Empleo de Diferentes Índices de Biodiversidad en Los Modelos Basados en Técnicas de Decisión Multicriterio
Empleo de Diferentes Índices de Biodiversidad en Los Modelos Basados en Técnicas de Decisión Multicriterio
Empleo de Diferentes Índices de Biodiversidad en Los Modelos Basados en Técnicas de Decisión Multicriterio
Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos y de Montes. Av. Menéndez Pidal, s/n. 14071 Córdoba. Telf. 957-21-86-56 / 52.
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RESUMEN
biodiversidad desde el punto de vista de su inclusión en modelos matemáticos de decisión multicriterio y otras técnicas
de investigación operativa de aplicación en la gestión del uso múltiple y la ordenación de los montes mediterráneos. En
concreto, se busca un método de medición de la biodiversidad basado en parámetros manejables por la ordenación y
gestión de los montes, y cuyos resultados sean representativos de la biodiversidad global. Para ello, se revisaron los
conceptos y los índices de biodiversidad de uso más extendido en la actualidad, así como diversos trabajos de aplicación
de estos índices a la gestión forestal mediante técnicas de decisión multicriterio e investigación operativa. A partir de
esta información básica se plantearon análisis estadísticos a partir de los resultados que estos índices arrojaban para los
datos recogidos en el inventario de un monte típicamente mediterráneo ubicado en la provincia de Jaén (Andalucía,
España). Este inventario fue llevado a cabo para la redacción del Proyecto de Ordenación de este y otros montes de la
zona. Del estadillo cumplimentado para cada parcela de muestreo se extrajo la información necesaria para obtener la
riqueza de especies leñosas (árboles y matorral), así como para calcular diversos índices de biodiversidad de especies de
árboles y de matorral (Margalef, Simpson, Berger-Parker, McIntosh y Shannon) y parámetros estructurales (altura,
diámetro y fracción de cabida cubierta) tanto del matorral como de la cubierta arbórea. El análisis de correlación de
estas variables mediante el coeficiente de Pearson arrojó resultados que tienden a indicar, para el monte estudiado, una
cierta independencia entre la biodiversidad de especies leñosas y la estructura de la masa forestal, tanto al nivel de
parcela como de cantón. En consecuencia, no se han podido obtener relaciones matemáticas lineales excesivamente
fiables entre variables controlables por la ordenación de montes y la biodiversidad de especies leñosas. Queda, sin
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INTRODUCCIÓN
Los montes se consideran actualmente como “sistemas biológicos con propósitos múltiples”
(Romero, 1997), entre los que la madera sólo es un objetivo entre varios y no necesariamente el más
importante. Esta situación se hace más patente aún en el entorno mediterráneo, donde la mayor
parte de los productos y beneficios generados por los montes son externalidades positivas que no
poseen un mercado ni, en consecuencia, un precio, por lo que suelen valorarse por otros métodos
como la valoración contingente, el método del coste de viaje y la valoración basada en variables
hedónicas (Romero, 1997) para obtener el Valor Económico Total (VET) de un monte (Pearce,
1993).
Para tener una idea de la importancia de estas consideraciones en la realidad forestal del territorio
andaluz basta consultar la “Primera Valoración Económica Integral de los Ecosistemas Forestales
de Andalucía”. En este estudio llevado a cabo por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de
Andalucía (2003, sin publicar), se estima el VET de los montes andaluces en 20.453 millones de
euros, con sólo un 25,3% de esta cuantía (unos 5.180 millones de euros) pertenecientes al apartado
productivo, principalmente el corcho (7,9%), la caza (7,6%) y la madera (6,2%). Los resultados
obtenidos en los aspectos recreativo (15,2%) y ambiental (59,5%), así como un valor de no-uso,
dentro del apartado ambiental, que asciende al 52% del VET total de los montes andaluces,
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En este sentido, la Adecuación del Plan Forestal Andaluz para el período 2003-2007, documento
que actualiza los contenidos del Plan Forestal Andaluz de 1989 a la realidad actual heredada de los
a) El desarrollo sostenible, como principio orientador básico de las políticas forestales del
espacio europeo.
b) La mediterraneidad y multifuncionalidad.
forestales.
