Ediciones Musicales en El México Del Siglo XIX

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Ediciones musicales en el Mxico del siglo XIX

Alejandra Flores Tamayo

Ediciones musicales en el Mxico del siglo XIX


Alejandra Flores Tamayo

Resumen
En la segunda dcada del siglo XIX surgieron en Mxico imprentas musicales que
comenzaron a editar partituras desligadas del mbito religioso. Estas imprentas
estuvieron vinculadas a los ideales del pas recin independizado, editando
preferentemente obras de compositores nacionales y temas mexicanos. La subsistencia
de un negocio tan especializado como la edicin de partituras musicales se debe por una
parte, a la intensa actividad musical del Mxico decimonnico y por otra al surgimiento
de las sociedades filarmnicas, gracias a las cuales la msica en nuestro pas comienza a
profesionalizarse. Adems de las ediciones de las casas impresoras, las partituras se
publican tambin en revistas de la poca, dedicadas particularmente a las mujeres.
Existen distintos temas vinculados a las ediciones musicales del siglo XIX, todos los
cuales nos permiten acercarnos a nuestro pasado musical para revalorarlo.

Palabras clave: Ediciones musicales, siglo XIX, imprentas musicales.

Las culturas musicales existentes alrededor del mundo constituyen diferentes aspectos
del sonido organizado, poseyendo cdigos especficos que las distinguen entre s.
Dentro de la tradicin musical occidental posrenacentista, la fijacin de las
composiciones a travs del sistema de notacin tiene una gran importancia; la partitura
nos permite volver una y otra vez a la obra de determinado compositor. Para que una
partitura llegue del compositor a los intrpretes y de stos a su vez a los oyentes, la

imprenta juega un papel muy importante, al encargarse de la reproduccin de las obras


musicales.
En el caso de Mxico, es sobre todo en la poca independentista que la msica cobra
gran importancia fuera del mbito religioso. Desde los primeros aos de la
Independencia existi una fuerte preocupacin entre los compositores mexicanos por
editar sus obras, es decir, dejarlas fijadas para ser interpretadas por generaciones
posteriores. El presente trabajo reflexiona sobre distintos aspectos histricos de la
imprenta musical mexicana del siglo XIX.

Antecedentes de la imprenta musical en el Mxico novohispano


Los conquistadores espaoles instauraron en la Nueva Espaa un nuevo sistema musical
que difera por completo del practicado por las culturas prehispnicas. De Europa
trajeron instrumentos (lades, rabeles, violas, arpas, chirimas, monocordios, entre
otros), maestros de capilla, partituras y tambin impresores musicales, ya que los
indgenas tenan una gran facilidad hacia la msica1 y de entre ellos pronto surgieron
intrpretes y compositores que estuvieron al servicio de la Iglesia.
Se reconoce a Juan Pablos como el primer impresor que hubo en Mxico hacia el ao de
1539. De acuerdo con Guillermo Orta Velzquez se puede especular que pudo ser Fray
Juan de Zumrraga quien trajo la imprenta a Mxico en 1534 a su regreso de Espaa,
segn lo atestigua una carta del mismo Zmarraga de 1538 que dice poco se puede
adelantar en lo de la imprenta por la caresta del papel.2 Segn autores como Rubn M.
Campos, fue hasta 1576 que surgi el primer libro de msica impreso no slo de
Mxico sino de Amrica: el Graduale Dominicale,3 editado por Antonio Spinoza. Sin
embargo, Orta Velzquez seala que adems de este libro, del siglo XVI datan 270
impresos musicales, algunos de ellos incluso anteriores al Graduale, tales como
1

As lo demuestran distintos relatos hechos por los cronistas religiosos como Fray Pedro de Gante, Fray
Toribio de Motolina, Fray Juan de Torquemada o Fray Jernimo Mendieta. Si se quiere profundizar
sobre la habilidad de los indgenas en la msica y su rpido proceso de aprendizaje de acuerdo al
testimonio de los distintos cronistas arriba mencionados, puede consultarse a Enrique Martnez. La
msica precolombina. Un debate cultural despus de 1492. Espaa: Paids, 2004.
2
Guillermo Orta Velzquez. Breve historia de la msica en Mxico. Mxico: Porra, 1971, p. 186.
3
Un ejemplar de este libro se encuentra en la Biblioteca Nacional de Mxico y fue donado por el
historiador Luis Gonzlez Obregn. Vase Rubn M. Campos. El folklore y la msica mexicana.
Investigacin acerca de la cultura musical en Mxico (1525-1925). Mxico: Publicaciones de la
Secretara de Educacin Pblica, 1928, p. 49.

