Wittfogel Despotismo Oriental
Wittfogel Despotismo Oriental
Wittfogel Despotismo Oriental
PSICOLOGIA
Y
CIENCIAS HUMANAS
Volmnenes publicados:
l. Ph. Muiler: La psicologia en el mun-
do modema.
2. P. Chauchard: EI dominio de si
rnismo.
3. A. Rey: Conocimiento del indivlduo
por los tests.
4. F. Duyckaerts: La tormacion del
vinculo sexual.
EDICIONES GUADARRAMA
Este libro
rue publicado
por
con el titulo
ORIENTAL DESPOTISM
A COMPARATIVE STUDY OF TOTAL POWER
***
Lo tradl\io al espanol
FRANCISCO PRESEDO
CAsrlLLA, S. A.-MADRID
CONTENIDO
Terror total -
CAPITULO SEXTO:
Sumision total -
Soledad total.
las soeiedades hidraulieas ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...
CAPITULO SEPTIMO:
15
19
29
41
71
127
165
191
eiedad hidrauliea ... ... '" ... ... .. .. ... ... ... ... ... ... ... ... 263
Las elases en la ,oeiedad hidraulica ... ... ... ... 343
CAPITULO NOVENO: Auge y decadencia de la teoria del modo asiatica
de produeei6n ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... .., ...
417
CAPITULO DECIMP: La sociedad oriental en transiciOn ... ... ..,
463
NOTAS , . .. . . . .
503
BIBLIOGRAFIA . . .
545
INDICE ONOMASTICO
575
INDICE GENERAL . . .
583
CAPITULO OCTAVO:
PREFACIO
PREFACIQ
16
17
PREFACIO
18
PREFACIO
KARL
A.
WITTFOGEL
INTRODUCCION
i;
20
INTRODUCCION
INTRODUCCION
* Marx (1939: 395) apHcaba este termino al despotismo oriental sin clarse
cuenta que bajo las condiciones industriales pueden surgir formas mas comp1etas
de esc1avitud estatal.
21
5.-La investigaci6n presente va bastante mas aUa de los descubri~ientos. d~ los primeros estud~o~os .sobr~ ~ociedad orienta1. En las pa~
~mas slglllentes
~lca. del ~ombre
22
23
INTRODUCCION
INTRODUCCION
24
25
INTRODUCCION
INTRODUCCION
li.a~idades de la sociedad y el estati~mo hidniulicos. Me pasaron desaperclhldas, en 1924, y ahora en relaelon con Marx y con Weber, e indique
como la sociedad "asiatica" 11 estaba dominada por un estado buroenitico despotico 12, Me paso inadvertido que habia sacado las conclusiones de la version -de l\tlarx del concepto asiatico, que el mismo Marx
habia editado, cuando en 1926 y empleando los criterios socioeconornicos del propio Marx, escribi que Ia evolucion de China en la segunda
mitad del primer milenia a. de C. hizo del funcionariado administrativo,
a cuya cabeza estaba -el emperador absoluto, la clase dirigente 13 y que
esta clase gobernante en China como en Egipto e India eTa una "poderosa burocracia hidniulica [Wasserbau]" 14. Elabore esta tesis en 1926 15,
1927 16, 1929 17 Y 1931 18 impresionado por la insistencia de Marx acerca
de una busqueda imparcial de la verdad *. En 1932 un critico sovietico
de mi WiTtschaft und Gesellschaft Chinas denunci6 mi creencia en la
objetividad de la ciencia 19. Por esta epoca fue .auando 108 editores SOM
vieti-cos dejaron de imprimir mis analisis de 1a sociedad asiatica en
general y de la sociedad china en particular **.
En 1930 empece a abandonar la esperanza de que en la URSS la
nacionalizaci6n de todos los medios de producci6n mas importantes POM
dria iniciar el control popular sabre el gobierno y la aparicion de una
sociedad sin clases. El conocimiento mas profundo del caracter de 1a
sociedad sovietica facilit6 e1 camino para ulteriores penetraciones en la
estructura e ideologia del despotismo burocratico. Un nuevo examen del
punto de vista marxista~leninista de la sociedad oriental demostro que
Marx, 1ejos ,de crear el concepto "asiatico", 10 encontro elaborado en los
escritos de los economistas cIasicos. Mas ade1ante me di cuenta que
aunque Marx acepto el punto de vista cIasico en mnchos puntos esen
ciales, no pudo sa.car una conclusion, que desde el punto de vista de su
propia teoria parecia inescapable, esto es, que bajo las condiciones del
modo de producci6n asiatico 1a burocracia agroadministrativa constituia
la clase gobernante.
La ambivalencia de Lenin hacia "el sistema asiatico" es quiza aun
mas reveladora. En 19061907 Lenin admitia que la proxima revoluci6n
rusa, en vez de iniciar una sociedad socialista, podia llevar a una "rs~
tauraci6n asiatica". Pero cuando la primera guerra mundial abrio nue
vas posibilidades para una toma revolucionaria del poder, ahandono
completamente el concepto' asiatico, que con oscilaciones habia manteniM
do durante veinte afios. Al dlscutir los puntos de vista marxistas del
estado sin reproducir las ideas de Marx del estado asiatico y el despo~
tismo oriental de la Rusia zarista, Lenin escribi6 10 que probablemente
es el Iibro mas deshonesto de su oarrera politica: El Estado y la Revolucian. EI abandono gradual del concepto asiatica en la URSS, que en
1938 lIego a su punto culminante con la extraordinaria referencia de
Stalin cuando reedit6 a Marx, del modo asiatico de produccion sigui6
16gicamente al abandono por Lenin del concepto asiatico en 1a visper,n
de la revolucion bolchevique.
8.-La campana contra el concepto asiatico muestra que las mentes
directoras del campo comunista son incapaces de reforzar Sll negaci6n
con argumentos racionales. E5to explica a su vez los metodos oblicllOS
y primariamente negativos con que los amigos del totalitarismo comuM
nista en el mundo no comunista se oponen al concepto fuera de la ley.
Para los no iniciados, estos metod os, que emplean la distorsi6n y el
escamoteo antes que la discusi6n abierta, son confusos. Para los iniciados
revelan una vez mas la debilidad cientifica del mas poderoso ataque contra
la teona de I. sociedad oriental (hidraulica).
26
27
INTRODUCCION
INTRODUCCION
28
INTRODUCCION
CAPITULO PRIMERO
30
su
B.
POSiCION HISTORICA
3l
esc ala como las limitaciones impuestas ,al desarrollo de instituciones hidraulicas por una sociedad esencialmente occidental.
De este modo, demasiada agua 0 demasiado poca no neva necesaria
mente a1 control gubernamental del agua; ni el control gubernamental del
agua implica necesariamente metodos desp6ticos de estatismo. El hombre
s610 se mueve, reaccionando especHicamente frente al paisaje deficitario
de agua, hacia un orden de vida especificamente hidraulico por encima
del nivel de una economia de subsistencia extractora, mas alia de la in
fluencia de fuertes centros de agricultura de lluvia, y por debajo del nivel
de una cultura industrial basada en la propiedad.
w
C.
LA BAS E NATURAL
2.
32
33
LA BASE NATURAL
3.
4.
34
35
D.
1.
36
2.
37
38
in~
* Hace HnGS veinte anos yo consideraba al Mejico aztecs. como al Japon pre
Tokugawa, una sociedad feudal con irrigacion en pequefia escala (Wittfogel, 1932:
587 S5.). Sobre la base de una familiaridad mayor con las fuentes antiguas lIegue
a danne cuenta del caracter hidniulico de las zonas nucleares del Mejico prehispa
nico; y Ia ohm recientB de los arque61ogos e historiadores mejicanos me afinna en
39
o Meridional respectivamente). Pero este estirnulo externo no oenrre necesariamente; si 10 hizo, fue efectivo solamente porque los agricultores
de lluvia en las areas "estimuladas" estaban dispuestos a reconocer las
ventajas de la nueva teeniea.
En la antigua China e1 norte serniarido y el sur arroeero establecie
mi conclusion (vease Armilla5, 1948: 109; ibid., 1951: 2455.; Palenn, 1952: 184 5S.).
Cito particularmente un estudio de Palerm que da numerosos datos historicos sohre
la irrigaci6n en la Mesoamerica prehispanica y protohispanica:
4. La mayoria de los sistemas de riego parfX:en haber sido 6610 de importancia
local y no requerian grandes. empresas hidraulicas. No obstante. se emprendieron
obras importantes en el valle de M6jico. y el riego aparece en forma coucentrada
en el curso alto de los rios Tula, Lerma y Atlixco, y en la zona eontigua de ColimaJaBseo.
5. Las mayores concentraciones y obras mas import antes de irrigaci6n coinciden, generalmente, con la mayor densidad de poblaci6n, con la distribuci6n de los
centres urhanos mas importantes y con los nucleos de pader politico y expansion
militar (Palerm, 1954: 71).
lHasta d6nde podemos retrotraer las actividades hidniulicas en Mewamerica?
ArmiHas cree que el gran avance cultural de Ia cultura de Hohokam, de Arizona
(500900 d. -de C.), se debi6 probablemente a la construcci6n de canales de r-iego,
hecho que esta establecido arqueologicamente. Y dado que 105 restos apuntan a
reIaciones entre Hohokam y Mesoamerica, cree que "el mismo factor puede influir
en el desarrollo cultural en algunas zonas de la Mesoamerica Occidental durante este
periodo" (Armillas, 1948: 107). Los datos de Hohokam enlazan con el pedodo
"clasico" de Ia historia mesoamericana, que, en la rona de los lagoe mejicanos,
probablemente empezo. en los primeros siglos del primer milenio d. de C. La hipo.
tesis de Anni11as se ve relorzada por un analisis de polen reciente, que sugiere
que la aridez aument6 durante el final del periodo "arcaico" (Sears, 1951: 59 55.).
Palerm ha afirmado que este cambio climatico pudo haber causado "1a emergencia extension de la irrigaci6n" en Mesoamerica (1955: 35).
La aridez ereciente podia explicar la aparicion de poblaciones concentradas
y la p-ropagaci6n de la construccion monumental en Mesoamerica. Pero 10 que sa
bemns sobre las c'Oudiciones climaticas en Ia epoea postglacial nos pone en guardia
contra la supervaloracion del significado de los valiosas hallazgos de Sears. La
expansion de la con6truccio.n monumental en Mesoamerica durante la primera parte
del primer milenio d. de C. pudo haberse debido a una lluvia mellor y una ini
gacio.n mayor; pero esto no quiere decir que, antes del period-o "chisico", las precipitaciones no fueran 5uficientemente regulates como p'ara que e1 recurso al riego
constituyese una necesidad. De hecho. las recientes excavaciones de A. Palerm y
E. Wolf apuntan a Is existencia de actividades hidraulicas en el area de los lagoe
mejicanos a mediado-s del primer milenio a. de C.
Otra5 investigaciones emprendidas por estos dos antropologos indican una fecha
relativamente tardia para 1a construcci6n de ohras hidraulicas de gran tamano por
e1 estado territorial de Texcoco, que, cuando los espafiolee llegaron, era el segundo
despues de Mejico. Claramente la aceptacion de la fecha tardia de este desarrollo
no impliea la negaci6n de que apareciesen antes actividades hidrauHcas en otras
secciones de la zona de los lagos. Antes bien, los datos sugieren que Texcoco avanzo.
lentamente desde unas condiciones marginales hidraulicas a otras mas <centrales.
(Para el problema de la densidad hidraulica cambiante, vease nU1S abajo, -cap. VI.)
40
CAPITULO SEGUNDO
* Para las primeras formulaciones de este punto: de vista, vease Smith, 1937:
6; Mill. 1909: 131, 144; Marx. DK, I: 300, 322 e8. Los ec-onomistas modernos los
han perpetuado e incluso subrayado. Escribe Seligman (1914: 350): "en el inmenso dominio de la producci6n agricola In posibilidad de combinacion esul. casi enteramente eliminada". Y Marshall (1946: 290); "en la agricultura no hay mucha
division de trabajo, y no hay producci6n a gran escalan,
A.
b)
* Para -el concepto de "trabajo previo 0 pre~aratorio", vea~ Mm, ~909:. 29,
31. El principio general ya fne indicado por SmIth (1937), qmen, al. dlscutlr I!
division de operaciones en la industria, apunta.ba a .10s "plantadores de Imo ! lana
y a los mineros como proveedores de ;maten~ prima. (5 55., I!), a los hiladores
y tejedores como dedicados a operaClOnes mtermeduts especlales (6). y a los
fabricantes de herramientas que combinan ambo~ elem:ntos .(~l). MIll (,1909:
36 65.) tambien inc1uye en 1a categorfa del trahaJo preno actlVIdades destmadas
a proteger la produccion industrial propiamente dicha.
a)
43
cesivas.
44
ECONOMIA HIDRAULICA
2. Cooperaci6n
Un estudio de los patrones hidniulicos de China (especialmente norte
de China), India, Turquestan, Mesopotamia (especialmente Asiria), Egip~
to 0 Mesoamerica (especialmente la region del lago de Mejico) debe con
siderar ambas formas de a.ctividades agrohidraulicas. S610 procediendo
de esta manera Be puede esperar determinar de un modo realista la di~
mension y canicter de BU procedimiento organizacional clave: Ia coope-
radon.
a)
Dimension
45
trabajo para los servicios hidraulicos y publicos de otros tipos. Los escritos politicos y legales de la India indican una demanda similar de
trabajo prestado 17. Las leyes del Perti incaico obligaban a todos los
hombres utiles a prestar servicio de corvee 18. En el Mejico antiguo, tanto
los adolescentes de clase baja como los de Ia clase superior eran instrui~
dos en las tecnica.s de construir canales y diques 19. De vez en cuando
los amos de esta zona hidniulica requisaban Ia mano de obra de varios
esta.dos territoriales par.a sus gigantescas empresas hidraulicas 20.
En el Egipto decimononico ~'toda la poblaci6n obligada a prestaciones" tTabaj6 en cuatro canales gigantescos para las instalaciones hidraulieas de Mehmed Ali. Cada grupo trabajo en los canales durante cua
renta y cinco dias hasta que despues de ciento oehenta dias, la tarea 5e
tennin6 21 Desde 1881 en adelante, en una epoca de decadencia y desin~
tegracion, Hel total de 1a corvee cayo sobre las clases mas pobres" 22, siendo compensaJo el numero menor por un aumento en el tiempo de trabajo hasta noventa dias. En algunas regiones los conscriptos estuvieron
Qcupados "durante dento oehenta dias" 23.
b)
Integracion
46
ECONOMIA HlDRAULICA
c)
Liderazgo
47
jefe hidniulico, lieganJo a ser, segun los relatos protohistoricos, fundador de 1a primera dinastia hereditaria Hsia.
No importa que los Hderes .tradicionales no hidraulicos inieiaran 0
se apoderaran del aparato hidraulico incipiente, 0 que los amos de este
aparato se transfonnaran en la fuerza motriz detI/is de todas las funciones puhlicas importantes *", pues no cabe duda que en todos estos
casas el regimen resultante estuvo decisivamente moldeado segUn e1 Iiderazgo y control social requeridos por la agricultura hidniulica.
B.
48
49
ECONOMIA HIDRAULICA
CALENDARIO Y ASTRONOMIA
C. CALENDARIO Y ASTRONOMIA
FUN ClONES IMPORTANTES DEL REGIMEN HIDRAULICO
Entre las funciones intelectuales desempefiadas par los lide",. de las
actividades agro-hidraulicas, algunas se relacionan solo indirectamente
con 1a organizacion de hombres y material; pero 1a relacion es no obs~
tante altamente significativa. La cuenta del tiempo y la e1aboracion del
51
D.
b)
Canales de navegaci6n
* Todo el que se interese en el estudio de los detalles tecnicos y de organizacion de un orden hidntulico mayo-r puede consultar la admirable descripcion
que da Willcocks del control de irrigaci6n e inundacion en Egipto en e1 siglo XIX
(Willcocks, 1889: passim). Un estudio completo de las condiciones hidraulicas
en la India a finales del siglo XIX fue llevado a cabo por la Indian Irrigation
Commission (RRCAD. En mi estudio de la eeonomia y la sociedad ehinas he
analizado sistematicamente los fundamentos ecologicos y los distintos aspectos del
orden hidniulico tradicional chino (Wittfogel, 1931: 6193, 188-300, y 41056). Hoy
tenemos tambien un estudio arqueo16gico de la aparicion de las construccicmes hidraulicas -en una epoca y zona limitadas, pero evidentemente representativas: e1
valle de Viru en e1 Peru (vease Willey. 1953: 34489).
52
ECONOl1iA HIDRAULlCA
53
'* Previamente yo- habia considerado. a la China Chou romo una sociedad
feudal con rasgos orientales, que aparedan muy pronto y se hadan cada vez mas
conspicuos. a finales de la epoca, hasta que predominaban completamente (Wittfogel, 1931: 278 55.; ibid., 1935: 40 as.). La idea de una sociedad que atr-aviesa
la division institucional es enterarnente compatible con los resultados de la actual
investigaci6n (vease mas abajo, cap. 6}; y al inter-pretar la sociedad Chou de
esta manera, no tengo que cambiar una posicion largo tiempo sos-tenida. Pero
los estudios oomparativos mas apurados me o-bligan a cambiarla. Los estableci.
miento-s aridos y semiaridos del norte de China (17 pulgadas de precipitac.ion
anual en el antigu-o dominio Chou y 24 pulgadas en e1 dominio de la dinastia
preChou, Shang) sugiere agricultura hidraulica para las antiguas areas nucleares.
La forma del pais, las inundaeiones de verano y Ia acumuIaci6n peri6dica de
f-;mgo de los rios nec:sit6 medidas generales de control de la inundaci6n especmlmente en el corazon de Ia patencia Shang. Una interpretacion realista de
las leyendas y fuentes protohistori,cas (d. Wittfo-g-eI y Gold Frank, 1943: passim)
apunta al surgimiento de un modo de vida hidnlulico mucho antes de 180 dinastia
Shang, cuyos artefactos (brances) e inscripciones reflejan una civilizacion ,agraria
altamente desarr-olIada con tt~cnicas refinadas de anaIes, calculos y astronomia. Las
instituciones reconocibles de los primeros Chou son las de una soeiedad hidniulica,
que intensific6 gradualmente su "den6idad" administrativa y hurocratica (para
este concepto- vease mas ahajo, cap. 6). Los soberanos Chou 5e compo-rtaban con
los gobemadores territoriales no como primus inter pares sino como amos supremos responsahles solo ante el cielo. No tuvieron la culpa de que sus aspiracio.
nes ,despoticas, que posihlemente imitahan a los Shang precedentes. se realizaran
de un modo imperfeeto y eada vez COn menos fuena. Por el conirario, los D"ohernadores de los estados territoriales eran bastante fUCrles par-a comportaree
un
modo absolutista dentro d.e sus respectivos reinos. Las tierras que ellos asiD"naban
no se eoncedian de un modo- contractual y a caballeros y varones o-rganizados in~
d-ependientemente (en corp-oraci6n). sino a tenedores y personas de oficio a quienes
5e pennitia gazar de sinecuras. No eran feudos sino Herras oficiales (vease ahaJo
-capitulos 68).
de
54
ECONOMIA lIIDRAUUCA
2.
55
'* Castaneda, 1896-: 512. Bandelier defiende las cifr.as de Castaneda contra
otros juicios opuestos que se hacen en otras fnentes espafiolas antiguas (Bandelier,
FR. I:120 sso y nn.; d. ibid., DH:312, 46 's., 1713).
** Castaneda, que fne cronista oficial de la primera expedici6n espanola. anota
(1896:494) que las tOrtes de defensa de un establecimiento zuni grande estahan
equipadas con "tronerns y saeteras... pam defender los fejados de los distint08
pisos". Afiade: "Primero habfa que alcamar los tdados, y estas casas superiores
sirven para defenderlas. Las: experiencias de la segunda expediciOn confirmaron
y complementaron las observaciones iniciales. Gallegos concluye sus ohservaciones
sohre la construcci6n de los indios Pueblo refiriendose a las escalera-s m6viles
de madera "por medio de las: cuales subian a sus viviendas". Por la noche "las
retiraban hacia arriha porque estahan permanentemente en guerra entre sr' (Ga~
liegos, 1927: 265). Obregon tamblen Bubraya el valor militar de las escaleras;
ademas explica como los mismos edificios scrvian para proteger a la comunidad:
"estas casas tienen paredes y txoneras desde las que se defienden y ataean a sus
enemigos en sus batalIas" (Obregon. 1928: 293).
Uno- de los lugartenientes de Coronado, aproximandose a ciertos pueblos Tigua,
"eocontro las aldeas cerradas par empalizadas", Los Pueblo, cuyas hahitantes
habfan sido sometidos a distintas formas de extorsion e insultos, "estahan todos
dispuestos para la lucha. Nada podia hacerse, porque no podian hajar a la lIanura y las aldeas son tan fuertes que los espanoles no son capaces de desalojarlas".
Atacando una aldea hostil, los soldados espauoles alcanzaron el piso superior poT
sorpresa. Permanecieron en esta peligrosa situaci6n un dia entero, incapaces de
vencer hasta que los indios mejicanos, que les acompanaban. se aproximaron a los
Pueblo desde ahaio CRvando una trinchera y ahumando a los defensores (Casta.
neda. 1896:496. Para una discusion del informe de Castaneda vease Bandelier,
DH:38 58.).
Sitiando un gran establecimiento Tigua, los hombres de Coronado tuvieron
oportunidad de probar el potencial defensivo de un pueblo que no fue tornado JX.Ir
sorpresa: "como el enemigo- haMa tenido varias dias para proveerse de almacenes,
arrojaron tal cantidad de piedras sabre nuestros homhres que muchos {ueron aha.
tidos e hiriero-n casi a un -centenar con flechas". El sitio duro varias semanas.
Durante este tiempo los espanoles dieron varios asaltos; pero fueron incapaces
de tomar el puehlo-. Los aldeanos ahando-naron sus defensas fortificadas, no- porque
los agresores penetrasen en las defensas, sino a causa de la falta de agua (Casta.
fieda. 1896:498 ss.j d. RDS: 576). Bandelier complementa el infonne de Casta~
fieda sabre este hecho significativo con un relato que da Mota Padilla, autor
del siglo XVIII, quien dice haher tenido acceso a los escritos originales de otro
micmhro del estado mayor de Coronado (Bandelier, DH: 323)' La version de
Mota Padilla contiene numerosos detalIes que revelan las tecnicas de Rtaque as;
como la fuerza e ingeniosidad de la defemR. Algunos espanoles "alcanzaron la
.56
ECONOMIA HIDRAULICA
57
parte superior del muro, pero enCOntraron que los natiV'Os habian quitado los
tejados de muchas habitaciones (superiores), de modo que no habia comunicacion
entre eUs'S, y como haMa pequenas torres a corta distancia entre si, desde las que
lanzaban un diluvio de proyectiles sobre los asaltantes en 18 cima, los espafioles
tuvieron mas de 60 heridos, tres de los cuales murieron de las heridas" (ibid., 48).
* Castaneda (18%: 520) completa este juicio general diciendo que las mujeres
se empleahan "en fabricar la mezcla (ad"Obe) y los muras, mientras que los hombres trafan las maderas y las ponian en su lugar". Los informes modernos atdbuyen estas tareas a los hombres y les asignan el levantamiento de los muros,
limitand-ose las tareas .constructivas de las mujeres al enc-alado (White. 1932: 33;
d. Parsons, 1932: 212). La divergeneia entre las descripciones antiguas y moder~
nas puede refle-jar un cambia institucional 0 tan sOlo una diferencia en la exactitud de la ohservacion. Aunque interese 31 antropOlogo, esta discrepancia no
afeeta -a nuestras conclusiones basica'S sobre el caraeter comunal de' la construecion
en gran escata entre los Pueblo americanos.
b)
Caminos
'* Meissner, BA. I: 341. El termino "camino real" se empleaha en una insoripci6n asiria (Olmstead, 1923: 334). EI modelo operacional del eorreo romano
del estado. el cursus publicus. puede remontarse a traves de la epoca helenfstica
a Persia y quid, inc1uso a Babflonia (Wilcken, 1912: 372 y num. 2).
58
ECONO~A
HIDRAULICA
las grandes vias, pero nunca las restauraron ai estado de perfecci6n teeniea que habia caracterizado a la epoca prearabe 36.
Los eaminos fueron Wl problema grave para los vigorosos reyes
Maurya de la India ". Un camino real de 10.000 estadios, que se dice
conducia desde la capital a la frontera noroeste, tenia un sistema de
senalar distancias que, en forma modificada, volvi6 a ser empleado por
los emperadores mogoles 38. En e1 sur de la India, donde la civilizaci6n
hindu se perpetuo duranle siglos despues que el norte habia sido con
quistado, los eaminos construidos por e1 gobierno son mencionados en
las inscripciones; y "algunos 5e Haman eaminos del rey" 89. Los gobernantes musulmanes de la India continuaron e1 modele indio en vez del
asianico occidental en su esfuerzo por mantener la red de earninos esta~
tales 40. Sher Shah (t 1545) construy6 cualro grandes caminos, uno de
los cuales iba de Bengala a Agra, Delhi y Lahore ". Se dice que Akbar
se inspir6 en Sher Shah euando construy6 un nuevo "camino del rey",
llamado el Paso Largo, que "reeihia somhra de grandes arboles a ambos
lados por espacio de 650 km." 42.
En China 5e construyo una red gigantesea de eaminos inmediatamente despues del establecimiento del imperio el 221 a. de C. Pero, en
este caso, como en los casos de los canales de riego y navegaci6n 0 en
los gran des muros de defensa, los ingenieros imperiales sistematizaron
y elaboraron solamente 10 que sus predeeesores territoria1es habian ini~
ciado. Mueho antes del siglo III a de C., un estado territorial enciente
se suponia que eonservaba en buen estado sus eaminos terrestres, super~
visados por funeionarios centrales y locales; debian estar bordeados
de arboles y provistos de estaciones y posadas 43. Bajo el imperio, grandes carninos estatales eonectaron todos los centr~s importantes de la zona
norte de la capital. Segun la Historia de la Dinastia Han, oliciaI, el
primer emperador "construy6 e1 camino imperial a traves de todo e1
imperio. A Oriente se extendia hasta Yen y Ch'i y al sur llegaha a Wu
y Ch'u. Se hicieron accesibles las margenes y orillas del Chiang (el rio
Yangtze) y los lagos y el Htoral a 10 largo de Ia costa. EI camino tenia
50 pasos de anchura. Un ancho de 3 chang (aproximadamenle 6,50 m) en
eI centro estaba limitado por arboles. Los dos lados estaban construidos
con gran robustez, y para reforzarlos 5e emplearon banas de metal. A
10 largo 5e plantaron pinos verdes. El construy6 el camino imperial con
tal grado de elegancia que las generaeiones posteriores fueron incapaces
de encontrar un solo sendero torcido sobre el que poner sus pies"".
En las dinastias siguientes la construcci6n y conservaci6n de los
grandes eaminos y sus ramas regionales sigui6 o:;iendo Ia tarea fundamental de la administraci6n local y central de China.
EI terreno accidentado de Mesoamerica y Ia falta de imperios com-
59
60
61
ECONOMIA HlDRAULICA
lacio. La realizaci6n de este proyecto monstruo, junto can la construccion de su enorme tumba 52, se dice que ocupa equipos de obreros que
~umaban mas de 700.000 personas 53.
Ochocientos alios despues, e1 segundo monarca de una China reunificada, el emperador Yang (60417), de la dinastia Sui, movilizO una
fuerza Iaboral aim mayor para Ia ejecuci6n de empresas monstruosas si
milares. Ademas de un mill6n de personas 0 mas --hombres y mujeres--,
llevadas para la construcci6n del Gran Canal 54, despach6 enormes equipos .de trabajadores obligados para extender los eaminos imperiales S5 y
trabajar en la Gran Muralla. Segiin 1a Historia, de La Dinastia Sui, mas
de un millon de personas trabajaron en la Gran Muralla *. Segftn Ia
misma fuente oficial, la construcci6n de su nueva capital oriental, que
incluia un nuevo palacio imperial gigantesco, exigi6 no menos de dos
millones de personas "cada mes" 56.
d)
Templos
62
ECONOMIA HIDRAULICA
E.
* "Yo he ordenado a los que trabajan hacerlo segun tu has exigido" (Breasted. 1927. I: 245). El "pueblo" trae la piedra para e1 templo de Amon; y el
"pueblo" tamhien haee la construcci6n. Entre los o-breros hay varios tipos de ax'e,anos (ibid., II: 294,293).
** Tezozomoc, 1944: 79 (el templo de Huitzilopochtli) y 157 (el gran edificio
Cu del mismo dios).
*** Ixtlilxo-chitl, OH, II: 173 ss. Los Anales de Cuauhtitlan tamMen se re
6eren a esta ooDstrucci6n (Chimalpopoca. 1945: 52), sin embargo sin discutir e1
aspecto del trabajo.
describire~
drauHcas y no hidraulicas:
I.
Obras hidraulicas
A.
63
Palacios y capitales.
Turnbas.
Templos.
El aspecto estetico
a)
Distinta conspicuidad
La mayo ria de los que han tratado de los gran des constructores de
Asia y America antigua se han ocupado mucho mas de los edificios no
hidraulicos que de los hidniulicos. Dentro de la esfera hidnlulica tam~
bien se presto mayor atencion a los acueductos de agua potable y a los
canales de navegaci6n que a las instalaciones productoras y protectoras
de la agricultura hidniulica. De hecho, estos ultimos frecuentemente son
pasados por alto. Entre las obras no hidraulicas, las "grandes casas"
para el gobierno y la adoracion y las tumbas de los gran des han sido
estudiadas mucho mas cuidadosamente que las grandes instalaciones de
comunicaci6n y defensa.
64
ECONOMIA HlDRAULICA
EI estilo monumental
65
des-palacio, templos y monumentos reales del Egipto faraonico y la Mesopotamia antigua. Todo el que ha vista alguna vez las puertas de las
ciudade~ y murallas de una capital china, como Pekin, a que ha paseado
por las mmensas puertas y plazas de los palacios de Ia Ciudad Prohihida
para entrar en sus edificios cortesanos, igualmente inmensos, sus templos ancestrales y residencias privadas, no puede dejar de sobrecogerse
ante su aspecto monumental.
Las pinimides y tumhas de cupula manifiestan de un modo mas consistente e1 estilo monumental de la construccion hidraulica. Consiguen Sil
efecto estftico con un minimo de ideas y un maximo de materiaL La
piraroide es poco mas que un monton inmenso de piedras simetricamente
dispuestas.
La sociedad basada en la propiedad y de un individualismo crecienK
te de 1a antigua Grecia abandono la arquitectura masiva, que habia surgido en la epoea micenica cuasi hidniuliea 1. Durante la ultima parte del
primer milenio a. de C., cuando Alejandro y sus sucesores gobernaron
todo el Oriente Proximo, los conceptos arquitectonicos de Ia Helade
transformaron y refinaron el estilo hldniulico, aunque .sin destruir su
cualidad monumental.
En la arquitectura islamica los dos estilos se funden n:;"'a rre:?r J~!l.
tercero. Los productos de esta evolucion fueron tan espectaculares en
Ia avanzada mas occidental de la cultura islamica -la Espana moracomo en sus grandes centros orientales: El Cairo, Bagdad, Bukhara,
Sarnarkanda y Estambul. EI Taj Mahal de Agra y edificios derivados
muestran las mismas fuerzas actuando en Ia India, un subcontinente
que, antes -de la invasion is1cimica, habia desarrollado una rica arquitectura monumental propia.
c)
El significado institucional
Apenas hay -que decir que otras civilizaciones agrarias tambien eombi~
naron la belleza a.rquitectonica can la magnitud. Pero los caudillos hidrau
licos se diferenciaron de los seDores seculares y sacerdota1es del Occidente
antiguo y medieval, primero porque sus operaciones constructivas penetra
ron en mas esferas de Ia vida, y segundo porque el control sobre toda
la fuerza de trabajo del pais y el materialles permiti6 aleanzar resultados
mucho mas monumentales.
Las dispersas operaciones del cultivo de Huvia no implican el eatable
cimiento de patrones nacionales de cooperacion, como 10 haee la agricul~
tura hidraulica. Los num-erosos centros sefioriales de la sociedad caballe~
resca de Europa dieron lugar a1 nacimiento de muchas residencias fortificadas (castillos); y BU tamafio fue limitado por el niimero de siervos
5
66
ECONOMIA HIDRAULICA
adscritos. El rey, siendo poco mas que el sefior feudal mas importante,
tenia que construir sus castillos con la fuerza labora} proporcionada por
sus dominios personales.
La concentracion de ingresos en los centros regionales 0 territoria~
les de autoridad ec1esiastica permitieron la creaci6n de edificios medieva.
les individuales mayo res: iglesias, abadias y catedrales. Puede notarse
que estos edificios eran erigidos por una institucion que, en eontraste con
todos los cuerpos occidentales destacados, combinaha patrones feudales
con otros cuasi hidniulicos de organizaci6n y adquisici6n.
Sin embargo, respecto al control social y riquezas naturales, los candi.
Uos constructores del estado hidraulico no tuvieron igual en el mundo
no hidniulico. La modest. Torre de Londres y los dispersos castillos de Ia
Europa medieval expresan Ia sociedad baronial equilibrada de Ia Carta
Magna con tanta -claridad como las inmensas ciudades administrativas y
palacios, templos y tumbas col05ales de Asia, Egipto y la America anti~
gua, expresan la coordinacion organizadora y el potencial de movilizaci6n
de la economia y estatismo hidraulicos *.
Formas
institucionales
Sociedad hidrauliea
Capitales maritimas de Ia Gre.
cia cIasica
Europa medieval
Europa mercantil
1. Vision comparativa
Grandes Agricul~
obras
tura
Hidr.iulicos
Industria
Minas,
etc,
Industria
de
construcci6n
Manufacturas
Grandes Peauefios
taHeres ta eres
..
F.
67
++
Clave:
+ predominante
- inoperante 0 inexistente
1 condiciones simples
2 a escala nacional
(+)'
++,
(+ )'
(+ )'
(+)'
(-)
3 a escala feudal
++ esendal
(-) alcance limitado 0 modificado por los
factores indicados en este texto
68
ECONOMIA HIDRAULICA
2.
69
G.
CAPITULO TERCERO
72
UN ESTADO MAS
}~UERTE
QUE LA SOCIEDAD
73
o residencias feuda1es, sino las ciudades y aldeas de naciones e imperios cornpletos. Los senores de la sociedad hidniulica fueron grandes
constructores porque eran gran des organizadores; y fueron grandes or~
ganizadores porque fueron grandes conservadores de datos.
Las cuerdas de colores y anudadas (quipus), mediante las cuales los
ineas conservaban los resultados de sus frecuentes recuentos 1, demues~
tran que Ia earencia de escritura no constituye una barrera inveneible
para numerar y registrar la poblacion. En el Mejico prehispanico las
distintas formas de tierra y las ohligaciones inherentes eran cuidadosamente pintadas en codices; y los proeedimientos de los administradores
locales se hasaban seguramente en estos documentos importantisimos 2.
En China existia un sistema e1aborado de escritura y cuentas ya en
la dinastia Yin (Shang), esto es, en el segundo milenio a. de C. Bajo Ia
dinastia Chou siguiente se empleaban listas de censo para determinar
los soldados y campesinos en potencia y para estimar los ingresos y
gastos. Testimonios especificos atestiguan un detallado sistema de contar
y registrar en el estado de Chou', y sabemos que a finales de la opoea
Chou el pueblo estab. registrado en el gran pais norte.occidental de
Ch'in 4, y tambien en Ch'i. En Ch'i e1 censo se dice que se hacia todos
los anos en oiono 5. En esta estacion era tambien cuando el pueblo se
contaba bajo la primera dinastla imperial de larga vida, la Han 6. Docu
mentos de bambu conservados indican que los registros Han seguian
un modelo regular 7. Las dos series de las cifras del eenso Han contenidas en la historia oficial del periodo 8 son los datos sobre poblaci6n
mas completos llegados a nosotros de las grandes culturas, incluido e1
Imperio Romano.
La historia posterior del censo chino plantea muchos problemas que
distan de estar resueltos. Los ID13todos y la exactitud de los procOOimientos cambio mucho con el tiempo, pero no ha de ponerse en duda
el papel del gohierno en el manejo de estos asuntos. De una manera
u otra, la burocracia imperial logro guardar la cuenta de sus recursos
humanos y materiales.
Lo mismo puede decirse de la India. EI Arthashastra 9 y las fuentes
islamic as 10 revelan e1 interes que los gobernantes, tanto indigenas como
extranjeros, prestaron a1 recuento de sus subditos y la estimacion de
sus ingresos. Y este interes no era en modo alguno academico. Me~
gasthenes encontro varios grupos de funcionarios en e1 imperio Maurya
encargados de o11cios como el medir los campos y cantar a Ia gente 11.
Numerosas inscripdones proyectan luz sabre los recuentos hechos du~
rante el ultimo periodo de la India hindu 12.
Despues de China, probablemente las mejores informaciones que
poseemos sobre e1 desarrollo del recuento y registro gubernamental son
74
3.
mas
b)
75
Aciministraci6n hidniulica
"* Estrahon 15.1.50. Smith, 1914; 132. Buddha se dice haber arreglado en persona un conflicto entre dos ciudades-estado sohre SUB derechos a utilaar las aguas
de un rio eercano (Jatakam, V: 219).
** Lambtom, 1948; 589 5S. I bid., 1938: 665 SS. La organizacion del sistema
de riego en Persia Oriental en la epoea del ealifato Ahbasida se describe en las
fnentes arabas. EI jefe de la oficina del agua en Merv tenia a su diBposicion
10.000 manos, y su poder sobrepasaha al del jefe de po-lieia del distrito. El clique
de almacenamiento mas abajo de Ia ciudad era movido por 400 guardas; y Ia
teenica de medir y distribuir el agua estaba minuciosamente regulada (Mez, 1922:
423 ss.). Para Ia instituci6n del eje del agua en la Arabia meridional antigua y
modema, vease Grohmann, 1933: 31.
76
EL PODER
toman las decisiones claves sobre como y cuando inundar las distintas.
unidades hidniulicas locales, los subak 24. EI funcionario jefe de una
serie de estas unidades supervisa eI suministro de agua para cada subaP'; y el jefe de 1a unidad local, e1 klian subak, coordina a los 1abradores, que prestan un juramento solemne de someterse a las regula~
ciones mientras que los campos de' arroz, sawah, son inundados 26. "De
este modo la distribucion ordenada del agua entre los distintos arren~
datarios de sawah 5e lleva a cabo con extrema cuidado, y tambien con
razones fundamentadas. El poseedor de un sawah no puede en momento
alguno disponer mas que de la parte de suministro -de agua, cuando
esta escasea. Los propietarios de sawah, aunque pertenezcan al mismosubak, deben repartir e1 agua disponib1e e inundar sus sawah segun
el orden establecido" 27.
Las operaciones de organizaci6n implicadas en la distribuci6n del
agua de riego son notables por su sutileza y poT la eentralizacion de Stl
direccion. Los conflictos son frecuentes entre cultivador y cultivador y
entre subak y subak. "Si cada poseedor de sawah pudiera obrar avoIuntad, pronto se produciria el mayor desorden~ y los subak mas bajos
probablemente nunea conseguirian agua". Todos estos problemas han
sido resueltos can exito porque esencialmente Hia distribucion del agua asi
como las leyes sabre ella estan en manos de una sola persona" 28,
El. control del agua de inundacion necesita un gran esfuerzo de organizacion tan solo bajo circunstancias especiales. Un problema operacional se presenta en principio donde la inundaci6n estacional de una
gran fuente de agua amenaza el sistema de riego y la seguridad de los
que dependen de ella. En Bali los cursos superiores del rio han de ser
vigilados; y hombres especialmente designados cumplen e5ta fundon
como una parte regular de Sil prestaci6n hidraulica de trabajo 29, En la
China imperial, incluso en tiempos de decadencia, el gobierno ponia
miles de personas a 10 largo de sus extensos diques en la batalla contra
las inundaciones en pOlencia ". Entre 1883 y 1888 el gobierno egipcio
hizo una leva de 100.000 personas anualmente para vigilar y combatir
la inundacion 31.
4.
DEL ESTADO
77
ORGAl~IZADOR
78
SS.
men~
79
80
administrativa del gobierno '''a 10 ancho y a 10 largo del imperio otomana" 55.
Megasthenes menciona las actividades de los fundonarios de informacion en la India maurya "'; y el Arthashastra y el Libro de Manu
diseuten con cierto detaUe los metodos a emplear por los espias 51, La
relaci6n entre el sistema de correas mantenido por el gobierno y la inteligencia secreta se haee clara en los textos que tratan de la epoca
Gupta (siglos III a VIII d. de C.) 50; Y puede tambiim documentarse para
Ia epoca musulmana 59. En la epoca maga! la inteligencia local estaba
organizada burocniticamente bajo un oficial llama do kotwal 60 , Parece
legitimo suponer que e1 servicio nacional de inteligencia estaba vinculado
al sistema de eaminos, cuyas posadas public as (sarais) y otras convenienda5 estaban organizadas "de acuerdo con la pnlctica de los mejores
reyes hindues de la epoea antigua" 1S-1.
En China el sistema de relevos se desarrollo junto con los caminos
del estado y de los canales. Perpetuando y elaborando modelos mas an
tiguos 62, los amos -del imperio establecieron un servicio postal que, con
numerosas averias y modificaciones, duro mas de 2.000 anos. La posta
imperial suministraba al gobierno informacion Hlpida y confidencial
sobre todas las partes del pais. Durante la epoea Han, los barbaros
rebeldes incendiaban con cierta frecuencia las estaciones postales 63. Un
alto dignatario, titulado rey de Yen, que conspir6 para ser emperador,
estableci6 un sistema de relevos para 1a transmision nipida de mensajes 64. Un antiguo oficial, perseguido por el gobierno, afinno en un me
morandum de queja que el gobierno empez6 511 busqueda despachando
"mensajes por el servicio de posta y el sistema de correo a caballo para
hacer la proc1ama cerea y lejos". Sus perseguidores "examinaron todas
1as huellas del hombre" y Usiguieron las rodadas del carruaje". AI fin Ia
red que "se extendfa por to do el imperio" se cerro sobre el fugitivo; fue
cogido y entregado a la muerte 65.
EI sistema de relevos del gobierno Tang (618.907) operaba por medio
de mas de 1.500 estaciones, de las que casi 1.300 servian comunicaciones
terrestres, 260 funcionaban como Upuestos aeuaticos" y 86 de ambas for
mas 66. EI correo Liao estaba tambien exclusivamente reservado para usa
-del estado. Su mantenimiento seguia estando a cargo del pueblo. "Se orde
naba que cada region tuviese sus propias estaciones de relevo para las
que la poblacion local babla de suministrar los caballos y bueyes necesarios" 67.
Comparado con estos precedentes historicos, las noticins que da
Marco Polo del sistema postal de la China mongolica no parece sin rawn,
particularmente si recordamos que el imperio del gran Khan incluia mu
chos "trayectos ~in eaminos" 611, Los gobernantes mongoles de China con
I
I
a)
Monopalizacion y coordinaci6n
82
83
durante veinte 0 diez dias, 0 incluso menos 71. Esta leva temporal tendia
a afectar solamente a parte de la fuerza militar de los vasallos, qUiZR
un tercia 0 un cuarto, 0 inc1usD una fraccion menor 72. Y {recuentemente,.
induso, esta fraeclon no estaba obligada a seguir al soberano cuando
este combatia en el extranjero 73.
EI soberano nadonal tenia pleno control s610 sobre sus propias tropas, que, de aeuerdo con el canlcter descentralizado de la sociedad,
constituian solo una parte -y a menudo no la mayor- de los ejercitos
nacionales temporalmente reunidos. En Inglaterra la conquista normanda acelero el crecimiento del pader gubel'namental; pero aun aqui el
nueleo real tardD en predominar. En 1300, durante 1a campana de Car~
laverock, el rey neva a cabo 10 que Tout considera una movilizacion
maxima de los "guardias a caballo de 1a corona". En esta epoca el "ejer~
cito personal del rey" efa "aproximadamente un cuarto del numcro total
de los hombres de armas"; en el mejor de los casos, estaba "mas cerea
de un tercio que de un cuarto" 74. En 1467 el emperador aleman trato.
de reunir un ejercito de 5.217 jinetes y 13.285 infantes para luchar con~
tra los turcos. Del total, el contingente propio del etnperador debia Hegar
a 300 jinetes y 700 infantes, mientras que seis electores dehian de con*
tribuir con 320 y 740 respectivamente; 47 arzobispos y obispos, 721 y
1.813; 21 principes, 735 y 1.730; varios con des y senores, 679 y 1.383;
Y 79 ciudades, 1.059 y 2.926 75.
En todos estos aspectos los ejercitos de los estados hidrauHcos pro~
cedian a un nive! completamente distinto. Los soldados no estaban pro~
tegidos por garantias democniticas 0 contratos feudales. No importaba
que tuviesen tierra del estado 0 no, tenian que acndir cuando se les
ordenaba; marchaban a donde se les decia; luchaban mientras que sus
gobernantes deseaban que luchasen, y no habia problema sobre quien
daba las ordenes 0 quien las obedecia.
La rotaci6n constante de los numerosos contingentes armadas, que de
acuerdo con el contrato feudal servian solo por un corto periodo de
tiempo, constituia la razon principal de la turbulencia que caracterizo
virtua1mente a todDs los ejercitos fendales compuestos. Otra razon fue 1a
falta de una autoridad abso1uta. Donde el soherano era poco mas que
un primus inter pares, y donde los numerosos senores insistian can or~
guIlo en los privilegios de su posicion, facilmente la disputa remplazaba
a la obediencia. En consecuencia, 1a aecion militar se caracterizaba tanto
por la falta de disdplina como por el valor individual".
b) Entrenamiento y moral
El ejercito de un estado hidraulico podia incluir entre los que I"
forma ban muchas personas de pobre entrenamiento y escaso espiritn
CUADRO II
Tipos de sociedades y tipos de combatientes
Ejercitos de
Tipos
Sociedades hidraulicas
-,-.-~
Adiestl'amiento
Moml
Coordinacion
Clave:
T tropas profesionales
R le\'a "militia
+
+
+
+
+
-
+
+
+ caracteristica desarrollada
caracteristica debil
ausente
84
d)
turcoa en la (iltima gran cruzada a que los cristianos carec:ian ,de "uni~
dad de armas y compafiias" y de "tactica homogenea". Por el contrario,
e1 "ejerdto tureo era ... un ejemplo perfecto de la mas dura disciplina,
de una rigurosa e incluso fanatica unidad de propOsito, de la eoncentracion del mando tactico supremo en 1a sola persona del sultan" 84.
c)
85
Organizaci6n de suministros
hidraulicos ante, que 10, feudales. EI autor del Arte de la Guerra, Sun
Tzu 9S, aunque hrillante, no fue el (inico gran teorico militar en este
periodo. Sun Ping y Wu Ch'i son de gran valor ", y mucha, ideas de
Sun Tzu se basan en escritos mas antiguos 97.
Casi todos los estados provincia1es mayores tenian Sil propia escue1a
de teoria militar 98. Pero no impQrta 1a antigiiedad con que los distintos
conceptos fueron formulados por primera vez, porque fue en e1 periodo
de los estados provinciales cuando adquirieron Sil forma c1asica. Por
razones pragmaticas, el imperio conservo un vivo interes por los pro~
blemas de Ia guerra. Para mencionar un solo testimonio, todas las gran-
e)
Efectivo,
I.
87
los primeros calHas Omeyas se dice que contaban unos 60.000 hombres;
y a1 ultimo gobernante de esta dinastia Ie atribuye Ibne~alAthir una hues
te de 120.000 soldados 105. Harun alRaschid emprendi6 una vez una cam
pafia de verano con 135.000 soldados regulares y un numero no especi~
floado de voluntarios 106.
Igualmente instructiva es una comparaci6n de los ejercitos de 1a
Europa feudal con los del "califato occidental" de Cordoba. Segun la5
iuentes ishimicas, la Espana arabe en el siglo X envi6 20.000 jinetes a
una campana en el norte. L.ot duda de esta cifra porque en 1a Europa
contemponinea parece increiblemente grande. Dice: "Toda Europa era
incapaz de levar en esta epoca un numero tal" 1(17. Su comentario ee tan
correcto como inconcluyente. EI mismo distinguido historiador anota los
enonnes ingresos recaudados por el califato de Cordoba: "jQue contra8te
con e1 imperio Carolingio 0 e1 imperio Otomano, estados sin finanzas! S610
el emperador de la Roma oriental, el basileus bizantino, tenia quiza recur~
80S equivalentes" 108. En otra parte de su estudio adm-ite que el imperio
biz.antino en sus comienzos tuviese dos ejercitos de 18.000 hombres
cada uno, mas un numero desconocido de tropas de ocupacion en Afr.ica
e Italia 109, e8to es, una fuerza de mas, y quizei mucho mas de 4,0.000
hombres. Ante estos hechos no hay razon para dudar de que la Espana
arahe, un pais hidraulico con una pohlaci6n muy densa y unos ingresos
rouy superiores a cualquiera de sus eontemporaneos europeos, pudiera
poner en el campo un ejercito la mitad de grande que el ejercito del
imper.io bizantino, cuyos ingresos, segun la propia afirmacion de Lot,
igualaba facilmente.
En la epoca de la Persia aquemenida, los soldados de a pie aUn constituian el grueso de todos los oombatientes. Herodoto estima que el gran
rey persa movilizo contra los griegos unos 2 millones de hombres 110, in~
cluida BU elite de combatientes, los 10.000 "inmortales" lll. Delhriick tiene
raz6n al dudar de que un ejercito tan grande 5e enviase de hecho a Europa, pero BU argumento se haee problematico en extremo cuando sugiere que el ejercito de invasion contaba solamente unos 5 6 6.000 hombres armados 112. Tampoco hay razon para rechazar la posibilidad de
que, dentro de sus confines, el imperio persa fuera capaz de Ievantar
ejercitos de varios dentos de miles de hombres. Munro sugiere que Herodoto interpreto mal una fuente oficial persa cuando estimo la fuerza
lotal armada de Persia en 1.800.000 hombres. EI mismo Munro su-
86
1. Europa feudal.
En la Inglaterra medieval, los normandos heredaron una ordena~
cion militar, ademas de una elite feudal que contenia elementos de una
leva tribal mas antigua. Los. conquistadores lograron conservar y des~
arrollar estos rudimentos de un ejercito nac.ional; pero inc1uso en In~
glalerra el eslado feudal solo pudo conscribir una parte de la poblaci6n.
Los ejercitos de las civilizaciones hidniulicas no erall tan limitados.
Su fuerza numerica variaba segun faetores tales como las tecnicas mi~
litares (infanteria, carros y caballeria ligera 0 pesada), condiciones eeo
nornicas (economia natural 0 monetaria) y composici6n nacional (go~
bierno indigena 0 sumisi6n a un pueblo conquistador). Pero potencialmente era grande.
Donde los soldados luchaban todos a pie -porque se carecia de animales adecuados 0 porque los carros 0 la caballeria eran ingenios desconocidos- las cifras tienden a ser importantes, aun cuando distintas
partes del ejercito fueran armadas y entrenadas de modo diferente. En
el Mejico antiguo 99, asi como en e1 Peru incaico 100, e1 gobierno reclutaha
grandes ejercitos de infanteria. Donde se practicaba el combate en carros 0 a caballo los infantes podian contar menos y sus efectivos decrecer sustancialmente. La aparicion de una economia monetaria favorece la recluta de mercenarios, que pueden constituir solos el cuadro
principal del ejercito 0 aervir junto a una elite "noble".
Y despues esm la conquista. A menudo, y especialmente en los comienzos de una dinastia conquistadora, el gobernante extranjero depen~
dera de sus propios compatriotas para asegurar su poder, y dara poco
entrenamiento especial a sus subditos reciim adquiridos 101.
Pero sea cualquiera la condicion de los ejercitos del despotlsmo
agrario, raras veces desaparecen las ventajas del tamano. Los mejores
ejercitos de tipo avanzado son frecuentemente cuerpos compuestos 102.
Como hemos dicho arriba, los ejercitos feudales de la Europa medieval eran pequefias unidades de combatientes montados de elite. Un
ejercito enviado par Carlos e1 Calvo contaba menos de 5.000 guerrerost
y en varias ocasiones posteriores los an ales hablan solamente de un par
de dentos de jinetes 103. Los ejercitos internacionales de los cruzados
frecuentemente se componian de unos cuantos miles, que no ,alcanzaban
a mas de 10.000 hombres *. Los arabes tenian ejercitos con bril1antes
cuadros de combatientes montados, que eran complementados por considerables unidades de tropas auxiliares 104. Los ejercitos movilizados de
* Lot, 1946, I: 130, 175, 201. Inc1uso al final de las Cruzadas el ejercito europeo internacional que luchO en 1396 en Nicopolis contra los turcos invasores no
tenia ning6.n contingente nacional superior a 10.000 guerreros, excepto el de
los hungaros, directamente amenazados. Se dice que los hungaros haMan movilizado unos 60.000 hombres (Atiya, 1934: 67), que debi6 de haber sido algo asi como
una leva en masa.
88
89
pone que Jerjes pudo man dar 360.000 hombres y que la fuerza expe
dicionaria contra Grec;a pudo haber sumado 180.000 hombres '.
La magnitud de los ejercitos indios antiguos, que parece "increible
a primera vista" 113, se hace posible por la -comparaci6n can las cUras
que tenemos para la fase posterior de la India musulmana. Segan las
fuentes griegas, en la aurora del imperio manrya el rey Mahapadma
Nanda se dice que tenia 80.000 jinetes, 200.000 infantes, 8.000 carros,
6.000 elefantes de guerra 114; y las cilras dadas para el ejercito de
Chandragupta son, can excepci6n de la caballeria, mucho mayo res, to~
talizando "690.000 hombres en eonjunto, exeluyendo los seguidores y
auxiliares" 115. Los datos de los periodos posteriores dan ejercitos de
100.000 soldados de a pie en el reino Andbr. y cientos de miles hasta
varios millones de soldados hajo los iiltimos reyes hindiies del sur 116
y los gran des caudillos- musulmanes 117.
En la Chinaantigua las unidades seleetas de soldados en earros Iu
chaban junto a grandes desta-camentos de infantes. Durante el iiltimo
periodo de la dinastia Chou la caballeria empez6 a ser complemento
de los carros, pero parece que los nuevos ejercitos compuestos fueron
mas numerosos. A principios de la epoca imperial los principales esta~
dos provinciales se dice que movilizaban tres m-illones y medio de in~
fantes, mas un numero indellnido de carreras y mas de 30.000 ji~
netes 118.
