventa, no
hubiera sido lo mismo106.
El teatro tico gira alrededor de dos ciclos casi excluyentes. El primero es
el de Argos o Micenas, llamado tambin el ciclo troyano, que se desarrolla
dentro del gran marco de la guerra de Troya (1193-1184), inmortalizada por la
Ilada y que durante mucho tiempo se consider un acontecimiento mtico,
hasta que el arquelogo Heinrich Schliemann le dio entidad histrica. Si bien
Homero tom como motivo el amancebamiento de Paris y Helena, las razones
del conflicto fueron muy otras. Troya era la llave de ingreso al Mar Negro, la
zona comercial ms apetecible de la poca. La posesin de la ciudad conceda el
dominio de ese sitio altamente estratgico para las relaciones econmicas con
oriente y esa fue la causa por la cual la Hlade, en conjunto, se lanz a la
conquista del bastin.
Desde el punto de vista mtico, la proeza blica costosa en vidas y bienes
reconoce como principal triunfador al rey Agamenn, jefe de las tropas griegas que
sitiaron, atacaron, invadieron y destruyeron la nacin enemiga, pero estos sucesos
formaban parte de un mito formado por una cadena de maldiciones familiares que,
precisamente, terminaran con la vida del jefe victorioso.
Agamenn, lanzado a una batalla contra el primer marido de Clitemnestra,
Tntalo, asesina a su rival y obliga a la mujer a casarse con l. Esta accin inicial es
que condiciona y justifica el anatema que se yergue sobre todo el linaje.
Cuando Agamenn regresa de Troya a su Micenas natal, es recibido por una
Clitemnestra que en su ausencia se haba entregado a Egisto. Los amantes asesinan
al recin llegado, luego de que este atraviesa la alfombra prpura que tendida
ceremonialmente debi pisar para ingresar al hogar. Electra, la hija de Agamenn,
enterada del crimen y sumida en la impotencia, clama venganza intilmente, hasta
que obtiene el concurso de su hermano Orestes, que se convierte en matricida y
parricida y, por eso, es perseguido por las Erinias.
El ciclo de Tebas tiene su centro en otra maldicin, la que pesa sobre la casa
de los labdcidas. Layo, hijo de Lbdaco, se haba casado con Yocasta y gobernaba
afligido por la falta de descendencia. Por eso, Layo consult al orculo de Delfos,
quien le inform que su desdicha era, en realidad, su beneficio, porque cualquier
hijo nacido de Yocasta matara a su padre. Como consecuencia, Layo repudi a
Yocasta que, ofendida, lo emborrach y, en estado de ebriedad, lo oblig a
consumar el acto que la embaraz. Edipo naci nueve meses despus y un Layo
enfurecido lo arranc de los brazos de la nodriza, le taladr los pies, se los at y lo
dej abandonado en el monte Citern.
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Un pastor lo encontr, lo llam Edipo (debido a los pies deformados por las
heridas, ya que Edipo significa pie hinchado), y lo llev a su patria, Corinto,
donde reinaba el rey Plibo.
Otra versin del mito cuenta que Layo lo abandon en un bote que, a la
deriva, encall en las costas de Corinto en momentos en que se encontraba Peribea,
esposa de Plibo, vigilando a las lavanderas de la casa real. Peribea, hasta entonces
estril, enga a todos, con excepcin de su marido, anunciando que en la playa
acababa de dar a luz un nio. El matrimonio, feliz con el hallazgo, cri a Edipo
como un hijo propio.
Ya crecido, Edipo comenz a tener dudas sobre su origen, por eso consult al
orculo. La pitonisa, espantada, le grit: Alejate del altar, desdichado! Matars a
tu padre y te casars con tu madre!.
Ante semejante respuesta, Edipo, en afn de no producir ningn dao a los
que crea sus padres amados, decidi no regresar a Corinto y emprender una
marcha a pie que lo llev hasta un estrecho desfiladero ubicado entre Delfos y
Dulide, donde top con el carruaje de Layo que vena en sentido contrario. El
joven se neg a dejarle paso, tal como se lo exiga el rey de Tebas, pues Edipo dijo
que slo obedeca las rdenes de los dioses o de sus propios padres. La reyerta trajo
terribles consecuencias para Layo, ya que Edipo lo mat, a l y a su cochero.
El trgico encuentro interrumpi un nuevo viaje de Layo al orculo, adonde
se diriga para preguntar cmo poda librarse de la Esfinge, monstruo de cabeza de
mujer, cuerpo de len, cola de serpiente y alas de guila, que asolaba a Tebas
estrangulando y devorndose a todo aquel que no respondiera al enigma que le
propona: Qu ser, con solo una voz, tiene a veces dos pies, a veces tres, a veces
cuatro y es ms dbil cuantos ms pies tiene?.
Luego de los crmenes, Edipo entr en Tebas, donde inevitablemente top
con la Esfinge. Ante la pregunta, Edipo dio la respuesta exacta: El hombre, porque
se arrastra a gatas cuando es nio, se mantiene firme sobre sus dos pies cuando es
adulto, y necesita apoyarse en un bastn en la vejez. La Esfinge, vencida, se arroj
al vaco desde el monte Ficio y se despedaz en el fondo del valle.
Los tebanos, agradecidos con Edipo que los haba librado de tamao flagelo,
lo eligieron como su rey, reemplazando al muerto Layo. Es entonces cuando Edipo
se casa con Yocasta, sin advertir que se trata de su madre y viuda de Layo, el hombre
que asesin recientemente. Con los recursos que se empleara para la
reconstruccin de un asesinato en un policial moderno, Edipo pone en marcha el
mecanismo que lo lleva a conocer la identidad del criminal. Su pesquisa, es a la vez
exitosa y horrorosa: se reconoce como el asesino de su padre y esposo de su madre,
terrible realidad que lo incita a cegarse, quitndose los ojos.
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Edipo es expulsado por sus propios hijos, Polinices y Eteocles, que lo envan
exiliado a Colono. Antes de partir, Edipo maldice a ambos, profetizando que se
destruirn mutuamente. Y as ocurre, Eteocles y Polinices se matan, uno en defensa
de Tebas y el otro atacndola. Cren, nuevo jefe poltico de la ciudad, ordena que
el cadver del traidor Polinices quede insepulto, medida a la que se opone Antgona
que, fiel a los mandatos de sus dioses, lo cubre de tierra por las noches. Descubierta,
Antgona es encerrada en una caverna y condenada a morir de hambre.
Antgona arriesga la vida por desobedecer a la ley de los hombres, porque
tales leyes no pueden ir contra las divinas, que han dispuesto que los hombres
sean y, por lo tanto, vuelvan a la tierra cuando la muerte les d fin107.
El mito conmovedor de Antgona es, entre los tantos que ofrece la tradicin
griega, uno de los de mayor repercusin en el tiempo, tal vez porque los
enfrentamientos entre las obligaciones primordiales que plantea la herona y los
deberes de coyuntura que opone Cren han sido uno de los conflictos persistentes
en el mundo occidental. El debut de Antgona en la escena trgica se debe a
Esquilo, quien la presenta en la escena final de Los siete contra Tebas, donde
abiertamente declara su decisin de enterrar al cadver de su hermano Polinices,
condenado a degradarse insepulto. Sfocles le dar el protagonismo absoluto en
Antgona y la convocar nuevamente para acompaar en su desgracia a su padre
Edipo, en Edipo en Colono.
La figura de Antgona fue materia dramtica para los clasicistas franceses
Racine, Corneille, Voltaire, para el italiano Alfieri y para los contemporneos
Bertolt Brecht y Jean Cocteau.
El investigador argentino Rmulo Pianacci hace, en Antgona: una tragedia
latinoamericana, un estudio de la relectura del mito en nuestro continente durante
todo el siglo XX108.
Nuestro teatro, parfrasis mediante, trabaj con estos mitos heredados, tanto
el de Antgona como el de Orestes y Electra. En este sentido vale hacer mencin
de la pieza de Leopoldo Marechal, Antgona Vlez, y de la Antgona furiosa, de
Griselda Gambaro, abierta y valiente denuncia de los crmenes de la perversa
dictadura militar, autodenominada proceso de reorganizacin nacional, que
gobern en la Argentina entre 1976 y 1983. Son ejemplos que se acompaan con
el fenmeno acaso insuperable de El reidero, de Sergio de Cecco, que tambin
argentiniza el mito de Orestes y Electra y lo instala en los inicios tormentosos de la
vida democrtica de nuestra nacin.
Existen otras tragedias que no encuadran en ninguno de estos dos ciclos.
Otros mitos se encuentran en textos aislados, que tal vez formaban parte de
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otros conjuntos en que se han perdido varias de sus partes. En este sentido se
debe mencionar al mito de Heracles (Eurpides lo trat en solo dos tragedias:
Heracles y Alcestes); el de Fedra, enloquecida de amor por su hijastro Hiplito;
el de Medea, seguidora del argonauta Jasn y luego filicida cuando este la
abandona; el mito de las amazonas y el ya mencionado e importante mito de
Prometeo, un titn astuto que es castigado por el aun ms taimado dios Zeus
por haber devuelto el fuego a los hombres, mejor dicho ensearle a usarlo, ya
que el fuego exista, los bosques se incendiaban por obra del rayo pero los
hombres no saban qu hacer con l. Las instrucciones del bienhechor
Prometeo, a quien Graves menciona como el creador de la humanidad,
permiten pensar en un comienzo de lo que se entiende como civilizacin.
Extraa, en esta enumeracin mtica, la falta de mencin de Dioniso. Adems
de sorprender su ausencia en la Ilada y en la Odisea, asombra que su figura aparece
solo dos veces en las tragedias y comedias que conocemos: en Las bacantes de
Eurpides, donde se relata el regreso de Dioniso a Tebas y las consecuencias que su
atractivo produce entre sus devotas femeninas y sus enemigos masculinos; y en Las
ranas de Aristfanes, haciendo de rbitro del debate que el litigioso comedigrafo
plantea entre Esquilo y Eurpides109.
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Sobre la estructura de las obras, tambin tenemos que ser muy prudentes,
porque, dada la escasez de ejemplos, es imposible mostrar un modelo que equivalga
de modo inequvoco a la organizacin dramtica de las piezas de todos estos
autores. Solo podemos admitir que, por lo general, la estructura de las obras
respondi, parcial o totalmente, a la organizacin dramtica que, como ya veremos
en este mismo captulo, Aristteles transcribi en su Potica.
Palabras como anagnrisis (equivalente a reconocimiento), la ya citada
hybris; la at (con cierta analoga con el trmino ceguera); la afnela
(destruccin, cada, exterminio del culpable); la peripeteia o peripecia (momento
en que se produce la inversin de la situacin y ocurre el posterior
reconocimiento); el agn (que en griego antiguo significa contienda, desafo,
disputa, un debate formal que tiene lugar entre dos personajes, usualmente con
el coro actuando de juez; el ms famoso es el agn entre Antgona y Cren), la
irona trgica (la cada del hroe hacia la ruina); el deus ex machina (la
intervencin providencial de los dioses para resolver conflictos de dudosa
solucin; en Medea encontramos la aplicacin ms perfecta); el patetismo (un
sentimiento capaz de mover y agitar el nimo infundindole afectos
vehementes, y con particularidad dolor, tristeza o melancola); designan
elementos de uso dramtico a los que cada dramaturgo recurri de un modo
diferente. Es imposible encontrar una uniformidad de maneras en la trada
trgica, incluso lo es tambin dentro de la propia produccin de cada autor,
porque el intento se resquebraja y pierde sentido ante las numerosas
excepciones. El determinismo de la tragedia griega, donde el hombre acciona no
a expensas de su propia voluntad sino a la de los dioses, es encarado de acuerdo
con la personalidad del poeta y con la distancia en que este vivi de la edad
heroica, el siglo de Pericles, encuadrado, como ya informamos, por la victoria
contra los persas y la guerra civil contra Esparta. Solo podemos generalizar,
afirmando que de Esquilo a Eurpides la tragedia se fue alejando de lo religioso,
se fue secularizando. Esto, sin duda, no es un aserto incuestionable. Las
bacantes, obra del ms moderno de los trgicos, Eurpides, por lo tanto el menos
religioso, contiene los elementos ms arcaizantes, incluyendo la participacin
del dios de origen, Dioniso, que los otros autores parecen haber olvidado.
Se aade a las dificultades para decodificar con autoridad este legado la
necesidad de tener diestro conocimiento de un idioma muerto, el griego del siglo V,
instrumento del cual carecemos, aunque sabemos que por ser motivo de anlisis
constante lo es tambin de desentraable sentido para los eruditos que se ocupan del
apuntes sobre la historia del teatro occidental. tomo 1
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tema. Durante siglos se han prolongado las discusiones acerca del valor de algunas
palabras que los dramaturgos usaron en sus obras y Aristteles emple en la Potica.
Tal vez la nica certeza, hasta ahora incuestionable, es que los comedigrafos
y los trgicos crearon sus obras siempre atados a su gnero; los primeros jams
escribieron tragedias y los segundos nunca comedias. Al menos, y hasta ahora, no
hay ejemplos a mano de que ello haya ocurrido.
Esquilo
Sin rastros de la primitiva tragedia tica y sin posibilidad alguna de hacer
referencia a Tespis, tampoco a Frnico, de quien se conoce aun menos, cabe
asignarle la categora de padre de la tragedia a Esquilo (525-456), que contribuy
como ninguno a darle su forma definitiva, quitndole preeminencia a la parte
cantada resabio del ditirambo para transferirla a la parte hablada.
Nacido en Eleusis, terrenos ubicados en los alrededores de Atenas de alta
significacin religiosa, dedicados a las diosas Demter y su hija Persfone (el
mito del rapto de Persfone y de la desesperada bsqueda de su madre Demter,
vinculado con la cultura agraria de los griegos, es uno de los ms hermosos y
significativos de la mitologa helnica), hijo de un rico hacendado, Esquilo vivi
su juventud en coincidencia con el fin del gobierno de Pisstrato y su madurez
con el de Clstenes, que como mencionamos ms arriba modific la polis
helnica en aspectos muy profundos, creando las bases del vigoroso desarrollo
de la democracia.
Convivi tambin con el conflicto blico contra los persas, en el cual se
involucr totalmente; combati en Maratn (490), donde fue herido, en Salamina
(480) y tambin en Platea. Curioso es que no obstante su condicin de alto poeta
(respetado hasta por el iconoclasta Aristfanes), privilegi en su lpida fnebre la
mencin a su pasado guerrero.
Guarda este monumento al Ateniense
Esquilo, hijo de Euforin; fin en Gela
En doradas espigas abundosas.
De su valor, el bosque celebrado
De Maratn y el crinado113 Medo
Pueden hablar, pues harto bien lo saben114.
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Esquilo son demasiado dbiles. Jan Kott117 tampoco tiene dudas de que se trata de
una de las ltimas obras de Esquilo aunque vacila en la fecha de representacin,
que supone posterior a la de la Orestada.
Las sospechas que eliminan a Esquilo como autor de este texto, en
consecuencia de la triloga prometeica, que se sabe fue terminaba con la liberacin
del titn por parte de Heracles (un final feliz, como en la Orestada), se sostienen
por la simplicidad del lxico y de la mtrica, y el empleo de motivos e ideas
inusuales en el poeta. La imagen de Zeus que nos muestra en esta obra un tirano
que gobierna mediante la violencia difiere de las otras descripciones suyas, donde
el dios emerge como justo ordenador del cosmos.
La opinin ms general considera que la obra es de Esquilo, pero el problema
no est resuelto.
Sfocles
Sfocles (495-406) naci en Colono (un demo cercano a Atenas y la regin
donde exilia a su ciego y desahuciado Edipo), como hijo de un rico armero llamado
Sfilo, lo que le permiti adquirir una educacin esmerada. Su existencia coincide con
el apogeo de Atenas, roto un poco antes de su muerte, cuando estalla la Guerra del
Peloponeso. En vida se lo reconoci, adems de gran trgico, como un msico
virtuoso, capaz de representar en un escenario cantando y tocando la lira. Se recuerda
que siendo nio cant en el coro que celebr la victoria de Salamina sobre los persas.
Tuvo activa funcin pblica. Actu como funcionario, helenotamo,
administrador de los tributos (phoros) que pagaban las ciudades aliadas de Atenas
en la Liga de Delos.
En el ao 468 hizo su primera presentacin en un concurso y venci al
consagrado Esquilo. Fue un punto de partida auspicioso, ya que con este triunfo
comenz una carrera en la que super a Esquilo en el nmero de victorias,
veinticuatro, superior a las trece de su antecesor.
Vivi y muri en su patria, muy longevo, en el 406, en los fines de la guerra
civil entre Esparta y Atenas. Acaso sea leyenda, pero se afirma que se produjo una
tregua entre los bandos para que la ceremonia mortuoria en homenaje al poeta se
oficiara con normalidad. De haber ocurrido este hecho nada habra de extrao,
porque los griegos solan cesar la actividad guerrera en ocasin de las honras
fnebres de grandes hombres o para festejar los acontecimientos religiosos que
incluan la realizacin de los juegos atlticos y los dramticos.
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la aparicin de un ser divino que resuelve con sus poderes suprahumanos las
situaciones dramticas planteadas.
Edipo en Colono (401)
Es posible que el estreno de esta pieza haya sido pstumo. El Edipo ciego y
exiliado es reivindicado por el poeta; su castigo ha sido injustificado y cruel y su
muerte un alivio para el condenado. Acaso este final no podra actuar de blsamo
luego de la derrota del Peloponeso?
Eurpides
Eurpides (480-406) naci en la isla egea de Salamina (territorio ateniense)
y muy poco se sabe de su infancia y su juventud. Circula la coincidencia,
posiblemente falsa, que dice que en la misma fecha en que Esquilo derrotaba a
los persas en Maratn, Sfocles celebraba este triunfo como coreuta y Eurpides
naca en Salamina. Hay datos que indican que Eurpides perteneca a la
aristocracia, de ah su notable educacin, pero otros historiadores deducen que
era de origen humilde. Sostienen esta hiptesis quizs amparados por la versin
de Aristfanes, que lo ridiculiz en Las ranas y lo hizo descendiente de una
familia de verduleros. Prrafo aparte merecera el acoso que Eurpides sufri de
este comedigrafo, quien a travs de la stira aport datos sobre la irregular
conducta matrimonial de Eurpides, que tal vez no deberan tomarse como
testimonio histrico, ya que la comedia aristofnica desorbitaba la realidad y
llegaba a la injuria con mucho desparpajo.
Eurpides fue un hombre muy atrado por el estudio y uno de los primeros
griegos que posey una biblioteca privada. Con l se rompi la continuidad que
sostuvieron Esquilo y Sfocles; el poeta ya perteneca a otra generacin, la que
escuchaba con atencin y deleite los sofismos de Scrates.
Por lo general, el sofismo es definido gramaticalmente como un recurso
retrico mediante el que se intenta demostrar o defender una falsedad. Como ya
dijimos, Scrates le dio otro sentido, crea en la superioridad de la discusin sobre
la escritura y por lo tanto pas la mayor parte de su vida de adulto en los mercados
y plazas pblicas de Atenas, iniciando dilogos y discusiones con todo aquel que
quisiera escucharle, y a quienes sola responder mediante preguntas. Usaba su
mtodo dialctico como un arte de alumbrar nociones que en el interlocutor
estaban latentes, logrando que descubra sus propias verdades. Segn los testimonios
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momento en que eran difundidas. Tal vez esta posicin simptica hacia el sofismo
socrtico haya sido la causa de que Eurpides, a diferencia de Esquilo y Sfocles,
nunca haya sido convocado para intervenir en la vida poltica de la polis. Su
desilusin, su escepticismo, pudo haberse apoyado en un motivo de peso: de las
diecinueve obras de Eurpides que han sobrevivido, quince fueron escritas durante
la guerra civil del Peloponeso.
Eurpides comenz a participar en los concursos en el 454 o 455, pero recin
en el 441 obtuvo un primer premio, segn se deduce de las inscripciones en la
Crnica de Paros. Solo logr cuatro a lo largo de toda su vida, un balance que lo
diferencia de sus antecesores Esquilo y Sfocles y delata la apreciacin menguada
que se tena de sus obras.
Su fuente fue, como para todos los trgicos, el pasado mitolgico, pero los
personajes de sus piezas son ms realistas, de conducta ms cercana a la del
ateniense cotidiano. Los asuntos de la tragedia griega tenan que buscarse entre las
historias de la Edad Heroica, y esta limitacin sin duda entorpeca la ndole
moderna y progresista de Eurpides123.
Contradictor de todos los dogmas, Eurpides se ubic como el gran trasgresor
que dio vuelta la mirada y vio, en la guerra de Troya, en cambio del triunfalismo
de los griegos, el gran dolor que sufrieron los troyanos. Se destac en el dibujo de
los personajes femeninos, roles que en el teatro, paradjicamente, eran
interpretados por hombres, siendo el amor pasional uno de sus temas preferidos.
Antes de l, el amor es desconocido como tema de conflicto dramtico; l lo
descubre para el drama124.
Eurpides fue criticado por su tcnica, que rest espacio expresivo al coro,
hasta el punto que en ocasiones parece desprendido de la fbula. Tambin lo fue
por la dilatada informacin que vierte en sus prlogos, que no solo anticipan el
argumento sino la consecuencia de los hechos posteriores al final de la historia, y,
finalmente, por la utilizacin del deus ex machina, procedimiento criticado por
Aristteles en la Potica.
Al final de su vida Eurpides, en el ao 408 o 406, amargado y harto de la
prolongada guerra civil entre Atenas y Esparta, se refugi en Macedonia y se puso
bajo la proteccin del rey Arquealo I. All muri, se dice que despedazado por una
jaura de perros rabiosos, aunque el hecho carece de rigor histrico, probablemente
inventado por sus enemigos con la intencin de metaforizar su condicin de impo.
En las Grandes Dionisacas de esa primavera Sfocles se present de luto y sus
actores y coreutas iban sin corona, en seal de duelo por el gran poeta muerto.
Se supone que escribi noventa y dos dramas, en donde se destacan dos
grandes preocupaciones temticas: la situacin inhumana que padecan los
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Medea (431)
No obstante ser considerada una de las obras ms perfectas de Eurpides y de
toda la escena tica, solo obtuvo el tercer puesto en el concurso. Trata la conocida
historia de la experta en ciencias ocultas que, repudiada por su esposo Jasn, toma
represalias, matando a este, a la mujer que iba a sustituirla y a los dos hijos que
concibi con Jasn. Por fin, conducida por un carro alado (fiel aplicacin del deus
ex machina), escapa a Atenas. En esta obra de Eurpides la pasin triunfa sobre la
razn127.
Circularon varias versiones del mito de Medea, desde la comentada, las que
sealan una reconciliacin feliz entre Jasn y Medea, hasta aquellas que mencionan
los fracasos de Medea, que no logra cometer los crmenes planeados y debe optar
por el exilio en Asia o en Corinto. La elegida por Eurpides es, sin duda, la ms
cruel; tambin, sin duda, la versin ms conocida, la que connota de inmediato
con el nombre de la hechicera.
Los Herclidas (430), que Bowra traduce como Los hijos de Heracles. Trata
precisamente de Yolao y Alcmena, los hijos del mtico hroe ya extinto, quienes son
perseguidos por Euristeo, quien haba condenado a Heracles a cumplir con los
famosos doce trabajos. Yolao, rejuvenecido en forma prodigiosa, consigue capturar
a Euristeo, y a su vez Alcmena logra condenarlo a muerte. El gran tema de la obra
es, sin duda, la anttesis entre el poder desptico y el derecho de gentes.
Hiplito (428)
La pieza, que obtuvo el primer premio, distingue a Eurpides como el
dramaturgo griego que con ms atrevimiento llev a la escena los temas erticos, a
los cuales no estaba acostumbrado el espectador tico. El argumento es bastante
conocido: la pasin desbordada de Fedra por su hijastro Hiplito, que no es
correspondida por el muchacho. Eurpides consigue hbilmente, mediante la
oportuna caracterizacin de Hiplito y Fedra, convertir un mito de venganza
divina en una tragedia de responsabilidad humana128.
Andrmaca (427)
Es un estudio sobre la situacin de la mujer en tiempos de guerra, que no
poda menos que sorprender a un auditorio que viva en una sociedad donde
la mujer ocupaba un lugar secundario. La complicada trama es resuelta al final
con el recurso por el cual Eurpides fue tan cuestionado, el deus ex machina. La
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diosa Tethis interviene atando los hilos sueltos de una historia que ella ayuda
a cerrar.
Hcuba (424)
Es un tema del enemigo, un tema troyano, donde interviene Hcuba, la
anciana reina de Troya, que tiene que soportar la muerte de su hija Polixena como
ofrenda a la tumba del hroe Aquiles. Hcuba, a pesar de la terrible angustia que
la embarga, se adentra en discusiones de acendrado tono dialctico respecto de
temas entonces tan en boga, como si es ms importante la educacin o el
nacimiento en noble cuna para el comportamiento de los hombres129.
Las Suplicantes (423)
El tema central es el de las madres de los hijos que combaten por la defensa
u ocupacin de Tebas. Las mujeres ruegan a Etra, la madre del mtico rey Teseo, la
autorizacin para recoger los cadveres de los argivos muertos en la dura batalla.
Obtienen el permiso, por lo que el dramaturgo destaca la humanidad de
sentimientos de los atenienses, porque el derecho de los muertos a recibir paz
definitiva en sus sepulcros era, por lo dems, ley no escrita aceptada unnimemente
entre los griegos130. Esta aseveracin nos ayuda a comprender, si an hiciera falta,
la magnitud del conflicto que Sfocles maneja en Antgona.
Electra (415)
Escrita casi en coincidencia con su homnima sofoclea, y ms lejos de
Esquilo, que tambin trat el mismo mito (el nico que fue tema de los tres
trgicos), Eurpides rebaja la importancia de los dioses y hace sobresalir la humana
decisin de los hermanos. Aunque al final de la obra la historia llega a su conclusin
tradicional (Electra se casa con Plades y Orestes es perdonado por el arepago), el
poeta critica el brutal motivo mtico: un hijo no ha de matar a su madre por muy
mal que ella haya obrado131.
Las Troyanas (415)
Como en Los persas, de Esquilo, aqu no advertimos el desarrollo de un
conflicto dramtico sino la triste situacin de la derrotada familia troyana, que sabe
que su destino ser la esclavitud y la servidumbre. Hcuba, la pattica reina sujeta
a la humillacin, y Casandra, que profetiza un futuro de infortunio que nadie le
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cree, son dos personajes imborrables, de los muchos de las tragedias euripdeas que
han dejado huella eterna.
Heracles (414)
Mientras Heracles se encuentra cumpliendo con su ltimo trabajo, la captura
y muerte de Cancerbero, el usurpador Lico se hace cargo del gobierno de Tebas y
amenaza matar a los familiares del hroe: su padre Anfitrin, su esposa Mgara y
sus hijos. El regreso de Heracles frena el propsito, pero Hera, fiel a su
resentimiento (se recuerda que Heracles es fruto de los amores adlteros de su
esposo, Zeus, con la mortal Alcmena), enloquece al hroe que mata a sus familiares
recin liberados. Cuando recupera el sentido, Heracles piensa en el suicidio, acto
que no realiza porque lo persuade su amigo Teseo. El mito muestra diferencias con
la resolucin teatral, en aqul Heracles comete sus crmenes no al final, sino al
comienzo de sus dificultosos doce trabajos.
Ifigenia en Turide (413)
La accin se desarrolla en los confines del mundo conocido, el tan temido
universo brbaro, donde se sacrifica a los extranjeros132. Esta sera la suerte que
debera tocarle a Orestes, que llega a esas regiones escapando de las Erinias, y donde
su hermana Ifigenia habita como sacerdotisa de Artemis, quien se haba salvado del
sacrificio dispuesto en Aulide. Entre ellos se produce uno de los ms productivos y
atractivos procedimientos de la tragedia: el reconocimiento.
Helena (412)
Eurpides trastoca la historia conocida; Helena, bellsima como la describe el
mito, no ha viajado a Troya raptada por Paris, sino a Egipto, donde padece el acoso
sexual del monarca local Teoclmeno. La llegada de Menelao, su legtimo esposo,
crea ms peligro a la situacin; Menelao, como todo extranjero en territorio
egipcio, debe ser ajusticiado. Por ltimo, mediante una estratagema de Helena, la
pareja consigue escapar en un navo.
In (412)
El piadoso In, ajeno a los ajetreos del mundo, cuida del templo de Apolo en
Delfos. In fue fruto de una pasin momentnea del dios, que lo concibi con
Creusa. Es precisamente Creusa la que provoca el conflicto, cuando llega
apuntes sobre la historia del teatro occidental. tomo 1
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interpretacin de una pieza que, quiz como ninguna otra tragedia euripideana, se
ofrece para mltiples lecturas.
Orestes (408)
El protagonista, exhausto y enfermo, espera frente al palacio paterno la
decisin de los argivos acerca de su matricidio. Lo asiste su hermana Electra.
Intervienen otros personajes del ciclo troyano, derivando el conflicto hacia zonas
tan complicadas y efectistas que solo pueden ser resueltas por Apolo, que interviene
con el recurso del deus ex machina.
Se conocen otros ttulos de obras de Eurpides de los cuales solo han
sobrevivido fragmentos: Tlefo, Los Cretenses, Alejandro, Hipspila, Faetn, Antope
y Erecteo. Como ocurre con frecuencia en la historia del arte, este poeta que
obtuvo slo cuatro triunfos en los concursos y que, comparado con los dos
miembros de la trada, goz de escasa consideracin en su poca y sirvi de
escarnio para el insaciable comedigrafo Aristfanes, empez a triunfar
ininterrumpidamente tras su muerte134. Menandro, el artfice de la Comedia
Nueva que trataremos a continuacin, lo tuvo como referente y en Roma tanto
Ennio como Sneca, en especial el segundo, trataron temas euripdeos.
En pleno Renacimiento, Eurpides fue el primer trgico en ser impreso y el
primero en ser traducido a las lenguas modernas: al francs en 1507, al italiano en
1519, al espaol en 1528, al ingls en 1566 y al alemn en 1584. Pero sin duda
donde tuvo mayor predicamento fue en Francia, cuando los clasicistas Corneille y
Racine lo tomaron como uno de sus principales modelos, lo mismo que Goethe, en
Alemania, que en el siglo XVIII compuso su propia versin de Ifigenia en Turide.
La comedia griega
Es unnimemente aceptada la nocin de que la comedia griega se divide en
Comedia Antigua y Comedia Nueva. Ambas se desarrollaron muy ligadas a la
coyuntura poltica y cotidiana y, de acuerdo con la clebre definicin aristotlica,
jugada por hombres vulgares, de tal modo muy poco cercana a los mitos de la edad
heroica. El comedigrafo griego deba, entonces, proponer e inventar sus propias
historias. El resquemor de los comedigrafos por esta carga se hizo sentir.
Antfanes, un poeta cmico que vivi entre el 408 y el 334, y del cual no
conocemos nada de su produccin, protest por el esfuerzo que se les exiga, a
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Estas opiniones pueden ser fatuas expresiones de una persona sin capacidad de
autocrtica, con un exceso de autoestima o, tal vez, fieles al reflejo de la realidad,
donde los competidores de Aristfanes, que varias veces le arrebataron el primer
premio en el concurso, caan en lo ms bajo y demaggico para ganarse el favor del
pblico y del jurado, aunque en el camino dejaran toda intencin de enaltecer el
gnero. Todas estas especulaciones hacen posible la duda de que la Comedia Antigua
responda solo al modelo aristofnico, sin presencia de otros procedimientos o
utilizacin de estructuras distintas por parte de otros comedigrafos. Con esto no
tenemos intencin alguna de menoscabar a Aristfanes, un poeta que junto con los
tres trgicos forma el excelente cuadro potico de la Grecia antigua. El hecho de ser
el nico comedigrafo con textos sobrevivientes los once que podemos disfrutar en
el presente es la cuarta parte de su produccin total, es en todo caso una afortunada
circunstancia de la historia que tambin tiene una explicacin.
Sorprende, en comparacin con el destino sufrido por la obra de tantos
cmicos antiguos, el que de unas cuarenta y cuatro comedias que se le
atribuyen, se haya conservado la cuarta parte. Pero no fueron sus excelencias
literarias las determinantes, sino que gracias a los aticistas, que encontraban
en Aristfanes una de las fuentes ms puras de la lengua tica de la segunda
mitad del siglo v, podemos contar con esta muestra sin par: once comedias,
ttulos y algunos fragmentos del resto, que cubren la mayor parte de la
produccin del poeta, cuarenta aos aproximadamente139.
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el teatro en grecia
y el campesino poda imitarlo, tal como lo hizo, pero los sembrados quedaban
descuidados, a expensas de la destruccin por parte de los espartanos, quebrando
por aos la expectativa de una vida mejor para todos aquellos que se haban
dedicado a la labranza.
Aristfanes no ahorr ni insultos ni injurias para denunciar la situacin, el
ataque satrico contra las personas es el procedimiento recurrente de la Comedia
Antigua calificada como una literatura con entraas por Alfonso Reyes,
incluso contra atenienses vivos que con frecuencia estaban presentes en el teatro.
Durante la representacin de Las nubes, donde Scrates era descrito como una
gallineta que se pavoneaba al caminar, el filsofo, presente en el teatro, se dio a
conocer para que el pblico advirtiera el parecido con la mscara del actor que lo
interpretaba en escena.
Los personajes bien conocidos de Atenas son en ella ridiculizados
constantemente [] En la culminacin de su grandeza, los atenienses se
complacan en que se hicieran burlas a expensas suyas, y toleraban de buen
humor cualquier censura de sus costumbres o de su poltica. Los
comediantes podan imitar a los hombres pblicos sin que se los persiguiera
ante los jueces por falta de respeto o difamacin. A veces se propasaban,
naturalmente, y entonces se los multaba, como aconteci a Aristfanes con
Clen, por ridiculizar a su ciudad ante los aliados y extranjeros que
concurran a Atenas en ocasin de ciertos festejos [para pagar el tributo o
phoros correspondiente]140.
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prlogo y la prodos, irrupcin inicial y tumultuosa del coro, que enlaza con el
agn, presente tambin en la tragedia aunque en la comedia es un elemento
permanente e irreemplazable que ocupa el primer episodio. Los lmites entre
prodos y agn son difciles de establecer, por lo que algunos prefieren tomarlo
como un conjunto indiferenciado. En el agn de la comedia siempre triunfa el
personaje que tiene la ltima palabra, donde se representan las ideas del poeta (la
comedia ateniense siempre es una obra de tesis, explica Roland Barthes). Vemos
el recurso en toda su envergadura en el debate entre Esquilo y Eurpides, que
Aristfanes imagina en Las ranas.
El prlogo, de unos doscientos o trescientos versos (tan largo como el
prlogo y el primer episodio de una tragedia), estaba a cargo de algunos de los
personajes de la comedia o, por lo general, de los secundarios. Aqu Aristfanes
jugaba con las expectativas del pblico, retardando la accin por medio de
trucos y malentendidos, hasta que por fin aclaraba en qu consista la idea
cmica de la representacin.
Una vez despertada la atencin del espectador [mediante el prlogo] se le
condiciona de modo que acepte sin reservas la fantstica lgica burlesca que
constituye la mdula de la comedia141.
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el de El misntropo, es el dios Pan el que est cargo de este quehacer. Pan era el
dios de los pastores y rebaos en la mitologa griega. Era, tambin, el dios de la
fertilidad y de la sexualidad masculina desenfrenada. En muchos aspectos,
guarda cierta similitud con Dioniso.
Los actores aparecan en escena vestidos con palio (de donde surgir,
posteriormente, el nombre de comedia palliata), cubierta la cara con una mscara que
tipificaba al personaje. La ambientacin corresponda a una plaza o a una calle que
corra frente a los domicilios de los personajes o delante del templo. Sus personajes
eran individuos comunes, sumidos en problemas domsticos de poca monta.
