Tesis Derecho Fecundación Asistida
Tesis Derecho Fecundación Asistida
Tesis Derecho Fecundación Asistida
Favorecen esa unión las técnicas de FIV- ET y PROST, la que se ejecuta “in
vitro” (fuera del cuerpo humano, en este caso de la mujer), después de haber
obtenido los ovocitos (provenientes de los ovarios) de la esposa y de una
preparación especial de los espermatozoide (provenientes de los testículos) del
marido o bien de la pareja estable en ciertos países. Los embriones se
desarrollan naturalmente en el caso de que se produzca la fertilización, los
cuales se reponen en el útero o en las trompas de Falopio de la madre.
La unión “in vitro” es favorecida por la técnica de GIFT. En el caso del ICSI, se
recomienda su uso en el caso de los pacientes que tienen semen de
características pobres que hacen suponer que no fertilizará “in vitro”.
1) Recuperación de ovocitos;
2) Inseminación, fertilización y cultivo de los embriones;
3) Transferencia de embriones.
Las parejas, casadas o no, que se someten a este tipo de técnicas poseen una
firme voluntad por ser padres, deseo que difícilmente puede ser sustituido por
una adopción, ya que de manera notoria y evidente la pareja necesita ser parte
activa en el hecho biológico (Revista Justiniano, 2007).
Caso de Argentina
El artículo 240 del Código Civil (C.C. en adelante) enuncia: “La filiación puede
tener lugar por naturaleza o por adopción. La filiación por naturaleza puede ser
matrimonial o extramatrimonial…” .
El artículo 243 de la ley 23.264 establece que “se presumen hijos del marido
los nacidos después de la celebración del matrimonio y hasta los trescientos
días posteriores a su disolución, anulación, divorcio o la separación de hecho
de los esposos…” ; se presume que el hijo dado a luz por una mujer casada
tiene como padre a su esposo, presunción iuris tantum que puede ser
desvirtuada por cualquier medio de prueba (artículo 253 C.C.). Por lo tanto, lo
importante es diferenciar si la fecundación asistida fue realizada con o sin el
consentimiento del marido, la decisión de que el hijo naciera debe emanar de
forma consensuada en la pareja. El requisito de suma importancia es el
consentimiento de ambos cónyuges.
La madre subrogada o sustituta es la figura que aparece cuando una mujer que
es infértil o cuando produce óvulos pero no puede gestar (Leteri, 2006). En
dichos casos se suele recurrir a contratar a otra mujer que permita la gestación
de un nuevo ser dentro de su cuerpo. Si la pareja contrata otra mujer para ser
inseminada con el esperma del esposo de la mujer infértil, quien luego cedería
a la criatura después de nacer, sería ésta última “madre subrogada”. En
cambio, si se le extraería un óvulo a la esposa que sería fertilizado “in vitro” con
el semen del marido y luego se implantaría el resultado a otra mujer, que se
subrogaría en la gestación de la primera, sería “madre subrogada en la
gestación”. Independientemente del caso, se considera que la madre legal es la
que ha tenido la voluntad y la convicción certera para que el hijo naciera,
“affectio nasciturus”, es decir, un sentimiento pleno para que se desarrollara el
nuevo ser.
No debe olvidarse que el objetivo de las técnicas de fertilización asistida es
brindar la posibilidad de ser padres y madres a las personas que así lo desean
y no a quien haya prestado un servicio como ser donante de esperma, óvulo y/
o vientre.
El caso de Perú
Las razones de fondo por las que fue declarado nulo por la Sala Constitucional
el Decreto 24029-S, aún no han sido superadas por la técnica (Sidey, 2009).
La pérdida de embriones por la FIV sería igualmente alta, solo que distribuida
en diferentes intervenciones y en diferentes ciclos reproductivos.
Asumiendo como cimiento los hechos biológicos, no hay duda de que la vida
humana empieza desde la fecundación, cuando de la unión del óvulo y el
espermatozoide surge el cigoto, quien tiene independencia genética propia.
