David Mamet - Una Profesion de Putas.
David Mamet - Una Profesion de Putas.
David Mamet - Una Profesion de Putas.
UNA PROFESIÓN
DE PUTAS
DEBATE
David Mamet nació en Chicago, Estados Unidos, en 1947. Es autor de Oleanna, Glengarry Glen
Ross (premio Pulitzer 1984) y American Buffalo, entre otras obras teatrales. Ha traducido y
adaptado Las tres hermanas y El tío Vania de Chéjov. Guionista de El cartero siempre llama dos
veces. Los intocables y Hoffa. Director de Casa de juegos y Las cosas cambian. Uno de los
maestros de la escritura norteamericana de hoy. Editorial Debate ha publicado en esta colección
su primera novela, Esa gente tranquila (1995).
Tres citas que vienen muy bien como apoyo: la primera, del Bardo,
que hace decir al mismísimo Príncipe de las Tinieblas «...igual que una
Sumario
puta, descargo mi corazón a base de palabras».
La segunda, atribuida a la señora de Patrick Campbell. Una noche, al
salir de su teatro, se refugió bajo la marquesina para resguardarse de la
lluvia y se encontró al lado de una trotacalles. Siguió la mirada de la LA CABAÑA
muchacha y vio un coche en el que un joven y una chica de clase alta se
metían mano con frenesí. La señora Campbell se volvió hacia su vecina y Prólogo: Rutland Gate ........................................................... 15
le expresó su simpatía: «Otra gran profesión echada a perder por los El rastrillo .............................................................................. 17
aficionados.» Recuerdos de Chelsea ............................................................. 23
La tercera, de las calles de Chicago: el aforismo «No son los hombres, P. Q. ....................................................................................... 30
son las escaleras». El reloj ................................................................................... 34
Un cariñoso saludo. Gracias por su interés en mi obra. La cabaña................................................................................ 40
Una infancia en el campo ...................................................... 46
D. M. WFMT................................................. ;. ................................ 49
Tostada fría............................................................................. 51
La fábrica de camiones ........................................................... 64
En Vermont ........................................................................... 67
Música .................................................................................... 71
El hotel Lincoln ..................................................................... 73
El subastador de armas .......................................................... 76
Avenida Wabash..................................................................... 80
Deportes variados al pie de las Highlands ............................. 84
Mi casa ................................................................................... 87
Calle 71, esquina con Jeffery .................................................. 90
Cannes ................................................................................... 92
Insignias en el tablero ............................................................ 106
ESCRITO EN RESTAURANTES
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LA CABAÑA
Prólogo:
Rutland Gate
Agradecimientos
Conocí a Pat Buckley en mi primer viaje a Londres. Yo acababa de
cumplir treinta años y él pasaba de los ochenta.
Quiero dar las gracias a Joni Evans y Julie Grau por su interés y Íbamos paseando cerca del Parlamento, y él hizo un gesto y me dijo
preocupación por estos ensayos; y también a mi ayudante Harriet Voyt, que el despacho de sus abogados estaba cerca de allí: Precisamente yo
por su maravilloso carácter y su ayuda en la preparación de este libro. andaba buscando un abogado y le pregunté cuánto tiempo llevaban
aquellos tipos siendo sus abogados. «Unos ciento veinte años»,
respondió.
Me contó que se acordaba de que, siendo niño, le habían llevado a
ver a la reina Victoria. Había ido al colegio con lord Mountbatten; en los
años veinte había sido una auténtica figura. En los años setenta, cuando
la BBC realizó una retrospectiva sobre el charlestón, mencionaron a Pat
como uno de los principales exponentes de este baile, y él mismo habló
en la radio sobre el charlestón y el Londres de los años veinte.
Había estado en el M15 durante la segunda guerra mundial. Y me
contó una historia: un amigo suyo, oficial del M15, viajaba en tren de
Londres a Escocia. Iba en un compartimento privado con su asistente,
cuando entró un soldado raso y dijo que había otro oficial en el vagón,
que parecía un poco raro. El oficial del M15 dijo que lo llevaran a su
compartimento, y así se hizo.
Los documentos del oficial estaban en orden, y no había nada en él
que llamara la atención o despenara sospechas. No obstante, algo no
parecía encajar del todo.
—Quítese la chaqueta— dijo el agente del M15, y el oficial se la
quitó.
A continuación, le pidió que se quitara la camisa, y después la
camiseta, debajo de la cual se veían grandes verdugones, como los que
pueden provocar las correas de un paracaídas. Resultó que el tipo era un
espía alemán que se había lanzado en paracaídas sobre Inglaterra aquella
misma mañana. Fue juzgado y ejecutado.
—Una historia preciosa —dijo Pat—. Podría haber animado las
comidas con ella durante toda la guerra, pero, claro, mientras duró la
guerra no pude contarla.
Estoy convencido de que aquel oficial del M15 que iba en el tren era
él.
Me pregunto qué habría hecho durante la primera guerra mundial,
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David Mamet Una profesión de putas
en la que sin duda combatió, pero de la que nunca quería hablar. Me habría gustado saber más del M15, de la Gran Guerra y de su
Sé que en los últimos años veinte y durante los treinta escribió libros aventura con la estrella de cine.
de viajes, que gustaban mucho a la reina María (me enseñó cartas y una Me habría gustado oírle contar cosas del mundo del cine en los años
foto dedicada). También en aquella época había recorrido Estados treinta y saber sí efectivamente fue él quien capturó al espía alemán.
Unidos dando conferencias sobre la Gran Bretaña, y parece que con gran Era un hombre con clase y fue un placer hablar con él. Se me ha
éxito. En su repisa tenía varias fotos de una famosa actriz de cine, con ocurrido que, consciente o inconscientemente, me contó la historia del
dedicatorias muy íntimas. reloj Patek porque temía que yo le robara algo. Me gustaría verlo de otra
Seguimos andando por Knightsbridge. Me llevó a una tienda de manera, pero creo que si queremos que la reminiscencia tenga algún
decoración para enseñarme algunos materiales. La propietaria era una valor, tiene que ser exacta.
mujer joven y muy guapa, que le trataba con muchísimo respeto y le Un cariñoso saludo
llamaba comandante Buckley. David Mamet
Nos detuvimos en el taller de un sastre que le estaba arreglando los
trajes. Eran de excelente calidad y bastante viejos, y como había perdido
peso, había encargado que le reformaran las chaquetas, convirtiéndolas
en cruzadas. El rastrillo
En la sastrería me enseñó una innovación de la que se sentía
orgulloso: había hecho que el sastre cosiera un círculo de fieltro rojo de
cinco centímetros de diámetro encima de la etiqueta del interior del Tuvimos el episodio del rastrillo y tuvimos el episodio de la obra de
cuello de su gabardina. Me explicó que en Londres todo el mundo teatro del colegio, y me parece que los dos tuvieron lugar en la mesa
llevaba gabardinas iguales, y que así evitaba líos al pedirla en los redonda de la cocina.
guardarropas. La mesa no estaba exactamente en la cocina, sino en una zona que
Me pareció una idea estupenda y durante años me propuse, y aún me llamábamos «el rinconcito», y que justificaba su derecho a esa pequeña
sigo proponiendo, hacer lo mismo en mis abrigos. dignidad por obra y gracia de una pared que llegaba a la cintura y que la
Regresamos a su piso de Rutland Gate y me contó lo siguiente: separaba de la zona adyacente, conocida como el cuarto de estar.
Una amiga de una sobrina suya había venido de Estados Unidos a La familia comía siempre en el rinconcito. Había un comedor a la
visitar Londres. Fue a su piso, él le preparó algo de comer y, después de derecha, pero, como sucedía con todas las habitaciones así llamadas en
marcharse la chica, se dio cuenta de que había desaparecido su reloj de aquella época y en aquella región, no se usaba nunca.
pulsera, que había dejado en el aparador. Me dijo que era un Patek La mesa redonda era de hierro forjado, con tablero de cristal. Era el
Philippe de platino, que hacía más de cincuenta años que lo tenía y que cristal lo que la hacía importante, porque más de una vez, y hasta diría
estaba seguro de que se lo había llevado ella. que más de unas cuantas veces, mi padrastro se puso tan furioso que
En mi siguiente viaje a Londres, cinco años después, Pat me contó golpeó el tablero de cristal con algún objeto, rompiéndolo y haciéndonos
otra vez la historia del reloj, como si se lo hubieran robado el día saber así lo mucho que le habíamos sacado de sus casillas.
anterior. V me parece que casi todas las veces que rompía la mesa, fueran las
veces que fueran, dejaba en el cristal algún fragmento de sí mismo; y
que luego él o su mujer —nuestra madre— se cortaban las manos
El otro día estaba leyendo una revista inglesa muy fina y en la recogiendo los cristales, y que nosotros los niños teníamos que entender,
sección de anuncios inmobiliarios vi un bonito piso en Rutland Gate. y entendíamos, que aquellas heridas eran por culpa nuestra.
Había varias fotos del piso y se describían sus características, y yo, que Así pues, la mesa estaba asociada en nuestras mentes a la idea de
había estado allí en persona, estuve de acuerdo con la descripción. En sangre.
una de las fotos se veía la repisa de la chimenea, y en ella, la foto de la La casa estaba en una urbanización nueva, en la periferia norte.
famosísima estrella de cine.
En fin, nos hemos quedado sin caballeros Victorianos.
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David Mamet Una profesión de putas
La nueva comunidad se había construido sobre los restos de un campo cosas para las que poseía talento, y aquello parecía una señal de triunfo
de maíz, y ahora se extendía por los alrededores. Cuando nuestra nueva para ella en su, por lo demás, poco distinguida y nada disfrutada carrera
familia se mudó allí no había más que unas pocas casas terminadas y escolar.
unas cuantas más en construcción. Casi todas las calles estaban La noche del estreno de la obra se sentó a cenar con nuestra madre y
embarradas y exhibían una casa por aquí y otra por allá, con muchos nuestro padrastro. Es posible que adelantaran un poco la hora de la cena
solares vacíos, señalados con estacas blancas. para que tuviera tiempo de llegar a la escuela y disfrutar de la emoción
La casa en la que vivíamos era la casa piloto de la urbanización. La de la noche del estreno. Fuera por lo que fuera, el caso es que mi
primera vez que la vimos tenía carteles pegados en la fachada y por todo hermana no tenía apetito y apenas probó bocado. Y cuando se levantó
el interior, explicando las diversas comodidades de que disponía. Y tenía de la mesa para vaciar su plato en el triturador de basura, mi madre le
césped, cosa que tenían muy pocas casas de la urbanización. indicó que se volviera a sentar, porque no había terminado de comer. Mi
Mi padrastro estaba muy orgulloso del césped, y me encargó a mí y hermana dijo que, la verdad, no tenía apetito, pero mí madre insistió en
a mi hermana de su cuidado. Una tarde de otoño se nos ordenó rastrillar que, puesto que alguien había preparado la comida, era de buena
las hojas. educación sentarse y comérsela.
No sabría decir por qué nos resultaba tan odiosa aquella tarea. Lo Mi hermana se sentó con su plato, picoteó un poco, intentó comer
único que se me ocurre es que los niños, y yo sobre todo, no nos algo y le dijo a mi madre que, de verdad, no tenía nada de apetito, y que,
sentíamos miembros de pleno derecho de aquella familia nueva y desde luego, no era por culpa de la comida, sino de su nerviosismo ante
recompuesta, y nos disgustaba que se nos asignara el embellecimiento el estreno.
de un hogar que nos parecía feo en todos los aspectos y por el que no Una vez más, mi madre dijo que si se hacía comida, había que
sentíamos ni cariño natural ni interés de propietarios. comérsela, y mi hermana le aseguró que no podía. Entonces mi madre
asintió, se levantó de la mesa, fue al teléfono, consultó el número, llamó
a la escuela, preguntó por el profesor de teatro, se identificó y le dijo
íbamos a la nueva escuela secundaria. Bajábamos andando una milla que su hija no iría a la escuela esa noche; no, no estaba enferma, pero no
por la carretera de dos carriles, a uno de cuyos lados se encontraba la iba a ir. Sí, sí, ya sabía que su hija era la protagonista de la obra; y sí, ya
recién empezada comunidad suburbana, mientras que al otro lado se se daba cuenta de que muchos alumnos y profesores habían trabajado
extendía el campo de maíz. mucho en ello, etcétera. Y así fue como mi hermana no hizo de
La escuela era tan nueva como la urbanización, y aún seguía cons- protagonista en la función escolar. Pero para entonces ya hacía mucho
truyéndose durante los tres primeros años de funcionamiento. Una de que yo me había marchado de casa, y andaba bien lejos. De esta historia,
sus innovaciones era la idea de que la falta de seguridad engendraría y otras parecidas, me enteré con un retraso de veinticinco años.
honradez; por esta razón, las taquillas se diseñaron y construyeron sin
cerradura y sin la posibilidad de instalar candados. Y así tuvimos la
consiguiente epidemia de hurtos, y numerosos sermones al respecto por En la casa piloto, nuestras habitaciones estaban separadas de la
parte de las autoridades de la escuela, pero resulta difícil señalar con suya, la alcoba principal, por un cuarto de baño y un estudio. Algunos
orgullo alguna tradición escolar o comunitaria que apoye la idea de que fines de semana, yo iba solo a la ciudad a visitar a mi padre, y mi
nosotros, los estudiantes, fuéramos a colaborar en este nuevo y utópico hermana se quedaba y a veces pasaba miedo estando sola en su parte de
método. Íbamos a clase en un edificio sin terminar, en medio de un la casa. Y una vez, en la época en que vivía con nosotros mi abuelo, que
barrizal situado en medio de un campo de maíz. Nuestros equipos tenía sesenta y tantos años, se asustó por un ruido que había oído de
deportivos se llamaban Los Espartanos; y yo jugaba en aquellos equipos, noche, o puede que simplemente se sintiera sola, y salió de su habitación
de una incompetencia a tono con su novedad. y bajó al vestíbulo llamando a mi madre, o a mi padrastro, o a mi
Mientras tanto, mi hermana se interesó por la compañía de teatro. abuelo, pero la casa estaba a oscuras y nadie respondía.
Un año después de que yo dejara la escuela consiguió el papel Y cuando cruzaba el vestíbulo hacia el cuarto de estar oyó voces.
protagonista en una función escolar. Tenía que actuar y cantar, dos
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David Mamet Una profesión de putas
Dobló la esquina y vio que salía luz por debajo de la puerta cerrada de la mientras subía la escalera era «¿Qué ha hecho esta semana?». A lo que
alcoba principal. Y oyó a mi padrastro gritando y a mi madre sollozando. respondía mi abuela contándole las cosas terribles que mi madre había
Mi hermana se acercó a la puerta y oyó a mi padrastro hablando con mi hecho, tras lo cual mi madre recibía una paliza.
abuelo y diciendo: —Dilo, Jack. Dilo de una vez. Esto lo sabía todo el mundo en mi familia. El comentario adicional
Y mi abuelo, con su acento de la Europa oriental, decía, con evi- se refería al comportamiento de mi abuelo más tarde, por la noche. Mi
dente dolor y dificultad: tía tenía una habitación para ella sola, junto a la alcoba de sus padres. Y
—No, no, no puedo. ¿Por qué me obligas a hacer esto? ¿Por qué? contó que todos los viernes, cuando la familia se había acostado, oía a
Y mientras, se oía a mi madre, llorando convulsivamente. mi abuelo a través del delgado tabique, implorando sexo. «Cariñito, por
Mi hermana abrió la puerta y vio a mi abuelo sentado en la cama, a favor.» Y mi abuela respondía «No, Jack.» «Cariñito, por favor.» «No
mi padrastro de pie junto al armario y gesticulando, y a mi madre en el Jack.» «Cariñito, por favor.»
suelo del armario, enroscada en posición fetal, gimiendo y llorando y Y una vez, mi abuelo llegó a casa y preguntó «¿Qué ha hecho esta
apretándose el cuerpo con los brazos. Mi padrastro estaba diciendo: semana?» Y no estoy seguro, pero imagino que no llegó a oír la
—Dilo. Dilo de una vez. respuesta completa, tal vez ni siquiera el principio; el caso es que estiró
Y mi abuelo, jadeando, repetía: el brazo, agarró a mi madre por el pescuezo y la tiró escaleras abajo.
—No puedo. Ella sabe lo que siento hacia ella. No puedo. Y otra vez, en nuestra casa de la periferia, hubo una bronca entre mi
Y mi padrastro insistía: padrastro y mi hermana y, de algún modo, ella logró imponerse.
—Dilo, Jack. Por favor. Dile que la quieres. Supongo que él estaría mal informado y la habría acusado de hacer algo
Al oír esto, mi madre gimió más fuerte. Y mi abuelo repitió: que ella podía demostrar que no había podido hacer; y supongo que se lo
—No puedo. hizo ver con un grado de libertad que, dadas las circunstancias, era
Mi hermana abrió más la puerta y dijo... no sé lo que diría, pero comprensible y desde mi punto de vista meritorio. Dando por concluido
supongo que pediría alguna explicación o algún consuelo, y mi padrastro el incidente, se fue a estudiar a su habitación. A los pocos instantes, mi
se volvió, la vio, se fue hacia ella, agarrando al pasar un cepillo de pelo padrastro abrió la puerta de golpe, le arrancó el libro de las manos, la
que había sobre una cómoda, la pegó con él en la cara y le cerró la puerta levantó y la arrojó contra la pared más lejana, donde se golpeó la nuca
en las narices. Y siguió oyendo lo de «Dilo de una vez, Jack». contra una estantería.
Me contó que los fines de semana que yo me iba, mi padrastro A la mañana siguiente se le dijo que sus dolores, reales o fingidos,
siempre acababa pegándola el domingo por la noche, por una u otra no importaban nada y que tenía que ir a la escuela. Ella protestó,
razón. Volvía a casa, después de dejar a sus propios hijos en casa de su alegando que no podía andar y que si andaba le costaba mucho y tema
madre tras la visita del fin de semana, y llegaba cansado y de mal muchos dolores; pero la obligaron a vestirse e ir andando a la escuela,
humor. Y como norma general, aquellas noches siempre descubría algún donde se desmayó y tuvieron que traerla a casa. Durante años sufrió
comportamiento intolerable por parte de mi hermana y la pegaba, dolores de cabeza. Veinte años después, una radiografía que le hicieron
abofeteaba y daba palizas. por otro motivo reveló que se había roto una vértebra al golpearse contra
Años después, cuando murió mi madre, mi hermana habló con la estantería.
nuestra tía, la hermana de mi madre, que aportó un comentario adicional
a esta conducta. Le dijo que cuando eran pequeñas, mi madre, mi tía y
sus padres vivían en un piso pequeño del West Side. Mi abuelo era Cuando salíamos de casa íbamos entusiasmados. Salir a cenar era
viajante de comercio desde el amanecer del lunes a la noche del viernes. una aventura, lo cual me extraña ahora que pienso en ello, porque
Su familia tema una fantasía, y esa fantasía, ese artículo de fe, afirmaba muchas de aquellas cenas terminaban con mi hermana o yo expulsados
que m¡ madre era una mala chica. Y todos los viernes, cuando llegaba a del restaurante, llorosos o enfurruñados, con la orden de esperar en el
casa, lo primero que mi abuelo preguntaba coche porque nos habíamos portado mal.
Éstas eran las excursiones que, según nos explicaban, habían termi-
nado mal por culpa de mi intolerable arrogancia o la de mi hermana.
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Las excursiones que salían bien se celebraban y remataban con una frío que pelaba. Ahora, con la perspectiva que dan los años, me doy
broma. La broma era la siguiente: mi padrastro, mi madre, mi hermana y cuenta de que aquella zona podría haber sido bonita. Podríamos haber
yo salíamos del restaurante; mi padrastro y mi madre iban a por el coche, caminado entre los rastrojos o cazar pájaros o disfrutar de otros muchos
diciéndonos que vendrían a recogernos y que aguardáramos a la puerta placeres que se nos ofrecían de manera natural.
del restaurante. Llegaban en el coche, abrían la puerta de atrás y
esperaban a que mi hermana y yo empezáramos a entrar. Entonces se
ponían en marcha.
Se alejaban cuatro o cinco metros y abrían otra vez la puerta. Recuerdos de Chelsea
Nosotros nos acercábamos y ellos se marchaban otra vez. A veces, daban
la vuelta a toda la manzana. Pero siempre acababan por regresar y para
entonces los cuatro estábamos riendo con camaradería, celebrando la que Sucedió el invierno antes de casarme, cuando vivía solo en un piso de
creo que era nuestra única broma familiar. un viejo bloque del Chelsea de Nueva York. Estuve enfermo todo el
invierno, con un catarro o gripe persistente que pillé, creo que al menos
en parte, a causa de la soledad. Aunque también me gustaba la soledad.
Estábamos mi hermana y yo limpiando el césped. Yo rastrillaba y ella Todas las noches —lo recuerdo como todas las noches, aunque es
iba metiendo las hojas en un saco. Yo detestaba aquel trabajo, mis imposible que fuera así— me iba a cenar a un restaurante de la Novena
músculos y mi mente se rebelaban y estaba loco de rabia. Mi hermana Avenida, me sentaba solo y leía novelas.
dijo algo y yo me volví y le tiré el rastrillo, acertándola en toda la cara. Noche a noche, me leí las obras completas de Willa Cather. Me comía
El rastrillo era de bambú y metal, y la parte metálica la pegó en el cualquier cosa con pan y prolongaba la velada a base de café y varios
labio, haciéndole una herida bastante grande. cigarrillos hasta que el restaurante cerraba.
Los dos nos quedamos aterrados y yo, además, enfermo de re- Me estaba ganado la vida como escritor por primera vez en mi vida.
mordimiento. Corrimos a la casa, mi hermana apretándose la boca con la Un chico de veintitantos años en Nueva York, comprometido y muy
mano y con toda la parte delantera del vestido manchada de sangre. consciente de estar viviendo una novela.
Entramos corriendo en la cocina, donde mi madre estaba preparando Recuerdo un domingo de octubre, cuando limpié las ventanas.
la cena y nos preguntó qué había ocurrido. Mi apartamento tenía cuatro ventanas y me decidí a limpiarlas un día
Ninguno de los dos —yo, naturalmente, porque era culpable y mi fresco y luminoso, en el que me sentía más feliz que nunca, ni antes ni
hermana porque quería evitarme el terrible castigo que sabía que re- después.
cibiría— quiso decir lo que había ocurrido. Recuerdo las noches frente a la chimenea. En una obra mía que se
Mi madre nos insistió y los dos nos negamos a responder. Entonces representó en Chicago había utilizado una alfombra de piel de oso, y la
nos dijo que no iríamos al hospital hasta que uno de los dos hablara. Y chica que nos prestó la alfombra se había presentado algún tiempo
efectivamente, la familia se sentó a cenar y mi hermana cenó con una después en Nueva York y me la había regalado. Yo me tumbaba en la
servilleta apretada contra la cara. La sangre empapó la servilleta y goteaba alfombra delante de la chimenea y leía, con la cabeza apoyada en la
sobre su comida, pero tuvo que comérsela. Yo también me comí mi cabeza del oso.
comida. Después, limpiamos la mesa y fuimos al hospital. Cuando me casé, mi mujer supuso que yo había hecho el amor con
innumerables mujeres encima de aquella alfombra y sugirió que la dejara
allí, cosa que hice. Sólo había hecho el amor con una mujer sobre la
Recuerdo las caminatas de la escuela a casa durante el crudo in- alfombra, pero ya llegaremos a esa historia.
vierno, a través del campo de maíz que, a pesar de su proximidad a la Me encantaba aquel apartamento. Las noches de verano me sentaba
ciudad, seguía formando parte de la pradera. En invierno hacía un allí con una botella de Pouilly-Fuissé lo más fría que podía conseguir, y
bebía mientras leía. No era un vino caro —era justo antes de que el vino
blanco francés se pusiera de moda— y me podía dar el gusto.
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David Mamet Una profesión de putas
En resumen, era autosuficiente. Un joven independiente, de mundo. Me hice amigo de Melvin, y él me dejaba quedarme en su tienda,
Tenía ingresos y un futuro, y estaba empezando a hacerme un nombre. charlando de esto y de lo otro y tomando café.
Los fines de semana me sentía solo y recuerdo haber deambulado por La tienda llevaba muchos años a su cargo. Tema en su almacén un
varias fiestas callejeras en busca de la Mujer de Mis Sueños o, tal vez, de verdadero montón de ropa de faena vieja, sin desempaquetar, sin vender,
alguna otra versión de la estabilidad excelente, resistente y distintiva. Tenía chaquetas y gorras de los años
Los días de labor iba al YMCA de Chelsea para hacer ejercicio o cuarenta, pantalones y zapatos de una duración inimaginable para los
corría por la carretera del West Side. criterios de fabricación actuales.
La carretera elevada estaba cerrada al tráfico, aguardando a ser Yo había pasado parte de un verano trabajando de cocinero en uno de
demolida. Yo corría desde la calle 23 siguiendo la orilla del Hudson y, al los barcos que transportaban mineral en los Grandes Lagos, de manera
llegar a la 54, justo enfrente de las pocas terminales que quedan de barcos que era un auténtico miembro —aunque sin pasar de cadete— de la
de pasajeros, daba media vuelta y volvía corriendo. De vez en cuando, Marina Mercante, y Mel estaba dispuesto a contarme anécdotas de su vida
durante el regreso, echaba una carrera con algún transatlántico que en los barcos y de su vida en el barrio.
zarpaba hacia el sur. Sí acababan de zarpar, podía mantener su marcha La verdad es que, varios años antes de instalarme en Chelsea, había
durante varios cientos de metros. pasado bastante tiempo a la vuelta de la esquina de la tienda de Mel,
En un principio, Chelsea era un barrio para gente acomodada, acudiendo a la oficina de contratación del Sindicato Marítimo Nacional
relacionada con las líneas marítimas. Se construyó para servir de resi- con la intención de embarcarme, pero sin éxito.
dencia a abastecedores de buques, ingenieros navales, capitanes y otros Mel y su tienda eran un foco de romanticismo y comodidad al sur de
miembros de la clase media respetable. mi apartamento.
Los grandes muelles penetraban en el Hudson al oeste de Chelsea, a Al norte estaba la Papelería Chelsea, otro hito del vecindario, cuyo
dos manzanas de mi apartamento. propietario y encargado era Ken.
Noventa años antes de que yo me instalara, el inquilino de mí piso
Ken, y antes que él su padre, llevaba treinta años en el mismo sitio; y
podía asomarse a la ventana de la cocina y ver el proverbial «bosque de
también ellos tenían material antiguo en su sótano.
mástiles y vergas».
Yo compraba viejas portadas de revistas de los años treinta con
Si el Titanic hubiera llegado a atracar, lo habría hecho prácticamente
imágenes de felices y saltarines futbolistas, plumas viejas y libros de
en mi calle; y los periodistas que aguardaban a los supervivientes que
cuentas de aspecto legal para escribir en ellos. Y como siempre había uno
llegaban en el Carpathía tomaron copas en el bar de la esquina.
de los dos, Ken o yo, que estaba dejando de fumar, nos gorroneábamos
Cuando hacía jogging al sur de la autopista corría a lo largo de los
cigarrillos el uno al otro y charlábamos sobre mujeres y sobre sus
grandes muelles desiertos, que se habían convertido en centro de
aventuras en la compañía de teatro vecinal de Nueva Jersey.
encuentros homosexuales y escenario de mucha violencia.
La papelería era mi primera parada en mi paseo diario para regresar a
Al sur de los muelles se veía la estatua de la Libertad. Cuando la veía
casa desde el Y.
nunca dejaba de recitar algún fragmento del poema de Emma Lazarus
Cuando salía del Y veía enfrente el hotel Chelsea, largamente
para pasar el rato y ponerme un poco llorón. Y nunca vi la estatua sin
sentirme privilegiado por disponer de un acceso tan cómodo. ensalzado como uno de los focos literarios de Nueva York.
En el Chelsea habían vivido Thomas Wolfe y Dylan Thomas y
Abajo, en la Undécima avenida, estaba —y espero que siga estando—
Brendan Behan, y otros escritores atraídos sin duda por la presencia de los
la Tienda para Hombres Madison, con Melvin Madison de dueño y señor.
citados. Yo mismo, en mi primera visita a Nueva York, había pasado unas
Lo que me atrajo de la tienda fueron las recias topas de trabajo del
cuantas noches en él, siendo un jovencito que sentía pavor por la miseria,
escaparate, colocadas en medio de la parafernalia de los prácticamente
la violencia y el ruido. Para mí, el hotel era la encarnación de Nueva
difuntos oficios marinos: insignias, uniformes y cosas así.
York. Con mi experiencia de clase media en Chicago, no estaba nada
preparado para este hotel. No porque fuera sucio y peligroso más allá de
toda idealización —que lo era—, sino porque, siéndolo, tenía
personalidad y estaba aceptado como foco cultural, siendo un buen lugar
para un artista serio que buscara alojamiento.
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David Mamet Una profesión de putas
Y todo el mundo te recordaba que Virgil Thompson seguía viviendo Ken tenía una tienda de muebles. Compraba, restauraba y vendía
allí. piezas de roble de Grand Rapids. Era un artesano de primera y tenía buen
Conocí a Virgil Thompson a la vuelta de la esquina del hotel, en otra gusto para comprar. También era buen camarada, y durante mis regresos
de mis paradas reglamentarias durante la caminata de regreso a mi piso del gimnasio pasé muchas horas entretenido con Ken y jugando al gin.
desde el Y. Me lo encontré en el establecimiento de optometría del doctor Era el peor jugador de gin que he conocido, y todavía tengo la casa llena
Herrmann. de muebles sólidos y duraderos que le gané a Kenny.
Louis Herrmann, que en paz descanse, era un buen oculista y un (Cuando me marché del barrio, Ken todavía me debía unos ochenta
auténtico aficionado al teatro. dólares. Un día me lo encontré conduciendo un cabriolé en la esquina de
Era hermano de Bernard Herrmann y de pequeño había estado con la Sexta avenida con Central Park Sur. Me recordó la antigua deuda y yo
Bernard en los estudios cuando Orson Welles emitía La guerra de los le dije que si me llevaba en su carricoche al Dakota quedábamos en paz.
mundos. Jamás he oído a nadie hablar de otro con tanto cariño como Nos despedimos en el cruce de la Setenta y Dos con Central Park Oeste, y
Louis de su hermano Bernard. no lo he vuelto a ver.)
Contaba anécdotas del teatro Mercury, de Welles, de Bernard y de Junto a la tienda de Ken estaba la de Milton, que vendía muebles y
Hitchcock; hablábamos de teatro. Muchas veces, su mujer, Ruth, estaba cachivaches y era conocido por el apodo de Capitán Spaulding, po-
trabajando en el local y tomábamos café con ella. siblemente por un verso de la canción del mismo título: «¿Alguien me ha
Por entonces debía tener poco más de sesenta años, y para mí fue una llamado gorrón?»
revelación verlo con su esposa, ver a dos personas que llevaban casadas Más allá de la tienda del capitán estaba la Lavandería Automática de
treinta o cuarenta años y que seguían tan visiblemente enamoradas. Era un
Charlie.
tipo encantador.
Charlie siempre venía bien para echar un cigarrillo, o para hacer
En la acera de enfrente de Louis estaba el taller de reparación de
efectivo un cheque pequeño, o para transmitir mensajes entre los
calzado, donde yo iba a que me limpiaran los zapatos.
miembros de la confraternidad vecinal. Era un tipo muy simpático,
Este taller figura en un lugar destacado de mi mitología de Chelsea,
generoso y servicial. Me dijo que su hija estaba casada con el hijo de
debido al episodio que relato a continuación.
Mark Rothko. Y una vez me invitó a un café para celebrar que Rothko
Iba yo un día por la calle con Shel Silverstein, a quien cito como
había ganado un prolongado pleito con un marchante de arte.
testigo del siguiente e inverosímil diálogo.
También en la misma manzana estaba Joe Rosenberg y su tienda de
Se me había roto una correa de la bolsa de cuero que llevaba al
marcos. Joe me enmarcó muchos cuadros y me dio dos consejos
hombro, y entré en el taller de reparación de calzado para que me la
importantes. Me dijo que nunca golpeara la madera, porque se había
arreglaran. El dueño examinó la bolsa con mucha parsimonia y se encogió
de hombros. enterado (después de cincuenta años de solecismo) de que golpear la
—¿Cuánto costará arreglarla? —pregunté. madera es una invocación (por mediación de la Cruz), solicitando la
—Le va a costar veinte dólares —dijo él. intercesión de Jesucristo. También me dijo que no me casara con una
—¿Veinte dólares? —exclamé—. ¿Sólo por arreglar una correa? chica que no fuera judía.
—Es que no puedo llegar ahí —dijo—. No alcanzo ese sitio con la Una vez pasados Joe y Charlie doblaba la esquina y ya casi estaba en
máquina. Tendré que desmontar la bolsa y hacerlo a mano, y en eso se casa. Rechacé el bloque residencial para que nada se interpusiera con mi
tardan dos o tres horas. necesidad de escribir, exceptuando la preparación de café instantáneo y
Suspiré y dije: tal vez algún que otro pensamiento dedicado a Clement Clarke Moore («It
—Está bien. ¿Cuándo puedo venir a recogerla? ¿El jueves, el was the Night Before Christmas»), que había vivido en el piso de al lado.
viernes...? (También Anthony Perkins vivió por allí cerca. Cuando me instalé en
—Naaaa —dijo él—. Vaya a tomarse un café y vuelva dentro de diez mi apartamento compré un forro transparente para la cortina de baño y
o quince minutos. encargué una cortina de baño que hiciera juego. Nunca me llegaron a
Calle abajo, en la misma acera del reparador de calzado, estaba traer la cortina, así que me quedé con el forro transparente,
Kenny Fish.
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y fue un éxito. Sin embargo, me quedé con las ganas de que el forro
llamara tanto la atención que alguien me preguntara por qué tenía una Pues vaya. Se me disparó el coco. Tenía que dejar que correspondiera
cortina de baño transparente, para poder responder que porque vivía al a las entradas que yo le había regalado y pensé (después de razonar como
lado de Anthony Perkins. Bueno, ahora ya lo he soltado y puedo vivir buenamente pude) que no podía cometer la grosería de dejarlos plantados
tranquilo.) a él y a su mujer.
Así que les presenté a mi joven amiga, les expliqué que ésta había
hecho un largo viaje y que estaba agotada, y que la verdad era que no
En Chelsea podía asomarme a la ventana de mi cuarto de estar, ver el podíamos quedarnos mucho tiempo en su casa. «Sólo un bocadito y os
edificio Empire State y pensar que otros paisanos de Chicago viajaban podéis marchar», me aseguró.
1.400 kilómetros para tener ese privilegio. Yo podía ir andando al distrito Fuimos a su casa. Nos preparó una bebida y luego otra. Con no
teatral o al Village. Tenía una chimenea que funcionaba y un par de demasiada sutileza, di a entender que si íbamos a comer, más valía que
candelabros de plata que eran lo único que se habían traído mis padres de comiéramos ya, porque se estaba haciendo tarde y mi amiga estaba
Polonia. Tenía un cartel del circo Barnum and Bailey, y la alfombra de piel cansadísima.
de oso que he mencionado antes; y de esta alfombra y de una desventura Por fin, X se levantó y anunció que sí, que ya era hora de cenar y que,
relacionada con ella es de lo que voy a hablar ahora. en honor de mi visita, él mismo iba a cocinar. Iba a prepararnos un matzoh
Había invitado a mi encantador pisito a una no menos encantadora brei.
jovencita, que ya mencioné antes al hablar de la alfombra de piel de oso. Ahora bien, amable lector: ¿qué es el matzoh brei? Pues es matzoh
Llevaba varios meses detrás de ella y parece que alguna de mis carantoñas frito.
había hecho efecto, porque por fin había dicho que sí, que vendría a Nueva Se coge el matzoh (ese pan sin levadura que parece una galleta), se
York a pasar el fin de semana conmigo. reboza con leche y huevo, se fríe en manteca y se sirve con almíbar,
Llegó a Nueva York por la tarde. Yo le había prometido que aquella azúcar, mantequilla, sal, mermelada o cualquier combinación de dichas
noche la llevaría a ver una obra mía que representaban. sustancias.
La recogí en la estación y la llevé a Chelsea, calculando que teníamos Mi madre, que en paz descanse, solía prepararlo los domingos por la
tiempo suficiente para un escarceo sexual tan largamente aplazado y mañana. Es absolutamente delicioso, llena una barbaridad, y es lo que
ansiosamente aguardado. Pero ella dijo que no, que si no me importaba iba menos apetece comer a las once de la noche, antes de una noche de amor
a tomar un baño, y que así los dos tendríamos ganas de hacer algo después preprogramada.
del teatro. Así que objeté. «No te molestes», dije. «Tonterías», dijo él. Y preparó
Vale, de acuerdo. Salimos a la hora prevista y vimos la función. el matzoh brei.
Mientras los actores aún estaban haciendo el saludo final, yo la saqué a toda Lo trajo y sirvió un montón en mi plato. Y tuve que comérmelo
prisa al vestíbulo y de ahí a la calle-Estábamos a punto de meternos en un porque, naturalmente, aquello era un honor.
taxi cuando oí que me llamaban por mi nombre y cometí el error de El era un patriarca judío que había realizado una insólita y ceremonial
volverme. El que me llamaba era X, un actor mayor, conocido mío. Vino incursión en la cocina para preparar un plato tradicional judío y
corriendo hacia mí, con su mujer siguiéndole los pasos, me dijo lo mucho servírmelo a mí, un joven judío al que había invitado a su casa porque se
que le había gustado la función, me dio las gracias por las entradas y añadió sentía orgulloso de mí.
que no necesitábamos el taxi, porque él había traído su coche y podíamos De manera que tenía que comérmelo.
volver todos en él. Me tragué todo aquel enorme plato y, como es natural, lo elogié
¿Volver?, pregunté- Sí. Y entonces me acordé de que, varías se-manas poniéndolo por las nubes y, como es natural, tuve que aceptar otro, y un
antes, les había invitado a él y a su mujer a ver la función, y ellos había poco de un tercero. Y dije «Es el matzoh brei más delicioso que he
correspondido gentilmente invitándome a ir a su casa a cenar después del comido en mí vida».
teatro.
Y entonces, la señora de X dijo «¿A esto lo llamáis matzoh brei?»
Y se metió en la cocina.
Y desde allí nos explicó a gritos que X y su familia eran tan
ignorantes que no tenían ni idea de cómo es y cómo se prepara este plato,
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y se puso a cocinar la versión de su familia del matzoh brei. Esto ocurrió hace veintisiete años, que puede ser mucho o poco
Aquello me dejó estupefacto. Intenté marcharme, pero X nos dijo que tiempo, pero parece un pasado increíblemente remoto, sobre todo cuando
no podíamos movernos de allí hasta haber comparado y proclamado la recuerdo que muchas veces volví al pueblo montado en lo que su
verdad al mundo. propietario, Roger Bellerive, aseguraba que era el último carro de lechero
De modo que nos sentamos y aguardamos a que la mujer terminara de tirado por un caballo que quedaba en el continente. De vez en cuando,
cocinar; y tuve que comer tantos platos como antes y pronunciar la volvía en la máquina barrecalles.
declaración ritual de excelencia de ambas recetas. Era un chico solitario y recuerdo un brebaje muy potente que se
Por fin conseguí que nos dejaran marchar a mi acompañante y a mí, llamaba simplemente Alcool, un licor transparente de fabricación casera,
empachado y muerto de sueño como no lo he estado en la vida. que se compraba por vasos o en botellas de una pinta. Y un cartel de la
En el taxi, la chica me dijo que le gustaba el matzoh brei. última película de Elvis, L'Amour en quatrieme vitesse, una traducción
Subí tambaleándome las escaleras hasta mi piso, con la chica detrás que, etnocéntrico que es uno, me parecía que perdía mucho en francés.
de mí, y éramos lo bastante jóvenes como para enfrascarnos en caricias a Y había una camarera que trabajaba conmigo, que me invitó varias
las que, a aquellas alturas, ninguno de los dos se sentía muy inclinado. veces a cruzar el río y ver su casa. Yo tenía diecisiete años y ella
Esta es la historia de la alfombra de piel de oso y de mi piso de veinticuatro. Decía que para aprender el idioma bastaba con dormir tres
Chelsea. Me sentaba junto a la ventana trasera ante una mesa de café de veces con una quebequesa, pero nunca fui porque, con veinticuatro años,
roble y acero, y contemplaba la hilera de jardines que se extiende entre las me parecía viejísima para mí.
partes posteriores de las casas de las calles Diecinueve y Veinte. Podrían Los marineros entraban y pedían hamburguesas y cerveza sin alcohol,
muy bien haber sido aquéllos los jardines que inspiraron a O. Henry «La y yo me volvía a casa apestando a grasa y al Ajax que usaba para fregar la
última hoja». plancha.
No tenía televisor y ha sido la vez que más tiempo he pasado sin Aquel otoño sólo salí una vez de Trois Riviéres, para asistir a la
teléfono. Tenía un montón de libros y, por primera vez en mi vida, un ceremonia de Yom Kippur en Montreal, a ochenta millas de distancia.
poco de dinero. Fue una época romántica. Hice auto-stop por la autopista en medio de una nevada tremenda y
acabé abandonado a no sé cuantas millas de Montreal, en mitad de la
tormenta y en mitad de la noche. No venía ningún coche y tuve que ir
andando hasta un motel que había más adelante. La recepción estaba
P.Q. cerrada, pero una de las casetas estaba abierta, así que me metí en ella y
me pasé la noche tiritando bajo mi ligerísimo abrigo.
A la mañana siguiente conseguí llegar a Montreal. Los zapatos de
En 1965 trabajé varios meses en un restaurante de carretera de Trois fiesta se me disolvían en los pies. Encontré la sinagoga y me dijeron que
Riviéres, provincia de Québec, en la autopista, a mitad de camino entre no podía pasar sin entrada. Creo que tomé un autobús para volver a Trois
Montreal y Québec. Allí aprendí a hablar un poco de francés. En el pueblo Riviéres. Al escribir esto, me acuerdo de una frase de la época: los
no había turistas, sólo los nativos y los marineros de los barcos que quebequeses son una minoría en Canadá, los ingleses son una minoría en
bajaban por el San Lorenzo rumbo a las fábricas de papel. Québec y los judíos son una minoría en todas partes. De cualquier modo,
Viví allí en otoño. El clima era frío y húmedo y, debido a las fábricas no conseguí entrar en la sinagoga, pero ¿acaso un chico de diecisiete años
de papel, todo el pueblo olía como el interior de una caja de cartón puede sentir algo más gozoso que aquel sentimiento de justa indignación
mojada. y fervor religioso incomprendido?
El restaurante estaba al borde mismo de la autopista. Mi jornada se Un año después del verano siguiente, varios compañeros de uni-
prolongaba desde las diez de la mañana, que era la hora de abrir, a la una versidad y yo fuimos al norte para buscar trabajo en la Expo de Montreal
de la madrugada, hora de cierre, y entonces tenía que andar dos millas por 67. Nos dijeron que no podíamos trabajar en Canadá si no teníamos
la Ruta 2 hasta el pueblo propiamente dicho. tarjeta de la Seguridad Social Canadiense, y todos nos
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Bueno, ya estaba. Se trataba del descapotable. Mi padre había re- No, pensé, éste no es mi estilo. Y al instante me lo reproché, y bien
cordado su promesa y me llamaba para decirme que estaba a punto de que me merecía el reproche, porque se trataba de un regalo magnífico y,
cumplir su palabra. más que el regalo mismo, valía su esfuerzo por comprenderme... aquél era
Salí de la cabina telefónica sonriente y bastante conmovido. Les dije a el regalo, el magnífico regalo. En lugar de insistir en que yo fuera como
mis amigos que me iba a Chicago en avión, pero que volvería él, había procurado hacerse como yo. Y si a mis colegas les parecía que el
conduciendo. El avión me llevó a O'Hare, donde tomé un autobús al coche era algo chillón, se podían ir a la mierda. Yo no era un crío de
centro de la ciudad, y allí un autobús urbano al Lado Norte. escuela al que sus padres pudieran poner en ridículo; era un hombre y,
En el avión y en los autobuses estuve ensayando expresiones de además, propietario de una valiosa posesión. Aquel coche me llevaría al
gratitud y sorpresa. Me constaba que la sorpresa es difícil de fingir, y trabajo, me llevaría de una ciudad a otra y, sobre todo, me lo había
aquello me tenía preocupado. No quería decepcionar a mí padre ni darle regalado mi padre.
menos de lo que él pudiera considerar la gratitud debida por tan magnífico Al acercarme a mirarlo me di cuenta de lo erróneo que había sido mi
regalo. momentáneo recelo en lo referente a su decoración. Era bonito de verdad.
Pero no, pensé, nada de eso. Todo hacía presagiar que en un momento Puede que yo no hubiera elegido un auto así, pero eso no era culpa de los
como aquél nos sentiríamos arrebatados por sentimientos libres de defectos del coche, sino de mi gusto.
hipocresía por ambas partes. ¿Acaso no era mi padre hijo de inmigrantes? Me acuerdo de la pegatina en la ventanilla, que indicaba que se trataba
¿Acaso no fue criado en la pobreza, durante la Depresión, por su madre, de un coche nuevo, y me acuerdo de haber pensado que mi padre debió
mi querida abuela, y no le habíamos oído innumerables veces, mi hermana creer que yo iba a entrar en el edificio por la otra puerta, pues de lo
y yo, hablar de su pobreza y de nuestra ingratitud? Y ahora íbamos a tener contrario no habría dejado el regalo tan a la vista. ¿O acaso pretendía que
una ceremonia de la abundancia... una ceremonia, en definitiva, de lo viera? Me lo iba preguntando mientras subía en el ascensor.
iniciación a la hombría. Iba a cumplir veintiún años; me iba a graduar en Me recibió en la puerta. La mesa estaba preparada para un banquete
la universidad. en el cuarto de estar. ¿Tenía aspecto de cauteloso? No. Me pregunté si
Me apeé del autobús de Broadway y me metí por la bocacalle, sin debía decir por qué camino había llegado a casa, pero no, si quería
dejar de ensayar. Y allí, en la acera de enfrente de su casa, estaba el coche. ponerme a prueba, ya me lo preguntaría él. No. Estaba claro que se
¡Y pensar que había dudado! Me di cuenta al ver el coche. Tenía que suponía que yo no había visto el coche.
admitirlo, aunque me avergonzara. Había dudado de él. ¿Cómo pude Pero entonces, ¿por qué se había arriesgado a que lo viera? Bueno,
dudar? ¿Por qué otra razón iba a haber insistido tanto, casi suplicándome pensé, es evidente. Habían traído el coche desde el concesionario y mi
que volviera a casa? Pues claro que se trataba del coche; qué vergüenza padre, que era muy meticuloso en todas sus cosas, les habría indicado
haber dudado de él. Miré el coche desde la acera de enfrente. dónde aparcarlo, y el vendedor se había equivocado. Me di cuenta de que
aquello podía plantear un problema: si salíamos del edificio por el lado
Era un Wolkswagen descapotable, un modelo trucado al que llamaban
contrario a donde estaba aparcado el coche (seguramente, como si
Super Escarabajo. Tenía guardabarros y ruedas más grandes de lo normal
fuéramos a dar un simple paseo) y no encontrábamos el coche en su sitio
y estaba pintado a franjas, como los coches de carreras. Me parece
(porque, al fin y al cabo, no estaba aparcado donde él había dicho que lo
recordar que era negro metálico, con franjas amarillas y naranjas. Solté
aparcaran), ¿tendría yo que revelar que lo había visto?
una risita. No sé muy bien qué clase de vehículo había esperado... puede
que hubiera pensado que me iba a llevar a la avenida Western a comprarlo No, porque entonces mi padre se enfadaría con el vendedor. Más valía
juntos, como en una feria de caballos. No sé lo que había esperado, pero hacerse el tonto y no formar parte de aquella confluencia que echaba a
cuando vi aquel Escarabajo me emocioné. Me pareció una elección perder la sorpresa. Siempre podía tomar la iniciativa al regresar a casa y
sencilla y conmovedora a la vez. Por lo visto, había intentado ponerse en hacer que entráramos al edificio por la otra puerta. Ajá, eso es. Eso es lo
el lugar de su hijo. Era como si hubiera pensado «¿qué clase de coche les que haría.
gusta a los chicos de ahora?». Y allí estaba su respuesta, al otro lado de la Existía otra posibilidad: que saliéramos del edificio por la puerta
calle. donde estaba el coche y que mí padre se encontrara con él de improviso
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Me temo que, lo mismo que él, me he convertido en una especie de Cuando salía a pasear por el bosque, la cogía y me la metía bajo el
patriarca, algo burgués. Lo mismo que él, me siento excesivamente cinturón.
orgulloso de las escasas dificultades que pasé a lo largo de mi trayectoria
Me hacía sentir sobrecargado y un poco tonto, pero sabía que a veces los
hacia una posición estable. Y sin duda, lo mismo que él, someteré de algún
osos negros atacan a la gente; y aunque me constaba que dichos ataques eran
modo a mis hijos a mi personalidad y a mis recuerdos de juventud.
sumamente raros, en mis fantasías me veía víctima de uno de ellos,
Aún sigo teniendo el reloj, y sigue sin gustarme. Y hace varios años muriendo desarmado por deferencia a una voz burlona que, a fin de cuentas,
me compré un descapotable y creo que nunca dejaré de disfrutar no era más que otro aspecto de mi fantasía.
conduciéndolo.
El caso es que un día de principios de otoño iba paseando por el bosque,
haciendo prácticas de caminar sin ruido, como preparación para la
temporada de caza.
Me movía muy, muy despacio, adelantando un pie y no desplazando el
La cabaña peso hasta que el pie quedaba perfecta y silenciosamente asentado.
Cuando te mueves de esa manera, el tiempo se hace más lento. Es lo
En la cabaña que tanto me gustaba apestaba de mala manera. Los mismo que cuando haces meditación: el cuerpo y la respiración se amoldan al
olores se me pegaban a las manos y a toda la ropa: aceite de engrasar las entorno, y uno se va quedando cada vez más tranquilo y consciente.
armas y queroseno para las lámparas, humo de leña de la estufa y, por Así iba avanzando despacio por el bosque, de un modo que me parecía
encima de todo, un pestazo a cigarros. casi glacial, cuando los pelos de la nuca se me pusieron de punta y sentí algo
Por dentro, la cabaña estaba repleta de señales de decadencia. Las
en la cabeza, en la parte posterior de la cabeza. Una especie de sacudida, el
paredes de troncos estaban ennegrecidas, el suelo estaba gastado y lleno de
equivalente físico de una intuición, y noté aquel hedor, un olor muy
muescas, en la leñera apenas quedaba leña. Casi todos los objetos se veían
penetrante, como el de una mofeta pero no tan pestilente. Y me di cuenta de
usados y viejos, y el humo y el aceite lo impregnaban todo. Una vez, cuando
llevaba bastante tiempo sin ir allá, llegué a la cabaña esquiando y vi que que el cuerpo se me había quedado congelado, y de que lo que olía era un
había desaparecido —con excepción de la chimenea— bajo una montaña oso, que estaba muy cerca.
de nieve. Muchas veces ve/a zorros en los campos y de vez en cuando se Entonces lo oí, un poco detrás de mí y a un lado, moviéndose a través
veía algún ciervo ramoneando al borde del prado. del bosque; y supe que el oso estaba reaccionando a mi reacción, como
Sólo vi osos una vez, una osa y dos oseznos, en la charca que hay más reaccionamos cuando nos sentimos observados. En cuanto el oso se alejó, salí
abajo del prado; pero otras dos veces vi huellas: un invierno en los del bosque.
macizos de flores de alrededor de la casa y una primavera en el hielo de la
charca, justo debajo del prado de la cabaña.
Aunque era primavera, era muy pronto para ver señales de osos, El olor limpio del invierno debe ser como una buena muerte... como
porque aún había mucha nieve; y a pesar de que habíamos tenido uno o dos caer desde una gran altura: algo absolutamente gozoso.
días de deshielo, aún quedaba por lo menos un mes de auténtico frío y el Recuerdo aquel olor en el fondo de mis fosas nasales —un olor
oso tendría que haber estado dormido; y tuve un poco de miedo por mi estimulante— cuando iba al colegio en las inconcebiblemente frías mañanas
hija pequeña, que jugaba alrededor de la casa, de modo que dejé una pistola
de Chicago, y lo asocio con el olor de la bufanda de lana, mojada por el goteo
de gran calibre en la cocina, encima del armarito de los vasos.
de la nariz y congelada hasta la altura de la cara.
Coloqué la pistola al lado de dos grandes cuencos de cerámica y dos
Creo que me sentía a gusto llevando aquella ropa porque mi madre me
moldes de azúcar de arce, al fondo del estante, porque la niña decía que le
vestía, tocándome y haciéndome entrar en calor; y creo que así debe ser la
daba miedo. No le dije que estaba allí.
euforia que uno siente cuando se muere de frío... cuando sientes que el
bosque se te lleva.
La gente dice que los indios veneraban Vermont. Que celebraban
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la ausencia de electricidad permite el resurgimiento de una calma natural. pisapapeles. También tengo un pisapapeles de cristal de la Exposición
Puede que esto sea un prejuicio mío en favor de lo arcaico, pero no lo Colombina de 1893, y otro de peltre, en forma de herradura. En el arco de
creo. la herradura hay un escudo en el que se lee HOTEL FRENCH LICK SPRINGS:
Sea como sea, el caso es que mi cabaña se calienta con una estufa LA CASA DE «PLUTO», y debajo DERBY DE KENTUCKY. También tengo en el
Glenwood de principios de siglo: una caja negra de un metro de altura, escritorio una piedra que mi hija me regaló hace muchos años y una resma
unos 75 centímetros de anchura y 45 de fondo. Está instalada sobre un de papel amarillo.
pequeño pedestal, con patas gruesas, abombadas y foliadas, que la levantan Parece que siempre tengo demasiado papel o demasiado poco. O bien
unos 25 centímetros por encima del suelo. Tiene un pequeño guardafuegos estoy escribiendo con absoluto frenesí, y entonces la resma se ha agotado,
niquelado y pomos niquelados en las portillas de carga, situadas en la parte o llevo meses mirándola y ella se niega a disminuir.
delantera. En lo alto tenía una pieza que creo que se llama «victoria», En las diversas casillas del escritorio hay toda clase de papel de carta,
aludiendo a su inutilidad victoriana, y que consiste en una especie de taza un cerdo de jade de un centímetro de longitud, una navaja sin estrenar
invertida. La victoria es de hierro negro con partes niqueladas, y resulta la presentada en 1985 por la Asociación de Coleccionistas de Cuchillos de
mar de impresionante. La tengo guardada en algún sitio, y estoy seguro de América, una cinta métrica que la Compañía de Ascensores Otís ofrecía
que nunca me acordaré de dónde está y no volveré a verla jamás. como regalo promocional a principios de siglo, una medalla que me
Sin ese ornamento, la estufa queda más bonita y, además, más útil. concedió el gobierno francés por traducir una obra hace algunos años,
Ahora su parte superior es plana, y se puede calentar té o poner a quemar varias postales antiguas, un par de gafas y una caja azul de Tiffany's llena
los calcetines mojados. Además, la tapa plana resulta muy útil para de tarjetas de visita con mi nombre.
calibrar la temperatura de la estufa, y suelo llamar «termómetro» a la En la pared, junto a mis abuelos, hay huellas de las palmas de las
interpretación de las diferentes propiedades visuales y sonoras de un manos de mis dos hijas cuando tenían alrededor de un año, una placa de
escupitajo en la estufa caliente. policía del Estado de Nueva York y otra de Chicago con el número 26.
Las pocas veces que me quedo después de anochecer obtengo luz de En los maderos de cedro de la cabaña hay pegadas notas y recordatorios
varios candiles de queroseno y unas cuantas velas colocadas en candelabros y un pequeño tablero de corcho lleno de chapas conmemorativas (Eugene
de hojalata trabajada a martillo. La combinación de olores y sonidos del Debs, Lindbergh, Roosevelt-Cox, Feria Mundial de Chicago 1933, 4.°
fuego de la estufa, los siseos de los candiles de queroseno y el viento que Aliya Juvenil y otros por el estilo).
azota la pared lateral supera cualquier esfuerzo de la imaginación. Hay un sofá de estilo rústico y, encima de él, una manta Pendieron que
Junto a mi escritorio tengo colgadas fotografías de mis cuatro abuelos me regaló un amigo. También hay dos leñeras, una para troncos y otra
y notas para proyectos terminados hace mucho tiempo y para proyectos que para astillas. Llené las dos hace años y no las he tocado desde entonces,
nunca se realizaron y jamás se realizarán. porque cojo la leña del montón que hay fuera, bajo el porche.
El escritorio es una pieza antigua —de hacia 1860— con tapa En el porche hay campanillas móviles hechas con cucharas y tenedores
enrollable de nogal, bonitos tiradores tallados a mano y una raída superficie trabajados a martillo. Mi hija de las regaló hace varios años, el Día del
verde para escribir, manchada de tinta y con todos los bordes gastados. En Padre. También tenemos un esqueleto y concha de tortuga, colocado en
las casillas hay diversos recuerdos de mi vida y de las vidas de otros. En uno de los extremos de un tronco que sobresale del porche.
pocas palabras, chucherías.
Sobre el tablero hay varios tinteros y un recipiente de latón hecho con
un proyectil de artillería, en el que se ha grabado toscamente el emblema de
Jorge V y las palabras H. STIMPSON, RECUERDO DE LA GUERRA. Tengo Muchos de los utensilios de la cabaña han sido comprados en la
clips sujetapapeles en una caja, y lápices y plumas en un viejo tarro de región, en tiendas de antigüedades, baratillos y subastas.
mermelada Dundee. Hay un cargador de Winchester 38 Long y un Las mejores subastas rurales son las de casas enteras. En ellas se saca
revólver Colt 45 de 1878, ambos con la función de pisapapeles. al jardín todo el contenido de una vivienda —casa, granero y edificios
anexos—, se monta una tienda y los subastadores lo venden
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y todas esas cosas. Pero el rasgo distintivo del campamento era la excursión.
todo al mejor postor: tesoros y basura, lo personal y lo impersonal, lo Hacíamos excursiones en canoa de tres, cinco o doce días por todo
bonito y lo raro. Michigan, y tu prestigio en el campamento aumentaba con la edad y la
Los del público nos maravillamos de la tenacidad y perversidad que consiguiente capacidad de realizar excursiones más largas y difíciles.
impulsan al ser humano a acumular tantas cosas. Vemos objetos que Me recuerdo arrodillado en el codiciado puesto de popa de una de
hablan de los gustos, las necesidades y los caprichos del coleccionista, y aquellas pesadas canoas Grumman, con la arena raspándome las rodillas,
nuestra perspectiva personal y contemporánea, así como nuestro remando con furia y oteando con mirada de águila en busca de remolinos
conocimiento del valor de las cosas, nos hacen sentirnos superiores a la que indicaban la presencia de rocas en el agua.
persona cuyas propiedades se han sacado al jardín. Recuerdo la emoción de penetrar en los rápidos, que parecían tan
Algunas cosas las atesoramos por representar una moda contem- complicados e innavegables; y de pensar, a los once o doce años de edad,
poránea, otras por las asociaciones que despiertan en nosotros, y otras por seguramente por primera vez en mi vida, «Tío, estás al mando; más vale que
amor o por el orgullo que nos produce nuestra capacidad de intuir las
tengas una idea». Recuerdo una excursión en la que llevé el forro de fibra
asociaciones del anterior propietario.
del casco que usó mi padre en la segunda guerra mundial, que por alguna
Algún día —probablemente, no mientras yo viva, pero tal vez sí—, el
razón había pintado de amarillo de cromo, y con el que me sentía, por usar
contenido de mi cabaña acabará por sacarse al prado y la gente se
maravillará de los caprichos o la presciencia del coleccionista; y entrarán una expresión de la época, genial. Era un fanático del piragüismo.
en la cabaña y probablemente asentirán para sí mismos, apreciando la En la excursión del casco amarillo le pedí al monitor que dejara que mi
labor de artesanía, y es posible que miren la ventana por la que ahora canoa fuera la última. Deseaba la responsabilidad de ir en retaguardia,
mismo entra la luz sobre mi hombro izquierdo, y vean la marca oblicua de fastidiado por la idea de que los adultos fueran siguiendo mi avance, lo que
lápiz que hay en el alféizar, debajo de la cual está escrito 18 DE MAYO. indicaría que no era más que un niño.
Hice la marca para señalar dónde llegaba la luz a mediodía del 18 de Me sentó fatal que el tío no permitiera que mi canoa fuera la última y
mayo, hace unos años, mientras estaba aquí sentado, escribiendo. remé bastante cabreado. Y aquel mismo día choqué con una roca, volqué y
quedé atrapado entre la canoa y la roca. Y el tío vino y
me salvó.
Perdí el casco amarillo, mi petate y mi saco de dormir; y proba-
Una infancia en el campo blemente, uno de los estupendos cuchillos que por entonces tenía el
privilegio de llevar al campamento.
Cuando yo era niño, en Chicago, el «campo» era el campamento de la Por fin conseguimos rescatar la canoa. Pedimos remos prestados y
YMCA. Recuerdo el comedor y las jarras de leche helada con gotitas llegamos al lugar de acampada de aquella noche, donde nos dijeron que
condensadas; y recuerdo a los chicos de la cocina, que eran las estrellas habían sabido de nuestros apuros al ver todo nuestro equipo, junto con el
del campamento y otorgaban todo droit de fou; cuando éramos pequeños casco amarillo, flotando río abajo.
todos queríamos ser pinches de cocina de mayores. Recuerdo los huevos friéndose en manteca por las mañanas, y el pan en
El campamento era un paraíso para un chico de ciudad. Había tiro con barra, y el maíz y las patatas asadas en las brasas; y el té de sasafrás, que se
arco y con rifle, y deportes acuáticos en un complicado embarcadero de anunciaba (y sabía más o menos) como cerveza sin alcohol descarbonatada
aluminio instalado en el frío lago Michigan; y recuerdo varios veranos en y alterada para darle a uno marcha.
los que mi mejor amigo, Lee, y yo pasamos todas las horas de natación En una excursión comimos estas cosas durante una semana, acampando
practicando la «lucha libre acuática», bonito deporte consistente en en las dunas del lago Michigan, en lo que creo que era el Bosque Nacional
intentar ahogarnos el uno al otro. de Manistee, donde el viento sopla más fuerte y más continuamente que en
Y por supuesto, había fuegos de campamento y referencias a las ninguna otra parte que yo conozca. Pasamos toda la semana dentro de
danzas y artesanías de los nativos americanos, y funciones de aficionados nuestras tiendas, excepto cuando estábamos
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amaba tanto el mundo que le rodeaba que se sentía impulsada a Una vez le pregunté a Norm Pelligrini cómo se las apañaba la emisora
investigarlo más, bien creando obras de arte, bien apreciando dichas obras. para formar a sus locutores, cómo les enseñaba a desarrollar aquel alto nivel
El mismo eclecticismo del Special nos resultaba instructivo: blues, de uniformidad y claridad perfectamente identificables. Me dijo que la
música folk, canciones de variedades y sátira, como decía la presentación. emisora no formaba de ningún modo a los locutores, y que éstos
¿Qué mejor manera de pasar la noche del sábado o, puestos a ello, la vida simplemente «captaban la idea».
entera? La WFMT significaba escuchar a Studs, con su humanismo y su
Nuestros ídolos, los ídolos de los que crecimos oyendo el Special, entusiasmo y, por último, su maravillado deleite por todo aquel maldito
eran gente con mucho talento, mucha audacia y nada de respeto: Shel asunto. En épocas posteriores de mi vida significó ir al estudio y hacer un
Silverstein, Lord Buckley, Mike Nichols, Gibson y Camp, Studs Terkel... programa con Studs, en el que él y yo leíamos fragmentos de alguna nueva
Nos encantaba vivir en el mismo barrio en el que Severn Darderi obra mía, y él siempre se quedaba con el papel más lucido.
pronunció la primera «Breve charla sobre el Universo» del profesor Casi todas las organizaciones artísticas decaen y acaban apestando antes
Walter van der Vogelveider, en la que comunicó a un público hasta de morir. Casi todas superan su vida natural, su utilidad saludable, mucho
entonces ignorante que, efectivamente, los peces piensan, aunque no con antes de verse amenazadas por un problema u otro.
bastante rapidez. En el mismo barrio donde vivían los Compass Players, a Casi todas las organizaciones artísticas tienen una vida breve.
cuyos vástagos, Nichols y May, oíamos con frecuencia en el Special. La WFMT ha vivido una larga vida, y ha prestado y sigue prestando a
Jugábamos a adivinar qué canciones pondrían a continuación Ray la comunidad un servicio fundamental. Ha persistido y ha crecido.
Nordstrand o Norm Pelligrini, los directores del programa. Oh, acaba de He vivido muchos años fuera de Chicago, y sólo puedo suponer que en
poner Dos mineros de Beyond the Fringe, así que lo más probable es que ocasiones no ha debido resultar fácil ni agradable mantener la emisora como
ahora ponga Oscuro como una mazmorra de Cisco Houston, o tal vez La un reflejo de la visión individual y colectiva de sus directores.
vida del minero de Pete Seeger. Jugábamos a eso todo el tiempo y, si la A mí la emisora me suena ahora muy parecida a como me sonaba
memoria me es fiel, solíamos acertar en nuestros vaticinios. Era nuestra cuando era un crío: una voz que dice «La cultura es lo que hacemos. Ahí
cultura. Nos pasábamos toda la noche de Fin de Año oyendo el All-Night van unas cuantas cosas de nuestro patrimonio que nos gustan, y creemos
Special y llamando para hacer peticiones y comentarios. Era algo nuestro. que también les gustarán a ustedes». Era y es una voz hermosa, una voz con
Como la Sinfónica, o los leones que hay delante del Instituto de Arte, o el amor propio, la voz del hogar.
bajón de agosto de los Cachorros. La WFMT era Chaliapin cantando Los
bateleros del Volga, era Ray Nordstrand diciendo «En Chicago son
(pausa) las once (pausa) y cuarto (pausa interminable)... un poco más
tarde que de costumbre», una de las declaraciones más extravagantes que
Tostada fría
jamás he oído en la radio, y sin embargo él lo decía de un modo que
resultaba perfectamente comprensible.
Ahora que lo pienso, los locutores de la WFMT eran las únicas Una vez se representó una obra mía en el West End de Londres. La
personas que he o/do en mi vida dotadas de la habilidad de leer un número producción, con reparto norteamericano, había vendido todas las entradas y
de teléfono como si estuvieran exponiendo una máxima filosófica: no creo amenazaba con permanecer mucho tiempo en cartel. Fui allá a las pocas
que se les pueda hacer justicia en letra impresa, pero ya saben a qué me semanas del estreno, de visita y supongo que para jactarme del éxito de la
refiero. Lo leían como si fuera un silogismo; el número es el cuatro-siete- obra. En la calle me encontré con uno de los actores.
dos («sí A es esto o lo otro»)... seis-tres («...se deduce que.,.») nueve —¿A que es estupendo? —le dije—. La jodida función va a durar
(breve pausa) cuatro (por tanto, B: Quod Erat Demostrandum.) eternamente.
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—Me vuelvo a casa la semana que viene —dijo él—. Toda la compañía se el distrito de las pieles, el de los abalorios, el de las flores, etcétera. Y Greg y
vuelve a casa la semana que viene. —¿Por qué? —pregunté. —Porque yo solíamos bromear, cada vez que uno de los dos quería comprar un
tenemos morriña. objeto extravagante, por ejemplo, un bastón de campo con asiento:
Y efectivamente, se volvieron a casa. Y yo lo entendí perfectamente. «Tendrás que ir al distrito de los bastones con asiento.» A veces
llegábamos a extremos ridículos, casi más por costumbre que por humor,
Yo también tiendo a sentir nostalgia del hogar cuando estoy en como uno de nuestros favoritos que era el distrito del hilo dental. O, por
Londres. Porque Londres es como tu casa, pero, decididamente, no es tu ejemplo, cuando íbamos al dentista: «Te llamo desde el corazón del distrito
casa. Por ejemplo, por mucho que lo intentes, jamás conseguirás aprenderte de los conductos radiculares.» Cuando nos referíamos a Londres, lo
las arcanas normas de los horarios de los pubs; y creyendo que por fin lo llamábamos siempre el distrito de las tostadas frías. Y nos decíamos que en
has entendido, llegas invariablemente al pub con la esperanza de tomar un América, donde toda novedad se considera buena, y si se trata de una
trago y que esta vez no te van a echar, sólo para encontrarte con una novedad extranjera es buena por partida doble, jamás hemos visto ni
camarera que te mira a los ojos y declara con lo que seguramente no es, podríamos imaginar un letrero que dijera COCINA INGLESA.
pero parece, un aire de decepción paternalista: «Son las dos diecinueve», o Hay muchas cosas buenas en Gran Bretaña, y en Londres en particular.
la hora que sea cuando tú llegas al pub y el pub acaba de cerrar; y te Pero la cocina no figura entre ellas, y creo que la mayoría de los
quedas sin trago y te sientes muy lejos de casa. londinenses sería incapaz de identificar una verdura aunque les apuntasen
También tenemos lo de circular por el lado contrario. Vas cansado, con con un revólver a la cabeza.
el trauma del cambio de horario, generalmente con indigestión a causa del Greg estuvo en Londres dirigiendo una de mis obras. Llevaba allí varias
efecto combinado del exceso de té, el exceso de licor y la falta de sueño, y semanas cuando llegué yo, y desayunamos juntos. Nos encontramos en el
siempre que llegas a un cruce, piensas: «Ah, sí, sólo hay que mirar hacia el restaurante del hotel, miré el menú, leí TOSTADA CALIENTE CON
lado contrario de donde ibas a mirar y...» Y en cuanto te bajas de la acera MANTEQUILLA, sonreí y le pasé el menú a Greg. No le hizo ninguna gracia.
te encuentras invariablemente mirando hacia el lado que no es... lo cual, «Vamos a pedirla», sugerí alegremente, pero él no se rió, y siguió sin reírse
unido a la encomiable sinceridad del conductor londinense, puede convenir cuando llegó la tostada, fría como la tierra, blanda y revenida. Los ojos de
la vida del peatón expatriado en algo muy duro. De hecho, un colega mío Greg me decían «Al cabo de un mes, deja de tener gracia».
estuvo a punto de morir en una calle de Londres por bajarse de la acera Londres y Estados Unidos parecen muy similares pero no lo son. Desde
mirando hacia el lado equivocada luego, Inglaterra es otro mundo. Posee abundantes gentilezas y cortesías
¿Y lo de la indigestión? Tienes el estómago hecho polvo por el propias, pero son diferentes de las nuestras y, al cabo de algún tiempo, los
cambio de horario y ¿qué hay para comer? americanos nos hartamos y queremos volver a casa. ¿Qué hago para sentirme
En Estados Unidos, los que tenemos un oficio peripatético nos cómodo cuando estoy aquí? Hago lo que veo hacer, y bebo cantidades
pasamos la vida comiendo en hoteles y restaurantes. Después de unas ingentes de té. Nunca sé cuándo se puede ir a los puñeteros pubs, pero adoro
cuantas semanas en cualquier hotel, y después de unos cuantos años en un el carácter acogedor y accesible de las diversas teterías, y a continuación dejo
montón de hoteles, toda la comida de los hoteles y restaurantes te sabe constancia de varios momentos de comodidad y relajo que pasé tomando té
igual. Sabe a «comida», y la comida sabe a algo que se puede tragar y que, en Londres.
después de comerlo, lo mejor que uno puede decir es que estaba caliente
(cuando lo está). Mi amigo Greg Mosher y yo, emigrantes de Chicago, nos
pasamos años trabajando en el teatro en Nueva York. Nos encantaba la El Embankment
compartimentizacíón de Nueva York: en esta ciudad, la más materialista y
comercial del mundo, cuando quieres una cosa, sea la que sea, no sólo hay
Voy paseando a lo largo del Embankment. He dormido hasta muy tarde,
siempre una tienda que lo vende, sino todo un distrito con muchas tiendas
a causa del cambio de horario, y me siento algo desorientado. Tengo que estar
del ramo. A saber:
en el teatro dentro de hora y medía, tiempo insuficiente para escribir o hacer
cualquier otra cosa seria, pero sufi-
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del pintor soviético Erik Bulatov. Eran cosas muy serías, presentadas a
aquellos «pensamientos» capaces de volar, impulsados por un motor de manera de carteles, y parece que trataban de la vida en la sociedad soviética.
gasolina del tamaño de mi dedo pulgar. Supongo que la palabra correcta Qué estupendo, pensé, vivir en un ambiente en el que no se insiste en que las
es «aviones»; ¿qué norteamericano es capaz de pasear por Londres sin cosas tienen que significar algo. En el café del ICA había hombres y
pensar en aviones? Desde luego, ningún norteamericano que fuera chaval mujeres jóvenes, muy serios y atractivos, jugando al ajedrez y mirándose
en los años cincuenta. unos a otros. Es imposible estar más delgado y masticar tabaco con más
Me detuve en la librería Penguin, fascinado como siempre por los elegancia. En mi país ya no hay gente así. Como es natural, bebí té, aunque
diferentes formatos y tirulos de los libros. En nuestros Estados Aturdidos ya tenía los dientes flojos. Pero es como conducir campo a través: es más
los libros se están volviendo demasiado reglamentarizados, ¿no creen? fácil seguir que detenerse. Llegaron Dick y Laura. Descubrimos que ya no
Cada año hay menos librerías de propiedad particular, se publican menos ponían la película que queríamos ver; había leído mal el Time Out y lo que
cosas fuera de lo normal o cuestionables, y la benevolencia de cualquier ponían era una cosa de semianimación de la Europa del Este. Éramos
oligarquía actual debe necesariamente... bueno, vamos a dejarlo. americanos mojados y ya habíamos tenido bastante seriedad para aquel día,
Compré un libro de T. H. White, The Goshawk, una crónica de varios así que nos largamos a Leicester Square y compramos entradas para un pase
meses que White pasó en la campiña inglesa en 1939, amaestrando un nocturno de Las amistades peligrosas. Para matar el tiempo hasta la hora de
azor de gran tamaño con la única ayuda de un manual de hace trescientos la sesión, nos metimos en un restaurante francés que hay enfrente del teatro
años. Me llevé el libro a un comedero italiano que había a la vuelta de la Duque de York y nos emborrachamos como cubas, después de lo cual creo
esquina, con los precios escritos en pizarras colgadas de las paredes, lo que entramos a ver la película.
que en Estados Unidos llamaríamos un lunchroom o una luncheonette.
Dentro había muchos estudiantes leyendo, charlando y comiendo lo que
parecía —y resultó ser— buena comida caliente. Pedí una pizza
«napolitana», una variedad cuya traducción no recuerdo, pero sí que
Islington
recuerdo que estaba muy buena. Y naturalmente, bebí gran cantidad de té
oscuro y caliente, y la camarera sugirió para postre algo que no entendí, y Gran parte de mi carrera de turista en Londres la he pasado esperando.
por mucho que lo repitió no consiguió aclarármelo. Hizo una pausa y me No estoy sincronizado con la vida que me rodea. El cambio de horario, la
explicó: «Es como una esponja», y decidí pasar. falta de sueño y las diferencias culturales me desconectan de cualquier
Compré un ejemplar del Time Out, la revista de la vida nocturna, y me rutina que pudiera adecuarse al ambiente, y me paso un montón de tiempo
lo llevé a la lavandería, donde metí la ropa en la secadora y me puse a esperando que ocurra algo, esperando a quedarme dormido, esperando a que
buscar algo que hacer. la ciudad cobre vida, esperando a que los amigos terminen de trabajar. Hoy
Descubrí que aquella noche ponían una película que quería ver en el estoy esperando en Islington. No sé muy bien dónde está cada sitio de
ICA, el Instituto de Artes Contemporáneas, y llamé a mis amigos Dick y Londres en relación con los demás, pero, dado que el taxi no ha cruzado el
Laura, dos norteamericanos que se habían presentado de improviso en Támesis, supongo que Islington está en el norte.
Londres, y quedamos en encontrarnos en el ICA una hora después. Hemos pasado por una zona llena de tiendas de antigüedades, lo cual
Tomé un taxi en medio de la lluvia para que me llevara al ICA, hace que me caiga bien. Me gustan las tiendas de antigüedades y los
situado en un paseo con árboles. Nos costó bastante llegar. El taxista no distritos de anticuarios, porque me parecen una señal de decadencia
hacía más que dar vueltas y, por fin, se volvió y me dijo: «Parece que orgánica saludable. Por lo general, se trata de distritos de clase baja que han
estamos atrapados en un sistema de dirección única.» Así que pregunté el ido todavía a menos y ya no son capaces de mantener a sus habitantes, pero
camino y me bajé, pasé por debajo de un trasto que parecía la Puerta de ofrecen alquileres muy bajos a los chamarileros. Los chamarileros van
Brandenburgo, anduve cincuenta metros y llegué al ICA completamente siendo sustituidos por sus equivalentes artísticos, de alquiler alto, y los
empapado. anticuarios atraen a las clases altas con ganas de aventura, que acaban
Eché un vistazo en la librería y contemplé unos cuantos cuadros ennobleciendo la zona al establecer en
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La fábrica de camiones ban. Mi tarea favorita aquel verano era revisar barras de transmisión.
