Este documento discute la viabilidad del modelo de salud comunitaria en el contexto del sistema de salud colombiano. Argumenta que la aplicación de este modelo no es viable a gran escala debido a que el sistema se ha ajustado a las exigencias del neoliberalismo, donde la salud es una mercancía en lugar de un derecho. Sin embargo, algunos intentos aislados de aplicar el modelo muestran que la salud comunitaria sigue siendo el sueño de quienes creen en un enfoque integral de salud.
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Este documento discute la viabilidad del modelo de salud comunitaria en el contexto del sistema de salud colombiano. Argumenta que la aplicación de este modelo no es viable a gran escala debido a que el sistema se ha ajustado a las exigencias del neoliberalismo, donde la salud es una mercancía en lugar de un derecho. Sin embargo, algunos intentos aislados de aplicar el modelo muestran que la salud comunitaria sigue siendo el sueño de quienes creen en un enfoque integral de salud.
Este documento discute la viabilidad del modelo de salud comunitaria en el contexto del sistema de salud colombiano. Argumenta que la aplicación de este modelo no es viable a gran escala debido a que el sistema se ha ajustado a las exigencias del neoliberalismo, donde la salud es una mercancía en lugar de un derecho. Sin embargo, algunos intentos aislados de aplicar el modelo muestran que la salud comunitaria sigue siendo el sueño de quienes creen en un enfoque integral de salud.
Este documento discute la viabilidad del modelo de salud comunitaria en el contexto del sistema de salud colombiano. Argumenta que la aplicación de este modelo no es viable a gran escala debido a que el sistema se ha ajustado a las exigencias del neoliberalismo, donde la salud es una mercancía en lugar de un derecho. Sin embargo, algunos intentos aislados de aplicar el modelo muestran que la salud comunitaria sigue siendo el sueño de quienes creen en un enfoque integral de salud.
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SALUD COMUNITARIA: CONCEPTO, REALIDAD, SUEO O UTOPA?
OFELIA RESTREPO VLEZ 2 Resumen E ste artculo tiene como objetivo presentar algunos elementos de reflexin y anlisis acerca de la aplicacin, las representaciones simblicas, los significados y sentidos que tiene la Salud Comunitaria en Colombia, en el contexto actual y dentro del Sistema General de Seguridad Social en Salud. Estas reflexiones son el resultado del anlisis de los planteamientos tericos de algunos estudios realizados por otros autores y la experiencia prctica de ms de cinco aos en Salud Comunitaria del Departamento de Medicina Preventiva y Social, Facultad de Medicina, Pontificia Universidad Javeriana, en sectores populares de Bogot y ciudades perifricas de Colombia. Desde estas dos fuentes se pretende mostrar que la aplicacin de este modelo de atencin, como poltica pblica de asistencia en nuestro contexto y dentro del Sistema General de Seguridad Social en Salud, no es viable. Los casos en que se aplica son aislados, y bsicamente corresponden al inters de universidades u otras instituciones que por iniciativa propia lo promueven. En este sentido, se afirma que el modelo de Salud Comunitaria para el Sistema de Salud actual no es ms que una teora, un concepto. Sin embargo, los intentos de aplicacin que se hacen (de forma aislada), nos demuestran que este modelo sigue siendo el sueo y la utopa de todos los que creen en los procesos de salud-enfermedad, vida-muerte como un TODO universal. Es la posibilidad de hacer realidad la tan cacareada inte- gralidad de la salud y la atencin sanitaria de los individuos, familias y colectivos. Palabras clave: salud comunitaria, salud pblica, planeacin en salud. Abstract T his article has as main purpose to show some elements for reflection and analysis a bout the application, the symbolic representations, significance and meanings that the Community Health has in Colombia, in the present context and inside the General System of Social Security in Health. These reflections are the result of the analysis about the theoretical expositions of some surveys done by other authors and the practical experience of more than five years in the area of Community Health in the Department of Social and Preventive Medicine, Faculty of Medicine, Pontificia Universidad Javeriana, in popular sectors of Bogot, and peripheral cities in Colombia. From these two sources it is intended to show that the application of this model for assistance, as a public policy of assistance in our context, and inside the General System of Social Security in Health is not viable. Those cases in which it has been applied are isolated, and basically they correspond to the interest of universities or other institutions whose own initiative promote them. In this sense it is said that the model of Community Health for the present Health System is nothing else but a theory, a concept.. However, the intents to apply it that are done (in an isolated way), show us that this model keeps being the dream and the utopia of all those who believe in the health- disease, life- death processes as an universal WHOLE . It is the possibility to make real the so mentioned integrality in health and the sanitary assistance of the individuals, families, and collectivities. Key words: community health, public health, health planning. (terms of the MeSH) 1 Este Artculo fue presentado en el Seminario Regional de Salud y Comunidad en la Universidad Pedaggica y Tecnolgica de Colombia (UPTC), ciudad de Tunja, Boyac, en el I Encuentro de Egresados de la Facultad de Ciencias de la Salud, Mayo 15 de 2003. 2 Madre, ama de casa, modista, Lic. en Enfermera, Master en Salud Pblica, Doctora en Antropologa Social, docente e investigadora de la Pontificia Universidad Javeriana en la Facultad de Medicina (Dpto. de Medicina Preventiva y Social). Community health, concept, reality, dream or utophy? 