Este documento expresa los deseos del autor de que la persona a la que va dirigido experimente diversas situaciones desafiantes pero formativas en la vida, como caídas, enamoramientos, pérdidas, errores y desengaños. El autor espera que esta persona se levante después de cada revés más fuerte, aprenda lecciones valiosas, encuentre amigos y amor verdadero, y que a pesar de los sufrimientos sienta que la vida merece la pena vivirla.
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Este documento expresa los deseos del autor de que la persona a la que va dirigido experimente diversas situaciones desafiantes pero formativas en la vida, como caídas, enamoramientos, pérdidas, errores y desengaños. El autor espera que esta persona se levante después de cada revés más fuerte, aprenda lecciones valiosas, encuentre amigos y amor verdadero, y que a pesar de los sufrimientos sienta que la vida merece la pena vivirla.
Este documento expresa los deseos del autor de que la persona a la que va dirigido experimente diversas situaciones desafiantes pero formativas en la vida, como caídas, enamoramientos, pérdidas, errores y desengaños. El autor espera que esta persona se levante después de cada revés más fuerte, aprenda lecciones valiosas, encuentre amigos y amor verdadero, y que a pesar de los sufrimientos sienta que la vida merece la pena vivirla.
Este documento expresa los deseos del autor de que la persona a la que va dirigido experimente diversas situaciones desafiantes pero formativas en la vida, como caídas, enamoramientos, pérdidas, errores y desengaños. El autor espera que esta persona se levante después de cada revés más fuerte, aprenda lecciones valiosas, encuentre amigos y amor verdadero, y que a pesar de los sufrimientos sienta que la vida merece la pena vivirla.
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Espero que te caigas.
Que te caigas mil veces y te levantes
siempre una ms. Que te partas todos y cada uno de los huesos de tu cuerpo derrapando en este deporte de riesgo que llamamos vida. Y que merezca la pena. Espero que lo hagas y que quede claro que somos piedras que se pulen a golpes bajo la atenta mirada de quienes creen que en una de estas se rompern. Pero no se rompen. Espero que nada consiga partirte en dos. Espero que recuperes tus pulsaciones y ganes el pulso otra vez. Que aprietes los dientes y le digas al mundo de reojo que slo sabes caminar hacia delante y que si caminas hacia atrs es solo para recordarte que en peores plazas has toreado. Que aqu hemos venido a jugar. Que juegues. Que las cosas ms fuertes son las que nacen en la adversidad. Espero que saltes. S, que saltes desde la decimotercera planta de ese edificio llamado pnico a reconocer que te gusta. Que te den la vuelta a las cartas, que pierdas la partida, que ganes la jugada. Que te pillen el farol. Que te cambien las fichas por amaneceres que algn da contars. Que merezca la pena. Espero que te enamores. Y que duela. Que te enamores de esa clase de personas con complejo de lanzadera. De las que te hacen perder el vrtigo a cambio de las vistas. Espero que le preguntes a las noches donde est ella y que no te sepan responder. Que no puedas dormir. Que salgas a buscarla. Que la encuentres. Que merezca la pena. Espero que te pierdas. Que te pierdas en medio de un montn de personas a las que ni por casualidad hubieses imaginado conocer. Espero que dirigirles la palabra sea la nica manera que tengas de salir de all. Espero que salgas. Espero que encuentres a un amigo de verdad. Que lo conserves. Que merezca la pena.
Espero que llores. Que llores hasta salirte de ti mismo y los
ejes de la tierra se den la vuelta. Espero que tu mundo se vuelque y que, una vez patas arriba, seas capaz de aprender a vivir boca abajo. Que boca abajo de repente signifique del derecho otra vez. Espero que se te cierren las puertas. Todas y cada una de las que un da estuvieron abiertas en forma de probabilidad. Que tengas que elegir. Que encuentres la manera de abrir las ventanas y comprendas que la luz que entra en nuestras vidas no es sino aquella que nosotros dejamos que entre. Que vivir en la oscuridad nunca ciega, pero tampoco deja ver. Espero que mires hacia arriba. Creyendo o sin creer. Que mires hacia arriba y des las gracias. Gracias por ti. Gracias por ellos. Gracias por todo. Gracias. Siempre gracias. Espero que te vuelvas loco. Que encuentres eso que te mantenga despierto, que no te deje dormir hasta que no est terminado. Que lo termines. Que sea tuyo. Que lo compartas. Que merezca la pena. Espero que tires la toalla. Que te acorralen contra las cuerdas y por un momento pienses que nada puede ir peor. Espero que ese momento sea eso, un momento. Que seas t y solo t quien decida cunto dura. Que te gires, que des la cara, que sigas peleando. Siempre peleando. Que siempre tengas un motivo por el que pelear. Que merezca la pena. Espero que sigas yendo a ese bar. Que siempre tengas algo que contar. Que tengas algo por lo que brindar y que no te falte quien te recuerde que los que se han ido ya no estn pero que los que se quedan, se quedan por algo. Espero que siempre tengas a alguien que te diga la verdad. Aunque duela.
Espero que te digan adis. Y que lo digas t tambin,
queriendo y sin querer. Espero que te equivoques tantas veces como puedas. Que puedas pedir perdn por ello otras tantas. Que te perdonen. Que siempre vuelvas a casa con una leccin aprendida y la paz de quien sabe que el orgullo destruye ms que crea y aleja ms que acerca. Que te acerques. Que merezca la pena. Espero que te rompan el corazn. En trozos muy pequeos. Tan pequeos que ni siquiera parezcan trozos. Tan pequeos que se confundan con el polvo. Espero que te agaches. Que los recojas. Que los vuelvas a encajar en lugares que jams imaginaste que existiran dentro de ti. Espero que te sacudas las telaraas y los tengas donde hay que tenerlos para volver a hacer eso que todos necesitamos hacer tarde o temprano, confiar. Espero que vivas. Que sobrevivas. Y que merezca la pena.