No sé muy bien para qué sirven las barras de transmisión, pero sé
No recuerdo el año exacto, pero fue a mitad de los sesenta. No que aquellas barras medían unos 75 centímetros y tenían una solda-
sé si estaba en casa de vacaciones de la universidad o si sucedió el dura en cada extremo, y que aquella partida estaba mal soldada. Así
último verano antes de marcharme. Tenía un empleo en la fábrica que me ponían en un rincón de la fábrica, con barriles llenos de
de camiones. barras de transmisión. Yo las iba sacando del barril una a una, coloca-
Estaba viviendo con mi padre cerca del lago, y la fábrica de ca- ba primero una soldadura y luego la otra sobre un yunque, y las
miones estaba cerca de Cicero. Iba y volvía en el coche de un par golpeaba con un martillo enorme, intentando separar las soldaduras.
de suecos. Creo que les pagaba un dólar diario, aunque puede que Estuve varios días haciéndolo, y había algo en el ritmo de la tarea —
fuera un dólar por viaje. Fuera como fuera, el caso es que a mitad
dar la vuelta a la barra en el aire para apoyar la otra soldadura, arrear
del verano decidieron subirme el precio, y recuerdo la expresión de
el martillazo— que resultaba completamente satisfactorio.
crueldad de sus caras cuando me informaron del aumento de
tarifas. Me pasé un mes a siete metros de altura, sobre un suelo de hor-
Yo empezaba mi jornada a las cinco de la mañana. Todavía no migón, arrancando un techo de amianto.
hacía un calor insoportable en la calle, y me acuerdo de que todas Estaban renovando una parte de la fábrica de camiones que pare-
las mañanas me encontraba con el mismo repartidor de periódicos cía un hangar, y a unos cuantos de la sección de mantenimiento nos
en Broadway, a la altura de Addison, y cuando le saludaba con la encargaron arrancar el techo. Nos pasábamos el día haciendo equili-
cabeza pensaba que el mundo era un sitio estupendo. En la parada brios en vigas de dos por seis, a siete metros de altura, como ya he
de autobús de Addison me fumaba un cigarrillo mientras esperaba dicho, arrancando el techo viejo con palanquetas. Durante muchos
el autobús. años he tenido los pulmones un poco flojos y la respiración algo
El autobús me llevaba al quinto coño y allí torcía al oeste, hasta rasposa, y me gusta atribuir esos achaques al mes que pasé con el
la esquina donde tenía que esperar a que me recogiera el coche. amianto, que me parece más dramático que achacárselo a veinticinco
Los dos suecos, por pintoresco e improbable que pueda parecer, años de tabaco.
se referían siempre a mí como «El Pasajero». Yo era El Pasajero. Otro mes me lo pasé con un tanque de herbicida a la espalda.
Y viajaba en la parte de atrás. El coche era un Chevrolet del 55 en Recorría el exterior de la fábrica, rociando lo que allí llamaban hierba.
impecables condiciones. Me recogían en Madison y rodábamos Una vez perdí la boquilla del aparato, no sé cómo ni por qué, pero
hacia el oeste, rumbo a la fábrica, a unos 45 kilómetros por hora. El desde luego por negligencia mía. Recuerdo que estaba aburrido y me
trayecto me tenía completamente quemado. Si hubieran conducido puse a pensar: qué cono, ya sé que debería manejar la boquilla de tal
a la velocidad límite, yo habría podido dormir media hora más por
manera, y resulta igual de fácil hacerlo así que de cualquier otra ma-
la mañana, llegar de regreso a casa media hora antes, y habría
tenido tiempo para ducharme y tomar una cerveza. Me daba la nera, pero la voy a manejar de esta otra manera porque estoy aburri-
impresión de que la lentitud del viaje era su manera de expresar el do y a lo mejor así fastidio a alguien.
odio que sentían por el mundo. Poco después de que me relevaran de la tarea de herbicida, tuve
Teníamos que fichar antes de las siete y media. No había que comparecer ante un tribunal de superiores que me preguntaron
problema, porque siempre llegábamos pronto. Otro de los grandes qué había pasado con la boquilla. Como es natural, mentí y les dije
momentos de la jornada era el de después de fichar y antes de que no tenía ni idea. Recuerdo que el interrogatorio se prolongó
empezar a trabajar. Teníamos tiempo para echar otro pitillo y tomar durante un tiempo interminable, hasta que uno de los jefes de la
una taza de café en un camión-bar. Todavía me siguen encantando sección de mantenimiento dijo: «Bueno, yo le creo. Le creo y no hay
esos camiones-bar, con su acolchado plateado en los laterales. más que hablar.» Y yo pensé: «Serás gilipollas. Pues claro que perdí
Opino que tienen que gustarle a todo el mundo. la boquilla. Lo sabe todo el mundo menos tú.»
Yo trabajaba en la sección de mantenimiento, lo cual quiere ¿Por qué era tan importante para ellos aquella boquilla? No lo sé.
decir que iba donde me mandaban y, una vez allí, hacía lo que me ¿Por qué no se limitaron a descontarme el dólar o los dos dólares que
ordena- podría costar y dar por zanjado el asunto? No lo sé. Recuerdo que me
descontaron dinero por otras cosas. Por ejemplo, por fichar dema-
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siado pronto, y también por fichar demasiado tarde después del almuerzo.
Teníamos veinte minutos para comer, entre toque y toque de sirena.
Cuando sonaba la sirena, yo estaba empapado de sudor y agotado. Muchos
días me subía a la litera de un camión y me quedaba dormido. Recuerdo
En Vermont
aquellas siestas como los sueños más profundos de mi vida. Me
encantaban aquellas cabinas con litera. Recuerdo a uno de los obreros de
La palabra que primero acude a la mente es fantasmas, pero las luces de
la fábrica señalando un par de cabezas tractoras nuevecitas y diciéndome
la colina no eran fantasmas y, si lo eran, no estoy seguro de qué clase de
«Hijo, dentro de un año, una de ellas habrá pagado las dos». Y cuando me
fantasmas serían, porque, desde luego, yo no soy un fantasma. No puedo
dijo eso, deseé comprar los dos tracto-res, sacarlos a la carretera y hacer
decir lo que eran, pero sé cuándo las descubrí.
que en un año uno de ellos pagara, los dos. Deseé dormir en la parte de
La colina misma debía tener algo que ver con ello. Abajo, en el fondo,
atrás de la cabina mientras el camión rodaba por la carretera. No puedo
cerca de mi casa, está el cementerio; y yo pasaba por él una noche,
creer que haya alguien que no lo desee.
pensando en la historia de Annie, cuando algo me tiró de la chaqueta.
Un día estábamos cavando una zanja delante de la fachada del principal Me gustaría decir que «sentí algo», queriendo significar «alguna
edificio de la fábrica, y un par de tíos (me gustaría decir que eran de la presencia», pero lo único que sentí fue un tirón en la manga de la chaqueta.
sección de mantenimiento, pero no sé si es verdad) estaban dentro de la Iba caminando justo por la parte central de la carretera. La noche estaba
zanja; justo antes de la hora del almuerzo, la pared de la zanja se oscura como el carbón, y yo iba por el centro para evitar la posibilidad de
derrumbó sobre ellos, matándolos. Creo que me enteré después de comer. que me pegaran ramas en la cara. Iba pensando en lo que me había contado
Lo más probable es que estuviera echando una siesta. Más allá de la Annie.
fábrica de camiones había una especie de factoría química, y cuando el Me había dicho que cuando era pequeña vivía en la casa blanca de la
viento soplaba hacia nosotros, que era casi siempre, todo olía como debe ladera, más arriba de mi casa, encima del cementerio.
de oler el infierno: inhumano, perverso y malsano hasta decir basta. Un día, cuando era pequeña, iba caminando y de repente apareció un
¿Qué más ocurrió aquel verano? Un clavo me atravesó la suela del hombre a su lado. En la solitaria carretera de tierra, en medio del campo; y
zapato y tuve que ponerme una inyección contra el tétanos, y estuve una
de repente, había un hombre a su lado.
semana cojeando y me enteré de la existencia de zapatos con suela de
Según Annie, iba vestido muy raro, al estilo de otra época. Y ella se
acero.
asustó.
Estuve toda una semana discutiendo conmigo mismo sobre si to-
El hombre la saludó con la cabeza y le preguntó cómo se llamaba.
marme o no un viernes libre. El lunes era no sé qué fiesta, y te lo pagaban
Annie era pequeña y sus padres le habían advertido que no hablara con
si trabajabas los dos días laborables adyacentes. Yo tenía una cita
desconocidos, así que no respondió. Él dijo que se llamaba Anders.
importante y, por supuesto, no fui a trabajar el viernes, con lo que me
Annie continuó el camino hasta su casa. Por la noche les contó a sus
quedé sin la paga del día festivo, y todavía estoy molesto veinticinco años
padres lo ocurrido. Le dijeron que Anders era el nombre de un peón que
después, y aún no sé si enfadarme conmigo mismo por mi debilidad, o con
había trabajado en la granja en tiempos de sus abuelos. Y en esto iba
la fábrica, por maquinar un plan tan astuto para asegurar la asistencia.
pensando yo mientras caminaba por el centro de la carretera y algo me tiró
Los camiones se hacían por encargo, y tenían fama de ser de
excelente calidad. de la manga de la chaqueta.
De vez en cuando veo uno por las carreteras del Medio Oeste o, con También está lo de las estrellas móviles que vi a unas quince millas del
menos frecuencia, por las del Este, e invariablemente le digo a quien pueblo, hace veinticinco años.
venga conmigo en el coche: «¿Ves ese camión? Yo trabajé en la fábrica.» Fue una noche de invierno, cuando yo era chaval.
Había cinco o seis en el cielo. Parecían estrellas. Se quedaban quietas
un rato y luego se movían, se agrupaban un momento y salían disparadas,
como si se persiguieran de un lado a otro del firmamento.
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A veces cruzaban el cielo a toda velocidad, otras veces se movían extendía con rapidez y que estaba ya prendiendo en el granero. Intenté
despacio hasta el horizonte opuesto, donde se reagrupaban formando apagarlo, pero ya era demasiado grande para mí y tuve que bajar corriendo y
llamar al departamento de bomberos del pueblo.
diversos diseños. Yo estaba con varios amigos. Estuvimos un rato Apagaron el fuego y yo estuve algún tiempo jactándome, con una
mirando y luego telefoneamos a la base aérea de Plattsburgh para sensación de buena vecindad rural que yo mismo me había adjudicado.
comunicar lo que habíamos visto. Porque consideraba que si yo no hubiera visto, reconocido, investigado,
El tipo que respondió al teléfono nos dio las gracias. Le preguntamos
y actuado al respecto, el granero y la casa habrían ardido.
si había recibido otros informes sobre el fenómeno y dijo que no. Le
preguntamos qué creía que podía ser aquello y dijo que no tenía ni idea. Y fue el recuerdo de aquella sensación de buena vecindad lo que
Veinticinco años después, una noche que volví a mi casa de la ladera me decidió a subir a la colina para investigar la luz.
vi de nuevo las luces. Porque en la casa blanca no había nadie, y tampoco vivía nadie en la
Eran las cuatro de la madrugada. Yo estaba cansado, y solo en la casa. casa siguiente, la que estaba al otro lado del prado donde se veía la luz.
Me estaba cepillando los dientes. Eché un vistazo por la ventana, y allí, Aparte de mí, no había nadie en la colina. Y debí sentir que aquella luz
ladera arriba, más allá del cementerio, más allá de la casa blanca, más sugería algo malévolo o peligroso, porque al vestirme para salir de casa cogí
arriba todavía, en la cima de la colina o, como se suele decir, en el punto una pistola.
más alto de la tierra, había una luz. Era una luz intensa, como los focos Eran las cuatro de la madrugada de una noche de comienzos de
montados en camiones que se utilizan en los estrenos de cine, o como un primavera cuando abrí la puerta y me felicité por mi valor.
reflector antiaéreo surcando el cielo. El rayo de luz giraba lentamente, Muchos no se atreverían a recorrer aquella media milla colina arriba,
describiendo una especie de cono con la punta en el suelo. Era un rayo pensé. Muchos se quedarían en sus casas.
mucho más potente que los focos klieg que se montan en los camiones. Y Y me pregunté por qué sería; y me respondí que porque aquella
era de un blanco purísimo. luz representaba un gran peligro; y tuve miedo. Volví a entrar en mi
El foco estaba en el suelo, más allá de los árboles que bordean el casa, cerré la puerta sin hacer ruido, como hacemos cuando somos
prado, en la cima misma de la colina.
Dado mi estado de agotamiento, asentí y seguí preparándome para niños y nos movemos en la oscuridad procurando no llamar la aten-
acostarme. ción de los seres malignos que acechan en la habitación.
Y entonces me pregunté qué era aquella luz en lo alto de la colina. Volví a entrar en mi casa y miré por la ventana, y vi que la luz seguía
«Bueno, no es más que...», empecé a explicar; y entonces me detuve, allí, en lo alto de la colina.
porque no tenía ni idea de lo que era ni de lo que podría ser. Me puse a Me pregunté si me daba por satisfecho con vivir en la ignorancia, sin
pensar en algo que justificara la presencia de aquella luz en lo alto de la saber qué era aquella luz, pero por mucho que me reproché mi cobardía
colina. Me asomé de nuevo a la ventana, y allí seguía, dando vueltas descubrí que no era capaz de subir a la colina.
lentamente. Me desvestí y me metí en la cama. Aunque tenía la cabeza llena de
La blancura de aquella luz me fascinaba, y recuerdo que pensé que pensamientos, me quedé dormido; y me desperté algún tiempo después,
jamás había visto una luz tan blanca. ¿Qué podría ser? Se trataba de algún sintiendo un miedo terrible, y vi una luz intensísima que penetraba por la
tipo de señal, pero ¿de quién y a quién?
¿Y que pintaba aquella luz allí, en mitad de la noche, en una apacible ventana de mi habitación y lo iluminaba todo, como si su fuente de origen
carretera rural de Vermont? estuviera justo al lado de mi casa.
Unos años antes, una noche de verano, había estado sentado en el Y me quedé dormido de nuevo.
porche de esa misma casa, mirando por casualidad carretera arriba, hacia A la mañana siguiente pregunté a todo el mundo en el pueblo si habían
la casa blanca, que entonces estaba desocupada, y vi un pequeño fuego visto u oído algo, y si podían explicar lo de las luces que yo había visto;
ardiendo bajo el granero. nadie había visto nada y nadie tenía explicación alguna.
Recuerdo que al verlo pensé «No es más que...» y cuando me fue
imposible desentenderme, subí y descubrí un fuego de maleza que se
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del sendero con la carretera de tierra, hay una depresión que señala
el primer emplazamiento que hubo en el pueblo, hace doscientos un verano, y oí a la anciana llorando y refunfuñando en plena noche,
años. Sea como fuere, bajando la cuesta desde mi casa, el terreno y salí un montón de veces para ver quién era, pero nunca había nadie.
forma una depresión, al fondo de la cual se encontraba el antiguo En otoño, de regreso en Nueva York, la amiga que me había hablado
camino. Todavía quedan algunos restos. A mí no me gustaron y de la casa me preguntó qué tal había pasado el verano. Le dije que
eché encima un montón de abono. Me pareció adecuado para tapar bien.
un punto hundido, oculto y algo desagradable.
—¿Sigue allí el fantasma? —me preguntó. —
Puede que conozcan lugares así. No en la ciudad, donde la
tierra está tapada, pero sí en el campo o en los bosques. Sí —respondí—. El fantasma sigue allí.
Puede que hayan conocido lugares que dan sensación de bienestar y
lugares que emanan peligro, como si estuvieran emitiendo el men-
saje «Haz caso de este aviso o lo lamentarás. No deberías estar
aquí». Eché un pequeño montón de abono en aquel hueco al píe de Música
la colina.
Al lado de mi casa, entre la casa y el cementerio, cerca de la
carretera, había un columpio. Una tarde, estaba empujando a mi Viví dos años terribles de fumador en Cambridge, Massachusetts.
hija en el columpio, y miré más allá de ella, colina abajo, y vi una No sólo fumaba, sino que fumaba puros, y en grandes cantidades.
figura junto al montón de abono. Era la figura de un hombre y Soporté los corteses letreros en comercios y lugares de reunión, y
estaba mor-talmente pálido, de pies a cabeza. muchas miradas de reproche nada corteses por parte de mis liberales
La vi durante un segundo y entonces desapareció. congéneres, que te miraban como diciendo: «Si yo no fuera una per-
Me pregunté si habría podido ser conjurada por mis sona educada, te miraría de tal manera que te haría darte cuenta de
sentimientos de antipatía hacía aquel lugar. que ese vicio tuyo, que bien sabes que es malsano aunque careces de
Varias semanas después —debió ser a finales del verano, fuerza de voluntad para dejarlo, es tan insultante y ofensivo para los
porque había manzanas en los árboles— mi hija me pidió que que te rodean como degradante para el que lo practica.»
subiera a un árbol para cogerle una manzana, cosa que hice. Llegué a estar harto de preocuparme por que mis cigarros provo-
Mordió un bocado y dijo que era demasiado pronto y que la caran la citada respuesta, y me pasé mucho tiempo pensando en lo
manzana estaba verde, y que no quería más. «¿Qué hago con ella?», que podía replicar: ¿debía mostrarme arrogante y no responder, arro-
preguntó, y yo le dije que la tirara al montón de abono, que estaba gante y responder, educado y pedir perdón? Etcétera.
quince metros más abajo. Como es natural, todo esto acabó por quitarle la gracia a fumar
—No —dijo—. No quiero ir allí. Allí vive un monstruo. puros. Mis congéneres liberales me habían reducido a un lamentable
Y se oía gente hablando. Fuera de las casas, por la noche. Un estado de amedrentamiento en este aspecto. Me reprendieron por
verano, en una casa rural de North Hero; todo un otoño, en los fumar puros en el parque; un parque que, antes de la reprimenda, yo
años sesenta, cuando yo estaba con unos amigos en el bosque, siempre había considerado como «aire libre». Y mi último refugio era
viviendo en un remolque alquilado. la encantadora tabaquería de Mass Ave, donde me dejaban sentarme
Aquel otoño, todas las noches oíamos a dos hombres hablando en la sala de ajedrez y fumar sus puros mientras trabajaba. Hasta que
fuera, durante toda la noche, hasta que uno de nosotros, que se lo que era un amado refugio se acabó convirtiendo en una prisión y
había quedado solo, llamó a la policía del Estado. Registraron los dejé de fumar.
alrededores y no encontraron nada; y cuando regresamos de
nuestras vacaciones, o de donde hubiéramos estado, todos nos Desde que lo dejé me siento mucho mejor. Mi ropa huele a lim-
decíamos unos a otros «Dios mío, ¿tú también lo oíste?» pia, respiro mejor y me encuentro mejor en general. Como toda per-
Gamo lo de la anciana de la casa a las afueras de Newport. sona reformada, soy consciente de los beneficios que esta reforma ha
Una amiga me habló de la casa del lago y yo la alquilé para pasar deparado al populacho en general; y ahora me opongo a que se fume
en los aviones, en los restaurantes y en cualquier lugar donde los no
fumadores no dispongan de medios cómodos para aislarse del objeto
ofensivo. Considero —y espero que sea así— que no expreso ni sien-
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to la santurronería que tan fastidiosa me resultaba cuando yo era su
receptor, pero admiro el resultado neto obtenido por los luchadores confesión me delatará como la vieja solterona que soy, considero que
por un mundo sin humo, las leyes y mejoras que han conseguido. estoy en mi derecho, y ahora ya se han enterado.
No es algo por lo que yo hubiera luchado, pero me alegro de que No voy a caer en el despropósito de sugerir que los tribunales
ellos lo hayan hecho. constituyan el foro adecuado para zanjar lo que ni siquiera yo, que soy
Pero ahora me toca a mí mojarme; y aunque temo que la natura- el ofendido, me atrevo a considerar una disputa; pero sospecho que
leza de mi objeción me expone al ridículo, voy a plantearla. existen otros con actitudes similares a la mía, y tal vez, en alguna
Me ofende y me molesta la universal costumbre de hacer sonar parte, logremos que nos escuchen.
música grabada en lugares donde el oyente no tiene escapatoria. Puede que a los que pensamos así nos consideren neurasténicos,
No veo ninguna necesidad de que los restauradores, pero también se nos podría mirar como a consumidores, y bajo esta
comerciantes y capitanes de medios de transporte decidan llenar perspectiva tal vez lográramos que uno o dos empresarios nos hicie-
los momentos supuestamente no musicales de mi jornada con su ran caso. Si yo viera un restaurante que anunciara «buena comida,
idea del tema musical adecuado. ambiente silencioso», seguro que le daba una oportunidad
Prefiero oír los ruidos de la calle, el silencio general o el bonito
ritmo de las conversaciones humanas a oír música en un
restaurante. ¿Por qué han de prevalecer los gustos del «asesor» del
restaurante sobre mí predilección por el silencio?
Prefiero los ruidos del gimnasio a las nefastas pulsaciones de la El hotel Lincoln
música disco, o como se llame eso que tocan ahora. No me gusta
perder tiempo ponderando los derechos del restaurante contra los
del cliente, que soy yo, cada vez que me planteo si debo pedir que El otro día saqué de la estantería un viejo libro sobre actuación.
quiten la música o que la bajen, o si es mejor que me marche. Me Se titula Actuación: Las seis primeras lecciones, de Richard Bo-
paso gran parte de la vida en restaurantes y en aviones. Es allí leslavsky, y es un libro que me encantaba cuando era un joven estu-
donde leo y donde escribo. Ambas actividades se ven gravemente diante de arte dramático. Me acompañó de manera casi constante
obstaculizadas por la presencia de música grabada. durante los últimos años sesenta y los setenta. Es una exposición
Se podría argumentar que se trata de un simple fondo musical, amena y accesible de la visión de Boleslavsky de esa filosofía que, a
pero para mí no lo es. falta de un término mejor, supongo que debemos llamar el Sistema
Me gusta la música. Toco música, compongo música y cuando la Stanislavsky.
oigo soy incapaz de desentenderme. La escucho contra mi voluntad, Voy a explicar por qué saqué el libro. Pasaba por delante de mi
me distrae de mis pensamientos, de mi libro, de mi trabajo, y televisor, que, confieso avergonzado, estaba encendido. Anunciaban el
detesto la selección, la presencia y el arreglo de la música, y la próximo pase de la película Tres lanceros bengalíes. Y pensé: bueno,
arrogancia de los que me someten a ella. ¿Será posible que exista no he visto la película, pero me encanta el libro. Y me propuse de-
un tipo de personas incapaces de beber alcohol o masticar comida mostrar a la televisión que mi cultura es anterior a la era electrónica.
sin oír a Ella Fitz-gerald o a Billie Holiday, que existan viajeros que
Me puse a buscar los Lanceros en las estanterías y no los encontré.
se sientan estafados si no oyen el Concierto de Brandenburgo
Sin embargo, encontré otro libro del subgénero, supongo que reduci-
cuando su avión aterriza, que cierta gente no pueda disfrutar de ir
de compras sin By the Time 1 Get to Phoenix? do, de memorias de lanceros, y dicho libro era ¡Lanzas arriba!
Pues bien: ¡Lanzas arriba! es de Richard Boleslavsky, y describe su
Sospecho que nadie disfruta con esa música. Que está ahí
porque sí, y que la mayoría de la gente ni se da cuenta, o bien ha carrera en los Lanceros Polacos al principio de la Gran Guerra. Com-
llegado a aceptar que se trata del acompañamiento sonoro ideal para pré el libro en una época en la que frecuentaba las librerías de teatro,
las actividades mencionadas. porque su autor había sido miembro del Teatro Artístico de Moscú
A mí no me ocurre ninguna de las dos cosas, y aunque sé que —el Camelot de mi juventud— y había escrito las excelentes Seis
esta lecciones.
Y así, veinte años después, envuelto en un absurdo diálogo con un
aparato de televisión, mi mente guió mi mano hacia uno de mis
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cosas en mis tiempos. Les expliqué la vida tan perfecta, cómoda y Entonces me invitó a su casa en el sur de Illinois para ver su
encantadora que llevaba por 170 dólares al mes, y les enseñé el empresa, recoger el cheque y tirar un poco en su campo de tiro al
libro y el recibo, como si el hecho de su existencia pudiera atenuar blanco.
mi pesadez; Le gustó el libro y yo se lo regalé, con una dedicatoria Me halagó la invitación, aun sabiendo que en parte constituía una
en la que deseaba que lo disfrutara mucho y le trajera suerte. manera de pedir disculpas por la decepción que él suponía que me
Me preguntó si el regalo incluía también el recibo. Vacilé un había producido el precio de la subasta. No soy persona gregaria y,
momento. El recibo se había convertido en algo precioso para mí. además, no quería que el hombre se sintiera obligado conmigo; pero
Era una reliquia perfecta de una época anterior de mi vida. Quería sabía por experiencia que los tiradores deportivos forman una frater-
aquel recibo. Pero ¿qué significaba aquel recibo? ¿Que, nidad muy amistosa y hospitalaria. Llevaba haciendo tratos comercia-
efectivamente, había vivido en aquella época? ¿Y eso quién podía les con aquel subastador el tiempo suficiente para conocerlo un poco.
dudarlo? Y puestos a ello, ¿a quién podía importarle? Al único que Parecía un tipo simpático, y su invitación a bajar al Sur y tirar un
podía importarle era a mí, y yo ya sabía que era verdad. Así que le poco concordaba con el estilo amistoso que, según mi experiencia, es
dije al actor que claro que quería que se quedara también con el casi universal entre los tiradores. Su oferta me pilló en un momento
recibo, porque quería formar parte de la secuencia de Boleslavsky a libre, y lo de la excursión y el tiro al blanco me pareció muy buena
Stanislavsky y el Teatro Artístico de Moscú, y me halagaba que idea. De modo que tomé un tren y me fui al Sur.
aquel joven quisiera que la tradición continuara con él, por Me recibió en la estación, en compañía de un amigo, y fuimos a
mediación mía.
casa del amigo. El tío tenía una colección enorme de escopetas ameri-
canas. Había como unas ochenta, colgadas horizontalmente en todas
las paredes de su sala de armas. En el centro de la sala, sobre una
mesa, había un modelo de un barco de vapor, que él había construido.
El subastador de armas El maldito chisme medía unos sesenta centímetros de punta a punta y
estaba hecho todo de latón. Me dijo que todos los detalles eran
exactos, hasta los aparejos e instrumentos más pequeños, y que fun-
Tomé el tren en la Union Station de Chicago, rumbo al Sur. Iba
cionaba a la perfección.
a encontrarme con un hombre al que sólo conocía por teléfono.
Aquello me pareció un poco obsesivo, y tuve que reprimir el im-
Dirigía una casa de subastas de armas de fuego. Yo le había
comprado varias piezas, y también le había vendido una o dos. pulso de poner en duda la absoluta perfección del modelo. Tenía ga-
En la última subasta habían vendido una pistola Colt del nas de decir «Pero no es posible que tenga todos los instrumentos y
calibre 45, que era mía. La había modificado a fondo, adaptándola aparejos del original», pero me callé la boca, aunque la minuciosidad
para tiro de competición. Pero como mi trabajo me impedía del modelo me parecía insultante, y admiré su colección de armas.
practicar el tiro al blanco decidí aligerar mi armero y se la envié al Una de las piezas de las que más orgulloso se sentía era un trasto
subastador. alemán, una escopeta de dos cañones con un cañón de rifle debajo.
La pistola y las modificaciones me habían costado en total más de Según parece, estas armas son bastante populares en Europa, pero yo
mil dólares, pero una subasta es un sitio donde se buscan gangas, y nunca había visto ninguna. Y su rareza se veía acentuada por varios
me daba por satisfecho con sacar ochocientos dólares por la accesorios montados en la culata, que cambiaban el punto de mira
pistola. cuando el tirador cambiaba de la escopeta al rifle. El trasto tenía un
Después de la subasta, el propietario me telefoneó para cargador de peine que salía de la culata al apretar un botón, y estaba
decirme que lo sentía muchísimo, pero que mi pistola se había muy bien hecho, y era muy alemán, y yo lo admiré hasta el infinito.
vendido por sólo 275 dólares. Se mostró sorprendido y apologético La puerta de la sala de armas del amigo había pertenecido a la
y dijo que estaba dispuesto a renunciar a su comisión, pero yo le cámara acorazada de un banco. Andabas por el pasillo, abrías una
dije que no, que otras veces me había beneficiado como comprador puerta que podría haber sido la del armario de la ropa blanca, y detrás
en sus subastas, que conocía las reglas del juego, y que la pistola se de ella te encontrabas con la enorme puerta de acero.
había vendido al precio que le atribuía el mercado, que dedujera su Los dos amigos anunciaban sus armas todos los meses en un fo-
comisión y que me enviase un cheque.
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lleto de estilo anticuado, con ilustraciones hechas a mano. Yo coleccionaba Lo llevamos todo a la mesa de la línea de tiro, y colocamos los rifles en ella,
sus folletos y había pujado por algunas de las armas, y les había enviado
uno junco a otro. El subastador tomó un saco de arena de entre los
algunas para que las vendieran; entre ellas, como ya he dicho, la pistola Colt
accesorios de tiro y me invitó a que disparara el primero. Vimos al otro
45 automática.
hombre colocando las dianas al extremo del campo de tiro. Antes de
Dijeron que me iban a llevar a su club. Fuimos hacia el sur por una
carretera que atravesaba una región agrícola muy llana. Poco después, el prepararme para disparar aguardé, con esa cortesía esquemática de los
terreno se fue haciendo más ondulado y con más árboles. Nos metimos por tiradores, que siempre tiene un ligero toque de exhibicionismo, a que
una carretera lateral y después atravesamos una zona de bosque para llegar regresara y se situara por detrás de la línea de fuego.
al club de tiro. El rifle era un instrumento muy rápido y poco ruidoso. Un Swift 220 o
Me explicaron que el club era muy exclusivo y que tenía miembros de algo así. Una monada de rifle. Tomé el saco de arena, lo coloqué de golpe
todo el Medio Oeste. Durante mucho tiempo, la admisión había estado en la mesa delante de mí y formé un surco con el canto de la mano. Abrí el
cerrada, y las nuevas oportunidades de afiliación tendían a recaer casi cerrojo del rifle y coloqué la culata en el surco del saco de arena. El
exclusivamente sobre los familiares y amigos de los viejos socios. subastador me pasó cinco cartuchos y yo los cogí y los coloqué junto al saco
Además me dijeron que para solicitar el ingreso uno tenía que pasar de arena. Me senté en la silla metálica y la acerqué a la mesa de tiro.
noventa días «bajo la lona». Yo nunca había oído esta expresión y me Pregunté si podía hacer un disparo sin munición para probar el rifle, y
pareció en exceso rebuscada, hasta que reflexioné que mi negativa a me dijo que estaba bien. Me situé detrás del rifle y miré por el visor. El
aceptarla se debía probablemente a la envidia y a mi ignorancia de la enfoque era adecuado y el blanco se veía muy cercano. Adopté una buena
situación que describía. Para la gente que tenía necesidad de referirse al postura de tiro, con el brazo izquierdo cruzando el pecho y la mano
fenómeno en cuestión, la frase no sólo resultaba adecuada sino, a pesar de agarrando el hombro derecho; eché el cerrojo y apunté al blanco. Respiré
mis recelos hacia su pintoresquismo, directa y profesional en grado sumo.
hondo. Primero aspirar y luego soltar el aire despacio; aspirar y soltar a
Mientras recorríamos el largo sendero de entrada al club —su-pongo
medias, hasta hacer coincidir las líneas cruzadas con la base del centro de la
que todos hemos pasado por esa experiencia del primer con-tacto con un
diana. Apreté el gatillo, que funcionó limpiamente con una fuerza que
recinto aislado y exclusivo, en el que el sendero que va de la puerta de la
verja al edificio principal parece interminable—, me señalaron la casa del calculé en unas tres libras y media. Abrí el cerrojo, alcé la mirada y metí los
guardabosque. cinco cartuchos en el cargador. «Bueno, creo que ya voy a tirar», dije. Los
Pasamos de largo, cruzamos varios arroyos y dejamos atrás el pequeño dos hombres asintieron y se echaron más hacia atrás, apartándose de la línea
lago del coto del club de tiro. Me dijeron los nombres de los arroyos, y cómo de fuego.
pescaban en el hielo, y que los estanques estaban llenos de pesca, y que las Metí cuatro balas en la diana, y me dio tanta alegría que me puse un
mujeres de los deportistas preparaban tal o cual plato tradicional en fechas poco nervioso y se me escapó un poco el quinto tiro. «¡Pifia!», grité después
señaladas. del último tiro, y al instante me sentí como un idiota, como si hubiera algo
Llegamos a una cabaña y aparcamos. La cabaña estaba amueblada con en el mundo que dependiera de la consistencia
varias mesas largas y una o dos sillas de madera. En las paredes había de mis tiros.
taquillas y estanterías. Abrí el cerrojo y uno de los hombres dijo que había tirado muy bien.
Mis acompañantes firmaron en un libro de registro, sacaron varias
Pero yo estaba frustrado por el último tiro y traté de mitigar mi sensación de
dianas de un arcón y salimos al exterior por el otro lado de la cabaña, donde
había un campo de tiro con rifle, de cien metros de longitud. torpeza insistiendo en ello. «No», dije. «El último tiro se me ha ido
lejísimos. Lejísimos.»
El amigo del subastador se hizo cargo de las dianas y recorrió los cien
Nos acercamos a los blancos, retiramos la diana y vimos que tenía
metros hasta los postes. El subastador y yo volvimos al coche, abrimos el
cuatro impactos agrupados en un par de centímetros, en la parte inferior
maletero y sacamos varios rifles, orejeras y un saco de lona.
derecha del centro de la diana, y un quinto tiro a dos centímetros por debajo
y a la derecha del grupo.
Aquello era tirar bien, aun contando la pifia, y tanto la honradez —
había disparado mejor de lo que solía— como la cortesía exigían
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que me callara y dejara tirar al siguiente. Pero, por lo visto, no podía pequeño, me gustaba rondar por la cuarta planta de los almacenes
quedarme callado y seguí hablando de la suavidad del rifle, de lo bue- Marshall Field's para hombre, en el cruce de Wabash con Washing-
no que era el rifle, y de cómo se me había escapado el último tiro. Me
ton. Buena tienda para un chaval.
sentía como un imbécil y me daba cuenta de que a los otros mi cha-
chara les sonaba a falsa. En la cuarta planta había un oso kodiak con el que te topabas
Colocamos blancos nuevos y regresamos a la línea de tiro. Dispa- nada más salir del ascensor. Un cliente había cazado el oso y lo había
ramos con otros rifles, pero yo ya estaba pasado de rosca y no conse- donado a los almacenes. Yo no dejaba de preguntarme qué clase de
guí agrupar más tiros. hombre sería capaz de cazar un oso como aquél y luego exhibirlo en
Les dije que tenía que tomar el tren de las cuatro de la tarde para otro sitio que no fuera el salón de su casa. Todavía me lo sigo pregun-
volver a Chicago. Ellos me pidieron que me quedara a tirar un poco tando.
más, pero insistí en que tenía que irme. En cualquier caso, el oso estaba de pie sobre sus patas traseras y
Volvimos a atravesar la región agrícola, regresamos a la ciudad y parecía que iba a caer sobre ti cuando salías del ascensor. Tres o
nos dirigimos a la casa de subastas. El propietario me enseñó cómo cuatro metros de altura. Había otros animales, y cabezas de anima-
funcionaba su empresa, cómo separaban las piezas de calidad de las les, y peces, en exhibición por toda la planta, pero para mí el oso era
vulgares, como limpiaban, registraban y fotografiaban todas las pie-
lo más.
zas. Recorrí los pasillos, contemplando los artículos expuestos en las
vitrinas. A la derecha estaba el departamento de armas. Para llegar a él
había que pasar por el de cañas de pescar, pero era una caminata
Ya casi era hora de ir a la estación. Estábamos en su despacho, corta.
bebiendo café y despidiéndonos. Entonces me llamó la atención una
A la izquierda estaba la ropa. No me acuerdo mucho de la ropa de
pistola de muy buen aspecto que había en una caja, sobre un estante.
—Ésa es mía —dijo el subastador—. Un verdadero chollo. La la cuarta planta. Me acuerdo más de los sombreros de la segunda.
robé por doscientos cincuenta dólares. Mi ronda habitual me solía llevar de la cuarta planta a la segunda,
Cogí la pistola para admirarla y vi que era la que yo le había bajando por la escalera. Tenían el surtido de sombreros más magnífi-
enviado para que la vendiera. co que he visto en mi vida.
Todos los veranos me probaba innumerables sombreros de paja,
hasta que decidía que ni la época ni mi personalidad tolerarían que
me pusiera uno. La verdad es que un verano llegué a comprar uno,
Avenida Wabash pero no recuerdo que me lo pusiera nunca.
También recuerdo haber comprado una o dos boinas en la planta
segunda. Muy románticas. Nada de panamás extra-selectos de 150
La avenida Wabash pasaba por debajo del paso elevado del metro.
dólares (una verdadera fortuna a principios de los sesenta); nada de
La parte importante la formaban las ocho manzanas comprendi-
gorros de trampero de piel de marta, tan bonitos que ni me atrevía a
das entre la calle Randolph por el norte y la Van Buren por el sur.
probármelos. No, a lo largo de los años compré una o dos boinas y
La Wabash era el trasero de la avenida Michigan.
me las puse nada más salir de la tienda, sintiéndome la viva imagen,
La Michigan era pura ostentación. De cara al parque, con vistas a
respetable y a la última, de un joven serio con aspiraciones artísticas.
las estatuas, al Instituto de Arte y al lago. Era pura grandiosidad
La planta baja estaba dedicada a camisería, pero la llamaban ha-
europea en piedra blanca. La avenida Michigan era el dinero del viejo
berdashery. He buscado esta palabra en el diccionario muchas veces a
Chicago dándose palmaditas en la espalda a sí mismo.
lo largo de los años, porque cada vez que la veo me siento intrigado
La Wabash, que discurría paralela, era para mí un Chicago más
por su origen. Voy a buscarla una vez más. Veo que mi diccionario
auténtico. Era una calle que siempre estaba oscura; pasaba bajo el
me dice que procede del inglés medio, haberdassherie. Está claro que
paso elevado y el sol nunca daba en la avenida Wabash. Siempre
necesito otro diccionario auxiliar.
había mucho ruido. Era una calle masculina. Una calle comercial. De
Venga de donde venga, siempre me ha parecido una palabra ton-
ta. Y lo que es más, siempre la asociaba mentalmente con Harry
Traman, un hombre que no evocaba precisamente elegancia relajada.
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Sí, ya sé que me dirán que basta con señalarle los palos a un mozo para
las partes superior e inferior de mi cuerpo, y creo que aprendí una o dos
que los transporte esa distancia ofensiva.
Y yo respondo: sí, se podría hacer eso, pero entonces caeríamos de cosas, y hasta confieso que aguardaba expectante mi encuentro con el
cabeza en lo que me parece el segundo inconveniente grave de este deporte: profesional para jugar al golf.
me da la impresión de que para jugar al golf hay que disponer de enormes Pero aquel día llovía a cántaros, y el profesional y yo no llegamos
cantidades de tiempo y espacio. a jugar.
Mi ídolo, Thorstein Veblen, escribió en su Teoría de la clase ociosa que Pasé media hora muy agradable sentado con él en su despacho. Le
el césped, tal como lo conocemos, no es ni más ni menos que un intento de comenté que había visto pájaros en el campo de golf y le pregunté si alguna
recrear un prado devorado por las ovejas, confiriendo así a sus propietarios vez sufrían percances.
la condición de nobleza rural. Pues bien, cuando llegué a Escocia lo entendí.
Me dijo que, a lo largo de los años, había derribado algún que otro
Para llegar al refugio había que atravesar un valle llamado Glen Devon.
pájaro; y que, cuando era joven, solía llevárselos a casa y guisarlos.
El coche salió de Edimburgo y subió más y más, cruzando verdes
praderas y senderos rurales, hasta que la tierra desapareció por el lado Me explicó que una pelota de golf puede volar a casi 200 kilómetros por
izquierdo y contemplé una de las vistas más espectaculares que he tenido el hora, y que esas cosas suceden. Incluso me contó que una vez había abatido
placer de ver en mi vida. una oveja.
Vi un empinado valle de montaña y, al otro lado, una ladera cubierta de Can aquello tuve bastante. Me desabroché la chaqueta, me relajé y
ovejas, miles de tapias de piedra que se cruzaban entre sí, y una hierba mantuvimos una amena charla sobre el deporte, el juego y las apuestas, y de
mordida hasta dejarla como el césped mejor y más cuidado del mundo; lo bien que estaría el mundo si le dejaran a uno ganarse la vida haciendo lo
como si, en homenaje al señor Veblen y sin pensárselo dos veces, lo que le gusta.
hubieran segado hasta conseguir que adquiriera aquel aspecto. Me podría haber pasado allí todo el día, pero el hombre tenía cosas
Luego vi el campo de golf, al que sin duda habían aplicado tan que hacer, así que me disculpé, le agradecí sus atenciones y me largué.
primoroso y caro tratamiento, y a mis ojos inexpertos les pareció idéntico a Seguía lloviendo, y el encargado del refugio me preguntó si me
las laderas devoradas por las ovejas que había más allá. Pero creo que fue gustaría probar alguna de las otras actividades didácticas y prácticas
Coco Chanel la que dijo que existen dos buenas razones para comprar una que tanta fama les habían dado.
cosa: porque sea muy barata o porque sea muy cara.
Me pareció bien y salí bajo la lluvia a su campo de tiro, donde, bajo la
Y pensé que, en mi caso, la dedicación al golf era una muestra de lo que tutela de otro excelente instructor, me divertí rompiendo varios platos de
el señor Veblen llamaba «consumo conspicuo» de tierra y energía.
arcilla negra. Regresé al refugio al cabo de un rato, mojado, helado y
Ya sé que no soy quién para hablar, porque estoy seguro de que ningún radiante, en busca de un trago de whisky y sintiéndome como un auténtico
golfista, a excepción de los más obsesos y empedernidos, habrá gastado
deportista.
tanto en sus palos como he gastado yo apostando por una pareja de ochos
La lluvia empezó a aflojar un poquito, y los golfistas se prepararon para
que no tenía ninguna posibilidad de ganar. Y me siento orgulloso de haber
dilapidado la más preciosa de mis posesiones, la juventud, encerrado en un jugar. Como ya he dicho, no es mi deporte, pero desde luego la gente que lo
recinto que —ya ven cómo es la condición humana— he llegado a practica se lo toma en serio, y cuando los vi colocar las pelotas bajo la lluvia
identificar como el escenario más estéticamente adecuado para practicar pensé que cualquier entretenimiento que pueda llegar a convertirse en
deportes: una habitación pequeña y llena de humo. monomanía merece un respeto, y me sentí reconfortado tanto por el whisky
Así que id en paz, golfistas. Vosotros por vuestro camino y yo por el como por mi propia generosidad.
mío. Recibí una nueva lección, que debía unificar deportivamente
Mi casa
Durante mis años juveniles en Nueva York, toda la gente que conocía
vivía en casas de pisos sin ascensor y no conocía a nadie que viviera por
debajo del quinto piso.
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Lo que más me llamaba la atención era una fuente de refrescos, que olía
a chocolate y a zumos diversos, con aquella frescura rica e indefinible que
Calle 71, esquina con Jeffery daba el mármol, y que me temo que ya no conocerán las generaciones
venideras. Mi padre me llevaba allí a tomar el famoso fosfato de chocolate
de Chicago.
Cuando yo era joven, la zona comprendida entre la calle 71 norte y el
parque era un barrio judío. Me gustaría concluir esta gira gastronómica de la Orilla Sur con una
Mi abuela me llevaba de compras y hablaba con varios tenderos de la mención a la Francheezie. Aquel non plus ultra de los comestibles era un
calle 71 en algo que debía ser yídish, polaco o tal vez ruso. Incluso conocía producto del restaurante Peter Pan, entonces situado en la esquina de la 71
a uno o dos de ellos de la Vieja Patria, que era la población de Hrubieszów, con el bulevar Jeffery, que era la encrucijada de la Orilla Sur. La
en la frontera ruso-polaca. Vivíamos en la avenida Euclides, en una casa de Francheezie era un perrito caliente abierto por la mitad, relleno de queso y
ladrillo. envuelto en beicon; y, en definitiva, estaba
Había un policía o vigilante, contratado por una especie de asociación muy bueno.
vecinal, que se llamaba Tex. Patrullaba la calle con dos revólveres con Los otros lugares de interés para mi mentalidad juvenil eran los dos
cachas de asta de ciervo al cinto, uno con la culata hacia delante y el otro cines, el Hamilton al este y el Jeffery al oeste del bulevar. Este último
con la culata hacia atrás. Solía pararse con frecuencia a charlar con los estaba a una manzana y media de mi casa.
niños. Los sábados cobraba mi cuarto de dólar y me iba al cine. Los dibujos
Los niños nos pasábamos el mayor tiempo posible en la calle. Las tapas animados empezaban, me parece recordar, a las 9 de la mañana, y ponían un
de las alcantarillas servían de segunda base y meta, o de porterías, según la verdadero montón. La cifra que recuerdo es «Cien cortos animados».
temporada.
A siete minutos cada uno, calculo que debían durar casi doce horas, y
En verano nos quedábamos en la calle hasta después de anochecer,
eso no puede ser; pero prefiero mis recuerdos a mi razón. Fuera como fuera,
persiguiéndonos unos a otros por todo el barrio, en lo que llamábamos
«persecución de motos», que, si la memoria no me falla, era una variante del había suficientes dibujos animados para mantener a la chiquillería en el cine
juego de guerra que los neoyorquinos llamaban «ringalevio». hasta después del anochecer del sábado, y hasta esa hora nos quedábamos.
íbamos al campo de golf municipal de Jackson Parle, a cuatro manzanas Tanto el Jeffery como el Hamilton estaban rematados por grandes
más al norte, a buscar pelotas perdidas. Y nos adentrábamos en el parque cúpulas azules tenuemente iluminadas, y mi mente juvenil trataba muchas
hasta llegar al lago, para quedarnos mirando el Club de Campo de la Orilla veces de deducir para qué podían servir. Me parecían algo arábigas, y aún
Sur. ahora, cuarenta años después, casi puedo recordar las fantasías que tenía al
Nuestros padres nos decían que el Club de Campo era «restringido», lo mirarlas. Creo que una de las cúpulas tenía estrellas y la otra no.
cual quería decir que no admitían judíos. Más que molestarnos, aquello nos En verano montábamos puestos de limonada, y en otoño nos metíamos
resultaba misterioso. Constituía la esquina noreste de mi mundo.
a pedir golosinas en los patios de todos los vecinos, que olían a hojas
Andando hacia el oeste por la calle 71 pasábamos por la confitería
quemadas.
Shoreland Delicatessen, y un poco más allá estaba el siguiente oasis, el
Recuerdo las peleas a puñetazos en la escuela Parkside, y el olor de la
establecimiento de J. Leslie Rosenblum, «Un drugstore en cada pulgada».
sangre en mi nariz la vez que me sacudió el amigo de un amigo, por algún
. Para mí, el local de Rosemblum pertenecía a un mundo diferente. El
comentario que hice, por el que creo que merecía que me
nombre me resultaba extraño y muy poco judío, a pesar del apellido. Se
pegaran.
podría decir que el establecimiento era el contrapeso apolíneo del dionisiaco
Años después viví en el Lado Norte.
y askenazí Shoreland. Era un local apretado, tirando a oscuro y tranquilo.
Conducía un taxi de la Unidad 13, en Belmont y Halsted, y una vez un
pasajero me hizo ir a una zona deshabitada, donde me puso un cuchillo en la
garganta y me robó la recaudación.
El tío cogió el dinero y se largó corriendo. Yo encendí un cigarrillo y
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quedé un rato sentado en el taxi, antes de ponerme en marcha en tarnos en coche oficial, una insistencia que habríamos apreciado
busca de un policía. Le conté al policía lo ocurrido y le sugerí que, si más si hubieran logrado encontrar el coche, pero nada es perfecto
deseaba perseguir al ladrón, yo podía acompañarle y ayudarle, ya en este mundo.
que el tipo no podía andar muy lejos.
Llegamos a lo que no creo que pueda considerarse el «centro
Él asintió y siguió anotando información. Le dije mi nombre y me
de Cannes», y ahí está el Carlton, un grandioso edificio Victoriano de
preguntó si mi familia había vivido en el Lado Sur. Resultó que aquel
poli había comprado nuestra casa. Charlamos un poco de la casa, y de forma cuadrada, que habría quedado muy bien en Brighton, de no
cómo había sido y de lo mucho que había cambiado; y los dos estuvi- ser por dos detalles: se encuentra en buen estado de conservación y
mos de acuerdo en que el ladrón se habría esfumado ya. está empapelado de pies a cabeza con carteles que anuncian
Me marché en mi taxi, y aquella fue mi última relación con el películas y estrellas, de muchas de las cuales nadie ha oído hablar.
viejo barrio. Entramos. Alguien me informa de que lo que hay que pedir es una
suite con vistas al mar. Pido una suite con vistas al mar, y me
comunican que están reservadas con años de anticipación, y que lo
que tengo que hacer es vivir y prosperar durante todo el tiempo que
Cannes voy a pasarme sin suite con vistas al mar. Así que subimos a la
habitación, nos vamos a dormir y llega el día siguiente.
Decido romper mi abstinencia del café, que ya duraba varios
Alguien me contó esta historia. Según él, es la quintaesencia de años, y me tomo una taza, luego otra, y después varias más, y nos
Cannes. Estuvo allí el año que Paul Schrader presentó su película
vamos a la playa a pasarlo bien.
Mishima, y en una parte de la presentación había un actor vestido
con kimono que se arrodillaba en el escenario y ejecutaba los movi- Se me ha informado de que en Cannes hay mujeres desnudas
mientos de un suicidio ritual. Cuando el público salía de la sala se paseando por la playa, y que su mascota favorita es un cerdo atado
encontraba con una doble hilera de Osos Amorosos de dos metros y con una correa. (A mi regreso, le cuento esto a un amigo mío, vete-
medio de altura, que repartían caramelos y folletos publicitarios de la rano de Vietnam, y me dice: «Ah, esos cerdos asiáticos barrigones.
película Los Osos Amorosos II. Los matábamos para pasar el rato. Debí traerme algunos de
Algo similar me ocurrió a mí, estando en el Grand Hotel du Cap, matute. Me han dicho que se venden a mil dólares».) Pero no veo
sin duda el establecimiento hostelero más bonito del mundo. Dába- ningún cerdo. Sí que veo mujeres desnudas, y todo me parece muy
mos un banquete para celebrar el estreno de nuestra película Homici- civilizado. También veo mucha gente paseando perros. Muchos son
dio. Ed Pressman, uno de los productores de la película, había invita- caniches franceses, lo cual me parece un poco rizar el rizo, pero qué
do al banquete a muchos periodistas norteamericanos. Ed se puso en le vamos a hacer.
pie y propuso un brindis, diciendo que parecía algo más que una También vi muchos de esos chuchos de raza indefinida que
ironía el que estuviéramos celebrando el estreno de una película reali- sólo aparecen en los libros de perros y en los retratos de la realeza
zada por judíos y que trataba de judíos, en el edificio que había aloja- italiana, y vi mujeres de cierta edad llevando a sus perros al
do al cuartel general nazi de la Riviera durante la segunda guerra trabajo. El tamaño de los perros oscilaba entre lo mediano tirando
mundial. a pequeño y lo ridículamente pequeño. Vi un perro de una raza tan
¿Es esto más o menos irónico que lo de los Osos Amorosos? diminuta que creo que la dueña me explicó que tenía dos, porque
Después de tres días en Cannes, no sé qué decir. en uno solo no cabían todos los órganos. Pero mi francés no es, ni
Tras llegar muertos de sueño al aeropuerto de Niza, mi novia, la mucho menos, perfecto, y es posible que la entendiera mal.
señorita Pidgeon, y yo somos arrastrados poco a poco al hotel Carl-
ton, con nuestro avance obstaculizado por las atenciones de un grupo Ha amanecido el día siguiente, miércoles, y la señorita
muy bien intencionado, supongo que perteneciente a la organización Pidgeon y yo nos dirigimos a la playa, como ya digo, para tomar el
del festival, que nos recibió en el aeropuerto e insistió en transpor- sol y quitarnos el desfase horario.
Ella va ataviada con un bañador clásico de una pieza, y yo visto
vaqueros y camiseta, con la esperanza de ocultar la figura que con
92 tanto esfuerzo y asiduidad he cultivado durante todo el invierno.
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David Mamet Una profesión de putas
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David Mamet
Una profesión de putas
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David Mamet Una profesión de putas
soy yo, que estoy temblando como una hoja, como decimos allá en donde seguía lloviendo a cántaros, y nos acompañó a uno de los coches de
Vermont. la organización.
Por la tarde hablo con unos cuantos periodistas más, y llega el Avanzamos por la avenida principal a paso de tortuga. En los cruces
momento de prepararse para la gran noche. había gendarmes con esos kepis tan cinematográficos, y a todo lo largo de la
¿Quién no ha luchado con un esmoquin? Nuestra amada está en el calle cortada al tráfico, desde el hotel al Salón del Festival, había dos
cuarto de baño, enfrascada en Dios sabe qué serie de preparativos apretadas murallas de gente. Cuando llegamos frente al Salón, la línea de
rituales, ajena a todo lo demás. Existe un abismo espiritual entre el automóviles se detuvo por completo. Teníamos que espetar varios minutos
cuarto de baño y la alcoba. La habitual unidad de espíritu conyugal, cada vez, avanzando luego la longitud de un
signo de un hogar feliz, se ha interrumpido. coche.
He comprado un esmoquin nuevo, y estoy a punto de ponérmelo por Delante de nosotros, a una distancia imprecisa, los coches se detenían
vez primera. El sastre sugirió sacar la cintura un centímetro. Yo me para desembuchar su precioso cargamento al extremo de la alfombra roja
opuse, porque me parecía que la cintura quedaba bien, y se lo dije. Él ceremonial del Salón del Festival.
indicó que si pensaba llevar el esmoquin con tirantes, y no con cinturón,
Estábamos en un túnel de gente que se cerraba sobre nosotros. Se
me sentiría más cómodo con la cintura un poco más floja. Yo sabía, o
apretaban contra el coche, y daba la impresión de que llegaban al techo por
creía saber, que sólo estaba siendo amable conmigo, y que si yo accedía,
me sacaría la cintura cuatro centímetros, haciéndome creer que sólo la los dos lados, juntándose en el centro. Disparaban cámaras con flash,
había sacado el centímetro prometido. La seguridad de que el tipo tenía golpeaban el coche y apretaban los rostros contra las ventanillas.
espejos adelgazantes en su taller apoyaba mis sospechas. Se preguntaban unos a otros quién iba en el coche, y debo decir que
Así que le dije que no sacara la cintura y empecé a introducirme en demostraban bastante buen humor cuando comprobaban que no nos
el esmoquin, y me quedaba perfecto y con la cintura bastante floja, lo conocían.
cual me hizo sentirme superior a mi sastre. Y entonces se me ocurrió Avanzamos centímetro a centímetro. El conductor nos pidió que
que a lo mejor había sacado la cintura a pesar de todo, y reprimí el comprobáramos si las puertas de atrás estaban bien cerradas. Aquello me
impulso de quitarme los pantalones y buscar señales del arreglo. asustó un poco.
Desde luego, tenía la mente acelerada. Había estado dos veces en la ceremonia de los Oscar, y me parecía
Me puse el esmoquin por etapas. Había un curioso dispositivo que demoledoramente pagana, pero este festival le daba cien vueltas; los
servía para sujetar la parte delantera de la camisa con pechera por dentro mirones de los Oscar no son más que norteamericanos aburridos y feroces
de la bragueta del pantalón, de manera que la camisa quede impecable y como yo, pero a esta gente le interesaba el «cine».
no se salga. Cuando por fin conseguí hacer funcionar el dispositivo, no Llegamos a nuestro destino, el extremo de la alfombra roja. Se abrieron
pude ponerme derecho, de manera que lo hice otra vez, me até la las puertas y salimos al exterior, bajo un toldo insuficiente, teniendo en
pajarita y los nueve metros de faja, me miré al espejo y me dije que
cuenta que llovía como una vaca meando en una piedra plana, como dicen
estaba imponente.
en Vermont.
La señorita Pidgeon se había embutido en un llamativo y ceñidísimo
Tuvimos que aguardar a hacer nuestra entrada ceremonial mientras
vestido de lentejuelas y se había puesto zapatos de tacón alto, y por un
momento me olvidé de mi presuntuosa vanidad, dándome cuenta de que varias celebridades europeas avanzaban entre el delirio de la multitud. Por
era el hombre más afortunado del mundo. fin nos llegó él turno. En marcha. Salimos de debajo del toldo y quedamos
Nos pusimos en marcha, hechos un par de láminas de revista de completamente expuestos a la lluvia. La gente nos sacó fotos. Creo que la
modas. escalinata estaba flanqueada por dobles hileras de no se qué clase de gente.
Bajamos al vestíbulo, donde había un montón de paparazzi que nos Ahora que lo pienso, creo que me dijeron que había trompeteros con
sacaron fotos. libreas napoleónicas, pero no me acuerdo de ellos.
Uno de los encargados del festival nos sacó por la puerta de atrás, Sí que me acuerdo de los gendarmes, que eran todos muy jóvenes y
atléticos y permanecían completamente inmóviles, con las manos juntas a la
98 espalda, en posición de descanso, y resultaban bastante
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David Mamet
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impresionantes. Y me acuerdo del ejército de guardaespaldas de
paisano, que habían cambiado sus chaquetas de madrás por otras Y por fin, se hace el silencio y pasan mi película.
de sirsaca blanca y gris, y estaban muy monos. Delante de la película pusieron la cabecera del festival, un vídeo
Subimos la amplia escalinata del Salón del Festival (uno de de «arte informático». Vemos varios escalones que flotan en el aire,
los productores de mi película comparó el vestíbulo con la como una escalera sin contraescalones. Vemos que los escalones están
biblioteca de no sé qué universidad del Medio Oeste que tiene un bajo el agua. La «cámara» sube los escalones, y éstos salen del agua y
montón de dinero). Subimos, como digo, la escalera y llegamos a flotan en el aire. Los escalones siguen ascendiendo por el aire, hacia el
la antesala del inmenso auditorio. Nos condujeron a nuestros oscuro firmamento estrellado. El escalón más alto gira hacia la cámara
asientos. y se ve que lleva grabado el emblema del festival, una hoja de palma.
En el escenario, Geraldine Chaplin hablaba con el presentador,
La hoja de palma se desprende del escalón, que se hunde en la lejanía.
un hombre corpulento de sesenta y tantos años, muy sereno y
Luego aparecen diversos textos que nos informan de lo que estamos
distinguido.
viendo, y por fin se acaba. Odio los ordenadores. Creo que son un
Llamaron a Roman Polanski, que se encontraba entre el público,
instrumento diabólico. Bueno, el caso es que por fin ponen mi
y lo presentaron como presidente del jurado de ese año; y él hizo
subir a los restantes jurados, que se reunieron con él en el película.
escenario. No sé cuántos eran, y no pude prestar mucha atención. Era la primera vez que veía la película con un público auténtico. La
Uno de los productores de mi película me presentó a varios de los había estado viendo durante seis meses en la pantalla de una
financiadores japoneses, y todos nos hicimos reverencias y nos montadora Steenbeck, una pantalla que tiene el tamaño de una novela
dimos la mano. Llamaron al escenario a Robert Mítchum, que de bolsillo. Durante el proceso de montaje, la vi un par de veces en
subió flanqueado por dos de sus hijos y, en calidad de Prestigioso una sala de proyección con un público de unas treinta personas reclu-
Representante del Mundo del Cine, declaró inaugurado el tadas al azar.
festival. Ahora va de veras. La pantalla tiene 55 metros de anchura y hay
El presentador rogó al público que tuviéramos paciencia,
mientras retiraban del escenario todo el equipo de televisión que 2.500 personas como yo —cansadas, aburridas, ansiosas y exigentes—
lo llenaba. viendo mi película.
Los del público nos dedicamos a charlar durante un rato, Luego Todo salió bastante bien. Varias personas hicieron comentarios al
se apagaron las luces y se oyeron siseos pidiendo silencio. terminar, pero 2.500 prestaron atención durante una hora y 42 minu-
Nos pasaron un trailer de El baile de los vampiros de tos, y la película refleja mis intenciones en la medida en que yo sabía
Polanski, que resultó agradable como toque histórico. Y después, expresarlas en aquel momento, y todos han prestado atención, lo cual
un trailer del Ciudadano Kane, que empezaba y terminaba con el significa que, al menos en el aspecto técnico, hice mi trabajo razona-
logotipo del «Teatro Mercury de las Ondas» de Orson Welles. blemente bien; a partir de ahí, todo queda en manos de los dioses.
Limbo. Una voz de hombre pide un micrófono. Surge un Es curioso este asunto de la acogida del público. Llevo veintitantos
micro acoplado, que zumba. Una mano de hombre lo ajusta y años presentando mis obras, tanto dramas como películas. Y durante
luego se retira del foco. La voz (Welles) habla, presentando el ese tiempo, me he esforzado por entender los fenómenos de la acogi-
proyecto que estamos a punto de ver. da del público y la crítica.
También esto aparece al final de las películas Mercury. La acogida del público es la más fácil de aceptar. Yo empecé es-
Welles reitera varios datos, el reparto de la película y otros cribiendo obras para mi propia compañía de teatro, y mi relación con
detalles, y el micrófono desaparece de nuevo en el limbo. el público estaba bastante clara: si uno hacía bien su trabajo, la gente
Siempre he opinado que esta presentación es una de las cosas prestaba atención; y si no, no la prestaba. Si la obra era graciosa, se
con más clase del mundo. Cada vez que la veo, me muero de
reían; si era triste, lloraban. Si no tenía gracia, no se reían. Y cual-
gusto y de envidia. No sólo me impresiona, sino que me
rejuvenece, y de mis labios abiertos escapa el elogio definitivo de quiera que insista en que su obra es graciosa en contra de la opinión
mi juventud; «de puta madre». del público puede que haga carrera como filósofo, pero no durará
mucho en el negocio del espectáculo.
Descansa en paz, señor Welles; ojalá hubiera tenido el
privilegio de conocerte. Cuando el público sale del teatro, hay que prestar atención y tratar
de comprender otra serie de circunstancias: puede suceder que perso-
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David Mamet Una profesión de putas
nas que se han reído y llorado digan del conjunto de la obra: «No la he Y por eso me he bajado del púlpito y he traído mi película a Cannes, y
entendido» o «No me ha gustado». por eso estoy aquí sentado como una puta, mirando mi película con otras
En el ambiente teatral, el público hace notar su disgusto no acudiendo.
2.500 personas vestidas de lo que antes se llamaba
Si de su presencia en tu obra depende el pago de tu alquiler, te mueres de
«de etiqueta».
hambre.
Al terminar la película dirigieron los focos a la zona aproximada donde
Por eso es necesario tener siempre en cuenta al público, y creo que hay
me sentaba yo y la gente aplaudió. (Un crítico, cuya obra conozco por
que esforzarse por ayudarle a comprender tus intenciones.
haberla leído, dijo que el público ovacionó la película puesto en píe. Yo
También es necesario aprender a dominar el resentimiento que pueda
provocar su falta de aprobación, y aprender a valorar este resentimiento y a recuerdo más bien lo contrario, pero...)
responder a su opinión de una de las dos maneras siguientes: se puede Me puse en pie, preguntándome si debía pedirle a la señorita Pidgeon
responder a su desaprobación diciendo (a) «Ya veo que no he hecho mi que saludara conmigo. Me volví a sentar, el público aplaudió un poco más y
trabajo suficientemente bien; permitidme que lo revise para ver si lo puedo me levanté de nuevo, preguntándome otra vez si pedirle que se levantara
dejar mas claro»; o (b) «Pensándolo bien, creo que mi trabajo ha quedado conmigo. Tenía serias dudas al respecto. Me volví a sentar. Apagaron las
todo lo claro que podía quedar, y me resisto a la tentación de mutilar mi obra luces. Tenía que haberle dicho que se pusiera en pie conmigo. Nuestro
para complacer al público.» grupillo salió escoltado de la sala a la antesala, donde nos colocaron en
Si la obra tiene que pagar el alquiler, creo que uno queda bastante medio de un cuadrado humano formado por gendarmes. Dichos gendarmes,
inmune a los encantos de la alternativa (b), que responde al nombre de unos quince por banda, se quedaron de espaldas a nosotros, manteniéndonos
Arrogancia. apartados de otro grupo, el público, que ya no sentía el más mínimo interés
Enfrentarse a la reacción de la crítica resulta un poco más difícil. Yo por nosotros.
creo que los críticos en general son un hatajo de desgraciados, que deberían Los guardaespaldas de paisano, que se habían cambiado otra vez de
avergonzarse de sí mismos. ¿Significa esto que soy filosóficamente inmune chaqueta y ahora lucían unas prendas a cuadros rojizos muy bonitas, nos
al deseo de que me elogien? Ya habrán adivinado la respuesta, que es «no». escoltaron a un sitio apartado del festival, junto al puerto, donde se había
He intentado durante años liberarme de este deseo. Me he repetido con montado una enorme carpa.
fervor y frecuencia las sabias palabras de Epícteto, que dijo: «¿Persigues la Pasamos bajo varias marquesinas azotadas por la lluvia. Las mar-
buena opinión de esta gente? ¿Acaso no es esa misma gente que ayer
quesinas estaban a punto de salir volando y hacía frío.
tachabas de farsantes e imbéciles? ¿Te interesa, pues, la buena opinión de
unos farsantes imbéciles?» Nos metimos bajo la carpa, donde había asientos para unas setecientas
Pues creo que sí, aunque procuro que no. u ochocientas personas.
Durante unos cuantos años, no leí las críticas. Nos indicaron nuestra mesa y nos sentamos. Yo había jurado, por
Casi todos los que andamos en este bullicioso mundo de la farándula motivos de salud en general, no beber nada durante el viaje, pero me
decimos que no leemos las críticas, y los demás hacen como que se lo creen. acometió un deseo existencial de anular el juramento y pregunté a quien
Pero, lo crean o no, durante un par de años no leí las críticas y me sentí quiso escucharme si sabía dónde podía conseguir un pelotazo doble de lo
mucho mejor. que fuera. Todos dijeron que lo tenía mal, pero los camareros empezaron a
Pues bien: la reducción al absurdo de esta guerra artista-crítico es el traer vino a la mesa y yo empecé a beberlo.
concurso con jurado. Jack Lang, el ministro de Cultura de Francia, estaba sentado en la
Incluye los peores elementos de la autocracia crítica y del compromiso misma mesa. Mi productor me había dado una chuchería conmemorativa de
de comité. la película para que se la regalara, pero no llegué a dársela. También Robert
¿Qué sentido tiene decir que tal película u obra teatral es mejor que las Mitchum estaba en nuestra mesa. Me acerqué a decirle lo mucho que me
demás, y que podemos estar seguros de su calidad porque lo dice un grupillo alegraba conocerlo y él asintió.
de personajes? ¿Qué significa eso? No significa nada. A menos, Yo me sentaba entre la señorita Pidgeon y mi amigo y agente,
naturalmente, que ganes tú. Howard.
Casi al extremo de nuestra mesa se sentaba una estrella de cine francesa
con su acompañante, un director de ópera. La estrella había quedado
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David Mamet
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cautivada por la película y habló de ella largo y tendido, lo cual me miembros del equipo de producción/distribución de la película. Los
sentó de maravilla. invitamos a ellos también. Subieron,
Seguimos sentados, charlando y bebiendo vino. Los camareros tra- Teníamos en la habitación una botella de champán verdadera-
jeron la comida, que era muy francesa, y magnífica, y sobre todo muy mente espléndido, enviada por un agente amigo nuestro, con una
caliente, lo cual me pareció toda una proeza, tratándose de una comi- nota que decía: «Hoy, Cannes: mañana, el Mundo; y después, la
da para ochocientas personas, servida en una carpa bajo la lluvia. Agencia de Artistas Creativos.»
Unos tipos que me parecieron productores empezaron a moverse Brigitte y los acompañantes antes mencionados se sentaron en el
de una mesa a otra y a formar grupillos en los estrechos y abarrota-
suelo, y los hombres se aflojaron las pajaritas, se quitaron las chaque-
dos pasillos. Muchos de estos hombres fumaban puros.
tas y fumaron puros. Nos bebimos el champán y vaciamos el minibar,
Anunciaron a un cantante africano, que subió al escenario y tocó
una música muy bonita en un instrumento nativo de cuerda con el y Brigitte sacó fotos de la señorita Pidgeon y yo, sentados en la cama
que acompañaba su canto. en albornoz.
El ambiente se había llenado de humo, o eso parecía, y sentí que A la mañana siguiente, viernes, cuando la señorita Pidgeon y yo
bajo la carpa se iba fraguando una cierta —¿me atreveré a decirlo?— nos despenamos, la habitación olía a humo de cigarro.
atmósfera orgiástica. Nosotros, los sacerdotes levíticos, habíamos ce- Decidimos archivar en nuestra memoria colectiva los eventos de
lebrado nuestra ceremonia y nos habíamos retirado al tabernáculo, las últimas horas como «la Noche de los Pingüinos». Bajamos a to-
donde los no ungidos no podían acercarse bajo pena de muerte, y allí mar café.
nos habíamos quitado nuestros ceñidores. Aquel viernes, el mediodía nos pilló en el Hotel du Cap, aquel
¿Qué extraño, salvaje e imprevisible festejo iba a tener lugar sitio que, según el productor, había servido de cuartel general de los
mientras la noche continuaba su inevitable avance hacia el alba? ¿Con
nazis del sur de Francia.
qué jóvenes starlettes se irían a dormir los productores?
¿Qué magnífica diversión, recién traída de los fumaderos de opio de Comimos y conversamos en tono franco y amistoso con varios
Indochina, elegiría y practicaría aquella gente tan sofisticada? ¿Se periodistas, muchos de los cuales, fieles a su responsabilidad con sus
darían de cuchilladas unos a otros y se beberían la sangre? ¿Se lectores, seguramente nos pusieron de vuelta y media en cuanto nos
jugarían al póquer mentiroso las almas de los aún no nacidos? ¿Se separamos; pero fue una comida muy agradable.
abrazarían y se besarían? Aquella tarde la pasamos charlando con varios grupos de perio-
No podría decirlo, porque no soy muy amigo de fiestas, y me distas internacionales, y no recuerdo lo que hicimos por la noche.
retiré con la señorita Pidgeon. El día siguiente amaneció cálido y despejado, un día magnífico
Nos despedimos de la estrella de cine y del director de ópera, que para sentarse en la playa mirando el puerto. Pero teníamos otros
formaban una pareja encantadora, a la que agradecimos su amistad y planes.
su hospitalidad farandulera, y salimos a la lluvia, que ya he descrito Brigitte tenía que fotografiar a la señorita Pidgeon y yo tenía que
antes, y al viento, que podría describir como «un monstruo rabioso, matar un par de horas. Di un paseo por La Croisette y pasé por la
que daba zarpazos primero por aquí y luego por allá». zona del Salón del Festival, que ahora, como es natural, estaba de-
Sé que no van a creerme, pero los guardaespaldas se habían cam-
sierta.
biado de chaqueta una vez más y ahora vestían chupas de piqué blan-
co. Nos acompañaron bajo la serle de marquesinas, ahora desiertas, Cerca del Ayuntamiento encontré un mercadillo y me sentí como
hasta un coche que nos llevó de regreso al hotel. en el cielo durante una media hora.
La señorita Pidgeon y yo nos pusimos sendos albornoces y nos Compré un broche para el pelo en forma de gallo, para regalárse-
dispusimos a diseccionar los acontecimientos de la velada. lo a Harriet, mi ayudante.
Sonó el teléfono. Era nuestra amiga Brigitte. Estaba abajo, en el Compré una bonita jarra de cerámica en forma de cuervo, con la
vestíbulo, y no había conseguido encontrarnos en las sucesivas etapas
leyenda HOTEL DU COURBEAU.
de las celebraciones. La invitamos a subir. Dijo que estaba con varios
Volví andando al hotel y compré camisetas y chucherías conme-
104 morativas para niños y amigos.
El vendedor era un hombre muy viejo y muy educado. Se pasó
conmigo un montón de tiempo, abriendo una a una las camisetas
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David Mamet Una profesión de putas
envueltas en plástico, para mostrar la diferencia entre la idea que otro, bellos artefactos eduardianos: recuerdos de los tiradores y de las
tienen los franceses de «mediano» y la que tienen de «grande». Me variedades y, en general, material onírico de «otros tiempos»; y por
ofreció unas pastillas de menta y se las acepté. Hacia el final de la alguna razón que no sabría explicar, no pujé por el baúl.
transacción entró en la tienda una mujer madura con un caniche Creo que era una de las pocas personas del público que habían
francés y, sin que el hombre le hiciera ningún caso, se metió detrás oído hablar de los Topperwein (un conocimiento que se debía más a
del mostrador. La mujer apenas prestaba atención al anciano, que iba mi pertenencia al mundo del espectáculo que a mi experiencia como
repitiendo los detalles de nuestra transacción y le enseñaba a la mujer tirador), de manera que las pujas no subieron mucho. El baúl se ven-
la factura que me estaba preparando. dió barato y se lo llevó algún otro.
Ella siguió sin prestarle atención y me dijo el precio total. Le Me pregunto qué habría significado —como seguramente se lo
pagué y me llevé mis recuerdos. Al salir de la tienda, el hombre me preguntarán todos los que coleccionen una cosa u otra—, qué habría
dio otra cajita de pastillas de menta y yo le di las gracias. significado poseer aquel baúl, aquella curiosidad, aquella conexión con
La señorita Pidgeon y yo fuimos en coche al aeropuerto de Niza. otra época, aquella sugerencia de otro aspecto de nosotros mismos.
Qué habría significado, y por qué la añoranza de lo inconseguible es
peor que la transmutación de lo inconseguible en cotidiano. (Porque,
Insignias en el tablero en último término, al negarme a pujar por el baúl me estaba negando
a contribuir a esa transmutación.)
En cualquier caso, varios años más tarde encontré en una tienda
Para empezar, me gustaría hablar de los Topperwein. de antigüedades una chapa de promoción de los Topperwein, de dos
Ad Topperwein y su esposa Plinky eran tiradores de fantasía. Ac- centímetros y medio de diámetro, y la compré. La chapa lleva una
tuaban en las variedades y también hacían giras patrocinadas por la fotografía de los dos: ella con aspecto tosco y corpulento, camisa blan-
Compañía Winchester de Armas de Repetición, cuyos productos usa- ca y chalina negra, una boca muy grande y el pelo oscuro; él está
ban y promocionaban.
junto a ella con un traje oscuro y un frondoso bigote, y parece el
Una vez fui a una subasta en Nueva York, en beneficio de la miembro pasivo de la pareja. Los dos llevan sombreros de ala ancha,
colección de armas y armaduras del Metropolitan Museum of Art.
el de él con copa de estilo «soldado de caballería».
Entre los muchos artículos hermosos y belicófilos puestos a la venta
estaba el baúl de los Topperwein. En la chapa dice LOS MARAVILLOSOS TOPPERWEIN, QUE SIEMPRE
Contenía muchos de sus programas y carteles; contenía varios de USAN ARMAS Y MUNICIÓN WINCHESTER.
sus sombreros y otras prendas de ropa; contenía dos rifles de aire Por detrás de la chapa está la marca del fabricante: WHITEHEAD
comprimido Winchester 63 del calibre 22, uno de ellos con la garan- AND HOAG COMPANY (CHAPAS, INSIGNIAS, BISUTERÍA, LETREROS),
tía de ser uno de los que utilizó Ad para acertar en el aire a cuarenta y NEWARK, NUEVA JERSEY.
tres mil cubos de madera de cinco centímetros. Como si no bastara
Whitehead y Hoag inventaron y patentaron la chapa-prendedor en la
con todo esto, contenía varios de los «retratos a rifle» que Plinky y
Ad realizaban a tiros en sus diversas exhibiciones. última década del siglo pasado. Esta modalidad publicitaria tuvo un
Estos retratos eran planchas de cobre de 60 x 90 centímetros, que éxito inmediato, y pronto se utilizó para promocionar cualquier cosa
los tiradores colocaban a cierta distancia y en los que grababan, a tiros remotamente promocionable. Había chapas de políticos, personajes de
del calibre 22, un retrato a elegir de su repertorio: George Washing- tiras cómicas, periódicos, asociaciones religiosas, fraternales o de
ton, un jefe indio, Abraham Lincoln y otros. templanza, y anunciando cualquier mercancía o servicio de la época.
Había oído hablar mucho de esas planchas de cobre, pero la única Durante muchos años he coleccionado, exhibido, cambiado y ate-
que había visto antes de la subasta estaba en el taller de un famoso sorado chapas. Las he gastado a fuerza de llevarlas y las he regalado
armero de Luisiana, y desde luego no estaba a la venta. como si fueran joyas. Incluso he encargado fabricar algunas.
Yo contemplaba asombrado cómo iban saliendo del baúl, uno tras Desde que empezaron a gustarme, las he tenido clavadas en las
paredes, las molduras, o los tablones de avisos y anotaciones que
siempre tengo junto a cualquier escritorio que utilice durante un cier-
to tiempo.
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Agradecimientos
Prefacio
Deseo dar las gracias a varias personas que me animaron a escribir
prosa, me ayudaron a aprender a escribir mejor y apreciaron mi obra
lo suficiente para publicarla o ayudarme a conseguir que la Algún cineasta ruso, quizá Eisenstein, o Pudovkin, o Evreinov, escribió
publicaran: Andy Potok, Richard Christiansen, del Chicago Tribune; que la preeminencia de los directores soviéticos a fines de la década de 1920
Otis Guernsey, del Dramatists Guiad Quarterly; Wayne Lawson, de se debió a un motivo concreto: al comienzo de sus carreras no disponían de
Vanity Fair; Dawn Seferian, de Viking Penguin; y mi agente, película. La guerra mundial y la revolución interrumpieron las
Andrew Wylie, importaciones de película virgen, de manera que lo único que los cineastas
jóvenes podían hacer era sentarse a teorizar, como en efecto hicieron.
Pasé mi vigésimo año de vida en la Neighborhood Playhouse School of
the Theatre, en Nueva York. En la Playhouse se nos expuso, se nos hizo
practicar y se nos inculcó la idea de una estética teatral unificada; es decir,
un teatro que en todos sus aspectos (diseño, representación, iluminación,
métodos de ensayo, dramaturgia) estaba subordinado a la Idea de la Obra. Se
nos enseñó que el propósito de la obra era llevar a escena, por mediación de
los actores, la vida del alma humana.
