Donati-Familia y Generaciones

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Repensar las generaciones

L
as generaciones, as como las ha pensado,
representado y vivido la tradicin moder-
na, han desaparecido. Los jvenes,
particularmente sensibles a este tema, sienten
ser una no-generacin, hablan de sentimientos
que no los unen a alguna generacin. Talking
about no generation: este es el slogan donde se
manifiesta el malestar de quien hoy quisiera
encontrar en el sentimiento generacional un
punto de referencia simblico y existencial.
Frente a la desaparicin de las generaciones,
especialmente juveniles (pero sucede lo mis-
mo en las otras fases del ciclo de vida) tenemos
la necesidad de repensar las generaciones, o
sea, habra que pensar en lo que hace a una
generacin y, an ms, que pensar por gene-
raciones, ex novo; de pensar lo generacional
como un fenmeno que caracteriza, por un
lado, a la sociedad y, por otro, a la familia en
modos distintos, pero ligados estrechamente.
Cmo hemos llegado a este punto? En los
aos cincuenta el conflicto generacional fue
descrito como enfrentamiento entre padres
anticuados y juventud turbulenta, quemada.
1

El discurso intergeneracional fue referido prin-
cipalmente al conflicto estructural entre gru-
pos de edad, conflicto que desde lo privado-
familiar se proyectaba sobre la sociedad
entera.
2
A partir de los aos sesenta, el males-
tar generacional fue referido cada vez ms a la
esfera pblica. Se ha hablado de la generacin
de los jvenes como clase social y como
movimiento social.
3
Pareca que la familia
no importaba ya para nada; y ms an, que la
familia era precisamente aquel lugar represivo
regresivo por reaccin al cual las generacio-
nes juveniles se estaban formando. En los aos
setenta, esta visin recibi un impulso ulterior
por una concepcin de las generaciones que
podemos definir como comunicativa (o comu-
nicacional):
4
la generacin se convirti en
modo de comunicar, un lenguaje, un estilo de
vida (a menudo por analoga con las modas
FAMI LI AS Y GENERACI ONES
por Pi er Paol o Donat i *
* Universidad de Bologna.
El presente es un trabajo indito cedido para su
traduccin y publicacin a la doctora Rosario Esteinou.
Esta contribucin es parte del trabajo desarrollado en el
mbito de la investigacin financiada por el CRN sobre
la igualdad generacional en Italia y fue dirigida por el
autor.
1
(Nota de la traductora) Se le llama as a la generacin
turbulenta y carente de fundamentos morales, crecida
en los aos inmediatos posteriores a la Segunda Guerra
Mundial. Diccionario Il nuovo zingarelli Zanichelli,
Bolonia, voz: bruciato.
2
Vanse las investigaciones clsicas de aquel
tiempo, por ejemplo, S.N. Eisenstadt, Da generazione a
generazione (1956), trad. it. Etas Kompass, Miln, 1971.
El mismo autor ha regresado recientemente al tema: cfr.
S.N. Eisenstadt, Youth in europe between modern and post
modern society, en L. Tomasi (ed.), I giovani e le religioni
in Europa, Riverdito edizioni, Trento, 1993, pp. 31-40.
3
Cfr. F. Alberoni, Classi e generazioni, Il Mulino,
musicales). En los aos ochenta, apareci
claro que estos modos de entender las gene-
raciones nos haban llevado fuera del camino,
o al menos a un concepto de generacin equ-
voco. Tomado superficialmente, es decir, como
grupo de edad que muestra ciertos signos
y marcas externas, este concepto se torna
autodestructivo. Se vuelve un instrumento de
clculo para los especialistas en estadstica
y economa cuando se trata de razonar sobre
los consumos o sobre los gastos de seguridad
social.
A travs de las tres fases apenas indicadas
(1. generacin como contraposicin estructu-
ral entre jvenes y adultos, que se proyecta de
la familia a la sociedad; 2. generacin como
clase o como movimiento social; 3. generacin
como problema de comunicacin y estilo
comunicativo), se ha afirmado una prdida
progresiva de especificidad en el concepto
generacin, que ha estado acompaado de
una disminucin en la importancia del sentido
de generatividad, que el concepto incluye
e implica.
Nos percatamos de que el concepto que se
utiliza normalmente para generacin ya es
obsoleto. Nacido en el siglo pasado, en nuestra
realidad no tiene ms la correspondencia que
se supone tena. Bastara para convencernos
de su obsolescencia el hecho de que las
generaciones no son ms innovadoras y
progresivas como se les ha querido pensar en
el siglo pasado. Quizs ha llegado el momento
de repensar el sentido de aquello que hace a
una generacin.
Las dos grandes lneas
interpretativas clsicas
de las generaciones
Para simplificar, en los estudios modernos
y contemporneos sobre las generaciones se
encuentran dos grandes lneas interpretativas.
a) Generacin como grupo de edad
La primera interpretacin de las generaciones
remite a Comte y llega hasta nuestros das
pasando por W. Dilthey, J. Ortega y Gasset, K.
Mannheim, P. Sorokin y muchos otros.
5
El siglo pasado tuvo la necesidad de contar
con un instrumento conceptual e ideolgico
para dar cuenta del gran cambio social ocurrido
con las revoluciones modernas, la industrial
y las sociales y polticas, y con este fin
elabor una versin suya de las generaciones.
La idea moderna de generacin es aquella
de un colectivo de individuos que hace la
historia.
W. Dilthey (1875)
6
proporcion una definicin
historicista emblemtica, que fue retomada
por muchsimos autores. Define la generacin
como una entidad constituida por un conjunto
de individuos que han vivido en el mismo
momento una experiencia histrica determinan-
te e irrepetible, obteniendo ella la propia orien-
tacin moral y el sentido de compartir un
destino comn. Dilthey restringe fuertemente
su definicin, limitando su composicin a quie-
nes experimentan, especialmente en sus aos
mayor receptividad, las mismas influencias
directrices. En este sentido, se puede hablar
de una generacin de la Resistencia, de una
generacin de Vietnam, de una generacin
del 68, de una generacin de la cada del
Bolonia, 1972.
4
La referencia se dirige claramente a N. Luhmann:
cfr. C. Baraldi, Suoni nel silenzio. Adolescenze difficili e
intervento sociale, Angeli, Miln, 1994.
5
Cfr. A. Cavalli, Generazione, voz de la Enciclopedia
Treccanti de Ciencias Sociales, Roma, 1995.
6
Cfr. W. Dilthey, Le monde de 1esprit (1875), t. 1,
Histoire des ciences humaines, Aubier-Montaigne, Pars,
Muro de Berln. Como observa L. Gallino,
7
es
evidente que, si se acepta dicho significado,
cada individuo pertenece a una sola generacin
para toda la vida, sea joven o anciano, porque
la generacin es caracterizada por ciertos even-
tos histricos experimentados en un momento
determinado, aunque el nmero de generacio-
nes es indeterminado; pero lo que aqu es ms
importante para nosotros es el hecho de que
en este enfoque la estructura demogrfica es
irrelevante, como lo es tambin todo el discurso
sobre la familia.
Tambin Jos Ortega y Gasset (1923) retoma la
misma definicin, equiparando la generacin al
conjunto de los coetneos que tienen experiencias
comunes fuertes: para l, la generacin es una
comunidad de edad, en un mismo contexto
sociogeogrfico, que implica un destino en
comn.
Karl Mannheim (1928)
8
ha retomado el sentido
del concepto de generacin en los mismos trminos,
agregndole adems una similitud con el concepto
marxista de clase social. Su enfoque a la nocin
de generacin procede por niveles sucesivos.
Define cuatro conjuntos que se incluyen en
sucesin: desde la generacin potencial hasta
la constitucin de un movimiento que representa
su actualizacin en generacin efectiva, la cual
produce unidades de generacin en las cuales
existen grupos concretos. El paso de unos a
otros est condicionado por procesos que hacen
intervenir el cambio social y las interacciones
sociales.
Mannheim observa que, en sentido general,
la generacin no es un grupo concreto cuyos
miembros estn ligados por vnculos recprocos
como la familia, la tribu, las asociaciones
y otros. La pertenencia a una generacin
potencial est fundada en el ritmo biolgico
de la existencia, con su duracin limitada y sus
procesos de envejecimiento. Pero el carcter
biolgico no dice nada de los fenmenos socio-
lgicos: para un individuo, haber nacido en
una cierta fecha no implica de por s una per-
tenencia colectiva, sino ms bien una de orden
demogrfico. Lo que el ao de nacimiento hace
es asignar al individuo una colocacin (o
posicin, Lagerung) en el proceso histrico.
Mannheim establece aqu una analoga con el
concepto marxista de clase social, precisando
que son realidades distintas, las cuales no
obstante tienen cierta semejanza estructural.
Lo que asemeja a los dos conceptos (genera-
cin y clase social) es el concepto de coloca-
cin social, que condiciona el acceso a los
productos culturales de la sociedad de acuerdo
con ciertas limitaciones y modos especficos de
apropiacin (la unidad de las generaciones est
constituida esencialmente por una colocacin
afn de los individuos dentro de un sistema
social). Como el proletariado tiene un acceso
parcial a la herencia cultural de la sociedad,
y de acuerdo con modalidades que le son pro-
pias, de esta manera, la posicin en el proceso
histrico a lo largo de las generaciones
predispone a los individuos a vivir experiencias
y modos de pensar particulares. Se trata de
potencialidades que pueden ser actualizadas
o no (en el mismo modo en que la posicin
de clase puede generar o no una conciencia
de clase). Se puede hablar de generacin
efectiva slo en la medida en que se crea un
vnculo entre los miembros de una generacin,
y tal vnculo resulta, de acuerdo con Mannheim,
de una exposicin comn a los sntomas sociales
e intelectuales del proceso dinmico de cambio,
lo que significa que el advenimiento de cambios
es necesario para que se establezcan vnculos
creadores de una generacin efectiva.