Con la fecundación se forma un transcurso de desarrollo único, existiendo un
completo encadenamiento de procesos vitales establecidos por el código
genético que fue instituido en el instante de la fecundación.
Situaciones no deseables
También casi todos los países europeos incluyen enmiendas en el Código Civil,
examinando y reconociendo la paternidad legal del hombre que consintió la
inseminación de su mujer con semen de donante:
- Bélgica: Art.318 del Código Civil, enmienda marzo 1987 (Código Civil de
Bégica, 1987).
- Bulgaria: Código de la Familia, art.33, mayo 1985 (Código de Familia de
Bulgaria, 1985).
- Checoslovaquia: Enmienda a la Ley de la Familia, art. 52/2, noviembre 1982
(Ley de la Familia de Checoslovaquia, 1982).
- Grecia: Enmienda al Código Civil, art. 1 471/2- 2, febrero 1983 (Código Civil
de Grecia, 1983).
- Hungría: Ley sobre el Matrimonio y la Familia de 1974 (Ley sobre el
Matrimonio y la Familia de Hungría, 1974).
- Luxemburgo: Enmienda al art.312 del Código Civil, abril 1979 (Código Civil de
Luxemburgo, 1979).
- Holanda: Código Civil, art.201/1 (Código Civil de Holanda, 1990).
- Portugal: Enmienda por Decreto Ley de noviembre 1977 del art.1839 del
Código Civil (Código Civil de Portugal, 1977).
- Suecia: Ley de diciembre de 1984 enmendando el art.6 del Código de la
Familia (Código de Familia de Suecia, 1985).
- Suiza: Enmienda de 1975 del Código Civil, art.256/3 (Stepan, 1990).
- Inglaterra: Ley de 1987 sobre Reforma de la Ley de la Familia (Reforma de la
Ley de la Familia, 1987).
- Antigua Yugoslavia (Stepan, 1990):
- Bosnia-Herzegovina: Ley de la Familia de 1979.
- Croacia:Ley sobre el Matrimonio y Relaciones familiares 1978.
- Kosovo: Ley sobre el Matrimonio y Relaciones familiares de 1984.
- Macedonia: Ley sobre relaciones de padres e hijos, art.18, 1973.
- Montenegro: Ley sobre relaciones de padres e hijos, 1975.
- Serbia: Ley sobre matrimonio y relaciones de la familia, 1980.
- Eslovenia: Ley sobre matrimonio y relaciones de la familia, 1976.
- Voivodina: Ley sobre relaciones entre padres e hijos, 1975.
También se pueden encontrar otros países sin legislación vigente sobre las
técnicas de reproducción asistida. Estos suelen regirse por recomendaciones
de tipo médico-ético emitidas por asociaciones de profesionales médicos como
en el caso de Kosovo, país del cual no toda la comunidad internacional
reconoce su independencia (La Nación, 2009).
De todo lo expuesto anteriormente se puede deducir que existe una falta total
de uniformidad en materia legislativa, salvo en lo concerniente al
reconocimiento de la paternidad legal del varón que consintió la inseminación
artificial con semen de donante a su mujer o compañera. Hay que recordar que
dicha práctica es anterior a otras técnicas.
El cuanto al ámbito de aplicación de las técnicas de reproducción asistida se
reduce al matrimonio legal en la ley noruega (Ley 68, 1987); matrimonio o
pareja heterosexual estable en Suecia (Ley de Inseminación Artificial, 1984). El
caso español es llamativo, además de lo anterior puede acceder a dichas
técnicas la mujer sola (Ley 35, 1988). En Dinamarca, aunque la ley no
vislumbra este apartado, las recomendaciones propagadas en 1990 por el
Consejo ético también aceptan el acceso de la mujer sola a las técnicas
mencionadas (The Danish Council of Ethics: Second Annual Report, 1989). Las
leyes en Inglaterra y Alemania no se pronuncian al respecto.
España e Inglaterra consideran que la vida humana comienza a partir del día
catorce de la fecundación (de forma expresa o implícitamente) en sus
respectivas leyes.
Exp: 95-001734-0007-CO
Res: 2000-02306
SALA CONSTITUCIONAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. San
José, a las quince horas con veintiuno minutos del quince de marzo del dos
mil.-
Resultando:
1.-
Por escrito recibido en la Secretaría de la Sala a las 9:00 horas del 7 de abril de
1995 (folio 1), el accionante solicita que se declare la inconstitucionalidad del
Decreto Nº 24029-S y aduce que la "Fecundación In vitro y Transferencia de
Embriones" o FIVET es un servicio lucrativo, mediante el cual se procura
implantar por métodos artificiales óvulos fecundados -en adelante
"concebidos"- en el laboratorio dentro del útero de una mujer y así lograr
embarazos cuando éstos son difíciles de lograr por la forma natural. El actor
describe el procedimiento según varios estudios médicos. Afirma que en el IV
Congreso de Fecundación In-Vitro, celebrado en Melbourne, Australia en
noviembre de 1985, se dieron las siguientes cifras: entre 1982 y 1985 se
realizaron en todo el mundo más de 30,000 tentativas de fecundación in- vitro
con transferencia del concebido, de ellas nacieron 2,300 niños. El porcentaje
de malformaciones en general fue mayor al registrado en la fecundación
natural. Señala que a pesar del mayor dominio de la técnica, la FIVET está
lejos de asegurar un embarazo, pues la tasa de éxito global está entre el 12% y
el 20 % de los embarazos. En el Congreso de Helsinki, a finales de 1985, se
dieron otras cifras: se indicó que de los 14.585 óvulos fecundados
artificialmente, sólo llegaron a ser embriones viables 7,98 de los cuales se
perdieron 6,624 y resultaron operativos 1,369 embarazos, de ellos se
produjeron 628 abortos y unos 600 nacimientos. Indica que con esta técnica
extracorpórea de reproducción humana se resuelven apenas el 17 % de los
casos de esterilidad de la pareja, porcentaje poco superior al de otros métodos
como el microquirúrgico; la pérdida de embriones es, por tanto, elevadísima.
Señala que por Decreto 24029-S se aprobó el Reglamento para las Técnicas
de Reproducción Asistida que incluye la llamada Fecundación In Vitro,
publicado el 3 de marzo de 1995 en el Diario Oficial La Gaceta Nº45. Este
reglamenta la práctica de la Fecundación In Vitro en Costa Rica. Considera que
no sólo la práctica generalizada de esta técnica violenta la vida humana, sino
que por las características privadas y aisladas en que se desarrolla, sería de
difícil implementación y control para el Estado, que no podría garantizar que se
cumpla el procedimiento mencionado. El actor fundamenta la admisibilidad de
la acción en el artículo 75 párrafo segundo de la Ley de la Jurisdicción
Constitucional, pues en el presente caso se trate de la defensa de intereses
difusos o que atañen a la colectividad en su conjunto, pues cualquier persona
puede accionar en favor del derecho a la vida. Señaló que la Constitución
Política, en su artículo 21, establece que la vida humana es inviolable, norma
que tiene la amplitud necesaria para la protección de ese derecho. La vida
inicia desde el momento de la fecundación, por lo tanto, cualquier eliminación o
destrucción de concebidos -voluntaria o derivada de la impericia del médico o
de la inexactitud de la técnica utilizada- resulta en una evidente violación al
derecho a la vida humana, contenido en la norma constitucional antes citada.
Señala que la Convención Americana de Derechos Humanos -aprobada por ley
Nº4534 del 23 de febrero de 1970- establece en su artículo 4 que toda persona
tiene derecho a que se respete su vida, derecho que estará protegido por la ley
y, en general, a partir del momento de la concepción. Asimismo su artículo 1,
inciso 2 establece que para los efectos de la Convención, persona es todo ser
humano. La Convención aclara que para efectos de su articulado persona es
todo ser humano, y ser humano se es desde el momento de fecundado el
óvulo, por lo que considera que manifestar que se es ser humano en un lapso
posterior a este hecho nos llevaría a volver a una etapa en la que el hombre
determinaba quién tenía esa condición y quién era simplemente un objeto sin
derechos. Indica que según un documento elaborado por la Sociedad Suiza de
Bioética, el embrión humano posee la dignidad y los derechos fundamentales
reconocidos al ser humano; no se puede atentar contra su integridad ni
destruirlo, ya sea intencionalmente o por negligencia, agregando que conferirle
al embrión un estatuto artificial, a medida de nuestros deseos, o de una
ideología, o de las necesidades de la ciencia o de la sociedad, constituyen una
corrupción inadmisible de la razón. Tal documento señala que la ciencia y la
técnica no se deben empeñar en una investigación que menosprecie la
dignidad y los derechos fundamentales de un ser humano. Cita el actor el
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, aprobado por ley Nº4229
del 11 de diciembre de 1968 y afirma que el derecho a la vida es inherente a la
persona humana, por lo tanto, no requiere de una ley para concederle dicho
derecho, es suyo por el simple hecho de su humanidad. Como se dijo, los
óvulos fecundados son personas humanas y tienen de por sí el derecho
inherente a la vida, no requieren de una normativa para adquirir dicho derecho
ni puede ningún reglamento, ley, o convención quitarle o disminuirle ese
derecho a la vida. Cita también la Convención sobre los Derechos del Niño,
aprobada por ley Nº7184 del 18 de julio de 1990 y señala que de su preámbulo
y artículo 6 se desprende que el niño -toda persona menor de 18 años, incluso
antes de su nacimiento, desde la concepción- debe ser protegido. Menciona
asimismo la protección que se consagra en el artículo 31 del Código Civil.
Manifiesta que la Fecundación In vitro es un negocio y no una cura para una
enfermedad ni un tratamiento de emergencia para salvar una vida -como los
casos de aborto permitidos por el Código Penal-. Manifiesta que el decreto
impugnado dispone en sus artículos 9 y 10 que está prohibida la fertilización in
vitro de más de seis óvulos de la paciente por ciclo de tratamiento y el artículo
10 señala que todos los óvulos fecundados deberán ser transferidos a la
cavidad uterina de la paciente, quedando absolutamente prohibido desechar o
eliminar embriones o preservarlos para la transferencia en ciclos subsecuentes
de la paciente o de otras pacientes. A su juicio, pese a estas disposiciones, la
simple manipulación de concebidos en un número aproximado de seis por
madre, para que sobreviva por lo menos uno, infiere que cinco de ellos morirán
para poder ganarle el juego a los porcentajes. Algunos aducen que en el
proceso natural de reproducción también se pierden "concebidos", pero el
defecto esencial de este argumento es que la producción técnica de efectos
negativos no queda éticamente justificada por el hecho de que tales efectos
puedan producirse por fallos o catástrofes naturales. Allí donde comienza la
manipulación técnica por parte del hombre, entra en escena la responsabilidad
ética del técnico. Manifiesta que otro problema de la técnica es la posibilidad de
mantener concebidos congelados, y el hecho de que el decreto lo prohiba al
final del artículo 10 no garantiza que no se practique, ya que podrían darse
varias circunstancias, como que una vez concebidos, muera la madre por
enfermedad o accidente antes de la implantación de los concebidos, o bien
puede que la madre sufra una complicación médica que impida el implante,
como derrame cerebral, ataque al corazón, etc.. Asimismo, puede que los
progenitores tengan una riña, que tenga como resultado la negativa de la
madre a dejarse introducir los concebidos o sea los hijos del marido en
conflicto. Aún más preocupante sería definir en cada caso anterior, la situación
legal del niño concebido. Señala que otra forma de fecundación permitida por el
decreto en sus artículos 5 y 6 es la llamada fecundación artifical heteróloga, la
cual se presenta cuando la fecundación del óvulo de la mujer casada se hace
con el semen de un tercero. Este tipo de fecundación ha suscitado reparos, ya
que se llega a la procreación con un componente genético extraño a los
cónyuges. Los Códigos de Familia de Bolivia y Costa Rica -artículo 72-,
establecen que la inseminación artificial con semen de un donante, con
consentimiento del marido, equivale a la cohabitación para efectos de la
filiación y la paternidad, no adquiriendo el tercero u obligación como padre. El
decreto no precisa si el donante tiene derecho a permanecer anónimo, sin
embargo la Constitución en su artículo 53 garantiza el derecho de todo ser
humano a saber quiénes son sus padres. Menciona además, los posibles
efectos negativos en el desarrollo emocional del niño concebido mediante la
técnica FIVET, a quien se le perturba el derecho a la intimidad, al convertirse
en un divo, un emblema.
