Pedagogia Intencionalidad PDF
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Mario Aguilar A.
Rebeca Bize B.
PRLOGO
Tenemos entre las manos un libro muy bien elaborado de modo que en pocas pginas
encierra una propuesta revolucionaria en el campo educativo.
No slo es valioso por su contenido sino tambin por la metodologa empleada. En un
primer paso se sita el objeto de estudio en relacin a sus antecesores en diferentes
campos y as de forma sinttica hacen un repaso por aquellos pensadores, procedentes
de diferentes corrientes de pensamiento, que con sus contribuciones han sido andamiaje
para lo que los autores llaman Educacin Humanista o Nueva Educacin: El
existencialismo, El estructuralismo y El Humanismo Universalista.
Comienzan por Kierkegard, pasando por Brentano, Husserl y Scheller sus discpulos,
con el concepto de intencionalidad como relacin entre conciencia y mundo y la
intencionalidad en los valores; Martn Heidegger, discpulo de Husserl, en su obra Ser y
Tiempo, aporta el relevante concepto de ser-en-el-mundo, que ha resultado clave en el
pensamiento contemporneo. Sartre en su clebre conferencia El existencialismo es un
humanismo, seala que el ser humano es ante todo proyecto y que nada existe
previamente al proyecto en cuestin; Ortega y Gasset del que toman las descripciones
sobre lo que entiende por fe viva y fe muerta o inerte; de l toman el desarrollo que hace
de las generaciones y la dialctica generacional, que aparecern posteriormente, con
otro enfoque en los postulados del Humanismo Universalista.
Es claro que en las ideas existencialistas, como dicen los autores, encuentran una
direccin que les acerca a una visin de la educacin que permite adentrarse en las
profundidades y complejidades del ser humano al no someter a ste a categoras
mecanicistas y reduccionistas.
En el Estructuralismo destacan los aportes de Wundt, que con sus experimentos en el
laboratorio de Leipzig, nos acercan a lo que hoy se llamara el estudio de las bases
fisiolgicas de la conducta y la conciencia, o sea, una psicologa experimental. De
acuerdo con Wundt, los psiclogos no estudian el mundo exterior per se, estudian los
procesos psicolgicos mediante los cuales experimentamos y observamos el mundo
exterior. La herramienta adecuada era la introspeccin, proceso que requiere que el
sujeto (entrenado a tal efecto) observe lo que ocurre en su propia conciencia y d cuenta
de esos descubrimientos.
El Humanismo Universalista, a travs de su mximo representante Silo, dice en uno de
sus escritos: Me es insuficiente la definicin del hombre por su sociabilidad ya que
esto no hace a la distincin con numerosas especies; tampoco su fuerza de trabajo es lo
caracterstico, cotejada con la de animales ms poderosos; ni siquiera el lenguaje lo
define en su esencia, porque sabemos de cdigos y formas de comunicacin entre
diversos animales. En cambio, al encontrarse cada nuevo ser humano con un mundo
modificado por otros y ser constituido por ese mundo intencionado, descubro su
capacidad de acumulacin e incorporacin a lo temporal, descubro su dimensin
histrico-social, no simplemente social. Vistas as las cosas, puedo intentar una
definicin diciendo: El hombre es el ser histrico, cuyo modo de accin social
transforma a su propia naturaleza. Si admito lo anterior, habr de aceptar que ese ser
puede transformar intencionalmente su constitucin fsica. Y as est ocurriendo.
Mas adelante podemos leer: Por consiguiente se imponen las siguientes preguntas:
cmo es que la conciencia es activa?, es decir, cmo es que puede intencionar sobre el
cuerpo y a travs de l transformar al mundo? En segundo lugar, cmo es que la
constitucin humana es histrico-social? Estas preguntas deben ser respondidas desde la
existencia particular para no recaer en generalidades tericas desde las cuales se deriva
La primera vez y de esto hace muchos aos, que le por vez primera lo que Silo deca
sobre la Educacin qued muy impresionada, pues nunca, como persona dedicada a la
docencia, haba ledo nada tan rico, diferente y nuevo al respecto.
..Por ello creo que educar es bsicamente habilitar a las nuevas generaciones en el
ejercicio de una visin no ingenua de la realidad de manera que su mirada tenga en
cuenta al mundo no como una supuesta realidad objetiva en s misma, sino como el
objeto de transformacin al cual aplica el ser humano su accin. Pero no estoy hablando
en este momento de la informacin sobre el mundo, sino del ejercicio intelectual de una
particular visin desprejuiciada sobre los paisajes y de una atenta prctica sobre la
propia mirada. Una educacin elemental debe tener en cuenta el ejercicio del pensar
coherente. En este caso, no se est hablando de conocimiento estricto sino de contacto
con los propios registros del pensar.
Aqu lo dejo para que antes de leer el libro y si gustan, desmenucen ustedes mismo este
breve texto.
La solidez de la estructura del libro contina al hacer en la parte Tercera Parte una
comparacin entre lo que los autores consideran que es una educacin tradicional y lo
que es la nueva educacin que es su objeto de estudio, su propuesta. Veamos:
Educacin Tradicional / Nueva Educacin
1. La educacin como un hecho econmico/ La educacin como un hecho social.
2. Educacin de la externalidad, sin considerar el espacio interno/ Educacin que
considera el espacio interno y externo de la persona.
3. Una educacin que prepara para conservar, reproducir la sociedad existente / Una
educacin que prepara para la transformacin social.
4. Educacin que busca uniformar la visin de la realidad / Educacin que propicia una
visin plural de la realidad.
5. Educacin que tiene como finalidad la instruccin / Educacin que tiene como
finalidad habilitar.
6. Educacin que otorga valoracin a la violencia (en determinados momentos) /
Educacin con un compromiso explcito por la cultura de la No Violencia (en
cualesquier momento).
De nuevo se nos da un buen tema para reflexionar.
Posteriormente, siempre en esa tercera parte del libro, Mario y Rebeca, desprendidos de
cualquier otra influencia se centran en las bases del Humanismo Universalista (este,
como todo fenmeno humano es heredero de la historia) y con la mirada puesta en el
futuro que quieren para el ser humano y para la sociedad, se centran de lleno en su
objeto de estudio, una educacin Humanista y Universalista, para ponerle a rodar, para
ofrecerle a las personas que quieran tomarle.
Principios como el ser humano como valor central, aprender a tratar a los dems como
queremos ser tratados, aprender a resistir la violencia que hay en uno y fuera de,
aprender a ser coherentes, aprender a generar el espritu y entrar en contacto si uno lo
desea con lo profundo, con eso que late en el interior de cada ser humano, es moverse
por un futuro diferente que hay que comenzar a construir ya.
La educacin para nosotros es la ms noble y relevante de las actividades humanas
porque es la vanguardia de la direccin evolutiva del ser humano y no la
retaguardia, como ha sido hasta ahora (Aguilar y Bize)
AURORA MARQUINA
INTRODUCCIN
No pocas veces nos encontramos con una grave omisin en la literatura educacional, y
es que carece de definiciones sobre la concepcin de ser humano que fundamenta sus
postulados. Ello puede tener diversas explicaciones, comenzando por la ingenua
pretensin de que la educacin podra estar al margen de influencias ideolgicas y
sera factible desarrollar concepciones pedaggicas a partir de una cierta neutralidad
conceptual. Felizmente, en los ltimos tiempos ha decado esa inconsistente postura.
Sin embargo, persiste un cierto halo de pragmatismo que ha dominado el pensamiento
durante un largo tiempo y que por cierto ha contaminado tambin el campo de las
producciones en educacin. Ello ha llevado a un desmesurado desarrollo de propuestas
tcnicas como supuestas soluciones a las acuciantes necesidades que se expresan en el
campo educativo; ha sido una incesante e infructfera bsqueda de nuevas metodologas
o tcnicas pedaggicas para resolver los crecientes problemas que encuentran los
educadores en el quehacer educativo concreto. Muchos docentes han credo, de buena
fe, que se requieren urgentes innovaciones en los mtodos, ya que suponen que son las
tcnicas pedaggicas y didcticas las que no estn funcionando hoy, pero al no
cuestionar los fundamentos esenciales no logran encontrar respuestas que
verdaderamente le resuelvan su necesidad A ello debemos agregar la fuerte presin que
se ejerce sobre el sistema educacional para mejorar los resultados con mediciones
estandarizadas que supuestamente ayudan a mejorar la calidad de la educacin;
ciertamente resulta muy discutible, o claramente inaceptable, que algo tan complejo y
multifactorial como el aprendizaje pueda ser evaluado por limitadas y sesgadas
mediciones estndares, pero lo cierto y concreto es que la escuela y los docentes se han
visto sometidos a fuertes presiones para elevar sus rendimientos con dichas pruebas.
Adems, existe el cada vez ms evidente y explcito descontento de las nuevas
generaciones con el sistema educacional, lo que genera un ambiente tenso y
confrontativo al interior del aula entre docentes y estudiantes.
As, hemos llegado a una situacin donde los principales actores de la educacin
(docentes, estudiantes y padres), no estamos conformes y, sin embargo, no se observa
voluntad ni posibilidades de cambio.
Asimismo observamos que es profunda la crisis que vive la educacin a nivel mundial,
lo cual tiene estrecha relacin con una distorsin y prdida de sentido a la que ha sido
sometida por una suerte de ideologa del pragmatismo. Por un lado hay un sistema
que exige resultados mensurables y demostrables en sus simplonas pruebas de medicin
y, por otro lado, los docentes que responden a esa presin buscando respuestas rpidas a
travs de metodologas supuestamente innovadoras. Se ha llevado a la educacin a un
grave empequeecimiento de su orientacin y actualmente ha quedado prcticamente
reducida a preparar a los alumnos para el mundo del trabajo, con el agravante de que lo
hace con un inaceptable sesgo que tiende mecnicamente a reproducir la estratificacin
social existente. Ciertamente, todo ello ha sido un rotundo fracaso.
Por nuestra parte afirmamos que la crisis educacional tiene una raz ms profunda que
simples errores metodolgicos. En primer lugar ha sido vaciada de sentido al
asimilarse a la idea exclusivamente econmica del desarrollo social y, por ende, pasar
de bien social a hecho econmico. En segundo lugar, la educacin tradicional (hija
del positivismo) ha agotado sus bases paradigmticas y hoy simplemente no est en
condiciones de responder a los requerimientos del momento actual. Dicho de otro
modo, la educacin tradicional se basa en un paradigma agotado.
Por ello resultarn vanos todos los esfuerzos por recomponer o salvar un tipo de
educacin que ya no sirve.
Desde el Humanismo Universalista pretendemos hacer un aporte a esa bsqueda de
bases y fundamentos para una nueva educacin. Nuestra aspiracin es la de construir
una corriente pedaggica que rompa los estrechos moldes de la educacin economicista
y se oriente netamente en pos de un desarrollo humano integral. Queremos una plena
coherencia entre lo declamado como finalidad y aspiracin educativa y la prctica
concreta. Imaginamos una educacin gozosa y alegre, donde nios, jvenes y adultos
conviven diariamente en una aventura de aprendizaje y vivencias, disfrutando dicho
proceso, no vivindolo como una tensin, una imposicin o una simple urgencia para
sobrevivir en un salvaje mercado laboral.
Ciertamente hablamos de algo muy diferente a lo que hemos vivido en las ltimas
dcadas. La crisis que vive la educacin hoy en todo el planeta ya no resiste ms; ha
llegado el momento de pasar a la accin para construir la nueva educacin, una
educacin que ayude al ser humano a dar su prximo paso evolutivo en pos de alcanzar
su sentido y destino superior.
El presente trabajo se divide en cuatro partes.
En la primera parte presentamos un marco terico o conceptual. Ello nos parece
importante, por cuanto as establecemos una primera y sustancial diferencia con la
educacin que ha dominado en los ltimos tiempos con su sello excesivamente
instrumental y supuestamente ajena a influencias ideolgicas. Ciertamente no estamos
por la conversin de la educacin en mero instrumento de un adoctrinamiento poltico,
como ha acontecido en algunos sistemas totalitarios, pero tampoco podemos adherir a
una supuesta neutralidad conceptual de la educacin. Tal idea absolutamente
inconsistente slo puede explicarse en la manipulacin de hacer aparecer a ciertos
sistemas como ajenos a toda influencia, cuando en realidad su sesgo ideolgico ha
resultado casi extremo. Nosotros queremos corregir esta anomala, presentando en
primer lugar posturas y corrientes que nos orienten en algo tan importante para la
educacin como es clarificar la idea de Ser Humano y de sociedad que se busca
alcanzar, y que nos han servido de antecedente para sostener nuestra concepcin
educacional. Por ello hacemos explcito que nuestra propuesta se fundamente
principalmente en los postulados del Humanismo Universalista, que se desarrollan de
manera sinttica en esta primera parte, en la que a la vez recogemos referencias de
corrientes y autores anteriores que nos han servido tambin como complemento a la
necesaria claridad conceptual de nuestro desarrollo educativo.