Los imponentes problemas técnicos y espirituales planteados por la
dedicación a estas ideas me resultaron fascinantes. ¿Cómo, me preguntaba,
puede un actor superar su cohibición cuando actúa ante unas personas a las
que desesperadamente anhela complacer? ¿Cómo puede el director
comprender una obra compleja y comunicar esta comprensión a los actores
por medio de instrucciones sencillas y físicamente representables? ¿Cómo
puede el dramaturgo dedicarse a desarrollar la acción de la obra sin que sus
diálogos se vuelvan tendenciosos?
Estos problemas, dignos de un rompecabezas chino, me tenían
fascinado, y constantemente reflexionaba sobre ellos. Reconocí mi estado,
años más tarde, cuando leí The Imponed Bridegroom, de Abraham
Champán. Leyendo este libro descubrí en mí mismo el tipo racial del
talmudista caído. En las especulaciones teatrales había descubierto, por
primera vez en mi vida, una tarea que adoraba y cuya realización
representaba exactamente lo contrario de un trabajo fatigoso y monótono.
Este estado de estudiante feliz me hermanaba con los cineastas
soviéticos de las cámaras descargadas: estaba preparándome para ser actor,
pero se trataba de una tarea para la cual carecía de disposición y (lo más
importante) de una disciplina que quizá el talento me hubiera persuadido a
aceptar.
¿Qué podía hacer, pues, con mi amor a la teoría sin un camino para
aplicarla? Seguí el camino más habitual y me convertí en profe-
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Una profesión de putas
sueño; la solución a un problema social (ético) en apariencia deseos. Estos sueños —incluso, y quizá especialmente, aquellos que
insoluble es la obra dramática (el poema). Pues la condición sine en apariencia son más burgueses y conservadores— parecen ofrecer
qua non tanto del sueño como de la obra dramática es la soluciones a nuestras preocupaciones basándose en la idea de que las
suspensión de las restricciones racionales en ayuda de la preocupaciones mismas no existen, que sólo son aberraciones
felicidad. pasajeras de un universo esencialmente benigno, o (y aquí está, tal
El teatro estadounidense, que actúa como mentalidad vez, el postulado oculto y engañoso en nuestra elección de la obra
colectiva, opera de manera muy semejante al inconsciente del con final feliz) de un universo que decididamente responde en el
individuo en la elección de los temas merecedores de tratamiento momento en que nuestros méritos (o insuficiencias, que viene a ser
y en la elección del tratamiento que ha de darse a estos temas. Las lo mismo) son sometidos a su atención. Tras asistir a una de tales
elecciones que efectúa el dramaturgo acerca del tema, la acción y obras salimos del teatro tan pagados de nosotros mismos como
demás, la medida en que las obras resultantes de estas elecciones después de un satisfactorio ensueño diurno. Nuestros prejuicios han
son juzgadas aceptables por los productores y la elección de sido aplacados y se nos ha asegurado que todo va bien, pero, en
actores y diseñadores se realizan según criterios artísticos (lo que último término, no somos más felices.
equivale a decir inconscientes) y, por más que se intente
En un tiempo menos maligno somos más capaces, en cuanto co-
racionalizarlas a posteriori, se basan en consideraciones muy
munidad artística, de crear y ratificar obras de teatro en las que ele-
próximas a aquellas que determinan la elección individual del
gimos como temas de nuestros sueños unas cuestiones relacionadas
material onírico: «El examen de esta idea, de esta acción, ¿parece
con incertidumbres más profundas. Todos soñamos cada noche, pero
ofrecer una solución a una confusión mía inconsciente en el
momento actual?»*. en algunas épocas nos sentimos renuentes a recordar nuestros sueños;
del mismo modo, nosotros, en cuanto unidad artística creativa, crea-
Sin duda, algunas elecciones en particular no responden al mos sueños poéticos (teatrales), pero en algunas épocas nos
proceso descrito e incluso pueden servir para contrarrestarlo, pero sentimos renuentes a recordarlos (ponerlos en escena, aceptarlos,
si consideramos el desarrollo de la obra, desde su incubación en
apoyarlos...). Muchas veces se nos oculta la verdadera naturaleza de
el inconsciente del escritor hasta su presentación ante el público,
como un todo, como una empresa de la comunidad, el proceso de nuestros sueños, y del mismo modo, en el teatro, las obras elegidas y
elección colectiva es la fuerza predominante y decisiva. Por medio llevadas a escena pueden representar un intento de eludir o negar
de ella, la comunidad artística elige y configura nuestra vida onírica. En términos de economía psíquica, estas
(subconscientemente) nuestros sueños nacionales. ocasiones pueden corresponder a un período de introversión
En muy gran medida, nosotros, en un tiempo maligno, que es nacional y una preocupación hipocondríaca del teatro por la
como decir un tiempo en el que no deseamos examinarnos a impedimenta de nuestras vidas (el realismo), o bien a una colérica y
nosotros mismos ni a nuestra infelicidad, nosotros, pues, el cuerpo absoluta negativa de la existencia de todas las inquietudes no
de la comunidad artística, elegimos un material onírico (obras de superficiales (el «teatro experimental»).
teatro) que tiende a satisfacer un nivel muy bajo de fantasía. Nos Una experiencia dramática preocupada por lo mundano puede
proyectamos (pues al escribir, al producir y al contemplar una informar, pero no liberar; una experiencia preocupada esencialmente
obra de teatro no podemos dejar de identificarnos con el por la política estética de sus creadores puede divertir o enojar, pero
protagonista) en sueños que quieren dar cumplimiento a nuestros no iluminar.
Según vamos entrando en una época en que, como nación, vol-
* A la objeción de que esta afirmación no tiene en cuenta la existencia de vemos a percibir una vez más la posibilidad de una autoestima racio-
motivos puramente venales por parte de productores, autores y demás, puede nal, el teatro anuncia y favorece al mismo tiempo la posibilidad de
replicarse que, en una elección en apariencia absolutamente económica, el obtener el mayor beneficio de esta autoimagen razonada, una satisfac-
productor no se formula la pregunta: «Esta obra, ¿ofrece una solución?» a sí
mismo, sino que postula la existencia de un individuo imaginario denominado El ción individual nacida del equilibrio. En estos momentos parece exis-
Espectador Teatral de Clase Media, y pregunta, siquiera sea de modo tir tal posibilidad en nuestra mentalidad nacional y nuestro teatro
subconsciente: «Esta obra, ¿ofrece una solución ("complace") a ese individuo?* nacional. Freud dijo que «la única forma de olvidar es recordar», y
Pero El Espectador Teatral de Clase Media sólo existe en la mente del productor,
y los deseos e intereses de esta quimera no provienen sino del propio puede verse una confirmación de esta creencia —de este deseo de
subconsciente del productor. (N. del A.) limpiar y renovar— en el actual resurgir del interés por el drama
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Pero el teatro radiofónico, Dios lo bendiga, necesita actores con
inventiva, un técnico de efectos de sonido con inventiva y un buen amplía. En una época de introversión, estos medios de comunicación (y
libreto. La producción puede resultar casi de balde. Tanto el autor podríamos añadir también las editoriales) han adoptado la autocensura,
como el actor pueden practicar y perfeccionar su oficio lejos de la sólo que no la describen como policía del pensamiento sino como
perniciosa influencia de los productores, los críticos y el dinero; y si la contabilidad de costes.
pieza no funciona, pueden presentar otra de la manera más sencilla y Pero la producción radiofónica es muy barata. Dios la bendiga: la
barata, sin perder su carrera ni una bonita cantidad de capital inverti- naturaleza esencial de esta forma es que la adición de valores de pro-
do que hubiera servido para ampliar la casa en Larchmont. ducción la perjudica instantáneamente, del mismo modo en que per-
Martín Esselin, responsable del teatro radiofónico de la BBC des-
judicaría a un chiste verde (cuando presentas a la Hija del Granjero, no
pués de la segunda guerra mundial, contribuyó a reinventar el teatro
británico con sus encargos a Pinter, Joe Orton y otros autores. Con- te haces trenzas en el pelo para ilustrarla mejor). Cualquiera que
tribuyó a recrear el teatro nacional liberando el talento creativo. Del disponga de un micrófono y un magnetófono puede producir teatro
mismo modo, Howard Gelman, de Earplay, con sus encargos a radiofónico. Estamos en un momento que auspicia el renacimiento del
Wendy Wasserstein, Terry Curtís Fox, Romulus Linney, Lanford Teatro Estadounidense y la radio puede ser un buen lugar para ver
Wilson y demás, está apoyando el teatro estadounidense de la mejor cómo se produce.
manera posible: contratando a los escritores y concediéndoles libertad.
Vivimos en una época opresiva. En cuanto nación, nos hemos
convertido en nuestra propia policía del pensamiento, pero en vez de
llamar «censura» al proceso mediante el cual restringimos la expre- La tradición del teatro como arte
sión de nuestras dudas y disensiones lo llamamos «preocupación por
la viabilidad comercial».
Como quiera que se llame, es una censura. Es una forma de coar- Se nos ha dicho que el teatro siempre está muriendo, Y es cierto, y,
tar la libertad de expresión y de imaginación, y, como dice Tolstoi, en vez de quitarle importancia, deberíamos comprenderlo. El teatro es
esta opresión, como de costumbre, se comete en nombre de la tran- una expresión de nuestra vida onírica, de nuestras aspiraciones
quilidad pública. inconscientes.
¿Qué diferencia hay entre decir «provocaría agitación entre el El teatro responde a lo mejor de nuestra sociedad, a lo más tur-
pueblo» y decir «no se venderá, nadie querrá comprarlo»? bado, a lo más visionario. Conforme la sociedad cambia, cambia el
Es muy difícil encontrar una Gran Obra Teatral Estadounidense teatro.
en Broadway. Cada vez resulta más caro producirla. Presentar una Los trabajadores del teatro —actores, escritores, directores, profe-
obra dramática en un solo acto, con tres personajes, cuesta unos
sores— se ven atraídos a él no por una predilección intelectual, sino
750.000 dólares, y la gente que tiene el dinero no está dispuesta a
invertirlo para obtener un succes d'estime. Lo invierten con la espe- por necesidad. Nos vemos empujados al teatro por nuestra necesidad
ranza de ganar más dinero, lo cual quiere decir que harán todo lo que de expresar —nuestra necesidad de responder a los interrogantes de
esté en sus manos para atraer al público más numeroso posible, de nuestras vidas— las cuestiones del tiempo en que vivimos. De este
manera que es improbable que llegue a producirse una obra que cues- momento.
tiona, investiga y, por lo mismo, probablemente inquieta. El artista dramático desempeña en la sociedad la misma función
En el cine pasa algo muy parecido. Las películas no las administra que los sueños en nuestra vida subconsciente; la vida subconsciente
un alma cándida, sino personas que únicamente están interesadas en del individuo. Se nos elige para que suministremos los sueños del
obtener un dólar por cada dólar que han puesto, Y la gente de la cuerpo político, somos los hacedores de sueños de la sociedad.
televisión que produce un informativo especial sobre unas monjas Aquello que representamos, diseñamos, escribimos, no proviene
pisoteadas hasta morir por una manada de elefantes no dudaría en de una fantasía individual carente de sentido, sino del alma de los
convertirlo en una serie si la respuesta del público fuese lo bastante tiempos, esa alma que se observa y se expresa en el artista.
El artista es el explorador avanzado de la conciencia social. Como
tal, muchas veces sus primeros informes no son creídos.
Más tarde esos informes pueden ser aplaudidos y luego, tal vez,
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sacralizados, lo que equivale a decir esterilizados; se los juzga descrip-
tivos, no de una realidad exterior, sino del curioso y personal estado
mental del artista. Más tarde aún, tanto los informes como el artista de la experiencia humana, y, en último término, nos envilecen a todos
pueden ser desechados, pues lo que dicen es tan trillado que resulta por el puro peso de su insensatez.
inútil. Toda reiteración de la idea de que nada importa envilece el espí-
No es el teatro el que está muriendo, sino los hombres y mujeres: la ritu humano.
sociedad. Y mientras ésta muere, aparece un nuevo grupo de ex- Toda reiteración de la idea de que en la vida humana no hay
ploradores, artistas, cuyos informes son repudiados, luego sacralizados, drama, sino sólo dramatización, de que no hay tragedia, sino sólo
luego repudiados. desgracias inexplicables, nos envilece. Porque niega lo que sabemos
El teatro está siempre muriendo porque la inspiración artística no que es verdad. Al negar lo que sabemos, somos como una nación que
puede ser inculcada; sólo puede ser alimentada. no puede recordar sus sueños; como una persona desdichada que no
La mayoría de las instituciones teatrales no sobrevive creativa- puede recordar sus sueños y por eso niega soñar, y niega que existan
mente más allá de una generación. Cuando desaparece la necesidad cosas tales como los sueños.
que les dio origen sólo queda una cáscara vacía. La codificación de una Al aceptar nuestra desdicha nos estamos destruyendo a nosotros
visión..., que no es visión en absoluto. mismos.
£1 impulso artístico —el impulso de crear— se convierte en el Nos destruimos a nosotros mismos cuando aprobamos que se
impulso institucional —el impulso de conservar— y ambos son anti- acepte el olvido en la televisión, en el cine y en la escena.
téticos. ¿Quién alzará su voz? ¿Quién hablará en nombre del espíritu es-
¿Qué puede conservarse? ¿Qué puede comunicarse de una genera- tadounidense, del espíritu humano?
ción a la siguiente? ¿Quién es capaz de ser oído? ¿De ser aceptado? ¿De ser creído?
Filosofía. Moral. Estética. Solamente la persona que habla sin motivos ocultos, sin esperanza de
Todo esto puede expresarse por medio de una técnica, en aquellas obtener beneficios, incluso sin el deseo de cambiar, con el único deseo
disciplinas que permiten al artista responder veraz, plena y amoro- de crear: el artista. El actor. El actor entrenado y vigoroso, dedicado a
samente a aquello, sea lo que fuere, que él o ella desea expresar. la idea de que el teatro es el lugar al que vamos a escuchar la verdad y
Estas disciplinas —las disciplinas del teatro— no pueden comuni- equipado con la capacidad técnica de hablar con sencillez y claridad.
carse intelectualmente. Deben aprenderse de primera mano mediante Si esperamos que el actor, el artista de teatro, tenga la fortaleza de
una larga práctica bajo la tutela de alguien que las haya aprendido de decir no a la televisión, de decir no a aquello que envilece, y de decir
primera mano. Deben aprenderse de un artista. sí al escenario —a ese escenario que es el proponente de la vida del
Las disciplinas del teatro deben aprenderse practicando con, y alma—, ese actor deberá ser entrenado y respaldado concretamente
emulando a, aquellas personas que son capaces de emplearlas.
para sus esfuerzos.
Esto es lo que puede y debe transmitirse de una generación a la
siguiente. La técnica, el conocimiento de cómo traducir el deseo inci- No se puede esperar que alguien renuncie incluso al magro con-
piente en una acción nítida, una acción capaz de comunicarse por sí suelo del éxito financiero y la aclamación crítica (al aún más magro
misma al público. —y más extendido— consuelo de la esperanza de alcanzar estas co-
Esta técnica, esta atención, este amor a la precisión, a la nitidez, sas) si no se le muestra otra cosa mejor.
este amor al teatro, es el mejor camino, porque es amor al público, a Debemos apoyarnos mutuamente y de manera concreta en la
aquello que une al actor y la sala: un deseo de compartir algo que búsqueda del conocimiento artístico, en la lucha por crear.
todos saben que es cierto. Debemos apoyarnos en las cosas que decimos, en las cosas que
Sin técnica, es decir, sin filosofía, la actuación no puede ser arte. Y si elegimos producir, en las cosas a las que elegimos asistir, en las cosas
no puede ser arte, tenemos un grave problema. que elegimos sostener.
Vivimos en un país analfabeto. Los medios de comunicación de Sólo elecciones activas por nuestra parte sacarán al teatro, el
masas —incluido el teatro comercial— comercian con lo más bajo auténtico teatro, el teatro no comercial, del reino de las buenas obras
y lo colocarán en el mundo del arte; un arte cuyos beneficios nos
alentarán, nos confortarán y cuidarán de nosotros, y elevarán nuestra
alma sobre estos tristes tiempos.
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retórico es como decir: «Voy a quedarme despierto toda la noche y te Tal como los Victorianos expurgaron minuciosamente toda referencia a
demostraré que ningún hombre de cabello blanco baja por la chimenea.» la sexualidad, también nosotros expurgamos cualquier referencia directa a
Queremos ver en la pantalla los genitales de las estrellas de cine, y que aquello que más deseamos, que es el amor y cierta sensación de pertenencia
nos garanticen que «no han utilizado un doble». Le pedimos a Cristo que se a la comunidad.
lance desde lo alto del edificio.
Cuando exigimos una traducción racional e inmediatamente práctica de
los rituales, estamos negando su poder y su propósito inconscientes; El escritor se sienta ante una mesa para dos junto a la ventana del
rechazamos, de hecho, nuestro propio poder para solucionar problemas, para
restaurante. El rumor del tráfico podría imitar quizá el latido del corazón de
tratar con lo abstracto. Y esto nos obliga a hacer caso omiso de todos los
una madre, y la música ambiental se compone de canciones de amor cuyo
problemas que no sean susceptibles de una solución inmediata y racional.
verdadero significado puede averiguarse fácilmente sustituyendo la palabra
Puesto que éstos son precisamente los problemas más importantes de
«tú» cada vez que aparece en la letra por la palabra «yo».
nuestras vidas, al negar su existencia creamos una profunda angustia
Por medio de estas canciones manufacturadas y pervertidas, junto con
personal y social.
sus equivalentes en la televisión, el cine y los libros, expresamos tanto amor
La mayor parte de nuestra angustia social suele tratarse mediante el
ritual de bajo nivel de la televisión. (De bajo nivel porque no es catártico, como pena: por las cosas que no pueden devolvérnoslo y, más aún, por las
sino analgésico; no limpia, sino que solamente posterga.) cosas cuya aceptabilidad como objeto amoroso es absoluta e
La televisión es la víctima propiciatoria elegida para sufrir nuestras incontrovertiblemente segura. Hemos ritualizado la expresión del amor y
emociones; es el esposo de la tribu africana que padece los dolores del parto, reducido su objeto a las esposas de otros hombres (en la música country), al
pues dejar que los padeciera la esposa sería demasiado debilitante. pasado y el futuro (en el cine) y, en televisión, a los muñecos.
Así, la televisión ritualiza nuestra desaprobación (del gobierno polaco), Las estrellas de cine tienen su personalidad. Existen en la pantalla y
nuestro pesar (en el aniversario de la muerte del doctor King o Robert fuera de ella. Tanto en la pantalla como fuera de ella están sometidas a los
Kennedy) y nuestra alegría (cuando Billie encuentra a su Perro Perdido). mismos impulsos inaceptables que todos afrontamos, y por eso han sido
Ninguno de estos temas posee en realidad el poder de suscitar las emociones sustituidas en la estima del público por Miss Piggy, E. T. y los Teleñecos —
supuestamente tratadas por la televisión, de manera que su supuesto objetos manufacturados, incapaces de espontaneidad y, por tanto, de
tratamiento no es más que una expresión de nostalgia por la capacidad de inspiración—, en una celebración ritualizada (¿qué mejor ejemplo?) de la
verse afectado. Ausencia de Voluntad como estado laudable.
Pero el escritor se elige a sí mismo para sufrir las emociones de que la Alguna tribu del futuro, de un futuro muy remoto, podría encontrar una
sociedad reniega; cuando se produce en público, el acto de creación —no pistola, quizá la última pistola del mundo, y cien balas en buen estado. Los
menos que el resultado final— proporciona al creador solitario la sacerdotes de esa tribu, como un tributo a lo desconocido, podrían inventar
satisfacción de ocupar un lugar en la sociedad. una festividad y disparar una bala cada año como vínculo con lo
Los policías aprecian tanto su posición como guardianes de la paz y desconocido. Al cabo de noventa años no es difícil imaginar que se
protectores del pueblo que en alguna ocasión han llegado a matar a palos a promulgara una nueva ley según la cual sólo habría que disparar una bala
aquellos ciudadanos o grupos que ponen en tela de juicio esta posición. cada cien años, una vez transcurrido cuyo plazo podría preverse que
El impulso de sostener mutuamente la posición social de cada uno se ha ocurriera aquel algo extraordinario.
atrofiado, del mismo modo en que la arquitectura ha degenerado en una Y quizá al cabo de novecientos años se promulgara un nuevo edicto que
época en que los edificios son demasiado grandes para que pueda declarase que la última bala jamás debía ser disparada, porque la tribu
establecerse alguna referencia con la escala humana. Cuando el individuo no prefiriese adorar la potencialidad antes que la inutilidad de sus artefactos.
puede compararse con el grupo, tampoco puede comparar sus logros con los Pero nuestra tribu ha gastado la última bala y el único vínculo que nos
logros del grupo. queda con la posibilidad de potencias superiores a nosotros mis-
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Magia exuvial: Un inmediatamente, para así absorber su fuerza. Comerse el corazón constituye
ensayo sobre la moda un intento muy serio de comprender. La adopción de lo trágico como moda
es un intento similar de comprender por medio de magia imitativa. Nos
preguntamos «¿Qué es lo que da fuerza a esta gente (nuestros enemigos)?».
Seguir la moda es un intento de la clase media por participar en la Por añadidura, sabemos que sólo adoptando las características más
tragedia. personales de los que tememos podemos estar seguros de haberlos sometido
Al adoptar la vestimenta, la forma de hablar y los hábitos personales de incondicionalmente.
gente en circunstancias de tensión, peligro o desgracia, la clase media Lo más chic de la moda de verano de los últimos años —pantalones
pretende sentir esas experiencias críticas e inequívocas que cree que han holgados, camisetas deportivas, sandalias con calcetines, camisas
sentido las personas que emulan. hawaianas, gafas de sol— parece haber sido una aceptación inconsciente de
Al progresar de la emulación de lo romántico a la emulación de lo la generación de los cincuenta, una época que se considera de gran
trágico, la clase media acepta inconscientemente no sólo la aridez de su confusión, miedo y mala conciencia nacional: una época de tragedia. De ese
modo de vida, sino también el completo fracaso de sus fantasías y de su modo, la clase media consigue reconocer el elemento trágico que hay en
misma capacidad de fantasear. ella misma.
Nos vestimos de dril como los granjeros y los presos, de caqui y verde Convendría examinar de vez en cuando las revistas de modas, para ver
oliva como los soldados, de gris y azul como los peones chinos, de cuero qué clase o grupo está siendo envidiado esta vez, y cuál corre peligro de ser
raído como los menesterosos. comprendido, y hasta qué punto los miembros de la clase media hemos
El mundo del hombre blanco trata de imitar al mundo negro; la gente llegado a aceptarnos a nosotros mismos.
formal adopta modas tomadas de la gente de vida alegre. La gente de vida
alegre, con su obsesión por lo chic de lo banal, de lo passé, de la gaucherie,
emula elementos de lo que considera la América Trágica: la vestimenta de
los años cincuenta. Lo mismo ocurre con los negros que emulan y exageran
las modas de los barrios residenciales: el Cadillac El Dorado, con traje,
Historias verídicas de víboras
camisa y corbata a juego.
En las artes plásticas contemporáneas se presta mucha atención al artista
La peor víbora que conozco es mi hermana. Vive en Des Plaines,
capaz de hacer declaraciones completamente obtusas. La clase media
Illinois, que ella llama «La Ciudad del Destino».
desprecia lo analítico y enaltece lo oculto. El hecho mismo de que algo
quede fuera de la experiencia de la clase media es suficiente para ratificar Una noche estábamos en dicha ciudad ahogando nuestras penas en una
ese algo a sus ojos. Con esta búsqueda de lo trágico estamos negando bocadillería y yo dije, refiriéndome a mi bocadillo de pastrami:
nuestra propia y miserable inteligencia, nuestro cada vez más inútil sentido —¿Cómo se puede comer esto? Te puede dar un ataque al corazón.
común, a favor de cosas que quedan fuera de nuestra experiencia y, por ¿Quién se puede comer esto?
tanto, podrían resultar productivas. —Escucha —replicó ella—. Esto dio fuerzas a seis millones de judíos
Nuestra obsesión por las personalidades —y sobre todo, las per- para resistir a Hitler.
sonalidades de los artistas— es otra manifestación de nuestra frenética Ahí tienen ustedes la diferencia entre talento y genio. Con unas pocas
búsqueda de experiencias inequívocas. Lo que produzca el artista tiene ya palabras soltadas de sopetón mi hermana consiguió dejarme mal a mí, a los
menos importancia que el hecho mismo de que el artista exista. Lo que clientes de restaurantes con gustos similares y a seis millones de víctimas
deseamos es devorar a alguien que haya experimentado lo trágico. En inocentes.
nuestra sociedad, esa persona es mucho más importan-te que todo lo que ¿Por qué? ¿Porque me comí un bocadillo de pastrami? No exactamente,
pueda crear. ya que también ella estaba comiendo un bocadillo semejante. Todos los
Somos como aquellos guerreros de la antigüedad que, tras vencer a su mencionados incurrimos en las iras de mi hermana porque yo tuve el mal
enemigo, reñían que arrancarle el corazón aún caliente y comérselo gusto de expresar una opinión.
Lo que me estaba diciendo era: «Eres idiota. Eres idiota por comerte
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una cosa que no te gusta. Tu incapacidad de orientar tu vida de acuerdo con
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tus percepciones es lamentable, y no cabe duda de que de algún modo tuvo
que ver con el exterminio de los judíos europeos. Estoy segura de que Me hice el macho y me resistí a sus engatusamientos, y al regresar a
también ellos, aunque por desgracia no puedan estar aquí para defenderse, casa comprobé que, efectivamente, había un murciélago en el cuarto de
fueron igual de idiotas al someterse poco a poco a una opresión mortífera, baño. Era un murciélago bastante joven, que había plegado las alas y se
como tú te sometes a ese bocadillo. Y yo soy idiota por estar aquí sentada había echado a dormir en el suelo, detrás de la bañera. Yo meneé la cabeza y
contigo.» dije «Vaya».
Cuando éramos jóvenes, mi hermana hizo que mi hermanastra me Y siguiendo con el tema: una vez mi mujer me llamó y me dijo: «¿Por
llamara por teléfono diciendo que era una amiga de una amiga de la qué no vienes a casa? ¿Por qué no dejas ese estúpido juego y vienes a casa
universidad, que estaba enamorada de mí, y que le gustaría verme para
con una mujer que te ama?» Si no recuerdo mal, en este punto su voz se
tomar unas copas. Yo accedí —afable que es uno— y entonces oí, y aún
volvió más ronca y cascada, y añadió: «Ya sabes que no puedo dormir si no
sigo oyendo veinte años después, las risas de las dos chicas al otro lado del
estás en casa.» Pues bien, colgué el teléfono y me lo pensé. Miré mi pila de
teléfono.
fichas y, aunque parecía que iba ganando, les dije a mis compañeros: «Tíos,
Con frecuencia, en medio de conversaciones sobre temas comple-
tamente diferentes, mi hermana me pregunta si me acuerdo de aquella vez lo siento, pero me tengo que ir a casa.»
que invité a mi propia hermanastra a tomar unas copas. Y yo, herido en mi Fui a casa, entré canturreando para mí mismo y subí corriendo las
honor, replico preguntando si ella se acuerda de la vez que su novio se escaleras, desabrochándome la ropa. Mi mujer estaba dormida como un
ahogó en la bañera. Su muerte fue elevada de lo lamentable a lo notable por tronco. Le rasqué la base de la espalda, diciendo «Despierta, cariño», o algo
el hecho de que se ahogó en la bañera mientras probaba su nuevo equipo de por el estilo. «Mmmmf», dijo ella. «Estoy dormida.» Hice una pausa e
buceo. Y la alusión a su tránsito suele dar por cerrada la discusión, siendo insistí: «Sí, pero dijiste que viniera porque no podías dormir si yo no estaba
como es el no va más de la réplica grosera, es decir, de la viborez. De en casa.» «Bueno, ahora estás en casa», dijo ella, y volvió a quedarse
manera similar, en las disputas entre marido y mujer o, como también se dormida.
suelen llamar, el «matrimonio», la respuesta definitiva del hombre es, por Se dan cuenta, ¿no?
supuesto, la violencia física. Que digan lo que quieran, pensamos los La culminación de todo esto llegó una noche que llegué a casa bastante
hombres, pero como me hinche las narices sólo un poquito más, voy a tarde después de la partida, y con menos dinero que al salir. Esta vez, mi
(LLENAR EL ESPACIO), porque esta tía parece haber olvidado que SOY mujer estaba despierta y la emprendió conmigo y mis partidas de póquer. La
MÁS FUERTE QUE ELLA. cosa subió de tono, como suele ocurrir, y por fin me gritó: «Muy bien, si tan
Y aquí tienen la raison d'étre de la viborez y su identificación como importante es para ti, márchate. Márchate y no vuelvas.»
táctica femenina. Todos necesitamos tener un as en la manga cuando «De acuerdo», dije yo. Ella salió hecha una furia y yo saqué mi maleta y
tratamos con alguien más fuerte que nosotros.
empecé a meter en ella diversas prendas de ropa. Estaba aceleradísimo: al
En los primeros y turbulentos años de nuestro matrimonio, mi esposa no
fin era libre. Podría jugar al póquer todas las noches y fumar puros en casa.
veía bien que yo jugara al póquer. Ahora, en retrospectiva, se me ocurre que
Ligaría con todas esas chicas de Nueva York que entienden lo que es la
debía pensar que a mí tenía que bastarme con su compañía exclusiva, y la
verdad es que tendría que haberme bastado, pero es que ella no jugaba al «libertad», viviría en Hoteles Baratos. Mi mujer volvió a entrar en la
póquer. habitación. «Y llévate a la niña», dijo, arrojando en mis brazos a nuestra hija
Muchas veces recurría a astutas y arteras estratagemas para hacerme de dos años, que estaba dormida, y saliendo de nuevo. Ya estamos otra vez.
abandonar la partida y volver a casa. Por ejemplo, llamaba diciendo que Yo creía que iba ganando. Creía que había ganado y ¿qué tenía ahora? Con
estaba en la calle, en una gasolinera, y que se había dejado en casa las llaves ese tipo de comportamiento resulta muy difícil negociar; es como decir «No
y que, por favor, viniera a casa. Una vez llamó para pedirme que fuera entiendo las reglas, pero estoy tan fuera de mí que podría hacer cualquier
porque tenía miedo. «¿De qué tienes miedo?», pregunté. «Hay un cosa...».
murciélago en el cuarto de baño», me respondió. Volví a dormir a la niña y me puse a pensar que nadie me había
obligado a casarme.
Una historia más de mi mujer y yo:
Una noche, delante de la chimenea, me preguntó: «¿Quién es la
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persona más famosa con la que te has acostado?» Me quedé de una pieza.
Mi mujer es una mujer muy amable y sensible, y aquella pregunta, incluso y la alegría que me causaba el regalo sólo se veía mitigada por el hecho de
en la intimidad del matrimonio, me pareció brusca e indiscreta. «Ay, que yo, invariablemente, viajaba ligero de equipaje, estaba en mitad de un
cariño», dije. «Ja, ja, ja», y seguí leyendo. «¿Cuál es la persona más famosa vuelo que hacía escala en cinco ciudades, y el regalo era invariablemente
con la que te has acostado?», insistió. Le pregunté sí yo le parecía de ésos una enorme fuente de porcelana de Staffordshire. Aquí me tienen, noche tras
que van contando a quién han besado y me dijo que sí, que lo parecía. noche, en la acera a la puerta de su casa, con mí bolsa de joven ambicioso al
Después de unos cuantos vaciles —yo completamente a la defensiva, ya que hombro —que sólo contenía un cuaderno, un cepillo de dientes y un par de
no me explicaba qué la había impulsado a hacer aquella pregunta tan calcetines—, y rodeando protectoramente con los brazos aquel armatoste de
impropia de ella— di con una respuesta: «Vale», dije. «¿Quién es la persona porcelana torneada, de un metro de diámetro.
más famosa con la que te has acostado ni?» Respondió al instante con un Un trasto así no lo puedes facturar, no puedes llevarlo en el avión si no
nombre. Ya te tengo, pensé. «¿Con ése?», dije. «¿Ése? ¿Ése es el tipo más es sobre las rodillas, y lo más probable es que se te rompa. Lo más
famoso con el que te has acostado? ¿Ese negado? ¿Estás de guasa? Ja, ja, inteligente sería, desde luego, tirarlo a la basura, pero ¿CÓMO LE VAS A
ja.» Y durante unos minutos la estuve gozando, metiéndome con su mal HACER UNA COSA ASÍ A TU PROPIA MADRE? Y así, amarrado a aquella
gusto al elegir.
frágil ancla, te pasabas el viaje entero pensando en tu madre. ¿Qué pensaba?
Cuando terminé, ella insistió: «Muy bien, ahora te toca a ti.
Debería darse cuenta... podría haberme mandado una cajita antigua por
¿Quién es la persona más famosa con la que te has acostado?» Tras
correo... tiene que estar convencida de que voy a dedicar mi vida entera a
una breve pausa, bajé la mirada y dije tímidamente: «Vale, me he
esta monstruosidad, y nada de «La metemos en el armario y ya la sacaremos
acostado con » Hubo un momento de silencio y entonces mi mujer
cuando ella venga»... tendré que poner el maldito trasto en una vitrina para
dijo «¿Quién es ésa?» Ya lo dijo Tolstoi: la mediocridad no es
capaz de ver nada superior a sí misma, pero el talento reconoce al evitar que se rompa de manera espontánea.
genio al instante. Dicen que a Bruce Lee lo mataron con el Toque de Tengo la impresión de que los tres casos máximos de viborismo que
la Muerte, una técnica marcial tan secreta y avanzada que los que la conozco corresponden a tres de las cuatro mujeres más allegadas a mí (la
dominan pueden, con un simple toque en cierta parte del cuerpo, cuarta es mi hija, que es demasiado joven y ha heredado demasiado de mi
invertir el mecanismo vital y provocar la muerte en veinticuatro horas. carácter franco para ser una víbora). Así que, por un momento, voy a hablar
Mi madre conocía y practicaba las tradicionales tácticas maternas como un miembro de las «profesiones de ayuda» y sugerir que nadie puede
de olvidar los nombres de las chicas que no le caían bien, quejarse de putearte a menos que le dejes intimar contigo. Me parece una teoría
que me hubiera perdido acontecimientos de cuya existencia no se había espléndida y no hay quien la rebata, a menos que uno haya intentado realizar
molestado en informarme y otras semejantes. Pero además dominaba una una transacción en un banco de Nueva York.
técnica que me llenaba de admiración, a pesar de ser yo su Una vez me pasé una hora haciendo cola en un banco de Nueva York,
víctima. esperando para hacer un ingreso. Cuando por fin me llegó el turno, le
Era un período de mi vida en el que viajaba mucho, viviendo entre entregué a la empleada mi libreta de ahorros y un cheque de dos mil
Nueva York, California y nuestra casa de Vermont. En mis escalas en quinientos dólares, que pretendía ingresar. La empleada transfirió el cheque
Chicago cenaba opíparamente en casa de mi madre y nos dedicábamos a a mi libreta y a continuación me devolvió la libreta junto con dos mil
comentar las vidas de los diversos miembros de la familia que, casualmente, quinientos dólares en efectivo.
no estaban presentes; por ejemplo, mi hermana y su novio, que estaban Siendo como soy un individuo bien criado, mi codicia se vio anulada
echados a perder y además majaras, y cosas por el estilo. por el miedo a que me pillaran, y dije «Perdone...», a lo cual ella respondió
Después de la cena, cuando me levantaba para marcharme, mi madre «Lo siento, ya ha pasado su turno, si quiere hacer otra transacción, póngase
ejecutaba el equivalente moderno de «Llévate alguna cosilla para el tren»: al final de la cola». Me aparté a un lado a reflexionar sobre las innegables
me regalaba algún recuerdo para conmemorar el próximo cumpleaños o ventajas de hacer negocios con los bancos de Nueva York, y otra vez mi
aniversario. Era una costumbre encantadora de una mujer encantadora miedo a ser capturado dominó la situación. Me puse en una cola algo más
corta, que conducía a los ejecutivos del banco. Al cabo de media hora
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Una profesión de putas
querían saber nada de mí, pero yo seguí mi destino y estudiaba todos los
Si nos gusta decimos «Sí, es muy auténtico». Y de ese modo, nuestro días.
juicio de las técnicas se convierte en un desafío perentorio a las cosas que no Un grupo de matones llamados Legs O'Donnel y la Banda del Solar del
nos gustan. Muerto hizo correr la voz de que me iban a moler los huesos si me pillaban
Alfred Hitchcock. ¿No crees que eso capta la esencia de A. Hitchcock? en su territorio.
«Sí, pero la verdad es que no lo parece...» «Sí, pero es una obra de teatro.» De manera que me mantuve apartado durante un tiempo del Solar del
Una vez escribí el guión de una película de abogados, y montones de Muerto.
abogados me escribieron diciendo que los abogados de verdad no se Una noche de invierno volvía a casa con algo de prisa. Me había
comportaban así. Alguien tenía la culpa. «¿Qué tienen que ver todas estas quedado estudiando hasta muy tarde y sabía que mi madre estaría
tonterías conmigo?» preocupada, así que cometí la temeridad de cortar por el atajo que pasaba
En un mundo que nos parece aterrador ratificamos aquello que no por el Solar del Muerto.
representa un peligro. A mitad del camino levanté la mirada y allí estaban O'Donnel y su
Está muy bien que una orquídea se parezca al órgano sexual femenino, banda. Dijo que me iban a pegar una paliza. Yo me dije que si iba a recibir
pero resulta de muy mal gusto que alguien llame la atención sobre dicha una paliza, mejor recibirla por algo en lo que creyera, así que saqué mi
similitud... violín y toqué. Toqué como no había tocado en mi vida y al terminar
levanté la mirada, dispuesto a tomar mi medicina.
Y descubrí que estaba solo.
¿Por qué las adolescentes gordas llevan vendajes en las pantorrillas? Muchos años después, iba en un taxi por el centro de la ciudad y, al
¿Por qué siempre sabemos cuándo un dependiente nos va a dar de pasar por la entrada de artistas del Lincoln Center vi a varios hombres que
menos en el cambio? me resultaron conocidos.
¿Por qué todo el mundo sabe que la gente tiende a tocarse la nariz Le pregunté al taxista si sabía quiénes eran aquellos hombres y me dijo
cuando miente, pero nunca actuamos basándonos en esa información? que eran el Cuarteto de Cuerda Juilliard.
¿Qué significa eso de que alguien «ya ha sufrido bastante» y por qué Pagué al taxista, bajé a la acera y los miré fijamente.
debemos aceptar su palabra? ¿Acaso no parece que si alguien tiene la El Cuarteto de Cuerda Juilliard eran ni más ni menos que Legs
caradura de suponer que dicha declaración podría evitarle nuevos O'Donnel y la Banda del Solar del Muerto.
sufrimientos, es que aún no ha sufrido bastante? Comprendí que cuando toqué para ellos aquella fría noche de diciembre
Tengo un amigo que quería fabricar y comercializar una camisa los había salvado de una segura carrera criminal, inspirándolos para
hawaiana rellena de plumón. ¿No creen que esto deja en mantillas a Tristan convertirse en los músicos de cuerda más competentes del mundo.
Tzara y su taza de té forrada de piel? Me acerqué más a ellos y advertí en sus rostros que me reconocían.
¿Por qué cuando nos paran por una presunta infracción de tráfico nunca Y me dieron una paliza de muerte.
podemos evitar decir «¿Qué problema hay, agente?». ¿Cambiarían las cosas
si dijéramos algo diferente?
Don Marquis decía que la reconciliación definitiva de la Doctrina del Rudolph Arnheim sostiene que nos resulta difícil apreciar la verdadera
Libre Albedrío con la de la Predestinación era que somos libres de hacer lo armonía en el arte porque casi nunca encontramos verdadera armonía en
que queramos, pero que, hagamos lo que hagamos, saldrá mal. nuestra vida cotidiana.
Nos estamos volviendo incapaces de reconocer lo armonioso y
empezamos a dudar de su existencia.
El juez pregunta: Señor X., ¿puede usted explicar su conducta? El tipo ¿Qué significa que hayamos renunciado a los criterios tradicionales del
responde: Señor Juez, de pequeño tocaba el violín. Los otros niños no arte, la conducta o cualquier tipo de actividad?
¿Es casualidad que las películas sean peores que nunca? ¿Y que las
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canciones country —el último bastión de la libertad de expresión tra- son sólo síntomas saludables de un mundo enfermo que busca una manera
dicional— mencionen cada vez con más frecuencia en sus letras los títulos de recuperar la salud.
de otras canciones country?
Cada año disminuye el número de locales públicos que no emiten
música, y también disminuye la calidad de la música que emiten. La oímos En una campiña henchida de esperanza, poblada por animales y bien
en los ascensores, en los aviones, en los vestíbulos, en el teléfono. ¿Qué se educada, había un arbolito junto al camino que decía:
pretende con esa música? ¿Deleitar? ¿Expresar algo? No hace ninguna de
La reina vio una oportunidad y la aprovechó para marcharse.
las dos cosas. ¿Relajar? A mí no me resulta relajante. Lo único que consigue
Hizo las maletas y salió huyendo.
es irritarme.
Vive en el sur de Francia.
A mí me parece que la cuestión no es lo que el Empresario creía que
estaba vendiendo al poner música en los ascensores, ni tampoco lo que el En su cama duerme un oso.
Consumidor creía que estaba comprando. La rosa que llevaba en su equipaje está marchita.
La cuestión, me parece a mí, es ¿cuál es el verdadero sentido de la Lleva los bultos atados con cuerdas.
transacción? Y la cuerda está raída.
Y a mí me parece que, en lo referente a la música en los ascensores, El alféizar de la ventana tiene marcas por donde ella bajó los bultos.
todos —vendedores, compradores y víctimas— conspiramos para limitar el
pensamiento. ¿Por qué?
Porque los pensamientos que podrían sobrevenirnos en momentos de
respuesta son demasiado aterradores. Decadencia
Empezaríamos a preocuparnos por la Situación Económica, la
Homosexualidad, la Energía Nuclear, la Disolución de la Familia...
Tomados por separado, cada uno de estos temas parece importante y a la vez Una moda no es más que la expresión irresistible de una añoranza.
insoluble; tomados en conjunto, me parecen una especie de música de Dicha expresión tiene el poder de afectar a la sociedad en conjunto, porque
ascensor social: una preocupación por lo sintomático, en lugar de por lo es inconsciente y simbólica.
sustantivo. Podría parecer que una moda es la creación de una sola mente o
Opino que estos temas constituyen una pantalla que nos impide voluntad, pero esa voluntad tiene que ser ratificada por muchas otras: los
mirarnos a nosotros mismos. productores, los críticos, los medios de comunicación... en pocas palabras,
la mente popular actuando al unísono. El poder de la moda es el poder del
inconsciente colectivo ratificando un deseo colectivo.
Aceptamos la degeneración que parece estar a la orden del día... en
La popularidad de las películas de catástrofes, por ejemplo, expresa la
nuestra salud, en nuestras instituciones sociales, en nuestro ambiente, en la
percepción colectiva de un mundo amenazado por fuerzas irresistibles e
Situación Mundial.
Nuestra poesía no rima, nuestros médicos son incapaces de curar, imprevisibles que, no obstante, son vencidas en el último momento. Su
nuestros políticos no nos representan, nuestros artistas no saben explicarse. significado simbólico, apenas velado, podría traducirse así: somos inocentes
de toda mala acción; las fuerzas que nos atacan son imprevisibles y, por
Me parece evidente que estamos a la espera de alguna tremenda e
inminente catástrofe, que nada podrá impedir. Creo que esos síntomas tanto, somos inocentes incluso de negligencia. Aunque dichas fuerzas son
carecen de importancia por sí mismos y que son sólo avisos ineludibles de insuperables, la suerte vendrá en nuestra ayuda y saldremos victoriosos.
lo que está a punto de ocurrir. Nuestra propia inocencia (nuestro «yo no sé nada») es nuestra arma más
Del mismo modo que el cuerpo enfermo procura librarse de su potente. Y no se puede sacar ninguna enseñanza del desastre que casi acaba
desequilibrio a través de la piel, las glándulas o el aparato digestivo, estos con nosotros, porque no se podía prever y no volverá a ocurrir.
aterradores declives —económico, nuclear, sexual, geofísico— La popularidad de las películas de descuartizamientos en las que se
asesina a chicas a hachazos expresa una misoginia psicopática: odio
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que yo observaba a mi alrededor, tanto en mi casa como en las casas una cita con el peluquero, que ya se había ocupado de cancelar por
de mis amigos. mí. Y que ya le había dicho a la niña que papá iba a venir a pasar
Ahora comprendo que ese miedo a lo desconocido que yo advertía una semana «sin trabajar».
a mi alrededor era comprensible, y cuando lo describo como un rasgo En fin, traté de resistirme cuestionando su derecho a cancelar
cultural lo digo sólo medio en broma. A mis padres y a los padres de unilateralmente mi cita con el peluquero y apelando al efecto colateral
mis amigos sólo les separaba una breve generación de la empalizada
de mi reconocida incapacidad para pasarlo bien cuando llevo el pelo
del barrio judío en Rusia o Polonia; y para sus padres, el más mínimo
desplazamiento fuera de sus casas representaba una clara ocasión de demasiado largo. Argumentos a los que mi esposa respondió con un
problemas reales: dificultades para obtener comida aceptable según «Qué pena». Y allá nos fuimos, a divertirnos y regodearnos a orillas
sus leyes religiosas, confusiones con las costumbres locales, persecu- del Caribe.
ción e incluso asesinato. Camino del aeropuerto, el taxista nos preguntó que cómo íbamos
Esta fue la bonita carga que mis padres heredaron de los suyos y de vacaciones a una isla que estaba siendo arrasada por un huracán.
me transmitieron a mí; y aunque me separaban ya setenta años de los Ajá, pensé, aquí llega la caballería. Pero mi mujer dijo «Vamos allá y
cosacos seguía siendo incapaz de irme de vacaciones. ya veremos. Si el huracán no ha pasado, volveremos a casa, y ya está».
En nuestra luna de miel mi mujer y yo fuimos a París, y yo me Nos dispusimos a embarcar en el avión.
pasé dos días acurrucado en la cama. Sí, ya sé que van a decir —y con Expliqué a mi mujer que durante el viaje en avión tendría que
razón— que algo debió influir el hecho de acabarme de casar, pero hacer un estudio y ella dijo «Muy bien». Mi estudio consistía en leer
¿acaso eso no es también una forma de viajar? las galeradas de una novela policíaca que alguien quería llevar al cine,
A pesar de esta engañosa información en sentido contrario, en y lo habría disfrutado mucho más si ella se hubiera resistido, pero no
ocho años de matrimonio, y basándonos en nuestra instructiva ex- se resistió. Así que forcejeé con el libro, mi hija vio Tras el corazón
periencia de la luna de miel, no hemos tenido unas auténticas vaca- verde y mi mujer coloreó el libro de colorear de la niña durante tres
ciones.
horas y media.
Pero este año se nos ocurrió que no íbamos a vivir eternamente, En la isla comprobamos que el huracán había pasado ya, así que
que nuestra hija no iba a seguir siendo para siempre una fascinante y puse cara de mal humor y fuimos al hotel. Llegamos al hotel y me
cariñosa niña de tres años, y que era muy improbable que en nuestros
preparé para el consabido sainete que todo Viajero Semita reconocerá
respectivos lechos de muerte dijéramos «Me alegro de lo mucho que
al instante: aquí me tienen, pagando un montón de dinero, y todo va
progresé en mi carrera en 1986».
Así pues, mi esposa, actuando no por cuenta propia sino en nom- mal. O todo cambia inmediatamente para mejor, o me voy a morir.
bre del grupo, nos contrató unas vacaciones. Como es natural, a mí, el El botones llevó el equipaje a la habitación, yo abrí las puertas que
esposo modelo, me pareció muy bien y la felicité por su decisión, daban a un patio, más allá del cual se veían la arena de la playa y el
sabiendo que cuando llegara el momento de partir podría encontrar Caribe, y un balón de fútbol cayó al agua frente a mí, con un fuerte
algún trabajo urgente que me retuviera en casa o, en el mejor de los «plof».
casos, fingirme enfermo, y si todo esto fallaba, enfermar de verdad. Estupendo, pensé. Aquí estoy, pagando un montón de dinero por
Esta última era una táctica que ya había empleado antes con exce- un poco de paz y tranquilidad, y algún pelmazo evidentemente nor-
lentes resultados. «Id vosotras y no os preocupéis por mí, que lo teamericano, incapaz de salir de su casa sin sus juguetes, me va a
paséis bien», y en cuanto se iban yo me tumbaba en la cama, estirán- fastidiar las vacaciones.
dome hasta ocuparla entera, y me dedicaba a fumar puros en el cuarto Y entonces, ante mis ojos, el balón desplegó las alas y se reveló
de estar.
como un pelícano que se había zambullido a capturar un pez.
Pero esta vez no iba a ser así. Al acercarse el día de la partida le Está bien, pensé, lo intentaré. Y lo intenté. Me cambié de ropa y
dije a mi mujer que estaba desolado, pero que no iba a poder acom- me senté en la playa. Pensé en Somerset Maugham y sus relatos
pañarlas; a lo cual ella replicó que había mirado mi agenda y no había
marinos. Pensé en Joseph Conrad. Cogí una concha y pensé en lo
visto que yo tuviera nada que hacer la semana en cuestión, aparte de
victoriana que parecía, y me maravillé ante la Multiplicidad de la
Naturaleza.
Se puso el sol, metimos a la niña en la cama y mí mujer y yo
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Una profesión de putas
salimos a cenar. Estuvimos en un restaurante muy bonito, que colgaba de un necesidad de una nueva idea. Descubrimos que bastaba con una idea mucho
acantilado sobre la playa. Debajo de nosotros se oía un ruido como de más básica: la unidad de la familia
fuegos artificiales muy lejanos. Miré hacia abajo y vi que el ruido lo hacía Me marché de la isla dos días antes que ellas, porque tenía que estar en
la resaca, que arrastraba las piedras de la orilla. Dije: «Las piedras de la Los Ángeles para un asunto de negocios. Al subir al avión sentía una secreta
playa, al ser arrastradas por la marea, suenan como fuegos artificiales muy alegría por mi inminente retorno a los hábitos de la vida atareada: tendría
lejanos.» Mi mujer no dijo nada. Yo insistí: «Esto me hace pensar que la reuniones, y hablaría por teléfono, y haraganearía en la cama, y fumaría
literatura se enseña de una forma completamente equivocada. Aquí tenemos puros en la habitación del hotel.
un símil muy bonito, pero lo Dije adiós con la mano por la ventanilla del avión, me puse el sombrero
que importa no es el símil, y tampoco la habilidad del escritor para de escritor y se me ocurrieron varias ideas. Primero pensé en Thorstein
hacer comparaciones. Lo que importa es la piedra.» Veblen, que dijo que a las personas que viajan en viaje de negocios nunca
Mi mujer dijo: «¿Por qué no te tomas unas vacaciones?» se las echaría de menos si no llegaran. Y me dije: ¿Sabes? Pues es verdad.
En fin, bebimos otra copa, y yo me bebí otra más, y volvimos a Y pensé en Hipócrates y su hospital de la isla de Cos, donde los
nuestra habitación y nos quedamos dormidos, y cada uno de los dos
enfermos eran tratados en un paisaje apacible, con vientos cálidos y el ritmo
días siguientes dormí dieciocho horas seguidas. Y al tercer día, ya no
regenerador de las olas: un lugar donde uno podía curarse porque facilitaba
pensaba en Joseph Conrad.
la restauración del orden natural; y eché de menos a mi familia y me sentí
Mi hija me pidió que saliera a hacer «harina» y en lugar de responder
muy agradecido por la semana que habíamos pasado juntos en la playa.
«espera un momento» salí e hice harina. Hacer harina consistía en verter
arena sobre una hoja de palma, y me sorprendió descubrir que resultaba
tan divertido como (y desde luego, más productivo que) una comida de
negocios en el Russian Tea Room.
El caso es que nos lo pasamos de maravilla. Nadamos, hicimos esquí Gallinas semánticas
acuático, desayunábamos en el patio. La niña estuvo una semana
andando desnuda por la playa con una sarta de cuentas al cuello, y el pelo
se le puso más rubio y con mechas. En nuestros cines, grandes y terroríficos monstruos negros acosan a
Teníamos unos amigos de vacaciones en una isla cercana, y un día starlettes blancas.
vinieron a vernos y nos emborrachamos y salimos a bañarnos desnudos a Enormes y persistentes tiburones devoran remolcadores.
la luz de la luna; mi hija y yo nos pasábamos dos horas al día pegando Las cosas arden, se derrumban y/o se inundan con desagradables
botes en un trampolín y, en resumen, aquél fue el viaje de mí vida. cantidades de agua.
Pensé: somos gente urbana, y la solución urbana a casi todos los Estos son nuestros sueños de destrucción del mundo. En nuestra vida
problemas consiste en hacer más: encontrar alguna nueva comida que onírica no existe la certidumbre. Objetivizamos nuestra inseguridad y el
nos haga perder peso; añadir un sonido más para relajarnos; complicarte
asco que nos damos en forma de fuerzas externas dispuestas a castigarnos.
más la vida para estar más cómodo; comprar más, comer más, hacer
Puede que ellos no sepan lo que hemos hecho, pero nosotros lo
más negocios. Aquí en la isla, no teníamos nada que hacer. Habían
sabemos.
suprimido todo, excepto lo puramente natural.
Nos sentíamos cansados cuando el sol se ponía y activos cuando Encendemos la televisión y vemos un programa tras otro glorificando a
salía; todo el día escuchábamos el ritmo de las olas; el calor y la sal nuestras fuerzas de la ley.
renovaron nuestros cuerpos. Somos un libro abierto.
Descubrimos que en lugar de lograr la paz mediante la adición de Tratamos de atraernos el favor de las fuerzas destinadas a reprimir a los
una nueva idea (aprovechamiento del tiempo, unidad conyugal, res- que se atrevan a extender su campo eléctrico fuera de la cocina.
ponsabilidad) habíamos suprimido de la manera más natural el ruido y Rendimos homenaje a la profesión médica, glorificando a los mé-
las distracciones de una vida demasiado atareada, y ya no tentamos
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dicos como seres superiores, capaces no sólo de entender las dolencias guerra de manera continua, pero llamándola defensa, hasta el punto de que
de los enfermos y afligidos, sino también de preocuparse por ellas. ahora dudamos de que exista una cosa llamada defensa y nos preguntamos
Así creemos librarnos de los terrores corporales y sociales. El Poli sí, en realidad, el verdadero significado de «defensa» no será «agresión».
de Patrulla y el Médico de Guardia nos protegen. Zeus es grande. Hemos llegado a aceptar toda clase de inversiones semánticas, tal como
Nuestro tenue monoteísmo se deshace ante nuestras grandes in- nos advirtió George Orwell.
seguridades, y vivimos de nuevo en un universo claramente animista, Y ahora, abrumados por la información, aplastados por la ira y con una
poblado por superseres. sensación de completa impotencia, nos sentimos incapaces de hacer otra
No existe seguridad. ¿De qué sirve la discriminación en un mundo cosa que no sea someternos a la atrocidad ficticia de turno, ya se trate de un
en el que puede suceder cualquier cosa?
nuevo funcionario psicópata o de un mono gigante.
Nuestras revistas están repletas de fotografías de hombres y mujeres
Pero yo me pregunto si esto es necesario. Me pregunto cómo podríamos
desnudos. Nuestra literatura popular es el mismo cuento contado una y
otra vez: se acerca el fin del mundo, y sólo un hombre o una mujer (un eliminar al coco que acecha bajo la cama.
espía, un soldado, una periodista o un ciudadano vulgar y corriente) está Nos dejamos guiar por la magia. Hemos dejado de creer en la lógica. La
capacitado para salvarlo. causa a la que tantos efectos atribuimos es nuestra propia insuficiencia,
Dichos personajes recorren a trompicones el libro, echan algún que apenas enmascarada.
otro polvo, son golpeados en la cabeza, salvan el mundo y se marchan a Buscamos refugio en el abracadabra, en el Elixir de Serpiente de los
casa. setenta, en el escapismo.
¿Qué nos estamos diciendo por medio de esta cultura popular? Pero el público debe recibir lo que desea. Si el público quiere basura,
¿A qué viene tanto empeño en el fin del mundo, tanto a nivel de basura le daremos. Basura en las películas, basura en los escenarios, basura
nación como a través de las personalidades y habilidades de nuestros en las librerías, basura en la Administración, basura en los supermercados.
artistas? ¿Qué podríamos hacer para superar este hábito de decir: en efecto, las
Ésta es mi pregunta. Desde luego, esto índica una rabia intensa, cosas no son lo que parecen, sino lo que nos dicen que son?
incipiente y persistente. Un buen primer paso consistiría en apagar los televisores.
Como decía el señor Chayefsky de manera tan brillante en Un (En plan algo más serio: después del cataclismo, ya se produzca por
mundo implacable, lo que nos gustaría es decir: «Estamos hasta los mono gigante, por riada, por veneno de salamandra, o por lo que sea, ya no
cojones y ya no aguantamos más.» habrá más televisión ni —durante algún tiempo— «industria» del cine.
Pero vamos a aguantar más, y lo aguantarnos, y tenemos un montón Habrá sólo seres humanos y el ansia humana por dramatizar. Habrá teatro, y
de problemas para expresarlo, porque no nos fiamos de las palabras. los que estén en el ajo serán aquellos que hayan agudizado su sensibilidad
Nuestra rabia es tan grande que sólo podemos patalear y balbucear.
mediante la asistencia preholocáustica, así que hay que salir más.)
Nuestras gallinas semánticas se han echado a dormir.
Otra buena idea sería ir al teatro cuando se tienen ganas de divertirse. El
Hemos comprado tantas cosas con la etiqueta mejorado y que en
realidad sólo estaban metidas en un nuevo envase, que ya no nos teatro, en general, utiliza personal vivo, y uno puede ir después a los
creemos que nada se pueda mejorar. camerinos y decirles a los actores y actrices y al director y al autor —si es
Hemos visto a nuestro gobierno constitucional corrompido por que andan por ahí— que lo que has visto no tiene ningún sentido y más vale
hombres y mujeres insignificantes y malignos que habían jurado obe- que lo arreglen.
decer la ley, y los hemos oído calificar sus delitos como acciones em- Porque, así como el propósito de una película es la revelación gradual
prendidas en interés público. En consecuencia, hemos acabado dudando de los genitales humanos y el propósito de la televisión es hacer prosperar
de que sea posible actuar en interés público. varias fábricas de armamento ligero en Connecticut, el propósito del teatro
Mi generación creció en una época en que la agresión feroz y es hacer que las cosas tengan sentido.
constante, públicamente admitida, se convirtió en la norma de nuestra Si nos ponemos estrictos de verdad, el propósito del teatro, tal como dijo
política exterior. Cambiamos el nombre del Ministerio de la Guerra para Stanislavsky, es sacar a la luz la vida del alma humana: y el teatro,
llamarlo Ministerio de Defensa, y nos dedicamos a hacer la
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La verdadera historia literaria de Chicago comienza hacia el cambio de Tenemos alguna mitología local un poco rara.
siglo, con el concejal Bathhouse John Coughlin, comandamás (junto con Nadie cuenta chistes de gángsteres ni piensa que la ciudad sea
Hinky Dink Kenna) de la Primera Zona del Centro de Chicago. particularmente violenta (que no lo es). Pero sí que se cuentan chistes de
En su «Oda a una bañera», Coughlin decía: policías y nos enorgullecemos de considerar que el cuerpo está corrupto sin
remedio (que no lo está). Y aún estamos más orgullosos de nuestro
Unos se divierten viajando, otros sacando fotos. excelente cuerpo de bomberos.
Robert Quinn, jefe de bomberos hasta hace poco, era viejo amigo y
Hay quien disfruta corriendo en automóviles y motos.
camarada del alcalde Daley. Su relación se remontaba a los tiempos del
Pero para mí no hay más que un placer, aunque me ¡laméis hortera.
Hamburger Athletic Club de Bridgeport, el equivalente en Chicago a haber
No hay nada comparable a zambullirse en la bañera.
estado en las montañas de Oriente. Así que Quinn fue jefe de bomberos para
siempre.
Cincuenta años más tarde, el vecindario encontró otro paladín en
En 1978 hubo un alboroto porque Quinn, en lugar de adquirir modernas
Richard J. Daley —ya no está con nosotros, pero jamás le olvidaremos—, el
y eficientes ambulancias de tipo furgoneta, seguía comprando anticuados y
hombre que dijo: «La policía de la Ciudad de Chicago no está para crear
lentos Cadillacs. Entrevistado en un noticiario de televisión declaró: «Opino
desorden, sino para preservar el desorden existente.» También hemos de
que cuando la-gente de la Ciudad de Chicago tiene que irse, le gusta irse
hacer notar que un alcalde anterior, Big Bill Thompson, amenazó en cierta
con estilo.» Esto provocó una cierta conmoción, y la noche siguiente Quinn
ocasión con pegarle un puñetazo en la nariz al rey de Inglaterra, una actitud
convocó una conferencia de prensa para defenderse, en la cual explicó: «Lo
muy poco de Chicago, ya que aquí siempre hemos sido amables con los
que quise decir es que el Pueblo de Chicago, cuando tiene que irse, quiere
visitantes.
irse con estilo.»
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Dios bendiga a nuestros periodistas. Hubo un tiempo en el que Siempre me he sentido como un extraño, y estoy seguro de que la
Carl Sandburg escribía críticas de cine en el Daily News (el principal suspicacia que percibo es la suspicacia que yo mismo despierto por mi
periódico de Chicago. Hace ocho años que desapareció. Descanse para gran anhelo de pertenecer.
siempre en paz y en nuestro recuerdo). Dreiser era crítico de teatro; Me gustaría llevar una vida libre del constante autoexamen; una
Hecht y MacArthur trabajaron en el City News Service; Nelson Al- vida que quizá esté gobernada por los procesos de la culpa, el remor-
gren fue reportero, lo mismo que Vachel Lindsay, nuestro mejor poe- dimiento, la esperanza y la angustia, pero en la que estos procesos en
ta del Medio Oeste. sí no ocupen el lugar más destacado en la mente.
Lindsay se refería a la visita que Bryan hizo a Springfield durante Me gustaría pertenecer a un mundo dedicado a crear, a conservar,
una campaña, pero bien podría haberse referido a Chicago cuando a lograr o sencillamente a ir tirando. Pero el mundo del extraño, en el
escribió: cual he elegido vivir y para el cual me he preparado, no se basa en
ninguna de estas cosas. Se basa en la observación.
Llevaba en su cabello una lozana rosa de la pradera. Sus amigos El hábito de una atención aguda y constante puede verse en los
la cortaron, porque aquella no era la manera. Una chica de Gibson animales sin recursos, sin posibilidad de pelear, sin margen para el
no podía llevar algo tan atrevido. Pero éramos buenos error. Es el hábito de quien depende por completo de los caprichos y
demócratas y éste era nuestro día. la buena voluntad de su entorno. Es el hábito del niño. Históricamen-
te, es el hábito del judío.
En nuestra amada Ciudad de los Vientos maldecimos el frío y nos Como hijos de judíos inmigrantes, nuestra necesidad de observar
ufanamos de vivir en el peor lugar de Norteamérica para pasar el es espoleada por el recuerdo de viejas humillaciones, de viejas indig-
invierno. Pero se nota que el aire es fresco y todo parece aún posible, nidades. Somos espoleados por los placeres aprendidos y obligados
como se lo pareció a Willa Cather y Sherwood Anderson, y a Willard del aislamiento y la reflexión.
Motley y a Hemingway, y a Frank Norris, Saul Bellow y todos los Entrenados para vivir de nuestro ingenio, para vivir en el mar-
demás escritores de Chicago que, cuando hablaban de su pueblo, aca- gen; entrenados para no integrarnos, hemos hallado vanas las virtu-
baban escribiendo siempre la misma historia. Era y es una historia de des del compromiso con nuestro entorno. Y así, nuestras vidas son un
posibilidades, porque la idea que flota en el aire es que el Oeste está feroz intento de encontrar un aspecto del mundo que no admita in-
empezando y que la vida se puede entender y disfrutar. terpretación.
Estos escritores nos exhortaban, lo mismo que su colega filosófi- Fieles a nuestro pasado, vivimos y trabajamos con una visión he-
co, el concejal Hinky Dink Kenna, el compañero de crímenes de redada, observada y aceptada de la futilidad personal y de la belleza
Bathhouse John: del mundo.
«Hagas lo que hagas, que sea la releche.»
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y me resultó difícil adaptarme a una situación en la que «porque lo digo yo» he de dejarme atar por las reglas de la dramaturgia si el único que las
era una explicación insuficiente. conoce soy yo, y mi comprensión de las mismas no es en absoluto
Cuando escribes para el teatro, los derechos de autor te pertenecen. La perfecta?"
obra es tuya, y nadie puede cambiar una palabra sin tu permiso. Cuando La regla que se aplica aquí es el concepto aristotélico de la unidad de
escribes para el cine, eres un empleado al que se contrata para que entregue acción, a saber, que la obra sólo debe tratar de una cosa, y que esta cosa ha
un producto, y ese producto puede ser modificado según el capricho de de ser lo que el héroe pretende conseguir.
quienes te han contratado. La estricta aplicación de esta regla produce obras magníficas, porque lo
En el teatro, cuando el significado de la obra no queda claro, el director único que nos interesa en el teatro, como público, es ¿QUÉ PASA LUEGO?
y los actores suelen dar por supuesto que el autor o la autora sabía lo que Todos los escritores sabemos esto, pero pocos lo hacemos.
hacía, y se esfuerzan en comprender la obra. No lo hacemos porque resulta demasiado difícil.
En el cine, si el significado y la validez del guión no son evidentes a Es mucho más fácil escribir buenos diálogos (lo cual es un talento y, en
primera vista, todo el mundo da por supuesto que el escritor ha fracasado. realidad, no exige demasiado esfuerzo) que escribir buenos argumentos. Así
Ésta fue la parte dura de trabajar en el cine, y si alguna vez has pues, los dramaturgos hacemos lo mejor que puede hacerse a falta de
intentado explicar por qué el chiste que acabas de contar es gracioso, ya escribir buenos argumentos: escribimos malos argumentos. Y luego
sabes a qué me refiero. llenamos los huecos con palabras. O asignamos atributos atractivos a
Por otra parte, una de las cosas buenas de pasarme aproximadamente un nuestros personajes para que el público se interese por ellos. (En la década
año como empleado fue que recibí una lección de coherencia. de 1930, un atributo muy popular era la Gran Riqueza. En la de 1950, un
La mayoría de los dramaturgos está familiarizada con las reglas básicas Origen de Clase Baja. En las de 1970 y 1980, una Deformidad o Invalidez
de la dramaturgia, y la mayoría de nosotros —de vez en cuan-do— hace Física.)
trampas. Estos atributos están muy bien, pero lo único que queremos saber
Si la acción del personaje de una escena consiste, por ejemplo, en HUIR cuando nuestros amigos vienen del teatro es: «¿De qué trata la obra?»
DEL PAÍS, sabemos que una buena manera de empezar es haciéndolo Nunca preguntamos: «¿Hay personajes interesantes o entrañables que
SALIR DE LA HABITACIÓN. Pero casi todos nosotros nos resistimos a puedan hacerme llorar?»
prescindir del conmovedor discurso sobre «la muerte de mi gatito» que el El trabajo en el cine me enseñó (al menos de momento) a ceñirme al
héroe pronuncia antes de irse. argumento y no hacer trampas.
El desarrollo necesario es: Los estadounidenses siempre hemos visto a Hollywood, en el mejor de
los casos, como un sumidero de venalidad depravada. Y, naturalmente, lo
TANIA: Franz, el ejército de los rojos está en la plaza del pueblo. es. No es un Monasterio para la Protección de la Verdad Estética. Es un
lugar donde todo resulta increíblemente caro.
Tienes que partir.
El rodaje de una película puede costar 100.000 dólares diarios. En
FRANZ: Nos veremos en Bucarest. (Sale.)
consecuencia, no es muy inteligente escribir una escena bellísima que
entorpece el argumento, porque, cuando se haya de montar la película y el
Pero nos engañamos a nosotros mismos, en la esperanza de que nadie
montador tenga que reducir el metraje de dos horas y cuarto a dos horas
va a advertir la interrupción de la acción, y la escena queda así:
justas, la escena bellísima que entorpece el argumento acabará por el suelo,
y el escritor habrá malgastado 100.000 dólares.
TANIA: Franz, el ejército de los rojos está en la plaza del pueblo.
El interés de Hollywood por los aspectos económicos me hizo revivir
Tienes que partir. mis primeros días en el teatro.
FRANZ: ¿Partir? ¿Partir? ¡Cuántas maneras hay de partir! Cuando era Cuando montábamos representaciones en garajes y sótanos de
pequeño, tenía un gatito... (etc.) parroquias, todo lo que se utilizaba en la obra era prestado, robado o, como
último recurso, adquirido con el dinero que los miembros de la compañía
«Sí», decimos, «no es coherente, pero queda muy bonito. ¿Por qué ganaban conduciendo un taxi o sirviendo en un bar.
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David Mamet Una profesión de putas
Esta saludable relación con la necesidad financiera favorecía el parte de los productores; bastaría con un poco de venalidad creativa.
buen teatro, porque sólo se sacaba a escena aquello que era incuestio- Mi estancia en Hollywood me ha beneficiado personalmente en varios
nablemente esencial para la producción. sentidos. Estoy empezando a trabajar en una nueva obra dramática
Otro aspecto instructivo de la necesidad financiera que redescubrí con, lo reconozco, una ligera actitud residual de «¿Quién iba a
gracias al cine fue la permanente preocupación por el público. decirlo? Todos creíamos que era como un campamento de verano», y
En el teatro de garaje, si no eres divertido no van. espero el momento de hacer otra película.
Este principio no parece regir en Broadway, pero ciertamente se
aplica en el cine.
En un intento de conseguir que el público comprara sus palomitas
de maíz antes de la proyección, Bob Rafelson (director de El cartero Los Oscar
siempre llama dos veces y mi patrocinador en Hollywood) me inte-
rrogó implacablemente sobre el guión, y lo que quería saber era esto:
¿No puede ser mejor? Vivimos en un mundo arruinado por la razón.
Cuando la gente viene llamándote Artista desde hace años, tu Si a la religión le quitas la fe, te queda una mañana de domingo
reacción personal con esta pregunta puede caer en desuso. desperdiciada. Si a la ley le quitas el convencimiento, sólo te queda el
Trabajar en una situación de colaboración en la que no podía litigio. Y sí a la celebración le quitas el ritual, sólo te queda el Día del
responder: «Es perfecto. Ponedlo en escena», fue un tónico saludable. Presidente.
Me dio una gran seguridad respecto de mi capacidad para resolver El Día del Presidente es una amalgama espúrea de los aniversa-
problemas, y también respecto de mi capacidad para entenderme con rios de George Washington y Abraham Lincoln. Donde antes tenía-
la gente. Los que se ocupan de la producción de una película suelen mos dos rímales nacionales nítidos y creados espontáneamente ahora
mostrarse satisfechos de sí mismos: no sólo tienen un buen guión, sólo tenemos un día más de fiesta.
sino que se han arriesgado para conseguirlo; han hecho un «descu- Cada una de estas dos celebraciones presidenciales surgió por un
brimiento». motivo distinto. Una celebraba nuestra adhesión a las virtudes de una
Así que ésta es la historia de mi éxito: a alguien se le ocurrió que honradez tediosa; la otra lamentaba la pérdida de una gran alma.
sería más beneficioso enseñar una técnica nueva a un artista que tra- Pero en el Día del Presidente ya no se recortan siluetas de papel,
tar de inducir a un escritor mercenario para que fuera interesante, y no se aprenden de memoria y se pronuncian discursos, no se vuelve a
todo el mundo se fue contento a casa. relatar la extravagante anécdota del cerezo. Se ha aplicado la razón, y
En el. teatro de este país hay una enorme cantidad de talento, nuestro Tío Rico nos ha concedido otro día de descanso en interés de
especialmente en los pequeños teatros de Chicago, Boston, Nueva una mayor productividad.
York, Louisville y Seattle. Los artistas dramáticos de estas y otras ciu- El Día del Presidente no nos deja renovados; y nunca pregunta-
dades están trabajando. Están constantemente actuando, diseñando, mos, como lo hacemos en la Pascua hebrea: «¿Por qué esta noche es
dirigiendo y escribiendo obras. Puesto que viven en una atmósfera diferente a todas las demás?» No lo es.
relativamente libre de presiones comerciales no necesitan retirar sus Si aplicamos la razón a un velatorio, podemos decir: «¿Por qué
talentos del mercado para aumentar su precio ni inclinarse ante una hemos de molestarnos? Al fin y al cabo, está muerto.» Pero el uso
estética mercantil, así que pueden desarrollar sus habilidades, sus pun- espontáneamente evolucionado del cumpleaños de Abe Lincoln servía
tos de vista y su talento. para recordarnos que hay cualidades que podemos esforzarnos en
Tradicionalmente, la industria del cine ha desarrollado este talen- emular y que son al mismo tiempo excelentes y maravillosas. Y ahora
to demostrándole cuánto mejor se conduce un Mercedes que un la celebración del cumpleaños de Abe ya no existe.
Chevy. Del mismo modo en que hemos perdido nuestras barberías y
Colaborar con este talento, en vez de explotarlo, haría que nues- nuestros salones de billar, nuestros clubes de primos y nuestras orga-
tras noches de viernes en el cine resultaran mucho más atractivas. nizaciones fraternales, también hemos abjurado de nuestros rituales
Y no sería muy difícil hacerlo. Ni siquiera exigiría altruismo por rejuvenecedores.
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Sólo permanecen dos fiestas nacionales legítimas. Por fiestas «le- Nos descubrimos haciendo comentarios estúpidos, previsibles y
gítimas» entiendo lo siguiente: fiestas dotadas de un significado específico y convencionales a quienes nos rodean, especialmente a quienes tienen cierta
evolucionado espontáneamente, cuya celebración nos resulta refrescante y autoridad. Y, como los niños, hemos ampliado nuestra definición de
correcta, y en cuya celebración estamos unidos como Pueblo. Estas autoridad hasta el punto que incluye a todos aquellos que nos controlan o
festividades son la Super Bowl y la concesión de los Oscar de la Academia. dirigen en el momento presente: el conductor de la limusina, el
La Super Bowl es, o así me lo parece, una celebración de nuestro amor recepcionista, el que comprueba las entradas. La razón ha quedado en
nacional a la comparación envidiosa. A los estadounidenses nos encanta suspenso y hemos vuelto al pasado; ya no somos adultos dueños de nosotros
averiguar que A es mejor que B, porque —tras haberlos situado en la Gran mismos, nos hemos hecho niños. A pesar de nosotros mismos, el ritual se ha
Cadena del Ser— nos es dado hallar puntos de bondad en ambos. Mostrar desarrollado y nos ha envuelto. Volvemos a ser parte de la tribu.
fidelidad al uno y compasión al otro. ¿Cuál es el significado de los Oscar? Tras cierta reflexión, diría que es
Después de todo este rodeo: ¿qué hay de los Oscar? Durante más de éste: son una celebración del poder de la voluntad popular.
treinta años he disfrutado con esta ceremonia, la he esperado con Los Oscar ponen de manifiesto la voluntad popular de controlar y juzgar
impaciencia, la he observado. Por dos veces he participado en ella: una a quienes han sido elegidos para alzarse por encima del pueblo (de manera
muy parecida, quizá, a como esto mismo se celebraba en el pasado por
como nominado, y otra como esposo entre bastidores. En todas las
medio de las elecciones).
ocasiones la he encontrado fascinante y vigorizante —diferente, distinta,
El electorado del cineasta es el país entero. Todos vamos al cine, y
diferente de los demás días, delineando un período fijo—, un auténtico
cuando pagamos la entrada estamos haciendo un sacrificio, un gesto
ritual cuyo significado y formas han surgido de una necesidad cultural
simbólico, pero muy real. Y repetimos de nuevo este gesto cuando
mutua.
aceptamos que los Grandes del cine disfruten de sus prerrogativas. Cuando
Son las exigencias físicas y emocionales de un ritual las que revelan,
leemos sobre sus amores, sus ingresos, sus flaquezas, sus crímenes, nos
mucho más que las fórmulas verbales, el verdadero significado del ritual. encogemos de hombros y sonreímos, y, al hacerlo así, cometemos un acto
No está escrito, pero se da generalmente por entendido que el novio ha de sumisión: cedemos a otros la capacidad de transgredir las normas que
de estar nervioso y preguntarse si no habrá perdido el anillo. Lo sostiene la hemos fijado para nosotros mismos.
serenidad del padrino de boda, a quien sí le preocupa un poco no perder el En la ceremonia de los Oscar, nosotros, el pueblo, obligamos a quienes
anillo. Así, cuando la estrecha amistad masculina se disuelve parcialmente hemos permitido acceder a una clase privilegiada a que se alcen
en favor del matrimonio, el padrino experimenta cierto consuelo por la individualmente para escuchar el veredicto y por una noche los despojamos
posibilidad que se le ofrece de compartir el nerviosismo de su amigo y, al de sus privilegios. Y, como en cualquier tribunal, el veredicto en sí no es tan
mismo tiempo, sentirse por encima de su despliegue emocional El ritual importante para la comunidad como el poder de convocar. Al igual que en
facilita la separación mediante la reafirmación del estrecho lazo de amistad un tribunal, los acusados (los nominados para un Oscar) se ven sometidos a
y la garantía de que, a pesar de la pérdida, la vida del padrino seguirá un estado de ansiedad, espera nerviosa y temor, y deben acatar la sentencia
adelante. que se pronuncie sobre ellos.