En cada generacin efectiva existe un cierto
1947.
7
Cfr. L. Gallino, Generazione, en Dizionario di Socio-
logia, Utet, Turn, 1993, pp. 318-320.
8
Cfr. K. Mannheim, The problem of generations (1928),
en Essays on the sociology of knowledge, Routledge and
nmero de unidades diferenciadas antagnicas
entre s: las unidades de generacin. Los
miembros de estas unidades estn ligados por
actitudes fundamentales que los integran y
por principios formadores que son fuerzas de
socializacin en esa sociedad. Forman una
especie de comunidad espiritual aunque estn
dispersos en el espacio. Presentan afinidades
respecto a la manera en que son formados por
las experiencias comunes. Mannheim ofrece
ejemplos de la Alemania del siglo XIX, en la
que, al interior de una misma generacin, los
jvenes romnticos conservadores y otros
liberales nacionalistas representaban dos
formas opuestas de reaccin a las mismas
condiciones histricas, formando, por lo tanto,
dos unidades de generacin distintas.
En fin, hay, de acuerdo con este autor, grupos
concretos en los que se ejercen influencias
directas y recprocas, las minoras activas,
que producen actitudes cohesivas, verdaderas y
propias ideologas que en seguida se separan de
ellos para convertirse en fuerzas constituyentes
de una unidad social ms amplia (es evidente
que el autor piensa aqu en los crculos cultura-
les del siglo pasado, en las pequeas asociacio-
nes intelectuales de los que despus nacieron
movimientos sociales, culturales y polticos ms
amplios; se podran hacer analogas con este
siglo pensando, por ejemplo, en las generaciones
de los jvenes hippies de los aos sesenta y
en la de los kmer rojos en Camboya).
El proceso de cambio, y sta es la idea
central de Mannheim, resulta del surgimiento
continuo de nuevos grupos de edad, de su nuevo
contacto con la herencia cultural acumulada.
Desde su punto de vista, las ideas, los valores,
los comportamientos cambian a travs de la
cadena sucesiva de las generaciones entendidas
de este modo, con la llegada de nuevos partici-
pantes y la salida de los ancianos.
Cada generacin, en cuanto que participa
slo en una secuencia limitada del proceso
histrico, presenta una estratificacin de expe-
riencia: las primeras impresiones recibidas en
la juventud tienden a cristalizarse en una visin
del mundo que orientar los significados de las
experiencias sucesivas. Mannheim atribuye una
gran importancia a la fase de la juventud en la
formacin de las ideas y los modos de pensar.
Este autor minimiza la fuerza de las influencias
ulteriores, recibidas durante el resto de la vida,
que pueden actuar sobre las primeras impresiones.
Adems, no dice que las generaciones copresentes
sean antagnicas entre s, o que estn polarizadas
sobre la inclusin/exclusin en el propio grupo:
generalmente la tensin entre generaciones se
resuelve en compensaciones recprocas entre
visiones diferentes, al interior de una especie de
dialctica entre las generaciones.
Sobre una lnea no muy distante, P. Sorokin
9

estudiar en seguida las generaciones como fac-
tor de cambio cultural y de movilidad social. No
obstante que el enfoque de Mannheim es muy
sugerente y que ha sido ampliamente utilizado
desde los aos sesenta, a tal punto que hoy es
quizs el ms difundido, vale la pena subrayar
cmo presenta fuertes ambigedades y, en todo
caso, se ha vuelto obsoleto.
El enfoque de Mannheim se basa en el
supuesto sociolgico de que las generaciones
existen si, y en cuanto que, la sociedad coloca a
los individuos en posiciones sociales precisas
con base en la edad. El vnculo de generacin
dice Mannheim es un tipo particular de
colocacin social, referido precisamente al
espacio-tiempo de las experiencias histricas
que se vuelven accesibles segn la edad (per-
tenencia por aos de nacimiento afines). Pero
este supuesto de carcter estructural es al mis-
mo tiempo demasiado fuerte y demasiado vago.
Presupone la existencia de una cultura que
determina en modo vinculante la colocacin
Kegan Paul, Londres, 1952.
9
Cfr. P. Sorokin, La dinamica sociale e culturale (1937),
social de suceder slo en ciertas sociedades
extremadamente ordenadas. Esto no parece
ser ms el caso para nuestra sociedad. Adems
de ello, los conceptos de edad social y de
colocacin social son demasiado vagos, como
tambin lo es su correlacin normativa.
El enfoque de Mannheim se vuelve obsoleto
en el momento en que
ya no es un criterio unvoco o cierto del orden
social o, en todo caso, se vuelve menos importante
en la colocacin social de los individuos. El
concepto mannheimiano encuentra la misma
obsolescencia que el concepto marxista de clase
social. Para Marx hay una estructura econmica
que determina la estructura de las clases sociales.
Para Mannheim hay una estructura del orden
social que coloca socialmente a las personas
con base en la edad. Esta analoga, con los
determinismos que implica, se ha derrumbado.
Es necesario destacar que la definicin de
generacin dada por Mannheim ha contribuido a
que la sociologa d un paso hacia adelante, sobre
todo en tanto que ha alimentado un discurso socio-
lgico sobre el tiempo, sobre la relacin entre
lo biolgico y lo social, y sobre las conexiones
psicolgicas entre lenguaje y conocimiento.
10

Pero es necesario admitir que se ha tratado slo
de una contribucin inicial, que adems ha sido
utilizada y aplicada posteriormente en forma
errnea.
En suma, el enfoque de Mannheim identifica
una generacin ms en un sentido histrico que
sociolgico. Una generacin en el sentido de
Mannheim debera ms bien ser llamada un
grupo de edad, dentro del cual se colocan
eventualmente particulares unidades generacio-
nales en sentido ms especfico (por ejemplo,
grupos juveniles, en el mismo rango de edad, con
orientaciones ideolgicas y un estilo de vida opues-
tos). Este modo de considerar las cosas puede servir
para traducir el concepto demogrfico cohorte
(es decir, el agregado estadstico de los individuos
nacidos en un cierto ao o en un cierto intervalo
de aos) en un concepto histrico, mediante la asig-
nacin de particulares rasgos histricos, culturales
y de experiencia a individuos de una cohorte en
su conjunto, o a algunos segmentos de sta.
11
Sin
embargo, estamos todava muy lejos de una con-
ceptualizacin propiamente sociolgica.
Gill Jones,
12
razonando sobre la investigacin
emprica que peridicamente estudia a las cohor-
tes longitudinales de jvenes escoceses (Scottish
Young Peoples Survey), ha observado que el uso
del concepto de generacin en el sentido de
Mannheim comete el gran error de asimilar el
sentido del tiempo de los individuos al de sus
familias, y tambin al de las instituciones sociales,
en donde, en cambio, estas realidades funcionan
con distintos registros y escalas de tiempo. Esta
autora advierte que un concepto sociolgico de
generacin, para ser verdaderamente longitudinal,
no puede hacer referencia a los individuos (o
agregados de individuos) como tales, sino que
debe tener en cuenta su contexto familiar, esto es,
debe considerar el tiempo individual en relacin
con el cuadro del tiempo de los otros miembros de
la familia. De esta forma, se toman en considera-
tr. it. Utet, Turn, 1975.
10
Cfr. J. Pilcher, Mannheims Sociology of Generations:
An Undervalued Legacy, en The British Journal of Sociology,
vol. 45, nm. 3, septiembre, 1994, pp. 481-496.
11
Cfr. N.B. Ryder, The Cohort as a Concept in
the Study of Social Change, in American Sociological
Review, vol. 30, nm. 6, diciembre, 1965, pp. 843-861.
Para otras crticas al enfoque de Mannheim es relevante
el ensayo de H. Schuman y J. Scott, Generations and
Collective Memories, en American Sociological Review,
vol. 54, nm. 3, 1989, pp. 359-381.
12
Cfr. G. Jones, The Cohort in Time and Space:
Conceptual Issues and Practical Considerations, in
Bulletin de Mthologie Sociologique, nm. 30, marzo
cin los efectos de las variables familiares sobre
el tiempo individual. Jones termina su trabajo
preguntndose:
Qu tan longitudinal puede ser un estudio
de las cohortes cuando el nfasis est puesto
en los individuos y el estudio es incapaz
de asimilar el contexto del tiempo de las
instituciones sociales, en las que los miembros
individuales de las cohortes viven y con las
cuales ellos negocian sus cursos de vida?
Desde mi modesto punto de vista, slo una
sociologa relacional puede dar respuesta a esta
interrogante, mediante la observacin de que
las generaciones implican relaciones sociales,
o mejor, son relaciones sociales, y que se
necesita comprenderlas a travs del tiempo de
las relaciones (stas ltimas tienen su propio
tiempo y sus propios registros del mismo).
13
El hecho es que el concepto de generacin que
normalmente se usa en la actualidad tiene un carc-
ter ms histrico que sociolgico. Ese sirve para
referirse a grupos sociales que, por la cercana de
edad, comparten una misma experiencia histrica
significativa desde el punto de vista particular del
observador. Este ltimo atribuye la experiencia
a los individuos que participan en esa situacin.
