Obra Misional de Barrio
Obra Misional de Barrio
Obra Misional de Barrio
G r a n
MisiÓn de Barrio
Esta guía fue preparada para el uso de líderes de misión de la Iglesia de Jesucristo de
los Santos de los Últimos Días en Nueva Inglaterra.
Debe de ser estudiada en conjunto con Predicad Mi Evangelio (aquí se le hace
referencia como PME y le sigue el numero de pagina), y la carta de la Primera
Presidencia con la fecha de febrero 2005, Obra misional del barrio, (aquí se le hace
referencia como OMB).
Esta guía no es una publicación oficial de la Iglesia.
Puede obtener copias de esta guía y de otros materiales aquí mencionados en
missionaryleaders.org o con enviar un correo electrónico a
[email protected].
Apéndices
Apéndice B: Siete lecciones sobre cómo compartir el evangelio, Liahona, feb. 2005
Las responsabilidades de
un líder de misión de barrio
Ayude a los otros misioneros de barrio que están bajo su tutela para que lleguen a ser
grandes miembros misioneros y para que tengan una experiencia productiva, satisfactoria
y que los fortalezca.
• Inspire a sus miembros del barrio para que encuentre a personas para que los misioneros
les enseñen-a través del ejemplo y con desarrollar e implementar su plan misional de
barrio – es la manera más poderosa para apoyar a sus misioneros.
• Lleve a cabo una reunión con los misioneros cada semana. Planifique como los
miembros del barrio van a ayudar a cada investigador a progresar para llegar al
bautismo y después crecer en la fe.
Como miembro del consejo de su barrio y como parte del comité ejecutivo del
sacerdocio, tenga la iniciativa para revisar asuntos misionales en estas reuniones y
asegúrese de que este tiempo sea utilizado productivamente.
Planifique y dirija servicios bautismales que edifiquen la fe de todos los que asistan.
1
SecciÓn 1:
No hay ninguna solución administrativa para este problema. Requiere liderazgo. Los
miembros necesitan modelos para seguir. Visualice su reto de esta manera: es como si los
miembros caminaran a través de un témpano de hielo y estuvieran acurrucados en la
orilla de una grieta profunda, sin poder progresar por que tienen miedo de brincar al otro
lado. La grieta es la obra misional del miembro. Si usted y otros líderes de la Iglesia
tratan de empujar a los miembros por atrás, ellos se anclarán y resistirán. Pero si, en vez,
les pide que se hagan a un lado y usted mismo brinca al otro lado y luego se da vuelta y
extendiéndoles su mano para ayudarlos les dice, “¡Esta es un experiencia maravillosa y
edificadora! Así es como lo pueden hacer. Permítanme que les ayude,” entonces los
miembros seguirán su ejemplo.
2
Para ser el líder misional de su barrio se requieren cuatro pasos:
1) Aprenda; 2) Haga; 3) Enseñe; y 4) Testifique.
Aprenda
¿Cómo puede ser usted un miembro misional exitoso? El artículo en la
Liahona, “Siete lecciones sobre cómo para compartir el evangelio” a
ayudado a muchas personas que no sabían cómo compartir evangelio
el a convertirse en misioneros entusiastas. Uno de sus mensajes es
que muchos piensan que la obra misional es difícil y desalentadora
pero es porque han estado siguiendo principios incorrectos. Un
resumen de ese artículo esta en la siguiente pagina pero le animamos a
que lea todo el artículo en el apéndice de esta guía.
Testifique
Al enseñar a los miembros de su barrio a compartir el evangelio
usted los puede motivar a que hagan lo que se les ha ensenado con
compartir su testimonio personal del gozo que usted a sentido al
compartir el evangelio. Los testimonios motivan la acción. Usted y
sus misioneros de barrio no deben esconder sus velas ejemplares de
bajo de una almohada.
Después que estudie los siete principios en la siguiente página, lea la
página que le sigue la cual contiene un relato verdadero sobre lo que
sucedió cuando unos cuantos miembros hicieron brillar su luz en el
barrio de “Cambridge First Ward”. Se han cambiado los nombres en
este relato.
3
Siete principios para la obra misional de miembros
A pesar que estas declaraciones son falsas,
Los principios en esta columna deben ser los
los miembros permiten que sus esfuerzos
que gobiernan la manera que tratamos de
de compartir el evangelio sean influidos
compartir el evangelio:
por ellas:
5. Debido a que los misioneros son jóvenes y 5. Podemos confiar en los misioneros. Dios
sin experiencia, no se si puedo confiar en siempre a escogido al simple, joven y débil para
ellos para que les enseñen eficazmente a mis que sean Sus mensajeros. El los magnifica a
amigos. través del poder de Su Espíritu.
Un relato verdadero
Hace algunos años cuando las Hermanas Susan Jones y Laura Winn fueron transferidas al
barrio de “Cambridge First Ward” los miembros tenían más de un año de haber dado una
referencia a los misioneros. Spencer Quinn, un miembro, estudiante de la escuela “Harvard
Business School” se sintió inspirado a invitar a un conocido, Chip, para ser presentado con
las hermanas misioneras. Se sintió un Espíritu fuerte mientras las hermanas enseñaban la
primera charla. Después que Chip se fue el Hermano Quinn dijo, “Esto se siente tan
maravilloso. Hemos sentido un espíritu especial en nuestro hogar toda la semana mientras
nos preparábamos para esto”
La Hermana Jones respondió, “El próximo domingo es día de testimonios, podrá dar su
testimonio sobre lo que esto le a hecho sentir? Pienso que sería de gran ayuda para los otros
miembros.”
El próximo domingo el Hermano Quinn compartió su testimonio: “Hace dos semanas estaba
aquí sentado en la Reunión Sacramental cuando tuve la sensación de que debía llamar a uno
de mis compañeros de clase, Chip, y preguntarle si le gustaría aprender más de la iglesia.
Este susurro fue sorprendente porque apenas conocía a Chip. Sin embargo, llamé y le dije,
‘tal vez sepas que soy miembro de la Iglesia Mormona. Siempre ha tenido un significado
especial para mí. Pues tuve la sensación de que debía llamarte, antes de dejar que pasara más
tiempo este semestre, e invitarte a nuestro hogar para explicarte un poco de nuestras
creencias.’
“Para mi sorpresa, Chip dijo que el sabía que yo era Mormón y que llevaba años deseando
saber más de la Iglesia. Él no me había preguntado porque le daba vergüenza. Luego le conté
que había un par de buenas hermanas misioneras en nuestro barrio y que tenían unas charlas
designadas para introducir nuestras creencias básicas a las personas – y él se anotó para
recibirlas.
5
El testimonio que quería compartir es del Espíritu que ha llegado a nuestro hogar desde
que junto con las hermanas Jones y Winn hemos empezado a enseñar a Chip. No hay
ninguna paz en el mundo como la que se siente con el evangelio cuando se enseña en el
hogar por el Espíritu de Dios. Estoy muy agradecido por esta oportunidad que el Señor
nos a dado y deseaba compartir esto con ustedes.”
Después de haber enseñado la primera charla, la Hermana Jones le pidió a los Hermanos
Muir y Slovacek, “¿en la próxima reunión de testimonios podrían compartir sus
testimonios de cómo se sintieron al preguntar a un amigo si deseaba estudiar el evangelio –
y ¿cómo esto a afectado a su familia? Pienso que hay muchos miembros que desean invitar
a los amigos pero que tienen miedo y ustedes pueden ayudar.”
6
Elaborar y utilizar un plan para guiar los esfuerzos misionales de
su barrio
El plan misional de su barrio puede ser una de sus herramientas más valiosas para ser un
líder efectivo en los esfuerzos misionales de su barrio. El propósito del plan misional de
barrio es involucrar a todos los lideres y miembros del barrio en un esfuerzo unido para
compartir el evangelio y para crecer y fortalecer el barrio a través de la obra misional y la
reactivación (OMB;PME p.238)
7
El plan misional de Waltham (Un ejemplo común)
Nuestra visión para el Barrio: En cinco años queremos tener dos barrios en Waltham, en vez
de uno. Cada barrio tendrá miembros más fuertes y dignos del templo que los de hoy día.
Las metas de este año: Este año aumentaremos la asistencia a la reunión sacramental de 136
a 160 y encontraremos a 48 personas para que los misioneros les enseñe.
1. Prepararnos espiritualmente para ser misioneros eficaces, le pediremos a cada familia del
barrio que estudie Predicad Mi Evangelio cada semana en la Noche de Hogar.
2. La Sociedad de Socorro invitará a una amiga no miembro para que enseñe la clase en la
reunión de Superación Personal.
3. La Primaria le pedirá a la familia de cada niño que se bautice que permita que los
misioneros le entreguen invitaciones a sus familias y amigos para que asistan al servicio
bautismal.
4. El Obispo invitara a todos los adultos y jóvenes, diez a la vez, para que asistan a una clase
de tres semanas para que aprendan a como compartir el evangelio.
5. Los misioneros serán maestros orientadores, según los asigne el obispo, a 5 familias menos
activas y las atenderán como que si fueran investigadores y utilizarán el Informe de
progreso.
6. Los sumos sacerdotes se asegurarán de que cada nuevo converso vaya al templo dentro de
dos meses de su bautismo y que lleve acabo bautismos por sus antepasados.
7. Los asesores de Hombres y Mujeres Jóvenes invitarán cada mes a un amigo no miembro
para que dirija una actividad de los jóvenes.
8. El Quórum de Élderes llevará acabo cuatro charlas fogoneras para enseñar como ser
buenos esposos y padres e invitarán a amigos no miembros.
