El Pozo de Apolión

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 12

El Pozo De Apolin

Fue en un ocaso de verano; los relmpagos azotaban el cielo y el granizo


destrozaba la cosecha. La aldea del pequeo Adrin era la ms rural de todo el
pas, aun no llegaba el agua potable y las casas necesitaban de velas para no
quedar en la total penumbra. Su padre Michael, se haba ido a trabajar a los
Estados Unidos como indocumentado y su madre yaca enferma en cama
desde hace cinco aos.
Adrin miraba por las ventanas la peor tormenta en meses, necesitaba
sacar agua del pozo para dar de cenar a sus cinco hermanos; tres mujeres y
dos varones. Su corazn lata rpidamente, siempre haba temido a los
relmpagos. Tom su sombrero y calz sus botas de caucho. Sali corriendo
como liebre hasta llegar al pozo; la lluvia caa con gran mpetu y las negras
nubes iluminadas por los relmpagos coronaban la granja. Ech la cubeta de
madera dentro del pozo y he aqu un gemido se escuch. Un escalofri le
recorri su empapada espalda; cay sobre el lodo del suelo, se limpi la negra
agua que le escurra del cabello y tranquilizo su corazn. Ponindose en pie y
acercndose al pozo, grit:
quin est all?
Pero ninguna voz le respondi, solo se escuchaban gemidos.
hay alguien que necesite ayuda? Has cado en el pozo?
Los gemidos se escucharon con ms intensidad y decidi echar el lazo
para ver si ayudaba a salir al que haba cado en el pozo.
Tomate del lazo! . Grit.
En sus manos sinti tensin y dio varios tirones de lazo. Mirando que era
muy pesado, tiro con ms fuerza hasta que algo ms fuerte que l le jal

dentro del pozo. Se escuch el ahogado grito de las aguas que abrazaban el
cuerpo de Adrin; le llevo a lo ms profundo.
El joven no saba cunto tiempo haba estado inconsciente, ni que haca
tirado en el hmedo piso de ladrillos, enmohecidos por las gotas que caan
desde el techo. l volteando a ver el techo mir que una gruesa capa de aguas
estaba inerte sobre su cabeza, y como si mirara desde el fondo del ocano, aun
se vea la pequea luz de los truenos que azotaban el cielo, pero no su voz.
Una abertura se miraba entre la densa obscuridad, iluminada tenuemente por
los espordicos relmpagos y mirando detenidamente, dijo:
He cado en el pozo, hay alguien que me ayude a salir?.
Una nube de gemidos comenz a escucharse y el corazn de Adrin se
turbo en sobremanera. Se oy un gran grito de algo terrible que deca:
Cllense de una vez.
El corazn del joven desfalleci y cay en el suelo como muerto al
escuchar la voz del que hablaba. La puerta se ilumino con el color de las
llamas, un olor a quemado y podrido empez a inundar el ambiente. Un rostro
grotesco, semejante al de una lechuza blanca, se acerc a Adrin, respir cerca
de su odo derecho y dijo: bienvenido, Adrin.
Un gemido ensordecedor se escuch; era la voz de su esperanza, era un
suspiro de dolor, de saber que quiz no volvera a ver a su padre llegar del
norte, o ver a su madre jugar una vez ms con l y sus hermanos. Sus rodillas
flaquearon y cay; su mirada pesada baj los parpados. Un seco golpe se
escuch y Adrin cay de pecho sobre el frio y hmedo suelo.

Un frio aire entr por sus pulmones, se levant rpidamente del suelo,
dio unos pasos, se toc una herida sangrante en la cabeza y volvi a caer al
suelo.
Dios mo, qu es esto? pens. Gracias que sigo vivo, ahora tengo que ver
donde estoy y buscar otra salida que no sea el pozo. Qu demonios fue eso de
all? Volte a ver en qu lugar se encontraba, era semejante a un laberinto;
paredes negras y enmohecidas, goteras por todos lados, callejones delgados
que llevan a todas direcciones, y ese olor.
No poda creer lo que le estaba sucediendo, un opaco gemido y unas
lgrimas le salieron al recordar a sus hermanos; lo que estaran sufriendo por
no encontrarle en casa. Sus ojos ya se haban acostumbrado a la obscuridad y
palp para ver que poda encontrar que le ayudara; solamente haba ladrillos
hmedos y musgos creciendo en las esquinas y colgando del techo, y he aqu
que haba una inscripcin en un ladrillo a lado de los restos de lo que alguna
vez fue un esqueleto humano. Pareca estar tallado con las mismas uas del
autor:
Cuando llegue el amanecer, la luz iluminara tu camino cuando lo
halles, l te buscar.
Adrin pas, lo que parecan muchas horas esperando el amanecer y
nunca vio seal de nada, su estmago empez a gruir y un mareo le tumb
de espaldas. No haba tenido tiempo de comer todo el da y la cena iba a ser su
primera comida del da, despus de trabajar en el campo de su padre. Adrin
pareca tener mejor vista que los roedores, este ni cuenta se dio cuando lo
atrap; le rompi el cuello, lo despellej con un dedo de esqueleto, guard la

