Los Sistemas de Apropiación de Recursos Naturales y La Producción Agrícola en Chimalapas

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Los sistemas de aprovechamiento de recursos naturales y la

producción agrícola en los Chimalapas.

Resumen Ejecutivo
Alvaro González R.1

La conservación de las áreas biológicamente prioritarias de Chimalapas no


se obtendrá por la vía de los decretos, el conocimiento y la sistematización con
fines académicos de sus ecosistemas y su riqueza en flora y fauna, ni por la
imposición de vedas y restricciones a las comunidades. Esto será factible sólo a
través de una estrategia que, como primer punto, desarrolle un proceso serio y
amplio para resolver las carencias productivas básicas de su población por medio
de técnicas agropecuarias sustentables y capacitación, asesoría puntual e
información culturalmente adecuada para impulsar un mayor, y mejor,
aprovechamiento social de los recursos naturales, no vistos éstos como mera
biología, sino como opciones de bienestar, ingresos y desarrollo aparejado a la
conservación. Es decir, la conservación no debe entenderse como el fin en sí
mismo, sino como una consecuencia lógica de procesos de desarrollo social
sustentables en lo ambiental, lo productivo y lo económico.

Los resultados de la investigación en 57 comunidades muestran un panorama


regional productivo caracterizado por un reducido espectro de aprovechamiento
de recursos naturales, a pesar de la alta diversidad biológica, frente a sistemas
depredatorios de caza y pesca que ponen en peligro a muchas especies de fauna
y están presentes en casi todas la comunidades como alternativa primaria de
subsistencia y obtención de ingresos. AGREGAR DATOS-ROLLO

A esto se añade la insuficiencia alimentaria regional en cultivos básicos, cuyo


deficiente cultivo técnico forma parte de un restringido y poco sustentable espectro
agrícola regional, con consumos insuficientes para la alimentación mínima de las
unidades domésticas, pero con graves consecuencias erosivas y de pérdida de
suelos y conversión de áreas naturales. Los pronunciados déficits en la producción
de maíz y frijol indican una clara necesidad de obtener recursos monetarios por
parte de la población para satisfacer su demanda de esos productos básicos. Es
más que hipotético que parte de ese ingreso provenga de actividades poco
sustentables como la tala clandestina, el tráfico de especies, la cacería y pesca e
incluso ilegales como el narcotráfico, visto esto no como una propensión al delito,
sino un resultado de la necesidad y la falta de alternativas2.

A pesar de presentar áreas adecuadas para su producción, el café no constituye


por el momento una alternativa inmediata de desarrollo agroforestal: actualmente
su presencia es discreta en la región. Las oscilaciones en los precios, la falta de

1
Coordinador del GM. Trabajo realizado en colaboración con la UAM-I, bajo la Coordinación General de la
Dra. Ana Paula de Teresa. 1998.
2
Tal como lo expresan habitantes de algunas comunidades. Entrevista 20, cassettes 1 y 2., 1998

1
estructuras organizativas3, las deficiencias en el manejo y el escaso e ineficiente
apoyo oficial hacen que, a diferencia de otras partes del estado, no sea una
alternativa relevante.

Entre los cultivos agroforestales de carácter comercial, destaca el hule, con 3,437
hectáreas en la zona de Uxpanapa. Como alternativa para incrementar el valor de
las casi siempre mal manejadas y/o abandonadas plantaciones de hule, algunas
comunidades chinantecas en Valle Nacional, Tuxtepec han enriquecido esas
áreas con el cultivo en su interior de palma camedor, tepejilote y palma ancha,
entre otras. Este modelo agro silvícola pudiera ser una opción de desarrollo para
las zonas huleras de Uxpanapa y un modelo para fomentar la agroforestería en el
resto de los Chimalapas, donde el café combinado con el cultivo de productos no
maderables como el ixtle o pita, la palma camedor, plantas medicinales,
alimenticias o forrajeras pueden crear procesos sociales de conservación y
desarrollo, que vean en la biodiversidad una aliado y no un medio hostil e
icomprensible.

Mientras las comunidades no incrementen los rendimientos agrícolas y


diversifiquen sus actividades de aprovechamiento de recursos naturales y sus
rendimientos agrícolas, es difícil pensar en procesos de conservación,
ordenamiento territorial o establecimiento de áreas protegidas que puedan ser
mínimamente exitosos. Estamos frente a economías rurales poco sustentables al
estar la mayoría escasamente adaptadas a su entorno natural dada su joven
presencia en la zona, a lo que se añade una heterogeneidad social y cultural
amplia en las comunidades, que dificulta la presencia de estructuras comunitarias
reguladoras y respetadas por todos los sectores.

Los resultados sociales adversos, y las consecuencias ambientales que apareja el


proceso de adaptación-transformación-destrucción al nuevo medio, es, en primera
y última instancia, producto de las políticas estatales que han visto a los trópicos
como áreas susceptibles de colonización, donde la experimentación social y las
teorías sobre su supuesto potencial de desarrollo, al destruir sus ecosistemas
naturales y convertirlos en deficientes zonas agrícolas o ganaderas, han probado
su falsedad en las selvas de Tabasco, Chiapas, y Veracruz, y lo están haciendo de
tiempo atrás en los Chimalapas, último reducto importante nacional de selvas y
bosques tropicales.

Más de XXX personas asentadas en 57 comunidades rurales de Uxpanapa


(Oaxaca y Veracruz), las regiones Centro (Santa María Chimalapa y Sur (San
Miguel Chimalapa (Oaxaca) y Oriente (Oaxaca y Chiapas), que conforman los
Chimalapas, serán acusados mañana de la pérdida del rico patrimonio biológico.
Los verdaderos culpables, sin embargo, nada hacen por ofrecer opciones y
alternativas que posibiliten su conservación a través y en sociedad con el recurso
menos conocido de Chimalapas: sus pobladores.

3
Ver tema sobre organizaciones (Beltrán Emma).

2
Los sistemas de aprovechamiento de recursos naturales y la producción
agrícola en los Chimalapas.
Introducción.

Los datos de campo muestran que la implementación de estrategias productivas


sustentables en las comunidades rurales de los Chimalapas es un reto complejo,
pero indispensable para mitigar la miseria y el impacto ambiental de los actuales
sistemas de producción agropecuaria y aprovechamiento de los recursos
naturales. Entre las variables que lo dificultan destacan el origen reciente de la
mayoría de los poblados y su alto grado de heterogeneidad social4; la dispersión
de la población en pequeños poblados y la existencia de actividades económicas
clandestinas diversas, por lo mismo difíciles de registrar y cuantificar.

La presencia mayoritaria de asentamientos jóvenes implica difíciles procesos de


adaptación social y ecológica al nuevo entorno físico y biológico, siendo eso ya en
sí mismo un riesgo potencial para la conservación de la biodiversidad. A eso se
suma el heterogéneo origen cultural de las poblaciones, y, por ende, la existencia
de variados patrones e intereses para el aprovechamiento y manejo de los
recursos naturales. La dispersión de las poblaciones, enfrentando difíciles
condiciones de comunicación, infraestructura y servicios, es otro obstáculo para
implementar programas de reconversión tecnológica y productiva acordes a los
también variados ecosistemas regionales. Finalmente, no conocer con precisión
hasta que punto las economías rurales de la región dependen de actividades
como la tala clandestina, el saqueo de especies de flora y fauna y el peso real del
narcotráfico, dificulta cualquier proceso de planeación.

A pesar de su relevancia, el peso de esas variables no significa la imposibilidad de


diseñar opciones de desarrollo viables a mediano y largo plazo, pero minimizarlas
u omitirlas al definir una estrategia de conservación y desarrollo en los
Chimalapas reducirá considerablemente las probabilidades de alcanzar cualquier
objetivo de desarrollo y conservación.

El primer paso para la búsqueda de opciones productivas viables es contar con


información actualizada y confiable sobre la importancia y las modalidades de la
producción agropecuaria y los sistemas de recolección, caza y pesca en la región.
En este sentido, la información de este apartado constituye un marco de referencia
útil y necesario para confrontarlo con las variables ambientales y demográficas
para tener una visión de conjunto que permita la toma de decisiones
institucionales con mayores elementos de certeza.

Los datos de base sobre la producción agropecuaria y las actividades de


recolección, caza, pesca y artesanías en los Chimalapas provienen de encuestas
realizadas en 1998 en 57 comunidades, que incluyen parámetros relativos a la
producción de básicos, otros cultivos, fruticultura y las actividades de recolección,

4
Cf. entrevistas de campo, donde se destaca la heterogénea composición social de la mayoría de las
localidades.

3
caza, pesca y manufacturas artesanales. Para establecer marcos de comparación,
y dada la amplitud del área, las comunidades visitadas se agruparon en cuatro
regiones de acuerdo a su ubicación geográfica.

Región Comunidades Población


Centro (Sta. Ma. Chimalapa) 7 6,255
Sur (San Miguel Chimalapa) 17 7,138
Norte (Uxpanapa) 22 20,737
Oriente (Chiapas) 11 2,698
Totales 57 36,828

El análisis emplea además información proveniente de las entrevistas


comunitarias aplicadas en campo y de la revisión de información documental y
bibliográfica diversa.

Es necesario acotar que para obtener datos cuantitativos de mayor relevancia


sobre el impacto ambiental específico de las actividades agropecuarias y de
recolección regionales sería preciso realizar sondeos más detallados de los
sistemas de producción y aprovechamiento registrados; para los fines de un
diagnóstico inicial general, la información empleada es válida en calidad y
cantidad.

El abordaje del tema se realiza en cinco apartados temáticos y uno de carácter


conclusivo y propositivo, acompañados de cartografía específica y algunos anexos
complementarios. El orden de los apartados temáticos es: 1.Marco contextual: la
colonización y el manejo de recursos naturales. 2.Breve semblanza de las
economías rurales de los Chimalapas. 3. Los problemas de una insuficiente
adaptación al medio: los sistemas de recolección y la producción artesanal, 4. La
eterna crisis de la agricultura en el trópico y 5. La caza y la pesca: una opción de
subsistencia peligrosa y 6. Conclusiones y alternativas.

4
1. La colonización y el manejo de recursos naturales en Chimalapas.

