CAPÍTULO 2: Las Buenas Preguntas. ANIJOVICH, Rebeca y MORA, Silvia (2010) - Estrategias de Enseñanza. Otra Mirada Al Quehacer en El Aula. 1a Ed. La Reimp. - Buenos Aires. Aique Grupo Editor.
CAPÍTULO 2: Las Buenas Preguntas. ANIJOVICH, Rebeca y MORA, Silvia (2010) - Estrategias de Enseñanza. Otra Mirada Al Quehacer en El Aula. 1a Ed. La Reimp. - Buenos Aires. Aique Grupo Editor.
CAPÍTULO 2: Las Buenas Preguntas. ANIJOVICH, Rebeca y MORA, Silvia (2010) - Estrategias de Enseñanza. Otra Mirada Al Quehacer en El Aula. 1a Ed. La Reimp. - Buenos Aires. Aique Grupo Editor.
CASTELLI CHACO
Autor: ANIJOVICH, Rebeca y MORA, Silvia (2010). Estrategias de Enseanza. Otra mirada al quehacer en el aula. 1a
ed. la reimp. - Buenos Aires. Aique Grupo Editor.
CAPTULO 2: Las buenas preguntas
MOMENTO 1. APERTURA
Qu pregunto? Cmo pregunto? Pregunto?
Antes de iniciar la lectura del desarrollo de este captulo, le proponemos comenzar a pensar en el uso que hacemos
de las preguntas en el aula, a partir de las siguientes actividades de reflexin. Si desea, registre sus reflexiones para volver
luego sobre ellas.
Se detuvo alguna vez a observar, en forma sistemtica, cuntas preguntas formula durante la
exposicin de un tema?
Observ alguna vez, qu tipo de preguntas plantea con mayor frecuencia?
Qu porcentaje de preguntas abiertas y qu porcentaje de preguntas cerradas piensa usted que
formula durante una hora de clase? En qu se basa para contestar esta pregunta?
Las siguientes preguntas estn tomadas de observaciones de clases y de propuestas de actividades
escritas por diferentes docentes. Le sugerimos que, mientras las lee, observe:
Qu se propone cada pregunta? Cul es su sentido?
Qu opina de la forma en que cada una est enunciada?
Cul/cules se parece/n ms a las que usted formula con mayor frecuencia?
"Qu es una protena?".
"Comprendieron?, est claro?".
"Cmo podras categorizar los mensajes publicitarios que aparecen en Internet, segn el tipo de
interactividad que proponen al usuario?".
"Qu problemas tendra la maestra si ustedes no tuviesen nombre propio? Pensando en tu respuesta
a la pregunta anterior, podes decir cundo se usan los sustantivos propios y qu problemas resuelven?".
"Qu caractersticas tiene un juicio oral, y qu efectos puede tener este modo de juzgar en el
veredicto final del juez?".
"Qu semejanzas y diferencias se pueden establecer entre los antiguos sistemas de escritura china y
fenicia?".
"Cules son las causas del crecimiento demogrfico en la ciudad 'X', en los ltimos diez aos?".
"Teniendo en cuenta las experiencias cotidianas, qu puede decirse, a ttulo de primeras conjeturas,
acerca del movimiento de cada de los cuerpos?".
"Qu podras hacer para ayudar a difundir medidas que impidan la propagacin del dengue?".
"Cmo llegaste a ese resultado?".
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Formular preguntas es una prctica habitual para los docentes pero, tal como propusimos en las pginas anteriores,
alguna vez, se detuvo a reflexionar sobre las preguntas que usted formula en el devenir de la clase?
Por qu y para qu preguntamos los docentes?
En esta seccin, sugerimos profundizar sobre tres cuestiones ligadas al uso de las preguntas:
a. Qu hace el docente cuando pregunta? Cules son sus propsitos y cules, los resultados que obtiene? De
qu factores depende la relacin entre los propsitos y los resultados de las preguntas?
b. Qu hace el docente despus de preguntar? Y cundo preguntan los alumnos?
c.Qu hace el docente cuando los alumnos no preguntan o cuando responden apelando a sus ideas anteriores, a
sus viejas costumbres, a respuestas ya aprendidas sin revisarlas, es decir, acudiendo a su conocimiento
ritual? Cmo puede estimular la capacidad de formular preguntas?
Adems le mostraremos algunos ejemplos de actividades para ensear a responder, a preguntar y a reflexionar
MOMENTO 2. DESARROLLO
Las preguntas: sus porqus y sus para qu
Qu hace el docente cuando pregunta? Cules son sus propsitos y cules, los resultados
que obtiene? De qu factores depende la relacin ente los propsitos y los resultados de las
preguntas?
