Guia de Lectura. La Casa de Bernarda Alba.
Guia de Lectura. La Casa de Bernarda Alba.
Guia de Lectura. La Casa de Bernarda Alba.
La casa de Bernarda Alba fue la ltima obra dramtica escrita por Federico Garca Lorca.
El autor acab de escribirla en junio de 1936, tan slo dos meses antes de morir. La obra,
estrenada en Buenos Aires en 1945 por la compaa de Margarita Xirgu, no pudo representarse
en un escenario espaol hasta 1964. Se trata, quiz, de la obra culminante en la produccin
dramtica de Garca Lorca. En ella perviven los mejores hallazgos de sus obras anteriores y se
hace patente el perfecto conocimiento del escenario que posea el autor.
Aunque el autor subtitula la obra Drama de mujeres, y escenifica un violento y
descarnado enfrentamiento entre mujeres en un ambiente rural, La casa de Bernarda Alba no es
un drama rural en sentido estricto. La obra no refleja las desgracias de la vida de un pueblo,
sino que ahonda en las obsesiones y en la personalidad conflictiva de un grupo de mujeres,
obligadas a vivir un encierro sofocante. Se trata de un drama que versa sobre la realidad
humana, pero vista desde la potica lorquiana. En sntesis, el ttulo alude a un mundo interior,
cerrado y hermtico, dentro del cual un personaje -Bernarda- mantiene sometidos a otros
personajes femeninos.
2.
Temas. Motivos
2. El temor a la murmuracin
El mundo de las falsas apariencias y de la hipocresa como forma de comportamiento social
afecta, fundamentalmente, a Bernarda y, en menor medida, a Martirio. La hipocresa ser un
rasgo caracterstico de Martirio a lo largo de toda la obra. En el episodio del retrato, su disculpa,
adems de resultar inverosmil, revela su constante falsedad.
d) El odio y la envidia
Las relaciones humanas estn dominadas por los sentimientos de odio y de envidia.
Bernarda se convierte en objeto del odio de sus criadas y de los vecinos del pueblo. Alimenta en
s misma el odio hasta tal punto que se convierte en un personaje detestable. Angustias es
odiada y envidiada por el resto de sus hermanas. Y, por su parte, ella tambin las odia. El odio,
la envidia, los celos, llevan a Martirio a acusar, finalmente, a su hermana Adela. Las mujeres
viven encerradas en un mundo inhspito y salvaje: los deseos de amar y de ser libres y la
imposibilidad de alcanzarlos impulsan a las hijas de Bernarda a alimentar fuertes sentimientos
de odio y de envidia.
Tambin la desigualdad y la injusticia social provocan el odio de las criadas hacia
Bernarda. Y su rigidez y su orgullo clasista e hipcrita le atraen el odio de las mujeres del
pueblo.
e) La injusticia social
A lo largo de la obra, y, especialmente, durante el primer acto, Lorca pone de manifiesto
las tensiones de la sociedad de su poca. Denuncia la injusticia y las diferencias sociales, la
conciencia y orgullo de clase y la crueldad que preside las relaciones de la sociedad. Plantea una
jerarqua social bien definida. En el estrato ms elevado Bernarda (y su familia), a continuacin
la Poncia, despus la Criada, y finalmente, en una posicin nfima, la miseria absoluta, la
degradacin social, la injusticia humana, representadas por la Mendiga. Las relaciones humanas
estn jerarquizadas y dominadas por la crueldad y la mezquindad del que ocupa el estrato
superior con quien se encuentra en una posicin inferior; y por la sumisin resignada -teida de
odio- de quienes estn en los escalones inferiores hacia Bernarda, que ocupa el lugar ms
elevado.
En consecuencia, la crtica social predomina en el primer acto, cuando el dramaturgo
est presentando un ambiente, una situacin... Ms adelante el autor disminuye las alusiones
sociales para centrarse en las relaciones humanas (odio, envidia, autoritarismo, deseos de
libertad, pasin amorosa...), autntico objetivo de la obra.
f) La marginacin de la mujer
Asimismo Lorca ha querido denunciar la marginacin de la mujer en la sociedad de su
poca. Para ello, enfrenta dos modelos de comportamiento femenino: (a) el basado en una moral
relajada (Paca la Roseta, la prostituta a la que contratan los segadores, y la hija de la Librada); y
(b) el basado en una determinada concepcin de la decencia (a la que Bernarda somete a sus
hijas).