En las diferentes comedias, cada uno de estos personajes hace notar su
sencilla idiosincrasia, en la que no caben preocupaciones que podran ser
consideradas trascendentes. A ellos les importa lo inmediato y concreto, no
son seres como en el drama griego, e incluso en la Comedia Antigua que
se ocupen siquiera de asuntos de la comunidad, ni mucho menos de
cuestiones religiosas y filosficas [] Cada uno de [estos personajes] se
convierte en un prototipo humano, y, en las diferentes comedias, muy a
menudo se repiten no solo las situaciones, sino los mismos personajes144.
Aristfanes
Aristfanes naci entre el 450 y el 445 y era hijo de Filipo, que se supone fue
un rico colono ateniense establecido en la isla de Egina. Muri en el 388, ao en
que estren Pluto.
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el teatro en grecia
Aristfanes mostr su obra cuando la guerra civil del Peloponeso pasaba por
su momento ms lgido, de modo que todas fueron representadas mientras se
desarrollaba la contienda, con excepcin de las dos ltimas, La asamblea de las
mujeres y Pluto. Acaso por esa circunstancia, el cese de las hostilidades, estas dos
piezas perdieron la fuerza dramtica de las anteriores comedias aristofnicas, lo que
le vale a Rodrguez Adrados considerarlas como las menos significativas de todas
y provistas ya de algunas de las caractersticas de la comedia [nueva] posterior145.
Desde la stira y la crtica poltica tom partido por la paz con los
espartanos, en contra de la hybris ateniense y a favor de la recuperacin de los
viejos valores de la polis, un objetivo muy claro en Las ranas. Comparti el
canon de la Comedia Antigua con otros autores Eupolis, Cratino, de los
cuales desconocemos sus obras.
No se sabe tampoco cuntas obras escribi pero se tiene noticia de que
cuarenta y cuatro ttulos de su autora ingresaron a la biblioteca de Alejandra.
Como anotamos, tenemos a nuestro alcance solo once de esos textos.
Tambin como se dijo ms arriba, la Comedia Antigua critica circunstancias
del momento y hace stira146 con los acontecimientos polticos. Aristfanes atac
desde el escenario al tirano Clen (Los caballeros), oper en favor de la paz, su tema
obsesivo (Los acarnienses, Lisstrata, La paz), y empujado por sus ideas
conservadoras (se reitera, expresadas en Las ranas) atac las novedades intelectuales
que comenzaban a aportar los sofistas y luego Scrates (Las nubes).
La insistencia en las crticas le trajo asimismo algunos contratiempos y
desdichas, que incluyen, por ejemplo, la duda que se hizo circular de que Aristfanes
no era ateniense, suposicin que lo habra confinado a la condicin de brbaro o
meteco, perdiendo de ese modo los importantes derechos de la ciudadana.
Aristfanes comenz su actividad con una obra perdida, Los convidados, del
425, que firm con seudnimo. Se entiende que tom esa actitud por no tener la
edad suficiente, teniendo que ceder a Calstrato los derechos de representacin. La
contina con Los babilonios (429), donde por primera vez ataca los afanes blicos
de los tiranos Nicia y Clen, sucesores del recientemente muerto Pericles.
La cronologa de las obras conservadas, aceptando otra vez el criterio de
Bowra, es la siguiente.
Los acarnienses (425)
Los historiadores consideran que es la tercera obra escrita por Aristfanes,
pues (ya lo hemos sealado) cuentan dos anteriores que se perdieron. En esta pieza
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ROBERTO PERINELLI
el teatro en grecia
La paz (421)
Es una fantasa poltica, esperanzada por la corta paz obtenida por Nicias, que
durante un tiempo logr cesar la guerra entre Atenas y Esparta. El poeta crea un
ingenioso mundo irreal: un ateniense hastiado de la guerra monta un escarabajo y
vuela hacia el Olimpo, que encuentra deshabitado de dioses, tambin hartos de las
pugnas entre los hombres.
Los pjaros, por lo general traducida como Las aves (414)
Un paso ms del dado en La Paz, cuando Atenas se jugaba el futuro
invadiendo la Sicilia espartana. Dos aventureros convencen a las aves de que
construyan un imperio en el cielo. Para Bowra, una de sus obras maestras; para
Rodrguez Adrados una obra muy accesible al gusto moderno.
Lisstrata (411)
La ltima fantasa poltica de Aristfanes. Desilusionado por la continuacin
del guerra peloponesia se haba roto la breve tregua, le concede a las mujeres el
derecho de detener la matanza. El nombre de la herona, Lisstrata, la que disuelve
los ejrcitos, es un resumen de las intenciones del autor. Lisstrata es seria y triste
debajo de sus bromas y de su obscenidad nos dice Rodrguez Adrados. Mira con
compasin la suerte de las mujeres, sin voz ni voto en las decisiones de guerra y paz
y teniendo que sufrirlas148.
Las tesmoforias (411)
A punto de terminar la guerra, muy marcado el fracaso de Aristfanes de
detener la contienda con la modesta arma de la comedia, vuelve a Eurpides,
reiterando que este no contaba con su aprecio. Presentada en las Grandes
Dionisacas (no sabemos nada de su suerte), arremete contra la propensin del
poeta trgico de convertir a las mujeres en protagonistas de sus obras, por lo que
ellas deciden vengarse de esta inconsulta utilizacin.
Las ranas (405)
Aqu Aristfanes hace crtica literaria, la primera de la que se tiene noticia en
el mundo griego (anterior, en muchos aos, a la Potica de Aristteles). Fue
presentada en las Leneas y, adems del primer premio, obtuvo el raro honor de que
se le concediera una reposicin. Escrita apenas despus de la muerte de Eurpides
apuntes sobre la historia del teatro occidental. tomo 1
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Menandro
Menandro naci en el 342 a.C., en el seno de una familia acomodada y
muri en el 292 a.C.
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ROBERTO PERINELLI
la revista portea
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El drama satrico
Por ltimo se puede hablar de un tercer gnero dramtico: el drama satrico,
que podemos ubicarlo ms cerca de la tragedia que de la comedia. Lesky le dedica
atencin a este tema y afirma que el hecho de que la tragedia y el drama satrico,
aun obra menor, fueron cultivados por los mismos autores elimina cualquier duda
acerca de que ambas modalidades se constituyen a partir de las mismas o parecidas
hiptesis literarias.
La tradicin exiga a los autores de tragedias que cerraran la triloga con
una obra, ms breve y frecuentemente relacionada temticamente con los
dramas anteriores, de carcter burlesco. Es muy probable que esta
costumbre no sea ms que el resultado del intento de restablecer una
situacin originaria, cuando el contenido de las obras eran de carcter
dionisaco con numerosos elementos rituales entre los que se contaban la
presencia de stiros, la obscenidad, etc. Se consolid as una situacin en que
a las tragedias segua otra obra que era definida ya en la antigedad como
[] tragedia en broma, es decir, una pieza que, con forma y diccin trgica,
pona en escena ciertos mitos en los que se aunaba a un hroe con un rebao
de stiros, con Sileno, a la cabeza [a medio camino de su rol de corifeo de
los stiros y de actor individual], en una accin con evidentes rasgos
grotescos con la finalidad de procurar alivio a los espectadores abrumados
por los horrores de la triloga precedente152.
ROBERTO PERINELLI
el teatro en grecia
El drama satrico tiene final feliz, aunque creemos que esta es una afirmacin
arriesgada, pues faltan ms ejemplos que lo corroboren. Nos queda, como dijimos,
solo El cclope, de Eurpides, del cual ya hablamos.
Aristteles. La Potica
Aristteles naci en la ciudad jonia de Estagira, en el ao 384, ya dominada
entonces por los macedonios de Filipo, y fue hijo de Nicmaco, mdico oficial del
rey macednico Amintas. Lleg a Atenas a los diecisiete aos para estudiar en la
Academia, la escuela de Platn, donde permaneci dos dcadas, a pesar de que las
relaciones con su maestro no fueron perfectas. Ciertos comentaristas afirman
incluso que Platn, mucho ms viejo que su discpulo, criticaba en el joven hasta
la manera de cortarse el pelo y de vestirse (lo cual era un modo sibilino de insinuar
que se trataba de un extranjero, un meteco), y que, de tan competitivas, sus
relaciones acabaron en una definitiva ruptura.
En realidad esta parece ser una mirada exagerada sobre una relacin que,
como admiten otros historiadores, no obstante las distancias etarias, transcurri en
un marco de mutuo respeto. Las diferencias con su maestro, se mostraban en que
el discpulo se senta atrado por la ciencia emprica, procedimiento que a partir de
l ha quedado marcado en la civilizacin occidental. La filosofa posterior fue
reconociendo que las ideas de Aristteles no se encontraban en oposicin con las
de Platn, sino que son su desarrollo, que se mostraron como una tesis y una
anttesis que se sintetizaron con el pensamiento de ambos. Por otra parte es claro
que Aristteles nunca rompi con Platn, sino que tuvo que dejar la Academia
cuando el maestro muri en el ao 347 y los conflictos polticos entre atenienses y
apuntes sobre la historia del teatro occidental. tomo 1
115
macedonios ponan en peligro su vida, por lo que tuvo que buscar refugio en
Atarneo, en el Asia Menor, gobernada por Hermias, un aliado de Filipo de
Macedonia. All fund una rama de la Academia y cas con la hija del tirano.
La guerra entre Filipo II y los atenienses dej de ser inminente para
convertirse en una realidad concreta. Despus de la batalla de Queronea (338), que
dio el triunfo a los macedonios, Aristteles se instal en Macedonia para
convertirse en preceptor de Alejandro Magno, que en ese entonces tena trece aos.
Las enseanzas sobre tica, poltica y los secretos ms profundos de la filosofa
fueron de tal intensidad que el propio Alejandro declar que de su padre haba
recibido la vida y de Aristteles el arte de vivirla. Este alumno, general del ejrcito
a los veinte aos (se cuenta que admiraba a Aquiles, adopt la Ilada como libro de
cabecera y conoca las obras de los tres grandes trgicos), tuvo una concreta seal
de agradecimiento hacia su maestro: mand reconstruir la ciudad natal de
Aristteles, Estagira, destruida por el avance de las tropas conquistadoras
macednicas, ya que Alejandro fue, como heredero del poder a la muerte de Filipo
II, quien emprendi la tarea de la total ocupacin de Grecia. Tambin Alejandro
debi defenderse de la sublevacin de sbditos disconformes con su gestin.
Rodaron cabezas y entre ellas la de Calstenes (360-328), sobrino de Aristteles y
de algn modo lo que hoy podra nombrarse como su secretario privado. El acto
sangriento del emperador marc la ruptura con su mentor, sobre todo porque los
aliados de Alejandro alentaban la idea de que las sublevaciones haban sido
instigadas por el filsofo. La imputacin avanz mucho ms cuando
repentinamente muri Alejandro, presumiblemente envenenado, ya que
Aristteles fue acusado del acto o, por lo menos, de haber estimulado el crimen.
Historiadores como Plinio el Viejo (79-23) y Plutarco, dan este crdito al suceso.
De regreso en Atenas, Aristteles fund una institucin homloga a la
Academia, el Liceo, en un edificio levantado junto a un santuario consagrado a
Apolo Liceos. Era costumbre del maestro dar sus lecciones caminando alrededor de
sus alumnos, por lo que la escuela fue conocida como peripattica, trmino
derivado del verbo griego que significa pasear.
Hiptesis semejantes a la de la muerte de Alejandro volvieron a repetirse en
ocasin de la muerte del filsofo. Circulan versiones, a las que adhiere en el siglo III
Digenes Laercio, de que Aristteles (refugiado en Calcis, en casa de su madre ya
difunta) tambin muri envenenado, en el 322 a la edad de 62 aos, no se sabe si
por los atenienses, por su pasada adhesin a los macedonios, o por los macedonios,
para vengar la muerte de Alejandro. Otras fuentes citan una muerte menos cruenta
y muy lejos de las intrigas del poder; cambian el envenenamiento por una lcera
letal, que infructuosamente Aristteles trat de curar con baos de aceite.
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el teatro en grecia
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el teatro en grecia
sabemos a qu corresponde. Y, desde ya, dejaremos de lado la parte final del libro
donde examina la epopeya.
El texto se abre desplegando el concepto de imitacin (mmesis en griego),
que no significa simple imitacin sino imitacin de las acciones humanas o poder
de reproduccin artstica de los elementos del mundo objetivo160, y en base a ello
distingue dos gneros literarios: el pico, que siglos despus devendr en novela, y
el dramtico, que divide a su vez en dos subgneros, que por comodidad se los trata
como gneros dramticos, y que son la tragedia y la comedia, trminos que pueden
ser comprendidos por el vocablo drama. Hay quien asegura que Aristteles
tambin menciona de modo implcito un tercer gnero, el lrico, la poesa, pero
alrededor de este asunto no hay acuerdos; lo cierto es que este tercer gnero recin
se incorpora como tal y de un modo definitivo, en 1564, durante el Renacimiento,
cuando Antonio Minturno lo incluye en su obra LArte poetica.
En la mencionada introduccin a su Potica, Aristteles explica que las artes
analizadas coinciden en que todas son imitaciones y seala que las mismas difieren
por el modo y los medios con que lo hacen y cules son los objetos que se
imitan. Asistido por este ltimo concepto los objetos imitados, el filsofo marca
una primera diferencia entre tragedia y comedia que ser de gran productividad en
la historia del teatro occidental, ya que se convertir en un precepto que tendr
adherentes y rprobos, sobre todo en la gran escena del Renacimiento. La tragedia
y la comedia, dice Aristteles, se distinguen porque esta quiere imitar a personas
peores que las de ahora, aquella en cambio mejores161.
Puesto que los imitadores imitan a los que actan, y es necesario que estos
sean dignos o malos (pues los caracteres casi siempre corresponden a tales
especies, ya que todos ellos se diferencian de acuerdo al vicio o a la virtud),
imitan a personas mejores de las que hay entre nosotros, o peores, o iguales.
Estas personas mejores eran los dioses de la poca heroica, los titanes, los
representantes de las grandes casas (reyes, nobles, prncipes y princesas). Lo que se
reconoce como el vulgo (personajes de pueblo, campesinos), son los personajes de
la comedia pero no tienen participacin en la tragedia, o, si la tienen, la ejercen
desde un rol secundario. La nica vez que aparece un personaje de este estrato es
en la Electra de Eurpides. Por imperio de su madre Clitemnestra, Electra ha sido
casada con un campesino y alejada del palacio. Pero el campesino, convencido que
una princesa jams podra ser su esposa, no consuma el matrimonio, se mantiene
al lado de la esposa como si fuera un siervo antes que un marido.
Aristteles contina su anlisis afirmando que se puede imitar con los
mismos medios y a los mismos objetos, pero estableciendo diferencias en el
apuntes sobre la historia del teatro occidental. tomo 1
119
modo: narrando, como lo hizo Homero, o bien haciendo obrar y actuar a todos
los imitados. Esta razn ltima, la imitacin de personas que obran y actan, es
la que permite que estos poemas se llamen dramas y que Sfocles y Aristfanes
queden igualados. La diferencia estriba, se reitera, en que Sfocles escribe tragedias
y trata de personas dignas, mientras que Aristfanes, al trabajar la comedia, trata
situaciones vividas por personas vulgares.
En suma la imitacin un rasgo connatural para los hombres desde la
infancia, de la cual todos gozan, pues es una muy agradable razn de aprender, no
solo para los filsofos sino tambin para los otros hombres, admite estos tres
elementos constitutivos: con qu medios y de qu modo se hace y qu cosas son
las que se tocan.
Acerca de los orgenes de la tragedia (segn los estudiosos, la zona ms dbil
del tratado), el filsofo afirma que proviene del ditirambo, una forma coral y
danzante que se ubica entre lo religioso y lo literario, en su mayor parte
improvisada.
El ditirambo naci en la regin de Corinto, posiblemente en el siglo VII, para
celebrar a Dioniso. Lesky anota que Herdoto dice que Arin fue el primer
hombre que compuso un ditirambo, le puso ttulo y lo recit. No obstante,
contina Lesky, esta composicin ya exista, su origen se pierde en el tiempo como
canto de honor al dios mencionado. Lo que habra que aceptar, entonces, es que
Arin fue el primero que lo convirti en una forma artstica.
Por su parte, Roland Barthes nos ofrece su definicin del gnero ditirmbico.
Era una especie de drama lrico cuyos temas, mitolgicos y a veces
histricos, recordaban mucho a los de la tragedia. La diferencia (capital) era
que el ditirambo se representaba siempre sin actores (incluso si haba
monlogos) y sobre todo sin mscaras ni vestuario. El coro era numeroso:
cincuenta ejecutantes, entre nios (menores de 18 aos) y hombres [] Sus
danzas tenan lugar no frente al pblico, como en la tragedia. La msica
utilizaba sobre todo modos orientales, era una msica de significacin
tumultuosa []; esta msica fue suplantando cada vez ms al texto y esto
recalca la semejanza entre el ditirambo y la pera actual. De estos
ditirambos, lo nico que ha llegado hasta nosotros son algunos fragmentos
mutilados de Pndaro162.
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el teatro en grecia
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unidad de tono, que se cumple en la mayora de los textos griegos que han
llegado hasta nosotros. Y eso es cierto, Agamenn no es asesinado ni Yocasta se
cuelga a la vista de los espectadores, pero tambin encontramos sus resquicios,
que ya sealamos: yax, el protagonista de la obra homnima, se suicida en
escena y permanece tendido, la espada atravesndole el pecho, algo ms de la
tercera parte de la obra, mientras los otros personajes comentan el episodio.
Ved a nuestro Ajax, que yace ah, con una herida reciente, hecha por la espada,
lejos de todos166.
Respecto a la estructura de la tragedia, Aristteles seala que consta de
prlogo, prodos, episodios, estsimos y xodo.
Prlogo (prtasis en griego)
Quedaba a cargo de alguno de los protagonistas del drama y puede
entenderse como una especie de primer acto de tono discursivo si
emparentamos esas piezas con las obras convencionales divididas en actos. La
funcin del prlogo era advertir al auditorio acerca de la versin mtica que
segua el poeta167.
Prodos
Constituye el momento en que el coro hace su aparicin y comienza su
participacin en la historia a travs de distintas formas omniscientes: presagios,
advertencias, narracin de sucesos pasados, cantos lricos acompaados por las
flautas, de los cuales ofrecemos un fragmento a modo de ejemplo.
Episodios
Tres por lo general, donde intervenan los actores a cargo de los personajes
de la historia, que solo podan ingresar o salir del escenario slo una vez por
episodio.
Estsimos
La intervencin del coro entre episodios, con el nimo que les va produciendo
el desarrollo de los acontecimientos.
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xodo
ltimo episodio, retiro bullicioso del coro durante lo que podramos llamar
un quinto acto si hacemos la misma analoga que mereci el prlogo.
Hay que tener en cuenta que si bien este es un modelo repetido en muchas
de las tragedias, no todas lo cumplen de manera estricta, desde el nmero de
episodios, que puede variar hasta cinco, hasta el prlogo, que puede no existir.
Pero la segmentacin en cinco secciones un prlogo, tres episodios y un
xodo, es observada por las dos terceras partes de las tragedias que han llegado hasta
nosotros y dio lugar al malentendido, inaugurado por el romano Horacio a comienzos
de nuestra era, que asegur que la tragedia se compona de cinco actos, equivocada
suposicin que no obstante fue aceptada y acatada durante siglos. La presencia de
actos significara tambin la de entreactos, espacios vacos durante los cuales no hay
representacin alguna, proponiendo el descanso del pblico, y que en la escena griega
no se conocan. En la tragedia griega la representacin mantena la continuidad, ya
que los estsimos, patrimonio del coro, formaban parte de la estructura total y no
estaban de ningn modo desvinculados del espectculo. Es cierto que el coro fue
perdiendo su funcin, que de dialogante y participante lleg a cubrir intermedios sin
ligazn con la pieza en s, pero esto ocurrir en fechas posteriores a la clsica. En el
siglo de Pericles el coro mantuvo una envergadura representativa importante, hasta el
punto de que Aristteles pide en su Potica que se lo trate como un personaje ms, no
obstante estar compuesto por numerosas personas (doce coreutas, cifra que luego
Sfocles aument a quince) que representan a toda una comunidad. En la tragedia la
movilidad es patrimonio del coro, que canta, baila y toca msica. En la
representacin es menester que hable el coro por boca de una sola persona y que sea
parte del todo168 o, como traduce Schlesinger, el coro debe considerarse como uno
de los actores, debe ser parte del todo e intervenir en la accin.
Los personajes protagonistas estaban casi condenados a la quietud, montados
en altos coturnos, vestidos con una tnica pesada que llegaba hasta el piso y ceida
la cintura a la altura del pecho y una enorme mscara inexpresiva, sus movimientos
eran pocos y muy calculados, de modo que la accin dramtica estaba contenida
en el discurso. Este atuendo majestuoso serva, tambin, para distinguir a los
actores de los integrantes del coro.
Aristteles sostiene la obediencia a las fbulas tradicionales, digo, por ejemplo,
que Clitemnestra debe ser muerta por Orestes, que se mantengan los nombres
divulgados por el mito Medea, Edipo, Electra, porque darles otro significara
quitarle crdito a la fbula y que los desenlaces de las mismas deben producirse como
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Pavis cita a Vctor Hugo, quien en el siglo XVIII de nuestra era, en medio del
combate de los romnticos contra las reglas clsicas, us la irona para argumentar
contra los que apoyaban la vigencia de ellas.
Lo extrao reside en que los conformistas pretenden apoyar su regla de
dos unidades, espacio y tiempo, en la verosimilitud, cuando la realidad
precisamente la destruye. En efecto, qu puede ser ms inverosmil que este
vestbulo, este peristilo, esta antecmara, lugar banal donde nuestras
tragedias tienen la complacencia de venir adesarrollarse, a donde llegan, no
sabemos cmo, los conspiradores para declamar contra el tirano, el tirano
para declamar contra los conspiradores172.
129
Cabe la tentacin de anotar que, si bien esta norma de sujetarse a una sola
fbula fue con frecuencia acatada por el teatro, tambin es posible marcar algunas
excepciones. Entre las ms honrosas, Shakespeare y los isabelinos, que hacan
tambalear la unidad de accin al incorporar un segundo y hasta un tercer nivel de
accin, procedimiento, tambin usado por el Siglo de Oro espaol. El teatro de
Bertolt Brecht, que con deliberacin l llam pico, ofreca piezas fragmentadas en
varios cuadros. Tantos intermedios daban la ilusin del paso del tiempo,
consiguiendo con eso cubrir grandes perodos de tiempo, tal como la Guerra de los
Cien Aos en su inmortal Madre Coraje.
Con la unidad de tiempo Aristteles ya no es tan preciso. Hace las diferencias
de extensin entre tragedia y epopeya.
Se distinguen en cuanto a la extensin, pues la una trata en lo posible de
estar bajo un solo perodo solar o excederlo en poco; la epopeya en cambio
es ilimitada en cuanto al tiempo.
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el teatro en grecia
Elder Olson
Elder Olson es autor de un libro dedicado a la comedia178. En ese texto
aporta una inteligente diferenciacin entre lo que es cmico y lo que es comedia.
Lo cmico dice Olson puede aplicarse fuera del arte. La comedia nicamente
en el arte. Olson afirma su adhesin a los trminos fundamentales de la Potica,
en especial al concepto de mmesis que sustenta la teora literaria de Aristteles.
Repite, como el filsofo griego, que en el acto de imitar se puede obtener una
imagen que puede mejorar el objeto o empeorarlo, vale decir hacer retrato o hacer
caricatura; la tragedia y la comedia se atribuyen estas dos posibilidades.
Nosotros podemos considerar la vida humana de una manera grave o de una
manera alegre. La tragedia surge del punto de vista primero y la comedia del
segundo [pero] cuando decimos que la tragedia imita una accin seria,
entendemos que se trata de una accin que la tragedia convierte en seria; de la
misma manera la comedia imita una accin convirtindolo en un asunto ligero.
Debe entenderse, aclara Olson, que la accin sin valor consiste en que la
misma es algo insignificante, que no merece la pena [...] que sera disparatado
preocuparse por ello. El lenguaje trabajado con agradables accesorios significa el
cuidado del verso, de la msica que se emplea en la obra. La comedia debe ser
representada y no narrada, idnticos trminos a los que usa Aristteles para
diferenciar el gnero dramtico de las otras artes imitativas. El vocablo catstasis
adquiere el mismo valor que Aristteles le dio al trmino catarsis (por qu Olson no
us ese en cambio de utilizar otro?), contiene la misma fuerza liberadora, mediante
ella el espectador se quita las preocupaciones y malestares que lo inquietan.
Patrice Pavis
No obstante que el mismo Pavis acepta que la diversidad infinita de
manifestaciones que presenta la comedia, dificultan la posibilidad de deducir una
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Anne Ubersfeld
La definicin de esta estudiosa contempornea es interesante porque agrega,
a lo dicho por Olson y Pavis, la cuestin del referente, al cual la comedia le debe
ser ms fiel que la tragedia. Este referente, vale decir el contexto en que se desarrolla
la comedia, puede no ser de inmediato reconocimiento por parte del pblico, lo
que postergara, a veces anulara del todo, los efectos cmicos que quieren
conseguirse con la representacin. La construccin del referente para espectadores
de otras pocas se hace, a veces, muy dificultosa.
La comedia cuenta la historia de un hombre, menos frecuentemente la de
un grupo de hombres, cuyo comportamiento conduce a un desequilibrio. A
veces, el desequilibrio surge de una situacin que provoca risa (la presencia
de mellizos, por ejemplo, que produce equivocaciones sobre la persona).
Sabemos que rer es una defensa contra la angustia; y, de una manera muy
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ROBERTO PERINELLI
el teatro en grecia
135
Apolo; las Grandes Eleusinas, destinadas a celebrar los sabios consejos de la diosa
Demeter; los Juegos Nemeos en honor de Zeus, o las Tesmaforias, de tres das de
duracin, que recordaban la partida al ultramundo de Persfone y de las cuales
participaban solo las mujeres casadas.
Las grandiosas Dionisacas Urbanas tenan lugar en primavera, festejando el
trmino del invierno, a finales de marzo o principios de abril, en la ciudad de
Atenas. La hegemona que sobre el resto de las poleis ejerca esta ciudad le fue
dando a estas fiestas carcter panhelnico, recibiendo Atenas visitantes de todas las
ciudades-estado que habitaban la Hlade. La fiesta duraba seis das y es posible
suponer que se empleaban los primeros tres para los deportes y otras diversiones y
los ltimos para las representaciones trgicas de una tetraloga (tres tragedias ms
un drama satrico), que se ofrecan por las maanas. Posteriormente, cuando la
comedia se sum a las festividades, 486, una o dos de estas se representaban por la
tarde. Como se dijo, Quinides fue el primer poeta cmico que, en el mencionado
486, se present en Atenas y gan el concurso.
La ofrecida es la versin ms aceptada de las Grandes Dionisacas, pero
Roland Barthes, si bien coincide con la extensin de seis das, conjetura que
incluan tres concursos: de ditirambos, tragedias y comedias181.
Las Leneas o ms exactamente las Dionisacas del Lenaion, eran de carcter
exclusivo para los atenienses ya que, acaso por realizarse en el invernal enero,
atraan a pocos extranjeros. El programa se limitaba a un doble concurso, trgico y
cmico, sin ditirambos, y tena una duracin de tres o cuatro das.
Las Dionisacas Rurales, que se desarrollaban tambin en poca invernal, a
fines de diciembre, en diversos puntos del territorio griego, sumando un centenar
de grandes y pequeas poleis. Las Dionisacas Rurales eran ms modestas y solan
carecer, por falta de recursos, de representaciones dramticas o, cuando contaban
con ellas, se trataba de reposiciones de los grandes textos ya estrenados en Atenas.
Hay quien asegura que tambin fueron campo de prueba de los autores noveles,
que medan fuerzas para luego competir en el terreno consagratorio de la gran
ciudad-estado. Sin embargo el puerto del Pireo, de economa importante por el
intercambio comercial que all tena lugar, alcanz a rivalizar con Atenas. Contaba
con dos teatros y hay datos de que al menos logr producir el estreno de una obra
de Eurpides.
Durante las Grandes Dionisacas se dispona la inactividad total, el descanso
era obligatorio, ni siquiera la justicia funcionaba (hay que citar que los griegos
desconocan el descanso semanal, que es una nocin de origen religioso judo).
Anotamos ms arriba que la pausa incluida hasta las acciones blicas, que se
interrumpan para dar lugar a la fiesta.
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el teatro en grecia
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el teatro en grecia
El edificio teatral
El edificio teatral, el theatron (lugar para ver), que equivocadamente nos lo
imaginamos unido a este gran perodo del teatro griego, no exista cuando Esquilo
y los otros grandes trgicos competan en las Dionisacas, con excepcin, dice
Hauser, de Eurpides y de Menandro, vigente uno al final del ciclo clsico y
actuando el otro en plena poca helenstica, que es cuando en realidad se
construyeron estos teatros de mrmol y piedra.
En cada pequea ciudad tiene el teatro sus modestos centros; pero en las
grandes ciudades se le dedican nuevas y asombrosas construcciones de
piedra y mrmol, cuyos restos nos han sido conservados, y en las que
apuntes sobre la historia del teatro occidental. tomo 1
139
pensamos sobre todo cuando hablamos del teatro griego, pero que, sin
embargo, no estaban destinadas a Esquilo y Sfocles, sino al antao
maltratado Eurpides y a sus rivales posteriores, es decir, a aquella sociedad
abigarrada a la que pertenecen no solo Menandro y Herondas183, sino
tambin toda clase de acrbatas y flautistas, juglares y parodistas184.
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ROBERTO PERINELLI
el teatro en grecia
Lo que queda claro es que el sitio donde se eriga el teatro era patrimonio del
dios Dioniso; anexo estaba su templo. Esta ubicacin responde a la necesidad de
contener encerrado a un dios disoluto, capaz de soliviantar el nimo de sus fieles,
en especial si eran mujeres, y generar orgas incontenibles y desgraciadas. Como ya
se mencion, en Las bacantes, Eurpides describe una situacin que termina con
una madre presa de desvaro degollando a su propio hijo.
No obstante las imprecisiones anotadas, los especialistas han conseguido
reconstruir con bastante exactitud el diseo de los teatros de mrmol y piedra de la
poca helenstica. La orchestra era un crculo perfecto de unos veinte metros de
dimetro, dispuesto en el centro del edificio, destinado a las evoluciones del coro y
donde se dispona el thymel, ara o altar, de Dionisio. Era el lugar de los primitivos
sacrificios o, quizs, solo una fosa destinada a recoger la sangre derramada por el
inmolado macho cabro que, se supone, se sacrificaba primitivamente antes de la
ceremonia. Se presume que esta vctima de la fiesta era luego ofrecida como
premio, adems del ex voto, al poeta ganador del concurso. Otra conjetura dice que
solo era el pellejo del animal sacrificado, lleno de vino.
La sken era un edificio rectangular, tangente con el crculo de la orchestra y
enfrentado a los espectadores, abierto en tres partes, tres prticos de acceso a lo que
hoy llamaramos un amplio camarn, por donde entraban y salan los actores. El
protagonista siempre lo haca por la puerta central, la puerta real185.
El techo de la sken, denominado theologeion, serva de lugar de accin de los
seres superiores, dioses y titanes, y su muro frontal se transform, Sfocles
mediante, en el soporte de la escenografa pintada del teatro griego. Esta
escenografa era, en realidad, un vulgar decorado, una lona extendida a lo largo de
la sken. Luego se le agregaron en los extremos los periactos, dos prismas giratorios
que giraban sobre un eje y mostraban en las caras motivos que compatibilizaban
con el tema de la decoracin central. Las suposiciones van ms all, se cree que
luego se estableci una tipologa sumaria de los lugares representados, que los
preceptistas del Renacimiento tomaron como uno de los puntos de partida para la
recuperacin del drama clsico. Esta especulacin seala que el drama satrico
requera de un decorado semejante a un paisaje silvestre, que la comedia de un
frente de viviendas, y que la tragedia de la fachada de un templo o palacio o la
endeble estructura de una tienda de campaa.
No obstante, y continuando con el tema de la escenografa, hay que tener en
cuenta que la griega fue una teatralidad que apel a la escenografa verbal o a
elementos cargados de valor simblico pero alejados de una copia mimtica del
objeto real. Se presume, por ejemplo, que la roca en la cima del Cucaso donde el
titn de Prometeo encadenado padece el castigo de Zeus, estaba simbolizada por
un poste vertical donde se ataba al actor.
apuntes sobre la historia del teatro occidental. tomo 1
141
proskenin
thymel en honor
de Dionisio
koilon
paradoi
orchestra
theologein
templo de
Dionisios
sken
142
ROBERTO PERINELLI
el teatro en grecia
143
Notas
1. Barrow, R.H. 2006. Los romanos (traduccin de Margarita Villegas de Robles). Mxico. FCE.
2. Aclaramos que por cuestiones de practicidad, en este captulo, con alguna excepcin, no
utilizaremos para las fechas la diferenciacin entre era precristiana y cristiana (a.C., d.C.), ya que es
obvio que todos los acontecimientos que sern mencionados se desarrollaron antes del
nacimiento de Cristo. Asimismo se aclara que todas las fechas citadas tienen una exactitud
imprecisa, pues los eruditos no suelen coincidir en este punto y, por lo tanto, varan, a veces con
grandes diferencias, segn la fuente consultada.
3. Hauser, Arnold. 1962. Historia social de la literatura y el arte (traduccin de A. Tovar y F. P. VarasReyes). Espaa. Ediciones Guadarrama.
4. Kitto, H.D.F. 1962. Los griegos (traduccin de Delfn Leocadio Garasa) Buenos Aires. EUDEBA.
5. Hauser reproduce con minuciosidad las caractersticas del arte cretense, en comparacin con el
egipcio, que por supuesto es un precioso material de consulta sobre el tema.
6. Cardona, Francesc. 1996. Mitologa griega. Espaa. Edicomunicacin SA.
7. Hearder, Harry. 2003. Breve historia de Italia (edicin revisada y actualizada por Jonathan Morris;
traduccin de Borja Garca Bercero). Espaa. Alianza Editorial.
8. Graves, Robert. 1993. Los mitos griegos (traduccin Luis Echvarri). Buenos Aires. Alianza Editorial.
144
ROBERTO PERINELLI
el teatro en grecia
9. Errneamente se le atribuye a Dioniso el invento del vino; se conjetura que en realidad es de
origen cretense, vale decir, minoico.
10. Kitto, H.D.F. Obra citada.
11. Muoz Molina, Antonio. Una conversacin, artculo publicado en El Pas de Espaa, el da
sbado 1 de noviembre de 2008.
12. Kitto, H.D.F. Obra citada.
13. Kitto, H.D.F. Obra citada.
14. Bowra, Cecile Maurice. 2005. Historia de la literatura griega (traduccin de Alfonso Reyes).
Buenos Aires. FCE.
15. Composicin potica del gnero lrico, en que se lamenta la muerte de una persona o cualquier
otro caso o acontecimiento digno de ser llorado (RAE).
16. Bowra, Cecile Maurice. Obra citada.
17. Precisamente su condicin es bastante asimilable a la de los siervos de la Edad Media.
18. Lrida Lafarga, Roberto. Grecia y Persia en el mundo antiguo. Las Guerras Mdicas. http://clio.rediris.es
19. La denominacin de Siete Sabios fue el ttulo dado por la tradicin griega a siete antiguos
sabios griegos (alrededor del 620 - 550.), renombrados por su sabidura prctica que consista en
una serie de aforismos y dictmenes memorables. Merecieron dicho nombre debido a que sus
enseanzas o frases fueron, y son, una gua de la vida de los hombres. Este conjunto incluye tanto
a filsofos como a estadistas o legisladores. Clebulo de Lindos: La moderacin es lo mejor;
Queln de Esparta: No desees lo imposible; Bas de Pirene: La mayora de los hombres son
malos; Tales de Mileto: Concete a ti mismo; Pitaco de Mitilene: Debes saber escoger la
oportunidad; Periandro de Corinto: S previsor con todas las cosas; y Soln: Nada en demasa.