50 AVANCES EN ENFERMERA INTRODUCCIN Para hablar de la Salud Comunitaria en Colombia y ubicar este modelo de atencin como parte de las polticas pblicas de participacin social y desarro- llo, en el marco del actual Gobierno y Sistema Gene- ral de Seguridad Social en Salud (SGSSS), es necesa- rio primero, hacer una serie de reflexiones a cerca de lo que significa, implica y representa, en la teora y en la prctica, este concepto. Como segundo elemento hay que tener en cuen- ta el nuevo orden econmico mundial y las exigen- cias que se le imponen a los gobiernos del cono sur subdesarrollados, del Tercer Mundo o en vas de de- sarrollo, como los llaman en materia de inversin, desarrollo y polticas pblicas de seguridad y bien- estar social. A sabiendas de que en la actualidad, el esquema de Estado que se ofrece para Colombia y otros pases de Amrica Latina es el neoliberal, que lo que busca es el desmantelamiento o privatizacin de las funciones y actividades econmicas y socia- les del Estado (Hinkelammert, Franz J. 1995: 100). En este sentido, situarnos ante un Estado como este (el neoliberal) implica tener que ajustar los Sis- temas de Salud y dems sistemas a las nuevas exi- gencias, que no son otras que las del mercado y pri- vatizacin de los servicios pblicos de bienestar so- cial de los pueblos. Ajustes que tienen implcitos cam- bios fundamentales en los modelos de atencin y asis- tencia social, dado que la salud en este esquema deja de ser un derecho, un bien comn y una responsabi- lidad estatal, para convertirse en una mercanca en donde lo racional ya no es el bienestar y armona de la humanidad y la naturaleza, sino que son la eficien- cia y competitividad del mercado que se regulan a travs de los precios de oferta y demanda. En Colombia, esto significa que la salud pierde su carcter de servicio pblico y en este sentido deja de ser un derecho para la poblacin y una responsa- bilidad para el Estado, como as lo ordena la Consti- tucin: La atencin de la salud y el saneamiento am- biental son servicios pblicos a cargo del Estado. Se garantiza a todas las personas el acceso a los servi- cios de promocin, proteccin y recuperacin de la salud (Constitucin Poltica de Colombia 1991, Art. 49 Captulo 2. De los derechos sociales, econmicos y culturales). Porque en este nuevo contexto es la racionali- dad del mercado y no las constituciones o los dere- chos humanos, la que determina e impone las condi- ciones y criterios que deben orientar en los pases subdesarrollados las polticas pblicas, proyectos, programas o planes de gobierno y, por supuesto, Colombia como pas inscrito en este esquema de Es- tado tiene que cumplir con las exigencias que se le imponen. As, en 1993 se reforma la Seguridad So- cial en Salud mediante la Ley 100 y en ella se inclu- yen al pie de la letra, las recomendaciones hechas en estos aspectos. A la poltica internacional y a las caractersticas del nuevo sistema de salud colombiano, se le suma la situacin que vive el pas de confrontacin armada, violencia, inequidad y pobreza. Estas condiciones junto con el enfoque mdico que se aplica en la aten- cin sanitaria en los servicios de salud curativo, individual, biologisista y positivista, hacen ms complejo el problema de la asistencia pblica en sa- lud y reducen an ms las posibilidades de que se puedan aplicar desde el sistema modelos de aten- cin que sean humansticos, integrales, sociales, de amplia cobertura y de calidad, como puede ser el modelo de Salud Comunitaria. Abordar en este escrito todas las inquietudes que surgen alrededor de esta problemtica es imposible, pero s podemos plantear unos elementos de anlisis que nos pueden ayudar a responder, por lo menos, dos de las preguntas: el modelo de Salud Comunita- ria, como estrategia de atencin en la Poltica Pbli- ca de Salud, de inclusin social y desarrollo, tiene sentido y cabida en el esquema del neoliberalismo? y dos, teniendo en cuenta los sentidos y significa- dos de la Salud Comunitaria, cules son las posibili- dades y aplicabilidad real de este modelo de aten- cin en el contexto colombiano? Aunque las preguntas sugieren profundidad en los temas del neoliberalismo y del nuevo Sistema Colombiano de Seguridad Social en Salud, en este escrito no pretendo hacer una gran disertacin al respecto. Primero, porque hay varios autores que 51 SALUD COMUNITARIA: CONCEPTO, REALIDAD, SUEO O UTOPA? ya lo han hecho alrededor de la Medicina Social (Car- dona A., Cardona J. F., Franco S. y Otros. 1992) por lo tanto se puede extrapolar a la Salud Comunitaria, ya que ste es un modelo de atencin que se puede asumir como una de sus formas y, segundo, porque lo nico que quiero es (a partir de un ejemplo prcti- co de Salud Comunitaria) introducir algunas reflexio- nes acerca de las posibilidades, significados y senti- dos de esta unidad de estudio. Partiendo de estas reflexiones y teniendo en cuenta algunos de los anlisis tericos realizados por otros autores, podemos ver si este modelo de aten- cin en nuestro contexto puede ser aplicado o por el contrario se aleja cada vez ms la posibilidad de ha- cerlo realidad y sigue siendo en consecuencia un concepto, un sueo o una utopa para las y los que creemos que los procesos de salud-enfermedad, vida- muerte son un TODO universal. 1. SALUD COMUNITARIA: SENTIDOS Y SIGNIFICADOS 1.1. Desde la teora Cuando revisamos la literatura para precisar el sig- nificado y sentido de la Salud Comunitaria, encon- tramos que este es un trmino relativamente nuevo. Segn el autor Hernn San Martn (...) la nocin de Salud Comunitaria aparece un poco por todas partes en el mundo, hacia los aos 60, poniendo el acento mayor en la participacin real y consciente de las comunidades; en la planificacin local, des- centralizada, en relacin con las reales necesidades de salud de las poblaciones; en la integracin de todas las actividades mdico-sanitarias-ambienta- les-sociales; en la concepcin social de la salud; en la orientacin epidemiolgica de las actividades; en los niveles de atencin; en la cobertura univer- sal; en el predominio de lo generar sobre lo de espe- cialidad, es decir, lo mayoritario sobre lo minorita- rio. (San Martn, Hernan y Pastor Vicente, 1984 :37). Antes de que apareciera este concepto definido como tal, ya existan otros como el de medicina comunitaria, salud pblica, medicina social y medicina en la comunidad que analizados, tenan sentidos y significados parecidos a los que hoy tiene el de Salud