1. La leyenda cuenta que en una antigua casona en la calle San Antonio de Arequipa había un cuarto vacío donde, según la leyenda, descansaba una monja condenada que espantaba a los curiosos.
2. Otra leyenda narra que el Inca Pachacútec exploró la región de Arequipa y nombró varios lugares como el Misti, el valle de Arequipa y el río Chili. Un vigía llamado Tuturutu cuidaba el tambo central de la ciudad.
3. Existe una
100%(2)100% encontró este documento útil (2 votos)
453 vistas5 páginas
1. La leyenda cuenta que en una antigua casona en la calle San Antonio de Arequipa había un cuarto vacío donde, según la leyenda, descansaba una monja condenada que espantaba a los curiosos.
2. Otra leyenda narra que el Inca Pachacútec exploró la región de Arequipa y nombró varios lugares como el Misti, el valle de Arequipa y el río Chili. Un vigía llamado Tuturutu cuidaba el tambo central de la ciudad.
3. Existe una
1. La leyenda cuenta que en una antigua casona en la calle San Antonio de Arequipa había un cuarto vacío donde, según la leyenda, descansaba una monja condenada que espantaba a los curiosos.
2. Otra leyenda narra que el Inca Pachacútec exploró la región de Arequipa y nombró varios lugares como el Misti, el valle de Arequipa y el río Chili. Un vigía llamado Tuturutu cuidaba el tambo central de la ciudad.
3. Existe una
1. La leyenda cuenta que en una antigua casona en la calle San Antonio de Arequipa había un cuarto vacío donde, según la leyenda, descansaba una monja condenada que espantaba a los curiosos.
2. Otra leyenda narra que el Inca Pachacútec exploró la región de Arequipa y nombró varios lugares como el Misti, el valle de Arequipa y el río Chili. Un vigía llamado Tuturutu cuidaba el tambo central de la ciudad.
3. Existe una
Descargue como DOC, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como doc, pdf o txt
Está en la página 1de 5
LEYENDAS Y MITOS DE AREQUIPA
LA MONJA CONDENADA DE SAN ANTONIO
En Arequipa existe la calle San Antonio en donde antiguamente se encontraba una casona que ahora funciona como un colegio, aunque todas las habitaciones de la institucin estn siendo ocupadas, existe un cuarto que an queda solitario con el paso de los aos. Narra la leenda que esa casona era antiguamente un con!ento en el cual existi una hermana mu de!ota a la religin, as" que como ltimo deseo en su lecho de muerte le pidi a sus hermanas mon#as que la de#aran descansar por siempre en esa habitacin, al enterarse de la leenda muchos alumnos del colegio comentaban que por las ranuras de la puerta obser!an una cama un antiguo !elador, aunque muchas !eces tambi$n di!isan dentro de la habitacin a una mon#a que aparec"a espantando a los curiosos que se atre!en a interrumpir su descanso eterno en ese cuarto, que luego, sin ninguna explicacin, desaparece en la nada. Se cuenta las personas que ha lograron entrar en la habitacin solo para #ugar o burlarse de la mon#a condenada no han !uelto a ser !istas con !ida. LA LEYENDA DEL TUTURUTU %uenta la leenda incaica, que &ata %apac, con el fin de reconocer sus dominios del Antisuo, arm una expedicin compuesta por allus soldados. 