Las mujeres lesbianas y la antropologa feminista de gnero

ngela G Alfarache Lorenzo*

Anterior a estos planteamientos la antropologa abord la homosexua lidad femenina y la masculina de diversas maneras: mientras que a principios de siglo el tema fue tratado principalmente en relacin con fenmenos religiosos como el shamanismo a partir de las dcadas de los treinta y cuarenta se reportan en las etnografas de manera ms concreta fenmenos como el trasvestismo los cambios de roles o los matrimonios entre personas del mismo sexo y se trat en ocasiones directamente las relaciones homoerticas entre mujeres

a homosexualidad femenina y el lesbianismo han tenido marcos tericos propios y categoras especficas a partir del surguimiento de la antropologa feminista de gnero

Licenciada en Etnologa cursa actualmente el Posgrado en Antropologa de la Universidad Nacional Autnoma de Mxico Coordina el proyecto de librera Las sirenas para la difusin de publicaciones sobre estudios de gnero

ngela G. Alfarache Lorenzo

os planteamientos bsicos sobre la historicidad de las y los seres humanos, sostenidos por las diversas corrientes antropolgicas, han constituido a la disciplina como uno de los principales campos de desarrollo de la teora de gnero. A partir de la premisa de que no es suficiente definir a las y los seres humanos desde el punto de vista del sexo biolgico, quienes investigan han desarrollado categoras y metodologas que nos permiten abarcar sus aspectos tanto biolgicos como socioculturales. En la dcada de los setenta, un doble movimiento llev al uso intensivo de la categora de gnero. Por un lado, tanto desde la academia, como en el plano poltico, las feministas analizaron a fondo la cuestin de la discriminacin de las mujeres en funcin de su sexo, a lo cual se denomin sexismo. La denuncia de la prctica sexista inclua el anlisis de la opresin, la subordinacin y la explotacin de que eran objeto las mujeres, mismas que se basaban en las diferencias existentes entre hombres y mujeres, as como en la premisa cultural de la naturalidad de tales hechos. La academia feminista retoma la categora de gnero y le otorga nuevos contenidos, utilizndola para referirse a las construcciones que cada cultura elabora a partir de la diferencia sexual, adscribiendo conductas, papeles y atributos a las personas en funcin de sus caractersticas corporales. As, la categora de gnero es definida como una:
construccin simblica (que) contiene el conjunto de atributos asignados a las personas a partir del sexo. Se trata de caractersticas biolgicas, fsicas, econmicas, sociales, psicolgicas, erticas, jurdicas, polticas y culturales (Lagarde, 1996: 27).

Al considerar al gnero como el principio estructurador de la sociedad, los intereses antropolgicos y feministas se han visto ntimamente unidos y han permitido planteamientos concretos acerca de la diversidad cultural construida a partir de la especificidad histrica de los gneros. Cuestionamientos claves de las antroplogas feministas han sido: uno, la importancia de reconocer la impronta de gnero de quien investiga; dos, reconocer las interrelaciones establecidas ente las sujetas implicadas en el trabajo de investigacin para romper, as, con los planteamientos de la antropologa clsica en relacin con la neutralidad de los efectos de quien observa sobre lo observado; tres, la asuncin de la posicin de la sujeta que investiga en el sentido de discernir su propio bagaje cultural, sus prejuicios (tanto respecto al tema, como a las personas con las que trabaja), y reconocer y hacer explcito que todo ello afecta tanto al planteamiento del tema, al tratamiento y a lo que puede o no puede observar, como a sus conclusiones. La homosexualidad femenina y el lesbianismo han tenido marcos tericos propios y categoras especficas a partir del surguimiento de la antropologa feminista de gnero. Anterior a estos planteamientos, la antropologa abord la homosexualidad femenina y la masculina de diversas maneras: mientras que a principios de siglo el tema fue tratado principalmente en relacin con fenmenos religiosos como el shamanismo, a partir de las dcadas de los treinta y cuarenta se reportan en las etnografas, de manera ms concreta, fenmenos como el trasvestismo, los cambios de roles o los matrimonios entre personas del mismo sexo, y se trat, en ocasiones,