comunitaria. Solo que El concepto de Salud Comunitaria introduce algo que hasta en- tonces se haba eludido: la aceptacin de un doble movimiento de relacin entre lo macro-social y microsocial; las prcticas son consideradas en el contexto de la organizacin social en la que se pro- ducen los fenmenos de salud-enfermedad. (San Martn, Hernn, 1984:37). Ms adelante, en los aos 60, este concepto ade- ms del doble movimiento de relacin como lo lla- ma el autor, incluye como parte de sus contenidos las exigencias de la Organizacin Mundial de la Sa- lud, OMS: la organizacin de los servicios de salud con carcter pblico, cobertura universal y partici- pacin de la poblacin. Esta es otra de las caracters- ticas que lo definen y diferencian respecto a los con- ceptos anteriores. La Salud Comunitaria surge como un modelo alternativo para organizar los servicios de salud, y nace al igual que la atencin primaria como una es- trategia de atencin impuesta por los pases desa- rrollados a los pases pobres. Este origen es impor- tante a la hora de mirar su evolucin o hacer un an- lisis de la red de significados y representaciones sim- blicas del concepto. Ya que la situacin de emer- gencia, obligatoriedad y de ser algo alternativo, pone esta estrategia en desventaja econmica, social, poltica, ideolgica y culturalmente frente a otras categoras que se han ido construyendo y desarro- 52 AVANCES EN ENFERMERA llando como resultado de procesos sociales y polti- cas pblicas ms concertadas y menos impuestas, como pueden ser las de la salud pblica, medicina comunitaria, entre otras. Este origen explica, de alguna manera, que su mayor impulso se haya dado de la mano de la aten- cin primaria y sobre todo en los pases subdesarro- llados. Aunque previo a esto, experiencias pareci- das se haban desarrollado en los Centros Mdicos Sociales Ingleses en la dcada de 1940-50, y por la misma poca en los Centros de Salud en Mxico, Co- lombia, Brasil y otros pases de Amrica Latina, pero al parecer con diferentes modalidades que sirvieron de base para el modelo que se disea despus de las exigencias de la OMS. La experiencia de Colombia en este aspecto data de 1955, cuando la Universidad del Valle, en Cali, a travs del Departamento de Salud Pblica desarrolla un programa de prctica mdica en el sector urba- no-rural, para formar a sus estudiantes como salubristas pblicos, que segn el autor, Hernn San Martn, era un programa que corresponda a lo que se conceba en aquel momento como estrategia de Salud Comunitaria. En la misma lnea de ligar la formacin profesio- nal del estudiante con el compromiso social de la academia a travs de la investigacin y los servicios a las comunidades, otras universidades del pas 3 tam- bin han tenido y siguen teniendo desarrollos importantes en este sentido. Pero Colombia no es el nico, universidades de otros pases como Filipinas, Uganda, India, Nigeria, Tailandia, tambin han teni- do una importante participacin en la aplicacin y desarrollo del modelo de Salud comunitaria en las poblaciones (San Martn, Hernn, 1984). Como vemos, los sentidos y significados que des- de la teora y las intenciones se han identificado para la Salud Comunitaria, son muchos. Haciendo una sn- tesis se puede decir que este concepto encierra un modelo de atencin muy amplio que incluye y tiene en cuenta: ! La necesidad de abordar de forma integral los procesos de salud-enfermedad. ! Lo macro y micro-social. ! Las prcticas en el contexto de la organizacin social en la que se producen los fenmenos de salud- enfermedad. ! La integracin de todas las actividades mdi- co-sanitarias-ambientales-sociales en la concepcin social de la salud. ! El predominio de lo colectivo sobre lo indivi- dual o minoritario. ! La planificacin local y descentralizacin de los sistemas. ! La organizacin de los servicios de salud con carcter pblico y cobertura universal. ! La participacin real y consciente de las co- munidades, instituciones y dems sectores de la so- ciedad en la gestin y toma de decisiones. ! Las necesidades reales de salud de las pobla- ciones. ! La orientacin epidemiolgica de las activida- des. ! Todos los niveles de atencin. 1.2. Desde la prctica Ahora veamos desde la prctica, la Salud Comunita- ria, qu otros elementos de anlisis tiene? En este sentido la experiencia prctica de aplicacin del modelo, que tuvo en la dcada de los ochentas el Departamento de Medicina Preventiva y Social de la Facultad de Medicina, Pontificia Universidad Javeria- na, revela algunos hallazgos que introduce nuevos elementos de anlisis resultado del trabajo que nos pueden aproximar desde la praxis a los sentidos y significados del concepto de la Salud Comunitaria. 1.2.1. Antecedentes En Colombia, en el periodo de gobierno liberal que presida el seor Virgilio Barco Vargas, comprendi- 3 Entre estas experiencias, estn las de la Facultad de Salud Pblica de la Universidad de Antioquia en Medelln y el Departamento de Medicina preventiva y Social de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Javeriana en Bogot, de la cual se hablar ms adelante, ya que es la experiencia en la que me apoyo para esta reflexin como estudio de caso. 53 SALUD COMUNITARIA: CONCEPTO, REALIDAD, SUEO O UTOPA? do entre 1.986-1.990, el programa de gobierno de poltica avanzada como as lo definieron hace de la Erradicacin de la pobreza absoluta parte inte- gral de una Economa Social. Este modelo de economa, adems de incluir la generacin de empleo como elemento complemen- tario de la Erradicacin de la pobreza plantea un alto nivel de activismo estatal, no como fin en s mis- mo, sino como medio de movilizacin de la socie- dad, por considerar la participacin organizada de las comunidades el elemento decisivo para su imple- mentacin y desarrollo. La cobertura que este programa se propuso en la mejora del bienestar era masiva; sin embargo, se prioriz a los ms pobres de la poblacin, y a los hogares de este sector se dirigan las actividades di- rectas del Plan de Erradicacin de la Pobreza y Ge- neracin de Empleo PEPGE, plan bandera de la poltica social del gobierno Barco. (Ulpiano Ayala, O. en Restrepo V., Ofelia, 1999 :6). En este momento, el Departamento de Medicina Preventiva y Social, en