Frente a los embates disruptivos que las economías campesinas enfrentan a


causa de los procesos de integración, modernización, y ahora de la llamada
globalización, un aspecto que contribuye decisivamente a garantizar su
reproducción es la presencia de estrategias productivas sustentadas en un
aprovechamiento diversificado de los recursos naturales; los estudios sobre
economías campesinas y/o indígenas así lo muestran.5

En el caso que nos ocupa ésta no es la condición común en la mayoría de


poblados de los Chimalapas. Esto se debe a que en diversas zonas de su
territorio prevalece un fenómeno común a otras áreas del sureste del país,
caracterizado por procesos de colonización espontánea o dirigida que ven a las
tierras tropicales como zonas abiertas para la extracción de recursos naturales y
su poblamiento y establecimiento de sistemas agropecuarios que requieren el
desmonte de amplias extensiones de selvas y bosques. Los impactos ambientales
y los conflictos sociales generados por la visión de ver al trópico como una reserva
de tierra disponible para su poblamiento, junto a la extendida noción institucional
de que salvo las maderas preciosas, el resto de recursos son inútiles desde la
perspectiva productiva, están ampliamente documentados, pero de poco han
servido para impedir el mismo fenómeno en los Chimalapas, ya vivido en las
selvas de Tabasco, Chiapas, Oaxaca y Veracruz, entre otros sitios expuestos a las
políticas de colonización y apertura de los trópicos. 6

Para nuestros fines, hay que destacar que al tratarse de una zona de colonización
aun en proceso, hablamos básicamente de poblados jóvenes y, por tanto, con
sistemas de manejo y conocimiento de su medio natural aun restringidos y poco
adaptados al entorno ecológico, máxime sí en muchos de esos casos el propósito
inicial de la colonización no es buscar la adaptación al medio sino su radical
transformación para establecer sistemas agropecuarios propios de otras latitudes,
o, simplemente, ir tras la exacción de recursos maderables y no maderables.

Cuadro 1. Fundación de los poblados visitados en Chimalapas


Fundación Número de comunidades Porcentaje del total
Siglo XIX 6 10.52
1900-1930 5 8.77
1931-1960 11 19.29
1960-1997 33 57.89
Sin datos 2 3.57
Totales 57
Fuente: Encuesta socioeconómica, 1998.

5
Cf. Zizumbo y Colunga, 1982, Alfaro, Mara, 1992, Nigh y Rodríguez, 1995, Nahmad et. al, 1988 y 1994.
6
Cf. Nigh y Rodríguez, 1995, Szekeley y Restrepo, 1988, Restrepo, 1993, Toledo, A, 1983, Ballesteros et.
al., 1970, Segura, Jaime, 1988, Revel Mouroz, 1972, entre otros.

5
Resulta obvio que sí cerca del 60% de las poblaciones en Chimalapas no van
más allá de 1960 su adaptación y conocimiento del medio natural es insuficiente
para haber desarrollado estrategias de aprovechamiento de recursos naturales
adecuadas y diversificadas.7 Esto se complica sí consideramos que hablamos en
algunos casos de áreas biológicamente muy diversas8, cuyo poblamiento se ha
realizado sin el apoyo de programas que hayan facilitado la adaptación y diseño
de modalidades de aprovechamiento acordes al entorno natural, pues lo que ha
prevalecido como norma es la oportunidad del saqueo de recursos maderables y
no maderables y, como asentamos, la paulatina aparición de sistemas
agropecuarios que tienden a homogeneizar el paisaje y a empobrecer la
diversidad biológica, amén de sus efectos erosivos en los susceptibles suelos de
los ecosistemas forestales del trópico.

Los procesos de colonización no se limitan a perturbar de manera muchas veces


irremediable el medio físico, son también generadores de miseria y conflicto
social: Chimalapas no es la excepción; la conservación de sus aun relevantes
ecosistemas y recursos naturales tiene que pasar primero por la búsqueda de
soluciones a la aguda situación de sus comunidades y habitantes. Resulta
paradójico que se conozca más en torno a las características biológicas de la zona
que sobre las estructuras sociales y productivas de sus pobladores.

Las formas y conflictos agrarios, políticos y sociales aparejados a la colonización


de Chimalapas han sido ya descritos por diversos autores; sin embargo poco se
conoce en cuánto a las formas concretas de vida, producción, organización y
sobre los mecanismos de adaptación que las comunidades desarrollan para
enfrentarse a un entorno nuevo. De este desconocimiento se desprende el escaso
o nulo éxito de las tentativas oficiales y civiles para establecer programas de
índole económica, productiva o conservacionista. En este sentido, el populismo
oficial, el academicismo ecológico y el activismo político deben dar paso a
procesos que profundicen en los aspectos sociales y económicos de la vida de las
comunidades de esta región. La información derivada de este acercamiento
preliminar a la población de Chimalapas, y su análisis primario, que a lo largo de
los siguientes apartados se detallará, deberán ser ampliados y profundizados para
encontrar fórmulas que permitan un acercamiento eficaz y exitoso con el recurso
más relevante y menos conocido de la región: sus pobladores.

7
Los habitantes del municipio de Santa María, reconocen sólo 24% de especies florísticas identificadas por
investigadores en el trópico cálido húmedo. Eguiluz, A. 1995:136.
8
Cf. Salas S. (Coord.), 1996:28-34.

6
2.Breve semblanza de las economías rurales de los Chimalapas.

De acuerdo a los patrones de producción e intercambio presentes en las


comunidades investigadas, se puede afirmar que su economía se sustenta en la
conjunción de la producción agropecuaria de auto subsistencia, sin que ésta se
entienda como autarquía, complementada por intercambios mercantiles, donde la
extracción de sus recursos naturales9 funciona para la adquisición de bienes
complementarios a sus necesidades de consumo básico o suntuario. En este
sentido, hablamos de economías rurales donde la producción primaria se enlaza
con la economía mercantil, con la unidad doméstica como eje de la vida
productiva comunitaria.

Las modalidades de dicha ecuación varían de acuerdo al papel que juegan


factores condicionantes como son la cercanía o lejanía a centros comerciales, las
pautas culturales y composición social y étnica de las comunidades, el tipo de
recursos naturales a los que se tiene acceso y la mayor o menor presencia de
agentes institucionales o privados que influyen en la vida política, productiva,
organizativa y mercantil comunitaria. Como en toda economía rural, la producción
de alimentos es fundamental, descansando en actividades agrícolas, con la milpa
como base alimentaria básica, combinando algunos cultivos hortícolas
complementarios y el aprovechamiento de recursos frutales en algunos casos.
Este espectro se complementa con la obtención de alimentos vía la recolección, la
caza y la pesca.

Un estudio regional señala que a partir de 1978, con la introducción de las


motosierras y el aumento en la demanda externa de madera, la economía de las
comunidades de Santa María sufre un vuelco donde se rompe la suficiencia
alimentaria y se inician graves problemas ambientales, marcando esa fecha el
quiebre de los sistemas agrícolas tradicionales de producción y subsistencia10.

Nuestra información indica que en algunas comunidades se empieza a vislumbrar


cierta especialización agrícola, pecuaria o artesanal, si bien sus escalas son aún
menores y se dan básicamente a través de intercambios entre particulares. En
este sentido, es notable la carencia de mercados o centros de abasto suficientes
locales, teniendo que recurrir a los del entorno inmediato, como Juchitán,
Ixtaltepec, Matías Romero, etc., lo que explica en parte el predominio de un
comercio de corte individual o familiar. Algunas comunidades comercializan
excedentes frutícolas o artesanales hacia centros de acaparamiento regional, que
a su vez los colocan en los centros urbanos mayores del distrito de Juchitán.11

9
Madera, café, frutales diversos, productos de caería, pita, palma camedor, ocasionalmente excedentes
agrícolas, etc.
10
Cf. Eguiluz, Esto se amplía en el apartado sobre estrategias productivas.
11
Cf. apartados sobre fruticultura y producción artesanal.

7
Otro rasgo notable son los bajos rendimientos agrícolas, lo que aunado a la casi
nula producción de bienes de consumo no alimenticios, obliga a pensar hasta que
punto en estas economías campesinas actividades como la tala, la cacería furtiva
o el narcotráfico son el verdadero motor y sostén de sus economías, donde, para
el caso de la comunidad de Santa María, Chimalapa está documentado el peso de
la extracción de madera y algunas especies silvestres como base fundamental de
su economía.12

Otro aspecto relevante de las economías rurales de la región es que a pesar de


ser comunidades pequeñas, existe una estratificación social marcada, derivada de
la particular inserción y participación en las actividades económicas, que
presentan una gama que va desde los jornaleros sin tierra, el agricultor
temporalero, hasta quienes controlan el tráfico de madera, su transporte y toda
una variedad de actividades productivas y mercantiles, que otorgan diversos
estatus sociales y políticos.

Finalmente, a esto se agrega un marco lleno de carencias en cuanto a servicios


educativos, sanitarios y de salud, infraestructura, créditos para la producción y la
diversificación, así como de estructuras organizativas locales y regionales capaces
de gestionar y planear en pro de sus comunidades. (ver reportes sobre
Infraestructura y Presencia institucional). Hablamos, en síntesis, de poblaciones
escasamente productivas, altamente marginadas, socialmente estratificadas y, en
muchos casos, sin una identidad comunitaria definida, por tanto, potencialmente
manipulables y vulnerables.

2.1 El uso del suelo

De acuerdo a las inexactas cifras oficiales para esta región, en ambos municipios
prevalece un uso del suelo para fines agrícolas, con superficies similares de
pastos y/o tierras enmontadas y las áreas forestales. Es de notarse que el total de
hectáreas de los tres tipos de uso de esta fuente es menor en alrededor de 90 mil
hectáreas a la superficie comunal reconocida para Santa María y San Miguel, por
lo cual debe tomarse como una mera aproximación.:

Cuadro 2. Uso del suelo en Chimalapas (Hectáreas).


Municipio Labor* Pastos y Bosques/Selvas Otros**
terrenos
enmontados
San Miguel Ch. 43,444 40,100 45,220 8,036

12
Es el caso de la comunidad de Santa María Ch., donde se estimaba que en 1990, más de 600 comuneros
vivían básicamente de la tala hormiga, para producir tablones. Eguiluzxx

8
Sta. María Ch. 151,302 108,333 104,129 60,390
Totales 194,746 148,433 149,349 68,926
Fuente: INEGI, 1994.*Incluye terrenos en activo y/o descanso
** Caminos, cuerpos de agua, áreas urbanas, etc. Las cifras de esos datos son demasiado
altas.