Cuando preguntamos, los docentes lo hacemos con diferentes intenciones: despertar el inters de los alumnos,
verificar si comprendieron, promover la reflexin, estimular el establecimiento de relaciones entre distintos conocimientos. Pero tenemos clara conciencia de qu nos proponemos cuando estamos preguntando? Y enunciamos nuestras
preguntas de modo tal que los alumnos logren aquello que nos proponemos?
Pensemos por un momento en la frmula clsica: "Alguien tiene alguna pregunta?" o "Entendieron?". La intencin de
esta enunciacin abrir el intercambio o verificar la comprensin- generalmente produce lo contrario: cierra el dilogo.
Con frecuencia ningn alumno interviene; y la ausencia de respuesta, a veces, es interpretada como una falta de inters o
de esfuerzo. Nos parece necesario reflexionar sobre el sentido de este tipo de preguntas. Si pretenden establecer un dilogo
(entendido, segn lo propone Nicholas Burbules (1999), como una actividad dirigida al descubrimiento y a una
comprensin nueva, que mejora el conocimiento, la inteligencia o la sensibilidad de los que forman parte de ese dilogo),
las preguntas deben ser capaces de crear un espacio de reciprocidad. Esa reciprocidad es la condicin necesaria para
favorecer, como plantea Perkins (1999), el desarrollo de procesos reflexivos que generen construccin de conocimiento
en el marco de una enseanza para la comprensin.
Volviendo al ejemplo de las frmulas, son genuinas estas preguntas? En general, cuando hacemos preguntas que
admitan como respuestas "s" o "no", no obtenemos de nuestro interlocutor informacin suficiente para saber qu ha
comprendido, qu est pensando o sintiendo. En lugar de estimular el dilogo, este tipo de preguntas cierran la
posibilidad de argumentar ideas y de intercambiarlas.
Tanto la forma de enunciar una pregunta como los propsitos de esta tienen efectos directos sobre el tipo de
respuesta que producen los alumnos. Por este motivo, es importante que los docentes tomen conciencia de su objetivo
y del modo de enunciacin que utilizan cuando preguntan. Muchas veces, la discrepancia entre las intenciones de un
docente, el tipo de respuesta que espera de sus alumnos y el resultado que efectivamente obtiene se debe a la falta de
reflexin suficiente sobre para qu se pregunta y sobre cmo se pregunta.
Para aprender a plantear preguntas adecuadas o para poner a prueba las preguntas formuladas, es til conocer
algunas clasificaciones. Estas pueden servir como marco de referencia tanto a la hora de elaborar preguntas como en el
momento de evaluarlas, antes, durante y despus de formularlas. A continuacin, presentamos algunas clasificaciones
que nos parecen interesantes.
De acuerdo con el nivel de pensamiento que intentan estimular, distintos autores coinciden en distinguir:
Las preguntas sencillas requieren respuestas breves, casi siempre nicas, informaciones precisas. Son necesarias en
determinados momentos de la enseanza y del aprendizaje, pero no generarn un dilogo, un intercambio profundo
para la construccin y comprensin de los contenidos. Preguntas sencillas promueven respuestas simples. Por ejemplo:
"Cuntos kilmetros mide el puente que une Rosario con Victoria?".
Las preguntas de comprensin se proponen estimular el procesamiento de las informaciones. A travs de su
formulacin, tratamos de indagar con cierto grado de profundidad. El alumno necesita pensar, relacionar datos, clasificar,
comparar, etc., para elaborar sus respuestas. Por ejemplo: "Qu diferencias y semejanzas hay entre la noticia de un diario que relata un accidente automovilstico y un cuento literario en el que ocurre un accidente similar?".
Las preguntas de orden cognitivo superior son las que demandan respuestas que exigen interpretar, predecir,
evaluar crticamente. Por ejemplo: "A partir del anlisis de las caractersticas geogrficas de la regin 'X' y de los
cambios climticos que se produjeron en los ltimos cinco aos, qu hiptesis propondran acerca de las caractersticas
del prximo invierno en dicha regin? En qu se basan para formular sus anticipaciones?".
Las preguntas metacognitivas se proponen ayudar a los alumnos a reflexionar sobre su modo de aprender y de
pensar. Demandan que los estudiantes analicen cmo interpretan y resuelven sus tareas, qu dificultades encuentran
en el proceso de resolucin, qu fortalezas reconocen en el recorrido de lo que estn aprendiendo, qu ayudas necesitan.
Por ejemplo: "Qu caminos recorr para encontrar la informacin?".
"Si tuvieras que aconsejar a un compaero acerca de cmo hacer la tarea, qu le diras? Cmo encontraste la
respuesta a esta pregunta?".
Preguntas sencillas.
Preguntas de comprensin.
Preguntas de orden cognitivo superior.
Preguntas metacognitivas.
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Es posible utilizar una variedad de preguntas en el desarrollo de la enseanza pero, para que
efectivamente contribuyan al aprendizaje de los alumnos, es imprescindible que el docente se
pregunte qu quiere que los alumnos comprendan de la disciplina y qu habilidades cognitivas se
propone que desarrollen.