su programa de formacin mdica tenan la Medicina Social y la Salud Comuni- taria como dos de sus ejes formativos y, en este sen- tido, para llevar a cabo esta orientacin, necesitaba de lugares de prctica donde los estudiantes pudie- ran confrontar y aplicar lo aprendido en el espacio universitario. Ante esta necesidad y aprovechando la poltica social del gobierno, el Convenio Docente-Asistencial en Atencin Primaria (AP) 4 que se tena con el Minis- terio de Salud, algunos contactos personales con di- rectores de Centros de Salud y la solicitud en algu- nos casos de las comunidades para que se hiciera presencia en las zonas, con asesora y servicios de salud, el Departamento de Medicina Preventiva en 1987 selecciona para las prcticas mdicas estudian- tiles siete barrios populares 5 que correspondan al sector de la poblacin al que estaba dirigido el PEPGE del gobierno. Entre estos barrios se encontraban el Luis Alberto Vega (LAB) y el Bolvar 83 (B 83) (Bogo- t y municipio de Zipaquir respectivamente) 6 . Dos poblaciones marginadas en situaciones de extrema pobreza, clasificadas por las administraciones loca- les como barrios subnormales o marginados, por sus malas condiciones de vida y la falta de legalidad en la posesin de los terrenos en los que estaban asen- tadas. 1.2.2. La Salud Comunitaria y sus significados en la praxis Para aplicar el modelo de Salud Comunitaria en es- tos barrios, lo primero que se propuso fue hacer con- juntamente con las comunidades la caracterizacin y diagnstico de salud de la comunidad y, para ello se utiliz, entre otras herramientas, la del modelo de Atencin Primaria Orientada a la Comunidad (APOC) 7 . Pero antes se realiz un primer diagnstico de salud utilizando datos secundarios disponibles en el Organismo de Salud y consultando a personas de cada comunidad. Este diagnstico se confront con el que se rea- liz luego con las comunidades y en el que se aplic el modelo de APOC a travs de reuniones de manza- na, asambleas, entrevistas a lderes y personas cla- ve, censos y observacin participante. Los resultados fueron diferentes en la identifica- cin y priorizacin tanto de los problemas como de los factores de riesgo. En el primero, los problemas de salud slo eran los que tenan que ver con enfer- 4 Acuerdo entre los Ministerios de Salud y Educacin, para que los estudiantes de las reas de la salud, en apoyo a su proceso de aprendizaje, hagan prcticas en hospita- les, centros de salud o comunidades; a su vez que se ampla la cobertura de servicios de salud y la Atencin Primaria. 5 Estas poblaciones eran comunidades marginadas de zonas urbanas y rurales de Bogot y los municipios de Zipaquir, La Calera, Guatavita y Sop. 6 En estos barrios trabaj por 5 aos (1987-1992) como coordinadora de los estudiantes de medicina e investiga- dora del Departamento, por eso tomo estos dos casos para hacer el anlisis. 7 Esta herramienta luego se transform o adapt al con- texto nuestro y a los enfoques terico-conceptuales que fueron el resultado de las discusiones acadmicas del equipo de profesores y las confrontaciones tericas reali- zadas por las comunidades en las discusiones del trabajo conjunto. Se puede ver en (Klevens, Joanne; Restrepo Vlez, Ofelia; y Otros. 1999:234). 54 AVANCES EN ENFERMERA medades fsicas (diarrea, desnutricin, infecciones respiratorias, etc.); en el realizado con las comuni- dades se nombraban stos, pero los que tenan ma- yor importancia para ellos eran los problemas y fac- tores relacionados con la infraestructura y situacin social en que vivan (marginalidad, inseguridad, se- gregacin, falta de agua potable, alcantarillado, vi- vienda digna, jardines infantiles, organizacin y par- ticipacin comunitaria, etc.) todos problemas de desarrollo social bien considerados por la poblacin como problemas de salud. En la fase de evaluacin de los recursos para la bsqueda de las alternativas de solucin quinta y sexta fase del diagnstico se encontraron lderes y organizaciones comunitarias en su mayora repre- sentadas por mujeres y agrupadas alrededor de las necesidades bsicas de subsistencia alimento, vi- vienda, servicios pblicos y trabajo. De estos grupos unos eran organizados por ini- ciativa propia, otros se organizaban por sugerencia de agentes externos que representaban a diversos organismos, organizaciones e instituciones guber- namentales y no gubernamentales; y creadas por decreto del gobierno existan las Juntas de Accin Comunal, una de las ms antiguas. Adems de las organizaciones de base, haba pre- sencia de grupos polticos, religiosos, organismos estatales y universidades privadas, etc. Tambin se encontraron obras y programas que apuntaban al mejoramiento del bienestar y de las condiciones de vida de las comunidades, en su mayora promovidas por ONGs y universidades. Unas se iniciaban y otras se haban terminado o estaban inconclusas por falta de recursos. La financiacin de las obras provena del Estado (muy pocas) 8 , grupos religiosos, univer- sidades y colegios privados, de actividades propias de la comunidad, de donaciones de personas y orga- nismos internacionales, de la empresa privada y de sindicatos. Gran parte de esta movilidad social fue promo- vida y fortalecida por las universidades, la Iglesia y algunas organizaciones no gubernamentales. El activismo estatal en este sentido fue mnimo o casi nulo, a pesar de que era una de las prioridades de la poltica social propuesta. De todo este trabajo realizado en coordinacin con las comunidades, con otras disciplinas y univer- sidades, con instituciones gubernamentales y no gu- bernamentales, con sectores de la Iglesia y dems organizaciones que se encontraban en las zonas, sur- gen resultados tales como el primer Plan de Salud y Desarrollo Local 9 de la zona del Alto Chapinero, en donde estaba ubicado el LAV y otros barrios en los que se trabajaba que se presenta en el marco de la descentralizacin administrativa, a las autoridades locales para su negociacin 10 . (Restrepo V, Ofelia. 