Psicopatia y Criminologia
Psicopatia y Criminologia
Psicopatia y Criminologia
Resumen. El trastorno psicoptico de personalidad o psicopata, a pesar de sus controversias en el contexto clnico ha resultado de enorme inters en el mbito de la psicopatologa
criminal y forense al mostrarse tras la evidencia cientfica acumulada como un factor predictor de primera magnitud de la conducta trasgresora de la normativa social y legal. En el
presente trabajo se propone un modelo comprehensivo de la dinmica de personalidad psicoptica desde una perspectiva psicopatolgica como paso previo y necesario para facilitar su anlisis criminolgico.
Palabras clave: dinmica de personalidad, psicopata, repercusin criminolgica.
Abstract. The Psychopathic personality disorder or Psychopathy, regardless their controversies in the clinical context, results of a crucial interest in the criminal and forensic psychopathology context, due to the proven scientific accumulated evidence, like a first magnitude predictor factor of the transgresor misconduct of legal and social rules. In the
present study it is proposed a comprehensive model of the psychopathic personalitys
dynamic from the psychopathology perspective as a prior and required step to facilitate its
criminological analysis.
Keywords: criminological impact, personality dynamics, psychopathy.
Algo no va bien en nuestro tiempo cuando seguimos inmersos en discusiones bizantinas. Personas
normales, desde luego, no lo son: entienden la diferencia entre el bien y el mal, pero disfrutan haciendo el mal, viven para hacer el mal, y eso no es muy
normal que digamos. Algo tendremos que hacer
tambin desde el punto de vista legal, no les parece?
(Jos Sanmartin, Prlogo al libro de J. M. Pozuelo: Psicpatas integrados).
La correspondencia sobre este artculo debe enviarse al autor al
email: [email protected]
Introduccin
El constructo psicopata hace referencia a un
sndrome clnico (aunque a da de hoy no est recogido en las clasificaciones internacionales de los
desordenes mentales APA y OMS), es decir, a un
conjunto de signos y sntomas psicopatolgicos relacionados (Hare, 2003). Como se desarrollar en el
presente artculo, la conformacin de la personalidad psicoptica tiene alta probabilidad de vulnerar la
normativa social y por tanto, de entrar en colisin
con el Sistema de Justicia, de ah su inters criminolgico y forense (Monaham, 2006). Por tanto, este
Anuario de Psicologa Jurdica
Vol. 21, 2011 - Pgs. 57-68
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como sinnimo de criminalidad. No debemos olvidar la etiologa multicausal de toda conducta, incluida la delincuencial (Mirn y Otero, 2005), dentro de
esa interaccin persona-situacin. Por tanto, el
padecer un trastorno psicoptico de personalidad
predispone en mayor grado a la criminalidad en trminos probabilsticos, pero en ningn modo determina o aboca irreversiblemente al crimen.
Si bien, aunque el psicpata no es el nuevo asesino nato lombrosiano, si es cierto que su estilo depredador de interaccin interpersonal coloca al entorno
del psicpata en una elevada situacin de riesgo para
sufrir algn tipo de dao (emocional, fsico o econmico). A este respecto, no parecen existir muchas
discrepancias entre psicpatas criminales y no criminales respecto a su inclinacin hacia el comportamiento no tico (Babiak, 2000).
En el presente trabajo se intentarn describir las
manifestaciones psicopatolgicas del trastorno psicoptico de personalidad para, desde dicha perspectiva, entender su expresin criminolgica.
Las importantes repercusiones jurdico-sociales
de un error en el diagnstico de psicopata, bien en
el sentido de un falso positivo (estigmatizacin del
sujeto) como de un falso negativo (riesgo delictivo) obligan a una formacin especializada de los
profesionales encargados de su evaluacin
(Garrido y Sobral, 2008). El contar con una prueba
de contrastada fiabilidad y validez para su diagnstico (PCL-R o su versin reducida PCL-SV) no
debe hacernos olvidar que la potencia de su aval
cientfico recae en ltima estancia en la competencia y habilidad del profesional encargado de su
administracin.
