Competencia - Desleal - Del - E-Learning Angel San Martin Alonso
Competencia - Desleal - Del - E-Learning Angel San Martin Alonso
Competencia - Desleal - Del - E-Learning Angel San Martin Alonso
SAN MARTN
13
13
. SAN MARTN
1. INTRODUCCIN
Al rebufo de las enormes expectativas despertadas por el ebusiness, apareci a finales de los 90 el e-learning, oficialmente proclamado en el Consejo de Europa celebrado en Lisboa a mediados de 2000.
Justo por entonces aparecieron en el horizonte financiero tormentosas
nubes que presagiaban lo peor para lo que se haba venido llamando
nueva economa. El pinchazo tanto de la burbuja tecnolgica como del
capitalismo popular parecieron inevitables tras la aparicin de un sinfn
de casos de corrupcin, de estafas y de alzamiento de bienes por parte de
los ejecutivos de importantsimas empresas del sector. No obstante, nada
de esto arredr a los iluminados de la sociedad de la informacin; slo
haba que cambiar de estrategia. El argumento era ahora que el fracaso
de la nueva economa se deba ante todo a la deficiente formacin de los
ciudadanosenelusodelasTI. El nfasis deba ponerse en la incorporacin de las tecnologas a una institucin de paso obligado como es la
escolar. Haba que intervenir en el espacio escolar por lo que tiene de
socializador y de productor de subjetividad, al tiempo que las TI contribuiran a superar las graves ineficiencias de los sistemas tradicionales de
enseanza.
Ahora bien, la incorporacin y el diseo de estas tecnologas a
tareas de formacin conlleva mltiples implicaciones de orden macro y
micropoltico. Nos ocuparemos de estas ltimas, por cuanto hacen
referencia a cuestiones pedaggicas y de contenidos, de cultura tecnolgica y de gestin. Pese a la extremada sutileza conceptual de cada uno
de estos mbitos, todos parecen quedar sintetizados, no sin harta
simplificacin, en la denominacin ms al uso que es la de e-learning. A
esta modalidad de formacin se alude tambin con nombres como
teleformacin, e-formacin, educacin abierta y a distancia, e-educacin, campus virtual, etc. Entre ellos destaca el de e-learning, porque a
pesar de ser el de menor trayectoria histrica, es el que en estos
momentos concita mayores intereses, trasciende las diferencias
lingsticas, e incluye las cuatro dimensiones micro antes aludidas. El elearning se expande cultural y demogrficamente, ocupando de modo
progresivo el espacio y las prcticas que hasta ahora haban correspondido a los sistemas reglados de enseanza, sistemas que conocemos
circunscritos al Estado nacin, pero en los que el modelo emergente
rompe los lmites jurdicos e identificativos de la nacin, para establecer
una nueva relacin entre lo local y lo global, entre el individuo y la
colectividad, entre el aprendiz y el saber, etctera.
14
14
. SAN MARTN
15
15
. SAN MARTN
16
16
SISTEMA
Ciencia - Tecnologa - Industria
Conectividad
Innovacin
Productividad
Flexibilidad
Consumo, etc.
POLITICAS
Sociedad de la Informacin
Sociedad del Conocimiento
NIVEL
SOCIECONMICO
e-Administracin
e-Business
e-Learning
Teletrabajo
Entretenimiento
ESCOLARIDAD
Factores de sostenibilidad
. SAN MARTN
1
Para entender esta dinmica, hemos de recordar que, en abril de 1994, la
Organizacin Mundial del Comercio aprob el Acuerdo General sobre el Comercio de los
Servicios, en el que uno de los protocolos que lo desarrollan, aprobado en noviembre de
2001, establece los plazos para que los Estados miembros liberalicen/privaticen tambin
el servicio pblico de la educacin.
2
Declaracin aprobada en Ginebra (mayo de 2004) tras la Cumbre Mundial
sobre la Sociedad de la Informacin, foro que cont con el apoyo de la ONU y de la UNESCO
entre otros organismos internacionales. En www.itu.int.wsis
3
En la web oficial de la Organizacin de los Estados Americanos puede verse
una amplia relacin de los macroproyectos y de las lneas de actuacin, que, con las TI como
pretexto, estn implementando casi todos los Estados latinoamericanos.
