Clientelismo Politico y Semiclientelismo PDF
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BArbArA Schrter*
Resumen: El artculo examina las definiciones del concepto de clientelismo para proponer una defi nicin universal. En primer trmino, se consi de ran diferentes subtipos de clientelismo que explican su capacidad de adaptarse a circunstancias cam bian tes. Luego, se extiende el concepto a partidos po lticos clientelares, su forma de organizacin y sus estrategias para ganar elecciones.
Abstract: This article examines definitions of the concept of clientelism seeking for a universal definition. The author begins by considering different sub-types of clientelism that explain their capacity to adapt to changing circumstances. She then extends the concept to clientelar political parties, their forms of organization and their strategies for winning elections.
Palabras clave: clientelismo, partidos polticos clientelares, compra de voto, patronazgo. Key word: clientelism, clientelar political parties, vote buying, patronage.
l fenmeno del clientelismo es un fantasma. A primera vista es invisible, pero se supone que est presente en todos los lados. Tiene muchas caras, pero nadie sabe exactamente cul es su apariencia, as que con los rumores cada quien inventa un aspecto nuevo. Finalmente es percibido como algo negativo. Vive o est muerto? O nada ms cambia de lugar o de vestido? Nadie lo sabe, pero cada quien inventa un aspecto nuevo del fantasma. As que existen muchas definiciones de varias disciplinas acadmicas la antropologa, la sociologa, la ciencia poltica, la economa para definir el fenmeno. El resultado es que difcilmente se logra comunicar algo sobre el fenmeno. Aun en este artculo no se quiere proponer una definicin nueva de clientelismo para no ampliar el espectro con una ms, pero
1 Agradezco los comentarios de Andreas Schedler, Hans-Joachim Lauth, Anne Sieberer, Octael Nieto Vzquez e Ixchel Cruz a versiones anteriores de este artculo. * M.A. en Ciencias Polticas, Universidad de Tubinga, Alemania. Doctorante de la Universidad de Wrzburg, Alemania; doctorante visitante en el Centro de Investigaciones y Docencia Econmica (CIDE), Mxico D. F. Temas de especializacin: ciencia poltica comparada de Amrica Latina, partidos polticos, elecciones, sistemas polticos, democracia teora de las instituciones. Direccin: Wittelsbacherplatz 1, 97074 Wrzburg, Alemania; correo electrnico: <[email protected]>.
D. R. 2010. Universidad Nacional Autnoma de Mxico-Instituto de Investigaciones Sociales. Revista Mexicana de Sociologa 72, nm 1 (enero-marzo, 2010): 141-175. Mxico, D. F. ISSN: 0188-2503/10/07201-05.
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intil. Ms bien se intenta revisar la bibliografa existente y proponer una definicin de clientelismo que pueda servir a todas las disciplinas acadmicas a captar el fenmeno.
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patronazgo desde arriba, por el punto de vista del patrn. El trmino pa tronazgo se usa sobre todo para una forma especial de clientelismo que se en foca en el intercambio de recursos pblicos. Patronazgo significa la pre ferencia o discriminacin irregular de personas o grupos de personas fami liares, tnicas u otras en la regulacin del acceso a un cargo pblico, o bien del servicio de un cargo pblico (Pritzl, 1997: 60).6 La particularidad de la nocin patronazgo resulta en que el patrn tiene acceso a recursos pblicos o puede abusar de su posicin en un cargo pblico.7 Por lo tanto, patro naz go slo es un tipo de clientelismo, porque en el clientelismo no necesariamente se tienen que cambiar recursos pblicos entre patrn y cliente.8 Existen varios estudios sobre el tema del clientelismo los cuales an no usan una definicin universal. Ya sea que amplen la nocin de modo que explica todo y en consecuencia nada, ya sea que la nocin se reduzca al in tercambio asimtrico. Weber-Pazmio (1991) intenta un acercamiento al concepto evaluando crticamente la bibliografa existente hasta el ao 1991. Sobre esta base, disea cinco dimensiones de clientelismo: clientelis mo estructural (quin?), clientelismo funcional (qu?), clientelismo cuali ta tivo (cmo?), clientelismo social (dnde?) y clientelismo cultural (cmo?). A partir de 1991, sin embargo, comenzaron a publicarse innumerables estudios respecto al tema, as que el concepto debe ser revisado de nuevo. Como los estudios ms recientes no se orientan por una definicin universal, en su lugar se propone el siguiente concepto de clientelismo: es el in ter cambio de bienes y servicios por apoyo poltico y votos.9 Dado que intenta resolver problemas de distribucin y mediar entre intereses diversos, siempre es poltico. Adicionalmente a esa definicin bsica, el clientelismo se caracteriza por ocho atributos: asimetra social de los socios, reciprocidad del intercambio y dependencia mutua, carcter personal, informalidad y voluntad limitada
convencin terminolgica, entiendo la relacin patrn-cliente como la unidad estructural mnima de sistemas clientelares (patronages) y entiendo el clientelismo como categora antepuesta, es decir, como la suma de sistemas clientelares legitimados culturalmente y obrando en mbitos sociales especficos (Weber Pazmio, 1991:10; traduccin simple). 6 Traduccin propia. 7 Piattoni (2001:5) apunta que la nocin patronage tiene una connotacin positiva en Gran Bretaa referindose a las relaciones orgnicas entre diputados y distrito electoral. En Europa y Estados Unidos la nocin tiene una connotacin negativa porque describe un instrumento de represin, o sea, el uso instrumental de posiciones de poder para la distribucin de trabajo, bienes, etc. As, se acerca a la nocin clientelismo. 8 Aunque los recursos, si no son pblicos, se recuperan por medios pblicos, por ejem plo, el candidato invierte dinero de su bolsa, y en caso de ganar, lo recupera en la adminis tracin. 9 Schedler (2004:57) lo llama subordinacin poltica.
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(Lemarchand/Legg, 1972: 151ss; Eisenstadt/Roniger, 1984: 48; Land 1977; Weber-Pazmio, 1991: 13; Kitschelt/Wilkinson, 2007).10 Los dos vnculos que explican esta relacin paradjica, por lo tanto, son confianza mutua y lealtad como caractersticas definitorias adiccionales.
LA eStructurA de cLienteLiSmo
Como ya se mencion en la definicin, los actores del intercambio son el patrn (la persona ms poderosa) y el cliente (la persona menos poderosa). La asimetra social de ambos socios hace referencia al control de los recursos a los cuales el patrn tiene un mejor acceso. La diferencia de poder entre las personas se basa ms en papeles adquiridos que en su estatus social real. Sin embargo, los clientes muchas veces son vistos como vctimas de la explotacin del patrn (Stokes, 2007: 8). Al principio de una relacin clientelar puede haber una idea caritativa. El patrn quiere cuidar a su cliente, y el cliente acepta la oferta porque desea ser cuidado y percibido (Auyero, 2000: 180).11 El patrn satisface las necesidades del cliente y representa sus intereses frente a terceros. Si no es capaz de organizar los recursos necesarios o si no dispone de los contactos necesarios, l mismo se convierte en un cliente y tiene que buscarse un patrn que sea capaz de satisfacer sus necesidades. As que el clientelismo se puede visualizar en el modelo de una pirmide que se forma en dadas patrn-cliente apiladas.12 Las barras hoLos atributos provienen de diversas definiciones de clientelismo. Para las diferentes descripciones del fenmeno clientelismo, vanse Eisenstadt/Lemarchand (1981); Eisenstadt/Roniger (1984); Weber-Pazmio (1991); Roniger/Gne-Ayata (1994). 11 El modelo patrn-cliente hace pensar en el modelo principal-agent de la investigacin sobre racional-choice. Se usa para el anlisis de la relacin entre el dirigente (principal) y el representante (agent), y sobre todo se refiere a contratos en los cuales una persona encarga a otra una actividad para ella (por ejemplo clientes y proveedores de servicios). En esta relacin, el dirigente traspasa al agent su potestad en la toma de decisiones, y ste, como representante, no slo tiene que velar por sus propios intereses, sino primordialmente por los intereses del dirigente. Comparado con una relacin patrn-cliente, la asimetra de los socios del intercambio se da al revs. En primer lugar, depende de la actuacin y de la lealtad del agent. En una relacin patrn-cliente en el mbito poltico, el ciudadano sera el principal y en consecuencia la persona ms poderosa. Mediante las elecciones le encarga al poltico como agent hacer poltica en favor de su inters. 12 Land est interpretando las relaciones patrn-cliente como una adicin a instituciones formales centrales de organizacin, interaccin e intercambio. Dyadic alliances are
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rizontales de la pirmide se encuentran en un mismo nivel (por ejemplo amigos y familiares). Por eso, los sistemas clientelares fomentan la competencia horizontal.