9. Un miembro del obispado, de la presidencia del sacerdocio y de las organizaciones
auxiliares y los misioneros se reunirán después de las reuniones cada domingo para hacer
una lista de los miembros que debieron haber asistido pero que no llegaron. Nos
comunicaremos con ellos ese día para decirles que los extrañamos, expresaremos nuestra
preocupación por su bien estar y les ofreceremos nuestra ayuda.
8
La estructura de un gran plan misional de barrio
La segunda sección del plan consiste de los trozos edificadores, como los que están
enumerados 1-9 en el plan de ejemplo en la página anterior. Cada organización del
sacerdocio y auxiliar del barrio debe contribuir un trozo edificador. Para que sean
simples y efectivos los trozos edificadores deben tener las características mencionadas
abajo. Conforme los miembros del consejo de barrio propongan los trozos edificadores
que ellos puedan contribuir como parte de su plan, usted debe ayudarles a formar las
ideas para que estén dentro del patrón de “sencillo y efectivo”.
Crear nuevos programas y eventos es más Es más fácil transformar las cosas que ya
difícil, aunque a veces nuevas tradiciones son hacemos en oportunidades misionales
importantes
Las actividades que componen el trozo Las actividades que componen el trozo
edificador ocurren una vez o edificador ocurren repetidamente, para
esporádicamente que se conviertan en hábito
9
Algunos tendrán un instinto para
establecer trozos efectivos y simples
para el plan misional de barrio, pero
otros tal vez no. Para ayudarlos
hemos extraído de los planes
misionales de barrios a través de
Nueva Inglaterra muchas ideas ya
comprobadas para trozos
edificadores efectivos y simples para
que cada organización pueda
considerar adaptarlos para su propio
barrio. Esto incluye trozos
edificadores para familias
Presidente Thomas S. Monson ha aconsejado, individuales que quieran cumplir
con su parte. Estos se pueden
“Cuando tratamos con generalidades, nunca obtener en missionaryleaders.org o
tendremos éxito. Cuando tratamos con específicos,
con hacer una petición a
rara vez fracasaremos. Cuando el rendimiento se
m i s s i o n a r y l e a d e r s @ ya h o o . c o m.
mide, dicho rendimiento mejora. Cuando el
rendimiento se mide y se informa, el ritmo del Usted puede imprimirlos y distribuir
rendimiento se acelera.” copias conforme le sea necesario
para ayudar a los líderes de su barrio
Citaciones Favoritas de la Colección de Thomas S. Monson, a definir iniciativas apropiadas para
Pág. 61, Deseret Book, 1985
sus organizaciones.
10
Las metas misionales del Barrio de Waltham
Personas que se
Asistencia a la encontraron
ReuniÓn Sacramental para recibir las charlas
Met a A c t ua l Met a A c t ua l
junio 148 24
julio 150 28
agosto 152 32
septiembre 154 36
octubre 156 40
noviembre 158 44
diciembre 160 48
Para ayudar al obispo a dirigir esta discusión usted debe crear una gráfica como la que
esta arriba o puede obtener una en blanco de missionaryleaders.org y utilizarla como un
patrón. Esta grafica divide las metas anuales en 12 pasos mensuales. Este ejemplo es
para el Barrio de Waltham cuya meta es aumentar la asistencia a la reunión sacramental
de 136 en diciembre a 160 para el próximo diciembre (un aumento de 24). Cada mes
dos personas adicionales tienen que empezar a asistir para mantener el ritmo para lograr
la meta anual. La otra meta que establecieron es encontrar a 48 personas para que los
misioneros les enseñen. O sea que los miembros del barrio tienen que encontrar a
cuatro personas para finales de enero; ocho para finales de febrero, 24 para finales de
junio y así continua.
11
Usted debe actualizar la gráfica mensualmente y pegarla en la pared durante las
reuniones de correlación y consejo de barrio para visualizar el progreso y hacerse
responsables de lo que cada uno dijo que iba hacer. Si se están atrasando en la meta,
usted necesita ayudar a su obispo a dirigir la discusión sobre que más ustedes como
líderes tienen que hacer para ponerse al día. En el ejemplo del Barrio de Waltham
mostrado arriba, están haciendo un buen trabajo para progresar hacia la meta de
aumentar la asistencia a la reunión sacramental. Para estar al día para poder alcanzar la
meta de 160 para fin de año, ellos tienen que lograr 146 para fin de mayo y ellos están
en 144. Sea que lo que están haciendo, esta funcionando. Sin embargo están atrasados
en encontrar a personas para que los misioneros les den las charlas. Ellos tienen que
tener una tormenta de ideas para ver que más pueden hacer para inspirar a los
miembros.
Usted puede utilizar una grafica como la de arriba o buscar una mejor manera de
regresar e informar pero tienen que diseñar un método como este y seguirlo
minuciosamente. Es crucial que usted y su obispo sean tan serios de su visión y sus
metas que nunca hagan de menos estar mal. El atrasarse en el ritmo requerido para
alcanzar sus metas debe hacer sonar alarmas en la reunión de consejo de barrio y
empezar una discusión sobre qué más se puede hacer para nuevamente ponerse al día.
Si no toman en serio sus metas, su visión de crecimiento y fortalecimiento de su barrio
nunca se logrará. El DVD adjunto “La misión del barrio de Wilmington” les puede
ayudar aún más a visualizar como pueden utilizar su plan de misión para dirigir los
esfuerzos misionales de su barrio.
Al relevar y llamar a nuevos miembros del consejo de barrio, usted debe reunirse con
los nuevos líderes para ayudarles a entender el papel que su organización se ha
comprometido a desempeñar en el plan misional de barrio. Esto es importante porque
en la mayoría de los barrios la estructura del consejo de barrio cambia significantemente
cada año.
12
¿Esta construido sobre un cimiento de visión, metas y compromisos?
¿Los miembros del consejo de barrio están tomando en serio su visión y metas?
¿Están regresando e informando a si mismos y rindiendo cuentas por cumplir las
metas que se han propuesto?
Si el plan misional actual de su barrio no cumple con estos requisitos hable con el
asesor del sumo consejo encargado de la misión y con su obispo para ver cuando y
como puede dirigir el consejo de barrio para crear y empezar a implementar un gran
plan misional de barrio.
13
Ayudar a sus misioneros de barrio a que crezcan y tengan éxito
Su tercera responsabilidad es estructurar a sus misioneros de barrio para que cada uno
aumente su fe, sus capacidades como líderes y maestros y el entusiasmo por su servicio
como misioneros (PME p.237).
Empiece con pedirle a cada misionero que dedique un tiempo fijo y específico cada
semana para el servicio misional. De la misma manera que los asesores de HJ/MJ
apartan un martes o miércoles por la noche para servir en sus respectivos llamamientos,
los misioneros de barrio deben dedicar un tiempo regular cada semana y por varias
horas, será un tiempo en el que magnificarán sus responsabilidades.
El dedicar tiempo para servir les ayudará a sus misioneros de barrio en muchas maneras.
Primeramente los pone en ritmo. El servicio que está programado regularmente no se
pospone. Por ejemplo, los maestros de la Primaria no posponen el enseñar en la
Primaria a una hora más conveniente. Está programado para cada domingo y el horario
les ayuda a magnificar este llamamiento. El comprometerse a una hora regular para
llevar a cabo el servicio automáticamente programa a los misioneros de barrio para que
hagan semanalmente las visitas de maestros orientadores/maestras visitantes los cuales
son tan cruciales para mantener a miembros nuevos activos, para ejemplos (véase abajo
para más información). Un Segundo beneficio es que los misioneros de tiempo completo
sabrán cuando los miembros están disponibles para ayudarles a enseñar a los
investigadores.
Usted puede hacer cuatro cosas específicas para ayudar a sus misioneros de barrio, vea
lo siguiente:
Asegúrese de que cada misionero de barrio tenga semanalmente una labor específica y
tangible y una responsabilidad que contribuya específicamente a uno de los trozos
edificadores de su plan misional de barrio. Cada uno debe comprometerse a prestar
servicio cada semana en un horario establecido y fijo. Esto les ayuda para que presten
servicio semanalmente como maestros orientadores/maestras visitantes de los miembros
nuevos y para que acompañen a los misioneros cuando den las charlas. En
particularmente, uno de los misioneros de barrio debe ser encargado del trozo
edificador de relaciones públicas del plan misional. Si usted tiene un especialista de
relaciones públicas en su barrio, esa persona debe ser llamada como misionero de
barrio. Cuando sea posible, el presidente de la Escuela Dominical debe asignar a un
misionero de barrio para que de la clase de Principios del Evangelio. Otro debe dar la
clase de Miembros Misioneros. Ellos necesitan esta oportunidad de crecer más que
usted. Debe estar resuelto a estructurar la labor de ellos de tal manera que al fin de cada
semana sus misioneros de barrio se puedan poner las manos en la cintura y decir “¡he
logrado algo importante!” Los misioneros de barrio deben asistir semanalmente a las
14
reuniones de correlación misionales. Aquí es donde estará revisando los detalles de su
progreso hacia las metas de su plan misional de barrio.
Aparte un tiempo especifico cada semana para ayudar a los misioneros de tiempo
completo a saber cuando están disponibles los miembros para ayudarles a enseñar a los
investigadores. Los misioneros de barrio deben estudiar profundamente las cinco
lecciones que se encuentran en el capitulo 3 de Predicad Mi Evangelio. También deben
tener dominio del capitulo 11 “¿Como le ayudo a las personas a que hagan y guarden
los compromisos?”. La página 173 les ayudará a comprender que el papel principal que
tienen los miembros es dejar que los misioneros enseñen y que solo apoyen la
enseñanza con compartir su testimonio. El tener dominio sobre este material le permitirá
apoyar a los misioneros quienes son guiados por el espíritu cuando enseñan.
