Toda Eduardo - La Tumba de Sennedyem

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LA

TUMBA DE SENEDYEM

INDICE
EL VALLE DE LOS ARTESANOS
LA TUMBA DE SENEDYEM
SON NOTM EN TEBAS (EDUARDO TODA)

EL VALLE DE LOS ARTESANOS

Plano general del poblado de Deir el-Medina

EL VALLE DE LOS ARTESANOS

l Valle de los Artesanos es la necrpolis de Deir el-Medina, donde estn


enterrados los constructores de las tumbas del Valle de los Reyes, quienes
vivan en un poblado construido especialmente para ellos, Deir elMedina (Set maat, lugar de Maat o de la Verdad), para mantenerlos apartados
del resto de la poblacin y as preservar los secretos de las tumbas reales.
Las tumbas del ltimo periodo muestran calidad y buena tcnica, as como la
prosperidad de estos artesanos que tenan el privilegio de una concesin
funeraria. Las tumbas deban construirse durante el tiempo libre, y las hacan
de forma que el eje se alineara con el del templo del rey a quien haban servido.
Actuaban tambin como embalsamadores y sacerdotes, y seguan los ritos
fnebres al fallecimiento de algn compaero, ritos que tambin deban seguir
fuera del horario de trabajo
La necrplis se sita en la montaa y est compuesta por unas 500 tumbas, de
las cuales 53, todas ellas de la poca de las dinastas XIX y XX, estn decoradas.
Las primeras tumbas corresponden a tiempos de la dinasta XVIII, y las ltimas
al III periodo intermedio. Se han registrado con el cdigo TT.
En la parte de la necrpolis ms baja hay un pequeo cementerio, tambin
coetneo con la dinasta XVIII, en donde las tumbas eran individuales y muy
pobres, sin decoracin y conteniendo como nico ajuar recipientes de comida
para el Ms All. Ma all de estas tumbas, sobre la ladera, se encuentran otras
tambin muy sencillas con adolescentes, y en la parte alta estn los adultos.
La decoracin de tumbas privadas se limitaba en general a la capilla de entrada,
lugar donde los familiares llevaban a cabo los ritos funerarios.En Deir elMedina tambin est decorada la cmara funeraria, escogiendo los pasajes del
Libro de los Muertos que interesara al propietario o que le recomendasen ls
sacerdotes. A veces se pintan unas escenas mientras se escriben los textos de
otras diferentes.

Encajonada entre los contrafuertes de la colina tebana y la de Gurnet Murai, a


unos 20 o 30 minutos a pie del Valle de los Reyes, se encuentra el poblado y la
necrpolis de los trabajadores-especialistas de las tumbas reales tebanas
durante el Reino Nuevo: Deir el-Medina.
Esta fue la nica ciudad de artesanos que se habit durante un perodo de 450
aos de forma ms o menos continuada, es decir, desde comienzos de la
dinasta XVIII a finales de la XX. Fue la nica que mantuvo un contacto
continuo y prolongado con funcionarios de categora superior y un cliente tan
importante como el propio rey.
La ciudad fue denominada en la antigedad Pa Demi, que significa
simplemente "el poblado. Actualmente recibe el nombre rabe de Deir el
Medina, en relacin al "Convento de la Ciudad", monasterio copto emplazado
en el yacimiento que desapareci en 1940. Este convento no era ms que un
edificio faranico construido muy posiblemente por Thutmes III y reedificado

EL VALLE DE LOS ARTESANOS

en poca Ptolemaica que dio abrigo a los monjes coptos durante los siglos V y
VI d.C. Se localizaba en las inmediaciones del templo Ptolemaico de Hathor y
Maat, emplazado en un lugar prximo a la aldea.
La fundacin de Deir el-Medina se remonta a tiempos de Thutmes I, segn los
sellos ms antiguos inscritos en el muro de cerramiento de la ciudad, aunque
algunos autores piensan que pudo ser su predecesor, Amenhotep I, el primer
rey que agrup a los artesanos.
Fue entonces cuando los primeros habitantes, de condicin modesta, se
asentaron en el poblado empujados por las perspectivas que les ofreca el
trabajo de preparacin de las tumbas reales, arrastrando consigo sus creencias
locales y agrupndose jerrquicamente.
El poblado tiene forma irregular y una extensin aproximada de 7.500 m2 (en
poca de mayor expansin). Estaba rodeado por una muralla que tena al
menos dos puertas: una (la ms antigua) abierta al Norte y la otra al Oeste,
antes de que se produjera la ampliacin llevada a cabo por Horemheb. Se ha
especulado respecto a la existencia, de otra puerta situada al Sur, en el eje de la
calle principal, sin embargo es difcil averiguar la veracidad de esta suposicin
a causa de las restauraciones modernas. Las puertas quedaban cerradas durante
la noche para proteger a los habitantes.
A la entrada, junto a la puerta Norte, se encontr un edificio alargado, de tres
habitaciones, sujeto con cuatro pilares que se interpret como un puesto de
polica que serva para asegurar la seguridad del poblado y de sus habitantes.
La muralla protectora que circunvalaba la aldea meda casi 132 metros y tena 6
o 7 metros de alto por ms de un metro de grosor. Comenz siendo construida
en ladrillo pero en tiempos de Horemheb, se emple la piedra. Las casas
estaban adosadas directamente a este muro.
El interior del poblado estaba se dividido por una calle principal, que discurra
de Norte a Sur, y dos perpendiculares ms pequeas. La primera era la que
divida el poblado en dos: la derecha y la izquierda, algo de vital importancia
como veremos ms tarde. La parte oriental era la ms grande, tena 48 casas
frente a las 26 del lado occidental. Adems alojaba un nmero relativo de
viviendas mayores ocupadas posiblemente por personajes directivos, aunque
en Deir el Medina no se aprecian grandes diferencias en la disposicin de las
casas de unos y otros.
La poblacin de la ciudad era muy variable dependiendo del reinado de cada
faran y de las necesidades de mano de obra y lleg a alcanzar una extensin
considerable para un poblado de este tipo. As la villa fue amplindose
progresivamente durante el Reino Nuevo hasta finales del reinado de Ramss
XI, detectndose un empobrecimiento progresivo no slo de la ciudad sino
tambin de la calidad de las tumbas reales tebanas, prximas al poblado, a
causa del declive experimentado en Egipto en este momento

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Cuando Deir el-Medina comienza a ocuparse, es decir, desde Thutmes I a


Thutmes IV, que es cuando la comunidad est firmemente establecida, la urbe
se compone de una zona rectangular al noroeste (la ms antigua) y una zona
trapezoidal que va extendindose al Sur siguiendo el camino del Uadi. El
ncleo principal pudo tener unas 20 casas, amplindose posteriormente hacia el
Norte y el Oeste. Las casas originales de adobe estaban orientadas E-O y
carecan de cimientos, mientras que las siguientes (con Horemheb) se
construyeron con basamentos en piedra, formando muros que terminaban en
filas de ladrillo de adobe.
Durante los reinados de Hatshepsut a Amenhotep III se ha calculado que el
poblado debi de tener unas 40 a 60 viviendas amplindose a 53 con Horemheb
y a 68 bajo Sethy I en un terreno que entonces meda 48 X 130 metros. La
importancia de esta agrupacin humana era cada vez mayor.
Bajo Thutmes III hubo que reforzar y ampliar la muralla al Norte, al Oeste y al
Sur. El crecimiento de la poblacin trajo en consecuencia que tuvieran que ser
construidas otras viviendas para artesanos fuera de la villa y que se hiciera
necesaria la instalacin de puntos de recogida de agua en todo el valle, pozos
que ms tarde fueron acrecentados por Amenhotep III.
Que ocurri con el poblado durante el cisma amarniense, es decir durante el
mandato del faran Ajenatn?. Parece que con el traslado de la corte a Amarna,
la villa sufri un semi-abandono y que parte del ncleo original fue destruido
por un fuego. Tras la muerte de Ajenatn la ciudad volvi a habitarse
producindose el retorno progresivo de sus moradores y obligando al rey Tutanj-amon a hacer una pequea ampliacin hacia el Oeste.
Posteriormente Horemheb, en el ao VII de su reinado emprende la
reorganizacin de la ciudad y comienza la ampliacin ms significativa. Esta se
extiende ahora hacia el S.O, sobre el muro de Thutmes III, debiendo construirse
una nueva muralla. Horemheb, no slo ampla el poblado, sino que tambin
restaura las casas antiguas y crea la llamada "Institucin y Equipo de la Tumba"
ya que la complicacin de los enterramientos reales en estos momentos y su
compleja decoracin, requiere un nmero ms elevado de especialistas estables.
Por otro lado, este rey declara exentos de impuestos a los propietarios de las
casas y prohibe la retencin de ningn tipo sobre sus salarios. A mayor
poblacin surgen nuevas necesidades y el cementerio de la ciudad tambin ha
de organizarse para dar acogida a los nuevos moradores, transformndose las
pequeas tumbas individuales en bvedas familiares.
Seti I y su hijo Ramss II son otros de los grandes monarcas que amplan la
ciudad ya que las necesidades constructivas aumentan, floreciendo de forma
espectacular. Tras Ramss II ningn otro faran har obras importantes en la
villa, es ms, bajo su reinado se detecta su mxima expansin. Este rey aade
casas fuera del recinto amurallado, obteniendo un poblado con unas 70
viviendas en el interior y 50 en el exterior, lo que supone una poblacin

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aproximada de unos 400 habitantes por trmino medio, durante el perodo


ramsida.
Las viviendas ubicadas extramuros eran ms modestas, pero estaban provistas
de silos y de salas auxiliares. Parece que fueron ocupadas por personajes de
ms baja alcurnia que servan a los habitantes de la aldea.
A partir de este momento, la decadencia comienza hasta despoblarse
completamente y de forma sbita a principios de la Dinasta XXI, segn se
desprende del gran nmero de objetos de uso comn abandonados
precipitadamente y hallados in situ. Posiblemente este abandono estuviera
condicionado por la aparicin de bandas de libios armados que amenazaban la
integridad de sus moradores. Estos debieron de trasladarse a lugares ms
seguros, es decir, al abrigo de algunos Templos Funerarios que les ofrecieran su
proteccin.
Respecto a los pobladores del Valle haba dos tipos de poblacin: los que vivan
en el interior de la ciudad, llamados "hombres del interior" y otros que residan
fuera de la muralla, denominados "hombres del exterior". Estos ltimos se
encargaban de surtir y servir a los artesanos-especialistas con todo lo necesario.
Los hombres del interior eran todos aquellos que viviendo intramuros se
dedicaban a labores especializadas en la tumba real. Eran autnomos y
dependan directamente del Visir, pero estaban dirigidos por un escriba
encargado del registro y de todo lo relacionado con el aprovisionamiento o con
la buena marcha del trabajo. Reciban el nombre de "Sirvientes del Bello Lugar
del Fuerte Rey" y en poca ramsida "Sirvientes o Servidores del Lugar de la
Verdad". Colectivamente se denominaban "Hombres del Grupo" o "Tripulacin
de Navo", un curioso trmino naval que deriva del empleado en los barcos y
que inexplicablemente se aplicaba a este poblado.
Aunque, bsicamente, la poblacin estaba compuesta por hombres y mujeres de
origen egipcio, sabemos que tambin residieron aqu nubios, sirios, hurritas,
chipriotas y libios completamente adaptados a las costumbres egipcias, que
introdujeron su propios hbitos y sus cultos extranjeros.
Los trabajadores se dividan siempre en dos grupos: los que vivan a la derecha
y los de la izquierda y esta separacin serva para la organizacin del trabajo.
Algunos Egiptlogos han indicado que esta divisin responda al lugar de
trabajo de la cuadrilla en la tumba real, aunque raramente ambos lados tenan el
mismo nmero de operarios.
A la cabeza de cada sector del poblado se encontraban dos encargados o
capataces llamados Jefes de Equipo (uno para cada lado) designados
generalmente por los miembros del Equipo. Estos estaban asistidos por dos
delegados, que normalmente eran sus hijos varones.
Los encargados fueron designados durante la dinasta XVIII "los Grandes de la
Tripulacin" o "Supervisores de la Construccin en el Gran Lugar" y durante las
dinastas XIX y XX "Jefes del Grupo del Lugar de la Verdad". Eran los
encargados de asignar una tarea a cada grupo y a cada hombre, velando por
que sus rdenes se llevaran a cabo con la diligencia y la efectividad requerida.

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Ellos comprobaban el estado de las herramientas y las reemplazaban por otras


nuevas cuando era necesario, siempre ante la presencia del escriba que
registraba cuidadosamente estos acontecimientos.
Cada capataz tambin velaba por los horarios de trabajo, esto es, por que el
horario laboral se cumpliera; fijaba los descansos, las vacaciones, recomendaba
ascensos, determinaba los castigos (si eran necesarios) y estimulaba la
productividad con sus gritos. Tena autoridad y gozaba de la confianza de sus
hombres. Por ello, era el encargados de hablar en nombre de la comunidad de
igual a igual con sus superiores. Entre sus mltiples obligaciones deba
mantener correspondencia con el Visir, al cual enviaban regalos por mediacin
de los escribas o del llamado "Guardin de la Puerta", un hombre encomendado
en vigilar la entrada y salida de los habitantes de la villa.
El grueso de la ciudad estaba formado por los obreros especializados en
distintas tareas tales como: pintores, estucadores, canteros, escultores, etc.
Otros habitantes de Deir el Medina, eran los "Hombres del Exterior". Estos
estaban al servicio de los que vivan intramuros. Vivan fuera de la ciudad,
donde se han encontrado los restos de 50 de stos edificios. Eran los encargados
de sustentar y auxiliar al pueblo y estaban divididos en esclavos y en
trabajadores libres o servidores.
Al igual que los hombres del interior, se dividan en dos "lados", los que servan
a la parte izquierda de la ciudad y los que auxiliaban a los de la derecha.
Aunque pertenecan a un grupo especfico, podan transferirse
permanentemente o temporalmente y trabajaban incluso en los das de fiesta.
Esta poblacin parece haber sido analfabeta y por ello no nos han llegado
testimonios escritos como ocurre con los habitantes del interior de la aldea.
Sabemos que les estaba permitido poseer ciertas propiedades personales tales
como ganado, comprar y vender en el mercado local y comparecer ante los
jueces con los mismos derechos que los artesanos.
Dentro del grupo denominado hombres del exterior tenemos a los
pescadores, ceramistas, leadores, jardineros, curtidores, barberos, etc. Por su
trabajo reciban ganancias muy pequeas. Sin embargo cuando la economa
egipcia comenz su declive, podemos observar como aumenta
considerablemente el nmero de estos sirvientes. Sus casas, aun manteniendo
casi las mismas caractersticas que las del interior del poblado, presentan una
diferencia fundamental: un patio necesario para alojar a los animales de
transporte, que los habitantes del interior, generalmente, no tienen.
Es en este colectivo donde debemos de situar a los aguadores, vitales en un pas
tan clido como es Egipto. El agua se convierte aqu en una necesidad bsica y
es necesario un aprovisionamiento diario. Esta se traa en asnos o se acarreaba
por los portadores en un recipiente cermico, suspendido de un palo y colocado
sobre los hombros. Los porteadores de agua eran los encargados de traer agua
desde un canal del ro Nilo, a 2 Km de la ciudad; se almacenaba en un gran
depsito cermico situado, bien en la entrada principal o bien en la
septentrional, adems de en un nmero variable de vasijas repartidas por la
aldea, todas ellas vigiladas por un guardin.

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Los portadores eran los sirvientes ms pobres que vivan extramuros, bajo el
control y proteccin de los Medyai, una especie de polica. Alquilaban
regularmente los burros de los mismos obreros de Deir el Medina para realizar
su trabajo y recibir a cambio una pequea compensacin.
Durante el ao 2 del reinado de Ramss II, estos hombres recibieron un mnimo
salario en grano, aunque esto no siempre fue as y su categora social fue
variando segn el perodo.
Los esclavos eran generalmente prisioneros de guerra (asiticos, nubios o
libios), delincuentes convictos o a aquellos que se vendan a s mismos por
razones de pobreza, con la esperanza de obtener manutencin y proteccin. El
cdigo moral egipcio exiga que fueran tratados humanamente y esta esclavitud
no es comparable al concepto grecoromano que todos conocemos. Por ello a los
que denominamos esclavos, no se les puede considerar como tal, sino ms
bien como sirvientes de orden menor. Unicamente en la dinasta XIX tenemos
constancia de su presencia. Sabemos que entonces formaron parte de las
posesiones de los obreros junto a las construcciones que se encontraban fuera
del poblado, las tierras y los animales que tambin se guardaban fuera de la
aldea.
Podan ser liberados o adoptados por sus dueos adquiriendo plenos derechos
civiles y tambin estaban jerarquizados en funcin a su capacitacin y edad.
Un esclavo poda dirigir a un grupo de esclavos. Se encargaban de acarrear
pescado, fruta y verdura, hacer yeso para los muros del enterramiento, cortar
madera, hacer vasijas o lavar ropa, recibiendo a cambio un salario reducido en
grano. As por ejemplo, gracias a la tumba tebana nmero 4, perteneciente al
grabador de relieves Ken, contemporneo de Ramss II, sabemos que disfrut y
fue propietario de una docena de hombres privados de libertad.
Ellos tambin estaban divididos entre los que servan a los obreros de la
derecha y los de la izquierda, en nmero de 5 por cada lado y trabajando por
turnos. Este contingente humano poda ser alquilado o traspasada su
propiedad, hacindose estas transacciones primero verbalmente y ms tarde a
travs de contratos escritos, de los cuales se han hallado una cantidad
importante. Eran trabajadores regulares que no laboraban en el interior de la
tumba, ni vivan en el poblado y deban desempear nicamente los trabajos
por los que haban sido vendidos desde el principio. Sabemos que ciertas
mujeres eran propietarias de esclavos, a los que alquilaban a otros trabajadores.
El coste de uno de estos individuos en tiempos de Ramss III (segn papiro
Harris) poda ser de unos 7 Deben. Teniendo en cuenta que 4 Aruras de tierra,
es decir 1 hectrea, costaba 1,1 Deben, el esclavo vala ms o menos lo mismo
que 7 hectreas de terreno, alrededor de 637 gramos de plata.
Los artesanos podan vender el derecho a disfrutar del trabajo de un esclavo
obteniendo beneficios extras, pero no hay seguridad de si ayudaban, de algn
modo, en la construccin de las tumbas o si solamente asistan a las mujeres en
las labores domsticas, tales como la molienda.

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En cuanto a las mujeres podemos afirmar que tambin hubo esclavas y que el
nmero de ellas vari con el tiempo, aunque la documentacin de Deir el
Medina nos habla de entre 1 a 16. Prcticamente todas ellas eran propiedad real
aunque podan adquirirse. Llegaron a integrarse tanto con las familias a las que
servan que fueron enterradas junto a sus amos, en las tumbas de la necrpolis
de la ciudad, e incluso podan ser liberadas si su amo les conceda la libertad.
No existe un acuerdo respecto si estas mujeres vivan en el exterior del poblado,
apareciendo en la villa cuando eran necesarias para la realizacin de alguna
tarea o si en algunos casos moraban junto a las familias, ya que no se constata
su presencia permanente en la aldea. No obstante parece que los documentos
nos indican que servan 10 das por casa y por mes realizando trabajos de
molienda.
Otro tipo de personajes, tanto hombres como mujeres, al servicio de los dems
eran los "Trabajadores Libres" o servidores, denominados "Semsu". Los varones
se ocupaban de atender a sus amos cuidando sus vestidos, su casa, el jardn,
haciendo cerveza o llevando a cabo el servicio de lavandera. Ellos posean la
facultad de cambiar de dueo a su antojo ya que no podan ser comprados,
alquilados o vendidos. Las mujeres trabajaban como nodrizas, cuando las
madres no tenan leche, haban muerto o simplemente por una cuestin de
prestigio o como asistentes en las labores domsticas. Sus jefes, eran los
encargados de darles el sustento, vestidos y muy posiblemente una pequea
remuneracin.
En esta aldea convivan los artesanos con sus familias. Puede darse el caso que
en una misma casa encontremos hijos de distintas madres, ya que en Deir el
Medina eran frecuentes las muertes o los divorcios, generalmente causados por
esterilidad o adulterio. Es por ello que no son raros los segundos o los terceros
enlaces matrimoniales, pues los obreros y el pueblo en general slo tenan una
esposa. Normalmente los trabajadores estaban estaban casados ya que era la
situacin ideal, aquella que llevaba a la procreacin tan importante en la
mentalidad egipcia. Sin embargo, en esta comunidad no parece que los enlaces
fueran muy estables, quiz en muchos casos condicionado por la diferencia de
edad de hasta 42 aos entre el hombre y la mujer.
Las viviendas solan estar habitadas por una sola familia compuesta por dos y
excepcionalmente tres adultos con sus hijos. Algunas de estas familias eran
prolijas en descendencia, llegando a contar hasta 15 descendientes pues debido
a la gran consideracin de las familias fecundas, stas solan poseer los puestos
ms influyentes, aunque lo ms habitual era tener de dos a ocho hijos. Es
evidente que todos los hijos no podan trabajar en la comunidad y pasaban a
engrosar las filas de los obreros no especialistas (semedet) o se buscaban la vida
en otras partes. Los jvenes se casaban sin que hubiese distincin social e
incluso algunos se unan con miembros ajenos al poblado, que a partir de ese
momento pasaban a residir en la aldea. Sabemos de algunos casos en los que
llegaron a casarse primos directos.