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directamente las relaciones homoerticas entre mujeres. Autoras como Blackwood (1991) consideran que las discusiones antropolgicas han estado permeadas por el presupuesto de la existencia de una naturaleza homosexual, presupuesto que figura como parte de una concepcin esencialista para la que dicha naturaleza subyace en todas las expresiones culturales de homosexualidad y que interpreta las relaciones homosexuales como actos individuales que pertenecen al mbito de lo privado. La falta de anlisis sobre la importancia de los contextos culturales en que se dan dichas relaciones ha llevado a concebir, a quienes presentan estos comportamientos, como personas incapaces de ajustarse a su rol genrico. Contemporneamente, las investigaciones antropolgicas sobre la homosexualidad y el lesbianismo parten, no de un continuum homosexual aplicable tanto a hombres como a mujeres, sino de concepciones que consideran que, dadas las diferentes construcciones de gnero tanto inter como intraculturales, es necesario realizar investigaciones concretas, as como diferenciar analticamente las especificidades de cada caso. A finales de los aos sesenta, la llamada nueva antropologa de la mujer comienza a elaborar un conjunto de teoras y categoras que hacen posible el estudio de las mujeres lesbianas como sujetas de sus culturas y sociedades, as como de la homosexualidad femenina, el homoerotismo y el lesbianismo, como construcciones histricas, sociales y culturales. Las antroplogas feministas han desarrollado la crtica a los marcos tericos y a las categoras utilizadas para

analizar los temas mencionados, centrndose en la pretensin de universalidad de las mismas y estableciendo sus distintos significados culturales e histricos. Moore (1991: 9) seala que:
La crtica feminista en antropologa ha sido, y seguir siendo, fundamental en la evolucin terica y metodolgica de la disciplina en general. La crtica feminista no se basa en el estudio de la mujer, sino en el anlisis de las relaciones de gnero y del gnero como principio estructural de todas las sociedades humanas.

Adems de las investigaciones tericas, caracterizadas en muchos casos por la interdisciplinariedad, hay que sealar la importancia que, a partir de los aos setenta, han tenido los movimientos polticos por los derechos de las personas homosexuales. Conformados por mujeres lesbianas y hombres gays, dichos movimientos surgieron con una conciencia de rechazo a las definiciones de homosexualidad de las sociedades patriarcales; sus luchas han estado centradas en la opresin, el rechazo y la marginacin que afecta a las personas homosexuales y en la reivindicacin de sus derechos especficos. Es importante sealar que la necesidad de encuadrar los anlisis polticos de las personas homosexuales en sus dimensiones histrica, social y cultural ha llevado a una fuerte interrelacin entre la esfera de los movimientos polticos y la academia. La convergencia de los intereses antropolgicos y feministas, respecto a los anlisis histricos y comparativos, ha implicado que quienes investigan recurran a la disciplina en sus intentos de explicar las diferencias genrica existentes, tanto al

interior de cada cultura particular como entre distintas culturas. La antropologa feminista de gnero que considera al gnero como un principio estructurador de la vida social humana, es uno de los desarrollos ms importantes de la disciplina. Dicha antropologa, an compartiendo muchos de los objetivos de la antropologa general, se ha desarrollado como una respuesta crtica a las deficiencias terico/metodolgicas de la disciplina y, al mismo tiempo, como una revisin de sus supuestos a partir de una visin feminista. En este sentido, Maqueira (1987: 9) seala como una de sus caractersticas ms importantes:
La consolidacin de un corpus de conocimientos que ha replanteado y renovado contenidos, metodologas y teoras asentadas tradicionalmente en la disciplina como verdades consagradas.

Desde esta perspectiva, un tema ampliamente analizado desde la epistemologa feminista ha sido el androcentrismo y la invisibilidad de las mujeres como gnero, y de las lesbianas en particular, en las teoras y las investigaciones. Al respecto, los anlisis realizados han llegado a las siguientes conclusiones. En primer lugar, no se trata de aadir a las mujeres a las teoras existentes, ya que la exclusin de que han sido objeto es un principio estructurador y un presupuesto bsico del sesgo androcntrico de la disciplina. En segundo lugar, no se trata de acrecentar numricamente la presencia de las mujeres en los estudios, puesto que el problema radica en el tipo de preguntas y problemas que quienes investigan se plantean, en los mtodos usados para contestarlas

