El Club Del Escrilector 1 - Incomprendidos

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EL CLUB DEL ESCRILECTOR N.

Esta pequea gran obra surge de la estrecha colaboracin de Blackie Books con sus lectores. A raz de la publicacin de la novela Cuando tena cinco aos, me mat, de Howard Buten, comenzamos a recibir recuerdos infantiles, ms cmicos o ms traumticos pero siempre tiernos, en nuestra pgina de Facebook. Esta es una seleccin con algunos de los mejores. Incomprendidos es el primero de los fanzines del Club del Escrilector, o, dicho de otro modo, la primera muestra de lo que sucede cuando los lectores quieren escribir y tienen muchas cosas que contar.

Incomprendidos

blackiebooks.org

44 recuerdos infantiles de los lectores de Blackie Books inspirados en Cuando yo tena cinco aos, me mat, de Howard Buten

EL CLUB DEL ESCRILECTOR N. 1

El Club del Escrilector es un proyecto del Comit Blackie Idea original: Comit Blackie Conceptualizacin y desarrollo: Comit Blackie Diseo: Setanta, www.setanta.es Impresin: Derra Impreso en Espaa de los textos: los escrilectores de Blackie Books de las ilustraciones: Cristbal Fortnez de la edicin: Blackie Books, S.L.U. Calle Esglsia, 4-10 08024 Barcelona www.blackiebooks.org [email protected] Todos los derechos estn reservados. Queda prohibida la reproduccin total o parcial de este libro por cualquier medio o procedimiento comprendidos la reprografa y el tratamiento informtico, la fotocopia o la grabacin sin el permiso expreso de los titulares del copyright.

Incomprendidos
44 recuerdos infantiles de los lectores de Blackie Books inspirados en Cuando yo tena cinco aos, me mat, de Howard Buten

EL CLUB DEL ESCRILECTOR N. 1

Introduccin, por Gianni Rodari Si tiramos una piedra, un guijarro, un canto, en un estanque, produciremos una serie de ondas concntricas en su supercie que, alargndose, irn afectando a los diferentes obstculos que se encuentren a su paso: una hierba que ota, un barquito de papel, la boya del sedal de un pescador... Objetos que existan, cada uno por su lado, que estaban tranquilos y aislados, pero que ahora se ven unidos por un efecto de oscilacin que afecta a todos ellos. Un efecto que, de alguna manera, los ha puesto en contacto, los ha emparentado. Otros movimientos invisibles se propagan hacia la profundidad, en todas direcciones, mientras que el canto o guijarro contina descendiendo, apartando algas, asustando peces, siempre causando nuevas agitaciones moleculares. Cuando nalmente toca fondo, remueve el limo, golpea objetos cados anteriormente y que reposaban olvidados, altera la arenilla tapando alguno de esos objetos y descubriendo otro. Innumerables eventos o microeventos se suceden en un brevsimo espacio de tiempo. Incluso si tuviramos suciente voluntad y tiempo, es posible que no furamos capaces de registrarlos todos. De forma no muy diferente, una palabra dicha sin pensar, lanzada en la mente de quien nos escucha, produce ondas de supercie y de profundidad, provoca una serie innita de reacciones en cadena.

No pasa nada, hijo, no llores susurr. No estoy llorando dije yo. Ya soy un chico mayor. Pero lloraba. Entonces pap me dijo que cada da muere alguien y nadie sabe por qu. As son las reglas del juego. Despus se fue abajo. Yo me qued sentado en la cama. El tiempo pasaba y pasaba. Dentro de m haba algo que no andaba bien, lo notaba en el estmago y no saba qu hacer. As que me tumb en el suelo. Estir el ndice y me lo llev a la cabeza. Y dobl el pulgar. Y me mat. Cuando yo tena cinco aos, me mat, HOWARD BUTEN

GUILLERMO OTANO

Una vez siendo cro, en plena misa, sal al pasillo central de la iglesia y se me ocurri gritar Estis todos locos!... Se hizo un silencio. Mi madre en ese momento no saba dnde meterse, media iglesia me miraba, le miraba a ella... Era tan pequeo que no recuerdo si se limit a taparme la boca como pudo o me sac de all en un acto de lucidez. Todava me lo recuerdan mis primos en las comidas familiares. *
SAMUEL VALIENTE

A m me dio por escribir, en una libreta y por orden, los nmeros. As, sin lmite. Los nmeros. Por suerte, cuando toc pasar del 1099 al 1100, me equivoqu y puse, ansioso de m, 2000. En cuanto me di cuenta del error varias las despus decid que no vala la pena seguir. Y entonces me convert en un nio normal que vea Son Goku en lugar de escribir nmeros en libretas. *
JORGE HIDALGO

Principios de los ochenta, me mud de Madrid a un pequeo pueblo de Crdoba. Pleno invierno y yo vea que todos los nios tenan los puos de colores. Asomaban por debajo de las mangas de los jerseys. Meses despus, al enterarme de que eran los pijamas me sent idiota e incomprendido por el fro que yo pasaba mientras el resto se llevaba de casa el calor de la cama.

