Anonimato 3, Abril de 2014

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Anonimato 3, abril de 2014

Qu es AnonimAto?
AnonimAto somos un grupo de
amigos, afincados en Sevilla,
con una verdadera pasin por la
poesa. Nos conocimos a propsito de un ciclo de recitales, organizado por la Seccin Juvenil
de la PLACA (Plataforma de
Artistas Chilango Andaluces).
La mayora estudiamos Filologa Hispnica en la Universidad de Sevilla. Aunque contamos con la participacin de estudiantes de Filosofa, Historia
del Arte, Lengua y Literatura
Espaolas, Medicina y Periodismo. Completan el plantel una
artista plstica y un informtico.
Quines somos?
Coordinadores:
Daniel Martnez Romero
Joselito Ramone
Colaboradores:
Pablo Alonso
Manuel Anarte
Dafne Benjumea Rodrguez
Elena Berrocal Luna
Francisco Carrascal
Antonio J. Snchez
Patricia Luque Herrera
Gonzalo Lcela
Carmen Parejo
Leocadio Prez de Vargas
Javier Snchez Menndez

Nuestra intencin es poner


en pie el sueo de Juan Ramn
Jimnez de editar una revista
llamada AnonimAto, que publicase poemas, no poetas; textos, no firmas. Ya que la
literatura es colectiva, proponemos una poesa annima. A
esto tiende nuestra revista
En conclusin, AnonimAto
es un homenaje a Juan Ramn
Jimnez, la consecucin de su
sueo; es la ilusin de un grupo
de jvenes, su punto de encuentro; es nuestro regalo al mundo,
en forma de poemas; es un lugar
para el amor y, en definitiva, un
espacio para la poesa.
Fran Seisdoble
Ivn Vergara
Ilustradores:
Sara Bernal
Kry Garca
Rafael Guerrero Peralta
Dani Molina
Raquel Rojas Gmez
Irene Surez
Maquetacin:
Fco. Jos Dorado Farfn
Diseo grfico:
Beatriz Lpez Gallego
Desarrollo web:
Vctor Chumillas Martnez

Anonimato. Revista de poesa 2013-2014


ISSN 2341-0043

Por ti, Leopoldo, maestro.

NDICE
NMERo tRES.....7
SEVILLA 83.....9
EL PoSt DE LoS PoSES.....11
A tEMPoRARY DIVE.....13
No PREGUNtES.....15
LLUEVE.....16
REtRICA MALItA.....18
GNESIS.....22
FUEGo.....24
LA CULPA MAtA.....28
tARDES DE MERIENDA/ LECCIoNES DE
HUMANIDAD.....30
PItILLo.....33
EL SILENCIo ES FRtIL Y LA DUDA oSCURA, CASI
NEGRA.....35
DERECHo Y DEBER.....37
SER LA MoNotoNA DE LAS CRUzADAS.....39

NMERo tRES
Hoy se casan la holgura del que cree que vive y un zapato
en cuya suela nace el tiempo que siempre vuelve,
beso de compromiso
y llave de armario
propia
e inalienable.

SEVILLA 83
Celulosa
veintisiete veces vientisiete
a la radioactividad permitida
se folla
se embaraza
se pare
en un zagun a las afueras
a orillas del ro
o en el bosque
de la marisma
el enfermo terminal
no puede
oler las flores

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EL PoSt DE LoS PoSES


A Octavio Paz
Un hombre de niez pregunta
saberse enfermo.
Solo y ms solo de dormir,
siempre solo. Saberse enfermo.
Solo un hombre de niez confirma
qu hay detrs del post de los montes.
Saberse enfermo.
Saberse de un monte enfermo.
Siempre solo el hombre de niez confirma
y duerme post solo.

11

12

A tEMPoRARY DIVE*
Extrao a alguien parecido a ti.
Las preguntas que me haca.
La zambullida torpe
despus del sueo,
la ventana en primavera.
El cuerpo rodando escaleras abajo
de la casa de bronce.
La zambullida. La asfixia.
Vi dos cuerpos, dos tneles
como dos ojos
de ciego.
Vi la luz de la que no se regresa.
Y el temblor.
Extrao la corriente submarina en que me baaban
tus manos,
la msica que detesto de aquellas tardes
cuando am algo
parecido
extraamente alejado
de ti.
Mi silencio.
El agua atropellndose en la boca.
Abril en la ventana.
* Inspirado en A Temporary Dive de Ane Brun.