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La esperanza de vida en aquellos tiempos no era tan grande como actualmente,


ello unido a la frecuencia de divorcios o el adulterio, fueron las causas por las
que, no era raro, encontrar en una misma casa una pareja con sus hijos y
tambin descendencia fruto de matrimonios anteriores.
Para que un hombre o una mujer se consideraran casados, no era necesario
ningn tipo de ceremonia sino simplemente el acuerdo verbal entre los
contrayentes y el hecho de permanecer bajo el mismo techo.
Las mujeres atendan las casas y a sus esposos. Ellas podan emplearse como
plaideras o sacerdotisas, llevar a cabo transacciones econmicas y vender los
vestidos de lino que ellas mismas tejan. Podan beneficiarse de las herencias,
tanto de los bienes comunes del marido como de su tumba, segn se desprende
de los testamentos que han sido hallados.
Un edificio curioso que no se ha conservado pero que permanece en algunas
representaciones murales y en strakas, era aquel destinado a los partos. Se
trata de unas cabaas con techo de esteras sostenidas por ligeras columnas
papiriformes. Estaba decorado con vides entrelazadas y a l se desplazaban las
futuras madres en el momento que sentan prximo el alumbramiento. All la
mujer se sentaba o acuclillaba sobre un taburete o una cama para dar a luz.
El obrero de Deir el Medina no viva en el poblado permanentemente. Mientras
estaba ocupado en la tumba real y su ocupacin requera una atencin especial,
moraba en unas pequeas villas satlites emplazadas en los mismos
cementerios. Estas eran una serie de casas modestas de slo dos o tres
habitaciones con bancos corridos de piedra en el interior, donde se inscriba el
nombre de su ocupante. No tenan cocina ni vertedero pero s posean una
capilla para el culto. El alimento les llegaba directamente de la ciudad a travs
de unas personas encargadas de trasladarlo, realizando la comida ms fuerte en
la maana para coger fuerzas para el resto del da. La racin normal consista en
dos o tres pedazos de pan (que era la base de la alimentacin), dos jarras de
cerveza dulce (que se utilizaba tambin como medicamento) y generalmente
algo de pescado servido en platos.
Junto a estas cabaas se han encontrado unas cincuenta pequeas capillas para
llevar a cabo el culto.
Mientras tanto en Deir el Medina habitaban las familias, los enfermos, los
sirvientes o sirvientas que ayudaban a las mujeres en las casas y los obreros que
no necesitaban estar continuamente a pie de obra.
Como ya hemos comentado, los obreros de la aldea concentraban su trabajo en
el enterramiento de su rey, en el Valle de los Reyes y en las tumbas de las reinas
y prncipes, en el vecino Valle de las Reinas.
Tenemos datos para afirmar que, excepcionalmente, tambin se emplearon en
otros hipogeos de la orilla Oeste de Tebas, sobre todo en un perodo avanzado
del Reino Nuevo. Tal es el caso de la sepultura del Primer Profeta de Amn bajo
los Ramss IX y X. En este momento era el Sumo Sacerdote el que ostentaba el
mximo cargo directivo del poblado, en lugar del monarca y por ello no dud
en emplear esta mano de obra privilegiada para su morada eterna.

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Aunque los obreros de la ciudad pudieron trabajar espordicamente en tumbas


de nobles, lo ms corriente fue que stos tuvieran que buscarse sus propios
constructores, cosa que no era difcil porque haba hombres en el paro cuando
la comunidad no trabajaba al 100%. El nmero de trabajadores en la tumba real
variaba a medida que sta progresaba, es decir, el contingente obrero era mayor
al principio, disminuyendo a medida que la tumba iba quedando concluida. Se
ha calculado un mnimo de 40 hombres y un mximo de 120 trabajando a la
vez. La categora social de los artesanos especialistas de Deir el-Medina fue muy
superior a lo que pudiramos pensar, aunque por supuesto todo estaba
condicionado la prosperidad del estado, encargado de proveer sus necesidades
bsicas. Sus condiciones de vida y trabajo no parecen haber sido excesivamente
duras o precarias, si las comparamos con otros oficios.
Ha quedado constancia de que estos los artesanos tenan un nivel cultural muy
alto, ya que era muy raro encontrar una poblacin en la que prcticamente
todos sus habitantes fueran capaces de leer y de escribir.
La promocin dentro de la jerarqua era un asunto importante y queda patente
en el inters por registrar sus cargos como signo de distincin en el interior de
sus enterramientos.
Durante el Reino Nuevo las barreras existentes entre los estratos ms bajos y los
intermedios de la sociedad se fueron haciendo cada vez ms permeables, como
se demuestra por la insercin de antiguos prisioneros de guerra extranjeros. El
paso de una escala social inferior a otra superior, segn las necesidades del
empleo, ponen de manifiesto una flexibilidad de gestin de la mano de obra
que no deja de modificar la vida cotidiana.
Observamos que hasta el final de la dinasta XIX todos los miembros de la
comunidad de Deir el Medina tenan la misma categora social, sin embargo, a
partir de aquel momento el trabajo creativo del artista comenz a ser ms
valorado, mientras que el de picapedrero, por ejemplo, descenda y este puesto
poda incluso ser impuesto como castigo en un juicio. Fue entonces cuando
algunas profesiones como: yeseros, herreros, zapateros y guardianes de las
tumbas, fueron relegadas a una categora secundaria e intermedia
considerndolos inferiores a los trabajadores especialistas, pero superiores a los
obreros no especializados.
En cuanto a la movilidad de los artesanos los distintos autores que han
estudiado la villa no parecen llegar a un acuerdo. Ventura cree que estaban
confinados en la ciudad cuando no trabajaban en el Valle de los Reyes y que
solo salan con permisos especiales, acompaados por el Guardin de la
Puerta, que adems actuaba de mensajero. Otros autores piensan que en su
mayora estaban ligados de por vida a sus lugares de trabajo, no pudiendo
abandonarlo a menos que sus superiores los destinasen a otras labores. Estos
destinos espordicos estaran condicionados por un exceso de mano de obra en
un ramo determinado, pudiendo as ser degradados a la categora de personal
no especializado, es decir desempeando todas aquellas tareas pesadas, tales
como retirar los escombros cuando se excavaban las tumbas. Sin embargo los
nuevos estudios parecen confirmar que los trabajadores no estaban sometidos
en absoluto a un control tan rgido y que sus movimientos tenan una cierta

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EL VALLE DE LOS ARTESANOS

libertad al menos en la orilla Oeste y muy posiblemente fuera de ella. Tenemos


documentado que cuando era preciso no gozaban de una dedicacin exclusiva
en las tumbas reales tebanas, sino que tambin podan ser empleados a la vez
por ejemplo, en el templo de Karnak, en el Templo Funerario de Thutmes IV, en
el de la reina Hatshepsut en Deir el Bahari, en otras regiones como Elefantina,
en las canteras de Gebel Silsila, etc. Adems la correspondencia de poca
ramsida, nos informa sobradamente de los movimientos que estos trabajadores
hacen fuera de la ciudad.

Los artesanos de Deir el-Medina construyeron sus tumbas en las proximidades


de la aldea. En ellas se aprecia la calidad, refinamiento y la riqueza creciente de
estos hombres a lo largo del Reino Nuevo. Sus enterramientos son una muestra
de tcnica avanzada, de gusto y armona al emplear los colores, de trazos
regulares y seguros. El destino hay querido que todava hoy podamos observar
muros pintados con vivos colores, que sus moradas eternas nos transmitan ese
sentimiento de piedad que sin duda tuvieron los privilegiados artesanos de la
ciudad.
Construirse una morada eterna no era una tarea sencilla, aunque los artesanos
gozaran del privilegio de tener una concesin funeraria en propiedad. Las
sepulturas deban de construirse en tiempo no oficial, es decir, cuando los
obreros no tuvieran que estar trabajando en la tumba real. Su trazado sigui un
planteamiento concreto: siempre que fue posible el eje se aline lo ms prximo
al templo funerario del rey a quien el difunto hubiera servido, en un acto de
piedad y como instrumento de proteccin eficaz.
Despus de finalizar su tumba todo quedaba preparado para el da del bito,
momento en el que sus propios compaeros deberan realizar los ritos fnebres
necesarios para perpetuar su existencia eterna pues los artesanos de la ciudad
actuaban como embalsamadores y sacerdotes. Sabemos que en los funerales de
cada uno de sus miembros acuda el equipo entero y que tambin estaban
presentes en distintas fiestas de la orilla Oeste, aunque stas fueran de carcter
nacional. Ellos eran los responsables de llevar a cabo los rituales y el
mantenimiento del culto, considerndose una obligacin comunitaria que
desempeaban fuera de las horas de trabajo. Dentro del "tiempo del rey", slo
se les permita efectuar la mezcla de la cerveza y los sacrificios animales
necesarios para las ofrendas rituales.
Las primeras tumbas excavadas en la necrpolis del poblado fueron pozos sin
decoracin, que evolucionaron hacia una tumba cada vez ms compleja. Son de
modestas dimensiones y de tipo semi-rupestre, policromadas con colores muy
brillantes y con motivos muy bellos, siempre que el difunto tuviera medios para
permitrselo. El cementerio de Deir el Medina posee ms de 450 tumbas sin
decoracin y 53 decoradas de las dinastas XIX y XX, situadas al Oeste de la
aldea sobre la ladera de la montaa libia, donde se emplaza el cementerio
principal. En l tambin se hallan un nmero importante de sepulturas de la

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EL VALLE DE LOS ARTESANOS

dinasta XVIII, la mayor parte sin decorar, entremezcladas con los


enterramientos de poca ramsida.
Existe la certeza de que estos ltimos son en realidad las moradas eternas de
personajes de la dinasta XVIII o incluso enterramientos familiares de
comienzos del Reino Nuevo. Es decir son tumbas usurpadas de modestas
dimensiones que conservaban depsitos de sus primeros ocupantes, cuando
fueron excavadas y estudiadas. Estos pequeos objetos son los que nos han
permitido conocer que estamos ante tumbas construidas en tiempos de
Thutmes III a Amenhotep IV e incluso que 5 de ellas son de poca posterior al
cisma amarniense. Y cabe preguntarnos .cual es la causa para que se produjeran
estas profanaciones?. El motivo no puede ser ms evidente: la superpoblacin
con la que contaba la necrpolis en esos momentos.
Cuando Horemheb reorganiz la ciudad, en el ao VII de su reinado, las
tumbas tambin tuvieron que organizarse. Los enterramientos ms viejos
pasaron a ser reasignados y se construyeron nuevas moradas eternas.
Al Este de la ciudad, sobre la ladera de Gurnet Murai, en la parte ms baja de la
necrpolis y muy prxima al poblado, se encontr otro cementerio datado en la
primera mitad del Reino Nuevo. Las tumbas ms antiguas estn excavadas
directamente en la roca. Si no fueron objeto de usurpacin, en su interior
encontramos una nica inhumacin. Precisamente en este punto se localiz a
ms de cien nios enterrados en nforas, cestas, cajas o en sus propios
sarcfagos, de tiempos de Hatshepsut y Thutmes III. Los sepulcros son bastante
humildes y parece que los pozos ms pobres corresponden siempre a la
sepultura de fetos, enterrados de forma muy rudimentaria. Bsicamente
estamos hablando de tumbas de solo 2 3 metros con una simple Cmara del
Sarcfago. Ninguno de ellos contiene amuletos o joyera, tan solo uno o dos
pequeos vasos conteniendo comida para el Ms All.
Algo ms arriba se situaron las tumbas de los adolescentes y en la parte ms
alta las de los adultos, depositados en simples fosos, equipados con ajuar pobre
y embalsamados de forma rudimentaria. Es precisamente en este lugar donde
se hall un mayor nmero de enterramientos femeninos.
Un estudio realizado en base a las distintas tumbas de la necrpolis construidas
en cada periodo, ha revelado que con el transcurso del Reino Nuevo se produjo
una creciente consideracin entre los obreros especialistas. Los primeros
enterramientos son mucho ms modestos y se aprecia la tendencia de los
artesanos a enterrarse cada vez con un ajuar ms completo. Para dejar patente
su escala social, los obreros reflejaron sus ocupaciones en las tumbas con toda
clase de detalle. Sus panteones parece que se transmitan indefinidamente de
generacin en generacin, siendo los descendientes los que se preocupaban de
transformarlos y restaurarlos.
El cementerio de Deir el Medina nos ha regalado algunos sepulcros inviolados.
No estamos hablando solamente de los fastuosos ajuares de Ja o de Senedyem, a
los que nos referiremos despus, sino que tambin contamos con otros menos
espectaculares, con enseres mucho ms modestos pero no por ello carentes de
inters.

15

EL VALLE DE LOS ARTESANOS

A los pies de Gurnet Murai o lo que es lo mismo al Este de la villa, Bruyere


encontr 15 sepulturas sin profanar de comienzos del Reino Nuevo.
Posiblemente gracias a que las superestructuras haban desaparecido en la
antigedad se conservaba intacta la subestructura, compuesta por un pozo y
una Cmara Sepulcral excavada en el terreno. Los cuerpos estaban mal
embalsamados, encerrados en sarcfagos con decoracin muy simple y ajuar
funerario compuesto de cermica y objetos de uso comn. En estas tumbas se
hallaron ejemplos curiosos como es el del pozo 1352 de la dinasta XVIII donde
adems de la inhumacin habitual de un adulto se descubri el cuerpo de un
nio, acomodado en el interior de una cesta de juncos y acompaado de un
pellejo de cuadrpedo. El comparta la sepultura con sus mayores.
Las sepulturas de este yacimiento tienen una superestructura en forma de
capilla denominada "Tipo Nubio", que poda ser de dos formas: construida o
rupestre.
En ambos casos estaban culminadas por una estructura piramidal hueca,
coronada por una pieza monoltica (piramidion) de calcarea blanca. Este
piramidion suele tener unos 50 cm., de alto y estaba ornamentado con motivos
relacionados con el renacimiento del sol, resurreccin que el difunto esperaba y
deseaba. Un poco ms abajo, sobre la entrada, se colocaba un nicho que
contena una estela inscrita con un himno solar. Precisamente cuando los reyes
dejan de emplear la pirmide como smbolo de enterramiento los artesanos la
adoptan para sus moradas eternas.
La entrada a la capilla estaba formada por un pequeo plono que daba acceso a
un patio. En l habra el pozo vertical de unos 5 o 6 metros, que a veces (en
pocos casos) tena una escalera. Todo el recinto estaba rodeado por un muro
(temenos).
Bsicamente, una capilla estaba formada por un breve pasillo con una entrada
rectangular, una antecmara, un pasillo final y el Naos, que era la zona ms
sagrada. En toda la estructura se situaban estelas y mesas de ofrendas para el
culto pstumo del difunto. La primera parte del conjunto era de simbologa
solar y la segunda osiriaca. Es por esta causa que la zona ms externa est
iluminada por luz natural, mientras que la ms interna permanece en la
oscuridad. Al fondo estaba la estatua del Ka del fallecido, aquella que deba de
recibir las ofrendas de alimentos y bebidas necesarias para su sustento tras la
muerte y una estela adosada directamente a la montaa, que simbolizaba la
puerta de entrada al reino de Osiris.
Como ya hemos citado, en el patio exterior encontramos el pozo, aquel que
conduce a la subestructura. Estaba formada por 2 o 3 cmaras la ltima de las
cuales, es decir, la ms grande, era la Cmara del Sarcfago. Sola estar
decorada con hermosos relieves policromos, techo de ladrillo en forma de
bveda y cerrada por una puerta de madera. Es en esta dependencia donde el
difunto alojaba sus restos mortales pero tambin aqu podan enterrarse otros
sarcfagos cuyos propietarios eran miembros de su familia.

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EL VALLE DE LOS ARTESANOS

Simplemente observando las pinturas podemos ver claramente la evolucin que


sufre la decoracin en las tumbas de Deir el-Medina; las primeras muestran los
trazos de una escuela que todava se halla en sus comienzos, que experimenta y
avanza. De este tipo podemos citar como ejemplo la tumba de Amenemhat (TT
354) y como ejemplo de transicin Najt-Min (TT291), construida tras la muerte
de Ajenatn. Concretamente en esta ltima se percibe con claridad la influencia
del perodo de Amarna.
Los primeros sepulcros de Deir el Medina recogen en sus muros escenas de
vida cotidiana y aquellas relacionadas con la ocupacin del difunto, sobre todo
en los de la dinasta XVIII. En ellos pueden admirarse las actividades que se
desarrollaban sobre el Valle del Nilo. Realmente son escenas muy hermosas e
interesantes para conocer el modo de vida de los antiguos egipcios.
Las tumbas del perodo ramsida guardan tratados puramente religiosos y
reproducen pasajes del Libro de los Muertos o del Libro de las Puertas,
separados por registros e inscritos en caracteres jeroglficos. Los obreros
tuvieron acceso a textos funerarios reales, que no dudaron utilizar.
Parece ser Irunefer (TT 290) el personaje que en la dinasta XIX marca el cambio.
El abandona la vida cotidiana como motivo ornamental e imita los hipogeos de
Thutmes III y Amenhotep II. De este modo el artesano pinta sobre su tumba, a
modo de un gran papiro extendido, representaciones divinas y da ms
importancia a los textos jeroglficos que hace registrar. Es aqu donde
encontramos por vez primera captulos del Libro de los Muertos, algo que se
har habitual en las Cmaras del Sarcfago de otros sepulcros del mismo
perodo. La repeticin de motivos estndar en la necrpolis del poblado parece
indicar que entonces exista un canon o un libro maestro para su ornamentacin
y, que las variantes, corresponden nicamente a los gustos personales de cada
trabajador.
En Deir el-Medina encontramos tanto a los dioses del panten, como escenas de
los funerales, los ritos funerarios, pasajes relativos al viaje sagrado a la ciudad
de Abidos, captulos relacionados con los festivales de dioses adorados
localmente en la ciudad o pasajes donde el difunto se encuentra junto a sus
familiares, en un deseo de encontrarse en el Ms All. Tambin es frecuente la
presencia de Amenhotep I y Ahmose Nefetari, patronos de la ciudad. Los
parientes del propio difunto estn representados de acuerdo con su edad, es
decir, los padres tienen mayor estatura y presentan pelo cano, mientras que el
trabajador tiene un tamao ms pequeo y el pelo negro.
El periodo que se manifiesta como ms prspero en la villa es durante el fin de
la dinasta XVIII a comienzos de la XX y como es lgico este acontecimiento se
hace sentir en la calidad y riqueza de las pinturas murales de las tumbas. A
partir de Ramss III la decoracin experimenta una gran decadencia y los
sepulcros raramente se decoran, a excepcin de algunos privilegiados. En este
caso encontramos a Inherkau (TT 359) que vivi bajo los Ramss III y IV o Hay
(TT 267), contemporneo a Ramss IX, uno de los ltimos enterramientos
excavados en la necrpolis y un claro ejemplo de esta decadencia.

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EL VALLE DE LOS ARTESANOS

La decoracin est dispuesta sobre una capa de estuco, limo y paja y cubierta
por pintura sobre la cual se realizaban los dibujos. Aunque lo ideal era que
tanto las tumbas como las capillas se ornamentaran y policromaran, en la
prctica se han encontrado ms capillas ramsidas policromas que criptas,
quiz por la dificultad y costo de los materiales. Cuando hallamos la decoracin
monocroma, observamos que generalmente se escogi el ocre-amarillo con un
poco de negro y rojo para el diseo y los textos jeroglficos pintados sobre fondo
blanco (sobre todo en la dinasta XIX).
La cantidad de enseres en el interior de la tumba dependa de las posibilidades
econmicas del fallecido. Cuando acaeca la muerte parte de los bienes del
difunto se consagraban al ajuar funerario y el resto se reparta entre sus
herederos.
Todo equipamiento fnebre deba de tener ciertos objetos bsicos e
imprescindibles: los Vasos Canopos donde se introducan las vsceras
momificadas del difunto y un conjunto de Ushebtis o respondedores,
encargados de trabajar por el fallecido en los campos del Ms All.
En el interior de la Cmara del Sarcfago, los adultos de Deir el Medina solan
enterrarse con dos atades, uno dentro del otro, aunque sobre todo los de
comienzos de la Dinasta XVIII no han sido hallados. El ms exterior era
momiforme y el otro en forma de caja.
El ajuar tambin vari a lo largo de la historia y al final de la dinasta XX
encontramos un mayor nmero de objetos. Precisamente en este momento es
relativamente comn encontrar un sarcfago ms, una mscara funeraria, un
cartonaje, que cubra la cara, y algo de joyera modesta. Los nios solan estar
enterrados en jarras y en los casos ms pobres envueltos en lienzos o en cestos.
A finales de la dinasta XX se observa en la necrpolis un empobrecimiento en
la construccin. Las tumbas se hacen mucho ms pequeas y se reutiliza un
nmero elevado de enterramientos anteriores. Esto provoc que se produjera
uno de los crmenes considerados como ms odiosos: el robo de sepulturas en el
terreno funerario de Tebas, con el consiguiente perjuicio para el difunto
propietario del sepulcro. La usurpacin llevaba a la eliminacin del nombre y la
desaparicin del nombre le condenaba a no morar en el Ms All, es decir a la
no exitencia.
A partir del Tercer Perodo Intermedio la necrpolis de Deir el Medina se
reutiliz sin ningn escrpulo y precisamente de estas ocupaciones tenemos
numerosas muestras en una gran cantidad de enterramientos intrusos,
acompaados de ajuares muy modestos.
En Epoca Sata se reenterraron al Norte de la ciudad algunas Divinas
Adoratrices, concretamente Nitrocris y Ajnesneferibra y lo hicieron en un
profundo pozo que perteneca a una tumba del Reino Nuevo, donde se hallaron
ms de 30 sarcfagos.
En el caso de Ajnesneferibra, el sepulcro fue acondicionado con los bloques de
una capilla encomendada a Osiris por el rey Taharka (690-664 a.C) residiendo
los obreros, mientras trabajaban en ella, en la ciudad abandonada. Esta Divina
Adoratriz fue enterrada en un sarcfago de basalto que se localiz en este pozo

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EL VALLE DE LOS ARTESANOS

prximo al poblado y Nitocris en un catafalco de granito rojo que hoy se expone


en el Museo de El Cairo.
Durante el ltimo perodo de la historia egipcia, este estrecho valle se sigui
utilizando como lugar de sepultura de gente muy pobre que, al no poder
permitirse una tumba propia, reutilizaba las del Reino Nuevo.
As, del perodo romano, solamente se han encontrado en la ciudad algunos
vestigios en el basamento de una de las casas, donde se descubri un
enterramiento con 5 sarcfagos rectangulares, uno antropoide de madera y 10
momias, dos de las cuales no tenan sarcfagos.
El ltimo en construir en la zona, fue el famossimo Julio Cesar que erigi un
Iseum, monumento que marca la muerte del yacimiento. Slo los coptos lo
emplearon despus como lugar de culto o de almacenaje, modificando sus
estructuras para adecuarlas a las necesidades del momento, eliminando pistas
valiossimas que nos hubieran aportado una gran informacin de los hombres y
mujeres que residieron el valle durante 450 aos.