Cancionero Espiritual (1546) de Fray Bartolom de las Casas, Constitutioes frates


ordinarium (1556), Misale Romanum (1561) y Pasionero (1572).4
Despus de una muy breve exposicin de los antecedentes del tema que nos atae,
plantear lo relativo a las impresiones musicales mexicanas en el siglo XIX, las cuales,
a diferencia de sus predecesoras tuvieron un carcter secular, es decir, muchas de las
partituras editadas en el Mxico del siglo XIX se ejecutaban en recintos laicos adems
de tener una temtica desvinculada del mbito religioso.

La imprenta musical en el Mxico del siglo XIX. Jos Mariano Elzaga y la


primera imprenta musical del Mxico independiente
La historia musical del Mxico independiente se inici con un nio prodigio
michoacano: Jos Mariano Elzaga, quien fuera organista de la catedral de Valladolid,
maestro de la Capilla Imperial de Agustn Iturbide, terico musical, fundador de la
primera Sociedad Filarmnica Mexicana (1824), de un Conservatorio de Msica (1825)
y por si fuera poco el primer impresor de msica secular en Mxico (1826).5
Mi inters en Elzaga se centra en su faceta como impresor musical. En un primer
momento, Elzaga recurri a su amigo el entonces ministro Lucas Alamn para solicitar
apoyo del gobierno en la fundacin de la primera imprenta de msica secular, lo cual se
puede constatar en la carta que Elzaga dirige a Guadalupe Victoria por conducto de
Alamn (fechada el 19 de agosto de 1825):
La Junta de Gobierno de la Sociedad Filarmnica establecida en esta Capital, ha puesto
por medio de una Comisin en manos del Exmo. Sr. Presidente de los Estados Unidos
Mexicanos, una reverente exposicin suplicndole se facilite a la Sociedad en calidad de
prstamo por la Tesorera General, la cantidad necesaria para la compra de una imprenta
de msica, que puede encargarse a nuestro Ministro en los Estados Unidos del Norte,
obligndose la Sociedad a satisfacer aquella suma con todos los productos de la misma
imprenta sin perjuicio de que ella por s, aumente los abonos con parte de la
contribucin de sus socios. Son tales las ventajas que la Repblica y la Sociedad
Filarmnica van a lograr de la empresa, como se manifiesta en la expresada
representacin, que la Junta, fundada en los ilustres sentimientos que la distinguen, a V.
E., ha credo de su deber interesarlos para la consecucin de tan apreciable objeto. 6

Guillermo Orta Velzquez. Op. cit., p.186.


Vase Jos A. Robles. Las ediciones de Euterpe: libros e impresos de msica en Mxico en la primera
mitad del siglo XIX. Empresa y cultura en tinta y papel. Mxico: UNAM, Instituto de Investigaciones
Bibliogrficas, 2004, pp. 97-98.
6
Jess C. Romero. Jos Mariano Elzaga. Mxico: Ediciones del Palacio de Bellas Artes, 1934, pp. 102103.
5

Como puede leerse, la Sociedad Filarmnica presidida por Elzaga solicit el apoyo del
presidente de la Repblica para la fundacin de la imprenta musical. Dicho apoyo sera
en calidad de prstamo, sin embargo la ayuda oficial no se concret. No obstante,
Elzaga no cej en su esfuerzo y un ao despus (febrero de 1826), asociado con
Manuel Rionda, sac a la luz el que se considera primer ejemplar musical impreso del
Mxico independiente. Si bien es cierto que se le ha atribuido a Elzaga el mrito de ser
el primer impresor de msica secular de esta poca, como bien lo expone Gabriel
Saldvar, antes de l tambin se impriman piezas de este carcter, slo que no
prosperaron ya que, al estar impresas por grabado en metal, su costo era muy elevado.
Tal es el caso de la cancin marcial de D. Benito Erviti,7 director de msica del batalln
de patriotas de la capital, misma que se venda en papel fino y de marquilla en las
libreras de Arispe y en la calle de Tacuba a 2 pesos.8 Los datos proporcionados por
Saldvar permiten plantear que aunque Elzaga no sea el primer impresor de msica del
Mxico Independiente s es el primero formalmente establecido.
Regresando al primer ejemplar impreso por Elzaga, se debe decir que en l todo era
mexicano: la composicin de Elzaga (un vals con variaciones dedicado a la memoria de
Rossini), la imprenta y el papel.9 Este dato se conoce gracias a un anuncio que aparece
en el peridico guila Mejicana del 2 de febrero de 1826, donde el articulista annimo
seala que la imprenta tiene un costo accesible pues cada plancha no debe exceder del
precio de 8 a 10 pesos.10
En el nmero referido de guila Mejicana, el mismo Elzaga publicita su imprenta
sealando que es un establecimiento nico en la Repblica y el primero de su clase, y
relata las dificultades que han atravesado para lograr esta empresa:
Las fatigas y tareas que habrn costado el proyecto es fcil comprenderlas, si se
reflexiona que siendo desconocidas hasta el da una oficina de esta especie, sin recursos
y sin quien ministrse (sic) nociones sobre el particular, se ha tenido que entregar en
manos de la naturaleza y repetir experimento sobre experimento para superar las
dificultades que son consiguientes al emprender una carrera desconocida y sin la menor
gua.11

