Costumbres Religiosas de Chiloe y Su Raigambre Hispana, Isidoro Vazquez de Acuña
Costumbres Religiosas de Chiloe y Su Raigambre Hispana, Isidoro Vazquez de Acuña
Costumbres Religiosas de Chiloe y Su Raigambre Hispana, Isidoro Vazquez de Acuña
C O S T U M B R E S
D E
SU
K E L I G l O S A S
C H I L O E
RAIGAMBRE
HISPANA
COSTUMBRES RELIGIOSAS
DE CHILOE Y SU
RAIGAMBRE HISPANA
P R O L O G A
el profesor
CARLOS L A V I N
P U B L I C A
SANTIAGO DE CHILE
MCMLVI
N9 17.614.
Copyright by Isidoro Vzquez de
Acua Garca. Vicua Mackenna
750, Santiago de Chile, 1956.
VZQUEZ
DE ACUNA y PBREZDE
Don ISIDORO
LA
PUENTE,Capitrin de Dragones de la
Frontera de Chile.
DE
HARO,
DE
GARAYGALLARDO
AGUILA,Comandante de Infantera.
P r l o g o
El afn de investigar personalmente lor vestigios de orden folklrico e n
nuestro pais adquiri, e n los comienzos de la presente centuria, caracteres de
prioridad e n el Continente; y, n o por el hecho de intervenir e n esas actividades
algunos sabios extranjeros se aminoraba el afn cultural de muchos profesores
chilenos. De este modo, y por los aos del centenario de nuestra independencia,
tanto una sociedad como una revista folhlrica, llevaban nuestro mensaje a toda Amsrica. Los Cavada, los Sandoval, los Vicua Cifzientes y los Laval anticipaban sus indagaciones e n todos los ramos del tradicioiaismo sin excluir la
msica y la danza.
T a n excelso ejemplo fue' aprovechado por los curiosos del folklore, abocdndose a este estudio o e n forma superficial o con alcances efectiytaq, legando.
nos toda una literatura bien explotada por nuestros actuales comf~ilndores.Asimismo, la dileccin de nuestros literatos por la nueva ciencia ha venido llamando la atencin y supera, e n mucho, la de los creadoics de /a miisica y de las
artes figurativas. El promedio del siglo X X marca, adems, u n jaln e n la ruta
investigadora a favor de la entusiasta colaboracin femenina. Las h o y especializadas en los mds diversos tenias y con u n empeo normativo digno de caltficarse como el mejor aliciente para los expertos.
E n este rebrote de iniciativas, casi todas empeadas e n ins ms diversas
condiciones, han logrado insinuarse las actividades del joven follzlorista Isidoro
Vdzqtcez de Acua y Garcia, opeianrlo en el ms dificil de nuestros compos
de estudio e iniciando s u labor -se cliria- e n plena adolescencin. Desde el dia
e n que supo que algiinos de sus antecesores hnhian tenido una actuarihn histrica e n esas latitudes, dise a conocer mayores antecedentes acerca de la regin.
Don Isidoi-o Vdzqirez de Acua y Ptrez de la Puente lleg a la Isla Grande en los
comienzos del siglo pasado, e n los piecisos momentos e n que peligraba la autoridad espaola e n Amrica, donde actu de consuno con d o n Antonio de
Grille y algunos representantes de la f a m i l i a Gnray --que entre sus ascendientes
cuenta con grandes personalidades del Arcliipir'lago-, los qiic partiriparm e n
diversas acciones de guerra e n dcfensa de los derechos del Rey.
Personalmente nos encontramoq implicados e n estos aciertos por el hecho
de conocer, e n trance de investigacin, el ingrato ambiente de las islas. Nunca
a lo largo de nuestro terrztorio hahiamos encontrado eqcollos ms iiisalvables
que aquellos que tuvimos que vencer en las jornadas de estudio al trauc's de la
Isla Grande, y por los aos de 1950 a 1952. U n clima imposible, la nbrolrrta
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falta de comunicaciones, las dificultades de transporte y un verdadero concurso de incomodidades reciben al viajero. Quedan sas sugeridas si se asegura
que el mdximo esfuerzo de locomocin lo representa e n aquellas tierras selvdticas el histrico ferrocarril de Ancud a Castro, curiosisimo convoy que nunca
alcanza a aventajar la marcha a pie de cualquier trayecto, ya sea por su comodidad, su ahorro de energia y su velocidad. E n las comunicaciones maritimas
queda por afrontar, ademds, la absoluta falta de desembarcaderos y el mas
proceloso ocano de nuestras costas.
E n estas adversas condiciones, el folklorista n o puede conseguir mds facilidades que la acrisolada bondad y comedida atenciin de los habitantes para
efectuar su cometido. Cuntas veces la imposibilidad material llega a desbaratar e n esos mundos Ius oportunidades de hallazgo que saltan a la vista y al oido
y que es menester desechar e n medio del mayor desaliento!
Es Precisamente e n ese concurso de dificultades donde debemos admirar la
tesonera indagacin, efectuada e n los tiltimos aos y e n algunas poblaciones
chilotas, por Isidoro Vdzquez de Acua, sin ayuda financiera, sin prebendas
oficiales, sin empleos y granjerias; n o contando nada mas que con su fino olfato
de investigador y la -cloluntad de empearse e n un recio tema de estudio. E n el
momento e n que lleg a sorprender unu mistica imagen, al parecer tallada e n
la Isla y luciendo perfiles tan originales como desusados, se entreg a la tarea
de rrbuscar otros ejemplares, sin sospechar que, justamente e n un prdximo
pasado y para esas esculturas, haba regido una censura religiosa.
E n todo caso, el realismo desconcertante de las imdgenes encontradas, como
asimismo la osada interpretacin de sus plasmaciones, fueron sus mayores incentivos. E n pocos meses reuni un arsenal de estatuitas semidestruidas, integrando una coleccin que hace catedra e n este magno ejemplo chileno de folklore integral: una concepcin estilizada de los artifices-chilotes e n la imagineria religiosa.
S u acopio de misticas esculturas isleas de los siglos XVIIZ y X I X es inestimable; y, ante esa muestra estamos ms capacitados que nadie para elogiar
un cometido e n el cual habiamos empeado personalmente intitiles gestiones
motivadas por Ins ms vagas referencias.
E n inmejorables condiciones ha efectuado Isidoro de Acua este vigoroso
ejemplo de la investigacin de nuestro patrimonio cultural, ofreciendo u n a leccin a los curiosos de nuestro costumbrismo, e n la precitada &poca e n que tan
preciado filn de nuestra intelectualidad empieza a interesar n o solamente a
los circulos docentes, sino al pziblico estudioso, muchas veces empeado e n
buscar recuerdos de nuestro suelo e indicios de nuestra tradicidn.
CARLOS LAVN
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A L QUE LFYERE
No i s prcyiktnieiite iiiic:jtr;t ini:;icn coiidiicir al lector en s u visita a nuestra faniosa isla s i l l ca, ~ ~ i ~ i ~ ~L i is ~
coinodidadcs
~ i i ~ ~
y atractivos
l ~ l ~ que podra
encontrar. Ese propOsito corresponclc ni;s bicii a otro pliicro de giras siinilares a1 Iiactlccker. Por el contrario, lilies1 r;i mayor aspir.;tciii serci procurar a1
aficionado a la historia, ;I la etirriologiii o ;I 10s viajes u n alicicnte para qiie
p i e d a l l e p r a nderitrnixe cn el a1iii;i del :\i-ciiipiClngo, tlc siiyo tan interesante y <lesc~oriocidoh i j o diversos ;Ispec:to:s. E s la atmsrcra espiritual la que
;tspirarnos a sii;;ci.irle ;i1 lector y ac;iricii;inio~;c1 propsito de iiisiiiii:irle deterrniii:i<los giaiiclcs 1:tst.os y alguiios siiccsos iiirnudos del I>iisa.?<lo
y &I presente
(IC CliiloC.
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C a p t u l o
P r i m e r o
13
A su ve7, el reino animal aparece menos variado. Entre los mamferos regionales es el ms pintoiesco el fmdii o veiznclo y existen animales de piel fina como el gato hzrillin, el roipo y el lobo de un pelo. Contrastando con eJ
continente hay que refeiirse a la inexistencia de pumas, de zorros de los montes y de conejos. Estos ltimos se cnciicntran en escasa cantidad como animales
domsticos. El mar, siempre prdigo, brinda a esta austral provincia una verdadera fuente de riqueias. La categora de las ostras, centellas y otros moluscos y crustceos obtiene renombre continental. Los peces casi integran la alimentacin de los ribereos y dan vida a una fauna acutica verdaderamente
incomparable.
Situada esta provincia a una relativa distancia de los principales centros
consumidores del pas, ha tenido, hasta ahora, que soportar los resultados
de su aislamiento geogrfico. Aunque posee buenos puertos naturales y ningn lugar de la Tsla Grande dista ms de 25 km. de la costa, n o tiene buenob
medios de comunicacin terrestre o martima. Desde hace aos se viene pen-
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- 15 -
Captuio
Segundd
U N POCO DE HISTORIA
Al estudiar el complicado historial del Archipilago siempre liemos reparado en la curiosidad que implica el hecho de que estas tierras no fueron
conquistadas y exploradas, sino que en ellas se distingue una poca de reconocimientos seguida por una torna de posesin efectuada sin derramamiento
de sangre.
El primero que divisG desde el continente los perfiles boscosos de esas islas
australes fu el conquistador don Pedro de Valdivia, quien tom el Seno de
Reloncav por un inmenso lago y al canal de Chacao como su desaguadero.
Antes de l lo avist desde el mar Alonso de Camargo (1510) y Francisco de
Ulloa io haba visitado en 1552. Aos m;s tarde don Garca de Mendoza Ilegaba tras cruentas penalidades a las orillas del Reloricav, cerca de Chacao, desde donde don Alonso de Ercilla pas a las islas. El poeta nos relata sus impresiones en un canto de la Arnzicana.
Martn Ruiz de Gamboa arrib en 1567 despus de atravesar el canal de
Chacao en dalcas con los caballos a nado. Al llegar al ro que lleva su nombre, viendo que el terreno era estratgico, fund6 Santiago de Castro. En dicha circunstancia los indgenas se mostraron hospitalarios, ayudando a los extranjeros en todo lo que fu menester. En esta forma qued definitivamente
incorporado Chilo a la Corona de Espaa. Desde esa poca se empieza a mestizar la poblacih y a reunirse, ms tarde, en caseros semidispersos -cuyo
ncleo es la capilla- a orillas del mar, en la parte oriental de la Isla Grande
y en sus islas adyacentes.
Las primeras drdenes regulares que se estabiecieron fueron las de los mercedarios y franciscanos a fines del siglo XVI, secundadas posteriormente por
misioneros jesutas, que, adems de la ayuda religiosa, se dedicaron a la ensefianza. Entre los misioneros hubo varios que no slo se distinguieron por su
celo religioso, sino tambin por sus aportes al conocimiento de la regin. Se-
16 -
iialaremos a los Padres Nicols Mascardi, Melchor Venegas, llamaio el apdstol de Chilo; Juan B. Ferrufino, Francisco van der Bergh, Felipe van der
Meeren, y muchos otros que sera largo enumerar, quienes, tras cruentos sacrificios, lograron llevar la fe y la instruccin a aquellas apartadas regiones.
Por desgracia, el florecimiento del Archipilago se vi6 truncado con la expulsin de la Compaa de Jess en 1767, pues qued la provincia desguarnecida de misioneros y maestros, necesidad que el Virrey Amat subsan, en
parte, enviando desde Lima padres franciscanos que, aunque hicieron una
gran labor, no llegaron a igualar el dinamismo de los Hijos de San Ignacio.
2 Por la situacihn estratbgica, Chiio, llave de las costas americanas ciel Pacfico, hi70 que iuera codiciado por las potencias enemigas de Espaa, Iicclio
que nos demuestran las incursiones de los corsarios: Cordes (lGOO), que destruy Castro; Spilberg (1615 ) , que saque Carelmapu; Brower, Gobernador
de las Indias Occidentales, que asol ambas poblaciones en 1643; Cliperton,
que hizo reconocimientos en 17 19. Ademis, algunos geGgrafos y exploradores
extranjeros visitaron esas costas, como King, Schaiitcn y Lc Maire, LHcrmite
y Fitz-Roy.
En 1767, el Archipilago fu segregado de la Capitana General de Chile
y anexado al Virreinato del Per. El traspaso fu favorable en algunos aspectos. La medida ms importante fu la fiindacibn de San Carlos de Chilo (Ancud), ms tarde elevada a capital. Tambin se reorganiz la defensa con la
internacin de nuevo material blico.
Las ideas libertarias llegaron a Chilo mucho despus que a otras regiones
de Amrica; por eso hubo gran revuelo cuando en 1813 arrib una escuadrilla
espaola al mando del Brigadier Pareja, quien, por encargo del Virrey del
Per deba someter a Chile. Pareja tuvo xito al organizar el ejrcito, pues
logr reunir u n contingente de ms de mil hombres regularmente armados y
vestidos, con los que se hizo a la mar rumbo a Valdivia. Ante el csfuer7o y fidelidad de los cliilotes, Barros Arana dice:
Aquella provincia pobre, mal poblada, sustraida al calor y a las pasiones
del movimiento revolucionario de la cpoca, lzizo entonces mucho mds de lo
que se podia esperar de Plla. Presentd mds de $ 200.000 para preparar la reconquista de Chile, y e n menos de un aiio puso sobre las armas la vigksimn
parte de su poblarin.. . stjlo la Francia republicana, e n medio del entiisiasmo febril de 1792 y 1793, cuando rubric3 sus frontPras ron 14 ejrcitos, ha hecho u n esfuerzo igiral . . .
La guerra slo se conoci en el territorio hacia 1820, cuando Lord Cochrane -al servicio de los independientes-, despus de apoderarse de Valdivia,
intent hacer lo misino con el puerto de San Carlos, pero fu derrotado gra- 17 -
- 18 -
Cap t
II
1o
T e rcer o
Como ya se ha dicho, una de las caractersticas del pueblo del Archipilago de Chiloi. es su gran religiosidad y a cualquier persona que pase por las
islas, le extralinrr seguraineute ver tantas capillas diseminadas por doquier. Ms
de ciento cuarenta templos hay en la DiOcesis, en la mayora de los cuales participa cierta institucin que ayuda a los sacerdotes en su labor apostlica.
.-.-
CARGOS CIVILES.
En la actual organizacin laica de las capillas se pueden observar magnficamente las inlluericias espaiolas y cristianas, mezcladas con las antiguas usanzas e itleas nativas, como asimismo en las CestivitiacIes religiosas. LOS feligreses
proponen ai cura candiatos para que sean ayudantes ad honorem, entre los
cuales el cura elige a un fisctil, un sotufisrcil y varios fmtronos de 1:r capilla.