En la entrega de los Oscar, todos los participantes nos preguntamos Entre el público de la sala, los Grandes, atraídos por la oferta de un
nerviosamente: ¿he dado a la Academia la dirección correcta del hotel para laurel definitivo, sufren el miedo a lo desconocido y se ven reducidos a
que me envíen las entradas? ¿Llegarán a tiempo? ¿Debería guardarlas en la formular encantamientos mágicos, tales como: «El solo hecho de ser
caja fuerte? ¿Me las robarán? ¿De veras deseo otra jarra de zumo de naranja nominado ya es un honor»; «Sabía que no podía ganar»; «Oh, ¿por qué he
o la he pedido sólo porque la paga el estudio y quiero castigarlos por tenido que preparar un discurso? Sé que eso va a traerme mala suerte»;
hacerme sufrir esta prueba? etcétera.
Ya en la limusina, no logramos explicarnos por qué hemos salido del Nosotros, el público estadounidense congregado como tribu, vemos las
hotel con tanta antelación ni qué vamos a hacer con todo el tiempo sobrante. caras de estos nominados mascullantes. Y vemos que, en último término,
Conforme nos acercamos al Pavillion creemos que nos será imposible sólo son unos simples mortales que deben soportar
abrirnos paso entre el tráfico y que no vamos a llegar.
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sus pérdidas con estoicismo y demostrar donaire en la victoria, lo desde luego lo es, pues quiere decir que uno ha sido juzgado poderoso
mismo que nosotros. Obligamos a los Grandes —como obligaron a y, como tal, elegido para hacer un voto al pueblo.
César— a solicitar la Corona, y vemos que, por Júpiter, efectivamente Cuando se revela el nombre del ganador se espera de él que se
la solicitan. ¿Qué os parece eso? revele a sí mismo; que el gran honor que se le hace lo reduzca a la
Los Oscar son una especie de Purim. Desde nuestras casas —no humildad o la confusión. Y, tras descender del estrado, se espera del
menos que los curiosos que se aglomeran tras las barreras de la poli- ganador que dé muestras de un aturdido abandono o una discernible
cía— asistimos con la intención de burlarnos del rabino: «Dios mío, ambición. Cualquiera de las dos cosas sirve. Del mismo modo en que,
¿has visto qué vestido se ha puesto...?», «He oído decir que ése es de entre los cuatro o cinco nominados, cualquiera sirve.
gay...», «Fíjate qué nervioso está...», «Su película ha sido un chasco, y un Y cualquier ganador sirve. Vitorearemos a Nuestro Bando si vence
fracaso total de taquilla...», «¿Por qué está tan nerviosa? ¿Es que no y maldeciremos si pierde, ambas cosas son igualmente gratas. Y
se da cuenta de que no puede ganar?» Nos unimos como comunidad también es grato lo siguiente: los Oscar son un veredicto definitivo.
en la más satisfactoria y unificadora de las actividades sociales, el Tienen un final, y —de manera comparable a la Cuaresma— marcan
chismorreo, cuyo propósito consiste en definir las normas sociales. Y, el fin de un período que a partir de ahora vuelve a comenzar de
del mismo modo en que antaño hubiéramos podido reunimos en nuevo. Qué ceremonia más hermosa, y cuán halagador resulta que la
torno del barril de las galletas, ahora nos reunimos ante el televisor sociedad haya elegido el Arte Cinematográfico para que le sirva de
para charlar sobre esa gente que vive por encima de nosotros. Los marco.
Oscar, creo yo, son un ritual bastante hermoso. Celebran tanto el se- El velatorio nació probablemente como un intento de capturar
unos últimos instantes el espíritu del fallecido. Luego surgió una fun-
creto (la devoción a la tradición) como la sorpresa (el saludable temor
ción más importante: consolar al viudo o la viuda. Esta función es tan
de Dios).
importante, tan poderosa (pues bendice a aquel que da y a aquel que
¿Qué serían los Oscar sin la presencia de los dos hombres de
recibe) que debe ser enmascarada. Del mismo modo, los Oscar co-
Price Waterhouse? Cada año su papel de protectores de la fe se va menzaron como una ceremonia interna de apreciación y se han con-
erosionando, y la fórmula tradicional para la lectura de las regías de venido en El Gran Bar Mitzvah. Al igual que esta ceremonia más
votación es motivo de chanzas. Pero más importante que el hecho de antigua, representan una demostración de sumisión a la voluntad de
que se burlen de ella es el hecho de que siga manteniéndose. Los la Tribu.
Oscar no serían completos sin Price Waterhouse. ¿Por qué? Porque Este rito anual de obediencia a la voluntad tribal es tan importante
esos dos hombrecillos ritualmente grises nos aseguran que —a pesar para quienes se hallan dentro de la industria del cine como para
de los enormes beneficios que se obtendrían con la irregularidad— quienes están fuera de ella.
nuestros intereses como pueblo están protegidos. Aún puede haber Tal como esa festividad inglesa en que los señores y los criados
un ganador inesperado, Dios y el Diablo todavía existen. intercambian su ropa por un día, nuestra ceremonia sirve para recor-
La calidad ritualmente horrorosa del espectáculo parece proclamar dar a los señores que existen límites, y que Dios no los ha condenado
esto: que el verdadero propósito del acontecimiento no es la celebra- a un poder omnipotente. Durante tal día, los señores consiguen vivir
ción de la excelencia, sino la celebración de las ordalías. brevemente en ese envidiado estado de «ser personas corrientes».
La confusión, el sarcasmo o la estupidez que tradicionalmente ex- Los cineastas son llamados a someterse a juicio en la televisión y
hiben los presentadores es su manera de indicarnos que ellos no par- luego purificados, retenidos por unos instantes entre un período y el
ticipan en la prueba («No me confundáis con las víctimas potenciales siguiente. Perdonados, absueltos si lo queréis, salen en tropel hacia el
de esta noche. Estoy tan ajeno a su inquietud —como bien podéis Governors' Ball en el hotel Beverly Hilton, donde comen pollo y
ver— que ni siquiera sé qué está pasando aquí»). Los presentadores bailan con las esposas de sus colegas. Lo mismo que en un banquete
—atraídos por la oferta de una publicidad descomunal— figuran allí de entrega de premios de la industria automovilística en Detroit. Han
también para ser testigos del poder de la fiesta y para educarse en la servido al pueblo y ahora tienen derecho a relajarse.
conducta correcta de las víctimas. Si yo tuviera un carácter exhortatorio sugeriría que devolviéramos
Cuando uno es nominado para el Oscar pero no lo recibe se dice el chismorreo y la filosofía a nuestros tribunales y Bert Parks a la
lo siguiente: «El solo hecho de ser nominado ya es un gran honor.» Y
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elección de Miss Estados Unidos, y que borráramos de nuestro lamentable Así que, tanto si habías frecuentado la sala todos los días desde antes del
calendario el Día del Presidente. traslado como si sólo habías estado una vez diez años antes, cuando te veía
Sin embargo, como Spengler nos recuerda, es posible que no hayamos entrar te saludaba por tu nombre y preguntaba: «¿Una mesa corriente?», y
elegido nacer en esta época desdichada, pero es que nadie nos lo preguntó. decías: «Sí», y él te entregaba la bandeja de las bolas, y decías: «Jugaré en la
Tal como están las cosas, me siento agradecido por la existencia de los dieciséis», o el número de la mesa de la que estuvieras especialmente
Oscar. En cuanto estadounidense, disfruto intensamente con el ritual; en enamorado en ese período, y él asentía con la cabeza y tú echabas a andar
cuanto miembro ocasional de la industria del cine, me enorgullece que mí hacia la mesa.
grupo haya sido elegido para actuar como acólitos. Entonces —y ahora viene la mejor parte— decías —por encima del
hombro—: «¿Quieres enviarme a John con una taza de café, por favor?», y
Bob respondía: «Desde luego». Así que sigues andando hacia la mesa
dieciséis o la mesa diecisiete, al fondo del local Todo es pardo, la luz es
Salones de billar parda, las mesas son pardas, los bancos de roble son pardos, el aire es pardo
pero fresco. Y depositas tu libro, tu sombrero o tu periódico sobre el banco
más cercano a la mesa, enciendes la luz de la mesa y echas las bolas sobre la
La novela El buscavidas está ambientada en un salón de Chicago mesa con un gesto preciso de las muñecas; si lo haces bien, apenas rebotan y
llamado Benningtons, el centro mundial del billar. no dañan en absoluto la superficie. Luego arrojas la bandeja vacía bajo la
El verdadero nombre del salón de Chicago era Bensinger's. La familia mesa y te sientas en el banco.
Bensinger era dueña de la Brunswick Corporation. Brunswick poseía, y Ahora la cuestión es si vas a fumarte un cigarrillo mientras llega el café,
quizá posee todavía, la patente de la palabra pool, que es un nombre y, naturalmente, decides que sí, de manera que enciendes tu Camel o tu
comercial registrado para billares con troneras (o billar americano), y yo Lucky, quizá el paquete está arrugado, quizá es el último cigarrillo que te
solía jugar al billar con troneras en el Bensinger's de Chicago. queda de anoche. Lo enciendes y te encuentras en el Sitio Perfecto.
El salón donde yo jugaba no era exactamente el mismo que fue Aquí la gente viene a apostar, aquí la gente viene a beber, aquí la gente
inmortalizado en la novela. Una limpieza de posguerra en la zona central de viene a pasarse los días en busca de habilidad, astucia, camaradería y dinero.
Chicago erradicó a la mayor parte de las mujeres mundanas que allí Aquí no se viene a ser pomposo, impertinente o aburrido; a nadie se le
residían, y el paso del ferrocarril se encargó del resto. excusará la responsabilidad de las apuestas que haga o la manera en que se
Cuando yo era un habitual, Bensinger's se había trasladado de la calle comporte. Pero si alguien lo prefiere, puede elegir que lo dejen en paz.
Randolph a la zona Norte, y el rótulo del salón rezaba Billares Clark and Bien, ahí estoy enconándome con mi primer cigarrillo, o el efecto que
Diversey, pero la clientela, naturalmente, seguía llamándolo Bensinger's. me hiciera, refrescándome en la penumbra del sótano. Suenan los
La sala abría, si la memoria no me falla, a las once de la mañana. Y era chasquidos de una partida de billar americano en otra mesa, junto a la
una hora magnífica para llegar allí, sobre todo en verano, cuan-do Chicago entrada. John me trae el café y le digo: «Gracias». Me pregunta si quiero
era un horno. Salía uno del fulgor y el calor retenido por el hormigón, desayunar y le contesto: «Sí, gracias, dentro de un raro...»
bajaba un largo tramo de escaleras y desembocaba en una caverna Varios años más tarde, en los últimos años de vida del alcalde Daley,
penumbrosa. había un salón de billar llamado The Golden Eight Ball situado en la calle
En la caverna había cuarenta mesas de billar americano, seis mesas para Rush, en Walton, y tenía música ambiental, y mesas de paño amarillo
billar a tres bandas, mesas de snooker, una sala aparte para exhibiciones, un naranja, y estaba decorado. Allí podías encontrar a hombres de negocios y
bar y una cocina de comidas rápidas. Conque ahí estamos. Son las once de parejas jóvenes que habían salido a divertirse, y la cosa duró un par de años,
una mañana calurosa, cruzas las puertas de celosía y eres recibido por Bob y luego desapareció.
Siegel, que era o no el propietario del lugar. Bob había sido cartero, y Como desapareció Bensinger's. A mediados de la década de 1970, el
recordaba los nombres de todas las personas con las que se había cruzado.
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vecindario ascendió de categoría, y todos los bebés de la guerra aquí y allí en los Suburbios de Hormigón. Y a ellos acuden los papás
necesitábamos algún lugar donde vivir, y así acabaron las cosas. a pasar el rato con su prole. Pero los salones de billar no estaban para
En la zona de Clark and Diversey, donde otrora un estadouniden- pasar el rato. La esencia de los salones de billar consistía en la inter-
se podía pasarse una hora jugando al billar en verano y luego cruzar sección de dos Amores Estadounidenses: el Juego de Habilidad y la
la calle y llegar en un instante al cine Parkway para ver dos películas Estafa Rápida.
por el precio, hasta las doce, de setenta y cinco centavos (el programa Los habituales del salón acudían a practicar sus habilidades, y los
cambiaba tres veces por semana, increíble pero cierto), aparecieron visitantes de paso eran los que les daban ocasión de practicarlas.
tiendas de velas y restaurantes de nombre ingenioso, y el espléndido O sea que había que estar junto a un barrio de paso; había que
Century Movie Palace, con sus 3.500 butacas, fue destripado para al- estar en un barrio en transición; había que estar cerca del ferrocarril.
bergar un centro comercial. Bien, supongo que ese Estados Unidos ha desaparecido. Ya no
Bensinger's se trasladó de nuevo, calle abajo y al final de un tra- reverenciamos la habilidad, y la estafa rápida del buscavidas del billar
mo de escalera, encima de una tienda de discos. Había diez mesas y y del Primo y del Gancho. La estafa rápida, que florecía en una vida
Bob Siegel no cesaba de disculparse porque aún no habían instalado la vivida en la calle y entre desconocidos, ha sido sustituida por la Gran
moqueta y uno tenía que pasarse el día entero pisando cemento. Estafa de una vida desprovista de toda emoción.
Naturalmente, Bob aún no tenía instalada la moqueta cuando ce- De vez en cuando puedes ver en venta sólidas y viejas mesas de
rró el local, cosa de un año más tarde, y entonces ya no quedó sitio billar con patas de elefante procedentes de aquellos salones, restaura-
alguno al que ir. das, con hermosas troneras de cuero y un magnífico paño nuevo; y
De manera similar, en la Octava avenida de Nueva York, entre quizá tengas la fantasía de comprarlas e instalarlas en algún lugar, y
los espectáculos de chicas, se podía descender dos tramos de escalera, eso es lo que le ha sucedido al país en general: hemos convertido los
entrar en el salón de billares McGirr's y encontrar el mismo montaje, Estados Unidos en un Gabinete. ¿Dónde se podía estar más espléndi-
excepto el bar y la cocina; había gente que vendía droga, gente que damente a solas que en aquellos viejos salones de billar? Podías pa-
vendía mercancías robadas y apostaba por teléfono a las carreras de sarte el día allí sentado sin que te molestaran, excepto algún indivi-
caballos y, como de pasada, jugaba un poco al billar, y hacia 1980 duo que se acercaba esporádicamente para decirte: «¿Jugamos una
también ellos cerraron Volvieron a abrir en la esquina de la calle partida a ocho bolas, pagando a medias?», y tú decías: «No», gracias a
Setenta y nueve con Broadway, donde ahora hay un almacén de al- Dios, y podías quedarte allí todo el día.
fombras. Lo que yo pregunto es: ¿dónde están los salones de billar? Y Podías quedarte sentado y tomar tu café e ir a buscar el taco
la respuesta es que han desaparecido. bueno de la casa que habías escondido detrás del ventilador (donde
Hay uno en la calle mayor de Gloucester, Massachusetts, y un día tenías que encontrarlo entre todos los demás tacos de la casa que codo
fui allí y le di al encargado una propina de cinco dólares para que el mundo escondía detrás del ventilador) y jugar un rato al billar.
desconectara los videojuegos durante una hora, con la intención de Sí te entraba hambre, podías levantar la cabeza y John se acercaba
jugar al billar en paz. Cuando pasó la hora, los adolescentes de la sala y le pedías el desayuno y un Daily News, y quizá otro paquete de
le presionaron y no quiso renovar el trato, así que recogí mis cosas y Camel.
me marché. Luego podías ir tranquilamente al bar, donde podías ver a los
Antes había un salón de billar en el aeropuerto de Detroit, lo cual Cubs en el televisor (jugaban a tres calles de distancia) y tomarte una
me pareció el servicio más civilizado que puedo imaginar en un aero- cerveza. Bob te llamaba: «¿Has terminado con la mesa, Dave?», y tú
puerto, y muy avanzando. Tal vez aún siga ahí. Y hacia el sur del le respondías: «Sí, ya he terminado.»
estado de Illinois había un salón de billar en el que en cierta ocasión Una noche, en la sala de exhibiciones, el señor Juan Navarro,
me ganaron un montón de dinero mientras esperaba un tren que me presentado como el campeón mundial de billar, hizo un número in-
sacara del sur del estado de Illinois. terminable de carambolas, jugó con la mano izquierda e hizo una
Pero, básicamente, creo que debemos decir que han desaparecido. carambola de una mesa a otra. Una noche, en el tugurio de la calle
La cuestión no era jugar al billar. Eso puede hacerse, hasta cierto Setenta y nueve, un amigo y yo ganamos al buscavidas local jugando a
punto, en los Centros Familiares de Billar que se ven desperdigados nueve bolas, y él nos hizo pasar a la trastienda, organizó una partida
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de dados y nos dejó a los dos limpios. Una noche gané a un tipo jugando a Cualquier jugador de póquer sabe, por el contrario, que existen rachas
ocho bolas en un bar, y él pagó y luego me siguió a la calle, hasta que me di de suerte fenomenales que desafían cualquier explicación matemática. Hay
la vuelta y lo miré, y me di cuenta de que sólo estaba confuso. períodos en los que uno no puede ligar una mano y hay períodos en los que
Los mejores momentos eran de día; aquellas mañanas y tardes apartado no puede dejar de ligar una mano, y existe cosa tal como una absoluta
del mundo en un salón de billar. «Que todo lo demás siga su curso», podías premonición de las cartas: la certidumbre inconmovible de lo que va a
pensar. «Yo me he ido de pesca. No estoy localizable. Estoy en ninguna ocurrir a continuación. Estas cosas suceden en abierta contradicción de la
parte. Aquí nadie puede encontrarme.» sabiduría científica y el sentido común. El jugador de póquer aprende que, a
veces, tanto la ciencia como el sentido común se equivocan; que el abejorro
puede volar; que quizá no haya que confiar en los expertos; que hay más
cosas en el cielo y en la tierra de las que puede soñar una mentalidad
académica.
Cosas que aprendí jugando al póquer en la Es un consuelo saber que existe la suerte, que hay momentos para forzar
la suerte y momentos para retirarse graciosamente, que todos los caminos
Colina tienen su curva.
¿Qué haces cuando quieres forzar tu suerte más allá de sus límites? Has
de actuar como un buen filósofo y preguntarte qué axioma debes suponer
En veinte años de jugar al póquer he visto muy pocos malos perdedores. que rige tus actos. Tras haberlo determinado, te preguntas si este axioma, a
El póquer es un juego de habilidad y azar. Jugar al póquer es también un la larga, te permitirá ganar. (Estás buscando una escalera, y tus posibilidades
ritual masculino y, la mayoría de las veces, los perdedores se muestran lo de ligarla son de uno entre cuatro y medio. La ganancia que te ofrece el
bastante apurados o lo bastante sensatos como para retirarse, si no con pozo es de cinco a uno. La cosa parece muy igualada, pero si te pasaras el
elegancia, al menos con presteza. día haciéndolo, deberías sacar un beneficio del 10 por 100.)
He visto muchos malos ganadores. La mayoría acaban por regresar a la Si el axioma según el que estás actuando no ha sido pensado para ganar
realidad. El juego en sí les revela que son víctimas de un error esencial: han dinero puedes descubrir que tu verdadero objetivo en el juego es otro muy
atribuido su éxito a la intervención divina. distinto: quizá estés tratando de demostrarte que eres el amado de Dios.
El mal ganador celebra el buen sentido de Dios, que le manda cartas A continuación, debes preguntarte si eres capaz de soportar la pérdida,
afortunadas, o bien la sabiduría de Dios, que lo hace —a él, el ganador tanto económica como emocionalmente. Porque la primera se producirá sin
afortunado— técnicamente superior a sus compañeros de mesa. En el primer duda, y la segunda muy probablemente.
caso, las cartas acaban por igualarse, y el jugador pierde; en el segundo El póquer es aburrido. Si te sientas a la mesa para experimentar
caso, tanto la Divinidad como los jugadores acaban por hartarse de ser emociones, consciente e inconscientemente harás lo preciso para que el
tratados con superioridad. La Divinidad responderá como quiera, pero los juego resulte emocionante; jugarás contra probabilidades muy remotas y
jugadores se retirarán de la mesa o mejorarán su nivel. En cualquiera de crearás emergencias. Esto te hará perder dinero. Si, por otra parte, tu
ambos casos, el mal ganador acabará por perder, y una vez más el orgullo objetivo consiste en ganar dinero, observarás el juego y esperarás que te
habrá precedido a la caída. lleguen cartas buenas, y jugarás contra probabilidades equilibradas, y, a la
Hablando de la suerte: ¿es que existe la suerte? Sí. La suerte existe. larga, debes ganar. Y cuando no ganes, todavía podrás irte a casa sin
Existen rachas de suerte. Se trata de un conocimiento muy instructivo que rezongar, pues, como dijo Woodrow Wilson: «Prefiero perder en una causa
he obtenido gracias al póquer: que todas las cosas tienen su ritmo, incluso que a la larga ha de prevalecer que triunfar en una causa condenada al
las estadísticas en apariencia más inanimadas. fracaso.» (Apuesto a que la mayoría de vosotros ni siquiera sabía que
Cualquier matemático os dirá que en una mesa de póquer las cartas se Wilson era un jugador de póquer.)
distribuyen aleatoriamente, que recordamos lo excepcional y olvidamos lo Cuando juegas al póquer debes tratar cada mano, según dice Epícteto,
vulgar, que la «suerte» es una ilusión. como una visita a las Olimpiadas, pues cada mano te ofrece la oportunidad
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David Mamet Una profesión de putas
de destacar en un juego determinado: apostar, tener a raya, administrar tu El dolor de perder es entretenido, como también lo es la emoción de
dinero, observar a los jugadores y, lo más frecuente, esperar. ganar. Ganar, empero, es más solitario, pues no es probable que quienes te
Los jugadores de póquer que más admiro son, ciertamente, como aquel han entregado su dinero se sientan solidarios contigo. Hace falta algún
búho viejo y sabio que permanecía sentado en su roble, con la boca cerrada tiempo para acostumbrarse a ganar.
y la vista fija en lo que ocurría. Muchos de nosotros, en un momento dado la mayoría, intentamos eludir
En cuanto a la observación, Confucio dejó dicho que el hombre no cualquier hecho evidente que no case con nuestra propia imagen. Cuando
puede ocultarse: mira qué le hace sonreír, mira qué le hace fruncir el ceño. estamos deprimidos, recreamos el mundo que nos rodea para racionalizar
La imposibilidad de ocultarse es especialmente cierta en los hombres bajo nuestro estado de ánimo, y eso nos vuelve propensos a pasar por alto o
presión, es decir, los jugadores. Ésta es otra razón para desarrollar un juego malinterpretar las circunstancias favorables. En una mesa de póquer esto
correcto y estoico. puede resultar muy caro, porque a veces la oportunidad llama, pero
Cuando te sientes orgulloso de haber tomado la decisión correcta (esto raramente insiste. Lo cual nos lleva a una perogrullada que muchos
es, la decisión que, a la larga, debe hacerte ganar), te sientes inclinado a jugadores caballerescos no logran asimilar: el póquer es un juego de dinero.
esperar los resultados de esta decisión con cierta medida de impasibilidad. La capacidad de un jugador de póquer se juzga exclusivamente por la
En estas condiciones, te sientes menos temeroso y más tranquilo. Tu diferencia entre el dinero que tenía cuando se sentó y el que tenía al
atención no se dirige tanto a ti mismo como a los demás jugadores, que levantarse. No se trata de ganar la mayoría de las manos, ni siquiera de ganar
ahora empiezan a revelarse. ¿Es fingido su nerviosismo? ¿Han ligado ya su la mayoría de las partidas. La cuestión es ganar el máximo dinero posible.
mano? ¿Están faroleando? Estas decisiones resultan imposibles cuando estás Esto probablemente implica jugar menos manos que el tipo que sólo ha ido a
asustado, pero se vuelven cada vez más fáciles cuanto más satisfecho estás pasar el rato; implica no dar la menor oportunidad de ganar a tus
de tus propias acciones. Y, sí, a veces pierdes, pero sin diferencias de contrincantes porque valoras sus sentimientos; implica no devolver parte de
opinión no existirían ni las carreras de caballos ni la intolerancia religiosa, y las ganancias al final de la noche porque te resulta violento ganar; implica
si no quieres correr riesgo alguno no tienes por qué jugar al póquer. tomar aquellas medidas y adoptar aquellos hábitos mentales que, a la larga,
El póquer también revela al observador franco otra cosa importante: le deben prevalecer.
enseña a conocer su propia naturaleza. Para mí, a la larga —hasta la fecha— ha sido un período de veinte años.
Muchos malos jugadores nunca mejoran porque no pueden afrontar el Un día, en la facultad, me ascendí yo mismo de las partidas de
conocerse a ellos mismos. En último término, no pueden aceptar la idea de dormitorio a las partidas fuertes de la Colina.
que todo lo que hacen lo hacen por una razón. El mal jugador no se dignará Después de graduarme, seguí volviendo esporádicamente a la localidad.
averiguar lo que piensa mediante la observación de lo que hace. Eso podría Me decía que mis visitas eran para renovar viejas amistades, para utilizar la
revelar, como suele ser el caso, una necesidad de ser maltratado (al desafiar biblioteca, o simplemente para pasear. Pero en realidad volvía para
una mano que debe ser superior), una necesidad de ser amado (al seguir el participar en la partida de la Colina.
juego en espera de «esa carta mágica»), una necesidad de que papá se En septiembre pasado, uno de los jugadores observó que cinco de los
compadezca (al farolear contra una mano que sin duda es mejor), etcétera. que aquella noche estábamos sentados a la mesa llevábamos dos decenios
Resulta doloroso observar esta clase de conducta en uno mismo. haciendo lo mismo.
Muchas veces preferimos sufrir las consecuencias que hacer algo para Como grupo, todos hemos mejorado. Algunos hemos mejorado
remediarlo. No es fácil afrontar el hecho de que, en vez de jugar a cartas drásticamente. Puesto que todos conocemos los hechos, las estadísticas y las
pese a nuestras pérdidas, jugamos precisamente por ellas. tácticas, y todos somos hombres de igual inteligencia, esta mejora sólo
Pero el póquer es un juego que se desarrolla entre individuos a los que puede atribuirse a una cosa: al carácter, que, ahora que por fin empiezo a
el dinero hace iguales. Cada jugador lo utiliza para comprar su tiempo en la mejorar un poco, veo que es la verdadera esencia del póquer.
mesa, y, mientras esté en ella, tiene derecho a cualquier clase de disfrute que
ese dinero pueda comprar.
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III
UNA VIDA EN EL TEATRO
Una profesión de putas
Un epitafio para Tennessee Williams
Cambiaban de empleo con frecuencia, cuando surgía la necesidad
El teatro es muy hermoso como forma de vivir, pero muy duro de sus servicios en otra población u otra región del país, y podían
como profesión. Del mismo modo en que el precio del oro representa cambiar de empleo con frecuencia porque su oficio estaba en gran
los miles de horas improductivas que se han dedicado a buscarlo, la demanda, y no necesitaban más materiales que su talento.
remuneración y la fama artística —aunque se conceden al individuo— No tenían capital alguno invertido en maquinaria, existencias ni
representan la deuda de la sociedad para con muchos. clientela, y se trasladaban cuando surgía la necesidad de cambiar o
Esta deuda, aunque se pague graciosamente, se entrega únicamen- encontrar un empleo.
te como usufructo condicional y no como propiedad permanente, En cada localidad nueva, los tipógrafos buscaban a sus colegas.
pues es susceptible de ser retirada en cualquier momento y concedida Tras la jornada de trabajo, se reunían en tabernas o restaurantes cer-
a otra persona. canos a su lugar de trabajo y desarrollaban su vida social.
La necesidad que así se crea de tener éxito continuamente hace Los únicos métodos de demostrarse su valía unos a otros eran
que escribir obras de teatro sea una carrera para gente joven, pues métodos sociales: buen humor, liberalidad, ingenio, campechanía.
sólo la soportan fácilmente los inspirados y los ingenuos, aquellos que Así que bebían y conversaban, y los mejores eran aquellos que
rebosan la alegría del descubrimiento y son absolutamente generosos podían beber mucho, pagar muchas rondas y charlar de manera inte-
con este don. resante sobre los logros de uno mismo y de los demás miembros de la
Esta generosidad y superfluidad de vida atrajeron al público a las fraternidad. El tipógrafo carecía de bienes. No podía demostrar su
obras de Tennessee Williams, y cuando su vida y su visión de la vida excelencia por el esplendor de su vehículo o su hogar.
se volvieron menos inmediatamente accesibles, nuestra gratitud se Carecía también de historia, salvo la que él mismo inventaba y
convirtió en un respeto lejano hacia un hombre al que nos veíamos podía justificar con sus fanfarronadas o su ingenio.
obligados —si queríamos conservar nuestra buena imagen de él— a Viajaba ligero de equipaje y con muy poca ropa, de modo que no
considerar muerto. podía impresionar a los demás con su vestuario.
El hecho de que siguiera viviendo y la realidad de su obra poste- Solamente podía demostrar su excelencia por medio de sus hábi-
rior trastocaron esta ilusión, y nos avergonzaba no poder ocultar tos sociales.
nuestro embarazo ni ante nosotros mismos ni ante su objeto, Ten- Por consiguiente, bebía mucho.
nessee. Y al mismo tiempo nos irritaba que él no pareciera desafiar En el teatro, la excelencia es el arte de saber regalar.
ni rehuir esta actitud. Se limitaba a seguir escribiendo. El actor excelente no se esfuerza en fijar, en codificar, sino en
Somos una gente amable que vive en un tiempo cruel. No sabe- crear para el instante, libremente, sin detenerse a corroborar lo que
mos expresar nuestro amor. Esta incapacidad fue el tema de sus acaba de hacer ni a apreciar la creación.
obras, la mayor poesía dramática del lenguaje norteamericano. (Por eso las fotografías de una obra teatral resultan muchas veces
Le damos las gracias y le deseamos, con amor, lo mejor que hu- rígidas y desprovistas de interés. En ellas el actor no actúa, que es para
biéramos podido hacer y no hicimos cuando estaba con vida. Le de- lo que está preparado, y, quizá, para lo que ha nacido, sino que está po-
seamos lo que él nos deseó, la paz que todos buscamos. sando —indicando sentimientos—, que es justo lo contrario de actuar.)
Una vida en el teatro es una vida dedicada a regalar cosas.
Es una vida nómada, inestable, sin garantía de trabajo ni de acep-
Acerca de A Life in the Theater tación.
El futuro del actor es incierto, no sólo por causa del azar, sino por
Thorstein Veblen escribió que, en la década de 1880, los tipógra- necesidad; intencionadamente.
fos o cajistas eran propensos al alcoholismo porque pertenecían a una
Nuestros problemas —como los de cualquier grupo profesional—
profesión nómada e inestable.
son únicos.
Nuestras bufonadas, necesidades y peculiaridades teatrales pueden
resultar entretenidas para los demás, pero para nosotros son fasci-
nantes.
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David Mamet
Una profesión de putas
La cuestión de quién hizo qué a quién, quién olvidó su parlamen-
to, qué le dijo el productor al encargado del atrezo, quién obtuvo y »Os hablará sobre vuestro modo de actuar y el modo de actuar de
perdió qué papel por causa de quién y por qué («Ésta es la auténtica otros, y, basándose en su experiencia y en sus intuiciones, generalizará
historia. Yo estaba allí) es tema de indagaciones perpetuamente in- sobre las leyes de la escena. No le hagáis el menor caso.»
teresantes. No sólo existen estas personas, sino que, según uno va avanzando
Los del teatro nos contamos anécdotas acerca de nosotros mismos en la propia carrera teatral, experimenta cierta tendencia a convertirse
y nuestros colegas, y estas anécdotas son exactamente las mismas que en una de ellas. Al menos, encuentro que es lo que me ocurre a mí.
se contaban Aristófanes y sus amigos. Se atribuyen a distintos perso- Ciertamente, todos necesitamos amor. Todos necesitamos distrac-
najes, pero las anécdotas son las mismas. Los problemas y las recom- ción y necesitamos amistad en un mundo cuyos compromisos (los
pensas son los mismos. compromisos más fervientes) no suelen persistir más allá de la dura-
Es importante relatar y volver a relatar las anécdotas, porque la ción de la obra.
única historia real de este arte efímero es la historia oral; todo se Camus dice que el actor es el perfecto ejemplo de cómo la vida
desvanece muy deprisa, y la única seguridad está en la palabra de reproduce los trabajos de Sísifo.
alguien que se encontraba presente; que habló con alguien que se
No cabe duda de que esto es cierto, y no es una novedad, y ade-
encontraba presente, o que puede garantizar que alguien le contó que
más puede añadirse lo siguiente: una vida en el teatro no tiene por
había hablado con una mujer que conocía a alguien que había estado
qué ser una analogía de «la vida». Es la vida.
presente.
Es la elección y la vocación de un importante número de personas
Y todo ocurre muy deprisa, también.
—artesanos y artistas—, y lo ha sido desde hace mucho tiempo.
El aprendizaje se ve sancionado con la aceptación o el rechazo.
Mi obra A Life in the Theater es, aunque haya podido induciros a
Esto parece suceder de la noche a la mañana, y, cuando volvemos la
vista atrás, el acontecimiento que siempre hemos considerado el punto creer otra cosa, una comedia sobre esta vida.
crucial de una carrera probablemente no lo fuera en absoluto. Es un intento de contemplar con amor una institución que todos
Una vida en el teatro es una vida con la atención dirigida hacia amamos, El Teatro, y de contemplar el único componente de esta
fuera, y la memoria y la corroboración de los demás son muy impor- institución (acerca del cual nuestros sentimientos no son tan senci-
tantes. llos) : los hombres y las mujeres del teatro, las cigarras más entraña-
bles del mundo, a los que elegimos y designamos para que den vida a
Adquirimos habilidades mediante una práctica constante, y van
nuestros sueños sobre el escenario.
aumentando con incrementos tan pequeños que nos parece que no
avanzamos. Perdemos nuestra competencia de la misma manera,
dando como cosa hecha nuestros hábitos duramente adquiridos y casi
sin advertir que nos están abandonando.
Al final de una representación, o al final de una temporada, la Acerca de El motor de agua
única creación que le resta al intérprete es su propia persona. Eso y
unos cuantos objetos: recortes de prensa, programas.
Lo cual explica, quizá, que nos encanten las anécdotas. Los norteamericanos sabemos que las verdaderas noticias nunca
«¿Te acuerdas de...?» también debe significar «Yo me acuerdo, salen en los periódicos. Sabemos que los intereses implicados son
¿verdad?». demasiado poderosos como para permitir que la prensa dé informa-
En la Neighborhood Playhouse School, Sanford Meisner decía: ción verídica sobre algo capaz de trastornar el status quo.
«Cuando entréis en el mundo profesional, en un teatro de repertorio Cada uno de nosotros tiene su propia opinión sobre quién mató
de cualquier parte, entre bastidores, conoceréis a un actor ya mayor; en realidad a Kennedy y a Lincoln, qué le sucedió en realidad al hijo
alguien que lleva tiempo rodando. de Lindbergh, qué ocurrió realmente en Bahía Cochinos y cuánto sa-
»Este actor os relatará historias y anécdotas sobre la vida en el bía realmente Nixon.
teatro. Pero no leemos la prensa para ver ratificadas nuestras opiniones.
Estamos más dispuestos a creer en los rumores que en el periodismo,
y es mucho más probable que aceptemos como verdaderas las decla-
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David Mamet Una profesión de putas
raciones de ese pariente del taxista que oyó al político Fulano decir tal No podemos mirarlos a los ojos. No tienen que dar cuentas, y
y cual cosa en su taxi antes que las declaraciones públicas del político esta falta de responsabilidad nos parece peligrosa, los consideramos
en cuestión, destinadas a nuestro consumo. capaces de cualquier cosa y expresamos esta sensación en nuestros
Creemos más en la palabra de un ser humano al que podamos mitos.
mirar a los ojos —por mucho que su testimonio se base en habladu- Tolstoi escribió que los seres humanos sólo tratan a otros sin
rías— que en lo que diga una prensa sin rostro. piedad cuando se agrupan en instituciones.
Los mitos y las fábulas se mantienen sin necesidad de publicidad
Con el apoyo de una institución, decía Tolstoi, somos capaces de
—sin el respaldo de los grandes poderes— y sin que nadie se benefi-
cie cada vez que se vuelven a contar. perpetrar los actos más atroces de crueldad y ferocidad, y llamarlos
El único beneficio que se obtiene al comunicar un mito es el que «cumplimiento de mi deber» sin sentir absolutamente ninguna nece-
reciben los que participan como narradores o como oyentes, y dicho sidad de juzgar nuestras propias acciones.
beneficio es el de la experiencia comparada, la celebración del relato y El código de una institución nos permite realizar actos inmorales,
de su autenticidad. porque cualquier culpa que pudiera derivarse de nuestros actos no
Creemos que Edith Wilson gobernó el país en nombre de su ma- recaería sobre nosotros, sino sobre todo el conjunto de la institución.
rido mientras éste estaba comatoso, y que falsificó su firma en docu- Según Tolstoi, forma parte de nuestra naturaleza realizar actos
mentos de estado; que hemos establecido contactos con seres inteli- horrendos, que como individuos no cometeríamos ni en sueños, y
gentes de otros planetas, y que nuestro gobierno ha silenciado la pensar que si se hacen en nombre de un grupo más grande —un
información; que alguien, en algún lugar, descubrió un remedio para estado, una empresa, un equipo— tales villanías se transforman por
el cáncer; que Roosevelt dejó entrar a Lindbergh en la celda de arte de magia en actos encomiables.
Hauptmann antes de la ejecución; que alguna agencia gubernamental El motor de agua es una fábula norteamericana acerca de la gente
asesinó a Martin Luther King. corriente y las instituciones.
Estas creencias forman parte de nuestra tradición oral. No son ni Se desarrolla en Chicago durante la Depresión, en el segundo año
más ni menos ciertas que las cosas que leemos en la prensa. de la Exposición Un Siglo de Progreso, la gran celebración de la
Sin embargo, se les concede mayor credibilidad tecnología.
Nuestra desconfianza de las instituciones es grande y tiene buenos La historia empieza así: «En septiembre de 1934, un joven de
fundamentos.
Chicago, Illinois, diseñó y construyó un motor que utilizaba como
Siempre estamos dispuestos a creer lo peor de ellas, porque sa-
único combustible agua destilada.»
bemos que nunca nos enteraremos de lo peor.
Uno de nuestros mitos más sólidos y apreciados es el de la supre-
sión por parte del gobierno, o de un seudogobierno industrial, de Decadencia: una conferencia dirigida a los
descubrimientos o inventos capaces de mejorar nuestras vidas. actores
Todos hemos oído historias, contadas como reales o como ficti-
cias, acerca de la bombilla eléctrica que nunca se funde, de las medias
sin carreras, de la píldora que convierte el agua en gasolina, del medi- Conferencia pronunciada en el Theodore Spencer Memorial,
camento barato capaz de curar el resfriado... Harvard, el 10 de febrero de 1986
Estos mitos de supresión nos parecen ciertos porque desconfia-
mos de las instituciones. Vivimos en una época muy confusa.
Detectamos malevolencia en su negativa a rendir cuentas. Muchas palabras sencillas parecen haber perdido su significado, y
No podemos hablar con ellas. ¿Quién es «El Gobierno»? muchos procesos simples se designan con palabras nuevas.
¿Quién es «El Gran Capital»? Con tanto neologismo y circunloquio pretendemos negar el carác-
Nos da la impresión de que semejantes monolitos sin rostro sólo ter esencialmente finito de los aterradores procesos a los que se refie-
pueden desear nuestro mal.
ren dichas palabras.
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Hablamos de relaciones en lugar de matrimonio. Dramatizar es una constante necesidad humana, y la pregunta «¿Ha
Hablamos de paternidad en lugar de criar a un hijo; de defensa, como muerto el teatro?» no es una petición de información, sino la expresión de
si el objetivo de la defensa no fuera la eliminación o negación de una una profunda ansiedad personal (igual que «Mamá, ¿vamos a tener que
amenaza, que, por supuesto, si se eliminara, acabaría con la necesidad de la mudarnos a un piso más pequeño?»). «¿Ha muerto el teatro?» significa
defensa. «¿Me habré muerto?»
Hablarnos de progreso y crecimiento como hablamos de la paternidad, Los dramaturgos y sus obras se esfuerzan por imponer orden en un
como si fueran procesos sin objetivo. Nos da miedo pensar en las estado de desorden. Su trabajo consiste en observar y representar la
consecuencias de lo que hacemos. Hablamos de crecimiento de la decadencia, mostrar cómo conduce a su conclusión de reposo y ofrecer el
economía, crecimiento de la personalidad, crecimiento de las relaciones, consuelo, la conclusión adecuada a dicho reposo. (En las fábulas o cuentos
como si se pudiera progresar sin tener un objetivo concreto, como si no se con moraleja: «Ten cuidado con lo que haces»; en el melodrama:
creciera para madurar. Y así, estas palabras, progreso y crecimiento,
«Asegúrate de que tus emociones están intactas, y ellas te mantendrán unido
utilizadas en un sentido de expansión infinita, niegan la idea de
al testo de la gente de teatro.»)
cumplimiento y reposo.
Durante un período de crecimiento, el desorden lo provoca la falta de
Pero todo lo que crece tiene que dejar de crecer en algún momento. Y
cumplimiento; el organismo, la obra, el árbol, crecen hasta estar completos.
después de un período de madurez, tiene que decaer y morir.
La decadencia forma parte inevitable de la vida, y todo intento de Una vez completado, el proceso se invierte, y el orden sólo se puede
negar la existencia de la muerte delata un entendimiento inmaduro o restaurar mediante la descomposición del organismo.
perturbado. Cuando una sociedad está creciendo (lo mismo que cuando crece una
obra), todos los aspectos de dicha sociedad fomentan el crecimiento: las
Las cosas crecen con el tiempo. No concebimos y damos a luz en el
artes, la economía, la religión (como en los EE UU del siglo XIX). Cuando
mismo instante. No podemos ingerir y expulsar al mismo tiempo. Hay un
una sociedad está creciendo, surgen y prosperan cosas que hacen al
momento para acumular y un momento para dispersar, y la dispersión
definitiva es la descomposición, que tiene lugar para que pueda surgir organismo fuerte, viril, feliz, decidido... en pocas palabras, seminal. Y todos
nueva vida. hemos vivido esa experiencia cuando trabajábamos en un proyecto nuevo:
pasamos noches sin dormir, aparece milagrosamente gente que nos ayuda,
El estudio del crecimiento y la descomposición naturales es el estudio
aprendemos con facilidad técnicas nuevas, la gente se alegra de vernos...
del Teatro; y de los organismos teatrales: una carrera, una obra, una
Cuando la sociedad ha cumplido sus objetivos, todos los aspectos de
temporada, una institución, crecen y maduran y decaen, según las mismas
reglas que gobiernan el crecimiento y muerte de una planta o un animal. dicha sociedad tienden a la descomposición, hacia la reducción de la
El organismo se desarrolla hacia un punto determinado, y es moldeado por sociedad a sus componentes más pequeños, de manera que se pueda
la resistencia que encuentra en su camino hacia el objetivo preestablecido. alcanzar el estado de reposo y los componentes puedan utilizarse para una
Las ambiciones que reunieron a un grupo de jóvenes ansiosos por nueva empresa.
forzar la suerte y poner en marcha una nueva compañía acabarán por Cuando una sociedad ha cumplido sus objetivos, cuando ha logrado sus
provocar la disolución de dicha compañía; y eso es porque la ambición, inescrutables propósitos, no es por «mala suene», sino por sentido común
una vez alcanzados los objetivos iniciales, empuja a los individuos que todos los aspectos de dicha sociedad fomenten la guerra, el despilfarro,
implicados hacia nuevos triunfos, y así sucesivamente. la contaminación, la duda, la ansiedad... las cosas que aceleran la
Todas las obras teatrales tratan de la decadencia. Hablan del final de decadencia. (Es fácil observar la actuación de este proceso de
una situación que ha cumplido todos sus objetivos, y del inevitable descomposición si nos fijamos en una sociedad pequeña: una compañía de
desorden que sigue, hasta que se establece de nuevo un equilibrio. teatro o una empresa. Se alcanza el éxito, los miembros se vuelven más
Por esta razón, el teatro ha sido siempre fundamental para el ambiciosos, comienzan los chismorreos, las relaciones que eran buenas
equilibrio psíquico humano. El teatro nos expone a la idea de decadencia, degeneran, nadie está de acuerdo con nadie, intervienen intereses que
a la necesidad de cambio; en la comedia, a la fragilidad de nuestra ofrecen grandes cantidades a la empresa para que deje de hacer lo que hace
situación social; en la tragedia, a la inevitabilidad de la muerte. [franquicias, etc.].)
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Si nos fijamos en nuestra gran sociedad actual advertimos muchos es el inconsciente colectivo, que propone un acto de misericordia. Ahora
problemas: la superpoblación, el peligro de aniquilación nuclear, la bien: ¿Cuánto durará esta tendencia al reposo definitivo, esta disolución de
corrupción de la ética laboral, la desaparición de las tradiciones, la la civilización? Un día, una hora, un año, tal vez cien años, seguro que más
homosexualidad, las enfermedades de transmisión sexual, el divorcio, la no. Y nuestra civilización podría disolver-se, como ha sabido siempre la
fragilidad de la economía... y decimos «También es mala suerte que todo gente de mi edad; podría suceder en cualquier momento, y en un instante.
esto nos ocurra a la vez». ¿Dónde está la paz que se deduce de este conocimiento? Tal vez en
Incluso si las consideramos por separado, estas situaciones nos parecen esto: como decían los estoicos, o existen los dioses o no existen. Si existen,
incomprensibles. Tomadas en conjunto, su contemplación no puede por no cabe duda de que las cosas se desarrollan como es debido; si no existen,
menos que provocar terror. ¿Qué está ocurriendo aquí, y por qué tienen que ¿por qué habríamos de resistirnos a dejar un mundo en el que no hay dioses?
pasarnos todas estas cosas a la vez? ¿Qué se puede decir a corto plazo? La mayoría de los jóvenes tienen
cosas más interesantes y más adecuadas que hacer que cargar con un exceso
de filosofía.
A corto plazo, la vida sigue, y existe una razón para estar aquí; existió
Como muchas otras cosas que parecen insolubles si las vemos como una razón para que nuestra civilización creciera y existe una razón para que
problemas, también éstas se pueden contemplar como soluciones. vaya a morir. Y esas razones nos resultan tan inaccesibles como las razones
Constituyen un intento de alcanzar el estado de reposo. por las que nosotros mismos nacimos y vamos a morir.
Pensemos en una amistad que lleva durando mucho tiempo. De pronto, No es preciso que caigamos víctimas de la falacia liberal de suponer que,
se produce un incidente por cualquier tontería, que hace que los amigos porque nos damos cuenta de un problema, ya no formamos parte del
tomen distinto partido, y la amistad acaba por romperse. Los problemas que problema. Nosotros somos el problema, como ese tipo que vuelve a casa
nos acosan son un intento del universo por descubrir —por selección después del partido del domingo y maldice a los idiotas que han provocado
natural, si quieren llamarlo así— el factor capaz de conducir al estado de el atasco de tráfico. Formamos parte del proceso, el mundo está decayendo
reposo. con bastante rapidez y no podemos hacer nada al respecto.
Al fin y al cabo, los problemas del mundo —el sida, el cáncer, la guerra Afrontémoslo cara a cara: ¿Cómo está decayendo nuestro estrecho
nuclear, la contaminación— tienen tanta solución como los problemas de un mundo? En el teatro hay pocas obras nuevas, y casi todas son malas. Los
árbol que ya ha dado fruto: las manzanas están ya muy maduras y van críticos parecen empeñados en acabar con la originalidad y la expresión del
cayendo. ¿Qué se puede hacer? Al mismo tiempo, empiezan a caerse amor; la televisión compra talentos y los anula; el arte de la actuación
degenera espantosamente año tras año
también las hojas, justo en el momento en que más necesarias eran; y el
.
árbol, ya debilitado, se carga de escarcha, y la savia misma que podría
Es posible que la gente de teatro más joven se pregunte: ¿Dónde están
mantener la gallarda lucha por la vida del árbol se está agotando. ¿Qué se los productores amables y generosos? ¿Y los agentes con vista? ¿Y los
puede hacer? ¿Qué se puede hacer con los problemas que nos acosan? No se críticos inteligentes? Más vale que dejen de buscarlos y se hagan a la idea de
puede hacer nada, y tampoco es preciso hacer nada. Ya se está haciendo que no existen. En la actualidad, la tarea del agente, del crítico, del
algo: el organismo se prepara para el reposo. productor, consiste en acelerar la decadencia, y están haciendo bien su
Como cultura, como civilización, nos encontramos en un punto en el trabajo. La tarea que les ha encomendado la sociedad consiste en difundir el
que lo más apropiado para el organismo, lo más conveniente para la vida, es terror y la consiguiente apatía que se produce cuando un individuo tiene
decaer. Nada detendrá el proceso, nada puede detenerlo, porque se trata de demasiado miedo de mirar el mundo que le rodea. Ellos son la música de la
la fuerza de la vida, y las pruebas nos rodean por todas partes. Escuchad la estación de ferrocarril, y representan nuestro deseo de reposo.
música que ponen en las estaciones de tren, y en los teléfonos, cuando te Se podría decir: ¿y qué pinta en todo esto el libre albedrío, qué pasa con la
hacen aguardar. El problema no es que una persona o un grupo de personas libertad del individuo? Pero es que yo no creo que exista.
decidan unilateralmente fastidiarte con mala música; el problema consiste en
que existe un esfuerzo universal, combinado y cada vez más amplio, por
reducir el tiempo que cada uno de nosotros pasa a solas con sus
pensamientos;
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David Mamet Una profesión de putas
Yo creo que todas las sociedades funcionan según las reglas de la selección descomposición, entonces creo que podréis encontrar la paz, incluso en el
natural, y que los que sobreviven son los que sirven a las tendencias de la teatro.
sociedad, como sucede con la gente que se queda tirada cuando su autobús Nuestra civilización está trastornada y moribunda, y aún no ha captado
se estropea. Sus personalidades individuales carecen de importancia; la el mensaje. Se está hundiendo, pero aún no se ha hundido en la completa
necesidad del momento creará al experto, al hombre razonable, al matón barbarie, y a menudo pienso que la única razón de que exista la guerra
pendenciero, al payaso, y así sucesivamente. nuclear es para librarnos de tal indignidad.
Y ahora, ¿qué me decís de vuestro trabajo? Podemos desear que las cosas no fueran así, pero son así; y para
Casi todos los que decidáis permanecer en el teatro acabaréis formando vosotros, los jóvenes, voy a citar otra vez a Marco Aurelio: recibes un mal
parte del torbellino de anuncios, televisión, búsqueda de fama y augurio antes de la batalla, ¿y qué) Tu tarea sigue siendo combatir.
reconocimiento. En esta época de decadencia, las cosas que la sociedad A aquellos de vosotros que estáis llamados a esforzaros por poner en
recompensa con fama y reconocimiento son la mala actuación, la mala escena un nuevo teatro, el teatro de vuestra generación, os espera una vida
escritura, las decisiones que inhiben el pensamiento, la reflexión y la muy apasionante.
liberación; y a estas cosas las llaman arte. Vais a tener que luchar contra una corriente cada vez más fuerte, y al
Es posible que algunos de vosotros hayáis nacido para representar la hacerlo obtendréis la importante e inapreciable recompensa de saber que
postura contraria: la opinión minoritaria de alguien que, por la razón que sois hombres y mujeres verdaderamente maduros... siempre que, en medio
sea, no tiene miedo de examinar su situación. Algunos de vosotros, a pesar del pánico que os rodea y que se hace llamar sentido común o viabilidad
de todo, se sentirán impulsados por el destino a intentar poner orden en la comercial, hagáis vuestro trabajo bien y de manera sencilla.
escena, a intentar poner en escena, como decía Stanislavsky, la vida del Si vais a trabajar en el auténtico teatro haréis una gran tarea en estos
alma humana. tiempos de decadencia definitiva; una tarea consistente en proporcionar a
Como Laocoonte, sufriréis toda clase de adversidades en vuestro intento vuestros semejantes, por medio de vuestros conocimientos y habilidad, la
de realizar una tarea que os dirán que no existe. Por favor, tened siempre posibilidad de entrar en comunión con lo más esencial de la vida humana:
presente que la gente que os dice eso, que os dice que sois aburridos y no que todos nacemos para morir, que nos esforzamos y fracasamos, que
tenéis talento ni sois comerciales, está haciendo su trabajo; y tened presente vivimos ignorando por qué estamos aquí, y que, en medio de todo esto,
también que vosotros, con vuestra obstinación y dedicación, estáis haciendo tenemos necesidad de amar y ser amados, pero también tenemos miedo.
vuestro trabajo. Si se os ha concedido la bendición de la inteligencia, os encontraréis en
Si os esforzáis por poner orden en el teatro, si os esforzáis por recrear en constante conflicto entre la voluntad y el miedo. Por favor, daos cuenta de
vuestras personas el arte perdido de la actuación, el arte perdido de la que este conflicto os expone al aspecto fundamental del arte dramático: la
escenificación, ese arte de diez mil años de antigüedad que ha desaparecido batalla entre lo que uno está destinado a hacer y lo que querría hacer. La
en gran parte durante mi vida, si os esforzáis por aprender el arte perdido de exposición a esta batalla os hará aprender mucho sobre la tragedia.
la narración de historias, vais a sufrir. Y es posible que después de mucho Vuestros intentos por responder a la pregunta «¿Qué debo hacer?»
tiempo y trabajo miréis en torno vuestro y digáis «¿Para qué molestarse?». pueden conduciros a adoptar y estudiar filosofías y técnicas; a aprender a
Y la respuesta es que tenéis que molestaros si habéis nacido para tomaros la meditar y aprender a actuar, para que vuestra personalidad y vuestro trabajo
molestia; y si no, pues no. se conviertan en una misma cosa y podáis cumplir vuestro auténtico
El mundo es muy confuso. Y como decían los estoicos, más vale propósito, vuestro propósito más elevado como miembros del teatro. Y
procurar que nuestros principios sean pocos y simples, para poder dicho propósito es y siempre ha sido representar la necesidad que tiene la
invocarlos con rapidez. Si sois capaces de manteneros en contacto con los cultura de plantearse la pregunta «¿Cómo puedo vivir en un mundo en el
procesos naturales, con vosotros mismos y con Dios, con los rudimentos que estoy condenado a morir?».
esenciales de vuestra profesión —la necesidad humana de contar y escuchar
historias—, con los procesos naturales del crecimiento y la
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que la razón de que Lopajin sea incapaz de declararse a Varya es que está Yepihodov, el administrador de la propiedad, está enamorado de
enamorado de Lyubov.) Dunyasha, la doncella. Siempre está intentando declararse, pero ella le
Lopajin compra la propiedad por noventa mil rublos, que para él no son considera un patán y no le hace caso. Ella está enamorada de Yasha, el
nada. A continuación, procede a talar los árboles, aun sabiendo que eso le lacayo de Lyubov. Yasha la seduce y la abandona, porque está enamorado
dolerá a su diosa, Lyubov, y a demoler la mansión. Sus padres fueron de sí mismo.
siervos en esa casa; Lyubov se crió en la casa; Lopajin no necesita el Hasta la propia Lyubov está enamorada. Le dio su fortuna a su amante y
dinero; ¿por qué tala los árboles? (Sí, sí, sí, ya sé que nos ofrecen débiles lo cuidó durante tres años de enfermedad. Entonces, él la dejó por una mujer
argumentaciones acerca de las futuras generaciones que vivirán de la tierra. más joven.
Pero no cuelan. ¿Por qué? Si Lopajin quiere construir una colonia de Pues bien, ésta es la razón de su regreso a la mansión. Es pura
veraneo, podría hacerlo en cualquier otro sitio. Podría haberla construido coincidencia que regrese justo antes de que se subaste el jardín de cerezos.
sin necesidad de la tierra de Lyubov y sin su permiso. Si su objetivo fuera la ¿Por qué es pura coincidencia? Porque, como hemos visto, no viene a
construcción de residencias veraniegas y se viera enfrentado a dos salvarlo. Si quisiera, podría hacerlo. ¿Por qué regresa? ¿Cuál es la causa que
alternativas, destruir la casa de su ídolo o no tener que hacerlo, ¿cuál la impulsó a regresar? Las calabazas que le han dado. ¿Y cuál es la causa
elegiría? La verdad es que tiene infinitas alternativas. Puede construir donde que la impulsa a volver a París? Los continuos telegramas de su libertino
le dé la gana. ¿Por qué talar los árboles y hacer sufrir a su adorada? Aunque amante rogándola que le perdone.
comprara la propiedad, podría dejarla como estaba y, si siguiera teniendo ¿Por qué regresa Lyubov a su casa? Para lamerse las heridas, para dejar
ganas, construir su colonia en otra parte.) correr el tiempo, para planear un nuevo rumbo para su vida.
¿Qué está pasando aquí? Ninguna de estas acciones es efectiva en términos teatrales. (La última
Nada que tenga que ver con árboles. se aproxima, pero se podría hacer en solitario, sin necesidad de otros
La obra es una serie de escenas acerca de la sexualidad y, más personajes. De hecho, el papel de Lyubov es básicamente un monólogo; no
concretamente, de la sexualidad frustrada quiere nada de ningún otro personaje en escena.)
Lo más probable es que la obra se inspirara en la escena de Ana Si Lyubov no hace nada, aparte de estas reflexiones solitarias, ¿por qué
Karenina entre la amiga de Kitty, la señorita Varenka, y su acompañante es la protagonista de la obra? No lo es.
Koznyesev. Los dos son personas agradables y solitarias que se han La obra no tiene protagonista. Tiene un par de jefes de equipo. La razón
conocido por mediación de amigos comunes. A los dos les vendría bien de que no tenga protagonista es que carece de acción continuada. Se trata de
casarse y hacen una pareja perfecta. En una de las mejores escenas del libro una misma escena repetida por varias parejas.
se nos dice que ambos se dan cuenta de que ha llegado el momento, que es Continuemos:
Ahora o Nunca, Salen a dar un paseo y el señor Koznyesev está a punto de Gaev es el hermano de Lyubov. Es un solterón impenitente y en varias
declararse cuando le distrae una pregunta acerca de setas. Y así, estas dos ocasiones se le menciona como La Anciana. ¿Qué es lo que quiere? No gran
personas tan agradables quedan condenadas a la soledad. cosa. Sí, al final llora cuando se talan los cerezos, pero parece igual de feliz
Si esta descripción les suena familiar, es porque lo es. Chéjov, yendo a trabajar al banco y jugando al billar como holgazaneando en el
prendado del terna, lo copió tranquilamente (y puede que inconscien- Salón y jugando al billar.
temente) de Tolstoi y se lo adjudicó a Lopajin y Varya. Los restantes personajes son Firs, el anciano mayordomo que se alegra
No sólo Lopajin y Varya representan la escena: todo el mundo en la muchísimo del regreso de su señora, y Simeonov-Pishchik, un vecino pobre
obra representa la misma escena. que siempre ve el lado bueno de las cosas.
Anya está enamorada de Piotr Trofimov, el tutor de su difunto hermano. Pishchik, Firs y Gaev son pura ambientación. Todos ellos son solteros y
Trofimov está enamorado de ella, pero está demasiado reprimido para dar el se les nota algo chiflados, aunque en diferentes grados. Y todos ellos son
primer paso. De hecho, declara que está por encima del amor, aunque en un felices, porque no tienen el problema del Sexo. No participan en la única y
soliloquio se refiere a Anya como «Mi primavera, mi querido Lucero del repetitiva acción de la obra: consumar, aclarar o rectificar una situación
Alba». sexual desdichada.
El jardín de los cerezos y su inminente destrucción no son más que un
artificio dramático efectivo.
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La obra no trata de «si no pagas la hipoteca, me llevo tu vaca», sino de Se puede hacer que roben una joya. Se puede hacer que alguien cometa
«bésame rápido, que me estoy muriendo de cáncer». un asesinato. Se puede provocar una tormenta de nieve. Se puede hacer que
El obstáculo de la obra no es consecuencia de las acciones de los se estropee el coche. Se puede hacer que la Vieja Mansión vaya a ser
personajes, y ni siquiera tiene que ver con ellas. La obra funciona porque vendida dentro de tres semanas a causa de las deudas, a menos que a alguien
consiste en una recopilación de escenas brillantes. se le ocurra una buena solución.
Yo diría —a juzgar por su similitud con muchos de sus relatos cortos— Puedo imaginar a Chéjov, ocurriéndosele este pretexto y diciendo
que Chéjov escribió primero las escenas entre la doncella Dunyasha y «Naaa, eso no se lo va a tragar nadie». Me lo imagino viendo los ensayos y
Yepihodov. Probablemente, de ahí surgió la idea de una escena entre estremeciéndose cada vez que Lopajin dice (y lo dice con mucha frecuencia)
Dunyasha y el hombre al que ella ama, Yasha, un lacayo que acaba de «Recuerda, sólo faltan tres (dos, una) semanas para que se venda tu jardín
regresar de París. ¿Con quién ha regresado el guapo lacayo? Con su señora. de cerezos». Pues qué bien, debía pensar. Menuda manera de escribir teatro.
Y así fue progresando. Cuesta imaginar a Horacio apareciendo en escena cada cinco minutos para
Para continuar con este ingenioso razonar liento: ¿Qué hizo Chéjov decir «No te olvides, Hamlet, tu tío mató a tu padre y ahora se está
cuando tuvo dos horas de escenas y trece personajes correteando por una acostando con tu madre».
mansión rural? Como cualquier dramaturgo, tenía tres opciones. Podía «Oh, no», debió pensar. «Esto no puede salir bien.» Pero le salió, y nos
archivar el material como un buen conjunto de sketches; podía examinar el dejó una obra que nos encanta.
material e intentar discernir alguna acción continua intrínsecamente ¿Por qué nos encanta la obra? ¿Porque trata de la lucha entre los Viejos
dramática, y extrapolar de ahí la obra. Comparemos la estructura de El Valores de la aristocracia rusa y su declinante poder? Yo creo que no.
jardín de los cerezos con la de La gaviota. En La gaviota, la famosa actriz Porque, en definitiva, una obra trata exclusivamente de las acciones de sus
Arkadina desea recuperar su juventud, y para ello se entrega a un hombre personajes. Como público, no entendemos una obra en términos de las
más joven, desatendiendo las necesidades de su hijo, cuya edad es una idiosincrasias superficiales o la posición social de sus personajes (algo que,
afrenta para sus pretensiones de juventud. El hijo se esfuerza por ganarse su en último término, nos distancia de la obra), sino en términos de la acción
respeto, así como el respeto y el amor de Nina (otra actriz), que representa que los personajes intentan llevar a cabo. Aunque situemos a Hamlet en
un aspecto aislado de la personalidad de Arkadina: su disponibilidad sexual. Waukegan, seguirá siendo una obra excelente.
La gaviota está estructurada como una tragedia. Al final de la obra, el héroe, El persistente atractivo de El jardín de los cerezos no se debe a su
Treplev, se percata de su situación y la resuelve suicidándose. ¿Qué sucede ambientación en la decadente Rusia zarista, ni a que incluya gente rica y
al final de El jardín de los cerezos? Todo el mundo vuelve a casa: todos gente pobre. Nos atrae porque apela a nuestro subconsciente, que es lo que
vuelven a hacer exactamente lo que estaban haciendo antes de que empezara debe hacer una obra teatral. Y subconscientemente percibimos y
la obra. Se podría decir que El jardín de los cerezos está estructurada como disfrutamos la representación reiterada de esta reiterada escena: dos
una farsa. Ésta es la forma dramática a la que más se aproxima. También personas enfrentadas, ambas tratando de satisfacer su sexualidad frustrada.
podríamos decir que se pare-ce a una serie de sketches de revista con un
tema común, y en realidad es así. La obra tiene mucha relación con —y
probablemente es el primer ejemplo de— la revista del siglo XX... las
variaciones sobre un tema, como por ejemplo, La Ronda, Truckline Café, La actuación
Hombres de blanco, Brigada 21, Waters of the Moon, etc.
Recapitulando: Chéjov tiene trece personas metidas en una mansión. Y
tiene un montón de escenas brillantes. Su tercera alternativa es inventar un Vivimos en una época muy egoísta. Nada se da gratis. Cualquier
pretexto que mantenga a los trece personajes en el mismo sitio y hablando impulso creativo, fantasioso o iconoclasta que llega a suscitar una atención
unos con otros durante algún tiempo. Éste es uno de los problemas del general es inmediatamente apropiado por el capital de riesgo, y su
dramaturgo moderno: «Joder, este material es fantástico. ¿Qué podría hacer popularidad —que se debía a su generosidad y libertad de pensamiento— se
para Mantener a esta Gente en la Casa?» pone al servicio de la extorsión comercial.
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Cuando un café de obreros tiene éxito, pronto sirve de modelo para una El actor orgánico ha de tener generosidad y valor, dos atributos que a
cadena de ámbito nacional, y el encanto de su ausencia de artificios se causa de nuestra actual hipocondría nacional se hallan en gran escasez y
vende al por mayor. Los promotores inmobiliarios convierten la energía y la todavía menor estima. Ha de tener el valor de decir a los colegas que
creatividad del barrio bohemio en el potencial comercial de un «distrito comparten con él el escenario (y, por tanto, al público): «No me interesa
artístico». El aislamiento de una playa remota, apto para la contemplación y influirlos ni manipularlos. No me interesan las finuras. Estoy aquí para
la renovación interior, se vende en raciones individuales a millones de cumplir una misión y exijo que ustedes me den lo que quiero.»
veraneantes sedientos de tranquilidad que están dispuestos a gastar su Este actor lleva a la escena deseo antes que culminación, voluntad antes
dinero en un frenético peregrinaje multitudinario a un lugar en el que antaño que emoción. Su actuación no será comparada con el arte, sino con la vida,
se podía vivir en paz. y, cuando salgamos del teatro tras su representación, hablaremos de nuestra
No es una buena época para las artes. Y es especialmente mala para el vida antes que de su técnica. La diferencia entre este actor orgánico y el que
arte de la actuación, pues los actores, como observó Hamlet, son «las se preocupa por sí mismo es la diferencia entre una hoguera de leña y una
crónicas breves y abstractas de su tiempo». luz fluorescente.
Naturalmente, existen actores cuyo trabajo recibe el calificativo de En una Edad de Oro, lo que podría deleitarnos en un escenario (esas
grande, pues los críticos otorgan su puntuación (como deben hacer, en actuaciones que calificaríamos de «arte») sería lo mismo que nos deleita en
ausencia de cualquier criterio artístico) con relación a la media. Pero una nuestra vida: sencillez, elegancia, amabilidad, fuerza. No lo que se retrata,
comparación de los que el periodismo contemporáneo ensalza como sino lo que se nos permite inferior; no lo técnico, sino lo provocativo. En
grandes actores con las figuras de las décadas de 1930 y 1940 (Cary Grant, una Edad de Oro juzgaríamos el «carácter» de un actor en el escenario
Garbo, Henry Fonda, James Stewart, etc.) nos demuestra lo drásticamente exactamente de la misma manera en que lo juzgamos fuera del escenario: no
que se han reducido nuestras exigencias. por sus protestas y declaraciones, sino por su determinación, la constancia
Hoy en día esperamos menos de nuestros actores porque esperamos de su propósito, su generosidad o, dicho de otro modo, su «bondad».
menos de nosotros mismos. Pero no vivimos en una Edad de Oro, y el actor, esa Breve Crónica, es
Nuestra capacidad de atención es limitada, y, en estos tiempos de miedo al mismo tiempo la expresión y el siervo de su época.
e inquietud, nuestra atención se dedica por entero a nosotros mismos, a Le hemos exigido y hemos recibido de él poco más que esto: la
nuestros sentimientos, a nuestras emociones, a nuestro bienestar inmediato. insistente representación y la repetición de la idea de que a nuestro
Esto produce unos niveles de actuación muy malos, porque, cuanto más alrededor no sucede gran cosa, que no debemos inquietarnos y que es
concentramos nuestra atención en nosotros mismos, menos interesantes nos absolutamente correcto que nuestros actos no estén determinados por
volvemos. Pensad en cuántos hipocondríacos fascinantes habéis conocido. nuestras percepciones.
Las leyes de la atención que son ciertas fuera del escenario también son Hemos exigido al actor que nos repita constantemente que está bien reír
ciertas en él. El que sólo se preocupa por sí mismo es un pelmazo, y el actor cuando nada nos divierte, llorar cuando nada nos conmueve, derramar
que sólo se preocupa por sí mismo es un pelmazo. Y carece de importancia gratitud sobre lo inaceptable, condonar lo imperdonable, deleitarse en lo
que el actor se diga: «Debo representar esta escena de modo que se hagan banal.
una buena opinión de mí», o bien: «Para representar correctamente esta El hecho de que la actuación que hoy prevalece sea falsa y mecánica no
escena debo recordar y recrear la ocasión en que murió mi perrito.» En es en absoluto casual, sino un signo claro de que nuestra sociedad exige a
ambos casos, su atención se centra en sí mismo, y en ambos casos su sus sacerdotes que repitan el catecismo esencial para nuestra tenue salud
actuación nada nos dirá que no hubiéramos podido averiguar de un modo mental: que aquí no pasa nada, que nada muy malo ni muy bueno puede
más ameno en una biblioteca. sucedemos, que estamos a salvo.
La actuación, como cualquier arte, ha de ser generosa. La atención del Hay excepciones, desde luego. Hay actuaciones orgánicas y pro-
artista ha de dirigirse hacia el exterior; no hacia lo que él mismo está ducciones y compañías dirigidas orgánicamente. Pero no son muchas. El
experimentando, sino hacia lo que pretende conseguir. actor trabaja dentro de una comunidad, y el concepto comunal de excelencia
es contagioso y exigente.
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¿Podemos ratificar de nuevo al Actor y al Teatro que son orgánicos y no guiente: que aquello respecto de lo cual el artista debe ser veraz es la
mecánicos, que responden a nuestra necesidad de amar antes que a nuestra integridad estética de la obra.
necesidad de tener? Esto carga al artista con una enorme responsabilidad. Enfrentado con
En este siglo, los teatros verdaderamente vitales y grandes (El Group en esta necesidad —preocuparse por la verdad escénica—, ya no puede
el Nueva York de la década de 1930, el teatro de Brecht en el Berlín de la justificar su rechazo ni su aceptación de una cosa por el hecho de que no sea
década de 1920, el de Stanislavsky en el Moscú de 1900, el Second City en realista.
el Chicago de la década de 1960) han surgido en respuesta a períodos En general, todos los aspectos de toda producción deben sopesar-se y
sociales inciertos e introvertidos, y señalado su final. entenderse únicamente sobre la base de su interrelación con los demás
Por el momento, es posible ver ocasionalmente una actuación generosa elementos; en razón del servicio que presten o dejen de prestar al
y orgánica en el teatro (aunque rara vez en el teatro comercial), más significado, a la acción de la obra.
corrientemente en el cine (por lo general en los papeles secundarios) y con Una silla no es verdadera ni falsa per se. Que alguien pueda aducir: «Sí,
mayor frecuencia dentro de los espectáculos de danza o de ópera, en las pero es una silla, una silla real, la gente la usa para sentarse y la encontré en
actuaciones de artistas que no están dedicados a sus actuaciones, sino a las una cafetería, así que va bien en esta obra sobre una cafetería», no hace al
acciones exigidas por su material; en el trabajo de Pavarotti o Baryshnikov, caso. ¿Por qué eligió esa silla en particular? Del mismo modo en que la silla
o Híldegarde Behrens, o Yuriko, o Fischer-Dieskau, decía algo sobre la cafetería cuando estaba en la cafetería (su interés por la
Cuando veamos que de nuevo se aprecia y recompensa a los acto-res imagen antes que por la comodidad, por la economía antes que por la
que llevan al escenario o a la pantalla generosidad, deseo, vida orgánica, duración, etc.), también esa silla, en el escenario, dirá algo acerca de la
acciones ejecutadas libremente —sin deseo de recompensa ni miedo a la obra. Así que la cuestión es: ¿qué desea decir el director acerca de la obra?
censura o la incomprensión— tendremos una de las primeras señales de que ¿Qué significa esta silla en la obra? ¿Es un símbolo de poder?
la marea de nuestra época introvertida y desdichada ha comenzado a Entonces, usa esta silla. ¿De humillación? ¿De posesión? En cada ocasión
cambiar, y que volvemos a tener el anhelo y la disposición de hay que elegir la silla adecuada para el caso. Se podría objetar: «No hay que
contemplarnos a nosotros mismos. romperse tanto la cabeza, sólo es una silla», pero lo cierto es que alguien
tiene que elegirla, y ¿no debería ese alguien reconocer que consciente o
inconscientemente está haciendo una elección, y procurar hacerla
conscientemente, y en favor de una idea más específica de la obra que la
El realismo mera idea de «realidad»?
La devoción consciente a la Idea de una obra equivale a la preocupación
por lo que Stanislavsky llamaba la Verdad Escénica, es decir, la verdad en
La mayoría de los trabajadores del teatro estadounidense rinden esta escena concreta. La diferencia esencial entre el realismo y la verdad, la
vasallaje a la idea del realismo. Una necesidad muy real de ser verídicos, de Verdad Escénica, es la misma que hay entre la aceptabilidad y la necesidad,
ser verdaderos, los impulsa a juzgar sus esfuerzos y actos según un que es la misma diferencia que hay entre entretenimiento y Arte.
concepto fundamental, un criterio no especificado de realidad. ¿Qué importancia tiene que la obra se desarrolle en una cafetería? Por lo
El que este criterio no se especifique es importante, pues así sirve como que a nosotros, los artistas, se refiere, una cafetería carece de realidad
explicación y excusa para cualquier acción o esfuerzo que el artista no se objetiva. Lo que nos interesa es por qué la obra se desarrolla en una
sienta con ganas de realizar. Se convierte en un reto perentorio. cafetería, qué significa que la obra se desarrolle en una cafetería, qué
La respuesta necesaria al artista que dice «No es verdadero» ha de ser aspecto de esta cafetería es importante para el significado de la obra. Una
«¿Respecto de qué?». vez dilucidado esto, podemos desechar de inmediato to-dos los demás
Stanislavsky, y más especialmente Vajtangov, sugirieron lo si- aspeaos de la cafetería y concentrarnos únicamente en el que pone de relieve
el significado de la obra. Por ejemplo: si, en nuestra obra en particular, la
cafetería representa un lugar donde el
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protagonista está siempre expuesto a ser vigilado, el escenógrafo puede paso del realismo a la verdad, de la cohibición a la creatividad, el artista
construir un decorado que subraye esta idea: imposibilidad de ocultarse. Si debe aprender a ser específico respecto de algo mayor que él mismo en
la cafetería representa un lugar donde es posible reflexionar y reposar, el diversos niveles de abstracción: el significado de la escena, la intención
trabajo del escenógrafo puede reflejar estas ideas. La primera pregunta del del autor, la fuerza de la obra. Pero nunca «la realidad» o «la verdad» en
diseñador en ningún caso debe ser: «¿Qué aspecto tiene una cafetería?» Su general.
primera pregunta es: «¿Qué significa en este contexto?» En esto consiste la Aquello respecto de lo cual hay que aprender a ser veraz no es la propia
búsqueda de la verdad escénica. El artista que se dedica a esta Verdad visión de la realidad, que, por su propia naturaleza, aún cohibirá más al
Escénica se da una alternativa. Al renunciar a la coraza del realismo acepta actor y lo hará menos capaz de actuar, sino a las aspiraciones cruciales para
la responsabilidad de hacer todas las elecciones a la luz del significado el significado de la obra según se expresan en los objetivos de los
específico, de hacer que todas las elecciones sean declarativas en lugar de personajes.
protectoras. Pues, en esta época, hacer una elección «realista», afirmar que Todo el teatro versa sobre aspiraciones —sobre el anhelo y el deseo de
tal y tal elección se tomó porque es, de hecho, igual que en la vida, sólo respuestas—: el teatro pequeño se ocupa de cuestiones pequeñas, y el gran
quiere decir que la elección se tomó de esta manera para evitar cualquier teatro de las grandes. En cualquier caso, la cuestión en juego nunca es la
crítica potencial. comodidad del artista.
Todo lo que no contribuye a resaltar el significado de la obra entorpece Entregarse a esta incesante preocupación por la propia comodidad, por
el significado de la obra. Hacer demasiado o demasiado poco es mitigar y la «naturalidad» del guión, la dirección, los demás actores, equivale a
debilitar el significado. La actuación, la escenografía, la dirección deben reducir todas las obras a la misma obra; a una obra sobre «Lo que no estoy
consistir únicamente en el estricto mínimo necesario para el desarrollo de la dispuesto a hacer» o «Esas elecciones que no voy a hacer y que nadie me
acción. Todo lo demás es adorno. obligará a hacer».
El problema del realismo en la escenografía, con sus deletéreos efectos, ¿Y qué?
debería estudiarse como una orientación para el problema equivalente en la Prescindamos de toda consideración respecto de la comodidad en el
actuación. Desde hace treinta años, los actores vienen refugiándose en una escenario. ¿Por qué debe uno sentirse cómodo representando a Otelo o a
comprensión ridículamente incorrecta del Sistema Stanislavsky y utilizando santa Juana de Arco? El tema de estudio de todos los artistas de teatro
una jerga incorrectamente comprendida como excusa para no actuar. debería ser la acción. El movimiento. La pregunta decisiva respecto de
Las enseñanzas de Stanislavsky casi nunca se emplean como un estímulo; se cualquier elemento no debería ser: «¿Me siento cómodo (es decir, inmóvil)
utilizan como una excusa, como un sucedáneo de la acción. El propósito de cuando lo examino?», sino: «¿Me siento impulsado? ¿Empiezo a moverme?
este sistema era, y sigue siendo, liberar al actor de consideraciones ¿Me da ganas de hacer algo?»
irrelevantes y permitirle dedicar roda su atención al objetivo, que no es «esta Muchas veces los actores tienen miedo de sentirse ridículos. De-
actuación», sino el significado de la obra. Los conceptos de objetivo, beríamos enseñarnos mutuamente a sentir poder en lugar de miedo cuando
actividad, momento, pulso y demás pretenden reducir la escena a una acción nos enfrentamos a la necesidad de elegir, a explorar y disfrutar, a
específica que sea fiel a la intención del autor y pueda ser materialmente experimentar el vivificante placer que surge del poder de la elección
escenificada. El propósito de tales conceptos es incitar al actor a que actúe. artística.