Pieza musical que fue anunciada en la Gaceta del Gobierno de Mxico del jueves 20 de febrero de 1812
(III/187, p. 198). Vase Gabriel Saldvar. Bibliografa mexicana de musicologa y musicografa. Mxico:
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, CENIDIM, 1992, Tomo II, p. 214.
8
Ibid.
9
Jos A. Robles. Op. cit., p. 98.
10
Annimo. Msica. guila Mejicana. III/294 (2 de febrero de 1826). Vase Ibid., p. 99.
11
Jess C. Romero, Op. cit., p. 106.

Elzaga reconoce que no es un experto en la impresin musical pero que, a partir del
trabajo constante, logra incursionar en este campo. En la misma propaganda tambin se
explica por qu Rionda y Elzaga eligieron un vals como primera pieza a imprimir:
Se ha escogido una pieza pequea con la mira de que su corto valor que es de cuatro
reales y el tamao del pliego de papel de la fbrica de San ngel pueda facilitar su
circulacin y el pblico juzgue de los trabajos de la empresa, y de mis composiciones.
Si este paso anunciare en alguna manera que se ha recibido con agrado se establecer un
peridico filarmnico, en el que se publicarn piezas de clave y guitarra, ronds, dos,
cavatinas, con sus correspondientes acompaamientos de dichos instrumentos y todo lo
ms selecto de canto de los mejores profesores de Europa, interpolndose algunas de
mis composiciones en uno y otro ramo.12

Un ao antes de la apertura de su imprenta, Elzaga haba fundado la Primera Sociedad


Filarmnica Mexicana, la cual se estableci en la calle de las Escalerillas nmero 12,
lugar donde tambin se ubic la imprenta. As lo confirma el referido anuncio del
guila Mejicana al citar el expendio de las piezas impresas y de las que en lo sucesivo
se impriman, es en la calle de Escalerillas nmero 12, donde est situada la Sociedad
Filarmnica.13
Desafortunadamente, la informacin que se tiene sobre el desarrollo de esta imprenta es
muy escasa, no obstante, su existencia aunque probablemente breve nos permite
reflexionar los motivos del surgimiento de la imprenta musical en Mxico. Podemos
preguntarnos qu llev a Mariano Elzaga a realizar este esfuerzo editorial? y por qu
no se conform con las partituras impresas por editoras extranjeras? Existen varias
respuestas a estas interrogantes. A principios del siglo XIX haba un inters y una
demanda creciente de partituras por parte de distintos miembros de la sociedad,
especialmente de quienes reciban instruccin musical particular o en academias
musicales como las fundadas por Elzaga o Jos Antonio Gmez. Pese a esta
demanda, las partituras provenientes del exterior eran escasas y las editoras extranjeras
no se interesaban en las composiciones de los msicos de un pas recin independizado
como Mxico.14 Es probable que por estas razones Elzaga haya decidido fundar una
imprenta donde se pudieran difundir composiciones mexicanas.15
12

Ibid., p. 107.
Ibid.
14
Lo anterior puede corroborarse haciendo una revisin de las partituras de esa poca, las cuales pueden
consultarse en los fondos reservados tanto de la Biblioteca Candelario Huzar del Conservatorio Nacional
de Msica, como de la Biblioteca Cuicamatini de la Escuela Nacional de Msica de la UNAM. Las
partituras de la primera mitad del siglo XIX editadas por compaas extranjeras que ah se conservan, son
prcticamente en su totalidad de autores extranjeros. Es hasta la segunda mitad del siglo que se
13

A finales del clasicismo se cre en Europa un gran mercado de ediciones musicales,


mismo que propici la fundacin de conservatorios y sociedades filarmnicas. En
nuestro pas esta historia comenz en el siglo XIX, existiendo una relacin de
interdependencia entre las sociedades filarmnicas y las imprentas musicales. Las
primeras requeran msica impresa para ensear a sus alumnos y las segundas
necesitaban consumidores especiales, es decir, personas que entendieran los cdigos
de una partitura.
Atendiendo a la interrelacin entre sociedades filarmnicas y ediciones musicales,
podemos plantear que el fin de la Academia Filarmnica Mexicana fundada por Jos
Mariano Elzaga en 1827 implic tambin el cierre de la primera imprenta musical.
Afortunadamente, el ejemplo de Elzaga fue seguido por otros editores, como Enrique
Murgua, Ignacio Cumplido, Jos Rivera y J.M. Fernndez Lara, entre los principales, y
las impresiones musicales lograron consolidarse a mediados del siglo XIX con empresas
tanto mexicanas como extranjeras,16 las cuales abordar a continuacin.