13

No PREGUNtES
No preguntes,
si necesito regresar a aquellos lugares,
recontar gotas, revisar filos,
renombrar el perfume de tus labios ocultos,
la cada de tus ojos mientras me besabas,
la reserva de agua de tu garganta a mi garganta dada,
a perfilar el borde de los edificios con la mirada perdida,
tocar la yerba que crece bajo las sombras de los bancos,
contar las piedrecitas que se quedaban en las suelas de mis zapatos,
a descifrar con cuidado la fotografa que te hice,
repasar las huellas que dejaste en las teclas del cajero
para tomarlas prestadas y llevrmelas a casa,
contemplar aquel escaparate de nuevo,
aquel en el que tu reflejo hiri mi inocencia,
a recordarte
para que al fin
te pueda olvidar.

15

LLUEVE
La lluvia siempre nos visita envuelta
en una sensacin de permanencia;
cuando cae potente, dura, intensa,
como si quisiera borrar las calles,
como si quisiera borrar la tierra,
sientes que no va a terminarse nunca.
En eso se parece a la tristeza.

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18

REtRICA MALDItA
La vida est llena de versos,
quieta, sonrosada de iluminismos,
de renacimientos rotos de temperaturas altas,
de srdido lamento.
La vida colmada escasea de tardes,
de llamadas de un adis temprano y necesario.
La noche: la noche dice que tornamos siempre
al mismo encuentro de tiempos que cesaron,
de cruces paganas aleteando en un portal,
pesebre de las viudas,
tornado de un nio. La vida.
La vida y los versos nacen en la espera,
en las vidrieras de los santos bancos.
Me examino... las lneas rectas relajan;
me tranquilizo en la lnea del verso;
en la vida marinera de Alberti me refugio,
en sus navos y naufragios; en una rosa
que canta a lo que fue y no ha sido.

19

Diviso all a lo lejos marcas de un yo


que permanece en la nostalgia del gris
de un cuadro blanco negro antiguo.
Ser de vida y, de vida, versos,
y la vida laberinto borgiano
atenta a las palabras mgicas de mi tintero.
La vida espera en los bancos huidizos
que recogen las pisadas de un extrao.
Al espejo miro preguntando qu valdr la hoja
a la luz del nuevo da. Si la vida es verso
y en verso decido vivir, y en la vida me desmayo
al ritmo, a las once que me encargo;
al verso quiero, y del verso...
del verso sean las vias de mis frutos.
Ya no vivo ms que para sentarme y vernos
en retrica maldita.

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21

GNESIS
con el primer yuju!
Dios cre el viento.
con el segundo yuju!
Dios olvid que haba creado el viento
y lo volvi a crear.
con el tercer yuju!
Dios cre el mar.
con el cuarto yuju!
Dios descre el mar
porque no poda existir sin tierra.
con el quinto yuju!
el poema deja de tener gracia
as que lo termino.

23

FUEGo
Hoguera, hogar, puerta cerrada.
Caminas descalza,
fingiendo que el suelo no est fro.
Con el pelo al aire,
provocadora,
como las mil serranas del cancionero.
Con la piel suave y con la piel spera,
como femme fatale y donna angelicata,
como objeto definido y definitivo,
como significante polismico.
Erguida y a cuatro patas,
con maquillaje, con cara lavada.
Hoguera, hogar, puerta cerrada.
El fuego que incendi tu cabeza
ya quema tus pies.
El espectculo ha comenzado.

24

Y sobreviviste al parto,
al matrimonio,
al desdn?
Eso nunca.

Como femme fatale y donna angelicata,


con etiqueta de envasado
al vaco?
Eso nunca.
Como serrana en Santillana,
alcahueta en Hita,
o bailarina en Degas.
Hoguera, hogar, puerta cerrada...
tomaste los montes,
adoraste la otredad.
Y te apresaron, te desnudaron,
te violaron
y ni si quiera entonces supieron ver.
Y me hablas de la lucha,
de las cadenas,
de las decimonnicas revueltas.
Hoguera, hogar y puerta abierta...
Yo quiero decidir,
y no quiero hoguera, ni hogar,
si no decido.
Saliste al campo
invocaste a sus demonios,
tu libertad y su miedo.