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y resolverlos, as como en los criterios de validez reconocidos por la propia disciplina. Por ltimo, tanto terica como polticamente, resulta claro que la visibilidad de las mujeres slo puede realizarse tomando en consideracin el complejo tema de las diferencias, tanto intra como intergenricas. La visin androcntrica,1 en el caso de las mujeres lesbianas, deviene de la aplicacin acrtica de las concepciones sobre la homosexualidad masculina al estudio y anlisis de la homosexualidad femenina. Con ello no se toman en cuenta, primero, las diferencias genricas imperantes en cada sociedad que hacen que masculinidad y feminidad se construyan diferencialmente; en segundo lugar, se asume implcitamente que la homosexualidad femenina es un reflejo de la masculina sin atender al hecho de que las relaciones homoerticas tienen definiciones culturales divergentes para hombres y mujeres, basadas en la divisin genrica del mundo. Por lo anterior, se plantea que no slo es necesario un proceso de visibilizacin de las mujeres, sino adoptar el enfoque de gnero en todos los campos del conocimiento sin prejuzgar los efectos de importancia variable que esto puede producir (Collin, 1993: 320). La invisibilidad de las mujeres lesbianas en la disciplina se da en relacin con dos mbitos: por un lado, se inserta en la invisibilidad de las mujeres como gnero

en las teoras; por el otro, con la invisibilidad y el tratamiento propio de la homosexualidad en la antropologa. En este sentido, los prejuicios vigentes en la mayora de las sociedades patriarcales sobre la homosexualidad que forman parte del bagaje cultural de algunos y algunas investigadoras, as como la falta de concepciones tericas y de categoras especficas, impiden identificar y analizar los temas relacionados con la homosexualidad, con lo que se acrecienta la ausencia del tema en las etnografas. Del mismo modo, la aplicacin acrtica del modelo de sexualidad dominante en la sociedad del o de la investigadora en los estudios sobre otras sociedades:
Ha desvirtuado el reducido debate sobre la homosexualidad presente en la literatura antropolgica. Los modelos tericos utilizados en el pasado para analizar los datos sobre la homosexualidad, derivaban directamente de la concepcin de la sexualidad de la psicologa occidental. La mayora de los antroplogos basaban su interpretacin de las prcticas homosexuales de otras culturas, en el modelo desviacional de la psicologa y la sociologa y asuman que la heterosexualdad representaba la norma de comportamiento sexual y, por lo tanto, que la homosexualidad constitua una desviacin o un comportamiento anormal. Esas valoraciones contrastaban, en muchas ocasiones, con el

Alcanzndome

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significado o el valor atribuido al comportamiento sexual en la cultura estudiada, dado que muchos grupos aceptaban las prcticas homosexuales dentro de su sistema social (Blackwood, 1991: 220-221).

Las mujeres lesbianas en el gnero

as reflexiones tericas que han llevado a la construccin de la teora de gnero, y los anlisis de las relaciones entre sexo y gnero, son fundamentales para el anlisis de las mujeres lesbianas. Las mismas han proporcionado una nueva perspectiva al introducir el elemento histrico en los anlisis; en este sentido, su uso conlleva a la deconstruccin del gnero como esencia y a su ubicacin en marcos culturales, sociales e histricos especficos. Desde la dcada de 1970, el inters por dilucidar las relaciones entre sexo y gnero ha llevado a las antroplogas feministas a la revisin del acervo etnogrfico existente. El resultado ha sido el enriquecimiento de la disciplina al introducir, en el trabajo emprico y en el anlisis, una perspectiva que plantea nuevas preguntas en relacin con los sistemas clasificatorios de gnero, as como en relacin con categoras como personas homosexuales, homosexualidad, homoerotismo, mujeres lesbianas y lesbianismo. El debate interdisciplinario en torno a las relaciones entre sexo y gnero es en la actualidad fundamental al interior del feminismo; debate en el que se plantea el hecho de que la diferencia sexual, no es en s misma, un hecho puramente anatmico y en este sentido, fcilmente asimilable a natural en ciertas concepciones, sino que es una diferencia significada culturalmente.
La base biolgica de la sexualidad se experimenta siempre culturalmente, a travs de una traduccin. Los factores puramente biolgicos de la sexualidad no hablan por s mismos; han de expresarse socialmente. El sexo se siente de forma individual o, al menos, privada, pero esos sentimientos incorporan siempre los roles, definiciones, smbolos y significados de los mundos en que se desarrollan (Ross et al., 1997: 153).