Imprentas musicales del siglo XIX


Como apunt anteriormente, adems de la imprenta de Elzaga y Rionda existieron en la
primera mitad del siglo XIX diversos impresores e imprentas musicales; una de las ms
destacadas, al llegar a ser la ms moderna del pas, fue la imprenta de Ignacio
Cumplido. En 1832 Cumplido instal su propio taller tipogrfico y a partir de 1833 su
imprenta se sito en la calle de Rebeldes nmero dos (lo que actualmente es Artculo
123, casi esquina con Eje Central), pero sus impresiones se vendan tambin en la
librera de Antonio de la Torre, y a partir de 1845 en la Librera Mexicana (ubicada en
el Portal de Mercaderes).17
A semejanza de Elzaga, Cumplido edit partituras de compositores mexicanos, aunque
la actividad de la imprenta abarc una extensa gama de publicaciones que iban desde
encuentran ediciones extranjeras de msicos mexicanos como las publicaciones que hace la firma italiana
Ricordi de partituras de Melesio Morales o la Casa francesa de Alphonse Leduc de las de Ricardo Castro.
15
El mismo Elzaga se enfrent a esta dificultad cuando quiso editar sus Elementos de Msica: al no
existir editores musicales establecidos en Mxico ni inters por parte de las casas editoras extranjeras, l
tuvo que manuscribir todos los ejemplos musicales que su libro requera. Vase Ibid., p. 101.
16
Un resumen sobre las principales casas editoras donde se imprima msica puede verse en Jos A.
Robles. Op. cit., pp. 100, 101 y 104.
17
Mara E. Prez. Ignacio Cumplido: un empresario a cabalidad. Empresa y cultura en tinta y papel.
Mxico: UNAM, Instituto de Investigaciones Bibliogrficas, 2004, p. 148 y 154.

calendarios hasta revistas literarias, peridicos, folletos y diccionarios.18 Entre los


peridicos impresos por Cumplido se encuentran El Siglo Diez y Nueve, adems de las
revistas Mosaico Mexicano, Museo Mexicano y el lbum de las Seoritas Mexicanas.
En estos peridicos y revistas Cumplido tambin public algunas partituras, por
ejemplo, en un nmero de Mosaico Mexicano de 1840 aparece una cancin annima,
mientras que en Museo Mexicano de 1842 se imprimi una cancin de Jos Antonio
Gmez dedicada a las seoritas suscritas al Museo Mexicano. 19
Ignacio Cumplido estuvo muy al pendiente de los movimientos literarios y las modas
editoriales que se desarrollaban en Europa, pero al mismo tiempo tuvo una especial
preocupacin por publicar obras que favorecieran la educacin de la poblacin, a la vez
que reforzaran los sentimientos nacionales de los mexicanos.20 Esta inquietud por
impulsar el incipiente nacionalismo se ve reflejada en el tipo de partituras que public,
las cuales fueron en su gran mayora de compositores mexicanos y con temas alusivos a
la nacin, lo que permite observar que la msica fijada grficamente contribuy tambin
al impulso del carcter nacionalista. Un ejemplo relevante al respecto es La gran pieza
histrica de los ltimos gloriosos sucesos de la guerra de Independencia de Jos
Antonio Gmez, cuya publicacin data de 1844 y fue hecha por entregas, apareciendo
en la ltima pgina de cada entrega la siguiente aclaracin:
Esta obra se publica cada quince das, siendo su precio en esta capital seis reales por
cada entrega, que consta de cuatro hojas, las que llevan uno o ms dibujos que
representan los pasajes ms notables, y van adornadas con un forro impreso en papel de
color. Fuera de la capital costar un peso, franco de porte.21

La informacin anterior nos recuerda otros aspectos implicados en las impresiones


musicales del siglo XIX, tales como la prctica de realizar entregas en las impresiones
musicales de manera similar a lo que ocurra en la literatura, adems de
proporcionarnos datos sobre el precio de las impresiones y de los dibujos que las
acompaaban, tema que abordar al final de este artculo.
Como seala Robles Cahero,22 es importante destacar que si bien muchas partituras se
impriman en la Ciudad de Mxico, exista una amplia red de distribuidores que las
18

Vase Ibid., p. 147.