EI imperio Liao tenia con el o-rdus una cahalleria de cuadro de unos
50 a 60.000 guerreros; y sus anales se glorian de una milicia de
1.000.000 de hombres 119. Bajo la dinasti. Sung (9601279) el gobierno
chino se dice haber entrenado -pobremente, pero entrenado- un ejer~
cito de mas de 1.000.000 de soldados 120. Las "banderas" de la dinastia
manchu eran un ejercito en pie de guerra que, por 10 menos durante la
primera fase, constituia una elite de caballeria de gran caHdad. Al final
del siglo XIX estos ejercitos, que incluian manchues, mongoles y chinos,
totalizaban 120.000 soidado.. Ademas, el gobierno poseia tambien un
ejercito "verde" esencialmente chino, que sumaba unos 500 6 600.000
hombres 1:21.
f)
Poreentajes
90
C.
1.
2.
91
92
93
Impuestos
Tierra
colectival>
I[
PredominanteParte en especie
en especie y parte en dinero
-------------1--_____ 1mente
Sociedades tribales;
Suk ...
Pueblo- .. .
Chagga ..... .
flawai .
America antigua:
Peru inca
Mejico
Ij
()riente Pr6ximo:
.. '1'
Ciudades templos de Su
mer (Lagash)
. .. ~
Babilonia ...
Egipto faraonicoPerto-do helenistico y romano ...
Comienzos de Bizancio
Califatos tirabes
Turquia otomana .
India ... ,.. ...
( +)1
+
+
(+ )1
+'
+
+
+
+
+
I
+
.., Indido5
China:
Comienzos de la epoca
Tchhu ... ... ...
+
Fin de Ia epoca Tchbu ... Transicion
moniada
Epoca imperial (aprox.).
testi1
Clave.
+ caracteristica desarrollada
- caracterfstica poco desarrollada 0 inexistente
algunas
2 respbnsabilidaJ individual
94
3.
EI hecho de que el trabajo en los campos publicos se comparta generalrnente por todos los varones adultos sujetos a la prestaci6n indica
el poder del caudillaje hidniulico para hacer que todo el mundo contribuya a Sll sostenimiento. El establecimiento de una economia monetaria
va mano a mano con mayores diferenciaciones en la propiedad, estructu~
ras de clases e ingresos nacionales. Perc e1 estado agricola, como dueno
de un aparato de organizacion gigantesco, continua imponiendo sus exigencias fiscales sobre 1a masa de todos los plebeyos. La compa-radon
muestra que a este respecto era mucho mas fuerte que los gobiernos
de otra5 sociedades agrarias..
En la Atenas clasica "Ia dignidad del ciud.dano no podia soportar
las tasas personales" 8, Cuando la famosa ciudad "ya poseia la hegemonia de Grecia no tenia impuestos regulares ni Tesoro" 9, y su ingreso
nacional se nutria esencialmente de las aduanas y de los ingresos de ultramar. En 1a Roma republicana los ciudadanos lib res se preocupaban
igualmente de mantener bajos los gastos ptiblicos. El unieo impuesto
directo considerable, el tributum, subia a un 0,1-0,3 por 100 de la propiedad imponible de una persona *. En ambos casas las fuerzas no gubernamentales de la sociedad conservaban el aparato administrativo pequeno tanto en personal como en presupuesto, recibiendo los poseedores de un cargo distinguido tan solo un salatio insignificante 0 ninguno
en absoluto.
Los gobernantes de la Europa medieval se mantenian esencialrnente
de sus dominios personales~ que comprencHan solo una Iraccion del te~
rritorio nacional. Los productos ocasionales 0 regulares que recogian
en sus -territorios mas amplios eran tan limitados que demostraban antes
I. debilid.d que la fuerza del poder fiscal del soberano. Los cunquistadores normandos fueron los pion eros del establecimiento de un estado
mas iuerte; pero, por las razones discutidas mas abajo, incluso elIos
solo pudieron imponer tasas sabre todos sus subditos de un modo inter~
mitente to, Despues de un siglo de lucha una poderosa caballeria res~
tringio el derecho del rey ,a levan tar impuestos sin e1 ,consenso del "consejo comtin" a las tres "ayudas", como era costumbre en casi todos los
paises feudales del continente.
Las gran des sociedades del Oriente dehen ser comparadas con estas
sociedades agrarias, y no con el Occidente protoindustrial e industrial.
* Originalmente la propiedad imponihle se limitaba a la tierra, esc1avos y animales; ma.s tarde comprendia la propiedad de todas clases (Schiller, 1893: 196; cf.
Homo. 1927: 237).
95
97
cepto par los miembros mas poderosos del aparato gubernamental. Por
tanto, las medidas confiscadoras del estado hidraulico hiereu con particular dureza a los propietarios de bienes muebles y ocultos.
Las razoncs dec1aradas para connsear la propiedad de los iuncionarioa y otros miembros de la clase gobernante son oasi siempre politieas 0 administrativa6. Las razones politicas comprenden los desatinos
diplomaticos, la conspiraci6n y Ia traicion; las administrativas, Ia mala
admlnlstmcion y las irregularidades fueales. Los crimenes graves frecuentemente llevan a Ia ruina completa politiea y economica del malhe
chor; los mas leves, al ostracismo temporal 0 permanente y a una
confiscacion total
parcial. Los hombres de negocios son perseguidos
principalmellte por evasion de impuestos, pero tambien pueden verse en~
vueltos en una intriga politi ca. En e1 primer caso pueden ser connsea
dos parcialmente; en e1 segundo pueden pagar con toda Sll fortuna y
con su vida.
Dentro de la clase gohernante oeunen peri6dicamente conspiracio~
nes para remplazar a1 gobernante 0 a un dignatario importante, y particularmente durante 10s tiempos de crisis e inseguridad. Son igualmente
frecuentes las persecuciones de libertinos. Un poder centralizado, que t;S
a la vez acusador y juez, puede declarar criminal a cualquier actividad,
sean cuales fueren los- hechos. Con gran regularidad aparecen los testimonios amafiados; y 1as- purgas politicas disfrazadas de legaHdad son
emprendidas cuando quiera que los amos del aparato estatal las juzgan
necesarias.
El peligro de ser perseguido aumenta por el hecho de que bajo con~
diciones de poder autocratico la mayorla de todos los funcionarios y e1
grlleso de toaos los negociantes ricos tienden a cometer actos que, legal
mente hablando, son crimenes, 0 plledcn interpretarse como tales. En .la
corte y / 0 en 1a administracion hay siernpre individuos 0 grupos que
tratan de favorecer sus propios intereses ganando e1 favor del gobe.r~
nante 11 otTas personas de alto rango. El soberano y sus parientes pr6xi~
mas 0 amigos, el canciller (visir) u otros miembros destacados de 1a
buroeracia son todos blancos en poteneia de las intrigas politieas. Y en
una ,atmosfera de poder absolutista, parecen perfeetarnente nonnales el
secreto y los metodos conspiradores. Siendo este el caso, el centro dominante tiene poea dificultad para colgar el sambenito de conspiraclOll a
cualquiera que desee destruir.
A decir verdad, mucbas personas metidas en estas intrigas nunea son
descubiertas; y muchas otl'as eseapan con danos menores. En los perio
dos de prosperi dad y calma esto no eg raro. Pero las acus-aciones tildadas de pollticas son un rasgo esencial del orden absolutist a ; y cualquier
96
4.
ConJiscaciones
"* Para 13 confiscaci6n en la antigua Greda, vease Busolt, es, II: 1109 $S. Las
eanfiseacione.s- durante1:a ultima fMe de 18 R-o-ma repttblicana refleJan la apari
cion de un poder despotico oriental incnntrolado (vease ahajot cap. 6).
'* En Ia India clisica "la riqueza principal -era atesorada, tanto en la casa
--en grandes habitaciones sobre el pasillo de entrada-, bajo la tierra, en grande!}
jarras bajo la orilla del rio, 0 depositada en casa de un amigo" (C.A.F. RhysDavids, 1922, 219).
99
100
101
103
PROPIEDAD DEBIL
102
D.
L
PROPIEnAD HIDRAULICA -
PROPIEDAD OEBIL
3.
La aplicaci6n
104
4.
Los efeetos
a)
Una ley de herencia que prescribe una division peri6dica de la pTOpiedad privada afeeta de modo distinto a los distintos grupos en 1a
sociedad hidniulica. Los campesinos que viven en comunidades aldeanas
reguIadas pueden dividir la propiedad muebIe de un cabeza de familia
fallecido, pero no Sil'S campos. Estos deben mantenerse intactos 0, de
vez en cuanda, redistribuirse segun las prerrogativas reconocidas 0 nece
sidades de los miembros de Ja comunidad.
b)
PROPIEDAD DEBIL
105
fundamental es que el enriquecimiento mediante la explotaci6n de la tie-rra, usando la teeniea tradicional, no es un metodo practico de .acumular
riqueza". La riqueza rUstiea tiende a disminuir mas que a creeer; yesto
esencialmente por la ley de la herencia; "euanto mas tiempo dura e1
principio consuetudinario de heredar por igual los parientes, el tiempo es
una fuerza grandemente desintegradora en ]a posesi6n de la tierra" 9.
El derecho islamieo de la herencia Hene un efectn igualmente desin~
tegrador. Donde quiera que prevalece "tiene que llevar a la Iarga a la
parcelaci6n inevitable hasta de las propiedades mas gran des ... " 10. Las
concesiones de tierra en eI imperio incaieo sin ciuda no tuvieron mejor
destino. Despues de unas cuantas generaciones, 10 recibido por cada he~
redero podia reducirse a una insignificancia 11.
5.
Desarrollo occidental
al)
106
6.
PROPIEDAD DEBIL
b)
107
108
109
PROPIEDAD DEBIL
lizar con el soberano pero que unidos podian oponersele con exito. En
Ia carrera entre el crecimientodel poder serrorial (y burgues) por un Iado
y e1 poder real por otro, los gobierno-s centrales en ascension se encon~
traron enfrente no de las fuerzas feudales dispersas y las urbanas de los
primeros dias, sino de estamento5 organizados capaces de defender sus
derechos economicos asi como los sociales.
Ya en Ia lnglaterra de principios del siglo XI los que tenian del
Iey los feudos principales se denominaban baTones; originariamente e1
termino connota un grupo mas bien que un individuo: "esta palabra no
se encuentra en singular" 25. Pero s610 .cuanda e1 gobierno intent6 coar
tar Sil independencia fue cuando los barones sintieron la necesidad de
una accion con junta. La parte final de la Carta Magna ha sido Hamada
con raxon t'el primer reconocimiento real del derecho baronial co1ectivo
a coaccionar al rey por la fuerza" 26. Poco despues "totius Angliae no
biUtas ... exigio un juramento recipl'oco de que no datian a1 rey ninguna
respuesta sino 1a communis responsio" 21. Fue en e1 mismo siglo en que
los senores ingleses se incorporaron como un estamento que pusieron
los fundamentos de la perpetuaci6n de sus tierras por el mayorazgo y la
primogenitura 28.
En el continente variaron el momento y otros muchos detalles. Pero
1a tendencia general era la misma. Aplicando a sus feuclos el principio
de 1a indivisibilidad ~ue, con e1 abandono de la forma de servicio
militar feudal habia perdido su significacion originaria- los nobles te
rratenientes consolidaron su propiedad en Espana, Italia, Francia y Alemania 29.
Es digno de mencion que los nobles, que conservaron equilibradas
las sociedades feudal tardia y postfeudal, debieron su exito posesorio
en parte a la actitud de la burocracia absolutista. Entre los miembros
aristo-cratas de esta buro-cracia no pocos sentian una profunda afinidad
con la hidalguia campesina, a la que estaban vinculados por muchos
laz~s. Desgarrados por intereses opuestos posesorios y burocraticos, los
l'epresentantes del absolutismo occidental no presionaron hasta el extre
rno su resist en cia organizada contra los grandes terratenientes privilegiados. En consecuencia la sociedad feudal dio a luz una de las formas
mas fuertes de propiedad privada que conodo la humanidad.
c)
7.
Como una fuerza armada y omnipresente, el regimen hiJraulico prevaleci6 en puntos estrategicos de propieda-d mueble, las ciudades, asi
como en la esfera principal de la propiedad inmueble, esto 05, el campo.
Sus ciudades eran sedes administrativas y militares del gobierno; y los
111
cia poUtiea pretendiendo estar exclusivamente interesado en la adquisicion de tierra 31, ilustra de un modo definitivo Ia impotencia politica ,de
la propiedad oriental, aun euando fuera poseida por hombres del aparato
politico mismo '*.
110
E.
112
2.
I
I
113
Los escasos gobiernos hidraulicos dirigidos por los sacerdotes cualificados son casi todDs de este ultimo tipo.
Las tribus bidraulkas de los indios Pueblo son gobernadas par jefes
que .desempefian una parte directriz en muchas eeremonias religiosas.
Sin embargo, excepto uno 0 pocos de enos ..........a menudo s610 el cacique--,
estos jefes sacerdotales pasan la mayor parte de su tiempo ocupados en
la agricultura. EI gohierno Pueblo esta, por tanto, representado por una
jerarquia de hombres que, aunque cualificados para desempefiar cargos
liturgieos, en su gran mayo ria no son saeerdotes ,a pleno empleo.
Las ciudades-estado del anti guo Snmer se dice que fneron corriente~
mente gobernadas por los sumos saeerdotes de los principa1es templos
de las ciudades 2, y los eortesanos destacados y funcionarios gubernamentales, que ten ian un papel importante en la administraci6n de los
temp10s-estado 3, fueron posiblemente tambien saeerdotes cualificados".
lPero estos hombres, teol6gicamente forma dos, tenian tiempo para cumplir las numerosas funeiones religiosas de un saeerdote profesional? Deimel supone que los reyes-saeerdotes oneiaban en los templos solamente
en las ocasiont:s partieularmente solemnes 4. Sus subordinados se mantenian igualmente oeupadas por sus .deberes seculares -e igualmente
coartados en sus actividades religiosas.
Los ayudantes de alto rango del gobernante, y tambi&n sin duda
muchas de sus funcionarios menores, entraban en la lucha politica por.
que eran miembros de las subunidades economicas y militares mas poderosas del pais, los templos. Los gobiernos de las ciudades.templo
sumerias eran por tanto cuasi hieroeniticas. Pero incluso en Sumer el
poder de los templos pareee haber ,disminuido. La reforma del rey-saeerdote Urukagina de Lagash indica que ya en el tercer milenario a. de C.
las principales familias sacerdotales intentaron seeularizar 1a tierra del
templo 5; y poco despues de Urukagina, los grandes reyes de Akad y
Ur Iograron haeer pasar algunas tierras de los templos a los dominios
reales 6. Durante el periodo babilonio siguiente los templos dejaron de
ser el sector econ6mico sobresaliente de la sociedad, y la rnayoria de
los altos funcionarios ya no estuvieron necesariamente relacionados con
el saeerdoeio.
El esquema babilonio es mucho mas recuente que el sumerio. Por
regIa general los gobiernos hidniulicos fueron administrados por oficiales profesionales que, aunque quiza educados par sacerdotes, no fneron
114
b)
115
117
116
mas
119
118
Mucha menos rigido. Pero tambien aqui los reyes mantuvieron con exito
su derecho a nombrar los sacerdotes de alto rango 49, y hahiendo sido
nombrado por e1 soberano, "el sacerdote tenia que jurar (alianza) como
todos los demas funeionarios" so.
Los reyes p.quemenidas, que, por la conquista, 5e hicieron amos de
to do el Oriente Proximo, se dice que carecieron de divinidad. lCon~
servaron en Sil patria persa algunos de sus conceptos no teoeniticos?
lO fueron adorados como seres divinos por sus subditos persas, porque
estaban imbuidos: de una esencia ,div:ina? 51. Sea cualquiera la con
testacion a estas cuestiones, Ciro, victorioso, adopto en Babilonia "todos
los elementos de la monarquia caIdea" 52, incluyendo la divinidad real;
y sus sucesores actuaron 10 mismo en Egipto. Como todos los gober
nantes egipcios anteriores que conocemos, Dario se llamo divino:
"Horus" y el "buen Dios" 53.
Los soheranos helenisticos de los imperios ptolemaico y seleucida
pronto aprendieron a comhinar la autoridad religiosa con la secular 54,
De un modo significativo I. adoracion del rey se desarrollo de forma
menos completa en Anatolia, que constituye la pe-riferia institucional
del mundo hidraulico. Pero tambien aqui los caudillos helenisticos bus
caron el status teoeraticn, si hien con precaucion 55.
Los romanos adoptaron muchas instituciones de sus nuevas pose
siones orient~les. La aceptacion de la divinidad imperial fue gradual;
pero los eomIenzos del culto al emper.ador se remontan a los primeros
clias del imperio. El culto que ya habi. sido propnesto por Cesar 56 fue
estahlecido oficialmente por el primer emperador, Augusto 57.
En la primera epoca bizantina e1 cristianismo se adapto a un re
gimen autocratico que se consideraba ueompletamente competente para
legislar en todos los asuntos religiosos como en todos los seculares" 58;
pero se demostr6 -incompatible can el concepto ,del gobernante divino.
A pesar de los esfuerzos significativos para atribuir la cuaIidad cuasi
divina al emperador 59, el gobierno bizantino fne, en nuestra opinion,
a 10 sumo teocnitico marginalmente.
El. Islam se OpUSO .a la divinizacion del gobernante par razones
prop,as: Mahoma fue el profeta de Ala, no su hijo; y el califa, que
hered6 la autoridad del profeta, no tenia status divino. Aunque estuvo
encargado de importantes asuntos reIigiosos 60, no puede Ilamarse tam~
poco un alto sacerdote. Midiendo la posicion del califa segun nuestros
criterios, 10 consideramos, de aeuerdo con opiniones autorizadas, ni
teocratico ni hierocratico *.
* Vease Arnold. 1924: 18955.,198 n.; ibid., 1941: 294. Todo esto vale especial
mente p'ara el sectar sunni del mundo ishimico. En e1 seetor shii ocasio-nalmente
120
121
c)
De este modo, dentro del mundo hidraulico, algunos paises son gobernados casi hierocraticamente por sacerdotes cualificados que, sin
embargo, ya no 5e dedicaban profesionalmente a Sli vocaci6n; y muchos
fueron gobernados teocraticamente, 0 cuasi teocraticamente, por soherasurgieron tendencias teocniticas muy fuertes. Por ejemplo. shah Ismail de la di
nastia sefevida parece que "se cousideraba como dios eucarnado" (Minorsky,
1943: 12 n.).
* Asi en el orden politico de la China tradicional las ideas y practicas reli
giosas desempeiiaban un papel importante, y algunas e:ran tan generales como
inspiradoras de temor. EI destacado experto europeo en religion china, De Groot,
llama al gran sacrmcio al Cielo "quiza In mas impresionante ceremonia que el hom~
hre represent6 en la tierra". (De Groot, 1918: 180).
les~
122
123
124
125
mas tardias fueran gobernadas generalmente par militares. Como 5e explicani can mas detalle en los capitulos siguientes, los funcionarios militares Y "el ejercito" podian realmente preva1ecer sohre 1a hurocracia
civil. Pero esta evoluci6n no se limita en abso1uto a las sociedades hi.
dniulleas mas complejas y tardias. Ademas, por razones obvias, fue mas
bien una excepci6n que una regIa, dado que en el estado agroadministrativo el organizador politico (Ia "'pluma") tiende a ser mas poderoso que
el caudillo militar (la "espada").
F.
CAPITULO CUARTO
EL PODER DESPOTICO
TOT ALlTARlO Y NO BENEFICO
El canicter despotico del gobiemo hidnlulico no se ha puesto seria~
mente en duda. El termino "despotismo oriental", que se emplea general~
mente para las variantes de este fen6meno en e1 Viejo Mundo, connota
una forma extraordinariamente dura de poder absolutista.
Pero los que admiten la crueldad del despotismo oriental a menudo
insisten en que regirnenes de este tipo estaban limitados por controles
institucionales y morales que les hacian tolerables y a veces incluso beneficos. lEn que medicia fue soportable y benefico el despotismo bi
dd.ulico? Sin duda, e5ta cuestion puede contestarse solarnente con un
examen comparativQ y razonado de los hechos pertinentes.
A.
:1
1.
!%
PODER TOTALITARIO
'_1
:1
PODER TOTALITARIO
128
129
2.
Por SUPUsto-, 1a ausen-c:ia de controles constitucionales formales noimplica necesariamente In ausencia de fuerzas sociaIes cuyos intereses e
intenciones debe respetar e1 gobierno. En 1a mayoTia de los paises de la
Europa postfeudal, los regimenes absolutistas estaban controlados no
tanto por constituciones o:tlciales como por la fuerza eiectiva de la no~
bleza campesina~ 1a Iglesia y las ciudades. En ]a Europa absolutista todas
estas fuerzas no gubernamentales estaban politicamente organizadas y
articuladas. Por ello diferian profundamente de los representantes de la
propiedad rustica, religion 0 profesiones urbanas en la sociedad hiv
draulica.
Algunos de estos grupos estuvieron pobremente desarrollados en
Oriente, y ninguno de elios fragu6 en cuerpos politicos capa:ces de restringir a1 regimen hidraulico. El erudito indio K. V. Rangaswami des
cribe correctamente la situacion cuando, en su discusion del absolutismo
hindu, define a1 absolutismo genuino como "'una forma de gobierno en
Ia que todos los poderes deben confluir en las manos del gobernante,
no habiendo ningltn otTO concurrente y autoridad independiente, habitualmente obedecido por el pueblo tanto como aqueL y que Ie resista
legalmente-o Ie pida cuentas" 9.
b)
130
EI termino "derecho de rehe1i6n" es desafortunado en cuanto confunde un hecho legal y otro moral. Las discusiones oficiales sobre el
surgimiento y decadencia del pader dinastico se presentaban mas como
advertencias contra la accion rebel de que como consejos .animando a ella,
y ciertamente no fueton incorporados en ninguna regulacion 0 ley oficial constituciona1. El derecho a 1a rebeli6n no podia ejercerse mas que
violando las leyes existentes y con riesgo de 1a vida para e1 que las
violase.
Pueden encontrarse trazas del Hamado derecho de rebeli6n virtual~
mente en todas las sociedades hidniulicas. EI folklore Pueblo relata can
orgulio 1a aecion afortunada contra los caciques indignos 10, y as! se han
justificado las revoluciones en Bali 11. Los gobernantes hindiies y musuI~
manes han sido advertidos de un modo parecido, y desafiados de Ia
misma manera 12. El hecho de que en China se formule el derecho de
rebeli6n en los clasicos confucianos hizo tan poco para controlar el
poder total I' como 10 hace en la URSS la presencia de los escritos de
Marx y Lenin, que postulan Ia acci6n revolucionaria contra Ia opresi6n.
c)
131
rebelde" 20.
En Bizancio como en otros estados del mundo hidniulico cualquiera
podia intentar usurpar el poder; y la naturaleza electiva de la soberania
combinada can e1 dominio temporal del caudillaje militar inspiraba fre ..
cuentes intentos de esta c1ase. Pero ninguna ley protegia estas acciones
132
lPero hay aeaso dentro del gobierno fuerzas que mitiguen Ia crudeza del despotismo agroadministrativo? Esta cuesti6n concentra la atencion sabre la relaci6n entre absolutismo y autocracia. Absolutismo y
autocracia no son identicos, pero se interfieren intimamente. Un gobierno
es absolutista si su mando no esta eontrolado de un modo efectivo por
fuerzas no gubernamentales. El gobernante de un regimen absolutista
es un autocrata si sus acciones no son frenadas de un modo efectivo por
fuerzas intragubernamentales.
Los regimenes absolutistas de la sociedad hidxclulica generalmente *
estan dirigidos por un solo individuo en euya persona se concentra todD
e1 pader sobre las decisiones importantes. lPor que eE asi? lNece5itan
un caudillaje autocnitico las gran des obras que caracterizan a las zonas
nucleares del mundo hidraulico y que realmente requieren una direccion
centralizada? Despues de to do, los gobiernos controlados (demoeraticos
o aristoc!(tticos) tambien inician y mantienen grandes empresas publicas.
Dominan grandes ejercitos y flotas disciplinadas; y hacen esto durante
periodos importantes de tiempo sin desarrollar patrones autocraticos de
gobierno.
Claramente la ascension del poder autocratico depende de mas eosas
que la existencia de empresas estatales. En todas las sociedades hidnlu~
133
134
LA DEMOCRACIA DE MENDIGOS
cia difiere cualitativamente de los contIoles institucionales de poder equilibrado. A I. larga la cabeza de un gobierno controlado debe ajustarse
a las fuerzas no gubernamentales de la sociedad, mientras que la cabeza
del regimen absolutista no 5e ve restringida de igual modo. EI mas simple interes egoista obliga ,al despota inteligente a escuchar a las personas experimentadas. Los consejeros han existido en la mayoria de las
culturas agroadministrativas, y no sin frecuencia los consejos han sido
un rasgo standard del gobierno. Pero el gobernante no tiene obligacion
de aceptar sus sugerencias 23.
El hecho de que el soberono sea su propio jde ejecutivo, que delegue
muchas de sus funciones en un visir, 0 que el Y Sll visir sigan en mnchos
casos e1 consejo de consejeros funcionarios y no funcionarios dependi6,
ademas de 1a costumbre y las cireunstancias, de la personalidad del go~
bernante y sus ayudantes. Pero, a pesar de los intentos burocniticos
significativos para subordinar el soberano ahsolutismo a1 control de sus
fundonarios, el gobernante podia siernpre gobernar, si se determinaba
a hacerlo. Los grandes monareas del mundo oriental Iueron casi sin excepcion autocratas.
3.
B.
135
LA DEMOCRACIA DE MENDIGOS
136
137
LA DEMOCRACIA DE MENDIGOS
dimiento equilibrado !leva la accion del hombre a un area de discrepancia descorazonadora. Aqui, los esfuerzos .administrativos similares, y
aun aumentados, cuestan mas de 10 que producen. Baja estas condiciones es cuando observamos los efectos de la ley de disminuci6n del
rendimiento admiroistrativo. EI movimiento descendente se completa cuan
do un gasto adicional no produce recompensa adicional alguna. Enton~
ces heroos alcanzado e1 punto absoluto de frustracion administrativa.
a)
ge~
d)
Esta curva ideal no describe e1 desarrollo de cua1quier sistema especifico dirigido por el gobierno de obras hidnlulicas en cualquier 50~
ciedad hidriiulica especifica. Indica de una manera esquematica los puntas criticos por los que pasa toda empresa hidrauliea, 5i 5e mueve
firmemente por tocias las zonas de aumento y disminuci6n de rendimiento.
Raras veres, si algunas, coinciden las curvas reales con las irreales.
La geologia, meteorologia, potamologia, y cil'cunstancia historica origi~
nan val'iaciones incontables. El progreso hacia 1a saturaci6n y mas aHa
puede interrumpirse por contramovimientos largos 0 breves. Pero cada
seeden de 1a curva refleja una tendencia autentica; y toda la curva
combina estas tendencias para indicar todas las Jases mayores de creacion y frustraci6n en la empresa hidraulica.
e)
139
LA DEMOCRACIA DE MENDIGOS
138
2.
EI eslado de aparato industrial desarrollado de la URSS ha aplastado todas las organizaciones independientes a escala naeional (milita.
res, polIticas, propietarias, religiosas); y su economia estatal totalitaria
permite el establecimiento de innumerahles bases burocniticas para con
trolar lodas las agrupacicnes profesionales secundarias (locales) e incluso
el pensamiento y la conducta de los individuos. EI estado de aparato
hidraulico no tiene iguales facilidades. Es bastante fuerte para evitar
el crecimiento de organizaciones primarias .efectivas; y, al hacerlo, pro
duce esa concentracion de poder unilaleral que Ie distingue de las 50ciedades agrarias antiguas y medievales del Occidente. Pero siendo sOlo
semiestatal, careee de las bases uhieuas que permiten a los homhres del
aparato extender BU control total sohre organizaciones secundarias y
c)
LA DEMOCRACIA DE MENDIGOS
140
3.
141
Marx hahla de la "esclavitud general" del Oriente. Segun el, ese tipo
de esclavitud, que es inherente a la vinculacion del hombre .a la comunidad y estado hidnlulicos s, diliere eseneialmente de la esclavitud y ser
vidumbre occidentales *. El merito de la formula de Man descansa en
el problema que plantea mas bien que en la contestacion que da. Una
persona ohligada a trabajar para un estado- "asiatico" es un esdavo del
estado ruientIas que esta ocupado en elio. Se da cuenta perfecta de Ia
falta de libertad, que impliea su eond.ici6n, y es igualmente 'consciente
del placer de trabajar para S1 misma. Camparada con la esclavitud estatal
total de Ia Bodedad industrial totalmente directiva, la esclavitnd estatal
parcial de la Bodedad hidniulica parciahnente directiva haee, de hecho,
considerables concesiones a la libertad humana.
b)
* Marx
ral asiiitica,
una tercera
(basadas en
1939: 295).
supo-nfa que desde el punta de vista europeo, en esta esclavitud geneel trahajador parece ser una condicion natura] de producci6n para
perso.na 0 una -comunidad, como. bajo Ia esc1avitud y servidumbre
Ia propiedad privada), pero que de hecho "no. se da el caso" (Marx,
142
LA DEMOCRACIA DE yENDlGOS
143
La familia
144
LA DEMOCRACIA DE MENDIGOS
liturgico (semioficial) de su grupo familiar, a cluras penas puede considenirsele jefe aut6nomo de una unidad autonoma.
EI padre habilanico, que podia poner a Sll mujer, hijo 0 hija al
servicio de una tercera persona por varies anos 11, tambien deMa su podef a1 gobierno que Ie respaldaba en BU decision. No esta claro 5i era
legalmente responsable de la conducta de los miembro. de Sll familia.
Se ha consider ado la patria potestas del antiguo Egipto can la de
Roma. La sociedad fuertemente militarizada de la Roma republicana ciertamente no favorecia e1 desarrollo de nnas relaciones familiares muy
autoritarias; pero e1 padre egipcio parece haber tenido un poder aun
mas grande que su colega romano *.
En e1 mundo islamico, la ley sagrada prescribe reapeto a los padres 12; y e1 grado en que operaba 1a autoridad paternal, particularmente
en las aldeas, puede juzgarse por e1 hecho de que en paises como Siria
el padre tradicionalmente era jefe de Sil fam-ilia hasta su muerte 13.
Los Libros de la Ley de la India dan al padre un poder casi real
sobre los miembros de Sll grupo familiar 14. A pesar de vadas res.tric~
ciones 15, su autoridad sobre su mujer e hijos parece haber sido extraoTdinariamente grande **.
Evidentemente el poder del padre variaba notablemente en las dis
tintas dvilizaciones hidnlulicas. Pew casi generalmente el gobierno se
inclinaba a eleva rIo sobre el nivel exigido por sus funciones de cabeza
de familia.
2.
j"~
La aldea
145
10
141
LA DEMOCRACIA DE MENDIGOS
146
* SegUn Smith (1899: 227), los candid-atos para este puesto "no, eran escogidos formalmente ni depuestos formalmente". En su Iugar acostumhraban a "caer
en los puestos" como resultado de 10 que Smith llama "una especie de se1eccion
naturar'.
Quiza seria mejo-r hablar de una elecci6n no formal basada en un entendimiento
entre todoo los cabezas de familia de cierta importancia. El Dr. K. C. Hsiao,
qujen casi ha completado Ell estudio, Rural China, Impeda1 Conlrol in the Nineteenth Century, ,atribuye "una cierta influencia local no formal al gnbierno de la
aldea", especialmente e1 de "las familias ricas 0 hidalgas". Pero encuentra imposible dar datos cuantitativos sobre "Ia proporci6n de los jeres de aldea nombrados
por el gobierno (pao-chang, chia-chang, etc.: y mas tarde chuang-chang, tipao,
ti.pang, etc.)". Afiade: "E1 esquema oficial exigfa Ia instituci6n universal de estosjefes donde quiera que existieran comunidades ruraIes" (carta del 15 de enero
de 1954).
3.
Los gremios
'* Generalmeute la aldea Ie pagaba un salado (Werner, 1910: 106 55.). Ademas
tenia las ventajas materiales inherentes nonnalmente al manejo del dinero pu"
blico.
** Stockle, 1911: 11. Para referencias a los jefes de gremios como recaudadores de impuestos en el Egipto bizantino y arabe, vease Grohmann, PAP: 279 y
ufunero 8. Para las condiciones a comienzos de1 gobierno, vease ibid.: 131, nu~
mero 3, y Crum, 1925: 103Ill.
*** Especificamente esto se hacia por ageutes del !cadi (Gihb y Bowen, 1950:
287).
148
LA DEMOCRACL"_ DE MENDIGOS
4.
Religiones sectlndarias
'*
Los jefes de gremios recaudaban 01 impuesto de los "mercaderes peque/(ao, 129, 1 b).
** Los jeres eran nombrados por el gobierno (Yiieh Hai J(uan Chih 25 2 a)
*H Macdonald. 1941: 96; Grunebaun~, 1946: 117. Los zoroastrico~ iuer~n to:
ler-ados al principio (Mez, 1922: 30); mas tarde fueron tratados con mas dureza
(Buchner, 1941, 381).
..*** Estns maderas se usaban eomo campanus (Grunehaum, 1946: 179).
*H** l,O su clero?
149
150
151
LA DEMOCRACIA DE MENDIGOS
b)
152
153
EL DESPOTlSMO HIDRAULICO
5.
Conclusion
a)
b)
Democracia de mendigos
C.
1.
154
2.
EL DESPOTISMO HIDRAULICO
La pretension y la realidad
a)
El estado hidniuHco es un estado directivo, y ,algunas de sus operadones benefician realmente al pueblo. Pero, dado que los gobernantes
Jependen de estas operaciones para Sil propio mantenirniento y prospetidad, dificilmente se puede considerar a su politica inspirada en la benevolencla. Un pirata no actua con benevolencia cuando mantiene Sil
barco a Hote 0 alimenta a los esclavos que piensa vender. Es racional,
pero no benevolente. Porque es capaz de daIse cuenta de sus ventajas
futuras y presentes. Su conducta puede beneficiar temporalmente a las
personas que estiin en Sll poder; pero no es este Sil prop6sito primario.
En una oportunidad dada fomentani sus propios intereses, y no los de
los demas.
b)
55.
Para
155
156
3.
EL DESPOTISMO HIDRAULICO
h)
157
buena parte del cual se emplea para producir obras hidniulicas consi.
derables, aunque no maximas.
Las respuesta-s del gobernante ,a estas alternativas muestran clara~
mente el efecto del poder total sobre los que 10 com parten. Mas alla de
13 zona de discrepancia estimulante, generalmente 5610 fornentan las em.
presas hidraulicas que mejoran su propio bienestar, y son mas ingenio.
sos en desarrollar nuevos metodos de explotacibn fiscal. En resumen,
buscan el optimo administrativo del gobernante y no el del pueblo.
c)
En 1a esiera del consumo pueden distinguirse tamhien tres altenlativas principales. EI optimum de con sumo del gobernante se mantiene
mientras los amos del estado hidraulico se arrogan un maximo de hienes,
que consumen con un maximo de ostentaci6n ("esplendor"). El optimum
de consumo del pueblo se conserva en tanto los miembros no guberna~
mentales de la sociedad redben un maximo de mercancias, que pueden
consurnir con la publici dad que les plazca. Los estados intermedios fa~
vorecen en cierto grado a los representantes del gobierno, aunque sin
restringir seriamente la calidad ni la libertad del consumo popular.
Tambien las respuestas a estas alternativas muestran e1 efecto del
poder total sobre los que 10 detentan. El esplendor proverbial del despo.
tismo oriental, asi como la miseria proverbial de sus subditos, tienen
sus raices en una politica dirigida hacia el optimum de Consumo del go~
bernante, pero no del pueblo.
Eso tiene un aspecto economico y otro legal. Concentrando e1 so.
brante nacional en sus propias manos, los gobernantes restringen la SUw
rna de bienes fisicamente accesibles a los consumidores no gubernamen~
tales. Prohibiendo lega1mente e1 usa general de objetos que dan prestigio,
se reservan todo consumo "ostentoso". En las civilizaciones hidniulicas
mas simples estas exigencias pueden lograrse sin mucha dificu1tad. Las
crecientes diferenciaciones sociales complican e1 asunto, pero no impiden
una situacion que, para todos los fines, realiza el optimo del gobernante.
En e1 Imperio inca e1 pueblo comun cornia frugalmente y tenia pocas
oportunidades de beber copiosamente 7. Sus gohernantes cornian extra.
ordinariamente bien y bebian hasta el exceso 8. Ademas, el vacio entre
los dos grupos se ,ampHaba por medio de leyes que reservaban el usa del
oro, la plata, las piedras preciosas, las plumas de colores y la lana de
vicuna a los gobernantes. A la plebe se 1e permitia algunos ornamentos
modestos, pero incluso estos s610 podian usarse en ocasiones espe~
dales 9.
Disposiciones de este genero son mas faciles de aplicar -cuando Ia
158
EL DESPOTISMO HIDRAULICO
gran mayorta de los plebeyos sqn labradores que viven en aldeas con
troladas por e1 gobierno y mas 0 menDS igualitarias. La creaci6n de
muchas empresas basadas en la propiedad impliea e1 crecimiento de for~
mas de riqueza no burocniticas, tanto mueble como inmueble; y esta evo~
lucian afecta inevitablemente a1 patron de consumo.
Inc1uso en e5tas circunstancias la masa de la poblaci6n rural y ur~
bana continua viviendo pobremente; y e1 pequeno estrato de propietarios
no burocriiticos ve sus fortunas constantemente amenazadas por los im~
puestos y la confiscacion (y, con e1 tiempo, disgregadas por las Jeyes
de la herencia). Pero dondequiera que los negocios grandes basados
en la propiedad se haeen esenciales, no se puede desarraigar Ia riqueza
privada, y no se puede impedir que los que 1a poseen gocen por 10
menos de una parte de ella.
De este modo, las leyes que reservan ciertos tipos de vestido u otras
mercancias ostentosas a la cIase gobernante se transforman en los medios decisivos para situar los hombres de 1a maquina gubernamental
y los sacerdotes de la religion dominante sobre la masa de los plebeyos.
En la China tradicional los funcionarios y sus parientes no funcionarios
se distinguian par sus casas, mlleb1es, vestidos y vehiculos 10. Los Libros
de la Ley indios prescriben con toda precision los adomos, cinturones
y bastones, etc., que han de usar los brahmanes, kshatriyas y vaisyas 11.
En el Oriente Proximo los rasgos burocraticos distintivos del vestido estan
documentados en el Egipto faraonico 12, Asia 13, Bizancio l4., el Califato
arahe 15, los mamelucos 16 y la Turquia otomana 17.
Dentro de los limites de estas regulaciones los plebeyos podian, te6ri.
camente hablando, gozar de BU riqueza. Pero siempre ocultaron sus po~
sesiones mas preciosas, y frecuentemente e1 miedo a la acci6n confiscado~
ra fue tan grande que impidi6 toda ostentaci6n. La persecucion rapaz
de los mereaderes bajo 1. dinastia Han antigua fue provoeada por la
demostraci6n espectacular que los ricos hombres de negocios haMan heM
cho de su riqueza 18. Bajo un gobierno que no se esfuerza en llegar al
maximo de racionalidad, las vlctimas potenciales de confiscaci6n pueden
actuar con un cuidado extremo. EI medico frances Bernier, que viviD en
el Oriente Proximo desde 1655 a 1658, y despues paso casi diez anos
en la India mongolica, se asombr6 de la atmosfera de frustracion en que
vivian los hombres de negocios de Asia. La empresa encontraba HpOCO
animo para dedicarse a negocios comerciales", porque los voraees tiranos poseian "poder e inclinacion para privar a cualquier hombre de los
frntos de su industria". Y 'cuando se ,adquiere riqueza, como ocurre a
veces, e1 posesor, lejos de vivir con mayor confort y asumir un aire de
iudependencia, estudia los mecUos que Ie perm-iten aparecer como un
indigente: BU vestido, su a1ojamiento y SliS muebles continiian siendo
w
159
la mesa"
HI.
160
EL DESPOTISMO HIDRAULICO
* Los funcionarios que tienen tierra del estado y los recaudadores de impuestos que ocasionalmente actuan como jueces estan integrados completa 0 parcialmente en e1 aparato burocnitico. Vease mas ahajo. cap. 8.
161
4.
5.
La inHuencia corruptora se consolida despues mediante la manipulacion parcial de la opinion public . La opinion piiblica puede moldearse
de fiuchas formas. Yaqui, como en otras partes, los intereses del gobernante y los del pueblo divergen .totalmente. Esto se hace mas claro
tan pronto como 8e bosquejan las principales alternativas.
EI optimum de publici dad del gobernante se mantiene en tanto que
los logros reales 0 pretendidos del go-Merno consiguen un maximo de
publicidad sin critica, mientras que las experiencias, sufrimientos y opi'
niones del pueblo son objeto de un minimo de informacion. EI optimum
de publicidad del puehlo implica la present.cion completa de los logros
del gobierno y I. de sus fracasos por igual. Los.rreg!os intermedios favorecen al gobierno sin evitar que las fuerzas no gubernamentales expongan su propio easo.
11
163
EL DESPOTISMQ HlDRAULICO
162
6.
h)
Las ventajas del mito de henevolencia para el despotismo que glorifica son dobies. Presentando al gobernante y sus auxiliares comO empe~
fiados en conseguir el 6ptimum de racionalidad para el pueblo, permiten
c}
164
7.
opresor en
CAPITULO QUINTO
TERROR TOTAL A.
SUMISION TOTAL -
SOLEDAD TOTAL
B.
1.
OPTL~UM
DE
La necesidad
166
TERROR TOTAL -
SUMISION TOTAL -
2.
EL TERROR ES ESENCIAL
SOLEDAD TOTAL
167
3.
La mor/ologia de La violencia
A decir verdad todos los gobiernos que merecen este nombre tienen
maneras de impener su voluntad sobre sus subditos, y el uso de la vio
lencia figura siempre entre eIlos. Pero las diferentes sociedades desa~
rrollan patrones dilerentes de violenci. integrante (0 fragmentadora) y
de control.rla (0 no controlarla).
a)
* Vease Breasted, 1927, I: 327, y d. II: 92, y IV: 166; Erman, 1923: 78 85.;
Y Wilson, 19.50: 11. Segun un cuento, Sekhmet surgio como supresor de una cons
piraci6n. Cuando el dios supremO' Ra "conoci6 las cosas que se planeaban contra
&1 por la humanidad", conjur6 una fuerza para aplastar a los conspiradores. Entonces "nado. Sekbmet", Pronto "prevalecio. sobre la humanidad", y deseando heber
sangre humana, 0' 10 que ella crefa ser sangre humana. "bebi6 y fue buena en
su corazon" (Wilson, 1950: 11) d. Erman, 1923: 78 ss.
168
TERROR TOTAL
StJMISION TOTAL -
SOLEDAD TOTAL
mayoria de las ciudades~estado 18; pero los ciudadanos, que eran gue~
rreras en potencia, aun tenian permiso para guardar en sus casas los
instrumentos de la violencia. Los testimonios pictarioos que representan
la partida a campana muestran "casi siempre a la mujer trayendo las
armas de la casa para e1 hombre que marcha "19.
En la Europa medieval los senores feudales semindependientes des
de e1 principia representaban centr~s secundarios importantes de accion
militar, y en e1 curso del tiempo muchas ciudades desarrollaron sus
169
C.
1. Su aspeeto fisieo
h} Violencia controlada irente a violencia incontrolada
La disciplina militar requiere una subordinacion incuestionada; y el
comandante en jefe de un ejercito bien coordinado -10 que no eran
las huestes feud ales- gobierna de un modo absoluto dentro de los limi
tes de su jurisdiccion. Sin embargo, en un pais democnitico sigue siendo
responsable ante los ciudadanos que controlan e1 gobierno. Los comentarios de Eisenhower sabre e1 metodo sovietico de atacar a traves de
campos minados indica las alternativas institucionales. En "una afinnacion de hechos" el manscal Chukov explicaba a1 general americano:
"Cuando llegamos a un campo minado nuestra infanteria ataca exactamente como si no 10 fuera. Las perdidas que tenemos en personal por
las minas las consideramos iguales a las que nos hubieran producido
las ametralladoras y artilleria si los alemanes hubieran decidido defender
aquella zona particular con iuertes cuerpos de tropas en vez de campos
minados". Eisenhower anade escuetamente: "Yo tenia una idea exacta
de 10 que sucederia a un comandante americano 0 britanico si siguiera
esta tactica, y tengo una idea aun mas viva de 10 que los hombres de
2. Su aspeeto psicol6gieo
a)
Imprevisibilidad
Ademas, puede emplear estos medias con un maximo de efecto psico16gico. Todas las personas que tienen gran poder gubernamental 0 de
propiedad gustan de guardar en secreto alguno de sus actos; pero los
procedimientos de un gohierno despotico son enigmaticos a causa de la
misma naturaleza del regimen. Preocupandose s610 de si mismos, los
170
TERROR TOTAL -
SUMISION TOTAL -
SOLEDAD TOTAL
171
* Sethe, PT: II: 354 S5. Los jefes chagga parecen haber exigido igualmente
las muchachas y mujeres de su teino (Widenmann. 1899: 48; cf. Gutmann, 1909: 25).
H
Gauderoy.Demombynes, 1931: 384. El amigo de un califa abbasslda, que
1ba a Ia corte tOd06 los viernes, sentia "un miedo intenso" cuando fue llamado
un dia distinto. 2,Habia sido calumniado? iHahia ealdo en desgracia? Su "angustia y miedo" crecieron hasta que descubrio CDn una inmensa satisfaccion que
e1 soberano tan sOlo queria que comp.artiese con
una hora de ocio y placer
(Sauvage!, 1946: 62).
el
172
TERROR TOTAL -
SUMISION TOTAL -
trama flexible de la ley despotica. Fue este terror rutinario en los pro
cedimientos administrativos, fiseales y judiciales 10 que movi6 a algunos observadores a designar e1 gobierno del despotismo hidniulico como-un "gobierno por e1 latigo".
SOLEDAD TOTAL
c)
173
174
TERROR TOTAL -
SUM!SION TOTAL -
SOLEDAD TOTAL
Sil
fuerza
175
ley franca (salica) antigua permitia que se torturase 5610 a las personas
de estado servil 35 Los confHctos entre hombres libres eran tratados en
tribunales compuestos de pares. Los confiictos legales graves S? resolvian por las ordalias 0 e1 combate judicial 36 j Y los hurgueses de las ciu~
dades medievales, que originariamente siguieron estos proceciimientos,
pronto prefirieron metodos mas humanos y racionales para deterrninar
la culpabilidad 0 la inocencia".
La introduccion de Ia .\ortura judicial ~apnyada de un modo significativo en referencias al derecho romano- coincide con la ascension del
poder desp6tico y centralizado a una escala provincial y nacional 38 La
mayoria de los historiadores sefialan que los procedimientos de los tribunales absolutistas dominaron sobre los metodos feudales de ordaHas y
combate *. Con menos frecuencia mencionan el hecho igualmente importante de que la nueva tortura judicial tambien remplazo a 105 comienzos
significativos de un procedimiento racional judicial desarrollado en las
ciudades controladas por los burgueses **.
Los cambios en 105 procedimientos judiciales se intensificaron cier~
tamente por la Inquisici6n; y todo el que estudie este periodo se a50mbra de las torturas elaboradas y crueles empleadas en el interrogatorio
d~ herejes. Sin embargo, merecen atenci6n tres puntos; Primero, la Igle.
Sla, que 5e basaba en el derecho canonico medieval, no recomend6 en
principio e1 uso de medidas extremas contra los herejes 39. Segundo, la
tortura judicial probablemente fue iniciada por agentes seculares ***. Ter.
cer~, los procedi~ientos terroristicos fueron igualmente duras bajo los
goblernos 'absolut15tas de Europa, que en el curso de la reforma se habian separado de Roma "'. Sin duda la desintegracion de la sociedad medieval estimulaba las tendencias hereticas y el deseo fanatico de desarraigarlas; pero s610 dentro de la trama del poder estatal absolutist. en
auge este deseo tom6 la forma de la Inquisicion.
Las limitaciones del absolutismo occidental tambien determinaron el
punto mas alia del cual los representantes del pnder despOtico no podian
someter a sus suhditos. Por algun tiempo pudieron emplear el terror
* Cf. Petit-Dutaillis. 1949: 309; Lea, 1892: 480, 487 $S., 500 5S., 505. Lea
describe con algun detalle 10 que tSl llama "resiBtencia del feudalismo" a desarrolIar la tortura judicial (1892: 494 es.). Vease tambien Williams, 1911: 72.
** En el siglo XIV las comunidades italian as continuaban combatiendo el uso
creciente de la tortura (Lea, 1892: 506 S8.); y en Lubeck, la mas importante ciudad alemana ,can independ~nc~a. burguesa, las ordenanzas juridicas que descartahan las ordahas, el duelo JudICIal y Ia tortura cedieron muy Ientamente ante el
nuevo derecho absolutista (ibid., 483).
*** Lea, 1908, I: 321; d. Guiraud, 1929: 86. En eI siglo XII, mucho antes
de que se institucionalizase Ia tortura judicial, los herejes hablan sido torturados
hasta la muerte (Helbing, 1926: 106 ss.).
176
TERROR TOTAL -
177
* Lea, 1892: 581; Williams. 1911: 79. Para ap-ariciones ocasionales posteriore~
vease Williams, lac. cit y Scott, 1943; 264. George Kennan, que a finales del S1'
glo XIX estudi6 la vida de los prisio-neros politicos y exilados en Siberia, llama 1a
atenci6n sobre los metodos arbitrarlos empleados por la poUcfa zarista: arrestos y
prisiones injustas, az(}tes y tadura (Kennan, 1891, II: 52 ss..). Estos metodos eran
eiertamente brutale~ pero la fuerza creciente de la opinjon publica los restringia
cada vez mas; y una comparacion de las condiciones descritas por Kennan y las
que sufren hoy los prisioneros sovieticos reve1a una retrogresion abismal en el pro+
cedimiento judicial.
** Los metodos comunistas de terror judicial varian can el tiempo, espacio,
circunstancia y propOsito; pero, a pesar de cierto ingenio en la ap1icaci~n de
metodos psico16giros, las p-rincipales tecnica.s dificilmente pueden namarse lnven
dones La tortura de "mantener despierto" una farma aparentemente suave pero
de he~ho irresistible de quebrar 1a voluntad de una persona sometida a interro
gatorio, ap-arece en e1 arsenal romano- de crueldad p-lanificada bajo e1 n?~~re de
tormentum. vigiliae (Helbing. 1926: 45). Fue reinventada en 1532 par HIpolIto de
Marsiliis (Williams, 1911: 77} La tortura del hambre se conoda como tarmentum
/amis (Helbing, 1936: 45), Algunos metodos comunistas son par,a1elos a los em
pleados por la Inquisici6n. Comparese los cambios bruscos de malQs a bu~nos
trato-s y de buenos a malos. y el careo del prisionero con conf;siones {) pretendldas
oonfesiones de otros (Lea, 1908, I: 415 55.). Los metodos mas crudos de tort~rll.
empezando con los simples azotes ~prec~dente romano: los ver?e:~ (~:lbmg,
1926: 45}--.- alcanzan su meta con mas rapldez que el tormentum wgr,ixae l1ustra
4.,
178
TERROR TOTAL -
SUMISION TOTAL -
SOLEDAD TOTAL
D.
1.
SUMISION TOTAL
a)
Viviendo bajo 18 amenaza del terror total, los miembros de una comunidad hidniulica deben moldear su conducta de acuerdo con ella. Si
quieren sobrevivir deben evitar provo car a1 manstrua incontrolable. A
las exigencias de Ia autoridad total el sentido comiin recomienda una res~
puesta: la obediencia. Y la ideologiu ha estereotipado 10 que recomienda
e1 sentido comun. Baj 0 un regimen desp6tico la obediencia se transforrna en la base misma del civismo.
Naturalmente, la vida en una comunidad requiere cierto grado de
eoordinaci6n y subordinaci6n; y la necesidad de la obediencia nunea
falta por completo. Pero en las gran des sociedades agrarias de Occidente
la obediencia dista mucho de ser una virtud primordial.
En las ciudadesestado democniticas de la Crecia antigua el buen
ciudadano se suponia que desplegaba las cuatro virtudes principales:
valor miHtar, devocion religiosa, responsabilidad civiea y juicio equilibrado 1. Antes del pedodo dernocratico, la fuerl'a y el valor fisico eran
particularmente estimadas 2. Pero ni la epoca homerica ni el periodo
c1asico consideraron la obediencia ciega como una virtud del hombre
libre, excepto cuando servia en el ejercito. La sumision total era el deber
_y el peor destino- del esc1avo. El buen ciudadano actuaba de acuerdo
con las leyes de su comunidad; pero ninguna autoridad politica abso!uta
Ie controlaba de un modo ahsoluto.
Tampoco la lealtad que el caballero medieval debia a su senor desemhocaba en una sumision total. El contrato feudal Ie obligaba a seguir a
BU soberano s610 de un modo cualificado y limitado. Entre las virtude~
del buen caballero, la caballerosidad, el valor en las armas y el eoraje
tenian un alto rango 3, La obediencia ciega faltaba c1aramente.
En la sociedad hidraulica la relacion entre los miembros ordinarios
de la comunidad y sus caudi1Ios se regulaba de un modo dHerente. La
SUMISION TOTAL
179
180
TERROR TOTAL -
SUMISION TOTAL -
normalrnente el funcionario ideal obedecia a su gobernante 16 y la reverenda hacia su superior era un deber basico 17. Al plebeyo no se Ie daba
eleccion alguna. Dado que no podia entender las ordenes, tenia que hacerse Ha seguir" 10 que dictaba la autoridad e inteligencia superiores 18.
En la buena sociedad de Confucjo, como en sus variantes indias y pr6ximorientale~ el huen subdito era el subdito obediente.
2.
SUMISION TOTAL
SOLEDAD TOTAL
181
puesto en e1 corazon del funcionarl0, su discuIso esta guiado por el respeto a 10 que Ie han clicho" 24. En la India hindu 1a exigencia de sumision
a las autoridades seculares y sacerdotales se ve reforzada por 1a exi~
genda de subordinacion en las esferas personales de 1a vida. Se debe
especial obediencia "al maestro, al padre, a la madre y al hermano mayorH 25.
E1 confucianismo describe la piedad filial como la preparaci6n por
excelencia para la obediencia c1vica: "hay pocos que mientras actuan debidamente con sus padres y hermanos mayores, se inclinan a oponerse
a SliS superiores. Y ninguno hay que, oponiendose a sus superiores,
se incline a hacer una rebeli6n" 26.
3.
Ostrup, 1929: 28
5S.
182
TERROR TOTAL -
SUMrSION TOTAL -
SOLEDAD TOTAL
SUMISION TOTAL
183
It
Ostrup, 1929: 32; l.ane, 1898: 211 (besar los pies como signo de sumisian abyecta).