Este enfoque revela lmites insuperables.
Generacin como descendencia
parental-familiar
En los primeros aos de la dcada de los ochen-
ta, inicia una profunda revisin del concepto de
generacin (especialmente del enfoque de Mann-
heim).
14
No es posible entrar aqu en los detalles
del argumento. La sustancia de este cambio est
en el hecho de que el concepto de generacin es
referido al de descendencia familiar-parental.
Philippe Aris
15
ha proporcionado una puntua-
lizacin importante. En primer lugar, seala que no
podemos hablar de generaciones en sentido estricto
en las sociedades primitivas y tradicionales (en las
que, en cambio, se puede hablar de cohortes y
de grupos de edad). En segundo lugar, observa
que, desde un punto de vista histrico, ya con la
generacin nacida en el decenio de 1940-1950,
la transmisin cultural, en particular aquella actua-
da a travs de la familia y la escuela, no ocurre
ms o se da de manera insuficiente; esto dependi
tambin del hecho de que el mecanismo de la trans-
misin generacional haba sido ya cuestionado por
la generacin precedente (nacida entre 1910 y
1920) que se haba encontrado al mismo tiempo
sometida a la herencia de la tradicin y en rebelin
contra ella. En tercer lugar, el autor hace patente
que el concepto de generacin est estrechamente
relacionado con la importancia de la familia
nuclear moderna en la socializacin de los hijos.
Aris observa que hasta el siglo XVIII el nio era
socializado en la comunidad de hbitat y en el
linaje, un mundo esttico, poco sensible a las
influencias externas, en las que la transmisin
cultural era de largo trmino y de larga duracin:
aqu la generacin no es una medida del cambio.
En los siglos XIX y XX, el grupo social que ms
influencia el desarrollo del nio es la familia
nuclear y poco numerosa y, por esta razn, el ritmo
del cambio coincide con el de la familia y el de su
reproduccin; Aris concluye afirmando que
la parte desempeada por las generaciones en la
1991, pp. 44-54.
13
Cfr. P. Donati, Tempo sociale e transizioni, en E.
Scabini y P. Donati (comps.) Tempo e transizione familiari.
Studi interdisciplinari sulla famiglia, nm. 13, Vita e
pensiero, Miln, 1994.
14
Cfr. D.I. Kertzer, Generation as a Sociological
Problem, en Annual Review of Sociology, vol. 9, 1983,
pp. 125-149.
15
Cfr. Ph. Aris, Generaciones, voz de la Enciclopedia
transmisin y en el cambio est ligada al lugar
ocupado por la familia en la sociedad. Cuanto ms
relevante es, tanto ms importante es la funcin
de las generaciones; cuanto ms insignificante es,
como en las sociedades tradicionales, tanto ms
modesto es el papel de las generaciones.
Contra la idea difundida entre muchos
estudiosos, de que la generacin, como curso de
vida de un agregado de individuos afines, es una
categora, en cierto sentido, sustitutiva de la de
familia para efectos de la socializacin y de la
innovacin cultural, las consideraciones de Aris
llevan a sostener lo contrario, es decir: 1) que no
hay generacin sin familia nuclear, y 2) que la
importancia de una crece o cae con el crecimiento
o disminucin de la importancia de la otra.
Si desarrollamos esta lnea interpretativa,
llegamos a la observacin de que las genera-
ciones, en sentido propio, no pueden ser defi-
nidas prescindiendo de la familia, sino que
encuentran en las relaciones familiares (de
filiacin y parentela) su criterio distintivo res-
pecto al concepto ms extensivo de generacin
como grupo de edad, en sentido demogrfico
(cohorte) o histrico (que puede incluir hasta
padres e hijos, en cuanto testimonios o actores
de eventos histricos vividos conjuntamente).
Recientemente, Claudine Attias-Donfut resu-
mi el debate mediante la individuacin de
cuatro definiciones de generacin: genealgi-
ca, histrica, demogrfica, sociolgica.
16
Ella
observa que persiste una confusin en el uso
del trmino que mezcla el sentido de cohorte y
el de filiacin. Siguiendo otros autores (como N.
Ryder y D. Kertzer), esta autora se inclina a la
solucin de limitar el uso del trmino generacin
a su sentido de filiacin y utilizar el trmino de
cohorte para designar un conjunto de personas
Einaudi, Turn, 1989, vol. 4, pp. 557-563.
16
Brevemente delineamos las definiciones de gene-
racin: a) genealgica: una relacin de filiacin y un
conjunto de personas clasificadas de acuerdo con esta
relacin; b) histrica: un periodo histrico correspondien-
te a la duracin de la renovacin de los hombres en
la vida pblica y medida por el espacio del tiempo que
separa la edad del padre de la del hijo; c) demogrfica:
un conjunto de personas que tienen aproximadamente la
misma edad, o sea una cohorte en sentido demogrfico; d)
sociolgica: un conjunto de personas que tienen aproxima-
damente la misma edad cuyo principal criterio de iden-
tificacin reside en las experiencias histricas comunes
de las que deriva una visin comn del mundo (segn
el uso heredado de Mannheim) (cfr. C. Attias-Donfut,
de la misma edad.
En una contribucin reciente, tambin V. L.
Bengtson y W. A. Achenbaum llegan a la conclusin
de que deberamos usar los trminos de cohorte
y de grupo de edad para referirnos a aquellos
individuos que han nacido aproximadamente en el
mismo periodo y que, por lo tanto, experimentan
eventos ambientales o histricos especficos en un
momento comn en su curso de vida individual.
En tanto, deberamos usar el trmino generacin
primordialmente para identificar el orden de
descendencia de acuerdo con el rango de los
individuos dentro de las familias.
17
No obstante, esta lnea resulta, desde mi pun-
to de vista, no del todo satisfactoria. sta limita
excesivamente el concepto de generacin al
interior de la descendencia familiar y, de esta
manera, al interior del sistema parental con sus
usos y costumbres subculturales. En una sociedad
que interviene cada vez ms en los vnculos
familiares intergeneracionales, la generacin es
progresivamente influenciada por cuanto ocurre
en la esfera pblica, en particular por el welfare
state, en la definicin de lo que es propio de
cada edad del ciclo vital. Es necesario revisar
el concepto de generacin a la luz de estas
interferencias.
En concreto, con los dos grandes enfoques
apenas mencionados se llega a aclarar que el con-
cepto de generacin en sentido propio (generation)
no puede ser confundido con los conceptos de
cohorte (cohort), grupo de edad (age group) y
unidad generacional (en el sentido especfico de
Mannheim). Estos trminos son distintos en cuanto
que, aunque se refieren a los mismos individuos,
los ven desde puntos de vista diferentes (vase
figura 1). Si queremos comprender sus conexio-
nes y distinciones, y as acceder a un concepto
de generacin sociolgicamente ms adecuado,
debemos dar un paso adelante.
Figura 1. Significados del trmino generacin
Trmino popular Trmino ms exacto
Operacionalizacin del concepto
Debemos disolver una ambigedad de fondo,
presente en el concepto de generacin usado
en el lenguaje comn, una ambigedad que ha
crecido en lugar de clarificarse en los ltimos
decenios. Una generacin es entendida ya sea
como descendencia (en sentido antropolgico) ya
sea como grupo de edad (en sentido histrico).
1. gene-
racin
2. gene-
racin
3. gene-
racin
4. gene-
racin
cohorte (generacin
en sentido demo-
grfico)
grupo de edad
(generacin en sen-
tido histrico)
unidad generacional
(Mannheim)
generacin en sen-
tido sociolgico
Conjunto de los
nacidos en un mis-
mo ao o en un
intervalo de aos
(en general pocos)
Una cohorte de N
aos vista como un
grupo social
Un subgrupo de edad
que produce y gua
movimientos socia-
les y culturales
El conjunto de aque-
llos que comparten
una posicin respec-
to a las relaciones
de descendencia (o
viceversa), es decir,
de acuerdo con la
sucesin biolgica y
cultural, relaciones
que son socialmente
mediadas (por la
sociedad)
Gnrations et ages de la vie, PUF, Pars, 1991).
17
Cfr. V.L. Bengtson, W.A. Achenbaum (eds.), The
changing contract between generations, Aldine-de Gruyter,
Hawthorne N.Y. 1993; para la operacionalizacin vase:
D.J. Mangen, V.L. Bengtson (eds.), The measurement of
La mayor parte de las investigaciones de la
literatura ms reciente han privilegiado deci-
didamente el segundo polo (hablan de los jve-
nes, de los adultos, de los ancianos, o subgrupos
de ellos), remitiendo de manera indirecta, a
veces slo implcita o incluso nula, al primero
(el familiar) Pero si nos quedamos solamente
con esta acepcin, terminamos por reducir el
concepto de generacin al mbito estrictamente
histrico (correspondiente en la figura 1 al grupo
de edad y, en particulares condiciones, al de
unidad generacional en el sentido que propone
Mannheim).
Para decirlo brevemente, se ha producido
una literatura de corte histrico y literario
sobre las generaciones, que ha hecho corto
circuito con la familia. Se comprenden bien
las razones de ello considerando tambin el
cuadro demogrfico cambiado, caracterizado
por una bajsima fecundidad (pocos o ningn
hermano, pocos o ningn primo). El resultado
ha sido el de no ver ms las generaciones en
sentido sociolgico-antropolgico. En su lugar,
han subentrado generaciones concebidas
como colectividades de individuos que expe-
rimentan uno o varios eventos histricos
significativos.