En la segunda parte rescatamos teoras y propuestas educativas precedentes que nos
ayudaron a construir nuestra concepcin. Por cierto muchas de ellas mantienen vigencia
y de otras, aunque ya no nos parecen aplicables, reconocemos el aporte que en su
momento significaron para la evolucin de la educacin.
En la tercera parte hacemos un paralelo comparativo entre las bases y fundamentos de la
Educacin tradicional y nuestra propuesta. Sin nimo de presentar las cosas de manera
dicotmica, nos parece de inters remarcar los puntos en que existen diferencias entre
ambas visiones. Dicho de otro modo, pretendemos presentar los temas de forma clara y
sin ambigedades que puedan confundir, y por ello nos ha parecido necesario establecer
qu es lo que nos lleva a presentarnos como una propuesta que no encuadra dentro de
los esquemas educativos habitualmente utilizados en tiempos recientes.
Y posteriormente nos dedicamos especficamente a desarrollar nuestras ideas de lo que
exponemos como la propuesta educativa desde la visin del Humanismo Universalista.
PRIMERA PARTE
LA CONCEPCIN DEL SER HUMANO
COMO FUNDAMENTO DE UNA TEORA EDUCACIONAL
marxistas hicieron uso del mtodo dialctico de Hegel, los existencialistas ms recientes
utilizan para sus descripciones el riguroso mtodo fenomenolgico de Husserl.
Recientes corrientes de orientacin humanista, reconocen en el existencialismo, aportes
y coincidencias importantes y ello establece un puente que nos parece til a nuestra
bsqueda de fundamentacin terica consistente
Independientemente de la diversidad que caracteriza al enfoque
existencialista de las situaciones de la vida humana, esta concepcin se
singulariza tambin por la sensibilidad para con todos los problemas de
la existencia individual, as como por la confianza en las fuerzas
creadoras personales. La afirmacin de muchos existencialistas: La
existencia quiere decir el ser humano, el ser humano quiere decir la
existencia se corresponde completamente con la concepcin del Nuevo
Humanismo5
Bien sabemos que toda teora y praxis educacional responde (explcita o
implcitamente) a una concepcin de ser humano y una aspiracin de desarrollo social
que emana de dicha concepcin; en tal sentido. Para nosotros es claro que en las ideas
existencialistas encontramos una direccin que nos acerca de mejor manera a una visin
de la educacin que pueda adentrarse en las profundidades y complejidades del ser
humano y no le someta a categoras mecanicistas y reduccionistas.
La intencionalidad y la Fenomenologa: Brentano, Husserl y Scheller
Nos interesa recoger y analizar el concepto de intencionalidad porque su importancia en
el hacer humano no ha sido suficientemente relevada, tanto en la teora como en la
praxis educativa.
Lo primero es distinguir que no nos referimos a este concepto desde la acepcin
comnmente otorgada en el lenguaje coloquial, esto es, referido a la cualidad de
voluntad, perspectiva que se encuentra tambin muy presente en los pensadores y
filsofos del mundo antiguo. Tomaremos la acepcin que surge en tiempos de la
modernidad y que se refiere fundamentalmente a la relacin entre conciencia y mundo.
En captulos posteriores desarrollaremos ms detalladamente una definicin de
conciencia, por ahora sta quedar esbozada en las presentes definiciones.
Es el filsofo alemn Franz Brentano6, en su obra Psicologa desde el punto de vista
emprico (1874), el que incorpora este concepto en la filosofa moderna. Brentano
define la intencionalidad como la propiedad distintiva de los fenmenos psquicos frente
a los fenmenos fsicos. Para l, conciencia y fenmeno son correlatos que se requieren
necesariamente. La intencionalidad es tambin el criterio de distincin de los fenmenos
psquicos: representacin, juicio y aceptacin o rechazo. Gracias a la intencionalidad,
estos trminos filosficos adquieren un nuevo significado.
Posteriormente es Edmund Husserl, discpulo de Brentano, quien profundiza el
concepto. Husserl propone como mtodo la reduccin fenomenolgica, que excluye de
la consideracin filosfica lo que no es mostrado a la conciencia, es decir, slo toma en
cuenta los dos polos de la relacin intencional: la conciencia y el fenmeno. En el
sistema de Husserl, la afirmacin de la subjetividad es absoluta, y la del mundo, en
5
10
Ortega y Gasset, Jos (1883-1955), filsofo y ensayista espaol, famoso por su crtica humanista de la
civilizacin moderna. Naci en Madrid, en cuya universidad se doctor en filosofa, y ampli estudios en las
universidades de Leipzig, Berln y Marburgo. Ortega consigui el cargo de catedrtico de metafsica en la
Universidad de Madrid (1910-1936). Sus artculos, conferencias y ensayos sobre temas filosficos y polticos
contribuyeron al renacer intelectual espaol de las primeras dcadas del siglo XX y a la cada de la monarqua
espaola en 1931. Su filosofa se populariz en torno a la expresin yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a
ella no me salvo a m. Algunas de sus principales obras son: La Rebelin de las Masas, La Historia como
Sistema e Ideas y Creencias.
11
Ortega y Gasset, Jose, La rebelin de las masas. Editorial Andrs Bello. Santiago de Chile. 1989, pg.
266.
12
Ortega y Gasset, Jos. La historia como sistema. Editorial Sarpe. Madrid, 1984, pg. 36.
13
15
Por ejemplo, un sujeto acostado en una camilla en equilibrio sobre un eje, haca trabajos mentales,
operaciones matemticas, y se comprob que la camilla se inclinaba en direccin a la cabeza, lo que mostraba que la
sangre del sujeto se concentraba all. Tambin hizo experimentos de temperatura: con termmetros muy sensibles en
cada mano, un sujeto pensaba que en una de ellas tena brasas que quemaban y en la otra hielo que la congelaban. Se
comprob que los termmetros indicaban que la temperatura suba levemente en una mano y bajaba en la otra.
16
Los observadores de Leipzig (su laboratorio) eran entrenados para distinguir en sus introspecciones entre
sensaciones e ideas tanto en Blickfeld (campo de atencin) como en el Blickpunkt (foco de atencin). Wundt llam
apercepcin al proceso mental que lleva los contenidos al foco de atencin. Un 10% de los experimentos de Leipzig
era relativo al sentimiento. A los observadores se les presentaban latidos metrnomos y reportaban que ciertos
patrones rtmicos eran ms placenteros que otros: exista dimensin del sentimiento de placer contra displacer. En
otras observaciones se definieron: tensin contra relajacin y excitacin contra calma.
18
19
Ibid, pg. 4.
Ibid, pg. 8.
Silo. Cartas a mis Amigos. Virtual Ediciones. Santiago de Chile. 1994, pg. 71.
Ibid, pg. 72.
23
24
Silo. Contribuciones al pensamiento. Editorial Planeta. Santiago de Chile, 1990, pg. 47.
Toda situacin social se encuentra en un determinado momento histrico en el que coexisten diversas
generaciones. Un momento histrico se diferencia de otro cuando aparece una generacin de ruptura que disputa el
poder a la que lo detenta. Dada esa ruptura, se encuentran condiciones para procesar una etapa de mayor amplitud o
para que la simple mecnica de la dialctica generacional se contine.
31
103.
Silo. Humanizar la Tierra en Obras Completas, volumen I. Plaza y Valds. 2002. Buenos Aires, pp. 102-
pg. 131.
Silo: Apuntes de Psicologa. Ulrica Ediciones, Santa Fe, Argentina, 2006. Pg.27.
Zorilla, Javier. Ms all de la psicoterapia: la Psicologa del Nuevo Humanismo. Phobos, Lima 2007,
Silo. Contribuciones al pensamiento. Editorial Planeta. Buenos Aires, 1990. pp. 32-33.
parte de una estructura del psiquismo que integra a la conciencia (con sus tiempos de
pasado, presente y futuro, y sus campos de presencia y co-presencia); los sentidos
(internos y externos); la memoria y los centros de respuestas especializadas, cuenta con
una serie de cualidades que la hacen dinmica y en proceso por la interaccin (tambin
dinmica y de mutuas transformaciones) con el medio. Por todo ello la imagen
mentalmente representada nunca ser una mera copia de aquello que se perciba por los
sentidos, ya que la accin latente de todos los aparatos del psiquismo tamizan la
percepcin y hacen que la configuracin de la imagen sea un proceso activo, recreador,
y no una simple rplica de lo percibido.
Esta capacidad de transformacin opera tambin para las imgenes archivadas, es
decir, lo que se guarda en memoria. Ello es de suma importancia porque permite al ser
humano trasformar su propia percepcin de las experiencias vividas. Por ejemplo,
operando sobre las imgenes archivadas se pueden producir transformaciones sobre el
conjunto de la estructura imagen-emocin-tono corporal que, cuando tiene
connotaciones negativas, influye de manera indeseable sobre la conducta actual.
Veamos un ejemplo especfico: un joven no consigue realizar un ejercicio en la clase
de Educacin Fsica ya que en etapas anteriores recibi burlas de sus compaeros por
ejecutar movimientos poco hbiles; luego, al recordar la situacin le surgen las
imgenes de sus compaeros que se mofaban. Entonces, revive la emocin de vejacin
que sinti en aquel momento, a la vez su tonicidad corporal se tensa, todo su ser est en
este momento afectado por esa estructura que se activa, y que lo hace a partir de las
imgenes grabadas que la situacin gatilla en el estudiante y que opera como un
impedimento en su momento actual. Lo interesante de este atributo del psiquismo es que
la estructura imagen-emocin-tono corporal permite operar sobre alguno de sus
componentes y ello transforma tambin a los otros; por ejemplo, si opero transformando
la imagen, se modifica a la vez la emocin asociada y asimismo el tono corporal que le
corresponde. Lo mismo ocurre si opero sobre el tono corporal, que modificar a los
otros dos componentes de dicha estructura, o con la emocin. Evidentemente esta
aptitud nos otorga un campo de posibilidades muy interesante que permite desactivar o
transformar condicionantes que dificultan determinados aprendizajes y que hasta ahora
en la educacin tradicional han tenido escasa aplicacin, o bien se ha transmitido de
manera emprica y poco sistematizada.
Observando cada uno de los conceptos que muy sintticamente hemos tratado sobre la
funcin de la Imagen y el Espacio de Representacin, se explica el fracaso o los
limitados logros de toda educacin uniformante y objetivante, como es el caso de los
sistemas educacionales propios de los regmenes totalitarios. Pero tambin las escuelas
pedaggicas, que si bien no entran en la calificacin de totalitarias, pretenden
estandarizar los mtodos de enseanza y aprendizaje como si respondiesen a lneas
conductuales predeterminadas, fracasan dado que no logran comprender cabalmente la
complejidad y riqueza de la estructura de conciencia del ser humano y, en consecuencia,
logran estimular una mnima parte del gran potencial de desarrollo de la persona.
En este trabajo no revisaremos en detalle los fundamentos de dichas escuelas
pedaggicas, pero podemos mencionar que se trata de conceptos que provienen de la
atmsfera cultural e intelectual propia del positivismo, del racionalismo o de ambos. De
tales corrientes de pensamiento surgen conceptos que en los ltimos 100 aos han
marcado con fuerza la educacin (y casi todas las disciplinas); ciertamente no nos
resultan extraos conceptos tales como evaluaciones objetivas, estndares de
aprendizaje, patrones de rendimiento, objetivos instrumentales, etc., que bien dan
cuenta de la influencia del positivismo y sus derivados como el conductismo, que han
orientado el pensamiento y la prctica de la educacin tradicional.
SEGUNDA PARTE
FUNDAMENTOS TERICOS Y BASES
CONCEPTUALES EDUCATIVAS
Boncinelli Edoardo, A caccia digeni, Ed. Di Renzo, 1997 Citado en Galaxia Mente de Rita Levi
Montalcini, Editorial Critica. S. L. Crcega, 270, Barcelona 2000, pg. 116.