SOLEDAD TOTAL
E.
1. Soledad aeada
pOT
SOLEDAD TOTAL
la literatura clasica del despotismo indio, "los principes, como los cangrejos, tienen una notoria tendencia a alimentarse de sus progenitores" 7.
Para evitar que esto auceda, e1 manual enumera numerosos medias por
los que el gobernante puede protegerse contra su hijo B.
el miedo
185
b)
186
TERROR TOTAL -
2.
3.
Reajustes cotidianos
SOLEDAD TOTAL
187
desea, puede reducir a la nada la dignidad humana. Una persona olvidada puede conservar asociaciones de algun genero con algunos parientes
o amigos; y puede veneer la enajenacion pasiva y parcial ampliando sus
vinculaciones 0 estableciendo nuevas formas de vinculacion.
La persona que vive bajo condiciones de poder total no tiene este
privilegio. Incapaz de oponerse a estas condiciones, puede refugiarse
solamente en una resignacion alerta. Deseoso de evitar 10 peor, tiene
que estar siempre preparado para enfrentarse con ello. La resignaci6n
ha sido una actitud de finchos individuos lib res en distintas cpocas y
en distintas partes de sociedades abiertas y semiabiertas. Pero antes de
la aparici6n del estado de aparato industrial era una actitud predo~
minante principalrnente en el reino del despotismo oriental. De una maDera significativa el estoicismo surgio en la antigiiedad cuando la socie~
dad equilibrada de la Greoia c1&sica oedi6 e1 paso a1 sistema helenistico
de poder total iniciado por Alejandro.
4.
138
TERROR TOTAL -
SUMISION TOTAL -
SOLEDAD TOTAL
En una sociedad abierta la desaprobaci6n gubernamental puede dejar indiferente a1 ciudadano criticado; pero bajo condiciones de poder
total el desagrado oficial puede traer el desastre. El historiador y funcion~rio chino. Ssuma Ch'ien, no fue acusado de alta traici6n; ill sola~
mente 5e atrevi6 a discrepar de Sil emperador sabre 1a evaluacion de un
general derrotado, y fue solamente condenado a ser castrado. Despues
describi6 en una carta extraorclinaria la abyecta soledad que sufrio duTante e1 tiempo de sn juicio.
Segun la ley de la dinastia Han, entonces reinante, e1 castigo de
Ssuma Ch'ien pudo haber sido perdonado mediante e1 pago de una suma
de dinero, y esto pudo haberse hecho, porque tenia amigos ricos y de
alto rango. Pero ninguno se atrevi6 a ayudarle. Ninguuo se atrevia a
mostrar simpatia a un hombre que habia enojado al emperador. Ssuma
Ch'ien escribe: "Mis amigos no vinieron en mi ayucia. Los que estaban
cerca y eran intimos mios no dijeron una sola palabra en mi favor" *.
lem trajn la copa de cleuta, y Socrates, despues de haber escuehado sus instrucciones. levant6 el vaso hasta los Iabios, y "completamente dispuesto y alegre ...
bebio el veneno". EI narrador, en Platon. continua: "Y hasta aqui CB.l5i todos nm'
ntros habfamos podido controlar nnestra pens; pero ahara, cuando 10 vimos beber,
y vimos que habfa apurado el contenido, no pudimos contenernos mas, y, a pesar
mfo. mis lagrimas manaban ahundantes; de tal modo qUe me cubrf el rost.fo y
110re por mi mismo, porque ciertamente no 1l0raba par el. sino por e1 pensamlento
de mi de.sgracia por haher perdido un companero como e1. No fui yo e1 primero.
pnrque Criton, cuando no pudo contener sus lagrimas, se haMa levantado y 5e
marchaba. y yo Ie segu!a; y en aquel momento, Apolodoro, que habi'a estado 110
rand-o todo el rato, dio un gran gritn que nos acobard6 a tooos.
S610 Socrates conservaba &u calma: lQue es ese extrano grito?, dijo. Yo he
despachado a las mujeres principalmente para que no me molestaran de esta rna
nera, porque YO he oido que un hombre debe morir en paz. Tranquilizaos, pues. y
tened paciencia. Cuando Olmos esto, nos avergonzamos y refrenamos nuestras la.grimns; y el camino como se Ie habia dieho hasta que sus piernas empezaron a fa
UarIe, y despnes se echo de espa1das de acuerdo con las instrucciones, y e1 hombre
que Ie haMa dado el veneno miraba de vez en cuando a sus pies y piernas; y despues
de un rata Ie apreto con fuerza osu pie, y Ie pregunto si sentfa; y el dijo que no;
y despues Ia pierna, y as! cad a vez mas a-rriba, y nos mostro que estaba frio y
tieso. Y el 10 sinti6 y dijo: cuando el veneno lJegue al corazon, sera. el fin. Estaba
empezando a enfriarse por Ia cintura, euand'O descubri6 Sll faz, po-rque se Ia habla
tapaclo, y dijo- (fucron sus 6]timas palabrash Criton, debo un gallo a Asc1epio;
lte acordaras de pagar Ia deuda? La deuda sera pagada, dijo Criton; J.hay algo
mas? No hubo contestaci6n a es-ta pregunta, pero en un minuto 0 dos 5e oyo
aIglin movimiento, y los circunstantes 10 descubrieron; sus ojos estahan fljes, y
Crit6n cerro sus ojos y boca.
Tal fue, Hechecrates, el fin de nuestro amigo, a quien puecio verdaderamente
llamar el hombre mas sabio, mas justa y meior de todos los que he conocido"
SOLEDAD TOTAL
189
La tragedia de un Timon de Atenas burocnitica aun no ha sido eserita. Pero el destino de Ssuma muestra 10 que puede suponer a un hombre que, rompiendo un principio basico de prudencia burocratica '*,
contradice al poseedor del poder total. Muestra que la conduct. obligada
en una sociedad libre se aeerea a la lo-cura bajo la sombra del poder
total. Siendo 10 que era el ambiente de Ssuma Ch'ien, Sil intervenci6n
en ayucla de un ,amigo hubiera sido la gloriosa excepci6n. La no intervencian de sus amigos fue la norma triste.
Medido por las normas de una sociedad 1ibre, e1 historiador chino
sufrio espantosamente. Medido por las normas de su propio mundo, no
deja de tener suerte. Aun-que fne emasculado sigui6 vivo, y no teniendo
significaci6n politica pudo continuar su ohra de historiador, Incluso CO~
mento, criticandolo, e1 trato que se Ie dio, en una carta, la cual, sin em~
bargo, .fue cuidadosamente guardada de la vista hasta que estuvo
muerto 13,
Cuando 1a persecuci6n es total, la victima del terror hidniulico puede
ser separado no s610 de sus amigos, sino de su buen nombre tambien.
El gran visir persa y escritor Rashid ad-Din fue acusado por funciona
rios envidiosos y rivales de haber envenenado al padre del joven sultan.
EI crimen que se atribuia a Rashid no encajaba con BU persona1idad, y
era contrario a sus mas elementales intereses. Rashid adDin fue e1 his~
toriador -asiatico mas destacado de su tiempo, "autor del famoso C6digo
de Leyes (kanun) de Ghazan, el mas grande visir de la dinastia Ilkhan
y uno de los mas grandes hombres que el Oriente ha producido" 14. EI
soberano de cuya muerte habia sido acusado Ie estimaha tanto que se
creia Ie hahia hecho un regalo de oro que excedia la suma que Alejau
dro otorgo a Arist6teles 15. Realmente, se decia que las dotes de Rashid
ad-Din eran "tan indispensables al estado como la sal a la carne" 16.
Es dificil ver por que un hombre habia de matar a su generoso admirador. Carece de sentido que destruyera la fuente de Sil poder, seguri~
dad y riqueza. Pero estas consideraciones no fueron tenidas en cuenta
por los enemigos de Rashid. Le declararon culpable. Ejecutaron a Sil
hijo .ante SllS propios ojos. Cortaron su cuerpo en dos, ciertamente sin
permitirle el ultimo consuelo de ver a sus amigos y parientes. As! muri6
Rashid, solo, privado del honor espiritual y terreno. Porque al fin tam~
bUm 1e denunciaron como impostor religioso 17.
Pero, a pesar de la manera cinica con que procedieron los acusadores
M
'* Segun el Arthashastra (1926: 387) e] funcionario prudente evita "a los que
han sido privauos de p<lsici6-n y favor".
190
TERROR TOTAL -
SUMISION TOTAL -
SOLEDAD TOTAL
y traidores, que deben " ser caza das como perros tral'd ores "22. Y Jas ~~.
genieros psicologos del gobierno sovietico trataron a1 reo con ~a!#hablh
dad que el confeso publica mente y por extenso aetas de tralClOn que
Dunea pudo haber cometido.
Claramente, la soledad total, como e1 terror total, tambien --l\ene sus
variantes.
CAPITULO SEXTO
A.
1.
2.
192
3.
B.
ZONAS HIDRAULICAS
ZONAS CENTRALES
1.
193
CENTRALES
2.
194
195
ZONAS CENTRALES
Ch'in fortifico enormemente sus mlcleos agrarios (el actual Shensi) conS...
truyendo las obras de riego de Cheng Kuo; y esta accion hizo a Ch'in
mas rico y poderoso que ningun otro estado provincial. En e1 periodo
siguiente, toda e1 area de 10 que habia sido Ch'in * comprendia mas
o menDs un -tercio de toda 1a superfide del imperio, pero, segUn Pan Ku"
tenia un sesenta por ciento de su riqueza 3. Ssuma Ch'ien consideraba e1
antiguo territorio Ch'in "diez veces tan rico como (e1 resto de) el im~
peri a" 4. No se pueden comprobar estas afirmaciones, y ciertamente no
deben ser tomadas demasiado al pie de 1a letta. Sin embargo, ilustran
to que entendemos por superioridad economica relativa de un sistema de
agricultura hidraulico-vigoroso.
3.
de gobierno. En este caso la zona mayor, no hidniulica, produce esencialmente alimentos, mientras que la mas pequeiia, hidrauHca, ademas
de producir alimentos produce poder, y produce un poder que es bastante fuerte y bastante despotico para controlar a ambos sectores de 1a
sociedad agraria.
E5tO sucedio evidentemente en numerosas regiones semiaridas adecuadas -en las areas c1aves- para las operaciones hidraulicas. Durante
el periodo formativo de muchas grandes civilizaciones hidraulicas el po~
der desp6tico surgio bajo estas condiciones exactamente; y el patron se
perpetuo en la epoea historica. Asia y Mejico apHearan metodos de
control masivo, que eran imperativos solamente en regiones hidraulicas
pequefias, a gran des zonas de riego a pequefia escala y cultivo de lluvia.
Bajo estas condiciones la economia hidraulica, aunque no predomin6 ni
en extension ni en prO'duccion, ocupaba, no obstante, una posicion de
superioridad politica y de organizaci6n.
3.
* Ademas del comp1ejO' de Cheng Kuo, este incluia entre otras regiones Is
Hauura chisica de riego de Szechwan.
196
197
ZOl'l,L'i CE.NTRALES
local 0 que rebasan las fronteras de una region tinica. EI peso hidniuHco
relativamente grande de este patron puede indicarse por el silTIholo HE 1".
Ulla sociedad hidraulica esponidica cuyas mayores unidades hidraulicas
~o logran la .hegem?ni~ ~onon;ica s~quiera regionaImente representan el
tlpo de densldad hldrauhco mas baJo (E 2). Otro factor diferenciador
el desa.rro?o relativamente fueIte de las obras h-idriiulicHs protectoras:
puede mdlcarse donde parezca conveniente poI la formula ",+ prot.".
Unos cuantos ejemplos indican, a una escala tribal 0 nacional,
las cuatro categorias principales de la densidad hidniulica:
4,.
Esporadico 1: Las tribus Chagga, Asia Antigua, el antiguo estado chino de Ch'i (E 1 + prot.), y quiz" Ch'u.
Esporadico 2: Civilizaciones tribales: los Suk de Africa Oriental
los Zuni de Nuevo Mejico. Civilizaciones centradas en e1 es:
tado: Hawai indigena, muchas estados provinciales del an~
tiguo Mojico (E 2 + proL).
S.
198
199
ZONAS CENTRALES
6.
EI principio
b)
200
201
ZONAS CENTRA,LES
7.
hidTau~
202
8.
ZONAS CENTRALES
203
de muchas dinastias egipcias, babilonicas, chinas, indias, persas, isliimicas y mejicanas, han sido alabados por su vigor y e:ficacia. Los brotes
regeneradores pueden ocurrir tambien durante la ultima fase de un reinado dinastico; y entonces, como durante el periodo formativo, pueden
hacerse serios intentos de una administracion hidraulica eficaz y una
administracion fiscal racional. En ambos casos, los elementos mas inteligentes y menDs comprometidos de la burocracia reinante demuestran
que pueden gobernsr el pais de una manera mas efieaz que sus rivales
poco escrupulosos y "eorrompidos".
9.
204
* Para 105 comienzos de Ia epnca arahe, vease Johnson y West, 1949: 263
(6.000.000, ademas de los ninas y ancianos): cf. Munier. 1932: 84. Para e1 Egipto
ptolemaico, vease Diodoro, I, sec. 31 (7.000.000); Josefo, JW II 16:16 (7.500.000);
Wilcken. 1899, I: 489 55.
,
*'it
Brehier, 1950: 90 55. Para una descripci6n de alguna de estas obi-as, vease
Ritter, 1858: 155, ]60, 167, 202, 346, 378, 4.06, 496, 547. La mayoria de las ohras
hidniulicas regionales y locales que existfan bajo los tuiCOS probablemente se remo-ntan a los bizantinos-.
'* Para el principio vease Herherstein NR, I: 95 S5.; para su pleno desarrollo,
Staden, 1930: 58; cf. Kluchevsky, HR, II: 48, 111, US. Como se vera mas abajo,
to-das estas instituciones cxistian antes de Ivan III (1462-1505), durante euyo reinado se derrumb6 el yugo- tl:lrtaro.
C.
205
206
ZONAS MARGINALES
y alli esencialmente durante eI periodo media (hasta eI siglo XI). EI ambito cada vez menor de las operaciones constructivas en Bizancio des..
pues de Manzikert tiene un parale10 interesante en el ambito cada vez
menor de su burocracia fiscal. En la Rusia moscovita las actividades
constructoras fueron irrelevantes desde el comienzo; y el sistema fiscal,
tambitm desde el principio, 5e caracterizaba par un gran sector no burocratico.
De este modo, puede fonnu1arse una correlacion positiva entre den*
sidad operativa y burocnitica para las areas marginales 10 mismo que
para las areas nucleares de la sociedad hidraulica. Esta correIa cion puede
estar influenciada por otros facto res, y en gran manera. Pero la experiencia confirma 10 que sugieren las consideraciones teoricas: siendo
iguales atras condiciones, la densidad de Ia burocracia desp6tica tiende
a aumentar 0 disminuir segun el aumento 0 disminucion de SllS fun~
clones.
2.
207
ZONAS MARGINALES
203
209
a)
211
ZONAS MARGINALES
210
b)
DesJJw!s de 1204 e1 Imperio latino remplaz6 temporalmente al regimen despotico tradicional. lPudo ocurrir que las instituciones euasi feudales de este imperio (y de los enemigos occidentales de Constantinopla
en general) influyeran en el absolutismo burocratitco de Bizancio tan
gravemente que nunea pudo recuperar su antigua superioridad? En otras
palabras: llos propietarios rurales y urbanos 10graron paralizar al go~
hierno hizantino en los ultimos siglos s610 porque las fuerzas extern as
Tompieron Ia espina dorsal del poder despotieo?
En funci6n del problema fundamental las experiencias de la Rusia
If
En 1743 el estado tenia nnas 63.000 "almas" masculinas adscritas a sus trabajos en las montanas (de los Urales) y 87.000 "almas" a sus trabajos en la potasa
(Mavor, 1925, I: 441), mas un numero desconocido de individuos que trahajaban
fnera de estas dos esferas principales de producci6n gubernamental, mientras que
los taUeres y factorias privados ocupaban a lInas 30.000 "almas" masculinas (adscritas) (ibid.: 493). Bajo Isabel 0741-62) el sector de la industria estatal disminuyo
temporalmente (ibid.: 440 58.), pero volvi6 a subir de manera impresionante durante
Ia ultima parte del siglo. 1 cuarto censo registra que para 1781.83 habia unas
2]0.000 almas" adscritas a los trabajos de montana de propiedad estataI y 54,.000
"almas" a las unidades privadas (ibid.: 441). EI informe algo menos completo del
Colegio de Manufacturas registraba para 1780, 51.000 "almas" adscritas para las
obras de las montanas privadas y unas 24.000 "ulmas" adscritas fuera de la region
clave de la industria rusa, las "montafias" (ibid.: 493).
** La indnstria pesada formaba el nucleo de las ohras estatales, y hasm "el
principio del siglo XIX las minas de hierro y los trahajos de fundici6n eran des.
empefiados exc1usivamente por trabajo forzado" (Mavor, 1925, I: 534).
212
das de una manera cuasi oriental. Durante las Ultimas decadas del siglo XIX
el gobierno ruso, por medio de los impuestos directos e indirectos, pa~
Ieee haber tornado de los campesinos casi el .total de Stl produccion
agricola pro pia mente dicha, casi un 50 por 100 de su ingreso campesino
total 23 Y la misma burocracia que mantenia sus intereses adquisitivos
de un modo tan eficaz estUVQ dispuesta a dejar que la aristocracia cam~
pesina perdiese una gran parte de sus Iatifundios. Entre 1861 y 1914 1.
tierra poseida por este grupo disminuy6 en mas de un 40 por 100 24. Y
el programa de reforma ~e Stolypin de 1906 mostraba al funcionariado
absolutista mucho mas interesado en la creacion de una clare de fuertes
propietarios campesinos que en la proteccion de las prerrogati"vas rustieas
de gU ala propietaria.
En el sector no agrario de economia los reaj ustes fueron igualmente
ingeniosos. E1 gobierno favoreci6 1a empresa capitaHsta privada en 1a
industria y el comercio y --en menor medida- tambitSn en las comu
nicaciones y en 1a banea. Pero a principios del siglo XX administraha
casi todos los ferrocarriles del pais; mantuvo el control fiscal sobre las
industrias "de monopolio" grandes, y ocupO una posicion clave en las
inversiones extranjeras. Mediante garantias estatales influia sobre un ter
cio mas a menos de 1a industria ligera no monopolizada, y en 1914 no
menosde un 90 por 100 del nucleo de Ia industria pesada, Ia mineria ".
Estos hechos indican la posicion estrategica que el regimen zarista
ocupaba en la economia de Rusia a principios del siglo xx. En eonfor
midad con la mayoria de otros estudiosos el destacado economista saw
vietico Lyashchenko, nota que el sistema bancario rusa anterior a la
revolucion "diferia materialmente del sistema bancario de los paises ca~
pitalistas occidentales ... La banca estatal era el banco central de todo
el sistema cre-diticio ruso", y el director del departamento de credita del
tesaro "controlaba to do el aparato financiero del pais" 26.
No hay necesidad de fundar la evaluacion del orden social ruso con
el unico criterio del control financiero; pero ciertamente es digno de
notarse que una sola oficina del aparato estatal zarista eontrolaba de
hecho to do el sistema financiero del pais. Considerando el papel de Ia
burocracia zarista en la sociedad rural y urbana, es dificil evitar la con~
elusion de que incluso a principios del siglo XX los bombres del aparato
estatal eran mas fnertes que la sociedad 21,
w
d)
Turquia otomana
213
214
215
ZONAS MARGINALES
4.
elemen~
El Imperio liao
'* Este estudio fue facilitado por el hecho de que 10-s suhdito chinos de Hao.
entrenados en la historiografia, registraron las instituciones de la sociedad liao
de un modo mas completo que los escribas de la mayoria de otras sociedades de
conquista de Asia dominados por gobernantes pastoriles. Las razones de este feno
menu se discuten en Wittiogel, 1949: passim.
216
217
ZONAS MARGINALES
La crisis final del poder liao tiene todas las caracteristicas de una crisis dinastica bajo un despotismo agrario tipico. Aqui, como en cir-eunstancias similares, los terratenientes aumentaron Sli fuerza adquisitiva 46,
pero no 1a organizadora. El colapso -de la dinastia no condujo a un orden
industrial basado en 1a propiedad. En Sil Iugar condujo a 1a restauracion y al rejuvenecimiento de una antigua sociedad agroadministrativa.
b) La soeiedad maya
La civilizacion maya presenta rasgos eco16gicos y cuiturales que
son unicos en varias aspectos. Pero estos rasgos "unieos" encubren condiciones constructoras, organizadoras y adquisitivas notablemente simi
lares .a las otras sociedades agrogerenciales marginales.
Los antiguos mayas se extendieron por una amplia zona, que comw
prendia la mayor parte de la actual Guatemala, la parte (}ccldental de Ia
Republica de Honduras, toda la Honduras britanica y Yucatan. Como
la mayor parte de America central, esta zona tiene una lluvia anual
perfectamente dividida. Desde mayo a octubre 1a preci pitaci6n es abun~
dante, mientras que e1 resto del ano existe muy poca lluvia. Esta dico
tomia favoreci6 los desarrollos hidniulicos elaborados en territorios que
hordean el lago de Mejico y tambien en varias regiones montafiosas
mas ,aI sur, las zonas habitadas por los mayas de Guatemala y Honduras
entre ellas. Sin embargo, en grandes zonas -del area maya las pecuIiad
clades geol6gicas mode1aron de un modo decisive y limitaron la empresa
hidrilUlic . Casi tod. la llanur. baj. de Yucatan y una gran parte de la
zona montafiosa, entre esta llanura y las tierras altas, esta formada por
un mineral extremadamente poroso: la caliza; en consecuencia, las pre
cipitaciones 5e hunden Tapidamente bajo un nivel facilmente accesible.
Un paisaje que difieulta 1a formaeion de rios y lagos es, por supuesto,
completamente inadecuado para la agricultura de riego. Peor aun. La
falta de reservas naturales de agua potable, a no ser algunos agujeros
en forma de pazo, presenta un serio obstaculo para cualquier establecimiento permanente 0 papuloso. Las gentes que desean establecer tales
fundaciones tienen que haeer, por tanto, esfuerzos concentrados, no can
fines de irrigacion, sino para renuir y conservar agua potable. Como resultado de tales esfuerzos podemos esperar encontrar instalaciones hi ..
draulicas que desempefian solo un pape1 de menor cuantia en otras so ..
ciedades agrarias.
Cuando en 1519, Cortes visit6 por poco tiempo e1 Yucatan encontro
pozos y albercas en los lugares de residencia de los "nobles" 47. Y en 1566
Landa, en Ia primera descripcion sistematica de la cultura maya, subrayaba las dificultades de agua de esta zona y la manera en que 50 procurahan la humedad "en parte por industria y en parte por naturaleza" 48,
w
* RY, I: 116. 144, 182, 206, 210, 221, 248, 266. Ocasionalmente se da mas
'importancia a los pozos naturales (ibid.: 47, y quiza 290).
** Stephens (1848, I: 232) supone que los chultunes de Uxmal surninistraron
agua a 1a poblacion de la ciudad en minas "por 10 men06 en parte". Casares
(1907: 227) tambien cornenta la capacidad limitada de estas cisternas para satisfacer las necesidades de agua de Ia mayoria de las ciudades antiguas.
218
ZONAS MARGINALES
Sil
219
tienen "lagos, bajios pantanosos, y arroyos" (Lundell 1937: 7' Ricketson 1937'
Cooke, 19~1: 287), pero aun aqui la mayor parte' del terre~o esta co~puest'
de una c;thza ~aI?- porosa que ,Ia precipitaci6n natural pronto se hunde par debaj~
de un myel facllmente acceslble. creando una peligrosa deficiencia durante tres
2 euatro meses del ~fio (~~cketson, 1937: 10).
chultunes en forma de botella,
excavados en la ~ahza solIda por tooa la region", pueden haberBe empleado para
almacenar agua, 5l sus paredes fuer~? "imperrneabilizadas con yeao" (ibid., 9 8S.).
Una aguada ~:rca de Uaxactun es sm duda los restos de un antiguo deposito,
Y, la excavaClOn de su f.ondo p-rohablemente pondrfa al descubierto el pir>o de
ple~ra con que. fue .originariamente pavimentada" (Morley, ]938: 139).
Los funclOnano~ locales eran manten!dos por e1 pueblo, que trabajaha en
5US campos, conservaba sus casas, y les serVIa personalmente (Tozzer 1941: 62 ss
n, 292; Roys, 1943: 62).
.,
:-'08
ZONAS MARGINALES
220
cuadro, pero Htambil~n podian ser convocados otros hombres" 75. Los
gobernantes determinahan (y limitaban) 1. duracion de una campana de
acuerdo con consideraciones practicas; desde octubre hasta finales de
enero, la estacion de menor trabajo agricola, era considerada la epoca
mas apropiada para Ie guerra 76.
En la esfera adquisitiva e1 pader del regimen sobre sus subditos era
igualmente incontrolado, y no hay razon para dudar de que los gobernantes explotaran sus oportunidades a1 maximo. Se ha clicha que e1 "tri
buta" era suave 77, y las sumas requeridas de cada casa pudieron haber
sido madestas. Pero debe recordarse que bajo e1 dominio mejicano e
incaico los subditos que cultivaban campos para e1 estado y los templos.
no pagaban impuestos. Por el contrario, los plebeyos mayas que tr3
bajaban los campos de sus amos entregaban ademas "maiz, habas, chile,
vo1ateria, miel, teIas de algodon y caza" 78. Un informe regional supone que estos tributos eran voluntarios, pero otro que trata de la misma
localidad anota que todD el que dejara de pagarlo seria sacrilicado a los
dioses ".
4
5.
221
t. "E3porcidico 2"
"marginal l"?
6.
223
ZONAS MARGINALES
patrones ideales de la familia china 86, Siendo esto asi, no tenemos razon
para dndar de que e1 gobierno tambien conservase el derecho chino frag~
rnentador de la herencia.
Tambh~n prevaleci6 un patron fragmentador de la herencia entre los
mayas. Dice Landa: "E5t08 indios no permitian a sus hijas heredar con
sus herman os, excepto que {uera pOl' aiecto 0 buena voluntad; y en este
caso les daban una parte de los ahorros, y los herman os 5e dividian e1
resto por igual, excepto e1 que habia ayudado de manera mas notable a
aumental' la propiedad, a1 que daban e1 equivalente" 87,
En Bizancio, la Iglesia, organizada desde e1 principio nacionalm ente 1
estaba bien preparada para luchar porIa independencia. Pero los go
bernantes de la Roma oriental y comienzos de Bizancio trataron a la
religion como una parte del jus publicum, e incluso despues de las catastrofes del siglo VII, el gobierno bizantino pudo combatir la marcha
de la Iglesia hacia la autonomia. En el siglo x el emperador aun desempefiaba un papel decisivo en la seleccion del patriarca .. ~ en :~rtud de
su posicion judicial podia tambien intervenir en la admllllstraclOll de la
Iglesia ".
De un modo significativo la Iglesia se hizo mas independiente en
la ultima fase del Imperio Medio; pero aun entonces el emperador po.
dia forzar a abdicar a un patriarca obstruccionista *. S610 despues de la
epoca del Imperio latino fue cuando una aristocracia completamente en
la somhra se vio obliaada a tolerar una Iglesia casi aut6noma 89.
a
. '
En la Rusia zarista
el regimen burocratico expreso
BU enorme vlta~
lidad con su victoria sobre la Iglesia oriental, que despues de Ia eaida
de Bizancio traslad6 su centro a Moscll, la HTereera Roma". A final de
la epoea mongol, el estado ruso, cada vez mas poderoso, ejerci6 una autoridad eada vez mayor sobre la Iglesia. Ivan III 5e apoder6 de Ia mi
tad de la tierra monacaI en N ovgorod; I vim IV, el Terrible, exigio rna"
impuestos y servicios de Ia tierra de la Iglesia 911, y en 1649 un nuevo
"departamento de monasterios" at6 mas corto el control del estado sobre
la Iglesia 91. En 1721, Pedro I abolio el patriareado y coloco a la Iglesia
bajo un cuerpo gubernamental, el Santo Sinodo 92. Algunos decenios
despues, en 1764, el estado se apoder6 de la mayor parte de la tierra
eclesiastica sin compensacion, asignando solo un octavo del ingreso de
1a tierra al clero 93. A consecuencia de estas medidas politicas, reHgiosas
y economicas combinadas, "la Iglesia se hizo cada vez mas una parte
de la maquinaria administrativa del estado" 94.
En la sociedad liao nunca se plante6 el problema de una Iglesia in~
222
7.
ZONAS MARGINALES
224
a)
LocaHzaci6n
225
b) Gimesis
La distribucion espacial de la mayoria de los estados margi?ales
agrogerenciales es altamente indica dora de sus origenes. La mayona de
todos estos regimenes sin duda nacieron . n.D. an~es -y. a ~m~nudo ~e
puede demostrar que despues- que las clvlhzaclO~es h.ldrauhcas. m~s
antiguas de la zona. En algunos casos, como el de BlzanclO, el terntOrlO
marginal 5e desprendi6 de un complejo hidraulico (esporitdico) mit~ an
tiguo. En otros el territorio marginal era adyace.llte a una socledad
hidrimlica propiamente dicha; y aun cuando no slempre se pue~e do"
cumentar la interrelacion, parece probable que fue el segul1do tIpo el
que estimul6 al primero.
. ..
Los patrones constructores, organizadores y adqUlsltlvo; del centr?
hidraulico pudieron haberse trasladado directamente a regl?neS no. hl~
-drauHcas durante periodos de control temporal. 0 los caud~llos n~tr,:os
pudieron haber adoptado las tecnicas de pader d:- sus veClflos hldrau~
licos, que en el aspecto de grupo gobernante teman muc~o que ense~
.I'iarles y que podian ser impuestas fiicilmente sobre una. socl.edad ~~e caw
recia de fuerzas poderosas y hien organizadas y propletanas,. ~l1hta:res
e ideologicas independientes. 0 bien expertos .en ~on;ro~ admmls:ratl.vo
y ,despOtico pudieron haber ida desde su pa:na hldr~u~ca .~ terntorlOS
no hidraulicos adyacentes, bien huyendo 0 bIen por mVltaclon para ser
maestros 0 cogobernantes en su nuevo ambien.t~. .
,.'
En una encrucijada institucional la famlliandad con las tecrucas hlw
,draulicas de organizacion y adquisici6n probahlem~nte, f~e todo l~ 9ue
se necesit6 para facilitar e1 paso de una tribu no hidrauhca esporadlca
w
226
227
ZONA SUBMARGINAL
c)
Vulnerabilidad institucional
D.
1.
EI feruimerw
La coordinacion eficaz de metodos de organizaci6n y adquisici6n absolutistas es la exigeneia minima para el mantenimiento de un despotis.
mo agrario genuino. Fuera de este margen encontramos civiHzaciones
que, aunque carecen de esta combinaci6n, presentan caracterlsticas alsA
ladas de estatismo hidrauHco. Las zonas en que oeurren estas caracteristieas aisladas en otros ordenes sociales constituyen la zona submarginal
del mundo hidraulico.
* Para una discusi6n mas completa de este lenomeno, vense mas adelante, capitulo 10.
.228
2. Casas
a)
Greda protohist6rica
229
b)
Roma primitiva
* Bengtson, 1950: 41. Bengtson menciona los esclavos antes de los trahaja"
dores indigenas de "corvee", pero dice que los ultimos son tan numerosos como los
primeros.
230
ZONA SUBMARGINAL
Japan
c)
En Grecia y Roma antiguas a menudo se han pasado por alto 103 elementos orientales. En el Japon con frecuencia se han sobrestimado; y
esto por buenas razones. Japan forma parte del Continente asiatico, y
la cultura j aponesa comparte importantes caracteristicas con China e
India. Ademas los japoneses han desarrollado uno de los sistemas mas
perfectos de cultivo de riego que e1 hombre conodo. No obstante, la
sociedad japonesa nunea fue hidniulica en los terminos de nuestra in~
vestigaci6n.
iPor que la economiaarroeera del Japon no depende de las gran des
abras hidrauHcas dirigidas por el gobierno? Cualquier ge6grafo~econow
mista competente puede contestar a esta pregunta. Las caracteristicas
del suministro de agua en e1 pais nunea necesitaron ni favorecieron obras
importantes dirigidas por e1 gobierno. Innumerables cadenas montanosas
compartimentaron las grandes islas del Extremo Oriente; y su relieve
quehrado faciIita un patron de eultivo de riego y control de inundaciones fragmentado (hidroagrieola) antes que uno eoordinado (hidniulico)_
SegUn el historiador de las instituciones, Asakawa, e1 paisaje japones
no permitia "una Bewiisserungskultur extensiva como en Egipto y en
otras partes de Asia occidental y China" 25. La agricultura de regadio
japonesa fue dirigida por jefes locales antes que regionales 0 nacionales,
y las tendencias hidniulicas solo fueron notorias a escala local y durante
la primera fase de la historia documentada del pais.
Los gobernantes de un centro politico dominante efectuaron una unificacion politica esponidica en una fecha antigua, perc no Be enfrenta.
ron con tareas hidrciulicas que requerian la operaci6n coordinada de
gran des equipos de prestaci6n Iaboral. Ni fueron eonquistados par las
fuerzas de un estado despotico orienta1. Por tanto, no lograron estabiecer
una burocracia administrativa y adquisitiva general capaz de controlar
las fuerzas no gubernamentales de la sociedad como 10 hicieron los hombres del aparato estatal sobre e1 continente chino.
El intento de establecer un despotismo centralizado y burocratico
en el Jap6n alcanzo su primer climax espectacular en Ia reforma Taikwa
de 646. Desde el punto de vista de nuestros criterios claves, sus objeti~
vos pueden enumerarse asi:
I.
Construccion
A)
Hidn\ulica. Un edicto de 646 exigiendo procedimientos unifOl1lles en 10 referente a diques y canales 26.
B)
231
II. Organizaci6n
A)
B)
C)
IlL Adquisicion
A)
B)
C)
233
ZONA SUBMARGINAL
232
1954, del Dr. Marins Jansen. Universidad de Washington, Seattle, que estableci6
este punto en colaboraci6n con su colega, el Dr. Richard N. McKinnon).
* Durante mi estancia en el Japan en 1935 numerosos profesores universitarios se saludaron en roi presencia -y antes de un banquete oficial- con: 13
prosternaci6n.
235
ZONA SUBMARGINAL
234
d)
236
3. Comentario
Evidentemente las civilizaciones en el submargen de la sociedad hidraulica presentan una amplia garna instituciona1; y sus estructuras
basicas pueden entenderse tan s610 si son consideradas primero en Sll
contexto instituciona1 primario. Sin embargo, algunas cualidades secun~
darias, que las vinculan 81 mundo hidniulico, no deben ser pasadas por
alto:
1) Una civilizacion que formase parte alguna vez de este mundohidraulico puede, en una fase ulterior no hidraulica, conservar dertas
rasgo! de su condiei6n anterior que, aunque no necesarios para su nueva
configura cion, son compatibles con ella. Probablemente pertenece a esta
categoria la Grecia postrnicenica.
237
E.
238
a)
pas~
toreo nomada
b)
239
240
de riqueza animal y poder militar. Calamidades naturales 0 serios reveses militares dehiHtan y disuelven un despotismo pastoril con la misma
rapidez que la fortuna de la guerra y la conquista 10 crean. La ascension
y la caida meteor6ricas de muchos imperios de Ia estepa en Asia central
y occidental y en Europa suboriental ilustran la fragilidad del despotis.
rno: pastoral.
Las tribus "negras", Ch'i"tan, que apacentaron sus rebanos en el
norte de Mongolia den anos despues de la caida de los liao, conservaron
pocos rastros del orden politico coordinado que habian mantenido sus
antepasados en e1 Lejano Oriente 0 en e1 Turquestan 7. Despues del colapso del imperio del Gran Khan, el poder mong6lico no fue mas que la
sambra de 10 que habia sidD, pera no desapareci6 completamente. En
1640 los oiratos mongoles estaban aun coartados par leyes que, annque
mucho mas suaves que e1 Yasa de Gengis Khan 8, obligaban a los miem~
bros de la tribu a participar en transportes, realizados por prestacion,
relativamente pesados 9. Claramente, la sociedad mong6lica postimperial
no carecia completamente de cohesion cuando la vinculacion a 1a ascen~
dente estreUa manchu dio a sus amos civiles y religiosos una oportu~
nidad de apoyar, de manera privilegiada 0 secunda ria, otro intento am~
bicioso de establecer un regimen despotico, primero en e1 margen y
despues en 1a gran zona nudear del mundo hidniuHco.
2.
a)
241
Grecia
Desde una posicion hidniulica marginal 0 submarginal, Ia Grecia midinica evoluciono a una civilizaci6n cuyas fuerzas aristocraticas y democraticas impidieron al estado ejercer un control sin freno sobre las
fuerzas no gubernamentales de 1a sociedad. Los griegos de Homero,
Hesiodo, y SOfocles se prosternaban ante algunos de sus dioses; pero
rehusaron reconocer a1 supremo representante del poder estatal como sn
amo (despotes).
Durante muchos siglos, y a pesar de Sil proximidad al mundo hi~
dniulico, las ciudades griegas de Asia occidental mantuvieron dentro de
sus Iimites los principios de una sociedad multicentrada. S610 en la au
rora de las conquistas de Alejandro empezaron a disminuir las viejas
libertades constitucionales. Los soberanos helenisticos del Oriente redujeron la independencia JJolitica de SllS propios co~n~cionales en ASia. y
en la patria. Junto con SllS ayudantes grecomacedomcos, con gusto VIStieron el traje del poder desp6tico orienta1.
El Alto Imperio romano y Bizancio completaron 10 que haMan empezado las dinastias helenisticas. Los griegos del Oriente P~oxim? -!
los de 1a madre patria~ se transformaron en parte de un Impeno hI
dnlulico, que comprendia grandes zonas de economiu hidraulica .espor~
dica (Sida) y concentrada (Egipto). Durante el siglo VII este ImpenD
se movi6 hacia el margen del mundo hidraulico. Mas tarde los turcOs
conquistadores 10 restauraron una vez mas a BU posicion hidniulica es~
poradica.
,
Los griegos bizantinos y turcos ya no eran los helenos de Heswdo,
Pericles y Arist6teles. Probablemente esto es verdad .etnicamente, y sin
duda 10 es institucionalmente. Los descendientes de Mlcenas, que durante
la epoca c1asica y para los miembros HInes de su comunidad, crearon
modelos ejemplares de dudadania democnltica, fueron los antepasados
de los !Triegos bizantinos, euyo compHcado ceremonial de corte hizo que
el Hbiz~nti~ismo" sea una denominacion de la sumisi6n total, si bien
ritualizada, del hombre a1 poder total.
b)
1.
Roma
242
243
igualmente por los externos. Los generales que domina ron la escena poll
tica, particularmente en el siglo I a. de C., subieron al poder gracias
a la extension y peculiaridades de los territorios que ocuparon. En estas
zonas fue donde consiguieron Sll apoyo material; y en elias dande probaron la eficacia de los- metod os helenisticos de gabierno.
zHasta que punto un hombre solo contribuyo a los cambios que ocu~
rrieron en la sociedad romana? Para este propOsito de nuestra investigacion basta recordar que en tiempos de Cesar el Senado habia perdido ya
su homogeneidad social y su hegemonia politica indiscutida y que Cesar,
que como otros grandes generales-politicos de Stl cpoca diD tierra a los
veteranos, trat6 ,a los representantes senatoriales de ]a gran propiedad
rustiea como un "hombre del pueblo", un popularis. Aqui como en otras
partes, el poder absoluto fue establec,ido por la actividad de hombres
que emplearon la causa popular para lograr sus ambiciones poHticas.
Por la epoca del aseslnato de Cesar la fuerza propietaria mas podero
sa de Roma, el grupo senatorial, habra sido tan debilitado, que Augusto
quien oficialmente controlaba numerosas provincias "imperiales" (entre
elias las viejas zonas hidniulicas de Egipto y Siria) pudo controlar tam
bien las provincias "senatoriales" 16. A partir del 29 a. de C., los sena~
dares, que anteriolmente habian sido la fuerza decisiva detnis de la
administracion, ten ian que conseguir un pe-rmiso de Augusto antes de
que pudieran abandonar Italia; y "si el fin de su viaje era visitar Egipto,
por principio se les rehusaba [la peticion],' 17. Durante el periodo si
guiente los senadores terratenientes, en otro tiempo aristocracia domi~
nante, fueron cada vez mas remplazados por personas que llegaban a
ser miembros del senado a causa de egtar a1 servicio del emperador. Y
los representantes de la riqueza mueble y empresas capitaIistas, que, como
publicani haMan recaudado impuestos y derechos de aduanas para el
gobierno y, como contratistas, habian ejecutado algunas "obras publicas",
fueron saqueados por Pompeyo~ debilitados par Cesar, y sometidos por
Augusto 18, De paso perdieron su importancia 19. De este modo la metr6~
poli romana, que durante nlgun tiempo habia gobernado un inmenso
imperio helenisticamente hidraulico sin ser ella misma hidraulica *, cayb
bajo los martlllazos de las fuerzas que saeaban Sli fuerza ultima de su
propio imperio.
En este gigantesco proceso de transformaci6n Augusto no fne sola~
las
244
'
"amo"
** .
acento pumeD
ser 11amad0 d
ommus,
~
Asi cuanda Diocleciano estableci6 una corte oTlental espectacular, ya
se habla cumplido la orientalizacion de hecho del imper~? Un dest~cado
historiador de la economia resume la gran transformaclOn como slgue,:
-"En los siglos II y IlL .. no s610 era e1 estado (0 e1 empera?or} e1 :nas
grande propietario de tierra, era tambit.~n e1 mayor propletano de mInas
* Par esta epoca los estadistas tomanos empezaron "a, buscar . g:-Iias no
en Atenas- 0 en Esparta sino en el imperio persa, y las rnonarqUlas helemstlCas que
Ie sucedieron" (Stevenson, 1934: 183).
."
** Fue como 81 e1 espiritu de la antigua Asiria tomara poseSlOn del palaclo
para Bometer e1 imperio- a una burocracia que seria la ejecutora de u~a autoridad divina transmitida por sucesi6n dinastica. En este Slstema no h:bla Iugar
para un senado 0 para el principio de delegaci6n por el senado, y una senal de que
.esta nocion de gollierno tendia ahora a prev~lecer puede. ve;~e e;t el hecho de
que se aplicase corrientemente al emperador el tItulo de dommus (MIller, 1939: 35).
24.5
y canteras, y al correr del tiempo se transform6 en el mas grande industrial" 28. Ademas "el comercio ~al por mayor y al por menor--' estu~
vo .cada vez mas .sometido a1 control gubernamental" 29 y "tambien se
nacionalizo extensamente el transporte".30. En esta situacion econ6mica
de centro un:ico, 5e desarrollo facilrnente "la idea de Ia omnipotencia
del estado". Se modelo esencialmente "bajo la influencia de las teorias
del estado helenistico-orientalizantes y otras". La total "sustituci6n de
un sistema econ6mico por otro, y de una nueva civilizacion y actitud
ante la vida en lugar .de la antigua duro mas de siglo y medio. Solo
se compIet6 a finales del siglo III" 31.
Un analisis comparativo de la orientalizaci6n del Imperio romano
lleva a algunas conclusiones basic as :
1) El significado institucional de este proceso aparece claramente,
5610 si su estudio se basa en e1 entendimiento de la sociedad hidraulica
y el despotismo agrogerencial (oriental).
2) Helenizacion significa orientalizaci6n. La helenizaci6n de Roma
habia empezado casi doscientos anos antes del establecimiento del prin~
cip.do .
3) Como un tipo social, Roma debe ser equiparada, no con los
absolutismo8 proto industriales de Occidente, sino con los grandes abso~
lutismos agrogereneiales del Oriente.
2.
A difereneia de los gobernante5 absolutistas de la Europa postmedieval, los administradores romanos de Espana, Galia, Germania occidental
e Inglaterra no se veian coartados por corporaciones (estamentos) basa~
dos en la propiedad y organizados nacionalmente. Y aunque conservaron
mientras fue posible el liderazgo politico y la cu1tura indigenas, manejaron el aparato politico de aeuerdo con las grandes tradiciones de
estatismo agrogerenciaI. Como en todas partes, creaTon inmensas constru~
ciones no hidniulicas, sobre todo, eaminos estatales y muraUas frontenzas. Por medio de su posta estata1 monopolizaban las comunicaciones
rapidas. Y contaron e irnpusieron impuestos a los habitantes de las
provincias occidentales de un modo muy similar a como 10 hacian en
Oriente 32.
Ninguna necesidad innata iberica, celtica 0 germanica por la libertad
evit6 que los antepasados de la Europa occidental moderna aceptasen
-primero porIa coercion y mas tarde por costumhre--- el yugo de un
estado que daba a las fuerzas no gubernamentales de la sociedad pocas
oportunidades de participar en la creacion de su destino politico y eeo-
246
1.
2.
247
243
249
e1 Domesday Book y los registros fisc ales que el sur habia heredado de
sus gobernantes bizantinos y sarracenos" 45.
La hip6tesis de Haskins expHca bien por que un invento tipicamente
hidraulico de administraci6n fiscal aparece en Ia Europa feudal. Tambii;n
explica por que durante cientos de anos despues esta "magnifica hazafia"
no tenga paraIeIos en esa zona. Evidentemente el registro sistematico y
a escala nacional estaba fuera de lugar en una sociedad feudal como
era frecuente en el territorio del despotismo oriental.
d)
Espana
1. Conquista oriental
Pero ni el fraeaso de los intentos {raneos ni Ia singularidad del Do~es?-ay. Ingles impliea que despues de 476 permaneciera nja la divisoria
lI~StIt~clOnal entre las partes hidniulicas y no hidrauIicas de Europa. La
'* Hirth: 1928: 57 ss.; Hal], 1886: 363, 365; lkvi.Proven~al, 1932: 166;
Laho-rde, 1808: 29, 107. La memoria de Laborde expresa la completa falta de
interes agricola entre los conquistadores godos de Espana (Laborde, 1808: 107).
2.
La Reconquista
2.51
250
'* Sevilla, que en 1247 tenIa mas de 300,000 habitantes, en el s-iglo XVI contaba 200,000. Cordoba, que hajo los califas pudo haber .alojado- a 1.000.000 de
habitantes, ahora contaba 60.000 (Laborde, 1808: 9). La pobJaci6n de Granada
decreci6 de quiza 500.000 habitantes a 80.000 (vease mas arriba, y Laborde, 1808:
9). Estas disminuciones fueron consecuencia en parte de la destrucci6n militar;
pero en parte expresan la transformacion del orden rural. Algunas secciones del
campo nunea se reco-braron de 1a peste y de Ia Reconquista (Klein, 1920: 337). A
ntras se las dejo permanecer en barbeeho durante los &igloo XVI y XVII (ibid., 320,
342 S8.) hasta que los campos en otro- tiempo florecientes fueron "machacadGs con
el caBtigo de la esterilidad" (Prescott, 1838, III: 461, n. 85), a causa de que se
haMa permitido a los rebafios "pasar en manada por el campo y aniquilar casi
los ultimos vestigios de' agricultura que aun quedaban" (Klein. 1920: 343).
Las ruinas conocidas de antiguos establecimientO's en Catalufia, Ar-agon, Leon,
Valencia, La Mancha, Castilla. etc., sumaban mas de 1.141. La region del Gnarlal
quivir se vanagloriaba de 1.200 aldea.s bajo el calHa de Cordoba. En 1800 sOlo
wbrevivfan 200. De las 50 aldeas de Malaga s610 quedaron 16. Una seccion de la
diocesis de Salamanca tenia solamente 333 aldeas de las 748 antiguas, mientras
que de las 127 que existfan cerea del partidO' de Banos Pena del Rey s610 queclaron 1.1 (Laborde, 1808: 8). El area del reino de Granada que antes de 1492
habfa alimentado- a 3.000.000 de personas sOlo- contaba 661.000 hacia 1800 (ibid., 9).
253
tales, controlaron a sus nuevos subditos con tanta eficacia que ninguna
patencia rusa independiente pudo libexarlos.
Tarnpoco ninguna fuerza rusa interior emprendi6 una lucha sistematica y ahiertu contra 1a Horda. La victoria aislada en e1 rio Don que
eI gran duque de Moscu, Dmitri, gane sobre el ejercito tartare en 1380,
fue tristemente pirrica: las represalias siguientes disuadieron de toda
resistencia armada para otros den anos *. Incluso cuando en 1480
Ivan III rehuse alianza a los tartaros debilitados, evit6 combalir contra
ellos. Los tartaros, aunque podian aim man dar un ejercito contra 1a
hueste moscovita, fueron igualmente precavidos. La indecision por am~
bas partes tuvo por resultado "un espectaculo increible: dos ejercitos
huyendose mutuamente sin ser perseguidos por nadie". Continuando 1a
eita de Karamsin: "As! termini) 1a ultima invasion de los tartaros" **.
Asi termino realmente e1 gobierno tartaro sobre Rusia. Habia durado
casi 250 afios; y el gran ducado de Moscovia, que alcanze importancia
durante esta 6poca, no 10 hizo como fuerza independiente sino como
instrumento del Khan.
Este hecho no es discutido. Ni tampoco se niega seriamente que la
Moscovia del siglo XVI no pucde equipararse al absolutismo occidental.
Sin embargo, las opiniones difieren de un modo fundamental sobre el
origen del despotismo de IVIo5covia. ;,Fue el control autocrata de Ivan
50bre el pais y la gente debido a condiciones extern as, es decir, a una
lucha de frontera continua? lO fue debido, ante todD, a la influencia
de los mongoles que aplicaron en Rusia metodos desp6ticos de estatismo
aprendidos en distintos paises hidniulicos de Asia, particularmente
China? ***
252
e)
"Los tartaros no ten ian nada en comun con los moros. Cuando con~
quistaron Rusia, no Ie dieron ni el algebra ni Aristoteles". Pushkin, sin
ciuda, tenia razon en larnentar la consecuencia cultural negativa de la
conquista tartara ***. Pudo haber ido mas lejos y anotar las devastadoras
consecuencias politicas de sus fabulosos exitos militares. Los tartaros,
que hacia 1240 hahian derrotado de modo aplastante a los eslavos orien-
XVI
** Los barcos eran pequenos y los fletes caros; y no se ganarfa mucho expor-
tand~, grano a ~uT(}p-a. La pla~a era el articulo de exportacjon mas preciado; pero
tamblen _.se podlan ganar bOnItos provechos en el azucar y cacao, palo de tinte.
telas temdas y cueros (Humboldt, 1811, IV; 368 ss.). En cl esp-acio de pocas decadas los bueyes, caba~los. ovejas y cerdos se multiplicaron de modo sorprendente en todas las reglOnes de Nueva Espana" (ibid., III: 224). Hacia 1570,
cuando Acosta lleg6 a America, algunos individuos poseian hasta 70.000 e incluso
lOO.O?O cabezas de ganado lanar (Acosta, 1894, I: 418; Obregon. 1928: 151). DondeqUlcra que no se frenaba el crecimiento del ganado, los rebanos crecieron rapidamente, no solo en America central sino tambien en cl sudoeste de Norteamerica
(Obregon, 1928: 151), en el Peru (cf. Markham. 1892: 163; vease tambien Juan
y Ulloa, 1806, I: 300. 318, y passim). y Yucatan (Shattuck, Redfield, y MacKay,
~~?33: 1,5). Cuan~o Cortes cre~ un latifundio principesco en Oaxaca, en seguida
lmporto gran numero de ovcJas merinas y otro ganado que encontraron abundantes pastas en 1a zona alrededor de Tehuantepv::" (Prescott, 1936: 671). En consecuencia fue Cortes quien organiz6 en el Nuevo Mundo una Mesta segun eI
modelo de la Mesta de Castilla (Mendoza, 1854: 225).
*** El nombre "tartaro" originariamente se referia a los pueblos que vivian en
In parte oriental de Asia interior (vease Wittfogel y Feng, 1949: 101 5S.). Despues
de Ia gran expansion del poder mongol durante el siglo XIII, e1 nombre empezo
en Europa oriental a significar los mongoles y turcos que juntos formaban el nu-
deo de Ia Horda de Oro. Fundiendose con grupos turcos y fineses mas antiguos,
los tartaro5 hablaban turco, una lengua que por entonces haLia llegado a ser el
Tasgo etnico y cultural nuis importante del sector mas occidental del mundo mongol
(Sp-uler, 1943: 11 n.). En el presente :6tudio los terminos "t<irtaro" y "mongol"
se usan indistintamente para designar el pueblo de Ia Harda de Oro.
* Despw3s de 1380 el principado mas Importunte, Moscovia, "par esta epoca
no penso en luchar contra los tartaros" (Kliuchevskii, Kurs, II: 20).
** Karamsin, HER, VI: 1956.
H*
(Afiadida a la tereera edici6n). Los mongoles estaban familiarizados con los
meiodos organizadores y adquisitivos del est-atismo chino cuando sometieron Rusia
(1237-4.o). Gengis Khan conquisto la China del norte del rio Amarillo (121122) y el
Tmquestan (121920). Desde 1215 tenia nn consejero de alto ran go, un chino liao,
Yehlii Ch'u-ts'ai (Wittfogel y Feng, 1949: 669 s.). que mas tarde sirvio tambien
a su hijo Ogotai (1228-41). Ogotai c-ompleto la conquista del norte de China en
1234. H ada 124.0 los rnongoles habian aprendido a utilizar la posta estatal, y administraban en el norte de China las o'peraciones de censo, im.pues-tos y la prestacion
de trabajo (Yiian Shih, 2: 1b, 2a, 7a; 121: 9a: 146 passim; 191: 2a. Cf. tambien
Hsin Yiian Shih, cap. 127; Yasa de Gengis Khan y La Historia Secreta de los MolV-
254
255
Los historiadores que sostienen la interpretacion "externa" se apoyan en la autoridad del principal historiador rUSa moderno, Kliuchevsky.
Yo comparto plenamente Ia estima en que Ie tienen los estudiosos de las
mas distintas opiniones; pero considero que sus puntos de vista sobre Ia
emergencia del despotismo m.oscovita son mas pal'ciales de 10 que generalmente se cree.
Verdaderamente, Kliuchevsky ha prestado poea atencion a1 yugo tartaro *, Y Sil comp-rension del despotismo oriental es- limitado **. Pero
fue un estudioso demasiado grande para pasaT por alto los cambios
institucionales cruciales que ocurrieron en el estado y socie:lad de Rusia
bajo el gobierno tartaro 0 a causa de el. Segun su propio relato, estos
cambios precedieron de modo definitivo a 1a aparlci6n de 11 "'frontera"
cuyo papel formativo Ie causo tanta impresion.