Clientelism is by its nature competitive. Clients attach themselves to patrons in order to gain some special advantage over others, at the same level in hierachy as themselves, in the contest for scarce resources. [] While the clientelist relationship itself is dyadic, the dynamic which creates it can thus only be understood in relation to a wider social structure (Clapham, 1982: 7).
La dada patrn-cliente puede ser extendida con una persona adicional a una trada clientelar, por el llamado broker.13 l acta como instancia de mediacin entre los intereses del patrn y del cliente, distribuye los bienes que el patrn pone a disposicin del cliente y al mismo tiempo est movilizando y controlando la contrapartida del cliente. Tiene la funcin de un gate-keeper que tanto para el cliente como para el patrn restringe el acceso al socio del intercambio (Graziano, 1983: 431). De manera ideal, es leal tanto al patrn como al cliente porque ambos socios tienen que confiar en su actitud. Sin embargo, ste no necesariamente tiene que ser el caso, dado que el broker es un tipo de empresario que gana por la mediacin.14 El objeto del intercambio entre patrn y cliente puede ser de bienes materiales o inmateriales. El patrn, con sus recursos econmicos, personales o poltico-administrativos, concede una proteccin material y segura en caso de una crisis. En esta funcin est usando su propiedad, su prestigio, su competencia, su autoridad y su poder de controlar puestos.15 Por ejemplo, pone a disposicin su tierra, departamentos; regalos como alimentos, ropa, herramientas, maquinaria domstica o material de construccin; crditos, ayuda financiera en caso de enfermedad o de accidente, licencias, etc. El cliente, en cambio, ofrece o bien servicios de trabajo, por
added to institucionalized relationships because the latter fail to fulfill certain needs (Land, 1977: xviii). Sin embargo, complica la distincin de la relacin clientelar y el andamio institucional (host) (vase Weber-Pazmio, 1991: 20). 13 Broker (ingls): agente, gestor, intermediario o tambin palanca, patrn intermediario, puente (Weber-Pazmio, 1991: 35). 14 Segn Weber-Pazmio (1991: 44) aun una relacin clientelar es una relacin de brokerage, porque el patrn juega el papel de mediador. En la bibliografa cientfica existen las dos posiciones: que el patrn y el cliente son categoras independientes o dependientes, en funcin de si los papeles son consideradas como separables o no-separables (vase Weber-Pazmio, 1991: 37ss). 15 La autoridad del patrn tiene que ser renovada por su sucesor.
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ejemplo trabajo campesino y conocimientos tcnicos o artesanales, o bien apoyo poltico a travs de su voto. Por el otro lado, tambin se pueden intercambiar bienes inmateriales: el patrn representa los intereses de sus clientes. Lo puede hacer en la forma de asuntos jurdicos y administrativos, la intermediacin de trabajo o cargos pblicos, o la representacin de intereses frente a terceros. A cambio, el cliente sigue a su patrn y le es leal. Sobre todo, tiene que garantizar la buena reputacin y el prestigio del patrn en la sociedad, buscar informacin o brindar apoyo poltico (p.e. en campaas electorales). Para la definicin de una relacin clientelar no importa si los bienes intercambiados son de naturaleza pblica o privada. El valor de los bienes clientelares intercambiados es subjetivo (Corzo, 2002:12). No obstante, siempre se trata de bienes que consolidan la legitimidad del patrn y el nivel de vida del cliente. Si no fuera as, la oferta de regalos electorales como gorras, playeras, bolsas, plumas, globos, etc., a cambio de votos tambin contara como intercambio clientelar (WeberPazmio, 1991: 52-53; Caciagli, 1997: 292; Lauth, 2004: 189). La relacin entre patrn y cliente es personal. Ambas personas deben conocerse bien para poder construir una relacin de lealtad y confianza. Por eso, la relacin tambin se denomina lop-sided friendship (Julian PittRivers) o amistad interesada (Gunnar Lind; Daz-Santana, 2002: 197). La relacin entre patrn y cliente sera impersonal si ambos solamente se conocieran por asuntos de negocio, por alguna funcin especfica o por el hecho de que el uno o el otro obtiene una posicin especial, por ejemplo dentro de una institucin u organizacin (Weber-Pazmio, 1991: 78). Adems, la relacin patrn-cliente es informal. No es fijada oficialmente o por escrito ni regulada por la ley. Se atiende solamente a normas y valores tnicos y normativos. Por eso no puede ser evaluada por aspectos morales o ser sancionada.16 Hasta cierto punto la relacin es voluntaria. No debe ser forzada por cir cunstancias de vida precarias, violencia fsica o psicolgica. De esta manera, se distinguen claramente las nociones clientelismo, esclavitud y servidumbre (Neubert, 1999: 268). La voluntad, sin embargo, depende de la existencia de alternativas, por ejemplo, la posibilidad de escoger entre dos patrones o la medida y el grado de libertad de decisin de los actores (Weber-Pazmio, 1991: 90).17 Si la relacin es forzada, ya no se trata de una relacin
Vase Auyero (2002), Clientelismo poltico en Argentina: doble vida y negacin colectiva. 17 Libertad adems quiere decir que la pertenencia a un grupo social definido no es requisito de una relacin clientelar (Weber-Pazmio, 1991:84).
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clien telar porque no se puede garantizar seguridad ni proteccin y no exis te una relacin de confianza. Eso perjudica la potencia del cliente y en con secuencia la potencia del patrn. Sin embargo, el grado de libertad no debe ser demasiado alto, porque en este caso disminuye la lealtad.18 Por lo general, los bienes se intercambian con un cierto desfase temporal, as que la relacin se tiene que basar en la confianza mutua para compensar la inseguridad acerca del cumplimiento del intercambio, parecido a un contrato (Miz, 2003: 14). Si no existe esa confianza, el patrn tiene que dar incentivos para crear una motivacin adicional, los cuales fcilmente pueden volverse coaccin. Adems, es necesario vigilar el intercambio (monitoring),19 porque el cliente tiende a no cumplir su parte del contrato si falta la confianza (Medina y Stokes, 2002). La confianza mutua finalmente resulta en lealtad entre patrn y cliente, porque las inseguridades existentes fueron superadas y la relacin de inter cambio se establece de manera duradera por el apoyo mutuo experimentado.20 No obstante, la relacin patrn-cliente debe ser acotada frente al pater nalismo. Esta nocin se refiere a una relacin social entre socios desiguales en la cual el socialmente ms poderoso apoya al socialmente menos poderoso por su conducta solcita, pero al mismo tiempo con el rigor de un pa dre de familia. El menos poderoso reacciona con confianza y lealtad por ser cuidadoso. En contraste con el clientelismo, aqu se destaca la dependencia, y el grado de libertad es ms reducido. La asimetra existe a favor del ms poderoso y la conducta de los socios es ms bien normativa que racional. Sin embargo, una relacin patrn-cliente puede ser paternalista.