ANDREA VALDS

Fui a la Alhambra y me cabre porque nadie saba decirme dnde estaban los muebles. Se ve que estaba cansada y llor a vena hinchada. *
PAULA ALONSO

Yo, de pequea, me enamor. *


CRISTINA VIDAL

Me enamor profundamente de scar Gmez. l iba un curso por debajo del mo, aquel ao hice todo lo posible para repetir curso y poder ir con l a clase... Al nal lo consegu, me hicieron repetir! Pero mis padres decidieron cambiarme de colegio. *
LIDIA CANALS

Tena cinco o seis aos. Eran los das previos a Carnaval y yo ya tena mi disfraz escogido. Cada vez que les preguntaban a mis amigos de qu se disfrazaran, ellos contestaban que de Superman, de indio, Doraemon... y la gente contestaba: Qu bonito estars! Ya lo tienes todo?. Pero cuando yo deca mi disfraz nadie deca nada. El caso es que yo iba diciendo que me disfrazara de puta mala. Y sola aadir: Ser una puta malaaaa uuuuuh. Y claro, nadie me deca nada. En mi cabeza yo no lo entenda, porque confunda bruja con puta.

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ANDRS CID

Cuando era pequeo, mi abuela tena un cordero al que me encantaba ir a visitar. Un da tuvimos una comida familiar en su casa, as que yo corr a verlo, pero no estaba. Cuando pregunt por l me dijeron que se lo haban vendido a Norit para hacer sus anuncios. Por cierto, aquel da comimos una carne exquisita. Me senta un incomprendido al no entender por qu mi hermano mayor se rea cada vez que me vea todo ilusionado y pasmado con el anuncio de Norit. Con lo orgulloso que estaba de mi corderito. Encima lo vea en una tele que segn mis padres explotaba si la vea ms de dos horas seguidas. No entenda por qu haban comprado una tele tan mala. *
MARA JOS GRACIA

Mi padre cazaba cuando yo era pequea, y cuando llegaba a casa traa un saco con preciosos conejitos... muertos! Yo me pona tristsima y el resto de mi familia se rea. Entonces me sentaba debajo de la mesa del comedor y pegaba mocos en aquel techo que me serva de refugio para mi incomprensin, tal vez como una forma de venganza. Hace poco descubr que mi sobrino de ocho aos tambin colecciona sus mocos en una cajita de madera. *
MIRTA CARO TARPEN

Rob un patito en el mercado. Un pato con mecanismo, ya que si le apretaba el pescuezo abra el pico y sacaba la lengua. Mi madre insista en que eso al pato le molestaba, pero yo prob a apretarme el cuello y sacar la lengua y no dola. Nadie entenda que mi mayor pena fuera cuando se rompi, pues ya no funcionaba.
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CARME MORGENDORFFER

Con cuatro aos me encontr un perro invisible, lo llevaba de paseo con su cuerda invisible y le pona su comida invisible favorita. Las cacas no se recogan porque, obviamente, eran invisibles. Al entrar en las tiendas o restaurantes le obligaba a meterse en mi bolsillo, para que no se perdiera. Pero un da desapareci sin ms, creo que la culpa fue ma por dejar de pensar en l. Muchos aos ms tarde un chico me dijo que haba estado cuidando de mi perro pero era todo mierda cutre para ligar. *
IRENE FIGUERAS

A los cinco aos mis padres me contaron que haban clonado a una oveja y que en un futuro se podran clonar humanos. Me entr la paranoia de que me iban a clonar, y nunca quera comer chicle ni usar cubiertos ni vasos para comer para que nadie cogiera mi saliva y me clonara. *
CRIS BIRKIN

Una vez en primero de EGB fui al bao y me di cuenta de que llevaba las bragas al revs. Se lo dije a mi amiga Inmaculada y ella se encarg de aclararme que ese tipo de despistes causaban la muerte. Volv corriendo a la clase y le cont llorando a la seorita Celia que me iba a morir por llevar las bragas al revs.

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MARKEL RINCN

Una de las primeras veces que jugu al escondite se la quedaba mi padre. Empez a contar y me dijo: Venga, Markel, escndete donde no te vea!. Yo cerr los ojos muy fuerte y me qued plantado en el sitio. Nunca llegaron a entender que mi escondite era genial. *
MARA LENCINA

Nadie entenda por qu me gustaba desayunar berberechos. *


SEBASTIN VILLANUEVA MACAS

Piensa en otra cosa, y vers como se va el miedo, me deca mi madre. Cmo podr irse el miedo?, pensaba yo, si est esperando a que apagues la luz y salgas de la habitacin para salir de debajo de mi cama. *
MARA VILAR PALOP

De pequea me daba por irme de casa cuando me senta ofendida. Yo pensaba que mis fugas eran bastante largas, pero mi madre dice que duraban escasos minutos y siempre estaba a la vista. Una vez dej una nota que deca: Alomejor me boy de casa. Quieren que me tome la bichisuas.