Con dificultad y gran fatiga, las revistas de los
ltimos aos han hablado de los muchachos del
89 o de los muchachos del 92, y todava hoy
buscan a toda costa alguna seal simblica de
su existencia. Han credo o creen identificarlos
en el hecho de que organizan alguna manifes-
tacin de protesta en la escuela, o porque
adoptan un nuevo tipo de consumo, o nuevos
juegos, o porque recurren a alguna nueva forma
considerada de desviacin o de violencia. En
realidad, quien observa las generaciones en este
modo permanece en el interior del cuadro de la
modernidad, del que he hablado. La generacin,
ms que reconocida, es construida por los
medios masivos a travs de la produccin de un
imaginario colectivo. Quien todava adopta este
punto de vista no comprende que, entendidas en
el sentido de sujetos histricos (o sea, de acuer-
do con una acepcin de origen decimonnico),
las generaciones simplemente han desaparecido.
Qu hacer entonces con este concepto?
Muchos reconocen que tenemos necesidad
de un trmino que sea algo ms sustancial que
el demogrfico (cohorte) y algo menos exigente
que el de clase o movimiento social, pero no van
ms all en la formulacin de un nuevo enfoque.
Podemos preguntarnos algo ms preciso y,
sobre todo, adecuado, de cuanto est ocurriendo
a las generaciones en nuestra sociedad?
Hacia un enfoque relacional
Mi propuesta es pasar a una tercera y distinta
lnea interpretativa. Propongo releer las
generaciones, ms bien pensar por generaciones
en sentido relacional. Qu quiere decir sto?
Para comprenderlo, primero debemos tener
claro el cuadro del proceso histrico, y despus
analizar cmo cambia el sentido sociolgico de
lo que hace a una generacin.
En las sociedades primitivas y antiguas,
las generaciones estn como contenidas
unas en otras, en crculos concntricos que
reproducen la memoria histrica sin cambios
relevantes en el paso de una a otra. Hay,
en efecto, ritos de paso muy rgidos. Una
generacin toma literalmente el puesto de la
otra porque entra por debajo de ella en todo y
por todo, reproduciendo un orden social en el
cual las generaciones son equivalentes a los
grupos de edad. Este orden hace coincidir las
generaciones intrafamiliares con los grupos
de edad en las estructuras sociales. Con
el cristianismo, en Occidente se rompe la
identificacin de la familia con la parentela, y
entre sta y el orden social. La expresin los
dos sern una sola carne se convierte en un
modelo generacional que prev la separacin
respecto a la familia-parentela. Eso no quiere
decir que las nuevas generaciones reprodu-
cirn el orden societal preexistente. En la
sociedad medieval, con el concepto del amor
corts (nacido alrededor del siglo XIV), inicia
un proceso que la sociedad moderna llevar
a su mximo desarrollo: las generaciones
comienzan a identificarse ya no ms con la
parentela, sino con su posicin al interior de
la familia nuclear y se separan con el
alejamiento de las parejas respecto a las
familias de origen. Obviamente, estas
parejas estn todava dentro de la parentela,
porque la costumbre social persiste durante
bastante tiempo, pero el modelo cultural ya
ha cambiado. Las generaciones nacen ahora
dentro de la parentela nuclear. Las distintas
familias nucleares, de origen y de procrea-
cin, mantienen relaciones significativas de
intercambio y solidaridad entre ellas. Pero el
punto que quiero subrayar es que estas relacio-
nes externas, a distancia, entre familias
nucleares de la misma parentela, son objeto
del creciente inters y regulacin por parte
de la esfera poltica (el Soberano, el Estado).
Al inicio de esta regulacin inspirada en la
voluntad y prcticas de un difundido control
social se mantiene un referente normativo
fuerte, el modelo tradicional de la familia
como parentela extendida, en la cual pre-
cisamente son definidas las generaciones.
Pero despus las cosas cambian. Desde el
momento en que las familias se han nuclea-
rizado, las generaciones que en ellas nacen
se vuelven cada vez ms subsumibles al
control pblico, ms que al control privado
de la parentela. El proceso crecer de manera
cada vez ms rpida desde el siglo XVIII hasta
hoy, y particularmente en el ltimo siglo con
el welfare state. Las generaciones, como se ha
dicho, son cada vez ms definidas tambin des-
de y en la esfera pblica.
Con la sociedad posindustrial, o mejor, pos-
moderna, el proceso experimenta un nuevo sal-
to de calidad. Para decirlo brevemente, crece
la mediacin que la sociedad ejercita sobre las
relaciones generacionales, y esta mediacin
introduce una mezcla de control y de puesta
en fluctuacin de las mismas relaciones gene-
racionales.
Nuestra sociedad introduce caos y fluctua-
cin, tanto en transmisin generacional intra-
familiar como en la esfera pblica donde es
definido el status social ligado a la edad. Por un
lado, la familia se vuelve el campo disturbado
en el que las generaciones pueden nacer y morir
segn el estilo de vida familiar. Por el otro, las
relaciones entre generaciones estn tambin
por el fenmeno apenas mencionado, cada
vez ms sujetas a la intervencin pblica. El
Estado y todas las otras agencias colectivas
buscan controlar el mbito privado de las
relaciones generacionales. Pero, por el modo
en que operan, terminan por acrecentar lo
que podemos llamar una suerte de confusin
generacional, inevitable aun cuando se quiera
humanizar el mbito familiar.
Ahora, mucho ms que ayer, las generacio-
nes se definen tanto dentro como fuera de la
familia. Incluso se constituyen precisamente
en las relaciones entre estos dos mbitos, con
sus respectivos sistemas de valores, normas,
regulaciones de distinto tipo. Un tiempo se
era hijo o padre en la familia, y se era en
estrecha analoga tambin en la sociedad.
Hoy, esta correspondencia se ha roto. Pero, se
puede ser padre (o hijo) en la familia y no en
la sociedad? Se puede ser padre (o hijo) en
familia cuando en la sociedad ste trmino ya
no tiene algn sentido, o cambia de tal manera
su significado que se vuelve irreconocible en
el mbito de la familia? Esto es lo que ocurre
hoy, cuando el smbolo de padre y de hijo es
traducido en el de un supuesto adulto y de un
supuesto joven. Qu decir entonces de quien
es padre a los 18 o 20 aos, o bien de quien es
hijo teniendo 50, 60 o 70 aos?
Son estos desplazamientos los que obligan a
definir una generacin en relacin con vnculos
familiares y con la posicin en la sociedad
con base en la edad. He aqu, por tanto, cmo
cambia el sentido sociolgico de una genera-
cin.
Generacin, en sentido
relacional, es la descendencia/
ascendencia familiar, mediada
por las relaciones sociales
externas a la familia
Generacin, en sentido antropolgico, es el
conjunto de quienes comparten una posicin
respecto a las relaciones de descendencia (o
de ascendencia), esto, es de acuerdo con la
sucesin biolgica y cultural (vase figura
1). Pero dado que, desde el punto de vista
sociolgico, crece la mediacin de la esfera
pblico-colectiva sobre tales relaciones, las
generaciones adquieren hoy un significado
distinto.
En la perspectiva de la sociologa relacio-
nal, la generacin es el conjunto de personas
que comparten una relacin, aquella que liga
su colocacin en la descendencia propia de la
esfera familiar-parental (esto es: hijo, padre,
abuelo, etc.) con la posicin definida en la
esfera societal con base en la edad social (es
decir: de acuerdo con los grupos de edad: jve-
nes, adultos, ancianos, etc.). Debemos hablar
de hijos jvenes, de hijos adultos, de hijos
ancianos, lo mismo que de padres jvenes, de
padres adultos, de padres ancianos. Debemos
hablar de abuelos jvenes, de abuelos adultos,
de abuelos ancianos. Estas son las nuevas
generaciones, que se esconden detrs del
complicado entramado de generaciones que
ha sido creado por nuestra sociedad por primera
vez en la historia.
18
El entramado de generaciones se vuelve pro-
blemtico cuando el status familiar, ligado a
la descendencia flucta y as tambin lo hace
el status social atribuido a los individuos en
cuanto miembros de un grupo de edad en la
sociedad (vase figura 2).
Una generacin de jvenes no es una gene-
racin si no se la considera por los padres que
tiene. Del mismo modo, una generacin de hijos
no es una generacin si no se observa con relacin
a cmo la sociedad define y trata la condicin
de los jvenes, en cuanto fase especfica del
curso de vida al cual se atribuyen determinados
modelos socioculturales. Las dos cosas deben
estar correlacionadas, porque la constitucin de
una generacin depende de la interaccin entre
el status-rol que es asignado en la familia con
base en las relaciones procreativas y el status-rol
que es atribuido por la sociedad con base en la
edad.
Figura 2. La generacin como relacin
entre status en la familia y status
en la sociedad
papel familiar papel %
ligado a la generacin social atribuido
descendencia / en sentido por la sociedad a
procreacin sociolgico los individuos
en cuanto grupo
de edad
(el entramado
(flucta) de generaciones (flucta)
se vuelve problemtico)
Las generaciones se definen mirndose
intergenerational relations, Sage, Newbury Park, CA, 1988.
18
Para una visin ms precisa de dicho entramado,
cfr. P. Donati, Il malessere generazionale della famiglia:
dove va 1intreccio fra le generazioni?, en P. Donati (comp.)