Otras estimaciones institucionales aseveran que entre 1981-1990, la superficie de


pastos inducidos o cultivados pasó de 6,182 a 10,604 ha., al tiempo que las
selvas altas perennifolias decrecieron en alrededor de 10 mil hectáreas.13 En la
medida que en ese lapso se instalaron diversos asentamientos, no resulta extraño
que el aumento de las áreas de pastos coincida con la disminución de selvas.
Pero no se trata sólo de la desaparición y/o transformación de las selvas, y lo que
implica en términos de la biodiversidad. Hablamos, también, de la expansión de
procesos degradantes que repercuten directamente en ciclos ecológicos y el
bienestar social de los habitantes: se calcula que de un total de 453,980 hectáreas
consideradas, 135,733 presentan grados de erosión alta y 1,420 muy alta. En el
primer caso, se trata de una pérdida anual de suelo de entre 50 a 200 toneladas
por hectárea y mayor a 200 en el segundo.14 Al margen de la exactitud de estas
cifras, las imágenes de satélite analizadas por SERBO A. C. revelan con nitidez
áreas de fragmentación o pérdida de cubierta forestal derivadas de su
reconversión para fines agropecuarios.

3. Los problemas de una insuficiente adaptación al medio: los sistemas de


recolección y la producción de artesanías.

3.1 La recolección

La insuficiente adaptación al medio de la mayoría de comunidades es evidente en


el ámbito de una de las formas de subsistencia campesina básicas: la
recolección, actividad que se sustenta en el conocimiento y aprovechamiento del
medio botánico. La información obtenida muestra un espectro aparentemente
reducido, ya que frente a altos niveles de biodiversidad vegetal, las comunidades
obtienen magros beneficios alimenticios y/o económicos derivadas de actividades
de recolección, desaprovechando en gran medida la vasta riqueza de flora. Las
encuestas muestran que ésta actividad incluye sólo 20 productos, siendo la
mayoría comunes a cualquier economía rural, al margen de su entorno específico,
y el resto son especies silvestres propias de los ecosistemas de Chimalapas: la
pita., el “chichón”, el “tule” , la palma “tiesa” y la camedor. Los productos comunes
registrados son: hierba mora, hierba santa, cilantro, hongos, quelites, epazote,
verdolagas, berros, yuca, “cola de pescado”, berros, guía de calabaza, chayotes,
“chocho”, cilantro, tepejilote y nopales. Es factible que el espectro sea mayor al
considerar otros productos no consignados, como son las plantas medicinales,
otras alimenticias, forrajeras o con fines de ornato o artesanal, y los frutales, rubro
que se verá más adelante. En todo caso, hablamos de comunidades con aun

13
SARH-SFF, 1993:20 en Salas S. (Coord.), 1996:86.
14
Ibid. Anterior.

9
magros conocimientos etnobotánicos debido en muchos casos a su reciente
presencia en Chimalapas.

Productos de recolección en Chimalapas por número de comunidades.

20
18
16
14
12
10
8
6
4
2
0

Quelites Hierbamora Hongos Pita Tepejilote


Verdolaga Chichón Berros P. Camedor Nabo
Epazote Chayote Chocho Palma tiesa Cola de pescado
Cilantro Yuca Hierbasanta Nopal Tule

La estrechez del aprovechamiento de recursos vegetales se evidencia aún más sí


observamos que 12 de los 20 productos registrados son exclusivos de sólo una
comunidad, y que muchos de ellos no son especies propias de los ecosistemas
locales, sino derivados de la actividad humana, como el chayote, yuca, epazote,
cilantro, quelites, nabos, etc.15 Las áreas de aprovechamiento se concentran en
dos de las cuatro regiones del área: Uxpanapa, y la región Oriente-Chiapas,
destacando que ambas no son zonas de asentamientos zoques, lo que hace
pensar sí el grupo originario de Chimalapas ha perdido en gran medida sus
conocimientos etnobotánicos como resultado del deterioro ambiental en torno a
sus dos mayores poblados: Santa María y San Miguel Chimalapas. Actividades
todavía frecuentes en los setentas, como la colecta de pimienta, la hierba
borracha y los cogollos del “coyol”,16 empleadas para hacer una bebida similar al

15
Una fuente establece el conocimiento de 137 especies cultivadas y de17 especies silvestres de árboles
frutales. Eguiluz A. op. cit. 1995:136. En todo caso, el conocimiento de la biodiversidad primaria es bastante
escaso.
16
Muñoz, M., 1973: 197 y 200.

10
chocolate no fueron reportadas, aunque es probable que sigan siendo
aprovechadas por los zoques en alguna medida.

Desde luego, no se descarta que en el nivel individual existan en las comunidades


personas con conocimientos y un manejo más amplio de su entorno vegetal, lo
que no invalida que en términos sociales el aprovechamiento en los Chimalapas
es más restringido de lo que se encuentra generalmente en otras economías
campesinas.

Cuadro 3. Actividades de recolección en Chimalapas por región


Región Municipio Comunidades con Productos
actividades de recolectados*
recolección*
Uxpanapa Santa María Ch. 5 6
Uxpanapa Uxpanapa, Ver. 14 10
Centro Santa María Ch. 5 7
Sur San Miguel Ch. 7 9
Oriente Santa María Ch 6 9
Oriente San Miguel Ch. 2 6
Oriente Cintalapa, Chis. 2 5
Fuente: encuesta socioeconómica, 1998.

En la región de Uxpanapa la presencia de colonizadores indígenas explica la


presencia de actividades de recolección, pues son culturas campesinas con
tradición histórica en el manejo de recursos vegetales con fines productivos,
alimenticios, medicinales, artesanales y para el intercambio comercial. Aun así, su
corta estancia en la región no se traduce aun en un aprovechamiento amplio de su
entorno vegetal si consideramos la potencialidad del mismo: un ejemplo
documentado basta para ilustrar: en un área pequeña de Uxpanapa investigadores
académicos registraron 169 especies útiles en selvas primarias, 155 en
secundarias y 33 en ríos, entre plantas y especies animales. Hablamos de
potenciales recursos alimenticios, medicinales, forrajeros, gomas, resinas, pieles,
aromatizantes, etc.17

En cuanto a la diversificación de este tipo de aprovechamiento, de 41


comunidades que lo practican, cuatro presentan el mayor rango con 5 productos:
tres en la región de Uxpanapa: San Antonio Nuevo Paraíso y San Francisco la
Paz, Sta. Ma. Chimalapa, El Catorce, Uxpanapa , y Tierra Blanca en la región
Centro, Sta. Ma. Chimalapa, todas con fuerte presencia de población indígena. En
ellas es común el aprovechamiento de la pita o ixtle, el tepejilote y los hongos. Le
siguen en importancia con cuatro productos 5 comunidades de la región
Uxpanapa, 1 de la Centro y 5 de la Oriente, con los hongos y quelites como
productos preponderantes. En resumen, existe un limitado aprovechamiento de

17
Toledo, A, 1995 108-109.

11
recursos vegetales,18 que se traduce en un restringido complemento a la dieta y la
economía.

De acuerdo a su uso, salvo la palma camedor, la pita y la “cola de pescado”, el


resto son para autoconsumo alimenticio o para textiles de uso doméstico en el
caso de la palma “chichón”. La pita se colecta en seis comunidades de Uxpanapa,
dos en la Centro y dos más en la Sur. En la región Centro, anteriormente la
empleaban para elaborar y vender morrales, cordeles, redes, etc. en distintas
partes del Istmo.19 Su aprovechamiento se realiza extrayendo las poblaciones
silvestres, si bien se establecieron en Tierra Blanca y San Miguel plantaciones a
través de un programa conjunto de la Semarnap y Sedesol, pero algunas se
quemaron con los recientes incendios y en otras hay deficiencias técnicas en su
manejo.20 En cifras, los ingresos por su venta fluctúan entre 200 y 500 pesos por
kilogramo de fibra vendida. La recolección se hace todo el año. La
comercialización es a través de “coyotes” que llegan a las comunidades, o bien se
lleva la fibra a acaparadores en Juchitán, Colonia Cuauhtémoc, Mizantla, La
Laguna y el Poblado 14. Salvo un caso sin datos, se trata de un trabajo masculino,
sin especificar sí se trata sólo de las faenas de recolección (corta) o incluye
también el proceso de beneficio: desfibrar la hoja y el lavado secado y peinado
de la fibra.

La palma camedor se registró en la región Oriente, en las comunidades señaladas


en el cuadro 4, si bien es conocido que su extracción ilegal fue o sigue siendo
frecuente en toda la zona selvática de Chimalapas. En Benito Juárez se reporta
que se vende un rollo de setenta varas en cuarenta pesos y en San Antonio
Encinal se remite a Niltepec a cinco pesos el kilo. En todo caso, hay opciones para
instrumentar procesos de conservación y desarrollo basados en el
aprovechamiento de la pita y las palmas camedor, “chinchón” y “coyol”. Resulta
indispensable que los estudios botánicos se remitan, fundamentalmente, a
establecer el potencial de uso y económico de las especies vegetales de los
Chimalapas. De nada sirve enlistar o cartografiar la riqueza biológica si no se
transforma en un vehículo de beneficio social y conservación. Igualmente,
establecer procesos para optimizar el aprovechamiento y abrir canales de
comercialización más favorables, debieran ser prioridades en los esquemas
institucionales.

Cuadro 4. Aprovechamiento de pita y palma camedor en los Chimalapas.


Región Comunidad Forma de Venta No. Productores
Uxpanapa San Antonio Nuevo Mizantla y La 120
Paraíso Laguna
Uxpanapa El Catorce La Laguna 15

18
La etnobotánica zoque contrasta, por ejemplo, con la huaves que maneja más de 300 especies silvestres o
los chontales serranos con 113 especies sólo para fines medicinales. Zizumbo y Colunga, 1982 y Nahmad,
González y Vázquez, 1994, respectivamente.
19
Muñoz, M., op. cit. 1977.
20
Fabrize Eduard, comunicación personal, nov., 1998.

12
Uxpanapa El Once Coyote 6
Uxpanapa La Laguna Coyote N.D.
Uxpanapa La Esmeralda Col. Cuauhtémoc 10
Uxpanapa San Fco. La Paz El Catorce 3
Centro Tierra Blanca N.D. N.D.
Centro Santa María Ch. Santa María Ch. 10
Sur Cuauhtémoc Gpe. Juchitán 3
Sur San Felipe N.D. 2
Oriente* Benito Juárez JiJipilas 40
Oriente* Sn. A. Encinal Niltepec N.D.
*Palma camedor
Fuente: Encuesta socioeconómica, 1998.

Después de los quelites, los hongos y la hierbamora son los productos de


recolección más difundidos, estando presentes en 19 comunidades de las 41 que
recolectan. Los datos no consignan las especies de hongos aprovechadas, pero
dado su aporte nutritivo y potencial comercial se debe profundizar en su
identificación y búsqueda de canales que permitan ingresos a las comunidades,
pues en todos los casos su uso es exclusivamente de autoconsumo. Los
calendarios de recolecta varían, pero la temporada coincide de manera
mayoritaria con el período de lluvias intensas.