El P. I.uis d e Tcildivia instiiuy los fiscales en Chile, y les d i h por insignia un bastdn terminado en cruz (en Cliilok se iisn tina c m z patriarcal). Los
PP. Venegcis y Ferriifino los estableclcion en Chiloe #.
En aquella +oca el superior de la inicih presentaba al Gobernador del
Archipilago una terna para el caigo, de l a que elega el Mandatario ;1 aquel
que mejor le placa. El motivo de la creacin de este nombramiento se debi
a la escasez de sacerdotes y a lo dilatado del territorio que tenan que atender. Posteriormente, en 1626 e1 Padre Vericgas obtuvo del Gobernador Osores
de Ulloa el privilegio de que los fiscales quedaban libres de todo servicio personal y que no podan ser alejados de si1 residencia por ningn eiicomendero
o ministro real, para que ~~ermaiiecieran
as al cuidado de las capillas; desde
entonces este cargo fui. muy apreciado.
* H.D.C., p.
13.
19 -
lu Pdgina 92.
- 20 -
NOMRRACIONES.
Se llevan a cabo en la casimita o casemita, que es una casa vecina a casi
toda capilla de campo o pueblo, destinada a alojar a los sacerdotes cuando van
a misionar y tambin para que el cura se dewyiine en ella despus de decir
misa (parece ser contraccin, esta palabra, de casa y ermita, y como dice
F. ,Y. Cavada, de casa de mita, esto es, casa Iieclia por el sistema de mitas o
por medio de mitayos). A las noinbrnrioizes asiste el sacerdote y el gobernador,
recien ascendido por derecho propio a sirfvenzo, dispone el ascenso por grado
de los otros miembros del cabzldo, proponiendo los candidatos a los dos puestos
vacantes para que el cura los apruebe. En seguida cI niievo sulwemo hace una
corrida de roscas y licor (4). Lo mismo hace la suprema recibn nombrada,
que es nia pequeiia muchas veces *+.
LA FIESTA DE CABILDO.
- La preparacin del cabildo y s u organimcin est encomendada al supremo, quien responde ante el cabildo (cabildantes) y el cura de su buena presentacin. El es quicn solicita al prroco la celebracin de la misa para el da
de la fiesta como tambin su autorizacin para que se pucda llevar a cabo la
manifestacin. ^*El gobernador, por su parte, tiene la obligacin tradicional de dar roscas a los asistentes y un apetitoso asado para el seor cura y acompaantes
al resto de los cargos (5). El primer
(sacristn, aclitos, etc.), como
cura, a sus acompaantes y a todos
coronel ofrece una sustanciosa
los c a m :
En algunos lugares el resto de los cargos no contribuyen con aIimentos.
Como estas variantes hay otras de menor importancia. Por ejemplo, en algunas
capillas se elige una suprema adulta y en otras a una pequea; igual cosa
ocurre con el supremo, pero en realidad el verdadero supremo es el padre del
nio, que corre con todos los gastos de vestir bien a su hijo y del arreglo y
adorno de su casa o de la casimita para la fiesta, como tambin con la cuota
que le corresponde para la alimentacin del cura, etc. Se observan analogas
entre los cabildos, aunque ellos se celebren en regiones algo aisladas de la parte
frontera a Castro, que como ya dijimos, es donde adquieren ms colorido y
brillo (6).
AS., 62.
AS., p. 22; L.CH., p. 308.
**
21 -
LASVSPERAS.
El da del festival se celebran las vzsperas, las que se cantan solamente en
loor a la Santsima Virgen, aunque la festividad o el misterio que se coiimpmora sea en honor de Nuestro Seor o de algn santo *. En Quinclmo, por ejem1~10,el Cabzldo sale cantando. . . los Gozos de Nuestra Seora de Gracias **
al son de la flauta, violn y vihiiela, dando un paseo alrededor de la iglesia
antes de entrar a ella. Aqu es esperado por el prroco para su concurrencia a
las visperas. Terminadas stas, el cabildo vuelve a su casa cantando nuevamente los Gozos, que son:
C O R O
II
La gracia de bien obrar,
L a gracia de conaenzar
y le de perseverar,
por Dios y por vos se espera.
la de Dios sdlo servir
y para el m u n d o morir.
IIZ
A lo santa ?eligin
el hombre dvro o mujer,
llega por fin a volver
con vuertra dulce atraccidn,
y trordis su corazdn
de mdrrnol e n blanca cera.
C . C i i . , p. 152.
**S.M.M., pp. 68 a 74.
- 22 -
VI1
VI
YIIl
nos di d e A d a n la flaqueza;
codicia, orgullo y torfieza,
con tres gracias remediad.
Madre, dadnos tu humildad,
laigneza, t u pureza entera.
LA PROCESIN.
En la maana del da de la fiesta d e cabildo, los miembros de l se reinen
en una casa vecina a la Iglesia o en la casimita, donde se preparan y adornan,
dirigidas por la maestra de ceremonia, las mujeres y por el maestro de ceremonia, los hombres. En seguida empieza el festival con la aparicin del padrecura. El pueblo en masa lo vitorea mientras va destino a la capilla. Abre la
- 23 -
LA MJSA.
Durante los Divinos Oficios el pueblo canta y reza mientras la m t ~ ~ gacomn
paa tenuemente. En el atrio, para alejar los malos espritiis, los escopeteros
hacen continuas descargas.
* A.S., p. 83.
a 152.
- 24 -
Conclufda la misa de celebracin (del santo) la multitud se retira ordenadamente en procesin: primcro, cl anda con el Santo Patrono; en segundo
lugar, la suprema bajo su arco, con s u comitiva; en tercer lugar el cabildo y
los patronos con sus imgenes y banderas y el resto del servicio de capilla, que
algunos denominan el cabildo de los abanderados, y finalmente, el grueso de
la procesin seguido de la banda y de los tiradores.
La columna da una vuelta alrededor de la plaza y en ciertas oportunidades recorre el pueblo, especialmente cuando este es peqiieo. Al regresar se
hacen descansar las imgenes algunos momentos en la entrada del templo, con
la cara vuelta al piieblo, para que reciban el hoinenaje de sus patronos *.
F-BATIRLA DANDERA.
Al trmino de la procesin el pueblo se congrega en la plaia para presenciar el saludo de las banderas y el cambio d e mando. Los cargos de las
capillas visitantes se forman en lnea con sus respectivos supremos al frente,
que sostienen aliados sus estandartes. El supremo de la capilla visitada se
coloca a treinta pasos del supremo de la primera capilla visitante. Mientras
la banda toca, avanian a su comps ambos supremos unos ocho o diez paso5.
Se detienen, se hincan con una rodilla en tierra y baten sus banderas con
toda la prestancia de que son capaces; se incorporan y avanzan otro poco, cru7ando los mstiles de sus estandartes o banderas, los golpean primero al lado
diestro y despus a l siniestro y seguidamente retroceden a su primitiva colocacin. El supremo visitado repite el ceremonial con cada uno de los rectantes
supremos.
Terminado el saludo de las banderas, el sup?c1?1o entrega su ensea de
tal al sacerdote y ste la da a besar al gobernador, exhortndolo en breves palabras, en las cuales alaba la labor del supremo. Al entregar el estandarte y los
distintivos de tal al gobernador, hace que quede desde el mismo momento instituido supremo, quien promete preparar r1 cabildo para el ao venidero. Este ritual, como ya dijimos, se denomina nonzbraciones (9).
* C.CH., p.
153.
25 -
Los cabildantes se renen casi siempre en casa del supremo o en la casimita para comer con el seor cura. Cuando ste se retira empiem el baile y la
fiesta pierde seriedad, prosiguiendo hasta el da siguiente. Los ms festejados
son los visitantes, siendo -como nos dijo un chilote- la fiesta de la fraternidad humana. Pero con todo lo fraternal que pueda ser, no faltan las rias
producidas por los ebrios que ponen muy en prctica aquel adagio que dice:
Quien te quiere t e aporrea. Se producen actos de baja moralidad con sus
consiguientes resultados. Debido a todo esto la autoridad eclesistica est tra.
tando que las fiestas se efecten mhs moderadamente. Algunos sacerdotes poco
tolerantes las han desterrado de sus curatos, causa por la cual esta costumbre
se est perdiendo.
Antiguamente se estilaba la quema d e Judas. Al terminar la festividad de fama, se procedia a iepresentar al Iscariote traidor por una figura
grotesca y se procedia a quemarla ante la satisfaccin de todos los buenos y
leales felagreses *.
LA CANDELARIA.
Para que el lector se forme una idea ms ntida de lo que hemos expuesto, transcribirenios el romance poular La fiesta de la Candelaria, recogido en
R n c ~ dpor don Daro Cavada**.
E n los botes y Ins lanchas
todo es uno confzisidn,
gritan mujeres y chicos,
cada uno con nilis voz.
Hasta q u e y a prefiaiados,
t t i m d a muy fuerte el fiatrdn;
iwrge (15) t u pronto In vela;
marcha, v d e al bataldn!.
El viento cs de travesia
y pega por el babor,
van esas lanchas tumbadas
y adentro giitan: iadids!
A l llegar a Carelmapu
todo es una aniniacidn,
repican ins las campanac
y comienza la juncin.
L a iglesia se llena al tiro (16).
por air misa y sermn,
$or ver a la Candelaria (15).
Ya se prepara la gente
d e Cnlhuco y Piterto iifontt,
to m e m o (IO) en Cnrtro y Achao
y en Ancud, palu juncin (11)
Y a levantan JUS banderas
hoiandra, bote y vapor,
y en Ioc despachos se ricnde
nguardiente d r i incjor.
I,a fiectae 10 Candelaria
se rele1)ra el din dos,
y cs en el iner de febrero,
como el ano que paso.
La gente gran tripulina (12).
arma ron esta ocasin,
se emhoica con mucho giicto
porn ir a la juncin.
Unos zinn por riinlplir manda (13).
otios por vender licoi,
otroc por hechor su cueca (14)
en aquella diversin.
-26-
- 27 -
con los e m p l e p d o s (cargos) se renen en la capilla, toman stir, respectivos estandartes, banderas y paramentos, y as ataviados, acompaados de la murga
y de los escopeteros, dan un rodeo a la iglesia, que es el nuevo pasacalle, para
seguidamente dirigirse a la casa donde se hospeda el cura. Frente a la ventana del dormitorio de ste se detiencn y los escopeteros descargan sus armas
y despus entonan cnticos religiosos relativos a la Virgen. Terminados los
cantos vitorean al cura, que en el intertanto ha salido al balcn:
Viva la Virgen del Carmen! Viva el seor cura! Viva Chile!
Vueltos a la capilla dejan su instrumental y estandartes y se van a bailar
cueca pal-a calentar los pies . . .
A la segunda seal de campana, fiscales y cargos instalan dos astas de
bandera frente a la capilla. Posteriormente se dirigen a invitar al padre-cura al
iznm iento.
El pueblo, durante el tiempo que han demorado los preparativos, se ha
levantado y salido a la calle, reiiniPndosc en la piara, donde dirigidos por el
cwa entonan la Cancin Nacional a todo pulmn.
Los reservistas izan el pabelln patrio con apostura militar. En realidad
se izan dos banderas chilenas: una por la patria y otra por Nuestra Seora del
Carmen, patrona de los ejrcitos nacionales y de Chile (30). Concluye e! acto
con la arenga patritica del sacerdote.
28
C a p t u l o
C u a r t o
* H.CH.B., p.
104.
- 29 -
EL AUTO.
El da del acto todo el pueblo se apresta para ver la comedia y desde
temprano toma colocacin en tomo a la plaza, que es u n erial tapizado de pas* E.V., p.
606.
30
to. De pronto irrumpen en el sitio, con estruendos de pitos, cornetas y tambores, dos bandos, ataviados los unos como se imaginan que vestan los sbditos
de Carlomagno, y los otros a la morisca, como los del Gran Turco Solimn. Unos
marchan a caballo y otros a pie, portan estandartes y banderas, los que junto
a los turbantes y vestiduras de diversos colores, dan al espectcculo un brillo
muy chilln. Todos marchan al comps disonante de los instrumentos, hasta
situarse los dos bandos frente a frente. Cada uno consta de unos veinte hombres aproximadamente.
Momentos despus de dialogar en el bando cristiano, se adelanta una
embajada que se dirige al bando de los moros a parlamentar con Solimn, el
Rey Moro. All, entre versos y prosa, piden la Vera CruL en nombre de Carlomagno, el Rey Cristiano. Los moros parlan entre cllos y se niegan a entregarla; entonces los embajadores cristianos desafan a los moros dicindoIcs que
la posesin del Sagrado A i b o l de la Cruz se decidir con la guerra. Luego de
esto se vuelven por donde haban venido. En ambos bandos se discute y de
pronto del bando moro se destacan jinetes que van a aceptar el desaio de Carlomagno.
Despus que el embajador moro se reintegra a su grupo, entre gritos de
guerra, sonidos de hierros y msica desacorde, avanzan ambos bandos y se traban en feroz y encarni~adapelca en el medio dcl campo. La lucha permanece algn tiempo indecisa, pero al fin vencen los hombres de Carlomagno con su Key
a la cabe7a, protegidos por el Redentor.
Al ver tantos heridos y muertos, los cristianos no pueden dejar de ejercer
la caridad como Jess lo ha ordenado, y ayudmdo a los vencidos, los van convenciendo de las virtudes del cristianismo hasta que logran convertirlos. Entonces se vuelven a oir los instrumentos y todos juntos -moros y cristianosemprenden una procesin en torno a la plara, con sus estandartes flameando
al viento, llenos de alborozo y entonando chticos de alabanzas a Dios; los unos
porque les ha concedido la victoria y la Vera Cruz, y los otros por la felicidad
de verse cristianos.
As termina esta representacin hispano-chilota, despus de la cual, todos,
actores y espectadores, se van a las fiestas y comilonas a que son tan aficionados. Desgraciadamente, esta tradicional fiesta casi se ha perdido a causa de
la constante emigracin de los jvenes a otros lugares en busca de trabajo.
Algunas personas se mostraron extraadas cuando les referimos el argumento, del que el lector ya se ha impuesto, al ornos nombrar a Carlomagno y
y no a los Reyes Catlicos, a Don Rodrigo, Don Pelayo u otro rey espaol que
hubiera luchado contra los sarracenos, pero esto no tiene nada de raro, pries,
basta recordar que el Emperador fu dueo de la Marca de Catalua, para ex-
31 -
DE
SANJ U A N BAUTISTA.
Con mayor arraigo se sigue celebrando esta fiesta, cuyos preparativos ernpiezan con algunas semanas de anticipacin al da 24 de junio. Comnmente
se renen dos o ms familias para celebrar el Santo juntas, aportando cada
una comestibles y licores.