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GUILLERMO MADROAL

Yo me esconda bajo el mueble de la tele para que el seor del telediario no me viese. Me intentaban convencer de que l no me vea... y yo s que me vea. *
MARA FERNNDEZ LVAREZ

De pequea me dedicaba a chupar las paredes de mi casa y mis padres me miraban raro. *
MARTA MARQUINA

Haba veces que mis padres me decan que no podan comprarme un caprichito mo porque no llevaban dinero. Y yo les deca que tranquilos, que la dependienta seguro que les daba dinero (son los cambios que dan las cajeras; no regalan dinero, desgraciadamente). Y si no, les deca que furamos al banco a sacar dinero (tambin, por arte de magia, metes unos nmeros y te da todo el dinero que quieres). Mi padre tambin me haca el juego de sacarme cosas de las orejas. As que iba a mi padre y le deca que me sacara dinero de las orejas.

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SERGIO GONZLEZ PERAL

Tendra cinco aos y acompaaba a mi padre al cajero automtico. En el cajero de al lado haba una nia de mi edad acompaando a su padre. La nia de repente se me acerc y me dijo al odo: Si le das al botn rojo del cajero, explota el mundo. El padre de esa nia termin de sacar dinero y se fueron. Y all me qued dndole vueltas a lo que la nia me acababa de desvelar. Pasaron aos en los que cuando acompaaba a mis padres al cajero solo pensaba una y otra vez No le des al rojo, al rojo no. *
RODRIGO RUBIO

Me gustaba jugar al Tragabolas yo solo. Era un juego en el que haba que ser cuatro para jugar. Un montn de bolas en el centro y cuatro hipoptamos a los lados. Le dabas a una palanca y el hipoptamo que se coma ms bolas triunfaba. Siempre ganaba yo. *
YESS ENIGMATIK

Durante un tiempo cre que en el polo sur los animales y las personas estaban al revs y lo hacan todo boca abajo. Trat de imaginarme lo difcil que sera vivir as. Cmo lo hacan? Por aquel entonces haba otra cosa que nadie comprenda y a da de hoy ni siquiera yo entiendo. Todos los nios vean dibujos mientras que mi programa favorito era Agenda Inmobiliaria: me pasaba una hora y media o dos mirando casas casi todos los das y me saba de memoria las que me gustaban, el precio, las habitaciones que tenan...

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EMMA FERNNDEZ

Yo me senta absolutamente incomprendida cuando vea que los mayores no se sorprendan al ver hablar a los animales en los dibujos animados y que no se extraaban tampoco, en los mismos dibujos, que a las personas solo se les vieran las piernas. Nunca salan enteros! *
LUCA ALONSO

Cuando caminbamos durante mucho tiempo, y me cansaba, me quejaba de que me dola el suelo. Mi familia se rea y me correga: Ser que te duelen los pies. Yo negaba e insista. No entenda por qu s te podan doler los zapatos pero no el suelo. *
MARTA BORRAZ

Con tres aos llevaba gafas y parche. Mi madre me compr unas gafas ltimo modelo de color rosa. Cuando salimos de la ptica y de camino a casa en el seiscientos, le dije a mi madre que las gafas me daban calor. Ella no me hizo caso, as que me las quit y las tir por la ventanilla. Cuando llegamos mi madre me pregunt por las gafas y le dije: Me daban calor. *
PAULA GONZLEZ

Dnde va la comida que ingerimos? Mi mente razon que, lgicamente, se iba acumulando desde los pies a la cabeza. Lgicamente, los bajitos estaban condenados a morir antes. As que le dije un da a la ms alta de mis primas, y mi favorita: Qu bien que t vas a tardar muchsimo en morirte.
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IRENE POSTIGO SNCHEZ

De pequea, con unos siete u ocho aos, yo era la nia ms alta de la clase. Esa que en las fotos de grupo le saca cabeza y media al resto. Nadie me entenda cuando, al decirme que dejara de encorvarme todo el da (Te saldr chepa y te pondrn un cors!), yo responda que lo haca para poder escuchar lo que los dems decan. *
PABLO CRESPO

De pequeo, en la playa, mi hermano y mis primos mayores me hacan el vaco durante un rato, como si no me conocieran de nada... Pero t quin eres, nio? Djanos en paz que no te conocemos de nada. An lloro al recordarlo. *
KIKE CHERTA

Mi madre era una hippie. Pantalones acampanados, pelo cardado y porros. Yo vea a las madres que salan en televisin, tan emperifolladas y tan perfectas, y no entenda nada. Para m, la madre ideal era la seora Vinuesa, nuestra vecina, una mujer gorda con collar de perlas y las uas pintadas de rosa. Cuando nos la cruzbamos en el ascensor, yo la miraba relamindome. Le imploraba a mi progenitora: Pero es que no puedes ser un poco ms como ella? Qu te cuesta pintarte las uas y los ojos y los labios y empolvarte entera?. Mi madre se rea. Mi padre, otro hippie, se rea. Sus amigos fumetas se rean. Yo me dorma enfurruado, nadie me entenda, y soaba con una madre de verdad.