Cuadro 5. Comunidades que recolectan hongos en Chimalapas.


Región Comunidad Inicio período* Recolección
Uxpanapa La Fortaleza Julio Diciembre
Uxpanapa San Fco. La Paz N.D. N.D.
Uxpanapa S. A. Nvo. Paraíso Enero Diciembre
Uxpanapa Bajo Grande Julio Enero
Uxpanapa El Catorce Julio Septiembre
Uxpanapa El Doce Junio Septiembre
Uxpanapa El Luchador Junio Febrero
Uxpanapa El Once Agosto Septiembre
Uxpanapa Poblado 5 Junio Diciembre
Uxpanapa Boca de Monte Julio Agosto
Centro Tierra Blanca Junio Agosto
Sur Las Anonas Junio Septiembre
Oriente López Portillo Julio Agosto
Oriente Nuevo San Juan Mayo Julio
Oriente Pilar II Julio Agosto
Oriente Río Frío Junio Agosto
Oriente Benito Juárez N.D. N.D.
Oriente Díaz Ordaz Agosto Noviembre
Oriente Pilar I Junio Agosto
Fuente: Encuesta socioeconómica, 1998.

13
Principales frutales por núm ero de com unidades en Chim alapas.

27
24
21
18
15
12
9
6
3

Naranja Mam ey Mango Nanche Ciruela Zapotes


Guayaba Lim ón Plátano Tam arindo Papaya

Como parte de las actividades de recolección, es común el aprovechamiento de


frutales. De hecho, es la actividad de recolección de mayor relevancia por el
número de comunidades que la realizan: 47, con un universo de 27 productos.
Desde la óptica de la etnobotánica, su apropiación requiere pocas habilidades y
conocimientos, pero es una importante fuente de alimentación. De acuerdo a
datos etnográficos, las plantaciones de naranjos en Santa María se
caracterizaban por su asimétrica distribución, mientras que las guanábanas crecen
en los solares familiares. El mamey se encuentra en árboles sin cultivo en las
selvas y se consigna el gran tamaño y productividad natural de los mismos, así
como la agilidad y destreza física requeridas para bajar los frutos, dada la altura
de los árboles.

La misma fuente establece que las guanábanas, naranjas y mameyes de Santa


María Chimalapa se vendían en grandes cantidades en Juchitán.21
Lamentablemente se carece de esos datos para esa comunidad, pero la
información de campo de este trabajo indica que sólo 9 poblados comercializan
sus frutales; en el resto se destinan al autoconsumo. Actualmente, y salvo conocer
los datos de las dos cabeceras municipales, el mamey y la naranja continúan
siendo importantes en la región, no así la guanábana que sólo se registró en tres
comunidades.

Cuadro 6. Aprovechamiento de frutales en Chimalapas.


MUNICIPIO REGIÓN COMUNIDAD FRUTAL 1 FRUTAL 2 FRUTAL 3 FRUTAL 4
Ixtaltepec Centro Santiago Ixtaltepec Guanábana Mango Tamarindo Aguacate
Sta. Ma. Ch. Centro Escolapa Mamey Uvas Toronja
Sta. Ma. Ch. Centro Santa Inés Mamey Toronja
Sta. Ma. Ch. Centro Tierra Blanca Naranja
Sta. Ma. Ch. Centro Vista Hermosa SMA Naranja Limón Mamey Guajuinicuil
Cintalapa Oriente- Díaz Ordaz Guajuinicuil Zarzamora Nanche
Chis.
Cintalapa Oriente- Pilar I Papaya Piña Limón Naranja
Chis. criollo
Sn. Miguel Oriente- Benito Juárez Zarzamora Nanches Guayaba
Ch. Chis.
Sn. Miguel Oriente- San Antonio Encinal Chinene Cacate
Ch. Chis.

21
Muñoz, M., 1977:200-201

14
MUNICIPIO REGIÓN COMUNIDAD FRUTAL 1 FRUTAL 2 FRUTAL 3 FRUTAL 4
Sta. Ma. Ch. Oriente- La Esperanza Zapote Naranja Mango Guanábana
Chis. Paraíso colorado
Sta. Ma. Ch. Oriente- La Libertad Zapote
Chis.
Sta. Ma. Ch. Oriente- López Portillo Zarzamora
Chis.
Sta. Ma. Ch. Oriente- Nuevo San Juan Guayaba Mamey Zarzamora
Chis.
Sta. Ma. Ch. Oriente- Pilar II Zapote Chinin Uva Copalío
Chis. mamey cimarrona
Sn. Miguel Sur 5 De Noviembre Ciruela
Ch.
Sn. Miguel Sur Cieneguilla Ciruela Mango Papaya Plátano
Ch.
Sn. Miguel Sur Cuah. Guadalupe Naranja Aguacate Malanga
Ch.
Sn. Miguel Sur El Barrancón Ciruela Mango
Ch.
Sn. Miguel Sur El Palmar Ciruela Tamarindo Anonas Mango
Ch.
Sn. Miguel Sur El Porvenir Camote Limón Tamarindo Papaya
Ch.
Sn. Miguel Sur La Compuerta Ciruela Nanche Mango
Ch.
Sn. Miguel Sur Las Anonas Anonas Mango Tamarindo
Ch.
Sn. Miguel Sur Las Conchas Nanche Mango Ciruela
Ch.
Sn. Miguel Sur Las Cruces Mango Limón Ciruela
Ch.
Sn. Miguel Sur Los Limones Ciruela Mango
Ch.
Sn. Miguel Sur Río Grande Guayaba Tamarindo Mango Ciruela
Ch.
Sn. Miguel Sur San Felipe Ciruela Mango Guanában Papaya
Ch. a
Sn. Miguel Sur Sol Y Luna Duraznillo Nanche Papaya de Guayaba
Ch. Monte
Sta. Ma. Ch. Uxpanapa Chalchijapa Zapote Naranja Nanche Guajuinicuil
mamey
Sta. Ma. Ch. Uxpanapa La Esmeralda Mamey
Sta. Ma. Ch. Uxpanapa La Fortaleza Mamey Guayaba Nanche Aguacate
Sta. Ma. Ch. Uxpanapa San Francisco La Mamey
Paz
MUNICIPIO REGIÓN COMUNIDAD FRUTAL 1 FRUTAL 2 FRUTAL 3 FRUTAL 4
Sta. Ma. Ch. Uxpanapa Sn. A. Nuevo Mamey Aguacate Naranja Limón
Paraíso
Uxpanapa Uxpanapa Agustín Melgar Zapote
mamey
Uxpanapa Uxpanapa Bajo Grande Zapote Mango Naranja Piña
mamey
Uxpanapa Uxpanapa El Carmen Guayaba Guanábana Nanche
Uxpanapa Uxpanapa El Catorce Mamey Naranja Nanche
Uxpanapa Uxpanapa El Doce Limón Naranja Guayaba Plátano
Uxpanapa Uxpanapa El Luchador Zapote Plátano Nanche
mamey
Uxpanapa Uxpanapa El Once Mamey Naranja Granada Plátano
Uxpanapa Uxpanapa Francisco Villa Zapote Granada
Uxpanapa Uxpanapa La Chinantla Mamey Plátano Naranja Limón
Uxpanapa Uxpanapa La Laguna Mamey Plátano Naranja Zapote
Uxpanapa Uxpanapa Poblado 5 Zapote Naranja Guayaba Nanche
mamey
Uxpanapa Uxpanapa Río Alegre Zapote
mamey

15
Fuente: Encuesta socioeconómica, 1998.

Como se indicó, la comercialización de frutales se limita a 9 comunidades, una de


las cuales, Ixtaltepec, es, en realidad, periférica al área de los Chimalapas y un
centro comercial regional importante para algunos de sus poblados. Salvo un
caso en esa localidad, donde el producto se destina a la ciudad de México, la
venta de los productos es eminentemente local y regional, destacando al interior
de Chimalapas la comunidad de los Limones, que es la única que produce y
adquiere simultáneamente frutales de poblados vecinos, básicamente ciruelas y
mangos, que junto a la naranja son los productos de mayor relevancia para su
venta.

En el nivel regional destaca la región Sur, con 6 comunidades vendedoras, donde


El Barrancón y La Compuerta en San Miguel Chimalapa, tienen el mayor número
de sitios de venta con tres. Resalta que en la lista no aparece ninguna comunidad
de la región Oriente y la discreta presencia de la región Centro, con dos
comunidades y sólo una en la de Uxpanapa, en la jurisdicción de Veracruz.

Se trata de un comercio modesto, pero es una oportunidad para aumentar los


ingresos comunitarios y reforestar áreas degradadas por prácticas agrícolas y
pecuarias, por lo que sería recomendable efectuar estudios de factibilidad técnica
y económica, incluyendo la posibilidad de transformar algunos productos en jugos,
mermeladas o jaleas para promoverlos como productos naturales de los
Chimalapas. Mejorar y ampliar su producción representaría beneficios para las
47 comunidades con aprovechamiento frutícola, contribuyendo a desalentar
actividades como la tala clandestina, la caza furtiva, la pesca ribereña bajo
métodos inadecuados, o la práctica de cultivos ilegales.

Cuadro 7. Comunidades de los Chimalapas que venden parte de su


producción frutal.
MUNICIPIO REGIÓN COMUNIDAD FRUTAL VENTA UNIDAD PRECIO
Uxpanapa Uxpanapa La Chinantla Mamey Coyote Ciento 30.00
Plátano Coyote Kg. 2.00
Naranja Coyote Millar 40.00
Limón N.D. Caja 30 20.00
kilos
Sta. Ma. Ch. Centro Santa Inés Mamey Localidad Pieza 2.00
Ixtaltepec Centro Santiago Guanábana Juchitán Docena 8.00
Ixtaltepec
Mango México Caja 5.00
San Miguel Sur Cieneguilla Ciruela Localidad N/D N/D
Ch.
Mango N/D N/D
San Miguel Sur Cuauhtémoc Naranja Localidad Pieza 0.50
Ch. Guadalupe
Aguacate Localidad Pieza 0.50
Malanga Localidad 4.00 Pieza

16
MUNICIPIO REGIÓN COMUNIDAD FRUTAL VENTA UNIDAD PRECIO
San Miguel Sur El Barrancón Ciruela Ingenio Sto. Litro 1.00
Ch. Domingo, El
Porvenir, La
Venta y
Localidad
Mango Ingenio Caja 15.00
Santo
Domingo y
La Venta
San Miguel Sur Los Limones Ciruela Localidad Litro 1.00
Ch.
Mango Localidad Pieza 0.50
San Miguel Sur La Compuerta Nanche La Blanca y Litro 4.00
Ch. Niltepec
Mango Los Limones Pieza 0.50
San Miguel Sur Las Conchas Mango Los Limones Caja 20.00
Ch.
Ciruela Los Limones Litro 1.00
Fuente: Encuesta socioeconómica, 1998.