18 El clientelismo, por lo tanto, no concuerda bien ni con sistemas polticos democrticos ni con sistemas polticos totalitarios. Parece que es ms compatible con sistemas polticos autoritarios. 19 Por ejemplo, por la violacin del secreto de voto intercambiando votos por dinero o bienes. Stokes (2007) llama a esto perverse accountability. 20 Eso se investiga en la teora de juegos. Vase el clientelismo como dilema del prisionero (Miz 2003: 20ss). Se crean problemas tanto por la coordinacin entre los jugadores como por las convenciones. Dado que a menudo los jugadores no pueden comunicarse entre s, existe inseguridad y una falta de confianza en la actuacin del otro. Si se repiten los juegos peridicamente, se promueve la seguridad mutua de expectativas y se crea cierta estabilidad. Las convenciones conservan esa estabilidad porque se hacen costumbre y se hace referencia a ellas. Pueden surgir espontneamente o ser definidas conscientemente. La funcin de las instituciones en la teora de juegos consiste en el aseguramiento de la reputacin de los actores. Permiten adems una cooperacin en el futuro si los actores no cooperaron (por ejemplo el sistema jurdico).
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SubtipoS cLienteLAreS
La definicin propuesta de clientelismo se refiere a un tipo ideal en el sentido de Max Weber. En la realidad, raras veces se cumplen todos los requisitos de la definicin. Eso se debe a los atributos mencionados, los cuales complementan la definicin bsica de clientelismo. Se trata de atributos que en su mayora son continuos y no categoriales. Es decir, su existencia no simplemente est o no est, sino que existe ms bien en grado mayor o menor. De esta continuidad de los atributos resulta la potencia del concepto clientelismo. Segn la variacin de los atributos se pueden distinguir tres subtipos de clientelismo: el clientelismo moderno, el clientelismo forzado y el clientelismo ilusionario. El clientelismo moderno se da si el carcter personal de la relacin entre cliente y patrn est cambiando o disolvindose. Debido al anonimato de la vida moderna, sobre todo en las ciudades, las relaciones personales entre partido y cliente difcilmente pueden conservarse. El grado de conocimiento personal entre los socios puede variar, as que el patrn, por ejemplo, puede ser un gestor o un funcionario de la administracin pblica a quien recurre el cliente sin conocerlo para solucionar sus necesidades. Es un clientelismo sin compromiso. El clientelismo forzado se refiere al grado de voluntad que caracteriza la relacin clientelar. El intercambio puede ser forzado por las precarias circunstancias de vida del cliente. El patrn, por falta de confianza, puede adicionar mtodos de monitorear el comportamiento del cliente y de esa manera amenazarlo. Por otro lado, en una competencia entre varios patrones, los clientes pueden presionar y extorsionar al patrn. El clientelismo ilusionario resulta del grado de confianza y de lealtad entre los socios, el cual puede ser variable. Si existen dudas sobre el cumplimiento del contrato muchas veces, la entrega de los bienes y servicios es una promesa en lugar de un intercambio real, la confianza del cliente se empieza a perder y en consecuencia su lealtad. Domina la ilusin sobre una relacin clientelar existente porque tampoco el patrn obtiene la seguridad de la lealtad del cliente. No obstante, sigue con la oferta en la ilusin de que se da el intercambio. Con el grado de disolucin de esos dos atributos tambin se disuelve el concepto clientelismo.
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21 Shefter (1994) menciona demand-and supply side, es decir demanda y oferta de clien telismo. Para l, la oferta viene del patrn y la demanda del cliente. Segn Shefter, el ti ming es importante para la formacin de estructuras clientelares (Piattoni 2001: 17ss). 22 A menudo (sobre todo en las teoras de modernizacin) la relacin est representada como explotacin del cliente por el patrn. En esa interpretacin, el patrn se presenta como empresario (entrepreneur).
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La relacin puede ser terminada si el patrn o el cliente ya no tienen ga nancia alguna y los costos de transaccin se vuelven demasiado altos.23 De esta manera se limita la voluntariedad de la relacin (Lauth, 2004: 189). Como hemos visto, tanto el patrn como el cliente buscan una estrategia racional al iniciar una relacin clientelar. Su aceptacin depende de la existencia y del acceso a alternativas aptas para la prosecucin de los fines. La relacin clientelar se considera la ms accesible, la ms econmica y, por la relacin confidencial, la ms segura en comparacin con las dems estrategias. Si los actores optan por una relacin clientelar o por una estrategia alternativa depende
de la estimacin individual pero culturalmente determinada de los interesados, por su concepto del mundo y sus experiencias acumuladas: se supone que se opta por una relacin clientelar como estrategia si a los interesados en su evaluacin (por su estructura cognitiva de costo) les parece ser la ms econmica, la ms segura y la ms realista, es decir, la ms racional de todas las alternativas (Weber-Pazmio, 1991: 170; traduccin simple).
Las estrategias clientelares no son lo mismo que las estructuras clientelares. Las estructuras clientelares presuponen que las estrategias clientelares funcionan y que tanto los patrones como los clientes actan segn sus respectivos papeles. El concepto de estrategia clientelar, por el contrario, quiere decir que el patrn (o el cliente) ofrece un intercambio clientelar, lo cual el patrn (o el cliente) no necesariamente tiene que aceptar.24 La dimensin normativa se refiere al valor simblico del intercambio. El intercambio se percibe como una obligacin moral frente a amigos, conocidos, familiares, etc. con la cual se expresa el aprecio mutuo. Desde este punto de vista, los actores involucrados consideran que la relacin clientelar es correcta moralmente. Por lo tanto, el clientelismo a menudo se entiende como una parte de la cultura poltica.
Segn Clapham (1982:14) muchas veces el patrn rescinde la relacin si el cliente ya no tiene nada que ofrecer (p.e. en frica). Pero la cancelacin de la relacin por el cliente tiene consecuencias ms graves: The decline of clientelism through the withdrawal of support by clients is likely to be more far-reaching, even if it is less common, than its decline through the withdrawal of services by patrons. There are two opposite reasons why this may happen. Through an increase in clients vulnerability such that patronage is no longer effective, or through a decrease in vulnerability such that it is no longer necessary (Clapham, 1982: 16). 24 Dado que el objeto de la investigacin es el de los partidos polticos como patrones, con el trmino estrategias clientelares se hace referencia principalmente a las estrategias del patrn.
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Hay que subrayar qu modelos de comportamiento, qu relaciones entre elegidos y electores y qu principios reguladores respetados por todos forman parte de un conjunto de hbitos socialmente compartidos. Este conjunto tiene tradicin y forja una mentalidad, es decir, constituye una cultura. El clientelismo es una cultura poltica (Caciagli, 1996: 23).25
Acerca de la relacin entre clientelismo y cultura poltica hay dos puntos de vista. Por un lado, la cultura poltica puede ser consultada como explicacin para el clientelismo. En este caso, se supone que una confianza baja en las instituciones polticas formales fomenta la confianza en las instituciones informales, o bien al revs: en una democracia existe una confianza ms grande en las instituciones que en las personas. If trust and democracy are related, the deepening of democracy should induce a shift from personal to institutional trust, from clientelism to accountability (Stokes y Cleary, 2006: 83).26 Por otra parte, sobre todo en estudios ms antiguos, el clientelismo se equipara con la cultura poltica o es visto como una parte de ella. En las relaciones clientelares se ve el afecto de los actores en su destino. La desdicha socio-econmica (miseria)27 es un destino colectivo insoslayable que se engaa por la prctica del clientelismo como estrategia racional de supervivencia. Los modelos religiosos ven las estructuras autoritarias y las religiones, por ejemplo el catolicismo,28 como fomentadoras del clientelismo, por su creencia en las jerarquas y su postura fatalista.29 Adems, la colonizacin refuerza esta relacin de dependencia y el intercambio desigual, as que a menudo se habla de una tradicin de clientelismo, la cual al mismo tiempo es la explicacin de su existencia (Weber-Pazmio, 1991: 168ss.; Caciagli, 1997: 293; Eisenstadt/ Roniger, 1984: 99ss).