'n d"a de llu!ia, saliendo de la capital del (mperio una noche de nie!e llegaron al )ago Sagrado de &anco %apac. Al amanecer, &ata %apac decidi seguir las cordilleras del poniente por donde se ocultaba el dios (nti *+ios Sol,. %ortando cerros paramos, pasaron por )agunillas ascendieron un poco hasta (mata *alta pequea laguna,. Siguieron las huellas del (nti al ocultarse pernoctaron en Sumba *quebrada de agua, cristalina,. -asaron una noche de poco fr"o emprendieron nue!a caminata. !encieron una corta lomada de repente un espectculo de oro mara!ill a las huestes de &ata %apac. El sol iluminaba, la cabe/a de un inmenso !olcn el (nca, lleno de asombro exclam0 1'n misti... que habr tras ese misti2 3 a!eriguaron *&isti, en quechua significa0 Seor, dueo inamo!ible de la tierra,. El (nca su e#$rcito, colmados de ansiedad por !er que hab"a tras aquella montaa, perdieron el cansancio. %erca de las faldas del misti, di!isaron a la i/quierda una sucesin de pequeos !olcanes, empinados blancos !ol!i a exclamar0 -ichupichu... acompaa a &isti. *4-ichupichu4, significa entonces 4Sucesin de !olcanes4,. 3, mirando a la derecha, otra imponente montaa, toda cubierta de nie!e, al un"sono exclamaron0 1%hachani, %hachani, resguarda a &isti2 *4%hachani5, quiere decir montaa de nie!e4,. %ru/aron el abra entre lo que ellos llamaron0 &isti %hachani !ol!ieron a mara!illarse. Al fondo un inmenso !alle cortado por una cinta de agua cristalina, el (nca sealando aquel r"o di#o a su gente0 6%hili7 mao7 4%hili4 significa gruta de agua 4mao4, ri,. 8 6Arequepa9 *Aqu" quedaos,. 3 de aqu" el nombre de Arequipa. :a#aron hasta el centro del !alle. En la orilla, inclinada !erde, se instalaron &ata %apac ordena que cada allu, buscase los terrenos ms propicios para el culti!o de la papa el ma"/. En el terreno ms extenso armaron un tambo empe/ a repartir lo que hab"a tra"do. %ada !e/ que el (nca sal"a, en busca de otros lugares para entregar tierras a sus allus soldados, de#aba un !ig"a a cargo del tambo. El !ig"a, era un indio que con su cuerno sonoro, llamaba al (nca para a!isarle que hab"a llegado un chasqui encomienda de la sierra. 3 como aquel cuerno sonaba. 66 ;uturut9. ;uturutu, llamaron al indio !ig"a que con el tiempo se encargo de la cuidad. %uando a los pobladores instalados en cada andener"a de culti!o. despu$s de cada luna, !ol!"an al tambo para recibir semillas, encomiendas !"!eres, el (nca ordenaba amablemente0 6;uturutu trae9, 6;uturutu tiene9 6;uturutu reparte9 3 ;uturutu de tanto repartir d"a noche, una maana amaneci muerto petrificado por una ola de fri. All" qued el ;uturutu, en el centro del tambo, con su trompeta sonora, dirigida hacia el Sol, derramando chorros de agua cristalina, en seal de riego alegr"a para aquella poblacin inca que tu!o la suerte de llegar a las faldas del &isti al !alle de 4Arequepa4. 3 desde entonces se habl de aquel ;uturutu que tenemos en el centro de la -la/a de Armas de Arequipa. LA SIRENA DEL PUENTE BOLOGNESI 1Alguna !e/ o referir sobre la sirena del puente :olognesi2 Nuestra ciudad tampoco queda al margen de las leendas griegas. %uentan los antiguos que cuando era estacin de a!ecinarse las llu!ias al despuntar la medianoche, hac"a su aparicin una bella mu#er con cola de pe/, encima de la enorme piedra que est al pie del puente :olognesi, en pleno lecho del r"o. %uenta Elo <bando, !ecino que habita dichos lugares desde hace => aos, que la tradicin oral que le trasmitieron, refer"a a una sirena que esperaba a su amado a entrada la medianoche. El lugar, que en esos tiempos estaba sin lo que es ahora la a!enida )a &arina, ten"a un acceso consistente en una escalerilla que rodeaba la acequia, curso de agua que recorr"a la ciudad al margen i/quierdo del r"o %hili. A una hora precisa, hac"a su aparicin, simultneamente, la sirena en el r"o un hombre desnudo en el calle#n (be/, arrastrando unas cadenas subiendo un poste 8que imaginamos era para di!isar a su amada8 luego, ba#aba hasta la casa que colinda con el r"o, para perderse en medio de la noche