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LA TUMBA DE SENNEDYEM

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LA TUMBA DE SENNEDYEM

enedyem era un obrero de la necrpolis, cuyo empleo era el de ebanista.


Era hijo de Jabejent y de la dama Tahenu.
Se cas dos veces y su segundo enlace fue con una mujer llamada
Iyneferti. Tuvo como mnimo 10 hijos de entre los que podramos nombrar a
Jabejent, cuya tumba se hall en la misma necrpolis.
Senedyem vivi en una poca de apogeo econmico, durante el perodo que
abarca el reinado de Sethy I y los primeros aos de su hijo Ramss II. Esto le
permiti construirse una casa confortable en el poblado aprovechando la ltima
ampliacin de la ciudad, justo en el ngulo S-O, as como una tumba cercana a
su morada.
Este enterramiento familiar nos conmueve de forma especial ya que en el
alejado siglo XIX fue un espaol, el Cnsul de Espaa en Egipto, Eduardo Toda
y Gel, amigo personal de Maspero, el protagonista de la limpieza y excavacin
del mismo.
La excavacin de la tumba se realiz tan solo en tres das con una cuadrilla de
siete hombres, aunque por ello no podemos calificar los trabajos de desastrosos,
sino a lo sumo, muy acordes con los sistemas de excavacin al uso en aquel
perodo. Toda, hizo el inventario completo, tom fotos, copi inscripciones, etc.,
publicando el resultado de sus trabajos posteriormente. En aquel entonces el
que hoy conocemos como Senedyem, era denominado Son Notm.
Segn nos relata el propio Toda, desgraciadamente durante el proceso de
vaciado de la sepultura, parece que fue inevitable que algunos de los objetos
muy delicados se destruyeran sin posibilidad de ser recuperados.Toda
menciona que "un magnfico taburete pintado con brillantes colores y atrevido
dibujo se hizo aicos antes de llegar al buque Boulak" donde se depositaban los
objetos para su posterior traslado a El Cairo
El sepulcro contena un total de 20 momias entre las que se encontraban la de
Senedyem, la de su esposa y las de sus hijos, pero tambin haba objetos
funerarios pertenecientes a familiares que aparentemente no estaban enterrados
all, o por lo menos, ya no estaban cuando el cataln excav el sepulcro. Entre
los cuerpos haba personas de distintas razas, aunque en general eran egipcios.
Muchos de ellos se encontraron todava en el interior de sus sarcfagos en un
estado de conservacin excelente, pero al menos once estaban en estado
lamentable, por lo que se deshicieron en el camino. No obstante, viendo que los
cuerpos se destruan, Toda pidi conservar sus cabezas.
En el interior de la tumba haba dos cajas pintadas de amarillo, sin ninguna
inscripcin que indicara el nombre del propietario, que pudieron ser empleadas
para contener fetos o nios recin nacidos. Existan tambin un nmero de
momias pobres y mal hechas, sin cartonajes ni decoracin, que pertenecan a
hijos y hermanos de Senedyem en una poca de penuria econmica.
Vemos por tanto que, aunque el titular de esta tumba fue el propio Senedyem,
en su enterramiento se inhumaron miembros de su propia familia y sus
descendientes en sucesivas generaciones. As cuando el sepulcro, el nmero 1

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LA TUMBA DE SENNEDYEM

de la necrpolis tebana se hizo pequeo, se emple el hipogeo nmero 2, vecino


del primero, que perteneca a su hijo Jabejent. Quiz sea esta la causa por la que
se hall una gran mezcla de ajuares, ya no slo del propio Senedyem sino
tambin de miembros de su prolfica familia.

LOCALIZACIN, TOPOGRAFA E HISTORIA


Descubierta en enero de 1886, y excavada entre 1917 y 1924 y nuevamente entre
1928 y 1930, la tumba lleva el nmero 1 de la necrpolis tebana (TT1) y domina
al oeste, la parte meridional de la aldea de Deir el Medina, bajo la proteccin de
la montaa tebana. Se accede a travs de un patio, originalmente cerrado por el
este por un pilono, y abierto al oeste por tres capillas, dedicadas a Jonsu,
Senedyem y Tyaro (todos miembros de la misma familia), cada una de ellas
rematada por un piramidin. Dentro del patio, un pozo conduce a la cmara
funeraria de Senedyem, mientras que las capillas de Jonsu y Tyaro no tenian
ninguna sala subterrnea.
La pequea cmara subterrnea de Senedyem, por consiguiente, contena no
slo el cuerpo de su propietario y esposa, sino tambin los de sus parientes y
colaterales -veinte en total, nueve en sarcfagos y once simplemente envueltos
con vendas. Los nueve sarcfagos contenian los cuerpos de Senedyem y su
esposa Iyneferti, su hijo Jonsu y su esposa Tamaket, y sus otros hijos:
Parahotep, Taashen, Ramose e Isis, as como una joven llamada Hathor. En
1886, el mobiliario de la tumba fue trasladado al museo de Bulaq, mientras el
resto de los objetos de la capilla acab disperso por diferentes museos europeos
y americanos.
Tanto los sarcfagos como los muebles funerarios encontrados en la cmara
eran piezas exquisitas y nos anticipan la alta calidad de las pinturas que
podemos ver en su tumba, comenzando con los sarcfagos de Jonsu (JE27302) e
Isis, que lleva una planta convolvulus en su mano (JE27309).
La tumba n 1 estaba directamente frenta a la casa que Senedyem - que llevaba
el ttulo de "Sirviente en el Lugar de la Verdad" (Deir el Medina) - ocupaba en el
nuevo cuadrante que formaba una extensin sudoeste de la aldea de los
trabajadores.

La Capilla
Queda muy poco de la capilla de Senedyem, excepto las jambas de la puerta de
entrada, en la que fueron grabadas las frmulas dedicadas a Senedyem, su
esposa e hijos Jabejenet y Jonsu
El pozo y la cmara funeraria
Un pozo rectangular, con peldaos cortados en los lados, desciende hacia el
interior de la tumba, compuesta de un vestbulo (A) que lleva a una antecmara
(B) que a su vez da acceso a travs de otro pozo a la cmara funeraria (C).

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LA TUMBA DE SENNEDYEM

Desde la antecmara (B) se accede a una sala utilizada como almacn a travs
de un pasaje en pendiente. El acceso a la primera habitacin (A) se encontraba
oculto por una puerta de madera (ahora destruida) al final del pozo, al oeste: la
puerta estaba encajada en un marco de arenisca, las jambas y el dintel se
encuentran ahora en el Museo Antropolgico de la Universidad de California.
DECORACIN, TEMAS
Como todas la tumbas de Deir el Medina, la de Senedyem contiene una sala
funeraria abovedada cortada directamente en la roca. Sus muros estn
alineados con ladrillo crudo, sobre el que descansa la bveda. Despus de que
fuesen alisados con un mortero compuesto de una mezcla de barro y paja
troceada, a la que se le aadi un polvo amarillo plido, recogido en el desierto
tras las lluvias, se blanquearon antes de ser pintados.
Las paredes de la tumba fueron decoradas como las de un sarcfago; se
dividieron en varios registros, mientras la bveda qued dividida en ocho
paneles. Debido a la limitacin del espacio disponible para llevar a cabo la
decoracin, el artista eligi una seleccin de escenas, consideradas en Deir el
Medina como las ms eficaces y tpicas de todos los momentos clave de la vida
futura. Este resumen funerario se complementaba no slo con los objetos
descubiertos en el interior del sepulcro sino tambin con la decoracin
representada en los sarcfagos y los muchos artculos encontrados en la capilla,
incluyendo un papiro con el cuento de Sinuh (Papiro Vernus)
LA PUERTA Y EL CORREDOR DE ENTRADA
La tumba estaba sellada mediante una puerta de madera, que ahora se
encuentra en el museo de El Cairo (JE27303). En el exterior podemos ver los
registros con el difunto y sus parientes ante Osiris, acompaado de Maat y
Horus y flanqueado por Isis, la venerada Seora del Cielo. El interior est
decorado con la famosa escena en la Senedyem, sentado junto a una pila de
provisiones con diferentes ofrendas, y con su esposa, juega al senet.
El corredor de entrada est decorado a ambos lados (este y oeste) as como el
techo, con representaciones de las diferentes etapas del viaje solar.
La pared este presenta a Ra, aqu como el gran gato de Helipolis, que mata a la
serpiente Apet. Sentado bajo la legendaria persea, se dispone a cortar la cabeza
de la serpiente con un cuchillo.
La escena se complementa con el captulo 17 del Libro de los Muertos, escrito
en nueve columnas, que relata la matanza de los enemigos de Ra. La leyenda de
otra tumba tebana (TT 335) recuerda que el protagonista es realmente el "Gran
Gato, una forma de Ra", mientras que su oponente es llamado "Apep, el
enemigo de Ra".
En el techo, el cuerpo de la diosa Nut en su forma ms simple: como parte de la
montaa oriental, indicada aqu por el contorno de un uadi. La diosa,
representada con los pechos repletos, extiende sus brazos en un gesto de
bienvenida hacia el disco solar, que ha muerto en su interior.

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LA TUMBA DE SENNEDYEM

Al sur, una imagen muy daada del difunto ante un himno del captulo 16 del
Libro de los Muertos.
Al oeste, tres leones Aker, Shu y Tefnut soportan los que parece ser el horizonte
occidental, por el que se oculta el sol.
Diez columnas del texto forman el captulo 17A del Libro de los Muertos,
equivalente del captulo 17. El texto, ledo desde el lado derecho al entrar en la
tumba, comienza en los registros inferiores

LA PARED SURESTE
La pared sur oriental (a la derecha segn se entra) est dividida en dos
secciones: una escena con un banquete finerario (primer registro) y una serie de
genios
guardianes
que
ocupan dos registros.
En el registro inferior, sobre
el plinto que corre paralelo al
suelo, estn representados
once personajes, cuatro de
los cuales se encuentran
sentados en sillas, seguidos
por seis hombres y una
mujer que permanecen de
pie. Representan a los
parientes y descendientes de
Senedyem. Reunidos en el
lado este estn los que
pertenecen al mundo de los
vivos (como analoga de la
topografia de la localidad),
mientras que en el lado
occidental se representa al
mundo de los difuntos.
Desde el este se transportan
diferentes
artculos
del
banquete
funerario,
viniendo,
supuestamente
desde la sala-almacen (D), en
la que guardaban las cestas
de comida y bebida.
Entre las cuatro figuras sentadas en las sillas de madera negra (con las patas con
forma de pata de len) sobre esterillas de juncos, hay dos hombres (dos
hermanos conocidos como Tutu y Mesu) seguidos por Jabejenet, el primognito
de Senedyem, y su esposa Sahte. Las sillas, las esterillas y el cono de perfume
que adorna sus cabezas, as como la flor de loto que algunos de los personajes

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LA TUMBA DE SENNEDYEM

estn oliendo, indican, de forma clara, su estatus privilegiado dentro de la


familia, adems de confirmar la naturaleza funeraria del banquete. Dos
muchachas Tiyi y Henuturet, que llevan la coleta lateral smbolo de juventud y
que portan un largo vestido como el de los adultos, realizan su contribucin en
la forma de un tallo de papiro, como smbolo de reconocimiento, en relacin
con Hathor de Tebas.

En la parte superior del friso, llegando desde el oeste, Senedyem y su esposa,


cada uno en un registro diferente, avanzan, realizando un gesto de saludo,
hacia diez guardianes cuya labor es vigilar las puetas que dividen la vida
futura.
Cada uno de los dioses, en su forma humana o animal, est representado dentro
de un restngulo, rematado en la parte superior por un friso de jakeru que
evoca las plantas que decoraban las puertas y muros de separacin de las casas.
Senedyem se aproxima a los cinco guardianes, llamados Neru (cabeza de
buitre), Redit Sebanja (cabeza de cocodrilo), Henti Requ (enano hidrocfalo
desnudo), Ikenti (humano) y Teshesef (cnido negro). En el registro inferior su
esposa Iyneferti saluda a los otros cinco guardas: Mespath (cabeza de len),
Negau (cabeza de vaca), Semanti ( cabeza de serpiente), Judyetef (garza) y un
cnido. Un breve texto (dos columnas) que precede a cada guarda da sus
nombres y atributos.

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LA TUMBA DE SENNEDYEM

EL MURO NOROESTE
La pared noroeste, que presenta las representaciones homlogas de las escenas
que aparecen en el muro surorientas, est, como sta, dividida en dos partes.
En el registro inferior, mirando hacia el este, es decir hacia los descendientes de
quienes los difuntos esperan las ofrendas y el culto funerario, la pareja formada
por Senedyem e Iyneferti y las formadas por sus antepasados directos recibien
el culto funerario realizado por un oficiante. Los dos lados familiares estn
asociados al culto funerario de Senedyem, ya que en el tiempo en que fue
construida la tumba, ya haban muerto.

La libacin es realizada sobre un altar en el que descansa un jarro destinado a


guardar el agua fresca, entre flores de loto azul en floracin. Senedyem sostiene
un pao ceremonial, junto con el smbolo de su responsabilidad: el cetro jerep
que indica que ha alcanzado al menos el nivel de capataz.
Dos nios llamados Ranej y Hotepu - un joven y una joven - llevan an la coleta
lateral que simboliza su juventud. Se encuentran de pie entre las sillas de
Senedyem y de Iyneferti
Delante de la primera pareja, los padres de Senedyem, Tyaro y Taya son
dirigidos por un sacerdote sem llamado Rama, que no lleva la piel de leopardo
(ni tampoco el oficiante que le precede). Vierte la libacin con una mano y con
la otra extiende la vela de un barco, simbolizando as la brisa del norte. Los dos
personajes se complementan el uno al otro, y subrayan la coincidencia entre el
principio de la inundacin y la llegada de la brisa del norte.

26

LA TUMBA DE SENNEDYEM

El registro superior, que forma el friso, est dedicado por completo a una nica
escena: el despertar funerario

La momia, con la cabeza hacia el oeste, sobre una camilla con la forma de un
len, yace bajo un quiosco caracterstico del proceso de momificacin,
compuesto de una amplia capilla abovedada. El difunto se ha unido ya al
mundo de los dioses, como aparece indicadopor la barba curvada. En cada uno
de los extremos, a los pies de la cabeza del difunto, las diosas Isis y Neftis
respectivamente, representadas como milanos, e indentificadas por el smbolo
jeroglfico que llevan sobre la cabeza. Tras ellas, varias columnas de texto
explican su naturaleza y el rol que ejercen como diosas. Juegan el papel de
plaideras, en general interpretado por dos miembros femeninos de la familia
del difunto, normalmente la esposa o alguna hermana.
EL MURO NORTE

Escena del lado oeste


El ntulo del noroeste de la pared norte es una repeticin de la escena anterior.
Un embalsamador, representado como Anubis, atiende a la momia de
Senedyem y vigila la resurreccin del difunto como si fuera el propio cuerpo de
Osiris. La momia, colocada simtricamente en relacin a la pared suroeste y
tumbada sobre una camilla parecida a la anterior, se encuentra ahora dentro del
quiosco de embalsamamiento o Set-Netyer. Anubis arregla las vendas
distintivas amarillas que envuelven su cuerpo. La momia est aislada del

27

LA TUMBA DE SENNEDYEM

exterior mediante un pao blanco que llega hasta la mitad, acabando en una
malla unida a la parte superior del quiosco.
En la parte izquierda superior de la escena vemos una vieta incorporado en el
texto jeroglfico.
Este texto , de 26 columnas, se lea en el momento del entierro, y representa el
principio del captulo I del Libro de los Muertos. Sin embargo, el escribadecorador no complet el captulo, sin duda debido a las restricciones de
espacio de la pared.

El muro norte: escena central


La parte que contina a la derecha de la escena anterior est ocupada por una
escena que abarca
toda la longitud
del muro. Osiris,
dios
de
los
muertos
aparece
representado bajo
un pabelln, sobre
una
cornisa
acanalada formada
de
pequeas
columnas florales
cuyos
capiteles
combinan
lotos
blancos y azules,
lirios y plantas de
papiro. En la base
de sta decoracin
floral
cuelgan
cintas
rojas
y
blancas. En la parte
superior del capitel
floral
hay
dos
ureos con discos
que simbolizan las
diosas protecoras
de los reinos del
Alto y Bajo Egipto.
Las
pequeas
columnas florales
soportan un techo
de
ureos
con
discos destinados a
proteger al dios.
En el centro encontramos a Osiris, vestido completamente de blanco, con los

28

LA TUMBA DE SENNEDYEM

cetros Heqat y Nejej en sus manos y de pie sobre un pedestal de bordes


biselados, reminiscencia del signo de Maat.
Lleva una corona, posiblemente de trigo, flores salvajes y flores de los pantanos,
que dan una apariencia multiculor. Osiris est flanqueado por dos pieles de
animales que contienen fluidos de su cuerpo. La piel est envuelta alrededor de
un palo anclado a una maceta. El dios est delante de un recipiente sobre un
altar rematado por un ramo de flores de loto azul. Dos ojos protectores, el sol y
la luna, enmarcan la divina figura e indican la naturaleza csmica y conceptual
de Osiris, cuya capilla simboliza el universo.
Senedyem se arrodilla en una estera ante la imagen de El Seor del Reino de los
Muertos, cerca de tres mesas colmadas de ofrendas; se han aadido dos
lechugas entre las mesas. A los lados dos tarros de cerveza; el tallo de un loto
azul envuelto alrededor de cada uno descansa en un pequeo altar.
Las ofrendas de comida consistentes en panes, carne, pjaros, fruta y verduras,
estn rematadas por un ramo de flores salvajes y de flores de los pantanos. Un
himno al Seor de los Muertos ocupa todo el espacio restante hasta el friso. Un
texo ms corto, situado en el pequeo espacio entre la cabeza del difunto y la
estera, indica que est sentado al lado de Unnefer a quien estn dedicadas las
ofrendas.

El muro norte - escena este


Esta escena no proporciona continuidad con la anterior. Detrs de la figura
agachada de Senedyem, Anubis - El que preside sobre la tienda de purificacin,
el Dios, el Grande, Seor del Cielo - conduce a Senedyem de la mano ante
Osiris, con la otra mano sobre su hombro; es el lder de las almas, un papel que
ha ejercido desde el origen de su culto.
Sobre el dios y Senedyem un texto de 22 columnas que contiene las palabras
dichas por Anubis en beneficio del difunto, para que pueda ser bienvenido por
los dioses de la Duat. Este texto combina los captulos 38B y 55 del Libro de los
Muertos. Las dos escenas actan conjuntamente: mientras el difunto es
conducido hacia el Dios de los Muertos, la decoracin acent que aunque las
ofrendas era normalmente dirigidas a Osiris, "se han transferido" de modo que
es el difunto quien ahroa puede gozar de ellas en su nueva existencia
EL MURO ESTE
La pared este de la cmara funeraria est obviamente asociada con el sol del
amanecer. Esta escena es sin duda la ms famosa de todas las tumbas de Deir el
Medina. Refleja, no slo los placeres de los que gozar el difunto en los Campos
de Iaru, sino tambin el destino celeste que ahora es suyo, ya que comparte el
sino de Ra en su barca solar.
El muro est dividido en dos secciones: Los Campos de Iaru y el viaje de la
barca solar.
La parte inferior est demarcada por un marco que simboliza el rea irrigada
por un canal y que forma la vieta del captulo 110A del Libro de los Muertos.