Todos azuzan al actor para que responda a la pregunta única que es capaz de
liberarle de la cohibición y le permitirá convertirse en un artista: «¿Qué
estoy haciendo?»
El propósito de las teorías de Stanislavsky era el de permitir al actor Contra la amplificación
que entregara libremente la verdad, la más alta verdad de sí mismo, a las
¡deas y las palabras del dramaturgo. Su sistema se enseña específicamente
como una herramienta para la liberación, no para la represión. Para dar el Seamos serios por unos instantes. Si eres un actor y no consigues
hacerte oír en una sala de mil butacas es que estás haciendo algo mal y
deberías dejar el escenario e irte a casa. Vuelve a las clases de dicción o a
donde tu instinto te conduzca, pero deja el escenario.
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Las obras dramáticas están para ser representadas. Tienen que ver con esta basura sónica en el teatro, de oponernos a ella de todas las maneras a
el compromiso y sus consecuencias. nuestro alcance.
No pueden recitarse en tono de conversación y ser luego amplificadas; Podemos especificar en los contratos que nuestras obras no deben ser
eso no es drama, eso es televisión. amplificadas electrónicamente; podemos presentar una resolución ante el
Cualquier actor, productor, autor o director que crea que se puede salvar consejo para pedir que se rechace esta tendencia y se investiguen medios
el hueco entre la capacidad del artista y las necesidades del público a base positivos para contrarrestarla; podemos denunciarla de viva voz y medíante
de transistores y circuitos está degradando a todos los implicados. la letra impresa (al público no le vendría mal un poco de información en este
En el teatro, la única amplificación correcta y necesaria es el com- sentido; les están robando y no se dan cuenta).
promiso del artista (y aquí me refiero principalmente al actor y al autor); un Sé que algunos de vosotros estaréis pensando que exagero. Tengo el
compromiso suficiente, si se da el caso de que no logran hacerse oír, para convencimiento de que este asunto, mucho más que amenazar la pureza del
que uno regrese a la máquina de escribir y el otro al estudio. teatro, está amenazando su misma integridad.
El autor que escribe conductas en lugar de drama necesita, desde luego, Neil Simon dijo que las risas grabadas acabaron con la comedia en
actores provistos de micrófono, porque las palabras de ese autor no lograrán televisión, porque los escritores dejaron de sentir la necesidad de ser
despertar en el actor la necesidad de hablar, la necesidad de ser oído. divertidos.
El actor que accede a salir a un escenario dramático provisto de La amplificación electrónica está matando y matará por completo al
micrófonos está destruyendo tanto el arte como su medio de vida; está teatro de Broadway porque actores y escritores dejarán de sentir la
destruyendo la profesión de manera muy parecida a como lo ha hecho la necesidad de alzar su voz.
televisión, donde dicen al artista: «Sólo tienes que ponerte delante de las
cámaras y pronunciar las frases.»
El arte del teatro es acción. Es el estudio del compromiso. La palabra es
un acto. Decir la palabra de manera tal que sea oída y comprendida por Una disertación ante el Congreso de Críticos
todos los presentes en la sala es un compromiso: no hay arte mayor que ver a
un ser humano sobre un escenario, hablando ante un millar de sus iguales Teatrales Norteamericanos
diciéndoles: «Estas palabras que estoy pronunciando son la verdad. No son
una aproximación; son la verdad de Dios, y las defiendo con mi vida», que
es lo que hace un actor en el escenario. (En el teatro Tyrone Guthrie de Minneapolís, Minesota, 25 de
Sin este compromiso, la actuación se convierte en prostitución y la agosto de 1978)
escritura se convierte en publicidad.
La amplificación electrónica del teatro en vivo es otra experiencia Ojalá el escenario fuese tan elevado y tan angosto como una cuerda
nefasta que no beneficia sino al especulador. floja, para que sólo quienes están completamente preparados osaran
La voz humana educada y su extrapolación, la música en directo, son aventurarse en él.
los sonidos más bellos y perfectos que podemos oír. No contribuyamos a
eliminar, por pereza, esta belleza de nuestras vidas. Sanford Meisner
Asumamos la responsabilidad de llevar a escena algo que merezca ser
dicho, algo que impulse a los actores a hablar de un modo comprometido,
algo que el público se sienta movido a escuchar. Tradicionalmente, éste ha La primera tarea del actor, su primera lección, y una de las más difíciles,
sido siempre el límite de nuestra responsabilidad. es aprender a aceptar las críticas; aprender a utilizar la conciencia de uno
Pero creo que hoy tenemos la responsabilidad de oponernos a mismo como una herramienta para mejorarse y no para protegerse. El
dominio de esta lección es fundamental para todo aquel que quiera aprender
a contemplar desapasionadamente lo que ha hecho.
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Hay que contemplar francamente lo que uno ha hecho y compararlo con preceptos morales y mecánicos que deben suscribir, no son felices. Ni uno
lo que uno pretendía hacer. Aprender lecciones mecánicas útiles de esta solo de ellos.
comparación es difícil; muchos trabajadores del teatro nunca logran hacerlo. El éxito los confunde y el fracaso los humilla, y siempre andan en busca
El rasgo distintivo del aficionado es que no sabe hacer esta com- de alguien que les bese el culo o les sostenga la mano, como es natural, ya
paración. Es el rasgo distintivo de una persona para quien el teatro que no tienen fe en ellos mismos, y no son felices. Se hacen desgraciados al
representa, en último término, una distracción y no una profesión; es el negarse el consuelo de cualquier cosa que sea más grande que ellos mismos.
rasgo distintivo de una persona que quiere recibir algo del teatro, pero nada Son estériles.
quiere dar a cambio. Así sucede con los artistas de teatro y así sucede también con vosotros,
Una de las peores cosas que pueden ocurrirle a un principiante, a un los críticos teatrales. Si no aprendéis vuestro oficio, el Teatro y sus
actor sin preparación, es verse ratificado y elogiado por sus idiosincrasias, preceptos morales y prácticos, si no aprendéis a juzgaros a vosotros mismos
por aquellos detalles que, a base de tiempo y técnica, podrían llegar a según un criterio de perfección artística y no enmendáis vuestras obras día a
convertirse en sus puntos fuertes, pero que, en ausencia de ambos, no son día a la luz de este criterio, por fuerza seréis desdichados.
más que excentricidades. Como le ocurre al actor. Si vuestra obra depende de parabienes y
Si uno carece de la capacidad o la inclinación para examinar lo que hace apoyos externos estáis siendo controlados. Vuestra vida no os pertenece.
en términos de unos objetivos superiores, recibir un reconocimiento Como queda demostrado en ese instante enfermizo en que debéis cumplir
temprano puede y suele ser idiotizante. un plazo de entrega y nada tenéis en absoluto que decir, y no pensáis qué
Resulta especialmente idiotizante cuando va a acompañado, como a debo decir de esta obra, sino qué podría ser aceptable, o ingenioso, u
menudo es el caso, por lisonjas fundadas en que no existe cosa tal como la original.
técnica, que no hay necesidad de estudiar, que la única manera de aprender Muchos de vosotros, como en el caso de los actores, tratáis el teatro
es mediante la práctica y, finalmente, que la búsqueda de buenos hábitos de como vuestro patio de juegos personal, como una diversión personal no más
trabajo (esto es, de una técnica) y buenos hábitos de pensamientos (una importante que un blanco de tiro que os permite demostrar vuestra
filosofía) son estériles. habilidad.
Este consejo de «hacer lo que uno sabe hacer tan bien» causa una La pregunta que ahora os formulo es ésta: ¿No os sentiríais más felices
inversión muy conocida, pues crea en el intérprete un necesario interés por siendo parte del teatro?
«no querer saber nada», de modo que el actor o la actriz acaba por negar la Si vuestra respuesta (y puede estar oculta en vuestro corazón secreto) es
misma existencia de técnica y estética. A efectos prácticos, el individuo se que sí, entonces tratad al teatro con amor. Nosotros, en cuanto miembros de
convierte en un fascista, en un perfecto egocéntrico dedicado plenamente a la comunidad, tenemos derecho a exigirle esto al actor, al director, al autor o
«hacer lo que siento», «decir lo que siento» o «escribir lo que siento». al escenógrafo, y tenemos también derecho a exigírselo al crítico, pues, si
Y el resultado es una basura más o menos dañina. excluimos esto, el crítico en cuestión no es del teatro, sino que es un
La basura, naturalmente, será tanto más dañina cuando sea producto de explotador, sea cual fuere el título que quiera darse.
un «talento» incipiente por parte del creador, pues este talento hará que el Tratad el teatro con el suficiente amor y devoción para aprender algunos
producto resulte un poco más atractivo, aunque no menos indigno. Pero de sus mandatos rudimentarios.
exige algo llamado técnica. Y una carrera en el teatro debe tener objetivos Aprended vuestro oficio y sed parte del teatro, pues, mientras aprendáis
técnicos y filosóficos de largo alcance. Y no pueden ser unos objetivos y os esforcéis por escribir mejor, por escribir de un modo más informado y
egocéntricos. por escribir más a la luz de un criterio de perfección artística, perteneceréis
Sin estos objetivos faltará la fuerza o el distanciamiento necesarios para al teatro tanto como cualquier otra persona que trabaje en él ahora o lo haya
una autocrítica sincera de momento a momento, y sin esa autocrítica no hecho en la antigüedad; y mientras no os esforcéis por mejorar y por escribir
puede haber perfeccionamiento y no puede haber felicidad. de una manera informada y moral y orientada hacia un objetivo seréis
Los intérpretes incapaces de criticarse a ellos mismos, que no asumen la escritores mercenarios y juguete de vuestros anunciantes.
responsabilidad de comprender qué es lo que hacen y los
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David Mamet Una profesión de putas
Estudiad actuación; es un estudio fascinante. Si no conocéis sus en estudios de Vancouver, Columbia Británica. Sus protagonistas son
técnicas seréis incapaces de distinguir lo bueno de lo malo, a no ser Tim Hutton y Lindsay Crouse. Como esposo de la señora Crouse,
que estéis dispuestos a recurrir a esas viejas muletillas, «sé muy bien pasé gran parte del rodaje en Canadá con el equipo de la película y
lo que me gusta» o «escribo para el gusto popular de mis suscripto- tuve el privilegio de compartir el compañerismo de técnicos y actores
res», es decir, «para un individuo hipotético que es más lerdo que yo». y la cortesía de la productora.
Y si es esto lo que hacéis, entonces tenéis un grave problema y os
estáis insultando a vosotros mismos y a la gente que lee vuestras
publicaciones. En los exteriores estamos aislados. Somos como un grupo de via-
Yo os digo: escribid para ti mismo, sed artistas. jeros cuyo autobús se ha averiado: tendremos que elegir nuestros pa-
Estudiad la historia del teatro. Adquirid cierta perspectiva para peles provisionales y adaptarnos lo mejor que podamos durante algún
no quedar a merced del capricho del momento, que es otra variante tiempo.
del «sé muy bien lo que me gusta». En la industria del espectáculo hay una jerarquía tradicional de
Estudiad voz y movimiento; aprended a distinguir entre lo bello y poder que rige casi todas las relaciones, pero esta jerarquía se deja
lo atractivo. sentir sobre todo en casa. En casa estamos divididos por el oficio (los
Aprended a analizar el texto como debería hacerlo un director y directores no viven al lado de los técnicos), por los ingresos y por el
casi ninguno es capaz de hacer. éxito. Aquí, en exteriores, estamos todos amontonados las veinticua-
Que cada uno haga de sí mismo un experto, y arrinconemos de tro horas del día durante cuatro meses.
una ve2 al crítico como veleta de la moda e informador del gusto Los símbolos de reconocimiento que en casa nos dan poder aquí
público, que sólo es una ficción para uso de bribones. no surten efecto («Muy bien, todavía sigue siendo un Patek Philippe;
Estudiad el teatro. Vuestros amigos os dirán que hacéis el ridículo, ya te lo vi ayer. ¿Qué más puedes hacer?») La mayoría de las pre-
que estáis perdiendo el tiempo y que, en cualquier caso, nadie sabrá rrogativas del dinero desaparece en poblaciones donde no hay qué
apreciar vuestras sutilezas. Y esto es exactamente lo que los malos comprar.
actores dicen a los actores comprometidos. La vida en exteriores es una Pizarra En Blanco. Nos hemos in-
Amad el teatro y aprended sobre él y esforzaos por mejorarlo y ternado en el Territorio de Tombstone y, en gran medida, somos
por crearos una profesión nueva. La profesión de «crítico teatral» está libres de inventar nuevas identidades para nosotros mismos y para el
corrompida, pero vosotros no tenéis por qué corromperos. grupo en su totalidad.
Preparaos para una profesión que no existe. Tal es la marca del Los actores y los técnicos acababan de llegar a la bahía de Hudson,
artista: crear algo que hasta entonces sólo existía en su corazón. en Churchill, Manitoba. Era el mes de febrero y la temperatura se
mantenía constantemente entre 40 y 45 grados centígrados bajo cero.
Mi mujer se hospedaba en el Tundra Inn, y telefoneé para saber
cómo le iba. La amable telefonista me explicó que estaban todos en el
bar, y dejó el aparato descolgado mientras iba a buscarla. Oí muchas
Observaciones de una esposa entre risotadas roncas, de fondo, y luego se puso mi esposa. «Bueno», pre-
bastidores gunté, «¿cómo es la vida por ahí?» Tras una pausa contestó: «Es
como un Campamento de Cine.»
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David Mamet Una profesión de putas
las afueras de Stewart, Columbia Británica, Estamos paseando porque en el rrer esta clase de riesgos y debidamente pagado. Ninguna de las dos cosas
pueblo no hay absolutamente nada que hacer. se aplica a Monette, que trata de ocultar su nerviosismo bajo un despliegue
Frente al motel Alpine, donde se aloja la mitad del personal, hay un de nerviosismo.
solar sin edificar cubierto de barro. Los fines de semana, muchos habitantes Alguien sugiere que Monette debería ir a la farmacia local y explicar
de Stewart sacan sus vehículos de tracción en las cuatro ruedas y se dedican que todos los habitantes de su ciudad natal sufren dolor de muelas y, por
a dar vueltas por el barro con la esperanza de quedar atascados, para poder favor, ¿podrían venderle ocho millones de Percodans? Aún no ha terminado
desatascarse. Si tuviéramos vehículos como los suyos sin duda haríamos lo de hablar cuando uno de los camiones del equipo se detiene junto a nosotros
mismo. Como no los tenemos, nos quejamos del ruido que hacen y tratamos y Warren Carr, el segundo ayudante de dirección, se asoma por la ventanilla
de divertirnos como podemos. La diversión de esta tarde es un paseo. y le dice a Monette que se prepare, que el tiempo ha despejado y tiene que
Monette comenta que éste debe de ser el único pueblo del mundo cuya salir a dar una vuelta en helicóptero.
vida cultural saldría ganando con una guerra nuclear. «Pues yo le encuentro
Regresamos todos a la pista, donde contemplamos cómo Monette
cierto encanto», protesta Somer. «Ven a tomar té conmigo esta tarde,
ensaya la escena (en tierra) con los especialistas. En la pista, Norman
¿quieres? Estoy en el Edward...» «¿En la terraza o en el salón?», pregunta
Jewison, el productor de la película junto con Patrick Palmer, está
Monette.
consultando con los pilotos. Se trata de una escena muy importante y muy
El «Edward» es el hotel King Edward, un edificio sin pretensiones,
construido con bloques de carbonilla, que se alza en la única calle del cara, y los productores han acudido para ver que todo salga bien o para
pueblo. haber estado presentes si sale mal.
Jewison saluda con la cabeza a Monette, que, medio en serio y medio en
Y así pasamos el rato, despotricando contra el «Edward» y contra la
Vida Del Remoto Norte en general. El día anterior, Monette creó una broma, comenta que tiene la esperanza de que Jewison recuerde este favor
especie de revuelo cultural al exhibir un ejemplar de Las aventuras de cuando haya de elegir actores para su próxima película. Jewison, distraído
Huckleberry Finn que había encontrado en un estante al fondo de la por la logística del rodaje, sonríe y se aleja.
zapatería del pueblo. Luego hizo saber que aún quedaban varios ejemplares Es casi seguro que Jewison no se acordará de Monette cuando prepare
más en la tienda. Aquella misma tarde desaparecieron todos. su próxima película. Y no se trata de un comentario sobre Norman Jewison
No hay nada que hacer en este pueblo donde somos forasteros, y en particular, sino sobre la manera en que funcionan las cosas en este
rezongar convierte la añoranza y el aburrimiento —siquiera negocio: el valor de una cosa es idéntico a su precio, y Monette va a hacer la
momentáneamente— en una sensación de superioridad. escena como un favor.
Cuando la emoción de criticar el «Edward» comienza a menguar, Así que, asombrosamente, a pesar de la reciente tragedia de Vic Morrow
Monette regresa al leitmotiv del helicóptero. Cuando el tiempo lo permita, (la muerte de varios actores, dos de ellos niños, a consecuencia de un
su personaje tiene que hacer una escena colgando de la puerta de un accidente de helicóptero en pleno rodaje) y del gran clamor que suscitó en la
helicóptero que sobrevuela el glaciar. prensa profesional a favor del estricto cumplimiento de los códigos de
En esta escena, un especialista caracterizado como el hombre de seguridad de la industria; a pesar de saber que los productores suelen juzgar
Neanderthal queda suspendido de un patín del helicóptero en pleno vuelo. los favores recibidos como muestras de despreciable debilidad, Monette
Un segundo especialista salta del aparato con la cámara, en caída libre, y hará la escena.
filma al especialista Neanderthal, que no puede seguir sosteniéndose y cae En los tiempos de vodevil, los actores legítimos eran conocidos como
al vacío mientras Monette asoma medio cuerpo por la portezuela e intenta los Harold y Arthurs. Monette, Crouse, Joe Somer y yo éramos como
salvarlo. Harold y Arthurs en exteriores. Todos procedemos del Este, y todos
A Monette le disgusta volar, le disgustan los helicópteros y le disgusta llegamos al cine tras uno o dos decenios de trabajo en el teatro.
haber accedido a rodar la escena. Estamos condicionados específicamente para considerarnos sometidos a
Joe Somer y yo compartimos sus reservas. Todos opinamos que directores y productores: el director distribuye el trabajo y el productor
Monette debería ser doblado por un especialista entrenado para co- entrega el cheque. La mayoría de los actores hace de la necesidad virtud y,
puesto que pertenece a una profesión en la que se valora la caballerosidad y
214 la cortesía, trata de este modo a los directores y productores. Además, es
215
Una profesión de putas
David Mamet
Por las noches, casi todos los miembros del grupo recorrían a pie o en
bueno saber cuál es el lugar que le corresponde a uno.
autobús los tres kilómetros que los separaban de Hyder, Alaska, al otro lado
Monette es un excelente actor; no quiere perjudicar el trabajo. También
de la frontera estadounidense. Hyder parece un proyecto, poco imaginativo y
es un hombre considerado, y se lo han pedido como un favor. Aunque tieso
no muy convincente, realizado por un estudiante de escenografía, «Poblado
de miedo, hizo la escena.
del Oeste, 1850». La calle mayor tiene tres bares, la aduana (que nunca ha
Joe Somer y yo abandonamos la pista y fuimos paseando hacia el viejo y
estado en servicio) y una tienda de objetos de regalo.
abandonado hotel Empress, que nos sirve como estudio de sonido. En el
Empress vemos a Fred Schepisi, el director de la película, filmando una
escena con Lindsay Crouse. Cuando termina, pregunta a voz en grito y sin La identidad del grupo
dirigirse a alguien en particular: «¿Dónde está Richard Monette?» En el
plató, nadie lo sabe. «Está volando en un helicóptero», dice Somer. Toda la compañía estaba cautivada por los souvenirs. Estas compras
«Conque en el helicóptero», dice Schepisi. «¿Y no es peligroso...?» validan nuestros viajes y nos determinan como grupo. Son nuestros
uniformes. En Churchill, Manitoba, donde la compañía estuvo rodando antes
de pasar a Stewart («Churchill: la capital mundial del oso polar. Nuestros
Diversión en exteriores
parásitos domésticos miden tres metros y pesan media tonelada»), la
industria local es la peletera, y toda la compañía bajó del avión de Churchill
Aquella noche, Monette, que ha regresado sano y salvo, celebra sus alas
con sombreros, chaquetas y chaquetones de lobo, botas esquimales de piel
recién ganadas con una cena a base de langosta en el Edward, y nos regala
de alce y (en el caso de John Lone, «el Hombre de los Hielos» en persona)
con el relato de su vida entre las nubes.
con un imponente gabán de oso negro. Lone interrumpía literalmente el
En el helicóptero había cuatro hombres: Monette y el piloto en la cabina
tráfico de la calle, y du-rante los siguientes días se lo conoció como «pom-
propiamente dicha, y Dar Robinson y Carl Loburn, los dos especialistas, en
pom».
un compartimento separado en la parte posterior del aparato.
En Stewart, el único artículo de interés nativo que hay a la venta son los
A la altitud prevista, los dos especialistas se desplazaron sobre el patín
cinturones hechos con cuentas. Cuestan tres dólares y llevan la palabra
hasta llegar a la parte delantera del helicóptero. El cámara saltó, filmando en
ALASKA. Un día después de nuestra llegada no quedaba ni uno en la
caída libre, mientras el segundo especialista (vestido de Neanderthal) se
tienda.
sostenía colgado del patín. Monette, sujeto por dos cinturones de seguridad,
En Vancouver, nuestros uniformes procedían de Three Vets, la mayor
asomó el cuerpo por la portezuela abierta y trató de «salvar» al Neanderthal,
tienda de excedentes militares de toda la ciudad. Ellos proporcionaron gran
que perdió presa y cayó desde el patín.
parte del vestuario necesario para las temperaturas de 40 grados bajo cero
Concluido satisfactoriamente el rodaje, Monette cerró la puerta y se
que reinaban en Churchill, de manera que todo el personal se pasó mucho
recostó muy contento en su asiento mientras el piloto emprendía el regreso
tiempo en esta tienda equipándose para el
hacia la pista. Al cabo de unos instantes, su feliz ensoñación fue rota por el rodaje.
ruido de alguien que golpeaba frenéticamente la ventanilla del helicóptero Un día, Jim Tolkan, que interpretaba a uno de los científicos, regresó
desde el exterior. Monette se volvió y vio el rostro de un individuo enfundado en una chaqueta de cuero excedente del Servicio Postal
completamente desconocido que le miraba de soslayo desde fuera del Canadiense: «Setenta pavos para el público, pero a mí me la han dejado por
helicóptero. En seguida, el desconocido agitó la mano en señal de cincuenta...» Al terminar la semana, la mayor parte de la compañía llevaba
despedida, saltó del patín y cayó a plomo hasta escasos metros del suelo, chaquetas del Servicio Postal Canadiense.
donde abrió un paracaídas. Era un tercer miembro del equipo de Jim Tolkan no te induce a ver las cosas por su lado bueno; él es el lado
especialistas, que había subido sin avisar con la intención de alegrar la bueno. Es el Rey del Vagabundeo. Su habitación en Vancouver estaba
jornada a todo el mundo. repleta de souvenirs: gafas de aviador de la primera guerra mundial,
forradas de piel; botas de montar antiguas, pero en perfecto estado; cuchillos
hechos a mano que había encontrado en un oscuro rincón de Vancouver…
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216
David Mamet Una profesión de putas
Es un hombre con clase, y quedaría elegante hasta vestido con un saco de protagonista— observaba la operación. Porque la estrella no es sólo un
yute. Siempre se lo pasa bien. Todo el mundo quiere vestirse como él. Es un avatar para el público, sino también el Príncipe de la Película. Él re-presenta
actor con mucha experiencia en la carretera, y convierte todas las paradas en la película, y por eso, como todos los demás príncipes, nos representa a
una alegre busca del tesoro. Lamentablemente, no ha venido con nosotros a nosotros. Un día de mayo, Tim Hutton resultó lesionado por una piedra que
Stewart/Hyder. le cayó sobre el pie. Naturalmente, se interrumpió todo el trabajo mientras la
Por las noches, en Hyder, se podía elegir entre merodear por el bar del gente acudía a mirar y se retiraba silenciosamente. Un espeso manto de
hotel Sealaska, jugando al billar o echando unas monedas en los inquietud cubrió el escenario y se extendió hasta la oficina de producción,
videojuegos («Es bueno estar de nuevo en los Estados Unidos»), o dejarse donde telefoneaban frenéticamente para pedir ambulancias, y hasta el
caer por el pub Border para «hyderizarse». camión del almuerzo, donde todo el mundo hablaba en susurros. Cuando
La «hyderización» consiste en el consumo de un aguardiente blanco de uno que no se había enterado del suceso entró en la oficina de producción y
producción local llamado Moon, que tiene unos tres mil millones de grados quiso contar un chiste le hicieron callar de inmediato: «¿Es que no sabes lo
de alcohol. El procedimiento es el siguiente: se para uno entre dos que ha pasado?»
barandillas de metal situadas ante la barra. Estas barandillas están retorcidas La Industria del Cine es la Monarquía Estadounidense: estrictas leyes de
y abolladas, es de suponer que a causa de las contorsiones de los que han sucesión y Horatio Alger combinados en una sola institución. A excepción
pasado antes por allí. A continuación, recibe uno gratuitamente un vasito del de quienes manipulan el dinero y los especuladores de la cumbre, es una
mencionado licor, sin mezcla alguna, y debe engullirlo de un solo trago. Si sociedad edificada sobre el trabajo, el logro y la lealtad hacia quienes
el líquido se niega a permanecer en el estómago o el bebedor a permanecer ostentan el poder.
de pie, la persona en cuestión debe pagar una ronda general. En los niveles más bajos, los superiores de uno tienen el derecho de
Durante las tres semanas de estancia en Stewart hubo un miembro del conceder o denegar el empleo, y en los niveles más altos tienen el derecho
equipo de actores que sólo se dejó ver por las noches. Le habían llamado de ennoblecer, de elevar desde el reino del trabajo diario al reino del poder:
para filmar una escena de relleno, pero el programa de trabajo era tan el enamorado/enamorada de la estrella que es nombrado «productor», etc.
apretado que resultaba evidente que su escena no podría filmarse. Se pasó Asimismo, como en cualquier monarquía que se precie, también entra el
las tres semanas sin trabajar, deprimido e «hyderizado», yendo de bar en bar Elemento Estadounidense de la Suerte: el actor que casualmente se
durante las noches septentrionales y durmiendo de día en la intimidad del encontraba allí cuando la estrella cayó enferma; el caballo desbocado de la
Edward. Hija de un Rico Fabricante, salvada por el joven Vendedor de Periódicos.
En Stewart, Columbia Británica, fuimos a rodar en el glaciar. Existía un El domingo, unos cuantos salimos a cenar. Nos dejamos llevar por John
ligero, pero real, peligro de avalancha, de modo que se estableció vigilancia Lone, que interpreta el papel de Hombre de los Hielos, y Michael
y se organizó un pían de evacuación. No había suficientes helicópteros para Westmore, el artista del maquillaje. Entre los dos han formado una especie
retirar al equipo en un solo viaje, por supuesto, y alguien quiso saber cómo de club de gastrónomos: exploran los reductos culinarios de Vancouver y
se evacuaría el lugar en caso de emergencia. «Evacuaremos por orden de comparten sus descubrimientos con los demás. Pero, por lo general, las
facturación», saltó uno de los técnicos, y todos nos echamos a reír. Pero, veladas de domingo en Vancouver transcurren en el Paradise, el salón in de
naturalmente, hubiéramos evacuado por orden de facturación. La película se un restaurante chino con varios comedores. John encarga en chino la cena
construye en torno de la estrella, y, si la montaña de hielo hubiera del grupo. Es una cena magnífica. Durante la sobremesa, nuestra
comenzado a desmoronarse, toda la atención se habría centrado conversación recae sobre anécdotas del cine. A todos nos parece muy
automáticamente en llevar a la estrella al helicóptero, mientras una multitud gracioso que Lana Turner fuese descubierta en un taburete de Schwab's, y
de mujeres y niños —partícipes de la inquietud general por la seguridad del nos relatamos unos a otros, con el mayor entusiasmo, como nos consta que
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David Mamet Una profesión de putas
Sly Stallone fue descubierto («...y se lo merecía») cuando recogía las personas muy atractivas y de aspecto especial.
entradas en el Sutton Theatre de Nueva York; o que Jessica Lange fue (Nuestra fotógrafa es Lorey Sebastian. Por pura bondad de corazón, se
descubierta cuando trabajaba de camarera en el pub Lion's Head de Sheridan convirtió en nuestra directora social y organizaba cada noche una filmoteca
Square; o que George Lucas llegó hasta la cumbre a base de talento. en su habitación de Vancouver, excursiones por los alrededores, la fiesta
(«¿Sabes cuánto dinero gana al día...? Un amigo mío vio un cheque que sorpresa de Crouse, la celebración del cumpleaños de nuestro publicista,
tenía sobre el escritorio...») Don Levy, etc.)
La otra parte de la conversación, por supuesto, se dedica a la El técnico de sonido y el montador suelen ser endomorfos introvertidos,
maledicencia: «¿Sabes quién es un auténtico ................?». Y lo que ambas tipo Mazmorras y Calabozos. Los productores (que parecen venir siempre en
partes de esta fuga constituyen, en conjunto, es Chismorreo de Cocina. pares) son Mutt y Jeff: uno es risueño y el otro un angustiado. (En esta
Aunque de entrada rechazaríamos esta idea con una risa desdeñosa, lo que película, Jewison es el risueño.) Los especialistas son siempre apuestos y
estamos haciendo es «criticar a nuestros superiores». exhiben los modales extrovertidos que la gente suele suponer a las estrellas.
Si hay quienes nos superan en suerte, si hay quienes no llegan a nuestra Las estrellas actúan como la chica que se ha quedado sin pareja en el baile.
altura en talento, sí, en realidad, cualquiera en este negocio puede ser Los «camioneros» (los que conducen los automóviles, camiones y
clasificado en una escala de suerte, talento, logros y éxito, eso quiere decir furgonetas de la película) suelen ser de vientre prominente, callados y
que podemos cotejarnos con ese punto de la escala y, en un sentido muy amables.
real, saber cuál es nuestro lugar. Podemos ver que, de momento a
momento, la vida es muy ordenada, y que, dentro de esta estructura, existen
posibilidades de cambio y ascenso. Una digresión canadiense
Esta sensación de saber cuál es el propio lugar es buena, y en gran
Un día estaba sentado en una de nuestras furgonetas ante una tienda de
medida ha desaparecido de nuestra cultura contemporánea, en la que uno
suministros cinematográficos, en Vancouver. El camionero debía recoger
generalmente se compara con sus iguales, ya sea con una vanidad teñida de
algún material y teníamos un rato por delante porque la persona que debía
temor o con envidia teñida de temor.
entregárselo había salido a almorzar. Al otro lado de la calle vio una
En nuestras diversas sesiones de chismorreo, todo el mundo acaba por
prostituta joven en busca de clientes, y comenzó a hablar acerca de ella con
decir (con cierta sorpresa): «Mira, casi me gustaría que volvieran de nuevo
cierto lujo de detalles: sus hábitos, su personalidad, su historia. Yo me
los viejos tiempos de los estudios.» Ninguno de nosotros sabe realmente
mostré evasivo, pues no sabía cómo responder. El comentario adecuado,
cómo eran esos viejos tiempos, pero todos experimentamos un anhelo de
evidentemente, hubiera debido ser algo entre «Todo el mundo ha de tener
orden y soñamos con esa sociedad imaginaria que nos haría sentir seguros.
una afición» y
«Mmmm».
La identidad en el oficio Otra prostituta dobló la esquina, y el camionero inició una nueva
descripción de la historia personal, el carácter y los atributos de ella. Pronto
Patrick Palmer dice que normalmente puede deducirse el oficio de se les unió una tercera, y el camionero le dedicó el mismo tratamiento.
cualquier trabajador del cine a partir de su apariencia. Cada oficio, como Luego hubo una pausa en la conversación; era mi turno de hablar. Como no
cabría imaginar, atrae a las personas física y emocionalmente predispuestas deseaba quedar como un bobo, y sorprendido por su locuacidad (después de
para el mismo, tal como la gente elige a los perros que ejemplifican mejor todo, estábamos en Canadá), observé en tono más bien incierto: «Parece que
sus propias características personales. sabe usted muchas cosas sobre estas jóvenes.» Me explicó que su esposa
En la industria cinematográfica (al igual que en el teatro) este fenómeno dirigía un centro de rehabilitación para prostitutas.
es muy pronunciado. La maquilladora, el diseñador de vestuario y el Así que mis ideas sobre los canadienses se mantuvieron intactas;
fotógrafo (la persona que se ocupa de ir tomando fotos pata dejar un registro aunque, curiosamente, las prostitutas adolescentes de Vancouver parecen —
gráfico de la apariencia y los acontecimientos de rodaje) son siempre para un visitante— el rasgo cultural más destacado de esta muy calvinista
ciudad. Los taxistas te las señalan, del mismo modo que, en el Chicago de
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David Mamet
Una profesión de putas
hace un cuarto de siglo, los forasteros eran conducidos por el gueto
como atracción turística. Los editoriales de la prensa local queño, del mismo tamaño que la pelota y amorosamente pintado de
continuamente hacen referencia a estas prostitutas y a las leyes blanco.
propuestas para hacer frente al problema; las calles que rodean En el momento decisivo de la octava entrada, con una puntuación
nuestro hotel son un laberinto de islas de peatones distribuidas al de 12 a 5 (a favor nuestro), el lanzador arrojó el pomelo en un per-
azar, zonas cerradas al tráfico y desvíos obligatorios, y nos han infor- fecto tiro lento y el bateador del Arts Club lo recibió con un potente
mado de que se decidió así para desalentar a los clientes en automóvil golpe en el que había puesto toda su fuerza. El pomelo estalló en un
que solían rondar por la zona. Y la última mañana de Pascua, mu- halo de corteza, jugo y pulpa que aún tengo grabado en la memoria, y
chas de las prostitutas aparecieron vestidas como conejitos de Pascua. la mente del bateador se convirtió en gelatina. Echó a correr hacia la
Esto nos impresionó mucho a todos, ya que, desde un punto de vista primera base, vaciló, se quedó parpadeando. Los cimientos de su
profesional, aprobamos cualquier demostración de espíritu, siendo mundo se habían hundido, y durante tres o cuatro segundos él y todo
éste también el motivo de que disfrutáramos tanto con el partido de el equipo contrario y sus familiares y seguidores, que ya estaban debi-
softball. damente impresionados por nuestra exhibición atlética, quedaron re-
ducidos al pasmo y la admiración por nuestros poderes taumatúrgicos.
Fue, en resumen, un momento perfecto. El lanzador dijo luego que
quizá había sido el único momento perfecto de su vida. Durante la
Nosotros y ellos semana siguiente no cesamos de comentarlo en todas las conversa-
Patrick Palmer y Don Levy, nuestro publicista, organizaron el ciones a la hora del almuerzo: «¡No sabes lo que te perdiste! Te
partido contra el Arts Club Theatre de Vancouver. Llegamos tempra- perdiste el pomelo...»
no al parque y comenzamos el calentamiento, y Patrick sacó la carpe-
ta y empezó a tomar notas sobre nuestro nivel de juego, y asignó las
posiciones y el turno de bateadores. Xenofobia
Jim van Wyck, primer ayudante de dirección, había jugado antes
con el equipo de granjeros Minnesota Twins, y sin duda hubiera po- El partido de softball señaló, más o menos, el fin de la filmación.
dido ser el capitán, pero resultaba más divertido ver a Patrick de El rodaje aún se prolongó otras tres semanas, pero todos teníamos la
chándal, garrapateando en su carpeta. sensación de que aquel largo proyecto se hallaba en su recta final.
Palmer es un hombre taciturno y bastante imponente. Muchos lo La gente comenzó a hablar de sus planes para el futuro, de las
encontraban frío y lo tenían por un estirado, hasta que se descubrió películas que tenían en perspectiva, de las vacaciones, de regresar a la
que había comenzado su carrera como asistente del equipo técnico, es comodidad del New York Times. Comenzamos a intercambiar anéc-
decir, la persona que se encarga de tener a punto las cafeteras y las dotas sobre el desagradable carácter de los canadienses.
provisiones para el personal. En cuanto se supo esto, su consideración A un miembro del equipo técnico le hicieron apagar el puro en
mejoró instantáneamente. En el cine en gran medida, y en el teatro un salón de billar de Vancouver porque el humo molestaba a los
por completo, todos empezamos desde abajo. clientes; un actor tuvo que quitarse la gorra de béisbol en el club de
¡Qué estupendo era ser estadounidense en aquel partido de soft- squash del hotel, porque contravenía las normas de vestimenta. Estos
ball! Nos lanzábamos gritos de aliento y abucheábamos las malas ju- incidentes se comentan y se repiten una y otra vez. Todos estamos de
gadas. Técnicos que en el plató apenas eran saludados con una incli- acuerdo en que el acento canadiense parece estar empeorando.
nación de cabeza por parte de los actores se lucían con jugadas de Lo cierto es que, para bien o para mal, los canadienses de Van-
fantasía y disfrutaban su momento de fama. El día era perfecto, ha- couver son de naturaleza plácida. En ellos hay poco o nada de ofensi-
ciamos ejercicio, sudábamos, los estábamos aplastando, el sol brillaba vo. Somos nosotros los que proyectamos nuestra xenofobia sobre
sobre las montañas del otro lado del Sound y, lo mejor todo, David ellos. Queremos volver a casa. Tenemos la sensación de que el trabajo
Strathairn —que en la película es el doctor Singe, uno de los cirujanos está terminado y queremos irnos a casa. Nos hemos pasado cuatro
que reviven al Hombre de los Hielos— había traído un pomelo pe- meses alejados de nuestros seres queridos y nuestras posesiones, a
temperaturas de 45 grados bajo cero, más allá del Último Puesto
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David Mamet Una profesión de putas
Avanzado (como decían Ian y Fred, o, alternativamente, «en el wuup- bado amistad y está aprendiendo a comunicarse, se enamora de Lind-
wuup»). Llevamos meses enteros alimentándonos con comida de ho-
say, la doctora, y le hace requerimientos. Tim interviene y el
tel en una ciudad cuyos habitantes respetan servilmente el código de
circulación, y ya estamos hartos. Hombre de los Hielos deduce que Lindsay es la mujer de Tim.
(Se me ocurre que los actores —que comprenden con rapidez y se Entonces intenta hacer un trato con Tim, y, cuando éste se niega, el
preocupan con facilidad— tienen dos velocidades cuando se trata de Hombre de los Hielos se da cuenta de que está solo. No tiene mujer,
hablar sobre su trabajo: 1) «Nunca más volveré a trabajar», y 2) «Voy está en un mundo extraño y nunca podrá regresar a su hogar.
a quedarme atascado en esta asquerosa película/serie/obra de teatro John Lone representa esta escena en una toma de cuatro minutos.
para toda la vida...») Actúa básicamente en silencio, con uno o dos gruñidos, y su actuación
es tan pura que sus intenciones resultan completamente evidentes en
cada momento. En vez de representar al Hombre de los Hielos como
Orgullo una especie de gorila gruñidor, vuelca todo su ser en la escena, sin
suprimir nada, sin arredrarse ante nada. Vemos cuánto se juega en el
De cualquier manera, el día anterior al partido de softball nos intento, y, cuando no consigue hallar compañía en un mundo extraño,
proyectan la copia de trabajo de la primera media hora de la película. su comprensión es devastadora.
La compañía trabaja seis días por semana, de doce a dieciséis horas Al finalizar esta toma se produce un silencio, y luego un cariñoso
por día. El sábado por la noche, día doce de mayo, Fred Schepisi, el y prolongado aplauso. Estamos orgullosos de él, orgullosos de cono-
director, nos anuncia que después de las tomas diarias (el visionado cerlo, y es evidente que la película va a «funcionar».
del metraje revelado del día anterior) proyectará la copia de trabajo La magia del momento, desde luego, también se debe al gesto de
de la primera media hora de la película; es decir, un montaje provi- Fred de dejarnos ver la copia de trabajo. Se nos ha permitido apostro-
sional, una especie de borrador de la primera media hora. far la película. Es nuestra película, y es una hermosa película.
La compañía queda asombrada e impresionada. A estas alturas del Siguen las tomas del día con retazos de otras escenas y, durante su
trabajo, la mayoría de los directores se negaría a mostrar una copia de proyección, los principales actores se van acercando a John, uno por
trabajo a alguien que no tuviera derecho contractual a verla. Siempre uno, y lo felicitan. Quienes no han trabajado directamente con él mues-
es peligroso enseñarle a un niño un trabajo a medio terminar, como tran una especie de pasmo reverente: «Madre de Dios, cómo actúa
dice el proverbio, y nunca se sabe cómo las malas lenguas pueden este hombre...» John queda muy conmovido y un tanto abrumado.
malinterpretar (o interpretar correctamente) un producto aún no Todas sus jornadas han comenzado a las cinco de la madrugada
acabado. Hay muchos directores que no dejan ver a los actores ni con una sesión de maquillaje de varias horas de duración. Se ha pasa-
siquiera las tomas diarias. Así pues, la compañía en general y los do entre doce y dieciséis horas diarias maquillado de la cabeza a los
actores en particular aceptan el gesto de Fred como un gran cumpli- pies, ha hecho un trabajo magnífico, y ahora en el almacén reina la
do: al dejarles ver la copia de trabajo está reconociendo, incontrover- idea de que lo que acabamos de ver incorpora lo mejor que hay en
tiblemente, que todos ellos tienen parte en la realización de la película. nosotros mismos en cuanto Gente del Teatro.
Así, al terminar una semana laboral de noventa horas, nos re- Todos los que hemos tomado parte en la filmación hemos alcan-
unimos en un almacén del segundo piso de un edificio en Dominion zado una especie de madurez artística. Esta madurez nos impone una
Bridge (donde se construyó buena parte del Golden Gate) y, cerveza nueva tarea, que es la de aprender a aceptarnos a nosotros mismos.
en mano, esperamos que comience la proyección de la copia de tra- Ya no hemos de batallar con agentes, productores, lectores de guiones
bajo. y el Establishment Artístico en general. Hemos llegado, o al menos
En primer lugar vemos las tomas del día anterior. En esa escena, está claro que tenemos abierto el camino. Y lo que vemos ante no-
Tim Hutton, Lindsay y el Hombre de los Hielos, John Lone, están en sotros es una vida de trabajo duro, condiciones de vida difíciles, poco
el Vivarium, un enorme terrario que reproduce el ambiente tropical atractivo y no mucho reposo. Una vida en la que deberemos darnos
en que había vivido el hombre de Neanderthal, 20.000 años antes. nosotros mismos las recompensas que nos gustaría disfrutar.
El Hombre de los Hielos, con quien Tim, el antropólogo, ha tra- Actualmente el Teatro puede proporcionar, en el mejor de los
casos, un medio de vida intermitente. Incluso para los más favoreci-
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David Mamet Una profesión de putas
dos. Podemos añorar los tiempos en que un autor, director o actor podía galletas, bastoncitos de zanahoria o cerveza, las luces se apagan y
vivir en Nueva York y trabajar año tras año con un material interesante y empezamos a mirar la película.
disfrutar de seguridad económica. Eso ya no es posible. En consecuencia, el La película es hermosa. Está filmada con amor; Ian ha conseguido que
trabajador del teatro se ve dividido: sí, hay una obra en la que me gustaría hasta los planos de las máquinas parezcan sencillos y elocuentes. Está
participar, pero significa pasarse dos meses en Chicago, o en Seattle, montada con elegancia y sencillez. Toda la película parece impregnada de
ganando un salario mínimo y separado de mi familia. Lo mismo ocurre en una sensación de pérdida: los tonos verdeazulados del enorme bloque de
el cine. Cada año se producen menos películas. Se ruedan en lugares hielo donde se encuentra el Neanderthal. El vestuario de Randy Johnson,
remotos. Muchas veces se ve uno entre desconocidos, que trabajan juntos que transforma la ropa de trabajo ordinaria de los científicos; gracias a ella,
sin una historia ni un vocabulario común. Durante el trabajo y después de la ropa es muy personal, y eso ayuda a que lo sea la gente.
él, se dedica mucho tiempo a establecer las credenciales y la buena fe... Estamos viendo una película sobre personas reales. Personas que
Hemos retrocedido, en efecto, hasta el siglo XIX, a la época de las realizan su trabajo, aisladas en el Norte remoto, y se ven obligadas a
compañías ambulantes y los actores de reparto, cuando todo giraba en torno depender unas de otras. Estamos viendo una película sobre nosotros
de la Estrella y el resto de los actores ni siquiera recibía el texto completo, mismos.
sino sus «partes», las frases que les correspondía decir y las entradas que Nosotros somos esa gente. Nosotros éramos esas personas en el Norte
precedían a estas frases. Nos desplazamos de un lado a otro consumiendo remoto, obligadas a depender unas de otras. Y esos gestos y detalles que
montones de comida china y repitiendo muchas veces: «Pero, comprende, vemos en la pantalla no son las poco convincentes fórmulas de unos actores
yo te quiero...», o «Pásame el asado; ¡caramba!, han llamado a la puerta.» que intentan «crear un personaje», sino los gestos desconocidos y
Y muchos de nosotros experimentamos el malestar de sentir que de entrañables de personas a las que conocemos, y a las que vemos hacer su
alguna manera nuestra vida se ha perdido, que los dioses nos han castigado trabajo. Estamos viendo la verdadera revelación del carácter: cómo
concediéndonos lo que solicitábamos en nuestras oraciones. Nunca reacciona la gente bajo presión.
regresaremos a Kansas, el portero del estudio o del Barrymore Theatre Y, como en cualquier obra de arte, el tema parece haberse impuesto
nunca nos saludará al vernos llegar y nos preguntará por los hijos. Tenemos mágicamente en todos los aspectos del trabajo: se trata de una película
la sensación de estar convirtiéndonos en un extravagante cuerpo acerca de un hombre bueno que nunca regresará a su hogar, y nosotros
diplomático, que nunca vuelve al hogar, que es destina-do a otro lugar en somos este hombre bueno.
cuanto empieza a adaptarse al lugar, que sólo ve a los viejos amigos Transcurrida la primera media hora, todo el mundo está absorto en la
ocasionalmente, una vez cada lustro o así... pantalla cuando, de pronto, la copia de trabajo llega a su fin. Quedamos tan
Quizá esto suene un poco melodramático, pero así está la cosa, y tal es descontentos como si el proyector se hubiera averiado, pero no hay más que
el prejuicio de mi profesión. ver. Es todo lo que Billy y Fred han preparado. Queremos ver más. A nadie
Pero la invitación de Fred para ver la copia de trabajo y la actuación de se le escapa que esta sensación y su expresión son el cumplido tradicional y
John en la toma que acabamos de ver nos han cambiado el ánimo, y todos esperado tras ver una copia de trabajo, pero, aun así, nos sorprende y nos
estamos pensando: «Ya sé lo que me falta, el interés por mi trabajo. Por eso complace sentirlo.
me metí en este asunto, para empezar: por-que me fascinaba el trabajo.» El Todos felicitan calurosamente a Fred y Ian Baker. La compañía entera
operador proyeccionista enciende las luces y comienza a cambiar el rollo. se pone de pie e intercambia sonrisas. «Señoras y caballeros», dice Fred, «la
Fred pronuncia el discursito que pronuncian todos los directores (de cine o sesión ha terminado.»
de teatro) cuando van a mostrar algo que no es el producto completamente Salimos rumbo a restaurantes, bares o cuartos de hotel, diciéndonos
acabado: «Lo que van a ver ahora es una copia de trabajo, aún no está unos a otros lo brillante que es John Lone, que es Fred, que es Billy, que son
acabada, le falta la música, el sonido no es correcto, aún estamos trabajando Lindsay y Tim, qué genial es Ian..., diciéndonos unos a otros lo orgullosos
en el montaje, ténganlo en cuenta, por favor.» que estamos de nosotros mismos en cuanto grupo. Y al día siguiente se
La gente se acerca apresuradamente a las mesas en busca de más celebra el partido de softball, y nuestro orgullo se ve aumentado por la
manera en que vencemos al equipo del Arts Club Theatre.
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David Mamet
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Agradecimientos Bazar Slavyansky
Algunas rarezas
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David Mamet Una profesión de putas
como escritor, tienen fama de ser más seguras, y de hecho lo son, porque en el resto de la tarde y hasta entrada la noche, y enloquecíamos a nuestras
ellas el trabajo no se juzga por su utilidad y, en realidad, las propias
familias con la melancolía de nuestra inquietud por lo oculto, por lo
ocupaciones son capaces de absorber cualquier número de aspirantes porque
exquisito. ¿Quiénes nos habíamos creído que éramos?
poseen muy poca o ninguna utilidad final; por tan-to, y a diferencia de una
Y qué útil resultaba, finalmente —en la medida en que nosotros,
carrera en las Bellas Artes, el público nunca puede verse abrumado ni por
henchidos de orgullo, contemplábamos a quienes laboraban y se afanaban
una superabundancia de practicantes ni por una superabundancia de
sin más efecto ni propósito que la acumulación de Oro, o de Nivel Social, o
practicantes no cualificados. Estas ocupaciones son, en palabras creo que del
de Poder, o de cualquier cosa Quimérica e Inútil—, cuando se comparaba
señor Veblen, una «conspiración contra los legos». Así pues, es natural que
con la emoción que los artistas experimentábamos en nuestros
sean más seguras, ya que a cada minuto nace una.
descubrimientos, o en ser descubiertos por el Populacho. Tal como escribió
Pero la ley de la vida es hacer el bien y el mal, comer y ser comido, y el
el señor Ginsberg: «Los Hombres de Negocios son Serios, los Políticos son
bien que se supone más inocuo es quizá, al mismo tiempo y ocasionalmente,
Serios, todo el mundo es serio menos yo...» Y así nos dirigíamos a
violencia disfrazada.
¿Qué significa ser un miembro de la intelligentsia? Se me ocurrió un día quienquiera sugiriese que nuestro «trabajo» no era sino un juguete, la
que se trata de algo comparable a ser el germen de un virus; que la válvula de escape de una gran sociedad que eliminaba su exceso de vapor, y
intelligentsia, los «petimetres», nos vemos impulsados a buscar, a explorar, qué précieux que éramos, qué niños, al suponer que nuestro trabajo tenía
a sancionar, a ser, en fin, los primeros explotadores de ciertos aspectos del una utilidad...
mundo material; que nosotros, en nuestra calidad de avatares de la moda, Aunque, naturalmente, ninguno de nosotros lo hacía porque tu-viese
somos la primera noticia sobre la apropiación de lo hasta entonces natural. una utilidad, lo hacíamos porque teníamos una idea. Lo hacíamos porque,
¿Quién de nosotros no ha visto, oído y soñado en emular a aquel artista, como el hombre de negocios, como el promotor, no podíamos contenernos.
pintor, escritor o lo que fuese, que abandonó la ciudad para disfrutar de la A veces surge un individuo que no se adapta a la norma. Uno lee sobre
naturaleza, y que se extasió en la contemplación de aquello que los nativos los indios de las Praderas. Sobre su magnífica sociedad. En la raza guerrera,
daban por sentado: bellos paisajes, agua limpia, bosques profundos, playas a un muchacho sujeto a visiones, incapaz de integrarse, de asumir las cargas
transparentes, la sinceridad o el ingenio no corrompido de los nativos? principales de la cultura, de ser, si quieren, un Hombre de la Cultura, se le
Bien, nosotros fuimos allí y ciertamente disfrutamos, y lo pinta-Mohs o daba la opción de hacerse Hombre por otra ruta más solitaria, como vidente,
escribimos sobre ello, o se lo contamos a nuestros amigos, o fuimos o sabio, u Hombre de Medicina, y así se le eximía de las tareas cotidianas de
descubiertos por quienes siguen la estela de los espíritus libres como sus hermanos, y se le consentía cierta vida y un lugar en la sociedad. Y tanto
nosotros, de manera que lo único que quedó de aquella playa, aquellos aquel Individuo como la Sociedad en su conjunto se beneficiaban de ello.
bosques o aquel acento indígena fue la descripción que nosotros dejamos. Se beneficiaban tal vez de sus visiones, y se beneficiaban, tal vez en un
De un modo u otro tenía que suceder así, desde luego, pero se me sentido más importante, de su aceptación de la idea de que todas las
ocurrió que nosotros éramos la enfermedad; los primeros en hablar de esa personas que nacen en la sociedad son preciosas. ¿Qué es Valioso en una
Cosa Nueva que, una vez advertida, debe, en consecuencia, convertirse en Sociedad? Supongo que eso depende de lo cerca que uno se halle, en el
Vieja. tiempo o en el espacio, del fenómeno en cuestión. En último término, las
No pudimos evitar hacerlo, renovar aquella casa vieja, aquel viejo ocupaciones, los lugares y las personas se hacen románticos, es decir,
Barrio Fabril; y con ello impusimos la moda, y consignamos lo Intemporal a irresistibles, y se hace que parezcan importantes a fin de atraernos hacia
la Ronda del Tiempo, es decir, a la Muerte.
ellos como parte de un plan que está más allá del plan de la razón.
Pero al menos no nos pasábamos Todo El Día Trabajando En Una
Siempre me intrigaron los versículos: «Pensad en los lirios del campo...,
Oficina. No; nos pasábamos todo el día trabajando en una oficina, y luego
que ni hilan ni se afanan; pero en verdad os digo que ni Salomón con toda su
nos llevábamos la oficina a casa dentro de la cabeza para
gloria se vistió jamás como uno de ellos.»
A lo largo de los años, cada vez que oía estos versículos o pensaba en
ellos se me antojaban especiosos; una condena del trabajo, y del
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Una profesión de putas
para provocarlo?»; cada vez que adoptamos, apoyamos y defendemos niños? Pensándolo a posteriori, me parece que debía ser así. El Método de
cualquier causa social excepto la nuestra, estamos contribuyendo al Tensión Dinámica prometía fuerza y belleza instantáneas sin ningún coste
antisemitismo. para el consumidor. Y las continuas, crueles y apremiantes cartas jugaban
Estoy harto de los banquetes de Pascua a los que invitamos a amigos no magistralmente con el ego subdesarrollado de aquel idiota o niño. Yo, que
judíos para enzarzarnos en coloquios sociales, y que inevitablemente era uno de aquellos niños, pensaba al recibir sus amenazas: «Claro que están
degeneran en santurronas discusiones sobre lo auténtico que es ser judío, lo decepcionados conmigo. Soy débil y feo. ¿Cómo pude atreverme a suponer
auténtico que es el Estado de Israel, y quién tiene la culpa del sufrimiento que podía seguir el camino de esa gente tan estupenda y tan fuerte? ¿Cómo
histórico de los judíos. ¿Tan pobres somos que no podemos ni celebrar puede aspirar alguien tan indigno como yo a poseer los secretos de la fuerza
nuestras propias fiestas sin utilizarlas como ofrenda social al grupo y la belleza? Como era de esperar, la gente de Charles Atlas se ha dado
mayoritario? Porque, en último término, el activismo social, el apoyo a las cuenta de mi ridícula indignidad, y m¡ única defensa contra ellos consiste en
causas liberales, la invitación por Pascua a los amigos no judíos... lo siento rezar.»
mucho, pero todo esto, en último término, por mucho «bien» que pueda Porque, desde luego, ellos eran Dios: me ofrecían la transformación a
hacer, apesta a «toma esto, pero no me pegues». cambio de un acto de sacrificio y de fe. Pero yo no estaba preparado para
No sé qué aspecto tiene un hogar judío. realizar tal acto.
Nunca he estado en Israel. Como todos nosotros, les deseo lo mejor a La otra experiencia religiosa de mi juventud fue igual de frustrante y
mis hermanos y hermanas israelitas. Estaría muy bien que también nosotros
desdichada. Me refiero al Judaísmo reformista: y aunque el Dios Jehová, el
pudiéramos dar por terminado nuestro exilio en este país.
Dios de la Ira y la Fuerza y la Justicia hablaba por boca de Charles Atlas, se
le consideraba completamente fuera de lugar en el Templo de Sinaí.
A los rabinos los llamábamos «doctor», se tocaba la trompeta en lugar
del shofar, entonábamos los antiguos cánticos hebreos en escenarios
Un discreto envoltorio de papel marrón Victorianos, íbamos a la escuela dominical en lugar de al shul. Todas estas
adaptaciones de la tradición no tienen nada de malo, con excepción de una
cosa: todas se realizaban en una atmósfera de vergüenza.
La llegada periódica del material de Charles Atlas me trastornaba Los jóvenes, que no habíamos recibido ninguna formación religiosa, nos
muchísimo. Yo tenía nueve o diez años y había respondido a un anuncio
formábamos un concepto del devoto como revisionista. Nuestras prácticas
suyo en un tebeo. El anuncio aseguraba que podía recibir información
no se realizaban «en ayuda de», sino «en reacción a». La persistente lección
gratuita sobre el sistema de Tensión Dinámica, el sistema capaz de
de nuestra Escuela Dominical era que debíamos ser mejores, más racionales,
transformar a cualquier alfeñique en el hombre forzudo y bien
más modernos y, en definitiva, más americanos que lo que había habido
proporcionado de los anuncios. Además, el anuncio aseguraba que el
antes. Y lo que había habido antes
material llegaría en un discreto envoltorio de papel marrón.
Tal como decía el anuncio, el material llegó envuelto en papel marrón. era el judaísmo.
Pero no me hizo fuerte. Me aterrorizaba, porque cada entrega gratuita El judaísmo, en mi templo de los años cincuenta, se veía como una
trataba de una sola cosa y nada más: mi obligación para con la Compañía especie de Buena Ciudadanía Americana (de cuyo credo podíamos sentirnos
Charles Atlas, y mi cada vez más intransigente, incomprensible y criminal orgullosos) con algunos Lamentables Toques Asiáticos, que no íbamos a ser
negativa a pagar por los materiales recibidos. tan cobardes como para negar. No, estábamos resueltos a cargar con el peso
Me aterraba la llegada de aquellos sobres, y cuando llegaban, me hundía de nuestro estigma... de nuestra condición de judíos. Éramos tan buenos
en la vergüenza y la desesperación. Me odiaba a mí mismo por haberme ciudadanos que aunque no era culpa nuestra que nuestros padres y abuelos
metido en aquel lío. fueran patéticos askenazíes, «la escoria supersticiosa de Europa Oriental»,
¿Estaba toda la publicidad de Charles Atlas dirigida a idiotas y a no pensábamos cortar públicamente nuestra conexión con ellos. Nosotros,
los Judíos Reformistas íbamos a ser tan valerosos, tan Americanos, tan
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no-judíos, que estábamos dispuestos a Jugar el Juego. Nos hacíamos llamar Con el tiempo, mis correligionarios y yo buscamos al Dios que se nos
judíos, aunque en todos los demás aspectos de nuestra vida religiosa éramos había negado. Buscamos a Dios en la Cienciología, en Judíos por Jesús, en
Unitarios. Nuestra religión no era más que un credo colectivo, y nuestro Estudios Orientales, en grupos de expansión de la conciencia... que no eran
credo colectivo era una evasión. Consistía en lo siguiente: Somos Judíos y más que intentos de relacionar el Uno con el Todo, nuestra indefensión y la
estamos Orgullosos de ser Judíos. Expresaremos nuestro Judaísmo Fuerza del Universo. Buscábamos a Dios mediante sistemas no muy
comportándonos, en todos los aspectos posibles, exactamente igual que diferentes de la Tensión Dinámica, en los que el alfeñique indefenso, una
nuestros hermanos cristianos, porque lo que ellos tienen es mejor que lo que vez iniciado en los Misterios, era capaz de vencer al Bravucón (el
tenemos nosotros. Juggernaut, el Mundo) y así restaurar el orden en el universo.
A mi me parecía que el Judaísmo Reformista de mi infancia no era más Lo que pregunto es: ¿Por qué resultaba tan vergonzoso desear un físico
que un deseo de «pasar», de colarse sin que te vieran en la comunidad no mejor?
judía, de no hacer nada que pudiera llamar la atención y, por consiguiente, ¿Por qué aquella información tenía que llegar en un discreto envoltorio
las iras de la Norteamérica oficial. marrón?
¿Por qué el llamar la atención significaba necesariamente incurrir en su ¿Por qué la Compañía Charles Atlas sabía que semejantes actividades
ira? Muy fácil: porque éramos judíos y no valíamos nada. Éramos todo lo tienen que hacerse a escondidas?
malo que se decía de nosotros, ni siquiera teníamos ya una verdadera La respuesta es que el deseo de un físico mejor no tenía nada de
religión, habíamos renunciado a ella para aplacar a la comunidad no judía, vergonzoso, pero nosotros, los solicitantes, sí que éramos vergonzosos e
para escapar de su ira. intrínsecamente indignos, y la mera idea de que debiluchos como nosotros
¿Y qué pasaba con la Ira de Jehová? También a Él era mejor dejarlo a deseáramos adquirir fuerza y belleza era tan risible que lo natural era que
un lado si pretendíamos dejar de ser judíos. quisiéramos mantener nuestras aspiraciones en secreto.
Pues entonces, ¿en qué consistía ser judío? Dios nos libre de que Por eso, las cartas apremiantes daban resultado. Nos amenazaban con
consista en formar parte de una raza, y aleje de nosotros la miserable revelar, no que no hubiéramos pagado nuestras facturas, sino que teníamos
imagen de píeles oscuras, voces chillonas, narices ganchudas y manos la audacia de desear una vida mejor.
peludas. Y así fue también mi experiencia infantil con el Judaísmo Reformista.
¿Consistía en formar parte de una religión? ¿Y en qué consistía dicha Era una religión que venía en un discreto envoltorio marrón, una religión
religión? Todos los aspectos de su observancia se habían desvirtuado. cuyo truco para vender consistía en no avergonzarnos.
¿Quién de nosotros, judíos reformistas (lo cual, por supuesto, significaba y Treinta años después continúo indignado con la Compañía Charles Atlas
significa reformados, es decir, cambiados para mejor e, implícitamente, y con el Templo de Sinaí. Ninguno de los dos me dio lo que podía y debía
arrepentidos) se acordaba de los nombres, y no di-gamos ya de los haberme dado; pero lo más importante es que no tenían derecho a infundir
significados, de aquellas fiestas sin alegría que intentábamos celebrar? en un niño aquella sensación de vergüenza.
Aquellas ocasiones —el sabbath, los bar mitzvahs y demás festividades— Treinta años después, sigo sin estar completamente satisfecho de mi
se celebraban con un miedo y una vergüenza enfermizos. Y no era físico. Me siento orgulloso de ser judío y cada vez soy más consciente de la
vergüenza de haber traicionado nuestra tradición, sino vergüenza de no realidad de Dios. Mi mensaje para la Compañía Charles Atlas (sin duda,
haberla traicionado lo suficiente. desaparecida tiempo ha) es: Deberíais avergonzaros. Mi mensaje para los
Despreciábamos y envidiábamos a la vez a Kissinger, Goldwater y dirigentes del Templo Reformista es: ¿De qué os avergonzabais?
otros como ellos, que, aunque habían renunciado a la fe de sus padres, al
menos tenían el valor de sus convicciones.
La lección que aprendí en mi Templo Reformista fue que la
metafísica no es más que superstición, que Dios no existe. Y todos los
domingos celebrábamos nuestra huida del Judaísmo. Celebrábamos
nuestra autonomía, nuestra ruptura con Dios y con nuestros antepasados;
y, como es natural, teníamos miedo.
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el que no me gustaría hallarme, pues tanto una carrera como un hogar son Como en el caso de cualquier grupo oprimido, las ventajas no son
deseos y motivaciones muy poderosos. Las revistas populares explican a la concedidas, sino conquistadas, y por eso la visión de una mujer pilotando
Mujer Moderna que puede tener ambas cosas en toda su plenitud, pero no un avión de línea representa un saludable reproche para el hombre; algo así
he conocido a una mujer que lo creyera. como «he llegado hasta aquí sin tu ayuda, y ni siquiera te imaginas lo difícil
Las mujeres quieren creerlo, pero mi triste conclusión es que no que me ha resultado. ¿Crees que tú serías capaz de hacer lo mismo?».
pueden, así que la mujer trabajadora siempre tiene algún aspecto de la Y a los jóvenes del público que no han tenido el ejemplo de James
opinión popular por el que reprocharse, elija lo que elija. Bond con su armamento ni Hugh Hefner con su albornoz, les ofrezco las
Este dilema merece la condolencia de los hombres. Los hombres,
empero, no pueden permitirse esta condolencia, porque nos sentimos un siguientes observaciones:
tanto culpables por lo mucho que nos alegra no tener este problema. Nuestro Mundo Occidental está involucionando hacia una sociedad más
Los hombres en general esperamos más de las mujeres que de nosotros primitiva y más eficaz. Cuando esa sociedad más primitiva haya arraigado,
mismos. Tenemos la impresión, basada en demostraciones constantes, de vosotros o vuestros descendientes sabréis llevaros bien con las mujeres
que las mujeres son mejores, más fuertes, más veraces que los hombres. obedeciendo la tradición, la religión y siguiendo los consejos de vuestro tío.
Podéis considerarlo sexismo, o sexismo invertido, o lo que queráis, pero tal Mientras tanto: 1) sed directos; 2) recordad que las mujeres, al ser más
es mi experiencia. inteligentes que los hombres, responden a la cortesía y la amabilidad; 3) si
La gobernadora de mi estado se negó a enviar la Guardia Nacional a queréis saber qué tal esposa será una muchacha, observad cómo funciona
América del Sur, un acto que exigía auténtico valor y convicción. No con sus padres; 4) en cuanto a quién sale primero del ascensor, ahí no puedo
esperaba menos de ella. ayudaros.
Y creo que los hombres suelen sentirse tranquilizados por la presencia
de mujeres en cargos hasta ahora exclusivamente masculinos.
Tengo la sensación de que una gobernadora, piloto de líneas aéreas o
doctora será menos propensa a sufrir distracciones que un hombre, y me El lobo de Central Park
siento agradecido por ello. ¿Acaso no hay mujeres malas? Sí. Ya he citado
antes el caso de las «productoras». Sé que hay mujeres delincuentes, pues
trabajé durante algún tiempo en una cárcel femenina. Las presas solían llorar Las bicicletas y los perros no son bien recibidos en la pista de más
mucho, cosa que me pareció una respuesta muy apropiada a la situación; en arriba del estanque de Central Park. Hay letreros indicando que no están
general, me parece que las mujeres suelen ser más conscientes que los permitidos, pero la única sanción que se aplica a los infractores es una
hombres de lo que ocurre a su alrededor.
mirada indignada por parte de los corredores a los que dicha pista está
Con el paso de los años, he llegado a confiar por completo en la consagrada.
capacidad de mi esposa para juzgar el carácter de las personas, y estoy Por alguna razón, la costumbre es que los corredores recorran la pista en
empezando a confiar en la capacidad de mi hija para valorar correctamente sentido contrario al de las agujas del reloj. La verdad es que, en cualquier
una situación. El otro día, mi hija se clavó una astilla en el pie. Yo fui en
momento dado, puede haber una mayoría de corredores corriendo en el
busca de unas pinzas, me acerqué y me detuve delante de ella, y entonces
sentido de las agujas del reloj, pero tanto ellos como los que se cruzan con
ella comenzó a llorar ruidosamente. «¿Por qué lloras?», inquirí. «Ni siquiera
ellos son conscientes de que están corriendo en dirección contraria.
te he tocado todavía...» «Estás pisándome el pie», contestó ella.
Hasta el miércoles pasado (28 de marzo), lo más emocionante que me
¿Podemos ampliar esta imagen de las mujeres con astillas en los pies, y
había sucedido corriendo alrededor del estanque me ocurrió la primavera
los hombres, sus supuestos salvadores, aumentándoles el malestar? Las
pasada: un tipo sentado junto a la casa de bombas del sur señalaba hacia mí
mujeres, como todos sabemos, son en gran medida ciudadanos de segunda
clase en este país. cada vez que pasaba frente a él y, sin razón aparente, me gritaba «Bula,
bula». Más tarde me di cuenta de que llevaba puesta la camiseta de Yale de
un primo mío.
El miércoles pasado iba corriendo por la pista en sentido contrario a las
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agujas del reloj y vi un perro pastor alemán que caminaba despacio El lobo se asustó y echó a correr alrededor del estanque, en el
hacia mí. Queriendo ejercer mis prerrogativas, traté de localizar a su sentido de las agujas del reloj. La policía y los del A.S.P.C.A subieron
dueño para mirarlo indignado, pero no vi a nadie. apresuradamente a sus vehículos y lo persiguieron.
El perro era blanco y canelo, con una herida en el costado Yo seguí corriendo hacia el norte y pude ver bien la persecución:
izquierdo, y no llevaba collar.
el centelleo de las luces policiales y los altavoces que voceaban
«Tendría gracia», pensé, «que fuera un perro rabioso. Me vería «¡Apártense del perro!» sobresaltaban a los corredores que miraban
obligado a saltar la valla. Alguien debería llamar a la policía».
indignados.
A la vuelta siguiente, al pasar por la casa de bombas del sur en
dirección norte, por el lado de la Quinta avenida, vi de nuevo al La persecución concluyó en la casa de bombas del norte, con la
perro, que seguía andando en la misma dirección. Un momento des- policía y la gente del A.S.P.C.A. amontonándose en la pista de hor-
pués, varios vehículos marciales aparecieron en el camino de herradu- migón y los corredores y paseantes relegados al camino de herradura.
ra que discurre bajo la pista. Las radios de los coches y la furgoneta no paraban de zumbar, y
Llegaron primero dos coches de policía, rodando muy deprisa las personas que contemplaban la escena se aseguraban unas a otras
marcha atrás. Les seguían un coche patrulla que avanzaba normal- que todo iba bien.
mente, una furgoneta blanca y más coches de policía. Dos miembros de la Brigada de Emergencia del A.S.P.CA., de
Gamo no me crié en Nueva York, me siento muy orgulloso de aspecto muy competente, permanecían sentados en su furgoneta. Me
entender sus peculiaridades, y me alegré de captar al instante el signi- acerqué a ellos y les pregunté qué ocurría. Me dijeron que habían
ficado de aquella procesión: alguien estaba filmando una persecución capturado un lobo. Les pregunté qué estaba haciendo un lobo en Cen-
de coches (algo relativamente frecuente en los alrededores de Central tral Park, y me dijeron que se había escapado la noche anterior del
Park). refugio de animales del East Side. Llevaban varias horas buscándolo.
Eché a correr de nuevo hacia el norte, cuando oí atronar los alta- Les pregunté qué hacía un lobo en su refugio de Manhattan, y me
voces de uno de los coches de policía: «¡Apártense del perro! ¡Apár- dijeron que su dueño lo había llevado allí.
tense del perro!» Miré hacia atrás y vi que los coches se habían dete- Más tarde, cuando les conté la historia a mis amigos, la opinión
nido a la altura del perro y que los policías estaban saliendo de sus mayoritaria fue que alguien habría comprado un cachorro de lobo
coches. como mascota, para conmemorar alguna ocasión especial, y, como
«Estupendo», me dije. «Tú sí que conoces Nueva York. Eviden- sucede con las tortugas, las iguanas, los caimanes o los pollitos de
temente, el perro es el protagonista de la escena. Evidentemente, él Pascua, el cachorro había crecido hasta dejar de constituir una mascota
es el objeto de la persecución. Debe tratarse de una película sobre un aceptable.
perro rabioso o sobre un perro que sabe dónde están escondidas las
joyas, o algo por el estilo.»
Pensándolo bien, estaba claro que tenía que tratarse de un perro
adiestrado, perfectamente capaz de rondar en torno al estanque sin Introducción a
control humano. Era un perro amaestrado, y debía haber cámaras
ocultas filmando su avance alrededor del estanque. A lo mejor, yo
Un manual práctico para actores
también salía en la película.
La policía seguía gritando «¡Apártense del perro! ¡Apártense del La mayor parte del adiestramiento para la actuación se basa en la
estanque!». Volví la mirada y los vi trepando por el terraplén en vergüenza y la culpa. Si has estudiado actuación, sin duda te habrán
dirección al perro, acompañados por un hombre y una mujer que pedido que hagas ejercicios que no comprendías, y cuando los hiciste
llevaban lazos corredizos y que acababan de apearse de un sedán blan- mal, según sentenció tu profesor, te sometiste culpablemente a las
co con las siglas A.S.P.CA. críticas. También te habrán pedido que hagas ejercicios que sí com-
Al llegar a la escalinata de la calle 86 le pregunté a otra corredora prendías, pero cuya aplicación al oficio de actuar se te escapaba por
si sabía qué estaba pasando. «Es un lobo», me dijo. completo, y te dio vergüenza pedir que te explicaran su utilidad.
Mientras hacías estos ejercicios te parecía que todos a tu alrededor
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sería más que otro Intelectual del Este amariconado, con un gran talento a buscar una moneda, pero él dijo «Alto ahí, usaremos mi moneda». «Vale,
para los diálogos. muy bien», pensé, «todo el mundo tiene que comer». Y el tipo lanzó su
¿Qué estaba haciendo en Las Vegas? Había ido a divertirme y a pasar el moneda y perdió.
rato con mi amigo Bagwell y sus amigos. «Qué gran comienzo para un Fin de Semana con los Amigotes», pensé.
Sus amigos eran la gente de la revista Soldado de fortuna. La revista Me inscribí en el hotel y empecé a buscar a Bagwell.
celebraba su quinto congreso anual en el hotel Sahara. Bagwell, que se gana A la mañana siguiente lo encontré en su mesa de la exposición de armas.
la vida fabricando cuchillos, es el director de la sección de cuchillos de la Bagwell tenía expuestos diecisiete de sus cuchillos. Fabrica los cuchillos en
revista. una forja al aire libre detrás de su casa en el este de Texas, y cuando yo llegué
Soldado de fortuna fue creada hace diez años por el coronel Robert K. estaba a punto de hacer una exhibición con uno de ellos. Empuñaba un
Brown, un veterano de las Fuerzas Especiales; y los temas de los que se cuchillo bowie de treinta centímetros y se disponía a cortar de un tajo cuatro
ocupa la revista estaban bastante bien representados por las actividades del cabos colgantes de cuerda de cáñamo de dos centímetros y medio de grosor.
congreso, que incluían una competición con tres armas (rifle, pistola y Los mirones murmuraban entre sí que aquello era imposible, pero yo le había
escopeta) con un jugoso premio de 40.000 dólares en metálico; la Operación visto hacerlo muchas veces, y le pregunté si me dejaba hacerlo a mí cuando él
Cazador de Cabezas, que era una carrera campo a través de ocho kilómetros, terminara. Me echó una mirada que parecía decir «Lárgate, nene, y deja de
de estilo militar/obstáculos/ orientación/resistencia; saltos en paracaídas; una joder la marrana».
demostración de potencia de fuego; una exposición de armas; conferencias A continuación, para poner las cosas en orden, sugirió que uno de sus
diversas; campeonato de lucha con bastón; y banquete. amigos me llevara a dar un paseo. El amigo se presentó como un Alto Oficial
Los congresistas eran hombres —y unas pocas mujeres— interesados en de Aviación, que había pertenecido a la R.A.F. Y así, el Alto oficial de
la historia, teoría y práctica de la guerra, y en especial de la guerra no Aviación y yo iniciamos un recorrido de placer por la exposición de armas.
convencional o de guerrillas. En su mayor parte eran miembros o ex
Charlamos acerca del Estado del Mundo (los dos teníamos dudas) y prestamos
miembros de las fuerzas armadas y los cuerpos de seguridad y aficionados a
mucha atención a las mesas carga-das de Material Interesante.
las armas de fuego, y supongo que también habría una o dos personas como
Había exhibiciones de fundas para armas, comidas congeladas y secas
yo, que sólo pretendían salir un poco de casa.
para acampadas y otros artículos exóticos.
Yo nunca había estado en ninguna clase de congreso, y estaba
El tipo del stand contiguo al de Bagwell vendía cerbatanas. Eran unos tubos
encantado de llevar una de esas etiquetas con tu nombre, que parecen una
de aproximadamente un metro veinte de longitud, con una boquilla en un
ridiculez cuando se las ves a otros, pero que resultan de lo más
extremo. El tipo había colocado una diana del tamaño de un plato en una
reconfortantes cuando eres tú quien se la pone.
pared situada a diez metros de distancia, y se pasaba el día entero metiendo
Los congresistas me parecieron gente encantadora. No estaba de
acuerdo con algunas de sus ideas, pero tampoco estoy de acuerdo con dardos en la cerbatana, haciendo fussh como en las películas y clavando los
algunas de mis propias ideas, y aun así no soy capaz de librarme de ellas. dardos en la diana. Le pregunté cuánta precisión tenía la cerbatana, y me dijo
que con un poco de práctica podía aprender a acertarle a un plato a más de
Una de las ideas del congreso que me resultó particularmente atractiva
treinta metros. Le pregunté si para eso no tendría que dejar de fumar, y me
fue la del patriotismo sin tapujos. Aquellos tipos parecían amar el concepto
de los Estados Unidos de la misma manera que cualquier otro puede amar el dijo que, por el contrario, la cerbatana parecía aumentar de manera natural la
concepto del Teatro: como una institución perfecta. capacidad pulmonar; y que el mayor problema que le comunicaban sus
También parecía encantarles el concepto de Pasarlo Bien. clientes era la necesidad de comprarse camisas
Yo ya me lo estaba pasando fenomenal. El taxi que tomé en el una talla más grandes.
aeropuerto me dejó en el Sahara, y el taxista me preguntó si quería jugarme Yo quería probar la cerbatana, y me quedé rondando coquetona-mente
a cara o cruz los cuatro dólares de la carrera. Dije que de acuerdo y empecé alrededor de su stand, esperando que me invitara a disparar; pero (supongo
que por razones sanitarias, y no sólo balísticas) no me invitó.