3.2 La producción de artesanías.

La manufactura de artesanías es una actividad que también implica una relación directa entre la población
y el aprovechamiento de los recursos naturales. De acuerdo a los datos de la investigación, en 33
comunidades es común la producción de diversos artículos artesanales. La información no consigna en
todos los casos el tipo particular de recursos naturales empleados, por lo cual, por ejemplo, para los
productos de madera y cestería no es posible saber con precisión las especies empleadas, así como para los
textiles, donde se desconoce si los hilos son naturales o sintéticos. A nivel genérico, sobresale el uso de
recursos como la madera, el barro y fibras vegetales como la palma real. Por tipo de productos, los
bordados, huipiles, petates, sombreros, cintas para sombreros, ollas e implementos para la pesca
(atarrayas), son de los más representativos y extendidos. Aparentemente hay comunidades especializadas
en alguna rama específica, como los arpones y artes para capturar camarón, los catres en Vista Hermosa
SMA, las canoas en el poblado Doce, los lazos para tendedero en San Felipe y los mecates de San Miguel
Chimalapa.

Salvo la comunidad de San Antonio Nuevo Paraíso, en la región Uxpanapa,


municipio de Santa María Chimalapa, donde 10 artesanas comercializan sus
bordados en la ciudad de Oaxaca, el Distrito Federal y Estados Unidos, la venta se
circunscribe a la localidad de origen y/o a las circunvecinas, siendo la producción
en muchos casos exclusivamente para el uso de la unidad doméstica. Es
importante resaltar que las comunidades productoras consignan que la
elaboración de artesanías la realizan sin ningún tipo de apoyo oficial y/o privado.

Con relación a la distribución regional de las comunidades y el número de


productos artesanales que producen, tenemos lo siguiente:

17
Cuadro 8. Producción de artesanías región y número de
artesanos
Región Municipio No. de comunidades
productoras
Uxpanapa Uxpanapa 6
Santa María Ch. 4
Centro Santa María Ch. 3
Sur San Miguel Ch. 15
Oriente-Chiapas San Miguel Ch. 2
Santa María Ch. 3
Totales 33

Las comunidades con mayor diversidad productiva son El Doce, La Chinantla, La Laguna, Cieneguilla,

Cuauhtémoc Guadalupe, Las Conchas, Río Grande y San Felipe con cinco productos cada una. Le siguen, con

cuatro El Carmen, Tierra Blanca, El Palmar y Los Limones.

Cuadro 9. Producción de artesanías por comunidad y número de artesanos.

COMUNIDAD Artesanía1 Numart1 Artesanía2 Numart2 Artesanía3 Numart3 Artesanía4 Numart4 Artesanía5 Numart5
Chalchijapa Atarrayas 1 Bordados 1
La Fortaleza Servilletas 28
San Francisco La Paz Bordados 53 Cestos 2
San Antonio Nuevo Bordados 10 Redes para 20
Paraíso mazorca
El Carmen Canastos 1 Sombreros 1 Abanicos 1 Bordados 1
(servilletas)
El Catorce Huipiles 30 Comales 150
El Doce Huipiles 2 Canastos 1 Abanicos 20 Atarrayas 15 Canoas 10
de palma
real
El Once Huipiles 2 Cestería 2 Tejidos 227
La Chinantla Tejidos 40 Bordados 100 Cestería 8 Tallado de 60 Comales 200
madera
La Laguna Bordados 50 Hilo a 2 Comales 5 Abanicos 5 Cestos N/D
mano
Santa María Comales/oll 4
Chimalapa as de barro
Tierra Blanca Bordados 15 Cestería 1 Atarrayas 1 Alfarería 3

Vista Hermosa SMA Atarrayas 8 Arpones 2 Nazos 2 Catres 3


(para
atrapar
camarón)
5 De Noviembre Petates 8 Escobas 20
Cieneguilla Cintas para 15 Ladrillos 50 Sopladores 20 Petates de 4 Tejas 3
sombrero y escobas tule y
de palma estrellas de
palma
Cuah., Guadalupe Bordados 1 Petates 50 Hamacas 5 Mecates 8 Atarrayas 20
El Palmar Petates 5 Escobas 2 Comales 1 Redes para 2
maíz

18
El Porvenir Teja y 20
ladrillos
Emiliano Zapata Petates 15
La Compuerta Petates 15 Cestería 1
Las Conchas Petates 100 Hamacas 100 Lazos 100 Sopladores 100 Cintas de 6
Sombreros
Las Cruces Petates 4
Los Limones Sopladores 10 Águales 8 Cintas para 90 Petates 80
sombrero
Río Grande Petates 6 Bateas 9 Comales 6 Sopladores 18 Escobas 18
San Felipe Cintas para 2 Escobas de 20 Petates 20 Redes para 20 Lazos para 2
sombrero palma mazorca tendedero
San Miguel Petates 8 Mecate 10
Sol Y Luna Petates 6
Vista Hermosa Hamacas 4 Petates 3
Nuevo San Juan Sombreros 1 Bordados 25 Comales y 25
ollas
Pilar II Bordados 6 Cestería 2
Benito Juárez Petates 4 Hamacas 5 2. Tallado 5
en madera
San Antonio Encinal Bordados 1 Alfarería 1 Petates 3

La Esperanza Paraíso Morrales de 6


estambres
Fuente: Encuesta socioeconómica, 1998.

5. Los sistemas de producción agropecuaria.

5.2 El uso del suelo agrícola.

El fenómeno de la escasa diversificación productiva en Chimalapas no se


remite exclusivamente al magro aprovechamiento de los recursos naturales ya
referido; la producción agrícola complementaria al maíz y frijol es también
sumamente restringida tanto en número de productos, como en la superficie que
abarca, tal como lo muestra el siguiente cuadro:

Cuadro 10: Uso del suelo agrícola en Chimalapas


CULTIVO(S) HA. % SUP. AGRICOLA
BASICOS* 25094.1 75.07
CHILE 686.4 2.05
FRUTALES** 2086.9 6.24
CAFÉ 647.5 1.93
HULE 3437.4 10.28
OTROS*** 1463.1 4.37
NO MADERABLES**** 7.8 0.02
TOTALES 33423.2 99.96
Fuente: Encuesta socioeconómica 1998.
*Maíz, frijol, sorgo y arroz
**Plátano, limón, naranja y piña
*** Ajonjolí, calabaza, camote, yuca, tomate, chayote y
caña.

19
****Pita, tule y maguey

Fuera de la producción de básicos, donde domina de manera preponderante el


maíz (ver apartado siguiente), el patrón de cultivos muestra que productos
potencialmente adecuados a las características climáticas de la región ocupan
superficies poco relevantes, como es el caso de los frutales, café y los no
maderables, éstos últimos con una ridícula superficie dado el potencial que la
región ofrece.

A pesar de presentar áreas adecuadas para su producción, el café no constituye


por el momento una alternativa inmediata de desarrollo agroforestal: actualmente
su presencia es discreta en las regiones de Uxpanapa (37.5 hectáreas) y Centro
(75 hectáreas), con mayor relevancia en la región Oriente (535 hectáreas) y
aparentemente nula en la Sur. Las oscilaciones en los precios, la falta de
estructuras organizativas y las deficiencias en el manejo hacen que, a diferencia
de otras partes del estado, no sea una alternativa relevante. Estadísticas de los
años ochenta mostraban que en Santa María había una superficie en producción
de 492.7 hectáreas, con bajos rendimientos de 0.76 kg./ha y sólo 34.7 hectáreas
en producción y un rendimiento de 1.18 en San Miguel, 22 aclarando que estos
datos sólo comprenden una parte del total de comunidades localizadas en
Chimalapas.

.Entre los cultivos agroforestales de carácter comercial, destaca el hule, con 3,437
hectáreas en la región Uxpanapa, donde destacan las comunidades del Doce,. El
Once, Chinantla, La Laguna y el Poblado 5, en Veracruz. Este producto es
resultado de la colonización de Uxpanapa, pues fue introducido por la Comisión
del Papaloapan como parte de las políticas orientadas a substituir las áreas de
selva naturales por plantaciones supuestamente de alto potencial económico.
Como alternativa para incrementar el valor de las casi siempre problemáticas o
abandonadas plantaciones de hule, algunas comunidades chinantecas en Valle
Nacional, Tuxtepec han enriquecido su agroforestería con palma camedor,
tepejilote y palma ancha, entre otras.23 Este modelo agro silvícola pudiera ser una
opción de diversificación para las zonas huleras de Uxpanapa, y un ejemplo para
impulsar otras formas de agro silvicultura en las demás regiones de los
Chimalapas, que cuentan con recursos no maderables como palmas, ixtle,
hongos, plantas medicinales y de ornato, forrajeras, etc.

En resumen, estamos frente a un escenario caracterizado por una grave


insuficiencia de alimentos básicos, producidos en su mayor parte con técnicas
pocos sustentables y una escasa diversificación agrícola, que acentúan la
dependencia hacia actividades de alto riesgo para la biodiversidad: tala, tráfico de
especies, caza y pesca y las de riesgo no sólo ambiental sino social como el
narcotráfico. Incrementar el alcance de programas agrícolas sustentables, como
los iniciados en agroecología por Maderas del Pueblo, e impulsar decididamente

22
INEGI, 1994
23
Grupo Mesófilo, trabajo de campo, 1999.

20
procesos de diversificación en el aprovechamiento de recursos naturales debe ser
una prioridad institucional como base inicial para cualquier programa de
conservación y/o preservación en los Chimalapas.

5.2 El maíz

Como en casi toda economía campesina del país, la producción de maíz es


una actividad central en las comunidades de los Chimalapas. De un total de 7,329
familias, 6,379 lo siembran. La agricultura milpera descansa sobre el trabajo
familiar y el empleo de herramientas sencillas, que incluyen la coa, machete,
bieldos, arados de tipo egipcio tirados por tracción animal y el uso de semillas
criollas. Para su producción se registró apoyo por parte de Procampo en 47
comunidades, lo que implica que el uso de agroquímicos tóxicos debe ser común
en muchas comunidades, pues esa es su principal oferta.