38
Levi Montalcini Rita. Galaxia Mente Editorial Crtica. S. L. Crsega, 270, Barcelona 2000, pp. 72-73.
As tenemos dos importantes funciones del cerebro humano con distinto nivel de
evolucin, como explica Levi en otra de sus obras:
Este sistema incluye no slo las circunvoluciones, sino tambin unos
ncleos y conjuntos nucleares escalonados en la masa enceflica,
conectados mediante los circuitos reverberantes que interconectan los
distintos componentes de estos centros nerviosos. El anatomista
estadounidense J. W. Papez lo llam circuito de la emocin, que designaba
las estructuras encargadas de elaborar y expresar la emocin en
circunvoluciones de filogenia antigua como las del lbulo lmbico, y en
formaciones subcorticales y dienceflicas, presentes en el cerebro de todos
los mamferos. 41
Es de sobremanera importante que con estos antecedentes avancemos en educacin
hacia la humanizacin, o sea, hacia el desarrollo de aquellas esferas del conocimiento
que hacen a nuestras interrelaciones. Nos referimos a las capacidades que tienen que ver
con el desarrollo de habilidades afectivas y emocionales, que segn Papez se ubican en
la filogenia antigua del cerebro. Como veremos en captulos posteriores, esto cobra gran
relevancia con relacin a la educacin de la no violencia como forma de relacin en el
mbito social.
Es de enorme inters la comparacin entre el rpido despliegue de las
habilidades tcnicas del hombre y la conservacin sustancial de los
impulsos emotivos. Mientras las capacidades intelectuales del hombre
evolucionaban rpidamente, la zona lmbica, dedicada a la conservacin
del individuo y la especie, defendi y protegi a un ser inicialmente
vulnerable y frgil.
Es verosmil que la disociacin evolutiva de los dos componentes cerebrales
antes citados contribuyera a crear situaciones cada vez ms aberrantes, en
las que el poder y la innovacin tcnica se pusieron al servicio de instintos
brutales y violentos. Las guerras contemporneas nos ensean hasta qu
punto son potenciados los impulsos agresivos y destructores con los medios
tcnicos de que disponemos. Por eso la rapidez en el aumento de las
39
Mountcastle V. B.. An Organizing Principle for Cerebral Function. The Unit Module and the Distributed
System, en The Mindfful Brain, MIT Press, Cambridge, Mass., 1978, pp 7 -50 Citado en Galaxia Mente de Rita
Levi Montalcini, Editorial Critica. S. L. Crcega, 270, Barcelona 2000, pp. 38-39.
40
Levi Montalcini, Rita. El As en la Manga, Editorial Critica, Barcelona, Dracontos, 2003, pg. 39.
41
Ibid, pg. 40.
42
43
.Nash J Madeleine: Reportaje exclusivo de Time, El Desarrollo del Cerebro, Revista Ercilla (Chile) # 3.055
del 24 de Marzo de 1997.
45
46
Levi Montalcini, Rita, El As en la Manga, Editorial Critica Drakontos, Barcelona, ao 2003, pp. 37-38.
Ammann, Luis A. Autoliberacin, Editorial Plaza y Valds, 1991, pg. 142.
47
48
49
sta es la respuesta diferida, que generalmente implica una accin reflexiva, y que se
diferencia de la respuesta refleja. En la primera intervienen los mecanismos de
reversibilidad con la atencin, lo cual da lugar a un modo de responder no automtico ni
inmediato.
Este otro aparato del psiquismo es una abstraccin que nos permite estudiar las
respuestas. Estos centros trabajan estructurados entre s y con registros y sensaciones
propias. Al mismo tiempo, el coordinador tiene un registro general por la informacin
que llega desde los sentidos internos en el momento de actuar en el medio, y tambin
por las conexiones entre centros y coordinador.
Los centros de respuesta son: centro vegetativo, centro sexual; centro motriz, centro
emotivo y centro intelectual.
Presentaremos aqu una sinttica descripcin de cada uno de ellos, basndonos en lo
expuesto por Silo en su obra Apuntes de Psicologa:
El centro vegetativo distribuye la energa dando instrucciones desde sus
numerosas localizaciones nerviosas y glandulares. Es pues el centro bsico del
psiquismo. Desde l actan los instintos de conservacin individual y de la
especie, regulando el sueo, el hambre y el sexo. El centro sexual es el recolector
y distribuidor psicofsico. Su trabajo es voluntario e involuntario. De la tensin en
este centro se tiene registro cenestsico, como as tambin de la distribucin de
energa al resto de los centros. La disminucin de la tensin se produce por
descargas propias de este centro y por descargas a travs de los dems centros.
Tambin puede conectar tensiones del cuerpo y de los otros centros.
El centro motriz acta como regulador de los reflejos externos, condicionados e
incondicionados, y de los hbitos de movimiento (actos intencionales). Permite el
desplazamiento del cuerpo en el espacio. Trabaja con tensiones y relajaciones
musculares activadas por seales nerviosas y qumicas.
El centro emotivo es el regulador y sintetizador de respuestas situacionales, es decir, la
respuesta emocional que se genera en las situaciones que el individuo experimenta,
mediante un trabajo de adhesin o rechazo. Cuando el centro emotivo da respuestas
desbordantes, se producen alteraciones en la sincronizacin de los otros centros por
bloqueos parciales.
El centro intelectual responde sobre la base de mecanismos de abstraccin, clasificacin
y asociacin. Trabaja por seleccin o confusin en una gama que va desde las ideas a
las distintas formas de imaginacin, dirigida o divagatoria, pudiendo elaborar distintas
formas simblicas, sgnicas y alegricas. Cuando las respuestas incorrectas de este
centro se desbordan de su mbito producen confusin en el resto de la estructura y por
tanto en el comportamiento.
Los centros trabajan en estructura, funcionan a distintas velocidades, siendo el ms
veloz el vegetativo y el ms lento el intelectual. Hay concomitancia en su trabajo, o sea,
cuando uno acta es acompaado por otros. Por ejemplo en el trabajo intelectual, el
inters en el tema es un tono emotivo que ayuda mucho para mantenerse en dicha
actividad.
Cuando un centro acta prioritariamente, los otros lo hacen con menor potencia, menor
energa.
El trabajo armnico de los centros es muy importante, dado que de esto se tiene registro,
en este caso de unidad, y si hay conflicto o dificultad se registra como
contradiccin. Se experimenta como conflicto entre el pensar, el sentir y el actuar.
52
53
El trmino es nuestro, y nos permitimos su uso para relacionarlo con los trabajos citados anteriormente de
los existencialistas y el propio Husserl.
55
El trmino enaccin lo podemos entender como: interpretar o hacer emerger el sentido a partir de una
comprensin de trasfondo. Esto es visto as gracias al mtodo hermneutico.
56
Maturana, Humberto y Varela, Francisco. El rbol del conocimiento. Editorial Universitaria. Santiago de
Chile. 2000. Pg. 163.
57
58
59
Maturana, Humberto. El sentido de lo humano, Dolmen ediciones. Santiago de Chile, 2000. Pp. 44-45.
Ibid. Pg. 248.
Ibid. Pg. 249.
62
63
67
Lev Seminovich Vigotsky (1896-1934), psiclogo bielorruso, uno de los ms destacados tericos de la
psicologa del desarrollo, y precursor de la neuropsicologa sovitica. Recin en la dcada de 1960 fue descubierto
y divulgado por los medios acadmicos del mundo occidental. La idea fundamental de su obra es la de que el
desarrollo de los humanos nicamente puede ser explicado en trminos de interaccin social. El desarrollo consiste en
la interiorizacin de instrumentos culturales (como el lenguaje) que inicialmente no nos pertenecen, sino que
pertenecen al grupo humano en el cual nacemos. Estos humanos nos transmiten estos productos culturales a travs de
la interaccin social. El "Otro", pues, toma un papel preponderante en la teora de Vigotsky.
que puede definirse como el espacio en que gracias a la interaccin y la ayuda de otros,
una persona puede trabajar y resolver un problema o bien efectuar un trabajo con un
nivel que no seria capaz sin apoyo. Para l, es en la ZPD donde deben situarse los
procesos de enseanza y de aprendizaje. Segn Vigotsky es en la ZPD donde se
desenvuelve el proceso de construccin de aprendizaje del alumno y se avanza en el
desarrollo y, para l, no tendra sentido intervenir en lo que los alumnos pueden hacer
solos.
Conforme a Vigoysky, existen dos tipos de funciones mentales: las inferiores y las
superiores. Las inferiores son aquellas con las que se nace, son naturales y estn
determinadas genticamente. El potencial de estas funciones es limitado; est
condicionado por lo que podemos hacer. Las funciones mentales superiores se
adquieren y se desarrollan por medio de la interaccin social, puesto que el individuo se
encuentra en un medio social especfico con cdigos culturales especficos. Las
funciones mentales superiores son mediadas culturalmente. El comportamiento derivado
de las funciones mentales superiores presenta potencialidades mucho mayores. El
aprendizaje es resultado de la interaccin social; en la interaccin con los dems se
adquiere conciencia de uno mismo, del nosotros, se aprende el uso de los smbolos que,
a su vez, permiten pensar en formas cada vez ms complejas. Para Vigotsky, a mayor
interaccin social, mayor conocimiento, mayores posibilidades de comportamiento,
funciones mentales ms complejas.
Para nosotros estos conceptos tienen importancia ya que conciben al ser humano como
un ser cultural y social y esto es lo que hace la diferencia con otros seres vivientes,
incluidos los primates. Lo esencial de esta distincin entre funciones mentales inferiores
y superiores es que el individuo no se relaciona nicamente en forma directa con su
ambiente natural o fsico, sino tambin a travs de y mediante la interaccin con los
dems individuos. Tambin rescatamos la idea de construccin interna del
aprendizaje, as como la idea de Zona Proximal de Desarrollo, todos conceptos que nos
acercan a una idea de la educacin que da cuenta de un proceso activo, interno y
eminentemente social del hecho educativo.
Paulo Freire: Educacin, liberacin y transformacin social
Un aporte relevante de Paulo Freire es que su visin educacional se basa en las
potencialidades humanas de creatividad y libertad, aun cuando las estructuras polticoeconmicas y culturales resulten opresivas. Su objetivo es descubrir y aplicar soluciones
liberadoras por medio de la interaccin y la transformacin personal y social, a travs de
lo que l denomina proceso de concienciacin, definido como el proceso en virtud del
cual el individuo y una comunidad alcanzan una mayor conciencia, tanto de la realidad
sociocultural que configura su vida, como de su capacidad de transformar esa realidad.
Freire propone un enfoque de la educacin en el que la reflexin surge desde la accin y
la reflexin crtica se basa en la praxis y no en formulaciones tericas previas. La
concepcin educacional de Freire tiene influencia de diversas corrientes filosficas,
como la fenomenologa, el existencialismo, el personalismo cristiano, el marxismo
humanista y el hegelianismo, cuyo anlisis detallado superara el marco del presente
trabajo. l mismo se defini como un eclctico que no aceptaba ser encasillado en
una corriente particular.
Freire habla en su concepcin de lo que denomina "Educacin Bancaria" para
cuestionar la concepcin educativa tradicional que pretende ser una mera trasmisora de
conocimiento que el educando acumula como si fuese un simple deposito bancario; para
Freire se trata ya de entender el proceso educativo no como un depsito de
conocimientos, sino que es un acto conciente y que sirve a la liberacin quebrando la
70
Este concepto lo desarrollaremos en el captulo en que se estudian las diferentes formas de atencin.
y de gobernarlo con soltura. Por esto, el deporte no tendra que ser considerado como
una actividad formativa pero sera importante su cultivo teniendo por base la disciplina
comentada.
Nuevamente volvemos al contacto con el propio cuerpo y de gobernarlo con soltura.
Esto es posibilitar la incorporacin del cuerpo como maravilloso instrumento que
tenemos para expresarnos en el mundo, disfrutando de las posibilidades que nos
entrega, su ejercitacin, donde poder competir con uno mismo, en ampliar su
despliegue y armona.
Y por ltimo
4.- Hasta aqu he hablado de la educacin entendindola desde el punto de vista de
actividades formativas para el ser humano en su paisaje humano, pero no he hablado
de la informacin que se relaciona con el conocimiento, con la incorporacin de datos
a travs del estudio y de la prctica como forma de estudio.