29

LA TUMBA DE SENNEDYEM

El difunto es admitido para trabajar en el estado agrcula de Osiris, de la misma


forma que lo haca en los estados del rey. Como nuevo granjero de Osiris, tena
que trabajar para consolidar su subsistencia as como para enriquecer al dios, no
sin el evento egipcio de los ushebtis que permitan al difunto evadirse de las
tareas diarias y gozar pacficamente del descanso eterno.

El canal divide este marco rectangular en tres franjas de tierra y una isla. El
primer canal, que termina en un extremo doble, a la derecha, asla una franja de
tierra plantada con flores - una evocacin de la vegetacin que creca en las
proximidades de los canales.
Entre las plantas utilizadas pueden reconocerse la mandrgora y la amapola. A
la derecha, en el extremo, una isla que parece ser un muelle para una barca
llamada Dyefau, que es la de Harmajis (Horus del doble horizonte). Es de hecho
"la barca de Harmajis, que navega a travs de los Campos de Iaru", segn reza
el texto que describe una escena idntica en Medinet Habu.
La segunda franja de tierra est subdividida en tres regristros. En el primero se
alternan rboles comunes del Valle del Nilo - sicomoros y palmeras llenas de
dtiles y palmas dum que permiten a los difuntos apagar su sed.
Separadas del registro anterior por una lnea sobre la tierra, las figuras de
Senedyem y su esposa afanosamente dedicados a dos actividades: el difunto
dirige un arado tirado por dos vacas o bueyes, mientras que Iyneferti, detrs,
siembra las semillas en los surcos. A la izquierda la pareja cosecha lino, que
segn ciertas escenas similares crece bajo la influencia de la luna.

30

LA TUMBA DE SENNEDYEM

El registro superior a la izquierda contiene una escena de la cosecha: Senedyem,


segn la tradicin agrcola, corta las espigas de trigo (un tercio desde la parte
superior) con una hoz, abandonando los rastrojos para pasto, mientras de
Iyneferti, detrs de l, coloca las espigas de trigo, que su marido ha ido dejando,
en una bolsa. A la derecha, Senedyem aparece sentado en un pedestal con una
mesa repleta de comida.
El ltimo registro retrata el encuentro de la pareja arrodillada en el desierto
occidental, saludando a Ra-Horajty, seguido por Osiris-Jentamentiu, Ptah-NebMaat y otros dos grandes dioses que representan a las dos Enadas, la grande y
la pequea.
La arena, representada mediante una larga elipse, nos recuerda que Senedyem
y su esposa estn en el desierto. Detrs de los dioses, Parahotep, uno de los
hijos de Senedyem, mirando a la izquierda, hacia atrs, navega en su pequeo
barco por el canal.

A la derecha de la siguiente imagen, cuyo significado sigue resultando incierto,


Jonsu, otro de los hijos de los difuntos, realiza la ceremonia de la "apertura de la
boca" en la momia de su padre, para que el difunto pueda respirar otra vez y
consumir los alimentos del otro mundo.

31

LA TUMBA DE SENNEDYEM

La parte final la
encontramos en
la bveda, sobre
el
friso
que
corona la escena
anterior.
Aqu
observamos
la
apoteosis de "RaHorajty-Atum",
Seor de las Dos
Tierras
y
de
Helipolis, Jepri
que est en su
barca".
El divino ser, que
representa todas
las fases solares
(amanecer,
medioda
y
atardecer),
es
saludadopor dos
cinocfalos,
cuando se eleva
y
cuando
se
oculta, con la
cabeza rematada
por un enorme
disco
rojo
rodeado por el
ureo, la imagen
de "La que se
encuentra lejos".
La proa est
cubierta por plantas acuticas, que son remolcadas por el barco cuando navega
a travs de los pantanos celestiales.

EL MURO OESTE
Mientras la pared este retrata la vida y el amanecer del sol, la pared oeste, en
contraste, est ligada a la muerte.

32

LA TUMBA DE SENNEDYEM

Osiris, la imagen del sol muerto, reemplaza a Ra-Horajty en la Duat - el ms


all-. Senedyem, momificado y resucitado, habiendo realizado ya sus funciones
ante Osiris, aparece ahora en el tribunal de dioses de la Duat: Osiris y Harmajis

Senedyem e Iyneferti, con las cabezas adornadas con conos de perfume


punteados con granso de incienso, continan su devenir hacia una capilla
rematada por veinticuatro ureos amenazadores, con el techo adornado por un
enrejado. Un breve texto, sobre las cabezas de las figuras, y la capilla que
representa el palacio ficticio de los dioses, nos recuerdan que los dioses a los
que la parea adora son los seores de la Duat.
En el registro inferior Harmajis es seguido por tres parejas divinas, mientras
que en el superior, tras Osiris otras dos parejas de dioses y un dios. El nmero
de divinidades que representa la gran y la pequea Enada es obviamente
arbitrario. Pero Osiris, reconocible por su corona, es indudablemente el sucesor
de Harmajis, el sol que viaja desde un horizonte a otro durante el da.
El espacio sobre el friso est ocupado por una escena normalmente situada en
los arcos d elas estelas funerarias, referente al agua vertida para los difuntos,
segn da a entender el recipiente que est en la mesa cubierta con flores de loto
y rematada por tres signos: shen (el crculo del disco solar), tres ondulaciones
de agua, y una taza.
Upuaut y Anubis, guardianes de la necrpolis, cada uno en una montaa con
forma de pilono, enmarcan sta escena, animada por dos ojos humanos
protectores.

33

LA TUMBA DE SENNEDYEM

LA BVEDA
La bveda est compuesta de ocho paneles separados por bandas de texto. Al
mismo nivel del friso, en el norte y el sur, corren dos lneas de jeroglficos que
contienen una frmula de ofrendas, dirigida por Hathor (sur), que habita en el
desierto, a los dioses y en particular al que est en Helipolis, y en el norte a RaHorajty-Atum, el Seor de las Dos Tierras y de Helipolis.
Cada uno de estos textos pide para los difuntos les sean concedidas las
funciones especiales reguladas por los poderes divinos: para que respira aire y
nunca est sin agua (Osiris), para que vaya y venga dentro de la necrpolis,
para no ser rechazado cuando se aproxme a las puertas de la Duat (Hathor),
para llegar a ser un espritu en el cielo, para que le sea dado poder en la tierra, y
para ser hallado justo en la necrpolis, navegar delante de las estrellas y
alcanzar los barcos de da y la noche (Ra-Horajty). Estos textos longitudinales
repiten las escenas representadas en la bveda.
Por otra parte los textos transversales evocan la proteccin dada a los difuntos
por varias divinidades funerarias - Thot, seor de Hermpolis, que posee las
palabras divinas, Anubis, los cuatro hijos de Horus (divididos aqu en dos
parejas: Amset y Duamutef al sur, Qebehsenuef y Hapy al norte), que protegen
los rganos internos de los difuntos y los cuatro puntos cardinales.
La decoracin de la bveda indica el viaje desde el este al oeste hacia el
renacimiento, ya que el difunto debe, previamente, identificar ciertos poderes
divinos antes de que pueda experimentar la resureccin.

Primera seccin
Los paneles de la bveda se leen de este a oeste. En la primera seccin al sur, la
escena representa la vieta del captulo 109 del Libro de los Muertos y a a RaHorajty-Atum, seor de las dos tierras y de Helipolis.
Primero el sol emerge
de entre dos rboles
sicmoro que marcan
el horizonte. Al difunto
se le supone, segn
ste mismo texto, que
reconoce
la
manifestacin de estos
dos rboles csmicos.
El artista ha dejado
espacio
para
un
carcter representado
como un ternero joven
"puro de boca", y cuyos
cuernos todava no han crecido.
Anuncia el toro solar adulto que avanza en el cielo. Es improbable que el dios
con cabeza humana sea una representacin de Sirio, porque esta estrella se

34

LA TUMBA DE SENNEDYEM

representa generalmente como diosa femenina cuyo amanecer precede al


amanecer del sol. Es ms probable que represente el espritu de la comida que
acompaa el aspecto del sol, expresado por Hu o Ka. De una manera evoca el
Ka del aliento celestial, un tema al que aluce el panel paralelo.
Frente a esta escena, en la tranquilidad el panel norte se encuentran Senedyem
y su esposa. Estn participando en un banquete divino presentado por Nut, la
gran seora del sicmoro. La diosa, como una ninfa, emerge del rbol nutriente
cuya fecundidad es expresada por los manojos de fruta, lista para ser comida.
Senedyem e Iyneferti estn representados como si emergieran del patio de la
tumba. El artista represent el muro del patio, desde el cul se abre la puerta
lateral.
La diosa vierte el contenido de un recipiente hacia los difuntos y los presenta
con un plato de ofrendas lleno de comida. Esta escena, que se asemeja con
detalle a los captulos 22 y 44 a 59 del Libro de los Muertos, indica que a los
difuntos se les concede un tratamiento especial para el banquete de Ao Nuevo,
que coincide con la inundacin anual. As Senedyem y su esposa se aseguran el
agua y alimento para todo el ao venidero.

Segunda seccin
Al sur, Senedyem avanza con los brazos levantados a la altura de la cara,
usando la misma falda que en la pared oeste de la tumba. Dirige alabanzas a res
divinidades agachadas sobre un trono de Maat. El primer dios es

hieracocfalo, mientras que los otros dos tienen cabezas humanas. El texto,
inspirado en los captulos 109, 112, 113 y 180 del Libro de los Muertos, acenta

35

LA TUMBA DE SENNEDYEM

la accin de "representar adoraciones a los dioses que sostienen a Maat" aqu un


aspecto de "La que se encuentra lejos".
La escena norte es un paralelo de la anterior, puesto que la pareja dirige sus
alabanzas a los dioses, los Seres del Cielo, representados como cinco figuras
divinas agachadas en un trono de Maat contra un cielo azul, en el que un disco
lunar-solar est acompaado por siete estrellas. Situadas al norte, es posible que
las estrellas representaran a la Osa Mayor, es decir el reloj astronmico
nocturno que indicaba las horas. Estas estrellas formaban parte de lo que los
egipcios llamaron las estrellas imperecederas porque nunca desaparecan del
horizonte.

Tercera seccin
La escena sur se asemeja a la vieta del captulo 108 del Libro de los Muetos y
representa otra escena de adoracin a los dioses, los seores de la Duat.
Senedyem ha descartado aqu su falta puntiaguda, y ahora usa ropa ms
sencilla que resulta ms conveniente para las funciones que est realizando.
Accede a los ltimos peldaos hacia su sino. Los seores del ms all son ahroa

una serie de personajes amenazantes: dos dioses-guardianes, uno humano y


otro con cabeza de cnido, agazapado en una plataforma. Anhelan la verdad y
desean ser convencidos de las intenciones puras de quin est buscando la vida
eterna.

36

LA TUMBA DE SENNEDYEM

Detrs de ellos el espacio se subdivide en dos secciones: una parte celestial


caracterizada por el cielo y un dios con cabeza humana, y una subterrnea en la
que se aprecia un signo del horizonte y un seor del desierto con cabeza de
serpiente, semejante a las serpientes Mehen o Sito, que envuelven el mundo
terrenal con sus cuerpos en espiral.
La escena norte no nos muestra al difunto. Est dedicada por completo a la
representacin del barco solar que navega de oeste a este, contrariamente al
viaje de las luces. En la proa del barco hay un fnix de Ra, el pjaro bennu, que
lleva una corona osiraca, como la que porta el dios sobre la bveda. Esto es
probablemente lo que impuls al artista a colocar el barco como si navegara
hacia el este. Detrs del pjaro bennu, que vive en las tierras inundadas, se
encuentra Ra-Horajty-Atum, Seor de las Dos Tierras y de Helipolis, seguido
por los dioses de la gran Enada en la barca de Ra, que est protegida delante y
detrs por los dos ojos.

Cuarta seccin
Terminado el ciclo, esta ltima seccin proporciona una especia de conclusin.
La escena sur muestra al difunto, vestido como antes, avanzando hacia tres
figuras divinas, la primera de las cuales toma prioridad sobre las otras dos: es
Thot con cabeza de ibis, Seor de Hermpolis, Escriba de Maat para la Enada,
a quien se dirige el texto por encima del difunto. Sus eptetos recuerdan que
tiene poder sobre la Luna, que a travs de sus lunaciones forma el diseo
entrelazado de la escritura celestial en el cielo. Toth es seguido probablemente
por Maat, mientras que el tercer personaje usa el pshent y se podra identificar
como Atum, el sol del atardecer, segn lo indicado por su posicin en el
extremo oeste de la tumba. Mientras que Atum desaparece sobre el horizonte,
Thot aparece, trayendo con l el Ao Nuevo; y el ciclo comienza otra vez con la
primera escena de la bveda, al este de la cmara funeraria.
La escena del norte, panel 8, expresa la idea de que Senedyem, como Atum,
pasa a travs de las puertas del horizonte occidental para, como l, renacer por
la maana, despus de ser un Osiris durante la noche. El horizonte se
materializa a travs de una puerta doblada, con sus zcalos descansando en el
centro del signo de la montaa, y el conjunto rematado por el signo del cielo.
El artista ha alcanzado a expresar todo en la minscula cmara funeraria.
Senedyem ha completado su viaje de da y de noche. Ha llegado a encontrarse
con las luces y los diferentes mecanismos del Universo. En su tumba, dentro de
su hermoso y colorido sarcfago, protegido por los vendajes de la momia y por
los amuletos, est ahora listo para hacer frente a la eternidad, para vivir por
siempre, acompaado por el alimento terrestre celestial en los campos de Iaru.
Experimentando un renacimiento lunar o solar o asumiendo la forma de
estrellas imperecederas, Senedyem se ha hecho inmortal.

37

Son Notm en Tebas.


(Sennedyem en Tebas)
Inventario y textos de un sepulcro egipcio de la
XX dinasta
Eduardo Toda

38

SON NOTM EN TEBAS

I.
La misin arqueolgica egipcia
La ciencia egiptolgica ha nacido en poca muy reciente: data de la
primera dcada de nuestro siglo, cuando empezaron los estudios para descifrar
la significacin de los extraos caracteres grabados en las piedras de las grandes
ruinas que se encontraban esparcidas por ambas orillas del Nilo.
No es esto decir que en poca anterior la nuestra dejara de apreciarse
el valor de las antigedades que cubren el suelo egipcio. Buscaban los
anticuarios las estatuas osirianas para colocarlas en los museos, como los
mdicos sacaban las momias de sus sepulcros y las reducan polvo, al que
suponan secretas virtudes medicinales. Ilustres viajeros, desde GERMNICO,
de quien nos habla TCITO, tan dispuesto los azares de la guerra como
inclinado los ocios ilustrados de la paz, hasta los sabios del Instituto que
seguan al ejrcito de NAPOLEN, recorrieron el Egipto deseosos de
contemplar sus pasadas grandezas; y en alguna ocasin entusiastas
admiradores de la tierra de los Faraones, como PABLO LUCAS, visitaron sus
monumentos y publicaron en Europa copias de inscripciones jeroglficas cuyos
caracteres parecen informes caricaturas trazadas por inexperta mano. Deshecha
la patria, decada la raza, muerta la religin y olvidada la lengua, el Egipto ya
solo fu un pasado glorioso que inspir admiracin y curiosidad, y dueos de
sus ruinas se consideraron todos los pueblos poderosos. As vemos conducir
sus obeliscos Roma, sus dioses Pompeya, Atenas y Bizancio. Y fu natural,
adems, que al pi de una de las agujas de granito sientico transportadas de
Karnac la Ciudad Eterna, un Papa, celoso de evitar las influencias del
paganismo, grabara en piedra un conjuro para destruir el poder diablico de los
signos desconocidos que ostentaba la columna. Al lado de esa limitada
apreciacin de la antigua grandeza egipcia, se desencadenaron todas las
pasiones que la codicia, el odio y el inters engendran en el hombre. Cuantas
dominaciones extranjeras pesaron sobre Egipto desde la poca macednica,
contribuyeron la ruina de los monumentos de aquel pas, procurando con
igual constancia la extincin de su vida nacional. Los griegos, los romanos, los
coptos y los rabes se cebaron en las desiertas ciudades y las abandonadas
necrpolis, hasta convertir unas y otras en informe montn de ruinas.
La causa de los mayores daos que las gentes invasoras trajeron al pas
fu la creencia de que los sepulcros egipcios contenan ricos tesoros. Los
desengaos recibidos por los violadores de los cementerios no han servido de
enseanza para nadie, habiendo seguido travs de los tiempos la mana de

39

EDUARDO TODA

abrir sepulturas y desenterrar momias sin provecho ni resultado para los que
tan duro trabajo se entregaron en los arenales lbicos. No hay Pirmide que no
haya sido violada: por cada tumba de las que todava se conservan en el Alto
Egipto y se encuentra intacta, se hallan mil vacas y robadas. Los griegos los
romanos, deseosos de ver si el tmulo de Licht encerraba algn tesoro, hicieron
en la piedra una cortadura que supone enorme gasto de dinero y un mprobo
trabajo. Las tradiciones rabes recuerdan que KARAKUSH, eunuco griego al
servicio de SALADINO, aconsej este prncipe la demolicin de las pirmides
de Guizeh, que guardaban las riquezas de los antiguos Faraones: el esfuerzo y
coste de la apertura de la de CHEOPS fueron tan grandes, que temiendo el
Sultn una revuelta popular al saberse que dentro de ella solo haba cadveres,
mand esconder una cantidad de oro casi equivalente la gastada en los
trabajos, publicando luego la noticia del hallazgo. Sera prolijo detallar las
grandes devastaciones de los monumentos egipcios. No haban estas
terminado, cuando en 1851 MARIETTE descubra el Serapeum en los arenales
de Sakara, pues en aquella poca muchos excavadores, uno de ellos espaol por
cierto, revolvan la necrpolis memphita buscando antigedades para vender
los extranjeros que visitaban el Egipto. Se impuso la necesidad de guardar las
riquezas que quedaban, preservando en lo posible las grandes ruinas y
recogiendo los pequeos monumentos en un Museo; y as lo comprendi el
Khedive ABBAS baj, al ordenar en 1858 al mismo MARIETTE que fundara el
establecimiento de Bulaq y organizara un servicio para el descubrimiento y
conservacin de las antigedades de Egipto. El comercio de objetos
arqueolgicos qued desde entonces severamente prohibido en el pas.
Los trabajos ejecutados desde aquella poca por los dos directores que
el Museo egipcio ha tenido, MARIETTE y MASPERO, han sido colosales,
superando sus resultados las mejores esperanzas que la ciencia histrica
pudiera fundar en los descubrimientos arqueolgicos de aquella regin.
Salieron de nuevo la luz del da templos que, como los de Edf, haban
desaparecido bajo las ruinas de sucesivos pueblos edificados sobre sus
columnas: se hallaron millares de inscripciones epigrficas de gran importancia:
los sepulcros dieron todos los elementos necesarios para reconstituir la vida
ntima del antiguo Egipto; y finalmente, hasta en oscuros hipogeos fueron
halladas las momias de los ms celebrados monarcas de las dinastas tebanas.
Al recorrer hoy las salas de Bulaq, setenta siglos de la historia egipcia pasan
ante la vista del asombrado viajero.
Sin embargo, la prohibicin absoluta de hacer excavaciones y vender
antigedades, dictada por el Director del Museo, produjo por de pronto
funestos resultados. Careca el Gobierno egipcio de elementos suficientes para
guardar las dilatadas ruinas que cubren ambas orillas del Nilo, no siendo
posible, por ejemplo, que dos tres vigilantes cuidaran de conservar la
necrpolis memphita, en una extensin de 35 kilmetros. Adems, aduares de
beduinos edificados en el desierto, como Sakara Abd el Gurnah han vivido
siempre del producto de los objetos antiguos que recogan en los sepulcros, y
solo un verdadero ejrcito de guardianes habra podido impedir que, favor de

40

SON NOTM EN TEBAS

la noche, el miserable fellah fuera merodear entre los abandonados hipogeos.