17
17
. SAN MARTN
Montoya (2004, p. 4), por un lado, para tener una buena infraestructura
y cobertura de las TIC es necesario un desarrollo econmico y social previo;
por otro lado, la inversin prioritaria no puede ser en conectividad y
servicios tcnicos sino en desarrollo social y, especialmente, en educacin. La tendencia muestra que los pases con mejor escolaridad caso
de Finlandia, por ejemplo son tambin los que mejores resultados
arrojan en los distintos parmetros definitorios de la SI. Por supuesto no
hay una relacin causal, sino que la escolaridad acta como factor de
sostenibilidad, permitiendo en unos casos acceder a las TI desde la
escuela (sociedades con menor desarrollo econmico), y, en otros (en las
sociedades ms desarrolladas), fomentando una cultura cientfica y
tcnica que sustenta el sistema de innovacin y anima el uso social de las
TI. En fin, estos son los elementos y las relaciones que hay entre ellos que
hemos querido sintetizar en la figura 1.
Tras el estrepitoso fiasco, a mediados del ao 2000 de la nueva
economa pareci haberse elegido el mbito educativo como el campo
estratgico desde el que consolidar el uso de las TI. El supuesto
subyacente es que no basta con disponer de artefactos tecnolgicos; se
necesita un dominio de stos junto a un nuevo ropaje cultural asociado
a principios como el de fiabilidad de las tecnologas, conexin on-line
permanente, convivencia amigable entre la identidad analgica y la
digital del sujeto, compartir ciertos mbitos de la privacidad, o la
asuncin acrtica de la productividad como medidas indiscutibles del
nivel de desarrollo alcanzado. Y para dotar a la ciudadana de este ropaje
cultural, nada mejor que hacer migrar los entornos digitales hacia el
sector de la enseanza. Ahora bien, el problema no es tanto que la
referida migracin digital afecte ya de lleno a la educacin reglada, sino
que el fenmeno se plantee en trminos de competencia desleal, o, ms
enfticamente, se podra hablar de dumping social en el sentido casi
literal que le atribuyen los economistas. A travs de las TI se ofrece
formacin a un coste muy inferior a las modalidades tradicionales, tanto
para la institucin como para el usuario, porque tambin el coste (laboral
y social) de produccin y de distribucin es menor al de las formas
precedentes. El usuario, a cambio de la proximidad y de la flexibilidad de
acceso, contribuye a financiar una parte del servicio recibido tanto con
la matrcula como con tasas menos visibles (disposicin de los equipos,
del espacio fsico, de la energa o del abono a un proveedor de Internet).
En suma, las condiciones de produccin y la actitud de exigencia de los
receptores vara mucho en funcin de si se considera un derecho (en no
18
18
. SAN MARTN
4
Otra va de interpretacin de los resultados del todopoderoso informe PISA
(Programa para la Evaluacin Internacional de los Alumnos), promovido y patrocinado por
la OCDE, podra ser la de desautorizar el modelo tradicional de enseanza apostando por otro
ms homogneo internacionalmente, centrado en el fomento de las competencias
cientficas y tecnolgicas. El ltimo informePISA 2003 puede consultarse en www.ince.mec.es/
pub/pisa2003
19
19
. SAN MARTN
20
20
. SAN MARTN
21
21
. SAN MARTN
2001.
finanzas.
22
22
. SAN MARTN
23
23
. SAN MARTN
24
24
. SAN MARTN
8
Hoy, un coro de expertos bien remunerados informa al pblico occidental
de que no hay ms alternativa que hacer una reduccin drstica del nivel de vida []. Ahora,
ante los argumentos sobre competitividad y demografa, los partidos que antes defendan
la economa social de mercado permanecen mudos. Este juicio tan crtico es formulado
por Birnbaum en Una nueva historia de dos ciudades, peridico El Pas, 11/XII/2004.
25
25
. SAN MARTN
26
26
. SAN MARTN
inserte, es antes que nada una metfora con la que aludir a un caso
particular del complejo fenmeno que es el proceso de enseanzaaprendizaje. Sin embargo, la nueva modalidad de enseanza pone
nfasis, de modo nada ingenuo, en el medium y en el formato que
proporcionan la posibilidad de aprender configurando un entorno virtual, y se desplazan a un segundo plano las condiciones objetivas que
determinan el aprendizaje de los sujetos.