El autor no descarta la importancia del conocimiento, la incorporacin de datos a travs
del estudio, pero no confunde ello con lo que debe ser una educacin integral. Por
nuestra parte adherimos a esta idea de distinguir lo que es informacin, necesaria por
definicin, del concepto ms global de educacin.
Los conceptos ac vertidos y analizados son el fundamento para los desarrollos de los
captulos siguientes.
Hasta ahora hemos revisado distintos autores que nos entregan bases para abordar con
fundamento terico slido el hecho educativo mismo. Esto es tambin una diferencia
importante con lo acontecido en la educacin dominante en los ltimos tiempos. Nos
referimos al excesivo carcter tcnico que asumi la educacin, una suerte de
tecnologizacin que evidentemente ha sido influenciada por la concepcin
economicista que ya hemos criticado anteriormente. Bajo un halo de cientificidad se
ha pretendido convertir al acto pedaggico en un evento instrumental que adems ha
trado aparejado un conjunto de actividades que el profesor debe realizar fuera del aula,
la mayora de las veces burocracia poco til y que ha terminado por generar una
situacin de agobio y stress docente absolutamente inconducente. Simultneamente
existe una obsesin por mejorar los ndices obtenidos en pruebas estandarizadas que
supuestamente mediran calidad, idea de muy dudosa consistencia. En medio de este
cuadro poco gratificante, los estudiantes cada vez menos interesados en un sistema
escolar que ni cercanamente les seduce como un espacio con sentido, pero al cual se
ven forzados a participar para no quedar fuera de un mundo laboral cada vez ms
difcil. Ciertamente no es un cuadro muy alentador y no nos parecen exageradas
algunas voces que valientemente hablan de una crisis mundial de la educacin.
Parece pertinente a estas alturas de nuestro estudio precisar concretamente respecto de
una propuesta educativa, en funcin de las caractersticas y necesidades del momento
actual y futuro de la sociedad. Ya hemos visto cmo el proceso de mundializacin
creciente, a la par de un acelerado desarrollo cientfico-tecnolgico, est produciendo
permanentes transformaciones sociales, institucionales e incluso valricas. Los viejos
paradigmas, la instituciones forjadas en la racionalidad de hace dos siglos, los valores y
principios que son sobrepasados por el utilitarismo y pragmatismo en boga, la falta de
utopas movilizadoras, son algunos indicadores de la poca.
Por ello es que la educacin reproductora, si en todo momento es cuestionable por su
tendencia inevitable hacia la conservacin, lo es ms aun en momentos de crisis y
cambio como el actual; intentar a travs de la educacin conservar un mundo que
muere, es, por decir lo menos, inadecuado e inoficioso. Por el contrario, la educacin
tiene un papel fundamental para orientar este proceso de radicales transformaciones en
una direccin a favor del ser humano, y por tanto debe jugarse por la mejor de las
opciones y, en modo alguno, debe asumir una actitud pasiva o de simple reflejo de los
acontecimientos polticos y sociales. La educacin y los educadores debemos asumir el
papel de reserva moral de una sociedad que frente a la vorgine de cambios que se
despliegan, no est exenta del peligro de perder el rumbo y dirigirse hacia una situacin
de graves consecuencias.
Desde nuestro punto de vista la educacin debe ser una disciplina capaz de integrar una
slida base cientfica con la sensibilidad del arte, es decir, no puede ser una fra tcnica
que simplemente mida resultados cuantitativos o aplique determinadas tecnologas
educativas, como se ha pretendido en el ltimo tiempo. Este es un campo de relaciones
humanas y no puede por tanto dejar de considerar que se trata de una relacin entre
subjetividades o, dicho de otro modo, un espacio de intersubjetividad. La educacin no
es puramente racionalidad, aunque no descarta aspectos de sta, tampoco podra ser
puramente intuicin, pero es una prdida lamentable no reconocer que muchas veces una
adecuada percepcin de aspectos intangibles orienta adecuadamente la accin del
educador.
La educacin para nosotros es la ms noble y relevante de las actividades humanas
porque es la vanguardia de la direccin evolutiva del ser humano y no la retaguardia,
como ha sido hasta ahora.
Hasta ac hemos estudiado los fundamentos filosficos que nos permiten construir una
base terica. Esto nos parece indispensable para una formulacin educativa seria y
consistente. Posteriormente recogimos conceptos de autores de diferentes disciplinas,
que hacen aportes importantes para generar una educacin que salga de los moldes
tradicionales. En esta captulo haremos un paralelo entre nuestra bsqueda y lo que
presenta la educacin tradicional. El objetivo de ello es resaltar aquellos aspectos que de
manera esencial hacen la diferencia entre ambas.
Antes de comenzar el anlisis, nos parece pertinente citar un enunciado del catedrtico
portorriqueo ngel Villarini que hace una interesante diferenciacin entre ambas
tendencias:
Desde la perspectiva crtica y emancipadora en que nos situamos, la
historia de la educacin puede dividirse en dos grandes corrientes. Por un
lado aquellos que insisten en la apropiacin de los productos o contenidos
culturales, como lo son la literatura, el arte, la ciencia, etc., defienden lo
que podemos llamar la escuela tradicional, y, por otro, los que privilegian
el desarrollo de los rganos de apropiacin, como por ejemplo, las formas
de pensamiento o conciencia, la sensibilidad, etc., que abogan por lo que
podemos llamar la escuela nueva. El que se prefiera una u otra corriente
depende ms que nada de los fines ticos y polticos que se persiga con la
educacin. 74
Este es un punto relevante, ya que segn se tome una corriente u otra lo que se haga ser
muy diferente. Si nos compete el tema del ser humano, abogamos por la corriente que
enfatiza en el desarrollo de lo que Villarini denomina rganos de apropiacin, de ah
la presentacin de esquemas del psiquismo, desarrollo del cerebro aportado por las
neurociencias y la bsqueda de ambientes de aprendizaje amables. Lo cual contrasta
absolutamente con las mediciones del producto-contenido que hoy se valora tanto en
los sistemas escolares vigentes.
Nos parece importante destacar que esa dialctica entre escuela tradicional y escuela
nueva la encontramos presente en toda la historia de la educacin. Esto no debera
resultarnos extrao, en realidad la historia de la educacin va a la par con los procesos
que va viviendo el ser humano y la sociedad. Y la espiral histrica va procesando sus
cambios y evoluciones, y la que ayer se presentaba como la escuela nueva hoy es la
escuela vieja. Incluso podemos advertir desde ya que muchos de los conceptos que
hoy presentamos con carcter renovador y transformador, en un tiempo futuro sern la
expresin de la escuela vieja y nuevos planteamientos cuestionarn estas propuestas.
Esa es la historia humana, sus leyes de proceso, sus dialcticas generacionales que
hacen deseable que lo nuevo supere a lo viejo y superiores estados evolutivos
permitan el avance del ser humano en su desarrollo.
Hecha esa prevencin, continuamos presentando nuestro anlisis y propuesta.
En un trabajo realizado por estos autores hace ya varios aos, se insinan algunos
aspectos que establecen diferencias con la educacin tradicional. En aquel tiempo ya se
vislumbraba la necesidad de desarrollar conceptos diferentes en educacin. Veamos
ahora algo de lo dicho entonces:
Ciertamente requerimos de una educacin acorde con la necesidad de este momento
histrico y que posibilite un avance en la construccin del ser humano del siglo XXI. Lo
que hoy sucede en la escuela tradicional est alejado de nuestras aspiraciones.
74
Villarini, Angel. A refundar la escuela. Perspectiva, races, circunstancias y proyecto para refundar la
escuela. Ediciones Olejnik. Santiago de Chile, 2010. Pg. 57.
LO QUE HAY
Educador y educando pasivo
Instruccin
Visin ingenua de la realidad
LO QUE QUEREMOS
Educador y estudiante activo
Construccin de conocimiento
Visin activa y transformadora de la
realidad
Verdad absoluta
Visin pluralista de la realidad
Repeticin y "adaptacin" social
Construccin social y "adaptacin
creciente"
Ensear, memorizar, imponer
Habilitar (capacidades, nueva visin)
Sumisin, obediencia
Respeto
por
la
subjetividad,
personalizacin
Encandilamiento sin crtica ni juicio
Atenta prctica sobre la propia mirada
Pensar disgregado
Pensar coherente
Educacin de la separatividad, Contacto emotivo consigo mismo y con
racionalismo puro
otros. Gobierno del propio cuerpo
Competencia
Solidaridad, colaboracin, contacto
emotivo con otros, responsabilidad
social
Desvalorizacin de s mismo y de los Respeto y valorizacin de s mismo y de
dems. Baja autoestima
los dems
Uniformidad
Diversidad
Conservacin
Transformacin
De lo anterior se desprende la direccin y orientacin de una educacin
humanizadora y transformadora como la que proponemos. 75
En aquellos momentos ya se expresaba la crisis y el agotamiento de la vieja educacin,
pero no se manifestaba con la crudeza con que lo hara en aos posteriores, y como
sucede actualmente. Por lo mismo quisiramos intentar profundizar algunos conceptos
que marcan las diferencias ms relevantes en lo que hace a la superacin de una
educacin que, en nuestra opinin, agot sus posibilidades de desarrollo.
La educacin como un hecho social y no un hecho econmico
Este asunto no es simplemente un aspecto retrico o de definicin poltica ajena a la
realidad del aula, como podra pensar una mente prctica. Ya sea que la educacin tenga
una connotacin u otra le da orientaciones completamente diferentes (y hasta opuestas)
y en consecuencia su hacer prctico en el aula tendr un sello muy diferente. Por ello
nos interesa recalcar esta diferencia de fondo.
Ya hemos revisado anteriormente que el sesgo unilateral del racionalismo influy
fuertemente la mayor parte de los desarrollos educativos de los ltimos 100 aos como
mnimo, y es evidente que el sesgo economicista actual de la educacin es una
75
Aguilar, Mario y Bize, Rebeca. Pedagoga de la Diversidad. Una propuesta de inspiracin humanista.
Virtual Ediciones. Santiago, Chile, 1999, pg. 16.
como suponan esas concepciones. Nos parece pertinente citar lo sealado por el
escritor de la corriente del Nuevo Humanismo, Dario Ergas:
El mundo interior ha sido constantemente degradado y desvalorizado.
Esta degradacin parte por catalogarlo de irreal o de imaginario. Luego,
como mundo inconsciente en donde habitan fuerzas instintivas que dominan
la libertad humana. Su irrupcin est asociada a una distorsin de lo real.
Se lo ha puesto en un plano secundario al mundo objetal, casi como algo
con que por desgracia hay que contar para desenvolvernos entre los
objetos, que son lo que realmente importa. 76
Bajo ese influjo comprobamos el predominio casi unilateral que adquiri lo que se
conoce como educacin tradicional. Siendo esa educacin hija del positivismo, del
racionalismo o de ambos, se entiende el sesgo marcado que ha tenido por ms de un
siglo, al tiempo que explica el carcter de casi total externalidad que ha sufrido en su
desarrollo. Cuando hablamos de externalidad nos referimos a una idea educativa que
releva casi exclusivamente lo que acontece afuera del ser humano y supone que eso
corresponde a una realidad objetiva, minimizando la importancia de aquello que se
vivencia al interior del ser humano, por corresponder a un campo de subjetividad y
que, por ende, sera de menor valor. Por supuesto que nosotros no compartimos esa
concepcin y ella es probablemente una de nuestras crticas centrales a la educacin
tradicional. 77
En captulos anteriores buscamos antecedentes de sistemas de pensamiento que lograron
salir de los estrechos marcos del racionalismo o positivismo; el inters era precisamente
buscar fundamentos para la mejor comprensin de aquel aspecto de lo humano que no
entra en el estricto campo del hecho positivo. Fue entonces que sealamos a distintas
corrientes existencialistas y fenomenolgicas. Y luego analizamos los fundamentos del
Humanismo Universalista, que nos aporta slidos conceptos para comenzar a entender
la compleja interioridad del ser humano.