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Al terminar la demostración, el Coche de Bomberos Blue Diamond Elm. «Cuando yo volví a casa de la Marina», dijo Chunk, «todo aquello se
salió a toda velocidad para apagar un pequeño incendio de maleza que los había acabado, no sé por qué. Así que yo lo empecé de nuevo».
proyectiles habían prendido en la montaña y yo regresé a la ciudad en el Ahora, la Ceremonia del Día de los Caídos está dirigida por Bob Davis,
coche de la gente de Beretta. que antes llevaba la Cremería (es decir, la Cooperativa Lechera de
Encontraron una ladera conveniente y tuvieron la amabilidad de Agricultores de Cabot).
dejarme probar su nueva pistola. Disparé a sesenta o setenta metros contra Chunk y yo estábamos parados delante de su casa cuando pasó el
unos botes y casi los mato del susto; a continuación, convencidos de que los desfile. El doctor Caffin llevaba la bandera nacional, y Bunchy Cookson,
botes habían quedado suficientemente advertidos, volvimos todos a Las dueño del garaje, la bandera de la Legión Americana. Bob Davis desfilaba
Vegas. con un viejo M-l.
Aquella noche tuvo lugar el banquete de despedida. John Dono-van, en También formaban parte del desfile un comandante de Aviación, cuatro
calidad de maestro de ceremonias, encajó con buen humor algunas pullas colegiales con coronas de flores y una tropilla de nueve gnomos con ramos
sobre su incapacidad para volar la montaña. Las Fuerzas Armadas de lilas. Les seguía una sección de la banda de la Escuela Secundaria de
estuvieron adecuadamente representadas por la Compañía Zorro, 2.° Cabot.
Batallón, 23-° de Marines, de Las Vegas. Se entregaron varios trofeos, se El desfile se detuvo en el Parque Municipal, que está enfrente de la casa
pronunciaron discursos anticomunistas y todos nos pusimos en pie para de Chunk, y formó filas delante del Obelisco Conmemorativo de la Guerra
entonar Dios Bendiga a América. Civil. La banda de Cabot tocó My Country Tis of Thee. Uno de los alumnos
Donovan concluyó el banquete con un brindis: «Por la Violación, el de la escuela secundaria habló sobre la historia del Día de los Caídos. El
Saqueo, la Rapiña, y por que "hijo de puta" se convierta en una expresión comandante de Aviación habló elocuentemente del sacrificio de los jóvenes
de uso familiar.» que, en cada generación, han respondido a la Llamada a las Armas y
A la mañana siguiente tomé un taxi al aeropuerto. El taxista me defendido los Intereses Norteamericanos. Varios estudiantes de Cabot
preguntó cuánto tiempo había estado en Las Vegas. Le dije que dos días. leyeron poemas acerca de los Campos de Flandes.
Me preguntó qué me había parecido y le dije que la consideraba mi segundo Pero bueno, pensé, si estos críos ni siquiera saben dónde está Flandes.
hogar. No saben que los campos se tiñeron de rojo por la sangre. No saben que, en
Gran Bretaña, la poesía de los Campos de Flandes señaló el final de una era,
el final del Espíritu Marcial británico y el final de un Imperio. No saben que
toda una generación de británicos murió en la primera guerra mundial. No
Día de los Caídos en Cabot, Vermont tienen ni idea de por qué murieron aquellos hombres, como no la tienen
ustedes ni la tengo yo. No cabe duda de que, dentro de cien años, las causas
de la segunda guerra mundial, aquella «guerra justa», resultarán igual de
Hoy se celebra en Vermont el Día de los Caídos. Ayer, lunes, el País oscuras para los escolares. Creemos que sabemos por qué lucharon nuestros
entero «no tuvo cole» y hasta las Oficinas de Correos estaban cerradas; pero padres. Lucharon para defenderse. Lucharon por sus vidas.
Vermont lo celebra hoy, un día después. Y aquí no se trata de una fiesta En mi comunidad y en el círculo de mis amigos hay varios veteranos de
amorfa más, sino de una verdadera ocasión para el recuerdo. la segunda guerra mundial, un veterano de la Luftwaffe, un miembro de la
Estábamos tomándonos el café matutino en la Ferretería de Harry, el Resistencia Holandesa y un refugiado de guerra judío, que salió de Varsovia
Rialto de Cabot. El doctor Caffin se lamentaba de que la mayoría de los huyendo del Terror Nazi. Yo nací en 1947, y para mí esa gente forma parte
veteranos jóvenes (es decir, los veteranos de la Guerra de Vietnam) no de un pasado histórico, como los vete-ranos de Vietnam para los escolares
podía dejar el trabajo para asistir a la Ceremonia. reunidos en el parque de Cabot.
Chunk Barrett es el ex jefe de Correos de Cabot. Me contó que cuando Todos nuestros conflictos se pierden en la antigüedad. Los más feroces
él era niño existía una cosa llamada Fuerza de Socorro Femenina, una enfrentamientos han quedado reducidos a anotaciones en los libros de
organización creada originalmente para honrar a los vete-ranos de la Guerra historia: «Eran rivales encarnizados.»
de la Independencia. El Día de los Caídos, aquellas damas llevaban coronas
de flores al cementerio y arrojaban flores al río desde el puente de la calle
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Sí. Valía la pena y sigue valiendo la pena luchar por ella. Y si la historia
pretende demostrar que la lucha y la libertad no estaban relacionadas, los El mes pasado, la monotonía de la Temporada del Barro en Vermont se
que lucharon pensaban que sí lo estaban. Y estoy seguro de que casi todos animó gracias a las discusiones sobre la Herramienta Misteriosa.
ellos fueron a aquellas guerras por la misma razón por la que nosotros Chris compró un lote surtido de herramientas antiguas, y encontró entre
vamos esta noche a la reunión antinuclear: para garantizar, para nosotros y ellas un artefacto que respondía a la siguiente descripción: un mango de
para nuestra posteridad, los beneficios de la vida, la libertad y la búsqueda arce rizado de quince centímetros de longitud, con el extremo inferior
de la felicidad. ensanchado, y una cabeza de hierro forjado de diez centímetros, que parecía
un cruce entre un garfio de maderero y una azuela en miniatura.
Chris envolvió el mango en un billete de un dólar, sujeto con una
La ferretería de Harry gomita, y dejó la herramienta junto a la caja. La primera persona que
acertara lo que era se llevaría el dólar.
En la trastienda de la ferretería de Harry, en la calle principal de Cabot, La respuesta que obtuvo con más frecuencia fue «No sé lo que es, pero
Vermont, hay una ilustración enmarcada que representa a un vendedor con me resulta muy conocido», seguida de cerca por «Lo he visto una vez, pero
levita hablando con un hombre en mono de trabajo. El hombre del mono se me ha olvidado lo que era».
tiene en las manos un cepillo de carpintero, de caoba con apliques de latón.
Se trata, evidentemente, de un extranjero, de ascendencia alemana o
escandinava, y el artista ha captado el deseo y la aprensión que siente al Cuatro de Julio
mirar el cepillo.
Este carpintero está a punto de hacer una adquisición de la que El desfile de Cabot atrae visitantes de toda Nueva Inglaterra. Es un
dependerá su subsistencia. Es un tipo decidido, y no piensa dejarse influir ni Cuatro de Julio «a la antigua», con carrozas, banda de música, barbacoa y
por las mañas del vendedor ni por sus propios deseos. El vendedor lo sabe. feria.
Le consta que el otro decidirá por sí mismo, pero opina que tal vez le venga En la feria se puede tirar a la canasta por un cuarto de dólar, con la
bien un poco de ayuda. Puede que el carpintero no esté familiarizado con las esperanza de ganar un premio, y se pueden lanzar pelotas contra una diana,
marcas norteamericanas, o que no se haya fijado en la marca. con la esperanza de hacer caer a una autoridad local en una cuba llena de
El vendedor está haciéndole una promesa al cliente. Está ligando su agua. El año pasado... la autoridad en cuestión era el director de la escuela.
propia reputación a la de sus artículos. Señala el cepillo. Sus palabras,
Red Bean suele participar en la feria con su colección de antiguos motores
impresas en la parte inferior del cartel, dicen: «Está fabricado por la
de gasolina magníficamente restaurados, y mirando esas obras maestras
Compañía de Instrumentos Stanley.»
pintadas de rojo y verde casi se puede sentir lo que debió significar para un
La ilustración es un reclamo de cartón para mostrador, de los años
granjero de 1890 un motor de cinco caballos capaz de mover una noria, una
veinte. Está colgada sobre un mostrador lleno de antiguos cepillos de
correa de transmisión, una sierra o un tractor.
carpintero americanos e ingleses. Por todo el local hay mesas llenas de
viejos cinceles, taladros y regías; en la pared se exhiben sierras antiguas y El desfile suele estar programado para comenzar a las once, y por lo
cepillos como el de la ilustración. general comienza a las doce. Lo organiza Eunice Bashaw, la conductora del
Chris Kador le compró la tienda a Harry Foster en 1982, y Harry se autobús escolar, y Eunice decide qué participaciones son aceptables: la
mudó colina arriba. aceptabilidad depende principalmente de que se haya hecho la inscripción a
En la parte delantera, Chris vende artículos de ferretería, ropa, tiempo, e incluso este criterio es bastante elástico. No creo que Eunice
munición, aparejos de pesca, materiales agrícolas y de construcción, y excluya una carroza bonita, conducida por gente de buena voluntad que,
muchas cosas más. simplemente, se apuntó en el último momento. También es Eunice la que
Tiene café caliente y hay una mesa para bebérselo mientras se discute nombra a los Jurados secretos y administra la Concesión de Premios (por lo
sobre el tiempo y otras variables. general, 100 dólares a la mejor carroza, 50 a la más graciosa y 50 a la más
imaginativa). Estoy
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familiarizado con estas categorías porque he tenido el honor, tres veces, de parciales le arrebataron su medalla de oro. Jones había boxeado más,
ser uno de los Jurados secretos del desfile, y aún estoy escocido por algunos peleado más y brillado más sobre el ring que el otro hombre.
de los apaños que tuve que hacer. Los comentaristas norteamericanos describían la pelea como una
El desfile suele constar de una Guardia de Honor, varios conjuntos victoria fácil; y la radio surcoreana, durante el último asalto, comentó con
musicales, temas de la tierra —como la carroza que presentó Ed Smith en mucha razón que Park necesitaría un K.O. para ganar el oro, ya que iba
1985, llamada «Verano en Cabot», que incluía a Ed y su familia vestidos perdiendo sin remedio a los puntos.
con prendas de lana y apretujados en torno a una estufa panzuda—, varios Al terminar el combate, Jones y su esquina estaban orgullosos y
coches de bomberos de los pueblos vecinos, el Teatro de Marionetas, un emocionados, esperando a que los jueces anunciaran oficialmente su
camión de la Cremería y cosas parecidas. victoria. Entonces se anunció que los jueces, por tres votos contra dos,
El desfile se forma bajo el puente de la calle Elm, pasa por los tres concedían el oro a Park. El arbitro se quedó boquiabierto. Jones y su equipo
comercios del pueblo y la oficina de Correos, y baja por la calle principal se quedaron primero estupefactos, después escandalizados, por último
hasta el campo de juegos y la barbacoa de pollo. furiosos.
En la ferretería, la gente se reúne para discutir sobre el calendario Jones llevaba años peleando y entrenándose. Había derrotado a su
particular del norte de Vermont: la siega, la temporada del ciervo, el adversario, sólo para comprobar que la venalidad, la trampa y la corrupción
deshielo de enero, la Temporada del Barro y la época de las moscas negras; no respetan ningún lugar, que hasta en la arena más sacrosanta, su
y también sobre el calendario universal de la conducta humana, las mujeres, dedicación, sufrimiento, esfuerzo y victoria se le podían negar
las suegras y por qué las cosas ya no están tan bien hechas como antes. descaradamente, sin vergüenza alguna.
Llevo veintidós años viniendo a Cabot, y aquí me han enseñado a cortar En la actualidad, el mayor galardón olímpico es la medalla de oro. En
y partir leña, a hacer un cuchillo de caza en una forja y a montar a caballo. los Juegos Olímpicos de la antigüedad era la corona de laurel. Dicha corona
Como forastero y persona de paso he sido objeto de la misma paciencia y tiene sus raíces en la mitología.
cortesía que el vendedor de la casa Stanley mostraba con el extranjero del Apolo estaba encaprichado de la ninfa Dafne y la acosaba sin cesar. A
cartel, una generosidad basada en la dignidad y el orgullo. ella le resultaba aborrecible la mera idea del matrimonio, y huyó del dios,
La Herramienta Misteriosa de la Ferretería Harry fue identificada en que la persiguió sin tregua. Al darse cuenta de que iba a caer en sus manos,
distintas ocasiones como una azuela en miniatura para niños, un garfio de la ninfa invocó a su padre, Peneo, para que la protegiera, quitándole aquella
abordaje pequeño y una herramienta de jardín de alguna clase. forma que tanto seducía a Apolo. Su mego fue atendido y Dafne quedó
En lo que sí estaban de acuerdo todos los clientes de la ferretería era en transformada en un laurel.
que no se trataba de un punzón, pero que a falta de una identificación La corona de laurel, con la que se condecoraba a los vencedores en la
incontrovertible, cuanto más viejo fuera el individuo que reclamara el dólar, guerra y en los Juegos Olímpicos, se interpretaba como un recordatorio
más posibilidades tenía de acertar. Ahora la herramienta está colgada en la irónico de que toda victoria es una cosa vacía: que muchas veces, una vez
pared de la trastienda. conseguido nuestro objetivo, nos clamos cuenta de que ha cambiado y ya no
es lo que perseguíamos; que muchas veces nosotros mismos hemos
cambiado durante la empresa.
Estoy seguro de que muchos de nosotros dijimos: «Rechaza la medalla
La corona de laurel de plata. No subas al podio para refrendar esta vergonzosa farsa.» Pero
Jones hizo frente a las cámaras y aceptó la medalla de plata. Su presencia en
el podio constituyó una acusación irrefutable contra sus jueces.
Roy Jones, un boxeador norteamericano, se abrió camino a brazo Fue también una magnífica lección: quedó claro que su deportividad y
partido hacia una decisiva victoria sobre el surcoreano Park Si Hun en la su excelencia le habían llevado al triunfo en los Juegos y le llevarían al
ronda final de los Juegos Olímpicos. Entonces, unos jueces corruptos y triunfo después de los Juegos; que es más fácil descubrir el verdadero
significado de la victoria en la corona de laurel, aunque se marchite, que en
la aparentemente incorruptible medalla de oro.
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Se supone que los Juegos Olímpicos constituyen una celebración del Todos hemos tenido la experiencia de que nos caiga bien un chico o una
espíritu. No se ha visto mejor ejemplo de ello que el de Jones y su victoria. chica, vistos de lejos, y que un amigo comente entonces: «Oh, es un (o una)
esnob», o de un posible socio comercial: «Es un pirata», etcétera, y a partir
de aquí nos resulta casi imposible separar esa etiqueta de nuestros
sentimientos hacia la persona en cuestión, con independencia de cómo se
Algunas lecciones de la televisión porte esa persona.
¿Cómo puede el actor utilizar este fenómeno? Bien, como ya he dicho,
comprendiendo que el público aceptará lo que El Guión le ha presentado
Clase de actuación de Bill Macy, Lincoln Cerner, 1988 como cierto, y que el actor no necesita tocarlo. Además, el actor también
puede aprovecharlo de otra manera: dotando a los de-más actores, aquellos
Anoche estuve mirando el programa de televisión Canción triste de Hill con los que actúa, de las características esencia-les de la escena.
Street. Una mujer representaba el papel de un transexual; esto es, una mujer Subrayo que se trata de las características esenciales de la escena, no las
representaba el papel de una mujer que antes había sido un hombre. superficiales. Es decir, no importa que el otro actor sea un rey, pero puede
Mientras miraba pensé: «¡Qué brillante caracterización!» La caracterización, tener importancia que sea como si pudiera darte un empleo. Tal vez no
por supuesto, consistía en tener la suficiente comprensión y autodominio importe que el guión caracterice a alguien como un lacayo, pero puede tener
para no hacer nada. La actriz dejaba que el guión hiciera su trabajo. El importancia que sea como si estuviera en deuda contigo.
guión nos decía que ella antes había sido un hombre. ¿Y por qué no hemos Nuestra mente aceptará estas dotaciones, lo mismo que el público, si las
de creer en lo que nos dicen? Así que nosotros, el público, lo aceptamos, y la formulamos con sencillez. No aceptará tales sugerencias si las
correcta comprensión por parte de la actriz contribuyó a nuestro disfrute del representamos, pero sí las aceptará si actuamos a partir de ellas. No hace
guión. No torturó al público para apaciguar su propio sentimiento de no falta que las creamos (ni que las crea el público), sólo hemos de actuar
haberse esforzado lo suficiente. como si.
Por extensión, ¿cómo habría que caracterizar a un rey, un policía, un Todos hemos experimentado cómo una dotación cambia nuestra
médico, un ladrón? Bien, por extensión, habría que caracterizarlos de la percepción de otra persona. Por ejemplo, cuando nos dicen que el jefe es un
misma manera: dejando la caracterización en manos del escritor, que es su héroe de guerra con numerosas condecoraciones, o que aquel subordinado
lugar, el único lugar donde se puede resolver sin peligro. ¿Por qué? Porque es un brillante pianista, o que el don nadie del bar tiene un éxito infalible
el concepto de «rey» no tiene significado. Rey es un título, no un personaje, con las mujeres, o que la aprendiza posee más de cinco millones de dólares.
y, como el Bardo nos recuerda en Soche de epifanía: «.Cucullus non facit Constantemente estamos oyendo este tipo de cosas y actuamos a partir de
Monacum.». El hábito no hace al monje, el título no hace al hombre ni a la ellas. Si nos dicen que la aprendiza es enormemente rica, ya no podemos
mujer. seguir viéndola de la misma manera que antes, ¿o sí?
Pero, se objetará, sin duda existe lo que se llama «un porte regio». Sí, Ésta es la parte divertida de actuar. Esto es «jugar» *. Es la solución
claro que existe, y lo posee mucha gente que no lleva sangre real, y a sencilla a un problema complejo, el problema de la «caracterización». Para
muchos reyes les falta, y, de hecho, el que un rey tenga porte regio no es un actor no existe cosa tal como la caracterización. El carácter, como nos
más que una coincidencia.
recordó Aristóteles, no es más que la acción habitual. Conocemos el carácter
Vosotros y yo, es decir, el público, aceptaremos todo aquello que no de las personas -por lo que hacen, y ten-demos a pasar por alto lo que dicen
tengamos motivos para poner en duda. Por eso los actores deben estudiar de ellas mismas, sobre todo cuano las cosas que dicen de ellas mismas están
técnicas físicas y de vocalización. Estas técnicas se estudian únicamente
para despojar al actor de toda inflexión, de manera que el público pueda
aceptarlo en una diversidad de papeles. * To play tiene distintas acepciones en inglés, entre ellas «jugar», «tocar» un ins-
trumento musical e «interpretar» un papel. De ahí el doble sentido utilizado por el
¿Qué más podemos aprender de esta mujer de Canción triste de Hill
autor. (N. del T.)
Street? Esto: juzgamos a la gente por las primeras impresiones.
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evidentemente calculadas para inducirnos a responder de una manera acción de la obra. Tyne estaba representando el papel de una mujer
que redunde en su propio interés. No somos tontos. Sabemos cuándo En Gran Peligro. ¿Por qué una mujer en esta situación habría de
alguien está jactándose a fin de llevarnos a la cama o echar mano de pararse a comentar (pues eso es lo que el director le hizo hacer) el
nuestra cartera. Sabemos que nos reservaremos la opinión sobre el olor de un sitio cuyo elemento esencial y predominante era: Éste es
carácter de una persona hasta que veamos cómo actúa. Lo sabemos un lugar en el que pueden matarme?
cuando nos encontramos con esta persona en una fiesta, y lo sabemos No. Además, no nos habíamos preguntado cómo olía el lugar
igualmente cuando nos la encontramos en el teatro. hasta que ella olfateó. Y cuando olfateó, comenzamos a dudar de que
Es el autor quien debe ocuparse de la caracterización, y si el autor estuviera en el lugar donde el cartel decía que estaba. ¿Por qué? Por-
sabe lo que se lleva entre manos, también él la evitará como a la
que olfateamos para identificar un olor sorprendente y, por lo gene-
peste, y nos mostrará ¿o que hace el personaje en lugar de recibir su
aparición con un: «Vaya, vaya, si es mi hermanastro, el bala perdida, ral, desconocido. Por eso olfateamos. Y a Tyne se le indicó que hiciera
recién llegado de Nueva Zelanda.» lo contrario: no identificar, sino comentar. Ahí la tenemos, resuelta a
No olvidemos que la psicología de quienes componen el publico Capturar A Un Asesino Peligroso, cuando el director le pide que haga
es exactamente igual que la psicología de los que están en el esce- una pausa para comentar que «su personaje» encuentra desagradable
nario. el olor de la carne cruda. Y cuando ella lo hace, no sólo dudamos del
La sencilla magia del teatro reside en la naturaleza de la percep- lugar, sino que dudarnos también de la acción, aunque esté interpre-
ción humana, en el hecho de que a todos nos gusta escuchar historias. tada por esta magnífica artista.
Y las historias que más nos gustan son las que están explicadas con Más aún, sí el lugar de la acción no es relevante para el argumen-
mayor sencillez. to (por ejemplo, El Cuarto Donde Mi Hermana Ocultó Mi Parte De
Esta magia, bien entendida, deja satisfechos a los actores y al pú- La Herencia), dejadlo al margen, escritores. Estaremos mucho mejor
blico. Es un don de Dios, no las aburridas manipulaciones técnicas de en un Bosque Oscuro, en un Bosque Claro o en una Sala de Estar.
un «artista» espabilado lleno de buenas ideas. Como nos advirtió ¿Por qué? Porque entonces observaremos la Acción.
Stanislavsky, cualquier director que crea que tiene que hacer algo «in- Y el realismo, en esta época actual, es un intento de convencer, no
teresante» con el texto no ha comprendido el texto. un intento de expresar (como lo era en la época de Stanislavsky).
Estuve viendo también Cagney y Lacey. Aquí aparece Tyne Daly, Por eso la actuación «realista» nos suena a falsa. El «realismo»
sin duda una de nuestras mejores actrices, una artista modelo a la que —la preocupación por las minucias, en cuanto reveladoras de la ver-
da gusto ver en el papel que sea. En este episodio, ella y su compañe- dad— fue un invento del siglo XIX, cuando Lo Material parecía ser, y
ra policía, interpretada por Sharon Gless, entran en un edificio al que tal vez era, el aspecto central de la vida. Nuestra época está compren-
un cartel identifica como una fábrica de conservas cárnicas. siblemente harta de Lo Material y necesita tratar con cosas del Es-
Cuando Tyne entra en el lugar, y por indicación del director, hace píritu.
el gesto de olfatear. ¿Por qué? El director le indicó que olfateara para Así pues, debemos dejar sencillamente de lado nuestra aburrida e
confirmar el hecho de que se hallaba en una fábrica de conservas infructuosa persecución de lo superficial y dedicarnos a la Acción, lo
cárnicas. Bueno. Eso ya lo sabíamos. Todos vimos el cartel. Y nadie
que equivale a decir la Voluntad, como expresión que es del Espíritu.
necesita que le digan las cosas dos veces. Es como decir: «Te amo.
No necesitamos caracterizar. Solamente necesitamos, de la manera
(Pausa) Y lo digo en serio.» Si creímos el «te amo», dejamos inme-
más sencilla posible, elegir y hacer lo que elijamos hacer.
diatamente de creerlo cuando oímos el añadido.
Hemos visto el cartel, hemos visto los pedazos de carne colgados Jimmy Stewart, al recibir un Oscar de la Academia, manifestó su
de sus ganchos. Sabemos que estamos en una fábrica de conservas agradecimiento hacia todos los directores que, a lo largo de los años,
cárnicas. ¿Por qué el director se sintió en la necesidad de ayudarnos? le habían obligado a desprenderse de sus «buenas intenciones».
¿Para decirnos cómo olía el lugar? ¿Por qué? El olor del lugar no ¿Qué quiere decir esto? Los actores que desean hacerse cargo de
intervenía en la obra. ¿Que cómo lo sé? Porque no intervenía en la aspeaos que escapan al ámbito de su tarea se hacen un mal servicio a
ellos mismos y al público. (Tal y como la buena intención del director
cuando hizo que Tyne Daly olfateara, su deseo de «ayudar» al público,
sólo sirvió para perjudicar la escena.)
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Los actores que quieren modificar el guión, que quieren corregir al
director, dirigir a los otros actores o criticar al público, están esforzándose Y en aquel mismo instante sentí lástima por él; me daba pena porque me
demasiado, y completamente en vano. Sólo disponemos de cierta cantidad pareció un tonto que se perdía los placeres de la literatura, y además un ser
de energía psíquica. Cualquier energía que se dedique a una tarea sustraída débil, incapaz de mejorar su situación sexual. Qué desfachatez. Pero la
de otra. verdad es que me tenía muy visto. Yo me pasaba casi todo el tiempo libre en
Del mismo modo, el público sólo dispone de cierta cantidad de energía. su biblioteca, leyendo cualquier cosa que no nos hubieran encargado leer.
Cuando contempla cómo la heroína avanza cautelosamente a través de una En clase leía lo estipulado: Historia de dos ciudades, que, junto con el
Noche Oscura de Peligro lo hace con toda su atención. Si entonces Cuento de Navidad, es la única cosa de Dickens que jamás he podido
mostramos a estas personas tan atentas que la heroína olfatea ante el olor de soportar.
la carne, sin duda concederán a este dato tanta importancia como al crujido
Diréis que soy un filisteo, pero prefiero el aburrimiento y las
inesperado de una puerta, y quedarán decepcionados y confundidos cuando
repeticiones de Sinclair Lewis, o la dolorosa sinceridad de Dreiser, a
descubran que no es un dato en absoluto, sino simplemente un comentario.
carniceros que se llaman «Señor Cortafiletes» y cosas así. Aún digo más:
Es la fuerza para resistirse a lo accidental lo que confiere a la actuación
¿qué pasa con Thackeray, o incluso con Wilkie Collins? En mi opinión,
su poder y su belleza.
Dickens no les llega a ninguno de los dos a la altura de los zapatos. Pero,
por lo visto, siempre me equivoco, como decía el bibliotecario. Yo opino
que Dostoievsky no es digno ni de que se le mencione en la misma frase que
a Tolstoi, y lo mismo le pasa a Henry James con Edith Wharton. No me
Una nota de agradecimiento gustan los torturados, y prefiero la verdad dicha sincera y directamente al
«arte» revelado por eso que llamamos talento.
Hace poco iba en un autobús de Londres y alguien estaba fumando. La Bueno, pues ya está: lo he dicho. Y si me prometéis no publicarlo,
combinación del bamboleo del autobús con el aroma de un buen cigarrillo sin podría añadir que pienso que Mozart no servía ni para abrocharle los zapatos
filtro me hizo retroceder veinticinco años en el tiempo. a Bach, una opinión que no creo que interese a nadie, y que incluyo aquí
únicamente porque me he pasado mucho tiempo intentando colocarla en una
Me sentí de nuevo viajando en diversos autobuses de Chicago hacia
conversación de alguna fiesta, y hace poco he dejado de beber.
diversos trabajos, escuelas o citas. Y a bordo de aquellos estupendos
autobuses, en los que me sentía como en mi casa, fumaba Luckies y devoraba Y hace ya tanto tiempo que dejé de fumar cigarrillos que, cuando los
la literatura mundial. fuma otra persona, me huelen maravillosamente bien y me hacen
Me encantaban aquellos trayectos en autobús y me encantaban aquellos remontarme a mi época de juventud, a los comienzos de mi Amor por la
libros. Me sorprendió, incluso supongo que me fascinó, comprobar que aún Literatura.
asociaba el bamboleo, el olor a diesel, el aroma tostado de los cigarrillos de Siento una enorme gratitud por George Eliot, Willa Cather y los demás
otra persona, con aquellas largas y tremendas novelas, en especial las de los hombres y mujeres que están más allá del genio, los escritores sencillos cuya
escritores del Medio Oeste: Dreiser, Sherwood Anderson, Willa Cather, único concepto de «técnica» es la claridad. Esas personas han sido mis
Sinclair Lewis... Aquellos enormes y largos libros que hablaban de praderas amigos íntimos, mis maestros, mis consejeros, durante veinticinco años:
interminables, del vacío en el estómago, de una cierta tendencia al dolor que desde cuando pensaba que Ana y Bronsky eran unos ancianos románticos
casi era amor. hasta mi última lectura, en la que descubrí con sorpresa que eran dos
Una vez, el viejo bibliotecario de mi instituto me sorprendió leyendo jóvenes desdichados.
una edición de bolsillo de El amante de Lady Chatterley y me reprendió por A todos esos escritores (cómo se nota que han muerto):
mi lamentable gusto. Gracias por hacerme ver que el único propósito de la literatura es
Le parecía que, al manifestar su decepción, estaba dando muestras de deleitarnos. Gracias por vuestro ejemplo. Lamento mucho que sufrierais
su interés por mí. Frunció los labios y dijo: «¿Por qué lees esas cosas? » tanto. Gracias por vuestra constancia.
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larga, pues no existe la menor prueba inmediata de su utilidad; la sabiduría El entusiasmo abrumador que se vive en el nacimiento de cualquier
recibida no se juzga, ni se modifica, ni se desecha sobre la base de su experiencia artística nueva procede de la sensación de descubrimiento, la
capacidad de «dar resultados», ya que se ha convertido en un fin por sí sensación de ser un explorador que, armado únicamente con una mezcla de
misma, se ha convertido en un credo. El contenido intelectual de un credo humildad y saludable arrogancia, está creando algo a partir de la nada, sin
no tiene como propósito ayudar a sus miembros a desenvolverse en el más herramienta, tema o material que la naturaleza de las cosas tal como
universo general; antes bien, la adhesión de los miembros a ese contenido son. Esto no puede hallarse acudiendo a una autoridad.
tiene la función de servir como prueba de su lealtad. Stanislavsky se dedicó a observar, poner en tela de juicio y codificar
La cuestión no era si había o no comunistas en el Departamento de sus ideas teatrales con un solo propósito: llevar al escenario la vida, según
Estado, ni, en caso de haberlos, qué perjuicios hubieran podido causar sus palabras, «del Alma Humana». Y esta vida no se expresaba únicamente,
alguno; la cuestión era si uno estaba o no dispuesto a adherirse a la quizá ni siquiera principalmente, por medio del alma del actor, sino que se
declaración de que había comunistas en el Departamento de Estado, y una expresaba por medio del alma de la obra. Con este propósito, Stanislavsky
vez hecho esto, a erradicar, no a esos comunistas, sino a todos aquellos que escribió, enseñó y representó aquello que juzgaba correcto para sí y para su
no compartieran la creencia en su existencia. Así pues, cuanto más público, en aquel breve
abiertamente incorrecto o absurdo sea el contenido de un credo, tanto mayor período en que vivieron.
será su utilidad como prueba de lealtad, porque entonces podremos tener la Del mismo modo, cualquier artista verdaderamente creativo, en
certeza de que sus seguidores no lo han aceptado casualmente debido a su cualquier época y bajo cualesquiera circunstancias que le toque vivir, se
conveniencia. sentirá impulsado a observar el mundo tal como a él le parece evidente, y a
De manera similar, por medio del Método —la filosofía/técnica/estética sacar las conclusiones que le ayuden a mejor practicar su arte. Con toda
nacida en el Group Theatre y desarrollada en el Actor's Studio— probabilidad, esta observación incluirá una parte de instrucción, pero no
generaciones de actores, directores y aspirantes a ingresar en sus filas fueron tiene por qué limitarse a ella, ni siquiera tiene por qué derivar
informados o dedujeron que la sabiduría teatral sólo podía hallarse en una principalmente de ella.
única fuente, y que la admisión a esta fuente de sabiduría sólo estaba al ¿Cuál es la respuesta al problema de los bonos al portador planteado por
alcance de quienes juraran su lealtad, no a la idea del Teatro (fuera cual Stanislavsky? Él mismo dijo que cuando se supiera analizar e interpretar
fuese el concepto que cada individuo pudiera hacerse de esta idea), sino más correctamente el problema se sabría actuar; por tanto, la pregunta es: ¿cómo
bien a la idea del Método, un sistema intelectual tan sumamente correcto que se actúa?
su utilidad no podía calibrarse según las normas teatrales tradicionales, es Se empieza con un enigma. Cada uno ha de hallar la respuesta por sí
decir, la capacidad del intérprete para comunicar al público la idea de la mismo.
obra.
El Evangelio, transmitido al Group Theatre por Stanislavsky, tuvo tanto
éxito —porque las ideas de Stanislavsky eran y son todavía útiles— que
sobrevivió a la brillante existencia artística del Group y se mantuvo bajo su Fiesta para Mickey Mouse
forma institucional en el Actor's Studio y el Lee Strasberg Theater Institute,
donde hoy podemos ver a la séptima u octava generación de alumnos de los
alumnos de los alumnos... de Stanislavsky reiterando una serie de conceptos Me acuerdo de Riverview. Aquel gigantesco parque de atracciones
teatrales en cuya creación no han intervenido y cuya utilidad real nunca han estaba emplazado en el Lado Norte de Chicago. Era magnífico, peligroso y
puesto a prueba delante de un público. emocionante. Había fenómenos de feria, estaba la famosa montaña rusa de
Lo que poseen estas personas es una fe sincera en que las cosas que les BOB, la más rápida del mundo, y el ROTOR, un cilindro del tamaño de una
han dicho son correctas. Lo que han perdido es el interés por saber si estas habitación en el que uno se ponía de pie contra la pared y empezaba a girar
cosas son útiles o no. mientras el suelo se retiraba; y estaba el SALTO EN PARACAÍDAS, el
símbolo de Riverview, que se veía a una milla de distancia.
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Había juegos ilegales, uno se podía matar en los aparatos, todo el Cuando salíamos del parque nos encontramos con un desfile en la Calle
recinto apestaba a sexo. Una excursión a Riverview era más que Principal de Disneylandia. Se trataba de un desfile conmemorativo del
emocionante, era una aventura peligrosa y onírica para los niños y para sus Sexagésimo Aniversario de Mickey Mouse. Un suntuoso panegírico,
padres.
diseñado para evocar sentimientos de lealtad-Una parte del espectáculo
Mi padre me montó en el Salto en Paracaídas. Poco a poco, nos consistía en variaciones musicales de la Canción de Mickey Mouse («M-l-
subieron a una altura de diez pisos, sentados en una plataforma tambaleante C... see you real soon / K-E-Y... why? Because we like you» *, etcétera),
que colgaba de una cuerda raída. Cuando llegamos a lo alto del andamiaje, que yo había estado oyendo y tarareando todos los días de labor durante
el paracaídas cayó, el asiento se hundió bajo nosotros, y mi padre dijo, con los varios años que vi El club de Mickey Mouse en televisión. Me acordé
un hilo de voz: «Jesús, aquí morimos los dos!»
de Jimmy Dodd, el presentador del Club, que cantaba para los
Recuerdo que me pregunté por qué no me aterroricé al ver su miedo.
espectadores, en plan bastante paternalista, y me acordé de lo que me
Yo creo que me sentía orgulloso de estar compartiendo con él una
conmovían sus muestras
experiencia tan de adulto.
de cariño.
Había hombres negros en traje de baño, sentados en asientos que
Pues bien, aquí nos tienen treinta años después, niños y mayores,
colgaban sobre cubas de agua. Los hombres blancos pagaban para tirar
sonriendo al escuchar el mismo himno y felicitando a Mickey.
pelotas contra una diana. Si la pelota daba en la diana, los negros caían a las
cubas. Aquellos negros eran Tíos Tom con acento del Sur muy forzado. Y me pregunté: ¿Pero qué estamos respaldando en realidad? ¿A quién
estamos felicitando? ¿Cómo y con qué fin se ha evocado este
La trampa imperaba. A todo el mundo le timaban, le desplumaban, y
cálido sentimiento?
encima le daban de menos en el cambio. Qué carajo, para eso íbamos allí.
¿Es posible que nos sintiéramos «bien» deseándole feliz cumpleaños a
Aquello era una feria, no un sitio de tiovivos y algodón de azúcar, sino una
un ratón? Ni siquiera es un ratón, es un personaje de dibujos animados.
feria, y allí nos reíamos del horror de la existencia, diciendo «Que te jodan,
¿Estábamos felicitando a una empresa comercial? Porque no cabe duda de
esta noche me voy a divertir». Y aquella era nuestra Diversión Familiar.
que Disneylandia es la más comercial de las empresas. Es el no va más en
¿Servía para mantener a la familia unida? Podéis apostar a que sí. Han
control de masas; resulta aterrador pensar que, en un día de aforo
pasado treinta y cinco años, y aún atesoro aquellos recuerdos, como
moderado, uno se pasa aproximadamente cincuenta y cinco minutos de
cualquiera que haya estado allí de chaval con su familia. Como cualquiera
que haya estado allí, y punto. Te daban por tu dólar la emoción que te cada hora haciendo cola, que una estancia de cinco horas en el parque
habían prometido. Riverview: el nombre mismo era mágico para un chaval contiene veinticinco minutos de «diversión». Las vueltas y revueltas, y los
de Chicago en aquellos tiempos, tan mágico como el de la primera chica cachivaches a lo largo de la cola, están diseñados para crear la ilusión de
con la que te acostaste, y lo digo de verdad. que la cola es más corta de lo que en realidad es. Uno pone todas sus
Mí familia me llevó a Disneylandia el año en que lo inauguraron. Fue esperanzas en un Arco de Allá Arriba, que sin duda debe ser la entrada al
en 1955, yo tenía ocho años, y me parece que gran parte del parque estaba sitio, sólo para descubrir, al llegar a dicho arco, que allí todavía sigue la
todavía en construcción. cola, que hay que esperar más, hasta llegar a los arcos de allá arriba, pero
Treinta años después, volví allí con mi hija de cinco años. Y me que ya no falta mucho. Pero al llegar a los arcos, uno descubre... etcétera.
acordaba de todo. Me acordaba de la ruta de una atracción a la siguiente. Me ¿Por qué nadie se queja? ¿Por qué todo el mundo vuelve? ¿Tan
acordaba de dónde estaban los puestos de perritos calientes. No había emocionantes son las atracciones? No, son entretenidas, y algunas son
cambiado nada. Me encantó acordarme de los menús piratas del restaurante, bastante buenas, pero no son más emocionantes que cualquier atracción
y de los menús con orejas, que se desprendían y podían usarse como normal de feria ambulante. ¿Tan agradable es el ambiente? No. Por el
máscaras. Me acordaba de los recuerdos que se vendían. Monté en el contrario, a mí me parece que la atmósfera es bastante opresiva. Es muy
Dumbo Ride, y mi mujer me sacó una foco con mi niña, que es exactamente homogénea racial y socialmente, lo cual puede deberse en gran parte a su
igual que la que me saqué con mi madre en aquel mismo elefante. ubicación geográfica. Pero lo más importante
* M-I-C ... pronto te veré / K-E- Y... ¿Por qué? Porque nos gustas.
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En compañía de hombres Así que los hombres éramos como, disons le mot, Dagwood Bumstead,
y nos preguntábamos por qué nosotros y nuestras mujeres nos sentíamos
vagamente descontentos sin ser en absoluto visionarios.
No es de muy buen rendimiento energético, me parece, que una Bueno, pues, por el momento, enviemos al demonio a las mujeres.
máquina tenga dos piezas encargadas de la misma función. Una unión Enviemos al demonio la Batalla de los Sexos, con su actual y nada
mecánica, y, por extensión, espiritual, podría definirse como la conjunción agradable tendencia a los litigios.
de partes disímiles de tal manera que la capacidad de cada una de ellas para Cest magnifique, mais ce n'est fas la guerre. Los hombres se reúnen bajo
alcanzar un objetivo común quede mejorada. tres circunstancias. Los hombres se reúnen para hacer negocios. Hacer
El tejado está inclinado para que resbale la nieve, el suelo es plano para negocios no deja de resultar divertido. Nos da una sensación de propósito.
conveniencia de los ocupantes. Ambas cosas conducen a una mayor Vamos de un lado a otro haciendo cosas que la sociedad en general ha deter-
comodidad de los habitantes y a la integridad estructural de la casa. minado son básicamente inofensivas y, cada tanto tiempo, recibimos un
Bien, pues hablemos ahora de las relaciones sexuales. Hablemos de los cheque como pago por hacerlas.
hombres y las mujeres. Nuestros órganos sexuales, como se ha podido Los hombres también se reúnen para quejarse. Decimos: «¿Pero qué
constatar, son disímiles. También es cosa bien sabida, aunque resulta quiere esta mujer?» Y rezongamos, y protestamos, y nos consolamos con el
hecho de que nuestros compañeros, en un momento dado, acaban por
incorrecto exponerlo en determinados ambientes, que nuestra constitución
admitir que sí, que ellos también son débiles, y que no hay por qué
emocional es muy diferente, y por mucho que nos esforcemos en atenernos a
avergonzarse de ello. Éste es el verdadero equivalente masculino a «ser
la Correcta Línea Política Liberal de la Igualdad de Derechos, y en
sensible». No, no somos sensibles con las mujeres, pero somos sensibles a
transformar un imperativo moral en una opinión psicológica preceptiva (a
nuestro propio dolor y podemos reconocerlo en nuestros compañeros. Vaya
saber, los hombres y las mujeres tienen derecho a las mismas cosas, y por
mundo.
consiguiente deben querer las mismas cosas), sabemos que dicha opinión no La última forma en que los hombres se reúnen es de cara a Ese
es cierta. Sabemos que hombres y mujeres no quieren las mismas cosas (por Entretenimiento Que No Osa Pronunciar Su Nombre, y que ha recibido la
mucho que puedan querer el derecho a querer y perseguir las mismas cosas). desafortunada etiqueta de «relaciones masculinas».
En cuanto a por qué hombres y mujeres quieren distintas cosas, eso, como Vamos a hablar en serio por unos momentos. Examinemos esta
suele decirse, queda fuera del ámbito de esta investigación. expresión. ¿Qué significa? Sabemos, en primer lugar, que no es la
Según voy avanzando, siempre belicosamente, hacia mis años descripción de un pasatiempo legítimo, y que «masculinas» se usa como
crepusculares y hacia lo que de todo corazón espero sea un tiempo de calificativo desdeñoso de una actividad que en sí misma parece ser una
reflexión y paz, empiezo a creer que las mujeres quieren que los hombres aproximación o un sustituto.
sean hombres. Pues, ¿a quién conocemos, amigos míos, capaz de proponernos que
Esto es una novedad para mí. Durante mi desencaminada juventud creí pasemos una agradable tarde de «relaciones»? ¿Qué quiere decir
lo que decían las desencaminadas mujeres de mi edad cuando nos «relaciones»? Sencillamente, esto: quiere decir los acercamientos mutuos,
explicaban, a mí y a mis compañeros, que para una Feliz Unión hacía falta inseguros y un tanto ridículos, de unos individuos que ni saben valerse
un hombre que fuese, en todas las cosas salvo en la fontanería, más o menos emocionalmente por sí mismos ni están dispuestos, por di-versas razones, a
como una mujer. reconocer su homosexualidad. Y si esto no es ver-dad, yo soy capaz de
Una reflexión detenida nos hubiera revelado a rodos los muchachos que volar. «Relaciones masculinas» es una expresión odiosa, acuñada para
las mujeres, por regla general, no se llevan bien con las mujeres, y que describir una actividad odiosa.
cualesquiera esfuerzos de los hombres por ser más parecidos a las mujeres ¿Dónde ha quedado «la tertulia»? ¿Dónde ha quedado el «salir con los
sólo proporcionarían a las mujeres auténticas un nuevo conjunto de objetos amigos»? ¿Dónde han quedado La Cabaña, La Caza, La Pesca, Los
con los que entregarse, y pido perdón, a las actividades interfemeninas de la Deportes en general, El Póquer, La Noche Libre con los Muchachos?
comparación envidiosa, el secreto y la furtividad.
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nosotros es una elaboración o una evitación. Y la verdadera naturaleza del Psicológicamente, el dirigente corrupto provoca el caos y luego se
mundo, tal como se manifiesta entre los hombres, es, creo, una comunidad ofrece como única protección contra él. Se trata de una maniobra que
de esfuerzo dirigida hacia el mundo exterior, dirigida a someter, a recuerda y reproduce la experiencia del niño infeliz, el niño obligado a
comprender, a admirar o a soportar juntos la verdad del mundo.
venerar a un padre manipulador.
Hace muchos años me hallaba en un bar de Chicago. Era de no-che, El padre corrupto dice: «Si quieres que te proteja, tendrás que suprimir
muy tarde, y estaba tomándome una copa cuando se me acercó una vieja toda opinión, toda interpretación y toda iniciativa personal. Yo te explicaré
camarera y adivinó certeramente la raíz de lo que atinada-mente consideró
el sentido de las cosas y te diré cómo debes actuar en cualquier situación.
mi estado de tristeza. «Mire a su alrededor», dijo. «Tiene usted más cosas en
No existen leyes universales que tú puedas comprender o adivinar... no
común con cualquier hombre de los que hay en esta habitación que con la
existe conocimiento si no es a través de mí.»
mujer que llegue a tener más próxima en toda su vida.»
De igual modo, la monstruosa declaración de Reagan, afirmando que no
Puede ser. Pero, en todo caso, estar En Compañía De Hombres es, para
mí, un aspecto irrenunciable de una vida sana. No creo que tu esposa vaya a canjeó rehenes en su corazón, apela al niño que todos llevamos dentro. Se
darte la menor información anecdótica sobre la naturaleza del Universo. Y trata, a todos los efectos, de una amenaza: «Si quieres seguir siendo niño, si
tal vez si empiezas a salir de casa puedas volverte lo bastante renovado o quieres disfrutar del privilegio de vivir sin miedo, no me juzgues. Si te
inspirado como para que ella cese de preguntarse si tienes o no sensibilidad; atreves a juzgarme, te retiraré mi protección.» Las personas corruptas —
tai vez empiece a encontrarte interesante. políticos, padres, médicos o artistas— nos ofrecen dos opciones: o
aceptarlas por completo, con todas sus presunciones de poder, o rechazarlas
por completo y, de este modo, darnos cuenta de que nos han estafado sin
compasión y aceptar la humillación, la rabia y la desesperación que este
conocimiento acarrea.
Corrupción Los que hemos ocupado una posición de autoridad como padres,
profesores, patrones, etc., sabemos que a menudo resulta difícil atenerse a
En su respuesta al informe Tower, el presidente Reagan decía: Los los contratos establecidos con las personas sobre las que tenemos autoridad.
documentos parecen decir que canjeé armas por rehenes, pero en mi corazón A veces nos cuesta recordar que dicha autoridad se nos concedió para que la
no lo hice. ejerciéramos dentro de unos límites específicos, y no como expresión de
Si traducimos esta declaración a un lenguaje inteligible, lo que nos queda lealtad incondicional y eterna.
es: «Lo que diga el informe es irrelevante. Lo que el informe ha descubierto Los que hemos ejercido la autoridad sabemos lo fuerte que es la tentación de
sobre mis acciones no me afecta, porque yo no tengo que responder por las excedernos de los límites, actuando «por el bien de nuestros subordinados»,
acciones mismas, sólo tengo que responder ante "mi corazón".» En otras lo que equivale a traicionarlos por su propio bien. A lo largo de nuestra vida
palabras: «Creo en mi superioridad con respecto al público, a la ley, incluso a normal, muchos hemos perpetrado o sufrido esa traición; es posible que
las leyes del discurso lógico. Sé lo qué hice, y con eso debe bastaros a los de hayamos azotado a nuestros hijos, humillado a nuestros alumnos o mentido
abajo.» a los que estaban a nuestro cargo. Y mientras cometíamos tales actos de
Esta conducta es una manifestación de desprecio total por el electorado, corrupción nos repetíamos que lo hacíamos por algún motivo elevado.
de la corrupción definitiva, de la megalomanía que provoca el poder. La Pero la mayoría de nosotros hemos estado en el lado malo del abuso de
corrupción política para conseguir dinero está limitada por la situación y por autoridad: se nos ha azotado, humillado y mentido, y sabemos que no se
la cantidad de dinero; la corrupción política para realizar una visión personal gana nada, que no se obtiene ningún beneficio, que no se aprende ninguna
del bien común no está limitada por nada, y culmina en el crimen y el caos, lección de los que nos tratan con desprecio, abusando de su posición de
como sucedió en la Alemania nazi y sigue sucediendo en América Central. poder sobre nosotros.
La otra noche estaba contando un cuento para dormir a mi hija, dejando
vagar la mente para crear una fantasía. Cuando me acercaba al final de la
historia descubrí que estaba empezando a elaborar una moraleja,
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situación en El Salvador y el argumento de Macbeth, seguro que el «No me río de ti, me río contigo», y el inferior sabe siempre que eso significa
espectador es tan capaz de percibirlos como lo fue el director.) «Me río de ti, y además te miento».
La capacidad de servicio de una persona está en proporción directa a la
fuerza de su resistencia al afán de control. No depende de nosotros sentir o
no sentir ese ansia de controlar a los demás: podemos tenerla o no, puede
surgir de repente como consecuencia de un ascenso o un aumento de nuestro Una comunidad de grupos
supuesto «poder». Lo que sí está en nuestra mano es la decisión de actuar o
no actuar cuando sentimos ese ansia. La persona que ocupa un puesto de
autoridad y renuncia al pernicioso deseo de control no transmite un mensaje, Desde los comienzos del teatro de Bob Sickenger en la Hull House, a
sino que destaca como un ejemplo de fortaleza, abnegación y amor. Un principios de los sesenta, el teatro de Chicago ha sido una comunidad, no de
ejemplo que posee el poder de hacernos más fácil la vida y conseguir que aspirantes, sino de ciudadanos. Su progreso y evolución —desde los
perdamos el miedo; un ejemplo de fortaleza que respalda nuestros deseos de comienzos en el Centro Jane Adams, pasando por los primeros tiempos del
autonomía y amor, y actúa como un bálsamo para el dolor que nos provoca Body Politic, Kingston Mines y la época de esplendor de la avenida
la búsqueda de esos objetivos, a veces tan divergentes. Lincoln, hasta nuestros días— ha sido el progreso de grupos: de individuos
Pero la persona que quebranta las reglas que, como individuos o como dedicados al progreso de un colectivo
cultura, hemos creado para nuestras relaciones interpersonales (terapéuticas, teatral.
dramáticas, familiares, políticas); la persona que se coloca a sí misma «por Esto ha generado una cierta seguridad en los miembros individua-les de
encima del vulgo», que no está dispuesta a renunciar al deseo de controlar a la comunidad teatral (o al menos, una mayor posibilidad de ello), y
los demás, que es incapaz de librarse de la idea de que actúa «por las constituye una diferencia entre la comunidad teatral de Chicago y la de
mejores razones del mundo» y, por tanto, puede excederse de sus Nueva York. En Chicago, el trabajador individual se esfuerza por mejorar y
atribuciones, esa persona hace mucho daño. perfeccionar su oficio en el seno de, y en beneficio de, un pequeño grupo
Es cierto que podemos idolatrar a ese padre, médico, profesor, dirigente cuyos objetivos coinciden con los suyos (la compañía), en lugar de trabajar
político; de hecho, por lo general lo idolatramos. Con frecuencia, sentimos para un grupo ajeno y numeroso, que sólo es capaz de percibir resultados (y
necesidad de idolatrar a los que nos oprimen... la alternativa es sentir el que se guía por la reacción del público y los intereses comerciales de la
constante dolor de su traición. El tirano establece un pacto secreto con el producción).
tiranizado: «Identifícate conmigo, obedéceme sin pestañear, y yo te haré Por esta razón, es posible que en Chicago no estemos tan obsesionados
este precioso servicio: no le diré a nadie lo despreciable que eres.» por la cuestión de la alienación o la identidad. Se ha dado satisfacción a una
Idolatramos a esta gente en proporción inversa a la medida en que necesidad básica del trabajador, y esto le permite (representado por el
creemos en ellos. Sin embargo, respetamos y amamos a los que actúan grupo) prestar atención al exterior, interesarse por la vida de la ciudad.
como parte de la comunidad, a los que respetan y aman a sus semejantes En gran medida, en Chicago somos chauvinistas. No percibimos la
hasta el punto de atenerse a sus compromisos con nosotros, renunciando al ciudad como un adversario, o como una arena de combate, sino (muy
deseo de controlarnos. adecuadamente) como una prolongación de nuestra vida onírica. Esta
Que Reagan llorara en Bítburg, que llore cada vez que se le menciona el característica sirve también para identificar al artista del Medio Oeste, que
Holocausto, que su corazón le dijera que no canjeó armas por rehenes... se esfuerza por explicarse a sí mismo el hecho de Chicago, en entenderlo
todas esas manifestaciones no nos importan lo más mínimo, y un hombre como una manifestación de sí mismo. Ejemplos: The Pit, Sister Carrie, Una
con dignidad procuraría ahorrárnoslas. Equivalen a lo que dicen esos padres tragedia americana, Lucy Gayheart, El hombre del brazo de oro, Herzog,
que pegan a sus hijos, asegurando «Esto me duele a mí más que a ti». Bleacher Bums, The Wonderful Ice Cream Suit, Boss, Some Kind of Life?
Siempre es la persona en posición de superioridad la que dice All I Want, Sexual Perversity, Grease, Working, etc.
Como ciudadanos —que equivale a decir como individuos seguros de lo
que valen— hemos sido capaces de dirigir la energía hacia fuera,
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Una agente de la policía de Chicago se hacía pasar por prostituta que Al aceptar al Extranjero, al acoger a los miserables del mundo, la Joven
deseaba ser protegida por el chulo. En la película, la chica se presenta y el Nación Americana creció y prosperó y se convirtió, con el inevitable
chulo se pavonea y alardea de su dominancia. Para subrayar sus palabras, le discurrir del tiempo, en una Nación Vieja.
pega a la chica policía en la cara, haciéndola caer. Varios policías de Vemos en torno nuestro los rasgos distintivos de nuestra época: una
Chicago salen de sus escondites y durante largos segundos le sacuden una economía basada en el despilfarro, el coste moral y económico de mantener
un ejército en pie de guerra, la política de inmigración utilizada como
buena paliza al chulo. El chulo cae al suelo e inmediatamente le hacen
instrumento político. Estos signos, además de constituir otros tantos
ponerse en pie. Está hundido y ensangrentado, y su arrogancia ha
símbolos, contribuyen al ambiente de miedo en el
desaparecido, sustituida por un comportamiento infantil. «¿Qué me ha
que vivimos.
ocurrido?», dicen sus ojos. «Si soy yo, y todo el mundo me quiere... ¿Por
Miramos a nuestro alrededor y nos preguntamos por qué ya no somos
qué me hace daño esta gente? ¿Es que nadie va a ayudarme?»
capaces de ganar una guerra, equilibrar un presupuesto, garantizar la
Su arrogancia y el precio de la misma se le han revelado en un instante.
seguridad de nuestros ciudadanos aquí y en el extranjero. «¿Acaso no
En un instante, se ha convertido en la perfección de la Forma Trágica: llega
somos», nos preguntamos, «el mismo pueblo de buen corazón y buena
a conocerse a sí mismo en el mismo momento en que su condición cambia
voluntad; en definitiva, el mismo pueblo encantador que siempre hemos
de Rey a Mendigo. Como Edipo rey, como Lear, como cualquier nación sido?» Y mientras nos lo preguntamos, nos vemos sometidos a una
que se hace vieja. humillación tras otra, todas inevitables. Tales golpes son inevitables porque,
Con nuestra negativa de asilo a los refugiados de América Central según las leyes de la tragedia, nuestra historia aún no está completa.
estamos reconociendo nuestra condición de Nación Vieja, una nación que Estamos experimentando una inversión de la situación, pero nos negamos a
se duerme en sus laureles, una nación que saca su autoestima de un banco reconocerlo. Sufrimos en nuestra patria y en el extranjero, porque somos
de crédito moral que, si es que alguna vez existió, hace mucho tiempo que como los hijos mimados de los ricos. Consideramos el confort como nuestro
se quedó sin fondos. estado natural y aceptamos la obediencia de los que, sin evidencia alguna,
«No necesitamos hacer el bien», estamos diciendo, «porque somos consideramos como nuestros beneficiarios.
buenos. Todo el mundo nos quiere, y las cosas que hacemos son buenas de Para garantizar la seguridad de nuestra imagen de Pacificadores nos
facto. Son buenas porque las hacemos nosotros». hemos convertido en una nación belicosa, dedicada a la producción masiva
En nuestro nombre, nuestro gobierno pregunta: «¿Cómo podemos estar de armamento; y, literalmente, preferimos morir a revisar, y no digamos ya
seguros de que estos refugiados están verdaderamente huyendo de la alterar, nuestra imagen de pueblo que todo lo ve y siempre tiene razón. Y
Opresión Política? ¿Y si resulta que sólo tienen hambre? Ofreceremos así, como los héroes de las tragedias, como el chulo de la película, hemos
refugio a los miserables en la medida en que ello halague la imagen que tratado de apropiarnos los atributos de Dios y, de la misma manera que otros
tenemos de nosotros mismos. Pero en lo que respecta a sus necesidades héroes descarriados, debemos
reales, no nos sentimos en absoluto responsables.» sufrir y sufriremos.
Y así, el amor a la libertad de una nación joven se ha convertido en Hace cien años, en una época de abundancia en todos los aspectos, en
amor al poder de controlar, mediante la concesión o negación de libertad. El una época de plenitud espiritual simbolizada por el poema de la señora
amor a la libertad se ha convertido en amor al poder. Lazarus y la estatua del señor Bartholdi, éramos un país diferente. Éramos
Pero en el poema de Emma Lazarus «El nuevo coloso», que tiene ya una Nación Joven. Nuestro orgullo nacional no se basaba en ser el protector
cien años, no encontramos amor al poder, sino una celebración de la del mundo, sino en ser su consuelo. Nuestro electorado no estaba formado
humildad ante Dios. por los políticamente correctos, sino por los políticamente repugnantes del
Su poema y la estatua de la Libertad de Bartholdi no son celebraciones mundo. Y aquella función, aquel orgullo, aquella orientación, hicieron de
nosotros, durante algún tiempo, una nación verdaderamente grande.
de santidad, sino de agradecimiento. Fueron actos de una nación joven para
En 1886, la libre inmigración no representaba para Estados Unidos
bendecir la mano de Dios que le había dado libertad de culto, de expresión,
ninguna dificultad económica ni psicológica; en la actualidad significa
de modo de vida. La nación de 1886 daba las gracias a Dios de palabra y de
obra, y la obra fue un sacrificio realizado con alegría, y dicho sacrificio fue
la libre inmigración.
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ambas cosas. Pero también nos proporcionaría la paz y una protección Su pacifismo ofendió mi sentido del drama y de la historia. No sólo
que no se consigue con ningún arsenal atómico ni con ningún detector era una ocasión para una buena pelea: era una ocasión para una buena
de metales. La libre inmigración, como bien decía la señora Lazarus, pelea en la gran tradición norteamericana de «Bueeeno, como todos
nos daría algo que resultaría más reconfortante y más poderoso que habéis visto, hasta ahora me he mantenido impávido, y he dado
la fuerza de la razón moral: nos daría humildad ante Dios. suficientes muestras de paciencia ante la provocación, pero ya no se-
ría digno de Llamarme Hombre si aguanto más».
Éste es el auténtico meollo del Sueño Americano: un hombre pa-
cífico es objeto de tantas provocaciones que los mismísimos dogmas
Discurso para Michael Dukakis del pacifismo quedarían ultrajados sí no se lanzara a pelear. (Permíta-
seme citar dos de nuestros principales documentos sobre el tema:
Raíces profundas y Conspiración de silencio.) Pero el señor Dukakis
No soy muy dado a la política. Considero que la mayoría de los no había prestado suficiente atención a nuestro patrimonio cinemato-
políticos son Tan Malos Como Cabría Esperar. Pero me entristece la gráfico y se retiró a su esquina con aire fastidiado cuando debería
decadencia del proceso político norteamericano, que queda haberse liado a bofetadas.
claramente de manifiesto en la ausencia de auténtico debate entre los Y por eso, yo, que viendo la televisión me sentí ofendido como
candidatos. telespectador, le he escrito al señor Dukakis el siguiente discurso:
No es que crea que alguna vez se nos haya ofrecido una
presentación honesta de ideas enfrentadas, para la edificación de un
electorado ávido de información, no. No añoro ninguna apócrifa Como sabéis, en toda Elección Presidencial, uno u otro partido
Edad de Oro de los Coloquios. Echo de menos el debate político
como Reyerta de Matones. Echo de menos el espectáculo del dice que «nunca la elección había estado tan clara, y nunca había sido
candidato utilizando su ingenio como cachiporra, y empleando las tan importante».
armas de la retórica espontáneamente y sin consideración por la Pues no sé. Al candidato y a los que trabajan para el candidato les
verdad, con el fin de obtener ventaja personal. gusta sentirse importantes; a todos nos gusta sentirnos importantes, y
Lo que nos venden en estos tiempos como debate político no es a todos nos gusta pensar que nuestro voto es importante.
más que un Juicio de Dios. Nosotros, el electorado, somos los jue- No sé sí ésta es «la decisión más trascendental de vuestras vidas».
ces del combate: puntuamos según la habilidad de la cabeza parlante Pero creo que se trata de una decisión importante.
para soltar su parlamento, y quitamos puntos no por su incapacidad Como estáis viendo, la elección está muy disputada. Yo creo que
para responder, sino, por el contrario, por su incapacidad de eso es bueno para el país. Creo que es bueno llamar a las cosas por su
ajustarse al texto preparado. nombre, y no veo razón para no hacerlo así.
Estuve viendo el primer debate televisado entre George Bush y El señor Bush ha insinuado una y otra vez que yo no soy nada
Michael Dukakis. Siendo como soy norteamericano, esperaba que patriota comparado con él. ¿Por qué dice eso?
uno de los dos se revelara como claro perdedor, para tomar partido Ni él se cree que yo no sea patriota. ¿Por qué tiene que acusarme
por él. Mis esperanzas de contemplar una confrontación dramática de una cosa así?
y di-vertida aumentaron cuando el señor Bush comenzó a poner en Lo hace porque conviene a sus intenciones.
duda el patriotismo del señor Dukakis. «Sí que son atrevidos sus No cree que los que se oponen a la Oración en las escuelas sean
asesores», pensé, «pero vaya sorpresa se van a llevar cuando
malos patriotas. Lo dice porque conviene a sus intenciones.
Dukakis reaccione y empiece también a pelear sucio. Sí, sí, ahora
Suelta esos exabruptos porque yo, como contrincante suyo, me he
que Bush ha empezado el baile, vamos a contemplar un auténtico
Duelo Americano. ¡Qué estupendo!» El amable lector no metido en su camino, y conviene a sus intenciones insultarme y acu-
solamente podrá imaginar, sino que seguramente compartió mi sarme de cosas que sabe que son falsas. Lo hace porque lo considera
decepción cuando el señor Dukakis se negó a Erguirse Sobre sus conveniente. También ha puesto en tela de juicio mi «pasión».
Cuartos Traseros y Pelear.
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Ocupaciones familiares y no familiares
En cierta ocasión tuve que llevarme una dosis específica de emotividad, lo cual quiere decir que todos estos planos podrían ser
pastillas en un viaje. Saqué las pastillas del frasco, las conté determinados por una persona sin «talento» visual, siempre que co-
cuidadosamente, arranqué una hoja de papel de mi libreta, anoté la nociera el «significado» de la secuencia, es decir, una mujer descubre
dosis y las instrucciones en el papel, eché las pastillas sobre la hoja y que su marido la engaña.
las envolví en la misma, una acción propia de una farmacia de épocas De modo que pensé: «Bueno, esto es lo mío; no seré un John
ya pasadas. Mientras lo hacía, me sentí invadido por una sensación Ford ni un Akira Kurosawa, pero sí conozco el significado de las
de deja vu. «Estoy seguro de que esto ya lo he hecho antes», secuencias, puesto que las he escrito yo mismo, y sí logro reducir el
pensé. significado de cada secuencia a una serie de planos, todos ellos lim-
Ésta es una sensación que nunca tuve mientras dirigía la pios y sin inflexiones (es decir, sin necesidad de explicaciones adicio-
película. Antes de emprender la tarea me parecía que dirigir una nales), por fuerza la película tendrá que "funcionar"; el público com-
película era como edificar un cobertizo: se preparaban las piezas, se prenderá la historia a través de las imágenes, y la película será tan
izaban las paredes opuestas y el granjero trepaba por una escala buena o tan mala como el guión que escribí.»
para unirlas con clavijas. Si el granjero no hacía correctamente su Éste fue el trabajo preparatorio que me impuse: reducir el guión,
trabajo se que-daba colgado a quince metros de altura, apoyado en un thriller psicológico bastante verbal, a una película muda. Parecía
una pared que carecía de soportes, mientras las personas que le
un trabajo difícil y posiblemente vano, pero siempre me he sentido
daban empleo y las personas empleadas por él permanecían abajo,
contemplando su vergüenza. más a gusto hundiéndome aferrado a una buena teoría que flotando
con un hecho desagradable.
Yo ya había escrito para el cine, trabajado con directores y estado en
Así que preparé una lista de planos y luego intenté bosquejarla
un plato. Me parecía evidente que la tarea presentaba muchos
aspectos y que en algunos de ellos era bueno, en otros competente y por medio de una serie de astutos cuadritos, cada uno de los cuales
un inútil total en varios de los más importantes. Con respecto a representaba el plano tal como se vería en la pantalla. Y luego me fui
estas cuestiones para las que no tengo talento y que apenas a Seattle a rodar la película.
comprendo, pensé que más me valía contar con un buen plan o una
buena excusa. Un terreno en el que lo desconocía todo era, por
desgracia, el visual. «Oh, bueno», me dije, y volví a consultar los Preproducción
libros.
Decidí que planificaría toda la película por adelantado, plano a En la oficina de producción en Seattle había tres personas. Al-
plano, según mi entendimiento de las teorías de Sergei Eisenstein. guien fue a Abercrombie & Fitch y compró un Tiro al Pichón de lujo,
Las teorías de Eisenstein se me antojaban especialmente un juego de dardos. Durante los primeros días nos pasamos mucho
alentadoras, puesto que no parecían exigir el menor talento visual. rato jugando al Tiro al Pichón. Salíamos a dar vueltas en coche, en
El plano, según él, no sólo no tiene por qué ser evocativo, sino que busca de exteriores, y escribía cartas a mis amigos. «Esto es pan co-
no debe serlo. El plano ha de constituir un término no emocional mido», pensaba. Y entonces llegaron todos.
de una secuencia, cuya totalidad ha de crear una idea nueva en la De niño fui muchas veces a hacer piragüismo en aguas bravas.
mente del público; es decir, antes que el plano de una mujer Una vez, en Michigan, me hallaba en la popa bajando por unos
sollozando pesarosamente, o de la misma mujer explicando por rápidos cuando chocamos de costado contra una roca y volcamos. La
teléfono a una amiga cómo ha descubierto que su marido la canoa, conmigo en su interior, quedó vuelta del revés en plena
engañaba, Eisenstein propondría lo siguiente: 1) plano de una corriente, y la fuerza del agua era tal que me impedía salir. Si
mujer leyendo una nota; 2) plano de la nota, que reza: «Cariño, esta alguien desconectara esto me encontraría perfectamente, pensé. Lo
noche llegaré tarde a casa. Me voy a la bolera. Te quiero»; 3) plano mismo me sucedió cuando la película se puso en marcha.
de la mujer que deja la nota e inclina la cabeza para mirar algo que Nuestro productor tenía que elaborar el board, es decir, el pro-
hay en el suelo; 4) desde su punto de vista, plano de la bola para grama de qué hay que filmar y cuándo; el diseñador de producción
jugar a bolos dentro de su bolsa. tenía dudas respecto del color de una pared; el diseñador de vestuario
En este ejemplo, cada uno de los planos carece de inflexiones y quería ir de compras; el jefe de atrezo quería saber cuántas fichas de
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¿Quieres trabajar o quieres jugar? Recuerdo haber filmado la última escena de la película en el último día
¿Qué hacíamos para divertirnos en el plató? Bueno, hacíamos de rodaje. En esa escena, Joe, uno de los actores, tiene que morir de un tiro,
cantidad de cosas, y aún hubiéramos hecho más si no fuera por que yo y recuerdo a su esposa sentada detrás de la cámara, llorando sin parar
soy muy mal mentiroso, y cuando teníamos prevista una broma me reía mientras le veía representar las diversas tomas de su escena de muerte.
tan fuerte que no podía decir «Acción», de modo que el objeto de las Recuerdo las carreras contra el amanecer durante dos semanas de rodaje
gansadas, que casi invariablemente era Lindsay Crouse, se olía que allí nocturno, tratando de completar el último plano antes de que saliera el sol, y
pasaba algo extraño. las gaviotas que graznaban media hora antes del alba. Recuerdo a nuestro
Mi broma favorita fue la del Salmón que Desova. Crouse tenía una maravilloso encargado de sonido, que quería debutar como actor y recibió
escena en un banco de un malecón que daba a la bahía de Elliott. Se un papel de recepcionista de hotel. Tenía que decir: «¿En qué puedo
suponía que estaba contemplando el mar. Enviamos a un ayudante de servirles?», extraer una pluma de su so-porte, coger un impreso de un fajo
producción a la parte de abajo del malecón; a una señal, debía arrojar un de impresos y entregar ambas cosas a Crouse y Mantegna. Le hicimos
salmón de cinco kilos hacía lo alto, para que cayese a los practicar minuciosamente el movimiento correcto de pluma e impreso y le
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explicamos que todo el ritmo de la escena dependía de la precisión de Una película es una cuestión
sus gestos, y luego, en la primera toma, pegamos con cola la pluma a
su soporte y los im-presos entre sí. Recuerdo la camaradería que de colaboración
reinaba en el plató, la sensación de que estábamos todos
comprometidos en una empresa legítima dentro de una industria
legítima, y de que el trabajo duro y la dedicación garantizaban a cada Cuando trabajaba como guionista siempre creí que la expresión
uno un lugar en la profesión. Recuer-do haber pensado cuán «Una película es una cuestión de colaboración» sólo constituía, la mi-
lamentable es que esta sensación no exista en el teatro, donde nadie tad de la frase. Desde el punto de vista de un guionista, la frase
tiene garantizado su empleo de un año para otro, donde el célebre completa debería ser: «Una película es una cuestión de colaboración:
autor, actor o escenógrafo de este año puede no volver a trabajar en doblégate.»
mucho tiempo, y recuerdo haberme sentido agra-decido por poder Cuando uno trabaja como guionista le dicen que su tarea es com-
experimentar de nuevo esta camaradería. parable a la de un carpintero; que por más orgullo e interés que
ponga uno en su trabajo solamente es un empleado, y la decisión final
corresponde al dueño de la casa.
Lo que pienso hacer de otro modo la próxima vez
Esta analogía, en mi opinión, no es correcta. Quien trabaja como
Terminamos el rodaje de la película a mediados de agosto, dentro guionista bajo contrato no es un empleado del consumidor final (el
del tiempo previsto y sin agotar el presupuesto. Regresé a casa alegre público, cuyos intereses siempre han de hallarse en primer lugar para
como unas pascuas e inmediatamente me puse tan enfermo como todo escritor honrado), sino de unos especuladores, cuyo propósito, en
nunca en mi vida lo he estado. Durante dos semanas no pude mo- numerosas ocasiones, no es complacer al consumidor final, sino
verme de la cama ni comer, y estuve todo el tiempo sudando. Sidney sacarle todo el dinero posible en el menor tiempo posible. El antago-
Lumet telefoneó para darnos la bienvenida. «¿Qué tal ha ido la pelí- nismo entre escritor y productor es verdadero y esencial, y los escritores
cula?», le preguntó a mi mujer. Ella se lo explicó. «¿Cómo está Da- tienden a reaccionar ante el mismo de diversas maneras: sufren accesos
vid?», se interesó. «¿Aún sigue enfermo?» de cólera, abandonan el oficio o se unen al juego y tratan, a su vez, de
Cuando volví a la sala de montaje, Trudy Ship me advirtió que, explotar al productor para sacarle todo el dinero que puedan. Pero ¡qué
cuando viera la película, iba a pensar las tres cosas siguientes: he alegría para mí participar en un proyecto que no era una
filmado demasiado, he filmado demasiado poco, no he filmado lo que «colaboración»! Durante el verano de 1986 dirigí un guión que yo
debía. Y esto, básicamente, es lo que aún pienso cuando veo la pelícu- mismo había escrito, Casa de juegos.
la. Filmé muchos metros que no llegaron a utilizarse, y el principal Mientras escribo esto nos hallamos en Nueva York, en el Trans-
perjuicio de este error no es el precio de la película gastada ni la audio Studio, a falta de tres días para completar las mezclas de sonido.
pérdida de tiempo en preparativos, todavía más grave, sino otra cosa: Cuando hayamos terminado las mezclas sólo quedará por hacer la
cuando se está rodando un metraje que es esencial, la atmósfera del sincronización del color; y una vez termine de trabajar en la sincroni-
plató y la manera de trabajar son, naturalmente, más centradas que zación del color, Casa de juegos estará concluida, casi exactamente un
cuando se está rodando un metraje que es protector. Me dejé muchas año, día por día, desde el comienzo de la preproducción.
cosas que hubiera debido filmar. Dejé de filmar un primer plano que Aquí, en el estudio, el equipo de sonido, los montadores y yo
luego resultó imprescindible y eso nos hizo perder muchas horas de trabajamos de nueve a seis.
trabajo. Finalmente, el director de la película no era mi Plan Maestro,
A las seis, la gente de Casa de juegos se marcha y llega el equipo
el director era yo, y la próxima vez sabré mejor qué es lo que debo
de sonido de tos intocables de Eliot Ness. El guión de Los intocables
filmar, lo que no debo filmar y cuándo debo desviarme del plan.
La próxima vez sólo comeré alimentos macrobióticos, haré ejerci- lo escribí yo.
cio todos los días y, si Dios quiere, trabajaré exactamente con las Acabamos de rodar Casa de juegos un sábado de agosto, y el rodaje
mismas personas. de Los intocables comenzó el lunes siguiente. Tuve la fantasía de ir a
Chicago con una silla de lona y una botella de cerveza para sentarme
detrás de Brian de Palma y ver cómo dirigía.
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No realicé esta fantasía. Tomé un avión en Seattle, donde habíamos ¿De qué se preocupa uno cuando dirige una película? De esto:
estado rodando, y me fui directamente a mi casa de Vermont, donde «Me he olvidado de algo.» El tiempo transcurre muy deprisa, y es
me puse muy enfermo y pasé dos semanas sin salir de la cama. Los
imposible recobrarlo. El director piensa: «Me he olvidado de rodar
intocables y Casa de juegos fueron dos experiencias muy distintas: una
película de alto presupuesto y una película de bajo presupuesto; ser el una toma; hay un asunto que se resuelve en el rollo once, y el rollo
guionista y ser el autor/director. once ya está filmado, y me parece que me olvidé de filmar los prepa-
Mi experiencia como guionista me dice lo siguiente: por lo gene- rativos en el rollo dos; no he dejado sitio para una toma de monta-
ral, todo guión tiende a ir empeorando a partir de la primera redac- je...», etcétera. El director sufre la constante presión del tiempo, y se
ción; puede que no se trate de una regla inmutable de la cinematogra- dice: «He filmado demasiado, he filmado demasiado poco, no he fil-
fía, pero, según mi experiencia, es lo que normalmente ocurre. mado lo que debía.»
Quizá Los intocables constituyera una excepción, al menos en par- Conozco bien el Pánico Creativo, y, a lo largo de los años, he
te. Me reuní tres o cuatro veces con Brian de Palma, y tanto él como. aprendido a afrontarlo como escritor recurriendo a la técnica de Law-
Art Linson, el productor de la película, tenían ideas sobre montaje y rence de Arabia: «Sí, duele, pero el truco está en no darle importancia
reestructuraciones que sin lugar a dudas mejoraban el guión. a que duela.»
Sin embargo, y como era inevitable, De Palma, Linson y yo dis- En cuanto escritor, he procurado entrenarme para dar un paso
crepamos sobre distintos aspectos de la película y, como suele suceder, realizable cada vez; decir, por ejemplo: «Hoy no hace falta que sea
llegamos a un extremo en que alguien me dijo: «Mira, el caso es que especialmente inventivo, lo único que debo hacer es ser minucioso y
discrepamos y (efectivamente) tú eres un empleado, o sea que ¿quie- preparar un bosquejo de las cosas que el personaje hace físicamente en
res modificar el guión según te indicamos o prefieres que lo hagamos
el primer acto.» Luego, al día siguiente, me digo: «Hoy no hace falta
nosotros y nos quede mal?»