Quarto rapporto Cisf sulla famiglia in Italia, Edizioni S.
una a otra, tanto en la familia como a travs
de ella, tanto en la sociedad como a travs de
ella. Para decirlo brevemente, una generacin
tiene un sentimiento fuerte o dbil de la propia
identidad dependiendo del grado de fortaleza
o debilidad de su identidad familiar. Pero ello
ya no puede suceder ms si no es a travs de
una mediacin potente de la sociedad externa,
econmica, poltica y cultural. Los entramados
familiares llevan a generaciones a ser ms o
menos significativas, tambin a desaparecer,
pero esto ocurre cada vez ms dependiendo
de cmo la sociedad estratifica las posiciones
sociales con base en la edad.
Para comprender el nuevo
malestar generacional
se necesita verlo tanto desde
el lado interno de la familia
como desde el lado externo.
Sobre todo, la generacin vuelve a manifestarse
en la familia, por ella, mediante ella. Si dos
personas, una de 20 aos y otra de 40, se
relacionan a su edad biolgica e histrica, se
encuentran muchas diferencias. La distancia es
inalcanzable, porque el cuerpo, las experiencias
y las vivencias a los 20 y 40 aos son
necesariamente diversas. Sus vicisitudes hist-
ricas no son comparables (y aqu tiene fortuna
el concepto de Mannheim). Digamos entonces
que son dos generaciones distintas. Pero, lo
decimos porque tienen respectivamente 20 y
40 aos o porque son padre e hijo?, y en el caso
que fueran hermanos qu cambia?
No hay duda de que en las investigaciones
de los ltimos decenios, y an hoy, prevalece
la simple referencia a la edad biolgica y
social. La relacin que liga a las dos personas
es vista del todo como irrelevante. Se habla
comnmente de los muchachos de 20 aos o
de los adultos de 40 aos y se conforma as
una generalizacin que prescinde del hecho de
que tengan alguna relacin familiar, de padre/
hijo o de hermandad, etc. Precisamente el hecho
de olvidar las relaciones que los individuos tie-
nen entre s, en cuanto se considera slo su
edad (biolgica y social), vuelve del todo insa-
tisfactorio el concepto actual de generacin.
No podemos entender qu sucede en sus
relaciones sociales y culturales si ignoramos
la mediacin familiar que cada uno de ellos
tiene en cuanto generado/generante. Si se la
ignora, se vuelve ms apropiado hablar de
generaciones como meros grupos de edad.
Pero cuando hablamos de la generacin de
los jvenes de 20 aos o de los adultos de 40
a quin nos referimos? Hoy se puede ser o
padre tanto a los 20 aos como a los 40 de
manera ms difundida, y sobre todo culturalmen-
te ms indiferente, que ayer. Ayer era aceptado
socialmente (y legtimo jurdicamente) gene-
rar hijos en un cierto intervalo temporal,
que hoy ha cambiado. En algunos sentidos
se ha vuelto ms vinculante (por ejemplo, la
edad legal para poder contraer matrimonio
ha sido elevada a los 18 aos) y en otros
menos vinculante (no nos sorprende ya tanto
el hecho de que una persona sea padre a los
60). Este fenmeno no era frecuente en las
sociedades pasadas, en las cuales la edad para
el matrimonio y para el nacimiento del primer
hijo era prevista en un intervalo ms definido,
ms rgido, menos variable. La irrelevancia de
la edad para convertirse en padre salvo los
lmites biolgicos reproductivos de la mujer
ha crecido en forma desmedida. Qu sentido
tiene hablar de una generacin de padres
cuando se puede serlo desde los 18 hasta los
70 aos? Evidentemente no tiene ya sentido.
Para ser ms precisos, en la identificacin de
una generacin necesitamos ms criterios: el
de la edad biolgica debe ser conjugado con el
de la edad social, ello en referencia tanto a la
posicin en la familia como a la que se ocupa
en la sociedad.
Un padre de 20 aos no es como uno de 60,
aunque ambos sean padres, porque su coloca-
cin en los grupos de edad en la sociedad
es totalmente distinta. La generacin es la
relacin, el nexo entre descendencia familiar
y edad social. Eliminar una u otra de estas
connotaciones lleva a modificar el sentido
de generacin quirase slo como unidad
histrica (si es definida slo por la edad)
quirase slo como grupo de descendencia
(si se define slo por la relacin de filiacin,
en el caso de que venga a menos el criterio de
la edad). Para tener una generacin en sentido
sociolgico se requiere combinar (relacionar!)
la edad histrica (incluyente de la biolgica,
por ejemplo 20 aos, pero contextualizada por
la referencia a la fecha del nacimiento, por
ejemplo, los nacidos en 1950 o en 1975) y
la relacin de descendencia. No basta una u
otra. Es ah, en su nexo, que yace el sentido
sociolgico de esa generacin.
Necesitamos aqu hacer una consideracin
que puede resultar un poco extraa, pero que
es muy instructiva. El concepto en cuestin
tiene, desde su origen, un carcter de hbri-
do: en efecto una generacin nace dentro
y fuera de la familia, tiene dos padres
que son de especie distinta. Lo que es una
generacin, y ello con base en lo que es
identificada, tiene vnculos y referencias que
estn en dos lugares generadores diferentes:
la familia y la sociedad externa a la familia.
Este carcter de hbrido, actualmente aparece
acentuado. La produccin generacional, ms
que dar vida a una formacin gentica estable
y reproductiva, permanece en una tensin
carente de capacidad regenerativa. Si uno de
los dos polos generadores fuese eliminado,
una generacin sera definida slo por uno de
los dos lugares (o lados) de los cuales toma su
consistencia. Pero este hecho nos remitira a la
sociedad premoderna (en la que la generacin
slo es familiar, porque la sociedad coincide
en gran parte con la tribu o el clan), o a aquella
tpicamente moderna del pasado (en la que la
generacin es un hecho pblico, en cuanto que
coincide con un grupo de edad visto como cate-
gora, clase social o movimiento social).
La observacin instructiva que se puede
hacer es que el proceso de hibridacin va
paralelo con un carcter reticular emergente
de las generaciones ms recientes. Quizs esta
naturaleza de hbrido cada vez ms reticular
explique cmo y por qu las generaciones se han
vuelto cada vez ms inasibles y, cmo los hbri-
dos en general, muestran reducidas o nulas
capacidades de reproducirse.
Para que una generacin no sea ms un hbri-
do, y s un tejido de relaciones significativas
que d consistencia a una experiencia histrica
generadora, se requiere que la trama de relacio-
nes tenga un orden simblico especfico.
En lnea general, las generaciones pueden
ser definidas horizontal o verticalmente, de
acuerdo con los cdigos simblicos pblicos
o privados, en relacin con los ciclos de vida
individuales o familiares. Vemos aqu cmo el
debate actual se encuentra todava polarizado
en la eleccin de una de estas alternativas.
Comnmente la eleccin es: una generacin
es un grupo horizontal, segn los cdigos
simblicos pblicos, en referencia a los ciclos
de vida individuales. De ello resulta claro
de dnde viene el concepto tpico moderno
de generacin. En la perspectiva sociolgica
relacional, en cambio, se necesita mantener
unidas estas distintas alternativas, y observar
que las generaciones son una combinacin
relacional de todas estas dimensiones o aspectos,
no una contraposicin de ellas o exclusin
recproca. Pueden tambin excluirse, pero slo
desde puntos de vista particulares y solamente
en ciertas condiciones. Normalmente, estas
dimensiones estn en relacin entre s.
Segn la perspectiva relacional, las genera-
ciones se convierten en una matriz de relaciones
latentes,
19
ms que en una matriz preestruc-
turada, en cuanto que se forman, si se forman,
sobre la base de un entramado hoy cada vez
ms contingente de relaciones familiares-
parentales sobre las que inciden eventos,
fuerzas, causas tanto internas como externas
al sistema familiar-parental y que estn en
relacin entre s.
El entramado generacional se vuelve
fecundo si y slo si mantiene conexiones
significativas entre el tiempo de la familia
(con su contexto) y el tiempo de la sociedad
(con sus mbitos variados y diferenciados). De
otra forma, realidad familiar y generaciones
histricas (entendidas como grupos de edad)
van por su cuenta, volvindose la trama menos
gestionable, ms conflictual, incapaz de
combinar continuidad y discontinuidad.
Podemos hoy pensar la sociedad
y la familia por generaciones
en un modo que ninguna
otra poca histrica
lo ha hecho.
La sociedad est hecha de generaciones que se
confrontan entre s, y cambian su identidad a
travs de la familia y redefinindola.
Por un lado, cambia la dimensin de la trans-
misin cultural en sentido vertical, o sea, el
balance entre factores de la continuidad y
de la discontinuidad en la cultura familiar.
La transmisin familiar permanece como
principio y de hecho esencial, pero se
vuelve necesariamente ms problemtica y
ms interactiva en todas las direcciones.
Tambin los hijos interpretan!, y reaccionan
respecto a los padres. Si bien es verdad que los
padres procrean a los hijos, es igualmente cierto
que los hijos vuelven (para no decir, hacen) a
su vez padres a quienes los procrearon, o los
cran a travs de interacciones cotidianas y la
experiencia humana vital que ellos vehiculan.
Se puede generar o ser generado en modos
distintos, pero ningn ser humano puede
volverse tal si no tiene esta experiencia. Por
el otro lado, cambian los parmetros con
base en los cuales es definida la edad social,
es decir; las expectativas, las normas, las
representaciones, los estilos de comportamiento
atribuidos por la sociedad al individuo sobre
la base de un criterio temporal, cundo
debe entrar o salir de los papeles sociales
extrafamiliares. Los cambios de estos parme-
tros tienen evidentes repercusiones sobre las
posiciones y, por lo tanto, sobre los sistemas
de valores, las expectativas, las normas que
Paolo, Cinisello Balsamo, 1995.