Segn cuenta la leyenda, San Juan Bautista es un santo de caballera, pues
posee un corcel muy brioso y bravo, en el que deseaba cabalgar en el da de
su onomstico, para salir a divertirse un poco libertinamente, por lo cual: Dios
le mand un sueio invencible para libralo de dar este mal paso, y diz que San
J u a n se lo pas durmiendo dos das arreo. Cuando al despertar, supo por los
apstoles que su diu era pasado, tuvo grandisimo despecho *. Pero esta jugarreta parece que Dios se la hizo slo una vez, pues seguramente, con esta experiencia, el Santo anduvo con ms cuidado y disimulo, y en los onomsticos siguientes se ha preocupado solamente de asegurar su caballo, tan cerril, para
no quedar de a pie. Para esto recurre a la Taja-Taja, ave nocturna de veloz
y bullicioso vuelo, para lograr apricionarlo e n un callejn de alld arriba. . *.
Debido a esta curiosa costumbre de creer que San Juan celebra su da a caballo, sus devotos de Chilo encuadran sus aprestos al caballo y a los aperos
de montar. Con anticipacin empiezan a alimentar sus cabalgaduras con buen
forraje y nutritivos granos, para que puedan resistir la cabalgata, de varios
das con sus respectivas noches, que forman parte de la festividad del Santo.
Varios das antes y despus del da de San Juan, una comparsa de jinetes
recorre la regin vecina a su poblado, Qwmdo las noches de claro en cIaro; comiendo, cantando y bebiendo a costa de los nuevos individuos que se incorporan
a la primitiva pequea cabalgata. En casa de los amigos o de los nuevos cabalgantes se hace una paradilla para saborear unos agradables mikados (33) y un
f
trago de chicha de manzana o de ardiente guachacay (34). Por su parte, las familias de los componentes de la comparsa se renen a celebrar la fiesta, benefi.
ciando un cerdo y preparando chulio en grandes cantidades para saborear el
tropn (35), al amanecer del 24 de junio. Adems, preparan una sopa bien
condimentada y con trocitos de pan, como asimismo, una substanciosa cazuela
de ave.
--
* C.CH., p. 156.
** A., p. 51.
- 32 -
-- 33
C a p t u l o
Q u i n t o
C O M O L O S C H I L O T E S TNVOCAN A LOS S A N T O S
EN LOS CASOS DE NECESIDAD
Una costumbre generalizada en toda AmCrica Hispana, y por ende con
mayor razn en Chilo, que recibi durante ms tiempo las influencias espaolas, es la de invocar a la Virgen y a los santos cuando circunstancias crticas lo requieren. Desde luego, mucho ms llamada a auxiliar a sus hijos afligidos, es Nuestra Seora, en cualquiera de sus numerosas advocaciones, y as
la vemos socorrer a sus devotos isleos, ora como Virgen de Gracias, ora como
Virgen Purisinza, ya como Nuestra Seora de la Candelaria o como Nuestra Santa Madre del Camen. Sin duda, ella es la ms poderosa intercesora entre Dios y los hombres. A sus santuarios se ven llegar los romeros en gran nimero en el da de sus fiestas, muchos de ellos vestidos con los colores de la
Milagrosa, en cumplimiento de sus promesas (36).
El da de la Purificacin de la Virgen, 2 de febrero, se ve muy concurrido el Santuario de Carelmapu, donde se venera la milagrosa imagen de la
Virgen de la Candelaria. Esta festividad, como dice el Dr. Castillo de Lucas,
es recordada siempre por la piedad de las mujeres espafiokas que, imitando a
la Virgen, tienen la costumbre de asistir a Misa, pain dar gracias, quince o
veinte das despus de haber parido (Misa de parida) +,costumbre que algunas
madres de Chilo an siguen. Esta festividad vulgarmente se llama la Candelaria, por la costumbre de llevar al templo a bendecir cirios encendidos, cuyos cabos -igual que los del Monumento de Semana Santa- se encienden
cuando hay tormenta o en los casos de enfermos graves, por cuyo motivo son
nombrados de In buena muerte. ++.En esta forma notamos que la vela en la
Liturga nos ofrece u n hermoso simbolismo, apagada representa la rectitud;
encendida, la fe, capaz de vencer los obstculos que el demonio opone al cris-
* C.L.F., p. 100.
** E.C., p. 43.
34 -
* C.L.P., p. 110.
** V.C., p. 183, N.OS 185 y 190.
- 35 -
Virgen de la barquera,
tres cosas pido:
Salvacin y inero,
y un buen marido **.
Corresponde a una variante de la de San Antonio.
De una imagen de este santo que tuvimos la oportunidad de conocer, nos
refirieron la siguiente ancdota: Haba tina viejecita llamada Ciriaca, que entre sus pocos haberes tena una gallina con sus pollitos. U n mal diu se murib
la gallina, y la vieja le hizo cargos a San Antonio, dicindole: Tii me tienes
que cuidar mis pollos. . . Y , cosa curiosa: el galbo se hizo cargo de los polluelos
y los cuido maternalmente.
Tambin es invocado el Pobrecito de Asis, de quien Alguien dijo que era
el ms santo de los poetas y el mas poeta de los santos. San Francisco es muy
venerado y se le pide ayuda contra los dlores de cabeza; contra los animales
dainos y contra las tempestades. Sin embargo, entre los meses de octubre y
noviembre, corren unos vientos fortsimos de travesia (37), que pueden ser
secos y sofocantes, lluviosos o con granizo, y que se atribuyen a la ira del santo, producida por aquellos catlicos indiferentes, que no suelen cumplir con
sus obligaciones religiosas. En su enojo, San Francisco hace pagar a justos y
pecadores, pues el vendaval llamado cordonazo, es de tal magnitud, que destruye las primeras sementeras, despoja a los rboles de sus flores o frutos nuevos y favorece la reproduccih de una gran cantidad de insectos dafiinos a los
diversos cultivos. Igualmente, atribuyen los chilotes las ruinas de las cosechas
a castigos que Dios manda a los que han dejado impagas las primicias, que los
agricultores catlicos estn obligados moralmente a dar al prroco todos los
aos y que consisten, segn el seor Alvarez Sotomayor, en una chigiia (seis
almudes) de trigo, una de papas, una de manzanas, un cordero y un velln
da lana +**.
* L.O., p. 77,
- 36
San Isidro,
barbas de oro,
ruega a Dios
que llueva a chorros
En otras regiones de Chile, se dice tambin:
San Lorenzo,
barbas de oro,
ruega. a Dios
que llueva a chorros.
* A, p. 53.
* * C.L.F., p.
119.
- 37
En Espaa, clccse estc refrn: La lluvia por San Lorenzo, siempre llega a
tiempo *.
Cuando ialta vicnto, elcinento indispensable para la aavcgacin a vela,
los ideos acostiimbran golpear y azotar los palos de sus barcas, o silvar, invocando a San Lorenlo, para que &te sople **.
Otro santo marinero, es San NicoLs de Tolentino, cuya festividad se cc1ebr;i cl 10 de septiembre. Aunque poco conocido en Cliilo, se le invoca en
los nadrngios, junto con otros santos protectores de los pescadores y marinos, y con la virgen, a quienes sc les oireceri exvotos consistentes en buqueci1 0 5 en niiniatiira, que se cuelgan dc las vigas del tccho de las capillas, tal como pudimos observar en algunas de cllas ***.
A San Ignacio de Loyola, se ericoniiendnn los habitantes de las islas, cuando tienen calenturas o en los malos partos, aunque t a m b i h se acude ms comnmente a San Ramn Nonato. De este santo se recucrda un pintoresco
cantar hispano:
Las mujeres cuando paren,
se acuerdan de San RanaOn,
y no se acuerdan del santo. . . *
A San Jos, sc le invoca contra las liebres, aicccioncs de los odos, dolores
de cabem, pestes, y tambii.n, para tener una buena muerte.
Contra los demonios, y deIIih espritus malvolos, as como para librar a
los posedos, se acude presto a San Miguel. Igualmente, el 3 de marzo, da de
la Exaltacin de la Santa Cruz, existe la tradicin de q i i i h dice mil veces ,Jesiis,
n o io tienta el demonio a la hora de la muerte. Cada VCL que se dice Jesis, se
pasa una cuenta del rosario entrc los dedos, de tal suerte que, para complctar el millar, hay que recorrer veinte veces el rosario, de cinco casas. Terminado cada rosario, se rem un padienucstro y un avcmara con su corrcspondiente Gloria Patri.
Eriipicznn cada rosario, con la siguicnte oracim:
Si cn la horde mi muerte
cl Demonio m e tentarc,
le diria: -No ha lugaripor g d e l diae la Cruz
dije mil veces: Je~zis.
* L.O., p. 85, NO 116.
** C.CH., p. 124; V.C., p. 185, NO 198, y
* * * C.L.F., p. 118.
* * * * C.L.F., pp. 111 y 117; V.C., p. 116,
C.L.F., p. 116.
NV 47, y E.C., p. 140
- 38
Segn Vicua Cifuentes, esta oracin se deriva del siguiente conjuro espaol, contra las tentaciones diablicas:
39
Cuatro que son cuatro, los cuatro Evangelistas. Trcs qiie son tres, las tres Maras. Dos
que son dos, las dos tablas de Moiss. Una
que es una, la Virgen que pari en BelCn
y qued sicinpre pura.
-Amigo, dgame las seis.
-Aunque no soy tu amigo, tambin te las
dirt. Scib que son seis, las seis canddas. Ciiico q u e son cinco, lai cinco llagas. Cuatro que
son cuatro, los cuatio Evangelistas. Tres que
son trrs, Ins tres Maras. Dos qiie son dos,
las dos tablas de Moiss. Una quc es una, la
Virgen que pari6 cn Beln y qucd6 siempre
pura.
-Amigo, clgamc las siitc.
-Aunque no soy tu amigo, tambiin te las
dir. Siete que son siete, los siete sacraniento?. Seis que son seis, las scis candelas. Ginco que sou cinco, las cinco llaga?. Ciiatro que
son cuatro, los cuatro Evangcli5tas. Trcs que
son tres, lar tre\ Maras. Dos qiie son dos, las
dos tablas de MoisCs. Una que es una, la
Viigcn quc pari en Beln y qued6 sicruprc
pura.
-Amiqo, dig.iine las ocho.
-Aiinqiic no soy tu amigo, tambin te las
dir. Ocho qiic son oclio, los ocho gozos. Siete que son siete, 105 sictc sacramentos. Seis
que son seis, las scis candelas. Cinco que son
cinco, las cinco 1la:yns. Ciiatro que \on cuatro, los ciiatro Evangelistas. lres que son
tres, las tres Marias. Dos quc son dos, las
(10s tablns (IC Moists. Una que es una, la
Virgrn que pari CII Beln y qued6 sicinpre
pura.
-Amigo, dgame lai niievc.
-Aunque no soy tu amigo, tambitn te las
dir. Nucvc que son nueve, los niicve inese%
Oclio quc son ocho, los ocho gozos. Sictc
que son siete, los siete sacrarncntos. Seis que
son seis, las seis candelas. Cinco que son cinco, las cinco llagas. Cuatro que son cuatro,
los cuatro Evangclistas. TICSque son tres,
las tres Maras. Dos qiie son dos, las dos tablas de Moiss. Una que es una, la Virgen
que pari6 en Beln y que& siempre pura.
-Amigo, dgarne las diez.
-Runqne no soy tu amigo, tambin te las
dir.. Diez que son diez, los diez inandamientos. Nuevc que son nucve, los nueve meses.
Oclio que son ocho, los oclio gozos. Siete que
son sicte, los siete sacramentos. Seis que son
seis, las seis candelas. Cinco que son cinco,
las cinco llagas. Cuatro quc son cuatro, los
cuatro Evangelistas. Tres que son tres, las
tres Maras. n o s que son dos, las dos tablas
de Moiss. tina que es una, la Virgen que
pari en Beltn y qued siempre pura.
-Amigo, dgame las oncc.
-Aiinqiie no soy tu amigo, tambin te las
dirt. Once que son once, las once mil vrgenes. Diez que son diez, los diez mandainientos. Nucve que son nueve, los nueve meses.
Ocho quc son ocho, los ocho gozos. Siete
q u e son siete, los sicte sacramentos. Seis que
son seis, las seis caiidelas. Cinco que son cinco, las ciiico llagas. Ciiatro que son cuatro,
los cuatro Evarigelistas. Tres qiie son tres, las
trrs Maras. nos que son dos, las dos tablas
de Moiss. Uria que cs una, la Virgen que
pari en Beln y qued siempre pura.
-Amigo, dgame las doce.
-Aunque no soy tu amigo, tambin te las
dir. Doce que son doce, los doce aphstoles.
Oiice qiie son onre, las oncc mil Vrgenes.
D i e z que son diez, los diez niandamientos.
Niievc que son nueve, los nueve meses. Ocho
que son ocho, los ocho gozos. Siete que son
siete, los siete sacrainentos. Seis que son seis,
13s scis candelas. Cinco que son cinco, las
r.inco llagas. Cuatro q u e son cuatro, los ciiatro Evangelistas. Tres que son trcs, las tres
Maras. Dos que son dos, las dos tablas d e
hfoiss. Una que es una, la Virgen que pari6
en Beln y qued siempre pura. (Esta vcrsin fu recogida en Anciid) .
- 40 -
El siguiente conjuro para santiguar el mal de ojo, tiene en Chilo algunas variantes; transcribiremos el ms usado, pero antes de que lo hagamos, nos
releriremos brevemente al llamado mal de ojo.
La fascinacin, llamada en Espaa; cn Chile y otros pases: mal de ojo,
es una de las ideas quimricas ms fuertemente arraigadas en el pueblo, sin
que el progreso haya podido borrarla. La palabra fascinacin se ha derivado
de la voz latina fascinuim, que significaba primitivamente el miembro masculino. La verdad es que segn las ideas mgic;is, los rganos de la concepcin
y del parto, tenan suma importancia, atiibiiyndosele al miembro viril poderosas fuerzas protectoras. El p n e r a1 descubierto los genitales tena que
desviar o auyentar el mal de ojo, de aqu el einpleo de pequeas figuritas flicas o de figuras femeninas mostrando la vulva como amuleto contra el mal
de ojo. Indudablemente, la Iglesia puso impedimento a estos objetos, por razones de moral pblica, debido a sto, substituy la representacin realista por
un smbolo: la ficn, fign o higa, constituida por una mano cuyo pulgar asoma
entre los dedos ndice y medio (el gesto antiqusimo y aHn simblico en algunos pueblos, para expresar el ayuntamiento carnal) *.