En anteriores películas, esta mezcla de adulación y agresividad me que sea minucioso. Ya tengo un bosquejo minucioso y literal, y lo
inducía, como a otros guionistas, a suspirar y hacer las modificaciones único que debo hacer es ser un poco inventivo.» Etcétera, etcétera.
exigidas. En Los intocables, empero, en aquellos aspectos secundarios Mucha gente me pregunta si escribo con un ordenador. Escribo
en que definitivamente discrepaba del director y el productor, dije: primero a mano, y luego redacto las versiones subsiguientes y las
«Muy bien, cagadla vosotros mismos. No contéis conmigo.» correcciones con una máquina de escribir. Me gusta tener delante las
Di esta respuesta por diversas razones: 1) que, como escritor, he hojas físicas y reales que he llenado; todos los borradores, todas las
llegado al punto en que estoy harto de lisonjas, y 2) que entonces revisiones llenas de marcas y correcciones. Eso me da una sensación de
estaba dirigiendo mi propia película y no podía malgastar mi com- seguridad, algo así como: «Mira todo lo que has escrito; debes de ser
prensión en los problemas de otros. una persona muy responsable. Ahora sólo hace falta que recurras a tu
La experiencia me dice que, hasta cierto punto, alrededor de la buen gusto y pulas todas esas páginas.»
fecha de entrega de la primera redacción del guión, la inquietud del De manera similar, cuando dirijo una obra de teatro me armo con
cineasta se centra en el guión a falta de otra cosa mejor, y que esta un esquema detallado, las intenciones de cada personaje y notas para
inquietud se halla más o menos en el mismo nivel de «¿Qué ropa voy
mi propio uso acerca de cómo comunicar tales intenciones a los actores
a ponerme para el baile de fin de curso?». Como en el caso del baile,
la verdadera preocupación no es la elección de la ropa correcta, que (mediante las técnicas de dirección) y al público (mediante la
sólo sirve para enmascarar oportunamente la sensación básica de ser manipulación de los elementos escénicos).
poco interesante y atractivo. Así pues, antes de dirigir Casa de juegos decidí una vez más tratar de
Cuando una película entra en la fase de producción, las llamadas vencer mi pereza natural, mi aversión a las tareas que describiría como
frenéticas a propósito del guión cesan por completo. De hecho, una «rutinarias» o «no creativas», y aplicarme a una serie de esquemas
vez en producción es casi imposible conseguir que el director modifi- detallados: de las acciones de los personajes, del ritmo de la película
que el guión a instancias del escritor; el guión pertenece al pasado, y como expresión de la cercanía de la protagonista a su objetivo y,
el director se preocupa únicamente, y con toda razón, por la película. finalmente, de los planos que compondrían la película, uno a uno. Y eso
fue lo que hice. Una vez más, recurrí a mí teoría «de la escalada» para
314 actividades creativas: buscar un punto de apoyo absolutamente seguro y,
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David Mamet Una profesión de putas
desde ahí, realizar un pequeño desplazamiento hacia otro punto de por lo que me pareció una cuestión de buenos principios, marcaría la
apoyo absolutamente seguro. baraja de antemano y realizaría la película con mis amigos, actores y
Armado con mis esquemas (antes del rodaje) pensé lo siguiente: decoradores con los que había trabajado durante muchos años.
«Ya has sido creativo, cuando escribías el guión; has sido responsable Otro de mis amigos, Art Linson, era el productor de Los in-
y minucioso cuando reducías el guión a una serie de planos e instruc- tocables. Cuando charlábamos por teléfono, yo rodando en Seattle y
ciones que puedes comunicar a los actores y técnicos; ahora todo lo él de preproducción en Chicago, a veces se refería a algún problema
que debes hacer es ser valiente y ajustarte al programa.» Y así procuré de producción que se le había planteado en su película de alto presu-
hacerlo. puesto y comentaba: «No sabes la suerte que tienes...» Pero sí lo
Casa de juegos es una película muy distinta de Los intocables. sabía.
Nuestro presupuesto era modesto y el de ellos era grande; Los into- Había trabajado con los cinco actores principales durante un
cables cuenta con estrellas célebres, y la nuestra no; Los intocables fue promedio de once años y medio cada uno, había trabajado con los dos
, realizada por un grupo ad hoc, mientras que Casa de juegos fue
decoradores durante diez años, y con el compositor desde que fuimos
realizada por un grupo de viejos amigos y colegas.
En cierta ocasión, alguien me sacó ventaja en un importante trato juntos a la escuela secundaria.
comercial por medio de lo que me pareció una jugada bastante des- Estas personas nada necesitaban demostrarme, y, más importante
considerada. Estaba un día compadeciéndome de mí mismo por este todavía, yo nada necesitaba demostrarles a ellos. Toda la energía
motivo cuando el amigo con quien hablaba —un productor cinemato- (poca o mucha, pero alguna siempre) que se dedica a establecer la
gráfico de alto nivel— me aconsejó: «Olvídalo. Perdona y olvida. respectiva buena fe en una colaboración artística entre desconocidos
Ambos seguiréis en este negocio durante mucho tiempo; atribúyelo a («¿Cuánto sabe este individuo? ¿Puedo fiarme de él? ¿Va a perjudi-
lo que sea y sigue adelante.» carme?») en nuestra película pudimos dedicarla a otras cosas.
Me pareció un buen consejo, y todavía me lo parece, pero nunca Durante el rodaje de Casa de juegos, Art Linson voló a Seattle desde
he sido capaz de seguirlo. Chicago, en plena preproducción de Los intocables, para hablarme
Como nos ocurre a todos, es fácil herir mis sentimientos, y, como de los cambios que Brian de Palma y él querían que les hiciera en el
nos ocurre a la mayoría, he intentado aprender a enfrentarme a ello. guión de esta película. Temo que mi falta de colaboración se vio
Con el paso de los años, he comenzado a aprender a perdonar, pero matizada tanto por la dureza necesaria de «no tener tiempo para
nunca he aprendido a olvidar. concentrarse en los problemas de otra gente» como, la verdad sea
Hollywood es la ciudad de la moderna fiebre del oro, y el dinero dicha, por una chispa al menos de placentera crueldad; es decir, algo
lleva la voz cantante. Ésta es la primera y la única regla de Holly- así como: «Vosotros me hicisteis sudar durante un par de meses y yo
wood, como todos sabemos; consentimos que nos traten como mer- tuve que "comprender vuestra situación". Ahora, comprended voso-
cancías, con la esperanza de que algún día nos traten como mercan-
tros la mía...»
cías valiosas.
Seguramente, también estaba pasando a Art y Brian parte de la
Al aceptar la insolencia, la descortesía y la inevitable crueldad de factura por siete u ocho años de trabajo con productores que se olvi-
un mundo sin amistad estamos estimulando y fortaleciendo ese
daban de decir «gracias» o usaban la expresión «dilema moral». Di-
mundo. Todos lo hacemos, y lo hacemos ya sea resignadamente o con
la esperanza de obtener alguna ganancia. Pero a ninguno nos gusta, y, cho de otro modo, me sentía lleno de importancia y, tras siete años de
cuando dejamos de percibirlo, es probable que no quede en nosotros aguantar, me permitía pavonearme un poco.
mucha fuerza creativa. ¿Cómo puede uno crear cuando se juzga a sí El hecho de dirigir una película tiene una cosa: la cantidad de
mismo humillado y venal? No es fácil, y hablo por experiencia. deferencia que uno recibe es impresionante. El equipo técnico te trata
Esto no significa, naturalmente, que en Hollywood todos los tra- con deferencia en razón de la legítima necesidad de una estructura de
tos entre desconocidos deban concluir en un resultado penoso; pero mando en este tipo de empresa, y buena parte del mundo exterior te
creo que es lo que sucede entre «muchos» y «la mayoría» de los casos. trata también con deferencia por tu capacidad, verdadera o imaginada,
Por consiguiente, decidí que, en mi primera película como director, y de conceder favores, contratos, empleos, pedidos, etcétera.
Esta deferencia resultaba absolutamente refrescante tras varios
316 años de relacionarme con Hollywood desde mi lugar de escritor (y
317
David Mamet Una profesión de putas
debo añadir que, si hemos de guiarnos por los criterios locales, fui
sumamente bien tratado). Eso fue lo que aprendí en mis vacaciones de verano.
Una de las conversaciones en Hollywood que más atesoro fue de la Una película no es una cuestión de colaboración, cosa que implica
siguiente manera: acababa de hacerle una sugerencia a un productor y él me igualdad, sino de contribución, al menos de posición. Una película se produce
contestó: «El gran respeto que siento hacia tu talento me impide seguir aquí bajo las más estrictas y detalladas condiciones de jerarquía, como todos
sentado escuchando mientras tú sueltas semejantes burradas.» sabemos. Fingir que no es así representa un insulto para quienes se hallan por
Es agradable ser tratado con deferencia y, me parece, más agradable aún debajo en la escala jerárquica y una excusa para los que están por encima. Y
ser tratado con cortesía, cosa que, creo estaremos todos de acuerdo, es casi descubrí que la mayor cortesía que uno puede recibir u ofrecer consiste en
absolutamente desconocida en las relaciones de Hollywood. realizar bien la tarea que tiene
Cuántas veces nos hemos dicho, o pensado: «Sí, me gustas, y yo te encomendada.
gusto a ti, conque podemos prescindir de toda esa basura de la "cortesía" Personalmente, dirigir una película me resultó agotador, vivificante,
porque tenemos una película por realizar y nuestra rudeza no va a hacer que aplacador y adictivo. Disfruté enormemente.
sea peor.» Pero, por supuesto, sí hace que sea peor; y aunque no fuera así,
Art Linson me ha dicho que la semana que viene Brian de Palma me
hace que el tiempo que dedicamos a ella sea menos agradable.
dejará ver Los intocables de Eliot Ness, y estoy impaciente. La semana que
Otra cosa: creo saber que esa grosería que en muchos tratos de
viene, además, como ya he dicho, casi habré terminado Casa de juegos, salvo
Hollywood pasa por una Refrescante Franqueza no se usa como una manera
la sincronización del color, y algunas semanas después comenzaré a pensar en
conveniente de facilitar un negocio difícil; se usa, más bien, porque nos
la preproducción de mi próxima película con Mike Hausman, Las cosas
vemos unos a otros como moneda de cambio, y tendemos a pensar así:
«Puedo tratarte como me dé la gana, porque, si necesitas algo de mí, no te cambian, que empezaremos a rodar en octubre.
queda más remedio que aguantarlo, y quiero que lo sepas.» Que me corrijan
si me equivoco.
La contrapartida a toda esa deferencia y cortesía de que uno disfruta al
ser el director de una película es, naturalmente, que uno debe dirigir la
Competiciones de tiro práctico con pistola
película.
Dirigir es, en mi opinión, muy parecido a ser el guardián nocturno de El tiro al blanco apela a dos aspectos básicos de nuestro carácter
algo que uno mismo juzga invaluable: hay que mantener una vigilancia norteamericano: el gusto por la habilidad y el deseo de oír estampidos. He
inflexible durante un período muy largo, y la verdad es que resulta
sido durante años un tirador de patio trasero (el término técnico es
agotador.
rompelatas). Tengo una diana instalada sobre un tocón a veinticinco metros de
Cuando me hallaba en mi fase de «que sigan positivando esta toma hasta
mi porche trasero, y detrás de ella un montón de siluetas metálicas oscilantes;
que Kodak tire la toalla», solía sentarme a ver las tomas diarias con diez o
y para despejarme a mitad de una jornada de escritura (o de fingir que
veinte técnicos y actores y, como había mandado positivar seis tomas y al
escribo), salgo de vez en cuando al porche con una pistola del 22 y rompo
llegar a la sexta ya no era capaz de recordar la primera, solicitaba una
unas cuantas latas. Mi mujer dice que «me puede oír pensar».
votación a mano alzada para que cada uno dijera cuál era su preferida...
Cada vez que realizaba una votación, obtenía unas cuantas risitas, unas Es la mar de divertido poder extender tu alcance a cincuenta o sesenta
cuantas manos y mucho nerviosismo, hasta que caí en la cuenta de que el metros, oír el «ping» de la silueta metálica o romper la lámina de Necco. Para
director era yo, y que aquello no tenía la menor gracia. Los actores y los disfrutar con el tiro al blanco hay que ser capaz de darle a la diana con
miembros del equipo técnico ponían todo su empeño en sus respectivos bastante frecuencia, y para ello es preciso practicar las habilidades básicas.
trabajos, y no estaba bien que les pidiera, ni siquiera en broma, que se Son sólo dos.
ocuparan del mío. La primera consiste en tirar correctamente del gatillo. Antes solía decirse
que el tirador tiene que apretar el gatillo con tal suavidad que se sorprenda
cuando la pistola dispara. Sin embargo, sería más exacto decir que lo que hay
que hacer es esto: apretar el muelle del gatillo poco a poco (hasta que esté a
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David Mamet Una profesión de putas
punto de disparar), apuntando al mismo tiempo, de manera que El FBI. observó que, a pesar del riguroso entrenamiento con armas
cuando los puntos de mira estén correctamente alineados con el de fuego, sus agentes (y los policías de todo el país) seguían cayendo
blanco, la más ligera presión sobre el gatillo haga salir el disparo. muertos o heridos en los enfrentamientos.
La segunda habilidad consiste en alinear correctamente los Los agentes del F.B.I., como los demás policías y los tiradores
puntos de mira. Una de las curiosas anomalías del tiro con pistola es aficionados de la época, practicaban tirando contra dianas colocadas a
que no hay que concentrarse en el blanco, sino en el punto de mira distancias fijas. Y el F.B.I. llegó a la conclusión de que este entrena-
delantero de la pistola. Al apuntar, hay que alinear los siguientes miento no proporcionaba a los agentes la habilidad necesaria para salir
elementos: el blanco, y los puntos de mira delantero y trasero de la triunfantes en la competición, menos formal pero más exigente, de un
pistola. El punto de mira trasero está a unos 75 centímetros de tus auténtico tiroteo.
ojos, el delantero de ocho a veinticinco centímetros más allá, y el
Se diseñó entonces un curso práctico de puntería, aplicado al en-
blanco a . más de veinte metros por delante. No hay manera de
enfocar las tres cosas a la vez. Así pues, lo que hace el tirador es frentamiento a tiros.
enfocar perfectamente el punto de mira delantero, aunque vea Los agentes empezaron a entrenarse con blancos móviles, en lugar
borrosos el trasero y el blanco. Cuando aprendas a hacer esto, de fijos. Se les enseñó a tirar con rapidez y precisión a distancias
cuando, tras una larga práctica, puedas obligarte a resistir el impulso imprevistas, en diferentes posturas y con distintas iluminaciones; a
natural de mirar el blanco, empezarás a acertar, como por arte de decidir con rapidez si disparar o no disparar; a disparar desde detrás de
magia. una protección y en posturas forzadas; a recargar y corregir los fallos
Yo tengo una vista fatal, pero después de unos cuantos días de de funcionamiento con rapidez; y a hacer todas estas cosas bajo tensión;
adecuada práctica, puedo acertarle a un cuarto de dólar a veinticinco no la tensión del peligro físico, sino la tensión de la competición. Los
metros con un cierto grado de regularidad. (En realidad, el cuarto de cuerpos de policía de todo el país comenzaron a enviar a sus miembros
dólar es un blanco muy bueno, porque si lo pegas con cinta adhesiva al curso del F.B.I. para que aprendieran y pudieran enseñar a su vez el
al centro de una diana ofrece mucho contraste. Una de las exhibicio- manejo práctico de la pistola.
nes de puntería más sencillas e impresionantes consiste en apagar En los años cincuenta surgieron concursos inter y extradeparta-
una vela en plena noche; es facilísimo alinear los puntos de vista con mentales para poner a prueba estas habilidades prácticas. El arma
la llama, porque es lo único que ves.) corta, considerada como poco precisa desde principios de siglo, se
La pistola se inventó como arma de defensa personal. A partir de convirtió en un arma digna de utilizarse en competiciones deportivas
la aparición de los primeros revólveres de repetición de Samuel Colt de puntería.
(1836), el arma corta empezó a sustituir al sable en las cargas de Se desarrollaron varias modalidades deportivas: la P.P.C (Practi-cal
caballería y en los abordajes.
Pistol Competition) pone el énfasis en las habilidades policiales básicas
Como sabemos, la habilidad con el revólver era muy apreciada en
la frontera norteamericana. En el siglo XX, cuando los norteamerica- de localización del blanco, toma de decisiones rápida, recarga y puntería.
nos nos trasladamos del campo a las ciudades, tuvimos menos necesi- Por su parte, la I.P.S.C (International Practical Shooting
dad de desarrollar buena puntería. Y como es necesario practicar para Confederation) tiene una orientación más atlética, e incluye aspectos
tirar bien, la pistola dejó de considerarse un arma precisa. Se solía como escalar obstáculos, etc.
decir que con una pistola «sólo debes tirar a lo que puedas acertar de En el tiro al bolo, una especialidad muy popular, se premia la
un escupitajo». rapidez con que un tirador es capaz de sacar su arma y derribar seis
El arma corta empezó a adquirir fama de poco precisa, útil para bolos colocados sobre una mesa a siete metros y medio. En estos
defensa u ofensa personal, pero que sólo podía infligir grandes daños deportes se valora la combinación de velocidad y puntería.
a corta distancia, resultando completamente inútil para usos deporti- El tiro a las siluetas se importó de México. Este deporte exige una
vos legítimos. pericia excepcional, y consiste en derribar siluetas metálicas de animales
Esta actitud comenzó a cambiar después de la segunda guerra a distancias de hasta trescientos metros.
mundial, y el cambio se debió al F.B.I. La caza con arma corta, como alternativa al rifle, adquirió popula-
ridad y aún se sigue practicando.
A finales de los sesenta, los mejores tiradores empezaron a abrir
David Mamet
Una profesión de putas
escuelas de tiro con arma corta, con fines deportivos o de defensa. En todo el
país, los armeros se dedicaron a personalizar y construir pistolas y revólveres (Una digresión momentánea, a propósito de la generosidad del señor
cada vez más precisos y útiles para la competición. Surgieron prestigiosas y Foster: el coronel Homer Wheeler, recordando su vida en la frontera
lucrativas competiciones —la Copa Bianci, la de Soldado de Fortuna, la [Buffalo Days and Ways, 1925], comentaba: «En las regiones donde la
Second Chance—, que atrajeron a los mejo-res especialistas y a gran población va armada, la gente tiende a ser más cortés.»)
cantidad de público, y así la casta mejoró y continúa mejorando. Tal vez no El señor Foster me prestó su pistola y dos cargadores, para que pudiera
resulte exagerado comparar la competición de tiro con arma corta con el competir. La pistola era un buen ejemplo de lo que se puede hacer para
piragüismo: ambos deportes cuentan con participantes y espectadores leales transformar un arma de serie en una de competición. El cañón se había
y entregados; y aparte de estos participantes y espectadores, muy poca gente alargado dos centímetros y medio y tenía orificios de ventilación en lo alto
sabe que el deporte existe. de la parte saliente. El retroceso tiende a levantar la boca de la pistola
En la actualidad, en la mayoría de las competiciones de P.P.C, I.P.S.C y después de cada disparo. Los gases que escapan por los orificios de
tiro al bolo se utiliza lo que suele llamarse una Colt 45 Automática, una ventilación tienden a contrarrestar este movimiento, permitiendo disparar
pistola semiautomática del calibre 45, que hasta los menos belicosos varios tiros seguidos con gran rapidez, siguiendo al blanco. El seguro es
conocen por las películas. ambidextro, lo que permite manejarlo con la mano derecha o la izquierda. El
Esta pistola fue diseñada por John Browning para la Compañía Colt de gatillo está afinado para que dispare con absoluta suavidad. Los puntos de
Armas de Fuego, y fue adoptada como arma de costado por el gobierno de mira son muy ajustables. El cargador se puede insertar en un instante. La
Estados Unidos en 1911. (Hace poco, ha sido sustituida por la Beretta pistola presenta otras modificaciones, pero éstas son las más importantes.
92SBF de 9 mm.) Además de gastarse en su pistola de competición cantidades que pueden
Durante la primera guerra mundial, Colt cedió la patente al gobierno de superar los mil dólares, un competidor serio tiene que invertir en cinturones
Estados Unidos, y desde entonces la pistola ha sido fabricada por otras y fundas especiales para competición, y lo más probable es que tenga que
muchas empresas, además de Colt. prepararse su propia munición. (Esto último, además de ofrecer la
Encontré por casualidad a uno de estos fabricantes en la trastienda de un
posibilidad de adaptar los cartuchos a cada competición concreta, representa
establecimiento de comida sana. Estaba comprando alguna golosina cuando
un gran ahorro. La munición del 45 cuesta unos 20 dólares los 50 cartuchos.
oí fuertes ruidos de maquinaria que procedían de la habitación de al lado.
Si se cargan en casa, pueden costar la décima parte, y esto representa una
Pregunté, y me informaron de que había una fábrica de pistolas en el sótano.
gran diferencia cuando tienes que practicar en serio para la alta competición,
Bajé, y descubrí la Caspian Arms Company, de Hardwick, Vermont.
o sea, unos cincuenta mil cartuchos al año.)
Caspian fabricaba pistolas automáticas de muy buena calidad para una
Me llevé la pistola de competición de Cal Foster a mi patio trasero y, al
de las principales empresas de armamento del país. También fabricaba una
cabo de una semana muy educativa, fui capaz de acertar casi todas las veces
pistola M1911 del 45 extraordinariamente precisa, que llevaba su propia
marca. El propietario me enseñó dianas contra las que se había disparado a a una caja de zapatos colocada a veinticinco metros. (Es un poco más difícil
mano alzada (sin apoyo) a veinticinco metros. Todos los impactos estaban en disparar bien con una 45 que con una 22, porque es más pesada y el peso se
un único agujero. Esto es señal de una puntería excelente y de una pistola nota en la mano, no en el extremo del cañón. Por lo general, no perdona los
muy precisa. fallos y hay que aprender a tirar con ella.)
Junto a la diana había un programa de la Asociación de Pistoleros de Hice prácticas de recargar rápido, de tirar con la mano mala (en mi caso,
Vermont (de cuya existencia no tenía ni idea hasta entonces), que anunciaba la izquierda), y de sacar desde la posición de rendido (las dos manos alzadas
una competición de P.P.C en un pueblo próximo, para dentro de una semana. a la altura de los hombros), y me dirigí alegremente a la competición de
Comenté que aquello podía ser divertido, y Cal Foster, el propietario de P.P.C. en Benson, Vermont.
Caspian Arms, me dijo «¿Por qué no va?». Le dije que no podía, porque no El programa de Benson se dividía en tres partes: Asalto, Tiro Rápido
tenía una automática del 45, y se ofreció a prestarme la suya, cosa que Internacional y Escopeta. El Asalto consistía en lo siguiente: el tirador
acepté. empieza con la pistola enfundada y las dos manos en posición de rendido. A
la voz de aviso, el tirador desenfunda y dispara dos tiros contra un blanco
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David Mamet
Una profesión de putas
situado a veinte metros. A continuación, corre diez metros, se apoya
detrás de una barricada y dispara dos tiros a un blanco situado a diez porque lo hubiera hecho mal, sino porque había sido lo bastante ton-
metros. Después, tiene que disparar dos tiros a otras tantas dianas to como para pensar que lo iba a hacer bien. La esencia del tiro
colocadas a quince metros. Garre diez metros más, se arrodilla detrás práctico con pistola es disparar bien bajo presión, y eso era lo que
de otra barricada y dispara dos tiros a una diana situada a veinticinco tenía que practicar si quería desarrollar esa habilidad. Aquello me
metros. Garre otros diez metros, se vuelve a arrodillar, dispara dos hizo pensar que el tiro es una disciplina estoica.
tiros a una diana a diez metros y se vuelve para disparar contra una Resulta más fácil enseñar a disparar a una mujer que a un hom-
plancha metálica colgada a cinco metros detrás de él. El sonido del bre. La mujer tiene menos ideas preconcebidas, se juega menos y está
impacto en la plancha detiene el reloj. más dispuesta a seguir el principio fundamental del tiro: si miras el
Se puntúa el tiempo empleado en todo el recorrido y las dianas punto de mira delantero, aciertas en el blanco; si miras el blanco,
acertadas. La diana tiene círculos concéntricos, y cuanto más cerca del fallas el tiro.
centro esté el impacto, mayor es la puntuación. Sin embargo, a dife- Una de las figuras más prestigiosas del tiro con arma corta es Bill
rencia de una diana corriente, el tirador no ve los círculos concéntri- Jordan, ex tirador de los marines, ex patrullero de fronteras, campeón
cos y tiene que apuntar y disparar sin referencias externas. Las dianas de tiro y escritor de artículos sobre armas.
son cartones recortados, del tamaño de un torso humano, y están Una vez le preguntaron a Jordan sobre el entrenamiento de los
flanqueadas y medio tapadas por torsos similares, marcados con una agentes de policía: «¿A que parece imposible lo que un hombre es
X. Si algún disparo da en uno de estos «rehenes», el tirador es pena- capaz de hacer bajo presión?» Jordan replicó, que, lejos de ser impo-
lizado.
sible, era la cosa más fácil del mundo: «Cada uno hace lo que está
El tipo que iba detrás de mí completó el recorrido en 43 segundos entrenado para hacer.»
y obtuvo una puntuación de 121. Habría podido terminar antes, pero Para mí, en eso radica la belleza del tiro práctico: en poner a
su primer disparo contra la plancha metálica que detenía el reloj salió prueba, bajo una fuerte presión, las facultades y principios que hemos
alto. Qué chapucero, pensé. ¿Acaso no sabe que cuando disparas a un desarrollado en momentos de calma.
blanco que está detrás de ti hay que apuntar bajo? No iba a tardar en
Es posible convertirse rápidamente en «iniciado» y empezar a
recibir el castigo por mi falta de caridad: tardé un minuto y 43 segun-
adquirir equipo cada vez mejor: fundas, cargadores, pistola, munición.
dos y obtuve una puntuación de 89. No pude encontrar el cargador de
Sin embargo, por lo general, la pistola siempre dispara mejor que tú,
repuesto que llevaba en el cinturón; recargué en el peor momento; fui
y quedas reducido a los principios fundamentales: (1) punto de mira
incapaz de acertarle a la plancha de finalización, le fallé por completo.
delantero: (2) apretar el gatillo con suavidad: (3) practicar. Si sigues
Terminé temblando como un flan.
estos principios, tus tiros darán donde tú quieras que den. Es muy
Tenía grandes esperanzas puestas en la competición de Tiro Rá-
bonito que la pistola haga pum, pero aún mejor es la sensación de
pido Internacional: tiro sencillo y continuado a veinticinco metros.
«Aquí si que me va a venir bien todo mi entrenamiento en el patio que has hecho una cosa bien.
trasero», pensé. Pero cometí los mismos errores que el F.B.I. En mi
patio había estado practicando una cosa que me salía bien, pero que
no era lo que aquí me pedían. Hice una exhibición desastrosa en Tiro
Rápido Internacional. Cuando yo era joven: carta a Zosia y Willa
Recogí mi equipo y observé a un patrullero de la policía estatal
que hacía el recorrido de Asalto. Se movía bastante deprisa pero con
absoluta determinación. Colocó todos sus tiros en el círculo de 10 o a Cuando yo era joven, en el restaurante de la esquina hacían una
cinco centímetros como máximo. Recargó en el momento adecuado. cosa que se llamaba francheezie, que es lo mejor que he comido en mi
No cabía duda de que se trataba de un hombre que se había entrena- vida. Era un perrito caliente abierto por la mitad y relleno de queso,
do como si su vida dependiera de ello, lo cual, en su caso, era cierto. envuelto en beicon y tostado en la parilla hasta dejarlo crujiente.
Al regresar de la competición iba un poco apesadumbrado, no Y en la farmacia preparaban una bebida que se llamaba Río Ver-
de, a base de jarabe verde y gaseosa, o cerveza sin alcohol, o cualquier
324 otra bebida carbónica que eligieras.
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David Mamet Una profesión de putas
Mi padre tomaba siempre un Fosfato de Chocolate, que era una cosa Los sábados andaba dos manzanas hasta el cine y, por un cuarto de dólar,
que teníamos en Chicago y se hacía con chocolate, gaseosa y un ingrediente veía cincuenta cortos de dibujos animados y una película, por lo general del
secreto.
Oeste, y regresaba a casa después de anochecer.
Estaba fresquísimo, y tenía un color oscuro, y olía a vainilla y Una vez rifaron una bici y creo que estuvo a punto de tocarme.
chocolate, y no se parecía a ninguna otra cosa del mundo. En primavera me tumbaba de espaldas en el césped y contemplaba cómo el
Hasta el agua era especial. Te la servían en un cono blanco, colocado en un viento empujaba las altas y limpias nubes sobre el lago.
bonito soporte plateado. ¡Y lo fresco que estaba aquel mostrador de mármol Mi primer amigo me contó que, durante la guerra, su padre iba en un jeep y
en verano, cuando veníamos de jugar al aire libre! Las tardes de verano casi perdió un pie cuando volaron el jeep en el que iba.
jugábamos a Patear la Lata. O jugábamos a la pelota en la calle, utilizando
Una familia nueva se instaló calle abajo. El hombre se recorrió la calle
la primera alcantarilla como sencillo, la segunda como doble, y así
pidiendo dinero prestado a todo el mundo y jamás lo devolvió.
sucesivamente. Y siempre había alguno vigilando la calle para gritar
Aprendí a montar en bicicleta. Dicen que es algo que nunca se olvida; yo
«¡Coche!».
recuerdo hasta lo que sentía cuando aprendía a montar. Lo que sentías la
En nuestra calle había una hilera de garajes unidos por un tejado plano
primera vez que pedaleabas solo, sabiendo que si te caías te ibas a hacer daño, y
que cubría la manzana entera, y a veces nos subíamos a él y jugábamos al
fútbol encima de los garajes. sin que te importara un pepino.
El policía de nuestro bloque se llamaba Tex, y llevaba al cinto dos Y teníamos el Parque, y la Playa, y el Museo, y lo que no sé es cómo no me
revólveres con cachas de asta de ciervo. maté, porque me pasaba el día trepando por las cariátides del museo, a diez
A veces, pero muy pocas, pasaba por la calle un carro de trapero tirado metros de altura sobre el suelo.
por un caballo. Es posible que el trapero gritara «Trapos, hierro viejo», pero Vivíamos cerca de las vías del tren de la línea Suburbana Sur.
también es posible que esto sea algo que recuerdo de las historias que me Cuando íbamos al centro le comprábamos los billetes a una anciana que
contaba mi madre sobre su antiguo barrio. ocupaba la vieja taquilla de madera, situada en el mismo andén.
Recuerdo que había un organillero con un mono que venía por allí. Y La sala de espera olía a vapor y a pis, y en invierno era el sitio
recuerdo haber visto gitanos, aunque no me acuerdo del aspecto que tenían más calentito del mundo.
ni de lo que hacían. Entonces las locomotoras eran negras y de vapor, y saludábamos con la
En el colegio nos poníamos en fila, los chicos a un lado del edificio y las mano a los maquinistas, y ellos siempre nos devolvían el saludo.
chicas al otro. Al toque de silbato, nos poníamos en marcha. En octavo Y ahora soy más viejo que mis padres cuando yo era joven.
curso fui patrullero. Llevaba un cinturón blanco y ayudaba al guardia del Creo que lo mejor que me ha pasado desde entonces es estar aquí con
cruce. Había una manera especial de doblar el cinturón de patrullero, y vosotras.
durante el día lo llevabas enganchado a los pantalones. En invierno, cuando
la temperatura bajaba de diez bajo cero, a los patrulleros nos daban cacao
caliente.
Y recuerdo que todas las primaveras llegaba al patio del colegio el Atrapados por la tecnología
hombre del Yo-yo Duncan, con su disfraz de Yo-yo Duncan, para presentar
los últimos modelos de yo-yos y los movimientos más novedosos, y era un
artista tan hábil que no nos provocaba envidia, sino temor reverencial. El cine se encuentra entre el pasado y el futuro. Su antecesor es,
En la esquina teníamos una Tienda Escolar. Joe vendía caramelos, naturalmente, el Teatro, que no exigía tecnología alguna y no es más que una
plumas y lápices, y recambios para cuadernos de tres anillas. Una vez historia narrada de una manera formalizada.
sorprendió a un chico robando, soltó una palabrota y desplazó su enorme La progenie del cine son los medios electrónicos, que exigen el trabajo y la
masa de detrás del mostrador, donde estaba sentado. Agarró al ladrón y lo conspiración de muchos miles de personas para producir y recuperar una imagen.
sacudió en la acera hasta que los caramelos se le cayeron de la camisa y En un mundo sin circuitos electrónicos, en un mundo sin electricidad, un
rodaron por la calle.
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fresca y deliciosa, sino también prohibida —nos encontrábamos en plena con este pensamiento se me ocurrió un significado más profundo de la
alarma de la polio— y mi madre nos dejaba de mala gana jugar en el parque, historia de Supermán.
pero haciéndonos prometer que no beberíamos de las fuentes para evitar el Supermán nació en el planeta Kriptón. Cuando Kriptón estaba a punto de
contagio. Terminé mi paseo en la playa de la calle Oak. Me senté en el estallar, el amantísimo padre de Supermán, Jor-El, aprovechó sus últimos
borde de piedra y me quedé mirando a un grupo de chavales con instantes de vida para meter a su hijo en un cohete y lanzarlo rumbo a la
monopatines. Habían hecho una rampa de madera contrachapada y subían Tierra.
por ella uno tras otro en sus monopatines, saltando por el borde y realizando En la Tierra, el niño es adoptado y criado por los cariñosos, aunque algo
diversas piruetas en el aire.
distantes, Mamá y Papá Kent.
Era muy bonito y, como yo ya estaba en vena sentimental, aquello me Clark Kent, el hijo adoptivo, se traslada a la gran ciudad, Metrópolis,
hizo remontarme a mi infancia. donde consigue un empleo en el periódico Daily Planet. Cuando el Bien se
Me acordé de cuando era niño, y de cómo convertíamos un acto simple
ve amenazado en Metrópolis, Clark Kent, al que se presenta como un tipo
e intrascendente en una habilidad, a base de constantes e infinitas
anodino y poco atractivo, se transforma en Supermán, bajo cuya apariencia
repeticiones. Me acordé de que mis amigos y yo nos pasábamos horas
se gana el respeto y la adulación de las Masas. Sin embargo, tras haber
enteras, las tardes de verano, tirando piedras contra un farol. Me acordé de
cómo lanzábamos una pelota de playa al tejado del garaje, donde no se enderezado los entuertos de Metrópolis, tiene que huir del público y de los
viera, y jugábamos al complicadísimo juego de adivinar dónde caería. placeres que éste podría proporcionarle, y transformarse de nuevo en Clark
Me acordé de las persecuciones de motos, un juego del género policías- Kent. ¿Por qué tiene que huir? Por la existencia de la kriptonita. Si sus
y-ladrones/tú-la-llevas, que duraba toda la noche. archienemigos conocieran su paradero, podrían acercarse a él e introducir
Mientras estaba allí sentado, observando a los chicos del monopatín, un clandestinamente kriptonita en su presencia, causándole la muerte.
ciclista pasó por delante de mí. Llevaba acoplado a la bicicleta un cierre de Así pues, Supermán ejerce sus poderes a expensas de toda posibilidad de
seguridad de la marca Kriptonita. disfrute personal.
Y aquello me pareció una bonita broma norteamericana: mira que En su personalidad de Clark Kent, está enamorado de su compañera de
llamar a un cierre de seguridad con el nombre de un artefacto de los tebeos trabajo, la periodista Lois Lane. A ella, las atenciones del timorato Kent le
de Supermán.
resultan risibles. Ella está enamorada de Supermán. Pero Supermán no puede
De pequeño me gustaban mucho los tebeos de Supermán.
correspondería. No puede revelarle su secreto, porque ello pondría en
Me gustaba su misma simpleza y su carácter predecible. La historia
peligro su vida. No puede revelarle su secreto a nadie. Puede disfrutar de
nunca variaba y recuerdo que, incluso de niño, pensaba: «Qué fantasía más
adulación sin amor, o suspirar por el amor sin esperanzas de ser
tonta.»
correspondido.
Pero me encantaban. Y la historia que me gustaba era ésta: Supermán
Las historietas de Supermán son una fábula, pero no de poder sino de
está comprometido a hacer el bien. Aprovechando su deseo de hacer el bien,
los malhechores lo atraen a una situación peligrosa y le exponen a los desintegración. Atraen a la mente preadolescente, no por sus reiteradas y
efectos de la kriptonita, un fragmento del mundo ya destruido en el que grandiosas fantasías, sino porque reiteran una llamada de auxilio muy
Supermán nació. La kriptonita es la única sustancia del mundo capaz de profunda.
dañar a Supermán, y éste empieza a agonizar. En el último momento posible Las dos personalidades de Supermán sólo se pueden integrar de una
es rescatado de la kriptonita por alguna afortunada circunstancia, y el ciclo manera: en la muerte. Sólo la kriptonita atraviesa los disfraces de timorato y
puede comenzar de nuevo. de héroe, y puede afectar al hombre escondido bajo los
Reflexionando sobre esta historia, pensé: «¿Por qué el seguro se llama disfraces.
Kriptonita?» Se llamaba Kriptonita porque se suponía que era igual de ¿Y qué es la kriptonita? La kriptonita es lo único que queda del
fuerte e invencible. hogar de su infancia.
Pero la kriptonita, pensé, sólo sirve para una cosa: para matar. Y Son los restos de aquel hogar destruido, y el miedo a dichos restos, lo
que domina la vida de Supermán. La posibilidad de que los fragmentos de
aquel hogar destruido puedan reaparecer le impide conseguir el amor, le
impide revelar que el cobardica y el héroe son una misma persona. El miedo
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David Mamet
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DEDICADO
A
MIKE HAUSMAN
Los más felices son los que no tienen historia que contar.
ANTHONY TROLLOPE,
Sabía que tenía razón
Prefacio
Agradecimientos
Este libro está basado en una serie de clases que di en la escuela de cine
Deseo dar las gracias a mi editora, de la Universidad de Columbia, en el otoño de 1987.
Dawn Seferian, por su enorme paciencia; y a Rachel Cline, Se trataba de un cursillo sobre Dirección de Cine. Yo acababa de terminar
Scott Zigler, Catherine Shaddix y Elaine Goodall de dirigir mi segunda película y, lo mismo que un piloto con doscientas horas
por su ayuda en la preparación de este libro. de vuelo, era verdaderamente peligroso. Desde luego, había trascendido la
fase de neófito, pero aún no tenía la suficiente experiencia para darme cuenta
del alcance de mi ignorancia.
Ofrezco esta explicación a manera de excusa por un libro sobre dirección
de cine escrito por un fulano con poquísima experiencia.
Sin embargo, en apoyo de la proposición, permítaseme sugerir lo
siguiente: que las clases de Columbia trataban de, y pretendían explicar, la
teoría sobre la dirección de películas que yo había elaborado a partir de mi
experiencia como guionista, bastante más extensa.
Hace poco, un periódico publicó la crítica de un libro sobre la carrera de
un novelista que fue a Hollywood y trató de triunfar como guionista de cine.
Según el crítico, el escritor estaba completamente errado en sus expectativas:
¡cómo podía pretender triunfar como guionista de cine, si estaba medio ciego!
Aquel crítico hacía gala de un completo desconocimiento del oficio de
guionista. No hace falta ver para escribir guiones de películas; sólo hace falta
tener imaginación.
Hay un libro maravilloso, titulado La profesión de director teatral, de
Georgi Tovstonogov, que dice que un director puede caer en los más
profundos abismos si se apresura a buscar de inmediato soluciones visuales o
pictóricas.
Esta declaración me influyó y ayudó mucho en mi carrera de director
escénico; y más adelante, en mi trabajo de guionista de cine. Lo que venía a
decir el señor Tovstonogov era que si uno enriende lo que la escena quiere
decir, y escenifica eso, está haciendo lo que debe, tanto de cara al autor como
al espectador. Si se precipita desde el primer momento en una escenificación
bonita, o pictórica, o incluso descriptiva, es posible que luego tenga
dificultades para integrar esa escenificación en la progresión lógica de la obra.
Más aún: es seguro que el mismo esfuerzo que le cuesta incluir la imagen
bonita hará que se empeñe en incluirla, en detrimento del conjunto de la obra.
Este concepto lo expresó también Hemingway cuando dijo: «Escribe la
historia, quita todas las frases buenas, y mira a ver si todavía
funciona.»
Mi experiencia como director y como dramaturgo es ésta; la obra avanza en
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David Mamet Una profesión de putas
Dos tipos van andando por la calle. Uno de ellos le dice al otro... Confiesa,
lector, que ahora estás escuchando. Estás escuchando porque quieres saber
lo que ocurre a continuación. La lista de planos y el trabajo en el plató no
deberían tener más inflexiones que los cortes de esta pequeña historia Dos
tipos andando por la calle... uno empieza a hablarle al otro... «¿Dónde pones la cámara?»
El propósito de la técnica es dejar libre al subconsciente. Si sigues las
reglas concienzudamente, podrás dejar libre tu subconsciente. Esa es la
verdadera creatividad. De lo contrario, te verás estorbado por tu mente Cómo construir una película
consciente. Porque la mente consciente siempre está procurando gustar y (COLABORACIÓN CON LOS ALUMNOS DE LA ESCUELA DE CINE DE
resultar interesante. La mente consciente tenderá a sugerir lo obvio, el LA UNIVERSIDAD DE COLUMB1A)
cliché, porque estas cosas ofrecen la garantía de haber gustado en el pasado.
Sólo la mente que se ha salido de sí misma para enfrascarse en una tarea es MAMET: Vamos a hacer una película sobre la situación en la que estamos
capaz de desarrollar auténtica creatividad. ahora. Un grupo de personas asiste a una clase. ¿Cuál sería una manera
El funcionamiento mecánico de la película es como el mecanismo de un interesante de filmar esto? ESTUDIANTE: Desde arriba. MAMET: ¿Y por
sueño; porque, a fin de cuentas, eso es lo que acabará siendo la película, qué sería interesante eso?
¿no? ESTUDIANTE: Es interesante porque se trata de un ángulo original, y se ve
Las imágenes de un sueño son enormemente variadas y tremendamente entrar a todos a vista de pájaro, como enfatizando el número. Si entran
interesantes. Y casi todas ellas carecen de inflexiones. Es su yuxtaposición muchas personas, puedes querer sugerir que eso es importante.
lo que da fuerza al sueño. El terror y la belleza del sueño nacen de la MAMET: ¿Cómo puedes saber si ésa es una buena manera de rodar la escena?
conexión de aspectos de la vida que no tenían relación entre sí. Por Hay muchas maneras de filmarla. ¿Por qué «desde arriba» es mejor que desde
discontinua y absurda que pueda parecer la yuxtaposición a primera vista, cualquier otro ángulo? ¿Cómo puedes decidir cuál es la mejor manera de
un análisis metódico revela una organización del grado más elevado y más filmarla?
simple y, en consecuencia, un significado muy profundo. ¿No es cierto? ESTUDIANTE: Depende de la escena. Pongamos que la escena trata de una
Lo mismo se puede decir de una película. Una buena película tiene tan reunión verdaderamente tormentosa, con la gente andando mucho de acá para
poco de documento de los progresos del protagonista como un sueño. allá. Eso dictaría una escena diferente de otra en la que la tensión está
Recomiendo a los interesados que lean algún libro de psicoanálisis, porque contenida.
son una inmensa fuente de información sobre el cine. Ambas disciplinas MAMET: Eso es rigurosamente exacto. Tienes que preguntarte «¿de qué trata la
consisten, básicamente, en lo mismo. El sueño y la película son escena?». Así que dejemos a un lado eso de «seguir al héroe» y
yuxtaposiciones de imágenes que pretenden responder a una pregunta. preguntémonos de qué trata la escena. Hay que decir que nuestra tarea no
Recomiendo, por ejemplo, La interpretación de los sueños de Sigmund consiste en seguir al héroe. ¿Por qué? Porque existen infinitas maneras de
Freud; Aplicaciones del encantamiento de Bruno Bettelheim; Recuerdos, filmar a un grupo de gente en una habitación. Así que la escena no trata
sueños, pensamientos de Carl Jung. simplemente de un grupo de gente en una habitación: trata de otra cosa.
A fin de cuentas, toda película es una «secuencia onírica». Qué Vamos a ver de qué podría tratar la escena. No sabemos nada de la escena,
increíblemente expresionista es hasta la peor y más pesada película aparte de que se trata de un primer encuentro. Así que vais a tener que decidir
norteamericana. Platoon no es ni más ni menos realista que Dumbo. La vosotros de qué trata esta escena. Y esta decisión —no la elección de «una
verdad es que las dos cuentan bien la historia, cada una a su manera. En manera interesante» de filmar la escena (que es una elección basada en el afán
otras palabras, todo es una ilusión. La cuestión es: ¿cómo de buena va a ser de novedad y, en el fondo, en el deseo de gustar), sino el plantearse «quiero
la ilusión? decir algo basado en el significado de la escena, no en la apariencia de la
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Una profesión de putas
escena»— es la decisión del artista. Así que vamos a ver de qué
puede tratar la escena. Os voy a dar una pista: «¿Qué quiere el
protagonista?» Porque la escena termina cuando el protagonista respeto del profesor. Se sienta a un extremo de la mesa. Ahora: ¿cómo
lo consigue. ¿Qué quiere el protagonista? Este recorrido es lo que podemos reducir esto a píanos?
hará avanzar la historia. ¿Qué quiere el protagonista? ¿Qué hace ESTUDIANTE: Plano de él entrando, plano del aula, plano de él sen-
para conseguirlo? Eso es lo que mantiene al público en sus buta- tándose, plano del resto de la clase entrando.
cas. Si no tienes eso, tienes que engañar al público para que preste MAMET: Bien
atención. Volvamos a la idea de la «clase». Digamos que es el ESTUDIANTE: Plano de un reloj, plano del momento en el que llega el
primer encuentro de una serie de personas. En este primer en- tío, que se mantiene hasta que decide dónde sentarse, plano del tío
cuentro, una persona podría intentar ganarse el respeto de otras. esperando solo en la sala vacía, plano del reloj y plano de mucha
¿Cómo presentamos este tema cinematográficamente? En esta es- gente entrando.
cena, el sujeto quiere ganarse el respeto del profesor. Vamos a MAMET: ¿Necesitas un plano del reloj? La unidad más pequeña de la que
contar la historia en imágenes. Si tenéis problemas para tienes que preocuparte es el plano. El concepto superior de la escena
plantearos esto, y se os queda la mente en blanco, imaginaos que es ganarse el respeto del profesor. Eso es lo que quiere el
le estáis contando la historia a un tío en un bar. ¿Cómo contaríais protagonista, ése es el superobjetivo. Ahora, ¿cómo resolvemos el
esa historia? principio de la escena? ¿Qué es lo primero que hacemos?
ESTUDIANTE: «El tío entra en la clase y lo primero que hace es sen- ESTUDIANTE: Caracterizar al personaje.
tarse al lado del profesor y empezar a mirarlo fijamente y... y a MAMET: La verdad es que nunca hay que caracterizar al personaje. En
escuchar con mucha atención todo lo que dice, y cuando al profe- primer lugar, el personaje como tal no existe, sólo existen sus
sor se le cae el brazo ortopédico, él se agacha a recogerlo y se lo acciones habituales, tal como nos explicó el señor Aristóteles hace dos
da al profesor.» mil años. Y es que no existe. Ni aquí, ni en Hollywood ni en ninguna
MAMET: Bueno, sí. Eso es lo que hacen ahora los escritores, los escri- parte. Allá en Hollywood siempre están hablando del personaje, y la
tores y los directores. Pero, por otra parte, nosotros queremos verdad es que no existe tal cosa. No existe. El personaje es sólo
eliminar todo lo que no sea «interesante». Sí el personaje no es acción habitual. El «personaje» es exactamente lo que la persona
interesante de por sí, entonces ese personaje sólo podrá ser inte- hace para lograr su superobjetivo, el objetivo de la escena. El resto no
resante o no interesante en función de la historia. Es imposible cuenta.
hacer que un personaje sea «interesante en general». Si la historia Un ejemplo: un tío va a una casa de putas, se acerca a la madame y
trata de un hombre que quiere ganarse el respeto del profesor, no le pregunta «¿Qué puedo conseguir por cinco pavos?». Ella le dice
es importante que el profesor tenga un brazo ortopédico. No es «Tendría usted que haber venido ayer, porque...». Y vosotros, como
tarea nuestra hacer interesante la historia. La historia sólo puede miembros del público, queréis saber por qué debería haber venido
ser interesante si el progreso del protagonista nos resulta intere- ayer. Eso es lo que queréis saber. Sin embargo, aquí contamos la
sante. Es el objetivo del protagonista lo que nos mantiene sentados historia llena de caracterización.
en la butaca. «Dos niños pequeños entraron en un bosque «Un tipo apuesto y distinguido, evidentemente enamorado de las
tenebroso...» Muy bien. ¿Alguien más? Vosotros escribís la película. cosas buenas de la vida, pero no sin un cierto toque melancólico que
El objetivo es ganarse el respeto del profesor. podría indicar una tendencia a la contemplación, acude a una casa de
ESTUDIANTE: «Un tipo va a una clase de cine, llega veinte minutos prostitución barroca y recargada, situada en una tranquila calle
antes, se sienta en un extremo de la mesa. Llegan los demás residencial, en una zona de la ciudad que antaño fue elegante. Al subir
alumnos con el profesor, y él coge su silla y se cambia de sitio, los escalones de piedra...»
procurando colocarse cerca del profesor, y el profesor va y se sienta Así son las películas americanas que hacemos ahora. El guión y la
al otro lado de la sala.» película están siempre «caracterizando» algo. Pero no hay por qué ir
MAMET: Bien. Ya tenemos algunas ideas. Vamos a trabajarlas un po- «caracterizando» cosas. Hay que hacer que los espectadores se
pregunten qué está pasando, poniéndolos en la misma posición que el
quito. El tío llega veinte minutos antes. ¿Por qué? Para ganarse el
protagonista. Mientras el protagonista quiera algo, el público querrá
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algo. En cuanto el protagonista se ponga en acción para intentar MAMET: ¿Cómo nos transmite eso la idea de que ha llegado pronto?
conseguir ese algo, el público se preguntará si lo va a conseguir o no. En ESTUDIANTE: Daría a entender que anhela algo.
el mismo instante en que el protagonista —o el autor de la película— MAMET: No, vamos a dejarnos de anhelos. Lo único que hay que saber en
deje de intentar conseguir algo y empiece a intentar influir en alguien, el este plano es que el hombre ha llegado pronto. Tampoco queremos
público se quedará dormido. La película no tiene que caracterizar un observar comportamientos.
personaje o un sitio, como lo hace la televisión. ESTUDIANTE: Una sala vacía.
Consideremos la historia de la casa de putas: ¿no es así como se hacen MAMET: Bueno, ya tenemos algo, eso es una imagen.
casi todos los telefilms? Un plano del «aire», que desciende hasta ESTUDIANTE: Plano del hombre solo en una sala vacía, yuxtapuesto a un
enmarcar un edificio. Panorámica hacia abajo por la fachada del plano de un grupo de personas que llega de fuera.
edificio, hasta un letrero que dice «Hospital General de Villaolmos». Lo MAMET: Bien, pero eso no nos transmite la idea de que ha llegado pronto,
que interesa no es «dónde tiene lugar la historia» sino «de qué trata». ¿o sí? Piénsalo bien.
Eso es lo que hace que una película sea diferente de otra. ESTUDIANTE: Sí, podría ser que todos los demás llegaran tarde.
Volvamos a nuestra película. ¿Cuál es el primer concepto? ¿Cuál va a MAMET: Vamos a expresarlo en imágenes absolutamente prístinas, sin
ser el elemento básico necesario para «ganarse el respeto del profesor»? inflexiones, que no requieran ningún pulido adicional. ¿Qué dos
ESTUDIANTE: ¿Que el tío llegue pronto? imágenes nos darían la idea de que es muy pronto?
MAMET: Exacto. El tío llega pronto. Pues ahora, para saber si el concepto ESTUDIANTE: Un tío va por la calle y está saliendo el sol, y los ba-
es esencial o no, lo que hay que hacer es intentar contar la historia sin rrenderos todavía andan por ahí, y está amaneciendo, y apenas hay
él. Suprímelo y mira a ver si era necesario o no. Si no es esencial, lo actividad en la calle. Y tal vez un par de planos de gente despertándose,
descartas. «El tío le pregunta a la madame...» Está claro que no se puede y luego vemos al tío, al hombre del principio, entrar en un aula, y allí
empezar así la escena de la casa de putas. Necesitas poner algo antes. hay otra gente terminando un trabajo, por ejemplo pintando el techo o
En este ejemplo, el primer elemento es «un hombre va a una casa de algo por el estilo.
putas». MAMET: No, esa presentación nos da la idea de «muy de mañana», pero
Aquí tenéis otro ejemplo: para llegar a la planta baja hay que andar tenemos que contemplarlo en perspectiva. De vez en cuando, hay que
hasta el ascensor. Si quieres bajar, primero tienes que llegar al ascensor dejar que suene la alarma si nos apartamos mucho del sendero; la
y meterte en él. Eso es esencial para llegar abajo. Y si tu objetivo es alarma que dice «Sí, es interesante, pero ¿sirve para cumplir el
tomar el metro y empiezas en un piso alto del edificio, el primer paso objetivo?». Queremos la idea de llegar pronto para poder usarla como
será «llegar a la planta baja». El superobjetivo es ganarse el respeto del elemento para ganar respeto. No necesitamos para nada la idea de muy
profesor. ¿Qué pasos son esenciales? de mañana.
ESTUDIANTE: Lo primero, llegar pronto. ESTUDIANTE: Se puede poner en la parte de fuera de la puerta un letrero
MAMET: Bien. Sí. ¿Y cómo vamos a crear esta idea de llegar pronto? Por que diga «Clase del profesor Fulano de Tal», indicando la hora. Y luego
ahora no tenemos que preocuparnos del respeto. El respeto es el objetivo se puede meter un plano de nuestro hombre sentado, evidentemente
general. De momento, lo único que nos interesa es lo de llegar pronto; solo, con el reloj detrás.
eso es lo primero. Así que vamos a crear la idea de llegar pronto a base MAMET: Vale. ¿A alguien le parece que sería buena idea prescindir del
de yuxtaponer imágenes sin inflexiones. reloj? ¿Por qué puede ser?
ESTUDIANTE: Empieza a sudar. ESTUDIANTE: Cliché.
MAMET: Vale. ¿Cuáles son las imágenes? MAMET: Eso, está un poco trillado. Pero eso no es necesariamente malo.
ESTUDIANTE: El tío sentado solo, con traje y corbata, y empezando a Como decía Stanislavsky, no hay por qué prescindir de las cosas sólo
sudar. Se podría observar su comportamiento. porque sean clichés. Por otra parte, tal vez podamos hacer algo mejor.
Puede que el reloj no esté mal, pero vamos a dejarlo fuera por el
momento, por la sencilla razón de que fue lo primero que se le ocurrió a
nuestra mente, esa bastarda perezosa, y es posible que esté intentando
traicionarnos.
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ESTUDIANTE: Podemos verlo llegar, en el ascensor, nervioso y tal vez MAMET: ¿Y él se sienta?
mirando su reloj. ESTUDIANTE: Eso es.
MAMET: No, no, no. Eso no nos hace falta aquí. ¿Por qué no nos hace MAMET: ¿Nos da eso la idea de llegar pronto? ¿Sí?
falta? ESTUDIANTE: ¿Y si lo combinamos todo? Empezamos por el sol saliendo.
ESTUDIANTE: ¿Y un reloj pequeño? El segundo plano es un bedel barriendo el vestíbulo, avanza por él y ve
MAMET: Tampoco hace falta que parezca nervioso. Esto nos lleva a lo que un tío sentado delante de la puerta, y el tío se levanta y señala la puerta,
yo les digo a los actores, pero ya hablaremos de eso más tarde. No y el bedel podría mirar su reloj, y el tío vuelve a señalar la puerta, y el
puedes basarte en la actuación para contar la historia. El hombre no bedel mira el reloj, se encoge de hombros y la abre.
tiene por qué estar nervioso. El público captará la idea. La casa tiene MAMET: ¿Qué parece más claro? ¿Qué nos ofrece más claridad en este
que parecer una casa. Un clavo no tiene que parecer una casa. Este caso? Lo más difícil de escribir, dirigir y montar es renunciar a todas las
pasaje, tal como lo hemos descrito, no tiene nada que ver con el ideas preconcebidas y aplicar las pruebas que uno ha decidido que son
nerviosismo. Trata de llegar pronto, y eso es todo. A ver: ¿Cuáles son válidas para el problema. Eso se hace aplicando nuestros principios
las imágenes? fundamentales. El primer principio, en el caso de esta escena, es que no
ESTUDIANTE: Vemos al tío cruzar el vestíbulo y llegar a la puerta, se trata de una escena sobre gente que entra en un aula, sino de una
procurando darse prisa, y se encuentra con que está cerrada. Se da la escena sobre tratar de ganarse el respeto del profesor. El segundo
vuelta y busca a un bedel en el vestíbulo. La cámara le sigue a él. principio, subordinado, es este fragmento acerca de llegar pronto. Eso es
MAMET: ¿Cómo sabemos que está buscando a un bedel? Lo único que lo único de lo que debemos preocuparnos, de que el tío llega pronto.
puedes hacer es fotografiarlo. No puedes sacar una fotografía de un tío Bien, aquí tenemos dos planes. ¿Cuál es el más simple? Haced siempre
volviéndose. Ni puedes sacar una foto de un tío volviéndose para buscar las cosas del modo menos interesante, y la película saldrá mejor. Esa es
a un bedel. Eso tienes que contarlo en el siguiente plano. mi experiencia. Haced siempre las cosas de la manera menos interesante,
ESTUDIANTE: ¿No se puede cortar a un plano de un bedel? de la manera más directa. Porque entonces no correréis peligro de
MAMET: La cuestión es: ¿Acaso un plano de un tío volviéndose y un plano desviaros del objetivo de la escena a fuerza de ser interesantes, que es
de un bedel nos transmiten la idea de llegar pronto? No, nada de eso. Lo una cosa que siempre aburre al público, que es, colectivamente, mucho
importante es aplicar siempre los criterios. Este es el secreto de hacer más listo que tú y que yo, y ya se ha dado cuenta de por dónde van los
películas. tiros. ¿Cómo podemos mantener su atención? Desde luego, no dándoles
Alicia le pregunta al Gato de Cheshire «¿Qué camino debo seguir?». Y más información, sino, por el contrario, ocultando información,
el Gato de Cheshire le dice «¿Dónde quieres ir?». Y Alicia responde ocultando toda la información, excepto la información sin la cual el
«No me importa». Y el Gato dice «Entonces, no importa qué camino progreso de la historia resultaría incomprensible.
tomes». En cambio, si te importa dónde vas, sí que importa el camino Es la regla de las Cuatro Eses: Sé simple, so subnormal *. Bien, ya
que tomes. En lo único que tenéis que pensar ahora es en lo de ¿legar tenemos tres planos: Un tío cruzando el vestíbulo. Prueba el picaporte
pronto. Echemos un vistazo a la idea de la puerta cerrada. ¿Cómo de la puerta. Primer plano del picaporte bloqueado. El tío se sienta.
podemos utilizarla? Porque es una idea muy buena. Ya de entrada, es ESTUDIANTE: Yo creo que se necesitan más planos si se quiere mostrar
mucho más sugestiva que la del reloj. No más sugestiva en general, sino que llega antes de la hora. Abre su cartera, saca un puñado de lápices y
más sugestiva si se aplica a la idea de llegar pronto. empieza a sacarles punta.
ESTUDIANTE: Llega a la puerta, está cerrada, da media vuelta y se sienta a MAMET: Vale, vale, no te precipites. Ya hemos terminado nuestra tarea,
esperar.
MAMET: Bien, ¿cuáles son los planos? Primero, un plano del hombre
cruzando el vestíbulo. ¿Cuál es el siguiente plano? * En el original, la «Regla del Beso»: K-I-S-S: Keep It Simple, Stupid.
ESTUDIANTE: Plano de una puerta, el hombre intenta abrirla, está cerrada,
no se abre.
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¿no? Nuestra tarea está terminada en cuanto dejamos claro que llega ESTUDIANTE: Para preparar la clase.
pronto. MAMET: Podría ser para preparar la clase. ¿Alguien más?
Como dijo Guillermo de Occam, cuando tenemos dos teorías, ambas ESTUDIANTE: ¿No deberíamos ocuparnos de la puerta cerrada? El hombre
capaces de explicar adecuadamente un fenómeno, siempre hay que encuentra un obstáculo: la puerta está cerrada; tiene que responder a ese
elegir la más simple. Que no es más que otra manera de decir que seas obstáculo.
simple, so subnormal. Cuando te comes un pavo, no te lo tragas entero, MAMET: Olvídate del protagonista. Hay que saber lo que el protagonista
¿verdad? Arrancas un muslo y muerdes un bocado del muslo. Poco a quiere, porque de eso trata la película. Pero no hay necesidad de
poco, te vas comiendo todo el pavo. Puede que se quede un poco seco fotografiarlo. Hitchcock echaba pestes de las películas norteamericanas
antes de que lo termines, a menos que tengas un frigorífico porque decía que todas eran «fotos de gente hablando». Y la verdad es
increíblemente bueno y un pavo muy pequeño, pero eso queda fuera del que muchas son sólo eso. Eres tú el que cuenta la historia. No dejes que
tema de esta clase. Bien, hemos arrancado el muslo del pavo. El pavo es la cuente el protagonista. La cuentas tú; la diriges tú. No hay necesidad
la escena. Hemos mordido un bocado del muslo, y ese bocado es el paso de ir siguiendo al protagonista. No hay necesidad de «caracterizar» su
concreto de llegar pronto. «personaje». No necesitamos saber la historia anterior de nadie. Lo
Vamos a determinar el segundo paso. No tenemos que estar siguiendo al único que tenemos que hacer es crear un ensayo, como si fuera un
protagonista, ¿de acuerdo? ¿Qué es lo siguiente que tenemos que documental, y el tema de este documental concreto es ganarse el
preguntarnos? respeto de. El primer ensayo trataba de llegar pronto. ¿Qué es lo
ESTUDIANTE: ¿Cuál es el siguiente fragmento? segundo?
MAMET: Exacto. ¿Cuál es el siguiente fragmento? Tenemos algo que nos ESTUDIANTE: ¿Podría ser esperar?
sirve de referencia, ¿no? MAMET: ¿Esperar? ¿Qué diferencia hay entre esperar y prepararse?
ESTUDIANTE: El primer fragmento. ESTUDIANTE: El protagonista está más activo.
MAMET: Otra cosa, que nos ayudará a decidir qué va a ser. ¿Qué cosa es MAMET: ¿En cuál?
ésa? ESTUDIANTE: En el segundo caso.
ESTUDIANTE: ¿La escena? MAMET: ¿Según qué criterio?
MAMET: El objetivo de la escena. Exacto. La pregunta cuya respuesta nos ESTUDIANTE: Según el criterio de sus acciones. La cosa tendrá más
guiará sin posibilidad de error es ¿cuál es el objetivo de la escena? fuerza si el actor hace algo.
ESTUDIANTE: El respeto. MAMET: Te voy a decir un criterio mejor: Prepararse es más activo en
MAMET: Ganarse el respeto del profesor es el objetivo general de la términos de este superobjetivo concreto. Es más activo en términos de
escena. Siendo así, si sabemos que lo primero es llegar pronto, ¿qué ganarse el respeto.
podría ser lo segundo? Un segundo paso, positivo y esencial, después de Esta clase trata de una cosa: aprender a plantearse la pregunta «¿de qué
haber llegado pronto. ¿Con qué fin? trata?». La película no trata de un tío. Trata de ganarse el respeto de. El
ESTUDIANTE: Para ganarse el respeto del profesor. fragmento no trata de un tío que llega. Trata de un tío que llega antes de
MAMET: Sí. ¿Qué se podría hacer? También podríamos preguntarnos por la hora. Va nos hemos ocupado de lo de llegar pronto, y digamos que el
qué ha llegado tan pronto. Sabemos que ganarse el respeto del profesor siguiente fragmento trata de prepararse. Cuéntanos la idea de
es el superobjetivo. prepararse como se la contarías a alguien en un bar.
ESTUDIANTE: Podría sacar un libro del profesor y repasar la metodología ESTUDIANTE: El tío está sentado en un banco, esperando, nada más que
de éste. esperando. Y saca de su cartera un libro escrito por el profesor.
MAMET: No, eso es demasiado abstracto. Te has metido en un nivel de MAMET: ¿Cómo filmas eso? ¿Cómo sabemos que es un libro escrito
abstracción muy alto. Lo primero ha sido llegar pronto. Ahora, en el por el profesor?
mismo nivel de abstracción, ¿qué se podría hacer en segundo lugar? Ha ESTUDIANTE: Podemos poner el nombre del profesor en la puerta, y que
llegado pronto para hacer... ¿qué? en el mismo plano se vea el nombre en el libro.
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MAMET: Pero no sabemos que se está preparando para la clase. No hay por Así pues, lo que intentamos hacer es encontrar dos o más planos, cuya
qué meter toda esta narración literaria. ¿Ves cómo la narración debilita yuxtaposición nos transmita la idea de preparar.
la película? No hay que saber que se está preparando para la clase. Eso ESTUDIANTE: Qué tal esto: el tío tiene un cuaderno de anillas. Y saca una
se verá por sí solo. Lo que hay que saber es que se está preparando. El cartulina blanca y rasga los bordes perforados, los dobla por la mitad y
barco tiene que parecer un barco; la quilla no. los mete entre los señaladores de plástico que separan las hojas del
No hace falta esperar. Esperar es reiterativo. Ya hemos dejado claro que cuaderno. MAMET: Es una idea interesante. Vamos a expresarlo en
llega pronto. Nos hemos ocupado de eso. Ahora lo único que hay que planos: saca el cuaderno, coge una hoja de papel, que es uno de esos
hacer es prepararse. Escuchaos cuando describís estos planos. Cada vez señalado-res. Cortamos a un primer plano de sus manos. Está escribiendo
que utilizáis las palabras «es como», «algo así», «una especie de», estáis algo en el señalador. Mete el papel en la hoja de plástico. Cortamos otra
diluyendo la historia. Los planos no deben ser como nada, ni algo así, ni vez al plano principal de la escena. Cierra el cuaderno. Todo esto carece
una especie de. Tienen que ser directos, tan directos como los tres de inflexiones, ¿no? ¿Nos da la idea de preparar? Os haré otra pregunta:
primeros planos de la película. ¿Qué es más interesante: si leemos lo que ha escrito en el señalador o si
ESTUDIANTE: Se pone a peinarse, se arregla la corbata. no lo leemos?
MAMET: ¿Entra eso en la categoría de prepararse? ESTUDIANTE: Si no lo leemos.
ESTUDIANTE: Es como acicalarse. MAMET: Exacto. Es mucho más interesante si no leemos lo que escribe.
MAMET: Prepararse puede consistir en «prepararse físicamente» o en Porque si leemos lo que escribe, el propósito oculto de la escena ha
preparar el tema de la clase... para ganarse el respeto de. ¿Qué tiene pasado a ser narrar, ¿no es así?
más sentido para la escena? ¿Qué tiene más sentido con vistas al Se ha reducido a contarle al público por dónde vamos. Si la escena no tiene
superobjetivo general, que es ganarse el respeto del profesor? ¿Ponerse un propósito oculto, entonces este fragmento sólo tiene que tratar de la
guapo o preparar el tema? preparación. ¿Qué efecto tiene esto en el público?
ESTUDIANTE: Saca el cuaderno de apuntes, lo lee muy deprisa, entonces ESTUDIANTE: Despierta su curiosidad.
piensa «no», y vuelve a mirar cierta página. MAMET: Exacto, y además nos ganamos su respeto y gratitud, porque los
MAMET: No, esto incumple uno de los preceptos que hemos estado hemos tratado con respeto, sin contarles cosas que no tienen
discutiendo, a saber: cuenta la historia montando planos. Vamos a
importancia. Queremos saber lo que está escribiendo. Es evidente que
adoptar esto como lema.
ha llegado pronto. Es evidente que se está preparando. Queremos saber
Evidentemente, alguna vez tendréis que seguir un poco al protagonista.
por qué llega pronto y para qué se prepara. Ya hemos colocado al
Pero sólo cuando ésa sea la mejor manera de contar la historia. Lo cual,
público en la misma situación del protagonista. Él está ansioso por hacer
si aplicamos estos criterios alegre y concienzudamente, descubriréis que
algo y nosotros estamos ansiosos por que lo haga, ¿de acuerdo? De
ocurre muy pocas veces. Mirad, mientras dispongamos del lujo que es
manera que estamos contando la historia muy bien. Es una buena idea.
tener tiempo, ya sea aquí en clase o en casa preparando el storyboard,
Yo tenía otra idea, pero la tuya me parece mejor.
tendremos oportunidad de contar la historia de la mejor manera.
Mi idea era que se tiraba de los puños de la camisa, los miraba y
Entonces podemos ir al plató y rodarla.
cortábamos a un primer plano donde se veía que la camisa aún lleva la
Cuando estamos en el plató, ya no tenemos ese lujo. Entonces habrá que
seguir al protagonista, y más vale que tengamos una Steadicam *. etiqueta. El tío arranca la etiqueta. No, yo creo que la tuya es mejor
porque insiste más en la idea de preparación. La mía era una idea
bonita, pero la tuya tiene mucho más que ver con la preparación. Si
* La Steadicam no contribuye más a la calidad de una película que el ordenador a la dispones de tiempo, como nos pasa ahora, puedes comparar tu idea con
redacción de una buena novela. Ambos son aparatos que ahorran trabajo, que simplifi- el objetivo y, como buenos filósofos que somos, como seguidores de
can y hacen más atractivos los aspectos no cerebrales de una tarea creativa.
ambos caminos, el de la Pluma y el de la Espada, elegiremos el camino
que más se acerque al objetivo, descartando todo lo que sea meramente
bonito o interesante. Y desde luego descartando todo lo que
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tendencia a agradar. Todos queremos gustar a los demás. No hay nadie que circularidad más adecuada para la forma épica que para la dramática.
no lo quiera. No hay nadie que no quiera tener éxito. Lo que estamos Pero ¿cuál sería el siguiente paso esencial, después de rendir
intentando es hacer que nuestro subconsciente trabaje por nosotros, y para homenaje?
ello tenemos que procurar que nuestra tarea sea muy simple y muy técnica,
ESTUDIANTE: ¿llamar la atención a trompetazos?
para no quedar a merced de nuestro buen gusto ni del público que va al
MAMET: ¿Harías tú eso para ganarte el respeto de alguien?
cine. Necesitamos alguna prueba que nos permita saber si estamos ha-
ciendo nuestro trabajo sin basarnos en nuestro buen gusto. Y en este caso, ESTUDIANTE: No.
dicha prueba es ¿transmite la idea de homenaje? Unos pies lejanos, un MAMET: Puedes plantearte la cuestión de esta manera: ¿Qué haría yo en
hombre que se pone en pie. Yo creo que sí. Pasemos al siguiente el mejor de los mundos posibles para ganarme el respeto de alguien?
fragmento. ¿Qué viene después del homenaje? ¿Cuál es la primera Se trata de lo que podrías hacer en tu imaginación más desatada, no de
pregunta que tenemos que hacemos? lo que podrías hacer estando limitado por las restricciones de la
ESTUDIANTE: «¿Cuál es el superobjetivo?» conducta educada. No queremos que nuestras películas estén limitadas
MAMET: Exacto. ¿Y cuál es la respuesta? por eso. Nos gustaría que nuestras películas fueran una perfecta
ESTUDIANTE: Ganarse el respeto del profesor. expresión de nuestra vida de fantasía. Hay otra pregunta que
MAMET: Así pues, después de la muestra de respeto, ¿cuál es el siguiente probablemente habrá que plantearse en este punto. Tenemos que
paso? preguntarnos cuándo vamos a terminar, y así sabremos cuándo está
ESTUDIANTE: Causar impresión. hecha la película. Podríamos seguir intentando ganar respeto
MAMET: Es un poco general. Y además, reitera el superobjetivo. Causar indefinidamente. Por eso necesitamos un tope. Sin un tope, el
impresión, ganarse el respeto. Son cosas demasiado similares. Vamos por problema esencial de la línea argumental, que es ganarse el respeto,
partes. El barco tiene que parecer un barco; la vela no tiene que parecer un podría conducirnos a una espiral interminable, con sólo nuestro buen
barco. Que cada parte cumpla su tarea, y lograremos el propósito original gusto para indicarnos cuándo acabar. Así pues, puede que nos viniera
de la totalidad, como por arte de magia. Que los fragmentos sirvan a la bien una línea argumental con un final más positivo —es decir, más
escena, y la escena se hará sola; del mismo modo, se usan las escenas
concreto— que lo de ganarse el respeto.
como unidades para construir la película, y la película queda construida.
Por ejemplo, obtener un premio. El premio sería una señal de respeto
No pretendáis que el fragmento cumpla la función del todo, no intentéis
simple y físicamente identificable. En este nivel de abstracción, el
reiterar las cosas. Es como decir «¿Alguien quiere una taza de café? Por-
premio podría ser, por ejemplo... ¿qué?
que soy irlandés». Así es como se hacen hoy día muchas escenas: «Me
ESTUDIANTE: El hombre podría querer que el profesor le hiciera un
alegro mucho de verte hoy, porque, como averiguarás más adelante, soy
favor.
un asesino de masas.» ¿Alguien tiene algo que decir sobre el siguiente
fragmento? MAMET: Bien. ¿Alguien más?
ESTUDIANTE: ¿Darse a conocer? ESTUDIANTE: Quiere que el profesor le dé trabajo.
MAMET: Sí. ¿Alguien más?
MAMET: Eso también es bastante general.
ESTUDIANTE: ¿Agradar? ESTUDIANTE: El profesor le da una palmada en la espalda.
MAMET: Eso no es tan concreto como los dos primeros, ¿no crees? Doy
MAMET: Ya no se puede ser más general que eso.
por supuesto que estás hablando metafóricamente. En cuyo caso, la
ESTUDIANTE: ¿Demostrar afecto?
palmada en la espalda es similar a ganarse el respeto en una cosa: en
MAMET: ¿Ganarse el respeto a base de demostrar afecto? Podría ser.
que le falta un tope o un objetivo, de manera que uno no sabe con
¿Algo más?
seguridad si ha concluido o no. Nuestra tarea resultará mucho más
ESTUDIANTE: ¿Demostrar confianza en sí mismo?
sencilla si sabemos siempre dónde vamos y cuándo hemos terminado.
MAMET: Sed dinámicos. Mirad, estas cosas que proponéis podrían surgir Si el objetivo es conseguir un trabajo, entonces la escena termina
más o menos en cualquier momento, y acabarían metiéndonos en una cuando se consigue ese empleo o cuando se deniega irrevocablemente.
También podríamos decir que el premio que busca el estudiante
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lo bien que funcionaba sobre el papel, no sé por qué no funciona al MAMET: Exponer su caso. Fíjate en que eso que sugieres es otra historia,
ponerlo en práctica». mucho más larga. ¿Por qué? Porque tarde o temprano, exponer su caso
Esto sucede algunas veces. Lo único que se puede hacer en estos casos va a incluir pedir, ¿o no? Y eso es lo que determina la longitud más
es intentar sacar enseñanzas de ello. La respuesta está siempre ahí. A saludable de una historia, que viene determinada por el menor número
veces se necesita más sabiduría de la que poseemos en ese momento, de pasos absolutamente imprescindibles para conseguir el objetivo del
pero la respuesta está siempre ahí. A veces la respuesta es «todavía no héroe. ¿Qué os gusta más, pedir o exponer el caso? ¿Sobre qué base
sé lo suficiente para descubrirlo», y entonces debemos recordar lo que podemos decidir qué será mejor para la historia?
dijo el poeta: «Un poema nunca se termina, sólo se abandona.» ESTUDIANTE: ¿Sobre la base de por qué solicita la retractación?
Muy bien, basta de fiorituras. Teníamos nuestros tres fragmentos, hemos MAMET: No. No nos importa el por qué. Es un MacGuffin. Lo pide porque
mirado la línea argumental y hemos dicho «puede que esta línea lo necesita.
argumental no sea muy buena». Y hemos modificado la línea ESTUDIANTE: Pero no sabemos nada del asunto.
argumental, decidiendo que en lugar de ganarse el respeto iba a ser MAMET: Ni falta que nos hace, creo yo. ¿Alguien opina que nos hace falta?
obtener una retractación. Ahora podemos volver a examinar los Estás hablando de lo que los profanos llaman «lo que ocurrió antes». No
fragmentos, y tal vez decidamos que lo de prepararse no viene a cuento. nos hace ninguna falta. Recordad que el modelo del drama es el chiste
A lo mejor basta con rendir homenaje. No lo sé. Vamos a avanzar otro verde. El chiste empieza diciendo: «Un vendedor ambulante llega a la
poco y veremos si el cuarto fragmento nos da más pistas. puerta de una granja»; no empieza diciendo «¿Quién iba a pensar que dos
ESTUDIANTE: ¿Tenemos que decidir cuál es el resultado final? profesiones tan dispares como la agricultura y la venta al público iban a
MAMET: ¿Te refieres a sí el héroe obtiene la retractación? ¿A quién le llegar a verse indisolublemente unidas en nuestra literatura oral? La
interesa saber si lo consigue o no? ¿Hay alguien? agricultura, la más solitaria de las ocupaciones, que fomenta las virtudes
ESTUDIANTE: A mí me gustaría saberlo, porque entonces podemos hacer de la laboriosidad y la reflexión; y la venta ambulante, un oficio que...».
algo con la respuesta del profesor al homenaje. ¿Sabe el profesor a qué ¿Para qué tiene el protagonista que explicar por qué desea una
ha ido nuestro hombre? ¿Sospecha que...? retractación? ¿A quién se lo va a explicar? ¿Al público? ¿Le va a ayudar
MAMET: No, no, no. Olvídate del profesor. Ciñámonos al protagonista. Si eso a conseguirlo? No. Lo único que tiene que hacer son cosas que le
nos ceñimos al protagonista, eso nos contará la historia. Porque la ayuden a obtener la retractación. Lo único que tiene que hacer es
historia es su historia. No estamos aquí para crear desorden, sino para conseguir esa retractación. El chico le dice a la chica «Qué bonito
crear orden. ¿Cuál es el desorden inherente? «Este otro tío tiene algo vestido»; no le dice «Llevo seis semanas sin echar un polvo». Ahora la
que yo quiero.» ¿Qué tiene el otro tío? El poder de retractarse. ¿Cuándo cuestión es: ¿Sobre qué base podemos decidir qué es mejor en este
termina la historia? Cuando el héroe lo consigue. El desorden es fragmento, exponer su caso o pedir? Yo opino que exponer su caso es
inherente a la historia. Lo que nosotros pretendemos es restaurar el mejor. ¿Por qué? Porque me lo estoy pasando muy bien y me gustaría
orden. Cuando el héroe obtiene la retractación deseada o comprueba que que la historia se alargara un poco más. No creo tener mejor base que ésa,
nunca podrá conseguirla, el orden queda restaurado. La historia habrá pero me parece que es válida. Pero es mejor ponerlo a prueba, porque me
terminado y ya no hay nada más que nos interese. Hasta ese momento, consta que tengo tendencia al autoengaño. Así pues, me planteo a mí
hemos estado procurando alcanzar ese bendito estado de gracia en el que mismo la pregunta «¿Incumpliría alguna de las reglas que hemos
ya no hay historia. Como decía el señor Trolíope, «los más felices son discutido si decido exponer el caso en lugar de simplemente pedir?
los que no tienen historia que contar». Sigamos. Procedamos como Repaso mis reglas y la respuesta es «no», así que me decido por lo que
alegres y felices científicos, paso a paso. El siguiente paso que hemos más me gusta.
propuesto es pedir. ¿Alguna alternativa? ESTUDIANTE: Dado que exponer el caso tiene más inflexiones, ¿no
ESTUDIANTE: Exponer su caso. constituye un intento de hacerse el interesante?