19
Cfr. M.W. Riley, The family in an aging society: a
matrix of latent relationships, in Journal of Family Issues, 4,
regulan la vida de las generaciones dentro de
la familia.
Entre los dos polos en que se despliega el
sentido de una generacin se pone el problema
de algn tipo de correspondencia. Se habla, a
este respecto, de un nuevo pacto generacio-
nal. La literatura sobre el argumento est
retornando como moda, sin que se sepa bien
en qu consisti el viejo pacto (la deuda
filial tradicional?, el viejo orden jurdico
de las relaciones entre padres e hijos?, qu
otro?). Prescindiendo de ello, nos debemos
preguntar: en qu sentido podemos hablar de
un pacto entre las generaciones?
Es cierto, los padres no piden permiso a los
hijos para generarlos y los hijos no eligen a los
padres, al menos los naturales. En la esfera
familiar, un pacto tambin implcito puede
hacerse slo cuando los hijos hayan alcanzado
cierta madurez. Es en este sentido que surgen
hoy un nuevo espritu pblico y una legislacin
correspondiente, para delinear nuevas posibili-
dades gracias a los desarrollos de estas relaciones
en el curso de vida de las generaciones. Pero,
quin decide en mrito a qu y de acuerdo
a cules criterios? Parece que todos quieren
tener voz sobre este punto, mientras las gran-
des ausentes son precisamente las generaciones
interesadas.
En la esfera pblica, extra-familiar, se
puede hablar de un pacto entre generaciones,
pero en otro sentido, no ya interpersonal sino
impersonal: con referencia justo a los grupos
de edad (jvenes, ancianos, etc.) que negocian
sus expectativas recprocas y eventualmente
distribuyen y redistribuyen entre s los recursos
materiales e inmateriales. Pero aqu se nece-
sitan los representantes de estas generacio-
nes, que no estn; entonces se ven los lmites
de la teora del contrato entre generaciones,
que tambin se remonta al siglo XIX.
Podemos hablar de un pacto generacional
slo dentro de ciertos lmites y de condiciones
no fciles de satisfacer. En primer lugar, tanto
para el pacto intrafamiliar como para el extra-
familiar, y por lo tanto, en modos del todo
distintos, hay premisas no contractuales del
contrato que deben ser explicitadas. Estas premi-
sas tienen que ver con la confianza y atencin
recprocas. En segundo lugar, la teora contractual
debera diferenciar los dos mbitos, el societal
(en el que, como ejemplo en las relaciones entre
empleador y trabajadores, los contrayentes son
actores colectivos, en principio annimos), y el
familiar (en el que, por la peculiaridad de la
relacin padres-hijos y, ms en general, entre
ascendientes y descendientes, la figura del con-
trato tiene una naturaleza distinta y por ello es
bastante delicado su manejo).
Hoy, la idea de un pacto generacional
est relacionado sobre todo al proceso
de pubblicizzazione de las relaciones
intergeneracionales, en la familia y en la
sociedad. Aqu est lo delicado del problema, en
la ptica de las reglas que deben introducirse.
El contrato entre generaciones debe tener
cuenta el hecho de que los sujetos contrayentes
tienen entre ellos particulares relaciones de
mundo vital (vnculos recprocos directos) que
no son fcilmente sujetables a reglas artificiales
y abstractas. Es necesario especificar bien el
sentido, los actores y los contenidos de este
pacto, de otra forma, alguno paga los costos o es
engaado. Es lo que hoy ocurre, especialmente
en lo que concierne a los hijos en la esfera
familiar, y en cuanto a los nios y los jvenes
en la esfera pblica.
Puede ser til, para tal fin, tener una
imagen del problema en juego. El problema
consiste en el hecho de que la reciprocidad
intergeneracional ya no est limitada al interior
de la familia-parentela, como suceda en las
sociedades ms simples, sino que se convierte
en un complejo de relaciones que se juegan a)
en la lnea familiar-parental, b) en las relacio-
nes entre nuevas generaciones y sociedad (con
sus distintos mbitos extra-familiares), y c) en
las relaciones entre las generaciones as como
son definidas en el sistema familiar y las gene-
raciones as como son definidas en la sociedad
(vase figura 3).
En las sociedades ms simples la
reciprocidad intergeneracional est, en gran
parte, limitada dentro de los confines de la
familia-parentela de la comunidad que la
rodea. Los hijos reciben poco de la sociedad
ms amplia y poco le dan a cambio, tambin
porque la sociedad, que est ms all de la
familia-parentela mantiene escasas relaciones
con esta ltima.
Figura 3. Cambios en la reciprocidad
intergeneracional
Sociedades Sociedades
ms simples ms complejas
Con economa Con economa
principalmente principalmente
familiar y local nacional e internacional
Sociedad sociedad
Padres y parientes Padres y parientes
(a) (a) <-(c)-> (b)
hijos hijos
inversiones
retornos

(a) flujo familia-hijos
(b) flujo sociedad-nuevas
generaciones
(c) intercambios entre (a) y (b)
En las sociedades ms complejas, la
organizacin social externa a la familia-
parentela se desarrolla y promueve nuevos
intercambios con los hijos, los cuales, por lo
tanto, reciben y deben dar cada vez ms fuera
del mbito familiar.
Al inicio, la familia constituye el paradigma
del intercambio tambin en la esfera pblica
(se habla, en efecto, de familia pblica), de
acuerdo con el criterio cada uno de acuerdo
a sus capacidades, a cada uno segn sus
capacidades. Pero conforme los intercambios
se desarrollan, ya no sucede as. Se incorporan
otros principios de intercambio. En general, se
trata de principios de mercado o de solidaridad
social, que pueden tomar diferentes formas.
La sociedad, de hecho, se diferencia a su
vez en tantas esferas: mercados de distinto
tipo, asociaciones, comunidades secundarias,
formas de lo privado social.
La consecuencia de esto es que cada nueva
generacin, tanto de hijos como de padres, tiene
ms problemas que antes, porque se encuentra
en un sistema de intercambios cada vez ms
complejo. Existe el riesgo de no entender qu
es lo que se debe dar, a quin, y cunto. No se
sabe qu es justo recibir, de quin, y cunto. En
la ausencia de un claro sistema de relaciones
cooperativas entre familia y sociedad, es decir,
de un cuadro comn de referencia entre familia,
mercado y Estado, la posicin de los jvenes
puede volverse dramtica. Ya hoy vemos sus
sntomas de debilidad y de esquizofrenia.
Necesitamos, adems, considerar el hecho
de que los tiempos de sustitucin generacional
en la familia y en la sociedad (en sus distintas
esferas, desde los sectores industriales hasta de
servicios) son cada vez ms distintos: la familia
tiene necesidad de tiempos largos (plurigenera-
cionales), precisamente cuando la sociedad abre-
via, como hoy ocurre, la sustitucin generacional
en un cierto sector productivo, de intercambio o
de servicios. En el mundo del trabajo, las gene-
raciones se desgastan en tiempos ms breves.
Por el contrario, hay esferas sociales en las cuales
ocurre lo contrario: por ejemplo, en la escuela;
los tiempos de sustitucin generacional de
los alumnos (y de sus familias siguen ritmos
mucho ms acelerados que aquellos que tocan
la sustitucin generacional del cuerpo docente.
Se ponen aqu problemas enormes de una cierta
armonizacin o, cuando menos, de vinculacin.
Las generaciones tienen un ciclo
de vida propio?
En el ltimo decenio se ha desarrollado mucho
una sociologa de los cursos de vida indivi-
duales, que ha sustituido la sociologa del
curso de vida familiar, en cuanto ha hecho
prevalecer la idea de que la fragmentacin y
la explosin (el pluralismo) de las formas
familiares eran tales (y son todava hoy), que se
haca cada vez ms impracticable el concepto
de ciclo de vida de la familia como tal.
Tal vez ha llegado el tiempo de revisar esta
premisa. Se puede hacer poniendo en relieve
que, por cuanto sea del todo legtimo hablar
de cursos de vida individuales, una sociologa de
las generaciones no puede prescindir de una
sociologa del curso de vida de la familia, no
obstante que esta ltima necesite revisarse.
Iniciemos viendo cmo se modifican hoy los
ciclos de vida individuales y familiares, para
despus enfrentar la cuestin del ciclo de vida
generacional.
El ciclo de vida individual. El ciclo de vida
personal ha sufrido profundas modificaciones,
tanto por el alargamiento de la vida media,
como por las nuevas modalidades con las que
la sociedad trata las fases o estados particu-
lares del ciclo de vida.
La fase infantil se ha vuelto ms rgida, por-
que se ha vuelto ms normal para el nio entrar
a la escuela desde temprana edad. La esco-
larizacin de la adolescencia se ha prolongado
ulteriormente. Las modalidades de socializa-
cin hasta la segunda adolescencia reflejan
cada vez menos los cnones de una cultura
tradicional, y cada vez ms se asemejan a los
de una realidad virtual.
El aprendizaje en las primeras fases de la vida
es ms rpido, pero tambin ms superficial.