2.-
Por resolución de las 13:50 horas del 16 de mayo de 1995 (folio 170), se le dio
curso a la acción, confiriéndosele audiencia a la Procuraduría General de la
República.
3.-
5.-
6.-
7.-
Por resolución de las 13:30 horas del 30 de junio de 1997 se convocó a una
audiencia a las partes y al Ministerio de Salud, a la Caja Costarricense de
Seguro Social, al Colegio de Médicos y Cirujanos y al Instituto Costarricense de
Infertilidad, con el fin de que expertos evacuaran dudas de los magistrados
sobre la Técnica de Fertilización In Vitro y Transferencia Embrionaria (FIVET).
La audiencia se celebró a las 9:15 horas del 7 de agosto de 1997 con la
presencia del Magistrado Rodolfo E. Piza Escalante, quien presidió y los
Magistrados Luis Fernando Solano Carrera, Eduardo Sancho González, Ana
Virginia Calzada Miranda, Adrián Vargas Benavides, José Luis Molina Quesada
y Fernando Albertazzi Herrera. Se presentó el accionante Lic. Hermes Navarro
del Valle, acompañado de los doctores Marta Garza y Alejandro Leal Esqivel.
En representación de la Procuraduría General de la República el Dr. Román
Solís Zelaya, Procurador General, el Lic. Farid Beirute Brenes, Procurador
Adjunto, la Doctora Magda Inés Rojas y el Doctor Francisco Fuster Alfaro.
Acreditados por la Caja Costarricense de Seguro Social concurrieron los
doctores Ricardo Slon Hitti y Hernán Collado Martínez; por parte del Colegio de
Médicos y Cirujanos de Costa Rica acudieron los doctores Gerardo Montiel
Larios y Fernando Sánchez Arroyo y por el Instituto Costarricense de
Infertilidad, el Doctor Gerardo Escalante López.
8.-
Considerando:
I.-
Sobre la admisibilidad. La acción es interpuesta por el recurrente en forma
personal y directa y es admisible de conformidad con el artículo 75 párrafo
segundo de la Ley de la Jurisdicción Constitucional. Se cuestiona la
constitucionalidad del Decreto Ejecutivo 24029-S de 3 de febrero de 1995 por
considerar que infringe dos valores fundamentales del ordenamiento jurídico, el
derecho a la vida y a la dignidad del ser humano. Frente al interés del
accionate en impugnar el decreto que regula la Fertilización In Vitro, en la
forma en que ha sido impugnada, no hay en el asunto interesado individual y
directo en su eliminación, sino que lo que podría haber es, más bien, el interés
de conservar la norma o ampliar su contenido con el fin de acceder a ella.
II.-
"Artículo 9.-
Artículo 10.-
Artículo 12.-
Artículo 13.-
III.-
IV.-
V.-
VI.-
VII.-
VIII.-
IX.Conclusiones: B).-
Por tanto:
R. E. Piza E.
Presidente
http://200.91.68.20/scij/busqueda/jurisprudencia/jur_ficha_completa_sentencia.
asp?nBaseDatos=1&nValor1=1&strTipM=T&nValor2=128218
“Artículo 72.-
DIPUTADO
www.asamblea.go.cr/proyecto/13800/13812.DOC
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