Vase Rubn M. Campos. Op. cit., p. 168.
20
Ibid., p. 147.
21
Jos A. Robles. Op. cit., p. 104.
22
Ibid.
19

hacan llegar a los consumidores de distintas partes de la Repblica, desde Oaxaca hasta
Monterrey, pasando por Pachuca, Guanajuato o San Luis Potos. Para 1845 Ignacio
Cumplido contaba con 121 representantes forneos distribuidos por toda la Repblica,
lo que le permita que sus publicaciones llegaran a lugares apartados o poblaciones
pequeas.23 Aunque este tema no es central en el presente trabajo debe sealarse su
relevancia para una futura investigacin.
Junto con Ignacio Cumplido, Jos Mariano Fernndez Lara fue uno de los empresarioseditores sobresalientes de la Ciudad de Mxico. Hacia 1830, Fernndez Lara estableci
su imprenta en un inmueble familiar ubicado en la calle de la Palma nmero cuatro, 24
calle llena de comercios importantes y personajes destacados como Martn Burckhadt,
constructor de pianos. La tipografa de Lara logr mantenerse durante varias dcadas
con una produccin editorial diversa, ya que adems de partituras o manuales
musicales, como el manual de msica de Jos Antonio Gmez,25 este impresor public
diversos textos, entre los que destacan las traducciones de Eugenio Sue, las revistas El
Museo Teatral y El Liceo Mexicano y los peridicos El Tiempo y El Daguerreotipo.26
Dentro del siglo XIX tambin encontramos a otros impresores musicales como Manuel
Murgua, J. Rivera, Vicente Garca Torres y Flix Snchez; sin embargo, los datos
bibliogrficos sobre tales personajes son escasos. De Manuel Murgua, por ejemplo, se
sabe que fue otro importante editor de partituras desde 1840 hasta 1870. Su imprenta
del Portal del guila de Oro27 edit en 1850 una serie de partituras para guitarra
sptima que hoy en da pueden apreciarse gracias a la edicin facsimilar y la
transcripcin hecha por Miguel Limn.28 De acuerdo con Rubn M. Campos, la Casa
Murgua realizaba publicaciones peridicas de piezas sueltas de msica mexicana

23

Vase Mara E. Prez. Op. cit., p. 154.


Vase Laura Surez. Una imprenta floreciente en la calle de la Palma nmero cuatro. Empresa y
cultura en tinta y papel. Mxico: UNAM, Instituto de Investigaciones Bibliogrficas, 2004, p. 132.
25
Reimpreso por Lara en 1841. Vase Miguel Galindo. Historia de la msica mejicana. Colima
(Mxico): Tipografa El Dragn, 1933, p. 530.
26
Laura Surez. Op. cit. p. 137.
27
Murgua estableci su imprenta en esta direccin en 1849. Vase Miguel Limn. Msica mexicana
para guitarra de los siglos XVIII y XIX. Puebla: Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, Secretara de
Cultura de Puebla, 1997.
28
Ibid.
24

popular,29 lo cual vuelve a confirmar el inters que tenan los impresores musicales por
difundir msica mexicana.
Despus de considerar a los principales editores en Mxico de piezas musicales del
siglo XIX, en seguida me enfocar en las casas impresoras que durante la segunda mitad
del mismo lograron consolidarse: la Compaa de H. Nagel y la empresa A. Wagner y
Levien.

Wagner y Levien y Nagel. Las editoras musicales en la segunda mitad del siglo
XIX
Segn la informacin presentada por Miguel Galindo en su Historia de la msica
mejicana, la fundacin de la casa Nagel puede situarse antes de 1841, ya que una
edicin de Nagel del manual de Jos A. Gmez revisada por l no est fechada, 30
mientras que la reimpresin realizada por Fernndez Lara data de 1841. Galindo plantea
por una parte que el establecimiento de la compaa Nagel es previo a 1841 y que esta
imprenta tena una estrecha relacin con la de Lara.
De acuerdo con Jess C. Romero, la compaa Nagel compr el repertorio musical que
haba fundado Jos Antonio Gmez,31en el cual adems de partituras se vendan
instrumentos. Por su parte, Miguel Galindo haba sealado anteriormente que la
fundacin del repertorio [] es un gran mrito para D. Jos Antonio Gmez, pues
aunque esta clase de establecimientos son meramente comerciales, sin ellos la msica
no prospera.32 Adems, ubica este repertorio en la calle de la Palma nmero cinco, 33 lo
que explica que la compaa Nagel se situara posteriormente en esta direccin segn
puede observarse en los datos de las partituras editadas por esta casa.
Varias de las partituras de la H. Nagel y Compaa que despus sera Nagel y
sucesores pueden consultarse en el fondo de reserva de la Biblioteca Candelario
29