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El primer requisito para poder realizar un diagnstico de psicopata es que la personalidad del sujeto cumpla parmetros clnicos de desajuste (Belloch
y Fernndez-lvarez, 2005 tabla 1):
La esfera cognitiva hace referencia a los esquemas mentales (creencias bsicas que utiliza el individuo para percibir e interpretar a los dems, a s
mismo y los acontecimientos vitales). Sera el rea
de la personalidad que se va formando a lo largo del
proceso de socializacin (carcter). La personalidad
psicoptica presentara desajustes en este rea caracterizados por:
a) Visin egocntrica del mundo que se plasmar
principalmente en una bsqueda activa de la
propia satisfaccin, minusvalorando a los
dems y mostrando desprecio y desconsideracin por las motivaciones ajenas y sociales.
Esta caracterstica de personalidad predispone
al psicpata a la violacin de los derechos y
libertades de sus congneres.
b) Sensacin grandiosa de autovala con planteamientos de metas ilimitadas de xito, demanda y percepcin de admiracin irreal por parte
de los otros y autopercepcin de inmunidad
(sensacin de omnipotencia). Las ideas de
grandiosidad impiden una retroalimentacin
adecuada de la valoracin que de su conducta
realizan los dems (provocan la retroalimentacin positiva y responden de manera hostil a
las crticas), configurando un locus de control
externo. Este rasgo de personalidad predispone a estos sujetos a realizar un errneo anlisis
de la realidad (ponderacin de factores de riesgo) lo que aumenta la probabilidad de fracaso
conductual (Wallace, Vitale y Newman, 1999).
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crtex frontal, ventromedial y mecanismos lmbicos) que nos hace poner el nfasis en los factores
biolgicos frente a la incidencia del proceso de
socializacin en la etiologa del trastorno psicoptico de personalidad, en contraposicin a otras personalidades antisociales (socipatas o delincuentes
subculturales) donde el acento en su explicacin se
coloca en la vivencia de un proceso socializador
deficitario (Lykken, 2000).
Estas disfunciones afectivas tendrn las siguientes expresiones conductuales:
a) Inadecuado manejo de la ira. En el psicpata
pueden darse dos tipos de manifestaciones de
ira (Cornell, Warren, Hawk, Stafford, Oram y
Pine, 1996):
a) Una ira sincera (visceral) que ser provocada ante la percepcin de ataques a su persona o autoridad (hipersensibilidad a la crtica) o por impedimentos para la consecucin de sus deseos (baja tolerancia a la frustracin). Este tipo de respuestas descontroladas de violencia en el psicpata son de
aparicin sbita (imperceptible escalada de
la ira) y de una intensidad desproporcionada (alto riesgo para el otro).
b) Una ira fingida (instrumental) como tctica de control, intimidacin y sometimiento del otro. En ese supuesto, el psicpata
representa el estado emocional de hostilidad (signos externos del mismo) pero su
nivel de activacin psicofisiolgico real es
normalizado. La investigacin de Jacobson
y Gottman (2001) con varones que ejercan
la violencia sobre su pareja ejemplifican
muy bien este tipo de conductas: nos sorprendi descubrir que las pulsaciones de
alguien pudieran disminuir al pasar de una
situacin normal a una discusin () Los
cobra parecen excitados, actan con excitacin, se les oye excitados: sin embargo
interiormente cada vez estn ms calmados.
b) Falta de empata. Para una adecuada comprensin de esta caracterstica dentro de la dinmica de personalidad psicoptica debemos aludir
a los modelos multidimensionales de la empata (Feshbach, 1982; Hoffman, 2000) que esta-
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Conclusiones
La conformacin de rasgos de personalidad desajustados que constituyen el trastorno psicoptico de
personalidad predisponen al sujeto que lo padece a la
colisin con el ordenamiento jurdico y la normativa
social, por esa inclinacin a la consecucin de sus
propios intereses despreciando los derechos y libertades de los dems. Por tanto, la psicopata tiene un
enorme inters para la Psicologa Criminal y Forense,
en tanto que se presenta, atendiendo a la evidencia
emprica, como un factor de vulnerabilidad de primer
orden para la colisin con el Sistema de Justicia (frente al 1% de prevalencia de este trastorno en la poblacin normal encontramos una representacin del 2530% en poblacin penitenciaria Patrick, 2000).