El mal de ojo, es producido involuntariamente por la mirada de un individuo que nace o adquiere por trasrnisibii el poder de ojear. Se pueden ojear
nios hasta cierta edad; algunas partes agradables del currpo; el cabello, Ins
ojos, los senos, etc., mientras conservan la lozana de la juventud; asiniismo, los
animales, plantas y cosas. No existen signos externos que delaten al ojeador,
esto es con respecto a Chile, ya que en otros pases, este poder est acompaado de signos exteriores. En Chilo, como en Espaa, se cree generalmente
que lo causan los brujos.
Los sntomas del aojamiento, segn muchos investigadores, son: decaimiento general, vmitos, desconiposicin intestinal, calentura, sudor fro, inapetencia, y como indicio irrefutable, achicamiento de uno de los ojos, que
parece sumirse en la cuenca.
Comprobado el aojnmiento, lo primero que se hace, es buscar una persona que santige al daado. Algunos santiguidores acostumbran decir, como
introduccin, el Evangelio de San Juan. junto con algunos credos u otras oraciones, siempre en nmero impar, despus de lo cual se recita u n conjuro
apropiado como ste *+:
- 41 -
d e la Santa Iglesia, R e y ,
dueo de las jerarquias,
luz mia
amparadle noche y dia. jDios conmigo, Dios con l,
Dios adelante y yo detrds de El.
Salga el mal, entre et bien, t
como la Virgen entr
e n la Casa Santa de Jerusaln.
*.
Rodrguez Marn, trae una que se estila en Espaa, que dice as:
Con Dios m e acuesto,
con Dios m e levanto,
con la Virgen Maria
y el Espritu Santo ***.
42
130,
NQ
32.
**
Id. IV, p. 117, y la obra del P. Murios Sen, p. 501, que registra otras variantes
pequeas.
- 43 -
C a p t u l o
S e x t o
LOS R I T O S F U N E R A R I O S
LASCAUSAS
sus PRESAGIOS.
En general los isleos consideran como malos presagios la presencia y los
cantos de ciertas aves agoreras, entre ellas, podemos sealar al dei, al coo, al
nnco, a la vaudn, al thregle (frailecillo), todos los cuales, anuncian la prxima
muerte de alguno de los maradores de la casa por donde pasan lanzando su
nefasto grito. A estos pjaros reales, hay que agregar otros mitolgicos, como el
chihued y el raiqzikn I.
El chihued es un ave encantada, semejante a un murcilago, al que SOlamente se puede matar con u n palo que est enibadiirnado y preparado con
diversas unturas y medicamentos. Por donde pasa, anuncia muerte. Algunos
lo describen como u n pjaro nocturno de plumaje negro y del porte de u n
zorzal, que tiene un grito spero y clue no es mis que un brujo transformado
en ave.
El ruiqukn es otro ser mitolbgiro, de plumas negras y del tamao de u n
zorzal. Se tiende en medio de los caminos, iingindose muerto (caractersti- .
ca que algunos achacan al chihued). SU canto anuncia la muexte a los que lo
oyen. Segn unos, al volar hace u n ruido semejante a espuelas que se agitan.
Otro animal semimitolgico que anuncia muerte, es un culebrn que
aparece cada veinte o treinta afios, en el lugar de Piriiquina, a 10 kilmetros
de Castro. AI aproximarse, hace un gran ruido y el primero aue lo avista,
muere antes de un ao **.
Aunque la fbula de las Sirenas es griega, en Chilo -ti erra marinera cor a C:+a--,
nh;l.
mo Grecia- encontramos una leve reminiscencia de ella. L
oiiCiia
LLtb13ta
se llama Serena y habita, no slo en el mar, sino tambiri en lagunas y pozos,
donde se la ha visto peinar su rubia cabellera, con un peine de oro, mientras
DE LA I\IUERTE Y
* C.CH., pp.
** C.CH., p.
113, 119, 402; V.C., pp. 41, 85, 245, NO 518, y C.P., Vocabiilario.
124, N9 42, y V.C., p. 246, 7 524.
44 -
EL VELORIO (VELATORIO).
En Espaa, es una creencia muy extendida que el alma del difunto entra
en los que se quedan dormidos velndole, y por ello se procura permanecer desvelado con rues y libaciones, juegos y costrajos, etc. Esta costumbre se encuentra en todas partes de la Rmkiica hispana.
En Chilo, cuando lguien muere, se renen los parientes y amigos en
casa del difunto y all cantan, tocan msica religiosa y rezan numerosos rosarios, con salmodia llorante y cadenciosa * # ***, entonando los misterios Dolorosos a los adultos, y los Mzsterios Crozosos a las criaturas (ver captulo correspondiente a la mUsica sacra), adems de encomendar al finado a diversos santos,
vgr., a San Pedro, para que le abra las puertas del Cielo; al Angel de la Guarda, para que los gue en el camino a recorrer, o a San Miguel Arcngel, para que pese fielmente las buenas obras del difunto, en la balanza de la Justicia Divina. En el velorio se amanecen los concurrentes; comnmente 10s
Iionibres estn en una pieza y las mujeres en otra. Cada cierto tiempo se juntan para rezar el Rosario. Las conversaciones versan sobre el muerto, acordndose de sus buenas cualidades con ancdotas, las que invariablemente termi-
L.R.M., p. 78.
45
fian en frmulas como: tan bueno que era el fbzadito, quiPn lo habia d e
pensar, Vlame Dios, lo que somos, Dios y la Virgen lo tengan e n su
Santo Reyno, etc. Entre la gente del pueblo, esa noche se come y se bebe, y
si el difunto es un nio, se baila *.
A los inlantes muertos se les 1l;ima angelitos, pues, segn cree el pueblo,
por haber muerto stos en la niez, con la purela que a esa edad corresponde, se van directamente al Cielo, donde pasan a engrosar, de inmediato, las
filas anglicas. La madre y la madrina se encargan de amortajar al angelito
con su mejor traje y guirnaldas de flores o cintas de g h e r o o papel. Concludo el fnebre tocado, lo depositan en iin atad proporcionado, dejndolo so.
bre la mesa en que se come diariamente y que para la o c a s i h se ha cubierto
con una colcha o sbana. Alrededor se encienden cirios (42).
En los velorios de angelitos -llamados en Espaa, auroros, se acostumbra
cantar coplas alusivas al dolor de la madre, u otras que representan al pequeo difunto despidindose de sus padres, padrinos y deudos. Segn don
Francisco Xavier Cavada, es de estilo cantar el Canto de los dngeles, que
reza as:
Z
Permiso, sefiores
Y o quiero arbitrarme,
Vengo a despedirme
De mi triste madre.
VI
I1
III
VlI
T o q u e n las vihuelas,
Arpas y violines
Por hallarme junto
Con los serafines.
IB
VI11
Canten, pues, sefiores,
Canten los cantores,
Consuelen mi madre
Que estd con clamores.
Consuelen, sefiores,
M i madre querida,
Que la ven llorar
Por la muerte mia.
46 -
M i padre m e llora,
M i madre m e siente
Por los nueve meses
Que anduve en su vientre.
X
,
Hoinhres y mujeres
Pido con afecto
Que aqui esta noche
Sean muy honestos.
H o m bres
I
XV
En el cielo empire0
;Qu dicha tan grande
Cuando llega tin ngel
Con palma y diamante!
SI
y mujeres
x VI
Padrino querido,
Y a hago memoria,
Nos despediremos
Para ir a la gloria.
XI1
Dichso fiadrino
Muy querido y bueno,
Por tus caridades
Estoy e n el cielo.
xVII
XIII
N o se sientan, padres,
Por mi retirada,
Esta es una dicha
Que ustedes tendrdn.
M i Padre y mi madre
Ya juntos los dos,
Yo m e voy al cielo,
Quedarse con Dios.
Cuando la madre llora demasiado, el angelito pena mucho en el Cielo, razn por la cual las vecinas y amigas de ella tratan de distraerla y acompaarIn en su afliccidn. En las cinco primeras estrofas del canto transcrito, se puede observar que el ngel recomienda que consuelen a su madre y se dirige a
ella, dicindole que, estando l en la Gloria, no tiene ella por qu sufrir, ya
que se encuentra mejor que en la tierra *,
Tres veces, el angelito se dirige al padrino, pues este es un personaje tan
importante para el pueblo, como los mismos padres. Segn se dice, en la otra
vida, los ahijados salen a recibir a sus padrinos, con una vela para alumbrarles el camino en el mismo momento en que fallecen.
Los difuntos adultos si han sido buenos cristianos y caritativos, tenIrn derecho a entrar calzados y vestidos al Reyno de los Cielos. Por otra
* C.CH., p. 123, NP
47
patte, ninguna petsona puede morir antes de la vaciante (baja marea), pues
la vida se les va a medida que el agua se aparta de Ias orillas de la costa.
Entran en el Cielo sin pasar por el Purptorio las vctimas de asesinato,
ya que el culpable carga con todos los pecadoi de su vctima.
Son milagrosas las almas de los sentenciados injustainente a muerte.
Como ya nos hemos salido un poco del tema, agregar que, segn el parecer de algunas personas, los antiguos alcanzaban mayor edad por haber sido bautizados con leos venidos directamente desde Roma, que, a juicio de
ellos, tenan mayores virtudes *.
Antes de terminar con lo referente a los vclorios, diremos que se acostumbra comer en ellos carne de cordero o cerdo, acompaada de roscas, caf
o mate, y sobre manera regada de buen vino o aguardientc.
El cadver suele permanecer hasta dos das con sus noches, velndose,
siendo la comida ms abundante en la ltima noche.
LA CONDUCCI~NDEL CADVER.
El temor inconsciente al ms all y a todo lo que con ello tiene relacin,
ha inspirado, en todo el mundo, un sinnmero de medidas que acilitan al
muerto la partida de su espritu. Por ejemplo: en las provincias vascongadas,
se quita una teja para que pase el alma al Cielo; en otras partes se rasgan las
vestiduras, se abren las ventanas para que el alma liberada salga al exterior y
se marche a ultratiiinba lo antes posible, cerrando inmediatamente despues
las ventanas, a fin de impedir el temido regreso del espritu **.
Para que el nima del difunto quede agradecida y no pene, los deudos se
preocupan del cuerpo deleznable. El cadver es sacado de la casa con los pies
por delante (43), excepto los sacerdotes, que son sacados en la forma contraria, es decir con la cabeza siguiendo la direccin de marcha, costumbre que
rige en todos los pueblos hispnicos. Al paso del muerto, todos se descubren
y se habla elogiosamente de l, aiite el temor de su vengama **+.
Si en el pueblo hay prroco, se lleva el cadver a la iglesia, donde se le
cantan los responsos y se le reza una misa. Si el difunto es habitante de una
capilla y si sta queda cerca de su hogar, se le conduce al templo, aunque 110
es extrao que se le lleve directamente al cementerio. El cortejo a la ltima
morada es precedido por el fiscal, que reza las oraciones de difuntos en u n Iatn a veces lleno de lapsus linguae, mientras dos nios sirven de monaguillos,
portando luces, recuerdo quizs, de aquellas cofradas medioevales, cuyos miem* C.CH., pp. 120, NO 125, N.os 54, 55 y 59; pp. 3, No 33; U.C., pp. 190, N.os 222 y 224;
191, No 230, y 248, No 546, y G.F., p. 587.
** R.M., Io, p. 438, No 1039.
*** E.C., p. 343.
- 48 -
bros tenan obligacin de alumbrar el camino a sus hermanos, mientras rezaban cierto nmero de padrenuestros. En seguida, va el atad, conducido casi
siempre en una angarilla, por los deudos ms cercanos (44), y ms atrris, la
familia y los amigos, que lloran y se lamentan, rezan y cantan *.
Cuando hay que recorrer largas distancia?, se acostumbra a conducir el
cadzver de a caballo, entre dos o cuatro jinetes. El atad va sobre un doble
quelmo, formado por barras o guiones (45) de luma.
EL ENTIERRO.
En Chiloi., como en cualquier regin de Espaa, el cementerio rodea casi
todos los templos. Los ms rsticos tiencn cruces de madera en bruto, en las
que se escriben los nombres de los sepultados y que los elementos se encargan
de borrar (ver lmina I, No 2). Los de Ancud, Castro, Achao y otros pueblos
importantes, tiene tumbas de mrmol o cemento, y nichos adyacentes a la
tapia que los circunda.
En los pueblos donde no hay sepulturero, el fiscal, ayudado por los varones que acompaan el cortejo, proceden a tapar la fosa, mientras los restantes rezan y lloran. Despus se pone una cruz con el nombre del difunto
escrito en ella. Siempre que sea posible, se orienta el atad con el lado de los
pies hacia la puerta del cementerio, o hacia el camino central del camposanto. Existen varias supersticiones respecto a la fosa: as, si falta tierra para llenarla o se derrumba algGn borde, se cree que pronto ha de seguir un pariente al muerto; lo mismo se piensa, si aparecen huesos al cavarla **.
Antes de abandonar el cementerio, es costumbre quc los expectadores arrojen un puado de tierra sobre el lugar en que yace el cadzver, diciendo, al persignarse: descansa e n paz.
Casi no se hacen coronas de flores naturales, por ser stas muy escasas,
las que se reemplazan por unas de papeles de colores, que el iiscal retira despus de usadar, para guardarlas en la iglesia y que se sacan de all para ponerlas en las tumbas el Da de Todos los Santos, o en las misas de funeral. El
poeta insulano, don Antonio Brquez Solar, haciendo alusin a esta costumbre, dice:
Entre e n la vieja iglesia del convento,
y entre coronas de papel de talco
v i la pompa ritual de un monumento
con sus pul?os de luto u n catafalco **+.
E.L., pp. 343 a 346, y N.N.N., pp. 63 a 65.
356 y 357.
*** B.S., p. 28.
*+ E.C., pp.
- 49
Cuando muere una persona adulta, se renen los deudos y amigos en casa
del difunto, por nueve noches consecutivas, para orar, dirigidos por una rezadora. Hay rezadoras profesionales, si se las puede denominar as, puesto que
son remuneradas por lo general, con comida, vino o chicha *.
El ltimo da, llamado remate d e rezo (esta denominacin rige para
cualquier clase de rezos), se reparte carne y caf a los asistentes, cuidando de
dar mejor racin a los que han asistido durante los nueve das.
]LOS ANlVWSARIOS.
Las familias pudientes acostumbran mandar a decir una misa todos los
aos, por sus difuntos ms queridos. Las ms humildes casi siempre se contentan
con rezar nueve rosarios seguidos en una noche, en cada aniversario, o al cumplirse un ao de la muerte del deudo, sin seguir con esta prctica en los aos
siguientes. Concludos los rosarios, es costumbre tener una gran comida, compuesta de pan en abundancia, carne y caf, siendo premiada la paciencia de
cada rezador con una racin de pan y carne que lleva a su casa.