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Aunque preguntar es una actividad que hacemos con naturalidad en nuestra vida cotidiana, como comentamos en
el apartado anterior, la tarea de formular preguntas adecuadas en un contexto didctico requiere reflexin,
planificacin, accin y evaluacin. Pero las preguntas no son solo patrimonio del docente. Por eso, en esta seccin, nos
proponemos reflexionar acerca de la forma en que los docentes respondemos a las preguntas de los alumnos y acerca
de los efectos que tienen nuestras formas de actuar sobre el desarrollo del dilogo y la comprensin.
Qu hacemos los docentes inmediatamente despus de recibir una pregunta? Con frecuencia, a la mayora, no
nos resulta sencillo guardar silencio ante una pregunta de los alumnos y, en seguida, la respondemos. A veces
respondemos, incluso, sin terminar de or y sin tratar de entender la lgica que gua al alumno, su inters, su
preocupacin. Lo mismo ocurre cuando formulamos preguntas a los alumnos y no tenemos capacidad de espera
para que puedan pensar en la respuesta. Los silencios son poco tolerados, y rpidamente, los llenamos con nuestras
respuestas o con palabras de los alumnos que no han tomado tiempo para pensar en la respuesta. Este apuro deja
afuera a los alumnos que, por tener otro estilo de aprendizaje, otro ritmo, pero no necesariamente menos
conocimientos o posibilidades de reflexin, no responden.
Ahora bien, para que un verdadero dilogo sea posible, es preciso ser capaz de esperar. Nadie est realmente
dispuesto a dialogar si no est abierto a escuchar a los otros con simpata e inters suficientes como para comprender en
forma debida el significado de la posicin del otro. Tambin se debe estar preparado para modificar el propio punto de
vista, si hay buenas razones para hacerlo. Para que eso ocurra, es indispensable un espritu de buena voluntad. A eso se
refiere Burbules (1999) con la expresin espritu del dilogo: "El espritu del dilogo es, en pocas palabras, la capacidad
de mantener en suspenso muchos puntos de vista, ms el inters bsico en la creacin de un significado comn".
Para cultivar el espritu del dilogo, es necesario aprender a escuchar cuidadosamente lo que la otra persona est
diciendo. "Significa 'despejar los odos y la mente' de 'ruidos' extraos (nuestros propios pensamientos, que tratan de
imponerse) para poder or exactamente lo que se nos est diciendo" (Wasserman, 2006).
Una forma de evitar la reaccin automtica ante la pregunta de un alumno, la que quiz pueda ser el punto de
partida para un dilogo grupal, podra consistir en el uso del parafraseo. Parafrasear es decir lo mismo con otras palabras
o repetir los mismos vocablos que utiliz el alumno, pero usando parte de su frase convertida en una nueva pregunta,
en una inferencia o en una interpretacin de sus sentimientos. Por ejemplo:
"Julieta: Fui al mar y, a veces, vi peces de colores. Docente: Julieta, nos ests contando que los peces viven en
el mar?". Parafrasear es un modo sencillo de construir un dilogo con los alumnos. Si, adems, prestamos atencin a la
Forma de enunciacin
"Podes predecir...?".
"Selecciona y justifica...".
Hemos reflexionado sobre las condiciones necesarias para generar un dilogo en las situaciones de enseanza y
aprendizaje: necesidad de hacer silencio despus de una pregunta, de suspender el propio juicio o la respuesta automtica
inmediata, de aprender a escuchar y a producir preguntas de buena calidad. Nos parece importante reflexionar tambin
sobre lo que hacemos los docentes con las preguntas que formulan los alumnos. En general, cuando son pequeos, los
nios plantean preguntas guiados por la curiosidad, por el inters; y ellas son espontneas. A medida que los chicos
crecen, las preguntas de los estudiantes son menos espontneas. El temor a exponerse ante el grupo de compaeros y la
vergenza, por ejemplo, atentan contra la posibilidad de que los alumnos pregunten en pblico o en voz alta. Entonces es
habitual or a un docente que trata de estimular a sus alumnos para que formulen preguntas, incluso con frases tales como
"No hay preguntas tontas". Pero, ms all de los factores afectivos y sociales de la situacin, los alumnos, sabrn
preguntar?, alguna vez se les ha enseado a hacerlo?
Tal vez, el propsito ms relevante del aprender a preguntar es darles sentido a las respuestas que los docentes
enseamos a nuestros alumnos, al mismo tiempo que verificamos la comprensin de aquello que han aprendido. Pero no
siempre estos propsitos se evidencian en las clases; y as nos lustra Philip Jackson (2002) al explicar que los docentes
muestran ms inters por saber si los alumnos pueden responder a las preguntas que les formulan que por el contenido
de las respuestas.
