Roberto Esposito PDF
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DIEZ PENSAMIENTOS
ACERCA DE LA POLTICA
Esposito, Roberto
Diez pensamientos acerca de la poltica. - 1a ed. - Buenos Aires :
Fondo de Cultura Econmica, 2012.
295 p. ; 14x21 cm. - (Filosofa)
Traducido por: Luciano Padilla Lpez
ISBN 978-950-557-917-4
1. Filosofa Poltica. I. Padilla Lpez, Luciano, trad. II. Ttulo
CDD 320.01
NDICE
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Poltica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Democracia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Responsabilidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Soberana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Mito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Obra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Palabra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Mal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Occidente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Comunidad y violencia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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ndice de nombres. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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I.
II.
III.
IV.
V.
VI.
VII.
VIII.
IX.
X.
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1. Publicado en 1993 con el ttulo Nove pensieri sulla politica, este libro conclua una etapa de mi trabajo iniciada con Categoras de lo
impoltico,1 que en cambio se remonta a la segunda mitad de los
aos ochenta; y comenzaba otra, que la suceda, dedicada en primer trmino a la relacin antinmica entre comunidad e inmunidad y ms tarde a una redefinicin del paradigma de la biopoltica. En ese sentido, las pginas que aqu siguen reeditadas en su
forma originaria, salvo algunos retoques y el agregado de un
nuevo captulo constituyen una suerte de empalme conceptual,
donde tiene su punto de partida una serie de lneas [fili] que llevan a las investigaciones ms recientes acerca de la semntica de
lo impersonal. En este prefacio, que sustituye la introduccin previa, ms que el contenido del libro querra reconstruir el movimiento terico que a partir de l llega a mi perspectiva actual.
Como recin se sealaba, el marco de pertinencia en cuyo seno
Diez pensamientos acerca de la poltica debe situarse est constituido
por ese punto de vista crtico acerca de las categoras polticas modernas, que en la reflexin italiana de los aos ochenta adopt el
nombre de impoltico. Para percibir su sentido de conjunto, la
referencia ms cercana es detectable en la Destruktion de la metafsica operada por Heidegger, ms tarde retomada con original
reajuste de tono por el deconstructivismo francs. Ya en esta opcin filosfica, de tipo continental, es reconocible una toma de
distancia respecto del quiebre conceptual que en cambio caracteriza a una amplia porcin de la filosofa poltica de matriz anglosajona, pero tambin bajo otros aspectos a la posicin de un autor
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R. Esposito, Categorie dellimpolitico (1988), Bolonia, 1999 [trad. esp.: Categoras de lo impoltico, Buenos Aires, Katz, 2006].
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a la conciliacin del conflicto, tpica de la entera tradicin filosfico-poltica, hay una suerte de coaccin a repetir que remite, aun
antes que a la representacin del orden, al orden mismo de la representacin: en el especfico sentido de que para configurarse
en cuanto tal sta debe expulsar fuera de s, o por lo menos domesticar, ese elemento no casualmente definido como diablico
que desestabiliza su aptitud simblica, es decir, componedora de
tendencias en pugna. La desconfianza de los autores impolticos
con relacin al instituto democrtico de la representacin radica,
ms que en una opcin poltico-institucional diferente, en una ajenidad lxica al rgimen de la representacin, concebido como el
lugar de la reductio ad unum de elementos irreductibles a concordia. Sin embargo, ellos niegan el principio representativo tambin
en otro sentido, relativo al significado, ms estrictamente teolgico-poltico, que el catolicismo romano le ha otorgado, en una
modalidad teorizada por el propio Schmitt.4 Se trata de la relacin
vertical con la trascendencia que la idea de representacin, entendida como presencia de un ausente, reconoce (o proyecta) en el
accionar poltico orientado hacia el bien. En este momento, lo impoltico rechaza como falsa e idoltrica precisamente la posibilidad de esa conexin, es decir, la representacin del bien por parte
del poder o la transformacin del mal en bien. Falsa porque empuja al poder hacia un espacio que ste no puede alcanzar, e idoltrica porque somete el bien al juicio de la fuerza, aplastando sobre
el lenguaje del derecho el de la justicia. Cuando Weil declara que
en esta tierra no hay otra fuerza que la fuerza,5 est precisamente cortando esa lnea entre mbitos incompatibles que la teologa poltica presupone como dato o al menos como cosa posible.