Usamos el trmino interioridad de manera un tanto genrica para referirnos al vasto y
complejo aspecto que forma parte de lo que esencialmente hace a lo humano y que lo
ubicamos adentro de la corporalidad del individuo. La interioridad no es lo que tiene
que ver con su biologa, aunque se configura en estructura con ella; tampoco se refiere
especficamente a sus manifestaciones externas (como el lenguaje, por ejemplo), aunque
stas emergen desde el interior; ni siquiera se refiere exclusivamente a las operaciones
mentales o afectivas, aunque obviamente son un aspecto de sta. La interioridad es un
complejo mundo interior que implica aspectos tangibles e intangibles, algunos de
ellos relativamente sencillos de identificar, como son las operaciones del psiquismo y la
estructura de conciencia. Pero tambin algunos de muy difcil definicin o directamente
imposibles de definir y que podemos asimilar al campo de aquello que se ha dado en
llamar lo trascendente y que podramos ubicar en el espacio de lo profundo en el ser
humano. Ciertamente escapa a los alcances de este ensayo un mayor desarrollo sobre
este asunto, pero resulta de suma importancia al menos su mencin, ya que si aceptamos
que se trata de un aspecto de gravitante importancia en la construccin de lo humano,
entonces la educacin no podra sustraerse al intento de contribuir a su estmulo y/o
desarrollo.
76
Ergas, Dario. La mirada del sentido. Catalonia. Santiago de Chile, 2006. Pg. 33.
Mucha sabidura encontramos en la frase de la Divina Comedia que dice: Loco es quien espera que
nuestra razn pueda recorrer el infinito camino. (Dante Alighieri, La Divina Comedia, purgatorio, pp. 34-35.)
77
Por nuestra parte sostenemos que, en un mundo que va tendiendo aceleradamente hacia
la mundializacin y que, por ende, va generando una serie de procesos de interrelacin
en todo orden de cosas, ya no puede seguir en pie una visin unilateral que tienda a la
uniformidad. Eso definitivamente no puede sostenerse ms y a nuestro parecer es uno de
los factores importantes en el fracaso que la escuela sufre desde hace tiempo, por cuanto
evidentemente la educacin y la escuela tradicional se han alineado claramente con la
concepcin racionalista-positivista que tiende hacia lo uniforme.
Hoy en la sala de clases conviven estudiantes que son expresin de la diversidad y
pluralidad de que hablamos y la educacin debe dar cuenta de aquello. Esto no es un
asunto meramente declamativo, implica que de hecho hay cambios muy de fondo en el
currculo y metodologas de trabajo. Lo cual nos pone necesariamente en situacin de
mostrar la realidad desde diferentes perspectivas y nos lleva a forjar una cultura multiforme y no uni-forme. Hoy da esto es aceptado incluso en las ciencias llamadas duras
y que fueron en su poca la punta de lanza del pensamiento racionalista y
uniformante; pues bien, incluso esas ciencias cuestionan actualmente las verdades
excluyentes. Vistas as las cosas, es claro que la condicin de pluralidad, diversidad,
multilateralidad es requisito de una educacin que pretenda dar cuenta de una nueva
cultura y sensibilidad que est en gestacin.
Habilitar a las personas, no instruirlas o formarlas
Comenzamos ac trayendo una cita sobre el tema, publicado en un ensayo anterior de
estos mismos autores:
Por mucho tiempo ha existido en el mundo de la educacin una discusin
entre quienes consideran que la instruccin es la finalidad principal de la
educacin; es decir que su ocupacin principal ha de apuntar a entregar la
informacin y los datos esenciales para que las personas puedan
incorporarse con eficacia en el mundo productivo. Segn ellos la educacin
perdera tiempo y recursos al pretender desarrollar integralmente las
capacidades de las personas: Por otra parte, una segunda visin plantea la
necesidad de que la educacin tenga como finalidad la formacin; es decir,
una visin evidentemente ms amplia y con una concepcin de integralidad.
As entonces hemos asistido por mucho tiempo a esta discusin entre
instructores y formadores, donde pareciera que los segundos se
acercaran a una visin ms humana de la educacin. Lo cual nos acerca
ms a estos ltimos que a los primeros. Sin embargo es necesario hacer
notar que en el concepto de formacin contina implcita la idea de
pasividad del alumno, ya que alguien le dara forma desde afuera. Nos
parece que tras ello sigue vigente el viejo paradigma que ve al estudiante
como conciencia pasiva o simple reflejo de estmulos provenientes del
medio.
En funcin de esta nueva educacin requerida, planteamos una diferente
definicin de su misin fundamental. Consideramos obsoleta una visin
meramente instructiva o de formacin pasiva con contenidos, principios y
valores que se presentan como una verdad establecida e inmutable. Por el
contrario, se requiere educar en el estudiante la capacidad de adaptacin
creciente al cambio y posibilitar a su vez la incorporacin activa y precoz
de las nuevas generaciones a la construccin social. En ese sentido nos ha
parecido de inters ubicar otro concepto que d cuenta del proceso de
Aguilar, Mario y Bize, Rebeca. Pedagoga de la Diversidad. Una propuesta de inspiracin humanista.
Virtual Ediciones. Santiago, Chile, 1999. Pgs. 25 y 26.
cultura de la no violencia, nico camino vlido para superar la actual crisis humana y
social que se vive en todas las latitudes. Se trata de aplicar los valores de respeto, no
discriminacin, libertad de ideas y creencias, colaboracin, sentido de comunidad, etc.
en la convivencia diaria.
Ac apelamos a la aplicacin de la llamada regla de oro, que es el principio de tratar
a los dems como se quiere ser tratado. Este principio debera ser el ente rector de las
relaciones cotidianas en la prctica educativa. Es claro que su valoracin y aplicacin
generara un sistema de relaciones muy acorde con la cultura de la No Violencia que
propiciamos.
Pero en realidad vamos ms all de una simple aspiracin respecto al tema. Planteamos
que el ser humano est llegando a un punto de evolucin que est abriendo la
posibilidad de autogenerarse una nueva condicin en donde el rechazo a la violencia ya
no sea simplemente intelectual o emotivo, sino que responda a un rechazo visceral, de
carcter fisiolgico y por tanto implique un salto en su desarrollo evolutivo. Por la
relevancia central de este tema, lo trataremos con mayor profundidad ms adelante.
A continuacin presentamos un cuadro sntesis de los puntos tratados:
1
EDUCACIN TRADICIONAL
La educacin como un hecho econmico
Instruccin para la productividad
NUEVA EDUCACIN
La educacin como un hecho social
Educacin para el desarrollo humano integral
Acceso a la educacin
econmicos de la familia
segn
ingresos
para
la
Visin uniforme
Visin plural
Verdad absoluta
Cultura uni-forme
Cultura multi-forme.
Memorizar, imponer
para
la
Tiende al desarrollo
apropiacin
de
los
rganos
de
Instruir
Educar
un
paso
2- FINALIDAD DE LA EDUCACIN
Slo una postura que rescate lo esencial del ser humano, su ms plena humanidad, ser
capaz de permitirnos construir la educacin que el momento histrico exige. Ello
requiere entonces de un Nuevo Humanismo, que si bien es cierto pueda recoger los
antecedentes del Humanismo Histrico Renacentista (el ms conocido en Occidente),
debe entender que la nueva sociedad interconectada y mundializada requiere de una
propuesta que d cuenta de la existencia de mltiples cosmovisiones, que desconfe de
las verdades absolutas que descalifican la diferencia o la disidencia, y que comprenda
que los sistemas cerrados de pensamiento no podrn hacer pie en una poca de
desestructuracin. Hablamos entonces de un Humanismo Universalista, no slo
occidental, que sea capaz de recoger y rescatar las races culturales e histricas de
diferentes pueblos y culturas, a las que la globalizacin homogenizadora de los centros
de poder ha ido asfixiando por pretender imponer su unilateral visin de la realidad.
En cuanto a los principios paradigmticos en los que debera basarse una nueva
propuesta educativa, deben implicar una tica que oriente la accin y la reflexin
personal y conjunta. Se trata de principios que asuman el carcter de actitud de vida y
que sean capaces de otorgar los acuerdos bsicos para la coexistencia pacfica y de
colaboracin de los distintos grupos sociales, pueblos y culturas. Porque, cmo lograr
una unidad bsica, una convivencia armnica, si existe una multiplicidad de etnias,
ideologas, creencias religiosas, usos y costumbres, etc.?; cmo pueden tener expresin
y legitimidad las mltiples culturas en un mundo globalizado que tiende a la
unificacin?; cmo pueden tener espacio las minoras de cualquier tipo, en una
sociedad de masas?; cmo construir una verdadera cultura de la no violencia en un
sistema social que genera mltiples formas de violencia, desde las ms brutales hasta
aquellas sutiles y poco perceptibles? Ello ser posible en la medida que exista acuerdo
en seis principios fundamentales que pueden servir de base para generar los cimientos
de una nueva convivencia social de carcter humanista. Son principios que los
encontramos a travs de la historia y en diferentes culturas, en donde reconocemos una
actitud frente a la vida que podemos denominar como humanista, aun cuando el
trmino ni siquiera hubiese sido acuado; se trata de una actitud y sensibilidad comn
presente en pocas y culturas muy distantes entre s. Ellos son:
1- Ubicacin del ser humano como valor y preocupacin central.
2- Afirmacin de la igualdad de todos los seres humanos.
3- Reconocimiento de la diversidad personal y cultural.
4- Tendencia al desarrollo del conocimiento por encima de lo aceptado como
verdad absoluta.
5- Afirmacin de la libertad de ideas y creencias.
6- Repudio a la violencia.
Estas son las bases para generar una sociedad humana, plural, abierta y libertaria. Se
trata de rescatar esa actitud y sensibilidad que reconoce la intencin y la libertad en
otros. Estos son los principios de actitud de vida que prioritariamente debera promover
una educacin de estos tiempos. Ello implica, por cierto, un slido compromiso tico,
que haga inaceptable cualquier prctica educativa que atente contra estos principios
universales. La postergacin de la persona en aras de otros intereses, la desigualdad de
derechos, la discriminacin de cualquier tipo, la imposicin de verdades absolutas, la
persecucin de ideas y creencias, y el ejercicio de la violencia fsica o psicolgica, son
prcticas que hoy todava existen en el sistema educativo formal e informal,
principalmente a travs de formas ocultas del curriculum y que en una nueva educacin
no podran tener justificacin alguna. Por cierto que ello implica una alta exigencia tica
y moral para el docente, ms que en lo conceptual, en lo que hace a su actitud de vida
prctica, pero nos parece que tal exigencia es pertinente, dada la magnitud de la tarea y
de las responsabilidades que implica. Estos principios y valores no son slo algo para
declamar o formular tericamente; deben ser, por sobre todo, una actitud que todo el
sistema educacional ponga en prctica, de manera tal que opere como modelo para el
nio y joven, porque lo ve aplicado, no porque lo escucha en un discurso. Hablamos en
sntesis de una nueva coherencia y tica personal y social, que desde la escuela emana
para influir todo el quehacer social. Pero ello implica una escuela y un sistema
educacional con crecientes grados de autonoma. Sera ingenuo suponer que el poder
poltico y econmico est plenamente dispuesto a otorgar a la educacin tal autonoma,
que disminuya su influencia y control sobre los diseos y quehaceres educativos. En
consecuencia, lograr tal condicin debe ser una demanda de la denominada sociedad
civil; sern los colectivos de docentes, los padres-ciudadanos, e incluso los propios
estudiantes los que deben incluir en sus demandas y luchas por una mayor
democratizacin de la sociedad, el lograr crecientes grados de participacin en la
planificacin y gestin educativa, de manera tal que dichos planes y diseos
correspondan cada vez ms a los requerimientos de la sociedad, y cada vez menos a los
intereses particulares de los grupos que circunstancialmente estn en el poder, o bien de
los denominados poderes fcticos que en razn de su poder econmico, militar o de otro
tipo, influyen directamente sobre los planes y diseos educativos.
3- MISIN DE UNA NUEVA EDUCACIN
Ahora queremos resumir los aspectos fundamentales a los que debera apuntar una
propuesta educativa desde un Nuevo Humanismo. Esta debe ser holstica, al plantear
una visin de la realidad integradora, amplia, abierta y no dogmtica; y debe ser
contempornea, porque se sita en las necesidades especificas que el momento actual y
futuro nos plantea. A modo de sntesis, sealaremos su misin:
Habilitar a las nuevas generaciones en el ejercicio de una visin plural y
MISIN
activa de la realidad, de manera que su mirada tenga en cuenta al mundo
no como una supuesta realidad objetiva, sino como el medio en el cual
aplica el ser humano su accin, transformndolo y humanizndolo.