encontrarse finalmente con la ninfa de las aguas que lo esperaba en medio de cnticos tenues luces que se daban paso en tan descomunal piedra. Antes de que aclarase el d"a, cuentan otros !ecinos, la piedra se con!ert"a en una morada llena de bonitas muchachas que sal"an en espera de algn inocente hombre para lle!arlo a sus dominios. Asimismo, se dice que dichas sirenas eran las causantes de que muchas personas se arro#aran desde lo alto del puente contra el lecho del r"o. LA MANO DE LA CONDENADA 'na leenda nos cuenta sobre una muchacha condenada, que despu$s de tres d"as de haber sido sepultada en el cementerio, inici su espantosa labor de mostrar, de !e/ en !e/, una de sus plidas manos por sobre la tierra. como si quisiera agarrar o asirse de algo o de alguien. ?ue en este afn que el sepulturero del lugar se percat, no sin lle!arse menudo susto primero, del inusual acontecimiento, fue a dar a!iso al cura del pueblo, para que $ste pusiera fin o santo remedio a tal g$nero de situaciones de ultratumba. %uando el curita, al ir al cementerio, confirm el suceso, sin quererlo fue !"ctima de la mano que cogi fuertemente uno de sus pies. lo que lo lle!, desesperadamente, a defenderse de los terribles #alones araa/os de la condenada. esto gracias a la auda de un ltigo que hab"a tenido a bien lle!ar. 'na !e/ resuelto el impasse, no tu!o me#or idea que acercarse a la casa de la madre de la muchacha, preguntarle cmo hab"a sido la susodicha en !ida. Al saber el cura sobre los acostumbrados maltratos que durante dieciocho aos tu!o por costumbre recibir la madre, resol!i con el consiguiente permiso de los familiares desenterrar el cuerpo de la condenada 8esto con auda del sepulturero8, !ol!erlo a meter en la fosa. pero esta !e/ boca aba#o, para que molestara slo a las almas del infierno. LA APARECIDA DE LA CALLE SAN PEDRO ;artufo &urillo es el protagonista de esta leenda, quien al recogerse tarde a su casa discurriendo por la calle San -edro, obser!a en medio de la gran oscuridad, a una elegante dama, !estida toda de blanco que se dirige a su encuentro. +on ;artufo se emociona, por lo que puede resultar un romance inesperado, sin embargo cuando los dos persona#es se encuentran uno mu cerca del otro, la mu#er empie/a a ele!arse por los aires. se trata de un alma del ms all. +on ;artufo &urillo, empalidece, mo#a sus pantalones se escurre, como me#or puede, por la primera puerta entreabierta que encuentra. una !e/ dentro de una oscura habitacin, escucha una !o/ ca!ernosa que le dice0 6<h, desdichado mortal, de#a que redima mis pecados. no perturbes el descanso de los que han muerto9 Nuestro espantado protagonista, al escuchar esto, cae desmaado al piso. Al parecer, segn cuentan, el alma en pena pertenec"a a la que en !ida fue una mon#ita libertina del con!ento de Santa @osa. LA FANTASMA ATERRADORA +esde ABCD, los habitantes de la ciudad estaban espantados por la presencia de una fantasma que, desde las ocho de la noche 8en una $poca en la que el alumbrado pblico consist"a en algunas !elas, colocadas en las entradas de las !i!iendas8, recorr"a las calles haciendo sonar sus cadenas. Se trataba de un alma descomunal, !estida con una tnica negra enorme cucurucho, que la hac"a !er an ms aterradora. El prefecto de aquel entonces, un caballero esc$ptico en el tema de los esp"ritus, apellidado )a ?uente, orden fuera puesta una patrulla nocturna por las calles donde se sab"a hac"a su aparicin la fantasma. En la primera incursin de la patrulla, $sta tu!o la desdicha, de encontrarse cara a cara con la descomunal mu#er, quien con poco esfuer/o hi/o huir, despa!oridos, a los cuatro hombres que conformaban el grupo. 