Las caractersticas de la conducta criminal en el
delincuente psicoptico: intensidad de la accin violenta, elevado nivel de reincidencia y alta resistencia
al cambio, lo convierten en un reto para este mbito
cientfico, adems de ser un problema de poltica
criminal de primer orden para cualquier pas.
Hasta el momento, estas particularidades criminolgicas de su conducta han generado nicamente
polticas criminales respecto a estos delincuentes
basadas en el aspecto punitivo de la pena. Algo nada
extrao atendiendo a la orientacin interventiva
derivada del actual modelo de seguridad ciudadana (Garca-Pablos, 2007; Redondo, 2009).
As, dentro de nuestro contexto legal pese a que el
Cdigo Penal de 1995 consolid el tratamiento jurdico de los trastornos de personalidad como anomalas o alteraciones mentales (Jimnez y Fonseca,
2006) jurisprudencialmente se considera al psicpata plenamente responsable de sus actos antijurdicos
salvo que los desajustes en su personalidad de base
vayan acompaados de un trastorno del Eje I, de una
toxicomana o de otro trastorno de personalidad (e.g.
trastorno lmite)1. En otros pases, como EEUU,
1
Hay que sealar que la jurisprudencia espaola influida por la tradicin mdico-legal no asume el concepto psicopata descrito en el
presente trabajo (derivado de los estudios del profesor Hare y que recupera la esencia del trastorno de personalidad definido por Clecley), sino
que, con este trmino alude a cualquier trastorno de personalidad o al
trastorno antisocial de la personalidad. Sirva como ejemplo la revisin
jurisprudencial realizada por Lpez y Robles (2005). De las veintitrs
sentencias encontradas en las que apareca la palabra psicpata o psicopata en nueve de ellas se utilizaba como sinnimo de trastorno de
personalidad, en cuatro como equivalente a trastorno antisocial de la
personalidad y en el resto como trmino integrante del diagnstico o
bien como sinnimo de dolencia mental grave.
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casos supondra elegir forzosamente la falta de control sobre ellos, dada la inexistencia de tratamiento
en la prctica.
Sin embargo, distintas revisiones cientficas han
puesto de manifiesto claras deficiencias metodolgicas en los programas tratamentales que avalan esa
visin pesimista respecto a la rehabilitacin del psicpata criminal (Garrido, Esteban y Molero, 1996;
Lsel, 1996; Wong, 2000). Es decir, ms que hablar
de sujetos intratables, tal vez, deberamos hablar de
sujetos resistentes a los programas de intervencin
existentes hasta el momento, por otro lado, inespecficos para este tipo de delincuentes. En palabras de
Lsel (2000): tenemos que ser cautelosos y distinguir entre, por una parte, el conocimiento emprico
y, por otra, la suposicin bsica de que los psicpatas no tienen tratamiento (pgs. 237-238).
En este sentido, este autor en la obra sealada,
apuntaba los principios fundamentales que deberan
seguir los programas de tratamiento para delincuentes psicopticos y que con ciertas reestructuraciones
se exponen en el siguiente cuadro (tabla 2):
Tabla 2
1. Apoyarse en un adecuado conocimiento de la investigacin cientfica en el mbito de la psicopata.
2. Basarse en el estudio del caso individual (n=1). Se precisar para ello conocimientos en clnica criminolgica propios de la Psicologa Criminal
(psicopatologa criminal, motivaciones criminales y anlisis del delito) y habilidades en tcnicas de evaluacin forense (deteccin de la manipulacin y de la adherencia superficial al tratamiento).
3. El tratamiento ha de ser intensivo, regular y de larga duracin (motivacin para el cambio).
4. Contexto teraputico estructurado (las normas del programa de tratamiento deben estar previamente establecidas) y en constante supervisin. Se
preferir un formato en situacin de internamiento antes que ambulatorio.
5. Crear un clima teraputico sensible, constructivo y de apoyo sin obviar la firmeza en la aplicacin de las normas del programa previamente establecidas. Este aspecto debiera ser objeto de evaluacin continuada (dificultad de abordaje teraputico con estos sujetos).
6. El objetivo principal del tratamiento debe ser el abordaje de las necesidades crimingenas en lugar de los desajustes de su personalidad de base.