Realmente Kliuchevsky, en su tesis de la "frontera", trata esencialmente de la epoca postartara. Describe 105 cambios implicados en la
goles). Por 1240 y lantos Carpini observ6 la posta estatal y ,el Ievantamiento .de un
cenoo preliminar en la Rusia dominada por los mongoles. En 1253 el Gran Khan
Mongke orden6- a un tal Pieh-erh-ke (lBerke?) que hiciese un censo en Rusin.
(Yiian Shih 3: 4b). Las fuentes rusas dicen que se hizo en 1257; y mencionan
para 12.50 a un censor mongo-I, "Berkai" (Karamsin, HER, IV! 91, 94; E. Bret.
schneider, Mediaeval Researches, Londres, 1910. II: 80-). La jurisdiccion del Gran
Khan sobre la Horda de Oro duro hasta 1259 (Spuler, 1943: 41 s. y 252), eatoes, en los anos formarivos del yugo tartaro.
* Florlnsky Ie critica por haber sugerido que cuando se estudia Ia organizacion de In Rusin nord oriental, "Be deberia olvidar... que Rusia fue conquistad<a
por los tartaros" (Florinsky, 1953, I: 78); y Vernad8ky (1953: 333 88.) anota
que excepto "unas cuantas {)bservaciones generales sobre In importancia de Ia poli"
tica de los khanes p(lr la unificacion de Rusia... [Kliuchevsky] prcsiaba pD-ca
atenci6n a los mongoleB".
** Kliuchevsky no estaba demasiado familiarizado con las instituciones de Ia
sociedad oriental y -con sus variantes como la China tradicionaL De otro modo
nO' hubiera contrapuesto el sistema de clases basadas en el servicio de Ia Rooia
moscovita y las condiciones -del despotismo oriental (Kliuchevsky, HR, III: 52).
Sin embargo, en {)tro context.v anota las similitudes en los metodos mOcovitas
de liquidar parientes peligrosos en polen cia y los nH~tooos del despotismo oriental
en situac.iones parecidas (ibid., II: 88). Y Sll descripci6n del servicio estatal y el
sistema de la tierra en Ia Rusia postmong6lica indica claramente afinidades institudo-nales con Ia Turqufa otomana y la India musulmana. Su discusi6n de los
esfuerLOs de Pedro por desarrollar Ia industria es una contribl1d6n mayor a nuestro
entendimiento de 1a version ru&I. del despotismo agroburocratico. El estado omnipotente, basado en el servicio forzado y exigiendo el control maximo sobre toda
Ia tierra, tambien ha Bido considerado como un elemento clave de 1a sodedad
zarista par Sumner que considera a1 zarisrno enraizado en las "ideas y ritual" de
Bizando y "el hecho y praetiea de los khanes tartaros". Profundizando en este
punto, Summer observa que bajo la influencia de Ia Horda de Oro, antes que
de Ia "Iejana administracion bizantina", fue por 10 que se fonnaron el gobierno mos
co-vita y el sistema militar (Sumner, 1949: 82 s.).
256
257
:?;.
17
258
259
permaneci6 bajo control durante su gobierno, pero que empezO a explotar cuando el "yugo" se colapso.
La influencia de Bizancio sobre la Rusia kievana fne grande, pero
fue principalmente cultural. Como la influencia de China sobre Japan"
no a1ter& seriamente las condiciones del poder, c1ases y propiedad. La
influencia de la Turquia otomana sobre la Rusia del siglo XVI estimuI6
un regimen que ya era orientalmente desp6tico 104, pero no 10 creo. EI
gobierno tartaro fue el tinico entre las tres grandes influencias orientales
que afectaron a Rusia, decisivo tanto en Ia destruccion de Ia sociedad
kiev ana no oriental como en la fundamentacion del estado despotieo de
1a Husia moseovita y postmoscovita.
* Vernadsky 0953: 335) habla con propiedad de ~'infiuenci<t por acci6n retardada".
F.
Asi, pues, Grecia, Roma, Espana y Rusia cruzaron la divisoria institucional. En Grecia, Roma y Espana e1 pendulo oscilo atras y adelante.
En la Rusia zarista el rnovimiento hacia atras (lejos de un estado despotieD) llego casi a situar al pais en la orbita occidental. Los cambios
ocurridos en eada uno de estos casos fueron en ormes ; pero su caracter
no puede entenderse claramente a menos de que se definan con claridad
las estructuras institucionaies afectadas. Nuestro analisis ha intentado
hacerio. Planteando 1a estructura y e1 cambio desde el punto de vista de
la densidad camhiante hidniulica y burocnltica~ podemos sacar las 8i~
guientes conclusiones mas importantes.
1.
Estru.ctura
a)
Hay dos suhtipos de areas hidriiulicamente eompactas: uno con sistemas hidraulicos economicamente predominantes y continuos (concen~
trado 1), otro con sistemas hidraulicos predorninantes, pero discontinuos
(concentrado 2). Hay dos subtipos de areas hidraulicamente fluidas: uno
con un sistema hidraulico 0 predominante en organizacion, que comprende unidades hidriwlicas compactas mayores (esporadico 1), otro
sin unidades compactas mayo res (esporadico 2). Y hay dos subtipos de
sociedad marginal hidrauHca: uno que contiene elementos hidniulicos
importantes (marginal 1), otro que carece de estos elementos (marginal 2), Un septimo subtipo, el submarginaJ, pertenece a 1a frontera del
260
mundo hidniulico, porque sus representantes emplean elementos importantes de estatismo orientalmente desp6tico. Pero, dado que sus instituciones dominantes son de canicter definidamente no hidraulico, debe colocarse en 1a fronteTa exterior de este mundo.
b)
261
2.
'* Para un estudio detallado de este fenomeno, vease The Structure 0-/ the Arne.
rican Economy, part. I, Basic Characteristics (Washington, D. C. National Resources
Committee, 1939), pag. 47.
262
CAPITULO SEPTIMO
A.
I
j
262
i
CAPITU.LO SEPTIMO
Propiedad es el derecho individual reconocido a disponer de un objeto dado, Como otros derechos, el derecho Hamado propiedad implica
mas que una relaci6n entre una persona y una cosa. Implica una relacion
entre el propietario y otros individuos que, por prerrogativa del primero, son excluidos de disponer del objeto en cuestion.
La relacion tambim implica a los representantes del gobierno,
quienes, por un lado, participan de las restricciones impuestas a los no
propietarios privados y, por otro, se ocupan de mantener las regulaciones existentes sobre la propledad. As!, ademas de ser una institucion legal y social, la propiedad es un fen6meno politico. Y los derechos de
propiedad en las distintas sociedades, aun cuando son similares en la
forma, no son necesariamente similares en la esencia.
Ii
!
I
264
265
mejora material 0 politiea, 0 la de su grupo); 0 puede emplearla pasivamente, consumiendola para fines de mantenimiento y placer. Ocasionalrnente puede deeidir no emplearla en absoluto. Puede haeer de un
trozo de madera un areo para utilizarlo en la caza 0 en la guerra, 0
una herramienta de cavar para la agricultura. Puede emplear un trozo
de tierra para recoger las coseehas que desee, 0 para pastos 0 caza~ 0
puede dejarla en barbecho.
El propietario de propiedad {uerte cuya propiedad activa produce
ganancias porque el, solo 0 con otros, 0 mediante otro, la utiliza eficazmente, es libre de gozar plenamente de estas ganancias. El posee la ternera 10 mismo que Ia vaca. Es libre de enajenar su propiedad a voluntad. Y es libre de determinar quien 1a heredani cuando muera.
B.
C.
D.
* En una forma incipiente este concepto ya ha sido empleado por Sir Henry
Maine en su VillageCommunities (NueY'a York, 1889), pags. 158 8S., 221 ss.
1.
EI poseedor de propiedad debil puede gozar solamente de una sombra de estas prerrogativas, pero e5to no destruye su deseo de actuar con
plena libertad. Ejerce sus modestos derechos sobre Ia propiedad mueble
e inmueble, pasiva y activa. En la esfera de la propiedad mueble y activa
Be hacen institucionalmente importantes cuando los poseedores de esta
propiedad la emplean profesional e independientemente en la industria
y el comercio. Los que se dedican a la manufaetura 0 al comercio dan
un paso decisivo hacia adelante cuando empiezan a dedicarse a estos
fines profesiona1rnente~ esto es a jornada completa. Sin embargo, este
avance no efectua ningun cambio social mayor, en tanto en cuanto los
artesanos y mercaderes profesionales constituyen solamente una nueva
subseecion dentro de la clase de funcionarios gubernamentales. S610 cuando emplean su propiedad para trabajar profesional e independientemente
e5 cuando apareee una nueva clase. La diferencia no es de "modo de
producci6n" -que pucde no cambiar- sino de la situacion politica
de productores y mercaderes (y posicion social politicam-ente condicionada).
La tierra es c1l1tivada profesionalmente (esto es, por campesinos que
pasan 1a mayor parte de su tiempo cultivando) tan pronto como la agricultura se transforma en una base esencial de subsistencia. Y los elementos de propiedad rustiea privada (independiente) emergen relativamente
temprano. Pero los terratenientes, que a menu do no cultivan ellos mis-
266
267
Industria y comercio
Agricultura explotada
Profesionalmente
explotados
mente 1
Simple
I
2
semicomplejo
complejo
-j- ,
x'
l
+
+
Clave
rasgo importante
, no importante 0 ausente
Z
El significado de la cualificaci6n se
explica en e1 texto, cap. 7, E. 2 .
EI circulo x indica un nuevo rasgo
evolutivo.
Artesanos -granjeros y mercade-
res- productores.
2.
Observaciones complementarias
a)
b)
268
E.
1.
269
Aspectos no especijicos
Por tanto, en las comunidades agricolas pequenas, tanto no hidraulicas como hidraulicas, varian las formas de la tenencia de la tierra; -y
la tendencia hacia el control comunal es fuerte pero no universal Pueden tambien descubrirse ciertas analogi8s en 10 que se refiere a la pro~
piedad muehle. Las armas y los instrumentos empleados en la caza y en
1a recolecci6n generalmente son de propiedad individual entre los tribales
hidnlulicos; pero estos objetos son perecederos y Stl posesi6n no favorece el desarrollo de distinciones de clases sean cualesquiera los metodos
de distribucion.
Tampoco en estas condiciones Ia industria y el comer-cio conducen a
diferenciaciones sociales de importancia. Esto es muy claro respecto al
comercio. El cambio de bienes de propiedad privada se haee en pdvado;
pero esto no requiere un adiestramiento especial 0 un pleno empleo.
Como en las comunidades agricolas no hidniulicas pequefias, en las tribus hidniulicas hay comercio, pero no hay comerciantes profesionales *.
2.
Aspectos especificos
Las condiciones no son tan simples en la industria. Los oficios basados en Ia propiedad se practican primordial mente para satisfacer las necesidades personales de los agricultores; y los que, por su especial hahilidad 0 por tener acceso a materiales particulares, producen b~enes para
el cambio, 10 hacen generalmente como ocupacion parcial, dedlcando sus
mayo res esfuerzos a 1a agricultura. Este es el patron predominante tanto
en las tribus no hidraulicas como hidntulicas, y es un patron no 8lterado fundamentalmente por la presencia de unos cuantos artesanos profesionales como los herreros **.
Las eonstrucciones en gran escala son asunto disanto. ,Las comuni~
clades agricolas pequefias de tipo no hidniulico generalmente carecen de
integraci6n organizadora para 1a ejecuci6n de estas empresas; y a]gunas
trjbus hidniulicas como los suk y los endo, no han aplicado los metodos
.. Entre los indios Pueblo- el intercambio entre las distinlas aldeas 0 con gentes
no Pueblo se hacia por individuos (Parsons, 1939, I: 35; Beaglehole, 1937: 81) 0
por partidas de comerciantes (Parsons, 1939, I: 34 35.). Se organizaban reuniones
mercantiles. corrientemente par mujeres (Beaglehole, 1937: 82 5S.; P.arsfrns, 1939,
I: 36 88.), Y parece que espontaneamente (Beaglehole, 1937: 81 ss.). Para las con
diciones mas antiguas, vease Espejo, 1916: 183; Bandelier, FR, I: 101, 163; Parsons, 1939, I: 3365.; Hackett, 1923, II: 234,236,240,24.2 SS.; para la evo-luci6n
reciente, vease Parsons., 1939, I: 34 55. Para los chagga, vease Widenmann, 1899:
69; Gutmann, 1926: 425,43l.
** Beech, 1911: 18. Los alfareros men cion ados por Beech (pH.g. 17) sin duda
s610 dedican parte de su tiempo al oficio.
270
271
.. Las pequeiias zanjas que requieren el trabajo solo -de unos cuantos individuos
o de un grupo familiar son propiedad de los que las hacen.
4t
Para los Pueblo esta bien establecida 1a autoridad directora del cacique y el
jefe militar. La situaci6n entre los hill Suk es menos clara. Beech (191]: 15) reco~
nocia que se invocaba 1a disciplina comunal en el trabajo hidniulico, pero fne incapaz de descubrir ningun caudillo secular dirigente, 0 cualeEquiera lideres religioSQs: "curanderos" (ibid.: XIV, u. l}. Sin embargo. un "anc,iano" desemp~iia un
papel importante en dos ceremonias agricolas decisivas, una que forma parte de la
limpieza de la t.ierra, la otra de la apertura de las zanjas de riego (ibid.: 15 ss.).
Sir Charles Eliot duda d.e la validez del cuadro anarquista de Beech (ibid.; XIV,
n. l}, y 10 haee as! citando exigencias militares. Sin duda. la necesidad de un
Uderazgo militar existe en casi todas las comunidades agrfcolas no hidraulicas, cuyos
,jefes raras veces tienen mas que una "posicion puramente representativa" (Lips,
1938: 515). Entre los Pueblo el caudillaje tribal esta ligado de un modo definitivo
al caudiHaje en las actividades comunales, y entre e1las tiene e1 primer rango la
obra hidrliulica. Aumentando las reservas de Eliot, n050tr08 sugerimos que entre los
hill Suk estan presentes los germenes de una autoridad operacional, particulannente
en cuanto a Ia propiedad mas importante de In tribu, GUS instalaciones hidniu1ica~.
** E1 jefe ocupa una posicion c1aramente fuerte entre J05 en.Jemusi (Beech.
1911: 37),' pero no hay testimonio de que los campos publicoe sean cultivados
para e1.
*** El jete chagga exige la prestaci6n laboral de los varones adultos, de las
mujeres y de los adolescentes de la tribu. &tos tres grupos trabajan para el jde en
Ia agricultura, cortando el matojo (hombres), quemando (hombres), cavando con
azada (mujeres), regan do las semilIae (hombres), rastrillando y escardando (mujeres),
272
273
liar 0 de clan '*. No beneficia a la posicion social de los artesanos privados, que en las tribus hidniulicas mayores se haeen alga mas nume~
rosos **. Ni favorece a los mercaderes profesionales particulares ***~ Es
pecificamente, enreda Ia expansion de la propiedad privada en 10 que
frecuentemente es una rama secundaria importante de la economia de
subsistencia: e1 pastoreo.
La historia tribal de muchas civilizaciones europeas muestra como
en llna economia agraria, la creciente riqueza en ganado es un factor
para la formaci6n del liderazgo social. En Africa oriental la riqueza
animal es igualmente estimada; y en una comunidad predominantemente
pastoril, como la de los masai, esta riqueza desplegada de modo noto~
rio H, es un medio esencial de determinar la posicion social de los propietarios ****. No asi entre los chagga. EI ganado, que bajo las condiciones
peculia res de la zona chagga era en gran parte alimentado en los estabIos 15, aumento mucho; y algunos miembros de Ia tribu poseian hasta
80 cabezas 16. Pero en la sociedad chagga los propietarios de grandes
rebanos no gozaban necesariamente de un alto nivel social, aunque ciertamente gozaban de ventajas materiaIes consiguientes. EI jefe chagga,
gracias a sus poderes, cuasi despoticos, encontraha faciImente pretexto
para acusar a los conocidos propietarios de ganado de alglin desafuero
o similar y eonfiscarles algunos 0 todos los animales 17. Y los ganaderos
chagga, en vez de presumir de Sil creciente rlqueza ganadera, se hacian
eada vez mas reservados y temerosos. Una pnlctica mas antigua de en~
tregar el ganado a tribales mas pobres para que 10 alimentaran 18 llego
a seT un ingenio conveniente para ocultar BU propiedad valiosa pero
insegura. ,Los animales se entregaban a sus guardianes ternporales de
un modo furtivo y durante la noche 19, y los hijos de los propietarios,
que origin aria mente desempefiaban un papel importante en la transfe*
rencia 20, a veces no estaban siquiera informados de don de se colocaba
e1 ganado. Dice Dundas: "Tal secreto guardan sobre BU rehafio, que ni
siquiera dicen a sus hijos dande esta" 21. Esta tendencia adquiri6 fuerza
con el crecimiento del poder del jefe, ocurrido antes del establecimiento
del gobierno colonial. Mas tarde se agrav6 cuando bajo este gobierno
el jefe empez6 a imponer un impuesto general sobre el ganado 12.
En esta situacion Ia riqueza no signifiea necesariamente, ni siquiera
como factor mas importante, prerninencia publica *, Entre las cuaIidades que en epoca mas antigua favorecian Ia jefatura, la riqueza proba~
blemente era un factor deseable pero no necesario; y la propiedad del
jefe sin duda no crecio en proporci6n a la riqueza que eI 0 SliS antepa~
sados pudieron haber tenido en principio, sino en proporcion a su cre~
dente poder agrogerencial y miHtar. EI gobel'l1ante escogia para auxiIiares
a hombres destacados en su localidad 23 0 -y cada vez mas----- hombres
cuyas cuaHdades personales se acomodaran a ia tarea 24. En ambos casos,
* Gutmann (1909: 7) dice que los tribales ricos pueden cOllseguir agua de riego
de los pobres, pero en un estudio posterior y mas detallado describe la forma
iguaIitaria en que todos los miembros de la unidad hidraulica son ahastecidos
de agua (l926: 418).
Tambien se refiere a algunos "nohles" que sin duda poseian ganado y que ayudaban al jefe a obtener el cargo (ibid.: 462). Pero no S6 dan detalles sobre este in*
cidente, que ocurri6 a principios del siglo XIX (ibid.: 461), e5to es, antes de que
5e estableciese por completo la hegemonia del jefe en los asuntos comunales. Y
los lideree del clan no poseian rango- ni riqueza, aunque, una vez escogidos, ,algunos
probablemente tenian probabilidad de mejorar Sll colldici6n economica (ibid.: 15).
Un hombre del clan lleg6 a SCI' jcfe de ceremonias porque era e1 varon mas viejo
del grupo (ibid.: 13), y el caudillo politiC1}, el "orador", alcanzo sn puesto fundandose no "en su edad, ni en su riqueza, sino en su astucia politica" (ibid.: 14).
18
274
3,
Simple 1",
Claramente las tribus hidnl.ulicas, como las tribus agrari~s no hidraulicas, desarrollan su propiedad privada. Ambas confo.rmaclO~es presentan forroas indiferenciadas de propiedad (tanto en la l~dust(rla como
en el comercio) y una tendencia hacia las forffias reg,ula as, como en
la agricuhura respecto a la tierra}. Sin embarg?, al mls~o tH:ID:t:0 pueb
d'ferencias si ...nificativas Baja CHcunstanClaS hldrauhcas,
'
1::1'
d d hOd a liea
d en 0 servarse 1
la ro iedad politica ya emerge en pequefias eomum a es 1 r u. ~
me~te ~oncentrada8 (la tierra del jefe en las aldeas Pueblo), En las tnbus
mayores la propiedad politica 5e extiende unilateralmente, y re~~a~d ~
coarta a 1a propiedad privada en importante s esferas de la actlvl a
(por ejernplo, en la ganaderia).
.
La diferencia entre esta acumulacion unilateral de prop~edad. en md~
"dades gubemamentales y los patrones plurahstas e
nos de 1as au tOll
'd ' r
fl '
f
crecimiento propietario en tribus agrarias no }1l rau lcas. de d eJa l~r e~.
tamente las diferencias de caracter y peso de la a~t~n a po lt1ca n~
En las tribus germanicas observadas por Cesar y Taclto~ e1 1efe'd8ul reeonocido como Hder politico de rango supremo y dedIC~n 0 a
~:;or parte de Sil tiempo a los deberes gubernamentales, era mcapaz
de restringir 0 gravar con impuestos la riqueza, de sus nobles .. Tampoc~
exp7 la prestaci6n labora1 0 impuestos de sus tnhales, que hubl~fan con
sid;rado esta exigencia como un insulto, y que, como los .no nes, par~
ticipaban en las diseusiones publicas de los asuntos. de la trl~U "
Por tanto, en las sociedades hidniulicas la prop:e~ad es Slmple,. p;r~
es simple con una tendencia especifica a1 predomllllO de la prople a
't'
b d en el noder E"ta tendencia aumenta con el volumen de
pol Ilca, asa a
~J~'
~
"d d h'd' I'
imp!es
'd d S haee decisiva en las comum a es 1 rau leas s
, "
('b 1) ,
porIa comum a, ' ne dirhddas por un gobierno pnmItIVo
.tn a , smo
que ya no esta
...
un estado.
t:
F.
276
despotismo oriental, han descrito "el estado" como una institucion que
siempre sirve a los intereses especiales de una clase gobernante basada en
la propiedad. Esta interpretacion, que hoy, en su version sovietica, forma
parte de un mito politico extraordinariamente extendido -y extraordinariamente poderoso-, no es verdad a1 menos para los gobiernos parIa
mentarios modern os, cuyo potencial plutocratico generaliza y cuya capaciudad de evoluci6n y democratizaci6n niega. Tampoco se adapta a los
estados del absolutismo y feudalismo occidentales, ni siquiera a los estados
democraticos de la antigua Grecia. Y es completamente absurda 8i se
aplica a los estados de aparato agrarios e industriales que 5e caracteri
zaban no por la fueIte influencia de las fuerzas propietarias no guber.
namentales, sino por la ausencia abismal de cualquier influencia de este
Ii po.
R
2.
La diferencia entre gobierno primitivo y estado .aparece inequfvocamente clara al comparar e1 caudillo de una aldea Pueblo ocupado ple~
namente y alimentado por la comunidad, y los grandes equipos de fundo
"narios gubernamentales en el Egipto fara6nico, la China imperial 0 la
TurquiR otomana. El predominio easi completo de no profesionales en
el primer caso es tan claro como e1 predominio casi completo de hombres de aparato profesionales en el segundo. La diferencia es menos
clara, pero quiza mas informativa, 5i eomparamos los regimenes de gran~
des tribus hidraulicas como los chagga, con el estado de una cultura hi~
draulica neolitica como la antigua Hawai.
Los aetos absolutistas de un jefe chagga son impresionantes: el rua
ta '*, espia, se apodera del ganado de sus subditos ** y guarda en su
palacio todas las muehachas que quiere ***. Ademas, y 10 que es mas
importante, es el comandante en jefe de la fuerza de trabajo y lueha de
R
277
j6venes fueron despues asignadas a sus esposos; pero el jefe conservaba sus derc-chos sexuales sabre todas cUas: "ninguna de las muchaehas l1ego al matrimonio
intacta, el jefe usaha de ellas a voluntad".
* EI jefe chagga torna las decisiones supremas aeerea de la prestaciOll JaR
horal hidniuliea y o-tras emprcsas seculares en gran escala. Manda a sus tribales
en 1a guerra; asigna residencias a todos; y fija las fechas para Ia siembra y la
recoleccion (Gutmann, 1909: 25).
** Gutmann, 1909: 10 S8. Lowie (1938: 302) Ie nama jefe de un "sistema
mo.n;irquico n.
278
guerre~
279
sobre la propiedad de sus subditos. En Hawai la j urisdicci6n del gobierno sobre la tierra no estaba restringida por ningun derecho de clan~
como era el caso entre 105 chagga 19. Ni e1 cabeza de clan interferia entre
los funcionarios recaudadores de impuest05 y los eontribuyentes indivi
duales como en Chagga1andia 20, De hecho, e1 regimen hawaiano funcionaba tan bien que los amos del cstado .de aparato eran cap-aces de ,ab50rber la mitad de todo el producto rura1. Segun una estimaci6n, '~os
trabajadores comunales no redbian par termino medio mas de un tercio de los productos de su industria" *.
A una escala menor, la diferencia entre dos tipos de gobierno apareee tamhien en la esfera de la circulacion. Los mercados chagga eran
vio-ilados por las mujeres del jefe y los funcionarios regiona1es 21; pero
5e i?recaudaba un impuesto de mercado sobre los productos agricolas y 1a
sal 'Jor un miembro de un clan particular **. En Hawai no encontraj
d L 1 .,
.
mos trazas de esh"l -division de autorida, as 'unClOnanos que sanclO
naban las transaccioncs y gravaban los procluctos eran recaudadores de
peaje, e3to es, funcionarios del gobierno 22.
De este modo, los reyes de Hawai ejercian un poder mucho mas formi::lable sobre la vida Y pTopledad de sus subditos que los jefecillos
chao-era. La diferencia, en Ia forma de reverenciarlos expresa de un modo
pah~~rio la diferencia en el poder autocnitico. CO.mo ya se dijo; los h:iM
bales chagga tenian a Sli gobernante en gran ~stm1a, pero a, ~]ferenC1a
de los hawaianos no realizaban en su presencIa e1 gesto claslco de la
sumision total: Ia prosternaci6n.
w
* En el siglo XVIII unos 300.000 ha,...aianos estaban organizados en unas cuantas soberanias, la mas grande de las eunIes, Hawai propiamente dieho, contaba
mas de 85.000 habitantes (Lind, 1938: 60). La cifra de Lind coincide can una
estimaci6n hecha por Ellis en 1826 (Ellis, 1826: 8). Ellis consideraba el total de
400.000 habitantes sugedd() por los observaclores mas antignos "algo por encima
de 1a poblaci6n real de aquelJa epoca, annque se encuentran por todns partes
trazas de aldeas dcsiertas, y numerosos predios antiguamente cultivados, peTO ahora
deeiertoo". En 1826 habia de 130.000 a 150.000 habftantes en el archipi61ag:o (Ellis,
]826: 8). Fomander, aunqne sugeria cifra;; mas pequenas que Cook y King, no
ve "razones validas para suponer una despoblacion mayor {) mas rapida en 177S"
y 1832, cuando el primer censo hecho daba una enumeraci6n aproximadamente
correcta de ]30.000, que entre e1 ultimo ana y ]878, cuando el censo dio sola"
3.
280
281
for~
Construccion.
Otras industrias.
y tambien en:
B.
1. Comercio exterior;
2.
283
'282
4.
Hawai
284
b)
285
EI Peru incaico
CUADRO V
FactaTes determinantes del comeTcio y ajaste regional del trabajo en la industria
Animales
Civilizaciones
hi drim Iieas
de tiro
-----1,
Rios navegables
v buques
-
Clave:
- presente
- ausentc
des[lrrol1ad~ ~stlmula.dora
-------------1
I (_)
Peru inca
Egipto fara6nico
Antiguo y Medio Impe. 1
rio especialmente
Provincias de China
Sumer
+
( + )1
+
I
+
+
+
(-)
* Un planteamiento que reconoce el pape1 crucial de las operaciones hidrauUcas en el desarrol1o de la agricultura no puede contentarse eon la tipologia. por
otra parte sugestiva, que da Lowie de las economist> de subsistencia! "caza, culti-vo
286
287
c)
El Egipto faraonico
Un rio unico por su utilidad ofrecia a los amos del Egipto faraonico.
excelentes facilidades para 1a comunicacion interna; la navegacion estaba
muy adelantada en los comienzos de la historia escrita. Pero la escasez
de matcrias primus no hacia necesario un comercio exterior regular,
ni estuvo este trafieo estimulado por vecinos culturalmente adelantados.
Los bareos y las bestias de earga egipcias permitieron el establecimiento
de algunos contactos exteriores, pero estos contactos siguieron siendo
intermitentes ~y esencialmente administrados por el gobierno- hasta
el final del Imperio Medio.
Durante e1 Imperio Nuevo, y particularmente en la epoca del imperio,
surgieron mereaderes privados. Pero a menudo estaban vinculados a los
templos 49 y segun parece no eran rivales para el estado. Segun Kees,
durante gran parte del Imperio Nuevo, el faraon siguio siendo "el tinico
gran mercader" so.
Sin duda, los mercaderes extranjeros hacian negocios en Egipto. perIJ
a los intermediarios nativos se les daban aun menos faeilidades en el
comercio interior que en el exterior 51. En los mercados locales los productores*traficantes cambiaban sus mercancias directamente, y prineipalmente por trueque 52. Un funeionario del mercado ,del Imperio Nuevo,
lleva el titulo significativo de Hescriba del trueque" 53.
La artesania oJrecia mas espacio para el desarrollo de la empresa
privada. Sea cualquiera, segun los datos de los censos del Imperio An
tiguo, Ia proporcion de artesanos independientes durante esa epoca *, los
'* Kees (1933: 164 ss.) duda en aeeptar la interpretacion de E. Meyer de estos
dato.<; como demostrado-res de Ia existencia de nrtesanos y mercaderes libres.
233
289
casos de Hawai y el Peru incaico, demuestran que los artesanos profesionales operaban en sodedades hidnlulicas centradas en el estado menDS
avanzadas que el Imperio Antiguo. Numerosos relatos de los Imperios
Medio y Nuevo hablan claramente de artesanos particulaTes 54.
Estos artesanos privados egipcios tenian mas importancia que sus
colegas del Imperio incaico; pero, como enos, probablemente subvenian
esencialmente a las necesidades diarias de los pequeuos consumidores 55.
;,Igualaron, por 10 menos numericamente, a los numerosos artesanos que
en las industrias manufactureras eran permanente 0 temporalmente em~
pleados por el gobierno y los templos? Incluso esto no es cierto. Pero no
puede haber duda que economicamente eran menDs importantes.
El gobierno se ,dedicaba principalmente a tres c1ases de trabajo in~
dustrial: 1) operaciones extractoras y de transformaci6n que requerian
mucho trabajo1 .alguno especializado, pero en su mayoria sin especia~
lizar; Z) grandes empresas de construccion, que requerian una comhi~
naci6n de trabajo especializado y no especializado, y 3) industrias de
transformaci6n, desempefiadas en Stl mayor parte por artesanos espedalizados reunidos en gran des 0 pequenos talleres.
En estos tres sectores los artesanos especializados, que incluian artistas de gran capacidad 56, parecen haber sido en gran parte empleados del gobierno. Los "jefes de obra" 57 probablemente tenian suprema
jurisdiccion sobre ellos. Y las industrias derivadas trabajaban bajo capataces especialmente designados 58.
Sobre la base de fuentes cuidadosamente estudiadas, Kees concluye
que "la vida economica del Egipto (fara6nico) constituy6 un suelo no
muy apropiado para un estamento de artesanos libres independien~
tes" 59. Encuentra el 'concepto de artesania libre. excepto para los mo'
destos productores que satisfacian modestas necesidades, HpOCO adecuado
al cuadro economico del Imperio Antiguo" 60. Despues del interludio del
Imperio Medio, durante e1 cuallas cortes territoriales se hicieron centr~s
destacados de artes y oficios 61, el Imperio Nuevo oblig6 cada vez mas a
los artesanos a los talleres ordenados par el estado y los sometio al ri~
gido control de los a1macenes estatales que suministraban las materias
prim as 62.
Los documentos del Imperio Nuevo muestran a los artesanos estata~
les preocupados por 1a promocion a puestos mas altos. Sus capataces se
consideraban miembros muy distinguidos de Ia jerarquia burocratica 63.
Resumiendo: el poder de los faraones 10 alcanzaba todD de tal ma~
nera que la artesania privada e independiente avanzo rnuy poco, y el
comercio profesional independiente durante Ia mayor parte del periodo
aun menas. El predominio del comercio estatal y el peso de la industria
administrada por el estado, junto con el dominio de la propiedad rural
d)
China antigua
291
290
e)
Sumer
Las civilizaciones agricolas de la Baja Mesopotamia crearon un ambiente que careci6 tanto de materias industriales como favo;eci6 el intercambio interzonal. EI paisaje aluvial, que a causa de sus nos de agua
abundante ohecia oportunidades ideales para el desarrollo hidniulico,
carecia de piedra~ madera y metales. Sin embargo, estos metaIes, que e;an
esenciales al crecimiento tecnico, militar y politico, existian en los palses
adyacentes, y, desde el punto de vista de la riqueza, la seguridad y el
.,
poder los incentivos para obtenerlos .e:an enormes..
Los antiguos hawaianos no adqmnan del extenor las matenas pn~
mas de que carecian en su patria; y los indios andinos y primeros egip~
cios crearon civilizaciones nrbanas a base principalmente de sus propios
recursos. Los sumerios desarrollaron una vida urbana floreciente, porque
lograron establecer y conservar un sistema elaborado de relaciones y
cambios internacionales.
Las materias primas necesarias podian obtenerse por la fuerza organizada: la guerra. Pero 6sta no es siempre apropiada, y particularmente
* Las tiendas que trataban en la6 mismas mercancias parece qu? se reunian
en la misma localidad desde finales de la epoca chou 0 desde la epoca de los
primeros Han (Kato, 1936: 79), y probablemente tambien antes de esta epoca.
Pero "no fue hasta despues del perfodo Sui cuando la expresion "hang". empleada
en el sentido de calle de tiendas del mismo genero, se hizo de usa general"; y
solamente "a finales del perfodo T'ang, 0 aun despues, [los mercaderes chinos}
organizaron una aute-ntica asociaci6n de mercaderes" (ibid.: 83).
* Segun Deimel, los antiguos sumerios dependfan tanto de los tempJos, cuando
se escribieron los textos de Fara como 10 haden 300 6 400 alios despnes, cuando
Urukagina gobernaba Lagash. "Elltonces Ia poblaci6n servia a1 templo y vivia en
el" (Deimel, 1924a: 4.2).
** A. Schneider supone que los artesanos que trahajaban en casa para los
292
5.
293
294
6.
La esponja hidraulica
295
296
1.
Frecuencias
a)
297
298
dudoso si los gran des mercaderes mayas en general ealahan tan vincu~
lados socia1mente a los Hderes seculares y sacerdotales como 10 estaban
los pochteca. Segun Landa, los hombres ricos vivian cerea de los "senores" y sacerdotes, pero no en el mismo barrio 18. zPodI'ia oeuI'dr que
la cristalizacion de un grupo de mercaderes profesionales no guberna~
mentales y propietarios hubiera avanzado mas en las Hanuras hidniu1i~
-carnente margin ales del Yucatan que en el nudeo hidniulico de Mejico?
b)
Bizancio y Rusia
En la socie3ad bizantina no faltaron los artesanos y mercaderes privados. De hecho, el comercio hizantino fue general y floreciente durante
los periodos medio y ultimo del primer milenio 19. Pero los artesanos y
mercaderes bizantinos no tenian ya ]a libertad de ,aecion de que haMan
gozado sus antepasados en las ciudadm griegas de Asia occidental 0 en
Roma antes de la victoria del absolutismo burocnitico. Las restricciones
.administrativas y fiscales pesarOD sobre los artesanos y mercaderes -de
Bizancio hasta e1 siglo XI 20, presionando1es en una variante peculiar~
mente limitada de un patron semicomplejo de propiedad hidraulica.
En 1a Rusia postmongoHea la propiedad privada de Ia tierra evoluciono de una manera desigual, y en 10 que se refiere a los campesinos,
muy tarde. La artesania profesional y libre se recobro lentamente de
los ohstacu1os que se Ie habian impuesto hajo e1 yugo mongol. El co-
299
jarlo 0 bien directamente, mediante funcionarios comerciales, 0 indhectamente) mediante agentes comerciales. En la esfera del comercio domestico
los funcionarios gubernamentales compraban primero cera, miel y otros
productos~ ~'tomandolos a precios bajos que eUos mismos fijahan y ven"
diendo1os- de nuevo a un precio exeesivo a sus propios mercaderes y a
los mercaderes extranjeros. Si rehusaban hacerlo, entonces los obligaban 21. El gobierno tambien vendia mercancias que recibia como impues~
tos 0 tributos y sin ducia con igual des-precio para el comprador, porque
tales productos eran ~'vend'idos a los mercaderes a1 preeio oneial, tanto
S1 querian como 5i no"*.
Los mercaderes extranjeros tamhien tenian que sometf'TSe a las regulaciones del gobierno. Una vez dentro del Teino ruso, teniBn que mastrar
todas sus mercancias a los funcionarios, que las Hvalorab~m~' 22; y no
podian comerciar con individuos particulates hasta que el zar tenia
orasion de comprar 10 que queria 2.\
Pero el estado moscovita era incapaz de administrar e1 grueso de
toda la circulation a gran escala como 10 hadan los regimenes del Egip~
to iaraonico 0 del Peru incaico. El zar empleaba los servicios ,de nume~
rosos mercaderes rieos, particulannente los gosti. Estos capitalistas bu~
1'0Craticos que recaudaban impuestos y dereehos de aduana para el
gobierno 24, normalmente actuaban como consejeros y agentes comerciales de! zar ".
Fuera del comercio gubernamental propiamente dicho, el cornercio
era realizado, entre otr05, por los pomeshchiki. Estos poseedores de
tierra oficial vendian el sobrante de grano y de otros productos de sus
latifundios por Sli propia euenta 26, constituyendo asi un grupo de capitalistas burocraticos sui generis. Los monasterios vinculados y subordi~
nados al estado, tambifin 5e dedicaban a transacciones comel'ciales, no
raras veces a gran escala 27.
Todo e5to no dejaba mucho espacio para las operaciones del comer
cio profesional e independiente. Los gosti y un corto numero de otros
mercaderes privilegiados controlaban un amplio sector del mercado 28, cuiw
dando de que "en ningun lugar se permitiese el libre comercio" 19. Por
10 menos esta era la opinion de los mercaderes ordinarios, que desempenab an un papel decididamente inferior y odiahan a los gosti 30.
Los mercaderes privilegiados de la epoca moscovita podian amasar
gran des riquezas, pero ni su riqueza ni su situacion semioficia1 les pro
300
2.
lHasta que punta pueden seT poderosos los representantes de fa propiedad privada mueble e inmueble en las sociedades hidriiulicas se
micomplejas?
301
'* Gsell snpone que ?~nnalmente el gobierno exigia como impuesto el 25 por
100 de las cosechas. PohblO (1.72.2) muestra que en casos de emergencia pod.fa
recaudarse basta el 50 por 100 (Gsell, HA, II: 303).
. :: IV1eyer (GA, III: 644) llama al gohierno canagines una "untocracia COmer.
cla1 .
~** Ariflt6teles, Politica 2.11.1273a. Ariflt6teles, que notaba que en Cartago los
mas altos cargos, como los de reyes y generales, se comprahan, consideraha esto
como "una CQsa mala". "La ley qne permite este abuso haec que la riqueza tenga
mas importa_ncia que 1a virtud". Para una discusi6n de estos puntos, vease Gsell.
HA; lI, 23" ss.
302
a)
Evoluciones nllxtas
b)
303
La India hindu
Los desarroUos correspondientes en la India antigua son particularmente instructivos porque la conquista aria fue nevada a cabo por u
.
d
n
grupo que, aunque conSClente e la importancia de los canales de riego 38, destacaba la riqueza en ganado, comercio y mercaderes. Los Vedas
hablan resp.etuosamente de los mercaderes *. En un himno del AtharvaVeda~Samluta los mercaderes rezan a1 dios Indra como "el mercader
pOl' excelencia" 39. La gran epica que se compuso mucho mas tarde 40
confir:na 1a sit~~ci6n relativ~r;;:~te .alta del mercader vedico en 10 que
HOP~l~S ~,ama el estado ano . 5111 embargo, no dejan duda que "en
la ~IstmclO.n de nobles y sacerdotes" los mercaderes, junto con los campesIllos anos, pertenecian al "pueblo" 42. Asf, cualquiera que fuera el
:stado d,e .los plebe~,os ~ri?s, los vaisyas, en epoca prehistorica, en la
epoca vedlCa e;-an oprumdos por los principes". Fue en esta cpoca
--""0 un poco mas tarde, en el pedodo budista siguiente 43~ cuando em*
pezaron a aparecer las asociaciones profesionales de mercaderes 44.
~ aturalment;, el ~~sarrollo de tales cuerpos no prueba nada sobre
su mdependen.~la PO~ltlca. ~n. las soc!edades orientales simples _y a
me~u~o tamblen ~a}o C?ndIClOnes mas complejas- las corporaciones
prol~slOnales son utlles mstrumentos d~ gobierno. La epica expresa el
lllter.e~ del rey por l?s .mercaderes, partlcularmente en tiempo de guerra
y cnSlS; p~ro la prmcipal ..importancia politica de los mercaderes pudo
habe~se denvado de su poslble valor como espias y agentes en los paises
enenllgos 45.
No eab~ duda so~re Ia prosperi dad del comereio y los mercaderes
durante la epoca budlsta, y tam poco sobre la importancia social de los
:ett~i merca?e;es. jefes agregados al gobierno. Sin embargo, esto no
JustIfiea la hlpotesls de que los mercaderes, como grupo, fueran capaces,
en los centros mayores de 10 que era entonces la India hindu, de influir
- 0 controlar- de manera normal y clara las decisiones politicas de
sus respectivos gobiernos.
Esto~ gobiernos no fueron necesariarnente monarqufas. En la patria
del budlsmo, nordeste de la India, habia vadas republicas en las que
el gobernante discutfa negocios pub1icos en asambleas plenas y fre.
c~entes 46. Pero l~s merea~;res no estaban incluidos en estas corpora~
ClOnes. La escasa mformacIOn que tenemos sobre Deho 0 diez repubIicas
enumeradas por T. W. Rhys-Davids 47 demuestra que todas fueron do~
minadas por miembros de la casta guerrera, los kshatriyas 48. Buda con~
.. Grassmann. RV, I: 197; II: 113; d. Banerjee, 1925: 155. Menos estimado.
aunque igualmente prospero, era el pani, un negociante que buscaba 1a ganancia
"0 en el cornercio 0 en 1a usura" (Banerjee, 1925: 156).
304
sideraba a sus asambleas una instituci6n antigua 411, y pudo ocurrir muy
bien que los patrones de la sociedad aria '* persistieran alga mas en la
zona nordoriental, en la que la acci6n hidnlulica, aunque, m~y. venta~
josa, no era tan crucial como en las part~s occidental~s mas andas d~
las llanuras indias **. Sin embargo, la agncultura de nego y las empre~
sas hidraulicas no faltahan en e1 nordeste so, y las republicas ar:istocni~
Heas claramente evolucionaban hacia una forma momil'quica de poder 51
que ya se extendi6 en los dias {Ie Buda *** y que, de~pues del periodo
transicional de agitaci6n y conquista, Hego a predommar en todos los
nucleos de cultura aria 52.
En la sociedad india inquietu y cambiante de este periodo importante,
muchos gobiernos se aprovecharon de los servicios de ~n setthi, Segun
parece, hombre de medios 53, e1 se!th~ a ~enudo a~o?,sepba y ayudaha
a1 gobernante en cuestiones economlCas . Su pOSICIOn, aunque no la
de un funcionario 55, era distinguida y hereditaria 56, siendo las vacantes
cubiertas por e1 rey 57.
El termino setthi significa "e1 mejor~ e1 jefe" 53, Sin duda era un
"representante de la comunidad comercia1" 59, pero es mas importa?te
anotar que no actuaba como un portavoz constitucionalmente establecldo
del poder mercantil organizado. Ni pare.ce habe~se ocupa~o re~u1a::
mente - 0 en primer lugar----, de los negoclOs gremlales. Su tl,tulo ~OSl
blemente puede implicar que era el cabeza de alguna clase de llldustna 0
]ataka, pacomercio" 60, y un famoso setthi, mencionado en los cuentos
d
"61 P
reee que "tenia alguna autoridad sobre sus colegas merea eres '. ero
esta autoridad, aunque real, se enraizaba en un euerpo euya e?CaCla _organizadora aun no ha sido claramente establecida. E~ la Indla bU~lsta
y postbudista existian eiertamente algunas eorporaelOr~es mereantIles~
pero C. A. F. Rhys.Davids advierte que no debe sobres.tnnarse el g:~do
en que estos eomereiantes se sindiealizaban 62. Para rep~tlr su c~nc1uslOll:
"No hay ... llingull ejemplo en los documentos budlstas anhguos .que
apunte a una organizaci6n corporativa de la naturaleza de un gremlO 0
de la liga hanseatica" 63,
TodD e8to no excluye la importancia politica de los mercaderes en
algunas cludades orientales submarginaJes 0 eiudades-estado de la In-
**
305
Mesopotamia antigua
. iSe organizaron los mercaderes con mas exito en la Baja MesopotamIa antigua, gran cuna asiatico-occidental del comercio oriental? Las
leyendas sumerias hablan de reuniones de ancianos en forma de asambleas, que el rey legendario Gilgamesh consultaba antes de tomar decisiones 69. lQue significan estos relatos? Boas ha argiiido de modo convincente que los mitos contienen ficciones junto a caracterfsticas reales
y que los elementos reaIistas pueden ser exagerados 0 transformados
en sus contrarios 70. Pudo haber asambleas protosumerias similares a las
asambleas de guerreros de las republicas arias de conquista en 1a India del nordeste. Kramer supone la existencia de una aristocracia miHtar durante Ia epoca de formaci6n del Sumer prehist6rico 71. Pero sea
it
"La literatura -posterior hasta nUestf() tiempo- contiene referencias frecuentes
a estas co-rporaciones, peru no se encuentra Dingun tratado exhaustivo de eHas"
306
307
308
Conclusiones
309
H.
1.
Las ensefianzas de todo esto son obvias. Grupos poderosos ,de ricos
mercaderes pueden controlar el gobierno de BU"" comuni~ad, y e~to 'p~ede
suceder incluso en comunidades que desempenan funelOnes hldrauhcas
sustanciales. Perc en 10 que sabemos, estos desarrollos no dan por resul
tado nada que pueda llamarse gobierno de los mercader~s h~~n\.u1ic~s.
Los gran des mercaderes de Venecia operaban en u~a SltuaclOn sOClal
en la que las instituciones hidnlulicas eran submargmales. Y Cart~go,
aunque ciertamente mas hidnlulico que Venecia, pudo ha~er pertenecldo,.
desde el principio 0 eventualmente, a la zona submargmal del mundo
hidraulico.
.
Las comunidades comerciales del tipo cartagines 0 del veneClano
florecieron en nfunero considerable en e1 borde geognifieo de la socie~
dad hidraulica v no hay raz6n por 1a que estas comunidades no hayan
eonstituido encia~es heterogeneos independientes tambien ,dentro ~e ,cie:~
tas zonas del mundo hidraulico. Por 10 tanto, no rechazamos la hlpoteslS
de Max Weber de .que ".n la Ind.ia bu*sta pudieron h~ber .florecido. co'
munidades eomerclales mdependlentes . Pero los test1Illomos a.ducldos
no son concluyentes, y en numerosos casos un exame? ulterior revel.a
que la situacion de los meren-deres d.istaba de set pohtlcamente dornl~
nante.
Investigaciones ulteriores sobre e1 papel politico de l~s n;.ercaderes
en regiones institucionales perifericas sin duda profundlzara nuestro
* Kriickmann, 1932: 446. ~ El mercader jefe del rey, rab tamqar s~ sarri
que se menciona en las inscripciones neo-babil6nicas, era el Sllce&>r del aktl tam.
quari? Sus actividades no son claras. Ebeling (1932: 454) Ie cO,loca entre lo~ "altos
funcionarios", anadiendo que "-probablemente hacia transacclo-nes comerc1ales y
mcmetarias p-ara el rey".
2.
310
La China imperial, aunque favorecia la propiedad privada de la tierra, mantenia colonias agricolas para sustento del ejercito, ante todo en
las zonas fronterizas, pero a veces tambien en zonas interiores criticas:
zonas en curso de "pacificaci6n" y a 10 largo de lineas vitales de comu~
nicaci6n. EI cu1tivo en estas colonias se hacia 0 bien por soldados (en
cuyo caso eran llamadas generalmente "campos de guarnicion", (unt'ien) 0 por civiles (en cuyo caso se les denominaba "campos de campamento", yin-t'ien). Los dos tipos de campos, en ocasiones, comprendian
hasta una decima parte de toda 1a tierra cultivada, pero bajo 1a mayor
parte de las dinastias la fraccion era mucho menor.
Aparte de las colonias militaTes, habia fundos gubernamentales para
e1 cultivo de cose'chas especiales, y parques y jardines para reereo ,de
los gobernantes. Estos lugares aislados de retiro con frecuencia se construian con trabajo forzado, pero generahnente eran cuidados por cultivadores profesionales, ohreros palatinos, y esclavos * -esto es, eran
administrados por el gobierno. Pero aunque notables en este aspecto,
eran insignificantes por Stl extension. Eran pequefias Islas en un mar de
granjas campesinas, cuyos ocupantes 0 propietarios alimentaban a1 gohierno no con su trabajo 0 campos piiblicos sino por el pago de SU3
impuestos.
a)
1.
mas
2.
311
* Los jardines y parques imperiales () rea1es han sido descritos por muchOB
autores. Para 1a zona del lago de MEijico, vease Ixtlilxcahitl, CH, II: 209 55.; para
e1 Egipto fara6nico, Erman y Ranke, 1923: 206 ss. j para la antigua Mesopotamia,
Meissner. BA, I: 2m, 292; Contenau, 1950: 53 ss.; para e1 Proximo Oriente
iBhimico, Mez, 1922: 362 ss.; para la Esp'ana musulmana. L6viPro-ven~al, 1932:
233; para la India, Jatakam: passim y Smith, 1926: 402 S8.; para Ia China chou.
Legge, ee, II: 127 55.
312 -
3.
Tierra asignada
pOT
el gobierno
* Esto era consuetudinario entre los miembros del calpulli del Mejico azteca.
Vease Zurita, 1941: 88; MonzOn, 1949: 39.
** Para una descripci6-n eIaborada de 1a comunidad aldeana regulada en la
Rusia zarista, la obshchina Q mir, vease Haxthausen, SR, I! 129 y passim.
*** Vease Appadorai, 1936, I: 133 55. La enajenahilidad de la tierra se ha
considerado un signa de propiedad, aunque simplemente puede indicar una forma
flexible de posesi6n. La interpretacion de J{)lly (1896: 94) tiene en cuenta tanto
las condicio-nes reguladas (externamente) como las esporadicas (internamente) de
la tierra de la aldea. Supone "que generalmente las aldeas estaban cerradas a1
mundo exterior, pero que dentro de cada aldea existf.a propiedad privada de la
tierra"
313
314
315
funcionarios quienes establecian la tenencia privada de Ia tierra transfiriendo a propietarios individuales 10 que antes habia sido tierra controlada por el gobierno.
Los individuos generalmente llegaban a propietarios por regalos 0
venta. Grupos enteros podian ser hechos terratenientes por decreto del
gobierno. Despues de que un trozo de tierra habIa sido reconocido como
propiedad privada, podia, dentro de los llmites sociales impuestos por el
gobierno, ser transferido de un propietario privado a otro. Las conversiones a gran escala de tierra regulada en privada son relativamente
raras en Ia socie'dad oriental. Parecen haber ocurrido solamente donde
se habian desarrollado la artesanfa y e1 comercio basados en la propiedad
privada.
c)
1.
Tierra privada
Definiciones
2.
Origenes
Terratenentismo burocratico
316
3.
317
4.
* Para los brahmanes que cultivaron su tierra con 0 sin 1a ayuda de braceros,
vease latakam, II: 191 ss.; III: 179.316; IV: 195,334 $S.; V: 70.
318
5.
* En frances
319
6.
320
d)
321
seidas privada e indefinidamente ero 1
derecho a ena]' enarlas POT ta "t P
as poseedores de elIas carecian del
.
n 0, no eran propiet'
.
permanentes.
arIOS, SlUO
ocupantes
"f
* Schneider. 1920' 58 Us
I'
a campos, desgraciada~ent'e 'a m~~~drosas re erencla"b' de Ha~k~an (1937: 21 85.)
0, son vagos so re el regImen de propiedad.
21
322
323
324
* Poliak, 1939: 36. Poliak supone que las tierras privadas ersn, a principios
de la epoca mame1uca, "numerosas" en Siria.
325
esta tierra oficial (iqta') y de Bll mulk, podia poseer tierra en pension 73,
y podia tambien ser administrador de un wakf que el hahia fundado 74y que con toda verosimilitud podia proporcionarle a eI y a gU familia
ingresos seguros.
La Turqu'ia atamana: Los sultanes turcos establecieron de un modo
claro la hegemonia de la tierra estatal aboliendo oficialmente Ia mayor
parte de la tierra de posesion privada"*. Algunos "terratenientes pro~
piamente dichos" parecen haber existido desde e1 principio 75; Y los
"notables" locales (a'yans) adquirieron mulk, quiza mediante la conversion de tierra oficial y otras cluses;6. Pero hasta el periodo reciente
de tran..sicion, la mayoria de la tierra fue controlada POT el gobierno,
que 3signaba parte de ella CDmO tierra oficial 0 wakj y cargaba im.
puestos sobre el l'esto mediante sus recaudadores **.
Los recaudadores de impuestos gozaban de muchas prerrogativas.
En las provincias no arabes podian transferir una granja vacante *** a
un residente de otra aldea, pero "solamente despues de ofrecerla a los
campesinos de la aldea a la cual Ia tierra en cuestion estaba vinculada 77.
En las provincias arabes su posicion~ hacia el siglo XVIII, se aproximaba
a la de los poseedores de tierra oficial militar. En Egipto se les daba
un diezmo de toda la tierra de la aldea bajo el nombre de wasiya.. Podian
vender esta tierra wasiya, pero solamente a otro recaudador de im.
puestos y solamente cuando eUos, 31 mismo tiempo, transferian al com~
prador una surna correspondiente de su dominio jurisdiccional 11l En
las provincias arabes los feUiihs podian enajenar su tierra "a otros lelliihs" 79. Respecto a los territorios arabes, Gibb y Bowen afirrnan expresamente que la persona responsable de la recaudacion de impuestos "no
podia privar al fellahs de BU tierra, excepto si no pagaba el impuesto" 80.
As!, tanto en las provincias no arabes como en las arabes, la mayo ria
de los campesinos eran ocupantes hereditarios de la tierra estatal asignada 0 regulada 81.
Las prerrogativas ,de los arrendad-ores de impuestos y los tenedores
de tierras asignadas presentan importantes problemas; pero todos SUI4
gen dentro del contexto de tierra controlada por el gobierno. Dado que
"* Gibb y Bowen, 1950: 236, 258, n. 4; ef. Poliak, 1939: 46. Este se refiere
esencialmente a 1a tierra cultivable y pastOl:!. Las granjas y la tierra aIrededor de
elIas era siempre mulk; y las vinas y huertos generalmente eran consideradas
como tales (Gibb y Bowen, ]950: 236).