Con el concepto de cultura poltica se entiende la dimensin subjetiva del sistema poltico, las ideas y cdigos de valores escritos y no escritos los cuales regulan el comportamiento de los miembros de la sociedad al margen de las instituciones polticas. La nocin retrocede al estudio de la Civic Culture de Almond y Verba (1963: 14-15), autores que dan la siguiente definicin del trmino cultura poltica: The political culture of a nation is the particular distribution of patterns of orientation towards political objects among the members of the nation. 26 Stokes y Cleary (2006) sostienen que una cultura poltica democrtica tiene que ser una cultura del escepticismo en lugar de una cultura de la confianza. 27 La teora de superposicin de Christian Giordano (1982: 70), citado en WeberPazmio (1991: 137). 28 Se atiende al significado de la palabra patrn como un santo que da proteccin. 29 Referencia al institucionalismo normativo: el individuo ajusta su comportamiento a los valores de la institucin.
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Figura 1 EL concepto cLienteLiSmo Concepto Definicin Atributos Clientelismo Intercambio de bienes y servicios por apoyo poltico y votos Asimetra, reciprocidad, dependencia mutua, carcter personal, informalidad, voluntad, confianza, lealtad
Subtipos Dimensiones
Clientelismo forzado
Clientelismo ilusionario
Clientelismo moderno Dimensin normativa valor simblico obligacin moral lealtad cdigo de honor
Dimensin racional alianza para conseguir fines personales cuenta coste-beneficio personal superacin de vulnerabilidades
En la bibliografa, como ocurre con la democracia,30 existen innumerables formas de clientelismo con adjetivos para captar el concepto y sus variantes. Con el fin de clasificarlas, se crean diferentes grupos o tipos de clientelismo histricos, postmodernos, econmicos y espaciales que consideran las distintas lneas de desarrollo y que tienen caractersticas distintas. Esos tipos son parecidos a los subtipos de nuestra definicin. No obstante, los subtipos se crean segn los atributos de nuestra definicin, mientras que los tipos intentan agrupar todos los diferentes clientelismos con adjetivos ex post.
TipoS hiStricoS
Mario Caciagli distingue entre clientelismo antiguo (o clientelismo vertical) y clientelismo nuevo (clientelismo horizontal).31 El primero describe los mecanismos de poder de notables y caciques locales, mientras que el segundo se
Vase Collier y Levitsky (1997). Vase tambin Cazorla (1992: 2). Lemarchand y Legg (1972: 163ss) distinguen entre sistemas clientelares deudales, patrimoniales e industriales y anticipan el desarrollo/ la modernizacin que describe Caciagli como clientelismo antiguo y clientelismo nuevo.
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refiere al intercambio de recursos pblicos y beneficios por parte de los polticos a cambio de votos (Caciagli, 1996: 21ss). Se producen ciertos cambios pasando de la forma histrica a la forma moderna por el hecho de que el intercambio ya no tiene lugar cara a cara (face-to-face) (Stokes, 2007: 8) entre patrn y cliente, sino que se despersonaliza. En la forma nueva, el actor principal es el partido poltico en su forma dominante de machine politics,32 una estructura no-ideolgica administrada por jefes locales que asumen el papel del broker o del empresario poltico (Caciagli, 1997: 295). Sin embargo, el poder de los patrones se expone a un factor mayor de inseguridad, lo cual aumenta los costos del intercambio.33 Una segunda caracterstica de la modernizacin es que sobre todo se intercambian bienes pblicos.
Further clientelist opportunities result from public housing and from the delegation of social servicesparticularly health care, education, unemployment, insurance, and means-tested welfare programsto organizations directly or indirectly affiliated with political parties such as labour unions, nonprofit community associations, or churches (Kitschelt, 2000: 862).
Cazorla (1997) hace una distincin parecida hablando del clientelismo tradicional de los caciques, en regiones rurales, y del clientelismo del partido.34 Argumenta que para alcanzar un nivel de educacin y bienestar ms alto, los ciudadanos necesitan menos a las elites como el padre, el mdico, el abogado, el cura, etc. Con la modernizacin, la demanda se traslada. Ya no se necesitan los bienes del patrn, sino los servicios de la burocracia, para lo cual se precisan nuevos mediadores como gestoras y agencias o partidos polticos con una clientela especial.
La nocin de la mquina poltica alude a un tipo de partido poltico en Estados Unidos al principio del siglo XX (Scott, 1969: 1143). La mquina es una organizacin no-ideolgica que sobre todo tiene el fin de asegurar cargos e ingresos. Por su parte, las mquinas partidistas son instrumentos temporales de actuacin de caudillos, entre cuyas finalidades no figura precisamente la de su trascendencia a la figura del caudillo fundador. Carecen de programa o, en su caso, cuentan con un programa desideologizado que pretendidamente aboga por propuestas tecnocrticas y apolticas y con una organizacin, irregularmente establecida, que est supeditada a la estrategia del lder (Alcntara Martnez, 2004: 4). 33 Segn este autor, en una escala de impersonalidad e inseguridad del compromiso, pare ce aumentar ms la impersonalidad que la inseguridad (Hernndez Corrochano, 2002: 139). 34 Gonzlez Alcantud (1997: 71) comenta: En nuestra opinin no habra que hablar de clientelismo de partido, asimilado este trmino al del partido tradicional, sino de nuevas formas de clientelismo mediaticopoltico, puesto que la arena occurencial est situada ahora en el mbito de la produccin de las imgenes y de la telemanipulacin.
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El patrono tradicional tiende a ser sustituido por una mquina o patrono colectivo, que no es exclusivo de los partidos de cuadros, aunque en stos sea ms usual en los medios rurales, a travs de los notables locales. Pero en los partidos de masas tambin se procura asegurar la ampliacin de la clientela cuando se convierten en cgelo-todo (Cazorla, 1992: 10).
Segn este autor, la transaccin ms importante en el clientelismo moderno es la compra y venta de ventajas institucionales (Cazorla, 1995; Gonzlez Alcantud, 1997: 70). De este modo, el clientelismo nuevo es un clientelismo de masas en contraste con el antiguo clientelismo particular. El intercambio mutuo se lleva a cabo colectivamente y ya no personalmente (clientelismo impersonal).35 Las caractersticas del nuevo tipo, segn Cazorla, son que la relacin entre patrn y cliente es una relacin burocrtica sin dependencia personal, sin obligaciones morales e inferioridad social o econmica. El valor del intercambio se crea por ventajas palpables. Sentimientos, emociones y enlaces familiares y personales no importan tanto o no importan para nada (Cazorla, 1992: 2). Aunque no se puede negar que el concepto de clientelismo fue cambiando con el tiempo, resulta problemtico hablar de clientelismo tradicional y moderno, ya que el clientelismo tradicional no ha desaparecido de ninguna manera. Por el contrario, puede coexistir con formas modernas. Pueden existir varias estructuras clientelares a varios niveles, por ejemplo, en el nivel nacional y subnacional de un estado. Graziano (1976: 154) se refiere a eso criticando la diferenciacin de Scott y Land (1972) en particularistic association (la dada clientelar) y categorical association (el grupo):
Lands conceptualization of the clientelistic grouping presents a serious difficulty. The particularistic-categorical opposition which is at the heart of his typo lo gy is inadequate because, first, clientelistic associations are also categorical, and second, the categorical nature of the group does not exclude (in fact requires as we shall see) a collective kind of particularism which is not qualitatively different from the individualistic particularism of the dyad (Graziano, 1976: 154-155).
El informe de Flacso asume la clasificacin histrica de Caciagli y Cazorla, pero tambin la subdivisin del clientelismo como concepto normativo e
Dado que falta la confianza en la eficiencia de instituciones estatales, el particularismo realmente sigue existiendo porque cada uno se preocupa por s mismo; nada ms el patrn es menos particular.