La coleccin de sentencias ms antiguas donde se incluyen las citadas y otras ms, fue
encontrada en el siglo iii d.C., inscripta en una tablilla de piedra, posiblemente para el uso escolar,
sin ninguna mencin a los nombres de los sabios.
20. El Arepago o colina de Ares, era un monte situado al oeste de la Acrpolis de Atenas, sede
del Consejo que all se reuna. Segn la leyenda, se llamaba as porque Ares haba sido juzgado por
los dioses y exonerado de ser ajusticiado gracias a la intervencin de Halirrhotios, hijo de Poseidn,
que haba violado a la hija de Ares, Alcipe.
21. Kitto, H.D.F. Obra citada.
22. Moss, Claude. 1971. Historia de una democracia: Atenas. Desde sus orgenes a la conquista
de Macedonia (traduccin de M. Aspitarte Almagro) Espaa. Akal Editor.
23. Moss, Claude. Obra citada.
24. Biografa de Pericles (sin firma) http://www.biografas.es
25. Morrison, Toni. Reportaje de Alessandra Farkas publicado en Adncultura La Nacin del sbado
21 de febrero de 2009.
26. Cassin, Barbara. Es peligroso confundir cultura con informacin, artculo publicado en
Adncultura La Nacin. Buenos Aires. Sbado 21 de junio de 2008.
27. Este Tucdides es el poltico, no confundir con el historiador.
28. No poda imaginar el laborioso Pericles que el Partenn, convertido en depsito de plvora, iba
a estallar en pedazos en 1687, por efecto de una bomba incendiaria disparada por los venecianos
que intentaban ocupar Atenas, por ese entonces en poder de los turcos. Los daos fueron aun
mayores; dispuestos los venecianos al robo de las obras maestras de Fidias que lo decoraban, este
no pudo ser consumado por el peso de los monumentos, por lo que los frustrados ladrones, ante
la imposibilidad de cargarlos, los dejaron caer para que se destrozaran contra el suelo.
29. Se conjetura que este concepto de Siete maravillas fue acuado en la poca helenstica,
siglo iii a.C. Por supuesto la lista contempla las obras monumentales que los griegos podan
admirar en ese momento, luego hubo inclusiones que produjeron reemplazos , modificando la
nmina original, de tal modo que las puertas de istar de Bailonia (actualmente en el museo
Prgamo de Berln) dejaron su lugar al faro de Alejandra. De las siete maravillas, una sola
permanece en pie, la Gran Pirmide de Giza, situada en Keops, Egipto, a la cual sin embargo se le
145
ha sustrado, a lo largo de los siglos, el revestimiento de piedra caliza; las restantes han sido
destruidas por causas naturales o por intencionada accin del hombre.
30. Plutarco. 1991. Vidas paralelas (traduccin del griego de Antonio Sanz Romanillos). Espaa. Planeta.
31. Kitto, H.D.F. Obra citada.
32. Bowra, Cecile Maurice. Obra citada.
33. Reyes, Alfonso. 1966. Obras completas. Tomo XVIII. Estudios helnicos. Mxico. FCE.
34. Hauser, Arnold. Obra citada.
35. Yourcenar, Marguerite. 1986. Memorias de Adriano (traduccin de Julio Cortzar). Buenos
Aires. Editorial Sudamericana.
36. Hauser, Arnold. Obra citada.
37. Arte de interpretar textos y especialmente el de interpretar los textos sagrados (RAE).
38. Cardona, Francesc. Obra citada.
39. Malinovski, Bronislaw. 1974. El mito en la psicologa primitiva. Magia, ciencia y religin (sin
registro de traductor) Barcelona. Editorial Ariel.
40. Estbanez Caldern, Demetrio. 1999. Diccionario de trminos literarios. Madrid, Espaa.
Alianza Editorial.
41. Burke, Peter. 1993. El Renacimiento (traduccin castellana de Carme Castells). Espaa. CRiTiCA.
42. Virasoro, Mnica. 2000. Los griegos en escena. Buenos Aires. EUDEBA.
43. Homero. 2001. Odisea (traslacin en verso de Fernando Gutirrez). Espaa. Planeta.
44. Homero. 1968. Ilada, La Batracomiomaquia, Himnos homricos (traduccin de Luis Segal y
Estalella; prlogo y edicin cuidada por Pedro Henrquez Urea) Buenos Aires. Editorial Losada.
45. Cardona, Francesc. Obra citada.
46. Bowra, C.M. Obra citada.
47. Vernant, Jean-Pierre. 1999. rase una vez El universo, los dioses, los hombres. Un relato de
los mitos griegos (traduccin de Daniel Zadunaisky). Argentina. FCE.
48. Adjetivo o participio cuyo fin principal no es determinar o especificar el nombre, sino
caracterizarlo (RAE). He aqu algunos eptetos utilizados por Homero en la Ilada o en la Odisea para
designar a algunos personas: Afrodita, urea, risuea, amante de la risa; Agamenn, atrida, rey de
hombres, el ms codicioso, que tiene ojos de perro y corazn de ciervo, hijo del belicoso Atreo;
Helena, ninfa querida, cuyo rostro se parece al de los dioses inmortales, hija querida, la de largo
pelo; Ulises (Odiseo), Lartida, del linaje de Zeus, fecundo en ardides, padre de Telmaco, igual a
Zeus en prudencia, que se cri en la spera itaca.
49. Figura que consiste en comparar expresamente una cosa con otra, para dar idea viva y eficaz
de una de ellas (RAE).
50. Virasoro, Mnica. Obra citada.
51. Kitto, H.D.F. Obra citada.
52. Rodrguez Adrados, Francisco. 1994. introduccin en Aristfanes. Las avispas. La paz. Las aves.
Lisstrata. Madrid. Editorial Ctedra.
53. Virasoro, Mnica. Obra citada.
54. Reyes, Alfonso. Obra citada.
55. Parada, Carlos. 1999. Aspectos bsicos de los mitos griegos. http://homepage.ma.C.com
56. Bauz, Hugo Francisco.1997. Voces y visiones. Poesa y representacin en el mundo antiguo.
Buenos Aires. Editorial Biblos.
57. Macgowan, K y Melnitz, W. 1964. Las edades de oro del teatro (traduccin de Carlos Villegas
revisada por Julio Prieto). Mxico. Fondo de Cultura Econmica.
58. Homero. 2003. Ilada (traduccin de Luis Segal y Estalella). Buenos Aires. Editorial Losada.
59. Mndez, Patricia. 2006. Esbozo de una larga historia inconclusa. Santiago de Chile. Chile.
http://patrmendez.gooplepages
146
ROBERTO PERINELLI
el teatro en grecia
60. Kitto, H.D.F. Obra citada.
61. Bowra, Cecile Maurice. Obra citada.
62. Vernant Jean-Pierre. Obra citada.
63. Vernant Jean-Pierre. Obra citada.
64. Bowra, C. M. Obra citada.
65. Bowra, C.M. Obra citada.
66. Hesodo. 2005. Teogona. Trabajo y das. Escudo. Certamen (traduccin de Adelaida Martn
Snchez y Mara ngeles Martn Snchez). Espaa. Alianza editorial.
67. Martn Snchez, Adelaida y Martn Snchez, Mara ngeles. 2005. introduccin a Hesodo.
Teogona. Trabajo y das. Escudo. Certamen. Espaa. Alianza Editorial.
68. Hesodo. Obra citada.
69. Hesodo. Obra citada.
70. Crnida por ser hijo de Cronos.
71. Hesodo. Obra citada.
72. Hesodo. Obra citada.
73. Slex, variedad de cuarzo, de color gris amarillento ms o menos oscuro.
74. La noche acta, en este caso, como smbolo de lo triste, lo odiado. Hesodo le atribuye el da,
la luz, a Zeus.
75. Hesodo. Obra citada.
76. Graves, Robert. Obra citada.
77. Graves, Robert. Obra citada.
78. Hay muchas explicaciones para justificar estas uniones maritales endogmicas, que hoy son
calificadas de incestuosas. La ms usual es aquella que indica que se hacan para mantener la
pureza de la sangre y evitar la dispersin de la herencia. De todos modos el incesto era una
prerrogativa divina, que los dioses solo castigaban en los humanos.
79. Mndez, Patricia. Obra citada.
80. Virasoro, Mnica. Obra citada.
81. Martn Snchez, Adelaida y Martn Snchez, Mara ngeles. Obra citada.
82. Aristteles. 2003. Potica (traduccin de Eilhard Schlesinger). Buenos Aires. Editorial Losada.
Salvo que se indique lo contrario, todas las citas que en adelante se harn de la Potica
respondern a esta traduccin.
83. Bowra, C.M. Obra citada.
84. Magee, Bryan. 1999. Historia de la filosofa (traduccin de Jorge Gonzlez Batle). Espaa.
Editorial La isla.
85. Aristfanes se burl de Scrates en Las nubes.
86. Magee, Bryan. Obra citada.
87. Copleston, Frederick. 2008. Scrates y Platn. Vida, pensamiento y obra (traduccin Juan
Manuel Garca de la Mora). Buenos Aires. La Nacin, coleccin Grandes Pensadores.
88. Copleston, Frederick. Obra citada.
89. Bowra, C. M. Obra citada.
90. Procedimiento por el que a travs de la observacin de casos particulares se llega a casos
generales. El sistema contrario es el de la deduccin, que toma lo general para llegar a los casos
particulares.
91. Breyer, Gastn. 1968. Teatro: el mbito escnico. Buenos Aires. Centro Editor de Amrica Latina.
92. Se refiere al dios Baco, el nombre romano de Dioniso pero, como se afirm, por el cual tambin
era conocido entre los griegos.
93. Macgowan, Kenneth y Melnitz, William. 1966. La escena viviente. Historia del teatro universal
(traduccin Horacio Martinez) Buenos Aires. EUDEBA
147
94. Brieva Salvatierra, Fernando Segundo. 1942. introduccin a Las siete tragedias de Esquilo.
Espaa. Librera y Casa Editorial Hernando S.A.
95. Bowra, C.M. Obra citada.
96. Barthes, Roland. 1992. Lo obvio y lo obtuso (traduccin de C. Fernndez Medrano) Barcelona,
Espaa. Paids.
97. Bowra, C.M. Obra citada.
98. Se aclara, un autor latino muy posterior, naci en el 70 a.C., y muri en el 19 a.C.
99. Pacheco, Jos Emilio. Frase extrada de un reportaje de Hernn Bravo Varela, publicado en
Adncultura La Nacin del sbado 8 de agosto de 2009.
100. Rodrguez Adrados, Francisco. 1983. Fiesta, comedia y tragedia. Espaa. Alianza.
101. Aristteles. Obra citada.
102. Lesky, Albin. 2001. La tragedia griega (traduccin de Juan God revisada por Monserrat
Camps). Barcelona, Espaa. El acantilado.
103. Natorp, Paul y Brentano, Franz. 2004. Platn y Aristteles (sin registro de traductor) Buenos
Aires. Editorial Quadrata.
104. Licurgo de Atenas (396-325 a.C.), al que no hay que confundir con el Licurgo espartano del
siglo Vii. Este gobern Atenas entre el 338 y el 326 a.C.
105. Yourcenar, Marguerite. Obra citada.
106. Atwood, Margaret. Entrevista de Juana Libedinsky publicada en Adncultura La Nacin, sbado
12 de julio de 2008.
107. Gen, Juan Carlos. Diez proposiciones sobre teatro y poltica en Cuadernos de Florencio.
Argentores. N 1.
108. Pianacci, Rmulo. 2008. Antgona: una tragedia latinoamericana. USA. Gestos.
109. Sobre este tema recomendamos la lectura del captulo Dioniso y el dionisismo, publicado en
el libro Voces y visiones. Poesa y representacin en el mundo antiguo, de Hugo Francisco Bauz.
1997. Editorial Biblos.
110. Bauz, Hugo Francisco. 1998. El mito del hroe. Morfologa y semntica de la figura heroica.
Fondo de Cultura Econmica.
111. Bauz, Hugo Francisco, 1998. Obra citada.
112. Lpez Frez, Juan Antonio. 1995. introduccin a Eurpides. Tragedias. Espaa. Ctedra.
113. Que tiene largo el cabello (RAE).
114. Texto traducido e incluido por Fernando Segundo Brieva Salvatierra en su introduccin a Las
siete tragedias (obra citada).
115. Bowra, C.M. Obra citada.
116. Nombre que toman las Erinias cuando se tornan en bondadosas, como ocurre al final de la
Orestada, cuando perdonan a Orestes.
117. Kott, Jan. 1977. El manjar de los dioses (traduccin de Jadwija Mauricio). Mxico. Ediciones Era S.A.
118. Pianacci, Rmulo. Obra citada.
119. Steiner, George. 1991. Antgonas. Una potica y una filosofa de la lectura (traduccin de
Alberto L. Bixio). Barcelona. Gedisa Editorial.
120. Bowra, C.M. Obra citada.
121. Bowra, C.M. Obra citada.
122. Bowra, C.M. Obra citada.
123. Bowra, C.M. Obra citada.
124. Hauser, Arnold. Obra citada.
125. Lpez Frez, Juan Antonio. Obra citada.
126. Lpez Frez, Juan Antonio. Obra citada.
127. Lpez Frez, Juan Antonio. Obra citada.
148
ROBERTO PERINELLI
el teatro en grecia
128. Lpez Frez, Juan Antonio. Obra citada.
129. Lpez Frez, Juan Antonio. Obra citada.
130. Lpez Frez, Juan Antonio. Obra citada.
131. Lpez Frez, Juan Antonio. Obra citada.
132. Bowra, C.M. Obra citada.
133. Lpez Frez, Juan Antonio. Obra citada.
134. Lpez Frez, Juan Antonio. Obra citada.
135. Citado por Tenney Frank en obra citada.
136. Aristteles. Obra citada.
137. El cordax era un baile obsceno propio de la comedia a cargo de personajes ebrios, que
Aristfanes us en Las avispas.
138. Aristfanes. 1995. Las nubes. Las ranas. Pluto (traduccin de Francisco Rodrguez Adrados y
Juan Rodrguez Somolinos). Espaa. Ctedra.
139. Miranda Cancela, Elina. 1982. Comedia y Sociedad en la Antigua Grecia. La Habana. Editorial
Letras Cubanas.
140. Bowra, C.M. Obra citada.
141. Miranda Cancela, Elina. Obra citada.
142. Miranda Cancela, Elina. Obra citada.
143. Miranda Cancela, Elina. Obra citada.
144. Viveros, Germn. 1985. Traduccin, prlogo y notas en Teatro Latino. Plauto y Terencio.
Mxico. Secretara de Educacin Pblica.
145. Rodrguez Adrados, Francisco. 1994. Obra citada.
146. Se suele confundir parodia y stira, cuando hay diferencias entre los significados. Parodia
refiere irnicamente a un texto anterior mediante efectos cmicos. Necesita entonces de un texto
parodiado, al cual nunca se puede perder de vista, y un texto parodiante. La stira, lo que a nuestro
juicio haca Aristfanes, tiene un propsito didctico y moralizante, y opone a los valores criticados
un sistema coherente de contra-valores.
147. Rodrguez Adrados, Francisco y Rodrguez Solominos, Juan. 1995. introduccin a Las nubes.
Madrid. Ctedra.
148. Rodrguez Adrados, Francisco. 1996. introduccin a Lisstrata. Madrid. Ctedra.
149. Rodrguez Adrados, Francisco. 1996. introduccin a La asamblea de las mujeres. Madrid. Ctedra.
150. Menandro. 1987. Menandro. Comedias. Volumen I y II (traduccin y notas de Arturo Ramirez
Trejo). Mxico. UNAM. En el volumen ii se encuentran publicados los fragmentos de algunas de
las obras mencionadas.
151. Hauser, Arnold. Obra citada.
152. Melero Bellido, Antonio. 1990. Traduccin y notas en Eurpides, Cuatro tragedias y un drama
satrico. Madrid. Akal/Clsica.
153. Rodriguez Adrados, Francisco. 1983. Obra citada.
154. Barthes, Roland. Obra citada.
155. Melero Bellido, Antonio. Obra citada.
156. Garca Yebra, Valentn. 1993. introduccin a la Potica (traduccin trilinge de VGY). Espaa.
Editorial Gredos.
157. Garca Yebra, Valentn. introduccin citada.
158. Copleston, Frederick. Obra citada.
159. Garca Yebra, Valentn. Obra citada.
160. Ubersfeld, Anne. 2002. Diccionario de trminos claves del anlisis teatral (traduccin de
Armida Mara Crdoba). Buenos Aires. Galerna.
149
161. Se reitera que todas las citas de la Potica corresponden a la traduccin del texto que hizo
Eilhard Schlesinger para la Editorial Losada de Buenos Aires.
162. Barthes, Roland. Obra citada.
163. Pie de la poesa griega y latina, compuesto de dos slabas, la primera, breve, y la otra, larga (RAE)
164. Copleston, Frederick. 2008. Aristteles. Vida, pensamiento y obra (traduccin Juan Manuel
Garca de la Mora). Buenos Aires. La Nacin, coleccin Grandes Pensadores
165. Estbanez Caldern, Demetrio. Obra citada.
166. Sfocles (sin fecha de edicin) Tragedias (traduccin de Leconte de Lisle). Valencia. Prometeo
sociedad editorial.
167. Lpez Frez, Juan Antonio. Obra citada.
168. Aristteles. 1798. Potica (traduccin de Jos Goya y Muniain). Espaa. Editorial Espasa-Calpe.
169. Brieva Salvatierra, Fernando Segundo. Obra citada.
170. Estbanez Caldern, Demetrio. Obra citada.
171. Pavis, Patrice. 1980. Diccionario del teatro. Dramaturgia, esttica y semiologa (traduccin de
Fernando de Toro). Espaa. Paids.
172. Hugo, Vctor. 1977. Prefacio de Cromwell (versin castellana de Edmundo E. Barthelemy).
Mxico. Editores Mexicanos Unidos SA.
173 Citado por Jorge Fondebrider en Biografa de un erudito insoportable, artculo publicado en
revista , N 258, del sbado 6 de setiembre de 2008.
174. Rozas, Juan Manuel. 2002. Significado y doctrina del arte nuevo de Lope de Vega. Biblioteca
Virtual Miguel de Cervantes.
175. Horacio. 1992. Arte Potica (traduccin Francisco Montes de Oca). Mxico. Editorial Porra.
176. Estbanez Caldern, Demetrio. Obra citada.
177. Pavis, Patrice. Obra citada.
178. Olson, Elder. 1978. Teora de la comedia (traduccin de Salvador Oliva y Manuel Espn)
Barcelona. Editorial Ariel.
179. Pavis, Patrice. Obra citada.
180. Ubersfeld, Anne. Obra citada.
181. Barthes, Roland. Obra citada.
182. Kitto, H.D.F. Obra citada.
183. Famoso mimo de la poca helenstica.
184. Hauser, Arnold. Obra citada.
185. El desarrollo de la sken y la variacin que, siglos mediante, se produjo en sus tres aberturas
fueron estableciendo el espacio teatral cannico de occidente: el teatro a la italiana.
186. Barthes, Roland. Obra citada.
187. Barthes, Roland. Obra citada.
188. Barthes, Roland, obra citada. En otro texto del mismo autor, Ensayos crticos, renueva la
polmica en el captulo Cmo representar lo clsico?, donde toma como referencia una puesta
de La Orestada firmada por Jean-Louis Barrault.
150
ROBERTO PERINELLI
el teatro en Roma
captulo II
155
ROBERTO PERINELLI
el teatro en roma
versin de la leyenda aporta un toque de racionalidad, pues asegura que los gemelos
fueron recogidos, en realidad, por una prostituta apodada la Loba.
All, en la ahora llamada cueva Luperca, crecieron los gemelos hasta que
tomaron conciencia de su origen, por lo que regresaron a Alba Longa, mataron a
Amulio y repusieron a su abuelo Numitor en el trono. En recompensa, este les
entreg territorios al noroeste del Lacio y all, en el 753 a.C., los dos hermanos
decidieron fundar una ciudad que, el mito as lo admite, fue el preciso lugar donde
encall la barca, el monte Palatino. La ciudad se delimit usando, para marcarla, el
arado que dio origen a la Roma quadrata. Bajo juramento, los gemelos se
conjuraron a matar a quien traspasara los lmites trazados sin obtener antes un
permiso. Vacilando sobre el nombre de la ciudad, decidieron que lo elegira aquel
de los dos que avistase ms pjaros en el cielo, prueba que super Rmulo, quien
entonces le otorg el nombre de Roma. Remo, disgustado por la similitud de la
denominacin con el nombre de su hermano y se conjetura que en estado de
ebriedad, discuti el trmino y desafi a su hermano, saltando el surco perimetral
que se haba marcado con el arado. Rmulo, en cumplimiento del pacto de respeto
de los lmites, lo mat.
As fue como Rmulo qued como nico y primer soberano de Roma. Cre
el Senado (de importancia vital durante toda la existencia de Roma), compuesto
por cien patricios, y le dio vida institucional a la ciudad que tendra inimaginable
importancia en el desarrollo de la civilizacin occidental.
157
el siglo VI a.C., consiguieron arrasar con ella, ampliando de ese modo el rea de
ocupacin de la llanura. Amplios dueos del lugar, se aplicaron a labores industriosas
de mejoramiento de las ciudades, desecando amplias zonas ribereas del ro Tber.
Por tratarse de mitologa, los citados relatos sobre la fundacin de Roma y su
constitucin como reino son de difcil comprobacin. La circunstancia de que
Rmulo fue el primer monarca es un dato de nebulosa confiabilidad. Sin embargo
se acepta con bastante certeza que fue en el ao 753 a.C., que se produjo la
fundacin de Roma, y que su vida institucional se inici bajo la forma de un reino,
constituyendo una primera etapa histrica que se conoce como la poca
monrquica o de los reyes. A esta la continan la poca de la Repblica y la del
magnfico Imperio que conoce su fin a mediados del siglo V d.C.
La poca de los reyes, ms poblada de leyendas que de hechos histricos
comprobables, se extiende desde la fundacin de Roma hasta el ao 509 a.C., cuando
fue derrocado Tarquinio el Soberbio (534 a.C.-509 a.C.), el ltimo de los monarcas.
La gestin de Tarquinio fue tan repudiada, y dej tan mal recuerdo en la memoria
histrica de los romanos, que el ttulo de rey cay en el descrdito y nunca ms
quiso utilizarse para designar al soberano de Roma. Cuando Julio Csar desbarat la
Repblica, y Roma volvi a adquirir fisonoma de monarqua, se opt por llamarla
imperio, y a su mxima autoridad emperador, desoyendo la posibilidad de usar
los trminos rey y reino, que acaso le hubieran correspondido.
Antes de estos acontecimientos, el cuarto monarca romano tuvo que resignar
atributos cuando los evolucionados etruscos, vecinos contiguos, instalados en la
Toscana, la invadieron y la ocuparon, designando rey a Lucio Tarquinio Prisco en
el ao 617 a.C. En realidad algunos historiadores no le dan carcter de cesura a la
intrusin etrusca, sino que tratan el hecho como el producto lgico de expansin
de dos regiones potentes que, en vez de enfrentarse, unieron los destinos, de tal
modo que esos comentaristas no tratan a Tarquinio como el primer rey etrusco sino
como el quinto rey romano, de un total de los siete que reinaron hasta la creacin
de la Repblica.
Rmulo
Numa Pompilio
Tulio Hostilio
Anco Marcio
Lucio Tarquinio Prisco
Servio Tulio
Tarquinio el Soberbio
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La Repblica Romana
La poca de la Repblica tiene una duracin fijada entre ese final de la poca
de los Reyes hasta el ao 27 a.C. (algo ms de cinco siglos), y es el ciclo durante el
cual Roma obtiene la supremaca territorial de Italia primero, y luego del
Mediterrneo occidental.
La constitucin de una Repblica, unida a la desaparicin del peso, sobre
todo simblico, que representaba la figura de un rey, gener las condiciones para
el disenso, de modo que se ahondaron las divisiones de los romanos, desde siempre
separados en patricios y plebeyos. Los primeros, adems de sus orgenes
aristocrticos basados en la descendencia directa de los fundadores de Roma, ahora
sumaban el mrito del derrocamiento de Tarquinio. Los plebeyos, que haban
quedado al margen del hecho poltico, exigieron la concesin de derechos
ciudadanos de parte de los patricios oligrquicos que controlaban todos los resortes
del estado. No tenemos demasiados datos sobre la gravedad de los enfrentamientos,
pero es evidente que los resultados fueron beneficiosos para los plebeyos, que
consiguieron representatividad en el Senado, mediante los tribunos de la plebe,
que primero fueron dos y luego diez. Uno de estos magistrados, el plebeyo
Terentilo Arsa, exigi an mayor equidad, por lo que el Senado resolvi enviar una
comitiva de diez cultivados ciudadanos a Atenas para estudiar las clebres leyes de
Soln (ver captulo I). Al regreso de los viajeros, mediados del siglo v a.C., el
Senado elabor la Ley de las XII Tablas. Durante cerca de un ao se trabaj para
elaborar las primeras diez leyes, que fueron terminadas y dictadas exactamente en
el ao 451 a.C. Casi diez aos despus se le agregaron la undcima y duodcima
ley.
Las leyes se publicaron al principio en doce tablas de madera y,
posteriormente, en doce planchas de bronce que se expusieron en el Foro, el
espacio pblico (hoy delicias de los turistas) que en las antiguas ciudades romanas
cumpla funciones comerciales, financieras, religiosas, judiciales y de prostitucin,
adems de ser el lugar donde los ciudadanos romanos realizaban comnmente su
vida social. Debido a que no queda vestigio alguno de la existencia de las tablas que
contenan las leyes, sean estas de madera o de bronce, algn autor ha llegado a
sugerir que nunca existieron.
Aunque no se sabe con certeza el contenido exacto que tuvieron las XII
Tablas, gracias a las referencias que hay de ellas en la historiografa romana se
pueden hacer conjeturas.
Las tablas I, II y III contenan lo que hoy se entiende como derecho procesal
privado, vale decir la defensa de los derechos por parte de los ciudadanos. Los juristas
que han estudiado el tema juzgan que su aplicacin era muy complicada, pues se
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mezclaban factores jurdicos con otros de contenido religioso. Se cita que aqu se
legislaba alrededor de la cuestin de las deudas, y como los deudores eran, por lo
general, los plebeyos, el marco constituido operaba muy en contra de sus derechos.
Las tablas IV y V contenan el derecho de familia y regulaba la heredad y las
sucesiones. Aqu se estableci un derecho singular para la mujer, que poda
liberarse del estado marital ausentndose por tres das del domicilio conyugal.
Respecto a las sucesiones, se tenan muy en cuenta los deseos testados por el
fallecido; en caso contrario, heredaban aquellos que mantenan el vnculo familiar
ms estrecho, hijos, padres, esposas o esposos.
Las tablas VI y VII regulaban los derechos de propiedad, mientras que la VIII
y la IX contenan lo que hoy podramos reconocer como el derecho penal. Los
actos de traicin a la patria y los crmenes eran sancionados con la pena capital o,
en caso de atenuar la pena, se optaba por el obligado exilio (esto ltimo muy
referido a las leyes de Soln, para el cual el exilio era una pena aun ms pesada que
la muerte por ejecucin).
La Tabla IX estableca una norma de corte muy moderna: nadie ante la ley
mantenan privilegios, todos los ciudadanos litigaban en igualdad de derechos
ante la ley.
La tabla X se refera al derecho sacro, prohiba la incineracin e inhumacin
de los cadveres en la ciudad, evitando incendios o atentados contra la salubridad
pblica.
Como ya se dijo, las tablas XI y XII fueron de creacin tarda. Fueron las que
produjeron mayor rechazo entre la plebe, ya que prohiba los matrimonios mixtos,
entre plebeyos y patricios.
En coincidencia con estos acontecimientos de ordenamiento ciudadano,
Roma comenz la conquista de toda la pennsula itlica, propsito que incluy,
naturalmente, las ciudades de la Magna Grecia. La amenaza de los etruscos que no
se asimilaron a las nuevas condiciones, y que habitaban la Etrura, fue exterminada
definitivamente en el 396 a.C., cuando los romanos les destruyeron la ciudad
capital, Veyes. En el siglo III a.C., la pennsula pas a pertenecer por entero a Roma.
La conquista romana de Italia gener los primeros conflictos con Cartago,
donde segn Virgilio, en tiempos de Eneas gobernaba su fundadora, la reina Dido.
Prspera, ms potente que Roma, Cartago tena su capital en el norte de frica, en
un lugar muy cercano a la actual Tnez, y era duea del comercio del Mediterrneo
por medio de una flota nada desdeable, que contaba con puntos de apoyo y
abastecimiento importantes, tales como las islas de Sicilia, Crcega, Cerdea y
parte de Hispania, regiones que estaban bajo su dominio. La mecha del estallido se
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produjo precisamente en Sicilia, habitada por una mayora griega que haba
estrechado alianzas con los romanos y que pidi ayuda para librarse de los
cartagineses. Las llamadas Guerras Pnicas (los cartagineses eran reconocidos
tambin como pnicos), fueron tres, desarrolladas en un perodo extenso, limitado
por los aos 264 a.C. y 146 a.C., donde los romanos tuvieron que enfrentar a
quien muchos consideran el genio militar ms grande la historia, el cartagins
Anbal (247-183 a.C.), modelo del tambin genial Napolen.
El primer conflicto blico se inici cuando en el 264 a.C. Roma anex a
Cerdea y Crcega, creando as sus primeras provincias que, luego, formaran parte
de su sistema, ms amplio, de ocupacin del mundo. La reaccin cartaginesa, aun
con el apoyo de Jantipas de Esparta, no alcanz para contrarrestar la ofensiva y tuvo
que ceder la paz mediante un convenio con condiciones dursimas, que se firm en
el ao 241 a.C.
Anbal, sucesor de quienes haban firmado el humillante tratado, rompi con
el compromiso y en el 218 a.C., atac Sagunto, colonia de origen griego. Como
consecuencia de esto, Roma envi una misin diplomtica a Cartago con el fin de
conseguir del senado cartagins la destitucin de Anbal.
Rechazada la propuesta conciliatoria, se dio inicio a la Segunda Guerra
Pnica. Anbal arm un ejrcito de noventa mil infantes, doce mil jinetes y treinta
y siete elefantes (es clebre, por lo audaz, la inclusin de estos animales en la
estrategia de Anbal), y con ese formidable contingente atraves el ro Ebro en
direccin a los Pirineos. Despus de una pica marcha en la que tuvo que combatir
a las tribus situadas al norte del mencionado ro, los galos, a las continuas
deserciones de sus hombres y a las cuantiosas bajas sufridas en el penoso paso de
los Alpes, Anbal logr llegar a la pennsula Itlica con un ejrcito diezmado y con
el nimo de recoger adhesiones en su camino a la metrpoli enemiga, objetivo que
no obtuvo. Sin embargo fue logrando parciales victorias y sigui avanzando, hasta
toparse con los romanos en la batalla de Cannas, agosto de 216 a.C., a los cuales
consigui derrotar. En este sangriento encuentro (algunos historiadores afirman
que fue uno de los ms cruentos de la antigedad), Anbal perdi un tercio de sus
tropas, lo que lo volvi prudente y lo convenci de ordenar el cese del avance hacia
Roma, accin que fue criticada por su lugarteniente Maharbal: Anbal, sabes
vencer, pero no sabes aprovecharte de la victoria. Es que Anbal, gran estratega y
consciente de las dificultades que se le presentaran a sus tropas ante el inminente
invierno, prefiri acampar en las llanuras de Capua, a la espera hombres de refuerzo
que tenan que llegar de Cartago. Estos no llegaron por disidencias internas del
gobierno cartagins, donde Anbal tena sus enemigos, por lo que qued aislado y
con un ejrcito disminuido, prcticamente preso en medio de Italia. Ante la certeza
de que un nuevo encuentro con los romanos iba a desembocar en el fracaso, Anbal
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que solamente en casos graves se poda nombrar un dictador, quien deba resignar
el cargo una vez alejado el peligro. El de Cincinato es el caso ms conocido.
Los compromisos militares que debi afrontar Roma en la poca de su
expansin mxima (finales del siglo II a.C.), fueron tantos que algunos cnsules,
imbuidos de la autoridad para salir al combate, se encontraron sin ciudadanos a
quien alistar. Por esta causa, el cnsul Cayo Mario (157 a.C.-86 a.C.), obtuvo el
permiso para realizar una profunda reforma del sistema militar, que dio como
efecto la formacin de las clebres legiones romanas que, como estructura blica,
se impondra en el mundo occidental durante siglos.
La primera parte de las reformas de Mario inclua el reclutamiento. En este
sentido dio lugar a ciudadanos con poco poder econmico pero que podan pagar
a plazos las armas que les provea el estado. Asimismo, aadi a las personas sin
recursos con el atractivo de una paga, el permiso para hacerse de los productos del
saqueo durante las campaas y un contrato militar de veinticinco aos de
duracin. Como tercer ingrediente de la reforma, Mario ofreca a los soldados una
jubilacin consistente en la donacin de tierras en alguna de las zonas
conquistadas, cuestin que tuvo efectos secundarios muy beneficiosos, ya que la
sola presencia de estos retirados en tierras ajenas, donde llegaban a ocupar cargos
pblicos, romanizaban el rea que se les haba cedido. Por ltimo, Mario garantiz
para todos los alistados la condicin de ciudadanos plenos.
Recin entonces, en la ltima dcada del siglo II a.C., se puede hablar de las
famosas legiones, las que cre Mario, con el guila como insignia en los estandartes.
Las guilas eran objetos sagrados, ms sagrados, en verdad, para los corazones
romanos, que cualquier estatua de mrmol de los dioses9. La prdida de esta
insignia en manos del enemigo significaba una deshonra para el soldado romano
que solo poda ser saldada con la recuperacin y la venganza.
Las legiones pasaron a ser cuerpos estables, equipados y entrenados con rigor,
siempre listos para el combate. El nmero total de hombres de una legin completa
era de unos seis mil, cifra que poda variar segn las circunstancias (Julio Csar
emprendi la conquista de las Galias con slo tres mil quinientos). En campaa,
las legiones arrastraban tras de s una cantidad de civiles, por lo general prostitutas
y comerciantes oportunistas, que en caso de larga permanencia en el lugar daban
lugar al nacimiento de verdaderos conjuntos urbanos, algunos de las cuales
mantuvieron estado permanente. As se fundaron ciudades en frica del norte, las
actuales Marruecos, Argelia, Tnez, Libia, separadas del Sahara10 por la cadena
montaosa del Atlas; en Alemania y en la Dacia conquistada por Trajano y que en
homenaje a los conquistadores adopt el latn y tom el nombre de Rumania.
Algunas llegaron a ser (y lo son todava) famosas urbes de Europa, tal como Metz,
Colonia y la Baden-Baden alemana.
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rpido Csar se deshizo de su rival, quien derrotado debi huir a Egipto, donde fue
asesinado poco despus por orden del faran.
Cuando Pompeyo lleg a las costas de Egipto, envi emisarios al faran
Ptolomeo XIII. Mientras Pompeyo esperaba en su barco, la corte egipcia discuti
qu partido tomar, ya que concederle refugio significaba romper con Julio Csar.
