Panteon Nuestra Señora de Los Ángeles
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n esta investigacin haremos un bosquejo muy general de las costumbres funerarias en el periodo virreinal, sealaremos cmo se trataron de
cambiar en el siglo XVIII, y cmo vinieron a transformarse hasta el siglo
XIX, poca de nuestro panten. Tambin hablaremos del Santuario de
Nuestra Seora de los ngeles.
Por medio de un folleto de mediados del siglo XIX que lo describe, por una litografa de finales de ese siglo y por un plano que lo representa a principios del siglo XX,
reconstruiremos cmo era el panten de Nuestra Seora de los ngeles. Tambin nos
ayudaremos con un texto de Manuel Altamirano, que nos habla de l. Lo ms increble de la investigacin ser demostrar que a pesar de haber sido clausurado y demolido, todava se conservan fragmentos de l como parte de unas viviendas.
Presentamos el estudio en tres secciones. En la primera hablamos de los antecedentes, en la segunda del santuario de Nuestra Seora de los ngeles, en la tercera
analizamos el panten y terminamos con las conclusiones. El estudio se complementa con un apndice documental que incluye dos textos que hablan acerca del panten
de Nuestra Seora de los ngeles.
Antecedentes
En la poca prehispnica se utilizaban indistintamente los enterramientos y la incineracin, pero despus de la llegada de los espaoles se generaliz la inhumacin
debido a que la religin catlica consideraba que los cuerpos se deban conservar para
la resurreccin. Durante la poca virreinal los camposantos, as llamados por ser lugares consagrados para efectuar los enterramientos, formaban parte de los templos, con* Coordinacin Nacional de Monumentos Histricos, INAH.
ventos, hospitales y colegios, que se fueron fundando a lo largo del periodo virreinal; no obstante, la Iglesia logr mantener el control de las
prcticas funerarias. Es muy probable que tambin hayan existido enterramientos en algunas
residencias seoriales de esa poca, varias de las
cuales contaban con capilla particular.1
Las inhumaciones se llevaban a cabo en los
atrios de los templos; sin embargo, fue comn
sepultar en el interior de los mismos porque la
norma eclesistica permita, previa licencia,
enterrar a los fieles que haban llevado una vida
1
Mara Dolores Morales, Cambios en las prcticas funerarias. Los lugares de sepultura en la ciudad de Mxico, 17841857, en Historias, nm. 27, Mxico, INAH, 1991-1992.
3 Ana Mara Martnez, Y el cuerpo a la tierra En Crdoba
del Tucumn, Costumbres sepulcrales. Siglos XVI-XIX, en
Cementerios patrimoniales de Amrica Latina, Apuntes, Facultad de Arquitectura de la Pontificia Universidad Javeriana, Bogot, vol. 18, nms. 1-2, enero-diciembre de
2005, p. 11.
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Figura 2. Plano con los lugares de enterramiento. Ethel Herrera Moreno, Restauracin integral del Panten de Dolores, Mxico,
2003, p. 14.
INAH,
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en la Nueva Espaa y en 1790 el virrey Revillagigedo decret que los panteones se deberan establecer fuera de las poblaciones. Los primeros que
se fundaron cumpliendo este requisito fueron los
de Puebla y Veracruz; en cambio, en la ciudad de
Mxico no se edific ninguno hasta el siglo XIX.
Para darnos una idea grfica de los lugares
focos de infeccin para los habitantes de la ciudad de Mxicodonde existan enterramientos a
mediados del siglo XIX, se realiz un plano tomando como base el de la Gua de Forasteros, publicado por Juan N. Almonte en 1853. En dicho
plano se sobrepusieron nmeros a los conventos, colegios, hospitales, templos y panteones, y
se relacionaron con la lista que se incluy en el
ngulo superior derecho (figura 2).
Hacia 1808 el arquitecto Manuel Tols, por
encargo del virrey Jos de Iturrigaray, entreg
un proyecto de cementerio modelo con el ttulo
Modelo de planos para la construccin de cementerios extramuros de las poblaciones4 (figura 3). Eran
dos modelos, uno para las ciudades ms grandes
y otro para pueblos pequeos. Los planos fueron
aceptados por el marqus de San Romn, presidente de la Real Academia de San Carlos, quien
mand hacer 16 copias del primer modelo y seis
del segundo, para distribuirlas entre las diferentes poblaciones. En la ciudad de Mxico en 1809
el arzobispo virrey Francisco Xavier Lizana encarg a don Ambrosio Sagarzurieta elegir un sitio
y conseguir dinero para edificar un cementerio,
en un lugar cercano al santuario de Nuestra Seora de los ngeles, proyecto que no se llev a
cabo.5 Aos despus, como se ver ms adelante, de alguna manera lo anterior se cumplira.