1999:8.). Pero por otro lado, tambin se dan reflexiones terico-conceptuales muy importantes acerca de la prctica de la Salud Comunitaria, que se pueden ano- 8 Las actividades y programas que el Estado implement durante este perodo en estos dos barrios fueron mni- mas, aunque estas comunidades pertenecan al PEPGE, eran parte del 25% de la poblacin clasificada de pobreza crtica, segn el plan del gobierno y que el programa ha- ba elegido como sector beneficiario. 9 Este es uno de los primeros Planes de Salud y Desarrollo Local que se hace con la participacin activa de la comuni- dad en todas sus fases, de acuerdo con las recomenda- ciones y exigencias de la ley de descentralizacin admi- nistrativa de los municipios. Con el Decreto 077 de 1987 o Ley de Descentralizacin se pretende aumentar el po- der, la autonoma de decisiones y de control de los recur- sos, las responsabilidades y las competencias de las co- lectividades locales, en detrimento de los rganos del Es- tado Central (Preteceille 1987. En de Matos C. 1988:166). 10 En esta ltima fase no se tuvo xito; las autoridades locales de Chapinero desconocieron el trabajo y en vez de dar recursos para estas comunidades, aumentaron el pie de fuerza de la seguridad para proteger de la delin- cuencia a los industriales de la zona baja, que es espe- cialmente comercial y tambin corresponde a la alcalda de Chapinero. 55 SALUD COMUNITARIA: CONCEPTO, REALIDAD, SUEO O UTOPA? tar como resultado de la interaccin y el trabajo con las comunidades, la confrontacin de los dos diag- nsticos el primero tcnico-biologicista-epidemio- lgico-patolgico y el otro integral-sensible-cotidia- no-social-cultural y la aplicacin del modelo de APOC. Reflexiones que le dan al concepto de Salud Comunitaria un nuevo contenido, ampliando as sus sentidos y significados. Estas discusiones evidenciaron que: ! Hay una similitud y una estrecha relacin en- tre el concepto de Salud Comunitaria y el concepto de desarrollo social, por eso su abordaje no debe ser exclusividad de las ciencias de la salud, se necesita de la competencia y la participacin activa de mlti- ples disciplinas, entre estas la sociologa, antropolo- ga, pedagoga, arquitectura, historia, etc. ! El concurso y la responsabilidad de la Salud Comunitaria no slo es de la comunidad, el sector salud o las universidades; los dems estamentos y sectores del Estado educacin, vivienda, vas, ali- mentos, saneamiento ambiental, etc., organizacio- nes no gubernamentales y otros actores sociales tie- nen la obligacin de participar en la aplicacin de este modelo, ya que ste va muy ligado al concepto de desarrollo social sostenido y en ese sentido se corresponden mutuamente. ! La racionalidad, el positivismo, la investiga- cin cuantitativa, la epidemiologa y la medicina oc- cidental son insuficientes para entender las proble- mticas, dinmicas, subjetividades y entramados comunicativos creencias, valores, actitudes, sen- timientos, emociones, imaginarios, representaciones simblicas, expectativas, sueos, etc. de las comu- nidades; por tanto, hay que buscar otras lgicas, por ejemplo, la del sentido comn, la simblica-mtico- mgica, otros enfoques investigativos como el so- cial y cualitativo y, finalmente, otros esquemas de medicina el popular o tradicional, orientales, etc. que ayuden a ampliar el marco de posibilidades para poder comprender la complejidad del ser humano y el mundo que lo rodea y as resolver ms integral- mente los problemas de salud. ! No es suficiente una sola herramienta (la epidemiologa) ni un solo modelo (APOC), para ca- racterizar y diagnosticar a una comunidad, estas nos ayudan pero se quedan cortas al priorizar los pro- blemas socio-culturales y abordar los factores de riesgo no biolgicos: psquicos, emocionales, polti- cos, ideolgicos, sociales, culturales y ecolgicos, etc., que influyen de manera significativa en los pro- blemas de salud de las comunidades. Por tanto, se hace necesario adaptar y ampliar el modelo de APOC, incluir herramientas de la investigacin y las cien- cias sociales como las historias de vida, entrevistas en profundidad, etnografas, discusiones de grupo, biografas, grficas, cartas, diarios de campo, etc.; otras variables de anlisis y otros criterios evaluati- vos que puedan recoger y sistematizar la informa- cin cualitativa que es la que no se recoge con otros instrumentos. 56 AVANCES EN ENFERMERA En sntesis, podemos decir que la integralidad, interdisciplinariedad, intersectorialidad, la partici- pacin de toda la sociedad y la necesidad de mlti- ples enfoques, diferentes lgicas de conocimiento, el uso de diversas herramientas y la utilizacin de otros esquemas de tratamiento mdicos y de salud, son los elementos que desde la praxis entran a for- mar parte de la red de significados de la Salud Comu- nitaria, aunque algunos de estos ya se haban sugeri- do en la teora. 2. APROXIMACIN AL ANLISIS SIMBLICO DE LA SALUD COMUNITARIA Despus de hacer el recuento de todo lo que encierra la Salud Comunitaria desde la utopa, las considera- ciones tericas y la prctica, se puede afirmar que este es un concepto amplio y abierto que tiene infini- dad de posibilidades porque engloba una serie de entramados significativos y representaciones sim- blicas que se derivan de otros conceptos o teoras de las que se nutre, entre ellos el de atencin prima- ria y cuidado primario en salud; participacin co- munitaria, democracia y desarrollo; salud pblica; medicina social y salud familiar; prevencin, pro- mocin y educacin sanitaria; medicina occidental, tradicional y saber popular; cultura y sociedad; eco- loga y poltica; economa, administracin, coordi- nacin, autogestin y coogestin, entre otros. Al hablar de la Salud Comunitaria todos estos trminos aparecen como si estuvieran en estrecha relacin con esta categora o formaran parte de ella. A la hora de precisar sus significados con relacin al concepto de Salud Comunitaria, se hace evidente la dificultad que existe para marcar con precisin los lmites que los encierra. Tienen elementos comunes que se confunden entre s, sin embargo, la categora que mejor los engloba es la Salud Comunitaria, 11 por ser sta la unidad de estudio que se nutre de sus con- ceptos y herramientas para formar su corpus teri- co y metodolgico, por eso los integra y articula a todos. En este sentido, podemos decir que la Salud Co- munitaria es un concepto integrador de la vida hu- mana, ya que en