Una investigación de campo establece que hasta fines de los años setenta
las comunidades del municipio de Santa María Chimalapa disponían de
autosuficiencia en maíz debido a la combinación de la agricultura de temporal y la
de humedad, llamada localmente “chahuite”, practicada fundamentalmente en las
vegas de los ríos. Tal combinación, apoyada en el uso de tres variedades de
semilla, (una de ciclo corto y dos largo) garantizaba un abasto suficiente, que junto
a las actividades de recolección, caza y pesca, aparentemente satisfacía las
necesidades alimentarias básicas de las unidades domésticas.24

Con la intensificación de la extracción de madera por la demanda externa, que


coincide con la aparición en la zona de la motosierra, aparentemente el sistema
agrícola se empieza a resquebrajar, pues los comuneros, en busca de recursos
monetarios provenientes de la tala, descuidan el cultivo de “chahuite”, quedando a
expensas del ciclo de temporal bajo las variedades de ciclo largo. Además, la
extensión de las actividades de saca de madera repercuten de manera doble en
las unidades campesinas: de una parte, los aclareos para sacar madera propician
la erosión de los terrenos agrícolas y el azolve paulatino de las corrientes de agua,
impactando el potencial del sistema de “chahuite” y mermando las existencias de
alimentos acuícolas. En una muestra de 453 mil hectáreas, estimaciones oficiales
calculaban que a principios de los noventa, 135,733 presentaban rangos de
erosión alta y 1,420 muy alta, que en términos de pérdida de tierra anual significa
rangos de 50 a 200 y mayor a 200 toneladas por hectárea, respectivamente25,
datos que confirman la presencia de procesos erosivos preocupantes. Por otra
parte, e íntimamente relacionado, las cada vez mayores jornadas requeridas para
encontrar especies maderables preciosas aumentaron considerablemente los
requerimientos de maíz para la alimentación de los animales empleados para
extraer la madera, disminuyendo las existencias para el consumo doméstico,

24
Cf. Eguiluz, de A. Alicia1995:136 y ss.
25
SARH-SFF loc. cit. en Salas, S. (Coord.), 1996:86

21
dando origen a una situación de insuficiencia crónica de maíz producido en la
región.26

Cuadro 11. Producción de maíz de temporal en Chimalapas.


Región* Familias Promedio Superficie Kilos anuales Kilos por Kilos anuales Kilos diarios
siembran parcela sembrada producidos ha. por familia** por
maíz (Ha.) (Ha.) familia**
Uxpanapa 2860 1.90 5,070.2 5,542,826.4 1,093.2 1,938.1 5.3
Centro 1072 2.83 3,394.0 4,943,080.0 1,456.4 4,611.1 12.6
Sur 1173 2.43 3,562.0 5,588,136.0 1.568.8 4,764.0 13.1
Oriente-Chis. 484 2.85 1,245.5 2,331,300.0 1,871.8 4,816.7 13.2

Totales y/o 5589 2.50 13,271.7 18,405,342.4 1,386.8 3,293.10 9.02


Promedios
Fuente: Encuesta socioeconómica, 1998
*Considera en región Uxpanapa a 5 comunidades de Santa María, 1 de Matías Romero, 1 de
Guichicovi y 14 del municipio de Uxpanapa, Ver; en la Centro 5 de Santa María e Ixtaltepec; 15 de
San Miguel en la Sur y 7 de Santa María, 1 de San Miguel y 2 de Cintalapa en la oriente-Chis.
Para datos por comunidad, ver anexos estadístico.

Se ignora si ese proceso es similar en el municipio de San Miguel, pero los datos
recientes sobre la producción maícera de temporal en las cuatro regiones (cuadro
10) varían, presentándose los más altos en la región Oriente, con promedios
intermedios en la Sur y Centro y los más bajos en Uxpanapa. En todo caso, los
rendimientos promedio de los Chimalapas son aún superiores a los obtenidos en
las áreas serranas indígenas de la entidad, donde históricamente la tierra ha sido
sometida a mayor desgaste por actividades agrícolas que en las aun
mayoritariamente jóvenes comunidades de los Chimalapas.27 Sin embargo, la
continua combinación de la r-t-q con agroquímicos y la carencia de obras de
retención, hará que los frágiles 10 tipos de suelos regionales se erosionen y
desgasten, y los rendimientos irán, paulatinamente, a la baja, máxime sí el
descanso promedio en las 39 comunidades reconocidas en el programa
microregional de Chimalapas es de sólo 2 años.28

Por lo que respecta al consumo, en Uxpanapa el promedio diario es de 5 kilos por


familia, en las regiones Centro y Sur de 12 y 13, respectivamente y 13 en la
Oriente. Esta producción debe satisfacer no sólo las necesidades humanas, sino
las de los animales domésticos: considerando sólo a los caballos y burros,
tenemos alrededor de 7,622 de los primeros, repartidos en 53 comunidades y 317
burros en 16, todos reportados con un uso de carga y transporte, principalmente.
Además, se contabilizaron 660 yuntas en 20 comunidades, que sin contar a los
cerdos y aves, también consumidoras de maíz, muestran una aparente insuficiente
producción, especialmente en Uxpanapa.
26
Cf. Eguiluz, op.cit. 138-145., donde se establece que en 1990, los 620 animales de carga y tiro registrados
en Santa María consumían alrededor de 1000 toneladas anuales, más las aves que consumían la mitad del
total del grano producido y los cerdos con seis veces el volumen de la cosecha total. Como resultado, en 1990
hubo un déficit de 1000 toneladas. (144-145).
27
Los promedios estatales regionales oscilan entre 500-1000 Kg./Ha. González, A., 1998.
28
Programa microregional para Chimalapas 1998-2000. Coplade. Gobierno de Oaxaca. 1999

22
Los rendimientos y niveles de consumo en Uxpanapa refutan las teorías sobre la
supuesta potencialidad agrícola de los suelos tropicales, esbozadas como
justificación para permitir su desmonte y colonización. Considerando que, incluida
la porción de Veracruz, es la región de Chimalapas con mayor población, su
situación es más crítica en materia nutricional y de los gastos necesarios para
adquirir el grano faltante.

A la producción maícera de temporal hay que añadir la de humedad o “chahuite”,


(cuadro 11), que de acuerdo a los datos de la muestra abarca aproximadamente
6,322 hectáreas, distribuidas en 21 comunidades. Es evidente que de continuar
la tala hormiga o los desmontes para establecer nuevos poblados, los niveles de
humedad seguirán bajando, reduciéndose las áreas aptas para este sistema de
cultivo. De las 21 comunidades que reportan sembrar maíz de humedad, 9 se
ubican en la región de Uxpanapa, 4 en la Centro, 3 en la Sur y el resto en la
Oriente.

Cuadro 12. Producción de maíz de humedad y/o chahuite en los Chimalapas


Región* Familias Promedio Superficie Kilos Kilos por Kilos Kilos
siembran parcela sembrada anuales ha. anuales diarios
maíz (Ha.) (Ha.) producidos por por
familia** familia**
Uxpanapa 1243 2.18 2,752.0 5,630,000.0 2,045.8 4,529.4 12.4
Centro 697 2.33 2,015.0 3,058,500.0 1,517.9 4,388.1 6.3
Sur 392 2.67 1,272.0 5,346,600.0 4,203.3 13,639.3 37.4
Oriente- 147 2.00 283.0 343,200.0 1,212.7 2,334.7 6.4
Chis.
Totales 2479 2.30 6,322.0 14,378,300.0 2274.3 5800 15.89
Fuente: Ibid. anterior
*Región Uxpanapa=3 comunidades de Santa María y 8 municipio Uxpanapa, Veracruz; Centro 3 de
Santa María; Sur 3 de San Miguel y Oriente 2 de Santa María, 1 de San Miguel y 1 de Cintalapa,
Chis.
**para consumo humano y animal
Para datos a nivel comunidad ver anexos estadísticos.

La producción de ambos ciclos es insuficiente para los requerimientos de


subsistencia alimentaria humana y de animales, situación especialmente
apremiante en las comunidades que sólo cuentan con el temporal, y que deben
ser prioritarias para procesos de reconversión de sus sistemas agrícolas. No
resulta así sorprendente que de un total de 7,329 familias en la región, 5,107
compren maíz regularmente para paliar sus necesidades (70%). Dado que el
grano se compra en 90% de los casos en las tiendas CONASUPO, su próxima
desaparición dejará a la población a merced de los coyotes y especuladores,
quienes, sin duda, aprovecharan al máximo la oportunidad que las estrategias
oficiales neoliberales proporcionan. Sin considerar los costos sociales que esto
significará, de no implementarse programas que propicien sistemas productivos de
mayor rendimiento y menor agresividad ambiental, continuarán los desmontes y

23
Producción y compra de maíz en
Chimalapas

5107
7329
2479
5589

Familias Temporal Chahuite Compran maíz


quemas con fines agrícolas, con consecuencias erosivas previsibles y los riesgos
derivados de quemas con fines agrícolas.

Los datos oficiales de la microregión COPLADE Chimalapas (para 39


comunidades), consignan una superficie de 3,213 hectáreas dedicadas al maíz
temporalero y 1,051 al de humedad. Las cifras más amplais de la muestra para
ambos ciclos en 1998, indican una superficie anual empleada en las cuatro
regiones de Chimalapas de más de 19 mil hectáreas y el proceso irá creciendo.29
En términos de rendimientos, la micro región Chimalapas Coplade de Oaxaca no
presenta grandes variaciones en relación a los indicadores de maíz de temporal
macro regionales de este trabajo,, pero sí hay una enorme diferencia en los
promedios de chahuite, debido a que los más productivos están en el estado de
Veracruz (Uxpanapa), y, por tanto, no son considerados por el Coplade de
Oaxaca

Cuadro 13. Producción y rendimiento de maíz en la microregión Coplade.


CICLO PRIMAVERA –
VERANO (temporal)
MUNICIPIO UNIDADES HECTÁRE SUPERFI SUPERFICI PRODUCCI RENDIMIEN
DE AS POR CIE E ÓN TO MEDIO
PRODUCCI UNIDAD SEMBRA COSECHA OBTENIDA (TON/HA)
ÓN DE DA (HA) DA (HA) (TON)
PRODUCCI
ÓN
SAN MIGUEL CHIMALAPA 637 1.9 1260.5 906.7 597.8 1.5
SANTA MARIA CHIMALAPA 900 2.2 1951.8 1859.0 2041.1 1.1
TOTALES/PROMEDIOS 1537 4.1 3212.3 2765.6 2638.9 1.0
CICLO OTOÑO – INVIERNO
(humedad o chahauite)
CULTIVO: MAIZ

29
Incluye porciones de Veracruz (municipio de Uxpanapa) y Chiapas (municipio de Cintalapa).

24
MUNICIPIO UNIDADES HECTÁRE SUPERFI SUPERFICI PRODUCCI RENDIMIEN
DE AS POR CIE E ÓN TO MEDIO
PRODUCCI UNIDAD SEMBRA COSECHA OBTENIDA (TON/HA)
ÓN DE DA (HA) DA (HA) (TON)
PRODUCCI
ÓN
SAN MIGUEL CHIMALAPA 154 1.8 284.8 243.0 267.1 1.1
SANTA MARIA CHIMALAPA 446 1.7 766.5 731.6 845.8 1.1
TOTALES/PROMEDIOS 600 1.7 1051.3 974.6 1112.8 1.1
Fuente: Censo agropecuario y forestal 1991, en Coplade, 1998.