** Gihb y Bowen, 1950: 23, Los antOTf$ citan una afirmacion segun In cna1
los Singhis solian convertir 1a tierra estatal que posefan en propiedad privada
"en tiempos pOl:!teriores" (ibid.: 188, n. 6). Desgraciadamente In referenda no
especifica ni 1a fecha aproximada ni la extension de la evoluci6n.
*** Una granja euyo propietario difllnto no tenla herederos (Gibh y Bowen,
.
1950: 239).
326
327
este ripo comprendia el grueso de toda la extension cultivada, nos creemos justificados a decir que e1 Oriente proximo islamico, hasta e1 si~
glo XIX, se caracteriz6 por un. patron semicornplej 0 de propiedad y socie
dad orientales.
Sociedad maya: El sistema maya de tenencia de la tierra no esta
claro ". Probablemente hubo alguna propiedad individual ", pero la
mayor parte de la tierra cultivable parece haber sido tierra "comun"
(regulada) ".
Mejco prehispanico: Las fuentes antiguas estan de aeuerdo en que
1a mayor parte de toda 1a tierra de esta zona, como en Yucatan y Peru,
era controlada por e1 gobierno. La gran mayoria de los campesinos (y
ciudadanos) vivia en comunidades reguladas (calpuHi) 85. Pero habia
tambien algunas tierras prlvada::-J, tierras propias patrimoniales 86 ~ cul~
tivadas por los mayeques 87 campesinos vinculados a1 suelo.
Segun Zurita la tierra privada habia existido durante mucho tiem~
po 8.8. lSe creo por donacion 0 por venta? lY cmin lihremente podian
disponer de ella sus poseedores? Los funcionarios locales estaban aut.onzados a vender las tierras calpulli S1 no estaban gravadas por obhga~
dones; y como arriba se dijo; los compradores de estas pareeias --que
por tanto eran enajenahles- eran 0 miembros de las familias gober~
nantes 0 "ciertos funcionarios 0 mercaderes" 81/. Sin embargo, Ia rnayoria de Ia tierra del calpulli estaba gravada con obligaciones graves
y duraderas en que 5U producto estaba destinado a alimentar a los miem~
bros de los calpulli 0 a los funcionarios del gobierno local 0 central~
guarniciones, 0 templos '}G. En consecuencia la cantidad de tierra dispo-nible para la venta probablemente eTa muy escasa Ill.
No esta claro hasta que punto las tierras propias patrimaniales tuvie
ron 9U origen en la venta de tierra de calpuUl. Algunas 0 induso quizei
muchas, ,de estas posesiones privadas pudieron haber sido donaciones
hechas por los gobernantes a individuos di5tingt~idos. En c?ntraste. con
los fundos alodiales de 1a Europa feudal, las tLerras propLas patnmo"
niales siguieron bajo 1a jurisdiccion del gobierno 92; y en contra~~e con
los siervos de los fund os alodiales 0 feudales los mayeques meJIcanos
servian al gobierno "en tiempo de guerra 0 necesidad" 93. Esta formula
es general. En e1 Mejico azteca, como en ot;a5. 50ciedades ~i~lraulieas,
el gobierno detenninaba unilateralmente que tipOS de servlClQS nece"
sitaba.
No giendo tierras olieiales las posesiones privadas no Be mantenian
intactas por voluntad del gobierno. Y no siendo .fun~os alodiales 0 feu
dales, no cran vinculadas a la voluntad del prOTHctano: no son de ma~
yorazf!,O 94. De hecho las tierras privadas del Mejico anti guo eran tan
parecidas a las tierras de sinecura de otras sociedades orientales como
M
Son muehas las sociedades orientales en las que habia menos tierra
privada que tierra controlada pOl' el gobierno. La tierra privada era
insignincante en las altas culturas de America central y meridional en
e1 momento en que fueron eonquistadas por los espafioles. Siguieron
siendo un Yilsgo secundario en India, Sumer, Babilonia, Persia, las mo~
narqui3s he1enisticas del Oriente Proximo, y la sodedad ishimica. En
las primeras fa':,es de la sodedad china estatalmente centrada parece ha~
ber tenido tan pnca importancia como en la America prehispanica; y
cuando China, bajo e1 impacto de las fuerzas del Asia interior, abandon6
temporalmente las tormas lib res de propiedad rustiea que babian prevalecido a final de la epoca chon y durante las dinastias imperiales de los
Ch'in y Han volvieron a prevalecer los patrones regulados de regimen de
Ia tierra.
Asi, nuestra investigaci6n confinna 10 que a modo de ensayo suge~
rimos al comienzo de nuestra discusi6n del regimen de la tierra hidniu~
liea. Antes del perioao actual de desjntegraci6n y transki6n institucionales, la tierra privada pudo haber prevalecido en ei Oriente Proximo
bajo el gobierno romano; sin duda prevalecio en China de5de la ultima
parte del primeT milenio precristiano hasta el siglo V d. de C. y, despues de un interludio de casi tres siglos, de nuevo y en nuestro tiempo.
EI Oriente Proximo romano: ;,Puises tan clasicamente hidraulicos
como Egipto, bajo el gobierno romano, desarrollo realmente patrones
complejos de propiedad? Los -conquistadores estabiecieron propiedad
rustiea privada dentro de los terminos del derecho provincial romano 96;
y en el Egipto bizantino anterior a la conquista arabe es segura que los
Hpoderosos", los dynatoi pose ian grandes fundos. lPero en que medida
estaba extendida. 1a pl'opiedad rustica a principios del Imperio romano?
l Y en que medida preva1eci6 durante los siglos V y VI?
Bajo 1a influencia romana se creo propiedad territorial privada me~
328
PATHONES
D1:~
COMPLEJIDAD PROPIETARIA
329
fiscales que los colcni habian presta do anterlormente 110. Los tenedores
de los nuevos fundos eran delegados para recaudar los impuestos al
gobiemo de sus colon. PeTO aunque esta funcion dotaba de gran poder
a los nuevas terrateniente.3 ll1, el estado mantuvo sus derechos fiscales
sin compromiso: "e1 tipo de impuesto era el mismo para todos" 112, Asf,
105 tenedores de btifundios no tenian priviIegios en e1 aspecto fiscal
mas importante: "no hay evidencia alguna de que su tipo de tributacion
fuese menor que el de los demas" *,
Bajo Justiniano (mas precisamente, en 538) el gobierno bizantino
esperaba un producto tributario de Egipto mayor que el mencionado
para la epoca de Augusto 113. Este hecho impUca numerosas cuestiones
que hasta ahora no han sido resue1tas 114. Sin embargo, para nuestro
proposito baste saber que el gobierno bizantino efa capaz de imponer
irnpuestos sobre los labradores egipcios con tanta extension y exito como
10 hicieran los roman os bajo BU primer gran emperador.
A decir verdad, habia en Egipto a finales de la epoca bizantina gran~
des unidades de propiedad rustiea privada: latifundios. Estos latifundios surgieron bajo un gobierno burocratico j eran poseiclos principal.
mente por terratenientes burocraticos; y estaban organizados de una
manera claramente buracratica **.
Todo esto 10 sabemos. Sin embargo, no sabemos "si estos latifundios
"* Johnson y West, 1949: 240. En los siglos II y III los recauciadores de
impuestos parecen haber sido principalmente grupos municipales u hombres de
negocios particulares a quienes se haMa impuesto debetes fiecales como una "litur.
gia". E1 gobierno empleaba cstas obligaciones liturgicas para dcstruir Ia fuerza
economica de los grupos basados en la propiedad (Wallace, ]938: 347 55.); y transferia las tareas fiscales a los terratenientes burocniticos, que, estando mejor rela4
cion ados politicamcnte, tenian exito clonde habian fracasad-o los empresados par.
ticulates. Pero cstos terratenientes no eran en sentido alguno senores feudaIes, que
podian apropiarse el grueso del sobrante campesino que recaudaban. Desde el
siglo IV a1 VI los recaudadores bizantinos generalmente redbian comisiones de
un 2 por 100 de recaudacion de trigo, 2 ~ por 100 de la de cebada, y 5 IJor 100
sobre cl vino y eerdo (Johnson y West, 1949: 328, d. 290). No sahemos si estos
tantos por dentos eran validos para Egipto (ibid,); pero sabemos que e1 recau
dador de Impuestos egipcio tenfa derecho a quedarse de un octavo a un doceavo
de In moneda que haMa recaudado (ibid.: 268, 284), esto es, una comision del
8 a1 J5 por 100. Mediante manipulaciones podfa aumentar .m participacion de
un 10 al 20 por 100 del impuesta- de dinero (ibid.: 268, 284 5S.).
-/HIBell encuentra que en contraste con el senodo feudal en Occidente, que
"era una replica en pequeno del reino a que perteneda", 81 fundo del Egipto bizan4
tino I'repro-ducia en pequeno el imperio bUNlcratico de que formaba parte; Ell or
ganizuci()n y jerarquia de funcionarios cstaba rnodeladn sobre Ia burocracia im
perial. Realmente a voces es imposible, a1 manejar un documento en papiro de
esta epoca, cerciorarse si las personas CUYM titulos se mencionan en el eran fun.
cional'ios imperiales 0 sirvientes de alguna gran familia" (Ben, 1948: 123 ss.).
Esta coincidencia de titulos, lej'os de ser accidental, refleja una coincidencia' de
330
331
. '* Buck, ]~~7: 193. La estimaci6n empleada par e1 Dr. Buck apunt-a que ia
tierra de poseSlDn privada era de un 92,7 por 100, la tierra asignada a los nobles
manch,?es Junto con alguna "tierra de la co-rona", un 3,2 por 100, "la tierra del
estado (tIerra 'puesta aparte para e1 mantenimiento de escuelas, propositos reli.
giOBOS [culto estata1l) un 4,1 por 100. Estos datos son aproximados. No tienen
en cuenta a la tierra privada ancestral y la de los templos, que, segUn la misma
fuente, representaba menos del 0,05 por lOa.
332
3.
b)
333
draulica?
Vemos que 1a propiedad rustica privada estuvo presente en lTIuchas
civilizaciones hidniulicas; pero excepto un peTiodo breve y reciente de
transicion, las tierras privadas fueron menDs extensas que las publicas.
Mas aun. Incluso donde prevaleci6 la propiedad Iustiea privada, inva
riablemente no pudo lograr e1 tipo de libertad que es posible en una
sociedad no hidniulica pluricentrica.
a)
EI despotismo oriental restringe unilateralmente la libertad del terrateniente. a gozar de los frutos de su propiedad, a decidir su empleo,
a legarla hbremente (por testamento) y a protegerla mediante la oro-anizacion politi ca.
b
El gobierno agrodesp6tico
exige
pagos
de
todos
los
terratenientes
.
,
tanto para BU proplO uso 0 para el uso de personas 0 instituciones eg_
pecialmente privilegiadas (templos, mezquitas, iglesias); y determina el
impuesto de 1a tierra unHateralmente, de acuerdo con su propio (de los
gobernantes) standard de racionalidad. La tenencia puede estratificar e1
sector propletario; y la fuerza cambiante de las autoridades locales y
centrales puede alterar la distribucion de los ingresos estatales dentro
del orden burocnitico. Pero ninguna de estas condiciones afeeta al .acuer~
do fundamental que ohliga a los propietarios y posesores de la tierra
en general a entregar una parte sustancial de sus ingresos a los representantes del estado.
Directamente este acuerdo exige los frutos de la propiedad rustica
operacional. Indirectamente tambien influye (y Hmita) el uso que ha de
clarse a un trozo de tierra. E1 gobierno basa sus exigencias fiseales en
el supuesto de que los ocupantes campesinos (0 propietarios) recogeran
una cosecha capaz de producir un cierto producto. Esta exio-encia obliga
al cultivador a sembrar la cosecha standard 0 un sustitu~o aceptable.
0b.casionalme:lnte, y particularmente en ordenes agrarios regulados, el golerno pue e prescribir expresamente el cultivo de eiertas plantas 0
arboles (arroz, trigo, olivos, canamo, algodon 0 moreras); y en estos
casos anula la Hbertad del propietario a determinar como ha de emplear
suo t~erra ... Sin embargo, frecuentemente el gobierno se contenta con pres~
cnbu cuanto ha de pagarse por ella. En ambos casos el resultado es un
crudo tipo de economia planificada, que limita sustaneialmente la libertad de eleccion y aecion del cultivador.
En capitulos ,anteriores hero os discutido las restricciones en Ia liber~
tad de disponer de la propiedad y organizar su pro tee cion. Las leyes hidriiulicas de la herencia fragmentan Ia propiedad privada de la tierra.
La incapacidad del terrateniente de fortificar su posicion propietaria me~
diante organizaciones independientes nacionales, y politicamente eficaces
es tan clara en las sociedades hidraulicas -complejas como en las semi~
complejas 0 simples.
Esto no quiere decir que e1 pl'edominio de la propiedad rustica pri~
vada y la expansion del terratenentismo en civilizaciones como la China
tradicional sean socialmente irrelevantes. No 10 son. Pero la extension
334
1.
335
cualquier predo que el tasador del rey juzgase apropiado 3. Pero e1 hechode que el gobernante y sus funcionarios paguen por algunas mercancias
y servicios no niega el canicter despotico de su regimen. Solo muestra
que en con junto el regimen despotico procede .sobre la base de las regu!aciones legales y propietarias que ha establecido.
Lo que e5 cierto para e1 despotismo oriental no 10 e8 menos para e1
rnoderno estado industrial de aparato. La observaci6n superficial puede
ser satisfecha con la presencia de leyes que tratan de 1a propiedad. Pero
ningun analista realista liamani democnitieo al gobierno de Hitler porque
trate a la propiedad judia de acuerdo con las 1eyes de Nuremberg. Ni
negani e1 cantcter absolutista del primitivo estado sovietico porque com*
pre grano, a un precio fijado por el gobierno, de los campesinos que 10
producen individua1mente.
2.
3.
Las ventajas tecnicas aCl'ecentadas por metodos que solo pueden em~
plearse por gran des equipos pueden iguala: 0 sobrepasar a 10 c.on~e?uid(}
por el esfuerzo individual,o por el trabaJo de unos cu~ntos, m~lvlduos
de la familia trabajando Juntos. Pero cuando las ventaJas teemeas son
insignificantes 0 faltan por completo, los incentivos para la aecion indi
vidual tienden a ser mas eficaces.
La Bcden individual no necesita basarse en la propiedad. E1 ocupante
336
de un trozo de tierra puede ser s610 su posesor, pero en la epoca premaquinista y ba jo condiciones tecnicas comparables es verosimil que
produzca mas que un mierobra de un equipo que trabaje a JOIna!. En
todD el mundo hidniulico encontramos~ pues, a los eampesinos cultivando
su tierra individualmente mas que colectivamente; y dande los animales
de trabajo aumentaTon las ventajas del cultivo individual, e1 trabajo cam
pesina a pequefia esc ala tambien sustituy6 81 linico sistema importante
de agricultura coleetiva, el sistema de campo publico. En la artesania
y e1 comereia la empresa privada generalmeute se ba5a en la propiedad
privada. En la agricultura In posesian privada generalmente es suficiente
para hacer que e1 campesino proceda con gran cuidado. EI arrendamien
to, como la propiedad campesina, ha creado una intensidad de cu1tivo
.comparable a la horticultura.
Es verdad que el deseo del arrendatario .a poseer 9U tierra es enor
memente fuerte. Aun bajo las condiciones fiscales mas adversas, la mayor
parte de los campesinos propietarios se aferran a sus campos con la e&
peranza de que la presion fiscal irracional 5e aligere antes de verse obli~
gados a abandonar su prop-iedad.
La artesania privada de base propietaria ereo muchos de los bellos
objetos (teji:los, trahajos de madera, cuero y metal) que deleitan al estu
dioso de la civilizaci6n hidniulica; y los campesinos hidraulicos que
cultivaron sus campos individualmente sobrepasaron a los siervos de la
Europa medieval en ingenio y productividad. Esto era asi aun cuando
estos campesinos fueran solamente los ocupantes hereditarios de tierra
regu1ada; y fue asi atm mas cuando eran arrendatarios 0 propietario.5privados. De hecho, no es del to::1o inverosimil que la intensidad excepcional de la agricultura en 1a China tradicional se derivase del hecho
de que la propiedad eampesina privada estuvo mas extendida alii que en
ninguna otra civilizacien hidniuliea mayor *.
b)
337
338
4.
5.
a)
339
Hedonismo burocratico
Dentro de 1. c1ase gobernante surgen problemas de tipo muy direrente. En las sociedades hidraulicas simples, -casi todo el sobrante na
donal es apropiado por e1 gobernante y sus servidores. Y aun cuando
se permita a grupos interme~iarios, como los mercaderes, s~c~r provecho
considerable de sus transaCClones, 1a clase gobernante contmua monopo
339). En la vispera del primer plan quinquenal, Stalin repetia la formula de Lenin
de que los pequenos pT{lcluctores son "la ultima dase capitalista" (ibid., XXXlI:
4-(0). Insistfa en que eBta clase "criani capitalistas en sus filas, y no puede ayudar
a criarlos, constante y eontinuamentc" (Stalin, 1942: 102). No hay testimonio de
que Lenin 0 Stalin basasen sus 'puntos de vista en un estudio serio de la situacion
polftica de los pequefios terratenientes campesinoo bajo el poder del estado absolutista. Las acusaciones pseudocientificas de Stalin de 1928 5610 sirvieron para
preparar 1a burocracia sovietica y al pueblo sovietico para la total liquidacion
de la pequena propiedad cllmpesina.
* Los placeres de consumpcion en la ultima China imperial se pintan con gran
oetane en novelas comu el Sueno de La Camara Roja.
** En frances en el texto (N. del T.).
h)
340
hijos habran de ser educados para la mas deseable de las metas: una,
carrera gubemamental. Por eso, el funcionario precavido entierra metales preciosos y joyas en la tierra. 0, mejor aun, conv~erte parte de eu
propiedad privada pasiva en propiedad activa. Comp-ra tIerra para arrendarla 0 emplea sus fondos provechosamente como contratista guberna
mental (especialmente como recaudador de impuestos), 0 como prestaMeta de dinero, 0 como socio en empresas comerciales privadas. Sobre
la base de Sll propiedad burocTlitica se transforma en un terrateniente
burocratico y / 0 un capitalista burocratico.
Naturalmente hay otros que tambien son terratenientes. Dondequiera
que la tierra puede ~najenal'se libremente, los pequefios propietarios se
preocupan de comprarla 7. Y puede haber tamb.iim capitalistas no buro~
craticos. Pero, dado que el poderoso aparato de estado sobrepasa ,con
mucho a todas las demas fuerzas de la sociedad hidraulica como adqui~
sidor de los ingresos agricolas y no agricolas, los funcionarios figuran
de modo preminente entre los arrendadores de impuestos, y, dondequiera
que puede comprarse la tierra, como terratenientes.
En 1a China imperial e1 predominio de la propiedad rustica privada
permitio a los funcionarios invertir en tierra una parte considerable de
sus ingresos. Un amilisis reciente del funcionariado y la hidalguia buro~
cratica en la China del siglo XIX sugiere que a finales de la dinastia
Ch'ing los funcionarios en activo y antiguos. poseedores de titulos 0:6.ciales, y poseedores de altos grados de examenes, juntos, podian haber
recibido rentas de tierra que suMan a 165 miUones de taels anualmente
y unos 35,5 mi1lones de taels de actividades empresariales. Al mismo
tiempo, todos los poseedor-es de grados inferiores recibian juntos unos
55 millones de la primera Iuente y 40 millones de la segunda *. Estas
cifras indican que la mayor parte, con mucho, del ingreso par renta de
los funcionarios ilustrados iba a1 escalon superior de este grupo, que er.a
predominantemente burocratico (105 funcionarios actuales, ,antiguos fun~
w
'* Estos y otros much-os datos iluminadores han sido tornados de un estudio
general sobre Ia "hidalguia" china en el siglo XIX por e! Dr. Chang Chung-Ii,
Universidad de Washington, Seattle, que me ha permitido genert.*amente su inclusion en el prescnte estudio. Los fundanarlos y graduados se c1asifican juntos, -por~
que durante la iiltima parte de Ia China imperial constituian un grupo estatal
shen-shih (vease mas abajo, cap. 8). Su ingreso cmpreBarial pfocedia principalmente
de inversiones en bancos indigenas, casas de empefio, y el comercio de la sal (Chang,
G!. part. II). El estudio del Dr. Chang mueslI'a que los sMn-shih -'''un gl'UpO privilegiado con capacidades y fundone" gerenciales"-- recibfa "de los servicios gubernamentaleg., servici-os profesionales, y servicios de nobleza". un ingreso mayor
que de la renta 0 actividades mercantiles (carta del Dr. Chang, del 20 de ma.r:ro
de 1954).
341
6.
a)
de tftulos oficiales constituian el 67 por 100 del grupo superior; despues del periodo Taiping, Ia cifra subio al 75 por 100 (Chang, CG, Part.
rD.
342
h)
Esto no signifiea negar la importancia de la propiedad en el establecimiento de las diferencias sociales (clases). La aparici6n de la artesania y e1 comercio basados en la propiedad y la expansion de 1a
propiedad rural privada lleva consigo la emergencia de nuevos elementos
sociales, grupos y dases. Por ende, no s610 'es legitimo, sino necesario,
IDostrar de que manera los patrones de diferenciaci6n social se cOrrelacionan con los patranes de propiedad privada.
Sin embargo, se ve fiipidamenk que en la sociedad hidnlulica e1
problema de la diferenciaci6n social impliea algo mas 9ue la cuesti6n
de la presencia 0 extension de la propiedad privada. Una vez estable~
cida, la riqueza buroc!(\tica es propiedad privada, pero esta enraizada, y
se deriva de la propiedad gubernamental, y su distribucion intraburocnitica se basa en condiciones politicas que no pueden explicarse en
term.inos ,de propiedad privada.
CAPITULO OCTA.VO
344
Ia premmenCla economlcosoClal del estado en las civilizaciones hidrauHeas con las que Smith estaba familiarizado *. Los sucesores de Smith
de.fin~:ron 1a pecul:iaridad de Ia sociedad asiatica con mas claridad j pero
tambIen elios trataron a "Asia" como una categoria residual en un sistema socio-economico que consideraba 1a propiedad privada y los ingresos de ella derivados facto res decisivos en la formacion de clases.
A pesar de sus deficiencias obvias, el concepto propietario de clases
estimulo en gran manera las ciencias sociales hasta principios del siglo xx. Sin duda, este concepto es esencial para 1a comprension de SOD
ciedades -en las que prevalece una inerte propiedad privada independiente; y sigue siendo importante tambien para la inteleccion de algunos
aspectos secundarios de sociedades basadas en el poder. Pero es insuH~
ciente cuando se apEca sin matices a formaciones del primer tipo. Y es
igualmente inadecuado cuando se emplea como medio esencial de expHcar las formaciones del segundo tipo.
EI crecimiento del gran gobierno en much os paises industriales modernos y la aparicion de estados totalitarios en la URSS y Alemania nos
permiten reconoeer al podel' estatal como un determinante preminente
de la estructura de clases, tanto en nuestro tiempo 'como en el pasado.
Tambien nos permiten ver, mas claramente que antes, Ia importancia del
poder en el establecimiento de la dase gobernante en la sociedad hiv
dniulica.
B.
1.
ESTRUCTURA DE CLASES
345
'* Max Weber llamo la atencion sobre el hecho de que bajo condiciones de
poder burocrlitico SUJlremo la masa de la poblacion estli toda reducida al nivel de
"los gobernados", que se yen frente a "un gruJlO burocnitico burocniticamente eg
tratificado" que de hech'O, e inclUEo formalmente, pueden ocupar "una posicion
autocratica", (Weber, WG: 667; cf. 669, 671).
346
LOS GOBERNANTES
.2.
347
c.
1.
LOS GOBERNANTES
1.
El gobemante y 10 corte
348
LOS GOBERNANT.ES
Algunos ca1ienta~sillas burocraticos pueden ser anodinos e inofensi'vos; e incluso gobiernos controlados y servidores del bien comtin estan
plagados de elIos. Perc una burocraeia se hace verdaderamente formi~
dable s610 cuando sus cargos son los centros organizadores de un poder
despiadado. y total. Por esta razon el esfuerzo de Stalin para ocultar el
Frankenstein burocnitico del regimen sovietico detds de la fachada semihumoristica de Hcaliellta~sillas" ineficientes no ea mas que un intento
burdo de crear un mito totalitario.
Los altos funcionarios eomprenden a 105 {uncionarios civiles y mili
tares de status reconocido. No incluyen los suhalternos burocniticos. Los
funcionarios civiles se parecen a sus eolegas militares en que ambos
estan en puestos de ruando y capacitados para tomar decisiones limitadas
e intermedias, en que ambos forman parte de cuerpos centralmente di~
rigidos, que ambos sirven a su gobernante incondicionalmente (y fre~
-cuentemente a pleno empleo), y que ambos se alimentan del gobierno,
bien por un salario 0 bien por ingresos sacados de tierras oficiales .asig~
nadas por eI Estado.
Un ejercito es esencialmente un instrumento de coercion y como tal
no es necesariamente una institucion burocnitica. Pero el manejo de ejer~
.:citos dirigidos por el pader central de tipo oriental lleva consigo una
planificaci6n organizadora considerable, que en las civilizaciones con
escritura bO"eneralmente se realiza mediante bureaux. Muchos oficia1es son
combatientes 0 administradores; pero a menudo los funciorraTios combatientes estan separados funcionalmente de los funcionarios burocrati('os (klilitarbeamte). En to do caso los oficiales no son caballeros feuda]es sino funcionarios del gobierno, y, como tales, forman parte del alto
funcionariado.
2.
3.
349
Los subalternos
350
b)
LOS GOBERNANTES
Desarrollos horizontales
1. Satrapas
El Imperio persa de los aquemenidas diferia del Imperio chino
tanto en su origen como en gU estructura. La unificacion de China fue
preparada por siglos de crecimiento institucional; y las areas centrales
de la cultura china eran suficientemente fuertes y populosas para hacer
relativamente UcH Sli dominio sohre las regiones exteriores y colonizadas. Al reves, los persas, en una sola generacion, extendieron Sli gobierno
mas alIa de los confines de su patria a cuatro paises extensos, cada uno
de los cuales tenia una cultura bien definida: Media (549), Lidia (546),
Babilonia (538) y Egipto (525). Abolieron las casas rein antes en estas
cuatro regiones y ademas cambiaron el mapa politico clivi diendolos en
numerosas provincias, cada una gobernada por un satrapa 6.
La heterogeneidad y extension de sus nuevas adquisiciones ohligo a
los conquistadores persas a dar a sus satrapas una libertad no frecuente
en el manejo de los negocios politicos. Un satrapa podia conservar su
puesto durante mucho tiempo, y a veces podia ser sucedido por Sll hijo 7,
351
2.
353
LOS GOBERNANTES
y cultural que muchos otros principes nativos que cayeron bajo eI yugo
de poderosos imperios hidraulicos.
Los creadores del Imperio inca permitieron que los gobernantes Va..
luntariamente rendidos mantuvieran su posicion oficial; pero estos CU~
racas estaban subordinados a los gobernadores incas *. Ademas, 105 altares de las mas altas deidades de la region fueron trasla-dados a1 Cuzco,
y l~s caracteristicas eseneiales de 13 religion incaiea, impuestas sobre ,sus
nuevas subditos 24, Mientras de alguna manera perpetuaban la apanen..
cia de un gobierno indigena, los curacas eran para todos los fines practicGs, partes integrantes del funcionariado imperial **.
En la India musulmana tambien numerosos "jefes" 0 gobernantes
nativos (mis, rajiis) se inc1uian en el orden gobernante, aunque de modo.
alO'o diferente. A un raja se Ie permitia conservar muchos rasgos secun~
daodos ,de su poder anterior, si prometia surnision incondicional politic.a
(y fiscal) a su nuevo senor. Dice Moreland: "Su [del jefel haciend~
dependia de BU lealtad, que ante to do significaba pago. punt~al de t:l~
buto" 25. Los rajas eran mas 0 menDS lihres para determmar como. habla
de recolYerse el tributo en sus regiones 26, En epoca de Akbar selS provineias ~as antio-uas. Que 'constituian e1 nucleo del imperio, fueron administradas casi ent~ra~ente por el gobierno central, mientras que las
provineias exteriores presentaban un cuadro :nixto, siendo algu?-~s27dirigidas por funcionarios nomhrados PO:: la capItal y ~t,ras por raJa,~ .
Los satrapas persas, los curacW; me as y los rajas de la IndIa rn~
sulmana constituyen una serie de variantes en la escala de 1a subord'lnacion polltica. Las relaciones entre un satrapa 0 curaca Y Sil soberano
eran claramente no contractu ales ; en sustancia, como en la forma, el
jefe exigia sumisi6n total. La posicion de algunos rajas, incluia elemen~
tos de aeuerdo contractual; pero estos se expresaban mas ,de heeho que
formalmente. S610 pensando en dependencias vinculadas muy levemente
aceptaba un senor desp6tico una relaci6n cuasi contractual bajo capa
de una alianza.
EI eontraste con los patrones feudales de subordinaci6n es manifies:o.
Bajo un regimen feudal es esencial la relacion co~tr~ct?al, y caract.enza
el nuc1eo del orden feudal. Bajo un despotismo hldrauhco las relaclOnes
de sumisi6n total caracterizan el nueleo del sistema burocnHico y tam-
352
3.
Los analistas de los estados de aparato industriales modernos se oeupan igualmente de las diferencias entre los funcionarios del nucleo tota~
Htario y los cabec.illas de los paises satelites. En estos -casos tambien
es esencial darse cuenta del papel supremo de las metropolis y las dife
renciaciones estructurales que caracterizan a sus extensiones horizontales *. TambUm es esencial para ver la tendencia a la subyugaci6n intensificada en periodos de crecimiento y coordinaci6n imperialista. EI
aliado cuasi independiente de ayer puede ser el aHado dependiente de hoy
y el satelite, el satrapa 0- el funcionario rutinario de manana.
En ]a sociedad hidraulica esta tendencia tiene 5U contrapartida en
los desarrollos que pueden, en ultima instancia, remp-Iazar un regimen
despOtieo unificado par varios de estos sistemas. EI Egipto faraonico se
descompuso temporalmente en numerosos territorios cuasi independien.
tes, y 1a China postT'ang fue aun mas seriamente desmemhrada. Pero
355
LOS GOBERNANTES
en ambos casos las nuevas unidades politicas perpetuaron metodos despOticos de estatismo, y e1 termino "feudal", que puede con alguna Ii
cenda poetica aplicarse a la relaci6n entre e1 centro debilitado y sus
subunidades mas amplias, es cornpletamente inapropiado si 5e emplea
para designar subunidades que, ,de hecho, no son sino replicas separadas
y mas pequefias de un modelo despOtieD mayor.
El mecanismo de control de los modernos estados de aparato haee
sumamente dificil la separaci6n mientras persiste Ia metr6poli despotiea.
La defecci6n de la Yugoslavia de TUo fue posible por circunstancias
geomilitares excepcionales 28. Sin duda, las extensiones horizontales del
mo-derno estado de aparato no son identicas -aunque ofrecen paralelos
instructivos- a los territorios de los satrapas, rajas 0 aliados dependientes en la sociedad hidraulica.
2.
354
1. La casa gobemante
La poligamia fue una instituci6n reconocida en la inmensa mayoda
de todas las sociedades hidraulicas *, y por razones obvias el soberano
tenia oportunidades unicas de utilizarla. Sus numerosos parlentes (de
sangre 0 matrimonio) gozaban generalmente de un status social distinguido, y gradualmente gozahan tambien de considerables ventajas materia1es. EI que el despota los empleara en el gobierno, y 1a medida en
que 10 hacia, dependia de numerosas cireunstancias. Pero cuando los
empleaba tenian una excelente oportunidad de subir a puestos de premia
nencia y poder.
La hidalguia bUTocratica
356
357
LOS GOBERNANTES
*" Jatakam, II: 143, n. 1; cf. IV: 541, n. 1. ~n esta epoca ya existian castas,.
jati. Pero los jati, que mas tarde -aumentaron hasta varios miles, no son identicos
a los cuatro varna mayores, los kshatriyas, brahmanes, vaisyas, y sudras. EI uso
de la palabra varna ("color") como una denominacion para estas grandes divisiones, se remonta a la epoca cubierta 'por e1 Rigveda -esto es, la epoca cuando los
arios, personas de "color claro", sometieron a los dasyus mdigenas-, las personas
de "color 06curo" (Rapson, 1922: 54; vease tambien Renou, 1950: 63). Despues
de esta epoca el termino varna "designa "un orden social" independientemente
de toda distinci6n de color" (Rapson, 1922: 54) 0 una "clase" u "orden". Smith
(1928: 36), siguiendo a 5hama Sastri, sugiere esto5 0 "aiglin termino equivalente".
Cf. tambien RhysDavids, 1950: 46. Las reglas de castas, jati, que regularon con
ma.s fuerza la dieta y el matrimonio, mode1aron cada vez can mayor rigidez los
cllatro ordenes., entre los cuales, sin embargo-, solo los brahmanes persistieron en
toda la India y hasta la epoca moderna: "En ningun tiempo ni Iugar existieron
cuatro castas originarias, y actualmente los terminos kshatriya, vaisya, y sudra no
tienen significaci6n exacta como una clasificaci6n de castas existentes. En el norte
de la India los nombres vaisya y suora no se usan excepto en libros de disputas
&obre cuestiones de precedencia de casta. En el sur todo!; los hindues que no son
brahmanes son denominados sudra, mientras que las denominaciones kshatriya y
vaisya son pnicticamente desconocidas" (Smith, 1928: 35). La consolidacion, ascension social y persistencia de los hrahmanes en Ia India hindu y musulmana es
un aspecto crucial de la histO'ria larga y complicada de la sociedad hindu.
358
359
LOS GOBERNANTES
* En un allliliBis de la hidalgufa china publicado en 1946. H. T. Fei destacaba sus aspectos p-ropietario y burocnitico; pero su formulaci6n del segundo
punto queda algo oscura: "Hasta que uno de los miembros de Ia familia [de un
terrateniente] entra en el grupo escolar y en el funcionariado no se consoEd-a su
posicion en Ia hidalgufa" (Fei, 1946: 11; subrayados mios). En 1948, en un 1ilin>
que ClScribi6 antes de pasar a1 campo comunista, Fei, al definir Ia hidalguia, menciona sus conexiones con e1 cargo gubernamental antes que la propiedad rustiea:
"La hidalgufa pueden ser funcionarios retirados {) parientes de funcionarios 0
simplemente terratenientes ilUlStrados" (Fei, 1953: 32). Para apreciar debidamente
la afirmaci6n de Fei debe recordarse que el rechaza toda idea de un senorio- cam~
pesina que se 'perpetua a sf mismo en China. El derecho de herencia disolyfa
inc1uso grandes posesiones; y tradicionalmente el camino principal de adquirir
tierra era mediante un puesoo guhemamental (vease Fei y Chang, 1945: 302).
Esto impliea que el grueso de los terratenientes chinos, y particularmente los gran~
des terratenientes ilustrados, eran terratenientes bUIocraticos, esto es, miembros
tipicos de una hidalguia burocnitica.
Eberhard, en una reciente definicion de la hidalauia china menciona primero
su "propiedad rustica"; de nuevo se refiere a su asp~cto propietario, y ante todo.
cuando describe "la clase de los hidalgos" abarcando "terratenientes, ilustrados y
polfticos en una y fa misma clase", normalmente con "representantes de las tres
ocupaciones en una familia" (Eberhard, 1952: 16; d. 14 sl1brayado en el original).
Eberhard "no 5e cree capacitadQ para escribir sobre Egipto, Mesopotamia e India"
(ibid.: 35, n. 2); y no Hene en cuenta los conceptos de Riistow de usultanato
helenfstico-oriental" y de 1a esc1avitud de cstado burocratica de finales del Imperio
romano (Riistow, OG, II: 189, 187). Careciendo de los instrumentos esendales para
un estudio comparativo del gobierno y propiedad orientales, no se aa cuenta del
canicter peculiar (y la fuerza) del primero y del caracter peculiar (y dehilidad) de
la ultima.
** .~hang (GI! part. II). Muchas tareas de esta c1ase, como la construcci6n y
reparaClOn de cammos locales, canales de riego y diques fluvialee y recaudaci6n de
contrihuciones y alimentos para e1 gobierno, pertenecen al tipo intermedio de
emp-resas, que en la sociedad hidraulica a veces son manejadas por la burocra-cia
y orras por particulares (d. Wittf-o-gel, 1931: 413 ss., 445 S8.). :Moos p-articulares
casi siempre son miemhros de la clase bur-ocratica gohemante, y su trahajo adquiere un caracter semioficial cuando e8ta respaMado por la autoridad guberna~
mental para la recaudaci6n de fondos y la moviHzacion del pueblo.
camino para una mayor influencia politica y social, era incomparablemente mas remunerador en el orden material. El tipo medio de altos
funcionarios civiles pudo haber sacado de su cargo unos 1.700 taels *.
El micmbro normal de los shen~shih, inferiores probablemente, teni.a
unos ingresos anuaies de unos 200 taels de sus ~~servicios hidalgos".
Para algunas sociedades hidraulicas, nuestros testimonios sobre la
existencia de una hidalguia burocnitica son meramente hipoteticos; para
otras, concluyentes. Pero aun donde escasea la documentacion parece indie ada la presencia de miembros privilegiados ,de la casa reinante y de
una hidalguia burocnitica, aunque menos, tambim privilegiada. Los altos funcionarios 5e preocupaban de compartir las ventajas de sus puestos con sus parientes. Y dentro de la esfera de su poder sin duda 10 hicieron as!.
3.
T0/30S
* Estas estimaciones se han hecho sobre Ia base de los datos en Chang, GI.
parte II.
360
LOS GOBERNANTES
b)
preoficial
361
2.
362
3.
ltn
LOS GOBERNANTES
gra~
Los laherintos de la ideologia y la escritura, y la mayoria de las cuIturas hidniulicas por encima del nivel tribal tuvieron escritura, tendian
a haeer que la especializad6n para un cargo fuese un asunto lento y
los que participaban en 131 a menndo -constituian un grupo especial. 5i
eran aceptados en "colegios" 0 "universidades" oficiales, eran cuidadosamente seleccionados y restringidos en numero. Esta era la situaci6n en
e1 Mejico azteca y en Bizancio, bajo los mamelucos, en la Turquia otomana, y durante algunos periodos de 1a historia china como en la epo~
ea Han.
Donde los estudiantes eran educados en los templos y por sacerdotes,
BU formacion no era especificamente burocnitica pero BU numero era
igualmente restringido. Donde los -examenes competitivos estaban abier~
tos al publico generalmente, como ocurria hajo las dos ultimas dinastias
chinas, los estudiantes eran mnchos, y los graduados menores, numerosos.
Expuestos a un largo e intenso proceso de ensefianza, los estudiantes
podian haber sido aun mas sensibles a los beneficios y eminencia de la
vida burocratica que los que desempeiiaban un cargo. La conciencia de
c1ase burocratica podia ademas consolidarse si los graduados podian
lIevar a cabo algunas funciones semioficiales. Los miembros de los shenshih chin-os, que poseian grad os, pero aun no habian alcanzado un pues~
to, son el ejemplo chisico de un grupo preburocnitieo.
4.
363
Nuestro examen revela que incluso bajo las condiciones mas simples
la clase gobernante en 1a sociedad hidrauliea se divide en varias subsecclones. Bajo condiciones mas diferenciadas tiende a seI una entidad bastante compleja. lHasta que punto los miembros de las distintas subseeciones tienen conciencia de la peculiaridad y superioridad de su posicion
de c1ase?
La concienci.a de clase probablemente es un factor menos general -y
ciertamente menos dimimico- de 10 que e1 marxismo nos haria creer.
Pero no cabe duda que los amos de la sociedad hidraulica, que gozaron
de extraorJinarios privilegios de poder, ingresos y status, forma ron uno
de los grupos de cIase mas eonscientes en Ia historia de Ia humanidad.
A decir verdad, su conciencia de cIase no siempre se expreso en ima~
genes que resaltasen su grandeza como fundonarios. Los hombres al
servicio de 1a Turquia otomana estaban orguHosos de ser "esc1avos" de
su sultan. La gloria de la clase gobernante, como eIlos Ia veian, descansaba sobre su gobernante autocratico. Los ide610gos politicos de la India
hindu subrayaban la preminenda del rey como protector supremo de
la religion dominante. La gloria de la clase gobernante, tal como eUos
la veian, descansaba sobre sus consejeros sacerdotales. Los fHosofos con~
fucianos rendian homenaje a su soberano absoluto; pero destacaban al
caballero ilustrado, que a causa de su formaci6n estaba Uamado a ser un
caballero burocrata. La gloria de la c1ase gobernante, como e110s la
veian, descansaba sobre sus funcionarios adecuadamente formados.
El confucianismo presenta el aspecto poIitico~social del tema can una
claridad no frecuente. Designando al caballero ilustrado como chiin~tzu,
Confucio destac.ba 1. cu.lid.d politic. de su hombre ideal. EI chiintzu
estaba perfectamente versado en la tradicion cultural del funcionariado
hereditario (Hnoble"), pero sus cualificaciones tenian esencialmente una
intenci6n politica. La palabra chun-tzu originariamente significaba "go~
hem ante" , "un hombre dedicado al negocio de gobernar". Despues de
364
LOS GOBERNADOS
D.
LOS GOBERNADOS
* La obra Clasico de la Historia con frecuencia se refiere a los funcionario$como shih (Legge, CC, III: 275, 367, 369, 626), como 10 hacen tambien las Odas,
(ibid . IV! 360, 409, 429 55., 569). Mas e5trictamente, el termino shih con nota'.
funcionarios de rango inferior (cf. ibid. I: 401). Como personas de formacion
adecuada, 1m shih se mencionan frecuentemente, particularmente en los escritos<
confucianos (cf. ibid., I: 168, 274, 276). La prueba 6ltima de su educaci6n re
revela en el servicio gubernamental (ibid., I: 271 55., 339). Ciertamente. se bus~
caba 1a amistad de un shih aunque no tuviese un cargO' (ibid.. I: 297).
Frecuentemente los shih se contraponen a los min. Los primeros sirven con.
distincion en el templo de los antepasados reales (ibid., IV: 569) 0' la corte~
mientras los 61timos les bU5can y admiran (ibid., IV: 409 55.). En ambos, los
shih y los min constituyen toda la poblacion. En epocas de intranquilidad sufren
ambos grupos (ibid.. IV: 560).
**: Confucio se preocupo principalmente de las competenciae civiles de los
shih; y esto sin duda modificaba una tradicion mas antigua (vease Legge, Cc, J:
passim; d. Wittfogel, 1935: 49, n. 3).
365
2.
Esclavos
* La clasificacion china que coloca a los shih antes de los campesinos, arte
sanos y comerciantes. no reconooe una cIase de personas cuya posiciov se funda
esencialrnente en 1a propiedad rostiell.
366
* Para India, vease C. A. F. Rhys-Davids, 1922: 205; Fick, 1920: 306 Ssw
Appadorai (1936, I: 317 ss.) no relaciona sus conc1usiones sabre el empleo de
esc1avQs en la India meridional a finales de Ia epoca hindu con su analisis de la
367
E.
1.
;2.
369
;368
cionales directamente sobre los que han subyugado, 0 utilizando colaboradores nativos, 0 estableciendo guarniciones estrategicamente situadas .
El gobierno mediante satrapas, curacas 0 rajas, generalmente es un
producto final de la conquista militar; e implica significativas gradadones horizonta1es de poder. Pero el orden institucional resultante no
es una sociedad de conquista en el sentido de la presente investigaci6n.
Yo hablo de una sociedad de conquista s610 cuando los conquistadores residen en las tierras de que se han apoderado, cuando nl liquidan
ni expulsan a la poblaci6n nativa, y cuando son suficientemente Dumerosas para establecer un cuerpo gobernante cohesivo y extrano, distinto,
aparte, y por encima de sus nuevos subditos.
Las sociedades incipientes de conquista han surgido como resultado
de conquistas primarias. Amplias sociedades de conquista aparecieron en
much as partes del mundo y bajo muy diferentes circunstancias. Su apancion fue inevitablemente estimulada por el atractivo del pais ambicionado y por la fuerza militar y movilidad de los conquistadores. Las cuIturas agricolas (y particularmente economias hidn'iulicas "ricas") eran
objetivos altamente deseables; y hasta los tiempos modernos, poderosas
tribus nomadas (especialmente pastores que sabian montar a caballo y
emplear Ia silla y e1 estribo) han tenido exitos 6ptimos en apoderarse
de cUag s.
3.
370
A..'\lTAGONISMOS SOCIALES
10
b)
Duplicaciones de clases
F.
371
. ~or razones obvias ~os representantes del estado despotico son signi~
flcatlVos en todo estudlO de la estructura de clases; y no es a causa
de que los hombres del aparato fonnen el grueso de Ia poblacion -10
qu~ sin duda no ocurre- sino porque el poder estatal, mas que cualqUIer otro factor, moldea la suerte de los miembros de la clase gobern.ante y de los plebeyos. Esto aparece claro de modo cristalino si consldera~os los .tre~ t.ipos mayores, de antagonismo social que surgen en
1~ socwdad hldrauhca: antagomsmos entre los miembros de las distmtas sUb:lases de plebeyos; antagonismos entre los pleheyos y el estado,
y a.ntagolllsmoS entre los mlembros de las distintas subsecciones del compleJO gobernante.
1.
372
2.
El significado de todo esto para e1 entendimiento de la sociedad hidniulica es de largo alcance. Un despotismo agrario que es bastante fuer~
te para evitar la organizacion poHtica independiente no ha de tolerar
la acci6n masiva como medio de plantear conflictos sociales. Los hom~
hres del aparato controlan fcicihnente las variantes religiosas y seglares
de la democracia de mendigos. Sospechan de todas las reuniones de
personas socialmente insatisfechas. Y generalmente se apresuran a que~
brar incipientes movimientos ,de masus.
Durante la epoca media de la dinastia Ch'ing, en 1746, algunos
arrendatarios de Fukien se reunicron para pedir un reajuste de sus rentas. Aparentemente esto no era mas que una disputa entre dos grupos
de personas privadas, pero sin embargo los funcionarios locales intervi~
nieron nipidamente y arrestaron y castigaron a los caudillos 2. Un edicto
subsiguiente inculpaba a los funcionarlos provinciales por haber permi~
tido que "el estupido pueblo se reuna y viole la ley" 3.
Un tratado Han sobre el estado y la empresa privada en las manu~
facturas de la sal y el hierro desaconsejaba a los hombres de negocios
privados el empleo de mas de mil obreros, dado que esta acumulacion
de gente podia dar oportunidades para una accion subversiva 4. A finales
de la epoca imperial un edicto notaba con enfasis que habia "habido
siempre una ley de esta dinastia prohibiendo el establecimiento de socie
dades y asociaciones de cualquier suerte que fuese" 5. La afirmacion ea
significativa tanto por Sil hostilidad a las asociaciones populares como
por BU falta de interes por los gremios industriales y comerciales exisM
tentes. Sin duda, el gobierno no contaba a cstns organizaciones entre las
sociedades y asociaciones poHticamente importantes.
Estas aetitudes impedian Ia aecion poli:tica masiva (lucha de clases)
como forma legitima de protesta sociaL Y 10 hacian incluso dentro de Ia
cla.<;e gobernante. Los conflictos entre miemhros de distintas subsecciones
de esta clase adquirian con irecuencia tinte politico porque implicaban exiM
gencias antag6nicas de privilegios basados en el peder; pero raras ve~
ees llevaron a una accion masiva politic a y abierta. La historia de la
sociedad hidraulica sugjere que la lucha de dares, lejos de ser una en~
fermedad cronica de toda la humanidad, es el lujo de sociedades multi~
centradas y abiertas.
M
G.
374
375
E1 contraste con el mundo hidraulico es clarisimo. Aunque los gremioa de la sociedad hidraulica Henen una hlsloria mucho mas Iarga que
sus correspondientes occidentales, raras veces, S1 es que alguna, se dedi~
caron a actividades miIitares y politicas de un alcance comparable *.
H.
"* Cf. mas arriba, cap. 4. Los mercaderes kanmi del Egipto mameluco acnmu
laron grande", fortunas en e1 comercio internacional de especies y como hanque
ros; y su comercio con paises como el Yemen 'pudo haber influido ocasionalmente
en la politica exterior del gohierno mameluco, que sacaba de el grandes ingresos.
Pero, a pesar de su importancia economica, los mercaderes karimi no Ingraron
alcanzar una posicion voHtica independiente c'omparable a la de 106 comerciantes
gremiales de la Europa feudal. Ven-se Fischel, 1937: 7255.,76 ss., 80 S5.; d. Becker,
IS, 1: 186, 214.
376
377
-It
Lane 1898: 143 ss. Lane anade: "Ammiano Marcellino atribuye precisamente e1 mismo canicter a los egipcios de Sll tiempo". Ammiano vivi6 en e1 siglo IV d. de C.
** Baber, e1 fundador de la dinastia mogoI, estaba furioso contra los campesinos indi'Os que, siendo tipicos fugitiv~s fiscales, se escondian en los bosques
y "confiando en su situaci6n inaccesible, can frecuencia continuaban en e6tado de
revuelta, rehusando pagar los impuestos" (vease Baber, 1921: 208).
*** La historiograffa chjna relata muchos de estos casas (d. Wlttfogel and
F'eng, 1949: 420). Un incidente ocurrido en 1a dinastfa Ming es ilustrativo en
varios aspectos. Entre 1436 y 1448 un rentero, Teng Maoch'i, llego a ser persona
infiuyente entre sus vednos de Ia aldea, de quien se decia que logro que "trahajasen para el". Su presrigio subio mucho par su caudillaje en un movimiento que
pedia que los renteros no hiciesen el regalo acostumhrado a sus senores cuando
pagaban la renta. Los terratenientes se dirigieron a1 magistrado local, y pudo
ocurrir que algunos de elIas fuesen miembl'os de la -corte 0 del funcionariado, teniendo en cuenta que en la epoca Ming estos grupos logran apoderarse de mucha
tierra de cultivo. En todo easo, cl magistrado envi6 fuerzas armadas; pero Teng
las derrot6 con un ejercito rebelde, que ccmtaha vadas decenas de millares. Pront!}
su poder 6e extcndi6 a veinte condados, y recibi6 mas apoyos de las gentes que
hUlan de la "insufrible" opresion de un funcionario "rapaz y cruel". Los hechos
posteriores revelan que Ia prestaci6n de trabajo excesiva era la razon principal
de Sll descontento. Despues de varios exitos militares, los rebeldes fueron derro
tadoo; y Teng, junto con algunos de sus seguidorcs, fue decapitado (Ming Shih.
165.5 a-b). Un episodio que se situa a mediados de la lucha caracteriza tanto la
fuerza del gobierno como los limitados objetivos de la revuelta. Negociando can
un valiente funcionario, se dice que los rcbeldes pedian solamente que se les perdonara Ia vida y que se les eximiera de 1a prestaci6n personal de trahajo "dl1~
rante tres auos". Si se les concedfan cstas condiciones, dcpondrian las armas y de
nuevo serian ~'buena gente" (Ming Shih, 165.5 b). Al final de 1a dinastia el go~
bierno- probablemente habria estado mas dispuesto a pactar y los rebeldes menos
dispuestos a sometcrse. Durante la ultima fase de Ia epoca Ming los rebeldes aparec.ieron en to-das partes; y los multiples confiictos locales se fundieron en la
batalla final que derroc6 Ia dinastia,
379
CONFLIC'l'OS SOCIALES
defillida. Las rebeliones militares de los miembros disidentes de la familia gobernante 0 de los generales 0 gobernadores, ambiciosos contra
un monarca debil, generalrnente llevaban consigo conflictos entre personas de distintos grad os y situaciones dentra de Ia jerarquia del pader.
Pero oem'rian 5610 esporadicamente y a largos intervalos, y cuando 10
hacian tendian a evolueionar nipidamente a pruebas de fuerzas milita~
res entre dos 0 mas territorios 0 regiones independientes.
De mayor frecuencia, y mucho mas dificiles de discernir, son los
conflictos encublertos surgidos entre funcionarios de rango y subordinados demoeniticos, entre distintos grupos de {uncionarios altos, entre funcionarios e hidalguia burocrata y entre funcionarios de rango y el despota y su camarilla personal, a sea la corte. Estos conHietos generalmente
luchaban por el poder 0 Ia influencia politica, y mientras algunos afectaban solamente a un os cuantos individuos, otros interesaban privilegios
de grupos mayores, subsecciones 0 estratos dentro del orden buroeni
tica. Pero, aunque estos confiietos podian tocar intereses de un nfunero
considerable de personas, carecian de la cohesion organizativa que carac~
terizo a los grandes movimientos sociales de Occidente antiguQ, medieval
y moderno.
378
1.
1.
Hablando en general, -los altos funcionarios determinan las operaClones de sus subordinados secretarios y sirvientes. Pero con frecuencia
un problema administrativo (0 fiscal 0 policial) puede resolverse en beneficia 0 de los altos funcionarios 0 de los subordinados. Situaciones ambivalentes de este tipo son inherentes a todas las organizaciones cuyus
funciones estan verticalmente divididas. Pero en el medio hidnlulico estas situaciones eran particu1armente eonsecuentes porque las aeciones del
apparatchiki no eran frenadas por fuerzas exteriores eficaces y porque
los implieados en los conflictos disponian de los recursos de Wl aparato
estatal de un poder tinieo.
Los altos funcionarios, as! como sus subordinados, deseaban un maximo de control sobre detalles de procedimiento y personal, en parte por
el poder y parte por aumentar su participacion en los ingresos del go~
bierno. El status no era problema mayor, aun cuando los subalternos,
al aumentar su poder, tambien aumentaban su prestigio politico. Un examen critico del gohierno -chino bajo los manchues sugiere que los subalternos, por alglin tiempo, se arrogaron algo asi como el 30 por 100
de los ingresos gubernamentales 1, Teniendo en cuenta que esta evalua~
cion se hizo por un miembro del alto funcionariado 2, puede ser demasia-
j
CONFLlCTOS SOCIALES
380
381
do alta, pero indica Ia dimension del problema economico que neva con~
sigo la lucha diaria entre los cabaneros~funcionarios y sus ayudantes
plebeyos.
En esta lucha los subordinados podian saear, y sacaron, ventaja de Btl
conocimiento intimo de los negocios locales, en familiaridad con la ru"
tina oficinesca Y Sll control Hsica sobre la ejecucion u.ltima de toda la
obIa administrativa. Los funcionarios podian saear, y sacahan, ventajas
de los distintos metodos de supervision, del control sobre el empleo y
ces-e del personal del equipo, y en casas graves del poder de apclar a to do
genero de castigos.