25

Como femme fatale devora nios,


como metfora vivida de su masacre.
Y qu hay de hoguera, hogar, puerta cerrada?
Nadie aguarda dentro?
Mis donnas, mis ngeles,
tan frgiles que parecen romperse
ante el ms mnimo hilillo de aire.
Yo las compadezco,
pequeas nias asustadas,
de ciencia ficcin,
de elemento objeto y puerta cerrada.
Las quiero humanas,
sin roles, en pblico,
adultas, dispuestas.
Hoguera, hogar y puerta abierta.
Y... si... apagamos la hoguera
y no fundamos un hogar?

26

Lleg el siglo XX,


y la maternidad fue decisin,
el sexo disfrute,

las puertas se abrieron


sin dentro y sin fuera.
Y lleg el problema...
Sin femme fatale ni donna angelicata,
cmo podran reconocer a las brujas?

27

28

LA CULPA MAtA
Esto que estamos viviendo
solo se puede describir
con tonos ocres.
Hay una valenta que se pierde
con el enfrentamiento a la vida,
y as el presagio de un tiempo peor:
hoy a mi madre
se le ha cado un diente
y fuma
desconsoladamente
a los pies de mi padre.

29

tARDES DE MERIENDA/ LECCIoNES DE HUMANIDAD

30

Leo con Leopoldo


sin entender sus palabras
sus poemas
sus entraas
las lneas decadentes de sus manos
ya tan cercanas a la vida
como a la muerte.
Lo leo mucho
demasiado.
El da empieza a morir
son las siete
y la maana abre estoica sus fauces
y clava los dientes
y aprieta la mandbula
y hace sangrar mi carne.
Leemos mucho
demasiado.
Sobre este lecho de muerte
donde descanso incorrupto
vidas de santos me escoltan
ante la ciudad

que se desvanece
ante una Europa en llamas
sus ros
sus relieves
pintados por Kandinsky
ante un pas mugriento
asesinado a traicin
despiadado y blasfemo
y verdugo de sus hijos ms loables.
Me lee mucho.
Leopoldo.
Demasiado.

31

32

PItILLo
El cigarrillo dice
que necesito amar ms intensivamente,
y como creo en las nubes
lo arrojo al cenicero
para poder or ese chasquido
que provoca el calor y el agua
cuando hacen el amor
sin ataduras.

33

34

EL SILENCIo ESFRtIL Y LA DUDA oSCURA, CASI NEGRA


La claridad de la cuna
se va y no vuelve.
Quedan
sbanas negras:
El anonimato del silencio
amarga el agua.
Suave,
el paladar cambia
a la dulce negrura.
Negro.
El cielo suda esperma Negro,
y cubre a la tierra, estril,
de Negro.
Dan a luz oscuridad frtil.
Y el Hombre, entonces que ha nacido del Nio,
se inventa el carbn.

35

36

DERECHo Y DEBER
Hay derecho a estar triste
tras el cristal de ese autobs
y el hueco en la alacena,
la licencia de abandonarse
una tarde, slo una tarde,
en este horizonte de periferia,
hormign y antenas,
escenas tras la ventana
y un ocaso de fotografa.
Si eres mar
seremos ocano.
Est el deber de la alegra,
defenderla como una trinchera,
ante la desidia de larga duracin,
la necesidad del paso
decidido y colectivo
hacia el verso nuevo,
un nosotros de aceituna,
terraza de mbar, azahar,
y una aurora de pelcula.
Si eres torrente
seremos tempestad.

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38

SER LA MoNotoNA DE LAS CRUzADAS


Ser la monotona de las cruzadas
la que se queje de nosotros;
dividida la atmsfera
qu nos queda sino la luz en la grieta?
un pramo injertado en lo hondo bravo,
en lo henchido por un insomne desvaro.
Ser la monotona de los suicidas
la que se alumbre con gemidos;
slo tomos ebrios, fotones nmadas,
cunto polvo habr de trastornar la noche?
lo que un torpe andar de puro salvajismo,
lo que la cancula de tiempo desborde.

39

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