IB07500
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Joaqun Prats
Consejo de Direccin de BER
El presente nmero de BER presenta dos monogrficos, uno sobre la educacin cvico-poltica de los estudiantes y otro sobre la enseanza de los contenidos histricos iberoamericanos en las aulas de educacin secundaria. El monogrfico dedicado a la educacin para la ciudadana lo integran tres artculos que tratan de aspectos bien distintos pero complementarios. Uno de ellos, el firmado por Joaqun Prats y Ann Elizabeth Wilson (pp. 7-17) recoge una experiencia didctica innovadora en la que se form a casi dos mil estudiantes de cuarto de ESO para simular una participacin responsable en unas elecciones autonmicas. El segundo artculo recoge cmo se trata esta cuestin en los libros de texto chilenos. Sus autores, Andrea Minte, Cristian Orellana y Daniel Tello (pp. 1824), demuestran que el tratamiento es tangencial en la formacin ciudadana, privilegiando el contenido histrico por encima del de ciudadana. Por ltimo, la profesora Matilde Peinado (pp. 2532) aporta los resultados de una encuesta en la que sale al paso un supuesto adoctrinamiento derivado de la teora y praxis de sus contenidos y la realidad que se ha vivido en las aulas. Todas las aportaciones defienden sin reservas la conveniencia de la existencia de una asignatura especfica y explicita. Lo hacen en la lnea que opt el Consejo de Ministros de la Unin Europea cuando, en el ao
2012, incorpor el siguiente texto en una de sus resoluciones: La educacin para la ciudadana democrtica es esencial para la misin principal del consejo, como es promover una sociedad libre, tolerante y justa, adems de contribuir a la defensa de los valores y los principios de libertad, pluralismo, derechos humanos y Estado de Derecho, que constituyen los fundamentos de la democracia. Para ello recomienda a los gobiernos de los Estados miembros que hagan de la educacin para la ciudadana democrtica un objetivo prioritario de las polticas y reformas educativas. As lo hizo el Gobierno espaol a travs de la LOE, incluyendo en su ordenacin una asignatura obligatoria en la educacin primaria y la educacin secundaria, pese a la oposicin de algunos sectores educativos apoyados por el partido popular y, sobre todo, por la jerarqua eclesistica. Su implantacin no ha supuesto demasiados problemas, y se ha asumido con naturalidad en el sistema educativo. En el momento en que se escribe esta presentacin, el gobierno actual, con su ministro de educacin, el seor Wert, proponen un cambio sustancial en el redactado del nuevo proyecto de ley que reforma la educacin infantil, primaria y secundaria (LOMCE) en la lnea contraria al ordenamiento actual. 5
ber Didctica de las Ciencias Sociales, Geografa e Historia | nm. 75 | pp. 5-6 | octubre 2013
Como seala una de las articulistas de este monogrfico, la nueva ley contempla dos asignaturas, valores culturales y sociales en primaria y valores ticos en secundaria que substituye a educacin para la ciudadana, si bien en un principio se contempl la creacin de una asignatura denominada educacin cvica y constitucional que vena a simular la prevalencia de gran parte de los contenidos, pero desnaturalizando el sentido de los mismos con el fin de ningunear llevando al ridculo los fundamentos ideolgicos, democrticos y educativos para los que fue creada. Educacin para la ciudadana desaparece, por tanto, como asignatura en el curso 2014-2015, argumentando que sus contenidos se integran de manera transversal en otras asignaturas. Aunque, sin formar parte del monogrfico, hay que considerar un artculo que se ubica en la seccin de Investigacin y opinin de este nmero, en el que los investigadores Rodrigo Salazar, Josu Molina y Elvira Barriga (pp. 75-82) hacen un estudio bibliomtrico de la educacin para la ciudadana dentro de la produccin cientfica de las principales revistas y otros medios de comunicacin cientfica. El segundo monogrfico trata de la enseanza de Iberoamrica en las aulas de secundaria. El tema es de especial importancia por dos razones. En primer lugar, por la necesidad de superar los estudios exclusivamente nacionales y eurocntricos de los currculos oficiales. En segundo lugar, y refirindome exclusivamente a Espaa, por la fuerte presencia de estudiantes procedentes de pases hiberooamericanos que conviven y estudian junto con los espaoles. El
analizar una historia comn durante el periodo colonial, y la historia contempornea en la que las relaciones entre los distintos pases han sido tan intensas (compartir cultura y disputarse territorios) para lo bueno y para lo malo, es un contenido fundamental para la educacin de la conciencia histrica. El primer artculo del monogrfico dedicado a Iberoamrica es de Mario Carretero y Mara Sart (pp. 33-42). En l los autores defienden que las narrativas nacionales, tanto en la escuela como fuera de ella, juegan un papel importante como generadores de vectores morales, justamente porque fueron concebidas para ello. Ilaria Bellati y Virginia Gmez (pp. 43-50) nos explican cmo est situada la historia comn de los pases que integran Iberoamrica en los currculos escolares, aportando una reflexin sobre la posibilidad de aportar a estos contenidos histricos un enfoque intercultural. Joan Miquel Albert y Concha Fuentes (pp. 51-56) tratan de los conocimientos que tiene el alumnado sobre la historia de Iberoamrica y la construccin de las identidades a travs de la educacin histrica. Por ltimo, en el artculo titulado La importancia de los referentes nacionales en el aprendizaje de las ciencias sociales, los profesores Pedro Miralles y Sebastin Molina (pp. 5766) demuestran, fruto de una investigacin minuciosa, que las identidades del alumnado de ESO tienen relacin con los conocimientos histricos de las naciones de origen cuando stos son inmigrantes o hijos de inmigrantes de ese continente, llegando a la conclusin de que los conocimientos geogrficos e histricos siguen constituyendo seas de identidad.
ber Didctica de las Ciencias Sociales, Geografa e Historia | nm. 75 | octubre 2013