Una declaraci6n oficial china de 1899 revela como en el conflicto
entre los altos fundouarios y los subalternos algunos funeionarios pow
dian Uegar a depender de escribas estrategicamente situados: HEn todD
10 referente a ascensos, traslados, nombramiento, mento 0 demerito, 0
de impuestos y decisiones legales, los funcionaTios provinciales buscan
ganar favores eoheehando a los empleados de los distintos negociados.
Y los funcionarios encargados de la entrega de ingresos, cohre 0 maw
terias primas de tefiido al gobierno central eran especialmente perjudi~
cados por sus demandas. Desde el dia en que registraban las entregas
hasta el momenta en que se les dahan los recibos los empleados eneontraban muchas razones para dediearse a las extorsiones. Las sumas exi
gidas subian a dentos de miles de tads. Esto se conoela con el nombre
de "negociado de gastos", y las sumas se recaudaban sin preocuparse
por ocultarlo" 3.
Los correos ejercian su poder en un plano distinto y~ naturalmente,
con metodos diferentes. Controlaban el aceeso a los edificios guberna~
mentales: arrestaban a la gente y guardaban las celdas. Par tanto, po~
dian aliviar la sueTte del prisionero 0 hacerla mas miserable; podian
regular Ia fuerza. de los azotes; podian alegar resistencia al arresto 4.
Son manifiestos el poder y beneficios materiales inherentes a estas situaciones.
Los funcionarios altos, que deseaban conservar Sll -control sobre Ia
hueste numerosa y bien atrincherada de subalternos, ponian en juego
todos los medios administrativos y disciplinarios de que estaban investidos. Los funcionarios de la China Ch'ing intentaron limitar la dura
cion del empleo de los subalternos. Pero, aunque este control fortificaba
la posicion de los altos funcionarios sobre los inferiores, las perdidas en
capacidad y experiencia podian ser considerables.
Los subalternos que abusaban de Sll poder en detrimento manHiesto
del gobierno se exponian a ser severamente castigados. Este aspecto del
terna ha sido claramente definido en e1 Arthashastra, en las ordenanzas
dinastieas de China, y en otros normales de estatismo agrodesp6tico.
IJ
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I
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2.
Competici6n burocratica
a)
'I
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!
382
b)
CON.FI..ICTOS SOCIALES
3.
383
militare,~
La cornpetici6n burocnitiea oeuTre no s610 entre miembros del misrno cargo 0 unidad burocnitica, sino tambien entre miembros de distin~
tas ramas del aparato estatal. Entre esas ramas, el ejercito, por razones
obvias, plantea problemas especiales.
a)
El autocrata y el ejorcito
Los funcionarios militares, como sus colegas civit-es, fonnan parte del
funcionariado en general, y no raras veces se superponen los debe res de
ambos. Cuando tareas militares y civiles esenciales son ejecutadas pDr
los mismos altos funcionarios (un gobernador, un satrapa, etc.). Los
confHctos entre funclonarios miJitares y civiles aparecen solamente en
los niveles mas bajos de autoridad. Sin embargo, a menudo las dos esferas de acci6n estan representadas por dos grupos distintos, y entonces
aparecen los conIEetos en los escalones supremos de 1a jerarquia.
Fuera de los periodos de formaci on, deeadencia y crisis, los caudi~
lios militares tienen oportunidad de establecer posiciones de preminen~
cia bajo varias condiciones: 1) en todas las zonas ~central y margina~
Ie&-- que, situadas entre vecinos fuertes, requieren una fuerte proteccion
por razones internacionales, ~) en zonas marginales, porque la menor
importancia de la burocracia gerencial aumenta eI peso del ejercito y
3) en sociedades de conquista, en las que el ejercito es un factor esen
-cial, no solo para el establecimiento del regimen, sino para su perpe
tuacion.
Numerosos estados de la India budista eaen en la primera catego
ria, el Bizancio antiguo y medio y 1a Rusia postmong61ica en 1a se~
gunda, y rnuchas sociedades de conquista del Viejo y del Nuevo Mundo
en 1a tercera.
La lucha entre e1 funcionariado civil y el militar puede observarse
claramente en varias soejedades hidrauHcas. En el Egipto fara6nico, fun~
cionarios especializados en el arte militar propiamente dicho estuvieron
durante largos periodos subordinados a administradores militares, esto
es, a funcionarios que conservaban los anales militares y que organiza~
ban suministros y equipo 8. Pero en otra situaci6n los oficiales en cam
pana podian con exito contrapesar a los miembros de la administraci6n
civil. El rey colocaba a algunos en puestos gubernamenta1es importantes,
donde, como homines novi socialmente inferiores, eran de confianza
CONFLICTOS SOCIALES
385
para soatener sus intereses (los del rey) contra las ambiciones de los
funcionarios civiles de alto range 9.
Bajo los mamelucos los oficiales militares, que eran exclusivamente
mamelucos, siguieron estando aparte y por encima de 1a burocracia in.
digena. Podian (y 10 hac:ian) expropiar, aprisionar y ejecutar a funcio~
narios civiles cuando veian con rabia que los ultimos menoscababan su
autoridad 10.
Durante el ultimo periodo de }a Republica romana los generales vict?riosos. ~u~ieron a la ~~spide de 1a jer~rquia politica, y bajo el impe~
no el eJerClto desempeno un papel dOIllmante, aunque con alternativas
durante siglos 11.
'
Ostrogorsky considera que "la lucha entre las fuerzas rivales de la
aristocracia civil metropolitana y de la aristocracia militar provincial"
fue la tendencia basica de la sociedad hizantina 12. EI significado de esta
ani-macion se hac-e claro 5i recordamos que la aristocracia civil militar
era una Beamtenadel, una aristocracia de funcionarios 13, y que ambos
grupos rivalizahan dentro de 1a trama de un Beamtenstaat, un estado hu
rocratico, que estaba en "constante hinchaz6n, y que, como el ruling
stratum, exigia cada vez mas" 14.
Las intrigas intergubernarnentales en la China T'ang y, en periodos
comparables de 1a historia, de otras civilizaciones, eran en gran parte
luchas entre las ramas militar y civil del alto funcionariado.
4.
386
387
CONFLICTOS SOCIALES
388
5.
a)
1.
Parientes consanguineos
2.
CONFLICTOS SOCIALES
Parientes politicos
389
b)
1.
'* Todos los califas abhassidas, excepto tres, tuvieron madres esclavas (Goldziher.
1889: 124, d. Mez, 1922: 140, y Kremier, CGO, I: 393).
391
CONFLICTOS SOCIALES
de la influencia de los que Ie sirven. Y dado que los intereses del fun
cionariado sugieren frecuentemente una decision y los del gobernante
otra distinta, hay un considerable espacio para los confHctos. No hay que
decir que e1 soberano predominanl de un modo mas completo cuanto mas
determine la eleccion de sus funcionarios civiles y militares, y cuanto
mas controle sus procedimientos ejecutivos.
El hecho de que e1 gobernante en paz 0 en guerra pueda insistir en
una politica irracional, aun cuanda ponga en peligro la existencia misma
del estado, subray.a hasta que punto se con centra e1 poder en su persona.
El hecho de que sus menores decisiones puedan afeetar profundamente
al prestigio, los ingresos y la seguridad de sus funcionarios subraya la
sensibilidad politica tiniea de la clase gobernante bajo las- condiciones
del poder total.
390
2.
6.
Pero "el mismo despotismo tiene sus variedades" 31. EI despota puede
reducir la homogeneidad social de los funcionarios mediante el nombramiento de extranos j puede colo car a hombres de origen humilde sobre
funcionarios procedentes de la clase superior; pucde dar preferencia a
los sacerdotes, a los nobles Hbarbaros", eunucos 0 funcionarios esc1avos.
En la mano del soberano estos metodos Be transforman en annas para
asegurar su poder autocratico contra la voluntad y las interminables intrigas politicas del funcionariado de rango.
1.
Sacerdotes
2.
392
393
CONFLICTOS SOClALES
3.
exa~
55_
* En 1935-36, organice en Pekin un estudio del origen social de los funcionari06 registrados en las secciones biograficas de las historias oficiales de las distintas dinasti'as imperiales_ En 1938 resumi los resultados de un analisis preliminar de nuestros resultados como sigue: "Pudo haber sido ahso-rhida alguna "sangre
frasca" de los estratos inferiores de 1a sociedad mediante el sistema de examenes;
pexo en conjunto- el funcionariado gohemante se reprodujo socialmente mas 0
rnenos de sus propias filas. E1 sistema chino de examenes tenia una funci6n muy
definida; pero, como en el caso de la familia, esta funci6n no es ni mucho menos
10 que la Ieyenda nos ha hecho creer" (Wittfogel, 1938 a: 11 ss.).
394
llado plenamente por la dinastia T' ang siguiente, e5to es, nacio unos
mil setecientos anos despues del comienzo de 1a dinastia Chou Y Dcho
cientos anos despues del comienzo de la eTa imperial. Y aun durante la
primera mitad de los mil trescientos anos de su existencia su inHuencia
sobre la composici6n social de la burocracia imperial fue seriamente
restringida por 1a discriminaci6n social institucionalizada, por las aspi.
raciones hereditarias a los puestos (el privllegio yin) y, bajo las dinastlas de conquista, por los nobles politicamente preminentes de la nacio~
nalidad "barbara" dominadora.
El sistema chino de exarnenes no fue establecido por fuerzas democraticas sino unilateralmente por un gobernante desp6tico. Los funcionarios ciertamente influyeron en el plan original; y 10 complementa ron,
una vez establecido. Todo el que era elegible para participar en los
examenes podia tomar la iniciativa de solicitarlo; y esto es una desviaci6n significativa del anti guo sistema de nombramiento ..Sin ~mbarg?,
aun bajo e1 sistema de examenes, e1 emperador y sus funclOnanos deCIdian en ultima instancia a quien emp1earian y como 10 emplearian. EI
O'obierno determinaba de antemano como habian de conferirse los grados; e incluso los poseedores del grado mas importante, el, chin-shih,
originariamente eran admitidos a1 cargo solo despmSs que hablan pasado
una especie de prueba de servicio civil 42.
La insistencia en una educacion -completamente chisica daba a los
miembros de las familias funcionarias -y, por supuesto, tambien a los
parientes de la casa gobernante-.' una enonne ventaja social y . cu:tural.
Esta ventaja se aumentaba por medidas que, por un lado, restrmglan e1
aceeso de los p1ebeyos a los puestos, y, por otro, daban a los parientes
de los funcionarios a1tos y medias ,aspiraciones institucionalizadas a los
puestos.
Los estatutos sui que iniciaron e1 sistema de examenes excluian exp:re- un puesto a 1
't"
Una
samente del desempeno
os"artesanos y comerClan
es.
politica de discriminacion simi1ar preva1eci6 bajo la dinastia T',ang, y,
con algunas modificaciones, tambien bajo 1a dinastia Sung 43, Dado que
el comercio, mas que otra ocupacion, daba a los plebeyos oportunidades
de adquirir riqueza y educacion, la discriminacion contra los mercaderes
A partir de 1939 el Proyecto de Histona China, de New York. ha investigado
varios aspectos del funcionariado chino, inc1uido el sistema vin. Ha examinado
en detalle la selecci6n de funcionarios en la dinastia Liao (Wittfogel, y Feng,
1949: 450 ss.) y ha depurado un analisis estadistico anterior de las biografias
de la dinasti'a Han. Por vadas razone6 no ha sido posible examinar las biograffas
de otras grandes dinastias con tanta amplitud; pero teniendo en cuenta que e1
problema de la movilidad es muy importante, ~.e he. cre~~o j~stific.ado de presen tar mas arriba algunos de los resultados de IDl lllvestlgaclOn piloto Junto con algunos de los resultados mas recientes
CONFLICTOS SOCIALES
395
396
CONFLICTOS SOCIALES
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CONFLICTOS SOCIALES
origen social '*, proyectan una luz adicional sobre nuestro problema.
Suponiendo que durante el periodo de treinta anos desde 1142 a 1171
casi 4.500 personas aprobaron examenes **, y que tocias estas personas
y un numero igual que "seguramente entraron en el servicio por otros
metodos" 50 lograron puestos gubernarnentales, que por 10 menos la mitad
de todos los graduados chin~shih como parientes del emperador, aetuan
do como funcionarios 0 miembros de 1a hidalguia burocnitica, pertene~
dan a la clase gobernante ***, y que 1a duraci6n media de la posesi6n de
un cargo era unos veinte afios ****, encontramos entre treinta y tres mil
funcionarios civiles y militares un total del 9 por 100 que puede haber
procedido de las filas plebeyas. Estas cifras estan muy pOl' debajo del
15 por 100 sugerido par nuestro amilisis anterior. Para ajustarlas tendriamos que suponer que e1 emperador Sung nombra un numero mayor
del supuesto de plebeyos sin beneficio de grado.
Muchos detalles del sistema chino de examenes aun necesitan aclara~
ciones, pero parece cierto 10 siguiente: si los emperadores Sui y Tang
estahlecieron el sistema de examenes, en parte por 10 men os, con el fin
de alterar la composici6n social del funcionariado, debe decirse que e1
sistema no logro su proposito. Los examenes dahan a1 nucleo ambicioso
de 1a clase gobernante una formacion inte1ectual y doctrinal mas intensiva; y afiadian una cantidad variable de "sangre fresca" al funcionaria do. Pero no destruyeron la tendencia que dominaba el pensamiento
y la aecion de este grupo hacia Ia censtituci6n de una carta politico-social.
* Para detalles sobre las dos listas, vease Kracke, 1947: 107 55. La segunda
lista tiene lagunas notables (ibid.: 113), y ambas, como las biografias dinasticas,.
n(Js dan solarnente datos esco-gidos sabre el odgen social oficial de los protagonistas. En su cuidadoso estudio de este odgen, Kracke considero solamente los
parientes en linea directa, incluidos hasta los bisabuelos (ibid.: 115). Sin embargo,
ademas de estos individu06, 1a lista de 1256 menciona por regIa general los hermanos de los "graduados" que tuvieron grados (} cargos. En d{Js casos, en que
los antepasados directos no tuvieron cargo publico, cinco (69 a) y siete (66 a) hermanos los tuvieron rel3pectivamente. Y ambas listas registran hermanos, tios, tios
abuelos, y tatarabuelos cuando fneron cabezas de familia. A diferencia de Kracke,
nosotros consideramos a los graduados con estos parientes como de origen de
funcionarios; y en consecuencia afiadimos dieciseis casos mas para 1148 y veinte
mas para 1256 a cstoe graduados can origen de funcionarios. Esto eleva los por
centajes de graduados con oxigen de funcionarios conocidos -del 43,7 a1 49,5 por 100
en el primer caso y de 42,1 a 45 par 100 en el segundo.
** La cifra exacta, segun Kracke (1947: 120), es 4428.
*** En su estudio de 1947, el Dr. Kracke distingue esencialmente entre gra~
duados can y sin un origen de funcionarios. Nuestras citras, por tanto, puede
suponerse que son algo mayores que las suyas. TGdos los graduados de 1148 que
eran miembros de la familia imperial Chao, ~e registran en Ia cuenta Sung como
teniendo parientes con cargos oficiales; y par tanto son inc1uidos por e1 Dr. Kracke.
Sin embargo, en el documento de 1256 5610 5e registran los nombres de los graduados Chao, que suman veintisiete. EI Dr. Kracke es consecuente al no incluirlos;
pero nosotros 10 somas igualmente al hacerlo. Asi nos enoontramos que el 50,3 por
100 de todos los gradnados de 1256 pertenecian a la c:lase gobernante. En VIsta
del cantcter limitado de los datos de Qrigen contenidos en ambas listas, nuestra
evaluacion que arriba damos de que "por 10 men'Os la mitad de l{Js graduados
chin-shih... pertenecia a la clase gobernante" probablemente es una cHra con~
servadora. Me gustaria aprovechar e6ta ocasion para agradecer a Mr. F~ng Chaoying por llamar mi atenci6n sobre los parientes mencionados .en las hst~s y a1
Prof. Tung-tsu Chu por su cuidadoso reexamen de los datos soctales contemdos en
4.
Un metodo muy distinto de fortal""er la ferul. autocratica del gobernante sobre sus funcionarios 10 da el emp1eo de personas castradas:
eunucos politicos.
La castraci6n probahlemente se emple6 primero en los grandes animales domesticados. En 1a Antigua America, que no conoci6 estes anise da esta informacion, un 45 por 100 aproximadamente ocuparon cargos menos
de diez anos, y mas del 18 par 100 de diez a diecinueve aDos. Esto sup-o-ne una
ocupacion media del cargo no mayor de diez anos. Al final de los Sung Septentrionales, en 1119, e1 privilegio yin se habia reducido, aunque temporalmente, can
cediendolo solamente a funcionarios civiles y militares, que haMan desempefiado
un cargo mas de catorce y diecinueve anos respectivamente (wen-hsien T'ung-k'ao,
34: 325). Sin duda, estos terminos de permanencia en el cargo no se consideraban excesivamente cortos (0 la medida habria tenido un caracter poco restrictiV'O)
o excesivamente largos (0 hubiera sido prohibitiva). Suponiendo que el desempefio
medio de un cargo en la cpoca Sung fuera mucho mas grande que durante 1a
dinastia Han y algo mas que las cHras mencionadas para 1119 parece una esti.
macion razonable una media de veinte afios.
* La tradicion china considera a los funcionarios civiles y militares, funcio~
narios del gobierno (po kuan); y en to-da la epoca imperial se diD a 105 funcionaciot; civiles puestos militares y a los militares puestos civiles. (Para los Sung,
vease Kracke, 1953: 56). Aceptando, para salvar el argumento, una duraci6n media
del cargo de unos treinta an'OS (una estimacion demasiado alta a base de nuestros
datos) y considerando solamente funcionarios civiles (segun kracke nnas 11.000
personas), encontramos que como graduados en examenes, los plebeyos podian
oonstituir un 20,4 por 100 del funcionariado civil. Una duraci6n media de veinte
anos reduciria 1a cifra al 13,6 por 100. Nuestro calculo se basa en "los numeros
combinados de funcionarios civiles y militares [Sung]" de Chin Yij.fn dados
por Kracke en la ultima nota de su estudio (Kracke. 1947: 122, n. 3n.
401
CONFLICTOS SOCIALES
400
5.
(Sethe, PT, III: 213, 215, 216; Wh., IV: 43, 264; V: 410). Las reservas de
autoridades deben hacerse tambien sabre el pasaje 1462 c (vease Mercer,
1952, II: 323; III: 712 55.). Las inscripciones que se refieren 11 tributo de
novillos castrados desde Siria (Breasted, 1927, II: 191, 199, 203) empezo bajo
d Faraon Tutme$ III (slgio XV). Asi, a mediados del segundo milenio a. de C. 5e
conoela en Asia occidental, pero no tenemos testimonios igualmente fidedignos
para 180 castracion humana.
** Meissner (BA, I: 120) no esta segura si los girsequm del C6digo de Ham
murabi (sec. 187, 192, 193) eran eunucos. E1 C6digo castiga e1 adulterio con 11
muerte (Hammurabi, sec. 129, 130), mientras que las Jeyes asirias medias ordenan
1a eastraci6n para este y otros erimenes sexuales (Meek, 1951: 181). Las tabletas
en que se recngen estas leyes proceden del siglo XII a. de C. pero las leyes "pueden
remontarse al siglo xv" (ibid.: 180). Las referencias a 10 que parecen ser eunucos
politicos se contienen en inscripciones hechM bajo AbadNirari II (911-891 a. -de C')
y Sarg6n (724705) (Luckenbill, AR, I: 116); pero en 10 que se refieren a repre.sentaeiones de hombres barbilampmO, Meissner (BA, I: 411) advierte que no
siempre indican eunucos.
-estas
26
402
403
CONFLICTOS SOCIALES
rador Wu (141-87) dej6 todos los asuntos politicos a sus fieles eunucos
cuando se retiro a su haren 59, Y dos eunucos, Hung Kung y Shih Hsien,
jugaron un papel destacado en el gobierno del emperador Yuan (48-33
a. de C.) 60.
Bajo estos gobernantes de la epoca Han antigua los eunucos tuvicl'on
importancia individualmente. Durante los Han posteriores (25220 despU!s de Cristo) los eunucos constituyeron un grupo poderoso. Su in~
fluencia credo notablemente en 1a segunda mitad del siglo I d. de C., y
en el segundo. tuvieron en sus manDS Hreinos y altos rangos de nobleza
y en sus bocas los decretoE del CieIo" 61. Como instrurnentos del emperador 0 de sus mujeres 0 cufiados, ejercieron temporalmente un control casi ilimitado sabre la burocracia fl.
Una evolucion similar tambU~n caracterizQ a las -dinastias "tipicamente" chinas 63 Tang y Ming. La importancia de los eunucos politicos
en la epoca T'ang coincidi6 de un modo significativo con el establecimiento del sistema de examenes, y en la epOCH Ming con la restriceion
de la prerrogativa yin. Bajo los emperadores Ming'* los eunueos se encargaron de agendas especiales para supervisar a los funcionarios y
plebeyos rnetropoHtanos. EI eunueo Liu Chin, el mas {amoso de los
"Oeho Tigres [eunucos" J persiguio sistematicamente a sus rivales burocnlticos, y fue igualmente despiadado en sus tratos con los miembros
de la "hidalguia" burocratica 64. Aunque Liu fue ejecutado, los eunucos
siguieron siendo poderoso.s hasta que la dinastia cayo bajo el asalto
combinado de los rebeldes chinos y los invasores manchues.
Los emperadores Sung se apoyaron menos en el eunuquismo que
los gobernantes Han, T'ang y Ming; pero a comienzos del siglo XII el
eunuco Tung Kuan fue elevado al mas alto rango militar y puesto a
la cabeza del eonsejo supremo de defensa del imperio,
En Asia occidental el eunuquismo floredo bajo los aquemenidas.
Decayo bajo los monarcas helenistieos, pero adquiri6 gran fuerza cuan~
do el Imperio romano se orientalizo eada vez mas.
En luerte contraste con la antigua costumbre los emperadores Clau~
dio, Neron, Vitelio y Tito incluyeron eunucos en su circulo intima.
Claudio sufrio 1a influeneia de dos, Posides y Halotus; y Neron, que
"5e caso" can el eunueo Spores, encarg6 a1 eunueo Pelago del escuadron
del terror 65, Bajo Heliogabalo y Gordiano, los eunucos liegaron a ser
una caracteristica permanente de la administracion 66. Diocleciano les
diD un Iugar destacado en su nueva jerarquia cortesana 67,
.,. Ammiano Marcellinus 18.4.3: "Eusebi... apud quem ... si vere did debeat
-- multa Constantius potuit".
404
6.
7.
CONFLICTOS SOCIALES
405
aun esta roujer extraordinariamente despota, trat6 de ampliar su poder, no intensificando el eunuquismo, sino restaurando el control manchu s'O,hre el funciona~
riado chino.
406
B.
Esclavos
CONFLlCTOS SOCIALES
407
to do caso -y esto 1ba en beneficio del gobernante-- los parientes afortunados eran casi siempre personas de clase humilde, y por ello no for~
mahan ningun lazo para una nob1eza hurocratica ambiciosa y de casta
{noble}.
Su desarraigo se acentuaba aun mas cuando el gobernante escogia
sus funcionarios esclavos entre los hijos de los no creyentes, particularmente entre los hijos de los cristianos. Naturalmente, se les daba una
educacion musulmana completa, pero su formacion especial ampliaba el
vado entre eIlos y los creyentes de la clase superior, de los que estaban
ya separados por cuestiones de origen.
Los efectos sociales del sistema de funclonarios esclavos apareci6
con claridad c1asica en Turquia. Durante e1 florecimiento del poder otomano los funciorraTios administrativos y miHtares no estahlecieron un
funcionariado hereditario 89~ y evitaron que los Hderes de 1a milicia de
caba)Jeria, que vivian de 1a tierra oficial (khasses, ziamets y timars) 90,
alcanzaran mas que una posicion secundaria y subordinada de poder.
En este arreg10 politico no faltaron completamente los eunucos *,
pero s610 fortificaron un edificio autocnitico que era esencialmente un
'~gobierno por una clase esc1ava" 91. Los funeionarios de este gobierno
eran tan disciplinados, e incluso en la esfera politica, tan bien integrados,
que Maquiavelo no veia oportunidad de derribar el regimen tureo mediante la cooperacion (hoy podriamos decir una quinta columna) como
podia hacerse en la Francia feudal. Porque "en reinos gobernados como
el de Franci.a ... es facH entrarles ganando algun baron del reino, ha~
biendo siempre dee-contentos, y otros de:::eos05 de innovaciones. Estos, por
las razones dichas, pue:1en abrirte el camino y facilitarte la victoria" 92
No as! con los turcos. "Porque, siendo todos esclavos y dependientes,
sera mas dificil corromperlos, y, aun corrompidos, poco efeeto puede
esperarse, porque son inca paces de llevar al pueblo detras por las razones
citadas. Por tanto, cualquiera que ataque al turco debe prepararse para
enfrentarse con sus fuerzas unidas, y debe confiar mas en las suyas pro~
pias que en los desordenes de los demas" 93.
Viendo 1a lucha entre el gobernante supremo y sus servidores, no nos
'* En e1 Imperio mameluco los eunucos estaban encargad05 de adiestrar a los
mame1ncos (Ayalon, 1951; 14 S5.). Los sultanes tureos hicieron jefe de la Eseuela
de Palacio a1 jefe Ennuco Blanco. En ella se educaban los 1ideres militares, administ.rativos del estadi) (Miller, 1941: 64, 88). Otro Eunlleo Blanco de alto rango
guardaba el lesoro privado del sultan (Miller, 1941: 38). E1 Ennueo Blanco Jefe,
ademas de estar encargado de la Escuela de Palacio y del haten y aetnar como
gran maestro de ceremonias, era tambien agente confidencial del suluin (Miller,
1941: 88).
408
7.
J.
1.
410
2.
* Cf. Wittfogel, 1932: 474 ss. Este estudio ha intentado definir Ia influencia
potencial de un objeto sobre las operaciones a que se expone.
K.
1.
Desde otro angulo, Ja peculiaridad de la 'movilidad social en la sociedad hidl'aulica indica 1a peculiaridad de su clase gobernante. Para
todos los fines pnicticos esta clase gobernante es una clase cerrada. S610
por voluntad de sus representantes reconocidos pueden los miembros de
las clases inferiores ser incorporadas a ella. A este respeeto es como la
nobleza feudal y distinta de las c1ases superiores de la sociedad indus
trial modern a, basada en la propieda,d.
La peculiaridad de la variante hidraulica de una clase gobernante
cerrada se deriva principalmente de la manera en que esti organizada.
EI nucleo ,activo de la clase gobernante de la sociedad hidniuliea es un
cuerpo rigidamente cohesivo; en este aspeeto difiere no s610 de la bur~
guesia moderna, sino tambien de la nobleza feudal. Incluso donde mono~
polios emprendedores coordinan elementos destacados de la alta burgue~
sia, no encontramos la c1ase de hombres de empresa como un to do or
ganizado jenirquico y forma1mente, como 10 estahan los vas alIos de los
paises feudales. La unidad organizadora de los senores fendales alcanzo
su dma en sus actiones combinadas (nacionales); pero tanto la amplitud
de estas acciones como los controles discipHnarios ejercidos por e1 Hder
supremo eran muy restringidos. En su mayor parte los senores tenian
independencia para ocuparse de sus propios asuntos militares, econo~
micos y sociales.
Los servidores del despotismo hidniulico estaban organizados en un
Haparato" altamente centralizado y permanentemente operante. En -con~
traste con la c1ase :superior burguesa, que no tiene cabeza reconocida,
y a diferenc.ia con los senores feu dales, cuya cabeza reconocida era un
primus inter pares en un orden claramente descentralizado, los hombres
del estado de aparato hidraulico mantenian a su gobernante como Hder
supremo, que siempre e incondicionalmente determinaba su posicion y
tareas.
Antes de la ascension del estado de aparato industrial moderno, los
hombres del gobierno hidraulico fueron el unico ejemplo mayor de una
clase gobemante, cuyo nueleo operacional funcionaba permanente como
una entidad organizada, centralizada y semimilitar.
412
2.
Incluso un cuerpo autoritario formidable puede no dominar totalmente rnientras fuerzas contrarias ejercen una influencia restrictiva 0
controladora sobre {:1. Tanto en la Atenas de Pericles como en la democracia industrial moderna, el ejercito es una organizaci6n autodtaria;
SliS jefes exigen, y tienen fuerza para obligar a una obediencia ciega.
Pero en to:105 los cas os -esta subordinado a las decisiones de un cuerpo
politico supremo y democraticamente establecido.
Sin duda, ninguna sociedad existe sin fracciones autoritarias,. pero
en una Boded ad democnitica estas Jracciones pueden seI supervlsadas
y controladas. La conciencia de este hecho es esencial para una eva1.ua~
cion apropiada de los efectos (y las lirnitaciones) de patrones autonta~
, en ' '1 os gran des negoclOs
' " ,e1"gran tra bRJO
." y "'j
nos
e gran go b'lern"
0 ,.
que aparecen en las civilizaciones modernas basadas en la propiedad.
Los gobiernos absolutistas de Europa de finales del feudalismo y postfeudal tenian que entenderselas con estas fuerzas como la nobleza or~
Los
ganizada , la 10"1e5ia
1;)
, los gremios y la clase media capitali5ta en auge.
3.
413
414
4.
El monopolio de la hegemania social aparece en el despatismooriental como monopolio de organizaci6n burocratica ("Burocracia
monopoiiJtica")
415
Ii
I
130
150
30
-"
TIBEC\
~rc:-
GanQ,es
, NDI A
--.,-------
500
,
1600
Km,
,
70
90
110
130
INDIA Y CHINA
CAPITULO NOVENO
418
419
A.
1.
2.
Criticas negativas
3.
Un vacio teorico
420
4.
La expansion del
neo~unilinearismo
"marxistaleninista"
B.
5.
Ante estos heehos, ningun estudioso responsable de la sociedad hidraulica negara la importancia de revisar las ideas de Marx, Engels y
Lenin sobre el "sistema asiatico", despotismo oriental, y evoluci6n de la
sociedad. Este reexamen ea, sin duda, necesario desde el punto de vista
del tema de nuestra investigacion, y es altamente dramatico, porque Marx
y Engels, e incluso el Lenin anterior a octubre, aceptaron el mismo con~
cepto asiatico que rechazan hoy los altos lamas de la ideologia marxistaIeninista.
1.
"* Los escritores marxistas ranlS veces se han molestado en trazar las fuentes
del concepto asiatico de Marx (vease Ia nota de Kantskya Plechanoff. 1891: 447.
Kautsky. 1929, II: 209 55.; y Plekhanov, FPM: 40, 507. En mis trabajos mas
antiguos senaIe a~ ~e6grafo Ritter y Hegel como posibles fuentes de Marx (WittfogeI.
1929: 492-496; ~b~d., 1931a: 354); pero entonces no me di cuenta de Ia dependenCla fundamental de Marx de los economistas clasicos.
H
En Londres Marx reanud6 sus estudios econ6micos v socio-hist6ricos Ie.
yendo los Principles of Political Economy. de Mill (desde sevtiembre de 1850), Ia
Wealth of Nations de Smit (marzo 1851), Ia Introductorr lecture (sobre Economia
Polftica) de Jones (junio 1851). Conquest of Mexico y Conquest of Peru de Prescott
(agosto de 1851), Voyages de Bernier (mayojunio 1853). History of British Jndia
de James Mill (prohablemente, mencionada el 2 de julio de 1853) (KMCL: %.
103,107, 139; d. <ambien MEGA, Ill. Pt. I: 133; Marx, NYDT, julio ll, 1853).
423
riego artificial, por medio de canales, sea la base de la agricultura oriental". Y observaba que el control acuatico en Oriente, donde la civilizaci6n
era demasiado baj a y la extension territorial demasiado grande para producir la asociacion volulltaria, "hacia necesal'ia la interferencia del poder
centralizado del gobiel'no".
As], pues, fue la necesidad de ohras hidraulicas dirigidas por el
gobierno 10 que, segun Marx, dio lugar al estado asiatico. Y fue la condici6n Hdispersa" del "Pueblo oriental" y su aglomeraci6n en aldeas
"autosuficientes" (combinando la pequefia agricultura y la artesania domestica) 10 que permitio BU larga perpetuacion 13.
De hecho, la segunda afumaci6n requiere algunas preci'3iones. Ideo16~
gicamente no es consecuente. S610 si tenemos en cuenta la noci6n de Marx
del papel de las aldeas orientales "dispersas" podemos comprender por
completo la caracterizacion del despotismo por Marx, Engels y Lenin.
422
2.
Rusia post-
a)
424
c)
425
del capitaJismo en Oriente 25, era consecuente cuando, en 1881, consideraba el capitalismo casi occidental de Rusia como una fuerza predatoria intermediaria M.
3.
lVJ.arx pone en guardia contra la confusion del orden agrario controlado por el estado de Asia con la esclavitud 0 servidumbre
vad a, SIno
poseSlOn
e sue1"30
0
... Engels quiere decir propiedad privada de Ia tierra, como puede verse por
la carta precedente, que, sosteniendo el punto de vista de Bermier, hahla expresamente de Privatgrundeigenturn (MEGA, Hr, p. 1: 477).
_... Marx, NYDT, 5 de agosto de 1853. Por razones que seran discutidas mas
abajo, 1a edici6n comunista india de Karl Marx. Articles on India (citada: Marx,
1951), que afiadia comental'ios "feudales" a los puntos de vista ashiticos de Marx.
no contiene esta obra n1 otra publicada el 7 de junio de 1858, que !rata tambien
del sistema de la tierra en Ia India.
426
4.
"Esclavitud generalizada"
.5.
* En una ohservaci6n hecha en 1887, Engels decia que "Ja opresi6n esc1avista" tanto en la antigiiedad chisica como en la asiatica tuvo la forma de "esclavltud". Dado que Engels, como Marx, reconoci6 Ia irrelevancia de la .esclavitud
privada en e1 Oriente (vease mas abajo), 5e referfa, sin duda, 11 la "escl~vltU? ge~e;
ral" del despotismo oriental. Su opinion que en ambos casos la esc1~vlt~,d Imphco
"no tanto Ia expropiaci6n de las masas de Ia tierra como la aprOpIaClon. d.~ sus
personas" (Engels, 1887: TIl) vale para el Oriente, pero no para la anttguedad
c1asica.
427
428
eI concepto asiatico a Bil ambiente inmediato. La mayoria de sus referencias a las condiciones "asiaticas" pertenecen a Rusia.
Siguiendo a Marx y Engels, Lenin Ilamb "semiasiatica" a la socie~
dad rUsa 51 y Hdespotismo oriental" al regimen zarista. Los socialistas
occidentales acusaban a Bismark a causa de SliS medidas antisocialistas;
y algunos socialistas ruses como Ryazanov equiparaban los a~solutism?s
ruso y prusiano *. Pero Lenin consideraba al estado repreSlVO de BIs.
mark un "pigmeo" comparado con el absolutismo ruso, al que, recofdando probahlemente la caracterizaci6n de Marx del despotismo tartaro 52~
llam6 un "monstruo" 53.
c)
C.
lSignifiea todo esto que :Marx, Engels y Lenin mantuvieron el concepto eIasico de sociedad asiatica de modo completo y sin oscilaciones?
No. Vadas veces Lenin estuvo cerea de retirarse de su postura asiatica
general antes de abandonarla por completo en 1916. Pero la tendencia a1
retroceso empez6 antes de Lenin. Muy significativamente, el primer mar~
xista que acepto el concepto de sociedad asiatica fue el primero en adul~
terarlo: el propio Marx. De modo significativo, tambien, 10 aduItero abandonando la idea de una clase burocratica gobernante.
1. Marx
a)
430
b)
431
Retrocesos posteriores
Marx dio 8U paso atnis en los anos 50, en Ia misma epoca en que
aceptaha el concepto clasico de sociedad asiatica. En los ailos 60 y 70
retrocedio aim mas. Una comparacion del primer volumen de Das Kapital.
y sus escritos de 1853 y 185758 Ie presenta mas preciso en el aspecto
hidraulico del despotismo oriental. Los inmensos pasajes en Das Kapital
y las Theorien uber der Mehrwert, que contrastan las condiciones orientales, feudales y capitalistas, revelan al mismo tiempo Ia determinacion
de Marx a considerar la sociedad asiatica como una conformacion institucional y su repugnancia a discutir el aspecto gerencial del despotismo
oriental 6.
En los escritos del petiodo posterior destaca el aspecto tecnico de las
ohras hidraulicas a gran escala 7, donde antes habia destacado Sil con
torno politico. Ahora ve, bajo el mismo angulo, el control del agua "en
Egipto, Lombardia, Holanda, etc." 8, donde anteriormente habia distinguido los gobiernos despoticos y centralizados del Oriente de las Haso_
ciaciones voluntarias", basadas en la propiedad privada de Flandes e
Italia 9. Ahora mencionaba Ia fundon agrohidraulica de un solo Estado,
la India 10, donde precisamente habia hablado de esta "'{undon economica"
como resultado de "todos los gobiernos asiaticos" 11.
Un pasaje, citado con frecuencia, de Das Kapitai, volumen primero~
2.
Engels
a)
432
de Eugenio Diihring (ej Anti.Diihring) iue mas alia que Marx, sugiriendo
que la ejecuci6n de "funcioncs socioadministrativas" 13 podia llevar a la
formacion de Huna clase dirigente". Y subray6 este punto notando que
cada uno de los "muchos gobiernos despoticos que surgieron y cayeron
en India y Persia... sabia perfectamente que era, ante todD, e1 empre~
sario totalitario (Gesamtunternehmerin) del riego en los valles de los
rios, sin el eual no es posible alli la agricultura" 1->. En Sll critica de
Diihring, as! como en Sll libro sobre la familia, Engels compara Ia "es~
clavitud domestica" del Oriente y la "esclavitud trabajadora" de 1a anti~
gliedad 15. Y en un pasaje insertado en e1 volumen tercero de Das Kapital,
publicado en 1894, once alios despues de la muerte de Marx, describia a
los campesinos, tanto de la India como de Rusia, explotados por Ia implacable y avara "maquina de impuestos de sus despoticos gobiernos" 16.
b)
Esta tendencia de largo alcance fue interrumpida por dos lapsos mayores: uno manifestado en el Anti-Diihring; el otro, en El origen de La
familia, de la propiedad privada y del Estado.
En el Anti-Duhring, Engels sugeria un origen dual para el Estado y
la clase directora. En el primer caso, estas dos fuerzas surgieron rnotivadas por un poder politico excesivo; en e1 segundo, a causa del crecimiento de 1a propiedad privada y la produccion, basada en la propiedad
privada. EI primer desarrollo implicaba la aparici6n de importantes funciones socioadministrativas, y la capacidad de las personas gobernantes
para desafiar el control hasta tal punto que el "servidor" originario se
transformaba en BU ~'amo" 11.
En este contexto, Engels mencionaba Hun despota 0 satrapa oriental,
el principe tribal griego, el jefe de un clan celtico, etc.". Los dos primeros ejemplos traen a la mente ideas de Marx sobre el dominio social,
basado en la' funcion politicoRmilitar lB. Segun Marx, este tipo de dominio pronto dio paso a la dominacion, basada en la propiedad privada
afinnacion hecha cuatro anos antes sobre la incompatibilidad del despotismo oriental con el eapitalismo: "la dominacion turea, como todas las orientales, es incompatible con una economfa capitalista; Ia plusvalfa extrafda no esta segura de las
manos de los voraces satrapas y pashas. FaIta Ia primera condici6n bastca de la
adquisicion hurguesa: la seguridad de la persona y la propiedad del mercader"
(Marx y Engels, 1952: 40). La afirmaci6n de Engels en 1894 tambien contradice
la inserci6n en Das Kapital, III, en la que describe el gobierno despotico de Rusia
como el gran explotador del paisanaje (Marx, DK, III. Pt. 2: 259 55.). Pero aunque
difiere el 6lfasis, las distintas expresiones de Engels sobre la' Rusia de la postemancipaci6n ten ian una cosa en comun: todas implican que el despotismo zarista
era aun un concepto operante.
20
30
40
50
60
r----------_
I
-I
20r---!
L~~~_1~
~ ~~~~~~-~~~-~~
0,-,_--'2-'-yO
_ _ _ _ _7;,.:;10
Krn.
40
50
60
70
ORIENTE ,MEDIO
433
28
434
c)
435
que "'La primera gran division social del trabajo inici6 la primera gran
division de la sociedad en dos clases: amos y esclavos, explotadores y
explotados" 31.
La sociedad basada en la esclavitud fue gobernada por un Estado de'
propietarios de esclavos, exactamente como los tipos feudales y capitalistas de 1a sociedad estahan gobernados respectivamente por un Estado
de nobles feudales y un Estado de capitalistas 35 .En todas estas socie~
dades, el dominio econ6mico lleve a1 dominio politico 36. Y el dominio
econ6mico, como recalcaba Engels, implicaba la propiedad privada de los
principales medias de producci6n 37.
De este modo 1 caudillaje social y exp1otaci6n se enraizaban esencial~
mente en la propiedad privada. Los amos desp6ticos del Estado funcional,
cuyos metodos sin entraiias de explotaci6n habia descrito Engels con
tanta elocuencia, eran pasados por alto. "Con Ia esclavitud, que en 1a
civilizacion 5e desarrolla al maximo, aparecio la primera gran escision
de la sociedad en clase explatadora y clase explotada. Esta division duro
toda la epoca de civiIizacion. La esclavitnd es la primera forma de explotacian, que es especifica para el muncIo antiguo; fue sucedida por la
servidunlbre en 1a Edad Media y el trabajo asalariado en epocas mas
recientes. Estas son las tres gran des formas de servidumbre, caracteris~
tieas de las tres epocus de ~a civilizacion" 38.
Las referencias a "civilizacion" no consiguen la nocion de un patr6n
unilinear de desarrollo creado por estas fases; pero muestran que Engels
tiene conciencia de 10 que hacia 0, mejor dicho, de 10 que ocultaba. En
la terminologia de Engels, "civilizacien" se identifiea con el predominio
de la propiedad privada. Mediante su c1ausula cualificadora, Engels ad~
mitia subrepticiamente que 8U afirmacion no incluia al mundo "barbaro"
del despotismo oriental.
d)
1.
Este no e8 un hello cuadro. Los padres inventores del socialismo cientifico, que pretendian basar su praxis poUtiea en Ia teorta mas avanzada
del desarrollo social, daiiaron mas que ayudaron la causa de la verdad
cuando se vieron frente a la manifestacion hist6rica mas importante del
poder totalitario. zPor que? 2,Tenia Marx tan poea consideracion por la
verdad cientifica que la violentaba tan facilmente? Ciertam.ente, este no
era e1 caso. EI cuidado con que documentaba sus propios puntos de vista
,,
I.il
II,
!I
I
I!
436
2.
r Engels
A la vista de estmi principios gravemente enuneiados, las retrogresiones de Marx al analiza! la sociedad asiatica adquieren un significado
especial, Sin duda, el concepto de despotismo oriental contenia elementos
que paralizaban su busqueda de la verdad. Como miembro de un grupo
que trataba de establecer un estado totaHtario administrativo y dictatorial
y estaba dispuesto a emplear "medidas desp6ticas"" para alcanzar sus
metas socialistas, Marx dificilmente sacaria provecho del ana.lisis de al~
gunas similitudes inquietantes entre el despotismo o.riental y el estado de
su programa.
EI econorrUsta chisico John Stuart Mill, quien en sus Principios es-
* Marx, TMW, II. Parte 1: 312 5S. En este contexto la palabl'a alemana
Gemein, como la inglesa de la misma raiz "mean", tiene las conmutaciones de
"vicioust " "shabby".
437
pOSICIOn
'
3.
3.
Lenin
a)
1.
438
439
2.
440
nante del despotismo oriental no fue mas que academica. Formaba parte
de 1a misma sociedad que trataba de revolucionar.
Si, como Lenin supone, el zarismo era una variante del despotismo
oriental, y 8i, bajo el despotismo oriental, el senOrlO rural habia nacido
de una forma no feudal de dependencia del estado, no podia, por tanto,
pretender que 1a sociedad zarista estuviese controlada por terratenientes
feudales 0 postfeudales, sino por burocratas; y si era esta su opinion,
debia decirla. 5i no, estaba obligado a dar razones poderosas para reehazar este punto de vista.
De hecho no 10 hizo. En Stl Iugar describi6 1a clase gobernante rusa
unas veces de una forma, otTas de otra. A veces hab1aba de una "dic~
tadura de la burocracia" 60 y vela a sus funcionarios encaramados "sobre
el pueblo sin VOZ, como un bosque oscuro" 61. A veces hablaba del Go~
bierno zarista como si tuviera tendencias "burguesas" 62 y fuera servidor
de los Hgrandes capitali~tas y nobles" 63. Con mas frecuencia 10 describia
dominado por los "terratenientes de la nobleza" 61.
b)
c)
441
442
443
444
e)
1.
445
La primera guerra mundia1 acabo can la adhesion de Lenin a1 concepto asiatico. En 1914 expres6 1a esperanza de que 1a guerra permitiria
a los radicalsocialistas iniciar una revolucion social y politica general 91.
Y en 1915 estaba convencido de que estaba en marcha un gigantesco
cataclismo 92. Para preparar a sus seguidores para su cometido revolucionario, escribi6 dos pequenos libros que evidencian un giro crucial en
sus puntos de vista sociohist6rlcos: ImperiaHsmo: El estadio supremo
del capitalismo en 1916 y Estado y Revoluci6n en 1917.
En ellmperialismo, Lenin pinta al capitalismo como un sistema "monopoIista" e imperialista que, como revela su condici6n estern y estacio~
naria~ habia alcanzado el final de BU trayectoria hist6rica. Y siguiendo
a Hilferding~ considero "el capital financiero" como el ama de un sis~
tema de credito del pais y, por tanto, amo tambien de su economia. EI
siguiente paso 16gico 0, por 10 menDs, as! 10 parece, habria sido la
demostraci6n de que estas ideas tenian validez no solo para Europa occiw
dental, sino tambh~n para Rusia, blanco principal de su intens te6rico y
polftico. En el caso de Rusia tal demostracion habria sido simple e instructiva, porque era sabido comunmente que el Gobierno zarista tenia
un control supremo del sistema crediticio ruso. La interpretacion "ashitiea" de la sociedad rusa sugeria que esta circunstancia daba a la burow
cracia zarista el control supremo sohre Ia economia del pais.
Lenin admitia la premisa, pero eludia la conclusion. Menciona la
posicion financiera clave del Gohierno zarista 93; pero 1o hizo sin enfasis
y sin explicar sus implicaciones para Ia econom!a, como 10 habia hecho
para el Occidente dominado par la propiedad privada. Habiendo dejado
de destacar las funciones administrativas del estado ruso del pasado,
lambien deja de hacerlo para e1 presente. De este modo oculto un rasgo
institucional esencial que podia unir el pasado "semiasiatico" del pais
con el estado socialista 0 con un futuro "ashitico".
2.
Estado y Revoludon aun llevo mas lejos Ia supercheria. En este tratado Lenin explicaba Ia necesidad de remplazar el estado existente, dominado por la c1ase gobernante, por un nuevo tipo de estado que, como
la Comuna de Paris, seria controlado desde abajo. Baso esta decision
446
3.
447
Si Lenin hubiera renunciado por completo a sus primeras convicdones, nuestro relato del gran mito se detendria aqui. Pero Lenin era "un
sociaHsta subjetivo". Y aunque el regimen que el presidia ofrecia desde
sns comienzos poca semejanza con el Gobierno protasocialista imaginado
por Marx 0 por el mismo antes de la revoluci6n de octubre, continuO,
reafirmandose en sus antiguas convicciones. Asi mientras que, por causa
del poder, traiciono sus principios socialistas, no hay duda que 10 hizo
con dolor de conciencia. Y tampoco hay duda que no era feliz cuando
oscurecia el concepto asiatico.
En Estado y Revoluci6n Lenin reconocfa indirectamente 1a existencia
del despotismo oriental, el sistema "barbara" decisivo de opresion y ex
plotacion, anadiendo la calificaci6n "en el periodo de civilizaclon" 99 a sus
observaciones sobre el estado basado en la propiedad privada. Este gesto
hizo poco por contrarrestar el efecto enganoso de su tesis principal, pero
Ie presenta consciente de Sil "pecaclo contra la ciencia".
En su conferencia "Sabre el Estado" Lenin empleo el termino "serM
vidumhre" (Krepotmichestvo) clonde Engels habia empleado "feudalis
rna". Y concluye su discusi6n sabre el estado de servidumbre diciendo:
"Este fue el estado basado en la servidumbre, el cual en Rusia, por
ejemplo, 0 en paises asiaticos completamente (sovershenno) '* atrasados,
clonde la servidumbre prevalece hasta hoy -en diferentes formas- fue
repuhlicano 0 monarquico" 100. Sin duda, Lenin sabia aun que "los paises
aSlaticos" tenian una forma especial de servidumbre. Y segula distin M
guiendo entre paises asiaticos "completamente" atrasados y otros paises
(lsemiatrasados, semiasiaticos?) entre los que incluia a Rusia. De nuevo
8
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449
450
451
4,
Stalin
'* Originalmente Lenin usaba lenguaje "esopico" (esclavo) para hablar BIos.
oprimidos por e1 gobiemo de tal manera que los gohernantes no se dieran cuenta
de 10 que deda (d. Lenin, S, XXII: 175). Ahora, como cabeza de 1a nueva clasegohernante, empleaba e1 mismo artificio para ocultar e1 significado de 10 que deda
a los gohernados.
** Lenin, S. XXXIII: 440; d. Lenin, SW, IX: 382. 'lease tambien Lenin"
S. XXXIII: 404 ("Aun tenemOs el antiguo aparato") y 434 ("nuestro aparato .
que tomamos completo de la epoca precedente").
.<
a)
452
h)
1.
'* DASP: 68, d. 181. Fue a este respecto por 10 que yo me singularice ~nte
In critica por haber destacado la cualidad de "as~atica" de la nohleza rur~l chma.
Esto 10 hice cuando describia a1 gmpo en cuestlan como el ala no f~~cIOnal ~e
la clase burocnitica gobernante (Wittfogel, 1931: 730. Para la elaboraclOu de filS
opiniones anteriore8, vense arriba, 312 S8.
453
454
2.
cusion de 108 tipos de las relaciones 80ciales menciono soJamente tres -esc1avitud.
feudalismo y eapitalismo (Trotsky, 1939: 8J--.-., 10 mismo que hacia Stalin. en e1
mismo ano, y Lenin hahia hecho en 1919.
c)
455
Crepusculo ideologico
* En su estudio sobre Mao Tse-tung. B. Schwartz menciono dos dedsiones teoricas del Sexto Congreso del PCC, una rechazando las afirmaciones trotskistas sobre
las relaciones capitalistas en las aideas chinas, otra rechazando In interpretacion
de la sociedad china como una sociedad asiatica (Schwartz. 1951: 122 ss.). Es de
lamentar que A Documentary History of the Chinese Communism (1952), que edito
Schwartz junto con John K. Fairbank y C. Brandt, no informase a sus lectores sobre
el ultimo punto. Segun la History, "Ia unica innovacion" en Ia "esfera teorica" fue
"la nueva estimaci6n de la situacion revolucionaria" (Brandt, Schwartz y Fairbank,
1952: 125). La omisi6n e5 mas lamentable cuanto que s610 unos anos antes el Dr.
Fairbank, en su libro The United States and China, habia dedicado todo un capitulo
a la discusi6n de 'IChina como una sociedal oriental" (Fairbank. 1948: 53-8).
** Prigozhin explic6 el modo asiatico de producci6n como un tipo especial de
feudalismo y hablaha del "llamado modo asiatico de prodllccion" (Psigozhin, 1934:
80, 86).
*** Vease 1a Gran Enciclopedia Sovl:6.tica, ]936, XXXIII: "China" (espe., paginas 538-530), clonde Grineviteh habla del "feudalismo burocnhieo" y el 'Idespotismo
burocnitico" de la China imperial.
**** Veanee los diez puntos de Struve sobre d modo de producci6n asiatico en
Struve. 1940 (I.' ed., 1938): 22.
456
457
cado el 3 de septiembre de 1931 * y el elogio de Fox de 1935 "al briIlante tratado del problema ... indio" por Marx en e1 mismo peri6dico **
Seria interesante moetrur como el rnarxlsmo ingles, tal como ha sido
expresado en A Handbook oj IVlarxism de Burns, extendi6 la interpre~
taci6n hidniulica del Oriente. N6tese el enfasis sohre las peculiaridades
administrativas y despoticas de las "sociedades orientales" en el li1art
malces Himself de Gordon Childe ***. Y seria interesante mostrar como,
en los Estados Unidos, algunos escritores que fundamentaban su modo
de pensar en e1 concepto asiaticohidraulico de Marx influyeron sobre los
estudiosos de Oriente no marxistas. N6tese 1a impresi6n hecha pOI' Chi
Ch'ao-tung con su Key Economic Areas in Chinese History, as Revealed
in the Development oj Public Warles for Wa.lerControl, y por mi mismo,
sobre Owen Latimore ****.
Pero queda fuera del ambito de este libro una emlmeracion detaHada
de este desarrollo plural. Para nuestros fines basta afirmar que durante
los auos 30 y especialmente en el mundo anglosaj6n el marxismo en 5U
forma mas proselitista reprodujo y extendi6 una interpretacion asiatico~
hidniulica de las civiHzacione3 orientales.
* Cubierto de un ligero velo de pabbreria "feudal" ("clet;memlmH:ion feudal"
de China), Madyar subrllya la "tremenda irnportancia" de las obras hidraulicas y
Ia funcion organizadora que, a causa de eHas, desarrollo sohre "el despotlsmo oriental
de las c1ases gahernantes chinas" (lnprecor, 1931; 865).
** lnprecor, 1935: 136. Fox, que en 1930 habia publicado una eoIeccion completa de las opiniones de Marx sobre el modo de produccion asiatica (Lelopis Mark
sizma. 1930, XII: 329), llamo Ia atenci6n sobre las ideas de Marx sabre Ia India
en una recension de un Handbook of Marxism. Es un accidente curioso -si es ac
cidente-- que este Handbook, que reunia cincuenta y dos escritos de Marx, Engels y
Stalin, y que fue distribuido en los U. S. A., asi como en Gran Bretana, reprodujese
los dos principales articulos de Marx sabre Ia India, pexo no el discurso de Lenin
"Sobre el Eatado".