9
Ver Mtrica de la Sociedad de la Informacin 2004, Madrid, Ministerio de
Industria, Turismo y Comercio, 2004.
10
IX/2004.
27
27
. SAN MARTN
28
28
. SAN MARTN
11
29
29
. SAN MARTN
13
14
30
30
. SAN MARTN
15
Con apenas 10 aos de funcionamiento, esta peculiar universidad pblica
ha conseguido un enorme prestigio en su propsito de ofrecer formacin universitaria
nicamente a travs de su campus virtual (www.uoc.edu).
16
Es un portal universitario financiado por el Banco Santander Central Hispano,
en el que participa un nmero considerable de universidades pblicas y privadas tanto
espaolas como iberoamericanas. Entre sus propsitos fundacionales est fomentar las
diversas tareas universitarias desde el campus virtual (www.universia.net).
17
Ver: www.ruv.itesm.mx/.
31
31
. SAN MARTN
18
El estudio se titula: Estudio de demanda y expectativas del mercado de elearning en Espaa 2004, en www.elearningworshops.com.
32
32
. SAN MARTN
33
33
. SAN MARTN
34
34
. SAN MARTN
BIBLIOGRAFA
ALTVATER, E. (2000): El lugar y el tiempo de lo poltico bajo las condiciones
de la globalizacin econmica, en Zona abierta, n. 92/93, pp.7-60.
BARTOLOM, A. (2004): Blended learning. Conceptos bsicos, en Pxel Bit,
Revista de Medios y Educacin, n. 23, pp.7 20.
BELTRN LLAVADOR, F. (2000): La lingstica inglesa como neolengua, en
Aula, Revista de Enseanza e Investigacin Educativa, n. 12.
CEBREIRO, B. y FERNNDEZ, C. (2003): Las tecnologas de la comunicacin en
el espacio europeo para la educacin superior, en Comunicar, n. 21, pp.57-61.
COSMO, R. di (1999): Trampa en el ciberespacio, en Mientras tanto, n. 75,
pp. 15-38.
ECHEVERRA, J. (2001): Educacin y nuevas tecnologas: el plan europeo elearning , en Revista de Educacin, nmero extraordinario, 2001, pp. 201-210.
HERNNDEZ, R. (2000): Internet: la revolucin educativa, en www.analitica.com/
va/sociedad/educacin.
KIRSCHNER, P. (2004): Design, Development, and Implementation of Electronic
Learning Environments for Colaborative Learning, en Educational Technology Research
and Development, 52 (3), pp. 39-46.
LIZCANO, E. (1997): La metfora como analizador social, en www.uned.es/
dpto-sociologia-l/Lizcano/lizcano/meta-ana.htm.
MAALOUF, A. (2001): Identidades asesinas, Madrid, Alianza Editorial.
MARTN-B ARBERO, J. (2003): Saberes hoy: diseminaciones, competencias y
transversalidades, en Revista Iberoamericana de Educacin, n. 32, mayo-agosto, pp. 1734, OEI .
MAYOR ZARAGOZA, F. (2004): Economa basada en el conocimiento, en El Pas,
26/XI/2004.
MORALES VELZQUEZ, C. (2000): La Telesecundaria, una opcin educativa para
el rea rural, en Tecnologa y Comunicacin Educativa, n. 32, pp. 62-70.
NARVEZ MONTOYA, A. (2004): Sociedad de la Informacin y desarrollo en
Amrica Latina. Una relacin esquizofrnica, en Telos, n. 61, octubre-diciembre.
NUEZ, F. (2004): Metforas de Internet, en Revista Digital dHumanitats,
n. 6, en www.uoc.edu/digthum.
PETRELLA, R. (2000): La enseanza tomada como rehn. Cinco trampas
tendidas a la educacin, en Le Monde Diplomatique (edicin espaola) n. 60, pp. 26-27.
PNUD: Informe sobre desarrollo humano 2004. La libertad cultural en el mundo
diverso de hoy, Madrid, Mundi-Prensa, 2004.
RODRGUEZ DE LAS HERAS, A. (2004): La migracin digital, en Telos, n. 61.
35
35