'na !e/ enterado el prefecto del !ergon/oso hecho, decidi acudir $l mismo, acompaado de un edecn que no conoc"a el miedo, para capturar a la fantasma que merodeaba por el hospital de San Euan de +ios. %uando los dos hombres se toparon frente a frente con el descomunal ser 8la que esta !e/, mo!"a de lado a lado sus herrumbrosas cadenas8, no cedieron ni un paso en sus intentos de capturar al alma en pena que ten"an por delante, al contrario, a!an/aron decididos a atraparla, de pronto notaron como, la supuesta fantasma, pas de agresora a !"ctima, empe/ a huir con destino al depsito de cad!eres del a citado hospital, donde finalmente fue descubierta, oculta en la oscuridad del lugar. Sucedi que se trataba de una dama distinguida que se hab"a hecho pasar por fantasma, pues hab"a sido burlada por un fulano, a quien esperaba por las calles por donde $ste ltimo transitaba todas las noches, con el propsito de matarlo. lograr as" su !engan/a. -ara que nadie supiera su identidad, se le hab"a ocurrido lo de hacerse pasar por fantasma. LA CUEVA COMEGENTE. +entro de los mitos arequipeos se encuentran los de %ama. %uentan los antiguos pobladores de estas tierras altas, cercanas al %hachani, que desde $pocas que se pierden en la memoria de los abuelos, se dec"a de una cue!a 8otras !ersiones hablan de !arias8 que se ubicaban a las faldas de la montaa de nie!es perpetuas que atrapaba a la gente en su interior. Era algo as" como la garganta del %hachani, o una de tantas que audados por los extraos cantos que profer"a la /ona 8probablemente por accin del !iento8 atra"a la curiosidad de los arrieros que circulaban por la /ona de paso a la sierra interna de Arequipa. -or supuesto tambi$n los hab"a que habiendo escuchado sobre el famoso ;esoro de los Eesuitas, enterrado segn las leendas en las inmediaciones del a citado %hachani, se acercaban a dichos para#es con la intensin de hacerse ricos de la noche a la maana, siendo presas, una !e/ al interior de la montaa, de un estado extrao 8dir"ase catal$ptico, dormido8 en el que parec"an muertos. pues no se mo!"an, ni respiraban, no obstante su sangre se manten"a caliente, aunque el cora/n no les palpitara ms. Era como si la montaa le hubiera quitado la !ida. pero a la !e/ conser!ara el cuerpo congelado. pero como a lo hemos dicho, inexplicablemente caliente e incorrupto. EL DIABLO DE LA CATEDRAL El diablo que existe en la catedral de Arequipa !ino de ?rancia, de acuerdo al legado de la seora Ea!iera )i/rraga de Fl!are/ %omparet. +icen que como +ios, el diablo est en todas partes, pero en bulto con cola agrrense feligreses, est nada menos que en la catedral de Arequipa que debe ser uno de los lugares del mundo, tal !e/ el nico, en que una imagen da Satans se luce al interior de una iglesia. Si bien la imagen del amo del infierno no recibe !eneracin pblica, cabe/a cuerpo con alas cola enroscada de serpiente, esta hermosaG obra de ebanister"a se mand construir por disposicin testamentaria de la seora Ea!iera )i/rraga de Fl!are/ %omparet, de los talleres de :uisine H @igot en )ille *?rancia, el arequipeo +on Euan &ariano de Ioeneche Iamio, quien por los tiempos en que se fabricaba el pulpito era ministro plenipotenciario del -er, en ?rancia, fue el encargado de gestionar la feli/ culminacin de la obra que fue terminada despu$s de A> meses de traba#o a un costo de J>,DDD ?rancos *Iracias seora Ea!iera,, lo curioso del caso es que el pulpito estu!o apto para traerse a Arequipa el ?at"dico ao de AB=K. cuando a hab"an llegado a ?rancia las noticias de la guerra que el -er sosten"a contra %hile, no sabemos cmo Lcosas del +iabloM dec"an mi abuela en medio de la guerra, con los puertos peruanos asediados bloqueados, con las rutas mar"timas sper !igiladas, etc. BOLVAR Y EL CEMENTERIO DE LA APACHETA A su paso por Arequipa, el )ibertador Simn :ol"!ar dispuso que se construera un nue!o cementerio, por encontrarse el antiguo de &iraflores mu cercano a la ciudad. lo que constitu"a un serio peligro para la salud de sus habitantes. 