Con la prohibicin de este saqueo no se ha salvado un solo monumento egipcio,
y en cambio se perdieron muchos. En verdad, nunca ruina alguna dej de verse
revuelta y explorada por los que buscaban antigedades, pues en aquellas
cuyos empleados deban ayudar su conservacin, fcilmente se ponan de
acuerdo excavadores y guardianes para repartirse los objetos que encontraran.
Todo se reduca burlar la vigilancia de los directores del Museo, lo cual para
los rabes era sumamente fcil: no haban de apoderarse de los bronces y
piedras de las necrpolis, si una vez se llevaron los monumentos de dos tres
vitrinas del mismo Bulaq?
Con tales excavaciones secretas, naturalmente ocurri que muchos
objetos desaparecan en el acto de ser hallados, y otros fueron destrudos. Los
bronces, los barros, las piedras y estatuas de pequeas dimensiones eran
llevadas al Cairo, y all vendidas comerciantes griegos viajeros en general
ignorantes del mrito y valor de tales antigedades. Rompanse y
destrozbanse las cajas de momias, las lpidas funerarias y dems objetos de
difcil transporte, para as facilitar su venta en fragmentos que pudieran
ocultarse. Intil es decir que los papirus desaparecan mseramente, y el rabe
que encontraba un rollo lo rompa en varios trozos, para tener mayor nmero
de compradores. En nuestros das no se ha extinguido an entre, los fellahs
egipcios la idea de que todo sepulcro intacto encierra un tesoro: lo buscan con
afn, y probablemente la hora de la muerte suspiran por no haberlo hallado,
suponiendo que no destruyeron suficiente nmero de sepulturas, pero que
otros ms felices darn con la codiciada fortuna. Al lado de esta preocupacin
ha nacido modernamente otra: la de buscar inscripciones jeroglficas escritas
sobre madera piedra, por las cuales piden precios exorbitantes. La solicitud
que los arquelogos han demostrado por las lpidas funerarias y los papirus,
hizo creer aquellos rabes ignorantes que todo objeto en que se hallan
jeroglficos es de mrito extraordinario, y destrozan las tablas de los fretros,
echando perder en pedazos lo que si fuera completo tendra algn valor. A
veces en el Alto Egipto se ve salir al encuentro de los viajeros algn sucio
beduino, con fragmentos de madera en la mano, por los cuales pide exorbitante
cantidad de libras esterlinas, y al ofrecrsele su justo valor de ocho diez reales,
vuelve la espalda entre indignado y compasivo diciendo: Fi mektub; tiene
escritura.
El sentido prctico de MASPERO le sugiri la idea de acabar en lo
posible con esas depredaciones, asociando la obra de conservacin de las
antigedades que realiza el Museo todos los fellahs rabes y beduinos
dedicados explotar las ruinas de Egipto. En 1883 propuso el Director de Bulaq
al Gobierno del Cairo, y este di fuerza de ley su proyecto, una medida
autorizando todos los residentes en el pas, sean indgenas extranjeros, para
excavar en las antiguas ciudades y necrpolis. Exgese para ello que se presente
una peticin en regla la Direccin de Antigedades, expresando el sitio donde
se proyecta hacer las excavaciones, y el tiempo que se calcula han de durar. En
vista de ella, el Museo concede la autorizacin solicitada, bajo las condiciones

41

EDUARDO TODA

de que cuantos objetos sean encontrados se depositen en lugar seguro hasta


agotar lo contenido en el sitio que se registre. Se divide luego el hallazgo en dos
partes iguales, permitiendo al excavador elegir la que prefiera; y si todos los
objetos conviniesen al Director, se tasan los precios corrientes en los Museos,
aquellos que debieran ser propiedad del que los descubriera, pagando a este en
el acto la suma de dinero convenida.
Este sistema ha producido excelentes resultados, pues cuando los
rabes se convencieron de que las autoridades de Bulaq obraban de buena fe y
hacan el reparto con justicia, acudieron en demanda de autorizaciones para
trabajar en las necrpolis, y rara vez han ocultado los objetos en ellas
descubiertos. Desde luego no los mutilan ni destrozan, sabiendo que siempre
tienen comprador seguro en el mismo Museo del Cairo; y adems el previo
conocimiento del lugar donde trabajan, permite vigilarlos con mayor cuidado.
El sepulcro de SON NOTM, objeto del presente estudio, fu descubierto de
esta manera, y no cost al Museo ms de 50 libras esterlinas adquirir la rica
coleccin de sarcfagos, cadveres y objetos funerarios que encerraba. Otro de
los deberes del servicio de conservacin de antigedades en Egipto consiste en
la visita anual los principales monumentos del Alto Nilo, con objeto de
inspeccionarlos y dictar las medidas de reparacin que su poca solidez haga
necesarias. Merced disposiciones adoptadas tiempo en estos ltimos aos,
ha podido detenerse la destruccin de la segunda torre izquierda que precede la
entrada la gran sala de columnas del templo de Karnac. Es de creer que los
trabajos de consolidacin hechos en 1883 y 1884 sern suficientes para evitar la
ruina de aquella enorme, masa de piedra, cuya cada seria inevitable causa de la
prdida de todo el edificio, el ms hermoso importante de cuantos se
conservan en Egipto.
Finalmente, la Direccin de Antigedades cuida con preferencia del
descubrimiento de las ruinas que los vientos del desierto haban cubierto de
arena, y de las cuales se haba perdido hasta el recuerdo del lugar donde se
hallaban. Merced esto se han conseguido encontrar las necrpolis de Akmin,
Gebel Ein, Edf y Esneh: se han descubierto preciosas tumbas pertenecientes al
largo perodo histrico comprendido desde la IV Dinasta hasta la poca tebana,
en Guizeh, Sakara, Abydos, Abd el Gurnah. y Assun: sobresale de entre los
escombros que lo ocultaron durante veinte siglos el famoso templo de Luxor, y
se llenan las salas del Museo de Bulaq con importantes objetos que, utilizados
por la historia, servirn para reconstituir sobre base ms segura todo el edificio
de la vida egipcia, desde los tiempos casi fabulosos de MINIS hasta el final de la
dominacin ptolemica. Para atender al cumplimiento de estas obligaciones, el
Director de Museos emprende todos los aos un viaje al Alto Egipto, llegando
generalmente hasta la primera catarata del Nilo, en las fronteras de la Nubia.
Dispone para ello de un antiguo y cmodo vapor de ruedas, el Bulaq, dedicado
hace ya ms de veinticinco aos este servicio; y todos los inviernos, que en
Egipto no son tales, sino templadas primaveras, se organiza una expedicin
para recorrer los monumentos descubiertos desde la necrpolis de Memphis
hasta los templos de Phil.

42

SON NOTM EN TEBAS

Urgentes necesidades del servicio detuvieron ltimos de 1885 la


salida del vapor de los muelles del Museo, en donde generalmente est anclado,
y no pudieron terminar los preparativos de viaje hasta el da 7 de Enero de
1886, a las doce de cuya maana el Bulaq largaba las amarras y penosamente
suba contra la corriente del ro encerrada entre las pilas del grandioso puente
de hierro de Kasr el Nil. Formaban la expedicin cientfica las personas
siguientes:
GASTN MASPERO, Director general de Museos de Egipto, Profesor
de lengua y arqueologa egipcias en el Colegio de Francia, y miembro del
Instituto.
G. WILBOUR, egiptlogo americano que con notable sagacidad y
paciencia prosigue, aumenta y corrige los trabajos del sabio alemn LEPSIUS,
cuyos libros y apuntes ms importantes adquiri su fallecimiento.
E. GRBAUD, Director de la Escuela francesa de Egiptologa
establecida en el Cairo.
U. BOURIANT, conservador adjunto del Museo egipcio de Bulaq.
Mis relaciones personales con el profesor MASPERO me valieron su
cariosa invitacion para unirme los expedicionarios, recibiendo bordo del
Bulaq la ms franca y cordial acogida. Sera vano resear cun agradable fu el
viaje hecho con tan ilustrados egiptlogos. En las horas, que, en otras
condiciones habran sido largas y posadas, transcurridas en la cubierta del
vapor mientras este se deslizaba pausadamente sobre el ro, no decay por un
instante el inters de las conversaciones, cuyo obligado tema era la antigua
civilizacin del pueblo que recorramos. En los puntos de parada formamos una
pequea caravana para visitar templos recorrer necrpolis, y de las
explicaciones all odas adquir provechosas enseanzas para el estudio de los
monumentos que mi creciente admiracin iba descubriendo en los vastos
arenales del desierto africano. Por las noches la cmara de popa, en donde se
instal una numerosa y nutrida biblioteca, era punto de reunin para coordinar
los apuntes tomados durante el da.
En Luxor se reuni con nosotros el Sr. J. H. INSINGER, joven holands
que hace aos vive sobre el Nilo, en un magnfico barco de vela, y que quiso
acompaarnos hasta Phil, formando parte de todas nuestras expediciones.
Llevamos su bote remolque, y como en l haba la instalacin requerida para
las operaciones fotogrficas, me sirvi admirablemente para obtener los clichs
utilizados por el artista que ha dibujado las lminas de este informe. Sin la
bondad del Sr. INSINGER no habra sido posible reproducir con luz artificial
las imgenes de los objetos en las profundas y oscuras cuevas de la necrpolis
tebana.

43

EDUARDO TODA

La expedicin, dirigida por MASPERO, recorri las ruinas de Memphis


y Sakara, las Pirmides de Licht, las tumbas de Beni Hassan, las cuevas de
Assiut y los templos de Dndera, detenendose algunos das en las llanuras de
Tebas con motivo de las excavaciones del templo de Luxor y el hallazgo del
sepulcro de SON NOTM, descubierto cerca de Deir el Medineh. Yo segu con
el Bulaq hasta la Nubia, volv luego Luxor, y el da 5 de Marzo me desped de
mis compaeros, regresando al Bajo Egipto para volver Europa, despus de
once aos de casi no interrumpida ausencia.

II.
Descubrimiento del sepulcro de Son Notm
Al acabar el mes de Enero del ao prximo pasado se hallaba la
expedicin cientfica en Luxor. El Bulaq ancl junto un desmoronado muelle,
de construccin greco-romana, que hace veinte siglos debi edificarse para
proteger el vecino templo de AMEN-HOTPU III, cuyos cimientos lame y
destruye la corriente del Nilo, y los expedicionarios se entregaron con
entusiasmo desescombrar el pavimento del inmediato templo de RAMSS II,
en uno de cuyos intercolumnios se acababa de descubrir un bellsimo monolito
con la figura del gran monarca.
A las cinco de la tarde del da 1. de Febrero, en el momento de volver
de una excursin las vecinas ruinas de Karnac, se nos present un beduino de
aspecto miserable, enrojecido por el sol y mal cubierto el cuerpo por rota camisa
de sucio percal blanco. Vena participarnos el descubrimiento que pocas horas
antes haba hecho en la necrpolis tebana, de un sepulcro intacto y cerrado an
por la misma puerta de madera que en el dintel de la cmara pusieron los
antiguos egipcios, al dejar en su recinto el ltimo cadver. Aquel beduino se
llamaba SALM AB DUHI, y era vecino de Gurnah. Asocindose otros tres
amigos suyos, solicit permiso para hacer excavaciones en la parte de
necrpolis inmediata al pueblo de su residencia, que le fu concedido sin
dificultades, por no existir en aquellos sitios monumentos de importancia, y
despus de siete das de trabajo entre las ruinas hall el pozo del nuevo
sepulcro, que por estar cubierto con los escombros de otras tumbas, escap las
depredaciones de cuantos en pocas anteriores han saqueado los cementerios
de Egipto. Un rais guardin del Museo, despachado desde nuestro vapor, fu
inmediatamente al sitio del hallazgo para evitar que durante la noche se
sustrajera objeto alguno ni destrozaran las momias sus mismos descubridores,
cediendo la imbcil mana de registrarlas en busca de alhajas y tesoros. Sabida
con oportunidad la noticia del descubrimiento, era necesario tomar las debidas
precauciones que aseguraran la conservacin de los cadveres y del ajuar
funerario, hasta que el Museo pudiera hacerse cargo de la tumba.

44

SON NOTM EN TEBAS

En la madrugada del siguiente da MASPERO, BOURIANT, INSINGER


y yo nos dirigimos al lugar indicado por el mismo AB DUHI. La canoa del
vapor nos llev la orilla izquierda del Nilo, y como su quilla varase en los
bancos de lodo situados unos 30 metros de la ribera, fu preciso colocarnos en
hombros de los marineros hasta alcanzar la tierra firme. Llevbamos
provisiones para el da, tiles de trabajo y una mquina fotogrfica de pequeas
dimensiones, todo lo cual fu acomodado los lomos de los burros, pacientes
animales que son de gran utilidad para esta clase de expediciones. A caballo
cruzamos la verde llanura tebana extendida desde el ro hasta el mismo pi de
los colosos de Memnn, y nos detuvimos un momento ante los magnficos
restos de aquellas dos estatuas erigidas en el confn del desierto para proteger la
entrada del palacio de AMENHOTPU III, y ms tarde adoradas como Dioses
cuando el paganismo helnico vi en el cuerpo mutilado de una de ellas la
imagen de Memnn, hijo de la Aurora, cuya argentina voz se oa todas las
maanas al aparecer su madre entre las brumas de Oriente.
En medio de la verdura de aquel pintoresco llano, y junto al brazo
derecho del Nilo, cuya corriente mengua y se extingue durante la mitad del
ao, se levantan las miserables chozas de un aduar de fellahs. Nada tan extrao
como un pueblo rabe del Alto Egipto. Vistas lo lejos sus casas parecen
palomares, y lo son en realidad, pues todos sus techos se alzan coronados por
enormes conos de tierra, llenos de agujeros en donde anidan las palomas
silvestres. Las habitaciones de aquellos infelices labradores estn hechas de
adobe; son planas, cuadradas, pequeas, con muros gruesos que en verano
intercepten el calor de fuera, pero sucias y asquerosas hasta lo indecible. Parece
mentira que la vida humana pueda conservarse en aquel ambiente siempre
ftido, y sin embargo se encuentran por all gentes ancianas que de seguro
nunca usaron otra agua fuera de la necesaria para beber. Los musulmanes
vecinos al desierto, antes de comenzar su rezo diario hacen con arena las
abluciones prescritas por el Profeta. Otro aduar, no ya de fellahs, sino de
beduinos, se encuentra la vista de los colosos de Memnn: es Sheik Abd el
Gurnah. Sus habitantes son pastores de oficio, rateros de ocasin y excavadores
de antigedades cuando han vendido los ganados en alguna feria, y no tienen
ocupacin necesitan dinero. En este ltimo caso, provistos de una azada y una
espuerta, van tranquilamente, las tumbas egipcias vecinas al lugar, y por mas
que en tiempos pasados fueron todas abiertas, escarban entre los escombros en
busca de estatuitas amuletos olvidados. A veces su trabajo no es enteramente
estril, pues para cualquier objeto menudo con que tropiecen, pronto
encuentran comprador entre los viajeros que recorren el Nilo. En alguna
ocasin han hecho de esta suerte hallazgos muy importantes: baste recordar que
eran de Gurnah los dos hermanos ABD EL RASSUL, que descubrieron en 1876
y explotaron hasta 1881, el hipogeo donde estaban enterrados los Reyes de las
Dinastas tebanas. Media hora escasa de marcha nos llev desde Gurnah al pi
de la nueva tumba. Un barranco seco, formado por el declive del terreno, separa
el aduar de las colinas inmediatas, enlazadas para juntar la estribacin de la alta
cordillera que cierra el desierto de Libia. Por aquella hondonada corre el
sendero que conduce de las ruinas de Medinet Ab al templo de Deir el

45

EDUARDO TODA

Medineh, y mitad del camino, distancia de un kilmetro de este ltimo


punto, trepamos por la sierra cubierta de escombros y llena de pozos, que
dificultaban penosamente nuestra marcha.
Fcilmente se distingue que aquellas abandonadas soledades fueron la
gran necrpolis de una ciudad inmensa. Las ruinas cubren materialmente el
suelo, alzndose entre ellas los agrietados y negros lienzos de muralla como
informes y mudos fantasmas que presiden aquel espectculo de desolacin y
muerte. Vasos y nforas, estatuas y estelas, yacen esparcidos en fragmentos por
los suelos, confundidos con los jirones de amarillas telas que fueron sudarios de
las momias. Y aun ms choca y repugna ver los restos humanos esparcidos por
la arena, los destrozados crneos cuya rbita conserva el apagado ojo del
difunto, las mandbulas que todava guardan en su cavidad la lengua:
asquerosos residuos de la vida, sirviendo ahora de pasto las hienas y de festn
los chacales del desierto. Desde el barranco se vea un grupo de beduinos
esperando en las inmediaciones del nuevo sepulcro. Las extraas figuras de
aquellas gentes, desnudas inmviles, aparecan en relieve sobre las calcinadas
ruinas de las tumbas, cual si fueran negras estatuas de mrmol olvidadas por el
cortejo de un antiguo entierro. Eran los excavadores de Gurnah que haban
hecho el descubrimiento del hipogeo y que esperaban nuestra llegada para
recibir la recompensa debida. Por sus explicaciones supimos que hacia una
semana trabajaban en aquel lugar de la necrpolis, habiendo seguido cuatro
cinco pistas falsas antes de encontrar el pozo intacto que conduca al sepulcro.
Junto , este hallaron adems otra cmara mortuoria, violada haca muchos
siglos, y que los escombros vecinos y las arenas del desierto cubrieron por
completo ocultndola la vista.
De la nueva tumba desapareci enteramente la mastaba capilla
funeraria, exterior que en los cementerios egipcios sealaba el sitio de todos los
sepulcros. Tampoco se hallaron estelas lpidas funerarias de ninguna clase;
solo entre montones de ruinas vease la entrada del pozo sealada por su brocal
cuadrado, ancho de un metro y revestido en su parte superior de grandes
ladrillos de barro crudo amasados con paja. Este pozo tena unos 4 metros de
profundidad; estaba abierto en la blanca roca caliza que forma la cordillera
lbica, y la orientacin de sus lados corresponda perfectamente los cuatro
puntos cardinales. Nos extra su poca profundidad, pues es casi regla general,
tanto en la necrpolis tebana como en la memphita, que los pozos midan entre
10 y 20 metros. En las paredes Norte y Sur haba pequeos agujeros hechos
distancia regular en la piedra para facilitar el descenso de los obreros. En el
fondo del pozo, mirando Poniente, se vea la entrada de una estrecha galera,
que bajaba en plano inclinado con una extensin de 2 metros. La arena se
acumul en aquel sitio, y como los beduinos no se tomaron la molestia de
extraerla, hubimos de pasar el corredor arrastrndonos penosamente. Daba
acceso esta galera una cmara ancha de 3 metros, larga y alta de 5, tallada en
la roca viva de la montaa, y desnuda de todo adorno. Quizs los constructores
del sepulcro proyectaron destinar aquella sala para cmara mortuoria; pero no
pudieron realizar tal idea por la mala calidad de una gran vena de piedra

46

SON NOTM EN TEBAS

desigual y quebradiza, que la atraviesa en toda su longitud. Entonces cortaron


otro pozo, profundo de un metro, junto al muro de Occidente, y su
extremidad abrieron otra galera en direccin la derecha, hasta encontrar,
distancia de 3 4 metros, mejor calidad de piedra para esculpir y pintar las
escenas funerarias que son indispensable decorado de los sepulcros egipcios.
No sin emocin hallamos en el fondo de este ltimo corredor la entrada de la
cmara funeraria, en cuyo marco de piedra permaneca intacta la puerta de
madera cerrada por el sacerdote que depositara en aquel recinto el ltimo
cadver. Era, pues, evidente que tenamos delante uno de los raros hipogeos
que en la necrpolis tebana han escapado las depredaciones de los romanos,
los coptos y los rabes.
Vease en la parte superior de la puerta una pintura en la piedra
figurando la barca del sol, dentro de la cual iba un Dios. La inscripcin
jeroglfica escrita al lado daba la explicacin del cuadro:

Tum, que se acuesta en Man.

Es decir, el Sol poniente que va dormir con su madre la Noche.


Delante de la barca haba un hombre de pie, con los brazos tendidos en
actitud de adorar, con la inscripcin siguiente:

Adoraciones Tum, Dios grande que se acuesta en


Man, para el auditor de invocaciones en la morada de la
Verdad, al Occidente de Tebas, SON NOTM.

Detrs de la barca vease una mujer, en actitud igual la de su


compaero, con esta inscripcin:

Adoraciones al que vive en la Verdad, hechas por el


auditor de invocaciones en la morada de la Verdad, SON
NOTM.

47

EDUARDO TODA

La puerta era de madera blanca, tallada en forma cuadrilonga algo


irregular, y sostenida por un montante barra aadido su lado izquierdo, que
se introduca dentro de dos agujeros hechos en las piedras del arco y del dintel.
A su mitad estaba clavada la cerradura de madera, idntica la que an hoy
usan los fellahs de Egipto, y tena el pasador tambin de madera corrido y
sellado con la imagen de Annubis sobre una marca de barro. La puerta meda
metro y medio de altura. La parte exterior de esta puerta estaba pintada con un
fondo de color amarillo, sobre el cual se dibuj un cuadro dividido en dos
registros. En el superior estaba la imagen de Osiris, Dios de la muerte, sentado
en su trono y llevando en las manos los ltigos, que eran smbolo de su poder.
Detrs se vea la Diosa Mat, protectora de las emanaciones que divinizan el alma, y
guardiana de los cerrojos colocados en las puertas de los sepulcros. Al frente de
las dos divinidades, un hombre y dos mujeres parecan adelantarse ofreciendo
sendos vasos de libaciones. Debajo del Dios se lea lo siguiente:

Osiris en el Occidente.
Y junto los otros personajes haba esta leyenda:

Adoraciones Osiris en (el Occidente) por el auditor de


invocaciones en la morada de la Verdad, SON NOTM, por su
hermana la dama EI NEFER y por su hija que ama TRU NEFER.

En el segundo registro de las pinturas de la puerta se vea el Dios PtahSokar-Osiris con cabeza de gaviln cubierta por la diadema osiriana, sentado en
el trono de leones que siempre ocupan las divinidades egipcias. Su nombre
estaba escrito al lado, seguido de sus principales ttulos:

Ptah-Sokari-Osiris, Seor del Cielo, prncipe de la


Eternidad.

48

SON NOTM EN TEBAS

La imagen de la simptica Diosa hermana de Osiris y madre de los


cuatro Genios funerarios, se vea de pi, al lado del Dios, acompaada por esta
sencilla inscripcin:

Isis la grande.