4 Este proyecto era similar al realizado en Espaa por Francisco Requena.
5 Ethel Herrera Moreno, op. cit., p. 15.
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Venustiano
Carranza
Azcapotzalco
Cuauhtmoc
Gustavo A.
Madero
Miguel
Hidalgo
Benito
Jurez
Cuajimalpa
lvaro
de
Obregn
Coyoacn
Morelos
Iztacalco
Iztapalapa
Tlhuac
Xochimilco
Tlalpan
Magdalena
Contreras
Milpa Alta
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Idem.
Manuel Rivera Cambas, Mxico pintoresco, artstico y monumental, ed. facs., Mxico, Editora Nacional, 1967, t. II, p. 72.
11 Idem; Concepcin Amerlinck, op. cit., pp. 238-239.
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Figura 8. Bosquejo del proyecto de Federico E. Mariscal. Archivo Geogrfico Jorge Enciso, CNMH, exp. Santuario de Nuestra Seora de Los ngeles. Fotografa: Ethel Herrera Moreno.
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Figura 6. Vista hacia el coro. Fotografa: Ethel Herrera Moreno.
Figura 7. Detalle de una litografa de finales del siglo XIX, donde se observa
la fachada del santuario. Manuel Rivera Cambas, Mxico pintoresco, artstico y monumental, ed. facs., Mxico, Editora Nacional, 1967, t. II, p. 72.
Figura 10. Vista del altar desde el coro. Fotografa: Ethel Herrera Moreno.
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red con la pintura mural, y ponerla a salvo de nuevas inundaciones, al tiempo que permiti que siguiera ocupando un lugar sealado en el santuario: el bside16 (figura 10).
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Figura 12. Detalle de una litografa de finales del siglo XIX, donde se observa
la fachada del panten. Manuel Rivera Cambas, Mxico pintoresco, artstico
y monumental, ed. facs., Mxico, Editora Nacional, 1967, t. II, p. 75.
Figura 11. Portada del folleto El Panten o Cementerio del Santuario de Mara Santsima de los ngeles, Mxico, Imprenta del guila, s/f.
En 1848 y hasta 1871, en que muri, el encargado del panten fue Jos Guadalupe Rivas,21
quien a su vez, estaba a cargo del Santuario. En
1856 la Mitra dej a cargo del santuario a la
Compaa de Jess y al padre Jos Guadalupe Rivas, uno de los cuatro jesuitas que haba en el pas,
quien vivi muchos aos en este santuario.22
En el citado folleto del panten de Nuestra
Seora de los ngeles23 se menciona que se cre
para personas pertenecientes a la Congregacin
Creemos que fue publicado en 1843 porque el registro ms
reciente es de esa fecha.
21 AHDF, ramo panteones, vol. 3467, exp. 1.
22 Concepcin Amerlinck, op. cit., p. 268.
23 El Panten o Cementerio del Santuario de Mara Santsima de
los ngeles, op. cit. Vid. Apndice documental.
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Figura 13. Plano del panten. Ethel Herrera Moreno, Restauracin integral
del Panten de Dolores, Mxico, INAH, 2003, p. 113. Original en la Mapoteca del AHDF.
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dos por una balaustrada de cantera con 18 macetones de barro color amarillo (figura 13).
El patio tena en el centro una base circular
de tres escalones de piedra negra sobre la cual
destacaba una peana con una cruz de cantera.
En el lado poniente se encontraba la capilla de
forma rectangular de 54 varas de largo por siete
de ancho (45.252 x 5.866 m), la cual tena dos ventanas de cristales y rejas de hierro y otras dos pintadas imitando a las primeras. Las puertas tenan
dos calaveras pintadas en el tablero principal, dos
sonetos en el central y tres crneos y un pedazo
de costillar en el de abajo. El altar pintado en dorado y blanco con azul, tena un nicho con la imagen de la Pursima de tamao natural y estaba
separado del resto de la capilla por dos arcos. Enfrente del altar se encontraban 55 sepulcros de los
sacerdotes y prvulos, distribuidos en siete franjas horizontales por cinco verticales.
Las paredes laterales de la capilla estaban
decoradas con un friso con tableros rojos con orillas verdes, divididos por pilarcillos color tierra
rematados por macetones de los que pareca salir
Figura 14. Detalle de un plano de la ciudad en 1880. Ethel Herrera y Concepcin de Ita, 500 planos de la ciudad, Mxico, SAHOP, 1982, plano 310,
p. 231.