La sexualidad ha sido el eje estructurador del feminismo: al situar a la sexualidad en el mbito de la cul-

tura, los anlisis han debido dar cuenta de su complejizacin. Ello se ha hecho a partir de considerar analticamente tanto el gnero como los distintos ejes que conforman la condicin de las mujeres. Desde esta perspectiva, los anlisis feministas consideran, por un lado, que la sexualidad femenina puede ser vivida y experimentada de formas distintas dependiendo de las diversas situaciones vitales de las mujeres; por el otro, intentan superar la visin simplista sobre las mujeres y visualizarlas en su complejidad, al mismo tiempo que dicha percepcin de la complejidad nos conduce a una investigacin que es cada vez ms conciente de sus propias omisiones, lagunas y silencios, que est dispuesta a matizar y a especificar sus descubrimientos, si se refieren slo a grupos particulares, y a hacer esfuerzos ms agresivos para investigar en campos y temas dejados de lado hasta ahora (Vance, 1989: 37). En este sentido, los anlisis se sitan en una perspectiva construccionista, la cual enfatiza la definicin de los factores histricos y culturales que conforman la sexualidad y, por ende, la homosexualidad y el lesbianismo. Con relacin a estos ltimos, las teoras suponen un cambio de enfoque al pasar de investigar sus causas y curas, a analizar los modos en que las distintas sociedades construyen, definen y dan contenido a la y el homosexual. En consecuencia, los estudios tienen como punto de partida el sistema de valores culturales y la estructura social en que se desarrollan la homosexualidad masculina y femenina, as como las concepciones de gnero imperantes y las definiciones de feminidad y masculinidad dominantes culturalmente. Una segunda lnea de discusin y teorizacin fundamental es la de las diferencias. Dicha discusin se ha dado con gran fuerza al interior del feminismo desde la dcada de los ochenta, cuando distintas corrientes tericas y mujeres particulares reclamaron atencin a las diferencias concretas existentes entre ellas. Los anlisis empezaron con la crtica a la categora mujer como universal y totalizadora, para desembocar en el reconocimiento a la existencia de mujeres concretas y particulares. Al mismo tiempo, hubo que contemplar las diferencias entre mujeres junto con el anlisis de las semejanzas de gnero; en este sentido, las mujeres lesbianas, presentes desde los inicios en los movimiento polticos y en el terreno acadmico, han ido construyendo un corpus terico y una prctica poltica de la diferencia que ha seguido, a su vez, caminos diversos.

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La antropologa feminista es perfectamente consciente de que las mujeres son diferentes entre s. Se trata, en efecto, de la nica disciplina de las ciencias sociales capaz de demostrar, desde un punto de vista eminentemente comparativo, que el significado de ser mujer vara cultural e histricamente y que el gnero es una realidad social que siempre debe enmarcarse en un contexto determinado (Moore, 1991: 223).

Estos debates son bsicos al analizar la relacin de las mujeres lesbianas con el gnero, ya que las mujeres lesbianas son diferentes al interior del gnero. Aunque social y culturalmente se construye la diferencia entre el gnero femenino y el masculino como la fundamental, la importancia de esta diferencia, en el caso de las mujeres lesbianas, es secundaria, ya que ellas son diferentes no slo de los hombres por ser ellas mujeres , sino del gnero en su conjunto. Las diferencias del resto de las mujeres, los hechos bsicos de la condicin de gnero, esto es, la heterosexualidad y la maternidad compulsivas. La organizacin social de gneros, vigente en nuestra cultura, establece de manera dual y excluyente la existencia de dos gneros; al mismo tiempo que binaria y unvoca, esta construccin es especfica para cada gnero. Y puesto que la sexualidad es el eje bsico alrededor del cual se da esta construccin, la misma es, tambin, diferencialmente construida para hombres y mujeres. En el caso de las mujeres, la sexualidad se estructura a partir de un doble conjunto de normas que determinan tanto lo permitido como lo prohibido: por un lado, rigen para ellas las normas establecidas para el conjunto social; por el otro, un conjunto de normas genricas especficas. Aunque la antropologa ha demostrado la variabilidad cultural de las formas de ser mujeres y hombres y de las relaciones genricas que pueden establecerse, lo que caracteriza a la concepcin dominante de la sexualidad tanto en los discursos religiosos como en los laicos, es su adscripcin a lo natural y, por ende, sus concepciones de lo natural y la naturaleza. La existencia de las mujeres lesbianas constituye un rompimiento de la relacin natural que debe existir entre mujeres y hombres, y pone en cuestin la naturalidad de la misma propugnada por la sexualidad hegemnica. Paralela a la construccin positiva de normas y deberes, se establece el tab: mientras que la heterosexualidad obligatoria se