Por fin se decidi por el asesinato; una pequea barca se acerc hasta los navos
romanos, simulando ser un grupo de bienvenida. Pompeyo se apront para
recibirlo, momento en que fue apualado hasta la muerte por sus colegas Aquilas,
Septimio y Salvio. Los egipcios le cortaron la cabeza y se la llevaron, junto con su
sello, al rey Ptolomeo. El cuerpo mutilado qued en la orilla. Su leal liberto Filipo
lo quem sobre las planchas podridas de una barca pesquera. La cabeza y el sello
fueron ms tarde entregados a Csar, quien no solo lament este insulto a la
grandeza de su anterior aliado (llor cuando recibi el sello de Pompeyo, en el que
estaba grabado un len con una espada en la garra), sino que castig con la muerte
a sus asesinos romanos y egipcios. La cabeza fue enterrada en el Nemesein, en un
templo dedicado a Nmesis (Invidia en la mitologa romana, diosa-personificacin
de la venganza y de los celos), construido por Julio Csar para honrar a Pompeyo.
Las cenizas de Pompeyo con el tiempo fueron devueltas a Cornelia, su esposa.
Con su triunfo sobre Pompeyo, Csar alcanz el poder mximo, y gobern
durante cuatro aos con el ttulo vitalicio de dictador, un rey sin corona que exalt
el nimo de muchos pero, tambin, el recelo, el rencor y la envidia de magistrados,
un nmero alto de senadores, romanos adherentes a Pompeyo a los cuales Csar les
haba perdonado la vida, hombres de letras y militares, que vaticinaban una
dictadura casi sagrada, invulnerable y con seguridad arbitraria. Todas estas razones,
sumadas a algunas otras menos nobles, fueron las que motivaron a un grupo de
senadores a planear el asesinato de Csar. A la cabeza de la conspiracin se
encontraba Cayo Casio Longino, que enseguida convenci a Marco Junio Bruto,
un personaje considerado ms adecuado para el papel e hijo de una de las amantes
preferidas de Csar, fue por eso que cuando fue asesinado y descubri a Bruto entre
los que lo apualaban, profiri la famosa frase, t tambin, hijo mo? (Tu
quoque Filii mei, en latn).
El nombre de Marco Junio Bruto atrajo varias adhesiones valiosas, no en
vano se deca descendiente de aquel otro Bruto, Lucio Junio Bruto, que haba
dirigido la expulsin del ltimo rey de Roma, Tarquinio el Soberbio, en el 509 a.C.
En total, el nmero de los conjurados parece haber sido de unos sesenta, de los
cuales solo veintitrs se encargaron de la ejecucin material del atentado. Durante
las reuniones preliminares se elabor un plan de accin y se decidi por
unanimidad atentar contra Csar en pleno Senado. De este modo, se esperaba que
su muerte pareciera un acto destinado a la salvacin de la patria en cambio de un
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Marco Antonio, quien pese al esfuerzo no haba podido salvar la vida de Csar,
y Octavio, su hijo adoptivo y heredero legal, ocuparon el lugar de mando y, entre
otras medidas punitivas, ordenaron la muerte del brillante Cicern porque, en su
ltima elocucin en el Senado, haba mostrado su aprobacin del asesinato de Csar.
Las tropas que respondan a los sediciosos Bruto y Casio (donde se presume milit
Sneca) fueron finalmente aniquiladas en la batalla de Filipos (42 a.C.).
El fin de las acciones armadas aquietaron los nimos solo un corto tiempo.
Los jefes vencedores se dividieron el imperio para Marco Antonio el oriente, para
Octavio el occidente, pero la medida tuvo escasos efectos conciliatorios. Ambos
jefes queran el poder total y el enfrentamiento definitivo se produjo en la batalla
de Accio, ao 31 a.C. (otra guerra entre oriente y occidente?), en que Octavio y
Marco Antonio, asistido ahora por la clebre reina egipcia Cleopatra, dirimieron
fuerzas. El triunfo se inclin en favor del primero.
Octavio, puesto en funciones en Roma en el ao 27 a.C., a los 32 aos de edad,
con la suma total del poder, posterg la obtencin del ttulo de Emperador, que al fin
tuvo que aceptar y le hizo cambiar su nombre por el de Augusto (que en realidad no
es un nombre sino un ttulo, que viene del latn augere, que significa agrandar,
aumentar, el que agranda el estado). A partir de ah Roma se transform en un
imperio, puestas todas las instituciones bajo el control de esa mxima autoridad.
El imperio Romano
El trmino Imperio, como definicin de la tercera poca, se refiere al
sistema de gobierno, es decir, gobierno por un emperador. Pero Augusto [el
primero de los emperadores], que domin el mundo romano desde el ao 27
a.C., hasta el 14 d.C., insista, y lo haca sinceramente, en que l haba
restaurado la Repblica y deseaba que se lo reconociera como Princeps,
o primer ciudadano12.
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Con la muerte de Nern volvi un perodo de anarqua que dio aliento a una
nueva guerra civil que en el mismo ao, 68 d.C., termin con la vida de tres
emperadores Galba, Otn y Vitelo, asesinados cuando haban querido apropiarse
del ttulo. Por fin Vespasiano (69 d.C.-79 d.C.)22, tom el control y mediante actos
de gobierno de mesura e inteligencia inici el perodo dominado por la dinasta
Flavia. La continuidad imperial les correspondi sucesivamente a sus hijos, Tito (79
d.C.-81 d.C.) y Domiciano (81 d.C.-96 d.C.), que pese a las extravagancias
dictatoriales de este ltimo (por lo que fue asesinado por un grupo de conjurados),
continuaron gobernando con la calidad de estadista del ilustre antecesor.
Durante el mandato de los Flavios, Roma se enriqueci con el Coliseo,
monumento que an podemos admirar, y cuando Tito fue emperador se produjo
la ya legendaria erupcin del Vesubio (79 d.C.) que sepult a tres poblaciones:
Herculano, Estabia y la clebre Pompeya y ocult, por siglos, los tesoros artsticos
de estas ciudades.
El tema sucesorio volvi a ser cuestin de conflicto luego del asesinato de
Domiciano. Este asunto, en discusin en Roma, rozar casi siempre las
administraciones monrquicas europeas posteriores, pues por desidia o indecisin
se dejaba cuajar una zona ambigua que, cumplido el deceso del rey, dejaba que cada
uno interpretaba a su manera la forma de sucederlo. Y la cuestin no solo era
motivo de controversia, sino tambin de derramamiento de sangre (Shakespeare
sac mucho provecho de esto).
Con el emperador Nerva (96-97 d.C.) en el poder, ya anciano, de modo que
slo gobern dos aos hasta su muerte, la situacin volvi a resolverse cambiando la
sucesin dinstica por la adoptiva, lo que equivale a decir que el emperador en
funciones elega, en vida, quin ser su sucesor. Nerva design a Trajano y esta
eleccin result una hbil maniobra poltica, porque Trajano, que gobern entre los
aos 98 y 117 d.C., era oriundo de la pennsula hispnica, de modo que el
emperador indicaba, con su decisin, que la condicin provinciana vala, no haca
perder oportunidades, que se poda ser emperador aunque se hubiera nacido lejos de
Roma. Adems de Trajano, otras personalidades romanas, hombres de letras e
intelectuales de fuste, tuvieron ese origen provincial: el historiador Tito Livio; Sneca,
que haba nacido en Crdoba y Apuleyo, el autor de El asno de oro, que era africano.
El sucesor de Trajano, Adriano (117-138 d.C.), protagonista de una
entraable novela de Marguerite Yourcenar23, se desentendi de las tierras
orientales ubicadas ms all del Eufrates e hizo construir a todo lo largo de las
fronteras del imperio una serie de inexpugnables fortificaciones de contencin.
Bajo sus rdenes se construy el muro, con restos an en pie, que dividi la
Britania romana de la Escocia rebelde. A Adriano lo continuaron Antonino Po
(138 -161 d.C.), Marco Aurelio y Lucio Vero (161-169 d.C.), Marco Aurelio
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(169-180 d.C.), que aun valiente guerrero y brillante filsofo estoico, cometi el
error de cambiar el sistema e imponer de nuevo la sucesin dinstica, lo que le
otorg derechos a su hijo Cmodo (180-192 d.C.), destacado por la historia por
su ambicin, torpeza y actos de gratuita crueldad.
A pesar de Cmodo, el siglo II d.C., finalizaba con una Roma polticamente
consolidada y sostenida por un nivel econmico cercano a lo ptimo. La
prosperidad abri paso a otras inquietudes ms profundas y severas de conformar,
tal como la bsqueda de la felicidad y de la salvacin del alma. Las clases cultas
asumieron la filosofa cnica y la estoica, los sectores populares adhirieron a los
cultos mistricos de Isis, Serapis y Mitra.
En cuanto al cinismo diremos que fue una de las manifestaciones ms
radicales de la filosofa. Se pueden distinguir dos fases en el movimiento cnico: la
primera fase se desarroll bsicamente en Grecia, durante los siglos IV y II a.C.; la
segunda tuvo expansin en las grandes ciudades del imperio romano: Roma,
Alejandra y Constantinopla, y se extendi hasta el siglo V d.C. El cnico se
diferenciaba por su desvergenza radical, por adoptar modos de vida que
escandalizaban a su sociedad, por predicar la autosuficiencia, la libertad de palabra
y la austeridad como cosas necesarias para alcanzar la tranquilidad de nimo y con
ello la felicidad. Se proclamaban cosmopolitas y liberados de cualquier obediencia
a las instituciones, convenciones o leyes, ya que estas son siempre locales, y ellos se
consideraban ciudadanos del mundo, en cualquier sitio ellos se encontraban en su
casa. El trmino cnico es una de esas palabras que han ido perdiendo su significado
inicial; hoy carga con una connotacin negativa que nada tiene que ver con la
actitud de los hombres que ejercieron esa filosofa en sus orgenes.
La expansin del Imperio y la incesante llegada de extranjeros trajeron
consigo muchos cultos extranjeros que ofrecan un elemento afectivo del que
careca la religin romana24. En general, y al menos hasta Nern, el poder poltico
romano era ms bien condescendiente con esas corrientes filosficas y religiosas,
con la condicin de que nunca asumieran un carcter proselitista que atentara
contra el orden estatal. Esa fue la razn de los conflictos con el cristianismo, una
religin que no se conformaba con terrenos restringidos (como los hebreos,
abroquelados en Judea), e iba ganando mucho ms adeptos que las dems, ya que
la orden impartida por Cristo a sus apstoles fue la de caminar el mundo
predicando la nueva fe. Pedro, discpulo directo de Jess, era un pescador de Judea
que se traslad a Roma para establecer los cimientos de la iglesia primitiva. Pablo,
el apstol de los gentiles, que al principio haba rechazado la nueva fe, fue luego
uno de los ms tenaces misioneros. Los dos murieron con previo martirio. Es que
esta poltica de expansin y prdica molest a las autoridades y alent la
persecucin de los cristianos como no se lo haba hecho con nadie.
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Pero los actos de Cmodo haban dejado sus marcas polticas y a la muerte
de este se produce una nueva guerra civil por la sucesin, que dura cinco aos y
que pone fin el emperador de origen africano Septimio Severo, que durante su
mandato de cuatro aos (197 d.C.-211 d.C.), acenta el poder del ejrcito y
disminuye las atribuciones del Senado, que pierde gran parte de sus facultades
legislativas y de aplicacin de justicia.
La dinasta de los Severos guarda continuidad en su hijo Marco Aurelio
Antonino, apodado Caracalla (211-217 d.C.), quien es autor de una constitucin
que le dio estado ciudadano a todos los habitantes libres de Roma. Severo
Alejandro, emperador entre el 222 y el 235 d.C., es el ltimo de la dinasta y
vctima de los malestares castrenses, preocupados por la vulnerabilidad de las
fronteras que de continuo eran atravesadas por las tribus brbaras, que de este
modo iban haciendo su aparicin en el escenario europeo.
El fin de los Severos marc el comienzo de una crisis prolongada de casi
cincuenta aos, durante la cual el Imperio fue perdiendo fuerza econmica y el
emperador fuerza poltica, de tal modo que los sucesores de los Severos quedaron
a expensas del criterio del ejrcito, que se convirti de hecho en rbitro de las cosas
que sucedan en Roma.
Prescindimos de la fastidiosa enumeracin de la cantidad de emperadores que
fueron ocupando el cargo sin poder sacar al Imperio del marasmo; solo anotamos
que Decio (249-251 d.C.) fue quien dio mayor ahnco a la persecucin contra los
cristianos, que Nern ya haba iniciado dos siglos antes, y que Diocleciano fue
quien, en el 284 d.C., le puso algn freno al derrumbe, tomando medidas que
mejoraron la situacin, sobre todo la de las fronteras. Diocleciano tom nota de
que la inmensidad territorial que haba alcanzado Roma no poda ser manejada por
una sola persona, que era una tarea que exceda las posibilidades de una sola
voluntad, por lo que fund una Tetrarqua, un gobierno formado por dos Augustos
l mismo y Maximiliano, que a su vez deban ser respaldados por otros dos
Csares que, al tanto de las cuestiones de gobierno, estuvieran atentos al reemplazo
en caso de muerte o abdicacin de algunos de los titulares. De este modo se sala
al paso, con bastante anticipacin, a los problemas de sucesin que pudieran surgir.
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Bizancio, que era una apoika griega fundada por el colonizador Bizas en el
ao 674 a.C., estaba ubicada sobre la orilla europea del estrecho del Bsforo, que
oficia de separacin fluvial entre Europa y Asia y une al Mar Negro con el Mar de
Mrmara. Por esta posicin geogrfica, y el beneficio de un buen puerto natural,
Bizancio se transform en un punto de alto valor estratgico para el comercio de
la poca entre oriente y occidente. Tambin la naturaleza haba dotado a la ciudad
de buenas fortificaciones rocosas, que la hacan casi invulnerable a las acechanzas
enemigas. No obstante, semejante privilegio no alcanz para detener el apetito de
los romanos que, como ya se mencion, con Constantino como emperador, la
ocuparon en el siglo IV.
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disposicin, de alcances significativos, del emperador Teodosio II (401 d.C.450 d.C.), nieto de Teodosio I, reinante en el oriente, que en el 440 suplant el
latn por el griego, idioma oficial que en adelante deba usarse en todos los
documentos de la administracin bizantina. Teodosio II deshizo, de este modo,
una peculiar caracterstica del Imperio, su bilingismo. La modificacin hizo
que el latn pasara a tener ms peso en occidente, mientras que el griego asuma
el rol de lengua mayor en oriente. Esto afect sobre todo a las clases bajas,
porque todo hombre de cultura, y en Bizancio los haba de altsimo nivel, poda
afrontar el cambio, pues con seguridad conoca y manejaba los dos idiomas.
La declinacin de la Roma occidental fue larga, dur tres siglos. Los brbaros
fueron ganando terreno (incluso en algunos casos ya se haban infiltrado en los
engranajes de la administracin poltica y del ejrcito), y el poder del emperador
retroceda para aplicarse con alguna autoridad solo en la pennsula itlica. Pero
siquiera esto pudo sostenerse por mucho tiempo, pues para espanto de sus
habitantes los brbaros godos de Alarico I saquearon Roma en el 410. El segundo
saco de Roma (hubo un primero, en el 387 a.C., a cargo de los galos y habr un
tercero, en el 1527, ordenado por el emperador Carlos I), fue una accin de rapia
que caus una gran conmocin en la sociedad romana de la poca, y an hoy es
considerado por muchos historiadores como un hito clave en el final del Imperio
Romano de occidente. Deben sumarse las incursiones del huno Atila, aquel que
afirmaba que donde su caballo pisaba no volva a crecer la hierba, y una nueva ola
invasiva de los celtas, que los griegos llamaban galos.
Quedaba muy poco para retener y ese mnimo le fue quitado al ltimo
emperador romano, Rmulo Augstulo, por Odoacro, jefe de los hrulos,
antigua tribu germnica expulsada de Escandinavia, que comenz a invadir el
Imperio Romano en el siglo III y termin tomando posesin del trono de Roma
en el ao 476.
Como una muestra de las diferencias de fortaleza entre occidente y el
precavido oriente, cabe mencionar que una de las primeras medidas de gobierno
de Odoacro fue el envo a Constantinopla de una embajada de buena voluntad que
llevaba sus insignias. Con este gesto diplomtico demostraba el jefe brbaro su
respeto por Bizancio y su ninguna intencin de avanzar sobre esos territorios
orientales.
La Iglesia respondi con tino. Entendi que la ola brbara era incontenible y
opt, en cambio de enfrentarlos, por asumir la tarea de evangelizacin de los
conquistadores. La empresa fue teniendo xito y para muchos esta gestin, que
exigi sacrificios y riesgos, es la verdadera piedra inaugural de esa regin que luego
sera llamada Europa.
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La sociedad romana
Tratamos a continuacin el transcurso de la sociedad romana durante la
poca de los reyes, la Repblica y la poca imperial. Es claro que no vamos a poder
cubrir sus mltiples matices, pero haremos siquiera mencin a las versiones menos
controvertidas y ms aceptadas de cmo el romano viva el matrimonio, la
concepcin, la situacin de la mujer y de los hijos, la educacin plebeya y la
patricia, las obligaciones de la vida adulta, etc. Asimismo, y sin afirmar con esto
que la vida de la Roma reinal o republicana haya transcurrido entre normas
cristalizadas, invariables y poco interesantes, mostraremos mayor apego por el
perodo imperial, ya que muestra una riqueza de alternativas y modificaciones que
tienen como punto de partida la pesada idea de imperio, al principio, como ya
dijimos, muy ajena del imaginario poltico vigente, y que finaliz, en el breve lapso
de algo ms de tres siglos, con el cambio tan radical y sorprendente de un mundo
pagano convertido al cristianismo.
Como de algn modo se ha apreciado en los comienzos de este captulo, la
sociedad romana estaba constituida por dos grandes bloques, fcilmente
diferenciables: hombres libres y esclavos. Entre los hombres libres se encuentran los
extranjeros (peregrini) con permiso para residir en Roma pero sin ningn derecho
poltico ni civil, que solo fueron privilegios concedidos a los ciudadanos (cives o
patricios), quienes podan elegir y ser elegidos para los cargos pblicos, apoyar,
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el teatro en roma
Hay que aadir como esclavos a todos los nios que eran vendidos por sus
padres, que los ofertaban por cuestiones de poltica matrimonial o ante la certeza
de que el nivel de pobreza de la familia iba a hacer dificultosa su manutencin, y
sobre todo, la sustentabilidad de una buena educacin. La carencia de ella, o su
sustitucin por una preparacin mediocre, los iba a hacer inaptos para la dignidad
y las cualidades excelentes, como afirmaba Plutarco.
Tambin pasaban a engrosar le legin de esclavos todos los deudores que no
podan cumplir con sus compromisos, que pasaban a ser de propiedad del acreedor
apuntes sobre la historia del teatro occidental. tomo 1
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por consecuencia de las leyes inhumanas, pero estrictas, que castigaban de ese
modo la imposibilidad de cancelar los crditos (recurdese que con la Ley de la XII
Tablas se sali al encuentro del problema y se atenu la rigidez del sistema de
castigos para los deudores).
Por consecuencia del acrecentamiento de la cantidad de esclavos, producto
muy atado a la expansin de Roma, la calidad de vida del romano imperial
aument geomtricamente respecto de la que haba gozado el ciudadano de la
Repblica, donde ya el nmero de esclavos equivala al treinta y cinco por ciento
de la poblacin total.
Un romano de la clase alta tiene en su casa decenas de sirvientes, mientras
que un romano de la clase media (por supuesto, lo suficientemente rico
como para poder vivir sin hacer nada) tiene uno, dos o tres33.
Los esclavos podan comprarse en los puntos de venta donde posaban sobre
un tablado giratorio y con un cartel colgado del cuello donde se adverta sobre su
nacionalidad, aptitudes, saberes y defectos. Los haba de cualquier traza:
jovencitos ideales para servir de coperos y otros servicios innombrables, cocineros
habilsimos, arquitectos, bailarinas, enanos para las bufonadas, etc. Como un
homenaje que habra que hacer a la gente de la poca, debe sealarse que la
inteligencia era la habilidad ms cotizada, por encima de la belleza y la pericia en
ciertas profesiones. El precio de un gramtico, profesor de griego y latn, estaba
fuera del alcance de un romano de mdicos recursos. Los esclavos instruidos y tan
preparados intelectualmente tambin actuaban de copistas en las bibliotecas
privadas de los grandes seores, algunas de las cuales llegaron a acumular una
considerable cantidad de volmenes.
El Derecho Romano, sabia ley que luego describiremos siquiera en sntesis,
catalogaba a los esclavos como una cosa (res) que no poda poseer nada, no poda
contraer matrimonio legtimo y que careca de armas jurdicas para defenderse de
un amo que eventualmente ejerciera crueldad sobre l. Por lo contrario, rega la
posibilidad de que el esclavo pudiera ser liberado y obtuviera la condicin de
liberto, lo que le conceda confusos derechos de ciudadana. Con frecuencia el
liberto adquira el derecho de continuar la estirpe de su amo, del cual tomaba el
nombre; el acto de ser liberado era acompaado, entonces, por la gracia de sumarse
a la familia de su antiguo patrn. Al liberto inculto le quedaba la libertad, valga la
paradoja, de imitar los usos y costumbres de sus seores, pero su incultura
traicionar siempre su bajo origen34. El Satiricn de Petronio pinta con cruel
lucidez la existencia de estos libertos, todos ellos cargados de simulacin para
mostrarse como una persona superior.
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adolescentes mujeres, en edad de casamiento ya a los catorce aos, se les ofreca por
delante la prisin sin barrotes de las labores de la rueca35. Algunas excedan este
estrecho futuro y alcanzaban a formarse una cultura del entretenimiento, la danza,
el canto, la msica, actividades que podan desarrollar sin ser denostadas.
La citada divisin entre patricios y plebeyos mostraba sus grietas. Como ya se
advirti ms arriba, el ordenamiento burocrtico y por lo tanto la administracin
de justicia estaba en manos de los primeros, quienes juzgaban en funcin de los
intereses de su clase. Tambin relatamos cmo los plebeyos reaccionaron contra la
arbitrariedad y reclamaron un sistema que pusiera en claro las responsabilidades y
derechos de todos los romanos, sea cual fuere su condicin. La iniciativa prosper
y de ella es consecuencia la Ley de las XII Tablas, un cuerpo jurdico que padeci
cambios y modificaciones a lo largo de el perodo bastante extenso en que estuvo
en vigencia, hasta que luego de la cada de Roma se produjo la intervencin del
emperador bizantino Justiniano I (483 d.C.-565 d.C.). Justiniano I, quien todava
aspiraba a la reconstitucin del Imperio casi recientemente avasallado por los
brbaros de Odoacro, orden, entre 529 y 534, que se realizara la ms fantstica
recopilacin de leyes romanas, a las que se les dio el nombre de Cuerpo de Derecho
Civil (Corpus Iuris Civilis). Este trabajo fue descubierto y recuperado por el
humanista Dionisio Godofredo en el ao 1583, pudindose conocer de este modo
y a ciencia cierta el contenido del antiguo Derecho Romano, fuente fundamental
de todos los sistemas jurdicos que con posterioridad gener occidente (el nuestro,
entre ellos).
ROBERTO PERINELLI
el teatro en roma
En principio, antes de entrar en el tema del teatro en la vida romana, vale una
recomendacin: al igual que en el caso de Grecia, se debe tener en cuenta que de
la literatura latina de cualquier gnero sobrevivi solo una pequea parte de la
totalidad. Esto es ms fuerte en cuanto a la conservacin de las piezas teatrales. Es
cierto, tambin, que hay que marcar diferencias entre la Repblica y el Imperio,
este ltimo mucho ms cuidadoso y protector de las artes en general, lo que nos
permite ahora acceder a la lectura de las obras histricas de Tito Livio, de La Eneida
de Virgilio ms o menos incorrupta, de los epigramas de Marcial, de las stiras de
Juvenal y de Horacio, del libro sobre arquitectura de Vitrubio, de las dos primeras
novelas latinas que se conservan, El asno de oro de Apuleyo y El Satiricn de
Petronio, de La vida de los doce Csares, de Suetonio, del impecable latn de los
discursos de Cicern, entre otros ejemplos.
El uso de la lengua en la literatura latina es tema de debate. Los investigadores
se enfrentan respecto a la convivencia del latn y del griego, a lo que habra que
agregar el uso del italiano en sus variantes dialectales (Dante escribi La divina
comedia en toscano), el umbro y el osco, que terminaran de desaparecer por la
pujanza del latn y del toscano. Algunos le otorgan al griego la supremaca para las
obras importantes, mientras que otros alegan que el latn alcanz el suficiente
desarrollo hasta obtener asimismo la alta calidad literaria que se le conceda al griego.
El latn prosper en el Lacio, cuando los latinos ocuparon la regin y Roma
era todava una pequea aldea, y logr imponerse a la diversidad de lenguas que
apuntes sobre la historia del teatro occidental. tomo 1
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traan consigo los pueblos vecinos e igualmente invasores del occidente conocido.
De esa lengua primitiva quedan pocos restos, documentos para eruditos que se
refieren a cuestiones de administracin pblica, cantos rituales y textos de
alabanzas a las familias nobles.
Las expresiones primarias del latn literario datan del siglo III a.C.,
firmadas por Livio Andrnico, Nevio y Ennio, autores que sern citados ms
adelante, porque todos fueron dramaturgos. Cicern (106 a.C.-43 a.C.) es
mencionado como uno de los grandes estilistas del latn, un literato que le sac
el mayor provecho a la potencia potica que ofreca el idioma. Tambin este
siglo III es el punto donde se inicia el proceso de distanciamiento entre el latn
culto, usado por la literatura, y la lengua hablada por el pueblo, el latn vulgar.
El testimonio literario, aunque no muy abundante, plantea pocos
inconvenientes para el acceso. Ms dificultades encuentra la intencin de
conocimiento de la lengua vulgar, de casi nula utilizacin en la literatura y los
documentos oficiales. Las nicas fuentes que rescatan este aspecto del lenguaje
son las comedias de Plauto y Terencio, a las que acudan los romanos cuando
queran leer, mejor dicho escuchar, las expresiones ms prosaicas de ese idioma
que Cicern haba llevado al preciosismo.
En el medioevo el latn encontrar refugio en la Iglesia (pas a ser su idioma
oficial, en reemplazo del griego), en las cortes de los seores y en las escuelas,
mientras que en el Renacimiento resurgi con fuerza por el empeo de los
humanistas por recuperar las lenguas de la antigedad clsica. El romano Petrarca,
el holands Erasmo de Rotterdam, el espaol Antonio de Nebrija, usaron el latn
adems de su lengua verncula.
Pero parece indiscutible que el idioma griego continu teniendo peso en la
Roma republicana e imperial, que puesto en competencia con el latn no se perdi
como lengua sino sustent el bilingismo, que por aos distingui a la civilizacin
romana de occidente (ya comentamos que para hacer diferencias Bizancio eligi el
griego en detrimento del latn). Y esto tiene sus razones. Los nios en poca del
Imperio eran educados por un profesor griego y cuidados por una nodriza griega,
y cuando ya estaban en condiciones de pasar a un nivel superior, su educacin era
asumida por un maestro tambin de ese origen. Ningn romano de buena cuna
puede tenerse por cultivado si no ha habido un preceptor que le haya enseado la
lengua y la literatura griegas37.
En competencia con el griego, el latn, segn Barrow, fue alcanzando un gran
nivel de expresividad, sobre todo en poca del Imperio, debido a la calidad de
quienes usaban esa lengua para hacer literatura. Barrow asegura que muchas veces,
cuando se ha dicho una cosa en latn, no hay manera de decirla mejor38.
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adaptarlos el deleite romano. Y que a pesar del empeo, el gusto del pblico se fue
deteriorando y la tragedia fue languideciendo, porque sin duda donde el teatro
romano jug un rol destacado fue en el terreno de la comedia, con Plauto y
Terencio como sus mximos exponentes. Casi contemporneos de los dramaturgos
mencionados ms arriba, ambos tuvieron un brillo personal que los acercaron a la
inmortalidad. Ellos han llegado hasta nosotros como los mximos referentes de la
Comedia Latina, un gnero del cual es difcil rastrear sus orgenes, por la cantidad
de imprecisiones e inexactitudes que encontramos en las fuentes a nuestro alcance.
En nuestros das resulta imposible afirmar con toda certidumbre cmo
fue posible la configuracin de la comedia latina del modo como la
conocemos ahora. Es decir, estamos incapacitados para referir en qu
momento, en qu circunstancias y de qu modo especfico se lleg a [esa]
realidad literaria42.
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Hay que aadir que la Comedia Latina fue filial de la Comedia Nueva tambin
por la asimilacin de elementos formales o externos, tales como el vestuario.
En efecto, los actores plautinos y terencianos aparecan sobre escena
cubiertos por ropaje de estilo griego, como era el palio, una especie de
manto que tambin caracterizada a los actores de la Comedia Nueva. De
este detalle deriv el apelativo de paliata, con el que posteriormente y para
siempre fue conocida la Comedia Latina de inspiracin griega47.
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por escenas, con un encabezado donde se menciona a los personajes que actuarn
durante la misma.
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Como se anticip, la nmina de las obras de Plauto que hoy son de acceso al
lector contemporneo alcanza a la cifra de veintiuno, escritas, como ya se mencion,
de acuerdo con esas especiales condiciones que le permitan al autor romano rapiar
sin escrpulo alguno los temas y personajes que ofreca la herencia griega.
No tenemos pruebas convincentes de que [Plauto] inventara una sola
trama o personaje o introdujera en sus originales modificaciones reveladoras
de su poder constructivo [] Su originalidad se muestra, en primer lugar,
en el hecho de que se limitara a un solo campo: la traduccin de la comedia
nueva griega; en segundo, en su eleccin de las obras a adaptar; en tercer
trmino, en su percepcin intuitiva tanto de lo que requera el gusto del
pblico como de las limitaciones con las que deba trabajar, pero sobre todo
en el manejo de la lengua y el metro, del chiste y la metfora, de la retrica
y la rplica [] Cada comedia latina que poseemos, sin que importe su
origen, constituye evidentemente una unidad, la creacin de algn hombre
que conoca el teatro romano y el pblico, y adaptaba esa obra a su pblico
y a ese teatro61.
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frecuencia, comenzaron a escasear los buenos autores y entonces hubo que acudir
a los viejos xitos.
Aunque, como dice Silvio DAmico, Plauto es todo estrpito y Terencio
habla en voz baja, Publio Terencio Afro, ms conocido como Terencio (185-159
a.C.) merece, a pesar de las diferencias, la condicin de heredero de Plauto, mrito
que le concedi la historia del teatro. Pero esta vala no le fue dada en vida, ya que
sufri maltratos e injurias que lo martirizaron y, se presume, lo impulsaron a un
voluntario y pronto exilio. A diferencia de su mentor, que tena como oponente a
un rival menor, Nevio, Terencio debi competir con varios comedigrafos, de los
cuales uno, Cecilio, parece ser que lo super en fama y prestigio, aunque nosotros
no podemos arbitrar en el asunto porque de este autor no ha sobrevivido ningn
texto. No obstante Cecilio fue generoso, se asegura que ayud a Terencio a escribir
su primera obra juvenil, La muchacha de Andros, e insisti ante los ediles cuando
estos vacilaban en aceptar la compra de la pieza.
Tambin se dice que Terencio naci esclavo y que fue liberado debido a su
manifiesta inteligencia; Tenney Frank no duda, para l Terencio era un liberto.
Cuando asumi la redaccin de sus obras la Comedia Latina haba llegado, ya, a
su completa helenizacin, lo que responda de un modo perfecto a los intereses del
autor, formado segn los modelos griegos.
Tomando lgica distancia de Plauto, Terencio concibe sus comedias en y para
un contexto distinto.
[Escribe] en funcin de un tipo de espectadores cultos, buenos
conocedores y admiradores de la civilizacin y literatura griegas; una
minora que existe en Roma, pero que no corresponde en absoluto al nivel
medio de la inmensa mayora de los espectadores que acuden al teatro y que
hasta hace muy poco aplaudan a rabiar al ms llano y directo Plauto62.
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contaminaba mal los textos griegos, ya que se nutra de fuentes que otros ya haban
usado (y esto s era mal visto en el mundo latino, la contaminacin deba hacerse
con comedias que ningn otro haba utilizado).
Terencio toler muy poco el peso de las crticas y emprendi un viaje, muy
joven, a los veinticinco aos de edad, del cual jams retorn. Se presume que fue a
Grecia a entender mejor el mundo heleno o que su intencin fue buscar y traducir
las obras de Menandro que todava no se conocan en Roma. Tambin se conjetura
que no pudo cumplir con su propsito porque antes encontr la muerte por
enfermedad. Hay especulaciones que aseguran que, en realidad, Terencio se quiso
alejar para siempre de un mbito que le era hostil y desagradable.
Entre las la innovaciones de Terencio, la tal vez ms destacable, fue la
funcin moderna que le dio al o a los prlogos de sus obras. Menandro y
Eurpides, el otro referente de Terencio, usaban los prlogos para anticipar la
historia dramtica. Plauto apel al recurso para predisponer favorablemente al
pblico, ponerlo de buen humor (y de paso eliminar cualquier sntoma de
suspenso). Terencio, en cambio, excluy totalmente el prlogo explicativo.
Pens, con seguridad, que era preferible que el espectador fuera enterndose de
odios, amores y objetivos de los personajes a medida que se iba desarrollando la
accin, lo que le confiere la aplicacin de un principio artstico que hoy da
parece ineludible en el teatro contemporneo.
Han llegado hasta nosotros seis comedias de Terencio. Todas cuentan con su
correspondiente perioca, compuestas muchos aos despus de su muerte por el ya
mencionado Gayo Sulpicio Apolinar, que desistimos transcribir porque ya les
adjudicamos una opacidad perniciosa para la comprensin del argumento. Para las
traducciones de los ttulos en latn al idioma castellano aceptamos, esta vez, los
criterios de los traductores Aurora Lpez y Andrs Pocia y tambin de Germn
Viveros.
La muchacha de Andros (Andria, 166 a.C.)
Pnfilo, hijo de buena familia y ya mayor, por lo tanto en condiciones de
pensar en su matrimonio, quiere formalizar relaciones con Glicerio, la muchacha
de Andros, y liberarse del compromiso de casamiento con otra mujer, que le ha
organizado su padre. Davos, esclavo de Pnfilo, lo ayuda a salvar la situacin y
concretar sus deseos.
La comedia griega original es de Menandro63.
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entre los romanos pero que en realidad solo aplicaban en estas ocasiones (durante las
comidas ordinarias, de todos los das, los comensales se sentaban en sillas).
Se esperaba que [durante el banquete] las conversaciones giraran en torno
a consideraciones generales, temas elevados y descargos de conciencia: si el
dueo de la casa tiene un filsofo en particular o un preceptor para sus hijos
[griego en ambos casos], le har tomar la palabra; y habr intermedios
musicales (con danzas y cantos), ejecutados por profesionales cuyos servicios
se alaban, que realcen la fiesta. El banquete es una manifestacin social tanto
y ms que una ocasin para los placeres del vino, y por eso precisamente
acab por dar lugar a todo un gnero literario, el del banquete66, en que
gente culta, filsofos o eruditos, abordan temas de alta cultura. Cuando la
sala de festn ofrece tambin el espectculo de un saln ms que el de un
comedor, se ha alcanzado el ideal del banquete, y ya no es posible confundirlo
con una francachela popular67.
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el teatro en roma
el propsito imperial de ofrecer bienestar a los romanos, a los que, luego de calmar
los nimos con la entrega de cereales y otras clases de alimentos, convocaba a
disfrutar de los juegos, los ludi. Esto es el famoso pan y circo (panem et circenses),
una frase que acu el ya citado satrico Juvenal. Este pueblo no se preocupa de
la poltica dijo Juvenal en una de sus stiras, se queda quieto y slo ansa dos
cosas: pan y espectculos circenses. Este criticado procedimiento de gestin
poltica, que la historia ligera le suele adjudicar solamente a Nern, fue de prctica
de todos, o casi todos, los emperadores que tuvieron medios y perspicacia para
llevarla a cabo.