Y delante de las dos divinidades que juzgaban y protegan los


difuntos al dirigirse la mansin eterna, hallbanse de pi siete personas con
las manos tendidas en demanda de proteccin. El texto jeroglfico escrito su
lado nos da conocer sus nombres:

Adoraciones Ptah Sokari, prosternacin delante de Isis la grande,


hechas por el auditor de invocaciones en la morada de la Verdad KHA BEKHET,
por su hermano PA KHAL, por RA HOTP, KHENS, RAMS, AN HOTP
y RANEN.

Urga salir del estrecho corredor, en donde la atmsfera, elevada una


temperatura de 48, era casi asfixiante, y adems desebamos todos con
impaciencia abrir cuanto antes aquel sepulcro. Copiadas con cuidado las
anteriores inscripciones, y hechos los calcos de las pinturas, se rompieron los
costados de piedra de la puerta para salvar su madera, que fu
cuidadosamente, transportada al buque del Museo.

49

EDUARDO TODA

III.
Inventarios historia del sepulcro
El deseo de salvar la puerta de madera, que podamos considerar como
ejemplar nico en el mundo, nos hizo romper el dintel de piedra que contena
parte de las anteriores inscripciones. Penetramos en la cmara mortuoria, cuyo
aspecto era en realidad imponente. El suelo estaba cubierto de cadveres; nueve
de ellos encerrados en sus cajas de sicomoro y once tendidos sobre la arena. En
los rincones se vean amontonados vasos de barro cocido, panes, frutas,
muebles, y secas y ajadas guirnaldas de flores. Arrimados la pared haba dos
carros funerarios, probablemente all olvidados por la comitiva del ltimo
entierro, deseosa de salir cuanto antes de la tumba. Pero nuestra atencin fu
principalmente atrada por las pinturas de las cuatro paredes y del techo del
sepulcro, que se mantenan frescas intactas cual si el da anterior hubiesen
sido acabadas. En la sala, larga de 5 metros, ancha de 2 , y cubierta por una
bveda de arco de medio punto, tallada en la roca viva, no haba una pulgada
de muro que no ocuparan los cuadros las inscripciones. Procedimos con
mtodo, disponiendo en primer lugar que los empleados egipcios del Museo y
los beduinos de Gurnah trasladaran todos los cadveres, muebles y ofrendas
del sepulcro, nuestro buque anclado en Luxor. As salieron de nuevo la luz
del da aquellos despojos de la muerte encerrados durante ms de treinta siglos
en las sombras del olvido; y por ms que nuestra atencin procur rodearlos de
todos los posibles cuidados en su travesa por el desierto y la llanura tebana, no
pudimos evitar que la natural incuria de los indgenas hiciera perder algunos y
estropeara otros. Un magnfico taburete pintado con brillantes colores y
atrevido dibujo, se hizo aicos antes de llegar al Bulaq.
Encargme luego el profesor MASPERO que en la cubierta del barco
hiciera el inventario de todos los objetos recogidos en el sepulcro. All trazadas
con lpiz tom rpidamente varias notas que tengo la vista al escribir estas
lneas, y que forman el catlogo de las momias entonces descubiertas, junto con
los muebles y efectos de su propiedad. De los veinte cadveres que haba en el
sepulcro, los nueve encerrados en sus cajas de madera estaban perfectamente
conservados, y pudieron ser conducidos al vapor sin ninguna dificultad. No as
los once restantes, que tirados sin cuidado alguno por el suelo, quizs tambin
mal momificados y peor sujetos por las bandas de tela rotas en pedazos, se
deshicieron entre las manos de los rabes que intentaron levantarlos. Ped
conservar nicamente sus cabezas por el inters etnogrfico que pudieran tener
los crneos. Las momias que entraron bordo pertenecan las siguientes
personas:
1. SON NOTM, descrito en las inscripciones de su fretro como

50

SON NOTM EN TEBAS

2. sotm ash em ast ma, aquel que escucha las invocaciones en la sala de la
Verdad. Corresponda este ttulo funcionarios de alta jerarqua de la
casta sacerdotal, encargados por el monarca de la custodia y vigilancia
de las necrpolis reales.
3. KHONSU, cuya caja tena una leyenda jeroglfica igual la anterior.
4. TAMAK, hombre.
5. PARA HOTEP, hombre.
6. TAA ASH ENES, mujer.
7. EI NEFER T, mujer de SON NOTM.
8. ISIS, sacerdotisa de Ammn.
9. RAMS, hombre.
10. HATHOR, nio.
Estos son los nombres que lemos en las inscripciones puestas sbre los
fretros decorados con el mayor lujo que guardaban las momias. Adems se
recogieron dos cajas pequeas pintadas de amarillo y sin constar en ellas
nombre alguno: sin duda encerraban fetos cadveres de nios recin nacidos.
Los muebles, las estatuas funerarias y las inscripciones del sepulcro nos
dieron los nombres de los dems individuos all enterrados. Sus momias eran
pobres, mal hechas, sin cartonajes ni decorado alguno. Parecan miembros de
una familia que haba sufrido reveses de fortuna. Eran los siguientes:
1. TRU NEFER, hija de SON NOTM.
2. KHA BEKHET.
3. PA KHAL, hermano del anterior.
4. AN HOTEP.
5. RANEN.
6. MES.
7. JHA HOTEP NEFER REMPET.
8. AMN NAHT.
9. HABEKENT.
10. HOTP.
11. MESS RUTHER.
El ajuar funerario de todos los anteriores cadveres era muy
considerable. Como objetos ms importantes sealamos los dos carros
mortuorios antes mencionados, y que son raros hasta el punto de no tenerlos
ningn Museo, y solo conocidos con anterioridad por las pinturas murales que
en algunos sepulcros representan la conduccin de las momias por los caminos
de las necrpolis. Ambos son de grandes dimensiones y estaban desmontados
en un rincn la izquierda de la puerta. La plataforma est formada por una
maciza plancha que descansa sobre dos maderos cuadrilongos largos de unos 3
metros y anchos de 30 centmetros, encorvados ligeramente la punta,
afectando la forma de un trineo para ser arrastrados con mayor facilidad. Los
cuatro lados de la plancha estaban cerrados por otras tantas maderas, y en el
hueco se depositaba la momia al conducirla al sepulcro. Estas maderas estn

51

EDUARDO TODA

ricamente decoradas con pinturas al estuco, formando cuadros alegricos de la


vida en la regin del cielo. Las inscripciones dibujadas al lado de varios Dioses
egipcios sealaban SON NOTM como dueo de dichos carros. Al mismo
personaje perteneca tambin un lecho mortuorio que hallamos en el sepulcro.
Era de madera pintada de blanco, con el dibujo de dos serpientes corriendo por
el marco de la madera que deba sostener el cadver. Formaban sus pis dos
cabezas y dos patas de len, y tena las siguientes dimensiones: largo, 2 metros;
ancho, 80 centmetros; alto, 40 centmetros. Una mesita blanca y dos taburetes
pintados de colores completaban el ajuar del sepulcro. Todo debi pertenecer
SON NOTM, no apareciendo ningn objeto que pudiera atribuirse los dems
cadveres. Tambin es de suponer fuesen de aquel personaje los dems objetos
de uso particular que se enterraban con el muerto, por la creencia existente
entre los egipcios de que luego podran ser utilizados en la otra vida. Hallamos
los siguientes:
Un bastn de madera, con el nombre de SON NOTM grabado junto al
puo. Una medida, tambin de madera, larga de 52 centmetros.
Corresponde al codo egipcio de Tebas. Dos pares de sandalias de paja.Un
bloque irregular de piedra caliza, plano y delgado, en una de cuyas caras haba
escrito en caracteres hierticos el principio de una novela. Este objeto es en
extremo interesante, pues viene completar el texto de un papirus existente en
el Museo de Berln, al que precisamente faltan las lneas que hallamos en la
piedra. El profesor MASPERO procedi inmediatamente su estudio,
ofreciendo publicar en breve plazo la traduccin completa de tan curioso
documento literario.
Las estatuas abundaban en aquella tumba: cuatro grandes y tres algo
menores, todas de piedra, estaban encerradas en sus correspondientes
sarcfagos, los cuales tenan una inscripcin con el nombre de SON NOTM.
Sin duda alguna representaban los dobles segundos cuerpos en que el alma del
difunto deba encarnarse si por cualquier accidente se destrua su momia.
Hallamos adems una cantidad considerable de shbiti estatuas funerarias
figurando los criados de la momia, que deban responder al llamamiento que
esta les hiciera en la regin inferior del cielo egipcio para ayudarla regar las
tierras, sembrar los granos y limpiar los canales en los campos de Aalu. Estaban
esas estatuas hechas en piedra calcrea, barro, porcelana y madera, y, excepto
una, todas llevan una inscripcin jeroglfica con el nombre de su propietario.
Cont las siguientes:
9 estatuas de SON NOTM.
19

de KHONS.

10

de TAMAK.

de EI NEFER TI.

52

SON NOTM EN TEBAS

de MESS RUTHER.

de HABEKENT.

de RAMS.

de MES.

de HOTP.

de JHA HOTEP NEFER REMPET.

de TAAN ENSET.

de AMN NAHT.

de PARA HOTEP.

Por un milagro de conservacin que solo en Egipto puede realizarse,


dadas las especiales condiciones de su clima y de su suelo, hallamos en el
sepulcro los panes de harina amasados hace treinta siglos, que el tiempo sec
sin poder pulverizar ni destruir: huevos, dtiles, la fruta dum que hoy apenas se
produce, granos de trigo, lino y comestibles all depositados en la creencia
ingnua de que serviran para alimentar las inertes masas de las momias; y
recogimos tambin tres guirnaldas de flores tejidas por la piedad materna para
adorno de los cadveres de aquellos nios que, bajando al sepulcro en edad
temprana, emprendieron la peregrinacin la otra tierra antes que sufrir
pudieran los dolores de la nuestra. Mas de cuarenta cajas de madera pintada se
vean en el sepulcro. Quizs algunas sirvieron para conducir la comida del
ltimo banquete ofrecido por las momias los acompaantes de su entierro, y
otras, destinadas guardar las estatuas y las ofrendas de la tumba. Sin
embargo, todas estaban vacas. Una de ellas, de grandes dimensiones, careca
de inscripciones. Otras cinco, algo menores, llevaban los nombres de SON
NOTM, EI NEFER TI, ISIS, KHONS y TAMAK. Treinta y cinco cajas ms
pequeas pertenecan los dems ocupantes del sepulcro. Finalmente,
recogimos algunas pequeas cestas tejidas con mimbre y paja; diversos platos
de barro, blanqueados sus bordes con una faja de cal, que contenan los panes y
bizcochos de las ofrendas; nforas comunes de variada forma, indudablemente
depositadas en la tumba con agua, leche y vino; y doce diminutos vasos,
perfectamente decorados, con el nombre de SON NOTM entre las pinturas. En
su conjunto tienen gran importancia todos los objetos recogidos en aquel
sepulcro, porque mientras unos son nicos en el Museo de Bulaq, otros forman
tipos diferentes necesarios para el conocimiento de la vida y del arte egipcios en
aquella poca remota. Importa ahora explicar por quin y en qu tiempo fu
construdo aquel sepulcro, lo cual no ofrece duda alguna teniendo la vista los
textos jeroglficos, las momias y el ajuar de su fnebre morada. Desde luego la
lista de los personajes hasta aqu mencionados supone ya una numerosa
familia, por cuyos cargos se deduce que perteneca la casta sacerdotal. El

53

EDUARDO TODA

ttulo de auditores de invocaciones en la morada de la Verdad que tienen SON


NOTM, KHONS, HABEKENT y TARO se daba, en efecto, ciertos
sacerdotes del templo del Ammn tebano, que el rey destinaba vigilar y
guardar el vecino valle, hoy llamado Bab el Moluk, en donde existan las
tumbas reales de los monarcas de la segunda mitad y de las dinastas sealadas
por MANETHN bajo los nmeros XVII, XVIII y XIX. Este mismo dato prueba
que el sepulcro que nos ocupa no puede ser anterior la XX dinasta, ni
tampoco posterior ella, causa de la revolucin promovida por el
entronizamiento de los tanitas al Noroeste del Delta y la revuelta de la familia
sacerdotal de HRIHOR en la misma Tebas. El carcter de la tumba, el aspecto
de las primeras momias all enterradas, el arte de las pinturas, la forma de los
muebles y el estilo de las inscripciones, revelan que aquel mausoleo fu
empezado hacia la poca de RAMSS IV, mil doscientos aos antes de la era
cristiana.
La necrpolis del vecino valle de los Reyes fu destinada guardar los
venerados restos de los monarcas que ms engrandecieron el pas despus de la
dominacin de los Hicsos Pastores. Abandonada desde haca mucho tiempo
la construccin de Pirmides con destino mausoleos reales, los representantes
de las dinastas tebanas que fundara AMOSIS buscaron la eterna paz del
sepulcro en profundas cuevas y anchas galeras abiertas en el seno de la
montaa detrs de Deir el Bahari. All la famosa reina HATAS, hija de
THUTMOS II, edific el magnfico templo cuyas ruinas excitan la admiracin
de los viajeros, deseando que fuesen adoradas las divinidades de la muerte
junto al recinto en que los cuerpos de los reyes deban esperar su
transmigracin al cielo. Y era natural que para custodiar tan preciados tesoros,
para servir el templo y vigilar la necrpolis, se buscara una familia de
sacerdotes ilustres entre los que entonces ms se distinguan en Tebas, como lo
era tambin que los miembros de esta familia hicieran abrir su sepulcro cerca
del lugar que por su cargo deban habitar constantemente.
Su primer propietario fu SON NOTM, que aparece como fundador
de la familia y poseedor del cargo, desempeado su muerte por su hijo
KHONS. Las personas enterradas en el hipogeo debieron pertenecer tres
generaciones diferentes, explicndose que los ltimos cadveres fuesen tan
pobremente momificados por las revueltas que asolaron Tebas al extinguirse la
ltima dinasta de los Ramesidas, y que sin duda redujeron los descendientes
de SON NOTM la miseria. Adems con la desaparicin de los reyes tebanos
debieron acabarse los guardianes de su necrpolis, constndonos que los
mismos cadveres reales poco tiempo despus fueron sacados de Bab el Moluk
y escondidos en un pozo de Deir el Bahari, para sustraerlos la codicia de las
bandas de ladrones que devastaban los cementerios.
Es ya ms difcil precisar los grados de parentesco que acercaban
aquellos individuos, pues se trata de una familia muy numerosa y que
ciertamente hubo de tener otro hipogeo en la necrpolis cercana Gurnah. El
que nosotros descubrimos solo guardaba veinte cadveres, y sin embargo tena

54

SON NOTM EN TEBAS

objetos mortuorios pertenecientes personas cuyas momias no estaban en el


sepulcro.
Las inscripciones de las paredes sealan adems los nombres de varios
parientes que asisten al entierro de SON NOTM van rendirle el homenaje
funerario ordenado por los ritos religiosos, y su lista, unida la de nombres que
constan en las leyendas de la puerta, de las cajas y de los vasos, permite
reconstituir casi por completo aquella antigua familia egipcia. H aqu esta
curiosa serie de nombres, que podemos considerar como lista de los
descendientes de SON NOTM hasta que se extingui su familia, o sin rango ni
clase fu confundirse con el pueblo:
SON NOTM.
EI NEFER TI, su mujer.
KHONS, su hijo.
PARA HOTEP, su hijo.
TRU NEFER, su hija.
KHA BEKHET.
PA KHAL, su hermano.
RAMS.
AN HOTEP.
RANEN.
ISIS.
MES.
TUTU, su mujer.
TAIU, su hija.
HABEKENT.
SAH, su mujer.
KENT URT, su hija.
BUNEKHAF.
TRITU NEFER.
RA SKH.
TAMAK.
HATHOR.
TAAN ENSET.
HABEKENT, profeta de Ammn.
TAHTAUI, su mujer.
LOS, su hija.
TAASH SEPT, su hija.
TARO.
ROM, su hijo.

55

EDUARDO TODA

BUNEKHEFT.
RASKH.
HOTP.
TAA ASH ENES.
JHA HOTEP NEFER REMPET.
AMN NAKHT.
MESS RUTHER.
En esta numerosa familia se encontraban personas de distintas razas.
Desde luego se comprende que es imposible estudiar los cadveres cubiertos
con las vendas de las momias; pero las cabezas que fueron recogidas en el
mismo sepulcro me han permitido observar que la generalidad de los
individuos que pertenecan eran de raza egipcia, es decir cobriza, con el
crneo estrecho por delante y abierto en los huesos temporales y occipital; y
solo uno de ellos era de un etope, muy desarrollado, y con la mandbula
saliente que caracteriza la raza negra.

IV.
Inscripciones y pinturas de la entrada
Da acceso la sala mortuoria de SON NOTM un estrecho corredor,
largo de 2 metros, que baja en suave pendiente desde la primera cmara al
sepulcro. La puerta de madera destinada cerrarlo fu puesta la parte de
fuera de este corredor, que forma as parte de dicha sala, y por tanto est
decorado como el resto de las paredes interiores. Empezando por la puerta, he
de describir las pinturas inscripciones de su hoja interior, ya que antes rese
las que vimos en la otra hoja al abrir el sepulcro. La adjunta lmina est
interpretada por la hbil mano del Sr. RIUDAVETS de una fotografa que saqu
de dicha puerta bordo del Bulaq, y representa tan fielmente el original, que no
he credo necesario transcribir en caracteres ordinarios la segunda y ms larga
leyenda jeroglfica que contiene. Est dividida en dos partes. En la superior se
ven la izquierda las figuras de SON NOTM y de su mujer EI NEFER TI
sentados delante de una mesa que tiene un tablero de ajedrez. Es un dato
curioso para las investigaciones del origen de este juego, evidentemente
egipcio, y del cual se conocen representaciones an ms antiguas en otros
sepulcros de Tebas. Junto esta mesa hay otra algo mayor, ricamente provista
de ofrendas de todas clases. En ella se confunden las simblicas flores del lothus
y del papirus, los panes consagrados los difuntos y las carnes con que deben
alimentarse estos en el cielo; y su pi se ven alineadas las nforas de distintas
formas rebosando buen vino y leche blanca de la sagrada vaca de Helipolis. En el
espacio que queda libre entre las cabezas de las dos figuras y el extremo

56

SON NOTM EN TEBAS

superior de la puerta se leen los siguientes jeroglficos que estn medio


borrados, pero que ofrecen fcil interpretacion:

El Osiris, auditor de invocaciones en la morada de la Verdad


al Occidente de Tebas, SON NOTM, su hermana la dama EI NEFER
TI.

Casi es ocioso recordar que el antiguo egipcio nunca creyo que la mujer
le era inferior en casta, en inteligencia ni en derechos dentro de la familia.
Aquella sociedad fu mongama hasta que con las influencias extranjeras
contrajo hbitos de lujo y vicios

PARTE INTERIOR DE LA PUERTA DE MADERA.


que no tenan los egipcios en la poca tebana. El marido amaba su mujer y la
ennobleca llamndola su hermana; el hijo tena siempre buen cuidado de hacer
constar junto su nombre el de la madre que le haba dado el sr. El registro
inferior de la puerta est ocupado por 11 columnas de jeroglficos escritos en
lineas verticales, cuya lectura empieza por la derecha. Su texto contiene
simplemente la reproduccin del captulo I y el ttulo del captulo XVII del
ritual funerario que los egiptlogos modernos designan bajo el nombre de
Todtenbuch Libro de los Muertos. Este libro es un breviario resumen de

57

EDUARDO TODA

oraciones y exorcismos que todos los difuntos deban aprender de memoria


para ir al cielo, y contiene adems la resea de las ceremonias que deban
efectuarse para la momificacin y el entierro de los cadveres.
H aqu la traduccin de esta leyenda de la puerta:
Si en la tierra se aprende de memoria esta parte del libro, y se escribe en el
sepulcro, mediante su eficacia el difunto podr entrar y salir libremente de la tumba.
Nadie se lo impedir. Tendr alimentos y bebidas en abundancia, y carnes del altar de
Osiris. Podr ir cultivar los campos de Aal, en los cuales recoger trigo y cebada,
gozando la misma prosperidad que tena en la tierra. Har lo que le plazca, como los
Dioses que forman la cohorte de Mat (la barca solar). -Ahora empiezan las frmulas y
ceremonias por cuyo poder el difunto abandona la tumba y desciende la divina regin
subterrnea entre los manes que habitan el buen Amenti, saliendo al da y tomando
todas las formas que le agraden para distraerse, pasear y reposar en la Sala de los goces,
salir al mundo como alma viviente. El Osiris auditor de invocaciones en la morada de
la Verdad SON NOTM majer (justo de voz) y su hermana la dama EI NEFER TI.
Esta palabra majer, que suele constantemente aplicarse los difuntos en
estado de perfeccin, ha sido con frecuencia mal interpretada. Significa que la momia
tiene la voz justa para la plegaria, as dando entenderse que los antiguos egipcios
crean no solo en la virtud de conocer las oraciones, sino en la necesidad de modularlas
con cierto canto y ritmos previamente establecidos. El corredor de la tumba est
orientado de Norte Sur. Las dos paredes y el techo que lo confinan muestran
la piedra perfectamente pulida, sobre la cual los artistas empezaron
desarrollar varias escenas de la muerte y la resurreccin en la inmortalidad de
Osiris. En el muro meridional est pintado un cuadro con dos leones sentados,
que tienen sobre sus cabezas el signo jeroglfico del horizonte, y debajo de ellos
contina la anterior inscripcin de la puerta, copindose el captulo XVII del
Todtenbuch. Se ha omitido su sentencia inicial, que dice: Palabras del difunto: Yo
soy Tum, sr nico en el celeste ro. El texto dice:

58

SON NOTM EN TEBAS

Qu quiere decir esto? Es Ra (el Sol) en la aurora


de su origen, gobernando el Universo que ha creado. Es Ra
que se levanta como un Rey en Sutn Khenn, sr que se di
forma s mismo. Por la virtud de las oraciones destruy
los hijos de la rebelin en las escaleras de Setn-n. Es el
Dios grande que se engendra a s mismo, es el agua, el ro
celestial, el padre de la inmortalidad. Qu quiere decir esto?
Ra desarticula sus miembros y los convierte en otros tantos
Dioses de su squito. Es aquel que nadie rechaza en el seno
de la Divinidad. Qu quiere decir esto? Es Tum que se
encuentra en el disco del Sol. El Osiris auditor de
invocaciones en la morada de la Verdad, SON NOTM.