15
Diríjales para que fortalezcan a los miembros nuevos
Entreviste a cada misionero de barrio una vez al mes para que ellos le puedan informar
sobre su mayordomía sobre las responsabilidades específicas que tienen en la misión del
barrio y en el plan.
Prestar servicio como misionero de barrio ha sido una experiencia frustrante para
muchos. Esto sucede porque los líderes de misión de barrio no les asignan
responsabilidades para cumplir, que sean específicas, con sentido y reto. Se les dice que
compartan el evangelio y que ayuden a los misioneros pero eso es prácticamente la
única dirección que se les da. Ellos no sabían que es lo que tenían que hacer, cuando lo
debían de hacer ni si estaban teniendo éxito o fracasando en sus llamamientos. Como
resultado, la mayoría de obispos dudan en llamar a miembros para que presten servicio
como misioneros porque la mayoría se han decaído improductivamente con la
asignación.
En muchos barrios no hay misioneros de barrio, solo el líder de misión en si. Si este es el
caso en su barrio, no solicite inmediatamente a su obispo misioneros de barrio. Primero
defina una estructura en la cual estos misioneros trabajarán. Defina que
responsabilidades tangibles, específicas y con sentido asignará a cada persona. Luego
pídale a su obispo que llame a misioneros de barrio para que cumplan con estas
responsabilidades. Si usted cumple con las recomendaciones de esta sección para que
sus misioneros de barrio sean productivos y crezcan en sus respectivos llamamientos, su
obispo estará ansioso por llamar a más personas para que presten servicio con usted en
la misión del barrio.
16
Convirtiéndose en un gran líder misional de barrio: Repaso 1
En este momento de su aprendizaje de como ser un gran líder misional de barrio, le pedimos
que pare. Dentro de los próximos días – en una noche o el domingo - dedique dos horas para
completar la siguiente asignación en un lugar tranquilo y pacífico. Usted está muy ocupado,
pero si usted cumple con esta asignación, se ahorrará innumerables horas de servicio en su
llamamiento como líder misional de barrio – y le ayudará a ser un líder mucho más eficaz. Por
favor no se exima. Haga las siguientes siete pautas:
1. Arrodíllese y ore en voz alta. Dígale a su Padre Celestial que ha sido llamado para ser el líder
misional de su barrio, no un administrador de misión; y pídale que le ayude a comprender y
magnificar su llamamiento. Infórmele que nuevamente va a leer págs. 1-16, como también las
partes en el Apéndice “La obra misional en el barrio” y “Siete lecciones sobre cómo compartir
el evangelio”. Pídale Su ayuda para que mientras lea, el Espíritu Santo pueda ayudarle a
entender que debe hacer para poder magnificar su llamamiento y complacerlo con su servicio.
3. Escriba una respuesta de dos párrafos para las siguientes tres preguntas:
a. ¿Qué específicamente tengo que empezar a hacer en mi vida para que pueda ser un líder
eficaz y ejemplar en los esfuerzos misionales de mi barrio?
b. ¿Qué cambios tenemos que hacer en el plan misional de barrio, y en la manera que
utilizamos el plan para que todos los líderes y miembros del barrio se puedan involucrar
en un esfuerzo unido para compartir el evangelio y para que el barrio crezca y se
fortalezca a través de la obra misional y la reactivación?
c. ¿Qué tengo que hacer yo para ayudar a los misioneros de barrio para que crezcan y tengan
éxito mientras prestan servicio a mi lado? ¿Cómo nosotros como un grupo de miembros
misioneros entregados a la causa podemos inspirar a nuestros miembros del barrio a que
compartan el evangelio con entusiasmo?
4. Arrodíllese nuevamente en una oración verbal. Explíquele a nuestro Padre Celestial lo que ha
escrito. Dígale que usted va a revisar y corregir estos párrafos y que Le suplica que el Espíritu
Santo le pueda inspirar para entender aún más profundamente lo que tiene que hacer y como
hacerlo par que pueda convertirse en un gran líder misional de barrio.
6. Arrodíllese nuevamente por tercera vez y ore en voz alta. Dígale a Dios que se compromete a
hacer las cosas que ha escrito. Pídale que lo bendiga y magnifique para que realmente pueda
ser la clase de líder misional que Él desea que usted sea – que pueda ser un instrumento en
Sus manos para que muchas, muchísimas personal puedan venir a Su Reino durante el tiempo
que usted preste servicio. Luego escuche mientras El le contesta a través del Espíritu Santo.
7. En su próxima capacitación con el asesor misional del sumo consejo y en su próxima reunión
con su obispo déles una copia de lo que ha escrito para que le puedan brindar un mejor
apoyo.
17
Sección 2:
Esta sección de esta guía resume un estudio, “Como ayudar a nuestros miembros nuevos
a convertirse en Santos de los Últimos Días fuertes y entregados”, el cual fue preparado
por los presidentes de las estacas de Nueva Inglaterra par investigar porque tantos
miembros nuevos se alejan de la Iglesia y como se puede resolver este problema. Los
barrios que han seguido estas simples recomendaciones en este estudio han demostrado
que el porcentaje de sus nuevos conversos que se mantienen activos ha aumentado
significativamente comparado al pasado. Puede obtener copias de este estudio en
missionaryleaders.org o con enviar un correo electrónico a
[email protected].
18
El Presidente Hinckley nos a recordado que los miembros nuevos
necesitan amigos, responsabilidades y ser nutridos por la buena
palabra de Dios (PME p.234-235; Moroni 6:4). Sin embargo, con
solamente proveer estas cosas después del bautismo, normalmente
no es suficiente para transformar a nuestros miembros nuevos en
Santos de los Últimos Días de toda la vida y en Santos fuertes.
Tenemos que hacer un mejor trabajo antes del bautismo para
prepararlos para que reciban estas cosas. Luego se las tenemos que
proveer.
19
Mejor preparación II: Preparados para aceptar
responsabilidades
20
Mejor preparación III: Aprender a como ser nutridos
Los misioneros no deben simplemente pedir a sus investigadores a que lean el Libro de
Mormón y que oren. Deben enseñarles como hacerlo porque no se debe leer en la
misma manera que se nos enseña a leer novelas o un libro de texto. Siguiendo el patrón
de Predicad Mi Evangelio (páginas 111-112), ellos deben organizar sus lecciones
alrededor de preguntas a las cuales los investigadores quieren respuestas y darles
asignaciones para leer en el Libro de Mormón donde se encuentran las respuestas.
Deben pedir a los investigadores que escriban las respuestas a esas preguntas, de esta
manera causarán que ellos mediten profundamente y oren sobre lo que han leído. Por
igual, deben cuidadosamente enseñar a los investigadores a como ofrecer oraciones
personales y en privado – porque en las religiones en la cual se crían la mayor parte de
investigadores se les enseña a recitar oraciones de memoria o escasamente han orado.
21
Tres cosas que puede hacer para proveer, amigos, responsabilidad y nutrición
Las secciones de arriba hablan de preparar a los investigadores con amigos en el hogar,
la habilidad y el deseo de aceptar responsabilidad y un entendimiento de cómo ser
nutridos por el Espíritu mientras oran y estudian la buena palabra de Dios. Esta sección
describe como usted puede proveer amigos, responsabilidad y nutrición después del
bautismo. El cuadro abajo numera tres cosas simples pero poderosas que usted puede
hacer – cada cual proveerá a cada miembro nuevo con estas tres necesidades.
Nutrición en la buena
Cosas que debe hacer Amigos Responsabilidad
palabra de Dios
1. Para cada miembro En un llamamiento ideal, El recibir un llamamiento En un llamamiento ideal,
nuevo formule 1-2 miembros nuevos el día de su bautismo el miembro nuevo
semanas antes del siempre sirven con otra ayuda a que cada aprenderá el evangelio
bautizo un llamamiento persona. El trabajar miembro nuevo se sienta mientras presta servicio.
ideal que tenga las cinco juntos forja amistades importante y necesitado
características más profundas que en el barrio.
numeradas en la cualquier otro medio de
siguiente página. Haga hermandad.
la recomendación a su
obispo y si es inspirado
a hacerlo, él debe
extender este
llamamiento cuando se
lleve acabo el bautizo.
2. De ser posible, 1-2 Deben asistir al templo Hacer bautizos por El asistir al templo les da
meses después del con amigos del barrio. familiares difuntos es una a los miembros nuevos
bautizo, lleve a cada Cuando el converso hace responsabilidad cuya una meta espiritual de
miembro nuevo al la obra en el templo por importancia cada corto plazo por la cual se
templo para hacer sus antepasados, sentirá miembro nuevo puede pueden prepararse para
bautizos por sus el amor y protección de sentir. recibir. Ellos sentirán el
antepasados. ellos. Espíritu en el templo.
3. Pídale a los Las visitas semanales de En sus visitas semanales En el transcurso de sus
misioneros de barrio los misioneros de barrio los misioneros de barrio visitas semanales los
que cada semana fijen 1 como maestros/ maestras pueden ayudar a los misioneros de barrio
o 2 periodos de tiempo visitantes fomenta una conversos a preparar los pueden dar las cinco
consistentes en el cual amistad y facilita la nombres de familiares charlas para miembros
prestaran servicio. transición de las visitas para hacer los bautizos nuevos.