Entre los ludi de ms aprecio de los romanos figuraban los juegos de circo,
los ludi circenses, que tenan lugar en el Circus Maximus, situado en el valle entre
los montes Aventino y Palatino y que ya haban usado los etruscos. Ah, sobre una
alargada pista de arena se simulaban combates entre jvenes de la aristocracia (ludus
troianus), exhibiciones ecuestres y carreras pedestres. Pero el mayor fervor era
captado por las carreras de carros de diverso tonelaje, las cuadrigas tiradas por
cuatro caballos y conducidas por un auriga. Estos aurigas alcanzaban altos ndices
de popularidad (un tal Eutiquio fue considerado como el mejor conductor),
notoriedad que tambin se trasladaba a los caballos. El partidismo por alguno de
los cuatro colores de los equipos que competan, escarlata, blanco, azul marino y
verde puerro, era asumido por todo romano, como hoy los contemporneos
establecen desde muy nios sus simpatas por determinado equipo de ftbol. Lo
inverosmil para nosotros era la permitida y festejada incorreccin deportiva, de
modo que los conductores de cuadrigas provocaban intencionados accidentes del
rival, a veces fatales, para poder ganarle la carrera. Calgula era un fantico de estas
prcticas, sola pasarse horas enteras gozando entre caballos y jinetes.
Pero la pasin de los romanos por las demostraciones excitantes encontraba
mayor satisfaccin en el anfiteatro, donde la adrenalina circulaba con ms fuerza
debido al combate entre fieras, entre hombres y entre hombres y fieras. Aunque el
ms antiguo espectculo de lucha de fieras del que se tiene noticia en Roma data
del ao 186 a.C., el primer anfiteatro, el Amphitheatrum Flavium (nada menos que
el Coliseo parcialmente en ruinas que hoy puede admirar cualquier visitante de
Roma), se comenz a construir en honor de la dinasta Flavia en el 70 o 72 d.C.
(otros datan el inicio en el 75 a.C.), y se inaugur en el ao 80. Su conocida y
difundida estructura consiste en tribunas (de un aforo de entre sesenta y setenta mil
personas), alrededor de una planta elptica que esconda, debajo, diversos tneles y
trampas donde ocultar, y hacer aparecer, a las fieras (mantenidas en ayunas, por lo
tanto de irrupcin feroz) que participaban del combate contra los gladiadores. Las
crnicas registran que durante los actos de inauguracin del Coliseo, que duraron
cien das, murieron decenas de gladiadores y unas cincuenta mil fieras.
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Es probable nos dice Barrow que las crueles contiendas entre hombre y
hombre y entre hombres y fieras fuesen un legado que le dejara a Roma la
dominacin etrusca. Los gladiadores eran esclavos, prisioneros de guerra y
condenados a muerte, pero a poco la actividad pas a convertirse, para los hombres
libres sin trabajo, en una profesin, riesgosa es cierto, pero que daba buenos
dividendos, fama y a veces la entrega incondicional de alguna dama apasionada. En
estos casos, cuando un hombre libre se inclinaba por este hoy extravagante oficio,
se haca necesaria la participacin de un empresario, que pagaba de su bolsillo el
adiestramiento y el armamento de la persona tan dispuesta. Estos gladiadores,
diestros para el combate y con gran capacidad de pelea, eran potencialmente
peligrosos en el caso de que por alguna razn se reunieran en una nica fuerza. La
crnica cuenta que fue Augusto quien, durante una poca de hambruna, los
expuls de Roma, con el propsito de impedir que se pusieran al frente de una
posible rebelin popular.
Los duelos se desarrollaban entre varias parejas y los gladiadores que no
moran sino quedaban imposibilitados de combatir, podan pedir gracia
alzando un brazo. La decisin corresponda al Emperador, que por lo
comn se atena a lo que gritaba la muchedumbre: mitte, es decir slvalo, o
iugula, es decir, degllalo70.
En los ludi circenses de provincia estas luchas ponan de manifiesto los odios
regionales y solan establecerse encuentros mortales entre representantes de
ciudades distintas.
El historiador Tcito refiere que en el ao 59 d.C., durante unos juegos
de gladiadores promovidos en Pompeya por Livineyo Rgulo, se produjo un
grave altercado entre los pompeyanos y los nucerinos, habitantes de la
cercana localidad de Nuceria. Se empez por los insultos, pasando pronto a
las piedras y a las armas. Los pompeyanos resultaron vencidos en la refriega
y muchos nucerinos tuvieron que ser transportados a Roma heridos de
gravedad. Mucha gente llor la muerte de sus hijos o sus padres. A raz de
este incidente, Livineyo y otros que haban alentado el tumulto fueron
enviados al exilio y, adems, se prohibi a los pompeyanos organizar estos
espectculos durante diez aos, aunque poco tiempo despus Nern les
permiti volver a realizarlos71.
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vida. Para producir el mbito propicio deba inundarse previamente el rea del
anfiteatro, mediante una complicada maquinaria de provisin de agua
distribuida a travs de caeras que circulaban por sus entraas. Augusto hizo
construir un mbito dedicado a este tipo de prcticas, llamado naumachia, y a
Domiciano le correspondi la construccin de otro.
La aficin pblica por todas estas prcticas sobrevivi en Roma hasta bien
avanzado el siglo VI d.C., no obstante los reparos de algunas personalidades
(Cicern y Sneca mostraron rechazo por estos actos, que en palabras de Yourcenar
convertan a Roma en un lupanar de la muerte72), y de los cristianos, muchos de
los cuales, en las pocas de persecucin, perecieron en la arena, devorados por las
fieras.
Las mujeres, por su parte, aquellas que pertenecan a la nobleza, tenan sus
particulares das de diversiones pblicas (se reserva el comentario de que tambin
los tenan de orden privado, en una sociedad donde el adulterio no alcanzaba a
daar a nadie). Las damas eran entretenidas por acrbatas y juglares, el recitado de
poemas y la degustacin de ricos pasteles y licores.
A todos estos atractivos hay que agregar los intentos desesperados de aquellos
que con maas y habilidades trataban de sobrevivir en una Roma que no es la
Roma resplandeciente de los cuadros de saln y del mundo cinematogrfico73.
Haba pobres, que contrastaban con la belleza de templos y mansiones y que salan
a la calle a ganarse el sustento de la manera ms ingeniosa.
Era frecuente en Roma ver aqu a un domesticador de vboras que jugaba
con sus peligrosos animales delante del pueblo embobado, o a uno que se
tragaba espadas; all un poeta improvisador rodeado de un pblico de
aficionados, o un charlatn que con gran elocuencia ofreca un especfico y
le atribua efectos maravillosos74.
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el teatro en roma
trajo beneficios para la literatura latina, porque fue durante su forzada estada en la
isla cuando el filsofo escribi dos dilogos en prosa, Consolacin a Helvia (su
madre) y Consolacin a Polibio, y sus nueve tragedias teatrales. El destierro en
Crcega le haba privado de dedicarse por entero a la poltica, pero tambin fue
una etapa de reflexin cuyos resultados se veran poco tiempo ms tarde78.
La muerte por decapitacin de Mesalina, acusada de otro adulterio, propici
el perdn del emperador y a los cuarenta y nueve aos se le permiti a Sneca su
regreso a Roma. Pero a su vuelta, Agripina la menor (15 d.C.-59 d.C.), le
encomend una tarea aun ms comprometida que cualquiera de las que tuvo, la de
preceptor de uno de sus hijos, Nern, todava un nio de once aos.
Luego de haber repudiado a Mesalina, el emperador Claudio tom en
matrimonio a la intrigante Agripina, le neg la sucesin imperial al hijo que haba
tenido con Mesalina, Britnico, y prepar el camino para el ascenso de Nern, que
fue sbito cuando Agripina instig para que le sirvieran a Claudio un plato de
hongos venenosos.
Durante los cinco aos siguientes al 54, fecha en que Claudio fue asesinado,
Sneca fue consejero del emperador, quien realiz un gobierno tan brillante que la
historia lo recoge con el nombre del quinquenio ureo. Se afirma que Sneca
ejerci una benfica influencia hasta que Nern enferm de insania. El emperador
mat a su madre Agripina y la opinin romana se mostr adversa con Sneca, a
quien se lo acus de justificar el matricidio mediante un desdichado discurso,
matizado con la mejor oratoria, que ofreci en el Senado.
Las intrigas contra l y los incontrolados disparates del emperador loco, le
aconsejaron retirarse de la actividad pblica, algo que recin consigui en el ao
62. A partir de ah Sneca se dedic por entero a la filosofa. Sin embargo el retiro
no fue suficiente; en el ao 65 se lo vincul con la conjura del cnsul Cayo
Calpurnio Pisn (curiosamente designado con acuerdo del Senado para suceder a
Nern). Nern se deshizo de Pisn (en realidad se suicid), de Lucano, sobrino de
Sneca y prometedor poeta, de Petronio, el autor de El Satiricn, y del mismo
Sneca. Hay crnicas, la de Tcito en los Annales, que relatan su muerte; Sneca se
cort las venas y tom la cicuta, quedando a la espera de la muerte, sin queja y sin
llanto; se presume que tal vez por la edad, su agona fue muy lenta.
Sneca fue un autor prolfico. De su obra en prosa se destacan los nueve
tratados filosficos escritos en forma de dilogo De la ira, De la serenidad del alma,
De la brevedad de la vida, De la firmeza del sabio, De la clemencia, De la vida
bienaventurada o de la felicidad, De los beneficios, De la vida retirada o del ocio, De
la providencia, que como sus ttulos lo indican son argumentaciones de ndole
moral, hechas de interrogaciones y objeciones y cuyo tema central es el ejercicio de
apuntes sobre la historia del teatro occidental. tomo 1
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Como se dijo, fue la llamada danza itlica la que difundi los textos de
Sneca ante un auditorio selecto, mientras que el vulgo se deleitaba con los refritos
de las obras de Plauto y Terencio. La parquedad de acotaciones escnicas en los
trabajos de Sneca, y el marcado desinters que de distintas maneras l demostr
por lo especficamente teatral, quitan apoyo a alguna hiptesis de representacin.
Tampoco la razn de que el teatro daba buenos rditos econmicos inclina el
pndulo hacia la afirmativa, ya que Sneca era propietario de una importante
fortuna y no necesitaba de esta actividad para acrecentarla. Adems escribir para
el teatro, o, por lo menos, asumir oficialmente el uniforme de autor dramtico
[durante el imperio], no pareca decente a personas de alta alcurnia81.
Aunque hay opiniones que aceptan la representacin de las tragedias de Sneca
en vida del autor, parece materia fundada de que eso nunca ocurri, porque, se
reitera, esta consecuencia nunca fue de su preocupacin. La estructura misma de
las tragedias las hace poco aptas para la representacin: el dilogo ocupa en ellas la
menor parte, siendo los monlogos extraordinariamente abundantes y extensos82.
Agregamos otra opinin que, con otros trminos, acenta las caractersticas
irrepresentables de las tragedias de Sneca.
Las tragedias de Sneca no deben ser pensadas como meras piezas
literarias para ser representadas. Estn regidas por los cnones de la tragedia
antigua, con personajes que pueden ser considerados paradigmticos, pero
tambin hay que pensar en ellas de acuerdo con su conviccin filosfica y su
inters pedaggico. En los inicios del siglo I la escenificacin de las tragedias
no constitua un hecho frecuente. En ese sentido, sus tragedias fueron
pensadas para ser ledas en voz alta ante unos oyentes deseosos de escuchar
216
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trgico latino. Este ascendiente oper en forma evidente, por citar solo dos
ejemplos, en Tito Andrnico, de Shakespeare, y en Lstima que sea una puta, de
John Ford. Las secuencias continuas de muertes violentas y acciones atroces de
tortura fsica que se proponen en estas piezas son dos de las expresiones ms claras
de senequismo que podemos mencionar, aunque por supuesto no fueron las nicas,
puesto que otro isabelino, Christopher Marlowe, lleva la delantera.
Enumeramos a continuacin las nueve tragedias de Sneca en el orden
cronolgico de escritura que, por lo general, es admitido por los comentaristas.
Hrcules furioso (Hercules furens).
Troyanas o Hcuba (Troades).
Fenicias (Phoenissae). Pieza inacabada.
Medea (Medea).
Fedra (Phaedra Hippolytus).
Edipo (Oedipus).
Agamenn (Agamemnon).
Tiestes (Thyestes).
Hrcules eteo (Hercules Oetaeus).
Como se advierte a travs de los ttulos, la legendaria tradicin griega fue
abordada por Sneca, aunque tratando cada tema desde una mirada personal que
marcaba distancia con los trgicos de la ilustre trada.
De ella [de la tradicin trgica griega] seleccion el poeta los temas que
pudieran darle pie para estudiar a fondo la pasin humana. Sneca no es
mero traductor o adaptador, ni siquiera un fiel imitador de los griegos. La
rigidez o abstraccin terica, casi matemtica, de hechos y personas, que se
presentan como universales en la tragedia griega, se colorea y encarna,
surgiendo predominantemente lo individual, lo personal86.
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ROBERTO PERINELLI
el teatro en roma
acercamiento con la cultura griega. Luego, como convena a todo joven con
pretensiones de buena formacin, continu estudiando en Atenas. Acudi a la
Academia, el mismo centro de estudios donde Platn, siglos atrs, haba formado
a sus discpulos.
Con Horacio instalado en Atenas, estall la guerra civil romana que termin
con Julio Csar, por lo que fue convocado para formar parte del ejrcito de Bruto,
asentado en esa ciudad luego del asesinato del dictador. Otros afirman que el
reclutamiento se produjo en la misma Roma, al regreso de Horacio de su estada
en Grecia. Esas fuerzas fueron las que enfrentaron a los aliados de Csar en la
batalla de Filipos, cayendo derrotadas.
A continuacin de la aventura militar, Horacio se acogi a la decretada
amnista general y subsisti en Roma asumiendo un cargo de escribano. Inici, al
mismo tiempo, su carrera literaria; sus primeros versos fueron escritos en griego.
Cuando el laureado Virgilio, clebre por La Eneida, lo conoci en el ao 38, qued
deslumbrado por el talento del joven poeta y lo present a Cayo Cilnio Mecenas
(70-8 a.C.), quien lo tom bajo su proteccin.
Mecenas dedic su fortuna a dar apoyo econmico a los poetas de su tiempo,
ganndose el apodo de patrn de las artes. En homenaje a l esta tarea, hoy
todava asumida, bajo otras formas, por personas e instituciones, es reconocida
como mecenazgo. El obsequio de una villa romana en las colinas de Sabina
(cuyos restos fueron descubiertos recientemente), donde Horacio pudo desarrollar
su tarea en un marco confortable y exento de apremios econmicos, form parte
del resguardo que le proporcion su amable padrino.
A la muerte de Virgilio en el ao 19 a.C., Horacio lo reemplaz
constituyndose en el gran poeta de Roma. El poeta muri en el ao 8 a.C., pocos
das despus del fallecimiento de su protector Mecenas.
Horacio escribi, adems de stiras, epodos87 y odas88, veinte cartas en verso,
conocidas como epstolas, trmino de origen griego y latino con el que se designa
un escrito en forma de carta, dirigido a una persona conocida, a lectores
indeterminados o a personajes de ficcin89. Horacio las comenz a publicar en el
ao 20 a.C., pero la fecha de edicin de una de ellas, la Epstola a los Pisones, motivo
especial de este tramo del captulo, es incierta, aunque se especula que fue una de
sus ltimas producciones en el gnero.
La Epstola a los Pisones (Ad Pisones) alcanz muy pronto el reconocimiento de
potica literaria, de preceptiva dramtica que, aun en vida de Horacio, fue
identificada bajo el nombre de Arte Potica. La mayora de las ediciones o de los
comentarios de ese momento la mencionaban bajo ese ttulo (Ars poetica en latn),
y fue bajo esa condicin tan comprometida de normativa como circul por el
apuntes sobre la historia del teatro occidental. tomo 1
219
mundo cultural romano, a pesar de que el poeta no parece haber tenido la intencin
de producir un tratado de tal envergadura, sino una carta con consejos y sugerencias
para un destinatario preciso, uno de los hijos de la familia de los Pisones, el mayor
de ellos, que mostraba condiciones para la poesa (hoy est en duda la existencia
misma no solo del joven sino de toda la familia). Horacio es explcito respecto al
destinatario: Oh mayor de los jvenes, aunque eres por voz de tu padre para l bien
formado y por ti eres sensato, atento recoge esto a ti dicho90.
Tal epstola no expone un sistema literario estructurado y completo;
conserva del estilo epistolar la fluidez y el desenfado de una charla amistosa
[] [Sin embargo] en esta obra se encuentran tan numerosos y sugestivos
preceptos literarios, que bien pronto se intent mirarla como un cdigo91.
ROBERTO PERINELLI
el teatro en roma
nosotros muy til, traduccin espaola parafrstica93 que en 1780 realiz Flix
Mara de Samaniego), que, en primera instancia, se plantean reconocer las fuentes
principales a las que acudi Horacio para redactar este texto.
Desde ya, y sin posibilidad de que la opinin pueda ser refutada, se cita como
indudable referente del Arte Potica a la primera de las poticas conocidas en el
mundo occidental, la de Aristteles. Se agrega la influencia de otra, intermedia
entre la de Horacio y la del filsofo griego, perteneciente a Neoptlemo de Parin
(de desconocido paradero dentro de la bibliografa en castellano), quien fue
alumno de Aristteles y a quien se le atribuye, si no otra potica, importantes
comentarios y modificaciones sobre la de su maestro. Finalmente, Herrera Zapin
admite como otra fuente de inspiracin los dilogos de Platn.
Claro que la fuerza de todos estos fundamentos fue muy distinta, pues es
notorio que por encima prima la Potica de Aristteles, a la cual Horacio adhiere
en cuestiones fundamentales, tal como el concepto de mmesis (afirma que el poeta
es un docto imitador), o la consideracin importante que le brinda al arte
dramtico, al cual dedica todo el texto, porque al igual que Aristteles lo ubica
como superior a cualquier otra expresin literaria.
Horacio inicia su trabajo aconsejando la congruencia, la relacin lgica y
coherente que debe establecerse entre dos cosas. Para explicarlo, utiliza un smil: la
reconstruccin de un animal con pedazos de distintas bestias. El resultado, asegura,
solo motivara la risa. Vale decir que la empresa literaria requiere de un orden y,
tambin, el encuentro de un trmino medio entre la propuesta y la posibilidad
de logro. Es punible, artsticamente hablando, quien propnese grandes cosas,
porque se hincha sin resultado, tanto como el que por exceso de cautela repta
por tierra.
Tomad, quienes escribs, la materia adecuada
a vuestras fuerzas y pensad mucho qu llevar se rehsan,
qu pueden los hombros. Al que eligiere un asunto a su alcance
ni la facundia lo abandonar, ni lcido el orden94.
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el teatro en roma
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Agrega Horario que a estos sucedi la antigua comedia, que acusa de haber
cado en vicios y violencia, lo que oblig a su prohibicin. No entendemos el
prrafo, porque si bien sabemos que la comedia y los comedigrafos, validos de su
mordacidad, irritaron a ms de un gobernante, no tenemos noticias de que las
represalias hayan llegado al extremo de la proscripcin.
Los deseos del poeta deben ceirse al deber de deleitar e instruir (una mxima
horaciana que alcanz gran fecundidad), en un marco de brevedad, trabajando
asuntos exentos de intiles aadidos, porque todo lo superfluo de un pecho lleno
resbala.
[] El gran consejo
Que de inculcar no dejo:
[es que] los exactos poetas y escritores
han de ser con empeo imitadores
de cualquier propiedad y accin humana,
del trato de la vida cotidiana
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ROBERTO PERINELLI
el teatro en roma
Este anlisis de la epstola, por cierto mdico, limitado a informar sobre sus
aspectos ms relevantes, nos permite sin embargo sacar otras conclusiones.
Algunos de los preceptos que propone Horacio no han perdido actualidad,
ya que tratan de aspectos de la creacin artstica que valen para cualquier poca, tal
como el hecho de persistir en la correccin, acudir al consejo de los experimentados
o emprender proyectos adecuados a las fuerzas del artista. Otras normas estn
sostenidas por cuestiones de poca y ya perdieron vigencia el origen de la tragedia,
la condicin del coro, el rechazo del deus ex machina, con la curiosa excepcin de
la regla de los cinco actos, de asombrosa productividad en el teatro de occidente,
acentuada por la adopcin que de ella hizo el teatro clsico francs, como ya
veremos en el captulo correspondiente.
Respecto al contacto con el referente aristotlico, cabe sealar que la mayor
diferencia se da por la obvia distancia temporal de ms de tres siglos entre la Potica
y el Arte Potica, aunque Horacio, atacado por la adiccin hacia lo heleno, haya
225
Las diferencias apuntadas entre ambos pueden ser discutibles, sobre todo por
quienes pensaron los humanistas del Renacimiento, por ejemplo que la Potica
de Aristteles no era solo un registro de las condiciones escnicas del teatro del
Siglo de Oro griego, sino tambin una preceptiva, una especie de manual de
dramaturgia apto para construir tragedias. A nosotros no nos parece vlida esta
deduccin, admitimos que Aristteles vuelca comentarios y opiniones sobre
aspectos de la creatividad artstica, pero creemos que el mximo valor del filsofo
es el anlisis histrico del fenmeno teatral griego, por otra parte el primero, de los
magnficos hechos teatrales que haban ocurrido un siglo antes de sus reflexiones.
En cuanto al conocimiento que Horacio tena de la obra de Aristteles, los
especialistas se muestran divididos alrededor de esta cuestin. Marcelino
Menndez y Pelayo alega que Horacio pudo desconocer el original, pero eso no
evit las coincidencias entre ambas poticas, porque las mismas recaen sobre
lugares comunes que deban estar consignados en los libros de todos los retricos
antiguos. Otros comentaristas suponen que Horacio tuvo contacto con el texto de
Aristteles durante su estada escolar en Atenas.
El debate queda establecido y como todas estas cosas de la antigedad clsica,
muy lejos de tener una resolucin indiscutible. A nosotros nos resta marcar, como
colofn de esta zona del captulo, aquellos conceptos coincidentes, que unen a
ambas poticas, la de Horacio y la de Aristteles.
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el teatro en roma
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Berthold argumenta que el teatro romano naci del podio de tablas de los
juglares111; en la realidad una tarima alargada, de madera, con un teln detrs
(siparium). Posteriormente se le agreg una barraca, tambin detrs y tambin de
madera, con tres puertas, recuperadas de la arquitectura teatral griega.
Planta del teatro romano
scarlaria
cavea
poedra
praecintios
procaenium
orchestra
itinera
scaenefrons
itinera
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el teatro en roma
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con pequeas puertas, itinera; de acuerdo con una convencin teatral aceptada por
el espectador romano, por una de ellas el personaje llega de la plaza pblica y por
la otra va hacia ella.
Se especula que en estos teatros romanos se comenz a usar el teln para marcar
el comienzo y el fin de la representacin. Esta hiptesis es puesta en duda, se
considera que el uso del teln se implement mucho ms tarde, en el Renacimiento,
cuando se inici el proceso de formacin del llamado teatro a la italiana.
En la comedia latina se recurri a la escenografa verbal. Las tres puertas al
fondo del proscaenium eran, en la ficcin, las de las casas de los personajes
involucrados en la historia. Por delante de esta fachada circulaba el trazado de una
calle griega, mbito de accin exclusivo de todas las fbulas latinas (la comedia
griega no usaba interiores, la romana tampoco).
[Con] insistencia [] los personajes hacen notar de dnde vienen, a
dnde se marchan, qu les ha ocurrido mientras han estado fuera de escena,
a quin pertenece una casa u otra, qu ocurre en sus interiores, etc.114
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Notas
1. En este captulo s utilizaremos las iniciales a.C., y d.C., pues trataremos acontecimientos que
ocurrieron antes o despus de nuestra era cristiana.
2. Cardona, Francesc. 1996. Mitologa romana. Espaa. Olimpo.
3. DAmico, Silvio. 1961. Historia del Teatro Dramtico (traduccin de Baltasar Samper). Mxico. U.T.E.H.A.
4. Paoli, Ugo Enrico. 2007. Vida cotidiana en la antigua Roma (sin mencin de traductor) La Plata,
Argentina. Derramar Ediciones.
5. Veyne, Paul. 1990. Imperio romano y antigedad tarda (traduccin de Francisco Prez Gutirrez).
Buenos Aires. Taurus.
6. Barrow, R.H. 2006. Los romanos (traduccin de Margarita Villegas de Robles). Mxico. FCE.
7. Frank, Tenney. 1971. Vida y literatura en la Repblica Romana (traduccin de Alberto Bixio, revisin
del Dr. Gerardo Pags y notas de isaas Lerner). Buenos Aires. EUDEBA.
8. Barrow, R.H. Obra citada.
9. Graves, Robert. 2005. Yo, Claudio (traduccin de Floreal Mazzia). Espaa. Editorial diario El Pas.
10. El Sahara est localizado en el norte de frica, separando el continente en dos zonas: el frica
mediterrnea al norte y el frica subsahariana al sur. Limita por el este con el mar Rojo, y por el
oeste con el Ocano Atlntico; en el norte con las montaas Atlas y el mar Mediterrneo.
11. Barrow, R.H. Obra citada.
12. Barrow, R.H. Obra citada.
13. Tursi, Antonio. Breve historia de la palabra imperio. Revista . N 217. Buenos Aires, 24 de
noviembre de 2007.
14. Gndara, Diego. 2007. Sneca. Vida, pensamiento y obra. Espaa. Planeta DeAgostini SA.
15. Paoli, Ugo Enrico. Obra citada.
16. Jannuzzi, Giovanni. 2006. Breve historia de Italia. Buenos Aires. Letemendia casa editora.
17. Barrow, R.H. Obra citada.
18. Graves, Robert. Obra citada.
19. Camus, Albert. 1997. Calgula (traduccin de Aurora Bernrdez y Guillermo de Torre). Buenos
Aires. Editorial Losada.
20. Claudio admiraba al historiador griego Polibio (200-118a.C.). Polibio fue el primero que escribi
una historia universal. Su propsito central fue la explicacin de cmo pudo imponerse la
hegemona romana en la cuenca del Mediterrneo.
21. Liberatti, Anna Mara y Bourbon, Favio. 2007. Roma Antigua. Auge y decadencia del Imperio
romano. Espaa. Planeta DeAgostini SA.
22. Estas fechas, y las otras que seguirn a los nombres de los emperadores, marcan el perodo
en que estos gobernaron.
23. Yourcenar, Marguerite. 1986. Memorias de Adriano (traduccin de Julio Cortzar). Buenos
Aires. Editorial Sudamericana.
24. Barrow, R.H. Obra citada.
25. Estos templos de cultos extranjeros no podan ser construidos dentro de los lmites de la
ciudad de Roma. Augusto fue muy firme en esto. La situacin se sostuvo en estos trminos hasta
el siglo iii d.C., en que los altares de los dioses ajenos, en especial los orientales, se levantaron
dentro de la urbe sagrada.
26. Barrow, R.H. Obra citada.
27. Veyne, Paul. 1990. Obra citada.
28. Otros afirman que fue antes, en el de Nicea de 325.
29. Etchegaray, Ricardo y Garca, Pablo. 2000. Apuntes de filosofa. La Plata, Argentina. Grupo
Editor Tercer Milenio.
30. La poblacin de Roma se redujo a treinta mil habitantes. Miln y Rvena ganaron en
importancia al transformarse en capitales de los reinos brbaros.
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69. Animal legendario para el romano comn, pero arma temible para aquellos que haban
combatido a Anbal en las Guerras Pnicas.
70. Liberatti, Anna Mara y Bourbon, Favio. Obra citada.
71. http://elblogdeanuka.blogspot.com (sin firma)
72. Yourcenar, Marguerite. Obra citada.
73. Paoli, Ugo Enrico. Obra citada.
74. Paoli, Ugo Enrico. Obra citada.
75. Beare W. Obra citada.
76. Boiadzhiev, G. N. y Dzhivelgov, A. 1947. Historia del Teatro Europeo (desde sus orgenes hasta
1789) (traduccin Sergio Belaieff). Buenos Aires. Editorial Futuro SRL.
77. Gndara, Diego. Obra citada.
78. Gndara, Diego. Obra citada.
79. Gndara, Diego. Obra citada.
80. Gndara, Diego. Obra citada.
81. Paoli, Ugo Enrico. Obra citada.
82. Garca Yebra, Valentn. 1982. Introduccin y traduccin en Medea, Sneca. Espaa. Gredos
(edicin bilinge).
83. Gndara, Diego. Obra citada.
84. Uscatescu, George. 1968. Teatro Occidental Contemporneo. Madrid. Guadarrama.
85. Garca Yebra, Valentn. Obra citada.
86. Garca Yebra, Valentn. Obra citada.
87. En la poesa griega y latina, combinacin mtrica compuesta de un verso largo y otro corto (RAE).
88. Poema dramtico de breve extensin en que se celebra, alegricamente por lo comn, a una
persona ilustre o un acontecimiento fausto (RAE).
89. Estbanez Caldern, Demetrio. 1999. Diccionario de trminos literarios. Madrid, Espaa.
Alianza Editorial.
90. Horacio. 1970. Arte Potica (introduccin, versin rtmica y notas de Tarsicio Herrera Zapien).
Mxico. UNAM.
91. Herrera Zapien, Tarsicio. 1970. introduccin a Horacio. Arte Potica. Mxico. UNAM.
92. Yourcenar, Marguerite. Obra citada.
93. Explicacin o interpretacin amplificativa de un texto para ilustrarlo o hacerlo ms claro o
inteligible (RAE).
94. Horacio. 1970. Obra citada.
95. Horacio. Versin parafrstica (sin fecha) de Felix Mara de Samaniego (1738-1801) del Arte
potica de Horacio; edicin de Emilio Palacio Fernndez. Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
Cuando no se informe lo contrario, la traduccin de la Potica de Horacio corresponder a esta
versin parafrstica.
96. Lo comentamos ms arriba, al referirnos a Sneca. Tiestes sufri la venganza de su hermano
Atreo, que lo invit a un festn para el cual cocin, previamente degollados, los dos hijos de Tiestes.
Segn la mitologa, el horrendo acto hizo retroceder de espanto al mismo Sol.
97. Horacio. 1970. Obra citada.
98. Horacio. 1970. Obra citada.
99. Horacio. 1970. Obra citada.
100. Horacio. 1970. Obra citada.
101. Horacio. 1970. Obra citada.
102. Ya nos referimos, en el captulo anterior, que los actores de Tespis, a falta de mscaras, se
pintaban la cara con pintura hecha con heces de animales.
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introduccin
El trmino Edad Media enorme y delicada como la calific Vctor Hugo
fue atribuido por Cristofredo Celllarius, un erudito del siglo XVII, y ha sido motivo
de controversia entre los estudiosos, ya que le da a la poca un carcter subsidiario
respecto al pasado grecolatino y la posteridad renacentista, contribuyendo, en gran
modo, al prejuicio de los diez siglos de oscuridad y sinrazn que, supuestamente,
fueron los rasgos distintivos de la poca. Como apunta Jos Luis Romero, la Edad
Media era tratada como un abismo, del que volvi a salirse con el Renacimiento1.
Fueron los romnticos de los siglos XVIII y XIX quienes recuperaron una dimensin
distinta de la Edad Media, opuesta totalmente a la instalada por la Ilustracin del
siglo anterior, exaltando ese momento de la vida humana donde se planearon las
cruzadas militares, se constituyeron las primeras universidades y se alzaron las ms
magnficas catedrales. Vctor Hugo, un romntico militante, inmortaliz una de
ellas, la de Notre Dame, en su novela Nuestra Seora de Pars.
Si tomamos a la Edad Media como un macizo bloque de mil aos (ya
aclararemos que no fue as; en este sentido Arnold Hauser es categrico, cuando
afirma que la unidad de la Edad Media como perodo histrico es artificial2),
podemos afirmar que la vida cotidiana durante todo ese lapso conoci de
malestares y amenazas que hoy resultan extraas vicisitudes, al menos en las zonas
ms desarrolladas del mundo occidental. Se ha escrito mucho, por ejemplo, sobre
la funcin del miedo en la Edad Media, un sentimiento punzante e insoslayable
instalado en la mente del hombre medieval.
En este sentido operaba con un alto grado de peligrosidad la acechanza de la
peste (que tambin fue un flagelo del Renacimiento y cuyos primeros sntomas
solan aparecer subrepticiamente con las primeras brisas de abril), ante la cual el
habitante de ese universo no tena otra defensa que la plegaria religiosa o la bsqueda
del chivo expiatorio, pues se la consideraba un castigo divino en cambio de un azote
sanitario que con medidas de asepsia (impensables para el Medioevo), y el auxilio
de una medicina especializada (tambin inconcebible), poda controlarse.
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a ser el orgullo de cada monasterio. Pasando por las manos de los monjes,
una multitud de textos clsicos se salvaron del olvido. Sin esta actividad,
modesta pero esencial, occidente habra quedado sin races9.
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La Edad Media
Existe un debate acerca del hecho de datar las fechas de comienzo y final del
ciclo medieval. Como ya dijimos en nuestro prlogo, resulta difcil para el
historiador establecer puntos fijos, ya que la historia trata de procesos y no de
hiatos de sencilla visibilidad y ubicacin. Acerca de la imposibilidad cierta de fijar
con extrema precisin los lmites de la Edad Media, acudimos a una de las fuentes
ms autorizadas, el historiador Jos Luis Romero.
Una tradicin muy arraigada coloca en el siglo V el comienzo de la Edad
Media. Como todas las cesuras que se introducen en el curso de la vida
histrica, adolece esta de inconvenientes graves, pues el proceso que provoca
la decisiva mutacin destinada a transformar de raz la fisonoma de Europa
248
ROBERTO PERINELLI
Pero en general se acepta que la Edad Media est limitada en sus comienzos
por la cada del Imperio Romano de occidente en manos de los hrulos, 476 d.C.
Resulta ms discutible la fecha en que, convencionalmente, lleg a su fin.
Para algunos el derrumbe se produjo casi diez siglos despus, en el 1453,
cuando el turco otomano Mahumed II, el Conquistador (1432-1481), invadi y
ocup Constantinopla, cambindole el nombre por el de Estambul (que pervive
hasta el presente y que quiere decir trono o capital en rabe). El acto blico le dio
punto final al Imperio Romano de Oriente, que haba mantenido algunas de las
tradiciones del viejo imperio y mantenido el aliento de reconstruirlo en algn
momento de esos mil aos en que se extendi su vida como imperio.
Otros comentaristas sitan el fin ms adelante, en el ao 1492, cuando
Coln descubri Amrica y el mundo occidental comenz a hacerse ms vasto, con
el agregado de un continente nuevo; mientras que otros consideran que el punto
se encuentra un poco ms atrs, en el 1440, cuando Gutenberg (1400-1468)
concluy con sus experiencias e invent la imprenta de tipos mviles,
acontecimiento que dio inicio a lo que se da en llamar la Galaxia Gutenberg. El es
absolutamente moderno, corresponde al filsofo canadiense Herbert Marshall
Mcluhan (1911-1980), que de ese modo caracteriz los cuatro siglos en que la
humanidad dependi de la comunicacin tipogrfica, hasta que el cientfico
italiano Guglielmo Marconi (1874-1937) invent la telegrafa y dio principio a lo
que, tambin Mcluhan, dio en llamar la Galaxia Marconi.
En realidad la revolucin de Gutenberg tuvo lugar quince aos despus del
citado 1440, en 1465, cuando el editor logr perfeccionar su invento y entreg la
primera obra impresa, una Biblia, la Biblia Gutenberg, el incunable ms preciado,
conocido asimismo como la Biblia latina de las cuarenta y dos lneas, ya que
Gutenberg emple en la impresin tantas lneas por pgina y ms de tres millones
de caracteres.