carne, suspir y se dio a la tarea de salir. Los pasillos eran altos y angostos. Los
animales e insectos bullan por los pisos y grietas.
Nunca podre acostumbrarme a esto suspir.
Una figura paso a centmetros de l.
No puedo dejar que me descubran.
Los pasillos eran custodiados por horribles creaturas con forma de reptiles y
aves, las araas caminaban por sus manos y las telaraas se le enredaban
frente a los ojos. Las bestias pasaban cada tanto y Adrin esper hasta que
volviera a pasar la monstruosidad con cara de sapo. Su corazn lata
rpidamente y las gotas de sudor y agua corran por su frente. Pas la bestia y
Adrin camin en direccin contraria, llego a una esquina y mir decenas de
esqueletos que yacan en habitaciones como en la que l haba despertado.
Sigui caminando entre la penumbra hasta topar con pared, una gran puerta
de madera se encontraba cubierta por las sombras cuando una luz empez a
emanar de las grietas de la madera.
Qu es lo que haces Apolin? No te vasta con haber traicionado a tu
gente, ahora te ocultas aqu, y torturas a las personas de este lugar, al que t
no perteneces?
Lrgate de aqu Amanecer, est pelea no es tuya! La deidad ha
permitido que est en este mundo. Si alguien debe sacarme de aqu, sean los
humanos mismos.
Necesito dar razn a los que me enviaron.
El corazn de Adrin se emocion en gran manera. Amanecer era aquella
creatura que despeda una luz admirable, y est se acercaba a la puerta
Qu haces amanecer? No te he dado permiso de ir a husmear.

Solamente, mirare por la puerta y me ir.


Los pasos se escuchaban ms cerca y la puerta se abri. Los animales e
insectos huyeron de la luz, el horrible lugar se dej ver ms horripilante de lo
que era en las tinieblas. Amanecer miro a todas las direcciones. Adrin por su
parte estando a centmetros de Amanecer intent tocarle, pues hasta donde
saba por la inscripcin en la pared l era su nica salvacin.
Ya terminaste?.
S, ya he visto suficiente.
Fue como si no le hubiera visto, la puerta se cerr y Amanecer desapareci.
Seor Apolin, a que ha venido Amanecer?
Le enviaron las potestades superiores a vigilar que no abuse del poder
que tengo, pero es demasiado tarde, mis regentes estn en cada condado y
pueblo, en cada ciudad y estado, en cada pas y continente. La destruccin de
esta especie no tarda, adems la deidad lo ha permitido todo, me ha dicho:
Esta batalla le pertenece a los humanos, deben ellos ganarse el derecho a
existir. Pero es imposible porque son muy dbiles e inconstantes, si no los
aniquilo yo, lo harn ellos mismos.
Lgrimas de tristeza brotaron de los enervados ojos de Adrin y su
esperanza muri.
Pasaron horas, quizs das o solamente segundos. Amanecer regres.
Porque has vuelto?.
Las potestades quieren verte.
Al instante las voces desaparecieron al igual que la luz.
Qu demonios sucede aqu? pensaba dentro de s.

Una sensacin de terror y tristeza recorra su ser entero, la obscuridad pareca


hacerse ms negra e insoportable, el olor era muy fuerte y los animales
comenzaban a pellizcarle la carne. Las cosas parecan hacerse muy grandes y
l muy pequeo, su nariz comenz a sangrar y l a quedarse dormido.
Un murmuro, como el sonido del viento o como el apagado sonido de los
truenos que azotaban el cielo: Adrin Adrin levntate, he sido enviado a
ti.
Volviendo su espritu, despert de la muerte.
Aman Amanecer?
S, vamos. He aqu que estoy con Apolin y las potestades. Pero ellos
nos saben que tambin estoy aqu contigo y en otras partes.
Amanecer abraz a Adrin en su clida aura de luz y le llevo con l. Para
Adrin fue como un sueo y un despertar; como morir y volver a la vida; como
volver a nacer, y en efecto eso fue.
La paz y la tranquilidad reinaban en aquel lugar, todo era luz y belleza.
Era igual a la tierra que l conoca, pero todo tena otro color, uno ms vivo,
uno ms feliz. Estaba junto a Amanecer, en un enorme terreno lleno de trigo,
haba un solo camino que llevaba a un rbol; el ms grande rbol que jams
haba Adrin visto en su vida. Sus frutos eran como cristales, la luz de ellos
como el de las estrellas. Camin sin osar preguntarle algo a Amanecer, hasta
que este habl.
Sabes en qu lugar estamos?.
No lo s Seor. Quin es usted?
No lo sabes?
Amanecer?

Yo Soy la estrella resplandeciente de la maana.


A donde vamos?
Tengo que mostrarte algunas cosas, antes de que regreses.
No quiero regresar seor, aqu me siento bien.
Mira all.
Llegaron a las murallas que separaban al campo de trigo con el gran
rbol, eran altas como los rascacielos pero no ms altas que el rbol. Las
puertas se abrieron y una sublime ciudad se dej ver.
Que hermosa ciudad. Dnde estn las personas?
Esta ciudad es la ciudad de mi Padre, la ha preparado para ti, tus
hermanos y la humanidad.
Entonces por qu no estamos aqu?
All afuera existen potestades muy fuertes, las cuales gobernadas por
Deidad, quieren acabar con tu mundo y con sus habitantes, las cosas han
cambiado mucho desde que mi Padre falleci.
Lo lamento mucho.
No lo lamentes. Cuando regreses aqu, te explicare todas las cosas; mi
Padre muri para daros esta ciudad y para que yo pudiera guiarlos hasta a
aqu. Ests listo para la batalla?
S seor.
Los ojos llenos de lgrimas de Adrin se abrieron. Miro por todas
direcciones y he aqu, estaba sentado al lado de la puerta, dentro del pozo.
Adrin se levant y un susurro en su mente se escuch:
Te he dado un fruto del rbol, salo sabiamente.

Adrin meti su mano en la bolsa de su pantaln y all estaba el cristal.


Se limpi las lgrimas de los ojos y sali corriendo, guiado por una corriente de
aire clida, que le tocaba la piel, que le indicaba que o cual camino seguir;
lleg a la puerta para salir al pozo, cuando Apolin le sali al encuentro.
Vaya que eres muy listo has logrado encontrar la salida, temo decirte
que de aqu nunca vas a salir. Tengo a alguien que quiero que conozcas.
Apolin acerco su blanco rostro de muerte, y miro a Adrin con sus
negros y profundos ojos, la cara de lechuza comenz a transformarse en la de
un hombre, y una voz familiar se escuch.
Hijo mo, soy yo. Te amo, ven con Pap
Unas lgrimas cayeron de los ojos de Adrian, sonri y suspiro diciendo:
Pap, te extrae tanto!
Ven vmonos por aqu dentro, vamos a ver a tus hermanos Dijo
mientras se retiraba.
S Pap
No vayas con l Adrin, l no es tu padre susurro una brisa.
Volviendo en s, meti su mano derecha en el pantaln y grit:
T no eres mi padre!
El fruto resplandeci como las estrellas, azul como el lapislzuli, los ojos
de Adrin se volvieron azules como el fruto del rbol, su piel como oro bruido
y sus ropas blancas como la nieve. El techo lquido que estaba sobre su cabeza
abri una salida; las aguas como brazos sacaron a Adrian y este corri a su
granja a avisar a sus hermanos lo que haba pasado.
Hermano, que ha pasado. Tuvimos mucho miedo gritaron al unsono.
Porque tus ojos son azules y tu ropa blanca? Nos lastima un poco los ojos.

No se preocupen, debemos irnos. No tengo tiempo para explicarles, l se los


explicara todo cuando lleguemos.
Mientras los seis corrieron a prisa a avisar a las autoridades lo que estaba
pasando; un temblor sacudi la granja, la tierra devor su casa y comenz a
vomitar fuego.
Vamos rpido. No tengan miedo yo estoy con ustedes.
Corrieron por varios minutos hasta llegar a la oficina de polica; esta era solo
una caseta con un oficial dormido. Nunca suceda nada raro en la aldea.
Oficial, despierte por favor!
Eh, que sucede muchacho? pregunto mientras abra los ojos.
Corremos peligro!
El oficial supo al ver la faz de Adrian, que no se trataba de una broma.
Qu sucede hijo?.
Adrian explico al oficial y a sus hermanos lo que le haba pasado aquella
noche, y entonces el oficial procedi a dar aviso a su autoridad en orden de
jerarqua, hasta que la noticia lleg a la secretaria de la defensa nacional,
todos al interrogar a Adrin saban que no deca mentiras, nunca antes haban
visto a alguien con esos ojos, esa piel y esas ropas. La noticia se difundi por
todo el pas y la gente entr en crisis y miedo.
En cada pueblo se atrincheraron como militares y sacaron sus armas,
muchos comenzaron a construir refugios, otros robaron los grandes centros
comerciales; el terror comenz.
Todo se volvi una triste meloda, las lgrimas fluan, los gritos como
truenos y maremotos oscurecan los das, una nube de dolor y caos se precipito

hasta los confines del planeta; cada nacin, cada estado, cada pueblo y
condado, cada casa y persona perdi la esperanza. Y aun no llegaba lo peor.