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instrumental de Auyero. De este modo, el clientelismo moderno corresponde al concepto instrumental, el cual se concentra en los costos y beneficios del intercambio. Los polticos profesionales, las organizaciones centralizadas y los burcratas (como por ejemplo los partidos de masas) desplazan a los antiguos patrones. De esta manera, el clientelismo est vinculado al proceso electoral y significa, por lo tanto, el intercambio de favores por votos.36 Las elecciones integran a las masas en la poltica institucional, lo cual resulta en nuevas demandas y un aumento de la presin por el sector pblico.
La administracin llega a los espacios autnomos del clientelismo por medio de los grupos polticos que participan en las elecciones y buscan tener fuentes accesorias de control por medio de sus grupos integrados como funcionarios en los mbitos de educacin, catastro, hacienda, gobernacin, salud [] son parte de la vida de las capitales de provincia y ciudades rurales; oposiciones, concursos de ascensos, prohibicin para heredar cargos pblicos, reduccin de las plazas polticas [] son mtodos de profesionalizacin y transparencia en reclutamiento burocrtico (Daz-Santana, 2002: 198-199).
La forma moderna del clientelismo es impersonal. Si en el clientelismo tra dicional o premoderno la relacin era entre individuos y la identidad era de cada cliente con su patrn, en el clientelismo moderno la relacin se manifiesta con una identidad entre clientes, en plural, con un lder sus ti tuible que no tiene por qu ser un individuo solo (Corzo, 2002: 43). El pa trn no se mete en la vida privada de sus clientes. La relacin es espor dica entre el cliente y un funcionario y una autoridad. Por lo tanto, la relacin es temporal y pragmtica y existe poca confianza entre los actores.37 El clientelismo moderno puede ser contemplado ms como una manifestacin del homo hierarchicus, tal que una red de transacciones transclasistas guiadas por el inters mutuo, y de carcter pragmtico. El contrato didico del clientelismo rural clsico habra dado paso al pacto clientelstico (Gonzlez Alcantud, 1997: 75). La contraposicin entre una relacin personal e impersonal entre patrn y cliente tambin se puede describir como crculo interno y crculo externo, segn Auyero. Las personas del crculo interno tienen una relacin directa con el patrn y tienen un contacto cercano, personal, amistoso, familiar y confiable con l. Las personas del crculo externo solamente
A este fenmeno se le llama a menudo compra y coaccin de votos. Gay (1997) distingue un clientelismo denso y uno fino. El primero se refiere a la compra de votos, el segundo a un tipo de negociacin plural sobre derechos cuidadanos, los que, no obstante, se aprovechan de la desdicha de los cuidadanos.
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tienen enlaces dbiles e instrumentales con el patrn porque se trata de clientes potenciales y espordicos. Scott le da el nombre ncleo y periferia (core and periphery) de una relacin clientelar (Jablonski Garca, 2005: 13). La caracterstica de la impersonalidad de las nuevas formas del clientelismo se tiene que ver crticamente porque el intercambio clientelar siempre queda a un nivel personal entre dos personas. Si se suprime el componente personal, segn nuestra definicin, ya no se trata de clientelismo. ste puede ser el caso si la relacin patrn-cliente est mediada por un broker. Dado que los protagonistas son representantes de instituciones, el clientelismo nuevo tambin podra ser llamado clientelismo institucionalizado.38 Sin embargo, esto no hara obvia la diferenciacin entre instituciones formales e informales porque el clientelismo de todos modos ya es una institucin informal. Axelrod explica el desarrollo del concepto clientelismo desde las diversas perspectivas de investigacin de etnlogos y politlogos, los cuales se apoderaron del concepto clientelismo. Los etnlogos ven la relacin clientelar como una relacin personal duradera, mientras que los politlogos la ven sobre todo a corto plazo durante campaas electorales (Weber-Pazmio, 1991: 116). Algunos autores ven el clientelismo tradicional la relacin personal entre patrn y cliente como un clientelismo a nivel micro, lo cual constituye un campo de investigacin primordialmente para los antroplogos y los socilogos, mientras que el clientelismo moderno afecta el nivel macro de los sistemas polticos favores por votos en sistemas electorales, as que genera ms inters entre los politlogos (Heredia, 1997: 4; Hernndez Corrochano, 2005: 10). No obstante, esta diferenciacin entre las disciplinas no es muy razonable porque todas estudian el mismo fenmeno, aunque desde un ngulo diferente y con una relacin diferente. Eso no representa un obstculo para usar una definicin comn. La definicin de clientelismo de este trabajo se entiende en oposicin a la despersonalizacin de la nocin de clientelismo porque indica que las relaciones clientelares existen entre individuos y que son establecidas por el contacto directo y personal. No es el partido poltico el que se representa como patrn, sino que todava son los actores concretos dentro del partido. Las lealtades se vinculan a determinadas personas porque para el
38 Tosoni (2007: 57) usa el trmino para la aplicacin de la poltica social en el sentido clientelar y se refiere a Cornelius (2002).
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cliente importa en primer lugar la persona y luego el partido poltico. Se supone que tambin en el nivel horizontal deben existir relaciones personales para intercambiar votos por bienes (no necesariamente bienes pblicos). Dicho de otro modo, las promesas cumplidas por los partidos polticos democrticos, que tambin tienen su clientela electoral, tienen que ser evaluadas como clientelares. Por lo tanto, los tipos histricos son poco aptos como concepto porque eliminan la caracterstica de la personalidad de la relacin, y como consecuencia no se puede crear ni confianza ni lealtad. No es necesario distinguir entre las relaciones patrn-cliente tradicionales y las relaciones clientelares entre partido y votantes, porque ambas formas pueden existir al mismo tiempo no slo histricamente y estn situadas en un mbito distinto el municipio rural o la poltica de partido, respectivamente.
TipoS poStmodernoS
Hernndez Corrochano (2002) ampla las categoras del clientelismo tradicional y del clientelismo moderno para el clientelismo postmoderno.39 Segn Hernndez Corrochano, el clientelismo postmoderno rene elementos del clientelismo tradicional y del moderno. Un elemento tradicional es que el patrn acta como empresario y que el cliente legitima la relacin. Algunos elementos modernos son la interaccin espordica e impersonal entre los actores y el intercambio de favores por votos. Lo nuevo es que el cliente tiene una racionalidad condicionada y que dispone de cierta informacin, as que es capaz de medir y comparar las ventajas del intercambio (Hernndez Corrochano, 2002: 148). Se hace evidente la ten sin del concepto de clientelismo que reside en que existe por un lado la autonoma individual y la participacin, y por el otro lado la igualdad democrtica y la desigualdad econmica del mercado. El cliente cede su autonoma como ciudadano y el patrn debilita su control jerrquico (dominated power/dominating authority) (Lemieux, 1987: 5, citado segn Roniger, 2004: 2). El cliente no es explotado por el patrn sino que huye voluntariamente de su responsabilidad y de la participacin en la poltica formal. Por eso Hernndez Corrochano se pregunta: Soy cliente porque soy libre? Soy libre en tanto soy cliente?.