Asígnelos como diarias de los misioneros. en el templo; y les
maestros orientadores/ pueden enseñar como
maestras visitantes de magnificar el
los miembros nuevos llamamiento que el
durante los primeros obispo les ha dado.
3-4 meses después su
bautismo. Deben
visitarlos semanalmente
en el periodo de tiempo
que han fijado.
22
Aquí hay más detalles sobre el porque y como usted puede ayudar a su obispo a dar
llamamientos a los nuevos conversos. El obispo esta ocupado y no conocerá a los
conversos tan bien como usted. Usted puede ayudar con formular cuidadosamente este
llamamiento y proponérselo. El llamamiento ideal para miembros nuevos debe tener
estas cinco características:
• Les simplifica las responsabilidades: el que hacer y como hacerlo son claros y no
ambiguo;
Una semana antes del bautizo del converso usted debe dar al obispo su recomendación
para una responsabilidad para cada converso. Y si el obispo recibe la inspiración, debe
extender ese llamamiento el día del bautizo. Esto es crucial porque la mayor parte de
conversos que se inactivan empiezan a alejarse en las primeras semanas de ser
miembros. Desde el principio sus miembros nuevos necesitan sentirse importantes y
necesitados en su barrio.
23
Se sienten importantes
Posibles llamamientos para los
aprende el Evangelio
Requiere asistencia
miembros nuevos
Mientras sirve
Sirve con otra
y necesitados
estructurado
el domingo
Nota: Los llamamientos que no son ideales están escritos en
caracteres regulares. Aquellos que se han moldeado para que
persona
Claro y
tengan las características de un llamamiento ideal están
escritos en negrita.
24
Se sienten importantes
Posibles llamamientos para los
aprende el Evangelio
Requiere asistencia
miembros nuevos
Mientras sirve
Sirve con otra
y necesitados
estructurado
el domingo
persona
Claro y
6. Ser quien saluda en la puerta de la Reunión
X X
Sacramental
Medición
Hemos decidido en Nueva Inglaterra que el mantenerse digno de asistir al templo es
nuestra meta para todos los miembros, nuevos y viejos. Cada trimestre se le pedirá a su
obispo que informe al miembro misional del sumo consejo las siguientes estadísticas:
• ¿Cuántos de ellos, de acuerdo al obispo, son dignos de una recomendación del templo
completa o de uso limitado?
25
Sección 3:
• A través del Programa de Cinco Familias ayude al obispo y al líder de sumo sacerdotes
en la responsabilidad de traer a los menos activos a una actividad completa; y
26
Semanalmente tener correlaciones eficaces
27
misioneros empezar a enseñar a sus familiares y amigos? Recuerde, para mantener a
todo miembro nuevo activo este es un elemento muy importante de su plan.
• ¿Están progresando para poder ir al templo dentro de 1-3 meses de su bautizo y hacer
bautizos por sus familiares?
• ¿Se les está enseñando semanalmente las cinco charlas para miembros nuevos?
• ¿Tienen amigos en el hogar que les apoye en sus esfuerzos por vivir el evangelio?
• Aparte de que usted mismo sea un miembro misionero ejemplar, lo más importante
que usted puede hacer para que tenga éxito su misión de barrio es que usted y los que
asisten a la reunión de correlación misional tomen en serio las metas que han
establecido para el crecimiento y fortalecimiento de su barrio. Si usted realmente toma
en serio de que se aumente la asistencia a la reunión sacramental y en la gráfica de la
página 11 muestra que están cortos en su meta, aquellos en la reunión explorarán que
más hay que hacer para que los que son activos ocasionalmente, los menos activos y
los investigadores empiecen a asistir a la iglesia fielmente. Si el ritmo de referencias no
está al paso con sus metas, provocará una discusión similar para explorar que se
puede hacer para inspirar a más miembros del barrio para que encuentre a personas
para que los misioneros les enseñen.
• Ya sea como voluntario o por asignación, usted u otro miembro presente en la reunión
debe concluir con relatar una experiencia inspiradora que hayan tenido al compartir el
evangelio. Es importante que se haga esto, porque puede transformar una reunión de
naturaleza administrativa a una en la que el espíritu testifique al corazón de cada
persona presente el propósito sagrado de la obra misional.
28
Contribuir en las reuniones de consejo de
barrio y en el comité ejecutivo del sacerdocio
Usted es miembro del comité ejecutivo del sacerdocio y el consejo
de barrio. Se debe utilizar el tiempo en estas reuniones para revisar
a los investigadores que están progresando y las familias menos
activas a quienes los misioneros visitan como maestros/maestras
visitantes. Los misioneros regularmente asisten a estas reuniones El revisar el
para informar sobre los investigadores que están progresando y progreso de los
porque asistir a estas reuniones es una capacitación valiosa para investigadores y
cuando ellos sean líderes misionales después de cumplir con su miembros menos
misión. La intención es que los misioneros asistan a estas activos con los
reuniones; sin embargo, a discreción del obispo se les puede pedir líderes del barrio
que no asistan cuando se están tratando asuntos que él considera les ayuda a:
confidencial (PME p.233).
Dar la
Estas reuniones son el foro principal en el cual el obispo trabaja bienvenida a los
con los líderes del barrio para guiar al barrio en todas sus investigador en la
dimensiones. El tiempo (15-30 minutos) que es asignado para iglesia con
discutir los esfuerzos misionales es una preciosa mayordomía. conocimiento
Manéjelo cuidadosamente para que no se desperdicie ni un solo
Analizar cómo
minuto (OMB).
le pueden ayudar
a los misioneros
Para obtener un efecto máximo durante el tiempo misional en estas para que
reuniones requiere que usted haga recomendaciones y dé la aumenten su
información que los líderes de barrio necesitan para ayudarlo a reserva de
usted y a los misioneros con los investigadores. Al menos que personas para
usted los guíe, algunos misioneros no sabrán más que dar el enseñar, y
nombre del investigador cuando presenten el informe de progreso.
Los misioneros deben proveer información importante sobre los Ayudar con la
investigadores – sobre sus familiares y amigos, pasa tiempos, transición de
conocimiento educativo y donde trabajan. Estas piezas de los miembros
información son los “anzuelos” que los lideres de barrio pueden nuevos a una
utilizar para formar lazos entre los investigadores (y sus familiares membresía
y amigos) y los miembros que comparten algo en común. También completa
le puede ayudar a los líderes dar a los investigadores
oportunidades para empezar a prestar servicio en el barrio antes
del bautismo.
29
caras con los nombres y poder
visualizar que estas personas existen y
realmente meritan su atención y
apoyo.
30
Implementar el Programa de cinco familias
En agosto del 2006, Elder Earl C. Tingey, presidente mayor del Quórum de los Setenta, le
pidió a cada estaca del este y noreste de Norte América que instituyera una practica en
la cual el obispo y los líderes de los Sumo Sacerdotes (quienes tienen la responsabilidad
de los futuros élderes) asignen a los misioneros de tiempo completo para que visiten
regularmente a cinco familias menos activas – familias quienes, en su criterio, tienen un
fuerte potencial de reactivarse y referir a otros a los misioneros. El quórum del
sacerdocio puede contar estas visitas como visitas de orientación familiar.
Los misioneros deben ofrecer su amistad a estas familias. Tan pronto como sea
apropiado, los misioneros deben pedir permiso para empezar nuevamente a darles las
charlas misionales. Entonces los misioneros deben tratar a esta familia de la misma
manera que tratarían a un investigador – esto incluye informar el progreso durante PEC o
en el consejo de barrio, como si fueran investigadores. Deben utilizar los mismos
informes de progreso.
Cuando se saca a una familia de lista, ya sea porque no progresó o porque nuevamente
se activó, el obispo debe asignar a los misioneros otra familia menos activa, para que de
esta manera los misioneros siempre tengan asignados a visitar a cinco familias menos
activas. Hemos visto que el hacer esta obra beneficia significativamente el esfuerzo
misional – no solamente por la reactivación, pero a través de las referencias que vienen
de estas familias.
31
Organizar servicios bautismales efectivos e inspiradores
Hay tres motivos por el cual tenemos servicios bautismales en vez de llevar a cabo la
ordenanza en privado: 1)Proveer una experiencia espiritual y profunda en el corazón del
nuevo converso que le confirmará que ha tomado la decisión correcta (PME p.227); y
2)Para ayudar a los amigos y familiares que asistan a que sientan el Espíritu y que quieran
aprender más (PME p.227); y 3)Para inculcar en los corazones de los miembros el deseo
de continuar nutriendo a estos conversos y con entusiasmo buscar a más personas para
que los misioneros les enseñe.
El formato que proponemos abajo sigue las pautas de Predicad Mi Evangelio. También
sintetiza ideas de varios barrios de Nueva Inglaterra para poder tratar estos tres
propósitos. Usted debe seguir la guía del Espíritu al planificar los servicios bautismales,
pero esperamos que estas pautas le sean útiles. Utilizaremos el pronombre “ella” en el
texto siguiente para referirnos a ambos conversos, masculinos y femeninos.
Lista de control
para el servicio bautismal
Organice el servicio con suficiente tiempo para que le permita hacer un
programa escrito. Algunos barrios le dan al miembro nuevo como un recuerdo
una copia del programa en un marco.
Típicamente lleva dos horas para llenar la pila con agua tibia – así que
empiece hacerlo con más que suficiente tiempo. Asegúrese que quien se
bautice llegue temprano para que se vista con la ropa bautismal y se empiece
el servicio a tiempo.
