Capitulo - Oriental - 11 El Aura Del Novecientos
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NOVECIENTOS
EL CLIMA ESPIRITUAL
te!
162
LOS ELEMENTOS
CIENTIFICOS y LOS
DESLUMBRANTES
ABANICOS DE VOCALES
En verdad, el modernismo es la sntesis -en
la fundamental- de das movimientos; est influido por los artificios y los hallazgos, incluso
experimentales. de dos esteticismos poticos de
boga sucesiva en la Francia del ltimo tercio
del siglo XIX: elparnasianismo con su belleza
fria, impasible y marmrea y el simbolismo, con
su sutileza musical y su culto del matiz. El
mode,rnismo es "un eclctico de las esencias
poticas del siglo", dice Zum Felde. Y agrega
que "es un arte de evasin con respeclo o la
vida": estelicismo, arte por el arle, y alienacin
mgica.
Lo caracterstico, en los resultados, es la sonoridad delicada de las descripciones, la plasticidad
de las escenas, la elegancia, el refinamiento; su
clima predilecto, lo nervioso, lo extrao, la extico, la mezcla del elemento artstico y del elemento cientfica. Un ejemplo, entre muchsmas
posibles, puede hallarse en estos cuatro versos
de Herrera y Reissig. "Con la quietud de un
sncope furtiva / desangrase la tarde en la
vertiente / cual si la hiriera repentinamente / un
aneurisma determinativo", donde juegan, tanto
como las cargas conceptuales de las palabras,
sus deslumbrantes abancos de vocales.
Julia
Herrera y
Reissg
i
Plaxo Independencia durante la conmemoraci6n del cuarto
centenario del descubrimiento de Amrica.
H54
MODERNISMO, DECADENTISMO
Y DANDYSMO
la crtica literaria conviene en sealar que
el modernismo naci en Hispanoamrica con
Azul, de Rubn Daro, en 1888. En nuestro
pais puede dotrselo en 1894, con la publicacin del poema Al Lector, de Roberto de
Jos Carreras. Reyles, que ya habia publicado
otras obras, da a con<;>cer en 1897 la novela
corta El Extrao~ de . corte acentuadamente
modernista; en el mismo ao Rod publica
El que vendr, en 1898 La novela nueva y en
1899 su ensayo sobre Rubn Dorio. Al ter
minar el siglo XIX, el modernismo est ya
instalado en el pas.
El modernismo fue una revolucin espiritual
y una revolucin potica; una revolucin que
alcanz a la funcin misma de la palabra y
reclam de ella valores plsticos y musicales,
efectos de color y de sonido, virtualidades de
sugerencia y extremos de refinamiento psquico que van ms all de su sentido primario
y directamente conceptual y gramatical.
Juan Ramn Jimnez lo defini como "un
gran movimiento de entusiasmo y de libertad hacia la belleza". Federico de ans dijo
que "el modernismo es la forma hispnica de
la crisis universal de las letras y del espritu
que inicia, hacia 1885, la disolucin del siglo
XIX y que se haba de manifestar en el arte,
la ciencia, la religin, la poltica y gradualmente en los dems aspectos de la vida entera~. Blanco Fombona escribi que se caracterizaba "por el pesimismo, el refinamiento
verbal, la exaltacin de la sensibilidad, la
rebelda y el culto de la belleza". Otras notas distintivas aluden al esteticismo (culto del
arte por el arte), el preciosismo, el decadentismo, el afrancesamiento, el sensualismo, el
amor por el confort y por todas las formas
de Jo extrao y de lo inslito. Pedro Salinas,
refirindose a la poesa, dijo que la modernista
"es poesa de los sentidos, poesia de delicia
visual, de sensualidad temtica y tcnica, adoradora de los cuerpos bellos, vivos o marmreos, y siempre afanada tras rimas brillantes,
sonoridades acariciadoras y vocablos pictricos".
Rubn Dorio le neg el carcter de escuela;
dijo del modernismo -del que fue fundador,
dando al movimiento su sello americano y,
en algunos de sus cultores, americanista- que
era una evolucin y un renacimiento. Lo calific de "esttica acrtica" y lo defini como
"el anarquismo en el arte", lo contrario de
una hermandad. Fue, agreg, un "movimiento mental que por influencia del simbolismo
francs transform las letras hispanoamericanas, en nombre de la amplitud de la cultura
y de la libertad". No hay escuelas sino poetas, sentenci; es "la pasi6n de la personalidad y la tenaz repulsa del dogma".
La experiencia modernista es la dominante
en la novedad esttica que aporta la generacin del 900, aunque Rod -en El que
vendr- haya dicho, un tanto precozmente
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desilusin de Pars y el abandono del decadentismo se dan casi juntos. No fUe slo un
credo esttico: fUe una forma de existir, un
estilo de vida: el de Herrera y Reissig y sus
contertulios de la Torre de los Panoramas.
Hubo quien afrances su nombre, como Pablo
Minelli Gonzlez (Paul Minely) y quien cambi transitoriamente el suyo, como el gran
poeta, cuando se firm Herrera y Hobbes,
pretendindose emparentado con el filsofo
ingls Hobbes. Y hasta hubo quien delir sobre
su identidad, como Vasseur cuando se imagin
descendiente de Lautramont.