Habiendo expuesto los inconvenientes de datacin, nosotros debemos tomar
posicin y aun cuando Romero, y muchos otros, pongan en duda que realmente
haya habido una cesura tan neta entre el Imperio Romano y la Europa del
Medioevo y entre el Medioevo y el Renacimiento, los propsitos pedaggicos del
presente trabajo nos obligan a aceptar como ciertos los siguientes puntos de
principio y fin: 476 y 1453. Reiteramos, para justificar la eleccin, lo manifestado
en el captulo 0, donde afirmamos que la fragmentacin histrica aplicada en estos
apuntes responde a razones de eficacia pedaggica, ya que adoptamos un modelo
apuntes sobre la historia del teatro occidental. tomo 1
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En este marco casi resulta irrelevante incluir la discusin acerca de quin fue
el ltimo emperador romano de Occidente. De modo formal lo fue Rmulo
Augstulo (as lo afirmamos en el captulo anterior), aunque polticamente se le
debe dar el cargo a Teodosio, que fue el ltimo monarca imperial capaz de tomar
decisiones polticas importantes. Su muerte, en el ao 395, trunc los sabios pactos
que el emperador haba contrado con los brbaros, en especial con los visigodos y
los hunos, aunque menor suerte tuvo con la tribu de Atila14, el azote de Dios,
que instalada en Panonia (la Hungra y la Rumania actuales), donde los
evangelizadores cristianos jams haban puesto un pie, era reconocida como la ms
rebelde y la menos asimilable.
A partir de la desaparicin de Teodosio el avance de los brbaros fue tan
incontenible como la debilidad de Roma para mantener en el trono algn
emperador digno de tal nombre. Teodosio fue sucedido por gobernantes
intrascendentes, acorralados e incapaces de contener la invasin. El hrulo
Odoacro hizo efectivo el desguace del imperio occidental, desalojando sin
dificultad a un emperador impotente, Rmulo Augustulo, de quien se burlaban sus
propios ciudadanos, que lo haban apodado Augustulo, un trmino que en latn
quiere decir pequeo emperador.
Odoacro, no obstante su feliz coronacin y la designacin de Rey de Italia
(significativa denominacin en ese entonces, que equivala a la de rey de toda la
cuenca occidental del Mediterrneo), era, sin embargo, un monarca brbaro ms,
con el grado de vulnerabilidad de cualquiera de los jefes de tribu que iban ocupando
los territorios vecinos y que podan amenazar a gusto el poder del flamante rey.
El cruce del Rin y del Danubio por los pueblos brbaros suevos, vndalos,
alanos, francos, etc., impedido por siglos por las poderosas legiones romanas que
haban establecido las Marcas, conformadas estas por campos atrincherados y
ciudades fortificadas, ms el control de las rutas estratgicas, desde donde se
vigilaba con atencin cualquier intento de los brbaros por traspasar los ros
citados, ocurri por fin a partir del 406, cuando estas Marcas quedaron
descuidadas o abandonadas.
Como consecuencia de estas nuevas circunstancias, el mundo del
Mediterrneo, hasta entonces regido por la romanidad y el cristianismo, debi
aceptar la incorporacin de un tercer factor, la cultura germnica de los invasores,
sin duda el aporte ms pobre y menos desarrollado de la trada, pues los brbaros
traan consigo una idea de vida poco elaborada y menos sutil. Como resultado va
surgiendo una cultura sincrtica formada por la confluencia de tres grandes
tradiciones, la romana, la cristiana y la germnica15. Para ser ms explcitos, a
partir de la consagracin de Odoacro debemos considerar a occidente como una
civilizacin romano-germnica de religin cristiana.
apuntes sobre la historia del teatro occidental. tomo 1
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Hasta entonces el rabe haba sido un pueblo nmade que circulaba por el
desierto del Sahara, una inmensa extensin da arena que atraviesa el continente,
limitando en el norte con la cadena montaosa del Atlas, que lo separan del Magreb
mediterrneo y atlntico (Mauritania, Marruecos, Argelia, Tnez y Libia), y, en el
sur, El Sahel lo separa de las selvas y sabanas tropicales del frica negra. El Sahel es
una franja trrida y semirida de casi cuatro millones de kilmetros cuadrados de
extensin, hoy habitada por cincuenta millones de habitantes sin medios para
subsistir, por lo que se la conoce como el cinturn del hambre del continente.
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Carlomagno tuvo cuatro esposas que le dieron cuatro hijos y siete hijas
legtimas, y se destac como un padre celoso que jams autoriz casamiento alguno
de su descendencia femenina. Otros dicen que disfrut de seis concubinas
apuntes sobre la historia del teatro occidental. tomo 1
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Sin embargo hay cronistas que aseguran que este propsito no fue su intencin
personal, pues a grandes rasgos Carlomagno mantuvo la estructura de poder
brbara, juntando a sus jefes dos veces al ao, en otoo para preparar las leyes y en
primavera para promulgarlas, sino que fue una opcin alentada por la presin del
entorno eclesistico que vea en l el modelo que reuna las tres bases con que se
estaba construyendo el edificio europeo: era germano, estaba cristianizado y le
pesaban sentimientos amables por la tradicin romana. Una crnica contempornea
recoge el momento de la coronacin.
El santo da de la Natividad de Nuestro Seor, el rey vino a la baslica del
bienaventurado Pedro, apstol, para asistir a la celebracin de la misa. En el
momento en que, ubicado delante del altar, se inclin para orar, el Papa
Len le puso una corona sobre la cabeza, y todo el pueblo romano exclam:
A Carlos Augusto, coronado por Dios, grande y pacfico emperador de los
romanos, vida y victoria. Despus de esta proclamacin, el pontfice se
prostern delante de l y le ador siguiendo la costumbre establecida de la
poca de los antiguos emperadores, y desde entonces, Carlos, dejando el
nombre de Patricio, lleva el de Emperador y Augusto.
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recuperar el apoyo de dos de sus hijos, Carlos y Pipino, que se volcaron a su favor y
enfrentaron a Lotario que, por ser dueo de Roma y Aquisgrn, haba sido
beneficiado con la porcin ms importante.
En medio de estas hostilidades, fue imposible mantener en el poder a la
estirpe carolingia. Primero fueron los otones quienes los desalojaron de Germania
(que desde Carlomagno ya podemos considerar un territorio con cierta unidad
nacional, aunque todava tibiamente se podra usar el nombre de Alemania para
reconocerlo), y, luego, de las tierras francas por Hugo Capeto (938-996), gestor de
la unidad francesa como nacin e iniciador de la mtica dinasta de los capetos, que
por ms de mil aos rein Francia.
Como se relata con ms detalle en el captulo correspondiente, por estas
fechas nace el retoo de la nacin inglesa. Guillermo el Conquistador (10271087), aunque normando y por lo tanto sbdito de la corona francesa, se hace
coronar rey de la isla que haba ocupado en 1066, en una ceremonia que tuvo lugar
en la abada de Westminster.
En medio de estas circunstancias, el papado apareca abandonado a su suerte;
Pedro no puede contar ya con ningn Csar, clamaba la Iglesia. Le costaba
mantener la fidelidad de los devotos, atrados por la prdica de sectas que, aun en
su pequeez y escasez de doctrina, hacan creer en remedios mgicos para el negro
futuro, ya que para el ao mil se anunciaba el ocaso del mundo, donde todos los
seres seran sometidos al Juicio Final (algunas de estas congregaciones sobrevivieron
hasta hoy y siguen sosteniendo lo mismo, aunque cambiando la fecha de la
debacle; el 2014 para los Testigos de Jehov).
La Iglesia se defendi inventando el concepto de hereje (segn la RAE, persona
que disiente o se aparta de la lnea oficial de opinin seguida por una institucin, una
organizacin, una academia, etc.), que luego le ser tan til para combatir a Lutero.
Mediante este anatema persigui a todo aquel que abandonaba la fe cristiana para
adherir a las propuestas tremendistas. Pero esta parte de la feligresa se defenda
alegando que adheran a una situacin ya prevista en el Apocalipsis del Evangelio,
donde se estableca con claridad que concluido los mil aos del encierro de Satans,
el mal invadira el mundo y comenzara el tiempo de las tribulaciones, pero, solo
durante un breve perodo de tiempo; transcurrido este, se instaurara un reino
terrenal perfecto, imagen del Paraso, que precedera al fin del Mundo.
De un modo o de otro, el pueblo llano y los grandes seores en esto hay
poca distincin entre unos y otros, fueron ganados por las variadas supersticiones
nacidas a poco de la llegada de ese ao, que, fatdico, acabara con el mundo o al
menos lo hundira en la caresta, las epidemias y cualquier otro tipo de
calamidades. Un eclipse y el paso de un cometa que el sacerdote Ademar de
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una larga vida, a medida que avanzaba en el tiempo se iba convirtiendo en una
figura daada, ms simblica que efectiva, desconocida, o, peor, ignorada por los
reinos absolutistas que iban naciendo y creciendo a su alrededor. El historiador
francs Fernand Braudel marca el 1250 como fecha de extincin del Sacro Imperio
Romano Germnico, acaso porque en ese ao se produjo otra gran crisis de mando,
que en honor a la sntesis obviamos describir. Muchos aos ms tarde ser Napolen
I quien le asestar el golpe final, decretando su disolucin definitiva en 1806.
La agona del imperio otoniano haba comenzado cuando, a la muerte de
Otn III, la Iglesia se declar en rebelda y desconoci el poder de sus sucesores.
Mediante la gran labor del ya citado papa Gregorio VII (1020-1085), un coloso en
la lucha de sostener y afirmar el poder de la Iglesia, se consigui el desprendimiento
de la institucin de la influencia monrquica, quitndoles a los emperadores el
consentimiento de actuar sobre ella, con medidas tales como la designacin del
pontfice. La teocracia pontificia, trmino que le cabe mejor al ciclo que inici
Gregorio VII, fue sostenida por sus continuadores, para afirmar la soberana de la
institucin en los asuntos eclesisticos e ir aun ms lejos. Fundados en la conviccin
de que todo su poder provena de Dios, los tecratas de Roma invirtieron la
situacin, autorizando que los papas pudieran castigar con la excomunin a los reyes
en funcin de sus pecados, y, asimismo, cuando las cuestiones alcanzaran un alto
grado de gravedad, separarlos de sus coronas.
Esto gener, por supuesto, el rechazo de algunos soberanos, que alzaron
armas para contradecir las aspiraciones de la Iglesia. El germano Enrique IV (10501106) enfrent al papa en 1077, dndole status a un conflicto que la historia recoge
como la querella de las investiduras, y que se puede resumir como la disputa entre
pontfices y emperadores sobre quin ejerca el poder sobre el cielo y quin sobre
la tierra. Hubo conciliadores que intentaron darle a cada uno lo que pareca
pertenecerles el cielo al papa, la tierra al emperador, pero solo obtuvieron breves
perodos de concordia, ya que algunos de los dos poderes cometa un acto un
asesinato, por ejemplo, que rompa la armona y reanimaba el conflicto.
Otra rebelda contra el papa, la de Enrique V (1086-1125), hijo de Enrique
IV, que en 1122, bajo su condicin de emperador del Sacro Imperio Romano
Germnico, le exigi al vicario la potestad de otorgar investiduras eclesisticas, fue
desactivada cuando perdi el apoyo de los prncipes alemanes que, muy temerosos
de la excomunin papal, que ya haba alcanzado a Enrique IV, le quitaron asistencia.
Cabe anotar que el firme gesto del papa Gregorio VII, con que desafi y
derrot a Enrique IV, estuvo acompaado por una mirada severa hacia adentro
del organismo eclesial, minado por la corrupcin de clrigos y prelados que en
gran nmero haban cado en la simona (la venta de los cargos eclesisticos) y
el concubinato. En funcin del inters por sanear la situacin, Gregorio VII
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todava es?, tema de conflicto de cientos de novelas, obras de teatro y filmes). Las
mujeres se encontraban obligadas a conservar la virginidad hasta el matrimonio, ya
que se consideraba legtimo que los maridos las repudiaran si en la noche nupcial
advertan que ellas ya no estaban en condiciones de ofrecerles el regalo del alba.
La Iglesia lleg a tener una participacin decisiva en esta organizacin feudal.
Se desentendi de la guerra, tarea de los caballeros (al menos hasta que los papas
imaginaron las cruzadas), pero los frailes se ocupaban de todos los restantes
menesteres de la vida cotidiana y social, tal como la enseanza (sin mucho esmero,
porque la mayora de la poblacin era y segua siendo analfabeta), los ya citados
contratos matrimoniales, las ceremonias bautismales y los sacramentos funerarios
que se realizaban en cementerios bajo su control.
Del nacimiento a la muerte, la Iglesia impregnaba casi todos los aspectos
de la vida. Con poderes espirituales y temporales estrechamente entrelazados,
ofreca sustento al alma y serva como poderosa autoridad cvica42.
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cumplir con casi doscientas obligaciones establecidas por escrito. Quizs este
dato d razn a los historiadores marxistas, quienes consideran que el
feudalismo no fue solo un fenmeno de cuatro siglos, del IX al XIII, sino que se
inici en el siglo IV y se extendi hasta el XVIII.
Las cruzadas
Desde Constantino, el ltimo emperador romano cristiano, Jerusaln
constitua el lugar santo de obligada peregrinacin. Instalada la ciudad en el
antiguo territorio de Judea, fue arrasada por el emperador romano Tito (39-81),
que junto con la invasin y toma del reducto produjo la segunda destruccin
del Templo de Salomn (la primera fue responsabilidad de los babilonios, en el
siglo IV a.C.)44. El Templo contena el Arca de la Alianza y las Leyes que Yahv,
el nombre que Dios se dio asimismo cuando se las otorg a Moiss en dos tablas
de piedra en el Monte Sina. El emperador romano Adriano (76-138),
emprendi la reconstruccin de la ciudad como una provincia romana. Ante el
fracaso de los gestos de conciliacin con los zelotes45, irreducible secta del
judasmo, castig cruelmente a todos sus habitantes y cambi el nombre de
Judea por el de Palestina.
Jerusaln era tambin, un sitio santo para los musulmanes, pues su profeta
Mahoma, despus de morir, haba sido trasladado all por el arcngel Gabriel en un
viaje nocturno; all habra hablado con los profetas que le haban precedido, y,
finalmente, desde la Roca, haba ascendido hasta el trono de Al en el paraso. Los
seguidores de Mahoma identifican la explanada del Templo hebreo de Jerusaln
como el lugar donde ocurrieron estos hechos, y donde construyeron la mezquita
de al-Aqsa (la tercera en importancia en el mundo musulmn, despus de las de la
Meca y Medina), coronada por la cpula de la Roca. Esta coincidencia de lugares
santos explica y profundiza muchos de los conflictos polticos que en la actualidad
tienen lugar en la zona.
Hasta que Jerusaln estuvo en poder cristiano, bajo el dominio del Imperio
Romano de Oriente, se haba instalado un buen nmero de iglesias,
conmemorativas de diversos pasajes de los evangelios, tales como la anunciacin o
la natividad, que constituan puntos de visita y de descanso de los peregrinos.
Pero en el siglo XI los rabes, ahora dominados por los turcos selycidas
(brbaros islamizados, todava anteriores a los otomanos), haban reiniciado una
vez ms la guerra santa con la misma violencia que haba tenido en los primeros
tiempos46. Un grave incidente que afect en lo ms profundo a la cristiandad, la
apuntes sobre la historia del teatro occidental. tomo 1
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toma de Jerusaln por los selycidas en 1076, fue el aliento decisivo para que se
pensara en organizar la primera cruzada.
La selycida fue una dinasta turca que rein en los territorios de los actuales
Irn e Irak, as como en Asia menor, entre mediados del siglo IX y finales del siglo
XIII. Son considerados los antepasados directos de los turcos occidentales, los
habitantes actuales de Turqua, Azerbaiyn y Turkmenistn. Desempearon un
papel principal en la historia medieval defendiendo el mundo islmico contra los
cruzados de Europa y conquistando grandes extensiones del Imperio Bizantino,
que prcticamente desmantelaron, siendo sus sucesores, los turcos otomanos, al
mando de Mehmed II, Mehmed el Conquistador (1432-1481), los que asestaron
el golpe de gracia en 1453 con la toma de la ciudad.
Hay planteado un debate acerca del origen de las cruzadas. Hay teoras que
afirman que fueron creadas por gestin de los bizantinos, que fue el emperador
Alejo I (1057-1118) quien solicit ayuda a occidente para detener a los selycidas
que estaban arrebatando, paso a paso, grandes porciones del Imperio, entre ellas la
ciudad de Jerusaln. Alejo I prevea que, recuperadas las tierras, ellas les seran
devueltas al Imperio, algo que no ocurri, sino que a medida que los ejrcitos
cristianos avanzaron y ocuparon terreno, iban creando reinos independientes
(Antioquia, Edesa, Trpoli y la propia Jerusaln), desprendindolos de Bizancio.
La otra hiptesis sostiene que el papa se tuvo que hacer cargo de la afrenta
turca representada por la toma de Jerusaln para atender al clamor de sus fieles
peregrinos que ya no podan acceder al Santo Sepulcro de Jerusaln, donde se
produjo la crucifixin, enterramiento y resurreccin de Cristo.
Urbano II (1042-1099) convoc en 1096 al Concilio de Clermont con el fin
de exponer ante un nutrido nmero de obispos, en su mayora franceses, su
proyecto de cruzada, que guardaba inocultable parecido a la jihad que Mahoma
haba pregonado en el siglo VI.
Quienes lucharon antes en guerras privadas entre fieles exhort
Urbano II, que combatan ahora contra los infieles y la victoria en una
guerra que ya deba haber comenzado; que quienes hasta ayer fueron
bandidos se hagan soldados; que los que antes combatieron a sus
hermanos luchen contra los brbaros.
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Otro testigo presencial, esta vez rabe, Ibn al-Athir, denunci la matanza.
Los francos degollaron a ms de setenta mil personas, entre las cuales
haba una gran cantidad de imanes y de doctores musulmanes, de devotos
y de ascetas, que haban salido de su pas para venir a vivir, en piadoso retiro,
a los lugares santos.
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1314) para que disolviera la orden. Contribuy al descrdito de los Templarios cierta
leyenda, tal vez con algunos aspectos ciertos, que describan a las ceremonias de
iniciacin como actos subrepticios y secretos que llenaron de desconfianza a la Santa
Sede, siempre atenta a los mnimos signos de idolatra. Por fin el papa cedi a la
presin de Francia (que por esos tiempos de los capetos se estaba constituyendo en
el corazn de la cristiandad), y actu por omisin, desentendindose del problema
y dejando actuar. En 1307 fueron allanadas tres mil casas de Templarios que vivan
en Francia, gran nmero de sus habitantes fueron arrestados y condenados a la
hoguera. El maestro de la orden, Jacques de Molay, junto con cincuenta y ocho
caballeros de su orden, fueron quemados en Pars el ao 1314. De Molay profiri,
antes de su ejecucin, su clebre maldicin contra los capetos.
Dios sabe quin se equivoca y ha pecado y la desgracia se abatir pronto
sobre aquellos que nos han condenado sin razn. Dios vengar nuestra
muerte. Seor, sabed que, en verdad, todos aquellos que nos son contrarios,
por nosotros van a sufrir.
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El emperador Miguel VIII, que por razones que ignoramos se hallaba en Asia
en el momento de la recuperacin de la ciudad, hizo una entrada triunfal en
Constantinopla y poco despus fue coronado en Santa Sofa, con cuyo acto se
volva a la ya centenaria tradicin bizantina de la coronacin del emperador por el
patriarca en la iglesia ms bella de la cristiandad. Por lo tanto, luego de 1261,
Constantinopla vuelve a ser bizantina, pero su vulnerabilidad haba sido
evidenciada, y por lo tanto otra poca comenzaba para Bizancio, llena de
inseguridades y sin poder lograr ya nunca ms el prestigio ni el poder de antao.
Para la mayora de los historiadores las cruzadas fueron ocho (otros
afirman que fueron siete), comprendidas entre los aos 1095 y 1270. Todas
terminaron en fracaso, lo que arrastr consigo al feudalismo como la forma
aceptada de un mundo que, a partir del siglo XII, comienza a tomar otras
caractersticas.
La primera cruzada (1095-1100) estuvo, como ya se dijo, al mando de
Godofredo de Bouillon. Recuper Jerusaln para la cristiandad.
La segunda (1145-1147) fue encabezada por Luis VII, rey de los francos,
acaso ms famoso por ser el esposo de Leonor de Aquitania, controvertida
mujer que tendr su lugar en este libro.
La tercera (1188-1192), conducida por el galo Felipe II, Federico I
Barbarroja, emperador alemn, y Ricardo Corazn de Len, rey ingls, ocup
la ciudad de Acre, actual posesin de Israel y que se considera como una de
las ciudades ms antiguas del mundo, fundada en el 1500 a.C. Los cristianos
la bautizaron como San Juan de Acre y disput con Jerusaln el ttulo de
capital de la regin conquistada. Un ao antes de la partida de la expedicin
Jerusaln haba cado de nuevo en manos turcas.
La cuarta (1204), fue la que atac y saque Constantinopla, lo que
desvirtu, trastocados por la ambicin y la rapia, aun ms los piadosos
propsitos originales (uno de ellos era precisamente defender esa plaza de la
amenaza turca),
La quinta (1217).
La sexta (1228-1229).
La sptima (1249-1252) fue liderada por San Luis, patrono de Francia.
La octava, tambin bajo la direccin de San Luis, concluy con su muerte,
atacado por la disentera a las puertas de la ciudad de Tnez, en el 1270.
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Media actu como un cuarto elemento que quebr el estado natural de una
sociedad estratificada en nobles, clrigos y siervos (los que rezan, los que combaten
y los que trabajan, como defini un obispo).
Hay que tener en cuenta que para el siglo X, casi toda la poblacin europea
viva en el campo, en reas de cultivo muy cercanas a las costas. Formaban
pequeas aldeas, habitadas por pocas personas, de cien a trescientas, que vivan en
casas de escaso confort. Las grandes ciudades estaban en otra parte, en la mal
conocida China, en el Imperio Bizantino (antes de su destruccin, claro) o en el
mundo islmico. Ahora renacan en occidente, emancipadas del yugo de los
seores feudales, de los obispados, retomando los nombres que casi haban perdido
o creando otros para los nuevos asentamientos.
La ciudad occidental nace o renace luego del feudalismo con el mpetu
suficiente para exigir privilegios, tal como la eleccin de sus propias autoridades.
Como modelo imitado con variantes por las otras urbes vale el de la ciudad
francesa de Beaumont-en-Argonne, a la que se le cedi el derecho de elegir el
alcalde y los doce jurados encargados de administrar y ejercer justicia.
Los novsimos burgueses que deben su situacin no a su condicin de
nacimiento, como los nobles y los siervos, si no a su trabajo, que por otra parte se
toma como tarea placentera, no como sufrimiento, operan a travs de dos
actividades en las cuales son maestros: el comercio y la industria, esta todava en el
nivel de artesana (fabricacin de telas e indumentaria y de herramientas de labor,
sirvindose cada vez ms del hierro).
La primera actividad, el comercio, gener la creacin de la feria o el mercado,
sitio de reunin internacional (vital para el teatro por el fenmeno de
concentracin urbana que se produca), existente en todas las ciudades importantes
de Europa. Las caravanas rabes depositaban las apreciadas especias en el puerto de
Alejandra, adonde dos veces al ao las naves genovesas y venecianas anclaban para
cargarlas y llevarlas a occidente, portando tambin otras mercancas estimadas:
cuero repujado, dtiles, higos, naranjas, productos de los que careca Europa.
Gnova y Venecia, dos potencias del comercio martimo (como lo veremos en el
captulo correspondiente), repartan la carga en el resto del continente.
Otra va de comercio se haba abierto por el Mar del Norte, por donde
entraban productos no tan raros pero tan indispensables, como los paos de
Flandes, los vinos de Aquitania, la sal de Bretaa, los peces del Bltico, la madera
de Escandinavia y los metales de Suecia. De ese modo prosper la Liga Hansetica,
que se extendi hasta Rusia y consigui reunir a ms de cien ciudades comerciales,
entre las que se destacan Hamburgo, Danzing y Colonia. La Liga Hansetica (de
Hansa, que en el alemn de la poca quera decir gremio), fue una federacin de
apuntes sobre la historia del teatro occidental. tomo 1
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comerciantes de ciudades del norte de Alemania y del mar Bltico, los Pases Bajos,
Noruega, Polonia, parte de Finlandia y Dinamarca, as como regiones que ahora se
encuentran en Estonia y Letonia.
La ruta fluvial del Rin era la tercera va de provisin, que se vinculaba con
todo lo que se produca en Alemania.
La industria, a su vez, provoc una convocatoria de mano de obra para nutrir
a las rudimentarias fbricas, lo que dio motivo al xodo de los pobladores del
campo, que atrados por mejores condiciones de vida se trasladaron a las ciudades
y aportaron mucho para su revitalizacin.
No es difcil advertir la trascendencia que deba tener en el seno de la
sociedad feudal la aparicin de una nueva clase social dedicada a la
produccin manufacturera y al comercio, concentrada en ciudades y
elaborando en el trajn cotidiano una concepcin de la vida que difera
fundamentalmente de la que representaba la antigua nobleza. Esa clase
surgi como un desprendimiento del orden feudal, coexisti con l durante
mucho tiempo y pareci desarrollar una actividad compatible con sus reglas
de vida; pero en el fondo socavaba su base y en cierto momento precipit la
declinacin de toda su estructura51.
Aunque la actividad primera que caracteriz a la burguesa fue el negocio,
podemos decir que ejercieron numerosas y variadas actividades, incluso las
profesiones que podramos llamar intelectuales (medicina, derecho, etc.).
Apareci tambin lo que se ha denominado mentalidad burguesa. Una
peculiar manera de encarar la vida y sus valores52.
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aventuras martimas de los portugueses, los primeros que trataron de sortear los
derechos de aduana de los otomanos, mandando a sus naos a navegar el Atlntico
por las costas de frica. Pero este ya es un tema que pertenece al Renacimiento.
El Imperio Otomano alcanz una larga existencia. Su vida poltica concluy
por causa de las profundas modificaciones que se produjeron al fin de la Primera
Guerra Mundial. En 1922 el reformador Mustafa Kemal Atatrk (1881-1938)
fund la Repblica de Turqua e introdujo una variedad de reformas de gran
alcance que procuraron establecer un estado moderno, democrtico y secular,
aboliendo el sultanato y renunciando para siempre a la idea imperial que contaba
con una vigencia de varios siglos.
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El aporte de Boecio tuvo que ver con el concepto de cultura que haba
imperado en Roma en los tiempos de Cicern y Virgilio, atentos y admirativos de
un pasado griego que los obligaba a sostener el bilinguilismo. La condicin pagana
de esa tradicin haba decidido a los emperadores cristianos, empezando por
Constantino, que desestimaran el apoyo a cualquier especulacin literaria o
intelectual sobre ese pasado heleno, por lo que, si bien dentro de los modestos
lmites de la accin individual y solitaria, Boecio contradijo esos deseos imperiales
y se propuso la traduccin de los tesoros de la tradicin griega, aplicando sus
esfuerzos, sobre todo, a cuanto texto de Aristteles y Platn llegara a sus manos.
Obviamente la empresa lo super con mucho; se hubieran requerido
muchos Boecios para realizarla ntegramente. Sus traducciones y
comentarios fueron escasos para la obra que pretenda transmitir. Y sin
embargo sus escritos mantuvieron viva la llama del pensamiento griego
sobre el nuevo escenario cultural que estaba gestndose61.
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que arrojarse al piso y tocarlo con el rostro, estirar sus pies y sus manos todo
lo que podan; tocar con los labios los pies de cada una de sus majestades y
luego ponerse de pie nuevamente. Porque Teodora insista en que este
tributo deba rendrsele tambin a ella, y hasta reclamaba el privilegio de
recibir a los embajadores.
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que, para bien o para mal, ese mundo brbaro, indeciso y fragmentado tena
que encontrar solo el camino de la historia69.
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sostiene que en Cristo existen las dos naturalezas, la divina y la humana sin
separacin y sin confusin.
Acacio reaccion mal, rompiendo sus relaciones con Roma y borrando del
canon el nombre del papa, pero la disputa no prosper por la accin del antecesor
de Justiniano, el emperador Justino I (482-565), quien lim asperezas y acab con
una desavenencia religiosa que se haba extendido por treinta y cuatro aos.
Resulta natural que estas diferencias doctrinarias se articularan alrededor de
la figura de Cristo, puesto que el acontecimiento de su llegada al mundo, apenas
tres siglos atrs, tena que ser un suceso discutido, incluso por aquellos que no
dudaban de su investidura de Mesas (los hebreos an lo niegan), pero que se
sintieron con derecho a darle distintas interpretaciones, que suscitaron la inquietud
de Roma, que siempre busc la unidad de un dogma que no poda, ni deba,
mostrar fisuras.
Si esta cuestin del monofisismo instalado en Bizancio fue un objeto de
conflicto, preparatorio del Gran Cisma de Oriente, mucho ms lo fue un asunto
que haba lesionado aun ms los vnculos religiosos entre oriente y occidente: la
querella de los iconoclastas.
El conflicto tuvo su inicio en oriente, en tiempos de Carlomagno, cuando el
emperador bizantino Len III (675-741) exhort al pueblo llano a abandonar la
veneracin de las imgenes o iconos. Apoy su peticin con su ejemplo, retirando
la gran cruz de Cristo emplazada en la puerta de su palacio. Roma opinaba lo
contrario, en atencin que la poblacin senta devocin por las figuras cristianas y
les renda culto, y enfrent al emperador iconoclasta. Fueron dos papas, Gregorio
II (669-731) y su sucesor Gregorio III (?-741), quienes insistieron en la posicin,
declarando la legitimidad del culto de las imgenes y anatematizando a quienes
profesaban la iconoclasia.
Los desencuentros entre Roma y Bizancio llegaron a su fin con un segundo
Concilio de Nicea74, convocado por Carlomagno, donde la posicin doctrinaria de
los iconoclastas fue desestimada y estos acusados de hereja.
Establecer la verdadera dimensin intelectual del diferendo se ha transformado
en un desafo difcil para los historiadores, pues se cuenta con escasos datos sobre los
argumentos que exponan los iconoclastas, ya que los documentos que contenan sus
tesis han desaparecido o sobrevivieron fragmentados por el descuido o la destruccin
deliberada de la Iglesia romana. Ms informacin se tiene sobre los criterios de la
Santa Sede, expresados sobre todo en los Tres discursos sobre las imgenes, de San Juan
de Damaceno (?- 749), figura de enorme talla intelectual, gran doctor de la Iglesia,
que enfrent a los iconoclastas con los argumentos teolgicos que respaldaron la
decisin tan drstica de declararlos culpables de apostasa.
apuntes sobre la historia del teatro occidental. tomo 1
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Otro hecho precursor del Gran Cisma de Oriente, fue la querella que cierta
historia eclesistica recoge como el Cisma de Focio.
El patriarca de Bizancio, Ignacio, era un hombre piadoso y de continuo
exasperado por la vida licenciosa de su emperador, Miguel III (840-867). Una
decisin suya, de orden pastoral, en contra de los intereses del monarca, constituy
la causa de su desplazamiento y destierro y su reemplazo por Focio (820-886), un
laico que en cinco das recibi todas las rdenes sagradas que lo habilitaban para
cumplir el rol de patriarca. El papa romano Nicols I (?-867) juzg inaceptable la
maniobra y, ante la incompetencia de sus enviados a Bizancio, quienes fueron
prontamente convencidos de la legitimidad de los pasos dados por el emperador,
procedi a excomulgar a Miguel III y a Focio. Se le respondi del mismo modo,
Focio excomulg a Nicols I.
Este cisma tuvo corta duracin, del 858 al 867, y concluy cuando el
emperador Miguel III fue asesinado por Basilio I (811-886), que se declar su
sucesor y, al reponer a Ignacio en el cargo de patriarca, recuper la confianza de
Roma. Hacia 877 las relaciones entre oriente y occidente volvieron a la
normalidad.
Pero la ruptura penda, pareca inevitable y por fin, en el siglo xi, se dieron
las condiciones para que produzca de un modo definitivo. Con el patriarca
Miguel I Cerulario (1000-1059) al frente de la iglesia oriental, tomaron mayor
fuerza los desencuentros con la iglesia cristiana que tenan que ver con el
dogma, en especial con la ceremonia de la misa, que los orientales no llamaban
as, sino denominaban liturgia.
Debe ponerse atencin al hecho de que la palabra misa se refiere a la
celebracin eucarstica de los ritos latinos solamente. Nunca ha sido aplicada
a los ritos orientales en griego o en latn. En estos, la palabra correspondiente
es liturgia. Referirse a la liturgia oriental con la palabra misa es un error
que causa confusin, o por lo menos inexactitud cientfica76.
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El Cisma de Occidente
Entre 1378 y 1417, plena Baja Edad Media, la Iglesia Catlica vivi treinta
y nueve aos convulsionados, provocados por el llamado Gran Cisma o Cisma de
Occidente, nombre con que se lo reconoce para diferenciarlo del Gran Cisma de
Oriente, cuando se produjo la separacin de las iglesias romanas y bizantinas.
Las diferencias entre ambas cuestiones no son solo de denominacin, sino de
dimensin. Los intelectuales catlicos suelen definir como cisma solo al que se
produjo con Bizancio, mientras que lo ocurrido en occidente les merece la
definicin de malentendido temporal, donde nunca se cuestion la autoridad
papal y no perdi peso el sentido de unidad de la institucin.
Este cisma de los siglos XIV y XV difiere en todos los aspectos del Cisma de
Oriente. El ltimo fue una verdadera revuelta contra la suprema autoridad
de la Iglesia, fomentada por la ambicin de los patriarcas de Constantinopla,
favorecida por los emperadores griegos y apoyada por el clero y el pueblo de
Bizancio, y ha durado diez siglos. El Cisma de Occidente fue un
malentendido temporal, aunque oblig a la Iglesia a buscar durante cuarenta
aos a su verdadera cabeza; fue alimentado por la poltica y las pasiones y fue
terminado por el ensamble de los concilios de Pisa y Constanza79.
El conflicto surgi con la muerte del papa Gregorio XI, en 1378. Entre sus
ltimos actos de gobierno este pontfice haba devuelto el trono papal a Roma,
abandonando Avion. Las circunstancias de por qu la Santa Sede estaba instalada
en esa ciudad francesa (donde tuvieron cargo siete papas, todos de origen francs)
son muy complejas, y hasta confusas, de modo que solo anotamos la decisin de
Gregorio de devolverla a Roma, el lugar que la Iglesia reconoca como natural.
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ROBERTO PERINELLI
El cristianismo
Se entiende como primera etapa del cristianismo el lapso que va desde las
primeras predicaciones de Jess (nombre que significa Dios salva) y sus apstoles
(que significa mensajeros, enviados), hasta el ao 313 d.C., cuando el emperador
Constantino publica el Edicto de Miln, donde se reconoce la libertad de cultos en
el Imperio. En ese tiempo se conforma la Iglesia Catlica Apostlica Romana,
portadora de la fe religiosa ms difundida en occidente. En esos comienzos sus
fieles reconocieron como autoridad suprema al obispo de Roma, al cual luego le
dieron el ttulo de Papa. En realidad este ttulo lo instituye San Silicio, quien
comand la comunidad cristiana entre los aos 384 y 399. Hay desconcierto sobre
el origen del vocablo, pero por lo general se sostiene que el trmino deriva del
anagrama latino Petri-Apostoli-Potestatem-Accipens.
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nacido en Beln), es el hijo de Dios venido al mundo para salvarlo (la fecha de
nacimiento de Jess no fue siempre la misma, se estableci el 24 de diciembre
recin en el siglo IV dC). Su religin agrega y quita aspectos del rito judo; entre
lo primero y ms importante suma la obligatoriedad del bautismo.