Rubn M. Campos. El folklore musical de las ciudades. Mxico: Publicaciones de la Secretara de


Educacin Pblica, Talleres Linotipogrficos El Modelo, 1930, p. 153.
30
Considerndola la primera edicin de este manual.
31
Jos A. Gmez fund, en la casa nmero 5 de la calle de la Palma, el Primer Repertorio de Msica que
tuvo la Ciudad de Mxico, el cual ms tarde pas a ser propiedad del industrioso alemn H. Nagel. Jess
C. Romero. Op. cit., p.142.
32
Miguel Galindo. Op. cit., p. 505.
33
Jess C. Romero tambin expone que el repertorio de Jos A. Gmez se situaba en la calle de la Palma
nmero 5 y era contiguo a la precitada imprenta de Fernndez Lara. Vase Jess C. Romero. Op. cit., p.
142.

Huzar del Conservatorio Nacional de Msica.34 Entre las partituras revisadas, se puede
citar por antigedad de plancha: A Notre Dame de Lourdes de Melesio Morales, nmero
de plancha 3. En este mismo fondo se encuentra tambin una revista musical editada por
Nagel llamada El lbum musical de Nagel y sucesores que data del quince de abril de
1885 y contiene la partitura Ecos de un vals de Ricardo Castro con nmero de plancha
243.
Del mismo Ricardo Castro se encuentra el Intermezzo de Atzimba, plancha 1380,
fechada en 1900. Este dato es muy revelante, pues nos indica que de 1885 a 1900 la
produccin de impresiones musicales de la Casa Nagel aument considerablemente al
pasar en tan slo 15 aos de la plancha 243 a la 1380, hecho que me permite reflexionar
sobre los motivos de ese aumento. En primer lugar, considero que las razones del
crecimiento y consolidacin de las editoras musicales como la H. Nagel y Compaa,
estn estrechamente relacionadas por una parte con la creacin en 1866 del
Conservatorio de la Sociedad Filarmnica Mexicana hoy Conservatorio Nacional de
Msica, ya que los alumnos eran familiarizados en sus clases con el lenguaje musical
y con un repertorio nacional e internacional que ejecutaban en los conciertos pblicos.
Estos estudiantes nios, adolescentes, jvenes, amas de casa y adultos requeran de
partituras impresas para el aprendizaje y desarrollo de sus habilidades. Por otra parte, la
popularizacin del piano entre las clases medias35 foment la demanda de las partituras
de moda y de profesores de msica o, en su defecto, de manuales tericos (que tambin
eran publicados por las imprentas musicales) para aprender a leer partituras. Esto se
deba a que saber msica era un signo de refinamiento en la educacin, particularmente
de las mujeres, como veremos ms adelante. La demanda de msica impresa fue tal que
se convirti en un negocio, algo considerable si se toma en cuenta que las partituras
impresas son un producto especializado con un costo muchas veces elevado.
Adems de la Casa Nagel, en la segunda mitad del siglo XIX tambin tuvo una gran
presencia la empresa A. Wagner y Levien,36 que comenz a funcionar justo en 1850.
34

Aunque slo se consult el fondo reservado de la Biblioteca del Conservatorio Nacional de Msica,
tambin existen partituras editadas por Nagel en los archivos de otras Bibliotecas como la Cuicamatini
de la Escuela Nacional de Msica, en la Biblioteca Nacional y en el Archivo General de la Nacin.
35
Este instrumento se convirti en parte del mobiliario fundamental de la casa burguesa. ngel
Quintero. Salsa, sabor y control. Sociologa de la msica tropical. Mxico: Editorial Siglo XXI, 2005, p.
41.
36
Al igual que Nagel era una firma mexicana de dueos alemanes.