39 Roniger y Gnes-Ayata (1994) igualmente distinguen el clientelismo premoderno, moderno y postmoderno.
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Esta perspectiva apoya la hiptesis segn la cual las relaciones clientelares pueden fortalecer la participacin de la ciudadana y la rendicin de cuentas de los polticos (accountability), y por lo tanto fortalecen la democracia. Neubert (1999) demuestra esto con el ejemplo de los estados africanos de Kenia y Zambia. Un poltico local (big man) representa intereses locales en el nivel nacional y busca movilizar recursos nacionales para su municipio de origen (Neubert, 1999: 268). Los recursos nacionales se distribuyen por criterios regional-tnicos. Dado que son usados por fines personales, estn reforzando la posicin econmica del patrn. Neubert subraya que las relaciones patrn-cliente en asociacin con sistemas de partidos multipartidistas tienen un efecto positivo para la democracia porque se evalan los patrones mediante las elecciones en cuanto son capaces de adquirir y distribuir poder y recursos para la regin. Se interconectan tipos formales e informales de participacin, lo cual tiene aspectos positivos. Las relaciones patrn-cliente ofrecen un sentimiento de nosotros (nos permiten identificarnos como grupo) y posibilidades de delimitarse contra otros. La base del sentimiento de nosotros es el origen regional y tnico comn (Neubert, 1999: 271). Existen conceptos que pretenden explicar algo similar, a saber, el llamado virtuous clientelism (clientelismo virtuoso; Piattoni 1998, en Caciagli, 2006) o el enlighted clientelism (clientelismo ilustrado; Caciagli, 2006). El balance de poder, o sea, en la asimetra y la desigualdad de la relacin patrn-cliente se desplazaron en favor del cliente.
En el clientelismo actual [] el nfasis est claramente puesto en los clientes: cmo ganar su voto, mantener su apoyo, administrar su aquiescencia. Esto, en s mismo, muestra que el balance de poder entre patrones y clientes ha cambiado a lo largo del tiempo. La democratizacin y la extensin de los derechos de ciudadana, por un lado, y la burocratizacin de liderazgo poltico, por el otro, ha redefinido el balance de poder entre patrones y clientes, pues ah donde el voto es secreto y est garantizado, los clientes difcilmente son forzados a entrar en el intercambio clientelista si no estn dispuestos; ms bien eligen hacerlo para ganar o mantener determinado acceso privilegiado a los bienes pblicos. Es ms, esta tendencia se acrecienta en la medida que se trata de categoras ms amplias de individuos, de grupos u organizaciones que se consideran con derecho para reclamar la focalizacin de recursos pblicos en beneficio privado (Romero, 2007: 8).
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Se ofrece la posibilidad de comparar otras relaciones de clientes, semejantes, con el mismo lder, lo que ampla la capacidad para ser sustituido, o no, por otro lder que ofrezca mejores condiciones. Tal situacin concede mayor grado de presin de los clientes sobre la otra parte, y reduce la tradicional dependen cia en la medida en que el cliente puede retirar su apoyo o el contenido de su intercambio a favor del mejor postor (Corzo, 2002: 43).
De esta manera, tambin cambia la estrategia de los patrones. Ellos son vir tuosos y se implican en public patronage. Les interesa satisfacer las necesida des de la comunidad y por lo tanto aportan bienes en favor de sus propios clientes, pero tambin en favor de los clientes de sus competidores. Al recurrir a la representacin de toda la comunidad, al mismo tiempo los patrones monopolizan el origen de los bienes del gobierno central y guardan su posicin de poder y su papel de intermediador (Caciagli, 2006: 167). Zuckerman (1997: 10; en Caciagli, 2006) usa el trmino enlighted clientelism para describir esta mezcla de clientelismo, modernizacin y poltica de bienestar, con la cual los patrones logran el bienestar para su municipio o la regin. Para este tipo de clientelismo, el autor parte de la presuposicin de que el patrn no tiene conflictos graves con facciones de su propio partido y con las facciones de los dems partidos polticos. Puesto que pocos ciudadanos quedan excluidos de la distribucin, estos conceptos clientelistas del clientelismo postmoderno, virtuoso e ilustrado coinciden con la democracia. Adems, el aumento de las libertades y de las obligaciones de los clientes constituye otro factor que incrementa la compatibilidad con la democracia. En una relacin clientelar tradicional, un cambio de patrn tendra altos costos y conllevara carencias y enemistad. No sera posible un tipo de clientelismo competitivo. Esta nocin, la de clientelismo competitivo ya es usada de una manera diferente. Brusco (2007) la usa para describir estructuras clientelares dentro de un partido. Existen por lo menos dos mquinas del mismo partido poltico que compiten por los clientes. Dado que todos representan la misma ideologa, los patrones o mediadores (en Argentina punteros) necesitan una cantidad ms grande de bienes particulares para distribuir, as que las condiciones de competencia vuelven ms caras las estrategias clientelares. Los tipos postmodernos tienen ms fuerza de explicacin y por lo tanto no deben ser totalmente condenados. Destacan el aspecto de la asimetra, la cual se desplaza a favor del cliente, quien puede arrancar una poltica de bienestar en el sentido del inters comn. En efecto, el inter-
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cambio personal se acerca ms al intercambio con grupos. Mientras aumenta el poder del cliente, se disuelve el clientelismo en estructuras de redes, lo cual dificulta separar los trminos.
SubtipoS econmicoS
En las siguientes distinciones del clientelismo con adjetivos ya no est en primer plano su desarrollo histrico, sino un desarrollo estructural que toma en cuenta el tipo de bienes que se intercambian. Cazorla (1994: 13), por ejemplo, distingue entre la creacin de puestos de trabajo en el sector pblico (clientelismo laboral) y la concesin de licencias, subvenciones, liberaciones, derechos de utilizacin y proyectos (clientelismo concesional). El clientelismo poltico y el clientelismo electoral son formas hbridas del clientelismo moderno y un cierto tipo de bienes de intercambio.
El clientelismo poltico es la consecuencia de la utilizacin de las relaciones de clientela en el marco de la poltica [] Se entiende el clientelismo poltico como la consecuencia de una relacin personal de intercambio, en el mbito de la poltica, que se establece de forma voluntaria y legtima, dentro de la legalidad, entre los que pueden ocupar u ocupan cualquier cargo pblico y los que desean acceder a unos servicios o recursos pblicos a los que es ms difcil llegar, que no imposible, de no ser por este vnculo o relacin (Corzo, 2002: 10, 14).
Como ya lo hemos mencionado, consideramos todas las formas del clientelismo como polticas, por la mediacin de intereses. La relacin clientelar es poltica porque no es exclusivamente econmica, amigable o solidaria. Considerando el tipo de los bienes intercambiados, Corzo diferencia entre clientelismo electoral, clientelismo del partido y clientelismo burocrtico.40 El proceso del intercambio y los actores siempre son iguales, slo cambia el objeto del intercambio. En el clientelismo electoral se intercambian votos por promesas electorales hechas frente a clientes colectivos. En el clientelismo del partido se intercambia apoyo por
Clapham (1982: 22s) diferencia con respeto a representacin y control en Clientelism of Representation (en elecciones) y Clientelism of Control (en la burocracia, acerca de la corrupcin).
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apoyo y en el clientelismo burocrtico se intercambian bienes pblicos por apoyo (Corzo, 2002: 17). Sin embargo, las nociones no son separables. En el clientelismo de partidos el voto tambin puede ser una forma de apoyo. La nocin de clientelismo burocrtico incluso borra a los actores, y no se ve quin es el patrn y quin es el cliente. Implica que la burocracia acta como patrn y que debe ser apoyada. Probablemente se indica que el intercambio se restringe a bienes pblicos, los cuales, en una democracia que funciona, son puestos a disposicin y distribuidos adecuadamente por la burocracia/poltica. Por lo tanto, los actores deducen que el clientelismo a menudo tiene la funcin de la burocracia, aunque de manera informal (Miz, 2003: 12; Roniger, 2004: 12).41 Schedler entiende el intercambio de subordinacin poltica por recompensas materiales como clientelismo poltico (Schedler, 2002: 5). En esta concepcin se ve claramente la dependencia del cliente. Electoral clientelism (clientelismo electoral) equivale a la compra de votos, el intercambio de votos por bienes y favores (favores por votos; Gay, 1998: 7). La longevidad de la relacin entre patrn y cliente, como la lealtad entre los socios, ya no desempean un papel fundamental. Los tipos econmicos no deben ser eliminados totalmente porque se puede diferenciar segn el tipo del bien que se intercambia. Adems, se pueden encontrar estructuras clientelares en diversos mbitos. Sin embargo, las distinciones deben ser separables.