En un salón de clase, el que bautiza debe ensayar con la que se bautiza como
agarrase mutuamente de las muñecas y como detenerse la nariz. Se le debe
enseñar a quien se bautiza como doblar las rodillas como que se va a sentar,
en vez de que se tire hacia atrás.
Diga a la conversa que traiga ropa interior extra y una toalla. Es Buena idea
sugerir a las mujeres que al bautizarse se pongan una ropa extra debajo, como
una camiseta blanca, de esta manera al salir del agua con la ropa mojada no se
tienen que preocupar de la inmodestia.
32
El servicio tiene que ser planificado y anunciado con el más tiempo posible para que
puedan asistir varios amigos, familiares y miembros del barrio. Usted, o un miembro del
obispado debe dirigir el servicio. Después del himno y la oración, un discursante puede
describir la restauración del evangelio y lo que significa el bautizarse en la Iglesia de
Jesucristo. Tales comentarios regularmente son dirigidos al converso. También deben ser
dirigidos a los amigos y familiares del converso, para que puedan entender que ella esta
haciendo convenios importantes, y para que estén preparados y comprometidos a
apoyarla. El discurso debe concluir con un testimonio que sea del corazón y que invite
al Espíritu. Cuando sea posible se puede tener un número musical. Luego se lleva acabo
el bautizo con dos testigos que por lo menos posean el oficio de presbítero.
Durante el período de tiempo que se espera en lo que la nueva miembro se viste, usted
necesita planear algo que invitará aún más a que el espíritu esté presente en el servicio.
En algunos barrios un misionero enseña una corta versión de una de las charlas
misionales. En otros barrios le piden al miembro(s) que ayudó a los misioneros enseñar a
la nueva conversa para que se dirija al grupo. Ellos pueden ayudar para que los
miembros la conozcan y para testificar del Espíritu que sintieron mientras participaban
en su descubrimiento de la verdad.
Cuando la nueva conversa regrese de cambiarse ella debe ser invitada a compartir su
testimonio sobre lo que ha aprendido y sentido mientras investigaba el evangelio y que
hable sobre cuales son sus aspiraciones espirituales en los próximos meses y años como
miembro de la Iglesia de Jesucristo. La mayor parte de conversos no podrán hacer esto
espontáneamente, por lo tanto los que le han estado enseñando necesitan ayudarle a
preparar su discurso. Si la conversa no se siente cómoda con compartir su testimonio,
usted le puede pedir a un miembro que hable sobre el don del Espíritu Santo. Un buen
servicio no debe tardar más de 45 minutos, así que asegúrese que los discursantes sean
breves, enfocándose en el testimonio. Luego puede concluir la reunión con un himno y
una oración. Puede dar un refrigerio.
Problemas logísticos pueden causar que el Espíritu se aleje del servicio bautismal. El
misionero de barrio que usted asigne como el responsable de los servicios bautismales
debe utilizar la lista de control en la página anterior para asegurarse que se atiendan
todos los por menores antes de cada servicio bautismal.
33
Convirtiéndose en un gran líder misional: Repaso 2 y 3
Ya que usted ha leído la guía por completo, “Guiando una gran misión de barrio”, le
invitamos a que nuevamente haga una pausa para reflexionar sobre lo que ha
aprendido, y sobre lo que va hacer con lo que ha aprendido. Así como lo hizo con la
asignación en la página 17, nuevamente le pedimos que dedique dos horas en los
próximos días para poder cumplir con la siguiente asignación. El cumplir con la
asignación le ahorrará un sin fin de horas mientras sirve como líder misional del barrio.
Le ayudará a ser un líder mucho más eficaz.
1. Arrodíllese y ore en voz alta. Pídale al Padre Celestial que le ayude a comprender el
material en las secciones de esta guía para que usted pueda magnificar su
llamamiento. Infórmele que usted nuevamente va a leer las páginas 18-33, como
también la hoja de trabajo, “Como ayudar a nuestros miembros nuevos a ser Santos
de los Últimos días fuertes y dispuestos a hacer compromisos”. Pida Su ayuda para
que mientras lea el Espíritu Santo le pueda ayudar a entender lo que tiene que hacer
para magnificar su llamamiento y complacerlo con su servicio.
2. Lea nuevamente el material en esta guía hasta este punto como también la hoja de
trabajo, si es posible puede obtenerla de missionaryleaders.org o enviar un correo
electrónico a [email protected].
3. Escriba una respuesta de dos párrafos para cada una de estas tres preguntas:
a. ¿Qué tenemos que hacer en nuestro barrio para transformar a más de nuestros
miembros nuevos en Santos de los Últimos días fieles, capaces y dispuestos a
hacer compromisos?
b. Lo que he identificado en (a) de lo que hay que hacer, ¿cuál de ellos puedo hacer
yo mismo y cuáles tareas tienen que llevarse a cabo por otras personas en el
barrio? ¿Cómo les voy ayudar a entender lo que deben hacer y porque lo deben
hacer?
c. ¿Qué cosas tengo que hacer cada semana y cada mes para poder magnificar la
parte administrativa de mi llamamiento? ¿Qué cambios tengo que hacer en mi
vida para asegurarme que haga estas cosas fiablemente y de una manera que le
complazca a Dios?
34
6. Arrodíllese nuevamente en oración. Haga un compromiso con Dios de que va a
hacer todas las cosas que ha escrito. Pídale que lo bendiga y magnifique para que
realmente sea un instrumento en Sus manos para ayudar a muchas, muchísimas
personas venir a Su Reino durante el tiempo en que usted preste servicio y que los
ayude para que se puedan mantener fieles y fuertes en el transcurso de todas sus
vidas. Luego escuche mientras El le contesta a través del Espíritu Santo.
35
Apéndice A:
febrero 2005
Introducción
En una carta con fecha de 28 de febrero del 2002, la Primera Presidencia anunció que se les
estaba dando más responsabilidad por la obra misional a los obispos y barrios. Otras cartas
con las fechas de 28 de marzo del 2002 y 11 de diciembre del 2002, proveen más instrucción.
El manual misional Predicad Mi Evangelio (36617002) también contiene instrucciones
actualizadas sobre como los misioneros de tiempo completo y los líderes de barrio y estaca
coordinan su labor. Como resultado de estos cambios, partes de la sección “Obra misional de
la estaca y del miembro” del Manual de Instrucciones de la Iglesia, Libro 2 están caducados y son
reemplazados por las siguientes instrucciones.
36
responsabilidad principal de enseñar a los
Con la ayuda del consejo de barrio el investigadores. El obispo debe revisar el
comité ejecutivo del sacerdocio desarrolla un progreso de los investigadores mientras se
plan misional de barrio. El propósito de este les enseña, se bautizan y confirman.
plan es animar y organizar actividades
misionales y para fortalecer a los miembros Hay más seguridad que los investigadores
en sus esfuerzos misionales. El plan debe se mantengan activos después que son
incluir metas, iniciativas y actividades para: bautizados y confirmados cuando tienen
amistades cercanas dentro de la Iglesia.
1. Invitar a personas para ser enseñadas. Siempre que sea posible, cuando los
2. Enseñar, bautizar y confirmar misioneros de tiempo completo enseñan a los
investigadores. investigadores los miembros deben
3. Ofrecer amistad a los miembros nuevos y participar con ellos véase Predicad Mi
fortalecerlos. Evangelio, 193). Particularmente, los
4. Apoyar a los líderes del sacerdocio en la miembros pueden ayudar con compartir
activación de miembros menos activos. experiencias y sentimientos y compartir su
testimonio. La enseñanza y el desarrollo de
Invitar a personas para ser enseñadas amistades son más eficaces cuando se le
enseña al investigador en el hogar del
El Señor a mandado a todo miembro miembro.
predicar el evangelio (véase D. y C. 88:81).
El plan misional de barrio debe incluir Para más sugerencias sobre la enseñanza,
sugerencias sobre como animar a los véase Predicad Mi Evangelio 29-90,189-210).
miembros para que se involucren
personalmente en preparar a personas para Hermanar y fortalecer a los miembros
ser enseñados por los misioneros de tiempo nuevos
completo. Se debe utilizar todo medio
apropiado para invitar a personas dispuestas El Presidente Gordon B. Hinckley ha
a escuchar el mensaje de la Restauración. Se enseñado que todo miembro nuevo necesita
debe hacer énfasis en invitar a familias cuyos un amigo en la Iglesia, una asignación o
miembros vendrán al evangelio juntos. responsabilidad y ser nutridos en el
evangelio (véase Liahona, mayo 1999).El
Sugerencias para preparar a las personas plan misional de barrio debe ser un esbozo
para ser enseñados se encuentra en Predicad para cómo el quórum del sacerdocio, las
Mi Evangelio (167-188,238-239) y la sección organizaciones auxiliares y los miembros
“Obra misional de la estaca y del miembro individuales pueden ofrecer amistad a los
del Manual de Instrucciones de la Iglesia, Libro investigadores y miembros nuevos y a
2 (301-303). fortalecerlos mientras y después que los
misioneros les dan las charlas misionales. La
E n s e ñ a r, b a u t i z a r y c o n fi r m a r a amistad debe ser ofrecida por todos los
investigadores miembros del barrio. El obispo y sus
consejeros bajo oración deben considerar
El presidente de misión de tiempo maneras para ayudar a que cada miembro
completo tiene las llaves para los bautismos nuevo se sienta bienvenido.
de los conversos. Bajo su dirección los
misioneros de tiempo completo tienen la
Parte del plan para fortalecer a los es necesario cubrir un número mayor de
miembros nuevos varones de 12 años para citas.
arriba incluye que reciban el sacerdocio. El
obispo se asegura que pronto después que Para más sugerencias véase la sección
sean confirmados se les confiera el “Enseñanza del evangelio y el Liderazgo”
Sacerdocio Aaronico a estos hermanos. del Manual de Instrucciones de la Iglesia,
Libro 2 (371-374).