E.C., p. 359.
- 50 -
C a p t u l o S p t i m o
51 -
Tambin nos refirieron la costumbre de las santeras, de legar sus cabellos a la imagen por ellas preferida, para que se les hiciera una peluca (ver
lmina 111, figura No 5).
Poco a poco captamos la hechura y estilo de estos retratos sagrados, cuyo
arte introdiijeroii especialmente los misioneros jesutas. En el inventario
de las AZajas, que posean el ao de su arbitraria expulsin (1767), se enumera una serie de herramientas de carpintera, como serruchos, sierras, escoplos,
cepillos, limas, martillos, junteras, gubias acanaladoras machetes barrenos,
azuelas, hachas de diversos portes, punzones, guillames, cuchillos, formones,
etc., con que fabricaban sus templos e imgenes (en el APENDICE liemos estractado parte de los inventarios en que aparecen enumerados los tiles y las
imgenes, etc.). En la habitacin del P. Francisco Xavicr Qziislin, entre otras
cosas, se encontraron tres uasitos de christal (seguramente usados en la preparacin de colores). . ., una piedra grande con su mano, para moler colores.. .,
un violin.. ., seis rostros de santos con sus manos sin encarnar, y otra estatua,
y u n nino sin encarnar.. ., lo que nos comprueba lo dicho anteriormente.
Por otra parte los apellidos de algunos de los misioneros (vgr., Kisling, Mayer,
etc.), nos inducen a adivinar cierta influencia germana en la elaboracin de
los santos.
Antes de emprender la clasificacih de las figuras sacras a que nos venimos refiriendo, cabe hacer una relacin del repertorio general de imrigenes
del archipilago.
PRIMER
TIPO.
La forma de las imgenes, vara segn su tamao, y de acuerdo a
l las hemos clasificado. Las ms grandes fluctan entre 800 mm. y 1600 mm.
Sus manos y cabeza son de madera pintada. (La pintura va sobre una delgad a capa de yeso, casi siempre); el tronco tallado y sin pulir, trata de parecer
natural; en l van engastados los brazos y la cabeza, cuyo ensamble variaba segn el gusto de los santeros. Los brazos labrados en madera semipulida, en
algunas imgenes son movibles desde el hombro al antebrazo, donde se engastan las manos pulidas y pintadas (46) (ver lminas XT, XI1 y XXIIT. El
tronco va sostenido por una armazn tie cuatro a ocho palos, iddntico al usado en las imgenes espaolas, que sigue la forma de una ialda clavada por su
base (ver lmina XXV, Fig. 27). Cubre este esqueleto una tnica de gnero
blanco y ms encima las vestiduras correspondientes al santo, motivo por el
cual se les denomina santos vestidos. Las imgenes mejor terminadas, desde
la cintura a la base, van forradas en tela gruesa que hace las veces de basquia.
52 -
SEGUNDO TIPO.
El segundo tipo de imgenes es por lo general pequeo. Su porte no alcanza comnrnentc a ms de 900 mm. de altura. La cabeza y manos, pulidas
y pintadas, van engastadas en la misma forma del tipo anterior. El cuerpo de
madera seniipulida, de una sola pieza, asemeja el hbito de u n monje. Eln las
mas finas se han tallado pliegues, Tambin son vestidas como las del primer tipo.
TERCER
TIPO.
Mas, n o solo se ven iinigmeq vestidas. Las hay totalmente talladas en
madera, a las que debc consitlerlrseles como una rarela. Podemos citar como
ejemplos, entre otros, un San Miguel, del Convento Franciscano de Castro, venciendo al demonio, que mide 1500 rnm., y que aadiendo el pedestal y el diablo sobre el que esti de pie, alcanza a 1900 mm. U n San Francisco, del mismo
lugar, de 1500 mm., que tiene un hibito de gnero encolado y enyesado sobre
su cuerpo construdo totalmente de madera. U n San 1\/Iigucl de la iglesia de
Voigue, de 750 mm. Un San Francisco de 400 mm. de la Iglesia de Huite. DOS
figurillas que rcprcsentan a la Virgen y San Jos., de un antiguo nacimiento, de
la parroquia de Curaco de Vlcz. Nuestra Seora del Patrocinio, de Qiiilquico,
que segn la tratlici6n es obra de un hermano de la C:ompafiia de Jess; as
hay otras que deben ser estimadas corllo verdadcras joyas del arte hispano-chilote, fabricadas con inncgablc sinceridad y hondo candor (ver lmina IV ").
CUARTO
TIPO.
No son escasos los Cristos de cruz fabricados en las islas. Sin duda son las
obra5 nrtstico-populares ms represetitat ivas, ya que demiiestran un rudiment:irio conocimiento de la anatoma humana (ver Lmina V y VI). En algunos de
estos crucifijos 1)riniitiios se observa un gran esmero y mucho del alma sencilla de los santeros. Su construccicn sigue la forma de los crucifijos llevados al
Archipilago desde E s p f i a o dcsde el Virregnato del Per, con los braios ensamblados a la altura de las axilas o unidos al cuerpo por un trozo de cuero (ver
lmina VI) que hace las veces de bisagra. Al observar esta caracterstica por
primera vez, creamos que tena un fin prctico: facilitar el transporte de
Cristo separado de su cruz, con ocasin de las fiestas religiosas, e n que se
acostiimhra trasladar las im:genes mris estimadas a la capilla en que se lleva
a cabo la celcbracin. Pero, aunque no estbamos equivocados, supimos que
el objeto principal de esta modalidad se deba a que en el Viernes Santo se
* H.D.C., p.
180.
- 53
efecta una ceremonia singular y muy barroca, llamada el desclave, que como
su nombre lo indica, consiste en desprender al Cristo del Santo Madero y
ponerlo dentro de un fretro, o simplemente, acostarlo sobre una mesa cubierta de paos negros, de la misma manera que se hace con el catafalco de
difuntos. En esta forma se le tiene con los brazos a lo largo del cuerpo, mientras se le vela hasta el Sbado de Gloria, da en que se le vuelve a su primitiva posicin. Esta ceremonia simboliza la muerte de Jess y su gloriosa
resurreccihn *.
Los Cristos ms notables que nos toc conocer fueron los de las iglesias de
Achao, cuya fotografa reproducimos; uno magnfico de Quelln Viejo; otro
de Puerto Grille y otro de Ququel. e los encuentra de los ms diversos portes,
fluctuando entre 250 mm. a 1500 mm.
G.F., p. 385.
54
bizantino, al travCs del cual recibi las antiguas y clrsicas lneas griegas, y la
rusticidad de las herramientas con que fueron construdas las de ambas pocas,
nos podran explicar los rasgos que se descubren en los santos de Chilo, en los
cuales se repite el primitivism0 de aquellas estilizadas y severas estatuas de la
Edad Media castellana y espaola del norte.
El vestido y dems ornato de las imgenes sagradas no deja de llamar la
atencin, as las vrgenes, que son las mrs abundantes, ticnen corona o seales
de haberla tenido (ver Lrminas XVII y XVIII). las hay vestidas a la usanza espaola, con mantilla de encajes y pendientes dorados o con pedrera (v. gr.
Virgen del Rosario de Chaurahii); como collares portan rosarios y en ocasiones varios a la vez; n o es extrao verlos de cuentas de ncar o de maderas finas.
Adems no les ialtan anillos, prendedorcs y medallas (ver Lmina VII). Algunas tienen cabello natural que perteneci a niitas o a las propias santeras.
Sin recurrir a exageraciones se puede asegurar que la incultura religiosa
y por ende la supersticin, han hecho de algunas imgenes verdaderos dolos.
Ejemplo de sto son aquellos santos pequeos que recorren la provincia de novena en novena, como San Antonio de Caguach, muy buen recolector de dinero,
que pasea por todo el departamento de Quinchao con acompaamiento solemne de msica, sin que hasta ahora ningn obispo haya podido reducirlo a la
confinacin de u n nicho (48).
4) Nio Dios, vestido; procedente de Huite; 150 mm. Propiedad del autor
(Lmina VII, fig. NQ 9).
SEGUNDA
SERIE.
1) San Francisco; busto de 320 mm., con brazos mutilados, madera de alerce;
procedente de Puerto Grille (donado al autor por el prroco Sr. Audelio Brquez).
55
2) Santo, medio cuerpo; falta el resto que era de armazn; los lugares donde iban enclavados los palos que la formaban se notan en la parte inferior de
la figura. Ntese la forma del ensamble de las manos que son las que aparecen
en la Lmina XXIII. Propiedad del Sr. Francisco Reyes (Lmina XI, fig: 13).
3) Santo; Id. En este modelo se aprecia una diferente fornia de los brazos;
tambin esta imagen es mejor elaborada que la anterior; Tanto la No 2 como
sta tuvieron mascarillas de pasta. Propiedad dcl Sr. Francisco Reyes (Lmina
XII, fig. NO 14).
56
11) Santos, varias manos en madera. Propiedad del Sr. Fco. Reyes (Lmina XXIII, figs. N.os 26 y 27).
Aparecen como las figuras ms realistas aquella magnfica de San Francisco y la de la Virgen No 6, eslimada la ms hermosa de la serie. Entre las
ms estilizadas se encuentra la NQ 5 con deformaciones faciales, tanto en el
crcneo como en el rostro; las orejas aparecen planas y en espiral. Del resto
hay que destacar detalles como los cabellos toiisurados de San Antonio y la
similitud de perfiles o rostros.
Entre los de la primera serie merece especial mencin el crucificado de
Achao y el Nazareno que por sus caractersticas pertenece al primer grupo de
nuestra clasificacin.
En la actualidad, afortunadamente, se encuentra a la cabeza de la Dicesis S.S. Ilma. el Dr. don Augusto Salinas Fucnzalida, quien nos manifest
su inters en formar un museo provincial de imaginera con aquello-, exponentes ms representativos de la escuela hispano-cliilota. Dicha iniciativa, si se
realiza, servir5 para salvaguardar la artesana aiitctona de iconoclastas incultos
y mal intencionados, y de los embate del tiempo. Estamos ciertos que todos los
amante del arte, del folklore y de la cultura, estarn concordes con Su llustrsima y prontos a prestarle su ayuda en tan encomistica labor.
Antes de concluir la primera parte de este captulo nos permitiremos formular la siguiente pregunta: {Se conocieron los tteres en Chilo? No nos parece difcil que as haya sido y que los misioneros trataran de representar
hechos bblicos o especies de exiemplos para educar y ensear ms fcilmente
a los naturales. Aunque no hemos encontrado vestigios de ellos hasta el momento no nos parece imposible que algn da se descubra algn ttere de
confeccin islea. (49).
57
NOTABLES
IMGENES
TRAN.
De la primitiva iglesia quedan intactas las tres naves, los cuatro altares,
las columxas de las naves, que estn metidas dentro de grandes rocas e n huecos
hechos a cincel e n pura piedra, las barandillas, las sacristias y un piilpito. El
techo, paredes, cimientos y parte del piso h a n sido cambiados *. En el maderamen antiguo se puede constatar el uso de tarugos de madera en vez de clavos.
La imagen de Nuestra Seora del Carmen, a la cual nos referamos hace
un momento, es totalmente tallada en madera y policromada; tiene dorados al
fuego y segn cuentan, tena incrustadas 170 perlas en su traje color caf. SU
altura es de 1100 mm., la cual supera con una corona de plata de 250 mrn., que
pesa dos libras. El Nio Dios que tiene sentado en su brazo izquierdo, tambin
es coronado.
Una imagen muy venerada es el Jess Nazareno de Caguach, que segn
unos fu trada desde el Per y segn otros de Roma en 1782, por Fray Hilario
Martnez. A nuestro parecer, esta imagen es de fabricacin espaola y se parece mucho a aqullas de Cristos Nazarenos que las cofradfas o hermandades sevillanas portan procesionalmente en sus admirables pasos durante la Semana
Santa. Slo sus manos y cabeza son de madera policromada y el resto del cuerpo es de armazn como el de las imgenes chilotas. Tiene una peluca de cabello humano que rodea un rostro que iafunde pavor por lo pattico que hay en
su mirada, a la vez severa y firme y por la tragedia que brota de su expresin.
- 58 -
Su porte es grande, a pesar de estar agachado por el peso de la cruz. Gran realce le da su tnica y el manto. Tiene un cainarn con gran cantidad de vestiduras y capas, todas de buenas y finas telas, recamadas y bordadas, que algunos romeros le llevan anualmente en pago de mandas, las cuales se reparten
en pequeos trozos, cuando estn viejas, entre los fieles que visitan el santuario
en los das de SLI fiesta, que es la de mayor brillo del ArchipiIago.
Fu adquirida la imagen del Seor de Caguach por los pobladores de los
cinco pueblos, como se autodenominan las islas de Caguach, Tac, Apiao, Alao
y Chaulinec. Segn la tradicin, el Nazareno estuvo primero en Tenan, mas
como el sacerdote que trajo la imagen, tuviera alli algunas serias contrariedades, la traslad a Caguach, donde tuvo favorable acogida. Otra causal que habria
influido e n el traslado habra sido, se cree, la resistencia de los indgenas d e T e naun e islas adyacentes a sometene a los dictados de la mansedumbre cristiana *. Segn nuestro parecer, es la imagen de ms alto valor artstico de Chilo.
Otra imagen importada es la de Nuestra Seora del Trnsito, que segn
Cavada, se encuentra bastante bien conservada y que desgraciadamente no conocimos en nuestro viaje. Se afirma que fu trada por el P. Hilario Martnez conjuntamente con el Seor de Caguach en 1782. Es la patrona de la capilla de
Meuln, la cual hace unos ochenta aos era pajiza. All estuvo tambikn una
antigua residencia de los Jesutas, de cuyas casas quedan los fundamentos (50).
Una imagen histrica es la de San Miguel de Calbuco, transportada desde
Osorno all por el ao de 1600, por un grupo de espaoles y de indgenas, los
cuales se llegaron a la isla de Calbuco en el da de la Ascensin del Seor, motivo ste por el que desde esos tiempos se celebra la ficsta de San Miguel en
este da. Por aquellos aos se fund el Fuerte de San Miguel, que di origen a
la actual poblacin (51) **.
Tambin existen crucifijos de no m;s de 600 mm. trados desde Espaa la
mayor parte y algunos del Virreinato del Per.
- 59 -
ca
dc
tu
er
dc
hincapii: Byron al decir: Por lo general, estas gentes son muy caritativas y
de buena indole, pero muy ignorantes y gobernados por frailes que les hacen
creer lo que a ellos les conuiene . . . Hay que tener en cuenta que Byron era
anglicano y quiz sea un poco tendencioso en SLI opinin *.