su contenido y red de significados se articulan diversos enfoques que reclaman princi- pios que protegen y defienden la vida, los derechos humanos y el bien comn. Es un concepto que ade- ms propugna por el cuidado y la proteccin de la salud de las personas, las familias, las comunidades y la sociedad, en estrecha relacin con la salud de la naturaleza, el entorno y el medio ambiente, y esto le imprime un sentido ecolgico a su prctica. Por otra parte, el que la Salud Comunitaria pida que la atencin se d en todos los niveles: primario, secundario y terciario, y que la participacin de las personas sea plena, significa que desde este concep- to se supera la perspectiva del modelo mdico occi- dental, de lo meramente individual, curativo y antropocntrico como posibilidad de salud, porque al incluir el nivel de atencin primaria, este enfoque reconoce la importancia que tiene para los procesos de salud-enfermedad, vida-muerte las condiciones generales de las poblaciones, el medio ambiente, la naturaleza, los factores de riesgo, sus dinmicas y contextos, etc. Pero tambin sugiere la importancia de desarrollar e impulsar desde diferentes niveles de atencin estrategias de educacin, prevencin y pro- mocin que promuevan la convivencia, la armona y estilos de vida saludables sostenibles desde el de- sarrollo humano. En otro sentido, al reclamar en su prctica la participacin plena de las comunidades en su con- texto, le reconoce al ser humano su carcter de ser social y en esta medida pide que las personas sean actores o gestores sociales activos y que participen e intervengan en todo lo que tiene que ver con los procesos vitales: nacer, mantener y cuidar la salud, prevenir y curar la enfermedad, reparar los daos o 11 Aunque hay algunos autores, Hernn San Martn, por ejemplo, que dice que la categora mayor es la de la Sa- lud Pblica, yo afirmo que es la de Salud Comunitaria. Como estrategia de atencin orientada a las comunida- des (considerndolas como una parte de la sociedad que a su vez representa el todo del entramado social), tiene que utilizar muchas ms herramientas que la misma Sa- lud Pblica. De hecho, sta le sirve de fundamento para el abordaje epidemiolgico. 57 SALUD COMUNITARIA: CONCEPTO, REALIDAD, SUEO O UTOPA? deterioros por enfermedad o vejez, aprender a mo- rir, etc., y procesos del Sistema y servicios de salud que se ofrecen administracin, gestin y toma de decisiones. Lo cual implica que este modelo de aten- cin tiene en cuenta los procesos de dilogo y concertacin, que reconocen y respetan la lgica e imaginarios del OTRO diferente, no como una accin estratgica, sino como una accin de compromiso y responsabilidad mutua. En realidad, cuando medimos el estado de sa- lud de una comunidad, lo que tratamos de repre- sentar son los procesos sociales relacionados direc- ta o indirectamente con la salud-enfermedad (...) De aqu que para analizar el estado de salud de una comunidad tendremos que usar un conjunto coherente y representativo de indicadores de los di- versos sectores de la vida social, que finalmente son los que determinan el proceso social que conduce a la salud o a la enfermedad. Ahora podemos comprender que el estudio de la salud de la comunidad es, al mismo tiempo, un estudio epidemiolgico de los problemas de salud (y riesgos) que existen en la comunidad; un estudio sociolgico de las necesidades de salud sentidas por los miembros de la comunidad y un estudio eco- nmico de las condiciones de vida de la gente. (San Martn, H.1984:87). Todo lo anterior sugiere que la Salud Comunita- ria, adems del sentido epidemiolgico, biolgico, social y econmico ya reconocidos, tambin tiene un significado poltico, antropolgico y ecolgico. Veamos, cuando la Salud Comunitaria reclama en sus principios ticos el reconocimiento del OTRO, la organizacin y participacin plena de las comuni- dades, y ve en stos su proyeccin y asentamiento, puede decirse que aqu se encuentra el sentido pol- tico de la propuesta. Aunque no es explcito, este modelo apoya los gobiernos democrticos de poder compartido que tengan en cuenta al OTRO en sus diferencias y similitudes en sus decisiones, formas organizativas, creencias, costumbres, prcticas, co- nocimientos, imaginarios, saberes, etc. Este princi- pio democrtico se refuerza con el enunciado de que las prcticas de la Salud Comunitaria se deben dar en los contextos en los que se producen los fenme- nos de salud-enfermedad. Esto hace que el modelo reconozca y respete la autodeterminacin, la plura- lidad y dinmica propia de los pueblos. Mirmoslo de otra forma, cuando en los enun- ciados de la Salud Comunitaria se dice que debe ha- ber participacin plena de la comunidad, propiciar y desarrollar la autogestin y autodeterminacin de la gente respetando la pluralidad y partiendo de sus contextos, necesidades, posibilidades y recursos, tcitamente este concepto est reconociendo que es en la interaccin con los dems, a travs del tejido comunicativo de relaciones y representaciones sim- blicas, que encontramos los imaginarios indivi- dual y colectivo, valores, actitudes, significados, sentidos, sentimientos, emociones motivaciones, saberes, etc., que nos permiten acercarnos de mane- ra respetuosa al OTRO diferente, para poder com- prender las cosmovisiones y lgicas que se manejan en cada cultura, y as lograr el dilogo y las negocia- 58 AVANCES EN ENFERMERA ciones que se necesitan para vivir en armona y salu- dables en cualquier contexto. Estos argumentos nos permiten decir que el sig- nificado poltico y antropolgico expresados bsi- camente en las ramas social, cultural y simblica de la Salud Comunitaria es fuerte y claro al recono- cerle al ser humano su singularidad y diferencia, su condicin de sujeto, su capacidad para interactuar, pensar, discernir y decidir. Dndole importancia a la participacin real y toma de decisiones de la gente; a las dinmicas y entramados socio-culturales del in- dividuo, las familias y los colectivos. El otro sentido que tambin subyace en este con- cepto es el ecolgico, manifiesto en el reconocimien- to explcito de la relacin tan estrecha que tiene la naturaleza, el medio ambiente y el entorno con la salud de los seres humanos y viceversa. Por