5.3 El fríjol

De acuerdo a su cobertura, después del maíz, el frijol es el cultivo básico de


mayor relevancia en los Chimalapas: su presencia se reportó en 50 comunidades,
en una superficie de 2,466.6 hectáreas, que representan una producción de
1,741.1toneladas, a lo que se añaden 114 hectáreas de humedad de esta
leguminosa. A pesar de ser, junto al maíz, el alimento de mayor relevancia en la
economía rural campesina, en los Chimalapas su producción no es tan
preponderante como en otras áreas rurales del estado, donde la mayoría de las
unidades domésticas lo siembran. Aquí sólo 53.6% de las familias totales
registradas lo hacen en minúsculas parcelas de 0.6 ha. en promedio, destacando
las comunidades zoques del Centro y las indígenas, mayoritariamente chinantecas
de Uxpanapa, confirmando la relevancia de este producto para la dieta indígena.

Los rendimientos son francamente malos, con un promedio de 0.70 tonelada por
hectárea, con consumos familiares anuales por región que oscilan entre 1.7 a 0.2
toneladas. En este sentido, las regiones menos desfavorecidas son la Oriente y
Centro, con la de Uxpanapa con un raquítico 0.2 tonelada anual por familia. Este
hecho, aunado a lo ya visto con el maíz de temporal, contribuye a demostrar la
falacia de las políticas que justificaron el supuesto bienestar que se derivaría de la
colonización de esa zona tropical. A esta producción habrá tal vez que considerar
la proveniente del cultivo del frijol imbricado a la milpa, pero se carece de esta
información.

Ante tan bajos rendimientos, no sorprende que 30 comunidades compren frijol de


manera continua. A diferencia de lo que pasa con el maíz, donde la CONASUPO
es el proveedor principal, aquí en ningún caso se reportó su adquisición por esa
vía, estando los campesinos a merced de comerciantes y coyotes, quienes
vendían el producto entre 4 a 8 pesos el kilo en 1998. En contrapartida, otras 30
venden parte de la producción: 11 en su misma localidad y el resto en
comunidades vecinas y pueblos aledaños mayores como Cintalapa, Zanatepec,
Ingenio Santo Domingo o Juchitán.

Cuadro 14. Producción de frijol en los Chimalapas por región


Región Superficie Toneladas Ton./ha No. Familias Consumo anual
sembrada (Ha.) cosechadas Comunidades Productoras. Familiar (Ton.)
Uxpanapa 495.5 349.1 0.70 17 1,224 0.285
Centro 974.1 873.2 0.89 7 1,280 0.682

25
Sur 502.5 212.5 0.42 15 705 0.301
Oriente 474.5 306.3 0.64 11 524 1.710
Totales 2,466.6 1,741.1 0.70 50 3,733 2.144
Fuente: Encuesta socioeconómica, 1998.

Las comunidades más significativas en este cultivo son: Santa María Chimalapa
con 780 hectáreas, Las Conchas con 215, El Doce con 119, Lázaro Cárdenas con
117.5, El Once con 113.5 y La Esperanza Paraíso con 112.5, que en 1998
sembraron en conjunto 59% de la superficie dedicada al frijol en los Chimalapas.
Por lo que respecta exclusivamente a la microregión Coplade (cuadro 14),
observamos que ahí se siembra menos de la superficie total regional, y que los
rendimientos son algo menores que en el universo más amplio de la región.

Los pronunciados déficits en la producción de maíz y frijol indican una clara


necesidad de obtener recursos monetarios por parte de la población para
satisfacer su demanda de esos productos básicos. Se puede establecer, entonces,
que es factible que parte de ese ingreso provenga de actividades poco
sustentables como la tala clandestina, el tráfico de especies, la cacería y pesca, e
incluso ilegales como el narcotráfico30. Mientras sólo existan programas de tipo
político como el Procampo, será difícil lograr la autosuficiencia en alimentos
básicos.

Cuadro 15. Producción de frijol en la microregión Coplade Chimalapas.


Ciclo Primavera-
Verano
UNIDADES DE HECTÁREAS POR SUPERFICIE SUPERFICIE PRODUCCI RENDIMIE
PRODUCCIÓN UNIDAD DE SEMBRADA (HA) COSECHADA ÓN NTO
PRODUCCIÓN (HA) OBTENIDA MEDIO
(TON) (TON/HA)
173 1.1 185.5 129.8 29.7 0.2
190 1.2 225.4 136.3 82.3 0.6
363 2.3 410.9 266.1 112.0 0.4

Ciclo Otoño-
Invierno
UNIDADES DE HECTÁREAS POR SUPERFICIE SUPERFICIE PRODUCCI RENDIMIE
PRODUCCIÓN UNIDAD DE SEMBRADA (HA) COSECHADA ÓN NTO
PRODUCCIÓN (HA) OBTENIDA MEDIO
(TON) (TON/HA)
27 1.2 33.0 21.1 5.12 0.2
101 0.9 97.8 66.9 40.9 0.6
128 1.0 130.8 87.9 46.02 0.5
Fuente: Ibid. anterior.

30
Tal como lo expresan habitantes de algunas comunidades. Entrevista 20, cassettes 1 y 2., 1998

26
6. La caza y pesca, o acabemos con la fauna

En contraste al magro aprovechamiento de flora, la población ve en la caza


y pesca un recurso accesible para su nutrición y obtener ingresos de su comercio.
Así, 36 de las 57 comunidades cazan y pescan simultáneamente; 12 sólo se
dedican a la cacería y 3 únicamente son pescadoras. Dado el escaso manejo de
su entorno vegetal, que es un proceso más complicado y tardado, la caza y la
pesca requieren de menos conocimientos y habilidades y, por tanto, su presencia
es más extendida.

Cuadro 16. Comunidades que cazan y pescan

en los Chimalapas
REGIÓN MUNICIPIO COMUNIDAD Período Período pesca
caza
Uxpanapa Santa María Chalchijapa Todo el año Feb.-Mayo
Uxpanapa Santa María La Fortaleza Todo el año Todo el año
Uxpanapa Santa María San Francisco La Paz Julio-Feb. Julio-Feb.
Uxpanapa Santa María San Antonio Nuevo P. Oct-Nov. Junio-Feb.
Uxpanapa Uxpanapa Agustín Melgar N/D N/D
Uxpanapa Uxpanapa Bajo Grande Julio-Feb. Feb.-Abril
Uxpanapa Uxpanapa El Catorce Sept-Oct. Feb.-Mayo
Uxpanapa Uxpanapa El Once Todo el año Abril-Mayo
Uxpanapa Uxpanapa Francisco Villa N/D N/D
Uxpanapa Uxpanapa Plan de Arroyo Todo el año Todo el año
Uxpanapa Uxpanapa Poblado 1 N/D N/D
Uxpanapa Uxpanapa Río Alegre Marzo-Junio N/D
Uxpanapa Matías R. Colonia Cuauhtémoc N/D Junio-Sept.
Uxpanapa Guichicovi Boca De Monte Todo el año N/D
Centro Santa María Escolapa N/D Marzo-Abril
Centro Santa María Santa Inés N/D Marzo-Junio
Centro Santa María Santa María Ch. N/D N/D
Centro Santa María Tierra Blanca Todo el año Abril-Mayo
Centro Santa María Vista Hermosa SMA Junio-Julio Abril-Junio
Sur San Miguel Las Anonas Junio-Sept. Nov.-Dic.
Sur San Miguel 5 De Noviembre Junio-Agosto Enero-Mayo
Sur San Miguel Cuauh. Guadalupe Marzo-Abril Abril-Mayo
Sur San Miguel El Palmar Mayo-Agosto Marzo-Mayo
Sur San Miguel El Porvenir Todo el año Nov.-Dic.
Sur San Miguel Las Conchas N/D N/D
Sur San Miguel Los Limones N/D Enero-Junio
Sur San Miguel Río Grande Todo el año Marzo-Mayo
Sur San Miguel San Miguel N/D Marzo-Junio
Sur San Miguel Sol Y Luna N/D N/D
Sur San Miguel Vista Hermosa N/D N/D
Oriente-Chis. Santa María Nuevo San Juan N/D Marzo-Junio
Oriente-Chis. Santa María Pilar II Todo el año Marzo-Mayo
Oriente-Chis. Santa María Río Frío Marzo-Nov. Marzo-Mayo
Oriente-Chis. San Miguel Benito Juárez Jul.-Feb. Julio-Feb.
Oriente-Chis. Cintalapa Díaz Ordaz Todo el año Marzo-Mayo
Oriente-Chis. Cintalapa Pilar I Todo el año Agosto-Feb.
Fuente: Encuesta socioeconómica, 1998.

27
Hasta dónde su práctica rebasa el mero consumo para ser tráfico ilegal es algo a
investigar, así como identificar con precisión las especies aprovechadas y los
métodos para su obtención. Sin esos datos, no obstante, es razonable suponer
que estas actividades representan un peligro para la vida silvestre y el equilibrio
ecológico de la región, al no haber, aparentemente, estructuras normativas
comunitarias que las regulen.El peligro para los recursos de fauna no es
alarmismo; tenemos, por ejemplo, que hay comunidades que cazan (13) o pescan
(2) a lo largo de todo el año, o sea, no hay vedas ni respeto a los períodos de
reproducción de la fauna terrestre o acuática en esos sitios. Si a eso agregamos
que, mínimamente, en 4 comunidades se expresó abiertamente que venden parte
de lo cazado y otras tantas de lo pescado, estamos frente a un posible proceso de
caza y pesca indiscriminada, sin restricciones de ninguna especie, dado que la
presencia de instituciones que pudieran regular esta actividad es nula o
meramente nominal. Los poblados que venden parte de la cacería son: Los
Limones, San Miguel Ch, Las Cruces y El Palmar, mientras que la pesca con fines
comerciales se práctica en Los Limones, El 11, Santa María Chimalapa y Sol y
Luna. Un caso especial son las comunidades de San Francisco La Paz, Agustín
Melgar, San Antonio Nuevo Paraíso y Tierra Blanca, con altísimos porcentajes de
población dedicada a ambas actividades (ver cuadro 18).