El comportamiento femenino basado en la honra y en la decencia aparentes implica una
sumisin a las normas sociales y convencionales, que discriminan a la mujer en beneficio del
hombre. Desde el principio, Bernarda impone a sus hijas, un determinado comportamiento que
corresponde, de una parte, a su condicin de mujeres, y, de otra, a su nivel econmico
acomodado.
Mientras que a la mujer le est vedada cualquier inclinacin o impulso amoroso, al
hombre le est permitido mantener relaciones extramatrimoniales. Poncia lo justifica; las hijas
de Bernarda protestan por esta marginacin de la mujer.
g) La honra
Estructura de la obra
SITUACIN DE CALMA
Silencio. Repiques
de campanas.
Conversacin de
las criadas
II
Mujeres cosiendo.
Conversaciones
sobre los hombres.
III
Mujeres cenando.
Visita de
Prudencia.
1.
CONFLICTOS
Imposicin del
luto.
Intentos de rebelda
(Adela).
Violencia de
Bernarda con
Angustias.
La herencia.
Pepe el Romano.
Enfrentamiento
Adela/Poncia.
Retrato.
Insinuaciones de
Poncia.
Enfrentamiento
Adela/Martirio.
Conversacin
Bernarda/Poncia.
Encuentro de
Martirio/M Josefa.
Enfrentamiento
Adela/Martirio.
VIOLENCIA
M Josefa
arrastrada
violentamente
hasta su
habitacin.
Linchamiento de
la hija de la
Librada.
Escopeta y
disparo.
Suicidio de
Adela.
El estilo
1) EL LENGUAJE TEATRAL. LAS FORMAS DE EXPRESIN
En toda obra dramtica podemos distinguir entre texto dramtico primario (lo que escuchan los
espectadores en la representacin de boca de los actores) y texto dramtico secundario (aquellas
indicaciones que el autor considera necesarias para una mejor puesta en escena de su obra. Se trata de las
acotaciones). Dentro del texto primario distinguimos las siguientes formas de expresin: aparte, monlogo
y dilogo.
Las acotaciones nos proporcionan una informacin esencial acerca de la puesta en escena
(decorados, vestuarios ... ) y de la intencin comunicativa del personaje. Observamos una amplia variedad
de acotaciones:
a) Las acotaciones
indicaciones espaciales y ambientales: lugar y decorados;
indicaciones sobre el vestuario y los objetos caracterizadores de los personajes: vestidos
negros, enaguas blancas, abanicos, flores, bastn...
observaciones sobre el tiempo: es verano, es de noche;
aclaraciones sobre los gestos y los movimientos de los personajes: furiosa, le hace frente,
sale lentamente mirando ... , sentndose, mira fijamente, da un golpe en el suelo, se
lleva las manos al cuello, etc.;
las naturales anotaciones sobre entradas y salidas de personajes;
sugerencias en torno a la intencin comunicativa y al tono de voz: con intencin,
profunda, fuerte, con nostalgia, con pasin, sobrecogida, con intencin y en voz
baja, con tristeza, ansiosa, con retintn, temblando, a voces, con irona, con
odio, crecida, con sorna, casi dormida, disgustada, dramtica, etc.
b) Los apartes
Los apartes o palabras que dice un personaje, pero que no son percibidas por su interlocutor,
apenas se emplean. No obstante, Lorca se sirve del aparte en dos ocasiones: - en la visita de las Mujeres del
duelo, que insultan a Bernarda sin que sta se aperciba. En el segundo acto, en que Martirio, que est a
punto de descubrir a Amelia todo lo que sabe sobre Adela, opta por callar. Aun as murmura entre dientes
Eso, eso!, una mulilla sin desbravar. Por lo tanto, entre dientes y en voz baja equivalen al aparte, que en
La casa de Bernarda Alba se emplea exclusivamente para insultar a otro personaje.
c) Los monlogos
El monlogo o discurso de un solo personaje, que expresa su sentir u opinin sobre los
acontecimientos, se emplea una sola vez: en la intervencin de la Criada al principio de la obra. Este
monlogo consta de dos partes: (a) en la primera, critica a Bernarda -por su riqueza- y al difunto Antonio
M Benavides -por sus impulsos lujuriosos-; y (b) en la segunda parte, al advertir la presencia de las
mujeres, disimula e inicia una lamentacin por el fallecimiento del marido de Bernarda. Por consiguiente,
el monlogo, como los apartes, se utiliza para criticar.
d) Los dilogos
Los dilogos son predominantemente breves, rpidos y muy incisivos. En cuanto a su contenido,
podemos clasificarlos en tres grupos:
1. Dilogos informativos, que son aquellos que versan sobre historias anecdticas o en los que se
vierten opiniones sobre personajes y situaciones. Lase el dilogo inicial entre Poncia y la Criada.