[El bautismo] converta a quienes lo reciban en cristianos y los facultaba
para obtener la salvacin. Se es judo o musulmn de nacimiento, pero uno
no nace cristiano: se hace cristiano por medio del agua del bautismo
derramada sobre la cabeza del nefito, ya sea beb o adulto82.
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hebreo, la lengua sagrada que los judos usaban para sus libros religiosos. Es por
esta decisin que los cristianos traducen al griego el Antiguo Testamento y son
escritos en ese idioma los nuevos de Mateo, Marcos, Lucas y Juan. El griego ser el
habla de la Iglesia de los primeros tiempos, hasta que a partir del siglo III vaya
optando por el latn, por lo que los trminos del ceremonial litrgico fueron luego
traducidos y divulgados en ese idioma.
El grado de captacin del cristianismo solo superado por el islamismo, que,
luego de la prdica de Mahoma en el siglo VII, se extendi con mayor celeridad por
todo el mundo rabe siempre ha sido motivo de asombro, ya que conviva con un
cmulo bastante numeroso de religiones salvacionistas orientales que
contaminaban la atmsfera de Roma de fervores msticos pero sin obtener los
mismos resultados. El culto de Mitra, de origen helenstico pero de gran apogeo en
la era imperial, fue un competidor de fuste, sobre todo en las filas de los ejrcitos
romanos expedicionarios, que lo haban adquirido en el oriente.
Una hiptesis acerca de esta celeridad y pronta aceptacin que logr el
cristianismo, fue que se introdujo en primer trmino en los niveles ms bajos de la
organizacin clasista de la sociedad romana era manifiesta la predileccin de Jess
por predicar entre los desposedos y marginados, para luego convencer a los
renglones ms altos del poder.
Los primeros cristianos en Roma se caracterizaron por su ferviente
proselitismo. Predicaban la fe en el Reino de Dios en todos los medios que
tenan a su alcance. Sus principales oyentes eran los desesperados, las clases
ms bajas del Imperio, los que confiaban en una vida eterna y mejor despus
de la muerte87.
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La madre del emperador Constantino fue la primera que ocup una baslica para
instalar all una iglesia. El espacio semicircular destinado al juez fue destinado, como
obvia decisin, para el gran altar, hacia donde deban dirigirse la mirada de todos los
fieles. El sitio del altar se denomin coro, mientras que la sala principal, lugar de los
asistentes, fue denominada nave. Dejamos sentado que todo lo dicho es una
especulacin, ninguna de las baslicas primitivas han sobrevivido al paso del tiempo.
La decoracin de estas baslicas fue motivo de duda y desconcierto. Haba
acuerdo en que no poda haber estatuas. Estas recordaran mucho a la vieja tradicin
pagana, afecta a representar a sus dioses mediante la escultura. Pero en el caso de la
pintura haba mayor consenso. Se la entenda como un medio de expresin til para
el relato de los hechos religiosos que las masas, en su mayora analfabeta, no poda
conocer de otra manera. La Iglesia latina incorpor de inmediato el recurso,
rechazado por la Iglesia de oriente en la ya relatada querella iconoclasta.
Para fortuna del arte, la frase del papa Gregorio Magno La pintura puede
ser para los iletrados lo mismo que la escritura para los que saben leer, sostuvo la
posicin de Roma, claro que para los pintores de obras exentas de intenciones
decorativas, sino pedaggicas, se le impusieron normas y restricciones.
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Si su objeto era ser til, el tema tena que ser expresado con tanta claridad
y sencillez como fuera posible, y todo aquello que pudiera distraer la
atencin de este principal y sagrado propsito, deba omitirse89.
El judasmo
Los judos son los protagonistas de una historia milenaria que nosotros
abordamos recin en el ao 6 de nuestra era, cuando el Imperio transform el
territorio de aposentamiento de la raza en una provincia romana.
La medida imperial dio lugar a que los conflictos con la metrpoli pronto
tuvieran lugar; los judos, armados, enfrentaron a las temibles legiones romanas
en tres guerras, que concluyeron con la destruccin total de Jerusaln, del
Segundo Templo y provoc una nueva dispora. Como dispora, sinnimo de
dispersin, se denomina al exilio de grupos tnicos o religiosos que, por
distintos motivos la persecucin poltica o religiosa, el ms comn de ellos,
abandonan su lugar de procedencia originaria y se reparten por el mundo,
viviendo entre personas que no son de su misma condicin y raza. Usualmente
se ha empleado el trmino para referirse a los exilios judos, que fueron muchos,
antes y despus del nacimiento de Cristo.
La primera guerra judeo-romana se extendi entre los aos 66 y 73 d.C.; la
segunda, llamada de Kittos, entre el 115 y 117; y la tercera, ltima y letal para los
israelitas, fue la rebelin de Bar Kojba, ocasin en que las fuerzas romanas
provocaron, entre los aos 132 y 135, las destrucciones ya mencionadas adems de
la cada del bastin militar judo de Masada. Las legiones masacraron o apresaron
a los hebreos para esclavizarlos; los sobrevivientes, cargando con esta ltima
condicin, fueron repartidos por el mundo. Tras esta revuelta de Bar Kojba, toda
Judea se convirti en una provincia en ruinas, con una Jerusaln reducida a
escombros y el sagrado templo destruido. Segn el historiador judo Josefo (38-
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conformaron ms una teologa que una filosofa. Esos filsofos judos de la primera
poca sostenan que las races de su pensamiento se encuentran en la Tor y en los
escritos rabnicos, un recurso tambin usado por los musulmanes que depositaban
todo el conocimiento en el texto del Corn. La Tor es una palabra hebrea que
significa enseanza, instruccin (didascalia en griego), aunque el alcance ms
aceptado del vocablo es el de ley. En su sentido ms amplio se utiliza habitualmente
para designar a la totalidad de la revelacin y enseanza divina al pueblo de Israel. En
un sentido ms restringido se refiere nicamente al texto de los cinco primeros libros
de la Biblia, el Antiguo Testamento, que para los cristianos se llama Pentateuco.
Gnesis
xodo
Levtico
Nmeros
Deuteronomio
La filosofa juda de este primer momento surgi de la confrontacin entre la
religin hebrea y la filosofa griega, ocurrida en la poca helenstica. Sus exponentes
buscaban demostrar la espiritualidad de la concepcin juda de la divinidad, as
como la racionalidad de sus leyes rituales. A la vez, junto con los cristianos y
musulmanes, polemizaban contra el politesmo y las prcticas paganas.
La produccin literaria de estos pensadores desapareci casi en su totalidad.
En la actualidad solo se conocen los escritos de Philo Judaeus de Alejandra (20
a.C.-50 d.C.). Su pensamiento se basa en la afirmacin de que la Biblia, como
palabra divina, contiene un significado aparente dirigido a las masas y uno oculto
que los filsofos podan descubrir utilizando mtodos de interpretacin alegricos.
La segunda etapa de la filosofa juda se movi en fecha y terreno apto, en el
siglo X y en el sur de Espaa, ocupado por los moros pero donde el clima de
tolerancia permiti la convivencia y el debate armnico de los pensadores
cristianos, musulmanes y judos. Moiss Maimnedes (Rambam en su acrnimo90
hebreo) es un producto genuino de esa situacin. Naci en el 1135 en el AlAndaluz (designacin del territorio hispano ocupado por los rabes; una zona
menor hoy es la Andaluca espaola), ms precisamente en Crdoba, y su infancia
se desarroll en la Espaa de las tres culturas, en ese clima de amplio respeto e
intercambio entre las comunidades de las tres religiones monotestas. En esa poca
floreci la ciudad de Crdoba como la Perla de Occidente, ocupando un lugar
privilegiado en la articulacin del conocimiento trado de oriente al mbito de una
Europa escasamente desarrollada. Tras la invasin de ese territorio por los
fundamentalistas del Corn (pues no solo los cristianos hostigaron a la Espaa de
apuntes sobre la historia del teatro occidental. tomo 1
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las tres culturas), Maimnides sufri un largo exilio que transcurri en el norte de
frica, Israel y Egipto, donde se asent hasta su muerte en diciembre de 1204. All
desarroll la mayor parte de su obra. De conocimientos enciclopdicos, consagr
su vida al estudio de la filosofa occidental (en especial el pensamiento de
Aristteles), la teologa y la medicina. Autor de numerosas obras que ordenaban el
conocimiento de la ley juda, pues era tambin un profundo conocedor de la Tor
y el Talmud, que es, esta ltima obra, un documento que recoge las discusiones
rabnicas sobre las leyes judas, las tradiciones, costumbres y leyendas, preservando
la multiplicidad de opiniones a travs de un estilo de escritura asociativo,
mayormente formado por preguntas, que hace del texto un producto til sobre
todo para el nefito. Como mdico Maimnides desarroll una amplia actividad
que dej escrita, sintetizando, racionalizando y contraponiendo con espritu crtico
su pensamiento a los aportes de los mayores mdicos de la antigedad,
fundamentalmente Hipcrates y Galeno. Asimismo incorpor muchas de las
enseanzas que hicieron los mdicos rabes al conocimiento de su poca. Si los
mdicos judos del Medioevo fueron del ms alto nivel, Maimnides fue el mejor.
En cuanto a su pensamiento religioso fue sintetizado en un credo de trece puntos,
que hizo circular y cre controversias, maximizando la adhesin de sus seguidores
y exacerbando las crticas de sus oponentes.
1. Creo, con conviccin total, que el Creador bendito sea su nombre,
crea y rige todas las criaturas; y que slo l form, forma y formar
siempre todos los seres.
2. Que el Creador es Uno, no existiendo unidad parecida a la suya; que es,
fue y ser nuestro nico Dios.
3. Que el creador no tiene cuerpo, que nada corpreo se le podr asignar, y
que ninguna imagen puede representarlo.
4. Que el Creador es el primero y el ltimo.
5. Que slo al Creador se debe rezar, y a nadie ms que a l.
6. Creo, con conviccin plena, en la veracidad de cuanto los Profetas han dicho.
8. Que las profecas de Moiss, nuestro rabb [maestro, sabio] eran verdaderas
y que l fue el mayor de todos los Profetas que le precedieron y siguieron.
9. Que toda la Ley, tal como ha llegado a nosotros, es la que fue dada (por
Dios) a Moiss, nuestro rabb.
10. Que esta Ley no experimentar cambios, ni vendr otra del Creador.
11. Que el Creador conoce todas las acciones y pensamientos de los hombres.
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En la Baja Edad Media el juglar era una figura que comenzaba a tomar
relieve. La estirpe provena de los antiguos histriones, que surgiendo de la
Provenza francesa, el sur de Francia, ejercan el llamado mester de juglara
(mester significa oficio), haciendo circular por la regin una poesa oral, no
escrita, recitada en lengua vulgar y acompaada por msica propia.
Transformados por el ttulo ms lucido de juglares o trovadores, irn
adquiriendo legitimidad despus de tantos siglos de persecucin, durante los
cuales el cristianismo se obstin en verter anatema sobre ellos. La Iglesia y los
grandes seores comenzaron a concederle legalidad a ese comediante
transformado en trovador, que se distingua de los vulgares histriones porque
recitaba canciones de gesta, con las que halagaban la tradicin feudal,
mitificaban la figura del caballero y destacaban lo edificante de su accionar. Con
estos versos, y con esa msica, los trovadores resaltaron las hazaas del rey
Arturo (que posiblemente nunca existi), uno de los caballeros de la mesa
redonda, fervientes cristianos que se propusieron la misin divina, y riesgosa, de
recuperar el Santo Grial, la copa usada por Jess en la ltima cena, y a la cual
se la crea cargada de poderes milagrosos. La imagen del caballero que se pintaba
era siempre ideal; generoso con los pobres, jams se iba a permitir el engao, el
rumor, la humillante lisonja. Pero por sobre todo era la de un valiente, que no
dudaba un instante en montar y blandir su espada para defender a Dios o a la
Iglesia.
A estos se los puede tolerar, afirmaba tranquilizado el arzobispo de
Canterbury a fines del siglo XIII. Incluso los juglares con este perfil eran invitados
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para divertir con sus delicadas composiciones a la nobleza en sus mbitos privados.
Reciban, a cambio, una recompensa que dependa del grado de generosidad del
anfitrin.
Los lmites entre los trminos de trovador y de juglar suelen ser borrosos.
Usamos las dos palabras casi como sinnimas, pero sin duda el primero ostenta,
siquiera para el imaginario general, una denominacin un poco ms prestigiosa,
porque se lo considera el autor de la poesa que luego el juglar haca circular en
calidad de transmisor. Hay quien aventura una relacin parecida a la que en la
antigua Grecia mantenan los aedos y los rapsodas: unos creaban y otros divulgaban.
Otros histriones se mantuvieron fieles al bajo mester en que fueron formados
y que solo conocan, y seguan sufriendo la condena eclesistica y seorial por su
empeo en divertir al pblico de las tabernas y el uso del chiste indecente, la
mscara guaranga y el gesto lascivo como recurso cmico. Es que la taberna
medieval contaba con mala fama. La indiscutida amoralidad de estos lugares se
manifestaba en la oferta de alcohol y prostitutas, oficio que a menudo era ejercido
por las hijas y la esposa del tabernero.
Y fueron ellos mismos, los juglares, quienes se esmeraron en sostener la
distincin entre decentes e indecentes, cuidando los primeros de no ser
confundidos con los histriones tabernarios. El trovador provenzal Guiraut de
Riquier afirm con altanera que solo aquellos que saban agradar a las personas
de calidad, no a la plebe, tenan derecho a llamarse juglar, y en consecuencia le
pidi al rey de la corte donde actuaba, Alfonso X (culto y poeta rey de Castilla;
1252-1284), que estableciera una segura nomenclatura para distinguir a los
representantes nobles de los vulgares.
Pero en pleno siglo XII algunos de estos juglares de la Provenza, sur de Francia,
torcieron el camino; olvidndose de las gestas feudales, y aplicando una
sensibilidad inimaginable para el Medioevo, crearon lo que se conoce como el
amor corts, una forma de poesa que traa consigo una novsima nocin de la
relacin entre los sexos, que modificaba por completo los vnculos sentimentales
existentes entre los hombres y las mujeres. Estudiosos de la poca afirman que estos
juglares provenzales abandonaron lo pico para inventar el amor.
Se dice, y con razn, que el sur de Francia invent el amor. Que antes del
siglo XII, tal sentimiento careca de ese sabor de espiritualidad y eternidad
que hasta el da de hoy lo caracteriza92.
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A medida que los brbaros invasores se fueron asentando en los territorios del
Imperio, se fue gestando un arte propio, que los estudiosos llaman prerromnico,
que, tmido en sus comienzos galos merovingios (siglo V)94, se despleg con mayor
intensidad desde el ciclo carolingio hasta el siglo X. Los rasgos generales de este arte
prerromnico difieren, aunque nunca de modo absoluto, segn la regin donde se
desarroll (romana, bizantina, germnica o mozrabe espaola). No obstante, si
bien es posible hablar de varios prerromnicos con particularidades regionales,
tambin puede ser considerado, por la suma de sus afinidades, como el primer
estilo internacional en el mbito europeo.
El prerromnico, tambin llamado prerromnico carolingio por haber
tomado su mayor impulso en la poca del emperador, se formaliz como estilo
precisamente cuando Carlomagno ces con el carcter trashumante de su corte y
la aposent en Aquisgrn, ciudad a la que nombr capital del imperio.
Carlomagno encarg entonces al arquitecto Eudes de Metz la construccin de un
palacio, del cual hoy solo se conserva la sala del trono. En esta residencia imperial
se destacaba, como no poda ser de otro modo, la capilla, donde se especula que el
constructor mezcl elementos clsicos y orientales.
Hasta ah, hasta la construccin del palacio imperial, el prerromnico le
haba dedicado la mayor atencin a la construccin de los monasterios que se
fueron creando a partir del ao 500, y en tiempos carolingios a una estatuaria,
de la cual han quedado pocos vestigios, consagrada al homenaje del emperador
y de figuras religiosas.
La pintura, totalmente dedicada a la iconografa cristiana, fue rica en la
decoracin de las iglesias. Se recuerda que el cristianismo no prohiba la
representacin de Dios, nica excepcin entre los cultos monotestas, aunque para
ello la Iglesia debi ignorar un mandato del Antiguo Testamento que dice: No te
hars ninguna imagen esculpida, ni ninguna semejanza de cosa que est arriba en
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el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. Sin embargo los
rditos propagandsticos eran tan grandes, la imagen guardaba un poder emocional
insustituible, que se dej de lado el dogma sin escrpulo alguno.
Con la aparicin del romnico, la civilizacin occidental dio un gran salto:
abandon la madera y aprendi a tallar la piedra, a construir muros y pilares de
sostn para los techos y, como consecuencia, estudiar la construccin de bvedas
que actuaran de tales.
Como es lgico, el romnico haba surgido como una evolucin de todo el
arte anterior, interviniendo en su estructura desde la influencia romana pagana
pero inevitable aunque se quisiera ignorarla, hasta el ascendiente de las formas
orientales y centroeuropeas otnidas. Tambin, como no poda ser de otra manera,
el romnico mostraba una gran diversidad, debido a las condiciones distintas de un
continente que ya se extenda desde el Bltico hasta Portugal y desde Escocia hasta
Sicilia. Cada regin fue dando forma, con toda libertad, a su propio estilo,
determinado por los materiales de que dispona y por las corrientes culturales que
la atravesaban. Pero como en el caso del prerromnico, guardaba signos de un estilo
comn que con legitimidad podramos llamar paneuropeo.
De este modo, occidente se fue cubriendo de romnicas iglesias nuevas, con
frecuencia formando parte del monasterio, reemplazando a aquellas destruidas
durante tantos siglos de invasin brbara. El fenmeno responda al crecimiento de
la comunidad monstica, y a la citada eleccin de la piedra en vez de la madera, lo
que permiti que estos templos ofrecieran riqueza arquitectnica y una
contundencia visual destinada a honrar la gloria divina y a cuidar las preciosas
reliquias cristianas guardadas en su interior.
Tambin se construyeron palacios, castillos y casas urbanas, aunque el
conjunto ms importante durante el romnico fue, como queda dicho, el
monasterio, un edificio que tena como pieza fundamental la iglesia, a cuyo
costado se encontraba el claustro, centro de la vida monacal. El monasterio y la
gran Iglesia abacial de Cluny, en la Borgoa francesa, fueron comenzados a
construir a mediados del 900, y son los modelos de edificio romnico ms copiados
en el mundo. Lamentablemente el conjunto arquitectural fue destruido durante la
revolucin francesa de 1789, por lo que esta aseveracin se apoya en el estudio de
los planos que han sobrevivido.
An no haba llegado a abrirse camino el concepto de catedral (en realidad
expresin del estilo gtico posterior), pero para llegar a esa meta, los arquitectos del
romnico fueron plantando la base, haciendo crecer los espacios ocupados por las
iglesias. En los nuevos templos, la nave central se alarg hasta hacerse inmensa,
tambin se implant el crucero, vale decir la nave transversal que le daba al
apuntes sobre la historia del teatro occidental. tomo 1
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conjunto forma de cruz. Pero la audacia se frenaba all, entorpecida por la falta de
tcnicas para resolver el problema de los techos. La situacin se solucionaba
mediante un sistema de vigas de madera, que adems de contener la acechanza de
los incendios, cubran superficies modestas en relacin a los tamaos que se
queran alcanzar.
Los constructores haban probado la bveda de can, de un peso
considerable y, por lo tanto, con la necesidad de ser soportadas por muros muy
gruesos. Esto impeda que hubiera muchas ventanas, que por ser aberturas
deban ser muy estrechas, pues una imprudencia en este sentido poda debilitar
la fuerza de sustento de estas paredes. De todos modos la pequea ventana se
compadeca con el contexto agresivo, pues la abertura de tamao reducido
aumentaba las posibilidades de defensa ante un ataque exterior. Digamos que
por esa causa estos templos, aun amplsimos, eran penumbrosos y oscuros.
Hasta aqu lleg el romnico arquitectnico, que alguien defini como un
estilo oscuro y horizontal.
La escultura y la pintura fueron las zonas ms prsperas del arte romnico,
que emprendi el retorno al modelo figurativo, en desuso por la relacin tan
directa que este tena con el paganismo clsico. Pero para diferenciarse, y no caer
en idolatra, trat de eludir el naturalismo antiguo, espiritualizando las figuras.
Sin embargo, aunque de una manera insensible y paulatina, el objeto, no obstante
siempre cargado de simbolismo, fue siendo reemplazado cada vez ms por una
imagen ms cercana a lo real, a lo icnico.
Se reconocen tres tipos de pintura romnica: la mural, la de altar y las
miniaturas. Las vicisitudes de los tiempos han hecho que contemos con pocos
restos de la pintura mural, con la cual se decoraron las iglesias de acuerdo a un
programa de estricta obediencia a la historia evanglica, narrada en el antiguo y el
viejo testamento, para que actuara de catecismo de los analfabetos.
Hay tres razones que aconsejan la colocacin de imgenes en las iglesias
asegur a finales del siglo XIII el gramtico italiano Juan de Gnova.
Primera, la formacin de las personas sencillas, porque las instruyen como
si fueran libros. Segunda, porque el misterio de la encarnacin [de Jess en
hombre] y los ejemplos de los santos estarn ms presentes en nuestra
memoria si los vemos cada da ante nuestros ojos. Tercera, para suscitar
sentimientos de devocin, que surgen con mayor facilidad ante lo que
vemos que ante lo que omos95.
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Con los vitrales y las tcnicas del bajo y altorrelieve (las esculturas pegadas
a los muros pero sobresalientes, con volumen y espesor), procedimientos
aplicados en las iglesias, monasterios y, en particular, las catedrales, el Medioevo
imparta lecciones de historia sagrada, conformaba una autntica summa
religiosa en vidrio y en piedra. Sin duda, los posibles lectores eran iniciados, con
un poder de interpretacin de estas representaciones que difcilmente
encontremos en personas comunes del siglo XXI. El hombre medieval
decodificaba sin inconvenientes la identidad de un personaje calvo con barba
prominente: era San Pablo. Los instrumentos de suplicio esparcidos alrededor
de un mrtir permitan identificarlo, tal como la figura decapitada, que
representaba, sin duda, a un santo que por profesar su fe haba sido degollado.
En lugares importantes se mostraban escenas del Nuevo Testamento Cristo
naciendo en Beln, predicando a la multitud y consumando sus milagros, y se
reforzaba la conviccin de la existencia de un ms all, con la representacin del
juicio final, el purgatorio, el paraso y el infierno.
Y ahora s, en este siglo XII, llega el momento de las grandes catedrales, la
imponente casa de Dios. Consideradas como el gran monumento del gtico, que
tuvo menor difusin que el romnico, centrndose casi exclusivamente en las
naciones centrales de Europa, deslumbran las catedrales francesas de Chartres,
Reims, Amiens y Bourges, y las inglesas de Canterbury y Westminster. Italia fue
remisa a adoptar el estilo (se excepta el magnfico duomo de Miln, acabado de
construir por orden de Napolen I), mientras que Alemania se hizo abiertamente
gtica y construy las catedrales de Friburgo y Colonia. El costo, inmenso, fue
solventado por los prncipes, como gesto de gratitud hacia las autoridades
religiosas; otras veces el monto era asumido por el mismo clero, por los seores
burgueses que exhiban la misma voluntad de congraciarse que los prncipes, y, en
muchos casos, por los humildes fieles, que hacan su contribucin mediante
modestas pero continuas colectas comunitarias.
Hay opiniones que afirman que esta tcnica gtica no fue superada hasta el
siglo XIX, cuando se comenz a usar el acero en las construcciones. El primer
rascacielos que utiliz ese material, era de diez plantas y cuarenta y dos metros de
altura y fue levantado en Chicago en el ao 1885 (y demolido en 1931). Como
nota curiosa sealamos que la novedosa tcnica de construccin provoc tantas
suspicacias sobre su eficiencia, que las autoridades de Chicago tuvieron tanto temor
de que el edificio se viniera abajo, que hicieron detener la obra largo tiempo, hasta
verificar la seguridad de la estructura.
El trmino gtico guarda el descrdito de haber sido utilizado durante el
Renacimiento para despreciar todo el arte anterior, que se consider inferior y
propio de los pueblos brbaros que derrumbaron el imperio romano. El historiador
apuntes sobre la historia del teatro occidental. tomo 1
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El gtico permiti, por otra parte, que la escultura y la pintura (que son las
artes que cambiaron ms radicalmente aunque de modo ms tardo que la
arquitectura), escaparan de la subordinacin al soporte arquitectnico y
consiguieran autonoma e independencia. En estas especialidades se tiende, como
titube el romnico, al realismo y al naturalismo. Cabe anotar, incluso, un tmido
acercamiento a la imitacin de la naturaleza mediante la pintura de paisajes (que
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luego ser el ideal del Renacimiento), hacindoles sentir con mayor nfasis a los
personajes religiosos las emociones humanas de placer, dolor, ternura, enojo.
La pintura gtica us cuatro superficies:
Los muros, donde se pintaba segn la tcnica del fresco101. Fue el
principal medio para la narracin pictrica en las paredes de las iglesias, como
una continuacin de la tradicin cristiana y romnica anterior.
Los vitrales; el arte, o la artesana, de mayor desarrollo, debido a que con el
gtico contaba con amplias aberturas donde poder instalarse y lucirse.
La tabla. Se comenz a pintar sobre tabla en Italia en el siglo XIII, luego se
extendi por toda Europa, de manera que para el siglo XV se haba convertido
en la forma predominante, suplantando incluso a los tan valorados vitrales.
Los manuscritos sobre pergamino, llamados tambin manuscritos
iluminados o manuscritos ilustrados, que son aquellos en el que el texto es
complementado con la adicin de decoracin, tal como letras capitales
dibujadas con exceso de ornamento, que se extienden mediante ramificaciones
que ocupan bordes de las pginas102.
La pintura al leo sobre lienzo fue una contribucin posterior de los
flamencos, y no se hizo popular hasta siglos ms tarde, siendo uno de los puntos
de partida del arte renacentista.
El florecimiento de los negocios de las lanas y de los paos, produjeron el
nacimiento de un arte singular, el tejido de tapices o tapicera. El consumo de estas
telas correspondi a la burguesa enriquecida y a los seores con poder adquisitivo,
que con eso hacan gala de un nivel de prestigio importantsimo. Esta cualidad no
se trasladaba al realizador o a los realizadores, que quedaban incluidos en la
consideracin social de simples artesanos. Es que en occidente an no se haba
producido la separacin de las artes tiles de las bellas artes; el artista todava segua
siendo un artesano, por lo tanto agrupado en su respectivo gremio y ubicado en un
escaln societario menor. Las grandes mentes que, por ejemplo, estuvieron detrs
de la construccin de las catedrales, eran llamados, simplemente, maestros
albailes. La aceptacin del artista como diferente del artesano, y el cambio de
concepto de la creacin artstica como actividad distinta de la artesana, tambin le
corresponder al inminente Renacimiento.
Por lo general, la consideracin social del artista durante los siglos del
gtico es anloga a la de los dems artesanos, y lo que la sociedad valora
preferentemente de su trabajo no es tanto la capacidad de creacin
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Se admite que la Edad Media fue una gran poca musical. En el trnsito
de codificar sonoramente la liturgia de la misa cristiana romana, Gregorio
Magno, papa entre el 590 y el 604, cre el canto gregoriano (tambin conocido
como canto llano). El texto era la razn de ser del canto gregoriano, pues se basa
en el principio de San Agustn: el que canta bien, ora dos veces. El canto
gregoriano jams podr entenderse sin el texto, el cual tiene preeminencia por
sobre la meloda y es el que le da sentido a esta. Por lo tanto, al interpretarlo,
los cantores deben haber entendido muy bien el sentido de las palabras. En
consecuencia, se deba evitar cualquier impostacin de voz de tipo operstico en
que se intente el lucimiento del intrprete. Esta msica religiosa, serena y
perfecta, recibi uno de los homenajes ms preciados cuando Mozart dijo que
dara toda su obra a cambio de la composicin del prefacio de la misa
gregoriana. Acaso esta ambicin del genio sea solo leyenda, que como en todos
los casos, esconde un resquicio de verdad.
Asimismo, la Edad Media cre instrumentos propios como el lad, o
perfeccion otros, como el rgano, instrumento ya conocido por los griegos, que
se fue desarrollando a partir del siglo VII, obteniendo sonidos desconocidos que
fueron aprovechados por la liturgia cristiana. En su afn por alcanzar sonoridades
solemnes, el mueble del rgano tom proporciones monumentales, lo que oblig
a las iglesias a habilitarle salas especiales, enormes habitculos que an hoy se
advierten en los templos, sobre todo en las viejas catedrales. Lo curioso es que no
obstante su fantstico desarrollo y aceptacin en el Medioevo, los msicos
escribieron msica para rgano recin en el Renacimiento.
Pero el principal instrumento musical del Medioevo fue la voz humana. Se
crearon nuevas maneras colectivas de cantar, originando lo que se entiende como
la polifona (proviene del griego, polyphona, que significa muchas voces). En la
msica se reconoce como un conjunto de sonidos simultneos, en que cada uno
expresa su idea musical, conservando su independencia, formando as con los
dems un todo armnico.
El arte bizantino
El desarrollo de las artes en Bizancio merece ser considerado aparte.
Menoscabado durante mucho tiempo, por considerar que prosper en un terreno
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Iconoclasta de los siglos VII y VIII, y con la cada de Bizancio a manos de los turcos.
En San Vital se han preservado porque Rvena se posicion en contra de los
iconoclastas y, en segundo lugar, porque ya no era bizantina durante la invasin
turca. Por estas razones, las imgenes se salvaron de ambas catstrofes artsticas.
Durante la segunda Edad de Oro, el arte bizantino arquitectural se extendi
ms all de sus fronteras tradicionales, llegando a la zona de Armenia, donde se
levantaron dos iglesias dedicadas a Santa Sofa, una en esta regin y la otra en la
ciudad rusa de Novgorod, ambas reflejo menor del monumental templo de
Constantinopla, y la iglesia de San Jorge, tambin en Novgorod.
La tercera Edad de Oro apura aun ms esta extensin territorial. De ese
perodo, limitado por los siglos XIII y xv, el arte bizantino alcanza a Europa y sobre
todo a Rusia, donde predominan las plantas de iglesias cubiertas mediante cpulas
abulbonadas. A esta etapa corresponden la iglesia de los Santos Apstoles de
Salnica, levantada en Grecia en el siglo XIV, la iglesia de Mistra, en el Peloponeso,
y algunos monasterios del Monte Athos.
Asimismo, se multiplican los templos bizantinos por los valles del Danubio,
Rumania y Bulgaria, llegando hasta las tierras rusas de Mosc donde se destaca la
iglesia de la Asuncin del Kremlin, en la Plaza Roja, realizada en tiempos de Ivn
el Terrible (1555-1560), cuyas cinco cpulas, la ms alta y esbelta en el crucero y
otras cuatro situadas en los ngulos que forman los brazos de la cruz, resaltan por
su coloracin, por los elevados tambores y por su caractersticos perfiles bulbosos.
El estilo bizantino de escultura opt por la figura mirando de frente, grave y
solemne, provista de una rigidez y una uniformidad que elimina toda posibilidad
de naturalismo. Practic muy poco el bulto redondo pero abund en relieves sobre
marfil, plata, bronce o piedras preciosas.
El mosaico es, con seguridad, la expresin artstica ms conocida y ms
lograda del arte bizantino. Cubran hasta los techos las paredes de los templos (se
dice que para ocultar la pobreza de los materiales usados en su construccin), y
estaban conformados por pequeos trozos de piedra o vidrio coloreado, que
seguan estrictas normas para mostrar escenas de la vida de los emperadores o de la
tradicin religiosa oriental. Como rasgos estilsticos, deducidos de los mosaicos
instalados en la iglesia de San Vital de Rvena, que son acaso los mejores ejemplos,
se debe sealar la frontalidad, la ausencia de perspectiva y por lo tanto la falta de
profundidad y el horror al vaco, por lo que los fondos muestran un mbito de rica
arquitectura remarcada por un color intenso. Se advierte un realismo y una
expresividad en rostros y gestos que se apaga por el hieratismo de las figuras, como
si estuvieran ms all de la simple humanidad, como si no estuvieran sujetas al
ritmo erosionante de la historia109.
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lo general con barba partida y edad madura (ignorando, por cierto, que haba sido
muerto muy joven, a los treinta y tres aos), y de la Virgen Mara, casi siempre con
el Nio en brazos.
El conjunto de mosaicos ulicos y religiosos son de un color apabullante que,
sin embargo, no apaga para nada la solemnidad del templo.
Los mosaicos de Constantinopla fueron destruidos por los otomanos; solo
sobreviven los de San Vital de Rvena, de donde se toman los ejemplos, y los de la
iglesia de San Marcos, en Venecia.
La pintura comienza a sustituir al mosaico durante la tercera Edad de Oro.
Son importantes los talleres rusos de Novgorod y Mosc, donde trabaja Tefanos
el Griego, fresquista y, sobre todo, pintor sobre tabla del siglo XIV. En la centuria
siguiente se destaca una obra del monje Andrs Rublev o Rubliov (1360-1430?),
alumno de Tefanos. Su cono114 la Trinidad, pintado en el siglo XV, es considerado
como el ms importante de la escuela rusa. Representa a la Trinidad a travs de la
escena bblica en que tres ngeles se le aparecen al patriarca Abraham. Se caracteriza
por el aire melanclico, de intensa espiritualidad, en la que el ngel del centro, con
tnica roja, se cree que representa a Cristo con un rbol al fondo; el de la izquierda
representa a Dios Padre y el de la derecha al Espritu Santo.
Las colecciones de iconos ms importantes y completas se encuentran en las
galeras Tretiakov, de Mosc; en el museo Puskin, de Leningrado; y en la catedral
de Santa Sofa, de Bulgaria. No es asunto para incluir aqu, pero cabe la mencin,
siquiera somera, de los esfuerzos de Lenn, luego de la revolucin bolchevique de
1917, para proteger estos tesoros religiosos, impidiendo que fueran destruidos por
los fundamentalistas del movimiento que, entre otras cuestiones ideolgicas,
propugnaban un atesmo militante.
La literatura bizantina cuenta con un poema pico con fecha de origen
incierta, escrito en griego popular, que se reconoce con el ttulo de Digenis Akritas.
Se le suma a esta expresin literaria un buen nmero de lricos de jerarqua que
cultivaron una serie de gneros propios del Imperio: los bestiarios115, los
lapidarios116 y las novelas bizantinas, firmadas por autores como Teodoro Prdomo
(tambin un gran poeta) y Constantino Manass.
La novela bizantina es, en cierta manera, el gnero antecesor de la moderna
novela de aventuras. La expresin designa un tipo de relato cuya estructura y
argumento responden a un esquema comn: dos jvenes amantes, que desean
unirse, encuentran graves obstculos que se lo impiden forzada separacin, viajes
peligrosos, naufragios, cautiverio, hasta que, finalmente, consiguen la realizacin
de sus anhelos al encontrarse y comprobar, con satisfaccin, que su amor ha
permanecido fiel e incluso se ha fortalecido. La tcnica narrativa contiene
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Notas
1. Romero, Jos Luis. 1956. La Edad Media. Buenos Aires. Fondo de Cultura Econmica.
2. Hauser, Arnold. 1962. Historia social de la literatura y el arte (traduccin de A. Tovar y F.P. VarasReyes). Espaa. Ediciones Guadarrama.
3. Hearder, Harry. 2003. Breve historia de Italia (edicin revisada y actualizada por Jonathan Morris,
traducida por Borja Garca Bercero). Espaa. Alianza Editorial.
4. Regin que hoy corresponde a la Repblica Checa, y, durante la existencia del mundo socialista, a
Checoslovaquia. Limita con varios pases europeos y fue uno de los primeros territorios conquistados
por Hitler, quien consideraba que, por historia, la zona formaba parte integrante de la nacin germana.
5. Yourcenar, Marguerite. 2004. Opus Nigrum (traduccin de Emma Calatayud). Espaa. Anagrama.
6. Vidal Guzmn, Gerardo. 2004. Retratos del Medioevo. Chile. Editorial Universitaria.
7. Se llama Padres de la iglesia a un grupo de pastores y escritores eclesisticos, obispos en su
mayora, de los primeros siglos del cristianismo, cuyo conjunto doctrinal es considerado fundamento
de la fe y de la ortodoxia de la iglesia.
8. Le Goff, Jacques. 2007. La Edad Media explicada a los jvenes. Espaa. Ediciones Paids ibrica SA.
9. Vidal Guzmn, Gerardo. Obra citada.
10. Como veremos en el captulo correspondiente, la Universidad de Salamanca fue cuna de
formacin de muchos de los dramaturgos que generaron el teatro espaol.
11. Estos datos sobre la intervencin de la Casa de Aragn en italia todava son imprecisos para el
lector; sern ampliados y explicados en el captulo correspondiente al teatro italiano.
12. Romero, Jos Luis. 1956. Obra citada.
13. Le Goff, Jacques. Obra citada.
14. En la actualidad Atila es venerado como el fundador de la nacin magiar.
15. Romero, Jos Luis. 1953. La cultura occidental. Buenos Aires. Editorial Columba.
16. Monumento megaltico en forma de mesa, compuesto de una o ms lajas colocadas de plano
sobre dos o ms piedras verticales (RAE).
17. Monumento megaltico que consiste en una piedra larga hincada verticalmente en el suelo (RAE).
18. Guglielmi, Nilda (recopilacin y notas) 1980. El teatro medieval. Buenos Aires. EUDEBA.
19. Romero, Jos Luis. 1956. Obra citada.
20. Kapuscinski, Ryszard. 2004. bano (traduccin de Agata Orzeszek) Buenos Aires. Anagrama.
21. Se aclara que este esbozo de biografa es conjetural, como lo son las otras en circulacin, que
a veces dan distinto origen y cambian el rumbo de vida del profeta.
22. Vidal Guzmn, Gerardo. Obra citada.
23. Vidal Guzmn, Gerardo. Obra citada.
24. Luego de las traducciones realizadas en Europa en el siglo xVi, la primera traduccin directa del
Corn del rabe al espaol se produce en Buenos Aires, en el ao 1943.
25. Vidal Guzmn, Gerardo. Obra citada.
26. Vocablo que identifica a los cristianos que, viviendo en la zona de la pennsula ibrica bajo
dominacin musulmana, lograron conservar su religin.
27. La clmide era una prenda de vestir ligera, hecha de lana, que se vesta a modo de capa entre
los soldados de caballera. Era en esencia un rectngulo de proporciones de dos por uno
aproximadamente, con un largo aproximado de la altura de su portador. Estaba hecha de lana fina
y sola llevar una franja de color adornando los lados menores. Se usaba en las pocas clidas.
28. De Sauvigny, G. de Bertier. 2009. Historia de Francia (traduccin de Claudio Juan Crespo,
revisada por Joaqun Campillo). Madrid. Ediciones Rialp, S. A.
29. De Sauvigny, G. de Bertier. Obra citada.
30. Romero, Jos Luis. 1956. Obra citada.
31. De Sauvigny, G. de Bertier. Obra citada.
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el teatro en la
Edad Media
captulo IV
introduccin
El desarrollo del teatro medieval es, tal vez, la cuestin ms espinosa de la
historia del teatro. Al natural deterioro de los documentos que facilitaran el
acceso a la informacin, debe agregarse el desinters y el desdn que, por obra
del cristianismo, segreg al teatro como acto comunitario y significativo o, para
ser ms justos, le dio tan precisa misin pastoral (el teatro era un eficaz medio
pedaggico de evangelizacin), que perdi toda la pulsin pasional del pasado
grecorromano.
En principio haba casi desaparecido el habitual mbito de circulacin del
teatro: la ciudad. Los brbaros, hombres del desierto poco acostumbrados a la vida
urbana, las haban descuidado hasta el punto del derrumbe y la opacidad.
Las caractersticas de la ciudad romana haban desaparecido as como las
condiciones de salubridad. La ciudad corra el riesgo de transformarse en un
pantano, las antiguas cloacas no eran limpiadas, el pavimento de las calles
no eran reparados1.
De este modo las formas antiguas del arte escnico, aquellas que prosperaron
en Grecia y en Roma, cayeron en el olvido o fueron patrimonio de las clases
ilustradas que, poco a poco cristianizadas hasta el fanatismo, las recordaban para
condenarlas como refugio del paganismo y cobijo del pecado. Sneca es la nica y
ltima figura rescatada, sobre todo porque su literatura, ms para leer que para
representar, estaba muy lejos de la vulgaridad que haba caracterizado a la
repudiada comedia latina. Sin embargo otros aseguran que fue Terencio el nico
autor antiguo que realmente sobrevivi en la Edad Media, no obstante la honda y
obvia divergencia entre este autor y los conceptos cristianos.
La Patrstica, los Santos Padres de la Iglesia, tom a su cargo desde los
primeros tiempos romanos la persecucin contra los actores y contra la actividad
escnica en su conjunto. Uno de estos Padres de la Iglesia, Tertuliano (155-220),
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fue el autor del acaso anatema inicial. Los demonios han inspirado a los hombres
la aficin por las representaciones. Dios misericordioso!, libra a tus siervos del
deseo de participar de esos funestos entretenimientos.
Tertuliano imagin el futuro de los actores teatrales, sealados como los
principales practicantes de la idolatra, revolcndose ms que ningn otro
pecador en los fuegos del Infierno, ms giles que nunca por el ardor del fuego
que no se extingue jams.
Al mismo tiempo que el arte dramtico era ignorado como experiencia
esttica, tambin era analizado con desconfianza respecto de sus fines, imaginando
qu efectos nocivos semejantes espectculos podan producir en los receptores. Sin
duda que dentro de la nueva estructura moral que haba impuesto el cristianismo
no encajaba la actividad escnica, salvo que se la considerara un instrumento
subalterno de propagacin de la fe cristiana. Ninguna otra finalidad le ser
concedida. San Clemente de Alejandra (160-220) fue uno de estos predicadores
inquietos por las consecuencias que el teatro pudiera producir. Afirm que se
aprende el adulterio vindolo representar [] Y puede ocurrir que las mujeres,
castas antes de ir al teatro, salgan de l impdicas.
Hay ms ejemplos de la reprobacin de la Iglesia, recogidos, entre otros,
por Ral Castagnino2, que hacen evidentes las dificultades de desarrollo que el
teatro encontr en los comienzos del Medioevo ya cristiano, la Temprana y la
Alta Edad Media.
La descalificacin del arte dramtico impidi que hubiera letrados
interesados en gestar una teora del teatro que, siquiera obediente a las nacientes
consignas religiosas, suplantara a las relegadas especulaciones clsicas de Aristteles
y Horacio. Nadie se preocup por sistematizar una potica de la escritura
dramtica o reflexionar sobre la representacin escnica en un corpus terico.
Tampoco hubo dramaturgia (en el sentido estricto de la palabra) ni un clculo
acerca de la organizacin espacial donde deba desarrollarse la cosa escnica.
El desaire hacia todo lo anterior obtiene testimonio cuando el teatro revivi
como forma de expresin religiosa. No recoge la terminologa tcnica que fue de
uso comn para la escena griega o romana. Las expresiones drama, escenografa
o actor haban perdido significado. La palabra drama, anota Ilse M. de Brugger3,
volvi a usarse en Inglaterra recin en el siglo XVI, vale decir en los inicios del teatro
del Barroco.
La ausencia de trminos referidos al teatro en la poca medieval es, de
hecho, significativa: el teatro no se conceba entonces ni como un
espectculo, ni como un acontecimiento autnomo, sino como la etapa de
un ritual, principalmente religioso. Sin embargo, se ha vuelto habitual hoy
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cambio, una segmentacin tripartita de la actividad teatral del Medioevo, que nos
tienta ms y que expresa de la siguiente manera.
Teatro de diversin.
Teatro de edificacin.
Teatro del rito civil y laico.
El teatro de diversin
A su vez, Massip le otorga al llamado teatro de diversin tres vertientes diferenciadas:
a. Una que intenta responder a la tradicin clsica.
b. Una segunda que tiende a mantener la tradicin festiva popular.
c. La tercera da como resultado el nacimiento de los gneros cmicos en la
Baja Edad Media, que es cuando las formas dramticas medievales
comienzan a tener su correlato escrito.
a. La tradicin clsica incluida en este teatro de diversin tendr poco
sostn emprico, ya que en el Medioevo no hubo representaciones de las tragedias
y comedias griegas y latinas (si las hubo fueron escasas e irrelevantes). En cambio,
a la vez que combata la prctica, la Iglesia protegi el patrimonio bibliogrfico
heredado. Los manuscritos recuperados recibieron el amparo de las bibliotecas de
los monasterios de occidente (el primero de 529, el de San Benito), y tambin del
oriente bizantino, donde se procedi a su traduccin y trascripcin paciente y
esmerada de los monjes que trabajaban en el scriptorium tarea que, como ya
dijimos, fue reflejada magistralmente en El nombre de la rosa, novela histricapolicial de Umberto Eco.
En coincidencia con esta recuperacin de la dramtica grecolatina, estos
monasterios se dedicaron a la acumulacin del acerbo cientfico de la antigedad,
que no fue acompaada por un desarrollo de la ciencia, ya que la labor se resuma
a los lmites del acopio, sin aplicar la observacin y la experimentacin, dos
procedimientos que hubieran permitido dar pasos de mejoramiento y superacin
a los saberes existentes. Los escasos progresos en este campo se dieron mediante la
aplicacin de la herboristera en la curacin de las enfermedades, precisamente la
actividad en que es erudito el fray Lorenzo de Romeo y Julieta.
El material artstico que se iba depositando recibi otra consideracin,
tratando de usarlo para el adoctrinamiento cristiano.
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que muestran los piadosos, la monja Rosvita propone una tcnica de escritura que
exige continuos cambios de escena, lo que ser posteriormente una caracterstica
del teatro medieval e, incluso, del barroco occidental. Pero el intento de Rosvita
careci de influencia, quedando en la historia del teatro como una curiosidad que
hay que mencionar cuando se averigua el paradero del pasado grecorromano en el
Medioevo cristiano.
Los autores acadmicos que remedaron las obras clsicas, mencionados ms
arriba por Nilda Guglielmi, fueron personajes de importante formacin y cultura,
aun cuando hayan escrito sus piezas teatrales en su juventud y por pasatiempo16.
Doctos y estudiantes intentan perpetuar el culto de la Literatura antigua
con obras cuyo espritu y cuya forma confiesan el recuerdo y la imitacin,
ms o menos feliz, de los clsicos griegos y latinos17.
Entre estos autores cabe citar a Ugolino Pisani, que naci entre 1405 y 1410
y fue autor de Repetito Zanini y Filogenia. La primera es una parodia de una
ceremonia de otorgamiento del ttulo universitario; la segunda es una comedia que
Nilda Guglielmi califica de pieza notable y emparienta por calidad y tema con
nada menos que Romeo y Julieta o La Celestina. Otro autor erudito fue Pietro Paolo
Vergerio, que naci en 1370 y escribi Paulus, una obra de juventud que cubre las
mencionadas condiciones de pasatiempo estudiantil. El panorama se completa con
Leon Battista Alberti, autor de una comedia llamada Philodoxus, y con Albertino
Mussato, autor de Ezzelinda. Todas las obras mencionadas estn al alcance del
lector de estos apuntes, fueron publicadas por Nilda Guglielmi en su libro, El teatro
medieval, citado en la bibliografa.
Esta produccin teatral, a cargo de actores que no eran profesionales sino
estudiantes con soltura para hablar correctamente la lengua latina, excede en muy
poco la exigua trascendencia de las seis comedias de la monja Rosvita. La
dramaturgia, una intensa maestra con valor artstico propio, requerir de mucho
tiempo para renacer; recin en los siglos XVI y el XVII el teatro isabelino y el espaol
del Siglo de Oro la harn revivir mediante un impulso de colosal envergadura.
b) El teatro de tradicin festiva popular del que nos habla Massip, est unido
a la celebracin ritual de ciertos cultos primitivos vinculados con el jbilo por el
retorno de la primavera (cuando caen los dulces chaparrones de abril, dice
Geoffrey Chaucer en uno de sus cuentos18). Ubicado en esta zona que seguimos
llamando teatro de diversin, puede calificarse como heredero parcial de ciertas
formas clsicas y, tambin, del teatro religioso que se haca en el interior del templo.
Para quitarle el tono profano, la Iglesia tuvo el tino de no atentar contra estas
apuntes sobre la historia del teatro occidental. tomo 1
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expresiones por lo general estacionales, tan apreciadas por la comunidad, sino que
las incorpor a sus celebraciones, dndoles un significado cristiano del que carecan.
Cuando la Iglesia construye su programa festivo, adapta el calendario eclesial para
hacerlo coincidir con estas celebraciones paganas, evitando toda confrontacin e
inoculando su doctrina a estas ceremonias en un lento pero paciente proceso de
tolerancia y absorcin. Las festividades tradicionales, pues, no moran sino que
trocaban su contenido de acuerdo con la nueva situacin socio-cultural19.
El concilio de Nicea de 325, el primero de carcter ecumnico que convoc
la Iglesia, estableci el primer calendario de fiestas religiosas. Como consecuencia,
los festejos unidos a los equinoccios, poca del ao en que, por hallarse el sol sobre
la lnea del ecuador, los das son iguales a las noches en toda la tierra (20 al 21 de
marzo y 22 al 23 de septiembre), sufrieron una transformacin. El de primavera
fue asimilado a la Pascua, que en sus comienzos la Iglesia Catlica celebraba en
coincidencia con el Psaj judo (no hay que olvidar que el cristianismo tiene races
judas), pero el concilio diferenci las celebraciones estableciendo el festejo el
domingo posterior al da de luna llena luego de la fecha equinoccial. La semana
anterior al domingo de Pascua es la Semana Santa, que comienza con el domingo
de Ramos, que es la fecha en que se conmemora la entrada triunfal de Jess en
Jerusaln. A Cristo se lo crucifica el viernes a las tres de la tarde, su muerte y
sepultura se produce en la noche de ese da y la vigilia pascual se realiza durante
toda la noche del sbado. El domingo se celebra la Resurreccin del Seor, su paso
de la muerte a la vida.
Los ritos de Primavera de las antiguas religiones incluan el ciclo de la
muerte y resurreccin de una divinidad, mediante el cual la comunidad
pretenda asegurarse un futuro auspicioso. El cristianismo mantuvo en lo
esencial ese acto, pero le otorg una significacin ms trascendente y
definitiva: ya que no se celebr la naturaleza para hacerla propicia, se festej
el renacimiento del hombre por el sacrificio del cordero de Dios20.
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IX,
redact su propio
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Margot Berthold adjudica en exclusiva, tal vez con exceso, la farsa al ingenio
galo (en Inglaterra y en Espaa prosperan dos gneros que tienen parentesco, el
interlude, y el entrems), y es reconocida como la nica y paradigmtica especie
textual de origen esencialmente medieval, cuya nico objetivo era la produccin de
la risa. Subsisten fragmentos de algunas farsas y una entera, la de Maistre Pierre
Pathelin, de autor annimo y de origen presunto en la ciudad de Rouen. En esta
pieza el tema es el ya clsico del burlador burlado, y aun cuando no satiriza a la
burguesa, ya que la conciencia de clase todava no exista como tal, se critican las
profesiones hoy llamadas liberales, encarnadas por el abogado, el mdico, los
mercaderes, los usureros. Lo que da bro a la accin de la obra es el juego de
ingenios y sutilezas, ya que el conflicto se desenvuelve a travs de astucias,
triquiuelas, fingimientos y otras tretas similares. Los comentaristas han situado a
esta obra entre 1464 y 1469, debido a que por estos aos el verbo francs pateliner
es utilizado en otras farsas con el sentido de fingir para engaar a alguien.
[La farsa constituye un] entretenimiento cmico que no pretende
edificar ni instruir, sino nicamente hacer rer. Toma sus temas de la
realidad cotidiana y sus personajes no son individuos sino tipos (el
marido burlado, la mujer astuta, el cura disoluto, el estudiante estpido)
[] Ms que una intriga, la farsa desarrolla situaciones alrededor de la
autoridad, de las funciones naturales (comer, beber, defecar, copular), de
las malformaciones fsicas o intelectuales o de la astucia. Su texto no es
ms que un apoyo: lo verdaderamente desencadenante de la risa es la
fantasa gestual y mmica, los movimientos de brazos, piernas y cuerpo
que ilustran la palabra [] Las grandes escenificaciones religiosas
incluan la representacin de farsas [] para hacerlas ms agradables y
sostener la atencin de la gente, tan hambrienta de risa30.
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Sin duda el teatro litrgico medieval desoy en casi todos sus aspectos la
concepcin clsica de la escena con que operaron griegos y latinos, pero mantuvo
el concepto de mmesis, expresado en las didascalias que marcan con detalle la
verosimilitud de gestos y andares de los intrpretes.
Uno de los primeros motivos profanos estuvo dado por el idioma, ya que
durante la ceremonia comienza a usarse la lengua vulgar, pero las didascalias
mencionadas estaban escritas en latn, de modo que eran de exclusivo acceso para
los tonsurados letrados, a cargo de la minuciosa concrecin escnica.
Al drama litrgico de San Ethelwold se pueden agregar otros ttulos; el
Officium Pastorum, que evocaba el nacimiento del Mesas; el Officium Stellae, que
relata el viaje de los tres Reyes Magos orientados por la estrella; el Officium Rachelis,
donde hace acto de presencia el Herodes de la matanza de los Santos Inocentes.
No obstante el cuidado y la vigilancia eclesial, la vulgaridad de la vida
cotidiana termin por introducirse en el templo. Iniciativas teatrales ms
elaboradas, representadas todava dentro de la iglesia, fueron alejndose de la letra
exacta de los textos sagrados para agregar situaciones triviales, tales como el camino
previo al Santo Sepulcro de las Tres Maras, que se detienen en el trayecto para
comprar los ungentos a un personaje vulgar, el mercader y su familia, quien les
rebaja el precio de la mercadera debido a la piadosa finalidad. Estos personajes
pertenecan al patrimonio popular, del mismo modo que el boticario, el vendedor
de ungentos, el droguero, de manera que su inclusin no result una sorpresa
pero s un desacuerdo con los dictados de la escena religiosa.
Es verosmil que desde los primeros tiempos en que un espectculo tan
rgido fue admitido en la iglesia, el instinto popular tendiese a colorearlo. La
autoridad eclesistica se resisti largamente a tolerar lo que consideraba
como una profanacin, ya porque un rito debera permanecer inmutable
hasta donde fuera posible, ya porque las toscas costumbres medievales
facilitaban alteraciones en sentido profano de cualquier espectculo, aunque
fuera sacro. Pero para satisfacer la sed humana del espectculo, acab por
consentir una amplitud cada vez mayor, es decir, un verdadero desarrollo del
drama litrgico, de suerte que al quedar duea del campo, esta forma
dramtica naciente se fue enriqueciendo, humanizando, y absorbi aquella
parte no solo de verdad y de cosa vivida41.
Y esta cuestin citada por DAmico, la inclusin del afuera prosaico en las
ceremonias de la Iglesia, ya insinuada por el uso inicial de la lengua vulgar, dio lugar
a que muchos historiadores, entre otros el citado, le d a las nuevas formas
dramticas la condicin de drama mixto, vale decir religioso y profano a la vez.
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Este fue uno de los motivos por los que la clereca dej que el teatro tomara distancia
del templo, se alejara de su interior para representarse en el atrio, la plaza o el
mercado. Para DAmico se constituye de este modo un teatro de masas medieval,
que, para l, es la gnesis de lo que luego se designar como drama moderno.
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Juan Carlos Gen, tocando este tema de la expulsin, sugiere que se tome
nota que la salida del hecho teatral del templo, recomienza el proceso de laicizacin
que ya hemos visto en la antigedad, cuando Eurpides, libre de presiones
dogmticas, humaniza sus personajes y recibe, a cambio, la condena de Aristfanes
como corruptor de la religiosidad de la tragedia46. Sin embargo, hay una tercera
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sino solo designado como teatral en el momento oportuno, que acepta, sin
transformarlos, los elementos dados de un espacio cualquiera. El espectador
medieval podr tener una visin global del espacio escnico, donde todos los
puntos de vista son distintos pero ninguno privilegiado, o una visin
mltiple, pero parcial, que solo podr seguir una parte del espectculo y
puede cambiar de punto de vista trasladndose48.
En la ciudad tienen lugar los misterios, donde los actores sern los propios
artesanos, menos dctiles y menos preparados que los histriones, pero investidos
de la autoridad que les da la pertenencia a la corporacin que se har cargo de los
costos de la representacin.
El misterio es un gnero de imprecisa definicin y cuya traduccin literal y
obvia contribuye an ms a la confusin, ya que no deviene de la palabra misterio
sino de ministerium, oficio, ministerio. Contiene, por otra parte, una condicin
contradictoria, consecuencia lgica de haber tomado contacto con lo prosaico de
la vida cotidiana sin perder su origen religioso, pues en el misterio conviven los
extremos. En el misterio se oponen misticismo y realismo, fe y escepticismo,
individualismo y acatamiento a los poderes eclesistico y feudal49.
Los misterios, como parte de los festejos urbanos, adquirieron muy
pronto dimensiones espectaculares. El Misterio de los actos de los Apstoles
constaba de ochenta mil versos (ntese que la Odisea y la Ilada sumadas
superan apenas los treinta mil). En los mismos participaba la ciudad entera y
aunque eran organizados por los gremios, subsista la vigilancia de la Iglesia,
siempre atenta a signos de desviacin o irreverencia. Del templo salan los
actores para encarnar el drama y a l volvan luego de la representacin, que
con frecuencia se iniciaban o terminaban con un oficio divino, mostrando en
la prctica un vnculo con la institucin que la circunstancia no haba roto. Es
por eso que, tambin, se advierte en los pocos textos del gnero que se
conservaron, que estn profusamente acotados en latn por los prelados, un
modo de poner por escrito los pasos vlidos que se deban dar durante la
representacin sin caer en barbarismos.
Poner en escena el misterio exiga una gran organizacin. El Consejo
Municipal y la Iglesia tenan por costumbre proporcionar organizadores que
se distribuan las diferentes obligaciones: dirigan la construccin de los
tinglados y decoraciones indispensables, componan el texto del misterio,
trabajaban con los realizadores, se ocupaban de los asuntos financieros de la
empresa, preparaban el recibimiento de las visitasilustres, etc.50
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Pero en realidad la verdadera pretensin del misterio era ofrecer una imagen
total del universo. DAmico afirma que el principal recurso para generar esta
ilusin del cosmos a los espectadores estuvo dado por la escena mltiple.
[El misterio] no solo ignora las reglas de las tres unidades, sino que ni
siquiera siente nostalgia de ellas, ni remotamente. Toma un hroe citemos
al mximo, Jess nio y lo sigue a travs de todas las edades; toma un
pueblo, toma la humanidad entera, y pone en escena su historia desde la
creacin de Adn hasta la predicacin y el martirio de los Apstoles, si no
hasta el fin del mundo y el Juicio [] La escena mltiple sigue siendo su
caracterstica fundamental, la que revela su ntima esencia. El escenario
medieval no representa un lugar, representa el universo; es decir, muchos
lugares, y no uno despus de otro, sino ofrecindolos todos simultneamente
a la vista del espectador51.
ROBERTO PERINELLI
La mano de obra, vale decir los actores que sobrellevaban las largas
representaciones al principio solo hombres, luego mujeres y hasta nios,
reciban paga por su trabajo, aunque la intervencin en el acto era considerada
obra pa. Macgowan y Melnitz dan interesantes datos sobre esta cuestin: un
hombre recibi tres chelines y cuatro peniques por hacer de Dios; otro, cuatro
peniques por ahorcar a Judas, y otro, un cheln por hacer de No. La paga
estaba a menudo bien ganada: el hombre que hizo de Jess, en Metz, en 1437,
hubiera muerto en el rbol de la cruz, pues se desvaneci y podra haber
fallecido si no se lo rescataba56. No obstante esos riesgos, Boiadzhiev y
apuntes sobre la historia del teatro occidental. tomo 1
361
362
ROBERTO PERINELLI
intervencin milagrosa de un ngel y del propio santo para ayudar a los cristianos
en su lucha contra los sarracenos. En el mismo siglo, el trovador Rutebeuf escribi
el Milagro de Tefilo, clebre por abordar por primera vez la leyenda de Fausto. La
Virgen Mara interviene al final de la historia para salvar de las garras del demonio
al protagonista que malvendi su vida.
La incorporacin de nuevos temas, provenientes de otras fuentes, tal como la
folclrica y la legendaria, comenz a marcar el camino del teatro hacia la
secularizacin que se dara con plenitud y grandeza en el Renacimiento.
Milagros, misterios y moralidades fueron formas patrimoniales de territorios
bien identificados, como Inglaterra y Francia (pas que, por otra parte, aporta la
mayor documentacin existente sobre teatro medieval), y tambin de influencia
decisiva en otras zonas de Europa donde, salvando leves particularidades, incluso de
denominacin, se representaron expresiones escnicas similares. Espaa, por
ejemplo, donde estos dramas adquirieron el nombre genrico de autos
sacramentales, fue la nacin donde las formas sacras, por lo general perdidas con
excepcin del Auto de los Reyes Magos (de finales del siglo XII y comienzos del XIII),
tuvieron mayor supervivencia, prolongndose aun ms all del Renacimiento.
El Auto de los Reyes Magos, de autor annimo, que confiablemente puede ser
datado en el siglo XII, es, nada menos, que el primer referente del teatro espaol. El
texto, dividido en siete escenas y escrito en castellano, en mozrabe y en gascn
(vale decir, apartado del uso habitual del latn), fue transcripto en un cdice61
latino conservado en la catedral de Toledo y descubierto en el ao 1785 (no se sabe
si completo). Ramn Menndez Pidal hizo la primera edicin crtica, en 1900, y
fue l quien situ el origen del auto en el siglo XII.
Las formas dramticas enumeradas y clasificadas compartieron cartel con
otras expresiones que podramos llamar parateatrales o cercanas a lo que se concibe
como objetos escnicos. Entre ellas, acaso la ms destacada, figura la clebre Fiesta
de los Locos, un evento que no recurra a un texto fijado sino a un canev satrico
e hiriente, destinado por lo general a estructurar una historia burlona acerca de las
malas costumbres de los falsos religiosos. Los personajes actuaban ataviados con un
vestuario particular y cargaban una cabeza de asno. No obstante es difcil establecer
el verdadero perfil de esta celebracin por la condicin ambigua que, durante la
Edad Media, tuvo la palabra loco, a veces igualada a la connotacin del vocablo
tonto, ignaro, demasiado simple y sin luces, y otras como portador de sabidura y
de palabras que deben ser escuchadas y respetadas (Shakespeare hizo hbil uso de
esta ambigedad en El rey Lear).
363
Sin duda estos seores deban recurrir para generar buena diversin a las
expresiones que producan el deleite popular de los ciudadanos. ngel Vilanova
anota la representacin del Jeu de Robin y Marion en la corte de Carlos dAnjou
de Npoles, que se le atribuye a Adam de la Halle como autor y actor, y que
relata con resquicios de picarda los requerimientos que un noble le hace a una
pastora que se mantiene fiel a su humilde esposo. Adam de la Halle debi haber
estado acompaado por un reparto seleccionado entre los cortesanos y
aristcratas y haber gozado del beneplcito del seor, ya que este reconocido
trovador residi en la corte de Npoles durante largo tiempo, hasta su muerte a
finales del siglo XIII.
Tambin se tienen noticias de la especial proteccin que los actores
recibieron de la corte de Francia y del rey de Len y Castilla, Sancho IV (12571295). Ilse M. de Brugger asegura que en Inglaterra, antes de finalizar el siglo
xv, todos los lores y personajes distinguidos disponan de sus actores
particulares. Ricardo III [1452-1485] fue uno de los primeros que practicaron
este mecenazgo63. Nos atrevemos a contradecir a la historiadora, el decreto del
Parlamento ingls que les exigi a los actores la adscripcin a una casa noble, so
pena de ser declarados vagabundos, es de 1572, bastante lejos de la fecha de la
muerte de Ricardo III.
Acaso cercanos al chauvinismo, los historiadores Baty y Chavance aseguran
que en el siglo XIV Francia termina por crear el patrn escnico de la cristiandad
entera. Francia presidir hasta el Renacimiento el desarrollo del teatro64.
A partir de esta consolidacin comienzan los cambios, precisamente como lo
afirman los historiadores mencionados y tambin los rusos Boiadzhiev y
Dzhivelgov, impulsados por el bro renacentista.
En el transcurso de mil aos, el teatro, muy lentamente por cierto, pero
venciendo con perseverancia una cantidad de obstculos, tanto de carcter
externo como interno, pasaba de los primitivos espectculos del cristianismo
y paganismo, a una representacin ms completa de la vida. Los cnones
religiosos de los dramas cristianos se derrumban ante el empuje impetuoso
364
ROBERTO PERINELLI
Como conjeturan estos autores, se acercaba la gran era, la era del Renacimiento.
Teatro medieval, escenario callejero
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> ndice
prlogo......................................................................................................................................7
introduccin............................................................................................................................9
I. el teatro en Grecia .......................................................................................................19
Sntesis de la historia de Grecia. Las civilizaciones del Egeo .......................................21
Etapas histricas de Grecia ..................................................................................................27
El perodo clsico ...................................................................................................................45
La Grecia helenstica. Alejandro Magno ............................................................................48
El mito y la mitologa en el mundo griego ........................................................................51
El teatro en Grecia .................................................................................................................75
Los temas de la tragedia griega ..........................................................................................79
Los personajes de la tragedia griega. El hroe ................................................................83
Los poetas trgicos ...............................................................................................................84
Esquilo ......................................................................................................................................86
Sfocles ...................................................................................................................................90
Eurpides ..................................................................................................................................93
La comedia griega................................................................................................................101
Comedia Antigua y Comedia Nueva ................................................................................103
Aristfanes ............................................................................................................................108
Menandro ..............................................................................................................................112
El drama satrico ...................................................................................................................114
Aristteles. La Potica ........................................................................................................115
La cuestin de las unidades clsicas o unidades aristotlicas ...................................128
Definiciones modernas de comedia.................................................................................132
Elder Olson ............................................................................................................................133
Patrice Pavis ..........................................................................................................................133
Anne Ubersfeld ....................................................................................................................134
Las representaciones teatrales en Grecia. Los concursos..........................................135
El edificio teatral ...................................................................................................................139
II. el teatro en Roma .....................................................................................................153
Los tiempos mticos ............................................................................................................155
El relato histrico. La monarqua romana .......................................................................157
La Repblica Romana .........................................................................................................160
El Imperio Romano ..............................................................................................................169
La sociedad romana ............................................................................................................182
La introduccin del teatro en la Repblica Romana .....................................................186
La estructura de la comedia latina....................................................................................195
Los dos grandes comedigrafos. Plauto y Terencio .....................................................197
La tragedia latina en la Repblica .....................................................................................206
El teatro en el Imperio y otros entretenimientos ..........................................................207
Las tragedias de Sneca ....................................................................................................213
377
378
ROBERTO PERINELLI
narradores y dramaturgos
obras breves
Incluye textos de Viviana Holz, Beatriz
Mosquera, Eduardo Rivetto, Ariel Barchiln,
Lauro Campos, Carlos Carrique, Santiago
Serrano, Mario Costello, Patricia Surez,
Susana Torres Molina, Jorge Rafael Otegui y
Ricardo Thierry Caldern de la Barca
dramaturgia y escuela 1
dramaturgia en banda
Coordinacin pedaggica: Mauricio Kartun
Prlogo: Pablo Bont
Incluye textos de Hernn Costa, Mariano
Pensotti, Hernando Tejedor, Pablo Novak,
Jos Montero, Ariel Barchiln, Matas
Feldman y Fernanda Garca Lao
de escnicas y partidas
teatro (3 tomos)
de Alejandro Finzi
Prlogo del autor
el teatro, qu pasin!
de Pedro Asquini
Prlogo: Eduardo Pavlovsky
En coedicin con la Universidad
Nacional del Litoral
dramaturgia y escuela 2
381
teatro/6
Obras ganadoras del 6 Concurso
Nacional de Obras de Teatro
Incluye obras de Karina Androvich,
Patricia Surez, Luisa Peluffo,
Luca Laragione, Julio Molina y
Marcelo Pitrola.
de Sarah Bianchi
Prlogo: Ruth Mehl
de Federico Irazbal
Prlogo del autor
la luz en el teatro
manual de iluminacin
382
teatro ausente
la carnicera argentina
Incluye textos de Carolina Balbi, Mariana
Chaud, Ariel Farace, Laura Fernndez,
Santiago Gobernori, Julio Molina
y Susana Villalba
teatro/7
Obras ganadoras del 7 Concurso
Nacional de Obras de Teatro
Incluye obras de Agustina Muoz, Luis
Cano, Silvina Lpez Medn, Agustina Gatto,
Horacio Roca y Roxana Arambur
de Eli Sirlin
Prlogo de la autora
becas de creacin
Incluye textos de Mauricio Kartun,
Luis Cano y Jorge Accame.
teatro/9
Obras ganadoras del 9 Concurso Nacional
de Obras de Teatro
Incluye textos de Patricia Surez y
M. Rosa Pfeiffer, Agustina Gatto,
Joaqun Bonet, Christian Godoy,
Andrs Rapoport y Amalia Montao
de Cristina Moreira
Palabras de bienvenida: Ricardo Monti
Presentacin: Alejandro Cruz
Testimonio: Claudio Gallardou
la valija
el gran deschave
teatro/10
Obras ganadoras del 10 Concurso
Nacional de Obras de Teatro.
Incluye textos de Mariano Cossa y Gabriel
Pasquini, Enrique Papatino, Lauro Campos,
Sebastin Pons, Gustavo Monteros,
Erica Halvorsen y Andrs Rapapor.
desesperando
de Carlos Moiss
Coedicin con Argentores
una de culpas
de Oscar Lesa
Coedicin con Argentores
de Julio Mauricio
Coedicin con Argentores
Prlogo: Luca Laragione y Rafael Bruza
referentes y fundamentos.
hacia una didctica del teatro con
adultos i
de Luis Sampedro
383
de Alejandro Finzi
Coedicin con Argentores
un tal Pablo
de Marcelo Marn
Coedicin con Argentores
casanimal
de Mara Rosa Pfeiffer
Coedicin con Argentores
las obreras
de Mara Elena Sardi
Coedicin con Argentores
384
teatro de vecinos
De la comunidad para la comunidad
de Edith Scher
Prlogo: Ricardo Talento
un amor de Chajar
de Alfredo Ramos
Coedicin con Argentores
de Eduardo Di Mauro
air liquid
de Soledad Gonzlez
Coedicin con Argentores
de Luis Ordaz
Prlogo: Jorge Lafforgue
teatro/11
Obras ganadoras del 11 Concurso Nacional
de Obras de Teatro Infantil
Incluye obras de Cristian Palacios,
Silvia Beatriz Labrador, Daniel Zaballa,
Cecilia Martn y Mnica Arrech,
Roxana Arambur y Gricelda Rinaldi
piedras de agua
Cuaderno de una actriz del Odin Teatret
de Julia Varley
molino rojo
la revista portea
Teatro efmero entre dos revoluciones (1890-1930)
de Gonzalo Demara
Prlogo: Enrique Pinti