Esta es la tarea bsica para una nueva educacin, que se basa en los fundamentos de un
nuevo paradigma, se orienta por una utopa social de carcter netamente humanizador y
que debiera realizarse a travs de una prctica educativa coherente con todos sus
principios.
A nuestro entender la educacin y los educadores pueden y deben jugar un papel
relevante en los tiempos que se vienen. Este no es cualquier momento histrico, el
cambio que se est gestando es de gran envergadura, y por ello sern tiempos no
exentos de conflictos e incluso de tragedia, pero a la vez de enormes posibilidades de
que nuevos conceptos emerjan en todos los campos. Nuestro papel es posibilitar que el
ser humano exprese lo mejor de si, sus mximas potencialidades en pos de un salto
cualitativo que nos abra la posibilidad de un mundo nuevo, clido y plenamente
humano.
4.- PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE UNA EDUCACIN HUMANIZADORA
INTEGRAL
Lo que buscamos en nuestra idea de educacin es atender a la habilitacin de todas las
capacidades humanas, rompiendo esas dicotomas inconducentes entre interioridadexterioridad o subjetividad-objetividad.
A continuacin enunciaremos y definiremos sintticamente los principios educativos
fundamentales que orientan nuestra concepcin educativa; algunos de ellos ya fueron
desarrollados en un ensayo anterior titulado Pedagoga de la Diversidad. Una
propuesta de inspiracin humanista, de estos mismos autores; otros son de ms
reciente elaboracin y se agregan con la publicacin del presente ensayo.
El principio del ejercicio intelectual, de una particular visin desprejuiciada
sobre los paisajes, y de una atenta prctica sobre la propia mirada
Ya revisamos anteriormente el concepto de paisaje entendiendo por tal a la
estructuracin de la realidad que realiza la conciencia y que da cuenta de la cualidad
activa que posee para construir esa realidad. Desde el punto de vista de este principio
que enunciamos, se trata de propiciar que el estudiante desarrolle una particular visin
desprejuiciada sobre los paisajes, una suerte de capacidad de tomar distancia de los
fenmenos observados o percibidos para adentrarse en ellos desde diferentes
perspectivas, puntos de vista y modos de aproximacin. Ya hemos dicho que el
"paisaje" es una particular estructuracin que cada persona hace en su conciencia, que
no es la realidad misma sino una particular configuracin de la realidad que hace
cada individuo. La debida toma de conciencia de esta caracterstica resulta de gran
importancia ya que pasa a convertirse en una habilidad intelectual que otorga al
individuo flexibilidad y versatilidad en la elaboracin de las operaciones intelectuales.
Importan a este principio la capacidad de ver la realidad desde distintas perspectivas,
moverse por esas diferentes miradas con soltura y desprejuicio, modificar
concientemente la imagen de lo que se percibe al adquirir conocimiento o construir
realidades.
El principio del ejercicio del pensar coherente
Se relaciona y complementa directamente con el principio anterior. Para entender este
segundo principio no hablamos de conocimiento estricto, sino de contacto con los
propios registros del pensar; es decir, del dominio y conciencia de los procesos de
construccin del conocimiento. Se est propiciando utilizar o ejercitar la metacognicin,
hacindose presente o consciente la propia forma de aproximacin al conocimiento y/o
al crecimiento personal. Esto significa que el sujeto adquiere la habilidad de observar
cmo son los mecanismos de aprendizaje, a darse cuenta cmo se est aprendiendo, a
reflexionar sobre lo que aprende, cules son los hilos conductores, qu cosas se estn
asociando, a sacar conclusiones, a tener registro y/o sensibilizarse frente al tema del
pensar; hablamos, en sntesis, del mecanismo de la atencin. Con esto vamos
concibiendo el acto del aprendizaje como algo dinmico, flexible, cambiante,
moldeable.
El principio del estmulo de la captacin y el desenvolvimiento emotivo
Vimos en un captulo anterior que este tema se refiere a la toma de contacto emotivo del
individuo consigo mismo y con otros, sin los trastornos a que induce una educacin de
necesario e indispensable que seamos capaces de superar las limitaciones que establecen
dichas concepciones y podamos entregar a nuestros estudiantes todas las herramientas
que les permitan el potenciamiento de las enormes capacidades del ser humano,
conforme a los principios enunciados.
Y a partir de estos principios, en el siguiente captulo nos adentraremos en propuestas
pedaggicas para ser aplicadas en la praxis educativa concreta.
5.- INTRODUCCIN AL CONCEPTO DE APRENDIZAJE
El aprendizaje tiene que ver con la re-flexin, que es volver sobre la accin.
Tal como explicamos en los fundamentos sicolgicos en captulos anteriores, hay un
impulso de sensacin interna que va desde que se dispara la accin (como sensacin de
la respuesta hacia sentidos internos y de all a memoria), lo cual da cuenta de cmo se
ejecut la accin. As podemos comprobar si la respuesta fue acertada o no, y la
repeticin de esa accin va generando la huella del aprendizaje, se va cableando el
cerebro por repeticin de caminos de conexiones neuronales que, repetidas,
constituyen huellas fsicas; es decir, se engrosan las dendritas, lo que se traduce en una
modificacin fisiolgica en el organismo del individuo.
El aprendizaje en los nios y jvenes se va generando por acierto y error en la repeticin
de actos muy variados, hasta que se obtiene lo que se est buscando.
Con el pasar del tiempo, ejecutando la misma accin (acertada), se genera el
automatismo que es una economa energtica del psiquismo. De este modo podemos
hacer esas acciones automticas, sin pensar, y entonces ocupar esa energa libre en
nuevos procesos de aprendizaje.
APRENDIZAJE: Proceso de registro, elaboracin y transmisin de datos
basado en que si un impulso perceptual se desdobla hacia conciencia y
memoria, y sta analiza y coteja con datos anteriores, se est en presencia
del fenmeno de reconocimiento en el que percepcin y representacin
coinciden. Cuando no existen datos anteriores, el primigenio que surja
pondr en marcha mecanismos de correlacin entre datos anteriores
aproximados al actual que se presenta. Al dispararse las imgenes
correspondientes, stas actan sobre los centros y ellos se movilizan. Como
a su vez existe una toma de realimentacin que inyecta a la sensacin del
centro movilizado hacia la conciencia, sta comienza a dirigir entre
"aciertos" y "errores", apoyndose ahora en nuevos datos que ya se han
desdoblado en memoria. De acuerdo con lo anterior, el proceso de
aprendizaje no es pasivo y supone siempre la puesta en marcha de los
centros de respuesta. 80
Entonces decimos que el aprendizaje es un proceso activo, donde se aprende aquello
que se hace. Se aprende haciendo, sintiendo y pensando, poniendo el cuerpo en accin
a travs de sus centros de respuesta.
El funcionamiento de la conciencia es as, se va actuando, ensayando por acierto y error.
Aquello que sale bien lo repite, aquello que no sale bien no lo repite. El ensayo por
acierto y error es la base del aprendizaje. Tal mecanismo hoy est bloqueado en la
educacin tradicional, ya que el error, que es plataforma del aprendizaje, est
penalizado, lo que va produciendo en los nios y jvenes una inhibicin en el actuar.
Se inhibe el discurrir magnfico de la conciencia, que va ms all, que busca soluciones,
80
Usamos la palabra naturales no en el sentido usado en la concepcin de Ser Humano, naturaleza versus
cambio, sino en el sentido de mecanismos habituales del funcionamiento de la conciencia.
82
Ammann, Luis, Autoliberacin , Editorial Plaza y Valds, S.A. Pg. 62
pensar bien. Para restablecer el paso de la energa de un centro a otro, se debe actuar por
el centro de ms abajo, en orden ascendente, es decir: centro vegetativo, motriz,
emotivo e intelectual. En este ejemplo de la tristeza podra correr, saltar, jugar
(activacin del centro motriz) y se restablecer el fluir de la energa atascada, ya que
comenzar a estar ms despejado, ms tranquilo y podr pensar mejor.
Veamos otro ejemplo del centro emotivo, pero en este caso no se trata de succin de
energa, sino de desborde. Cuando hay mucho entusiasmo en una actividad, que
implica sobrecarga energtica en el centro emotivo, rebasa gran cantidad de energa
hacia los otros centros; por ejemplo, hacia el centro intelectual generando curiosidad,
ganas de saber ms, se pueden sostener largas horas de trabajo sin fatigarse, porque
tambin llega energa al centro motriz. Y podra ser tambin que no se sientan grandes
necesidades vegetativas (no se tiene hambre, por ejemplo) y todo ello ocurre a partir de
la sobrecarga energtica que el entusiasmo ha generado en el centro emotivo.
Una buena forma de equilibrar las actividades es la de ejercitar todos los centros en
armona.
Ningn centro trabaja aislado, sino en estructura con los otros. En tal
sentido, al incorrecto trabajo de un centro, corresponder un mal
funcionamiento en los otros, de distinta manera segn que el centro
considerado trabaje en sobrecarga (desbordando a los ms prximos), o en
descarga excesiva (succionndolos), o bloqueando el pasaje de energa de
los otros.
Los centros superiores slo pueden actuar sobre los inferiores, por sus
partes motrices. Por ejemplo, las ideas abstractas no pueden movilizar al
centro emotivo o al motriz. En cambio, las imgenes pueden activar
emociones, movimientos corporales y a veces producir modificaciones
vegetativas. 83
Es claro que comprender el modo de funcionamiento de los centros de repuesta
permitir al pedagogo una amplitud y versatilidad en la generacin de situaciones de
aprendizaje. Ac se abren muy interesantes perspectivas para enriquecer las
experiencias que dan lugar a los aprendizajes. Por ejemplo, transformar situaciones, ya
sean dificultades personales o grupales deseables de superar, o bien, generar
experiencias educativas en las que sea de inters transitar por los diferentes centros.
Por otra parte, es tambin evidente que no es buena prctica la extrema unilateralidad de
la educacin tradicional que sobrecarga el centro intelectual y minimiza los restantes; no
necesitamos agudizar demasiado el anlisis para comprender que, en definitiva, ello
tiene indeseables consecuencias y resultados, por lo que bien deberamos a estas alturas
dimensionar cunta responsabilidad tiene esa educacin en la serie de problemas
psicosociales de gran magnitud que presenta la sociedad contempornea; ciertamente no
es el caso detenernos en ese tema que sobrepasa los alcances de este modesto ensayo,
pero al menos dejamos lanzada la pregunta y la reflexin. Por ahora nos remitimos a
destacar las enormes potencialidades educativas que nos entrega la buena comprensin
y manejo de los centros de respuesta.
6.- LAS CINCO LLAVES DEL APRENDIZAJE
Ahora queremos aplicar varios de los conceptos anteriores, en lo que denominaremos
las llaves del aprendizaje. Son llaves por cuanto nos permiten abrir puertas, entrar
en ciertos lugares del psiquismo, pasar de un espacio mental a otro. No son el
83
aprendizaje mismo, pero operan como facilitadores para que lo nuevo ocupe su
espacio en la persona y se constituya en el ser.
Aprendizaje y atencin
Los mbitos escolares tradicionales generan un tipo de atencin tensa que suele
convertir el aprendizaje en un proceso no grato. Propiciamos el estmulo de un tipo de
atencin distensa que se base fundamentalmente en el inters de quien aprende y en el
sentido que ste otorga a aquello que se quiere aprender. Disfrutar del aprendizaje es
muy propio de los nios pequeos en su primera infancia, en especial en aquello que es
buscado espontneamente por el nio y no viene impuesto desde el mundo adulto. La
atencin tensa, es decir, aquella que se impone en los sistemas educativos tradicionales,
tiene el sello de lo obligatorio, lo forzado, lo que se debe hacer para no ser castigado
por el sistema. Desde nuestro punto de vista es mucho ms posibilitario generar el
inters, la motivacin, el compromiso emotivo y con ello permitir una atencin con
agrado; generando el gusto por atender. Existe la posibilidad de aplicar una serie de
tcnicas que mejoran la capacidad atencional, pero que requiere del inters genuino de
quien atiende y no la imposicin forzada como acostumbra la vieja educacin.
Entonces, el mecanismo de la atencin hay que presentarlo de un modo tal que los nios
y jvenes puedan sentir la necesidad esencial de utilizarla para su desarrollo.
Una buena disposicin para el aprendizaje, una buena memoria, un aumento de la
permanencia en los propsitos y, en suma, el crecimiento de la capacidad de cambio,
dependen de la atencin. Es preciso que sta se grabe con gusto, sin forzamientos, con
una emocin de agrado, con nimo de experimentacin, como si se tratara de un juego,
en un mbito de relaciones amistosas y abiertas con los dems.