Estas consideraciones quedan también recogidas en las Instrucciones Generales para la Ordenación
de Montes de la Comunidad Autónoma Andaluza, aprobadas en enero de 2004 (BOJA núm. 25, de
26 de febrero de 2004), donde la ordenación de montes o forestal se define como “la planificación
de las actuaciones a desarrollar sobre un monte, durante un plazo variable, para alcanzar los
además, que “se trata por tanto de una actividad multidimensional, que combina aspectos
Asimismo, una proporción importante de los Proyectos de Ordenación de Montes se redactan para
la gestión de montes de propiedad pública, donde la óptica privada de maximización del beneficio
económico no se adapta completamente a la búsqueda del óptimo social que con carácter general
propiedad pública pretendería optimizar la combinación de los usos que persiguen la obtención de
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productos y beneficios directos con los usos ambientales y sociales que otorgan beneficios
nivel de detalle significativo y a un coste razonable, de forma que pueda integrarse como un
El presente trabajo, no pretende generar un índice o un método nuevo, sino investigar cómo
combinar las técnicas existentes de medición de la biodiversidad con los datos que realmente se
para obtener una estimación de la biodiversidad del monte. Dicha medición debe ser representativa
del estado de conservación de la diversidad biológica del monte, así como de su posible evolución
en función del tiempo y de las posibles actividades y tratamientos ejecutables para que, en
consonancia con el resto de objetivos que tutelen la gestión del monte, se pueda seleccionar la
Según el texto del Convenio sobre la Diversidad Biológica (UNEP, 1992) firmado por 157 países
organismos vivos de cualquier fuente, incluidos, entre otras cosas, los ecosistemas terrestres y
marinos y otros ecosistemas acuáticos y los complejos ecológicos de los que forman parte;
comprende la diversidad dentro de cada especie, entre las especies y de los ecosistemas”.
Otra definición de diversidad biológica o biodiversidad viene dada por la Estrategia Global para la
Biodiversidad, que la considera como “la totalidad de los genes, las especies y los ecosistemas de
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Estas definiciones, teóricamente aceptadas por la comunidad internacional, son objeto de intensos
debates entre científicos, expertos, estudiosos y otras partes interesadas debido a las connotaciones,
sobre todo sociales y económicas, que emanan de su enunciado. Llama la atención la escasa
foros internacionales, más aún dada su trascendencia y sus implicaciones sociales, filosóficas,
interés económico por la biodiversidad como fuente de información y recursos (Rodríguez, 1997).
cual dificultad aún más si cabe su gestión. En este sentido, Bertomeu (2001) afirma que “el
(problema) más evidente consiste en la falta de una definición operativa de biodiversidad aceptada
universalmente que pueda ser incorporada a los modelos de optimización y de toma de decisiones
que se plantean en la gestión de masas forestales”. Esta idea se encuentra sostenida por diversos
autores como Gordillo et al. (2001) y Menéndez & Prieto (2001), siendo muchas y diferentes las
formas en que se ha pretendido abordar este inconveniente, pudiéndose citar los trabajos de Kangas
& Pukkala (1996), Carlsson (1999), Wikström & Eriksson (2000) o Menéndez & Prieto (2001),
entre otros.
Lo que sí parece quedar claro en las definiciones anteriores es que la biodiversidad es un fenómeno
que se expresa a distintas escalas espaciales, temporales y biológicas. Por tanto, no se enfrentan a
los mismos problemas los gestores responsables de, por ejemplo, el Parque Nacional de Sierra
pendula subsp. fontqueri, que cuando abordan el manejo integral de los ecosistemas presentes en
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Los gestores forestales que planifican y ejecutan la ordenación de montes trabajan, al fin y al cabo,
con especies, principalmente arbóreas, y con variables estructurales de la masa tales como el
diámetro y la altura de los árboles. Al mismo tiempo, la gestión se articula en unidades espaciales
de gestión consideradas homogéneas para una serie de atributos. La biodiversidad, desde este punto
gestión óptimos y produciendo mejoras significativas en los procesos de toma de decisiones, si bien
no se encuentran exentas de dificultades e inconvenientes (Romero, 1993; Tarp & Helles, 1995).