constituye como la norma positiva, la homosexualidad femenina es el tab, por lo que las mujeres homosexuales son y viven en el tab. Las relaciones homoerticas entre mujeres transgreden, adems, otro de los principios bsicos de la sexualidad dominante: la maternidad compulsiva. Cada gnero y cada particular se construye a partir de un deber ser ertico estrictamente normado, cuyo incumplimiento pone en entredicho, la definicin genrica global del sujeto, an cuando ste cumpla con todos los otros atributos (Lagarde, 1993: 183). Resultado de estas transgresiones2 de las normas culturales y del no-cumplimiento de los deberes de gnero es el particular posicionamiento3 de las mujeres lesbianas en no-lugares culturales jerarquizados en los cuales son materialmente oprimidas, negadas, invisibilizadas y estigmatizadas (Alfarache, 2000). Estos no-lugares se concretan especficamente en los terrenos polticos y jurdicos, mientras que es posible distinguir la construccin de s-lugares sociales y culturales por parte de las mujeres lesbianas. La diferencia intragenrica no significa que las mujeres lesbianas dejen de ser mujeres: las mujeres lesbianas pertenecen a la condicin de gnero femenino. En este sentido, seala Lauretis:
De ser verdad que el sujeto femenino es engendrado y que se le asigna un gnero a travs de mltiples representaciones de clase, raza, lenguaje y relaciones sociales, tambin es cierto... que el gnero es un denominador comn: el sujeto femenino es siempre elaborado y definido en el gnero y a partir del gnero (1991: 185).

Consecuente con el posicionamiento de las mujeres lesbianas se produce una asignacin identitaria a las mismas, la cual es necesaria ya que la transgresin de los deberes erticos cuestiona la condicin genrica total de las mujeres e implica su reposicionamiento en la jerarqua social de poderes. Dicho reposicionamiento genera al marcar a las mujeres lesbianas de manera negativa. Consecuencia de la constitucin del erotismo como el ncleo definidor del lesbianismo, es la divisin intergenrica de las mujeres por su tipo de erotismo as como la construccin de las categoras mujeres homosexuales y mujeres heterosexuales. La misma, se da a partir de la adscripcin, para stas ltimas, de un erotismo

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subsumido en la procreacin y reconocido positivamente en la cultura, relevando al erotismo como el ncleo central de las vidas de las mujeres lesbianas, lo cual las posiciona en el lado negativo del mundo. La adscripcin de las mujeres a una de estas categoras y la estigmatizacin de aqullas incluidas en la categora de mujeres homosexuales, sirve para que el lesbianismo sea utilizado, de manera ejemplar, como amenaza contra las buenas mujeres de lo que puede ocurrirles si dejan de serlo.

Autoidentidades lsbicas

os anlisis de la categora de gnero han permitido establecer que en la misma se articulan varias instancias. Por un lado, la asignacin de gnero, instancia bsica que en nuestra sociedad se realiza a partir de la diferencia sexual biolgica basada en los genitales externos del o de la recin nacida. En segundo lugar, la identidad de gnero, en cuya formacin confluyen factores biolgicos y psicolgicos, y que es un proceso que precede a la conformacin de la identidad sexual. A partir de conceptualizar a la identidad de gnero como el ncleo primario de la construccin de la identidad, es posible diferenciar entre la identidad socialmente asignada y la autoidentidad de las mujeres. La primera hace referencia al reconocimiento social y cultural y a la categorizacin de identidades generalizadas. La autoidentidad, por su parte, incorpora la experiencia privada de la identidad personal o el autoconcepto de cada quien como hombre o como mujer; en ella desempea un papel central la sexualidad ya que es el elemento sobre el que se construye.
En la subjetividad, la autoidentidad es central porque es la identidad del sujeto sobre s misma/o, la capacidad de percatarse de s por una/o mismo, y tambin de percatarse de una/o misma/o como ser designado por el otro... La autoidentidad no es innata. Se construye todos los minutos de la vida en la interaccin entre las identidades que se le asignan al sujeto, la experiencia vivida y la elaboracin que ste hace (Lagarde, 1997: 31).