Cuando se trabaja con la atencin, se observa que una de sus propiedades es la
elasticidad, es decir, su intensidad es variable: se puede graduar como la salida del agua
de la caera. Puede ser ms dbil en un momento, y en otro ms fuerte. Otra de sus
propiedades es la disponibilidad de la atencin, esto es, podemos valernos libremente de
ella, porque se encuentra lista para usarse.
Cmo se efectiviza este mecanismo de la atencin? Se comienza por generar una
especie de observador amable, gracias al cual es posible sentirse a s mismo, tener una
referencia interna.
Cmo percibir que se ha perdido la atencin, que ha habido una distraccin? Esto es
posible gracias a la existencia de este observador amable que permite verlo, si no, el
sujeto no se podra dar cuenta. As, es posible observar que en un momento se pierde la
atencin, el sujeto se va a otra cosa, se va del tema.
Lo interesante, desde nuestro inters educativo, es que resulta posible acostumbrarse a
estar en presencia de este observador amable de s mismo, que fortalece al sujeto y
estar menos dispuesto a la influencia de los estmulos. En este caso se busca un
emplazamiento consciente en una perspectiva que registra, que siente; se trata, por
tanto, de una "mirada" desde adentro, con apoyo en la sensacin, que se realiza
suavemente y con gran cario. En realidad es una atenta prctica sobre la propia mirada.
Usamos la palabra mirada con un significado ms extenso que el
referido al visual. Tal vez, ms correcto sera hablar de punto de
observacin. Aclarado esto, cuando decimos mirada podemos referirnos
a un registro de observacin no-visual pero que da cuenta de una
representacin.84
84
Silo. Contribuciones al Pensamiento, Editorial Planeta, Argentina, 1990, Nota11, pg. 54.
internos, donde puedo tener referencia y no soy tomado 85 por las cosas o situaciones.
Es en esta situacin donde el ser humano puede decidir su accin, donde puede haber
accin reflexiva, atencin sobre lo que se est haciendo. Se trata de la atencin sin
forzamiento, como actitud mental en la que no hay olvido de s mismo mientras se est
haciendo cosas.
Algunos comportamientos pueden parecen meritorios, otros vacuos, negativos, tambin
los que no despiertan inters o afecto, que son indiferentes. As, pues, se valoran las
distintas conductas de una manera diferente.
Si se convierte en un valor psicolgico el estar atento: atento a lo que efectivamente
pasa, atento a lo que se hace, atento a lo que se dice, tenindose por referencia, si se
puede lograr este modo de estar en el mundo como un teln de fondo, sin duda que se
gana considerablemente. En definitiva, apreciar el mrito de esta actitud es positivo
porque ayuda a crecer y desarrollarse.
Por un lado est el registro de cada accin y por otro la posibilidad de hacer conciente
ese acto Esto se puede producir slo por reflexin, que es volver sobre la accin.
Adems, como cada acto se graba en memoria y se van formando las huellas, hay
predisposicin a nuevos actos. No es indiferente lo que se haga porque de cada acto se
deja una huella.
Si se liga a la accin con el aprendizaje, resulta que se aprende haciendo y la
repeticin de esa accin es lo que finalmente produce el aprendizaje y posteriormente la
automatizacin. As hemos aprendido todas las cosas en nuestra vida, desde el hablar,
caminar, andar en bicicleta, tipear en un teclado. Es la experiencia repetida la que
produce crecimiento en el cerebro.
Ocurre que en la educacin tradicional se est deformando una de las capacidades ms
interesantes del ser humano, que es la de usar el mecanismo de la atencin para su
despliegue y crecimiento. Y por otro lado el hecho de no considerar su interioridad, al
poner afuera la experiencia del aprendizaje. Estos dos elementos nos parecen vitales
de considerar a la hora de hacer nuevas propuestas en educacin.
En sntesis, todo aprendizaje corresponde a nuevas construcciones, nuevas conexiones
neuronales, cableadas. Para instalar una nueva forma de hacer es preciso primero
tener la intencin, querer llegar all, y despus realizar las acciones con mucha atencin,
y repeticin, para ir grabando eso que va dejando huella hasta que en un determinado
momento se dispara esa nueva accin sin pensarla, se da por grabacin, repeticin y
se logra el automatismo. Entonces se est en condiciones de liberar energa para poder
llevarla a otro campo de inters de la conciencia. Por lo tanto, la experiencia de
aprendizaje es inevitablemente interna, nunca es externa, no se la puede localizar afuera.
Aprendizaje y buen humor.
Todos tenemos la experiencia gratificante del regocijo cuando aprendemos algo que
resulta de nuestro inters. Probablemente las ms de las veces estas situaciones se dan
muy alejadas del mbito escolar. Por el contrario, muchas personas asocian el
aprendizaje escolar a situaciones tediosas, forzadas, poco agradables, pero que deben ser
cumplidas para evitar las consecuencias negativas de no cumplir con las exigencias que
impone la escuela (siendo la peor de ellas el tener que repetir ese mismo proceso al
reprobar un nivel escolar). Ciertamente es una caracterstica de la vieja educacin los
aprendizajes impuestos y, por lo mismo, casi siempre resultan en aprendizajes
85
Soy tomado, usamos aqu esta expresin para significar que he perdido referencia interna, quedo
atrapado entre las ideas y situaciones, he perdido centro y las compulsiones dirigen mi discurrir.
86
Bergson, Henri. La risa. Ensayo sobre la significacin de lo cmico, Editorial Losada, Buenos Aires,
1943, pg. 12.
Sin embargo, pareciera fundamental sealar que para aplicar estos planteamientos se
hace necesario asumir desde ya al buen humor como una parte de todo el ser humano.
Este enfoque recin se est instalando socialmente, dado que tenemos una cultura que
valora lo racional, lo serio, lo formal, donde no tiene cabida esta actitud ms alegre,
liviana y sana frente a la vida, y que la integra y/o equilibra en relacin a otros
comportamientos de la persona. Existen dichos populares que avalan esta
desvalorizacin y que estn an fuertemente arraigados, tales como:la risa abunda en la
boca de los tontos, y a nadie le gusta aparecer como tonto o ignorante.
Necesitamos aprender a desarrollar el buen humor y a ejercerlo cuando corresponde,
aprovechando todos sus aportes. Es parte de esos saberes que enriquecen el ser y en
funcin de los cuales hay que tambin saber hacer.
Nos parece interesante traer una cita de El Buen Humor, como parte de una
humanizacin ms plena:
Sin embargo, el sentido actual y sobre todo la incorporacin del buen
humor como parte de la concepcin de un Hombre integral, ha sido ms
bien un logro reciente que se ha ido construyendo paulatinamente con el
aporte de diversos pensadores. Ello, como parte de una tendencia de
considerar cada vez ms un humanismo que ligue al hombre con todas las
expresiones de lo humano en el pasado y en el presente, sin discriminacin
alguna respecto a las mismas. Por lo tanto, si se considera el alto valor de
la felicidad como una bsqueda de todo ser humano, sin dudas que en ello,
el buen humor ocupa un lugar central como medio y como fin para una vida
ms plena. Lo que no implica desconocer otros sentidos como su dimensin
dramtica y trascendente87.
As es el ser humano, se orienta hacia el placer y lo distenso y se aleja de lo que le
produce dolor, por lo cual, es interesante instalar el buen humor en la escuela, haciendo
ms agradable y fructfero el tiempo que se comparte all.
El plano gozoso del ser humano se ha ido construyendo como parte de la plenitud de
su vida. Por ello, adquiere un lugar significativo la dimensin alegre, positiva, ldica,
placentera, juguetona, que implica el buen humor en su concepcin cultural actual, por
cuanto ampla y equilibra la concepcin sobre el ser humano, y por tanto de la
educacin.
Por su parte, desde el campo de las neurociencias, se nos seala que el
humor y su expresin ms manifiesta: la risa, se provoca cuando una
imagen, expresin o situacin, llega a travs de la corteza cerebral hasta al
tlamo y el hipocampo, y hacia los centros emocionales de la amgdala.
Que de all, la informacin pasa a estimular el cuerpo calloso y el crtex
prefrontal donde tienen lugar los procesos cognitivos, siendo ese el
momento donde hacemos conciente la gracia que tiene tal o cual
situacin al producirse una incongruencia con lo esperado, o con la
informacin habitual que tenemos al respecto. En este contexto, la risa
viene a ser la respuesta a este mecanismo. 88
87
Pedagoga del Buen Humor en Educacin Parvularia (Proyecto desarrollado en Jardines Infantiles de
JUNJI, 1999-2000) Equipo Responsable: Victoria Peralta, Mara Isabel Daz, Marisol Verdugo. Equipo Colaborador:
Rebeca Bize, Patricia Cceres. Pg. 8.
88
bid. Pg. 11.
El buen humor vendra a ser una tendencia o actitud que implica poner un conjunto de
energas positivas en marcha, y que como tal, favorece en forma integral al individuo y
se debe convertir en una estrategia personal y social de relacin crecedora.
En el diccionario del Nuevo Humanismo se define a la risa como:
Propiedad fisiolgica y conductual exclusivamente humana, movimiento
de la boca y otras partes del rostro que demuestra alegra de una persona o
grupo. 89
Las ventajas del aprendizaje del buen humor se reconocen no slo en cuanto a
desarrollar una mejor forma de enfrentar la vida con todo lo que implica: una
convivencia ms adecuada, mejor salud mental, abrirse a ms posibilidades, etc., sino
tambin a otras derivaciones. Estos nuevos campos dicen relacin con su incidencia en
el desarrollo cognitivo e incluso en el reforzamiento del aparato inmunolgico del ser
humano, lo que est llevando a tomar ms en serio esta fuente de sentidos y recursos.
En las distintas culturas hay algunas evidencias de este acercamiento al humor. En el
Antiguo Egipto exista Hator, la diosa de la alegra, la sonrisa del cielo, la eterna
alegra de las estrellas, que les daba incluso su brillantez. Esta valoracin del humor
como parte de la vida de los egipcios se ha encontrado incluso representada en pinturas
murales con situaciones graciosas, lo que podra interpretarse como una temprana
creacin de tiras cmicas.
La tradicin budista tiene a su vez la leyenda del Buda Sonriente, cuya alegra, risa e
inteligencia trascienden todos los sufrimientos terrenales.
En la selva ecuatorial haba comunidades que celebraban una fiesta de la risa y la
felicidad, cuando uno de sus miembros caa gravemente enfermo, con el fin de acelerar
su restablecimiento90. Nos parece muy destacable que esta celebracin de una fiesta
de la risa realizada en estas comunidades haya tenido tanta intuicin para establecer la
relacin del buen humor con la salud biolgica.
Actualmente se est hablando cada vez ms de temas como el amor, el optimismo, lo
resiliente, y perdindole el miedo a expresiones como la felicidad.
El tener una actitud pesimista u optimista no es gentico propiamente tal, ms bien
depende de las condiciones en que haya sido cableando su cerebro por las mltiples
interacciones con el ambiente social en que le toc nacer, dadas las actitudes de las
personas que rodeaban a ese nio en sus etapas vitales. Y posteriormente depende de las
decisiones que fue tomando, al constituirse en medios sociales ms amplios a partir de
la adolescencia.
El humor es sano y se constituye en un arte de vivir, ya que el sentirse bien es una
bsqueda del ser humano. As, permite asumir las pequeas dificultades de la vida en
forma sana, tener estrategias para enfrentar las adversidades y centrar los mayores
esfuerzos en lo realmente complejo con una mejor disposicin. Smajda 91 expresa que
tiene un triple cdigo: biolgico, psquico y sociocultural, y que implica una
polivalencia funcional y polismica, caracterstica de la especie humana.
En este mbito el concepto de resiliencia o capacidad humana para hacer frente a las
adversidades de la vida, superarlas y salir de ellas fortalecidos o incluso
transformados, adquiere especial importancia. Al respecto se seala la relevancia de
89
Silo, Obras Completas II, Diccionario del Nuevo Humanismo. Editorial Plaza y Valds, Mxico DF.
2002. Pg. 561
90
Holden, Roberto. La Risa, la mejor medicina, ONTRO, Barcelona, 1998, Pg. 14.
91
Smajda, Eric El experto en risa, 1998. Francia, artculo en: Le rire Sciences et avenir. Julio/Agosto,
pg. 5.