MAMET: Yo creo que no. Y no creo que tenga ni más ni menos inflexiones.
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Simplemente, es distinto. Es una simple elección. Puedes ESTUDIANTE: ¿La manera de prepararse?
llamarlo exponer su caso o puedes llamarlo plantear su caso. Por MAMET: Exacto. El fragmento anterior nos proporciona una pista.
cierto, nunca hemos dicho que estos fragmentos tengan que Ese fragmento que, en términos de la nueva línea argumental,
carecer de inflexiones. Los que no tienen que tener inflexiones nos parecía un poco patoso, puede proporcionarnos una pista. Así
son los planos. Qué duda cabe de que rendir homenaje podría que volvamos atrás y repasemos nuestra lista de planos del frag-
tener matices psicológicos inherentes. Hemos hablado de pedir, mento prepararse. Por razones de limpieza, estaría bien que
de suplicar, de exponer su caso, de plantear su caso... cada una de comprobáramos si hay algo que sobra. Algún paso extra, que tal
estas variantes evocará asociaciones en el actor. Y son precisa- vez debilitaba el concepto de prepararse, pero que podría reforzar
mente estas asociaciones personales e inmediatas las que inducen el de plantear el caso. Como los indios de antaño, queremos apro-
al actor a actuar y lo mantienen acorde con las intenciones del vechar todas las partes del bisonte.
autor. Ésa es la aportación del actor a la obra, no esos alardes de ESTUDIANTE: El plano en el que abre el cuaderno, coge la tira de
autocastigo emocional con los que los profesores de pacotilla te cartón, la rasga, escribe algo y la mete en la carpeta.
estafan a modo de preparación. MAMET: Bien. Ahora, ¿cuáles son los planos para plantear el caso?
ESTUDIANTE: ¿Qué tal regatear o sobornar? ESTUDIANTE: La presentación del cuaderno, de alguna manera.
MAMET: ¿Que qué me parecen esas ideas, en términos de la estruc- MAMET: Pero ¿cuáles son los planos? Un tío entra en el aula, otro tío
tura? Vamos a hablar sobre lo de regatear, porque es un poco más que estaba en el aula se acerca a la mesa. Nuestro criterio es que
simple. la yuxtaposición de planos nos dará la idea que precisamos en este
ESTUDIANTE: El problema es que comenzamos con una línea argu- momento, plantear el caso. Tenemos que saber lo que vamos a
mental diferente. Regatear no es buen sistema para ganarse el fotografiar.
respeto, pero podría servir para conseguir una retractación. ESTUDIANTE: Empezamos por un plano de la mesa sin nada encima,
MAMET: Éste es un problema con el que os vais a encontrar con y alguien deja encima el cuaderno.
frecuencia en la estructura dramática. Porque cuando estáis crean- MAMET: ¿Y el siguiente plano?
do, ya se trate de dirigir una película propia o de tomar una pe- ESTUDIANTE: La reacción del profesor. Aprobación o desaprobación.
lícula ajena y tratar de descifrar su estructura dramática inherente, MAMET: No. Este fragmento sólo tiene que tratar de plantear el caso.
no va a venir ningún ángel a deciros «ésta es la línea argumen- Aquí no nos hace ninguna falta la reacción del profesor.
tal». Lo que sucederá será exactamente este mismo proceso de ESTUDIANTE: Si el primer plano era la presentación del cuaderno, y el
preguntarse y revisar... hay que trabajar sin descanso, tanto para segundo el profesor mirándolo, ¿no serviría la yuxtaposición de
crear como para desentrañar una línea argumental. Ahora hemos estos dos planos para plantearle el caso a él?
decidido que la línea argumental de la escena es conseguir una MAMET: El primer plano podría ser la mesa vacía y el cuaderno que
retractación. Estamos en el fragmento siguiente a prepararse. se deja encima, y el segundo plano podría ser el profesor en su
Puede que este siguiente fragmento consista en plantear el caso. mesa, mirando el cuaderno, y podríamos cortar a un plano del
Supongamos que éste es nuestro nuevo fragmento. Qué alivio alumno. Yo creo que aquí necesitamos al alumno porque es él el
pasar a este nuevo fragmento. Qué orgullosos debemos sentirnos que presenta el caso.
por haber asumido personalmente la responsabilidad de esta tarea ESTUDIANTE: Pero ¿no podríamos reconocer el cuaderno, que es
y así ahorrarle al público la molestia. Plantear el caso. Nuestra el mismo de la segunda escena? Sabemos que es el mismo estu-
tarea consiste en encontrar una serie de planos sin inflexiones que diante, lo vimos prepararse, así que no necesitamos un plano de
transmita esa idea: plantear el caso. El estudiante quiere plantearle él.
su caso al profesor. Bien, ¿por dónde empezamos? Tenemos MAMET: ¿Bastará con el cuaderno para identificarlo?
cuatro fragmentos. Estamos trabajando en el cuarto. ¿Qué puede ESTUDIANTE: Sí. Sabemos que es el cuaderno del estudiante. El cua-
darnos una pista sobre los planos a emplear? Algo que pueda derno representa al estudiante.
resultarnos útil para encontrar la respuesta al problema de MAMET: Muy bien. Desde luego, tienes razón. Me dejé llevar por la
plantear el caso. idea de seguir al protagonista. Bien. Esto nos lleva a la aplicación
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del principio de la línea argumental a los elementos plásticos de la MAMET: No, porque no puedes decir «un cuaderno de conseguir re-
producción. tractaciones», lo mismo que no puedes describir actuando la habitación
¿Qué música se oye? ¿Qué hora es, de noche o de día? ¿Cómo son las de la que acabas de salir... aunque, por desgracia, existen escuelas de
vestimentas y los decorados? En algún momento habéis hablado de actuación que pretenden enseñar eso mismo. ¿Cómo sería este cuaderno,
alguien leyendo una revista. Dijisteis «una revista». ¿Qué revista? No este «cuaderno de retractación»?
estoy exagerando, porque alguien tiene que tomar esas decisiones, y a ESTUDIANTE: ¿Con una etiqueta en la tapa?
ese alguien se le llama director. El encargado de atrezo preguntará «qué MAMET: El público no la va a leer. Es como un letrero. El público no
clase de cuaderno quiere?», y tú, que eres el director, ¿qué le dices? En quiere leer letreros; quiere ver una película, en la que la historia avance
primer lugar, ¿qué diría una persona sin preparación? «Bueno, la escena a base de cortes.
trata de conseguir una retractación, de manera que ¿qué clase de ESTUDIANTE: No hace falta que la lean. Es una carpeta negra, con
cuaderno llevaría una persona que pretende conseguir una retractación?» etiqueta blanca, que parece un trabajo de literatura.
Si esto os parece ridículo o exagerado, mirad las películas MAMET: ¿Por qué habría de parecer un trabajo de literatura? Entiéndeme,
norteamericanas. Porque así es como se hacen todas las películas no es mala idea que parezca un trabajo de literatura, pero ¿por qué es
norteamericanas: «Hola, ¿qué tal? Acabo de llegar de Vietnam.» En buena idea que parezca un trabajo de literatura? El de atrezo pregunta
Hollywood, un comité de tarugos se empeña en procurar que cada pa- «¿Cómo es el cuaderno?». ¿Cuál es la respuesta correcta? ¿Para qué
labra, momento, plano, accesorio, sonido, etc., de la película represente sirve? ¿Qué hace el cuaderno?
la película entera y sirva para anunciarla. Los miembros de este comité ESTUDIANTE: Plantea el caso.
se llaman «productores», y son a las artes lo que la silla de chapuzar era MAMET: Exacto. A ver, ¿cuál era la lista de planos para plantear el caso?
a la jurisprudencia *. ESTUDIANTE: El cuaderno abierto sobre la mesa.
¿Qué le respondemos al encargado de atrezo que quiere saber cómo es el MAMET: ¿El siguiente plano?
cuaderno? ¿Qué le diríais vosotros? ESTUDIANTE: La cara del profesor.
ESTUDIANTE: ¿No dependerá de cuál sea el objetivo? MAMET: ¿Qué no debe aparecer en el siguiente plano? La cara del alumno,
¿de acuerdo? Ahora vamos a ver: ¿qué aspecto tiene el cuaderno?
* La exuberancia natural y creativa, y la confianza en uno mismo, son cosas mara- ESTUDIANTE: Preparado.
villosas en un artista. Lo que las impide degenerar en arrogancia no es el contenido,
sino el proceso de educación Hasta el artista menos serio se ve humillado constante- MAMET: No, no puedes hacer que el cuaderno parezca preparado. Podrías
mente por las tremendas exigencias de su oficio. hacer que pareciera pulcro, y eso estaría bien, pero no es lo más
Los que se definen a sí mismos como «productores» no han gozado de los bene- importante en tu respuesta al jefe de atrezo *. Piensa en la lista de planos
ficios de esa educación, y su arrogancia no conoce límites. Son como los antiguos pro- y en el objetivo, que es plantear el caso. El público no se va a fijar en si
pietarios de esclavos, sentados en sus porches bebiendo copas heladas mientras char-
lan sobre la pereza congénita de la raza negra. El «productor», que no tiene la menor está bien preparado, si parece pulcro, o si resulta convincente. ¿En qué
idea sobre las exigencias de un oficio artístico, considera todas las ideas como básica- se va a fijar?
mente iguales, y las suyas como preferibles a todas las demás, por la sencilla razón de ESTUDIANTE: En que es el mismo cuaderno que hemos visto antes.
que se le han ocurrido a él. Tal vez sea más fácil entender la situación si nos remonta-
MAMET: Por tanto, ¿qué le responderías al del atrezo?
mos al período de nuestra primera adolescencia y recordamos, por ejemplo, las críticas
de un profesor de Lengua que nos corregía diciendo «esto no se entiende» o «no está ESTUDIANTE: Que sea reconocible.
claro», comentarios a los que respondíamos para nuestros adentros: «Será idiota el MAMET. ¡Exacto! Hay que poder reconocerlo. Eso es lo más importante
viejo este... yo sé perfectamente lo que quería decir.» del cuaderno. Así es como se utiliza el principio de la línea argumental
Yo tengo mucho orgullo, y supongo que una buena parte de orgullo arrogante. Y
en mis tropezones con estos autodenominados «productores», que suelen acabar en
para responder preguntas acerca de la ambientación y el vestuario. El
derrota, tiendo a consolarme pensando que cuando la sociedad se desmorone, yo segui-
* El público aceptará cualquier cosa, siempre que no se le den motivos para ponerla
ré siendo capaz de ganarme el techo y la comida montando obras que hagan reír a la
en duda. Así pues, el trabajo debe parecer mínimamente pulcro, pues de lo contrario el
gente; pero estos «productores» tendrán que esperar a que yo y la gente como yo
público dudaría de la sinceridad de los deseos del héroe. La pulcritud del cuaderno es
empecemos a trabajar, para poder comer.
una consideración más antiséptica que creativa.
Sí, así es como veo a los «productores». Son los que te dicen «deja que yo lleve por
ti la vaca a la feria, hijo».
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ESTUDIANTE: El tío saca el cuaderno, arranca un señalador, escribe
cuaderno en general no tiene importancia. Lo importante es su función
algo en él, lo mete en la carpeta, cierra la carpeta.
en la escena. Y lo más aparente que hace en la escena es plantear el
MAMET: Bien. ¿Rendir homenaje?
caso. Como no vamos a ver la cara del estudiante, el cuaderno tendrá
ESTUDIANTE: Plano del tío levantando la mirada y saliendo del encuadre.
que plantear el caso por él. Ese plano del cuaderno sin inflexiones tiene
Plano del tío corriendo hacia una puerta de cristal. Abre la puerta y
que plantear el caso. Como sabemos que no debe tener inflexiones no
entra un hombre.
podemos responder «que sea un cuaderno preparado». Tampoco
MAMET: Bien. ¿El siguiente fragmento?
podemos decir «es un cuaderno suplicante». La respuesta correcta es
ESTUDIANTE: Plantear el caso. Una mesa vacía. Una mano deja el
«tiene que ser el mismo cuaderno que vimos en la escena segunda». Al
cuaderno sobre la mesa. Plano del hombre sentado a la mesa, que mira
elegir el cuaderno, le estás diciendo al público una cosa sin la cual no
el cuaderno.
podría entender la película. En este caso, es el elemento fundamental
MAMET: Bien, vamos a terminar. ¿Cómo llegamos a la conclusión?
del plano. Ese aspecto sin el cual el plano no sobreviviría es que tiene
ESTUDIANTE: El profesor puede empezar a mirar el cuaderno.
que ser el mismo cuaderno del fragmento anterior. Eso es esencial para
MAMET: ¿Qué es lo que intentamos dramatizar en este fragmento?
contar la historia. Cada vez que tomas una decisión como director tienes
ESTUDIANTE: La acción de juzgar.
que basarla en si la cosa en cuestión es esencial para contar la historia.
MAMET: Vale, la idea es juzgar. Otra manera de decirlo sería considerar.
Dado que no necesitamos un plano del estudiante más vale que nos
Pero un profesor considerando un cuaderno no necesita montaje que lo
aseguremos bien, pero bien, de que todos se dan cuenta de que es el
apoye. Es básicamente expositivo. Un tío coge una evidencia, la mira y
mismo cuaderno.
toma una decisión. No es buena manera de contar historias, como diría
El público sólo va a mirar el elemento que más destaque en el encuadre. Aristóteles. El personaje no debería «captar» simplemente la idea.
Tú tomas el mando y diriges su atención. Es el mismo principio de la ESTUDIANTE: ¿Por qué este fragmento trata de juzgar, si hasta ahora
magia: ¿Qué es lo único importante? Haz que lo vean con facilidad y todos los fragmentos trataban del alumno y no del profesor? ¿No quería
habrás realizado tu tarea. No hace falta que sea un cuaderno con el que usted seguir las acciones del estudiante, y no las del profesor?
conseguir retractaciones. Basta con que sea el mismo cuaderno. Así MAMET: ¿Qué se te ha ocurrido?
pues, nuestros fragmentos son llegar pronto, prepararse, rendir ESTUDIANTE: Yo veo este fragmento como una toma de postura. El tío ha
homenaje, plantear el caso. ¿Cuáles eran los planos para llegar pronto? presentado su caso y cortamos a un plano de él de pie, dispuesto a no
ESTUDIANTE: El tío llega y prueba el picaporte. aceptar un no por respuesta. Y cortamos de nuevo al profesor, que mira
MAMET: No. No quiero parecer pesado, pero resulta muy útil pensar en la al chico.
película exactamente del mismo modo que la va a percibir el público. Lo MAMET: ¿Alguna otra idea para el siguiente fragmento?
que el público va a ver en el primer plano es un hombre cruzando el ESTUDIANTE: Un certificado de la retractación.
vestíbulo. ¿Cuáles son los planos? MAMET: Sí, es buena idea.
ESTUDIANTE: Un hombre cruza el vestíbulo, plano de una mano aga- ESTUDIANTE: Una negativa.
rrando el picaporte, plano del mismo hombre sentándose en un banco. MAMET: Eso no es el fragmento, es el resultado. Es el final de algún otro
MAMET: Perfecto. A ver: ¿por qué se caen tantos patinadores olímpicos? fragmento. El estudiante protagonista tiene que progresar hasta el final.
La única respuesta que se me ocurre es que no habían entrenado ESTUDIANTE: A estas alturas de la historia, uno ya espera la respuesta del
bastante. Hay que practicar con tus instrumentos hasta que te aburras, y profesor. El siguiente paso lógico después de plantear el caso es juzgar,
entonces seguir practicando un poco más. Estos son vuestros juzgar el caso. Al final de ese fragmento tiene que haber conseguido o
instrumentos: elegid los planos, fragmentos, escenas, objetivos... y no la retractación. No tenemos que seguir al estudiante para completar
llamadlos siempre por los nombres que hayáis elegido. ¿Cuáles eran los la línea argumental, ¿verdad?
planos para prepararse? MAMET: No.
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Una profesión de putas
ESTUDIANTE; Pero la tarea del chico es conseguir la retractación.
MAMET: Sí, en efecto. Pero no hace falta una foto del chico. Queremos saber lo Es posible que todos aquellos edificios contraculturales expresaran las
que ocurre a continuación en términos de la línea argumental, no en términos intenciones del arquitecto, pero no servían para satisfacer las necesidades de
de lo que hace el protagonista. ¿Cuál era el último plano del último los habitantes. Todos ellos se cayeron, o se están cayendo, o habría que
fragmento? derribarlos. Son una mancha en el paisaje, no envejecen con gracia y cada
ESTUDIANTE: El profesor mirando el cuaderno. año que pasa hace resaltar el estéril desatino de aquellos arquitectos
MAMET: El profesor mirando. Corte a un plano de un grupo de chicos en la contraculturales.
puerta. Llega un chico más, y todos miran a un lado o a otro. Cortamos a su Vivo en una casa que tiene doscientos años. Se construyó a mano, con
punto de vista de la clase vacía, con el chico sentado allí y el profesor un hacha, y sin clavos. De no ocurrir una catástrofe provocada por manos
mirándolo. Eso transmite la idea de juicio. Ya estamos listos para el humanas aguantará en pie otros doscientos años. Se construyó con respeto y
desenlace. Vemos al profesor en un plano general, abre el cuaderno, mira con conocimiento de la madera, el clima y las necesidades domésticas
hacia su derecha, corte al cajón de la mesa, vemos su mano abrir el cajón y humanas.
sacar un sello de caucho. Sella el cuaderno. Corte a un plano del chico, que Es muy difícil llevar a buen puerto algo mal construido. Más vale
sonríe y recoge el cuaderno. Corte a un plano de la mano del chico cerrando planearlo bien antes, cuando se dispone de tiempo. Es como trabajar con
el cuaderno. Por último, visto desde el fondo de la clase, el chico vuelve a su cola. Cuando se endurece se te ha agotado el tiempo. Cuando está casi dura
asiento y el profesor se levanta y llama al resto de los alumnos, que entran y
hay que tomar decisiones rápidas bajo presión. Si diseñas una silla
se sientan. ¿Qué tal?
correctamente puedes dedicar todo el tiempo a diseñarla bien y luego
ESTUDIANTE: ¿Y si no consiguiera la retractación?
montarla sin problemas. De hecho, los antiguos fabricantes de sillas —es
MAMET: No sé. Es nuestra primera película. Vamos a ponerle un final feliz, qué
decir, todos los anteriores al presente siglo— hacían sus sillas sin utilizar
demonios. Y con esto hemos terminado, y ha sido un trabajo excelente.
cola, porque no sólo conocían bien el arte de la ensambladura, sino que
además entendían de maderas. Sabían qué maderas se encogen y cuáles se
expanden con la edad, y con estas maderas, debidamente combinadas,
Arquitectura contracultural y estructura conseguían que la silla se volviera más resistente con el correr del tiempo.
Al terminar mi segunda película me di cuenta de dos cosas. Cuando estás
dramática haciendo la película, después de terminar la lista de planos pero antes de
empezar a rodar, pasas por un período que se llama «preproducción».
En los turbulentos años sesenta, yo estudiaba en Vermont en una facultad Durante la preproducción dices cosas como «¿No te parece que sería buena
contracultural. En aquel tiempo y aquel lugar floreció una cosa que se llamaba idea hacer que la gente se dé perfecta cuenta de que estamos en un garaje?
Escuela de Arquitectura Contracultural. Por entonces, alguna gente opinaba que ¿Y si ponemos un letrero que diga GARAJE?». Así que te reúnes con el
la arquitectura tradicional era demasiado agobiante, y se dedicó a diseñar y departamento artístico y habláis mucho de letreros y preparáis un montón de
construir un montón de edificios contraculturales. Dichos edificios resultaron ser letreros. ¡La cantidad de letreros que he preparado en dos películas que he
inhabitables. Su diseño no partía de la idea de «para qué iba a servir el edificio», hecho! Pues en las películas no se ve ni un letrero... ni uno. En ningún
sino de la idea de «cómo se sentía el arquitecto». momento se ve un letrero. Son intentos a destiempo de llevar a puerto una
Con el paso de los años, y a fuerza de mirar sus edificios contra-culturales, cosa mal diseñada. Otro artilugio) «recordatorio» muy usado pero completa-
supongo que aquellos arquitectos habrán llegado a la conclusión de que existen mente inútil es la LAD (Lectura Automática de Diálogo: se trata de diálogo
razones para el diseño tradicional. Hay una razón para colocar las puertas de grabado e insertado después de rodar la película), para comunicar al público
determinada manera, y una razón para construir los umbrales de cierta manera. información no incluida en la película. Por ejemplo, poner palabras en la
boca de un personaje al que vemos de espaldas en la pantalla. Cosas como
378 «Mirad, estamos bajando esta escalera porque queremos llegar abajo». Esto
tampoco funciona nunca. ¿Por qué? Porque al público lo único que le
importa es qué es lo que impulsa la escena. ¿Qué quiere el héroe? Dicho con
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nieve, que es lo que les ocurrió a muchos de los edificios contraculturales de Las tareas del director
los años sesenta. «Debe existir alguna razón para que la gente lleve diez
millones de años deseando escuchar historias», se dice el artista de
performance, «pero a mí me importa un pito, porque yo tengo algo que Qué decir a los actores y dónde colocar la cámara
decir».
La industria del cine se encuentra atrapada en una espiral de de- He visto directores que filmaban hasta sesenta tomas de un plano. Ahora
generación porque está dirigida por gente que ha perdido el norte. Y lo bien, cualquier director que haya visionado las tomas diarias sabe que
único que se puede hacer contra esta fuerza degenerativa es decir la verdad. después de ver la tercera o cuarta toma ya no puede recordar la primera. Y
Cada vez que alguien dice la verdad se contrarresta esa fuerza. en el plató, cuando estás filmando la décima toma, ya no te acuerdas de qué
No puedes ocultar tu objetivo. Nadie puede esconderse. Las películas iba la escena; y después de la duodécima no te acuerdas ni de por qué
norteamericanas contemporáneas son, casi sin excepción, chapuceras, naciste. Pues entonces, ¿por qué algunos directores ruedan tantas tomas?
triviales y obscenas. Si tu objetivo es tener éxito en la «industria», tu obra y Porque no saben bien lo que quieren fotografiar y están asustados. Si no
tu alma quedarán expuestas a estas influencias destructivas. Si anhelas sabes lo que quieres, fílmalo y siéntate. Supongamos que estás dirigiendo la
desesperadamente ser aceptado por esa industria, lo más probable es que película de «la retractación». ¿Qué vas a decirle al actor que interpreta el
acabes siendo igual que ella. primer fragmento? ¿Qué referencias tienes, qué orientaciones? ¿De qué arti-
El actor no puede ocultar su objetivo, el dramaturgo tampoco, ni el ficio sencillo podrías valerte para responder a la pregunta?
director de cine. Si el objetivo de una persona es verdaderamente conocer la Para dar instrucciones al actor se hace lo mismo que para darle
naturaleza del medio —y no es preciso que lo haga con humildad, porque la instrucciones al cámara. Le explicas el objetivo de ¿a escena, que en este
humildad se la impondrán sin tardar mucho—, ese objetivo se comunicará caso es obtener una retractación, y el significado del fragmento, que es
al público. ¿Cómo? Por arte de magia. No sé cómo, pero se comunicará. No llegar pronto.
se puede esconder. Aparte de lo que aprendas o dejes de aprender sobre el Basándote en esto, le dices al actor que haga lo que tú necesitas para
medio gracias a tu deseo de aprender, el deseo mismo quedará de filmar el fragmento de llegar pronto, y nada más que eso. Le dices que vaya
manifiesto. hasta la puerta, que pruebe el picaporte y que se siente. Eso es lo que le
A veces me entretengo tallando madera. De un modo mágico, el objeto dices, y nada más.
de madera se crea a sí mismo. Uno entra en trance, consciente de todos los Lo mismo que el plano, la actuación no tiene por qué tener inflexiones.
detalles del grano de la madera, y la pieza te va diciendo cómo tallarla. No debería tenerlas. La actuación debería ser una simple interpretación de la
acción física, y punto. Ve hasta la puerta, prueba el picaporte, siéntate. No
A veces, la pieza lucha para defenderse de ti. Si eres honesto al hacer
tiene que atravesar el vestíbulo respetuosamente. Esta es la lección más
una película, comprobarás que también la película lucha muchas veces
importante que podéis aprender acerca de la actuación. Ejecuta los
contra ti. Te está diciendo cómo escribirla. Como nos pasó con la película
movimientos físicos estipulados por el guión de la manera más simple
de «la retractación».
posible. No trates de «animar» la obra.
Resulta muy difícil resolver estos problemas tan sumamente simples.
No hay que sentarse respetuosamente. No hay que girar el picaporte
Estos problemas se defienden, luchan contra ti, pero cuando los domines
respetuosamente. De eso se encarga el guión. Cuanto más se esfuerce el
habrás empezado a dominar el arte de hacer cine.
actor por lograr que cada acción física transmita el significado de la
«escena» o de la «obra» más echará a perder la película. El clavo no tiene
que parecer una casa; no es una casa, es un clavo. Si queremos que la casa
se sostenga en pie, el clavo debe cumplir la función de un clavo. Y para
cumplir la función de un clavo tiene que parecer un clavo.
Cuanto más se entregue el actor a la acción física concreta y sin
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inflexiones mejor saldrá la película, y por eso nos gustan tanto las estrellas cumplían treinta años, llevaban ya diez años en escena ganándose la vida.
del cine clásico. Eran acojonantemente simples. Lo único que preguntaban Eso ya no ocurre, y por eso los actores no tienen posibilidades de
era «¿Qué hago en esta escena?». Atraviesa el vestíbulo. «¿Cómo?». Más aprender a actuar bien. Prácticamente todos los actores de este país tienen
bien deprisa, más bien despacio, con decisión... Escucha estos adverbios tan una formación deficiente. Se les enseñó a asumir la responsabilidad de la
sencillos. El arte de dirigir actores consiste en elegir bien las acciones y los escena, a ser emotivos, a utilizar cada papel para conseguir el siguiente. A
adverbios. procurar que cada precioso instante en escena o en pantalla represente la
¿De qué trata la escena? De obtener una retractación. ¿De qué trata este totalidad de la obra y les permita desplegar todos sus recursos, a actuar al
fragmento? De llegar pronto. ¿Cuáles son los planos concretos? Hombre estilo de «me siento porque soy el rey de Francia». Y no es que los actores
cruzando el vestíbulo, hombre probando el picaporte, hombre sentándose. sean tontos. Por el contrario, mi experiencia me dice que este oficio atrae a
La buena suerte no es más que una consecuencia del buen diseño. Cuando el personas de elevada inteligencia, y casi todas ellas son gente dedicada y
actor pregunta «¿Cómo cruzo el vestíbulo?», y tú dices «No sé... deprisa», trabajadora. En general, todos los actores, buenos y malos, son dedicados y
¿por qué dices eso? Porque tu subconsciente está trabajando en el problema. trabajadores. Por desgracia, la mayoría no consigue gran cosa, porque están
Porque has hecho tus tareas hasta aquí y tienes derecho a tomar lo que puede mal preparados, subempleados y ansiosos por progresar en su carrera y
parecer una decisión arbitraria, pero tal vez sea una solución subconsciente «hacerlo bien».
al problema. Y has hecho honor a tu subconsciente, confiándole el problema Además, la mayoría de los actores procura usar su intelecto para
durante el tiempo suficiente para que aporte una respuesta. transmitir la idea de la película. Bueno, pues ése no es su trabajo. Su trabajo
Así como es característico del público querer contribuir al avance de la es ejecutar, paso a paso y de la manera más simple posible, las acciones
historia, ayudar al progreso de un trabajo bien hecho, un trabajo que respete concretas que les han sido asignadas por el guión y el director.
su naturaleza interna, también es característico del subconsciente querer El propósito de los ensayos es explicar exactamente a los actores las
contribuir a esta tarea. Muchas decisiones que parece que se toman acciones que tienen que ejecutar, paso a paso.
arbitrariamente se deciden mediante el sencillo y dedicado trabajo del Cuando llega el momento de rodar, los buenos actores que han estudiado
subconsciente. Cuando vuelves a pensar en ellas te dices «Vaya, aquí tuve su trabajo a conciencia llegan al plató y ejecutan esas acciones. No
suerte, ¿a que sí?». Y la respuesta es «Sí, porque pagaste el precio. Pagaste emocionan ni descubren, sino que hacen aquello por lo que se les paga, que
la ayuda del subconsciente cuando trabajaste hasta la extenuación en la es ejecutar de la manera más simple y exacta posible lo que han ensayado.
estructura de la película: la lista de planos». Si tú, que eres el director, conoces la teoría del montaje, no tendrás que
Los actores te harán un montón de preguntas. «¿Qué estoy pensando esforzarte mucho para obtener de los actores un estado —real o fingido— de
ahora?», «¿Cuál es mi motivación?», «¿De dónde vengo?» La respuesta a frenesí, amor, odio, o la emoción que sea. La tarea del actor no consiste en
todas estas preguntas es eso no importa. No importa porque esas cosas no se ser emotivo, sino en ser directo.
pueden decir actuando. Reto a cualquiera a que interprete de dónde viene. Si La actuación y el diálogo viajan en el mismo barco. Igual que con la
no se puede decir actuando, ¿para qué seguir pensando en ello? Es mucho actuación, el propósito del diálogo no es compensar las deficiencias de la
mejor pedirle al actor que ejecute sus sencillas acciones físicas de la manera lista de planos. El propósito del diálogo no es transmitir información acerca
más simple posible. del «personaje». La única razón de que la gente hable es para conseguir lo
«Por favor, atraviesa el vestíbulo y prueba el picaporte.» No hace falta que quiere. Tanto en una película como en la calle, la persona que se
decir «Prueba el picaporte y comprueba que está cerrado». Tú limítate a describe a sí misma está mintiendo. Fijaos en la diferencia: en una mala
probar el picaporte y luego siéntate. Las películas se hacen a base de ideas película, el personaje dice «Hola, Jack, vengo a tu casa esta noche porque
muy simples. El buen actor representará cada pequeño fragmento de la necesito que me devuelvas el dinero que te presté». En una película buena,
manera más completa y simple posible. ese mismo personaje dice «¿Dónde coño estuviste ayer?».
Por desgracia, la mayoría de los actores no son buenos actores. Esto se
debe a muchas razones, siendo la principal que el teatro se ha venido abajo
en nuestra época. Cuando yo era joven, casi todos los actores, cuando
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No hay que narrar con el diálogo, lo mismo que no hay que narrar con «¿Dónde ponemos la cámara?» es otra pregunta: «¿Qué plano hay que
las fotos ni con la actuación. Cuanto menos narres, más probable es que el tomar?»
público diga «Ahí va. ¿Qué demonios está pasando aquí? ¿Qué demonios Ésa es mi filosofía. No conozco otra mejor. Si supiera una respuesta
irá a pasar a continuación?». Ahora bien, si estás contando la historia a base mejor, os la diría. Si supiera cómo resolver mejor el plano, os lo diría. Pero
de imágenes, el diálogo es como el aderezo del helado. Un adorno de lo que como no lo sé, tengo que aferrarme a la regla número uno, que es «Sé
está sucediendo. La historia avanza con la sucesión de planos. Estrictamente simple, so subnormal, y no quebrantes las reglas que conoces. Y si no sabes
hablando, la película perfecta no tiene ningún diálogo. Siempre hay que qué regla debes aplicar, no enredes con las reglas más generales».
esforzarse por hacer una película muda. Si no lo haces así, te sucederá lo Sé que hay un plano de un tío cruzando un vestíbulo. Tengo que poner
mismo que le ha ocurrido a la industria cinematográfica norteamericana. En la cámara en algún sitio. ¿Hay algún sitio mejor que los otros? Seguramente.
lugar de elaborar una lista de planos, harás que el estudiante se levante y ¿Sé cuál es el mejor sitio? ¿No? En tal caso, dejaré que mi subconsciente
diga «¿No es ése el señor Smith? Voy a ver si consigo que se retracte». Que elija un sitio, y ahí colocaré la cámara.
es lo que les ocurrió a las películas norteamericanas cuando se inventó el ¿Existe una respuesta mejor a la pregunta? Es posible, y podría ser ésta:
sonido, y desde entonces han ido a peor. en el storyboard de una película o de una escena puedes ver el desarrollo de
Si eres capaz de aprender a contar una historia, a descomponer una una cierta pauta, que tal vez te diga algo. Para hablar con franqueza, es
película en planos y a contar la historia aplicando la teoría del montaje, posible que tu tarea de diseñador de planos sea equivalente a la de un
entonces el diálogo, si es bueno, hará que la película sea un poco mejor; y si «decorador».
es malo, hará que la película sea un poco peor; pero de cualquier modo, tú ¿Cuáles son las «cualidades» del plano? No creo que ésa sea la cuestión
estás contando la historia con los planos, y luego, si es necesario, se pueden más importante al hacer una película. Me parece una cuestión importante,
quitar esos diálogos tan brillantes —que es lo que sucede cuando la película pero no la más importante. Cuando me veo obligado a tomar una decisión
se dobla o se subtitula— y la buena película resistirá este tratamiento sin concreta respondo primero a la pregunta que considero más importante, y
sufrir apenas daños. luego vuelvo atrás y respondo a las preguntas secundarias lo mejor que
Ahora que sabemos qué decirles a los actores, necesitamos una puedo.
respuesta a la pregunta que el equipo no cesará de formularte: «Dónde ¿Dónde pones la cámara? Cuando hicimos nuestra primera película
ponemos la cámara?» La respuesta a esta pregunta es «Ahí». rodamos un montón de planos con vestíbulos, puertas y escaleras.
Hay directores que son auténticos maestros de lo visual, que aportan a Alguien iba y decía «¿No sería mejor que tomáramos el vestíbulo desde
sus películas una enorme agudeza visual, un sentido visual deslumbrante. aquí, a la vuelta de la esquina de esta puerta? ¿O poner esta puerta aquí, para
Yo no soy uno de ésos, así que la respuesta que doy es la única que que sea la puerta que da a la escalera que lleva a esta otra puerta? Así
conozco. Entiendo algo de la construcción de un guión, y a eso me remito. podríamos ir moviendo la cámara de un punto al siguiente».
La pregunta es «¿Dónde pongo la cámara?», una pregunta bien simple, y la Me costó mucho esfuerzo, y me sigue costando mucho esfuerzo, y
respuesta es «Ahí, en ese sitio desde donde puede captar el plano sin siempre me costará mucho esfuerzo responder así a sus preguntas: No, no
inflexiones que necesitamos para hacer avanzar la historia». sólo no es importante que estos objetos estén literalmente contiguos, sino
Ya oigo a muchos de vosotros decir «Sí, pero... ya sé que el plano no que lo importante es luchar contra este deseo, porque al combatirlo se
debe tener inflexiones, pero ya que se trata de una escena sobre el respeto, refuerza la comprensión de la característica esencial de la película, que es
¿no deberíamos situar la cámara en un ángulo respetuoso?». estar compuesta de planos dispares, montados juntos. Es una puerta, es un
Pues no. No existe una cosa que pueda llamarse «un ángulo res- vestíbulo, es un loquesea. Poned la cámara «ahí» y fotografiad ese objeto de
petuoso»; pero aunque existiera, no debes poner la cámara ahí, porque si lo la manera más simple posible. Sí no somos conscientes de que podemos y
haces no dejas que la historia evolucione. Es como decir «Un hombre debemos montar los planos, seremos víctimas miserables de la errónea teoría
desnudo va por la calle copulando con una prostituta camino de la casa de de la Steadicam. Estaría muy bien poner todos estos objetos uno junto a otro,
putas». Vamos a dejarle que llegue a la casa de putas. Que cada plano y así evitar que el equipo tenga que desplazarse, pero no se saca ningún
cumpla su función. La respuesta a la pregunta
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Curtiz, el director, me dijo: Ponte ahí en la galería y cuando yo diga
beneficio artístico de ponerlos todos juntos. Los planos se pueden juntar en "acción", aguardas un segundo y asientes.» Es una actuación soberbia. ¿Que
el montaje. por qué? ¿Qué más podría haber hecho? Se le pidió que asintiera, y él
Esto tiene que ver con lo que dije antes acerca de la actuación: si puedes asintió. Y ya está. El público queda absolutamente conmovido por su
montar y juntar diferentes fragmentos, diferentes escenas, no necesitas que sencilla sobriedad en una situación emocional. Y ésta es la esencia del buen
en cada plano haya alguien haciendo gala de la misma «intención teatro: el buen teatro consiste en gente realizando acciones
continuada», la misma «identificación con el personaje y dominio del extraordinariamente conmovedoras de la manera más simple posible. La
mismo». No te hace ninguna falta. dramaturgia, la cinematografía y la actuación contemporáneas tienden a
El actor tiene que ejecutar una simple acción física durante unos diez ofrecernos lo contrario: gente que realiza acciones vulgares y predecibles de
segundos. No tiene que formar parte de la «interpretación de la película». una manera exagerada. El buen actor realiza su tarea de la manera más
Los actores hablan del «espectro de la película» o el «espectro de la simple y menos emotiva posible. Esto permite que el público «capte la idea»,
interpretación». Eso no existe en la escena. No hay nada de eso. La función del mismo modo que la yuxtaposición de imágenes sin inflexiones al
se hace cargo de ambas cosas. El «espectro de la interpretación», el acto de servicio de una tercera idea crea el drama en la mente del público.
controlar, de exhibir emociones por aquí y reprimirías por allá, eso no existe. Aprendeos esto y poneos a hacer una película. Encontrad a alguien que
Es como si un pasajero de un avión sacara los brazos por la ventanilla y sepa fotografiar o aprended a fotografiar; encontrad a alguien que sepa
aleteara para que el avión resultara más aerodinámico. Este compromiso con iluminar o aprended a iluminar. No hay nada de magia en ello. Algunas
el espectro de la película es pura ignorancia por parte del actor, ignorancia personas serán capaces de hacer algunas cosas mejor que otras, según su
del carácter esencial de la actuación cinematográfica, que consiste en que la dominio de la técnica y su aptitud para la tarea. Es como tocar el piano.
interpretación se crea mediante la yuxtaposición de planos simples, y en su Todo el mundo puede aprender a tocar el piano. A algunos les resultará
mayor parte sin inflexiones, y de acciones físicas simples y sin inflexiones. difícil, muy difícil... pero pueden aprender. No existe casi nadie que no
Para rodar un atropello no plantas a un tipo en mitad de la calle, lo pueda aprender a tocar el piano. En la zona media hay una gran mayoría de
arrollas con un coche y lo filmas todo seguido. Para filmar el atropello es personas capaces de tocar el piano con mayor o menor habilidad; y en lo
mucho mejor mostrar al peatón cruzando la calle, corte y plano de un alto, una franja muy estrecha de personas que tocan muy bien y que son
transeúnte que vuelve la cabeza, plano del conductor del coche que levanta capaces de trascender la mera habilidad técnica para crear arte del grande.
la mirada, plano del pie del conductor pisando el pedal del freno, y plano Lo mismo sucede con la cinematografía y con la mezcla de sonido. Son sólo
tomado por debajo del coche, con las piernas del peatón en postura extraña habilidades técnicas. Dirigir no es más que una habilidad técnica. Haced la
(mi agradecimiento a Pudovkin por este ejemplo). Se monta todo junto y el lista de planos.
público capta la idea: un atropello.
Si ésta es la característica esencial del cine para el director, también
debe serlo para el actor. Los grandes actores lo entienden a la perfección.
Humphrey Bogart contaba la siguiente anécdota del rodaje de Ca- El cerdo - La película
sablanca: S. Z. Salcall (o quien sea) se le acerca y dice «Quieren tocar La
Marsellesa. ¿Qué hacemos? Los nazis están aquí y no deberíamos ' tocar La
Marsellesa». Humphrey Bogart hace un gesto de asentimiento hacia la Las preguntas que debes plantearte como director son las mismas que te
orquesta, y la cámara enfoca a la orquesta que empieza a tocar «tachán tachán debes plantear como escritor, y las mismas que se debe plantear el actor:
tachunda chuunda». «¿Por qué ahora?», «¿Qué pasa si no lo hago?» Una vez que descubres qué
Alguien le preguntó cómo se las arregló para interpretar tan bien esa es lo esencial, sabes lo que debes montar.
escena tan hermosa, y Bogart respondió: «Aquel día me llamaron y Michael ¿Por qué la historia empieza en este punto? ¿Por qué tiene Edipo que
averiguar quiénes son sus padres? Ésta es una pregunta con trampa. La
respuesta es que Edipo no tiene que averiguar quiénes son sus padres. Lo
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quiere es acabar con la epidemia en Tebas, y descubre que él es la causa de ganas de saber qué ocurre a continuación. Por ejemplo: «Érase una vez un
la epidemia. Su sencilla búsqueda de información externa le hace emprender hombre que tenía una granja», o «Había una vez tres hermanas». O como un
un viaje, cuyo resultado es el descubrimiento citado. Según Aristóteles, chiste verde. Así es como se estructura el drama. Y este drama, igual que el
Edipo es el modelo de todas las tragedias. chiste verde, no es más que una forma especializada del cuento de hadas.
Dumbo tiene las orejas muy grandes, y eso es un problema para él. El cuento de hadas es un excelente instrumento de aprendizaje para los
Nació con su problema. El problema empeora, porque todos se burlan cada directores. Los cuentos de hadas se cuentan con las imágenes más simples y
vez más de él. Tiene que intentar aprender a solucionar su problema. A lo sin elaboración, sin ningún intento de caracterizar. La caracterización se deja
largo de su camino va conociendo amigos que acuden en su ayuda. En este en manos del público *. En los cuentos de hadas es muy sencillo saber
mito clásico (el estudio de los mitos resulta muy útil a los directores), dónde empezar y dónde terminar. Y si uno es capaz de aplicar estas sencillas
Dumbo aprende a volar. Desarrolla un talento que no sabía que poseía, y normas al conjunto de la obra las puede aplicar también a la escena, que no
esto le hace comprender algo acerca de sí mismo: que no vale menos que es más que una obra en miniatura, y al fragmento, que es sólo... etcétera.
los demás. Puede que no sea mejor, pero es diferente y tiene que procurar «Érase una vez un granjero que quería vender su cerdo.». ¿Cómo se
ser él mismo. Cuando se da cuenta de esto, su recorrido ha terminado. El sabe cuándo se acaba la historia? Cuando se ha vendido el cerdo, o cuando
problema de sus descomunales orejas se ha resuelto, no mediante la el granjero comprueba que no puede vender el cerdo: cuando se llega al final
reducción de la orejas sino mediante el descubrimiento de sí mismo. Y ahí de ese silogismo.
se acaba la historia. Ahora no sólo sé cuando empezar y cuándo dejar de contar; también sé
Dumbo es un ejemplo de película perfecta. Vale la pena ver dibujos qué debo incluir y qué debo suprimir. Probablemente, el interesante
animados, mucho más que ver películas, sobre todo sí quieres ser director. encuentro del granjero con una joven porquera, que no tiene nada que ver
En los dibujos animados clásicos, los artistas comprendieron la esencia con vender el cerdo, no debería incluirse en la película. Al construir el
de la teoría del montaje: que puedes hacer cualquier cosa que te venga en argumento de una película hay que preguntarse también: «¿Qué me falta
gana. Cuesta el mismo dinero dibujar un plano en escorzo que un plano aquí?» ¿Estoy avanzando desde el principio en progresión lógica? Y si no es
general. Si tienes que dibujar cien personas, en vez de una, no hay que así, ¿qué elemento ausente convertiría en lógica la progresión?
obligar a los actores a quedarse horas extra. No tienes que hacer buscar ese Aquí tenéis una historia: «Érase una vez un granjero que quería vender
carísimo jarrón chino. Todo se basa en la imaginación. El plano que vemos su cerdo.» Bien, ¿cómo empezáis la película? ¿Cuáles son los planos?
en la película es el plano que el artista vio en su imaginación. Por eso, ¿Cómo elaboráis la lista de planos?
viendo dibujos animados se aprende mucho sobre la elección de planos,
sobre cómo contar la historia en imágenes y sobre la manera de montar. ESTUDIANTE: Se ve una buena granja...
Pregunta: ¿Qué hace que la historia empiece ahora? Porque si no sabes MAMET: ¿Por qué tiene que verse una buena granja? En Hollywood, todo
lo que hace comenzar la historia, cuál es el impulso que da comienzo a la el mundo está siempre lamentándose: «Pero no sabremos dónde
historia, tendrás que apoyarte en «lo que sucedió antes», en los estamos.» Pero yo les pregunto, señoras y caballeros, cuántas veces, en
antecedentes, en todos esos vocablos espantosos que esos cerdos de los miles de películas que todos hemos visto, alguien ha dicho «Eh, un
Hollywood utilizan para describir un proceso que no sólo no comprenden momento, no sé dónde estamos». En realidad, sucede todo lo contrario.
sino que, además, no les importa. La historia no comienza porque el héroe Entras en un cine a mitad de la película, enciendes la tele a mitad de la
«tenga una idea de repente». La hace comenzar un suceso externo concreto: película, empiezas a ver un vídeo por la mitad, y sabes exactamente lo
la epidemia en Tebas, las orejas grandes, la muerte de Charles Foster Kane. que está ocurriendo, siempre, inmediatamente. Y te interesa porque
Así pues, hay que empezar la historia de un modo que arrastre al quieres saber lo que pasa luego. Eso es lo que te interesa. ¿Podría haber
público. El público estaba ahí desde el principio y seguro que le entran algo mejor que un plano inicial de una granja? ¿Cuál sería la respuesta a
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la pregunta «¿Por qué ahora?». MAMET: Bueno, sí. Pero estás pensando en un nivel de abstracción
ESTUDIANTE: ¿El motivo por el que tiene que vender el cerdo? diferente. Lo que importa no son los cerdos, ¿de acuerdo? Lo importante
MAMET: El motivo por el que tiene que vender el cerdo. ¿Qué motivo es lo que el cerdo significa para el hombre. ¿Su medio de vida, por
tiene? La respuesta nos llevaría a un comienzo muy concreto. El ejemplo? ¿Qué significaría eso? Que el negocio ha crecido demasiado
comienzo concreto de esta película, y no el comienzo de una película. aprisa para nuestro hombre. Lo que queremos dramatizar no es la
«Érase una vez un granjero que quería vender su cerdo» nos lleva a superficie —un hombre necesita vender su cerdo—, sino la esencia: lo
«Érase una vez un granjero que tenía que vender su cerdo». Ya veréis que significa en esta historia «vender el cerdo».
que el estudio de la semántica, que es el estudio de la influencia de las ¿Por qué necesita vender el cerdo? Cuanto más concretamente penséis
palabras en los pensamientos y acciones, constituye una inmensa ayuda en el carácter de la historia, mejor discerniréis la esencia de la escena,
para el director. Fijaos en la diferencia entre estos dos principios: que no la apariencia de la escena, y más fácil resultará encontrar la
conducen a encadenamientos de ideas muy divergentes. Os obligarán a imagen. Es mucho más fácil encontrar imágenes concretas para «un
utilizar diferentes palabras para explicarles vuestras ideas a los actores. hombre en apuros económicos» que para «érase un hombre que tenía
Es muy importante ser conciso. Vale: «Érase una vez un granjero que que vender un cerdo». Jung escribió que uno no puede mantenerse
tenía que vender su cerdo.» apartado de las imágenes y las historias de la persona a la que se está
ESTUDIANTE: Un plano general de cerdos en un prado. El granjero analizando. Hay que penetrar en ellas.
andando por el prado. El siguiente plano es un letrero de «Se vende», Si penetras en ellas significarán algo para ti. Si no penetras en ellas, tu
que el granjero está clavando. subconsciente no funcionará. Nunca se te ocurrirá una cosa mejor que
MAMET: ¿En el cerdo? las que se le ocurren al público en su casa. Es como un actor que se va a
ESTUDIANTE: En un poste. casa y estudia todo el supuesto significado de su actuación, y luego sale
MAMET: No, no. La exposición, en una película, es como la exposición en a escena y ejecuta esa actuación. Probablemente, el público entenderá a
cualquier arte. Si explicas la gracia del chiste, puede que el público lo este actor y su actuación, pero le dejará indiferente *.
entienda, pero no se va a reír. El verdadero arte, el arte fundamental de
elegir los planos, no consiste en procurar que el público comprenda, sino
* Stanislavsky decía que existen tres clases de actores. La primera presenta una
en comprometerte a contar la historia con claridad. Tú no eres más listo versión ritualizada y superficial del comportamiento humano, una versión que se basa
que el público. El público es más listo que tú. Si tú entiendes la historia, en su observación de otros malos actores. El actor ofrecerá al público una versión de
el público también la entenderá. Poner un letrero es un recurso fácil. Eso repertorio del «amor», la «cólera» o la emoción que parezca más adecuada para el
texto. La segunda clase de actores se estudia el guión y elabora su propia, exclusiva e
no es malo per se, pero yo creo que podemos hacer algo mejor. Podemos interesante versión de la conducta supuestamente exigida por la escena, y luego llega al
preguntar qué esta haciendo el personaje, pero es mejor preguntarse qué plató o al escenario y presenta eso. La tercera clase, lo que Stanislavsky llamaba «el
sentido tiene la escena. (Para comprender mejor esta distinción actor orgánico», se da cuenta de que el texto no exige ningún comportamiento ni
recomiendo el capítulo «Análisis» del libro Un manual práctico para ninguna emoción, que el texto sólo exige acción, y llega al plató o al escenario equipado
tan sólo con su análisis de la escena y dispuesto a actuar sobre la marcha, basándose en
actores, de Bruder, Cohn, Olnek y otros.) Tal como está escrito, al pie lo que ocurre en la función... sin negar nada y sin inventar nada. Este último, el actor
de la letra, el granjero tiene que vender su cerdo. ¿Qué significa eso en orgánico, es la clase de artista con la que quiere trabajar un director. Es también el
esta escena? Las razones esenciales de tener que vender el cerdo pueden artista que más admiramos en los escenarios y en las pantallas. Curiosamente, no suele
coincidir con lo que oficialmente se llama el gran actor. A lo largo de los años, he
ser muchas y muy diferentes. La razón esencial podría ser: un hombre observado que existen dos subdivisiones del arte de Tespis: a una se le llama Actor y a
tiene que abandonar el hogar de sus antepasados... un hombre tiene que la otra Gran Actor. Y casi sin excepción, los denominados Grandes Actores, las Prime-
separarse de su mejor amigo... ras Figuras de su época, entran en la segunda categoría de Stanislavsky. Tanto en
ESTUDIANTE: Un hombre tiene que cumplir con su deber. escena como en pantalla ofrecen pomposidad intelectual. Yo creo que el público los
[lama «Grandes» porque desea identificarse con ellos: con los actores, no con los per-
ESTUDIANTE: Un hombre tiene demasiados cerdos. sonajes que representan. Al público le gusta identificarse con estos actores porque
parecen dotados del poder de comportarse con arrogancia en un entorno protegido.
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ESTUDIANTE: Cuando lo venda o no lo venda. ESTUDIANTE: Podría andar de diferente manera, sabiendo que va a vender
MAMET: ¿Y qué ocurre a continuación? John, el dueño del cerdo, camina el cerdo.
por la carretera con el cerdo cuando llega a una encrucijada y, como MAMET: La idea es aprovechar. El verbo no es vender, sino aprovechar.
decimos en Chicago, ve a un hombre de aspecto acomodado que viene ESTUDIANTE: Podría acicalar al cerdo.
por el camino. Entablan conversación y John convence al hombre de que MAMET: El plano es: saca un pañuelo y le limpia la cara al cerdo. Porque
le compre el cerdo. Sin embargo, cuando el trato está a punto de quiere vender el cerdo.
cerrarse... ¿qué ocurre? ESTUDIANTE: Podría sacar el pañuelo y ponérselo al cuello al cerdo.
ESTUDIANTE: El cerdo muerde al hombre. MAMET: Me gusta esto del pañuelo. Vamos a pensar en algo más. ¿De qué
MAMET: Habíamos dicho que la esencia de la escena era un hombre que otra manera podría aprovechar la ocasión? Le limpia la cara al cerdo, le
desea librarse de un cerdo. Se le presenta una ocasión perfecta para ata un pañuelo al cuello y se acerca al otro tipo. ¿Qué ocurre a
vender el cerdo. Qué estupendo, no me lo esperaba, creí que tendría que continuación?
andar todo el maldito camino hasta el pueblo y luego tomar el autobús ESTUDIANTE: Podría ayudar al otro a arreglar la rueda del carro. De ese
para volver, sin nada que leer. Y resulta que aparece este tío caído del modo se ganaría su confianza.
cielo, un comprador, una oportunidad perfecta... ¿Y qué pasa? El cerdo, MAMET: Podría hacer eso. Eso le ayudaría a aprovechar la ocasión. Bien.
ese peligroso cerdo, muerde al hombre. ¿De qué trata este fragmento? ESTUDIANTE: Ayudando al otro facilita la venta.
ESTUDIANTE: Intento fallido. MAMET: Sí. Tenemos el plano del hombre acicalando al cerdo, y ahora un
MAMET: No, vamos a describir el fragmento como un paso del camino plano de él acercándose con el cerdo al otro granjero, que está
hacia el objetivo de la escena, que es librarse de una propiedad empujando el carro. Puede que le ayude a sacarlo a la carretera. Y el
peligrosa. Podríamos llamarlo aprovechar una ocasión espléndida. Ése plano de los dos hablando un par de segundos. El otro granjero mira el
es el impulso activo del fragmento. «Intento fallido» es sólo el resultado. cerdo, mira a nuestro hombre, hablan, el otro echa mano al bolsillo, le
Lo mejor que tiene este método es lo siguiente: ¿De qué dijimos que da dinero a nuestro hombre. No tiene por qué ser más complicado.
trataba la película? Un hombre tiene que librar a su familia de un ¿Cuenta eso la historia?
peligro. Eso es lo que vamos a filmar. No nos importa que todos los O mejor, no llega a llevarse la mano al bolsillo. Tenemos a los dos
directores de fotografía, ayudantes de dirección y productores insistan en hombres hablando, bla, bla, bla...
que enseñemos más la granja. Les diremos ¿Para qué? Esta película no ESTUDIANTE: ...y metemos un plano del cerdo, con la misma expresión
trata de una granja. ¿Queréis ver una película sobre granjas? Pues os vais que antes de atacar a la niña.
a ver un documental agrícola o miráis un catalogo. Esta película trata de MAMET: Exacto. Tenemos a los dos hablando, y se dan la mano. Metemos
un hombre que tiene que librar a su familia de un peligro. Y vamos a un plano del segundo granjero cargando con el cerdo para subirlo al
hacer esta película. El público ya sabe cómo es una granja, y si no lo carro. Es un carro descubierto, y podemos meter un plano del cerdo en
sabe, es cosa suya. Respetemos su intimidad. Así pues, un hombre el carro, un primerísimo plano. Cortamos al punto de vista del cerdo,
intenta aprovechar una espléndida ocasión. que a través de los barrotes ve a los dos hombres hablando. Cuando el
ESTUDIANTE: Bien, podemos empezar con el hombre andando con el segundo granjero se lleva la mano al bolsillo para sacar dinero...
cerdo. Al lado del camino ve a otro granjero, que está arreglando una ESTUDIANTE: ...el cerdo salta del carro, y en el siguiente plano se ve a
rueda de carro rota. Se acerca y decide hablar con el otro. nuestro granjero andando por el camino con el cerdo. MAMET: Estupendo.
MAMET: Limítate a los planos. Nuestro hombre andando por el camino. Se Ahora sí que estamos contando la historia de «Érase una vez un granjero que
para, porque ve a alguien. Pasamos a su punto de vista: un carro con una hizo todo lo que pudo para vender un cerdo peligroso».
rueda rota, y un próspero granjero arreglando la rueda. ¿Qué nos Así pues, nuestro hombre sigue por la carretera con el cerdo. ¿Cuál va a
gustaría incluir? ¿Y si hiciera algo con el cerdo, para reforzar la idea de ser el próximo encuentro? ¿Dónde va nuestro hombre? ¿Qué decís? Hay
aprovechar?
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que procurar seguir la regla que prohíbe la circularidad: no hay que MAMET: Llamemos a este fragmento el final de la fatigosa búsqueda. No
hacer lo mismo dos veces. Esta circularidad, o repetición del mismo es que sea su última oportunidad, es que aquí se acaba la historia. Pero
incidente con diferentes disfraces, es la antítesis de la forma dramática- el buen diseño nos ha dado buena suerte: vamos a conseguir algo más de
Es algo característico de la épica y también de la autobiografía, y es la metraje, gracias a haber sido constantes y seguir las normas. ¿Cuál es el
razón de que la adaptación de ambas cosas al drama resulte tan difícil y metraje extra? Es de noche porque ha tardado mucho tiempo en llegar al
dé tan malos resultados. matadero. Ha tardado mucho tiempo porque no pudo ir en el carro. No
ESTUDIANTE: Al matadero. pudo ir en el carro porque el cerdo mordió al carretero. Precisamente ese
MAMET: A continuación, vamos al matadero. Muy bien. Pero antes de cerdo tan peligroso sobre el que estamos componiendo una historia... de
llegar ahí, queremos hacer avanzar la historia. ¿Por qué era tan buena la manera que hasta la noche sirve a la línea argumental. El metraje extra
oportunidad que representaba encontrarse al otro granjero por el se debe a que el matadero está cerrado. Ahora metemos un plano en
camino? barrido a la vuelta de la esquina del matadero, y vemos que hay una luz
ESTUDIANTE: Porque así no tenía que andar más. encendida, y vemos que en ese despacho, ese pequeño despacho, se
MAMET: Y como perdió esa ocasión tan buena, ¿qué le pasó? apaga la luz. Un hombre sale por la puerta del despacho, cierra con llave
ESTUDIANTE: Que al final ha tenido que andar todo el camino hasta el y sale del encuadre por la izquierda, justo cuando el granjero aparece por
pueblo. la derecha y prueba la puerta. Y así termina la fatigosa búsqueda.
MAMET: ¿Y con qué ilustre convencionalismo del cine dramatizamos eso? ESTUDIANTE: ¿Cómo sabemos que es un matadero?
ESTUDIANTE: ¿Antes era de día y ahora es de noche? MAMET: ¿Cómo sabemos que es un matadero? Detrás hay un corral grande
MAMET: Es de noche, y estamos llegando al matadero. La oscura, sombría lleno de cerdos. No tenemos por qué saber que es un matadero. Lo único
y tenebrosa negrura de la noche ha caído, como sólo ella sabe caer. que necesitamos saber es que es ahí donde él quiere ir. Es el final de la
Impenetrable al brillo rosáceo de las farolas de vapor de mercurio que búsqueda. Hay un edificio con un corral lleno de cerdos, y hacia allá va
iluminan las calles de la ciudad, que se refleja en la niebla estancada en nuestro hombre. Sin embargo, «el final de la búsqueda» no equivale al
la capa de inversión generada por los motores de combustión interna final de la historia. El final de la fatigosa búsqueda es sólo el tirulo de
que los hombres y mujeres urbanos de nuestra época utilizan como este fragmento. Cada paso nos lleva al siguiente. Por eso la historia es
principal método de impulsión para las máquinas diseñadas para buena. Edipo quiere acabar con la epidemia. Descubre que la epidemia
servirles como medio de transporte. La noche, repito, la noche ha caído. es un castigo porque alguien mató a su padre, y a continuación descubre
La mitad de esa circularidad, de ese interminable ciclo del día y noche. que él fue ese alguien. Todo buen drama nos lleva cada vez a más
Noche: para algunos, un período de sueño, pero para otros un período profundidad, hasta un desenlace que es a la vez sorprendente e
de vigilia, como es el caso de nuestro granjero. Ha caído la noche. Bien, inevitable. Es como la melcocha turca: siempre sabe bien y siempre se te
nuestro granjero llega al pueblo, caminando con paso cansino porque se queda pegada a los dientes.
le ha hecho de noche, y se dirige al matadero. ¿Qué más? ESTUDIANTE: ¿Necesitamos al tío que sale del matadero?
ESTUDIANTE: ¿Y si está cerrado? MAMET: Yo creo que sí. Pero esa pregunta es igual que la de «¿Dónde
MAMET: El matadero está cerrado. ¿Y ahora, qué? Dímelo en planos. pones la cámara?»: En algún momento, como eres el director, tendrás
ESTUDIANTE: Plano de la calle de noche, con el granjero y el cerdo. Otro que tomar algunas decisiones que pueden parecer arbitrarias, pero que
plano del matadero. Lleva al cerdo hacia allá. Plano del granjero a la en realidad se basan en una comprensión estética de la historia en
puerta del matadero, que está cerrada. continuo desarrollo. Mi respuesta a cu pregunta es «Yo creo que sí». Fin
MAMET: Sí. ¿Cuál es la idea que estamos dramatizando aquí? de la fatigosa búsqueda. ¿Qué instrumento debemos utilizar para que
ESTUDIANTE: ¿La última oportunidad para vender el cerdo? nos ayude a decidir lo que ocurre a continuación?
ESTUDIANTE: La línea argumental.
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MAMET: Y como sabemos, la línea argumental es el hombre quiere segundo para cortar queso. Ya sabemos que sirve para cortar pan. ¿Para
librarse de un cerdo peligroso. qué más sirve?
ESTUDIANTE: Se sienta y espera. ESTUDIANTE: Pero ¿aquí no deberíamos insistir de algún modo en lo
MAMET: Podría sentarse y esperar a la puerta del matadero. peligroso que es el cerdo, para aumentar la emoción?
ESTUDIANTE: Podría dejar al cerdo atado en el matadero y marcharse al MAMET: No queremos meter a nuestro hombre en apuros. Lo que
bar que hay calle abajo. Se sienta y toma una copa, y entonces entra el queremos es sacarlo del apuro. Recordad que nuestra tarea no consiste
granjero de antes y comienza una pelea. Volvemos al cerdo, que está en crear caos, sino en restaurar el orden en una situación que se ha
tirando de la cuerda, se suelta, corre al bar y salva a nuestro hombre. vuelto caótica. No tenemos que preocuparnos de aumentar el interés. Lo
MAMET: ¡Un poco de emoción como propina! Nos vamos interesando en único que debe importarnos es librarnos del cerdo.
nuestra historia, y en las particularidades y sutilezas de la historia; esto Vamos a concluir nuestra historia de un modo alegre y brioso, que sea a
que acaba de surgir es un posible final para la historia. Y la razón de que la vez sorprendente e inevitable. Como mínimo, que sea agradable, y
nuestro final nos haga reír es que contiene los dos elementos esenciales como minimísimo, que tenga consistencia interna. Estamos sentados en
que Aristóteles nos enseñó: sorpresa e inevitabilidad. los escalones con el cerdo. Es de noche. El matadero está cerrado.
Aristóteles empleó palabras algo diferentes, porque estaba hablando de ESTUDIANTE: Bien, en el siguiente plano es de día, y un tipo sube los
la tragedia y no del drama: él llamaba a estos elementos miedo y escalones para abrir la puerta principal del matadero y ¿a que no lo
compasión. Compasión por el destino del pobre tipo que se ha metido en adivináis?: vamos a vender el cerdo.
semejante lío; y miedo porque, al identificarnos con el héroe, nos damos MAMET: Y se acaba la película. Bueno.
cuenta de que también podría ocurrimos a nosotros. ESTUDIANTE: ¿Qué tal esto?: Por la mañana, nuestro hombre se despierta,
La razón de que nos identifiquemos es que el autor prescindió de la se da cuenta de que le falta algo, o echa mano a la cartera y ve que no la
narración y sólo vimos la historia. tiene. Cortamos al cerdo sentado apaciblemente. Y luego otro plano de
Podemos identificarnos con la persecución de un objetivo. Es mucho un tío muerto, con la cartera de nuestro hombre en la mano. El cerdo ha
más fácil eso que identificarse con unos «rasgos de carácter». En la salvado su cartera.
mayoría de las películas se escriben cosas como «Es uno de esos tíos MAMET: Y así el cerdo se redime, y el granjero puede dejarlo libre. Dejar
estrafalarios que...», pero así no podemos identificarnos con esa libre al cerdo se ajusta al propósito original, ¿no? Si el propósito
persona. No nos vemos reflejados en ella porque no se nos muestra su original era librarse del peligro.
lucha, sino las idiosincrasias que nos distancian de ella. Su «dominio ESTUDIANTE: ¿Por qué no lo dejó libre antes?
del karate», su estrafalaria costumbre de cantar tirolés para llamar a sus MAMET: Muy bien. Has descubierto una importante laguna lógica en
perros, su peculiar afición a los coches antiguos... pues qué interesante. nuestra película. El tío está todo el tiempo intentando librarse del
Menos mal que la gente de Hollywood no tiene alma, y así no tiene que peligro. Después de la primera secuencia, cuando el cerdo ataca a la
sufrir por la vida que lleva. ¿A alguien le gustaría proponer otro final? niña, necesitamos, como tú has hecho ver, una segunda secuencia, que
ESTUDIANTE: Estaba pensando que tal vez conviniera que el cerdo podríamos llamar «la solución fácil a un problema difícil». En esta
peleara con otra persona más. secuencia, el granjero se lleva al cerdo. Plano del cerdo, abandonado en
MAMET: Como decía Leadbelly de los blues, en el primer verso usas un una ladera. Plano desde el punto de vista del cerdo: el granjero se aleja.
cuchillo para cortar el pan, en el segundo usas el cuchillo para afeitarte y Plano del granjero acercándose a su casa. Se detiene. Plano desde su
en el tercero usas el cuchillo para matar a tu amante infiel. Es el mismo punto de vista: el cerdo ha regresado a su pocilga. Y aquí retomamos
cuchillo, pero lo que está en juego va cambiando, y ésa es exactamente nuestra historia. La siguiente secuencia, después de «La Solución Fácil»
la manera en que está estructurado un drama o una película. No es «Aprovechando una Espléndida Oportunidad». Bien. Creo que con
queremos usar el cuchillo en el primer verso para cortar pan y en el este hallazgo la película queda mejor. Dicho sea de paso, siempre me ha
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parecido que estos detalles de poca monta revelan invariablemente una niñita cabalgando en su lomo. Plano de nuestro granjero contem-
información importantísima si se exploran a fondo. Yo diría que son plándolo. ¡Menudo cerdo! Ésa podría ser la película. El granjero ha
como los detalles secundarios o semiolvidados de los sueños. Te dan resuelto su problema. No se ha deshecho del cerdo, pero se ha librado
ganas de pasarlos por alto, considerándolos insignificantes. Pero del peligro. Ahora podemos volver a repasar la lista de planos y
ninguno de los pasos de una progresión lógica es insignificante. Y sé preguntarnos «¿qué he omitido?» Y como nos hemos dedicado
por experiencia propia que la insistencia en estos detalles consciente, honrada y respetuosamente a la historia, habremos creado lo
«insignificantes» resulta muy provechosa. que podríamos llamar un certificado de ingresos en nuestro
Veamos otro posible final. Amanece. El departamento de sonido te subconsciente, del que podemos extraer respuestas simples a la pregunta
tortura para que des el visto bueno a la inclusión del sonido de pajaritos «¿dónde pongo la cámara?». Para esto también nos resultará muy útil
piando, señoras y caballeros. Bueno, vale. Vemos al tipo que salió de la consultar la lista de objetivos: un hombre intenta librarse del peligro, un
oficina, que abre el matadero, y vemos el cerdo. El hombre abre y mete hombre adopta la solución fácil a un problema difícil, un hombre intenta
al cerdo en el corral. Nuestro granjero se despierta y no ve al cerdo. Va aprovechar una gran oportunidad, un hombre llega al final de una larga
al corral y reclama su cerdo. El dueño del matadero le dice «Cómo voy búsqueda, un hombre intenta recuperar su propiedad, un hombre premia
a saber cuál es su cerdo, y bla-bla-bla». Nuestro hombre pierde los una buena acción. Ésa es la historia que el director debe contar: la
estribos. Se pelea con el dueño del matadero, y éste le va a machacar la historia interna de la perseverancia del héroe en un mundo difícil.
cabeza para que deje de preocuparse por su cerdo. Cortamos a un plano Cualquiera que tenga una Brownie puede fotografiar a un cerdo.
del cerdo, nuestro proverbial plano del cerdo, que mira a nuestro
hombre a través de la cerca. Sabemos que es nuestro cerdo porque lleva
el pañuelo que adquirió en la escena de la gran oportunidad, ¿de
acuerdo? A continuación, vemos un plano del dueño del matadero que
se vuelve, y a continuación un plano del granjero, regresando por el Conclusión
camino con el cerdo. Primer plano: nuestro hombre se detiene, vuelve la
cabeza.
Picado: el cerdo, que mira hacia atrás. Lo mantenemos. El granjero Es asunto tuyo decidir si vas a contar la historia mediante una
empieza a llevar al cerdo en la dirección en que éste miraba. Corre a yuxtaposición de planos o no. Pero no siempre eres tú el que decide si dicho
nuestro proverbial plano del cerdo, que mira algo. Corte a nuestro proceso va a ser interesante o no. La auténtica técnica tiene que basarse en
granjero, que le entrega dinero al dueño del matadero. Otro plano del cosas que están bajo tu control. Todo lo que no se base en cosas que están
cerdo. Plano del dueño del matadero guardándose el dinero, y plano del bajo tu control no es auténtica técnica. Nos gustaría aprender una técnica
dueño del matadero pasando con precaución al lado del cerdo. para dirigir y analizar, que fuera tan concreta como la de un zapatero.
Nuestro cerdo mirando a través de los barrotes. Plano de lo que ve el Cuando una correa se rompe, el zapatero no dice «joder, pues lo hice de la
cerdo: el dueño del matadero entrando en una pocilga donde hay un manera más interesante que pude». En cierta ocasión, Stanislavsky estaba
cerdo solo. El hombre hace salir al cerdo. Secuencia final. Nuestro cenando con un capitán de barco en el río Volga y le preguntó al capitán:
granjero, andando por la carretera con dos cerdos. Plano de la granja. «¿Cómo es que habiendo en el Volga todos estos pasos principales y
Sale la mujer. Plano desde su punto de vista: nuestro granjero que trae a secundarios, que son tantos y tan peligrosos, usted siempre logra gobernar el
casa los dos cerdos. Plano de la valla del corral. Se abre la puerta, los barco sin contratiempos?» Y el capitán respondió: «Me ciño al canal; está
dos cerdos entran. Plano del granjero mirando. Plano de los dos cerdos marcado.» Lo mismo sucede aquí.
besándose. Fundido. Plano de una cerda amamantando a un montón de ¿Cómo es que, entre las muchas, muchísimas maneras en que uno
cochinillos. Plano de «nuestro» cerdo, con el pañuelo al cuello y la podría dirigir una película, siempre se debería poder —a base de economía
y tal vez un poco de gracia— contar la historia? La respuesta es: «Cíñete al
canal; está marcado.» El canal es el superobjetivo del héroe y las boyas
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señalizadoras son los pequeños objetivos de cada escena, y los objetivos aún que el mapa no es el territorio, pero con una buena brújula y un buen
menores de cada fragmento, y la unidad más pequeña de todas, que es el análisis se puede navegar por ambos.
plano. Cuanto más tiempo dediques al plan y más te comprometas con él, más
Los planos son lo único que uno tiene. Lo único que uno puede hacer es seguro te sentirás al afrontar el terror, la soledad o los comentarios
elegir los planos. De eso se compone la película. No se puede hacer más insensibles o ignorantes de la gente a la que pides dinero o comprensión.
interesante en la sala de montaje. Y tampoco se puede confiar en que los En cierta ocasión le preguntaron a Daniel Boone si se había perdido
actores animen un bodrio. No puedes esperar que ellos lo hagan «más alguna vez. Y él respondió: «Perderme, nunca, pero una vez estuve un
interesante». No es su trabajo. Lo que deben procurar es ser tan simples poquito desorientado durante tres días.»
como tú al elegir los planos. Como decían los estoicos, es bueno disponer de instrumentos que sean
Si haces bien las cosas pequeñas —y en este caso, la más pequeña es la pocos y fáciles de entender, para así poder localizarlos y utilizarlos al
elección de un único plano sin inflexiones—, harás bien las grandes. Y instante. Yo creo que en cualquier empresa que valga la pena, los
entonces tu película quedará tan bien hecha y tan ordenada y tan bien instrumentos fundamentales son increíblemente sencillos, pero muy difíciles
intencionada como tú. Nunca puede serlo más, pero sí que puede ser menos de manejar con maestría. La tarea del artista no consiste en aprender
si te empeñas en manipular el material o confías en que Dios intervenga para muchísimas técnicas, sino en aprender a la perfección la técnica más simple.
salvarte, que es lo que quiere decir mucha gente cuando habla de «talento». Si hacemos eso, como decía Stanislavsky, lo difícil se convertirá en fácil, y
Tal vez te gustaría que los duendes del zapatero acudieran en tu ayuda, lo fácil en habitual, y lo habitual podrá llegar a ser bello.
pero qué maravilloso es no necesitar que los duendes te salven. Tienes que Eso es lo importante cuando se persigue un ideal. La propia búsqueda
conocer tu oficio, sobre todo en situaciones de gran tensión. Escribir guiones aumentará las posibilidades de expresión del subconsciente; es decir, las
es un oficio y dirigir películas también. Prácticamente, se trata del mismo posibilidades de que haya belleza en tu obra. Dicen que los navajos, al tejer
oficio. Si pagas el precio, puedes aprender ese oficio. Si perseveras, el sus mantas, cometían fallos deliberados para mantener alejados a los
método de pensamiento analítico te resultará cada vez más fácil. Los demonios.
problemas de las películas individuales no serán más fáciles, eso sólo les No sé qué artista contemporáneo dijo: «Bueno, nosotros no tenemos que
sucede a los mercenarios. La tarea es siempre la misma. No pares hasta que preocuparnos de incluir fallos deliberados. Podemos procurar tejer
la resuelvas. Tu trabajo no consiste en hacerlo bonito. Será tan bonito o tan perfectamente, y Dios sabe que a pesar de todo aparecerán fallos suficientes;
feo como Dios quiera. Tu tarea consiste en hacer lo correcto, siguiendo los así es la condición humana.»
principios fundamentales. Según mi experiencia, la aplicación de estos principios te ayudará a tejer
Lo mismo que los protagonistas de nuestras películas, tenemos una tarea tan bien como sea humanamente posible... lo cual dista mucho de la
que cumplir. Para cumplir dicha tarea tenemos que pasar de una cosa a la perfección.
siguiente, de la manera más lógica posible. Nuestro trabajo se parece a Entrégate siempre a la tarea simple. Esta dedicación te deparará grandes
escalar montañas. A veces asusta, y a veces es muy penoso, pero no hay que satisfacciones. El hecho mismo de haber renunciado durante un ratito al
escalar toda la montaña de una vez. Lo que hay que hacer es conseguir un Culto del Yo —el culto a lo interesantes que sois tú y tu conciencia— será
punto de apoyo, decidiendo de qué trata este fragmento, o este plano, o esta percibido por el público, que te estará sumamente agradecido por ello y te
escena; y una vez que estamos completamente seguros aquí, extender el concederá siempre el beneficio de la duda.
brazo hasta localizar el siguiente punto de apoyo completamente seguro. El ¿Es posible «hacerlo todo bien» y que aun así te salga una mala
análisis dramático es como trazar un rumbo en territorio desconocido. película? «Hacerlo todo bien» significa progresar paso a paso siguiendo los
Cuando nos perdemos, nos desorientamos, nos asustamos, nos cansamos o principios filosóficos correctos, valorando honestamente tu propio esfuerzo,
nos aterrorizamos —y todas estas cosas te ocurrirán si tienes ocasión de hasta que te sientas satisfecho por haber cumplido la tarea concreta que
dirigir una película—, lo único que hay que hacer es volver a consultar el tenías que hacer. ¿Es posible hacer todo eso y que te salga una mala
mapa y la brújula. El análisis no es la película, del mismo modo película? No sé cómo responder a eso. Depende de tu definición de «mala».
Una vez más, recurramos al consejo de los estoicos: si antes de entrar en
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Mi hermana se sentó con su plato, picoteó un poco, intentó comer algo
y le dijo a mi madre que, de verdad, no tenía nada de apetito, y que,
desde luego, no era por culpa de la comida, sino de su nerviosismo
ante el estreno. Una vez más, mi madre dijo que si se hacía comida,
había que comérsela, y mi hermana le aseguró que no podía. Entonces
mi madre asintió, se levantó de la mesa, fue al teléfono, consultó el
número, llamó a la escuela, preguntó por el profesor de teatro, se
identificó y le dijo que su hija no iría a la escuela esa noche; no, no
estaba enferma, pero no iba a ir. Sí, sí, ya sabia que su hija era la
protagonista de la obra; y sí, ya se daba cuenta de que muchos alumnos
y profesores habían trabajado mucho en ello, etcétera. Y así fue como
mi hermana no hizo de protagonista en la función escolar. Pero para
entonces ya hacía mucho que yo me había marchado de casa, y
andaba bien lejos. De esta historia, y otras parecidas me enteré con un
retraso de veinticinco años.
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