Es un aprendizaje siempre abierto a re-
visiones. La familia, en estas fases, se siente
impotente respecto a la influencia de las agen-
cias externas (la televisin, la escuela, los gru-
po de pares). La estructura de los diarios de los
muchachos (tanto los ntimos como los de escue-
la) revela enormes alteraciones en sus mapas
cognitivos y simblicos. En efecto, tales diarios
no tienen ya una connotacin narrativa de tipo
histrico, no son el desarrollo de hechos y rela-
ciones que cambian en el tiempo y tienen sus
historias; sino que la escritura del diario se
vuelve como la del video, hecho de imgenes y
de spots, o como la de una computadora, cuyos
archivos se mueven hacia adelante y hacia atrs
y as anulan el tiempo. Cada vez ms, para la
gran parte de los muchachos, los eventos de
su vida no estn en una conexin narrativa
e histrica, sino que aparecen y desapa-
recen aqu y all como las imgenes de
una pelcula sin trama. Deberamos decir:
precisamente como una generacin carente de
argumento, o donde la trama, como en muchos
cartoons japoneses, est dada precisamente
por el conflicto entre padres e hijos.
Al llegar a la primera adolescencia, no hay
ritos de paso a la edad adulta. La edad modal
a la cual el individuo deba casarse ha desapa-
recido. Encontrar un trabajo es cada vez ms
problemtico. Es necesario adaptarse a una
sociedad competitiva y agresiva. El ingreso a
la edad adulta se retrasa.
La permanencia en las fases adultas se
prolonga a su vez ms que en el pasado
y no es claro cundo se pasa a la edad
anciana. Las mismas edades para la pensin
son extremadamente variables. Suponiendo
que se haya formado una familia, en ella se
encuentran ayudas que no obstante son cargas
generacionales y viceversa.
Tambin la edad anciana es ms variable.
Se comienza a distinguirla como primera,
segunda y tercera vejez. La tendencia es a
establecer parcelas y a especializar las subfa-
ses del ciclo de vida, como para la infancia y
la edad adulta. El proceso de diferenciacin
va en camino, pero no ocurre lo mismo
con los aspectos de integracin entre estas
fases y subfases del ciclo de vida, que no
encuentran puntos de contacto ni conexiones
significativas. Las transiciones son cada vez
ms difciles, tambin porque en la sociedad
hay poco que ayude a elaborarlas. La sociedad
moderna impulsa a cada generacin, en
particular a los jvenes,
20
a hacerse o a
arreglrselas solos en el paso de una fase
de vida a la otra.
La familia debera desempear aqu algn
papel, pero no puede hacerlo, porque no se
dispone de un sistema cultural que en alguna
forma sincronice lo cultura familiar con cuan-
to sucede en la sociedad. La sociedad ofrece
ms obstculos, barreras e interferencias que
ayudas.
El ciclo de vida familiar. La familia tiene su
propio ciclo vital si se considera que nace, crece
y muere como familia.
La familia nace con la pareja y se concreta
cuando decide casarse. Las convivencias o unio-
nes libres pueden ser transitorias, pensadas
precisamente como fases experimentales hacia
esa meta. Cuando una pareja decide no casar-
se, permaneciendo en unin libre, decide
anteponer la individualidad al vnculo comn.
La pareja estable y, por lo tanto, la familia,
se forma hoy despus de un periodo de
aprendizaje, en promedio, ms largo que en el
pasado. En parte, esto refleja la incertidumbre
de las condiciones de vida del ciclo de vida
individual, en parte nuevos modelos culturales
en las relaciones entre los sexos y, ms en
general, en los estilos de vida. Es muy difcil
decir en qu medida han sido elegidos y en
qu medida forzados. Los mismos individuos
tienen una escassima conciencia de esta
diversidad, ya que el sentimiento comn es
una mezcla de uno y del otro.
La familia crece ya sea por el nmero
de sus componentes o por las exigencias de
relativa funcionalidad que encuentra en su
desarrollo.
Bajo el aspecto de la pareja, la familia
vive hoy menos tiempo que antes. Esta es
una contradiccin aparente. Los individuos
aumentan la amplitud del ciclo de vida, pero
la familia lo reduce, por el hecho de que el
fin de una familia est hoy ms que ayer
marcado por la separacin y por el divorcio.
Por lo tanto, las familias se multiplican, y lo
hacen reproduciendo una red intrincada de
relaciones, en las cuales, en apariencia, no
hay ms un modelo de familia. La realidad
es diversa, especialmente cuando hay hijos.
En este caso, si la familia puede romper la
unin conyugal, difcilmente puede romper
la relacin parental. O mejor, hoy la sociedad
presiona para que la segunda sobreviva, incluso
cuando la primera ha terminado. Por ello, las
generaciones persisten, incluso acrecentan
su importancia bajo este aspecto, no obstante
la fragmentacin de las parejas, cualquiera
que sea el motivo. Cuando no es as, es
decir, cuando se rompe tambin la relacin
parental, por ejemplo con la fuga o ausencia
del padre, se difunde la familia con uno solo
de los padres, que es generalmente la madre
(en Italia, sin embargo, no hay que exagerar
la importancia de estas formas familiares,
1984, pp. 439-454.
20
Vase la hermosa investigacin histrica de J.
Modell, Into ones from youth to adulthood in the U.S.
1920-1975, University of California Press, Berkeley-Los
ngeles, 1989. Cfr. F. Cribier, Les gnrations se suivent
et ne se rassemblent pas: deux cohortes de nouveaux
retraits parisiens de 1972 et 1984, en Annales de
en las cuales viven slo el 4.5% de los hijos
de entre 0-14 aos).
21
El nmero de hijos
que no conocen al padre o que despus de
la separacin o divorcio no lo ven ms o slo
raramente, est en aumento. Pero en Italia no
se llega an a las dramticas cifras de otros
pases europeos, como Dinamarca, el Reino
Unido y Francia.
22
La familia, en todo caso,
tiene una fase descendente de su ciclo de
vida mucho ms complicada y conflictual que
antes, cuando cesaba con la muerte de uno o
de ambos cnyuges.
Persiste en todo caso, la tendencia, des-
pus de la separacin o el divorcio, a recons-
tituir una familia y, por lo tanto, a retomar el
ciclo familiar en otra fase del curso de vida
individual. Esto sigue siendo cierto, no obs-
tante que en Italia los separados y divorciados
muestren una cierta reticencia para comenzar
otro ciclo familiar, es decir, para reintegrar
una familia.
El aspecto ms nuevo, consiste aqu en el
carcter particularmente problemtico de las
relaciones generacionales. No tenemos siquie-
ra los trminos lingsticos para designar a las
nuevas situaciones, las nuevas relaciones, que
se determinan en los casos de ruptura y recons-
titucin de las familias.
El ciclo de vida de las generaciones. Tienen
las generaciones su propio ciclo de vida? La
pregunta puede parecer bastante aventurada
y hasta sin sentido. Pienso, en cambio, que la
pregunta tiene sentido y tiene un contenido
instructivo. Tiene sentido porque el ciclo de vida
generacional, aunque refleje en algn modo los
desarrollos de los ciclos individuales y fami-
liares, por analoga con la secuencia orgnica
crecimiento-estabilizacin-declinamiento,
presenta tambin una dinmica propia y aut-
noma. La pregunta es instructiva porque ayuda
a entender en qu sentido y medida nuestra
sociedad favorece o inhibe el surgimiento de las
generaciones como generaciones evolutivas,
las cuales no estn ya estrechamente liga-
das a la idea de una secuencia ms o menos
fija de crecimiento-estabilizacin-declino, sino
que adquieren un paquete diverso de grados
de libertad en cada fase de su proceder y
se definen relacionalmente porque hacen
nuevas elecciones, y deben encontrar nuevos
modos de adaptacin, adems de otro estilo
de vida mediante compensaciones y adquisi-
ciones. Tales elecciones, en particular como
adquisiciones, ya no son relegadas a una sola
fase determinante, la de la infancia-juventud,
sino que se vuelven significativas a lo largo
de la existencia, aun cuando ya se ha tenido
una experiencia laboral o familiar. Al punto
que tambin las generaciones ancianas se
diversifican ao con ao, en cuanto a sus
capacidades para adoptar nuevos estilos de
vida ms activos.
23
Al final, esta nueva visin
de las generaciones implica y conduce a una
nueva antropologa humana, que se aleja de las
formulaciones rgidas del pasado (en particular
de la tayloriana).
Si vemos a la generacin definida como grupo
de edad segn sus relaciones de ascendencia/
descendencia, vemos notables modificaciones
respecto al pasado.
La generacin de los hijos menores de
edad hoy aprende mucho ms rpido que
las precedentes, por el mayor bombardeo
informativo a que est sometida. Pero es
tambin ms probable que pierda los valores
Vaucresson, nm. 30-31, 1991, pp. 181-197.
21
Cfr. Istat, Il mondo dei bambini, Indagine multiscopo
sulle famiglie, nm. 9, Roma, Istat, 1994, cap. 1.
22
Cfr. Conseil de LEurope, Evolution dmographique
rcente en Europe, 1993, Estrasburgo, 1993.
23
Cfr. F. Cribier, Les gnrations se suivent et ne
se rassemblent pas: deux cohortes de nouveaux retraits
parisiens de 1972 et 1984, en Annales de Vaucresson,
o las actitudes adquiridas en una cierta fase
mucho ms rpido que antes. Ello porque,
si en el pasado la socializacin era lenta y
repetitiva, hoy es ms rpida pero tambin est
ms sujeta a la obsolescencia. La transmisin
socializadora por parte de los padres, en
general, todava es buena, pero ms en el
aspecto de la transmisin de las actitudes
que de los valores.