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Lo invitamos ahora a ponerse en la perspectiva de los alumnos: cmo interpretan nuestras preguntas?, les resultan
claras?, comprenden qu se espera de ellos?
Muchas veces, observamos que los alumnos aprenden formatos de respuestas a partir de pistas que el docente
ofrece; entre ellas: repetir la frase del alumno y relacionarla con el tema que desea seguir enseando, asentir con la
cabeza, valorar la exactitud de la respuesta, seguir buscando la respuesta correcta, etc. Nos encontramos entonces ante
respuestas rituales, estereotipadas, que se dan sin cuestionar los saberes previos. El conocimiento del ritual es definido
por Derek Edwards y Neil Mercer (1994) como una serie de procedimientos prcticos que los estudiantes realizan sin
comprender su naturaleza. Este tipo de conocimiento no es transferible, ya que es superficial y slo les sirve a los alumnos
para cumplir con las tareas educativas requeridas por los docentes. Y tambin, para anticipar qu comportamiento es
funcional para zafar o para agradar al docente, independientemente de la comprensin del contenido que se est
desarrollando.
Sin embargo, la respuesta de un alumno no siempre es un conocimiento superficial o un intento de seguir adelante
con la situacin comunicativa sin exponerse demasiado. En muchas ocasiones, la respuesta refleja su nivel de
conocimiento, sus inquietudes con relacin a un tema, sus confusiones. Pero es necesario que nuestras repreguntas
c) Qu hace el docente cuando los alumnos no preguntan o cuando responden con un conocimiento
ritual? Cmo puede estimular la capacidad de formular preguntas?
Es una actividad con la que los alumnos pueden indagar acerca de las ideas de un autor, de una teora, de... El
propsito de este tipo de tareas es estimular al alumno a pensar en las ideas de un autor para comprender a quin le
responde o con quin discute, pero tambin, cmo comunica sus ideas para compartirlas con otros. Adems, el
estudiante podr evaluar la organizacin y la claridad con que el autor se expres. En el caso en que el alumno
encuentre que una idea no es muy claramente comunicada por el autor, se le puede solicitar al alumno que intente
reescribirla.
La actividad puede estar constituida por una variedad de preguntas. Entre ellas:
Qu trata de explicarnos el autor?
A quin se dirige?
Por qu nos explica estas ideas?
Las transmite con claridad?
Podras intentar mejorar alguna de sus explicaciones para que sean ms claras en su modo de comunicar? Eleg
alguna idea para hacerlo.
Tipos de preguntas
Elegir un tpico para formular preguntas y asignar a cada grupo un auditorio diferente para recibirlas. Por ejemplo, para
formular preguntas sobre la nutricin:
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A quin le pregunto?
Elegir un tema y pedir a los alumnos que formulen tres preguntas de nivel sencillo, tres de nivel intermedio y tres de
nivel superior. Luego, intercambiar las preguntas entre los grupos y responderlas. Al finalizar, se pueden agrupar todas
las preguntas de cada nivel y efectuar una revisin crtica de ellas.
El director de un hospital.
Un mdico nutricionista.
La madre de un beb.
Un experto en gastronoma.
ACTIVIDAD PARA ENSEAR A REFLEXIONAR SOBRE LA PROPIA CAPACIDAD DE PREGUNTAR
Las preguntas que contribuyen a la metacognicin Meirieu (2001: 158) sugiere utilizar algunas preguntas para
Para concluir este captulo, queremos afirmar que, desde nuestro criterio, toda pregunta tiene valor en tanto abre
un nuevo espacio de exploracin y cuestiona nuestras certezas, esas que a veces, nos inducen a prcticas rutinarias.
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Recuerda sus reflexiones del Momento 1? Si las escribi, vuelva a leerlas y vea qu descubre en sus notas a la luz de los
conceptos trabajados en el Momento 2.
Si no las escribi, sugerimos que vuelva a leer el Momento 1 y piense qu puede aprender para enriquecer sus propias
prcticas en relacin con el uso de las preguntas en sus clases.
Si desea seguir explorando el uso de las preguntas que usted hace habitualmente en sus clases, sugerimos que grabe una
de sus exposiciones y luego la analice a partir de las siguientes consignas:
Antes de escuchar la grabacin, anticipe cuntas preguntas y qu tipo de preguntas ha realizado.
Escuche la grabacin y cuente las preguntas que realiz. Establezca qu porcentaje de preguntas cerradas y abiertas
formul.
Clasifique las preguntas abiertas de acuerdo con las tipologas presentadas en el Momento 2.
Compare el resultado de su anlisis con las anticipaciones que haba realizado antes de escuchar la grabacin y luego
reformule por escrito algunas de las preguntas que, a su juicio, no fueron todo lo efectivas que usted hubiera deseado.