Junto con la enseanza del credo mismo, los jesutas aportaron la msica
y letra para cada uno de los ritos, cotidianos y de fiesta, repertorio que trascen.
di6 del templo al h o p - , al campo, al barco, extendidndose hasta los ms apar,
tados rincones habitados por los hombres. Este acervo musical no slo ha prevalecido, sino que ha variado, dando un resultado netamente folklrico.
El canto, sea individual o colectivo, es In expresin ms ferviente de la
devocin y de la piedad, a las cuales eleva mayormente que las oraciones- y las
splicas. Es costumbre que el rosario cantado se rece en casi todos los hogares
al anochecer, junto al f o g h , envuelto el grupo por los resplandores de la fogata y el silencio de la noche, slo turbado por los cantos y las oraciones, que
vuelan hasta Dios para agradecer y suplicar. Es tnmbidn el rosario cantado el
clintico de rigor en las novenas y cada oficio de la iglesia; hay variaciones co.
marcanas en el acto de entonar la letanza, las tres avemaras y las coronas.
Antes de empezar el rosario, la gente se persigna y entona cl canto Buenas
noches nos deis, Madre, cuya msica desgraciadamente no Iia sido recogida;
por lo tanto, daremos a conocer solamente la letra:
Buenas noches, nos deis, Madre
hija del eterno Padrr;
yo mucho m e regocijo
que tengdis A Dios $or hijo,
cubridnos con vuestro manto,
esposa del Espiritu Santo,
hasta aquel dichoso dia
que dura una eternidad,
donde con Dios nos gocemos
$or siempre jams. Amn.
Alabad, hombres y nios,
al Seor de cielo y tierra
alabad s u santo amor
y s u infinita grandeza;
el santo nombre de Dios
ljor siempre alabado sea,
y la pura Concepcidn
- 61 -
A continuacih se rezan los cinco misterios correspondientes ai da. En t6tal son quince, divididos en Gozosos, Dolorosos y Gloriosos.
Despus que la persona encargada de dirigir el rezo explica cada misterio,
los dems entonan una corta estrofa. Cada L ~ de
O los misterios la tiene distinta, al trmino de la cual se reza la casa correspondiente, esto es, un Padre Nuestro y diez Avemaras.
MISTERIOS GOZOSOS:
TERCER MISTERIO
PRIMER MISTERIO
CUARTO MISTF.RI0
SEGUNDO MISTERIO
Este N i o sagrado
al templo ofreces
aunque con t u pureza
n o hablan las leyes.
Haz, pues, Virgen pura
q u e a vuestro hijo
s u s afectos las almas
ofrezcan limpios.
Al hallarse e n el templo
tiene la madre
por dolor de perderte,
gozo de hablarte.
Alcanzadnos, Seora,
por ese gozo
que como Vos le hallastis
le hallemos todos.
MISTERIOS DOLOROSOS:
pues sudd sangre.
Por tus grandes angustias,
Virgen Sagrada,
socorred en sus penas
a nuestras almas.
PRIMER MISTERIO
62
CUARTO M I S T E R I ~
CkGUNbO MISTERi6
QUINTO MISTERIO
TERCER MISTERIO
Todos le acompaamos
hasta el calvario,
pues en la cruz le pusieron
nuestros pecados.
Concededme, Seora,
por su muerte
lloren siempre mis ojos
hechos dos fuentes.
MISTERIOS GLORIOSOS:
TERCER MISTERIO
PRIMER MISTERIO
El Espritu Santo
t u alma conforta,
y con lenguas de fuego
canta t u gloria.
So berana princesa
del firmamento,
repartid esos dones
con vuestros siervos.
CUARTO MISTERIO
SEGUNDO MISTERIO
Al empire0 te llevan
con doble fausto;
y al que diste tu pecho
te da SU lado:
pues ocupas del trono
la excelsa estancia,
haz que cuantos be siruan
mueran de gracia.
-63-
QUINTO MtSTERIt)
Al trmino del quinto misterio, sea &te glorioso, doloroso o gozoso, se cantan las tres coronas, intercalando entre ellas u n avemara;
Seguidamente se recitan las Letanias I-azirctanas y a continuacin se canta
la Salve chilota o la Salve dolorosa, que daremos a conocer ms adelante, junto con un Trisagio, que se acostumbra entonar a veces a la hora del rosario.
Si retrocedemos algunas pginas y analizamos las octavas correspondientes a los diversos misterios, veremos que los cuatro primeros versos se refieren
al misterio y los cuatro ltimos son una invocacin a la Virgen para pedirle
gracias. Existe una gran emotividad, que refleja la sencillez espiritual del chilote y su acendrada devocin a Mara en cada una de las precitadas octavas.
LA SALVE
DOLOROSA
Lento
64 -
LA SALVE
CHILOTA.
L.R.M., id.
- 65 -
..
RE Caliiario vas
a Jesus afligido;
psame..
@ira el sacrificio;
p i s a m e . ..
E n la cruz te enclaaan
con duro martillo;
psame.. .
A Simdn piadoso
te han concedido;
psame. . .
Verdnica limpia
su rostro divino;
psame.. .
X i V . Jess en el sepulcro
E n el sepulcro encierran
czierfjo extcizdido;
pisame..
Mujeres llorando
te siguen, Bien mo;
psame.. .
SIC
LOS GOZOS DE S A N T A M A R I A
Suelen cantarse en las fiestas de Cabildo o en las novenas dedicadas a la
Santsima Virgen. Desgraciadamente nadie ha anotado la msica:
"Pues la Eterna Majestad
Nos di en Vos tanto consuelo:
Virgen santa del Carmelo
Vlganos vuestra piedad.
Dios os salve, gran Senora,
A quien el cielo y la tierra,
a
- 67 -
OH, G R A N S A C R A M E N T O !
Los chilotes cantan en alabanza de Cristo sacramentado el himno siguiente, que junto con otros muchos, ha sido introducido en el presente siglo (aunque no es folklrico estimamos conveniente ponerlo como ejemplo):
U n pan reducido
u n cndido velo
encubre del Cielo
la inmensa Deidad.
U n Dios, mi alimrnto;
Dios mismo es m i vida.
;Oh, alma esrogida
que dicha te da!
CORO
Oh, Gran Sacramento!
de amor y de vida
del alma rendida
consuelo y man.
Del gran sacrificio
es viva memoria,
seal de la gloria,
de vida inmortal.
Hasta ahora hemos dado a conocer himnos y cnticos, en los que se manifiesta su raigambre hispana, tanto en la msica como en la letra, esta ltima de
u n sabroso origen popular. La msica antao fu algo distinta; ejemplo de ello
son el trisagio y Oh, Gran Sracamento! con>lassalves y la Va Crucis, que fueron recogidos por Fray Miguel de Maiith, quien los public en su coleccin de
Cnticos para las funciones de In iglesia, armonizndolos para armonio y dejndolos transcritos de acuerdo con las leyes musicales, pero que en la prctica
se entonan con algunas variaciones. Igualmente existen diierencias regionales,
lo cual se aprecia al escuchar himnos cantados a la vez por habitantes de diversas capillas.
* M.-D., pp. 159 a 196.
* * M., p. 131.
- 68 -
Adems de la influencia espaola en el aspecto folklrico musical, es posible apreciar cierto influjo de origen alemn, motivado por los colonos de esa
nacionalidad que se establecieron en el siglo pasado, especialmente en la regin
de Huillinco, en el Norte de la Isla Grande. Esto es dable notarlo en el cntico, Si buscas milagros, m i r a . . ., dedicado a San Antonio, cuya msica revela su origen germnico y su letra la inspiracin popular.
CORO
- 69 -
sacerdotes como a los fiscales, grandes sumas de dinero a fin de dejar contento
al muerto.
Para las fiestas de las diversas regiones o islas hay cnticos propios que se
entonan solamente en la festividad correspondiente. Por ejemplo, en Ahon
preparan la fiesta de Reyes o Epifana, llamada por los habitantes del Ario,
con una octava de celebracin, en la que se preparan los himnos especiales que
hacen alusin al misterio de la Navidad. Uno muy curioso es aquel que repite
u n estribillo, mientras un muchacho, oculto tras el altar, mece la cuna donde
- 70
71
A P E N D I C E
En una ligera rebusca llevada a cabo en el Archivo Nacional, encontramos los inventarios de los haberes de la Compaa de Jess, reputada por la
leyenda como riqusima, especialmente en objetos de oro, los que casi no se
mencionan en las extensas listas de bienes. En nuestra revisin desglosamos
aquello que era de utilidad para nuestro trabajo, principalmente en lo referente a la imaginera autctona y a las caractersticas de las capillas, como ser herramientas usadas e n la carpinteria, ropaje y adornos de los santos, etc. Queriendo dar a conocer estos documentos transcribiremos lo pertinente para que
el lector se forme una idea ms aproximada de la situacin existente en aquella poca. Hemos conservado la ortografa que aparece en los originales.
En el volumen 3 del Archivo de los jesutas del Archivo Nacional, en la
foja 201 empiezan los inventarios efectuados el ao de la expulsin de la orden:
"Znventario de las Alajas pertenter a la Misn de Achao de la C o m p d e Zhs.
(Efectuado el 9-XZI-1767 por D o n Ignacio Bargas y Joseph Dias).
numeros
2 . . .
9 . . .
10 . . .
11 . . .
12 . . .
13 . . .
14 . . .
15 . . .
16
17 . . .
18 . . .
19 . . .
21 . . .
26 . . .
27 . . .
29 . . .
. . .
9 Hachas.
3 Serruchos de 2 manos.
3 serruchos de una mano.
2 sikrras medinas.
2 chiquitas.
6 escoplos grandes, 1 mediano, 4 chiquitos.
1 Zepillo.
2 Acanaladores.
2 junteras.
2 A z u e l a de una mano y una de dos manos.
1 compas.
3 barrenas gds. 3 mediunas 2 menores y 3 chiquitas.
2 Bigonias.
3 Limas.
1 Clavera.
4 martillos".
72
(En la foja 205) Rason de todo lo que allure e n las Casas y glesia de la M i sion de Chonchi. (Inventario efectuado el 12-XIZ-1767 por Bernardo de Bargas,
Lorenzo de Crcamo y Alonso Pascua1 Marin).
Ittn .
. un Cajoncillo de Clavos echos de Varias Vitolas.
Ittn . . . dos sierras; dos serruchos y dose Varrenas.
Ittn . . . tres escoplos y una Urbia.
(A fojas 209 y 209 v.). En el inventario de la Misin de Queilen hecho por
el Alcalde de dicha merindad Don Silvestre de Andrade, Don Juan de Dios Gallardo y el Capitn Don Justo de Oyarzun, el 13-XII.1767 se encuentra:
18 Ztt - dos la minas la una Sn Franco Xabier y la otra S n ygnacio.
19 I t t - un santo cristo chico.
20 Ztt - seis candeleros de madera.
73 -
y seis estampas Grandes; y cuarenta y dos menores; una cruz esta de firme y
puesta e n la pared.. .
9 Ittn . . . dos achas.. .
(A fojas 221). Inventario de los bienes de la Compaa de Jess en la Ciudad de Castro, 11-XII-1767, efectuado en presencia del Gobernador del Archipilago, don Manuel Fernndez de Castelblanco y estando presente el Padre
Rector Melchor Strasser y los acompaados don Francisco Xavier Gmez de Uribe, Teniente de Contador y el Oficial Real don Francisco de Oyarzun, adems
de los soldados de la guarda; ante el escribano pblico y de Cabildo don Francisco X. Gmez.
16 Itt. quince hachas nuevas, trece otras ms viejas, y veinte y ocho hachas mas que siz el Rdo. Pe. Vd. estn en las hasiendas las que se
recojeran con el poder de los sujetos que las tienen y otra mds.
28 Itt. dies y siete cuchillos viejos, y tres machetillos viejos, y tres navajas de golpe nuebas.
45 ztt. seis varrenas sin cavos, y seis limitas sin cavos.
67 Itt. Vna estampa de Sn Franco de Vorja con su marco de madera.
74 Itt. vna caxeta de madera con uarias menudencias de reliquias, estampitas y medallas.
78 Itt. sinco varrenas entre chicas y grandes una azuela de una mano v n
escoplo con cavo de madera.
80 Ztt. u n limpiador de fierro, cuatro fierrecitos de carpinteria, un alicate dos fierros de sepillo una uarrenita, una oja de sierra vieja.
81 Itt. u n caxoncito de estampas y reliquias.
85 Ztt. Una jiintera, u n platillo grande, u n formon, u n escoplillo, otro
formon quebrado, una asuela de una mano.
87 Itt. mas tenasas, dos urbuas uiejas;
88 Itt. un santo Christ0 que se hallo e n el aposento rectora1 como de
dos tercias de largo con su dosel de raso negro guarnecido con
ojarsillo de plata y sinta llana amarilla angosta.
97 Itt. vn lienso de S n Franco Xavier.
111 Itt. lo que se allo e n el aposento del Padre Franco Xavier Quislin una
lima grande, un martillo pequeo, u n alicate quebrado, tres basitos d e christal, un candado de viuda con llabe, una piedra grande con su mano para moler colores.
118 I t t , v n violin.
119 Itt. seis rostros de santos con sus manos sin encarnar, y otra estatua, y
un nio sin encarnar.
74
121 Itt. e n el aposento del Padre Franco Xavier Pietas se hall lo siguiente ...
122 Itt. quarenta y dos limas nuevas de todos tamaos.
123 Ztt. nveve dhas con cauos.
124 Itt. dos sepillos, una puntera sin caxas.
145 Ztt. Eo que se allo e n el aposento d e los P. Miguiel Mayer y Segismund o Gell . . .
146 Ztt. tres machetes y cuatro gurbias.
147 Ztt. una barrena y tres fierros de torno.
149 Itt. dos fierros con u n sepillo y acanalador.
150 Ztt. u n guillamen .,.
154 Itt. un sepillo grande con su caxa . . .
160 Ztt. u n compasito de al quimia.
I61 Itt. un punson, una gurbia y dos fierros.
162 I t t . en el aposento del Padre Joseph Garcia seallo lo siguiente
165 Ztt. un cornpas grande y una tenaza.
166 Itt. Siete limas sin cavos, un sepillo, tres fierros pequeos de carpinteria.
167 Ztt. un martillo, una barrenita, una sierra pequea.
I68 Itt. u n qvadrante de obserriasion descompuesto otro quadrante hechiZO.
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puntas negras, ei otro de teja negra Bordado alrededor con seda Blanca tiene
lo puesto.
73. Zttn dos tunicas con sus mangas una de verciana . otra de Damasco
negro y senefa amarilla tiene lo puesto.
74. Ittn S n Juan Nepomuceno, tiene su vestido completo y puesto de Brocato negro, s u roquete y esclavina azul.
75. Zttn las estatuas de St0 Theresa, y Sta Rossa tienen sus vestidos puestos,
el de S t a Theresa se compone de u n manto Blanco de lana y tzinica de pico
de oro. y escapulario delo mesmo. el de Sta Rosa avito Blanco escapulario y
manto negro.