24
La fase temporal en la que una generacin
transmite su influencia cultural a otra sucesiva
se contrae. Un tiempo duraba prcticamente
toda la vida. Hoy, una generacin puede
transmitir su influencia a la sucesiva slo por
un tiempo cada vez limitado. De aqu tambin el
sentido de su precariedad.
De manera diversa a la de un tiempo, cuan-
do el declinamiento fsico y motivacional era
dado por descontado, era visto como natural;
la sociedad de hoy propone, en cambio, otro
modelo generacional: las generaciones pue-
den no slo declinar menos rpidamente,
sino tambin hasta reaprender sobre la
marcha un modo de vida en una edad
biolgica ms avanzada. De aqu la mayor
precariedad, pero tambin el mayor dinamismo
de las generaciones.
Las generaciones se contraen respecto al
tiempo medio de la era industrial (entre el siglo
XVIII y la segunda posguerra). Su ciclo de vida
temporal sufre turbaciones debido al hecho de
que las necesidades, como las tecnologas y los
medios para satisfacerlas, cambian no slo cuan-
titativamente sino tambin cualitativamente en
intervalos temporales cada vez ms breves. Los
sistemas econmicos ya no estn organizados
sobre un tiempo plurigeneracional, como en
las economas agrcolas tradicionales, y tampoco
sobre el tiempo de una generacin, como en
la sociedad industrial moderna, sino sobre un
tiempo infrageneracional, es decir, inferior al
de una generacin en sentido antropolgico (esto
es, como pura descendencia familiar).
25
Cmo reacciona la familia a todo esto? La
familia sigue siendo un factor importantsimo
de mediacin. En efecto, es crucial ya sea para
el aprendizaje en las primeras fases del ciclo
de vida generacin (una generacin no puede
formarse y crecer si no tiene, en los padres, un
punto de confrontacin), ya sea como contexto
y carga funcional que da el imprinting a la fase
adulta de una generacin, tanto como colchn
nm. 30-31, 1991, pp. 181-197.
24
Algunas investigaciones, tambin en Italia, avanza
en la tesis segn la cual el paso (passaggio) de los valores de
los padres a los hijos es ms alto de lo que comnmente se
cree. Esta tesis es, desde mi punto de vista, problemtica.
Los datos de la investigacin emprica son contradictorios.
Es necesario ponerles atencin. El paso cultural de
padres a hijos se refiere ms a las atteggiamenti que a
los valores (cfr. por ejemplo L.E. Thomas, Generational
discontinuity in beliefs: an exploration of the generation
gap, en The Journal of Social Issues, vol. 30, nm. 3,
1974, pp. 1-22; V.L. Bengtson, The generation and family
effects in value socialization, en American Sociological
Review, vol. 40, nm. 3, 1975, pp. 358-371). Pongo un
ejemplo para entendernos: la fidelidad sexual en las
relaciones de pareja es un valor pero si se pregunta a los
padres-adultos y a los hijos-jvenes en qu medida creen
en la fidelidad sexual probablemente se encontrar una
semejanza en los porcentajes de respuesta; eso nos puede
llevar a una inferencia errada: esto es, se puede confundir
la atteggiamento positiva hacia la fidelidad sexual, pero
efectivamente pasa de padres a hijos, con el valor
de la fidelidad sexual, que puede tener un sentido del
todo distinto para las diversas generaciones. Por ejemplo,
puede significar estabilidad monogmica para toda la vida
conyugal, o bien fidelidad slo hasta que una relacin (ya
entendido como provisorio) que perdura (el primero es
prevalente en las generaciones ms ancianas, el segundo
entre las ms jvenes). Evidentemente una cosa es la
ateggiamento hacia la fidelidad, otra cosa es el valor.
Es necesario verificarlo uno y otro o distintamento y no
confundirlos.
25
Cfr. Martini, La famiglia e i tempi brevi lunghi dell
para retardar, calmar o en todo caso hacer
menos penoso y difcil el declinamiento.
En suma, si en el pasado el ciclo de
vida de una generacin estaba fijado por la
sociedad a ritmos ms lentos y a bajo contenido
informativo, con la sociedad avanzada el ritmo
se vuelve ms acelerado (las generaciones se
forman ms rpido y antes de cuanto suceda
en otro tiempo), pero tambin ms provisorio,
sin seales de paso (cada fase del ciclo de vida
se vuelve obsoleta antes de lo que ocurra
en otro tiempo) y, por lo tanto, ms proclive
hacia la crisis y a la regresin cultural. Puede
la familia modificar esta tendencia? Ella sola
evidentemente no. No puede poner remedio a
los riesgos de que una generacin se precipite
en la regresin cultural, cuando los contenidos
transmitidos por la sociedad han sido ms
hbiles, inciertos, y abiertos a un nmero ms
amplio y variable de opciones. Sin embargo,
sin la familia, la regresin es ms fcil. En
todo caso, en donde disminuye la importancia
de la familia, la regresin cultural es mucho
ms probable.
De aqu la posibilidad de estudiar la pro-
pensin a ciertos comportamientos (como el de-
seo de tener hijos o la propensin al suicidio)
en una generacin respecto a otra, y respecto
a las distintas fases del ciclo de vida de cada
una de ellas.
La familia, tanto por estructura como por
estilo de vida, permanece como un factor
evolutivo discriminante de la capacidad de
innovacin y de adaptacin cultural de una
generacin respecto a otra. Es precisamente
por esto que, sociolgicamente, no se puede
hablar de una generacin sin referencia a la
familia.
Lo anterior se ve claramente si se hace un
anlisis del ciclo generacional distinto con base
en el contexto familiar en la sociedad actual.
Los hijos de familias muy pobres o marginales,
por ejemplo, tienen un perfil del ciclo de vida
generacional que se asemeja mucho al de las
generaciones de hijos de incluso ricas, propias
de una sociedad tradicional precedente a la
nuestra: una gran estabilidad en los ritmos
y lentitud en los cambios. En el opuesto,
las familias ms dotadas econmicamente y
culturalmente, producen generaciones que
en la medida tienen un ciclo de vida
bastante ms articulado, diferenciado, rico en
cambios y oportunidades (por lo tanto, aqu
hay tambin mayor capacidad de sustitucin
de las elites de la sociedad). En medio hay
una cantidad diferenciada de generaciones,
cuyo ciclo de vida refleja la diversa capacidad
de adaptacin de las familias en las que los
individuos han crecido o viven. Por ejemplo,
las familias con uno solo de los padres
producen generaciones particulares bajo
el aspecto de los comportamientos y del
sistema de valores y actitudes de los hijos,
los cuales presentarn signos ms marcados
de incerteza en sus orientaciones (el grado
de estas variaciones depende del hecho de
haber encontrado ms o menos otros referentes
significativos adems de la madre). No es una
casualidad que hoy se observe un fenmeno
nuevo: la tendencia de los hijos de padres
divorciados, generalmente criados con la
madre, a reconocerse como una generacin
particular y a reunirse en grupo cuando
llegan a la edad adolescente o de la primera
juventud. Ellos sienten con una particular
sensibilidad su condicin generacional de
hijos de padres divorciados.
Para sintetizar. i) Las generaciones tienen
un ciclo de vida propio que es diverso segn la
condicin familiar experimentada por quienes
la componen y la hacen un sujeto social. Vemos
cmo lo vertical de la generacin (la des-
cendencia) condiciona lo horizontal (la expe-
riencia histrica comn de una simple cohorte o
grupo de edad). ii) A su vez, las diversas formas
familiares producidas por una generacin
han influenciado la capacidad de adaptacin
cultural de las generaciones descendentes (de
filiacin sucesiva). En el paso de una gene-
racin a otra se puede generar progresividad
o regresividad en las capacidades
generacionales.
No se pueden comprender los cambios gene-
racionales sin tener en cuenta la mediacin
familiar que influye sobre el ciclo de vida de
una generacin. La familia es uno de los ms
potentes mediadores de las diferencias gene-
racionales, si no es que el ms importante,
aunque no veamos cmo se ejercitan estas
influencias.
No se pueden comprender los cambios actua-
les si no los vemos a travs de los que se
dan en los ciclos de vida individuales,
familiares y generacionales. Pero es cierto
tambin lo contrario! Los tres ciclos estn
interrelacionados entre s, y se condicionan
mutuamente. Pongamos el ejemplo de la etapa
posadolescencia. Algunos se preguntan: es
una nueva fase del ciclo de vida individual,
familiar o generacional? Evidentemente es
una nueva fase de los tres tipos de ciclos,
aunque en modos distintos.
Es individual en cuanto chicos y chicas
experimentan una condicin existencial que no
tiene precedentes en las generaciones adultas
y ancianas, es esta una fase de la vida en la
que la madurez fsica y sexual, junto a la legal,
no es acompaada del sentido de seguridad y
de autonoma, que debera caracterizar su
papel en la familia y fuera de ella. Es fami-
liar en cuanto que el grupo familiar debe
elaborar normas ad hoc para un individuo
que ya no es adolescente, pero todava no es
un joven plenamente responsable, aunque
legalmente es mayor de edad. Es generacional
en cuanto que muchos (aunque no todos) hijos
de ciertas familias comparten esa condicin,
derivable de una semejanza de contextos y de
experiencias de vida y tienen su visibilidad
en la sociedad.
La posadolescencia no puede ser compren-
dida sino como una construccin altamente com-
pleja de factores que remiten a estos tres tipos
de ciclos de vida. Vemos entonces por qu fen-
menos como la familia del posadolescente o
bien la familia en otras fases del ciclo de vida,
como la familia de los abuelos jvenes, son
una novedad histrica.
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