El tratamiento debera proporcionarles experiencias, procesos de aprendizaje y habilidades que les permitieran expresar y controlar las disposiciones bsicas de su personalidad de una manera no criminal.
7. Supervisin individualizada de cada caso. El modelo de intervencin y las caractersticas de los profesionales debern adecuarse al caso concreto.
8. Procurar el cumplimiento ntegro del programa. Una supervisin constante a lo largo del mismo facilitara la identificacin de aquellos factores
que pudieran incidir negativamente en el tratamiento (e.g., manipulacin de los internos, frustracin de los terapeutas, etc.).
9. Seleccin de los profesionales adecuados (competencias y habilidades especficas para el abordaje de este tipo de delincuentes).
10. Evitar el acceso de los internos en tratamiento a iguales desviados sin motivacin para el cambio. Se pueden utilizar en el programa a internos
rehabilitados que lejos de reforzar el comportamiento psicoptico confronten al psicpata con la realidad de sus conductas.
11. Fomentar los factores protectores del interno que contrarresten las motivaciones criminales.
12. Supervisin longitudinal y prevencin de recadas.
13. Evaluacin sistemtica y rigurosa en trminos metodolgico de los programas de tratamiento (identificacin de los factores correlacionados con
el xito o el fracaso). Sera de gran inters cientfico la comparacin de los datos arrojados por las evaluaciones de programas a nivel internacional.
que beneficios (e.g., situacin de privacin de libertad) a la vez que se les dota de habilidades para
alcanzar sus metas de poder y vida cmoda de
manera socialmente adaptada.
Teniendo en cuenta que el aspecto punitivo de la
pena es prcticamente inservible como elemento
disuasor de reincidencia en el delincuente psicoptico por la dinmica de personalidad descrita, que
la incapacitacin para delinquir propia del estado
de privacin de libertad se circunscribe nicamente al tiempo de duracin de la pena y que los programas de tratamiento no han sido adecuados para
cumplir el fin resocializador de sta, se entiende
que los esfuerzos de poltica criminal con este tipo
de delincuentes debieran dirigirse hacia dos lneas
fundamentales: por un lado, el entrenamiento de
los profesionales de la salud mental al servicio del
Sistema de Justicia (forenses y penitenciarios) para
realizar evaluaciones eficaces en la deteccin de
estos individuos; y por otro, fomentar la investigacin cientfica en el mbito del tratamiento de este
tipo de infractores que faciliten su reinsercin
social.
Apuntar que desde un punto de vista psicopatolgico, aunque algunos autores como Lsel (2000)
sealan la importancia de la deteccin temprana de
estos sujetos, debemos de ser extremadamente prudentes a la hora de utilizar la etiqueta psicopata
en poblacin infanto-juvenil por el carcter estigmatizador que supondra para el futuro del menor y la
dificultad de diagnstico diferencial, con lo que seran conductas disfuncionales de corte antisocial inherentes y circunscritas al periodo adolescente. Una
realidad emprica es que el nmero de delitos se dispara al llegar al periodo adolescente, decreciendo
posteriormente (Serrano, 2009). El 90% de los chicos y el 60% de las chicas participan en alguna actividad antijuridica durante la adolescencia. La
mayora de estos adolescentes abandonan estas
prcticas por propia iniciativa, sin que nunca hayan
tenido contacto con el Sistema de Justicia (Garrido,
Stangeland y Redondo, 2006). Moffit (1993) en este
sentido distingua entre jvenes cuya emisin de
conductas ilcitas se circunscribe nicamente a la
edad adolescente, y por otro, habra jvenes cuya
actividad delincuencial persistira a lo largo de su
vida. Sern estos ltimos los responsables de un por-
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Referencias
Alczar, M. A., Verdejo, A. y Bouso, J. C. (2008). La
neuropsicologa forense ante el reto de la relacin
entre cognicin y emocin en la psicopata.
Revista de Neurologa 47, 607-612.
Arroyo, J. M. y Ortega, E. (2009). Los trastornos de
personalidad en reclusos como factor de distorsin del clima social de la prisin. Revista
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Babiak, P. (2000). Psychopathic manipulation at
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