esto la Salud Comunitaria pide que las acciones de cuida- do, proteccin, curacin y reparacin no solo sean para hombres y mujeres. Los sistemas de salud de- ben tener en cuenta y atender tambin en estos as- pectos a los animales, al ecosistema, al ambiente y todo aquello que constituye el entorno o condicio- nes que hacen posible el equilibrio bio-psico-eco- socio-cultural de los seres humanos y dems seres que habitan el universo. Desde esta perspectiva, pensar la Salud Comu- nitaria como parte de un Sistema de Salud, implica tener en cuenta dos aspectos: uno, defender una pos- tura y unos principios humanistas de respeto por la vida, los derechos humanos y el bien comn, y dos, entender las relaciones salud/enfermedad, vida/ muerte como procesos que integran al TODO uni- versal con un mundo de posibilidades y representa- ciones simblicas que se mueven en diferentes pla- nos: individual, familiar, colectivo, social, econmi- co, cultural, poltico, ecolgico, sideral y hasta cs- mico, que varan en dependencia de mltiples facto- res y condiciones. Porque reducir la atencin en salud a lo mera- mente humano, individual, biolgico y curativo como hacen la mayora de nuestros esquemas de sa- lud sin tener en cuenta a hombres y mujeres en sus contextos y complejidad (bio-psico-eco-socio-cul- tural, lo objetivo y subjetivo, lo racional, simblico, espiritual y afectivo, etc.), a la naturaleza y al cos- mos en su complementariedad como componentes que integran la vida, y a todos ellos en su mutua inte- raccin, es tener una visin muy corta, simplista y reduccionista del ser humano, de la salud y del mun- do. Es pretender abordar ese TODO universal a par- tir de una nfima parte, ignorando la mayora de los elementos que lo componen y sin tener en cuenta las interrelaciones que lo entretejen y sustentan. Bajo esta concepcin, la Salud Comunitaria como modelo de desarrollo y asistencia pblica en salud tiene limitaciones y dificultades para su aplicacin por los principios que la orientan, los modelos de atencin que reclama, las implicaciones polticas, econmicas, sociales y culturales que supone y los recursos econmicos, humanos y materiales que demanda. Sin embargo, tampoco se puede decir que este sea un modelo imposible de aplicar en los Sistemas de Salud o que para hacerlo, el Estado tenga que ser benefactor o socialista como muchos piensan. Basta que la defensa de lo pblico y la vida, la democracia, la participacin social y la negociacin sean la base del gobierno, porque desde estos intereses y el espa- cio comn del dilogo entre Estado y poblacin ci- vil, es que se convienen y pactan las polticas pbli- cas de desarrollo, bienestar y seguridad social en las que pueden incluirse modelos y estrategias integra- les de salud, como es la de la Salud Comunitaria. Para el caso colombiano, la inclusin de este modelo de atencin como parte de la poltica pbli- ca estatal y el Sistema General de Seguridad Social en Salud es una utopa, ya que los espacios de participa- cin, los procesos de negociacin y los acuerdos en- tre Estado y poblacin civil, son limitados por no decir nulos o vulnerados pese a que en la Carta Magna el gobierno se define como democrtico; la participacin plena de la gente en la gestin pblica y toma de decisiones se declara como derecho; y la salud se ordena como servicio pblico de cobertura universal bajo la responsabilidad del Estado. Este ltimo derecho se ve vulnerado con la re- forma del Sistema de Salud y Seguridad Social que hizo el gobierno colombiano en 1993. El Estado, a sabiendas de que debe garantizar la salud de todos y 59 SALUD COMUNITARIA: CONCEPTO, REALIDAD, SUEO O UTOPA? todas sus ciudadanas, porque as lo contempla la Constitucin, obedeciendo las exigencias del nuevo orden de globalizacin y de la ideologa neoliberal, mediante la Ley 100 le entreg formalmente a las entidades privadas esta responsabilidad, lo que per- mite convertir la salud en una mercanca y hacer de este servicio un negocio rentable y eficiente, con buenos dividendos que slo favorece a los interme- diarios o vendedores de salud y en alguna medi- da a los que la pueden comprar usuarios del siste- ma. En este sentido, con la situacin de pobreza y desempleo que tiene Colombia, muchas personas quedan por fuera de esta relacin comercial y por ende del servicio de salud. Incluso la atencin y asis- tencia del medio ambiente y los colectivos en el ni- vel de Atencin Primaria (la prevencin y la promo- cin) quedan descubiertas porque no hay con quin establecer las relaciones contractuales que exige el mercado para garantizar este servicio. En otras pa- labras, despus de la Ley 100, ni el Estado ni ninguna otra entidad se responsabilizan del pago de estas ac- tividades, por tanto nadie las asume y menos bajo este esquema mercantil, sabiendo que son activida- des poco atractivas para este mercado que es ms el de la enfermedad que el de la salud por sus resul- tados a tan largo plazo y el poco dinero que se presu- puesta para ellas. () las reformas de la salud de corte neoliberal estn imponiendo sistemas de aseguramiento que privilegian el aseguramiento individual, en desme- dro de la salud pblica como derecho colectivo. (Garca, Mery C. 2002:55). La dependencia de otros gobiernos como el nor- teamericano que impone condiciones y modelos de poder como el neoliberal, la poltica de mano dura, el desmonte del Estado de bienestar y seguridad so- cial, la disminucin del gasto pblico e incremento del gasto militar del actual gobierno; la permanente violacin de los derechos humanos y la situacin particular de intolerancia, violencia y confrontacin armada que tiene Colombia, hacen que muchos de los derechos, garantas y deberes consagrados en la Constitucin Nacional no se cumplan y sea letra muerta sus enunciados. Los principios de democracia, organizacin so- cial, participacin comunitaria o civil y los procesos de concertacin son vulnerados en muchos casos. Algunos grupos sociales que han defendido e impul- sado desde la salud pblica u otros sectores estos de- rechos, han sido perseguidos (y algunos lderes asesi- nados o desaparecidos) por que se les tacha de ser subversivos y peligrosos para el pas o el sistema. No