76. Ittn dos Bestidos de nra S a dela Asuncion q e se componen de dos mantos el u n o de Rasso y el otro de lustrina y delo mismo las tzinicas.
77. Zttn Nra Sa de Belen con Bestido de persiana colocado sin manto.
78. Zttn U n Bestido entero de S t a Ana y su Nia tiene lo puesto componen de manto y escapolario de Rasso.
79. Zttn Bestido de S n Jph.
A fojas 253 se enumeran las imgenes:
92. Primeramente Nta Sa del Rosario con su nio de cuerpo entero.
93. Zttn. S n Ignao y S n Franco Xavier de Cuerpo entero.
94. Zttn U n Seor en la Cruz esta en el altar.
95. Zttn S n Miguel de Cuerpo entero algo mal tratado.
96. Zttn Nra. S a dela Asuncion de rostro manos y pies est e n su altar.
97. Zttn N t a Sa de la purissima Concepcin de cuerpo entero T i e n e tres
cuartas algo mas de Alto esta en el Altar del Sr S n Jofeph.
98. Ittn u n Seor e n la columna esta e n u s a repisa.
99. Zttn u n Bulto de nra S a de los Dolorep esta e n su repisa.
100. Zttn otro de S n Juan Nepomuceno en su repisa.
IOI. Ittn dos Bultos de Sta Theressa y Sta Rosa con su nio Jessu estan en
su repisas.
102. Zttn u n Seor encarselado esta en u n repisa.
103. Zttn u n anima del purgatorio de medio cuerpo esta en una repisa.
104. Ittn dos pares de rostros y X manos $P nra Sa y S n Jph. y para otros
santos.
105. Zttn S t a ana y su nia componese de rostro y manos.
106. Zttn otras dos estatuas de S n Igncio y S n Franco Xavier componense de
Rostro y manos.
107. Zttn otros dos estatuas de S n Luis Gonsaga y S n Stanislao tienen u n o
u n sa.nto Christ0 e n las manos, y el otro u n N i o Jesus estan en los nichos colaterales del Altar Mayor.
..
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73O 21.-Hondo espacioso y abrigado, abiindante en peces y mariscos, se abre en la parte NW del golfo de Ancud, al W del
cabezo NW de la isla de igual nombre. El 7 de febrero de 1866 se efectu u n
combate entre barcos espaoles y los de la escuadra chileno-peruana. El nombre formado de av y thau, significa junto al extremo, o fin.
ACHAO(Villa y puerto de) 420 28 - 7 3 O 28.-Capital del departamento de
Quinchao; se compone de una veintena de manzanas, cortadas en ngulo recto
por cuatro anchas y largas calles y otras perpendiculares ms cortas. Est situada en la parte E de la isla de Quinchao y se extiende de NW a SE; cuenta con servicio de Correos y Telgrafos, Aduana, Registro Civil, dos escuelas
piblicas, una fiscal y otra parroquial, junto a la iglesia, declarada monumento aacional; sus contornos son planos y cultivados; el puerto es desabrigado
al N y de mal surgidero, especialmente en invierno; cuenta con 160 casas, casi todas de madera y de 1.005 habitantes. El nombre es castellanizacin de
achau, gallina.
. .
AHONI,AGONIo AONI (Aldea de) 4 2 O 45 - 730 15.-Ubicada en el departamento de Castro, comuna de Queiln, en la costa oriental de la Isla Grande
de Chilo y al E de Terao. La poblacin est reunida alrededor de la capilla,
en un total, 503 personas, distribudas en 106 viviendas. El origen del nombre proviene de la alteracin de av, fin o terminacin, y de onoimi, la tonina
(Delphinus lunatus) y significa punta de la tonina, que es la que forma la costa
frente a la aldea.
ALAO,o ALAU (Isla de) 420 36 - 739 21.-
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partameritu de Quinchao; mide de 10 a 11 Km2. de superficie cubierta en parte de monte; con alturas que no pasan de los 50 m. Tiene 531 habitantes, distribudos en 108 viviendas. La capilla, de igual nombre, data de 1760. Existe
servicio de Correos y escuelas.
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Co Canal de 500 m. de anchura. La ciudad, de igual nombre, en la que a'bunda la edilicacin de madera, dispone de servicios de Correos, Telgrafos,
Aduanas, escuelas pblicas, Registro Civil y una iglesia dedicada a San Miguel, patrono de la ciudad; tiene, ademh, fabricas de mariscos y frutas en
ConServa. Ocupa el Angulo NE de la isla, sobre un terreno accidentado. Data
su origen de principios del siglo XVII, en u n fuerte construdo por el capi.
tAn don Francisco Heinnde?, en el que buscaron refugio algunas familias
huidas de la ciudad de OForno, destruda por los indios en 1602, y que fueron el primer ncleo de poblacin.
CARELMAPU
(Villa de) 410 44' - 730 41'.-De poca poblaciun, posee 60 casas
y una iglesia: tanto la una como las otras, de madera, formando una calle ancha, a la vera del ribazo de igual nombre, a pocos metros altura del nivel del
mar, entre contornos selvosos. Se encuentra situada en la extremidad W de
la rada de la misma denominacin y separada de la Isla Grande de Chilo,
por canal de Cliacao. Fu fundada por espaoles procedentes de la destruda
Osorno, en 1602, con el' nombre de Villa de San Antonio d e Carelma$u. Es
escasa de agua y de alimentos, en parte est invadida por las arenas de las
dunas del TAT. Slo el Da de la Purificacin de Nuestra Seora la Virgen se
ve animada por la fiesta y feria que se celebra, y a la que acuden algunos miles de peregrinos de diversas partes.
CASTRO(Ciudad de) 42" 29' - 7 3 O 45'.-Capital del departamento de su nombre. Est asentada en la margen occidental de una ra o estero de igual nombre, sobre una meseta de 30 m. de altura, sobre el nivel de las aguas de la
ra; baada al S por las aguas del ro Gamboa, que desemboca en u n estero,
que proporciona a la ciudad un abrigado aunque pequeo puerto. Est compuesta de 1.227 viviendas, de madera, en su mayor parte, distribudas en manzanas cuadrangulares, con una poblacin de 6.070 habitantes. Dispone de servicios de Correos y Telegrafos, Hospital, Registro Civil, escuelas, convento e
iglesias. Fu fundada el 13 de junio de 1567, por el Mariscal don RIartn Ruz
de Gamboa, con el ttulo de Ciudad de Santiago de Castro, en honor del Virrey
del Per, don Lope Garca de Castro, quedando, desde ese instante, instituda capital, hasta ser reemplazada por Ancud, en 1834. Lleg a ser de una
abundante poblacin, pues en 1594 contaba con 8.000 almas y regulares casas, pero fu diezmada por el saqueo cle los piratas holandeses, que pasaron
antes de Spilberg, y en especial por el corsario Enrique Rrouwer, que el 7 y
8 de junio de 1643 la incendi totalmente y asol sus campos vecinos; tambin los terremotos, como el de 1857, la convirtieron en ruinas. En 1907, te-
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CHACAO(Canal o estrecho de) 410 48' - 730 30'.-Brazo de mar, que separa
del continente la isla de Chilo, comunicando al golfo de Ancud y el Seno de
Reloncav, con el Ocano Pacfico. Su menor anchura es de menos de 2 Km.,
en la parte donde se encuentra el escollo del Remolino. Se abre entre riberas
bajas y arboladas, en parte, y escarpadas en otra.
CIIACAO(Villa de) 410 50' - 730 30'.-Tiene casero regular, de 65 casas, con
servicio de Correos, Telgrafos, Registro Civil y escuela pblica; tiene 359
habitantes. Fu fundada en 15G7, por el Mariscal don Martn Ruz de Gamboa, con el ttulo de S a n Antonio de Chacao. Sirvi de apostadero hasta 1768,
ao en que Ancud la substituy, y hasta el que tuvo preponderancia, a excepcin de Castro, sobre todas las dems poblaciones de las islas. Ese ao, para obligar a trasladarse a sus moradores a Ancud se incendi la iglesia por
rdenes del Gobernador Beranguer. Es mej& puerto que Ancud y cuando
el mar est malo, los barcos prefieren recalar all.
CHAIGUATA
(Laguna) 430 10' - 730 %'.-Extensa, se encuentra en la parte S,
de la isla de Chilo y vierte sus aguas por el ro Ino, a la costa N del golfo
de Guafo.
CIIAULINEC
(Isla) 42O 38' - 730 20'.-Pertenece al departamento de Quinchao;
de unos 30 Km2. de superficie, sin puertos en sus costas, con colinas que se
elevan bastante y ofrecen escarpes en su punta E; boscosa, con algunos terrenos cultivados. Fu poblada a principios del siglo XVIII, con 22 familias de
indios guaihuenes, tradas por los misioneros, del archipilago de los Chonos,
y S del golfo de Penas, Tiene en la actualidad 1.141 habitantes, repartidos en
23 1 viviendas.
o CHAUQUIS
(Islas) 420 15' - 730 10'.-Grupo de diez islas pequeCHAUQUES
as del departamento de Quinchao; forman u n grupo de dos secciones; las del
W tienen 100 m. de altitud mxima; son poco boscosas; las del E son ms
bajas. Estn cultivadas y pobladas por descendientes poco mestizados de los
antiguos indgenas. En ella fu asesinado el capitin Juanes de Oyarzun, fundador de esta familia en Chile, esposo de la herona Inks Bazn. Se encuentran en la parte S del golfo de Ancud, entre los morros de Quicav y la
punta Chulao. Poseen 225 viviendas y 1.146 moradores.
CHAURAIIUE
(Casero de) 42" 14' - 730 22'.-De 59 casas dispersas y una pintoresca capillita cercana al mar; situado cn la parte E de la isla de Chilo y
al S de Quemchi; tiene 259 habitantes.
740 OW.-Formado
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nen sus orgenes en las selvas espesas de la parte N W de la isla de Chilo; corre hacia el W; es navegable en pequeas embarcaciones en su ra por un trecho de 11 Km., y desemboca en el mar con una anchura de 150 m. en verano,
y algo ms en invierno. Ensus aguas abunda el robalo y en sus playas cercanas, los mariscos; vierte sus aguas con una rapidez de 20 m q . por segundo,
trmino medio; tiene barra en su desembocadura. Sus mrgenes y riberas tienen buenos terrenos que en la actualidad estn siendo cultivados y donde existen varios yacimientos arqueolgicos de importancia que estn siendo estudiados.
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HUILLINCO
(Lago) 42O 40 - 730 55.-Es de mediano porte, de 39 a 58 m. de
profundidad en su parte central; ventarrones del NW al SE, sacuden sus aguas
durante gran parte del ao. Se comunica con el lago Cucao, por el W, mediante una estrechura. Su nombre quiere decir agua del huillin.
HUITE(Puerto de) 420 07 - 730 26.-Se abre a la costa W de la parte N del
canal de Caucahu, y frente a la isla de aquel nombre. Es cmodo para fondear y abrigado; de aguas profundas cerca de tierra y est rodeado de alturas
de contornos suaves, de no ms de 50 m. La aldea de su nombre tiene una
capilla, escuela, 12 casas y 73 habitantes. El nombre proviene de huiti, que
significa cuchara.
HUITO(Estero de) 410 44 - 730 lo.-Se abre a poco ms de u n kilmetros
al N del extremo oriental de la isla de Calbuco. Es de boca estrecha, ofreciendo, por su medio, u n buen surgidero, con buen tenedero: en sus aguas abundan los peces y en sus riberas, los mariscos; est rodeado por colinas escarpadas y boscosas. La aldea de su nombre est formada de casas de madera y dispone de una escuela, capilla, etc.
LEMUY
(Isla de) 42O 37 - 730 35.-De 126,8 Km2. de superficie; casi plana en
su cima y de 77 m. de altura: su extremo NE es muy escarpado y algo ondulado el del NW. Es una de las islas de mayor importancia del archipilago de
Chilo y mira a la costa E, de la Isla Grande, a poca distancia de Chonchi y
de la boca del fiordo de Castro. Est bien cultivada; tiene rboles frutales en
abundancia, los leosos casi han desaparecido, pues slo quedan algunos bosques pequeos. Tiene una poblacin de 4.463 personas y 936 viviendas. Ei
nombre de esta isla significa tiene bosque.
LLINGUA
o LLINUA(Isla) 420 25 - 730 27.-De 6 Km2. de superficie y 144m.
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de altura; se encuentra a corta distancia de la de Linln; tiene 2.116 habitantes y 398 moradas. No representa surgideros en su costa; est muy subdividida y cultivada. Rloraleda la visit en 1790 a 1795 y la denomina Llinua y
Lligfiiia, palabras que posiblemente vienen de lliglz, un juego de los indios, y
de liua, loco, travieso.
MOCOPULLI
o MONCOPULLI(Vega de) 420 20 - 730 40.-Se encuentra en el
departamento de A,nciid, a 9 Km. de la Villa de Dalcahiie. Es corta, rodeada
por colinas arboladas, especialmente por el S y W. En ella fui. sorprendido,
el lo de abril de 1824, un cuerpo del ejrcito chileno, por u n destacamento
espaol, al mando del coronel don Jos Ballesteros, que sali vencedor. El
nombre proviene de morzrol y de p i i l l i , forma redonda.
NATRI (Lago) 420 48 - 730 48.-De regular extensin, desagua por el SE, en
el extremo N W del estero de Coinpu, en la isla de Chilo. Pertenece al departamento de Castro.
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QUEILN (Villa
y puerto de).-Ver
PUERTOGRILLE.
QUELL&((Puerto de) 430 08 - 730 38.-Pertenece al departamento de Castro; es perfectamente abrigado, con buen tenedero; se encuentra en el estero
del mismo nombre. La villa tiene iglesia parroquil, Registro Civil, Correo,
Telgrafo, etc.; posee 130 casas y 621 habitantes. Muy cerca se est instalando
una gran industria maderera.
QUEMCHI
(Puerto de) 420 09 - 7 3 O 29.-Amplio. protegido de todos los vientos, menos de los del SE; se abre en el canal de Caiicahue, en la costa E de
la isla de Chilo. La villa del mismo nombre, tiene 96 casas, iglesia parroquial, Correos, Telgrafos, escuela, etc., y la habitan 464 personas. En sus inmediaciones, existe un gran aserradero.
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KELONCAV
(Seno de) 410 40 - 72p 50.-Extenso. Queda en la parte NE del
Golfo de Ancud; su entrada principal est5 entre las islas de Puluqui y Quilln; en su costa N, est la ciudad de Puerto Montt; ofrece costas de poca
altura.