43 fue traendo los restos del patriota &ariano &elgar, que se inaugur el nue!o cementerio de )a Apacheta 8que significa mont"culo de piedras8, un AN de septiembre de ABCC. )o anecdtico de esto ltimo, es que al d"a de ho se desconoce en qu$ parte del cementerio mencionado, estn enterrados los restos de &elgar. El propio &osta#o, en su calidad de in!estigador de la historia de Arequipa, por ms que intent, no pudo locali/ar los restos del poeta5. Arequipa ofreci a :ol"!ar un recibimiento fastuoso. obsequios feste#os se reali/aron por todas partes. 'no de los homena#es que ms conmo!i al )ibertador, fue el de las educandas de Arequipa que, en gesto de gratitud por la independencia, entregaron la donacin de #oas piedras preciosas que hab"an reunido para su e#$rcito. la respuesta de :ol"!ar de sus soldados, no fue otra sino, la de desprenderse de sus haberes para donarlos a su !e/ a las educandas los hu$rfanos. Asimismo, los comerciantes de la ciudad ofrecieron un suntuoso baile en su honor4 . Oui/ por todo esto, una carta de :ol"!ar dirigida al general ?rancisco de -aula Santander, dice0 4El pa"s es bastante hermoso Arequipa espl$ndida4. EL OBSERVATORIO DE CARMEN ALTO +esde Arequipa se descubri una luna de Saturno un nue!o asteroide. )a uni!ersidad norteamericana de Par!ard, en ABN=, !io por con!eniente el instalar un obser!atorio astronmico en el hemisferio austral del planeta. -ara esto en!i a un grupo de cient"ficos a que hallaran la me#or ubicacin posible. +espu$s de haber !isitado la maor"a de los pa"ses latinoamericanos, la comiti!a se decidi por %hosica, en )ima. no obstante, las ad!ersas condiciones climatolgicas se con!irtieron en un obstculo, por lo que se decidi buscar una nue!a locacin. En ABBK, el profesor Soln :aile su comiti!a salieron del %allao con rumbo al puerto de &ollendo. %asi inmediatamente partieron hacia Arequipa al llegar quedaron impresionados, segn se desprende de una carta en!iada a los Estados 'nidos0 4Es sorprendente, la ciudad es realmente bella pintoresca, mucho me#or que cualquier otra que haamos !isto en el -er, ace en medio de una extensa campia con llanos cerros que se extienden ms all de donde pueden !er los o#os. )a ciudad est construida con una piedra blanca que a la distancia parece mrmol...4 )os cient"ficos instalaron el obser!atorio en %armen Alto, en el distrito de %ama, cua propiedad, en ese entonces, pertenec"a a una familia de apellido @amos. En ABKK la uni!ersidad de Par!ard en!i a Arequipa el famoso telescopio 4:ruce4, de JQ pulgadas, siendo el ms moderno del mundo en aquel entonces. +esde %ama se descubri, ese mismo ao, la no!ena luna de Saturno, llamada 4?ebo4, cua existencia fue plenamente demostrada cinco aos despu$s. En AKDA se descubri un nue!o asteroide del Sistema Solar, el nmero Q=>, bauti/ado como 4<cllo4, en honor a la hermana8esposa del primer (nca. Asimismo, se lograron importantes estudios sobre las nubes de &agallanes, que se encuentran a ANC,DDD aosRlu/ de la tierra. El obser!atorio de %armen Alto !io su final en AKJ=, en el que fue desmantelado.