En el opuesto muro de la galera hay un cuadro figurando un gato


armado con enorme cuchillo que ataca una serpiente. La inscripcin que tiene
debajo contina el texto ainerior. Dice as:

Ra se eleva en su globo de luz sobre el horizonte oriental del cielo.


Existe en el pasado y vive en el futuro. Qu significa esto? Ayer era
Osiris y maana ser Ra, al llegar el da de la destruccin de los enemigos
del Dios y del entronizamiento de su hijo Horus, sea el da en que el Sol,
padre de Osiris, levante la cubierta de su sepulcro. En aquella jornada se
librar el combate contra los dioses (rebeldes) por orden de Osiris, seor
del pas de Occidente (de la muerte). Qu es esto? Es el Amenti, creador
de las almas que vivifica Osiris.

59

EDUARDO TODA

Esta inscripcin no concluye. Al ponerla la entrada del sepulcro se


quiso, sin duda, cumplir con uno de los preceptos del ritual que manda escribir
las oraciones en la morada de los muertos; pero los artistas atendieron solo al
punto de vista decorativo de su trabajo, y copiaron jeroglficos mientras
tuvieron espacio, para ponerlos en el lienzo de la pared. Quedan naturalmente
omisiones causadas por la falta de sitio en el muro, que, segn veremos, se
producen en este mismo lugar tres cuatro veces.
Antes de entrar en la sala mortuoria su propietario escribe dos
invocaciones los dioses pidindoles que le acojan bajo su proteccin. Dice la
primera:

Adoracin Armakhi (forma del sol), para que conceda su


esplendor al doble del Osiris SON NOTM.
La segunda invocacin dice:

Adoracin Osiris Unnefer (el Dios del fuego) para que otorgue el
poder de entrar y salir en la divina regin subterrnea al doble del Osiris
auditor de invocaciones en la morada de la Verdad, SON NOTM.
Lese adems otra invocacin dirigida los Dioses pidiendo ofrendas del banquete
funerario. Dice:

Adoracin Osiris en el Occidente, Annubis seor de Rostau en la


montaa, para que concedan las provisiones funerarias de pan, espritus,
carnes, voltiles y agua fresca al doble del Osiris auditor de invocaciones en la
morada de la Verdad, SON NOTM.

60

SON NOTM EN TEBAS

En el techo del corredor est representado el signo jeroglfico del


horizonte, de cuyos extremos salen los dos senos de Nut, la

noche, madre de los Dioses. Encima brilla el rojo disco del Sol. La inscripcin
que acompaa este cuadro es un himno al Sol naciente, escrito de la siguiente
manera:

Adoracin Ra cuando aparece en el horizonte oriental del cielo, por


el Osiris SON NOTM. Salud ti, que te levantas en el celeste ro iluminas
las dos tierras con tus rayos. Alabado seas por los Dioses que glorifican
Tumti, seor del Universo.

Una pequea leyenda que rodea al disco del Sol contiene sus ttulos.
Dice:

Rey y Seor del Medioda y del Norte.

Este corredor da entrada al sepulcro por la pared del Sur.

61

EDUARDO TODA

V.
Muro del Sur
Siendo SON NOTM un rico funcionario quien estaba encomendada
la custodia de los hipogeos reales en la necrpolis tebana, no debe sorprender la
suntuosidad, especialmente en pinturas, con que se hallaba decorada su tumba.
Son notables aquellos extensos cuadros de la doctrina osiriana, y muy curiosos
los textos de inscripciones jeroglficas que llenan los espacios entre las figuras
de los muros y del techo. La detenida explicacin de adornos y leyendas dar
completa idea de aquel rico sepulcro. Empecemos por el muro del Sur, en cuya
mitad se abre la puerta que da acceso la tumba. Esta pared, izquierda y
derecha de la puerta, est ocupada por tres cuadros, dos superiores situados
ambos lados del hueco, y uno inferior largo y dividido por la misma abertura.
El primer cuadro de la izquierda se divide en dos partes sobrepuestas. En la de
arriba SON NOTM de pi con las manos levantadas se acerca los Dioses que
guardan las puertas del cielo, pidindoles permiso para entrar en la eternidad.
Debajo se ve su mujer EI NEFER TI en la misma actitud, y ambos esposos
dirigen una bella invocacin Osiris, que, escrita en jeroglficos, se lee junto
ellos. Dice el marido:

Yo vengo ti, Osiris que resides en el Amenti, Unnefer seor de Tosev.


Me he unido tu persona, anzando lo que es justo y siempre practicando el bien.
Nunca hice mal nadie y por esto me es dado conocer el camino de la eternidad.
Escribe estas palabras en el corazn del Osiris SON NOTM.
La mujer pronuncia las siguientes palabras:

Yo vengo ti, Seor. Permite que vea tus esplendores, oh alma


escogida entre los Dioses superiores, t que guas los genios en el paraso de los

62

SON NOTM EN TEBAS

placeres, t que conduces los manes su supremo destino en donde les deleita el
perfume del incienso. La dama EI NEFER TI.
Delante de los difuntos estn los Dioses guardianes del cielo, graves y
serenos, sentados sobre la medida de la justicia, un cuchillo en la mano con el
filo levantado para acometer los intrusos que se aventuren en el camino de
Occidente. Puestos en dos filas unos encima de otros, todos tienen detrs una
inscripcin que nos explica el nombre de la puerta del cielo que cada uno
guardaba, as formando una Curiosa pgina de mitologa egipcia.
El primer Dios, contando desde la derecha, tiene la cabeza de pjaro
Ibis. Su leyenda dice:

Primera puerta. Soberana del terror, con sus murallas elevadas, seora y
duea de la entrada. La Superiora de palabra.

El segundo Dios, puesto debajo del primero, tiene la cabeza de len.


Dice:

Segunda puerta. Soberana del cielo, regente de las dos tierras, llama,
seora de todos los humanos en el Universo.

El tercer Dios tiene la cabeza de cocodrilo. Dice:

Tercera puerta. Soberana de los altares, seora de las ofrendas,


encantadora de los Dioses. Mi nombre es el Navegante de Abydos.

63

EDUARDO TODA

El cuarto Dios tiene cabeza de toro. Dice:

Cuarta puerta. La que empua la espada, regente de las dos tierras, que
vuelve impotentes los enemigos del Dios cuyo corazn no late ms (el de la muerte).

El quinto Dios, de cabeza humana, es el nico que blande dos cuchillos,


en vez de uno solo que tienen los restantes. Dice su inscripcin:

Quinta puerta. Llama, soberana de la respiracin en los pulmones que


la imploran. No entra el enemigo, es el nombre del guardin.

El sexto Dios tiene la cabeza de serpiente. Dice:

Sexta puerta. Seora de los reflejos, superiora de las invocaciones cuyo poder
se ignora, la que no encontr...

No se concluy de copiar esta inscripcin por faltar el sitio para escribir


los jeroglficos.
El sptimo Dios tiene cabeza de mujer, adornada con dos plumas. Dice:

Sptima puerta. Niebla que envuelve los que desfallecen, la que tiene
compasin de los que la adoran.

64

SON NOTM EN TEBAS

El octavo Dios muestra una cabeza de grulla. Dice su leyenda:

Octava puerta. Llama devoradora, inextinguible, reanimada antes de


acabarse, fuego que se propaga por la mano del sacrificio.

El noveno Dios con cabeza de chacal, dice:

Novena puerta. La que devora el corazn, soberana de la potencia, la


que calma el dolor de la concepcin, y tiene 350 codos de altura.

Finalmente, el dcimo Dios aparece con cabeza de perro lebrel. Su


inscripcin dice:

Dcima puerta. La que eleva la voz y escucha los gritos de clemencia, la


que inspira miedo y terror.

El opuesto cuadro del lado derecho de esta pared representa la cmara


mortuoria de SON NOTM. Bajo un dosel ajedrezado descansa la momia,
envuelto el cuerpo en sus vendajes y la cara cubierta por rica mscara de oro. El
lecho que la sostiene figura un dragn, cuya cola se levanta y tuerce sobre los
pis del muerto. A un lado y otro dos enormes gavilanes parecen velar el sueo
de aquel cadver. El gaviln de la izquierda tiene en la cabeza el signo
jeroglfico de la Diosa Isis, detrs del cual se lee la inscripcin siguiente:

Palabras de Isis, gran madre divina, seora del cielo, regente


de todos los Dioses.

65

EDUARDO TODA

En la cabeza del gaviln de la derecha se ostenta el signo de la Diosa


Nephtis, y su lado hay esta leyenda:

Palabras de Nephtis, fecunda de boca, seora del cielo, regente de la


tierra. Vengo ti y me acojo la proteccin detrs del Osiris auditor de
invocaciones en la sala de la Verdad, SON NOTM.
En el cuadro inferior que se desarrolla ambos lados de la puerta se ven
multitud de figuras, sentadas unas y de pi otras, representando hombres,
mujeres y nios de la familia de SON NOTM. Es de suponer que todos ellos
habran muerto cuando sus imgenes y nombres fueron pintados en la tumba,
pues muchos se les designa con el nombre de el Osiris fulano, aunque por la
actitud en que se encuentran, llevando ofrendas en la mano, mejor parecen
formar la comitiva de deudos que acuda al entierro del principal propietario
del sepulcro. Algunos de ellos aparecen realmente enterrados en aquel lugar,
habindose all encontrado sus momias sus estatuas funerarias, pero de otros
no hay traza alguna. De todos modos esta lista nos revela por sus nombres ms
de veinticinco individuos, algunos de los cuales ejercieron altos cargos
religiosos en el pas.
Las figuras forman diferentes grupos, acompaado cada uno por su
correspondiente inscripcin. El primero consiste en una mujer sentada,
portadora de enorme ramo de flores lothus, y un hombre su lado que tiende
las manos en actitud de orar. El nombre de ella es:

El Osiris TUTUA, justa de voz, agregada al Dios excelente en su


reposo.

Su marido, que ruega al lado, se llama:

Su hermano que ella ama, MESU, justo de voz.

66

SON NOTM EN TEBAS

Debajo de la silla en que los dos esposos se sientan se ve la figura de


una nia, hija suya, llamada TAIU.
Detrs de este primer grupo hay otro compuesto de tres personas,
tambin sentadas. Marido y mujer llevan ramos de lothus en las manos, y una
nia llamada KHENTURT est de pi bajo la silla de su madre. La inscripcin
dice:

El Osiris auditor de invocaciones en la morada de la Verdad al


Occidente de Tebas, KHA BEKHENT y su hermana que ama, la dama
SAH.

El nombre de la hija es:

KHENTURT.

Se ven detrs numerosos personajes de pi. El primero es un hombre


llevando dos ramos de lothus:

BUNEKHAF.

El segundo tiene una flor en la mano derecha y un pjaro en la


izquierda. Se llama:

RA HOTEP.

67

EDUARDO TODA

Le sigue una mujer con un vaso y un lothus en las manos. Su nombre


es:

TRITU NEFER.

Detrs avanzan dos hombres, ambos llevando una flor y un pjaro. Se


llaman:

KHONSU y RAMS.

Otros dos hombres puestos de frente les siguen, portadores de iguales


ofrendas. Sus nombres son:

AN HOTEP y RASKHU.

Completa el cuadro por este lado de la pared la imagen de un joven


cuyo nombre no fu escrito. En el muro de la derecha de la puerta se ven
parecido nmero de figuras dispuestas de idntica manera las anteriores. En
primer trmino hay un grupo de cinco personas, tres de ellas sentadas en
direccin la puerta. Son:

HABEKENT,
meridional.

profeta

Su mujer se llama:

68

de

Ammn

en

la

villa

SON NOTM EN TEBAS

Su hermana la dama TAHTAUL.

Y su hija:

LOS.

Delante hay un joven de pi, con las manos puestas sobre la cabeza de
HABEKENT. Es:

Su hijo que le ama, ROM.

Bajo la silla de Losu se ve sentada sobre las piernas una nia que lleva
en la mano una flor de lothus. Su nombre no aparece en la inscripcin.
Al lado de la familia de HABEKENT hay otra compuesta de cuatro
personas. El padre, llamado TARO, est sentado junto su mujer TAIU. Un hijo
suyo, que est de pi delante del padre, se llama ROM, y una nia sentada
bajo la silla de la madre es TAASH SEPTU. La inscripcin de TARO dice:

El Osiris, auditor de invocaciones en la morada de


la Verdad, TARO.

La de su mujer es como sigue:

69

EDUARDO TODA

Su hermana la dama TAIU.

El hijo lleva en las manos como ofrenda una vela de buque, una flor de
lothus y un vaso. Son los smbolos de la vida segn nos dice la leyenda que le
acompaa:

Te traigo el aire y el agua, oh Osiris TARO! por mano de tu hijo


ROM.

A la nia le acompaa solo el nombre:

TAASH SEPTU.

El tercer grupo est compuesto por SON NOTM y su mujer, que


tienen la inscripcin de sus nombres:

El Osiris auditor de invocaciones en la sala de la


Verdad, SON NOTM.

Su hermana la dama EI NEFER TI.

70

SON NOTM EN TEBAS

Delante de ellos un joven les presenta un ramo de lothus con la mano


izquierda y sostiene en la derecha un vaso de libaciones. La leyenda dice:

Presente de todas las cosas buenas y puras tu doble, de panes,


espiritus, carnes, voltiles, agua fresca y vegetales, como ofrendas de tu
hijo BUNEKHAF.

Bajo la silla de EI NEFER TI hay una joven, desnuda de cuerpo y solo


tapado el vientre por el cinturn de cuero que aun hoy da se usa en la Nubia.
Se llama:

HOTPU.

MUROS DEL SEPULCRO.-ESTE.

71

EDUARDO TODA

A su lado se ve un nio cuyo nombre es:

RA SKHU.

Ambos son hijos de SON NOTM.


Aqu concluyen los cuadros de la pared Sur del sepulcro de SON
NOTM. En su parte superior, formando ancha faja que la separa de las
pinturas de la bveda, hay una lnea de grandes jeroglficos puestos como
invocacin las divinidades hecha por el doble de SON NOTM. Dice la
leyenda:

Adoracin Hathor, Seora de la montaa, los Dioses que


habitan la divina regin subterrnea del cielo, para que permitan que
entre y salga de ella y no sea rechazado en el hemisferio superior, el
doble del Osiris auditor de invocaciones en la morada de la Verdad,
SON NOTM, justo de voz.

VI.
Muro del Este
Las pinturas correspondientes esta pared estn divididas en seis
cuadros horizontales. Su conjunto representa la regin inferior del cielo tal
como los egipcios que moran en gracia de los Dioses pensaban habitarla, y por
tanto reproduce los campos de Aal con las mismas escenas rsticas que todos
los das deban verse en los campos de Egipto.
El celeste Nilo rodea el cuadro, formando un marco con sus aguas. En
la parte superior flota encima de ellas la barca del Sol,

72

SON NOTM EN TEBAS

en cuyo centro est sentado Ra, con cara de gaviln, en la cabeza la


diadema del disco solar ceido por la serpiente ureus, que solo engalana reyes y
Dioses, y en la mano el collar de la vida, que perpeta la de los bienaventurados
en la gloria. A la derecha del disco hay esta inscripcin relativa los atributos
del Sol:

Palabras de Ra, Armakhi, Tum, seor de las dos


tierras de On.

A su izquierda se lee lo siguiente:

Khopri en su barca.

Khopri Khepra, segn el Libro de los Muertos, tiene el cuerpo formado


por la reunin de todos los Dioses, y simboliza la Eternidad.
A los lados de la barca solar estn sentados dos enormes menos,
animales que representaron un papel importante en la mitologa egipcia, hasta
hacerse adorar en Memphis como Dioses. En este cuadro parecen simbolizar el
orto y el ocaso en el firmamento, juzgar por las leyendas que los acompaan.
La que pertenece al de la derecha dice:

Adoraciones Ra cuando se levanta al da.

Su correspondiente de la izquierda aade:

T le calmas al acostarse en la vida.

73

EDUARDO TODA

En el segundo cuadro estn SON NOTM y su mujer arrodillados en el


suelo, en actitud de adorar cinco divinidades que avanzan en su direccin sobre
la medida codo egipcio flotante en un canal. De estos Dioses se pueden
reconocer el primero que es Ra,
el segundo Osiris, y el tercero Ptah: los dos restantes no llevan en la
cabeza smbolo alguno que permita distinguirles. Una inscripcin puesta
delante de ellos dice lo siguiente:

Adoraciones Ra Armakhi, prosternacin delante de Osiris


en el Occidente, para que conceda la gloria de Ptah, seor de la medida,
al doble del auditor de invocaciones en la sala de la Verdad, SON
NOTM y su hermana la dama EI NEFER TI.

Una barca que avanza detrs de los Dioses conduce

Su hijo que ama, RA HOTEP.

Al lado de la barca se practica una ceremonia mstica muy en uso entre


los antiguos egipcios. La momia de SON NOTM se halla de pi, envuelta en
sus bandas y apoyada sobre el muro, y frente ella un hijo del difunto,
KHONS, que hered al padre en sus funciones, segn rezan los textos del
sepulcro, le ejecuta con dos hachas n la operacin de abrirle la boca y los
pulmones, para que pueda seguir la vida material de la tierra dentro las paredes
de la tumba. El nombre del hijo est escrito:

Su hijo que le ama, KHONS.

74

SON NOTM EN TEBAS

Y entre su imagen y la de su padre hay todava esta leyenda explicativa


del dibujo:

Yo abro la boca al Osiris SON NOTM.

Una pequea separacin con que termina este cuadro por la derecha,
contiene el dibujo de tres lagos sagrados, y en jeroglficos los ttulos, tantas
veces repetidos, del propietario del sepulcro. En el tercer cuadro se ve SON
NOTM y su mujer segando la mies de la abundante cosecha, que han
obtenido en los campos de Aal. A su final, en un registro parecido al anterior
de que acabo de hacer mencin, el mismo personaje est sentado, aspirando con
delicia el perfume de un lothus, delante de una mesa cargada con abundantes
ofrendas. Otras escenas campestres se repiten en el cuarto cuadro. A la
izquierda se ven los dos esposos recogiendo la paja separada ya de las espigas.
Ms all verifican de nuevo la siembra. SON NOTM conduce una pareja de
bueyes uncidos al arado, y con un ltigo, de cuero cortado en tiras, los obliga
apresurar el paso. Detrs le sigue EI NEFER TI sembrando los granos. Este
cuadro termina con un rbol frondoso, y la representacin de los cuatro lagos
sagrados que haba en la regin inferior del cielo. Los dos cuadros ltimos se
refieren los campos de Aal cruzados por un canal. En el superior ostntanse
verdes y lozanas, con las ramas henchidas de amarillo fruto, las copudas
palmeras que deban hacer felices los egipcios en esta vida y en la eterna.
Debajo salen de las aguas las plantas de lothus y de papirus, que tantos
beneficios les producan. Y en el rincn de la derecha, sobre un dibujo desigual
y caprichoso formado por los recodos de la corriente, se ve flotar una barca, sin
duda destinada conducir las almas travs del ro que cruza el cielo, y por el
que navega el Sol.