homosexuales de mujeres y hombres a partir de las variaciones sexuales existentes en las culturas. La pregunta bsica que se plantea desde esta perspectiva es cul es el peso especfico de los componentes homosexuales en la construccin de las identidades en las diferentes culturas. Por un lado, la ubicacin de las mujeres lesbianas en el gnero hace posible analizar sus diferencias, semejanzas y especificidades,4 as como los efectos que produce en sus vidas la organizacin social de gneros: el sexismo y la lesbofobia. A partir de la definicin del lesbianismo como un erotismo entre mujeres, transgresor del orden de la sociedad y del cosmos (Lagarde, 1993: 241), considero como mujeres lesbianas a aquellas que, por propia voluntad, se autodefinen como tales al mismo tiempo que son definidas por otras y otros como lesbianas. La autoidentidad como lesbianas feministas la realizan las mujeres a partir de diversas experiencias de vida y procesamientos identitarios en la cultura feminista; para estas mujeres ser lesbianas es ser feministas y no es posible la separacin entre ambas. La autodefinicin, en estos casos, toma en cuenta varios elementos y no se centra exclusivamente en el terreno ertico. Por lo anterior, es posible distinguir a las mujeres lesbianas feministas tanto de las mujeres homosexuales, cuyos referentes identitarios son homosexual y gay, como de las mujeres cuyo referente identitario es lesbianas slo como resultado de la influencia cultural del feminismo. La autodefinicin identitaria como lesbianas implica: La asuncin de la identidad de gnero femenino y la identificacin con sus semejantes: as, el reconocimiento de la pertenencia al gnero provee recursos que permiten construir la empata y la sororidad (Lagarde, 1993) entre mujeres como categoras polticas que tienden a evitar rupturas y desidentificaciones genricas. La conciencia de su especificidad al interior del gnero que les permite procesos de identificacin positiva con otras mujeres semejantes a ellas en su especificidad. La definicin de dicha especificidad a partir de experiencias diversas en torno al erotismo, el amor, los afectos, los modos de vida, lenguajes, cuerpos, etctera.

Tema nodal de la antropologa contempornea, la identidad es central para la investigacin con mujeres lesbianas ya que permite realizar los estudios desde la perspectiva histrico/cultural de los comportamientos

ngela G. Alfarache Lorenzo

La politizacin de la identidad que, desde mi perspectiva, implica la construccin de identidades feministas (Alfarache, 2000).

Considerando que la identidad se conforma por las significaciones culturales aprendidas y por las creaciones que el sujeto realiza sobre su experiencia a partir de ellas (Lagarde, 1997: 14), es posible establecer que las relaciones entre condicin e identidad no son unvocas: a veces, la identidad refleja la condicin, a veces, est en contradiccin con ella. Estas contradicciones son claves para la comprensin del proceso identitario de las mujeres homosexuales: stas pertenecen, por condicin, al gnero femenino, pero pueden llegar a ser heterodesignadas5 masculinamente; una heterodesignacin asumida o no por las mujeres dependiendo de la situacin particular de cada una de ellas. Esto queda claro en el caso de las mujeres que se autodefinen como lesbianas feministas: estas mujeres rechazan la asignacin identitaria masculina y, asumindose como pertenecientes al gnero femenino, llevan a cabo procesos autoidentitarios cuya finalidad es poner en consonancia sus experiencias de vida con su identidad, y construir sta como una autoidentidad positiva. Puesto que la construccin identitaria slo puede ser realizada a partir de los elementos existentes en la cultura, vemos que estas mujeres tienen la posibilidad de realizarla a partir de los elementos que les brinda la cultura feminista. Ello implica la crtica deconstructiva al orden cultural hegemnico y la resignificacin identitaria feminista para las mujeres. Por ello, considero que la cultura feminista posibilita a las mujeres lesbianas un marco de referencia para situarse a s mismas, con su genericidad y su particularidad en el mundo, ocupando un lugar, un espacio y un tiempo propios y particulares. Las posibilidades de deconstruccin y construccin identitaria con sentido libertario estn directamente relacionadas con nuevos paradigmas que construyen culturas diferentes. En este sentido, la identidad feminista es una configuracin identitaria particular que no puede ser simplemente agregada a la identidad fundante de gnero, sino que implica la deconstruccin genrica patriarcal. La crtica cultural antropolgica permite develar los principios androcntricos a partir de los cuales se construye a las mujeres lesbianas; androcentrismo que se estructura doblemente ya que al discurso patriarcal sobre las mujeres se une la visin androcntrica especfica con relacin a las mujeres lesbianas. En este senti-