Dentro de estas limitaciones, existe una que reviste especial importancia y que podría explicar en
gran medida por qué estas técnicas no son empleadas con profusión por los gestores forestales, pese
y predicciones fiables sobre las variables a considerar, sin los que las soluciones de los modelos
el error, aspectos inherentes a cualquier acto de medición, son en el caso de la biodiversidad mucho
más patentes, más aún si, como es el caso de la biodiversidad, se carece de una definición
inequívoca del objeto de medición. En palabras de Bertomeu (2001), “el concepto de biodiversidad
que se adopte debe de ser biológicamente sólido, pero además ha de ser computacionalmente
eficiente”.
Las técnicas más potentes a la hora de abordar un modelo de decisión multicriterio son aquellas que
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todos los campos de las ciencias de la decisión (Díaz & Prieto, 1999). Sin entrar a describir todo el
aparato matemático que subyace a esta técnica de optimización matemática, la estructura general de
n
max Z = ∑ c j X j
j =1
Sujeto a
∑a
j =1
i, j X j ≤ bi i = 1,…,m
Xj ≥0 j = 1,...,n
Donde Z es la función objetivo, Xj son las variables de decisión y ai,j, bi y cj son coeficientes y
parámetros.
naturaleza se sabe que no se van a cumplir con exactitud, sí se debe asegurar que se encuentran en
En cualquier caso, este tipo de formulaciones posee una utilidad innegable en la planificación y
gestión de los montes, así como la suficiente flexibilidad como para ajustarse a un amplio rango de
verse en Hoganson & McDill (1993), Bravo et al. (1996), Nalli et al. (1996), Carlsson (1999) y
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• Cuantificable, es decir, su definición debe concretarse en un valor numérico que permita su
variable de decisión.
• Comparable, de forma que sea posible establecer objetivos del tipo “más del atributo mejor”
(maximización), “menos del atributo mejor” (minimización), etc, así como metas con sus
• Predecible a partir del natural devenir de los ecosistemas y de los tratamientos selvícolas
programados.
Moreno (2001) realiza una recopilación y descripción de los principales índices y métodos de
en que los seres vivos se relacionan con el ambiente y con otros seres vivos. Su medición se realiza
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La mayor parte de los esfuerzos dedicados al estudio de la biodiversidad se han centrado en la
diversidad al nivel de especies, ya que las especies son las entidades biológicas que mejor reflejan
las que existen un mayor número de datos y, en general, se detectan y cuantifican con relativa
facilidad.
Este nivel suele separarse en sus componentes alfa, beta y gamma (Terradas, 2001) desde el trabajo
posee más índices y métodos de medición desarrollados (Tabla 2). Se suele distinguir entre los
métodos que miden el número de especies existentes (riqueza específica) y los que miden la
abundancia relativa de los individuos de cada especie (estructura). Entre los primeros se encuentran
índices como el de Margalef o Menhinick, así como el método de rarefacción, distintas funciones de
acumulación y otro tipo de métodos llamados no paramétricos. Para estimar la estructura existen
también métodos paramétricos y no paramétricos, además de diversos índices entre los que se
encuentran el de Shannon, Simpson, Berger-Parker, McIntosh, Pielou y Brillouin (Del Río et al.,
2003).
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Tabla 2.- Índices de biodiversidad alfa
Riqueza de especies
Margalef
Índices
Menhinick
Alfa de W illiams
Rarefacción
Logarítmica
RIQUEZA ESPECÍFICA Funciones de
acumulación Exponencial
De Clench
Chao 2
Jacknife de 1º orden
Métodos no paramétricos
Jacknife de 2º orden
Bootstrap
Serie geométrica
Serie logarítmica
Modelos paramétricos
Distribución log-normal
Modelo de vara quebrada
Chao 1
Modelos no paramétricos
Estadístico Q
Simpson
Índices de Serie de Hill
ESTRUCTURA dominancia Berger-Parker
McIntosh
Shannon-W iener
Índices de abundancia
proporcional Pielou
Índices de Brillouin
equidad Bulla
Equidad de Hill
Alatalo
Molinari
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Por último, la diversidad gamma representa la heterogeneidad del conjunto de comunidades que
integran un paisaje, resultante tanto de las diversidades alfa como de las diversidades beta. Moreno
a) Gamma = diversidad alfa promedio x diversidad beta x dimensión de la muestra (Schluter &
b) Gamma = diversidad alfa promedio + diversidad beta (Lande, 1996; citado en Moreno, 2001).
diversidad filogenética (Moreno, 2001), es decir, habría que considerar además las diferencias
La diversidad al nivel de comunidades permite tener en cuenta no sólo a las especies, sino que
también se consideran los procesos y los hábitats. Este nivel de biodiversidad se suele analizar
mediante técnicas procedentes de la ecología del paisaje, la mayoría de ellas basadas en la teoría de
MATERIALES Y MÉTODOS
Esto nos lleva a plantearnos qué índice o índices son los más apropiados para nuestros propósitos,
es decir, cuáles de estos índices cumplen con los requisitos comentados y son cuantificables,
Partimos de la idea ya comentada de que los gestores forestales que planifican y ejecutan la
ordenación de montes trabajan principalmente con especies arbóreas y con variables estructurales
de la masa como el diámetro y la altura. En consecuencia, sólo fijaremos nuestra atención en los
índices que se adecuan a nuestra escala de gestión, es decir, en los índices de diversidad alfa de
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especies, dejando las diversidades beta y gamma (o de hábitats) para posteriores estudios que
Entre estos, hemos seleccionado los índices de biodiversidad descritos en el Manual de las
b) Índice de Simpson = λ = Σp i
2
, siendo pi la proporción del número de individuos de la especie i
como 1-λ.
e) Índice de Shannon = H´ = - Σ p ln p i i
2
. Es un índice estructural de equidad.
Estos cinco índices cumplen los requisitos de ser cuantificables, comparables y georreferenciables.
Para comprobar si se cumplen el resto de los requisitos, se propuso la realización de un análisis que
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total del monte. De esta forma, se pretende estudiar si estos índices son representativos, predecibles,
Para ello se partió de los datos de un inventario forestal ya existente, desarrollado para la redacción
de datos georrefenciados con respecto a la vegetación leñosa del monte. Toda esta información
correlacionada con el resto de componentes del ecosistema forestal: suelo, flora y fauna, con lo que
estos inventarios ofrecerían posibilidades de uso más amplias que el estricto enfoque maderero. Por
último, hay que tener en consideración que, aunque se podrían ampliar dichos inventarios para que
recojan otras variables de interés desde el punto de vista de gestión de la biodiversidad y de otros
aspira a medir y lo que es posible medir con los recursos disponibles (Rondeux, 1999).
Por tanto, a la hora de elegir las comunidades indicativas en este trabajo, siguiendo a Terradas
(2001) las plantas dominantes condicionan el medio donde deben desenvolverse las demás, es decir,
“el árbol, o los arbustos, e incluso las hierbas grandes o formadoras de macollas densas,
condicionan el ambiente en el que viven las plantas menores”. En este sentido, Buongiorno et al.
masas irregulares. Dicho autor justifica esta simplificación sobre la idea de que la distribución
biodiversidad.
Se puede pensar, por tanto, que la biodiversidad de la vegetación leñosa, como elemento estructural
Además, la vegetación leñosa es el principal componente biótico sobre el que recaen los
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tratamientos selvícolas programados por la ordenación de montes, lo que redundaría en los
En el caso estudiado, se partió de los datos de inventario tomados para la redacción del Proyecto de
Ordenación de un monte público de 1.454 ha, ubicado en la provincia de Jaén (Andalucía, España),
junto al Parque Natural de Despeñaperros. Las principales especies arbóreas presentes en el monte
estudiado son Pinus pinaster Ait., P. pinea L., P. radiata D. Don, Quercus pyrenaica Willd., Q.
repoblaciones, principalmente de coníferas, efectuadas en esta zona a principios de los años setenta,
sobre unos terrenos ocupados por aquel entonces por monte bajo y arbolado de encina, alcornoque y
En total, se han considerado 600 parcelas de las 653 parcelas de inventario que se levantaron en
total para dicho monte, eliminando aquellas con errores, en las que faltaban datos o donde los
¾ Cuartel A (441,57 ha): Mezcla de varias especies de coníferas y frondosas, siendo la más
¾ Cuartel B (515,03 ha): Dominio del pino resinero sobre el pino piñonero (Pinus pinea L.) y las
frondosas.
¾ Cuartel C (497,41 ha): Mezcla de pino resinero y piñonero, con predominio ocasional del
primero.
En primer lugar, se calculó para cada parcela y para cada cantón la riqueza o número de:
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