Silo. Apuntes de Psicologa. Ulrica ediciones. Santa Fe, Argentina. 2006, pg. 181.
Aguilar, Mario y Bize, Rebeca: Pedagoga de la diversidad. Una propuesta de inspiracin humanista, 2
edicin. Virtual Ediciones. Santiago de Chile, 2004, pg. 28.
Silo. Obras Completas volumen II. Diccionario del Nuevo Humanismo.. Editorial Plaza y Valds. 2004,
Buenos Aires, pg. 524.
Ammann, Luis. Autoliberacin. Editorial Plaza y Valds. Mxico, 1991, pg. 292.
respuesta, tan propio del conductismo, sino de generar ambientes educativos que
propicien experiencias ricas y estimulantes, ayudando a la construccin de la red
neurofisiolgica del nio y nia, lo que resultar, como ya vimos, en la base ideal sobre
la cual se asentarn los posteriores aprendizajes de las siguientes etapas.
Sobre la relacin individuo-medio hemos hablado reiteradamente en este trabajo y es
evidente que se trata de una idea central en nuestra concepcin de ser humano. En esta
etapa es el medio el que tiene la mayor influencia sobre el individuo, quien tiene la
menor capacidad de transformacin del medio. Por ello, entonces, resulta muy
importante que el espacio educativo procure generar un ambiente armonioso, amable,
afectuoso y alegre, ya que es la etapa de la vida donde se es ms permeable (y
vulnerable) a la influencia del medio sobre la persona. He ac una enorme
responsabilidad del mundo adulto: generar ambientes educativos adecuados, capaces
incluso de compensar carencias y dificultades que eventualmente pueda presentar el
medio inmediato de las personas, atenuando con ello el posible impacto negativo que
ese medio pueda ejercer sobre el buen desarrollo de esos nios. A su vez, el espacio
fsico educativo debe ser lo menos restrictivo posible, de manera de posibilitar la
exploracin amplia de los nios y nias.
No es del caso entrar en detalles sobre las actividades educativas que se puedan realizar
en esta etapa; sin embargo, no es difcil para quien es especialista en el trabajo
pedaggico con nios, imaginar las actividades adecuadas para los fines sealados. No
obstante, podemos mencionar que en el trabajo pedaggico propiamente tal, habra que
dar mucha importancia a que los nios identifiquen sus propias sensaciones y
percepciones. Del mismo modo, seran adecuadas las actividades que permitan el
contacto y registro del propio cuerpo (correr, brincar, danzar, juegos con objetos, etc.);
las actividades de juego con el lenguaje (narrar, cantar, inventar historias, etc.);
diferentes expresiones de arte, no desde un inters tcnico sino vivencial (cantar,
pintar, danzar, actuar, etc.). Es tambin el momento en que se elaboran en la persona las
nociones de la existencia del otro, aspecto que desde nuestra perspectiva debe siempre
ocupar una prioridad central en el quehacer educativo; en esta etapa se debe ir ayudando
a las primeras manifestaciones de la responsabilidad social, fomentando las actividades
en equipos, propiciando la colaboracin y ayuda mutua entre los nios.
Desde nuestro punto de vista, NO es adecuado ni pertinente para esta etapa establecer
exigencias intelectuales desmedidas, como lamentablemente ha venido aconteciendo en
la escuela tradicional debido las obsesivas presiones hacia el rendimiento. Afirmamos
con total conviccin que ello no slo genera un stress y presin que produce un
sufrimiento perjuficial en los nios, sino que adems es completamente inoficioso, por
cuanto ese errado concepto pone el acento en el desarrollo intelectual y se pierde la rica
posibilidad de desarrollo sensorial, convirtindose ello, paradojalmente, en una
limitacin posterior en el desarrollo de la inteligencia integral, que en nuestra visin
educativa aspiramos a potenciar al mximo. La estimulacin del sistema
neurofisiolgico en toda su amplia gama se limita al sesgar el quehacer educativo y
ello tiene consecuencias, ya que el cableado que no logra desarrollarse en este etapa,
ser mucho ms difcil en etapas posteriores.
2 etapa: 6 a 14 aos. Desarrollo de los centros de respuesta
Anteriormente, cuando revisamos el esquema del psiquismo segn la corriente de la
Psicologa de la Imagen; vimos que las respuestas del individuo operan a travs de los
cuatro centros de respuesta: vegetativo, motriz, emotivo e intelectual. Estos centros son
nuestro vehculo paracontestar a las sensaciones, se trate del medio externo o del
cual podr asentar los dominios especficos propios de sus intereses en etapas
posteriores de su desarrollo.
Por cierto que todo este tema no debe olvidar que la estructura de conciencia opera
precisamente como un todo, lo cual hemos revisado con cierto detalle en captulos
anteriores. Lo que queremos resaltar ac es la funcin de la imagen y vincularla con
nuestra prioridad en el desarrollo armnico de los centros de respuesta. Bien sabemos a
estas alturas, que una vez recibidos los estmulos mediante las percepciones (externas o
internas), o por accin de memoria, se configura la imagen en el espacio de
representacin y con eso la estructura de conciencia elabora sus respuestas que se
activan a travs de los centros. Entonces, el quehacer pedaggico en esta etapa debera
estimular el trabajo en esa estructura. Visto as el tema, las actividades educativas de
esta etapa deberan propiciar que una misma esfera del aprendizaje pudiera ser
experimentada por los estudiantes desde diferentes perspectivas, comenzando por la
activacin del circuito percepcin-sensacin-imagen-respuesta, de la mayor amplitud y
versatilidad posible. Algunas caractersticas de las actividades podran ser las
siguientes:
A) Estimulacin de la imaginacin, en el sentido de generar muchas imgenes
- ejercicios de imaginera
- teatro
- estudio y representacin de mitos y leyendas, etc.
B) Pluralidad de visiones, nunca mirar los fenmenos desde un solo punto de vista
- diversidad de interpretaciones histricas (el mismo hecho histrico analizado
desde diferentes miradas)
- religiones comparadas
- juegos de escuelas filosficas
- diversidad idiomtica
- visiones multiculturales para experimentar diferentes esferas del aprendizaje
- aprender a mirar un mismo fenmeno desde distintos enfoques (cientfico,
filosfico, artstico, etc.)
C) Hacer concientes las manifestaciones de cada centro
- identificacin de los propios registros
- estimulacin conciente de la motricidad, multiplicidad de movimientos
- diversidad emotiva
- diversidad de formas de pensar
- actividades de control vegetativo, etc.
D) Trabajo en equipo, resolucin de problemas en grupo, trabajos por proyectos
ejercer diferentes roles al trabajar en equipo
- agrupacin por proyectos elegidos
- proyectos donde se incluya investigacin de diferentes campos (matemticas,
qumica, fsica, biologa, ciencias naturales, sociales, artsticas, etc.)
- planteamiento de hiptesis y eleccin de metodologas
- resolucin de problemas en conjunto con aportes e ideas creativas
- presentacin de proyectos a sus pares para que se recojan posibilidades de
mejora
- estudiantes gestores y motorizadores de proyectos
etapa, no excluyente de los dems aspectos, es una proporcin que va variando de etapa
en etapa pero sin descartar u olvidar las restantes.
GLOSARIO
ADAPTACIN CRECIENTE: Respuesta que da el ser vivo a las modificaciones de un
medio en permanente dinamismo y movimiento. Estas respuestas son para restablecer
el equilibrio con ese medio y cuando le permiten crecer y evolucionar hablamos de
adaptacin creciente. En el ser humano el sujeto experimenta la a. c. como mayor
potencia interna y acuerdo consigo mismo y su medio.
La nueva educacin, al favorecer el desarrollo de los rganos de apropiacin, pretende
entregar herramientas al sujeto y al conjunto para una mejor adaptacin creciente.
ADAPTACIN DECRECIENTE: Respuesta que da el ser vivo a las modificaciones de
un medio en permanente dinamismo y movimiento, sin operar transformaciones en s
mismo, asumiendo pasivamente el impacto de lo ocurrido en el medio. La adaptacin
decreciente no permite crecimiento ni evolucin y puede, incluso, hacer desaparecer al
ser vivo. En el ser humano la a. d. se experimenta como tensin y contradiccin interna.
La educacin tradicional, al entender al alumno como un ser pasivo, est contribuyendo
hoy a la a. d.
APERCEPCIN: Actividad de la conciencia donde se pone atencin a la percepcin
sensorial. La conciencia se dirige hacia los sentidos para buscar informacin de ellos.
La apercepcin es un mecanismo til de la conciencia, es un mecanismo de
reversibilidad que denota un interesante grado de funcionamiento. En la nueva
educacin se pretende incorporar esta funcin de la conciencia porque produce en las
personas lo siguiente: desidentificacin, neutralidad, claridad y liviandad. As, se van
creando huellas de estos mecanismos de reversibilidad que potencian el funcionamiento
de la conciencia de volver sobre s.
APRENDIZAJE: Proceso de registro, elaboracin y transmisin de datos. Esto se da
por impulsos internos en el psiquismo, cuando se produce la percepcin se desdobla el
impulso hacia conciencia (se estructura la imagen) y hacia memoria (donde se graba), y
cuando se dispara la imagen la respuesta sale por los centros de respuesta (vegetativo,
motriz, emotivo o intelectual). De acuerdo con lo anterior, el proceso de aprendizaje no
es pasivo y supone siempre la puesta en marcha de los centros de respuesta. De esta
respuesta se tiene registro y se graba. El a. va modificando el comportamiento con
relacin a las experiencias de acierto y error, ensayos que van dando pautas para la
mejor adaptacin del individuo. Esta incorporacin de nuevos conocimientos,
habilidades, destrezas, conductas o valores implican un cambio de comportamiento en
la persona, que se va grabando en memoria, y lo aprendido se puede aplicar a nuevas
situaciones. En la grabacin y en la memorizacin la emocin tiene un papel
importante, por cuanto los datos se graban y memorizan mejor en situaciones
agradables. Para la Nueva Educacin, el aprendizaje debe ser el eje central de los
procesos educativos, y no la enseanza; es decir, que la ocupacin pedaggica principal
se centra en quien aprende y no en quien ensea. De cualquier manera se da una
continua reacomodacin en estructura, donde no est solamente la actitud activa del que
suministra informacin y pasiva del que recibe, dado que la relacin enseanzaaprendizaje opera como estructura.
ATENCIN: Mecanismo de la conciencia que permite advertir los fenmenos que all
se producen, tales como el darse cuenta de s mismo y de las operaciones que el
individuo realiza internamente. Asimismo, permite tomar contacto con el medio
externo con mayor nitidez. Es de vital importancia su advertencia, su desarrollo, su
fortalecimiento y consolidacin para la evolucin humana. Para la nueva educacin la
prctica de la atencin es un valor, ya que es el primer peldao para construcciones
Este tamiz es una forma particular de ver e interpretar las cosas, y en estructura con
el paisaje externo constituye la visin de la realidad. El p. i. es clave en el aprendizaje
por cuanto constituye el filtro de toda la informacin, percepcin y experiencia que se
pueda recibir en el hecho educativo y que rompe con la arraigada idea de recepcin
pasiva que ha cruzado a la educacin tradicional.
PAISAJE HUMANO: Tipo de paisaje externo constituido por personas y tambin por
hechos e intenciones humanas plasmados en objetos, aun cuando el ser humano como
tal no est ocasionalmente presente. Se diferencia del concepto de sociedad en que
esta ltima aparece como existente en s, excluida de toda interpretacin.
PENSAR COHERENTE: Se refiere al dominio y conciencia de los procesos de
construccin del conocimiento y del pensamiento, hacindose presente o consciente la
propia forma de aproximacin al conocimiento y/o al crecimiento personal. En el p. c.
el sujeto adquiere la habilidad de observar cmo son los mecanismos de aprendizaje, a
darse cuenta cmo se est aprendiendo, a reflexionar sobre lo que aprende, cules son
los hilos conductores, qu cosas se estn asociando, a sacar conclusiones, a tener
registro y/o sensibilizarse frente al tema del pensar. En la Nueva Educacin se va
concibiendo el acto del aprendizaje como algo dinmico, flexible, cambiante,
moldeable, y ello es coincidente con lo que entendemos como p. c.
PERCEPCIN: Registro del dato sensorial que llega a un sentido (externo o interno) y
que se registra como variacin en su tono de trabajo.
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