*** Childe reconocio en este libro la significaci6n del "concepto realista de In
hiatoria de Marx. Y aunque Sll idea de la "revolucion urbana" es una deteriorizaci6n
de las ideas de Marx y Engels (originariamente: Adam Smith) sobre la separaci6n
de ciudad y aldea, y aunque su nocion del "desarrollo detenido" de las sociedades
orientales (Childe, 1952: 181, 186) carece de Ia penetraci6n de los juicios de Jones,
Mill y Marx sobre eatc fen6meno, su enfasis sabre el significado crucial de las operaciones hidraulicas para Ia aparici6n de las sociedades en Egipto. Mesopotamia y
China primitiva siguen de un modo definitivo el concepto asiatico clasico_
**** En 5U Inner Asian Frontiers of China (completada en 1939), Lattimore decia
que el primer libra de Childe hizo ver ""Ia importancia del riego y el transporte por
canales en Ia historia de China" (Lattimore, 1940: XXI). En e1 mismo libra afinnaba
que hace mas de dos milenios e1 primer feudalismo chino fue recubierto por '~un
imperio burocraticamente administrado" (ibid.: 369 5S., 375 ss.; d. 368 55.: 373); y
aiiadia que "los factores primarios" de esta transformaci6n habian sido '~clasificados
magistra1mente por Wittfogel" (ibid.: 370).
it)
459
458
e)
f)
produc~
* Dntt nre5entaba los articulos pertinentes de Marx de 1353 "entre los mas
fertiles de sus escritos y punto de partida del pensamiento moderno en las cuestiones de que tratan" (Dutt, 1940: 93). Las ideas de Marx sobre Asia, deseonocidas
durante mas de medio siglo, empiezan "a infiuir cada vez mas e1 pensamiento con
temporaneo sobre euestiones indias. Su im'estigaci6n moderna de hoy confinna de
modo creciente las principales lineas de su pJantearniento" [ibid., 92; d. Dutt, 1951
{escdto en 1940}: passim). Un resumen aprobatorio de India To.day, incluyendo el
argumento "asiatico" de Marx, po-r T. A. Bisson, fue publ1cado en Amerasia, IV,
n.Q 9, 1940.
** En 1942, Dutt aun mantenfa su primern posicion, 5i bien de una forma cliluida [Dutt, 1943 (ed. ingl., 1942): 38 ss., 43, 71, 73 5S., 76 ss. y 871. Dej6 de
hllcerlo despues del final de Ia guerra. Aunque ocasionalmente sefialaba los escritos
de Marx sabre la India (Labour Manthey, XXXII, 1950: 43; XXXV, 1953: 105), el
lector no puede sacar una conclusion "asiatica" de sus ohservaciones redactadas de
un modQ vago. Considerado aisladamente, los comentarios aislados de Dutt sabre
460
4,61
D.
* En su estudio de 1951, Childe decia que Marx hab1a desarrollado sus conceptos socio-historicos "partiendo de datos sacados de las sociedades eivilizadas, d6
sica, medieval y moderna (Childe, ]951: 10). Invocando e1 termino de civiIizada",
como Engels y Lenin hnbian hecho bajo circunstancias similares, Childe despreciaba la sociedad oriental "barbara", que ciertamente infIuyo sobre el pensamiento
socio-historico de Man, y que tambien fue de gran importancia para los estudios
del propio Childe.
462
CAPITULO DECIMO
464
A.
1.
Tipos sociales
a)
o___-"=~O"-
______
~1500Km
PERU
465
'* Comte, citado aprobatoriamente por Mill, 1947: 599; cf. 600 (los subrayados
son mios), Para una version economica unilateral de esta misma tesis, vease Marx,
1939: 27.
30
466
b)
1. Sodedad pastoril
Las sociedades hidniulicas centradas en el Estado pudieron haber
precedido a todas las demas civilizaciones estratificadas; pero con toda
probabilidad, las sociedades hidraulicas primitivas pronto se enfrentaron
con grupos que combinaban la agricultura no hidraulica con ganaderia
extensiva y que estaban dominados por las aristocracias tribales. Los con~
quistadores arios de la India eran, segun parece, semipastoralistas de
este tipo 8.
Sin embargo, s610 despues de Ia gran revoluci6n de los jinetes, cuando
el hombre aprendi6 a montar a caballo y en camello, fne cuando adquiri6
facil acceso a la estepa y estableci6 poderosas sociedades, basadas esen~
cialmente en el pastoreo. Actuando en conjunci6n con sus vecinos seden~
tarios hidraulicos y no hidraulicos * influyeron en el curso de la his~
toria en gran manera, persistiendo principalrnente en Asia central y el
Oriente Proximo hasta la epoca moderna **.
.. No podemos discutir aqui los suhtipos posib1es de sociedades p8storalistas
estratmcadas. El enfasis de Max Weber sohre las peculiaridades soeiales del "pastoralismo de ganado men or", tal como 10 praeticaban los judIos primitivos (Weber, RS,
III: 44 8S.), indica la posibiHdad de UDa suhdivision por 10 menos.
** lFor que admitio Marx las sociedades pastoriles estratificadas de Mill en su
Hsta de "epocas progresivas en e1 sistema eeonomico de sociedades"? (vCase Marx,
1921: LVI). Cuando Marx, en 1857-58, esc.ribi6 Sll primera redacci6n de su obra
principal crda que las dos iiltimas de sus cuatro formaciones mayores estaban co
nectadas por una evolucion historiea, en tanto que consideraba ]a escata completa
de sus cuatro 6rdenes como progresiva sOlo de un modo tipo16gico. Los tipos de
sonidos de Marx recuerdan los "mundos" de Hegel, que constituyen estadios en
progreso no historicamente y en tenninos de una evolueiOn real. sinl) tipo16gica~
mente, esto es, como representantes de un grado m.as alto 0 mas bajo de libertad. Las
2.
467
3. Sodedad feudal
Las antiguas sociedades de Grecia y Roma, fuera cualquiera su forma
originaria, se orientalizaron. Las sociedades de Europa y Japon no 10
hicieron. De hecho, estas 6.ltimas desarrollaron relaciones especificas feudales que, al nivel agrario, no tuvieron obstaculos para su multicentrismo
formaciones sociales de Marx difieren de acuerdo con e1 grado de propiedad privada
que representan. La sociedad asiatica conservaba la propiedad comunal de las sociedades primhivas (Marx, 1939: 376 S8., 380, 383), esto es, que la propiedad privada
de los medios de produccion no desempefiaha ningun papel. Las sociedades de Greeia
y Roma antiguas posefan propiedad privada, pero parte de la tierra seguia siendo
"propiedad comunaL., propiedad estatal, ager publicus" (ibid.! 378, cf. tambien
379 s. y 382). La sociedad medieval fue mas aUa en la reducci6n de 1a propiedad
corunnal (ibid.: 384). En la sociedad burguesa moderna prevalece completamente
Ia propjedad privada de los medios de produecion (ibid.: 375, 402 55.).
En este esquema Marx olvidaba el hecho -del que no carecfa de noticias- de
que algunos paises asiatieos tenian propiedad privada. Ademas, su manera de en
tender ]a propiedad rUstiea antigua y feudal era extraordinariamente tecniea. La in
clusion de otra confonnaei6n estratificada y hasada en ]a propiedad, la sociedad
pastoril, habia hecho aun mas artificial su tipologia.
468
4.
La sociedad hidraulica supera a todas las demas sociedades estratificadas preindustriales en duraci6n, extension y numero de personas dominadas. Esto puede explicar ampliamente por que comprende tantos subtipos. Taxonomicamente hablando, la sociedad hidraulica es un gigante
dificil de manejar. lNo debemos, pues, tratar algunos de sus subtipos
mayores como grandes formaciones 5ociales, pero de segundo orden?
Esta decision 5e justificaria 5i nos enfrentasemo5 con diferencias estructurales basicas en las relaciones sociales y el caudillaje social. Sin
embargo, no pueden demostrarse tales difereneias, dado que el despo~
tismo agrogerencial y la burocracia monopoHstica prevalecen en todos
los subtipos conocidos del mundo q,idraulico. En consecuencia, 1a "des~
membraci6n" arbitraria oscureceria el heeho sociohist6rico capital de
que la sociedad hidraulica empequefiece a todas las demas sociedades
agrarias en dimensiones y diversidad institucional.
5.
469
470
2. Cambios sociales
a)
Fonnas
EI destino de estos distintos tipos de sociedades es instructivo en varios aspectos. Como arriba se dijo, las sociedades pastoriles estratificadas
pasaron por diferentes estadios. Algunas practicaron la agricultura oca
sionalmente; otras se hicieron esenciaImente agricolas. Este pudo haber
sido el origen de las primitivas aristocracias tribales griegas, y sin duda
fue la base de Ia sociedad germanica tribal. Otros grupos ganaderos es
tuvieron en estrecho contacto con civilizaciones hidraulicas. Algunas se
fundieron con elIas completamente, otras, despues de un periodo de conquista 0 de sumisi6n, se retiraron a la estepa. AIgunas, sin pasar por un
interludio "oriental", siguieron en sus praderas semiiiridas, permane
ciendo en un estado de estancamiento evolutivo, hasta que bajo la inBuencia de sociedades modernas vecinas empezaron a perder su identidad
institucional.
Las sociedades agrarias superiores de la Grecia y Roma antiguas
atacaron al mundo oriental. Pero mientras sus conquistas produjeron
ventajas materiales a muchos de sus ciudadanos y un gran aumento de
poder a unos pocos, el precio pagado fne Ia orientalizaci6n general de Sil
sociedad. Esta transformaci6n ofrece un ejemplo elocuente de un cambio
"por alteraci6n" (bajo la influencia de elementos externos) {rente a un
cambio "por evolucion" (bajo la inHuencia de elementos internos) 14.
La sociedad feudal fue 8uficientemente iuerte para mantenerse contra
la sociedad hidniulica. Fue suficientemente abierta para iniciar un modo
de vida cornercial y mannfacturero. Entre las altas culturas es el caso
mas saliente de desarrollo social.
La sociedad hidniulica es un caso excepcional de estancamiento social.
Teniendo probablemente origenes diversos 15 y creando, en circunstancias
favorables, esquemas semicomplejos y complejos de jerarquizaci6n social,
la sociedad hidniulica no abandon6 sus estructuras basicas, a no ser
bajo el impacto de fuerzas externas.
b)
Valores
471
El cambio social no es identico al desarrollo. EI desarrollo, Ia transformaci6n efectuada esencialmente por fuerzas internas es s610 una forma
de cambio social Igualmente importante es el cambia diversivo, la transformaci6n efectuada esencialmente por fuerzas extemas.
Ademas, ni el cambio evolutivo y el diversivo son necesariamente
progresivos; ni mejoran necesariamente la condici6n del hombre. EI
control del hombre sobre Ia naturaleza es un factor enormemente im
portante en la civilizaci6n; pero como criterio de progreso debe ser examinado junto con Ia relaci6n del hombre con sus projimos y sus propias
convicciones (seculares 0 religiosas). Las tres relaciones interfieren y
pueden choear 0 armonizarse entre S1.
EI pensador de buena voluntad puede asustarse por tales conflictos. EI
realista que acepta la tragedia como un elemento inestable de la vida
aceptara la posibilidad de distintos desarrol1os de valores en las distintas
circunstancias hist6ricas. Comprendera que el progreso simultaneo en
estos tres tipos de relaciones es menos frecuente de 10 que se dice y que,
desde el punto de vista de los valores human os, el desarrollo puede ser
progresivo, ambivalente 0 claramente retrogrado. Para e1 tecn6logo, la
aparicion del ahsolutismo y primer industrialismo occidentales aparecera
como espectacularmente progresiva. En nuestra opinion, este desarrollo
probablemente destruyo tantos valores como los que creo. Para el apoIo~
gista del Gobierno sovietico, el cambio diversivo que echo los cimientos
del despotismo moscovita aparecera como predominantemente progre~
sivo 16. En cuanto a valores humanos fue definitivamente retrOgrado.
Los procesos que transfonnan una sociedad dada en una sociedad de
tipo distinto pueden considerarse cambios sociales primarios. Por razones
ohvias su nfunero es limitado. Los cambios sociales secundarios pueden
producir un nuevo subtipo de 1a misma conformacion general 0 pueden
ser circulares llevando al orden 0 suborden originario. Pueden ser -pero
no necesariamente- catarticos (regeneradores). Algunos cambios dimis~
tieos y muchas refonnas institucionales han sido de este tipo.
Los 'desarrollos restaur adores ocurren en todas las conformaciones
institucionaIes. Son particularmente frecuentes en sociedades que se per
petuan por largos periodos de tiempo. Sobre el nivel de las civilizaciones
primitivas la sociedad hidniulica ofrece, por eUo, las mas ricas oportu~
nidades de estudiar el estancamiento social, asi como e1 cambio circular.
B.
1.
473
posteriores de la China imperial en el campo del drama y la novela popular; pero se debieron en parte a una nueva influencia, Ia dominaci6n
completa de Ia China por dos dinastias "harbaras" de conquista. Y ninguna de estas transformaciones sacudi6 el fundamento confuciano del
pensamiento chino.
El apogeo de Ia expresi6n creadora en la India esta situado de un
modo parecido. La religion, el estatismo, el derecho y la instituci6n de
la familia se originaron y alcanzaron su madurez "clasica" cuando la
India era un mosaico de estados independientes 0 durante Ia primera fase
de la unificaci6n imperial.
Las sociedades de conquista del Proximo Oriente, dominadas por los
arahes, comenzaron a un nivel imperial. En este caso Ia mayoria de las
grandes ideas sobre el derecho, el Estado y el destino humano fueron
formuladas durante las epocas antigua y principios de la media de Ia SOw
ciedad islamica.
b)
474
Una consecuencia evolutiva importante de este hecho ya ha sido discutida_ Dado que la hurocracia monopolistica agraria evita que la sociedad
hidraulica desarrollase por 61 misma un tipo de sociedad multicentrada,
esta claro que cuando ocurrio tal transformacion ocurrio s610 mediante
la influencia directa 0 indirecta de fuerzas externas.
EI Imperio romano occidental fue aplastado por invasores tribales del
norte, y la Espana musulmana cayo ante los guerreros feudales de la Pe
ninsula Iberica. En ambos cases las crisis internas facilitaron la victoria
institucional de los agresores. En Bizancio los atacantes europeos, que
fueron bastante fuertes para derrocar el regimen absolutista decadente,
eran demasiado debiles para iniciar un orden multicentrado con barones
organizades corporativamente, poderosas ciudades gremiales y una Iglesia
independiente, tal como existian por aquel tiempo en sus patrias feudales.
Las fuerzas externas no hidniulicas tenian que penetrar por completo
en la sociedad hidniulica, con el fin de realizar una completa transfor~
maci6n diversiva.
por eI ejemplo chino, fue durante el penodo feudal tan mtenslva como la agrlCuI
tura china.
2.
475
i!
476
a)
Patrones de interrelaci6n
b)
477
478
En todos estos casos el impacto occidental sobre una civilizaci6n tradicionalmente hidraulica implicaba dominaci6n colonial directa. En olros,.
varias potencias comerciales y manufactureras luchaban por el control
del territorio oriental, economicamente atrayente. Bajo olras circunstan~
cias, las relaciones entre las condiciones cambiantes en el campo indus~
trial y la forma e intensidad de la interferencia son complejas. No obstante, pueden estahlecerse cieltas relaciones causales. S610 despues de la
revoluci6n industrial pudo Occidente forzar a una politica de puerta
ahierta al remota imperio chino; y s610 despues de la segunda mitad del
siglo XIX los consejeros occidentales sugirieron seriamente gobiernos cons~
titucionales y representativos en Turquia y en China.
c)
Como se ha demostrado a 10 largo de nuestra investigaci6n, las condiciones tambien variaban mucho en los paises hidraulicos.
En Mejico las empresas hidraulicas eran de tipo "esporadico" 13. En
Turquia las metropolis perdieron graduadmente el control sobre sus provincias hidraulieas. La Rusia kievana no tuvo empresas hidraulieas; y el
yugo tartaro no produjo cambios a este respecto. En el Peru prehispanico
y en Siam el comercio indigena particular a gran escala no jugo papei
alguno; en Indonesia y la Turquia otomana era extraordinariamente limitado. En la Rusia moscovita los hombres de negocios que no fueran
capitalistas burocratas eran extraordinariamente restringidos. En el Mejico azteca lorecio el comercio independiente, y en China adquiri6 grandes proporciones.
En algunos de estos paises hubo grupos importantes que, a la primera
oportunidad, podlan haber evolucionado en una dase media moderna.
Y en algunos existieron formas de propiedad rustica privada que, bajo el
impacto de una sociedad industrial, basada en la propiedad privada, po~
dian haber favorecido el crecimiento de una sociedad moderna multicen~
trada. lDe que manera y hasta que punto 5e realizaron estas posibiHdades?
3.
Resultados sociales
F"
Para sen alar los resultados del impacto occidental reciente no nece~
sitamos tratar aqui por extenso de Tailandia .... Baste decir que, a pesar de
numer05as innovaciones tecnicas y politicas, una Tailandia independiente
479
* ni un sistema
de gobierno representativo.
a)
Rusia
480
~ CC=7- g2l1'e;~~,~:
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'i!.
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.....
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Mia 1000 ANTES DE J.G
481
St>~ie()ad<>s
hidcculicos
Soci"dade. hidrcwlicos
422
483
* Para un estudio com pIe to del crecimiento desi.gual de una clase media moderna en las d.istintas partes de America latina, vease Crevenna, MECM: passin.
485
EI imperio incaico no tenia clase mercantil cllando negaroD los espanoles. En MejieD los espaiioles parece que eliminaron a la importante clase de los mercaderes pochteca. Los portugueses y sus sucesores,
los holandeses, "suprimieron el comercio javanes"; y "los mercaderes y
armadores indigenas perdieron su ocupacion" 35. Despues los holandes
controlaron la mayor parte de la gran empresa en Indonesia; y pennitieTon a un grupo de Hextran jeros orientales", los chinos, operar a un
nivel intermedio como mercaderes y prestamistas. Cuando Indonesia se
liber6, los holandeses fueron eliminados como administradores y, en gran
parte, tambli:u, como negociantes. Los chinos siguieron como extrai'ios
sospechosos '*. Y los indonesios nunca han podido sacar de sus propias
filas una c1ase media de banqueros, industriales y comerciantes, apreciahIe que pueda Denar el vado entre la gran poblacion campesina y la
elite ilustrada y, principalmente, burocnitica 36. De este modo en Indonesia
una concha democnitica cubre una estructura social que esta mucho mas
eerea de patrones hidraulicos monocentricos que de una sociedad industrial pluricentrica.
El desarrollo jndio difiere del indonesio en varios aspectos signifieativos. Antes de la llegada de los ingleses existia en la India alguna empresa privada -probablemente no tanto como 5e ha querido recientemente 37_, pero no tan poco como queria Bernier, quien media a Ia India
mogol con criterios occidentales. Aunque los britanicos coartaban las
aetividades mercantiles de los indigena;, no las prohibieron. Durante el
peri OdD colonial los hombres de negocios indios organizaron numerosas
industrias manufactureras, especialmente algodon, y algunas industrias
pesadas, espeeialmente del acero 38, y cuando la India obtuvo Sil inde
pendencia el sector privado habia aumentado considerablemente. Sin
embargo, segl1n todas las observaciones, este sector -y la clase media
moderna, que refleja su crecimiento- es aun restringido.
Por supuesto, los ingleses tambien introdujeron la propiedad privada
de Ia tierra. Pero, contra 10 que esperaba Marx, esta reforma ayudo al
crec:irniento de la sociedad occidental en la India. La propiedad privada
de Ia tierra prevaleci6 en unas cuantas sociedades hidraulicas y estuvo
presente en menor grado en muchas. Tendi6 hacia el serrorio burocrata
y absentista 39. En general, los ingleses reconocieron como propietarios a
los antiguos tenedores de tierra oficiaI, los jagidars. En algunas regiones
hicieron a los antiguos recaudadores de impuestos, los zamindars, pro-
pietarios de las tierras sobre las que hahian ejercido Stl jurisdiccion
fiscal, y. en much~s ot;os convirtieron a los ocupantes campesinos, los
ryotwan, en propletanos completos de Ia tierra que cultivaban. Pero
una reforms agraria que no protege a los propietarios campesinos con
medidas educativas, poHticas y economicas adecuadas, especialmente en
el campo del credito, tiende a beneficiarlos s610 temporalmente. Los nuevas propietarios campesinos indios pronto cayeTon victimas de los prestamistas. Y con elio muchos se vieron obligados a vender su tierra a un
funcionario, zamindar, U otm persona rica, quien, como senor absentista,
recibla la mitad, 0 mas de 1a mitad, de la cosecha. En 1950, "un 80 por 100
aproximadamente [estaba] en manos de senores absentistas 0, en otras
palabras, cuatro quintas partes de la tierra [era] cultivada por gente
que no Ia poseia" 40. En vez de occ.identalizar las aldeas indias los in~
gleses les impusieron una de las peores caracteristicas del regimen agrario
oriental: el senorio burocrata y absentista.
484
'* En Indonesia, como en Tailandin y otros paises del sureste de Asia. hay una
comunidad importante de negociantes chinos. Pero, como en Tailandia, los capitalistas chinos de Indonesia SOn considerados extranjeros; y por esta razon no han
sido capaces de cumplir las fundone .. polfticas de una clase media indfgena reeonocida (vease Furnivall, 1944: 414; Kuhin, 1952: 28,475).
c)
La historia reciente del Oriente Proximo (aproximadamente la orhita del antiguo imperio tureD) y del Lejano Oriente (China) revela el
desarrollo de paises hidraulicos, que, annque no colonizados, estuvieron
clararnente bajo la presion del Occidente industrial. En ambos casos,
grandes potencias 1uchaban por el control sobre estos paises, pero ninguna
fue 8uficientemente fuerte para establecer BU hegemonia. En ambos casos,
los efectos negativos de la interferencia occidental, que fueron graves,
fueron hasta cierto punto mitigado5 por el hecho de que las zonas ambicionadas siguieron independientes y sus gobiernos desempefiaron un pa~
pel activo en 1a modernizaci6n de sus paises.
En eI Oriente Proximo una serie de derrotas militares debilit6 Ia
autoridad de Constantinopla sobre las provineias tureas, donde los amos
locales buscaban asegurar Stl posicion, primero aboliendo los privHegios
de los fnncionarios vinculados al Gobierno, como recaudadores de impuestos y poseedores de tierra oficial~ y en segundo lugar asignando el
grueso de la tierra a los que la cultivaban. Como en la India, muchos
campesinos, pobremente equipados~ educados y organizados, pronto se
vieron obligados a vender su propiedad recien adquirida a personas ricas:
Jos antiguos recaudadores de impuestos, funcionarios civiles v militares,
jeques de las aldeas 41, Y ricos ciudadanos con vinculaciones g~bernamen~
tales 0 sin elias.
Como resultado de este proceso, el senorio burocrata y absentista
ha prevalecido hasta hoy en Egipto, Siria, Iraq, Libano y otras partes
436
437
* Vease Cooke, 1952: 40. Cooke no interpreta la relacion entre posicion buro+
cnitica y terratenentismo en C,Hos paises como una consecuencia del Gohierno bu.
rocnitico tradicional. Pero tamhh~n reconoce que, en el imperio otomano, los cargos
civiles y militares, el caudillaje religioso y el t.enatenentismo se superponian (ibid,;
281).
428
429
tituyente, celebradas a finales de 1917, los soldados votaron mas por los
socialistas revolucionarios que por los bolcheviques 49. De hecho, en
aquella ocasi6n los primeros obtuvieron un 58 por 100 del total de
votos 50.
La intelligentsia se inc1inaba aun menos a seguir a los bolcheviques.
Los prozaristas estaban politicamente desacreditados; y_ los liberales
y socialistas eran "igualmente ajenos al zarismo y al holchevismo" 51.
No es extrafio que, despues de la revoluci6n de fehrero, los particlos de
mocraticos prevalecieran no solo en el Gobierno civil y el ejercito 52, sino
tarnbiim en los primeros soviets 53, en las nuevas organizaciones campesinas 54 y en los sindicatos"*.
En su programa agrario los socialistas revolucionarios habian pediclo
1a distribucion de toda la tierra "alienada" a los cultivadores 55. Esto
era infinitamente mas atractivo para los campesinos que los proyectos
de Lenin, que preveian que, despues de la "nacionalizacion de toda la
tierra", los grandes fundos deberian funcionar como "granjas modelo ...
bajo el control de los diputados de los trabajadores agricolas y por
cuenta publica" **.
En cuanto a 1a guerra, todos los grupos democniticos, con distintos
argumentos, rechazaron la paz separada can Alemania. Y mientras los
bolcheviques introducian una nota anticapitalista en el debate, tampoco,
en principio, recomendaban esta paz. En sus tesis de abril, Lenin perfil6
las condiciones para Huna guerra revolucionaria". Aunque oponiendose
con fuerza a la politica predominante de "defensa revolucionaria", exigia
la maxima pacienda can las masas que aceptaban honradamente la
guerra "como una necesidad y no como medio de conquista" 56. Y aun
en junio rechazaban una paz separada, la que decia que significaria "un
acuerdo con los handidos alemanes, que saquean exactamente como los
demas" 57.
La formula de Lenin del control de los obreros sobre la produccion
industrial 58 se hizo cada vez mas popular en los comites de las faetorias 59. Pero, antes de la revolucion de octubre, no hizo a los holchevi~
ques amos de las uniones obreras.
Entonces existia claramente en Rusia, en 1917, una situaci6n genuinamente abierta. Si el nuevo caudillaje hubiera defendido y desarrollado
las nuevas libertades de forma revolucionaria, hubieran tenido mas de
d)
Hacia 1920, la Union Sovietica era demasiado debil para ejercer una
influencia decisiva sobre paises incluso como Turquia, a In que presto
ayuda econ6mica considerable. Hacia 1930, empez6 a desempenar un
mayor papel en Ia diplornacia internacional. Y despues de la segunda
guerra mundial rivalizo claramente con Occidente por la hegernonia
mundial.
De este modo, Ia ascension de la U. R. S. S. presenta a los herederos
de la sociedad hidraulica una nueva alternativa. Donde los que luchahan
antiguamente por el cambio instltucional veian solo una meta, ahora ven
dos, y esto a causa de la revolucion bo1chevique. ;, eual es el significado
evolutivo de e5ta revoluci6n?
4.
Entre los grandes paises del mundo oriental que rompieron con su
pasado agrodesp6tico, el primero que volvio Ia espalda a la sociedad
occidental fue Rusia. Esto es de crucial importancia porque, antes
de 1917, Rusia habia lIegado lejos en BU occidentalizaci6n y porque,
despues de 1917, paso a ser la fuente de accion antioccidental mas influyente en Asia y otras partes.
EI alcance de la occidentalizacion de Rusia en la primavera de 1917
esta indieado porIa importancia del partido de Ia clase media de los
"cadetes", del partido campesino de los socialistas revolucionarios, y
de los mencheviques1 todos 105 cuales deseaban un gobierno parlamentario y democratico. Fueron estos grupos, y no los bolcheviques, quienes,
despues de la revolucion de febrero, fueron apoyados por la mayoria
de los campesinos, obreros y soIdados. La gran mayoria de los campe~
sinos seguia a los socialistas revolucionarios 47; la gran mayoria de los
obreros seguia a los socialistas revolucionarios 0 a los mencheviques.
(En wril de 1917 Lenin admitia que, "en Ia mayor parte diputados de
los soviets de obreros", los bolcheviques constituian "una pequena minoria") 48. Y entre los soldados; q-ue principalmente procedian del campo,
Ia situacion era similar. Incluso en las elecciones para la Asamblea Cons-
490
Surgia de Sil propia idea de que 5610 existia una garantia "absoluta"
que evitase que 1a deseada revoluci6n rusa cayese en una restauraci6n
asiatica: Ia victoria del ,ocia1isl110 en el Occidente altamente industrializado, y s610 una garantia '~re1ativa": el mantenimiento estricto de un
control democratico sobre el nuevo Gobierno revolucionario (no burocracia, no ejercito, no policia). Y surgia de los desarrollos posteriore3
a Ia revoluci6n de octubre: no ocurrio una revolucion socialista en los
grandes paises industriales de Occidente, y el regimen sovlbtico erigio
rapidamente una burocracia, un ejercito permanente y una polida.
Bukharin, y sus amigos de la "izquierda", habian damado contra
la nueva "centralizacion burocratica" y la amenazadora "esc1avizacion
de la clase trabajadora" ya en Ia primavera de 1918 63 EI partido cornunista habia atacado "el renaclmiento parcial de la burocracia" en Sll
pl'ograma de 1919. Y, en 1921, Lenin pintaba Ia nueva burocracia sovietiea de un modo cuyo significado era uno y s610 uno: la nueva burocracia era 1a fuerza monstruo que llevaba a Rusia hacia una restauracion
asiatica. En 1922 los repre.3entantes "no proletarios" y "extranos" de
la nueva Hmaquina burocratica" eran tan fnertes que Lenin ya no estaba
seguro de 5i estaban en Ia sma enos 0 el pequeno "Partido de la Vieja
Guardia". i,"Quien contro1a a quien"? 64. Solo el "prestigio indiviso" de
Ia Vieja Guardia haMa impedido la victoria comp]eta de las fuerzas so"
ciale5 "'extrafias". Y este prestigio podia ser destruido por "una ligera
lueha interna dentro de su estructura" 65, Fue destruido poco despues
de la muerte de Lenin.
Esto, naturalmente, no quiere decir que la sociedad sovietica tuviera
Driginalmente una calidad protosocialista, perdida en 1922 0 poco des
pues. Las advertencias retrasadas de Lenin senalaban el problema, pero
no se enfrentaban plenamente crm Ia realiclad. Segun Marx y Lenin antes
de octubre, socialismo es planificacion economica mas control popular
efectivo sobre los planificadores. Los holcheviques no permitieron tal
control cuando, despues de su toma revolucionaria del poder, se dedi"
caron a Ia planificacion economica cada vez a mayor e5cala. Segun los
criterios marxista.leninistas, en Rusia hubo socialista.9 5ubjetivos, pero
llunca socialismo.
Tampoco hubo una restauracion asiatica. Es comprensible porque,
en 1921, Lenin eonsideraba que la burocracia sovietica gobernaba sobre
pequefios productores fragmentados y dispers~s. A finales de la guerra
civil en 1920, la industria a gran escala no producia mucho mas del
10 por 100 de produccion anterior a Ia guerra 66, y Ia mayoria de los
obreros industriales habian vuelto a sus aldeas. EI pais se apoyaba prin~
cipalmente en una economia campesina fragmentada y la industria ape
b)
491
492
LA SOCIEDAD ORIENTAL EN
TRAl~SICION
'dd
...
q uefia escala -It que sobrevivia en Ias aIdeas y en Ias eIll a e8 en fUlnas
. d0 h a desapareCl"d o."67 :
Lenin lIege a decir en 1921: " eI pro Ietana
Estas condiciones explican por que, entre 1921 y 1923, Le~lln mter~
pretaba Ia nueva burocracia en terminos usados p;>T los marxlstas para
designar el despotismo oriental. Explican por que hablaba de la falta
de cultura Hsemiasiatica" del pais y del "'modo asiatica" en que CO~
merciaban los campesinos 68. No obstante, Sil creencia de que los h.o~mbres
del nuevo aparato estatal estaban estableciendo una nueva verSIOn del
antiguo sistema ruso era profundamente erronea..,
~.
Era errouea porque 61 subestimaba la mentahdad econOllilCa de los
hombres del nuevo aparato. Estos hombres no se conforrnaban con gobernar sobre un mundo de campesinos y artesanos. Conocian el potencial
de Ia industria moderna. Poseidos de una vision socialista c1l8si-rel1giosa ***, se esforzaron por realizarla, primero, dentro del c~adro del m~"
ximo de producci6n anterior de Rusia y, desde el Plan QumquenaI, mas
alla de d.
As!, aunque los amos de la Rusia s~v~etica perp.et.l:aron Ull~ .caracteristica clave de una sociedad agrodespotlca, la pOSICIOn monolItlCa de
su burocracia gobernante, hicieron mucho mas que perpetuar esta soc~e:
dad. Aun antes de Ia colectivizaci6n de la agricultura, el apparatchrk~
sovit'?:tico disponia de un sistema mecanizado de comunicaci6n e indust~ia,
que hacia que Sil posicion semigerencial fuese diferente de (y .potencl~~
mente superior a) la posicion semigerencial de una burocracla ~grohl
dniulica. El aparato industrial nacionalizado del nuevo orden semI gerencial Ie daba nuevas armas de organizaci6n~ propaganda y coercion, que
Ie permitieron liquidar a los pequenos productores campesi~os como categor!a economica. La colectivizaci6n completa transformo a los campesinos en trabajadores agricolas, que cultivaban para un solo amo: el
nuevo estado de aparato ****.
EI despotismo agrario de la sociedad antigua, que, a 10 mas: era ~e
migerencial, combina el poder politico total con un control sOClal 0 mtelectual limitado. El despotismo industrial de una sociedad de aparato
completamente desarrollado y totalmente gerencial combina el poder
politico total con el control social e intelectual total.
Recordando el enfasis de Lenin sabre el significado de "aparato"
* En 1920, Ia industria a pequefia escala de Rusia aun producfa un 44 por 100
de Ia produccion de 1913 (Baykov, 1947: 41).
, .
.~
** Las ciudades perdieron de un tercio a mas de Ia mltad de su pohIaClon.
(Baykov, 1947: 41).
,
.
*** Para Ia discusion de marxismo-leninismo como religion secular. vease Gunan,
1931: 192 ss.
**** Para un ana]isis pionero de Ia Union Sovietica como una sooiedad de una
nueva c1ase, vease Meyer, 1950: passim.
493
494
lADONDE VA ASIA?
* Lattimore pretendia que, durante los diez afios anteriores a la guerra chino~
ja.ponesa, los comunistas chinos, "corrados de Jas ciudades, y los ohreros urbauos
se huMan transformado en un partido campeslno" [Lattimore, 1947 (La. ed. 1945):
108].
495
C.
lADONDE VA ASIA?
496
ante 1a ocupaci6n por Peiping del Tibet, un gran pais de Asia interior,
cuyo derecho a la libertad habia reconocido piiolicamente Mao Tsetung
en los arros 30 2 Respondieron a estos desarrollos recurriendo a un
semiantiimperialismo *, que esta siempre dispuesto a ataear las fuerzas
debiles de un imperialismo capitalista en decadencia, mientras que duda
en criticar el colonialismo totalitario de Rusia y China comunistas.
Esta conducta haee claro que la hostilidad a1 imperialismo oeci
dental es s610 una razon para la popularidad de los regimenes comunistas en el Asia no comunista. Otra razon enormemente poderosa es la
afinidad a (y la admiracion de) el sistema comunista con el estatismo
gerencial.
E1 cientifico politico, que cOllsidera s610 Ia forma de gobierno, puede
argiiir que, despues de la emancipacion, Ia mayoria de los paises no comunistas de Oriente rinden tributo, rneramente nominal, a la forma par~
lamentaria de gobierno, y que, en algunos paises asiaticos, como la
India, los politicos dirigentes toman rouy en serio su credo demoCT<ltico.
Es verdad. Pero el cientificl) politico, que examina e1 fenomeno del go~
bierno con profundidad, sabe que, en los dhtintos contextos institucionales, la misma forma puede tener significados completamente distintos.
EI Senado romano en los di-as gloriosos de la republica tenia poco en
comun con el cuerpo que, con el mismo nombre, funcionaba en el imperio; y el interes sentimental de Augusto por las gloriosas tradiciones
de Roma no restauro la republica porque Augusto se preocupaba de
conservar el centro supremo poder fuera y por encirna de todo control
efectivo.
U\donde va Asia? Para contestar a esta pregunta, debemos recordar
que la colonizaci6n capitalista durante los trescientos anos de su dominio
no logro que e1 Oriente desarroHase sociedades plurictmtricas, basadas
en una cIase media fuette, trabajo organizado, y un campesinado independiente_ Debemos recordar que Ia mayor parte de las constituciones de
las nuevas naciones soberanas de Asia, directa 0 indirectamente, procla~
man e1 estatismo como caracteristica hasica de su gobierno '**. Debemos
recordar que, en muchos casos ---excluimos a Ataturk 3_, la voluntad
de estatismo fue fortificada por principios democraticosocialistas y que,
k
!
lADONDE VA ASIA?
SQc,ed,,"as h,d,6",iico.
[ill'] S()",ed,,~es
h;(lr'"mc".
mer9'''ole~
497
498
D.
* La disminucion de controles desde abajo (por votantes, participantes y miembros altos y bajos de las uniones de trabajadores) va pareja al aumento de controles laterales. Estos uItimos no son nuevos (cf. In historia de Ia legislacion en
Inglaterra). Pero, annque aumente 811 importancia, las recientes cvoluciones comunista y fascista muestran que la capacidad de evitar la acumulacion totalitaria de
poder es limitada.
** Antes del final de la segunda guerra mund.ial se hicieron algunos intentos
de analizar las tendencias institucionales del fascismo italiano y aleman; pero la
comparacion con el totalitatismo comunista fue superficial 0 nula completamente.
En los iiltimos afios ha existido poco interes por los estudios comparativos del
moderno totalitarismo, que incluyen al fascismo. El papel de Moscu en Ia sub ida de
Hitler al poder es un tema igualmente olvidado.
500
* Cuando John K. Fai.rbank subrayo "la distincion entre forma:; de totalitarisma conservadoras-fascistas y progresistas-comunistas" (Fairhank, 1947: 149; subrayado mio) expresaba en letras de molde, y muy sucintamente~ una opinion compartida por muchos intelectuales y funcionarios.
501
tu
NOTAS
INTRODUCCION
Ibid.: 211.
Bury, 1910: l.
VtSase mas abajo, caps. 4 y 8.
6 Vease mas abajo, cap. 4.
7 DASP, 1931: 89.
8 Tolstov, 1950: 3.
9 Marx, TMW, II, Pt. I: 310 55.
4-
15
16
11
Ibid.: 207.
Ibid., 1927: 314, 315
Ibid" 1929: 606.
18
19
20
55.,
320
85.,
324
SS.
Nelson, 1938: 8.
Widtsoe, 1926: 5.
2, A
1
2
504
NOTAS
NOTAS
23
24
25
Shu, 35.3h. Para traducci6n y comentario, vease MS lICS, Ch'in-Han, IV 0.) (6)
(32) (66).
17
18
19
20
21
22
2, C
S8"
55.
Wittfogel y Feng,
2, D
Reed, 1937: 373. Robins, 1946: 91 ss., J29 5S,
Para Palenque, vease Stephens, lTCA, 11: 321, 344. Para Aztec Mexico,
vease Tezozomoc, 1944: 23, 379 S5.; Chimalpahin Quauhtlehuanitzin: 117, 128.
3 Cf. Pietsch mann, 1889: 70.
4
Cf. Cahen, 1940: 132,
5 Jacobsen y Lloyd, 1935: 31; Luckenbill, AR, II: 150. Cf. Olmstead. 1923:
332; Thompson y Hutchinson, 1929: ]29 ss.
6 Vease mas ahajo, cap. 6.
7 Heichelheim, 1938: 728, vease tam1it~1l mas ahajo, cap. 7.
s Williams, 1910: 168. Cf. Sombart, 1919, I: 396; II: 252.
9 Kulischer, AW, II: 381 ss.
10 Williams, ]910: ]68.
11 Sombart, 1919, II: 251.
12 Williams, 1910: 168.
13 Kees, 1933: 129. Cf. ]09. Breasted, 1927: 147 y passm.
14 Thompson, 1941: 515.
15 Vease Shih Chi, 29.3ab, 4b-5a, 5b-6a, 7b8a, 126.151. Han Shu, 29.2b-3a, 4ab.
Sa-b, 7a8a, 89J4b]Sa. Para traducclon y eomentario, vease MS HCS, Ch'inllan, II
1
Vease Shih Chi, 29.2ab, 4a-b. Han Shu, 29.1b2a, 3h4a, 64a-6b. Hon Han
Ibid.: 95 55.
Ibid. Cf. Widenmann, 1899: 638S.
Cones, 1866: passm. Dfaz, 1944: passim. Cf. Vaillant, ]941: ]35.
2S Armillas. 1944: passim.. Vaillant, 1941: 219.
26 Jerez, ]938: 38. Sancho de Ia Hoz, ]938: 177 58. Cieza, 1945: 206 8S., 245.
Ondegardo, 1872: 75 SS. Garcila6o, 1945, II: 31, 146 55. Espinosa, 194,2: 565 58.
Cobo, HNM, IV: 65 56., 207 58. Cf. Rowe, 194-6: 224 55.
27 Coho, HNM, III: 272. Garcila5o, 1945, II: 147 .
28 Arthasiistra, 1923: 54. 58.
29 Shih Chi, 8S.1b.
30 Meissner, Ba, T: 340.
31 Ibid.: 34055. Olmstead, 1923: 334.
32 Herodoto, 5.52 s.; 8.98. Cf. Xenophon, 8.6.17.
33 R05tovtzeff, ]941, I: 133, I3S, 173 8S., 4-84, 517.
34 Para las realizadones de Diocleciano en esta esfera, Vea8e Bury, ]93], I:
9558.; y Ensslin, 1939: 397.
35 Mez, 1922: 461.
36 Para los mamelucos, vease Sauvaget, 1941: 35. Para los tureD8 otomanos,
vease Taeschner, 1926: 2038$.
31
Arthar;iistra, 1926: 60 y esp, 74. StrabOn, 15.1.50.
38 Cf. Smith, 1914: 135.
39 Appadorai, 1936, I: 42455.
-to Sabahuddin, 1944: 272 88.
41 Haig, 1937: 57.
,12 Smith, 1926: 4]358.
43 Kuo Yii, 2.22 55.
44 Han Shu, 51.2a, Para traduecion y comentarios, vease 1\1S RCS, Ch'jnwHan, IV.
45 Jerez, 1938: 55. Estete, 1938: 83 ss., 97 ss., 244 ss. Sancho de Ia Hoz, 1938:
175. Pizarro, 1938; 259. CPL~C: 310. Cieza, 1945: passim. Sarmiento, J906: 88.
Ondegardo, 1872: ]2. Cf. Garcilaso, 1945, II: 242 y passim. Cobo, HNM, III: 26055.
46 Pizarro, 1938: 259.
47 Chin Shlh Ts'ui Pien, 5.l3ab. Para traducci6n, vease MS HCS, Ch'in.Han,
IV (75), n. 305.
~8 Widenmann, )899: 70.
49 Ixtlilxochitl, On. H: 174.
50 I Reyes, 5: 14. Para Ia antigun Mesopotamia, vea5e Schneider, 1920: 92;
Mendelsohn, 1949.
51 Marshall, ]928: 587 ss.
52 Shih Cld, 6.31ah. Para traducci6n y comentario, vease MS MCS, Ch'in-Han,
III (12).
53 Shih Chi, 6.]3h14a24a2Sa. Para traduccion y comentario, vt~ase MS HCS,
Ch'in-Han, III (10) (IJ).
54 Vease arriba.
55 Sui Sh.u, 3.9b.
56 Sui Shu, 24.16a.
23
24
Ibid.: 279.
Ibid.
Gutmann, ]926: ,)69,374.
Parsons, 1939, I: 124-6. Wittfogel y Goldfrank, ]943: 29.
1
Cf. Wittfogel, 1931: 456
1949, 123, 467.
2 Herodoto 2.109.
S05
506
507
NOTAS
NOTAS
Breasted, 1927. I: 54, 59, y passim. Cf. Meyer, GA, I, Pt. 2: 159 sa.
Wilcken, 1912: 173 y n. 3.
16 Ibid.: 173.
17 Ibid.: 17855.,206.
18 Ibid.: 192 53.
19 Ibid.: 237 55. Para mas datos sobre los catastros bajo el gobierno arabe,
vease Saey, 1923, II: 220 55.
20 Gaudefroy.Demombynes, 1923: XLI. Wiet, 1937: 4.82. Ibid" 1932: 257. Cf.
Bjorkman, 1928: passim.
.21 Wright, 1935: 119. Cf. Lybyer, 1913: 167 8S., Y Gibb y Bowen, 1950: 16788.
22 Chou Li, 16.5a. Cf. Biot, 1851, I: 367.
23 Her-ocloto, 3.117.
24 Eck y Liefrinck, 1876: 231.
25 Win, 1929: 13.
60
61
62
63
Ibid.: 52.
2, E
1
26
55.,
22
88.,
123
85.,
126
S8
2, G
Vease mas abajo, cap. 6.
3, A
Milukow,1898: Ill.
3, B
Gareil.so, 1945, II: 23 ss., 25 sa. Cobo, HNM, III: 295 sa. Rowe, 19%: 264.
Torquemada, 1943, II: 546 ss.
a Kuo Yii. 1.8 S5.
4. Shih Chi, 6.50a. Vease MS HCS, Ch'in-Han. I: 3, n. 17.
5 [(uan Tzu, 3.17-18.
6 Hou Han Shu, 10A.4R. Para una traduccion y comentario, vCase MS HCS.
Ch'inHan, I: 3 (8).
7 Kuan Tang Chi Lin. 11.5h-6a. Vease MS HCS, Ch'in-Han, I:: 3, n. 21.
Han Shu, 28A, 28B. H," Han Chih, 19-23. Yease MS HCS, Ch'inHan, I: 1,
tablas.
9 Arthar,;iistra, 1926: 86 SS.
10 Smith, 1926: 376.
11 Strab6n 15.50 s.
12 Appadorai, 1936, II: 683 ss.
1a Deimel, 1924: passim. Ibid., 1927, 1928.
I
2
Ibid.: 14.
Ibid.
29 Eck y Liefrinck, 1876: 230.
30 Wittfogel, 1931: 263.
31 Willcocks, 1889: 339.
32 Somhart, 1919, II: 373 ss.
33 Cf. Grant, 1937: 24l.
34 Prescott, 1936: 29.
35 Torquemada, 1943, II: 536.
36 Cieza, 1943: 125. Rowe, 1946: 231.
37 Cieza, 1943: 126.
38 Herodoto 5.52 s.; 7.239: 8.98. Cf. Christensen, 1933: 283 &s.; Olmstead,
1948: 299.
39 Herodoto, 7.239.
40 Xenophon 8.6.17.
41 Cf. Seeck, 1901: 1847 SS.
42 Suetonius Augustus, 1886: 61.
43 Riepl, 1913: 459. Hudemann, 1878: 815s.
4.4 Brehier, 1949: 324.
45 Procopius, Anecdota 3.1.30=Brehier, 1949: 326.
46 Christensen, 1944: 129.
47 Gaudefroy-Demomh}lleS, 1923: 239, n. 1. Bjorkman, 1928: 40.
48 Mez, 1922: 461.
.
" Ibn Khordadhbeh, 1889, 114.
50 Mez, 1922: 70.
51 Ibid.: 71.
52 Bjorkman, 1928: 41.
53 Sauvaget, 1941: passim. Gaudefroy-Demomhynes, 1923: 239 ss. Grant, 1937:
28
Ibid.
27
2, F
14
15
239.
M
55
56
57
1900: 17.
508
Musulmana (Sabahuddin, 1944.: 273 55., 281). Cf. tambien Ibn Batoutah, 1914:
95; Babur, 1921: 357.
60 Smith,] 926: 382.
61 Ibid.: 414.
62 Vease Kuo Y ii, 2.22 58.
63 !lou Han Shu, 86.5a. 89.22b, 87.22b23a. Para traducci6n y eomentario
vease MS lIeS, Ch'inHan IV (73).
61, Han Shu, 63.11a. Para traclucci6n y comentario vease MS HCS, Ch'iuHan
IV (43).
65 [Jou Han Shu, 16.34b35a. Para traducc.ion y comentario vease MS HeS.
Ch'inHan IV (77).
66 Wittfogel y Feng, 1949: 161 58.
67 Ibid.: 162.
68 Marco Polo, 1929, I: 434 55.
69 I bid.: 4.35.
70
71
NOTAS
NOTAS
Delbrlick, GK, III: 102 88., 172. Lot, ] 946, I: 303, 305. Stubhs, CHE. I:
432; II: 277. Vinogradoff, 1908: 61 y nUffis. 2, 4.
72 Lot, 1946, I: 303 58.
.
13 Delhriick, GK, III: 103, 172,
74 Tout, 1937: 140 SS.
75 Li5ta completa en Lot, 1946, II: 212.
76 Delbriick, GK, III: 260 55., 263 5S., 304 58.
77 Herodoto, 9.62.
78
Herodoto 7.104. Cf. Delbriick, GK, I: 38 55.
79 Oman, 1924, I: 204.
80 Ibid.: 2()4.S.
81 I bid.: 205.
82 I bid.: 25l.
83 Ibid.: 252. Cf. De1brlick, GK, 1Il: 305, 307, 333, 338 SS.
8t Atiya, 1934: 71.
85 Rowe, 1946: 274.
86
Herodoto 7.25.
87 Oman, 1924, I: 190 s.
88 Cf. Fries, 1921: 12 ss,; Horn, ]894: 57 88.: Lokkegaard, 1950: 99; y
Gihb, 1932: 39.
89 Vease Wittfogel y Feng, 1949: 523 85., 526 8S. Cf. MS HCS, Ch'in-Han
y Ch'ing, sec. XV.
9Q
De1brlick, GK, 1II: 303, 333 ss.
91 Arthaqiisua, 1926: 64 85., 399 58., 406 58., 522, 526 55.
92 Delbriick, GK, III: 2079. Wittfogel y Feng, 1949: 536. Huuri, 1941: 71 $S.
93 Koran, 61.4. Para Ia disciplina en el ejercito de Mahoma vease Buhl, 1930:
242, n. 97.
9-J. Wiistenfeld, 1880: passim. Ritter, 1929: 116, 144 58. Huuri, 1941: 94 5S.
95 Ca. 500 B.c. Vease Wittfogel y Fimg. 1949: 534, n. 438.
96 Han Shu, 30. 25b S5.
97 Sun Tzu, 1941: 39.
98 Han Shu, 30. 25b-28a.
99 Bandelier, 1877: 131, 133 5S.
100 Cobo, HNM, !II: 270; Rowe, 1946: 278.
101 Wittfogel y Feng, 1949: 519.
102 Ibid.: 532 S8.
lO3
101.
105
106
107
108
109
110
III
112
113
IH
115
116
117
m
119
120
121
122
123
12"
125
509
3, C
Parsons, 1939, I: 1578, 495, 534; II: 790, 893, 901, 904, 909, ]]31.
Gutmann, 1909: Ill.
Deimel, 1922, 20, 22. Cf. ibid., 1931: 83.
4,
Poma, 1936: 1050.
5 Legge, CC, IV: 600 55.
6
Breasted, 1927. IV: 194, d. 157, 178, 185. Cf. tambien Kees, 1933: 4555.
7 Wan, KT, 1933: 38. Ma, SF, 1935: 218-19.
8 Glotz, 1926: 154.
9 I bid. : 153 55.
10 Stubbs, CHE, I: 583. Vea5e nuis abajo, cap. 6.
11 Meissner, BA, I: 125.
12 Genesis, 47: 24. Cf. Kees, 1933: 46.
13 Arthaqastra, 1926: 372.
14 Meissner, BA, I: 12.5.
15 Arthasastra, 1923: 72 55.
16 ibid.: 77.
17 Vea5e Kee5, J933: 42. 47, 223 55., Para el si5tema de regimen de la tierra
durante este periodo vease abajo cap. 7.
18 Kees, 1933: 42, 226.
19 Wilson, 1950: 212. Cf. Kees, 1933: 47, n. 7, 224.
2U Hummel, ECCP, I: 289.
21
Arthasastra, 1923: 75 ss.
22 Ibid.: 74.
23 Ibid.: 75.
2'~ Ibid.: 72.
2S Ibid.: 76. Arthaqiistra, 1926: 100.
1
2
3
510
"
27
28
29
30
NOTAS
Arthar;iistra, 1926: 100. ArthasiistTa, 1923: 77.
Arthasastra, 1923: 70.
Ibid.: 76 y n.
Mez. 1922: 109.
Ibid.: llO.
Ibid.
Ibid.: 127 ...
Arthar;iistra, 1926: 373.
3,~
Ibid.: 374.
55 Ibid.: 378.
36 Ibid., 380.
51 Arthasiistra, 1923: 296.
38 Ibid.
Me" 1922: 107.
<0 Ibid.: 110 S8.
32
33
"
3, D
1 Mitteis, 1912: 231. Kreller, 1919: 182. Taubenschlag, 1944: 158, Kess ..
1933: 83.
2 Hammurabi, sec, 165. Cf. Meissner, BA, I: 159.
::I Meek, 1950: 185, 188. Meissner, BA, I: 178.
4 Arthar;astra, 1926: 25588.,456 s. Keith, 1914, I: 232,191. Cf. Hopkins, 1922:
244; Apastamba, 1898: 13485.; Gautama, 1898: 30385.; Vasishtha, 1898: 8858.;
Manu, 1886: 348 y n. 117; Rangaswami, 1935: 3083.; Baudhiiyana, 1898: 22488.;
Vishnu, 1900: 40; Narada, 1889: 201; y YajnavaJkya, 53 S5,; 68 55.
S Cf. JuynhQll, 1925: 253 SS.; Kremer, CGO, I: 527 ss., y Schacht, 1941:
513 ss.
6 Boulais, 1924: 199.
7 Ondegardo, 1872: 37 ss.
A Zurita, 194.-1: 144.
9 Fei y lnang, 1945: 302.
10 Schacht, 1941: 516.
11 Ondcgardo, 1872: 38.
12 Glatz, ]926: 247.
13 I bid.: 248.
14 Myers, 1939: 20.
15 Morris, 1937: 554 ss.
16 Ibid.
17 Arist6teles, Politica 2.7.
18 Pohlmann, 1912, I: 206 ss.
19 Jefferson, 1944: 440.
20 Beard, 1941: 149.
21 Beard, 1927. I: 292.
22 Ibid.: 413.
23 Bloch, 1949, II: 244.
24 Tout, ]937: passim.
25 McIlwain, 1932: 673.
26 Ibid.
27 Ibid.
28 Morris, 1937: 554.
29 Ibid.: 553 S5.
NOTAS
30
31
511
Ch'inHan~
3, E
1
2
3
4
5
6
7
B
9
10
tl
12
13
14
15
16
Weber, WG:
Deimel, 1920:
Ibid.: 31.
Ibid.: 21. Cf.
Deimel, 1920:
241
21.
88.
Ibid.
512
"
"
46
47
48
49
50
51
52
53
5-1
55
56
57
58
59
60
NOTAS
Meissner, BA, I, 68. Labat, 1939: 135.
Labat, 1939, 202.
Ibid.: 163.
Ibid.: 234.
Meissner, BA. II: 59 58.
Ibid. , 60.
Ibid.
Cf. Chri.stensen, 1944: 229 y McEwan, 1934: 18 y n. 116.
McEwan, 1934: 17.
Ibid.: 19.
Nilsson, 1950: 145 55., 149 ss., 156 55.
Ibid.: 161 55.
'fa-dor, ]9:11: 58 S5.