SANANTONIO
DE CHADMO
(Casero) 420 57 - 73O 37.-De 55 casas y 293 habitantes; est situado en la costa E de la isla de Chilo, en el estero de Chadmo; posee algunos servicios y u n aserradero.
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TRANQUE
VOIGE
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NOTAS EXPLICATIVAS
(1) Informacin suministrada por el Sr. Audelio Rrquez, Cura Prroco de P. Grille
(Queiln): U n mdico espaol nos afirm que siendo nio actud de Supremo en la fiesta
patronal de su pueblo natal, ubicado en Galicia.
(2) A pesar de io que dice el Sr. Alvarez en cuanto a la divisin de los cargos entre
hombres y mujeres, hemos podido comprobar que, en algunas partes, esta costumbre no es
rgida, ) a que no es extrao ver una gobernadora o una regidora, etc.
(3) En ciertos lugares hay un cargo de alcalde (ver Cavada Chilod y los Chilotes. p. 131)
(4) Rosca: Masa hecha de huevos y harina de trigo. Se enrolla formando un
anillo y se fre en manteca.
( 5 ) Cargo: Miembro del cabildo, que tiene obligacin de contribuir al pago
de la misa de celebracin, que pide al pirroco dicha institucin. Algunos cargos tienen
que dar de comer al sacerdote.
(6) Hay veces en que todos los cargos contribuycn en porciones iguales. Como
ejemplo citaremos unos datos suministrados por el Presbtero Alberto Vidal, Cura Prirroco
de Achao, y que fueron anotados en la festividad del Nio Jess de Detif (Parroquia de
Puqueldn), el 26 de diciembre de 1952:
CARGOS:
Supremo: Juan Bautista Duamante Ayn.
Gobernadora: Lurmira Antianco.
Primera Coronela: Guiselda Huenul.
Segunda Coronela: Purisima Caucainn Oyarro.
Cargos simples (sin denominacin): Herminia Duamante y Coralia Antianco.
T O TALES:
. . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3 gallinas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1 K g . de arroz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
20 huevos
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3 almudes de papas . . . . . . . . . . . . . . . . . .
I qq. de harina
I cordero
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6 44.
6 corderos
18 gallinas
6 Kgs. arroz
120 huevos
I8 almudes
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
. . Don
. . Don
. . Don
. . Don
. . . . . . .
. . . . . . .
. . . . . . .
. . . . . . . . . . .
. . . . . . .
. . . . . . .
Sixto Rahamonde.
Patricio Coocar.
Pedro Jose Muoz.
Pascua1 Carintonci.
Don Sebastin Curdenas.
Don Silvestre Montala.
Don Epifanio Bahamonde.
Dofia Rosario Montaa.
Dofia Dina Antiinez.
Doa Juana de la Cruz.
Para constancia, responsabilidad, gastos y dems pormenores que demandare el presente compromiso, firman los suscritos.
Quicavi, 24 de junio de 1904.
(7) Rubii Azdcar en su libro Gente en la Isla, pgs. 16 a 18, se refiere a una fiesta
de cabildo de Chonchi, en forma potica. En la descripcin dice:
Bajo arcos de avellanos pasan las imgenes de los santos, llevados en andas; la Virgen
de la Candelaria, venerada reliquia colonial, que salvara a Chonchi de los piratas holandeses.
(8) .4lquiniia: Material parecido al bronce, pero de mala calidad.
(9) Azdcar se refiere a las nombraciones ai decir:
Frente al Santuario se detienen. El Supremo saliente acomete la ceremonia de la
entrega, y se retira con sus allegados; el nuevo Supremo permanece ai pie de la hornacina
(de la Virgen), batiendo la azul bandera de la Candelaria.
Entre disparos de fusiles contra los imaginarios piratas de Holanda.. ....
.....
93
(31) Entreveradas con la narracin, el autor hace numerosas citas de obras consultadas, las cuales no hemos podido revisar, dcbido a la imposibilidad de dar con ellas. Son
las siguientes:
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mn; asimismo, observamos que se trata de dar un gran realce al caballo, pues, en cierto
momento, especie de intermedio, aparece un jinete enmascarado y vestido en forma estrafalaria, que hace acrobacias jocosas o piruetas y gestos divertidos, que descabeza monigotes
y tumba estafermos; y a una carga de caballera, que se efrctta despus del parlamento
de la embajada mora, ai principio de la pantomima del rombate. La parte correspondiente
a los emisarios es muy similar; loi moros mandan un cnvixlo que recita al capithn cristiano:
El m u y alto y poderoso rey de i\.lnuritania
Sefior de medio sol y media luna,
Mandme e n presencia tuya
Imponerte con la niayor seveiidnd
C u d es y cud1 seria su voluntad..
..
...............
(................
(37) Travesa: Oeste y tambin viento que sopla desde esa direccin.
(38) Coilln: dos cintones o alambres, paralelos suspendidos frente al fogn, de
donde cuelgan las ollas; donde se colocan los chapedes (cierta clase de papas).
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beza, las manos y los pies de los santos que hay que vestir. Los pintan despues, y no dudo
que producen una fuerte ivnfiresidn de realidad, pero esto no es escultura
Las que yo
he visto en el templo de la Merced (de Valparaiso), por ejemplo, estn buenas para el
sttio en que se encuentran y son evidentemente de algunos frailes espaoles . . E n cuanto
al parecido son ciertamente un poco mejor que los retratos de China, pero son igualmente duros, y si bien las Virgenes tienen una dulce expresidn que recuerda algo a las Madonas de antes del Renacimiento, est& mal dibujadas y, sobre todo, mal terminadas.
Indudablemente entre esas imgenes que vi6 la Graham y las de Chilo a habido
cierto parecido, pero creemos que algunas de las del Archipilago son an ms primitivas
que aquellas.
(47) Tambin se encuentran cabezas fabricadas en cancagua arenisca consistente y hmeda de la cual se hacen adobones o especies de ladrillos; la pasta de confeccin de
algunas imgenes tienen cancagua molida adems de otros compuestos como arcilla y yeso. Las
manos siempre son de madera; las ms usadas en la imaginara regional fueron la de
ciprs, blanda y olorosa, la de ciruelillo y la de alerce.
(48) En gran parte de las islas se rezan frecuentes novenas a los santos favoritos 1
de los respectivos lugares, como son San Antonio en Huite y San Francisco en Achao, etc.
Generalmente las imgenes que se veneran son pequeas, lo que facilita su transporte. Una familia se hace cargo de la imagen y se le reza en su casa una novena; en seguida la pasan de unas a otras familia3, las que le rezan nuevas novenas. As en forma
sucesiva hay algunos santos que llegan desde Chilo hasta Aysn y Punta Arenas.
Mucha gente cree que la imagen en s es la milagrosa y que precisamente a esa imagen tienen que pagarle el voto prometido y no a otra que la represente. Esta supersticin hace que a veces se preienten insalvables obstculos para poder cumplirlo, especialmente cuando la imagen requerida emprende viaje a lugares lejanos. Esta forma de adoracin especial a la representacin plstica del santo desvirta el sentimiento religioso, por eso
la autoridad eclesistica se ha empeado en que esta costumbre desaparezca o se acomode
a la ortodoxia catlica.
Otra modalidad de los recin descrito es la de asegurar al santo, esto es: vendarle la vista o volverlo cara a la pared, ai llevar a cabo un acto inmoral o ilcito (C. Ch.
p.p. 157), o si el santo no hace el favor pedido (G. F. pp. 99-100). Cuando las novenas se
rezan en pueblos donde hay prroco se lleva en procesin la imagen a la iglesia a or misa,
alli se la coloca ante el comulgatorio y de frente al pblico.
Los ms pudientes celebran anualmente su novena al poderoso de su predileccin,
con asistencia de los vecinos y solemnizada con msica y disparos.
(49) Aunque los misioneros tuvieron a su disposicin un abundante material huniano para poder hacer representaciones msticas, no quiere decir que siempre pudieran
prepararlo en corto tiempo. En cambio {por qu no podran llevar consigo unos cuantos
tteres para entretener a los naturales y hacerles aprender ms agradablemente la doctrina,
como lo hemos visto hacer a algunos misioneros actuales?
En la Edad Media, como sabemos, los tteres no eran un espectculo de diversin
sino que jugaban un papel importante en algunas ceremonias religiosas. Se cree que su
primera aparicin se efectu en los templos. Efectivamente, el nombre de marionette o
marioneta con que se los conoce en algunos pases fu inspirado por las estatuillas de
la Virgen, ya que el nombre no significa otra cosa que pequea Mara. Se los encuentra
con diversos nombres entre los egipcios, griegos y romanos, y no tenemos por qu suponer que no sean an ms viejos.
...
.
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Los titeres ms antiguos parecan dolos y no eran sino una derivacin de aquellos
movidos por mecanismos secretos para el pueblo, que era as mucho m i s fcilmente convencido por los sacerdotes.
(50) El Santiiario estuvo sito primero en la parte Este de la isla, pero por no haber
all espacio suficiente para los numerosos peregrinos que acudian en los das de las festividades, fue trasladado al lugar que hoy ocupa, al Sur de la isla, en una gran explanada toda
verde que sirve de escenario a las procesiones y fiestas.
Slo las capillas ms pobres estaban techadas con paja o canutillo y admira que el
santuario de Caguach lo fuera hasta hace tan pocos aos atrs.
(51) Calbuco en la actualidad queda incluido dentro de la jurisdiccin del Obispado de Puerto Montt.
(52) La oracin que bajo el mismo nombre se conoce en otras partes de Chile se
reza o ocanta as:
Buenas noches nos deis Madre,
Hija del Eterno Padre.
Y o mucho m e regocijo,
Que rengis a Dios por hijo,
Templo de la Trinidad
Y esfiosn del Espiritu Santo.
Infinitas gracias doy
A tan alta Majestad,
Por las mercedes y gracias
Que Dios m e ha querido dar.
Y o te doy el parabien
Para mayor gloria vuestra
Y rabia de Lucifer.
Maria, Divina Estrella,
Escogida como el sol,
Y o te ofresco, Madre ma,
Alma, vida y corazn;
Y te prometo rezar
El rosario cada dia,
Y en esto no he de faltar
T o d o el tiempo de mi vida,
Con tu auxilio, Madre Mia (L. O., p. 53, NQ 6 6 ) .
Esta piadosa oracin parece ser una mezcla de la espaola y de otras que no nos
ha sido dable encontrar.
La versin espaola es as:
Buenas noches nos deis, Madre
hija del Eterno Padre
yo mucho m e regocijo
que tengis mi Dios por hijo.
Cubridnos con vuestro manto,
98
(53) Aos atrhs se sola or en las iglesias de Santiago, no sabemos si con igual entonacin (Informacin de la Srta. Mara Bichon).
(54) As como ;Oh, Grnn Sncramenlo! es de nueva introduccin creemos que puede
pasar lo mismo con los Trisagios que publicamos a continuacin, aunque han sufrido ya
ciertas variaciones.
T R I S A G I 0
Gzate, pues, oh luz pura,
en ser tan esclarecida,
que sin ser aim comprendida
abismas a la criatura;
por eso el ver tu hermosura
causa santo horror y encanto,
Angeles y . . .
de tu incomprensible esencia,
...
.
-
99
.
- 100 -
Con la misma cadencia del Santo, Santo Santo, del primer trisagio se entonan estas
palabras, cuando le es llevado el Vitico a los enfermos, por los acompafiantes del sacerdote.
La voz Santo, Santo.. es repetida hasta el cansancio.
(55) Se oye recitar en Santiago y se le conoce con el nombre de Responsorio (informacin de la Srta. Maria Bichon).
N O C H E B U E N A
CORO.
Ay con el si-si-si
con el no-no-no
nifio IlCvame al cielo
y al infierno no.
A Belen ha llegado
una doncella
m;is bella que la luna
y las estrellas. (coro).
En Beln ha nacido
un tierno infante
desterrando tinieblas
como un gigante. (coro).
- 101 -
AGRADECIMIENTO
Antes de dar trmino a nuestro trabajo, queremos destacar a aquellas personas que nos han prestado su cooperacin en el transcurso de l.
Empezaremos, recordando al ex Director del Centro de Estudios Antra
polgicos de la Universidad de Chile, Dr. Richard P. Schaedel, que supo encauzar nuestras inquietudes hacia la Antropologa Cultural, guiando los primeros pasos que dimos en ese campo, y que nos hizo ver la importancia de
publicar nuestras observaciones.
Testimonianos nuestra gratitud al Obispo de San Carlos de Ancud, Iltmo.
seor Salinas, y a los sacerdotes de su Dicesis; en forma especial, a los prrocos seores Brquez, Vida1 y Lipski, de quienes recibimos preciosos informes.
Igualmente a las autoridades civiles de la Provincia, y al Cuerpo de Carabineros; pero con mayor reconocimiento an, a la Brigada de Caminos, al mando del seor Tobas Fuenzalida, que hizo ms positiva nuestra labor, como
asimismo, a las diversas familias que nos brindaron su hospitalidad en el transcurso de las investigaciones realizadas en el terreno, especialmente a nuestros
parientes Zenaida y Jos Antonio Garay Burr.
AI seor Roberto Montandn, al R. P. Jorge Prieto S . S. C . C., y a los
seores Silva y Matiirana, que nos facilitaron parte importante del conjunto
fotogrfico que publicamos, ya que antes de partir a Chilo, nos fu imposible encontrar pelculas para )nuestra cmara. Sin ocurrir este percance podra.
mos haber seleccionado mejores muestras para esta publicacin.
Agradecemos la atencin prestada por el personal del Museo Histrico de
Santiago, en forma sealada, a la seorita Mara Bichn, y a su Director, seor Pizarro.
Queremos, tambin, recordar a los seores Hctor Aravena, Carlos Grez,
Julio Gonzlez, Jos Armando de Ramn, Pedro Garca V., y Fernando Garca A., que leyeron el manuscrito, hacindonos indicaciones de inters.
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Al Dr. Luis Sandoval S., actual Director del Centro de Estudios Antropolgicos, que ley con detenimiento nuestro trabajo y que ha hecho posible
su publicacin.
Pero, con todo nfasis destacamos a nuestro amigo y consejero, el Profesor don Carlos Lavn, quien supo dirigir con su experiencia, el plan de la
obra; y que sin escatimar sacrificios, estuvo siempre presto a ayudarnos en
todo lo que fu menester, y que en el prlogo, nos ensalza, exagerando nuestros mritos.
Finalmente, agradecemos la ayuda prestada por todos nuestros informantes, que por ser muchos no nombramos individualmente, a quienes debemos
datos inditos hasta hoy y que estamos ciertos que nuestros lectores habrn
sabido apreciar.
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B I B L I O G R A F I A
nanvscritos:
Impresos:
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