do, la necesidad terica que ha planteado la antropologa feminista de adoptar la perspectiva de gnero en todos los mbitos que se investigan, ha redundado en la visibilidad de las mujeres como gnero y como particulares. La aplicacin de dicha perspectiva a la investigacin concreta permite: analizar la construccin cultural de las mujeres lesbianas, as como las consecuencias que la misma tiene en sus vidas (sexismo y lesbofobia); entender que las mujeres lesbianas son diferentes al interior del gnero por su incumplimiento de los deberes bsicos prescritos para el mismo; y por ltimo, analizar a las mujeres lesbianas en sus especificidades, mismas que estn dadas por sus situaciones vitales nicas y particulares, en concreto, por su lesbianismo que implica condiciones particulares para cada una de ellas, y por su pertenencia al feminismo, el cual les posibilita la resignificacin de elementos identitarios y la construccin de identidades positivas.

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La acrbata

ngela G. Alfarache Lorenzo

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Notas
Moreno (1986: 68) utiliza la categora de androcentrismo para hacer referencia a la adopcin de un punto de vista central, que se afirma hegemnicamente relegando a los mrgenes de lo no-significativo o insignificante, de lo negado, cuanto considera impertinente para valorar como superior la perspectiva obtenida; este punto de vista, que resulta as valorado positivamente, sera propio no ya del hombre en general, de todos y cualquier ser humano de sexo masculino, sino de aquellos hombres que se sitan en el centro hegemnico de la vida social, se autodefinen a s mismos como superiores y, para perpetuar su hegemona, se imponen sobre otras y otros, mujeres y hombres mediante la coercin y la persuasin/disuasin. (Subrayados de la autora) 2 El tema de la transgresin alude a la ruptura de un orden establecido, que es sentido como estril por la propia personalidad. En la
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transgresin, el gesto de despegue define la ruptura. Ruptura que a su vez se convertir en la fundacin de un orden nuevo... La mujer transgresora es la creadora de un tiempo y un espacio histricos diferentes en su vida (Mizrahi, 1987: 75). 3 Molina Petit (1994: 140) define posicionalidad como el lugar o ubicacin en un contexto histrico-social desde donde la mujer modela su experiencia complejo de hbitos y disposiciones que nos generizan como mujeres y perfila su subjetividad. La identidad as concebida tiene que ver, no slo con la historia de las mujeres y la experiencia vivida o imaginada, sino con el anlisis de lo que han sido las prcticas femeninas que se interpretan y se rearticulan dentro de los horizontes de sentido disponibles en la cultura. 4 Las mujeres son semejantes entre s semejanza intragenrica porque comparten aspectos fundamentales de su definicin social, es decir, de su condicin y de su identidad y son diferentes entre s porque no comparten otras condiciones sociales diferencia intragenrica (...) Es preciso pensar la semejanza y la diferencia como fenmenos simultneos en la configuracin de los sujetos sociales (Lagarde, 1996b: 44-45). 5 Para Rodrguez Magda (1994: 220), la heterodesignacin hegemnica es la definicin del otro por parte de quien tiene el poder de la palabra. Define al grupo hegemnico como el detentador del poder/saber y al grupo heterodesignado como aqul supeditado al primero y definido por l.