I bid.: 185 SS.
Bury, 1931,
n:
360.
Brehier, 1949: 61
55.
62
513
NOTAS
95
97
18
19 Bury, 1910: 8.
20 Ibid.: 8 ss.
21 Kornemann, 1933: 143.
22 Boulais, 1924: 46423 Para Egipto vease Kees, 1933: 184. Para 1a India vease Arthasiistra, 1923:
2855.; y Manu, 1886: 224 55. Para China vease Hsieh, 1925: 83.
21. Para China vease Ch'u, IT, 1947: 206-8,
4,B
5
6
7
10
11
12
13
33
Ibid.: 20.
Hammurabi, sec. 117.
Koran, 17.24 ss. Cf. Daghestani, FM: 134.
Daghestani, FM: 136. Cf. GaudefroyDemombynes, 1950: 12&
58.
Para
514
NOTAS
NOTAS
63
64
65
66
67
68
69
15
22
23
95.
Ibid.
Grunebaum, 1946: 179.
Ibid.: 185.
Scheel, 1943: 8, 16.
61 Grunebaum, 1946: 185.
'" Witt!ogel y Feng, 1949: 292 y n. 19.
57
58
59
60
70
n
72
73
74
75
76
77
78
79
80
81
Vease
82
83
as
86
87
88
89
,.
91
92
93
94
95
515
516
NOTAS
5. A
1
5, B
Manu, 1886: 219.
Legge, CC, I: 2fj7.
Manu, 1886: 218.
4- Ibid.: 220.
5 Ibid.: 219 (subrayado mio).
6 Ibid.
7 Ibid.
S Ibid. (Subrayado mio).
9 Barton, 1929: 31 y passim.
10 Jacobsen, 1946: 143.
11 Ibid.: 144.
12 Ibid.
13 Barton, 1929: 31 y passim.
14 Hammurabi: Pr6logo.
15 Herman y Ranke, 1923: 64, 460.
16 alFakhri, 1910: 36.
17 Thucydides, 1.6.
18 Ibid.
19 Bauer, 1893: 350.
20 Eisenhower, 1948: 467 ss.
1
2
3
NOTAS
6
7
B
SS.
41
42
43
5. C
517
2
g
518
NOTAS
Ibid.: 202.
Ibid.: 203.
Grapow, 1924: 150, 153.
11 Wilson, 1950: 414.
12 Manu, 1886: 39l.
13 Koran, 4.62.
14 al.F.khrl, 1910: 44.
15 Legge, ce, I: 245.
16 I hid.: 246.
11 Ibid.: 178.
18 Ibid.: 21l.
19 Buhler, 1948: 17555.
2{l
Ibid.: 296 85.
21 Ibid.: 298.
22 Jacobsen, 1946: 2{)2.
23 Ibid.
24 Wilson, 1950: 414.
25 Manu, 1886: 71.
26 Lun Y ii. 1.Ib.
21 Ostrup, 1929: 27 85.
28 Ibid.: 27.
29 Dundas, 1924: 282.
3{)
Cf. Gutmann, 1926: 531.
31 Cobo, HNM, III: 279.80. Rowe, 1946: 259.
32 Seler, 1927: 328.
" Ibid.
54 Sahagun, 1938, IV: 51. SeIer, 1927: 483.
35 Kuo, MI, 1935: 20b, 30b, 39., 46., 55ab, 57., 60b, 6Ia-b, 62b, 65b, 6& ...
Legge, CC, III: 424, 432, 437 8., 446, 449, 508, 511.
36 Strah6n, 15.1.67. Manu, 1886: 43, 54.
31 Saletore, 1943: 179 55. Beal, Siyu~ki, I: 85. Ta T'ang Hsiyii Chi, cap. l.
38 Jahangir, 1909: 203.
39 Dubois, 1943: 132.
4{)
Breasted, 1927, I: 214.
41 Grapow, 1924: 121 55. Cf. Ennan y Ranke, 1923: 82; Kees, 1933: 183, y
Ostrup, 1929: 31.
42 Erman y Ranke, 1923: 82.
43 I bid. Breasted, 1927, IV: 204, 422, 427 s., 430, 437 ss.
44 Barton, 1929: 27. Meissner, BA, I: 70. Ostrup, 1929: 32. Cf. Horst.
1932: 55.
45 Herodoto, LI34.
46 Horst. 1932: 103 SS.
47 Ibid.: 27, 103,
48 Tabari, 1879: 93,367.
49 Kornemann. 1933: 142.
50 Rrchier, 1949: 70.
51 Mez, 1922: 135 SS. Sauvaget, 1946: 62. Gaudefroy-Demombynes, 1950: 110.
Kremer, CGO, II: 247.
S2 Schramm. 1924: 220.
53 Kantorowicz, 1931: 76, 91.
8
9
10
519
NOTA!
5, E
1
Ibid.: 24.
Ibid.: 42.
Ibid.: 43.
, Ibid.
7 Ibid.: 34.
8 Ibid.: 34 ss.
9 Ibid.: 302.
10 Kai Ki'us ibn Iskandar, 1951: 191.
3
4
5
11
12
a
15
16
17
18
21
22
Ibid.: 697.
19
20
SS.
6, A
1
Para las ideas de Marx y Engels sobre el terna asiatico, vease abajo, cap. 9,
passim.
6, B
1 Westermann, 1921: 16955. Ibid . 1922: 2255. Schnebel, 1925: 855.
2 Westennann, 1922: 27. Erman y Ranke, 1923: 20355. Schnebel, 1925: 11,
274. Kees, 1933: 32, 40, 49.
3 Han Shu, 2BB.20b. MS HCS, Ch'in-H.n, I, 2 (3).
, Shih Chi, 8.16b. Cf. MS HCS, Ch'in-H.n, I, 2 (4).
5 Vease Wittfogel, 1931: 454. Ibid., 1938: 1l0.
, Mez, 1922: 423-8.
7 I bid.: 423.
8 I bid.: 4238.
9 Gardiner, 1948, II: 9, 69, 88, 163.
10 Wilcken, 1912: 182 55., 212 55.
11 Ibid.: 183 55., 212 55., 230. Wallace, 1938: 286 55. John50n y West, 1949:
299, 321 55.
12 Wilcken, 1912: 230-1.
13 Mez, 1922: 125. Cf. Becker, IS, I: 237,239 y passim.
14 Vease arriba, cap. 4.
15 Cf. Lybyer, 1913: 147.
16 Para e5fuerzos ocasionales y excepcionales, vease Longrigg, 1925: 127.
17 Wittfogel, 1949: 10.
520
NOTAS
18 Lammens, 1907: 131 55., 140. Ibid., 1914: 179 ss. Miles, 1943: 236
Wellhausen, 1927: 252 y n. 1, 331 55. Gabrieli, 1935: 12 SS., 22, 128 SS.
19 Vease abajo, pp. 276 y 288.
2(}
Hardy, 1931: 59 ss., 113. Johnson y West, 1949: 11.
NOTAS
5S.
6, C
I
2
3
4
521
39 I bid.; 162.
Ibid.: 533.
41 1bid.: 65 $S.
42 Ibid.: 66 SS.
43 Ibid.! 45,65, n. 29.
Ibid.: 310 S8,
45 Chin Shih, 96.4b. Cf. Wittfogel y Feng, 1949: 296.
.. WittfogeI y Feng, 1949: 124, 296, 572.
47 Cortes, 1866: 24.
.. Landa, 1938: 225. Cf. Tozzer, 1941: 187 y n. 975.
49 Roys, 1933: 75,175.
50 RY, I: 116 y passim.
51 Landa. 1938: 226.
52 Stephens, 1848, I: 335; II: 144 y passim.
53 Ibid., I: 357.
54 Ibid. Casares (1907: 221) esul de acuerdo con esta conjetura.
5S Casares, 1907: 217.
56 Stephens, 1848, I: 231.
51 Ibid., ITCA, II: 429.
58 Casares, 1907: 218.
59 Stephens, 1848, I: 250.
60 Vease Ruppert y Denison, 1943: 3 y passim.
61 Stephens, 1848, II: 213.
62 Tozzer, 1941: 86=Landa, 1938: 104.
63 Stephens, 1848, II: 211 ss.
64 Ruppert y Denison, 1943: passim.
65 Ibid. Cf. Morley, 1947: 43.
66 Landa, 1938: 104, 209. Tozzer, 1941: 85 58., 170 58. Cf. Modey, 1947: 174.
67 Tozzer, 1941: 174, n. 908. Landa, 1938: 212. Morley, 1947: 339 $S. Y lam. 55.
Roys, 1943: 51.
.. Landa, 1938: 104.
69 Ibid.
7. To",er, 1941: 87=Landa, 1938: 105.
71 Rays, 1943: 63.
72 Ibid.
73 Tozzer, 1941: 28 y n. 154: 64, n. 292.
74 Roys, 1943: 66.
7S Ibid.: 67.
76 Ibid.
n Ibid.: 61.
78 Ibid.
79 Ibid.
80 Kljutschewskij, 1945, I: 162.
81 Ibid.: 163.
82 Ibid.: 164 85.
83 Ibid., II: 91.
84 Wittfogel y Feng, 1949: 398 85.
85 Ibid.! 466 8S., 502.
86 I hid.: 213, 259 y passim.
87 Touer, 1941: 99=Landa, 1938: 114.
88 Ostrogorsky, 1940: 173.
89 I bid.: 348.
40
Nons
NOT4S
522
90
91
92
I bid.:
Ibid.:
Ibid.:
Ibid.:
93
178.
184.
178.
184.
Wittfogel y Feng, 1949: 217 55.
.. Roys, 1943: 60.
97 Ibid.: 79.
.. Tozzer, 1941: 27, n. 149.
99 Beaglehole, 1937: 30. Wittfogel y Goldfrank, 1943: ,25. Titiev, 1944: 186.
Parsons, 1939, I: 111.
100 Das, 1904: 52,98,102. Cf. Hedin, 1917: 280,295,299,320.
101 Para este termino, vease Das, 1904: 233.
102 I bid.: 234, 244 SS.
94
95
l{)3
104
105
55.
55.
6, D
Glotz, 1925: 10.
Ibid.: Jl5l7,
, I bid.: Jl7, 186 ss., 402.
, Ibid.: 151.
5 Ibid.: 119,150ss.
6 I bid.: 150.
7 Ehrenberg, 1946: 8.
1
2
a Ibid.
Ibid. CI. Meyer, GA, I, Pt. 2: 776, 779. Glotz, 1925: 202 S5.
Ehrenberg, 1946: 8.
Bengtson, 1950: 41. Meyer, GA, II, Pt. I: 244 ss.
12 Bengtson, 1950: 4l.
13 Ibid.
l' I bid.: 42.
15 Horst, 1932: 23.
16 Herodoto, 7.136. Arrian, 4.10 55.
17 Bengtson, 1950: 38.
18 Ibid.
19 Cf. Glotz, 1926: 268, 271.
2{)
Ehrenberg, 1946: 22.
21 Homo, 1927: no.
22 Voigt, 1893: 274,358.
23 Homo, 1927: 120.
24 Ibid.: 217,243.
25 Asakawa, 1929: 71.
26 N ihongi, 1896, II: 225 88.
27 Vease Sansom, 1938: 9355. y Reischauer, 1937, I: 146 55.
2S Nihongi, 1896, I: 164, 183, 283. Asakawa, 1929a: 193 y n, 6.
. .
29 Asakawa, 1903: 270. Vease tambien Sansom, 1938: 101, contradlClcndo esta
afirmacion en la p. 159.
30 Nihongi, 1896, II: 25085.,255. Cf. Floren" 1903: 163.
31 Nihongi, 1896, II: 208, 241.
9
523
36
Ibid.
42
43
Ibid.
10
11
6, E
Goldfrank, 1945a: paJsim.
Wittfogel y Feng, 1949: 505 ss.
Ibid.: 120 ss.
Vladimirtsov, 1948: 102.
5 Ibid,: 101 ss.
6 Wittfogel, 1949: 5 ss.
7 Wittfogel y Feng, 1949: 664.
8 Riasanovsky, 1937: 102.
1
2
3
4
9
10
11
12
13
Ibid.: 95.
Rostovtzeff, 1910: 230 ss.
Ibid.: 230.
Ibid.: 237.
Ibid.: 237 y n.
l' Frank, 1928: 795.
15 Gelzer, 1943, II: 49 85.
16 Stevenson, 1934: 211 ss.
17 Jones, 1934: 180.
lS Stevenson, 1934: 191 SS.
19 Ibid.: 216. Cf. Last, 1936: 428 ss.
524
NOTAS
NOTAS
70
20
71
21
55.
29
30
31
32
493 s.
33
"
35
36
37
38
39
40
41
Ibid.
Haskins, 1911: 435.
44 I bid.: 436.
45 Ibid.: 664 ss.
46 Wittfogel y Feng, 1949: 507 SS.
47 Koehner, 1942: 52.
43 Sanchez.Alhornoz, EM, I: 281. Cf. LeviProven~a1, 1932: 99 SS.
49 Sanchez.Albornoz, EM, I: 213 5S.
50 Cf. Mieli, 1938: 205 58. Ibid., 1946: 165 ss. Uvi-Provengal, 1932: 173 $S.
51 MieH, 1938: 18455.,197 ss.lbid., 1946: 132,141 ss.
52 Dozy, 1932, II: 173.
53 Bucher, 1922, I: 383.
54 Rogers, 1884: 117.
55 al-Makkari, 1840, I: 215; d. 214.
56 Primera Cr6nica General: 767 (cap. 1124). Cf. Laborde, 1808: 9, y Schirrmacher, 1881: 410.
57 Seybald, 1927: 176. Cf. Lafuente Alcantara, 1845: 136.
58 Dozy, 1932, II: 173.
59 Ibid.: 220,222. Sanchez-Albornoz, EM, I: 344.
60 VlSase Sanchez-Albornoz, EM, I: 349, 35!.
61 Hintze, 1901: 406.
62 Ibid.: 413.
63 Ibid.: 41l.
64 Altamira, 1930: 61.
6S I bid.: 104 ss.
66 Vease ibid.: 62 55.
67 Ibid.: 160.
68 I bid.: 138.
69 Hintze, 1930: 241.
42
43
72
73
74
75
76
77
78
79
80
81
82
83
84
85
86
87
88
89
'"
91
92
93
94
95
96
91
98
99
100
101
102
103
104
Ibid.: 279.
Citado por ibid.: 317.
Ibid.: 325.
Kliuchevskii, Kars, II: 260.
Kluchevsky, HR, II: 212.
I bid., II: 112 ...
Ibid., I: 117.
Ibid., I: 269_
Kliuchevskii, Kars, II: 174.
I bid., II: 223.
I bid., II: 23.
Kluchevsky, HR, II: 126 ss., 138; III: 235 s., 237 ss., 241.
Kliuchevskii, Kurs, II: 23.
Spuler, 1943: 333,338. Vernadsky, 1953: 219 ss.
Vernadsky, 1953: 35755.
Ibid.: 358 (subrayado mfo).
Kluchevsky HR, III: 227.
KIiuchevskii, Kurs, II: 436.
Vease Karamsin, HER, VI: 448.
Spuler, 1943: 409 ss. Karamsin, HER, IV: 393 ss. Vernadsky. 1953: 221,357.
Kluchevsky, HR, I: 304 ss.
I bid., II: 123.
I bid.: 124 ss.
I bid., III: 52.
Kliuchevskii, Kurs, II: 272-3.
Ibid.: 277.
Ibid.: 278.
Kovalewsky, 1903: 43.
Vernadsky, 1953: 372.
Ibid.: 367.
Vease Wipper, 1947: 15,30,37,42 55.
7, E
Vease Murdock, 1949: 38 ss,
2 Lips, 1938: 516.
3 Ibid.
4 Beech, 1911: 16.
5 Ibid.: 34.
6 Ibid.
7 Parsons, 1939, I: 20.
8 Titiev, 1944: 184. Cf. Beaglehole, 1937: 15.
9 Titiev, 1944: 61.
1
10
11
12
13
14
525
I bid.: 64.
Beech, 1911: 15.
I bid.: 34.
Dundas, 1924: 302.
Merker, 1904: 217.
526
15
16
17
18
19
20
21
22
25
z.t
25
26
27
55.
Ibid.: 442.
Ibid.
I bid.: 442, 448.
Ibid.: 446 55.
Para listas de estos objetos, vease Blackman, 1899: 5458.; Alexander, 1899:
55.,
114
55.
I bid.: 272. Garcilaso, 1945, II: 82. Cf. Cobo, HNM, III: 43
1931: 314 ss.
S9 Cieza, 1945: 243,27858. Cf. Garcilaso, 1945, I: 237,180.
38
53
54
Means,
51 Ibid.: 103-4.
52 Ibid.: 104.
15
16
17
Ennan y Ranke, 1923: 1I2. Kees, 1933: 164. Cf. Klebs, 19l5: 1I6; y
"
Ibid.
57
58
Alexander, 1899: 28. Cf. Fornander, HAFt V: 208 ss., 262, y Perry, 1913:
Malo, 1903: 84. Cf. Fornander, HAF, IV: 356; Kepelino, 1932: 146. y
Handy, 1933: 34.
SS.
" FOrTI.nder, HAF, V: 478, 610 ss., 630. Vanconver, 1798, 1I: 116. Ellis,
1826: 89.
Alexander, 1899: 82.
55,; Y
40
41
93 ss.
31
33
35
10 ASI tamhien, can pocas excepciones. Gutmann, 1909: 9 y passim; ibid., 1914;
passim; ibid., 1926; passim.
11
12
13
14
32
80
7, F
1
2
3
4
5
6
7
8
9
527
NOTAS
NOTAS
61
I bid.: 164.
62
Ibid.: 167.
"
Ibid.
Ch'u, TT, 1937: 2001.
Duyvendak, 1928: 49,177,179,183.
Shih Chi, 6.21h. Para traducci6n y comentario, vease MS BeS, Ch'inHan,
64
65
66
VII, 1 (7).
67 Vease Legge, CC, III: 381,439; y Kuo, MJ, 1935: 102b, 1I4a, 1251.
os Legge, CC, Ill: 414,516; IV: 439, cf. 582. Kno, MJ, 1935: 1I8a.
69
70
55.
" Deimel, 1927: 58 ... ,61. Ibid., 1928: 1I6 ss. Ibid., 1929: 82,85 s. Cf. Schnei
der, 1920: 80, 85.
75 Deimel, 1927: 60 ss. Ibid., 1931: 108 s., 1I2.
76
Ibid.: 32.
78
528
79
811
Sl
82
83
84
85
86
87
88
89
90
NOTAS
Deimel, 1931: 39. Schneider, 1920: 66 5S. Cf. Scholtz, 1934: 79, 92.
Schneider, 1920: 67 S8, Scholtz, 1934: llS. Leemans, 1950: 45 SS.
Schneider, 1920: 68.
Scholtz, 1934: 171.
Ibid.: 115.
Schneider, 1920: 68,
Leemans, 1950: 46.
Sethe, 1908: 8. Breasted, 1927, I: 209; II: 208 sa.; lll: 2055.
Sethe,1908: 855.; Breasted, 1927, IV: 284.
TEA, I: 83 ss.
Ibid.: 279 SS.
Ibid.: 75, 89, 97, 281, 287, 29l.
100
101
102
103
7, G
1
Acosta, 1945: 39
Bandelier, 1878: 426 y n. 98. Ibid" 1880: 600. Monzon, 1949: passim.
Zurita, 1941: 146. Oviedo, HGN, II, Pt. 2: 535 SSM Cf. Bandelier, 1880:
8S.
602 y n, 73,
4 Para las distintas categorias de artesanos aztecas, vease Sahagun, 1938,
III: 28 ss,: II: 385, 394; Diaz, 1944, I: 349; Torquemada, 1943, 1I: 486; y
Motolinia, 1941: 243.
5 Motolinia, 1941: 206. Oviedo, HGNl, II, Pt. 2: 536. Tezozomoc, 1944: 105.
Torquemada, 1943, II: 555,559, Cf, Cortes, 1866: 103,
6 Monzon, 1949: 44. Bandelier, 1878: 426, n. 98,
7 Zurita, 1941: 146 SSM MonzOn, 1949: 26.
s Tezozomoc, 1944: 100, 105, 123, 148.
9
Sahagun, 1938, II: 356 SSM Tezozomoc, 1944: 143, 156.
10 Sahagun, 1938, II: 341, 344 5S., 354 ss., 359.
11 Tezozomoc, 1944: 125.
12 Cf. Sahagun, 1938, II: 102, 196.
13 Ramirez, 1944: 86. Tezozomoc, 1944: 148.
14 Roys, 1943: 46.
15 Vease arriba, cap. 6.
16 Vease Roys, 1943: 46.
17 Ibid.: 51.
II
,
529
NOTAS
8t>.
Ibid.: 61.
Jbid.: 62.
Gsell, HA, I: 98.
Polibio, 15.1.6 s.
Hammurabi, sec. 271. Cf. Meissner, EA, I: ]53,361,163,23055.
37 ROY8, 1943: 34.
38 Grassman, RV, I: 311. Vlhitney, 1905: 899. Cf. Keith, 1922: 100; y Banerjee, 1925: 115.
39 Banerjee, 1925: ]55. Cf. W11itney, 1905: 111.
40 Hopkins, 1922: 25855.
11 Ibid.: 267.
42 Ibid.
43 Fick, 1920: 277.
44 Banerjee, 1925: 192.
(5
Hopkins, 1902: 173.
46 Buddhist Suttas: 3.
-17 Rhys.Davids, 1922: 175.
48 Ibid.: 178. Law, 1923: passim. Ibid .., 1941: 163 5S. Buddhist Suttas: 131.
~9 Buddhist Slluns: 3.
50 /atakam, I: 155; III: 317; IV: 195; V: 35 y esp. 441 55.
51 Fick, 1920: 137 55. Rhys-David5, 1950: 13, 16. Law. 1923: ]16, 138 5$.,
172 "., 180, 196, 202,
. ,
52 Rhys-Davids, 1950: 1. Ibid., 1922: 190 58, Law, J941: 119,~8.
53 Vease latakam, I: 65, 79, 11: 378 55.; fII: 66, 144, 321 58.; IV: '1; V:
185 210, v passim. Cf. C.A.F. RhysDavids, 1922: 207.
.
" Fick, 1920: 258 ss, Cl. lata!cam, I: 336, 342 ss,; II: 59, 74; Ill: 134,
322: IV: 74,; V: 414 y passim.
55 Fick, '1920: 257 58.
56 Vease latakam, I: 178,203; II: 268,491; III: 523 S5.; IV: 80 y pass~m.
57 Vease latalcam, I: 436, 438.
58 C.A.F. RhY5-Davids, 1922: 207.
S9 Fick, 1920: 260. Cf. latakam, V: 412 ss.; VI: 39155.; V1I: 224.
60 C.A.F. Rhys-Davids, 1922: 207.
61 Ibid.
62 Ibid,: 211.
63 Ibid.: 210 ss.
M
Hopkins, 1902: 175.
65 Ibid.: 175, n. 2.
32
33
34
35
36
530
NOTAS
66
24
Ibid.: 405.
Vease Burnouf, 1876: 220.
Speiser, 1942: 60. Jacobsen, 1943: 165 55. Kramer, 1950: 45 55.
Boas, 193B: 610. Wittfogel y Goldfrank, 1943: 17.
71 Kramer, 1948: 156 S5.
72 Jacobsen, 1943: 159 55.
73 Ibid.: 160.
14 Kramer, 1948: 162.
75 GOtze, 1933: 67.
76 Ibid.: 67, 7l.
77 Landsberger, 1925: 10, 23.
78 Gotze, 1933: 71 y nn, J8-20.
79 Landsherger, 1925: 9.
80 Gotze, 1933: 70 y nn. 22-25.
61 Jacobsen, 1943: 161. Cf. Gotze, 1933: 70.
82 Landsberger, 1925: 9.
83 Jacobsen, 1943: 162. Cf. Walther, 1917: 12 !:lS.; Y Cuq, 1929: 354
M
Cf. esp. Walther, 1917: 22 56.
8$ Jacobsen, 1943: 164 55.
86 Cuq, 1929: 358,
87 Ibid.
88 C. Kriickmann, 1932: 446; y Walther, 1917: 74, 75 55.
89 Weber, RS, II: 88 55.
28
29
30
31
32
33
3135
.%
37
38
39
40
SS.
41
.12
43
4,1
45
46
47
,;8
7, H
49
23
II (45),
67
68
69
70
15
531
NOTAS
Zurita, 1941: 148 ss. Oviedo, HGNI. II, Pt. 2: 535. MonzOn, 1949: 44.
Appadorai, 1936, I: 135 55.
Hardy, 1931: 22, 2S. Johnson y West, 1949: 22 85., 6S.
Poliak, 1939: 36, 39.
Gibb y Bowen, 1950: 253.
Osrrogorsky, 1940: 179, 194.
Boulais, 1924: 244.
Oviedo, HGNI, II, Pt. 2: 535.
Jiitakam, II: 427; VI: 98.
249
55.;
Rostovtzeff, 1910:
55.;
y Johnson, 19S1:
S5.
50
51
52
67
Ibid.: 47.
Segre, 1943: 107.
Appadorai, 1936, I: llS.
Kees, 1933: 42.
Alexander, 1899: 29.
Leeman5, 1950: 53.
Seidl, 1951: 46.
Kees, 1933: 4-2.
Jolly, 1896: 94,
Appadorai, 1936, I: 152.
Leemans, 1950: 53.
Meissner, BA, I: 188.
Schawe, 1932: 434.
Cuq, 1929: lOS.
Jbid.: 92 55.
Ibid.: 103.
Ibid.: 100.
Duhherstein, 1939: 36.
Rostovtzeff, 1941. I: 465. Christensen, 1933: 271.
Rostovtzeff, 1910: 24655.
Segre, 1943: 88, 133.
Tam, 1927: 113 55. Cf. Bikerman, 1938: 183
55.
NOTAS
NOTAS
532
Ibid.: 32 58.
Ibid,: 39.
75 Gibh y Bowen, 1950: 238.
76 I bid.: 256.
77 I hid.: 239.
78 Ibid,: 261.
79 Ibid., 258.
80 Ibid.
i3
7, 1
7~
81
82
83
84
115
86
87
88
I bid.
1bid.: 14-1.
89 Oviedo, HGN!, n, PL 2: 535.
90 fIIIonzon, 1949: 41 55. Cf. Oviedo, HGN!, II, Pt. 2: 535 SS.
91 Monzon, 1949: 45.
92 Zurita, 1941: 153, d. 144.
93 I bid.: 153.
91 Ibid.: 144.
95 Monzon, 1949: 45.
96 Mommsen, 1921: 573, n, 1. Wilcken, 1912: 287. Bell, 1948: 74.
97 Johnson y West, 1949: 18,39.
98 Wi1cken, 1912: 298, 303.
99 Ibid.: 289, 307 53. Bell, 1948: 74.
100 Wilcken, 1912: 287, 302, 307.
101 J bid.: 303.
102 Ibid.: 298, 302. Johnson y West, 1949: 18.
103 Cf. Johnson, 1951: 72 85.
1M Wilcken, 1912: 312,31958.,322.
Hl5 Vease Ibid.: 322.
106 Ibid.: 322 S5. Hardy, 1931: 22,25, 136, 138. Johnson y West, 1949: 22 S5.,
65. Johnson, 1951: 97. Cf. Bell, 1948: 122 5S.
107 Cf. Wilcl~en, 1912: 323. 10hnson y West, 1949: 46; y Hardy, 1931: 230.
108 Hardv, 1931: 54 S8. Bell, 1948: 124. Johnson, 1951: 86, 97.
HI9 Hardy, 1931: 82 ss. Johnson, 1951: 83 ss.
110 Cf. Hardy, 1931: 23; y Johnson y West, 1949: 46.
111 Vease Hardy, 1931: 59 8S.; Bell, 1942: 124 ss.; y Johnson y West, 1949: 30.
112 Johnson y West, 1949: 240.
us I bid.
Cf. ibid.; y Johnson, 1951: 123.
Johnson, ]951: 86.
Ibid.
Elan Shu, 24,A14b.
Ibid.: Un-h, ]4b-15a.
Shih Chi, 30, lla, 15a ss. Han Shu, 24B, 12a, 14a 5S. l\lS HCS, Ch'inHan,
II (45) (50).
120 Wan, KT, 1933: 163 ss. Cf. Balazs. BWT, I: 43 ss.
121 Agrarian China: 2.
122 Ibid.: 23 S8.
114
115
U6
117
118
119
533
1 ScheU, 1900: 86, 99. Meissner, EA, I: 367. Cllq, 1929: 130. Cf. Speiser,
1942: 59.
2 Vease arriba, cap. 6.
s latakam II: 37 88. Para Ia fundon del tasador veasc tambien IV: 160 S8.
4 Vease Kees, 1933: 48; Hammurabi, sees. 273 85.; IVJeissner, BA, 1: 163,
231; 'I latakam III: 316, 443, 488, 490.
.5 Cf. Arthasastra, 1923: 76.
6 Cf. Jatakam, passim; y Arabian Nights: passirn.
Para China vease Lang: 1946: 94.
8, A
1
2
8, C
Para la historia del termino vease Emgc, 1950: 1205 ss.
Stalin, ]942: 352 ss.
3 EstOB hechos han sido estableddos por Lienche Tu Fang mediante un
analisis de los agentes burocniticos en 1a dinastia Ch'ing como parte de Ia obra
de Ch'ing del Proyecto de Ia Historia de China (1\15).
4 Weher, RS, 1: 35] 58.
Ibid.: 332.
6 Cf. Meyer, GA, IV, Pt. 1: 45 S5. Y n.; Y Christensen, 1944: 137, n. 1.
Cf. Gray y Cary, 1939: 196; y Meyer, GA, IV, Pt. 1: 49.
Meyer, GA, IV. Pt. 1: 48.
Ibid.: 50.
10 Ibid.: 49, 67 5S. Gray y Cary, 1939: 198.
11 Gray y Cary, 1939: 198.
12 Cf. Herodoto 5.96; Gray y Cary, 1939: 197; y Meyer, GA, IV, Pt. ]: 49.
13 Herodoto 5.32. Meyer, GA, IV, Pt. 1: 49.
14 Xenophon, 8.6.10. Gray y Cary, ]939: 196. Meyer, Gi\, IV. Pt. 1: ,-19.
15 Xenophon, 8.6.10 $S.
16 Gray y Cary, ]939: 197.
.1
2
17
Jbid.
28
IUd.: 198.
ibid.: 199.
Meyer, GA, IV, Pt. 1: 50, ci. 53.
Ibid.: 59 y n. 1.
Gray y Cary, 1939: 196.
Meyer, GA, IV, Pt. 1: 51.
ROVlC, 1945: 273.
.NIoreland, ]929: 9.
Ibid.: 8.
Ibid.: 11 9 &8.
Wittfogel, en Commentary, oewhre 1950: 3.'37.
19
11}
19
20
21
22
23
24
25
26
27
534
NOTAS
Ibid., 11.41.
31
3.2
51
52
53
5S.
8, G
1
2
3
4
1
3
'J.
5
6
7
8
9
8, I
1
1-
5
G
2.
18a-19a.
-t I bid.
S5.
55.
8, E
1
2
3
S3.
8, H
8, D
2
535
NOTAS
536
NOTAS
Ihid.:410 55.
Vease Berle y Means, 1944: 94, 117,
108 59., 272 59., 301 59.
24 Wittfogel y Feng, 1949: 44I.
25 Ibid.: 19955.
26 I bid.: 416, n. 51.
27 Han Shu, 97A.21b-23a, San Kuo Chill,
28 Lybyer, 1913: 58 y n. 2.
29 Vease arriba, cap. 4.
30 Tso Chuan Chu Shu, 42.6a-b. Shih Chi,
31 Jones, 1831: 113.
32 Vease arriba, cap. 3.
33 Cf. Jiitakam, III: 369; y Fick, 1920:
31- Dubois, 1943: 290. Vease arriba, cap.
35 Manu, 1886: 141.
22
23
36
Wei 's.la.
68.9b.
173.
3.
I b/:d.: 24.
38
39
40
41
48
Ibid.
70
71
Ibid.
Ibid.: 203. Schuhart, 1943: 27, 220.
537
NOTAS
9, A
1
2
3
55.,
286, 289.
9, B
Smith, 1937: 645 85., 687 ss., 789.
Vease Mill, 1820, I: 175 ss.
Ibid., n: 175 8S.,; d. !: 182 ss., y II: 186. Para otras referencias a las
condiciones no feudales de la India vf..ase II: 25 ss., 166 88., 176, 189 ss., 202.
4 Jones, 1831: 7 ss., 109 ss.
1
2'
3
538
17
18
19
20
21
22
23
U
25
26
27
23
29
30
31
32
33
.%
35
36
37
38
39
<Ill
41
42
43
44
45
46
47
48
49
5l}
51
:52
53
5<
55
56
NOTAS
9, C
1 Ma;x, DK, I: 104; III, Pt. I: 316; 1Il, PI. 2: 237. Ibid" TMW, I: 371;
III: 452 S3., 479 88.
2 MEGA, Ill, Pt. 1: 133.
3
Mill, 1909: 12 S8.
4
Marx, TMW, III: SOL Para la version original vease Jones, 1859: 488 S8.
S MEGA, III, Pt. 1: 476. Vease Bernier, 1891: 220, 381, cf. 204. 5S., 205 S5.,
213 ss.
6 Vease Marx, DK, I: 45 ss.; Ill, Pc 1: 316 S3.; III, Pt. 2: 136, 157, 174,
NOTAS
539
323
SS.,
337, 367. Ibid., TMW, I: 397; II, Pt. 1: 205; III: 451, 452 ss., 473 os.,
479
SS.,
482
SS.,
495
8S.,
497, 498
8S.
36
37
38
39
40
Jbid.
Ibid.: 181.
Ibid.: 331 (subrayado mio).
Marx, TMW, n, Pt. I: 310.
Ibld.
41
I bid., II, Pt. 1: 313.
42 Ibid.
43 I bid.
.14 MEGA, I, Pt. 6: 545.
45 Mill, 1909: 949.
46 Ibid.: 961.
47 MEGA, III, Pt. 3: 217, 224, 302, 341.
48 Guillaume, IDS, I: 78 5S. Bakunin, 1953: passhn.
49 Bakunin, 1953: 288.
50 Ibid.: 287.
51 Guillaume, IDS, II, 192.
52 Cf. Wittfogel, 1953: 358, n. 34.
53 Vease Engels y Kautsky, 1935: 306, 310, 313 5S.
s. MEGA, I, Pt. 6: 554.
S5 Ibid.
56 ! bid.: 555.
58
63
"
65
66
67
63
69
70
Il
72
73
74
75
76
77
78
79
80
81
82
83
84
NOTAS
NOTAS
540
Lenin, S, X: 303.
I bid., Xln: 300.
Ibid.
Ibid., Xlll: 301.
I hid.: 302.
Ibid.: 303.
Plekhanov, 1906: 12 58. ProlOkoly: 44.
Plekhanov, 1906: 16.
Ibid.: 14.
Ibid.: 17 (subrayado mio).
Protokoly: 45.
Ibid.: 116.
Ibid.: 30l.
Protokoly; 103 58. Vease tamhhn Lenin, S, XIII: 299.
85 Protokoly: 45.
86
Lenin, S, X: 303.
S7 Ibid., XIII: 301, 387 S.
8.8 Lenin, 1937: 238.
89 Vease arriba, sec. B, nn. 47, 48.
90 Vease arriha, sec. B, n. 49.
91 Lenin, S, XXI: 17.
92 Ibid.:
17 55., 7858., 257, 336.
93 1hid., XXII: 226.
94
Ibid., XXV: 357 88.
95 Ibid.: 367,364.
%
Ibid., XXIX: 436. Cf. ibid., SW, Xl: 642.
97 Lenin, S, XXIX: 438 (subrayado mio).
98 Ibid.: 433 88,
99 I bid., XXV: 362.
100 I bid., XXIX: 445.
101
Ibid" XXVIII: 401.
102 Ibld., XXXII: 329 (subrayado mio).
103 Vcase MEGA, III, Pt. 1: 487; Marx, DK, I: 323; y Marx y Engels, 19$2:
211 65.
ID4 Vease arriha, sec. B, n. 49.
105 Lenin, S, XXXII: 330 (subrayado mio).
11]6 Ibid., XXXIII: 423.
107 Ibid.: 430.
Ibid.: 44.s.
Rujasanoff, 1925: 374ss.
Inprecor, 1925: ]280 SS.
Varga, 1928: 19ss.
112 Problemy Kitaia (Mosell), num5. 45, 1930: 223.
113 Vease ahajo, pag. 407.
114 DASP: 14 85., 66 S5.
115 I bid.: 72, 181.
116 Ibid.: 182.
117 Ibid.: 5, 62.
118 I bid.: 20, 24.
119 Ibid.: 74.
120 Ibid.: 6.
121 Vease fnprecor, 1928: 1249,1254.
122 Stalin, S, II: 337 s.
123 Vease Wolfe, 1948: 58255.
12~ Stalin, S, II: 118, 124 s., 127.
125 I bid., I: 237 5S.
126 Ibid.: 311.
127 Ibid., VIn: 359.
128 Ibid., IX: 24055.,285 5S., 290, 336 55.
129 I bid.: 240.
130 Ibid.: 241.
131 Stalin, 1939: 13I.
132 Childe, 1946 [original 1942]: 76, 161, 203, 223, 272 y passim.
133 Ibid.: J8 S5. (subravado mio).
13, Cbilde, 1944: 23. 135 Childe, 195]: 35.
136 Childe, J953: 72 (subrayado mio).
137 Guber, 1942: 275, 279.
138 Tolstov, 1950: 3.
108
HI9
llO
111
10, A
1 Mill, 1909: ]0.20.
2 Brew, 1946: 4:1, ss.
3 Willey, 1953a: 378 88.
Huxley, 1955: 985., 15.21.
MH!, 1947: 959.
6 Para este tlhmino, vease Westermann, 1937: 76, 13.
7 Para cste termino, vease Veblen, 1947: 133.
a Piggott, 1950: 263.
9 Westermann, 1937: 7555.
10 Ibid.: 76.
11 Arken y MoyThomas, 1941: 408.
12 Mayr, 1942: 5.
13 Ibid.
14< Vease Kroeber, 1948: 261.
15 Vease arriba, cap. 1.
16 Vease Wipper, 1947: 39, 81.
541
NOTAS
NOTAS
542
10, B
Vease Wittfogel, 1935: 52.
Mill, 1909: 696 sa., 701. Cf. Smith, 1937: 736.
, Mill, 1909: 697,701.
.\ Ibid.: XLVII,699701.
S Marx, NYDT, 3 de agosto de 1853.
6 Ibid.
Ibid.
Marx y Engels, 1952: 217.
(I
Marx, NYDT, 25 de junio de 1853.
10 Ibid.; DK, III, Pt. 1: 318.
n Furnivall, 1944: 148. Vandenbosch, 1949: 81.
12 Altamira, 1930: 168 $S.
13 Vease arriba, p. 166.
14 Vease arriba, cap. 6.
15 Florinsky, 1953, II: 900.
16 Ibid.: 1067, 1981 5S.
17 Prokopowitsch, 1913: 52 56.
IS Tugan-Baranowsky, 1900: 7088.,7668.,85 $S.
19 Prokopowitsch. 1913: 58.
20 Lyaschenko, 1949: 716.
21 Ibid.: 703.
22 Zagorsky, 1928: 7.
23 Ibid.: 8.
2-1. Ibid.
1
2
25
26
21
28
29
Ibid.: 6.
Weber, 1906: 324; d.398.
Florinsky, 1953, II: 1238. Wolfe, 1948: 564.
543
10, C
1
123
6S.;
56.
BIBLIOGRAFIA
Los titulos enumerados en esta bibIiografia se refieren a libros y articulos chados
en el libro. En las notas aparecen las obras por el nombre del autor y feeha de
publicaci6n. Sin embargo, las que cons tan de mas de un volumen, cuyn publicaci6n
duro largo tiempo (por ej., Meissner, BA) y los articulos publicados peri6dicamente
a 10 largo de varios anos (par ej., Bandeli.er, DH) se mencionan por el autor y las
iniciales del titulo. Las abreviaturas que aparecen en las notas sin nombre del
auto! (por cj., RDS) se encuentran en su lugar alfaMtico correspondiente, Los titulos
de colecciones 0 revistas que aparecen mas de una vez en la lista se citan con las
siglas siguientes:
AA
ANET
ASS
BCPP
CAH
CEHE
CHI
OW
CMEl
ESAR
ESS
HWI
HZ
IC
lNES
NZ
OCRAA
35
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INDlCE ONOMASTICO
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Acosta: 252.
Adrian6polis: 20l.
Africa, 44, 51, 155, 246, 268, 271, 402,
Agra: 58.
Aitken; 9l.
Akad: !l3.
Akbar: 58, 69, 314.
Alejandro Magno: 65, 189, 241.
Alemania: 106, 108, 245 s., 250, 314,
344. 449, 465.
Alexander: 182. 279, 283.
AIQadir: 100.
Amarillo, rio: 54, 253.
Amatenango: 218.
America: 51, 62 &, 239, 252, 327, 331,
338, 399, 401, 408, 414, 482.
America del Norte: 30.
Ammiano MarcelIinus: 403.
Anatolia: 119, 486.
Andes. cordillera de los: 42, 51, 59.
62.
Anhui, provincia de: 386.
Appadorai: 312, 366.
Arabia: 402.
Aragon: 250 s.
Arg61ida: 228.
Aristoteles: 15, 106, 241, 301.
Arizona: 223.
Armillas, P.: 39, 463.
Arnold: 119.
Artajerjes II: 121.
Artha;shastra: 57, 73, 80, 85, 92. 98 as.,
172 s., 184, 189, 380.
Asakawa: 230.
Asia: 27, 38,40, 51, 63, 142, 223, 228,
230, 298, 323, 327 s., 400, 402, 454,
460, 465 s., 496 s.
Asiria: 57, 118, 295, 400.
Agur: 306.
576
INDICE ONOMASTICO
Brandt,
c.:
INDICE ONGMASTICO
DostOlevsky: tt77.
Dawson: 377.
Dozy: 249.
Dubois: ]23, 144.
Dlihring, Eugenio: 432.
Dundas: 272 ~.
Dutoit: 356.
Dutt, R. P.: 459. 460.
Duyvendak: 313.
EBELING: 308.
Eberhard: 358, 368 s.
Egipto: 38, 43, 45, 47, 49 s., 52, 57,
60. 65 5S., 74, 91 s . 98. !O3, 114,
124. 145. 155. 174. 179. 193. 198.
200. 204. 228. 230. 241. 276. 284 s.,
287 s., 294 s., 299, 313 S., 316, 319,
321, 323 sS., 327 sa., 330. 350. 353.
356 S., 360 s., 366. 374. 377. 384.
403. 421, 430 s . 435.
Eisenhower: 168.
Eliot, Charles: 271.
Elliot: 377.
ElIi" .278, 282.
Engels: 23, 26, 192, 275, 420 5., 423
429. 431.439, 441 s., 446 so. 4494.53. 456 5., 461 s . 490.
EnJemusi: 270 s.
Enrique IV, emperador de Alemania:
115
Erman: 167, 31L
Escandinavia: 250, 409.
Espana: 87, 155, 240, 245 s., 248 $S.,
251. 255. 259. 467. 474. 477. 482.
Esparta: 467.
Espejo: 269.
Estados Unidos: 54, lOS 5., 261, 337,
409, 456.
Estambul: 65.
Estcte: 59.
Estocolmo: 440 s., 443 s., 457.
Estrah6n: 75.
Europa: 20, 26, 51, 65, 67, 72, 86 s.,
89. 101. 106 s., 116. 168, 221. 245 s .
248 s., 257, 285, 317 s., 326 s., 341,
368, 374, 382, 412 58., 417, 434, 468,
495.
455.
Bruckner: 257.
Buck: 331.
Buchner: 149.
Bukhara: 65.
Bukharin: 190. 451. 457, 491.
Burnham, James: 70.
Bury: 20. 131.
Busolt: 96.
CAIRO, el: 65.
Capadocia: 306.
Carlaverock: 82.
Carlomagno: 115.
Carlos Ill: 477.
Carlos V: 252.
Carlos el Calvo: 86, 89.
Cartago: 30l.
Casares: 217.
Castaneda: 55 s.
Castilla: 250 s.
Cataluoa: 251.
Caxa: 286.
Cesar: 243. 274.
Ciezs: 59, 78. 285.
CHiem: 352.
Ciro: 119.
Clark: 135.
Oaudia, emperador: 402.
Cobo: 78.
Comte, Augusto: 418, 465.
Confucio: 154, 156, 179 s., 233, 363 So,
392
Constancio II: 403.
Constantinopla: 201, 486.
Contenau: 311.
Cook: 278.
Cooke: 219. 486.
CHAGGA,
FAIRBANK,
577
578
INDICE ONOMASTICO
INDICE ONOMASTICO
HACKAMAN:
321.
Hackett: 269.
Hammurabi: 167, 295, 359, 400.
85.,
250,
fIieron: 242.
lIilarion: 235.
Hirth: 243.
Hitler, Adolfo: 384, 440.
Holancla: 30, 430.
Honduras: 216.
Hopei: 215.
Hopi, los: 223.
Hopkins: 148, 303 85., 306.
Rorda de Oro, la: 225, 252
Horombo: 56.
Hiltzsch: 234.
Hoz, Sancho de In: 285 s.
Hsiao, K.
146.
Humboldt: 252.
Hummel: 405.
Hungria: 250. 255.
Hussey: 292.
Huxley, J. S.: 463.
55.
c.:
Ihne-alAthir: 87.
India: 36, 38, 40, 43, 45, 51 s., 58,
60, 62, 65, 73 s., 95, 98, 103, 122,
1<ki, 148, 150, 181, 200 s., 230, 239,
248, 281, 284 5., 294, 298, 303, 308 s.,
312, 316 s., 319, 321, 327, 334, 338,
356, 366, 377, 384, 391, 'WI s., 408,
420425, 430 ss., 434, 487, 451 s.,
459 s., 473, 476, 482, 484 s., 496.
Indonesia: 476, 478, 4.82, 484.
KAHIN: 4.84.
Karamsin: 253, 256.
Kato: 290.
Kausky: 439, 489.
Kees: ]]4, ll7, 287 s.
Keith: 304.
Kennan, George: 176.
Kepelino: 182, 283.
Kern: 47.
Kha:wros, los: 235
Khusraw: 377.
Kidder: 218.
Kicv: 234, 465.
King: 278.
Kirchhoff: 327.
Klein: 251 s.
Kluchevsky: 205, 225, 253
Kovalevsky: 258.
Kracke: 395, 398 s.
Kramer: 305 s.
KremJer: 389.
Kriickmann: SOB.
Kulischer: 256 s.
LA MANCHA: 25I.
Laborde: 248.
Lagash: ll3, 291.
Lahore: 58.
Lamhtom: 75.
Landa: 91,217,222,297.
Lane: 183, 376.
Lareo, R.: 463.
Larsa: 295.
Lattimore, Owen: 456, 460, 494, 496.
Lauts: 279.
Law: 304.
Lea: 175 s.
Leemans: 282.
Legge: 311, 364, 392.
Lenin: 25, 170, 338 8., 420 S., 423,
426429, 438454, 457, 461 s., 488.492.
Leningrado: 451 s., 454 s., 498.
Leon: 25L
Leon VI: 83.
Lerma, rio: 39.
Uivi-Proven\'.al: 248,3D.
ti San:' 359.
Liao, los: 88,214,395,405.
Libaf.o: 486.
Lidia. 350.
Liebknecht, Karl: 449.
Lind: 278.
Lips: 268, 271.
Lituania: 255.
Locke, John: 160 s., 344, 433.
Lombardfa: 430.
Lossing Buck. John: 43.
Lot:86s.
Lowie: 277, 284 s., 368.
Lubbok: 418.
Lubeck: 249.
Luckenbill: 400.
Lundell: 219.
Luxemburg, Rosa: 449, 497.
Lyachtchenko: 212.
368.
Macdonald: H9.
Madyar: 451, 456.
Mahoma: 120, 155.
Maine, Henry -Sir: 264.
Maitland: 247.
Malaga: 251.
Manchuria: 215.
Manu, libro de: 80, 154, 166, 182.
Manz'ikert: 205 s., 403.
MAC LEOD:
59.,
256 ss.
579
492.
Mez: 57,367,389.
Michoaca.n: 12I.
Miljukov: 25 s., 439.
Mill, James: 421.
Mill, John Stuart: 20, 22, 'W, 421, 480,
483. 436, <ki1, 463 s., <ki6, 475.
Miller: 244, 'W7.
Ming, los: 69, 395 5S., 402.
Minol'sky: 120.
Mommsen: 131. 328.
Montesquieu: 20, 28, 461.
Monzon: 296, 312.
Morgan, Lewis: 418,434,447.
Morley: 219.
Moscovia: 249, 253, 255, 258.
Moscu: 255, 454, 495.
Munro: 87 s.
580
INDICE ONOMASTICO
NARSES: 4()3.
Oldenburg: 304.
Oleg: 234.
Oman: 84.
INDICE ONOMASTICO
PetitDutaills: 175.
Pipino el Breve: 115.
Pizarro, Hernando: 59, 252.
Platon: 187 8.
Platonov: 236.
Plekanov: 439444,447,457,497.
Po, llanura del: 30.
Poliak: 324, 377.
Polibio: 3O1.
Polo, Marco: 80.
Polocia: 255.
Pompeyo: 243.
Prescott: 251 s.
Price: 61.
Prigohzin: 455.
Procopio: 79.
Psko.... : 255.
Ptolomeos, 108: 74, 323.
Pueblo, los: 46 8., 55 8., 60, 64, 113 s.,
182. 469472.
Punt: 293.
Puskin: 2,52.
79.
QALQASHANDI:
Ranke: 311.
Ra pson: 356.
Rashid ad-Din: 189 s.
Roys: 219.
Mota: 5,15.
Palenque: 218.
PADILLA,
RANCASWAi"'.1I,
K. V.: 129.
SAHAGUN: 296 s.
Salamanca: 25L
Salomon, rey: 60.
Samarkanda: 65.
Sarmiento: 285.
Sauvaget: ]71.
Schacht: 128.
Schawe: 322.
Schiller: 94.
Schneider: 60,113, 29] s., 321.
Scholes: 223.
Scholtz: 292.
Schwartz: 455.
Segre: 319.
Sekhmet: 167.
Seligman: 4].
Septlmio Severo: 244.
Sethe: 17l, 400.
Sevilla: 249, 251.
Sher Shah: 58.
Shih Chi: 313, 392.
Sicilia: 155, 183, 247 s., 403.
Siria: 57, 155, 241, 324, 328, 486.
Smith, Adam: 15, 28, 42, 75, 147, Ill,,,
343 s., 356, 421, 429, 433 s., 456.
Smith W.
313 s., 377.
Socrates: 187 5.
Sopala: 305.
Spencer: 418, 1,20.
Spuler: 254,257,367.
Sau-ma eh'ien: 188, 401.
Staden: 205, 257.
Stalin: 164, 339, 349, 353, 384, 450
458,460 ss.
Stamp: 304.
Stephens: 217 s.
Stevenson: 244.
Steward, J. H.: 463, 472.
Stockle: 147.
Stolypin: 212, 319.
Strong: 218,463.
c.:
Struve: 455.
Sudamerica: 38, 64, 268.
Suecia: 255, 337, 468.
Sui, los: 54, 61.
Suk, los: 170, 272.
Sumer: 57, 60, 1]3, 290, 292 s., 305,
307,321,327.
Sumner: 254.
Sun Ping: 85.
SUll Tzu: 85, 232.
581
TACITO: 274.
Taikwa: 230.
Tailandia (Siam): 52, 331, 476, 484.
Taiping, los: 34],
Tang, los: 80, 85, 231.
Taubenschlag: 144.
Teng Mao-ch'i: 376.
Tesalia: 467.
Texcoeo, territorio: 39, 60, 62.
Tezozomoc: 62, 297.
Thana: 305.
Thompson: 418.
ThUIeauDangin: 60.
Tihet: 114, 22.1Timasheff: 481.
Titicaea, lago: 286.
Tito, 354, 402.
Tobll, gobernante: 389.
Tokugawa: 233.
Tolstoi: 444,477.
Torquemada: 78, 296.
Tout: 82.
Toynbee, A. J.: 419 s.
Tozzer: 2J9.
Trotsky: 453 s.
Ts'ai Lung: 401.
Tucidides: 167.
VAI-ENCIA: 251.
Valera, BIas: 59.
Valladolid: 252.
Varga: 451.
Veblen: 70.
Venecia: 30, 301, 308.
Vernadsky: 234 5., 254 s., 257 s.
VirtI, vane: 50.
ij
582
INDICE ONOMASTICO
Wellhausen: 370.
Wen, emperador: 401.
Werner: 147.
West: 204,329.
Westermann: 366.
White: 9l.
Widenmann: lil, 269, 272.
Wilbur: 367.
Wilcken: 204.
Wilhelm, Hellmut: 383,
Willcocks: 50.
Willey, G. R.: %3.
Williams: 175.
Wilson: 114, 167,
Witte, conde: 479.
YANG: 60.
Yang, C. K.: 397.
Yangtze, Valle del: 40, 200, 472.
Yaroslav: 236.
Yeh-lii Ch'l1ts'ai: 253.
Yolk: 453.
Yu: 156.
Yuan: 214,
Yiian Shih: 253 5.
Yucatan: 216, 252, 298, 326.
Yugoslavia: 354.
ZALK: 453 s.
INDICE GENERAL
Pre/acio
15
Introducci6n
19
29
29
30
31
34
CAPiTULO I:
Economia hidraulica
... ... ... ...
Division del trabajo en In agricultura hidraulica
Obras hidniulicas gigantes e industria pesada
Calendario y astronomfa. Flluciones importantes del regimen hidrau~...
. .....
Actividades constructoras posteriores, frecuentes en las sociedades
hidraulicas ... .., ...
Los amos de la sociedad hidraulica, gran des constructores
El grueso de todas las grandes empresas industriales, no construetivas, tambien son dirigidas por el gobierno hidniulico
Un tipo genuino y especifico de regimen administrativo
CAPiTULO II:
A.
B.
C.
D.
E.
F.
G.
CAPiTULO
A.
B.
C.
D.
E.
F.
0.
CAPiTULO IV:
.00
.'.
41
42
47
43
50
62
66
70
71
71
72
90
102
HI
125
127
127
135
153
CAPiTULO
584
INDICE GENERAl,
CAPitULO VI:
CAPlTULO VIII:
191
192
204
227
237
259
263
263
264
264
265
268
275
295
309
343
343
344
347
364
.367
371
373
375
378
409
411
417
418
421
429
461
CAPITULO x:
463
464
472
495
499
NQtas
503
Bihliograjia
Indice onomristico
545
575