Cuadro 17. Comunidades que cazan y


no pescan en Chimalapas
REGIÓN MUNICIPIO COMUNIDAD Período
caza
Uxpanapa Uxpanapa Poblado 5 Julio-Sept.
Uxpanapa Uxpanapa La Laguna Todo el año
Uxpanapa Uxpanapa La Chinantla Todo el año
Uxpanapa Uxpanapa El Luchador Abril-Mayo
Sur San Miguel San Felipe Marzo-ND
Sur San Miguel Las Cruces N/D
Sur San Miguel La Compuerta N/D
Sur San Miguel Emiliano Zapata N/D
Sur San Miguel Cieneguilla Abril-Mayo
Oriente-Chis. Santa María López Portillo Agosto-Sept.
Oriente-Chis. Santa María La Libertad Todo el año
Oriente-Chis. Santa María Jerusalén N/D
Fuente. Ibíd. anterior

Cuadro 18. Comunidades que pescan y


no cazan en Chimalapas.
REGIÓN MUNICIPIO COMUNIDAD Período
pesca
Uxpanapa Uxpanapa El Doce Marzo-Mayo
Uxpanapa Uxpanapa El Carmen Abril-Mayo
Oriente-Chis. Santa María La Esperanza Paraíso Marzo-Abril
Fuente: Ibíd. anterior.

Cabe aclarar que no toda la población de las comunidades que cazan y pescan
participa en estas actividades, pues la información indica que es más bien
patrimonio de grupos locales específicos, salvo las comunidades del siguiente
cuadro, donde entre 80 a 100% de los hombres se dedican de lleno a la caza o

28
pesca. A este respecto hay dos opciones: caer en actitudes social y
metodológicamente inadecuadas, propias de instancias conservacionistas a
ultranza, quienes abogarían por prohibiciones o decretos inútiles, como el reciente
de prohibir la quema con fines agropecuarios, o bien la opción de evaluar el
impacto específico de estas actividades, diseñar planes de manejo y
comercialización, incluida la capacitación y asesoría necesaria y, sobre todo,
buscar alternativas de diversificación productiva.

Cuadro 19. Porcentaje de hombres* dedicados a caza y/o pesca


por comunidad**
Comunidad % hombres dedicados a la caza % hombres dedicados a la
pesca
Nuevo San Juan 100%
La Libertad 100%
Jerusalén 100%
La Compuerta 100%
El Once 100%
Colonia Cuauhtémoc 80%
San Francisco la Paz 70% 80%
Agustín Melgar 100% 100%
Tierra Blanca 80% 90%
San Antonio Nuevo Paraíso 100% 100%
Chalchijapa 90%
Las Anonas 100%
5 de Noviembre 100%
El 14 100%
Plan de Arroyo 100%
Escolapa 100%
Los Limones 90%
El Porvenir 80%
Río Frío 100
Río Grande 100
Fuente: Ibíd. anterior.
*Puede incluir niños y a mujeres para la pesca.
** Sólo incluye comunidades con porcentajes mayores a 80%.

La cacería y la pesca han sido siempre actividades presentes en las economías


rurales; tratar de erradicarlas sería una táctica equivocada y, por lo demás, inútil
dado que la presencia institucional en al región no es un factor de peso. Analizar
conjuntamente con las comunidades lo qué la extinción de especies terrestres y
ribereñas representará en el futuro para su población, y, a partir de esa reflexión
llegar a acuerdos claros para diseñar planes comunitarios de aprovechamiento
sustentables debe ser la opción31. Desde luego, siempre y cuando, esto sea
complementario al establecimiento de otras alternativas que optimicen los
sistemas agropecuarios, conjuntamente a una mejoría en los servicios e
infraestructura. Mientras los niveles de miseria y marginación no se abatan, la

31
Piscicultura, reservas cinegéticas, etc., son algunas opciones.

29
población tomará, en primera instancia, lo que tiene a la mano: madera, caza y
pesca.

7. Conclusiones y alternativas

Mientras las comunidades que integran los Chimalapas no incrementen los


rendimientos agrícolas y diversifiquen sus actividades de aprovechamiento de
recursos naturales, es difícil pensar en procesos de conservación, ordenamiento
territorial o establecimiento de áreas protegidas de cualquier tipo que puedan ser
mínimamente exitosos. La revisión sobre los sistemas agrícolas muestra lo
escasamente diversificado del espectro productivo, que aunado al también magro
aprovechamiento de recursos naturales, nos pone frente a economías rurales con
sistemas productivos y de aprovechamiento poco sustentables y escasamente
adaptados a su entorno natural.

La conservación de las áreas biológicamente prioritarias de Chimalapas no se


obtendrá por la vía de los decretos, por el conocimiento y la sistematización
meramente académica de su flora y fauna, ni la utópica imposición de vedas y
restricciones a las comunidades, sino a través de una estrategia que, como primer
punto, desarrolle un proceso para resolver las carencias productivas básicas de su
población por medio de impulsar técnicas agropecuarias y agro silvícolas
sustentables, basadas en la capacitación, formación de recursos humanos
regionales y en proporcionar información adecuada para un mayor, y mejor,
aprovechamiento de sus recursos naturales, no vistos éstos como mera biología,
sino como herramientas generadoras de bienestar y desarrollo social.

La insuficiencia de granos básicos como el maíz y el frijol, junto al bajo grado de


aprovechamiento social del rico entorno vegetal, derivado de técnicas poco
sustentables y el lento procesos de adaptación social al entorno ecológico,
respectivamente, favorecen la presencia de actividades de subsistencia de
carácter inmediatista: tala, caza y pesca, tráfico de especies y actividades ligadas
al narcotráfico. Sí a esto añadimos la baja incidencia de estructuras organizativas
de los habitantes y la insuficiente y deficiente inversión pública, sumada a y la
problemática agraria y forestal, descrita en otros apartados, es factible aseverar
que la definición de una estrategia conservación de los Chimalapas debe pasar
por la resolución de complejos problemas sociales, productivos, económicos y
técnicos.

Proporcionar alternativas que, simultáneamente, generen bienestar social y vayan


estableciendo formas de manejo de bajo o nulo impacto ambiental debe ser la
estrategia a seguir. Entre las opciones que desde la perspectiva de los sistemas
de recolección, producción artesanal y agrícola se pueden desarrollar de manera
inicial, destacan:

30
♦ Promover e intensificar las experiencias de aprovechamiento comunitario de no
maderables como las palmas, el ixtle, los hongos, plantas alimenticias,
medicinales, de ornato, etc., bajo esquemas que promuevan sistemas y planes
de manejo y establezcan formas y canales de comercialización que generen
ingresos y fomenten estructuras de organización y participación. Hay en el
estado experiencias positivas que pueden servir de base para iniciar procesos
de capacitación, asesoría y difusión para este tipo de actividades.
♦ Impulsar procesos de reconversión productiva de cultivos básicos que
garanticen mejor producción, conservación de los suelos y la paulatina
reducción de prácticas de roza-tumba-quema.
♦ Bajo los mismos principios, diversificar los cultivos complementarios al binomio
maíz-frijol y fomentar las hortalizas biointensivas, como opciones de
alimenatción.
♦ Analizar y evaluar, y si es procedente, establecer proyectos pilotos
demostrativos para impulsar a la fruticultura como actividad productiva rentable
y orientada a fomentar procesos de reforestación y/o agroforestería. La
presencia de puertos y vías de comunicación en el Golfo y Pacífico en el Istmo
de Tehuantepec, debiera ser un atractivo para producir y exportar productos
frutícolas primarios o transformados, provenientes de los Chimalapas.
♦ Evaluar el real potencial económico y como factor de conservación de los
bosques de la cafeticultura regional para: a)establecer o reforzar las áreas
cafetaleras de buen rendimiento y calidad y, b)reemplazar con otras
actividades aquellas de baja productividad o problemáticas para su
comercialización.
♦ Incorporar la producción artesanal regional a los circuitos comerciales y
turísticos de la entidad podría fortalecer las economías comunitarias y ahondar
en un mayor conocimiento sobre el tipo, volumen y procedencia de los
recursos naturales involucrados en su creación.
♦ Establecer con precisión el nivel de impacto de las actividades de caza y pesca
y, mediante procesos de reflexión, llegar a acuerdos comunitarios para diseñar
y operar planes de aprovechamiento que no pongan en riesgo a las especies
terrestres y ribereñas. Un caso puede ser la piscicultura o la cría y
reproducción de ciertas especies terrestres, serios estudios de por medio.
♦ Mediante intercambios programados, llevar productores de la región conocer
experiencias externas exitosas de manejos agro silvícolas, procesos de
planeación comunitaria, aprovechamiento acuícola y programas de
conservación de suelos y reconversión tecnológica agrícola, entre otras.

Los resultados sociales adversos, y las consecuencias ambientales que apareja el


proceso de adaptación-transformación-destrucción al nuevo medio para muchas
comunidades de la región, es, en primera y última instancia, producto de las
políticas estatales que han visto a los trópicos como áreas susceptibles de
colonización, donde la experimentación social y las teorías sobre su supuesto
potencial de desarrollo, han probado su falsedad en las selvas de Tabasco,
Chiapas, y Veracruz, y lo están haciendo de tiempo atrás en los Chimalapas,
último reducto importante nacional de selvas y bosques tropicales al propiciar la

31
destrucción y/o transformación de sus ecosistemas naturales y convertirlos en
deficientes zonas agrícolas o ganaderas. Revertir ese proceso y no ver a los
ecosistemas regionales como estorbo, sino aliados para la consecución de
objetivos de bienestar social, conservación y manejo adecuado de sus recursos
naturales es la vía. No es fácil, no es sencillo, pero es la única alternativa viable.

Más de 35 mil personas asentadas en 57 comunidades rurales de Uxpanapa


(Oaxaca y Veracruz); las regiones Centro y Sur (Santa María Chimalapa y San
Miguel Chimalapa, Oaxaca) y Oriente (Oaxaca y Chiapas), que conforman y/o
circundan los Chimalapas, serán acusados mañana de la pérdida del rico
patrimonio natural. Los verdaderos culpables, sin embargo, poco hacen por
ofrecer opciones y alternativas que posibiliten su conservación a través y en
sociedad con el recurso más valioso y menos conocido de Chimalapas: sus
pobladores.

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BIBLIOGRAFIA CITADA

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