TipoS eSpAciALeS
Otra categora de tipos mide el alcance y la franqueza del clientelismo. Por naturaleza, el clientelismo es excluyente. Nada ms un crculo reducido de seguidores se toma en cuenta. Todas las personas que no disponen de los contactos necesarios para intercambiar derechos por bienes, o sea, que no estn en condiciones de apoyar esta conducta, son excluidas. La escasez de bienes se usa para fines particulares en vez de fines universales (Schedler, 2004: 87). Sin embargo, en la prctica el clientelismo tambin tiene aspectos incluyentes porque a menudo los clientes mencionan el deseo de todos
Segn Shefter (1994) el clientelismo no existe tan frecuentemente en sociedades donde la burocratizacin (la separacin de las esferas privada y pblica) tena lugar antes de la democratizacin (Piattoni, 2001: 17ss).
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los ciudadanos de que los bienes pblicos sean usados universalmente para toda la ciudadana o para todo el municipio (Sched ler, 2004: 89). Heredia (1997: 5) tambin distingue entre inclusionary/distributive clientelism (clientelismo incluyente/distributivo) y exclusionary/extractive clientelism (clientelismo excluyente/extractivo). El primero tiene el fin de la movilizacin social y la integracin poltica y se basa en incentivos. Se distribuyen bienes pblicos, sobre todo en condiciones de abundancia econmica. El segundo tipo, al contrario, se basa ms en la coaccin y la autoridad. En vez de distribuir bienes pblicos, se impone el derecho como bien de intercambio, sobre todo bajo condiciones de rezago econmico o escasez. En lugar de la movilizacin social, en este tipo se fomenta la desigualdad y la fragmentacin. Los conceptos tienen similitudes con el enlighted o el virtuous clientelism. Aparte de los criterios histricos y estructurales de distincin, queda como ltimo criterio la consideracin del sistema poltico en el cual se mueve el clientelismo. Jonathan Fox, por lo tanto, crea la categora del semiclientelismo. This framework suggests that semiclientelism is a useful category for an exploration of those state society relationships that fall inbetween authoritarian clientelism and pluralist citizenships rights (Fox, 1994: 157-158). As el semiclientelismo es un aspecto entre muchos en las transiciones democrticas, o sea una fase de transicin entre clientelismo autoritario y citizenship. Fox aclara esto en el caso de Mxico:42
Most analysts explain the erosion of clientelism in terms of either gradual social changes, such as urbanization and education, or structural economic shifts, such as the commercialization of agriculture [] And as the Mexican case shows, political entrepreneurs can replace rigid, antiquated controls with new, more sophisticated clientelistic arrangements without necessarily moving toward democratic pluralism. Nevertheless, the main point here is that if political action can create (or revive) clientelism, it can also undermine it (Fox, 1994: 154-155).
La diferencia cualitativa frente al clientelismo autoritario se da por la forma del intercambio que consiste en los unenforceable deals (Fox, 1994: 158). En vez de las amenazas y la coercin del clientelismo autoritario, se intercambian bienes pblicos entre las elites polticas y la sociedad civil, acompaa42 Sobre todo en el proceso de transicin que se inici bajo los presidentes Salinas y Zedillo, como se muestra ms adelante.
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dos de la movilizacin pblica y protestas.43 La obligacin mutua se da more by the threat of the withdrawl of carrots than by the use of sticks (Fox,1994: 157). Los actores estatales siguen intentando violar el derecho a la libertad de asociacin (associational autonomy), as que todava no se puede hablar de pluralismo. El concepto debe mostrar as la dinmica del clientelismo, al igual que la ya mencionada inseguridad de la relacin de intercambio y la posibilidad de integracin (Gay, 2002: 4-5).44 No obstante, los trminos clientelismo autoritario y clientelismo democrtico abarcan problemas porque el clientelismo, por su naturaleza, no es ni lo uno ni lo otro. Una relacin clientelar es voluntaria, sin coercin. Por lo tanto no es ni autoritaria; ni es democrtica, porque dificulta una participacin poltica real. En resumen, los tipos espaciales permiten un mejor entendimiento del clientelismo (similar a los subtipos postmodernos). Sin embargo, existe el peligro de que, mientras ms franqueza o unidad muestren, se vayan alejando del concepto de clientelimo, de modo que los fenmenos que quieren describir ya no pueden ser captados por la nocin de clientelismo. Al transferir el concepto de clientelismo a la relacin entre partidos polticos y ciudadanos se hacen visibles dos dimensiones racional y normativa: en la movilizacin del electorado y en la estructura orgnica del partido.
43 Segn Greene (2001: 5) el semiclientelismo est situado en un continuo entre clientelismo autoritario, el cual utiliza coercin en el caso del no cumplimiento del contrato, y clientelismo democrtico, el cual usa, como mximo, posibilidades de sancin en forma de negar el acceso a bienes de patronage. An as, la nocin clientelismo democrtico es contradictoria en s misma. 44 Con respecto a la situacin social, el clientelismo puede ser tanto un sntoma como la causa de cambios econmicos y sociales en la sociedad (Lemarchand y Legg 1972: 157). Clapham (1982: 8) menciona cuatro condiciones sociales que tienen que existir para que se establezca el clientelismo (Clapham, 1982: 8): 1) Los recursos crticos tienen que ser controlados por un grupo especial dentro de la sociedad. 2) Los patrones deben necesitar o desear los servicios de los clientes que hacen rentable el intercambio. 3) A los grupos de clientes hay que negarles el acceso a recursos que son controlados por el grupo de los patrones por estrategias cooperativas. En el caso contrario, el grupo de los clientes se une en contra del grupo de los patrones. 4) No existe una implantacin efectiva de tica pblica, a system by which resources are allocated and exchanged according to accepted universalist criteria, rather than acording to private and personalist ones. Toinet y Glenn (1982: 208); citados en Clapham 1982: 18) mencionan como causas de la existencia de estructuras clientelares la no-existencia de un debate poltico real entre los partidos. La clase poltica dominante no es homognea y el poder est fragmentado regionalmente. Clientelism may be inhibited either when the structures of representation and control within a state are too badly developed to produce the exchanges which patronclient relationships require, or else when these structures are too well developed to make clientelism an appropriate means for operating them (Clapham, 1982: 19).