obstante, con este panorama y los modelos econmico, poltico, de Sistema de Seguridad Social y Proteccin Pblica en Salud que tiene Colombia, que no favorecen para nada este tipo de enfoques hay quie- nes defienden y luchan por las utopas. El sueo de alcanzar para la humanidad un medio ambiente y un entorno de vida saludable, armnica y sostenible to- dava existe, y los intentos por hacerlo realidad ha llevado a muchos actores sociales a probar experien- cias innovadoras en este sentido, incluso teniendo que afrontar persecuciones polticas, escasez de recursos econmicos, y las presiones del mercado impuestas por el nuevo Sistema de Salud. Las utopas, como necesidad del ser humano y motor impulsor de la actividad social, ha hecho que muchas y muchos colombianos desde su compromi- so y quehacer cotidiano defiendan (en algunos ca- sos exponiendo sus vidas) principios de igualdad, de inclusin social, de respeto, de vida y dignidad hu- mana. Con todas las dificultades y los obstculos que se presentan, han impulsado y desarrollado proyec- tos de bien comn que buscan mejorar la calidad de vida de las personas, la equidad, la convivencia y la 60 AVANCES EN ENFERMERA armona entre los seres. Uno de estos proyectos es la Salud Comunitaria, y la experiencia del Departamen- to de Medicina Preventiva y Social (de otras univer- sidades) y las comunidades del LAV y B83 as lo con- firman. Con su trabajo, que en la mayora de los casos se hace de forma aislada y con las uas, estos colecti- vos demuestran que a pesar de todo, con el compro- miso y la responsabilidad que nos atae, como indi- viduos que pertenecemos a un colectivo, desde cua- lesquier mbito de la vida y con unas mnimas ga- rantas (econmicas, de seguridad, infraestructu- ra, organizativas, voluntad poltica de gobiernos lo- cales, compromiso de instituciones, ciudadanos y comunidades, etc.) este modelo de atencin tiene posibilidades de aplicacin en el contexto colom- biano, no como estrategia de atencin del Sistema de Salud como se quiere y necesita, pero s a peque- a escala como lo demuestra la experiencia en estos dos barrios. 3. A MODO DE CONCLUSIN Aunque la discusin por su amplitud del tema queda abierta, este anlisis de los significados y sentidos de la Salud Comunitaria, nos permite plantear algunas consideraciones finales que se presentan a modo de conclusiones. Lo primero que podemos decir es que la Salud Comunitaria es un modelo de atencin que implica integralidad, interdisciplinariedad, intersecto- rialidad y desarrollo social a escala humana; que re- clama principios que protegen y defienden la vida, los derechos humanos y el bien comn; que com- promete y responsabiliza al Estado, individuos, fa- milias, comunidades y a toda la sociedad en su con- junto. Es un modelo que no cabe en Sistemas de Salud que convierten en mercanca este servicio y que es- casamente atienden al individuo que puede pagar en la enfermedad y en su componente biolgico para responder a lo urgente y lo funcional, como son los sistemas de salud de los Estados neoliberales. Por eso en Colombia tenemos que admitir que en la prctica, la Salud Comunitaria sigue siendo un CONCEPTO, porque no ha dejado de ser una: Idea, una representacin mental de una realidad, un ob- jeto// Un pensamiento expresado con palabras// Una opinin, un juicio... (Real Academia Espaola. Diccionario de la Lengua Espaola, 1970:335). Su aplicacin es marginal, no deja de ser un sin- nmero de intentos aislados que no tienen eco. No existen las estructuras en el Sistema, ni la voluntad poltica para hacerlo. El Estado no destina recursos para ello y esto no puede ser un trabajo voluntario, ni tampoco una obra para pobres o de altruismo como muchos piensan. Con el Estado y Sistema General de Seguridad Social en Salud que tenemos en el pas, todo modelo de asistencia pblica que contemple en sus princi- pios la armona entre seres humanos y naturaleza o apele por una visin holstica del mundo, el bien co- mn y la vida, como es el de la Salud Comunitaria, pierde sentido y queda reducido a la categora de CONCEPTO o pasan a ser letra muerta en la Constitu- cin Nacional, las polticas pblicas y en los tratados o recomendaciones internacionales de la OMS y OPS. Este profundo vaco en la asistencia pblica ge- nerado por los modelos polticos-econmicos actua- les y, en gran parte, por las visiones, enfoques y prc- ticas que defienden y promueven los modelos occi- 61 SALUD COMUNITARIA: CONCEPTO, REALIDAD, SUEO O UTOPA? dentales de atencin en salud, mantienen a la huma- nidad y al mundo en un estado permanente de mor- bidez que se agrava cada vez ms, por las guerras, las desigualdades y las luchas por el poder. En este aspecto, una visin de Salud Comunita- ria como la que aqu se plantea, tambin le exige a la academia que en sus planes de estudio y formacin de los profesionales de la salud, se incluyan conteni- dos terico-prcticos que permitan conocer y reco- nocer las diferentes lgicas (emprico-lgico-racio- nal y el simblico-mtico-mgico) y las mltiples perspectivas de interpretacin y anlisis, para po- der comprender desde la complejidad e integralidad al ser humano y al mundo. As que, adems de los enfoques y contenidos investigativos que ya lo orien- tan (el epidemiolgico y cuantitativo), el modelo de Salud Comunitaria debe ser abordado desde los en- foques de investigacin social e investigacin cuali- tativa, porque a travs de estos se puede llegar al mundo subjetivo de las personas y all encontrar el entramado secreto de las interacciones socio-cul- turales y representaciones simblicas de lenguajes y expresiones humanas. Por todo lo anterior, podemos decir que la Sa- lud Comunitaria no es viable en el neoliberalismo, tampoco en los Sistemas de Salud y Seguridad Social que dependan de ste; por eso en nuestro pas este modelo de atencin y asistencia pblica sigue sien- do un concepto, un sueo, una utopa. Una realidad a medias construida aisladamente por muchos y muchas ciudadanas desde su cotidianidad y compro- miso social, sin el apoyo y la participacin del Estado. BIBLIOGRAFA CARDONA, lvaro; CARDONA Jos F. y otros, So- ciedad y salud, Ed. Zeus Asesores Ltda. 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