Lecto Divina
Lecto Divina
Lecto Divina
Al leer la Biblia los Padres no lean los textos, sino a Cristo vivo, y Cristo les hablaba
Padre Evdokimov (telogo ortodoxo ruso, 1901-1970)
Definicin
La expresin Lectio Divina significa textualmente Lectura de Dios e indica la prctica monstica que se lleva a cabo desde hace siglos, conocida como la lectura orante de la Biblia. Es, pues, una meditacin orante de la Sagrada Escritura. La Lectio Divina, ms que un mtodo de lectura de la Biblia, es una experiencia de encuentro con el Seor, pues la dinmica interna de los distintos pasos que sugiere no se agotan en el texto en s, sino que los trasciende haciendo que partiendo del texto escrito en la Biblia, se busque el encuentro personal e ntimo con el Seor. Este proceso de bsqueda del Seor es una experiencia mstica donde no cabe nicamente lo intelectual, sino que a partir del texto bblico meditaremos en el significado del mismo en nuestras propias vidas y as entraremos en contemplacin con Jess. Por ello la Lectio Divina deber tener como finalidad y meta la adhesin consciente, libre y amorosa a Dios, pues lo fundamental no es saber cosas de la Biblia, sino comprenderlas y vivirlas en nuestra propia vida.
Historia
El primero en utilizar la expresin Lectio Divina fue Orgenes, telogo del siglo II (185254 d.C.), quien afirmaba que para leer la Biblia con provecho es necesario hacerlo con atencin, constancia y oracin. Ms adelante la Lectio Divina se convirti en la columna vertebral de la vida religiosa. San Benito de Nursia (480-547 d.C.) la estableci entre los monjes al fundar la Orden Benedictina, y su principal impulsor posteriormente fue San Bernardo de Claraval (10901153 d.C.) entre los monjes cistercienses (Orden del Cster). Ellos hicieron de esa prctica, junto al trabajo manual y la liturgia, la triple base de la vida monstica. Pero fue Guido II, abad de la Gran Cartuja (1117-1188), monje cartujo, quien alrededor del ao 1150 escribi un libro titulado La escalera de los monjes en donde institua la sistematizacin de la Lectio Divina en cuatro peldaos: la lectura, la meditacin, la oracin y la contemplacin. Segn Guido esa era la escalera por la cual los monjes ascendan al cielo.
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La Lectio Divina ha recibido en los ltimos aos un nuevo impulso en toda la Iglesia Catlica tras la publicacin de la constitucin dogmtica Dei Verbum en el Concilio Vaticano II el 18 de noviembre de 1965. El Papa Benedicto XVI dijo el 16 de septiembre del 2005: Si se promueve la prctica de la Lectio Divina con eficacia, estoy convencido de que producir una nueva primavera espiritual en la Iglesia. No hay que olvidar nunca que la Palabra de Dios es lmpara para nuestros pasos y luz en nuestro camino .
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Estos pasos son medio y no fin, de ah que se deben seguir en actitud orante, en un ambiente adecuado de paz y tranquilidad, y nunca deberemos ser rgidos en su utilizacin, sino hacerlos depender de cada situacin personal de aquel momento. Mientras llevamos a cabo la Lectio Divina la persona debe detenerse en el momento en que el Seor le haya iluminado o inspirado. Es ah donde debe profundizar y dejarse conducir por el Espritu y quedarse en presencia del Seor, siendo transformado por Su accin en nosotros mismos.
La lectura atenta y pausada de la Palabra de Dios es la base y el corazn de la Lectio Divina. Sin un conocimiento claro y preciso del texto ser imposible realizar los siguientes pasos de la metodologa. Si no se entiende lo que dice la Escritura es imposible realizar la meditacin y, por ende, la contemplacin. Una lectura basada en la fe, con espritu de discpulo, con corazn abierto y disponible, buscando siempre conocer y profundizar aquello que el Seor nos transmite, es la base para cualquier reflexin bblica.
Meditatio o meditacin
Mara custodiaba estas cosas rumindolas en su corazn
Lucas 2:19
La meditacin es adentrarse en el texto y profundizarlo, buscando siempre el mensaje que transmite y actualizarlo a nuestra realidad personal, comunitaria y social. Es ir ms all de los que se ha escuchado en la lectura; es buscar la riqueza que encierra y descubrir el mensaje actual, vivo y comprometedor que el Seor nos transmite por medio de su Palabra. Tras responder a la pregunta qu dice el texto?, ahora abordaremos otra cuestin: qu me dice el texto a m? Debemos repetir es texto rumindolo, masticndolo. Por ello es bueno resumir el texto en una sola frase para repetirla constantemente. De esta forma ir penetrando, abriendo y transformando nuestra persona, lenta pero realmente. En este proceso es el Espritu, presente en la Palabra, el que obra esa transformacin.
Oratio u oracin
Todos ellos perseveraban en la oracin, con un mismo espritu
Hechos 1:14
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Este paso de la oracin a veces podra resultar innecesario. Hay personas que de la meditacin pasan directamente a la contemplacin, ya que la lectura previa fue tan profundizada y reflexionada en la meditacin, que sirvi de medio para el encuentro de corazn a corazn con el Seor, lo cual da paso a la contemplacin.
Contemplatio o contemplacin
T, en cambio, cuando vayas a orar entra en tu aposento y, despus de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que est all, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensar. Mateo 6:6 La contemplacin en s misma es la oracin ms profunda, personal, ntima y directa con el Seor. Ya no importa lo que sabemos de l, porque estaremos con El. Ah no hay normas ni reglas, pues estamos entrando en el mundo divino donde todo es gracia y don, donde se le habla al Seor de t a t, de corazn a corazn. Es conocer en profundidad a Aquel que da sentido a todo en lo que creemos. Para ello no cuenta la inteligencia, sino la sed por Dios y las ansias de conocerle y de amarle, de buscarle y encontrarle. Es la famosa fugi mundi; es el huir de este mundo para estar ntimamente frente al Seor. Para poder realizar esa contemplacin a partir del texto bblico, de la meditacin y de la oracin, debemos centrarnos en Jess, visualizarlo con nuestra mente y, simplemente, coloquiar con El. Y El nos hablar a nuestro corazn. La contemplacin es la oracin ms pura y profunda. All cada persona se relaciona con el Seor de acuerdo a su propio crecimiento espiritual y a la respuesta y docilidad de la gracia.
Actio o accin
As pues, todo el que oiga estas palabras mas y las ponga en prctica, ser como el hombre prudente que edific su casa sobre roca Mateo 7:24 Este es el quinto escaln o paso no contemplado, aunque supuesto, por Benito de Nursia. La Palabra del Seor no slo debe ser escuchada y conocida, sino que ella debe ser hecha viva y fundamento de nuestras actitudes y forma de vida. Si de verdad hubo encuentro de corazn a corazn con el Seor, es imposible seguir siendo el mismo; algo debe cambiar y de alguna manera debemos demostrar aquello que el Seor nos dio a conocer. Actuar es mirarse uno mismo, es buscar las actitudes y la forma de vivir el mensaje y manifestar a los dems con nuestro propio comportamiento lo que el Seor nos ha comunicado.
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