Para sugerencias adicionales véase Predicad
Mi Evangelio (231-242) y la sección
“Enseñanza del Evangelio y Liderazgo” en
el Manual de Instrucciones de la Iglesia, Libro 2,
(371-374). LIDERAZGO DE LA ESTACA Y
BARRIO
Ayudar a activar a los miembros
Los líderes del sacerdocio del barrio tienen
El plan misional de barrio también debe la responsabilidad principal de la obra
hacer enfoque sobre como ayudar a todos misional. Los líderes de la estaca proveen
los miembros a disfrutar completamente de apoyo, instrucción y a ellos se les rinde
las bendiciones del evangelio. Por cuentas de las responsabilidades.
consiguiente, el plan debe incluir
sugerencias sobre como enseñar el evangelio Presidencia de estaca
a los miembros menos activos e invitarlos
para que asistan a las reuniones y Los miembros de la presidencia de estaca
actividades de la Iglesia y ayudarles a se aseguran que los líderes del sacerdocio y
participar en las ordenanzas del evangelio y otros sean instruidos en las
a que guarden los convenios asociados con responsabilidades misionales. También se
esas ordenanzas. El plan también debe aseguran que en la estaca se enseñe las
incluir sugerencias para el servicio y doctrinas y principios de la obra misional.
actividades sociales que tal vez puedan traer
a los menos activos más cerca de la Iglesia. Los miembros de la presidencia de estaca
están al tanto del progreso de los miembros
Según sea necesario, el obispo puede pedir nuevos y revisan su condición en las
que los élderes, misioneros de tiempo reuniones regulares con los líderes del
completo, ayuden en la orientación familiar sacerdocio.
y que las hermanas, misioneras de tiempo
completo, ayuden en ser maestras visitantes En entrevistas mensuales con los obispos,
de las familias donde no todos son miembros el presidente de estaca revisa el formulario
y miembros menos activos o en otras Informe de progreso y discuten las metas y
palabras que visiten a estos miembros. Tales planes para cada investigador
visitas son más eficaces cuando un miembro individualmente, miembros nuevos y
del barrio acompaña a los misioneros. miembros menos activos. Él se asegura que
cada unidad tenga un plan misional de
Normalmente, los compañeros de misión barrio eficaz.
de tiempo completo no deben ser separados.
Sin embargo, pueden ser separados para ir El presidente de estaca se reúne
con diferentes miembros del barrio cuando regularmente con el presidente de misión de
tiempo completo para coordinar el uso de de barrio. Se debe sostener al líder misional
misioneros de tiempo completo en la estaca, de barrio y a los misioneros de barrio en la
incluyendo la ayuda que prestan en los Reunión Sacramental.
esfuerzos de activación. Cuando haya una
gran cantidad de estacas en una misión, esto Los miembros del obispado también tienen
se logra con coordinar reuniones de consejo. las siguientes responsabilidades:
Al reunirse el presidente de estaca con el
presidente de misión, él recomienda el lugar Utilizan el comité ejecutivo del sacerdocio
y la cantidad de misioneros de tiempo y el consejo de barrio para desarrollar e
completo que prestarán servicio en la estaca. implementar el plan misional de barrio y
Él también puede pedir ayuda en la para coordinar los esfuerzos misionales, de
capacitación de líderes y miembros. Si fuese retención y activación (véase “Plan misional
necesario uno de los consejeros del de barrio”, páginas 1-2).
presidente lo puede representar en estas
reuniones En las reuniones del comité ejecutivo y
consejo de barrio revisan con regularidad el
Asesor del sumo consejo formulario Informe de progreso. Según sea
necesario, dan asignaciones específicas para
El presidente de estaca asigna a un asesor ayudar a cada investigador individualmente
del sumo consejo para que supervise la obra y supervisar los esfuerzos de hermanamiento
misional. El miembro del sumo consejo y enseñanza.
informa sobre la obra misional en las
reuniones de comité ejecutivo del sacerdocio Llegan a conocer a cada investigador
de estaca y en el consejo de estaca. El personalmente y supervisan los esfuerzos de
también ayuda al presidente de estaca a hermanamiento y enseñanza.
planificar y dirigir la capacitación para los
líderes de misión de barrio o bajo la Supervisan los esfuerzos de ministrar a los
dirección del presidente, el mismo puede nuevos conversos y sostienen sus actividad.
dirigir esta capacitación. A petición de un
obispo, el miembro del sumo consejo puede Supervisan la ayuda con los esfuerzos de
ayudar a instruir al sacerdocio, líderes activación de los misioneros regulares.
auxiliares y misioneros de barrio.
Regularmente un miembro del obispado
Obispado preside en los servicios bautismales de los
conversos. El o el líder misional de barrio
El Obispo dirige la obra de compartir el son los que regularmente dirigen los
evangelio, la retención y activación en el servicios.
barrio. El esta bajo el presidente de estaca
en todos estos esfuerzos. Líderes del Sacerdocio y de las
organizaciones auxiliareis del barrio
El obispo llama y aparta a un poseedor del
Sacerdocio de Melquisedec digno y con Los líderes del sacerdocio y de las
afinidad misional para que sirva como el organizaciones auxiliareis deben saber el
líder misional de barrio. El obispo o sus estado de cada miembro nuevo y menos
consejeros llaman y apartan a otros activo y asegurarse de que sean
miembros para que sirvan como misioneros personalmente ministrados (véase Libro de
Instrucciones de la Iglesia, Libro 2, pág. 374). tiempo completo mientras ellos enseñan a los
Estos líderes deben asegurarse que los investigadores (véase “Enseñando,
miembros nuevos y menos activos tengan B a u t i z a n d o y C o n fi r m a n d o a
asignados maestros orientadores y maestras Investigadores”. página 1).
visitantes para que los fortalezcan y apoyen,
establezcan amistades genuinas y les ayuden En cooperación con los misioneros de
a sentirse bien venidos. tiempo completo organiza los servicios
bautismales de los conversos y si es asignado
Los líderes deben ir preparados a las por el obispo, puede dirigir estos servicios.
reuniones del comité ejecutivo y consejo de
barrio para hablar de los esfuerzos Misioneros de barrio
misionales, de retención y reactivación.
Los misioneros de barrio son llamados y
Líder misional de barrio relevados por el obispado. Prestan servicio
bajo la dirección del líder misional de barrio.
El líder misional de barrio ayuda al comité El número de misioneros debe ser lo
ejecutivo del sacerdocio a desarrollar e suficiente para apoyar las labores misionales,
implementar un plan misional de barrio. de retención y activación, incluyendo el
Ta m b i é n t i e n e l a s s i g u i e n t e s enseñar con los misioneros de tiempo
responsabilidades: completo.
Para las reuniones del comité ejecutivo del Los misioneros de barrio pueden ser
sacerdocio y consejo de barrio él prepara poseedores del sacerdocio, hermanas o
asuntos de la agenda que tienen que ver con matrimonios. Tienen que cumplir con las
la obra misional y la retención. En estas normas de dignidad requeridas para una
reuniones él informa el progreso de recomendación del templo.
investigadores específicos y miembros
nuevos. También revisa el formulario No hay un periodo determinado para que
Informe de progreso. presten servicio ni una cantidad de horas
específicas semanales para los misioneros de
Semanalmente dirige las reuniones barrio. En general no deben tener otro
misionales de correlación (véase página 4). llamamiento en la Iglesia con la excepción de
asignaciones como maestros orientadores o
El se asegura que después del bautismo, se maestras visitantes, preferiblemente de las
vuelvan a enseñar las primeras 4 charlas familias en las que no todos son miembros o
misionales y que se enseñe la lección 5 son menos activos. No usan las placas
(véase Predicad Mi Evangelio, 29-90). También misionales.
provee a los líderes del sacerdocio y de las
organizaciones auxiliares informes regulares Los misioneros de barrio no necesitan
de los miembros nuevos que necesitan una tener compañeros asignados, pero no deben
responsabilidad en la Iglesia. ir solos cuando visitan a alguien en el hogar.
Un hombre y una mujer no hacen visitas
El dirige la labor de los misioneros de juntos al menos que sean esposos.
barrio y los capacita. Bajo la dirección del
obispo, hace los arreglos para que los Los misioneros de barrio tienen las
miembros colaboren con los misioneros de siguientes responsabilidades:
comité ejecutivo del sacerdocio o consejo de
Colaboran con los misioneros de tiempo barrio cuando se habla de la obra misional.
completo en encontrar, hermanar y enseñar
a los investigadores. Reunión de correlación misional
Antes de ascender al cielo, el Salvador mandó a su pequeño grupo de discípulos: “Por tanto,
id, y haced discípulos a todas las naciones” (Mateo 28:19). Aunque esta tarea parece
sobrecogedora, el Presidente Boyd K. Packer, Presidente en Funciones del Quórum de los
Doce Apóstoles nos ha invitado a obrar con fe: “Quizás, al comprender la magnitud de este
cometido, haya quienes digan: ‘¡Eso es imposible! ¡No se puede hacer!’. A ellos simplemente
les responderíamos: ‘Tal vez, pero nosotros lo haremos de todas maneras.’”!