2. Dilogos de acotacin, que son aquellos en los que hace alguna indicacin sobre el tiempo o el
espacio.
3. Dilogos de accin, que son aquellos en los que se produce un enfrentamiento entre los
personajes o a travs de los cuales progresa la accin dramtica. Como dato curioso indicaremos que
aunque son frecuentes los dilogos en que intervienen varios personajes, predomina la tendencia de
presentar dilogos de personajes emparejados: Poncia-Criada, Bernarda-Poncia, Amelia-Martirio, AdelaPoncia, Adela-Martirio, Martirio-M Josefa y Criada-Mendiga.
2) EL LENGUAJE COLOQUIAL
En el lenguaje de La casa de Bernarda Alba sobresalen los siguientes rasgos coloquiales:
1. Insultos, maldiciones y amenazas, rasgo que afecta a todos los personajes. Las mujeres del
duelo, Poncia y la Criada insultan a Bernarda. Propio del lenguaje coloquial es la maldicin: mal dolor de
clavo le pinche los ojos! (dir Poncia contra Bernarda). Estos insultos y maldiciones se producen en
ausencia del personaje aludido. Sin embargo, los insultos que profiere Bernarda contra sus hijas son
directos, igual que los insultos, amenazas y maldiciones que se cruzan entre Martirio y Adela y entre
Adela y Poncia.
2. Vulgarismos, puestos en boca de Poncia y de la Criada, como reflejo de su baja condicin
social: PONCIA.-Llevan ya ms de dos horas de gori-gori. Algn ejemplo de andalucismos, como la
expresin no seas como los nios chicos (Poncia, acto II) o puede ser un volunto mo (Martirio, acto
II).
4. Habla rural y campesina: la utilizacin del sustantivo madre sin artculo (Si la hubiera visto
madre, acto l), la apcope en la tercer sbana (Angustias, acto II), o 1 a expresin la noche requiere
compaa (Amelia, acto III).
5. Uso de refranes, frases hechas, y dichos populares.
6. Insinuaciones, alusiones, indirectas, frases de doble sentido: los personajes se acusan
mutuamente o acusan a un tercero mediante insinuaciones ambiguas. Estas alusiones son caractersticas
del habla de Poncia, sobre todo cuando trata de descubrirle a Bernarda el conflicto amoroso.
3) LENGUAJE POTICO. FIGURAS LITERARIAS
En el habla de los personajes conviven rasgos del lenguaje coloquial con exquisitas figuras
literarias. Estudiando con atencin el lenguaje de Poncia sorprende observar cmo emplea vulgarismos,
expresiones populares, refranes, que se funden en su habla con hermosas metforas e imgenes literarias.
Lo mismo sucede, en lneas generales, con los dems personajes.
Entre las figuras literarias, sobresalen las siguientes (citamos algunos ejemplos representativos):
1. Comparaciones.
POSIBLE SIGNIFICADO
Pasin sexual, deseo amoroso, instinto.
Imagen del nio, felicidad /Sacrificio
Sumisin
Fuerza y virilidad.
Amor, pasin
Muerte/ Erotismo
Vida/alegra
Ro: vida erotismo.
Pozo: muerte
Vida, libertad, amor
Tristeza, prisin, muerte.
Rebelda/ Muerte.
El lenguaje de la Poncia es extremadamente rico y variado: posee la gracia del lenguaje popular coloquialismos, expresiones populares y rurales, vulgarismos-; es maestra en las insinuaciones,
provocativa, tentadora, tiene sentido del humor, y a la vez su lenguaje est dotado de un cierto encanto
potico.
El lenguaje de M Josefa es una mezcla de lenguaje infantil y de habla perturbada: junto a
disparates y a juegos lingsticos absurdos, utiliza expresiones infantiles (diminutivos como en ovejita,
hormiguita) onomatopeyas (como mee) y sentencias graves.
5.
El espacio
La oposicin entre el espacio visible y el espacio aludido: