El Pozo de Apolión
El Pozo de Apolión
El Pozo de Apolión
dentro del pozo. Se escuch el ahogado grito de las aguas que abrazaban el
cuerpo de Adrin; le llevo a lo ms profundo.
El joven no saba cunto tiempo haba estado inconsciente, ni que haca
tirado en el hmedo piso de ladrillos, enmohecidos por las gotas que caan
desde el techo. l volteando a ver el techo mir que una gruesa capa de aguas
estaba inerte sobre su cabeza, y como si mirara desde el fondo del ocano, aun
se vea la pequea luz de los truenos que azotaban el cielo, pero no su voz.
Una abertura se miraba entre la densa obscuridad, iluminada tenuemente por
los espordicos relmpagos y mirando detenidamente, dijo:
He cado en el pozo, hay alguien que me ayude a salir?.
Una nube de gemidos comenz a escucharse y el corazn de Adrin se
turbo en sobremanera. Se oy un gran grito de algo terrible que deca:
Cllense de una vez.
El corazn del joven desfalleci y cay en el suelo como muerto al
escuchar la voz del que hablaba. La puerta se ilumino con el color de las
llamas, un olor a quemado y podrido empez a inundar el ambiente. Un rostro
grotesco, semejante al de una lechuza blanca, se acerc a Adrin, respir cerca
de su odo derecho y dijo: bienvenido, Adrin.
Un gemido ensordecedor se escuch; era la voz de su esperanza, era un
suspiro de dolor, de saber que quiz no volvera a ver a su padre llegar del
norte, o ver a su madre jugar una vez ms con l y sus hermanos. Sus rodillas
flaquearon y cay; su mirada pesada baj los parpados. Un seco golpe se
escuch y Adrin cay de pecho sobre el frio y hmedo suelo.
Un frio aire entr por sus pulmones, se levant rpidamente del suelo,
dio unos pasos, se toc una herida sangrante en la cabeza y volvi a caer al
suelo.
Dios mo, qu es esto? pens. Gracias que sigo vivo, ahora tengo que ver
donde estoy y buscar otra salida que no sea el pozo. Qu demonios fue eso de
all? Volte a ver en qu lugar se encontraba, era semejante a un laberinto;
paredes negras y enmohecidas, goteras por todos lados, callejones delgados
que llevan a todas direcciones, y ese olor.
No poda creer lo que le estaba sucediendo, un opaco gemido y unas
lgrimas le salieron al recordar a sus hermanos; lo que estaran sufriendo por
no encontrarle en casa. Sus ojos ya se haban acostumbrado a la obscuridad y
palp para ver que poda encontrar que le ayudara; solamente haba ladrillos
hmedos y musgos creciendo en las esquinas y colgando del techo, y he aqu
que haba una inscripcin en un ladrillo a lado de los restos de lo que alguna
vez fue un esqueleto humano. Pareca estar tallado con las mismas uas del
autor:
Cuando llegue el amanecer, la luz iluminara tu camino cuando lo
halles, l te buscar.
Adrin pas, lo que parecan muchas horas esperando el amanecer y
nunca vio seal de nada, su estmago empez a gruir y un mareo le tumb
de espaldas. No haba tenido tiempo de comer todo el da y la cena iba a ser su
primera comida del da, despus de trabajar en el campo de su padre. Adrin
pareca tener mejor vista que los roedores, este ni cuenta se dio cuando lo
atrap; le rompi el cuello, lo despellej con un dedo de esqueleto, guard la
carne, suspir y se dio a la tarea de salir. Los pasillos eran altos y angostos. Los
animales e insectos bullan por los pisos y grietas.
Nunca podre acostumbrarme a esto suspir.
Una figura paso a centmetros de l.
No puedo dejar que me descubran.
Los pasillos eran custodiados por horribles creaturas con forma de reptiles y
aves, las araas caminaban por sus manos y las telaraas se le enredaban
frente a los ojos. Las bestias pasaban cada tanto y Adrin esper hasta que
volviera a pasar la monstruosidad con cara de sapo. Su corazn lata
rpidamente y las gotas de sudor y agua corran por su frente. Pas la bestia y
Adrin camin en direccin contraria, llego a una esquina y mir decenas de
esqueletos que yacan en habitaciones como en la que l haba despertado.
Sigui caminando entre la penumbra hasta topar con pared, una gran puerta
de madera se encontraba cubierta por las sombras cuando una luz empez a
emanar de las grietas de la madera.
Qu es lo que haces Apolin? No te vasta con haber traicionado a tu
gente, ahora te ocultas aqu, y torturas a las personas de este lugar, al que t
no perteneces?
Lrgate de aqu Amanecer, est pelea no es tuya! La deidad ha
permitido que est en este mundo. Si alguien debe sacarme de aqu, sean los
humanos mismos.
Necesito dar razn a los que me enviaron.
El corazn de Adrin se emocion en gran manera. Amanecer era aquella
creatura que despeda una luz admirable, y est se acercaba a la puerta
Qu haces amanecer? No te he dado permiso de ir a husmear.
hasta los confines del planeta; cada nacin, cada estado, cada pueblo y
condado, cada casa y persona perdi la esperanza. Y aun no llegaba lo peor.
tambin, las gotas de plomo caan como lluvia sobre las creaturas que salan
de los abismos, los adultos y jvenes salieron a defender cada uno a su especie
y se encomendaron a Dios, miles de hombres caan al igual que bestias. Era un
atardecer cuando los primeros monstruos salieron del pozo de la consumida
granja de Michael. La tierra temblaba al sonido de los bombardeos y los
refugiados rean con temor en su corazn y contaban lo bueno que fue haber
existido alguna vez. La cena estaba siendo preparada en el pas de Adrin,
partieron el pan y dieron gracias. Un viento apacible y clido lleno el refugio de
la capital, diciendo:
Es hora de irnos, se ha tomado la decisin
Adrian llam a la gente a ponerse de rodillas y agradecer al Padre de amanecer
por haber preparado un hogar para ellos. Tomaronse todos de las manos y el
fruto brillo con ms intensidad que nunca, como un rayo que parte los cielos,
as llevo Amanecer su luz a cada hombre, mujer y nio. Sus ropas se tornaron
como la nieve y sus pieles como el oro.
Las bombas nucleares cayeron y la tierra tembl, los volcanes
regurgitaron todo el interior de la tierra y una obscura nube cubri los cielos,
las estrellas dejaron de brillar, la luna se convirti en sangre y el sol en
tinieblas. Cada casa, construccin, rbol y cosa creada se pulverizo y todo
hombre malvado con sus obras tambin. Todos los que fueron hallados dignos,
que fueron millones de millones, miraron todo consumirse con fuego a su
alrededor; sus lgrimas y gemidos de dolor conmovieron el mismo universo
que dejara por siempre de ser. Despus de esto un dolor de quemadura les
recorri su cuerpo, sus blancas vestiduras se consumieron cerraron sus ojos,
y un silencio lleg.