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MARCEL VARGAS PREZ

Fui criado por mi abuela en ausencia de mis padres. Recuerdo que con tres aos me daban un bao y me ponan en la acera, en un corral para que me diese el sol. Justo a esa hora sala a trabajar un vecino que viva dos portales ms arriba del nuestro, y que al pasar por mi lado me frotaba la cabeza mientras me deca: Qu grande est mi muchacho. Despus de varios aos, charlas, terapias, y unos cuantos ataques de histeria de la esposa de dicho vecino, a quien llamaba ta, ya que a mi madre s que la conoca, consiguieron convencerme de que l no era mi padre. *
ANNA FERRER ALBERT

Durante mucho tiempo albergu la sospecha de que mis padres eran en realidad un par de androides enviados para matarme. Saba que, si los pillaba desprevenidos y consegua demostrar que no eran humanos, tendran que abandonar la misin y mi vida ya no correra peligro. As que un da me acerqu a mi madre y, tan casualmente como pude, le ped que se desenroscara la cabeza. *
DANIEL J. HANSEN

A mis padres no les gustaban los Beatles. Hasta los doce pens que era adoptado.

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ENRIQUE BARCO

En el colegio de monjas al que fui haba una monja igual que Robert de Niro. Yo intent compartirlo entre mis compaeros de clase pero nadie saba quin era. *
ARIADNA CEBRIN

Yo me imprim una foto de Woody Allen de la Encarta 95 y me la pegu en el armario. Y otra de Dennis Hopper (por Super Mario Bros). Mi hermana no entenda nada. *
SAL IBEZ

Me senta incomprendida porque a nadie de mi entorno le gustaban Hroes del Silencio. *


IRATXE ARSUAGA

Me fastidiaba cumplir aos en diciembre y que mi mejor amiga cumpliera en enero... Todo el ao esperando mi cumpleaos para alcanzarla en edad y al cabo de unos pocos das ella era otra vez un ao mayor que yo!!! *
TOO SORIA

Jugbamos al ftbol con latas, botellas, garrafas, cualquier cosa digna de patada. Pero luego llegaban los mayores con un baln y nos quitaban el campo. Ni la profe nos defenda.
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J.C. AVECILLA

Cuando descubr que el hombre haba llegado a la Luna, me puse a llorar por los angelitos, aplastados por un cohete. *
TATIANA POGGI

Me encantaba hacer vasitos con barro y hierba de mi jardn, revolverlo todo bien con un palo y luego comrmelo. Delicioso. *
JULIN QUIJANO

De pequeo haca asociaciones muy extraas que, para m, tenan un carcter absoluto e incontestable. Asociaciones absurdas que ningn adulto comprenda. Uno tena que elegir entre jamn dulce o queso y eso lo dena como persona, por ejemplo. Yo era de jamn y tard mucho en comer queso por culpa de esto. Entenda tambin que el elefante y la jirafa eran como marido y mujer. No haba elefantes hembra ni jirafas macho. Elefante y jirafa. Muchas cosas as que decoraban un mundo ridculo pero riguroso. Ahora han pasado los aos y estas asociaciones me demuestran que uno nunca es del todo nio ni del todo adulto. *
NATALIA PIA DINA

Cuando me gustaba mucho la comida que me haca mi madre yo le preguntaba qu llevaba el plato para estar tan bueno. Ella siempre me responda que le echaba polvitos de cario. Me pas media infancia buscando los polvitos de cario por toda la casa imaginndome el atracn que me dara al encontrarlos.
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ALEJANDRA SMITS

De pequea elabor un catlogo en el que inclua los diferentes pedos posibles. An ahora, siempre s quin se ha tirado el pedo, ojo! (Me lo callo, no pretendo ridiculizar a nadie.) *
LAURA VIQUEIRA

Yo siempre haca el smbolo de la victoria con tres dedos en vez de dos. As tena una victoria doble. TOTAL!

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Me acuerdo...

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Incomprendidos es el primer libro del Club del Escrilector. Compuesto en tipos Caslon, se imprimi en los talleres Derra en enero de 2014. La tirada, limitada y nica, fue de 997 ejemplares.

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