No de manera diferente, aunque lo hiciese con un lenguaje dis4
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tinto, desde otro rincn de Europa se haba expresado Elias Canetti, rememorando que la historia se pone del lado de lo que ha
sucedido y lo separa de lo no sucedido, y para ello construye slidas conexiones. Entre todas las posibilidades se basa sobre aquella nica que ha sobrevivido.6 Lo que ambos rechazan firmemente es una valorizacin del accionar poltico incompatible no
slo con las herramientas que tiene a disposicin, sino tambin
con sus finalidades, en ltima instancia siempre tendientes a reforzar al sujeto o a los sujetos que hacen uso de ellas. Como bien
saben los impolticos, en la dimensin lgica o semntica no es
posible trazar una separacin entre el poder y el sujeto que lo personifica, imaginar un sujeto de antipoder o un poder sin sujeto:
Existir, pensar, conocer nuevamente es Simone Weil quien habla no son otra cosa que aspectos de una sola realidad: poder
[]. Lo que soy est definido por lo que puedo.7
Si bien desde el punto de vista de lo impoltico el valor no
habita la poltica, con todo tampoco habr de contraponrsele
desde el exterior. De manera distinta a la acepcin que Thomas
Mann asign al trmino en sus homnimas Consideraciones,8 lo impoltico a que en esta ocasin se hace referencia no reconoce una
esfera, positivamente escandible, externa a la lgica conflictiva del
poder. Si as fuese, si existiese una zona de lo real ajena a las relaciones de fuerza a que est destinado el mundo poltico, se activara un escenario dualista, de matriz gnstica, entre dos planos
contrapuestos e inconciliables. Pese a cierta tentacin de ese tipo
por parte de algunos de los autores impolticos, el plan de conjunto de esa lnea argumentativa no sigue esa direccin. Lo impo-
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10 Vase M. Blanchot, La communaut inavouable, Pars, 1984; trad. it.: La comunit inconfessabile, Miln, 1984 [trad. esp.: La comunidad inconfesable, Madrid,
Arena Libros, 2002].
11 Vase J.-L. Nancy, La communaut dsuvre, Pars, 1983; trad. it.: La comunit inoperosa, Npoles, 1992 [trad. esp.: La comunidad inoperante, Santiago de
Chile, lom, 2000].
12 Vase J. Derrida, Politiques de lamiti, Pars, 1994; trad. it.: Politiche dell
amicizia, Miln, 1995, pp. 349 y ss. [trad. esp.: Polticas de la amistad, Madrid,
Trotta, 1998].
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En el volumen Bos. Biopoltica y filosofa15 este cambio de registro se escande en un cuadro analtico que si bien toma como punto
de partida exactamente la misma pregunta expresada en Nove pensieri acerca de la inflacin, o deflacin, semntica de los conceptos
polticos modernos da una respuesta diferente: ms all de la inicial connotacin metafsica de dichos conceptos, debe atribursela
al cambio de escenario que se produjo en la segunda Modernidad,
momento en que la vida humana su conservacin y su desarrollo
facilitado entra directamente en los clculos y objetivos del poder, superando la clsica distincin entre la esfera, privada, de la
oikonoma y la pblica de la polis. Es entonces cuando esas mismas
categoras analizadas en las siguientes pginas, a partir de la de
soberana, incluso sin salir por completo de escena, pierden fuerza
explicativa respecto de las dinmicas reales que subyacen a ellas.
Sea cual fuere el nuevo vnculo entre rgimen soberano y rgimen
biopoltico que de este modo llegara a determinarse a decir verdad, nunca esclarecido del todo por el propio Foucault, resulta
evidente que para definirlo ya no basta la deconstruccin impoltica, porque es necesaria una nueva clave interpretativa: si falta,
fenmenos tardomodernos, o ya no modernos, como el totalitarismo nazi o lo que se da en llamar sociedad del espectculo, resultan opacos a la interpretacin. Ya en las pginas siguientes el nazismo es objeto de indagacin, especialmente en el captulo acerca
del mal. Los dispositivos de exclusin all identificados se retomarn, en su sentido mortfero, tambin en Bos, pero adems con una
acepcin corprea y biolgica que los sita decididamente en el horizonte biopoltico, y en este caso inclusive tanatopoltico, al cual se
haca referencia. Pero el elemento aun ms relevante porque termina constituyendo el eje de rotacin de mi investigacin entera
es el papel desempeado, en la inflexin del concepto de biopoltica, por el paradigma inmunitario elaborado a contrapelo de la
categora de comunidad. Precisamente ste, en la interpretacin
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R. Esposito, Bos. Biopolitica e filosofia, Turn, 2004 [trad. esp.: Bos. Biopoltica y filosofa, Buenos Aires, Amorrortu, 2007].
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16 Vase M. Foucault, Il faut dfendre la societ, Pars, 1997; trad. it.: Bisogna
difendere la societ, Miln, 1998 [trad. esp.: Defender la sociedad, Buenos Aires,
Fondo de Cultura Econmica, 2000].
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