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Nombre (adjetivo) Bienes Actores Clientelismo intercambiados patrn/cliente Asimetra S S S S Contacto Dependencia personal Similitud Lealtad/ Confianza Especialidad Tipo Caciques locales
Viejo/ Vertical
Bienes privados/ pblicos delpatrn Polticos, partido, burocracia Clientes racionales einformados Polticos/ Votantes Desplazada S en favor delcliente Desplazada S en favor delcliente S No, No espordico impersonal No, No espordico impersonal S S Menos No, libertad del cliente No, No espordico impersonal S No No, No espordico impersonal Intercambio en untiempo corto
Clientelismo Histrico de masas/ Clientelismo tradicional Clientelismo Histrico particular moderno corporativo
Nuevo/ Horizontal
Bienes pblicos
Libertad acentuada del cliente Menos exclusin por clientes colectivos Menos exclusin por clientes colectivos
Postmoderno
Virtuoso
Bienes pblicos
Postmoderno
Enlighted
Bienes pblicos
Polticos/ Votantes
Postmoderno
Postmoderno
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Nombre (adjetivo) Bienes Actores Clientelismo intercambiados patrn/cliente Asimetra S S S S Contacto Dependencia personal Similitud Lealtad/ Confianza Especialidad Tipo Polticos/ Votantes Polticos/ Votantes Polticos/ Votantes S S No No, espordico impersonal No, No espordico impersonal No, No espordico impersonal
Laboral
Puestos detrabajo
Econmico Econmico
Electoral
Incentivos Clientelismo Espacial entiempos democrtico deabundancia econmica Coaccin entiempos deescasez Clientelismo Espacial autoritario
Polticos/ Votantes
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Las relaciones clientelares, por un lado, se encuentran en la relacin entre partido poltico y ciudadanos (clientelismo hacia afuera), y se ven con mucha claridad en las estrategias de movilizacin con las cuales los partidos intentan ganar electores. Se diferencian las siguientes posibilidades de movilizacin (vase Carroll y Lyne, 2007) mediante las cuales los partidos intentan ganar votos: Promesas programticas de campaa /lobbying. Constituency-service/pork-barreling:45 la preferencia de una propia cons titucin o de una regin en la distribucin de bienes pblicos. Patronage: la adjudicacin de puestos de trabajo en la administracin pblica a seguidores leales como estrategias clientelares. La compra de voto. El uso selectivo de programas sociales.46 En el orden indicado, disminuye el alcance de la representacin de intereses. Son cada vez menos las personas a las que se les permite partici par de bienes pblicos, as que la compatibilidad y la legalidad de las es tra tegias de movilizacin disminuyen con la democracia (vase grfica).47 Mientras se pretende apelar a una clientela de votantes en el nivel nacional mediante promesas programticas de campaa/lobbying, el constituency-service/pork-barreling se dirige al distrito electoral y a la regin. El patronage se concentra en los vecinos, la familia y los conocidos, la compra de votos y el acceso selectivo a programas sociales solamente a pocos electores.
Este trmino se usa sobre todo en Estados Unidos. Daz-Cayeros (2007) menciona adems pandering y policy switcher. Corzo (2002:49) menciona adems el New Fiscal Populism. Esto quiere decir que los dficits en los presupuestos pblicos y la corrupcin se denuncian durante la campaa para presentarse al elector como mejor opcin para resolver los inconvenientes. De esta manera, se crean estructuras clientelares porque se cambian los votos en contra de un proyecto y se representan los intereses individuales. Pero al mismo tiempo, esta estrategia permite combatir conductas clientelares. 47 Piattoni (2001:29) ve en estos tipos de movilizacin cmo el clientelismo puede ser reciclado. En el constituency-service se armonizan intereses particulares y se integran los colectivos (solucin britnica). En el corporativismo se integran grupos funcionales (solucin sueca), en el consorcionalismo se integran subculturas ideolgicas (solucin holandesa). Con la corrupcin de la democracia los costos del intercambio son externizalizados (solucin italiana).
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Existen diversas estrategias clientelares para la movilizacin de los electores, dependiendo de cules actores distribuyen y qu tipo de bienes y servicios son intercambiados.48 La creacin de clientelas mediante la distribucin de: 1)bienes particulares 2)obras pblicas 3)programas sociales Con eso se puede obtener tres estructuras partidarias diferentes: 1)territoriales 2)organizativas 3)populistas El intercambio clientelar se hace ms obvio en la compra de voto directa ilegal, la votacin por un candidato o un partido poltico por dinero, regalos (herramientas, electrodomsticos, licencias, material de construccin, etc.), promesas financieras o enmiendas diferentes, durante la campaa o en la jornada electoral. Otro tipo posible del intercambio clientelar es el intercambio de bienes. En este caso, los partidos polticos usan bienes pblicos para fines particulares, por ejemplo, se distribuyen programas sociales estatales como recompensa para el apoyo en elecciones u otras ma neras de legitimacin del poder, o en sentido contrario, se impide el acce so a programas sociales como castigo por la prdida de votos. La tercera forma sera la de ganarse ciertos grupos de clientes mediante obras pblicas, por ejemplo, una escuela en una delegacin del municipio que asegure el voto de los habitantes, o el pavimento de una calle. La organizacin territorial consiste en las unidades bsicas que tiene un partido en un territorio de cierto tamao, por ejemplo en un distrito electoral. Esas unidades se agrupan alrededor de lderes vecinales o comunales/delegacionales que median entre el partido poltico y su comunidad. Tienen el papel del broker. Originalmente son elegidos como unidad bsica de representacin popular, pero el partido los incorpora formalmente o informalmente como subunidades. El intercambio clientelar, ade ms, se puede dar en organizaciones sociales o empresas que estn aliadas o que simpatizan con los partidos. Compran votos para los partidos o fuer zan o coercen al electorado. De esta manera fungen como broker entre par tidos polticos y ciudadanos. El funcionamiento es igual a la organizacin
Se distinguen adems tres etapas diferentes de la entrega: antes, durante o despus de la campaa electoral, y la persona del cliente, quin entrega: el candidato, un lder vecinal o un funcionario pblico.
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Figura 3 FormAS democrticAS Y cLienteLAreS de moviLizAcin deL eLectorAdo Extensin/ Representacin de intereses Momento de distribucin Legal/ilegal Democrtico/ clientelar Democrtico (transformacin de la voluntad de los votantes) Democrtico (pero poca participacin) Zona gris Zona gris Restriccin fuerte de la participacin Normalmente antes Ilegal de las elecciones Restriccin fuerte de la participacin
Promesas Pblico, p.e. Electorado en Despus de las Legal electorales alivios fiscales todo el pas elecciones programticas/ lobbying Distrito electoral/ regin Vecinos, familiares, conocidos Pocos electores particulares leales Pocos electores particulares leales Despus de las Zona gris elecciones Durante el crculo electoral
Patronage Pblico
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territorial. Los lderes de organizaciones estn aliados al partido poltico de una manera formal o informal median los intereses de su grupo frente al partido poltico. Si se trata de un intercambio directo entre un militante del partido y la ciudadana en la mayora de los casos el candidato a un cargo pblico lo llamo estructura populista. No existen lderes como intermediarios y es posible que el partido no pueda controlar la actitud de sus candidatos. Por la observacin de esas estrategias de la movilizacin electoral y estructuras partidistas se puede ver la adaptacin del clientelismo a un ambiente cambiante. Segn las circunstancias, los partidos cambian los diversos componentes de la movilizacin clientelar y organizacin partidaria, y combinan esas estrategias con estrategias de movilizacin noclientelares, como los programas de partidos, el carisma, la ideologa, campaas electorales, medios de comunicacin y coercin. De tal manera, el concepto clientelismo es flexible y adaptable a los mbitos cambiantes.
ConcLuSin
Como hemos visto, clientelismo es un concepto que resulta muy cambiante, en su forma en s y respecto de condiciones externas. Los tipos de clientelismo con adjetivo indican condiciones econmicas y de poltica de poder las cuales influyen en estructuras clientelares y bajo ciertas circunstancias las hacen desaparecer. Aunque los adjetivos adornan bien el trmino clientelismo, aportan poco a la explicacin de la capacidad de cambio del concepto. Al contrario, ms bien causan confusin porque sus creadores no se refieren a un nico concepto de clientelismo. Los distintos puntos de referencia (condiciones histricas, postmodernas, econmicas o espaciales) crean entrecruzamientos conceptuales que impiden una asignacin clara al trmino clientelismo, que de repente significa todo. Por lo tanto, el concepto presentado en este artculo dispone, a partir de su ncleo, el intercambio de bienes y servicios por apoyo poltico y votos, con ocho caractersticas (asimetra, reciprocidad, dependencia mutua, carcter personal, informalidad, voluntad limitada, confianza y lealtad). Todo ello constituye el andamiaje bsico para explicar cambios histricos, estructurales o funcionales. Los conceptos del clientelismo con adjetivos sobresaltan este andamiaje bsico y se enfocan en un aspecto especfico sin alumbrar los dems aspectos, mien-
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tras que los subtipos propuestos se orientan en los atributos. De esta manera, se facilita en el futuro hacer visible el cambio y la adaptacin del concepto clientelismo a ambientes ms autoritarios o democrticos, y ayudar a ubicar al fantasma.
BibLioGrAfA
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