El Arte y El Espacio PDF
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ESPACIO
Martin
Heidegger
Revista Eco. Bogota, Colombia. Tomo 122, Junio 1970,
pp. 113-120. Traduccin De Tulia De Dross
Cuando se piensa mucho en s mismo, se
encuentra la sabidura inherente al lenguaje. Es
improbable que uno la introduzca, ya est en l,
como en los proverbios.
G. CHR, LICHTENBERG
Parece, sin embargo, ser algo poderoso y difcil de
captar, el Topos -es decir, el Sitio-Espacio.
ARISTOTELES, Fsica, IV.
Las observaciones sobre el Arte, el Espacio, la
intermundaneidad de ambas, son an interrogantes, aunque se las
exprese en forma de aseveraciones. Se limitan al arte plstico e
intrnsecamente a la escultura. Los productos de la plstica son
Cuerpos. Su masa, constituida por distintos materiales, se realiza
bajo mltiples configuraciones.
La configuracin acaece dentro de una delimitacin, como un
Dentro y Fuera limitados. De este modo entra el Espacio en
juego.
Ser habitado por una obra plstica, moldeado como un
volumen cerrado, perforado, vaco. Hechos bien conocidos, y no
obstante, enigmticos.
El cuerpo plstico corporeza algo. Corporeza el espacio?
Es la plstica una posesin del espacio, un contener el espacio?
Respondera a la conquista tcnico-cientfica del espacio?
Verdad es que en cuanto Arte la plstica es una pugna con el
espacio artstico. El Arte y la tcnica cientfica consideran y
trabajan el espacio con intencin y modo diversos.
El espacio empero -permanece el mismo? No es aquel
espacio que desde Galileo y Newton recibi su determinacin? El
espacio -es aquella extensin uniforme, sin zonas privilegiadas,
en cada direccin equivalente, e imperceptible a los sentidos?
El espacio -es aquel que, mientras tanto, sigue impulsando
obstinadamente al hombre moderno a su dominio ltimo y
absoluto? No sigue el arte plstico moderno este mismo
imperativo, en lo que se comprende como un desafo al espacio?
No se halla as confirmado en su carcter de contemporneo?
El espacio del proyecto fsico-tcnico -cual sea su
determinacin -puede tener la validez de nico y verdadero
espacio? Comparados con l los espacios adjuntos -el espacio del
arte, el espacio de la vida cotidiana, con sus acciones y sus
desplazamientos- son tan slo formas primigenias y
transformaciones subjetivamente condicionadas a la objetividad
de un solo espacio csmico?
Qu sucedera si la objetividad de aquel espacio csmico
resultara ser el absoluto correlato de la subjetividad de una
conciencia extraa a la antigedad que precedi a los modernos
tiempos europeos? Aun si reconociramos la diversidad de la
experiencia espacial entre los antiguos, obtendramos con ello la
visin primaria sobre la mismidad del espacio?
La interrogante sobre lo que el espacio como espacio sea, no
queda formulada, tampoco su respuesta.
Incierto tambin el ser del espacio y el poder atribursele un
modo de ser.
El espacio -hace parte de los fenmenos originarios, al
contacto de los cuales, segn Goethe, el hombre al percibirlos le
sobreviene un temor angustioso, creciente? Detrs del espacio,
aparentemente, no hay nada hacia lo cual abismarse. Delante, no
existe coartada hacia otra cosa. La mismidad del espacio slo se
muestra a partir del espacio. Se deja expresar su mismidad?
Ante lo inquisitivo de su mismidad, declaramos:
Mientras no experimentemos la mismidad del espacio,
permanecer en sombras el hablar sobre un espacio artstico. El
modo como el espacio obra y atraviesa la obra de arte se nos
anticipa con toda su incertidumbre.
El espacio -en donde se puede hallar la forma plstica como
espacio dado; el espacio, que encierra los volmenes de la figura;
el espacio existente como vaco -no son siempre estos tres
espacios, en la unidad de su interaccin tan slo derivacin del
espacio fsico-tcnico, as bien las dimensiones matemticas no
debieran intervenir en la configuracin artstica?
Aceptado que el arte sea la puesta en obra de la verdad, y que
sta signifique el no ocultamiento del ser, no ser preciso que en
la obra de arte constructiva, sea el espacio verdadero, que al
abrirse en lo que tiene de propio, nos da la medida?
Cmo encontrar la mismidad del espacio? Hay una senda,
realmente estrecha, oscilante. Percibirla en la lengua nos es dado.
De qu nos habla en la palabra espacio? En ella habla el
espaciar.
Significa: talar, liberar lo selvtico. El espaciar conlleva lo
libre, lo abierto, para un situarse y habitar del hombre.
Espaciar es, en s, la liberacin de sitios, donde los destinos
del hombre existente se proyectan con el bien de una nacin, o en
la desdicha del exilio, o frente a la indiferencia de ambos.
Espaciar es dar curso a los sitios, en los que un dios aparece;
sitios de donde los dioses han hudo, sitios en donde se retarda la
aparicin de la divinidad.