Gracias a partituras de esta imprenta podemos saber que su primera sucursal se encontr
en la calle de Coliseo Viejo nmero 15. Entre las partituras examinadas se encuentran
Sabes lo qu es amar? de Melesio Morales dedicada a Ignacio Manuel Altamirano
(indica la propiedad desde 1877 y el nmero de plancha AW y L 3), Clotilde de Ricardo
Castro (AW y L 150) y Pastoral para piano de Melesio Morales (AW y L 151). Otras
partituras de esta editora nos indican, mediante la reconfiguracin del nmero de
plancha, el cambio de establecimiento y tal vez de dueos que sufri esta empresa. La
nueva Wagner se ubic en la 2 calle de San Francisco y tena sucursales en Puebla,
Guadalajara y Monterrey. En las partituras analizadas se observa la simplificacin del
nmero de plancha de AW y L a W y L. De estas obras musicales puedo mencionar la
edicin de distintas composiciones de Ricardo Castro, entre las que se encuentran
Soires mondaines, Cinco valses, (W y L 4), Aires nacionales mexicanos (W y L 29),
Danzas caractersticas mexicanas (W y L. 1561) y Ballade en Sol menor (W y L 8223).
Gracias a la observacin y anlisis de partituras del siglo XIX tambin se puede ubicar
otra casa editora de msica llamada Otto y Arzoz (editores de msica y almacn de
pianos), la cual se defina en sus impresiones como especialista en msica religiosa.
Esta imprenta se situ primero en la calle de 5 de mayo nmero dos y despus se
cambi a los nmeros 57 y 61 de esa misma calle. Las partituras localizadas37 son todas
de Melesio Morales: A Bertita, Ayes del alma, La primera comunin, Seis piezecitas
muy fciles para nios y Netzahualcyotl, vals elegante.
Adems de las casas editoras de msica establecidas, las partituras tambin eran
publicadas por las revistas de la poca como se ver enseguida.

Revistas mexicanas que editaban partituras


Como apunt anteriormente, en el siglo XIX las partituras no slo se editaron de manera
exclusiva en formatos reservados para ellas, tambin aparecieron en numerosas
ocasiones al interior de las revistas ms importantes de la poca. El Iris fue la primera
revista literaria del Mxico independiente en incluir una partitura, aunque a lo largo de
los cuarenta nmeros que se imprimieron de esta revista slo aparecen dos partituras;
las causas se desconocen, pero lo que es un hecho es que sus editores consideran muy
37

En el Fondo de Reserva de la Biblioteca del Conservatorio Nacional de Msica.

importante la publicacin de msica, como se desprende de las condiciones de


suscripcin:
Se publicar cada semana un nmero que no bajar de ocho pginas, en letra algo ms
pequea que sta. Se dar mensualmente algn ensayo litogrfico sobre materias
diferentes, sin omitir la msica, tanto de Rossini como de los ms clebres maestros que
le han precedido.38

La msica de Rossini no lleg a publicarse, slo se difundi en dos ocasiones una


Escocesa compuesta por la condesa Ermelina de Beaufort. Las dos veces que esta
escocesa se imprimi, los editores destacaron la importancia de la msica, sobre todo
para la educacin de las mujeres:
Siendo la msica el lenguaje del amor, creemos que un rasgo de sta vencer siempre en
dulzura al artculo ms melifluo que supiramos dedicar al bello secso (sic) en este
nmero. Damos msica con tanto ms gusto, cuanto que devolvemos las Damas lo que
es de las Damas. Esta escocesa es compuesta por la condesa Ermelina de Beaufort. 39

Cuando la escocesa vuelve a publicarse, se insiste en la relacin de la msica con el


amor y la feminidad:
La msica es sin duda uno de los adornos ms bellos que pueden acompaar la
educacin de una seorita. Ella refina y perfecciona aquella dulzura de gnio (sic), buen
gusto y sensibilidad que la caracteriza, y que formando el consuelo de la casa paterna,
acaba por ser la delicia de un esposo. La disposicin y la pasin (sic) la Msica,
dice un sabio moderno, son siempre proporcionales la propensin los dulces
sentimientos del amor. Sabemos tambin que ste, bien dirigido y empleado, es el
apoyo y sustento de la sociedad, y la fuente de las virtudes sociales ms hermosas y ms
nobles. As es, amables seoritas, que en este nmero volvemos a presentaros
Msica.40

Como puede leerse, la publicacin de msica se asociaba al gusto femenino. Dado que
toda seorita que se preciara de ser bien educada deba tocar el piano, dentro de los
diversos artculos y temas publicados en El Iris, la msica se destinaba a las mujeres. El
ejemplo de El Iris fue seguido por otras revistas mexicanas que al publicar msica
queran ganar el reconocimiento principalmente del sexo femenino, tal es el caso de
Mosaico Mexicano, Museo Mexicano, La Armona, poca Musical, El lbum Musical,
El Semanario de las Seoritas Mejicanas (sic), El Presente Amistoso y La Camelia,
entre otras.
Luis Mario Schneider. La primera revista literaria del Mxico Independiente. Claudio Linati,
Florencio Galli y Jos Mara Heredia. El Iris. Peridico crtico y literario: Mxico, 1826. Reproduccin
facsimilar. Mxico: UNAM, Instituto de Investigaciones Bibliogrficas, 1988, p. XXIX.
39
Claudio Linati, Florencio Galli y Jos Mara Heredia. Op. cit. I/ 2 (sbado 11 de febrero de 1826), p.
16.
40
Ibid. I/4 (sbado 25 de febrero de 1826), p. 32.
38