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Figura 15. Litografa completa del santuario y panten en 1882. Manuel Rivera Cambas, Mxico pintoresco, artstico y monumental, ed. facs., Mxico,
Editora Nacional, 1967, t. II.
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XX.
tamente fue demolido en su totalidad; sin embargo, por fotografas de la primera mitad del siglo XX y actuales, se deduce que el muro de la fachada del panten se utiliz para adecuarlo a
nuevas viviendas, abrindole vanos. Cabe mencionar que este muro albergaba nichos, lo cual
es todava ms inverosmil porque era el fondo o
la tapa posterior de esos nichos, que fueron recortados (figuras 15, 16 y 17).
Podemos observar que en la litografa no aparece la cpula del templo y en la fotografa ya
est levantada. En lo que se refiere al panten,
la fachada todava permaneca igual, pero haba
perdido el recubrimiento. Apreciamos que el
material con que est construido el muro de la
fachada es mampostera de piedra.
Al parecer con el paso del tiempo las viviendas edificadas en el sitio del panten se fueron
deteriorando de tal manera que con los temblores de septiembre de 1985 sufrieron graves daos, por lo que fueron reconstruidas mediante el
programa de Renovacin Habitacional implementado por el gobierno. A pesar de todas estas
vicisitudes, el muro de fachada se ha conservado
hasta nuestros das.
El muro-fachada que se conserva tiene 65 cm
de espesor y como se aprecia en una fotografa
(a)
(b)
Figura 17. Fotografas de mediados siglo XX, antes y despus de la remodelacin de la fachada del templo. Fototeca Constantino Reyes-Valerio-CNMH. Podemos
apreciar algunos cambios en la fachada de las viviendas. a) Se observa que se haban abierto varios accesos. b) Algunos accesos se haban convertido en ventanas, como se encuentran actualmente.
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Figura 18. En esta fotografa, donde se observa la parte superior del templo y
de las viviendas, podemos comprobar que el muro de la fachada del panten
es la misma, por el remate con su balaustrada. Se observa un anuncio del doctor Alfonso Vega, cuyas especialidades eran el corazn, el pulmn y los intestinos. Fototeca Constantino Reyes-Valerio-CNMH.
Figura 20. Portada, acceso a las viviendas. Fotografa: Ethel Herrera Moreno.
Figura 19. Estado actual de la citada barda. Fotografa: Ethel Herrera Moreno.
Figura 21. Placa que indica la reconstruccin de las viviendas por Renovacin
Habitacional. Fotografa: Ethel Herrera Moreno.
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SIG.
Figura 24. Dibujo del muro que fue la barda del panten y hoy
es la fachada de las viviendas.
de principios del siglo XX (figura 16) es de mampostera de piedra. El interior de las viviendas
est techado con losa y trabes de concreto armado y los muros son de tabique.
Reflexiones finales
En la primera mitad del siglo XIX, en la ciudad de
Mxico an haba cementerios que continuaron
el sistema tradicional de la poca virreinal, de
camposantos ubicados en los atrios de los templos, hechos sin proyectos definidos. Este tipo
permaneci hasta el siglo XX; incluso en la actualidad se conservan algunos.
Tambin existieron los cementerios razonados, producto de la Ilustracin, con planta claustral, capilla y altos muros perimetrales para su
proteccin. El estilo neoclsico marc los cnones en estos proyectos y fue el ms usado en
Espaa y sus dominios. El proyecto de cementerio modelo de Manuel Tols sigue esta corriente
y los panteones de la ciudad de Mxico que se
inspiraron en l presentan un diseo de planta
rectangular o cuadrada, algunos con galeras
porticadas que albergan nichos y otros con pasillos laterales, gran portada, un patio para enterramientos dividido en cuatro por anchas calles,
a veces con osario, capilla con sacrista y habitaciones para el capelln y para el sepulturero. Se
rigen por ejes de simetra y aunque todos tienen
casi el mismo programa arquitectnico, presentan algunas diferencias en sus dimensiones, en
el diseo de sus portadas y no siempre tienen
capilla interior.
El panten de Nuestra Seora de los ngeles
perteneci a la corriente de los cementerios
razonados con ejes de simetra, galeras porticadas con nichos en tres lados (norte, sur y oriente), y la capilla en el otro (poniente), que es de
pequeas dimensiones y presenta una sencilla
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piedra negra.
conocimientos en la materia.
cros.
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podra decirse.
ba la ms profunda afliccin.
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nistros en la tierra.