El espaciar origina el situar que prepara a su vez el habitar.
Los espacios profanos son siempre la privacin de antiguos
espacios sagrados.
Espaciar es la liberacin de sitios.
En el espaciar se manifiesta y se encierra un acontecer.
Carcter ste del espaciar fcilmente desatendido. Y cuando es
percibido, an es difcil determinarlo, ante todo porque el espacio
fsico-tcnico sigue siendo el espacio al cual toda denotacin
sobre lo espacial debe primeramente referirse.
Cmo acontece el espaciar? No es acaso un situar en
relacin, considerado en su doble modo del conceder y disponer?
Una vez el situar admite algo acorde. Se deja actuar la
apertura, que entre otras admite la aparicin de las cosas a las
cuales se ve dirigida el habitar humano.
Adems, este situar de las cosas les permite la posibilidad de
pertenecerse co-relativamente en su direccin y cada una desde
dentro y a partir de s.
En el doble despliegue de este situar acaece el divisar de
sitios. El carcter de este acontecer es el arrebatamiento. Pero,
qu es el sitio, si su mismidad debe determinarse en su direccin
liberadora? El sitio abre cada vez un paraje, encontrndose en ste
las cosas, en co-pertenencia.
En el sitio se juega el encuentro, en el sentido de esconder y
dejar las cosas liberadas de su paraje.
Y el paraje-, La ms antigua forma de la palabra es gegnet .
Denomina la libre vastedad. Por ella se capta lo abierto, cada
cosa en su apertura y en su expandirse desde el estado de reposo
que tan slo a ella le pertenece.
Y significa al mismo tiempo: custodiar el encuentro de las
cosas en su co-pertenencia.
Urge la pregunta: sern los sitios primero y slo el resultado,
la consecuencia del situar? O recibe el situar su mismidad a
partir de la accin de los sitios encontrados? Si eso fuera exacto,
tendramos que buscar la mismidad del espaciar en la
fundamentacin de sitios, y considerar al sitio como la
correlacin de sitios.
Tendramos que atender entonces en qu forma y cmo este
juego de co-relacin recibe a partir de la libre vastedad del paraje
la remisin de la co-pertenencia de las cosas.
Tendramos que aprender a reconocer que las cosas son ellas
mismas los sitios y no pertenecientes a un solo sitio.
En este caso estaramos obligados a aceptar por largo tiempo
un inslito hecho: el sitio no se halla en el interior de un espacio
ya dado, segn el modo de espacio fsico-tcnico. Este slo se
despliega desde el encuentro de los sitios de un paraje.
El juego co-relacionado de arte y espacio habra que
reflexionarlo a partir de la experiencia del sitio y del paraje.
El arte como plstica: la no posesin del espacio. La plstica
no sera una pugna con el espacio.
La plstica sera la corporeizacin de sitios, que en la apertura
de un paraje que lo encierra, condiciona una liberacin en su
encuentro, permitiendo la presencia de las cosas en ese instante, y
el habitar del hombre en medio de las cosas.
Y si es as, que ser del volumen de las configuraciones
plsticas que corporezan un sitio? Probablemente ya
los espacios no se limitarn oponindose, all donde se cie
un Dentro opuesto a un Fuera. Lo significado por la palabra
volumen debera perder su nombre -significado este tan antiguo
como la moderna tcnica de la ciencia natural.
Innominados por de pronto quedaran los caracteres de la
corporeizacin plstica, que buscan y constituyen los sitios.
Qu devendra del vaco del espacio? El vaco aparece a
menudo tan slo como una carencia. El vaco sera entonces como
la carencia por colmar espacios huecos e intra-mundanos. Sin
duda el vaco est relacionado justamente con las peculiaridades
del sitio y por eso no es una carencia sino una creacin.
De nuevo la lengua puede ofrecrsenos en un guio.
En el verbo vaciar (leeren) se manifiesta el leer (lesen), en un
sentido original del encontrar que obra en el sitio.
Llenar el vaso significa: encontrar al contenido en su libre
devenir.
Volcar en un cesto las frutas recogidas significa: prepararles
este sitio.
El vaco deja de ser nada. Tampoco es carencia. En la
corporeizacin de la plstica se juega el vaco de un modo de
conceder buscando y diseando sitios.
Las observaciones precedentes no van ciertamente tan lejos
como para mostrar con suficiente luminosidad la mismidad de la
plstica como un modo del arte constructivista. La plstica: una
corporeizacin de la puesta en obra de sitios; y en ellos una
apertura de parajes que conceden el habitar humano y la
permanencia de las cosas encontrndose, relacionndose.
La plstica: corporeizacin de la verdad del ser en su sitio
determinando la obra.
Ya una mirada atenta sobre la mismidad de este arte permite
presumir que la verdad como un no ocultamiento del ser no
depende necesariamente de la corporeizacin.
Goethe dice: No es siempre necesario que lo verdadero se
corporeice; suficiente es si se vislumbra espiritualmente la verdad
y resulta en conformidad; si flota por los aires como el canto
austero y amistoso de las campanadas.