A la experiencia decadentista, que lleg a
todos los excesos vitales y dej una literatura
que en su casi totalidad ha envejecido y
caducado cruelmente al paso de los aos, se
aplica una frase que ngel Rama estampa
en su estudio sobre Roberto de las Carreras:
"La extraa mixtura de lo verdadero y de
lo falso, de lo generoso y de to ridculo, es
propio de toda la poca".
En la cuota del ridculo incluiramos hoy
los alardes de dandysmo en que incurrieron
algunos escritores del 900, entre los cuales
uno de los ms valiosos; rid:culo actual y
ridculo en aquel tiempo, aunque sus cultores
extrajeran de la experiencia un partido de
ntima y pblica bizarra, del que se proclamaban orgullosos. El dandysmo es un desafo porque el dandy es un retador, un provocador: quiere convertirse l mismo en el personaje de su literatura, en el protagonista
de su propia aventura vital. Aspira a "transformar su vida en u'n espectculo fabuloso,
tenazmente original y disonante, para ofrecerlo agresivamente a sus contemporneos".
El dandy fomenta con gusto su leyenda
maldita, o se adelanta a proclamarla: Roberto de las Carreras asume con estridencia su
condicin de bastardo y se antcipa a dar
noticia escrita y pblica de su condicin de
marido burlado; Herrera y Reissig, que debia
inyectarse morfina en sus crisis de taquicardia,
se fotografia escandalosamente para "Caras y
Caretas", en 1907, en el acto de darse una
inyeccin; y la groseria de Soiza Reilly hace
el resto, presentando al poeta como un creador que necesita, para escribir sus versos,
de los estmulos encontrados de varios parasos
artificiales, 10 cual es inexacto. Inexacto aunque el dandysmo de la poca, el teatral decadentismo de los personajes haya creado el
equvoco de esta leyenda .~aldita: Roberto
proclamaba a su entonces amigo Julio (en
1903) "voluptuoso morfinmano".
Todos stos eran atributos extremos y candorosos pagados al concepto mitico que
mucho intelectual tena en aquel 900 de su
misin como creador y de su relacin con el
mundo.
._-_._----Lino CovoJie,i.
Composicin
fotogrfica que ilustra
la primera edici6n
del clebre "Psalmo"
de Roberto
de las Carreras.
I[
i
Parada mililar en la
de 1894.
a90510
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...
Plaza Independencia,
el 2S
de
Roberto de la Carreras,
en la poca en
que sus tormentosas
mocedades escandalizaban
a la aldea
............-
169
170
171
El
segundo
emplazamiento
(setiembre
J 899) es en Cmaras (hoy Juan Carlos Gmez) nmero 96, esquina Rincn. All hay
un primer mirador, y en ese domicilo Herrera
y Reissig sufre su primer colapso cardaco
importante. Es la poca de "Herrera y Hobbes"
y del Eplogo wagneriano a la poltica de
fusin.
A principios de 1902 la familia del poeta
se mudo a Ituzaing 235 (hoy 1255) y Reconquista, donde vive hasta la muerte del
padre, en 1907. All, en un altillo con vistas
al mar y a las azoteas y claraboyas circundantes de un Montevideo edilicia mente muy chato, se 'crea la Torre de los Panoramas.
La Torre sufre un receso de dos aos mientras Julio est en Buenos Aires (1904-1905).
No todo era all poesa y lecturas. Tambin
habla mate, tabaco, guitarra y naipes. Entre
los ms asiduos figuran Minelli (Paul Minely),
Csar Miranda (Pablo de Grecia), Ylla Moreno, Lerena Juanic, Demarchi, Medina Betancort, Picn y Olaondo, Vallarino, Aratta,
Schinca, Guaglianone, de Santiago, Salar,
Saralegui, Lpez Rocha, Lavagnini, Teodoro
Herrera y.Reissig y Carlos Mndez Reissig.
Aunque con menos exclusivismo, los grupos
se reunan asimismo en los cafs. Fue famoso
el Polo Bamba, caf de la Bohemia, en una
esquina de la Plaza Independencia. Iban all
Florencia Snchez, Falca, Vasseur, Frugoni,
ErnestQ Herrera, Fernndez Ros, Carlos Ma.
de Vallejo, Paplni y Z:as, Lasplaces, Medina
Betancort, el editor Orsini Bertani, el espaol
Leoncio Lasso de la Vega; y muy a menudo
las sesiones estaban animadas por el dueo
del caf, Severino San Romn, que tena un
talento fcil para ciertas formas del humorismo sui generis y del disparate escenificado.
Muy cerca de all, en Sarand esquina Cerro
(hoy Mitre) estaba el Caf Moka, donde sentaba sus reales Roberto de las Carreras, con
su squito de dos secretarios y su corte de
amigos, entre los cuales se contaba el adolescente Aurelio del Hebrn, seudnimo de
quien sera, con el correr de los aos, el
173
Tranvas, Fosfatina
y sombreros
hongo; el siglo
so defina
en nombres y
formas.
174
El monumento
a Joaqun Surez
en su antiguo
emplazamiento
de la Plaza
Independencia.
Iluminacin de la
Plaza Constitucin
para los festejos del
Carnaval de 1909.
-------.....KP'.
---~.-_
Plaza Constitucin,
en cuyos alrededores la
aldea montevideana
del 900 se deslumbr con
las aventuras de
Roberto de las
Carreras.
..
175
BIBLlOGRAFIA BASICA
DELGADO y BRGNOlE:
Horado Quiroga.
Vida
Obra
de
poca: "Litera-
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