VII.
Muro del Norte
En esta pared despleg todo su genio el artista desconocido, quien se
confiara el decorado del sepulcro de SON NOTM. Teniendo su disposicin
la pared de piedra ancha de 5 metros para desarrollar su pensamiento, traz
en grandes cuadros las principales escenas de la eternidad. El dibujo es audaz,
el colorido excelente, las proporciones ajustadas, pareciendo imposible que

75

EDUARDO TODA

MUROS DEL SEPULCRO.-NORTE.

aquella acabada obra de arte cuente ms de treinta siglos de antigedad. Todas


las figuras respiran una perfecta calma; parecen posedas del destino que
realizan y con el cual se han identificado al salir del pincel del artista. Su obra es
admirable. La lnea aparece trazada sin vacilacin alguna, sin que la mano
temblara, sin que la sombra leve de una duda detuviera un solo instante la
rpida ejecucin de la idea. Al muerto se le ve tranquilo y sereno cuando
descansa en su lecho funerario, humilde al prosternarse al pi del ara donde
deposita las ofrendas, interrogador y resuelto cuando, conducido por Annubis,
va con seguro paso la regin del cielo. Osiris aparece majestuoso,
contemplando altivo los dones que sus pis deponen y el cuadro de Annubis,
guardador de los sarcfagos, con su significativa cabeza de chacal, que conduce
el muerto por la mano ante la justicia de Dios. Las pinturas de este muro son
una de las mejores obras en su gnero que ejecut arte tebano en tiempo, de sus
grandes dinastas. Forma el primer cuadro, la izquierda de la pared, un grupo
la momia de SON NOTM tendida sobre un lecho en figura de len, mirando
con ojo tranquilo Annubis que de pi, su lado izquierdo, le separa con las
manos las bandas de sus vendajes para sacarle el corazn que debe llevar ser
pesado en la balanza de la verdad. Si se reconoce que es puro, ser devuelto al
muerto: para que, segn dicen los textos, lo conserve eternamente en su echo, lo
conozca en su conciencia, y as no quede su alma cautiva, las puertas de la eternidad.
Esta ceremonia de arrancar el corazn los difuntos se efectuaba en el
momento mismo de momificarlos, y en su lugar se pona un escarabajo de
piedra, emblema de la vida humana y de las transformaciones sucesivas del
alma en el otro mundo. Este animal deba ser consagrado por medio de una
frmula mgica que veces tena escrita entre sus patas, y expresaba el deseo
del muerto de que lo fuese pronto devuelta su entraa. La invocacin para
consagrar esos escarabajos es quizs la ms bella que contienen los rituales
egipcios. Oh corazn mo, corazn que tengo de mi madre, corazn que necesito para
mis transformaciones, no te levantes contra m! dice el principio de la frmula
funeraria.

76

SON NOTM EN TEBAS

Cubre al difunto y al Dios rica naos decorada con primorosos dibujos, y


en torno de ella hay una larga inscripcin que copia el captulo I del Libro de los
Muertos. Dice el texto:

77

EDUARDO TODA

Captulo de la bajada hacia los Dioses de la eternidad


el da del entierro del Osiris auditor de invocaciones en la
morada de la Verdad, SON NOTM, de palabra justa. Oh
toro del Amenti, llamado Thot, rey de la eternidad! Yo soy un
Dios grande, en la divina barca, combatiendo en tu favor. Soy
uno de los seres divinos que confirman la verdad de la palabra
de Osiris contra sus enemigos este da en que deben pesarse
todas las palabras. Mis compaeros son los tuyos, oh Osiris!
Soy un Dios hijo de Nut venido inmolar tus contrarios,
reducir los que se rebelan contra ti. Mis compaeros son los
tuyos, oh Hrus! hijo del Sol. He respondido al llamamiento
que me has hecho para pelear tu favor.
Soy Thot, justo contra tus adversarios hoy que se me
juzga ante el tribunal de la verdad en On (Helipolis). Soy
de Mendes, hijo de un hijo de Mendes, concebido y
engendrado en la sagrada villa. Acompao las plaideras de
Osiris que gimen por l en la comarca de Sati y afirman la
verdad de su palabra contra sus enemigos, segn Ra lo orden
y Thot lo ejecuta. Soy Horus este da en que debe enterrarse
Teshtesh y abrir la sala para purificar el Dios cuyo corazn ha
cesado de latir, este da en que se celebran los misterios de
Rostau. Defiendo el brazo izquierdo de Osiris que se halla en

78

SON NOTM EN TEBAS

Sokhm, y salgo y entro en la regin del fuego para aniquilar


los rebeldes. Voy con Horus cuando celebra la fiesta de Osiris
y le presento ofrendas para conmemorar el cuarto de luna en
On. Soy sacerdote en Mendes, y embalsamador en Abydos
cuando he de subir la escalera del cielo. Soy profeta en Abydos
el da de elevar la tierra. Veo los misterios de Rostau, organizo
las fiestas de Bindit, soy el servidor que vigila, acudo lleno de
alegra la ceremonia de trabajar las tierras en Suten Khenn.
-Oh vosotros los que acompais los espritus perfectos la
morada de Osiris, introducid con vosotros mi alma: que ella
viva como vivs vosotros: que oiga como vosotros os: que
permanezca en pi se repose como vosotros podis hacerlo!
Oh los que dais pan y bebidas los espritus perfectos en la
morada de Osiris, dadlos tambin al Osiris auditor de
invocaciones en la morada de la Verdad, al Oeste de Tebas en
el territorio de Mat, SON NOTM, dadlos a mi alma junto
con las vuestras! Abrid los caminos, alumbrad las rutas para
que.....

Aqu concluye la inscripcin, truncada en el verso 13 del captulo, por


no haber tenido los escribas ms espacio para seguir copiando el texto, del que
solo insertaron la mitad.
A este cuadro sigue el del Dios de la muerte. Osiris est de pi mirando
la derecha; lleva en una mano el ltigo, en otra el bastn y en la cabeza la
diadema atef que simbolizan su autoridad; su cara est pintada de verde, en el
pecho le luce ancho collar y viste la tela blanca de las momias. Le rodean una
porcin de atributos. Junto su cabeza hay dos uza, ojos msticos que
representan el Sol y la Luna; sus pis se ve una mesa de ofrendas que sostiene
un vaso y una flor de lothus, y ambos lados del Dios, como brotando de dos
macetas, hay los emblemas de Osiris cuyo significado es enigmtico. El altar
manera de templete que rodea la imagen est muy bien decorado,
distinguindose las dos columnas de los lados que son del estilo egipcio ms
puro, y estn formadas por un manojo de hojas y flores de lothus y papirus. En
su parte superior termina el altar con un friso de serpientes ureus, smbolo de la
divinidad segn he dicho antes. Delante de Osiris se ve SON NOTM sentado
sobre sus pis junto una mesa llena de ofrendas de todas clases. All se
encuentran las flores simblicas ms importantes del mito osiriano, los
alimentos que el difunto ofrece al Dios, esperando compartirlos con l en la
regin de la eternidad. El lothus y el papirus tienen en las doctrinas egipcias
una significacin muy marcada, pues en la tierra simbolizan las dos regiones
del pas, sean el Alto y Bajo Egipto, y en el cielo son emblema mstico de la
existencia del alma.

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EDUARDO TODA

Los alimentos estn representados en la mesa de SON NOTM por un


pato muerto y varios panes. Crean los egipcios que si el cadver careca de
vveres en la tumba, morira segunda vez irremisiblemente, al paso que si estas
ofrendas faltaban su doble, se vera obligado volver entre los humanos y
nutrirse de excrementos. Hasta los mismos Dioses de aquel cielo material
coman como simples mortales, segn claramente indican muchos textos
jeroglficos. As ocurra en varios sepulcros, como en el descrito ahora, que las
provisiones eran ofrecidas directamente al Dios, echndose el muerto sus pis
en splica de que le permitiera compartirlos con l para satisfacer sus
necesidades. Eran de varias clases las ofrendas que deban depositarse en los
sepulcros de los antiguos egipcios, consistiendo las principales en pan de trigo
amasado sin descortezar, galletas, bizcochos, carnes y frutas. Para que estas
ofrendas duraran eternamente en la tumba, adems de ponerlas en realidad,
pintaban su representacin en los muros de las cmaras mortuorias, de donde
poda voluntad hacerlas salir el muerto.
Las nforas y vasos que se ven al pi de la mesa contenan tambin
ofrendas de aceite, vino, agua, leche y espritus, que el difunto depona ante el
Dios para que se sirviera de ellas en sus banquetes de ultratumba. La necesidad
de tener bebidas en el sepulcro era tan urgente como la de poseer alimentos
slidos, pues sin ellas se condenaba la momia sufrir nueva muerte sin
resurreccin.
Las inscripciones pintadas entre la figura del muerto y la mesa explican
el destino de aquellos dones. Dice:

Te sientas junto Unnefer y te darn panes y espritus, oh


Osiris! auditor de invocaciones en la morada de la Verdad, SON
NOTM.

El ltimo cuadro del muro representa Annubis, apoyada una mano


en el bastn de su autoridad y conduciendo con la otra SON NOTM ante el
altar del Dios. La expresin de estas dos figuras es admirable. Una leyenda
escrita en dos columnas verticales en los blancos de la pared contiene lo
siguiente:

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SON NOTM EN TEBAS

Dice Annubis en el templo al Dios grande, seor del cielo:


vamos, que los Dioses del hemisferio inferior reciban al Osiris auditor
de invocaciones en la sala de la Verdad, SON NOTM.

En la parte superior de las dos escenas que acabo de describir hay un


largo texto con el juicio del difunto, en una inscripcion jeroglfica que abraza 38
cortas columnas. Empieza por la defensa hecha por SON NOTM de s mismo,
seguida de las declaraciones de Annubis y de la Diosa Mat, hija de Ra, que
conceptuaba al muerto digno de entrar en la eternidad. Dice el texto:

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EDUARDO TODA

Palabras del Osiris auditor de invocaciones en la


morada de la Verdad, SON NOTM. -Dice: Salud ti,
Osiris en el Occidente, Unnefer, seor de Tosev, dueo de la
diadema atef guarnecida de dos cuernos, joven en Occidente.
Yo vengo ti, t que eres la vida, la salud, la fuerza. Sano en
la tierra practiqu la justicia, no quit alimentos los
templos, no disminu los panes de los Dioses. Al entrar en las
puertas del hemisferio inferior la balanza de mi juicio no me
encontr falta alguna. Thot me ha declarado bueno para
unirme los Dioses que forman la cohorte de Horus. Soy
profeta en tu templo, oh Osiris! y de ti recibo el aire y el
agua. SON NOTM, justo de voz, agregado al Dios que
duerme en paz.
Dice Annubis: Ven, SON NOTM, justo de voz,
ven con Osiris. Los Dioses del hemisferio inferior te reciben;
tu plaza est reservada en aquella regin del cielo que el
incienso purifica. Tus miembros se juntarn de nuevo y
marchars como los Dioses delante de Osiris. Eres ya una de
las divinidades del cielo subterrneo, eres Sokaris en Rostau.
Adoras Ra cuando se levanta al da y te unes l cuando se
acuesta en la eternidad.
Dice Mat, hija de Ra: SON NOTM es puro para
entrar, puro para salir, puro para marchar delante de Osiris.
Se sienta junto Unnefer como uno de los Dioses del squito
de Horus. No le rechazarn en las puertas del hemisferio
superior del cielo.

Finalmente, las pinturas inscripciones de esto muro estn separadas


de las del techo por una banda de jeroglficos que limita toda la parte superior.
Su texto es una invocacin al Sol, y dice:

Adoracin Ra, Armakhi, Tum, seor de la doble tierra de


Helipolis. Me has permitido gozar la gloria del cielo y las delicias de la
tierra, ser justo de palabra en la divina regin subterrnea, navegar
delante de las estrellas. Tuyo soy, primero en la barca Sekti y ltimo en

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SON NOTM EN TEBAS

la barca Shedti, yo el Osiris SON NOTM.

MUROS DEL SEPULCRO.-OESTE.

VIII.
Muro del Oeste
La parte alta de esta pared figura la puerta de la eternidad. La guardan
dos pilones castillos parecidos los que se conservan en los antiguos templos
egipcios, y encima de ellos se ven dos chacales, representando Annubis. Una
mesa con un ramo de lothus entrelazados parece servir de ofrenda al disco solar
que campea en lo alto del horizonte. El cuadro importante de este muro est
formado por la composicin inferior, que representa un gran naos templo. A
su izquierda se ven SON NOTM con las manos levantadas y su mujer EI
NEFER TI con una flor de lothus, dirigindose hacia el tribunal de los Dioses.
Estos se hallan divididos en dos series. En la de arriba se ve delante Osiris, y
detrs suyo cinco jueces divinos, todos sentados sobre la medida de la justicia.
El primero, tercero y quinto, tienen la cara pintada de rojo, y el segundo y
cuarto la tienen verde. La serie de abajo consta de seis divinidades presididas
por Ra, con cabeza de gaviln, coronado por el disco solar. Sus imgenes son

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EDUARDO TODA

tambin verdes y rojas. Entre las dos lneas de estos Dioses del hemisferio
inferior del cielo hay una inscripcin dispuesta en tres lneas horizontales
perfectamente legible en el grabado que representa este muro. La traduccin es
como sigue:
Este libro vuelve el difunto perfecto junto Ra, le permite estar cerca de Tum,
le engrandece al lado de Osiris, le fortalece cabe el Dios del Amenti y le hace inspirar
terror las dems divinidades. Robustece el corazn del muerto, ensancha sus pasos y le
encamina hasta ponerle cara cara con Dios.
Esta inscripcin contiene abreviados los versculos primero y tercero
del captulo 148 del Libro de los Muertos.

IX.
La bveda
Hermoso es tambin el decorado del techo que cierra el sepulcro de
SON NOTM. El artista lo dividi en ocho grandes cuadros, partidos por cuatro
anchas lneas blancas cubiertas de inscripciones, que corren una lo largo del
sepulcro por la mitad de la bveda y tres horizontales que arrancan en la pared
del Norte para acabar en la del Sur. Me fu imposible reproducir las pinturas de
aquellos cuadros, pues no tena manera de colocar la mquina para fotografiar
un arco levantado, y careca de medios para dibujar las figuras de su asunto. Me
concretar, por tanto, describirlo y dar cuenta de las inscripciones
jeroglficas de que saqu copia.
Primer cuadro. Situado en el rincn de la bveda formado por el ngulo
del muro Norte con el del Oeste. Se vea SON NOTM de pi tendiendo los
brazos para abrir las dos hojas de una puerta. Su leyenda dice:

Palabras de Thot inspirador de los divinos escritos, SON


NOTM.

Esta pintura hace alusin la necesidad que tenan los muertos de abrir
el sitio donde estaba encerrado Thot, Dios de la inteligencia directora del
mundo, para vivir como espritus en la regin inferior del cielo.

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SON NOTM EN TEBAS

Segundo cuadro. Sigue al anterior en direccin al Este. Representa al


pjaro Benn Fenix, imagen de Osiris, que muere para volver la vida, y es
smbolo de la perpetua sucesin del da y la noche. Le sigue la barca del Sol, as
explicndolo un pequeo texto del interior del cuadro, que dice:

Es el Benn de Ra.

Dentro de la barca hay un Dios, cuyo nombre y ttulos son los


siguientes:

Ra Armakhi, Tum, Seor de la doble tierra de On.

Detrs siguen cinco divinidades, cuyos nombres no se expresan, pues


la leyenda que les acompaa nicamente dice:

de Ra.

La compaa de los Dioses que se hallan en la barca

Cierra este cuadro en su lado derecho la inscripcin siguiente:

Palabras del agregado Hapi, el Osiris SON


NOTM.

Hapi era uno de los genios funerarios que deban conservar las
entraas de los cadveres, sacadas del cuerpo de estos al convertirlos en
momias.

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EDUARDO TODA

Tercer cuadro. Est al lado del anterior, en la misma direccin. En un


fondo azul que representa el cielo se destacan el disco del Sol y las siete estrellas
de la Osa mayor, sobre las cuales se ve la imagen de cinco Dioses. Dos figuras
de un hombre y una mujer estn en pi en actitud de orar. Dice su inscripcin:

Adoracin los Dioses Seores del cielo, por el doble del


auditor de invocaciones en la morada de la Verdad, SON NOTM y
su hermana la dama EI NEFER TI.

El cuadro concluye con esta leyenda escrita en su costado:

Dice el agregado Annubis, el Osiris SON


NOTM.

Cuarto cuadro. Forma la esquina Norte y Este del sepulcro, y est


separado del anterior por la inscripcin siguiente:

Dice el agregado Khobhsonnuf, el Osiris SON


NOTM.
Khobhsonnuf es otro genio funerario compaero de Hapi.
En el cuadro se ve la Diosa Nut que con una mano vierte el agua de
las libaciones y en la otra lleva ofrendas de pan y flores. Su nombre est escrito
as:

Nut la grande.

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SON NOTM EN TEBAS

Delante de ella estn arrodillados SON NOTM y su mujer,


acompaados de la inscripcin siguiente:

Al doble del Osiris auditor de invocaciones en la sala de la


Verdad, SON NOTM y su hermana la dama EI NEFER TI.

Entre este cuadro y la pared hay todava una corta faja de jeroglficos
que dicen:

Palabras de Thot, Seor de Setn-nu, el Osiris auditor de


invocaciones en la morada de la Verdad, SON NOTM.

Los cuatro cuadros restantes descrrense apoyados sobre el muro de la


pared Sur del sepulcro.
Quinto cuadro. Forma el ngulo de esta pared con la del Oeste, estando
separado de la misma por la siguiente inscripcin:

Palabras de Thot, el Osiris SON NOTM.

Las figuras que contiene representan este personaje de pi adorando


tres divinidades, que son: un Dios con cabeza de Ibis, una Diosa con la cara
encarnada y otra con la cara verde y la diadema pschent en la cabeza. Dentro del
cuadro no hay leyenda alguna.

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EDUARDO TODA

Sexto cuadro. Va en direccin al muro del Este, y queda separado del


anterior por la siguiente lnea de jeroglficos:

Dice el agregado Amsit, el Osiris SON NOTM.

Amsit es otro genio funerario que protege las entraas de los difuntos.
El propietario del sepulcro adora en este cuadro otras cuatro
divinidades del cielo egipcio. La primera est representada por un Dios con
cabeza de lebrel y cuerpo blanco con manchas negras. El segundo es un Dios
sentado, con la cara roja. El tercer Dios tiene la cara verde y est tambin
sentado en un cuadrado rojo sobre el cual se ve el signo del cielo pintado de
azul. Finalmente, la cuarta divinidad consiste en una serpiente enroscada sobre
el signo de la montaa. Tampoco dentro de este cuadro se ve leyenda alguna.
Sptimo cuadro. Lo separa del anterior la inscripcin siguiente:

Dice el agregado Annubis, el Osiris SON


NOTM.

En l SON NOTM adora tres Dioses, uno con cabeza de Ibis, y los
otros con cara humana, pintada de rojo y verde. A su lado se ve esta leyenda:

Adoraciones los Dioses Seores de la Verdad. De tu boca


salen las ms bellas plegarias. Tu doble se une los Dioses cada da.
El doble del auditor de invocaciones en la morada de la Verdad, al
Occidente de Tebas, SON NOTM, justo de voz, agregado al Dios
excelente en su reposo.

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SON NOTM EN TEBAS

Octavo cuadro. Forma el rincn de la pared Sur con la del Este, y lo


separa del anterior el siguiente texto:

Dice el agregado Tiumutef, el Osiris SON


NOTM.

Tiumutef es el ltimo de los cuatro genios funerarios que SON


NOTM rinde adoracin en su sepulcro para obtener la eterna conservacin de
sus entraas en los vasos sagrados donde fueron depositadas.
Dentro del cuadro se ven dos corpulentos rboles, al parecer
sicomoros. Sobre sus copas se alza el disco del Sol, y junto los troncos se ve
una ternera blanca con manchas negras, que lleva un Dios de cara verde. Otro
Dios con cabeza de gaviln est sentado sobre una medida, smbolo de la
verdad.
La inscripcin que cierra el cuadro junto la pared del Este dice:

Palabras de Thot. El Osiris auditor de invocaciones en


la morada de la Verdad, SON NOTM.
Queda, finalmente, para transcribir una larga inscripcion horizontal
puesta en medio de la bveda del sepulcro para separar los anteriores cuadros.
Su texto dice:

Adoracin Osiris, Unnefer en el Occidente, hijo mayor de


Sib, grande y floreciente, padre de todos los Dioses, soberano de la
eternidad del da, prncipe de la eternidad de la noche, Rey del
Medioda y del Norte, dueo de lo infinito. Ptah Sokari, Seor de los
sepulcros, concdeme la respiracin y el agua. El Osiris auditor de
invocaciones en la morada de la Verdad, SON NOTM.

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EDUARDO TODA

Al terminar mi trabajo, y al cumplir la obligacin que contraje con mis


compaeros en Egipto, de publicar todas las inscripciones recogidas en el
sepulcro del sacerdote tebano SON NOTM, me es grato decir que he llegado al
final de mi tarea merced la ilustrada cooperacin que en Luxor obtuve de mi
amigo Mr. BOURIANT para colacionar los textos interpretar su sentido, y la
paciencia que el Sr. RUIDAVETS ha mostrado en Madrid en la difcil tarea de
ordenar las leyendas y pinturas, reproducidas por su mano de artista con
exactsimo carcter y escrupulosa fidelidad.
Estas inscripciones, de origen simblico y de significado misterioso y
oscuro, ofrecen grandes dificultades al traducirlas para que podamos leer en
ellas lo mismo que entendan los egipcios de las dinastas tebanas. Tampoco
sabemos con certeza el papel que desempeaban en los juicios eternos, aunque
es evidente que concurran que el muerto presente en las puertas del Amenti
probara haber empleado bien su vida en la tierra, siendo bueno y justo con los
Dioses, al par que sincero y honrado con los hombres. El fondo humanitario y
moral de la religin egipcia en la poca que pertenecen los textos y dibujos de
este sepulcro, no ha sido an estudiado con la precisin necesaria para que sea
fcil penetrar hasta el fondo de su verdadera importancia.

Madrid 1. de Febrero de 1887.


EDUARDO TODA.

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