La capacidad de compartir el Evangelio no es un don exclusivo que se le ha dado solamente a
unos pocos Santos de los Últimos Días y negado al resto. Hemos concluido de nuestra propia
experiencia y al observar a otras personas que el encontrar a personas para que los misioneros
les enseñen puede ser algo sencillo y natural para todos nosotros – si lo hacemos a la manera
del Señor. Presentamos a continuación siete lecciones que hemos aprendido sobre cuál es Su
manera.
“Mormones ideales” y “amistades entrañables”
Las dos primeras lecciones que hemos aprendido durante nuestros intentos iniciales por ser
buenos miembros misioneros, nos han facilitado el compartir el evangelio: Sencillamente, no
podemos predecir quién estará interesado en el Evangelio y quién no, y desarrollar una
amistad no es un requisito para dar a conocer el Evangelio a las personas. Descubrimos estos
principios, estando recién casados, cuando los misioneros de nuestro barrio nos pidieron que
hiciéramos una lista de personas con las que pudiéramos compartir el Evangelio. Debíamos
comenzar por los primeros de la lista y “prepararlos” a través de un proceso de doce pasos.
Primero había que invitarles a casa a cenar y luego a ir a un evento cultural. Los pasos sexto,
séptimo y octavo eran los de invitarlos a la Iglesia, darles un ejemplar del Libro de Mormón y
pedirles que recibieran las charlas misionales. El programa culminaba con el paso número
doce: el bautismo.
Fuimos diligentes en la elaboración de la lista y anotamos en primer lugar a aquellas personas
que considerábamos que tendrían más interés en el Evangelio. Parecían “mormones ideales”,
personas cuyos valores (como el llevar una vida limpia y la dedicación a su familia) se
parecían a los nuestros. Luego comenzamos a profundizar nuestra amistad con ellos,
agregando eventos sociales a nuestra ya de por sí ajetreada vida. Uno tras otro los que
creíamos que tendrían un mayor interés en conocer el Evangelio rechazaron nuestras
invitaciones al llegar a los pasos seis, siete y ocho. No les ofendimos con nuestras invitaciones,
pero a su manera nos dijeron que estaban contentos con su manera de vivir su religión. Tras
mucho trabajo durante muchos meses, no encontramos a nadie interesado en saber más del
Evangelio.
Nuestro barrio recibió nuevos misioneros que sin enterarse de lo que había pasado, vinieron a
nuestra casa, desplegaron una gráfica idéntica en la mesa y nos pidieron que hiciéramos una
lista de personas con las que pudiéramos cultivar una amistad como preparación para
enseñarles el Evangelio. Nosotros protestamos: “Ya lo hemos intentado. Nos tomó mucho
tiempo y no funcionó”. Les explicamos que nuestro esfuerzo había sido sincero con todo al
que considerábamos candidato para recibir las charlas.
Desesperados por conseguir una referencia, los misioneros nos suplicaron: ¿Conocen a alguien
a quien podamos visitar?”. Les dimos los nombres de cuatro parejas que no habíamos incluido
en la primera lista. Entre ellos estaban los Taylor (los nombres se han cambiado). Les
advertimos que, si bien podían llamar a su puerta, perderían el tiempo. A Ken no le gustaba
ningún tipo de religión organizada; además, era un rudo jugador de rugby a quien le gustaba
mucho beber.
Más tarde, los élderes regresaron llenos de júbilo. Los Taylor los habían invitado a pasar,
recibieron la primera charla y concertaron una cita para la segunda. A raíz de eso nos hicimos
amigos entrañables de los Taylor mientras estudiábamos las charlas misionales juntos. Jamás
nos habríamos imaginado que tendrían interés alguno en el Evangelio.
Gracias a esta experiencia aprendimos que no podemos saber con antemano quién tendrá
interés en sabe de la Iglesia y quién no. Creíamos poder juzgar y, por lo tanto, excluir de
nuestra lista a aquellas personas cuyo estilo de vida, hábitos o apariencia los descartara como
candidatos. Sin embargo, al reflexionar en el tipo de personas que se han unido a la Iglesia,
resulta evidente que muy pocos estarían en nuestra lista de “miembros probables” cuando
conocieron la Iglesia por primera vez.
Muchos de los que aceptan el Evangelio están afligidos o necesitados (véase Alma 32:2-3), y
vivir el Evangelio los transforma. La única manera de que todos puedan tener la oportunidad
de aceptar o rechazar el Evangelio de Jesucristo es que nosotros, sin juicio alguno, los
invitamos a seguir al Salvador.
Esta experiencia también nos enseñó que, en la mayoría de los casos, no precisamos convertir
nuestra relación en una amistad más profunda como requisito para invitarlos a saber más del
Evangelio. Ése es el caso para la mayoría de nuestros vecinos, compañeros de clase,
colaboradores de trabajo, dependientes y pasajeros en el mismo autobús.
Por ejemplo, los misioneros regulares no aguardan a ser amigos de sus contactos, ellos hablan
con todos. La relación de confianza se establece cuando tienen la ocasión de enseñar. Durante
los últimos 20 años no hemos notado que exista relación alguna entre la profundidad de una
relación y la probabilidad de que una persona esté interesada en saber del Evangelio. Sin
embargo, lo opuesto casi siempre se cumple: todo el que acepta la invitación llega a ser un
amigo más entrañable, independientemente de que acepte o rechace el bautismo. También
hemos descubierto que, cuando la gente rechaza nuestras invitaciones, no se ofenden si
pueden sentir nuestro amor y el de Dios cuando los invitamos a conocer el Evangelio de
Jesucristo. Por lo general expresan gratitud por interesarnos al grado de compartir con ellos
algo tan personal e importante.
Confíen en los misioneros
Aprendimos la tercera lección cuando los misioneros estaban en casa enseñando a Jack, un
colega de Clayton. Uno de los élderes acababa de llegar a la misión y el compañero mayor, de
Argentina, aún tenía dificultades con el idioma. A causa de ello, cuando surgían preguntas,
Jack se las dirigía a Clayton, que las contestaba, con la confianza de que él podría
responderlas con más claridad y convicción que los élderes. No tardamos en caer en la
dinámica de que los élderes enseñaban un concepto, Jack hacía una pregunta, Clayton
respondía y los élderes pasaban al concepto siguiente. Entonces Jack hizo una pregunta difícil
para la que Clayton no tenía una respuesta preparada. Mientras Clayton hacía una pausa, el
élder argentino ofreció una respuesta profunda, dada por el Espíritu. Cuando Jack volvió a
hacer otra pregunta, Clayton esperó para ver si el élder podía contestarla--y sí lo hizo.
Aprendimos una importante lección sobre cómo compartir el Evangelio. A pesar de su
inexperiencia, podemos confiar en que los misioneros enseñarán el Evangelio bien porque a quien el
Señor llama, Él prepara y capacita.
La gente necesita que se les necesite
La cuarta reflexión fue cobrando forma al tratar de mover un viejo y pesado refrigerador del
sótano de una hermana anciana a la que Clayton visitaba como maestro orientador. Tratamos
de encontrar a otro miembro del barrio para que nos ayudara, pero no lo logramos.
Desesperados, pedimos la ayuda de Jim, un vecino que no era miembro y que alegremente
accedió a colaborar. Era un caluroso y húmedo día de verano y nuestras ropas no tardaron en
estar empapadas de sudor. Al llegar al primer giro en las escaleras y tras afirmar el
refrigerador en el descansillo, Jim dijo: “Háblenme de la Iglesia Mormona”.
Enjugándose la frente, Clayton respondió: “Sinceramente, esto es la Iglesia”. Le explicó cómo
funciona la orientación familiar y señaló lo mucho que nos necesitaba aquella hermana.
También le dijimos que como era habitual que hubiera estudiantes universitarios que se
mudaban con sus familias, nuestra familia siempre estaba ayudando a alguien a cargar o
descargar el camión de la mudanza.
Jim no lo creía. “En nuestra iglesia tan sólo escuchamos el sermón y nos vamos a casa. No
tengo ni idea de quién podría necesitar mi ayuda; nunca me lo dicen y no tengo manera de
ofrecerme. ¿Volverán a pedirme ayuda cuando necesiten otro par de manos? Me gusta hacer
esto”. Aun cuando Clayton había intentado sin éxito que Jim conversara con él sobre la
religión, Jim no había demostrado tener interés, pero le interesaban las oportunidades de
ayudar a los demás.
Esto es lo que aquella experiencia nos enseñó: Que muchas personas, satisfechas con su vida,
tienen la necesidad de brindar servicio. La Luz de Cristo genera ese deseo de ayudar. Cuando
nuestras invitaciones para investigar la Iglesia se centran en la doctrina, por lo general no
conectamos con lo que la gente considera que debe ser el primer paso. Más cuando les
incluimos en actos de servicio al prójimo, descubren que la Iglesia aborda una necesidad
importante.
El invitar a las personas a ayudarnos con nuestra labor en la Iglesia les permite sentir que se
les necesita y les ayuda a sentir el Espíritu. Cuando se tienen esos sentimientos, mucha gente
se da cuenta de que echan algo de menos en la vida. Al ayudarnos a hacer la voluntad de Dios,
Jim aprendió muchísimo más sobre la Iglesia de lo que habría aprendido mediante una
conversación o asistiendo a una actividad recreativa del barrio. Gracias a ello, Jim llegó a
aceptar la invitación de recibir las charlas misionales.
¿Qué es el éxito?