Antes de concluir, quiero sealar que la escasez de informacin sobre las ediciones
musicales del siglo XIX se debe por una parte a los pocos estudios que tanto
historiadores como musiclogos y etnomusiclogos han realizado sobre el tema, pero
sobre todo a que un gran nmero de partituras editadas por los impresores antes citados
no se han localizado.41 Algunas quiz se encuentren en archivos privados o en
antologas de ese siglo, aunque es muy probable que muchas se hayan perdido
irremediablemente. Como mencion en un principio, era frecuente que las partituras del
siglo XIX se acompaaran de bellsimas cartulas dibujadas sobre la piedra por los
litgrafos.42 stas eran arrancadas de la partitura y utilizadas como objetos decorativos,
mientras que la msica impresa se desechaba. El planteamiento anterior es propuesto
por el musiclogo Karl Bellinghausen a partir de la observacin de varias de estas
cartulas que se han encontrado y en las que se nota su separacin del cuaderno musical
y de partituras del siglo XIX que no tienen portada.

Conclusiones
La imprenta musical fue uno de los grandes cambios que los espaoles introdujeron en
las culturas musicales precolombinas. En el caso de la Nueva Espaa, se comenzaron a
imprimir partituras religiosas desde comienzos del Virreinato y durante casi tres siglos
las ediciones musicales que se hacan en Mxico tuvieron un carcter religioso.
En 1826, muy pocos aos despus de que Mxico consiguiera su independencia de
Espaa, Jos Mariano Elzaga fund en la ciudad de Mxico la primera imprenta
musical del siglo XIX que editaba msica de carcter secular. Aunque la duracin de la
imprenta de Elzaga fue corta, su ejemplo fue imitado por otros editores como Enrique
Murgua, Ignacio Cumplido, Jos Rivera, y J. M. Hernndez Lara.
A mediados del siglo XIX, las ediciones musicales mexicanas lograron consolidarse con
empresas como la compaa de H. Nagel y la casa editora de A. Wagner y Levien.
41

En Mxico no se cuenta a la fecha con bases de datos que permitan consultar de forma integral los
archivos musicales del siglo XIX, resguardados en la Biblioteca Nacional, la Biblioteca de la Secretara
de Hacienda, el Archivo General de la Nacin, las Bibliotecas de la Escuela Nacional de Msica y del
Conservatorio Nacional de Msica y la Biblioteca de las Artes del Centro Nacional de las Artes, por
mencionar los ms importantes. La creacin de una base de datos que compile las partituras editadas en
Mxico durante el siglo XIX es una labor que debemos emprender musiclogos y etnomusiclogos. Hasta
entonces se podr dimensionar qu tanto se perdi de las ediciones musicales decimonnicas.
42
Rubn M. Campos. El folklore musical, p. 153.

Adems de los editores independientes y las casas editoras antes citadas, en el Mxico
del siglo XIX se publicaban partituras en las revistas de la poca, particularmente en las
dedicadas a las mujeres.
La realizacin del presente trabajo implic la revisin tanto de partituras como de
documentos que me permitieron dar seguimiento a las ediciones musicales del siglo
XIX. Despus de dicha exploracin puedo decir que, pese a los esfuerzos de algunos
historiadores y musiclogos,43 las ediciones musicales de Mxico en el siglo XIX son
un tema que an falta mucho por investigar, debido a que una gran cantidad de material
impreso se encuentra desconocido hasta nuestros das y otra parte del mismo est
disperso en archivos y colecciones particulares o en bibliotecas pblicas. Entre los
temas que pueden ser abordados se encuentra el vnculo que las incipientes imprentas
musicales tenan con los ideales del pas recin independizado, lo que las llev a editar
preferentemente obras de compositores y temas mexicanos. La clasificacin y
compendio de las ediciones musicales impresas en el Mxico decimonnico es una tarea
que nos atae de manera particular a musiclogos y etnomusiclogos, ya que
enriquecer en gran medida nuestra comprensin del desarrollo de la msica en Mxico.
Los temas que se desprenden de las ediciones musicales del siglo XIX son variados,
pero todos de sumo inters: los impresores musicales, el proceso de produccin, la
distribucin fornea, el material publicado, las revistas en donde se imprima msica, la
relacin de la cultura con la msica impresa, entre otros. Este trabajo slo ha sido un
acercamiento al complejo y fascinante mundo de las ediciones musicales del siglo XIX
y una invitacin para continuar en la bsqueda y revaloracin de nuestro pasado
musical.

43

Como los citados en este artculo.

Bibliografa
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cultura musical en Mxico (1525-1925). Mxico: Publicaciones de la
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