Seores, mi nombre es John Grizzli, presentador de las noticias en


televisin y radio. Esta es una fusin de la transmisin mundial de radio,
internet y televisin. Este mensaje llegara a diferentes horas y en sus
respectivos idiomas en todo el mundo, se estar repitiendo este mensaje hasta
que la seal deje de transmitirse. [] Nos han comunicado que segn los
ltimos acontecimientos, los terribles desastres naturales en todo el mundo, la
inminente llegada de lo que los religiosos llaman el juicio final; terremotos,
tsunamis, erupciones volcnicas, la primero fuerte y luego inexistente luz de
estrellas. Algunos lo arguyen a algn dios y otros a vida inteligente que est
manipulando nuestro planeta con tecnologa de seres aliengenas. El reloj del
apocalipsis est a treinta segundos de la media noche, los ejrcitos han
preparado todo su armamento. propiamente dicho tena razn, Simn Bolvar
cuando dijo La unidad de nuestros pueblos no es simple quimera de los
hombres, sino inexorable decreto del destino. Es cierto, seoras y seores,
aos de guerra y dolor, dcadas de rivalidad y odio. Aunque sea solo una
media noche, todos seremos hermanos de la misma familia. Buenas noches.
[]
Cada iglesia y templo, cada religin y doctrina. Todos los creyentes
estaban arrodillados orando a su propio dios que les mostrase su salvacin.
Desde el ms pequeo hasta el ms grande estaban sumidos en un gran
silencio mientras un himno llamado Ms cerca, oh Dios, de Ti se repeta
despus del discurso de Grizzli. La sirena comenz a escucharse y los caones

tambin, las gotas de plomo caan como lluvia sobre las creaturas que salan
de los abismos, los adultos y jvenes salieron a defender cada uno a su especie
y se encomendaron a Dios, miles de hombres caan al igual que bestias. Era un
atardecer cuando los primeros monstruos salieron del pozo de la consumida
granja de Michael. La tierra temblaba al sonido de los bombardeos y los
refugiados rean con temor en su corazn y contaban lo bueno que fue haber
existido alguna vez. La cena estaba siendo preparada en el pas de Adrin,
partieron el pan y dieron gracias. Un viento apacible y clido lleno el refugio de
la capital, diciendo:
Es hora de irnos, se ha tomado la decisin
Adrian llam a la gente a ponerse de rodillas y agradecer al Padre de amanecer
por haber preparado un hogar para ellos. Tomaronse todos de las manos y el
fruto brillo con ms intensidad que nunca, como un rayo que parte los cielos,
as llevo Amanecer su luz a cada hombre, mujer y nio. Sus ropas se tornaron
como la nieve y sus pieles como el oro.
Las bombas nucleares cayeron y la tierra tembl, los volcanes
regurgitaron todo el interior de la tierra y una obscura nube cubri los cielos,
las estrellas dejaron de brillar, la luna se convirti en sangre y el sol en
tinieblas. Cada casa, construccin, rbol y cosa creada se pulverizo y todo
hombre malvado con sus obras tambin. Todos los que fueron hallados dignos,
que fueron millones de millones, miraron todo consumirse con fuego a su
alrededor; sus lgrimas y gemidos de dolor conmovieron el mismo universo
que dejara por siempre de ser. Despus de esto un dolor de quemadura les
recorri su cuerpo, sus blancas vestiduras se consumieron cerraron sus ojos,
y un silencio lleg.

Todos abrieron sus ojos y miraron a sus familiares al lado suyo. Se


miraron perplejos, creyeron haber tenido una pesadilla que no recordaban y
sonrieron, cada uno en su respectiva casa con su respectiva familia. Todos se
abrazaron alegres, creyendo en sus corazones que donde estaban desde
siempre haba sido su hogar. Fue enjugada toda lgrima de sus ojos, y ya no
exista la muerte, ni habr llanto, ni clamor, ni dolor. Las primeras cosas
pasaron.

También podría gustarte