A pesar de ver muchas verdades y actos bondadosos en la Iglesia, Jim decidió en la tercera
charla no proseguir con su investigación. Aunque sabemos que muchas de las personas que
dejan de recibir las charlas con el tiempo retoman la enseñanza y aceptan el Evangelio,
estábamos decepcionados, Pero esto sirvió para enseñarnos nuestra quinta lección valiosa
sobre la obra misional de los miembros: Nos dimos cuenta de que habíamos tenido éxito como
misioneros. Jim se había convertido en un gran amigo y le habíamos dado la oportunidad de
comprender el Evangelio de Jesucristo más profundamente. Si alguna vez entra en las aguas
del bautismo o no, ya ha dado un paso en el sendero de su propio progreso eterno y ha tomado
algunas decisiones correctas e importantes. La mayoría de nosotros tiene miedo al fracaso;
pero una vez que nos dimos cuenta de que tenemos éxito como miembros misioneros al invitar a las
personas a conocer y aceptar la verdad, se desvanece gran parte del temor que nos impide compartir
el Evangelio.
Plazos y fechas
Al seguir el consejo del élder M. Russell Ballard, del Quórum de los Doce Apóstoles,
aprendimos la secta lección: Dado que tenemos mucho que hacer en nuestra ajetreada vida, precisamos
plazos. Nos guste o no, tendemos a posponer actividades que carecen de plazo de realización,
mientras que hacemos aquellas cosas que se deben realizar en un plazo determinado. La falta
de plazos concretos facilita que se pospongan responsabilidades gratificantes y de importancia
eterna, como sucede con la obra misional.
A fin de ayudarnos, el élder Ballard nos ha pedido reiteradas veces: “Apunten una fecha”. Nos
ha dicho directamente que no tenemos que anotar un nombre; antes bien nos ha retado a
seleccionar una fecha a modo de compromiso con el Señor. También nos prometió que si
aprovechamos toda ocasión que se nos presente para hablar del Evangelio con todas las
personas que podamos, el Señor nos bendecirá para que para esa fecha conozcamos a alguien
que acepte nuestra invitación de recibir a los misioneros." Juntos hemos aceptado el desafío
del élder Ballard y cada año hemos encontrado a alguien para los misioneros. Cada vez que
hemos fijado una fecha mediante la oración, el Señor nos ha guiado a alguien a quien enseñar.
Sin embargo, no siempre ha sido fácil hallar a personas interesadas. Ha sido necesario orar
diariamente, ayunar con frecuencia y crear oportunidades para hablar del Evangelio. Para
nosotros ha sido útil emplear frases “mormonas” con alusión a actividades de la Iglesia, a
nuestros hijos que sirven una misión, a experiencias que hemos tenido en asignaciones de la
Iglesia, etcétera. El uso de esas frases equivale a abrir una puerta e invitar a las otras personas
a pasar y hablar sobre la Iglesia. La mayoría decide no cruzar esa puerta, y no importa, pero a
veces nos hacen preguntas al respecto. Nosotros contestamos a dichas preguntas y, si es
apropiado, abrimos una segunda puerta para invitarles a asistir a una reunión de la Iglesia o ir
a nuestra casa donde podamos conversar más. Gran parte de nuestras invitaciones son
rechazadas, pero algunos las aceptan y, sin tener en cuenta el resultado, hemos descubierto
que si perciben nuestros amor, suelen agradecernos nuestro interés en invitarlos.
Hace varios años el élder Chritensen seleccionó la fecha del 31 de enero. Llegó el mes de
enero y a pesar de haber hablado con docenas de personas e invitar a varias de ellas a conocer
a los misioneros, no pudo encontrar a nadie que estuviese interesado. Tenía previsto viajar a
Honolulu, Hawai el 20 de enero para un acto académico y tal como tenía planeado el viaje, era
evidente que la persona a la que presentaría a los misioneros debía conocerla en el vuelo de
ida o el de vuelta. No había otra ocasión. Cada día suplicó a Dios que hiciera que en el avión
se sentara a su lado una persona que aceptara su invitación.
Tras todo ese esfuerzo, le costó creer quién sería su compañero de vuelo—un hombre llamado
Vine que llevaba puesta una llamativa camisa hawaiana abierta hasta el pecho. Vine le explicó
que trabajaba arduamente durante 11 meses para ahorrar dinero y escaparse a Hawai un mes
durante el invierno en busca de mujeres. Clayton estaba muy decepcionado. Se había
esforzado y había orado mucho para encontrar a alguien, y en vez de eso le tocó sentarse al
lado de un hombre que, aparentemente, no parecía tener ni una pizca de religiosidad en el
cuerpo. Desanimado, Clayton se dedicó a leer.
Cuando la azafata les llevó el almuerzo, Clayton hizo a un lado su lectura y charló un poco con
su compañero. Vinnie le preguntó si había estado antes en Hawai, a lo que Clayton respondió
que había asistido a una escuela de idiomas en Laie antes de partir a la misión que había
servido en Corea para la Iglesia de Jesucristo de los santos de los Últimos Días.
Sorprendentemente Vine dejó de comer y le dijo: “Entonces, ¿Usted es mormón? Este año me
ha sucedido algo extraño, jamás he tenido interés alguno en la religión, pero he tenido una
curiosidad cada vez mayor por saber más de los mormones. Desconozco el motivo. ¿Le
importaría hablarme un poquito de su Iglesia?
Durantes las tres horas siguientes, rodeadas de un espíritu maravilloso, analizaron el
Evangelio de Jesucristo, artículo de fe por artículo de fe. Durante el resto del vuelo, Vinnie le
interrumpió varias veces para darle las gracias por hablarle de la Iglesia. Apenas aterrizó el
avión, Clayton le dijo a Vinnie que había misioneros en la ciudad donde vivía y le preguntó si
podrían visitarle a su regreso. Vine le preguntó si había misioneros en Honolulu. Clayton
recibió esta respuesta de oro a sus oraciones al emplear una frase “mormona” que le permitió
abrir la puerta a una conversación y al dejar de juzgar el posible contenido del corazón de
Vinnie.
Constantes y variables
Gracias a esta experiencia aprendimos una séptima lección: Cuando nos ocupamos de servir en la
Iglesia, podemos esperar que Dios nos bendiga con milagros cuando vamos y hacemos lo que nos manda
(véase 1 Nefi 3:7). En la ecuación que determina si podemos encontrar personas para que los
misioneros les enseñen, el papel de Dios es una constante, no una variable. Él siempre cumple
Sus promesas. La única variable es si tenemos la fe necesaria para comprometernos, obedecer
y esperar Milagros. Mucho más que otros miembros los atareados hombres y mujeres que
dirigen nuestros barrios y estacas (o ramas y distritos) tienen que ejercer una fe sencilla como
ésta, pues si no son capaces de hablar en tiempo presente ni emplear pronombres de primera
persona respecto a compartir el Evangelio, no podrán inspirar a otras personas a cumplir con
el llamado misional de nuestros profeta.
Las bendiciones
Muchos conocemos a personas que parecen ser “misioneros naturales”, como si contaran con
un talento nato que les hiciera más fácil compartir el Evangelio. Nosotros obviamente no
somos misioneros natos. Al principio nos resultaba incómoda y atemorizante hacer la obra
misional, pero el aprender y seguir estas lecciones nos ha ayudado a compartir el Evangelio de
maneras que han terminado por ser naturales para nosotros.
Las bendiciones que nuestra familia ha recibido por cumplir con esta obra son incalculables.
La obra misional ha traído a nuestro hogar y nuestro corazón el Espíritu de Dios. Por
ejemplo, hace cuatro años invitamos a Sunil, un antiguo alumno de Clayton, a recibir las
charlas misionales en casa. Los misioneros realizaron un trabajo excelente y al final de la
charla ambos testificaron de las verdades que nos habían enseñado. Ambos compartimos
nuestros testimonios y Clayton pidió a uno de los élderes que ofreciera la última oración. En
ese momento nuestro hijo Spencer levantó la mano y preguntó: “Papi, ¿puedo decir algo?”.
Entonces se pudo de pie y mirando a Sunil con la más pura de las miradas, le dijo: “Sunil, sólo
tengo once años, pero quiero que sepas que lo que los misioneros te han enseñado es verdad.
Sé que Dios vive y que tú y yo somos Sus hijos, y que José Smith fue en verdad un profeta de
Dios”. Mientras compartía sus sentimientos, un sentimiento dulce y poderoso se dejó sentir en
la habitación.
Al día siguiente Sunil envió un mensaje de correo electrónico en el que nos decía que si bien
había apreciado la clara explicación de nuestras creencias que los misioneros y nosotros le
habíamos brindado durante la charla, “cuando su hijo expresó aquellas palabras, sentí en mi
interior algo que no había sentido jamás. Debe de ser aquello a lo que ustedes se refieren como
el Espíritu de Dios”.
Nuestra vida ha recibido muchas bendiciones y amistades al tratar de compartir el Evangelio,
pero ésta es la mejor de todas: el hecho de que los misioneros nos ayudaran regularmente
como familia a compartir el Evangelio con nuestros nuevos y viejos amigos por el poder del
Espíritu Santo ha afectado positiva y enormemente la fe de nuestros cinco hijos y ha traído el
Espíritu de Dios a nuestro hogar.
Notas
1. “La redención de los muertos”, Liahona, febrero de 1976, pág. 82.
2. Véase “Apuntad una fecha”, Liahona, octubre de 1984, págs. 12-14; véase también
“Proclamemos el Evangelio”, Liahona, enero de 1987, págs. 30-32.